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LA EDUCACION PREESCOLAR

La Reforma Educativa En Preescolar

La obligatoriedad se expone a partir de la política educativa del gobierno del


presidente Vicente Fox Quezada, con fundamentos en: La Ley de Planeación que
establece que cada Administración Federal debe formular su plan sexenal. En base
a esto se formula el Programa Nacional de Desarrollo (PND), del cual se derivan los
programas sectoriales. Para el caso del sector educativo, se formuló el Programa
Nacional de Educación 2001-2006, en el cual la Secretaría de Educación Pública de
México ha emprendido una línea de política educativa orientada a la atención de las
niñas y los niños menores de 6 años, a fin de mejorar la calidad del servicio que
recibe esta población en el país

Es por ello que nos parece importante exponer cuales son los objetivos estrategias y
metas del Programa Nacional de Educación 2001-2006. De los cuales se establecen
tres objetivos: cuya consecución deberán contribuir todas las acciones e iniciativas
de las autoridades federales, estatales y escolares:

• Alcanzar la justicia y la equidad educativa,


• Mejorar la calidad del proceso y logro educativos
• Transformar la gestión institucional para colocarla al servicio de la escuela.

Estos objetivos abarcan todas las dimensiones del sistema educativo: desde su
financiamiento y estructura hasta las prácticas educativas en el aula, incluyendo la
definición curricular, los materiales educativos, la formación inicial y permanente de
los profesores, la gestión escolar y la evaluación educativa, entre otros aspectos.

Una de las líneas de acción para el segundo objetivo (mejoramiento de la calidad del
proceso y el logro educativos) es la articulación de la educación básica, cuyo
propósito es establecer un ciclo formativo con propósitos comunes y prácticas
educativas congruentes a lo largo de la educación preescolar, primaria y secundaria.
La reforma de la educación preescolar y la educación secundaria forman parte de
esta línea de acción.
Debido a esto, el Partido de Acción Nacional (PAN) presenta al Senado la propuesta
de la reforma educativa en preescolar, con tendencia a la política del Presidente
Vicente Fox. Esta iniciativa de la reforma educativa en preescolar se inició durante el
segundo período de sesiones ordinarias del tercer año de ejercicio de la legislatura
LVII, para reformar el artículo 3 y 31 constitucional, de esta forma considerar a la
educación preescolar como básica y obligatoria.

Sin duda la iniciativa fue el punto de controversias entre la importancia del


preescolar y la implicación de la obligatoriedad en México

Importancia De La Obligatoriedad Del Preescolar

Desde finales del siglo pasado La pedagogía y psicología han investigado, estudiado
y demostrado que el niño establece su personalidad a la edad de tres y cuarto años.
Y que por lo tanto su integración a una buena educación preescolar le permitirá
conocer sus primeras experiencias socializadoras.

La educación preescolar desempeña un papel fundamental en el desarrollo integral y


equilibrado de las niñas y niños. Ya que ésta debe promover en los niños la
socialización y la efectividad, el desarrollo de las capacidades comunicativas, del
pensamiento matemático, el conocimiento del entorno natural y social. El desarrollo
físico y psicomotriz, así como la expresión y la apreciación artística, mejorando sus
características de espacio de convivencia libre, tolerante y estimulante que
contribuya de forma firme al desarrollo integral de los niños.

Ante esto creemos que no hay nada que discutir y así lo han reflejado todos los que
hablan del tema. Sin embargo hablar de obligatoriedad en el campo educativo
implica entender el término; en el que se hace referencia tanto a una exigencia moral
como a una imposición social y a un deber jurídico. Lo que implica un verdadero
análisis, en el que se tomen en cuenta todos los factores mencionados, que
conlleven a una reforma real entendiendo que reformar es modificar con el fin de
mejorar, tema del cual se han establecido las diferentes criticas u opiniones desde la
presentación de de la iniciativa para la reforma en preescolar. Pero antes de hablar
de dichas opiniones creemos importante mencionar los tipos de instituciones y
programas en que se ha operado.

Tipos De Instituciones Y Programas Vigentes

La educación preescolar se ofrecido en tres modalidades:

• General: servicio educativo ofrecido por la SEP, los gobiernos de los estados
y los particulares en el medios rural y urbano.
• Indígena: es impartida por la SEP, a través de la dirección general de
educación indígena.
• Cursos comunitarios: servicios para las localidades que carecen de escuelas
de educación preescolar y primaria y que tienen más de 35 niños en edad
escolar. Es impartida por jóvenes egresados de secundaria que son formados
como instructores comunitarios. Este servicio depende del CONAFE,
Organismo descentralizado de la SEP.

Antecedentes Y Fundamentación

En el marco del Programa Nacional de Educación 2001–2006 (PRONAE), la


Secretaría de Educación Pública de México ha emprendido una línea de política
educativa orientada a la atención de las niñas y los niños menores de 6 años, a fin
de mejorar la calidad del servicio que recibe esta población en el país, tomando en
cuenta la diversidad de modalidades y los contextos en los que opera.

Recientemente se publicó el Decreto (12 de noviembre de 2002) que modifica los


artículos 3º y 31º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. El
Decreto establece la obligatoriedad de la educación preescolar para la población
infantil de tres a cinco años de edad, lo cual implica no sólo la obligación del Estado
para impartirla –medida ya establecida desde 1993-, sino también la obligación de
los padres o tutores para hacer que sus hijos o pupilos la cursen, como requisito
para el ingreso a la educación primaria.
La publicación del Decreto sobre obligatoriedad impone retos importantes de política
educativa, tanto para la expansión del servicio como para el mejoramiento de la
calidad (planta física y equipamiento, tamaño de los grupos, formación inicial y
actualización del personal docente y la transformación de la gestión escolar),
tomando en cuenta los plazos establecidos: 2004-2005 para los niños de 5 años,
2005-2006 para los niños de 4 y 2008-2009 para los niños de 3 años.

Por la importancia que representa la educación preescolar como un servicio de gran


potencial para el desarrollo integral de las niñas y los niños y porque puede
contribuir decisivamente en la adquisición de competencias socio-afectivas e
intelectuales básicas para el aprendizaje reflexivo y el pensamiento crítico y creativo,
la Secretaría de Educación Pública, con la participación de las autoridades
educativas estatales, ha diseñado y puesto en marcha un proceso de reforma, que
se explica en el documento “La renovación curricular y pedagógica de la educación
preescolar. Puntos de partida, estrategia y organización”.

Este documento es la base para informar, difundir y propiciar la participación de


profesoras, profesores, autoridades, madres y padres de familia en el país.

La reforma tiene como eje principal el diseño y aplicación de una nueva propuesta
curricular que permita una adecuada articulación con la educación primaria y precise
los propósitos educativos que todas las niñas y los niños del país
independientemente de su origen social, étnico o del ambiente familiar del que
procedan- deberán lograr durante su tránsito por la educación preescolar. Asimismo,
ofrecerá a las educadoras y educadores orientaciones didácticas diversas y flexibles
que favorezcan los aprendizajes deseados.

La reforma incluye entre sus líneas de acción la Actualización profesional del


personal docente y directivo, la Transformación de la gestión escolar, la producción
y distribución de materiales educativos y el fortalecimiento del equipamiento
didáctico de los planteles.

El punto de partida de la reforma es la construcción de un diagnóstico nacional sobre


la situación actual en la que opera el servicio. Se pretende obtener información en
cada entidad federativa sobre los principales problemas que identifican las
educadoras y el personal directivo sobre la práctica educativa y el funcionamiento de
los planteles, así como conocer la opinión de niños y niñas, madres y padres de
familia acerca del servicio que reciben, y conocer las propuestas que se elaboran
desde las escuelas para mejorar la calidad del trabajo educativo.

Estudios Aplicados Y Recomendaciones

• Dar a conocer y difundir los estudios existentes sobre las propuestas


curriculares de la educación preescolar (3 a 5) en la región, con el objeto de
identificar las tendencias y áreas de vacancia y de elaborar recomendaciones
para la acción.
• Identificar y socializar los distintos procesos de desarrollo curricular que
vienen realizando los países de la región y elaborar recomendaciones para la
acción.
• Dar a conocer y difundir las estrategias de apoyo a la apropiación de nuevos
currículos por parte de los docentes u otros agentes educativos.

Seminarios Y Talleres

• Se realizarán seminarios y/o talleres sobre diferentes aspectos del desarrollo


curricular, con el apoyo de los especialistas. En estos espacios participará el
equipo académico de la Subsecretaría de Educación Básica y Normal y
equipos de educadoras, grupos técnicos estatales y/o autoridades de
educación preescolar en los estados.

Algunos temas posibles son:

• Tendencias actuales en el diseño de currículos para educación inicial en


Iberoamérica.
• Los procesos de reforma en educación inicial y la participación de los
profesores desde el aula.
Intercambio, Difusión Y Construcción De Redes Subregionales.

• Pasantías a centros especializados. Integrar pequeños grupos de educadoras


de distintas entidades del país para realizar cursos cortos sobre atención
educativa en la educación preescolar.
• Construcción de redes para la elaboración y ejecución de proyectos
compartidos (exposiciones, ferias, diseño de materiales, proyectos integrales,
boletines, revistas, etc.)

En México, la educación preescolar pública se ofrece en tres modalidades:


preescolar general, indígena y comunitaria, servicios administrados por las
secretarías estatales de educación, la Secretaría de Educación Pública en el Distrito
Federal y el Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE). Existen también
servicios que prestan instituciones como el Sistema Nacional para el Desarrollo
Integral de la Familia (DIF), el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el
Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado
(ISSSTE), entre los principales.

El diagnóstico se construye a partir de un proceso denominado “Evaluación interna


en los planteles de educación preescolar” inscrito en la Línea Transformación de la
gestión escolar. En este proceso participan 520 planteles de educación preescolar
en el país. Para orientar el proceso la Subsecretaría de Educación Básica y Normal
está formando académicamente que asesoran al personal docente y directivo para
elaborar el diagnóstico correspondiente en cada plantel.
EDUCACIÓN PRIMARIA

El Derecho A Una Educación Primaria De Calidad

La educación primaria ha sido a través de nuestra historia el derecho educativo


fundamental al que han aspirado los mexicanos. Una escuela para todos, con
igualdad de acceso, que sirva para el mejoramiento de las condiciones de vida de
las personas y el progreso de la sociedad, ha sido una de las demandas populares
más sentidas. Morelos, Gómez Farías, Juárez y las generaciones liberales del siglo
pasado expresaron esta aspiración colectiva y contribuyeron a establecer el principio
de que la lucha contra la ignorancia es una responsabilidad pública y una condición
para el ejercicio de la libertad, la justicia y la democracia.

El artículo Tercero Constitucional formuló de la manera más exacta el derecho de los


mexicanos a la educación y la obligación del Estado de ofrecerla. Con la creación de
la Secretaría de Educación Pública hace 72 años, la obra educativa adquirió
continuidad, y, como resultado de una prolongada actividad de los gobiernos, de los
maestros y de la sociedad, la educación primaria dejó de ser un derecho formal para
convertirse en una oportunidad real para una proporción creciente de la población.
La difusión de la escuela hubo de enfrentar los retos representados por una
población numerosa, con altas tasas de crecimiento y de una gran diversidad
lingüística, por una geografía difícil y por la limitación de recursos financieros.

Los logros alcanzados son de gran relevancia. Las oportunidades de acceder a la


enseñanza primaria se han generalizado y existe mayor equidad en su distribución
social y regional. El rezago escolar absoluto, representado por los niños que nunca
ingresan a la escuela se ha reducido significativamente y la mayoría de la población
infantil tiene ahora la posibilidad de culminar el ciclo primario. El combate contra el
rezago no ha terminado, pero ahora debe ponerse especial atención en el apoyo
asistencial y educativo a los niños con mayor riesgo de abandonar sus estudios
antes del sexto grado.

El reconocimiento de los avances logrados fue el fundamento para que, en


noviembre de 1992, el Ejecutivo Federal presentara una iniciativa de reforma al
artículo Tercero, para establecer la obligatoriedad de la educación secundaria. Al
aprobarse la medida, el Gobierno adquirió el compromiso de realizar los cambios
necesarios para establecer congruencia y continuidad entre los estudios de
preescolar, primaria y secundaria.

Los avances en el terreno cuantitativo son incuestionables; ahora es necesario que


el Estado y la sociedad en su conjunto realicen un esfuerzo sostenido para elevar la
calidad de la educación que reciben los niños. Durante las próximas décadas, las
transformaciones que experimentará nuestro país exigirán a las nuevas
generaciones una formación básica más sólida y una gran flexibilidad para adquirir
nuevos conocimientos y aplicarlos creativamente. Estas transformaciones afectarán
distintos aspectos de la actividad humana: los procesos de trabajo serán más
complejos y cambiarán con celeridad; serán mayores las necesidades de
productividad y al mismo tiempo más urgente aplicar criterios racionales en la
utilización de los recursos naturales y la protección del ambiente; la vida política será
más plural y la participación en organizaciones sociales tendrá mayor significación
para el bienestar de las colectividades; la capacidad de seleccionar y evaluar
información transmitida por múltiples medios será un requisito indispensable en
todos los campos.

En diversos ámbitos de la sociedad y en muchos maestros y padres de familia existe


preocupación en torno a la capacidad de nuestras escuelas para cumplir estas
nuevas tareas. Las inquietudes se refieren a cuestiones fundamentales en la
formación de los niños y los jóvenes: la comprensión de la lectura y los hábitos de
leer y buscar información, la capacidad de expresión oral y escrita, la adquisición del
razonamiento matemático y de la destreza para aplicarlo, el conocimiento elemental
de la historia y la geografía de México, el aprecio y la práctica de valores en la vida
personal y la convivencia social.

Estas preocupaciones son plenamente legítimas y deben ser atendidas. En primer


lugar se deben superar las actuales deficiencias que persisten en el cumplimiento de
tareas formativas de primera importancia y en segundo establecer metas más
avanzadas, que desde ahora le permitan al país prepararse para hacer frente a las
demandas educativas del futuro. Los avances logrados en la cobertura de los
servicios educativos y en la prolongación de la escolaridad tendrían un significado
muy limitado si no representaran también la oportunidad de obtener una educación
de alta calidad, que responda a las necesidades básicas de aprendizaje de las
nuevas generaciones.

Una de las acciones principales en la política del gobierno federal para mejorar la
calidad de la educación primaria consiste en la elaboración de nuevos planes y
programas de estudio. Se ha considerado que es indispensable seleccionar y
organizar los contenidos educativos que la escuela ofrece, obedeciendo a
prioridades claras, eliminando la dispersión y estableciendo la flexibilidad suficiente
para que los maestros utilicen su experiencia e iniciativa y para que la realidad local
y regional sea aprovechada como un elemento educativo.

Los planes y los programas de estudio cumplen una función insustituible como
medio para organizar la enseñanza y para establecer un marco común del trabajo en
las escuelas de todo el país. Sin embargo, no se puede esperar que una acción
aislada tenga resultados apreciables, si no está articulada con una política general,
que desde distintos ángulos contribuya a crear las condiciones para mejorar la
calidad de la educación primaria. La estrategia del gobierno federal parte de este
principio y, en consecuencia, se propone que la reformulación de planes y
programas de estudio sea parte de un programa integral que incluye como acciones
fundamentales:

• La renovación de los libros de texto gratuitos y la producción de otros


materiales educativos, adoptando un procedimiento que estimule la
participación de los grupos de maestros y especialistas más calificados de
todo el país.
• El apoyo a la labor del maestro y la revaloración de sus funciones, a través de
un programa permanente de actualización y de un sistema de estímulos al
desempeño y al mejoramiento profesional.
• La ampliación del apoyo compensatorio a las regiones y escuelas que
enfrentan mayores rezagos y a los alumnos con riesgos más altos de
abandono escolar.
• La federalización, que traslada la dirección y operación de las escuelas
primarias a la autoridad estatal, bajo una normatividad nacional.

Antecedentes Del Plan

El plan y los programas de estudio que se presentan en este documento son


producto de un proceso cuidadoso y prolongado de diagnóstico, evaluación y
elaboración en el que han participado, a través de diversos mecanismos, maestros,
padres de familia, centros académicos, representantes de organizaciones sociales,
autoridades educativas y representantes del Sindicato Nacional de Trabajadores de
la Educación.

Desde los primeros meses de 1989, y como tarea previa a la elaboración del Plan
Nacional de Desarrollo 1989-1994, se realizó una consulta amplia que permitió
identificar los principales problemas educativos del país, precisar las prioridades y
definir estrategias para su atención.

El Programa para la Modernización Educativa 1989-1994, resultado de esta etapa


de consulta, estableció como prioridad la renovación de los contenidos y los
métodos de enseñanza, el mejoramiento de la formación de maestros y la
articulación de los niveles educativos que conforman la educación básica.

A partir de esta formulación, la Secretaría de Educación Pública inició la evaluación


de planes, programas y libros de texto y procedió a la formulación de propuestas de
reforma. En 1990 fueron elaborados planes experimentales para la educación
preescolar, primaria y secundaria, que dentro del programa denominado "Prueba
Operativa" fueron aplicados en un número limitado de planteles, con el objeto de
probar su pertinencia y viabilidad.
En 1991, el Consejo Nacional Técnico de la Educación remitió a la consideración de
sus miembros y a la discusión pública una propuesta para la orientación general de
la modernización de la educación básica, contenida en el documento denominado
"Nuevo Modelo Educativo". El productivo debate que se desarrolló en torno a esa
propuesta contribuyó notablemente a la precisión de los criterios centrales que
deberían orientar la reforma.

A lo largo de estos procesos de elaboración y discusión, se fue creando consenso


en torno a la necesidad de fortalecer los conocimientos y habilidades realmente
básicos, entre los que destacaban claramente las capacidades de lectura y escritura,
el uso de las matemáticas en la solución de problemas y en la vida práctica, la
vinculación de los conocimientos científicos con la preservación de la salud y la
protección del ambiente y un conocimiento más amplio de la historia y la geografía
de nuestro país. Entre las formulaciones que contribuyeron a formar los criterios
para la reforma de contenidos se encuentran las del Sindicato Nacional de
Trabajadores de la Educación, presentadas a fines de 1991 y ratificadas en su
congreso de febrero de 1992.

En mayo de 1992, al suscribirse el Acuerdo Nacional para la Modernización de la


Educación Básica, la Secretaría de Educación Pública inició la última etapa de la
transformación de los planes y programas de estudio de la educación básica
siguiendo las orientaciones expresadas en el Acuerdo. Las actividades se orientaron
en dos direcciones:

1ª Realizar acciones inmediatas para el fortalecimiento de los


contenidos educativos básicos. En este sentido, se determinó que era
conveniente y factible realizar acciones preparatorias del cambio curricular,
sin esperar a que estuviera concluida la propuesta de reforma integral. Con tal
propósito, se elaboraron y distribuyeron las Guías para el Maestro de
Enseñanza Primaria y otros materiales complementarios para el año lectivo
1992-1993, en los cuales se orientaba a los profesores para que, ajustándose
a los programas de estudio y los libros de texto vigentes, prestaran especial
atención a la enseñanza de cuestiones básicas referidas al uso de la lectura y
la escritura, a la aplicación de las matemáticas en la solución de problemas, a
los temas relacionados con la salud y la protección del ambiente y al
conocimiento de la localidad y el municipio en los que residen los niños.

Con el mismo propósito, se restableció la enseñanza sistemática de la historia


de México en los últimos tres grados de la enseñanza primaria y se editaron
los textos correspondientes.

Estas acciones, integradas en el Programa Emergente de Reformulación de


Contenidos y Materiales Educativos, fueron acompañadas de una extensa
actividad de actualización de los maestros en servicio, destinada a
proporcionar una orientación inicial sobre el fortalecimiento de temas básicos.

2ª Organizar el proceso para la elaboración definitiva del nuevo


currículo, que debería estar listo para su aplicación en septiembre de 1993.
Para este efecto, se solicitó al Consejo Nacional Técnico de la Educación la
realización de una consulta referida al contenido deseable de planes y
programas, en la que se recogieron y procesaron más de diez mil
recomendaciones específicas. En el otoño de 1992, equipos técnicos
integrados por cerca de 400 maestros, científicos y especialistas en
educación, elaboraron propuestas programáticas detalladas. Es de señalar
que en esta tarea se contó con el concurso de maestros frente a grupo de
diversos estados de la República, que generosamente acudieron al llamado
de la Secretaría de Educación Pública. Durante la primera mitad de 1993 se
formularon versiones completas de los planes y programas, se incorporaron
las precisiones requeridas para la elaboración de una primera serie de nuevos
libros de texto gratuitos y se definieron los contenidos de las guías didácticas
y materiales auxiliares para los maestros, necesarios para apoyar la
aplicación del nuevo plan en su primera etapa.
El Plan De Estudios Y El Fortalecimiento De Los Contenidos Básicos.

El nuevo plan de estudios y los programas de asignatura que lo integran tienen


como propósito organizar la enseñanza y el aprendizaje de contenidos básicos, para
asegurar que los niños:

1º Adquieran y desarrollen las habilidades intelectuales (la lectura y la


escritura, la expresión oral, la búsqueda y selección de información, la
aplicación de las matemáticas a la realidad) que les permitan aprender
permanentemente y con independencia, así como actuar con eficacia e
iniciativa en las cuestiones prácticas de la vida cotidiana.

2º Adquieran los conocimientos fundamentales para comprender los


fenómenos naturales, en particular los que se relacionan con la preservación
de la salud, con la protección del ambiente y el uso racional de los recursos
naturales, así como aquellos que proporcionan una visión organizada de la
historia y la geografía de México.

3º Se formen éticamente mediante el conocimiento de sus derechos y


deberes y la práctica de valores en su vida personal, en sus relaciones con
los demás y como integrantes de la comunidad nacional.

4º Desarrollen actitudes propicias para el aprecio y disfrute de las artes y del


ejercicio físico y deportivo.

De acuerdo con esta concepción, los contenidos básicos son medios fundamentales
para que los alumnos logren los objetivos de la formación integral, como definen a
ésta el artículo Tercero de la Constitución y su ley reglamentaria. En tal sentido, el
término "básico" no alude a un conjunto de conocimientos mínimos o fragmentarios,
sino justamente a aquello que permite adquirir, organizar y aplicar saberes de
diverso orden y complejidad creciente.

Uno de los propósitos centrales del plan y los programas de estudio es estimular las
habilidades que son necesarias para el aprendizaje permanente. Por esta razón, se
ha procurado que en todo momento la adquisición de conocimientos esté asociada
con el ejercicio de habilidades intelectuales y de la reflexión. Con ello, se pretende
superar la antigua disyuntiva entre enseñanza informativa o enseñanza formativa,
bajo la tesis de que no puede existir una sólida adquisición de conocimientos sin la
reflexión sobre su sentido, así como tampoco es posible el desarrollo de habilidades
intelectuales si éstas no se ejercen en relación con conocimientos fundamentales.

A la escuela primaria se le encomiendan múltiples tareas. No sólo se espera que


enseñe más conocimientos, sino también que realice otras complejas funciones
sociales y culturales. Frente a esas demandas, es indispensable aplicar criterios
selectivos y establecer prioridades, bajo el principio de que la escuela debe
asegurar en primer lugar el dominio de la lectura y la escritura, la formación
matemática elemental y la destreza en la selección y el uso de información. Sólo en
la medida en que cumpla estas tareas con eficacia, la educación primaria será
capaz de atender otras funciones.

Organización Del Plan De Estudios

El nuevo plan prevé un calendario anual de 200 días laborales, conservando la


actual jornada de cuatro horas de clase al día. El tiempo de trabajo escolar previsto,
que alcanzará 800 horas anuales, representa un incremento significativo en relación
con las 650 horas de actividad efectiva que se alcanzaron como promedio en los
años recientes.

Los diagramas que aparecen enseguida presentan la organización de las


asignaturas y establecen una distribución del tiempo de trabajo entre ellas. El
maestro establecerá con flexibilidad la utilización diaria del tiempo, para lograr la
articulación, equilibrio y continuidad en el tratamiento de contenidos, pero deberá
cuidar que durante la semana se respeten las prioridades establecidas.

Los rasgos centrales del plan, que lo distinguen del que estuvo vigente hasta 1992-
1993, son los siguientes:
1º La prioridad más alta se asigna al dominio de la lectura, la escritura y la
expresión oral. En los primeros dos grados, se dedica al español el 45 por
ciento del tiempo escolar, con objeto de asegurar que los niños logren una
alfabetización firme y duradera. Del tercer al sexto grado, la enseñanza del
español representa directamente el 30 por ciento de las actividades, pero
adicionalmente se intensificará su utilización sistemática en el trabajo con
otras asignaturas.

El cambio más importante en la enseñanza del español radica en la eliminación del


enfoque formalista, cuyo énfasis se situaba en el estudio de "nociones de lingüística"
y en los principios de la gramática estructural. En los nuevos programas de estudio
el propósito central es propiciar que los niños desarrollen su capacidad de
comunicación en la lengua hablada y escrita, en particular que:

• Logren de manera eficaz el aprendizaje inicial de la lectura y escritura.


• Desarrollen su capacidad para expresarse oralmente con claridad, coherencia
y sencillez.
• Aprendan a aplicar estrategias adecuadas para la redacción de textos que
tienen naturaleza y propósitos distintos.
• Aprendan a reconocer las diferencias entre diversos tipos de texto y a utilizar
estrategias apropiadas para su lectura.
• Adquieran el hábito de la lectura y se formen como lectores que reflexionen
sobre el significado de lo que leen y puedan valorarlo y criticarlo, que disfruten
de la lectura y formen sus propios criterios de preferencia y de gusto estético.
• Desarrollen las habilidades para la revisión y corrección de sus propios textos.
• Conozcan las reglas y normas de uso de la lengua y las apliquen como un
recurso para lograr claridad y eficacia en la comunicación.
• Sepan buscar información, valorarla, procesarla y emplearla dentro y fuera de
la escuela, como instrumento de aprendizaje autónomo.

2º A la enseñanza de las matemáticas se dedicará una cuarta parte del tiempo


de trabajo escolar a lo largo de los seis grados y se procurará, además, que las
formas de pensamiento y representación propios de esta disciplina sean
aplicados siempre que sea pertinente en el aprendizaje de otras asignaturas.

La orientación adoptada para la enseñanza de las matemáticas pone el mayor


énfasis en la formación de habilidades para la resolución de problemas y el
desarrollo del razonamiento matemático a partir de situaciones prácticas. Este
enfoque implica, entre otros cambios, suprimir como contenidos las nociones de
lógica de conjuntos y organizar la enseñanza en torno a seis líneas temáticas: los
números, sus relaciones y las operaciones que se realizan con ellos; la medición; la
geometría, a la que se otorga mayor atención; los procesos de cambio, con hincapié
en las nociones de razón y proporción; el tratamiento de información y el trabajo
sobre predicción y azar.

De manera más específica, los programas se proponen el desarrollo de:

• La capacidad de utilizar las matemáticas como un instrumento para


reconocer, plantear y resolver problemas.
• La capacidad de anticipar y verificar resultados.
• La capacidad de comunicar e interpretar información matemática.
• La imaginación espacial.
• La habilidad para estimar resultados de cálculos y mediciones.
• La destreza en el uso de ciertos instrumentos de medición, dibujo y cálculo.
• El pensamiento abstracto a través de distintas formas de razonamiento, entre
otras, la sistematización y generalización de procedimientos y estrategias.

3º La enseñanza de las Ciencias Naturales se integra en los dos primeros grados


con el aprendizaje de nociones sencillas de historia, geografía y educación
cívica. El elemento articulador será el conocimiento del medio natural y social
que rodea al niño. A partir del tercer grado, se destinarán 3 horas semanales
específicamente a las ciencias naturales. Los cambios más relevantes en los
programas de estudio consisten en la atención especial que se otorga a los
temas relacionados con la preservación de la salud y con la protección del
ambiente y de los recursos naturales.
Debe señalarse que el estudio de los problemas ecológicos no se reduce a esta
asignatura, sino que es una línea que está presente en el conjunto de las actividades
escolares, especialmente en la geografía y la educación cívica.

Otra modificación importante radica en la inclusión de un eje temático dedicado al


estudio de las aplicaciones tecnológicas de la ciencia y a la reflexión sobre los
criterios racionales que deben utilizarse en la selección y uso de la tecnología.

Para organizar la enseñanza, los contenidos de ciencias naturales han sido


agrupados en cinco ejes temáticos: los seres vivos; el cuerpo humano y la salud; el
ambiente y su protección; materia, energía y cambio; ciencia, tecnología y sociedad.

4º Organizar el aprendizaje de la historia, la geografía y la educación cívica


por asignaturas específicas, suprimiendo el área de Ciencias Sociales. Este
cambio tiene como finalidad establecer continuidad y sistematización en la
formación dentro de cada línea disciplinaria, evitando la fragmentación y las
rupturas en el tratamiento de los temas.

Durante los dos primeros grados las nociones preparatorias más sencillas de estas
disciplinas se enseñan de manera conjunta en el estudio del ámbito social y natural
inmediato, dentro de la asignatura "Conocimiento del Medio". En el tercer grado,
Historia, Geografía y Educación Cívica se estudian en con-junto, sus temas se
refieren a la comunidad, el municipio y la entidad política donde viven los niños.

En los grados cuarto, quinto y sexto cada asignatura tiene un propósito específico.
En Historia, se estudia en el cuarto grado un curso introductorio de historia de
México, para realizar en los dos siguientes una revisión más precisa de la historia
nacional y de sus relaciones con los procesos centrales de la historia universal. En
cuarto grado la asignatura de Geografía se dedicará al estudio del territorio nacional,
para pasar en los dos últimos al conocimiento del continente americano y de los
elementos básicos de la geografía universal. En Educación Cívica los contenidos se
refieren a los derechos y garantías de los mexicanos -en particular los de los niños-,
a las responsabilidades cívicas y los principios de la convivencia social y a las bases
de nuestra organización política.
5º El plan de estudios reserva espacios para la educación física y artística,
como parte de la formación integral de los alumnos. Los programas proponen
actividades, adaptadas a los distintos momentos del desarrollo de los niños,
que los maestros podrán aplicar con flexibilidad, sin sentirse obligados a
cubrir contenidos o a seguir secuencias rígidas de actividad.

La Educación Artística y Física debe ser no sólo una práctica escolar, sino también
un estímulo para enriquecer el juego de los niños y su uso del tiempo libre.

En el ciclo escolar 1994-1995 se aplicarán todos los programas del plan de


estudios. Dicha aplicación producirá necesariamente alteraciones en las rutinas
establecidas en la escuela y en la continuidad de esquemas y formas de trabajo,
que generalmente están muy arraigadas en las prácticas de los maestros y en las
expectativas de los padres de familia. Una fase transitoria de reajustes es natural
en la aplicación de cualquier cambio, pues los participantes se enfrentan a nuevas
exigencias y con frecuencia juzgan que la información y el apoyo que reciben no
son suficientes para resolver todas sus dudas. Es muy importante que los maestros
y directivos asuman que esta situación es normal, que durará poco tiempo y que
están a su disposición los materiales de orientación que distribuyen tanto la SEP
como las autoridades educativas estatales.

Programas De Estudio Por Asignatura Y Grado

Se ha procurado dar a los programas de estudio una organización sencilla y


compacta. En cada caso se ex-ponen en primer lugar los propósitos formativos de la
asignatura y los rasgos del enfoque pedagógico utilizado, para enunciar después los
contenidos de aprendizaje que corresponden a cada grado. Con esta forma de
presentación se ha evitado la enunciación de un número muy elevado de "objetivos
de aprendizaje", divididos en generales, particulares y específicos, que fue
característica de los anteriores programas de estudio y que en la práctica no
ayudaba a distinguir los propósitos formativos fundamentales de aquellos que tienen
una jerarquía secundaria.
Una formulación suficientemente precisa de propósitos y contenidos, que evite el
detalle exagerado y la rigidez, otorgará al maestro un mayor margen de decisión en
la organización de actividades didácticas, en la combinación de contenidos de
distintas asignaturas y en la utilización de recursos para la enseñanza que le brindan
la comunidad y la región.

En la organización de los contenidos se han seguido dos procedimientos: En el caso


de asignaturas centradas en el desarrollo de habilidades que se ejercitan de manera
continua (por ejemplo, la lengua escrita en Español o las operaciones numéricas en
el caso de Matemáticas) o bien cuando un tema general se desenvuelve a lo largo
de todo el ciclo (por ejemplo, los contenidos relativos al cuerpo humano y la salud,
en Ciencias Naturales), se han establecido ejes temáticos para agrupar los
contenidos a lo largo de los seis grados.

Cuando el agrupamiento por ejes resulta forzado, pues no corresponde a la


naturaleza de la asignatura, los contenidos se organizan temáticamente de manera
convencional. Éste es el caso de Historia, Geografía, Educación Cívica, Educación
Artística y Educación Física.

Educación primaria/Plan 1993 Distribución del tiempo de trabajo/Primer y segundo


grado

Horas Horas
Asignatura
Anuales Semanales
Español 360 9
Matemáticas 240 6
Conocimiento del Medio (Trabajo integrado de:
Ciencias Naturales
120 3
Historia
Geografía
40 1
Educación Cívica)
Educación Artística
Educación Física 40 1
Total 800 20
Educación primaria/Plan 1993

Distribución del tiempo de trabajo/Tercer al sexto grado

"Educación primaria/Plan 1993 Distribución del tiempo de trabajo/Tercer al sexto


grado

Asignatura Horas Anuales Horas Semanales


Español 240 6
Matemáticas 200 3
Ciencias Naturales 120 <F< />

LA EDUCACIÓN SECUNDARIA
La educación secundaria en México se define como el último tramo de la enseñanza
básica obligatoria, la cual está conformada por los niveles de preescolar (3 a 5
años), primaria (6 a 11 años) y secundaria (12 a 15 años).

Sus orígenes más remotos se encuentran en el siglo XIX, como ocurrió en la mayor
parte de los países de América Latina. Sin embargo, la secundaria adquirió carta de
ciudadanía en el sistema nacional de educación en los años posteriores a la
Revolución Mexicana (1921) y se estableció su obligatoriedad hasta los primeros
años de la última década del siglo XX.

En México, al igual que en distintos países de la Región e incluso de Europa, la


universalización de la educación primaria originó un crecimiento también importante
en la educación secundaria; con ello se ha hecho más evidente la crisis de un
modelo curricular y pedagógico que ya no responde a las necesidades de los
adolescentes de hoy ni a las exigencias de una sociedad que se fundamenta cada
vez más en el conocimiento. Los analistas coinciden en afirmar que es en la
educación secundaria básica y media donde hay mayor densidad de los problemas
pero una menor cantidad de soluciones.

Educación Secundaria En México: Pasado Y Presente

Como mencionamos en el párrafo introductorio, en México se denomina educación


secundaria al nivel educativo que atiende a los alumnos entre 12 y 15 años. Si
observamos el proceso histórico en la escolarización de nuestro país, primero se fue
desarrollando la educación primaria denominada durante mucho tiempo como
“educación elemental” y hasta 1993 la única obligatoria. En polo opuesto, se
encuentra la educación superior universitaria con una mayor tradición y cuyos
orígenes se pueden encontrar en la época Colonial hacia mediados del siglo XVI; el
nivel educativo previo a la universidad se denominó “educación preparatoria” y se
creó hacia finales del siglo XIX.

La educación secundaria comprendida como el puente entre la educación elemental


y la preparatoria tiene apenas ochenta años y se fue constituyendo de peculiar
manera en México. Durante mucho tiempo se denominó la secundaria como
“educación media básica” para distinguirla del bachillerato, al cual se le llama
también “educación media superior”. En la actualidad, la educación secundaria se
define como el último nivel de la educación básica obligatoria.

Durante más de una década la educación secundaria se ha beneficiado de una


reforma curricular que puso el énfasis en el desarrollo de habilidades y
competencias básicas para seguir aprendiendo; impulsó programas para apoyar la
actualización de los maestros; realizó acciones de mejoramiento de la gestión
escolar y del equipamiento audiovisual y bibliográfico. Sin embargo, estas acciones
no han sido suficientes para superar los retos que implica elevar la calidad de los
aprendizajes, así como atender con equidad a los alumnos durante su permanencia
en la escuela y asegurar el logro de los propósitos formativos plasmados en el
currículo nacional.

Con base en el artículo tercero constitucional y en cumplimiento de las atribuciones


que le otorga la Ley General de Educación, la Secretaría de Educación Pública
plasmó en el Programa Nacional de Educación 2001-2006 el compromiso de
impulsar una reforma de la educación secundaria que incluyera, además de una
renovación del plan y de los programas de estudio, el apoyo permanente y
sistemático a la profesionalización de los maestros y directivos del nivel, el
mejoramiento de la infraestructura y del equipamiento escolar, así como el impulso a
nuevas formas de organización y gestión que fortalecieran a la escuela como el
centro de las decisiones y acciones del sistema educativo.

Con base en el artículo tercero constitucional y en cumplimiento de las atribuciones


que le otorga la Ley General de Educación, la Secretaría de Educación Pública
plasmó en el Programa Nacional de Educación 2001-2006 el compromiso de
impulsar una reforma de la educación secundaria que incluyera, además de una
renovación del plan y de los programas de estudio, el apoyo permanente y
sistemático a la profesionalización de los maestros y directivos del nivel, el
mejoramiento de la infraestructura y del equipamiento escolar, así como el impulso a
nuevas formas de organización y gestión que fortalecieran a la escuela como el
centro de las decisiones y acciones del sistema educativo.

Para llevar a cabo la renovación del currículo, cuyo resultado se presenta en el Plan
y en los Programas de Estudio 2006, se impulsaron diversos mecanismos que
promovieran la participación de maestros y directivos de las escuelas secundarias
de todo el país, de equipos técnicos estatales responsables de coordinar el nivel, y
de especialistas en los contenidos de las diversas asignaturas que conforman el plan
de estudios. En este proceso se contó con el apoyo y compromiso decidido de las
autoridades educativas estatales.

De igual manera, y con el propósito de contar con evidencias sobre la pertinencia de


los contenidos y de los enfoques para su enseñanza, así como de las implicaciones
que tiene aplicar una nueva propuesta curricular en la organización de las escuelas y
en las prácticas de los maestros, durante el ciclo 2005-2006 se desarrolló en
escuelas secundarias de 30 entidades federativas la Primera Etapa de
Implementación (PEI) del nuevo currículo. Los resultados del seguimiento a esa
experiencia permiten atender con mejores recursos la generalización de la reforma
curricular a todas las escuelas del país.

Es innegable el valor que tiene el proceso de construcción curricular arriba


expresado. Por ello, y a fin de garantizar que en lo sucesivo se favorezca la
participación social en la revisión y el fortalecimiento continuo de este servicio, la
Secretaría de Educación Pública instalará Consejos Consultivos Interinstitucionales
conformados por representantes de instituciones educativas especializadas en la
docencia y la investigación sobre los contenidos de los programas de estudio; de las
instituciones responsables de la formación inicial y continua; de asociaciones y
colegios, tanto de maestros como de padres de familia; y de organizaciones de la
sociedad civil vinculadas con la educación básica. El funcionamiento de los
Consejos en la evaluación permanente del plan y de los programas de estudio y de
sus resultados permitirá atender con oportunidad las necesidades y retos que se
presenten, instalar una política de desarrollo curricular apegada a las necesidades
formativas de los ciudadanos, así como fortalecer en las escuelas la cultura de la
evaluación y de la rendición de cuentas.

La Secretaría de Educación Pública reconoce que el currículo es básico en la


transformación de la escuela; sin embargo, reconoce también que la emisión de un
nuevo plan y programas de estudio es únicamente el primer paso para avanzar
hacia la calidad de los servicios. Por ello, en coordinación con las autoridades
educativas estatales, la Secretaría brindará los apoyos necesarios a fin de que los
planteles, así como los profesores y directivos, cuenten con los recursos y las
condiciones necesarias para realizar la tarea que tienen encomendada y que
constituye la razón de ser de la educación secundaria: asegurar que los jóvenes
logren y consoliden las competencias básicas para actuar de manera responsable
consigo mismos, con la naturaleza y con la comunidad de la que forman parte, y que
participen activamente en la construcción de una sociedad más justa, más libre y
democrática.

Las finalidades de la educación básica

Los lineamientos establecidos en el artículo 3° de la Constitución Política de los


Estados Unidos Mexicanos, la Ley General de Educación y el Programa Nacional de
Educación 2001-2006 concretan el compromiso del Estado Mexicano de ofrecer una
educación democrática, nacional, intercultural, laica y obligatoria que favorezca el
desarrollo del individuo y de su comunidad, así como el sentido de pertenencia a una
nación multicultural y plurilingüe, y la conciencia de solidaridad internacional de los
educandos. En dichos documentos se encuentran los propósitos generales y se
describen las características de una educación básica considerada plataforma
común para todos los mexicanos.

México es un país que se reconoce como multicultural y diverso (artículo 2o de la


Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos), por lo que asume la
existencia de diferentes culturas, etnias y lenguas, y requiere, por tanto, impulsar
una educación intercultural para todos, que identifique y valore esta diversidad y, al
mismo tiempo, afirme su identidad nacional.

El acelerado cambio demográfico, social, económico y político de nuestro tiempo


exige que la educación se transforme, a efecto de estar en condiciones de cumplir
con sus objetivos, lo cual nos obliga a una profunda reflexión sobre la sociedad que
deseamos y el país que queremos construir.

Las formas en que los individuos se apropian y utilizan el conocimiento en su


proceso de formación y desarrollo imponen enormes retos que la educación habrá
de enfrentar en las próximas décadas. Los cambios educativos deben responder al
avance continuo de la sociedad y a las necesidades de adaptación que exige, y no
pueden ni deben limitarse a revisiones esporádicas de planes y programas de
estudio; por el contrario, la profundidad y la velocidad de estos cambios nos obliga a
construir mecanismos graduales y permanentes, que permitan evaluar y reformular
los contenidos curriculares y las formas de gestión del sistema y de las escuelas en
atención a una demanda cada día más diversa.

El cumplimiento del carácter obligatorio de la secundaria implica, en primer lugar,


que el Estado proporcione las condiciones para que todos los egresados de primaria
accedan oportunamente a la escuela secundaria y permanezcan en ella hasta
concluirla (idealmente, antes de cumplir los 15 años). En segundo lugar, significa
que la asistencia a la secundaria represente, para todos los alumnos, la adquisición
de los conocimientos, el desarrollo de habilidades, así como la construcción de
valores y actitudes; es decir, la formación en las competencias propuestas por el
currículo común, a partir del contexto nacional pluricultural y de la especificidad de
cada contexto regional, estatal y comunitario.

Ya sea que continúen con una educación formal o ingresen al mundo laboral, la
escuela secundaria asegurará a los adolescentes la adquisición de herramientas
para aprender a lo largo de toda su vida. En la actualidad, las necesidades de
aprendizaje se relacionan con la capacidad de reflexión y el análisis crítico; el
ejercicio de los derechos civiles y democráticos; la producción y el intercambio de
conocimientos a través de diversos medios; el cuidado de la salud y del ambiente,
así como con la participación en un mundo laboral cada vez más versátil.

Esta educación constituye la meta a la cual los profesores, la escuela y el sistema


educativo nacional dirigen sus esfuerzos y encaminan sus acciones. De manera
paralela, este proceso implica revisar, actualizar y fortalecer la normatividad vigente,
para que responda a las nuevas necesidades y condiciones de la educación básica.
Es importante subrayar que la decisión, tomada en 1993, de definir la secundaria
como el último tramo del ciclo obligatorio, fue un paso fundamental para darle un
sentido claro al papel de este nivel educativo; pero tal medida, por sí sola, no podía
resolver los problemas relativos a la definición del tipo de necesidades sociales que
el nivel puede atender, ni hacerla más pertinente para los jóvenes. La reforma de
1993 planteó una formación general, única y común para todos los alumnos; sin
embargo, en la práctica no se ha logrado una efectiva vinculación con los niveles
previos de la educación básica. Como último tramo de escolaridad básica
obligatoria, la educación secundaria debe articularse con los niveles de preescolar y
primaria para configurar un solo ciclo formativo con propósitos comunes, prácticas
pedagógicas congruentes, así como formas de organización y de relación interna
que contribuyan al desarrollo de los estudiantes y a su formación como ciudadanos
democráticos.

Perfil de egreso de la educación básica


Para avanzar en la articulación de la educación básica se ha establecido un perfil de
egreso que define el tipo de ciudadano que se espera formar en su paso por la
educación obligatoria; asimismo, constituye un referente obligado de la enseñanza y
del aprendizaje en las aulas, una guía de los maestros para trabajar con los
contenidos de las diversas asignaturas y una base para valorar la eficacia del
proceso educativo.

El perfil de egreso plantea un conjunto de rasgos que los estudiantes deberán tener
al término de la educación básica para desenvolverse en un mundo en constante
cambio. Dichos rasgos son resultado de una formación que destaca la necesidad de
fortalecer las competencias para la vida, que no sólo incluyen aspectos cognitivos
sino los relacionados con lo afectivo, lo social, la naturaleza y la vida democrática, y
su logro supone una tarea compartida entre los campos del conocimiento que
integran el currículo a lo largo de toda la educación básica.

TELESECUNDARIA

El análisis de las políticas tecnológicas respecto a la aplicación de los audiovisuales


en educación, puestas en marcha históricamente en diferentes estados de la Unión
Europea, pone de manifiesto en primer lugar, la diversidad de modelos televisivos
existentes. Una diversidad que encuentra una justificación histórica en el hecho de
que, cuando el medio televisivo inicia su expansión en el viejo Continente, tras el
final de la Segunda Guerra Mundial, Europa sufre divisiones tan profundas que la
idea de identidad común europea carece de significado. Los estados europeos del
momento tienen muy presente que las ideas de estado-nación y de cultura nacional
desarrolladas durante el siglo XIX, han permanecido en la base de las dos
contiendas mundiales. Y para los europeos de la época, por encima de las
diferencias políticas y económicas de los estados, prevalece un sentido de recíproca
extrañeza social (Bustamante, 1990).
Precisamente en esa Europa poco favorable a la idea comunitaria, nace la televisión
y por ello, no ha de sorprender que su historia refleje esta situación de diferencia y
extrañeza. Nada hace pensar que hubiera sido posible, en ese contexto político y
social, que los diferentes sistemas televisivos hubieran nacido ya orientados a
soluciones comunes. Así, en cada país, la televisión y con ella las políticas
audiovisuales, se construyen en relación con la propia sociedad, convirtiéndose en
un medio que reafirma las propias y específicas tradiciones culturales de cada
estado europeo en concreto.

En México, la Dirección General de Educación Audiovisual (DGEAV), bajo la


perspectiva del Licenciado Álvaro Gálvez y Fuentes y del entonces Secretario de la
Secretaria de Educación Pública (SEP), Licenciado Agustín Yáñez, inicia en 1965 un
plan coherente y sistemático del uso de la televisión al servicio de la alfabetización.
Para lograrlo, el Servicio Nacional de Educación por Televisión elaboró el esquema
pedagógico original para dicha modalidad.

La televisión educativa, como recurso didáctico, consistía en la transmisión de


programas curriculares, cuyo fin era cubrir los objetivos de aprendizaje de un
determinado nivel escolar, o bien, contribuir a elevar el nivel cultural del pueblo.

Respecto al aumento de matrícula, éste fue muy notorio, de 6 569 alumnos inscritos
en 1968, pasó a 23 762 para 1970; lo que significó desde el punto de vista
cuantitativo, un crecimiento significativo, estableciendo a su vez, que un grupo no
tenía que ser mayor a 30 alumnos, ni menor de 15, con la finalidad de que pudiera
ser más controlable por el coordinador.

Así se tiene que de 1968 hasta 1978, el servicio de recepción de la señal abarcó
ocho Estados de la República Mexicana, que fueron Hidalgo, el Estado de México,
Morelos, Oaxaca, Puebla, Tlaxcala, Veracruz y el Distrito Federal.

El objetivo original del proyecto, mismo que se mantiene hasta la fecha, es abatir el
rezago educativo de la educación secundaria en comunidades rurales e indígenas,
que contaran con señal de televisión3; zonas con menos de 2 500 habitantes, donde
el número de alumnos egresados de la primaria, y las condiciones geográficas y
económicas hacían inviable el establecimiento de planteles de secundaria generales
o técnicas. Dicha problemática también se reflejaba en la demanda educativa de
zonas semiurbanas y urbanas marginales, caracterizadas por fenómenos sociales,
geográficos, demográficos y económicos, que no permitían un mejor desarrollo de
los estudiantes para su beneficio personal y dentro de la comunidad (García, 1970).

El esquema consistía en ofrecer a la población demandante, alumnos entre los 12 y


15 años de edad, un servicio educativo con el apoyo de los medios electrónicos de
comunicación social y con materiales impresos en el proceso enseñanza-
aprendizaje.

Como estrategia, se contempló el diseño y la aplicación de programas de televisión,


para permitir a los estudiantes el acceso a los conocimientos. Se estableció un
currículo especial que abordara el plan y programas de estudio vigente para
secundaria, que ampliara y profundizara los contenidos dosificados, útiles y
sistematizados pedagógicamente. El propósito fue sentar las bases de la vida
productiva y preparar a los educandos para seguir con los estudios del siguiente
nivel.
Por otro lado, el desarrollo de la Telesecundaria dentro de la política educativa
actual, cuenta con una importante infraestructura de medios, donde el elemento
central es la Red Satelital de Televisión Educativa (EDUSAT), con el propósito de
ofrecer nuevas propuestas de televisión.

Es importante señalar que, para reducir el rezago educativo de los adultos, en el


nivel de secundaria, se propuso la utilización del equipo receptor EDUSAT ya
instalado y la participación de los canales estatales y privados, con la intención de
ofrecer más opciones para cursar este nivel.

En el aspecto cuantitativo, desde 1990, la señal del servicio se recibe en toda la


República Mexicana, y durante 1996, se transmitió simultáneamente a través de dos
vías de difusión diferentes: en la mañana para el área metropolitana de la Ciudad de
México por Canal 9 de TELEVISA, otorgado en tiempos oficiales, y por la señal
digital comprimida del Canal 11 de la Red EDUSAT del satélite Solidaridad en todo
el país y América Latina. En la actualidad el servicio se transmite por el satélite
SATMEX 5.

Por su parte, la demanda educativa de la Telesecundaria ha creado otras


expectativas, tanto a nivel nacional como internacional. En 1998, se registró que a
nivel nacional egresan anualmente alrededor de 200 mil alumnos, de los cuales en
un 90%, se rezagan para el siguiente nivel, lo que significa la necesidad de la
creación de un Telebachillerato4, en su modalidad escolarizada, que permita
asegurar la preparación en estudios superiores.
En el ámbito internacional, el desarrollo de la Telesecundaria representa en buena
medida el programa de educación a distancia en México. Uno de los resultados más
claros sobre este punto, es la propuesta del Programa de Cooperación en Educación
a Distancia con los Estados Unidos de América.

El proyecto se considera en el Memorándum de Entendimiento en Educación,


firmado por los titulares de la Secretaría de Educación de México y los Estados
Unidos de América; como apoyo al Programa Binacional de Educación Migrante.
Éste se apoya en los principios de la Declaración Universal de los Derechos del
Hombre y en la Declaración de los Derechos del Niño promulgados por la ONU. Uno
de los objetivos de dicho programa es:

Ofrecer a todos las mismas oportunidades de acceso a la educación... y


proporcionar, a los maestros bilingües, apoyos alternativos para la educación de
más de un millón de estudiantes de origen latinoamericano del nivel medio, que no
dominan el inglés; así como contribuir al proceso de aprendizaje del español como
segunda lengua (SEP, n.º 4, 1997, p. 30).

En el sentido operativo, el programa requiere de la capacitación de los maestros


bilingües en el manejo del modelo del servicio, y ofrecer a precios de recuperación,
los materiales didácticos impresos, el material videograbado y los medios
electrónicos necesarios; además de proporcionar los elementos para la asistencia
pedagógica, la evaluación permanente y la consulta técnica.

En la teoría, la Modernización Educativa dio a la Telesecundaria los elementos para


acceder al resultado global y dialéctico, donde el éxito del servicio depende de su
adaptación a las características específicas de las comunidades. Es decir; esta
modalidad mantiene el objetivo original de atender las necesidades de educación,
pero también se relaciona con el carácter formativo de los adolescentes, pues los
contenidos y los aprendizajes que ofrece la escuela, les permite encontrar la manera
de resolver situaciones, tomar decisiones personales y de carácter familiar y/o
comunitario a través del aprendizaje significativo y la construcción del conocimiento.

A partir de la llamada Modernización Educativa, en el ciclo escolar 1992-1993, se


reestructuraron los requisitos del servicio y los contenidos de las asignaturas (antes
trabajadas por áreas), las finalidades de los programas y los planes de estudio que
coinciden con los objetivos de la enseñanza directa.

Respecto a la capacitación de los coordinadores y los maestros, se elaboró una guía


para la planeación y el desarrollo de los cursos de actualización de esta modalidad
en la asignatura de español y mediante la Red EDUSAT, se transmitieron los
programas correspondientes a cada taller. También, se dio mayor énfasis al
aprovechamiento de los medios de comunicación, se integró el uso de
computadoras y aumentó el número de videocaseteras, considerados todos,
elementos insustituibles relacionados directamente con el alumno.

En este sentido, cabe destacar que a partir de este año (2007), inició el programa
Microsoft a través de la iniciativa “Alianza por la Educación”, en el Estado de México.
Dicho programa trabaja para que tanto docentes como estudiantes aprovechen las
tecnologías de información para alcanzar su máximo potencial. En este sentido, la
compañía capacitó a profesores del Sindicato de Maestros al Servicio del Estado de
México (SMSEM) a través del programa “Educando Contigo”, en el que se fomentan
habilidades tecnológicas en la modalidad de autoaprendizaje.

El programa de capacitación tecnológica “Educando Contigo”, que incluye tres


módulos de 40 horas cada uno, permite a los profesores el desarrollo de sus
conocimientos en informática, en aplicaciones de escritorio y en proyectos de
aprendizaje. Éste último precisamente es el que les permitirá enriquecer el contenido
de sus cursos, al fomentar habilidades de información y comunicación, además de
mostrarles caminos en el que la tecnología puede ser un soporte para la labor
educativa.
Escenarios de la Telesecundaria en México

La Telesecundaria se ha consolidado como una de las más eficaces en la


ampliación de la cobertura y la búsqueda de equidad en el acceso a la educación de
este nivel. Se caracteriza, porque un solo maestro es responsable del proceso
educativo en todas las asignaturas de grado, apoyándose en los materiales
impresos y los programas televisivos.
Por otra parte, la ausencia de personal de apoyo y asistencia a la educación en las
escuelas genera más trabajo en los docentes pues, además de su responsabilidad
educativa, deben realizar tareas administrativas.

La Telesecundaria cuenta con más de 4 mil programas de televisión para los tres
grados, con propósitos didácticos diversos; 62 de ellos corresponden a los cursos de
Telesecundaria de verano. En el escenario actual de globalización, sería importante
revisar en profundidad la posible adaptación de diversos medios al modelo (red
escolar, software educativo, DVD, video, etc.), a fin de lograr mayor impacto.

La Telesecundaria no dispone de una planta docente amplia y distribuida por


asignaturas, por lo que los profesores de esta modalidad, aunque posean el dominio
de un campo disciplinario, deben cubrir las demás asignaturas que corresponden al
grado escolar que atienden, situación que se complica cuando un profesor trabaja
con más de un grado.

A pesar de que en el ámbito nacional la Telesecundaria contribuye en gran medida a


atenuar el rezago de cobertura que existe en este nivel, aún persisten, en lo general,
algunos problemas, entre los cuales destacan: la falta de acciones permanentes de
actualización y capacitación para los maestros, instalaciones escolares inadecuadas,
retraso en la entrega de materiales bibliográficos y audiovisuales o carencia de ellos,
mal funcionamiento de la señal televisiva, déficit de personal docente para atender el
servicio como está planteado; así como, la falta de compromiso de algunos docentes
respecto a las actividades educativas que se realizan con los alumnos y en las
acciones de vinculación que se organizan con los padres de familia y los miembros
de la comunidad (DGMyME-SEB y N-SEP 2004).

Ante este panorama es posible identificar varios posibles escenarios, en este artículo
centraremos nuestra atención en un escenario tendencial y en otro deseable, este
último será posible en gran medida por las acciones de la política educativa y
tecnológica que favorezca la implementación de mejores condiciones para el
desarrollo de esta modalidad.

EDUCACION MEDIA SUPERIOR

La Educación Media Superior (EMS) se ubica en el nivel intermedio del sistema


educativo nacional. Su primer antecedente formal lo constituye la Escuela Nacional
Preparatoria creada en 1867, como un vínculo entre la educación básica y la
superior. Con el paso del tiempo, este nivel dio origen a la educación secundaria de
tres años y a la educación media superior. Posteriormente surgieron modalidades
para facilitar la incorporación de sus egresados al mercado laboral, producto éstas
del desarrollo económico del país y del propio sistema educativo.

Actualmente, existen tres tipos de programa de EMS: el bachillerato general, cuyo


propósito principal es preparar a los alumnos para ingresar a instituciones de
educación superior, el profesional técnico, que proporciona una formación para el
trabajo, y el bivalente o bachillerato tecnológico, que es una combinación de ambas.
Los bachilleratos general y tecnológico se imparten bajo las modalidades de
enseñanza abierta y educación a distancia. Asimismo, la opción técnica ofrece ya la
posibilidad de ingreso a la educación superior.

Al inicio del ciclo escolar 1998–99, el conjunto de las instituciones de educación


media superior atendió a una matrícula de 2.8 millones de alumnos, de los cuales
poco menos de 1.21 millones fueron de primer ingreso, contando para ello con una
infraestructura compuesta por 9,300 planteles y una plantilla de 197,900 docentes.
El 36.9% de la matrícula fue atendida por instituciones del gobierno federal, el 29%,
por las pertenecientes a gobiernos estatales, el 20.9%, por privadas y el 13.1% por
autónomas, dependientes de las universidades.

La captación de primer ingreso representó el 94.5% de los cerca de 1.3 millones de


alumnos egresados de secundaria, lo cual constituye, sin duda un alto porcentaje de
atención a este sector de la demanda. Sin embargo, la cobertura en el grupo de
edad correspondiente, es decir, de 16 a 18 años, es de sólo 46%.

Este problema se origina en la deserción y reprobación que ocurre tanto en el nivel


básico como en el medio superior. En éste, en particular, la eficiencia terminal se
estima en 55%, siendo más grave la situación en los programas de profesional
técnico, en la que el indicador se ubica entre 40% y 45%. Ello tiene como
consecuencia el bajo aprovechamiento de los recursos que son invertidos en los
jóvenes que no concluyen sus estudios.

La reprobación se origina en deficiencias de la formación básica que se combinan


con la falta de mecanismos compensatorios para que los alumnos puedan cursar
satisfactoriamente las asignaturas en este nivel educativo. Respecto a la deserción,
muchos estudiantes abandonan prematuramente sus estudios, generalmente por
motivos económicos, para incorporarse al mercado laboral sin haber adquirido las
competencias necesarias para obtener un empleo adecuadamente remunerado.
Cabe señalar que los apoyos a los estudiantes de bajos recursos son escasos, por
lo que su impacto en la retención es reducido.

Por otra parte, los jóvenes que tratan de reintegrarse sus estudios encuentran
muchos obstáculos debido a la multiplicidad de programas educativos que coexisten
en el mismo nivel, sin una relación o compatibilidad entre sí, y a restricciones de tipo
administrativo, lo que dificulta la revalidación de estudios y el libre tránsito entre una
institución y otra. Esta heterogeneidad de opciones ha dado lugar, entre otras
razones, a una falta de identidad del nivel educativo.

Es importante mencionar que, aún cuando el porcentaje de absorción de egresados


de secundaria es alto, se presentan variaciones considerables entre una entidad
federativa y otra. Mientras que en algunas el indicador supera el 100%[2], en otras
es inferior al 80%.

Otro señalamiento relevante está relacionado con los recursos presupuestales


destinados a este nivel, comparativamente menores –en proporción a la matrícula- a
los canalizados a la educación básica y a la superior y en monto decreciente en
términos reales. Esta situación puede hacerse crítica en los próximos años ante las
expectativas de crecimiento de la demanda, basadas en el impacto de las reformas
implantadas en el nivel básico.

Otra característica de este nivel es la marcada preferencia de los jóvenes por el


bachillerato general. Del total de la matrícula reportada, el 58.6% correspondió a
esta modalidad, el 27.4% a la bivalente y sólo el 14.0% a la de profesional técnico.
Esta proporción, que contrasta con la que se registra en los países desarrollados (en
Europa, las opciones técnicas alcanzan, grosso modo el 80%[4]), tiene su origen en
un sesgo cultural en favor de los estudios superiores y en la suposición de que son
mejor remunerados en el campo laboral.

Este sesgo propicia que jóvenes con aptitudes para carreras técnicas opten por el
bachillerato general, con el riesgo de enfrentar problemas de aprovechamiento, ya
sea en este nivel o en el superior, que propicien su deserción como lo muestra el
hecho de que sólo el 15% de los alumnos que ingresan al bachillerato concluyen
estudios superiores. La falta o poca eficacia de los programas de orientación
vocacional y educativa contribuye a que los jóvenes no realicen una adecuada
selección de las opciones profesionales.

La calidad educativa adolece de deficiencias en los distintos elementos que la


componen. Ello tiene un considerable impacto en la competitividad de las
actividades productivas, en el contexto globalizado, y limita las posibilidades de
mejoramiento de la calidad de vida de la población.

En primer término, la revisión y actualización de los planes y programas de estudio


no se lleva a cabo con la frecuencia que recomiendan los estándares
internacionales. Sobre el particular, cabe hacer mención del esfuerzo realizado en
los últimos años para dar mayor pertinencia a la educación tecnológica, mediante la
puesta en marcha del Programa de Modernización de la Educación Técnica y la
Capacitación. Sin embargo, la metodología de Educación Basada en Normas de
Competencia, elemento central del Programa, no ha sido adoptada por la mayoría
de las instituciones de educación tecnológica.

Un factor crítico en este proceso es el personal docente. En general, las instituciones


que participan en este nivel no cuentan con programas permanentes de capacitación
y actualización docente. Los esfuerzos que se realizan son irregulares debido a que
no existe un consenso sobre las competencias que debe poseer el personal, ni
mecanismos de evaluación que verifiquen su cumplimiento.

Por otra parte, los docentes son contratados, por la mayoría de instituciones en este
nivel, bajo el régimen de horas semana, el cual obstaculiza los esfuerzos para el
mejoramiento de la práctica docente. Bajo este esquema, no se genera un
compromiso con la institución para que los maestros dediquen tiempo extraclase
para capacitarse, para brindar una atención personalizada a los alumnos o para
planear la instrumentación curricular de las asignaturas a su cargo.

Pocas instituciones, toman bajo su responsabilidad la elaboración de libros de


textos. Estos son seleccionados de la oferta disponible en el mercado lo cual no
garantiza la cobertura de los programas de estudio. Asimismo, el equipo de talleres y
laboratorios es generalmente insuficiente y obsoleto, debido a los altos costos que
representan su reposición y actualización.

Otra importante deficiencia del nivel medio superior sigue siendo la rigidez de sus
modalidades educativas. En términos generales, el nivel opera con base en
estructuras rígidas y escolarizadas, que impiden el acceso a la población adulta y a
jóvenes que han interrumpido sus estudios y desean reanudarlos. Esta rigidez se
refleja también en sus esquemas de certificación que no contemplan la acreditación
del conocimiento empírico, y dificultan el reconocimiento de estudios de otras
instituciones del mismo nivel, situación a la que se enfrenta la población trabajadora
debido a las migraciones derivadas de las fluctuaciones del mercado laboral y al
avance tecnológico.

RETOS DE LA EDUCACIÓN MEDIA SUPERIOR.

Atender La Creciente Demanda De Educación Media Superior En Los Próximos


Años.

Las reformas introducidas en el nivel básico de enseñanza así como los esfuerzos
que se están realizando por mejorar la calidad y cobertura educativas, tanto en el
nivel básico como en el medio superior hacen suponer que las tasas de crecimiento
de la matrícula en este nivel crecerán de manera importante en la próxima década.

En el nivel básico, los índices de absorción y de retención de alumnos se han


incrementado, lo que ha generado un flujo mayor de egresados de secundaria al
nivel medio superior, a pesar de que la población que ingresa a primer año de
primaria se ha mantenido constante. Asimismo, el porcentaje de absorción de
egresados de secundaria se ha venido incrementado de tal forma que, de acuerdo
con estimaciones de la SEP, la matrícula del nivel medio superior se elevará
aproximadamente 30% en los próximos seis años.

Otra fuente de demanda lo constituye la población adulta. La matrícula en el sistema


de educación a distancia ha crecido recientemente así como el número de centros
en que se imparte esta modalidad. Asimismo, con la flexibilización de los sistemas
escolarizados, los adultos tendrán mayores facilidades para retomar su formación en
un esquema de alternancia entre estudio y trabajo, lo cual impactará de manera
significativa la matrícula en este nivel educativo.

Un factor que incidirá de manera decidida en la demanda será la composición de la


pirámide poblacional. De acuerdo con proyecciones demográficas basadas en la
disminución de la tasa de natalidad y otros factores, el segmento de edad más
numeroso será el de 15 a 19 años de edad, en el que se concentra la demanda del
nivel medio superior.
Para el Sistema de Educación Media Superior, y las instituciones que lo componen
constituye un reto muy importante crear los medios para atender a esta demanda
con los estándares de calidad en el servicio que se tiene planeado alcanzar en los
próximos años.

Abatir Las Diferencias De Tipo Regional Y Social En La Atención A La


Demanda De La Población.

Uno de las condiciones para ampliar la cobertura del servicio a toda la población
demandante, es establecer mecanismos de equidad para apoyar de manera
particular a la población de bajos recursos económicos y a la que reside en regiones
apartadas o zonas de marginación, ya que en esta población se ubica el mayor
rezago educativo, no sólo del nivel medio superior, sino de todos los niveles.

Habida cuenta de la proporción de la población que vive en condiciones de pobreza


y de pobreza extrema, la cobertura del servicio adolecería de grandes deficiencias
en caso de que no se establecieran mecanismos de apoyo para la población
demandante procedente de estos estratos sociales.

Contar Con Una Planta Docente Competente Y Adecuadamente Remunerada

Uno de los requisitos para contar con un sistema educativo de calidad es una planta
docente certificada y comprometida con la docencia. En esta materia existe un
considerable rezago, ya que los esfuerzos para capacitar y actualizar a los maestros
son diversos, aislados y asistemáticos en los distintos subsistemas –llegando, en
algunos casos, a ser nulos.

Para dimensionar el reto, es necesario considerar el tamaño de la planta docente,


estimado en doscientos mil maestros, la heterogeneidad de perfiles académicos de
los profesores y el tipo de contratación de los mismos. De la misma forma, cualquier
esfuerzo de capacitación y actualización docente deberá contemplar el mejoramiento
de los niveles de remuneración del personal con el fin de estimularlo a alcanzar los
estándares de calidad deseados.
Aplicar Las Tecnologías De La Información En El Mejoramiento De Los
Procesos De Enseñanza Aprendizaje E Incorporarla En El Curriculum De Este
Nivel Educativo.

Para atender los efectos de la globalización y de los acelerados avances científicos y


tecnológicos, se requiere del uso de las tecnologías de información como
herramienta indispensable de trabajo en todas las actividades productivas, en
particular en el sistema educativo.

Por ello es necesario incorporar esta tecnología para mejorar tanto la calidad como
la cobertura del servicio educativo. Asimismo, se requiere abrir un espacio en los
planes y programas de estudio para la teoría y práctica de estas disciplinas, con el
fin de que los alumnos y egresados las apliquen para mejorar su aprovechamiento
académico, su desempeño laboral y su desarrollo profesional.

Elevar El Nivel De Formación Y Capacitación De La Población Adulta.

Una de las estrategias que deben desarrollarse para mejorar el nivel de vida de la
población es mediante la incorporación de la población adulta al sistema educativo.
Considerando el incremento de los índices de eficiencia terminal en la educación
básica y de absorción de egresados de secundaria, se manifiesta como necesaria la
integración de la población adulta a los programas educativos para elevar el nivel de
escolaridad y equipararlo con el de los países con mayor grado de desarrollo.

Tomando en cuenta que el promedio de escolaridad de la población es de 7.3 años,


puede señalarse que un amplio sector de la población cuente sólo con secundaria o
con media superior incompleta. Para alcanzar un grado promedio de escolaridad
mayor y, con ello, mayores posibilidades de desarrollo económico y social, sería
conveniente realizar campañas de promoción mostrando a la población los
beneficios que este tipo de formación tiene para el logro de niveles superiores de
ingreso y de satisfacción personal. Complementariamente, es necesario que las
instituciones educativas flexibilicen sus mecanismos de acreditación, certificación y
horarios escolares para cumplir con este propósito.
Integrar Un Sistema De Educación Media Superior En El País.

En la educación media superior participan una gran diversidad de instituciones de


carácter estatal, federal, autónomo y privado. Los planes de estudio que operan se
calculan aproximadamente en 300, clasificados en los tres tipos de programa
señalados.

Esta diversidad ha tenido múltiples consecuencias, entre ellas: falta de identidad del
nivel educativo, dificultades para la revalidación de estudios y tránsito entre
subsistemas, competencia entre instituciones que ha generado ineficiencia en el uso
de recursos, y una multiplicidad de perfiles de egreso que convergen a la educación
superior y al sector productivo.

Es necesaria una coordinación entre los distintos subsistemas, en primer término


para propiciar espacios de discusión y toma de decisiones sobre el propósito de este
nivel educativo, el perfil de egreso de los estudiantes; los métodos de enseñanza
para alcanzar los propósitos, las características de la planta docente, cuál es la
institución más propicia para atender a las poblaciones en las que se construyen
nuevos planteles y en general, todos los aspectos relacionados con la prestación de
este servicio.

Sin embargo, el establecimiento de esta coordinación no es una tarea fácil de


realizar. Aunada a la diversidad de subsistemas y de programas de estudio, la
heterogeneidad en cuanto a las instancias de gobierno de las que dependen:
federal, estatal, autónomas y privadas dificulta aún más alcanzar este reto.

Revalorizar La Educación Técnica En La Sociedad

La educación técnica del nivel medio superior ofrece a los jóvenes egresados la
posibilidad de ingresar al mercado laboral en el corto plazo. Asimismo, les
proporciona una formación científica y humanística y, más importante aún, la opción
de continuar sus estudios. Esto permite a los egresados hacer una mejor planeación
de vida y carrera, y tener la posibilidad de elevar paulatinamente su ingreso. Por otra
parte, el personal técnico y calificado que egresa de las instituciones de educación
técnica constituye un factor de desarrollo económico, ya que ocupan los niveles
intermedios de la estructura de las unidades de producción. Por ello, es importante
revalorar la educación técnica, con el fin de que una mayor proporción de jóvenes
que egresan de secundaria se incorporen a este tipo de programas.

Modernizar La Gestión Administrativa De La Educación Media Superior.

Paralelamente al mejoramiento de la calidad de la educación y a la ampliación de su


cobertura, es necesario modernizar la gestión administrativa de los planteles y el
general de las instituciones educativas.

Esta modernización tiene varios fines: a).- hacer más eficientes la operación
educativa (contratación de docentes, adquisición de materiales de apoyo, etc.) y la
gestión escolar: inscripciones, registro de calificaciones, expedición de documentos;
b).- contar con estadísticas confiables y oportunas sobre la operación escolar que a
su vez sustenten las funciones de planeación, evaluación y toma de decisiones; c).-
brindar a la población una atención ágil y adecuada basada en un espíritu de
servicio y d) lograr un uso más racional de los recursos económicos.

Para ello es necesaria la aplicación de técnicas modernas de gestión pública, el uso


de las tecnologías de la información para la automatización de las funciones y la
capacitación del personal administrativo en la cultura de calidad.

La educación superior en México es un conjunto de instituciones públicas y privadas,


con régimen jurídico, ofertas profesionales y de postgrado, antigüedad, tamaño,
capacidad de investigación, instalaciones y recursos intelectuales diferentes.
Por su régimen jurídico, existen universidades públicas autónomas, universidades
públicas estatales, instituciones dependientes del Estado, instituciones privadas
libres e instituciones privadas reconocidas por la SEP, los gobiernos de los estados
o los organismos descentralizados del Estado.

Las universidades a las que el Congreso de la Unión o los congresos de los estados
les otorguen la autonomía, son organismos descentralizados del Estado.

Las universidades públicas estatales son creadas por los congresos de los estados
como organismos públicos con personalidad jurídica propia. Pueden ser
descentralizadas del Estado, pero no tienen autonomía, pues en la designación de
sus autoridades interviene el gobierno de la entidad. Por lo general, no obstante,
estas universidades determinan sus actividades académicas (Rangel, 1983: 33).

Las instituciones dependientes del Estado son centralizadas o desconcentradas. Sus


autoridades son designadas por el Poder Ejecutivo Federal o por el Poder Ejecutivo
del estado correspondiente. En general, el gobierno federal también ejerce control
sobre la forma de administración y los planes y programas de estudio. Las
instituciones del gobierno federal dependen en su mayoría de la Secretaría de
Educación Pública, aunque otras Secretarías de Estado también tienen bajo su
cargo algunas instituciones (Rangel, 1983: 33).

Las instituciones privadas libres son organismos con reconocimiento de validez


oficial mediante acuerdo expreso del presidente de la República, con base en el
Reglamento para la Revalidación de
Grados y Títulos Otorgados por Escuelas Libres Universitarias, del 26 de junio de
1940 (Rangel, 1983: 34).

Por el tipo de ofertas hay instituciones universitarias, técnicas y de estudios de


normal. Algunas instituciones tienen una amplia gama de ofertas formativas, otras
sólo ofrecen una o muy pocas opciones profesionales. Hay instituciones que se han
especializado en estudios técnicos y científicos y otras que ofrecen estudios
profesionales de corte tradicional. No existe una definición legal estricta que
establezca las condiciones para que las instituciones puedan adoptar la
denominación de universidad o de tecnológico, pero en general las universitarias
ofrecen un mínimo de seis carreras profesionales en tres áreas de estudio y, por lo
menos, tienen una carrera en el área de Ciencias Sociales y Administrativas o en la
de Educación y Humanidades. Las tecnológicas pueden reunir estas características,
pero sus prioridades formativas se ubican en el área de Ingeniería y Tecnología o en
la de Ciencias Agropecuarias. La educación normal en México es de nivel superior,
pero su descripción se hará en el capítulo correspondiente al personal docente.

LAS INSTITUCIONES UNIVERSITARIAS Y TECNOLÓGICAS.

Aunque no existe una definición legal sobre las características específicas de las
instituciones universitarias y las tecnológicas, hay dos subsistemas claramente
diferenciados. En el sector público, los asuntos que conciernen a las universidades
son atendidos por la Subsecretaría de Educación Superior e Investigación Científica.
Por su parte, las instituciones tecnológicas públicas dependen administrativa y
académicamente de la Subsecretaría de Educación e Investigación Tecnológica. La
diferencia consiste en que la gran mayoría de universidades públicas goza de
autonomía y, por lo tanto, la Subsecretaría que las atiende cumple funciones de
coordinación pero no las administra, no interviene en su gobierno y no tiene
injerencia en su vida académica, como no sea promover la concertación entre las
instituciones para lograr cambios en ellas.

Además, cada subsistema constituye un circuito relativamente cerrado. Por ejemplo,


no existe un sistema de equivalencias de créditos, carreras, áreas y títulos que
permita hacer fluido el tránsito de un subsistema a otro, lo cual hace sumamente
difícil el cambio de un estudiante universitario a una institución tecnológica o
viceversa.
Centros de estudios tecnológicos.
La educación superior tecnológica está a cargo de diversas unidades
gubernamentales, dependientes de la Secretaría de Educación Pública, de acuerdo
con el tipo de servicio educativo que se ofrece.

El Centro de Enseñanza Técnica Industrial (CETI) es un organismo público


descentralizado del gobierno federal, con personalidad jurídica y patrimonio propios,
cuyo objetivo es formar cuadros altamente calificados y realizar investigación básica
y aplicada de carácter técnico, científico y pedagógico; generar servicios de
extensión institucional hacia la comunidad y proporcionar servicios de apoyo al
sector productivo. El objetivo particular es formar ingenieros industriales con
diferentes perfiles profesionales en diversas ramas del desarrollo tecnológico.

Los Institutos Tecnológicos del Mar (ITMar) ofrecen estudios de licenciatura con
duración de cuatro años. Estos estudios forman profesionales especializados en la
producción marítima. Estos institutos dependen de la Unidad de Educación en
Ciencia y Tecnología del Mar (UCyTM) de la Subsecretaría de Educación e
Investigación Tecnológicas (SEIT) de la SEP.

Los 18 Institutos Tecnológicos Agropecuarios (ITA), el Instituto Tecnológico Forestal


(ITF) y el Instituto Superior de Educación Tecnológica Agropecuaria (ISETA) forman
recursos humanos para elevar la calidad de la producción de alimentos, tanto en las
actividades primarias como en las secundarias. Estos establecimientos dependen
administrativamente de la Dirección General de Educación Tecnológica
Agropecuaria de la SEIT.

Hay 73 Institutos Tecnológicos (IT) que ofrecen estudios de licenciatura en áreas


industriales y de servicios. Los IT están adscritos administrativamente a la Dirección
General de Institutos Tecnológicos de la SEIT.

Los Institutos Tecnológicos Superiores (ITS) ofrecen cinco carreras en nivel


licenciatura. El Instituto Tecnológico de Estudios Superiores (ITES) ofrece dos
carreras en las áreas de Ciencias Sociales y Administrativas y de Ingeniería y
Tecnología. Estos institutos son organismos descentralizados de los gobiernos de
los estados con participación federal.

El Instituto Politécnico Nacional (IPN) es un organismo desconcentrado de la


Secretaría de Educación Pública, coordinado por la Subsecretaría de Educación e
Investigación Tecnológicas, creado por el gobierno federal con la finalidad de
contribuir al desarrollo social, económico, científico y cultural de México, apoyar su
industrialización y ofrecer oportunidades educativas a los trabajadores y a los hijos
de éstos. Tiene programas de investigación científica y tecnológica orientados tanto
a obtener el aprovechamiento óptimo de los recursos naturales, humanos y
materiales, como a impulsar la creación de tecnologías de punta, en beneficio de la
población. Sus principales objetivos son formar profesionistas, académicos e
investigadores con calificación de excelencia y realizar investigación de acuerdo con
la política nacional de ciencia y tecnología. En el nivel superior el IPN tiene 16
Escuelas Superiores, dos Escuelas Nacionales, el Centro Interdisciplinario de
Ciencias de la Salud, la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería y Ciencias
Sociales y Administrativas y la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Biotecnología.

Características generales de la titulación, de la oferta educativa y de la


organización académica.

El artículo quinto de la Constitución Política de México establece que «a ninguna


persona podrá impedírsele que se dedique a la profesión, industria, comercio o
trabajo que le acomode, siendo lícitos», y agrega: «la ley determinará en cada
Estado, cuáles son las profesiones que necesitan título para su ejercicio, las
condiciones que deban llenarse para obtenerlo y las autoridades que han de
expedirlo». En el Capítulo I de la Ley Reglamentaria del Artículo 5º Constitucional
Relativo al Ejercicio de las Profesiones en el Distrito Federal define al título
profesional como el documento expedido por instituciones del Estado o
descentralizadas, y por instituciones particulares que tengan reconocimiento de
validez oficial de estudios, a favor de la persona que haya concluido los estudios
correspondientes o demostrado tener los conocimientos necesarios de conformidad
con esta Ley y otras disposiciones aplicables.
La misma ley reglamentaria establece, en el artículo segundo transitorio, las
profesiones que en sus diversas ramas necesitan título para su ejercicio: actuario,
arquitecto, bacteriólogo, biólogo, cirujano dentista, contador, corredor, enfermera,
enfermera y partera, ingeniero, licenciado en derecho, licenciado en economía,
marino, médico, médico veterinario, metalúrgico, notario, piloto aviador, profesor de
educación preescolar, profesor de educación primaria, profesor de educación
secundaria, químico y trabajador social.

Para obtener el título profesional se debe acreditar que se han cumplido los
requisitos académicos previstos en las leyes aplicables. Para registrar un título
profesional expedido por alguna institución que no forme parte del sistema educativo
nacional será necesario que la Secretaría de Educación Pública revalide los estudios
correspondientes y que el interesado acredite haber prestado el servicio social. En
su Capítulo VII esta Ley ordena que todos los estudiantes de las profesiones
referidas «así como los profesionistas no mayores de 60 años o impedidos por
enfermedad grave, ejerzan o no, deberán prestar el servicio social...». El servicio
social es el «trabajo de carácter temporal y mediante retribución que ejecuten y
presten los profesionistas y estudiantes en interés de la sociedad y el Estado». El
artículo 55 de la mencionada ley señala que los planes de preparación profesional
exigirán a los estudiantes de las profesiones señaladas que, como requisito previo
para otorgarles el título, presten servicio social durante un tiempo no menor a seis
meses y no mayor de dos años.

Existen diferentes modalidades para que los alumnos que concluyen sus estudios
puedan obtener su título profesional. En términos generales se puede mencionar
que una buena parte de los estudios profesionales exige a sus egresados la
elaboración de alguna forma de trabajo escrito que debe ser sometido a examen
ante un jurado específicamente designado para ello. En muchas universidades las
escuelas o facultades exigen la elaboración de tesis; en otras el requisito es la
presentación de una tesina, de tamaño y profundidad menor que la tesis; otras más
requieren que se elaboren informes o reportes monográficos sobre alguna
experiencia profesional. En otras instituciones los alumnos pueden optar por
presentar alguna forma de trabajo escrito o por someterse a un examen general de
conocimientos profesionales.

En muchas instituciones a los alumnos se les exige como requisito previo e


indispensable para la presentación del examen profesional, por lo menos la
comprensión de lectura de uno o dos idiomas distintos al español, que con
frecuencia son el inglés y/o el francés.

En México las diferentes ofertas profesionales de nivel licenciatura se agrupan


convencionalmente en seis áreas, de acuerdo con criterios establecidos por la
Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Enseñanza Superior
(ANUIES). Esta forma de agrupar las carreras obedece a necesidades de
clasificación y análisis y no tiene fuerza legal alguna. Cada área está divida a su vez
en subáreas, dentro de las cuales se agrupan las carreras específicas8. Las áreas
son:

a) Ciencias Naturales y Exactas;


b) Educación y Humanidades;
c) Ciencias Agropecuarias;
d) Ciencias de la Salud;
e) Ingeniería y Tecnología;
f) Ciencias Sociales y Administrativas.

a) En Ciencias Naturales y Exactas se agrupan las subáreas de Agronomía,


Ciencias Forestales, Desarrollo Agropecuario, Desarrollo Rural, Horticultura,
Ingeniería Agroindustrial, Química Agropecuaria y Veterinaria y Zootecnia.
En cada una de estas subdivisiones existen distintas denominaciones
específicas que, en algunos casos, pueden corresponder a carreras
diferentes o a especialidades, pero que en otros corresponden a la misma
carrera o especialidad. Por ejemplo, en Agronomía existen ingenierías en
Administración de Empresas Agropecuarias y en Administración.
b) Ciencias de la Salud incluye las subáreas de Enfermería, Fisioterapia,
Investigación Biomédica, Medicina, Nutrición, Odontología, Optometría,
Química y Salud Pública. Como en el caso anterior, existen varias
denominaciones en cada subdivisión.
c) En Ciencias Naturales y Exactas están comprendidas las subáreas de
Biología, Bioquímica, Ciencias del Mar, Ecología, Física, Geología,
Matemáticas y Química.
d) Las Ciencias Sociales y Administrativas agrupan las subáreas de
Administración, Antropología y Arqueología, Archivonomía y
Biblioteconomía, Banca y Finanzas, Ciencias Políticas y Administración
Pública, Ciencias Sociales, Ciencias de la Comunicación, Comercio
Internacional, Contaduría, Derecho, Economía y Desarrollo, Estudios
Latinoamericanos, Geografía, Organización Deportiva, Psicología,
Relaciones Comerciales, Relaciones Industriales, Relaciones
Internacionales, Relaciones Públicas, Turismo y Ventas y Mercadotécnica.
Como en los otros casos, en estas subdivisiones se ubican carreras que
tienen pocas diferencias entre sí, pero en otras se incluyen carreras muy
distintas, como la Sociología y el Trabajo Social incluidas en la subáreas de
Ciencias Sociales.
e) El área de Educación y Humanidades se subdivide en Arte Dramático,
Artes, Danza, Educación, Escenografía, Filosofía, Historia, Idiomas, Letras,
Música y Religión.
f) En Ingeniería y Tecnología existen las subáreas de Aeronáutica,
Arquitectura y Diseño, Biotecnología, Ciencias de la Tierra, Computación y
Sistemas, Ingeniería Ambiental, Ingeniería Bioquímica, Ingeniería Civil,
Ingeniería Eléctrica y Electrónica, Ingeniería Extractiva, Metalúrgica y
Energética, Ingeniería Física, Ingeniería Industrial, Ingeniería Mecánica y
Eléctrica, Ingeniería Naval, Ingeniería Oceánica, Ingeniería Pesquera,
Ingeniería Química, Ingeniería Textil, Ingeniería Topográfica e Hidráulica,
Ingeniería de los Transportes, Planeación, Química, Tecnología de la
Madera y Tecnología de los Alimentos.

La gran diversidad de carreras, así como de sus denominaciones, obedece a que


una buena porción de las instituciones de educación superior tiene la capacidad
legal para definir sus planes y programas de estudio y expedir títulos profesionales.
Las instituciones autónomas por ley y la mayoría de las universidades estatales no
autónomas tienen la capacidad para determinar su organización académica y sus
ofertas formativas, de acuerdo con las condiciones que defina su normatividad
interna. Otras instituciones estatales dependen académicamente de la Secretaría de
Educación Pública, la cual determina qué carreras habrán de ofrecerse en dichas
instituciones. Las instituciones privadas tienen la facultad de elaborar sus planes y
programas de estudios y expedir títulos, pero deben ser reconocidos oficialmente, en
unos casos, por acuerdo del Presidente y, en otros, por la Secretaría de Educación
Pública o por los gobiernos de los estados.

EDUCACIÓN DE ADULTOS.
La educación para adultos está destinada a personas mayores de 15 años que no
han cursado la educación básica y comprende la alfabetización, la educación
primaria y secundaria y la capacitación para el trabajo, principalmente a través de
sistemas educativos semiescolarizados y abiertos.

También existen opciones de educación abierta y semiescolarizada en los niveles


medio superior y superior, incluida la formación y actualización de docentes que
ofrece la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) y la SEP.

En lo que respecta a la educación básica para adultos, el artículo 44 de la Ley


General de Educación faculta a la autoridad educativa federal a prestar servicios de
educación básica, los cuales en el caso de la educación regular corresponde de
forma exclusiva a las autoridades locales.

La modernización educativa y la educación para adultos.


El sustento programático del gobierno en la educación para adultos es el Programa
para la Modernización Educativa, 1989-1994.

En el Programa el gobierno federal estimó que «el acceso de los sectores


desfavorecidos a la educación para adultos y su permanencia en el sistema
educativo constituyen metas aún insatisfechas».

Los índices más altos de analfabetismo correspondían a la población femenina rural


e indígena y en doce entidades federativas se concentraba más del 60% de la
población analfabeta. En los seis años anteriores (1982-1988) sólo 450 mil adultos
habían logrado certificar estudios de primaria y secundaria, en tanto que anualmente
se inscribían 700 mil adultos en primaria y poco más de 200 mil en secundaria
(Poder Ejecutivo Federal, 1989).

Por otra parte, el diagnóstico decía que existían dificultades para ofrecer una
respuesta integrada a las necesidades educativas, optimizar las acciones y lograr
mayor impacto en el esfuerzo nacional de educación para adultos, toda vez que en
la educación para adultos participan diferentes dependencias del sector educativo y
otras instancias gubernamentales.

Además, dada su magnitud, las modalidades y estrategias de atención eran


insuficientes para atender la demanda y responder a las necesidades y expectativas
de los educandos. Ello, junto con la uniformidad de contenidos y la falta de
adecuación a las necesidades de edad, sexo y ubicación geográfica y social,
repercutía desfavorablemente en la permanencia de los adultos en los servicios
educativos.

A estos problemas habría que agregar que los métodos y técnicas de enseñanza no
promovían el autoaprendizaje, cuestión que se reforzaba por la tendencia a la
escolarización del proceso de aprendizaje. Asimismo, la carencia de proyectos de
continuidad educativa para asegurar la funcionalidad de la alfabetización y de la
postalfabetización, agravaban la situación descrita.

Estos y otros problemas, como la insuficiencia en el número de salas de cultura, de


puntos de encuentro y de acciones complementarias, así como la escasez de
servicios de educación continua y la insuficiente capacitación de los agentes
voluntarios generalmente jóvenes con escolaridad promedio de secundaria imponían
grandes desafíos a la modernización de la educación para los adultos.

La modernización de la educación tendría que basarse en el reconocimiento del


adulto como sujeto social que construye su propio conocimiento; en la ampliación de
la oferta; en la exploración de alternativas; en el ofrecimiento de opciones; en la
respuesta a las expectativas y en la satisfacción de necesidades con programas
pertinentes y de calidad; y en el esfuerzo y apoyo del Estado y de la comunidad. Era
necesario coordinar la acción gubernamental, apoyarse en la estructura de las
organizaciones sociales, culturales, empresariales y educativas para extender la
oferta y eficiencia de los servicios, y colaborar con las autoridades municipales en la
operación de los servicios.

La modernización implicaba actualizar contenidos de enseñanza, mejorar la


capacitación de los agentes educativos, emplear más los medios de comunicación
social y utilizar mejores materiales y apoyos didácticos. Al mismo tiempo, requería
articular las acciones de la educación básica de adultos con las de alfabetización,
postalfabetización, educación comunitaria y capacitación no formal en un proyecto
de continuidad educativa; reformular sus contenidos conforme a los requerimientos y
expectativas de los adultos; otorgar prioridad a la atención de los grupos sociales y
regiones geográficas más rezagados; y diversificar la oferta con modalidades para
incorporar a los grupos de población urbana, rural e indígena.

Con base en este diagnóstico, el Programa definió cuatro objetivos generales:


consolidar con la participación social un proyecto solidario de educación para
adultos; integrar un sistema con servicios flexibles y pertinentes, basado en el
autodidactismo; promover la creación de una infraestructura de investigación y
desarrollo académico en el campo de la educación para adultos; y ofrecer un modelo
innovador que asimile las opciones actuales.

El documento definió objetivos, acciones y metas para los servicios de


alfabetización, educación básica, educación comunitaria, educación permanente y
capacitación no formal para el trabajo destinados a los adultos.

La educación primaria para adultos persigue, entre otros, el objetivo que los alumnos
mejoren la calidad de su vida personal, familiar y comunitaria, mediante la aplicación
de los conocimientos y habilidades obtenidas en su proceso educativo (Cué, 1990).
Los conocimientos que se proporcionan guardan correspondencia con los de la
educación primaria regular y tienen carácter nacional.

El fomento al autodidactismo constituye uno de los objetivos más importantes. Para


lograrlo se promueve el desarrollo o perfeccionamiento de cuatro habilidades
fundamentales: comprender mensajes orales y expresarse oralmente; leer y
comprender mensajes escritos; expresarse por escrito; y comprender y manejar
relaciones lógico matemáticas.

El INEA tiene tres modelos de primaria para adultos: Primaria Intensiva para Adultos
(PRIAD), Modelo Pedagógico de Educación para Adultos (MPEPA) y Primaria para
Grupos de Edad de 10 a 14 años (P10-14).

Los organismos que brindan el servicio de primaria para adultos distribuyen


gratuitamente materiales de estudio que siguen el plan y los programas oficiales,
adaptados al proceso autodidacta de los alumnos.
Secundaria.

En la secundaria para adultos los alumnos estudian sin necesidad de un maestro,


sin asistir a la escuela y sin horario rígido. Son apoyados por un asesor. En este
nivel educativo se sigue el plan de estudios nacional, con adecuaciones para la
enseñanza de adultos. El INEA tiene el modelo educativo de Secundaria Abierta
(SECAB).

Los Centros de Educación Comunitaria (CEC) atienden comunidades rurales


dispersas con servicios de alfabetización, educación básica, bienestar social y
capacitación para el trabajo. Son formados por la propia comunidad y el INEA, a
través de convenios, se compromete a financiar a los Centros, apoya
económicamente al promotor educativo que es electo por la comunidad, aporta
instructores, asesores y alfabetizadores y proporciona material y equipo (sonido,
herramienta, material didáctico y deportivo). El Centro es de la comunidad, no del
INEA.

Los CUEP son espacios de promoción socioeducativa en zonas urbanas. Ofrecen


servicios de alfabetización, educación básica, capacitación para el trabajo,
orientación para el bienestar familiar (salud, cuidado del medio, mejoramiento de la
vivienda, nutrición, orientación cívica, etcétera). Estos servicios son llevados a cabo
por agentes solidarios (alfabetizadores, asesores, instructores y promotores)

Los Campamentos atienden a poblaciones que migran por sus actividades agrícolas.
Son poblaciones marginadas en condiciones inferiores a los mínimos de bienestar
social. Este proyecto desarrolla un servicio múltiple de educación y recreación con el
objetivo de que los migrantes generen por sí mismos alternativas que mejoren sus
condiciones de vida y trabajo. También se propone abatir el rezago educativo y
elevar la capacidad de negociación y demanda de estos grupos sociales.

Los servicios se organizan en talleres en los cuales se forman grupos de discusión


sobre sus problemas, se planean acciones para superarlos y se llevan a cabo las
acciones convenidas. En los Campamentos se organizan cursos, pláticas,
campañas, círculos de estudio, festivales, etcétera.

El Teatro Popular se propone rescatar manifestaciones culturales de las


comunidades urbanas y rurales, fomentar la reflexión sobre la problemática social y
la necesidad de organización y participación de la propia comunidad. Se apoya en
agentes denominados guías teatrales, vinculados por el INEA, que trabajan en una
comunidad durante seis meses para formar un grupo de teatro. Los guías son
apoyados con materiales escritos. Según los apoyos conseguidos y las posibilidades
de los grupos de Teatro Popular, éstos registran su trabajo con medios
audiovisuales (fotografía, vídeo, grabaciones).

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