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FACULTAD DE MEDICINA
ESCUELA DE TECNOLOGÍA MÉDICA
INSTITUTO DE PARASITOLOGÍA
AÑO 2010
1
1. INTRODUCCIÓN
Se estima que casi un tercio de las infecciones parasitarias provocadas por helmintos
transmitidas por el consumo de carne de pescado cruda (por ejemplo cebiche, sushi, salmón
(Mixozoa), en muestras fecales de 3 pacientes que presentaban dolor abdominal y diarrea, tras
consumir peces en Australia (Boreham y col 1998). Igualmente, se han publicado casos asociados
Entre las infecciones por helmintos transmitidas por el consumo de pescado destacan: la
anisakidosis causada por larvas del tercer (L3) y cuarto (L4) estadio de Anisakis spp. y
Diphyllobothrium spp. (Torres y col 2004a). Para la anisakidosis, Anisakis simplex sensu lato
(s.l.) y Pseudoterranova decipiens sensu lato (s.l.) son los agentes más frecuentemente asociados
con la infección en humanos (Torres y col 2007). Anisakis simplex s.l. corresponde a un complejo
de especies: Anisakis simplex sensu stricto (s.s.), Anisakis pegreffii, Anisakis typica, Anisakis
insignis, Anisakis ziphidarum, Anisakis physeteris y Anisakis brevispiculata (Torres y col 2005).
faríngeo y reacciones alérgicas cutáneas (urticaria) y/o anafilácticas con o sin síntomas digestivos
mayores prevalencias (Adams y col 1997). Diphyllobothrium latum ha sido de interés por
muchos años, porque este cestodo puede causar anemia megaloblástica por su capacidad de
donde al igual que en Europa, la anisakiosis es más común que la pseudoterranovosis (Takahashi
decipiens (Rello y col 2004). En América, la anisakidosis ha sido registrada en Canadá, Estados
Unidos, México, Brasil, Chile y Perú (Torres y col 2007). En Chile, se han publicado alrededor
10,7% a Anisakis sp.; en la mayoría, las larvas han sido expulsadas por la boca y sólo en 2, de 25
Las L3 en los peces pueden encontrarse libres en el lumen o pared gastrointestinal, hígado,
gónadas y otras vísceras así como en la musculatura (Rello y col 2004). La localización de las
larvas en los peces puede variar según la especie parasitaria, así en el bacalao, Gadus morhua, A.
simplex (s.l.) puede ser recuperado mayormente de las vísceras, luego de regiones musculares
próximas a la cavidad visceral y luego en los filetes del lado izquierdo principalmente (Brattey y
Bishop 1992). Lo anterior, contrasta con las larvas de P. decipiens, las que son escazas en la
Chile (Torres y col 1991). Las prevalencias registradas en un total de 13 lagos para
Panguipulli para Diphyllobothrium latum (Torres y col 1991). Además, en el perro doméstico las
prevalencias en los siguientes lagos fueron: Colico (11,5%), Villarrica (18,8%), Maihue (14,3%),
y Panguipulli (Panguipulli: 1,8%; Choshuenco: 4,5%) (Torres y col 1991, Torres y col 2004a). El
primer hallazgo de infección humana por Diphyllobothrium pacificum en Chile fue hecha por
Atias (1976), y su mayor casuística incluyó 11 casos en la zona norte (Sagua y col 1979).
3
Mercado y col (1988) documentaron un caso en la zona sur. La mayoría de las infecciones por D.
pacificum en Chile, se han diagnosticado en ciudades del norte del país (Sagua y col 1999), los
desde las costas peruanas, la cual es huésped intermediario o paraténico que registra elevadas
aumento de la temperatura de las aguas, en concordancia con el fenómeno del niño, lo que
contribuye a una mayor densidad de copépodos, que participan como primer huésped
NT2 para productos pesqueros de exportación establece que: “En caso de recibir muestras de
pescados enteros o eviscerados o sin cabeza o sin cola, el laboratorio realizará un examen visual,
de la pesca extractiva en presentaciones distintas a las antes mencionadas, se tomarán 200 gramos
de músculo para su examen visual. Las muestras deberán estar limpias y sin piel. Se examinarán
ambos lados del músculo (filete) bajo una fuente de luz directa y con ayuda de una lupa.
Opcionalmente, en una habitación oscurecida se podrán examinar ambos lados del músculo con
luz UV de longitud de onda de 366 nm. Posteriormente, se obtendrán 10 filetes delgados de cada
(Sernapesca 2009). A su vez, el reglamento sanitario de los alimentos en su artículo 323 (Minsal
2009) plantea que “los pescados que se comercialicen para el consumo humano deberán estar
refrigerados y exentos de parásitos, y sus quistes”. El pescado fresco enfriado (artículo 314) es
aquel “que luego de su extracción, ha sido eviscerado y enfriado a una temperatura entre 0 y 3ºC”
(Minsal 2009). Lo anterior, puede facilitar la migración de las larvas de nematodos a regiones
post mortem que sufre el pescado, aunque esto puede estar influenciado por la localización de las
parásitos en productos pesqueros, tiene una eficiencia relativa y depende entre otros, de la especie
de huésped. Por ejemplo, en plantas de Canadá se detecta entre un 33% y 93% de los filetes,
altamente infectados (>3 gusanos/kg), con P. decipiens s.l., rendimiento que puede aumentar
de un 75% para la gallineta nórdica (Sebastes marinus) y de un 77% para el bacalao (Gadus
morhua) (Huang 1990). En el mismo estudio la eficiencia del candling para A. simplex fue de un
33% en merluza (M. merluccius) y de un 76% en la gallineta nórdica (Sebastes marinus) (Huang
1990).
comercializan en Valdivia. Entre las especies propuestas para tal estudio se incluyen la merluza,
La merluza austral o pescada, se presenta en dos poblaciones, una en Nueva Zelanda (M.
australis australis) y otra (M. australis polylepis) en el extremo austral del cono sur americano
(Chile y Argentina) (Lloris y col 2003), presente en la vertiente del Pacifico suroriental (Chile),
desde el archipiélago de la Isla de Chiloé (40ºS) hasta el paralelo 57ºS, incluida las islas Diego
Ramírez, rodeando el Cabo de Hornos pasando a la vertiente del Atlántico sur occidental,
Argentina (Lloris y col 2003). En las costas chilenas, su dieta básica la constituyen peces
con otros focos secundarios al sur del paralelo 52ºS. (Subsecretaría de pesca 2007). Es la especie
más longeva del género alcanzando una edad máxima de 30 años en las hembras. El cultivo de la
merluza, se realiza en los fiordos y canales del sur de Chile y las características comerciales de
esta especie hacen que alcancen valores superiores a los de otras especies de merluza, y que su
para la producción de harinas de pescado (Lloris y col 2003). Sus principales destinos de
exportación son España con un 89% y Portugal con un 8%, durante el año 2006, alcanzando un
valor aproximado a los US 4500 por tonelada de merluza congelada durante el año 2007
43’O), se registran los nematodos Anisakis sp., Hysterothylacium sp. y Contracaecum sp. (larvas
los digenidos Aporocotyle sp. y Derogenes varicus, el acantocefalo Corynosoma sp. y los
1985). En merluzas australes del mar interior de Aysén se registran: Kudoa sp., Aporocotyle
En merluzas australes del sur de Chile, se registraron los protozoos Alatospora merlucci y
de Zoogonus sp., los cestodos C. crassiceps y Lacistorhynchus sp., los nematodos A. simplex
Longshaw 1995). Por otra parte, en merluzas congeladas (M. magellanicus, M. australis y
quistes del género Kudoa. De los estudios citados, sólo se registran los siguientes taxones
parasitarios a nivel muscular: Anisakis sp. (Carvajal y col 1979, George-Nascimento y Arancibia
1994), Kudoa sp. (González y Carvajal 1994, Mackenzie y Longshaw 1995, Pascual y Abollo
del sur de Chile (Licandeo y col 2006). Es un pez comestible propio de aguas templadas y sub
antárticas de Sud-América, distribuyéndose desde Valparaíso (33ºS) hasta el Canal Beagle (54ºS)
en el Océano Pacífico (Guzmán y Campodónico 1973, Pequeño 1989) y desde el Canal Beagle
hasta Uruguay (35ºS) por el Océano Atlántico (Eastman 1993). Tradicionalmente, E. maclovinus
ha sido un importante recurso a lo largo de la costa sur de Chile en especial para pequeñas
pesquerías (<200 toneladas/año). Esta especie se captura en los estuarios, principalmente con
redes comerciales y mediante pesca recreativa en aguas someras de la línea costera (Licandeo y
relación con las presas que consume (Licandeo y col 2006), dado que, E. maclovinus utiliza los
estuarios como áreas de reproducción, donde los peces más jóvenes (o machos) consumen
como aquellas poblaciones que habitan en el estuario del río Valdivia (Pavés y col 2005). Los
machos inmaduros no migran a áreas salobres o zonas marinas para alimentarse, sino que
consumen presas de agua dulce. Los peces de más edad (hembras) consumen alimento de origen
marino, hecho asociado al hallazgo de Emerita análoga, la cual se relaciona con la exposición al
la Isla Grande de Chiloé, se registraron los nematodos Contracaecum sp. e Hysterothylacium sp.
winteri en róbalos de la localidad de Abtao, Golfo de Ancud, Chile. Entre los ectoparásitos
Udonella australis, y los copépodos Caligus cheilodactyli, Caligus rogercresseyi, Caligus teres,
Peniculus sp. (Muñoz y Olmos 2007). Entre los endoparásitos registrados en el róbalo en Bahía
parvus, Plerurus sp., Aponurus sp., los nematodos D. dichelyneformis, Cystidicola sp., H.
7
magellanicus y Corynosoma sp. (Szidat 1950). Finalmente Brickle y col (2006), describieron
maclovinus.
En Chile, datos de infección para Anisakis sp. en áreas específicas de la musculatura son
ventral de Merluccius gayi (Carvajal y col 1979). En otras especies como M. magellanicus y G.
medida que aumenta la talla de las merluzas. Sin embargo, ocurre la situación inversa en el caso
aumenta la talla de las merluzas (George-Nascimento y Arancibia 1994). Por lo tanto, se plantea
como primera hipótesis que: a medida que aumenta tanto la talla como el peso de M. australis y
muscular con sólo una larva localizada en la musculatura dorsal, siendo significativamente mayor
prevalencias que incluyen musculatura, mesenterios y pared estomacal, que van desde un 28,7%
a un 100%, según el área de captura de las merluzas comprendidas entre las zonas de pesca
En peces como el bacalao (Gadus morhua), las larvas de Anisakis sp. se distribuyen
gayi, alcanzó un 36% (Torres y col 1983). Las prevalencias registradas en la musculatura de M.
Argentina, la prevalencia de infección por Pseudoterranova sp. para M. hubbsi alcanzó un 9,5%
(McClelland 2002). De lo anterior, se plantea como segunda hipótesis que los indicadores de
género Merluccius, tanto para larvas de Anisakis sp. como para larvas de Pseudoterranova sp.,
en los cuales sólo se efectuó candling (Huang 1990), directamente sobre los filetes del pescado
sin efectuar cortes en ellos (CA1) (Sernapesca 2009). También, el candling puede realizarse con
realizado por González y Carvajal (1994), se aplicó CA1 a la musculatura de M. australis para la
determinación de taxones parasitarios, pero sin evaluar la técnica. Brattey y Bishop (1992) al
aplicar CA1 y cortes transversales en la musculatura del bacalao, sin especificar el espesor,
registró porcentajes de recuperación de un 42% para Anisakis sp. En otro estudio, sólo se registró
placas de vidrio respecto al candling y la digestión artificial (Oishi y col 1971). Por consiguiente,
En concordancia con las hipótesis postuladas, esta investigación plantea los siguientes
2. MATERIAL Y MÉTODOS
merluzas (M. australis) y 60 róbalos (E. maclovinus), adquiridos frescos y eviscerados en locales
comerciales de Valdivia. Cada pez fue pesado y medido, considerando su largo estándar. Luego,
se separó la musculatura en su región ventral y dorsal, mediante un corte que recorrió desde el
extremo inferior del pez (región caudal) hasta la región superior a través del septo conectivo que
divide la musculatura en las dos regiones antes mencionadas, para luego realizar otro corte en
sentido paralelo a los opérculos del pez, a la altura del ano, obteniendo las regiones anterior y
posterior. Cada región fue seccionada en cada 4 sitios: a) musculatura ventral: anterior ventral
derecho (AVD), anterior ventral izquierdo (AVI), posterior ventral derecho (PVD) y posterior
ventral izquierdo (PVI), b) musculatura dorsal: anterior dorsal derecho (ADD), anterior dorsal
izquierdo (ADI), posterior dorsal derecho (PDD) y posterior dorsal izquierdo (PDI). La
examen mediante CA1 de los 8 sitios musculares, usando para tal efecto una mesa de candling, 2)
examen microscópico (EMP) de los 8 sitios musculares, cortados y colocados entre dos placas de
Se registraron los siguientes datos de cada parásito: hospedador (róbalo o merluza), sitio
identificación bajo microscopía de luz (Meyer y Olsen 1971). En el caso de Microsporidia gen.
sp. y Kudoa sp., fueron identificados en preparaciones directas a fresco en solución de NaCl
izquierda y anterior y posterior. Cada región corresponde a la suma de los sitios respectivos:
ventral (AVD, AVI, PVD y PVI), dorsal (ADD, ADI, PDD y PDI), derecho (AVD, ADD, PVD y
PDD), izquierdo (AVI, ADI, PVI y PDI), anterior (AVD, AVI, ADD y ADI) y posterior (PVD,
PVI, PDD y PVI), b) pares de sitios: se consideraron los datos de los siguientes pares de sitios:
ADD/PDD, ADI/PDI, AVD/PVD y AVI/PVI y c) sitios independientes: ADD, ADI, PDD, PDI,
total de individuos de una especie de parásito en particular, en una muestra de una especie
examinados. La densidad (D) media es el número total de individuos de una especie particular de
parásito por unidad de peso del tejido infectado de un huésped dividido, por el número de
individuos infectados y no infectados de la especie huésped (Margolis y col 1982, Bush y col
1997). En el presente estudio la densidad media se calculó por cada 100 g de peso de cada
huésped. Las prevalencias de infección, para los huéspedes, fueron comparadas utilizando la
aplicó la prueba de la probabilidad exacta de Fisher (Siegel 1972, Zar 1999). La intensidad,
abundancia y densidad media de infección fue comparada, entre huéspedes, utilizando la prueba
20 (Siegel 1972, Zar 1999). Para el análisis de la abundancia media y densidad de media de
Wilcoxon (Domenech 1980). Para el análisis de correlación se aplicó la prueba de rango (rs) de
12
Spearman, donde para los valores de N ≥ 10 se calculó el valor de t asociado a rs (Siegel 1972).
Todas las pruebas fueron de dos colas, con un nivel de significación de 5%. Los análisis
estadísticos fueron complementados con la aplicación de los programas EPI INFO 2000 y
GRAPHPAD PRISM. Cuando las pruebas estadísticas no se aplicaron por no cumplir sus
3. RESULTADOS
En la tabla 1 se señalan los datos de talla estándar, peso total y peso muscular de los
CA2 y EMP determinó un total de cinco taxones parasitarios en M. australis: Microsporidia gen.
sp., Kudoa sp. (Mixozoa), Trypanorhyncha gen. sp. (Cestoda), Anisakis sp. y Pseudoterranova
sp. (Nematoda). La prevalencia más elevada (58,3%) fue para Kudoa sp., con una intensidad
presentó una prevalencia de 6,7%, una intensidad máxima de 2 larvas y una densidad 0,5
Microsporidia gen. sp., Kudoa sp. (Mixozoa) y Pseudoterranova sp. (Nematoda), alcanzando la
mayor prevalencia (6,7%) Microsporidia gen. sp., con una intensidad máxima de 24 quistes y una
aplicación simultánea de CA1 y CA2 diagnosticó uno de tres peces infectados con
Trypanorhyncha gen. sp. y Pseudoterranova sp., así como 2 de los 4 peces infectados con
Anisakis sp. (tabla 4). La aplicación simultánea de CA1 y CA2, alcanzó un rendimiento
acumulativo muy bajo (1,2%) en la recuperación de quistes de Kudoa sp., en M. australis (tabla
4), mediante estos mismos procedimientos, no se observó la presencia de Microsporidia gen. sp.;
estos últimos al igual que la mayoría de los quistes de Kudoa sp., sólo fue posible de recuperar e
identificar mediante la utilización de EMP (tabla 4). En E. maclovinus, el uso simultáneo de CA1
y CA2, diagnosticó uno de 4 peces infectados con Microsporidia gen. sp., además de registrar
sólo un 3,7% de dichos quistes. Los dos casos de Kudoa sp. y uno de Pseudoterranova sp.,
musculatura con un 29% de los casos, seguido por las regiones derecha y ventral, con un 26,5% y
25,7%, respectivamente (tabla 6). La aplicación simultánea de CA1 y CA2, en cada región
Pseudoterranova sp., en las regiones posterior, dorsal e izquierda. De los 4 peces infectados con
Anisakis sp., al aplicar CA1 y CA2, sólo 2 casos fueron diagnosticados, uno en las regiones
anterior, dorsal e izquierda y otro en las regiones posterior, dorsal e izquierda, el único pez
infectado con Trypanorhyncha gen. sp. fue observado con CA1 en las regiones anterior, dorsal e
gen. sp. sólo fue diagnosticada mediante la utilización de EMP, registrándose la totalidad de los
casos en las regiones derecha y ventral.(tabla 7). Mediante la aplicación simultánea de CA1 y
CA2, se recuperaron una de 2 larvas de Trypanorhyncha gen. sp. en la región anterior y una de 3
larvas de Trypanorhyncha gen. sp. en las regiones dorsal e izquierda. Para Pseudoterranova sp.,
mediante el mismo procedimiento, se recuperó una de 2 larvas en la región dorsal y una en las
regiones posterior e izquierda. Para Anisakis sp., se registró 1 y 2 larvas, de un total de 5 en las
peces infectados con Microsporidia gen sp., en las regiones posterior, dorsal e izquierda (tabla 8).
Los peces infectados con Pseudoterranova sp. y Kudoa sp, sólo fueron identificados mediante la
utilización de EMP (tabla 8), sucediendo algo similar en la recuperación de estos parásitos en la
musculares en M. australis, resultaron más elevadas (51,7%) para Kudoa sp. en las regiones:
15
anterior, dorsal y derecha, correspondientes al 88,6% del total de casos; registrándose los valores
más elevados de densidad media de infección, para Kudoa sp. en las regiones posterior (5,1 ±
15,7) y derecha (5,04 ± 17,6) (tabla 10), mientras que, la densidad media de infección de los
demás taxones parasitarios (Anisakis sp. Pseudoterranova sp. y Trypanorhyncha gen. sp.)
fluctuaron ente 0,01 y 0,04. (tabla 10). En el par ADD/PDD (tabla 11) y en el sitio ADD (tabla
12) se determinaron prevalencias de 43,3% y 35%, para Kudoa sp., respectivamente. Anisakis sp.
registró una prevalencia de 6,7% en la región izquierda (tabla 10) y un 5%, al igual que
Trypanorhyncha gen. sp., en el par ADI/PDI (tabla 11); con un 3,3% en los sitios ADD y ADI
(tabla 12).
región ventral (tabla 13) y 2 casos de Kudoa sp. en las regiones anterior e izquierda. Además, la
densidad media de infección más elevada se registró para Microsporidia gen. sp. en la región
derecha (0,7 ± 5,4) (tabla 13). En el par AVD/PVD se encontraron dos de 4 casos de
Microsporidia gen. sp. (tabla 14). Mientras que, en los distintos sitios musculares, fueron
similares en casos y números de parásitos para Microsporidia gen. sp., Kudoa sp. y
ambos hospedadores, mostró ser significativamente mayor para Kudoa sp. en M. australis (tabla
16). La abundancia y la densidad infección por Microsporidia gen. sp. fue significativamente
mayor en E. maclovinus, respecto de M. australis (tabla 17), mientras que para Kudoa sp. la
respecto de E. maclovinus. En M. australis, la abundancia media de infección por Kudoa sp. fue
significativamente mayor en la región dorsal respecto de la ventral y en el sitio AVD respecto del
significativas (tabla 18). La abundancia y la densidad media de infección entre pares de regiones
peso de M. australis para Pseudoterranova sp. (tablas 20 y 21), mientras que, en E. maclovinus
infección por distintos taxones parasitarios respecto a longitud estándar y el peso (tablas 22 y 23).
Los tiempos de análisis para este estudio, agrupados por intervalos de peso total, se expresan en
las tablas 24 y 25, para M. australis y E. maclovinus, respectivamente. Así, el tiempo necesario
para analizar el intervalo con el mayor número de merluzas corresponde a 41,3 minutos (incluye
preparación y observación) equivalentes a un promedio de 23,6 placas (tabla 24). Para el róbalo,
Tabla 1. Talla estándar, peso total y peso muscular de los peces examinados.
a
Hospedador Talla estándar Peso (g) a
(número) (cm) Total Musculatura
a
media ± desviación estándar (mínima - máxima).
18
Regiones
Sitios
a
media ± desviación estándar (mínima - máxima).
19
comercializados en Valdivia.
Nº de
Hospedador/Parásitos Prevalencia a Intensidad b Abundancia b Densidad en 100 g. b
parásitos
M. australis
Microsporidia gen. sp. 1/60 (1,7) 3 3 ± 0 (3) 0,1 ± 0,4 (0-3) 0,01 ± 0,2 (0-1,1)
Kudoa sp. 35/60 (58,3) 870 24,5 ± 48,2 (1-268) 14,3 ± 39 (0-268) 4,8 ± 14,9 (0-101,1)
Trypanorhyncha gen. sp. 3/60 (5) 3 1 ± 0 (1) 0,05 ± 0,2 (0-1) 0,01 ± 0,1 (0-0,2)
Anisakis sp. 4/60 (6,7) 5 1,3 ± 0,8 (1-2) 0,1 ± 0,3 (0-2) 0,02 ± 0,1 (0-0,5)
Pseudoterranova sp. 3/60 (5) 3 1 ± 0 (1) 0,1 ± 0,2 (0-1) 0,01 ± 0,1 (0-0,6)
E. maclovinus
Microsporidia gen. sp. 4/60 (6,7) 27 6,8 ± 11,5 (1-24) 0,5 ± 3,1 (0-24) 0,4 ± 2,5 (0-0,5)
Kudoa sp. 2/60 (3,3) 2 1 ± 0 (1) 0,03 ± 0,2 (1) 0,01 ± 0,1 (0-0,5)
Pseudoterranova sp. 1/60 (1,7) 1 1 ± 0 (1) 0,01 ± 0,1 (1) 0,01 ± 0,1 (0-0,8)
a
Infectados/examinados x 100 (porcentaje), b media ± desviación estándar (mínima-máxima).
20
Peces infectados
Taxones Candling 1 a Candling 2 b Placas de compresión
(%) (%) (%)
Parásitos recuperados
a
Observación de los distintos sitios de la musculatura independiente de su grosor.
b
Observación de los distintos sitios de la musculatura en cortes iguales o menores de 4 mm de grosor.
21
Peces infectados
a
Taxones Candling 1 Candling 2 b Placas de compresión
(%) (%) (%)
Parásitos recuperados
a
Taxones Candling 1 Candling 2 b Placas de compresión
(%) (%) (%)
a
Observación de los distintos sitios de la musculatura independiente de su grosor.
b
Observación de los distintos sitios de la musculatura en cortes iguales o menores de 4 mm de grosor.
22
a
Observación de los distintos sitios de la musculatura independiente de su grosor.
b
Observación de los distintos sitios de la musculatura en cortes iguales o menores de 4 mm de grosor.
23
a
Observación de los distintos sitios de la musculatura independiente de su grosor.
b
Observación de los distintos sitios de la musculatura en cortes iguales o menores de 4 mm de grosor.
24
a
Observación de los distintos sitios de la musculatura independiente de su grosor.
b
Observación de los distintos sitios de la musculatura en cortes iguales o menores de 4 mm de grosor.
25
a
Observación de los distintos sitios de la musculatura independiente de su grosor.
b
Observación de los distintos sitios de la musculatura en cortes iguales o menores de 4 mm de grosor.
26
ANTERIOR Kudoa sp. 31/60 (51,7) 13,4 ± 25,4 (1-135) 6,7 ± 19 (0-135) 4,6 ± 14,6 (0-100) 88,6
Microsporidia gen. sp. 1/60 (1,7) 2 ± 0 (2) 0,03 ± 0,3 (0-2) 0,02 ± 0,2 (0-2) 100
Anisakis sp. 3/60 (5) 1 ± 0 (1) 0,1 ± 0,2(0-1) 0,03 ± 0,2 (0-1,2) 75
Pseudoterranova sp. 2/60 (3,3) 1 ± 0 (1) 0,03 ± 0,2 (0-1) 0,03 ± 0,2 (0-1,1) 66,7
Trypanorhyncha gen.sp. 2/60 (3,3) 1 ± 0 (1) 0,03 ± 0,2 (0-1) 0,01 ± 0,1 (0-0,4) 66,7
POSTERIOR Kudoa sp. 26/60 (43,3) 17,3 ± 28,5 (1-133) 7,8 ± 20,8 (0-133) 5,1 ± 15,7 (0-102,3) 74,3
Microsporidia gen. sp. 1/60 (1,7) 1 ± 0 (1) 0,01 ± 0,1 (0-1) 0,01 ± 0,1 (0-1) 100
Anisakis sp. 1/60 (1,7) 1 ± 0 (1) 0,05 ± 0,2 (0-1) 0,03 ± 0,2 (0-0,04) 25
Pseudoterranova sp. 1/60 (1,7) 1 ± 0 (1) 0,01 ± 0,1 (0-1) 0,01 ± 0,1 (0-0,8) 33,3
Trypanorhyncha gen.sp. 1/60 (1,7) 1 ± 0 (1) 0,01 ± 0,1 (0-1) 0,01 ± 0,1 (0-0,5) 33,3
DORSAL Kudoa sp. 31/60 (51,7) 17 ± 31,2 (1-165) 8,8 ± 23,9 (0-165) 4,9 ± 14,9 (0-102) 88,6
Microsporidia gen. sp. 1/60 (1,7) 3 ± 0 (3) 0,05 ± 0,4 (0-3) 0,03 ± 0,2 (0-2) 100
Anisakis sp. 3/60 (5) 1 ± 0 (1) 0,1 ± 0,2 (0-1) 0,02 ± 0,1 (0-0,8) 75
Pseudoterranova sp. 1/60 (1,7) 1 ± 0 (1) 0,03 ± 0,2 (0-1) 0,02 ± 0,2 (0-1) 33,3
Trypanorhyncha gen.sp. 2/60 (3,3) 1 ± 0 (1) 0,03 ± 0,2 (0-1) 0,01 ± 0,1 (0-0,4) 66,7
VENTRAL Kudoa sp. 27/60 (45) 12,7 ± 21,3 (1-103) 5,7 ± 15,5 (0-103) 4,9 ± 15,2 (0-100) 77,14
Anisakis sp. 1/60 (1,7) 1 ± 0 (1) 0,03 ± 0,2 (0-1) 0,01 ± 0,1 (0-0,6) 50
Pseudoterranova sp. 1/60 (1,7) 1 ± 0 (1) 0,01 ± 0,1 (0-1) 0,02 ± 0,2 (0-1,3) 33,3
Trypanorhyncha gen.sp. 1/60 (1,7) 1 ± 0 (1) 0,01 ± 0,1 (0-1) 0,01 ± 0,1 (0-0,5) 33,3
DERECHA Kudoa sp. 31/60 (51,7) 14,3 ± 31,0 (1-172) 7,4 ± 23,3 (0-172) 5,04 ± 17,6 (0-130,1) 88,6
Microsporidia gen. sp. 1/60 (1,7) 3 ± 0 (3) 0,1 ± 0,4 (0-3) 0,03 ± 0,3 (0-2,3) 100
Pseudoterranova sp. 2/60 (3,3) 1 ± 0 (1) 0,03 ± 0,2 (0-1) 0,03 ± 0,2 (0-1,1) 66,7
IZQUIERDA Kudoa sp. 25/60 (41,7) 17,0 ± 23,7 (1-96) 7,1± 17,3 (0-96) 4,6 ± 12,9 (0-72,2) 71,42
Anisakis sp. 4/60 (6,7) 1,3 ± 0,5 (1-2) 0,1 ± 0,3 (0-2) 0,04 ± 0,2 (0-0,8) 75
Pseudoterranova sp. 1/60 (1,7) 1 ± 0 (1) 0,01 ± 0,1 (0-1) 0,01 ± 0,1 (0-0,8) 33,3
Trypanorhyncha gen. sp. 3/60 (5) 1 ± 0 (1) 0,1 ± 0,2 (0-1) 0,02 ± 0,1 (0-0,5) 100
TOTAL Kudoa sp. 35/60 (58,3) 24,5 ± 48,2 (1-268) 14,3 ± 39 (0-268) 4,8 ± 14,9 (0-101,1) 100
Microsporidia gen. sp. 1/60 (1,7) 3 ± 0 (3) 0,1 ± 0,4 (0-3) 0,01 ± 0,2 (0-1,1) 100
Anisakis sp. 4/60 (6,7) 1,3 ± 0,8 (1-2) 0,1 ± 0,3 (0-2) 0,02 ± 0,1 (0-0,5) 100
Pseudoterranova sp. 3/60 (5) 1 ± 0 (1) 0,1 ± 0,2 (0-1) 0,01 ± 0,1 (0-0,6) 100
Trypanorhyncha gen. sp. 3/60 (5) 1 ± 0 (1) 0,1 ± 0,2 (0-1) 0,01 ± 0,1 (0-0,2) 100
a
Infectados/examinados x 100 (porcentaje), b media ± desviación estándar (mínima-máxima). ANTERIOR incluye los sitios: ADD, ADI, AVD y
AVI. POSTERIOR incluye los sitios: PDD, PDI, PVD y PDI. DORSAL incluye los sitios: ADD, ADI, PDI y PDI. VENTRAL incluye los sitios:
AVD, AVI, PVD y PVI. DERECHA incluye los sitios: ADD, AVD, PDD y PVD. IZQUIERDA incluye los sitios: ADI, AVI, PDI y PVI. El
TOTAL incluye los 8 sitios musculares ADD, ADI, PDD, PDI, AVD, AVI, PVD y PVI.
27
Tabla 11. Prevalencia, intensidad, abundancia y densidad media de infección por pares de sitios
ADD/PDD Kudoa sp. 26/60 (43,3) 8,5 ± 19,7 (1-107) 4,2 ± 14,2 (0-107) 5,3 ± 18,8 (0-143) 74,3
Microsporidia gen. sp. 1/60 (1,6) 3 ± 0 (1-3) 0,05 ± 0,4 (0-3) 0,1 ± 0,5 (0-4) 100
Pseudoterranova sp. 1/60 (1,7) 1 ± 0 (1) 0,01 ± 0,1 (0-1) 0,1 ± 0,5 (0-4,2) 33,3
ADI/PDI Kudoa sp. 24/60 (40) 11,9 ± 15,4 (1-58) 4,6 ± 11,1 (0-58) 5,8 ± 14,6 (0-67) 68,6
Anisakis sp. 3/60 (5) 1 ± 0 (1) 0,1 ± 0,2 (0-1) 0,1 ± 0,5 (0-3,1) 75
Pseudoterranova sp. 1/60 (1,7) 1 ± 0 (1) 0,01 ± 0,1 (0-1) 0,04 ± 0,4 (0-3) 33,3
Trypanorhyncha gen.sp. 3/60 (5) 1 ± 0 (1) 0,1 ± 0,2 (0-1) 0,1 ± 0,4 (0-2) 100
AVD/PVD Kudoa sp. 21/60 (35) 9,1 ± 14,5 (1-65) 3,2 ± 9,5 (0-65) 6,2 ± 18 (0-114) 60
Pseudoterranova sp. 1/60 (1,7) 1 ± 0 (1) 0,01 ± 0,1 (0-1) 0,1 ± 0,9 (0-7,1) 33,3
AVI/PVI Kudoa sp. 20/60 (33,3) 7,7 ± 9,8 (1-38) 2,5 ± 6,6 (0-38) 4,5 ± 13,2 (0-83) 57,14
Anisakis sp. 2/60 (3,3) 1 ± 0 (1) 0,03 ± 0,2 (0-1) 0,1 ± 0,4 (0-3) 50
a
Infectados/examinados x 100 (porcentaje), b media ± desviación estándar (mínima-máxima). ADD anterior dorsal derecho, ADI anterior dorsal
izquierdo, PDD posterior dorsal derecho, PDI posterior dorsal izquierdo, AVD anterior ventral derecho, AVI anterior ventral izquierdo, PVD
Tabla 12. Prevalencia, intensidad, abundancia y densidad media de infección por sitios
ADD Kudoa sp. 21/60 (35) 6,3 ± 13,8 (1-66) 2,2 ± 8,6 (0-66) 4,9 ± 22,3 (0-169,2) 60
Microsporidia gen. sp. 2/60 (3,3) 2 ± 0 (2) 0,03 ± 0,3 (0-2) 0,1 ± 0,7 (0-5,1) 100
Pseudoterranova sp. 1/60 (1,7) 1 ± 0 (1) 0,02 ± 0,1 (0-1) 0,1 ± 0,5 (0-4,2) 33,3
ADI Kudoa sp. 20/60 (33,3) 7,5 ± 8,1 (1-30) 2,5 ± 5,8 (0-30) 4,3 ± 11,6 (0-63) 57,1
Anisakis sp. 2/60 (3,3) 1 ± 0 (1) 0,03 ± 0,2 (0-2) 0,1 ± 0,5 (0-3,1) 40
Trypanorhyncha gen. sp. 2/60 (3,3) 1 ± 0 (1) 0,03 ± 0,2 (0-1) 0,1± 0,3 (0-2) 66,6
PDD Kudoa sp. 16/60 (26,6) 7,6 ± 9,7 (1-41) 2,0 ± 5,9 (0-41) 4,9 ± 16,2 (0-114) 45,7
Microsporidia gen. sp. 1/60 (1,6) 1 ± 0 (1) 0,02 ± 0,1 (0-1) 0,1 ± 0,4 (0-3) 1
PDI Kudoa sp. 15/60 (25) 8,3 ± 10,3 (1-29) 2,1 ± 6,2 (0-29) 3,8 ± 12,9 (0-72) 42,9
Anisakis sp. 1/60 (1,6) 1 ± 0 (1) 0,02 ± 0 (0-1) 0,02 ± 0,2 (0-1,3) 20
Pseudoterranova sp. 1/60 (1,6) 1 ± 0 (1) 0,02 ± 0,1 (0-1) 0,1 ± 0,4 (0-3) 33,3
Trypanorhyncha gen. sp. 1/60 (1,6) 1 ± 0 (1) 0,02 ± 0,1 (0-1) 0,03 ± 0,2 (0-2) 33,3
AVD Kudoa sp. 10/60 (16,6) 7 ± 8,3 (1-28) 1,2 ± 4,2 (0-28) 4,1 ± 16,3 (0-100) 28,6
Pseudoterranova sp. 1/60 (1,6) 1 ± 0 (1) 0,02 ± 0,1 (0-1) 0,1 ± 0,9 (0-7,1) 33,3
AVI Kudoa sp. 18/60 (30) 2,9 ± 3,2 (1-11) 0,9 ± 2,2 (0-11) 3,1 ± 9,7 (0-55) 51,4
PVD Kudoa sp. 16/60 (26,6) 6,8 ± 8,9 (1-37) 2,0 ± 5,6 (0-37) 6,1 ± 19,5 (0-128) 45,7
PVI Kudoa sp. 16/60 (26,6) 6,3 ± 7,5 (1-27) 1,7 ± 4,7 (0-27) 4,9 ± 16,1 (0-104) 45,7
Anisakis sp. 1/60 (1,6) 1 ± 0 (1) 0,02 ± 0 (0-1) 0,03 ± 0,2 (0-2) 20
a
Infectados/examinados x 100 (porcentaje), b media ± desviación estándar (mínima-máxima). ADD anterior dorsal derecho, ADI anterior dorsal
izquierdo, PDD posterior dorsal derecho, PDI posterior dorsal izquierdo, AVD anterior ventral derecho, AVI anterior ventral izquierdo, PVD
ANTERIOR Kudoa sp. 2/60 (3,3) 1 ± 0 (1) 0,03 ± 0,2 (0-1) 0,01 ± 0,1 (0-0,8) 100
Microsporidia gen. sp. 2/60 (3,3) 12,5 ± 16,3 (1-24) 0,4 ± 3,1 (0-24) 0,6 ± 4,6 (0-36) 50
Pseudoterranova sp. 1/60 (1,7) 1 ± 0 (1) 0,01 ± 0,1 (0-1) 0,02 ± 0,2 (0-1,4) 100
POSTERIOR Microsporidia gen. sp. 2/60 (3,3) 1 ± 0 (1) 0,03 ± 0,2 (0-1) 0,03 ± 0,2 (0-1) 50
DORSAL Kudoa sp. 1/60 (1,7) 1 ± 0 (1) 0,01 ± 0,1 (0-1) 0,01 ± 0,04 (0-0,3) 50
Microsporidia gen. sp. 1/60 (1,7) 1 ± 0 (1) 0,01 ± 0,1 (0-1) 0,01 ± 0,1 (0-0,8) 25
Pseudoterranova sp. 1/60 (1,7) 1 ± 0 (1) 0,01 ± 0,1 (0-1) 0,02 ± 0,2 (0-1,7) 100
VENTRAL Kudoa sp. 1/60 (1,7) 1 ± 0 (1) 0,01 ± 0,1 (0-1) 0,01 ± 0,1 (0-0,9) 50
Microsporidia gen. sp. 3/60 (5) 8,7 ± 13,3 (1-24) 0,43 ± 3,1 (0-24) 0,7 ± 5,3 (0-41,4) 75
DERECHA Microsporidia gen. sp. 2/60 (3,3) 12,5 ± 16,3 (1-24) 0,4 ± 3,1 (0-24) 0,7 ± 5,4 (0-42) 50
IZQUIERDA Kudoa sp. 2/60 (3,3) 1 ± 0 (1) 0,03 ± 0,2 (0-1) 0,02 ± 0,1 (0-0,9) 100
Microsporidia gen. sp. 2/60 (3,3) 1 ± 0 (1) 0,03 ± 0,2 (0-1) 0,02 ± 0,2 (0-0,9) 50
Pseudoterranova sp. 1/60 (1,7) 1 ± 0 (1) 0,01 ± 0,12 (0-1) 0,02 ± 0,2 (0-1,6) 100
TOTAL Kudoa sp. 2/60 (3,3) 1 ± 0 (1) 0,03 ± 0,2 (0-1) 0,01 ± 0,1 (0-0,5) 100
Microsporidia gen. sp. 4/60 (6,7) 6,8 ± 11,5 (1-24) 0,5 ± 3,1 (0-24) 0,4 ± 2,5 (0-0,5) 100
Pseudoterranova sp. 1/60 (1,7) 1 ± 0 (1) 0,01 ± 0,1 (0-1) 0,01 ± 0,1 (0-0,8) 100
a
Infectados/examinados x 100 (porcentaje), b media ± desviación estándar (mínima-máxima). ANTERIOR incluye los sitios: ADD, ADI, AVD y
AVI. POSTERIOR incluye los sitios: PDD, PDI, PVD y PDI. DORSAL incluye los sitios: ADD, ADI, PDI y PDI. VENTRAL incluye los sitios:
AVD, AVI, PVD y PVI. DERECHA incluye los sitios: ADD, AVD, PDD y PVD. IZQUIERDA incluye los sitios: ADI, AVI, PDI y PVI. El
TOTAL incluye los 8 sitios de musculares ADD, ADI, PDD, PDI, AVD, AVI, PVD y PVI.
30
Tabla 14. Prevalencia, intensidad, abundancia y densidad media de infección por pares de sitios
ADI/PDI Kudoa sp. 1/60 (1,7) 1 ± 0 (1) 0,01 ± 0,1 (0-1) 0,01 ± 0,1 (0-1,3) 50
Microsporidia gen. sp. 1/60 (1,7) 1 ± 0 (1) 0,01 ± 0,1 (0-1) 0,1 ± 0,4 (0-3,1) 25
Pseudoterranova sp. 1/60 (1,7) 1 ± 0 (1) 0,01 ± 0,1 (0-1) 0,1 ± 0,6 (0-4,8) 100
AVD/PVD Microsporidia gen. sp. 2/60 (3,3) 12,5 ± 16,3 (1-24) 0,4 ± 3,1 (0-24) 3,4 ± 25,8 (0-200) 50
AVI/PVI Kudoa sp. 1/60 (1,7) 1 ± 0 (1) 0,01± 0,1 (0-1) 0,04 ± 0,4 (0-3) 50
Microsporidia gen. sp. 1/60 (1,7) 1 ± 0 (1) 0,01 ± 0,1 (0-1) 0,04 ± 0,4 (0-2,9) 25
a
Infectados/examinados x 100 (porcentaje), b media ± desviación estándar (mínima-máxima). ADI anterior dorsal izquierdo, PDI posterior dorsal
izquierdo, AVD anterior ventral derecho, PVD posterior ventral derecho, AVI anterior ventral izquierdo, PVI posterior ventral izquierdo.
31
Tabla 15. Prevalencia, intensidad, abundancia y densidad media de infección por sitios de
ADI Kudoa sp. 1/60 (1,6) 1 ± 0 (1) 0,02 ± 0,1 (0-1) 0,02 ± 0,2 (0-1,3) 50
Pseudoterranova sp. 1/60 (1,6) 1 ± 0 (1) 0,02 ± 0,1 (0-1) 0,1 ± 0,6 (0-5) 100
PDI Microsporidia gen. sp. 1/60 (1,6) 1 ± 0 (1) 0,02 ± 0,1 (0-1) 0,1 ± 0,4 (0-3,1) 25
AVD Microsporidia gen. sp. 1/60 (1,6) 24 ± 0 (24) 0,4 ± 3,1 (0-24) 3,3 ± 25,8 (0-200) 25
AVI Kudoa sp. 1/60 (1,6) 1 ± 0 (1) 0,02 ± 0,1 (0-1) 0,1 ± 0,4 (0-3) 50
Microsporidia gen. sp. 1/60 (1,6) 1 ± 0 (1) 0,02 ± 0,1 (0-1) 0,1 ± 0,4 (0-3) 25
PVD Microsporidia gen. sp. 1/60 (1,6) 1 ± 0 (1) 0,02 ± 0,1 (0-1) 0,01 ± 0,4 (0-3,3) 25
a
Infectados/examinados x 100 (porcentaje), b media ± desviación estándar (mínima-máxima). ADI anterior dorsal izquierdo, PDI posterior dorsal
izquierdo, AVD anterior ventral derecho, AVI anterior ventral izquierdo, PVD posterior ventral derecho.
32
Tabla 16. Comparación de las prevalencias entre Merluccius australis y Eleginops maclovinus
Parásito
Pez Microsporidia gen. sp. Kudoa sp. Pseudoterranova sp.
a
Probabilidad exacta de Fisher (p > 0.05) no significativo. b Probabilidad exacta de Fisher (p < 0.05) significativo.
33
Tabla 17. Multicomparación del número de parásitos encontrados entre Merluccius australis y
comunes.
* Diferencias significativas (p < 0,05), sin asterisco no hubo diferencia significativa (p > 0,05)
34
Tabla 18. Comparación del número de parásitos encontrados en Merluccius australis mediante la
Abundancia Densidad
Par Parásito
(p)a (p)a
a
Valor de p. * Diferencias significativas (p < 0,05), sin asterisco no hubo diferencia significativa (p > 0,05). ND= No determinado.
ADD anterior dorsal derecho, PDD posterior dorsal derecho, ADI anterior dorsal izquierdo, PDI posterior dorsal izquierdo, AVD
anterior ventral derecho, PVD posterior ventral derecho, AVI anterior ventral izquierdo, PVI posterior ventral izquierdo. ANTERIOR
incluye los sitios ADD, ADI, AVD y AVI. POSTERIOR incluye los sitios PDD, PDI, PVD y PDI. DORSAL incluye los sitios ADD,
ADI, PDI y PDI. VENTRAL incluye los sitios AVD, AVI, PVD, y PVI. DERECHA incluye los sitios ADD, AVD, PDD y PVD.
Tabla 19. Comparación del número de parásitos encontrados en Eleginops maclovinus mediante
Abundancia Densidad
Par/Región Parásito
(p)a (p)a
a
Valor de p. Sin asterisco no hubo diferencia significativa (p > 0,05). ND= No determinado. ADI anterior dorsal izquierdo, PDI
posterior dorsal izquierdo, AVD anterior ventral derecho, PVD posterior ventral derecho, AVI anterior ventral izquierdo, PVI posterior
ventral izquierdo. ANTERIOR incluye los sitios ADD, ADI, AVD y AVI. POSTERIOR incluye los sitios PDD, PDI, PVD y PDI.
DORSAL incluye los sitios ADD, ADI, PDI y PDI. VENTRAL incluye los sitios AVD, AVI, PVD, y PVI. DERECHA incluye los
sitios ADD, AVD, PDD y PVD. IZQUIERDA incluye los sitios ADI, AVI, PDI y PVI
36
Tabla 20. Valores del coeficiente de correlación de Spearman (rs) entre longitud estándar de
Valores de rs
Parásito Intensidad Abundancia Densidad
(rs) (rs) (rs)
* Correlación significativa (p < 0,05), sin asterisco no hubo correlación significativa (p > 0,05)
Tabla 21. Valores del coeficiente de correlación de Spearman (rs) entre peso de Merluccius
localización muscular.
Valores de rs
Parásito Intensidad Abundancia Densidad
(rs) (rs) (rs)
* Correlación significativa (p < 0,05), sin asterisco no hubo correlación significativa (p > 0,05)
Tabla 22. Valores del coeficiente de correlación de Spearman (rs) entre longitud estándar de
Valores de rs
Parásito Intensidad Abundancia Densidad
(rs) (rs) (rs)
Sin asterisco no hubo correlación significativa (p > 0,05). ND= No determinado por no cumplir tamaño muestral.
39
Tabla 23. Valores del coeficiente de correlación de Spearman (rs) entre peso de Eleginops
localización muscular.
Valores de rs
Parásito Intensidad Abundancia Densidad
(rs) (rs) (rs)
Sin asterisco no hubo correlación significativa (p > 0,05). ND= No determinado por no cumplir tamaño muestral.
40
Total 21,5 42 33
a
Se considero 2 minutos en la preparación y 1 minuto y medio en su observación.
41
Tabla 25. Frecuencia, tiempo de observación y tiempo de preparación según intervalos de peso
a
Se considero 2 minutos en la preparación y 1 minuto y medio en su observación.
42
4. DISCUSIÓN
gen. sp., Kudoa sp., Trypanorhyncha gen. sp., Anisakis sp. y Pseudoterranova sp.) y tres
(Microsporidia gen. sp., Kudoa sp. y Pseudoterranova sp.) taxones parasitarios, respectivamente.
Las prevalencias más elevadas resultaron para Kudoa sp. en M. australis con un 58,3% y para
Microsporidia gen. sp. en E. maclovinus con un 6,7%. De los taxones identificados, se registra
por primera vez en Chile infección muscular por Trypanorhyncha gen. sp. en M. australis y de
Microsporidia gen. sp., Kudoa sp. y Pseudoterranova sp. en E. maclovinus. Para los indicadores
de infección de los taxones parasitarios comunes entre ambos huéspedes, sólo la prevalencia de
M. australis, para Kudoa sp. se registró una prevalencia de 29% en la región anterior, con
un 58,3% observándose entre 1 y 123 quistes por pez. Fernández (1985), no observó infección
por Kudoa sp. en la musculatura de M. australis, provenientes de la Isla Guafo (Chile). Al igual
que en otros 2 estudios, uno en aguas interiores (canales) y exteriores de la XIª y XIIª regiones de
Chile (George-Nascimento y Arancibia 1994), y otro estudio en el sur de Chile (al sur del
paralelo 40º L.S) (MacKenzie y Longshaw 1995). En estos tres no se especificó la técnica de
análisis del tejido muscular. Por el contrario, en aguas interiores (canales) del mar de Aysén, se
registró una prevalencia del 74% para Kudoa sp., con 1 a 20 quistes por pez (González y Carvajal
1994), al aplicar CA1 como método de análisis. Por otra parte, Pascual y Abollo (2008) al aplicar
y blanco-amarillentas, correspondientes a Kudoa sp. con prevalencia del 76%, cuyos quistes se
quistes por pez, que luego de su análisis molecular correspondieron a Kudoa rosenbuschi y
Kudoa alliaria. Estos últimos porcentajes resultaron cercanos a los observados en nuestro estudio
43
(región dorsal: 51,7%; región ventral: 45%), lo que estaría asociado a la aplicación de CA1 y
En otras especies de merluzas, como la merluza del pacifico norte (Merluccius productus)
se menciona que Kudoa paniformis supera el 90%, como infección única o mixta junto a Kudoa
thyrsites (Lom y Dyková 2006). Kudoa sp. también ha sido observada mediante examen
Infecciones por Kudoa sp. en stocks de peces de interés comercial, han sido relacionados
con mioliquefacción postmortem del tejido muscular (Whipps y col 2003), lo que sin duda hace
que la calidad y el impacto de estos parásitos en la industria pesquera sea elevado. El valor
comercial de las merluzas se ve limitado, por su tendencia a ser infectadas por Kudoa sp.,
causante de liberar altos niveles de enzimas con actividad proteolítica (Zhou y Li-Chan 2009),
por un aspecto lechoso, denominado “soft flesh” (Moran y col 1999), que se manifiesta sobre la
superficie de la carne; creando repulsión en el consumidor (Olivero y col 2008). Este hecho, fue
provocada por Kudoa spp. ha sido atribuida, en el hemisferio norte, a varias especies tales como:
Kudoa clupeidae en el arenque del atlántico (C. harengus), Kudoa cruciformum en el serránido
histolytica en la caballa o xarda atlántica (S. scombrus), Kudoa mirabilis en el pez cinta
paniformis en la merluza del pacífico norte (M. productus) y K. thyrsites en el salmón del
atlántico (Salmo salar) y el salmón coho (Oncorhynchus kisutch) (Moran y col 1999). En el
hemisferio sur se ha descrito Kudoa peruvianus en la merluza chilena (M. gayi) (Moran y col
1999). En Chile, K. thyrsites fue identificado como un problema en el salmón del atlántico
(Castro y Burgos 1996). No obstante, un estudio molecular realizado en el 2001, sugiere que el
infectados, con una prevalencia de 6,7%, intensidad de 1,3 ± 0,8, abundancia de 0,08 ± 0,3 y
Chile, se han registrado prevalencias e intensidades (I) de infección a nivel muscular en otros
hospedadores del género Merluccius tales como M. gayi, fluctuando entre 16, 1% (ventral) y un
37,1% (dorsal), en la zona comprendida entre Los Vilos y Constitución (Carvajal y col 1979) y
de un 5,9% (I=1) en Valdivia (Torres y col 2000). En otros países, por ejemplo, en M. hubbsi de
(Herreras y col 2000). En este último estudio, la densidad de infección fue significativamente
significativas con la talla estándar y el peso de las merluzas (Herreras y col 2000). El análisis
3,5% a nivel muscular (Brattey y Bishop 1992), mientras que en nuestro estudio se registró una
prevalencia de infección de 6,7% a nivel muscular. La baja prevalencia de infección por Anisakis
exportación.
australis a nivel visceral de: 100% (I=69,1) en merluzas de la Isla Guafo (Fernández 1985), 80,5-
94,2% y 86,9-97,1% en aguas interiores (canales) y exteriores del mar de Aysén, respectivamente
Carvajal 1994) y de un 86% a 100%, en merluzas capturadas al sur del paralelo 40º L.S
(Mackenzie y Longshaw 1995). Registros de prevalencia de infección a nivel visceral, pero fuera
Escocia (Scott 1987) y 10,8% en bacalaos capturados entre Newfounland y Labrador (Canadá)
En nuestro estudio, a diferencia de los anteriores y a pesar del escaso número de larvas
merluza austral, registrando en las regiones: anterior, dorsal e izquierda tres de los 4 casos
identificados, seguidos por la pareja ADI/PDI, también con tres de los 4 casos registrados. La
densidad y la abundancia de infección no reveló diferencias significativas para Anisakis sp. en los
distintos pares de sitios. La aplicación simultánea del CA1 y CA2 permitió diagnosticar 2 de los 4
peces infectados en la región dorsal y recuperar 2 de las tres larvas presentes en M. australis. De
acuerdo con estos datos, Anisakis sp. se localizaría preferentemente en el sitio ADI (3 de 5 larvas)
en la musculatura de M. australis.
peces fue de 5%, con intensidad de 1, abundancia de 0,05 y densidad media de infección de 0,01
incluidas vísceras y músculos, con un 36% de infección muscular; determinado mediante CA1
(Torres y col 1983) o con prevalencias de un 42,5% sin especificar el sitio de localización
muscular de las larvas (Carvajal y col 1979). Por otra parte, en M. hubbsi del lado argentino, la
prevalencia por larvas del tercer estadío de Pseudoterranova sp. alcanzó un 9,5% a nivel
muscular mediante CA1 (Herreras y col 2000) y sólo un 2,4% en los mesenterios (Sardella y
Timi 2004). Las bajas cifras de prevalencia de infección del presente estudio al igual que en la
humanos, sucediendo algo similar para M. hubbsi. No obstante, M. gayi por registrar elevadas
prevalencias de infección muscular (23,5%) (Torres y col 2000), constituye un mayor riesgo de
transmisión de pseudoterranovosis.
especifican las técnicas utilizadas para su búsqueda, por ejemplo, se señala un 3% de prevalencia,
con una intensidad media de 1,5 y abundancia media menor a 0,1 (González y Carvajal 1994),
prevalencia de 3,2% en los canales y de un 15% en las aguas exteriores de la undécima región
la duodécima región, respectivamente (estos datos contemplan musculatura más vísceras). Dichos
datos contrastan con los estudios realizado por Fernández (1985) y por MacKenzie y Longshaw
hospedadora y su tamaño, sino que también con las especies de Pseudoterranova (McClelland
2002). Por ejemplo, en peces demersales del este de Canadá, las larvas de P. decipiens (s.s.)
registran una elevada prevalencia en la musculatura ventral de los peces, especialmente la que
rodea la cavidad visceral (McClelland 2002). En la merluza blanca (Urophycis tenuis) el 70% de
las larvas se registran en la musculatura que rodea la cavidad visceral, para peces cuyas
estudio, sólo en un caso la infección por Pseudoterranova sp. fue detectado por la aplicación
simultánea de CA1 y CA2, en las regiones posterior, dorsal e izquierda, mientras que los dos
casos restantes solo fueron identificados por EMP en la región derecha de M. australis. Por otra
parte, el coeficiente de correlación (rs) de Spearman reveló que en las merluzas de menores tallas
la abundancia y densidad de infección por larvas de Pseudoterranova sp. fue mayor (rs= -0,36 y p
< 0,05), hecho que rechazaría nuestra primera hipótesis, produciéndose una situación inversa a la
postulada, ya que las larvas de Pseudoterranova sp. aumentarían en número a menores tallas de
las merluzas.
Trypanorhyncha gen. sp. fue escasa, alcanzando una prevalencia de 5%, intensidad de 1,
abundancia de 0,05 y densidad de 0,01. En estudios previos (Carvajal y col 1979, Fernández
Longshaw 1995) no sé registró infecciones por Trypanorhyncha gen. sp., lo que podría atribuirse
por lo demás no son especificadas por los autores. O bien porque sólo se revisó una muestra de la
musculatura. En el presente estudio, además, sólo 1 de tres casos de infección por plerocercoides
de Trypanorhyncha gen. sp. fue diagnosticado mediante el uso simultáneo de CA1 y CA2,
Además, la totalidad de los casos fueron identificados, mediante CA1 y CA2 más EMP, en
ADI/PDI
ejemplo en el hemisferio norte, para Anisakis sp. se ha observado porcentajes de recuperación de:
Pseudoterranova sp. los porcentajes de recuperación fluctúan entre 77% y 100 % para Gadus
morhua, Sebastes marinus y Merluccius merluccius (Huang 1990). El rendimiento del candling
media de infección de 0,01 a 0,4 a nivel muscular, respectivamente. Sepúlveda y col (2004) no
registraron la presencia de Anisakis sp., Pseudoterranova sp., Microsporidia gen. sp. ni de Kudoa
sp. en E. maclovinus provenientes de los alrededores de Puerto Montt, entre Metrenco y la isla
Guar (41º 29’S, 72º 58’W), lo cual podría atribuirse a que no se examinó la musculatura. Algo
similar ha sucedido con otros estudios realizados en el róbalo: en bahía Aguirre (Argentina)
(Szidat 1950), en el lago Huillinco (Chiloé) (Torres y col 1990), en los estuarios de los ríos
Valdivia y Tornagaleones (Torres y col 1993). En el caso de Microsporidia gen. sp., en este
estudio, los indicadores de infección resultaron leves, inferiores a 1, recuperándose sólo el 3,7%
de los quistes de Microsporidia gen. sp., mediante CA1 y CA2. En todos los casos los quistes se
localizaron en la región ventral de la musculatura, tanto en el lado derecho como izquierdo del
pescado, adoptando una distribución simétrica (ambos con la mitad de los casos).
en el sitio ADI. Cabe destacar, que en el presente trabajo el estudio muscular del róbalo se llevó a
48
cabo mediante la aplicación simultánea de CA1 y CA2, más la utilización de EMP como examen
complementario al candling, lo cual podría justificar la diferencia entre los resultados obtenidos y
los estudios previos (Szidat 1950, Torres y col 1990, Torres y col 1993 y Sepúlveda y col 2004)
demostrado ser de baja eficiencia (Levsen y col 2005). Por ejemplo, en tres especies de peces
destructivas con otras que sí lo son (digestión) más la utilización de luz U.V., han sido
larvas de Anisakis sp. y Pseudoterranova sp., respectivamente (Brattey 1988). Huang (1990) en
Merluccius merluccius, al realizar examen a ojo desnudo identificó alrededor de un 20% de las
larvas de Anisakis sp. y ninguna larva de Pseudoterranova sp. Al agregar un examen mediante
CA1 alcanzó un porcentaje acumulativo de 33% para Anisakis sp. y de un 100% para
1990). En nuestro estudio de M. australis la eficiencia del candling (CA1 y CA2) alcanzó un
rendimiento acumulativo total del 1,2% para el hallazgo de quistes de Kudoa sp., y de un 3,7%
identificación solo fue posible mediante examen microscópico. Este bajo rendimiento del CA2,
hace que nuestra tercera hipótesis sea rechazada. Además, mediante la técnica del candling,
Pseudoterranova sp., Trypanorhyncha gen. sp. y Anisakis sp., respectivamente. Por otra parte,
mediante la técnica de EMP se pudo recuperar la mayoría de los quistes de Kudoa sp. y
Microsporidia gen. sp., hecho que también rechazaría nuestra tercera hipótesis. Además, el
tiempo necesario para el análisis microscópico, mediante placas de compresión (EMP), de los
intervalos que cuentan con el mayor número de peces, agrupados por su peso total; corresponde a
(2009), exige como protocolo de búsqueda de parásitos musculares en peces, el análisis de 200
gramos de carne, sin especificar de qué región en particular. El análisis global de los resultados
del presente trabajo, sugieren que en el caso de M. australis, para una mayor detección de peces
infectados con Kudoa sp., Microsporidia gen. sp., Anisakis sp., Pseudoterranova sp. y
musculatura dorsal de M. australis, dado que al menos en esta región se pueden registrar
mediante CA1 y CA2 el 75% de los casos de larvas de anisákidos y el 88,6% de los casos de
Kudoa sp. Obviamente la identificación de Microsporidia gen. sp. y Kudoa sp., debe realizarse
ambos tipos de quistes. Respecto a la densidad de infección por el taxón parasitario más
prevalente, Kudoa sp. no mostró diferencias significativas respecto a los diferentes sitios de
densidad entrega información de parásitos/g de musculatura, permitiendo una relación más exacta
entre los distintos sitios, demostrando que la cantidad de quistes/g de musculatura no varía
superficie o peso del sitio. Por lo anterior, la concentración de estos parásitos es similar en cada
sitio y por ende, el examen de éstos darían resultados similares, por lo cual nuestra segunda
hipótesis es rechazada a nivel de la densidad. Para una mayor detección de peces infectados con
Microsporidia gen. sp., Kudoa sp. y Pseudoterranova sp., mediante CA1, CA2 y EMP, en E.
maclovinus; se recomienda el análisis muscular de las regiones anterior, dorsal o izquierda, las
cuales representan entre la mitad y la totalidad de los casos, aunque no hay diferencias
densidad, pero sí son las regiones donde se puede detectar la presencia de estos tres taxones
demuestra que el riesgo de contraer la infección por este parásito, es el mismo comiendo M.
australis o E. maclovinus.
50
mismo que sector del pez se está examinando, dado que algunos parásitos tendrán una
pez. Según Smith (1984), la distribución de las larvas en los peces podría estar influenciada por
los hábitos alimenticios del hospedador. Así, en peces no piscívoros (arenque, bacaladilla,
caballa, etc.) cuya dieta principal son los eufáusidos, las larvas parecen distribuirse en la cavidad
corporal, mientras que en peces piscívoros (merlán, bacalao, etc.), las larvas suelen estar
presentes en gran cantidad en la musculatura (Smith 1984). Estas diferencias entre las especies
señalarían atributos especiales de los micro-hábitats que encuentran, por ejemplo, las L3 de A.
simplex dentro de sus hospederos (Stromnes y Andersen 1998). La relevancia de estos y otros
parásitos en salud pública, hace que sea quizás el motivo más importante, sobre todo por los
efectos que pueden provocar en el hombre, efectos que pueden ir desde molestias
gastrointestinales, hasta reacciones alérgicas (Audicana y col 1997, Torres y col 2007), dando
lugar a manifestaciones sistémicas que van desde urticaria o angioedema hasta el shock
anafiláctico. Siendo característico en este tipo de pacientes el consumo previo (minutos u horas)
de pescado fresco o poco cocinado (López y col 2005). La prevalencia de sensibilización frente a
Anisakis sp., varia del 6% al 56%, según la zona geográfica en España (López y col 2005);
mientras que en Japón, corresponde a un 97% (Takahashi y col 1998). En Chile, hasta la fecha se
han publicado alrededor de 28 casos de anisakidosis causadas por larvas de Pseudoterranova sp.
en el 89,3% y por Anisakis sp. en un 10,7%. (Torres y col 2007). Antecedentes que estarían
relacionados con el consumo de pescado crudo a base de merluzas. Así, según los datos del
presente estudio, la probabilidad de ingerir una larva de Anisakis sp. en 100 gramos de
musculatura de M. australis es bajísima (0,02%) y aún cuando algunos platos de pescado crudo,
como el cebiche pueden sobrepasar los 100 gramos (Adams y col 1994), el riesgo de infección
sigue siendo bajo. De esta manera, los registros de personas que han presentado anisakidosis en
Chile, declarando consumir pescado crudo, en su mayoría merluzas (sin especificar la especie),
no estarían relacionados con la especie de merluza analizada en nuestro estudio (M. australis),
dado que las prevalencias de infección muscular por larvas de anisákidos (Anisakis sp. y
Pseudoterranova sp.) resultan muy bajas. Por ello, la casuística registrada por Torres y col (2007)
51
estaría relacionada con el consumo de otras especies de merluzas como por ejemplo, M. gayi y M.
magellanicus, en las que se han registrado prevalencias de infección muscular de 5-37,1% para
Anisakis sp. (Carvajal y col 1979, Torres y col 2000) y entre un 36-42,5% para Pseudoterranova
sp. (Carvajal y col 1979, Torres y col 1983) en M. gayi y de un 25% de infección muscular para
Pseudoterranova sp., en M. magellanicus (Torres y col 2000). El artículo 323 del Reglamento
Sanitario de los Alimento señala que, el pescado que se comercializa debe estar libre de parásitos,
hecho que a la luz de las evidencias no se cumpliría en su totalidad, siendo necesario entonces
que estos peces (M. australis y E. maclovinus) y otros especies de pescados que se comercializan
cocción de los pescados a 60ºC, al menos por 10 minutos o el congelamiento previo por 7 días a
-20ºC, pueden matar las larvas presentes en la carne y evitar la infección humana (Torres y col
2007), dado que a las temperaturas en que se comercializan los pescados frescos, según el
artículo 314 del R.S.A, no aseguran que las larvas de anisákidos, particularmente, no se
encuentren viables. Sin embargo, hay estudios que demuestran que algunos antígenos de estos
desencadenar reacciones de hipersensibilidad al ser ingeridos por las personas (Audicana y col
1997).
infectadas con quistes de Kudoa sp. Otros estudios más recientes, han demostrado que la ingesta
de carne de pescado infectada con Kudoa sp., puede inducir reacciones de hipersensibilidad tipo I
(Martínez de Velasco y col 2007). En la población española, se establecieron los mayores niveles
de IgG, IgA e IgE en pacientes con síntomas digestivos o con reacciones alérgicas luego de haber
consumido pescado que contenía quistes de Kudoa sp. (Martínez de Velasco y col 2007). La
inyección subcutánea de extractos de quistes de Kudoa sp. eleva los niveles de IgE, demostrando
así la naturaleza alergénica de estos extractos parasitarios (Martínez de Velasco y col 2008).
Los resultados del presente estudio indicarían que el pescado comercializado como
producto fresco no sé encontraría libre de parásitos en general, como así lo exige el artículo 323
del reglamento sanitario de los alimentos, y con respecto a infecciones zoonoticas, aunque en este
52
último caso las prevalencias fueron moderadas en la merluza (Anisakis sp. 6,7% y
Pseudoterranova sp. 5%) y leve en el róbalo (Pseudoterranova sp. 1,7%). Sin embargo, en el
caso de infección por Kudoa sp., esta prevalencia resultó elevada (58,3%), respecto de la cual
existen evidencias recientes sobre su capacidad para inducir reacciones alérgicas en las personas
que consumen carne cruda (cebiche) infectada con los quistes de este parásito (Martínez de
Velasco y col 2008). Por otra parte, el análisis de la musculatura mediante distintas técnicas,
demuestra que el examen rutinario mediante la técnica del candling (CA1 y CA2) tiene un bajo
rendimiento, detectando entre un 17,1 y un 33,3% de los peces infectados por cada uno de los
taxones parasitarios determinado en la merluza, y no más del 25% de los peces infectados con
cada uno de los taxones parasitarios identificados en el róbalo, por lo cual deberían realizarse
5. CONCLUSIONES
parasitarios, mediante las técnicas de CA1, CA2 y EMP, en el tejido muscular de M. australis,
con sus respectivas prevalencias (P), intensidades (I), abundancias (A) y densidades(D):
Microsporidia gen. sp. (P 1,7%, I 3, A 0,1 y D 0,01), Kudoa sp. (P 58,3%, I 24,5, A 14,3 y D
4,8), Trypanorhyncha gen. sp. (P 5%, I 1, A 0,05 y D 0,01), Anisakis sp. (P 6,7%, I 1,3, A 0,1 y
gen. sp. (P 6,7%, I 6,8, A 0,5 y D de 0,4), Kudoa sp. (P 3,3%, I 1, A 0,03 y D de 0,01) y
Pseudoterranova sp. (P 1,7%, I 1, A 0,01 y D de 0,01). De estos taxones sólo Anisakis sp.,
Pseudoterranova sp. y Kudoa sp. han sido relacionados con daño para la salud humana.
2. Se registra por primera vez en Chile infección muscular por Trypanorhyncha gen. sp. en M.
australis y por Microsporidia gen. sp., Kudoa sp. y Pseudoterranova sp. en E. maclovinus.
sp., derecha para Microsporidia gen. sp., izquierda para Anisakis sp., y anterior-derecha, y
ADD/PDD y ADI/PDI para Kudoa sp. y en ADD/PDD para Microsporidia gen. sp. Para
Microsporidia gen. sp. La P más elevada para Anisakis sp. se presentó en ADI. La D más elevada
para Anisakis sp. y Trypanorhyncha gen. sp. también correspondió a ADI; mientras que para
musculatura, para Microsporidia gen. sp. y en las regiones anterior, dorsal o izquierda para
se observaron en AVD/PVD para Microsporidia gen. sp.. Para Kudoa sp sólo se observó una D
54
más elevada en el par AVI/PVI. Pseudoterranova sp. sólo estuvo representado por ADI/PDI. La
D máxima más elevada por Microsporidia gen. sp. y Kudoa sp., en E. maclovinus, se observaron
8. La aplicación simultánea de CA1 y CA2, detectó un 28,6% de los peces infectados con Kudoa
sp., recuperándose un 1,2% de sus quistes, en M. australis. Los porcentajes restantes fueron
recuperados mediante EMP. La aplicación simultánea de CA1 y CA2, reveló el mayor número de
de peces infectados con Kudoa sp. en la región anterior (29%). Microsporidia gen. sp. sólo fue
detectado mediante el EMP. El uso simultáneo de CA1 y CA2 sólo permitió detectar 1 a 2 peces
musculatura de M. australis.
infectados con Microsporidia gen. sp. y recuperar un 3,7% de sus quistes. Kudoa sp. y
11. Sólo hubo diferencias significativas a nivel de la P para los taxones parasitarios comunes
14. Sólo se observó correlación significativa negativa (rs= -0,36) entre la longitud estándar y el
6. RESUMEN
La realización del presente estudio tuvo por objetivos 1) determinar distintos taxones
intensidad (I), abundancia (A) y densidad (D) de infección, 2) determinar la distribución de los
y peso de los peces y 4) comparar el rendimiento de las técnicas empleadas para el análisis de la
musculatura y determinar el tiempo utilizado. Entre julio de 2008 y enero de 2009 se examinó
(Microsporidia gen. sp., Kudoa sp., Trypanorhyncha gen. sp., Anisakis sp. y Pseudoterranova
sp.) y 3 taxones parasitarios (Microsporidia gen. sp., Kudoa sp. y Pseudoterranova sp.),
respectivamente. Se registra por primera vez infección muscular por Trypanorhyncha gen. sp. en
Chile. La P más elevada en M. australis, se observó para Kudoa sp. (58,3%) y para Microsporidia
australis, se observaron en la región dorsal, para Kudoa sp., en la región derecha para
Microsporidia gen. sp, en la región izquierda para Anisakis sp., en las regiones anterior-derecha, y
indicadores para pares de sitios, fueron más elevados en M. australis, en ADD/PDD y ADI/PDI
para Kudoa sp., en ADD/PDD para Microsporidia gen. sp., Pseudoterranova sp. registró la D
más elevada en AVD/PVD, en ADI/PDI para Anisakis sp. y en AVI/PVI para Trypanorhyncha
gen. sp. En M. australis, el sitio ADD presentó los valores más elevados de P, I, A y D para
Kudoa sp. y Microsporidia gen. sp. Anisakis sp. registró una mayor P y D máxima de infección
en ADI. La D máxima para Trypanorhyncha gen. sp. también se observó en ADI; para
ventral para Microsporidia gen. sp. y en las regiones anterior, dorsal e izquierda para Kudoa sp. y
56
Pseudoterranova sp. En los pares de sitios, los valores más elevados de los indicadores se
observaron en AVD/PVD para Microsporidia gen. sp. Para Kudoa sp, sólo se observó una D más
con Kudoa sp., recuperándose un 1,2% de sus quistes; los porcentajes restantes fueron
recuperados mediante EMP. La aplicación simultánea de CA1 y CA2, en la región anterior reveló
un 29% de los peces infectados con Kudoa sp, Microsporidia gen. sp. sólo fue detectado
mediante EMP. Para los helmintos, el uso de CA1 y CA2 sólo permitió recuperar entre un tercio
y la mitad de los parásitos. En E. maclovinus la aplicación de CA1 y CA2 detectó uno de los 4
peces infectados con Microsporidia gen. sp., recuperándose sólo el 3,7% de los quistes. Kudoa
análisis de los pares de sitios en ambos peces, mostró A significativamente mayores para Kudoa
sp. en M. australis. Sólo, se observó correlación significativa negativa entre la longitud estándar
7. SUMMARY
The present study had the following aims 1) to determine different parasite taxa from the
musculature of hakes and rock cods and their respective prevalence (P), intensity (I), abundance
(A) and density (D) of infection, 2) to determine the distribution of the identified parasites in the
different regions, sites and pairs of sites of the musculature of both hots, 3) to compare the P, the
I, A and D of infection related to the size and weight of hots and 4) to compare the efficiency of
the employed techniques for the musculature analysis and to determinate the number of plaques
and the employed time for microscopic examination. Between July of 2008 and January of 2009,
60 hakes and 60 rock cods were parasitologically examinated, these were acquired fresh and
eviscerated in the local markets of Valdivia. Registering in hake and rock cods, a total of 5
(Microsporidia gen. sp., Kudoa sp. Trypanorhyncha gen. sp., Anisakis sp. Pseudoterranova sp.)
and 3 parasite taxa (Microsporidia gen. sp., Kudoa sp. and Pseudoterranova sp.), respectively.
Among the identified taxa, for the first time a muscular infection was registered in M. australis
by Trypanorhyncha gen. sp. and by Microsporidia gen. sp., Kudoa sp. and Pseudoterranova sp. in
E. maclovinus of Chile. The higher P in M. australis, was observed for Kudoa sp. (58.3%) and
Microsporidia gen. sp. (6.7%) in E. maclovinus. The higher values of P, I, A and D of infection in
M. australis, were observed in the dorsal region to Kudoa sp., in the right region for
Microsporidia gen. sp., in the region left to Anisakis sp., in the regions anterior-right and anterior-
dorsal to Trypanorhyncha gene. sp. and Pseudoterranova sp., respectively. The indicators for
pairs of sites, were higher in M. australis, ADD / PDD and ADI / PDI for Kudoa sp., ADD/PDD
for Microsporidia gen. sp. Pseudoterranova sp. D recorded the highest in ADL/PVD in ADI/PDI
for Anisakis sp. and AVI/PVI for Trypanorhyncha gene. sp. In M. australis, ADD site presented
the highest values of P, I, A and D for Kudoa sp. and Microsporidia gen. sp., Anisakis sp.
reported a greater maximum P and D infection in ADI. The maximum D Trypanorhyncha gen.
The higher values of P, I, A and D in E. maclovinus were observed in the ventral region to
Microsporidia gen. sp. and in the anterior, dorsal and left region to Kudoa sp. and
Pseudoterranova sp. In the pairs of sites, the higher values were observed in AVD/PVD for
58
Microsporidia gen. sp . Nevertheless, for Kudoa sp, there was only one higher in AVI D/PVI. The
Trough the simultaneous application of CA1 and CA2, only a 28,6% of the fishes infected
with Kudoa sp. were detected, recovering a very low (1,2%) percentage of the present cysts in the
musculature of M. australis. The remaining percentage was only recovered through the use of
EMP. The region that reached the greater efficiency, through the simultaneous application of
CA1 and CA2, in the identification of infected fishes with Kudoa sp. was the anterior region
(29%). Microsporidia gen. sp. only was detected by EMP. For helminth parasites, the
simultaneous use of CA1 and CA2 only allowed to identify and recover from a third part to half
of parasites present in the musculature of M. australis. The simultaneous application of CA1 and
CA2 in the musculature of E. maclovinus, only detected one of the 4 infected fishes with
Microsporidia gen. sp., recovering through this technique only 3,7% of the cysts, while Kudoa sp.
and Pseudoterranova sp., were only identified through the EMP technique.
The analysis of the common parasite taxa in both hosts, the P was significantly greater for
significantly higher for Kudoa sp. with respect to E. maclovinus. In E. maclovinus the A and D
for Microsporidia gen. sp. were significantly higher with respect to M. australis.The analysis of
pairs of sites in both fish, showed significantly higher for Kudoa sp. M. australis. At last, a
negative significant correlation similar between the standard size and weight of M. australis, with
8. AGRADECIMIENTOS
Agradezco de manera especial y sincera al profesor Dr. Patricio Torres, por haberme
aceptado para realizar este seminario de titulación bajo su dirección. Por el apoyo, guía y ánimo
brindado para sacar adelante este trabajo. Le agradezco también, el haber puesto siempre a mi
disposición los medios y la literatura necesaria para llevar a cabo el desarrollo de este seminario.
A los profesores del Instituto de Parasitología Sra. Sonia Puga, Sr. René Franjola y Sr.
Luis Figueroa, por la amabilidad, cariño y palabras de apoyo constantes. A la Sra. Ivonne Millar
por su eficiencia, alegría y por soportarnos siempre con el tema de las llaves, y al Sr. Marcelo
A mis compañeros tesistas del Instituto de Parasitología: Bárbara, Carla, Francisca, Laura,
Jessica, Loreto y Alejandro; muchas gracias por todos los buenos momentos vividos, por la
amistad y el apoyo.
universitario, por su amor y amistad, por su tiempo y sus palabras, mis más sinceros y profundos
agradecimientos.
Y, por último, el más profundo y sentido de los agradecimientos va para mi familia. Por el
constante apoyo y cariño incondicional. A mi madre, Nilda Díaz, por sus sabios consejos, amor y
por el gran ejemplo de lucha, fortaleza y espíritu de superación; a mis hermanos: Ximena, por su
preocupación y la alegría irradiada, y a Marcos por las tardes de relajo previas a mis viajes a
Valdivia como estudiante. A mis abuelos que ya partieron, pero que siempre les recuerdo con la
mayor de las alegrías y a mis abuelas, Edith e Irma, por el tiempo, cariño y las sabias palabras de
los años de experiencia, a mis tíos Héctor Corbalán y Nalvia Díaz por su infinito amor y
preocupación, por su abrigo y cariño en los momentos más difíciles. Y finalmente a ti Papá, a
pesar del poco camino transitado por esta vida, pero estoy seguro que bien disfrutada, te
necesarias para llevar a buen puerto este velero cargado de ilusiones. Un beso y un abrazo a
9. BIBLIOGRAFÍA
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10. INDICE
1. INTRODUCCIÓN Pág. 1
2. MATERIAL Y MÉTODOS Pág. 10
2.1. Colecta y procesamiento de los peces. Pág. 10
2.2. Aislamiento y análisis del material parasitario. Pág. 10
2.3. Análisis de datos. Pág. 11
3. RESULTADOS Pág. 13
4. DISCUSIÓN Pág. 42
5. CONCLUSIONES Pág. 53
6. RESUMEN Pág. 55
7. SUMMARY Pág. 57
8. AGRADECIMIENTOS Pág. 59
9. BIBLIOGRÁFÍA Pág. 60