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Todo Creyente Es Sacerdote

Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para
que anunciéis las virtudes de Aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable. -l Pedro 2:9

Introducción: Uno de los rasgos que más contraste demuestra entre el catolicismo y la doctrina
bautista es el concepto de cómo acercarse a Dios. El catolicismo ha adoptado una mezcla de
judaísmo y paganismo en el desarrollo de su sistema sacerdotal. De hecho no hay conexión
verdadera entre un sacerdote católico y lo que fueron los sacerdotes judíos; TODO es diferente.
En contraste, los bautistas de todos los siglos y de todos los lugares del mundo siempre han
llegado a la misma conclusión: desde la venida del Señor Jesucristo y su muerte y resurrección, el
hombre pecador tiene acceso al Padre por medio de Cristo puesto que El es el único mediador
entre Dios y los hombres. (1ª Tim. 2:5) ¿Cómo es posible que gente tan diversa como son los
bautistas a lo largo de veinte siglos llegasen a la misma enseñanza al respecto? Es porque los
bautistas siempre vuelven a la Biblia como su única autoridad de fe y práctica. Aunque los
bautistas pueden diferir en otros puntos, la doctrina del sacerdocio de cada creyente es tan clara
en la Biblia que solamente puede tener una interpretación.

¿Qué significa exactamente el sacerdocio de cada creyente o el sacerdocio universal?

Esto significa que cada creyente «nacido de nuevo» puede orar a Dios directamente por medio de
Jesucristo, el Sumo Sacerdote, sin mediación humana.

A. El Sacerdocio Universal - Cada Creyente es su Propio Sacerdote:

1. Una Distinción:

a. Un profeta habla de parte de Dios al hombre.

b. Un sacerdote es un intermediario entre el hombre y Dios. Antes de poder hacer


intercesión el sacerdote tenía que ofrecer los sacrificios requeridos para aplacar la ira de Dios.

c. Ambos oficios se cumplieron en el Señor Jesucristo.

2. El Trasfondo del Sacerdocio Universal: Un sacerdote es un mediador entre Dios y los hombres.
El va a Dios a favor del pueblo. Esto ceso cuando el velo del templo se rasgo cuando Cristo murió;
esto mostró que todos, no solamente los sacerdotes; podían entrar en la presencia de Dios sobre
la base de la obra de Cristo. Todos tenemos el mismo nivel ante Dios y todo creyente tiene el
mimo acceso mediante Jesucristo

a. Cuando Dios sacó a Israel de Egipto les ofreció entrar en una relación con ellos donde todos
formarían un reino de sacerdotes. Aunque el pueblo respondió a una diciendo que sí (Ex. 19:5-8),
poco tiempo después perdieron ese privilegio cuando rindieron culto al becerro de oro. En aquel
día cuando Moisés les confrontó fueron los levitas los que se pusieron al lado de Jehová y así se
consagraron a El (Ex. 32:26-29). Dios entonces tomó a los levitas como sacerdotes en lugar de los
primogénitos que le fueron consagrados desde el día en que hizo morir a todos los primogénitos
en la tierra de Egipto (Núm. 3:12-13). Lo que tuvo que haber sido un privilegio universal terminó
siendo el privilegio de una sola tribu.

b. Dios dio la profecía del sacerdocio universal por medio de su profeta Jeremías al declarar que
establecería un nuevo pacto con Israel (31:33-34). El autor de la Epístola a los Hebreos declara que
el nuevo pacto fue establecido con la venida de Jesucristo y confirmado con su muerte. Desde la
muerte de Cristo el nuevo pacto (o testamento) es vigente (He. 8:8-13; 9:15-17). La conclusión
lógica es que tenemos libertad para entrar en el Lugar Santísimo—a la misma presencia de Dios
Padre—por medio de la sangre de Jesucristo (He. 10:19-22), es decir, cada creyente es su propio
sacerdote. El privilegio del sacerdote es su acceso directo a Dios.

c. Aludiendo al pacto que Dios quiso establecer con todo Israel, Pedro declara que los creyentes
formamos un linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios

(2 PEDRO. 2:9). En otras palabras, cada creyente es su propio sacerdote. La gente que todavía
depende de un sacerdote se le niega el acceso directo a Dios el Padre como si el sacerdote tuviera
un nivel más alto que ellos mismos anta Dios

3. La Base del Sacerdocio Universal

a. Cristo es nuestro Gran Sumo Sacerdote (He. 4:14-16; 10:19-22). Podemos acercarnos
confiadamente al trono de Dios porque Cristo nos abrió el camino.

b. Cristo es nuestro único Mediador (lª Ti. 2:5; He. 7:24-27; Efe. 2:18; Jn. 14:6; la Jn. 2:1). La Biblia
afirma varias veces que Cristo es el único Mediador.

c. Cristo nos hizo sacerdotes (Ap. 1:5-6; 5:10). Cristo nos hizo sacerdotes para poder disfrutar de
una relación personal con Dios.

Nota: El Nuevo Testamento no sólo desconoce el uso de otros mediadores - sean santos, ángeles,
sacerdotes de oficio, o la mismísima virgen María - sino que los repudia tajantemente.

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