de desarrollo comunitario: revitalización del trabajo en red Social education and social services in community development processes: revitalizing networking Laura Varela Crespo Universidad de Santiago de Compostela
Resumen social educators in the so-called community
social services. The coupling of education La comunidad es un contexto idóneo para la and development requires the existence of a acción educativo-social que desarrollan las community in which the link created betwe- educadoras y educadores sociales en los ser- en the two notions can manifest itself and vicios sociales comunitarios. El binomio become effective. In this setting, the work of constituido por la educación y el desarrollo the social educators needs the collaboration requiere de la existencia de una comunidad of other professionals that can take on a en donde el vínculo que se teje entre ambas shared commitment to the planning, deve- pueda manifestarse y hacerse efectivo. En lopment and evaluation of educational pro- este marco, el trabajo de las educadoras y cesses designed to boost community life educadores sociales necesita de la colabora- through new relationship frameworks, such ción de otros profesionales que asuman un as that represented by “networking”. compromiso compartido en la planificación, desarrollo y evaluación de procesos educati- Key word: social education, community, vos encaminados a potenciar la vida comuni- community development, community social taria a través de nuevos marcos de relación, services, networking. como el representado por el “trabajo en red”. Nadie es sujeto en la soledad y el aisla- Palabras clave: educación social, comuni- miento, sino que siempre se es sujeto entre dad, desarrollo comunitario, servicios socia- sujetos: el sentido de la vida humana no es les comunitarios, trabajo en red. un monólogo sino que proviene del inter- cambio de sentidos, de la polifonía coral. Summary Antes que nada, la educación es la revela- ción de los demás, de la condición huma- The community is a suitable context for the na como un concierto de complicidades educational-social action carried out by irremediables. (Savater, 2001: 34-35).
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sips - revista interuniversitaria de pedagogía social [1139-1723 (2010) 17, 137-148] • tercera época 1. Introducción tical (Administración estatal, autonómica, municipal) como horizontal (consejerías, de- La comunidad, referente fundamental en la partamentos, etc.) se requiere una apuesta acción educativa, que se ha ido configurando firme por unos servicios sociales próximos en torno a la proximidad, la cooperación, la de calidad; lo cual evidencia la necesidad de comunicación, el intercambio, etc., ha de la transversalidad en las actuaciones que constituir un eje central e ineludible del ám- se llevan a cabo desde los distintos ámbi- bito político-institucional más cercano a la tos de la política social (educación, vivienda, ciudadanía, es decir, de la Administración empleo, etc.), con el propósito de hacer efec- Local. Ésta ha de actuar como “aseguradora” tiva la concepción de la persona como ser de los derechos sociales de las personas y en- integral, en su doble dimensión individual contrar en los servicios sociales comunita- y social. rios, en sus profesionales en general y en las educadoras y educadores sociales en par- 2. Repensar la comunidad desde ticular, elementos clave para que se inicien, la perspectiva de la educación social desarrollen y consoliden procesos educati- vos orientados al “empoderamiento” de los Han sido diversas las disciplinas que desde individuos y colectivos; a fin de que puedan diferentes miradas, entre ellas la Psicología, tomar las “riendas” de sus propias vidas, las la Sociología, la Pedagogía Social, la Antro- cuales se van (des)dibujando alrededor y en pología, han tomado a la “comunidad” como simultáneo con los procesos dinámicos, cam- objeto de estudio. Se trata de un término biantes, multidimensionales y de gran com- complejo, polivalente, al que se le han otor- plejidad característicos de nuestra sociedad gado numerosos significados. Entre otras, actual. y revisando la literatura al uso, se identifi- En este marco, y no dejando de recono- can desde visiones utópicas e idílicas de la cer la presencia y las actuaciones que en el comunidad hasta alusiones a la comunidad seno de las comunidades desarrollan las en- como sinónimo de sociedad, pasando por re- tidades pertenecientes al denominado tercer ferencias a la comunidad desligada de un sector, extendidas a lo largo y ancho de la ámbito territorial que la delimite (como es geografía española, centraremos nuestra mi- el caso de las comunidades virtuales) o con rada en los servicios sociales comunitarios una delimitación muy precisa (comunidad del sistema público, entendidos como agen- de vecinos, comunidad escolar, etc.). Quizás, tes educativos dinamizadores de los territo- el significado más destacado sea el que evoca rios y comunidades de los que forman parte. ese ideal de vida al que las personas aspira- Los profesionales de los servicios socia- mos, sin saber con certeza cómo y cuándo les (trabajadores sociales, psicólogos, peda- podrá alcanzarse; ese paraíso perdido al que gogos, educadores sociales, etc.) han de tra- alude Bauman (2003), al que todos deseamos zar estrategias de trabajo coordinado que regresar. impliquen a las acciones comunitarias desde Sin descuidar esta perspectiva de anhelo sus inicios (planificación), en sus procesos y utopía, en este trabajo nos referimos a la (implementación) y en los momentos de re- comunidad entendida, siguiendo a Caride, flexión y reelaboración de las mismas (eva- Pereira y Vargas (2007: 135), como “un es- luación). Sin embargo, no sólo concierne a pacio de vida social donde se configuran de los profesionales trabajar de manera coor- forma constante múltiples y complejas re- dinada y co-responsabilizada, sino que a ni- laciones e interacciones sociales entre indi- vel interadministrativo tanto en sentido ver- viduos y colectivos que viven y conviven con
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sips - revista interuniversitaria de pedagogía social [1139-1723 (2010) 17, 137-148] • tercera época lazos de solidaridad e intercambio de signi- AMPA–, educadores sociales, trabajadores so- ficados de su territorio, de su lengua y cul- ciales, etc.) y cuyo referente clave es la eman- tura y de sus vivencias individuales y co- cipación y la transformación social. La par- munes”. En la comunidad así entendida, las ticipación, la concienciación, la educación, el relaciones e interacciones sociales entre cada empoderamiento (empowerment) y el desa- individuo y los colectivos en los que se in- rrollo, son los cinco ejes alrededor de los cua- tegra especialmente, se convierten en piezas les se estructuran y articulan en la actualidad fundamentales de los quehaceres cotidianos las actividades, procesos y proyectos de la ac- de la sociedad; en cuyo seno, la comunica- ción comunitaria. ción constituye un elemento clave, espe- La Administración Local, como el ámbito cialmente cuando la comunidad es obser- político-institucional de mayor proximidad vada e interpretada desde una mirada a la ciudadanía, ha de asumir responsabili- educativo-social. dades en la puesta en marcha de procesos Paulo Freire (1977) ya expresaba la rele- educativos y participativos que contribuyan vancia de la interacción, indicando que es a que las personas se conviertan en prota- a través de las relaciones hombre-mundo gonistas de sus propios procesos de desa- como se construye el conocimiento, alu- rrollo, tanto en la esfera individual como co- diendo también a la importancia del diálogo lectiva. De este modo, a pesar de las entendido como co-participación de los su- incesantes y vertiginosas transformaciones jetos en el acto de pensar en búsqueda de que han tenido lugar en las últimas décadas, la transformación social. como afirma Heras (2007), hay determina- Las comunidades, en este marco, cons- das cuestiones en las que lo público sigue te- tituyen para las educadoras y educadores so- niendo su obligación. Las administraciones ciales contextos clave para la acción peda- públicas han de asegurar la garantía de los gógico-social, dado que si reconocemos que derechos de la ciudadanía, la protección de uno de los objetivos fundamentales de la las personas que se encuentran en situación Educación Social se refiere a generar pro- de vulnerabilidad, la cobertura a las necesi- cesos educativos que incidan en la mejora dades básicas de los sujetos, etc. de la calidad de vida de la ciudadanía; la co- Desde esta perspectiva, siguiendo a Su- munidad entendida como un contexto local, birats (2002), destacamos que el bienestar es de proximidad y de interrelación entre di- cada vez menos una reivindicación global, ferentes individuos, instituciones, asocia- para concretarse cada vez más en demandas ciones, etc., es un escenario propicio y, en personales y comunitarias, inscritas en la vida todo caso, ineludible para la acción comu- cotidiana. Los problemas y las expectativas nitaria. Dicha acción es entendida, siguiendo generadas en y a través de las organizaciones a Úcar y Llena (2006: 38), como una forma primarias requieren soluciones específicas, de acción social, referida a las relaciones en- basadas sobre todo en la proximidad. tre las personas, a todos aquellos mecanis- En este marco, la educación debe ser en- mos que, de una manera dinámica y com- tendida como una necesidad básica, esencial, pleja, entretejen, regulan y estructuran la además de un derecho de las ciudadanas y vida en sociedad. ciudadanos, lo que significa “abogar por sa- Se trata de una acción intencional, pla- tisfacer un derecho y cumplir una obligación nificada, en la que participan diferentes agen- o una responsabilidad antes de apelar a un tes (ciudadanas y ciudadanos individual- recurso que actúa como “parcheo” para lavar mente considerados, ciudadanía organizada la cara de un sistema socioeconómico que –asociaciones de vecinos, clubes deportivos, lleva inscritas sus propias lógicas excluyen-
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sips - revista interuniversitaria de pedagogía social [1139-1723 (2010) 17, 137-148] • tercera época tes. Entender la educación como necesidad Al respecto, Longás y otros (2008) seña- esencial, básica y común para todos, y asig- lan que “si la educación no es compartida narla al ámbito de los derechos y deberes de por los distintos agentes socioeducativos, no todos los miembros de la sociedad justa, aborda y se nutre de la dimensión comuni- tiene diversas implicaciones teóricas, prác- taria y no genera desarrollo, cambio y trans- ticas y éticas” (Sáez, 2006: 209-210). formación en las sociedades, no puede ser En definitiva, se trata de reconocer y concebida como educación”. En este sentido, alentar en las comunidades una mayor pre- la educación se convierte en un asunto de sencia de soportes políticos, estratégicos que la comunidad al presentar como horizon- favorezcan la implicación y la participación tes fundamentales el desarrollo humano y de las personas en la transformación de sus la transformación social. Es más, las carac- propias realidades. Implicación que permite terísticas y el alcance de las relaciones que pasar de la apatía a la movilización, pasar de se establecen entre la educación y el desa- la delegación y la dependencia a la actividad rrollo agrandan la concepción freiriana de y la disponibilidad para asumir compromi- la educación como una práctica transfor- sos y riesgos. Participación que presupone madora entendida como “praxis, reflexión y la capacidad de utilizar los propios recursos, acción del hombre sobre el mundo” (Freire, los propios poderes, ejerciendo la capacidad 1980: 7) para promover su emancipación y de decidir, de controlar. Pero, tanto la im- de las condiciones de existencia. plicación como la participación necesitan de Esta relación entre educación y desarro- los elementos previos que la faciliten, como llo como proceso de cambio y transforma- son la creación y existencia de conexiones ción social transcurre en torno a tres fases entre personas, entre grupos presentes en la (Caride, Pereira y Vargas, 2007): la percep- comunidad, y para ello es imprescindible el ción e interpretación de los datos del mundo, que se reconozcan intereses comunes y com- la asimilación de los datos del mundo y la plementarios (Subirats, 2002: 36). transformación del mundo. La primera fase, La educación en este proceso de cambio se refiere a la percepción sensorial de los y transformación social, de “empodera- fenómenos sociales que acontecen y la in- miento” de las personas está estrechamente terpretación de los mismos para entender la ligada al desarrollo comunitario. En este sen- realidad natural y social de forma com- tido, la relación entre educación y desarro- prensiva. La segunda, se centra en la lectura llo se caracteriza, según Caride y Vargas y asimilación por las personas de los men- (2002), por tener lugar en las prácticas de sajes captados, tras una reelaboración de los la vida cotidiana, incluir a toda la población, datos interpretados. Esta fase resulta fun- abarcar todas las modalidades de educación damental en el desarrollo actitudinal de los recuperando la visión más “social” de la edu- individuos, de manera que en función de la cación, poder realizarse con o sin mediación interpretación que se elabore, las personas pedagógica especializada, presentar conte- podrán adoptar actitudes conformistas o nidos variados y diversos grados de inten- transformadoras. La tercera, se refiere a ac- cionalidad, dar cabida a factores subjetivos tuaciones que suponen cambios en el en- y objetivos, no ser neutra, aplicar múltiples torno, intencionales o no. Se trata de accio- métodos pedagógicos, tener propósitos nes que transforman el mundo, de muy emancipatorios, transformar las realidades diversos tipos, puesto que no hay un modo en la dirección de un desarrollo humano in- unívoco de producir cambios sociales. tegral sustentable y equitativo, y promover En estas tres fases se manifiesta níti- la mejora de realidades concretas. damente la relación entre educación y de-
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sips - revista interuniversitaria de pedagogía social [1139-1723 (2010) 17, 137-148] • tercera época sarrollo, y también la importancia de la munitarios a través de equipos interdisci- existencia de una comunidad en donde plinares que trabajan a favor de la calidad este vínculo pueda concretarse y hacerse de vida, así como del bienestar individual y efectivo. La construcción del sentido de per- social de la ciudadanía. tenencia, de unos intereses comunes, el es- En este sentido, la conceptualización y tablecimiento de interrelaciones, requieren delimitación de los servicios sociales gira en necesariamente de procesos comunicativos torno a dos ejes fundamentales (March y y dialógicos que posibiliten compartir for- Orte, 2004): por un lado, se basa en la con- mas de pensar, de sentir y de actuar, a fin sideración de los servicios sociales como un de trasladar el protagonismo de las institu- derecho de toda la ciudadanía, con actua- ciones a los verdaderos protagonistas; es de- ciones específicas dirigidas a los colectivos cir, a las personas que configuran el complejo más desfavorecidos. Y por otro, en el diseño entramado de esa unidad que denominamos de estrategias orientadas al desarrollo de las «comunidad». personas, los grupos y las comunidades. Los Por todo ello, colegimos con Gomà y servicios sociales aspiran a lograr la equidad Brugué (2002: 79) al afirmar que la “educa- social, valorando la diversidad y apostando ción debe satisfacer las necesidades educati- porque cada persona pueda desarrollar su vas de la comunidad; no las de los decisores propio proyecto vital de manera autónoma. públicos. Y para hacerlo debe diseñarse desde El elemento clave, según Subirats (2007), si- abajo (...). En definitiva, es la comunidad la gue siendo la lucha contra las desigualdades, que puede definir los parámetros de la acción pero reconociendo las diferencias, y con una educativa o, incluso más, la que debe hacerlo fuerte defensa de la autonomía individual, si pretendemos que efectivamente educación entendida como una situación en la que no y comunidad formen el binomio clave para se produce la dominación de unas personas el desarrollo personal y colectivo”. sobre otras. Los servicios sociales caracterizados por 3. Los servicios sociales comunitarios como su descentralización territorial y la tenden- agentes educativos de identidad local cia a la universalización de las actuaciones para evitar la estigmatización, posibilitan la Los servicios sociales comunitarios, también adopción y planificación estratégica de ini- denominados de atención primaria, básicos, ciativas orientadas a la potenciación de la generales, etc., constituyen el nivel más pró- vida comunitaria del territorio en el que se ximo a la ciudadanía en el sistema de servi- ubican. Como recurso de proximidad, parti- cios sociales. Desde nuestra perspectiva, en- cipan en su vida cotidiana compartiendo los tendemos los servicios sociales comunitarios ritmos y tiempos diarios de gran parte de la como el conjunto coordinado de prestacio- ciudadanía; por ello, la acción educativa de nes, recursos, equipamientos, programas, las educadoras y educadores sociales, que tra- etc., que posibilitan a todas las ciudadanas y bajan tanto en el propio centro de servicios ciudadanos ejercer su derecho a obtener una sociales como en el medio abierto, resulta im- respuesta ante situaciones de necesidad, a prescindible para que las personas que for- recibir información y orientación frente a man parte de la comunidad participen de ma- un problema o al desconocimiento de de- nera activa en la resolución de los problemas, terminados recursos, a la promoción e inte- al tiempo que ha de contribuir al desarrollo gración social y a la participación en la vida de las habilidades y actitudes esenciales para cotidiana. A ellos se confía el logro de un ma- adoptar, de manera autónoma, decisiones yor y mejor fortalecimiento de los lazos co- que redunden en su bienestar.
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sips - revista interuniversitaria de pedagogía social [1139-1723 (2010) 17, 137-148] • tercera época Entendemos por medio abierto, si- fesionales no son los únicos agentes de trans- guiendo a Llena y Parcerisa (2008: 17), un formación, sino que los verdaderos agentes “espacio de encuentro, que se ha construido del cambio social son las personas con las y se va construyendo y reconstruyendo a que trabajan. Los servicios sociales comu- partir de las interacciones entre los distintos nitarios y las educadoras y educadores so- componentes que lo forman: personas, ins- ciales han de dejar de ser quienes “dan” para tituciones, valores, objetivos y normas… En que otros “reciban”, facilitando que las ciu- este contexto, la acción socioeducativa se ca- dadanas y ciudadanos también puedan “dar” racteriza por su flexibilidad, por la posibili- y “recibir” según sus propias circunstancias. dad de autodeterminarse y de autocons- En este proceso de construcción de la di- truirse colectivamente, por la voluntariedad mensión educativa de los servicios sociales, en la participación y en la capacidad de de- podemos definir a la educadora o educador cisión del conjunto de personas que convi- social de atención primaria, como “un pro- ven y se relacionan en este medio. Se trata fesional especializado en generar y acom- de un medio educativo donde se parte de pañar procesos de cambio orientados a la au- que la responsabilidad debe ser compartida tonomía y a la promoción de la persona (a por las personas que interaccionan”. fin de que ésta se convierte en protagonista Desde esta perspectiva, consideramos de su propia vida), que genera y acompaña que el trabajo educativo en medio abierto de procesos educativos para promover la co- las educadoras y educadores sociales resulta nexión de la persona con la red social, que primordial, dado que el desarrollo de una co- conoce y, en su caso, facilita el acceso a las munidad difícilmente puede realizarse ofertas formativas y recursos del territorio desde el “espacio amurallado” en el que tra- potencialmente educativos (escolares, cul- bajan los profesionales. Es en la calle, en las turales, de tiempo libre, etc.)” (Fité y Llena, plazas públicas, etc., donde la educadora o 2000: 73). Se vuelve imprescindible, por educador podrá iniciar una relación con las tanto, que las educadoras y educadores so- personas, especialmente con aquellos colec- ciales que trabajan en atención primaria co- tivos más vulnerables y desconocedores de nozcan todo aquello que tiene que ver con los procedimientos burocráticos que se pre- el medio en el que trabajan. cisan para acceder a los servicios. Sedó (1999), en este sentido, ensalza la De ahí que, frente a las perspectivas asis- importancia de que la educadora o educador tencialistas que desde sus orígenes han ca- esté ubicado en la comunidad, siendo nece- racterizado a los servicios sociales, frente a sario que complete su formación y experien- la actuación basada en síntomas y proble- cia como profesional, con un conocimiento mas, frente al predominio de la intervención profundo del territorio: equipamientos, tra- individualizada, abogamos por unos servi- diciones, dinámicas comunitarias, etc. La ac- cios sociales entendidos como agentes edu- ción socioeducativa que desarrolla puede te- cativos, como elementos de engarce de otros ner como destinatario, tanto al individuo, servicios existentes en la comunidad (cen- como a la familia o al grupo, partiendo bien tros educativos, sanitarios, culturales, etc.) de una demanda sentida y expresada, o bien que a través de diversos profesionales (psi- de una demanda indirecta e institucional. En cólogos, educadores sociales, trabajadores so- este último caso, es fundamental que la edu- ciales, etc.) lleven a cabo actuaciones con- cadora o educador sea capaz de elaborar pro- juntas y coordinadas basándose en las yectos que respondan a las necesidades edu- necesidades y demandas de la población. Eso cativas y, de ser el caso, a las expectativas sí, sin obviar que estos servicios y sus pro- de las personas, para lo cual resultará clave
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sips - revista interuniversitaria de pedagogía social [1139-1723 (2010) 17, 137-148] • tercera época que posea un conocimiento amplio de los su- En consecuencia, con el propósito de evi- jetos y de la propia comunidad en la que tar la “fagocitación” de las actuaciones que lleva a cabo su actuación. se desarrollan desde los servicios sociales co- Asimismo, y vinculado al principio de munitarios, se hace imprescindible el esta- universalidad que orienta a los servicios so- blecimiento de un trabajo en red, coordinado ciales comunitarios, abogamos porque las por el equipo de servicios sociales de atención educadoras y educadores sociales trabajen primaria de la zona. Es así que, siguiendo las con toda la población, especialmente con interesantes propuestas de Silvia Navarro aquella más desfavorecida y vulnerable, exi- (2004: 121), nos orientemos a “pensar en red giendo también la co-responsabilización de como alternativa a lo instituido, como posi- otras instituciones (familia, escuela, etc). Al bilidad de generar un plano de consisten- tiempo, resulta fundamental la búsqueda de cia donde la organización fija y estereotipada un equilibrio entre la prevención y la aten- ceda su dominio a procesos de creatividad ción a las problemáticas que ya se han ma- e invención que neutralicen otros de control nifestado. Es aquí en donde se encuentra una y disciplinamiento. Pensar en red es una al- de las principales tareas de la labor educativa ternativa a la gestión de los riesgos, una es- orientada al desarrollo de la comunidad, pues trategia que nos habilita a relacionar las pro- la universalización de los servicios, la ruptura ducciones sociales y la subjetividad que en con la concepción todavía vigente de los ser- ellas se despliega”. vicios sociales entendidos única y exclusi- vamente como un instrumento de la política 4. Nuevos marcos de interrelación en la social al servicio de los colectivos más des- comunidad: educación social, servicios favorecidos, dificulta enormemente la puesta sociales comunitarios y trabajo en red en marcha de procesos socioeducativos que cuenten con la implicación y la participación En el conjunto de documentos profesiona- de todas las personas, y que contribuyan a lizadores del educador y educadora social, el la mejora de su calidad de vida. Código Deontológico elaborado por ASEDES La situación paradójica en la que se en- hace alusión al trabajo en red a través del cuentran las educadoras y educadores so- principio de complementariedad de funcio- ciales de atención primaria, actuando de nes y coordinación. Desde esta perspectiva, “mediadoras” entre las demandas institu- el educador o educadora ha de trabajar de cionales y las demandas de las personas y de forma coordinada, siendo consciente de su la comunidad, requiere que la acción edu- función dentro del equipo y de la posición cativa se desarrolle en el marco de un equipo que ocupa dentro de la red, y teniendo en interprofesional de servicios sociales, siendo cuenta que su actuación puede influir en el la educadora o educador quien asuma la co- trabajo de los demás miembros que confor- ordinación de dicha actuación educativa. El man el equipo. Dicha coordinación será fun- profesional de la educación social no puede damental a fin de que el resultado de las di- responsabilizarse individualmente del pro- ferentes acciones socioeducativas que se ceso de planificación de la acción socioedu- llevan a cabo con la persona o el colectivo cativa, dado que las personas destinatarias sea coherente y constructivo. de dicho proceso pueden presentar otras ne- Pero si el educador o educadora social cesidades y demandas (de tipo psicológico, forma parte de un equipo, consecuente- sanitario, laboral, etc.) que han de ser abor- mente establecerá una serie de relaciones dadas en colaboración, otorgándole un ma- con quienes lo integran y con las dinámi- yor protagonismo a otros profesionales. cas que emergen de su caracterización como
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sips - revista interuniversitaria de pedagogía social [1139-1723 (2010) 17, 137-148] • tercera época un grupo de trabajo. Al respecto, la deonto- Los integrantes de esa red son esencial- logía profesional señala que: será consciente mente los profesionales de los diferentes de su pertenencia al mismo y coherente con servicios (escuela, centro de salud, servicios éste y con el proyecto socioeducativo de la sociales, equipamientos culturales, etc.), institución en la que trabaje; será respetuoso que hacen posible un trabajo coordinado y con los miembros del equipo, antepondrá la co-participado. Se trata de una actuación, profesionalidad a las relaciones afectivas con que se inscribe dentro del trabajo comuni- los compañeros del equipo; elaborará los as- tario, orientado “al desarrollo integral de pectos educativos de los proyectos, que un área territorial determinada y a la mejo- guíen las acciones socioeducativas de los pro- ra de su nivel de vida, asistiendo y previen- fesionales que lo componen y contribuirá do las necesidades de la población, reali- mediante su reflexión a que éstos se desa- zando actividades contra la marginación y rrollen; cooperará con el resto del equipo en la discriminación social, apoyando a secto- la planificación, diseño, puesta en funcio- res sociales desfavorecidos, y desarrollando namiento y evaluación de las acciones so- tareas de dinamización social” (Caballo y cioeducativas, así como en los mecanismos otros, 1997: 87). y criterios de transmisión de información; Por tanto, la red constituye un espacio evitará interferir en las funciones, tareas o re- de interrelaciones en donde los profesiona- laciones de los otros miembros del equipo les abordan las necesidades y demandas de con las personas sujetos de la acción socioe- las ciudadanas y ciudadanos desde una ducativa; respetará y asumirá las decisiones perspectiva transversal. En este sentido, del equipo tras ser contrastadas, argumen- siguiendo a Longás y otros (2008), pueden tadas y acordadas, aún en el caso de que no identificarse tres características fundamen- las comparta, haciéndolas suyas a la hora de tales de las redes locales: la interprofesio- desarrollar la acción socioeducativa, siempre nalidad, la interdepartamentalidad y la que la decisión del equipo no entre en con- interinstitucionalidad. La interprofesionali- tradicción con ninguno de los contenidos del dad se refiere a la aportación del quehacer código deontológico y se anteponga el inte- profesional de varios profesionales desde rés de las personas, al de los profesionales; la complementariedad, lo que exige la rea- del mismo modo, informará al equipo o ins- lización conjunta del diagnóstico, de la titución acerca de las irregularidades come- definición de los objetivos y la metodolo- tidas por algún miembro del equipo cuando gía, de la evaluación, etc. La interdeparta- perjudiquen la dignidad y el respeto de las mentalidad alude al trabajo coordinado personas en su ejercicio profesional. entre diferentes áreas o departamentos de Tomando como punto de partida estos una misma institución para asegurar una referentes profesionalizadores, antes de pro- mayor eficiencia institucional. Y por últi- fundizar en las características y potenciali- mo, la interinstitucionalización se define dades que se le atribuyen al trabajo en red, como la asunción de una responsabilidad hemos de clarificar qué entendemos por red. compartida entre las administraciones y Según el Diccionario de la Real Academia las instituciones, a fin de garantizar los Española, en su vigésima segunda edición, derechos de la ciudadanía. la red es un conjunto de elementos organi- Estas tres características de la red son zados para un determinado fin. Pero ¿de qué esenciales, dado que trabajar en conver- elementos estamos hablando cuando nos re- gencia con otros profesionales e institucio- ferimos al trabajo en red en el seno de una nes posibilita caminar hacia el desarrollo comunidad?, ¿cuál es el fin pretendido? integral de la comunidad, al facilitar la opti-
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sips - revista interuniversitaria de pedagogía social [1139-1723 (2010) 17, 137-148] • tercera época mización de los recursos existentes en el respuestas impersonales de las institucio- territorio evitando solapamientos y dupli- nes sociales, que provocan la desaparición caciones en las actuaciones; al permitir la de la identidad de la persona, convirtién- sincronización de los tiempos de los diver- dola en un “caso”, en un expediente, debe- sos servicios de la red, de manera que los rán ser sustituidas por actuaciones educati- horarios de los servicios puedan comple- vas que contribuyan a la construcción y al mentarse atendiendo a la realidad del terri- fortalecimiento de las identidades de los torio y no únicamente a las reivindicacio- sujetos y de la comunidad o comunidades nes laborales de los profesionales; al contri- en las que participan. buir al aumento de la motivación de los tra- El educador o educadora social, por bajadores pudiendo compartir e intercam- tanto, ha de actuar desde la mediación, biar experiencias, problemas, sentimientos, entendida como el trabajo educativo que dudas, etc., con otros profesionales que tra- facilita un encuentro constructivo con bajan con las mismas personas o colectivos. otras personas, grupos, lugares, etc., siendo En definitiva, posibilita llevar a cabo una la finalidad última la emancipación de las actuación educativo-social entendida desde personas en tanto que sujetos de la educa- una perspectiva transversal. ción. De este modo, “los educadores-media- En este sentido, y haciéndonos eco de dores en los contextos institucionales han las palabras expresadas por José Ramón de poner énfasis en el ejercicio del diálogo, Ubieto (2009) la pregunta que nos hemos para dotar de fundamento pedagógico a de plantear no es si trabajamos en red, sino aquellas acciones educativas destinadas al qué uso hacemos de la red. Las complejida- aprendizaje de habilidades comunicativas, des que caracterizan a la sociedad actual, como expresión de los valores cívicos de la planteando nuevos retos y desafíos, exigen educación social, entendida ésta como pra- inexorablemente el trabajo en red de los xis de una democracia cultural y social que profesionales que participan en la acción se sustenta en una pedagogía de lo cotidia- comunitaria, de manera que se puedan no envolvente de toda la comunidad socio- proponer soluciones complejas y consen- educativa” (Caballo y Gradaílle, 2008: 48). suadas a las múltiples caras que presentan En este sentido, Silvia Navarro (2004: 66) los problemas sociales. Cada servicio cons- recuerda que “sólo si cambiamos nosotros, si tituye un nodo de la red general, partiendo cambian las organizaciones desde las que de la corresponsabilidad de todos los pro- intervenimos, conseguiremos también que fesionales que la conforman. cambie la comunidad para empezar a existir Uno de los retos del futuro, y también como tal, abandonando su rol de objeto por del presente, de los servicios sociales comu- otro de sujeto activo. Sólo si dejamos espacio nitarios entendidos como espacios de edu- a la comunidad y la miramos, la reconoce- cación social estriba en otorgar a las perso- mos como tal, ésta empezará a encontrar nas y a la comunidad esa autonomía que espacio para, a partir de nuevas y apasio- les pertenece, pero que también han de nantes experiencias participativas, avanzar construir, actuando la red como una “malla hacia aquel horizonte que en otros momen- de seguridad” (Moreno, 2000) en la cual las tos las utopías hicieron ondear el viento”. personas encuentran el espacio que les es propio. Entretanto conseguiremos limitar 5. Reflexiones finales la mal entendida “derivación” de los sujetos de un servicio a otro para no “situarlos a la La palabra “comunidad”, como modo de deriva”, a merced de las circunstancias. Las referirse a la totalidad de la población que
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sips - revista interuniversitaria de pedagogía social [1139-1723 (2010) 17, 137-148] • tercera época habita en el territorio soberano del Estado, misma. Un contexto en el que será ineludi- como ha indicado Bauman (2007), suena ble activar procesos de desarrollo comuni- cada vez más vacía de contenido. Los víncu- tario que impliquen, siguiendo a Céspedes, los humanos en la sociedad actual, caracte- Vegué y Blanco (2007), valores como la rizada como sociedad red, modernidad autonomía, la responsabilidad, el respeto y líquida, sociedad del riesgo, etc., son cada reconocimiento del otro. Se trata valores de vez más frágiles, inciertos y perecederos. naturaleza relacional que se construyen en Los servicios sociales comunitarios que la interacción “con el otro”. desempeñan funciones de información y Se pretende, en definitiva, “el reconoci- orientación, de cooperación social, de ayuda miento y, en su caso, transferencia de res- a domicilio y apoyo a la unidad conviven- ponsabilidades para las comunidades loca- cial, de alojamiento alternativo, han de les, para sus instituciones, para su capacidad potenciar el desarrollo de la comunidad organizativa, para las redes que articulan la bajo el principio de universalización. La vida cotidiana (movimientos de base, aso- ciudadanía en general, y quienes se encuen- ciaciones, colectivos cívicos, etc.) y lo que tran en situaciones de mayor incertidum- ahora, enfáticamente se denomina sociedad bre e inestabilidad, los denominados “ciu- civil. Entre otras medidas, creemos que se dadanos precarios” (Moreno, 2000), han de debe situar a las comunidades locales en el tener garantizado el derecho de poder dis- centro del desarrollo, partiendo de la reali- frutar de estos servicios, a través de actua- dad concreta de cada territorio y población, ciones educativas llevadas a cabo por equi- sin olvidar los “ruidos” (ventajas y desventa- pos de profesionales de manera coordinada jas) que acompañan a la globalización” y co-responsabilizada. Se trata de una (Caride, Pereira y Vargas, 2007: 126-127). acción-intervención caracterizada por la Desde esta perspectiva, las educadoras y complejidad, que siguiendo a Morin (2004), educadores sociales han de constituir piezas supone elementos aleatorios, azar, concien- clave en los procesos de planificación y actua- cia de las derivas y de las transformaciones. ción compartida y consensuada entre las per- En este ambiente inestable y de incerti- sonas que forman parte de la red, de manera dumbre, el trabajo en red se presenta como que el individuo o el colectivo que participe una estrategia adecuada para caminar en la acción socioeducativa que se lleva a hacia metas comunes desde miradas inter- cabo desde los servicios sociales sea conside- disciplinares. Superar las diferencias y bus- rado desde una óptica de desarrollo integral, car elementos compartidos con otras insti- teniendo la posibilidad de participar activa- tuciones y profesionales deviene en uno de mente en la comunidad a la que pertenece. los principales retos para las educadoras y Frente a la visión de los servicios socia- educadores sociales que desde la atención les vinculados al sistema de beneficencia, primaria trabajan en procesos de desarro- frente a los servicios sociales en los que el llo comunitario, o simplemente en la comu- usuario es un mero receptor de servicios y nidad o con la comunidad. prestaciones, consideramos de gran impor- La comunidad, tal y como la hemos defi- tancia la profundización en la dimensión nido, constituye un contexto idóneo para educativa de los servicios sociales con el poner en marcha estos mecanismos y estra- propósito de que los usuarios se conviertan tegias de coordinación e interrelación entre en participantes, que el contexto de inter- los profesionales de los servicios sociales de vención se transforme en una comunidad atención primaria y las demás instituciones concreta y en donde a través de las educa- y servicios que participan en la vida de la doras y educadores sociales como miem-
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sips - revista interuniversitaria de pedagogía social [1139-1723 (2010) 17, 137-148] • tercera época bros de una red de profesionales e institu- Caride, J. A.; Pereira, O. y Vargas, G. (2007): Edu- ciones más amplia, se consigan poner en caçao e desenvolvemento comunitario local. Pers- marcha procesos educativos que redunden pectivas pedagógicas e sociais da sustentabili- dade. Oporto, Profedições. en el desarrollo personal y social de la ciu- dadanía en general, y de quienes se Céspedes, A.; Vegué, E.; Blanco, I. (2007): “Polí- encuentran en una situación de margina- ticas sociales, educación y ciudadanía”. Revista ción y vulnerabilidad, en particular. de Educación Social, nº 6. Disponible en: http://www.eduso.net/res/?b=9&c=78&n=217 Los servicios sociales considerados como (fecha de acceso: noviembre de 2009). agentes educativos en el territorio en el que se ubican necesitan incluir en su con- Fité, M. y Llena, A. (coords.) (2000): I Jornades de Treball i Debat. L´educadora i l´educador so- ceptualización el binomio educación-desa- cial em l´atenció primaria. Barcelona, CEESC, rrollo tratando de establecer relaciones Universitat de Barcelona. equilibradas y complementarias entre las Administraciones Públicas, los equipos de Freire, P. (1977): La educación como práctica de la libertad. Madrid, Siglo XXI. profesionales que trabajan en el territorio y las ciudadanas y ciudadanos que compo- Freire, P. (1980): Extensión o comunicación. La nen las comunidades locales, a fin de que concientización en el campo. Bogotá, Guadalupe. les sean reconocidas sus necesidades y Gomà, R. (2006): “L´acció comunitària: transfor- demandas, sus potencialidades y dificulta- mació social i construcción de ciutadania”. Qua- des, mediante el establecimiento y articula- derns d´Educació Social, 8, pp. 29-39. ción de un trabajo en red consensuado y Gomà, R. y Brugué, Q. (2002). “La educación en transversal. En el devenir de este proceso el marco de los servicios personales”, en Subirats, la educación social tiene mucho que ver, J. (coord.): Gobierno local y educación. La impor- que decir y que hacer. Y debe hacerlo. tancia del territorio y de la educación en el pa- pel de la escuela. Barcelona, Ariel, pp. 51-82. Heras, P. (2007): “A educación social nos servi- zos sociais”, en Cruz, L. (coord.): Actas da 2ª es- Referencias bibliográficas cola de primavera. Educación Social e Servizos So- ciais. Santiago de Compostela, CEESG, pp. 13-26. ASEDES (2007): Documentos profesionaliza- Longás, J. y otros (2008): “Escuela, educación dores. Barcelona: ASEDES. Disponible en: y territorio. La organización en red local como http://www.eduso.net/archivo/docdow.php?id=143 estructura innovadora de atención a las nece- (fecha de acceso: noviembre 2009). sidades socioeducativas de una comunidad”. Bauman, Z. (2003): Comunidad. En busca de la se- Pedagogía Social. Revista Interuniversitaria, 15, guridad en un mundo hostil. Madrid, Siglo XXI. pp. 137-151. Bauman, Z. (2007): Tiempos líquidos. Vivir en una Llena, A. y Parcerisa, A. (coords.) (2008): La acción época de incertidumbre. Barcelona, Tusquets. socioeducativa en medio abierto. Fundamentos Caballo, M. B. y otros (1997): 131 conceptos clave para la reflexión y elementos para la práctica. Bar- da educación social. Santiago de Compostela: celona, Graó. Universidade de Santiago de Compostela. March, M. y Orte, C. (2004): “Os servizos sociais Caballo, M. B. y Gradaílle, R. (2008): “La Educa- como contexto para a institucionalización e pro- ción Social como práctica mediadora en las re- fesionalización do/a educador/a social”, en AA.VV: laciones comunidad-escuela”. Pedagogía Social. Políticas socioeducativas. “Retos e propostas no Revista Interuniversitaria, 15, pp. 45-55. século XXI”. Santiago de Compostela, Xunta de Galicia, pp. 873-883. Caride, J. A. y Vargas, G. (2002): “La educación como desarrollo: una visión estratégica y huma- Moreno, L. (2000): Ciudadanos precarios. La úl- nista”. Diálogos, 31-32, pp. 17-27. tima red de protección social. Barcelona, Ariel.
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sips - revista interuniversitaria de pedagogía social [1139-1723 (2010) 17, 137-148] • tercera época Morin, E. (2004): Introducción al pensamiento Úcar, X. y Llena, A. (coords.) (2006): Miradas y complejo. México, Gedisa. diálogos en torno a la acción comunitaria. Bar- Navarro, S. (2004): Redes sociales y construcción celona, Graó. comunitaria. Creando (con) textos para una acción ecológica. Madrid, CCS. Rafí, J. (2008): “Reflexiones desde la práctica”. Re- DIRECCIÓN DE LA AUTORA: Laura Varela Crespo. Uni- vista de Educación Social, nº 7. Disponible en: versidad de Santiago de Compostela. Departa- http://www.eduso.net/res/?b=10&c=91&n=249 (fecha de acceso: noviembre de 2009). mento de Teoría de la Educación, Historia de la Educación y Pedagogía Social. Facultad de Cien- Sáez. J. (2006): Pedagogía Social. Pensar la edu- cias de la Educación. Rúa Xosé María Suárez Nú- cación social como profesión. Madrid, Alianza. ñez, s/n. Campus universitario sur. 15782. San- Savater, F. (2001): El valor de educar. Barcelona, tiago de Compostela. Ariel. Correo electrónico: laura.varela@usc.es Sedó, C. (1999): Treballant com a educadora o educador social. Barcelona, Plenilluni. Fecha de recepción del artículo: 13.X.2008 Subirats, J. (coord.) (2002): Gobierno Local y Fecha de aceptación definitiva: 04.XI.2009 Educación. La importancia del territorio y la co- munidad en el papel de la escuela. Barcelona, Ariel. Subirats, J. (dir.) (2007): Los Servicios Sociales de COMO CITAR ESTE ARTÍCULO: Atención Primaria ante el cambio social. Madrid, Varela Crespo, L. (2010): “La Educación Social y Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. los Servicios Sociales en los procesos de desa- Ubieto, J. R. (2009): El trabajo en red. Usos posi- rrollo comunitario: revitalización del trabajo en bles en Educación, Salud Mental y Servicios So- red”. Pedagogía Social. Revista Interuniversitaria, ciales. Barcelona, Gedisa. 17, pp. 137-148.
[ 148 ] • Laura Varela Crespo
sips - revista interuniversitaria de pedagogía social [1139-1723 (2010) 17, 137-148] • tercera época