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PODER

De por qué deseamos objetos y en qué medida


nos transforman

eparé en la anciana en cuanto entré en el aparcamiento del Wal-Mart. De hecho, no pude evitarlo porque me cerraba el paso. Inclinada sobre
R
su andador, ajena a los impacientes compradores que tocaban el claxon para manifestar su desagrado por mi deseo de no atrepellarla, la
mujer avanzaba centímetro a centímetro hacia la entrada de la inmensa
tienda de descuento.
Por fin encontró un carro de la compra en el aparcamiento y con un
movimiento rápido, casi elegante, levantó el andador y lo colocó dentro. Acto
seguido, apoyándose en el carro, logró apretar el paso y no tardó en alcanzar
la puerta principal. Por nuestra parte, los conductores pudimos aparcar y
seguir adelante con nuestros propósitos.
Continué pensando en ella mientras me dirigía hacia la tienda. ¿Por qué
se tomaba tantas molestias? ¿Qué era lo que tanto necesitaba?
Nos cruzamos varias veces en el interior de la tienda. Cada vez que la
veía estaba ante un expositor de ropa o un cajón de saldos, examinando con
detenimiento faldas, bermu-das o camisetas. Al cabo de media hora había
acumulado una selección de pequeños artículos en el carro, todos ellos pro-
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ductos de los que sin duda podía prescindir, pero no había pamos, sitúan los objetos en el corazón de sus sociedades.1
ninguno lujoso ni manifestación alguna de despilfarro. Para todos los pueblos, al menos desde el neolítico, los objetos
Cuando por fin la abordé y le hice la pregunta que me son depósitos de poder. Quienes poseían objetos clave eran
rondaba la cabeza descartó de inmediato la idea de que comprar los gobernantes y los hechiceros de la tribu. La corona del rey,
exigiera demasiado esfuerzo. Según me contó, acudía a la tienda el manto del jefe, la colección de amuletos del chamán y los
a menudo en autobús. Ese día tenía intención de adquirir dientes tachonados con joyas del rapero siempre han sido
algunas cosas que necesitaba para la casa y algo para los nietos, fuentes de autoridad y magia.
aunque nada imprescindible. A lo largo de gran parte de la historia, los objetos deseables
—Es que me gusta salir de casa y comprar cosillas —ex- han sido escasos y preciosos. Las personas ambiciosas
obtenían poder al hacerse con ellos, mientras que las personas ya
plicó.
poderosas conservaban su posición destacada haciendo obsequios
Para ella, lo más valioso no eran los objetos, sino la capa-
a aliados o a potenciales adversarios. Los sacerdotes y las
cidad de salir por su cuenta y elegirlos. Me contó que debía
sacerdotisas proclaman su acceso al mundo espiritual utilizando
procurar no meter más cosas en el carro de las que podía llevar
objetos rituales que invocan poderes sobrenaturales. Cuando
en el autobús, ni gastar demasiado. Sin embargo, el hecho de ir
los objetos poderosos caen en manos equivocadas, el orden de
a la tienda la hacía sentirse autosuficiente, generosa y
la sociedad corre peligro. A lo largo de la historia, los
ahorradora. Los escasos artículos que llevaba en el carro daban
gobernantes y los líderes espirituales han procurado acumular
fe de su deseo de demostrarse algo a sí misma y a quienes la
objetos poderosos no solo para su propio beneficio, sino
rodeaban. Mientras fuera capaz de ir a la tienda nadie podría
también para impedir que otros se apropiaran de ellos.
decir que dependía de los demás, pues aún se las arreglaba para
Intentaban mantener el control limitando la distribución de
llevar una vida normal. Y al regalar cosas a sus nietos
bienes materiales.
reafirmaba su importancia para los miembros de su familia.
La sociedad contemporánea sería la peor pesadilla de esos
Así pues, podría deducirse que el acto de salir de com-
gobernantes y chamanes. Incluso los pobres pueden permitirse
pras era más importante que cualquiera de los objetos que
llevar una vida atestada de pertenencias, y entre tanta
contenía el carro, pero eso no sería del todo cierto. Puede
abundancia resulta difícil determinar la autoridad. Las pose-
que ir de compras constituyera una afirmación de sus capaci-
siones ya no señalan el derecho de un jefe a mandar, pero sí
dades, pero los objetos que se llevó a casa simbolizaban su
son esenciales para ejercer otra clase de poder, el derecho del
poder.
consumidor a elegir. La mujer de Wal-Mart no se planteaba
Utilizar los objetos para establecer vínculos entre las per-
que los artículos que había guardado en el carro tuvieran nada
sonas y reafirmar la propia autoridad es una característica an-
que ver con la corona de un monarca, pero en realidad
cestral y universal del comportamiento humano. Otras especies
también eran declaraciones políticas, aunque de otra índole.
usan herramientas de un modo limitado para llevar a cabo
Eran declaraciones de independencia.
tareas específicas, pero solo los seres humanos, que se-
Aún hoy, comprar no es el único modo en que las personas estadounidenses permiten a sus hijos seleccionar y pagar
afrontan el poder de los objetos. La gente también roba algunas compras a la edad de cinco años y medio, y les dejan ir
objetos, con frecuencia para hacerse con ese poder. Algunos a comprar solos y con su propio dinero a partir de los ocho.
jóvenes mueren porque unos ladrones quieren sus zapatos. Y Todos empezamos nuestra vida como consumidores en
el intercambio de regalos sigue siendo un importante modo de función de lo que los demás pueden proporcionarnos. Tal vez
establecer vínculos y obligaciones entre las personas. escoger artículos en una tienda no nos haga realmente
Pero al comprar operamos con el poder que tienen los independientes, pero sí nos ayuda a tener ese sentimiento de
objetos. Es un ritual tan imbricado en el tejido de nuestras autonomía que nuestra sociedad tanto valora. Además, los
vidas que apenas reparamos en él. En la sociedad productos de envases llamativos que los niños ven en la tienda
contemporánea, casi todo el mundo aprende a comprar aun son auténticos tesoros. Los niños juegan con latas y cajas,
antes de aprender a leer o a articular más que un puñado de objetos que estimulan la imaginación, y los pequeños a
sonidos ininteligibles. Según los psicólogos infantiles, es una menudo les atribuyen significados particulares muy distintos
de las primeras maneras en que las personas empiezan a de los que pretenden transmitir los expertos en marketing.
comprender el mundo y a desarrollar su personalidad. Los jóvenes aprenden a comprar al igual que los patos
Tres de cada cuatro bebés estadounidenses visitan una aprenden a nadar. Es una reacción frente al mundo y una
tienda, por lo general un supermercado, antes de cumplir los afirmación de la fortaleza y las características de la especie.
seis meses, y algunos prácticamente al nacer. Pronto se dan Puede que no «naciéramos para comprar», como proclama la
cuenta de que la tienda es la fuente de algunas de las cosas famosa camiseta, pero sí nacimos para usar objetos y se nos
buenas que hasta entonces habían asociado exclusivamente a educa para creer que seleccionarlos forma parte del proceso de
sus padres. Poco después, cuando tienen alrededor de dos convertirnos en seres humanos competentes y exitosos. El
años, empiezan a señalar y a manifestar su deseo de tener consumo está tan imbricado en nuestra educación que en
co¬sas que ven en la tienda. La mayoría no tarda en realidad es inherente a nuestros pensamientos y conducta. Pero
percatarse de que tiene muchas probabilidades de salirse con a fin de estudiar con perspectiva el poder que los bienes
la suya, y al poco comienza a recordar cosas que ya ha visto o materiales ejercen en nuestras vidas, debemos intentar
que le gus¬taban de forma especial, y a pedirlas aunque no imaginar la vida tal como era antes de que existiera el acto de
las tenga a la vista. Es entonces cuando los niños empiezan a comprar.
cobrar interés para los expertos en marketing.
Casi todos los niños de tres años recuerdan la disposición
de los artículos en los supermercados y las tiendas a las que
los llevan, y a menudo les gusta que les permitan pasear entre
las estanterías y elegirlos por sí solos. Esta elección es la
parte más importante de la experiencia de la compra. Se inicia

Cuando los niños son capaces de caminar con seguridad


y finaliza cuando los ancianos ya no pueden andar.
Los niños entienden que la compra no solo consiste en
coger cosas, sino también en pagarlas. Los padres
Los poderes de la corona. Los objetos hacen al rey descubiertas permitían confeccionar.
Los artefactos acumulados a lo largo de la historia de la En las dos últimas décadas, algunos antropólogos han
humanidad nos cuentan casi todo lo que sabemos acerca de intentado apartarse de esta visión económica utilitarista para
los pensamientos y las conductas de nuestros antepasados. estudiar con mayor detenimiento los objetos en sí mismos. Por
Los seres humanos empleaban un lenguaje muy complejo lo general, la alta concentración de objetos se ha interpretado
cuyo medio de expresión eran los objetos miles de años antes como una señal de que sus poseedores tenían riqueza y poder.
de -que naciera la escritura. Atesoraban objetos naturales a Tal vez sea cierto, argumenta Colín Renfrew, pero ¿no es acaso
los que otorgaban gran valor. Aprendían a plasmar sobre telas posible que la concentración de estos sea la causa y no el
y fibras dibujos en los que plasmaban su visión de la efecto de tal circunstancia? No sabemos a ciencia cierta,
sociedad, el entorno y el universo. Aprendían a crear vasijas comenta, si algunas personas poseían cosas porque eran
de cerámica que les servían como recipientes de líquidos y de poderosas, o si eran poderosas porque poseían cosas.
significado. Aprendían a labrar metales para confeccionar Además, el valor de los objetos en sí mismos no parece
objetos relucientes y lisos, y los fundían a fin de fabricar derivarse de su utilidad inmediata, sino de su belleza y de las
aleaciones resistentes y duraderas. propiedades mágicas que se les atribuía. Diversos hallazgos en
La gente se tomaba muchas molestias para conseguir las los Balcanes y otras zonas indican que el uso de metales para
cosas que consideraba preciosas. Muchos de los objetos fabricar herramientas y armas es mucho más reciente que el
valiosos del neolítico que desentierran los arqueólogos se uso de los mismos para fabricar joyería y otros objetos que
descubren a cientos de kilómetros de la fuente de la materia impresionaban por su brillo y textura. El desarrollo de la
prima con la que se fabricaron o bien de las personas que con tecnología metalúrgica acabó ayudando a los seres humanos a
toda probabilidad los crearon. El ámbar, resina de madera inventar herramientas que revolucionaron su vida y
solidificada, era un material de incalculable valor hace ya contribuyeron a su supervivencia. Pero antes, ese nuevo
diez mil años y se empleaba para hacer adornos, conocimiento sirvió para producir bienes que alegraban el
medicamentos y, una vez quemado, perfume. Cantidades corazón.
considerables de ámbar procedente de las orillas del mar Con toda probabilidad, muchos de aquellos bellos objetos
Báltico llegaron hasta las costas del Mediterráneo, lo que desempeñaban una función religiosa. No debemos descartar
demuestra la existencia de una cadena de suministro que que los primeros humanos estuvieran convencidos de que un
cruzaba un continente entero. instrumento capaz de invocar a los espíritus de las co-
Los primeros humanos tenían que luchar
encarnizadamente para sobrevivir. Pocos lograban eludir el
riesgo de la inanición. Vivían en entornos duros e inhóspitos
y se veían obligados a escapar de los predadores. Por estas
razones, tendemos a presuponer que casi toda la
manipulación de los humanos sobre el mundo material era de
naturaleza instrumental, e incluso tecnológica. Por tanto, a
posteriori, consideramos el surgimiento de la transformación
de metales desde el punto de vista de las mejores
herramientas y armas que su uso y las aleaciones recién
sechas revistiera mayor importancia que el azadón más tanto, si bien no fundamentaban sus creencias en llevar una
sofisticado. Un objeto puede ser útil de muchas maneras. vida regalada, consideraban a aquellos capaces de acumular
Incluso algunas cosas que a primera vista parecen bienes valiosos más respetables que los que carecían de ellos.
prácticas, tales como las hachas de sílex de unos cuatro mil Una opinión que todavía muchos comparten en la actualidad.
años de antigüedad halladas en unas excavaciones en Gran Apropiarse de bienes es con toda probabilidad el medio
Bretaña, estaban fabricadas con gran delicadeza a partir de más antiguo de conseguirlos. Con frecuencia, un ladrón no es
materiales que las hacían poco prácticas como herramientas o más que un delincuente, pero a veces se erige en héroe. Lo que
armas, y se conservan en un estado que indica que jamás algunos antropólogos denominan intercambio no recíproco, es
fueron usadas: eran ornamentos neolíticos. Parece probable decir, el robo, el saqueo o el pillaje, ha gozado a menudo de
que la posesión de objetos tan especiales no solo demuestra mayor prestigio que la compra o el comercio. Cuando los
que algunas personas ostentaban mayor poder que otras, sino objetos valiosos simbolizan la cohesión de una aldea o una
que sobre todo indica que quienes ejercían el poder lo hacían tribu, la apropiación de bienes enemigos desempeña dos
de forma legítima. A buen seguro, los bienes de valor no funciones: hace a algunos visiblemente más fuertes al tiempo
constituían meramente un síntoma de desigualdad, sino que que debilita a sus enemigos.
eran su justificación. De hecho, buena parte de nuestra literatura heroica gira en
Este argumento se basa ante todo en la observación de torno a una persona que intenta hacerse con un objeto va¬lioso.
sociedades más recientes. En el reino africano del Congo, por Jasón navegó en busca del vellocino de oro. Las leyendas
ejemplo, una piel de leopardo no denotaba tan solo la artúricas cuentan la búsqueda del Santo Grial. Los personajes
posición del rey, sino que también encarnaba el poder y de Wagner y Tolkien persiguen un anillo. Para el héroe, al
reafirmaba su legitimidad. igual que para algunos compradores, la pugna por encontrar un
Lo mismo se aplica a la corona de un monarca. Quizá objeto es más importante que encontrarlo. Tal vez la cuestión
hoy en día la consideremos el símbolo de un reinado o sea que el personaje se convierte en héroe precisamente a
incluso de una nacionalidad, pero en realidad, en casi todas través del proceso de búsqueda. Sin embargo, el elemento
las monarquías actuales, sigue siendo una posesión personal crucial sigue siendo que busca un objeto y que no regresará a
que se lega al heredero. Nadie gana la corona por méritos, y casa con las manos vacías.
quienes la heredan no tienen que presentar su currículo. Una Las dos grandes obras épicas de Hornero empiezan con la
forma de obtener la corona, por supuesto, consiste en apropiación no de un objeto, sino de una persona. No obstan-
apropiarse de ella. Si alguien lo consigue, con frecuencia se
llega a la conclusión de que el predecesor no la merecía y su
nuevo dueño sí. La corona encierra su propio poder, su propia
magia, y halla el camino hasta la cabeza adecuada, o al menos
eso quiere crct-r l:i gente. El rey obtiene la corona porque la
fortuna, el destino (o Dios) determinan que la posea, sin tener
en cuenta qué ha hecho para ganársela.
Los puritanos que colonizaron Nueva Inglaterra
albergaban una creencia similar. Consideraban que la
prosperidad material era muestra de la gracia de Dios. Por
te, los personajes del maestro a menudo consiguen las cosas a vida. Mientras duró el auge económico de finales de los
la antigua usanza, es decir, las roban. Los pocos mercaderes noventa, el robo en tiendas registró un descenso constante y
que aparecen en las obras de Hornero, como sucede en sustancial. Parte del fenómeno se atribuyó a la mejora de los
numerosas obras literarias posteriores, se describen como sistemas de seguridad, pero, sobre todo, el declive reflejaba el
seres débiles, forasteros e indignos de confianza. Y si bien los aumento de la prosperidad, ya que más personas podían
antiguos griegos a menudo veían los lujosos atavíos de sus permitirse el lujo de comprar aquello que deseaban. Así pues,
enemigos como rasgos de carácter débil y afeminado, el robo robar en las tiendas es comprar, pero por otros medios; es una
de objetos preciosos se consideraba un acto de lo más viril. forma de rodearse de todo aquello que uno cree merecer.
Durante miles de años, la promesa de sustanciales
botines ha sido uno de los principales alicientes para llevar a Dar y recibir. Crear obligaciones y forjar alianzas
los soldados a luchar. «Magnífico lugar para saquear»,
exclamó un general alemán en 1820 al ver por primera vez Regalar es una actividad mucho más antigua que comprar.
Regent Street de Londres, la zona comercial más hermosa y Se da en todas las sociedades conocidas y no hay modo de
opulenta de su época. Más de medio siglo después del fin de descubrir cuándo empezó. Casi todas las culturas han
la Segunda Guerra Mundial, las obras de arte y los valiosos desarrollado rituales muy complejos de regalo e intercambio;
objetos que soldados y gobiernos robaron durante la de hecho, algunos antropólogos arguyen que la vida económica
contienda siguen apareciendo en titulares. El gozo del saqueo basada en el dinero y el intercambio impersonal es un
persiste, sobre todo en temporada de rebajas. fenómeno reciente y en modo alguno universal. Dar y recibir,
Y por supuesto, la gente roba recurriendo al «descuento aseguran, representa el modo más corriente de promover la
de los cinco dedos». Según algunos cálculos del sector cohesión y distribuir la riqueza en las distintas sociedades.
minorista, uno de cada once estadounidenses comete hurtos Como sabe cualquiera que salga de compras en Navidad,
cada año, lo que representa unas pérdidas superiores a diez los regalos pueden ser fuente de enorme angustia. Los
mil millones de dólares. Una cuarta parte de los ladrones son obsequios implican una relación; a menudo crean obligaciones
adolescentes en busca de emociones fuertes, mientras que un o las cumplen. Ofrecer un regalo es un gesto de respeto y, si
pequeño porcentaje se compone de cleptómanos, personas nos equivocamos, ofendemos al destinatario y podemos
aquejadas de una compulsión psicológica por robar, y de atraernos represalias. Si el creyente comete un error al ofrecer
ladrones profesionales que planean meticulosamente sus un pre-
golpes para robar cosas que puedan vender.
En cuanto al resto, se parecen mucho a los demás
compradores. Cogen lo que desean en lugar de lo que creen
necesitar. No planifican sus acciones. Un caso especialmente
desventurado fue el de una mujer detenida en Long Island
cuando robaba en una tienda desnuda de cintura para arriba,
lo cual atrajo la atención sobre ella y, además, le impidió
esconder el botín.
Muchos ladrones crónicos están deprimidos y albergan la
esperanza de que regalándose cosas nuevas podrán mejorar su
senté a los dioses, con toda probabilidad las consecuencias valiosos que recorrían largas distancias en tiempos
serán desastrosas. prehistóricos. Muchos de ellos quizá eran tributos que los
Aún hoy en día, el único medio respetable de recibir gobernantes más poderosos exigían a sus vecinos más débiles.
ciertos objetos de valor es en forma de regalo. Por ejemplo, a Otros eran gestos conciliatorios o quizá de demostración de
pesar de los recientes anuncios publicitarios que alientan a las una suerte de respeto compartido. En ocasiones, este tipo de
mujeres solteras a comprarse anillos de diamantes y demás regalo se ritualizó hasta tal punto que generó una categoría de
joyas, en nuestra cultura son tesoros que la mujer espera objetos que eran empleados exclusivamente como presentes.
recibir como regalo de un hombre. Un anillo de compromiso El ejemplo más célebre de ello son los objetos kula que
de diamantes es la prueba de que un hombre tiene intención intercambiaban los hombres poderosos de las islas Trobriand,
de casarse con la mujer y, al menos hasta hace poco, de junto a la costa oriental de Nueva Guinea. Estos bienes
mantenerla. En otras ocasiones obsequios de diamantes son ornamentales no pueden trocarse por nada valioso en el seno de
muestras de devoción o una forma de llamar la atención. la sociedad; son objetos reservados a una clase pudiente y por
Tal como demuestra este ejemplo tan conocido, regalar tanto solo pueden intercambiarlos los miembros de esta. Al
es un acto complejo. Consolida las relaciones sociales, por lo ofrecerlos como presente, el obsequiante crea obligaciones y
general imponiendo una obligación al destinatario. Y lo que forja alianzas capaces de incrementar su poder. Como sucede
el obsequiante espera a cambio a veces puede parecer con la mayoría de los regalos, la idea central es el cálculo de lo
desproporcionado. En términos puramente económicos, una que se obtendrá a cambio. En cierto sentido, todo regalo es un
vida entera llevando la casa, criando a los hijos y caballo de Troya.
manteniéndose sexualmente fiel a un solo hombre es un
precio demasiado elevado para un anillo de diamantes. Por La amenaza del lujo
supuesto, el anillo de diamantes no es un pago, sino el
símbolo del compromiso público de una pareja. Sin embargo, Durante mucho tiempo, la posesión de objetos valiosos ha
el gasto que supone el anillo también reviste importancia: un sido un signo externo de autoridad, si no su fundamento. Los
compromiso tan serio no puede salir barato. ornamentos hacen al jefe, y si cualquier otra persona intenta
El acto de regalar crea complicadas redes sociales apropiarse de ornamentos propios del cabecilla, se convierte en
basadas en si una persona espera un regalo, en el valor del una amenaza para el orden establecido.
regalo esperado y si el gesto es unidireccional o recíproco.
Calibrar y juzgar la equidad de la acción provoca cierta
angustia. A fin de cuentas, es la expresión concreta de una
relación, y si juzgamos de forma equivocada al destinatario
de nuestro obsequio o la relación que sostenemos con él, el
problema se agrava. A diferencia de un comentario
impulsivo, que la gente puede decidir olvidar, el regalo poco
apropiado perdura.
Los regalos raras veces constituyen gestos de
generosidad o afecto; casi todos ellos son fruto de un tipo u
otro de coerción. Así sucedía sobre todo con los presentes
La distinción entre lujo y necesidad que forma parte desde en lugares poderosos y prósperos donde casi todos tenían más
tiempos inmemoriales de nuestro pensamiento depende de de lo que necesitaban en sentido estricto. De hecho, ambos
esta visión; una visión que considera la sociedad como un proponían un ideal de simple dignidad, tener lo suficiente, pero
ente estático que dispone de un número limitado de bienes no demasiado, no codiciar más de lo necesario. Imaginaban
materiales y está gobernado por un núcleo de autoridad sociedades en las que cada persona ocupara un lugar
consensuado. Las personas nacen en una posición claramente definido, rodeada de los objetos adecuados al papel
determinada en la sociedad, y su felicidad, así como la de la que desempeñaba; sociedades en las que los hombres se
sociedad entera, depende de que sepan cuál es su lugar y contentaran con poseer lo mismo que los demás miembros de
desempeñen el papel que les corresponde. su estrato, no más.
Paradójicamente, teniendo en cuenta el materialismo Durante siglos, el lujo se consideró una manifestación de
salvaje de nuestra civilización, el pensamiento occidental se debilidad rayana en el pecado. Los autores romanos más
ha mostrado durante mucho tiempo hostil al poder de los influyentes lo desaprobaban y celebraban los valores marciales,
objetos. Los hebreos bíblicos hacían una clara distinción entre varoniles. Los ecos de su desaprobación aún se escuchan casi
la palabra, a través de la cual se manifestaba el único Dios dos mil años después en boca de quienes creen que el lujo y la
verdadero, y los relucientes ídolos que expresaban la decadencia acabaron con el Imperio romano. Según la creencia
devoción a falsos dioses. popular, la autocomplacencia permitió que las viriles y aún
Por su parte, los filósofos griegos y posteriormente los puras hordas bárbaras se hicieran con el poder. Los romanos
romanos distinguían con gran claridad entre las necesidades consideraban a los persas un pueblo dado al lujo y
de la vida y el lujo, que asociaban a lo foráneo y a lo autodestructivo. Nosotros decimos lo mismo de los romanos y
femenino. Abandonarse al lujo, argumentaban, disipa la nos preocupamos vagamente por nuestro porvenir.
energía de un pueblo y lo hace vulnerable a la derrota militar. El lujo, al igual que más tarde sucedería con el
Era una advertencia que se reiteraba una y otra vez porque no comunismo, se consideraba un enemigo apostado en el seno de
quedaba otro remedio: el lujo es extremadamente seductor. la sociedad, capaz de vaciarla de sentido al socavar los valores
Platón, en la antigua Atenas, y Confucio, en China, eran y las premisas que la cohesionaban. De hecho, la propagación
producto de dos culturas diametralmente distintas. Pese a del lujo se entendía como una redistribución de la riqueza en la
ello, la principal inquietud de ambos era lograr una sociedad sociedad, que la apartaba de los intereses comunes, pues el
bien ordenada. En una sociedad de esas características, la dinero se invertía en placeres privados en lugar de destinarse a
inmensa mayoría de las personas no debían poseer más de lo
que necesitaban para subsistir. Permitir que un elevado
número de personas acumulara posesiones acabaría por
disipar la riqueza de la sociedad. Además, quienes tuvieran
demasiado podían forjarse una idea equivocada de su poder e
importancia, lo que podía impulsarlos a desafiar o incluso
hacer caso omiso de la autoridad. Sin embargo, la necesidad
es un concepto muy escurridizo. No se conoce ninguna
sociedad en la que todo el mundo subsista cubriendo
únicamente las necesidades básicas. Platón y Confucio vivían cubrir las necesidades comunes. Uno de sus mayores peligros
residía en que quienes adoptaban un estilo de vida lujoso permitírselo. Pese a todo, continuamos albergando
abandonaran sus funciones de artesanos, campesinos, sentimientos encontrados. Justificamos el lujo como una
comerciantes o soldados. recompensa legítima por el trabajo duro. El presidente de la
Si un consumo excesivo entre las personas a quienes no empresa que conduce un coche de lujo es digno de admiración.
correspondía ponía en peligro a los dirigentes, era lógico que En cambio, la madre acogida a la beneficencia que lleva la
la élite se defendiera. Y de hecho, lo hizo en muchos misma clase de vehículo constituye un síntoma de que el orden
momentos y lugares a través de leyes suntuarias, social está alterado. Codiciar lo llamativo y opulento sin que
reglamentaciones que estipulaban qué debían poseer y cómo haya razones de peso para ello despierta sospechas. Nos
debían vestir los miembros de una clase determinada, y a molestan las personas que se han enriquecido a una edad
menudo señalaba qué objetos y prendas les estaban demasiado temprana porque creemos que no merecen la vida
prohibidos. Los uniformes escolares, justificados como un ostentosa que pueden permitirse. Tememos que un exceso de
medio para preservar el orden en las escuelas y evitar que los riqueza nos aparte del sendero de la rectitud. Mientras duró el
jóvenes acudan a clase vestidos de forma inadecuada, son un auge bursátil de los noventa, muchos padres acaudalados
clásico ejemplo contemporáneo de norma suntuaria. Las leyes asistieron a carísimos seminarios para aprender a evitar que sus
suntuarias tienden a revisarse con frecuencia y son muy hijos se convirtieran en mocosos malcriados.
específicas en cuanto a las pertenencias prohibidas. Hablamos del lujo y de la necesidad como si sus
Proporcionan un archivo fiable de la moda a lo largo de la significados fueran evidentes, pero lo cierto es que cuesta
historia y parece ser que en cada época han existido objetos y distinguirlos. A menudo, definimos como lujosos aquellos
estilos muy populares a los que las personas bienpensantes se objetos que no nos compramos para nosotros. Pero en
han opuesto. Por ejemplo, en los últimos años destacan los ocasiones se trata de algo de lo que no consideramos
vehículos todo terreno como símbolo de consumo merecedoras a las personas menos respetables que nosotros.
inadecuado, un lujo privado que amenaza el bienestar Por ejemplo, un filete pagado con cupones para alimentos.
general. Los intentos de retirarlos de la circulación han Los baremos cambian con el tiempo. Sin duda, todos
surtido escaso efecto. Las leyes suntuarias casi nunca resultan convendríamos en que, en el mundo moderno, las bombillas
efectivas, siempre surge una nueva moda, un nuevo son una necesidad básica, pero hasta hace poco más de un
escándalo. siglo, incluso los reyes y los miembros más pudientes de la
Ni Platón ni Confucio, pese a su brillantez, hubieran sociedad tenían que pasar sin ellas. A todas luces, la comida es
podido concebir un fenómeno como Wal-Mart. Y con toda una ne-
probabilidad, no habrían tildado su surtido de artículos como
de primera necesidad. Solo habrían visto anarquía, una
sociedad cuyos miembros no conocen el lugar que les
corresponde y una situación fuera de control.
Incluso nosotros, los bárbaros que hacemos cola en la caja,
seguimos compartiendo en parte su preocupación por el lujo.
Por supuesto, a menudo empleamos el término «lujo» en tono
elogioso para referirnos a algo muy deseable. Poseer un
coche de lujo, por ejemplo, es positivo si uno puede cesidad básica, pero los numerosos productos procesados y
preparados que ocupan gran parte del espacio en el supermer- un grupo. Queremos tener lo que tienen quienes nos rodean. De
cado cuestan muchas veces más que la suma de sus este modo, los objetos se definen como necesidades. Cuando
ingredientes. ! Estamos acostumbrados a pagar por la hemos comprado la casa con jardín, nos damos cuenta de que
comodidad de no tener ; que preparar la comida. Por tanto, necesitamos congeniar con nuestros vecinos. Puede que un
eso podría considerarse un lujo, pero a las personas que césped verde y jugoso nos llene de gozo, o puede que no, pero
trabajan muchas horas y están convencidas de no tener en cualquier caso un césped reseco y marrón atraerá sobre
tiempo para cocinar, los alimentos preparados les parecen una nosotros la desaprobación de los demás. Por tanto, adquirimos
necesidad. Por descontado, la ropa es una necesidad, pero un aspersor convencidos de que lo necesitamos. Lo sepamos o
¿cuántas prendas debe contener un armario para cruzar la no, tomamos la decisión de comprar el aspersor en el momento
frontera entre la necesidad y el lujo? en que decidimos comprar la casa, o incluso antes, cuando
Si pudiéramos examinar con objetividad la amplia gama decidimos vivir en una casa aislada y no en un piso o una casa
de artículos que ofrece Wal-Mart, algo que no estoy seguro adosada.
de que sea posible, quizá llegaríamos a la conclusión de que Si yo entrara en su casa y opinara que posee usted
apenas hay nada de lo que no podamos prescindir. No es demasiadas cosas, con toda probabilidad se mostraría de
imprescindible poseer un aspersor para el césped ni una acuerdo conmigo. Pero si empezara a despojarle de los objetos
Barbie. Necesitamos agua para sobrevivir, pero no agua que me parecieran innecesarios no tardaríamos en enzarzarnos
embotellada. Nadie necesita una figurilla de cerámica de una en una disputa. «¿Quién es usted para juzgar lo que necesito o
mamá hipopótamo con su cría, pero puesto que cuesta menos no necesito? —me increparía—. ¿Por qué se cree con el
de ocho dólares, casi nadie la tacharía de lujo. derecho de decidir qué objetos debo poseer?»
Casi todo el mundo estaría de acuerdo con usted porque
Muchos de los productos que encontramos en Wal-Mart, vivimos en una sociedad que, con escasas excepciones, trata el
incluso artículos tan corrientes como guantes, medias y consumo como una cuestión privada, casi sagrada. Todos
pantalones, constituían un lujo en el pasado. Pero los métodos tenemos derecho a poseer aquello que elegimos, siempre y
actuales de producción y distribución han recortado su precio cuando no resulte peligroso para los demás. Nadie tiene
y su exotismo hasta convertirlos en objetos universales. Ni autoridad para decirnos lo contrario. Nuestro hogar es nuestro
uno solo de los miles y miles de objetos que se fabrican en castillo y en consecuencia tenemos derecho a poseer los
todo el mundo y se venden en Wal-Mart es importante en sí objetos correspondientes. Cualquier ataque a nuestras
mismo, sin embargo, todos ellos encierran un significado, al pertenencias es un ataque a nuestra soberanía.
menos en el momento en que los compramos. Los bienes aún
proporcionan cierta sensación de logro y enriquecimiento, si
bien dicha sensación suele desvanecerse rápidamente.
La inmensa mayoría de los artículos que se venden en
Wal-Mart y otras grandes cadenas de bajo precio puede que
sean prescindibles, pero se convierten en necesidades una vez
que decidimos vivir de una determinada forma. Aunque a
ve¬ces suponemos que las personas consumen para competir
unas con otras, por regla general consumimos para encajar en
Codiciar siempre más ineludibles. Trabajamos para consumir y consumimos para
compensar de algún modo el vacío de nuestras vidas,
A lo largo de casi toda la historia, pocas personas incluyendo el que nos proporciona nuestro trabajo. De hecho,
poseían más de un par de objetos, por lo que eran muy existen pruebas de que las personas más insatisfechas en su
conscientes de la importancia de cada uno de ellos. La vida trabajo son a la vez los consumidores más ávidos, mientras —
era austera, y la capacidad de cansarse de un exceso material que quienes aman su trabajo consideran la compra como una
era un privilegio muy raro. Conocemos numerosos relatos de carga, aunque no por ello compran necesariamente menos.
reyes y emperadores que buscaron un estilo de vida más Nuestro materialismo es abstracto, un camino hacia un
sencillo, aunque solo fuera durante un breve período de ideal. Las cosas que adquirimos revisten menor importancia
tiempo. Ahora, este sentimiento se ha propagado, y aquellos que el acto de adquirirlas: la libertad de elección y la capacidad
que desean simplificar su existencia se designan como un de olvidar lo que tenemos para seguir eligiendo. No aspiramos,
segmento de mercado en sí mismo. Han nacido líneas enteras como los chinos en los setenta, a los cuatro bienes
de productos «auténticos» al servicio de este mercado, y se imprescindibles: bicicleta, radio, reloj y máquina.de coser.
publican revistas para indicar a la gente qué debe comprar a Aspiramos a bienes intangibles como la comodidad y la
fin de alcanzar un modo de vida más sencillo. En nuestra era modernidad, cualidades cuyos baremos cambian tan deprisa
de despreocupada superabundancia, la austeridad es un lujo que la compra no puede detenerse jamás. «El progreso es
reservado a los multimillonarios, a algún que otro monje y a nuestro producto más importante», afirmaba Ronald Reagan a
los compradores muy inteligentes. menudo cuando ocupaba el cargo de portavoz de la General
«El nivel de vida viene determinado no tanto por lo que Electric. Y en 1989, tras la caída del muro de Berlín, millones
un hombre posee para disfrutar, sino más bien por la rapidez de personas de Europa del Este decepcionaron a los
con que se harta de cualquier placer —escribió Simón Patten, intelectuales de Occidente al comportarse como si la libertad
economista y filósofo pionero en el estudio del consumo, en consistiera en ir de compras. Incluso China avanzó en los
1889—. Tener un alto nivel de vida significa disfrutar de un ochenta hacia los ocho bienes imprescindibles: televisor en
placer intensamente y cansarse de él al poco tiempo.» La color, ventilador eléctrico, frigorífico, equipo de música,
definición que Simón Patten da del nivel de vida se basa en la cámara de fotos, moto, mobiliario de comedor y lavadora. En
superabundancia. Pensaba que las personas siempre tendrían la actualidad. China ya ha rebasado estas aspiraciones limitadas
más de lo que necesitaban aunque nunca todo lo que para embarcarse en una búsqueda que no cesará. La cadena
deseaban. Se trataba de una idea novedosa en tiempos de Wal-Mart está abriendo tiendas en ese país.
Patten, una idea que aún inquieta a muchas personas. En Resulta increíble pensar que desde la noche de los tiempos
términos materiales parece un despilfarro tremendo, un abuso hasta la época de Adam Smith, hace poco más de dos siglos, la
de los recursos de un mundo finito. En términos psicológicos, gente creía que querer y tener cosas agotaba la riqueza, en
parece atraparnos en un ciclo de falsas esperanzas y lugar de originarla. Eso no significa, sin embargo, que
decepciones
no codiciaran cosas o que en ocasiones no se tomaran alguna los procedentes de tantos lugares habían confluido a precios
molestia para conseguirlas. tan bajos. Y nunca antes tantas personas habían podido
Cuando empujo el carro por Wal-Mart en un estado de permitirse el lujo de comprar tantas cosas.
ligero trance, cogiendo artículos que por un instante creo Pese a todo, arrugamos la nariz ante Wal-Mart en lugar de
necesitar, se supone que contribuyo a incrementar la prosperi- admirarlo boquiabiertos. El hecho de que un establecimiento
dad no solo de mi país, sino del mundo entero. De hecho, tras como este pueda provocar apatía en lugar de asombro es un
los ataques contra las Torres Gemelas, a los estadounidenses perverso tributo a la abundancia de nuestra sociedad
" no se les pidió que se apretaran el cinturón, como suele consumista y a la debilidad de los vínculos emocionales que
suceder en tiempos de guerra, sino que consumieran. nos unen a los numerosos objetos que forman nuestras vidas.
Algunos discrepan de esta tendencia. ¿Puede perdurar Nunca antes tantas cosas nos habían parecido tan aburridas.
por tiempo indefinido el ingente déficit que Estados Unidos Y si bien Wal-Mart no es la expresión más noble de la
acumula respecto a otros países, impulsado por nuestras libertad personal ni el máximo logro de la democracia,
ansias de obtener bienes cada vez más baratos? Nuestro deberíamos considerar que sí proporciona un escenario para
anhelo de conseguir artículos económicos procedentes del ejercer una clase de libertad que para los tiranos ha
extranjero, ¿es la causa de la explotación de los trabajadores representado una amenaza desde hace miles de años. Al igual
mal pagados que los fabrican o, por el contrario, les brinda que la anciana del andador, vamos a Wal-Mart para adquirir
nuevas oportunidades? Y, lo que es más profundo, ¿existen objetos que den fe de nuestro poder. Es un lugar donde la gente
suficientes recursos en el mundo para proporcionar a todos puede escoger de verdad.
los habitantes del planeta un nivel de vida semejante y al
mismo tiempo conservar el aire y el agua limpios? ¿Cuántas
tiendas Wal-Mart puede soportar el planeta?
Se trata de cuestiones serias que es necesario afrontar,
pero los que las plantean casi nunca tienen en cuenta el poder
de los objetos y el papel fundamental que la adquisición y el
uso de cosas desempeña desde la prehistoria. En esta obra, las
llamadas tiendas big box* las boutiques, los centros
comerciales, los establecimientos del centro de las ciudades,
las páginas web y demás comercios que constituyen la
comprosfera representan el cumplimiento de un sueño
ancestral. Wal-Mart es una de las maravillas del mundo.
Nunca antes tantos artícu-
* Tiendas de grandes dimensiones y aspecto de almacén.
(N. de la T.)

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