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DEPARTAMENTO DE SOCIOLOGIA
CATEDRA. INTRODUCCION A LA PSICOLOGIA
ATP. LIC. CLAUDIA ORELLANO
AÑO 2016.-
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En 1975 obtiene su titulo de licenciado en Psicología, una Maestría en Ciencias Sociales
en la Universidad de Chicago y el doctorado en Psicología Social. Con el tema de su
tesis “El síndrome fatalista” obtiene la más alta calificación por parte de Milton
Rosenberg, en pleno auge del funcionalismo en la academia.
También perteneció a instituciones del quehacer psicológico, como vicepresidente de la
Sociedad Interamericana de Psicología y destacado intelectual de la Sociedad
Americana de Psicología.
En 1986 crea el Instituto de Opinión Publica, dedicado a ponderar la opinión de los
salvadoreños en temas de relevancia social, recordemos que en esos años el contexto en
El Salvador estaba atravesado por las guerrillas y la naturalización de la violencia; la
radio el principal medio, estaba al servicio del poder de turno y las encuestas de la
IUDOP mostraban de forma clara los problemas más acuciantes de la gente: salud,
empleo, democracia, guerra y paz.
Por otra parte, la etapa de los fundamentos teóricos en el que confluyen dialécticamente
la Biología, la Psicología, la Sociología, el Psicoanálisis, la Filosofía, la Teología, la
Historia, la Economía, la Salud Mental, la Pedagogía, entre tantas otras con un tiempo
de abstracción y superación entre Ciencia y Religión. La liberación como praxis es
interpretada como una indignación ética, de las indignas condiciones en las que se halla
sumida buena parte de la humanidad.
En este sentido el autor piensa en determinantes históricos e ideológicos articulando
tanto los planos psicosocial y espiritual, donde el fatalismo como síndrome y sus
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componentes psíquicos son funcionales al poder opresivo instituido en cien años de
soledad.1
Desde una perspectiva teológica, la acción libertadora se dirige a aquello que se
presenta como obstáculo a que el reino de Dios se haga presente entre los hombres: el
pecado, como ordenador subjetivo de dominación social, es negación de la vida. La
religión, de carácter sociopolítico, va a articular las vivencias y las prácticas con los
intereses del sistema político de cada contexto. En este sentido, se desprende una
concepción de la vida terrenal y de Dios desde una perspectiva crítica a diferencia de la
religión del orden, como presupuesta para detentar el control social y la opresión de la
comunidad creyente. (Martín Baró, 1986).
Martín Baró parte de una hipótesis sociohistórica, analiza los presupuestos psicosociales
del carácter, de la identidad, de la personalidad y del comportamiento y se interroga
acerca de su funcionamiento. Se cuestiona el autor ¿el psiquismo responde a una serie
de determinantes de orden propio, endógeno, una serie de disposiciones intrapsíquicas o
el sujeto tiene el carácter que tiene porque así lo ha posibilitado lo social?, ¿qué
injerencia tiene lo social en la identidad?
Podemos situar tres abordajes destacados de su obra: existencialismo, psicoanálisis y
marxismo. Desde los fundamentos freudianos escribe Psicodiagnóstico de América
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Martín Baró retoma la literatura y las imágenes de García Márquez para representar el acontecer de los
pueblos latinoamericanos.
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Latina (1972), la influencia de Fanon y Reich son visibles, estos autores van a mostrar
como la relación de opresión articula la dominación psicológica del colonizado.
La neurosis del negro dice Fanon (1952) era convertirse en blanco, negándose así como
ser humano. El negro como todo sujeto busca el reconocimiento del otro, pero vestido
con la identidad del otro el blanco, no conseguirá de ningún modo el propio
reconocimiento.
En el caso de Reich la familia patriarcal es la base para forjar la moral y sancionar
represivamente la regulación sexual en los sectores vulnerables de la sociedad
(abstinencia, renuncia a la satisfacción de la sexualidad). En todo caso para ambas
posturas esto nunca es determinante:
“En lo más profundo de sí mismo, el colonizado no reconoce ninguna instancia. Esta
dominado pero no domesticado. Esta interiorizado, pero no convencido de su
inferioridad” (Fanon, 1952).
Martín Baró transita su investigación por los textos de Durkheim, Berger y Luckman y
Marx, donde el orden social adquiere un estado de objetivación que acaba por
convertirlo en algo que esta ahí, es real y es externo para el sujeto: “No es la conciencia
del hombre lo que determina su ser, sino el ser social lo que determina su conciencia”
(Marx, 1944).
También la propuesta de Vygotski incide en las ideas de Martín Baró, no hay
pensamiento sin lenguaje, el desarrollo de las funciones psicológicas superiores vienen
de la cultura. (Perinat, 2007)
El sindrome fatalista
Martín Baró desarrolla el síndrome fatalista (1983), tomando la denominación de
síndrome de los manuales diagnósticos de enfermedades mentales, un conjunto de
signos y síntomas, siendo sus elementos característicos:
- en el orden del pensamiento, ideas acerca de que la vida está predestinada, desde que
una persona nace ya está escrito lo que puede hacer o no. La propia acción no puede
cambiar ese destino fatal y la vida está regida por fuerzas superiores, externas y ajenas
al propio poder. Un Dios lejano y todo poderoso decide el destino de cada persona.
“Dios sabe por qué lo hace”.
- en los sentimientos: una vivencia de resignación frente al propio destino no dejarse
afectar ni emocionar por los sucesos de la vida. Aceptar el propio destino con valor
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implica no dejarse llevar por sentimientos de alegría o tristeza, la vida tiene el precio de
ser exigente y dolorosa, de carácter trágico “se nace para sufrir”.
- en los comportamientos: Conformismo y sumisión. Conformarse es consentir las
circunstancias en las que uno se encuentra. La sumisión requiere la aceptación
incondicional de lo que se es exigido pues no hay alternativa.
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mecanismos que le oprimen y deshumanizan, con lo que se derrumba la conciencia que
mitifica esa situación como natural y se le abre el horizonte a nuevas posibilidades de
acción, de una praxis. El nuevo saber de la persona sobre su realidad circundante le
lleva a un nuevo saber sobre sí misma y sobre su identidad social. Un contrapunto que
atraviesa el trabajo de la liberación.
Así como Fanon planteaba el fatalismo del negro ante los efectos de la colonización,
Freire pensaba que la realidad no era algo fatal, dada, impuesta y que la lucha pasaba
por cambiarla, develarla, mostrarla. Revindicaba el lugar de la educación instituida para
la formación y el de la educación popular para la capacitación, porque decía que
primero somos gente antes que especialistas.
El hecho que cuestiona Freire en este sentido sobre todo en Pedagogía del oprimido es
que estas circunstancias de la injusticia estructural de dominadores y dominados,
obstaculizan la asunción por parte de los educadores de una concepción de hombre en
apoyo de la causa educativa.
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“En cierto sentido, los hombres y las mujeres inventamos lo que llamamos la
existencia humana, nos pusimos de pie, liberamos las manos y la liberación de las
manos es en gran parte responsable de lo que somos. La invención de nosotros
mismos como hombres y mujeres fue posible gracias a que liberamos las manos para
usarlas en otras cosas. No tenemos fecha de ese evento que se pierde en el fondo de
la historia, hicimos esa cosa maravillosa que fue la invención de la sociedad y la
producción del lenguaje” (Freire, 1996 pg.20).
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individual para mantener el orden ante la conflictiva social. Si bien el psicólogo no será
quien modificará los mecanismos estructurales socio económicos de injusticia social, es
el que intervendrá en los mecanismos subjetivos que posibilitan una falsa conciencia,
donde las personas sufren por el orden natural de las cosas, por lo tanto transformará
una ideología. (Martín Baró, 1983).
El psicólogo social, también se dirige al estudiante, quien deberá desarrollar una actitud
beligerante ante los hechos de la realidad y ante el cuerpo teórico con el cual es
formado. Existen miles de teorizaciones dice Martín Baró, acerca del trabajo y sus
elementos organizacionales pero poco se ha dicho acerca del desempleo y la falta del
mismo en la subjetividad del desempleado. Este es el lugar por excelencia del
universitario: primero los hechos luego las teorías.
También una Psicología de la Liberación implica siempre una Psicología Política, un
análisis y comprensión psicológica de los comportamientos y procesos políticos, donde
el poder posee un carácter relacional, el poder o la falta del mismo surge de la relación
entre unos y otros; su fundamento objetivo, los recursos materiales, personales,
simbólicos; su naturaleza intencional, su objetivo y trascendencia y su efecto
constituyente, ya que la mayor parte de las relaciones humanas son jerárquicas. (Martín
Baró, 1983).
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vivir. La ciencia en tanto construcción social implicada no es aséptica de valores, el
pensamiento debe contener interés emancipatorio y recuperación crítica de la historia.
BIBLIOGRAFIA:
- De la Corte, L. (2000). Para una ciencia social comprometida; reflexiones desde la
obra de Ignacio Martín Baró como Psicología Social Critica, una presentación de su
obra. Revista de Psicología general y aplicada. 53 (3) 437-450.
- Dobles Oropeza Ignacio. (2009). Ignacio Martín Baró y psicología de la liberación:
un desafío vigente.
- Fanon, Franz (1961). Los condenados de la tierra. Fondo de cultura económica.
Méjico.
- Fanon, Franz. (1952). Piel negra, máscaras blancas. Ed. Abraxas. Bs. As.
- Freire Paulo (2002) Pedagogia del oprimido - Ed. Siglo XXI
- Freire Paulo (2003). El grito manso. Ed. Siglo XXI.
- Freire, Paulo (1995). Interrogantes y propuestas en educación. Ed. cinco Bs. As.
- Martín Baró (1989). Sistema, grupo y poder. San Salvador: UCA. Editores.
- Martín Baró (1993) Acción e Ideología. Psicologia Social desde Centro América.
UCA Editores Universidad Centroamericana José Simeón Cañas Apartado Postal 01-
575. San Salvador, El Salvador, C.A.
- Martín Baró (1998). Psicología de la Liberación. Editorial Trotta. Buenos Aires.
- Martín Baró, I. (1983) Acción e Ideología. Psicología Social desde Centroamérica.
San Salvador
- Martín Baró, I. (1986) Hacia una psicología de La liberación. Boletín de Psicología,
Nº 22, 219-231. San Salvador: UCA Editores.
- Martín-Baró, I. Psicología Social y Liberación en América Latina. Disponible en
http://www.uca.edu.sv/coleccion-digital-IMB/audiovisual/
- Marx, K. (1974). Manuscritos económico-filosóficos. Salamanca Editores. Disponible
en https://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/manuscritos/
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- Perinat, A. La teoría histórico-cultural de Vygotski: algunas acotaciones a su origen y
su alcance. Universidad Autónoma de Barcelona. Revista de Historia de la Psicología,
vol. 28, núm. 2/3, 2007.
- www.liber-accion.org.
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