Вы находитесь на странице: 1из 17

Bioética biocéntrica

ISSN 2007-3380
REVISTA BIO CIENCIAS
http://biociencias.uan.edu.mx

Bioética y biocentrismo:
dilemas en las condiciones actuales
Girón-Pérez M. I.

Universidad Autónoma de Nayarit, Secretaría de Investigación y Posgrado. Laboratorio de Inmunotoxicología.


Cd de la Cultura, Amado Nervo s/n. Tepic Nayarit, México. C.P. 63190. Teléfono: (311) 2118800, ext 8922.
Correo electrónico: ivan_giron@hotmail.com

“¿Cómo podríais comprar o vender el cielo, el calor de la


tierra? Esta idea nos parece extraña. No somos duños de
ODIUHVFXUDGHODLUHQLGHOUHÀHMRGHODJXD
¿Cómo podríais comprárnoslos?”

La frase escrita líneas arriba hace referencia


sobre el aprovechamiento utilitarista que el hombre ha
hecho de la naturaleza, dejando en segunda instancia la
preservación y respeto de la misma por el sólo hecho de
su valor intrínseco. Figura 1. Organización de los seres vivos desde
un punto de vista antropocéntrico y biocentrico
En tiempos en los cuales la globalización impera en el mun- PRGL¿FDGDGHKWWSZZZWUDQVLFLRQVRVWHQLEOHFRP
do, la riqueza de un país no sólo se mide por el capital eco-
nómico y humano del mismo, sino que ha surgido el con- Sin embargo, es importante no caer en posturas radica-
cepto de capital natural. Bajo esa designación se integran les, también conocido como biocentrismo “duro”; porque
ORVEHQH¿FLRVWDQJLEOHVHLQWDQJLEOHVTXHVHGHULYDQGHOD entonces se corre el riesgo de enfrentar problemas mo-
naturaleza para provecho del ser humano y que de acuerdo rales cotidianos como decidir no comer animales o le-
a ciertos criterios, pueden ser valorados económicamente. chugas, porque tienen el mismo derecho que “yo” como
Sin embrago, esta es una postura antropocentrista, que pro- humano. De esta manera, aquí se aplica uno de los prin-
mueve el valor utilitario de los animales y el resto de las for- FLSLRVGHODELRpWLFDHOSUHFHSWRGHODQRPDOH¿FHQFLD\
mas de vida. De esta manera, ahora tenemos a profesiona- EHQH¿FHQFLD /H\WRQ 
les alrededor del mundo, haciendo cálculos para determinar
cuánto cuesta, por ejemplo, una hoja de mangle, un litro de Por otra parte es importante reconocer que dado la con-
agua de un rio no contaminado en comparación con la del rio dición, evolutiva de los organismos, el ser humano ha
contaminado, generando así los llamados servicios ecosis- generado estructuras neuronales complejas. En este
témicos (Camacho-Valdez y Ruiz-Luna, 2012). sentido, es prácticamente imposible no ver al mundo
desde una manera no antropocentrada, precisamente
No obstante, desde un punto de vista netamente biológico, porque nosotros (humanos) somos nosotros. Sin em-
todos los seres vivos compartimos el mismo valor, el valor bargo, es importante mencionar que esta forma de “ver”
intrínseco de la vida. En este sentido, bajo este argumento el mundo tampoco es exclusiva de los humanos, todos
surge la corriente bioética biocéntrica, la cual no contempla los animales a lo largo de la evolución han preservado
al hombre en el centro de la escena, sino que lo pone como los “genes egoístas”, los cuales permiten en gran medi-
una especie interrelacionada con el resto de los seres vivos. da la supervivencia del individuo y de su descendencia
Lo anterior basado en que todos los organismos estamos directa (nótese, biológicamente lo demás no importa).
sujetos a las leyes de la genética y la selección natural, esto No obstante, el hombre es quizá el único animal que tie-
hace que los humanos, como entes biológicos, no seamos ne la capacidad técnico-científica para destruir la vida
mejores, ni especiales, en comparación con el resto de las en la tierra, así pues tiene una responsabilidad mayús-
IRUPDVGHYLGD 'DZNLQV  ¿JXUD  cula. Y es que, es de conocimiento general que aquello

Revista Bio Ciencias 2(3)(Supl 1): 66-67 66


I Diplomado en Bioética - UAN

que hasta ahora distingue al planeta Tierra de cualquier Por lo anterior, a pesar de que los animales “hemos nacido
otro planeta, es la vida (Dawkins, 1993). egoístas”, los esfuerzos de la humanidad deben apuntar a
una reconciliación de los seres humanos con su hábitat (ge-
De esta manera, una postura biocéntrica no radical, que re- nes altruistas vs genes egoístas) y con la dignidad de la na-
conozca las capacidades que debidas a la evolución están turaleza, teniendo como base el desarrollo sustentable. De
presentes en el hombre, es clave para la sostenibilidad de las esta manera, el ser humano debe generar una cultura menos
especies en el planeta. Así, el ser humano tiene la obligación antropocéntrica, y por ende mucho menos egocéntrica. Pero
moral de actuar pensando en la suerte de los otros, de evitar seguramente esa visión antropocentrista tiene sus origines, in-
la destrucción de la existencia humana y de velar por el cui- cluso, en cuestiones evolutivas. Es decir el ser humano debe
dado de la naturaleza para las generaciones futuras. Todo lo también asegurar su supervivencia como especie. Por lo tan-
anterior, para lograr una mejor calidad de vida, con base en to, en las condiciones de deterioro actuales del estado, país,
ORVSULQFLSLRVpWLFRVEiVLFRVFRPRODQRPDOH¿FHQFLDMXVWLFLD\ planeta y biósfera, una visión “biocéntrica utilitaria”, o al menos
responsabilidad (Leyton, 2009). “antropocéntrica responsable” es bienvenida.

Literatura citada

Camacho-Valdez, V., y Ruiz-Luna, A. 2012. Marco conceptual y clasificación de los servicios ecositémicos. Revista
Bio Ciencias 1(4):3-15.
Dawkins, R. 1993. El gen egoísta Las bases biológicas de nuestra conducta. Ed. Salvat, Madrid. 289 pp.
Fundación Transición sostenible. En KWWSZZZWUDQVLFLRQVRVWHQLEOHFRPHFR¿ORVR¿DGLVFLSOLQD\DUWHHQODUHODFLRQGHO
hombre-con-la-naturaleza.htm/ecocentrismo-vs-antropocentrismo-transicion-sostenible, última consulta: 20 de
agosto de 2013.
Leyton, F. 2009. Ética medio ambiental: una revisión de le ética biocentrista. Revista de Bioética y Derecho 16:40-44.

Información del artículo


Recibido: 24 de junio de 2013
Aceptado: 1 de octubre de 2013

Como citar este documento: Girón-Pérez M. I. Bioética y Biocentrismo: Dilemas en las Condicio-
nes Actuales. Revista Bio Ciencias 2013; 2(3)(Supl 1): 66-67.

Revista Bio Ciencias 2(3)(Supl 1): 66-67 67


ISSN 2007-3380
REVISTA BIO CIENCIAS
http://biociencias.uan.edu.mx

%LRpWLFD\HOXVRGHRUJDQLVPRVJHQpWLFDPHQWHPRGL¿FDGRV

Bernal-Hernández, Y. Y.

Universidad Autónoma de Nayarit, Unidad Académica de Ciencias Químicas


Biológicas y Farmacéuticas. Cd de la Cultura, Amado Nervo s/n. Tepic Nayarit, México. C.P. 63190.
Teléfono: (311) 2118800 ext. 8919. Correo electrónico: yael.yvette@gmail.com

(Q OD DFWXDOLGDG OD PRGL¿FDFLyQ JHQpWLFD GH HQHODIiQGHOXFURGRQGHORVDJULFXOWRUHV\JUDQMHURV


SODQWDV DQLPDOHV \ RWURV RUJDQLVPRV VH KD LQWHQVL¿FDGR VRQH[FOXLGRVHQODWRPDGHGHFLVLRQHVVREUHHOPHMRUD-
FRQVLGHUDEOHPHQWH'HVGHKDFHSRFRPiVGHDxRVHO PLHQWRHQODYDULHGDGGHVXVSURGXFWRV\VHFRQYLHUWHQ
VHUKXPDQRKDXWLOL]DGRRUJDQLVPRVJHQpWLFDPHQWHPRGL- HQLQVWUXPHQWRSDUDSRQHUHQPDUFKDODJHQHUDFLyQGH
¿FDGRV 2*0 RWUDQVJpQLFRV\ORVSURGXFWRVTXHGHHOORV QXHYDVHVSHFLHV =DYDOD1~xH] 
VHREWLHQHQSDUDFRDG\XYDUHQODVROXFLyQGHSUREOHPDV
H[LVWHQWHVHQGLYHUVRVVHFWRUHVWDOHVFRPRVDOXGS~EOLFD 3RURWURODGRORVSURFHVRVDVRFLDGRVDODSDWHQWDELOLGDGGH
SURGXFFLyQGHDOLPHQWRV\HQODUHFXSHUDFLyQGHHFRVLVWH- ODGLYHUVLGDGELROyJLFDHVWiQIXHUWHPHQWHUHODFLRQDGRVFRQ
PDVFRQWDPLQDGRV &,%,2*(0  WHPDVGHWLSRHFRQyPLFR\GHSRGHUKDFLHQGRDXQODGR
OD DXWRQRPtD GH ORV SXHEORV RULJLQDULRV VREUH VX SURSLR
/RV RUJDQLVPRV WUDQVJpQLFRV VRQ REWHQLGRV PHGLDQWH WpF- HQWRUQR QDWXUDO 5RGUtJXH]<XQWD   &RQ UHVSHFWR D
QLFDVGHELRORJtDPROHFXODUDWUDYpVGHFDPELRV\FRPELQD- ODDXWRQRPtDVHFXHVWLRQDHOGHUHFKRTXHWLHQHQORVFRQ-
FLRQHVFRQWURODGDVGHO$'1GHGRVRPiVRUJDQLVPRVSDUD VXPLGRUHVDVDEHUTXHHVWiQFRPLHQGR2*0SRUORTXH
REWHQHUFRQGLFLRQHVHVSHFt¿FDVHQHOORV 6$*$53$  VHGHEHUtDQDSOLFDUUHJXODFLRQHVSDUDTXHVHHWLTXHWHQORV
(QHVWHSURFHVRH[LVWHXQDLQWHUYHQFLyQGLUHFWDHLQWHQFLRQDO SURGXFWRVGHULYDGRVGHpVWRV%DMRHOSULQFLSLRGHEHQH¿-
GHODWHFQRORJtD\ODLQJHQLHUtDJHQpWLFDORTXHORVFRQYLHUWH FHQFLDVHFXHVWLRQDSRUTXHQRVHXVDQORV2*0SDUDDOL-
HQSURGXFWRVWHFQROyJLFRV 5RGUtJXH]<XQWD  PHQWDUDOPXQGRTXHSDVDKDPEUH$VtFRPRODLQMXVWLFLD
HQHOVLVWHPDGHSDWHQWHV\DTXHQRVHUHFRQRFHODDSRU-
$FWXDOPHQWHPiVGHPLOORQHVGHKHFWiUHDVVHFXOWLYDQ WDFLyQGHORVFRQRFLPLHQWRVWUDGLFLRQDOHVHQODSDWHQWHGH
FRQSODQWDVWUDQVJpQLFDVHQSDtVHVPLVPRVTXHVHFRQ- QXHYRVSURGXFWRVGHRULJHQELROyJLFRSDUDXQDGLVWULEXFLyQ
VXPHQHQSDtVHVSRUPiVGHPLOORQHVGHKDELWDQWHV HTXLWDWLYD GH EHQH¿FLRV 6L ELHQ OD FLHQFLD PRGHUQD VyOR
&,%,2*(0   (Q 0p[LFR ORV SULQFLSDOHV SURGXFWRV UHFRQRFHFRPRFRQRFLPLHQWRYiOLGRDTXpOJHQHUDGRHQOD-
GHULYDGRVGHHVWDELRWHFQRORJtDVRQVR\DPDt]DOJRGyQ ERUDWRULRVSRUHOVLVWHPDGHSDWHQWHV/DVSREODFLRQHVTXH
FDQRODSDSD\DSDSD\MLWRPDWH 6$*$53$  XVDQORVRUJDQLVPRVRULJLQDULRVQRUHFLEHQQLQJ~QWLSRGH
FRPSHQVDFLyQ PiV ELHQ VH H[SORWDQ VXV FRQRFLPLHQWRV
/D JHQHUDFLyQ GH DOLPHQWRV WUDQVJpQLFRV VX XVR \ SDUDEHQH¿FLRGHWHUFHURV
GLVWULEXFLyQ KD JHQHUDGR GLYHUVDV SRVWXUDV GHVGH HO
SXQWR GH YLVWD ELRpWLFR GHELGR D TXH QR VH WLHQH FHU- $VLPLVPRHVLPSRUWDQWHDQDOL]DUORVULHVJRVGHORV2*0
WH]D VREUH ORV HIHFWRV DGYHUVRV HQ OD VDOXG KXPDQD \ DQWHVGHVHUOLEHUDGRVDOPHUFDGRHYDOXDUVXWR[LFLGDG\R
HO DPELHQWH /LQDUHV6DOJDGR PHQFLRQD TXH QRV HQ- DOHUJHQLFLGDGDVtFRPRODSRVLEOHWUDQVIHUHQFLDGHJHQHV
FRQWUDPRVDQWHXQSRVLEOHFDPELRGHSDUDGLJPDHQOD DSREODFLRQHVVLOYHVWUHV 5RGUtJXH]<XQWD /RDQWH-
HYROXFLyQGHODVHVSHFLHVSRUODLQWHUYHQFLyQGHOVHUKX- ULRUVHGHEHFRQVLGHUDUHQODWRPDGHGHFLVLRQHV\SHQVDU
PDQR\DTXHORVPHFDQLVPRVGHVHOHFFLyQQDWXUDO\GH HQ ODV FRQVHFXHQFLDV TXH SXHGH VXSRQHU HQ HFRORJtD OD
VXSHUYLYHQFLDGHOPiVDSWRSRUORVTXHVHULJHODHYR- LQWURGXFFLyQQRFRQWURODGDGH2*0(QEDVHDOSULQFLSLRGH
OXFLyQSXHGHQVHUWUDQVIRUPDGRVSRUXQPHFDQLVPRGH QRPDOH¿FHQFLDHVWHWHPDFUHDODREOLJDFLyQGHHVWDEOHFHU
VHOHFFLyQDUWLILFLDOGRQGHVHHOLPLQDQODVEDUUHUDVHQWUH SROtWLFDVDPELHQWDOHV\UHJXODFLRQHVVREUHHOXVRGHWUDQV-
HVSHFLHV$XQDGRDORDQWHULRUVHDxDGHHOSUREOHPDGH JpQLFRV 5RGUtJXH]<XQWD 'HVGHHOSXQWRGHYLVWD
TXHODIXHU]DPRWLYDGRUDGHPRGLILFDFLyQVHHQFXHQWUD pWLFRVHKDGLVFXWLGRFRQpQIDVLVVREUHODSDWHQWHGH2*0

Revista Bio Ciencias 2(3)(Supl 1): 68-69 68


Colegio de Bioética A.C.

DQLYHOPXQGLDOGHELGRDTXHQRVDOYDJXDUGDODHTXLGDGQL HQODDFWXDOLGDGQRHVVRFLDOPHQWHYLDEOHHQORVSDtVHVHQ
FXPSOHFRQORVUHTXLVLWRVDSOLFDGRVDXQDSDWHQWH 5RGUt- GHVDUUROOR\DTXHQRSHUPLWHUHGLVWULEXLUORVSURGXFWRV\VH
JXH]<XQWD-DVDQRII /RPiVFXHVWLRQDEOHHV HOLPLQDDORVDJULFXOWRUHVSURGXFWRUHVFRQYLUWLpQGRORVHQLQ-
ODFRQVLGHUDFLyQGHTXHORV2*0FRQVWLWX\HQXQDLQQRYD- WHUPHGLDULRVGHSHQGLHQWHVGHODVHPSUHVDVTXHGRPLQDQHO
FLyQ\DTXHODWpFQLFDGHSURGXFFLyQGH2*0KDVLGRDP- PHUFDGR\FRPRUHVXOWDGRQRVHWUDQV¿HUHWHFQRORJtDQRVH
SOLDPHQWHGLYXOJDGDOR~QLFRQXHYRHQHVWRVRUJDQLVPRV IRPHQWDQIXHQWHVGHWUDEDMRQLFUHFLPLHQWRHFRQyPLFR
HVHOJHQTXHVHWUDQV¿HUH\pVWHSRUORJHQHUDOKDVLGR
GHFRQRFLPLHQWRS~EOLFRDQWHVGHODSURGXFFLyQGHO2*0 $ERUGDUHVWHWHPDVLJQLILFDUHIOH[LRQDUVREUHODVDFFLR-
5RGUtJXH]<XQWD 'HHVWDPDQHUDQRVHFRQVLGHUD QHV D WRPDU FRQVLGHUDQGR HO EDODQFH ULHVJREHQHILFLR
pWLFR DSURSLDUVH GH XQ DWULEXWR GH OD QDWXUDOH]D SRU PiV HQ HO GHVDUUROOR VRFLDO eWLFDPHQWH VH GHEH HYLWDU XQD
TXHVHOHKD\DPRGL¿FDGR FRQFHSFLyQLQVWUXPHQWDOGHODQDWXUDOH]D/RVVHUHVKX-
PDQRV DKRUD WLHQHQ XQ JUDQ SRGHU VREUH OD QDWXUDOH-
'HELGR D OR DQWHULRU GLYHUVRV DXWRUHV FRLQFLGHQ HQ TXH OD ]DJUDFLDVDODELRWHFQRORJtDODYLGDVHSXHGHDOWHUDU\
¿ORVRItDTXHIXQGDPHQWDODSURGXFFLyQGHWUDQVJpQLFRVFD- PDQLSXODU HQ JUDQ PHGLGD OR TXH UHTXLHUH UHJXODFLyQ
UHFHGHVXVWHQWR\DTXHVHEDVDHQLQWHUHVHVHFRQyPLFRV (VWRMXVWLILFDTXHVHHVWDEOH]FDQOtPLWHVHQODDFWXDFLyQ
PiVTXHHQSURGXFLUEHQH¿FLRVVRFLDOHV(OYHUGDGHURIXQ- KXPDQD VREUH OD QDWXUDOH]D SDUD LPSHGLU TXH VH FRQ-
GDPHQWRGHEHUtDVHUGLVPLQXLUHOXVRGHLQVXPRVTXtPLFRV VLGHUH D ORV VHUHV YLYRV FRPR REMHWRV VXVFHSWLEOHV GH
DXPHQWDU OD SURGXFWLYLGDG GLVPLQXLU FRVWRV \ SUHVHUYDU HO DSURSLDFLyQ(QHVWHVHQWLGRODREOLJDFLyQGHORVHVWD-
PHGLRDPELHQWH0XFKRVHKDEODGHFRPEDWLUHOKDPEUHHQ GRV\RUJDQLVPRVQDFLRQDOHVHLQWHUQDFLRQDOHVHVYHODU
HOPXQGRGRQGHH[LVWHHVFDVHVGHDOLPHQWRV\GHVQXWULFLyQ SRUODSURWHFFLyQ\XVRVRVWHQLEOHGHUHFXUVRVELROyJLFRV
VHPEUDQGRWUDQVJpQLFRVDGDSWDGRVDFRQGLFLRQHVDPELHQ- \JHQpWLFRVH[LVWHQWHVHQFDGDUHJLyQDVtFRPRFXLGDU
WDOHV GHVIDYRUDEOHV VHTXtD DFLGH] VDOLQLGDG KHODGDV  TXH ORV FRQRFLPLHQWRV WUDGLFLRQDOHV VHDQ YDORUDGRV HQ
SHUR OD GLVSRQLELOLGDG GH DOLPHQWRV WUDQVJpQLFRV QR GLVPL- ODFDGHQDGHSURGXFFLyQFLHQWtILFD(QJHQHUDOSDUDTXH
QX\HHOKDPEUHVLORVDJULFXOWRUHVQRSXHGHQSURGXFLUORVR H[LVWDXQEHQHILFLRUHDOVHQHFHVLWDHQFRQWUDUPHMRUHV
ODSREODFLyQORFDOQRORVSXHGHFRPSUDU(OHVTXHPDHFRQy- IRUPDVGHUHJXODUODDSOLFDFLyQGHOGHVDUUROORELRWHFQR-
PLFRTXHPDQWLHQHODSURGXFFLyQGHDOLPHQWRVWUDQVJpQLFRV OyJLFRHQODSURGXFFLyQ\XVRUHVSRQVDEOHGH2*0

Literatura citada

&,%,2*(0&RPLVLyQ,QWHUVHFUHWDULDOGH%LRVHJXULGDGGHORV2UJDQLVPRV*HQpWLFDPHQWH0RGL¿FDGRV3RUXQXVRUHVSRQVDEOH
GHORVRUJDQLVPRVJHQpWLFDPHQWHPRGL¿FDGRV$FDGHPLD0H[LFDQDGH&LHQFLDV>VHULHHQLQWHUQHW@(Qhttp://
www.cibiogem.gob.mx/Docum_interes/Documents/Uso-responsable-OGM.pdf, ~OWLPDFRQVXOWDGHPD\RGH
-DVDQRII6'HVLJQVRQQDWXUHVFLHQFHDQGGHPRFUDF\LQ(XURSHDQGWKH8QLWHG6WDWHV3ULQFHWRQ8QLYHUVLW\
3UHVVSS
5RGUtJXH]<XQWD(5HÀH[LyQELRpWLFDVREUHHOXVRGHRUJDQLVPRVJHQpWLFDPHQWHPRGL¿FDGRV%LRϏ7KLNRV
6$*$53$6HFUHWDUtDGH$JULFXOWXUD*DQDGHUtD'HVDUUROOR5XUDO3HVFD\$OLPHQWDFLyQ/DELRWHFQRORJtDPRGHUQDHQ0p-
[LFR/RVJUDQGHVWHPDVGHODDJULFXOWXUDPXQGLDO>VHULHHQLQWHUQHW@(Qwww.sagarpa.gob.mx/.../6_La-
BiotecnologiaModernaEnMexico.pdf, ~OWLPDFRQVXOWD GHPD\RGH
=DYDOD 1~xH]$ %LRpWLFD \ DOLPHQWRV WUDQVJpQLFRV (QWUHYLVWD FRQ HO 'U -RUJH (QULTXH /LQDUHV 6DOJDGR 5HYLVWD 'LJLWDO
8QLYHUVLWDULD81$0>VHULHHQLQWHUQHW@  (Qhttp://www.revista.unam.mx/vol.10/num4/art21/int21.htm,
~OWLPDFRQVXOWDGHPD\RGH

Información del artículo


5HFLELGRGHMXQLRGH
$FHSWDGRGHRFWXEUHGH

Como citar este documento: %HUQDO+HUQiQGH]<<%LRpWLFD\XVRGHRUJDQLVPRVJHQpWLFDPHQWH


PRGL¿FDGRVRevista Bio Ciencias   6XSO .

Revista Bio Ciencias 2(3)(Supl 1): 68-69 69


ISSN 2007-3380
REVISTA BIO CIENCIAS
http://biociencias.uan.edu.mx

Los derechos de los animales

Robledo-Marenco, M.L.

Universidad Autónoma de Nayarit, Secretaría de Investigación y Posgrado,


HGL¿FLR&(0,&&GGHOD&XOWXUD³$PDGR1HUYR´61&37HSLF1D\DULW0p[LFR
7HO  H[W&RUUHRHOHFWUyQLFRORURPD#JPDLOFRP

El hombre ha utilizado a los animales con dife- HV SHUPLWLGR HIHFWXDU DOJ~Q WLSR GH WLUDQtD R FUXHOGDG KD-
UHQWHV ¿QHV WDOHV FRPR SURGXFWLYRV ODERUHV GHO FDPSR cia alguna criatura nacida, que este normalmente retenida
JXDUGLDQHV EXVFDGRUHV GH GURJDV SDUD UHVFDWHV GLYHU- SDUD XVR KXPDQR´ )UDQFLRQH   /D FRUULHQWH SXULWD-
VLyQ FD]DFLUFRHVSHFWiFXORV DFRPSDxDPLHQWRH[SHUL- QD DVRFLDED HO PDOWUDWR GH ORV DQLPDOHV D ERUUDFKHUDV \
PHQWDFLyQDOLPHQWDFLyQ\YHQHUDFLyQUHOLJLRVDHQWUHRWURV SHUH]D 3RVWHULRUPHQWH VH HVWLJPDWL]y HO PRYLPLHQWR SX-
ULWDQR HQ HO UHLQDGR GH &DUORV ,, \ ODV SHOHDV GH WRURV VH
/DGHIHQVDGHORVGHUHFKRVGHORVDQLPDOHVLQGHSHQGLHQ- OHJDOL]DURQ HQ ,QJODWHUUD \ IXH KDVWD  TXH TXHGDURQ
WHPHQWH GH OD HVSHFLH KD JHQHUDGR GRFWULQDV \ PDUFRV SURKLELGDVGHKHFKR,QJODWHUUDKDVLGRXQRGHORVSULPH-
jurídicos que consideran a los animales tanto en su am- URV SDtVHV HQ DEROLU ORV HQFLHUURV \ ODV FRUULGDV GH WRURV
ELHQWHQDWXUDOFRPRHQHOWUDWRTXHUHFLEHQGHOKXPDQR/D )UDQFD7DUUDJy 
KLVWRULDUH¿HUHSXQWRVGHYLVWD\WHQGHQFLDVVREUHHOWUDWRD
ORVDQLPDOHVHQWUHHOODVFDEHPHQFLRQDUD3LWiJRUDVFRQ- 8QRGHORVGHIHQVRUHVPiVFRQYHQFLGRVGHORVGHUHFKRV
VLGHUDGRHOSULPHU¿OyVRIRGHORVGHUHFKRVDQLPDOHVTXH animales es Peter Singer que considera que la crianza
estableció que “el hombre y los animales tenían el mismo LQWHQVLYDFRQ¿QHVGHDOLPHQWDFLyQKXPDQDHOPDOWUDWR
WLSRGHDOPD´ 9LROLQ (QRWURFRQWH[WROD%LEOLDHQ FRQ¿QHVUHFUHDWLYRVRFRPHUFLDOHV\ODH[SHULPHQWDFLyQ
DOJXQDVSDUWHVGHO$QWLJXR7HVWDPHQWRMXVWL¿FDHOXVRGH LQMXVWL¿FDGDHQHOiPELWRFLHQWt¿FRVRQSUiFWLFDVLQPR-
DQLPDOHVFRPRDOLPHQWRVXVDFUL¿FLRSRUPRWLYRVUHOLJLR- UDOHV 6XJLHUH OD DOLPHQWDFLyQ YHJHWDULDQD FRPR XQD
VRV\HOPDOWUDWRDORVPLVPRVDGHPiVGHODVFRQVLGHUD- IRUPD GH ERLFRWHDU ODV DFWLYLGDGHV GH FUtD LQWHQVLYD GH
FLRQHVTXHVHGHEHUtDQGDUDFLHUWRVDQLPDOHVSRUPDQGD- ORVDQLPDOHVSDUDODDOLPHQWDFLyQKXPDQDDGPLWHFRPHU
WRGHGLRV *pQHVLV'HXWHURQRPLR  SHFHV \D TXH HVWRV QR IXHURQ REMHWR GH FUtD LQWHQVLYD
FRPRHQRWURVWLSRVGHDQLPDOHV JDQDGRRYLQRYDFXQR
Las ideas que surgieron respecto a los derechos de los SRUFLQR DYHV  6LQJHU SURSRQH OD SUiFWLFD GH ODV ³tres
DQLPDOHVQRIXHURQFRQVLGHUDGDVLPSRUWDQWHVGHQWURGHO R´  5HHPSOD]R GH ORV DQLPDOHV GH H[SHULPHQWDFLyQ
derecho romano puesto que consideraban a los animales VLHPSUH TXH VHD SRVLEOH  5HGXFFLyQ GHO Q~PHUR GH
como “FRVDV TXH QR SXHGHQ WHQHU GHUHFKRV´ +XIIPDQ DQLPDOHV GH H[SHULPHQWDFLyQ \  5H¿QDPLHQWR GH ORV
 \HQODDQWLJXD5RPDHUDQSUHSDUDGRVYLYRVSDUDOD SURFHGLPLHQWRVXVDGRVFRQHO¿QGHFDXVDUOHVHOPtQLPR
FRPLGDDGHPiVGHPDWDUDPXFKRVSRUGLYHUVLyQHQORV VXIULPLHQWR 6LQJHU 
IDPRVRVMXHJRVURPDQRV
2WURGHIHQVRUGHORVGHUHFKRVDQLPDOHVIXH7RP5HDJDQ
([LVWHQQXPHURVRVUHODWRVVREUHHOPDOWUDWRDORVDQLPD- TXLHQGHQWURGHXQDSHUVSHFWLYDGHRQWROyJLFD GHOGHEHU\
OHVEDVDGRVHQTXHVRQLQFDSDFHVGHVHQWLUGRORUSRUTXH ODVQRUPDVPRUDOHV DIDYRUGHORVDQLPDOHVSRVWXOyTXH
QRWLHQHQDOPD\HVWRORVKDFHHVWDUIXHUDGHFXDOTXLHUFRQ- las criaturas como “sujetos de una vida” tienen el mismo
VLGHUDFLyQPRUDO/DVSULPHUDVVRFLHGDGHVGH³SURWHFFLyQ YDORUPRUDOTXHWLHQHQORVVHUHVKXPDQRV6HJ~Q5HDJDQ
animal´ DSDUHFLHURQ GXUDQWH OD UHYROXFLyQ LQGXVWULDO \ HQ ORV PDPtIHURV D SDUWLU GH XQ DxR GH HGDG SHUWHQHFHQ D
este período se defendían a los animales maltratados prin- HVWDFDWHJRUtD\HVFRPSDUDEOHDOGHUHFKRDODYLGDTXHWLH-
FLSDOPHQWH FDEDOORV DVQRV \ PXODV XWLOL]DGRV FRPR DQL- QHQORVKXPDQRV\TXHDPEDVHVSHFLHVWLHQHQORVPLVPRV
PDOHV GH WUDFFLyQ (QHO VLJOR ;9,,ORV SXULWDQRV FUHDURQ GHUHFKRV 'H LJXDO IRUPD TXH XQ GpELO PHQWDO R XQ QLxR
OH\HV GH SURWHFFLyQ DQLPDO HQ ,QJODWHUUD HQWUH HOORV HVWi SHTXHxRHODQLPDOWLHQHGHUHFKRVLQDOLHQDEOHVSRUHOKH-
Nathaniel Ward quien mencionó que “a ningún humano le cho de ser “sujeto de vida´(QFRQVHFXHQFLDSURSRQHODV

Revista Bio Ciencias 2(3)(Supl 1): 70-73 70


,'LSORPDGRHQ%LRpWLFD8$1

FRQGXFWDVPRUDOHVVLJXLHQWHVDEROLFLyQWRWDOGHOXVRGH \ TXH GHEHUtDQ SURKLELUVH WRWDOPHQWH7DPELpQ VH XVDQ


DQLPDOHVSDUDLQYHVWLJDUDEDQGRQRWRWDOGHODJDQDGH- DQLPDOHVHQULWXDOHVUHOLJLRVRVTXHWHUPLQDQHQHOVDFUL-
UtD\VXSUHVLyQGHODFD]D\FDSWXUDFRPHUFLDO\GHSRUWLYD ¿FLR GHO PLVPR HVWD VLWXDFLyQ SRGUtD DFHSWDUVH VL KD\
KWWSHVZLNLSHGLDRUJZLNL7RPB5HJDQ  DWXUGLPLHQWRGHODQLPDOSDUDGLVPLQXLUVXGRORUSUHYLRDO
GHJROODPLHQWRRHVWUDQJXODFLyQ
9ROYLHQGR D 6LQJHU SDUD pO HV VX¿FLHQWH TXH VH DFHSWH
TXHORVDQLPDOHVWLHQHQFDSDFLGDGGHH[SHULPHQWDUSODFHU Otro aspecto de la utilización de los animales es en la
\ GRORU 6X SRVLFLyQ HV GLIHUHQWH D OD GHO QRUWHDPHULFDQR H[SHULPHQWDFLyQFLHQWtILFD(QHODxRGHVHJHQHUy
5HDJDQDXWRUGH7KH&DVHIRU$QLPDO5LJKWV  TXLHQ XQLQIRUPHGRQGHVHPHQFLRQDTXHHQWUHORVFLHQWtILFRV
sí aboga por la concesión de derechos a algunos anima- TXHKDEtDQUHFLELGRHOSUHPLR1REHOHOGHHOORV
OHV (Q HO DxR GH  'DOH -DPLHVRQ SXEOLFy XQD FRP- DFHSWDED TXH OD H[SHULPHQWDFLyQ FRQ DQLPDOHV KDEtD
SLODFLyQSinger and His CriticsHQODTXHVXSHQVDPLHQWR sido fundamental en sus aportes científicos e importan-
HVVRPHWLGRDODQiOLVLVGHYDULRV¿OyVRIRV(OYROXPHQYD WHHQHODYDQFHGHODFLHQFLDSHURDOJXQRVH[SHULPHQ-
DFRPSDxDGRGHUHVSXHVWDVGH6LQJHUDODVGLYHUVDVFRQ- tos con animales son claramente crueles en diferentes
WULEXFLRQHV(VODPHQWDEOHTXHHQSDtVHVFRPR0p[LFRVH ODERUDWRULRV GHO PXQGR 0RQWROLX  3DUDPHWULD
WHQJDWDQSRFRLQWHUpVHQSROHPL]DUFRQHVWHDXWRU<DTXH   6HJ~Q DOJXQRV KDFHU VXIULU D ORV DQLPDOHV HQ
IXHLQYLWDGRHQSRUHO,QVWLWXWR7HFQROyJLFRGH0RQWH- EHQHILFLR GH ORV KXPDQRV SDUHFH MXVWLILFDEOH VLHPSUH
UUH\FDPSXV0RQWHUUH\SHURVXYLVLWDSDVySUiFWLFDPHQWH \ FXDQGR QR VH OHV FDXVH VXIULPLHQWR LQQHFHVDULR $O
LQDGYHUWLGDDODFRPXQLGDG¿ORVy¿FDGHOSDtV UHVSHFWR OD &RPXQLGDG (FRQyPLFD (XURSHD GLUHFWLYD
  HVWDEOHFH TXH ³1R GHEHUi UHDOL]DUVH XQ H[-
'HQWUR GH HVWRV HQIRTXHV \ GHVGH HO SXQWR GH YLVWD SHULPHQWRVtVHGLVSRQHGHRWURPpWRGRFLHQWtILFDPHQ-
pWLFRHVLPSRUWDQWHPHQFLRQDUTXHHO&RPLWp1DFLRQDO WH VDWLVIDFWRULR \ FRQWUDVWDGR TXH SHUPLWD REWHQHU ODV
$VHVRUGH%LHQHVWDU$QLPDOGH1XHYD=HODQGDSUHVHQ- PLVPDV FRQFOXVLRQHV VLQ LPSOLFDU OD XWLOL]DFLyQ GH ORV
tó una síntesis de algunas las legislaciones europeas DQLPDOHV $QWH OD HOHFFLyQ GH GLYHUVRV H[SHULPHQWRV
de protección hacia los animales; en donde se esta- VHVHOHFFLRQDUiQDTXHOORVTXHSHUPLWDQREWHQHUUHVXO-
blece que es deber moral hacia los animales criados WDGRVPiVVDWLVIDFWRULRV\TXHD XWLOLFHQHOPHQRUQ~-
LQWHQVLYDPHQWHHOJDUDQWL]DUOHVDXVHQFLDGHVHGKDP- PHURGHDQLPDOHVE VHWUDWHGHDQLPDOHVFRQHOPHQRU
EUH\GHVQXWULFLyQSURYHHUOHVDEULJR\FRPRGLGDGDSUR- JUDGR GH VHQVLELOLGDG QHXURILVLROyJLFD \ F  VH FDXVHQ
SLDGRVSUHYHQFLyQGLDJQyVWLFR\WUDWDPLHQWRRSRUWXQR HOPHQRUGRORUVXIULPLHQWRHVWUpVROHVLyQSURORQJDGD”
GHOHVLRQHVHQIHUPHGDGHVHLQIHVWDFLRQHVSDUDVLWDULDV 6LQJHU0RQWROLX3DUDPHWULD (VWRV
DVtPLVPRDXVHQFLDGHHVWUpV\FDSDFLGDGGHGHVSOHJDU criterios deben considerarse por los comités de ética en
ORVSDWURQHVGHFRQGXFWDVQRUPDOHVGHODHVSHFLH6H ODLQYHVWLJDFLyQFLHQWtILFDFXDQGRVHHYDO~DQ\DSUXH-
le agregaría lo que se conoce como “aturdimiento pre- EDQ SURWRFRORV GH LQYHVWLJDFLyQ HQ GRQGH VH LQFOX\DQ
PRUWDO´ SUHYLR D OD PXHUWH SDUD VXSULPLU HO VXIULPLHQWR DQLPDOHVGHH[SHULPHQWDFLyQ
)UDQFD7DUUDJy 
([LVWHXQDPSOLDYDULHGDGGHHQIRTXHVDOKDEODUGHORV
([LVWHQGLIHUHQWHVVLWXDFLRQHVHQGRQGHVHGHEHQDSOLFDU GHUHFKRVGHORVDQLPDOHVGHVGHORV¿ORVy¿FRVKDVWDORV
ORVGHUHFKRVGHORVDQLPDOHVSRUHMHPSORHQORVFLUFRV SUDJPiWLFRVTXHDIHFWDQODPD\RUSDUWHGHODViUHDVOH-
DFXDULRV\]RROyJLFRVKD\DQLPDOHVXWLOL]DGRVSDUDHOHQ- JDOHVWUDGLFLRQDOHVSRUPHQFLRQDUDOJXQRVFDVRVHVWiQ
tretenimiento pero en su entrenamiento no se les causa ORV FRQÀLFWRV GH FXVWRGLD HQ ODV VHSDUDFLRQHV R GLYRU-
sufrimiento sino por el contrario buscan placer o recom- FLRVPDODSUiFWLFDGHYHWHULQDULRVFRQÀLFWRVKDELWDFLR-
pensa que les da el entrenador; sin embargo se pueden QDOHV\VXVSROtWLFDVVREUHDQLPDOHVGRPpVWLFRV\OH\HV
SUHVHQWDU VLWXDFLRQHV GH HQWUHQDPLHQWR TXH OHV SURYR- VREUH GLVFULPLQDFLyQ HQWUH RWURV /D /LJD ,QWHUQDFLRQDO
TXH KXPLOODFLyQ R ULGLFXOL]DFLyQ HQ WpUPLQRV KXPDQRV GH ORV 'HUHFKRV GHO$QLPDO HQ  DGRSWy OD 'HFOD-
GHXQDQLPDOUHVSHFWRDORWUR 6LQJHU  UDFLyQ 8QLYHUVDO GH ORV 'HUHFKRV GH ORV $QLPDOHV TXH
posteriormente fue aprobada por la Organización de las
3HURHQRWURVFDVRVFRPRHQODVFRUULGDVGHWRURVSH- 1DFLRQHV8QLGDV 218 \SRUOD2UJDQL]DFLyQGHODV1D-
OHDGHJDOORVRSHUURVXRWURVHVSHFWiFXORVVLPLODUHVFRQ FLRQHV8QLGDVSDUDOD(GXFDFLyQOD&LHQFLD\OD&XOWXUD
FODUDVFRQQRWDFLRQHVGHGRORU\PXHUWHGHORVDQLPDOHV 81(6&2 TXHDFRQWLQXDFLyQVHHQXQFLDQ

Revista Bio Ciencias 2(3)(Supl 1): 70-73 71


&ROHJLRGH%LRpWLFD$&

$UWtFXOR7RGRVORVDQLPDOHVQDFHQLJXDOHVDQWHODYLGD $UWtFXOR Todo acto que implique la muerte de un animal


\WLHQHQORVPLVPRVGHUHFKRVDODH[LVWHQFLD VLQQHFHVLGDGHVXQELRFLGLRHVGHFLUXQFULPHQFRQWUDODYLGD

Artículo 2D  7RGR DQLPDO WLHQH GHUHFKR DO UHVSHWR E  (O $UWtFXORD 7RGRDFWRTXHLPSOLTXHODPXHUWHGHXQ
KRPEUHFRPRHVSHFLHDQLPDOQRSXHGHDWULEXLUVHHOGHUHFKR JUDQQ~PHURGHDQLPDOHVVDOYDMHVHVXQJHQRFLGLRHVGH-
GHH[WHUPLQDUDORVRWURVDQLPDOHVRGHH[SORWDUORVYLRODQGR FLUXQFULPHQFRQWUDODHVSHFLHE /DFRQWDPLQDFLyQ\OD
HVHGHUHFKR7LHQHODREOLJDFLyQGHSRQHUVXVFRQRFLPLHQWRV GHVWUXFFLyQGHODPELHQWHQDWXUDOFRQGXFHQDOJHQRFLGLR
DOVHUYLFLRGHORVDQLPDOHV\F 7RGRVORVDQLPDOHVWLHQHQGHUH-
FKRDODDWHQFLyQDORVFXLGDGRV\DODSURWHFFLyQGHOKRPEUH $UWtFXOR  D  8Q DQLPDO PXHUWR GHEH VHU WUDWDGR FRQ
UHVSHWRE /DVHVFHQDVGHYLROHQFLDHQODVFXDOHVORVDQL-
Artículo 3.D 1LQJ~QDQLPDOVHUiVRPHWLGRDPDORVWUDWRVQL PDOHVVRQYtFWLPDVGHEHQVHUSURKLELGDVHQHOFLQH\HQOD
DDFWRVFUXHOHVE 6LHVQHFHVDULDODPXHUWHGHXQDQLPDOpVWD WHOHYLVLyQVDOYRVLHOODVWLHQHQFRPR¿QGDUPXHVWUDGHORV
GHEHVHULQVWDQWiQHDLQGRORUD\QRJHQHUDGRUDGHDQJXVWLD DWHQWDGRVFRQWUDORVGHUHFKRVGHODQLPDO

Artículo 4. a) Todo animal perteneciente a una especie $UWtFXOR  D  /RV RUJDQLVPRV GH SURWHFFLyQ \ VDOYD-
VDOYDMHWLHQHGHUHFKRDYLYLUOLEUHHQVXSURSLRDPELHQWH JXDUGD GH ORV DQLPDOHV GHEHQ VHU UHSUHVHQWDGRV D QLYHO
QDWXUDO WHUUHVWUH DpUHR R DFXiWLFR \ D UHSURGXFLUVH E  JXEHUQDPHQWDOE /RVGHUHFKRVGHODQLPDOGHEHQVHUGH-
7RGDSULYDFLyQGHOLEHUWDGLQFOXVRDTXHOODTXHWHQJD¿QHV IHQGLGRVSRUODOH\FRPRORVRQORVGHUHFKRVGHOKRPEUH
HGXFDWLYRVHVFRQWUDULDDHVWHGHUHFKR
(Q0p[LFRHVLPSRUWDQWHPHQFLRQDUODVLGHDVGH$OHMDQGUR
$UWtFXORD 7RGRDQLPDOSHUWHQHFLHQWHDXQDHVSHFLHTXH +HUUHUDIXQGDGRUGHOD$VRFLDFLyQ0H[LFDQDSRUORV'HUH-
YLYDWUDGLFLRQDOPHQWHHQHOHQWRUQRGHOKRPEUHWLHQHGHUHFKR FKRVGHORV$QLPDOHV $0('($ VREUHODVREOLJDFLRQHVPR-
DYLYLU\FUHFHUDOULWPR\HQODVFRQGLFLRQHVGHYLGD\GHOLEHU- rales que se deberían tener hacia los animales:
WDGTXHVHDQSURSLDVGHVXHVSHFLHE 7RGDPRGL¿FDFLyQGH
dicho ritmo o dichas condiciones que fuera impuesta por el D 3RVHVLyQGHFRQFLHQFLDHVSHUFLELUTXHH[LVWHQDFFLR-
KRPEUHFRQ¿QHVPHUFDQWLOHVHVFRQWUDULDDGLFKRGHUHFKR QHV EXHQDV R PDODV \ DOJXQRV HWyORJRV HQFXHQWUDQ
posible hablar de conciencia animal que les permita
$UWtFXORD 7RGRDQLPDOTXHHOKRPEUHKD\DHVFRJLGR GLIHUHQFLDUOREXHQRGHORGDxLQR
FRPRFRPSDxHURWLHQHGHUHFKRDTXHODGXUDFLyQGHVX E 3RVHVLyQGHVHQVLELOLGDGGHQWURGHOFRQWH[WRpWLFRPHQ-
YLGDVHDFRQIRUPHDVXORQJHYLGDGQDWXUDOE (ODEDQGR- FLRQDTXHQRGHEHPRVKDFHUGDxRDTXLHQSXHGDVHQWLUVH
QRGHXQDQLPDOHVXQDFWRFUXHO\GHJUDGDQWH DIHFWDGRSRUWDODFFLyQ\TXHVXIUDGRORU/DpWLFDRFFLGHQ-
WDOKDVLGRDQWURSRFpQWULFDKDVWDPHGLDGRVGHOVLJOR;;
Artículo 77RGR DQLPDO GH WUDEDMR WLHQH GHUHFKR D XQD VLHQGRHOVHUKXPDQRHO~QLFRREMHWLYRFHQWUDOGHQXHVWUDV
OLPLWDFLyQUD]RQDEOHGHOWLHPSRHLQWHQVLGDGGHOWUDEDMRD DFFLRQHV\DFWLWXGHVPRUDOHV(VWDQGRVDWLVIDFWRULDPHQWH
XQDDOLPHQWDFLyQUHSDUDGRUD\DOUHSRVR SUREDGRTXHH[LVWHQRWURVVHUHVTXHSXHGHQVXIULURJR-
zar; la ética debe abandonar el antropocentrismo episté-
Artículo 8D /DH[SHULPHQWDFLyQDQLPDOTXHLPSOLTXHXQVX- PLFRHLQFOLQDUVHSRUHODQWURSRFHQWULVPRpWLFR
frimiento físico o psicológico es incompatible con los derechos F /DUHJODGHRUR(VWDUHJODHQpWLFDPHQFLRQDTXHQRKDJD-
GHODQLPDOWDQWRVLVHWUDWDGHH[SHULPHQWRVPpGLFRVFLHQWt¿- mos a otros lo que no queramos que nos hagan a nosotros;
FRVFRPHUFLDOHVFRPRGHRWUDIRUPDGHH[SHULPHQWDFLyQE  HOELHQHVWDUHVPDQWHQHUDVDOYRVXLQWHJULGDGItVLFD\PHQWDO
/DVWpFQLFDVDOWHUQDWLYDVGHEHQVHUXWLOL]DGDV\GHVDUUROODGDV SDUDHOGHVDUUROORDGHFXDGRGHORVDQLPDOHVQRKXPDQRV
G  2EOLJDFLRQHV \ 'HUHFKRV$O UHFRQRFHU OD UHJOD GH RUR
$UWtFXOR&XDQGRXQDQLPDOHVFULDGRSDUDODDOLPHQWDFLyQ de la ética queda implícito que la obligación tiene un de-
GHEHVHUQXWULGRLQVWDODGR\WUDQVSRUWDGRDVtFRPRVDFUL¿- UHFKR$OJXLHQSRGUtDREMHWDUTXHHVLPSRVLEOHSDUDXQ
FDGRVLQTXHHOORUHVXOWHSDUDpOPRWLYRGHDQVLHGDGRGRORU DQLPDOQRKXPDQRUHFODPDUHOFXPSOLPLHQWRGHQXHVWUDV
REOLJDFLRQHVKDFLDHOORVORFXDOLPSOLFDUtDTXHQRWLHQHQ
$UWtFXOR  D  1LQJ~Q DQLPDO GHEH VHU H[SORWDGR SDUD GHUHFKRV 3HUR HVD REMHFLyQ DFDUUHD WDPELpQ OD JUDYH
HVSDUFLPLHQWRGHOKRPEUHE /DVH[KLELFLRQHVGHDQLPD- FRQVHFXHQFLDGHTXHORVEHEpV\ORVHQIHUPRVTXH\D
OHV \ ORV HVSHFWiFXORV TXH VH VLUYDQ GH DQLPDOHV VRQ LQ- QRSXHGHQH[SUHVDUVHFDUHFHUtDQWDPELpQGHGHUHFKRV
FRPSDWLEOHVFRQODGLJQLGDGGHODQLPDO puesto que no podrían reclamar el cumplimiento de

Revista Bio Ciencias 2(3)(Supl 1): 70-73 72


,'LSORPDGRHQ%LRpWLFD8$1

QXHVWUDV REOLJDFLRQHV KDFLD HOORV (VWH HVFROOR HV VDO- FRQWH[WRVHGHEHPHQFLRQDUDODQRUPDR¿FLDOPH[LFDQD


YDGRSRUORVREMHWRUHVDGXFLHQGRTXHODOH\SURYHHUHSUH- 120=22TXHUH¿HUHODVHVSHFL¿FDFLRQHVWpF-
VHQWDQWHVTXHSXHGHQUHFODPDUHQOXJDUGHHOORV/DSUH- QLFDVSDUDODSURGXFFLyQFXLGDGR\XVRGHORVDQLPDOHV
JXQWDTXHHQWRQFHVVXUJHHV¢\ODOH\QRSXHGHSURYHHU GHODERUDWRULRHQODTXHVHPHQFLRQDODSODQHDFLyQ\ORV
de representantes que hablen en lugar de los animales no FULWHULRVSDUDQRUPDUODVDFWLYLGDGHVHQODVTXHVHXWLOLFHQ
KXPDQRV\TXHUHFODPHQSRUODYLRODFLyQGHVXVGHUHFKRV" DQLPDOHV FRQ ¿QHV GH LQYHVWLJDFLyQ FLHQWt¿FD GHVDUUROOR
7DOHVUHSUHVHQWDQWHVSRGUtDQVHUSRUHMHPSORODV21*V WHFQROyJLFR H LQQRYDFLyQ SUXHEDV GH ODERUDWRULR \ HQVH-
SURWHFWRUDV\GHIHQVRUDVGHDQLPDOHV%DMRHVWDVFRQVLGH- xDQ]DGHWDOIRUPDTXHHQHVWHGRFXPHQWRVHHVWDEOHFHQ
UDFLRQHVVHSDVDGHORVGHUHFKRVPRUDOHVDORVGHUHFKRV ODVHVSHFL¿FDFLRQHVWpFQLFDVSDUDODSURGXFFLyQFXLGDGR
MXUtGLFRVHQORVTXHHOFXPSOLPLHQWRGHXQDREOLJDFLyQHV- \XVRGHORVDQLPDOHVGHODERUDWRULR
WLSXODGDSXHGHVHUYLJLODGR\VXLQFXPSOLPLHQWRSXHGHVHU
VDQFLRQDGR(VWRPXHVWUDODHVWUHFKDYLQFXODFLyQHQWUHHO (Q 0p[LFR KD\ OHJLVODFLyQ HQ HO 'LVWULWR )HGHUDO &KL-
GHUHFKR \ OD pWLFD SRQLHQGR HQ YLJRU OH\HV PHGLDQWH ODV KXDKXD *XHUUHUR 0LFKRDFiQ 0RUHORV 1XHYR /HyQ 9H-
FXDOHVORVUHSUHVHQWDQWHVOHJDOHVGHORVDQLPDOHVSXHGDQ UDFUX] \ <XFDWiQ HQWUH RWURV DVt FRPR OH\HV ORFDOHV GH
UHFODPDUODYLRODFLyQGHVXVGHUHFKRV VDQLGDG DQLPDO UHJODPHQWRV PXQLFLSDOHV TXH UHYHODQ HO
H 'HFODUDFLRQHV\/H\HV([LVWHQLQVWUXPHQWRVOHJDOHVHQYL- VXUJLPLHQWRGHXQDQXHYDVHQVLELOLGDG6LQHPEDUJRHOFR-
JRUTXHSURWHJHQDORVDQLPDOHV +HUUHUD  QRFHU \ GHVSUHFLDU GLFKRV GHUHFKRV SURSLFLD HO FRQWLQXDU
FRQHOPDOWUDWR\FUtPHQHVSRUSDUWHGHOKRPEUHDSHVDU
$VtPLVPRH[LVWHQ\DHQYDULRVSDtVHV\HQYDULRVHVWDGRV GHTXHH[LVWDQDOPHQRVHQODOHWUDHQXQFLDGRVVREUHORV
GH QXHVWUR SDtV OH\HV TXH VDQFLRQDQ HO LQFXPSOLPLHQWR GHUHFKRVGHORVDQLPDOHVSHURD~QIDOWDPXFKRFDPLQRSRU
GHODVREOLJDFLRQHVPRUDOHVKDFLDORVDQLPDOHV(QHVWH UHFRUUHUSDUDSRQHUODVHQSUiFWLFD

Literatura citada

%LEOLD *pQHVLV'HXWHURQRPLR 
)UDQFD7DUUDJy 2  'LOHPDV PDFURELRpWLFRV \ HFROyJLFRV 8QLYHUVLGDG &DWyOLFD GHO 8UXJXD\ 0RQWHYLGHR (Q
KWWSZZZXFXHGXX\HWLFD~OWLPDFRQVXOWDPD\RGH
)UDQFLRQH*/,QWURGXFWLRQWR$QLPDO5LJKWV<RXU&KLOGRU7KH'RJ"7HPSOH8QLYHUVLW\3UHVV1HZ-HUVH\((88
+HUUHUD $, 5HVHxDV ELEOLRJUi¿FDV eWLFD DPELHQWDO HQ HVSDxRO   (Q KWWSGLDQRLD¿ORVR¿FDVXQDPP[
LQIRB5HVHQDB+HUUHUDSGI~OWLPDFRQVXOWDPD\RGH
+XIIPDQ&7KH6WDQIRUG(QF\FORSHGLDRI3KLORVRSK\³3\WKDJRUDV´ HG =DOWD(1
0RQWROLX//DLQYHVWLJDFLyQDQLPDOKLVWRULD\SHUVSHFWLYDIXWXUDSS(Q-5/DFDGHQD/RVGHUHFKRVGH
ORVDQLPDOHV%LOEDR'HVFOpH&LWDGRSRU2PDU)UDQoD7DUUDJy'LOHPDVPDFURELRpWLFRV\HFROyJLFRV
8QLYHUVLGDG&DWyOLFDGH8UXJXD\
120=22(QKWWSZZZIPY]XQDPP[IPY]SULQFLSDODUFKLYRV=223')~OWLPDFRQVXOWDGHRFWXEUH
3DUDPHWULD(QFXHVWD1DFLRQDOHQYLYLHQGD5HSUHVHQWDWLYLGDG1DFLRQDO1~PHURGHHQWUHYLVWDVHQFXHVWDVGHODO
GHVHSWLHPEUHGH1LYHOGHFRQ¿DQ]DHVWDGtVWLFD3DUDPHWUtD6$GH&9HOHFWRUDOHVUHSRUWDGDV
SRUHO,)((QKWWSZZZSDUDPHWULDFRPP['HWDOOH(VWXGLRSKS"( ~OWLPDFRQVXOWDPD\R
5HJDQ7(QKWWSHVZLNLSHGLDRUJZLNL7RPB5HJDQ~OWLPDFRQVXOWDGHRFWXEUH
6LQJHU3$OODQLPDOVDUHHTXDO,Q/3RMPDQ(QYLURQPHQWDOHWKLFV%RVWRQ-RQHVDQG%DUWOHWW
6LQJHU3,QGHIHQVHRIDQLPDOV7KHVHFRQGZDYH2[IRUG%ODFNZHOO
9LROLQ0$³3\WKDJRUDV²7KH)LUVW$QLPDO5LJKWV3KLORVRSKHU´%HWZHHQWKH6SHFLHV±

Información del artículo


5HFLELGRGHMXQLRGH
$FHSWDGRGHRFWXEUHGH

Como citar este documento: 5REOHGR0DUHQFR0//RVGHUHFKRVGHORVDQLPDOHV Revista Bio


Ciencias 2013; 2(3)(Supl 1): 70-73

Revista Bio Ciencias 2(3)(Supl 1): 70-73 73


ISSN 2007-3380
REVISTA BIO CIENCIAS
http://biociencias.uan.edu.mx

/DH[SHULPHQWDFLyQDQLPDO¢(VMXVWL¿FDFLyQSDUDODODERUGH
la ciencia provocar el sufrimiento a quienes también tienen
GHUHFKRDQRVHQWLUXQGRORULQÀLJLGRSRUHOVHUKXPDQR"

Cobos-Díaz, P.A.

Universidad Autónoma de Nayarit, Unidad Académica de Medicina, Maestría en Salud Pública,


Cd. de la Cultura “Amado Nervo” S/N., C.P. 63155. Tepic, Nayarit, México.
Tel. +52(311) 211 8800 ext.8817. Correo electrónico: cobosdiazp@gmail.com

La mayoría de las personas no pueden evitar realizada sobre el número de ratas y ratones usados
entrar en contacto con los animales. Sin duda, algunas en los Estados Unidos en el año 2001, lo situaba en 80
de ellas sienten simpatía o desagrado con su presencia PLOORQHV/DPD\RUtDGHDQLPDOHVVRQVDFUL¿FDGRVGHV-
o actos. Sin embargo, muchas veces se pasa por alto la pués de usarlos en un experimento. Los términos "expe-
pregunta acerca de cómo debemos comportarnos ante rimentación con animales", "investigación con animales",
ellos o necesario cuestionarnos la importancia del cuida- "experimentación in vivo y "vivisección" poseen denota-
do que tiene el ser humano hacia los mismos. Existe una ciones parecidas pero connotaciones distintas. La expe-
WHQGHQFLD D D¿UPDU TXH ORV DQLPDOHV WLHQHQ GHUHFKRV rimentación en animales ha permitido un desarrollo cada
termino difícil de explicar cuando se trata de animales; si vez más acelerado de los conocimientos biológicos y
en personas es difícil de comprender y respetar, resulta del bienestar del hombre y de los propios animales. Por
verdaderamente complicado que la sociedad lo conciba ello se ha comenzado a despertar un gran interés, que-
de esta manera, y más aún lo lleve a la práctica diaria en riendo evitar o disminuir el sufrimiento en ellos. Se han
sus acciones (Álvarez, 2003). establecido diversas reglamentaciones. La utilización
de métodos adecuados posibilita evaluar medicamentos
La investigación médica por medio de experimentación para el tratamiento y prevención de diversas enfermeda-
animal era ya una cuestión clásica en la Medicina del des, sin embargo se reconoce éticamente el no emplear
siglo XIX, y es uno de los elementos que señala la co- nuevos medicamentos, sustancias, ni dispositivos en
nocida obra de Claude Bernard Principes de médecine seres humanos a menos que las pruebas se hayan he-
experimentale (Caballos, 2005). Y ya por esa época cho previamente en animales. El empleo de animales de
existen movimientos de oposición a dicho empleo. La experimentación para predecir los probables efectos de
reacción contra la experimentación animal del siglo XIX ciertos procedimientos que se aplicarían en el ser huma-
puede asociarse sin esfuerzo con la brutalidad de toda no implica responsabilidad por el bienestar animal, res-
intervención quirúrgica en dicha época, en que no exis- SRQVDELOLGDG TXH FRPSDUWHQ ORV FLHQWt¿FRV HQFDUJDGRV
tio anestesia, ni para los seres humanos, hasta finales de trabajar con ellos y realizar sus experimentos. Que si
del siglo; la negativa a la experimentación animal sería, bien están regidos por ciertos lineamientos se necesita
desde este punto de vista, manifestación del sentimien- poner énfasis para que se cumplan con lo establecido.
to de repulsión que, lógicamente, se produce al ver el La valoración ética supone el establecimiento básico de
sufrimiento físico (Caballos, 2005). un grupo de principios En efecto, los principios y paradig-
mas utilizados en la ética médica humana pueden servir
La experimentación con animales o "experimentación in para aplicarlos en las investigaciones con animales. El
vivo" es el uso de animales no humanos en experimentos FRQFHSWR GH ³SDUDGLJPD´ VLJQL¿FD XQD ³HPSUHVD FLHQWt-
FLHQWt¿FRV6HFDOFXODTXHFDGDDxRVHXWLOL]DQHQWUH\ ¿FD HQ HO HQWUDPDGR VRFLDO GRQGH HVWiQ SUHVHQWHV QR
100 millones de animales vertebrados (desde peces ce- sólo las teorías, sino también el abanico de creencias,
bra hasta primates no humanos). Invertebrados, ratones, actitudes, procedimientos, técnicas, valores, etc.” (Alfon-
ratas, pájaros, ranas, y otros animales no destetados no so, 2007). La mencionada ética antropocentrista descan-
están incluidos en estos números, aunque una estimación sa en la idea en que la vida humana es más valiosa que

Revista Bio Ciencias 2(3)(Supl 1): 74-76 74


I Diplomado en Bioética - UAN

la vida animal, este establecimiento hace que se llegue a HQFLHUURODVDOXGDQLPDO\HOFXLGDGRHVSHFt¿FRSDUDFDGD


preferir cualquier grado de sufrimiento animal a la lesión especie. Además se menciona el personal que debe inte-
del más mínimo interés humano. Ejemplos diarios los ob- grar el bioterio y de quienes se responsabiliza el cuidado de
servamos en las corridas de toros donde el maltrato animal los mismos (NOM-062-ZOO-1999).
es más que visto, donde los individuos lo festejan con gran
alarde, el uso de pieles de animales para vestir, las peleas Desde que el concepto de alternativas fue introducido re-
clandestinas de perros, por mencionar algunos a la vista de cibió nombres variados según quienes lo emplearon. Algu-
cualquier humano (Alfonso, 2007). nos lo interpretan como un programa para eliminar total-
mente al animal como modelo experimental. El concepto
Entonces se plantea la siguiente pregunta: La experimen- más generalizado en la actualidad parte de la publicación
WDFLyQDQLPDO¢(VMXVWL¿FDFLyQHQODLQYHVWLJDFLyQFLHQWt¿FD GH5XVVHO\%XUFKTXHGH¿QLHURQDOWHUQDWLYDVFRPRFXDO-
provocar el sufrimiento de quienes también tienen derecho quier técnica que remplace el uso de animales, que reduz-
DQRVHQWLUXQGRORULQÀLJLGRSRUHOVHUKXPDQR" FDVXQ~PHURHQXQWUDEDMRSDUWLFXODURTXHUH¿QHXQPp-
todo existente para disminuir el dolor o el malestar de los
La sociedad muestra desinterés hacia el bienestar animal animales. Esto se conoce como el principio de las tres R in-
porque considera que los animales no tienen deberes mo- ternacionalmente, que expresa que en la experimentación
UDOHV FRQ QRVRWURV VLQ HPEDUJR HVR QR VLJQL¿FD TXH ORV en animales se debe preferir toda técnica que: Reemplace
individuos no tengamos hacia ellos (Alfonso, 2007). el uso de animales o la sustitución por invertebrados, em-
briones de vertebrados, microorganismos, plantas, cultivos
Existen cinco principios éticos que aseguran el bienes- de células, tejidos u órganos. Reduzca la cantidad de ani-
tar de los animales: PDOHVHPSOHDGRVVLQSHUGHUODVLJQL¿FDFLyQHVWDGtVWLFDGH
1. Posibilitar el mínimo de manipulaciones al animal y las los resultados, logrando una menor dispersión de los datos,
intervenciones en su entorno, evitando perturbarlo o provo- RTXH5H¿QHXQPpWRGRH[LVWHQWHSDUDGLVPLQXLUHOGRORUR
carle reacciones de alerta o refugio. malestar en los animales (Osorio, 2006).
2. Ofrecerle un entorno confortable y protegido en cuanto a
agentes físicos, químicos y biológicos. Sin embargo con el paso del tiempo han surgido diver-
/RJUDUODVHJXULGDGGHOFRQ¿QDPLHQWRHYLWDQGRVXHVFD- sas movilizaciones y asociaciones que procuran defen-
pe o fuga, la penetración de otros animales, la exposición a der el derecho de los animales, manifestando el actuar
daños y la ausencia de peligros. inmoral de las personas hacia los animales, incluyendo
4. Las áreas de alojamiento de los animales deben ser ORV PLVPRV FLHQWt¿FRV (VWH WLSR GH PRYLOL]DFLRQHV VH
HVSHFt¿FDV SDUD HVWH SURSyVLWR \ UHVSRQGHU D ORV UHTXH- les llamo en un inicio “animalistas”, ellos proponen que
rimientos establecidos, para la actividad de que se trate. los resultados de las investigaciones practicadas con
5. Lograr los objetivos del experimento, ensayo o vali- animales difícilmente pueden ser extrapolados a las
dación con el mínimo de variables de tiempo y de ani- enfermedades de los humanos. Incluso, sugieren que
males (Alfonso, 2007). los datos obtenidos se interpretan de forma incorrecta
y, en ocasiones, se falsea la verdad. Por estos medios
En México, existe la NOM 062 ZOO 1999, esta Norma tiene persiguen desacreditar la labor investigadora y con ello,
SRUREMHWRHVWDEOHFHU\XQLIRUPDUODVHVSHFL¿FDFLRQHVWpF- al propio investigador que emplea animales, para evitar
nicas para la producción, cuidado y uso de los animales de este tipo de prácticas. Los defensores de los derechos
laboratorio que deben cumplir las personas físicas o mora- de los animales alegan que no es necesario continuar la
les relacionadas en todos los campos con este tipo de ani- investigación con ellos. Consideran que actualmente se
males. Se aplica en todos los bioterios o establecimientos GLVSRQHGHOFRQRFLPLHQWRVX¿FLHQWH\TXHORLPSRUWDQWH
en el territorio mexicano que manejen roedores: rata, ratón, es sacar el máximo provecho al conocimiento acumulado
cobayo, hámster y jerbo; lagomorfos: conejo; carnívoros: a lo largo de los dos últimos siglos (Moreno, 2003)
perro y gato; primates: primates no humanos; porcinos,
desde el área en donde se realizara la experimentación, ¢(QTXpPHGLGDVHMXVWL¿FDHOVXIULPLHQWRGHDQLPDOHVSDUD
la alimentación, control del medio ambiente, las áreas es- EHQH¿FLRGHOVHUKXPDQR"3DUDGHIHQGHUHOXVRGHDQLPD-
tablecidas del bioterio, los almacenes, eliminación de los OHVH[SHULPHQWDOHVORVFLHQWt¿FRVVHEDVDQHQHVSOHQGLGRV
GHVHFKRV ODV WpFQLFDV GH PDQLSXODFLyQ FRQ¿QDPLHQWR \ logros de la medicina preventiva, la erradicación de mu-

Revista Bio Ciencias 2(3)(Supl 1): 74-76 75


Colegio de Bioética A.C.

chas enfermedades infecciosas y el control o disminución cada experimento realizado coadyuvará al conocimiento
de la peligrosidad de otras. Bajo esta premisa, se asume de nuevos tratamientos y enfermedades en el ser humano.
que el valor de la vida de los animales de laboratorio no es Las consecuencias más sobresalientes de provocar daño
DEVROXWR\TXHHVDFHSWDEOHVDFUL¿FDUORVSRUHODYDQFHGHO SRU EHQH¿FLR VHJ~Q PHQFLRQDQ QR H[LPH DO KRPEUH GH
conocimiento. Existen posturas en contra de todo tipo de realizar acciones que contribuyan a la pérdida de valores
experimentación en animales, pero no parece lógico que morales, que si bien nuestra sociedad vive una crisis de
toda la carga de experimentación en sistemas vivos se la falta de cultura hacia el cuidado de los animales, la igno-
lleve el ser humano. Es por evitar daños irreversibles en rancia, la mala información, y una serie de circunstancias
seres humanos que se experimenta primero en animales. hacen que cada vez se vea menos importante considerar a
los animales como seres vivos que sienten y sufren dolor.
Dependemos de un ecosistema que está siendo alterado Considero relevante las acciones pertinentes de las aso-
por las acciones del hombre, por lo que, al interactuar con ciaciones que se preocupan por el cuidado de ellos, y que
los animales, estamos actuando sobre nosotros mismos. vigilan el bien en su entorno, al igual importante los méto-
El conocimiento debe seguir incrementándose y aplicán- dos alternativos que proponen para erradicar la utilización
GRVHHQEHQH¿FLRGHWRGDODKXPDQLGDG(OUHVSHWRKDFLD de los animales como vía para experimentar, destacando
los animales no es incompatible con el respeto hacia los que la información difundida por estas asociaciones son de
seres humanos. Claro está que respetar no es no tocar: es gran ayuda a que la sociedad tome conciencia del lado ne-
valorar, comprender y estimar lo que se toca; y, sobre todo, gativo con el experimento de animales, conozca el trato, las
hacerse responsable de todo lo que se toca. La experimen- consecuencias y las alternativas que se puedan presentar
tación con animales, la considero como un maltrato animal para poder marcar una diferencia.
GLVIUD]DGR FRQ ¿QHV EHQp¿FRV D OD FLHQFLD 6LQ HPEDUJR

Literatura citada

Concepción-Alfonso, A.R., De la Peña-Pino, R. y García-Capote, J. 2007. Acercamiento al accionar ético-moral del cientí-
¿FRTXHWUDEDMDFRQDQLPDOHVGHH[SHULPHQWDFLyQ$FWD%LRKHWKLFD  SS
Álvarez Gómez, J.E. 2003. El abuso hacia los animales: aproximación a una tutela responsable: la visión de la iglesia cató-
lica romana y la de Peter Singer. Universidad Anáhuac, México: Facultad de Bioética.
Caballos, A.P. 2005. Ética de la experimentacion animal. Directrices legales y éticas contemporáneas. 16(3): 393-417 pp.
Moreno, C.J. 2003. Bioética de la experimentación. Cuadernos de Bioética (51): 454-460 pp.
NOM-062-ZOO-1999, N. O. (s.f.). Obtenido de Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia. En http://www.fmvz.unam.mx/
fmvz/principal/archivos/062ZOO.PDF, última consulta: 09 de octubre de 2013.
Osorio, A.f. 2006. Ética en la investigación con modelos animales experimentales y las 3 RS de Rusell. Revista Colombia-
na de Bioética 1(1): 163-183. En http://www.bioeticaunbosque.edu.co/publicaciones/Revista/Revista1/Articu-
lo_Mrad_de_Osorio.pdf, última consulta: 15 de febrero de 2013.

Información del artículo


Recibido: 24 de junio de 2013.
Aceptado: 01 de octubre de 2013.

Como citar este documento: &RERV'tD]3$/DH[SHULPHQWDFLyQDQLPDO¢HVMXVWL¿FDFLyQSDUD


la labor de la ciencia provocar el sufrimiento a quienes también tienen derecho a no sentir un dolor
LQÀLJLGRSRUHOVHUKXPDQR"Revista Bio Ciencias 2013; 2(3)(Supl 1): 74-76.

Revista Bio Ciencias 2(3)(Supl 1): 74-76 76


ISSN 2007-3380
REVISTA BIO CIENCIAS
http://biociencias.uan.edu.mx

El síndrome del colapso de la colmena,


el tercer jinete del apocalipsis

Navarro-Pérez, A.

Universidad Autónoma de Nayarit, Unidad Académica de Derecho, Cd. de la Cultura


“Amado Nervo”, S/N., C.P. 63155. Tepic, Nayarit. México. Tel. +52(311) 150 3266.
Correo electrónico: armando.navarro@uan.edu.mx

te selección natural por los factores como: clima, comu-


“Si la abeja desapareciera del planeta,
al hombre solo le quedarían cuatro años de vida”. QLGDGDSLERWiQLFDHQIHUPHGDGHVODFRPSHWHQFLDFRQ
Albert Einstein otras especies, paracitos y depredadores. Han evolucio-
nado paralelamente con las plantas con flor, forman-
do así un equipo perfecto. Pero hoy en día esperamos
Seguramente el lector ha escuchado la in- que las abejas sigan funcionando y evolucionando de
teresante e intrigante frase de Albert Einstein que dice: manera natural a un nivel poco natural. Los antiguos
“Si la abeja desapareciera del planeta, al hombre solo asirios (800 d. C), ya sabían que las flores necesitaban
le quedarían 4 años de vida” 1. Sin embargo, a que se que el polen pasara de los órganos masculinos a los
referiría el autor con esta frase, ¿por qué darle, tanta femeninos para que hubiera polinización y se desarro-
importancia a un insecto insignificante cuya única fun- llaran los frutos. Existen relieves tallados sobre piedra,
ción aparente es hacer miel?. DOJXQRVGHORVFXDOHVVHFRQVHUYDQHQHO0XVHR%ULWi-
nico de Londres, donde se representa la transferencia
La razón de su importancia estriba en que, si las abejas de polen desde las inflorescencias masculinas hasta
no existen, no hay polinización natural, y sin polinización las femeninas (Rosado, 2002).
natural, no hay reproducción de las plantas, al no haber
SODQWDVVX¿FLHQWHVFRPHQ]DUiQORVFRQÀLFWRVSRUODSR- La apis mellifera, principal especie de abeja utilizada
sesión de las reservas de alimento vegetal restantes, no para la apicultura a nivel mundial gracias a su inmen-
KDELHQGRSODQWDVQRVRORQRKDEUiDOLPHQWRGHHVWHWLSR so potencial productivo; es un insecto del orden de los
SDUD ODV SHUVRQDV VLQR TXH WDPSRFR OR KDEUi SDUD ORV himenópteros, esta denominación proviene de las alas
DQLPDOHVYHJHWDULDQRVTXHDVXYH]GHMDUiQVLQDOLPHQWR membranosas que poseen, a este mismo grupo pertene-
DTXLHQHVGHSHQGHQGHHOORVDIHFWiQGRVHDVtDGHPiVGH cen abejorros, avispas e incluso las hormigas con alas.
la cadena alimenticia que devastaría en principio a la raza El origen etimológico de su género apisnos indica su ca-
humana, también a los ciclos del fósforo y nitrógeno que OLGDGGHDEHMD\HOGHPHOOLIHUDVXHVSHFLHTXHDGHPiV
IRUPDQ SDUWH GH ORV HOHPHQWRV ELRJHQpWLFRV PiV LPSRU- VLJQL¿FD ³TXH OOHYD R TXH WLHQH PLHO´ 3DVDQWH  
tantes para la vida (Arana, 2007). 3DUHFHQVHUXQRGHORVPiVLPSUHVLRQDQWHVLQYHQWRVGH
la ingeniería biológica, consideradas por muchos como
La Apis Mellifera, toda una vida de trabajo “perfectas para todo lo que tienen que hacer”. En el
transcurso de su vida, su anatomía cambia al ritmo de
La abeja melífera aparece sobre la faz de la las tares que tiene que realizar. Cuando una abeja trans-
tierra mucho antes que el ser humano, llevan aproxima- SRUWDHOSROHQGHXQDÀRUDRWUDORVRYDULRVIHUWLOL]DGRV
damente 100 millones de años realizando la polinización, de la planta se transforman en frutos maduros, esta es la
\HQFDGDDPELHQWHIXH\HVWiVLHQGRPROGHDGDPHGLDQ- DOLDQ]DPiVDQWLJXD\IUXFWtIHUDGHODQDWXUDOH]D

1
Esta frase se le atribuye a Einstein en la película The Happening del director M. Night Shyamalan. Esta frase según muchos entomólogos es muy cierta,
sin embargo y pese a las búsquedas de investigadores especializados en citas de Einstein por todos sus libros, su escritor, sus entrevistas, dichos, etc. No
se ha logrado comprobar, que él sea el autor de la misma.

Revista Bio Ciencias 2(3)(Supl 1): 77-81 77


I Diplomado en Bioética - UAN

Podemos definir la polinización, como el proceso me- donado recluta a otras obreras a través de una danza
diante el cual el polen viaja desde las anteras (parte (medio de comunicación de las abejas considerado una
masculina) de una flor, hasta alcanzar el estigma (parte de las maravillas del mundo del comportamiento animal);
femenina) de esa misma u otra flor, en principio de la desde el inicio del declive de las abejas, hay menos dan-
misma especie (Rosado, 2002). Sin embargo, este pro- zas en las colmenas, debido a que las recolectoras salen
ceso no lo realizan la mayoría de las plantas por si so- a buscar polen y nunca regresan.
las (autofecundación), sino que necesitan de animales
para que hagan el trabajo. El tercer jinete del apocalipsis

La miel, uno de los regalos que la naturaleza nos da, es un En la mitología bíblica el jinete negro (el ter-
producto maravilloso que nuca caduca por sus formidables cer jinete del apocalipsis) se ha interpretado uniformemen-
SURSLHGDGHV DQWLEDFWHULDQDV KDFH \D PiV GH  DxRV te como la representación del hambre y la indigencia, por
que se cosecha miel en el planeta, se encuentra antece- tanto podemos abducir que su mención en el apocalipsis,
dentes históricos de los egipcios transportando las colme- KDFHUHIHUHQFLDDTXHH[LVWLUiXQDHVFDVHVGHDOLPHQWRHQ
nas para su comercio por el Nilo, e incluso se tienes vesti- todo el mundo, situación que se daría muy probablemente
gios del aprovechamiento de la miel en la prehistoria. Las JUDFLDV D OD H[WLQFLyQ GH ODV DEHMDV SURYRFDQGR DGHPiV
DEHMDV IDEULFDQ WUHV YHFHV PiV PLHO GH OR TXH QHFHVLWDQ ODLQÀDFLyQGHORVSUHFLRVGHORVSURGXFWRVDOLPHQWLFLRVHQ
para sobrevivir, razón por la cual siempre ha sido posible, manos de unos cuantos, que a su vez traería una crisis
primeramente, recoger el exceso de miel para el consumo PXQGLDOHVWRSXHGHGDUQRVXQDLGHDVREUHHOVLJQL¿FDGR
KXPDQR\PiVWDUGHUHDOL]DUVHODGRPHVWLFDFLyQGHODVDEH- de la frase: “dos libras de trigo por un denario”, (recorde-
MDVSDUDHO¿QHVSHFt¿FRGHREWHQHUVXPLHOWpFQLFDFRQRFL- mos que el denario era la moneda romana) ya que un de-
da como apicultura. Los usos de la miel de abeja son muy nario era el salario de una persona por el trabajo de todo un
diversos, desde la gastronomía hasta usos terapéuticos. La día, y las “dos libras de trigo y seis de cebada”, constituían
cantidad de miel que una colonia produce es un símbolo de en la época cristiana, la cantidad mínima de alimentos con
su fuerza y la baja producción es un signo, principalmente, que se podría subsistir, por tanto aquí el castigo es para
de que las abejas sufren mal nutrición (Shultz, 2007). la gran mayoría, los que apenas tienen para vivir; ahora
ELHQFXDQGRODELEOLDHQHODSRFDOLSVLVUH¿HUH³QRGDxHV
En libros de ecología y biología nos enseñan que los pro- el aceite ni el vino”, primeramente se debe considerar
ductores primarios son las plantas (Arana, 2007), y que por que el aceite, vino y pan son mencionados en conjunto
tanto, son la base de la cadena alimenticia. Sin embargo las constantemente en los textos bíblicos como símbolo de
abejas son vitales, ya que ellas son participes de la polini- abundancia, de aquí la idea, que al decir “pero no dañes
zación de por lo menos tres cuartas partes de las plantas HO DFHLWH QL HO YLQR´ VH HVWi UH¿ULHQGR D  HQ SULQFLSLR ORV
GHOSODQHWD\FDVLGHOGHÀRUHV$~QVLHQGRXQELFKR ULFRVQRVXIULUiQHOKDPEUHVLQHPEUDJRODVDPDUJXUDV
tan pequeño, su desaparición traería consecuencias devas- GHORVULFRVOOHJDQPiVWDUGH\QDGLHHVFDSDUDDOFDVWLJR
tadoras para los seres humanos, ya que, son responsables que todos merecen, sea que se le quiera considerar una
de al menos un tercio del total de la comida que se produce, castigo divino o la consecuencia naturalde la sobreexplo-
las abejas polinizan todas las semillas desde comida, hasta WDFLyQGHOPHGLRDPELHQWH ÈOYDUH] 
¿EUDVVRORHQ(VWDGRV8QLGRVHOYDORUGHVXSURGXFFLyQDV-
ciende hasta los 15 mil millones de dólares (Shultz, 2007). Todo esto nos hace entender la alarma mundial, que ha
SURYRFDGRODQRWLFLDGHTXHODVDEHMDVFDGDYH]PiVUi-
/DV QXHYDV JHQHUDFLRQHV GH DEHMDV HVWiQ SUHSDUDGDV pido se extinguen misteriosamente, aún mas en los últi-
para trabajar desde el momento que rompen el casca- PRVDxRV\DTXHGHVGHHODSLFXOWRUHVSRUWRGRHO
ron, a las tres semanas se convierten en recolectoras, PXQGR\SULQFLSDOPHQWHHQ(VWDGRV8QLGRVKDUHSRUWD-
llegando a desplazarse hasta nueve kilómetros y medio, do grandes pérdidas de abejas, a este declive cada vez
regresando sorprendentemente siempre al mismo panal, PiVSUHRFXSDQWHVHOHGHQRPLQDHO6tQGURPHGHO&RODSVR
cuando una abeja descubre un lugar con polen aban- de las Abejas2. Sin embargo, este problema se ha venido

2
Término acuñado de su original en inglés: Collapse Colony Disorder.

Revista Bio Ciencias 2(3)(Supl 1): 77-81 78


Colegio de Bioética A.C.

presentando desde principios de los 80 en China, cuando, chinos los responsables? Se han desarrollado ya múl-
debido al sobre explotado uso de pesticidas se extermino al tiples investigaciones sobre el tema, Dr. Dave Goulson
WRWDOGHODVDEHMDVGH;LDRVKDQSURYRFiQGRVHDVtODFDtGD \VXVFROHJDVGHOD8QLYHUVLGDGGH6WLUOLQJHQHO5HLQR
en picada de la producción agrícola de fruta, lo único que les 8QLGR TXLHQHV KDQ HVWXGLDGR HO LPSDFWR GH ORV SHV-
quedaba a los agricultores era solicitar ayuda a su gobierno ticidas neonicotinoides 3 en los abejorros. Tras experi-
en Beijín. La respuesta a estas solicitudes, fue que tenían PHQWDU GXUDQWH  VHPDQDV FRQ GRV JUXSRV GH DEHMR-
que polinizar manualmente, debido a que era un trabajo que rros, uno que recibe alimentación de polen y agua que
hacían los insectos, a los cuales habían matado con los pes- contiene este tipo de pesticidas y otro alimentado con
ticidas y ahora lo tenían que hacer lo agricultores. Actual- una dieta natural, descubrieron que aquellos abejorros
mente cada año en el mes de abril, los agricultores hacen expuestos al pesticida transportaban menos alimentos
HOSDSHOTXHWHQtDTXHKDFHUODDEHMD\QRHVWDQIiFLOFRPR que aquellos que habían consumido una dieta natural.
parece; empiezan recolectando y preparando el polen ma- 1RREVWDQWHORPiVDODUPDQWHIXHTXHHOJUXSRH[SXHV-
nualmente, tienen que raspar las anteras (parte masculina to al pesticida producían 2 reinas por colmena, contra
GHODÀRU SDUDREWHQHUHOSROHQORVHFDQGXUDQWHGRVGtDV las 14 reinas producidas por sus pares alimentados na-
cuando lo tienen preparado, los polinizadores humanos sa- turalmente (Rivas, 2012).
len a trabajar (Shultz, 2007). Este mismo proceso de susti-
tución de las abejas por personas, realizado en los Estados Esta y otras evidencias 4, han llevado a la conclusión de
8QLGRVFRVWDUtDPiVGHPLOPLOORQHVGHGyODUHVDODxR TXHORTXHHVWiDIHFWDQGRDODVDEHMDVVRQODVQXHYDV
SUiFWLFDVDJUtFRODVTXHFRQHOXVRGHSHVWLFLGDVFDGD
Lamentablemente, mientras los apicultores cada vez se en- YH] PiV SRWHQWHV YDQ DIHFWDQGR D  HVWRV LQGLVSHQVD-
FXHQWUDQPiVDODUPDGRVVREUHHOFRODSVRGHODVDEHMDVORV bles animales, que pese a su poderosa capacidad y
gobiernos locales dicen que es algo habitual. Es sumamente organización, como ya mencionamos les es imposible
difícil dar cifras concretas de las grandes pérdidas que origi- adaptarse por “selección natural” a un ecosistema
naría el declive de las abejas, ya que gracias a esto se per- cada vez menos natural, que nosotros el ser huma-
derían impresionantes cantidades de frutas y vegetales, e no estamos afectando.
incluso plantas que sirven de alimento para el ganado, cuya
población también desaparecería o al menos se reduciría Las primeras soluciones
GUiVWLFDPHQWHDVtFRPRVXVGHULYDGRVVLQDEHMDVHVFDVL
seguro que se extinguirían casi el total de frutas y verduras, (Q  HQ ORV (VWDGRV 8QLGRV HO QLYHO GH
sobreviviendo solamente las plantas que se polinizan por vía apis mellifera estuvo tan bajo, que por primera vez se
aérea, a no ser que se contratara a personas para la polini- tuvo que importar abejas, esta es sin duda una solución
zación manual, pero esto acarrearía una crisis económica UiSLGDVLQHPEDUJRQRIUHQDHOFRVWHGHODVSHUGLGDV
que podría provocar inestabilidad mundial. TXH DVFLHQGHQ KDVWD ORV  PLO GyODUHV DGHPiV GH
TXHHVWHPHFDQLVPRIXQFLRQDFRPRXQDFHOHUDGRUPiV
Lo cierto es, que no hay manera de sustituir el proceso de la extinción de las abejas.
GHSROLQL]DFLyQGHPDQHUDDUWL¿FLDOQLWDPSRFRKDKDEL-
do avances en la materia, así que sin la colaboración de Es necesario tomar medidas gubernamentales contra
las abejas, el problema se acrecienta ya que la necesi- el negocio de los pesticidas neonicotinoides que mueve
dad alimenticia mundial tanto de personas como de ani- millones en todo el mundo. Según uno de los expertos
males no espera y se sigue exigiendo de la agricultura el mundiales en entomología, la Dra. May Berenbaum (Di-
aumento de la producción alimentaria. UHFWRUD GH (QWRPRORJtD GH OD 8QLYHUVLGDG GH ,OOLQRLV 
es necesario utilizar con precaución estos productos
(OSULQFLSLRGHO¿Q químicos mientras se buscan mejores alternativas para
UHHPSOD]DUORV $FWXDOPHQWH OD 8QLyQ (XURSHD VH HQ-
Sin embargo donde se origina, esta crecien- cuentra discutiendo una política regional al respecto, la
te pérdida de abejas, ¿fueron realmente los pesticidas llamada en español “Ley de Material Reproductivo de

3
Para profundizar sobre los neonicotinoides, léase: Gómez Pajuelo, Antonio, Neonicotinoides versus abejas, versión on-line:http://www.mieldemalaga.com/data/
neonicotinoides_versus_abejasAGP130504.pdf (última consulta: 17 de septiembre del 2013).
4
(QYLVWDGHODVQHFHVLGDGHVGHHVSDFLRQRKDJRPHQFLyQGHORVGHPiVHQVD\RVFLHQWt¿FRVUHDOL]DGRVFRQDEHMDV\QHRQLFRWLQRLGHVVLQHPEDUJRSDUDSURIXQGL]DU
en el tema véase:Mickaël Henry et al., A Common Pesticide Decreases Foraging Success and Survival in Honey Bees, Science 336, 348 (2012); Penelope
R. Whitehorn et al., Neonicotinoid Pesticide Reduces Bumble Bee Colony Growth and Queen Production, Science 336, 351 (2012) y Gill, Richard J. et al.,
Combinedpesticideexposureseverelyaffects individual- and colony-leveltraits in bees, Nature, 49, 105–108 (01 November 2012).

Revista Bio Ciencias 2(3)(Supl 1): 77-81 79


I Diplomado en Bioética - UAN

las plantas” 5 DGHPiV GH OD FUHDFLyQ GHO  5HJODPHQWR libremente; el problema se debe estudiar desde el tras-
de Ejecución de la unión europea no 485/2013 de la fondo que conlleva, ya que si bien limita el uso de neo-
Comisión, de 24 de mayo de 2013, gracias al cual mo- nicotinoides, no eliminatotalmente su uso, sino que hace
GL¿FDHO5HJODPHQWRGH(MHFXFLyQGHOD8QLyQ(XURSHD SDUHFHUTXHPiVTXHSUHRFXSDUVHSRUHOGHVDUUROORGHO
540/2011, en lo relativo a las condiciones de aprobación medio ambiente y la supervivencia de las abejas, real-
de las sustancias activas clotianidina, tiametoxam e imi- PHQWHVHYHPiVSUHRFXSDGDSRUEHQH¿FLDURSURPRYHU
dacloprid (todas neonicotinoides, sin embargo no son el uso de ciertos fertilizantes, que si cuentan con ciertos
las únicas), y se prohíben el uso y la venta de semillas QHRQLFRWLQRLGHV TXH QR HVWiQ SURKLELGRV HQ HVWD OH\ \
WUDWDGDV FRQ SURGXFWRV ¿WRVDQLWDULRV TXH ODV FRQWHQJDQ que según la Comisión Europea no dañan a las abejas
que en apariencia saca del mercado los neonicotinoides, tanto como aquellos si prohibidos.
ORJUDQGRDVtEHQH¿FLDUHOGHVDUUROORGHODDSLFXOWXUD\UH-
ducir la muerte de las abejas, sin embargo, lo que provoca No debemos olvidar que somos parte de la cadena ali-
esta ley es que se deje de producir esos neonicotinoides mentaria, y que si destruimos uno de los eslabones, so-
considerados de baja calidad para el medio ambiente, pero luciones provisionales, no lograran mantener por mucho
dejando abierto el espacio a nicotinoides producidos por la estabilidad biológica de un ecosistema, por tanto es
empresas trasnacionales y que no contienen estas tres necesario reconocer la importancia de la gran variedad
sustancias activas. A pesar de eso, otros países han de seres vivos. Desde hace siglos el ser humano ha sido
optado por prohibir totalmente el uso de pesticidas neo- HO UHVSRQVDEOH GH WDOD GH iUEROHV FD]D LQGLVFULPLQDGD
nicotinoides (Rivas, 2012). Se calcula que la extinción destrucción de ecosistemas para utilizar el territorio y po-
GHODVDEHMDVWUDHUtDFRQVLJRXQDFDWiVWURIHDOLPHQWLFLD blarlo, estas y otras actividades han provocado cambios
a nivel mundial, con muy graves consecuencias para de la naturaleza, como lo es contaminación del ambiente,
la supervivencia de la raza humana en el largo plazo, el calentamiento global y por su puesto la desaparición de
DGHPiV OD H[WLQFLyQ GH ODV DEHMDV R DO PHQRV  VX UH- cientos de especies animales y vegetales.
ducción a números críticos, traería fuertes consecuen-
cias económicas, al llevar al alza el nivel del precio de Nuestra idiosincrasia occidental, nos hace creer que
los productos alimenticios, de aquí el parangón con las somos el centro del mundo y que nunca faltara alimen-
profecías apocalípticas; si siguen desapareciendo las to, que todo lo que constantemente se ve en televisión
DEHMDV DO ULWPR DFWXDO VX SREODFLyQ WRWDO VH H[WLQJXLUi son solo mitos que siempre amenazan y nunca llegan,
aproximadamente en el año 2035, consecuencia mu- lamentablemente son pocos los que realmente se dan
FKR PiV  LPSRQHQWH H LQPHGLDWD TXH HO FDOHQWDPLHQWR cuenta de que ese futuro, esas amenazas del futuro
global al cual tanta atención se le presta actualmente. TXHD\HUQRVGHFtDQOOHJDUiVLQRSUHYpV\DHVWiDTXt
un ejemplo de esto es el deshielo en los polos que ya
A manera de epílogo HVWiRFXUULHQGR\TXHVHJ~QH[SHUWRVFXOPLQDUDDOJ~Q
día de aquí al 2020. Nos encontramos ya en la era de
Es evidente e indudable la necesidad de tomar las consecuencias y no nos queremos dar cuenta; las
medidas, en lo relativo al declive de las abejas, no obstan- JXHUUDV SRU HO KDPEUH \ OD FULVLV HFRQyPLFD HVWiQ D
te, la propuesta LMRP, busca controlar que es lo que se unos pocos años; aquellos pocos que creen que sola-
VHPEUDUiHQOD8QLyQ(XURSHDORTXHQRKDFHHVSUHRFX- PHQWH HVWDPRV GHVWUX\HQGR HO SODQHWD HVWiQ EDVWDQWH
parse por los derechos y libertades del agricultor, sino que equivocados, ya que el planeta sabe cómo regenerar-
SRQH PiV DWHQFLRQHV D ODV QHFHVLGDGHV GH ORV PHUDGRV se, lo que realmente estamos destruyendo es nuestro
y las macroempresas, que de los pequeños productores. KiELWDW\ODVFRQVHFXHQFLDVSDUDODUD]DKXPDQD\DQR
VHUiQGHYDVWDGRUDVVLQRIDWDOHV
En cuanto a la ley que limita el uso de neonicotinoides,
HVXQDOH\TXHSDUHFHEHQH¿FLDUWDQWRDODPELHQWHFRPR A veces parece que las cosas son como son y que nuestra
a las abejas, a costa de la libertad de los agricultores de única opción es adaptarnos, los funcionarios son corruptos,
utilizar los fertilizantes que anteriormente, seleccionaban ORVPHFiQLFRVLUUHVSRQVDEOHVODPXMHUHVGHYDOXDGDVORV

5
European Comission, Proposal for a Regulation Of The European Parliament And Of The Council On the production and making available on the market of plant
reproductive material (plant reproductive material law), Brussels, 6.5.2013. En adelante LMRP

Revista Bio Ciencias 2(3)(Supl 1): 77-81 80


Colegio de Bioética A.C.

padres incomprensivos, los maestros injustos, los débiles el clandestino, las leyes y las sanciones son reglas que garan-
maltratados. No hay señales de que algún día dejaremos tizan el funcionamiento de una sociedad. Pero que las cosas
GHFRQWDPLQDUHOSODQHWDGHTXHODSREUH]DGLVPLQXLUiRGH IXQFLRQHQQRVLJQL¿FDTXHVHDQMXVWDV &KDUDEDWL 
TXHODJHQWHVHUiPiVKRQHVWDQRVGLVJXVWDSHURORDFHS-
tamos porque no hay remedio, estamos acostumbrados. Lamentablemente, son pocas las personas que piensan
en un cambio revolucionario, somos unas sociedad ego-
Sin embargo, la humanidad ha demostrado que es capaz céntrica y antropocéntrica, solo nos lamentamos un poco
de cambiar el rostro de las sociedades radicalmente, de y de vez en cuando por la naturaleza, por no dejarle sub-
abolir la esclavitud, otorgar derechos a las mujeres y pro- sistir, pero la realidad es que la naturaleza logra adaptar-
tección a los niños, de renunciar a la pena de muerte. Sin se y transformarse, el problema es que las circunstancias
duda estos cambios han requerido siglos y voluntad: la que provocamos exigen, necesidades adaptativas cada
historia se toma su tiempo. Marx decía que las condicio- YH]PiVVHYHUDV\QRQRVGDPRVFXHQWDGHTXHTXLHQHV
nes históricas tienen que estar maduras para que pueda terminaran por no adaptarse a las nuevas circunstancias
darse la transformación social. ¿Cómo se desencadenan naturales, que nosotros mismos estamos creando seremos
los procesos? Poniendo en duda las normas y planteando nosotros. El ser humano piensa que sí él no puede vivir,
un horizonte deseable, las normas son producto de una QLQJXQDRWUDHVSHFLHORKDUiSHUR¢HVWRHVUHDOPHQWHFLHU-
sociedad que establece las formas de vida y de pensamien- to? Realmente estamos solamente matando a la naturaleza
to: la moral, las relaciones laborales, el lenguaje admitido y R¢HVWDPRVPDWiQGRQRVSRFRDSRFRQRVRWURVPLVPRV"

Literatura citada

ÈOYDUH]*(O$SRFDOLSVLV8Q(VWXGLR<&RPHQWDULR%UHYHPDWHULDOSUHSDUDGRFRPRJXtDHQHOHVWXGLRGHOOLEUR
de Apocalipsispara la clase enseñada a la iglesia de Cristo en Forest Grove, Oregon. En http://www.roma-
nos16-16.org/El_Libro_De_Apocalipsis.pdf, última consulta: 14 de septiembre de 2013.
$UDQD)(FRORJtDSDUDSULQFLSLDQWHV(G7ULOODV0p[LFRSS
&KDUDEDWL((OR¿FLRGHODGXGD(G)HORX0p[LFRSS
3HVDQWH'*,QWURGXFFLyQDODDSLFXOWXUDKLVWRULDGHODDSLFXOWXUDS(Q'RFXPHQWRGHWUDEDMRSDUDHOFXUVR
$SLFXOWXUDWURSLFDO,13(8QLYHUVLGDGGH3XHUWR5LFR
Gill, R.J., Ramos-Rodriguez O. y Raine, N.E. 2012. Combined pesticide exposure severely affects individual- and colony-
level traits in bees. Nature 491: 105-108.
Gómez Pajuelo, A. 2013. Neonicotinoides versus abejas. En http://www.mieldemalaga.com/data/neonicotinoides_versus_
abejasAGP130504pdf, última consulta: 17 de septiembre del 2013.
Henry, M., Béguin, M., Requier F., Rollin, O., Odoux, J.F., Aupinel, P., et al. 2012. A Common Pesticide Decreases Foraging
Success and Survival in Honey Bees. Science   
Whitehorn, P.R., O’Connor, S., Wackers, F.L. y Goulson, D. 2012. Neonicotinoid Pesticide Reduces Bumble Bee Colony
Growth and Queen Production. Science   
5LYDV6RWR06HPXHUHQODVDEHMDV\FRQHOODVHOPXQGRS(Q/DUXWDGHOELFKyORJR(G81$0EROHWtQGH
julio del 2012.
5RVDGR *RUGRQ 0$  -DUGtQ %RWiQLFR$WOiQWLFR 3ROLQL]DGRUHV \ ELRGLYHUVLGDG S  (G$VRFLDFLyQ HVSDxROD GH
(QWRPRORJtD-DUGtQ%RWiQLFR$WOiQWLFR\&HQWUR,EHURDPHULFDQRGHOD%LRGLYHUVLGDG0DGULG
6KXOW]''RFXPHQWDO6LOHQFHRIWKH%HHV8QDSURGXFFLyQGH3DUWLVDQ3LFWXUHV\7KLUWHHQ:1(7SDUDHO1DWLRQDO
GeographicChannel (Nat-Geo).

Información del artículo


Recibido: 28 de junio de 2013.
Aceptado: 03 de octubre de 2013.

Como citar este documento: Navarro-Pérez A. El síndrome del colapso de la colmena, el tercer
jinete del apocalipsis. Revista Bio Ciencias 2013; 2(3)(Supl 1): 77-81.

Revista Bio Ciencias 2(3)(Supl 1): 77-81 81

Вам также может понравиться