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"En camino hacia el Matrimonio"

Cabe destacar que, el que el texto tenga diferencias de forma, no significa que la Guía haya
perdido vigencia. En realidad la Guía para el catequista sigue siendo su apoyo para asimilar
debidamente el mensaje que va a comunicar, así como las orientaciones metodológicas que le
ayudan a hacerlo.

CONTENIDOS

Comunicado de la Conferencia Episcopal de Costa Rica sobre la catequesis para el


sacramento del Matrimonio

Primera Parte: Orientaciones generales

I. La preparación al Matrimonio y a la vida familiar

1. Promover la pastoral de novios


2. Importancia de la preparación al Matrimonio
3. Un proceso gradual y continuo
4. La celebración del Matrimonio
5. Acompañar a los matrimonios jóvenes

II. Catequesis de preparación al sacramento del Matrimonio

1. Destinatarios
2. Objetivos
3. Características
4. Contenidos
5. Orientaciones metodológicas
6. Los catequistas responsables de la preparación al Matrimonio
7. Tiempos y modalidades
8. Temática
9. Los elementos que esta Guía ofrece en cada tema
10. El planeamiento de un encuentro catequístico
11. El texto de los novios

Segunda Parte: Desarrollo de los temas

A continuación, los temas, por unidades, con su correspondiente orientación o “eje”:

TEMA INTRODUCTORIO:

1. El matrimonio no se improvisa: Para recibir el sacramento del Matrimonio, se


requiere una preparación adecuada y especial. La preparación consiste en conocer la
Buena Nueva de Dios sobre el matrimonio y la familia, y asumir las exigencias que se
derivan del sacramento. Por consiguiente, no se trata de preparar la boda, sino de
prepararse para la vida matrimonial y familiar. Tal preparación se realiza a través de un
itinerario de fe.

PRIMER MÓDULO: HOMBRE Y MUJER LOS CREÓ - (módulo antropológico)


Las dimensiones de la persona humana; la persona humana, un ser abierto a los demás y a
Dios; el autoconocimiento y la autoestima en el proceso de desarrollo humano; la visión cristiana
de la sexualidad; la sexualidad en la relación de pareja; la elaboración de un proyecto de pareja;
el crecimiento de la pareja en el horizonte del amor.

2. ¿Quién soy yo?, ¿quién es mi pareja?: conocerse para amarse: El ser humano,
creado a imagen de Dios, tiene la dignidad de persona. Cada ser humano es un sujeto
original, libre, abierto a los demás y a Dios. Para casarse y formar una auténtica
“comunidad de personas”, los novios necesitan una madurez psicológica básica. Realizarse
como personas y colaborar en el crecimiento humano del cónyuge como manera de
construir el matrimonio.

Conocerse para amarse: El conocerse y aceptarse a sí mismo ayuda a tener una relación
más sincera y profunda con la pareja. No se puede amar a quien no se conoce: por eso,
es importante conocer bien el futuro cónyuge: sus cualidades y limitaciones, sus ideas y
convicciones, su mundo afectivo, sus valores, sus necesidades y aspiraciones. Dios hizo
diferentes y complementarios al hombre y a la mujer: el desafío de la pareja consiste en
saber manejar las diferencias y saber complementarse.

3. La comunicación en el Matrimonio: La persona humana es un ser que se comunica.


Para mejorar la comunicación entre los cónyuges, se necesita saber dialogar, saber
escuchar activamente, saber expresar positivamente los sentimientos y saber resolver
satisfactoriamente los conflictos matrimoniales. La buena comunicación enriquece y
fomenta la armonía conyugal.

4. La sexualidad al servicio del amor: El ser humano es un ser sexuado. La


sexualidad, como fuerza de crecimiento personal y como encuentro interpersonal, está
ordenada hacia el amor conyugal del hombre y de la mujer. El matrimonio es el ámbito
donde la relación sexual es expresión de un amor oblativo. La sexualidad de los cónyuges
adquiere significado cuando está orientada al servicio del amor y de la vida.

SEGUNDO MÓDULO: JESÚS NOS SALVA EN COMUNIDAD - (módulo kerigmático)

Jesús, el Hijo de Dios encarnado; Jesús anuncia y hace presente el reinado de Dios; Jesús,
respuesta plena al sentido de la vida; la fe en Jesucristo se vive en comunidad; la Iglesia,
comunidad de fe, de culto y de amor.

5. Al encuentro con Jesucristo que nos salva: Jesús, el Hijo de Dios, nacido de la
Virgen María, se hace hombre verdadero. Realiza con fidelidad su misión de anunciar y
hacer presente el Reino de Dios. Por nuestros pecados y por nuestra salvación, muere en
la cruz. Dios Padre lo resucita, manifestando que es el Señor de la vida. La resurrección
de Jesús es el fundamento de nuestra fe.

6. Miembros vivos de la Iglesia: La Iglesia tiene su origen en Dios y es guiada por el


Espíritu Santo. Como comunidad de creyentes, tiene la misión de evangelizar, haciendo
presente la salvación liberadora de Jesucristo. El fundamento y el eje central de la vida
eclesial es Cristo. El creyente auténtico es aquél que tiene una fuerte identidad eclesial.

7. El proyecto de pareja: un proyecto de amor: La pareja no nace: la pareja “se


hace”, se construye. Es necesario elaborar un proyecto de pareja que visualice el ideal de
matrimonio que se desea construir. Dicho proyecto ha de contemplar todas las
dimensiones de la vida matrimonial y familiar. El amor es el fundamento que sostiene y
da sentido al proyecto de pareja. Dios, al crear al hombre y a la mujer, estableció la
íntima comunión de vida y de amor entre el esposo y la esposa. Este es, precisamente, el
proyecto de Dios sobre la pareja humana.
TERCER MÓDULO: LA BUENA NUEVA DE DIOS SOBRE EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA -
(módulo teológico-moral)

El matrimonio como realidad humana, realidad religiosa y vocación cristiana; la sacramentalidad


del Matrimonio; las notas esenciales del matrimonio (unidad, fidelidad, indisolubilidad y
fecundidad); el matrimonio como comunidad conyugal de vida y amor; la transmisión de la vida
y el valor de la procreación responsable; los métodos de planificación familiar; el derecho-deber
educativo de los padres; la comunicación y el diálogo conyugal; los conflictos en el matrimonio;
la familia cristiana como “Iglesia doméstica”; la vida cristiana de los esposos; la participación de
la familia en el desarrollo de la sociedad; la participación de la familia en la vida eclesial.

8. El Matrimonio: Jesucristo es el signo (sacramento) de Dios y la Iglesia es el


sacramento que hace visible el amor y la salvación de Cristo. Los sacramentos son signos
que hacen presente y eficaz la acción salvadora de Jesucristo. El Matrimonio, como unión
de amor entre un hombre y una mujer para toda la vida, fue elevado por Cristo a la
dignidad de sacramento. Cuando una pareja celebra el sacramento del Matrimonio, su
amor es signo del amor de Dios a la humanidad y del amor de Cristo a su Iglesia.

9. El Matrimonio, comunidad de vida y de amor: El matrimonio es una verdadera


vocación. El hombre y la mujer, que se "casan en el señor", están llamados a convertirse
en una comunidad conyugal de vida y de amor. Como comunidad de vida, el matrimonio
exige a los cónyuges compartir la vida en todas sus dimensiones: como comunidad de
amor, el matrimonio exige vivir las características del amor conyugal: unidad, fidelidad,
indisolubilidad y apertura a la fecundidad.

10. El Matrimonio, comunidad fecunda y educadora: El amor conyugal es un amor


fecundo que tiende a la procreación y a la educación de los hijos. La procreación humana
es una expresión de amor y una decisión tomada con responsabilidad. Los cónyuges son
los que deciden cuántos hijos quieren tener y cuándo desean tenerlos. Los padres son los
primeros educadores y los primeros catequistas de sus propios hijos.

11. El Matrimonio, comunidad de bienes: Ciertamente, el dinero ha ocupado un lugar


predominante en las mentes y corazones de los seres humanos. La pareja ha de conocer,
compartir, analizar y asumir la (dinámica / visión) de cada uno sobre el manejo de los
bienes y el dinero, durante el noviazgo y ponerse de acuerdo. Cristo nos llama a ser
buenos administradores y no hacer del dinero un absoluto, sino un medio para la sana
convivencia, para compartir equitativamente y así honrarlo a Él. Aprendamos a tener un
buen manejo del dinero y los bienes del matrimonio, para testimoniar la vivencia concreta
del amor recíproco.

12. La familia cristiana: al servicio de la Iglesia y de la sociedad: La familia cristiana


está llamada a ser una realidad abierta, servicial y solidaria. Como pequeña "Iglesia
doméstica", ha de acoger, celebrar, vivir y anunciar la Palabra de Dios. Desde una
perspectiva comunitaria, la familia tiene dos grandes tareas: participar en la vida y misión
de la iglesia (cometido eclesial) y participar en el desarrollo de la sociedad (cometido
social).

CUARTO MÓDULO: HACIA UNA CELEBRACIÓN ECLESIAL, SIGNIFICATIVA Y VÁLIDA DEL


MATRIMONIO - (módulo canónico y litúrgico)

La celebración válida del matrimonio; los impedimentos canónicos; la celebración litúrgica de


matrimonio; la estructura y el significado del rito sacramental del matrimonio.

13. La celebración válida del Matrimonio: La Iglesia ha elaborado unas leyes para
garantizar la validez y licitud del sacramento del Matrimonio. Para que un matrimonio sea
válido, se necesita que los contrayentes sean personas jurídicamente HÁBILES (que estén
libres de impedimentos), que sean CAPACES DE DAR EL CONSENTIMIENTO matrimonial y
que la celebración litúrgica del matrimonio se realice EN FORMA VÁLIDA (forma canónica).

14. La celebración litúrgica del Matrimonio: La celebración del Matrimonio es una


celebración sacramental y, por lo tanto, eclesial. La liturgia del Matrimonio comprende los
siguientes momentos: escrutinio, consentimiento, bendición y entrega de los anillos;
bendición y entrega de las arras y oración de los fieles.

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