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Centrales hidroeléctricas
I. Introducción
El agua ocupa las tres cuartas partes de nuestro planeta; el ciclo del agua comienza con el efecto del
Sol sobre el agua en estado líquido provocando de esta forma su evaporación. La condensación del
agua evaporada precipita en diversas formas sobre la superficie originando cauces, que se pueden
explotar para obtener energía eléctrica a través de una central hidroeléctrica.
Las centrales hidroeléctricas utilizan la energía potencial derivada de la diferencia de cotas entre dos
puntos, esta presión diferencial origina una energía mecánica en la turbina que, a través del generador,
se convierte en energía eléctrica.
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Centrales hidroeléctricas
Evaporación
El agua se evapora en la superficie oceánica, sobre el terreno y también por transpiración de
los organismos (evapotranspiración).
Precipitación
La atmósfera cede agua por condensación (lluvia y rocío) o sublimación inversa (nieve y
escarcha) a la superficie terrestre (cauces), que devuelve el agua al océano.
Infiltración
El fenómeno ocurre cuando el agua que alcanza el suelo penetra a través de sus poros y pasa a ser
subterránea. La proporción de agua que se infiltra y la que circula en superficie (escorrentía)
depende de la permeabilidad del sustrato, de la pendiente y de la cobertura vegetal.
Escorrentía
Este término se refiere a los diversos medios por los que el agua líquida se desliza cuesta abajo por
la superficie del terreno.
Circulación subterránea
Se produce a favor de la gravedad, como la escorrentía superficial.
El aprovechamiento hidráulico de este ciclo de agua se puede realizar a través de distintas escalas de
instalaciones en función de los recursos en cuanto a energía potencial y caudal de la ubicación en
cuestión.
El límite entre central hidroeléctrica y minihidráulica se sitúa en los 10 MW. Esta potencia límite
condiciona la retribución a obtener por la energía eléctrica vertida a la red.
El consenso sobre el valor anterior alcanza al menos a seis de los países miembros de la Unión
Europa (UE). En algunos países, el límite desciende a los 1,5 MW, mientras que en otros,
principalmente en América Latina, el límite llega a los 30 MW.
Podemos considerar que un valor bajo de este límite va asociado a condiciones muy estrictas en
cuanto a impacto medioambiental. La potencia instalada no constituye el criterio básico para
diferenciar una minicentral de una central hidroeléctrica convencional.
Una minicentral no es una central convencional a escala reducida. Como ejemplo, diremos que una
turbina instalada en una central minihidráulica tiene un diseño completamente distinto.
Por otra parte, la obra civil de una minicentral busca un compromiso entre aprovechamiento e
influencia al medio, por tanto es muy distinta a las centrales hidroeléctricas convencionales, cuyo
recurso hídrico procede de grandes sistemas de almacenamiento.
III. Centrales hidroeléctricas
Las centrales hidroeléctricas deben tener en cuenta su entorno a la hora de definir sus
consideraciones técnicas: tipo de turbina, potencia o evacuación eléctrica sin olvidar el respeto
medioambiental de la instalación, que será esencial para la consecución de los permisos necesarios.
Existen diferentes formas para clasificar la tipología de las centrales hidroeléctricas: por su potencia,
su forma de obtener el salto, la morfología del curso del río, el desnivel y caudal existente, su régimen
de explotación y su capacidad de embalse y regulación.
Centrales fluyentes
Utilizan un brazo del río que se conduce a través de un canal y una tubería forzada hasta la
turbina, tras accionar la turbina y el generador el agua es devuelta al cauce del río. En este tipo
de instalaciones, es esencial tener un gran caudal disponible todo el año y un salto desde la
entrada al canal hasta la turbina.
En este tipo de instalaciones, se deriva una parte del cauce para conducirlo a través de canales hasta
la admisión de la turbina. Después de transformar la energía hidráulica en mecánica, el caudal
utilizado es devuelto al río.
En función de la geografía del emplazamiento, las centrales contarán con unos u otros
equipamientos de los que se detallan a continuación:
Azud
Pequeño sistema de almacenamiento que sirve para regular parcialmente la conducción de agua
hacia la central.
Toma
Elemento a través del cual se empieza a conducir el agua hacia la central.
Canal de derivación
Comienza en la toma y conduce el agua hasta el siguiente elemento. Estos canales suelen ser a
cielo abierto.
Cámara de carga
Es una cámara anterior a la central que evita que el fluido tenga un régimen turbulento a su
llegada a la turbina.
Tubería forzada
Es un conducto cerrado por el que va el agua hacia la entrada a la turbina.
Edificio central
Es donde se alojan los equipos mecánicos y electrónicos.
Centrales hidroeléctricas
Canal de descarga
Conducto a través del cual se devuelve el agua al cauce natural.
Esta tipología de centrales tiene como característica común la dependencia de la hidrología; en este
tipo de instalaciones, no se puede regular el caudal (ni el exceso ni el defecto). Por tanto, puede ocurrir
que no haya caudal suficiente para que funcione la central o incluso que el agua anegue la instalación
ante una crecida. En la figura se puede apreciar el esquema de una instalación de agua fluyente.
Fuente: IDAE.
En estas centrales, el salto útil apenas varía en unos metros, el factor que determina la potencia de la
instalación depende directamente del caudal del río.
En algunas geografías en las que se instalan estas centrales, se incluyen en el proyecto un pequeño
azud con toma de agua con objeto de elevar el plano de esta y facilitar su entrada al canal o tubería de
derivación.
El agua desviada es llevada hasta la cámara de carga, de allí sale la tubería forzada por la que se
conduce el agua para que accione la turbina en un punto de cota más baja.
Centrales hidroeléctricas
Para minimizar las pérdidas de carga manteniendo la altura hidráulica, los conductos por los que
circula el agua desviada se construyen con pequeña pendiente, provocando que la velocidad de
circulación del agua sea baja. Según la fórmula de Manning las pérdidas de carga en canales y tuberías
se pueden calcular con la siguiente expresión:
i
pérdidas de carga, metros o pendiente del canal en m/m.
n
coeficiente del material (0,012 acero/0,014 hormigón).
v
velocidad en m/s.
Rh
radio hidráulico en metros.
Como se observa en la expresión anterior, las pérdidas de carga son proporcionales al cuadrado de la
velocidad, para reducir esta, la inclinación debe ser lo menor posible. Esto implica que, en algunos
casos, dependiendo de la orografía, la mejor solución sea optar por construir un túnel, acortando el
recorrido horizontal. Otras formas de expresión de la fórmula de Manning son:
Estas centrales son aquellas en las que existe la posibilidad de construir un embalse en el cauce del
río para almacenar las aportaciones de este, además del agua procedente de las lluvias y del deshielo.
La toma de agua de la central está en la parte inferior de la presa, contiene el total de agua que
puede ser utilizada en la turbina.
Fuente: Unesa
Según la capacidad de agua que tenga la zona útil, la regulación puede ser horaria, diaria o semanal.
En el caso de las centrales minihidráulicas, el volumen de agua almacenada es reducido y, en algunos
casos, no puede ser gestionado por la propiedad de la central.
Centrales hidroeléctricas
Cuando la regulación sea semanal, funciona durante los días laborables y permite el llenado del
embalse durante el fin de semana o viceversa.
Como hemos comentado, en este grupo de centrales situadas en embalses destinados a otros usos,
como riegos o abastecimiento de agua en poblaciones, se depende del objetivo para el que fue creada
la presa. En este tipo de instalaciones, la confederación de la cuenca correspondiente decide, a petición
de los afectados (y respetando siempre el abastecimiento de poblaciones), si se abre el embalse o no.
Además se liberará un caudal ecológico para garantizar la vida piscícola del río y su vegetación de
ribera; en algunas instalaciones, es viable la utilización de este caudal para generar energía, con lo que
el condicionante de soltar agua para mantener las condiciones ecológicas del río se transforma en un
aprovechamiento, como posteriormente veremos en detalle en las centrales de caudal ecológico.
Las empresas que tienen la concesión para la explotación de la central hidráulica, normalmente
tienen voz pero no voto en la toma de estas decisiones. Por tanto, deberá acatar lo que la confederación
decida, pudiendo exigir el paso del agua por la central. Las instalaciones necesarias en este tipo de
centrales, cuando la presa ya está construida, son:
Estas centrales se encuentran entre dos embalses y tienen la capacidad de generar electricidad
turbinando el agua almacenada aguas arriba, como lo haría una central a pie de presa convencional, o
elevar el agua desde el embalse inferior hasta embalse superior.
Esta gestión es posible debido al menor precio de la electricidad durante las horas valle, cuando se
compra energía para elevar el agua, comparado con el precio en las horas punta, cuando la central
funciona como si fuera convencional, vendiendo la energía generada.
Fuente: Unesa
Bombeo puro
el embalse superior es un gran depósito cuya única aportación de agua es la que se bombea
del embalse inferior.
Bombeo mixto
el embalse superior tiene aportaciones naturales además de las generadas por el bombeo.
Las centrales de caudal ecológico forman parte del plan de desarrollo de la minihidráulica y su
función principal es evitar que la energía contenida en los caudales ecológicos, que se requieren aguas
abajo del embalse, se pierda.
El mantenimiento permanente de un caudal aguas abajo de las presas supone una restricción a la
explotación. En ocasiones, estos caudales no pueden ser turbinados por las turbinas existentes, debido
a que se trata de un caudal inferior al mínimo técnico o que la central, por su tipología en derivación,
no se encuentra a pie de presa, por lo que debe darse por desagüe de fondo, perdiendo su energía
potencial.
Para ello, se crea una pequeña instalación a la que se dirigen los desagües de fondo de la presa, por
los que se vierte el caudal ecológico. La potencia de los grupos a instalar dependerá de las dimensiones
del embalse y el caudal exigido para mantener la vida piscícola y la vegetación de ribera aguas abajo.
Esas centrales son un claro ejemplo de la tendencia actual de los aprovechamientos hidráulicos que
buscan una gestión de las aguas cuyo impacto sobre el entorno sea mínimo y que el coste de la
inversión sea reducido, consiguiendo aumentar el beneficio generado por las instalaciones existentes.
Fuente: IDAE
Centrales hidroeléctricas
Por tanto, el conocimiento del régimen de caudales del río en la zona de la toma de agua es
fundamental para la determinación del caudal de diseño del aprovechamiento, además de la idoneidad
de los equipos instalados.
El registro de los caudales del río se realiza en todas las estaciones del año mediante estaciones de
medida (ROEA), recopilando los caudales instantáneos que circulan por el tramo del río donde estará
ubicada la instalación. Para ello, se utilizan aforos directos (con molinetes o químicos) o aforos
indirectos (con limnígrafos o aforadores de vertedero).
Figura 6. Izda.: aforo directo con molinetes. Dcha.: aforo indirecto tipo V-flat
Fuente: www.ott.com
A partir de estos valores, se determinan los caudales máximos, medios y mínimos diarios
correspondientes para un número de años, con los que se elaboran series temporales agrupadas por
años hidrológicos.
Centrales hidroeléctricas
Es necesario recopilar las series hidrológicas (durante más de 25 años) de las estaciones de aforo
existentes en la zona donde se quiere instalar la central a través de los datos de caudales medios
diarios, para realizar el correspondiente estudio hidrológico. En el caso de que no haya estaciones de
medición en la cuenca y en la zona próxima a la instalación de la minicentral, se debe calcular el
caudal de forma teórica. Este estudio hidrológico teórico se basa en los datos de las mediciones de las
precipitaciones de la zona y en realizadas en cuencas semejantes.
Se deben, por tanto, recopilar y analizar las series de datos pluviométricos disponibles, en el caso de
que no se dispongan de datos de determinados periodos, se realizan correlaciones estadísticas con otras
cuencas en las que haya más datos.
A modo de ejemplo, si se quiere calcular de forma teórica el caudal medio para valorar el recurso
hídrico de un río y no se dispone de una estación de aforos, primero se buscarán los datos de
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pluviometría de la región; en este caso, se suponen 2.000 mm anuales, es decir, 2.000 l/m .
Lo siguiente es definir cuánta de esa lluvia se canaliza por la superficie hasta el río objeto. Existen
modelos para el cálculo de la escorrentía y valores de la península, como los realizados por MOPU
1990 o FERRER 1993, normalmente el dato varía entre 0,1 y 0,7. En este caso, se toma un valor de
0,5. Por lo tanto, la precipitación neta = 2.000 mm * 0,5 = 1000 mm. Una vez conocida la cantidad de
lluvia que
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aportará caudal al río, se calcula el caudal que se generará por km anualmente:
2
Si la cuenca en la que se encuentra el río tiene una extensión de 100 km , el caudal medio anual:
Y, por tanto, la aportación total anual de una central que quiera aprovechar este caudal será:
Centrales hidroeléctricas
En este caso, es necesario determinar las analogías entre las diferentes cuencas en cuanto a las
características físicas, principalmente la superficie y los índices que definen la forma y el relieve de
esa superficie. Después, se relacionan las aportaciones que reciben las cuencas que se comparan con
datos como las precipitaciones, superficies y coeficientes de escorrentía, incluyendo índices como el
correspondiente al de la pendiente. Con esta relación, se obtiene un factor corrector que permite
relacionar los afluentes, las aportaciones y caudales de la cuenca estudiada, obtenidas a partir de los
datos de una cuenca determinada como semejante. Es fundamental completar los datos analíticos
obtenidos con medidas realizadas de forma directa en el caudal del río durante, al menos, un año.
El objetivo final del estudio hidrológico, ya sea teórico o con datos reales, es obtener una serie anual
con los datos suficientes como para realizar una distribución estadística que nos tipifique los años en
años muy secos, secos, medios, húmedos y muy húmedos.
Fuente: IDAE.
Además, hay que tener en cuenta la calidad de los datos, ya que si existe un sesgo en ellos,
obtendremos unos caudales medios artificiales.
Con la distribución de caudales obtenida del estudio hidrológico, se determina un año medio
representativo, representándolo a través de una curva de caudales clasificados. Esta curva nos dará el
caudal en la toma en función del día del año en el que esperamos dicho valor.
Esta curva debe ser representativa del régimen hidrológico de un cauce para su aprovechamiento
hidroeléctrico.
La curva de caudales clasificados proporciona una valiosa información gráfica sobre el volumen de
agua existente, el volumen a llevar a la turbina y el volumen vertido por servidumbre, mínimo técnico
o caudal ecológico.
QM
caudal máximo alcanzado en el año o caudal de crecida.
Qm
caudal mínimo del año o estiaje.
Qsr
caudal de servidumbre que es necesario dejar en el río por su cauce normal. Incluye el
caudal ecológico y el necesario para otros usos.
Qmt
caudal mínimo técnico; aquel directamente proporcional al caudal de equipamiento con un factor
de proporcionalidad k que depende del tipo de turbina.
Fuente: IDAE
Como primera aproximación, se tomarán los siguientes valores de k en las principales clases de
turbinas:
Para dimensionar el caudal de equipamiento Q e o caudal de diseño hay que tener en cuenta las
aportaciones del río, su distribución a lo largo del año y su variabilidad de unos años a otros.
Además el agua requerida aguas abajo ya sea en forma de caudal ecológico o de riego delimitará el Q e. A
modo de aproximación se puede decir que el Cadal de equipamiento en centrales con regulación (a
pie de presa):
Otra forma de determinarlo es descontar el caudal de servidumbre a la curva de caudales del estudio
hidrológico. Posteriormente, se elige el caudal de equipamiento en el intervalo de la curva
comprendido entre el Q80 y el Q100, siendo el Q80 el caudal que circula por el río durante 80 días al
año y el Q100 el que circula durante 100 días al año. Al dimensionar el caudal de diseño con estas
premisas, obtendremos unas horas de funcionamiento anuales entre 2.000– 3.500.
Además del cálculo del caudal óptimo para la producción, hay que hacer un análisis de la inversión
necesaria y los ingresos que se van a generar teniendo en cuenta las instalaciones ya existentes.
Como las pérdidas primarias y secundarias son proporcionales al cuadrado del caudal circulante,
puede expresarse de la siguiente manera:
2
Hn = Hb – pérdidas = Hb – K * Q
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Donde Q es el caudal en m /s. Siendo K una constante propia del aprovechamiento en cuestión, que
depende de las características de los elementos, materiales, rugosidades, trazado, longitudes y
geometría de las conducciones. En caso de desconocer la constante del emplazamiento K, se
calcularán las pérdidas.
Las pérdidas secundarias o localizadas vienen dadas por el emplazamiento y los elementos
utilizados; así, de manera orientativa, podemos decir que las pérdidas secundarias de la toma y las
rejas son de 1 m y las pérdidas secundarias del cambio de sección de la tubería y válvulas son de 2 m.
Las pérdidas primarias o continuas dependen del tipo de conducción; en canal o en tubería forzada y
la forma de calcularlas, comentada anteriormente, viene definida por la expresión:
Centrales hidroeléctricas
El salto bruto se puede obtener mediante un plano topográfico. No obstante, para una determinación
más correcta y exacta, se realiza un estudio topográfico de la zona.
Las pérdidas de cargas primarias y secundarias suponen entre un 5% y un 10% del salto bruto
calculado.
A partir de la potencia bruta calculada, se debe de contar con un factor de eficiencia que incluye el
rendimiento de la turbina, el rendimiento del generador encargado de transformar la energía mecánica
en eléctrica.
Una vez generada la energía eléctrica, se alimentan los auxiliares de la instalación y la energía se
conduce al transformador donde se aumentará la tensión disminuyendo la intensidad para el transporte
de la energía eléctrica con menos pérdidas.
Los rendimientos asociados al transformador deben tenerse en cuenta a la hora de estimar la energía
exportada a la red, ya que el porcentaje del consumo de auxiliares puede suponer un 5% de la energía
generada y esta no se puede incluir en el cálculo de la cifra de negocios asociada a la viabilidad del
proyecto.
Según el tipo de equipo y el fabricante, el rendimiento de la maquinaria varía; para una primera
aproximación, se puede tomar como factor de eficiencia para una central hidroeléctrica moderna el
valor del 85%, incluyendo como las pérdidas mecánicas, volumétricas e hidráulicas.
Centrales hidroeléctricas
Una vez determinada la potencia, es posible calcular la energía producida de la central como
producto de la potencia neta por las horas de funcionamiento.
Donde T son las horas equivalentes con valores de altura y caudal nominales.
Para el cálculo de las mismas después, en la explotación, se divide la energía generada entre la
potencia nominal. En caso de no disponer de estos datos, podemos utilizar la siguiente expresión:
Para calcular la energía real producida tendríamos que integrar la potencia instantánea en el tiempo.
5.1.1. Azud
Es un muro de poca altura transversal al curso del río que implica el remanso del agua sin elevar
excesivamente el nivel.
Centrales hidroeléctricas
Fuente: http://servicios.laverdad.es
El azud desvía parte del cauce del río hacia la central, el volumen de agua sobrante continua en el
cauce natural del río.
Centrales hidroeléctricas
Los materiales de construcción del azud pueden ser hormigón, ladrillos, escollera o tierra. Es el peso
del propio material el que soporta la presión del agua. En función de las características hídricas de la
zona, se utilizan anclajes al suelo para maximizar su resistencia.
5.1.2. Presas
Una presa es un muro que retiene el agua provocando una gran elevación del cauce del río debido a
la altura de la infraestructura.
En función de las necesidades, autorizaciones y el recurso hídrico existente, se elegirá una u otra. En
función de las necesidades para aguantar la presión hidrostática, se elegirá una u otra adaptándola a las
necesidades orográficas.
Todas las variables anteriores influirán en la manera de construir la instalación. Las centrales
minihidráulicas no suelen ir acompañadas de este tipo de infraestructuras; sin embargo, en el caso del
proyecto de una minihidráulica, puede ser interesante el estudio de las mismas si es una minicentral de
pie de presa y si el cauce que se aprovecha procede de una central hidroeléctrica.
Presa de gravedad
En este tipo de presa, es el peso de la presa el que soporta la presión hidráulica del agua. El material
con el que se construye, así como la cimentación requerida, es fundamental para que realice
adecuadamente su función de almacenamiento de agua.
En la figura se muestra una presa de gravedad y cómo varía la sección en función del empuje del
líquido que soporta la estructura. Como se puede apreciar, es más ancho en el fondo que en la parte
superior, esto es debido a que los esfuerzos en la parte inferior son mayores.
La cimentación debe atravesar el cuerpo de la presa con objeto de asegurar una cimentación firme
sobre la que trasladar la presión hidráulica del líquido.
Centrales hidroeléctricas
Fuente: www.terra.es
Fuente: SEPREM
Centrales hidroeléctricas
En este caso, se distinguen distintos tipos de presas, según la Instrucción de Grandes Presas
Gravedad.
Contrafuertes.
Bóveda de radio constante.
Bóveda de ángulo constante.
Bóvedas múltiples.
Cúpula.
Cúpulas múltiples.
En una presa de bóveda arco, el esfuerzo originado por la presión hidráulica es transmitido a las
laderas de la montaña. Funciona de forma parecida a un arco que transmite el peso del edificio a los
muros aledaños.
Para instalar una presa de arco, es necesario contar con un valle de unas determinadas dimensiones
y con unas laderas suficientes para soportar el empuje del agua almacenada.
Se refiere a las presas constituidas fundamentalmente por materiales naturales, tal como se extraen
de la naturaleza, sin transformación (gravas, arenas, limos, arcillas, escolleras...). Si predominan los
materiales finos, se llaman presa de tierras; si la mayor parte del material está formado por piedras más
grandes, presa de escollera.
En contraposición con las presas de gravedad, la permeabilidad de una gran parte de los materiales
constituyentes de una presa de materiales sueltos es grande, y su clasificación se hace en función de la
manera de obtener la impermeabilidad.
Se tiene así las presas homogéneas, que son aquellas en las que se emplea casi únicamente un
material, al que se confía las dos funciones: estabilidad e impermeabilidad. Con estas presas no se
acostumbra a superar los 20 o 25 metros de altura. Cuando la altura rebasa los 8 o 10 metros, por
exigencias de la estabilidad, es necesario colocar capas de material drenante que la hacen más
compleja cuanto más alta es la presa, con lo que suele ser más rentable la construcción de otro tipo de
presa.
Las presas heterogéneas o con núcleo son la evolución de las anteriores y mucho más habituales
debido a que emplean los materiales disponibles ubicándolos en la sección de la presa según sus
propiedades.
En general, están constituidas por un núcleo, vertical o inclinado, de un material que una vez
compactado, proporciona la impermeabilidad requerida. El núcleo está separado por unas capas de
material “filtro y dren”, cuya función es protegerlo de los espaldones, formados por escollera, tierras o
la mezcla de ambos, cuya misión es la estabilidad de la presa.
Las presas con pantalla son aquellas en las que los materiales sueltos tienen como misión la
estabilidad de la presa, estando encomendada su impermeabilidad a una pantalla construida en el
paramento de aguas arriba. En general, la pantalla es de hormigón armado o de hormigón bituminoso y
en presas de poca altura se emplean a veces pantallas de láminas sintéticas (neopreno, polietileno,
butilo, entramado de fibras tejidas o no impregnadas con resinas).
Tradicionalmente se decía que las presas de pantalla se construían cuando no existían materiales
para un núcleo de tierras pero la realidad es que, en la actualidad, las presas de pantalla, y sobre todo
las de pantalla de hormigón armado, se construyen en muchas ocasiones por ser la solución más
económica, aunque haya disponibilidad de materiales para núcleo.
Centrales hidroeléctricas
Los taludes de las presas de escollera con pantalla suelen ser de 1,3/1 a 1,5/1 si la pantalla es de
hormigón armado, y 1,7/1 en el talud aguas arriba en las de pantalla bituminosa. En las presas con
núcleo térreo, los taludes son más tendidos (1,7/1 a 3/1 o 3,5/1). Se construyen en la actualidad otras
presas de materiales sueltos con núcleo asfáltico y de hormigón plástico, en general de poca altura.
En el caso en el que existan elevaciones menores existen las alternativas siguientes. Los azudes y
presas inflables son un sistema de retención de las aguas basado en un material a la vez resistente y
deformable, relleno de agua o aire a una presión determinada. Se sujeta en una base de hormigón y
permite almacenar, o no, agua en función de las necesidades de la central.
Ante una crecida en el cauce del río, el peso del agua sobre la presa inflable hace que se deforme el
material haciendo que el material quede sin resistencia dejando que el agua pase. Si el nivel del agua
sigue creciendo, el sistema de seguridad, con objeto de evitar desgarros en el material o incluso en el
soporte de hormigón, deshace la resistencia de la presa aliviando el aire o agua de su interior.
Centrales hidroeléctricas
Una vez que el caudal vuelve a ser gestionable, se reinicia el proceso de inflado de la presa. En la
figura siguiente se puede apreciar en detalle el funcionamiento de este tipo de presa.
Fuente: IDAE.
Centrales hidroeléctricas
Las centrales hidroeléctricas deben contar con dispositivos que permiten el paso del agua desde el
embalse hasta el cauce del río, aguas abajo, para evitar el peligro que podrían ocasionar las crecidas.
Estas instalaciones provocan una subida del nivel del agua en el embalse que sobrepase el valor
máximo asociado a la seguridad. En estos casos, es necesario evacuar el agua sobrante sin necesidad
de que pase por la central. Las compuertas, aliviaderos en conjunto con las válvulas, permiten realizar
estas operaciones para controlar los niveles del embalse.
Aliviaderos
Los aliviaderos son instalaciones que permiten evacuar el agua generalmente sin que se tenga que
actuar sobre ellos. En la figura se muestra un aliviadero en el que se comienza a verter agua en el
momento en el que la presa alcanza un determinado nivel. De esta forma, se evita que se inunde el
edificio de la central (normalmente, cerca de la presa) y se conduce el agua hacia bajo de forma
automática y sin comprometer los equipos y las instalaciones.
Según la técnica que emplean, se distinguen:
Compuertas verticales
Son metálicas y permiten o impiden el paso del agua. Se accionan verticalmente guiadas por
unos carriles anclados en los pilares adyacentes.
Compuertas de segmento
Son metálicas, al igual que las verticales, y presentan una superficie cilíndrica que, girando sobre
un eje, desarrolla un movimiento ascendente asociado a la apertura.
Compuertas de sector
Son cilíndricas y similares a las compuertas segmento, el mecanismo de apertura es un movimiento
descendente. Este movimiento implica que se deba permitir su alojamiento en el interior de la presa.
Clapeta
Son compuertas que basculan alrededor de un eje. Implican al igual que las anteriores un
alojamiento horizontal para la compuerta cuando está abatida.
Centrales hidroeléctricas
Válvulas
Estas realizan una función similar a la de las compuertas pero siempre en conductos cerrados de
sección circular y para conducciones de menor tamaño.
Válvulas de descarga
Son las encargadas del control de la descarga de una presa:
Desagües
Una medida preventiva ante el riesgo de desbordamiento es el uso de desagües, que utilizan
válvulas y compuertas como elementos de cierre. La apertura de estos elementos permite el vaciado de
la presa de forma paralela al funcionamiento de la central.
En instalaciones que aprovechan infraestructuras para el riego, se utilizan asimismo para suministrar
agua necesaria para otras actividades. Las válvulas se emplean en instalaciones con caudales
moderados o medios mientras que las compuertas para instalaciones de mayor tamaño.
Para evitar la obstrucción de estas conducciones, se instalan rejillas a modo de filtro. En algunos
casos, se instala un sistema de accionamiento hidráulico para retirar los elementos que recoja la rejilla,
evitando la obstrucción.
Toma de agua
Centrales hidroeléctricas
Este equipamiento es el que permite desviar el agua del sistema de almacenamiento facilitando su
entrada desde el azud o la presa a la turbina. Su diseño debe minimizar las pérdidas de carga primarias
y secundarias.
Esta toma normalmente dispone de una rejilla para evitar la entrada de elementos sólidos de tamaño
perjudicial para los equipos al canal y una compuerta de seguridad.
En funcionamiento normal de la central, esta compuerta permanece abierta permitiendo el paso del
agua hacia la turbina. Este acceso se cerrará en caso de emergencia o cuando se va a realizar una
inspección, o por motivos de mantenimiento.
Fuente: waterandpower.com
Otra modalidad de toma es la sumergida. Se excava un canal transversal a la dirección del cauce del
río, de manera que el agua acceda a través de la reja superior que protege esta entrada, saliendo en la
dirección perpendicular al curso del río para incorporarse al canal de derivación.
Este tipo de toma de agua se utiliza normalmente en centrales hidráulicas ubicadas en la montaña
debido a que son sencillas de construir y muy útiles en este tipo de geografías. Además, tienen un
impacto mínimo sobre el medioambiente.
En función del tipo de central hidráulica a construir, es necesaria una red con unas necesidades
mayores o menores en cuanto a su conducción.
Las instalaciones situadas a pie de presa utilizan como cámara de carga el propio sistema de
almacenamiento.
En las centrales de derivación, el agua se conduce durante un tramo mayor, como consecuencia se
incluyen normalmente una cámara de carga después de la toma de agua y antes de la entrada a la
turbina.
Centrales hidroeléctricas
La primera conducción del agua se realiza a través de canales, túneles o tuberías mientras que, en el
segundo tramo, se utilizan siempre tuberías.
Los canales que trasportan el agua de la toma a la cámara de carga pueden realizarse a cielo abierto,
enterrados o en conducción a presión. En este caso, pueden realizarse excavando el terreno, sobre la
propia ladera o mediante estructura de hormigón.
Cuando es viable, se instalan sobre la propia ladera y respetando su pendiente, con objeto de reducir
la velocidad y minimizar las pérdidas de carga, primarias y secundarias, por ser equivalentes al
cuadrado de la velocidad.
Estas conducciones se suelen diseñar con una pendiente del 0,05%. En el trazado de estas tuberías,
se debe tener en cuenta el impacto medioambiental asociado, debiendo estar asociada su construcción
al mínimo movimiento de tierras.
Los túneles se excavan en el terreno y, aunque supone un mayor coste, permite una mayor
adaptación al terreno. El túnel suele ser de superficie libre y funciona como un canal abierto, es decir,
el agua se encuentra a presión ambiente.
Las tuberías también se utilizan en conducciones bajo tierra, en el caso de que estén presurizadas y
la presión interna sea muy alta, se refuerzan.
Para conducciones en lámina libre enterradas, se suelen utilizar tuberías con hormigón prefabricado.
Se denomina cámara de carga a un depósito intermedio entre la toma de agua y la tubería forzada.
En función de la capacidad de almacenamiento del mismo, se puede utilizar como un depósito auxiliar
de regulación, en cualquier caso su función asegura el correcto arranque de la turbina.
Los conductos instalados entre el acceso del agua a las instalaciones y el depósito o cámara de carga
pueden ser diseñados para a presión atmosférica ambiental o pueden estar presurizados. En este
segundo caso, el depósito de carga estará cerrado y equipado con una chimenea de equilibrio con
objeto de amortiguar las variaciones de presión y protegerla de los golpes de ariete y la cavitación.
El diseño de la cámara de carga debe asegurar que las pérdidas de carga sean las menores posibles y
evitar los remolinos en las instalaciones anteriores y en la propia cámara. El régimen de la tubería
forzada debe ser laminar, de lo contrario se puede provocar la formación de vórtices que arrastren aire
hasta la turbina, produciendo vibraciones bajando el rendimiento de la turbina.
Al igual que en el resto de los equipamientos, es esencial la instalación de rejillas a modo de filtro
para asegurar el correcto funcionamiento de las instalaciones y, en determinadas ocasiones, con un
aliviadero para evitar sobrepresiones en los conductos y el correcto direccionamiento de las posibles
crecidas.
En función de la geografía del terreno y de los elementos medioambientales, la tubería forzada será
subterránea o aérea. Si es una conducción aérea, la tubería será sujetada mediante apoyos, teniendo en
cuenta los elementos auxiliares necesarios (por ejemplo, juntas de dilatación).
Cuando la tubería es enterrada, los esfuerzos derivados de la dilatación son menores. Sin embargo se
deben de cuidar los cambios de dirección de la tubería así como las pérdidas de carga.
El espesor de la tubería forzada suele ser mayor de 6 mm. Esta medida se calcula en función del tipo
de salto y el diámetro del conducto, magnitudes que inciden sobre los esfuerzos de la conducción.
El diámetro está relacionado con la velocidad a través del caudal, se diseña teniendo presentes las
pérdidas de carga.
Fuente: http://www.hydro.com.au
La situación del edificio es muy importante, se deben considerar estudios topográficos, geológicos y
geotécnicos, así como el acceso al mismo.
Las ubicaciones pueden ser muy variadas y dependerán de las necesidades asociadas a la promoción
y al EIA, construcción y explotación. En función de las condicionantes anteriores, el edificio se situará
junto al azud o presa o separado aguas abajo (cuando hay posibilidad de aumentar la altura del salto),
pudiendo incluso ser subterráneo.
El edificio será subterráneo en aquellos casos en los que las excavaciones serán viables técnica y
económicamente (debido a perforaciones aledañas). Esta ubicación evita el impacto visual de la
central. En las grandes hidráulicas, es posible aprovechar la construcción de la presa para instalar el
edificio bajo tierra.
El edificio debe contar con los equipamientos en cuanto a conducciones, necesarias para que el agua
llegue hasta la turbina. Además, debe incluir el desagüe hacia el canal de descarga.
El diseño del edificio estará condicionado por la tipología y cantidad de maquinaria a instalar, del
caudal y salto disponible. Se deben minimizar las pérdidas de carga asociadas a esta infraestructura al
igual que en el resto de las instalaciones.
Compuertas
Válvulas.
Las turbinas hidráulicas se clasifican en dos grupos: turbinas de acción y turbinas de reacción.
Son aquellas que aprovechan únicamente la velocidad del flujo de agua para hacerlas girar. El tipo
más utilizado es la denominada turbina Pelton, aunque existen otros como la Turgo, con inyección
lateral.
Turbinas Pelton
Esta turbina se emplea en grandes saltos con poco caudal. Está formada por un rodete móvil con
alabes de doble cuenco. El chorro de agua entra en la turbina dirigido y regulado por uno o varios
inyectores, incidiendo en los alabes y provocando el movimiento de giro de la turbina.
El inyector (o inyectores) dirigen agua a presión contra la serie de paletas en forma de cuchara
montadas alrededor del borde del rodete, cada paleta invierte el flujo de agua, disminuyendo su
energía, las paletas se montan por pares para mantener equilibradas las fuerzas en la rueda.
Teniendo en cuenta el grado de incompresibilidad del agua, casi toda la energía disponible se extrae
en la primera etapa de la turbina a diferencia de las turbinas térmicas.
El diseñador de esta turbina, Lester Allan Pelton, carpintero y montador de ejes y poleas, inventó la
turbina Pelton en 1879 mientras trabajaba en California. Obtuvo su primera patente en 1880. Existen
turbinas Pelton de todos los tamaños. Hay turbinas de varias toneladas montadas en vertical sobre
cojinetes hidráulicos en las centrales hidroeléctricas.
En general, a medida que la altura de la caída de agua aumenta, menor volumen de agua puede
generar la misma potencia. Cada instalación tiene, por lo tanto, su propia combinación de presión,
velocidad y volumen de funcionamiento más eficiente.
Normalmente, las pequeñas instalaciones usan paletas estándar y adaptan la turbina a una de las
familias de generadores y ruedas, adecuando para ello las canalizaciones. Las pequeñas turbinas se
pueden ajustar algo con la variación del número de inyectores y palas a instalar en la turbina, así como
diferentes diámetros de la turbina.
Asimismo, la potencia se regula a través de los inyectores, que aumentan o disminuyen el caudal de
agua. En las paradas de emergencia, se emplea un deflector que dirige el chorro directamente al
desagüe, evitando que la turbina se acelere demasiado. Esto permite un cierre lento de los inyectores,
sin golpes de presión en la tubería forzada.
Estas turbinas tienen una alta disponibilidad y bajo coste de mantenimiento, además su rendimiento
es bastante alto, tanto en condiciones nominales como en caudales hasta un 80% inferior al nominal.
La versatilidad de este tipo de máquinas hace que sea muy apropiada en condiciones parciales de
trabajo, además de permitir una amplia variación de caudales en su funcionamiento. Se puede instalar
con eje horizontal o vertical, y con uno o varios inyectores.
Fuente: www.turbinesinfo.com
Turbinas Ossberger
Funciona a un régimen de giro específico, por tanto, se puede incluir en la clasificación de turbinas
de régimen lento.
El primer impulso se produce cuando el caudal entra en la turbina (8) orientado por el alabe del
inyector (2) hacia las palas del rodete (3). Cuando este caudal ha atravesado el interior del rodete (3)
proporciona el segundo impulso, al salir del mismo y caer por el tubo de aspiración (7).
En la práctica, este sentido de circulación ofrece además la ventaja de que el follaje, hierba y lodos,
que durante la entrada del agua se prensan entre los alabes, vuelven a ser expulsados con el agua de
salida con la contribución de la fuerza centrífuga después de medio giro del rodete. Se puede
considerar una turbina con un rodete de limpieza automática.
En los casos en los que el caudal del río lo requiere, se ejecuta la turbina Ossberger en construcción
de células múltiples para poder adaptarse a diversas explotaciones. Se puede ajustar el tamaño de la
célula en caudales con un intervalo de seis veces de diferencia con tan solo restringir la entrada del
mismo a una zona del rodete.
Fuente: www.ossberger.de
Por ello, es lógico que se consideren estar turbinas como especialmente eficaces en el
aprovechamiento de caudales sometidos a fuertes variaciones.
Centrales hidroeléctricas
El rendimiento total medio de las turbinas Ossberger se calcula para potencias pequeñas en un 80%
para todo el campo de trabajo. Para las unidades medianas y grandes, se han medido rendimientos de
hasta un 86%. No obstante, estos rendimientos son generalmente superados en la práctica.
En la turbina dividida Ossberger, la entrada del agua propulsora se regula por medio de dos palas
directrices perfiladas de fuerza compensada. Las palas directrices dividen y dirigen la corriente de
agua haciendo que esta llegue al rodete sin efecto de golpe con independencia de la abertura de
entrada.
Ambas palas giratorias se hallan perfectamente ajustadas en la carcasa de la turbina. Las pérdidas
por fuga (rendimiento volumétrico) son tan escasas que las palas directrices pueden servir de órgano
de cierre en saltos de poca altura. De esta manera, no es preciso que se prevea ninguna válvula de
cierre entre la tubería de presión y la turbina.
Las palas directrices pueden regularse independientemente entre sí mediante una palanca reguladora
a la que se acopla la regulación automática o manual.
Las carcasas de las turbinas Ossberger están construidas en acero, son muy robustas, más ligeras que
las carcasas de fundición gris y resistente a golpes y heladas.
El rodete constituye la parte esencial de la turbina. Está equipado con palas que están fabricadas en
acero y ajustadas y soldadas a ambos lados en discos. La turbina Ossberger se basa en el principio de
la libre desviación. No obstante, un tubo de aspiración es imprescindible para caídas medianas y
pequeñas. Este tubo permite conseguir un montaje resistente a las crecidas con un aprovechamiento sin
pérdidas de toda la altura del salto. Si el diseño de una turbina de libre desviación con un amplio
campo de aprovechamiento requiere la incorporación de un tubo de aspiración, es precisa su
regulación de la columna del agua de aspiración.
La velocidad a la que se embala esta clase de turbinas es casi dos veces superior al régimen de giro
nominal. Por tanto, es posible acoplar el eje de salida de esta turbina a generadores fabricados en serie.
La turbina Ossberger fue diseñada para funcionar durante largos periodos de tiempo en régimen
continuo, no requiere medios especiales para su mantenimiento. Su instalación es frecuente en países
en vías de desarrollo ya que su instalación y puesta en marcha no requiere grandes conocimientos
hidráulicos.
Este tipo de turbinas tienen un campo de aplicación muy amplio, pudiéndose instalar en
aprovechamientos con saltos desde pocos metros hasta los 200 m, con un rango de variación de
caudales muy grande.
Las turbinas de reacción se accionan a través de la presión que el líquido ejerce sobre los álabes.
Esta presión decrece desde el borde de ataque hasta la salida del alabe.
En este tipo de turbinas, el rotor aprovecha la presión con la que el agua sale de los álabes. Esto
hace que el agua, al salir del rotor, tenga una presión por debajo de la atmosférica.
Centrales hidroeléctricas
Las turbinas de reacción que se suelen instalar son las Francis y las Kaplan. Como elementos
generales de estas turbinas, se detallan los siguientes:
Carcasa o caracol
Estructura con forma de espiral que transforma la energía hidráulica en energía cinética,
conduciendo el agua alrededor del distribuidor.
Distribuidor
Está formado por dos coronas concéntricas; el estator (álabes fijos) y el rotor (álabes móviles).
Rodete
Es un elemento móvil que se acciona a través de la energía cinética y de presión del agua.
Turbinas Francis
La turbina Francis fue desarrollada por James B. Francis. Se trata de una turbina de reacción de
flujo interno que combina conceptos tanto de flujo radial como de flujo axial.
Las turbinas Francis son turbinas hidráulicas que se pueden aplicar en un amplio rango de saltos y
caudales, siendo capaces de operar en rangos de desnivel que van de los 10 m hasta varios cientos de
metros.
La versatilidad inherente a esta turbina, así como su alto rendimiento, hace que esta tipología de
turbina de reacción sea el más utilizado a nivel mundial.
En las figuras siguientes se aprecia cómo se regulan los álabes externos o del distribuidor desde su
cierre (menos caudal a más presión o viceversa, es decir, más caudal con menos presión.
La turbina Francis es una turbina de reacción, por tanto, el fluido cambia de presión a medida que se
desplaza a través de la turbina, cediendo su energía. En este tipo de turbina es necesario instalar una
carcasa que contenga el líquido.
Fuente: http://hydropower.ornl.gov
Centrales hidroeléctricas
Fuente: www.power-technology.com
En la imagen siguiente se muestra el caracol y la carcasa de una turbina Francis. La sección del
caracol va descendiendo hasta la entrada al distribuidor, de esta forma se consigue un aumento de
presión. Esta reducción se ha de realizar teniendo en cuenta las pérdidas de carga secundarias
asociadas, así como los efectos secundarios asociados como el golpe de ariete.
Una vez que el agua atraviesa el distribuidor, es conducida hacia el rodete, el órgano de intercambio
de energía.
Centrales hidroeléctricas
Fuente: www.usbr.gov
Las grandes turbinas Francis se diseñan de forma individual en función de las características de
cada emplazamiento, a efectos de lograr la máxima eficiencia posible, habitualmente más del 90%.
Son muy costosas de diseñar, fabricar e instalar, pero su vida útil es de décadas.
Como hemos comentado, el rendimiento de las turbinas Francis es superior al 90% en condiciones
óptimas de funcionamiento. Permite variaciones de caudales entre el 40% y el 105% del caudal de
diseño, y en salto entre 60% y el 25% del nominal.
Centrales hidroeléctricas
Los elementos que componen este tipo de turbinas son los siguientes:
Distribuidor
Conjunto de alabes fijos y móviles que direccionan el agua hacia el rodete.
Rodete
Corona de álabes fijos que redireccionan el agua desde radial a axial.
Cámara de entrada
Se puede instalar abierta o cerrada, se diseñan en espiral para dar una componente radial al agua.
Turbinas Kaplan
Las instalaciones en las que se instala una turbina hélice exigen como elementos auxiliares un
distribuidor fijo, un rodete con 4 o 5 palas fijas cuya forma recuerda a la hélice de barco, y un tubo de
aspiración.
Las turbinas Kaplan son turbinas de agua de reacción de flujo axial, se emplean en saltos de
pequeña altura. Las amplias palas o álabes de la turbina son impulsadas por agua a alta presión que se
conduce a través de una compuerta.
Centrales hidroeléctricas
Los álabes del rodete y de los distribuidores son regulables en las turbinas Kaplan; en el caso de que
solamente se puedan regular los del rodete, la turbina será una turbina semiKaplan.
Para su regulación, los álabes del rodete giran alrededor de su eje, accionados solidariamente a unas
bielas articuladas que se desplazan hacia arriba o hacia abajo por el interior del eje hueco de la turbina.
Para realizar este desplazamiento, es necesaria la asistencia de un grupo hidráulico que estará
conectado a un PLC con un programa de regulación de carga o similar.
Las turbinas Kaplan y semiKaplan pertenecen a las turbinas de hélice, siendo su característica
principal que los álabes del rodete y el distribuidor son variables (en el caso de la semiKaplan tan solo
los del rodete). En el resto de las turbinas de hélice, no existe esta alternativa y, por tanto, solamente se
utilizan cuando el caudal y el salto son prácticamente constantes.
Las turbinas Kaplan y semiKaplan son variantes de la turbina de hélice con diferentes grados de
regulación. Ambas poseen el rodete con palas ajustables, que proporcionan la posibilidad de funcionar
en un rango mayor de caudales.
Las turbinas Kaplan se regulan a través de un distribuidor regulable que permite obtener un mayor
rango de funcionamiento, con mejores rendimientos. Su coste es también más elevado. Se deberán
analizar las características del salto para cuantificar si es rentable su instalación.
El rendimiento promedio es de un 90%. Este tipo de turbinas se instalan con muy buenos resultados
en saltos pequeños con caudales variables o grandes.
Como se puede deducir por sus características, este tipo de turbinas se utilizan en centrales de tipo
fluyente con un salto considerado constante y con variaciones de caudal importantes. El rango de
utilización en cuanto a la presión de este tipo de turbinas abarca desde valores del 60% al 140% de la
presión de diseño, y en caudal, del 40% al 105% del caudal nominal. En función de las subcategorías,
estos valores se modificarán.
Se suelen instalar con eje vertical, en cámara abierta o cerrada, aunque en ocasiones es más
conveniente otro tipo de instalaciones con eje horizontal o incluso con una ligera inclinación, en este
último caso tenemos las turbinas:
Tubulares
Se pueden instalar horizontalmente, en un plano inclinado o en vertical. Su rendimiento
es ligeramente superior a las Kaplan.
De Bulbo
El generador está sumergido dentro de una carcasa impermeable. El rendimiento, ligeramente
superior a las tubulares y la obra civil asociada, es menor aunque los equipos son más
complejos como consecuencia el mantenimiento de los mismos.
Las turbinas de vórtice aprovechan la energía del agua producida por la gravedad. El flujo de agua
es conducido a un tanque de rotación donde se origina el vórtice o remolino. En el eje del remolino se
coloca la turbina Zotlöterer que aprovecha la velocidad cinética del agua.
Las turbinas de vórtices pueden trabajar en un rango amplio de caudales y requieren pequeños
desniveles de cota. Si bien la velocidad nominal de la turbina depende de la dimensión del vórtice
provocado, la velocidad de rotación de la turbina es lenta, entre 15 rpm y 40 rpm, por lo que no daña a
la vida piscícola del río. La potencia de la turbina también depende de la velocidad del vórtice pero
puede estar comprendida entre 200W y hasta 40KW, aunque se estima que pueden instalarse hasta
plantas de 1MW. La eficiencia de la turbina es, sin embargo, menor a las turbinas convencionales,
siendo la de la turbina de Vortex del 80% cuando trabaja a la velocidad nominal.
Fuente: http://www.zotloeterer.com
Centrales hidroeléctricas
Figura 35 Esquema del recorrido del agua en los aprovechamientos con turbinas de vórtice
Fuente: http://www.zotloeterer.com
Según la altura útil del salto y del caudal (variable o constante, alto o bajo), es más conveniente usar
un tipo u otro de turbina. Por otra parte, es necesario tener en cuenta la curva de rendimiento de la
turbina, que es en función del caudal y la presión disponible, y que debe ser facilitada por el fabricante
de la turbina.
Kaplan
saltos reducibles y caudales variables.
Francis
saltos mayores y variaciones de caudal moderadas.
Pelton
grandes saltos, independientemente de la variación de caudal.
También varía el rendimiento en función del salto donde vayamos a instalar la minicentral. Esta
variación es menos acusada pero su análisis contribuye a obtener una estimación más realista de la
energía producida en un aprovechamiento hidráulico.
En este caso, el análisis del rendimiento debe realizarse en todos los puntos de análisis posible,
obteniendo así una aproximación lo suficientemente buena del funcionamiento de la turbina.
El rendimiento de las turbinas es mayor en aquellas que son de mayor tamaño. Por esta razón y por
las denominadas economías de escala, en caso de un proyecto con recursos suficientes suele ser más de
tamaño reducido.
Centrales hidroeléctricas
En presas con un recurso hídrico importante, puede ser interesante la instalación de varios equipos,
debido al espacio disponible, así como la disponibilidad de otros equipos en periodos de
mantenimiento individual de las turbinas.
Fuente: IDAE
Los rendimientos aportados anteriormente son los consideraros para un rodete de tamaño medio, en
el caso de uno cuyo diámetro sea superior a los 3 m de diámetro, el rendimiento obtenido es
ligeramente superior.
Las turbinas y el resto de equipos de una central presentan actualmente una muy alta eficiencia,
3
cubriendo toda la gama de caudales, desde 0,1 a 500 m /s, pudiendo utilizarse hasta 1.800 m de salto
neto con buenos rendimientos mecánicos.
Centrales hidroeléctricas
Los equipos asociados, como reguladores de velocidad, sondas electrónicas, permiten alcanzar una
gran precisión en la regulación y el acoplamiento de grupos, y permiten controlar y regular las turbinas
gestionadas por autómatas de última generación.
5.6.1. Generador
Fuente: IDAE
Los generadores eléctricos son máquinas muy evolucionadas obteniéndose un rendimiento bastante
alto (95%) en funcionamiento nominal.
La instalación de una multiplicadora se justifica si con ello aumentamos la velocidad de giro del
rotor del generador, reduciendo su tamaño y coste.
La reducción de tamaño se justifica en la reducción del número de polos del generador al tener
mayor velocidad el eje. La instalación de este equipo lleva asociada unas pérdidas mecánicas.
En las instalaciones cuya potencia es inferior a 1 MW, la tensión de trabajo del generador es menor
de 1 KV. Para mayores potencias, la generación se produce en media tensión. Por otra parte, el
generador puede ser de dos tipos: síncrono o asíncrono.
Generador síncrono
Este tipo de generador convierte la energía eléctrica a partir de una velocidad constante en el eje,
definida por la siguiente expresión:
ns
velocidad de sincronismo expresada en rpm.
f
frecuencia en Hz (60 Hz en Colombia).
p
número de pares de polos del generador.
La creación del campo magnético en el rotor, se obtiene de las bobinas arrolladas a partir de una
corriente eléctrica continua que circula por estas bobinas. Esta corriente continua se obtiene a partir de
alguno de los siguientes procedimientos:
Autoexcitación
estática
Corriente procedente de la energía eléctrica generada cuando la instalación se encuentra
en funcionamiento y está generando energía eléctrica.
Centrales hidroeléctricas
Excitación con
diodos giratorios
Generan una corriente alterna invertida, a través de los polos del estator.
Excitación
auxiliar
Es necesaria cuando se inicia el funcionamiento del generador, se obtiene de la red o mediante
una dinamo auxiliar regulada.
Generador asíncrono
Los motores eléctricos asíncronos son el origen de este tipo de generadores. Estas máquinas son
utilizadas en muchas aplicaciones industriales, su evolución y su sencillez las presentan como
máquinas robustas y de bajo coste. Otra de sus características es su potencial utilización como
generadores eléctricos, especialmente en centrales de pequeña potencia.
La diferencia entre la velocidad del rotor y la de sincronismo genera un campo giratorio excitador.
Cuanto menor sea esta diferencia, menor serán las pérdidas.
En estas generaciones, la energía reactiva generada es importante, por tanto se debe conseguir un
factor de carga 1 mediante la utilización de condensadores que compensen la energía reactiva
generada.
El arranque en este tipo de instalaciones se realiza sin regulador de velocidad, se abre el distribuidor
hasta que la turbina alcanza la velocidad de consigna y, una vez obtenida, se sincroniza con la red,
acoplando el generador a través de un interruptor automático.
Uno de los equipos principales es el transformador. Puede ser utilizado para diversos fines,
requiriendo en cada caso una tipología.
En función de las características constructivas, existen varios tipos, destacamos los siguientes:
Transformador en aceite
Se debe construir un recipiente donde se deposite el aceite, además del equipo necesario para prever
la recogida de aceite ante una fuga o derrame. La refrigeración, en este caso, se puede regular
fácilmente, por tanto, su capacidad de evacuación es más alta que en el caso de los transformadores
anteriores.
Los equipos eléctricos se instalan en celdas contenidas en armarios e instalados en el interior del
edificio central, los equipos principales son:
Interruptores y seccionadores
que se emplean para la conexión y desconexión a la red.
Centrales hidroeléctricas
Transformadores de medida
tanto de tensión como de intensidad, que permiten obtener los valores instantáneos de estas magnitudes. De
otra forma, los equipos instalados para obtener estas lecturas serían de gran tamaño.
Autoválvulas
que son equipos de protección ante sobreintensidades, conduciendo el exceso de intensidad a
tierra (tormentas con aparato eléctrico).
La línea eléctrica de media o alta tensión requerida para el transporte de la energía ya transformada
tiene una incidencia relevante en el presupuesto de la instalación.
El coste de esta línea puede encarecer el proyecto, llegando en algunos casos a desestimar su
viabilidad si la inversión necesaria es muy elevada.
Las características de la red que hay que conseguir para poder conectar nuestra instalación y ceder
nuestra energía son:
Frecuencia
dato conocido de partida (60Hz).
Tensión
en función de la línea a la que nos conectemos.
Funcionan igualmente como medida de protección ante subidas de tensión, descenso en el caudal
disponible, alta temperatura del aceite, sobrevelocidad de los elementos de alto régimen de giro
principalmente.
Centrales hidroeléctricas
Regulador de tensión.
Equipo de sincronización a la red.
Baterías de condensadores para la regulación del factor de potencia.
Las protecciones de los equipos instalados en una central hidráulica garantizan una respuesta casi
instantánea de los equipos electrónicos ante cualquier situación prevista anteriormente en el programa.
Un valor fuera del rango definido en cualquier indicador puede provocar una alarma que, en función
de su importancia y de los equipos a los que afecte llevará asociada la parada de algún grupo e incluso
la de la central.
Las principales causas que pueden accionar las protecciones mecánicas son
Aceleración de turbina.
Temperatura de eje y cojinetes.
Nivel de circulación del fluido de refrigeración.
Temperatura de aceite.
Nivel mínimo hidráulico.
Circuito de aceite de regulación.
Centrales hidroeléctricas
Intensidad máxima.
Retorno de potencia (máxima admitida 5% de la nominal).
Alta temperatura del generador y/o del transformador.
Producción de gases en el transformador.
Nivel de tensión (entre el 85% y 100% de la tensión nominal).
Nivel de frecuencia.
Podemos considerar una automatización total en el caso de que esta incluya el arranque, regulación
y parada de la central. Si tan solo incluye paradas por alarma, la automatización será parcial.
En las centrales antiguas, se están estudiando inversiones para adaptar los sistemas de regulación
instalados a la tecnología actual.
La antigüedad de algunas de ellas hace que la inversión a realizar sea muy elevada, en algunas
instalaciones puede suceder que haya que modificar todo el sistema eléctrico debido a
incompatibilidades.
Convencional
Basada en los relés, estos tienen una capacidad limitada (secuencias de arranque y parada),
aunque representa una manera sencilla y económica de automatizar una central.
Digital
En este caso, es una tecnología que permite la gestión de todas las operaciones de la central. Es
una tecnología que requiere más inversión, como contrapartida permite la gestión de todas las
funciones de la central:
Con esta última tecnología, es posible utilizar los centros de control remoto para gestionar centrales
a través de técnicas de telemando.
Ventilación.
Alumbrado auxiliar.
Equipo de corriente continua empleado para alimentar las bobinas de desconexión
del interruptor principalmente.
Bombas.
Batería de condensadores, para mejorar el factor potencia.
Puente grúa para el montaje y operaciones de mantenimiento.
Rejillas y sistemas de limpieza.
Protección contra incendios.
Agua refrigeración.
Caudalímetro.
En el caso de que se utilice un canal de riego o las tuberías/conducciones de agua potable para el
abastecimiento a poblaciones, la obra civil requerida es menor.
VII. Resumen
A lo largo de esta primera unidad, se ha descubierto el ciclo del agua, cuyo conocimiento es
fundamental para el aprovechamiento del recurso que utiliza la energía hidráulica, el agua. Según las
características del entorno donde se localiza la central, se tienen diferentes tipologías.
Dependiendo de la ubicación de la central, el salto de agua adecuado para cada explotación concreta
variará. En la tabla de la página siguiente se detallan las características de cada posible emplazamiento
a partir de unos datos descriptivos que relacionan los tipos de saltos con variables económicas y
constructivas.
Tabla 7. Criterios orientativos para escoger el tipo de turbina según las características del salto
Las presas, como método de almacenamiento hídrico, tienen un papel principal. Existe una gran
diversidad en la tipología de las presas de gravedad, de materiales sueltos, de bóveda, inflables... El
desarrollo de las mismas tuvo su auge en los años sesenta y setenta, aportando una regulación de los
caudales que aumentaba la seguridad ciudadana ante la llegada de grandes crecidas del río.
Actualmente, resulta difícil la construcción de presas nuevas ante la cantidad de requisitos técnicos
que se exigen, así como las demandas ambientales que deben cumplir.
El conjunto de estos elementos se ajustan al recurso hídrico disponible en la zona, por ello es
imprescindible realizar un estudio minucioso del régimen de caudales, para diseñar el
aprovechamiento correctamente. Así se podrá establecer la potencia a instalar y la energía generada,
teniendo en cuenta las posibles pérdidas en la energía del agua a su paso por los distintos elementos.
Ejercicio 1: cálculos de una central hidroeléctrica
Se tiene una central hidroeléctrica fluyente de una potencia instalada de 50 MW, con una turbina
que presenta un rendimiento del 92% y un generador con un rendimiento del 97%. El río que abastece
dicha
3
central tiene un Qmedio= 60m /s, debido a una precipitación media en la región de 600 mm y una
escorrentía del 0,4.
La captura de agua se realiza con un pequeño azud situado a 200 m sobre el nivel del mar (msnm),
después se hace conducir por un canal rectangular de hormigón de 5 m de alto por 12 m de ancho,
dejando una altura libre de agua de 0,5 m.
La longitud del canal es de 2,5 km con una pendiente del 0,01%. Las pérdidas localizadas por la
toma y las rejas son de 1 m. A continuación, el agua se conduce por dos tuberías forzadas de acero
durante 500 m, en donde el agua circula a una velocidad de 5 m/s. El cambio de sección del canal a la
tubería genera unas pérdidas localizadas de 0,5 m.
Calcula:
El campo de uso de las turbinas hidráulicas según altura, caudal y potencia se muestra en
la figura
Soluciones
1
3
Nos piden calcular el área de aportación y nos dan el Q medio = 60m /s, la escorrentía e = 0,4 y la
2
precipitación 600mm (l/m ). Por tanto, aplicamos la fórmula:
Operación y mantenimiento
Para calcular la velocidad, utilizo la ecuación de Manning, que relaciona pérdidas (o pendiente del
canal) con la velocidad, el coeficiente de Manning de los materiales y el radio hidráulico). Lo primero
será calcular el radio hidráulico del canal, nos dicen que es de 5 m de alto, 12 m de ancho y 0,5 m de
resguardo. Para hacernos una idea clara, hacemos un dibujo:
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que nos han dicho 2 tuberías. A partir de los datos,
primero obtendremos el Rh y luego las pérdidas primarias y totales.
2 2
Al tener dos tuberías, la sección unitaria sería 14,5m /2= 7,25 m y para el cálculo del perímetro
mojado sacamos el radio:
Ahora ya calculado el Rh, podemos saber las pérdidas de carga primaria en la tubería forzada:
Las pérdidas totales serán la suma de las pérdidas de canal más de las tuberías:
Operación y mantenimiento
En este caso, el rendimiento del transformador de salida se ha considerado que es del 100%.
Recordad poner la potencia es las unidades adecuadas:
Por definición, sabemos que el salto neto es la diferencia entre salto bruto menos las pérdidas de
carga, luego:
Por definición, salto bruto es la diferencia entre el nivel del agua de la toma del azud y el nivel de
descarga del caudal turbinado, luego:
Sabiendo la potencia final y el rendimiento del generador, podemos conocer la potencia de la turbina:
Operación y mantenimiento
Ahora elegimos la turbina como se observa en la figura siguiente, del campo de uso de
las turbinas hidráulicas según altura, caudal y potencia
Buscamos las líneas de Q=72,4, Hn=78,89 y P=50MW; se cruzan en la turbina diagonal pero no
hemos visto turbinas diagonales en la unidad, así que escogemos otra turbina que sí hemos visto y que
está dentro del rango adecuado para el caudal, el salto y la potencia: turbina Francis.
(En este caso no miramos el cuadro de turbinas del temario por ser una central de gran potencia).
3
Se tiene una central a pie de presa con un embalse de 50 Hm . La superficie de la cuenca es de 200
2
km , con una precipitación media de 1200 mm y un coeficiente de escorrentía de 0,6.
El salto medio a lo largo del año, considerando la carrera de embalse, es de 80 m. El salto neto de
diseño es de 100 m.
La aportación no aprovechada por vertidos es del 10% y se requiere aguas abajo un caudal
3
ecológico de 1 m /s. Este caudal puede ser aprovechado con un grupo ecológico.
Operación y mantenimiento
El rendimiento de las turbinas en ambas centrales es del 91%, el del generador de 95% y el del
transformador de 99%.
Estimar:
Soluciones
Para el cálculo de la potencia instalada, la variante que desconocemos es la del Q, por tanto,
empezaremos a calcularlo mediante la aportación:
El caudal de equipamiento, como hemos visto en los apuntes para las centrales de a pie de presa,
suele ser entre 2 y 2,5 veces el Q medio del lugar; en este caso, elegimos un factor de 2. Por lo tanto el
3
Qequipamiento= 4,57 · 2 = 9,14 m /s.
Ahora que ya tenemos todos los datos necesarios, calculamos la potencia instalada (recordad que la
potencia de nuestra central se calcula conforme al dato del salto de diseño y no respecto a la del salto
medio disponible); utilizamos el dato de salto medio de diseño 100m:
Siendo:
Operación y mantenimiento
3
Nos dice el enunciado que el 10% se pierde en vertidos; por tanto, 14,4 Hm /año se desaprovechan.
3
También nos dice que estamos obligados a dejar circular un caudal de 1m /s:
3
31,5 Hm /año suponen un 21,9% del total. Por tanto, se desaprovechan en total un 31,9% de las
aportaciones. Luego, en total se aprovechan:
Una vez conocido el caudal aprovechado por segundo, podemos saber el número adecuado de
grupos, a través del Qmínimo técnico. Si solo pusiéramos una turbina Francis, esta tendría un Q mínimo
técnico de (utilizar la constante K de los apuntes):
Si decidiésemos usar solo una turbina,estaríamos desaprovechando parte del caudal. Luego, es
mejor utilizar 2 grupos para turbinar siempre todo el caudal:
Para calcular las horas de funcionamiento, comparamos los datos de caudales aprovechados y de
diseño y el salto neto medio y el salto neto de diseño:
Operación y mantenimiento
Siendo:
Para calcular las pérdidas en el transporte hasta el punto de entrega, se calcula primero cuánto
pierdo en 1 km y luego lo multiplico por 5 km. Si directamente multiplicásemos lo obtenido por 0,3%,
es como si solo se perdiera el 0,3% en todo el trayecto y en el enunciado nos dicen que es por
kilómetro.
3
Utilizamos los datos que tenemos de la central de caudal ecológico: 1 m /s, 100 m salto de diseño,
80 m salto medio y los mismos rendimientos que en la central de pie de presa:
Siendo:
Operación y mantenimiento
Para estimar las horas de funcionamiento, en este caso, la única posible variación sería la altura del
agua en el embalse:
Siendo:
Para calcular las pérdidas en el transporte hasta el punto de entrega, se calcula primero cuánto
pierdo en 1 km y luego lo multiplico por 5 km. Si directamente multiplicásemos lo obtenido por 0,3%,
es como si solo se perdiera el 0,3% en todo el trayecto, y en el enunciado nos dicen que es por km.