Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
____________________________________
_________________________________________
______________________________________________
___________________________________________________
_____________________________________________
___________________________________________________
______________________________________________
_________________________________________
___________________________________
_______________________________
CAPÍTULO I. CARÁCTER COMPROBADO........................................................ 1
CARÁCTER.......................................................................................................................................... 4
LA INTEGRIDAD.................................................................................................................................. 6
LA PRUEBA PRODUCE CRECIMIENTO.................................................................................................. 7
HACIENDO INVENTARIO..................................................................................................................... 8
COMPROMETIDO CON UN PROCESO............................................................................ .................... 11
La reunión iba muy bien. Sean estaba causando una impresión excelente.
Cuando el Pastor Blair le dijo a Sean que pensaba que él era el indicado para el
trabajo, Sean y Abigaíl querían estallar de alegría, pero tenían que mantener la
calma porque todos sabemos que los adultos nunca deben mostrarse
demasiado entusiastas. Solo faltaba la entrevista con los ancianos, lo cual era
mero formalismo si el Pastor Blair y su esposa aprobaban a la pareja. Sean
comenzó a hacerle algunas preguntas al Pastor Blair acerca de la iglesia y las
personas con las cuales él estaría trabajando.
Son personas muy amables," le aseguró con orgullo el Pastor Blair. Solo
hay algunos problemas por allí. Ya sabes, algunas ovejas negras en el montón,
como en cualquier coro."
Bueno, está la Sra. Johnson, que lleva más de cincuenta años en el coro.
Peleará cualquier cambio que quieras hacer, pero después de decir lo suyo por
enésima vez, regresa a su lugar en la sección de las sopranos y está feliz y
orgullosa de estar allí.
Luego están el Sr. y la Sra. Jones, una pareja joven que se acaba de mudar
para acá, pero siento que quizá tengan problemas maritales."
Sean pensó que no tenía caso insistir sobre ese asunto ahora. Aparte, se
acordó de algunas cosas prácticas acerca de las cuales quería preguntar. ¿Qué
tiene la iglesia en cuestión de equipo de sonido?"
Sean y Abigaíl soltaron una risa nerviosa. Sean sabía que era mucho pedir,
pero él quería saber acerca de los artistas visuales que tuviera la iglesia. ¿Hay
artistas en la iglesia que dibujen o pinten?"
Abigaíl quería hacer una pregunta más. ¿Alguna vez ha visto la danza
utilizada para la alabanza?"
De alguna forma eso parecía ponerle fin a las preguntas. Sean y Abigaíl
tenían emociones encontradas. Parece que quien tome el trabajo en su iglesia
va a tener mucho que hacer," comentó Sean, casi aturdido.
¿Cómo puede saber lo que Dios quiere que usted sea? Pablo dice que
nuestras vidas deben demostrar amor nacido de corazón limpio, y de buena
conciencia, y de fe no fingida (1 Timoteo 1:5). Es decir, una persona con
carácter es amorosa, tiene la conciencia limpia, y tiene una relación auténtica
con el Señor. Estas son señales definitivas de una persona con carácter santo.
Algunas de las cosas que nos hacen buenos artistas también pueden traer
gran conflicto a nuestras vidas e incluso pueden trabajar en nuestra contra
conforme intentamos crecer espiritualmente y ministrar en la iglesia. Por
ejemplo, está bien ser introvertido pero no está bien estar absorto en uno
mismo. Está bien estar en contacto con nuestros sentimientos, pero no está
bien ser controlados por ellos todo el tiempo. Está bien ser sensible, pero no
está bien ser demasiado sensible o crónicamente defensivo. Está bien hacer
las cosas con excelencia, pero no está bien ser demasiado perfeccionista.
LA INTEGRIDAD.
Pablo dice que su más grande ambición es agradar a Dios (2 Corintios 5:9).
¿Es esa la más grande ambición de usted? ¿Está tratando de agradar a Dios o
está viviendo para agradarse a sí mismo?
¿Está tratando de traer una sonrisa al rostro de Dios con sus talentos, o su
meta principal es gratificarse a sí mismo artísticamente?
¿Se acuerda cuál era el estándar para la gente que atendía las mesas en la
iglesia antigua? Tenían que ser personas llenos del Espíritu Santo y de
sabiduría" (Hechos 6:3) - es decir, personas de integridad y buen carácter. Este
no solo era el estándar para la gente de puestos altos; era el estándar para
todos los siervos en la iglesia. Debemos ser personas de integridad y carácter
comprobado Lewis Smedes dice que la integridad es más que decir la verdad.
Se trata de ser cierto tipo de persona. Se trata de que seamos personas que
sepamos quienes y qué somos, y se trata de mantenernos fieles a lo que
somos aunque nos cueste más de lo que quisiéramos pagar."
El Salmo 4:3 dice. Sabed, pues, que Jehová ha escogido al piadoso para
sí." De manera similar. Dios ha apartado para sí al artista piadoso. Los artistas
piadosos han sido apartados con un don especial o un talento único,
apartados para experimentar intimidad con Dios, apartados para ser usados
por Dios de tantas maneras significativas. Yo creo que Dios quiere levantar
artistas en la iglesia que estén apartados para Él. No son diferentes de manera
rara, como tantos artistas en el mundo. Son diferentes porque son artistas con
un carácter piadoso. Son personas de integridad. No solo son muy talentosos;
son humildes, amorosos, y accesibles. Caminan con Dios. Están tan entregados
a Jesús que la gente se asombra no por su talento sino por su Dios (véase
Lucas 9:43).
HACIENDO INVENTARIO.
1. ¿Qué tan seguido pone las necesidades de otros antes que las propias?
___Muy seguido.
___A veces
___Casi nunca lo pienso.
EQUIPO DE TRABAJO.
EL PERFECCIONISMO.
ESTAR A LA DEFENSIVA.
1. ¿Alguna vez alguien le ha dicho que siente que tiene que andar con
cuidado cuando está cerca de usted?
___Nunca.
___A veces.
___Escucho eso muy seguido.
1. ¿Cómo responde ante una persona que tiene más talento o éxito que
usted?
___Alabo a Dios porque Él ha dotado a esa persona y porque también me
ha dotado a mí.
___Es difícil, pero trato de que no me afecte.
___Me vuelvo introvertido y me siento inadecuado e inferior.
2. Cuando se tropieza con alguien que tiene más talento o éxito que
usted, ¿ello le hace querer dejar de ser artista?
___Nunca.
___A veces.
___Muchas veces.
TRATANDO CON SUS EMOCIONES.
2. ¿Llega a sentir usted que está siendo controlado por sus emociones?
___Nunca.
___A veces.
___Sí, frecuentemente me siento controlado por mis emociones.
EL PECADO.
DISCIPLINAS ESPIRITUALES.
2. ¿Siente usted que actualmente tiene una buena relación con el Señor?
___Mi relación con el Señor va muy bien.
___Me siento espiritualmente árida.
___Me siento lejos de Él ahora.
¿SIERVOS O ESTRELLAS?
Por supuesto que Jesús es el máximo ejemplo del servicio. Marcos 10:45
dice que el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para
dar su vida en rescate por muchos." En Filipenses 2 Pablo describe cómo Jesús
se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo" (v. 7), y se humilló a sí
mismo, haciéndose obediente" (v. 8). El Hijo de Dios dejó la gloria y el
privilegio del cielo para nacer en un establo en un país remoto y escondido en
una época tecnológicamente primitiva. Después de dos mil años el retrato de
Jesús lavando los pies de sus discípulos está grabado en nuestras mentes, pero
aún no logramos captar la profundidad de su significado. El modelo de servicio
de Jesús fue una desviación radical del estilo frío, distante, y egocéntrico de
los dioses griegos y romanos que lo precedieron. Su modelo de servicio va en
contra de la tendencia de la historia humana, en que los líderes siempre han
gobernado por medio de la dominación. Dirigir por medio del servicio va en
contra de la naturaleza humana. ¿Se puede imaginar cómo sería tener a Jesús
en su ministerio de música? ¿Cómo sería tener a Jesús en su equipo de
drama? ¿O en el ministerio de danza o en el equipo de artes visuales o en el
equipo de producción de la iglesia? La conclusión es que Jesús sería un artista
siervo. Él mismo lo dijo: El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo"
(Mateo 23:11). Si necesita una ayuda visual para inspirarlo a ser un siervo,
imagínese a Jesús lavando los pies de los discípulos (Juan 13:2-13). Hay una
belleza extraña en esa escena, ¿verdad? En un mundo donde el poder es bien
visto, Jesús, el Hijo de Dios, estaba dispuesto a lavar pies sucios. Eso es
servicio. ¿Se puede imaginar tener al Dios del universo lavando sus pies?
¿Usted alguna vez le ha lavado los pies a otra persona? Es una experiencia
muy humillante. Cuando mis dos hijos eran más chicos, yo lavaba sus pies
cada año en algún momento de la Semana Santa para recordarme a mí mismo
que debía ser un siervo-padre amoroso y para recordarles a ellos que debían
servirse el uno al otro. Cada año que hice eso, me impactaba lo extraño que es
servir a otra persona al desempeñar una tarea simple. Servir en vez de ser
servidos es un concepto verdaderamente revolucionario para líderes y las
personas que están en el centro de atención.
EL ARTISTA HUMILDE.
El servicio comienza con la humildad. La humildad significa movernos del
egocentrismo a estar centrados en Dios. Pero antes de hablar de lo que es la
humildad, hablemos de lo que no es. La verdadera humildad no implica
degradarse a uno mismo o dejar que otros lo pisoteen. Eso es humildad falsa.
Romanos 12:3 dice que uno no tenga más alto concepto de sí mismo que el
que debe tener, sino que piense de sí con cordura." No tenga más alto
concepto de sí mismo que el que debe tener, y no tenga menor concepto de sí
mismo que el que debe tener. A veces una auto-imagen pobre es confundida
con humildad. La verdadera humildad no es tener tan baja autoestima que le
falta confianza, valor, o seguridad. Ser humilde no significa dejarse ser
humillado. Por ejemplo, tal vez piense que está de moda o que es muy
espiritual degradarse a sí mismo o minimizar sus dones o quedarse callado
porque piensa que no vale la pena compartir sus ideas, pero eso es humildad
falsificada. Y está mal porque niega el hecho de que usted le importa a Dios.
Contradice las Escrituras y profana el carácter de Dios. No llame humildad a la
auto-degradación.
Antes que nada, humíllese ante Dios. Jesús dijo que cualquiera que se
enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido" (Lucas 18:14).
Santiago 4:10 nos exhorta a humillarnos ante Dios. De hecho, Dios tiene un
lugar muy especial en Su corazón para los humildes. Las Escrituras dicen que Él
habita en el quebrantado y humilde de espíritu" (Isaías 57:15) y que atiende al
humilde" (Salmo 138:6; véase también Isaías 66:2). El orgullo, por otro lado, es
abominación para el Señor (Proverbios 16:5). La Biblia dice que Dios se opone
a los orgullosos (1 Pedro 5:5). Él se resiste a la persona que piensa que él o ella
es mejor que todos los demás (Santiago 4:6). Piense en la seriedad de eso.
Realmente no quiere que Dios se oponga a usted y a su ministerio, ¿verdad? El
Salmo 138:6 dice que Dios tiende a distanciarse del altivo. Qué pensamiento
tan horroroso: que Dios no solo podría oponerse a los orgullosos sino estar
lejos - mantenerse apartado de ellos. Realmente no quiere que Dios esté
distante y apartado, ¿verdad? El orgullo, el ponernos primero a nosotros
mismos, y la falta de humildad no son agradables ante Dios. Es imperativo que
nos humillemos ante Dios, porque apartados de Él nada podemos hacer (Juan
15:4-5).
David fue tan célebre para el pueblo de Israel como usted lo pudiera ser.
Tuvo éxito, fama, y fortuna, pero no dejó que se le subieran los humos. La
Biblia dice que todo Israel y Judá amaba a David, porque él salía y entraba
delante de ellos" (1 Samuel 18:16). Dios Habla Hoy dice que él era uno de
ellos." Es decir, aunque era rico y famoso, era accesible. Era uno de ellos; era
uno de la banda. No era arrogante; era humilde.
Este versículo no está diciendo que sea malo sentirnos bien acerca de
nosotros mismos o acerca de algo que hayamos hecho. Está muy bien sentir
placer al agradar a Dios con su talento. De hecho, esa debería ser una de
nuestras principales ambiciones en la vida (2 Corintios 5:9). Sin embargo,
algunos nos incomodamos mucho cuando alguien aplaude nuestros
esfuerzos o nos dan un cumplido. No hemos aprendido a aceptar un
cumplido con gracia. No sabemos cómo tratarlo, porque pensamos que no
está bien que la gente nos dé las gracias o diga cosas buenas acerca de lo que
hacemos. Lucas 17:10 nos enseña que Jesús asume que la gente nos elogiará
si nos desempeñamos bien, así que no hay problema. Por eso El enseña al
respecto. El espíritu de este versículo es de humildad. No estoy sugiriendo que
usemos este versículo como respuesta clásica cuando alguien nos da un
cumplido. Estoy sugiriendo que recordemos que cuando usamos nuestros
dones y talentos para el Señor solo estamos haciendo lo que debemos hacer.
Así podemos reconocer y agradecer con gracia a todos aquellos que nos
alientan, recordando que no somos la atracción principal de todos modos (no
importando que nos tengan en un concepto muy alto).
ENFOQUESE EN LA GENTE.
Un buen lugar para empezar a servir es con las personas con quienes
servimos - nuestros compañeros artistas. Gálatas 5:13 nos dice servíos por
amor los unos a los otros." y Romanos 12:10 dice prefiriéndoos los unos a los
otros." Necesitamos llegar a una junta, a un ensayo, o un culto preparados y
dispuestos a servir. En vez de preguntar siempre. ¿Qué hay en esto para mí?"
o ¿Qué puedo yo sacar de esto?" necesitamos preguntar, ¿Cómo puedo
servir? ¿Qué puedo yo aportar?".
Haga lo que haga, no haga lo que hizo Ezequías (2 Reyes 20). Cuando el
Rey Ezequías se enfermó gravemente. Dios no solo prometió que lo sanaría
sino que también hizo que el sol se regresara seis horas, del mediodía hasta el
amanecer, como una señal de que Ezequías sería sanado. Emisarios de la
cercana Babilonia vinieron a ver a Ezequías porque vieron retroceder al sol y
habían escuchado que Dios lo había hecho por Ezequías. Los babilónicos eran
adoradores del sol, así que esta era una gran oportunidad para dar testimonio
del único y verdadero Dios. En vez de ello. Ezequías llevó a sus visitas al cuarto
de los tesoros y orgullosamente les enseñó todo el oro, la plata, las especias,
los aceites, y la armadura que tenía su reino. Dios había hecho este milagro, y
Ezequías estaba presumiendo su cuarto de trofeos personales. Dios siempre
está haciendo grandes cosas a nuestro alrededor. No pensemos tanto en lo
grandes que somos nosotros, porque no se compara en lo absoluto con la
grandeza de Dios.
EXAMINE SU MOTIVACION.
Quiero decir una palabra de precaución. He visto artistas que vigilan tanto
su motivación que se obsesionan acerca de sí están sirviendo al Señor con un
corazón de siervo. Un amigo mío, un músico, me confesó recientemente que
realmente no disfruta tocar en la iglesia porque siempre está preocupado de
que sus motivos no sean los correctos. Aunque pone su mejor esfuerzo por
vivir en una relación auténtica con Jesucristo, se obsesiona fácilmente con
motivos ocultos que él teme están tan bien escondidos que tal vez nunca los
vea. Eso me suena al trabajo del Acusador, el Malvado. La Biblia dice que
Satanás trata constantemente de acusarnos (Apocalipsis 12:10). Le encanta
acusarnos de motivos equivocados, aun cuando estamos en la plataforma,
para quitar nuestro enfoque de Jesús y ponerlo en nosotros mismos. Cuando
Satanás acusa, hay confusión. Nos preguntamos. ¿Es de Dios esto o no? Pero
cuando Dios quiere tratar con nuestros motivos, siempre lo hace de forma
amorosa (Isaías 42:3). La suya no es una voz de acusación severa. La suya es
aquella voz quieta y pequeña como un silbo apacible y delicado" (1 Reyes
19:12) que tiernamente nos convence de nuestro pecado y nuestra necesidad
de Él. Cuando Dios habla, no hay confusión. Hay una convicción sincera. Él nos
guía tiernamente y nos invita a seguirle.
Siguiendo la misma línea, de repente me preguntan si está bien sentirse
seguro en el escenario. ¿Eso me hace menos humilde?" preguntan. Una
pregunta así normalmente viene de una persona que equivale humildad con
ser débil de carácter, inseguro, y siempre estar pidiendo disculpas. Dios no nos
ha dado un espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio"
(2 Timoteo 1:7). Eso no me suena a carácter débil. Aunque es inapropiado que
presumamos de nuestros talentos, está bien que un cristiano tenga seguridad
durante una interpretación. Si usted reconoce que su talento viene de Dios y
le da a Él la gloria, está bien llegar al escenario con la confianza de que puede
hacer lo que Él le está llamando a hacer. Está bien tener confianza si su
confianza está puesta en Él.
MUERA AL EGOISMO.
Filipenses 2:3-4 es un versículo que pienso que todos los artistas deberían
memorizar. Dice, Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con
humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no
mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los
otros."
Esta muerte a uno mismo no debe ser llevada al otro extremo, en que nos
dejamos ser pisoteados. Morir a uno mismo no significa abusar de sí mismo.
Eso obviamente no es sano tampoco, y muchos de los que se dejan pisotear
pueden estar tan absortos en sí mismos como los demás. De acuerdo a 1
Corintios 12:20-25, ninguno es más importante que los demás. Por eso
necesitamos preocuparnos por los intereses de otros en vez de poner siempre
nuestras necesidades como prioritarias. Esta es la clave para convertirse en un
artista humilde.
2. Los voluntarios se quejan de lo que les costará servir, pero la gente llamada
por Dios está comprometida a servir. Las personas llamadas por Dios se
consideran a si mismas mayordomos de los dones que Dios les ha dado.
Servir se convierte en una prioridad en sus vidas; les da energía. No
escuchará a dicha gente quejándose, Ay, no. Me tengo que levantar
temprano el domingo e ir a la iglesia." Calculan el costo, pero también
pueden ver los beneficios. En lo posible, tratan de hacer su itinerario
alrededor de sus compromisos de servicio en vez de tratar de meter las
oportunidades de servicio en un horario apretado.
3. Los voluntarios evitan resolver los conflictos relaciónales, pero las personas
llamadas por Dios buscan resolver los conflictos relaciónales por el bien de
la unidad en la iglesia. La gente llamada por Dios sabe que sería
desobediencia vivir en conflicto con otro hermano o hermana o huir del
llamado de Dios a causa del conflicto relacional. Así que tratan de resolver
el conflicto relacional de manera piadosa, como fue señalado por Jesús en
Mateo 18, yendo primero con el individuo con el que hay conflicto para
hablarlo.
MENTALIDAD DE MINISTERIO.
Si tuviera que resumir la diferencia entre ser voluntario y ser llamado por
Dios, diría que una persona que tiene esa sensación de que Dios lo ha llamado
tiene una mentalidad de ministerio. Dios nunca pretendió que el ministerio
fuera responsabilidad de los pocos escogidos que se dedican de tiempo
completo al trabajo Cristiano." Dios ha equipado a todos los creyentes para
hacer el trabajo del ministerio (Efesios 4:11-12).
Un amigo mío llamado Tim Kuntz ha estado sirviendo aquí en Willow
Creek desde hace muchos años., y también hemos estado juntos en un grupo
pequeño. La vocación de Tim es en la rama de computadoras, pero su
ministerio es tocar la trompeta en una de nuestras bandas y dirigir un grupo
pequeño. Recientemente Tim recibió una buena oferta de trabajo. Significaría
más responsabilidad y más dinero con una buena empresa, pero también
significaría un largo viaje al centro cada día. Me habló para que le diera
algunos consejos, y platicamos de cómo esto afectaría a su familia y a su
futuro, pero una cosa que realmente le preocupaba a Tim era cómo afectaría
esto a su ministerio. Quería saber si podría ir al centro diario y continuar
haciendo lo que Dios le ha llamado a hacer en la iglesia. Mi amigo Tim sabe la
diferencia entre ser voluntario y ser llamado por Dios. No le estaban pagando
por estar involucrado en el ministerio, pero su trabajo en la iglesia se había
convertido en una prioridad tan importante que le importaba cómo sería
afectado por un cambio de trabajo. Dios le ha dado un llamamiento, un papel
en el trabajo del reino, un sentido de propósito, y lo toma en serio.
LÍMITES SANOS.
Como director de música en una iglesia, realmente lucho con esto porque
no quiero que la gente se agote pero a la vez quiero darles a los artistas
oportunidades de ministerio que sean significativas y satisfactorias. Así que
hay tensión allí, una línea delgada que hay que caminar. A través de los años
he errado por los dos lados. He pedido demasiado, y alguien llegó a su límite.
Por otro lado, hay veces en que he tratado de proteger el horario de una
persona al no pedirle que toque o cante, y me encontré con que lastimé a la
persona por no pedírselo. Si todos pudiéramos establecer límites sanos, los
líderes no tendrían que adivinar u obligar, y los artistas sentirían la libertad de
decir sí o no. Cuando me acerco a alguien que tiene límites sanos y le ofrezco
una oportunidad de ministerio y dice, Gracias por preguntar pero
simplemente no puedo hacerlo esta semana," yo no me siento mal por
preguntar y ellos no se sienten mal por decir que no.
Philip Yancey compara el servir a una audiencia de Uno con ser un espejo
o una ventana teñida.
AL: Pues, está pensando dejar el drama e irse a otra iglesia. Está bastante
enojado.
AL: Pues, sí. No fue escogido para el papel que él quería en el programa
de Pascua. Creo que realmente quería el papel de Jesús. Yo entiendo por qué
le diste el papel a Frank. Frank es más nuevo y más joven, pero Stewart
realmente tiene mucha más experiencia.
AL: Pues, sí, creo que eso lastimó mucho a Stewart. Después de todo, el
reparto nunca le dio a él una ovación.
AL: Ah, sí. No se están hablando. Stewart evita a Frank a toda costa. No
está celoso ni nada por el estilo. Stewart dice que simplemente es demasiado
doloroso estar cerca de Frank, porque le recuerda lo malo que es para la
actuación y que ya no es suficientemente bueno para estar en el equipo.
MARLENE: Eso me sorprende. Stewart es un actor muy competente. Por
eso le di un papel tan difícil.
AL: (interrumpiendo con enojo): Sabes, esta iglesia pone tanto énfasis en
involucrarnos y utilizar nuestros dones, pero siento que todo es habladuría.
Me siento tan mal por Stewart. Realmente está pensando dejarlo todo.
AL: No, no puede hacer eso. Intimidas a mucha gente, y aparte, todos
sabemos lo ocupada que estas.
AL: Bueno, en realidad he estado escuchando más que otra cosa, y he sido
muy cuidadoso de no decirle esto a nadie. Eso sería chismear. Pero sí me
molesta que uno de los integrantes fieles y que lleva mucho tiempo con
nosotros ya no se esté tomando en cuenta.
TRABAJO EN EQUIPO.
1. Egoísmo.
2. Refunfuñar y quejarse.
3. Un espíritu competitivo.
Cada equipo tiene un código de ética, escrito o no, hablado o no. Éste
establece la norma de conducta para el equipo. Define qué es aceptable y qué
no. Dice, Así hacemos las cosas en este equipo." Cuando yo me uní al personal
de Willow Creek, aprendí muy rápidamente cual era el código de ética para
cada integrante del personal. Un día estaba trabajando arduamente en mi
oficina con algunas partituras musicales. Trabajé justo hasta la hora del
ensayo y luego el ensayo se prolongó. Cuando terminó todo, tenía partituras
regadas por toda mi oficina y papeles, carpetas, y cartas apiladas en mi
escritorio. Pensé en recogerlo todo antes de irme, pero era tarde y yo estaba
muy cansado. Aparte, podría hacerlo a primera hora el siguiente día. A la
mañana siguiente una persona de servicios de mantenimiento me saludó a la
entrada de mi oficina. Fue cortés pero estricto. Me di cuenta que dejó su
oficina muy tirada ayer por la noche," comenzó. Sé que eres nuevo,
pero quiero que sepas que no hacemos cosas como esa aquí. Tratamos de
tener nuestras oficinas limpias y ordenadas." Obviamente he tratado de
mantener mi oficina ordenada desde entonces, porque esa es la norma a la
cual todo el equipo de Willow Creek se atenía en ese tiempo.
Creo que es importante que cada equipo tenga un código de ética sobre
el que puedan estar todos de acuerdo. ¿"Tiene su equipo un código de ética o
marcas de profesionalismo"? ¿Sabe cuáles son y los modela?
Filipenses 2:2 nos dice que seamos del mismo sentir, teniendo el mismo
amor, unánimes, sintiendo una misma cosa." Cuando todos los del equipo
persiguen el mismo propósito, ese equipo hará grandes cosas para Dios. Uno
debe pertenecer a un equipo en cuya causa cree.
Una de las mejores cosas que puede hacer por su equipo es ser una
persona sana para lo que haga su equipo. ¿Qué significa ser una persona sana
para el equipo? Primeramente significa estar sano físicamente. En algunos
círculos Cristianos está de moda trabajar demasiado y llegar al agotamiento;
es como una insignia de honor. Pero lo que realmente sucede es que la
mayoría del tiempo estamos tratando de impresionar a los demás con nuestro
trabajo tan arduo o con lo importantes que creemos ser. Eclesiastés 4:6 dice.
Más vale un puño lleno con descanso, que ambos puños llenos con trabajo y
aflicción de espíritu. El descanso es importante. Está bien recibir el descanso
que el cuerpo necesita. La mayoría de la gente no recibe el descanso que
necesita no porque se levanten demasiado temprano sino porque se acuestan
demasiado tarde. Necesitamos trabajar arduamente para el Señor y no
agotarnos. La mayoría de nosotros rendimos mejor cuando hemos descansado
lo suficiente. A través de los años he aprendido a no hacer planes muy tarde
cuando hay un culto muy importante en la iglesia a la mañana siguiente,
porque sé que mi equipo necesita que yo esté muy alerta. Esa es solo una de
las maneras en las que puedo llegar sano y descansado al equipo. El ejercicio
de manera regular y los alimentos saludables también contribuyen a nuestro
bienestar físico. Tendemos a subestimar la energía requerida para vivir una
vida Cristiana proactiva y celosa, o para ser un cónyuge atento o un buen
padre. Y luego nos preguntamos por qué siempre estamos cansados. El
ejercicio y una dieta saludable crean la energía que todos necesitamos para
vivir la vida al máximo. ¿Está usted comiendo bien, haciendo ejercicio con
regularidad, y descansando lo suficiente?
Llegar al equipo como una persona sana también implica intentar ser sano
espiritualmente. Durante el primer siglo pasó una hambruna horrorosa por
todos los continentes. Al escribirle a los Corintios, Pablo habló orgullosamente
de las iglesias en Macedonia y su esfuerzo de equipo para ayudar a sus
compañeros creyentes que estaban necesitados. Eran pobres y, sin embargo,
contribuían abundantemente al esfuerzo mundial de la iglesia por ayudar.
Pablo dice en 2 Corintios 8:5 que eran capaces de dar tanto porque a sí
mismos se dieron primeramente al Señor. Estaban en tan buena postura
espiritual que el dar les resultaba fácil a pesar de su pobreza. Cuando uno
camina con el Señor, el ministerio se da automáticamente. Uno no puede
servir si su copa está vacía, así que asegúrese de estar espiritualmente sano.
No sea usted el que detenga la unción del Espíritu por ser espiritualmente
flojo. Asegúrese de estar teniendo devocionales con regularidad, de estar
orando, de estar confesando y renunciando al pecado, de estar en comunión
con otros y de estar bajo enseñanzas bíblicas.
El ser un integrante sano del equipo también implica tratar de ser sano en
lo emocional. No podemos controlar las circunstancias que afectan nuestras
emociones, pero podemos hacer maravillas por nuestro bienestar emocional
si tenemos relaciones significativas y si manejamos el dolor y el conflicto de
manera sana. ¿Tiene usted relaciones significativas? ¿Está poniéndole
atención a sus emociones y enfrentándolos, o los está reprimiendo? ¿Está
enfrentando el dolor y el conflicto en su vida, o lo niega y trata de escapar de
ello?
A los artistas no nos gusta que otra persona reciba mérito por nuestro
trabajo o nuestras ideas. Queremos que todo mundo sepa que nosotros
merecemos ser el foco de atención. Una vez Miguel Ángel escuchó a algunos
turistas que estaban observando su famosa obra Pieta, la escultura de mármol
de María abrazando sobre sus piernas al Jesús crucificado. Estaban tratando
de averiguar quién era el artista. Después de escucharlos atribuir su trabajo a
otros artistas. Miguel Ángel regresó durante la noche y encima del reboso que
cubría a María, en letras grandes y oscuras escribió. "Miguel Ángel Buonarroti
de Florencia hizo esto". Fue la única obra que firmó.
El Rey David tenía tantas ganas de construir el templo para Dios. Lo podía
visualizar. De hecho, fue su idea. Pero no fue la voluntad de Dios que David lo
construyera. Él quería que el hijo de David, Salomón, construyera el templo.
No solo no tendría David la oportunidad de construir el templo; ni siquiera
alcanzó a verlo construido. Alguien más lo construiría. Alguien más recibiría el
mérito y toda la gloria. Así que, ¿cómo respondió David? ¿Se enojó y maldijo a
Dios? ¿Se enfadó y le dio vueltas al asunto? ¿Se enojó con su hijo y socavó los
esfuerzos de éste para construir el templo? No. De hecho, le ayudó a Salomón
a reunir los materiales necesarios para construir el templo (1 Crónicas 22). ¿Lo
hizo sin entusiasmo? No, lo hizo al máximo de su habilidad. Le invirtió mucho.
Incluso dio económicamente más allá de lo que va había dado (1 Crónicas
29:2-3). ¿Lo hizo con una mala actitud? Para nada. Estaba encantado de hacer
estas cosas por su dedicación (v. 3). El contribuyó e hizo todo lo que pudo
porque construir el templo era más importante que quién lo hacía. Eso es un
jugador de equipo
Ahora, ¿qué debe hacer usted si no está contento con su papel percibido
o si está confuso en cuanto a cuál es su papel en el equipo? Yo sugeriría que
hablara acerca de esto inmediatamente con el líder de su equipo. Si no lo
hace, terminará frustrado, amargado, y resentido. No permita que esto le
ocurra. Si está confundido o desilusionado con el papel que juega en su
equipo, por favor hable con el líder de su equipo.
Quizá esto suene a que contradice todo lo que he estado diciendo, pero
realmente no lo hace. Es importante que el artista no se hunda
completamente en el equipo. Cuando perdemos autonomía, dejamos de
hacernos responsables por nosotros mismos. He visto a muchos artistas
que tratan de perderse en la multitud para no sentir una responsabilidad
personal por el desarrollo de sus dones y el alimento de sus almas. También
he visto a demasiados artistas que se esconden detrás de la reputación
espiritual del líder para no ser responsables de su caminar con el Señor y del
pecado que hay en sus vidas. Hablo, por ejemplo, del miembro del coro que
no toma en serio el desarrollo de su don o de su vida espiritual, pensando que
aquello pasa desapercibido cuando uno es parte de un grupo grande. ¿Que no
sabe esta persona que un equipo es únicamente tan fuerte como su eslabón
más débil? Hay una parte de ser artista que es solitario. Tenemos que ensayar
por nuestra propia cuenta, o tenemos que" componer estando solos, o
tenemos que encontrar solos la inspiración para crear. Hacemos devocionales
y luchamos contra la tentación solos. Aunque estoy tratando de elevar el valor
del trabajo en equipo en el ministerio de las artes, las artes no son
exclusivamente un esfuerzo de equipo. Es nuestra responsabilidad hacer la
parte solitaria por nuestra propia cuenta.
Un tema que debo mencionar, porque surge en casi todos mis seminarios,
es la política que tienen algunas iglesias de pagarles con regularidad a sus
músicos voluntarios. Hablaré del tema en cuanto concierne a músicos, porque
en ello está mi experiencia, y usted podrá aplicarlo a otras áreas de las artes.
Ellen también amaba la iglesia. Sus padres eran cristianos y estaban muy
involucrados en el ministerio de la iglesia. Cuando tenía ocho años, ella aceptó
a Jesucristo como su Salvador personal. Incluso tocó algunos solos de violín en
la iglesia y lo disfrutó mucho. Pero su gran sueño era presentarse como solista
con todas las orquestas más importantes del mundo y grabar los conciertos
para violín más importantes. Sintió que eso era lo que Dios quería que ella
hiciera con su vida. Con el tiempo se ganó una beca para estudiar en un
conservatorio de música muy conocido. La competencia en el conservatorio
era feroz, y aunque era desalentador al principio, Ellen se dio cuenta que en
realidad no era lo suficientemente buena como para aspirar a una carrera
como solista. Así que justo antes de la graduación, Ellen descartó sus planes
para una carrera como solista y puso la mira en convertirse en miembro de
una orquesta importante. Se graduó y pasó de audición en audición, tratando
de encontrar trabajo en la sección de cuerdas de una orquesta importante. No
sucedió así. Se estaba desalentando más cada vez. Pensó que tal vez no era
apta para tocar profesionalmente, así que decidió dar clases de violín. Empezó
con clases privadas, yendo a las casas de sus alumnos, y fue difícil al principio
en lo que logró formar una clientela, pero después de unos pocos años tenía
un negocio de enseñanza muy próspero.
Ellen conoció a un buen hombre Cristiano llamado Tom y se casó con él, y
compraron una casa donde acomodaron a Ellen para dar clases en su hogar.
Durante este tiempo comenzaron a asistir a una iglesia cercana, y Ellen
comenzó a tocar en la orquesta de la iglesia. Cuando empezaron a tener hijos,
Ellen tuvo que limitar sus horas de enseñanza, pero seguía siendo bastante
constante en su ministerio en la iglesia. Al principio eran un desahogo muy
bueno para ella. Era un descanso refrescante de la enseñanza. Le gustaba la
iglesia, le gustaba la gente, e incluso le pidieron que hiciera algunos solos, lo
cual realmente disfrutó. Pero conforme pasaba el tiempo, se volvía más y más
inquieta tocando en la iglesia. Le seguía gustando la iglesia, le seguía gustando
la gente, y le seguía gustando la música, pero no estaba contenta con su forma
de tocar. Su forma de tocar no estaba alcanzando sus estándares
extraordinariamente altos. Ella sabía de lo que era capaz y sentía que ni
siquiera se acercaba a lo que debía ser. La gente la detenía en el pasillo de la
iglesia para decirle cuán conmovidos estaban por su forma de tocar, y en el
fondo de su mente Ellen pensaba. Pues, sí, pero ¿qué hay con esas notas altas
que toque desafinadas al final? Le costaba mucho pasar por alto las cosas de
ese tipo.
Ellen también sentía que era probable que Dios estuviera desilusionado
de ella. Se sentía culpable por no estar usando su talento, pero honestamente
estaba enojada con Dios. ¿Por qué no le daba Él una carrera de solista o un
trabajo en una orquesta? ¿Por qué nunca funcionaron las cosas para ella? Si
Dios quería que ella tocara el violín, ¿por qué siempre era tan frustrante su
experiencia musical? Cuando había tocado, se había imaginado a Dios
frunciendo el ceño en desaprobación.
¿Alguna vez ha escuchado del síndrome del punto? Vea una foto del
periódico y notará que está formado de muchos puntos de tinta. Ahora
enfóquese en uno de los puntitos. ¿Ve cómo se pierde del efecto global? Así
es el síndrome del punto. Usted comete un error pequeño y lo repite vez tras
vez en su mente, crucificándose una y otra vez por lo que hizo. Se pierde la
perspectiva. En vez de ver toda la foto, se obsesiona con un punto muy
pequeño. Para el perfeccionista, si una cosa sale mal significa que todo está
saliendo mal.
Hace varios años hice un arreglo de un viejo himno para un culto del Día
de Gracias en Willow Creek. Utilicé una variedad de estilos, y se suponía que
iba a transmitir diversión, celebración, y alabanza. Pues hubo una sección en
la que conté el tiempo demasiado lento, y la banda se agarró de ese tiempo y
no los pude sacar de allí. El arreglo se tocó con el tiempo equivocado. No sé
cuánto duró así realmente, pero se me hizo una eternidad. Como resultado de
mi pequeño error, el síndrome del punto me atormentó durante varios meses.
El resto del culto salió muy bien, pero yo llegué a casa deprimido por esa parte
pequeña (irónicamente, el himno era "Cuenta Tus Bendiciones"). Yo estaba
seguro de que se había echado a perder todo el culto y que yo había echado a
perder la alabanza de miles de personas. Y yo estaba convencido de que había
personas que irían al infierno por culpa de mi fracaso. Estaba sufriendo el
síndrome del punto. Este problema también se manifiesta cuando alguien
trata de alentarme. Hay veces en que me hacen un cumplido, pero yo estoy
pensando por dentro. Sí, pero esto estuvo mal o aquello estuvo desafinado u
otra cosa no estuvo perfectamente bien. Los perfeccionistas nunca estamos
satisfechos con nuestro trabajo, porque tendemos a maximizar lo negativo y
minimizar lo positivo.
Lo que sucede con el síndrome del punto, y lo que sucede con muchos
perfeccionistas, es que tendemos a interiorizar la desilusión y el fracaso de
manera enfermiza. Los demás pueden cometer un error y no es gran cosa,
pero no así el perfeccionista. Algunos de nosotros cometemos un error y
estamos destruidos. No podemos soportar saber que nos equivocamos o que
decepcionamos a alguien. Nos golpeamos por cosas que nos arrepentimos de
haber dicho o por cosas que deseamos haber dicho. Parece que no podemos
perdonarnos a nosotros mismos por errores muy sencillos.
Los perfeccionistas tienden a ser muy críticos, y pueden ser muy duros
consigo mismos cuando fracasan. Como resultado de ello, los perfeccionistas
entablan una plática muy negativa consigo mismos. Por ejemplo, "Yo no sé
cantar. Ni siquiera debería estar en el grupo de alabanza. No sirvo para nada"
o "Ves, yo sabía que iba a fracasar. Siempre fracaso. No soy el artista que
pensaba que era. Todos los demás son mejores que yo. Soy malísimo."
¿Conoce usted a algún artista que, como Ellen, haya dejado de presentarse o
de escribir porque no podían alcanzar sus propios estándares? Ninguna
cantidad de práctica o ensayo podría dejarlos satisfechos con las habilidades
que tienen, porque son su propio crítico feroz. Como consecuencia, siempre
se sienten presionados. Y se preguntan por qué ya no es divertido escribir o
interpretar algo.
Saboree lo Positivo.
Mi esposa una vez me dijo algo muy interesante acerca de las artesanías
de los Amish. Los Amish, cuando producen una artesanía, le ponen algún
defecto a propósito. Podría ser un pedazo de hilo que está fuera de lugar o
una parte de un edredón que no está perfectamente centrado, pero está allí
para recordarles que sólo Dios es perfecto. Cuando yo le enseñé esto del
perfeccionismo a nuestro equipo vocal hace varios años, quería darles un
recordatorio visual para saborear las cosas buenas que Dios hace en y a través
de nosotros - para que dejaran de minimizar lo positivo. Mi asistente de
muchos años. Lisa Mertens, ofreció voluntariamente hacer en punto de cruz la
frase "Saboréalo" para cada miembro del equipo y enmarcarlos de forma
atractiva. Pero guardando la tradición Amish que nos recuerda nuestra
fragilidad humana, puso un pequeño error en cada bordado. No le puso el
acento a la palabra saboréalo, para recordarnos que sólo Dios es perfecto.
Dejemos que Dios sea Dios. Sólo Él es perfecto. Es una de las razones por
las que le alabamos a Él y no a nosotros mismos. Los artistas que buscan la
perfección están perdiendo el tiempo. Es una concepción equivocada. No
somos perfectos - nunca lo hemos sido y nunca lo seremos. Pablo dice. "No
que lo haya alcanzado ya, ni que sea perfecto; sino que prosigo, por ver si
logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús" (Filipenses
3:12). En otras palabras, Pablo está diciendo, "Amigos, no soy perfecto. No he
llegado a eso." Y tiene razón. Sólo Dios es perfecto. Nosotros somos seres
humanos frágiles. Somos polvo (Salmo 103:14). Cometemos errores y no hay
problema. Dios quiere que dejemos de perseguir la perfección y que sepamos
que sólo Él es Dios (Salmo 46:10).
Incluso los halagos y aplausos que recibe un artista son agradables, pero
uno no puede basar su autoestima en eso. Si usted basa su autoestima en lo
que hace en vez de en lo que es, su auto imagen subirá y bajará dependiendo
de sus últimas críticas. El construir su auto concepto únicamente sobre sus
dones y talentos es similar a construir una casa sobre arenas movedizas.
Mejor construya su autoestima sobre quién es como hijo de Dios. Yo conozco
a artistas que se han involucrado en el ministerio para satisfacer su necesidad
de aprobación. El problema es que únicamente se sienten bien acerca de si
mismos cuando se desempeñan bien. La clave para una auto imagen sana no
es hacer. Es ser: ser un hijo amado de Dios.
La única esperanza que tienen los no Cristianos para una auto imagen
sana está en su habilidad de pensar positivamente y de enfocarse únicamente
en los sentimientos positivos acerca de si mismos. La única esperanza que
tienen los creyentes para una auto imagen sana está en su concepto de Dios.
Esa es la clave. Nuestro concepto de Dios es más importante que nuestro
concepto de nosotros mismos. Es una paradoja. Uno encuentra su vida
cuando la pierde (Mateo 10:39). Uno encuentra su valor propio cuando se
pierde en Dios.
Al escribir esto, he estado luchando con las expectativas que yo tenía para
un culto reciente de fin de semana en el que estuve involucrado aquí en
Willow Creek. Hice un arreglo musical para lo que según yo iba a ser una
orquesta grande, pero por enfermedades y emergencias inesperadas se
redujeron ciertas secciones claves, así que terminé con una orquesta más
pequeña. Había instrumentistas muy buenos, pero no la cantidad que yo
esperaba para mi arreglo. Nadie me había dejado por falta de compromiso.
Todos los que no llegaron tenían razones muy válidas. Traté de conseguir
reemplazos, hablándole a todos los que me pudieran deber un favor, pero no
funcionó. Así que cambié algunas partes del arreglo y fuimos con una orquesta
más pequeña. Al finalizar todo, logramos terminar sin que se notaran faltas en
el arreglo, sin que faltaran pedazos de la melodía, pero no sonó tan bien cómo
yo me lo estaba imaginando. Ahora, en el pasado esto me hubiera provocado
un par de días de una leve depresión, pero esta vez decidí poner en práctica lo
que enseño y entregarle mis expectativas a Dios. Mi crecimiento en ésta área
ha sido lento y doloroso, y aún me falta mucho por hacer, pero - alabado sea
Dios - esta vez lo tome de forma distinta. (Tal vez aún haya esperanzas para
mí.) Le dije al Señor que ésta era Su batalla y que yo le iba a confiar los
resultados a Él. Él me recordó que basta Su gracia, que Su poder se
perfecciona en mi debilidad, y que la visión global no era qué tan bien sonarán
mis arreglos sino que las personas llegaran a conocerle a Él (2 Corintios 12:9).
Dios también usó a algunos amigos cercanos para ayudarme a manejar la
frustración creada por mis expectativas no cumplidas. En vez de tratar de
ocultar mi inseguridad, les confesé a las personas cercanas a mí que estaba
luchando con el perfeccionismo. (Es difícil para los perfeccionistas admitir que
son débiles.) Algunas personas cuya opinión yo respeto mucho me dijeron que
no habían observado una decadencia en la música y que yo era el único que
sabría que habían faltado tantos músicos. Cuando escuché eso de personas
que suelen ser muy honestas conmigo, me di cuenta que había estado
preocupándome por expectativas poco realistas. El tamaño de la orquesta
había cambiado, y yo no había ajustado mis expectativas. Estaban fuera de
línea con la situación.
Buscando la excelencia.
Los artistas que hicieron el templo usaron el mejor oro que podían
encontrar para su trabajo, porque querían darle a Dios lo mejor posible. 2
Crónicas 3:6 dice, "Cubrió también la casa de piedras preciosas para
ornamento; y el oro era oro de Parvaim." El barro para su trabajo en bronce
vino del valle de Jordán, y también era lo mejor que se podía encontrar (2
Crónicas 4:17). En Malaquías 1 el Señor le reprochó al pueblo de Israel que no
estaban trayendo su mejor sacrificio al altar. En vez de ofrecerle su mejor
ganado, oveja, o cabra, la gente ofrecía animales con manchas - uno enfermo,
viejo, o cojo. A Dios no le honra que le presentemos algo menos que lo mejor
que tenemos. Él merece muchísimo más. Colosenses 3:23 dice, "Y todo lo que
hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres." Mis
compañeros artistas, Dios es digno de nuestros mejores esfuerzos, así que
honrémosle al darle lo mejor que podemos.
Dado que estoy dirigiéndome a los artistas que luchan con este aspecto,
necesito enfatizar nuevamente que no estoy hablando de la perfección. Hablo
de hacer lo mejor que podemos con lo que tenemos. La excelencia es un
objetivo móvil, y se espera que cada año nuestros estándares alcancen un
poco más alto que el año anterior. Si resistimos la tendencia humana de hacer
únicamente el mínimo necesario, creceremos en el área de la excelencia.
Cuando volteo a ver lo que hice hace cinco años, me doy cuenta que no es tan
bueno como lo que estoy haciendo ahora, pero era lo mejor que yo podía
hacer en ese entonces.
Comunicación eficaz.
¿No es cierto que si le falta claridad a nuestro mensaje sería lo mismo que
estuviéramos hablando al aire? Necesitamos asegurarnos que el arte
producido para la iglesia diga algo y lo diga claramente. Todos los artistas
necesitan saber que la comunicación es tan importante como la técnica. Ha
habido ocasiones en las que yo me he conmovido profundamente con
cantantes que no tenían tan desarrollada la técnica pero cuyas habilidades
para la comunicación eran muy fuertes. Por otro lado, un artista que tiene
mucha técnica pero que no piensa en cómo comunicar clara y eficazmente
nunca conmoverá a nadie. El arte Cristiano nunca tendrá mucha fuerza si
ignoramos lo que se requiere para comunicar significativamente.
Las personas involucradas en el teatro generalmente entienden mejor
esto. Saben lo importante que es pensar cuidadosamente en cada parte del
guión. "¿Cómo voy a decir esto?" Preguntan. "¿Qué debería estar sintiendo, y
cuál es la mejor manera de expresar eso?" Los bailarines no tienen partes
habladas. Los mejores bailarines saben que tienen que usar sus movimientos
físicos y sus rostros para expresar lo que están tratando de decir. Los artistas
visuales no tienen partes habladas y no pueden usar sus expresiones faciales.
La mayoría del tiempo ni siquiera están presentes cuando la gente observa su
arte, así que tienen que llenar el lienzo o la hoja de sentimientos y significado
que comuniquen eficazmente.
La preparación espiritual.
Ven a Mí.
¿Qué le diría Jesús al perfeccionista? Yo creo que nos miraría directo a los
ojos, estrecharía Su mano, y diría, "Venid a mí todos los que estáis trabajados
y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended
de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras
almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga" (Mateo 11:28-30).
Ese es un pasaje excelente para los artistas que están agobiados por el
perfeccionismo, que se han cansado por el esfuerzo de alcanzar sus propias
expectativas, que están cargados con la plática negativa consigo mismos. Jesús
dice, "Vengan a mí como estén, con verrugas o lo que sea. Vengan a mí y sean
libres, libres de la presión de su perfeccionismo auto-infligido." Observé que
Jesús no es el Dios negrero e imposible de complacer que nosotros
maginamos. Él es manso y humilde.
Suena atractivo, ¿verdad? En comparación con las exigencias que los
perfeccionistas nos imponemos, el yugo de Jesús es fácil y Su carga es ligera. Él
está allí, listo y dispuesto a ayudarnos con nuestras cargas. Así que deje todo a
los pies de la cruz y encuentre su descanso en Él.
La comunicación entre los dos hombres ha sido una lucha constante. Cada
vez que Sam da una sugerencia, Justin lo cuestiona y luego accede de mala
gana. Como resultado de ello, hay tensión en cada chequeo de sonido, en
cada junta, y en cada culto. La gente siente que tiene que andar con mucho
cuidado cuando están con Justin, porque se toma tan personal cualquier
crítica, por pequeña que ésta sea. Parece que siempre está enojado.
Para empeorar la situación aún más, los dos hombres chocaron en cuanto
a una situación moral que surgió en la vida de Justin. Justin y su prometida,
que no era creyente, habían estado viviendo juntos desde hace varios meses.
Cuando Sam lo confrontó al respecto, Justin lo negó al principio. Sam persistió,
y Justin lo acusó de ser prejuicioso. Señalando que tomaron la decisión de vivir
juntos por razones económicas.
Sin embargo, la gota que derramó el vaso quizá ocurrió la semana pasada.
Más cantantes de lo normal iban a presentarse en el culto. Cuando se estaban
repartiendo los micrófonos diez minutos antes de que comenzara el culto,
alguien descubrió que había dos cables rotos en los micrófonos - y ninguno de
repuesto. Justin había tenido la intención de comprar algunos cables nuevos,
pero aún no lo había hecho. Había disminuido su interés. Cuando Sam le
preguntó con ansiedad al respecto, Justin se puso a la defensiva y se enojó,
diciéndole finalmente a Sam, "¡Si quieres cables para los micrófonos,
consíguelos tú!"
Después del culto. Sam intentó varias veces hablarle a Justin a casa, pero
Justin podía identificar su número y nunca contestó la llamada. A su manera,
estaba tratando de castigar a Sam. Ya tenía la atención de todo el mundo y
quería dar a conocer su punto de vista. Se sentó sólo en casa, malhumorado y
viendo la televisión.
Las escenas como la que describí con Justin y Sam son demasiado
comunes, especialmente entre los artistas. He visto a los instrumentistas
ponerse a la defensiva por asuntos de entonación: "Yo definitivamente no
estoy desafinado. Entonaron mi instrumento a 440 en la fábrica, y nunca se
desafina." He visto vocalistas que se ponen a la defensiva cuando les está
costando trabajo aprenderse un canto. He observado actores que se ponen a
la defensiva y responden a un comentario bien intencionado diciendo con
arrogancia, "Sólo estaba haciendo lo que el director me dijo que hiciera." He
visto compositores y otras personas creativas que se ponen a la defensiva en
cuanto a su trabajo, como diciendo, "¿Cómo te atreves a criticar lo que yo
compuse. Esto vino de Dios; no voy a cambiar nada. ¡Está perfecto así!"
Algunos artistas somos así: "Puedes criticar lo que quieras, ¡pero no te atrevas
a criticar mi trabajo!"
Sintiendo ofensa.
Cuando se acercaron los ancianos de Israel con Samuel para pedirle que
designara un rey para ellos, él se ofendió. Lo tomó como una acusación en
contra de su liderazgo. Lo tomó como una bofetada, porque él ya era grande y
sus hijos no estaban dirigiendo bien al pueblo. Sin embargo, el Señor le dijo a
Samuel que no lo tomara de forma personal: "Oye la voz del pueblo en todo lo
que te digan; porque no te han desechado a ti, sino a mí me han desechado,
para que no reine sobre ellos" (1 Samuel 8:7). Es decir. Dios le dijo, "No te
ahogues en un vaso de agua, Samuel. Esto no se trata de ti, así que no lo
tomes tan personal."
Respondiendo a la retroalimentación.
Otra razón por la que nos sentimos vulnerables es que se nos evalúa
constantemente. Nos evaluamos a nosotros mismos, preguntándonos que
habrá pensado nuestra audiencia acerca de lo que hicimos. Como
consecuencia, ya sea que interpretemos o que creemos, frecuentemente
sentimos que nuestro trabajo está expuesto a la evaluación de los demás. A
veces nuestra percepción de si somos talentosos o no depende de cómo
responde la gente a nuestro último esfuerzo. "Sólo es bueno en la medida en
que lo es su último proyecto," no es verdad, pero a veces así nos sentimos. Los
artistas muchas veces sienten que está en juego su validez cuando salen al
escenario. Y no ayuda en nada el hecho de que la crítica a las artes es, en su
mayoría, muy subjetiva. A una persona respetada quizá le haya encantado
algo que hicimos, y otro individuo respetado quizá lo odie. Así que, ¿cómo se
puede superar todo esto para responder a la retroalimentación sin estar a la
defensiva? ¿Cómo puede ser sensible sin ser demasiado sensible?
Apolo sabía que es mejor escuchar la verdad, aunque quizá sea difícil de
momento, que ser consolados con una mentira que nos hace sentir bien.
Tiemblo al pensar el impacto para el reino que se hubiera perdido si Apolo
hubiera estado a la defensiva y se hubiera negado a escuchar una
retroalimentación honesta. Y me asusto de pensar en el retraso que hubiera
sufrido la iglesia temprana si no hubieran existido personas como Priscila y
Aquila. Esos dos amaban a la novia de Cristo, y a Apolo, y tan es así que
estaban dispuestos a arriesgar una confrontación para el bienestar a largo
plazo de todos los involucrados.
Sea tardo para hablar. No sea tan rápido para defenderse. Cuando una
persona nos ofrece retroalimentación, nuestra respuesta inicial no debe ser
de defensa. Nuestra respuesta inicial debe ser preguntarnos a nosotros
mismos, ¿Hay algo de cierto en lo que están diciendo? Proverbios 18:17 dice,
"Justo parece el primero que aboga por su causa; pero viene su adversario, y
le descubre." No debemos ser tan rápidos para defendernos, porque podría
llegar alguien a corroborar la crítica. Cuando una persona nos ofrece
retroalimentación de manera amorosa, necesitamos expresar aprecio por su
valor, preocupación, y amor. No es fácil hablar la verdad. Aunque quizá usted
dude del cariño y la preocupación del otro, usted normalmente no está apto
para juzgar los motivos de la persona.
Sea tardo para airarse. Tome un paso para atrás. Cálmese. A veces nos
enojamos y nos ponemos a la defensiva y entendemos las cosas de manera
distinta a lo que fue su intención original. Si alguien lo lastima, es
responsabilidad de usted confrontarlo al respecto como se indica en Mateo
18. Dejar que su ira se encone no es una opción que glorifique a Dios. Lo más
probable es que si usted es pronto para oír y tardo para hablar, será tardo
para airarse.
Ejerza discernimiento.
A veces las personas creativas se casan con una idea o una línea y no hay
forma de que la suelten, aunque lastime la obra en general. Por ejemplo, los
compositores a veces nos apegamos demasiado a cierta letra para un canto.
Quizá sea nuestra parte favorita del canto, pero si alguien nos señala que no
funciona, nuestra inflexibilidad puede causar que perdamos la objetividad. Un
amigo mío, Judson Poling, es compositor, y una vez, hablando acerca de
recibir la retroalimentación lo escuché decir. "Todos mis muñequitos tienen
que morir." No se obsesione a tal grado con una idea o una línea de canto que
no pueda escuchar la crítica constructiva.
Por alguna razón, yo solía pensar que si alguien me tiene que dar críticas
constructivas es porque no soy muy bueno en lo que hago. Si una persona me
indicaba algo que no le gustara de uno de mis cantos, yo pensaba, ¡Ay, no!
Hay algo mal con este canto. No he de ser un buen compositor. Desde
entonces he aprendido que incluso los mejores compositores solicitan
retroalimentación, y constantemente revisan y corrigen su material. Tienen un
espíritu enseñable.
Aprenda a fracasar con gracia.
Uno de los pianistas con quienes más disfruto trabajar es un amigo mío
llamado Brian Clark. Brian trabaja en el campo de la publicidad y sirve
fielmente en nuestra iglesia. Lo que más suelo escuchar acerca de Brian es que
es muy fácil trabajar con él. En todos los años que llevo trabajando con él, esa
también ha sido mi experiencia. Brian es mil veces mejor pianista de lo que yo
jamás seré, y sin embargo siempre está abierto a hacer las cosas de forma
distinta y escucha con gracia cuando le hago sugerencias. Creo que Brian no
tiene la más mínima tendencia a estar a la defensiva. Dado que tiene un
trabajo muy pesado, no tiene mucho tiempo de tocar profesionalmente. Pero
tiene tanto talento que bien podría hacerlo. No sólo es un músico excelente
sino que también es extremadamente flexible cuando llegan los cambios -
aunque sean de último momento. No hace berrinches cuando alguien que no
conoce de música, como uno de nuestros directores de drama, le hace
sugerencias acerca de cómo debe tocar para una escena en particular. No
critica a los vocalistas por querer tomarse libertades con el tiempo. En verdad,
es un sueño trabajar con Brian.
Dando retroalimentación.
Tengo que poner en práctica lo que enseño cuando dirijo las audiciones
en la iglesia. Sin importar qué tan mala haya sido la audición, mis primeras
palabras tienen que ser honestas y positivas. Dígale a los artistas lo que le
gustó de su audición antes de decirles lo que le molestó. Mencione sus
fortalezas antes de discutir sus debilidades. Aún si lo único positivo que puede
decir es. "Gracias por tomarte el tiempo de venir a audicionar," dígalo con
amor y sinceridad. No se aviente a lo negativo sin decir algo positivo.
Evite la hipérbole.
No terminan tan bien todas las situaciones, pero esta hermana tuvo una
experiencia que cambió su vida porque su disposición a abrirse a la verdad
acerca de si misma le hizo buscar la sabiduría de Dios para su vida. La verdad,
aunque sea duro escucharla, siempre lo liberará (Juan 8:32).
Una vez pasé dos horas con un hombre que no dejaba de negar que
tuviera un problema muy serio con la lascivia, hasta que finalmente confesó su
involucramiento con pornografía, prostitución, y sexo por teléfono. Nos tomó
dos horas terminar con esa negación y el engaño acerca de su pecado. Si hay
un problema de pecado en su vida, si usted cae, no se esconda. Sáquelo a la
luz (Efesios 5:11). Aduéñese de su pecado, y experimente el perdón y la
sanidad. El intentar encubrir su pecado es una pérdida de tiempo y energía,
porque las Escrituras enseñan que "vuestro pecado os alcanzará" (Números
32:23). Recuerde, se requiere más energía para encubrir su pecado que para
confesarlo.
Luego pasó algo muy extraño. Brenda estaba sentada en la iglesia cuando
de repente se paró el pastor a presentar a una pareja joven, Bob y Carol, que
apenas se estaban integrando a la iglesia. En cuanto Brenda vio a Carol, su
intuición le dijo que Carol era bailarina. El pastor le dijo a la congregación que
Bob era dentista y que Carol era una bailarina profesional. Ay, qué bueno,
pensó Brenda, otra bailarina en la iglesia. Luego dijo el pastor, "Sé que nunca
hemos incluido el baile como parte de la alabanza, pero eso va a cambiar a
partir de hoy, y Carol va a facilitar la alabanza esta mañana con un baile."
Prosiguió a compartir varios versículos bíblicos acerca del baile en la alabanza
- versículos que Brenda había juntado en su presentación para los ancianos.
De hecho, lo escuchó decir algunas de las cosas que ella había estado diciendo
desde hace dos años. Carol bailó y fue hermoso. Conmovió a la congregación a
tal grado que le dieron una ovación. Brenda tuvo emociones encontradas. Le
dio gusto que finalmente se le diera cabida al baile en la iglesia, pero estaba
un poco celosa de todos los aplausos que estaba recibiendo esta nueva
integrante.
Los siguientes meses fueron muy confusos para Brenda. Carol bailó cada
semana en la iglesia. Los miembros de la iglesia no podían dejar de hablar de
ella. Querían que comenzara un ministerio de baile. De hecho, el pastor le
llamó a Brenda para ver si quería ser parte de dicho ministerio. Brenda
declinó, con el pretexto de estar demasiado ocupada en la casa y en el
trabajo. Mientras tanto, la popularidad de Carol continuó creciendo. Incluso la
invitaron a bailar en otras iglesias.
No codiciarás.
Los celos y la envidia son pecados muy serios a los ojos de Dios. Son
"obras de la carne" (Gálatas 5:19-21), y Dios se entristece cuando permitimos
que la amargura y el resentimiento pongan raíces en nuestros corazones. Él se
enojó con Miriam por estar celosa de su hermano Moisés y trató seriamente
con ella al provocarle lepra y al echarla fuera del campamento por siete días
(Número 12:9-15). Así que no piense que Dios toma este pecado a la ligera.
Los celos y la envidia tienen suficiente poder explosivo como para socavar
la unidad y dividir a cualquier grupo. Por eso Pablo confrontó a los Corintios
acerca de los celos que los estaban dividiendo (1 Corintios 3:3; 2 Corintios
12:20). Él consideraba que el pecado de los celos era tan serio como las
glotonerías, las borracheras, la lujuria y la lascivia (Romanos 13:13). Santiago
nos dice que donde haya celos, "allí hay perturbación y toda obra perversa"
(3:16). Desafortunadamente, los celos y la envidia son más comunes entre los
artistas de la iglesia de lo que quisiéramos admitir. En medio de nuestro
servicio junto al Señor, siempre hay potencial para los celos y la envidia. De
hecho, el primer asesinato de la historia fue cometido a causa de los celos
entre dos hermanos que intentaban servir a Dios (Génesis 4).
La historia nos dice que la comunidad artística ha luchado con los celos y
la envidia desde hace siglos. Inmediatamente me viene a la mente la notoria
rivalidad entre Leonardo da Vinci y Miguel Ángel. Henri Nouwen, en su libro
Reaching Out, escribe muy detalladamente acerca de la hostilidad tras
bambalinas.
LA IRA Y EL DESPRECIO.
Sea agradecido por el talento que Dios le ha dado. 1 Pedro 4:10 dice que
cada uno de nosotros ha recibido de Dios un talento o una habilidad especial.
La Biblia Dios Habla Hoy tiene esta versión de Romanos 12:6: "Dios nos ha
dado diferentes dones, según lo que él quiso dar a cada uno." ¿Qué dones le
ha dado Dios? Esté agradecido por ellos. Mientras estamos ocupados
envidiando los talentos de otra persona, nos olvidamos de lo que Dios nos ha
dado a nosotros. El hecho de que otras personas tengan talentos y habilidades
no significa que usted no los tenga. Deje de pensar que no tiene nada. Eso no
es cierto. A los ojos de Dios no hay nadie que no tenga nada. Conozco a un
pianista que estaba desalentado porque su composición no estaba pegando
como a él le hubiera gustado. Dijo que no quería ser considerado como "solo
un pianista." Qué lástima porque es un excelente pianista. Yo conozco a
mucha gente que daría todo por poder hacer lo que él hace. Parece que
siempre queremos ser algo que no somos, y rara vez estamos contentos
siendo quienes somos. Si usted en alguna medida puede interpretar o crear,
puede hacer algo que el ser humano promedio no puede hacer. Mis
compañeros artistas, siempre recuerden que a otras personas les encantaría
poder hacer lo que hacen ustedes. No permita que el Malvado lo convenza de
que no tiene talento o valor. Es menos probable que usted envidie a otra
persona si está satisfecho con lo que Dios le ha dado, así que deje este libro
por un momento y agradézcale a Dios el talento - por mucho o poco que sea -
que Él le ha dado.
Había una vez un viejo patrón de las artes que iba a salir de la ciudad por
un tiempo, así que reunió a su pequeña colonia de artistas para una fiesta de
despedida. A un artista le dio cinco talentos, a otro dos talentos, y al último le
otorgó un talento. Después de que llevaron a su benefactor al aeropuerto,
cada artista tomó su propio camino (como suelen hacerlo los artistas). Varios
meses después el patrón regresó, muy descansado y bronceado. El artista al
que le había dado cinco talentos lo saludó entusiasmado en la terminal.
"Maestro, usted me dio cinco talentos y mire, gané cinco talentos
adicionales," dijo animadamente.
"Bien hecho," dijo el patrón. "Estoy lleno de gozo. Fuiste fiel y te daré aún
más."
El artista que tenía los dos talentos corrió por el aeropuerto gritando.
"Maestro, usted me confió dos talentos y mire, añadí dos talentos más."
"Bien hecho." dijo el señor. "Estoy muy gozoso por ello. Fuiste fiel y te
daré aún más."
El señor se quedó callado. Luego respondió con una voz quieta. "Mi
querido amigo, has desperdiciado una fortuna. Te di algo que debió haber sido
usado. El asunto no era la cantidad que yo te di sino qué hiciste con lo que
tenías."
¿Recuerda cuando Jesús le dijo a Pedro que alimentara a Sus ovejas? Para
un hombre que había negado a Jesús y había huido, este fue un momento de
sanidad, en el que el Señor reafirmó que Él iba a usar a Pedro de manera
poderosa. Pero detecto un poco de celos por parte de Pedro al referirse a Juan
y dice en efecto. "Pues, sí, eso es genial. Yo tengo que alimentar a las ovejas,
pero ¿qué de Juan? ¿Qué le toca hacer a él?" Jesús contesta con amor y
firmeza, diciendo. "¿Qué a tí? Sígueme tú" (Juan 21:22). Es decir, "No te
preocupes por otros. Pedro. Tú nada más sé fiel con lo que yo te encargo."
El peligro de comparar.
El compararnos con otros es muy peligroso. No hay nada que ganar y todo
por perder al compararnos con otros. Terminamos viéndonos a nosotros
mismos mejor de lo que realmente somos o peor de lo que realmente somos.
1 Corintios 12:15-16 nos advierte del peligro de la comparación, la cual es la
raíz de todos los celos y la envidia: "Si dijere el pie: Porque no soy mano, no
soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? Y si dijere la oreja: Porque no soy
ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo?"
Gordon MacDonald escribe que "el alma no puede ser sana cuando uno
se compara a si mismo con otras personas. El alma muere un poco cada vez
que se involucra en un estilo de vida que compite. Da lugar a las fuerzas
destructivas de la rivalidad, la envidia, y los celos."
Conozco a algunos artistas que están enojados con Dios por no haberles
dado la cantidad de talento que le dio a otros artistas. Resienten el hecho de
que no sean tan exitosos o famosos como otros artistas a quienes les tienen
envidia, así que culpan a Dios. Sus celos se han convertido en ira que va
dirigida hacia Dios mismo. Romanos 9:20 dice. "Más antes, oh hombre, ¿quién
eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó:
¿Por qué me has hecho así?" Ha de ser como una bofetada en la cara para
Dios cuando cuestionamos por qué no nos dio los talentos de otra persona. Le
ha de entristecer que concluyamos equivocadamente que no nos ama tanto
como ama a la persona cuyos talentos codiciamos. El hecho de que Dios le
haya dado esos talentos a otra persona no quiere decir que nos ame menos a
nosotros. Sencillamente significa que Él quiere que nosotros tengamos un
papel distinto en Su reino.
En vez de desear ser otra persona, pida en oración poder ser todo el
artista que Dios quiere que sea. Santiago denuncia fuertemente los celos y la
envidia, y observe dónde entra aquí la oración: "¿De dónde vienen las guerras
y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten
en vuestros miembros? Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no
podéis alcanzar: combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no
pedís. Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites"
(4:1-3). Hay millones de artistas frustrados que darían cualquier cosa por estar
realizados artísticamente. Desafortunadamente, como describe Santiago, han
llegado los celos y la envidia a causar todo tipo de conflicto. Estos artistas o no
oran o dejaron de orar a pesar de que Dios quiere darnos el deseo de nuestros
corazones (Salmo 37:4). Quiere que florezcamos como artistas. Santiago dice,
en efecto, "No dejen de pedir. Asegúrense de que sus motivos sean los
correctos y sigan orando." No puedo contar las veces que yo he orado, "Señor,
ayúdame a hacer lo necesario para convertirme en un mejor compositor."
Prefiero invertir mi energía en la oración que en alimentar sentimientos de
celos y envidia, las cuales solo conducen a problemas.
Hay una historia acerca del líder de una banda que estaba consiguiendo
músicos para una tocada en el centro. Salió y juntó a un excelente trío de jazz
y les ofreció un buen ingreso para tocar una noche de jazz increíble. Todo salió
a la perfección. Sonaron increíble. Luego el líder de la banda decidió que sería
bueno meter a unos trompetistas para los últimos cantos, así que hizo algunas
llamadas y se encontró con que varios de sus amigos estaban disponibles para
esa noche, y acordaron ir a tocar. Cuando acabó todo, el líder de la banda
repartió los cheques, y a todos les dio la misma cantidad. El trompetista
recibió la misma cantidad que el trío que se contrató al principio, que había
tocado casi toda la noche. Como se puede imaginar, esto no le cayó muy bien
al trío. Estaban visiblemente molestos. Se quejaron porque ellos habían
soportado "la carga del trabajo y el calor de las luces del escenario." y les
pagaron la misma cantidad que aquellos que se habían contratado para los
últimos cantos y que habían trabajado únicamente una hora. Muy injusto.
Pero el líder de la banda dijo, "¿No les pagué lo que habíamos acordado? No
los engañé. ¿Que no puedo hacer lo que yo quiera con mi dinero? ¿O sienten
envidia porque soy generoso?"
Tendemos a alejarnos de las personas a las que les tenemos envidia. Nos
escondemos de ellos. Los evitamos. Quizá estemos enojados con ellos o los
resintamos. Quizá incluso los odiemos. Me gustaría sugerir que reserváramos
estas tendencias e hiciéramos todo lo posible por desarrollar relaciones con
esas personas. Júntese con ellos. Invítelos a su casa. Entre más los
conozcamos, menos nos sentiremos amenazados por ellos. Cuando pasamos
tiempo con las personas, los empezamos a ver como parejas o amigos en vez
de competidores. Pregúnteles cómo puede orar por ellos. Ore con regularidad
por ellos y por su éxito. Muy pronto su envidia será reemplazada por un amor
genuino. Por eso dice 1 Corintios 13:4 que el amor no es celoso. Usted no
puede sentir celos de sus compañeros artistas si está orando por ellos con
compasión y si está cultivando relaciones con ellos.
Dios trató de razonar con Caín, pero él no le escuchó. Las palabras de Dios
pusieron a Caín (y nos ponen a nosotros) en una encrucijada: "Si bien hicieres,
¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con
todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él" (Génesis 4:7). La
historia hubiera sido muy diferente sí Caín le hubiera parado allí y hubiera
respondido. "Señor, tienes razón. Quiero hacer el bien ante tus ojos. Ayúdame
a hacerlo mejor la próxima vez." Pero no lo hizo así. El próximo versículo narra
que Caín le contó a su hermano lo que había sucedido. Lo más probable es
que Caín se haya deprimido, pensando en su enojo, quejándose por lo injusta
que es la vida. Estoy seguro que su versión retrataba a Dios como un ser poco
razonable y demasiado exigente. Estoy seguro que se hizo la víctima, como
todos lo hacemos en este tipo de situaciones, culpando a Dios. En ningún
momento se humilló y se arrepintió. Al contrario; los celos de Caín condujeron
al asesinato. El pecado realmente estaba a su puerta.
Dios incluyó en la Biblia historias como ésta para que podamos aprender
de los errores de otras personas. Cuando me tientan los celos o la envidia,
escuchó que me dice Dios. "No te preocupes por lo que le está pasando a tu
hermano. Si haces bien, serás aceptado." Si algo he aprendido de esta historia,
sería que la respuesta apropiada a Dios en una situación como la de Caín es.
"Señor, ayúdame a hacerlo bien. Ayúdame a superarme con el talento que Tú
me has dado. Ayúdame a crecer espiritual y artísticamente para que cuando
yo te ofrezca algo, te deleites en aceptarlo y en usarlo."
SI LO TIENE, NO LO PRESUMA.
Habiendo dicho eso, déjeme decir que el hecho de que usted no necesite
ayuda profesional no quiere decir que nunca se enfrentará a emociones fuera
de control. No existe una persona que no tenga sentimientos. Quizá los
estemos reprimiendo o no sepamos comunicarlos, pero todos somos personas
emocionales. Obviamente hay algunas personas que son más emocionales
que otras, pero aún la persona menos emocional tiene que aprender a
enfrentar sus sentimientos.
¿ESTA BIEN SENTIR TRISTEZA?
Y sin embargo, Jesús dijo, "Bienaventurados los que lloran" (Mateo 5:4).
Necesitamos abrazar el dolor y el sufrimiento en vez de tratar de evitarlo. La
vida es una lucha para todos, y los no cristianos nos están observando para ver
cómo la enfrentamos. Si nunca nos ven desanimados o tristes, concluirán que
los cristianos no enfrentan sus emociones - las reprimen. Creo que Dios ha
demostrado que Él puede manejar nuestras emociones más oscuras.
Simplemente vea a algunos de los profetas del Antiguo Testamento. Elías
estaba tan desanimado que quería morirse (1 Reyes 19:4). Jeremías estaba tan
deprimido que maldijo el día en que nació (Jeremías 20:14-15). Incluso hay un
libro entero de la Biblia llamado Lamentaciones. Dios puede soportar que
estemos tristes.
Una cosa que tenemos que preguntar antes de proseguir es. ¿Usted en
algún momento disfruta estar triste? A algunas personas realmente les gusta
estar deprimidos. O para ser más precisos, disfrutan la atención que se les
brinda cuando están desanimados. La gente platica más con ellos. Como
consecuencia, se sienten más especiales. Es una lástima, pero quizá el único
momento en que se sienten amados es cuando tienen un problema
emocional, así que tal vez exageren sus problemas para atraer atención.
Algunas personas incluso se pueden hacer adictas a la tristeza porque ésta los
pone en contacto con sus sentimientos y se sienten más vivos cuando tienen
porqué estar tristes. Si usted es así, por favor deténgase. Esto no es sano para
usted ni para sus amigos. La atención que está recibiendo es forzada, y
cualquier comunidad que usted experimente está centrada en sí mismo. Toda
la energía que usted invierte al manipular a otros para satisfacer sus
necesidades emocionales sería más provechosa si la invirtiera buscando
intimidad con Dios y una comunidad verdadera con los demás. Cuando suceda
eso, usted experimentará el gozo del Señor, y verdaderamente será su
fortaleza (Nehemías 8:10).
Considerando que son impulsados por sus sentimientos, las personas que
no saben manejar sus emociones también tienden a sentirse alejadas de Dios.
Basan su postura con Dios sobre qué tan bien sienten que van sus vidas. Si las
cosas van bien, le han de caer bien a Dios. Si las cosas no van bien. Dios ha de
estar enojado con ellos. Si les pasa algo bueno, no quieren emocionarse
mucho, porque están esperando la contracara negativa. El resultado es que
terminan con una perspectiva distorsionada de Dios. Perciben que Dios no es
lo suficientemente grande como para encargarse de sus problemas o que no
le importa. Dios solo los ama si ellos se sienten amados. Dios no es una
persona con la que puedan tener una relación. Él está allí para hacer que sus
vidas sean felices o miserables, y si ellos no sienten Su presencia, concluyen
que no ha de estar allí.
MANEJANDO NUESTRAS EMOCIONES.
Es difícil cambiar para la gente negativa. Lo más probable es que así hayan
sido toda la vida. Recuerde, Proverbios dice que es más sencillo capturar una
ciudad que dominar sus emociones. Por eso la persona negativa debe hacer
todo lo posible por pensar en "todo lo que es verdadero, todo lo honesto,
todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre"
(Filipenses 4:8). Pensar en todo lo que es verdadero significa más que un
pequeño pensamiento de vez en cuando. Significa hablar perseverantemente
la verdad a los demás y a nosotros mismos, que hacemos un esfuerzo real por
buscar la realidad de la verdad de Dios en toda situación. Un compromiso a
decir la verdad es una señal de carácter. Quizá quiera orar diario algo similar a
lo que oró David en Salmo 51:8. Pida. "Hazme oír gozo y alegría, y se recrearán
los huesos que has abatido."
Para evitar ser controlados por nuestros sentimientos, sugiero que los
canalicemos a la alabanza. Necesitamos comprometernos a alabar al Señor
con regularidad. La alabanza es una experiencia intensamente emocional.
Algunos de ustedes han estado esperando que yo dijera que negaran sus
emociones por el bien de su salud mental. Solo esperan que yo diga, "Seamos
buenos cristianos y no nos envolvamos en nuestras emociones." En vez de
hacer eso, quisiera invitarlos a relajarse y experimentar la llenura de la
alabanza. Suelte sus emociones en la alabanza. Póngase emocional en cuanto
a Dios.
Mi definición favorita de la alabanza es de William Temple: "La alabanza
es la sumisión de toda nuestra naturaleza ante Dios. Es cuando Su santidad
estimula nuestra conciencia: cuando Su verdad alimenta nuestra mente:
cuando nuestro corazón se abre ante Su amor: cuando nuestra voluntad se
rinde ante Su propósito - y todo esto se junta en la adoración, la emoción
menos egoísta de la cual es capaz nuestra naturaleza y, por lo tanto, el
principal remedio para ese egocentrismo que es nuestro pecado original y la
fuente de todo el pecado actual."
Podríamos deleitarnos con cada frase de esa cita y sacar todo tipo de
maravillosas enseñanzas. Yo llevo bastante tiempo cargando en mi Biblia esta
cita, y la leo con frecuencia. Cada vez aprendo algo nuevo. Temple dice que la
alabanza es la "emoción menos egoísta de la cual es capaz nuestra
naturaleza." Cuando nos conectamos con Dios en una alabanza sincera, nos
damos cuenta de que no todo en esta vida se trata de nosotros. Se trata del
Señor. Cuando nos sentimos débiles, una de las mejores cosas que podemos
hacer es alabar a Dios. La alabanza nos lleva a Su presencia, donde hay
profundo gozo y verdadero placer (Salmo 16:11; 21:6). La alabanza causa que
quitemos nuestra mirada de nosotros mismos y que nos enfoquemos y
meditemos en Él (Salmo 77:6).
Eclesiastés 8:1 dice que la palabra de Dios puede asentarse dentro de una
persona que esté enojada y triste y puede "(iluminar) su rostro." Yo creo que
todo artista debe vivir en los Salmos. Le ayudará a que su cara se ilumine de
paz, y gozo. Muchos de los Salmos fueron escritos por una persona de
temperamento artístico. David tenía esa sensibilidad que tenemos muchos de
nosotros. Tenía ese deseo de crear y expresar que tenemos muchos de
nosotros. Y caminó tan cerca de Dios que Dios se refirió a David como "varón
conforme a mi corazón" (Hechos 13:22).
"Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sion, seremos como los que
sueñan. Entonces nuestra boca se llenará de risa, y nuestra lengua de
alabanza; entonces dirán entre las naciones: Grandes cosas ha hecho Jehová
con éstos. Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros; estaremos alegres"
(Salmo 126:1-3)
Los artistas tenemos que vivir en los Salmos porque pueden recalibrar
nuestro concepto de Dios. Yo soy una persona distinta después de saturar mi
mente con los Salmos, porque termino con un retrato más preciso de Dios.
Mis problemas quizá no desaparezcan, pero normalmente se y en distintos a
la luz de quién es Dios. Yo necesito una perspectiva precisa de Dios más de lo
que necesito que se resuelvan mis problemas. Es demasiado fácil perder de
vista cómo es Dios realmente y quién es realmente, y una perspectiva
distorsionada de Dios conduce rápidamente a una perspectiva distorsionada y
negativa de la vida. Dado que son de alabanza, los Salmos nos dan un
concepto preciso de quién es Dios. Nos revelan Sus atributos. Cuando usted
lea un salmo, trate de señalar un atributo de Dios que sea especialmente
significativo para usted.
"Voz de Jehová con potencia; voz de Jehová con gloria... En su templo todo
proclama su gloria"
(Salmo 29:4,9)
"Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos
por el aliento de su boca... Tema a Jehová toda la tierra; teman delante de él
todos los habitantes del mundo... Bienaventurada la nación cuyo Dios es
Jehová"
(Salmo 33:6, 8, 12)
"Grandes son las obras de Jehová, buscadas de todos los que las quieren”
(Salmo 111:2)
Los artistas tenemos que vivir en los Salmos no solo porque son
emocionales, no solo porque son un retrato preciso de quién es Dios, sino
también porque muestran a un ser humano intensamente emocional y
sensible (como nosotros) que lucha con las dificultades de la vida y que lucha
con la realidad de Dios. El arte en su mejor forma muestra a personas reales
enfrentando asuntos reales. David no escondió sus sentimientos, ni siquiera
los negativos. Los trajo ante un Dios omnisciente y omnipresente. Trajo a Dios
su frustración, su desilusión, y su dolor, y salió siendo un hombre nuevo.
Escuche algunos de estos ejemplos:
"Mírame, y ten misericordia de mí, porque estoy solo y afligido. Las angustias
de mi corazón se han aumentado; sácame de mis congojas"
(Salmo 25:16-17)
El artista que ha perdido su sentido del humor puede ser la persona más
miserable que conozca. A veces podemos ser serios más allá de lo que nos
conviene. El gozo es uno de los frutos del Espíritu, y la risa realmente es buena
para el alma. ¿Alguna vez se ha preguntado si Dios tiene un sentido del
humor? Pues, deje de preguntárselo. Una visita al zoológico bastará para
comprobarle que Dios tiene un sentido del humor y que se ha de haber
divertido bastante al crear el mundo. ¿Alguna vez ha visto un platypus? ¿O un
avestruz o un babuino? ¿Sabía que el león marítimo macho es el que da a luz?
No me puede decir que Dios no tenga sentido del humor.
ENFRENTANDO LA DESILUSIÓN.
¿Qué hay del organista talentoso que asiste a una iglesia que no tiene
órgano? ¿O del baterista que asiste a una iglesia tradicional? ¿O del escritor
serio que quiere hacer algo más que copiar anuncios para el boletín de la
iglesia? ¿O del artista visual que quiere hacer algo más que pancartas para
Semana Santa? ¿O del actor que quiere jugar un papel importante en una
obra para la iglesia? ¿Qué hay del bailarín que lucha contra la resistencia hacia
el baile en la iglesia? ¿Qué pasa si usted es uno de varios flautistas y la
orquesta de la iglesia solo puede aceptar a unos pocos? ¿Qué pasa si usted
compone cantos que nunca se tocan en la iglesia? La negociación de estas
tensiones puede ser un verdadero desafío. La forma en que enfrentemos este
tipo de asuntos reflejará nuestra madurez y carácter.
Cualquier persona que juega tenis sabe que cuando uno saca, el mejor
lugar para hacer contacto con la pelota es un punto ideal de la raqueta.
Cuando la pelota pega en ese punto, rebota en la raqueta y vuela por encima
de la red. Para aplicar esta analogía a la iglesia y a las artes, sería padre que
todos los artistas pudieran servir siempre en su punto ideal. Sin embargo, no
siempre salen así las cosas. Muchos de nosotros no servimos siempre en
nuestro punto ideal como artistas. Nuestros talentos no siempre se
aprovechan al máximo.
Luego sucedió algo que me hizo darme cuenta de que estaba justo donde
Dios siempre había querido que yo estuviera. Un año en Willow Creek
presentamos una obra de Semana Santa llamada: La Elección. Aparte de
contribuir como compositor, escribí algunos arreglos orquestales para la
escena en que bajan a Jesús de la cruz, y para otra escena en la tumba el día
de la Resurrección. Fue como hacer la música de una película, porque se me
dio la libertad de extenderme creativamente como yo quisiera. Estaba en mi
punto ideal. ¡Por fin! Repetimos dos años adicionales la obra de La Elección, y
miles de personas la han visto. Muchas personas han conocido a Cristo como
resultado de ello. Es la cosa más satisfactoria que jamás he hecho desde lo
artístico y también desde el punto de vista de ministerio. Desde entonces he
contemplado esos años en los que yo le suplicaba a Dios que me dejara salir
del trabajo eclesiástico de tiempo completo, y me da gusto que Él no haya
contestado mi oración, porque me doy cuenta de que mi corazón siempre ha
estado en el ministerio. Hoy día yo no me cambiaría de lugar ni con el
compositor de música fílmica más exitoso de Hollywood. No cambiaría por
nada en el mundo mi experiencia con La Elección - ni siquiera por música
fílmica ganadora de un Grammy. Lo que se me dio el privilegio de hacer no
solo fue gratificante artísticamente; tuvo importancia para la eternidad. Tuve
la oportunidad de hacer algo espiritualmente significativo con mi arte. Si solo
experimento ese tipo de satisfacción artística y espiritual una vez en toda mi
vida, esa vez bien valió la pena.
¿Qué hay de usted? ¿Se siente satisfecho como artista? ¿Cómo ha sido su
experiencia como un artista en la iglesia local? ¿Puede su iglesia usarlo en su
punto ideal siempre, a veces, de vez en cuando, o nunca?
Su segunda opción es quedarse. Quizá Dios tiene un motivo para que esté
allí. Tal vez su iglesia esté al borde de grandes cambios en las artes, y Él quiera
usarlo a usted como catalizador de cambios muy necesarios. Si ese es el caso,
sea paciente y sea ferviente en la oración. Aunque estaba rodeado de
enemigos hostiles, el pueblo de Israel estaba al borde de una gran victoria
cuando Josué les dijo. "Santificaos, porque Jehová hará mañana maravillas
entre vosotros" (Josué 3:5). Si Dios está a punto de hacer maravillas en su
iglesia, el salirse no es una opción para usted. Aguántese Su esfuerzo no es en
vano para el Señor (1 Corintios 15:58). Usted está abriendo camino no solo
para sí mismo sino también para todos los futuros artistas que hay en su
iglesia.
Sé que tal vez esto no es lo que quiera escuchar, pero ¿será posible que el
Señor quiera que usted se espere? Yo he pasado por numerosos periodos de
desilusión y frustración como artista. Me he sentido defraudado muchas
veces. Sé por experiencia personal lo que describe el autor de Proverbios
cuando dice, "La esperanza que se demora es tormento del corazón; pero
árbol de vida es el deseo cumplido" (13:12). Los momentos en los que usted
no puede hacer lo que anhela como artista son muy frustrantes. Le causan
dolor a su corazón. Muchos de nosotros tenemos sueños ambiciosos, y nos es
difícil cuando dichos sueños se derrumban a nuestro alrededor. Por otro lado,
cuando sus sueños se vuelven realidad -cuando puede hacer lo que Dios le
dotó para hacer - uno se reaviva.
Esperar parece ser parte del plan de Dios. ¿Alguna vez se ha preguntado
por qué es así? ¿Por qué tuvieron que esperar tanto tiempo en esa arca
apestosa Noé y su familia? ¿Por qué tuvo que vagar el pueblo de Israel
cuarenta años en el desierto? ¿Por qué tuvieron que esperar Abraham y Sara
hasta que fueran ancianos para tener un bebé? ¿Por qué tres días enteros en
la tumba antes de la resurrección? Después de todo, Dios es Dios. Pudo haber
causado que sucedieran estas cosas más pronto. Dios incluso escribió en las
leyes de la naturaleza el principio de la espera. Tenemos que soportar el
invierno para llegar al verano. Tenemos que preocuparnos a través de la
temporada de crecimiento para llegar a la cosecha. Tenemos que ser
pacientes durante nueve meses hasta que nace el bebé. Aunque no las
podamos ver, hay cosas importantes que suceden durante la etapa de la
espera, pero ello no hace que sea más fácil la espera.
¿Cuáles son los beneficios de esperar? Isaías 40:31 dice que "los que
esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas: levantarán alas como las águilas;
correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán." La espera produce
fuerza para soportar y valor para continuar. Mientras esperamos. Dios trae a
nuestras vidas crecimiento espiritual. Esa madurez nos prepara para recibir la
bendición de Dios. Dios actúa a favor de aquellos que le esperan (Isaías 64:4).
No está tratando de ser un aguafiestas cuando nos dice que esperemos. El
crecimiento y la madurez que Él nos da mientras esperamos es tan grande
bendición como aquello que estamos esperando. Mientras esperamos,
crecemos en tres áreas:
1. Crecemos en fe.
2. Crecemos en paciencia.
3. Crecemos en contentamiento.
Creciendo en la fe.
Creciendo en paciencia.
Creciendo en contentamiento.
Puedo cooperar con el plan de Dios de lograr que yo esté más contento, al
practicar la gratitud. "Dad gracias en todo," dicen las Escrituras (1
Tesalonicenses 5:18). Sé que eso no siempre es fácil. No sea hipócrita al
respecto. Pero aún en aquellos momentos en los que es difícil encontrar algo
por lo cual estar agradecido, intente pensar por lo menos en una cosa por la
cual puede estar agradecido. Somos muy veloces para olvidar todo lo que ha
hecho Dios por nosotros. La próxima vez que su líder de alabanza invite a la
congregación a alabar con gratitud, cante lo más fuerte posible. Mis
compañeros artistas, no perdamos nunca nuestro sentido de bendición.
Seamos proactivos en cuanto a tener una actitud de gratitud.
"El mundo tuvo muchos reyes, " dijo su contemporáneo Are tino, "Pero
solo un Miguel Ángel. "
Es una lucha que vale la pena, y más que una lucha es el deleite de un don
bueno y lleno de gracia que nos da nuestro Padre celestial: lo da
gratuitamente, para disfrutarlo, practicarlo, y atesorarlo.
Hace varios años cuando la tensión entre ser artista y ser líder estaba en
su apogeo en mí, me encontré un versículo en Mateo que habló
profundamente a mi alma. En el capítulo 10 Jesús manda a los discípulos a su
primer trabajo ministerial, y todo el capítulo contiene Sus consejos para ellos
acerca de cómo conducir su ministerio. El versículo 1 dice, "Entonces llamando
a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que
los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia."
Debo admitir que cuando leí este versículo por primera vez, estaba celoso
de los discípulos. Lo primero que hizo Jesús fue darles autoridad para
ministrar. Los habilitó. ¿Puede imaginar cómo sería si Jesús lo habilitara?
¿Puede imaginar cómo sería escuchar directamente del Salvador qué quiere Él
que haga usted? Mi corazón empezó a latir rápidamente conforme leía esto,
porque yo añoraba sentirme habilitado para hacer lo que Dios quería que yo
hiciera. ¿Sería posible que Dios me habilitara y me diera autoridad para que yo
pudiera saber de una vez con seguridad qué quería El que yo hiciera? ¿Podría
arreglarse con seguridad este asunto de no saber si yo debía dirigir un
ministerio o ser un artista? ¿Podría yo saber sin lugar a duda dónde quería
Dios que yo estuviera? La respuesta es sí. Si Jesús fue tan cuidadoso al
habilitar a los discípulos y al dejar claro su llamamiento, ciertamente puede
hacer lo mismo por usted y por mí.
Pasé los siguientes días orando y escribiendo. "Señor, por favor arregla
esto de una vez por todas. ¿Para qué cosa me estás dando autoridad? ¿Para
qué cosa me estas habilitando? ¿Quieres que componga o quieres que dirija?"
Oré y oré y llegó una respuesta, pero no era la respuesta que yo había estado
buscando. Realmente sentía que el Señor decía, "Quiero que hagas ambas
cosas. Quiero que compongas y quiero que dirijas."
Todavía estoy trabajando sobre eso, pero lo que sé hasta ahora es que el
secreto de hacer ambas cosas es que tenemos que dejar de concebirnos como
mitad artistas y mitad líderes. Somos artistas de tiempo completo y somos
líderes de tiempo completo. Estoy convencido que el director de música del
mañana, y todos los futuros líderes de la iglesia en las artes, tendrán que ser
ambas cosas completamente. ¿Cómo se equilibra la tensión entre ser artista y
ser líder? Al meterse por completo en ambas cosas.
1 Timoteo 4:14 dice, "No descuides el don que hay en ti." No se rinda en
cuanto a su arte. No descuide su talento. No se preocupe acerca de si tiene o
no suficiente talento. Ese no es el punto. Si su don atrae grandes multitudes o
ninguna multitud en lo absoluto, no debe descuidarse. Sea un artista de
tiempo completo.
Una razón por la que llegué a la conclusión equivocada de que tenía que
elegir entre ser artista y ser líder es que estaba tratando de evitar cualquier
tribulación o dificultad en mi vida. Quería que la vida fuera fácil - sin
conflictos, por favor. Y cuando no era fácil, pensaba. Seguramente Dios no
querría que yo hiciera ambas cosas. Es demasiado difícil.
¿Qué me hace desear que la vida sea fácil? ¿Qué me hace desear que el
ministerio sea fácil? ¿Qué me hace desear que el ser artista sea fácil? A veces,
cuando las cosas se ponen duras, me pongo a pensar (bueno, en realidad me
quejo), Vamos, yo trabajo mucho. Ten piedad de mí, Señor. ¿No puede salirme
bien una cosa? Es como si yo pensara en lo profundo de mí ser que me
merezco una vida fácil, pero eso no es realista. Pregúntele a Moisés si el ser
líder era difícil. Pregúntele a Nehemías si la reconstrucción del muro de
Jerusalén fue desafiante. Pregúntele a Job si la vida fue dura. Pregúntele a
Jeremías si era sencillo hacer la voluntad de Dios. Pregúntele a Pablo si el
ministerio era peligroso. La vida fácil es poco realista, y no es la vida a la que
nos llama Jesús. ¿Por qué nos dijo Pablo que no nos rindiéramos (Gálatas 6:9)
si la vida iba a ser fácil? Jesús nunca dijo que sería fácil. De hecho, dijo que
sería difícil:
Jesús les dijo a los discípulos que el ministerio les daría muchas
recompensas pero que sería muy difícil. Fue muy honesto acerca de los retos
de estar en el ministerio. Les advirtió que vendrían conflictos tan severos que
sus amigos y familiares quizá les darían la espalda. Les advirtió que habría una
oposición tan fuerte que sus vidas entrarían en peligro. Enfrentémoslo: el
ministerio es difícil. Tenemos que entrarle muy conscientes de ello, porque el
ministerio es muy desafiante.
¿Se parece usted a mí? ¿Hay algo que le hace desear que el ministerio
fuera fácil, o por lo menos más fácil? A mí me encantaría que el ministerio
musical no fuera tan difícil. Me encantaría que no fuera tan difícil encontrar la
música adecuada. Me encantaría que no fuera tan difícil encontrar
instrumentistas y vocalistas. Me encantaría que no fuera tan difícil trabajar
con las personas. No importa si está en una iglesia grande o una iglesia más
pequeña; el ministerio es un trabajo difícil. No es una vida de sencillez y
comodidad, aunque así queramos que sea. Es una vida de dificultad, de
conflicto, y de tribulación. En 2 Corintios 4:8-10 Pablo escribe, "Que estamos
atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados;
perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos; llevando
en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la
vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos."
En Cartas para un Joven Poeta, Rainer María Rilke escribe, "Con la ayuda
de tantos convencionalismos, las personas han resuelto todo de la manera
más fácil, para tener lo fácil de lo fácil. Pero queda claro que tenemos que
abrazar las luchas. Toda cosa viviente se adapta a ellos. Toda la naturaleza
crece y lucha de su propia manera, estableciendo su propia identidad,
insistiendo en ello a toda costa, en contra de toda resistencia. Podemos estar
seguros de muy pocas cosas, pero la necesidad de cortejar las luchas es una
seguridad que nunca nos dejará. Es bueno sentir la soledad, porque estar solo
no es fácil. El hecho de que algo sea difícil es una razón más para hacerlo."
Jesús sabe que el ministerio es difícil. No nos dice que nos callemos y
dejemos de quejarnos. Tiene consejos muy buenos y algunas palabras de
aliento. En Mateo 10:16 nos dice que seamos "prudentes como serpientes, y
sencillos como palomas." C.S. Lewis lo plantea de esta forma: "Él quiere el
corazón de un niño, pero la cabeza de un adulto."
Tenemos que ser prudentes como serpientes. Es decir, tenemos que usar
la cabeza. Si hay algo mal en nuestro ministerio, no podemos andar
apachurrados, sintiendo lástima por nosotros mismos o culpando a otros.
Tenemos que tomar la responsabilidad y arreglarlo. No espere que lo arregle
otra persona. Si algo va mal, piense en un plan que funcione mejor. No
podemos sentarnos a quejarnos y no hacer nada. Pídale ayuda y consejo a
otras personas. No sea demasiado orgulloso como para escuchar las
sugerencias de otras personas. Las Escrituras dicen que en la abundancia de
consejeros hay victoria (Proverbios 24:6). No espere que los problemas
desaparezcan solos. Está bien solucionar los problemas y tener una estrategia.
Está bien tener un plan para la batalla. Eso significa ser prudentes como las
serpientes.
La clave para reconciliar la tensión entre ser artista y ser líder es la
prudencia. Una cosa que me ha ayudado a mantenerme al corriente de las
exigencias de ambas cosas es dejar tiempo en mi horario para hazañas
creativas. Willow Creek con gracia me deja saltarme las juntas una vez cada
tres semanas para trabajar en mi casa, haciendo arreglos o componiendo. A
algunos quizá eso les suene muy radical, pero ha salvado mi trabajo. Durante
dos semanas estoy fuertemente involucrado con mis responsabilidades de
liderazgo - juntas, citas, ensayos, y así sucesivamente. Pero una vez cada tres
semanas soy de nuevo un músico y estoy feliz como una lombriz. Con
frecuencia trabajo toda la noche, impulsado por la libertad de ser creativo y
disfrutando cada momento que tengo. Es muy difícil ser artístico y creativo en
un ambiente rígido y con un horario fijo de trabajo. Si puede ser un poco
flexible con su horario y dejar un tiempo libre para el artista que lleva dentro,
definitivamente hágalo.
Los líderes también tenemos que ser prudentes con respecto al ritmo de
vida que nos ponemos. Cuando yo iniciaba mi ministerio, leí que el director de
música promedio se queda en una iglesia dos años. La razón era por
agotamiento. No sé qué tan cierto sea ese promedio hoy día, pero sí veo que
muchos líderes de programación se están agotando a sí mismos. Observe que
dije que se están agotando a sí mismos. Ellos le dirían que es culpa de la
iglesia, pero francamente ese no siempre es el caso. Sí, el trabajo de la iglesia
exige mucho, pero muchos de nosotros de por si estamos adictos al trabajo
(aunque no lo queramos admitir).
ALIENTO DE JESÚS.
Para empezar, Jesús dice, "No los temáis" (v.26). ¿Siente usted temor
ahora? ¿Tiene temor de los cambios que están sucediendo estos días en su
ministerio? ¿Tiene temor de fracasar? ¿Tiene temor de no ser un buen líder?
¿Tiene temor de no sentirse satisfecho como artista en la iglesia? ¿Tiene
temor de perder su trabajo? ¿Teme no ganar lo suficiente como para
mantener a su familia o mandar a sus hijos a la universidad? Dios no nos llama
al ministerio para dejarnos solos. Él está allí, especialmente cuando tenemos
temor. Durante esos tiempos de crisis Él nos revelará lo que quiere hacer a
continuación.
En segundo lugar, Jesús dice que nos mantengamos cerca de Él: "Lo que
os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde
las azoteas" (v. 27). El ser líder no significa que usted pueda hacer lo que se le
antoje con su ministerio. Significa que usted hace lo que Dios quiera hacer con
Su ministerio. ¿Cómo puede saber lo que quiere El a menos que pase tiempo
con Él? Manténgase cerca de Jesús aún en medio de la adversidad para que
pueda escucharle susurrar a su oído. Si usted y yo vamos a trabajar sobre las
tensiones de ser artista y líder a la vez, no nos funcionará el asistir a
conferencias. Será por medio de escuchar la Palabra de Dios y aplicarla a
nuestras vidas. Cuando percibí que el Señor me decía que Él quería que yo
fuera un artista y un líder, debo confesar que estaba decepcionado porque no
veía la forma de lograrlo. Se me habían agotado las ideas. Fue entonces
cuando sentí que el Señor me decía. "Mantente cerca de mí. Yo te enseñaré
cómo hacerlo. Yo te ayudaré a averiguar la forma."
Cuando Pablo nos dice a los líderes que seamos "firmes y constantes,
creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el
Señor no es en vano" (1 Corintios 15:58), no es solo plática motivacional. Es
otro recordatorio de que Dios nos ama. ¿Se acuerda de cómo comienza Pablo
ese versículo? Empieza con, "Así que, hermanos míos amados… "Nos está
hablando a nosotros ¿Se considera a sí mismo amado? Dios sí. Lo ama más de
lo que jamás sabrá.
Casi todos los libros que he leído acerca del liderazgo omiten el tema de la
singularidad del temperamento artístico. Si usted dirige un equipo de artistas,
necesita saber qué si y qué no funciona con ellos. A lo largo de los años he
observado a algunos grandes líderes que trabajaron bien con los artistas y
edificaron ministerios de programación significativos. Sin embargo, también
he visto líderes que no tenían la más remota idea de cómo trabajar con
artistas, y provocaron que huyeran los artistas. La responsabilidad del
liderazgo nunca debe tomarse a la ligera. Los líderes tenemos que recordar
que le rendiremos cuentas a Dios de cómo pastoreamos al rebaño que Él nos
ha confiado. Eclesiastés 8:9 dice que cualquier pesar que causen los líderes a
aquellos a quienes dirigen con el tiempo regresará a ellos, así que haríamos
bien si habláramos acerca de qué se necesita para dirigir un equipo de artistas.
Comencemos con una discusión acerca de ciertos estilos de liderazgo que no
funcionan bien con los artistas.
Estos líderes insisten en que todas las personas que trabajan con ellos
deben invertir setenta horas a la semana en ello. O insisten en que el equipo
de drama o el coro deben duplicar su tamaño para la semana entrante. No les
importa cómo se logra ni quién sale lastimado en el proceso, con tal de que se
logre la meta.
Un jefe de este tipo me dijo una vez que yo debía ser más demostrativo
en los ensayos y que si las cosas no iban bien, debía gritar o aventar algo para
captar la atención de todo mundo. Es decir, tenía que hacer un berrinche para
lograr que la gente me siguiera. No hace falta decir que si yo tratara así a mis
músicos, la gente estaría huyendo de mí. Una vez vi en la televisión un
programa acerca de Sir George Solti, y me quedé muy impactado por lo cortés
que era él con sus músicos. Dejaba de dirigir y decía con su fuerte acento
húngaro, "Violines, ¿serían tan amables de tocarlo así?" y tarareaba una frase,
articulando como él quería que se tocara. Era obvio que respetaba a sus
compañeros artistas. "¿Serían tan amables?" es muy distinto a hacer un
berrinche. Quizá por eso Solti fue uno de los mejores directores del mundo.
Fue un líder quien también fue artista, así que comprendía a los artistas.
El entrenador autoritario.
Estos son los líderes que intimidan a los voluntarios y trabajadores para
que sean sumisos. O los líderes que no tienen consideración por el horario de
su gente y que los empujan a estar involucrados mucho más allá de lo sano.
El apóstol Pablo no era insistente; era apasionado. Tenía pasión por las
personas. Tenía pasión por los perdidos. Tenía pasión por la iglesia. Él dijo, "Y
además de otras cosas, lo que sobre mí se agolpa cada día, la preocupación
por todas las iglesias. ¿Quién enferma, y yo no enfermo? ¿A quién se le hace
tropezar, y yo no me indigno?" (2 Corintio 11:28-29). Pablo también tenía
metas, pero su meta primordial era "el amor nacido de corazón limpio, y de
buena conciencia, y de fe no fingida" (1 Timoteo 1:5). Pablo, con su pasión, su
preocupación intensa, su amor por la gente, y sus metas, estaba muy lejos de
ser un entrenador insistente y autoritario.
El patrono sobreprotector.
Estos son los líderes que apapachan a los artistas. Los consienten. Son el
opuesto extremo del jefe y del entrenador. Consideran que los artistas son tan
únicos y especiales que los ponen en un pedestal y hacen todo lo posible por
protegerlos. Consideran que los artistas son muy frágiles y no quieren hacer
nada que los pudiera molestar. Miman a los artistas. Cuando están con los
artistas están dispuestos a andar con pinzas y a nunca comentar algo negativo
acerca de ellos o hacia ellos. Les encanta pelear la causa del desafortunado,
así que se apropian de la causa de aquellos que consideran son los artistas
descuidados y poco comprendidos. Se ven a sí mismos como los patronos de
las artes, rescatando a esos pobres artistas que no pueden velar por sí
mismos. Son muy tiernos y siempre son amables. Escuchan muy bien y saben
empatizar. Con frecuencia tienen puntos ciegos en cuanto a los defectos del
artista asediado a quien han adoptado. De hecho, conscientemente ignoran
los defectos de carácter e incluso el pecado en la vida del artista. Se la pasan
diciendo, "No juzguéis," porque simplemente quieren que todos se lleven bien
y se amen. Suelen tener el don de la misericordia pero les falta el de
discernimiento. Nunca pensarían en confrontar al artista acerca de asuntos de
su carácter. De esa forma son permisivos, permitiendo, incluso alentando, que
el artista ande por la vida con patrones de pecado poco saludables o defectos
de carácter. Siempre pondrían las necesidades del individuo antes que la
causa del equipo, especialmente si ese individuo fuera artista.
El tipo silencioso.
Lo más difícil es hablar con la persona con quien tiene el conflicto. Pero es
lo correcto. Es lo que se debe hacer según las Escrituras, como se describe en
Mateo 18. Quizá se requiera más de una sola conversación. No hay problema.
Hay avances cuando las personas hablan. Algunos de ustedes llevan
demasiado tiempo sirviendo en situaciones difíciles, y se sienten usados y
abusados. ¿No ha llegado el momento de hablarlo? ¿No ha llegado el
momento de entrar y platicar suave y humildemente acerca de lo que
realmente está pasando al interior? Ya no lo deje para otro día. Por su bien,
por el bien de su ministerio, y por el bien de todos los artistas que le seguirán,
háblelo. Para algunos de ustedes, podría ser la cosa más importante que
hagan este año.
Una vez platiqué con un joven director de música que trabajaba para un
entrenador autoritario. Este entrenador es un buen cristiano, pero le hacía
comentarios muy cáusticos a este joven, quien se sentía muy lastimado y
decepcionado. Su comunicación requería de mucha ayuda porque estaban en
dos ondas completamente diferentes. Aparte, el entrenador no era alentador
en lo más absoluto, y el joven no tenía idea si estaba haciendo bien su trabajo
o no. El entrenador sabía que tenían un problema de comunicación. Él
también estaba frustrado con la relación de trabajo que llevaban. Su estilo de
liderazgo funcionaba con todos los demás integrantes del equipo, así que
pensaba que el problema era el director de música. El director de música
sentía lo mismo: Todos los demás parecen estar bien así; ¿qué me pasa a mí?
Bueno, yo tengo dos hijos y ambos son únicos: a veces son totalmente
opuestos. Tienen temperamentos distintos, necesidades distintas, estilos de
aprendizaje distintos, y distintos estilos de comunicación. No los puedo tratar
de la misma forma. He aprendido que tengo que acercarme a cada uno de
forma distinta. Incluso utilizo un lenguaje distinto con cada uno. Si usted dirige
a las personas, debe observarlos y aprender a tratar con cada uno como
individuos únicos.
Los que soñamos con una era dorada para las artes en la iglesia sabemos
que tenemos un largo camino por recorrer. En algunas iglesias se está
trabajando en contra de una perspectiva muy limitada de las artes, en otras en
contra de una perspectiva estrictamente utilitaria. Como consecuencia, los
artistas se han salido de la iglesia porque se sintieron poco aceptados y poco
comprendidos. La iglesia local puede y debe ser mi lugar seguro para los
artistas. Sin embargo, necesitamos tomar en serio la tarea de ministrarles.
Ellos florecerán si los nutrimos. Amarán a la iglesia y darán en abundancia de
ellos mismos si tan solo la iglesia los adopta. Si tan solo la iglesia amara y
alentara a los artistas, veríamos que las artes se desatan de manera poderosa.
Pablo tiene un pasaje maravilloso en 1 Tesalonicenses 2, en el que usa los
roles tradicionales de madre y padre para demostrar cómo contribuye cada
uno a una comunidad sana. Usemos este pasaje como plataforma para
aprender qué significa nutrir a los artistas.
"Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida con
ternura a sus propios hijos" (v. 7). Lo primero que hay que recordar con
respecto a dirigir a los artistas es que debemos ser tiernos y sensibles. La
mansedumbre es uno de los frutos del Espíritu (Gálatas 5:22-23). Jesús dijo,
"Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad"
(Mateo 5:5). Tenemos que ser sensibles con los artistas, no porque sean
frágiles sino porque son vulnerables. Cuando uno es artista, constantemente
se está exponiendo. Se expone a sí mismo a la opinión pública cada vez que
interpreta o crea algo Cuando la gente ve su obra, no hay garantía de que les
vaya a gustar. Está allí, completamente expuesto y vulnerable. Así que líderes,
sean tiernos con los artistas. No tiene que consentirlos. No tiene que andar
con pinzas cuando está con ellos. Sólo trátelos como los trataría Jesús.
¿Cómo puede ser más sensible si esa cualidad no le es natural? Tengo dos
sugerencias. En primer lugar, si está intentando tratar a los demás como lo
haría Jesús, véalos literalmente como los ve Él. Una vez pasé varias semanas
leyendo los Evangelios, intentando descubrir el secreto de Jesús para el trato
con las personas. Algo especial tenía Jesús que hacía que María quisiera
sentarse a Sus pies, algo que hacía que la mujer del pozo se olvidara de su
trágica vida para comenzar a dar testimonio a la misma gente que la había
alejado, algo que hacía que un recaudador de impuestos menospreciado y una
prostituta despreciada lo siguieran de todo corazón, algo que aseguraba a
Jairo que su hija enferma iba a estar bien. Yo creo que era la forma en que
veía Jesús a las personas; algo tenían Sus ojos. Los veía con amor en Sus ojos.
Proverbios dice que "la luz de los ojos alegra el corazón" (15:30). A las
personas les gusta sentirse especiales, y saben qué siente uno hacia ellos
simplemente por la mirada de los ojos - o por la falta de dicha mirada.
Proverbios 16:15 dice. "En la alegría del rostro del rey está la vida, y su
benevolencia es como nube de lluvia tardía." Es decir, mis compañeros líderes,
se den cuenta o no de ello, lo que sienten hacia aquellos a quienes dirigen se
nota en sus caras. Ellos lo pueden ver en sus ojos. Si los que están abajo de
usted notan que su cara se ilumina cuando los ve, se sentirán aceptados. Se
sentirán atraídos hacia usted porque la mirada de amor y aceptación en sus
ojos les da vida. El mirar a las personas con un semblante positivo, con una
mirada de amor, es el primer paso para convertirse en una persona más
sensible. Inténtelo. Mire a su pareja o a sus hijos y trate de comunicar su amor
únicamente con los ojos, inténtelo con las personas con las que trabaja. Deje
que su rostro brille con amor y aceptación. Inténtelo con los artistas con los
que sirve. Verá que escucha más atentamente. Verá que sus caras son
sorprendentemente receptivas. Ellos sentirán que tienen su atención
completa - y sí la tienen.
Uno de los errores más comunes que cometen los líderes hacia los artistas
es ser insensibles ante sus sentimientos. El ridiculizar los sentimientos de una
persona o ignorarlos socava la confianza. Proverbios 25:20 compara a una
persona insensible con alguien que trata de cantarle cantos de felicidad a una
persona que está deprimida. En vez de decir, "No te preocupes, sé feliz," ó
"Ándale, anímate," intente escuchar. Quiero decir, realmente escuche. Si
quiere que sus artistas le tengan confianza, escuche sus sentimientos.
Permítales compartir incluso sus sentimientos negativos. Permítales hablar
acerca de sus debilidades. Permita que se abran con respecto a sus heridas.
Demuéstreles que le importan. Usted no sólo es su amigo por lo que ellos
pudieran contribuir a su ministerio. Cuando ellos sepan que son aceptados por
cómo son, con todo y defectos, florecerán. Quizá los sentimientos de ellos
estén muy lejanos de los suyos. No hay problema. No sea pronto para ofrecer
consejos o soluciones. Simplemente escuche. Sea pronto para escuchar y
lento para hablar (Santiago 1:19). Si usted los escucha, le da validez a los
sentimientos que tengan y se gana su confianza.
Ámelos.
Exhórtelos.
Anímelos.
Moisés fue un hombre sabio que sabía cómo dirigir a los artistas. Al
supervisar la construcción del tabernáculo, empleó a un gran número de
artistas. Cuando estaba terminado todo el trabajo, "Y vio Moisés toda la obra,
y he aquí que la habían hecho como Jehová había mandado; y los bendijo"
(Éxodo 39:43). Moisés revisó de manera personal todo el trabajo. No mandó
un memo. Se juntó con los artistas y revisó sus obras. Luego los bendijo. Les
dio ánimo. Los honró y festejó la contribución que habían hecho. Repito, el
recibir aliento es muy significativo para los artistas.
Implórelos.
Durante una crítica de uno de mis cantos, una mujer de una casa editora
me dijo tierna pero firmemente, "Esta parte de la letra no es su mejor trabajo.
Con base en lo que he visto que puede lograr usted, creo que puede
mejorarlo." Ella me estaba haciendo un cumplido pero, a la vez, me estaba
implorando a mejorar este trabajo. Lo hizo con tanta sensibilidad que yo
quería mejorar esa parte de la letra simplemente para demostrarle que sí era
tan bueno como ella pensaba. Ella sacó a relucir lo mejor de mí.
Los líderes también tenemos que hablar con verdad acerca del pecado y
de cómo deberíamos vivir nuestras vidas como artistas cristianos. Implore a
sus artistas que vivan vidas de integridad piadosa. No disimule el pecado. No
lo deje pasar desapercibido. Confronte el pecado, con el objetivo de restaurar
al artista descarriado a una relación correcta con Dios y con la iglesia (Gálatas
6:1). Confronte los defectos de carácter y ofrezca su ayuda a manera de un
grupo pequeño o un discipulado personal. Confronte los comportamientos
disfuncionales y ofrézcale su ayuda al artista para encontrar un buen
consejero cristiano.
Jesús fue el modelo del liderazgo servicial. Fue muy dador. Nosotros
necesitamos servir a aquellos a quienes dirigimos. Tenemos que amar y cuidar
a los artistas. Tenemos que pastorearlos. 1 Pedro 5:2 dice, "Apacentad la grey
de Dios que está entre vosotros." Proverbios 27:23 dice, "Sé diligente en
conocer el estado de tus ovejas, y mira con cuidado por tus rebaños."
Recuerde, el ministerio son las personas. Dios nos invita a usted y a mí a
invertir nuestras vidas en las personas. 1 Corintios 3:11-14 nos anima a
edificar nuestros ministerios sobre aquello que es duradero. Usted edificará
un ministerio que prevalezca si edifica a las personas. Sería una pena llegar al
final de nuestras vidas y ver que lo único que respalda nuestro arduo trabajo
son unos álbumes de alabanza que grabó el coro, unas cuantas producciones
de drama, o algunos cumplidos por algo que creamos. ¿Qué hay con las
personas? ¿Son mejores personas los artistas por haber servido bajo nuestro
liderazgo? ¿Están mejor espiritualmente por haber sido parte de nuestros
equipos? No junte así nada más a varios artistas para luego fracasar en
edificarlos.
¿Cómo se invierte en las personas? Uno los edifica a nivel personal. Uno
pasa tiempo con ellos. Uno llega a conocerlos. Uno come con ellos. Uno hace
citas personales con ellos. Uno sale de su oficina y pasan tiempo juntos. Uno
les habla por teléfono para ver cómo están. Uno planea retiros de artistas.
Uno edifica relaciones con las personas que están en su ministerio. Esto se
puede lograr en situaciones personales o en grupos pequeños. Se requiere de
mucho compromiso para estar involucrado en cualquier ministerio, mucho
tiempo de ensayo y preparación. Las personas no se comprometerán a la larga
a menos de que se sientan cuidados.
Este concepto de invertir la vida de uno en las personas está muy cerca de
mí corazón porque considero que mi ministerio en Willow Creek no sólo es
hacía la congregación. Mi ministerio es hacia los músicos que están en nuestro
equipo. Mi trabajo es tratar de satisfacer sus necesidades. ¿No es eso parte de
lo que debemos estar haciendo como iglesia - cuidando a las personas y
tratando de satisfacer sus necesidades? Yo siento una carga por los artistas.
Anhelo verlos crecer en Cristo y ser todo lo que puedan para Él. Como
resultado de ello, una parte importante de mi trabajo es alistar a los artistas
para oportunidades significativas de ministerio. Afirmaré hasta el día en que
muera que no hay más grande gozo en la vida que el ser usado por Dios. Si
usted encuentra algo mejor, déjeme saber qué es. Yo simplemente no he
encontrado algo más satisfactorio que el gozo de saber que Dios me ha usado
a mí con mis humildes talentos para impactar la vida de otro.
El valor del servicio ha llegado a una culminación muy importante para mí.
Mi hijo de catorce años ayuda con el sonido y la iluminación en uno de
nuestros programas para niños de la iglesia, llamado La Tierra Prometida.
Hace unos meses íbamos en camino a la casa después del culto, y le pregunté
cómo le había ido en La Tierra Prometida. Después de describir el programa
entero, desde el montaje hasta el desmontaje, dijo, "Estuvo bien. Realmente
sentí que Dios me usó este fin de semana." El que un joven de su edad
conozca el gozo de ser usado por Dios es más de lo que yo pudiera pedir.
Tenemos que dar pero también tenemos que exigir. Dado que los artistas
suelen ser más sensibles, a veces fracasamos en ser firmes cuando tenemos
que exigir lo mejor de aquellos a quienes dirigimos. Queremos caerle bien a
los demás, así que no les exigimos mucho. No nos gusta el conflicto, así que no
causamos mucho ruido. Ese es un liderazgo débil. No le hace bien ni a los
artistas ni a la iglesia. Aparte, el liderazgo no es un concurso de popularidad. A
la mayoría de los artistas les gusta estar en situaciones y en ensayos en los
que se les exige lo mejor. Muchos de nosotros hemos estado bajo la dirección
de directores de drama dinámicos, directores de música estimulantes, u otros
líderes que nos inspiran. Nos exigían que alcanzáramos nuestro potencial.
Eran exigentes porque eran amorosos y querían lo mejor para nosotros. Nos
halagaba el hecho de que establecieran un estándar alto y nos dijeran que
creían en nosotros. Y sentíamos una tremenda sensación de éxito porque
habíamos logrado más de lo que pensábamos sería posible. De igual manera,
está bien que nosotros les exijamos lo mejor a nuestros artistas,
especialmente si es en el contexto de un lugar seguro donde saben que se les
ama y se les cuida. Tenemos que exigir que nuestros artistas sean lo mejor
que puedan ser, no para gloria nuestra ni de ellos sino para la gloria de Dios.
Tenemos que exigir que nuestros artistas nos den su mejor esfuerzo cuando
interpreten o creen algo. Esto también es buscar la excelencia, lo cual se
necesita urgentemente en la iglesia de hoy.
Fue muy duro para los muchachos del coro de jóvenes. Muchos se sentían
enojados, traicionados, y desilusionados. Todo fue sorprendente, feo, trágico,
y tan triste. Se le pidió a Brad que renunciara inmediatamente de su puesto y
se le aconsejó buscar ayuda profesional. La iglesia se dividió en facciones, y la
gente discutía acerca de cómo debía ser resuelto el problema. Algunas
personas incluso se salieron de la iglesia. Hubo personas que culpaban a la
iglesia porque sentían que a Brad se le había cargado demasiado el trabajo, así
que en su punto de vista, la iglesia era la culpable de la aventura. Algunos
pensaban que a Brad se le debía retener y que la iglesia debía amarlo de
nuevo al compañerismo. Otros pensaban que se le debía prohibir para
siempre estar en el ministerio. Y otros resentían a Verónica y pensaban que a
ella se le debió haber pedido que se fuera en vez de Brad. Todo era muy
problemático.
Así que ahí está. Somos personas más susceptibles al deseo de la carne, al
deseo de los ojos, al orgullo, a la arrogancia, a los motivos egoístas, al enojo, a
la amargura, al resentimiento, al espíritu negativo y crítico, a los pensamientos
impuros, al comportamiento compulsivo y adictivo, a la hipocresía y a la
duplicidad. Tomando en cuenta todo eso, ¡no es una buena receta para una
vida piadosa! Los que somos de temperamento artístico tenemos una lucha
cuesta arriba con respecto a vivir vidas santas.
LA SERIEDAD DEL PECADO.
Me doy cuenta que estoy hablando con personas que tienen fuertes
tendencias perfeccionistas, así que déjeme decirle que no estoy hablando de
ser perfectos. No estoy diciendo que las buenas obras sean su boleto de
entrada al cielo ni que sean un seguro de que usted será un artista exitoso.
Estoy diciendo que la obediencia debe ser nuestra respuesta a lo que Cristo
hizo por usted y por mí en la cruz. Estoy diciendo que debemos vivir con toda
la intención de obedecer a Dios. Si usted tiene la intención de obedecer
completamente la Palabra de Dios, no querrá desobedecer deliberadamente.
Movió su cabeza con incredulidad y dijo, "¿Se supone que eso debe ser
suficiente como para que yo no peque? ¿Debo convencerme a mí mismo de
pensar que estoy muerto al pecado? Realmente no me siento muy muerto al
pecado."
"No, no tienes que obligarte a ti mismo a pensar eso," le aseguré, "porque
es la verdad. Tú has optado por creer otra cosa, y lo que creas determinará
cómo vives." Yo sabía que este hombre estaba perdiendo en la lucha contra
un cierto pecado en su vida. Había hecho lo que hacen muchos cristianos:
rendirse. Escondido tras la declaración de que nadie es perfecto, había
perdido toda la esperanza de poner bajo control su apetito pecaminoso. En su
opinión, era perfectamente normal que todo cristiano tuviese por lo menos un
área de desobediencia deliberada en su vida. Él razonaba que a veces
simplemente no se puede evitar. Él lo había intentado pero se había dado por
vencido. Él sabía en su mente que la muerte de Cristo en la cruz lo liberaba del
poder del pecado, pero no había experimentado este poder en su vida.
Esto es difícil para los que somos de temperamento artístico. Dado que
muchos somos algo introvertidos, solemos alejarnos de las relaciones.
Pensamos que podemos enfrentar la vida solos, pero esa es una gran mentira.
Cuando menospreciamos nuestra necesidad de tener relaciones de
responsabilidad mutua, le damos a Satanás una invitación plena para
tumbarnos. Algunos de los que somos más introvertidos solemos ser más
privados con respecto a nuestros pensamientos, y cuando pecamos, nos
retraemos. En vez de confesar nuestro pecado el uno al otro con
transparencia vulnerable, lo escondemos de los demás. Es un riesgo enorme
exponer ante otra persona nuestro lado oscuro. Hay asuntos de confianza
muy importantes aquí. Pensamos, ¿Qué pasa si la gente se entera que estoy
luchando en esta área? ¿Qué pensarían de mí? ¿Qué pasa si llegan a conocer
quién soy realmente y ya no les caigo bien? Aunque es difícil, y aunque implica
mucho riesgo, la alternativa sería peor. He visto a artistas que caen
sencillamente porque no estaban dispuestos a establecer o llevar a cabo una
responsabilidad mutua. Cuando he platicado con aquellos que han tenido que
dejar su ministerio por el pecado, siempre están arrepentidos de no haberle
pedido ayuda y apoyo a alguien más pronto. Es irónico que hayan temido
tanto el ser transparentes, porque cuando cayeron, sus pecados se dieron a
conocer públicamente y se sintieron avergonzados. Fueron demasiado
orgullosos, demasiado temerosos, demasiado necios, y pagaron un precio muy
alto. Pablo nos dice que hagamos cualquier cambio necesario para evitar ser
descalificados del ministerio (1 Corintios 9:27). Prioritario en esa lista de
cambios es nuestra necesidad de responsabilidad mutua.
Yo puedo hablar por experiencia propia acerca del valor de las relaciones
de responsabilidad mutua, Honestamente no sé si seguiría en el ministerio si
no tuviera gente con la que puedo compartir mis luchas. La Biblia dice que
"Hierro con hierro se aguza; y así el hombre aguza el rostro de su amigo"
(Proverbios 27:17). Esa es la belleza de las relaciones de responsabilidad
mutua. Podemos ayudarnos el uno al otro y aguzarnos el uno al otro. Como
joven cristiano, recuerdo que fui responsable ante un pequeño grupo de
amigos con respecto a mis devocionales. Jugando con la idea de que un
devocional le proveía alimento al alma, desarrollamos un pequeño código:
"¿Qué desayunaste hoy?" Significaba "¿Hiciste hoy tu devocional?" Así nos
saludábamos todos los días cuando nos encontrábamos en el pasillo de la
escuela. Yo tomaba con mucha seriedad mis devocionales, porque sabía que
me iba a topar ese día con alguien que me preguntaría al respecto. Como
joven también fui responsable ante un grupo de muchachos que querían
ayudarse el uno al otro a enfrentar la lascivia. Todos los grupos de hombres en
los que he estado han tenido que confrontar de alguna manera u otra este
asunto. Éramos brutalmente honestos el uno con el otro, nos hablábamos
cuando necesitábamos ayuda, y orábamos el uno por el otro de manera
regular. Parte de lo que me impidió hacer cosas tontas era el hecho de saber
que tenía en mi vida a varias personas que me iban a preguntar, "¿Cómo
andas esta semana con la lascivia?"
Hoy día aún tengo personas en mi vida ante quienes soy responsable
porque el potencial de caer está en cada uno de nosotros y yo no quiero caer.
No se engañe creyendo que usted puede salir adelante sólo. "Así que el que
piensa estar firme, mire que no caiga" (1 Corintios 10:12). Ha habido cristianos
más fuertes que usted y que yo que han caído sencillamente porque pensaban
que no les hacía falta ser responsables ante otra persona. No permita que esto
le suceda. Encuentre a una persona o a un grupo de personas ante quienes
pueda ser responsable.
Otra área en la que son débiles los artistas es en llevar a cabo la lucha
espiritual, en luchar contra las tentaciones que vienen a nuestras mentes.
Cuando enfrentamos la tentación, hay una lucha espiritual que se da en
nuestras mentes. Uno pensaría que las personas como nosotros, con tanta
creatividad que tenemos, podríamos llevar a cabo la lucha espiritual, pero por
todas las razones que mencioné anteriormente, parece que estamos
perdiendo la lucha por la mente artística. Pablo dice que la renovación de
nuestras mentes transformará nuestras vidas (Romanos 12:2). Si usted quiere
vivir una vida santa, todo empieza con su mente. Si quiere cambiar malos
hábitos, comience con un cambio en su forma de pensar. Si quiere vencer la
tentación o liberarse de la esclavitud del pecado, tiene que comenzar con sus
patrones de pensamiento.
Efesios 6:12 dice que "no tenemos lucha contra sangre y carne, sino
contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las
tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones
celestes." La palabra lucha es significante. Esto enfatiza la importancia de que
seamos proactivos con respecto al pecado Tenemos que resistir la tentación
en vez de dejarnos llevar por ella. El llevar a cabo la lucha espiritual es un
asunto muy serio. ¡Es guerra! Se nos dice que debemos usar armadura (Efesios
6:11, 13). Se nos dice que tenemos que ceñir nuestros lomos de
entendimiento (1 Pedro 1:13). Sin embargo, muchos dejamos pasar el día
completo totalmente inconsciente de, o no preparados para, las luchas
espirituales que tenemos por delante. Santiago 4:7 nos dice, "Resistid al
diablo, y huirá de vosotros," ¿pero cuántos de nosotros realmente hacemos
eso? ¿Cuántos de nosotros sabemos cómo resistir al diablo? Muchos de
nosotros luchamos con los pecados que tan fácilmente nos asedian (Hebreos
12:1). Estos son los pecados que se nos hace difícil dejar, por los que seguimos
pidiendo perdón vez tras vez. La noticia buena es que las armas de nuestra
milicia son lo suficientemente fuertes como para destruir tales fortalezas (2
Corintios 10:4), pero tenemos que saber cómo usarlas. Tenemos que saber
cómo llevar a cabo la lucha espiritual, y luego hacerlo.
Veamos cómo llevó a cabo Jesús la lucha espiritual (figura 1). El texto es
de Mateo 4:1-11. Observe que primero Satanás intentó apelar a las
necesidades físicas de Jesús. Jesús llevaba cuarenta días y cuarenta noches en
ayuno, y tenía hambre. Satanás dijo, en efecto, "Vamos, Jesús. Has trabajado
muy arduamente. Hoy te mereces un descanso. Convierte en pan estas
piedras." Satanás siempre intentará convencernos de satisfacer nuestras
necesidades fuera de Dios. Jesús ni consideró la noción que puso Satanás en
Su mente, como a veces lo hacemos nosotros. No fantaseó con comer una
comida completa en la mesa de Satanás. Jesús contestó rápidamente, citando
las Escrituras.
Contraataque rápidamente.
Repudie el pecado.
Los ofrecimientos de Satanás eran tentadores, pero Jesús los rechazó por
ser pecados. Dado que estamos en conflicto con nuestra naturaleza vieja, el
pecado a veces nos puede parecer muy atractivo. Hay ciertos pensamientos
no piadosos que se han inculcado tanto en nosotros que ya no cuestionamos
si están bien o mal. Por eso tenemos que repudiar el pecado cuando el
Espíritu Santo lo saca a la luz. El repudiar el pecado sencillamente quiere decir
que renunciamos a él. O lo decimos en voz alta o en silencio, a Dios y a
nosotros mismos, que el pecado que estamos contemplando está mal.
Tenemos que distanciarnos de él. Tenemos que recordamos a nosotros
mismos cuán dañino, cuán terrible, es realmente. Tenemos que recordarnos a
nosotros mismos que sin importar cuán tentador sea, el pecado pone en
peligro nuestro ministerio, nuestra relación con otras personas, y nuestra
relación con Dios. Siempre nos deja vacíos y necesitados. Entre más se diga a
si mismo que cierta cosa no le conviene, más lo creerá su cuerpo entero, y con
el tiempo esa cosa perderá su dominio sobre usted. Satanás intenta lograr que
las cosas malas se nos hagan atractivas y que las cosas buenas se nos hagan
malas. Él es el padre de las mentiras (Juan 8:44), así que cuando repudiamos el
pecado, le damos un tremendo golpe a sus esfuerzos continuos de
engañarnos.
Los primeros cristianos comprendían bien la importancia de repudiar el
pecado: "En una liturgia antigua de bautismo cristiano, se le pregunta al
candidato, ¿Repudias a Satanás y a todas las fuerzas espirituales de maldad
que se rebelan en contra de Dios? ¿Repudias los poderes malvados de este
mundo que corrompen y destruyen a las criaturas de Dios? ¿Repudias todos
los deseos pecaminosos que te alejan del amor de Dios?' La respuesta
correcta a cada una de estas preguntas es un sonoro ¡Los repudio!"
ADÁN Y EVA.
Ahora veamos cómo tentó Satanás a Adán y a Eva (figura 2). Esta vez el
texto es de Génesis 3:1-6. Lo primero que le dijo Satanás a Eva fue, en efecto,
"Pobre mujer. Dios dijo que no podías comer de ninguno de estos árboles
preciosos aquí en el jardín." Eso, por supuesto, era una mentira. Dios no dijo
que se mantuvieran alejados de todos los árboles, sólo de uno. Satanás
frecuentemente trata de lograr que enfoquemos nuestra atención en lo que
no tenemos en vez de lo que sí tenemos.
Con frecuencia veo que los artistas se ponen muy emotivos cuando se les
confronta con su pecado. Sin embargo, tenemos que estar alertas a la
emotividad sin un verdadero arrepentimiento. Las emociones no tienen nada
de malo. Santiago dice que tenemos razón de lamentar y de llorar cuando de
nuestro pecado se trata (Santiago 4:9). Cuando Isaías llegó cara a cara con un
Dios santo y reconoció su pecado, exclamó. "¡Ay de mí! que soy muerto"
(Isaías 6:5). Sin embargo, la emotividad sin arrepentimiento genuino desafía la
seriedad de nuestro pecado. Tenemos que hacer algo más que simplemente
rozar la superficie con nuestras emociones; tenemos que dejar que la seriedad
de nuestra desobediencia deliberada se clave profundamente en nuestras
almas. He visto artistas que demuestran más emotividad por el hecho de ser
atrapados en el pecado que por el hecho de haber ofendido a un Dios santo.
Es la diferencia entre estar avergonzado por un pecado y estar
verdaderamente arrepentido. El verdadero arrepentimiento implica más que
sentirse mal. Implica un remordimiento sincero por haber contristado al
Espíritu Santo. Implica asumir responsabilidad por el pecado y repudiarlo. El
decir una y otra vez, "Oh Dios. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Prometo no
volver a hacerlo" es algo superficial en comparación con la oración de David
después de su aventura amorosa con Betsabé. Escuche algunos extractos.
LA OBEDIENCIA.
He escuchado decir a la gente que ministra a los atletas decir que los
atletas son mucho más espirituales cuando están heridos. Asisten
fervientemente a los estudios bíblicos y a los grupos de oración porque su
herida ha puesto en peligro su carrera y están en modalidad de crisis.
Mientras se preocupan y se angustian por si podrán regresar o si está
terminada su carrera, todo de repente adquiere tonalidades espirituales.
Luego, cuando sana su herida y regresan a su deporte, básicamente se olvidan
de Dios. Ponen su talento antes que Dios. Dios era el medio para llegar a un
fin. Ahora, por supuesto que esa es una generalización, pero antes de tumbar
a los atletas, los artistas tenemos que enfrentar el hecho de que podemos ser
culpables de igual manera por utilizar a Dios para avanzar nuestro talento en
vez de obedecer Sus mandamientos porque le amamos.
Para complicar aún más este asunto, hay un tipo de misterio que está
sucediendo tras bambalinas cuando Dios nos usa. Después de un culto o una
interpretación, quizá se acerque la gente y nos diga, "Sentí que el Espíritu se
movía fuertemente cuando estabas en el escenario hoy," y tal vez nosotros no
sentimos que se movía el Espíritu en lo absoluto. Luego hay ocasiones en las
que hacemos todo lo posible por estar centrados y enfocados en el Espíritu, y
no recibimos ningún comentario que verifique que Dios siquiera estuvo
presente. Así que, ¿por qué debemos obedecer a Cristo si no "funciona"? Si
usted es escritor o compositor, sabe muy bien lo misteriosa que realmente es
esta cosa llamada inspiración. Cuando escribe una historia, un poema, o un
canto exitoso que usa Dios, siempre intenta regresar y re-crear la inspiración
que lo haya conducido a eso. Me imagino que lo mismo le pasa a los artistas
visuales. Uno analiza su estado mental, su condición emocional y física, e
incluso qué cenó la noche anterior, con la esperanza de re-crear las
condiciones que lo condujeron a crear con éxito. Luego, si no regresa la magia,
uno dice, "Funcionó antes, Dios. Hice todo de la misma manera. ¿Por qué no
funcionó esta vez?" Queremos que nuestra obediencia nos dé dividendos de
acuerdo a nuestros términos, y cuando no lo hace, perdemos nuestra
motivación para obedecer. De hecho, a decir verdad, algunos de nosotros
queremos que Dios bendiga nuestras carreras como cantantes más de lo que
queremos que bendiga a aquellos a quienes cantamos. Decimos que
queremos que Dios bendiga nuestro ministerio de drama, pero lo que en
realidad queremos decir es que Dios nos dé el papel protagónico en la
próxima presentación importante.
Esta es una trampa común que acaece a muchos artistas. Puede ser fácil
para nosotros disfrutar más de los dones que del Dador. Algunas personas
incluso se acercan al arte con una clase de romanticismo que puede hacer que
el arte en si parezca una religión. Cuando sucede eso, las artes se convierten
en la primordial "experiencia religiosa" de nuestras vidas y ocupan el lugar de
una relación vital y dinámica con el Señor Jesucristo. Tenemos problemas
cuando sucede eso. El arte nunca debe ocupar el lugar de Dios en nuestras
vidas. Ese es el tipo de idolatría que describe Pablo: "Pues habiendo conocido
a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se
envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.
Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios
incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible... ya que
cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las
criaturas antes que al Creador" (Romanos 1:21-23, 25).
LA PAGA MAYOR.
Esto nos lleva a otra serie de preguntas perturbadoras: ¿La intimidad con
Dios es algo que realmente quiero? ¿Verdaderamente quiero más de Dios en
mi vida? ¿O en realidad preferiría tener éxito y satisfacción como artista?
Estas son preguntas buenas que deberíamos estar haciéndonos
constantemente, porque llegan al centro de porqué hacemos lo que hacemos.
Jesús nos dice que lo amemos con todo nuestro corazón, toda nuestra
alma, y toda nuestra mente (Mateo 22:37). Dice que es el más grande
mandamiento (v. 38). Si no amamos a Jesús, todo lo demás está fuera de
lugar. Todas nuestras prioridades, nuestras motivaciones, incluso nuestras
buenas obras estarán mal. Si su amor por Jesús no se siente tan profundo
como el amor que Él describió, la buena noticia es que usted puede pedirle a
Dios que profundice su amor por Él. Jesús oró que el amor que Dios tiene para
Él también estuviera en nosotros (Juan 17:26), así que diario durante dos años
yo oré esa misma oración. Fue una más de mis oraciones peligrosas de todos
los días, las cuales mencioné anteriormente. Le pedí a Dios que profundizara
mi amor por Jesús. Le pedí que me ayudara a amar más a Jesús, a amar lo que
ama Jesús y a odiar lo que odia Jesús, a amar a los demás como Jesús ama a
los demás. Le pedí a Dios que dejara que mi obediencia fluyera de mi amor
por Jesús, como dice Juan 14:21: "El que tiene mis mandamientos, y los
guarda, ése es el que me ama."
Me he dado cuenta que entre más cerca estoy de Cristo, más quiero
obedecerle. El ceder a Cristo, aunque no siempre sea fácil, se vuelve más fácil
cuando estoy en compañerismo con Él. No me enfoco en la obediencia; me
enfoco en tener intimidad con Cristo. Cuando hacemos eso, nuestra
obediencia comienza a fluir de buena gana de nuestro amor por Cristo. Es un
proceso; no sucede de la noche a la mañana y sí lucharemos con ello. Habrá
muchas pruebas en el camino. Tropezaremos y caeremos y nos volveremos a
parar, pero con el tiempo el pecado comenzará a perder gran parte de su
atractivo. He descubierto que entre más me acerco a Jesús, menos atractivo
se me hace el pecado. El pecado ya no me atrae como solía hacerlo. Eso no
quiere decir que yo esté libre de pecado, porque no lo estoy. Simplemente
estoy tratando de presentar deliberadamente los miembros de mi cuerpo a
Dios como instrumentos de justicia, presentándome como una persona que
está muerta al pecado y que tiene vida en Cristo (Romanos 6:13). Incluso
aquellos pecados molestos y enredosos han comenzado a perder su brillo a la
luz de Su amor. Son nada más placeres pasajeros que no pueden compararse
con el conocimiento de Cristo (Hebreos 11:25). ¿Y sabe qué? Yo no puedo
recibir mérito por ello. Era Dios el que estaba obrando en mí "el querer como
el hacer, por su buena voluntad" (Filipenses 2:13). Sé muy bien que Dios es el
que me ha dado no solo el deseo sino el poder de hacer Su voluntad. Esa es la
obediencia impulsada por gracia. ¡Alabado sea Dios!
Espero que se una a mí para orar que Dios profundice nuestro amor por
Jesús, que seamos artistas hambrientos de Dios y de Su justicia. No permita
que su obediencia provenga de una obligación. Deje que fluya natural y
abundantemente de su amor por Jesús. Permita que se derive de su intimidad
con Él. Permita que su santidad esté arraigada en su relación con Él. No use
sus dones por ninguna motivación que no sea su amor por Aquel que le dio
esos dones. Dios quiere usarnos para impactar al mundo para Él. Piense todo
lo que podría hacer Dios con un equipo de artistas que le amaran a Él con todo
su corazón. ¡Si verdaderamente amáramos a Jesús con todo nuestro corazón,
con toda nuestra alma, y con toda nuestra mente, creo firmemente que
cambiaríamos al mundo!
A) ______________________________________________________
B) __________________________________________________________
A) ______________________________________________________
B) __________________________________________________________
A) ______________________________________________________
B) __________________________________________________________
Darlene es una poeta conocida a nivel internacional y es reconocida hoy
en día como una de las principales escritoras de la poesía contemporánea
norteamericana. Llegó a la fama de la noche a la mañana con una colección de
poemas titulada “La Muerte y la Vida en el Jardín.” Los poemas se pusieron de
moda entre los amantes de la poesía e incluso entre algunos que no amaban
la poesía. Han pasado casi cinco años desde que llegó “La Muerte la Vida” a la
lista de best-sellers del New York Times, y desde entonces Darlene ha llevado
una vida acelerada, cosechando los frutos de su éxito. El circuito de las
lecturas, contratos para libros, ofrecimientos de trabajo, presentaciones para
el presidente, e incluso presentaciones en la televisión la han mantenido
tremendamente ocupada durante estos últimos años. Esto es lo que siempre
ha soñado desde que comenzó a escribir poesía con seriedad cuando estaba
en la preparatoria.
Una vez tuve una discusión interesante con un consejero profesional que
señalaba que en su experiencia las personas de temperamento artístico son
tremendamente indisciplinadas. Se refirió a nosotros como espíritus libres que
suelen ser desordenados, extremadamente desorganizados, siempre
impuntuales para los compromisos, e irresponsables con nuestras finanzas
personales. ¿Es cierto eso? ¿Piensa usted que los artistas son personas
indisciplinadas?
Colosenses 1:10 nos dice que andemos "como es digno del Señor,
agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el
conocimiento de Dios." Cuando caminemos cerca del Señor, daremos fruto en
cada parte de nuestras vidas, no solo en la parte artística. Desde que Bill
Hybels enseñó este principio en mis primeros días en Willow Creek, lo he
aplicado también a otras áreas de mi vida. Por ejemplo, mi paternidad es el
producto de mi relación con Cristo. No puedo aspirar a ser un padre
involucrado y amoroso sin una comunión cotidiana con mi Padre celestial que
es compasivo y amable. Mi matrimonio es el producto de mi relación con
Cristo. No puedo amar a mi esposa como Cristo amó a la iglesia a menos de
que esté diario en contacto con Jesús. Mi mundo relacional es el producto de
mi relación con Cristo. Mi liderazgo del ministerio que se me ha encargado es
el producto de mi relación con Cristo. Estoy siendo formado y moldeado por el
tiempo que paso a los pies de Jesús.
Conocer a Dios es aún más importante que ser artista. Aquí está la posible
versión de un artista de Jeremías 9:23-24: "No se alabe el músico de su
música, ni en su actuación se alabe el dramático, ni el artista se alabe en su
arte, ni los bailarines se alaben en su danza, ni los escritores se alaben en sus
escritos. Más alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y
conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la
tierra, porque estas cosas quiero, dice Jehová."
Jesús nos llama sus amigos (Juan 15:14-15). Nos llama hermanos y
hermanas (Hebreos 2:11-12). Los amigos pasan tiempo juntos. Se aprenden
los pensamientos el uno del otro. ¿Cómo podemos conocer los pensamientos
de Dios si no pasamos tiempo con Él? (1 Corintios 2:10-16) Los amigos
aprenden a disfrutar el compañerismo el uno del otro. Crecen en su relación.
Estamos hablando de un Dios que se acerca a nosotros cuando nosotros nos
acercamos a Él (Santiago 4:8). Él no es lejano y distante. "¿Soy yo Dios de
cerca solamente, dice Jehová, y no Dios desde muy lejos?" (Jeremías 23:23). Es
alguien a quien puedo recurrir para recibir consejo. Es alguien con quien
puedo festejar. Es alguien con quien incluso me puedo divertir. Es alguien a
quien puedo recurrir cuando estoy triste y sólo, y es alguien con quien puedo
llorar. En su libro “Sorprendido por la Voz de Dios,” Jack Deere captura muy
elocuentemente el significado de nuestra amistad con Cristo:
Dios llega así con nosotros porque quiere una relación. Pero a veces
nosotros nada más queremos resultados. Él quiere platicar. Pero nosotros solo
queremos que arregle las cosas. Él no tiene nada en contra de los resultados o
de las mentes que arreglan las cosas. El realmente disfruta el hecho de
sentirnos. Pero quiere ser más que un siervo. Quiere ser un amigo. Aunque
temo que a veces nosotros solo queremos un siervo.
No está mal venir inicialmente a Jesús por lo que puede hacer por
nosotros. El problema es que muchos nunca progresamos más allá de esta
etapa. ¿Qué pasa si él nunca arregla nuestro matrimonio o nunca saca a
nuestros hijos de las drogas? ¿Qué pasa si nos deja ir a la quiebra? Si nuestro
interés primordial por Jesús gira alrededor de lo que él pueda hacer por
nosotros, entonces cuando "falle" en satisfacer algunas de nuestras
necesidades percibidas, lo dejaremos o nos amargaremos. Muchos de los que
estamos en la iglesia parecemos no poder ir más allá de la etapa en que
deseamos a Jesús por lo que pueda hacer por nosotros. Estamos tan
maravillados con la habilidad de Jesús de proveer para nuestras necesidades
que no podemos ver la hermosura de su Persona. Es infinitamente maravilloso
en sí, digno de ser amado y adorado aunque nunca hiciera una sola cosa por
nosotros...
Dios facilita, el que lo rechacemos porque quiere que lo elijamos
simplemente por ser él mismo. Quizá sea uno de los más grandes misterios del
universo el que el Hijo de Dios quiera tener amistad con nosotros. No forzará
las cosas con nosotros. Tenemos que elegirlo como nuestro amigo y luego
buscarlo por el resto de nuestras vidas si queremos que crezca dicha amistad.
Una vez que usted se haya unido a Dios en lo que él está haciendo
experimentará cómo él logra su actividad por medio de su vida. Cuando entre
en este tipo de relación íntima de amor con Dios, sabrá y hará la voluntad de
Dios y lo experimentará a él en formas que nunca lo había conocido antes.
Solo Dios lo puede traer a ese tipo de relación, pero está listo para hacerlo.
No me avergüenza el hecho de decir que necesito al Señor en mi vida
estos días, probablemente más que en ningún otro momento hasta ahora.
Necesito de Su sabiduría y poder. Necesito hablar con Él y escuchar Su voz.
Apartado de Él nada puedo hacer (Juan 15:5). No podría pensar en llevar a
cabo mi vida sin pasar tiempo con el Señor. No entiendo como los no
creyentes pueden vivir sin Cristo, y entiendo aún menos porqué los cristianos
intentan vivir sin Él. No entiendo por qué nos comprometemos a seguir a
Jesús pero después no pasamos tiempo con Él. Creo tanto en esto que si
estuviera en mi lecho de muerte, mis últimas palabras de consejo para quien
las quisiera escuchar serían, "Pasa tiempo con el Señor." Es el privilegio más
grande de toda la vida.
Filipenses 1:6 dice que "el que comenzó en vosotros la buena obra, la
perfeccionará hasta el día de Jesucristo." El crecimiento de nuestro carácter es
un proceso que inicia Dios y del cual quiere ser parte. Recuerdo muy bien que
como joven le dije a John Allen, mi mentor espiritual que mencioné en el
capítulo 2, que yo realmente quería crecer en carácter piadoso. Su respuesta
fue, "Muy bien. Le pediré a Dios que te mandé todo tipo de problemas para
que crezcas." Y recuerdo que pensé, " Ay, John, mil gracias." Desde entonces
he aprendido que aunque no todos los problemas que enfrento son porque
Dios está tratando de edificar mi carácter, y aunque Dios definitivamente no
quiere hacerme la vida difícil, es cierto que Dios puede usar muchos de los
problemas que enfrento para edificar mi carácter. Dado que yo sabía que "el
Señor al que ama, disciplina" (Hebreos 12:6), mis devocionales se volvieron
para mí ese refugio que yo necesitaba con desesperación cuando estaba
pasando por momentos difíciles, un lugar seguro en el que podía
experimentar una renovación por parte del Dios que me ama, donde podía
preguntar contrito, "Señor, ¿qué quieres que aprenda con este problema?"
La mayoría del crecimiento de mi carácter se ha llevado a cabo en el
contexto de una relación continua con el Señor. Por ejemplo, yo podía ver que
tenía un problema de perfeccionismo y me sentí obligado a buscar la guía y la
sabiduría de Dios para enfrentarlo. A veces parecía eso una cirugía. El Espíritu
Santo señalaba el cáncer que estaba amenazando mi vida espiritual y decía,
"Esto tiene que desaparecer." A veces lo sentí como terapia, como si le
estuviera platicando mis problemas a un amigo. Dios era y siempre ha sido un
refugio para mí. Me aceptó con verrugas y todo lo demás. Me di cuenta que
podía decirle lo que fuera y que Él siempre me escucharía. Podía desahogarme
con El con respecto a una desilusión que estaba sufriendo y preguntarle,
"Dios, ¿cómo quieres que yo responda a esto?" Con frecuencia me ha guiado a
una parte de Su Palabra que habló directamente con relación a mi problema,
algo que ministró profundamente a mi alma.
Cada artista debe procurar con diligencia presentarse "a Dios aprobado,
como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de la
verdad" (2 Timoteo 2:15). ¿Qué tal si se le acerca alguien después de haberlo
visto en el escenario y tiene un problema y pregunta qué dice la Biblia al
respecto? En esos momentos necesitamos tener la habilidad de manejar con
precisión la Palabra de Dios. No tenemos que ser teólogos. La mayoría de las
personas no quieren conocer teología. Sólo quieren saber qué dice la Biblia
con respecto a su problema en particular. Si está en el escenario, ellos asumen
que usted sabe. Pedro nos dice que estemos "siempre preparados para
presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os
demande razón de la esperanza que hay en vosotros" (1 Pedro 3:15). ¿Podría
llevar a alguien a Cristo usando la Palabra de Dios? Hay una responsabilidad
que conlleva el hecho de ser portavoces de Dios Tenemos que conocer Su
Palabra y tener la habilidad de usarla correctamente.
La oración conversacional.
Conozco a mucha gente que se beneficia del uso del acrónimo ACGI
(adoración, confesión, gratitud, e intercesión) como una guía para su vida de
oración. Yo me di cuenta que si tengo algo escrito bajo cada uno de esos
encabezados, aquello generaba suficiente material como para que yo tuviera
una conversación fluida con el Señor
Creo que es interesante que cuando le pidieron los discípulos a Jesús que
les enseñara a orar, Él no les dio una fórmula. No dijo, "Hagan esto, y luego
aquello, y después esto." Sencillamente oró. Sencillamente habló con Su
Padre celestial. Esa es la belleza de la oración conversacional. Es una
conversación estimulante con Aquel que nos creó. Y no se limita al tiempo del
devocional que nosotros apartamos una vez al día. Podemos orar a cualquier
hora, en cualquier lugar, durante todo el día.
El poder de la oración.
Lo que escuché en esa audición fue al mejor trompetista que jamás había
escuchado en vivo. Tenía una tonalidad increíble. Sabía tocar música pop y
música clásica. Sabía improvisar y había tocado profesionalmente con músicos
de gran renombre. El problema era que estaba lo más lejos posible de Dios.
No conocía al Señor para nada. La mañana siguiente, al estar orando, dije,
"Señor, quizá necesito ser más específico. Te he estado pidiendo más músicos,
y me mandas a este trompetista pagano." Percibí que el Señor me decía, "Sí,
lo sé. Lo traje aquí desde Nueva York para que pudiera encontrarme a Mí.
¿Vas a invertir tiempo en él o no?"
Bueno, eso me bajó de mi pedestal, así que durante varios meses hice
todo lo posible por juntarme con este tipo. Una vez lo tuve que visitar en la
cárcel porque tenía un problema de alcohol y lo arrestaron por agredir en
público. Al principio su lenguaje y comportamiento me avergonzaban, pero
después de un tiempo llegué a amar a este muchacho, y mi corazón se dolía
porque llegara a conocer a Cristo. Con el tiempo mí amigo llegó a Cristo y
ahora tiene un maravilloso ministerio musical en la parte suroeste del país.
Cuando haya elegido la hora, busque después un lugar fijo. Puede ser un
cuarto o una silla o un sofá - lo que sea cómodo y privado. Para mí, en el
verano es una silla de mimbre en nuestro patio trasero y en el invierno es una
mecedora junto a la chimenea. Estos lugares me invitan a regresar vez tras vez
para la comunión con mi Salvador.
¿Demasiado ocupado?
Regresando a Marta. Parece que ella siempre recibe las críticas cuando se
enseña esta historia, ¿verdad? ¿Pero no estaba siendo ella una sierva buena y
fiel? Ella tenía una casa llena de pescadores hambrientos. ¿Qué más podía
hacer? Eso lo pregunto porque todos enfrentamos esta cuestión con bastante
frecuencia. ¿Qué debe hacer cuando alguna causa noble le impide pasar
tiempo con Dios? En el caso de Marta, ella hizo algo bueno pero no hizo lo
mejor. Yo considero que tenía dos opciones buenas. Pudo haberse esperado
para servir la cena. No les hubiera hecho daño a los discípulos esperarse una o
dos horas para comer. De esa forma ella hubiera podido sentarse a los pies de
Jesús, llenarse espiritualmente, y luego servir la cena. Aparte. Jesús ya había
demostrado que podía darle de comer a un ejército. Si la situación se tornaba
desesperada. Él rápidamente podía prepararles algo de comer. La otra opción
hubiera sido que Marta les preparara de cenar a todos y pasara tiempo con el
Señor después de eso, sin tener que recoger forzosamente en ese momento.
De cualquier forma ella hubiera podido pasar tiempo con Él, y cualquiera de
las dos opciones le hubiera evitado un disgusto con María y con Jesús.
"Señor, ayúdame a poner las necesidades de los demás antes que las mías"
(de Filipenses 2:3-4).
"Señor, ayúdame hoy a hacer todo lo que haga para gloria Tuya"
(de Colosenses 3:23).
"Dame las fuerzas para hacer todo lo que Tú quieres que haga"
(de Filipenses 4:13).
Podría preguntar, "¿No se vuelve monótono el hecho de orar vez tras vez
la misma oración?" No. no sucede eso. En primer lugar, yo me aseguro de
tener una oración peligrosa que me apasione. En segundo lugar, el versículo
puede permanecer igual, pero mi oración diaria cambia conforme cambian
mis necesidades. No estoy orando vez tras vez la misma oración. Ese versículo
se aplica a mi vida de muchas maneras distintas. Por ejemplo, al escribir esto,
mi oración diaria actual es, "Señor, extiende tu mano y obra entre nosotros"
(de Hechos 4:30). He estado haciendo esta oración con respecto a mi
familia ("Señor, extiende tu mano y obra en las vidas de mis dos hijos") y con
respecto a las vidas de algunas personas por las cuales estoy orando ("Señor,
extiende tu mano y reconcilia ese matrimonio... sana esa enfermedad... salva
a ese hermano perdido..."). La oración toma formas distintas conforme la
aplico a necesidades distintas. El hecho de que yo haya tenido esta oración
durante un año no significa que ya "la hice" y que ya superé para siempre los
defectos de mi carácter. De hecho, sucede lo contrario. Entre más crezco, más
veo que me falta mucho por recorrer. Sin embargo, en el proceso me acerco
una pulgada más de donde estaba antes a la imagen de Cristo.
EVITE EL LEGALISMO.
Por otro lado, la convicción es más sutil porque es la obra del Espíritu
Santo (Juan 16:7-8). Es esa voz pequeña y tranquila que a veces se acompaña
de una emoción profunda, incluso de lágrimas, pero que tiene un impacto más
duradero que la emoción. El tener un devocional o memorizar versículos no es
algo que tiene que hacer. Es algo que quiere hacer. Percibe que Dios lo está
invitando a una comunión más profunda con El y usted responde. Las
personas que tienen una perspectiva sana de las disciplinas espirituales no se
perturbarán si pasan algunos días sin que hagan su devocional. Se sentirán
mal al respecto porque sinceramente extrañan esa reunión con el Señor, pero
se sienten atraídos hacia Dios en vez de alejados de Él. Una forma de discernir
si está llevando a cabo una disciplina espiritual por culpa o por convicción es
haciéndose esta pregunta, "¿Estoy llevando a cabo esta disciplina porque
siento que Dios se va a enojar conmigo si no lo hago, o lo estoy llevando a
cabo porque en lo profundo de mi ser me acerca a Dios?"
Durante la época en que fui pastor de jóvenes, escuché que dijo uno de
nuestros alumnos algo que me ha perturbado en gran manera, incluso hasta la
fecha. Dijo. "Yo no sé por qué lee mi papá la Biblia. Eso definitivamente no lo
hace una persona más amorosa." Sucede que el papá en cuestión era un pilar
de la iglesia y una persona conocida por su disciplina espiritual. Y sin embargo
lo único que veía su hijo era un hombre profundamente religioso y
espiritualmente disciplinado que era frío como el hielo, incluso a veces cruel.
Me encantaría poder decir que esta es una experiencia aislada, pero no lo es.
Lo he visto pasar cantidad de veces, y se me hace la más grande hipocresía.
¿Cómo podemos leer la Biblia y aun así estar faltos de amor? ¿Por qué se
considera que los cristianos de Estados Unidos son arrogantes y críticos en vez
de amorosos? ¿Cómo puedo salir de un devocional profundamente
significativo con el Señor y en diez minutos estarle gritando a mi esposa o a
mis hijos?
En Juan 5:39-47 Jesús censura a los fariseos por ser disciplinados en las
Escrituras a la vez que están faltos del amor de Dios en sus corazones. Se
sabían mucha información acerca de las Escrituras y sin embargo nunca vieron
en ellas a Jesús. Se sabían de memoria gran parte de las Escrituras y aun así su
mensaje pasó desapercibido para ellos. No permita que esto le suceda a
usted. Cuando lea la Biblia, piense en cómo lo puede aplicar a su vida. Esdras
era un hombre de la Biblia que preparó su corazón no solo para estudiar la
Palabra de Dios sino también para aplicarla a su vida (Esdras 7:10). La
transformación espiritual no sucede con llenar nuestras mentes de todo tipo
de conocimientos. Sucede cuando aplicamos a nuestras vidas lo que hemos
leído. Lea la Palabra de Dios con toda la intención de hacer lo que dice, y ello
cambiará su comportamiento.
Si el pasar tiempo con Dios no lo hace una persona más amorosa, no está
pasando tiempo con el Dios de la Biblia. La meta del ministerio de Pablo era
"el amor nacido de corazón limpio" (1 Timoteo 1:5). Jesús le dijo a Sus
discípulos, "Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como
yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán que
sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros" (Juan 13:34-35).
No era realmente un mandamiento nuevo para ellos, al igual que sucede con
nosotros. Ellos ya habían escuchado todo eso antes, igual que nosotros. Ese es
el problema. Lo hemos escuchado muchas veces, pero el escucharlo no nos ha
hecho personas más amorosas. Lo que es cierto para la raza humana entera es
cierto también para los artistas: si tenemos un chorro de talento, si somos
artistas exitosos, y si leemos diario la Biblia, pero no tenemos amor, somos
simplemente otro metal que resuena o un címbalo que retiñe (1 Corintios
13:1-4). Dallas Willard, al comentar acerca del famoso Capítulo del Amor en 1
Corintios, nos recuerda que el seguir una serie de reglamentos no nos hará
personas más amorosas, pero si moramos en el amor, seremos más pacientes
y amables y libres de celos:
Pablo está diciendo de forma muy sencilla - vea sus palabras - que el amor
es el que hace todas estas cosas, no nosotros, y que lo que tenemos que hacer
nosotros es seguir "el amor" (1 Corintios 14:1). Al "atrapar" el amor, veremos
que finalmente estas cosas sí están siendo realizadas por nosotros. Estas
cosas, estos actos y comportamientos piadosos, son el resultado de morar en
el amor. Nos hemos convertido en el tipo de persona que es paciente, amable,
libre de celos, y así sucesivamente... Definitivamente es muy difícil si no ha sido
transformado de manera importante en lo profundo de su ser, en la
complejidad de sus pensamientos, sentimientos, garantías, y disposiciones, de
tal forma que esté empapado de amor. Cuando suceda eso, ya no es difícil.
Ahora lo difícil sería actuar como actuaba antes.
1. ¿Qué tipo de actividades son vitales para que crezca cualquier relación
entre dos personas?
2. ¿Qué tipo de actividades son vitales para que crezca nuestra relación con el
Señor?
3. ¿Cuáles son algunos de los retos que enfrenta la gente al establecer un
devocional regular con el Señor?
4. ¿Piensa que es buena idea escribir en un diario? ¿Por qué sí o por qué no?
5. ¿Piensa que es buena idea usar una lista de peticiones? ¿Por qué sí o por
qué no?
6. ¿Tiene otras sugerencias para aquellos que apenas comienzan a establecer
la rutina de un devocional regular?
7. ¿Tiene otras sugerencias para aquellos cuyos devocionales se han vuelto
secos y aburridos?
8. En este momento, ¿dónde se encuentra espiritualmente? ¿Se siente
conectado con Dios o lejos de Él? ¿Qué puede hacer para conectarse
otra vez?
9. ¿Qué tipo de cosas hacen que se sienta cerca de Dios? (Por ejemplo, leer
la Biblia, caminar en la puesta del sol, escuchar cassettes (o CD) o
música de alabanza, ir a la iglesia, y así sucesivamente.) ¿Con qué
frecuencia incluye estas cosas en su rutina normal?
10. ¿Cómo podemos evitar volvemos legalistas con respecto a las disciplinas
espirituales?
PASOS DE ACCIÓN PERSONAL.
1. Identifique en qué disciplinas espirituales le gustaría ver más crecimiento
personal durante este año entrante.
2. En la iglesia antigua, los líderes estaban tan comprometidos con la oración y
con la Palabra de Dios que hacían todo lo posible por proteger esas dos
disciplinas como partes habituales de su itinerario. Incluso en Hechos 6
cambiaron toda la estructura de servicio de la iglesia para asegurar que los
líderes tuvieran más tiempo para la oración y para la Palabra de Dios.
Determine si hay cambios radicales que tenga que hacer para darse más
tiempo de tener comunión con Dios.
3. Decida qué versículos bíblicos quiere memorizarse para tenerlos en la
punta de la lengua. Escoja una persona hacia la cual puede hacerse
responsable con respecto a la memorización de las Escrituras.
4. Si está dispuesto a arriesgarse, escriba una oración de un renglón, basada
en un versículo bíblico, que quiera orar con sinceridad todos los días de
este año entrante. Escoja una persona hacia la cual puede hacerse
responsable con respecto a su oración peligrosa diaria.
5. Busque maneras tangibles de demostrarle amor a las personas con las que
se topará hoy.