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Carla Toche Casalino

Introducción

En el Perú, la minería representa un valor importante para el crecimiento económico del país. El
Instituto Peruano de Economía indica que la actividad minera genera más del 50% de las divisas,
el 20% de la recaudación fiscal y el 11% del PBI. Por otro lado, según la Defensoría del Pueblo,
para el 2015, se reportaron 148 conflictos de los cuales el 76% fueron conflictos socioambientales
siendo más de la mitad conflictos relacionados a la actividad minera. Específicamente, tenemos
casos como el de Espinar en Cusco (2005), el Baguazo en la Amazonía (2009) y el caso de interés
del presente trabajo, en Cajamarca con el proyecto Conga (2011).

Si bien la actividad minera de Yanacocha empezó en 1992, fue durante el año 2011 que el
departamento de Cajamarca se convirtió en el escenario donde el proyecto Conga se transformó
en un conflicto social tan fuerte y de tal impacto subjetivo que logró alterar varios niveles de
representación política.

Sobre ello, es de interés del presente trabajo analizar la información recogida durante el año 2018
en las zonas de Cajamarca, Bambamarca y Celendín, sobre lo ocurrido antes, durante y después
del conflicto, a partir de los conceptos planteados en “Indigenous cosmpoliticis in the Andes:
conceptual reflections beyond politics” de Marisol de la Cadena, “Thick Description: toward an
interpretive theory of culture” de Clifford Geertz y la entrevista a Michel Foucault titulada “Las
redes del poder”. Específicamente, se analizará cómo las dinámicas ronderas están sujetas a
entendimientos de poder vinculados a las identidades familiares, comunales y partidarias y cómo
estos entendimientos logran determinar decisiones, dentro de una coyuntura de conflicto, que
posteriormente afectarán la preferencia y conducta electoral de una región.

Primera Parte

Indigenous cosmopolitics in the Andes: conceptual reflections beyond politics (Marisol de la


Cadena)

De la Cadena parte de una reflexión bastante pertinente y coyuntural: América Latina es la región
donde el protagonismo político y electoral ya no se da solamente entre los grupos políticos
progresistas y los partidos de oposición sino que también los movimientos indígenas están
irrumpiendo en la escena de lo político con su propio lenguaje y entendimiento de poder. Esto
significa que la agenda política se ve obligada a ampliarse, modificarse y, en ciertas ocasiones, a
transformarse.

Resulta pertinente porque, tal como ella lo menciona, obliga a comprender la acción política desde
una nueva teoría. El concepto de amigo – enemigo schmittiano ya no es suficiente para mirar de
cerca las dinámicas antagónicas que surgen en las disputas por el poder y por la representación
cuando los actores políticos tienen otras formas políticas, además de las occidentales.

Resulta coyuntural porque en los últimos años, al interior de los países latinoamericanos, los
conflictos sociales tienen como protagonistas a líderes ambientalistas quienes, a su vez, también
son miembros de comunidades indígenas reconocidos y legitimados por una amplia red de
instituciones culturales, sociales y políticas. En el Perú, para el caso del presente trabajo,
resaltamos el protagonismo de Gregorio Santos.

Por lo dicho anteriormente, la autora explica que en el espacio político contemporáneo se ve


operante la tensión entre las identidades urbanas, modernas y sobre todo, no indígenas con
aquellas identidades que vienen construyéndose de experiencias históricas, indígenas y no
católicas. Esta tensión bastante palpable complejiza aún más la ya clásica dicotomía de neoliberal
y anti neoliberal puesto que hasta los más anti neoliberales como en su momento pudieron ser
Rafael Correa, en Ecuador, u Ollanta Humala en Perú, en el discurso y en la práctica, el análisis
y cálculo político fueron, sobre todo, de racionalidad occidental.

La problemática que plantea la autora es que para poder analizar los fenómenos políticos de la
región, este análisis necesita elementos que comprendan la dinámica política de los escenarios
públicos andinos. Para ello, ella propone el concepto de “conexión parcial” o “partial connection”.
Este concepto, se refiere a un circuito flexible de relaciones complejas que logra generar un tercer
elemento, dando como resultado un actor político nuevo. De esta forma, aquellos elementos que
la tradición occidental no tomaba en cuenta en el escenario político ahora se ve, por lo menos,
interpelado. Así, la conexión parcial logra demandar la presencia de nuevos elementos en la
política, como lo serían los seres de la tierra (earth beings), elaboraría una nueva agenda de lucha
por la construcción de un nuevo tipo de ciudadanía y disputaría el mismo sentido monopólico de
la ciencia sobre la definición de “naturaleza”.

Thick Description: toward an interpretive theory of culture (Clifford Geertz)

Según Geertz, el concepto de cultura, por lo mismo que es un concepto semiótico, esto es, un
concepto que busca describir los diferentes sistemas de producción, funcionamiento y
comunicación entre los individuos, no puede ser estático. En otras palabras, para él, el concepto
depende de un conjunto de análisis que no van hacia una ciencia de las leyes sino hacia una
búsqueda interpretativa del fenómeno o expresión social y del conjunto de significados que dicho
fenómeno puede generar.

Para ello, no se trata solamente de métodos, en un sentido kantiano (leyes) sino de la capacidad
de poder describir con profundidad los procedimientos que se están desarrollando (o que no se
desarrollan), las personas involucradas, las jerarquías expuestas, gestos, etc. En otras palabras, se
trata de poder describir a profundidad una estructura de significantes, códigos y expresiones
(multiplicidad de complejas estructuras conceptuales) que se explayan en un contexto
determinado dentro de una coyuntura particular.

Las redes del poder (Michel Foucault)

Foucault parte de la premisa que el entendimiento del poder es un entendimiento netamente


jurídico y formal, desde el deber o el no deber (como lo sería un entendimiento desde la
prohibición). Este entendimiento, para él, tiene una clara influencia kantiana y tiene por objetivo
la regulación de toda conducta humana.

El autor identifica la influencia kantiana en la concepción jurídica del poder con el crecimiento
del Estado europeo ya que este usó como instrumento el pensamiento jurídico, sobre todo para
poder afianzar y representar el poder monárquico, en un comienzo, y luego, posteriormente el
poder del soberano colectivo. En otras palabras, Europa no tuvo otro sistema de representación ni
de análisis que no fuera el sistema de la ley. Por ello, lo que problematiza el autor es que los
análisis del poder ya no pueden verse limitados solamente a una lectura jurídica del poder sino
que estos tienen que estar acompañados de nuevas tecnologías y mecanismos positivos.

La propuesta del autor se divide en dos partes. Una primera parte es la de tecnología del poder
basada en una concepción disciplinaria (a través de la educación) y biológica (condición de vida)
del poder.

Sobre la primera, el autor se refiere al tipo de mecanismo por el cual se busca controlar el cuerpo
social, desde el nivel colectivo hasta el nivel individual (técnicas de individualización del poder).
De ejemplo, pone al ámbito educativo y al ejército como los espacios donde la tecnología
disciplinar cobra sentido, por la capacidad que tiene la disciplina de poder individualizar dentro
de la multiplicidad en contextos como los mencionados.

Sobre la segunda, el autor comprende que población no es solamente un grupo numeroso de


personas sino que también se trata de sujetos regidos por leyes biológicas y que el poder ejercido
sobre ellos en términos biológicos afectan las condiciones de su hábitat, de su higiene pública,
etc.

Segunda Parte

En el año 2011 estalla en Cajamarca un conflicto socio-ambiental que involucró a diversos


actores, entre ellos, la responsable del proyecto aurífero Conga: Minera Yanacocha S.A., la
población de las provincias de Cajamarca, Celendín y Bambamarca; el gobierno regional de
Cajamarca y el gobierno central, encarnado en la figura del entonces presidente Ollanta Humala
Tasso.
Este último, cambió su discurso de campaña: “¿El agua o el oro? ¡El agua!” por “¡Conga va!” y
“El agua y el oro” cuando ocupó el sillón presidencial. Este giro fue percibido por la población
como una traición y encontró apoyo en diversas organizaciones y movimientos tanto sociales
como campesinos e indígenas, destacándose entre estos la figura de Gregorio Santos, presidente
regional de Cajamarca por esos años.

Se desata así, a través de una red de operadores sociales y políticos, un conflicto que el Estado
fue incapaz de resolver de manera eficiente. Mas bien, el resultado fue un ensayo improvisado
dando como respuesta derechos civiles vulnerados.

De esta forma, se problematiza la relación entre representados-representante en el específico caso


de nuestro país. Por ello, este ensayo pretende analizar cómo las rondas campesinas cajamarquinas
jugaron un rol importante durante y después del conflicto socio-ambiental de Conga a partir de
los clivajes existentes. Para ello, se recurrirá al análisis de discursos y entrevistas semi-
estructuradas a los diferentes actores involucrados realizadas durante el segundo semestre del
2018.

La debilidad de la representación de los partidos políticos en el Perú no garantiza a sus


representados una efectiva representación política. Esto quiere decir que no permite llevar las
demandas de la sociedad civil hacia el Estado, más aún, no logra recoger y articular todas las
demandas existentes. En consecuencia, no hay respuestas a estas necesidades sociales, lo que
ocasiona que la sociedad civil, en tanto representados, pierda la confianza en sus representantes,
manifieste desafección y se retraiga.

Además de los discursos demagógicos, las promesas incumplidas y los problemas de corrupción;
el problema de la representación política afecta la democracia y el sistema de partidos de nuestro
país por lo que deteriora los canales de confianza y de participación entre la ciudadanía y las
instituciones del Estado.

La amplia diversidad que existe en los grupos de intereses, en las perspectivas de desarrollo y
crecimiento, en los actores políticos y en las agendas e idiosincrasias generan respuestas que
violentan derechos y afectan la legitimidad del sistema democrático.

Es por esto que el presente ensayo propone analizar cómo un contexto de conflicto minero logra
alterar las microdinámicas locales de una región con tal capacidad de afección que logra
determinar decisiones políticas y preferencias electorales. Específicamente, se analizarán las
dinámicas ronderas cajamarquinas de Celendín, Bambamarca y Cajamarca y cómo estas se vieron
afectadas por el conflicto minero del proyecto Conga.
Se toma este caso debido a que fue un conflicto histórico y sociológicamente importante al marcar
un antes y un después en el gobierno del ex presidente Ollanta Humala Tasso, y por las
peculiaridades del caso, a saber, la diversidad de actores con sus respectivas posturas, intereses y
discursos; la multiplicidad de componentes tanto a nivel social, político, ambiental y económico;
además por la dinámica de los clivajes allí presentes: una posición pro minera y una anti minera,
el desplazamiento del propio Ollanta Humala y su gabinete ministerial, entre estas dos posturas.

Analizar el conflicto Conga a partir de las dinámicas ronderas, las demandas y respectivas
justificaciones de los actores, sus discursos y sus acciones, resulta relevante porque permite
enriquecer la reflexión sobre el problema del funcionamiento de la representación política en
conflictos socio-ambientales, permite ampliar el mismo concepto de lo político ya que se logra
introducir nuevos actores y nuevas identidades que no son comunes en el discurso limeño, liberal
y urbano, problematiza acerca de la misma agenda política y pone en cuestión la misma forma de
comprensión sobre los ámbitos del poder.

Conclusiones

A partir de lo señalado, las reflexiones que se esperan generar girarán alrededor del mismo
concepto de poder ya que, según los primeros hallazgos arrojados a partir de lo expuesto por los
involucrados en el conflicto, no hay una única razón por la cual las rondas campesinas entraron
en paro. En realidad existen múltiples razones, lo cual sugiere la complejidad que coexiste en las
redes ronderas incluso antes de estallar el conflicto minero. Segundo, esta misma complejidad,
además, se ve ahondada si se le involucra con actores políticos partidarios, plataformas de lucha,
ONGs, etc. En otras palabras, el discurso ambientalista, no fue el primer discurso que aglutinó a
las rondas a nivel regional, ni tampoco fue el discurso político partidario. Mas bien,
aparentemente, los primeros hallazgos sugieren que el primer elemento aglutinador fue la
necesidad biológica de poder contar con una calidad de vida adecuada.

Bibliografía

De la Cadena, M. (2010). Indigenous cosmopolitics in the Andes: Conceptual reflections beyond


“politics”. Cultural anthropology, 25(2), 334-370.

Foucault, M., Díaz, E., Crespo, F., & Vega, J. F. (1993). Las redes del poder. Buenos
Aires:Almagesto.

Geertz, C. (2008). Thick description: Toward an interpretive theory of culture. In The cultural
geography reader (pp. 41-51). Routledge.

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