Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
ZZZULQFRQPHGLFRRUJ
Capítulo 1
Historia Clínica y Exploración
Física
Dr. Jaime Fernández de Bobadilla Ossorio
Sección de Cardiología. Hospital San Juan de la Cruz. Ubeda (Jaén).
1. INTRODUCCIÓN
con la patología cardiovascular. Las conclusiones del médico que realiza la historia
deben quedar expresadas de forma clara y concisa en el informe clínico. Cada uno
de los síntomas debe describirse con precisión, detallando el inicio y cronología, la
frecuencia y severidad de su presentación, la limitación funcional que supone para
el paciente, la relación con factores desencadenantes y atenuantes y la respuesta a los
tratamientos aplicados.
2. HISTORIA CLÍNICA
14
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
15
Historia Clínica y Exploración Física
La disnea se define como sensación subjetiva de falta de aire y puede ser secun-
daria a gran variedad de patologías cardiológicas y no cardiológicas: insuficiencia
cardíaca izquierda, obstrucción crónica al flujo aéreo (de predomino espiratorio),
enfermedad de vías respiratorias altas (de predominio inspiratorio), infecciones pul-
monares, enfermedad de la pared torácica, hipertensión pulmonar, anemia, vasculo-
patía periférica, obesidad, permanencia prolongada en cama, enfermedades psico-
somáticas, etc. La disnea repentina puede ser secundaria a insuficiencia cardíaca
aguda (secundaria a arritmias rápidas y lentas, a enfermedad valvular, a disfunción
sistólica o diastólica del ventrículo izquierdo, etc) o a embolia de pulmón, broncos-
pasmo, neumotórax etc.
La disnea cardiogénica tiene su origen en un aumento de la presión en el capi-
lar pulmonar que produce extravasación de fluido al intersticio pulmonar, y en situa-
ciones extremas al espacio aéreo, y dificulta el intercambio gaseoso. Este aumento
de presión es resultado de un aumento de presión en la aurícula izquierda, en el seno
de cualquier patología cardíaca valvular, congénita, isquémica o miocárdica, que de
lugar a un equilibrio de presiones anormalmente elevado.
La disnea cardiogénica se asocia a ortopnea (disnea de decúbito), que muchos
clínicos miden de forma aproximada por el número de almohadas que el paciente
utiliza para aliviar la disnea durante el descanso nocturno y, así, puede verse con fre-
cuencia la expresión "ortopnea de, por ejemplo, dos almohadas". La ortopnea es, sin
embargo, un síntoma poco específico de cardiopatía y aparece con frecuencia en la
enfermedad pulmonar.
La auscultación pulmonar ayuda a distinguir el origen de la disnea: crepitantes
húmedos en la cardiogénica y roncus y sibilancias en la disnea de origen pulmonar,
aunque las sibilancias pueden aparecer como consecuencia de edema peribronquial
por insuficiencia cardíaca, dando lugar a lo que se conoce como "asma cardíaco". La
disnea cardíaca responde a diuréticos, ieca y nitratos, mientras que la pulmonar res-
ponde a broncodilatadores y esteroides.
La disnea puede ser también un "equivalente anginoso", es decir, como expre-
sión de isquemia miocárdica. Por otro lado, la isquemia miocárdica extensa puede
producir disfunción sistólica global y secundariamente aumento de la presión en el
capilar pulmonar, en cuyo caso puede aparecer asociada a la angina.
La disnea de origen funcional es una manifestación psicosomática, que puede
acompañarse de pinchazos precordiales, suspiros y claustrofobia.
La tos es un síntoma muy frecuente en enfermedades del pulmón, de la vía
aérea y de la vasculatura pulmonar. La tos productiva (con esputo), es típica de la
enfermedad pulmonar y bronquial. La hipertensión pulmonar suele acompañarse de
una tos seca irritativa y espasmódica.
La insuficiencia cardíaca también puede cursar con tos, en ocasiones acom-
pañada de obstrucción bronquial secundaria a edema peribronquial. En este caso, la
exploración puede llevar a confusión.
16
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
17
Historia Clínica y Exploración Física
18
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
2.3.3. Síncope
19
Historia Clínica y Exploración Física
son los de mejor pronóstico. El síncope puede ser cardiogénico: taquicardias, bradi-
cardias, miocardiopatía hipertrófica, estenosis aórtica, etc; neurogénico: crisis comi-
ciales; por alteración del sistema nervioso autónomo: por ejemplo, síncopes vasova-
gales; por alteraciones endocrinas; por patología psiquiátrica, etc.
Algunos datos de la historia permiten orientar el diagnóstico. El uso de fárma-
cos hipotensores, hipoglucemiantes orales o insulina, puede ser causa de síncope. El
estrés emocional puede causar síncopes vasovagales o por hiperventilación. Los sín-
copes desencadenados por movimientos de la cabeza pueden ser debidos a hiper-
sensibilidad del seno carotídeo. Los síncopes de esfuerzo aparecen en la miocardio-
patía hipertrófica, en la estenosis aórtica y en el mixoma cardíaco. Los producidos
con el ejercicio de las extremidades en el síndrome de robo de la subclavia.
El comienzo súbito del síncope suele aparecer en los síncopes neurogénicos y
cardiogénicos (taquicardia ventricular, fibrilación ventricular, crisis de Stock Adams,
crisis comiciales etc.). Los síncopes de comienzo rápido pero con sensación premo-
nitoria suelen ser vasovagales o neurogénicos.
Los síncopes que se producen al levantarse (ortostáticos) aparecen en pacientes
que utilizan fármacos hipotensores, están deshidratados o sufren disregulación
autonómica. Los síncopes vasovagales suelen aparecer cuando el paciente está
mucho tiempo de pie. El síncope cardiogénico es de recuperación rápida al igual que
el neurogénico, aunque en este último, la recuperación completa es más lenta. Los
síncopes posicionales pueden ser consecuencia de trombos intracardiacos o tumores
intracardiacos tipo mixoma.
La presencia de alteraciones asociadas como incontinencia o mordedura de la
lengua sugiere lesiones neurológicas.
2.3.4. Palpitaciones
20
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
2.3.5. Edemas
El momento del día en que se producen los edemas puede esclarecer su causa:
los edemas vespertinos suelen ser secundarios a insuficiencia cardíaca derecha o a
insuficiencia venosa periférica; los edemas simétricos son típicos de insuficiencia
cardíaca derecha y aparecen en las partes declives; los edemas generalizados, pue-
den deberse a insuficiencia cardíaca derecha o a hepatopatía y se acompañan con
frecuencia de ascitis; los que se localizan en los párpados son propios del síndrome
nefrótico, la glomerulonefritis, el edema angioneurótico, la hipoproteinemia y el
mixedema; los que se limitan a los miembros suelen deberse a trombosis o linfede-
ma.
Cuando se acompañan de disnea sugieren insuficiencia cardíaca congestiva;
cuando se asocian a ictericia, hepatopatía, aunque la insuficiencia cardíaca puede ser
la causa inicial de la misma. Cuando existen úlceras y pigmentación en los miem-
bros suelen ser consecuencia de insuficiencia venosa. La nicturia es un síntoma deri-
vado de la absorción nocturna de los edemas de la insuficiencia cardíaca, aunque
puede aparecer en la enfermedad renal y en pacientes con patología prostática.
2.3.6. Hemoptisis
2.3.7. Fatigabilidad
Existen tres dificultades fundamentales para valorar la limitación real que pro-
ducen los síntomas. La primera se debe a que, por definición, el síntoma es subjeti-
vo, la segunda a la dificultad para comprobar hasta que punto intereses distintos a la
búsqueda de la salud pueden modificar el relato del paciente, y la tercera a la ausen-
21
Historia Clínica y Exploración Física
22
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
4. EXPLORACIÓN FÍSICA
23
Historia Clínica y Exploración Física
24
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
La presión que hay en las venas yugulares equivale a la presión auricular dere-
cha o presión venosa central (PVC); generalmente se eleva por aumento de la pre-
sión telediastólica del ventrículo derecho, secundaria a insuficiencia cardíaca dere-
cha.
El pulso venoso yugular consta de dos ondas positivas ("a" y "v") y dos negati-
vas o senos ("x" e "y"), que se deben a las modificaciones de presión que tienen lugar
en la aurícula derecha a lo largo del ciclo cardíaco.
La onda "a" (onda presistólica) se debe a la contracción auricular que tiene lugar
al final de la diástole, un poco antes del pulso arterial. La onda "a" grande aparece
cuando hay resistencia al llenado del ventrículo derecho y la contracción auricular
es más enérgica, como en la estenosis tricuspídea, la hipertensión pulmonar y la este-
nosis pulmonar. Si la contracción de la aurícula derecha y el ventrículo derecho ocu-
rre de forma simultánea, se producen las ondas "a" cañón, ya que hay eyección retró-
grada de la sangre de la aurícula derecha; esta situación se da cuando hay disocia-
ción aurículoventricular como en el bloqueo auriculoventricular de tercer grado y la
taquicardia ventricular o taquicardias de la unión. Si hay fibrilación auricular, no
existe onda "a", ya que la aurícula no tiene actividad mecánica.
El seno "x" se debe a la relajación de la aurícula que tiene lugar al principio de
la contracción ventricular. Aumenta en la pericarditis constrictiva, disminuye en la
dilatación del ventrículo derecho y se invierte en la insuficiencia tricuspídea grave.
La onda "v" se produce por el llenado de la AD que tiene lugar durante la con-
tracción ventricular. Una onda "v" gigante puede producirse en la insuficiencia tri-
cuspídea severa. Al abrirse la tricúspide empieza el seno "y", ya que la sangre entra
rápidamente en el ventrículo y la aurícula se vacía. Un seno "y" pequeño sugiere un
obstáculo al llenado del ventrículo derecho como en la estenosis tricúspide. En la
pericarditis constrictiva tiene lugar un descenso "y" rápido y profundo con un ascen-
so rápido a la línea basal.
El primer ruido cardíaco (R1) se produce por el cierre de las válvulas auriculo-
ventriculares (mitral y tricúspide). El segundo ruido (R2) por el cierre de las válvu-
las semilunares (aórtica y pulmonar). Entre R1 y R2 tiene lugar la sístole y entre R2
y R1 la diástole. En condiciones normales la diástole es sensiblemente más larga que
la sístole. Si existen dificultades para identificar sístole y diástole a la auscultación, lo
más práctico es palpar simultáneamente un arteria central.
Además de los ruidos normales, pueden existir un tercer (R3) y cuarto ruidos
(R4) que son anormales. El R3 se produce por un llenado ventricular rápido y/o
voluminoso y puede ser fisiológico en niños; en adultos suele ser patológico e indi-
ca disfunción ventricular izquierda o valvulopatía. El R4 siempre es patológico y se
debe a la contracción enérgica de la aurícula cuando existen dificultades para llenar
25
Historia Clínica y Exploración Física
BIBLIOGRAFÍA
1. Walker HK, Hall WD, Hurst JW: Clinical Methods: The History, Physical,
and Laboratory Examination, 2nd ed. Boston, Butterworths, 1980.
2. J. Am. Coll. The physiologic mechanisms of cardiac and vascular phisical signs.
Cardiol. 1: 184, 1983.
3. P. Zarco. Cardiología Básica. IDEPSA, 1986.
4. Perloff, J. K.: Physical Examination of the Heart and Circulation. 2nd ed. Phila-
delphia, W. B. Saunders Company, 1990.
5. Marriott, H. J. L.: Bedside Cardiac Diagnosis. Philadelphia, J. B. Lippincott Co.,
1993.
6. R.C. Schalant, R.W. Alexander: Hurst’s The Heart, Arteries and Veins. 8th ed.
McGraw Hill, 1994.
7. E. Braunwald, Heart Disease: A textbook of Cardiovascular Medicine, 5th ed.,
1997.
8. R. Moreno, A. O. Valle, J.F. Bobadilla: Capítulo cardiología. Manual CTO
para la preparación del examen MIR, 2nd ed., 1997.
26
Capítulo 2
Ecocardiografía y
Doppler Cardíaco
Dr. Héctor Bueno Zamora
Servicio de Cardiología. Hospital General Universitario Gregorio Marañón
1. INTRODUCCIÓN
2. UTILIDAD DE LA ECOCARDIOGRAFÍA
28
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
29
Ecocardiografía y Doppler Cardíaco
la propia FEVI. Un caso extremo son las miocardiopatías restrictivas, en los que apa-
rece insuficiencia cardíaca, con sus síntomas y limitaciones con una función sistólica
ventricular izquierda normal o casi normal. En estos casos, la evaluación de la fun-
ción diastólica adquiere una mayor importancia.
Existen varios métodos para su evaluación, pero el más extendido es la relación
de velocidades (relación E/A) entre las dos ondas de llenado ventricular izquierdo
detectadas mediante el Doppler a nivel de la válvula mitral durante la diástole (onda
E o de llenado precoz y onda A o de llenado tardío). Normalmente la relación E/A
es mayor de 1, pero va disminuyendo cuando empeora la función diastólica. Sin
embargo, cuando la afectación es muy severa, que es cuando tiene relevancia clínica,
la relación E/A es mayor de 2, situación denominada "patrón restrictivo" por ser típi-
co de las miocardiopatías restrictivas.
Figura 1. Análisis ecocar-
diográfico de la estructura y
función sistólica del ventrículo
izquierdo.
La imagen bidimensional
(superior) permite visualizar
las cavidades y válvulas
izquierdas en movimiento.
Para realizar mediciones se
puede utilizar el modo M (ima-
gen inferior) que corresponde
a la evolución en el tiempo de
las estructuras cortadas por la
línea punteada visible en la
imagen superior. En el ejemplo
se han medido los espesores de
la pared y los diámetros tele-
diastólico (D) y telesistólico (S)
del ventrículo izquierdo. La
fracción de eyección del VI, se
puede obtener a partir de la
relación entre D y S.
Abreviaturas: AI: Aurícula
izquierda. Ao: Aorta. D: Diá-
metro diastólico ventricular
izquierdo. PP: Pared posterior.
S: Diámetro sistólico ventricu-
lar izquierdo. TSVD: Tracto de
salida del ventrículo derecho.
VI: ventrículo izquierdo.
30
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
31
Ecocardiografía y Doppler Cardíaco
Dado que el flujo de un fluido (cm3/seg) es igual al producto de una sección del
fluido (cm2) por su velocidad (cm/seg) y que el flujo permanece constante (Flujo1 =
Flujo2), se cumplirá que Area1 × Velocidad1 = Area2 × Velocidad2 y, despejando,
Area1 = (Area2 × Velocidad2) / Velocidad1.
Por tanto, basta conocer el área de una sección de corazón conocida (por ejemplo, el
tracto de salida del ventrículo izquierdo puede medirse fácilmente), la velocidad de la san-
gre en ese punto y en la válvula a medir para conocer el área efectiva de esa válvula y esti-
mar con precisión si existe o no una estenosis y su severidad. La Tabla 4 muestra algunos
de los valores de gradientes y áreas valvulares sugerentes de estenosis valvulares severas.
Las insuficiencias valvulares suelen evaluarse de manera diferente. En este caso
el Doppler codificado en color es de máxima utilidad, particularmente en las insufi-
ciencias mitral y tricuspídea. Habitualmente en los informes de los estudios ecocar-
diográficos no se suelen exponer los parámetros medidos para evaluar la severidad
de una insuficiencia sin significar el juicio definitivo sobre la severidad de ésta (lige-
ra, moderada, severa...) por lo que la explicación de los diversos métodos de su eva-
luación excede el ámbito de este capítulo.
32
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
33
Ecocardiografía y Doppler Cardíaco
34
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
35
Ecocardiografía y Doppler Cardíaco
Estudio valvular
* Depende de la FEVI
BIBLIOGRAFÍA
1. Oh. J.K. Seward J.B., Tajik J. eds. The echo manual. Lippincott-Raven Publis-
hers, Philadelphia, 1999.
2. García-Fernández, M.A., ed. Principios y práctica del Doppler cardiaco.
McGraw Hill. Madrid, 1995.
3. García-Fernández, M.A., ed. Ecocardiografía transesofágica (2 Vol) McGraw
Hill. Madrid, 1991.
4. Picano E. Ecocardiografía de esfuerzo. Spring-Verlag Ibérica. Barcelona, 1994.
5. Placer L. Ecocardiografía de estrés. 1ª Monografía de la Sección de Ecocardio-
grafía y Registros Gráficos Externos. Sociedad Española de Cardiología, 1994.
36
Capítulo 3
Las pruebas de esfuerzo
y de estimulación
Dr. Valeriano Sosa Rodríguez
Servicio de Cardiología. Hospital General Universitario Gregorio Marañón.
37
Las Pruebas de Esfuerzo y de Estimulación
a) Sujetos sintomáticos.
Deben indicarse en los siguientes casos:
· Cuando hay un dolor torácico, cuyo origen es difícil de diagnosticar.
· Cuando hay angina típica con ECG basal normal.
· Cuando hay otros síntomas que sugieran enfermedad coronaria sin dolor torá-
cico.
· Cuando hay arritmias de etiología no filiada.
· Cuando hay disquinesia ventricular sin saberse la causa de la misma.
b) Sujetos asintomáticos.
Deben indicarse en los siguientes casos:
· Sujetos con alto riesgo coronario.
· Cuando hay ECG basal y/o estudio por Holter sospechosos de isquemia sin
síntomas.
· Cuando sujetos sedentarios mayores de 30 años quieran iniciar prácticas
deportivas.
· Periódicamente en sujetos con responsabilidad sobre terceros (en general pilo-
tos y todo tipo de conductores de vehículos públicos).
1.2. Procedimiento
38
Estudio de la Incapacidad Laboral Enfermedades Cardiocirculatorias
a) Absolutas.
Se reconocen como tales las que no se puede hacer la PE en ningún caso:
· IAM reciente, de menos de 5-7 días de evolución.
· Angina inestable, si hay angina de reposo en las 48 horas anteriores a la reali-
zación de la PE.
· Arritmias cardíacas graves.
· Pericarditis aguda.
· Endocarditis.
· Estenosis aórtica severa y todo tipo de obstrucción severa del tracto de salida.
· Embolia o infarto pulmonar agudo.
· Enfermedad general grave.
· Incapacidad física severa.
b) Relativas.
Se reconocen como tales aquellas en que se puede hacer la PE, pero con cui-
dado y sólo en determinadas condiciones, como, por ejemplo, en zona hospitalaria
con Unidad Coronaria o, al menos, UVI, si se trata de casos de alto riesgo:
· Enfermedades menores no cardíacas.
· HTA sistémica o pulmonar significativa.
· Taquiarritmias o bradiarritmias.
· Estenosis aórtica moderada u obstrucción moderada del tracto de salida.
· Efectos de drogas o anomalías electrolíticas.
· Obstrucción del tronco o equivalente.
· Miocardiopatía hipertrófica.
· Enfermedad psiquiátrica
1.4. Protocolos
39
Las Pruebas de Esfuerzo y de Estimulación
a) Bicicleta ergométrica.
Presenta las ventajas de producir menos ruido, ocupar menos espacio y ser
menos cara que el tapiz. Por otra parte, el doble producto (DP) y la TAS alcanzados
suelen ser más altos y el registro del ECG suele ser mejor que en el tapiz rodante.
Sin embargo, presenta las desventajas de que requiere mayor colaboración por
parte del paciente, con el inconveniente de la dificultad de su uso por pacientes no
habituados al ciclismo, en cuyo caso hay dificultades para alcanzar la frecuencia
cardíaca (FC) submáxima, respecto al tapiz.
40
Estudio de la Incapacidad Laboral Enfermedades Cardiocirculatorias
así se pierde más tiempo con el paciente, pues está demostrado que el tiempo perdido
informando al paciente antes de la PE redunda posteriormente en menor tiempo total,
pues muchas veces en que no se informa previamente hay que hacer varios intentos falli-
dos antes de empezar realmente la prueba definitiva. Esto es un hecho que no suele
venir en la bibliografía, pero que todos los cardiólogos que trabajan en PE conocen.
Por otra parte hay veces en que, si es posible, hay que suspender la medicación
previamente a la realización de la PE, ya que podría influir en el resultado de la
misma, sobre todo si se trata de PE diagnósticas.
En este caso debe tenerse en cuenta que el tiempo necesario para suspender la medi-
cación antes de ralizar la PE es variable para cada medicamento, de la siguiente forma:
· Los betabloqueantes deben suspenderse 7 días antes.
· Los calcioantagonistas 24 horas antes.
· La amiodarona 21 días antes.
· Los nitratos 8 horas antes.
· La molsidomina 12 horas antes.
· La digital 7 días antes.
· Los diuréticos 4 días antes.
El día que se va a realizar la PE es necesario, antes de realizar la misma, inte-
rrogar al paciente y, si fuese necesario, realizar una exploración física, con vistas a
revisar si ha surgido últimamente alguna contraindicación para realizarla.
a) Absolutos.
Debe terminarse inmediatamente la PE:
· Descenso persistente de la TAS bajo el nivel basal.
· Angina intensa o creciente.
· Descenso del segmento ST mayor o igual a 3 mm. o ascenso mayor o igual a 1 mm.
· Síntomas de deterioro del sistema nervioso central (ataxia, mareo, etc.).
· Signos de mala perfusión periférica (palidez, mareo, etc.).
· Arritmias ventriculares graves (fibrilación ventricular, taquicardia ventricular).
· Dificultad de monitorización del ECG.
· Requerimiento expreso del paciente.
b) Relativos.
Debe vigilarse cuidadosamente el desarrollo de la PE, y, quizá, haya que ter-
minarla:
· Cambios en el QRS, como marcado cambio de eje.
· Incremento del dolor torácico.
· Fatiga muscular, jadeo, calambres o claudicación en miembros inferiores.
· Malestar general.
· Arritmias menores, como taquicardia supraventricular.
· Desarrollo de bloqueo de rama con taquicardia por el esfuerzo no claramente
distinguible de taquicardia ventricular.
41
Las Pruebas de Esfuerzo y de Estimulación
Es importante que el informe recoja todos los datos necesarios para entender el
diagnóstico y la CF, así como toda la información que la PE pueda dar sobre la
enfermedad del paciente, según lo que ya se ha dicho anteriormente. En este senti-
do el informe de una PE cardiológica se divide en varios apartados:
42
Estudio de la Incapacidad Laboral Enfermedades Cardiocirculatorias
43
Las Pruebas de Esfuerzo y de Estimulación
Figura 1. Registro de ECG basal durante una PE. La derivación superior corresponde a V5, la
media a V2 y la inferior a aVF, con lo que quedan registradas las caras izquierda, derecha e inferior
respectivamente. El registro corresponde a un ECG normal.
44
Estudio de la Incapacidad Laboral Enfermedades Cardiocirculatorias
Figura 2. Registro de ECG en el máximo esfuerzo en el mismo paciente anterior. Las mis-
mas derivaciones. Como vemos, en V5 hay un descenso del segmento ST superior a 1 mm., indi-
cando que la PE es positiva eléctricamente.
Figura 3. Registro de ECG en el máximo esfuerzo de una PE. Se registran las mismas deriva-
ciones y en la misma posición que en las 2 figuras anteriores. Como vemos, en V5 hay un ascenso
del segmento ST superior a 1 mm. indicando que la PE es eléctricamente positiva.
45
Las Pruebas de Esfuerzo y de Estimulación
46
Estudio de la Incapacidad Laboral Enfermedades Cardiocirculatorias
Hay veces en que, por diversas razones que especificamos a continuación, las
PE convencionales no son suficientes, por lo que entonces se realizan PE no con-
vencionales en sus distintas modalidades o pruebas de estimulación farmacológica.
Las PE no convencionales pueden usarse para mejorar el diagnóstico, cuando
el de la PE convencional es dudoso o insuficiente. En estos casos pueden usarse la
PE con ecocardiograma o la PE con perfusión isotópica. En los casos en que el
paciente no pueda realizar la PE, si hay contraindicación absoluta para realizar la
misma o problemas para alcanzar la FC submáxima, etc., se puede hacer una prue-
ba de diagnóstico previa estimulación farmacológica.
También, en el caso de que la CF determinada por PE convencional pueda con-
siderarse dudosa, lo que ocurre cuando hay insuficiencia cardíaca, ya que en estos
casos la CF por PE convencional puede sobrevalorarse, se debe utilizar la PE con
determinación real de la CF, mediante análisis del intercambio de gases y determi-
nación del consumo de oxígeno.
Todo lo dicho hasta ahora para las PE convencionales puede ser válido para las
no convencionales, con ligeras variantes, que son las que van a tratarse a continuación.
47
Las Pruebas de Esfuerzo y de Estimulación
Se trata de inyectar un isótopo radiactivo que se fija en las fibras sanas del mio-
cardio y no en las afectadas por isquemia o infarto.
Hay distintos tipos de isótopos que pueden usarse para este fin. Hoy día, en
general, los más conocidos son el talio-201 y los compuestos tecneciados (MIBI o
tetrofosmin).
Se realiza una PE en tapiz o bicicleta, con el mismo protocolo que la PE con-
vencional, por tanto casi siempre por protocolo de Bruce. Dos minutos antes de ter-
minar el esfuerzo se inyecta la dosis correspondiente del isótopo, después de lo cuál
se realiza una gammagrafía, hoy día casi siempre por el procedimiento de tomografía
por emisión de fotón único (SPECT), en la que se apreciará defecto de fijación o de
actividad del isótopo en los segmentos afectados por isquemia o infarto. Posterior-
mente se realiza otra tomografía, en la que, una vez recuperada la isquemia, el isó-
48
Estudio de la Incapacidad Laboral Enfermedades Cardiocirculatorias
topo se fijará en los segmentos anteriormente afectados por la isquemia, pero conti-
nuará sin fijarse en los segmentos infartados.
Hay algunas diferencias en el procedimiento dependiendo del isótopo utilizado.
En el caso del talio-201, como se trata de un fármaco que sigue al potasio en su
metabolismo, tras el esfuerzo se fija sólo en las fibras no isquémicas ni infartadas y,
posteriormente, entra en las fibras afectadas por la isquemia, permaneciendo ausen-
te de las zonas infartadas, por el procedimiento llamado de redistribución. La gam-
magrafía de esfuerzo debe hacerse antes de los 20 minutos del final del esfuerzo y la
de redistribución entre 1 y 3 horas siguientes.
En el caso de los compuestos tecneciados debe hacerse una inyección de isóto-
po de esfuerzo y otra de reposo, después del esfuerzo. El tiempo entre ambas inyec-
ciones debe ser de al menos 12 horas si se usa el MIBI o de 3 horas si se utiliza el
tetrofosmín. Posteriormente a las inyecciones de esfuerzo y de reposo se realizan sen-
das gammagrafías, observándose las mismas diferencias entre las mismas que entre
las gammagrafías de esfuerzo y de redistribución en el caso del talio-201.
Las diferencias entre las gammagrafías, por técnica SPECT, se determinan por
diferencias de actividad, que vienen expresadas por las diferencias de color.
En la figura 5 se aprecia un caso de perfusión isotópica normal, en la figura 6 se
aprecia un caso de isquemia extensa inferior y en la figura 7 un caso de infarto infe-
rior. En todas ellas se usa el procedimiento de la integración de imágenes por "ojo
de buey".
Utilizando técnica SPECT con talio-201 la S está entre un 80% y un 90% y la E
está en torno al 90%. En el caso de SPECT con compuestos tecneciados la S está
entre un 90% y un 92% y la E entorno al 90%.
Como vemos, la eficacia diagnóstica es mayor que en la PE convencional, tam-
bién podría determinarse cuál o cuáles son los vasos afectados, ya que se determinan
los segmentos, y puede diferenciarse entre isquemia e infarto.
49
Las Pruebas de Esfuerzo y de Estimulación
50
Estudio de la Incapacidad Laboral Enfermedades Cardiocirculatorias
Figura 7. Integración de imágenes obtenidas por gammagrafía SPECT en esfuerzo, tras inyección
de tetrafosmín, y en reposo. Imágenes integradas en “ojo de buey”. A diferencia del caso de la figu-
ra 6, en el presente estudio se observa una falta de perfusión en cara inferior, tanto en la gammagrafía de
esfuezo, situada a la izquierda, como en la gammagrafía de reposo, situada a la derecha, lo que es debido a
un infarto inferior. También lo más probable, en este caso, es que el vaso responsable del infarto sea la CD.
51
Las Pruebas de Esfuerzo y de Estimulación
Se utilizan para este tipo de PE protocolos más suaves que los protocolos de diagnós-
tico, como el protocolo en rampa, en que el incremento de la carga es continuo sin solu-
ciones de continuidad o estadios intermedios. En Cardiología se suelen utilizar incre-
mentos de 5 o 10 watios por minuto. Con estos protocolos es también más fácil hallar el
umbral anaerobio, interesante en estos pacientes, del que hablaremos más adelante.
Se usan ergómetros convencionales, bicicleta o tapiz, y un sistema de espiro-
metría que determina el oxígeno consumido y el anhídrido carbónico expulsado
según se realiza el esfuerzo.
Al final de la PE se pueden determinar los siguientes parámetros:
52
Estudio de la Incapacidad Laboral Enfermedades Cardiocirculatorias
c) Otros parámetros.
Se pueden determinar otros, como los equivalentes respiratorios para el oxíge-
no y el carbónico, el cociente respiratorio y el pulso de oxígeno aunque tienen
menor interés desde el punto de vista de la Cardiología Laboral.
BIBLIOGRAFÍA
PE CONVENCIONAL
1. Wasserman K, editor. Principles of Exercise Testing and interpretation. Phila-
delphia. Williams and Wilkins. 1.994.
2. Ellestad MH: Pruebas de Esfuerzo: Bases y aplicación clínica. Barcelona. Edicio-
nes Consulta. 1.987.
3. Bruce RA: Evaluation of functional capacity and exercise tolerance of cardiac
patients. Mod. Concepts Cardiovasc. Disease. 1.956. 25: 320-322.
4. Sosa V, De Llano J, Lozano JA et al: Rehabilitación cardíaca: Generalidades,
indicaciones, contraindicaciones, protocolos. Monocardio. 1.991. 28: 44-60.
5. Fletcher GF et al: Exercise standards. Circulation. 1.990. 82: 2286-2322.
6. Roquebrune JP: Epreuves d'effort en Cardiologie. Paris. Masson. 1.984.
PE CON PERFUSION ISOTOPICA.
7. Ortega D: Estudios de perfusión miocádica. En: Cardiología Nuclear. Candell J
y Ortega D, editores. Barcelona. Ediciones Doyma. 1992. Págs. 65-84.
8. Castell J: Métodos de cuantificación de la perfusión miocárdica. En: Cardiología
Nuclear. Candell J y Ortega D, editores. Barcelona. Ediciones Doyma. 1992. Págs.
85-105.
9. Van Train K, Maddahi J, Berman DS et al: Quantitative analysis of stress tha-
llium-201 SPECT myocardial scintigrams: a multicenter trial. J. Nucl. Med. 1990. 31:
1240-1246.
PRUEBAS DE ESTIMULACION FARMACOLOGICA.
10. Haynie MP, Gould KL, Gerson MG: Methods alternative to dynamic leg exer-
cise for detecting chronic coronary artery disease. En: Cardiac Nuclear Medicine.
Gerson MG, editor. New York. McGraw Hill. 1987. Págs. 235-250.
PE CON DETERMINACION DIRECTA DEL CONSUMO DE OXIGENO.
11. Wasserman K, editor. Principles of Exercise Testing and interpretation. Phila-
delphia. Williams and Wilkins. 1.994.
12. Sosa V: Aplicaciones del umbral anaerobio en clínica cardiológica. En: Umbral
anaerobio: Bases fisiológicas y aplicación. López Chicharro J y Legido JC, editores.
Interamericana McGraw Hill. Madrid. 1991. Págs. 171-190.
13. Weber KT, Janicki JS: Determination of aerobic capacity and the severity of
chronic cardiac and circulatory failure. Circulation. 1987. 76 (suppl. 6): VI40-VI45.
53
Capítulo 4
Cardiología Invasiva
y Hemodinámica
Dr. Manuel Abeytua Jiménez
Servicio de Cardiología. Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Madrid
1. INTRODUCCIÓN
1.1. Antecedentes
2. CATETERISMOS DIAGNÓSTICOS
2.1. Valvulopatías
56
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
Globalmente el ECO valora bien las estenosis valvulares. Las insuficiencias puede a
veces sobrevalorarlas, por lo que en estos casos, si los datos no son concordantes con la
clínica, se indicará la valoración hemodinámica (1). Esto ocurre con mayor frecuencia
en regurgitaciones moderadas de pacientes a los que se les va a corregir otra valvulo-
patía, y es preciso tener el diagnóstico exacto para actuar o no sobre la otra válvula.
La Hemodinámica aporta datos por registro de presiones (Tabla 1a), por cálculos
hemodinámicos (Tabla 1b) y por angiografía.
Tabla 1a .-Registro de presiones en Hemodinámica: Valores normales en mmHg.
57
Cardiología Invasiva y Hemodinámica
Tabla 3.
58
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
Gasto Cardíaco
Tabla 3. (cont.)
59
Cardiología Invasiva y Hemodinámica
Los grados de insuficiencia son los mismos que en la mitral (Tabla 4), teniendo
en cuenta que el contraste es inyectado en la raiz de la aorta, la regurgitación se valo-
rará en 4 grados comparando el llenado ventricular tras la regurgitación en diástole,
de la misma forma que en la insuficiencia mitral.
60
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
61
Cardiología Invasiva y Hemodinámica
pre precisan anticoagulación oral para prevenir la trombosis. Hacen ruido metálico
como el tictac de un despertador, al que el paciente suele adaptarse bien. Como ven-
taja es que no presentan degeneración y resisten más el paso del tiempo.
2.2. Miocardiopatías
62
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
2.3.4. Coronariografía
La coronariografía es hoy día la única técnica que nos permite visualizar las
arterias coronarias en todo su recorrido. Ofrece información sobre las estenosis y
oclusiones coronarias. Es el método diagnóstico de referencia de la enfermedad
coronaria. En la enfermedad coronaria difusa puede minimizar las estenosis al poder
perder el diámetro de referencia normal. Otras técnicas, como el ECO intracorona-
rio, pueden aportar mayor precisión al permitir visualizar el vaso coronario cortado
transversalmente en toda su profundidad.
Las estenosis coronarias pueden ser valoradas por relación porcentual de los
diámetros de referencia entre el vaso sano y el mínimo diámetro del vaso enfermo.
Con este método, la severidad comienza en la estenosis del 70%, que es como se rea-
lizaba hasta que se comenzó a emplear la digitalización de imagen, haciéndose
ahora por automatismo de bordes; con este método, las estenosis significativas
comienzan en el 50%. Es decir, lesiones informadas por valoración de diámetros
igual al 70 %, son equivalentes a lesiones del 50% por automatismo de bordes.
La coronariografía estará indicada en la angina estable, cuando un paciente se
plantee mejorar la calidad de vida, o cuando las pruebas detectoras de isquemia, seña-
len alto riesgo por positividad precoz (en la ergometría o en el ECO de estrés), o por
amplio territorio en riesgo (estudio isotópico), o la aparición de arritmias graves
durante el estrés en dichas pruebas. La aparición de angina inestable puede ser tribu-
taria de coronariografía, aunque también puede intentarse tratamiento médico, y si la
angina se estabiliza, actuar según respuesta del paciente a las pruebas de isquemia.
La ventriculografía izquierda realizada durante la coronariografía nos propor-
ciona información sobre la función sistólica tanto global como segmentaria. Valorar
la función ventricular tiene gran interés en los pacientes coronarios. Una fracción de
eyección (FE) disminuída es por sí sola un factor de mal pronóstico (Tabla 5).
Normal 55
Ligera 40 - 44
Moderada 30 - 39
Severa < 30
3. CATETERISMOS TERAPÉUTICOS
63
Cardiología Invasiva y Hemodinámica
Fig 1. Arriba: el balón Inoue comienza a hincharse distalmente; en el medio: Se observa la forma
de diábolo del Inoue; Abajo: se hincha todo el balón, abriendo la válvula.
64
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
Bien elegidos los casos y con experiencia adecuada, los porcentajes de éxito son
superiores al 90%. Dichos resultados a corto plazo son al menos tan eficaces como
la comisurotomía mitral quirúrgica (5,7) conservando a medio plazo resultados
superponibles a la cirugía (7,8).
Al ser esta valvulopatía mucho menos frecuente que la estenosis mitral, la val-
vuloplastia de la tricúspide es infrecuente en nuestro medio. Las indicaciones y resul-
tados son similares a los de la valvulopatía mitral. En esta válvula se emplea el doble
balón, por ser mayor el anillo tricuspídeo.
3.2.1.1. Indicaciones
65
Cardiología Invasiva y Hemodinámica
66
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
e infarto agudo de miocardio sin que antes produzca síntomas de angina de pecho.
Si el paciente tiene profesión de riesgo, es mejor que espere un mínimo de tres meses
para hacer una ergometría y si persisten las dudas, realizar coronariografía de con-
trol a los 6 meses. También pueden ser valorados estos pacientes con ECO de estrés,
que puede ser repetitivo. Las reestenosis pueden ser tratadas percutáneamente, con
balón, stent o rotablator según los casos.
Al no ser la ACTP con balón eficaz en todo tipo de lesiones coronarias, como
las calcificadas. ostiales y de injertos de vena safena, y para intentar resolver las com-
plicaciones agudas y las reestenosis, se diseñaron nuevos dispositivos para intentar
resolver estos problemas:
a) STENT:
Es una malla o helicoide metálico que se adosa por fuera a un balón de
ACTP y se implanta en la arteria coronaria. Se comenzaron a emplear (13)
para resolver complicaciones agudas de la ACTP con balón como la disec-
ción y la oclusión aguda. Se ha mostrado muy útil para dichos eventos. Al
lograr un diámetro luminal mayor, con mínima estenosis post procedimien-
to, las reestenosis a los 6 meses han disminuído al 20% ó menos, por lo que
se utiliza también en lesiones tratadas con éxito parcial con ACTP de balón
y actualmente se emplea también de forma electiva. El número de stent por
procedimiento en ACTP ha aumentado de forma muy importante. En 1996
en nuestro país se implantó stent en el 47% de todas las intervenciones per-
cutáneas coronarias, y dicho número continúa en aumento (11). Cuando un
stent se reestenosa puede volver a ser tratado con ACTP con balón o con
rotablator intra stent.
b) ROTABLATOR:
Consta en su extremo distal de una oliva con incrustaciones de polvo de dia-
mante que gira a 180.000 revoluciones por minuto, pulverizando la placa y
rechazando las partes blandas. Es muy eficaz para tratar lesiones calcificadas,
que con balón es más fácil producir disección. Se comienza por olivas
pequeñas, de 1,5 mm y se va aumentando su tamaño. Se puede o no finali-
zar con balón o con implante de stent.
c) ATEROTOMO DIRECCIONAL DE SIMPSON:
Es un cilindro hueco con una ventana de 10 mm donde se aloja una cuchilla
que gira a 2.000 r.p.m., siendo eficaz en lesiones blandas, con trombo. Pre-
cisa vasos gruesos, superiores a 3 mm. parara poderse emplear. Se utiliza
muy poco por haber presentado reestenosis no inferiores al balón, y por
poder ser reemplazado por el stent.
d) LASER:
Muy poco empleado hoy día por haber tenido muchas reestenosis y precisar
equipo complejo y caro.
67
Cardiología Invasiva y Hemodinámica
BIBLIOGRAFÍA
68
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
5. Turi ZG, Reyes VP, Raju BS, et al. Percutaneous balloon versus surgical closed
commissurotomy for mitral stenosis. A prospective, randomized study. Circulation
1991;83:1179-85.
6. Patel JJ, Shama D, Mitha AS et al. Balloon valvuloplasty versus closed com-
missurotomyfor pliable mitral stenosis: A prospective hemodynamic study. J Am
Coll Cardiol 1991:18:1318-22.
7. Reyes VP, Raju BS, Wynne J et al. Percutaneous balloon versus valvuloplasty
compared with open surgical commissurotomy for mitral stenosis. N Engl J Med.
1994;331:961-7.
8. Hung JS, Chen MS, Wu JJ et al. Short and long-term results of catheter ballo-
on percutaneous transvenous mitral commissurotomy. Am J Cardiol 199;67:854-
862.
9. Bashore TM, Davidson CJ, and the Mansfield Scientific Aortic Valvulo-
plasty Registry Investigators: Follow-up recatheterizaton after balloon aortic val-
vuloplasty. J Am Coll Cardiol 1991;17:1188-95.
10. Grüentzig AR, Senning A, Siegenthaler WE. Nonoperative dilatation of coro-
nary artery stenosis: percutaneous transluminal coronary angioplasty. N Engl J Med.
1979;301:61-68.
11. Serra A, Zueco J, Elízaga J y García E. Registro de la Sección de Hemodiná-
mica y Cardiología Intervencionista del año 1996. Rev Esp Cardiol 1997;50:833-
842.
12. Ryan TJ, Faxon DP, Gunnar RM, et al. Guidelines for percutaneous translu-
minal coronary angioplasty - A report of the ACC/AHA Task Force on assessment
of diagnostic and therapeutic cardiovascular procedures. J Am Coll Cardiol
1988;12:529-45.
13. Schatz RA. A View of vascular stents. Circulation 1989; 79:445-57.
69
Capítulo 5
Las Valvulopatías
1. INTRODUCCIÓN
Existe una vacío legal que impide establecer fácilmente las normas de actuación
del inspector médico en relación con la actividad laboral de los pacientes que sufren
enfermedad valvular. En este capítulo no se pretende elaborar esta normativa, sino
contribuir a que el inspector médico se forme un criterio razonable y fundado en la
experiencia científica que le permita tomar las decisiones, a veces difíciles, que se
relacionan con la vida laboral y personal de los sujetos que sufren enfermedad val-
vular. En ningún momento es la intención de los autores que este texto se tome como
una pauta rígida de conducta, pues cada paciente requiere una valoración indivi-
dualizada y multifactorial.
Una de las guías más exhaustivas y completas que se han publicado en relación
con las limitaciones que impone la enfermedad valvular - emitida por el "American
College of Cardiology" y el "American College of Sports Medicine" en el marco de
la 26ª conferencia de Bethesda para deportistas de élite - está relacionada con el
deporte de competición, actividad muy alejada de las situaciones laborales habitua-
les y por tanto no extrapolable a personas de otra edad, estado de salud y condición
física. Sin embargo, constituye un buen marco de referencia para hacerse una idea
de hasta que punto la enfermedad valvular puede y debe limitar la capacidad física.
Como hemos mencionado, estas orientaciones se dirigen generalmente a gente
joven, por lo demás sana, que tiene un poderoso estímulo para desarrollar su acti-
vidad. Probablemente, en el marco de la actividad laboral hay que ser todavía más
restrictivo. Esto es particularmente cierto para aquellas personas que realizan una
actividad profesional que afecta a la seguridad de terceras personas o que, por sus
características, puede poner en peligro la seguridad del propio trabajador. En estos
casos, es especialmente importante individualizar las decisiones en función de las
características concretas del trabajo, edad, enfermedades intercurrentes, etc. Dentro
de las manifestaciones clínicas de la enfermedad valvular, el síncope constituye la
más difícil de valorar y el riesgo de síncope, debe incapacitar para realizar activida-
Las Valvulopatías
des laborales que puedan afectar gravemente a la seguridad del propio trabajador o
de terceras personas, tales como manejo de maquinaria peligrosa, conducción de
vehículos de motor, control de vuelo, manejo de sustancias peligrosas, etc.
74
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
Tabla 2. DINAMICO
Moderado Trabajo que exija Trabajo que exija Trabajo que exija
(II) un esfuerzo físico un esfuerzo físico esfuerzo físico in-
estático modera- estático y dinámi- tenso, salvo aque-
do, como subir co moderado, co- llos que exijan un
pequeñas cuestas mo subir peque- actividad estática
o cargar con un ñas cuestas cargar intensa.
peso pequeño, pe- con un peso lige-
ro no ejercicios ro, caminar largas
dinámicos como distancias etc.
caminar largas
distancias etc.
Intenso Trabajo que exija Trabajo que exija Trabajo que exija
(III) un esfuerzo físico esfuerzo físico in- esfuerzo físico in-
estático modera- tenso, salvo aque- tenso.
do a intenso, co- llos que exijan un
mo subir cuestas o actividad dinámi-
cargar peso, pero ca intensa.
no dinámico co-
mo caminar lar-
gas distancias etc.
3. VALVULOPATÍAS
3.1.1. Etiología
Es fundamentalmente reumática. La EM congénita y la que aparece en las enfer-
medades del tejido conectivo son muy raras. Dos tercios de los casos son mujeres.
75
Las Valvulopatías
3.1.2. Fisiopatología
El orificio de la válvula mitral en el adulto es normalmente de 4 a 6 cm2. No se
producen alteraciones hemodinámicas significativas hasta que el área valvular queda
reducida a la mitad, entre 1,5 y 2,5 cm2 (estenosis mitral leve), sólo se produce sin-
tomatología durante el esfuerzo. Cuando el área oscila entre 1 y 1,5 cm2 se habla de
estenosis mitral moderada y por debajo de 1 cm2 de estenosis mitral severa.
La estenosis mitral produce elevación de presión en la aurícula izquierda y, por
tanto, un gradiente diastólico de presión aumentado entre la aurícula y el ventrículo
que permite el llenado ventricular. El llenado ventricular se realiza en la diástole, y
la diástole se acorta relativamente más que la sístole a medida que aumenta la fre-
cuencia cardíaca, de manera que la taquicardia aumenta el gradiente transvalvular y
eleva más la presión en la aurícula izquierda. Con el tiempo, la aurícula izquierda se
agranda e hipertrofia y la dilatación auricular puede desencadenar fibrilación auri-
cular (FA), que dificulta aún más el llenado por dos mecanismos: aumento de la fre-
cuencia ventricular y pérdida de la contribución auricular. La FA favorece la apari-
ción de trombos intracavitarios que pueden dar lugar a embolismos sistémicos.
Por otro lado, la elevación de la presión auricular izquierda se transmite retró-
gradamente hacia los capilares y las arterias pulmonares. Cuando la presión en el
capilar pulmonar (PCP) supera los 25-30 mm de Hg aparecen edema pulmonar y dis-
nea (síntoma clínico fundamental). En la EM leve a moderada la presión de la aurí-
cula izquierda y la PCP en reposo pueden ser normales para elevarse durante el ejer-
cicio. En la EM grave, con resistencias vasculares pulmonares elevadas, la presión de
la arteria pulmonar (PAP) está elevada incluso en reposo. Cuando la PAP supera los
50 mm de Hg, la postcarga del ventrículo derecho es tan alta que interfiere con su
vaciamiento y se elevan su presión y volumen telediastólicos. A largo plazo, la este-
nosis mitral produce hipertensión pulmonar e insuficiencia cardíaca derecha.
3.1.3. Clínica
76
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
3.1.4. Tratamiento
En el paciente joven asintomático con EM son importantes la profilaxis con
penicilina de las infecciones estreptocócicas y la profilaxis de la endocarditis infec-
ciosa en todas aquellas maniobras con riesgo de bacteriemia. El tratamiento médico
incluirá restricción de sodio y diuréticos. Los digitálicos no suelen ser útiles en caso
de ritmo sinusal pero son necesarios en caso de FA. Si la FA es reciente se ha de
intentar revertir a ritmo sinusal. La anticoagulación oral está claramente indicada en
todos aquellos enfermos que han sufrido episodios embólicos aunque se recomienda
en todos los pacientes que se encuentren en FA y en aquellos en ritmo sinusal con
una aurícula izquierda grande (> 55 mm).
La valvulotomía mitral quirúrgica está indicada en pacientes, generalmente
jóvenes, con EM pura cuyo orificio efectivo sea menor de 1,3 cm2 (0,8 cm2/m2 de
superficie corporal) que presenten síntomas o hipertensión pulmonar y una válvula
relativamente bien conservada, sin gran calcificación, engrosamiento valvular o
fusión de los velos. La valvuloplastia percutánea con balón es una buena alternativa
a la valvulotomía mitral en ausencia de trombos en la aurícula izquierda (valorada
por ecocardiografía transesofágica).
La sustitución valvular está indicada en pacientes con EM severa sintomática en
clase funcional III ó IV, con insuficiencia mitral asociada o desestructuración grave
de la válvula y, en caso que la clase funcional sea buena, siempre que exista hiper-
tensión pulmonar, insuficiencia cardíaca derecha secundaria a la valvulopatía o ante-
cedentes embólicos de repetición pese a anticoagulación oral permanente.
77
Las Valvulopatías
3.2.1. Etiología
La insuficiencia mitral (IM) es multietiológica a diferencia de la EM y es más
frecuente en varones. En un tercio de los pacientes se debe a una cardiopatía reumá-
tica crónica. Entre las causas no reumáticas se cuentan la IM congénita, la rotura de
las cuerdas tendinosas o perforación valvular en una endocarditis, la rotura o dis-
función de un músculo papilar en un infarto, la dilatación del anillo secundaria a
dilatación del ventrículo izquierdo y el prolapso valvular mitral.
78
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
3.2.2. Fisiopatología
3.2.3. Clínica
79
Las Valvulopatías
3.2.4. Tratamiento
80
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
3.3.1. Etiología
La estenosis aórtica es la valvulopatía crónica más frecuente y predomina en
varones. La obstrucción puede encontrarse a tres niveles:
1. Supravalvular: de origen congénito.
2. Subvalvular: en la miocardiopatía hipertrófica o en la estenosis aórtica sub-
valvular congénita aislada.
3. Valvular: es la forma más frecuente. La estenosis aórtica congénita se debe a la
presencia de una válvula ya anormal desde el nacimiento, pero que no tiene
por qué ser estenótica inicialmente, sino que con los años se engruesa y calci-
fica precozmente estrechando el orificio aórtico. La fiebre reumática puede
causar EA, pero es raro que aparezca EA aislada, casi siempre se asocia a val-
vulopatía mitral y generalmente también a insuficiencia aórtica. La EA calcifi-
cada idiopática o senil degenerativa es la forma más frecuente en los ancianos.
3.3.2. Fisiopatología
3.3.3. Clínica
Suele existir un largo periodo de latencia antes de la aparición de los síntomas,
durante el cual la estenosis va progresando. Los síntomas principales son la angina,
el síncope y la disnea de esfuerzo. La angina es el síntoma más frecuente. El sínco-
pe suele ser de esfuerzo y ortostático. La disnea de esfuerzo por insuficiencia cardía-
81
Las Valvulopatías
3.3.4. Tratamiento
82
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
3.4.2. Fisiopatología
3.4.3. Clínica
83
Las Valvulopatías
3.4.4. tratamiento
84
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
3.5.1. Etiología
3.5.3. Tratamiento
85
Las Valvulopatías
debe realizarse en los pacientes con una insuficiencia grave secundaria a deformidad
de la válvula por fiebre reumática, sobre todo en los casos sin hipertensión pulmonar.
No existe ninguna evidencia de que los pacientes con IT aislada corran ningún
riesgo al realizar esfuerzos físicos. Aquellos pacientes con IT de cualquier grado con pre-
sión auricular derecha < 20 mm de Hg, PCP normal, ausencia de elevación de la pre-
sión sistólica ventricular y función ventricular derecha normal pueden realizar cualquier
tipo de actividad, siempre que su condición física, entrenamiento, edad, y patología con-
comitante lo permitan, sin que exista evidencia de que esto empeore su estado de salud
o suponga un riesgo mayor que el de otros sujetos para su integridad física.
3.6.1. Etiología
Esta lesión es poco frecuente como lesión aislada. Su etiología más frecuente es
la fiebre reumática, asociándose generalmente otras valvulopatías (sobre todo EM o
doble lesión mitral). Otras causas raras de ET son el síndrome carcinoide y el mixo-
ma de la aurícula derecha.
3.6.3. Tratamiento
86
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
4.1. Generalidades
Hay una serie de aspectos que son comunes para todos los pacientes que han
sido sometidos a un recambio valvular:
– A pesar de que la mayoría de los pacientes mejora tras las sustitución valvu-
lar, incluso muchos se vuelven asintomáticos, la mortalidad a largo plazo en
estos pacientes operados es superior a la de la población general de su misma
edad.
– Tras la sustitución valvular sigue existiendo un gradiente transvalvular de
variable intensidad.
– Aunque la mayoría de los pacientes presentan una hemodinámica normal en
reposo, muchos pacientes presentan una mala respuesta al ejercicio.
– El ejercicio intenso aparentemente no produce hemólisis en pacientes con
válvulas protésicas normofuncionantes.
– A la hora de fijar la capacidad de respuesta del paciente ante la actividad físi-
ca es fundamental la evaluación mediante ergometría.
– Aquellos pacientes con válvulas metálicas posteriormente requerirán trata-
miento continuado con anticoagulantes orales.
87
Las Valvulopatías
No hay datos sobre si el ejercicio a largo plazo puede tener un efecto deletéreo
sobre la función ventricular o de la válvula. Ya que las válvulas protésicas tienen un
área valvular efectiva disminuida y mayor inercia que las naturales, funcionan mejor
a frecuencias cardíacas normales. Una frecuencia cardíaca mantenida por encima de
120-130 latidos por minuto podría dar lugar a un incremento del gasto cardíaco
menor del esperado o a gradientes mayores de los normales.
Unas recomendaciones razonables para los pacientes operados pueden ser:
a) Pacientes con una válvula protésica mitral, que no estén tomando anticoagu-
lantes orales y que tengan una función valvular normal y una función ventri-
cular normal, siempre que su condición física, entrenamiento, edad, y pato-
logía concomitante lo permitan, podrían realizar actividades estáticas y diná-
micas de intensidad moderada como las clasificadas como IA, IB, IIA, IIB en
la Tabla 2, sin que exista evidencia de que esto empeore su estado de salud o
suponga un riesgo mayor que el de otros sujetos para su integridad física.
b) Aquellos pacientes que estén tomando anticoagulantes orales no deberán
realizar actividades que impliquen riesgo de sangrado.
c) Pacientes con una válvula protésica aórtica, que no estén tomando anticoa-
gulantes, sin disfunción valvular y con función ventricular normal, podrán
realizar actividades estáticas y dinámicas de intensidad ligera, es decir clasi-
ficadas como IA en la Tabla 2.
88
Capítulo 6
Cardiopatía Isquémica:
Angina de Pecho
Dra. Esther Pérez David y Dr. Juan Ramón Rey Blas
Servicio de Cardiología. Hospital General Universitario Gregorio Marañón Madrid
1. INTRODUCCIÓN
2. ANGINA ESTABLE.
90
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
91
Cardiopatía Isquémica: Angina de Pecho
2.2.2. Ecografía
92
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
93
Cardiopatía Isquémica: Angina de Pecho
94
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
95
Cardiopatía Isquémica: Angina de Pecho
3. ANGINA INESTABLE
3.1. Definición.
96
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
97
Cardiopatía Isquémica: Angina de Pecho
98
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
99
Cardiopatía Isquémica: Angina de Pecho
BIBLIOGRÁFÍA
100
Capítulo 7
Cardiopatía Isquémica:
Infarto de Miocardio
Dr. Juan Ramón Rey Blas y Dra. Esther Pérez David
Servicio de Cardiología. Hospital General Universitario Gregorio Marañón Madrid.
1. INTRODUCCIÓN
102
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
clase social baja, los que no estaban contentos con su actividad laboral previa y los
que poseen un trabajo de esfuerzo son los que se reincorporan más difícilmente a
su trabajo. Otras causas frecuentes de absentismo laboral son el desempleo, la sen-
sación subjetiva de incapacidad, el pesimismo en el futuro, la hiperprotección
familiar y el consejo erróneo del médico de cabecera (Tabla 1).
Tabla 1. Determinantes de vuelta al trabajo
FACTORES POSITIVOS FACTORES INDEPENDIENTES FACTORES NEGATIVOS
Baja laboral reciente. Mejoría en la sintomatología. Edad avanzada.
Consejos médicos de vuelta Mayor tolerancia al ejercicio. Clase social baja.
precoz al trabajo. Severidad de las lesiones. Descontentos con actividad
Programa de rehabilitación. Fracción de eyeción. laboral previa.
Buena clase funcional. Revascularización miocárdi- Trabajo que requiere esfuerzo
Apoyo familiar ca completa. físico.
Estratificación del paciente Ansiedad y depresión.
en alto, medio o bajo riesgo. Hiperprotección familiar.
Infartos previos.
Mala clase funcional.
Clínica de angina o ICC.
Uno de los mayores énfasis de la cardiología actual está puesto en buscar méto-
dos para identificar a pacientes con alto riesgo que puedan beneficiarse con inter-
venciones terapéuticas activas. El pronóstico a largo plazo depende de tres factores
muy interrelacionados:
– La función ventricular residual es indudablemente el más importante de todos.
– La existencia de isquemia miocárdica residual.
– El sustrato para el desarrollo de arritmias malignas.
Como hemos comentado el determinante más importante de la mortalidad des-
pués de un IAM es la extensión de la disfunción ventricular izquierda, que no es más
que la cantidad global de daño sufrido por el miocardio. La probabilidad de super-
vivencia es mayor en pacientes con una fracción de eyección normal y menor en
aquellos con una fracción de eyección menor del 40%. La fracción de eyección se
puede estimar por diferentes métodos diagnósticos, como son el ecocardiograma, la
ventriculografía isotópica y la angiográfica y se puede intuir ante la existencia de un
infarto extenso, cardiomegalia, insuficiencia cardíaca y arritmias ventriculares.
Respecto al segundo de los puntos comentado, la isquemia miocárdica recu-
rrente y la extensión anatómica de la enfermedad coronaria es un importante deter-
103
Cardiopatía Isquémica: Infarto de Miocardio
104
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
Métodos diagnósticos
Prueba de esfuerzo
Ecocardiograma (reposo, esfuerzo, catecolaminas)
Ventriculografía isotópica (reposo y esfuerzo)
Monitorización con Holter (arritmias e isquemia silente)
Gammagrafía miocárdica con Talio-201
Coronariografía
Estudio electrofisiológico
Con esta prueba se consigue valorar la capacidad funcional (este tema se tratará
más adelante), aporta datos indirectos sobre el estado de la función ventricular y per-
mite detectar la isquemia miocárdica residual, consiguiéndose de esta forma estable-
cer un pronóstico tanto de la severidad de la enfermedad como de eventos futuros.
Se ha demostrado que la ergometría submáxima temprana (7 a 10 días) es segu-
ra, por lo que se realiza rutinariamente a los enfermos que pueden realizarla. Los
105
Cardiopatía Isquémica: Infarto de Miocardio
4.2. Ecocardiograma
106
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
4.5. Coronariografía
4.6. Holter
107
Cardiopatía Isquémica: Infarto de Miocardio
Tabla 4. Criterios de alto riesgo en la prueba de esfuerzo y técnicas de imagen después del IAM.
Ergometría.
No alcanzar una FC mayor de 120-130 lpm.
Incapacidad para conseguir > 4 METS.
Incapacidad para aumentar la presión arterial sistólica en >=10 mmHg.
Depresión del segmento ST > 2 mm con el ejercicio.
Angina inducible a menos de 4 METS.
Ecocardiografía de esfuerzo.
Una anomalía de la motilidad de la pared inducida por el esfuerzo en un área
que en reposo se había contraído con normalidad
Marcando empeoramiento durante el esfuerzo de la motilidad de la pared en
un área separada de un segmento con una anomalía de la motilidad basal de
la pared.
Gammagrafía de esfuerzo isotópica.
Múltiples defectos de perfusión en más de una región vascular.
Defectos persistentes y extensos.
Presencia de redistribución del talio-201.
Aumento de la absorción del talio-201 en los pulmones.
Dilatación de la cavidad ventricular izquierda inducida por el esfuerzo.
Ventriculografía isotópica de esfuerzo.
Disminución mayor del 5 % de la fracción de eyección con el esfuerzo.
Fracción de eyección ventricular izquierda absoluta con esfuerzo < 50%.
Aumento del volumen telesistólico inducido por el esfuerzo.
Cateterismo cardíaco.
Enfermedad del tronco común de coronaria izquierda.
Enfermedad de tres vasos.
Lesión severa de descendente anterior proximal.
Circulación colateral comprometida.
Fracción de eyección inferior del 35%.
Volumen telesistólico aumentado.
Presión telediastólica basal aumentada.
5. CAPACIDAD FUNCIONAL
108
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
6. CUANTIFICACIÓN DE LA INCAPACIDAD
109
Cardiopatía Isquémica: Infarto de Miocardio
La capacidad de esfuerzo está alterada, pero el paciente sigue siendo apto para
realizar esfuerzos medios. La marcha normal es completamente factible, y si es rápi-
da aparece ahogo; así mismo, es posible subir dos pisos, aunque sea imposible
correr, realizar actividades deportivas simples que el paciente pueda adaptar a sus
circunstancias a voluntad (golf, natación, marcha, etc...). El porcentaje de incapaci-
dad estaría entre el 15 y el 30%.
110
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
medio y alto riesgo de complicaciones tras el infarto. Es evidente que los pacientes
de alto riesgo como los que tienen angina grave, insuficiencia cardíaca descompesa-
da o arritmias no controladas no son candidatos para que vuelvan a trabajar.
111
Cardiopatía Isquémica: Infarto de Miocardio
ciencia del trabajador y otros condicionantes que operen en el lugar de tarea (tem-
peratura, estrés psicológico, etc). En casos límite y dudosos, puede llegar a ser nece-
sario permitir que el paciente retorne al trabajo y luego monitorizar la frecuencia
cardíaca y respuesta del segmento ST durante la tarea. Alternativamente, estos pará-
metros pueden monitorizarse durante la realización de un trabajo simulado.
Cualquier trabajo que requiera hasta un 50-60% de la energía máxima desarro-
llada en la prueba de esfuerzo, el paciente lo podrá realizar sin problemas. En princi-
pio, un paciente que ha tenido un IAM, que se le hace una prueba de esfuerzo y alcan-
za 8-12 sin problemas, se le puede aconsejar perfectamente un trabajo que le supon-
ga 6-7. Si la actividad laboral va a tener una duración en torno a ocho horas diarias,
es preciso establecer un margen de seguridad, de tal manera que los gastos energéti-
cos de ésta no deberían sobrepasar el 40% de la capacidad calculada en la ergometría.
Antes de que el paciente retorne al trabajo tenemos que tener claras las exigen-
cias físicas del mismo, así como el ambiente en el que el trabajo se desarrolla. Si el
trabajo tiene sólo uno o dos aspectos que lo hacen muy agotador, puede que una sim-
ple modificación de la tarea (por ejemplo levantar un gran peso en dos etapas en vez
de en una sola) o el apoyo de sus compañeros de trabajo o la ayuda de aparatos
mecánicos lo hagan más soportable.
De todas formas en todos los pacientes están desaconsejadas la realización de
esfuerzos físicos de carácter violento, el estrés emocional intenso y la exposición
brusca al frío. Estas situaciones pueden desencadenar angor incluso en pacientes
asintomáticos en los que la ergometría muestra una buena capacidad funcional.
¿Qué hacer con un paciente que ha tenido un infarto y tiene una profesión de
riesgo, con responsabilidad sobre terceros, como un camionero o un piloto de avia-
ción?. El antecedente de un infarto de miocardio en nuestro país supone un impedi-
mento legal para la obtención y renovación de los permisos de conducir de las clases
B.2, C.1, C.2, D y E, al tiempo que también es motivo de descalificación para pilotar.
9. CONCLUSIONES
112
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
BIBLIOGRAFÍA
113
Capítulo 8
Los Trastornos del Ritmo
y de la Conducción
Dr. Eduardo Castellanos Martínez
Hospital “Virgen de la Salud” - Toledo
1. INTRODUCCIÓN
contrario, dar importancia a ciertos trastornos del ritmo de los que apenas el pacien-
te era consciente.
También debe hacerse un análisis detenido del tipo de ocupación del paciente
en relación con su trastorno del ritmo. Por supuesto que en pacientes con profesio-
nes o deportes de riesgo, deben extremarse las medidas de seguridad, mientras que
en otros ambientes profesionales se puede actuar de forma más conservadora.
Por otro lado, el hecho de que algunas arritmias puedan desencadenarse por el
ejercicio, o por el estrés, hace que sea conveniente evitar ocupaciones que conlleven
este tipo de condicionantes.
Ha habido también continuos avances en el tratamiento de las arritmias cardía-
cas; los procedimientos terapéuticos de ablación y la implantación de dispositivos que
tratan de forma automática los episodios arrítmicos, han ofrecido nuevas alternativas a
los pacientes con trastornos del ritmo. Esto permite en muchos casos reincorporar a los
pacientes a sus actividades previas con una mejora importante de la calidad de vida.
El objetivo de este capítulo es abordar los principales aspectos funcionales de
los trastornos del ritmo, entendiendo como tales, aquellos ritmos diferentes del sinu-
sal normal. Se establecen dos grandes grupos: las taquiarritmias y las bradiarritmias.
2. TAQUIARRITMIAS
Son latidos adelantados que se originan a nivel supraventricular. Siempre hay que
descartar una relación con hábitos tóxicos como el consumo de café, alcohol o taba-
116
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
117
Los Trastornos del Ritmo y de la Conducción
Es un ritmo auricular rápido organizado y regular con una frecuencia entre 200
y 300 lpm. El tipo más frecuente es el denominado flutter común, que se caracteri-
za por su morfología electrocardiográfica típica en "dientes de sierra".
Se asocia con la patología valvular mitral y el hipertiroidismo. La clínica en la
mayoría de los casos está en función de la conducción aurículoventricular (AV). Si
la conducción AV es 1:1, se alcanzan ritmos ventriculares por encima de 250 lpm, lo
cual puede cursar con crisis de Stockes-Adams. Lo más común es que exista un blo-
queo en la conducción aurículo-ventricular 2:1, cursando con palpitaciones, disnea o
incluso llegar a desencadenar insuficiencia cardíaca. Grados de bloqueo AV mayor
con conducción 3:1, 6:1 o conducción variable pueden ser asintomáticos.
El flutter se caracteriza por su mala respuesta al tratamiento farmacológico. En
la fase aguda puede intentarse reversión a ritmo sinusal, mediante cardioversión, o
sobreestimulación en la aurícula derecha con un electrocatéter. En el flutter crónico
el objetivo es controlar la frecuencia ventricular con fármacos antiarrítmicos. En la
actualidad, la ablación con catéter mediante radiofrecuencia es una técnica segura
que ofrece un tratamiento definitivo.
118
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
119
Los Trastornos del Ritmo y de la Conducción
120
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
121
Los Trastornos del Ritmo y de la Conducción
122
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
2.2.3. Desfibriladores
123
Los Trastornos del Ritmo y de la Conducción
124
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
3. BRADIARRITMIAS
Las bradiarritmias son ritmos cardíacos con una frecuencia inferior a la nor-
mal, consecuencia de una alteración en la formación del impulso cardíaco, o en su
conducción, a cualquier nivel del tejido especializado en la transmisión del
mismo.
El enfoque de la valoración de la incapacidad será diferente si existe un daño
estructural permanente o si en cambio hay una alteración de tipo funcional reversi-
ble, como por ejemplo por alteración en la regulación autonómica. En el primer
supuesto la alteración anatómica puede localizarse a nivel del nodo sinusal, donde
se origina el impulso cardíaco, a nivel auricular, en el nodo auriculoventricular (AV)
o en el sistema His-Purkinje.
El principal riesgo de los trastornos de la conducción AV y de los trastornos de
la conducción intraventricular, es la progresión a bloqueo AV completo con sínco-
pe o paro cardíaco. Las manifestaciones clínicas, el pronóstico y el tratamiento
serán diferentes en función de la localización del problema de conducción, de la
probabilidad de desarrollar bloqueo completo y de los ritmos de escape distales al
lugar de bloqueo que puedan mantener una situación hemodinámica más o menos
estable.
La estimulación permanente estará indicada para trastornos del ritmo persis-
tentes. En estos casos debe adaptarse el tipo de dispositivo de estimulación según el
trastorno de la conducción y en función de las necesidades del paciente.
Los pacientes con este síndrome tienen una depresión del automatismo sinusal
y mayor susceptibilidad para presentar taquiarritmias auriculares. Se debe a un pro-
ceso esclero-degenerativo del nodo sinusal, aunque siempre es necesario excluir
otras causas reversibles como fármacos o aumento del tono vagal. Se diagnostica por
el ECG, en el que puede verse bradicardia sinusal, paro sinusal o bloqueo sinoauri-
cular; más frecuentemente alternancia de bradiarritmias con taquiarritmias (síndro-
me de bradicardia-taquicardia), siendo lo más común crisis de fibrilación auricular
seguidas de periodos de asistolia largos.
Gran parte de la limitación funcional de estos pacientes viene dada por la ten-
dencia al agotamiento físico, sintomatología de bajo gasto cerebral (mareos y sínco-
pe), así como clínica de insuficiencia cardíaca o angor. Generalmente los síntomas
están relacionados con la actividad o la posición del paciente.
Para conocer si los hallazgos electrocardiográficos tienen correlación con la clí-
nica, se utilizan el Holter de ECG y los dispositivos registadores de eventos, los cua-
les ayudan a detectar arritmias mientras el paciente desarrolla sus actividades habi-
tuales.
Aunque la evolución de la disfunción sinusal es impredecible, siempre hay que
hacer una valoración global del paciente, ya que el pronóstico se agrava cuando hay
125
Los Trastornos del Ritmo y de la Conducción
Los pacientes con este síndrome pueden tener síncopes secundarios a una res-
puesta refleja exagerada a la estimulación del seno carotídeo. Suelen ser varones de
edad avanzada, con enfermedad coronaria y cardiopatía hipertensiva. Con la pre-
sión en el seno carotídeo pueden presentarse dos tipos de respuestas: la cardioinhi-
bitoria, que cursa con períodos de asistolia ventricular superiores a 3 segundos (figu-
ra 3), y la vasodepresora, acompañada de una caída de la presión arterial sistólica de
más de 50 mm Hg.
Es importante conocer el tipo de respuesta que predomina en cada paciente;
sólo aquellos casos con hipersensibilidad del seno carotídeo sintomáticos, con una
respuesta cardioinhibitoria, van a beneficiarse de un marcapasos reduciéndose la
incidencia de síncope.
126
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
Los BAV suprahisianos tienen mejor pronóstico que los infrahisianos. Aunque
para localizar exactamente el nivel del bloqueo se precisa de un estudio electrofi-
siológico, existen patrones electrocardiográficos que se correlacionan con el lugar de
bloqueo. En general cuando el BAV tiene un QRS estrecho es suprahisiano, mien-
tras que si el QRS es ancho es infrahisiano.
A su vez , la limitación funcional y el pronóstico son diferentes en función del
tipo de bloqueo. Se clasifican como primero, segundo y tercer grado. En los blo-
queos AV de primer grado el tiempo de conducción AV está prolongado, con un
PR por encima de 0.20 segundos, pero todos los impulsos pasan al ventrículo.
En los bloqueos AV de segundo grado, no todas las ondas P van seguidas de
QRS. Estos se dividen en dos tipos: Tipo I o Wenckebach, que se caracteriza por
que hay un alargamiento progresivo del PR hasta que un latido se bloquea, y que
tiene un pronóstico favorable. El tipo II se caracteriza por un bloqueo repentino de
la conducción AV sin que exista alargamiento previo del PR. Este tipo progresa con
más frecuencia a bloqueo completo
Finalmente, en el bloqueo AV de tercer grado, existe una disociación completa
entre las aurículas y los ventrículos. El bloqueo suele ser infrahisiano, cursando con
un ritmo de escape lento con un QRS ancho.
Cada paciente requiere una evaluación individual de cara al tratamiento. Deben
descartarse causas reversibles como fármacos o desequilibrios hidroelectrolíticos, y
tener en cuenta que los bloqueos de primer grado y el de segundo grado tipo I pue-
den ser un fenómeno normal en personas sanas durante el sueño o en deportistas
entrenados por un aumento del tono vagal en reposo.
127
Los Trastornos del Ritmo y de la Conducción
128
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
129
Los Trastornos del Ritmo y de la Conducción
BIBLIOGRAFÍA
130
Capítulo 9
Hipertensión Arterial
1. INTRODUCCIÓN
Por lo tanto la HTA debe considerarse como todo factor de riesgo de gran
importancia y, por ello, teniendo en cuenta la magnitud de la misma, debe preve-
nirse su desarrollo. Para esto debe tenerse en cuenta la importancia, la detección y
prevalencia de la HTA en un área determinada y la valoración de la misma como
factor de riesgo en ese área y en los individuos que están diagnosticados.
Debe separarse lo que es estrategia de población de la estrategia de alto riesgo.
En cuanto a la estrategia de población debe distinguirse la prevención primaria,
cuando aun la HTA no está presente, de la prevención secundaria, cuando ya se ha sido
diagnosticado. La estrategia de alto riesgo se realiza especialmente en áreas con alta
prevalencia de HTA, o en individuos de alto riesgo, bien porque presenten múltiples
factores de riesgo cardio-vascular o porque tengan HTA grave o de mal pronóstico.
132
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
actual tendencia al aumento del consumo de alcohol por los jóvenes y menores de
edad. Sería muy conveniente que la prohibición de vender alcohol a los menores de
edad se cumpla absolutamente, como ya se hace en otros países desarrollados (Esta-
dos Unidos, Canadá, Francia, Reino Unido, Alemania y países escandinavos). Esto
debe fomentarse también mediante programas educativos en escuelas y centros de
formación.
El consumo de sal debe ser moderado y, como prevención secundaria, en la
población diagnosticada no deben sobrepasarse los 5 gramos de sodio diarios.
– Debe terminarse totalmente con el hábito tabáquico.
El consumo de tabaco debe ser la excepción y no la regla. Debe tenerse en
cuenta que el riesgo cardio-vascular se incrementa en progresión geométrica tanto
más cuanto más factores de riesgo estén presentes. Por tanto, aparte de desterrarse el
tabaco en la población general, es totalmente imprescindible que esto se haga en la
población hipertensa. Los programas de educación sobre los perjuicios del tabaco
deben iniciarse también en las escuelas y centros de formación.
133
Hipertensión Arterial
Tabla 1.
LA TA EN EL NIÑO Y ADOLESCENTE
Varones Mujeres
Edad TAS TAD TAS TAD
< 2 años 110 66 110 66
3-5 años 114 70 112 68
6-8 años 121 75 120 74
9-11 años 128 79 126 78
12-14 años 135 82 133 80
15-17 AÑOS 138 84 134 82
134
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
a) Normas de medicina.
Las normas de medición de la TA deben ser correctas y adecuadas.
En primer lugar, la corrección de la medición de la TA está en función del esfig-
momanómetro, que debe ser adecuado al brazo del paciente, realizándose siempre
mejor las mediciones con los esfigmomanómetros de mercurio. Por otra parte, para
evitar estados de estrés y ansiedad del paciente, en relación con la llamada "HTA de
bata blanca", es conveniente tranquilizarle y, si es preciso, realizar varias mediciones
antes de diagnosticar la HTA.
Por otra parte, en cuanto a la medición de la TA debe tenerse también en cuen-
ta lo siguiente:
· En cuanto al Centro: El médico es siempre el responsable del control y trata-
miento de la TA, aunque la medición de la misma puede ser hecha por el per-
sonal de enfermería.
· En cuanto a la posibilidad de automedición por el paciente: Puede servir sólo en
casos seleccionados en los que se esté seguro de que la hacen adecuadamente.
· En cuanto a la monitorización continua de la TA (Holter de presión): Puede ser
útil en casos de labilidad tensional o en casos de discrepancia entre las cifras
tensionales y el grado de afectación visceral, en orden a aclarar dicha discre-
pancia. También puede ser útil en casos de HTA refractaria al tratamiento o
cuando se quiere saber el comportamiento de la TA en situaciones reales, como
el puesto de trabajo. Todo esto tiene gran interés desde el punto de vista de la
posible concesión o no de la incapacidad laboral, sobre todo en el último caso.
b) Otras actuaciones.
Una vez detectada la HTA mediante la medición correcta, hay que aclarar y
mejorar el diagnóstico de la misma, según los siguientes procedimientos:
– Evaluación del daño visceral. (nº 2)
– Evaluación del perfil de riesgo. (nº 3)
– Conocimiento del diagnóstico etiológico. (nº 4)
– Conocimiento de las enfermedades concomitantes. (nº 5)
135
Hipertensión Arterial
Siempre se debe comenzar por este tipo de tratamiento, que comprende a todos
los hipertensos, como ya se ha mencionado. Consiste en las siguientes medidas:
– Reducir el consumo de sodio a menos de 5 gramos por día.
– Aumentar el consumo de alimentos ricos en calcio y potasio (frutas y verduras).
– Reducir el sobrepeso. Por tanto, en caso de obesidad debe hacerse dieta
hipocalórica.
– Reducir el consumo de alcohol a menos de 30 gramos por día.
– Erradicar totalmente el hábito de fumar. Dado que se trata de otro factor de
riesgo cardio-vascular, su presencia aumenta en progresión geométrica el
riesgo de arteriosclerosis en presencia de HTA. Está demostrado que los
hipertensos que fuman tienen mayor probabilidad de desarrollar HTA
maligna y grave y de presentar más complicaciones cardio-vasculares y no
cardio-vasculares. Por otra parte, los hipertensos que dejan de fumar tienen
menor mortalidad y morbilidad que los que no lo hacen. Debe tenerse en
cuenta además que el tabaco disminuye la acción de algunos fármacos utili-
zados en el tratamiento de la HTA, como los betabloqueantes.
– Practicar el ejercicio moderado aeróbico. Está comprobado que el mismo
reduce por sí mismo la TA y simplemente esto evita a veces el tratamiento
farmacológico con sus efectos secundarios.
– Relajación física y psíquica.
136
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
137
Hipertensión Arterial
138
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
BIBLIOGRAFÍA
139
Capítulo 10
Insuficiencia Cardíaca
1. INTRODUCCIÓN
2. ETIOLOGÍA
3. FISIOPATOLOGÍA
Disfunción ventricular: PA = GC x RP
Se produce una caida del gasto cardíaco con disminución de la presión arterial
comprometiendo la perfusión de los tejidos.
Adaptación: PA = GC x RP
La puesta en marcha de mecanismos de compensación genera vasoconstrición,
aumento de las resistencias periféricas , logrando un aumento de perfusión de los
tejidos tales como cerebro y corazón.
El riñón percibe el deficit de perfusión por bajo gasto cardíaco como una
situación de hipovolemia,con lo que se convierte en un riñón ¨ávido de sal¨,la cual
retiene para aumentar el volumen de sangre circulante y así mejorar la presión
arterial.
El corazón inicialmente se adapta bien a esta nueva situación de mayor volemia
y por tanto mayor presión de llenado del corazón. La ley de Frank Starling nos dice
que, dentro de unos límites, a mayor precarga (presión de llenado del ventrículo)
mayor fuerza de contracción de este. Se comporta por tanto como una goma elásti-
ca que cuanto más se distiende mayor es la fuerza de su acortamiento. Este aumen-
to de la tensión de la pared ventricular, en conjunción con mecanismos hormonales,
generan la dilatación e hipertrofia miocárdica.
Vemos por tanto cómo los mecanismos de compensación generan una adapta-
ción, muy beneficiosa en caso de insuficiencia cardíaca aguda. Sin embargo, man-
tenido de forma crónica, conlleva a un deterioro más rápido de la función ventri-
cular.
142
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
4. CLASIFICACIÓN
143
Insuficiencia Cardíaca
5. DIAGNÓSTICO
(Tabla I) Insuficiencia cardíaca izquierda. Criterios diagnósticos. Se recoge en esta tabla un sistema
relativamente fiable para realizar el diagnóstico de IC. A cada evento se le asigna una puntuación. Se
requieren 6 o más puntos para hacer el diagnóstico. De cada categoría solo puede contarse un evento.
EVENTOS PUNTOS
Radiografía de tórax
v Edema alveolar 4
v Edema intersticial 3
v Redistribución 2
Relación causal
v Tercer ruido 3
v Presencia de causa potencial de IC 2
v Indice cardiotorácico >0,5 2
Disnea
v Disnea de reposo u ortopnea 2
v Disnea paroxística nocturna 2
v Disnea de esfuerzo 1
Evidencia de IC bilateral (PVY elevada) 2
Otros
v Estertores pulmonares (tras la tos) 1
v Crecimiento de aurícula izquierda (ECG) 1
v Frecuencia cardíaca en ritmo sinusal
>90 1
>100 2
144
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
Criterios mayores:
Disnea paroxística nocturna.
Distensión de venas del cuello.
Estertores.
Cardiomegalia en la radiografia.
Edema agudo de pulmón.
Galope por tercer ruido.
Reflujo hepatoyugular.
Pérdida de peso superior a 4,5 Kg tras 5 días de tratamiento.
Criterios menores:
Edema maleolar bilateral.
Tos nocturna.
Disnea para esfuerzos ordinarios.
Hepatomegalia.
Derrame pleural.
Taquicardia (>120 lpm)
6. TRATAMIENTO
145
Insuficiencia Cardíaca
146
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
147
Insuficiencia Cardíaca
148
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
BIBLIOGRAFÍA
149
Capítulo 11
Trasplante Cardíaco
1. INTRODUCCIÓN
El primer trasplante cardíaco (TC) con éxito en el hombre fue realizado en 1967
por Christian Barnard. Posteriormente debido a que los resultados no eran suficien-
temente satisfactorios, este procedimiento quedó restringido a determinados centros
que mantenían una intensa investigación en este campo.
Fue a partir de 1982 con la introducción en la clínica de la Ciclosporina A como
tratamiento inmunosupresor, cuando se extendió la práctica del TC, considerándo-
se una opción terapéutica válida en la cardiopatía terminal o en fase avanzada.
Según los datos del Registro de la Sociedad Nacional de TC en 1997 la super-
vivencia actuarial de los pacientes trasplantados entre 1984 y 1996 (n= 2.024) ha sido
del 72% a 1 año, 66% a los 4 años y del 53% a los 9 años (fig. 1). Estos datos no difie-
ren de forma significativa de los referidos por el Registro Internacional de TC.
Fig. 1. Curva de supervivencia actuarial del Trasplante cardíaco ortotópico
Trasplante Cardíaco
Dado que el número de TC que se pueden realizar está limitado por la escasez
de donantes, hay que seleccionar cuidadosamente al receptor para utilizar los cora-
zones en aquellos enfermos que tienen más posibilidades de beneficiarse y con
mayores garantías de éxito.
2.1. Indicaciones
152
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
mos que a pesar de recibir tratamiento médico adecuado presenten una limitación
importante en su capacidad funcional, normalmente en GF III y especialmente
aquellos en los que podamos sospechar que su expectativa de vida sea corta. Múlti-
ples estudios han revelado que alrededor del 40% de los fallecimientos de pacientes
en insuficiencia cardíaca crónica son repentinas. Por este motivo se han estudiado los
posibles factores que pueden condicionar un mal pronóstico en estos enfermos y que
apoyarían la indicación de TC. De estos factores (Tabla 1) los más importantes son:
hiponatremia, fracción de eyección del ventrículo izquierdo < 0.20, niveles elevados
de noradrenalina plasmática (> 500 pg/ml), taquicardias ventriculares sostenidas y
consumo máximo de oxígeno bajo (< 13 ml/Kg/min) determinado mediante ergo-
metría con cálculo del intercambio de gases.
2.2. Contraindicaciones
153
Trasplante Cardíaco
154
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
4. TÉCNICA QUIRÚRGICA
Es la técnica utilizada actualmente y que fué descrita en 1960 por Lower y Shum-
way. El abordaje se realiza mediante esternotomía media y se coloca el injerto en la
misma posición que el corazón nativo. Se extirpa el corazón del receptor dejando
unos casquetes de ambas aurículas que engloban la entrada de las venas cavas y pul-
monares, a los cuales se suturan las aurículas del corazón donante. Posteriormente se
suturan la aorta y la arteria pulmonar del donante y del receptor. El procedimiento
técnicamente es sencillo y se suele llevar a cabo en unos 45-60 minutos.
5. INMUNOSUPRESIÓN
155
Trasplante Cardíaco
5.1. Ciclosporina A
5.2. Glucocorticoides
5.3. Azatioprina
La dosis usual está entre 1 y 2 mg/Kg/día y su efecto secundario más importante es
la depresión de la médula ósea. Con menos frecuencia puede aparecer hepatotoxicidad.
6. RESULTADOS Y SEGUIMIENTO
Según los datos del Registro de la Sociedad Internacional de TC, la supervi-
vencia actuarial de los pacientes trasplantados entre 1982 y 1996 (38.058 registrados)
a 1, 5 y 10 años fue del 79%, 67% y del 48% respectivamente. Actualmente hay gru-
156
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
pos con cifras de supervivencia del 90% al cabo de 1 año. Por otra parte la calidad
de vida en general es excelente, encontrándose más del 80% de los pacientes en
grado funcional I y volviendo muchos de ellos a realizar una vida laboral activa.
Las causas más frecuentes de muerte son la infección, el fallo del injerto y el
rechazo, especialmente durante el primer año, por lo que es en este período cuando
se hace un seguimiento más estrecho del paciente realizándose biopsia miocárdica
en cada revisión (Tabla 4). Después del primer año es la enfermedad vascular del
injerto la principal causa de mortalidad.
Tabla 4. Procolo de revisiones TC. H.G.U. “Gregorio Marañón”
o o
Quincenal: 2.
o
y o3. mes
Mensual: 4. - o6. meso
Bimensual: 6. - 12.o
mes
Cuatrimestral: o2. año
Semestral: > 2. año
7. COMPLICACIONES
7.1. Rechazo
7.2. Infección
157
Trasplante Cardíaco
Es la causa más frecuente de mortalidad después del primer año del trasplante.
La prevalencia de la enfermedad coronaria evaluada mediante coronariografía, oscila
entre el 2% y el 18% en el primer año y entre el 50 y el 70% a los 5 años. A diferencia
de la arterioesclerosis del corazón nativo, la afectación no aparece típicamente en las
arterias epicárdicas sino que es más difusa, afectando también a los pequeños vasos.
158
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
7.4.3. hipercolesterolemia
159
Trasplante Cardíaco
7.4.4. neoplasias
BIBLIOGRAFÍA
160
Capítulo 12
Enfermedad Vascular Periférica:
Isquemia de Miembros Inferiores
Dr. Gabriel España Caparrós
Sección de Cirugía Vascular Periférica. Hospital Gral. U. Gregorio Marañón Madrid
1. INTRODUCCIÓN
2. EPIDEMIOLOGÍA
3. ETIOLOGÍA
4. FACTORES DE RIESGO
162
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
La prevalencia en varones menores de 45 años (< 45) es de 2,7 por 1.000 per-
sonas, de 45 a 64 años es 100,7 por 1.000 y a partir de 65 años es 134,3 por 1.000
personas. En la mujer, para los mismos grupos de edad, la prevalencia es de 1,7, 33,4
y 94,2 respectivamente.
4.3. Diabetes
4.4. Tabaco
El tabaco supone un factor de riesgo muy alto para desarrollar enfermedad vas-
cular periférica. El 31% de los varones adultos y el 20,7 % de las mujeres fuman y los
fumadores de 20 o más cigarrillos diarios tiene 3 veces mas posibilidades de presen-
tar claudicación intermitente que los no fumadores.
El 90% de los pacientes con enfermedad aorto-ilíaca y el 91% de los que tienen
afectación femoropoplítea son fumadores. En pacientes operados se ha detectado
163
Enfermedad Vascular Periférica: Isquemia de Miembros Inferiores
4.5. Hipertensión
4.6. Hiperlipemia
4.7. Ejercicio
4.8. Obesidad
164
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
5. CLÍNICA
• Grado I
A pesar de existir lesiones ateromatosas el paciente se encuentra asintomático,
ya sea porque la obstrucción del vaso no es completa o porque se han desa-
rrollado mecanismos de compensación a expensas de arterias colaterales.
• Grado II
Se caracteriza por la presentación de claudicación intermitente. Al fracasar los
mecanismos de compensación el paciente presenta dolor muscular a la deam-
bulación por hipoxia tisular. La gran mayoría de las veces se localiza a nivel
de masas gemelares y el dolor obliga al paciente a detenerse tras recorrer algu-
nos metros; con el reposo desaparece el dolor. A efectos prácticos dividimos
este grupo en dos subgrupos:
· II-A: el paciente claudica a distancias superiores a 150 m.
· II-B: el paciente claudica a menos de 150 m.
• Grado III
Se caracteriza porque el paciente presenta dolor en reposo. Se suele localizar
en dedos y pies, es continuo, progresivamente intolerable, empeora con la ele-
vación de la extremidad y mejora con el declive de la misma.. Se acompaña
de alteraciones de la sensibilidad y la piel aparece fría y pálida, aunque a
veces, con el pie en declive, éste puede verse eritematoso.
• Grado IV
Se caracteriza por la aparición de úlceras y necrosis en la extremidad y con
independencia de la capacidad del paciente para caminar. Pueden ser lesiones
más o menos extensas y aparecen entre el 1% y el 3% de todos los pacientes
que desarrollan síntomas.
Además de esta clasificación clínica, habitualmente utilizada en España, en la
literatura anglosajona nos encontraremos un término: isquemia crítica, que tiene
especial relevancia para definir la situación de alto riesgo . Se define como " una
isquemia en la que potencialmente puede perderse una extremidad o parte de ella
" y debe cumplir dos criterios: dolor de reposo persistente que requiere analgesia
de forma habitual durante mas de dos semanas y/o úlceras o gangrena en el pie o
165
Enfermedad Vascular Periférica: Isquemia de Miembros Inferiores
los dedos, además de presión sistólica en tobillo inferior a 50 mm Hg. Este criterio
de isquemia crítica equivaldría a los grados III y IV de la clasificación de la Fon-
taine.
a) Obliteración aorto-ilíaca
La ateromatosis comienza a desarrollarse en una de las arterias ilíacas primi-
tivas y va estenosando progresivamente la luz hasta ocluirla. Paralelamente se
va desarrollanndo la enfermedad en el vaso contralateral, pudiendo desem-
bocar en una obstrucción de la aorta terminal. Esta forma de presentación,
conocida como síndrome de Leriche, consta de una triada clínica: claudica-
ción intermitente bilateral, impotencia/amenorrea y ausencia de pulsos femo-
rales.
Esta forma clínica es de presentación precoz, entre los 35 y 55 años, afecta a los
varones en una relación 3:1 con las mujeres, la claudicación es alta, en glúteos o mus-
los, en un 50% de los casos.
A la exploración destaca ausencia de todos los pulsos en las extremidades aso-
ciado a palidez, frialdad y parestesias en piernas, atrofia muscular y cicatrización tór-
pida de heridas en las extremidades.
El 50% de estos pacientes son hipertensos y el 75% padecen cardiopatía isqué-
mica. Metabólicamente existe importante correlación con la hiperlipemia y escasa
con la diabetes. Hay alta incidencia de tabaquismo.
El diagnóstico diferencial debe realizarse con: lumbociática, hernias discales,
lesiones del plexo crural, sacroileítis y coxartrosis.
b) Obliteración femoro-poplítea
La causa mas frecuente de isquemia crónica es la obstrucción de la arteria
femoral superficial, constituyendo el 50% de todos los casos. El origen pare-
ce estar en un problema de tipo mecánico, ya que la fascia de los adductores
traccionan oblicuamente de la femoral superficial en la parte superior del
canal de Hunter provocando un microtrauma continuado que desembocaría
en la estenosis y posterior obstrucción de la arteria.
Clinicamente se caracteriza por una edad de comienzo que oscila entre los 50
y 70 años, la claudicación es gemelar, unilateral inicialmente y progresando a bila-
teral en un 50% de los casos, y se asocia a parestesias en el tarso.
A la exploración se palpan los pulsos femorales pero están ausentes los poplíte-
os y distales y son frecuentes las lesiones tróficas y las necrosis.
166
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
Son pacientes con una alta incidencia de tabaquismo, HTA, diabetes del adul-
to, cardiopatía isquémica y lesiones de troncos supraaórticos.
Las oclusiones aisladas de arteria poplítea generalmente se deben a trombosis
de un aneurisma poplíteo, atrapamiento poplíteo o degenaración quística de la
media.
El diagnóstico diferencial se realiza con la trombosis venosa profunda y flebitis
superficiales, dolores musculares difusos (eritromelalgia, síndrome de las piernas
inquietas,...), neuropatías periféricas, síndrome del compartimento tibial anterior,
miopatías (distrofia de Duchenne, de Becker, distrofia miotónica de Crushmann-Stei-
nert,...), alteraciones de la placa motora (miastenia gravis, síndrome de Eaton-Lam-
bert, etc.), alteraciones metabólicas y enzimáticas diversas (hiperparatiroidismo,
hiper e hipotiroidismo, enfermedad de Cushing y Adisson, acromegalia,...), colage-
nosis (polimiositis, LES, síndrome de Sjögren, periarteritis nodosa, etc...), intoxica-
ciones (eitilimo crónico, ingesta crónica de corticoides, cloroquina, penicililami-
na,...).
c) Obliteración tibio-peronéa
La afectación ateromatosa de arterias tibiales es la menos frecuente de todas
las causas de isquemia crónica. Es más frecuente en paciente con diabetes y
tromboangeitis obliterante.
Clínicamente se caracteriza por claudicación plantar o en ante pie. A la
exploración se encuentra ausencia de pulsos pedios y tibiales posteriores, hipe-
restesia al tacto en el pie, atrofia musculo-cutánea y úlceras isquémicas en
dedos.
a) Historia clínica
En muchos casos es suficiente un interrogatorio sobre los tipos de síntomas,
forma de aparición, localización, progresión, etc., para establecer una sospe-
cha diagnóstica.
b) Exploración física
La inspección de las extremidades (pérdida de vello en piernas, sequedad,
pérdida de brillo, onicomicosis, ulceraciones, necrosis, trayectos de lin-
fangitis, edema, eritema, palidez o cianosis son diversas alteraciones que
pueden encontrarse en la isquemia), la palpación de temperatura en pies
o de pulsos a lo largo de ambas extremidades nos informan sobre el lugar
donde se puede encontrar la obstrucción arterial y finalmente la auscul-
tación de soplos, especialmente a nivel femoral, orienta sobre la posibili-
dad de estenosis al flujo arterial por encima o en el lugar de la ausculta-
ción.
167
Enfermedad Vascular Periférica: Isquemia de Miembros Inferiores
Simples
Rápidas
Fáciles de reproducir
Registrables
Estandarizadas
Realizables tanto en reposo como post-esfuerzo no precisan
personal médico para su realización
d) Exploraciones invasivas.
Fundamentalmente la arteriografia en sus diversas modalidades. Es la mejor
prueba en el diagnóstico final para conocer la extensión, topografia de las lesiones y
desarrollo de vasos colaterales en la oclusión arterial. Es útil para realizar diagnósti-
cos diferenciales con otros procesos que cursan con isquemia aguda, especialmente
con los embolismos arteriales y sobre todo para planificar la estrategia quirúrgica.
168
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
6. TRATAMIENTO
b) Ejercicio físico
Parte básica del tratamiento, con el que conseguiremos:
– aumento de la red colateral.
– cambios en las fibras musculares, con aumento de mitocondrias.
– activación de la fibrinolisis.
– disminución de la viscosidad sanguínea.
– contribuye al control de la dislipemia y la diabetes.
– contribuye a controlar la obesidad y el stress.
– mejora el estado general.
c) Medicación antiagregante
Dado el importante papel desempenado por las plaquetas en la formación del
trombo, es lógico pensar que los fármacos que interfieran en la agregación pla-
quetaria sean útiles en el control y tratamiento de la isquemia crónica. La ventaja
es que son fármacos que no precisan de controles analíticos estrictos (como en el
caso de los anticoagulantes), lo que es especialmente importante en los trata-
mientos ambulantes a largo plazo. Los principales son: ácido acetilsalicílico, dipi-
ridamol, trifusal, ticlopidina, prostaglandinas y eicosanoides (ácidos grasos
omega-3)
169
Enfermedad Vascular Periférica: Isquemia de Miembros Inferiores
d) Medicación hemorreológica
Cuyo objetivo es aumentar el flujo sanguíneo tisular mediante la reducción de
la viscosidad sanguínea y aumento de la deformidad del hematíe, además de un cier-
to efecto antiagregante. Además, al disminuir las resistencias periféricas, probable-
mente se vea favorecido el desarrrollo de la circulación colateral. Disponemos de
dos sustancias en la actualidad: pentoxifilina y dextranos.
e) Medicación anticoagulante.
Las heparinas en sus diversas formas (sódica, cálcica, bajo peso molecular) están
practicamente limitadas a las formas agudas o críticas de la isquemia. El uso de dicu-
marínicos queda, en la practica, reservado para casos particulares de casos de espe-
cial trombogenicidad.
a) Técnicas hiperemiantes.
Fundamentalmente la simpatectomía lumbar, que en sí misma no debe plante-
arse como tratamiento primario de una claudicación en miembros inferiores, pero
que en casos seleccionados puede mejorar los síntomas al aumentar el flujo cutáneo.
c) Técnicas endoluminales.
Consistentes en la eliminación de estenosis u obstrucciones mediante la utiliza-
ción de catéteres percutáneos que disponen de balones expansibles o mallas metáli-
cas capaces de dilatar o repermeabilizar estos vasos
d) Técnicas de recurso.
El fracaso del tratamiento médico o de las técnicas quirúrgicas previamente des-
critas avoca, en ocasiones, a realizar amputaciones o a utilizar dispositivos paliativos
del dolor como la neuroestimulación permanente.
7. CONCLUSIONES
Al comienzo del tema nos planteabamos una serie de preguntas relativas a la fre-
cuencia, importancia, posibilidades diagnósticas, capacidad de valoración laboral y recur-
sos terapéuticos. Algunas de estas preguntas creo que han sido respondidas a lo largo de
la revisión realizada, pero como conclusión intentemos contestarlas nuevamente:
170
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
BIBLIOGRAFÍA
171
Capítulo 13
Enfermedad Vascular Periférica:
Problemas Venosos de Miembros Inferiores
Dr. Enrique González Tabares y Dr. Salvador Sánchez-Coll
Sección de Cirugía Vascular Periférica. Hospital Gral. U. Gregorio Marañón. Madrid
1.1. Concepto
1.2. Epidemiología
1.3. Fisiopatología
Por contra, también hay una serie de fuerzas que originan una influencia hidro-
dinámica positiva:
– Mecanismos de propulsión, como la esponja plantar y la "vis a tergo" cardía-
ca o fuerza de inercia.
– Mecanismos de aceleracion, que son la venomotilidad, las pulsaciones arte-
riales paravenosas, la actividad musculoesquelética. Dentro de los mecanis-
mos de aceleración está también la acción de válvulas y perforantes.
– Mecanismos de aspiración cardiopulmonar, con la clásica "vis a fronte",
desarrollada por la presión negativa intratorácica y la sístole cardíaca.
174
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
1.4. Etiopatogenia
1.6. Clasificación
175
Enfermedad Vascular Periférica: Problemas Venosos de Miembros Inferiores
Para una mejor valoración de la patología venosa utilizamos una serie de prue-
bas no invasivas (Doppler, Eco-Doppler, Pletismografía,...) y otras pruebas invasivas
como la flebografía.
1.9. Tratamiento
176
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
177
Enfermedad Vascular Periférica: Problemas Venosos de Miembros Inferiores
a) Signos y Síntomas:
Dolor y enrojecimiento en el trayecto de una vena que puede palparse. Debe-
mos realizar la búsqueda de síntomas generales de sepsis ante sospecha de
TVS de origen séptico.
b)Pruebas complementarias:
Se diagnostica por la anamnesis y la clínica, pero evaluaremos el estado de la
permeabilidad del sistema profundo mediante Eco-Doppler para descartar
una trombosis de dicho sector. Puede discriminarse un estado de hipercoagu-
labilidad, si no se relaciona con ningún factor.
2.1.4. Tratamiento
a) Tratamiento conservador:
- Retirada de catetéter de venoclisis
- Elevación de la extremidad
- Frío local
- Vendaje elástico
- AINES
b) Antibióticos sólo indicados si es una TVS séptica. Se recomienda una amplia
excisión y extirpación de paquete varicoso afecto.
c) Si afecta a unión safeno-femoral: Safenectomía
Se define como el proceso que cursa con la oclusión total o parcial de la luz veno-
sa y que presenta unos síntomas derivados de la alteración del drenaje venoso. A gran-
des rasgos podemos decir que puede producirse la oclusión por una compresión exter-
na de la vena (extrínseca) o por una anomalía de la coagulación (intrínseca), en ambos
casos el resultado es el mismo, la dificultad del retorno venoso de las extremidades.
La trombosis venosa profunda se produce por la combinación de los tres clá-
sicos factores de Virchow:
- Estasis venoso
- Daño endotelial
- Hipercoagulabilidad.
La localización más frecuente es en las venas del plexo sóleo. Es más frecuente
en el MII por compresión de la vena ilíaca izquierda (Síndrome de Cockett). Sólo
178
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
a) Signos y síntomas:
El síntoma principal en las trombosis profundas de es el edema proximal o dis-
tal, dependiendo del área afectada. El dolor se observa en el 50 % de los casos.
Puede aparecer distensión de la piel así como eritema. El clásico Signo de
Homans (dolor en la pantorrilla a la dorsiflexión forzada del pie) puede apa-
recer o no, observándose básicamente en las TV que se inician en dicha zona.
b) Estudios de imagen:
Flebografía ascendente: Es la prueba clave, evidencia la obstrucción del sis-
tema venoso profundo. El Eco-Doppler color es el método más rápido y sim-
ple de evaluación
2.2.5. Tratamiento
a) Movilización precoz:
Tras la cirugía, la movilización precoz disminuye el estasis venoso por
aumento del retorno.
179
Enfermedad Vascular Periférica: Problemas Venosos de Miembros Inferiores
b) Medidas preventivas:
· Las medias elásticas al reducir hasta 2/3 el radio de la vena por efecto de la
compresión favorecen el retorno venoso al aumentar la velocidad circulato-
ria y combatir el éstasis.
· Fármacos antitrombóticos:
Desde hace muchos años se vienen utilizando las heparinas como antitrombó-
tico profiláctico. La Heparina cálcica subcutánea: 5000 UI/sc/ 2 h. previas a la
cirugía y 5000 UI/sc/ 8 h postoperatorias es útil en pacientes de bajo riesgo.
Actualmente la Heparina de bajo peso molecular representa la profilaxis de
elección. (Clexane 20 ó 40 mg /sc / 24 horas hasta total deambulación ó Fraxipari-
na 0,6 ml /sc /24 horas hasta total deambulación).
El Acenocumarol (Sintrom) parece adecuado en la prevención del Tromboem-
bolismo pulmonar. Se mantendrá 6-8 meses tras un proceso trombótico profundo,
sin descuidar en absoluto los vendajes o medias elásticas.
c) Tratamiento médico:
· Fármacos antitrombóticos: Heparina sódica intravenosa:
Está claramente demostrada su eficacia en la prevención de la progresión de
las complicaciones tromboembólicas en pacientes afectos de TVP y es el primer
escalón en el tratamiento de la TVP de las venas poplíteas y proximales de la pier-
na. La pauta de elección hoy en día es la siguiente:
Pauta de administración:
- Bolo inicial de 5000 -20000 UI (100-200 UI/kg)
- Dosis ajustada segun APTT (1,5 veces el control)
- Dosis de mantenimiento de 600-2000 UI/h durante 4-6 días
- Inicio de anticoagulación oral al 2 ó 3 día de heparinización, siempre que la
evolución clínica sea favorable y no se prevea ninguna intervención quirúr-
gica.
- Suspensión de la heparina cuando tiempo de protrombina sea 1,5 veces
superior al control. (INR = 2-2,5)
- Mantenimiento de la ACO durante 3 - 6 meses.
Complicaciones de la heparinización:
Las complicaciones mayores son la Hemorragia y trombocitopenia, pero la
complicación más frecuente: Hemorragia (10 - 20 %) .Suele ceder con sus-
pensión de la misma o administración de Sulfato de Protamina (relación 1,5
:1)
Contraindicaciones de la heparinización:
– Absolutas: Sangrado activo importante, Neurocirugía reciente, Hipertensión
maligna, Hemorragias epidural o subaracnoidea.
– Relativas: Cirugía reciente, Sangrado gastrointestinal, Diátesis hemorrágica,
ACV reciente.
· Fármacos antitrombóticos: Estreptoquinasa, Uroquinasa, rTPA.
La principal ventaja es que se preserva la función valvular al lisar el trombo, si
no ha sido destruida previamente. Se utilizan habitualmente: Estreptokinasa, Uroki-
180
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
nasa o rTPA. Parecen ser más efectivos en tromboembolismos de menos de 5-7 días
con un reducción efectiva de la secuela postflebítica, aunque, por contra tiene una
tasa de hemorragia 2-5 veces mas frecuente que con la heparina.
2.3. Varicorragia
– Rasgos característicos
Es el sangrado espontáneo o postraumático por una variz
– Consideraciones generales
La localización más frecuente en venas superficiales de regiones mas declives
de las piernas y característicamente en venas en íntimo contacto con la piel y de
pared adelgazada.
– Hallazgos clínicos
Sangrado de sangre venosa (desaturada), a baja presión por punto varicoso en
pacientes con estigmas de Insuficiencia Venosa Crónica.
– Tratamiento
Se procederá a la elevación de la extremidad y compresión digital en la variz san-
grante así como un vendaje elástico de compresión decreciente desde raíz de los dedo
hasta rodilla si el sangrado es en el tobillo (más frecuente), que se mantendrá 1 semana.
El paciente guardará reposo domiciliario 24 h. con extremidad elevada, poste-
riormente, se remitirá al Cirujano Vascular para estudio y tratamiento quirúrgico.
– Etiología
Insuficiencia venosa crónica superficial o profunda que origina trastornos de la
microcirculación por aumento de la presión venosa. En el 50% de los casos hay
incompetencia valvular por TVP previa.
– Aspecto clínico
Suelen ser de localización supramaleolar interna. La extremidad está edemato-
sa con piel seca y descamada, hay hiperpigmentación e induración periulcerosa.
Habitualmente los pulsos están presentes.
– Tratamiento:
FUNCION MEDIDA
ESTIMULACION DEL RETORNO * VENDAJE COMPRESIVO
VENOSO EN ULCERAS ABIERTAS * VENOTÓNICOS
ESTIMULACIÓN DEL RETORNO * MEDIAS ELÁSTICAS
VENOSO EN ULCERAS CERRADAS * VENOTÓNICOS
181
Enfermedad Vascular Periférica: Problemas Venosos de Miembros Inferiores
182
Capítulo 14
Programa de Rehabilitación
Cardíaca
Dr. Valeriano Sosa Rodríguez
Servicio de Cardiología. Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Madrid
1. INTRODUCCIÓN
2. ANTECEDENTES HISTÓRICOS
se creía que el reposo absoluto era necesario durante largo tiempo en la mayoría de
las cardiopatías, como el infarto de miocardio (IM), o tras las intervenciones quirúr-
gicas de corazón, hasta que en estos años se vio que el entrenamiento físico precoz
reportaba más beneficios que el reposo en estudios realizados en Estados Unidos,
Canadá, Alemania, Bélgica y países escandinavos.
Por tanto, puede parecer que el entrenamiento físico en los cardiópatas y la RC
son una moda de finales de nuestro siglo, cuando en realidad en lo que consisten es en
una puesta en vigor actualizada de un antiguo uso. En efecto, los antiguos griegos, como
Asclepiades de Prusa, recomendaban el ejercicio físico en todas las enfermedades, y
entre ellas en las cardiopatías, y en el siglo XVIII el ruso Nacovich Ambodick escribe
en 1786: "El cuerpo privado de movimiento se deteriora como el agua estancada". Por
otra parte, el gran clínico inglés del siglo XVIII Heberden, quien, por otra parte, fue el
primero en definir la angina de pecho, describe en 1802 el siguiente caso: Un leñador
de la campiña inglesa sufría de angina de pecho y mejoró de la misma "by sawing wood
for half an hour every day" (serrando madera durante media hora diaria).
Sin embargo, entre finales del siglo XIX y principios del XX se cambia este con-
cepto y se tiende a utilizar el reposo físico como parte fundamental del tratamiento
de casi todas las enfermedades, entre ellas las cardiopatías y fundamentalmente la
cardiopatía isquémica (CI) y el IM. Esta tendencia se va cambiando progresivamen-
te, a partir de los trabajos de Ford, Hellerstein y Kellermann en los años 50 y, sobre
todo, a partir del mencionado informe nº 270 de la OMS de 1964.
Hoy día está fuera de toda duda que un programa de entrenamiento físico acom-
pañado de otras intervenciones multifactoriales, el mencionado "comprehensive cardiac
rehabilitation" de los anglosajones, puede mejorar extraordinariamente a los pacientes.
De forma que podríamos decir parafraseando a Ellestad:
"Cada vez hay más pruebas de que el reposo físico ha sido utilizado con exceso en
los trastornos cardíacos y pulmonares, y que un programa de ejercicio apropiado puede
tener efectos beneficiosos en la mayoría de los pacientes con enfermedades crónicas".
3. PROGRAMA MULTIFACTORIAL
184
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
c) Programa educativo:
Consiste en una serie de clases-coloquio, con la finalidad de que los pacien-
tes estén enterados realmente tanto del programa de RC como de su enfer-
medad. Se suelen incluir clases sobre factores de riesgo, dietética y hábitos
cardiosaludables, y finalidad de la RC.
d) Programa de prevención secundaria:
El programa educativo tiene ya esta finalidad. Aparte del mismo, mediante analí-
tica y revisiones periódicas, se controlan los factores de riesgo a nivel individual
y, en los pacientes de alto riesgo, es conveniente el consejo personalizado.
e) Programa social:
Consiste en una serie de medidas sociales necesarias para que el paciente
vuelva a hacer su vida social tan normal como sea posible, con la finalidad
de cumplir en su totalidad las recomendaciones del informe nº 270 de la
OMS. Como veremos, este programa es de la mayor importancia desde el
punto de vista de la vuelta al trabajo de los pacientes y, por tanto, desde el
punto de vista de la Cardiología Laboral.
f) Programa de terapia ocupacional o de PE reales:
Consiste en una serie de medidas que simulan las situaciones reales de la vida
del paciente. Poniendo algunos ejemplo: Si se trata de un viajante que lleva fre-
cuentemente una maleta de 20 Kg., se le hace caminar e incluso subir escaleras
en el centro donde se rehabilita con una maleta con ese peso, e incluso subir la
maleta a una red o estantería que simula el portaequipajes del tren, al tiempo
que se controla el ECG del paciente mediante telemetría. Si se trata de un pin-
tor, se le hace embrochar una pared, siendo también controlado por telemetría.
Si se trata de una limpiadora, se le hace, por ejemplo, limpiar y fregar el suelo,
poniéndose incluso de rodillas, también con control telemétrico del ECG. Y así
sucesivamente con todo tipo de situaciones. Como vemos, esto puede tener una
gran importancia desde el punto de vista de la incapacidad laboral de los
pacientes. Este programa se llama de terapia ocupacional en Europa, ya que es
desarrollado en los países europeos que cuentan con él por terapeutas ocupa-
cionales, y de PE reales, ya que, generalmente, se trata de esfuerzos similares a
los desarrollados por los pacientes en su vida real, en Canadá y Estados Uni-
dos. Desgraciadamente, actualmente no hay ningún grupo de trabajo dedicado
a RC en España que cuente con este tipo de programa.
185
Mejoría del Estado Funcional y Psicológico del paciente Cardio-Circulatorio por un Programa de Rehabilitación
Cardíaca, como Vía de Acortamiento del tiempo de Vuelta al Trabajo
5. INDICACIONES
186
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
6. CONTRAINDICACIONES
187
Mejoría del Estado Funcional y Psicológico del paciente Cardio-Circulatorio por un Programa de Rehabilitación
Cardíaca, como Vía de Acortamiento del tiempo de Vuelta al Trabajo
188
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
Por otra parte aun hay controversia sobre si, como consecuencia de estos pro-
gramas, mejora la función ventricular, lo que sí está demostrado en sanos, pero aun
no suficientemente en los pacientes coronarios, aunque hay trabajos a favor de ello,
y sobre si mejora la circulación colateral, lo que está demostrado experimentalmen-
te en animales, pero aun no suficientemente en humanos.
Los datos anteriores se refieren a pacientes coronarios, en los que se tiene una
gran experiencia. Los mismos beneficios se han demostrado en cuanto a pacientes
intervenidos quirúrgicamente por valvulopatía. No se tienen aun datos que demues-
tren la mejoría de los pacientes con insuficiencia cardíaca o a los que se ha realiza-
do un trasplante cardíaco incluidos en este tipo de programas, dado que la RC se
ha iniciado en los mismos recientemente, aunque los datos recogidos hasta la actua-
lidad en la bibliografía hacen suponer que también se obtienen resultados benefi-
ciosos.
8. RELACIÓN COSTE-BENEFICIO
189
Mejoría del Estado Funcional y Psicológico del paciente Cardio-Circulatorio por un Programa de Rehabilitación
Cardíaca, como Vía de Acortamiento del tiempo de Vuelta al Trabajo
Hoy día está fuera de duda, como ya se ha especificado, que los programas de RC
con entrenamiento físico producen más efectos beneficiosos que perjudiciales. Por otra
parte, está demostrado que el sedentarismo produce efectos fisiológicos nocivos, como
descalcificación ósea, mareos e incluso lipotimias, disminución del agua total del orga-
nismo como consecuencia de la disminución del volumen plasmático y del volumen del
líquido intracelular, y disminución de la masa eritrocitaria. Por otra parte, también pro-
duce una disminución de la captación de oxígeno de hasta un 28%, con la consiguien-
te disminución de la CF por aumento del consumo de oxígeno a nivel submáximo y
190
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
disminución del consumo máximo de oxígeno, o sea lo contrario de lo que hemos visto
que se produce con los programas integrales de RC con entrenamiento físco. Además,
a nivel de factores de riesgo, también se produce un aumento del colesterol total y del
LDL-colesterol, así como una disminución del HDL-colesterol, con los consiguientes
aumentos de los índices de riesgo, como vemos también lo contrario de los efectos bene-
ficiosos que hemos visto como consecuencia de los programas de RC mencionados. A
nivel psicológico, se demuestra que el sedentarismo después de un episodio cardíaco
agudo produce aumento del miedo, la ansiedad y la depresión, contrariamente a lo que
hemos visto que los programas mencionados de RC producen beneficiosamente.
Por lo tanto, de todo lo anterior se pude deducir, al menos a nivel teórico, que
si la actividad produce más beneficios que la inactividad, una vida activa podría
reportar más beneficios a los cardiópatas que la inactividad consecuencia de la baja
laboral larga y de la incapacidad laboral y que, aparte los beneficios que reportan los
programas integrales de RC, como consecuencia de los beneficios obtenidos de los
mismos y de los perjuicios que resultan de la inactividad y del sedentarismo, podría
también deducirse que los programas de RC reportarían al cardiópata una mejoría
física y psicológica más rápida y, como consecuencia de ello, éste estaría en condi-
ciones de volver al trabajo antes que si no se incluyese en este tipo de programas.
De hecho, la vuelta al trabajo es un aspecto de la mayor importancia hoy día en
cualquier enfermedad de importancia, como suelen ser las cardiopatías, y tiene un
gran interés en la readaptación social de los pacientes y afecta, ya desde el primer
momento de la enfermedad, tanto al cardiólogo clínico como a los tribunales médi-
cos que van a estudiar la posible incapacidad laboral del paciente, por no hablar del
sistema de la Seguridad Social, autoridades sanitarias e incluso abogados laboralistas
y jueces de las Magistraturas del Trabajo que puedan estar involucrados en este tipo
de cuestiones. Y, dada la definición de RC por el informe 270 de la OMS, es un tema
prioritario a tener en cuenta por los equipos que componen las Unidades de RC.
Evidentemente, la vuelta al trabajo de un cardiópata, como de cualquier pacien-
te que convalece de un brote agudo de una enfermedad que se va a cronificar, depen-
de de la enfermedad en sí, pero también de la situación económica y social de cada
país, de forma que los porcentajes de pacientes en las mismas condiciones patológi-
cas que vuelven al trabajo para una misma enfermedad es diferente según los dife-
rentes países y, dentro de un mismo país, difiere según las distintas épocas. Se puede
observar que las situaciones de crisis y desempleo dificultan la vuelta al trabajo, inclu-
so cuando el paciente quiere volver al mismo, aunque esté en condiciones para ello.
De esta forma, podemos observar en la literatura que los porcentajes de pacien-
tes que vuelven al trabajo tras un episodio de IAM varía entre un 40% y un 90%.
Ciñéndonos a España, los porcentajes de vuelta al trabajo tras IAM varían desde
cifras de entre un 61% y un 77% a finales de los 70 y principio de los 80 a un 37% en
1989. Esto, como vemos, está íntimamente relacionado con el mercado laboral.
El tema de la vuelta al trabajo tras un episodio de IAM ha sido estudiado por
Velasco Rami en nuestro país, encontrando que en el mismo influyen diversos fac-
tores, que clasifica de la siguiente forma:
191
Mejoría del Estado Funcional y Psicológico del paciente Cardio-Circulatorio por un Programa de Rehabilitación
Cardíaca, como Vía de Acortamiento del tiempo de Vuelta al Trabajo
a) Factores cardíacos:
– Severidad del infarto.
– Angina post-infarto.
– Insuficiencia cardíaca.
– Otras enfermedades.
b) Factores psicológicos:
– Síntomas cardíacos subjetivos.
– Sensación de incapacidad.
– Inestabilidad emocional: Ansiedad, depresión.
– Pesimismo.
– Preocupación por la salud.
– Excesiva protección familiar.
c) Factores sociales:
– Período de baja laboral.
– Edad.
– Clase social baja.
– Situación económica familiar.
– Desempleo.
– Aislamiento social.
– Trabajos de esfuerzo.
– Consejo erróneo del médico.
En todo esto Velasco Rami coincide más o menos con otros trabajos publicados
en otros países desarrollados.
Efectivamente, cuanto mayor sea la severidad de la enfermedad más difícil es
que el paciente vuelva al trabajo. Sin embargo, siguiendo los estudios de la literatu-
ra, se observa que las variables que más influyen dificultando la vuelta al trabajo no
son de origen cardíaco o específicamente médico, sino de origen psicológico y social,
encontrándose que estas causas constituyen el 75% de las causas de las bajas labora-
les y de las incapacidades.
Entre las causas de origen psicológico, se encuentran en primer lugar los sínto-
mas subjetivos seudocardíacos, ya que éstos producen en el paciente sensación de
inseguridad, depresión y excesiva preocupación por su estado de salud, que es, a su
vez, transmitida a los familiares más cercanos que conviven con el mismo. Entre estos
síntomas subjetivos seudocardíacos, el más frecuente es el dolor torácico inespecífico.
En realidad, casi todos los síntomas subjetivos citados anteriormente no están en rela-
ción con el estado físico y funcional de los pacientes, pero provocan las secuelas psi-
cológicas reseñadas, que dificultan enormemente la reinserción social y laboral.
En cuanto a los problemas sociales, el período de baja laboral está directamente
relacionado con la incapacidad permanente, es decir más incapacidades cuanto
mayor tiempo de baja laboral, aunque ésta no esté relacionada con problemas estric-
tamente médicos. Por otra parte, una de las causas que mayor número de incapaci-
dades laborales produce es el consejo erróneo del médico, ya sea el médico de cabe-
cera, el cardiólogo o el médico de Empresa, que conduce generalmente a inseguri-
192
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
10. CONCLUSIONES
193
Mejoría del Estado Funcional y Psicológico del paciente Cardio-Circulatorio por un Programa de Rehabilitación
Cardíaca, como Vía de Acortamiento del tiempo de Vuelta al Trabajo
BIBLIOGRAFÍA
194
Capítulo 15
Guía práctica de ayuda para
valorar Incapacidad Laboral
en la Cardiopatía Isquémica
Dr. Valeriano Sosa Rodríguez
Servicio Cardiología. Hospital General Universitario Gregorio Marañón
En esta última parte del libro se pretende dar un sentido práctico a todo lo que
se ha estudiado en los capítulos precedentes, lo que, desde el punto de vista clínico
y médico en general, quizá sea lo más importante.
Como guía para ello, aparte la segunda edición de la Guía del Menoscabo Per-
manente, editada por el Instituto Nacional de Medicina y Seguridad del Trabajo, en
su capítulo correspondiente a Valoración de la Incapacidad Laboral en Cardiología,
recientemente se han editado unas Guías para la Determinación de la Incapacidad
Laboral en Pacientes con Cardiopatía Isquémica, conjuntamente por el Instituto de
Medicina y Seguridad en el Trabajo y el Grupo de Trabajo de Rehabilitación Cardía-
ca de la Sociedad Española de Cardiología.
Esta última publicación es un folleto de 4 páginas donde, de una manera muy
simple y resumida, se especifican los pasos a dar para determinar los distintos tipos
de incapacidad laboral (IL), temporal, permanente (parcial, total o absoluta) o gran
invalidez, en pacientes con cardiopatía isquémica, teniendo en cuenta el estado car-
diológico del paciente, según la exploración física y los datos que podemos obtener
por las técnicas usadas en Cardiología.
Es decir, que se trata de una aplicación práctica de los datos obtenidos por las
pruebas para la evaluación del cardiópata, que pueden estudiarse en los 4 primeros
capítulos del presente libro, teniendo en cuenta la patología del paciente coronario,
que también es estudiada desde el punto de vista de la IL en los capítulos 6 y 7 del
mismo.
Por lo tanto, citamos aquí las mencionadas Guías porque, aunque sólo se trata
de Cardiopatía isquémica, ésta es la patología cardíaca más frecuente en la actuali-
dad, y la que más problemas crea actualmente, tanto desde el punto de vista de
diagnóstico y tratamiento, como desde el punto de vista del estudio del futuro labo-
ral de los pacientes.
Guía Práctica
1. CRITERIOS MEDICOS
2. CRITERIOS NO MEDICOS
198
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
Tabla 1
Tabla 2
199
Guía Práctica
Tabla 3
Hay que tener en cuenta que un paciente puede pasar de un grupo de riesgo a
otro inferior con las medidas terapéuticas correspondientes.
De esta forma, a los pacientes del Grupo III se les daría la IL permanente abso-
luta, una vez agotadas todas las posibilidades terapéuticas.
A los pacientes del Grupo II se les daría la IL total si tienen trabajos con
responsabilidad sobre terceros (pilotos de líneas aéreas, conductores de transportes
públicos, etc.). El resto podría continuar con su trabajo habitual como norma
general.
Los pacientes del Grupo I podrían continuar con su trabajo habitual como
norma general.
Además debe tenerse en cuenta que a los pacientes de los Grupos I y II debería
concedérseles la IL total cuando su trabajo habitual requiere una CF superior a la
alcanzada en la PE, puesto que podrían realizar trabajos con CF inferior a la alcan-
zada. A tener también en cuenta que deben agotarse todas las posibilidades terapéu-
ticas y rehabilitadoras que pueden mejorar esta CF.
Antes de decidir si un paciente debe ser propuesto para IL permanente absolu-
ta o total, o si debe continuar con su trabajo habitual, debería permanecer en IL tran-
sitoria en los siguientes casos:
- Mientras se realicen las pruebas necesarias para determinar el pronóstico y la
CF.
Debe tenerse en cuenta que el tiempo que el paciente permanezca en esta IL
transitoria está en relación con las listas de espera para realizar las pruebas mencio-
200
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
nadas, por lo que, cuanto menor sea el tiempo transcurrido en listas de espera,
menor será el tiempo de la IL transitoria, con la consiguiente disminución del gasto
ocasionado por la misma.
- Mientras el paciente permanezca con sintomatología secundaria a su proceso,
de origen cardíaco o no (Dressler, depresión, etc.).
También debe tenerse en cuenta que muchos de estos cuadros, como la depre-
sión, pueden evitarse o resolverse mediante programas de RC, lo que también dis-
minuirían el tiempo de IL transitoria y el gasto ocasionado por la misma, como en
el caso anterior.
BIBLIOGRAFÍA
201
Capítulo 16
Casos Prácticos
colateral en todos los lechos, difícilmente angioplastables, por lo que se decide tra-
tamiento médico y si la clínica lo justificara, tratamiento quirúrgico.
Se le instaura tratamiento con Atenolol, 100 mg/día, Nifedipino 30 mg/día y
Vals 80 mg/día, controlándosele la tensión al 9º día, además de las medidas higiéni-
co dietéticas habituales, especialmente haciendo honcapié en la abstención total de
tabaco, café, sal y grasas animales.
Tras 22 días consecutivos de control tensional diario en 2 tomas, matinal y ves-
pertina, con cifras que nunca superaron los 170/085, con cifras medias de 150/080,
se decide darle el alta, rechazando el parte de accidente de trabajo y pasando a la
Seguridad Social, para control por Enfermedad Común, dado que su supuesta "Cri-
sis Hipertensiva", fue descubierta casualmente en el transcurso de un reconocimien-
to médico rutinario, y sin clínica que lo sospechara. No obstante, antes de rechazar-
lo, se le realizaron todos los estudios necesarios, (Holter, Ergometría, incluso Coro-
nariografía), para cerciorarse que no existieran otras causas. Ni la empresa ni el inte-
resado reclamaron a la Mutua nada, siendo el interesado Asesor Jurídico de una gran
Editorial.
Administrativo de 55 años, que 3 años antes, sufrió una angina de pecho que
le llevó a una ACTP a CD, que tras reestenosarse 2 meses más tarde, se le coloca
un Stent anticoagulándose y con tratamiento con vasodilatadores coronarios, beta-
bloqueantes y antagonistas del calcio. Se retira anticoagulación por hematuria masi-
va, sufriendo nuevos episodios de angor que llevan a una segunda ACTP, ésta vez
a Cx.
Ante un nuevo episodio ocurrido en la empresa, es remitido a nuestra Mutua
como accidente de trabajo para estudio y tratamiento.
– Ergometría:
Bajo tratamiento con nitratos y calcioantagonistas, clínica y eléctricamente
positiva a partir del minuto 3. (110 l.p.m. y DP = 1.430, alcanzando el 72 %
de frecuencia cardíaca máxima estimada, a los 6 minutos. Gastos energéti-
cos finales que limitados por angina y disnea se calculan en 5 Mets). Máxi-
ma infradesnivelación del ST de 2'5 mm. en cara inferior y lateral. El dolor
anginoso desaparece a los 5 minutos de recuperación con persistencia de
infradesnivelación del ST de 1 mm. a los 8 minutos de recuperación. No
arritmias, respuesta normotensiva.
– Ecocardiograma:
Dentro de la normalidad.
– Primera coronariografía:
Contractilidad segmentaria de V.I. normal con F.E. del 75%.
DA: sin lesiones.
Cx : 75 % proximal.
CD: lesión severa y larga proximal del 95%, con lesión del 75 % pósterobasal.
204
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
Se realiza ACTP a las 3 lesiones con buen resultado, quedando lesión residual
del 30 % y 17 % respectivamente y disección leve en ambos casos en coronaria dere-
cha y 35 % en Circunfleja.
– Tercera coronariografía:
Contractilidad segmentaria de V.I. normal
FE : 70 %
DA : sin lesiones
Cx : 70 %
CD : estenosis proximal pre-stent del 65 % y vaso distal con múltiples irre-
gularidades. Lesión en segmento medio del 30 %. Lesión en origen de
IVP del 60 %.
CI : irregularidades sin lesiones significativas.
Se realiza nueva ACTP a CD, lesión proximal con buen resultado inicial y
lesión residual del 30 %, abandonando tras varios intentos, ACTP a IVP, sin lograr-
se el paso de la guía. Aunque permanece asintomático durante su ingreso esta vez,
se plantea la Cirugía dadas las lesiones y probable mala evolución que tendrán,
posibilidad que rechaza el paciente, a la espera de ver resultados de estas últimas
ACTP.
A los 14 meses, tras varios ingresos en Urgencias por angina, visitas hospitala-
rias y consultas en su Cardiólogo, sufre uno nuevo, de los múltiples episodios angi-
nosos en la oficina, siendo enviado a la Mutua por "Accidente de trabajo", con el
diagnóstico de "Angina de pecho". Con Nitroglicerina sublingual e intravenosa cede
el dolor, permaneciendo asintomático durante su estancia hospitalaria de 5 días.
DISCUSIÓN
205
Casos Prácticos
206
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
EVOLUCIÓN
DISCUSIÓN
(*) Los no fumadores deben tener 0 p.p.m. Los fumadores pasivos pueden superar las 6 p.p.m. y
llegar incluso a 10 - 12 p.p.m . dependiendo del humo-ambiente. Un fumador habitual de 20
cigarrillos/día que lleve más de 6 horas sin fumar seguirá dando cifras de CO en el aire espi-
rado positivas de >6 p.p.m. Un no fumador que dé unas "caladas" de un cigarrillo, será inme-
diatamente positivo, dando cifras de CO de 10, 15, incluso más p.p.m. y un fumador habitual
que lleve menos de 3 horas sin fumar, dará cifras de 30-40 y 60 partes por millón de CO.
207
Casos Prácticos
208
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
DISCUSIÓN
ASEPEYO rechazó este caso como accidente de trabajo, por la historia clínica
de angina desde 8 meses antes de su infarto, que no mejoraba con el tratamiento
médico y que el día de su ingreso por IAM llevaba horas con dolor torácico, desde
el momento de levantarse. Demandado ASEPEYO por el paciente, la Magistratura
de lo Social de Madrid da la razón a la Mutua en base a ser probados los antece-
dentes de anginas repetidas desde unos meses antes de su infarto, y que el día de su
ingreso, los primeros síntomas los nota en su domicilio, acudiendo al hospital desde
el centro de trabajo, cuando consideró que las molestias eran excesivas.
209
Casos Prácticos
210
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
DISCUSIÓN
211
Casos Prácticos
212
Estudio de la Incapacidad Laboral por Enfermedades Cardiocirculatorias
– ECG:
Ritmo sinusal a 92 l.p.m. con E.S.V. politópica no acoplada.
Trastornos inespecíficos de repolarización cara lateral y lateral alta.
– Analítica:
Glucemia: 292
Triglicéridos: 398
SGOT: 49
SGPT: 72
GGTP: 66
– Ecocardiograma:
- V.I. moderadamente dilatado (Dd = 72 mm) no hipertrófico (9 mm) con
hipocontractilidad global. FE = 0,36.
- Función sistólica global moderada - severamente deprimida.
- Datos indirectos de importante alteración de relajación.
- Raíz aórtica ligera - moderadamente dilatada (43,8 mm.) con válvula aórti-
ca normal.
- Dilatación ligera de aurícula izquierda (42 mm).
- Grasa pericárdica abundante.
– Informe emitido a la empresa y al interesado.
A petición de ........................(nombre de la empresa) y con el acuerdo expreso
y firmado de D.............................(nombre del trabajador) a quien se explica detalla-
damente el por qué y para qué de este estudio, se emite el siguiente informe:
Paciente diagnosticado de miocardiopatía dilatada hace 5 años, que lleva 3 sin
controles y 10 meses de baja no justificada claramente.
Paciente obeso, HTA sin control ni tratamiento, con analítica de sangre altera-
da por una muy probable diabetes mellitus, con elevación de transaminasas hepáti-
cas y triglicéridos. Ecocardiograma que muestra un miocardiopatía dilatada mode-
rada, con una fracción de eyección deprimida, de 0,36 y una disnea no muy bien
valorable por su sobrepeso.
Es imprescindible controlar su diabetes, con lo que mejorará su sobrepeso, dis-
nea y hemodinámica. Para ello debe seguir una dieta rigurosa y controlarse por su
Endocrino. Igualmente es imprescindible controlar su hipertensión arterial y sobre-
peso, alteraciones todas ellas muy interrelacionadas y más importantes que su mio-
cardiopatía, que deberá seguir controlando y valorando su Cardiólogo.
En cuanto a su miocardiopatía, dado que su evolución es incierta, no es re
comendable el actual puesto de trabajo, por él y por riesgo de terceros. Por lo tanto
su situación clínico - laboral no es invalidante pero aconseja cambio de puesto de tra-
bajo y alta laboral inmediata, con controles rigurosos por endocrino y cardiólogo
además de los que le hagamos anualmente en ASEPEYO o en la Mutua a que per-
tenezca su empresa.
Fdo. Dr................................
213
Casos Prácticos
DISCUSIÓN
214