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CAPITULO III
SISMOLOGÍA
La sismología o seismología (del griego seísmos = sismo y logos= estudio) es una rama de la geofísica que
se encarga del estudio de terremotos y la propagación de las ondas sísmicas que se generan en el interior y
la superficie de la Tierra.
Sus principales objetivos son:
El estudio de la propagación de las ondas sísmicas por el interior de la Tierra a fin de conocer su
estructura interna.
El estudio de las causas que dan origen a los temblores.
La prevención de daño.
La sismología incluye, entre otros fenómenos, el estudio de maremotos, tsunamis y vibraciones previas a
erupciones volcánicas. En general los terremotos se originan en los límites de placas tectónicas y son
producto de la acumulación de tensiones por interacciones entre dos o más placas.
La interpretación de los sismogramas que se registran al paso de las ondas sísmicas permite estudiar el
interior de la tierra.
ONDAS SÍSMICAS
La energía liberada por un terremoto se propaga a partir del hipocentro en forma de ondas. Tales ondas son
en esencia vibraciones que pueden ser definidas por:
a) su período o tiempo transcurrido entre dos posiciones idénticas;
b) la longitud de onda o distancia entre puntos equivalentes; y
c) su amplitud, que es la extensión de la vibración.
Dichas ondas, detectadas por los sismógrafos y registradas en los sismogramas, permiten conocer las
principales características del terremoto que las produjo. El estudio de gran número de sismogramas ha
permitido diferenciar dos tipos principales de ondas sísmicas: las internas, divididas a su vez en ondas
longitudinales «P» y transversales «S»; y las superficiales, divididas igualmente en ondas Rayleigh «R» y
las ondas Love «L».
TIPOS DE ONDAS INTERNAS: estas son:
Las ondas longitudinales, que también se les denomina ondas «P» (de «primaria»), provocan en las
partículas sólidas afectadas movimientos en el mismo sentido que la dirección de propagación, siendo, por
tanto, ondas de compresión y distensión. Su velocidad oscila entre 6 y 13,6 km/s son las primeras en ser
detectadas por los sismógrafos y se caracterizan por propagarse a través de los medios sólidos y fluidos.
Las ondas transversales producen en las partículas afectadas movimientos perpendiculares a la dirección
de propagación; son, pues, ondas de cizalladura. Se les denomina, también, ondas «S» (de «secundarias»),
presentan velocidades de propagación de 3,7 a 7,2 km/s y se caracterizan por trasmitirse únicamente a
través de medios sólidos.
TIPOS DE ONDAS SUPERFICIALES: Sólo se propagan por la superficie terrestre, y se originan a partir
de las ondas «P» y «S». En los seismos poco profundos, son las que transportan más energía y las de
mayor efecto destructor.
Las ondas Rayleigh o «R» son de período largo y producen en las partículas afectadas movimientos
elípticos sobre planos verticales y en sentido opuesto a la dirección de propagación, su velocidad es menor
que la de las ondas «S».
Las ondas Love o «L» se producen únicamente en estratos rocosos caracterizados por una baja velocidad
de propagación.
En el interior de la Tierra, las ondas «P» y «S» sufren reflexiones, refracciones y amortiguaciones que
indican la falta de homogeneidad de los materiales por los que se propagan. A las zonas del interior de la
Tierra, en las que se produce una brusca variación de la velocidad y dirección de propagación de las ondas
sísmicas, se les denomina discontinuidades sísmicas, cuya existencia indica cambios notables en la
composición o en el estado físico de los materiales, mediante estos datos ha sido posible establecer el
modelo estructural de ésta en las tres capas ya mencionadas: corteza, manto y núcleo.
Los sismogramas son los registros obtenidos en los sismógrafos durante un terremoto y corresponden a
los movimientos reales experimentados por el suelo durante el mismo. En un período de calma sísmica el
aspecto de un sismograma es casi una línea recta sólo alterada por pequeñas oscilaciones debidas a la
llegada de ondas de escasa amplitud, como paso de grandes camiones o causas meteorológicas. Cuando
las ondas sísmicas de un terremoto afectan a un sismógrafo, el aspecto del sismograma se hace muy
complejo, y se distinguen en el mismo diversas fases que corresponden a la llegada de diferentes tipos de
ondas, de su estudio e interpretación se pueden deducir las principales características de un terremoto, tales
como la magnitud, localización del epicentro y la profundidad del hipocentro o foco.
Sismograma
Magnitud en Escala de
Efectos del Terremoto
Richter
Intensidad: Es la medición de un sismo realizada en función de los daños que se han producido en los
distintos tipos de construcciones, por el grado de desplazamiento de objetos, por la aparición de grietas en el
terreno, por el grado de percepción humana, etc.
Para conocer las intensidades sísmicas varias escalas como la de Mercalli modificada que comprende
doce grados de intensidades:
Grado I. Instrumental o Muy Débil. Movimiento sísmico imperceptible para la gran mayoría de personas y
percibido por sismógrafos.
Grado II. Débil. Sacudida sentida sólo por pocas personas en reposo, especialmente en los pisos altos de
los edificios. Los objetos suspendidos pueden oscilar.
Grado III. Ligero. Sacudida sentida claramente en los interiores, especialmente en los pisos altos de los
edificios, muchas personas no lo asocian con un temblor. Los vehículos de motor estacionados pueden
moverse ligeramente. Vibración como la originada por el paso de un carro pesado. Duración estimable.
Grado IV. Moderado. Sacudida sentida durante el día por muchas personas en los interiores, por pocas en
el exterior. Por la noche algunas despiertan. Vibración de vajillas, vidrios de ventanas y puertas; los muros
crujen. Sensación como de un carro pesado chocando contra un edificio, los vehículos de motor
estacionados se balancean claramente.
Grado V. Poco Fuerte. Sacudida sentida casi por todo el mundo; muchos despiertan. Algunas piezas de
vajilla, vidrios de ventanas, etcétera, se rompen; pocos casos de agrietamiento de aplanados; caen objetos
inestables. Se observan perturbaciones en los árboles, postes y otros objetos altos. Se detienen de relojes
de péndulo.
Grado VI. Fuerte. Sacudida sentida por todo mundo; muchas personas atemorizadas huyen hacia afuera.
Algunos muebles pesados cambian de sitio; pocos ejemplos de caída de aplanados o daño en chimeneas.
Daños ligeros.
Grado VII. Muy Fuerte. Advertido por todos. La gente huye al exterior. Daños sin importancia en edificios
de buen diseño y construcción. Daños ligeros en estructuras ordinarias bien construidas; daños
considerables en las débiles o mal planeadas; rotura de algunas chimeneas. Estimado por las personas
conduciendo vehículos en movimiento.
Grado VIII. Destructivo. Daños ligeros en estructuras de diseño especialmente bueno; considerable en
edificios ordinarios con derrumbe parcial; grande en estructuras débilmente construidas. Los muros salen de
sus armaduras. Caída de chimeneas, pilas de productos en los almacenes de las fábricas, columnas,
monumentos y muros. Los muebles pesados se vuelcan. Arena y lodo proyectados en pequeñas cantidades.
Cambio en el nivel del agua de los pozos. Pérdida de control en la personas que guían vehículos
motorizados.
Grado IX. Muy Destructivo. Daño considerable en las estructuras de diseño bueno; las armaduras de las
estructuras bien planeadas se desploman; grandes daños en los edificios sólidos, con derrumbe parcial. Los
edificios salen de sus cimientos. El terreno se agrieta notablemente. Las tuberías subterráneas se rompen.
Grado X. Desastroso. Destrucción de algunas estructuras de madera bien construidas; la mayor parte de
las estructuras de mampostería y armaduras se destruyen con todo y cimientos; agrietamiento considerable
del terreno. Las vías del ferrocarril se tuercen. Considerables deslizamientos en las márgenes de los ríos y
pendientes fuertes. Invasión del agua de los ríos sobre sus márgenes.
Grado XI. Muy Desastroso. Casi ninguna estructura de mampostería queda en pie. Puentes destruidos.
Anchas grietas en el terreno. Las tuberías subterráneas quedan fuera de servicio. Hundimientos y
derrumbes en terreno suave. Gran torsión de vías férreas.
Grado XII. Catastrófico. Destrucción total. Ondas visibles sobre el terreno. Perturbaciones de las cotas de
nivel (ríos, lagos y mares). Objetos lanzados en el aire hacia arriba.