El 4 de octubre de 2006 se sancionó la Ley de Educación Sexual Integral, esta ley crea el “Programa

Nacional de Educación Sexual Integral” en el año 2008 a cargo del Ministerio de Educación de la
Nación. Un año más tarde se redactan los “Lineamientos Curriculares para la Educación Sexual
Integral”.

A pesar de que ya han transcurrido más de 13 años de la promulgación de la ley, aún es resistida por
alguna parte conservadora y reaccionaria de la sociedad. Desconociendo, por otra parte, que las
leyes son de cumplimiento obligatorio desde su publicación en el Boletín Oficial.

Esta ley establece que todos los educandos de todos los niveles tienen derecho a recibir Educación
Sexual Integral esto incluye a todos los establecimientos educativos sin importar que sean de gestión
privada o estatal y en todo el ámbito de nuestro país.

Esta ley contempla cinco ejes dentro de los cuales deben impartirse los contenidos:

1. reconocer la perspectiva de género,

2. respetar la diversidad,
3. valorar la afectividad,
4. ejercer nuestros derechos y
5. cuidar el cuerpo y la salud.

Estos ejes facilitan una aplicación transversal de la Educación Sexual Integral dejando de lado lo
meramente biológico, ya que articula aspectos biológicos psicológicos sociales afectivos y éticos

El accionar del “Programa Nacional de Educación Sexual Integral” se encuadra en un vasto marco
legal de carácter internacional y nacional. Entre estas normas es posible mencionar la Convención
Universal sobre los Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, la Convención sobre los Derechos del Niño, la
Convención sobre la Eliminación de todas las formas de violencia y discriminación contra la mujer, la
ley Nacional de Sida, el Régimen de inasistencias para alumnas embarazadas y la Ley de Salud Sexual
y Procreación Responsable, la Ley de protección integral de los derechos de niños niñas y
adolescentes, la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad, la Ley de
matrimonio igualitario entre otras importantes normas.

La ley 26150 de Educación Sexual Integral está compuesta por once artículos y el tercero de ellos
menciona los objetivos del programa Nacional de Educación Sexual Integral:

1. incorporación de la ESI dentro de las propuestas educativas orientadas a la formación

armónica equilibrada y permanente de las personas,
2. asegurar la transmisión de los conocimientos que abarquen los distintos aspectos que están
involucrados en la ESI,
3. promover actitudes responsables ante la sexualidad,
4. prevenir los problemas relacionados con la salud en general y específicamente aquellas
personas con la salud sexual y reproductiva y
5. procurar igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y varones

Para llevar a cabo estos objetivos enumerados por la ley, es fundamental la capacitación docente y
también los espacios en los que se pueden armar redes y compartir recursos.
La escuela puede ofrecer un espacio de respeto en el que niños niñas adolescentes se encuentren
protegidos y acompañados.

Con este fin desde hace 10 años se dicta en el Instituto Superior del Profesorado “Dr. Joaquín V.
González” el Postítulo de Especialización Docente de Nivel Superior en Educación Sexual Integral.

Este postítulo tiene una duración de dos años y año tras año ha visto incrementado enormemente
las inscripciones agotando la capacidad operativa. Esto demuestra la necesidad y el interés que
existe por parte de los docentes a la hora de capacitarse en este tema.

¿Qué es lo que preocupa a algunos sectores de la sociedad de la aplicación de la ley de ESI? ¿A qué
le tienen miedo?

Tal vez el temor tenga que ver con la posibilidad de que la escuela sea ese ámbito en el cual se
empiecen a contar cosas que durante años han permanecido dentro de los hogares por vergüenza o
complicidad. Tal vez porque la ley empieza a correr el velo sobre esas cosas de las cuales no se quiere
hablar.