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Sexualidad
¿Qué es el sexo?
Son todas aquellas características, genéticas, morfológicas, fisiológicas y psíquicas que diferencian un
macho de una hembra.
Dimorfismo sexual
El dimorfismo sexual es definido como la diferencia de formas, coloración y tamaños entre machos y
hembras de una misma especie. Se presenta en la mayoría de las especies, en mayor o menor grado.
Sexo genético
Sexo cerebral
El cerebro sufre una sexualización por influencia hormonal (diferenciación sexual). Existen evidencias
definitivas de diferencias en las dimensiones de algunas áreas del hipotálamo y del cuerpo calloso.
Sexo fenotípico
El sexo fenotípico se caracteriza por el completamiento embrionario del desarrollo genital: conductos
de Wolff en el macho y conductos de Müller en la hembra. Todo el proceso fenotípico está definido por las
secreciones hormonales. Sus desequilibrios pueden afectar la adecuada constitución del sexo fenotípico
(intersexualidad o hermafroditismo y seudohermafroditismo).
Reproducción asexual vs. Reproducción sexual
Reproducción asexual
La reproducción asexual o vegetativa, consiste en que de un organismo se desprende una sola célula o
trozos del cuerpo del individuo ya desarrollado que, por procesos mitóticos, son capaces de formar un
individuo completo genéticamente idéntico a él. Se lleva a cabo con un solo progenitor y sin la intervención de
los núcleos de las células sexuales o gametos. Las modalidades básicas de reproducción asexual son: a)
gemación, b) fragmentación o escisión, c) bipartición o fisión binaria y d) esporulación o esporogénesis.
Reproducción sexual
La reproducción sexual es la que se realiza con la intervención de gametos. Tiene la ventaja biológica
de promover la variación genética entre los miembros de una especie, ya que la descendencia es el producto
de los genes aportados por ambos progenitores, en vez de ser la copia genética de un solo individuo.
Presenta con respecto a la reproducción asexual ciertas desventajas, entre las que destacan: un gasto
energético importante en la búsqueda y lucha por conseguir pareja, una menor rapidez en la reproducción y
un menor número de descendientes, entre otras. Se pueden diferenciar dos formas: la isogámica y la
alogámica o heterogámica. Esta última es la más difundida, los gametos se diferencian tanto morfológica
como fisiológicamente, uno es diminuto y móvil (espermatozoide) y el otro es grande y sedentario (ovocito).
Tipos reproductivos
Estacionales o continuos
Desde el punto de vista de la época de apareamiento, los reproductores se clasifican como estacionales
o continuos, según desplieguen su comportamiento reproductivo en una estación del año o durante todo el
año.
Monoéstricas o poliéstricas
A su vez, las hembras mamíferas pueden ser clasificadas como monoéstricas, si manifiestan un solo
período estral, o bien poliéstricas, si manifiestan períodos estrales sucesivos durante la época reproductiva.
Las hembras mamíferas se clasificadas como monotocas, si engendran un solo feto por preñez, o bien
politocas si engendran normalmente varios fetos por preñez.
PARTO
EL PARTO NORMAL.
La gestación en el bovino dura entre 276 y 292 días. Se encuentra influenciada por la edad de la
hembra, el número de pariciones y el sexo de la cría. Probablemente la estación del año y la herencia también
tengan alguna influencia sobre la duración de la preñez.
La señal que indica el inicio del proceso de nacimiento parte del hipotálamo de la cría. Aparentemente
esta región del cerebro es uno de los últimos órganos en desarrollarse o madurar durante el crecimiento del
feto. El hipotálamo fetal estimula la glándula pituitaria anterior de la cría para secretar hormonas
adenocorticotrópica (ACTH), las cuales a su vez estimulan a las glándulas suprarrenales para que produzcan
corticosteroides. Estos causan un aumento en la secreción de estrógenos placentarios, los cuales estimulan la
secreción de prostaglandinas y sensibilizan al útero a los efectos de la oxitocina. Las prostaglandinas y la
oxitocina estimulan las contracciones uterinas. Las prostaglandinas también ocasionan el cese de la secreción
de progesterona por parte del cuerpo lúteo, esto determina que las contracciones uterinas aumenten de
intensidad.
Para su mejor entendimiento, el proceso del parto puede dividirse en cuatro fases:
a) Fase preparatoria
b) Fase de dilatación
c) Fase de expulsión
d) Expulsión de la placenta.
a) Fase preparatoria:
A medida que se acerca el parto, los ligamentos ubicados alrededor de la base de la cola y de la pelvis
se relajan y se hunden, produciéndose una apariencia de hueco en dicha área. Se puede esperar el parto
dentro de los 2 o 3 días. La vulva se inflama y la secreción mucosa es frecuente. Estos cambios son causados
por un aumento en el nivel de estrógenos y relaxina. La relaxina provocaría el ablandamiento de los
ligamentos de la cavidad pélvica, lo cual permitiría la expansión de la pelvis al tiempo del nacimiento,
facilitando el paso de la cría a través del canal. El tapón cervical se ablanda y el cérvix se relaja, de manera tal
que puede dilatarse.
Al mismo tiempo, la ubre se distiende. Puede presentarse un edema de ubre (inflamación),
especialmente en vaquillonas, que se puede extender desde abajo del estómago hasta el pecho. Este se debe
a un bloqueo temporal de los vasos linfáticos de la glándula mamaria. Esto es más frecuente en animales bajo
regímenes de estabulación, en nuestros sistemas pastoriles normalmente es controlado por el ejercicio que
representa la caminata diaria de la vaca
.
b) Fase de dilatación:
Comienza con las contracciones uterinas iniciales, que ocurren aproximadamente cada 15 minutos y
duran de 15 a 30 segundos. Termina con la irrupción del ternero en la vagina luego de verificada la dilatación
del cuello uterino (15). Durante esta etapa la vaca se vuelve inquieta, busca la soledad, se aísla y
ocasionalmente puja con debilidad. También puede mirar hacia atrás y patear. Esta etapa dura en las vacas de
3 a 6 hs pudiendo llegar a 24 hs en las vaquillonas. Simultáneamente, el feto se orienta en su posición
adecuada de nacimiento, yaciendo sobre su panza con las patas delanteras extendidas y la cabeza apoyada en
éstas.
La ruptura de la bolsa de aguas señala el inicio de la etapa de expulsión del feto, (trabajo de parto
propiamente dicho), la que termina con el nacimiento. Las patas delanteras del ternero y la cabeza pasan a
través del cérvix a la vagina. La vaca puja fuertemente durante 10 a 15 segundos cada 2 minutos, puede
descansar por pocos minutos después de pasar la cabeza y las paletas del ternero. El resto del ternero
generalmente pasa rápidamente y puede caer abruptamente si la hembra está parada. La mayor parte de las
vacas completan el parto echadas sobre los costados, pero hasta un 5% paren mientras están paradas.
Durante esta etapa la defecación y micción es continua, el ternero nace entre las heces y la orina.
El diámetro de la cría al nacimiento normalmente es mayor que el de la cavidad pélvica. Por lo tanto, aun con
la expansión de la pelvis, la posición normal de nacimiento es necesaria ya que permite que la cría asuma el
menor diámetro posible.
Como regla, la cría nacerá en un periodo de una a tres horas después que las patas delanteras se
asoman por la vulva.
En un parto normal, las membranas fetales por lo general se rompen casi en el momento en que las
patas delanteras pasan a través de la vulva. La cría es liberada de estas membranas, las cuales todavía están
fuertemente unidas a las carúnculas del útero para asegurar un abastecimiento de oxígeno durante el
nacimiento. Normalmente, el cordón umbilical se rompe conforme la cría pasa a través de la vulva. En este
momento la cría debe empezar a respirar, ya que no puede obtener más oxígeno de la vaca.
d) Expulsión de la placenta:
Después del nacimiento continúan las contracciones uterinas, las cuales liberan a las membranas
fetales del útero y las expulsan. Esto es lo que se conoce como alumbramiento.
Estos materiales se deben tirar tan pronto como son expulsados. Por instinto natural las vacas tienden
a ingerir las membranas recién liberadas corriendo riesgos de ahogarse o sufrir alteraciones digestivas.
Si la expulsión de la placenta no se realiza dentro de un período de 12 horas posparto, se considera que
hay retención. La placenta normalmente se necrosa, sea o no expulsada, por lo que se transforma en un
material altamente contaminante en caso de permanecer en el interior de útero.
Por lo general se asocia al normal desarrollo del parto con la fuerza y/o duración de las contracciones,
pero el mismo también depende de la conformación de la pelvis materna, de la dilatación del conducto de
partes blandas, del tamaño y de la capacidad del feto de amoldarse a las condiciones que vaya enfrentando
durante el parto y, en gran medida, de la actitud que tenga el hombre frente a la vaca parturienta. A veces es
necesario brindar ayuda para salvar al ternero o a la vaca. Esta acción debe quedar limitada a aquellos casos
en que realmente sea imprescindible, en muchas ocasiones se actúa innecesariamente frente a vacas en
proceso de parto.
DISTOCIAS.
Se conoce como distocia todo parto cuyo desarrollo presenta algún tipo de problema que prolongue o
dificulte el proceso normal esperado; llegando en ocasiones a comprometer la vida de la cría, de su madre o
de ambos.
La ocurrencia de distocias se presenta, término medio, en un 5% para las diversas razas (considerando
vacas y vaquillonas) pudiendo ocasionar grandes perjuicios. Las pérdidas directas están constituidas por la
muerte de terneros, lo que provoca mermas en el porcentaje de terneros logrados. Algunos estudios indican
una mortandad superior al 20% en partos distócicos comparando con un 5% en partos normales. Además, se
deben considerar las pérdidas causadas por los gastos de atención de los partos problemáticos, el tratamiento
de los trastornos puerperales consecuentes y la baja en la producción de leche; esto cuando no ocasiona la
muerte de la madre. Como factor indirecto puede mencionarse la disminución de la fertilidad en ciclos
posteriores y la prolongación en los intervalos parto-concepción, causales de importantes daños económicos.
Las contracciones de la musculatura uterina pueden presentarse alteradas en intensidad, ritmo o duración.
Estas pueden estar aumentadas o disminuidas, originando en el primer caso un parto tumultuoso y en el
segundo, uno lánguido.
Los partos tumultuosos se producen mayoritariamente en hembras primerizas, bien alimentadas y de
temperamento nervioso. Estos carecen de gravedad si se atienden a tiempo, pues es fácil conseguir que las
contracciones cesen o disminuyan aplicando productos farmacológicos tocolíticos (producen la disminución
del tono de la musculatura lisa), para dar tiempo a la preparación de los órganos genitales, tras lo cual el parto
continúa normal.
Los partos lánguidos son más frecuentes en vacas lecheras. Las contracciones son insuficientes como para
provocar la expulsión del feto. Su origen puede ser variado: falta de desarrollo congénito de las paredes del
músculo uterino, edad avanzada de la hembra, desnutrición, cansancio orgánico funcional, falta del principio
oxitócico hipofisiario, etc.
Mediante el empleo de productos farmacológicos hormonales (estrógenos u oxitocina) se puede
solucionar este problema fácilmente.
Son poco frecuentes y normalmente estos animales son eliminados en cualquier proceso normal de
selección.
Se pueden presentar casos de rotura del útero, hipoplasia genital en vaquillonas o anomalías congénitas
en el aparato genital. Estas alteraciones normalmente derivan en abortos. En caso de llegar a término la
gestación, se producirá un parto distócico.
La cría recién nacida representa el principal producto final en un rodeo y se le debe dar atención rápida
después del nacimiento. Si bien en nuestro país no existen cifras estadísticas completas, se presume que la
mortandad neonatal genera pérdidas económicas elevadas en la ganadería de carne, especialmente en los
campos de cría ubicados en zonas marginales. Estas se deben, en su gran mayoría, a infecciones umbilicales,
afecciones respiratorias y diarreas.
El oxígeno es la primera necesidad para asegurar la supervivencia de la cría y por ello debe actuarse
rápidamente, especialmente si el parto fue complicado y el ternero fue extraído por tracción; en este caso
posiblemente esté semiasfixiado. La respiración se puede estimular soplando en las cavidades nasales o
haciendo cosquillas en ellas con un pedazo de paja. De no tener éxito se lo suspende boca abajo tomándolo de
las extremidades posteriores; de esta manera se ayuda a que elimine la flema y comience a respirar.
La cura del ombligo debe convertirse en una rutina en cualquier establecimiento ganadero. Esta debe
realizarse con sustancias antisépticas y secantes como tintura de yodo o soluciones de alcohol, las que deben
ser aplicadas interna y externamente. También se puede realizar una aplicación de ivermectina, o similar, para
una mejor protección del ternero.
Hay que tener en cuenta que no se debe tirar del cordón porque éste puede desprenderse muy cerca
del cuerpo, transformándose en una posible vía de entrada de bacterias hacia el abdomen del animal. En caso
de quedar el cordón muy largo, se lo debe cortar a unos 5 cm del cuerpo. En condiciones normales éste se
secará en uno o dos días. Sería conveniente realizar la cura del ombligo por lo menos una vez al día y durante
3 días. También es recomendable tratarlo con productos antimiásicos (para combatir las moscas) para impedir
gusaneras (14). La madre también estimula a su cría para que se pare sobre sus patas y comience a mamar el
calostro. Los terneros sanos y con vitalidad se levantan muy pronto y buscan la mama. Es importante que el
ternero reciba el calostro durante los primeros minutos de nacido, ya que al cabo de las 6 hs del nacimiento la
capacidad de absorción de inmunoglobulinas a nivel intestinal se ve notablemente reducida.
CONCLUSIÓN.
Las vaquillonas deben seleccionarse por ancho de cadera en forma previa al servicio, cuidando
la influencia del toro, gran difusor de esta cualidad, como padre de un futuro vientre. La raza del toro
padre influye en forma decisiva en el tamaño de la cría, el uso de toros índicos o Criollos en rodeos
carniceros y de Jersey en rodeos lecheros, produce terneros de esqueletos finos y con menor peso al
nacimiento.
Evaluación de macho
Aptos o Satisfactorios
Apto disminuido u Observado (presenta problemas leves)
No apto, Insatisfactorio o Rechazo
FÉRTIL SUBFÉRTIL
Cabeza: Masculina, pelos toscos Cabeza: Anovillada, mandíbula
en el testuz inferior gruesa
Cuello: Musculoso CUELLO Sin musculatura
Pecho: Bien musculoso PECHO Poco marcado , magro
Giba: Fuerte y musculosa GIBA Sin musculatura
Brazo: Corto y musculoso BRAZUELO Largo, sin músculos
Costillas : Bien arqueadas COSTILLAS Largas y planas
Lomo: Fuete y ancho LOMO Sin musculatura fuerte
Nalgas: Músculos firmes NALGAS Músculos no definidos
Testículos: Buen tamaño, firmes TESTÍCULOS Pequeños, blandos
Tamaño Corporal: Corpulento, profundo TAMAÑO CORPORAL Alto, poco profundo
Aplomos correctos para poder llevar a cabo los movimientos necesario de la copula, y
mantener el estándar genético.
APARATO REPRODUCTOR
Escroto : cuello bien marcado, levemente pendular
Testículos : movilidad, tamaño, consistencia
Epidídimos : tamaño, consistencia (principalmente cola)
Pene y prepucio: integridad y funcionalidad
CIRCUNFERENCIA ESCROTAL
Edad/ CE:
20 meses/ 30 cm
24 meses/ 32 cm
Edad/ CE
20 meses/ 28 cm
24 meses/ 30 cm
Los testículos del Cebú tienen una mayor relación largo/ancho, por lo que a menor CE tienen igual volumen
CONSISTENCIA TESTICULAR
EXAMEN SANITARIO
Acercamiento a la vaca
Olfateo región vulvar
Reversión labio superior
Reflejo de papada
Intentos de monta
Monta con abrazo
Reflejo de búsqueda
PRUEBAS DE APTITUD
Prueba de corral que permite evaluar el comportamiento a campo (la capacidad de servicio)
Se evalúa libido (actitud) y capacidad física (aptitud)
Se califica a los toros en base al número de servicios
Duración de la prueba : 20`por animal (eventual : 10`)
Se debe contar con tres corrales colindantes y bretes para la sujeción de las vacas
Relación toro : vaca variable según edad de los machos
Permite observar relación de dominancia
Un 20 % de malos servidores mejoran en una segunda prueba
Conveniente repetir todos los años (defectos adquiridos)
VAQUILLONAS: por ser una categoría de alta fertilidad, con toros de alta CS se logrará alta concentración de
preñeces en el primer mes, mayor tiempo de descanso antes del 2º servicio.
VACAS 2º SERVICIO: por ser una categoría con bajo % de celo diario, son necesarios toros de alta CS para
detectar la mayoría de ellos y servir 2 o más veces a cada vaca, logrando así mejores resultados
PRUEBA FUNCIONAL
Los toros deben estar en potreros con buena disponibilidad y calidad de alimento
Evaluar la CC de los toros con anticipación al servicio
No mantener toros y vaquillonas en potreros contiguos
CONCLUSIÓN
Recolección de gametos
De animales que se envían a faena. Miles de animales de alta genética van al matadero por año y esta
genética podría ser recuperada por esta técnica
De hembras castradas. Por cada vaca castrada o que va a matadero (2 ovarios recuperados) se pueden
obtener entre 15 a 20 óvulos, lo que permitirá obtener de 4 a 6 embriones para transferir
De hembras vivas. Por punción ovárica transvaginal (ultrasonografía y bomba de vacío). La cantidad de será
inferior que la obtenida de ovarios de matadero o castración (5 a 10 vs 15 a 20). Pero resulta más eficiente
para producir embriones que la superovulación, en un determinado período
Este trabajo puede realizarse por laparotomía medio ventral o por, laparoscopía. La hembra se coloca
en plano inclinado con la cabeza hacia abajo y se realiza una incisión por la línea media delante de las mamas.
Se exponen los cuernos uterinos y se lavan individualmente. El procedimiento de colecta se realiza al sexto día
después de inseminadas; los embriones serán evaluados bajo estereomicroscopio. Hay que tener en cuenta
que:
a) se pueden encontrar ovocitos no fecundados
b) los que son transferibles o no.
c) los que son aptos para el congelamiento o no, para su posterior transferencia.
Consiste en introducir transcervicalmente una sonda tipo Foley, cuyo balón, en el caso de vacas, se infla
adecuadamente al comienzo de un cuerno uterino. Los pasos para desarrollar esta práctica, una vez hayan
sido superovuladas e inseminadas las hembras, son:
La sonda utilizada en la yegua es una sonda de alto flujo con un balón de 80 a 100 ml. Una vez pasado el
cérvix, se infla el balón (aprox. 80 ml) y se tracciona contra el cérvix para su bloqueo. Una vez asegurado se
lava el útero con 500 a 1000 ml de medio de lavado (Solución Ringer enriquecida con 1% de SFB). Antes de
drenar el útero, se acostumbra a dar un suave masaje en este. Los pasos son: