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Carta de Constantino Augusto a las Iglesias en

Roma. 
Concilio de Nicea. Año 325 D.C.

“Habiendo experimentado la grandeza de la bondad divina, en el


resurgimiento del estado, en lo que a las relaciones públicas se refiere,
pienso que es totalmente mi responsabilidad hacer que la feliz multitud que
compone la iglesia católica sea conservada en una misma fé.

Por el amor y la armonía de nuestra común devoción al Señor Altísimo en


cuanto a lo concerniente al más sagrado día de Pascua, fue decretado, por
consentimiento común (de todos los obispos católicos) que debe ser
celebrado el mismo día en cada lugar, ésto es para que sea mas hermoso y
mas venerable por medio de un festival por el cual hemos recibido la
esperanza de la inmortalidad por lo cual deberá ser observado por todos de
la misma manera.

Nos ha parecido algo indigno a todos, que la celebración de ésta fiesta de


la más alta solemnidad se deba guardar siguiendo la costumbre de
aquéllos judíos inmundos y miserables, quienes habiendo manchado sus
manos con tan horrible crimen (la muerte de Jesús) por tanto, son
afectados por la ceguera merecidamente del alma.

Es correcto entonces, que rechazando las prácticas de ése pueblo, nosotros


(totalmente divorciados) perpetuemos a todas las futuras generaciones, la
celebración de éste rito en un órden más legítimo y no tengamos nada en
común con ésta detestable multitud de judíos.

Como es necesario entonces debemos enmendar ésto, para no tener nada


compartido con las costumbres de aquéllos parricidas y asesinos de nuestro
Señor Jesucristo.

Por lo tanto, como la forma más apropiada ha sido establecida por todas
las iglesias occidentales y las sureñas y orientales, ha sido decidido que ésto
sea así y yo mismo, me he prometido que éste arreglo tenga vuestra
aprobación y que la costumbre que prevalezca esté en armonía con la
ciudad de Roma.

También es muy oportuno que todos deben unirse en desear lo que la


razón de sonido aparece en la demanda y evitar toda participación en la
realización perjuros de los judíos. (Y así no tener ningún tipo de relaciones
con éstos judíos perjuros.)

Es vuestro deber recibir y establecer los argumentos presentados y observar


el más santo día, en una fecha DIFERENTE de la que hacen los judíos.”

Comentario
Ésto ocurrió en el año 325 D.C. , en una reunión de obispos católicos
donde ellos presentaron un documento. En ése documento, el emperador
Constantino escribió ésta carta.

Adjunto fuente de ésta carta:

Constantino, en una Carta a las Iglesias tras el Consejo de Nicea en el 325


dC registrados por Eusebio en La vida de Constantino el Grande, libro 3,
capítulos 17-20 publicado en el de Nicea y de Nicea-Padres Post, Segunda
Serie, vol. 1, pp. 741-744

El primer “cristiano” emperador romano, Constantino el Grande, fue muy


decidido a eliminar las influencias judías de la iglesia romana. Los extractos
mencionados más arriba son de la carta que Constantino envió a todas las
iglesias del Concilio de Nicea REELABORANDO el calendario de la Semana
Santa de manera que nunca coinciden con la Pascua judía PESAJ. 

De allí en más, la SEMANA SANTA, nunca más coincidió con el PESAJ.


Ésta carta muestra fuerte desprecio de Constantino hacia todo lo judío y la
forma en que estaba trabajando para eliminar esas cosas de la iglesia.

Ésta es toda la evidencia histórica de cómo los padres de la Iglesia sacaron


a los cristianos de su conexión hebrea y los injertaron en otro árbol extraño
formando así una nueva religión divorciada de los mandamientos del Dios
de Israel, pasando a ser un pueblo y una religión que nunca estuvo en la
mente del Eterno.
OTRO DATO CRÍTICO
“Profesión de fe, de la Iglesia de Constantinopla”

Adjunto fuentes:

Stefano Assemani, Acta Sanctorum Martyrum Orientalium en Occidentalium,


Vol. 1 (Roma 1748), página 105 citado en James Parkes, El conflicto de la
Iglesia y la Sinagoga (Nueva York: Atheneum, 1974) pp. 397-398 y citado
por David Stern en la restauración del carácter judío del Evangelio,  en la
página 8

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**POR FAVOR, NO SE LE OCURRA LEER ésta confesión de Fé en voz alta.
Es una maldición que puede afectar su vida.
Así que ésta oración queda sellada y cubierta con la Sangre de Yeshúa y
sin derecho ni poder para nosotros**

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Oración de PROFESIÓN DE FÉ De la Iglesia Católica de Constantinopla.

Renuncio a todas las costumbres, ritos, legalismos, pan sin levadura y los
sacrificios de corderos de los hebreos, y todas las otras fiestas de los
hebreos, los sacrificios, oraciones, aspiraciones, purificaciones, santificación
y propiciación, y ayunos, y las lunas nuevas, y los Sábados y
supersticiones, y los himnos y cantos, celebraciones y sinagogas, y la
comida y la bebida de los hebreos, en una palabra, renuncio absolutamente
a todo lo judío, a todas las leyes, ritos y costumbres … y si después voy a
querer negar y volver a la superstición judía, o se me encuentra comiendo
con Judios, o fiestas con ellos, o conversando en secreto y condeno a la
religión cristiana en vez de refutar abiertamente y condenar su fé vana de
ellos, entonces que el temblor de Caín y la lepra de Giezi unirá a mí, así
como las sanciones legales a las que yo reconozco como a mí mismo
responsable. ¿Y se puede ser un anatema en el mundo por venir, y puede
mi alma estar prevista con Satanás y los demonios.

La Confesión de Fé dice: que la Iglesia Católica RENUNCIA a todas las


FIESTAS de los hebreos, y a los SABADOS. Ellos odiaban el Shabbat y las
Fiestas porque era influencia de la enseñanza de los judios. 

Y de allí en más sacaron el SABADO, las Fiestas del Señor, la Circuncisión


y todo lo que ellos creyeron eran costumbres judías. Para no tener ningún
tipo de cercanía, ni identificación ni participación con el pueblo de Israel. 

Así que si el Domingo se observa por motivos de la resurrección de  Cristo,


eso fué montado tiempo después. En realidad el motivo era ODIO
HOMICIDA HACIA LOS JUDIOS. Por eso sacaron las Fiestas del Señor, el
Shabbat y muchos mandamientos mas, que son "ESTATUTOS PERPETUOS
por vuestras generaciones."

Señores, Constantino puso un DECRETO DE ODIO a los JUDIOS sobre la


humanidad, vuelva a leer su carta si no se dió cuenta:
"...rechazando las prácticas de ése pueblo, nosotros (totalmente divorciados)
perpetuemos a todas las futuras generaciones...y no tengamos nada en
común con ésta detestable multitud de judíos."

Y así es hasta hoy. El odio a los judíos heredado de Constantino sigue


afectando a miles desde hace mas de 1700 años. No hemos avanzado, todo
sigue igual, la mentalidad de aquél siglo es la mentalidad de hoy. Por eso
cuando enseñamos de volver al Sábado y a las fiestas del Señor nos dicen
"JUDAIZANTES" (en un muy mal sentido), cuando en realidad lo que
intentamos es volver a casa, y ser injertados de nuevo en el Olivo Natural. 
El Emperador romano Constantino, no mucho después del reconocimiento
del cristianismo, ordenó que los tribunales de justicia obligaran a los
moradores de la ciudad y artesanos a reposar “en el venerable día al sol
(día domingo)” (Enciclopedia Americana, edición 1969, vol. XXVI artículo
“Domingo”, p.32).

En el concilio de Laodicea, en el 364 d.C. se decretó el siguiente edicto:


“Los cristianos no deben JUDAIZAR ni estar ociosos el SÁBADO, sino que
deben trabajar en ese día; pero el día del Señor (así se referían al domingo
“el venerable día al sol”) deben honrarlo especialmente y, siendo
cristianos, deben abstenerse en lo posible de trabajar ese día. Si a pesar de
todo se les encuentran JUDAIZANDO, serán expulsados de Cristo.” (Rev.
Charles Hefele, Historia de los concilios de la Iglesia, Vol. II, pág. 316).
16 “Los hijos de Israel guardarán el SÁBADO, celebrándolo como pacto
perpetuo a través de sus generaciones. Exodo 31:16. 

Constantino revocó éste mandamiento del Señor. Así que ahora


seguimos mandamiento de hombre para guardar el día domingo como el día
del Señor. 

Bien dijo Jesús: 


Respondiendo él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías,
como está escrito: Este pueblo de labios me honra, Mas su corazón está
lejos de mí. Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas
MANDAMIENTOS DE HOMBRES. Marcos 7:6-7

Y no sólo fue eso, Constantino también revocó el PESAJ (una celebración


altísima, la Pascua de YHWH), como lo han visto en su carta y la cambió
por la SEMANA SANTA, según él para hacerlo de una manera más
“legítima”, y así REVOCÓ también todas las fiestas del Señor. 

Así que guardar el día domingo y olvidarse de las fiestas del Señor, por
ordenanza de Constantino, fue obedecido y asimilado por la gran mayoría
de las iglesias que nacen de la Iglesia Católica, hasta hoy. 

Para aprender una doctrina sana, vayan por favor a los transfondos, vayan
a la historia, rebúsquense, investiguen, escudriñen, no se traguen todo
entero, porque finalmente por eso estamos siguiendo doctrinas y
mandamientos de hombres, y privándonos de las grandes bendiciones de
Dios.

Johnson escribe en History of Christianity (Historia del cristianismo,  p.


68): Él [Constantino] no tenía respeto por la vida humana y, siendo
emperador, ejecutó a su hijo mayor, a su propia segunda esposa, al marido
de su hermana favorita y a "muchos otros" en base a dudosas
acusaciones… Era muy criticado por condenar a los prisioneros de guerra a
combates mortales con bestias salvajes en Trier y Comar y por realizar
masacres al por mayor en el norte de África.

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