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El documento describe el escándalo de doble contabilidad en la empresa japonesa Olympus. Se descubrió que la junta directiva había estado ocultando pérdidas de 117.700 millones de yenes durante 5 años mediante el uso de informes falsos de consultoras y sobrevaluación de adquisiciones. Cuando el presidente británico Michael Woodford descubrió la falsificación de cuentas, fue despedido en lugar de investigarse el caso. Varias personas clave han sido detenidas por falsificar las cuentas, las acciones de Olympus han caído un
El documento describe el escándalo de doble contabilidad en la empresa japonesa Olympus. Se descubrió que la junta directiva había estado ocultando pérdidas de 117.700 millones de yenes durante 5 años mediante el uso de informes falsos de consultoras y sobrevaluación de adquisiciones. Cuando el presidente británico Michael Woodford descubrió la falsificación de cuentas, fue despedido en lugar de investigarse el caso. Varias personas clave han sido detenidas por falsificar las cuentas, las acciones de Olympus han caído un
El documento describe el escándalo de doble contabilidad en la empresa japonesa Olympus. Se descubrió que la junta directiva había estado ocultando pérdidas de 117.700 millones de yenes durante 5 años mediante el uso de informes falsos de consultoras y sobrevaluación de adquisiciones. Cuando el presidente británico Michael Woodford descubrió la falsificación de cuentas, fue despedido en lugar de investigarse el caso. Varias personas clave han sido detenidas por falsificar las cuentas, las acciones de Olympus han caído un
Japón es un símbolo de eficiencia y sus grandes corporaciones, como
Sony o Toyota, suponen un ejemplo de laboriosidad profesional. Pero esta imagen amenaza con derrumbarse por el monumental escándalo en que se ha visto sumida la famosa multinacional Olympus. Fundada en 1919 como una empresa especializada en microscopios y termómetros, se trata de una de las firmas punteras en la fabricación de lentes para equipamiento médico y de laboratorio que ha dado salto al negocio de las cámaras fotográficas digitales.
Echando por tierra el mito «Made in Japan», su junta directiva venía
ocultando desde hace cinco años que la compañía había perdido 117.700 millones de yenes (1.130 millones de euros). Aportado por los accionistas y los grandes bancos de inversión nipones, el dinero había desaparecido en ruinosas inversiones en los años 90. Para enmascarar las cuentas, Olympus lo había achacado a carísimos informes encargados a consultoras externas e infladas adquisiciones de tres firmas japonesas y un fabricante británico de equipamiento médico.
Con gran sorpresa, así lo descubrió el año pasado el entonces presidente
de la compañía, el británico Michael Woodford. Tras estudiar los libros de contabilidad y comprobar que los balances habían sido falsificados, alertó a los máximos responsables de Olympus. Pero estos, que nunca habían visto con buenos ojos su llegada al cargo por el sencillo hecho no de no ser japonés, negaron cualquier irregularidad y lo despidieron en octubre en lugar de investigar el caso.
Desde entonces, Woodford ha tirado de la manta para airear una
manipulación contable que la compañía se vio obligada a reconocer en noviembre. Según la Fiscalía de Tokio, Olympus infló en 2006 sus activos netos consolidados de 233.737 a 344.871 millones de yenes (de 2.252 a 3.324 millones de euros). En 2007, volvió a maquillar las cuentas para declarar 367.876 millones de yenes (3.545 millones de euros) cuando su valor real era de 254.246 millones de yenes (2.449 millones de euros).
Detenidos por falsear las cuentas
Por todas estas graves irregularidades, el jueves fueron detenidos el expresidente de Olympus y presunto cerebro de la trama, Tsuyoshi Kikukawa; su antiguo vicepresidente, Hisashi Mori; el exauditor Hideo Yamada y uno de los anteriores ejecutivos financieros, Akio Nakagawa. Junto a ellos, La Policía Metropolitana de Tokio arrestó a tres responsables de un fondo de inversión por su implicación en el fraude. Acusados de falsear las cuentas de la empresa, se enfrentan a diez años de presión y multas de 10 millones de yenes (96.172 euros).
Según la agencia de noticias Kyodo, Kikukawa, Yamada y Mori han
reconocido a los agentes encargados del caso que ocultaron tan multimillonarias pérdidas en connivencia con los contables. Por ese motivo, Olympus ha demandado a su anterior presidente y a otros 18 ejecutivos implicados en la estafa, incluyendo a su actual responsable, Shuichi Takayama.
Las acciones de Olympus se han hundido un 48%
«Nos tomamos la situación muy seriamente y continuaremos cooperando con las autoridades para esclarecer los hechos», declaró a Dow Jones un portavoz de la compañía, cuya imagen se ha visto gravemente dañada. Desde que estalló el escándalo tras el despido de Woodford, las acciones de Olympus se han hundido un 48%.
Tal y como informa la multinacional en su página web, la Bolsa de Tokio
retiró el 21 de enero la designación de «valor bajo supervisión» por el de «valor en estado de alerta». De hecho, Olympus estuvo a punto de ser expulsada del parqué porque tenía de plazo hasta mediados de diciembre para presentar sus balances de cuentas corregidos de los últimos cinco años fiscales.
Tras protagonizar un escándalo que ha manchado la imagen de las
corporaciones niponas, Olympus ha convocado para el 20 abril una junta general de accionistas de emergencia para nombrar un nuevo equipo gestor.