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A) INTRODUCCIÓN
1
TOFFLER, La tercera ola, p. 18.
2 CONTRATOS COMERCIALES MODERNOS
2
MISHAN, El crecimiento de la abundancia y la disminución del bienestar,
en DALY (comp.), "Economía, ecología, ética", p. 278 y 279.
LOS CONTRATOS COMERCIALES EN LA ACTUALIDAD 3
todo implica la presencia de una empresa que los produce y los vuel-
ca al mercado masivamente.
Como expresa DALY, esta actividad económica se refleja en el
producto bruto interno (PBI) cuyo crecimiento en los países pobres
significa más alimentos, vestido, vivienda, educación básica y segu-
ridad, mientras que en los ricos representa más cosas superñuas y
más alimentación inducida por un mayor volumen de publicidad.
"En suma -dice este autor- el aumento del PBI en un país pobre
(siempre que no se lo apropie en especial la clase rica) debe repre-
sentar la satisfacción de necesidades relativamente básicas; mientras
que en un país rico (si no va a dar principalmente a manos de las
clases pobres) significa la satisfacción de necesidades o deseos re-
lativamente secundarios" 3 . En todo esto se inserta el derecho co-
mercial.
La contratación mercantil trata de satisfacer las necesidades, los
lujos y hasta las vanidades humanas, en vista de que aparecen como
insaciables, al decir de KEYNES, quien divide a las necesidades de los
humanos en dos clases: las absolutas, que son las que experimenta-
mos sin importar la situación en que se encuentren nuestros seme-
jantes; y las relativas, que son las que experimentamos sólo si el
satisfacerlas nos encumbra y nos hace sentir superiores a nuestros
prójimos. "Estas últimas necesidades, las que satisfacen el deseo de
superioridad (o de vanidad) pueden realmente ser insaciables, pues
cuanto mayor sea el nivel general, tanto mayores serán. En vez,
esto no es tan así para las necesidades absolutas: se puede llegar
pronto -quizá mucho más de lo que imaginamos- a un punto en que
satisfagamos esas necesidades y prefiramos dedicar la energía que nos
queda a tareas no económicas" 4 .
La industria, la comercialización y la publicidad parten -sin du-
das- de esta caracterización hecha por KEYNES, apuntando especial-
mente a la creación de las necesidades que este autor llama relativas
y que parecen no tener límites.
Esto ha hecho reflexionar a ALONZO SMITH, sobre el destino hacia
donde nos conduce la actividad mercantil en el mundo actual. Se
pregunta este autor, citando a SISMONDI: "¿Se trata acaso de cubrir el
mar con barcos, y la tierra con ferrocarriles que distribuyen en todas
direcciones los productos de una industria siempre creciente?... Si
así ocurre, habremos hecho sin duda inmensos progresos en compa-
ración con nuestros ancestros; somos ricos en inventos, ricos en ac-
3
DALY, Introducción a la economía en estado estacionario, en DALY (comp.),
"Economía, ecología, ética", p. 26.
4
DALY, Introducción, en DALY (comp.), "Economía, ecología, ética", p. 42, donde
cita opiniones de KEYNES.
4 CONTRATOS COMERCIALES MODERNOS
5
ALONZO SMITH, La visión teleológica de la riqueza: una perspectiva histó-
rica, en DALY (comp.), "Economía, ecología, ética", p. 229.
LOS CONTRATOS COMERCIALES EN LA ACTUALIDAD 5
6
SANTOS BRIZ, LOS contratos civiles, p. 3 y 15.
7
SANTOS BRIZ, LOS contratos civiles, p. 4.
6 CONTRATOS COMERCIALES MODERNOS
8
SANTINI opina que "el derecho mercantil, en su origen, sirvió para disimular,
como derecho especial, auténticos privilegios de los mercaderes, sobre los que se han
vertido luego duros juicios políticos" (El comercio. Ensayo de economía del dere-
cho, p. 18.)
8 CONTRATOS COMERCIALES MODERNOS
9
SATANOWSKY, Tratado de derecho comercial, t. I, p. 118.
10
VON GIERKE, Derecho comercial y de la navegación, t. I, p. 23.
11
VON GIERKE, Derecho comercial y de la navegación, t. I, p. 25, nota 37.
10 CONTRATOS COMERCIALES MODERNOS
13
BROSETA PONT, La empresa, p. 89 y 90.
14
BROSETA PONT, La empresa, p. 93.
12 CONTRATOS COMERCIALES MODERNOS
16
BROSETA PONT, La empresa, p. 95.
16
BROSETA PONT, La empresa, p. 165.
17
BROSETA PONT, La empresa, p. 179.
LOS CONTRATOS COMERCIALES EN LA ACTUALIDAD 13
18
VÍCTOR señala que "el acontecimiento más significativo del siglo xix, tal vez
haya sido la creación del mercado autorregulado como la institución predominante del
mundo industrial. Por primera vez en la historia, la actividad económica se identi-
ficaba como algo distinto del resto de la vida social del hombre. De manera simultá-
nea, la economía surgió como un sistema de pensamiento destinado a comprender el
nuevo orden de cosas. A pesar del derrumbe del mercado autorregulado, presenciado
en el siglo xx, hoy día prevalece algo que fue resultado de los sucesos del siglo xix: la
creencia popular de que existe un conjunto importante de asuntos que son económicos
más que políticos, sociales o ambientales" [La economía y el desafío de los proble-
mas ambientales, en DALY (comp.), "Economía, ecología, ética", p. 202 y siguientes].
14 CONTRATOS COMERCIALES MODERNOS
2. Fariña, Contratos.
18 CONTRATOS COMERCIALES MODERNOS
25
BROSETA PONT, La empresa, p. 168 y 169.
26
Dice BROSETA PONT: "El peligro que representa el camino abierto por quienes
han olvidado estas consideraciones implica una vuelta considerable hacia los peores
extravíos del conceptualismo. La empresa es una parcela de la realidad económica,
de la cual puede obtenerse un concepto económico unitario. Este fenómeno econó-
mico está íntimamente sometido a tratamiento jurídico, por lo cual podrá formularse
un concepto jurídico de ella que, además, coincidirá con el económico, dado que la
economía nos brinda la realidad que el derecho regula totalmente" (La empresa,
p. 168 y 169.)
22 CONTRATOS COMERCIALES MODERNOS
27
BROSETA PONT, La empresa, p. 173.
28
BROSETA PONT, La empresa, p. 295.
LOS CONTRATOS COMERCIALES EN LA ACTUALIDAD 23
30
El derecho comercial está consustanciado con la política económica, la reali-
dad sociológica, los problemas del medio ambiente, el progreso tecnológico, etc., todo
lo cual debe integrar la formación del especialista de esta rama del derecho. Los pro-
blemas que se plantean en las relaciones mercantiles -dada su innegable trascendencia
social-, rara vez se presentan en un contrato civil (salvo en el caso del vapuleado
contrato de locación de inmuebles).
31
MESSINEO, Manual, t. I, p. 60.
26 CONTRATOS COMERCIALES MODERNOS
32
Por ejemplo, en su art. 1157 se enumeran las cláusulas predispuestas por
una de las partes que limiten su responsabilidad o mejoren sus derechos en desmedro
de los del cocontratante, salvo que haya mediado conocimiento previo y expresa con-
formidad (por escrito) de éste. Esta norma se complementa con las reglas de inter-
pretación de los contratos, dictadas en el art. 1197; la prueba se trata en el art. 1190,
en concordancia con la regulación de los denominados instrumentos particulares,
prevista en el art. 978.
LOS CONTRATOS COMERCIALES EN LA ACTUALIDAD 27
33
LORENZETTI, La economía del derecho, JA, 1990-11-280; SANTINI, El comercio,
p. 15.
34
Ver el prólogo de la obra de COLMO, De las obligaciones en general.
35
SANTINI, El comercio, p. 17.
28 CONTRATOS COMERCIALES MODERNOS
36
ASCARELLI, Saggi di diritto commerciale, p. 145.
37
FARJAT, Las enseñanzas de medio siglo de derecho económico, en CUADRA
(comp.), "Estudios de derecho económico", t. II, p. 34.
LOS CONTRATOS COMERCIALES EN LA ACTUALIDAD 29
3. Fariña, Contratos.
34 CONTRATOS COMERCIALES MODERNOS
38
PAILLUSSEAU, LOS contratos de negocios, RDCO, 1988-731 y siguientes.
LOS CONTRATOS COMERCIALES EN LA ACTUALIDAD 37
39
Es ilustrativa al respecto, la obra de BERCOVITZ RODRÍGUEZ-CANO - BERCOVITZ RO-
DRÍGUEZ-CANO, Estudios jurídicos sobre protección de los consumidores.
LOS CONTRATOS COMERCIALES EN LA ACTUALIDAD 39
40
MADSEN, El poder de las multinacionales, p. 25 y 26; ver también MARZORATI,
Alianzas estratégicas y joint ventures.
40 CONTRATOS COMERCIALES MODERNOS
41
MADSEN, El poder de las multinacionales, p. 27.
42
MADSEN, El poder de las multinacionales, p. 29; ver también p. 68, donde el
autor proporciona interesantes datos acerca de la expansión, los alcances y las rami-
ficaciones de la empresa Philips.
43
MADSEN, El poder de las multinacionales, p. 15.
LOS CONTRATOS COMERCIALES EN LA ACTUALIDAD 41
B) DERECHO ECONÓMICO
44
Ver, al respecto, VERÓN, Nueva empresa y derecho societario, p. 121 y si-
guientes.
LOS CONTRATOS COMERCIALES EN LA ACTUALIDAD 43
46
FERRAZ AUGUSTO, expresa que el derecho económico es instrumento de reali-
zación de la justicia social y del desenvolvimiento nacional, según los principios cons-
titucionalmente determinados. Conforme a tal concepto, incluye en el campo de este
derecho el control sobre la contaminación del medio ambiente, provocada por activi-
dades industriales (consideramos que eso es aspecto propio del poder de policía ad-
ministrativa), como también al régimen legal sobre los monumentos arqueológicos y
prehistóricos (Sistematizacáo para consolidando das leis brasileiras de direito
económico, p. 410 y 411).
46
RUBIO, Sobre el concepto de derecho mercantil, "Revista de Derecho Mer-
cantil", vol. IV, p. 353.
47
VON GIERKE, Derecho comercial y de la navegación, t. I, p. 13; expresa este
autor: desde hace tiempo se había propuesto una unificación en un llamado derecho
económico, con el deseo más o menos expreso de incorporar a éste el derecho comer-
cial. Sobre la delimitación de dicha materia ha surgido por de pronto un sinnúmero
de opiniones diversas. Probablemente la mayor extensión del concepto se le dio por
la incorporación del derecho hipotecario, del derecho agrario y de la locación de vi-
viendas. Desde el año 1933 se destacaron en primer plano las ideas de responsabi-
lidad económica colectiva (Gemeinwirtschaftliche Gedanken). HEDEMANN, en su
grande e interesante obra Deutsches Wirtschaftsrecht, 1939, parte de un punto de
vista "panorámico de la economía" (Wirtschaftliche Gesamtschau). Lo más acertado
sería limitar el derecho económico al derecho de la dirección económica (Wirtschafts-
lenkung) y al derecho de las formas especiales de organización". RADBRUCH, Intro-
ducción a la ciencia del derecho, p. 109, afirma que surge el derecho económico
cuando el Estado no deja actuar a las fuerzas económicas como libre actividad privada,
sino que trata de dominar las leyes sociológicas de su movimiento, mediante normas
jurídicas... El derecho económico es el derecho de la economía organizada. Ver SA-
TANOWSKY, Tratado de derecho comercial, t. I, p. 169, quien también cita a RADBRUCH.
44 CONTRATOS COMERCIALES MODERNOS
como se nos ofrece a los juristas del siglo xx. Para esto se requiere
una cierta audacia y valentía científicas. Pero la estampa grande y
rica de un derecho económico, pletórico de contenido, fecundo y al
servicio de las naciones, sólo se consuma por entero merced a estos
ensayos atrevidos" 48 .
Para otra corriente de opinión, el derecho económico debiera ser
en la actualidad la denominación correcta del derecho comercial; pero
aun dentro de esta concepción hay quienes propugnan hacerle un
agregado: derecho económico privado, con lo cual implícitamente
están afirmando la existencia de un derecho económico público.
Discrepamos de todas las teorías precedentemente expuestas. En
nuestra opinión cabe atribuir al derecho económico un contenido y
objetivos propios, que lo caractericen como rama específica, y de nin-
gún modo limitarlo a los países de economía planificada o dirigida49.
En un sentido diametralmente opuesto están quienes, advirtien-
do la imprecisión terminológica que deriva de la expresión derecho
económico y las discrepancias acerca de su contenido y funciones,
consideran que debe rechazarse la idea de tal derecho, pues no es
posible -para tales opiniones- concebir una rama del derecho a la que
no pueda, ante todo, atribuírsele una denominación correcta, que im-
pida confusiones acerca de su contenido 50 .
Quienes así piensan olvidan que la denominación derecho civil,
en verdad, hoy día es impropia pues ya, y desde hace siglos, no es
el derecho de la ciudad, para los ciudadanos. También es impropia
48
Cita de HEDEMANN en SATANOWSKY, Tratado de derecho comercial, t. I, p. 171.
49
Los precursores del derecho económico como derecho de la economía organi-
zada fueron los alemanes HEYMANN y LEHMANN, pero surgió en el derecho positivo como
un derecho de guerra durante la conflagración de 1914-1918, para convertirse luego
en un derecho de paz, favorecido en algunos países por ciertas tendencias políticas,
como movimiento de la organización de la economía en interés colectivo y el de la
modificación de toda la institución mercantil que en ella se concentre y polarice. Esa
doctrina del derecho económico, o mejor dicho, su sistematización, se debe a HEDE-
MANN, quien entre los años 1922 y 1930 la concebía como espíritu nuevo del sistema
jurídico, como un simple estilo, una especial vibración, un acento o rasgo fundamental
de una era, caracterizada y adjetivada por el dominio de lo económico, al modo como
el derecho natural caracteriza las construcciones jurídicas del siglo xvin. En su última
concepción, posterior a 1930, HEDEMANN sostiene que el Estado rige la economía; que
el derecho económico es una materia jurídica completamente nueva, en la que los
elementos jurídicos públicos y privados se entrecruzan íntimamente, aunque el funda-
mento de ese derecho económico es, en realidad, el derecho privado, con sus contra-
tos, su propiedad, su dominio del mercado, su tratamiento del dinero, su movimiento
de precios, sus sociedades y asociaciones, todo esto proyectado sobre la economía
(SATANOWSKY, Tratado de derecho comercial, t. I, p. 170).
50
En su origen, los romanos llamaban derecho civil al derecho propio de cada
pueblo de cada ciudad, comprendiendo dentro de esta denominación tanto al dere-
cho público como al privado.
LOS CONTRATOS COMERCIALES EN LA ACTUALIDAD 45
51
Citado por BARRÉ, Economía política, t. I, p. 27.
52
FARJAT, Las enseñanzas de medio siglo, en CUADRA (comp.), "Estudios de
derecho económico", t. II, p. 40. En nuestro país, debemos mencionar la obra de OLI-
VERA, Derecho económico. Conceptos y problemas fundamentales; sostiene que "la
misión del derecho económico es limitar el funcionamiento del mercado como meca-
nismo de asignación. Resulta natural, en consecuencia, que las restricciones estable-
cidas en las normas de derecho económico tengan por objeto actividades de mercado.
La descripción de la actividad económica por su articulación en el mercado es la que
mejor se ajusta a la significación institucional del derecho económico" (p. 27). Cabe
destacar la obra de COTTELY, Teoría del derecho económico, y el opúsculo "Perpleji-
dades acerca del concepto de derecho económico"; de esta última extractamos lo si-
guiente: "En nuestro país, este novedoso análisis despierta simpatía sólo en círculos
limitados. Una señalada mayoría de juristas teóricos y prácticos asume una posición,
si no hostil abiertamente, al menos de irresolución... Aun cuando perciban la impor-
tancia de los problemas del derecho económico y, también, traten de analizarlos, se
resisten, sin embargo, a una visión generalizada de la problemática" (p. 3).
46 CONTRATOS COMERCIALES MODERNOS
63
FARJAT, Las enseñanzas de medio siglo, en CUADRA (comp.), "Estudios de
derecho económico", p. 21.
64
DE SOUZA, Primeiras linhas de direito económico, p. 1, lo define así: "De-
recho económico es el conjunto de normas de contenido económico que, por el prin-
cipio de la economicidad, asegura la defensa y armonía de los intereses individuales y
colectivos definidos por la ideología adoptada en el orden jurídico, y que regula la
actividad de los respectivos sujetos en la efectivización de la política económica puesta
en práctica para la concreción de aquella ideología". No compartimos la opinión de
FARJAT, quien lo define como "el derecho de la concentración y de la colectivización
de los bienes de producción, y de organización de la economía por los poderes privados
o públicos" [Las enseñanzas de medio siglo, en CUADRA (comp.), "Estudios de dere-
cho económico", p. 12].
LOS CONTRATOS COMERCIALES EN LA ACTUALIDAD 47
55
FARJAT, Las enseñanzas de medio siglo, en CUADRA (comp.), "Estudios de
derecho económico", p. 29.
56
WHITE, Derecho económico en los países del tercer mundo: el caso de Amé-
rica latina, en CUADRA (comp.), "Estudios de derecho económico", p. 77, 78 y 106.
48 CONTRATOS COMERCIALES MODERNOS
60
WHITE, Derecho económico en los países del tercer mundo, en CUADRA
(comp.), "Estudios de derecho económico", p. 48.
61
DE SOUZA, Primeiras linhas de direito económico, p. 19.
62
Afirma DE SOUZA: "De cualquier modo, siempre que una nueva rama del dere-
cho conquista su autonomía, no lo hace con facilidad o sin resistencia. Siempre están
las corrientes que lo combaten, que le niegan la existencia o procuran impedir su re-
conocimiento. La autonomía, no obstante, no se origina por la voluntad de las perso-
nas. Es impuesta por la realidad social" (Primeiras linhas de direito económico,
P- 19).
4. Fariña, Contratos.
50 CONTRATOS COMERCIALES MODERNOS
63
DROMI, Derecho administrativo económico, t. I, p. 3 y 4, dice: "En suma, son
aplicables a la 'administración económica' y al 'derecho administrativo de la economía',
los principios generales elaborados en la parte general del derecho administrativo, ya
que la intervención de la administración en la economía es una parte del derecho ad-
ministrativo. Por consiguiente, tanto las medidas 'ampliatorias' como las 'restrictivas'
son instrumentos administrativos a los cuales recurre el Estado cuando diseña su po-
lítica económica".
64
CANASI, Derecho administrativo, t. I, p. 50.
65
DROMI, Derecho administrativo económico, t. I, p. 6 y ss., a quien seguimos
en esta clasificación.
LOS CONTRATOS COMERCIALES EN LA ACTUALIDAD 51
66
FARJAT, Las enseñanzas de medio siglo, en CUADRA (comp.), "Estudios de
derecho económico", p. 11 y 12.
LOS CONTRATOS COMERCIALES EN LA ACTUALIDAD 53
vos, en función de objetivos de eficiencia en la producción industrial
y con el apoyo de técnicas de planificación. Como consecuencia, la
administración de estas leyes faculta a los gobiernos para penetrar
en la regulación de las estructuras de los mercados, al nivel de los
sectores y al nivel de las unidades económicas. Ejemplos de este
tipo de intervención son las autorizaciones requeridas para la insta-
lación de nuevas plantas industriales o la ampliación de las existentes
y los métodos aplicados para la racionalización de las estructuras in-
dustriales67.
b) POLÍTICA FINANCIERA. Se sostiene que el crédito y toda la ac-
tividad financiera es un servicio público, de los denominados propios,
que el Estado presta directamente, o bien delega en particulares
(bancos, compañías financieras, sociedades de crédito para consumo,
cajas de créditos, etcétera). La actividad financiera en el mundo
contemporáneo satisface necesidades o intereses generales, que le
dan entonces la característica y condición de servicio público, con-
forme a la doctrina actual. Si a ello agregamos que en la Argentina
el Estado nacional se ha reservado la facultad de emitir moneda, y
que la actividad de los denominados bancos de depósitos -y en la
misma medida de todos las entidades financieras que reciben impo-
siciones- es también la de crear moneda, es corolario lógico, enton-
ces, que esa actividad sea un servicio público propio, es decir, de los
que debe prestar el Estado, porque corresponden al ejercicio de fa-
cultades que éste se ha reservado (art. 75, inc. 11, Const. nacional),
pero que también puede delegar en particulares, en cuanto a la pres-
tación de la actividad por razones de eficiencia y funcionalidad68.
En la Argentina sólo pueden actuar como tales las entidades fi-
nancieras autorizadas por el Banco Central, dentro de las normas es-
tablecidas por la ley 21.526 y sus modificactorias.
c) ACTIVIDAD ASEGURADORA. Puede estar regulada según diversos
criterios: libertad absoluta; monopolio por parte del Estado; empre-
sas privadas sujetas a la autorización y fiscalización permanente del
Estado; concurrencia entre empresas privadas y estatales. En la Ar-
gentina rigió el sistema de plena libertad hasta 1938. A partir de
ese año, con la creación de la Superintendencia de Seguros de la Na-
ción, se estableció el sistema del seguro privado bajo autorización y
fiscalización permanente del Estado, con la concurrencia de la acti-
vidad aseguradora a cargo de entes estatales. Este sistema ha sido
consagrado por la ley 20.091 de 1973.
67
WHITE, Derecho económico en los países del tercer mundo, en CUADRA
(comp.), "Estudios de derecho económico", p. 83.
68
VILLEGAS, Régimen legal de bancos, p. 12.
54 CONTRATOS COMERCIALES MODERNOS
69
WHITE, Derecho económico en los países del tercer mundo, en CUADRA
(comp.), "Estudios de derecho económico", p. 56.
LOS CONTRATOS COMERCIALES EN LA ACTUALIDAD 55
ausencia de autorizaciones, criterios y controles específicos, pero
con el tiempo se fueron dictando normas típicas de las políticas esta-
bilizadoras del neoliberalísmo en materia cambiaría, crediticia (asig-
nación de crédito según el respaldo patrimonial de las empresas),
impositiva (discriminación en favor de la importación de bienes de
capital), de control de precios, etcétera 70 . Actualmente se ha vuel-
to, en nuestro país, a un régimen ampliamente liberal.
g) TRANSFERENCIA DE TECNOLOGÍA. La legislación procuró encau-
zar estos contratos dentro de los marcos del interés nacional 71 . La-
mentamos no poder decir lo mismo del ordenamiento hoy vigente en
la Argentina.
h) CONTROL DEL PODER ECONÓMICO. La legislación económica com-
parada revela, en general, que en los gobiernos existe conciencia
acerca de que, dada la limitación de los mercados nacionales y la
posibilidad de obtener economías de escala en ciertos sectores, se
produce un mayor grado de concentración de empresas que puede
llegar al monopolio. Esta circunstancia contribuye a explicar, por
otro lado, las tendencias actuales en materia de control del poder
económico.
i ) En primer lugar, parece claro que la legislación antimonopó-
lica no es considerada por los gobiernos en general como un instru-
mento de control adecuado, debido a las dificultades para separar su
aplicación de los conceptos básicos de libre competencia y para
organizar una maquinaria administrativa que aplique eficientemen-
te los complicados requisitos objetivos y subjetivos de este tipo de
legislación.
2~) En segundo lugar, las propias leyes reguladoras de las activi-
dades industriales de países desarrollados proveen elementos para el
control directo de las estructuras y decisiones empresariales, mediante
sistemas de autorización, información, control y supervisión permanen-
te, basados en la intervención de departamentos especializados 72 .
i) CONSTITUCIÓN DE SOCIEDADES ANÓNIMAS. Puede variar entre el sis-
tema liberal, que no diferencia su constitución de la de cualquier otro
tipo de sociedad comercial, el de la autorización estatal que imponía
el Código de Comercio y el reglamentarista o normativo que estable-
ce la ley 19.550.
73
AGUIMS, Derecho económico. Una aproximación pragmática, "Derecho
Económico", año I, n° 5, p. 389.
74
KLEIDERMACHER, Fiscalía. De regreso a la conversión y al nominalismo,
"Derecho Económico", año II, n° 16, p. 343.
75
KLEIDERMACHER, Fiscalía. De regreso a la conversión y al nominalismo,
"Derecho Económico", año II, n° 16, p. 343.
62 CONTRATOS COMERCIALES MODERNOS
76
KLEIDERMACHER, Fiscalía. De regreso a la conversión y al nominalismo,
"Derecho Económico", año II, n° 16, p. 344.
77
KLEIDERMACHER, Fiscalía. De regreso a la conversión y al nominalismo,
"Derecho Económico", año II, n° 16, p. 347.
64 CONTRATOS COMERCIALES MODERNOS
78
La palabra inglesa standard (con el sentido de "tipo, modelo, patrón, nivel")
ha adquirido vigencia en el lenguaje común de nuestra actividad comercial con un
significado específico que no alcanzan a tener los vocablos resultantes de su tra-
ducción a nuestro idioma. Algunos autores utilizan erróneamente la expresión stan-
dar, pues la españolización que de esta voz registra la Real Academia Española es
"estándar".
5. Fariña, Contratos.
66 CONTRATOS COMERCIALES MODERNOS
79
MESSINEO, II contralto in genere, t. I, p. 428.
80
Advierte MESSINEO que aunque el predisponente es, por lo general, el pro-
ponente del contrato, puede serlo también el aceptante (II contratto in genere, t. I,
p. 429).
LOS CONTRATOS COMERCIALES EN LA ACTUALIDAD 67
dad sea tratada con cierta flexibilidad. Aunque puede darse el
caso -excepcional- de cláusulas predispuestas que no revistan gene-
ralidad, sino que han sido previstas para un contrato en especial.
b) APLICACIÓN DE LAS CLÁUSULAS PREDISPUESTAS. Las cláusulas pre-
dispuestas constituyen un modo de expresar las condiciones gene-
rales de contratación, y están presentes tanto en los contratos de
formulario como en los contratos por adhesión.
c) NECESIDAD DE CONOCIMIENTO DE LA CLÁUSULA PREDISPUESTA POR PARTE
DEL COCONTRATANTE. Por lo común, la cláusula predispuesta es formu-
lada por escrito -en el texto del contrato o fuera de él-, pero también
puede ser enunciada verbalmente. Para tener eficacia, debe ser co-
nocible por los destinatarios y, además, inteligible, esto es, sus al-
cances deben ser entendidos por cualquier sujeto dotado de nor-
mal capacidad intelectiva.
El predisponente debe poner especial interés en imprimir a la
cláusula ambas cualidades, utilizando para ello los medios o formas
que permitan tener por probado su conocimiento por parte del co-
contratante. Cuando la cláusula está inserta en el texto del contra-
to, el predisponente queda dispensado de probar su conocimiento
por la contraparte, pues éste se presume.
Cuando el contrato reenvía a cláusulas o condiciones generales
no incluidas en el texto, la contraparte podrá alegar y probar que no
ha podido (empleando una diligencia normal) conocer el contenido
de dicha condición; por lo tanto, no se encontrará vinculada a la cláu-
sula ignorada 81 .
En cuanto a la prueba del conocimiento, ella dependerá de las
particularidades de cada caso.
d) LA CLÁUSULA PREDISPUESTA EN CASO DE CONFLICTO ACERCA DE SU IN-
TERPRETACIÓN O VALIDEZ Y SU INFLUENCIA EN EL CONTEXTO GENERAL DEL CON-
TRATO. Como advierte SANTOS BRIZ82, en las condiciones generales, a
veces, se imponen pactos que, apartándose de las normas legales dis-
positivas, hacen recaer sobre una de las partes contratantes -más
débil desde el punto de vista de su posibilidad de negociación- los
riesgos que puedan derivar del cumplimiento del contrato; por ejem-
plo, por vicios de la cosa, o bien limitando la responsabilidad sólo a
los casos de dolo (excluyendo la culpa) o hasta una suma determi-
nada de daños, o incluyendo cláusulas de caducidad del derecho de
la contraparte. También es frecuente la cláusula de reserva (a favor
de la empresa predisponente) de la propiedad de las mercancías en-
81
MESSINEO, II contratto in genere, t. I, p. 434.
82
SANTOS BRIZ, Derecho económico y derecho civil, p. 200 y siguientes.
68 CONTRATOS COMERCIALES MODERNOS
83
STIGLITZ - STIGLITZ, Contratos por adhesión, cláusulas abusivas y protec-
ción al consumidor, p. 52 y ss.; dicen estos autores que las condiciones generales de
contratación se caracterizan por su homogeneidad, con fundamento en que la unifor-
midad de la producción de bienes y servicios lleva a la estandarización de los instru-
mentos negocíales que sirven a su comercialización y, finalmente, a su rigidez, elemen-
to que apunta a la severa inmutabilidad de las fórmulas preordenadas.
LOS CONTRATOS COMERCIALES EN LA ACTUALIDAD 69
84
SANTOS BRIZ, Derecho económico y derecho civil, p. 169 y siguientes.
85
REZZÓNICO, Contratos con cláusulas predispuestas, p. 91, donde se lee: "La
denominación que adoptamos -ya lo hemos visto- es la de condiciones negocíales ge-
nerales (CNG), aunque se las puede designar también como condiciones contractuales
generales o 'condiciones generales de contrato', esta última expresión con gran difu-
sión en Italia, pues el art. 1341 del Códice Civile así las llama".
86
REZZÓNICO, Contratos con cláusulas predispuestas, p. 109.
87
REZZÓNICO, Contratos con cláusulas predispuestas, p. 127.
70 CONTRATOS COMERCIALES MODERNOS
88
SANTOS BRIZ, Derecho económico y derecho civil, p. 174.
89
MESSINEO, II contratto in genere, t. I, p. 424.
LOS CONTRATOS COMERCIALES EN LA ACTUALIDAD 71
90
MESSINEO, II contralto in genere, t. I, p. 425.
91
SANTOS BRIZ dice: "Es frecuente la opinión de que el cliente se 'somete' a las
condiciones generales que la empresa le propone. Así parece, en principio, ya que
los hechos demuestran que el contrato en estos casos no es la consecuencia de un
concierto libremente estipulado por partes situadas en el mismo plano, como corres-
pondería al sentido de la libertad contractual, sino que responden a una fijación uni-
lateral. Por regla general, el cliente no tiene posibilidad alguna de influir en su con-
tenido: únicamente le queda la elección de someterse a ellas o rehusar a la conclusión
del contrato. Sólo rara vez en el supuesto en que las partes estén equiparadas eco-
nómicamente consentirá el empresario en la modificación de sus condiciones de con-
tratación" {Derecho económico y derecho civil, p. 196).
LOS CONTRATOS COMERCIALES EN LA ACTUALIDAD 73
92
REZZÓNICO, Contratos con cláusulas predispuestas, p. 376.
74 CONTRATOS COMERCIALES MODERNOS
93
REZZÓNICO, Contratos con cláusulas predispuestas, p. 376.
94
DÍEZ-PICAZO, Fundamentos, t. I, p. 248.
LOS CONTRATOS COMERCIALES EN LA ACTUALIDAD 75
95
SANTOS BRIZ, Derecho económico y derecho civil, p. 201 y 202.
76 CONTRATOS COMERCIALES MODERNOS
98
REZZÓNICO, Contratos con cláusulas predispuestas, p. 31. Más adelante
agrega este autor: "Pero, en consideración a lo dicho precedentemente, hay muchos
casos en los que ambas empresas tienen a su disposición, para un determinado nego-
cio, diferentes CNG: en ese caso, no sólo se podrá advertir un frente de igual potencia,
sino que las condiciones negocíales de venta y de compra, de fabricante y de comer-
ciante, chocan unas con otras. Si las partes no han aclarado sus contradicciones
mediante acuerdo previo, muy probablemente, cada parte invocará 'sus' CNG, y creerá
poder exigir que la otra se someta. Se habla entonces de bataille des formulaires,
de battle of the forms, de jagd nach den Bedingungen" (p. 164).
78 CONTRATOS COMERCIALES MODERNOS
99
REZZÓNICO, Contratos con cláusulas predispuestas, p. 208.
100
SANTOS BRIZ, Derecho económico y derecho civil, p. 208, dice: "Así la regu-
lación legal típica del contrato de compraventa es el módulo para determinar si se
persigue injustamente un interés unilateral".
LOS CONTRATOS COMERCIALES EN LA ACTUALIDAD 79
101
SANTOS BRIZ, Derecho económico y derecho civil, p. 209.
80 CONTRATOS COMERCIALES MODERNOS
102
SANTOS BRIZ, Derecho económico y derecho civil, p. 211 y siguientes.
103
DÍEZ-PICAZO, Fundamentos, t. I, p. 233.
104
SANTOS BRIZ, Derecho económico y derecho civil, p. 113 y 114.
105
CApelCivCom Junín, 26/10/88, JA, 1989-11-280.
LOS CONTRATOS COMERCIALES EN LA ACTUALIDAD 81
106
MESSINEO, II contralto in genere, t. I, p. 422.
6. Fariña, Contratos.
82 CONTRATOS COMERCIALES MODERNOS
107
MESSINEO, II contralto in genere, t. I, p. 682.
108
LÓPEZ DE ZAVALIA, Teoría. Parte general, p. 76 y 77.
LOS CONTRATOS COMERCIALES EN LA ACTUALIDAD 83
ll
» CNCiv, Sala D, 19/6/90, JA, 1990-IV-325.
110
DÍEZ-PICAZO, Fundamentos, t. I, p. 233 a 235.
84 CONTRATOS COMERCIALES MODERNOS
remitir, para su lectura, a otro sitio; esto es, debe constituir una re-
ferencia autosuficiente 111 .
b) Uso DE PANTALLAS DE TELEVISIÓN. El caso es similar al de la uti-
lización de carteles. Para que puedan ser invocadas por el empresario
deben tener suficiente "tiempo de exposición a fin de que puedan ser
leídas detenidamente por el destinatario e interpretar su contenido" 112 .
c) ALTAVOCES. NO es frecuente, pero puede ocurrir que las con-
diciones generales de contratación se difundan por altavoces.
REZZÓNICO ofrece el ejemplo del recinto de la boletería de una esta-
ción ferroviaria o de ómnibus. En este caso, como en el anterior, el
anunciante debe adoptar las previsiones que le permitan al público
una correcta interpretación del mensaje; para ello es fundamental el
empleo de un lenguaje claro.
d) CATÁLOGOS, PROSPECTOS O CIRCULARES. Es habitual que se ofrez-
can bienes o servicios mediante catálogos, circulares o prospectos,
en los cuales el oferente transcribe las condiciones generales de con-
tratación. A veces, en el prospecto se incluye un cupón para que
el interesado lo llene y remita como forma de solicitar el producto o
servicio. En estos casos, el cliente no podrá negar su conocimiento
de tales condiciones. Distinto es cuando las ofertas se efectúan por
catálogos o medios similares a un público indeterminado. En estas
hipótesis es más cuestionable que el cliente haya tenido conocimien-
to y aceptado las condiciones generales por lo cual la prueba de su
aceptación será a cargo del empresario.
e) ENVOLTURA DEL PRODUCTO. E S frecuente que en la envoltura
del objeto vendido (o en un papel colocado dentro de la caja que lo
contiene) se encuentren impresas ciertas cláusulas predispuestas, en
la mayoría de los casos dirigidas a excluir la garantía del fabricante
y reducir su responsabilidad. Se trata de una imposición unilateral,
cuyo contenido configura condiciones generales de contratación; su
oponibilidad al adquirente del producto dependerá de las circunstan-
cias que hemos examinado precedentemente.
111
REZZÓNICO, Contratos con cláusulas predispuestas, p. 431.
112
REZZÓNICO, Contratos con cláusulas predispuestas, p. 431 y siguientes.
86 CONTRATOS COMERCIALES MODERNOS
113
DÍEZ-PICAZO, Fundamentos, t. I, p. 236 y siguientes.
LOS CONTRATOS COMERCIALES EN LA ACTUALIDAD 87
bunales vienen estableciendo pautas tendientes a morigerar las con-
secuencias gravosas que derivarían, para el contratante débil, de una
aplicación rigurosa del principio consagrado por el art. 1197 del Cód.
Civil (pacta sunt servando).
Así se ha dicho que: "En la interpretación de los contratos por
adhesión se debe acentuar el conjunto de derechos del adherente,
volcándose el peso de las obligaciones sobre el contratante que ha
predispuesto las cláusulas, pues el otro, parte débil en el negocio, no
ha tenido oportunidad plena de deliberar, sino que únicamente ha
aceptado las fórmulas. Por lo tanto, y más allá de las palabras em-
pleadas en dicho acto y de la declaración que hayan dado las partes
en la causa, la índole particular del negocio debe determinarse con
independencia de ello, según el contenido de las prestaciones y su
causa"114.
Pero a la vez, se ha expresado que "es aventurado concluir que
un contrato de adhesión, por contener cláusulas predispuestas, con-
figure per se el elemento subjetivo del vicio de lesión, ya que, si bien
puede denunciar una desigualdad entre los contratantes, no predica
por sí mismo acerca de la intencionalidad del acreedor para aprove-
charse de la inferioridad del otro contratante, ni tampoco es prueba
del estado de ligereza, inexperiencia o necesidad de este último"115.
Veamos también lo que han decidido estos otros fallos: "En los
contratos de adhesión el principio contra preferentem, es decir, con-
tra el autor de las cláusulas uniformes, es válido en nuestro derecho
a partir del art. 1198 del Cód. Civil y del art. 218, inc. 3 o , del Cód.
de Comercio; pero su aplicación debe limitarse a las hipótesis en que
esa duda sea razonable, de buena fe, lícita para el hombre corriente
y la interpretación extensiva no pugne con la economía del contra-
to"116. "En los contratos de adhesión la interpretación debe volcarse
a favor de la parte más débil, pero ello es así cuando se trata de
cláusulas imprecisas, ambiguas o .contradictorias, mas no cuando
aquéllas no requieren ninguna interpretación ya que no es aceptable
que so pretexto de ella se altere su sentido" 117 .
Referencia especial merece esta sentencia según la cual: "Si de
la cláusula contractual predispuesta resultan renuncias recíprocas
entre las partes en relación a las acciones emergentes del contrato,
es inaplicable la doctrina plenaria que invalida la abreviación conven-
cional de los plazos de prescripción" 118 .
114
CNCiv, Sala C, 19/11/87, ED, 128-283.
115
CNCom, Sala C, 28/5/87, ED, 129-141.
H6 CNCom, Sala B, 31/5/88, ED, 133-572.
117 CNCom, Sala C, 18/11/88, ED, 134-252.
H8 CNCom, Sala B, 9/11/88, JA, 1989-11-268.
88 CONTRATOS COMERCIALES MODERNOS
119
REZZÓNICO, Contratos con cláusulas predispuestas, p. 155.
120 v e r lo e x p u e s t o por STIGLITZ - STIGLITZ, Contrato con cláusulas predispues-
tas: su naturaleza contractual, LL, 1988-E-15.
90 CONTRATOS COMERCIALES MODERNOS
121
LÓPEZ DE ZAVALIA, Teoría. Parte general, p. 85.
122
REZZÓNICO, Contratos con cláusulas predispuestas, p. 235, más adelante
expresa: que si bien el contrato normativo puede contener condiciones generales de
contratación (o, como él las denomina, condiciones negocíales generales -CNG-),
ello no es indefectible y, por el contrario, éstas no constituyen contratos normativos
(p. 290).
123
LÓPEZ DE ZAVALIA, Teoría. Parte general, p. 85 y ss.; ahí expresa que el con-
trato preliminar implica un pactum de contrahendo, que limita tanto la libertad de
conclusión (se debe contratar) como la de contenido y forma (se debe contratar de un
modo determinado). El contrato normativo, en cambio, es un pactum de modo
contrahendo que no toca el ámbito de la libertad de conclusión, pero sí el de la con-
figuración (si se contrata, se lo debe hacer de un modo determinado).
LOS CONTRATOS COMERCIALES EN LA ACTUALIDAD 91
Otra diferencia entre el contrato preliminar y el normativo radi-
ca en la circunstancia de que el primero agota su existencia con la
celebración del contrato previsto, en tanto que el segundo pervive
apto para regir la conclusión de cualquier otro contrato futuro que
entre dentro de sus regulaciones 124 .
El contrato de suministro constituye un supuesto de contrato
normativo.
b) AMPLIACIÓN DEL CONCEPTO DE CONTRATO NORMATIVO. DÍEZ-PICA-
zo125 se refiere a los contratos en los que se prevé la forma a observar
en futuras contrataciones como una especie de contratos normativos,
pues una parte de la doctrina considera a estos últimos como aque-
llos contratos por los cuales se fija y se regula la forma necesaria
para la conclusión de otros contratos futuros. Son normativos -ex-
presa este autor- porque regulan los requisitos de forma que se con-
sideran esenciales para la conclusión de otros negocios. Producen
una eficacia obligatoria, ya que las partes deben observar la forma
prevenida. Poseen, además, una eficacia inmediata, pues, cuando el
contrato sucesivo esté desprovisto de la forma convenida, ha de con-
siderarse como nulo. Es decir, no determinan un simple efecto obli-
gatorio con su peculiar consecuencia de resarcimiento de daños en
caso de inobservancia, sino que ellos mismos condicionan la validez
del futuro contrato. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que si
los contratantes quieren abolir de común acuerdo el contrato norma-
tivo y realizar válidamente el contrato posterior, sin adoptar la forma
que se había preestablecido para éste, podrán hacerlo.
Nuestro derecho no contiene reglas específicas para estos con-
tratos normativos sobre la forma, aunque nada se opone a su admi-
sibilidad con carácter general, en función de lo dispuesto en el art.
1197 y por vía analógica en el art. 1186 del Cód. Civil.
124
LÓPEZ DE ZAVALÍA, Teoría. Parte general, p. 86.
125
DÍEZ-PICAZO, Fundamentos, t. I, p. 246.
126
DÍEZ-PICAZO, Fundamentos, t. I, p. 247.
92 CONTRATOS COMERCIALES MODERNOS
127
SC Mendoza, Sala I, 24/5/88, LL, 1988-E-15. En igual sentido, este mismo
tribunal ha resuelto que la autorización y fiscalización administrativa no empece a la
revisión judicial de los contratos (9/10/89, JA, 1990-1-405).
LOS CONTRATOS COMERCIALES EN LA ACTUALIDAD 93
130
SANTOS BRIZ, Derecho económico y derecho civil, p. 122.
131
SANTOS BRIZ, Derecho económico y derecho civil, p. 121.
96 CONTRATOS COMERCIALES MODERNOS
134
VALLESPINOS, El contrato por adhesión, p. 225.
135
VALLESPINOS, El contrato por adhesión, p. 220.
136
SANTOS BRIZ, Derecho económico y derecho civil, p. 182.
137
Dice SANTOS BRIZ: "Esta obligación se diferencia esencialmente, por ejemplo,
de la de pagar impuestos, de las que impone el tráfico urbano y otros deberes públicos.
Lo que le da un carácter distinto es su objeto. La raíz de estas obligaciones es jurí-
dico-pública, pero se basan en un contrato que es en principio una figura de derecho
privado" (Derecho económico y derecho civil, p. 118).
7. Fariña, Contratos.
98 CONTRATOS COMERCIALES MODERNOS
BRIZ que la discutida figura del contrato dictado pone de relieve, cla-
ramente, el conflicto entre coacción y libertad, que ocurre frecuen-
temente con el choque entre el derecho económico y el derecho civil.
"Ante las situaciones de conflicto han de valorarse y ponderarse en
el caso concreto los intereses de la comunidad que serán siempre
preferentes. El reconocimiento de esa preferencia es pasible de di-
ferentes formas, según la valoración que se haga para resolver el con-
flicto entre el interés privado y el público"140.
140
SANTOS BRIZ, Derecho económico y derecho civil, p. 194.
100 CONTRATOS COMERCIALES MODERNOS
cualquier persona, sin requerirse para ello una declaración del usua-
rio dirigida a la conclusión del contrato: el efectivo empleo de la pres-
tación lo materializa.
"El empresario confía y debe poder confiar en que cada partícipe
conozca y observe las condiciones de ese tráfico, que configura una
conducta social típica"141. Bajo esta denominación, parte importan-
te de la doctrina jurídica agrupa a diversos modos de contratación
impuestos por la dinámica del comercio actual.
Va de suyo que esta terminología -relaciones contractuales de
hecho o conducta social típica- conlleva una negación implícita (o
hace poner en duda) de que este modo de concluir el negocio cons-
tituya un contrato desde el punto de vista ortodoxo.
Destaca LÓPEZ DE ZAVALÍA que los seguidores del jurista alemán
HAUPT han planteado, al poner en duda que sean contratos, estos in-
terrogantes: "¿No habrá en todo eso un exceso de ficción, una cons-
trucción artificiosa, que en los casos en que fracasa, conduce a solu-
ciones inaceptables? ¿No será más simple decir que hay relaciones
de la vida que se rigen en algunos aspectos por las reglas de las obli-
gaciones contractuales aunque no hayan nacido de contrato? Y a
título de ejemplo, proponen los siguientes casos: a) relaciones con-
tractuales nacidas de contacto social: tratativas contractuales, trans-
porte y prestaciones de cortesía, locación de hecho; 6) relaciones
contractuales derivadas de la inserción en una organización comuni-
taria: prestación de trabajo de hecho y sociedad de hecho, y c) rela-
ciones derivadas de un deber social de prestación: utilización de los
servicios públicos de transporte, gas, electricidad, teléfono"142. En
nuestra opinión - y en esto seguimos la lúcida exposición de LÓPEZ DE
ZAVALÍA- el criterio adoptado por dichos autores presupone que las
relaciones contractuales de hecho son, en realidad, hechos jurídi-
cos que generan obligaciones contractuales, pero no contratos. No
vemos -dice LÓPEZ DE ZAVALÍA- cómo a tales hechos jurídicos se les
puede negar su carácter contractual "a menos que se tenga del con-
trato una misteriosa conceptualidad".
Dice, además: "El ejemplo al que generalmente se acude es el
del transporte. Las variantes son numerosas y, desde luego, no tie-
nen por qué recibir el mismo tratamiento: a) alguien sube a un tran-
vía, ómnibus, etc., y en el momento mismo de hacerlo, al ser inter-
141
REZZÓNICO, Contratos con cláusulas predispuestas, p. 429, señala que, co-
mo caso común de aplicación de condiciones generales, sobre la base de conducta
social típica, se menciona el estacionamiento pago de vehículos. Normalmente, las
condiciones generales se establecen en los lugares de estacionamiento o aparcamiento
y similares, por medio de carteles.
142
LÓPEZ DE ZAVALÍA, Teoría. Parte general, p. 26.
LOS CONTRATOS COMERCIALES EN LA ACTUALIDAD 101
143
LÓPEZ DE ZAVALÍA, Teoría. Parte general, p. 27, nota 33.
144
RICCA, Sui cossidetti rapporti contrattuali di fatto, citado por LÓPEZ DE
ZAVALÍA, Teoría. Parte general, p. 28.
14
5 LÓPEZ DE ZAVALÍA, Teoría. Parte general, p. 28.
146
DÍEZ-PICAZO, Fundamentos, t. I, p. 98, n° 7.
102 CONTRATOS COMERCIALES MODERNOS
147
GORLA, El contrato, t. I, p. 23.
148
FERRANDIS VILELLA, notas a la obra de GORLA, El contrato, t. I, p. 25.
149
Dice FERRANDIS VILELLA: "Como ya decía llanamente POTHIER comentando un
pasaje de Grocio: '... se trata de aquellas promesas que hacemos con intención de obli-
garnos y de conceder a aquellos en cuyo favor las hacemos, el derecho de exigir su
LOS CONTRATOS COMERCIALES EN LA ACTUALIDAD 103
cumplimiento'. Y todo el mundo comprendía lo que quería decir con la alusión a ese
'derecho'" (notas a GORLA, El contrato, t. I, p. 25 y siguientes).
150
REZZÓNICO, Contratos con cláusulas predispuestas, p. 96.
104 CONTRATOS COMERCIALES MODERNOS
151
KLEIDERMACHER - AGUINIS, Nuevas formas de contratación, LL, 1987-C-892.
152
KLEIDERMACHER - AGUINIS, Nuevas formas de contratación, LL, 1987-C-892.
LOS CONTRATOS COMERCIALES EN LA ACTUALIDAD 105
133
KLEIDERMACHER - AGUINIS, Nuevas forman de contratación, LL, 1987-C-892.
154
KLEIDERMACHER - AGUINIS, Nuevas formas de contratación, LL, 1987-C-892.
155
HAWKES, Ordenadores: cómo trabajan, p. 8. Para profundizar ver, Gui-
BOIJRG - ALLENDE - CAMPANELLA, Manual de informática jurídica.
156
HAWKES, Ordenadores: cómo trabajan, p. 8.
106 CONTRATOS COMERCIALES MODERNOS
157
HAWKES, Ordenadores: cómo trabajan, p. 10.
158
HAWKES, Ordenadores: cómo trabajan, p. 10 y siguientes.
159
DALL'AGLIO, Contratos concluidos por ordenador, LL, 1990-B-103!
LOS CONTRATOS COMERCIALES EN LA ACTUALIDAD 107
El computador actúa en el caso de los ordenadores no sólo como
instrumento de elaboración de la voluntad individual, sino que, ade-
más, exterioriza o transmite dicha voluntad, que no es otra cosa que
las condiciones o presupuestos de la voluntad negocial del empresa-
rio. No obstante, sobre la base de tales datos, el computador actúa
de modo autónomo (aunque siguiendo la instrucción y procediendo
a exteriorizar la voluntad negocial) en el caso que reciba un pedi-
do que reúna todas las condiciones requeridas en el programa. Co-
mo vemos, cuando el computador, de acuerdo a las instrucciones
acumuladas, acepta la operación comercial propuesta por medio de
otro ordenador, procede entonces a exteriorizar la voluntad, trans-
mitiéndole al otro contratante la respectiva declaración negocial.
Conforme expresa DALL'AGLIO, "esta circunstancia no se produce
cuando el resultado del cálculo sobre la conveniencia de la operación
esté preliminarmente rechazada toda vez que la propuesta no cumpla
con los requisitos o parámetros establecidos. En este caso, el com-
putador puede ser considerado sólo como un instrumento que ela-
bora y acerca la voluntad del sujeto por cuenta del cual dicho com-
putador ha sido programado, previendo cierto número de variantes,
sobre las que puede reunirse la concreta voluntad negocial"160. La
programación del computador es de por sí una manifestación de vo-
luntad (arts. 914 y 918, Cód. Civil).
La introducción de las variables que regulan su funcionamiento
son condiciones en sentido lato (suspensivas, art. 545 y concs., o re-
solutorias, art. 553 y concs., Cód. Civil) o plazos (iniciales o finales),
a los que se subordina la voluntad negocial del ordenante 161 .
Lo cierto es que la voluntad negocial de la parte se encuentra
en la memoria del ordenador, en un soporte informático. Por ello,
se expresa que dicha voluntad negocial se forma y se introduce en
el.elaborador y puede o no exteriorizarse, haciéndose reconocible pa-
ra un destinatario de acuerdo a la programación.
2) EL COMPUTADOR COMO LUGAR DE ENCUENTRO DE LA VOLUNTAD YA PER-
FECCIONADA. El ordenador elabora y transmite la voluntad del titular;
pero, además -y esto es lo importante-, es un instrumento de en-
cuentro de diversas y contrapuestas voluntades, correspondientes a
160
DALL'AGLIO, Contratos concluidos por ordenador, LL, 1990-B-1039.
161
DALL'AGLIO nos brinda el ejemplo de un comerciante que programa el com-
putador para el ofrecimiento de treinta artículos, desde el Io de diciembre hasta el 31
de diciembre de determinado año, y para que esta orden se renueve cada vez que
falten dos artículos para que se agote el stock. El plazo que corre desde el 1° hasta
el 31 de diciembre constituye el término inicial y el final de la voluntad negocial. En
cuanto a que la orden se renueve cada vez que falten dos artículos para que se agote
la existencia de mercadería, nos encontramos ante una condición suspensiva -art. 545,
Cód. Civil- (Contratos concluidos por ordenador, LL, 1990-B-1039).
108 CONTRATOS COMERCIALES MODERNOS
162
DALL'AGLIO, Contratos concluidos por ordenador, LL, 1990-B-1039.
163
DALL'AGLIO, Contratos concluidos por ordenador, LL, 1990-B-1039.
LOS CONTRATOS COMERCIALES EN LA ACTUALIDAD 109
)64
Explica DALL'AGLIO que "el soporte óptico (del tipo del compact-disc, poco
difundido a causa de su alto costo) o el mecánico (del tipo de la tarjeta perforada) o
el fotosensible (del tipo de microfilm), sufren con el uso una transformación irrever-
sible y son idóneos para garantizar el contenido de una declaración. En cambio, el
soporte magnético excluye el carácter de indelebilidad de la escritura, por lo que habrá
que recurrir a otros medios técnicos para evitar la alteración del contenido de la de-
claración. Uno de ellos puede consistir en un sello electrónico que impide las correc-
ciones o modificaciones en el contenido, luego que la escritura ha sido 'sellada'" (Con-
tratos concluidos por ordenador, LL, 1990-B-1039).
110 CONTRATOS COMERCIALES MODERNOS
165
KLEIDERMACHER- AGUINIS, Nuevas formas de contratación, LL, 1987-C-892.
168
GIANNANTONIO, Valor probatorio del documento electrónico, en ALTMARK -
BIELSA, "Informática y derecho", t. I, p. 93 y ss.; dice el autor: "No es difícil prever que,
en breve período de tiempo, toda la actividad de documentación se desarrollará, salvo
/
LOS CONTRATOS COMERCIALES EN LA ACTUALIDAD 111
terminales de un sistema, como, por ejemplo, las tarjetas magnéticas para acceder a
un sistema de ventas o a una cuenta corriente bancaria" (GIANNANTONIO, Valor proba-
torio del documento electrónico, en ALTMARK - BIELSA, "Informática v derecho", t. I,
p. 95).
170
GIANNANTONIO, Valor probatorio del documento electrónico, en ALTMARK -
BIELSA, "Informática y derecho", t. I, p. 104.
171
GIANNANTONIO, Valor probatorio del documento electrónico, en ALTMARK -
BIELSA, "Informática y derecho", t. I, p. 105.
LOS CONTRATOS COMERCIALES EN LA ACTUALIDAD 113
172
GIANNANTONIO, Valor probatorio del documento electrónico, en ALTMARK-
BIELSA, "Informática y derecho", t. I, p. 111.
173
GIANNANTONIO, Valor probatorio del documento electrónico, en ALTMARK -
BIELSA, "Informática y derecho", t. I, p. 116.
8. Fariña, Contratos.