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|Alumno: José Stalin Santos Castillo |Texto: “La línea dura”; por Xavier Monteys & Carles Martí

ENGINYERIA EN L'ARQUITECTURA DEL S. XX & XXI | Docente: DR. Arq. Ramón Graus Rovira 1

De religión & arquitectura: La técnica como herramienta y lenguaje para la


composición plástica y como lenguaje -estético- de la arquitectura moderna.

Resumen: El capítulo de la «arquitectura racional» dentro del movimiento moderno -que


prácticamente dio la bienvenida al siglo XX-, ocupa un espacio temporal de al menos unas tres
décadas, donde el tema de la relación entre la arquitectura y el arte es el asunto fundamental sobre el
cual pivota el grueso de la reflexión y la producción arquitectónica. El ideal de una arquitectura
concebida desde la técnica como una antítesis contra la tradición, discurre en paralelo con una serie
de acontecimientos sociales que marcarán la historia de la civilización y la evolución del
pensamiento moderno. El tema del ornamento es una de las preocupaciones primordiales que la
arquitectura de inicio de siglo procura resolver sin ambages ni titubeos.

Keywords: Arquitectura moderna, sachlich / sachlichkeit, racionalismo, máquina, materiales,


ornamento, ideología, técnica, ingeniería, construcción, dadaísmo.

E n las postrimerías del siglo XIX en Europa y Estados buscando promover la cultura de un lenguaje arquitectónico
Unidos, en la construcción se suceden los primeros intentos “racional” y a su vez totalmente liberado del vicio: De una vez
de exploración y laboratorio de nuevos materiales: Proyectos por todas había que resolver el tema de la ornamentación: Es
de arquitectura e ingeniería que incorporan materiales “no la muerte del ornamento la conquista “estética” de la
convencionales”-entiéndase todo aquel recurso material que arquitectura del movimiento moderno. Dentro de este
no fuera esencialmente la piedra o el ladrillo- que encuadre, es donde se enmarca la producción intelectual y
anticiparon el devenir de los acontecimientos que marcaron creativa de la nueva arquitectura que, en las primeras tres
la arquitectura en la centuria siguiente. Un siglo XX décadas del siglo pasado, destaca de entre la prolífera oleada
dominado, tanto por la sed de una nueva identidad de los grandes talentos un grupo de arquitectos que
arquitectónica -en línea con la idea del (no) estilo y la mostraron una sinigual crudeza y hostilidad hacia toda
semántica en cuanto a simbolismo e ideologías-, así como versión o interpretación de la arquitectura como arte: Los
por la eclosión de una industria de la construcción arquitectos racionalistas. Es este grupo, tanto su propuesta
eminentemente racional, basada en la lógica de teórica, así como su propia visión de la arquitectura -en su
normalización y estandarización de los sistemas y procesos singularidad objetual como a nivel de una escala urbana- el
constructivos. Sin lugar a duda, el impacto de los nuevos motivo del contenido del artículo escrito por los arquitectos
materiales (acero, hormigón, vidrio) en la construcción, catalanes Xavier Monteys & Carles Martí llamado “La línea
desembocó en un sinfín de consecuencias profundas e dura”. El texto presenta a través de una narrativa histórica, la
imprevistas. Que devino en el desarrollo y perfeccionamiento articulación de las coordenadas del campo reflexivo que a
de una técnica que supuso todo un revulsivo: Como la nivel de debate y proyecto caracterizaron a la arquitectura en
herramienta para escribir y proyectar el nuevo lenguaje de los albores de siglo pasado; un debate que divaga en torno al
la “estética y plástica” arquitectónica que se desembarazaría hecho de la configuración de una arquitectura “racional”, y
totalmente de la tradición y todo nexo epistemológico, con que bajo la etiqueta del título del artículo, se intenta reunir el
las raíces de la noción de la arquitectura como arte, pasando trabajo de una pléyade de arquitectos que, -de una forma u
esta a ser reconvertida en un saber más pragmático y otra, sea por colisión entre algunos o por hecho aislado-
enfocado hacia el método, que a la expresión manifiesta de terminan conformando una modalidad de “escuela” -si así se
todo atisbo de lo subjetivo y lo argumentativo que suponía la quiere decir-, que en la práctica abanderaba el sentido
visión academicista entroncada en la tradición de lo “sachlich” del proyecto arquitectónico en su visión
artístico. instrumental, al calor de la vorágine de la cultura industrial
que ya se había instalado en la Europa del (pre)-moderno y
Durante la primera mitad del siglo XX, el panorama de la por -la frenética influencia efectista de- la “máquina” [01],
arquitectura estuvo dominado por el anhelo de una nueva como la idealización de un arquetipo funcional capaz de
realidad material construida, que adoptara las formas y el seducir e infiltrarse en la mente de los arquitectos, ingenieros
espíritu del progreso y el orden social que los acontecimientos y creativos del momento, que no opusieron resistencia alguna
decisivos y el desarrollo de la ciencia y tecnología habían a la virtud mecanicista y pragmática que representaba esta,
traído. Sobre todo, fue en el primer cuarto de siglo que la como epítome del ingenio y las capacidades humanas en
arquitectura vivió su momento más álgido de “ontogénesis” cuanto a ciencia y progreso material.
mental especulativa, que buscaba en la fuerza del
pensamiento la formulación de un ideal de la forma y la Estos arquitectos -Mart Starm (neerlandés), Willem van
función totalmente vaciada de toda connotación “artística”, Tijen (neerlandés), Hannes Meyer (suizo), Otto Haesler

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[01] MARTÍ ARÍS, Carlos; MONTEYS, Xavier. «La línea dura». 2C: construcción de la ciudad, Revista (1985, abril, núm. 22, págs. 2-17)
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(alemán), Johannes Duiker (neerlandés), Ernst May estas. Los razonamientos de Loos son también económicos,
(alemán), Hans Wittwer, (suizo), (nótese como todos tienen porque afronta -aunque con contradicciones- los problemas
en común que comparten una raíz cultural de costes en la moderna civilización industrial» [02].
sajona/teutónica/germánica)- manifiestan un pensamiento (HEREU, Pere, et al. 1994)
y un hacer en arquitectura manifiestamente hostil y radical,
El hecho de plantar cara a la problemática relación arte-
con respecto a la cultura “artística” en lo relativo a la
arquitectura, llevó los derroteros de la discusión y el debate
interferencia de sus fundamentos en la creación, proyección y
hacia postulados cada vez más “materialistas” y
construcción arquitectónica; esto es, renegar de plantear
“esencialistas”, planteando de este modo el marco
cualquier recurrencia a los usos materiales y técnicas propias
gnoseológico del proyecto arquitectónico, inscrito solamente
de otras artes. Ellos plantean -y tiene todo el sentido-, que es
dentro del campo de lo “científico” definido por las directrices
un absurdo y en sí mismo una inmoralidad insistir en el
de la lógica y la razón; una clase de estado determinista de la
empleo de los recursos de la tradición, porque termina
cosa “arquitectónica”, alejado de toda especulación empírica,
abriendo paso a la excusa de la recurrencia artística que
elevando de este modo los nuevos fundamentos de la
terminaría escurriéndose al golpe de cualquier ímpetu de la
arquitectura a una categoría de lo absoluto. Esto conlleva a
veleidad, sea esta de origen emotivo, nostálgico, sensible…
una suerte de paradoja: Al desterrar de una vez por todas la
donde se asiste al nacimiento de una nueva era, que a su juicio
cultura artística, al despojar y/o descolgar de exteriores e
no solo antepone la necesidad de esquemas y estructuras
interiores, tanto de los muros como de las fachadas cualquier
mentales de pensamiento totalmente disruptivos, sino que
huella que oliera a “decoración”, se escinden los límites del
materialmente la civilización amerita unas formas y unas
dominio de lo que es la arquitectura contra la invasión de las
funciones estrictamente condicionadas al imperio pragmático
artes plásticas. Pero no es menos cierto que esta “empresa”
de los criterios de la utilidad y la efectividad (sachlichkeit).
esencialista de la arquitectura que enarbolaba por bandera el
Una arquitectura de convencionalismos, pero nada “purismo”, no es otra cosa que una forma objetual de
convencional. A cada planteamiento crítico y teórico le seguía concepción de la expresión arquitectónica en la modalidad de
o tenía más bien, su propia contraparte material. En los un lenguaje artístico puramente visual. La arquitectura
primeros 30 años del siglo XX, aunque hubo una intensa racionalista, por más descarnada que se muestre en una
agenda intelectual de trabajo reflexivo en arquitectura que iba especie de juego de apatía “emotiva” y en su obsesión por
más allá de las páginas de libros y revistas, era irrecusable la desvincularse de todo nexo “semántico”, una pretensión
necesidad de trasladar al plano físico la realización material visualmente subversiva de una realidad de lo dual, que se cree
de una serie de principios. Los fundamentos para la nueva así misma genuinamente humana al resolver la cuestión del
arquitectura verán parir una vibrante y vital “industria” de la “hábitat” desde un enfoque práctico, buscando crear espacios
construcción, que tendrá su ritmo e historia atadas al campo cada vez mas eficientes y funcionales; pero es a la vez
de la ideología de la política y a su vez de la economía. Solo así antihumana, o lo pretende ser, porque se niega a plegarse a
se explica la radicalización y radicalidad de los postulados de los dictados de la sensibilidad y a no verse reducida a la
los arquitectos de la “línea dura”, que instauran toda una función comunicativa de significados, donde cualquier
cultura crítica y constructiva mordaz, que linda lo sugerencia a la poética o al lenguaje metafórico, quedaba si no
inquisitorial e incluso hasta lo fanático. Una suerte de frenesí prohibido, proscrito.
por los nuevos materiales y la experimentación, en pos de una
técnica proyectiva y constructiva cada vez más emparentada No obstante, el hecho de ofuscarse en renegar de jugar a
a los esquemas productivos de la industria; el taylorismo de emplearse en el binomio contenido/continente, conlleva
una forma u otra gana en esta generación de arquitectos un aparejada la construcción de una realidad de “caballete”,
grupo de adeptos que entiende sí o sí a la arquitectura, como porque todo el programa arquitectónico del “radicalismo”
un trabajo de ejecución “industrial” solamente capaz de ser racionalista terminó siendo el megáfono, no solo para las
resuelto y ejecutado desde la perspectiva del pensamiento del ideas de la propuesta de un nuevo canon arquitectónico: Fue
“ingeniero”. De esta forma, el arquitecto se desprende de la el difusor de la incipiente contienda ideológica instalada en
mochila del historicismo y la idea del trabajo “artístico” en occidente, que revelaría la historia geopolítica global del siglo
arquitectura, queda totalmente diluida hasta no dejar pasado entre capitalismo/comunismo, pero fueron los
“secuelas”. arquitectos de la “línea dura” los que sobre todo inclinaron la
balanza hacia el comunismo, buscando emparentar la idea de
«Los motivos por los que Adolf Loos aboga por una la muerte del arte con la utopía socialista de justicia social. De
“represión” del ornamento, coinciden con un triple esta forma, la arquitectura como caballete termina siendo el
razonamiento ético-estético-económico. Ético, porque el vehículo para pregonar una visión social, donde no caben las
ornamento traduce una nostalgia regresiva o un síntoma de clases ni los privilegios, y es la arquitectura el escenario que
incultura. Estético, porque la eliminación del valor acoge y da forma a esta visión, presentando un enfoque sobre
ornamental de la arquitectura equivale a abolir el contenido la vivienda y la ciudad como un solo sistema, donde las formas
simbólico-representativo que se superpone a la construcción del asentamiento y la función de los espacios adquieren de la
pura y simple. Entonces, la tarea del arquitecto quedaría “línea” el sentido funcional y mecánico del recorrido y la
reducida a organizar lógicamente la forma y la materia, y realidad fluida en sintonía con la idea de la máquina y la
su valor comunicativo quedaría encomendado únicamente a producción industrial. Las “siedlungen” alemanas del siglo
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[02] HEREU i PAYET, Pere; MONTANER, Josep Maria & OLIVERAS i SAMITIER, Josep (1994). «Textos de Arquitectura de la Modernidad» “Texto:
LOOS, Adolf «Ornament und Verbrechen» Der Sturm, revista. Berlin, 1912”; págs.173-78. Madrid: Editorial Nerea, cop.
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XX son un ejemplo objetivo y claro de esto. Proyectos radical del racionalismo, que supone la identificación del
habitacionales que transponen a la arquitectura y urbanismo «qué» y el «cómo» en una misma categoría epistemológica,
la visión de justicia social, bajo el enfoque de -una nueva que subsume mutuamente lo proyectual y lo constructivo en
receta de alquimia- de lo sórdido sobre la geometría una misma cosa. Por tanto, la técnica, al explicar ella y solo
“directriz” del planeamiento y distribución espacial dibujado ella la “constitución” del proyecto arquitectónico, adquiere
por la línea. por sí misma una forma poética. Por lo que en la reflexión de
Monteys y Martí, cabe una interpretación de la técnica como
Pensar en la idea de una arquitectura “purista”, revela un
una categoría semántica capaz de revelar un discurso
acto inevitable de conexión emocional. Que esta arquitectura
ontológico, tanto de la realidad construida como de la
no se camufle con el maquillaje del ornamento, que no quiera
metafísica asociada a esta realidad, por ende, una proto-
o se niegue a expresar significados, habla de un aparente
forma de sentido emocional.
estado de “calma” mental porque no estaría estimulada la
necesidad de interpretación del pensamiento. Ahora bien, la Si en plena ebullición de la contradicción postmoderna, y
excesiva pureza revela una creación “prístina” que permite al calor de los anhelos de un revisionismo y una nostalgia que
saborear la arquitectura desde su propia génesis constructiva; se abría paso para procurar suturar la grieta abierta -una vez
de qué y cómo está hecha, es donde la técnica se expresa como la arquitectura moderna tras la II Guerra Mundial entró en
arte en sí mismo. Puesto que la técnica es utilizada no solo crisis al verse sus valores y fundamentos degradados-,
para construir, si no que ella misma forma parte del lenguaje buscando con ello reinventar la realidad y llenar de ideas -no
expresivo, esta permanece con la arquitectura en una suerte de ideologías- el planteamiento de los fundamentos para una
de “firmitas” para ser contemplada como una forma del arquitectura abiertamente en divergencia, las conquistas
lenguaje primigenio y auténtico de la arquitectura. Si bien, en teóricas de la arquitectura moderna perdieron su “vigor”
cuanto a la manera como este lenguaje es decodificado por el dando paso a su instrumentalización subjetiva, sin guardar
ser humano, su receptividad sí o sí, termina cayendo dentro reverencia “dogmática” alguna; el comentario de la “infección
de una forma filosófica en línea con la idea kantiana de que sentimental” indaga en ello y revela una evidente desafección
“el mundo sólo puede ser conocido y tener existencia para el del postmoderno hacia cualquier interpretación de la técnica
hombre, en cuanto haya sido constituido por nuestro desde la poética. Quizás mucho tiene que ver el antecedente
entendimiento a partir del material dado por las excesivamente reduccionista de la visión determinista de los
sensaciones” [03]. De este modo, las sensaciones hablan más radicales racionalistas, que veían la técnica como un
de la cuestión biosocial del hombre, por tanto, más cercano al procedimiento sin ningún tipo de atisbo emocional.
campo de la ciencia, y cuanto más se aleja de la especulación
de lo psicosocial que tiene mucho mas que ver con las En Kant, las emociones como sensaciones son el primer
emociones. Kant considera que la razón siempre busca la “instrumental” con el que un hombre de ciencia produce
condición o fundamento de las cosas, y es la sensibilidad el ciencia, y cuenta con él en todo momento. El tema emocional
primer eslabón sobre la que recae la facultad cognoscitiva. Es termina siendo un tabú en la mente de los radicales del
por medio de esta facultad que podemos construir una racionalismo, debido a que ellos mismos al saberse y
“representación” de la realidad, es decir, la percepción del declararse técnicos o ingenieros, su estructura mental esta
mundo. Por tanto, bajo el foco de la idea kantiana, las orientada hacia el campo de la ciencia fáctica, y como no
sensaciones terminan equiparándose a la sensibilidad, a lo conciben atajo artístico alguno porque no conduce a nada, las
que sugestivamente lo que la arquitectura racionalista emociones terminan siendo asociadas a juegos de artificios
expresa, es una suerte de emociones reguladas o un estado totalmente inválidos y para nada racionales. Esto se debe a
racional emotivo que no divaga en las extravagancias de la que las emociones se asocian a la sensibilidad artística, y
sensibilidad artística. como por siglos y siglos el arte se vio dopado por el discurso
mitológico de la religión, toda idea o nexo a una realidad fuera
Cuando en el último párrafo de salida del texto -La línea del orden natural es por extensión una realidad que la ciencia
dura- refiere la expresión “infección sentimental”, de una no puede concebir y describir, por tanto, declarada nula y sin
forma u otra invoca la visión kantiana de las emociones. efecto práctico alguno. Así, arte y religión, al estar fundidos
Aunque, Martí & Monteys a través de esta conjetura abordan en esquemas materiales indisolubles, son percibidos como
la desnaturalización que vive la técnica “racionalista” sumida elementos disuasorios de la autonomía personal y sobre todo
al albur del contexto romántico y de corte anárquico por el de la emancipación intelectual, donde todo rastro “artístico”
absurdo e irónico de la búsqueda indisimulada de una termina conduciendo a la sumisión social y por tanto a la
estética y un desenfrenado estilismo que caracterizaba el distracción de la verdadera misión y sentido de ser del
momento -del postmoderno-. Con este señalamiento, vienen hombre: El conocimiento. Esta reflexión nace en el momento
a desmontar las falsas justificaciones -que obran como cuando en Italia el renacimiento destruye el teocentrismo y
estrategias perniciosas- que avalarían toda especulación coloca al hombre en el centro del universo de las cosas. Al
forzada de la forma y forzosa de la técnica, en virtud de una antropocentrismo le sigue la revolución francesa y toda su
supuesta poética que se traduce en la arquitectura en la simiente filosófica, que reflexiona sobre la dignidad del
libertad de representación casi fenoménica de toda fantasía. hombre, y al poco tiempo se le suma la revolución industrial
Si bien, esta apreciación tiene su razón de ser al querer que vino a terminar de completar la emancipación social y el
rescatar el papel de la técnica como el mejor aporte del ala cambio-transición de roles y poder, de un sistema
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[03] HEREU i PAYET, Pere; MONTANER, Josep Maria & OLIVERAS i SAMITIER, Josep (1994). «Textos de Arquitectura de la Modernidad» “Texto:
KANT, Immanuel «Critik der reinen Vernunft» Riga: J. F. Hartknoch 1781, 856 Seiten, Erstdruck”; págs. 41-42. Madrid: Editorial Nerea, cop.
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monárquico herido de muerte en la Francia del siglo de la luz profundo de la identidad del propio concepto de la realidad y
(XVIII), que dio paso a una burguesía que un siglo después que puso en cuestión todo maximalismo del pasado. Así se
también verá como el llamado “proletariado” procura explica al cariz del “zeitgeist” del movimiento moderno, que
completar la obra francesa de justicia social que formularon la visión -hasta cierto punto utópica- sobre el papel de la
los padres de la ilustración. Es en medio de estos agitados técnica se revelaba como el fundamento indiscutible para la
acontecimientos sociales, donde el poder de la Iglesia en construcción material de la realidad espacial humana, y es
Europa termina de verse drásticamente reducido, una vez que este enfoque y fijación en lo riguroso, sofisticado y lógico del
en el siglo XVI Martin Lutero inició el camino de la Reforma método constructivo que revela unos esquemas de
protestante, que sin saberlo ni buscarlo, desató la automatización y secuenciación de la construcción. Una
desarticulación del entramado teocéntrico. especie de “ritual”, que sigue unas pautas estrictas
previamente definidas y organizadas en una secuencia. De ese
No por nada, cuando nombrábamos a los arquitectos mas
modo, el producto que se obtiene obedece a un campo
relevantes y precursores del “fundamentalismo” racionalista
predictivo controlado por el método científico, y es su propia
hacíamos el señalamiento de que -todos- provenían de una
expresividad material la manifestación de su integrismo
realidad “material” definida por el entorno sociocultural
“moral”. Una arquitectura (des)-ornamentada, que juega con
sajón/germánico/teutón, y esto no resulta un apunte baladí,
la expresión material de los materiales empleados y el juego
es precisamente esta región norcentral de Europa donde
de contraste de luz y sombra, expresan una geometría de lo
germinó la semilla de la reforma protestante y donde
básico y esencial, una suerte de “religión” que procura volver
encontraron eco las consecuencias desencadenadas por la
a la fuente para buscar en las formas puras el verdadero
revolución francesa. Por tanto, el pensamiento de la Europa
sentido de la belleza que emana de las sensaciones “sublimes”
del norte al inicio del siglo XX estaría más cercano a las ideas
de ligereza, limpieza, transparencia, ingravidez, profundidad,
del pensamiento kantiano, y por tanto, mentes más
etc. El sello identitario del código de la plástica moderna.
estructuradas en los esquemas del pensamiento científico y
más liberales y reacias al conservadurismo que planteaba la Si en la concepción del “Estado” moderno, la religión no
tradición que bebía de las artes y la religión. Un pensamiento tiene cabida porque es un espacio que le pertenece al poder
que se distanciaba con los valores del pensamiento de la político, y al entablar una relación entre ambas esferas
Europa del sur, que todavía seguía anclada y se le hacía difícil “ideológicas” (religión-política) se habla de laicismo por
renunciar a las estructuras mentales decimonónicas. El división, respecto a la arquitectura -racional- una
rechazo al recurso del discurso artístico y el decantarse por la formulación del laicismo explicaría la inhibición hacia todo
expresividad del lenguaje de la técnica, planteaba una vicio sentimentalista y por tanto artístico. Y esto es una
materialización de la realización humana alejadas de las paradoja, porque si analizamos la arquitectura moderna
estructuras del pensamiento religioso. Y esto se refuerza aún desde la perspectiva artística considerando un enfoque
más con la irrupción de las tesis de «Karl Max», que renegaba duchampiano, veremos como el dadaísmo refuerza la
de la virtud del sufrimiento “religioso” porque veía en ello un identidad de la arquitectura como un “arte” que nada tiene
instrumento del poder de la clase dominante para oprimir el que ver con la vestimenta de la estética. El mayor aporte de la
pueblo y perpetuar su marginalidad. Es por tanto a juicio de “muerte” del arte, es que precisamente pregona una identidad
Max, la idea de una “deidad” una invención humana con fines que por descontextualización y decisión propia de quien
de instrumentalizar la voluntad de las personas. Como la interviene y modifica el contexto, cualquier objeto puede ser
religión es el opio del pueblo [04], liberarse de ella implica una obra de arte que no estará sujeta al dominio de la estética
también liberarse de los estamentos de poder y control que “retiniana”, por tanto una nueva estética que tiene un
ejerce la clase dominante a través de la construcción material, significado más trascendente a la luz del “juicio y la razón”; y
en este caso, de las artes. Las artes, por siglos fueron es precisamente el campo del juicio y la razón el ámbito que
concebidas como un privilegio y eran dispuestas solamente al da sentido a la arquitectura racional. Quizás, -no consciente
disfrute del “selecto club” que personificaba el poder de ello- los iconoclastas (racionalistas acérrimos) nunca
absolutista de la religión y la monarquía. Por tanto, los entendieron “la laxitud” de Le Corbusier y el pragmatismo de
radicales del movimiento moderno de inicios siglo XX vieron Mies van der Rohe, que no tomaron partida en discusiones
en las ideas del comunismo la plataforma para la ideológicas estériles sobre arte y arquitectura. Y hoy día, en la
emancipación social y ruptura total con la perpetuación de la distancia del tiempo es cuando vemos aquellas arquitecturas
tradición. De este modo, los arquitectos de la “línea dura” cuanto más cargada de poética y “arte” están, como una
terminan siendo literalmente un movimiento iconoclasta; catedral gótica, precisamente porque fueron arquitecturas
había que acabar y destruir toda forma de arquitectura concebidas de acuerdo con el “zeitgeist” del momento, y esto
nostálgica, y lo que no fuera concebido desde la técnica como es arte. Qué es el arte si no la “materialización” del
elemento “utilitario” era considerado como un anacronismo. pensamiento y las aspiraciones de la sociedad. El arte es de
Solamente tendría cabida aquella arquitectura que fuera el por sí una forma manifiesta del estado de resonancia entre la
producto de un proyecto “sachlich”. Las vanguardias y frecuencia del pensamiento de la sociedad (valores, ideales,
corrientes artísticas que a inicios del siglo XX sacudieron el preocupaciones, etc.) y la realidad material construida
panorama en paralelo a los acontecimientos del devenir de la respecto a cómo esta última interpreta y acoge el fenómeno de
arquitectura moderna, revelan un espíritu revisionista la manifestación humana.

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[04] Marx, Karl (1843). «Kritik des hegelschen Staatsrechts» Deutsch-Französischen Jahrbücher (German-French Annals), Marx, Karl & Ruge, Arnold
Editores. París, 1844.

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