EL AULA VIRTUAL COMO AMBIENTE DE ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE
1. Caracterización del Aula Virtual: ¿Cómo identificar lo que NO es un Aula Virtual?
En principio, deseamos dejar constancia de nuestra posición sobre el tema por ello indicaremos aquellos atributos que no constituyen un ambiente virtual apropiado para el aprendizaje. o Un Curso Virtual no es el resultado de un proceso de empaquetamiento digital de conocimiento. o Tampoco es un ambiente neutro, conlleva una ideología y una decisión en torno al modo en que se concibe la génesis y construcción del conocimiento. o No puede desarrollarse plenamente si no se poseen las herramientas tecnológicas adecuadas. Por tanto, un curso virtual requiere de la disponibilidad de un Aula Virtual que permita receptar, recrear y socializar el conocimiento. o No presenta los contenidos a modo de “información disponible”, sino que opera sobre un dispositivo de mediación del que resulta la posibilidad de apropiación del conocimiento de parte del destinatario. o No puede prescindir de las situaciones contextuales, por ello debe considerar las características de los destinatarios. o No se formula en abstracto: es fruto del diálogo con especialistas en el contenido, con procesadores tecnológicos y con quienes se ocuparán de la tutoría del curso. o No es un producto acabado y cerrado, siempre requerirá ajustes que reflejen la flexibilidad deseable que requiere la formación humana
• Nuestra idea acerca del Aula Virtual
• El mayor desafío de un ambiente virtual no refiere tan sólo a las facilidades tecnológicas que permiten desarrollar actividades de comunicación, enseñanza, aprendizaje y evaluación. Se requiere esencialmente construir un espacio y un tiempo humano y formativo donde confluyan las perspectivas: disciplinar, tecnológica y pedagógica. • La experiencia recorrida en el Portal Educativo de las Américas nos ha enseñado que es necesario formular respuestas a ciertos interrogantes básicos: • i. ¿Cómo tiene lugar el aprendizaje en el Aula Virtual? ii. ¿De qué modo influyen los Tutores en el desenvolvimiento de un curso? iii. ¿Cuáles son las actividades que pueden generar una transferencia positiva de los contenidos aprendidos? iv. ¿Qué clase de procesamiento es el más apropiado? v. ¿Cómo impactan los valores éticos en el desarrollo efectivo de los aprendizajes? • Algunas de nuestras respuestas, en proceso de complejización, son las siguientes. • i. El aprendizaje en el Aula Virtual • Aunque no se han realizado todavía investigaciones que permitan entregar resultados sistematizados, nuestras observaciones nos han posibilitado reconocer que este proceso es individual al inicio de la experiencia y luego, paulatinamente, se va abriendo a espacios socioconstrutivos. Ello no significa que los estudiantes posean conductas epistémicos autónomas al ingreso del curso, por el contrario, el logro de la autonomía es una dimensión compleja que no se llega a consolidar más que en un pequeño porcentaje, menor al 10% en cada aula. • Debido a que se procura movilizar el dispositivo cognitivo con el que ingresa el participante al curso, siempre se establece una fase experimental y testigo en el que se confirman o rectifican las actividades de aprendizaje y evaluación que conllevan a la recepción y construcción del conocimiento y el aprendizaje. Esta etapa posee dos instancias que se desarrollan con dos grupos diferentes: el primero está compuesto por especialistas de alto nivel en el tema y enfoque del curso, mientras que el segundo está constituido por los participantes que intervienen en la primera edición del curso. Los resultados de estas experiencias luego son volcadas en el formato ya establecido, con lo cual se puede decir que se establece un reprocesamiento del contenido inicial. • Por otra parte, estamos en condiciones de confirmar que en el Aula Virtual los participantes desenvuelven el proceso de aprendizaje sirviéndose de los mismos procesos que se encuentran involucrados en la enseñanza presencial: • a. La lectura b. La escritura c. El pensamiento científico • Finalmente, los datos recogidos en el Aula Virtual del Portal Educativo de las Américas demuestran que comprensión, aprendizaje y memorización no son capacidades aplicables en general a cualquier clase de información. Pero la capacidad de aprehender depende de la naturaleza de la información que ya se posee y del modo como se presenta la nueva. ii. La influencia de los Tutores La mediación del Tutor se realiza en tres registros: respecto de la disciplina científica que es el eje del curso; sobre la enseñanza y/o consolidación de lo que puede considerarse un desempeño competente en el proceso de aprendizaje y en tercer lugar, sobre la base transferencial afectiva del participante. Desde la perspectiva del procesamiento pedagógico de los contenidos, al Tutor le corresponde confirmar en el participante las estrategias que le faciliten los mayores y mejores logros. Por ello el Tutor es un observador agudo: o Que logra tener una cierta idea acerca de lo que el alumno hace con la información que recibe y el modo como la procesa. o Que puede descubrir las competencias que cada alumno emplea en el momento de aprender, las que constituyen sus competencias exitosas, a partir de las que podrá incorporar lo nuevo. o Que puede reconocer el modo como el participante accede a la construcción del conocimiento específico, descubriendo así la clase de asociación -el atajo- que le facilita agrupar la información significativamente.