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Belén sale de la ducha. Limpia, rejuvenecida y con los pensamientos claros decide
acostarse un rato para relajarse. Agarra su celular de la mesita y abre el Tinder.
Mientras chatea con un candidato, piensa en su ex con quien rompió hace unos
meses.
Alberto no era una buena pareja, era un hombre obsesivo y controlador que
siempre manejo su vida como él quiso. Belén odiaba eso, pero siempre lo aguanto
porque lo amaba… O al menos eso creía. La verdad es que Alberto, simplemente,
le daba tranquilidad, sus mimos le hacían sentir ese cariño que ella no era capaz
de darse a sí misma. Belén se detestaba, para ella todo lo que hacía y decía
estaba mal, no tenía “éxitos” ni “logros” en su vida, lo único que le daba valor
era Alberto. Por eso quedo tan destrozada cuando Alberto decide abandonarla
para salir con una quinceañera, “carne joven” como él decía.
Desde ese instante su mundo vino cuesta abajo, se la pasaba en la cama días
enteros llorando y lamentándose por lo sucedido. Una amiga le recomendó
Tinder, le dijo que ahí podría encontrar una pareja. Ella lo descargo, puso sus
mejores fotos de la juventud y empezó a likear a los posibles pretendientes. Con
algunos conversó, pero nunca concreto ninguna cita, siempre que se daba la
posibilidad lo evadía. Belén se sentía insegura con su cuerpo, la denigración
indirecta que le hizo su ex por la edad la había deprimido. Se veía en el espejo y
la imagen que este le devolvía la desquebrajaba, su piel estaba arrugada y sucia,
su pelo totalmente duro y desaliñado, su cara llena de lágrimas y mocos. Así
estuvo todos estos meses, hasta este día.
Belén no sabe bien como es el hombre, en todas las fotos estaba disfrazado, lo
escogió más por lo bizarro que por otra cosa, aunque se le hacía conocido. Va a
la obra y se divierte como hace tiempo no lo hacía. Tras la función, se dirige al
camerino y al verlo sin disfraz logra entender porque le era tan familiar, para su
sorpresa era su jefe. Ambos asombrados, se saludan y ríen por la situación. Salen
a tomar algo. Pasan los días y salen de nuevo, y así un par de veces más.
Finalmente, Belén, se pone de novia con su jefe.