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ESCUELA DE DERECHO
INFORME ACADÉMICO
AUTORES:
ASESOR:
LIMA – PERÚ
2019
DEDICATORIA
ii
ÍNDICE
pág.
Dedicatoria II
Índice III
Introducción V
1. Antijuricidad
2. Daño causado
3. Relación de causalidad
4. Factores de atribución
Conclusión
Referencias Bibliográficas
iii
INTRODUCCIÓN
Al respecto Taboada (2000) menciona que “[…] La diferencia esencial entre ambos
aspectos de la responsabilidad civil radica, […] en que en un caso [responsabilidad
contractual] el daño es consecuencia del incumplimiento de una obligación previamente
pactada y en el otro caso [responsabilidad extracontractual] el daño es producto del
incumplimiento del incumplimiento del deber jurídico genérico de no causar daño a los
demás. […] (p. 23).
1. ANTIJURICIDAD
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acudir a una teoría que distingue y discrimina, […] cuales pueden dar
origen a una responsabilidad y cuáles no. (p. 39).
[…] el articulo 1971 [del Código Civil] al señalar en su primer inciso que
no hay responsabilidad por daño causado en el ejercicio regular de un
derecho, está haciendo referencia implícita al concepto de antijuricidad,
por la simple y evidente razón que cuando se actúa en el ámbito del
ejercicio regular de un derecho, a pesar de que se pueda causar daño, el
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mismo será resultado de una actividad lícita, ajustada a Derecho y por
ende permitida y plenamente justificada por el ordenamiento jurídico. (p.
39).
2. DAÑO CAUSADO
A. DAÑOS PATRIMONIALES
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En la doctrina existe unanimidad en que existen dos categorías de daño
patrimonial, que son de aplicación tanto al campo contractual como
extracontractual: el daño emergente y el lucro cesante. Al respecto el
artículo 1985 del código civil (2019) dispone en forma expresa que:
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responsable, es decir la persona que causó el daño tiene que
indemnizar a la víctima para así resarcir el daño ocasionado.
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B. DAÑOS EXTRAPATRIMONIALES
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patrimonial o a un interés moral por quien se encontraba obligado a
respetarlo, ya sea en virtud de un contrato o de otra fuente.” Además,
el daño moral es irreparable, toda vez que no se puede devolver el
objeto sobre el cual recae la acción a su estado original. A manera de
ejemplo, si un hecho causa a una persona depresión severa, el daño ya
ha sucedido, y por más que en un futuro pueda volver a estar
equilibrada emocionalmente, no hay nada que se pueda hacer respecto
a los momentos en los que estuvo bajo severa pena y angustia. Esta
posición es respaldada por Cifuentes quien señala que no es posible la
reparación integral con la equivalencia perfecta e idéntica a la que se
procura frente al daño material.
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Resulta entonces necesario establecer quienes podrían ser titulares del
derecho de exigir la reparación monetaria.
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En lo relativo al daño a la persona debemos señalar en primer lugar,
que, a diferencia del daño moral, el mismo no se acepta literalmente
en el ámbito de la responsabilidad civil contractual, sino únicamente
en el campo extracontractual, según fluye del artículo 1985 que hemos
mencionado anteriormente. El artículo 1322 del sistema contractual
solamente hace referencia al daño moral. No obstante, lo cual,
pensamos que el daño a la persona es también indemnizable en el
campo de la responsabilidad civil contractual en nuestro sistema
jurídico, pues no existe ninguna razón para limitar su aplicación
únicamente al campo extracontractual. Por ello pensamos que en el
Perú estará totalmente justificada legalmente una pretensión
indemnizatoria por daño a la persona en el campo contractual.
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sujetos. Desde nuestro punto de vista, la fórmula integral que hemos
planteado nos parece la más razonable y lógica para entender la noción
de daño a la persona, por cuanto la persona no es únicamente un
cuerpo, sino también una mente, y en muchos casos supone un
proyecto de vida evidenciado por hechos y conductas concretas.
3. RELACIÓN DE CAUSALIDAD
Asimismo, el hecho debe ser el antecedente, y con ello se va a dar la causa del
daño, y por ende el menoscabo aparece como consecuencia de ese obrar,
también conocido como causa- efecto. Taboada (2000) menciona que: “es
consecuencia de la conducta antijurídica del autor y el daño causado a la
víctima, pues de lo contrario no existirá responsabilidad civil extracontractual
y no nacerá la obligación legal de indemnizar”, (p. 86).
El daño causado debe guardar relación con la conducta antijurídica del autor
para que se pueda configurar el supuesto de la responsabilidad civil
extracontractual, según Estrella (2009) expresa, “el nexo causal es propio de
la esencia de la responsabilidad, ya sea contractual o extracontractual”, (p. 86)
A diferencia de la responsabilidad civil contractual en el que el daño que se le
ocasione al acreedor debe guardar una consecuencia la cual tiene que ser
inmediata y directa, debido a que mediará en un incumplimiento absoluto o
relativo de la prestación por parte del deudor, en la responsabilidad civil
extracontractual, la relación de causalidad encuentra una base a la cual se le
conoce como la causa adecuada.
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Si bien se sabe que la conducta es determinante para establecer la relación de
causalidad, es fundamental conocer que para que una conducta sea considera
como causa adecuada de un daño, se tiene que considerar a dos aspectos
determinantes para ello, al primero se le conoce como factor in concreto y al
segundo como factor in abstracto.
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causal inicial, caso contrario con la que si llego a causarlo que se le conoce
como causa ajena. En los supuestos de la fractura causal debe dejarse de lado
el análisis del aspecto subjetivo del autor de la conducta conocida como
causa inicial, pues lo importante es el daño. El daño puede cual ha sido
causado ya sea por una conducta o evento ajeno y distinto, tanto como de
hecho de tercero o del hecho de la propia víctima.
4. FACTORES DE ATRIBUCIÓN
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indemnización por un daño causado. Este requisito presenta determinadas
características en la responsabilidad civil extracontractual que analizaremos a
continuación.
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dolo o la culpa, no habría responsabilidad civil del autor. Ahora bien, en
muchos casos resulta difícil probar la culpa del autor, por lo que la doctrina
moderna ha considerado que es conveniente establecer presunciones de
culpabilidad, así también lo ha entendido el legislador en el artículo 1969 pues
vemos que se ha invertido la carga de la prueba. De esta manera la víctima ya
no estará obligada a demostrar la culpa del autor, siendo el autor del daño el
responsable de demostrar la ausencia de culpa.
Ahora bien sobre la noción del riesgo creado, Taboada (2000) sostiene que
todas las actividades en la vida moderna suponen un riesgo común u ordinario
para las personas. Pero, existen también actividades que significan un riesgo
más allá de lo ordinario (p.87). Al respecto se entiende que actualmente a
medida que la sociedad se torna cada vez más compleja los riesgos han
aumentado, así por ejemplo Trazegnies sostiene que: “en el pasado los riesgos
eran pocos y de una naturaleza tal que la negligencia podía ser fácilmente
establecida, pero debido a la industrialización, a las innovaciones
tecnológicas, el incremento de las velocidades y de los poderes para hacer
cosas, originaron una verdadera inflación de riesgos en el mundo
contemporáneo (p.51).
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relación de causalidad y que se ha tratado de un daño producido mediante un
bien o actividad que supone un riesgo adicional al ordinario y común, y que
por ello mismo merecen la calificación de “riesgosos”. Haya sido el autor
culpable o no, será́ igualmente responsable por haber causado el daño
mediante una actividad riesgosa o peligrosa. El factor de atribución no es pues
la culpa del autor, sino el riesgo creado en el sentido antes mencionado.
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CONCLUSIONES
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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