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FICHAS DOLO

(Nota: Las fichas están organizadas de la más reciente a la más antigua y los
datos identificadores se encuentran al inicio)

Extracto n. ° 1

Número de radicado : 49870

Número de providencia :
AP8070-2017

Fecha : 29/11/2017
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : CASACIÓN

TEMA: SENTENCIA - Defectos en la motivación: modalidades, técnica en


casación / DEMANDA DE CASACIÓN - Principio de corrección material:
obligación de que corresponda a la realidad procesal / DOLO -
Concepto / DEMANDA DE CASACIÓN - Formulación de los cargos

Tesis:

«La pretermisión del deber de motivar las sentencias, ciertamente, constituye


vicio procesal, en algunos casos invalidante de la actuación. Y una de las formas

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en que se incumple esa obligación es expresando una fundamentación apenas
incompleta o deficiente.

Sin embargo, ha sido reiterativa la Corte en advertir que no es dable convertir en


defecto de motivación aquello en donde simplemente se presenta una
inconformidad con la argumentación expresada por el sentenciador, por no
cumplir las expectativas del sujeto procesal, quien la tilda de inadecuada,
desacertada o insuficiente en su fundamentación fáctica, jurídica o probatoria.

Sólo en la primera hipótesis el error será susceptible de ser atacado dentro del
marco de la causal segunda, mientras que en el segundo el yerro es de juicio,
caso en el cual debe ser ventilado en el ámbito de las causales primera y tercera,
demostrando los errores de fundamentación fáctica, jurídica o probatoria que
llevan a tildarla de inadecuada, desacertada o insuficiente (Cfr. CSJ AP, 28 de
feb. de 2006, rad. 24783).

En el referido desacierto incurre aquí el demandante, pues no es cierto que el


Tribunal haya omitido referirse al aspecto subjetivo de la conducta atribuida al
procesado CQ. En ese sentido, resulta evidente el desconocimiento por parte del
abogado del principio de corrección material que rige en sede de casación, acorde
con el cual las razones, fundamentos y contenido del ataque deben corresponder
en un todo con la realidad procesal.

[…]

Si de acuerdo con el artículo 23 del Código Penal, el dolo -única modalidad de la


conducta punible en que puede cometerse el delito de acceso carnal abusivo con
incapaz de resistir— se presenta cuando el agente conoce los hechos
constitutivos de la infracción penal y quiere su realización, es claro que en el
transcrito texto quedaron suficientemente sustentados los elementos cognoscitivo
y volitivo a que se refiere la norma, como que, conforme a la Corporación judicial,
el procesado sabía de su deber de respetar y propender por el bienestar de la
paciente y ésta, además, lo enteró de sus padecimientos, pese a lo cual, en vez de
prodigarle la atención que requería, la accedió carnalmente con el propósito de
satisfacer sus deseos lascivos, aprovechándose de las condiciones de “debilidad
extrema” de la víctima, como lo expresó también el Tribunal en otro de los
pasajes de la sentencia.

Lo que le correspondía al actor era, entonces, acudir a las causales primera y


tercera de casación, demostrando la presencia de errores de juicio en las
conclusiones del fallador […]».

Extracto n. ° 2

Número de radicado : 48679

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Número de providencia :
SP18022-2017

Fecha : 01/11/2017
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : ÚNICA INSTANCIA

DOLO - Concepto / DOLO - Demostración

Tesis:

«Según el artículo 22 del C.P. (Ley 599 de 2000) el dolo directo se configura
cuando el agente conoce los hechos constitutivos de una infracción penal y
quiere su realización, al paso que el dolo eventual se estructura cuando la
realización de la conducta penal ha sido prevista como probable y su no
producción se deja librada al azar.

La parte intelectiva del dolo exige que el sujeto agente comprenda la conducta
típica -en sus elementos, circunstancias de ejecución y resultados-, mientras que
en el aspecto volitivo se debe demostrar el querer libre de realización de la
conducta por parte del agente.

[…]

Conforme las pruebas analizadas, advierte la Sala, que el procesado actuó con
dolo, es decir, conociendo que con su actuar cometió comportamientos que
constituyen corrupción […]

[…]

[…] se deduce que el procesado orientó su voluntad deliberada para cometer los
ilícitos de cohecho impropio, falsedad ideológica en documento público -agravada
por el uso-, peculado por apropiación y concusión, a sabiendas del carácter
delictivo de estos y el daño que causaba a la administración y la fe pública.

Se observa, de esa manera, que el procesado instrumentalizó mercantilmente la


Unidad de Trabajo Legislativo -U.T.L.-.

Recuérdese que esta dependencia está reglada en la Ley 5ª de 1992 para facilitar
el trabajo de los Congresistas, la cual fue convertida en una empresa particular

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cuyo único objetivo fue el lucro, haciendo a un lado las funciones
constitucionales y legales asignadas a CC para convertirse en un mercader,
mancillando los fines constitucionales del poder legislativo que abarcan
diferentes funciones como la (i) constituyente; (ii) legislativa en sentido estricto;
(iii) de control político; (iv) judicial; (v) electoral; (vi) administrativa; (vii) de control
público; y, (viii) de protocolo.

Estas fueron reemplazadas conductas que deshonraron el buen nombre y


ejercicio de la labor legislativa, razón por la que los ilícitos por los que se condena
a CC -cohecho impropio, falsedad ideológica en documento público -agravado por
el uso-, peculado por apropiación y concusión- fueron realizados con intención y
propósito de vender la función pública, alterar la verdad, de apropiarse de
dineros del Estado así como la de solicitar utilidades indebidas, abusando de su
cargo y de sus funciones.

Estas eran las tareas que debió enaltecer, máxime cuando era uno de los dos
únicos Representantes de la comunidad amazonense en el poder legislativo,
oportunidad que aprovechó para sacar beneficio indebido al ejercicio de esa
competencia, aspecto que realizó con voluntad y conocimiento».

Extracto n. ° 3

Número de radicado : 50067

Número de providencia :
SP17773-2017

Fecha : 25/10/2017
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

TEMA: PREVARICATO POR ACCIÓN - Dolo / DOLO - Concepto / DOLO -


Elementos

Tesis:

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«[…] en cuanto al elemento subjetivo del tipo, el delito de prevaricato por acción
sólo es atribuible a título de dolo, bajo el entendido que el artículo 21 del Código
Penal estableció que todos los tipos de la parte especial corresponden a
conductas dolosas, salvo cuando se haya previsto expresamente que se trata de
comportamientos culposos o preterintencionales, de modo que únicamente podrá
hablarse de dolo en este delito, si se demuestra que el agente obró con el
conocimiento y voluntad de resolver el caso puesto a su consideración de manera
ostensiblemente contraria al ordenamiento jurídico.

[…]

Abundante es la jurisprudencia de la Sala que hace relación al dolo, sus


elementos, estructuración y demostración, veamos:

“De forma pacífica la Corte ha dicho que el dolo está conformado por dos
componentes, el cognitivo-intelectivo, que exige tener conocimiento o conciencia
de los elementos objetivos del tipo penal respectivo; y, el volitivo, que implica
querer realizarlos; por tanto, actúa dolosamente quien sabe que su acción es
objetivamente típica y quiere su realización.” (CSJ AP1862-2016).

“Debe diferenciarse entre el móvil de la criminalidad, irrelevante en cuanto a la


validez del juicio, y el dolo como categoría dogmática del delito que, de acuerdo
con el contenido del artículo 36 de la Ley 599 de 2000, se acredita al demostrarse
que el sujeto agente tuvo conocimiento de la ilicitud de su proceder y se orienta
libremente a ejecutarla, al margen de que obre en el plenario prueba del motivo
que lo determinó a actuar, porque el tipo penal de que se trata no exige finalidad
especial, razón por la cual se ha dicho que es de los factores demostrados,
generalmente objetivos, de donde debe deducirse la intención, dada la dificultad
que existe para obtener pruebas directas sobre el aspecto subjetivo.

En la dogmática actual la demostración del dolo es independiente de la prueba


del motivo que determina al sujeto a consumar el hecho típico, de manera que
aun siendo importante establecer las razones que motivaron la voluntad del
agente, puede ocurrir que esa causa, razón o fundamento del acto típicamente
antijurídico, se establezca y constituya elemento útil para comprobar la
existencia del dolo, o de una circunstancia que modifique la punibilidad; o
también que por tratarse el aspecto subjetivo referido a la esfera intangible del
ser humano, no logre acreditación en el proceso, bastando tan sólo acreditar que
el sujeto agente tuvo conocimiento de la ilicitud de la conducta y que se orientó
con libertad a su ejecución.

La Sala ha enfatizado en que para la determinación procesal del dolo se ha de


partir del examen de las circunstancias externas que rodearon los hechos, ya que
tanto la intencionalidad en afectar un bien jurídico o la representación de un
resultado ajeno al querido por el agente y su asunción al no hacer nada para
evitarlo, al ser aspectos del fuero interno de la persona se han de deducir de los
elementos objetivos que arrojan las demás probanzas.” (CSJ SP3334-2016)».
Extracto n. ° 4

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Número de radicado : 48321

Número de providencia :
SP16915-2017

Fecha : 18/10/2017
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

TEMA: FALSO JUICIO DE EXISTENCIA - Por omisión: no se configura si la


prueba fue apreciada / DOLO - Prueba / SERVIDOR PÚBLICO - Funciones,
deberes y responsabilidades / SERVIDOR PÚBLICO - Responsabilidad penal: no
se puede fundamentar en sus deberes generales / SERVIDOR PÚBLICO -
Posición de garante: únicamente por omisión o extralimitación de deberes
establecidos en la ley / FALSO RACIOCINIO - Configuración: desconocimiento
de los principios de la lógica / FALSO JUICIO DE IDENTIDAD - Por supresión:
se configura

Tesis:

«[…] aunque puede asumirse que los juzgadores no examinaron al detalle todo lo
dicho por varios testigos de descargos o las muchas explicaciones ofrecidas por la
acusada, es lo cierto que ello carece de trascendencia, como quiera que lo
referido por todos estos, con algunas excepciones que más adelante se
detallarán, fue tomado en consideración por los falladores.

En efecto, las muchas referencias a que el proceso conciliatorio correspondía a


un acto complejo o compartimentado en el que varios funcionarios intervenían,
verificándose que la única actuación atribuible a la procesada lo era
precisamente acudir ante el inspector del trabajo a formalizarlo, fueron admitidas
por el Tribunal en su fallo, sin que en este jamás se insinuara que ella participó
en la reunión inicial entre el ex portuario, hoy fallecido, y el gerente de la entidad,
donde se pactó el acuerdo y sus efectos monetarios.

Tampoco el Ad quem sostiene que en los actos anteriores, que demandaban la


participación de la coordinación de prestaciones económicas, la oficina jurídica,
el liquidador, la oficina de control interno, la coordinación jurídica, la dirección,
la Dirección Administrativa y Financiera -que entregaba el certificad de
disponibilidad presupuestal- y finalmente el poder dado al abogado para

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intervenir en la diligencia, hubiese intervenido así fuese de manera accesoria la
acusada.

El fallo, entonces, admite, o cuando menos no controvierte, que la única


actuación pasible de advertir realizada por la procesada lo fue haber acudido
ante el inspector del trabajo para formalizar con su anuencia la conciliación.

Estas afirmaciones, que deben entenderse hechos procesalmente aceptados, son


las que reclama el casacionista pudieron haber sido probadas con las
declaraciones omitidas o cercenadas en su contenido íntegro, razón por la cual
emergen innecesarias las puntualizaciones o remisiones expresas a aspectos
condensados en las conclusiones.

También el ad quem, cabe resaltar, tomó en consideración lo explicado por la


acusada en torno de la imposibilidad de verificar adecuadamente el contenido del
acta de conciliación, dado el sorpresivo encargo que se le confirió, aunque a ello
dio una respuesta diferente.

Por manera que, se concluye, la discusión pasible de plantear aquí no opera


completamente de la mano de circunstancias objetivas en la verificación de la
prueba y su contenido, vale decir, a partir de señalar que se omitió practicar
pruebas trascendentes, no se consultaron algunas de las recabadas o solo se
tomó en cuenta parte de lo dicho por los testigos, sino en consideración a la
manera como las instancias construyeron la definición de responsabilidad
incluso considerando las explicaciones entregadas por la acusada.

En este sentido, la revisión detallada de lo argumentado por el Tribunal permite


advertir que la condena proferida se basó en suposiciones carentes de soporte
probatorio o la simple remisión a deberes funcionales que nunca determinan la
existencia efectiva de dolo en el actuar de la procesada.

A fin de precisar los yerros probatorios y dogmáticos en que incurrió el fallador


colegiado, se hace necesario, previamente, delimitar los que se entienden hechos
probados, no sujetos a controversia, acorde con el texto mismo de la sentencia y
las afirmaciones contenidas en el escrito casacional.

[…]

Cuando afirma el Ad quem, que todos los intervinientes poseen “similar ámbito
de competencia”, desconoce que esta se circunscribe específicamente a la
actividad que dentro del acto complejo y por especialidad funcional desarrolla el
funcionario, pues, de un lado, lo que le compete realizar obedece exclusivamente
al compartimiento estanco atribuido; y del otro, en atención a que se trata de
una actividad reglada, el servidor solo puede ejecutar lo que la norma le faculta.

[…]

Es que, si de verdad se atendiera a la tesis que subyace en la afirmación del


fallador de segundo grado, todos y cada uno de quienes intervinieron en el

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proceso complejo que terminó con el pago de la conciliación habrían de ser
vinculados y responsabilizados del peculado investigado, no importa en cuál de
los eslabones de la cadena de actividades se encuentre la ilegalidad.

Cuando más, lo que compete a cada uno de quienes intervienen en el proceso


acumulativo, es verificar que el paso previo se haya cumplido, pero no examinar
materialmente el contenido de lo realizado o conceptuado, como quiera que, se
repite, obedece a competencias y conocimientos que no necesariamente son de su
resorte o especialidad.

Huelga anotar que la razón de ser del trámite compartimentado es precisamente


el reconocimiento de que en actividades complejas todos los conocimientos o
habilidades no se radican en la misma persona y, cuando se trata de actos
voluminosos o reiterados, tampoco posee esta el tiempo suficiente para adelantar
cada uno de los pasos que componen dichas actividades.

Es por ello que representa un contrasentido exigir que cada uno de los que
posteriormente adelantan un específico paso, deba revisar materialmente lo que
el anterior adelantó; y mucho menos, que quien realiza el acto final deba efectuar
el examen final que abarque todos esos conocimientos complejos.

Mucho menos, cuando ese paso o acto final no corresponde a quien dirige,
gerencia o ha asumido la verificación total de la actividad, sino apenas a una
persona designada para adelantar una actuación formal.

Esto para significar que, desde luego, la Corte reconoce un tipo de


responsabilidad indelegable en el funcionario a quien se ha atribuido
funcionalmente la responsabilidad y dirección de todo el entramado complejo, en
cuanto, ello cabe indiscutiblemente en su tarea de verificación y control.

En el asunto que concita la atención de la Sala, entonces, yerra el Tribunal


cuando sostiene: “De manera que es incuestionable en este asunto que al
conciliador, la procesada, también le incumbía la comprobación de los cómputos
efectuados y procedencia de la liquidación efectuada, dada la especial obligación
de control que en esa calidad le atañía por cuanto finalmente era quien, en
representación de la entidad, con ese instrumento legal autorizaba el traslado de
sumas por demás cuantiosas del erario al peculio de terceros, sin que esa
exigencia estuviese supeditada a la intervención de los demás funcionarios”.

No dice el Tribunal cuál es la norma o reglamento específico que atribuye al


conciliador designado para un asunto concreto “la comprobación de los
cómputos efectuados y procedencia de la liquidación efectuada”, ni es posible, a
la par, significar que “la especial obligación de control” atribuida per se a la
acusada, ya desechado que se delimite ella en alguna norma o reglamento, de
verdad puede provenir de que “con ese instrumento legal autorizaba el traslado
de sumas por demás cuantiosas”, en tanto, ello desconoce, precisamente, que la
dicha autorización no obedece al capricho o voluntad exclusiva de la procesada,
en cuanto conciliadora, sino a la suma de actos realizados por diferentes

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funcionarios, cada uno de los cuales intervino para dar forma a un acta que, en
la práctica, apenas competía formalizar a esta.

Tampoco es posible generalizar al extremo de sostener, como lo hace el Ad quem,


que el deber funcional en estudio “dimana simple y llanamente de las
responsabilidades propias como servidor público, accesorias a la de
administración y guarda de los recursos nacionales que por razón o con ocasión
de esa condición están bajo su tutela, de acuerdo con postulados básico que
rigen la función administrativa”.

Es evidente que el transcripto corresponde a un argumentos elusivo y circular


que por fuera de su poder retórico nada determina en punto de definir el
específico deber funcional que permite imponer a la procesada, en cuanto
conciliadora designada para el asunto, la obligación de examinar y validar todos
y cada uno de los pasos previos a la conciliación formal.

Cuando se trata de delimitar específica responsabilidad penal a título de dolo por


omitir con consciencia y voluntad de ilicitud un deber, y ello se determina
consustancial a la materialización del daño, de ninguna manera es posible
advertir que ese deber reposa “en las responsabilidades propias como funcionario
público”, concepto abierto e indeterminado que de entrada vulnera el principio de
estricta tipicidad, a más que habilita conglobar el mismo tipo de responsabilidad,
de manera indiscriminada, en cualquiera de los funcionarios públicos
intervinientes en el asunto.

Huelga aseverar que las responsabilidades generales de todo servidor público y


los postulados básicos que rigen la función administrativa, carecen de fuerza
normativa concreta para soportar en ellos una obligación específica dentro de la
actividad reglada que se atribuye a determinado funcionario, cuando se busca
soportar, precisamente la responsabilidad penal en específico delito.

[…]

[…] la Sala no advierte, ni la decisión de las instancias lo contempla, que toda la


labor compleja adelantada haya sido atribuida por la ley a la responsabilidad
específica de la acusada, cuando ella, es claro, no desempeñaba un cargo
directivo; o que la procesada, apenas contratista a quien se delegó por su jefe
inmediato la actividad de acudir a la diligencia de conciliación, fuese garante de
las tareas individuales de todos quienes desarrollaron específica actividad en la
dicha labor compleja; ni que se incumpliera un deber específico y concreto (ajeno
a ese indeterminado y general aducido por el Tribunal) que condujera a
transgredir el derecho.

[…]

El Tribunal, acerca del principio de confianza y su aplicación en el caso concreto,


advirtió que de la procesada se debería esperar que poseía motivos para suponer
que los intervinientes en el acto complejo incurrieron en riesgos desaprobados,

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pues, en primer lugar, era hecho notorio que en Puertos de Colombia se había
presentado un fenómeno de corrupción de amplio espectro, conocido desde 1995.

Por ello, agrega “le era exigible, cuando menos, haber examinado aspectos
sustanciales del acuerdo con mayor razón si este a simple vista resultaba
anómalo…”.

Es evidente el sofisma de generalización (falso raciocinio por vulneración de las


reglas de la lógica) que gobierna la argumentación del Tribunal, pues, evidente
que el trámite adelantado en la entidad hacía parte de un mecanismo legal,
cuando menos en su formalidad, al punto de desarrollar una actividad propia del
proceso liquidatorio encomendado a Foncolpuertos, de ninguna manera es
posible, en esa especie de regla silogística construida en la decisión, concluir que
porque existía corrupción en la entidad, la procesada tenía que colegir
necesariamente que aquí ocurría algo similar, obligándola, incluso, a adelantar
una tarea de verificación extrema ajena al acto específico que en atención a su
concreto deber funcional le competía.

Debió la procesada, cuando menos, haber examinado “aspectos sustanciales del


acuerdo, con mayor razón si este a simple vista resultaba anómalo”.

Si se miran bien los motivos que a renglón seguido esgrime el ad quem para
determinar por qué es irregular la conciliación, fácil se advierte que no es “a
simple vista” que pueden detectarse las falencias que encierra, entre otras
razones, porque a la acusada solo se le dio a conocer el texto final del acta de
conciliación y no los documentos o conceptos previamente presentados por los
otros funcionarios que intervinieron en el trámite complejo.

[…]

En la evaluación reseñada, entonces, el Tribunal desconoció no solo las pruebas,


en particular los apartados de la declaración de la procesada y de MMV (típico
yerro por falso juicio de identidad por cercenamiento), coincidentes en señalar
que al abogado conciliador no se le entregaban “ni soportes, ni pruebas, ni
liquidaciones”, sino que llegó a conclusiones carentes de base o prueba,
convertidas así en simples peticiones de principio (falso raciocinio).

De todo lo anotado se verifica que la acusada “actuó como coautora del ilícito
como acertadamente lo imputó el ente acusador”.

La afirmación del Ad quem representa ostensible materialización de la falacia


conocida como non sequitur, evidente como se hace que de no atender las
supuestas obligaciones que su función le impelían -de tomarse como cierto el
argumento del Tribunal referido a que, en efecto, debía verificar a fondo el
contenido de la conciliación-, no se sigue que sea coautora, en el término jurídico
utilizado por el Ad quem, del delito de peculado por apropiación que se le
endilga».
Extracto n. ° 5

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Número de radicado : 43202

Número de providencia :
SP15600-2017

Fecha : 27/09/2017
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

TEMA: DOLO - Concepto / DOLO - Clases / CULPA - Modalidades / FALSO


RACIOCINIO - Se configura / FALSO JUICIO DE EXISTENCIA - Por suposición:
configuración / FALSO JUICIO DE IDENTIDAD - Por supresión: se
configura / DOLO - Elemento volitivo / CAUSALIDAD - Relación de
causalidad / DOLO - No se configura / CULPA - Deber de cuidado / HOMICIDIO
CULPOSO - Deber objetivo de cuidado

Tesis:

«La demandante sostiene, en lo fundamental, que las conclusiones del Tribunal,


referidas a que el Dragoneante IRCY actuó a título de dolo, son erradas, porque
la fiscalía no demostró el componente volitivo de esta modalidad conductual, y
porque sus inferencias se basaron en una apreciación cercenada de la prueba
que demuestra que el accionar del procesado no trascendió las fronteras de la
tipicidad imprudente o culposa, como lo reconoció el juez de primer grado en su
sentencia.

Con el fin de ir haciendo claridad en torno al problema jurídico planteado,


importa recordar que la conducta es dolosa cuando el sujeto agente conoce los
hechos constitutivos de la infracción penal (aspecto cognitivo) y quiere su
realización (aspecto volitivo), y que es culposa cuando el resultado típico es
producto de la infracción al deber objetivo de cuidado.

Es importante también recordar que el dolo puede presentar tres modalidades, (i)
directo de primer grado, cuando el sujeto quiere el resultado típico (ii) directo de
segundo grado, cuando el sujeto no quiere el resultado típico pero su producción
se presenta como cierta y segura, y (iii) eventual, cuando el sujeto agente no
quiere el resultado típico pero se lo representa como probable y deja su
producción librada al azar.

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Y finalmente, que el delito culposo o imprudente puede presentar dos
modalidades, (i) consciente o con representación, cuando el sujeto agente se
representa el resultado típico, pero confía en poder evitarlo, y (ii) inconsciente o
sin representación, cuando no advierte el resultado, siendo previsible.

El tribunal, en la sentencia impugnada, concluyó que el procesado había actuado


a título de dolo, sin precisar en cuál de sus modalidades específicamente se
ubicaba la conducta, pero por los argumentos que adujo se establece que le
imputó dolo directo de primer grado, como quiera que fue repetitivamente
enfático en sostener que IRCY sabía lo que hacía y quería el resultado […].

[…]

El cargo contra la decisión del tribunal se apoya en dos cuestionamientos, (i) que
el componente volitivo del dolo no puede establecerse de las circunstancias que el
tribunal expuso para declarar su existencia, y (ii) que el tribunal omitió tener en
cuenta aspectos importantes de los testimonios de los Soldados EFRA y VMCR, y
del Sargento PAMB, que acreditaban que el procesado y la víctima eran buenos
amigos, que se trataban como hermanos, que no peleaban ni discutían, que no
existían motivos para que el primero atentara contra la vida del segundo, y que la
reacción de CY había sido de angustia y desesperación, situaciones todas que
contradecían sus conclusiones sobre la existencia de una conducta dolosa.

En ambos ataques le asiste razón a la casacionista. Los conocimientos


especializados sobre el manejo y cuidado del arma de dotación y su potencialidad
dañina, pueden servir para afirmar que el procesado conocía la situación de
riesgo para el bien jurídico, pero no para atribuirle la decisión de querer la
producción del resultado típico como tajantemente lo concluye el tribunal, por no
existir conexión lógica entre las premisas y las conclusiones que de ellas se
obtienen.

Los argumentos complementarios que se exponen con el mismo propósito,


consistentes en que el procesado actúo con voluntad homicida porque, (i)
únicamente disparó contra el Soldado SR y no contra los otros compañeros, (ii) el
proyectil lo dirigió hacia una parte vital de su cuerpo y no hacia una región
menos lesiva, y (iii) de haber sido un hecho accidental las víctimas habrían sido
los otros Soldados que se hallaban en el alojamiento, adolecen de las mismas
falencias del raciocinio anterior.

Se trata de razonamientos non sequitur, es decir, de razonamientos


inconsecuentes, donde la conclusión no sigue a las premisas, donde no se
establece una relación lógica antecedente consecuente, pues no por el hecho de
haber dirigido el procesado el arma contra la humanidad del Soldado SR, o
haberlo impactado en una parte vital del cuerpo, o tratarse de la única víctima,
puede descartarse la modalidad culposa de la conducta. Lo uno no conduce a lo
otro.

Las otras reflexiones del tribunal, donde sostiene que el acusado la tarde de los
hechos ejecutó o debió ejecutar todos los pasos del proceso de preparación del

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arma para disparar (introducir el proveedor, retirar el cartucho de seguridad,
cargar, desasegurar, apuntar y accionar el disparador), y que este procedimiento
solo lo realiza una persona que quiere matar a otra, se sustentan, por su parte,
en errores de existencia por suposición de prueba, como quiera que ningún
elemento probatorio, de los que fueron incorporadas al juicio oral, permite
sostener que el procesado haya realizado cada uno de los pasos previos que el ad
quem le atribuye.

[…]

El tribunal acierta cuando sostiene que para la producción del disparo era
necesario cumplir los pasos previos que menciona (introducir el proveedor,
retirar el cartucho de seguridad, cargar y desasegurar), pero afirmar que este
procedimiento lo cumplió el acusado inmediatamente antes del insuceso, es una
conjetura, una suposición, porque los testigos del hecho, como se ha dejado
visto, solo dicen haber escuchado el disparo.

La demandante también tiene razón cuando sostiene que el tribunal cercenó


apartes de los testimonios de los Soldados EFRA y VMCR y del Sargento PAMB,
de los que surgía (i) que el procesado y la víctima era muy buenos amigos, (ii) que
se trataban como hermanos, (iii) que no peleaban ni discutían, y (iv) que el
procesado entró en shock cuando advirtió que había impactado a su amigo, que
indicaban que éste no quería el resultado típico.

[…]

Estos aspectos fueron inexplicablemente omitidos por el tribunal, al igual que las
explicaciones que suministraron los testigos en cuanto que la expresión “tres y se
ha puesto de pie” o “cuento hasta tres y se levanta”, que el procesado utilizó para
dirigirse a su amigo SR antes de producirse el disparo, son muy usuales en el
argot militar, y que se usan en broma para significar que se debe obedecer al
instante, en manera alguna para expresar que se va a disparar, como pareciera
haberlo entendido el tribunal.

Un examen integral de la prueba allegada al proceso permite concluir lo


siguiente, (i) que el Dragoneante IRCY cumplía las funciones de ranchero en la
base militar, (ii) que el día de los hechos prestó servicio de centinela en las horas
de la madrugada y luego debió cumplir las funciones de ranchero, (iii) que
después preparar el desayuno y el almuerzo para la tropa, sobre la una de tarde,
se dirigió al alojamiento a descansar, (iv) que al ingresar vio al Soldado CASR
recostado en su catre, (v) que el verlo dirigió el arma en su contra y le dijo “tres y
se ha puesto de pie”, y (vi) que en ese momento se escuchó el disparo.

Analizada conjuntamente esta realidad factual con la información que indica que
IRCY y CASR eran buenos amigos, que no existía motivo alguno para que el
primero acabara con la vida del segundo, y que inmediatamente después de
insuceso CY entró en estado de conmoción por lo ocurrido, la conclusión que
necesariamente se sigue es que el procesado no quería el resultado típico, ni lo

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esperaba, y que su acción, por tanto, no estuvo conscientemente encaminada a
su realización.

Esto descarta el dolo directo como modalidad de la conducta, por ausencia del
componente volitivo, y también el dolo eventual, porque de las evidencias
alegadas al proceso lo que se establece es que el procesado en ningún momento
se planteó la posibilidad de que el arma pudiera dispararse, ni mucho menos que
pudiera causar la muerte de su amigo, y esto, de suyo, impide acoger la tesis de
que hubiera previsto el resultado típico y lo hubiese dejado librado al azar.

Lo que sí se advierte, en cambio, son graves violaciones al deber objetivo de


cuidado, que ubican la conducta en el campo de la culpa, derivadas del
desconocimiento de los mandatos castrenses que exigían (i) mantener el arma
descargada cuando no se está prestando servicio de guardia, (ii) tenerla con el
cartucho de seguridad puesto en la recámara para evitar disparos accidentales, y
(iii) no jugar ni apuntar en broma con ella, directrices todas que el Soldado IRCY
desconoció, con los resultados conocidos.

Es lo que surge de la prueba allegada al proceso, pues contrario a lo sostenido


por el tribunal, lo que se establece de ella es que el procesado llevaba puesto el
proveedor en el arma cuando llegó al alojamiento, como quiera que los testigos no
vieron ni escucharon que lo insertara antes del disparo. Y además indica que no
tenía puesto el cartucho de seguridad en la recámara del arma, porque este
dispositivo no fue hallado por los investigadores en el lugar de los
acontecimientos, y porque de haberlo tenido, el disparo no se habría presentado.

El cargo prospera».

Extracto n. ° 6

Número de radicado : 49955


Número de providencia :
SP15656-2017

Fecha : 27/09/2017
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO - Elementos / PREVARICATO POR ACCIÓN - Dolo: conciencia de que la


decisión es contraria a derecho / PREVARICATO POR ACCIÓN - Dolo:
demostración

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Tesis:
«Abundante es la jurisprudencia de la Sala relacionada con el dolo, sus
elementos, estructuración y demostración.

“la Corte ha dicho que el dolo está conformado por dos componentes, el
cognitivo-intelectivo, que exige tener conocimiento o conciencia de los elementos
objetivos del tipo penal respectivo; y, el volitivo, que implica querer realizarlos;
por tanto, actúa dolosamente quien sabe que su acción es objetivamente típica y
quiere su realización.” (CSJ AP1862-2016).

“Debe diferenciarse entre el móvil de la criminalidad, irrelevante en cuanto a la


validez del juicio, y el dolo como categoría dogmática del delito que, de acuerdo
con el contenido del artículo 36 de la Ley 599 de 2000, se acredita al demostrarse
que el sujeto agente tuvo conocimiento de la ilicitud de su proceder y se orienta
libremente a ejecutarla, al margen de que obre en el plenario prueba del motivo
que lo determinó a actuar, porque el tipo penal de que se trata no exige finalidad
especial, razón por la cual se ha dicho que es de los factores demostrados,
generalmente objetivos, de donde debe deducirse la intención, dada la dificultad
que existe para obtener pruebas directas sobre el aspecto subjetivo.

En la dogmática actual la demostración del dolo es independiente de la prueba


del motivo que determina al sujeto a consumar el hecho típico, de manera que
aun siendo importante establecer las razones que motivaron la voluntad del
agente, puede ocurrir que esa causa, razón o fundamento del acto típicamente
antijurídico, se establezca y constituya elemento útil para comprobar la
existencia del dolo, o de una circunstancia que modifique la punibilidad; o
también que por tratarse el aspecto subjetivo referido a la esfera intangible del
ser humano, no logre acreditación en el proceso, bastando tan sólo acreditar que
el sujeto agente tuvo conocimiento de la ilicitud de la conducta y que se orientó
con libertad a su ejecución.

La Sala ha enfatizado en que para la determinación procesal del dolo se ha de


partir del examen de las circunstancias externas que rodearon los hechos, ya que
tanto la intencionalidad en afectar un bien jurídico o la representación de un
resultado ajeno al querido por el agente y su asunción al no hacer nada para
evitarlo, al ser aspectos del fuero interno de la persona se han de deducir de los
elementos objetivos que arrojan las demás probanzas.” (CSJ SP3334-2016)

En lo que atañe a la estructuración del dolo ha dicho que “es necesario


comprobar que hubo una actitud consciente y deliberada de contradecir de
manera rampante y ostensible el texto legal, además, es indispensable evidenciar
el afán de hacer prevalecer el capricho o el interés personal a toda costa, que se
obre con malicia o mala fe, esto es, que el dolo sea directo”..

El análisis de esta conducta ha sido objeto de reiterados pronunciamientos de la


Corte, a partir de los cuales considera (CSJ SP. 27 jun. 2012. Radicado 37733):

15
“la contradicción de lo decidido con la ley se debe hacer mediante un juicio ex
ante, al ubicarse el operador jurídico al momento en que el servidor público
emitió la resolución, el dictamen o el concepto, examinando el conjunto de
circunstancias por él conocidas, siendo por lo mismo improcedente un juicio de
verificación ex post con nuevos elementos y conocimientos.

(…)

“De igual manera, la adecuación típica del delito de prevaricato debe surgir de un
cotejo simple del contenido de la resolución o dictamen y el de la ley, sin
necesidad de acudir a complejas elucubraciones o a elocuentes y refinadas
interpretaciones, pues un proceso de esta índole escaparía a una expresión
auténtica de lo ‘manifiestamente contrario a la ley’. Así entonces, para la
evaluación de esta clase de conductas delictivas se adopta una actitud más
descriptiva que prescriptiva, es decir, sujeta a lo que realmente hizo el imputado
en la respectiva actuación, asistido de sus propios medios y conocimientos, no a
lo que debió hacer desde la perspectiva jurídica y con base en los recursos del
analista de ahora (juicio ex ante y no a posteriori). Desde luego que si el objeto de
examen es una decisión ostensiblemente contraria a la ley, el juzgador no puede
abstenerse de señalar el ‘deber ser’ legal que el infractor soslayó maliciosamente,
pero como un ‘deber ser’ que éste conocía (no aquél) y que obviamente estaba al
alcance de sus posibilidades”».

Extracto n. ° 7

Número de radicado : 47761


Número de providencia : SP13733-2017

Fecha : 30/08/2017
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO - Concepto / DOLO - Elementos / DOLO - Demostración

Tesis:

«La Corte tiene precisado que (i) el dolo está conformado por dos componentes, el
cognitivo-intelectivo, el cual exige tener conocimiento de los elementos objetivos
del tipo penal respectivo y el volitivo que implica querer realizarlos; (ii) el dolo
como manifestación del fuero interno del sujeto activo de la conducta punible
sólo puede ser conocido a través de las manifestaciones externas de esa voluntad

16
dirigida a determinado fin y (iii) en punto del delito de prevaricato por acción,
para observar si hubo o no dolo es necesario examinar la totalidad de la
actuación realizada por el funcionario, junto con las motivaciones plasmadas en
la decisión cuestionada y las justificaciones ofrecidas, así como las
circunstancias específicas que rodearon su proferimiento.

En este sentido, sería plausible pensar que el actuar de los funcionarios


acusados obedeció simplemente a descuido o negligencia, si no fuera porque del
análisis contextual de todas las particularidades relativas a la decisión, en su
conjunto, revelan conocimiento de la ilegalidad de las decisiones adoptadas, con
lo que permitieron la ilícita apropiación de dinero del Patrimonio Autónomo de
Remanentes -Telecom.

Los acusados en los procesos de tutela, además de apartarse palmariamente de


la exigencia de la inmediatez, también (i) quebrantaron el requisito de la
subsidiaridad -por cuanto los accionantes contaron en el ordenamiento jurídico
con otro medio de defensa judicial-; (ii) no desplegaron actividad probatoria
alguna para verificar la afectación al mínimo vital respecto de cada uno de los
accionantes; (iii) dispusieron embargos sobre grandes sumas de dinero, lo cual es
exótico en esos asuntos; (iv) esta última decisión fue adoptada, de una parte,
como medida provisional sin cumplir exigencias de urgencia y necesidad y, de
otra, para forzar el pago, pero sin acreditarse la exigencia de la obligación ni
haber constituido en mora al supuesto deudor; (v) omitieron que muchos de los
poderes fueron otorgados fuera de San Antero, indicativo de que realmente los
accionantes no habitaban en ese municipio; (vi) deliberadamente desatendieron
lo informado por el Patrimonio Autónomo de Remanentes; (vi) concedieron
prestaciones laborales a las que no tenían derecho los demandantes y (vii)
desatendieron los parámetros normativos relacionados con los requisitos de
procedibilidad de la acción de tutela enunciados en algunas de las sentencias
citadas en los fallos.

El anterior cúmulo de desafueros fue cometido por profesionales del derecho con
suficiente experiencia, toda vez que PC se desempeñó como juez Promiscuo
Municipal de San Antero desde el año 1991 hasta el 2011, y RC ejerció el cargo
de juez Promiscuo de Familia de […]-[…] - desde el 30 de septiembre de 2005
hasta el año 2011, lo cual permite inferir que para el 2009 conocían
suficientemente el procedimiento de tutela, particularmente sus requisitos de
procedibilidad, por hacer parte de sus funciones en razón del artículo 86 de la
Constitución Política y del Decreto 2591 de 1991.

En este sentido, la propuesta de culpa o negligencia en el actuar de los


funcionarios acusados, se observa suficientemente desvirtuada».

Extracto n. ° 8

Número de radicado : 48197

17
Número de providencia : SP9677-2017

Fecha : 05/07/2017
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

TEMA: DOLO - Prueba

Tesis:

«[…] esta Corporación, en materia de la prueba del dolo, tiene establecido lo


siguiente:

“La Sala ha enfatizado en que para la determinación procesal del dolo se ha de


partir del examen de las circunstancias externas que rodearon los hechos, ya que
tanto la intencionalidad en afectar un bien jurídico o la representación de un
resultado ajeno al querido por el agente y su asunción al no hacer nada para
evitarlo, al ser aspectos del fuero interno de la persona se han de deducir de los
elementos objetivos que arrojan las demás probanzas”».

Extracto n. ° 9

Número de radicado : 39260


Número de providencia : SP8554-2017

Fecha : 14/06/2017
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

TEMA: LAVADO DE ACTIVOS - Demostración: alcance de la prueba que vincula


a uno de los socios de la actividad ilícita, respecto a los demás / DOLO -
Demostración

Tesis:

«El cuarto reproche sostiene la presencia de “errores de hecho”, bajo el entendido


que, conforme lo valoró el juez de primera instancia, el dolo no fue probado y su

18
pretendida demostración por parte del Tribunal se alcanzó a través de la
tergiversación de las pruebas.

Es notable la ambigüedad que se evidencia en este enunciado y el contenido de lo


que debería constituir su fundamento, pues se dedica a rechazar el conocimiento
que BM pudo tener de las personas naturales o jurídicas dedicadas al lavado de
dinero y así también que estuviera en su propósito consentir a través de la
Fundación CECEP dicha actividad delictiva.

En las diversas salidas procesales, BM defendió por su recorrido profesional y la


reputación que como asesor financiero tenía JAOB, esencialmente a través de su
empresa […] (sociedad calificada de papel, como que BV y MB, negaron haberse
asociado con OB para su constitución y sin embargo así fue registrada) y por
conocerlo desde hacía muchísimos años a través de un profesor de su Fundación
que era hermano de aquél.

[...]

Extracto n. ° 10

Número de radicado : 47295


Número de providencia : SP8087-2017

Fecha : 07/06/2017
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

TEMA: DOLO - Concepto / DOLO - Elementos / DOLO - Demostración

Tesis:

«Abundante es la jurisprudencia de la Sala que hace relación al dolo, sus


elementos, estructuración y demostración, veamos:

“De forma pacífica la Corte ha dicho que el dolo está conformado por dos
componentes, el cognitivo-intelectivo, que exige tener conocimiento o conciencia
de los elementos objetivos del tipo penal respectivo; y, el volitivo, que implica
querer realizarlos; por tanto, actúa dolosamente quien sabe que su acción es
objetivamente típica y quiere su realización.” (CSJ AP1862-2016).

“Debe diferenciarse entre el móvil de la criminalidad, irrelevante en cuanto a la


validez del juicio, y el dolo como categoría dogmática del delito que, de acuerdo
con el contenido del artículo 36 de la Ley 599 de 2000, se acredita al demostrarse
que el sujeto agente tuvo conocimiento de la ilicitud de su proceder y se orienta
libremente a ejecutarla, al margen de que obre en el plenario prueba del motivo

19
que lo determinó a actuar, porque el tipo penal de que se trata no exige finalidad
especial, razón por la cual se ha dicho que es de los factores demostrados,
generalmente objetivos, de donde debe deducirse la intención, dada la dificultad
que existe para obtener pruebas directas sobre el aspecto subjetivo.

En la dogmática actual la demostración del dolo es independiente de la prueba


del motivo que determina al sujeto a consumar el hecho típico, de manera que
aun siendo importante establecer las razones que motivaron la voluntad del
agente, puede ocurrir que esa causa, razón o fundamento del acto
típicamenteantijurídico, se establezca y constituya elemento útil para comprobar
la existencia del dolo, o de una circunstancia que modifique la punibilidad; o
también que por tratarse el aspecto subjetivo referido a la esfera intangible del
ser humano, no logre acreditación en el proceso, bastando tan sólo acreditar que
el sujeto agente tuvo conocimiento de la ilicitud de la conducta y que se orientó
con libertad a su ejecución.

La Sala ha enfatizado en que para la determinación procesal del dolo se ha de


partir del examen de las circunstancias externas que rodearon los hechos, ya que
tanto la intencionalidad en afectar un bien jurídico o la representación de un
resultado ajeno al querido por el agente y su asunción al no hacer nada para
evitarlo, al ser aspectos del fuero interno de la persona se han de deducir de los
elementos objetivos que arrojan las demás probanzas.” (CSJ SP3334-2016)».

PECULADO POR APROPIACIÓN EN FAVOR DE TERCEROS -


Elementos / PECULADO POR APROPIACIÓN EN FAVOR DE TERCEROS - Se
configura / PECULADO POR APROPIACIÓN - Dolo

Tesis:

«Toda vez que en el presente caso no existe cuestionamiento alguno sobre la


existencia de la tipicidad objetiva, en la medida que su existencia fue admitida en
el fallo de primera instancia, no la objetó la parte interesada y fue corroborada
por la Corte, pasa la Sala a considerar si en el presente caso se concreta el
componente subjetivo del tipo penal por el cual se procesa a la doctora DSSM.

Sabido es que la estructuración de una conducta dolosa requiere que, en la


persona que ejecuta la acción, concurran dos elementos inescindibles cuales son
el volitivo y el cognoscitivo, lo cual se traduce en que el sujeto activo de la
conducta sepa y sea consciente de la ilegalidad de la misma y aun así se oriente
a su ejecución.

Dicho conocimiento y voluntad no puede estar viciado por ningún factor, porque
de ser así la estructura del dolo se vería afectada y por ende el sujeto estaría
excusado de su actuar, pues se encontraría inmerso en algún tipo de error.

Cumplido el análisis de la prueba que no fue estudiada de fondo por el Tribunal,


encuentra la Corte que la procesada obró dolosamente, con el innegable
propósito de que se materializara la apropiación de los fondos del erario. Resulta
evidente para la Sala que la juez dejó de lado normas básicas del proceso

20
ejecutivo, ignoró aspectos elementales de la estructuración del título valor y del
título ejecutivo, todo con el firme objetivo ya indicado.

Es claro que su aporte para el apoderamiento de recursos por parte de unos


terceros fue fundamental, en la medida que ella fue el vehículo para poder
sustraer el dinero de las cuentas del Estado y, mediante un trámite judicial con
apariencia de legalidad, terminar entregando tales recursos a unos particulares
que nunca tuvieron la condición de acreedores del Instituto de Seguros Sociales,
de modo que el actuar de la procesada no se puede quedar en la valoración de
que constituyó una cadena de infortunados errores libres de un actuar doloso o
malicioso, como quiera que por sus calidades profesionales y deberes que le
incumbían como Juez, estaba en condiciones de detectar las irregularidades de
que se ha hecho mención, pues lo cierto es que no se requería de conocimientos
superlativos diferentes a los que se exigían a quienes a nivel profesional laboran
en un juzgado civil.

[…]

Así las cosas, y como quiera que los elementos objetivos del tipo de peculado por
apropiación se dieron por cumplidos en primera instancia y ello no fue
cuestionado por ningún sujeto procesal, de modo que existe una aceptación en el
sentido de que realmente se demostró el apoderamiento ilegal de unos dineros
por parte de un tercero y ahora acá se demuestra que tal actuar fue doloso, es
viable concluir que la conducta es típica en su doble aspecto objetivoy subjetivo».

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: 36046 | Fecha: 16/03/2016 | Tema:


DOLO - Concepto / DOLO - Elementos / DOLO - Demostración Rad: 46553 |
Fecha: 12/04/2016 | Tema: DOLO - Concepto / DOLO - Elementos / DOLO -
Demostración

Extracto n. ° 11

Número de radicado : 44343


Número de providencia : SP6127-2017

Fecha : 03/05/2017
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

TEMA: DOLO - Elementos / PREVARICATO POR ACCIÓN -


Dolo / PREVARICATO POR ACCIÓN - No se configura
Tesis:

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«[…] la Corte ha dicho que el dolo está conformado por dos componentes, el
cognitivo-intelectivo, el cual exige tener conocimiento o conciencia de los
elementos objetivos del tipo penal respectivo y el volitivo que implica querer
realizarlos, por tanto, actúa dolosamente quien sabe que su acción es
objetivamente típica y quiere su realización.

Según se observa, el proceder mal intencionado es cifrado por el Tribunal con


sustento en (i) las insuficiencias de las exculpaciones del interrogatorio en juicio,
(ii) el contenido de la resolución, es decir, los yerros plasmados en la misma, (iii)
la desestimación del recurso de apelación y (iv) la experiencia en el cargo.

[…]

La actuación surtida por la enjuiciada, además de lo anterior, consigna diversos


desaciertos, como se pasa a ver: en el encabezado se cita el precepto 82 de la Ley
600 de 2000 y en los fundamentos y el resuelve el 39 de la 599 del mismo año,
normas que no están llamadas a regular el objeto de la decisión y su referencia
es claramente impertinente.

Sin embargo, esos argumentos, objetivamente considerados, dan cuenta de un


actuar impróvido, desprolijo y descuidado de la acusada, pues se evidencia una
apreciación equivocada de las normas que gobiernan el término de prescripción,
pero no de un proceder malintencionado.

Es así como las faltas exhibidas son tan notorias que derriban cualquier
sospecha de preordenación, al punto que la decisión fue objeto de traslado a las
partes para su contradicción, de manera que convergen aspectos espontáneos
que logran demostrar que la procesada no optó de manera premeditada con el
objeto de lesionar el ordenamiento jurídico.

El recuento del comportamiento desplegado por la funcionaria investigada


permite desentrañar que nunca la acompañó una finalidad desviada y que la
interpretación de la normativa en cita fue producto de su confusión en la lectura
de la figura jurídica de la prescripción.

[…]

En suma, considera la Sala que no obra en la foliatura prueba indicativa acerca


del querer de la investigada dirigido a no cumplir con sus deberes oficiales, esto
es, no se satisface el tipo subjetivo, razón por la cual la conducta se torna
atípica, pues, el dolo en sede de tipicidad reclama la coexistencia de dos factores:
el conocimiento de los hechos y la voluntad en su realización, sin que de las
probanza expuestas pueda deducirse la configuración de ese elemento, como
requisito indispensable para la atribución de la conducta.

En este orden de ideas, se revocará la decisión proferida por el Tribunal Superior


de Quibdó del 3 de julio de 2014, conforme a las razones aquí expuestas,
disponiendo absolución de ECMP».
Extracto n. ° 12

22
Número de radicado : 45704
Número de providencia : SP6020-2017

Fecha : 03/05/2017
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

CASACIÓN DISCRECIONAL - Garantía de derechos fundamentales / CASACIÓN


DISCRECIONAL - Desarrollo de la jurisprudencia / DELITO DEL CENTINELA -
Elementos: dolo, única alternativa de ejecución de la conducta / DELITO DEL
CENTINELA - Delito de peligro / FUERO MILITAR - Conductas en relación con
el servicio
Tesis:
«Según se consignó en el auto admisorio de la demanda de casación discrecional,
la efectividad del derecho material y el desarrollo de la jurisprudencia
constituyen la pauta desde la cual se ofrece necesario en este caso la
intervención de la Corte, en la medida en que la decisión del ad quem no se
compadece con los parámetros sustanciales ni probatorios que para este trámite
específico rigen la adecuada comprensión del delito del centinela, infracción
prevista en el Código Penal Militar, Ley 1407 de 2010, en los siguientes términos:

“Artículo 112. El centinela que se duerma, se embriague o se ponga bajo los


efectos de sustancias estupefaciente o sicotrópicas, o falte a las consignas
especiales que haya recibido, o se separe de su puesto, o se deje relevar por
quien no esté legítimamente autorizado, incurrirá en prisión de uno (1) a tres (3)
años.”

Esta descripción típica, idéntica a la contemplada en la legislación precedente,


Ley 522 de 1999, artículo 131 (con la única diferencia de que la sanción
imponible en esta normatividad es el arresto), supone la modalidad dolosa como
única alternativa de ejecución al tratarse de un injusto asociado al cumplimiento
de la misión atribuible a los miembros de la fuerza pública consistente en ejercer
labores de vigilancia y defensa ante la necesidad de resguardar las instalaciones
castrenses y la integridad de los uniformados, deber que para este caso aparece
en el Reglamento de Supervisión y Control de Servicios para la Policía Nacional
[…].

[…]

[…] si se dice que la modalidad dolosa es la única admisible a efectos de la


comisión del injusto, directa, lo es porque desde la perspectiva de protección del
bien jurídico (el servicio), en consonancia con las consignas transcritas en
precedencia, la voluntad del agente tiene que representarse en condiciones
ciertas que su reticencia deliberada a cumplir con la función de custodia genera
una perturbación real de carácter institucional, al margen de la materialización o
no de algún resultado dañoso. Contexto que permite afirmar que se trata de un

23
delito de peligro, de mera actividad y así, faltar a ese imperativo con ocasión de
una conducta imprudente, tan solo conllevaría la violación de estatutos de orden
administrativo al no revestir un comportamiento de esta índole amenaza
consciente al cuerpo armado, ni con ella se perturba la norma subjetiva de
determinación consagrada en el mandato legal punitivo militar.

Ese escenario además explica por qué la competencia para la investigación y


juzgamiento del ilícito corresponde a esa jurisdicción, al ser un punible vinculado
de modo insoslayable al campo castrense».

DELITO DEL CENTINELA - Elementos: dolo, única alternativa de ejecución de la


conducta / DOLO - Elemento del tipo no de la culpabilidad / ACCIÓN - Concepto
/ DELITO DEL CENTINELA- No se configura: evento en que no existió acción por
parte del sujeto, lo ocurrido obedeció al impulso biológico del sueño derivado del
cansancio por el exceso de la carga impuesta / FUERZA MAYOR Y CASO
FORTUITO - Implican la ausencia de acción del sujeto
Tesis:
«[…] la conclusión atinente a que en este asunto se configuró el delito del
centinela -en esencia doloso- por el factor previsibilidad sin definirse de manera
inteligible si la anticipación mental del proceso causal que culminó con la siesta
obedeció, en gracia a discusión, a dolo eventual (por la capacidad de CC de
pronosticar de seguro que ello ocurriría, dejando librado al azar su
materialización) o a una culpa con representación (porque también podía avizorar
que sería vencido por el sueño y aun así confió en poder evitarlo), surge a todas
luces inconsistente, al fundamentarse en la violación genérica al deber de
vigilancia ante la asunción de un riesgo previsible conforme los términos
empleados por el ad quem. O sea, un comportamiento catalogado negligente,
desde la conceptualización transcrita, se asimiló una conducta deliberada
dirigida inequívocamente a transgredir el ordenamiento jurídico penal.

Ahora, aunado a esta amalgama teórica, en las diligencias concurren diversos


elementos de juicio que evidencian cómo el resultado reprochado no es atribuible
a un querer voluntario del auxiliar CC orientado a su producción, sino que fue
consecuencia natural de la rigurosidad en la que el joven cumplía el servicio
militar obligatorio en la zona de San José de Guaviare […].

[…]

[…] es palmario que el proveído del Tribunal exhibe falencias sustanciales y de


valoración probatoria que ponen en entredicho la validez de sus asertos al
repercutir en el respeto de una garantía fundamental, en tanto el ad quem no
solo fue vacilante en punto del título subjetivo de imputación endilgado que
oscila, como se dijo, de manera vacilante y confusa entre el dolo y la culpa, sino
que además obvió las condiciones reales, no ideales, en las que el auxiliar CC
cumplía la función de centinela.

[…]

24
[…] debe decirse que si bien la casacionista percibió el vicio desde la transgresión
al principio de culpabilidad, ha de aclararse que ello ocurre bajo el cariz de la
necesidad de constatar un comportamiento voluntario atribuible a un individuo
para que pueda ser materia de reproche, de ahí la diferencia entre la concepción
de hecho punible consagrada en el Código Penal de 1980 y la noción de conducta
punible contemplada en el Estatuto Punitivo vigente que explica la proscripción
de “toda forma de responsabilidad objetiva” (artículo 12).

Es decir, no puede pasar inadvertido que en el esquema secuencial adoptado por


la teoría del delito contemporánea, no se aprecia procedente acometer un juicio
de reproche normativo, un juicio de culpabilidad, frente a una acción que ni
siquiera es típica por obedecer a un impulso biológico involuntario derivado de
un estado de sopor, conforme aparece en la foliatura.

Lo anterior, porque, el sueño, de acuerdo con la información traída a colación por


la Procuraduría, tiene estas características:

1. Función periódicamente necesaria para el organismo.

2. Presenta un ritmo cíclico independientemente de las condiciones externas.

3. Corresponde con una situación en la que ocurre una completa interrupción de


las funciones sensoriales y motoras que unen al cerebro con el medio ambiente
externo […].

Factores que determinan la aparición del sueño:

[…] 3. El tiempo que lleva el sujeto sin dormir: en la medida que el sujeto lleva
más tiempo en la fase de vigilia, tanto más probable es que inicie el proceso de
sueño […] Estas argumentaciones ponen de relieve que el sueño es una actividad
genéticamente programada [...].

En consecuencia, las condiciones específicas que presentaba el Auxiliar CC el día


de los hechos más allá de haber regresado de un permiso de carácter familiar
para viajar de San Vicente del Guaviare a su residencia en Bogotá, después de 15
días de doble turno, y someterse de nuevo a la misma rutina que incluía el aseo
de la Base Antinarcóticos, sin contar con sus dolencias físicas, explican la
reacción orgánica que mostró al sentarse en una silla luego de estar tres horas de
pie, portando el equipo propio del centinela. En ese sentido, cobra vigencia lo
aludido por el Ministerio Público tanto en la demanda como en el concepto ante
la Corte, en cuanto a que, desde una perspectiva finalista del delito, no se
evidenció una acción de su parte dirigida a quedarse dormido, según lo muestran
las fotos que le fueron tomadas y aportadas en la noticia criminis, donde aparece
con su equipo, sentado y con la boca abierta, al punto que ese registro es
revelador del agotamiento en el que se encontraba y del que tampoco pudo salir
previamente, cuando se le llamó por radio para que se reportara.

Nótese, entonces, que es manifiesto que el deber a cargo del uniformado no podía
auscultarse bajo una visión abstracta sino concreta, ya que para demandar el

25
cumplimiento del mismo la Fuerza Pública (en este caso la Policía Nacional) debe
propiciar a sus integrantes, en pos de exigir su máximo grado de compromiso y
profesionalismo, excelentes condiciones reflejadas en un ambiente razonable de
bienestar personal que les permitan cumplir de manera adecuada con el servicio.

[…]

En esta arista la culpabilidad asume una faceta diferente a la propuesta en el


libelo y se ajusta a la del artículo 9 del Código Penal, que al definir la conducta
punible aclara que “la causalidad por sí sola no basta para la imputación jurídica
del resultado”, no obstante, los resultados en la práctica son los mismos de
aceptarse la presencia de la causal de ausencia de responsabilidad de fuerza
mayor o caso fortuito, siendo esta una aproximación que ha reconocido la Sala al
validar que esa hipótesis “se refiere directamente a circunstancias en las que
desde el punto de vista dogmático se presenta una ausencia de acción”, bajo
criterios de la teoría de la imputación objetiva. (SP 14545-2016)

Por lo anterior, la Corte casará la sentencia recurrida y, en su lugar, dejará


vigente el fallo absolutorio de primer grado […]».

Extracto n. ° 13

Número de radicado : 50040


Número de providencia : AP2584-2017

Fecha : 26/04/2017
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : CASACIÓN

TEMA: FALSO RACIOCINIO - Técnica en casación / FALSO RACIOCINIO -


Concepto / REGLAS DE LA EXPERIENCIA - No se configura / FALSO
RACIOCINIO - No se configura por desacuerdo en la valoración
probatoria / DOLO - Demostración: en la sentencia
Tesis:
«[…] la Corte tiene dicho que le corresponde al recurrente indicar en forma
objetiva qué dice el medio probatorio, cuál fue la inferencia a la que
equivocadamente arribó el juzgador y cuál es la correcta, así como el mérito
persuasivo otorgado y el postulado lógico, la ley científica o la máxima de
experiencia que fue desconocida en el fallo. También identificar la norma de
derecho sustancial que indirectamente resultó excluida o indebidamente aplicada
y la trascendencia del error en aras de establecer que de no haberse incurrido en
el yerro aludido, el sentido de la sentencia habría sido sustancialmente opuesto a
aquel contenido en la decisión atacada por vía del recurso extraordinario.

El falso raciocinio se concreta en una equivocación en el proceso de valoración


crítica del medio de convicción que funda la sentencia, por lo cual entra en
contradicción con un postulado lógico, empírico y/o científico que conlleva a una

26
conclusión errada. De allí que se atribuya al demandante, no la mera
enunciación de la trasgresión a las reglas de la sana crítica, sino la carga de
identificar cuál fue regla de experiencia, de la lógica o de la ciencia que se
desconoció, y cómo tal desconocimiento trascendió en el resultado de la
sentencia, es decir, debe hacer ver el casacionista la conclusión absurda a la que
arribó el juez de segundo grado como resultado de un equivocado razonamiento.

[…]

Pese a que el recurrente sostiene el desconocimiento de las máximas de la


experiencia al señalar que no siempre la presencia de un arma de fuego es
indicativa del ánimo homicida, esta no fue la proposición expuesta por el
Tribunal, sino que a partir de las particularidades del caso concreto, dedujo que
la acción del acusado fue dolosa, aun tratándose la víctima de su propio
hermano.

En manera alguna el fallador de segundo grado se valió de una regla de conducta


generalizada y de aceptación universal con pretensión de ser validada como
máxima de la experiencia. Su conclusión se soportó en los aspectos especiales de
este caso que trascendieron más allá del porte de un arma de fuego por el
procesado, sin el que en la demanda se expongan los motivos por los que la
apreciación de tales eventualidades no podía conllevar a la condena por un hecho
doloso.

El discurso del libelo evidentemente consiste en la estimación particular de los


hechos por parte del defensor, quien a las afirmaciones del Tribunal contrapone
hipótesis propias todas ellas encaminadas a demostrar que el procesado no
quería la muerte de su hermano y pasa por alto que tal circunstancia fue
valorada por el Tribunal al concluir, como en su momento lo hizo el juez de
primer grado, que PIFC obró bajo la modalidad de dolo eventual.

En criterio de la Sala el reparo por falso raciocinio se encuentra indebidamente


propuesto, ya que el demandante no aborda la discusión pertinente, cual es, que
habiéndose presentado una discusión entre los hermanos en alto grado de
alicoramiento en la que uno de ellos, el acusado, esgrimió un arma de fuego, era
absurdo que el Tribunal concluyera un homicidio doloso en la humanidad del
hermano que se encontraba desarmado.

De ninguna forma el libelista cumple con la carga de demostrar cual fue la regla
de la experiencia trasgredida y, las proposiciones que expone con esa fallida
intención, desconocen por completo la forma como se desarrolló el hecho en la
que coinciden los testimonios apreciados por el fallador, en la medida en que con
base en un sesgado relato de los acontecimientos, el demandante toma
insularmente las circunstancias en que se llevaron a cabo como también lo que
de ellas refirió el Tribunal.

[…]

27
Dicha inconformidad en manera alguna se ajusta a los falsos raciocinios que
denuncia el libelo; las enunciaciones del demandante resultan insuficientes para
rebatir el criterio del Tribunal […]».

FALSO JUICIO DE IDENTIDAD - No se configura por desacuerdo en la


valoración probatoria / DOLO - Demostración: en la sentencia
Tesis:
«[…] en lo que respecta al error de hecho por falso juicio de identidad, el mismo lo
hace recaer no sobre el contenido de la pruebas, sino en la inferencia construida
por el Tribunal a partir de lo dicho por uno de los testigos quien dio cuenta de
una actitud hostil de PIFC hacia su hermano, momentos previos a su deceso.

En ese orden, la vía de ataque no era el falso juicio de identidad, en tanto el


Tribunal no alteró el texto de la declaración, sino que con base en la misma
dedujo la existencia de la confrontación entre hermanos como una de las
circunstancias que permitieron deducir el dolo en el comportamiento del
acusado.

Además de lo anterior y con la única finalidad de criticar la apreciación


probatoria desplegada por el juzgador de segunda instancia, asegura que los
hechos no fueron valorados en su integridad, pues, agrega, la noche del
homicidio los hermanos FC departían con tranquilidad haciéndose mutuas
manifestaciones de amor fraterno, lo que a juicio de la defensa es indicativo de la
ausencia de dolo en la conducta del procesado.

Nuevamente se evidencia la intención del demandante de que se acoja su


hipótesis acerca de un hecho accidental, pero deja su discurso huérfano de
argumentos que demuestren que el Tribunal se equivocó al confirmar la
sentencia condenatoria por homicidio doloso agravado, puesto que la tesis acerca
del homicidio culposo solo proviene de su postura personal soportada en la
apreciación fraccionada del proceso y en las presuntas equivocaciones del ad
quem, que no se acredita».
Extracto n. ° 14

Número de radicado : 49871


Número de providencia : AP2316-2017

Fecha : 05/04/2017
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO - Técnica en casación / LAVADO DE ACTIVOS - Diferente a la omisión de


control / LAVADO DE ACTIVOS - Se configura / DEMANDA DE CASACIÓN -
Principio de corrección material: obligación de que corresponda a la realidad
procesal

«[…] como lo alegado por el censor, en esencia, es que no estaba demostrado el


dolo del implicado en relación con el delito de lavado de activos agravado, […].

28
[…] nótese que por lo discutido por el libelista, es incontrastable que hace
referencia a aspectos facticos y probatorios, de donde se sigue que si bien el
asunto, conforme la lógica ensayada por el defensor, se debía enfocar por la
causal primera como lo hizo, por igual ha debido indicar que acudía a la violación
indirecta de la ley sustancial, mas no lo hizo, que es el escenario natural, en
términos del recurso de casación, en el cual se cuestionan los hechos y la
valoración de los medios de convicción.

Visto que nada de ello se hizo, pues ni siquiera se insinuó tal cosa, esto se
traduce en que el censor omitió por completo hacer referencia a la clase de yerro
de apreciación probatoria que supuestamente derivó en una calificación jurídica
equivocada.

Desde luego, el demandante guarda total silencio acerca de si los errores en la


estimación sobre los medios de convicción fueron de hecho o de derecho, y por la
misma senda omisiva tampoco atina a mencionar las pruebas en las cuales se
habría consolidado cualquiera de esas clases de yerro.

Al margen de los reparos formales que muestra la censura propuesta por el


demandante, conforme se dejó señalado desde el comienzo, lo cierto es que el
recurrente no tiene en cuenta el principio de objetividad o de realidad material,
pues contrario a lo por él afirmado, el Tribunal de manera amplia y precisa
señaló las pruebas y las razones por las cuales en el caso particular se estaba
frente al delito de lavado de activos agravado cometido con dolo por el aquí
acusado.

[…]

[…] lo anterior permite señalar, contrario a lo afirmado por el censor, que no es


cierto que el procesado hubiese actuado de conformidad con el giro ordinario de
su actividad como gerente de una sucursal del banco […].

Como tampoco lo es que haya informado oportunamente acerca de los


movimientos inusuales de los dineros de las cuentas de la […] abiertas en el
banco […] en la sucursal en donde aquél fungía como gerente para la época de
los hechos.

Así mismo, que no se le puede predicar al acusado el simple delito de omisión de


control, puesto que hizo parte del andamiaje para llevar a cabo el lavado de
activos, para lo cual patrocinó múltiples irregularidades en la apertura de las
cuentas de la fundación […] y, a su vez, permitió el retiro igualmente irregular del
dinero a través de una persona ficticia, al punto que con ello se logró perderle el
rastro al circulante.

Así que no se ajusta a la realidad procesal la afirmación del actor conforme a la


cual, el lavado de activos se consumó totalmente en […], pues de no haber sido
por el concurso del enjuiciado, no habría sido posible ignorar el destino final del
dinero.

29
En esa medida, conforme lo indicó el Tribunal, la prueba valorada en conjunto
permitió concluir que fue gracias a la colaboración que encontraron los lavadores
de activos en la sucursal del banco […] que gerenciaba el incriminado, que se
consiguió en muy corto tiempo, en menos de seis meses, realizar transacciones
que superaron los 4.800 millones de pesos, sin que en momento alguno se
reportaran tales operaciones a pesar de su cuantía, pues solo se procedió a ello
cuando de manera externa se alertó de lo que venía sucediendo.

Todo lo anterior pone de presente, distinto a lo sostenido por el demandante, que


el procesado actuó dolosamente y, por tanto, que conforme lo dedujo el juzgador
de segundo grado, fue coautor del delito de lavado de activos agravado al realizar
el delito aprovechando su calidad de gerente de una sucursal del banco […] de la
ciudad de Cali.

[…] de esto se sigue, acorde con lo anunciado desde el comienzo, que el único
cargo postulado por el demandante debe ser inadmitido».

Extracto n. ° 15

Número de radicado : 49014


Número de providencia : AP1895-2017

Fecha : 22/03/2017
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : CASACIÓN

VIOLACIÓN DIRECTA DE LA LEY SUSTANCIAL - Parte de la aceptación plena de


los hechos / VIOLACIÓN DIRECTA DE LA LEY SUSTANCIAL - Implica un juicio
en derecho / DOLO - Técnica en casación

«[…] cuando se acude a la violación directa de la ley sustancial corresponde al


actor aceptar los hechos tal como los declaró probados el fallador, sin que le sea
dable controvertir el mérito asignado por éste a los medios de convicción
incorporados a la actuación. Su labor debe estar dirigida a plantear una
discusión netamente jurídica, en orden a demostrar la falta de aplicación, la
aplicación indebida o la interpretación errónea de una norma sustancial.

Tal presupuesto de sustentación no lo cumplió el actor, pues partió del supuesto


de que el procesado no actuó con dolo sino, según sugirió, en forma
“imprudente”. Se apartó así de las conclusiones apreciativas del Tribunal […].

[…]

Es evidente así que el impugnante equivocó también en esta censura la vía


casacional que escogió para formular el ataque, pues lo correcto era demostrar
primero, a través de la violación indirecta, que el Tribunal incurrió en indebida

30
apreciación probatoria al encontrar acreditado el dolo en la conducta del acusado
cuando los medios de convicción evidenciaban la realización de un
comportamiento culposo, para luego sí predicar la falta de aplicación de la norma
echada de menos.

Como, en consecuencia, el segundo cargo está llamado a correr la misma surte


del primero, en virtud de las falencias también observadas en su sustentación, la
Sala inadmitirá la demanda presentada por el defensor de HJAR […]».

Extracto n. ° 16

Número de radicado : 47348


Número de providencia : SP2184-2017

Fecha : 15/02/2017
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

PECULADO POR APROPIACIÓN EN FAVOR DE TERCEROS - Beneficiados con la


apropiación / PECULADO POR APROPIACIÓN EN FAVOR DE TERCEROS - Se
configura / DOLO - Demostración

«El motivo de disenso se contrae, únicamente, a la ausencia de un móvil en


cabeza de los procesados para favorecer económicamente al accionante, pues ni
se beneficiaron ni tenían interés en el resultado del proceso.

[…]

No obstante, la existencia de un móvil o interés particular y específico, como


génesis del comportamiento desvalorado atribuido a los dos procesados, no es un
elemento propio de la descripción típica, ni debe ser acreditado en cada
actuación, pues tal y como se expuso lo único que se requiere es el obrar
deliberado del servidor público que en ejercicio de sus funciones despliega ese
acto de apoderamiento a su favor o de un tercero para generar así la correlativa
privación al Estado de la disposición sobre sus recursos.

Bajo el entendido que el móvil que echa de menos el libelista se limita al punible
de peculado por apropiación, la Sala estima conveniente abordar la postura
jurisprudencial referida con acierto por el Fiscal delegado como no recurrente, en
materia de demostración del dolo en el comportamiento punible.

[…]

En ese marco conceptual, se acepta sin discusión que “El dolo como
manifestación del fuero interno del sujeto activo de la conducta punible sólo
puede ser conocido a través de las manifestaciones externas de esa voluntad
dirigida a determinado fin…”.

31
Lo señalado da cuenta de la existencia de dos cuestiones diferentes, pero
íntimamente vinculadas, según las cuales necesario resulta distinguir entre la
prueba del dolo, como asunto de naturaleza probatoria con considerables
dificultades en cuanto a la prueba directa, y la concurrencia de una motivación
particular para la efectiva estructuración del peculado.

En efecto, sobre este último asunto, esta Sala ha sostenido que

“En el delito de prevaricato, tal como lo ha entendido la jurisprudencia de esta


Sala, y por la naturaleza misma del punible, el dolo se traduce en el
conocimiento que debe tener el servidor público de la manifiesta ilegalidad de la
decisión proferida, conciencia de que con tal determinación se vulnera sin
derecho el bien jurídico de la recta y equilibrada definición del asunto, y sin que
sea menester demostrar el móvil que guió la acción del funcionario. Bien puede
suceder que éste se establezca, y pase a ser elemento útil en la determinación de
la culpabilidad dolosa, pero ello no quiere decir que una particular finalidad
delictiva sea parte integrante del dolo, pues para que se configure esta categoría
de la conducta -se reitera- sólo es importante que se tenga conciencia de que la
decisión se aparta ostensiblemente de la ley, sin que importen ingredientes
adicionales -como por ejemplo el interés de favorecer o perjudicar a una de las
partes-, y se quiera su realización”.

Esa postura, matizada tratándose de servidores judiciales , resulta aplicable


tratándose del delito de peculado por apropiación a favor de terceros, por cuanto
i) la descripción típica no consagra ninguna exigencia sobre la existencia y
demostración de un determinado motivo que explique la acción del sujeto activo
calificado; ii) la consciente e informada orientación del comportamiento para
agotar la descripción típica estructura plenamente la tipicidad subjetiva de la
conducta; iii) la consumación del punible no está ontológicamente supeditada a
la presencia de una motivación particular, sino a la desvalorada apropiación
ejecutada en forma consciente, bien sea ésta dispuesta jurídica o materialmente,
y iv) tal exigencia, en el caso concreto, soslaya la elemental distinción entre
modalidades del ilícito según resulte favorecido al autor o un tercero.

[…]

Adicionalmente, con apoyo en la postura jurisprudencial de la Sala, se afirma


que el agotamiento del peculado por apropiación a favor de terceros no exige la
demostración de un interés, motivo o razón en el servidor público para que éste
desarrolle el verbo rector en su integridad. No obstante, si de las circunstancias
objetivas demostradas en la actuación resulta viable tener por acreditado tal
móvil, su existencia será útil no para predicar la tipicidad subjetiva del
comportamiento, sino para la determinación de la intensidad del juicio de
reproche que merece el penalmente responsable».

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: 17008 | Fecha: 04/04/2002 | Tema:


PECULADO POR APROPIACIÓN EN FAVOR DE TERCEROS – Beneficiados con la
apropiación / PECULADO POR APROPIACIÓN EN FAVOR DE TERCEROS – Se

32
configura / DOLO - Demostración Rad: 22112 | Fecha: 03/08/2005 | Tema:
PECULADO POR APROPIACIÓN EN FAVOR DE TERCEROS – Beneficiados con la
apropiación / PECULADO POR APROPIACIÓN EN FAVOR DE TERCEROS – Se
configura / DOLO - Demostración Rad: 32777 | Fecha: 30/06/2010 | Tema:
PECULADO POR APROPIACIÓN EN FAVOR DE TERCEROS – Beneficiados con la
apropiación / PECULADO POR APROPIACIÓN EN FAVOR DE TERCEROS – Se
configura / DOLO - Demostración Rad: 32964 | Fecha: 25/08/2010 | Tema:
PECULADO POR APROPIACIÓN EN FAVOR DE TERCEROS – Beneficiados con la
apropiación / PECULADO POR APROPIACIÓN EN FAVOR DE TERCEROS – Se
configura / DOLO - Demostración Rad: 41460 | Fecha: 03/09/2014 | Tema:
PECULADO POR APROPIACIÓN EN FAVOR DE TERCEROS – Beneficiados con la
apropiación / PECULADO POR APROPIACIÓN EN FAVOR DE TERCEROS – Se
configura / DOLO - Demostración Rad: 35938 | Fecha: 23/10/2014 | Tema:
PECULADO POR APROPIACIÓN EN FAVOR DE TERCEROS – Beneficiados con la
apropiación / PECULADO POR APROPIACIÓN EN FAVOR DE TERCEROS – Se
configura / DOLO - Demostración Rad: 32645 | Fecha: 28/03/2016 | Tema:
PECULADO POR APROPIACIÓN EN FAVOR DE TERCEROS – Beneficiados con la
apropiación / PECULADO POR APROPIACIÓN EN FAVOR DE TERCEROS – Se
configura / DOLO - Demostración

SALVAMENTO / ACLARACIÓN / ADICIÓN DE VOTO:


ACLARACIÓN DE VOTO: EUGENIO FERNANDEZ CARLIER

Extracto n. ° 17

Número de radicado : 47100


Número de providencia : SP153-2017

Fecha : 18/01/2017
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO - Demostración

«La demostración del dolo, dada su condición de “hecho psíquico” (no perceptible
directamente por los sentidos), como suele denominársele por algunos sectores
doctrinarios, generalmente se hace a través de inferencias, por la obvia dificultad
para lograr su acreditación a través de “prueba directa”.

Sobre el dolo, ha dicho esta Corporación que en tanto se refiere al conocimiento y


la voluntad de todos los elementos que constituyen el tipo objetivo, se demuestra
valorando aquellos datos, precisamente objetivos, que rodean la realización de la
conducta.

[…]

33
En este caso, el Juzgado y el Tribunal infirieron que los procesados conocían que
estaban trasgrediendo la Ley 643 de 2001, a partir de los siguientes hechos
indicadores: (i) la ley es suficientemente clara y reiterativa en cuanto al término
máximo de duración de los contratos y la obligación de seleccionar al contratista
a través del mecanismo de licitación pública; (ii) los procesados conocían
ampliamente esa normatividad; y (iii) las razones expuestas para justificar la
prórroga (además de la decisión de no realizar oportunamente el trámite
licitatorio), claramente apuntaban a eludir dicho proceso de selección, bajo
argumentos que contravienen los principios que rigen esa figura y los intereses
constitucionales que se pretenden desarrollar con ella -agrega la Sala».

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: 41411 | Fecha: 10/07/2013 | Tema:


DOLO - Demostración

Extracto n. ° 18

Número de radicado : 44312


Número de providencia : SP16905-2016

Fecha : 23/11/2016
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : ÚNICA INSTANCIA

PENA - Individualización: aplicación de los criterios legales, gravedad de la


conducta / PENA - Individualización: aplicación de los criterios legales,
intensidad del dolo / DOLO - Directo de segundo grado / HOMICIDIO CON
FINES TERRORISTAS - Dosificación Punitiva / DOSIFICACIÓN PUNITIVA -
Intensidad del dolo / HOMICIDIO AGRAVADO - Tentado: dosificación punitiva

«De conformidad con lo preceptuado en los artículos 31 y 60 del Código Penal


(Ley 599 de 2000) y como quiera que en este asunto se está ante un concurso de
conductas punibles, se debe partir del delito más grave, que en este caso es el de
homicidio con fines terroristas, consumado en la persona de LCGS, como quiera
que fue contra quien se dirigió el atentado a la vida y en el que concurrían las
calidades de miembro del Congreso y dirigente político exigidas para que se
configure dicha modalidad delictual.

Con lo anterior, por supuesto, no se desconoce que otras dos personas por igual
perdieron la vida como resultado del ataque indiscriminado y que otra sobrevivió
al mismo, solo que se debe establecer en primer lugar, cuál fue la conducta
punible que amerita la sanción más grave.

Ahora, para efectos de lograr la individualización concreta de la pena y realizar


una mejor exposición, se procederá a efectuar su determinación bajo la ficción de
que se estuvieran juzgando por separado cada una de las conductas que le
fueron imputadas a MAMM.

34
Con estas advertencias, se individualizará paso a paso la pena que “habría” de
corresponder para cada una de las conductas punibles que concursan, tal como
lo señalan los artículos 60 y 61 del Código Penal.

[…]

Sobre los criterios para determinar la pena de prisión contemplados en la Ley


599 de 2000 —arts. 60 y 61—, se tiene que para este caso y de conformidad con
los extremos punitivos (15 a 25 años de prisión), el ámbito de movilidad es de 10
años (120 meses) y que cada cuarto punitivo es de dos años y medio (30 meses).
Los límites, entonces, son:

Cuarto mínimo 180 meses 210 meses


Primer cuarto medio 210 meses y 1 día 240 meses
Segundo cuarto medio 240 meses y 1 día 270 meses
Cuarto máximo 270 meses y 1 día 300 meses

Ahora, como en la resolución acusatoria se imputaron dos circunstancias


genéricas de agravación punitiva, valga decir, obrar en complicidad de otro (art.
66-7 C.P. 1980) y la posición distinguida (art. 66-11 ídem) y, a su vez, concurre
la de atenuación configurada por la buena conducta anterior (art. 64-1 ibídem),
se concluye que la pena debe individualizarse dentro de los dos cuartos medios,
es decir, entre doscientos diez (210) meses y un (1) día y doscientos setenta (270)
meses.

En orden a individualizar la pena dentro de los cuartos medios, la Corte tendrá


en cuenta los aspectos señalados en el inciso 3º del artículo 61 de la Ley 599 de
2000.

En relación con el homicidio de LCGS, se impondrá el máximo legalmente


permitido, esto es, 270 meses de prisión o, lo que es lo mismo, 22 años y 6 meses
de privación de la libertad, en razón de la gravedad de la conducta, por cuanto se
dio muerte a un connotado líder político, que en ese momento aspiraba y tenía
serias posibilidades de ser elegido Presidente de la República, quien gozaba de
alta popularidad por representar los más altos ideales, como la lucha frontal
contra el narcotráfico, uno de los flagelos que afectaban en mayor medida a la
sociedad colombiana para entonces, al punto que el Gobierno Nacional declaró
turbado el orden público y en estado de sitio en todo el territorio nacional para
contrarrestar sus acciones violentas, amén de que igualmente GS había
prometido transformar las políticas estatales en beneficio de las clases populares.

Pero no solo hay lugar a predicar el aspecto de la gravedad del delito para efectos
de establecer la pena dentro de los cuartos medios, sino que también concurre el
de la intensidad del dolo —consagrado en el Decreto Ley 100 de 1980, bajo la
denominación de “el grado de culpabilidad” — como quiera que MAMM, siendo
Director del DAS, de quien se esperaba cumpliera cabalmente con las funciones
que legalmente le correspondían —previstas en el art. 1° lit. b del Dec. 625 de 10
de abril de 1974 —, terminó aliándose con un grupo armado ilegal que debía
combatir, como lo eran las autodefensas del Magdalena medio comandadas por

35
HJPD, quien sea del caso mencionar, se trataba de un reconocido paramilitar,
con el fin de darle muerte a LCGS, para lo cual, de manera planificada y
debidamente organizada, asumió la tarea concreta de debilitarle su esquema de
seguridad, por lo que directamente nombró a JATM para que cumpliera esa
labor, lo que dio lugar a desproteger a la víctima garantizándose así el éxito del
plan criminal. Patentizando el acusado, de esta manera, la determinación de
utilizar calculadamente todos los medios a su disposición con dicho propósito.

Es claro, por tanto, que MM no vaciló en utilizar su cargo en desmedro de los


valores que honran el desempeño de la función pública, en aras de lograr el éxito
de los criminales objetivos de la organización con la cual se había concertado y se
comprometió a colaborar.

Ahora, cabe precisar que la deducción de una mayor punibilidad con fundamento
en las anteriores consideraciones, no constituye un desconocimiento del
principio de non bis in ídem, por cuanto lo que aquí se hace es acudir a dichos
argumentos para determinar la pena dentro del cuarto ya seleccionado, más no
para incrementar la pena más allá del cuarto que legalmente corresponde.

En consecuencia, los aspectos reseñados conducen a imponer, por el homicidio


del líder LCGS una pena principal de doscientos setenta (270) meses de prisión, o
lo que es igual, veintidós (22) años y seis (6) meses de privación de la libertad, es
decir, el máximo legalmente permitido, conforme se indicó inicialmente.

Cabe precisar que si bien el tipo penal aplicable en este caso, homicidio con fines
terroristas (art. 29 del Dec. 180 de 1988), señalaba una pena de multa de
cincuenta (50) a doscientos (200) salarios mínimos mensuales, como quiera que
el actual Código Penal no contempla este tipo de pena pecuniaria (arts. 103 y
104.8), se debe sustraer de la sanción por favorabilidad, en aplicación del
concepto de la lex tertia, tal como lo ha venido reconociendo esta Sala (CSJ SP,
31 ene. 2002, rad. 14183).

En lo que se refiere a la pena accesoria de inhabilitación para el ejercicio de


derechos y funciones públicas —antes interdicción de derechos y funciones
públicas—, tal como lo disponen los artículos 52 del Decreto 100 de 1980 y de la
Ley 599 de 2000, en principio corresponde al mismo término de la pena de
prisión.

No obstante, es del caso precisar que debido a que en el primero de los citados
cuerpos normativos su límite máximo es de “diez (10) años”, de conformidad con
su artículo 44, mientras que en el segundo estatuto en mención es de “veinte (20)
años”, según lo prevé su artículo 51, de esto se sigue que por favorabilidad se
debe dar aplicación ultra-activa a la ley derogada (Dec. Ley 100 de 1980), por
tanto, en este caso la pena accesoria de inhabilitación para el ejercicio de
derechos y funciones públicas se debería imponer por diez (10) años.

Establecida la pena que correspondería aplicar frente al homicidio de LCGS si se


hubiese juzgado independientemente, ahora es del caso entrar a establecer la que

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debería fijarse en cuanto hace referencia a los homicidios del Concejal JCPS y del
escolta del DAS SCJ.

Para el efecto en principio debe tenerse en cuenta que si bien frente a cada uno
de esos atentados contra la vida se parte de los mismos extremos punitivos
señalados inicialmente, no se debe perder de vista que mientras que en el caso de
LCGS se quiso su muerte, esto es, con dolo directo de primer grado, en el caso de
PS y CJ su deceso ocurrió como consecuencia de un dolo directo de segundo
grado.

Sobre el particular la Sala ha señalado que “el dolo directo de primer grado se
entiende actualizado cuando el sujeto quiere el resultado típico… [en tanto que
el] dolo directo de segundo grado, llamado también de consecuencias necesarias,
[se da] cuando el sujeto no quiere el resultado típico pero su producción se
representa como cierta o segura” (CSJ SP, 25 ago. 2010, rad. 32964).

Así las cosas, la pena en relación con los homicidios del Concejal JCPS y del
escolta del DAS SCJ, no puede tener la misma severidad punitiva que en el caso
de LCGS.

Se observa, por tanto, que la gravedad de los homicidios del Concejal y del
escolta surge del hecho de que en medio de una multitudinaria manifestación
política, el agresor no paró mientes en utilizar un arma de fuego automática,
característica que aumentaba su letalidad, circunstancia que fue asumida por
MAMM, como parte de su contribución al plan criminal consistente en debilitar el
esquema de seguridad de LCGS, para que, al estar expuesto en la plaza pública,
fuera asesinado.

Pero no solo aparece con claridad la gravedad de la conducta punible como uno
de los aspectos a contemplar frente al homicidio de JCPS y SCJ, en orden a
determinar la pena, sino que también es necesario tener en cuenta la intensidad
del dolo, por cuanto el atentado contra sus vidas se perpetró acudiendo a la
sorpresa, así mismo, se echó mano al desorden que reinaba en el lugar fruto de
la ausencia de la fuerza pública dada la falta de coordinación del jefe del
esquema de seguridad de LCGS y, adicionalmente, se aprovechó que las víctimas
estaban expuestas en un sitio elevado (tarima) para realizar el ataque.

En consecuencia, los aspectos reseñados conducirían a imponer, por los


referidos atentados contra la vida, en cada caso, de haber sido juzgados
individualmente, una pena principal de doscientos cuarenta (240) meses de
prisión, o lo que es igual, veinte (20) años de privación de la libertad, es decir, el
máximo legalmente permitido del primer cuarto medio.

[…]

De otro lado, frente al delito tentado de homicidio con fines terroristas de que
fuera víctima PNAB, la pena que correspondería aplicar, de haberse juzgado por
separado, tendría que tener en cuenta lo previsto en el artículo 22 del Decreto
Ley 100 de 1980, en el cual se establecía: “El que iniciare la ejecución del hecho

37
punible… y esta no se produjere por circunstancias ajenas a su voluntad,
incurrirá en pena no menos de la mitad del mínimo ni mayor de las tres cuartas
partes del máximo”, —norma reproducida en el art. 27 del C.P. actual—.

En esa medida, se tiene que para este caso y de conformidad con los extremos
punitivos (90 a 225 meses), el ámbito de movilidad es de ciento treinta y cinco
(135) meses y cada cuarto punitivo es de treinta y tres (33) meses y veintidós (22)
días.

[…]

Ahora bien, frente a la conducta tentada en mención, se predican los mismos


aspectos del artículo 61 del Código Penal actual que se tuvieron en cuenta para
individualizar la pena en relación con los atentados contra la vida de JCPS y
SCJ, por cuanto las circunstancias fueron idénticas.

En consecuencia, en este caso, de haberse juzgado por separado la conducta


cuya sanción se viene analizando, la pena principal sería de ciento cincuenta y
siete (157) meses y quince (15) días de prisión, o lo que es igual, trece (13) años,
un (1) mes y quince (15) días de privación de la libertad, es decir, el máximo
legalmente permitido del primer cuarto medio».

Extracto n. ° 19

Número de radicado : 48743


Número de providencia : AP7857-2016
Fecha : 16/11/2016
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO - Es menester la demostración de un estado intelectivo y volitivo

«[…] recordó la segunda instancia que en Colombia está proscrita la


responsabilidad objetiva, por manera que el hecho de encontrar a R I en la casa
donde se halló el material ilegal, por sí solo, no es suficiente para condenarla.
Razonamiento que se ajusta al desarrollo dogmático del dolo, el cual demanda
para su materialización la presencia de los componentes cognitivo y volitivo,
debiendo demostrarse más allá de toda duda que la procesada supo de la
actividad ilícita y quiso participar en ella y, de hecho participó, dado que se le
imputóla coautoría en grado consumado.

La simple presencia de la procesada en la casa allanada resultaba insuficiente


para afirmar su participación dolosa porque no se demostró que ejecutara la
actividad delictiva y, además, los elementos se encontraron en habitación
separada a la que ella y sus hijos ocupaban y el contenido de la nevera ubicada
en el patio no estaba a la vista.

38
[…]

[…] El reproche, por tanto, será inadmitido […]».

Extracto n. ° 20

Número de radicado : 44940


Número de providencia : SP16171-2016
Fecha : 09/11/2016
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO - Demostración

«[…] la prueba allegada al sumario, no acredita, así sea de manera indirecta, que
el acusado fue alguno de los sujetos que gestó el plan criminal, o el individuo que
abrió las cuentas bancarias con documentación falsa, mucho menos que fuera
uno de los que meses antes, intervino en la falsificación de las órdenes de pago y
su posterior sustitución en FIDUPREVISORA o que estuviera enterado de todas
esas circunstancias. Tampoco que tuviera relación con el hombre que se hizo
pasar como el representante legal de EMDISALUD o con algún funcionario de la
entidad fiduciaria.

Las pruebas allegadas en su contra acreditaron que fue la persona que en


diciembre de 2005 cobró a su propio nombre un cheque por $88.236.000 y quien
le propuso a ROC que ejecutara el mismo procedimiento por el encargo que le
hicieron tres hombres, entre ellos un abogado, para que consiguiera otra persona
que cobrara otro cheque a cambio de recibir una compensación económica.

Ningún medio de convicción es demostrativo de que el procesado tuviera


conocimiento acerca de que la cuenta a la que pertenecía el cheque que cobró se
había abierto con documentación falsa, tampoco que los fondos que reposaban
allí fueran el producto de la falsificación de las órdenes de pago expedidas por la
tesorería de Barranquilla.

En tal medida, uno de los elementos de la responsabilidad penal -dolo- en los


punibles contra la fe pública no fue acreditado, motivo por el que la sentencia se
casará de oficio para absolver al procesado de los delitos de falsedad material en
documento público».

Extracto n. ° 21

Número de radicado : 40383


Número de providencia : SP15528-2016

39
Fecha : 26/10/2016
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : ÚNICA INSTANCIA

ASUNTO:
Corresponde a la Sala determinar si con fundamento en los medios probatorios
allegados al proceso se pueden acreditar, en grado de certeza, las categorías de la
conducta punible, tipicidad, antijuridicidad y culpabilidad, y la consecuente
responsabilidad del acusado

CELEBRACIÓN DE CONTRATO SIN CUMPLIMIENTO DE REQUISITOS


LEGALES - Dolo / DOLO - Demostración / CONTRATACIÓN ADMINISTRATIVA -
El Gobernador a nivel departamental es el competente para celebrar contratos
estatales / CONTRATACIÓN ADMINISTRATIVA - Principio de confianza

«El delito objeto de estudio es doloso, en cuanto el legislador no tipificó la


modalidad culposa.

A voces del artículo 22 del C.P. el dolo directo se presenta cuando el agente
conoce los hechos constitutivos de una infracción penal y quiere su realización,
al paso que el dolo eventual se configura cuando la realización de la infracción
penal ha sido prevista como probable y su no producción se deja librada al azar.

Ahora, la parte intelectiva del dolo exige que el sujeto agente comprenda la
conducta típica - en sus elementos, circunstancias de ejecución y resultados-,
mientras que en el aspecto volitivo se debe demostrar el querer libre de
realización de la conducta por parte del agente.

En ese sentido, advierte la Sala, conforme a las pruebas obrantes, que el


procesado actuó con dolo, es decir, conociendo que celebró los contratos sin
verificar el cumplimiento de los requisitos legales esenciales en su trámite de
manera voluntaria.

Extracto n. ° 22

Número de radicado : 46020


Número de providencia : SP14524-2016

Fecha : 05/10/2016
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

PREVARICATO POR ACCIÓN - Dolo: demostración / DOLO - Se conoce a través


de manifestaciones externas

40
«[…] el fallo de tutela datado el 10 de noviembre de 2009, contiene decisiones que
se muestran manifiestamente contrarias a la ley, la jurisprudencia y el material
probatorio con el que contaba la Juez Promiscuo Municipal de Arboletes, BACM
al momento de resolver la demanda de tutela instaurada por HAP y 33
accionantes más, a través de apoderada judicial.

Establecida la tipicidad objetiva del comportamiento, evidente resulta también la


imputación del tipo subjetivo en la modalidad dolosa dado que se trató de un
actuar voluntario, precedido del conocimiento de los hechos constitutivos de la
infracción penal.

El recuento de las circunstancias y época en la cual la funcionaria judicial ahora


acusada emitió el fallo de tutela, no dejan duda acerca de su actuar voluntario y
consciente de que con él estaba transgrediendo las normas y la jurisprudencia, lo
cual se deduce a partir del mismo momento en que obvia el factor de
competencia territorial para avocar una acción de amparo cuyos hechos
evidenciaban que ninguna vulneración se estaba presentando en la comprensión
judicial del despacho promiscuo municipal de Arboletes (Antioquia).

La intención de la funcionaria judicial no era otra que decidir a toda costa la


acción de tutela, al punto que en la demanda la abogada cita el Decreto 1382 de
2000 para determinar la competencia de la Juez Promiscuo Municipal porque
“corresponde a los jueces del Circuito” conocer de las demandas de tutela que se
interpongan contra cualquier autoridad particular que preste servicio público”,
sin que fuera cierto que la Juez a quien se estaba presentando el libelo ostentara
la categoría de circuito, o que el decreto citado contenga esa afirmación.

Pese a lo indiscutible de la ausencia de competencia territorial, la funcionaria


avocó y decidió la demanda, con el fin de resolver favorablemente las
pretensiones de los accionantes, ánimo que se tornó innegable cuando plasmó
consideraciones y conclusiones totalmente apartadas de las que como precedente
judicial, habían sido consideradas y que conocía ampliamente, no sólo porque en
el juicio señaló su preocupación y la juiciosa investigación que hizo previo a
emitir el fallo, sino porque las consignó en la sentencia de primera instancia.

En efecto, la investigada declaró en el juicio que realizó “actos de verificación”


para determinar si ella era competente para resolver la demanda de tutela, lo
cual cumplió “mirando” los autos de la Corte Constitucional, que, como lo señaló
en precedencia la Sala, ningún conflicto generaban en torno a que la
competencia en materia de tutela no sólo está circunscrita a la naturaleza de la
persona accionada, sino que el factor territorial prevalece y está dado por el lugar
donde ocurre la violación o la amenaza que motiva la presentación de la solicitud.

La intención de apartarse de la jurisprudencia, se revela con la transcripción que


la juez de Arboletes hizo de múltiples sentencias de tutela de la Corte
Constitucional; no obstante, varios párrafos después consignó frases y órdenes
alejadas de ellas, o simplemente, guardó silencio ante la claridad de los fallos que
quiso desconocer.

41
[…]

[…] la particular lectura que la doctora BACM, hace del artículo 20 del Decreto
2591 de 1991, en cuanto deben tenerse como ciertos los hechos de la demanda
de tutela, tampoco aplica al caso, dado que la citada norma no exime al juez de
realizar averiguaciones previas a la adopción del fallo; tampoco autoriza para que
a través de este trámite se ordene la protección de derechos fundamentales sin la
verificación de los requisitos generales de procedencia de la acción de tutela.

Tan decidido resultó el propósito de la juez CM, que aseguró que el artículo 20 de
la normatividad en cita le autorizaba dar por ciertos los hechos de la demanda;
no obstante, olvida la acusada que en ninguno de ellos obran las afirmaciones
que adoptó como ciertas […].

[…]

Muestra lo anterior, que en el fallo del 10 de noviembre de 2009 no aparece


ninguna prueba que acredite el perjuicio, la amenaza o la vulneración de los
derechos fundamentales invocados, y tampoco se preocupó la demandante en
acreditar o examinar la amenaza o violación respecto de ellas. En otras palabras,
ningún estudio realizó la juez sobre los casos concretos puestos en su
conocimiento, condición sin la cual no era posible concluir la afectación de
derechos fundamentales tales como “la igualdad, el acceso a la administración de
justicia, derechos adquiridos convencionales, seguridad social, dignidad humana
y derecho de asociación”.

[…]

Como viene de verse, las consideraciones realizadas por la doctora BACM en el


fallo de tutela, no corresponden a la interpretación de posturas jurídicas que
para ese momento (año 2009) se presentaban acerca de la situación de los
extrabajadores de TELECOM; tampoco obedecen a las pruebas con las cuales
tuvo que fallar; menos, a la jurisprudencia y a la ley vigentes sobre la
procedencia de la acción de tutela, sino a la materialización de un actuar
consciente, caprichoso, antojadizo y frente al cual no se vislumbra la existencia
de ninguna circunstancia que exima su responsabilidad.

Las anteriores razones muestran que no le asiste razón a la recurrente cuando


afirma que la Fiscalía no logró desvirtuar la presunción de inocencia que cobija a
la procesada, pues las pruebas practicadas en el juicio oral, esencialmente la
sentencia de tutela proferida por la doctora BACM el 10 de noviembre del 2009,
determinan sin lugar a duda, que se trata de una decisión apartada de la ley y
dictada por la funcionaria siendo consciente de que su actuar deliberado
infringía el ordenamiento jurídico.

Y aunque la recurrente reprocha que el tribunal A quo hubiera utilizado simples


especulaciones e indicios para determinar la intencionalidad dolosa del actuar de
la juez, claramente la prueba del dolo no se encontrará físicamente como lo

42
pretende la defensora, pues el propósito de la actora no queda plasmado en la
providencia pero se evidencia observando las circunstancias que rodearon el
proferimiento de la decisión y las consideraciones que se oponen al marco
normativo y jurisprudencial por ella considerado en la misma decisión.

En este aspecto subjetivo de la conducta, conviene resaltar la experiencia de la


funcionaria, quien para el año 2009 ya contaba con más de 14 años de
experiencia como servidora pública al servicio de la Fiscalía General de la Nación
y los juzgados. Adicionalmente, informó la doctora CM, que una vez aprobó el
examen del concurso para juez, en el año 2006 inició el curso de formación
judicial que dentro de sus módulos contaba con uno de constitucional y tutela.

Súmese a ello, que la Juez Promiscuo Municipal de Arboletes una vez recibió la
demanda de tutela, emprendió un “juicioso” estudio del tema laboral planteado
en la demanda de tutela y concretamente de la jurisprudencia existente sobre
inmediatez y subsidiariedad por haber sido materias controvertidas por el
accionado, examen que efectivamente se refleja en la gran cantidad de citas y
transcripción de fallos de tutela y autos de la Corte Constitucional, en los que de
manera clara, comprensible, indiscutible y obvia se trata los puntos;
precisamente por tal razón, no queda duda de que la juez emitió el fallo de tutela
con el conocimiento de estar adoptando una decisión contraria a derecho».

Extracto n. ° 23

Número de radicado : 44655


Número de providencia : AP5404-2016

Fecha : 05/10/2016
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : ÚNICA INSTANCIA

DOLO - Noción

«Dolo está compuesto por el conocimiento y la voluntad de realizar la acción


típica tal y como lo señala el artículo 22 del código penal, el primero restringido a
los elementos constitutivos de la infracción penal, pues el conocimiento o
comprensión de la ilicitud de la conducta no pertenece al tipo, sino al juicio de
reproche y por ende se ubica en la culpabilidad.

Puntualmente, la Corte en un fallo en el que oficiosamente reconoció una


eximente de responsabilidad penal relativa a la tipicidad subjetiva, se refirió a las
bases dogmáticas del dolo sentadas por la Corporación en el radicado 32.964 de
fecha 25 de agosto de 2010, así:

“El dolo ha sido definido tradicionalmente como la simbiosis de un conocer y un


querer, que se ubica en la vertiente interna del sujeto, en su universo mental. En

43
materia penal se dice que actúa dolosamente quien sabe que su acción es
objetivamente típica y quiere su realización.

De acuerdo con esta definición, alrededor de la cual existe importante consenso,


el dolo se integra de dos elementos: Uno intelectual o cognitivo, que exige tener
conocimiento o conciencia de los elementos objetivos del tipo penal respectivo. Y
otro volitivo, que implica querer realizarlos.

Estos componentes, no siempre presentan los mismos grados de intensidad, ni


de determinación. Ello, ha dado lugar a que la doctrina dominante distinga, en
atención a la fluctuación de estos aspectos, tres clases de dolo: El directo de
primer grado, el directo de segundo grado y el eventual.

El dolo directo de primer grado se entiende actualizado cuando el sujeto quiere el


resultado típico. El dolo directo de segundo grado, llamado también de
consecuencias necesarias, cuando el sujeto no quiere el resultado típico pero su
producción se representa como cierta osegura. Y el dolo eventual, cuando el
sujeto no quiere el resultado típico, pero lo acepta,o lo consiente, o carga con él,
no obstante habérselo representado como posible o probable.

En todos los eventos es necesario que concurran los dos elementos del dolo, el
cognitivo y el volitivo, pero en relación con este último sus contenidos fluctúan,
bien porque varía susentido o porque su intensidad se va desdibujando, hasta
encontrarse con las fronteras mismas de la culpa consciente o con
representación, que se presenta cuando el sujeto ha previsto la realización del
tipo objetivo como probable (aspecto cognitivo), pero confía en poder evitarlo.”

[…]

La Corte en términos muy ilustrativos destaca que el error de tipo “…encuentra


configuración cuando el agente tiene una representación equivocada de la
realidad, la cual, por tanto, excluye el dolo del comportamiento por ausencia del
conocimiento efectivo de estar llevandoa cabo la descripción comportamental
contenida en el tipo cuya realización se imputa…”».

Extracto n. ° 24

Número de radicado : 42720


Número de providencia : SP8398-2016

Fecha : 22/06/2016
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : ÚNICA INSTANCIA

ASUNTO:

44
La Sala asumirá el examen de las pruebas vertidas al juicio oral con el objeto de
establecer si los delitos por los que se acusó ARLZ y su responsabilidad penal se
hallan acreditados más allá de toda duda

ABUSO DE FUNCIÓN PÚBLICA - Dolo / DOLO - Demostración

«Evidente resulta también la imputación del tipo subjetivo en la modalidad dolosa


dado que se trató de un actuar voluntario, precedido del conocimiento de los
hechos constitutivos de la infracción penal.

En efecto, ÁRL venía cumpliendo el cargo de Director Seccional de Fiscalías


desde el 24 de septiembre de 2007 cuando tomó posesión en la ciudad de […] y
luego trasladado en el mismo empleo a la ciudad de […], lo que revela que para el
momento de los hechos, 27 de agosto de 2008, tenía una experiencia acumulada
como Director Seccional de Fiscalías de 11 meses, práctica que le permitía
conocer sus competencias, como también, advertir que dentro de ellas no se
preveía la posibilidad de reasignar procesos al interior de la institución, asignada
especialmente y de manera excluyente al Fiscal General de la Nación.

De igual forma comprendía que el abuso del cargo a través del ejercicio de
funciones públicas diversas de las que legalmente le correspondían como servidor
público constituía conducta punible, sancionada con pena de prisión, acorde al
canon 428 del Código Penal, conocimiento proveniente de su condición de
abogado y de la especialidad del cargo despeñado al interior de la Fiscalía
General de la Nación, que implicaba una amplia comprensión del derecho penal.

No obstante ese discernimiento, LZ decidió, de manera voluntaria, reasignar las


investigaciones que adelantaba el Fiscal 20 Seccional de Pasto, habiendo
abordado previamente al Fiscal para que se desprendiera voluntariamente de
esas investigaciones».

Extracto n. ° 25

Número de radicado : 45627


Número de providencia : AP3177-2016

Fecha : 25/05/2016
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO - Demostración

«En cuanto a la ausencia de dolo pregonada por la recurrente, debe resaltarse


que en consonancia con el principio de libertad probatoria, este se avizoró a
partir del análisis de diversos hechos indicadores que confluían a evidenciar el

45
querer deliberado de producir el deceso por vía del dolo eventual, al no
prodigarse atención médica oportuna a JPHR. luego de recibir un golpe en la
cabeza que los expertos calificaron de alta energía, dejándose así librado al azar
las consecuencias de dicho traumatismo».

Extracto n. ° 26

Número de radicado : 40605


Número de providencia : SP6809-2016

Fecha : 25/05/2016
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : ÚNICA INSTANCIA

CELEBRACIÓN DE CONTRATO SIN CUMPLIMIENTO DE REQUISITOS


LEGALES - Principios de contratación / CELEBRACIÓN DE CONTRATO SIN
CUMPLIMIENTO DE REQUISITOS LEGALES - Dolo / DOLO - Demostración

«Las recurrentes falencias de cada uno de los trámites en que incurrió la


Gobernación de la […] frente a los citados contratos, se traducen en la precaria o
inexistente planeación de la obra acordada, en la ausencia de verdaderos
términos de referencia, como lo demuestran los documentos y demás elementos
de convicción allegados que acreditan, en grado de certeza, el desconocimiento de
los principios de planeación, economía y responsabilidad, requisitos esenciales
de la contratación estatal conforme se desprende de las normas que regulan esta
actividad.

Con fundamento en el análisis precedente, concluye la Sala que el resultado


finalmente producido en este caso no es consecuencia de un actuar negligente
del acusado DF, sino doloso, en tanto de manera consciente y voluntariamente
tramitó los contratos cuestionados sin observar los requisitos legales esenciales
ya analizados sin razón lógica ni jurídicamente atendible, todo ello en detrimento
de la administración pública.

En efecto, como ya se advirtió, en el trámite de los contratos aludidos se


desconocieron los principios esenciales de planeación, economía y
responsabilidad consagrados para garantizar que la administración pública
adelante una contratación honesta y respetuosa de los fines que le asigna la
Constitución Política. Es decir, para evitar que su actividad se coloque, como
aquí ocurrió, al servicio de intereses particulares a través de la adopción de
decisiones discrecionales, con las cuales se prohíja la corrupción, el desgreño
administrativo y la inequidad, además del deterioro de la imagen del Estado, más
aún en zonas donde su acción debe fortalecerse en beneficio de sus habitantes,
abocados en su mayoría, a difíciles condiciones de vida».

Extracto n. ° 27

46
Número de radicado : 46553
Número de providencia : AP1862-2016

Fecha : 12/04/2016
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : ÚNICA INSTANCIA

DOLO - Elementos

«De forma pacífica la Corte ha dicho que el dolo está conformado por dos
componentes, el cognitivo-intelectivo, que exige tener conocimiento o conciencia
de los elementos objetivos del tipo penal respectivo; y, el volitivo, que implica
querer realizarlos; por tanto, actúa dolosamente quien sabe que su acción es
objetivamente típica y quiere su realización».

Extracto n. ° 28

Número de radicado : 47416


Número de providencia : AP1698-2016

Fecha : 30/03/2016
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : CASACIÓN

INTERÉS INDEBIDO EN LA CELEBRACIÓN DE CONTRATOS - Elementos:


interés indebido, técnica en casación / DOLO - Técnica en casación / PRUEBA -
Apreciación probatoria: sana crítica

«Si lo pretendido era rebatir el criterio de los falladores en punto de lo “indebido”


como elemento de la descripción típica del injusto y la ubicación dogmática del
dolo en la estructura del delito, ha debido acudir a la ruta de la infracción
directa, identificando la norma inaplicada, aplicada indebidamente o interpretada
erróneamente junto con la incidencia en el fallo confutado.

En cambio, si la divergencia lo era en punto de la credibilidad asignada por los


sentenciadores a un testigo que tacha de sospechoso por su interés político, pero
que ni siquiera identifica en un primer segmento del reproche, sino en un
momento posterior, como el denunciante -que no lo es-, para cuestionar a DG
por contradictorio, vindicativo y tener antecedentes penales, la defensora ha
debido acudir a la ruta de la trasgresión indirecta de la ley sustancial, en la
modalidad de error de hecho por falso raciocinio, siempre que acreditara la lesión
de alguna ley de la sana crítica, porque de lo contrario estaría impedida para
rebatir el valor suasorio asignado a la prueba, dada la relativa discrecionalidad
de los juzgadores para evaluar el plexo probatorio, máxime cuando los falladores

47
se pronunciaron, en detalle, frente a cada una de las tachas que enervaron los
defensores contra la veracidad del testimonio.

No se puede pasar por alto, además, que cuando la letrada propugna por la
valoración exclusiva de la prueba técnica para demostrar el interés indebido de
celebrar el contrato de marras, desconoce que nuestro régimen procesal penal se
rige por el sistema de persuasión racional o de libre convicción y no por el de la
tarifa legal probatoria».

Extracto n. ° 29

Número de radicado : 36046


Número de providencia : SP3334-2016

Fecha : 16/03/2016
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : ÚNICA INSTANCIA

ASUNTO:
Aborda la Sala las siguientes temáticas en el orden aquí enlistado: (i) la
competencia; (ii) la injerencia de los grupos de autodefensa en el Caquetá y, (iii) la
responsabilidad penal del acusado en los delitos imputados (concierto para
delinquir agravado y constreñimiento al sufragante)

DOLO - Es diferente de los móviles o motivos determinantes de la


conducta / DOLO - Noción / DOLO - Prueba

«Debe diferenciarse entre el móvil de la criminalidad, irrelevante en cuanto a la


validez del juicio, y el dolo como categoría dogmática del delito que, de acuerdo
con el contenido del artículo 36 de la Ley 599 de 2000, se acredita al demostrarse
que el sujeto agente tuvo conocimiento de la ilicitud de su proceder y se orienta
libremente a ejecutarla, al margen de que obre en el plenario prueba del motivo
que lo determinó a actuar, porque el tipo penal de que se trata no exige finalidad
especial, razón por la cual se ha dicho que es de los factores demostrados,
generalmente objetivos, de donde debe deducirse la intención, dada la dificultad
que existe para obtener pruebas directas sobre el aspecto subjetivo.

En la dogmática actual la demostración del dolo es independiente de la prueba


del motivo que determina al sujeto a consumar el hecho típico, de manera que
aun siendo importante establecer las razones que motivaron la voluntad del
agente, puede ocurrir que esa causa, razón o fundamento del acto típicamente
antijurídico, se establezca y constituya elemento útil para comprobar la
existencia del dolo, o de una circunstancia que modifique la punibilidad; o
también que por tratarse el aspecto subjetivo referido a la esfera intangible del
ser humano, no logre acreditación en el proceso, bastando tan sólo acreditar que

48
el sujeto agente tuvo conocimiento de la ilicitud de la conducta y que se orientó
con libertad a su ejecución.

La Sala ha enfatizado en que para la determinación procesal del dolo se ha de


partir del examen de las circunstancias externas que rodearon los hechos, ya que
tanto la intencionalidad en afectar un bien jurídico o la representación de un
resultado ajeno al querido por el agente y su asunción al no hacer nada para
evitarlo, al ser aspectos del fuero interno de la persona se han de deducir de los
elementos objetivos que arrojan las demás probanzas.

Es por ello que circunstancias como la trayectoria profesional y personal del


acusado, quien, como se sabe, se había desempeñado como ingeniero y
comerciante antes de llegar a ocupar el cargo de Representante a la Cámara; la
forma soterrada en que se hicieron las alianzas con los miembros de la
organización armada, son razones suficientes para atribuirle la acción como
voluntaria e intencional, en cuanto que la conocía y se determinó a ejecutarla.

En consecuencia, se cumple el presupuesto probatorio que exige la norma


previamente citada, para concluir que LFAR se concertó con una facción de las
autodefensas, en particular con el denominado FSA-BCB, durante el lapso
señalado, y como consecuencia de ello declararlo penalmente responsable como
autor del delito de concierto para delinquir agravado previsto en el artículo 340,
inciso segundo de la Ley 599 de 2000, modificado por el artículo 8 de la Ley 733
de 2002, con la circunstancia de mayor punibilidad consagrada en el artículo
58.9 del Código Penal, referida a “la posición distinguida que el sentenciado
ocupe en la sociedad, por su cargo, posición económica, ilustración, poder, oficio
o ministerio”, que se encuentra acreditada documentalmente dada la condición
de miembro del Congreso de la República durante el lapso de comisión de la
conducta ilícita, que le impone un juicio de exigibilidad mayor que al común de
los ciudadanos».

Extracto n. ° 30

Número de radicado : 44401


Número de providencia : AP7415-2015

Fecha : 16/12/2015
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO - Elementos / DOLO - No se puede confundir con la culpabilidad

«La concurrencia de dolo en la conducta del enjuiciado constituyó el punto de


debate en el presente caso y el aspecto que con base en los testimonios que
estima el impugnante cercenados pretende desacreditar, bajo el entendido de que
en la Personería de Manizales existía un entendimiento común de que la forma

49
en que se estaban tramitando los contratos sin plenos requisitos legales era
legalmente adecuada.

Cabe anotar, que la Corte ha sostenido que el dolo, en tanto se refiere al


conocimiento y la voluntad de todos los elementos que constituyen el tipo
objetivo, se demuestra valorando aquellos datos, precisamente objetivos, que
rodean la realización de la conducta.

[…]

Desde esta perspectiva, la Corporación ha señalado que la conciencia de la


ilicitud de la acción, que remite a la categoría de la culpabilidad, está fundada
“en la posibilidad (no en la realidad ontológica) de conocer, ya sea por vías
directas o indirectas, la existencia de una norma que proscriba la realización de
la acción antijurídica realizada”.

Del mismo modo, la Sala ha diferenciado que “la prueba relativa al elemento
cognitivo del dolo gira en torno de la acción, mientras que la atinente al
conocimiento de la prohibición está circunscrita al individuo o, mejor dicho, a la
persona objeto de reproche”».

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: 28508 | Fecha: 07/07/2010 | Tema:


DOLO – Elementos / DOLO - No se puede confundir con la culpabilidad Rad:
33022 | Fecha: 20/10/2010 | Tema: DOLO – Elementos / DOLO - No se puede
confundir con la culpabilidad

Extracto n. ° 31

Número de radicado : 47121


Número de providencia : AP7377-2015

Fecha : 16/12/2015
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO - No se puede confundir con la culpabilidad / DOLO -


Demostración / FALSO RACIOCINIO - principio de trascendencia

«Según el recurrente, en la sentencia se infirió el dolo en la conducta de GACP a


partir de la suposición de una regla de la experiencia según la cual “ninguna
persona, en uso pleno de sus facultades, firma un documento sin antes haber
verificado su contenido”, menos aun cuando este último contiene la reforma del
reglamento de propiedad horizontal del conjunto residencial que aquél
administraba y, por ende, representaba legalmente.

50
[…]

Más allá de la imprecisión en que incurre la sentencia cuando cataloga el dolo


como una forma de culpabilidad como lo defendían los esquemas clásicos
(causalistas) del delito, siendo que la Ley 599 de 2000 acogió un concepto
avalorado del dolo propio de las teorías finalistas, en el que éste integra el
aspecto subjetivo de la conducta típica, tal y como lo aclaró el recurrente; la
censura que formula a la conclusión de una actuación dolosa del procesado es
abiertamente intrascendente porque la misma se fundó en razones probatorias
adicionales a la construcción de la que fue concebida como una regla de la
experiencia, que jamás fueron cuestionadas en la sustentación. En efecto, una
lectura integral de la sentencia estructurada en primera y segunda instancia
permite determinar que el conocimiento de incluir una aserción falsa en una
escritura con el propósito de obtener su inscripción en el registro público, se tuvo
por demostrada.

[…]

Véase, entonces, que el reproche del demandante no alcanza a configurar un


falso raciocinio porque a pesar de la eventual incorrección de la regla de la
experiencia utilizada por el Tribunal y de que el procesado no haya leído la
minuta elaborada por la firma […] que luego suscribiría; ninguno de tales
argumentos excluye que conocía, como se expresó en la sentencia, que la
Asamblea General del Conjunto Residencial […] nunca aprobó la reforma al
reglamento de propiedad horizontal que él declaró en la escritura pública y que
esa aprobación era presupuesto esencial de la protocolización de un acto de tal
naturaleza y de su posterior inscripción en el registro público inmobiliario, no
obstante lo cual procedió a hacerlo libre y voluntariamente como él mismo lo
reconoció.

Entonces, la evidente falta de trascendencia del cargo formulado para hacer


variar la conclusión judicial en cuanto a la prueba del dolo con que actuó el
acusado, impide su admisión para una decisión de fondo».

Extracto n. ° 32

Número de radicado : 46528


Número de providencia : SP17456-2015

Fecha : 16/12/2015
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DESTRUCCIÓN, SUPRESIÓN Y OCULTAMIENTO DE DOCUMENTO PÚBLICO -


Elementos: dolo / DOLO - Demostración

51
« El defensor no cuestiona la tipicidad objetiva de la conducta, pero repara la
tipicidad subjetiva, como quiera que, sostiene, no se acreditó que JFHC
intencionalmente haya extraviado el informe, sino, asevera, ello ocurrió por
descuido. Es decir, la tesis de la apelación, se funda en un actuar culposo del
procesado.

Sobre el particular, importa destacar que, a voces del artículo 22 del C.P., la
conducta es dolosa cuando el agente conoce los hechos constitutivos de la
infracción penal y quiere su realización. Así, siendo el dolo el elemento subjetivo
del tipo, es claro que sin este no cabe predicar la tipicidad subjetiva en
tratándose de delitos que solo admiten esa modalidad.

El artículo 292 del Código Penal, atribuido al procesado, sanciona con prisión a
quien destruya, suprima u oculte, total o parcialmente un documento público
que pueda servir de prueba, sanción aumentada en una tanto si la conducta es
ejecutada por servidor público y si aquélla recae sobre documento constitutivo de
pieza procesal de carácter judicial, de donde se sigue que se trata de un delito
eminentemente doloso.

[…]

La Corte ha precisado que, si bien en ocasiones los elementos de prueba


incorporados al proceso son suficientes para acreditar el dolo de la conducta, en
otras es necesario valorar las circunstancias externas que rodearon los hechos.

“La Sala ha enfatizado en que para la determinación procesal del dolo, aunque es
factible que a través de la confesión del procesado, respaldada por los demás
elementos de prueba, se logre acreditar, en ocasiones es necesario establecerla a
partir del examen de las circunstancias externas que rodearon los hechos, ya que
tanto la intencionalidad en afectar un bien jurídico, o la representación de un
resultado ajeno al querido por el agente y su asunción al no hacer nada para
evitarlo, al ser aspectos del fuero interno de la persona, se pueden deducir de las
circunstancias objetivas que arrojan las demás probanzas”

[…]

Independientemente de lo que motivó a JFHC a cometer tal ilícito, lo cierto es que


se acreditó que ocultó tal documento intencionalmente, no sin advertir, desde
ahora, que su propósito fue apropiarse del arma de fuego incautada, como se
analizara en acápite posterior.

De manera que, analizadas las diferentes actuaciones desplegadas por JFHC,


para la Sala es claro el conocimiento, la conciencia y voluntad por parte del
enjuiciado para ocultar el referido informe de policía, hecho que encuentra total
respaldo en el material probatorio para configurar así el delito de destrucción,
supresión u ocultamiento de documento público agravado por tratarse de una
pieza procesal de carácter judicial y haber actuado en ejercicio de sus
funciones».

52
Extracto n. ° 33

Número de radicado : 46329 47003


Número de providencia : SP16237-2015

Fecha : 25/11/2015
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

PREVARICATO POR ACCIÓN - Elementos / PREVARICATO POR ACCIÓN -


Elementos: elemento normativo (decisión manifiestamente contraria a la
ley) / DOLO - Elemento volitivo

«En su aspecto objetivo, se ha considerado un ilícito de resultado, eminentemente


doloso en el que la descripción típica tiene la siguiente estructura básica: a) Tipo
penal de sujeto activo calificado, para cuya comisión se requiere la calidad de
servidor público en el autor, aspecto que no ofreció ningún tipo de controversia y,
b) Que se profiera una resolución, dictamen o concepto contrario a la ley, es decir
que exista una contradicción evidente e inequívoca entre lo resuelto por el
funcionario y lo mandado por la norma.

La jurisprudencia de la Corte, a propósito del elemento normativo


manifiestamente contrario a la ley, ha considerado:

“que la contradicción entre lo demandado por la ley y lo resuelto sea notoria,


grosera o “de tal grado ostensible que se muestre de bulto con la sola
comparación de la norma que debía aplicarse… que para hablar de prevaricato es
necesario establecer cuándo los argumentos del servidor, dentro de un campo
determinado, resultan aceptables, pues una interpretación loable frente a las
singulares trazas que ofrece un caso puede permitir el rechazo del prevaricato…
que si el comportamiento del funcionario no está acompañado de razones
justificatorias, es decir, acordes con los hechos y con el precepto legal, si obedece
a su mero capricho, el acto es manifiestamente contrario a la ley (ibídem); y que
tal delito se configura si el servidor público profiere concepto, dictamen,
resolución, auto o sentencia manifiestamente apartado de la norma jurídica
aplicable al caso, haciendo prevalecer su capricho sobre la voluntad de la
disposición legal, lo que significa comparar el mandato legal contentivo de la
norma con lo hecho por el funcionario.”

De tal forma que el juicio de tipicidad de la conducta que se predica


prevaricadora, involucra una labor compleja, por cuanto no basta efectuar una
constatación objetiva entre lo que la ley manda o prohíbe y lo que con base en
ella se decidió; sino que, además, debe adelantarse un juicio de valor a partir del
cual se establezca si la ilegalidad denunciada resiste el calificativo de ostensible,
pues el elemento normativo “manifiestamente contrario a la ley”, impone un
análisis de la concurrencia del ánimo consciente y voluntario de transgredir la ley
por parte del funcionario judicial».

53
Extracto n. ° 34

Número de radicado : 46679


Número de providencia : AP5791-2015

Fecha : 30/09/2015
Tipo de providencia : MIXTA
Clase de actuación : CASACIÓN

CELEBRACIÓN DE CONTRATO SIN CUMPLIMIENTO DE REQUISITOS


LEGALES - Dolo / DOLO - Demostración

«Si, como parece, su disgusto se concreta en que la colegiatura no exhibió


fundamento en orden a sustentar el dolo, lo adecuado era denunciar la sentencia
por vicios en su motivación.

Con todo, resulta relevante acotar que en esta clase de delitos, el dolo está
vinculado con la determinación del ingrediente subjetivo del tipo, de cuya
configuración se ha ocupado así esta Corporación.

En CSJ SP, 21 jun. 2010, rad. 30677, sostuvo:

La Corte tiene dicho que el elemento subjetivo del tipo dispuesto en el artículo
410 del Código Penal, resulta del simple hecho de celebrar el contrato sin acatar
los principios y normas de carácter constitucional y legal que rigen la
contratación administrativa, pues, el objeto de protección es el principio de
legalidad en la contratación estatal. De ahí que, cuando se desconozcan
principios como el de selección objetiva, eludiendo el procedimiento
preestablecido para privilegiar a unos contratistas en detrimento de otros, el
beneficio de aquellos surge de la adjudicación de un contrato tramitado irregular
e ilícitamente y se estructura objetivamente el tipo penal aún en el evento de que
el resultado favorezca a la administración y genere desventaja para el contratista.

En CSJ SP, 12 jun. 2013, rad. 35560, dijo:

De esta suerte, el dolo o tipo subjetivo de este comportamiento dice relación


ahora con que el agente haya actuado con conocimiento y voluntad de que
contrariaba la ley al contratar, esto es, de que con su proceder se apartaba de los
principios y normas de carácter constitucional y legal que rigen la contratación
administrativa y, por lo mismo, ya no es necesario, como si lo era en la anterior
codificación sustantiva, que ese conocimiento y voluntad además estuviera
encauzada a que con la irregular contratación se generaba un provecho ilícito
para el propio agente, para el contratista o para un tercero.

Lo esencial, entonces, es demostrar que el sujeto agente sabía que el contrato


celebrado adolecía de defectos legales esenciales en su tramitación, celebración o

54
liquidación y, a pesar de ello, voluntariamente decidió seguir adelante. Los
falladores fueron enfáticos al señalar que DS actuó contrario a la normatividad
que rige los contratos estatales, estuvo al frente de todo el proceso contractual y
seleccionó a la acusada movido por su interés particular ».

Extracto n. ° 35

Número de radicado : 46321


Número de providencia : AP4352-2015

Fecha : 05/08/2015
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO - Demostración: en la sentencia / DOLO - Se conoce a través de


manifestaciones externas

«La crítica referida a que el Tribunal no delimitó una prueba específica para
soportar la afirmación atinente a que el procesado conocía que no se cumplían
los requisitos esenciales del contrato, desvía el norte del cargo propuesto, dado
que jamás el fallo advirtió de un elemento de juicio específico, no allegado al
expediente, en el cual soportar la tesis de responsabilidad dolosa.

En el segundo cargo la Corte verificó cómo a la definición del comportamiento


doloso se llegó por vía inferencial, cual regularmente sucede en estos asunto,
donde no existe prueba directa que registre el conocimiento y voluntad de
ejecutar el delito, por estimar el ad quem que la serie de irregularidades insertas
en la contratación, e incluso el comportamiento posterior al ordenar el pago del
contrato pese a no haberse cumplido su objeto, determinan ese conocimiento y
voluntad propios del dolo.

Por manera que, resultando inferencial la conclusión, por vía de la concatenación


de indicios, no es factible exigir que se determine fundamentada en un preciso
medio de prueba, ni mucho menos, significar que a ello se llegó por el camino de
suponer en concreto un elemento inexistente».

Extracto n. ° 36

Número de radicado : 43806


Número de providencia : AP4466-2015

Fecha : 05/08/2015
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : CASACIÓN

55
DOLO - Demostración

«De examinarse en las condiciones sugeridas por el recurrente que el dolo no


podía colegirse desde las situaciones objetivas plasmadas en la sentencia
condenatoria, se avizora sin mayor dificultad la inconsistencia del discurso al no
existir tarifa legal que determine el modo en el que debe acreditarse dicha
categoría jurídica, por cuanto rige el método de libre formación del
convencimiento. De otra parte, porque son circunstancias exteriorizadas en actos
específicos, precisamente, las que permiten escudriñar el querer subjetivo que
orientó en el fuero interno del individuo la consecución de su comportamiento, en
orden a constatar su punibilidad, lo que incluye evaluar conductas anteriores,
concomitantes o posteriores a los sucesos materia de investigación y juzgamiento
que sean indicativas de su conocimiento y voluntad (CSJ AP 7619-2014, CSJ AP
199-2015), siendo en algunos casos tan evidente la confluencia de los elementos
cognoscitivo y volitivo, por razón de ese tipo de señales, que se hace inane la
referencia textual a tal clase de factores (CSJ AP 4289-2014)».

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: 43420 | Fecha: 10/12/2014 | Tema:


DOLO - Demostración Rad: 43483 | Fecha: 30/07/2014 | Tema: DOLO -
Demostración

Extracto n. ° 37

Número de radicado : 45622


Número de providencia : SP7584-2015

Fecha : 17/06/2015
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

PREVARICATO POR ACCION - Dolo / DOLO - Demostración

«Resta agregar que el delito de prevaricato por acción únicamente admite la


modalidad dolosa, de modo que su configuración está condicionada a que la
contrariedad entre la providencia o el acto administrativo objeto de reproche y la
Ley haya sido conocida y querida por el servidor público, quien estando en la
capacidad de proferir una decisión conforme a derecho, de manera consciente se
determina a lesionar el bien jurídico de la administración pública.

Así, no constituyen objeto de reproche penal las decisiones que, aunque


contrarias a la Ley, son producto de la negligencia, impericia o ignorancia de
quien las suscribe.

(...)

La valoración conjunta del acervo probatorio permite afirmar, en el grado de


certeza reivindicado en el artículo 232 de la Ley 600 de 2000, que la enjuiciada

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conocía la contrariedad manifiesta entre las resoluciones inhibitorias proferidas y
la Ley y, siendo así, quiso su materialización.

En primer lugar, fue demostrado que la sentenciada se vinculó a la Rama


Judicial en febrero de 1992, en calidad de Juez de Instrucción Criminal, y que
desde junio de ese mismo año asumió como Fiscal Seccional, de modo que para
el momento de los hechos contaba con amplia experiencia específica - catorce
años, según lo admitió la propia encausada - en las labores propias del cargo.

Lo que es más, fue igualmente acreditado que la ahora incriminada recibió varias
capacitaciones de distinta índole, entre otras, cursos para Fiscales y de
actualización jurídica, un diplomado en investigación criminal y seminarios de
distinto contenido y alcance (f. 202, c. 2).

Mal puede entonces afirmarse de ella el desconocimiento de las disposiciones


normativas llamadas a regular la situación de hecho que resolvió mediante
decisiones manifiestamente contrarias a derecho, concretamente, del verdadero
sentido de lo previsto en el artículo 325 de la Ley 600 de 2000, especialmente por
cuanto su tenor literal es claro y no ofrece dificultades hermenéuticas de ninguna
clase.

Tampoco podía ignorar las reglas de apreciación probatoria que violentó


flagrantemente al considerar, en resolución de diciembre 28 de 2004, que la
conducta denunciada por Luz Stella Arenas Correa no existió, máxime que el
acervo probatorio que debió valorar con apego a la sana crítica no ofrecía
dificultades cualitativas ni cuantitativas relevantes.

Pero además de lo anterior, existen varios indicios, construidos a partir de


hechos indicadores plenamente demostrados en las diligencias, que permiten
inferir inequívocamente que la acusada actuó dolosamente al proferir las
providencias censuradas».

Extracto n. ° 38

Número de radicado : 43489


Número de providencia : SP7657-2015

Fecha : 17/06/2015
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO - Demostración

«Si bien es cierto la Sala ha sostenido que para la evidencia del dolo no se
requiere demostración de ingredientes adicionales a la descripción típica, por
cuanto el fin de la prevaricación resulta irrelevante, tampoco es suficiente que se

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acuda a la experiencia judicial como único criterio para dar por sentado el
conocimiento y la voluntad de infringir la ley penal».

Extracto n. ° 39

Número de radicado : 44916


Número de providencia : SP6056-2015

Fecha : 20/05/2015
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

PREVARICATO POR ACCIÓN - Dolo / DOLO - Demostración

«La decisión de FAMC de ordenar medidas cautelares contra una entidad que no
tenía la connotación de parte, refleja capricho y arbitrariedad porque estando
obligado a acatar la ley contrarió ostensiblemente su contenido en perjuicio del
Departamento del Chocó que se vio compelido a pagar deudas que no había
adquirido, reconocido o asumido en virtud de un compromiso específico, en
cuantía de $1.141.399.555,45.
(...)
Ninguna complejidad comportaba la solicitud impetrada en contra del ente
territorial, pues los principios generales del derecho, así como la normatividad
procesal en materia de embargos y secuestros señalaban la improcedencia de los
embargos postulados.

Además, la trayectoria laboral del funcionario en el sector judicial por más de 5


años como Juez Laboral del Circuito indica que no se trataba de un neófito en la
materia sino de un servidor con amplio conocimiento del ordenamiento laboral y
procesal que no ignoraba la existencia del artículo 513 del estatuto adjetivo civil
ni su correcta interpretación ni la decisión que previamente había adoptado al
interior del proceso ejecutivo examinado».

Extracto n. ° 40

Número de radicado : 45800


Número de providencia : SP5753-2015

Fecha : 13/05/2015
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

PREVARICATO POR ACCIÓN - Dolo / DOLO - Demostración

58
«No resulta posible hacer valer en contra del acusado su argumento defensivo,
cuando este remite precisamente a la materialización de un acto involuntario,
lapsus calami, que le impidió consignar en el proveído lo realmente decidido.

Desde luego que el procesado dijo no poder explicar lo que sucedió; pero ello no
significa que entonces, como de manera sesgada lo quiere significar el A quo, de
allí se deduzca el dolo en la conducta, cuando es lo cierto que así precisamente
se argumenta la validez del auto y la ausencia de intención contraria a derecho
en el actuar.

(...)

Lo primero que cabe resaltar es la manera en que el A quo estimó pasible de


aplicar la jurisprudencia de la Sala atinente a la necesaria verificación ex ante de
las circunstancias reinantes para el momento de expedirse la decisión estimada
contraria a la ley, como quiera que examinó el trámite integral del proceso civil
adelantado por el acusado y de allí extrajo actuaciones anteriores que consideró
irregulares, incluso las aventuró dolosas, referidas a la omisión en verificar los
documentos que fueron anexados a la demanda y su contestación.

Respecto de esa forma de evaluación probatoria, se advierte que al procesado, ni


fáctica ni jurídicamente se le atribuyó responsabilidad penal por el
comportamiento en cita, que si bien puede asumirse omisivo, carece de notas
características a partir de las cuales significar, como lo hace el Tribunal, que
pudo estar mediado por algún interés protervo o buscó afectar al demandado.

Por lo demás, el argumento del fallador de primer grado comporta un yerro lógico
inocultable, referido a la que estima prefiguración del dolo desde las actuaciones
iniciales del titular del Juzgado Quinto de Familia de Cúcuta.

Se recuerda, el A quo estimó que la definición del actuar doloso del acusado
descansa, a la manera de hilo conductor, en el examen contextual de todo lo
adelantado por él desde la demanda.

(...)

Nunca explica el A quo cómo se puede establecer el dicho nexo entre los actos
iniciales y el determinado contrario a la ley, para concluir, tal cual lo hace, que
los primeros nutren la definición de responsabilidad penal dolosa.

Pero además, jamás precisa, aunque lo insinúa, en dónde radica la prueba de


que esos comportamientos omisivos iniciales fueron conscientes, sintomáticos de
querer afectar al demandado, o cuando menos, antecedentes necesarios para
llegar a la decisión que se reprocha».

Extracto n. ° 41

59
Número de radicado : 36784
Número de providencia : SP5065-2015

Fecha : 28/04/2015
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : ÚNICA INSTANCIA

DOLO - Demostración

«Para la Sala emerge claro que las acciones delictivas que cometieron los
acusados, las realizaron con el conocimiento de que estaban trasgrediendo el
ordenamiento jurídico, queriendo la realización de tales conductas, pues solo así
podrían brindar resultados positivos y satisfacer los intereses políticos del
gobierno de la época, a quien debían su posición dentro de la administración
pública, motivo por el que es dable afirmar que los procesados actuaron
dolosamente, haciendo un uso indebido de sus cargos y de sus funciones» .

SALVAMENTO / ACLARACIÓN / ADICIÓN DE VOTO:


SALVAMENTO PARCIAL DE VOTO: FERNANDO ALBERTO CASTRO CABALLERO

SALVAMENTO PARCIAL DE VOTO: EYDER PATIÑO CABRERA

SALVAMENTO PARCIAL DE VOTO: GUSTAVO ENRIQUE MALO FERNÁNDEZ

Extracto n. ° 42

Número de radicado : 44345


Número de providencia : SP724-2015

Fecha : 04/02/2015
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

ASUNTO:
Establecer: i) si se configura la nulidad alegada, por violación al principio de non
bis in ídem y, en caso negativo, ii) si los delitos que se le atribuyen al procesado se
materializaron y si por su comisión se le puede deducir responsabilidad penal. Los
4 títulos de depósitos judiciales por cuyas irregulares autorizaciones de pago fuera
sentenciado en otro proceso el entonces juez, dr. SR, son bien diferentes a
aquellos 2 sobre los que versa esta actuación.

PECULADO POR APROPIACIÓN - Dolo / DOLO - Demostración

60
«Su obrar fue claramente doloso, pues como juez penal sabía que ya no tenía
competencia para disponer de los títulos, que estos debían hacer parte del
expediente correspondiente; tenía conocimiento también de que solamente el
funcionario judicial a cargo del proceso (el Juez (...) Penal Municipal con
funciones de conocimiento de(...)) podía disponer su cobro, y que para autorizar
el pago a una persona que no fuera el propio consignatario debía mediar un
poder o autorización a un tercero; también conocía que la providencia judicial
invocada como fundamento de la autorización no existía».

Extracto n. ° 43

Número de radicado : 43031


Número de providencia : AP199-2015

Fecha : 21/01/2015
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO - Demostración

«Las razones consignadas en el cargo analizado no ilustran en verdad la


configuración de un falso juicio de existencia, en modalidad de suposición, como
el alegado por el memorialista, máxime cuando la pretendida figuración
probatoria la depreca el actor del elemento subjetivo de la conducta punible, en
este caso, de la violación del régimen legal o constitucional de inhabilidades o
incompatibilidades, elemento que corresponde al fuero interno del sujeto activo
del comportamiento previsto como delictivo, respecto del cual, como lo tiene
decantado doctrina y jurisprudencia, la mayoría de las veces no tiene una prueba
directa, sino que el operador jurídico debe extraerlo, inferirlo o colegirlo, de
circunstancias externas, como, por ejemplo, actos anteriores, concomitantes o
posteriores indicativos del conocimiento y voluntad del procesado».

Extracto n. ° 44

Número de radicado : 43420


Número de providencia : AP7619-2014

Fecha : 10/12/2014
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO - Demostración

«La Sala ha dicho en relación con la demostración del dolo que se trata de un
dato extraíble de la información con que cuenta la actuación procesal, incluso de

61
aquella que alude directamente a la configuración del tipo objetivo. Lo anterior,
por cuanto "el dolo, en tanto se refiere al conocimiento y la voluntad de todos los
elementos que constituyen el tipo objetivo, se demuestra valorando aquellos
datos, precisamente objetivos, que rodean la realización de la conducta"».

Extracto n. ° 45

Número de radicado : 42561


Número de providencia : SP16846-2014

Fecha : 10/12/2014
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO - Demostración

«Siendo que el dolo involucra elementos de orden subjetivo que pertenecen al


fuero interno de la persona, la prueba del conocimiento por la procesada de los
elementos estructurales del tipo penal endilgado en concurso homogéneo y de la
voluntad para actuar en orden a que se produjeran los resultados lesivos de la
administración pública, se trasladó como correspondía a la verificación de actos
externos de la acusada que evidenciaron la realización intencional del
comportamiento delictivo».

Extracto n. ° 46

Número de radicado : 38081


Número de providencia : SP16203-2014

Fecha : 20/11/2014
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO - Noción

«El dolo, entendido como el conocimiento por parte del sujeto agente de los
hechos constitutivos de la infracción penal y la voluntad de realizarlos, según se
desprende del artículo 22 del Código Penal, mal podría verificarse de manera
diferente a la de la conjunción de esos dos elementos; en ese orden,
jurídicamente no sería admisible que se dé por establecido apenas con el
primero, o sea, con el componente cognitivo, pues de esa manera se asumiría que
la tipicidad en su esfera intrínseca fue construida sin ese fundamental y
garantista factor que le resta al conocimiento, desentendido de cualquier otro de
índole inmaterial, la eficacia de inferirle daño al bien jurídicamente tutelado».

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Extracto n. ° 47

Número de radicado : 44713


Número de providencia : SP15516-2014

Fecha : 12/11/2014
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO - Demostración

«Para la Corporación es claro que sí existe un nexo de causalidad entre el


comportamiento del sindicado, quien emitió providencias manifiestamente
contrarias a le ley con el único fin de desangrar las arcas estatales, con lo
ocurrido con posterioridad, cuando efectivamente se logró la
despatrimonialización pactada desde el comienzo».

Extracto n. ° 48

Número de radicado : 39538


Número de providencia : SP14499-2014

Fecha : 23/10/2014
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

PREVARICATO POR ACCIÓN - Dolo / DOLO - Demostración

«El dolo en el comportamiento del procesado, es evidente, dado su conocimiento y


amplia experiencia como Juez de la República en asuntos penales, pues venía
laborando como tal desde el 5 de agosto de 2004, pero además, de las citas que
aludía en la decisión toda vez que de las mismas se advierte que conocía las
disposiciones que regulan la materia y los plausibles alcances interpretativos de
los que, al final, se alejó con argumentos carentes de respaldo y que no reflejaban
lo que verdaderamente recogía el proceso.

No aparece un estado de ignorancia como cualidad negativa en grado máximo en


cabeza del acusado y, por tanto, sólo se puede deducir una voluntad consciente
de derivar una consecuencia no prevista por la ley. En suma, para la Corte es
evidente que el Dr. RB dirigió su voluntad y su inteligencia a la emisión de esa
decisión y que lo hizo con conciencia de su contrariedad con el ordenamiento
jurídico, es decir, de manera dolosa emitió una resolución manifiestamente
contraria a la ley».

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Extracto n. ° 49

Número de radicado : 40737


Número de providencia : SP13099-2014

Fecha : 24/09/2014
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

PREVARICATO POR ACCION - Dolo / DOLO - Demostración

«No es coherente con el actuar de alguien que dice haber dudado profusamente
de la competencia para pronunciarse en segunda instancia, guardar silencio y no
exponer sus argumentos frente a las coetáneas peticiones que los accionados
realizaron en tal sentido.

Solo su querer e intención decidida de pronunciarse explica tal comportamiento,


tan atento a escuchar los conceptos de quienes dice lo apoyaron en su
interpretación, pero sin ningún respeto y comedimiento por los que resaltaron el
punto de vista opuesto, asumiendo con suma apatía el tema de la falta de
competencia.

Ese querer, que antepuso a cualquier razón o lógica de quienes le hicieron ver su
deber de remitir la demanda a una Corporación de igual categoría a la de Corte
Suprema de Justicia, o a los jueces de Medellín, lugar donde se produjeron los
efectos de la actuación que se acusaba como vulneratoria de los derechos
fundamentales invocados, deja ver su resuelto interés por asumir el conocimiento
de la tutela».

Extracto n. ° 50

Número de radicado : 38960


Número de providencia : SP12197-2014

Fecha : 10/09/2014
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

PREVARICATO POR ACCIÓN - Dolo / DOLO - Demostración

«Frente al ámbito subjetivo del prevaricato por acción, no hay que perder de vista
su modalidad dolosa, por manera que deberá comprobarse que el acusado sabía
que actuaba en contravía del ordenamiento jurídico, pero aun así dirigió su
voluntad a quebrantarlo.

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Sobre el elemento intrínseco del tipo penal en cuestión, la jurisprudencia de la
Sala ha dicho:

“El aspecto subjetivo de las conductas punibles como el prevaricato por acción, lo
constituye el dolo, que se predica cuando el agente conoce los hechos
constitutivos de la infracción penal -elemento cognoscitivo- y quiere su
realización -elemento volitivo-”-. (CSJ SP, 26 Ene. 2009, Rad. 30847).

El entendimiento resultante del anterior aparte no puede ser otro que el dolo en
el delito contra la administración pública que se examina, queda confeccionado
con la convicción y la determinación resuelta de transgredir la ley, elementos que
se congregan justamente en el actuar del doctor AT.

El funcionario implicado obedece a un curtido servidor judicial, sobretodo en el


área penal , sabía que para precluir la investigación por atipicidad de la conducta
debía contar con piezas suasorias que indefectiblemente dieran cuenta de ese
fenómeno del derecho penal. En caso contrario simplemente debía reconocer que
su labor investigativa, no podía quedar ahí y, por lo tanto, darse a la tarea de
aumentar el número de pruebas que le aportó la denunciante para que, una vez
agotados los esfuerzos -ciertos y acreditables, no supuestos ni aparentes-, frente
a dicho cometido y, siempre que el ciclo investigativo estuviera cumplido, pudiera
acudir a la norma de indiscutida prevalencia que aplicó, es decir, la del in dubio
pro reo.

La formación jurídica del acusado y su experiencia como funcionario judicial en


la especialidad penal, temática ya tratada, obstaculizan entender que no
estuviera al tanto de que las normas rectoras de la ley procesal, si bien son
obligatorias y prevalecen sobre cualquier otra disposición, deben ser utilizadas
como fundamento de interpretación; siendo así, y, en el caso concreto, por el
estado en que se encontraba la investigación, la preclusión se avenía solo si
concurrían las premisas del artículo 39 de la Ley 600 de 2000, en donde no hay
espacio para el componente axiológico que adecuó al asunto, no queriendo esto
decir, de ninguna manera, que esté vedada su aplicación en la mencionada fase
procesal; la prohibición se limita a activarlo en consonancia con la norma antes
enunciada.

Y, así, de idéntica forma a como se advierte corroborada la lucidez del ánimo por
transgredir la ley, se verifica la voluntad del implicado direccionada hacía el
mismo objetivo; nótese que mostrando cierta rebeldía frente a su perentorio
deber de acopiar pruebas, dentro de las exiguas consideraciones indicó: “Como
no se anunciaron los nombres de las personas que supuestamente son testigos
de los hechos, para esta delegada resulta inocuo adelantar el trámite
investigativo y darle verificación o no a los hechos …”.

Su manifestación emerge reprobable porque no se compadece con el principio


oficioso en materia de pruebas dentro de la ritualidad procesal que fija la Ley 600
de 2000».

65
JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: 30847 | Fecha: 26/01/2009 | Tema:
DOLO - Demostración

Extracto n. ° 51

Número de radicado : 41640


Número de providencia : SP11733-2014

Fecha : 03/09/2014
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

PREVARICATO POR ACCIÓN - Dolo / DOLO - Demostración

«En lo relacionado con la motivación y demostración del dolo, se tiene que tal y
como lo ha señalado la jurisprudencia de la Sala, el mismo debe deducirse de
factores demostrados en el proceso, que generalmente son de carácter objetivo.

Son palabras de la Corte Suprema de Justicia al respecto, las siguientes:

“…La conducta dolosa, conforme al artículo 36 del Código Penal, se acredita


comprobando que el sujeto agente tuvo conocimiento de la ilicitud de su proceder
y que se orientó con libertad a su ejecución, independientemente de que obre en
el proceso la prueba del motivo que determinó al sujeto activo a actuar, o de sí se
propuso causar perjuicio, pues los tipos penales en los que se adecuaron las
conductas ilícitas aparte del dolo no exigen ninguna finalidad especial.

“La intención se debe deducir de los factores demostrados, generalmente los


objetivos, pues no se puede ocultar la dificultad que existe para obtener pruebas
directas sobre el aspecto subjetivo...”

“…El dolo ha sido definido tradicionalmente como la simbiosis de un conocer y


un querer, que se ubica en la vertiente interna del sujeto, en su universo mental.
En materia penal se dice que actúa dolosamente quien sabe que su acción es
objetivamente típica y quiere su realización… el dolo se integra de dos elementos:
Uno intelectual o cognitivo, que exige tener conocimiento o conciencia de los
elementos objetivos del tipo penal respectivo. Y otro volitivo, que implica querer
realizarlos. ”

“El dolo como manifestación del fuero interno del sujeto activo de la conducta
punible sólo puede ser conocido a través de las manifestaciones externas de esa
voluntad dirigida a determinado fin…” .

En el presente asunto el dolo al momento de la comisión del ilícito se encuentra


demostrado por las particulares calidades del sindicado, quien al desempeñarse
como Juez de la República con experiencia de varios años, se evidencia que tenía
pleno conocimiento y manejo en el trámite de la acción constitucional, teniendo

66
por demás acceso a la documentación e información en torno de las exigencias
para conceder la pensión gracia y los factores salariales que debían ser tenidos
en cuenta, de modo que en virtud del conocimiento que tenía sobre la materia
sabía que era necesario previamente a su concesión, examinar la situación
particular de cada uno de los accionantes, lo cual desvirtúa que sus intenciones
y pretensiones eran legales, al extremo que incluyó en la decisión a personas sin
calidad de docentes que no tenían derecho a pensión de gracia.

Por el contrario, su actitud denota que aprovechando la perentoriedad del fallo de


tutela, concedió a la entidad accionada el exiguo lapso de 48 horas para
pronunciarse en torno a las pretensiones de los accionantes, que a la postre
condujo a que se reconociera el pago de acreencias laborales a personas que no
tenían derecho a las mismas, dirigiendo con ello equivocadamente su proceder a
la emisión de un fallo manifiestamente contrario a la ley, por cuanto como se ha
dicho, conocía no sólo las normas aplicables al trámite de la acción
constitucional, sino también las laborales, por lo cual sabía que antes de decidir
a favor de los accionantes, debía analizar pormenorizadamente la situación
particular de cada uno de ellos, pero aun así decidió fallar en contra de la
entidad, disponiendo la cancelación de dineros con base en pronunciamiento
manifiestamente contrario a la ley, luego es claro que la conducta desplegada por
el implicado fue a título de dolo, porque conocía su ilicitud y quiso el resultado
que obtuvo.

(...)

En ese orden de ideas, el grado de convicción sobre la intención dolosa del


acusado en el comportamiento punible objeto de investigación provino de una
serie de hechos cabal y debidamente probados, a los que se hace expresa alusión
en la sentencia de primer grado, y en tales condiciones la Sala deberá descartar
los argumentos expuestos por el apelante y ratificar el fallo impugnado en cuanto
declaró penalmente responsable a LEBF por el delito de prevaricato por acción».

Extracto n. ° 52

Número de radicado : 42483


Número de providencia : AP4289-2014

Fecha : 30/07/2014
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO - Demostración / DOLO - Elementos

«Sostuvo que el Tribunal no realizó un juicio acerca de la imputación al tipo


subjetivo, es decir, al dolo de actuar en el comportamiento desplegado por JCHO.
Lo anterior, sin embargo, no es cierto, pues en el fallo impugnado se advierte que
el Tribunal, de manera expresa, manifestó que el contratista se apropió de los

67
dineros públicos que le fueron entregados por concepto de anticipo con
conocimiento y voluntad de realizar tal acción, constitutiva a su vez del tipo
objetivo.

(...)

La Sala, en fallos como CSJ SP, 16 sep. 2013, rad. 38747, ha precisado que «el
dolo, en tanto se refiere al conocimiento y voluntad de todos los elementos que
constituyen el tipo objetivo, se demuestra valorando aquellos datos, precisamente
objetivos, que rodean la realización de la conducta» y, por lo tanto, presentar
valoraciones específicas en la sustentación de las decisiones judiciales acerca de
la configuración del elemento subjetivo del tipo puede devenir en un proceder por
completo inane. Según la Corte:

De esta manera, habrá situaciones en las cuales presentar en la motivación


aserciones específicas relacionadas con el dolo no será más que un ejercicio
discursivo repetitivo e irrelevante para efectos de la legalidad y constitucionalidad
de la decisión, en la medida en que de las circunstancias objetivas probadas en el
expediente pueda predicarse, sin mayores dificultades, la imputación al tipo
subjetivo. Por ejemplo, si está demostrado que una persona apuntó a otra con un
revólver, exigiéndole a cambio de no dispararle que le entregara sus pertenencias,
no será necesario incurrir en valoraciones específicas acerca de la configuración
de un dolo de hurto calificado por la violencia, ni de prueba que vaya más allá de
la propia para esa acción».

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: 41592 | Fecha: 09/04/2014 | Tema:


DOLO - Demostración / DOLO - Elementos Rad: 41411 | Fecha: 10/07/2013 |
Tema: DOLO - Demostración / DOLO - Elementos Rad: 38747 | Fecha:
16/09/2013 | Tema: DOLO - Demostración / DOLO - Elementos

Extracto n. ° 53

Número de radicado : 39356


Número de providencia : SP9087-2014

Fecha : 02/07/2014
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

PECULADO POR APROPIACIÓN - Dolo / DOLO - Demostración

«Está probado fehacientemente que el ex juez, pese a que ha hecho insistente


gala de que obró en derecho y conforme al deber de protección del trabajador,
actuó con la voluntad de propiciar, procurar y facilitar el pago indebido de
recursos del Estado a trabajadores que no demostraron su derecho y que
contaron para ello con la decidida intervención del ex juez. En ese margen las
ilegalidades son evidentes e indican la férrea voluntad de aprovechar el sistema

68
judicial como medio para garantizar la apropiación indebida de recursos del
Estado, razón por la cual la actuación del Juez resulta decisiva en ese propósito,
cuanto más, si como acaba de verse, la ilegalidad de las decisiones es de una
dimensión que resalta de manera superlativa la indeclinable decisión de
aprovechar la jurisdicción para afectar el bien jurídico de la administración
pública y en concreto los recursos del Estado».

NOTA DE RELATORÍA: Cuando se cita la sentencia de 2014 se estan refifiendo a


la SP2999-2014 del radicado 41480 fechada el 12 de marzo de 2014.

SALVAMENTO / ACLARACIÓN / ADICIÓN DE VOTO: SALVAMENTO PARCIAL


DE VOTO: PATRICIA SALAZAR CUELLAR
SALVAMENTO PARCIAL DE VOTO: MARÍA DEL ROSARIO GONZÁLEZ MUÑOZ

Extracto n. ° 54

Número de radicado : 39901


Número de providencia : SP7764-2014

Fecha : 25/06/2014
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

PREVARICATO POR ACCIÓN - Dolo / DOLO - Demostración

«Frente al punto en discusión ha dicho la jurisprudencia de la Sala lo siguiente:

…el actuar doloso en el prevaricato requiere entendimiento de la manifiesta


ilegalidad de la providencia proferida y consciencia de que con tal decisión se
vulnera sin derecho el bien jurídico de la recta y equilibrada definición del
conflicto que se estaba sometiendo al conocimiento del servidor público, quien
podía y debía producir un pronunciamiento ceñido a la ley y a la justicia. No es
de la esencia de la figura la comprobación de una concreta finalidad, que bien
puede ser relevante en la determinación de la culpabilidad, pero tampoco su falta
de verificación conduce inexorablemente a declarar irresponsabilidad en el delito.

En efecto, la Corporación ha dicho que aun tratándose de una prevaricación con


un fin jurídicamente irrelevante o incluso noble, el delito no desaparece.
Contrario a lo que sucedía en el Código Penal de 1936, no se requiere
actualmente de ingredientes adicionales en lo que toca con la demostración del
dolo en el prevaricato, por ejemplo simpatía o animadversión hacia una de las
partes. Sólo es fundamental que se tenga conciencia de que el pronunciamiento
se aparta ostensiblemente del derecho, sin que importe el motivo específico que el
servidor público tenga para actuar así.

Y en el caso no se reprocha la configuración del dolo derivado de intereses


subjetivos del exjuez HS o de quienes se beneficiaron con la providencia

69
mediante la cual les reconoció la pensión extralegal, sino de las actuaciones
procesales que llevó a cabo el acusado y derivaron en la emisión de la providencia
que ahora es cuestionada».

Extracto n. ° 55

Número de radicado : 41406


Número de providencia : SP7759-2014

Fecha : 18/06/2014
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO - Noción

«El dolo, de conformidad con lo previsto en el artículo 22 del Código Penal de


2000, consiste en el actuar con conocimiento de la concurrencia de los elementos
que constituyen la descripción típica respectiva y querer su realización. Implica
lo anterior que la conducta es dolosa cuando se sabe, se conoce y comprende
como contrario a la ley aquello que se quiere hacer, y voluntariamente se lleva a
cabo».

DOLO - Demostración

«El dolo como manifestación del fuero interno del sujeto activo de la conducta
punible sólo puede ser conocido a través de las manifestaciones externas de esa
voluntad dirigida a determinado fin.

La Sala encuentra que en esta oportunidad las actuaciones desplegadas por la


acusada, efectivamente ponen en evidencia un comportamiento consciente y
voluntario orientado a favorecer el apoderamiento ilegal de los dineros del
municipio, toda vez que sin consultar la realidad fáctica y jurídica al interior de
la Junta Administradora de Servicios Públicos del Municipio de Solano, certificó
con su firma hechos que no correspondían a la verdad de lo acontecido, con
plena consciencia respecto a que dicha conducta habilitaba el pago indebido de
una obra no realizada y de unos repuestos que no se habían entregado,
actuaciones indicativas de la consciencia y voluntad de la funcionaria de
apartarse del ordenamiento jurídico».

Extracto n. ° 56

Número de radicado : 35113


Número de providencia : SP7135-2014

Fecha : 05/06/2014

70
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO - Demostración

«Su no actividad al siquiera informar a quienes estaban en posición de defender


la vida de tales personas denota claramente el dolo.

Ciertamente, omitió voluntariamente cumplir con sus deberes respecto de los


moradores de Mapiripán, y por ello, no se puede aparentar que estaba «dudoso» o
«confundido», pues fuere uno u otro el competente para asumir materialmente la
defensa de la población atacada por los paramilitares, lo cierto es que le
correspondía, por lo menos, dar traslado a tales brigadas o batallones, de la
información recibida acerca de lo que en el futuro inmediato acontecería en el
referido municipio».

SALVAMENTO / ACLARACIÓN / ADICIÓN DE VOTO:

SALVAMENTO DE VOTO: JOSÉ LUIS BARCELÓ CAMACHO

SALVAMENTO DE VOTO: LUIS GUILLERMO SALAZAR OTERO

SALVAMENTO DE VOTO: FERNANDO ALBERTO CASTRO CABALLERO

Extracto n. ° 57

Número de radicado : 42771


Número de providencia : AP2921-2014

Fecha : 28/05/2014
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO - Demostración

«La tarifa legal probatoria no existe y que el dolo no se constata a través de una
prueba documental o testimonial, salvo la confesión autoincriminatoria, dado
que solo el acusado conoce lo que realmente pasaba por su cabeza en el
momento de cometer la conducta. Para tales efectos, el juez acude a los indicios,
que lo compromete a ceñirse a aplicar determinadas reglas de la experiencia a
hechos de naturaleza objetiva previamente comprobados».

Extracto n. ° 58

Número de radicado : 42087

71
Número de providencia : AP1672-2014

Fecha : 02/04/2014
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO - Tipicidad

«De acuerdo a las tendencias del derecho penal contemporáneo, el legislador


moldeó las insttuciones penales distanciándose de esquemas que separaban lo
objetivo de lo subjetivo del tipo penal y que, con base en las reglas del esquema
clásico, ubicaban lo subjetivo en la culpabilidad.

En efecto, a partir del diseño dogmático de la teoría del error (numerales 10 y 11


del artículo 32 de la Ley 599 de 2000) y de la función de prevención general de la
pena (artículo 4º. idem), se puede sostener que la conducta que interesa al
derecho penal es un proceso de interferencia intersubjetivo dirigido a lesionar o
poner en riesgo el bien jurídico tutelado por la ley, y no la mera transformación
del mundo exterior o la simple materialidad, como se suele decir en el lenguaje
propio de lo causal; de manera que para demostrar la “tipicidad del hecho
investigado” no basta un proceso de simple verificación o de constatación
objetiva, sobre todo tratándose de tipos penales con alta carga de ingredientes
normativos que conllevan el análisis de juicios de valor jurídicos y extrajurídicos».

Extracto n. ° 59

Número de radicado : 41357


Número de providencia : SP3380-2014

Fecha : 19/03/2014
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

ASUNTO:
Abordará la Sala el estudio de los motivos de inconformidad, es decir, la posible
vulneración de la garantía de no autoincriminación, la naturaleza de la decisión
adoptada por el procesado y el dolo.

PREVARICATO POR ACCION - Dolo / DOLO - Demostración

«Le asiste razón a la defensa cuando propone que su asistido no actuó con dolo,
porque este aspecto lo dedujo el A quo únicamente de la experiencia que tenía el
procesado por más de un año en el cargo de Juez Penal Militar y de varias
conjeturas, conforme pasa a explicarse.

72
Esa circunstancia, es decir, la experiencia y el conocimiento acerca de la
competencia funcional, no son determinantes en la configuración del dolo como
forma de imputación subjetiva del prevaricato por acción. De ser así, no podrían
trabarse conflictos de competencia, porque prevaricaría siempre aquél a quien no
se le asignara el conocimiento, bien porque lo hubiese rehusado y se le
atribuyera, ya porque lo hubiese reclamado y se le negara.

Así, el hecho de carecer de la competencia que se reclama para juzgar un delito,


constituiría per se un comportamiento doloso. En tal virtud, de ninguna forma
podría servir ese como criterio para afirmar que de manera consciente y
voluntaria el agente antepuso su capricho y arbitrariedad, para adoptar una
decisión evidentemente contraria a las normas que regulan las colisiones de
competencia.

(...)

En suma, no se comprobó que MCG, al solicitar que se le asignara el


conocimiento del proceso, actuara con conocimiento de que tales hechos eran
constitutivos de infracción penal ni que conociendo tal situación hubiese querido
su realización, pues se ciñó a lo que en materia de colisión de competencias
consagra el Código Penal Militar. Se insiste, no hizo una nueva valoración de la
prueba que soportaba la acusación proferida contra LAPV y tampoco varió la
calificación de las conductas imputadas por la Fiscalía General de la Nación.

En consecuencia, ante la ausencia de demostración del dolo como forma de


imputación subjetiva de la conducta, o lo que es lo mismo, por no haberse
probado que de manera consciente y voluntaria MCG antepuso su capricho y
arbitrariedad y con fundamento en ellos adoptó una decisión distanciándose
ostensiblemente del ordenamiento jurídico, la Sala habrá de revocar la decisión y
en su lugar absolver al procesado del cargo por el que fue acusado»

SALVAMENTO / ACLARACIÓN / ADICIÓN DE VOTO:


SALVAMENTO DE VOTO: MARÍA DEL ROSARIO GONZÁLEZ MUÑOZ

Extracto n. ° 60

Número de radicado : 42345


Número de providencia : AP894-2014

Fecha : 26/02/2014
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO - Demostración

73
«El problema jurídico de fondo que en últimas quiso proponer el recurrente en la
demanda se redujo a la imputación subjetiva del tipo, en la medida en que,
según su criterio, FAUP fue condenado por la sola realización objetiva del
resultado típico (usar un documento público falso), cuando en realidad ni
siquiera tenía conocimiento acerca de la calidad espuria de la licencia de
conducción que les mostró a las autoridades de policía.

La simple lectura de los fallos de instancia refuta esta tesis. En efecto, tanto el a
quo como el ad quem encontraron que el acusado obró con dolo (es decir, con el
conocimiento y la voluntad de realizar la conducta descrita en el tipo) a partir de
la valoración de los medios de prueba en conjunto y, en particular, de aquellos
alusivos a circunstancias específicas del sujeto agente a partir de las cuales
infirieron de manera razonable que, cuando mostró a los uniformados la licencia
de conducir, sabía que tal documento era falso.».

Extracto n. ° 61

Número de radicado : 39069


Número de providencia : AP490-2014

Fecha : 12/02/2014
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO - Demostración

«En la sentencia CSJ SP, 16 sept. 2013, rad. 38747, la Sala reiteró que «el dolo,
en tanto se refiere al conocimiento y voluntad de todos los elementos que
constituyen el tipo objetivo, se demuestra valorando aquellos datos, precisamente
objetivos, que rodean la realización de la conducta».».

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: 38747 | Fecha: 16/09/2013 | Tema:


DOLO - Demostración

Extracto n. ° 62

Número de radicado : 36312


Número de providencia : SP1459-2014

Fecha : 12/02/2014
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

74
ASUNTO:
Se trata aquí de verificar si, conforme con la apreciación de la prueba elaborada
por el juzgador, este dedujo correctamente que los procesados provocaron la
muerte de GLG con dolo eventual o si ha debido inferir que la conducta de
aquellos se adecuaba al homicidio preterintencional.

DOLO - Noción / DOLO - Elementos

«La Sala estima oportuno reiterar lo dicho en anteriores oportunidades (CSJ SP,
24 de noviembre de 2010, rad 31580), en el sentido de que la conducta punible
es dolosa —entendido el dolo como modalidad de la ejecución de la conducta
punible y no como forma de culpabilidad (artículo 21 del Código Penal)— cuando
el agente conoce los hechos constitutivos de la infracción penal y quiere su
realización. El dolo es, entonces, la disposición de ánimo hacia la realización de
una conducta típica que genera un daño o una puesta en peligro del bien
jurídico, sin justificación alguna.
Se ha dicho también que el dolo se compone de dos elementos: uno intelectual o
cognitivo, que exige tener conocimiento de los elementos objetivos del tipo penal
respectivo, y otro volitivo, que implica querer realizarlos. Así, actúa dolosamente
quien sabe y comprende que su acción es objetivamente típica y quiere su
realización.».

DOLO - Clases

«Se han distinguido tres clases de dolo, según el énfasis o intensidad de uno u
otro de los componentes del dolo (CSJ SP, 25 de agosto de 2010, Rad. 32964):

“El dolo directo de primer grado se entiende actualizado cuando el sujeto quiere
el resultado típico. El dolo directo de segundo grado, llamado también de
consecuencias necesarias, cuando el sujeto no quiere el resultado típico pero su
producción se representa como cierta o segura. Y el dolo eventual, cuando el
sujeto no quiere el resultado típico, pero lo acepta, o lo consiente, o carga con él,
no obstante habérselo representado como posible o probable”.

“En todos los eventos es necesario que concurran los dos elementos del dolo, el
cognitivo y el volitivo, pero en relación con este último sus contenidos fluctúan,
bien porque varía su sentido o porque su intensidad se va desdibujando, hasta
encontrarse con las fronteras mismas de la culpa consciente o con
representación, que se presenta cuando el sujeto ha previsto la realización del
tipo objetivo como probable (aspecto cognitivo), pero confía en poder evitarlo”.».

DOLO - Demostración

«En lo que tiene que ver con la prueba de la concurrencia de los elementos
cognitivo y volitivo del dolo, dichos presupuestos deben determinarse a través de
razonamientos inferenciales, sustentados en hechos externos demostrados y en
la aplicación de reglas de la experiencia, como el mayor o menor grado de
peligrosidad objetiva de la conducta o del riesgo creado, o bien el mayor o menor

75
contenido de peligro de la situación de riesgo que se configura por la acción del
agente.».

DOLO - Frente a la preterintención

«Por contraste de lo que sucede en la conducta dolosa, en la preterintencional no


hay coincidencia entre el propósito inicial del agente y el resultado, ya que lo
ocasionado es un efecto dañoso superior o más grave, esto es, excesivo en
relación con la intención del agente, un resultado ultra intencional.

Cuando el artículo 24 de la Ley 599 de 2000 señala que la conducta es


preterintencional si su resultado, siendo previsible, rebasa la intención o
referente psíquico del agente, está descartando toda forma de resultado típico
que pueda atribuirse al caso fortuito, pues éste siempre es imprevisible o
inevitable, e igualmente aquél que pueda ser atribuido a dolo eventual, ya que en
esa especie de dolo el resultado no excede el propósito del sujeto activo, por
cuanto éste lo acepta o deja su no ocurrencia librada al azar, una vez que, no
obstante que advierte la probabilidad de su acaecimiento, de todas maneras
actúa a sabiendas del riesgo que asume hacia un resultado lesivo que él ya sabe
cuál puede ser, en el entendido de que para efectos de la atribución de
responsabilidad penal a título de dolo, tanto da querer directamente el evento,
como saber que se puede producir si no se hace nada para evitarlo.

(...)

La diferencia entre las dos figuras es clara: en el dolo eventual el resultado no


excede el propósito del agente, porque éste actúa a sabiendas del riesgo que
asume hacia el resultado lesivo que se va a producir si no hace nada para poder
evitarlo.

En la preterintención, en cambio, el sujeto activo de la conducta riesgosa omite la


posibilidad de prever el resultado mayor por la falta de deber de cuidado que le
era exigible, siendo fácilmente constatable que esa consecuencia no coincide con
el propósito inicial del sujeto (CSJ SP, 28 de marzo de 2012, Rad. 30485).

(...)

Aún cuando se admitiera que la intención de los entonces miembros del (...),
fuera solamente la de torturar, ello sería aceptable respecto del testigo PV, mas
no de LG, pues la gravedad, cantidad, severidad y ubicación de las lesiones
propinadas a este último (múltiples fracturas craneales y hundimiento de huesos
de la cara, entre otras), permiten inferir no una intención de lesionar, sino
claramente la de dar muerte, lo que contradice la tesis del demandante, para
quien dichas lesiones permiten deducir indistintamente tanto el homicidio
voluntario como el preterintecional.».

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: 31580 | Fecha: 24/11/2010 | Tema:


DOLO - Noción / DOLO - Elementos Rad: 32964 | Fecha: 25/08/2010 | Tema:
DOLO - Clases Rad: 20860 | Fecha: 15/09/2004 | Tema: DOLO EVENTUAL -

76
Frente a la culpa con representación Rad: 30485 | Fecha: 28/03/2012 | Tema:
DOLO - Frente a la preterintención Rad: 29000 | Fecha: 18/06/2008 | Tema:
DOLO - Frente a la preterintención Rad: 15663 | Fecha: 14/03/2002 | Tema:
DOLO - Frente a la preterintención Rad: 31580 | Fecha: 24/10/2010 | Tema:
DOLO - Frente a la preterintención

Extracto n. ° 63

Número de radicado : 38598


Fecha : 11/12/2013
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO - Demostración

«El actor considera que en todos los casos, el establecimiento del tipo subjetivo
del ilícito debe fincarse en la materialidad de un elemento objetivo como un
testimonio o un documento, con lo cual pierde de vista que el dolo es un
elemento de índole psicológica, que descansa en la mente del sujeto agente al
momento de realizar la conducta, de manera que, por lo general, la dirección de
la voluntad a infringir la ley penal pese a conocerse el carácter ilícito del
comportamiento, se reconstruye a partir de las propias singularidades del acto,
del hecho, manifestadas procesalmente, como también suele ocurrir, con
pruebas que informan otros aspectos, incluso objetivos. ».

Extracto n. ° 64

Número de radicado : 38433


Fecha : 21/10/2013
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO - Demostración

«La imputación al tipo subjetivo no sólo procede una vez verificada la del tipo
objetivo, sino además se predica única y exclusivamente de aquellos actos que
integran su realización. De lo contrario, se llegaría a un intolerable derecho penal
de autor, que riñe con el sentido del artículo 29 de la Constitución Política, pues
podrían estimarse punibles los pensamientos, intenciones y estados de ánimo
que no se deriven de manera inequívoca de comportamientos contrarios a
derecho a la vez que concretados en lo fáctico.

En términos de imputación objetiva, los actos anteriores a la apropiación en el


abuso de confianza no constituyen riesgos jurídicamente desaprobados o no
permitidos para efectos de la protección del bien jurídico del patrimonio

77
económico, en la medida en que correspondan al cumplimiento del contrato de
mandato o representación, es decir, a una conducta aceptada y regulada por el
orden jurídico. Por lo tanto, no son parte de la realización del tipo ni tampoco
corresponden al inicio de la conducta punible.

(...)

la Corte ha dicho que “el dolo, en tanto se refiere al conocimiento y la voluntad de


todos los elementos que constituyen el tipo objetivo, se demuestra valorando
aquellos datos, precisamente objetivos, que rodean la realización de la conducta”.
Dichos hechos, claro está, pueden presentarse antes o después de iniciarse y
agotarse el delito:

“La prueba relativa al ingrediente cognitivo del dolo [y del volitivo, añade ahora la
Corte] puede deducirse de los mismos actos de naturaleza objetiva que
constituyen la acción objeto de estudio, pero también de circunstancias
ocurridas antes o después de ésta (en todo caso, analizadas mediante criterios
normativos y no tendientes a descubrir datos psicológicos en el agente), siempre
y cuando guarden directa relación con la situación típica y, por lo tanto, no
constituyan derecho penal de autor” ».

Extracto n. ° 65

Número de radicado : 41502


Fecha : 25/09/2013
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

ASUNTO:
La Sala en esta oportunidad debe resolver el siguiente problema jurídico
propuesto por el recurrente: si observada la intervención de (...)en el trámite de la
investigación adelantada bajo la radicación No. 16113, donde fungió como Fiscal
17 Seccional, es factible pregonar que al proferir resolución de preclusión de la
investigación a favor de los hermanos (...) y (...), vulneró ostensiblemente aquello
estipulado en la normatividad procesal penal, específicamente en los artículos 20,
329 y 393 de la Ley 600 de 2000, impidiendo se develara la verdad de lo ocurrido
en el caso sub examine.

PREVARICATO POR ACCIÓN - Dolo / DOLO - Demostración

«En el aspecto subjetivo la conducta de prevaricato por accióncomprende, como


elemento central, el dolo, entendiéndose por talel conocimiento de la situación
típica y la voluntad de realizar los elementos pertenecientes al tipo legal.

78
La Sala ha precisado al respecto:

“El dolo como manifestación del fuero interno del sujeto activo de la conducta
punible sólo puede ser conocido a través de las manifestaciones externas de esa
voluntad dirigida a determinado fin” ».

Extracto n. ° 66

Número de radicado : 38747


Fecha : 16/09/2013
Tipo de providencia : MIXTA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO - Elementos

«La Corte ha dicho que “el dolo, en tanto se refiere al conocimiento y la voluntad
de todos los elementos que constituyen el tipo objetivo, se demuestra valorando
aquellos datos, precisamente objetivos, que rodean la realización de la conducta”
».

CULPABILIDAD - No se puede confundir con el dolo / DOLO - Elemento cognitivo

«Desde el punto de vista de la imputación al tipo subjetivo en particular, y de la


teoría del delito en general, las afirmaciones del a quo son desafortunadas,
porque confunden el elemento cognitivo del dolo (que hace parte del tipo
subjetivo) con la llamada consciencia de la ilicitud de la acción (que remite a la
categoría de la culpabilidad), fenómeno que, de acuerdo con la Corte, está
fundado “en la posibilidad (no en la realidad ontológica) de conocer, ya sea por
vías directas o indirectas, la existencia de una norma que proscriba la realización
de la acción antijurídica realizada”.

Al respecto, la Sala ha diferenciado que “la prueba relativa al elemento cognitivo


del dolo gira en torno de la acción, mientras que la atinente al conocimiento de la
prohibición está circunscrita al individuo o, mejor dicho, a la persona objeto de
reproche”».

DOLO - Demostración / DOLO - Técnica en casación


«El hecho de que el juez a quo, con sus aserciones equivocadas, haya propiciado
de alguna manera la confusión que presenta la demandante en el escrito no
implica que en este caso haya dejado de valorarse la prueba relativa al dolo, pues
en ambas providencias figuran datos de índole objetiva, la mayoría de ellos ni
siquiera cuestionados por la recurrente, a partir de los cuales es viable derivar
tanto el conocimiento por parte del procesado de los elementos que constituyeron
el tipo objetivo como su voluntad dirigida a transgredir el bien jurídico.

La carga de la demandante, entonces, radicaba en demostrar por qué, a partir de


los datos objetivos relacionados por las instancias, no podía predicarse la

79
imputación al tipo subjetivo. Sin embargo, lo que hizo fue cuestionar ciertas
proposiciones del juez a quo, equivocadas aunque irrelevantes para efectos de la
valoración de cualquiera de los elementos (cognitivo y volitivo) que integran el
dolo ».

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: 33022 | Fecha: 22-10-2010 | Tema:


CULPABILIDAD - No se puede confundir con el dolo / DOLO - Elemento cognitivo

Extracto n. ° 67

Número de radicado : 41364


Fecha : 21/08/2013
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO - Forma de conducta no de culpabilidad

«En el primer cargo, el casacionista solicita se declare la nulidad, por cuanto


asegura que a lo largo del proceso nunca se estableció con claridad “el grado de
culpabilidad” por el cual se procesaba a (...). Sin embargo dicho planteamiento
oculta que la satisfacción de la tipicidad subjetiva, como elemento del tipo,
reemplazó el modelo causalista en que se ubicaba como especies de la
culpabilidad al dolo, la culpa y la preterintención; y que, en esa medida, los
juzgadores de instancia ciertamente se ocuparon de examinar la presencia del
dolo en el actuar de(...).

(...)

No se puede afirmar con razón que constituye causal de nulidad la omisión en la


sentencia condenatoria de un capítulo dedicado al análisis del dolo en sede de
culpabilidad, como lo extraña el censor ».

Extracto n. ° 68

Número de radicado : 41352


Fecha : 21/08/2013
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO - Demostración

«El dolo en cuanto tiene que ver con su faceta volitiva comporta aspectos
esencialmente síquicos, en la práctica indemostrables, por lo que son los
elementos externos del comportamiento los que permiten llegar a un juicio
aproximado acerca de la voluntad del sujeto agente.

80
En punto de tal valoración es importante el ejercicio de contextualización, que
permite, tal como lo reclama el apelante, ubicar al acusado en el escenario que
conforma todo el universo de circunstancias que lo rodearon al momento de la
comisión del hecho.

(...)

Justamente, la experiencia como juez, de más de veinte años, el claro


conocimiento de las leyes procesales civiles y laborales, el manejo del proceso
ejecutivo, los más frecuentes en el medio, y de los títulos valores, fundamento de
un altísimo porcentaje de los procesos ejecutivos, es lo que permite concluir que
su accionar fue deliberado y que tenía plena consciencia sobre la antijuridicidad
de su conducta. ».

Extracto n. ° 69

Número de radicado : 37915


Fecha : 14/08/2013
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : ÚNICA INSTANCIA

ASUNTO:
La Corte abordará los siguientes temas, en los cuales fijará su posición respecto
de los alegatos presentados por los sujetos procesales: (i) la competencia; (ii) la
injerencia de los grupos de autodefensa en el Departamento de Santander y, (iii) el
concierto para delinquir agravado y la prueba que compromete al acusado.

DOLO - Es diferente de los móviles o motivos determinantes de la


conducta / DOLO - Demostración

«Debe diferenciarse entre el móvil de la criminalidad -irrelevante en cuanto a la


validez del juicio- y el dolo como categoría dogmática del delito que, de acuerdo
con el contenido del artículo 36 de la Ley 599 de 2000, se acredita al demostrarse
que el sujeto agente tuvo conocimiento de la ilicitud de su proceder y se orienta
libremente a ejecutarla, independientemente de que obre en el plenario prueba
del motivo que lo determinó a actuar, porque el tipo penal de que se trata no
exige finalidad especial, razón por la cual se ha dicho que es de los factores
demostrados, generalmente objetivos, de donde debe deducirse la intención, dada
la dificultad que existe para obtener pruebas directas sobre el aspecto subjetivo
».

81
JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: 11829 | Fecha: 04-04-2002 | Tema:
DOLO - Es diferente de los móviles o motivos determinantes de la conducta /
DOLO - Demostración Rad: 37388 | Fecha: 06-03-2013 | Tema: DOLO - Es
diferente de los móviles o motivos determinantes de la conducta / DOLO -
Demostración

Extracto n. ° 70

Número de radicado : 39482


Fecha : 31/07/2013
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

ASUNTO:
El debate ha de centrarse de manera exclusiva en definir si el comportamiento del
acusado de retardar la emisión del fallo de Tutela de primer grado, fue o no
ejecutado con dolo, específicamente respecto a si dirigió su voluntad a ese fin.

DOLO - Noción

«El dolo debe coexistir el conocimiento de la manifiesta ilegalidad de la decisión y


la conciencia que con ella se vulnera injustamente el bien jurídico de la recta
administración de justicia, en cuanto el servidor público podía y debía
pronunciarse con sujeción a la ley y a la justicia » .

DOLO - Demostración / PREVARICATO POR OMISIÓN - Mora en la toma de


decisiones

«Ha de significar la Corte que, tal y como lo resaltó el Juez Colegiado de primer
grado, por tratarse el dolo de un proceso interno, de naturaleza mental o
psíquica, su acreditación a través de medios de prueba directos (testimonio,
confesión, documento, etc.) en términos generales se torna compleja, lo cual no
quiere decir que sea imposible.

En consecuencia, en casos de ausencia de prueba directa del dolo es factible


acudir a los actos externos que despliega el agente y en general, a la suma de
circunstancias que rodearon el hecho para su acreditación, de suerte tal que
nada impide que con los mismos elementos con los que se encuentra acreditada
la subsunción del comportamiento en la norma (tipicidad) y la contrariedad del
mismo con el bien que protege el legislador (antijuridicidad), también pueda
inferirse con observancia de los postulados de la sana crítica, el conocimiento y
voluntad del sujeto activo en la realización de la conducta punible.

82
(...)

El simple transcurrir del tiempo no configura el dolo, motivo por el cual para
decidir sobre la responsabilidad penal ante una concreta situación de mora es
necesario examinar si el funcionario estuvo o no en condiciones de cumplir
dentro del término legal la obligación de decidir, sin dejar de lado la eventual
presencia de situaciones jurídicas muchas veces complejas.

En el caso examinado no existe evidencia que permita inferir que el doctor (...)
tuvo la franca intención de retardar conscientemente el trámite legal de la acción
de tutela impetrada.

(...)

El procesado ofreció una explicación de alguna manera atendible y si bien es


posible advertir que su actuar se apartó de las orientaciones propias del deber
objetivo de cuidado, en particular en el trámite y cumplimiento de los perentorios
términos previstos en torno a la acción de tutela, dicha eventualidad, como es
sabido, no encaja en el tipo penal de prevaricato por omisión, como quiera que
esa categoría jurídica es justamente la que fundamenta la responsabilidad
culposa, no aplicable en cuanto se refiere a esta clase de delitos.

Únicamente en los casos en los cuales pueda advertirse por fuera de toda duda
que esa omisión superó el estadio de la culpa porque la voluntad se dirigió
inequívocamente a vulnerar la ley, hay lugar a que la pena cumpla con sus
finalidades, en el entendido que la conducta punible dolosa sí justifica la
condigna sanción ».

Extracto n. ° 71

Número de radicado : 39221


Fecha : 31/07/2013
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : ÚNICA INSTANCIA

DOLO - Demostración

«Recuérdese que la prueba del dolo se deduce por regla general de datos objetivos
de los cuales se puede inferir que alguien incurrió voluntariamente en un injusto
pese a conocer la prohibición de realizarlo».

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: 32669 | Fecha: 26-10-2011 | Tema:


DOLO - Demostración

Extracto n. ° 72

83
Número de radicado : 41411
Fecha : 10/07/2013
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO - Dolo: Demostración

«Ha dicho la Sala que el dolo, en tanto se refiere al conocimiento y la voluntad de


todos los elementos que constituyen el tipo objetivo, se demuestra valorando
aquellos datos, precisamente objetivos, que rodean la realización de la conducta».

Extracto n. ° 73

Número de radicado : 38641


Fecha : 19/06/2013
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO - Demostración

«Tal generosidad pone de presente la voluntad de (...) de infringir la ley para


favorecer las genéricas peticiones de los demandantes, quienes sin tener derecho
a tan millonarios reconocimientos con origen en dineros públicos, a ellos
accedieron por efecto de las sentencias con que eran favorecidos por el acusado;
de lo cual resulta la inocultable presencia del dolo con que actuó» .

Extracto n. ° 74

Número de radicado : 35342


Fecha : 08/05/2013
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO - Demostración / FAVORECIMIENTO DE LA FUGA - Dolo

«Desde un punto de vista objetivo, el entonces Director de la Cárcel Distrital, al


permitir tan solo la ‘salida’ de (...) del centro carcelario, creó un riesgo
jurídicamente desaprobado y relevante para la producción del resultado lesivo,
que radicó precisamente en la fuga del interno. Y, desde una perspectiva
subjetiva, ejecutó la acción de elaborar el acta de 13 de enero de 2003 de manera
consciente y voluntaria, pues no sólo la redactó, sino que la firmó junto con el
otro procesado.

84
Eso era más que suficiente para atribuirle el comportamiento a título de dolo, sin
que fuera relevante para efectos de este raciocinio que los permisos de salida
concedidos irregularmente a los internos fuesen o no costumbre en el centro de
reclusión. Es más, en su escrito, la apoderada ni siquiera explicó por qué esa
‘habitualidad’ podía modificar o incidir en la postura anterior.

(...)

El dolo se demuestra valorando los hechos objetivos probados en el proceso y no


especulando sobre la base de proposiciones relativas a los sentimientos,
creencias o intenciones últimas de una persona en particular.

(...)

Lo importante, en este sentido, era apreciar razonablemente si con autorizar de


manera subrepticia e ilegal el permiso de salida de un recluso de la institución
carcelaria se creaba un peligro de fuga en este último y si, por lo tanto, la acción
del Director se orientó a facilitar o procurar el resultado típico que a la postre se
concretó en el riesgo no permitido.
(...)

Por lo tanto, si se trata de una acción de la cual se desprende ‘con facilidad’ el


peligro de propiciar la fuga, de forma tal que cualquiera que la realice tendría que
percatarse de la existen-cia del peligro, la única conclusión razonable es que,
cuando el riesgo se materializó en el resultado, quien la ejecutó la hizo con
conocimiento y voluntad de vulnerar el bien jurídico.»

Extracto n. ° 75

Número de radicado : 40701


Fecha : 30/04/2013
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO - Demostración

«El dolo emerge del accionar desplegado por el ex funcionario dentro de las
actuaciones procesales revisadas, reflejado en las decisiones proferidas en tanto
no consultan la realidad fáctica y jurídica, situación indicativa de la consciencia
y voluntad del operador judicial de vulnerar la ley al emitir decisiones
manifiestamente contrarias a derecho, medio a través del cual propició el
traslado de recursos estatales a terceros que no tenían derecho a ellos.

Tramitar como ejecutivo un proceso sin que se aportara el título correspondiente,


acceder a las pretensiones del libelo sin reunirse los fundamentos sustanciales
para tal reconocimiento y avalar una conciliación sin soporte de la obligación
conciliada, constituyen acciones que revelan la voluntad de (..) de infringir la ley

85
con el claro propósito de favorecer a los demandantes, medio a través del cual
accedieron a recursos estatales, habida cuenta que las sanciones contra
Foncolpuertos, como era de conocimiento de los operadores judiciales de la
época, las asumía el Estado colombiano » .

DOLO - Es diferente de los móviles o motivos determinantes de la conducta

«Para predicar la configuración del accionar delictivo examinado no se requiere


demostrar la existencia de un móvil específico como lo supone el recurrente, esto
es, amistad, familiaridad o el suministro de dádivas, pues el tipo penal no lo
exige. En ese orden, basta con que el servidor público en ejercicio de sus
funciones, de manera consciente y voluntaria, dirija su accionar a favorecer a
terceros que sin tener derecho se apropian de los recursos públicos ».

Extracto n. ° 76

Número de radicado : 37388


Fecha : 06/03/2013
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO - Es diferente de los móviles o motivos determinantes de la conducta

«La Corte no puede dejar de preciar que acorde con los términos en que se
formula, pareciera que el casacionista confunde el móvil de la criminalidad con el
dolo del comportamiento, puesto que no advierte que aun si el crimen hubiera
tenido una motivación particular de parte de quienes lo llevaron a cabo, es claro
que ello resulta irrelevante para efectos de la validez del juicio, toda vez que este
aspecto no logra modificar el hecho cierto del atentado contra la vida de que fue
víctima (...), la autoría de dicho comportamiento y la consecuente
responsabilidad penal por su realización.

(...)

Es de advertirse, que para declarar la responsabilidad penal en el delito de


homicidio, la ley no exige la necesidad de probar el fin específico perseguido con
la conducta de ocasionar la muerte ajena, o el motivo que se tuvo para haber
procedido de la aludida manera, sino sólo que voluntariamente se haya actuado
con conocimiento de la ilicitud.

Esto por cuanto, como ha sido señalado por la jurisprudencia, en la dogmática


actual la demostración del dolo es independiente de la prueba del motivo que
determina al sujeto a consumar el hecho típico, de manera que aun siendo
importante establecer las razones que motivaron la voluntad del agente, puede
ocurrir que esa causa, razón o fundamento del acto típicamente antijurídico, se
establezca y constituya elemento útil para comprobar la existencia del dolo, o de
una circunstancia que modifique la punibilidad; o también que por tratarse el

86
aspecto subjetivo referido a la esfera intangible del ser humano, no logre
acreditación en el proceso, bastando tan sólo acreditar que el sujeto agente tuvo
conocimiento de la ilicitud de la conducta y que se orientó con libertad a su
ejecución, como así fue declarado en este caso, que es el límite de la función de
juzgamiento ».

Extracto n. ° 77

Número de radicado : 39721


Fecha : 27/02/2013
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO - Demostración

«La Sala ha enfatizado en que para la determinación procesal del dolo aunque es
factible que se obtenga a través de la admisión del propio procesado, respaldada
por los demás elementos de prueba, en ocasiones se debe establecer a partir del
examen de las circunstancias externas que rodearon los hechos, ya que tanto la
intencionalidad en afectar un bien jurídico (dolo directo), o la representación de
un resultado ajeno al querido por el agente y su asunción al no hacer nada para
evitarlo (dolo eventual), al ser aspectos del fuero interno de la persona se han de
deducir de los elementos objetivos que arrojan las demás probanzas.

Y eso fue lo que precisamente ocurrió en este caso cuando de las manifestaciones
de la menor, se estableció el comportamiento lascivo del incriminado».

Extracto n. ° 78

Número de radicado : 39353


Fecha : 20/02/2013
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO - Demostración

«En relación con el alcance de la prueba del dolo, ha expresado la Sala:

“El dolo ha sido definido tradicionalmente como la simbiosis de un conocer y un


querer, que se ubica en la vertiente interna del sujeto, en su universo mental. En
materia penal se dice que actúa dolosamente quien sabe que su acción es
objetivamente típica y quiere su realización… el dolo se integra de dos elementos:
Uno intelectual o cognitivo, que exige tener conocimiento o conciencia de los
elementos objetivos del tipo penal respectivo. Y otro volitivo, que implica querer
realizarlos.”

87
“El dolo como manifestación del fuero interno del sujeto activo de la conducta
punible sólo puede ser conocido a través de las manifestaciones externas de esa
voluntad dirigida a determinado fin”.

La Sala encuentra que en esta oportunidad las actuaciones desplegadas por el


procesado en el curso de cada uno de los procesos laborales, ponen en evidencia
un comportamiento consciente y voluntario orientado a favorecer la postura de
los demandantes en detrimento de los recursos del Fondo de Pasivo Social de la
Empresa Puertos de Colombia en liquidación.

El dolo del ex servidor público surge del contenido de las providencias emitidas,
toda vez que sin consultar la realidad fáctica y jurídica al interior de cada uno de
los procesos laborales, propició la apropiación de recursos estatales por parte de
terceros que no tenían derecho a ellos.

(...)

El dolo emerge, entonces, de las providencias proferidas por el acusado, en su


condición deJuez Laboral del Circuito, indicativas de la consciencia y voluntad
del operador judicial de vulnerar la ley al emitir decisiones manifiestamente
contrarias a derecho, que se insiste,propiciaron que terceros se apropiaran sin
razón de fondos del erario » .

SALVAMENTO / ACLARACIÓN / ADICIÓN DE VOTO:


SALVAMENTO PARCIAL DE VOTO:MARÍA DEL ROSARIO GONZÁLEZ MUÑOZ

Extracto n. ° 79

Número de radicado : 38289


Fecha : 12/12/2012
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO - Demostración

«De acuerdo con lo dicho, el material probatorio existente permite concluir que
con pleno (...)conocimiento y voluntad de su proceder ilícito, consumó las
conductas por las que fue acusado, comportamientos dolosos que se advierten en
las inconsistencias inmersas en sus providencias y frente las cuales resultan
inadmisibles las justificaciones esgrimidas, ya que se trata de un funcionario con
suficiente experiencia en la rama judicial que conocía plenamente las
disposiciones que aplicaba ».

Extracto n. ° 80

88
Número de radicado : 39101
Fecha : 06/12/2012
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO - Demostración

«El acervo probatorio evidencia que el investigado actuó con pleno conocimiento y
voluntad de su ilícito proceder y el comportamiento doloso se constata del
mecanismo que implementó para el trámite y emisión del fallo, donde como se
resaltó, pasó por alto la observancia de claros mandatos legales y procesales
inherentes a la materia, de donde deviene la demostración del elemento subjetivo
del injusto.

Con sustento en lo anterior, emerge diáfana su autoría en la ejecución de la


conducta típica y antijurídica.

Se concluye entonces en la certeza de la participación consciente y voluntaria del


acusado en la comisión del delito a él atribuido en la acusación ».

Extracto n. ° 81

Número de radicado : 39370


Fecha : 06/12/2012
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

ASUNTO:
(i) Si la condena por enriquecimiento ilícito enervaba la posibilidad de juzgar al
exjuez (...)por el punible de peculado por apropiación a favor de terceros; (ii) la
legalidad de la prueba con la que se acreditó la existencia del delito de peculado;
(iii) la prueba del actuar doloso de los hechos aludidos en el proceso ordinario
laboral adelantado a instancia de (...); (iv) la prescripción de la acción penal
declarada por el a quo respecto de los procesos laborales adelantados a instancia
de (...), (...) y (...). (v) De la responsabilidad penal del acusado, y (vi) la modificación
de las penas impuestas.

DOLO – Demostración

«Es por eso que la Corte tiene sentado que:

“El dolo como manifestación del fuero interno del sujeto activo de la conducta
punible, no puede conocerse de otra manera que a través de las manifestaciones

89
externas que esa voluntad encaminada a la consecución de un determinado
propósito va concretando en hechos a medida que va recorriendo el camino
criminal. El Estado, así mismo, los va estimando como punibles en sus diferentes
fases, desde aquellos primigenios, pero ya dañosos, que considera tentados, a los
consumativos, a los que agotan la conducta, a los que la agravan o la atenúan,
según sean las manifestaciones posteriores, o los hace concursar con otros tipos
penales al exteriorizarse en comportamientos que superan en mucho los
naturalísticamente implícitos en una determinada tipología.
Esos hechos no pueden fijarse de otra manera que probatoriamente, a través de
los diferentes medios que la ley procesal acepta como tales y que estimados por el
Juzgador en una exposición racional y razonable en el texto de la sentencia del
mérito que le asigne a cada uno, constituyen su fundamento fáctico y jurídico.

De tal manera, entonces, que no se trata de una valoración de un elemento


probatorio ilegal, sino de inferir, a partir de unos medios probatorios que
informaban la faz material de la conducta, las manifestaciones intrínsecas del
comportamiento.

(...)

Así, en el sub judice, el dolo emerge de las providencias proferidas por el


acusado, pues en su condición de juez, sin consultar la realidad fáctica y jurídica
de cada uno de los procesos laborales, propició la apropiación de recursos
estatales por parte de terceros que no tenían derecho a ellos; situación, por
demás, indicativa de la consciencia y voluntad del operador judicial de vulnerar
la ley al emitir decisiones manifiestamente contrarias a derecho.

Luego, entonces, de las actuaciones desplegadas por el acusado al interior de


cada uno de los procesos laborales, se evidencia un comportamiento consciente y
voluntario orientado a favorecer la postura de los demandantes en detrimento de
la parte demandada y, sobre todo, de los recursos de ésta ».

Extracto n. ° 82

Número de radicado : 39009


Fecha : 14/11/2012
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO – Demostración

«Así, en el sub judice, el dolo emerge de las providencias proferidas por el


acusado, pues en su condición de juez, sin consultar la realidad fáctica y jurídica
de cada uno de los procesos laborales, propició la apropiación de recursos
estatales por parte de terceros que no tenían derecho a ellos; situación, por
demás, indicativa de la consciencia y voluntad del operador judicial de vulnerar
la ley al emitir decisiones manifiestamente contrarias a derecho.

90
Es decir, las manifestaciones externas de la voluntad dolosa de (...) fueron: (a)
acceder a las pretensiones de los demandantes sin que se configuraran los
fundamentos sustanciales para reconocerlas, (b) habilitar como medio de prueba
documentos que no reunían las exigencias legales, (c) aplicar la Convención
Colectiva del Trabajo cuando no existía prueba de que era la norma llamada a
regular el caso, (d) desatender las prescripciones de los cánones 25 y 305 de los
Códigos Procesal Laboral y Civil, respectivamente, pues conforme a las
enunciadas normas, la Sala encuentra que si bien el juez, en aras de efectivizar
el derecho material, puede interpretar las partes oscuras de la demanda, ello no
lo habilita para pretermitir la constatación de los requisitos mínimos del libelo y,
menos aún, para apartarse de la causa petendi. En ese orden, las facultades de
dirección e interpretación no le facultan para resolver aspectos no planteados y
no debatidos en el proceso ».

Extracto n. ° 83

Número de radicado : 39352


Fecha : 14/11/2012
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO – Demostración

«Así, el dolo emerge de las providencias proferidas por el acusado, pues en su


condición de juez, sin consultar la realidad fáctica y jurídica de cada uno de los
procesos laborales, propició la apropiación de recursos estatales por parte de
terceros que no tenían derecho a ellos; situación, por demás, indicativa de la
consciencia y voluntad del operador judicial de vulnerar la ley al emitir
decisiones manifiestamente contrarias a derecho.

Es decir, las manifestaciones externas de la voluntad dolosa de (...) fueron: (a)


Acceder a las pretensiones de los demandantes sin que se configuraran los
fundamentos sustanciales para reconocerlas; V.gr. Imponer una sanción
pecuniaria a la Empresa demanda por no haberle entregado al trabajador-
demandante el resultado del examen médico, desatendiendo la bilateralidad de
las obligaciones y favoreciendo la propia negligencia; (b) habilitar como medio de
prueba documentos que no reunían las exigencias legales; tal como aconteció con
las “fotocopias simples sin firmas ni sellos ni fechas y un desprendible de cheque
que ni siguiera indicaba el valor correspondiente [a la prima de antigüedad]”,
como lo pretendía aseverar el Juez en el proceso ordinario laboral instaurado por
(...); (c) Sumado a que el procesado desatendió las prescripciones de los cánones
25 y 305 de los Códigos Procesal Laboral y Civil, respectivamente, pues conforme
a las enunciadas normas, la Sala encuentra que las facultades de dirección e
interpretación no facultan al juez para resolver aspectos no planteados y no
debatidos en el proceso».

91
Extracto n. ° 84

Número de radicado : 39166


Fecha : 14/11/2012
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO - Demostración

«Así, en el sub judice, el dolo emerge de las providencias proferidas por el


acusado, pues en su condición de juez, sin consultar la realidad fáctica y jurídica
de cada uno de los procesos laborales, propició la apropiación de recursos
estatales por parte de terceros que no tenían derecho a ellos; situación, por
demás, indicativa de la consciencia y voluntad del operador judicial de vulnerar
la ley al emitir decisiones manifiestamente contrarias a derecho.

Es decir, las manifestaciones externas de la voluntad dolosa de (...) fueron: (a)


acceder a las pretensiones de los demandantes sin que se configuraran los
fundamentos sustanciales para reconocerlas, (b) habilitar como medio de prueba
documentos que no reunían las exigencias legales, (c) aplicar la Convención
Colectiva del Trabajo cuando no existía prueba de que era la norma llamada a
regular el caso, (d) desatender las prescripciones de los cánones 25 y 305 de los
Códigos Procesal Laboral y Civil, respectivamente, pues conforme a las
enunciadas normas, la Sala encuentra que si bien el juez, en aras de efectivizar
el derecho material, puede interpretar las partes oscuras de la demanda, ello no
lo habilita para pretermitir la constatación de los requisitos mínimos del libelo y,
menos aún, para apartarse de la causa petendi. En ese orden, las facultades de
dirección e interpretación no le facultan para resolver aspectos no planteados y
no debatidos en el proceso.

(...)

En otras palabras, las referidas actuaciones, revelan la voluntad del acusado de


infringir la ley para favorecer las posturas procesales de los demandantes, medio
a través del cual estos accedieron a recursos estatales a los que no tenían
derecho, habida cuenta que las condenas emitidas en contra de
FONCOLPUERTOS, como era de conocimiento de los operadores judiciales de la
época, las asumía el Estado colombiano».

Extracto n. ° 85

Número de radicado : 39000


Fecha : 24/10/2012
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

92
DOLO - Demostración

«De acuerdo con lo dicho, el material probatorio existente permite concluir que
(..) con pleno conocimiento y voluntad de su proceder ilícito, consumó las
conductas por las que fue acusado, comportamientos dolosos que se advierten en
las inconsistencias inmersas en sus providencias y frente las cuales resultan
inadmisibles las justificaciones esgrimidas, ya que se trata de un funcionario con
suficiente experiencia en la rama judicial que conocía plenamente las
disposiciones que aplicaba».

Extracto n. ° 86

Número de radicado : 39065


Fecha : 17/10/2012
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO – Demostración

«La Sala encuentra que las actuacionesdesplegadas por el acusado (...), al interior
de cada uno de los procesos laborales, evidencian un comportamiento consciente
y voluntario orientado a favorecer la postura de los demandantes en detrimento
de la parte demandada y, sobre todo, de los recursos de ésta.

La Sala también ha considerado:

“El dolo como manifestación del fuero interno del sujeto activo de la conducta
punible sólo puede ser conocido a través de las manifestaciones externas de esa
voluntad dirigida a determinado fin”.

Así, las manifestaciones externas de la voluntad dolosa de (...)fueron acceder a


las pretensiones de los demandantes sin que se configuraran los fundamentos
sustanciales para reconocerlas y habilitar como medio de prueba documentos
que no reunían las exigencias legales; acciones que revelaron su voluntad de
infringir la ley para favorecer las posturas procesales de los demandantes, medio
a través del cual estos accedieron a recursos estatales a los que no tenían
derecho, habida cuenta que las condenas emitidas en contra de
FONCOLPUERTOS, como era de conocimiento de los operadores judiciales de la
época, las asumía el Estado colombiano ».

Extracto n. ° 87

Número de radicado : 38396

93
Fecha : 10/10/2012
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

PECULADO POR APROPIACIÓN - Dolo / DOLO - Demostración

«En cuanto se relaciona específicamente con el dolo, es claro que por tratarse de
un proceso interno, de naturaleza mental o psíquica, por lo regular no es
perceptible o palpable a través de medios de prueba directos (testimonio,
confesión, documento, etc.), siendo su fuente común de prueba la indiciaria, lo
cual no quiere decir que sea imposible de probar, toda vez que puede
evidenciarse a través de los actos externos que despliega el agente y en general,
de la suma de circunstancias que rodearon el hecho, de suerte tal que nada
impide que con los mismos elementos con los que se encuentra acreditada la
subsunción del comportamiento en la norma (tipicidad) y la contrariedad del
mismo con el bien que protege el legislador (antijuridicidad), también pueda
inferirse con observancia de los postulados de la sana crítica el conocimiento y
voluntad del sujeto activo en la realización de la conducta punible.

Si el dolo en la dogmática a la que se adscribía el código penal anterior estaba


integrado por la voluntad, el conocimiento de los hechos, de la antijuridicidad y
la representación, no existe duda que no se equivocó el Tribunal Superior al
concluir que la responsabilidad penal atribuible a la acusada (...) lo era a título
de dolo, en cuanto dirigió su voluntad a eludir la obligación de adoptar las
decisiones en los asuntos sometidos a su estudio acorde con el material
probatorio aportado y sin rechazar cualquier interpretación de la Ley que
condujera a resultados absolutamente erróneos e insostenibles.

La certeza de esta intencionalidad, se advierte en la producción reiterada de


fallos ilegales, la forma en que resolvía los casos sin contar con fundamentos
probatorios, ordenar indemnizaciones no causadas y el constante
desconocimiento de las disposiciones procesales que regulan la materia con el fin
de favorecer a los demandantes, lo que permite concluir que la ex juez laboral,
con pleno conocimiento y voluntad de su ilícito proceder, realizó las conductas
por las que fue acusada».

Extracto n. ° 88

Número de radicado : 38221


Fecha : 10/10/2012
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO - Demostración

«El dolo emerge de las providencias proferidas por el acusado, pues en su


condición de juez, sin consultar la realidad fáctica y jurídica de cada uno de los

94
procesos laborales, propició la apropiación de recursos estatales por parte de
terceros que no tenían derecho a ellos; situación, por demás, indicativa de la
consciencia y voluntad del operador judicial de vulnerar la ley al emitir
decisiones manifiestamente contrarias a derecho.

Es decir, las manifestaciones externas de la voluntad dolosa de (...)fueron: (a)


acceder a las pretensiones de los demandantes sin que se configuraran los
fundamentos sustanciales para reconocerlas, (b) habilitar como medio de prueba
documentos que no reunían las exigencias legales, (c) aplicar la Convención
Colectiva del Trabajo cuando no existía prueba de que era la norma llamada a
regular el caso, (d) sumado a que el procesado desatendió las prescripciones de
los cánones 25 y 305 de los Códigos Procesal Laboral y Civil, respectivamente,
pues conforme a las enunciadas normas» .

Extracto n. ° 89

Número de radicado : 36512


Fecha : 10/10/2012
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO - Demostración

«El dolo emerge de las providencias proferidas por el acusado, pues en su


condición de juez, sin consultar la realidad fáctica y jurídica al interior de cada
uno de los procesos laborales situación, por demás, indicativa de la consciencia y
voluntad del operador judicial de vulnerar la ley al emitir providencias
manifiestamente contrarias a derecho, propició la apropiación de recursos
estatales por parte de terceros que no tenían derecho a ellos.

Es decir, las manifestaciones externas de la voluntad dolosa de (...) fueron: (i)


acceder a las pretensiones de los demandantes sin que se configuraran los
fundamentos sustanciales para reconocerlas, (ii) aplicar la Convención Colectiva
del Trabajo cuando no existía prueba de que era la norma llamada a regular el
caso; acciones que revelaron su voluntad de infringir la ley para favorecer las
posturas procesales de los demandantes, medio a través del cual estos
accedieron a recursos estatales a los que no tenían derecho, habida cuenta que
las condenas emitidas en contra deFONCOLPUERTOS, como era de conocimiento
de los operadores judiciales de la época, las asumía el Estado colombiano».

Extracto n. ° 90

Número de radicado : 39541


Fecha : 26/09/2012
Tipo de providencia : SENTENCIA

95
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO – Demostración

«Aunque el impugnante considera que en el proceso no se acopió prueba


demostrativa de su acccionar doloso, la Sala encuentra que las actuaciones por
él desplegadas al interior de cada uno de los procesos laborales sí evidencian un
comportamiento consciente y voluntario orientado a favorecer la postura de los
demandantes en detrimento de la parte demandada y, sobre todo, de los recursos
de ésta.

Ello por cuanto el dolo no emerge de las manifestaciones del procesado sino de
las actuaciones reflejadas en cada decisión proferida porque no consultan la
realidad fáctica y jurídica, situación indicativa de la consciencia y voluntad del
operador judicial de vulnerar la ley al emitir decisiones manifiestamente
contrarias a derecho, medio a través del cual obtuvo la apropiación de recursos
estatales por parte de terceros que no tenían derecho a ellos.

Acceder a las pretensiones del libelo sin reunirse los fundamentos sustanciales
para tal reconocimiento y emitir fallos de condena en relación con prestaciones
sociales que no habían sido postuladas ni debatidas en el proceso, constituyen
acciones que revelan la voluntad de (...) de infringir la ley con el claro propósito
de favorecer a los demandantes, medio a través del cual accedieron a recursos
estatales a los que no tenían derecho, habida cuenta que las sanciones contra
Foncolpuertos, como era de conocimiento de los operadores judiciales de la
época, las asumía el Estado colombiano» .

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: C-713 | Fecha: 15/07/2008 | Tema:


MEDIDAS DE DESCONGESTIÓN - Responden a un criterio de territorialidad: Ley
1285 de 2009

Extracto n. ° 91

Número de radicado : 38965


Fecha : 12/09/2012
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

PECULADO POR APROPIACIÓN - Dolo / DOLO – Demostración

«El acusado, el entonces juez (...),valiéndose de su condición de servidor público y


de manera ilegal puso en las arcas de terceros dineros del Estado, mediante el
proferimiento de decisiones que no consultaban la realidad fáctica y jurídica al
interior de cada uno de los procesos laborales, situación, por demás, indicativa
de la consciencia y voluntad del operador judicial de vulnerar la ley al emitir
providencias manifiestamente contrarias a derecho.

96
Referente a éste tópico, la Corte expresó:

“El dolo como manifestación del fuero interno del sujeto activo de la conducta
punible sólo puede ser conocido a través de las manifestaciones externas de esa
voluntad dirigida a determinado fin”.

Así, el dolo emerge de las providencias proferidas por el acusado, pues en su


condición de juez, sin consultar la realidad fáctica y jurídica de cada uno de los
procesos laborales, propició la apropiación de recursos estatales por parte de
terceros que no tenían derecho a ellos; situación, por demás, indicativa de la
consciencia y voluntad del operador judicial de vulnerar la ley al emitir
decisiones manifiestamente contrarias a derecho.
Es decir, las manifestaciones externas de la voluntad dolosa de (...)fueron: (i)
acceder a las pretensiones de los demandantes sin que se configuraran los
fundamentos sustanciales para reconocerlas, (ii) habilitar como medio de prueba
documentos que no reunían las exigencias legales, (iii) aplicar la Convención
Colectiva del Trabajo cuando no existía prueba de que era la norma llamada a
regular el caso.»

Extracto n. ° 92

Número de radicado : 27460


Fecha : 05/09/2012
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : ÚNICA INSTANCIA

DOLO

«El caudal probatorio demostró a la Sala que a sabiendas de que los proyectos no
tendrían éxito porque no contaban con los permisos para ello, ni con los títulos
de propiedad de los lotes, ni era viable la obtención de ayudas extranjeras;
participó en la promoción de los mismos con el propósito de obtener no solo
provecho económico sino político, actuando en connivencia por lo menos de su
esposa y (...) ».

Extracto n. ° 93

Número de radicado : 39309


Fecha : 05/09/2012
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO - Demostración

97
«La Sala encuentra que las actuaciones por él desplegadas al interior de cada uno
de los procesos laborales sí evidencian un comportamiento consciente y
voluntario orientado a favorecer la postura de los demandantes en detrimento de
la parte demandada y, sobre todo, de los recursos de ésta.

Ello por cuanto el dolo no emerge de las manifestaciones del procesado sino de
las actuaciones reflejadas en cada decisión proferida porque no consultan la
realidad fáctica y jurídica, situación indicativa de la consciencia y voluntad del
operador judicial de vulnerar la ley al emitir decisiones manifiestamente
contrarias a derecho, medio a través del cual obtuvo la apropiación de recursos
estatales por parte de terceros que no tenían derecho a ellos.

Acceder a las pretensiones del libelo sin reunirse los fundamentos sustanciales
para tal reconocimiento y emitir fallos de condena en relación con prestaciones
sociales que no habían sido postuladas ni debatidas en el proceso, constituyen
acciones que revelan la voluntad de (...) de infringir la ley con el claro propósito
de favorecer a los demandantes, medio a través del cual accedieron a recursos
estatales a los que no tenían derecho, habida cuenta que las sanciones contra
Foncolpuertos, como era de conocimiento de los operadores judiciales de la
época, las asumía el Estado colombiano» .

Extracto n. ° 94

Número de radicado : 39152


Fecha : 22/08/2012
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO - Demostración

«Ello por cuanto el dolo no emerge de las manifestaciones del procesado sino de
las actuaciones reflejadas en cada decisión proferida porque no consultan la
realidad fáctica y jurídica, situación indicativa de la consciencia y voluntad del
operador judicial de vulnerar la ley al emitir decisiones manifiestamente
contrarias a derecho, medio a través del cual obtuvo la apropiación de recursos
estatales por parte de terceros que no tenían derecho a ellos.

Acceder a las pretensiones del libelo sin reunirse los fundamentos sustanciales
para tal reconocimiento y emitir fallos de condena en relación con prestaciones
sociales que no habían sido postuladas ni debatidas en el proceso, constituyen
acciones que revelan la voluntad de (...) de infringir la ley con el claro propósito
de favorecer a los demandantes, medio a través del cual accedieron a recursos
estatales a los que no tenían derecho, habida cuenta que las sanciones contra
Foncolpuertos, como era de conocimiento de los operadores judiciales de la
época, las asumía el Estado colombiano »

98
Extracto n. ° 95

Número de radicado : 38769


Fecha : 14/08/2012
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO - Demostración

«La Sala encuentra que las actuaciones por él desplegadas al interior de cada uno
de los procesos laborales sí evidencian un comportamiento consciente y
voluntario orientado a favorecer la postura de los demandantes en detrimento de
la parte demandada y, sobre todo, de los recursos de ésta.

Ello por cuanto el dolo no emerge de las manifestaciones del procesado sino de
las actuaciones reflejadas en cada decisión proferida porque no consultan la
realidad fáctica y jurídica, situación indicativa de la consciencia y voluntad del
operador judicial de vulnerar la ley al emitir decisiones manifiestamente
contrarias a derecho, medio a través del cual obtuvo la apropiación de recursos
estatales por parte de terceros que no tenían derecho a ellos».

Extracto n. ° 96

Número de radicado : 39414


Fecha : 24/07/2012
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO - Demostración
«Que las esferas cognoscitiva y volitiva del acusado estaban motivadas para
contrariar de manera ostensible la ley, actuando no solamente a favor del
demandante sino supliéndolo en todo, se ratifica cuando en el fallo del 2 de
octubre de 1995 (de nuevo un formato con espacios en blanco), dejó plasmadas
frases contrarias a la verdad, como que la parte accionada dio contestación a la
demanda y que precisamente esta probó la calidad del demandante como
miembro de una organización sindical, todo lo cual no es cierto por la sencilla
razón de que la empresa demandada nunca dio respuesta a la demanda. En el
mismo contexto se encuentra su decisión de “DECLARAR no probadas las
excepciones propuestas”, cuando es evidente que ese tipo de actividad no fue
ejercido» .

Extracto n. ° 97

Número de radicado : 38568


Fecha : 04/07/2012

99
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

PECULADO POR APROPIACIÓN - Dolo / DOLO - Demostración

«La Sala encuentra que las actuaciones desplegadas al interior de cada uno de
los procesos laborales sí evidencian un comportamiento consciente y voluntario
orientado a favorecer la postura de los demandantes en detrimento de la parte
demandada y, sobre todo, de los recursos de ésta.

De esta manera, el dolo no emerge de las manifestaciones de la procesada sino de


las actuaciones reflejadas en cada decisión proferida porque no consultan la
realidad fáctica y jurídica, situación indicativa de la consciencia y voluntad del
operador judicial de vulnerar la ley al emitir decisiones manifiestamente
contrarias a derecho, medio a través del cual obtuvo la apropiación de recursos
estatales por parte de terceros que no tenían derecho a ellos».

Extracto n. ° 98

Número de radicado : 37733


Fecha : 27/06/2012
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO - En el prevaricato
«En el presente asunto, al realizar un juicio ex-ante, como debe hacerlo el
juzgador al valorar un comportamiento humano constitutivo de una conducta
delictiva, puede aseverarse que en las concretas variables fácticas en las que
obró el acusado, éste actuó con conocimiento y voluntad de lesionar con sus
comportamientos el bien jurídico de la administración pública, aspecto que se
deduce de su formación profesional como abogado, con amplia experiencia en la
Fiscalía General de la Nación, en el cargo de fiscal local y seccional durante un
lapso cercano a los diecisiete (17) años, motivos por los cuales es contrario a la
razón o al sentido común contemplar la posibilidad de que la ilegal orden de
libertad expedida por el acusado el 21 de mayo de 2008 y la omisión de adelantar
audiencia para legalizar, con fines de comiso, los bienes e instrumentos (vehículo
automotor y arma de fuego) destinados a la eficaz consumación del delito de
tráfico de alucinógenos hayan obedecido a la inexperiencia o ineptitud del
funcionario».

Extracto n. ° 99

Número de radicado : 38454


Fecha : 06/06/2012
Tipo de providencia : SENTENCIA

100
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO - Demostración

« Así, el dolo no emerge de las manifestaciones del procesado sino de las


actuaciones reflejadas en cada decisión proferida porque no consultan la realidad
fáctica y jurídica, situación indicativa de la consciencia y voluntad del operador
judicial de vulnerar la ley al emitir decisiones manifiestamente contrarias a
derecho, medio a través del cual obtuvo la apropiación de recursos estatales por
parte de terceros que no tenían derecho a ellos.

Acceder a las pretensiones de los demandantes sin que se configuraran los


fundamentos sustanciales para reconocer la pretensión solicitada, habilitar como
medio de prueba documentos que no reunían las exigencias legales, aplicar la
Convención Colectiva del Trabajo cuando no existía prueba de que era la norma
llamada a regular el caso, constituyen acciones que revelan la voluntad de (...) de
infringir la ley para favorecer las posturas procesales de los demandantes » .

Extracto n. ° 100

Número de radicado : 36373


Fecha : 06/06/2012
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

PREVARICATO POR ACCIÓN - Dolo / DOLO - Demostración

«El tipo penal de prevaricato, no admite otra forma de culpabilidad distinta de la


dolosa. Esta forma comporta la conjunción de dos elementos, el conocimiento de
cada uno de los elementos que integran la conducta y la voluntad, es decir,
querer la realización de la misma. (art. 22 C.P.).

No obstante las alegaciones del procesado, en el sentido de que no actuó con


dolo, o con intencionalidad, o que no actuó con la finalidad de lesionar el bien
jurídico, otra cosa indican los elementos de juicio arrimados a la investigación:
En primer lugar, debe destacarse que el procesado (...), era absolutamente
consciente de la trascendencia del asunto que resolvía, de manera que nada se
opone a concluir en la existencia del conocimiento diáfano de la conducta y de
sus implicaciones. Ello deriva no sólo de las condiciones particulares que tenía
del hecho, sino también es dable suponerlo de la trayectoria y de la experiencia
del procesado como juez penal, así como de los constatados logros académicos.

De otro lado, como de autos se establece, la decisión del 15 de enero de 2005, no


era la primera que profería en tal sentido el Dr. (...), sino que, de igual forma, en
dos procesos distintos había emitido decisiones en el mismo sentido, las que
análogamente, le habían sido revocadas por el Tribunal, y una de ellas,
igualmente había dado lugar a la iniciación de una indagación preliminar en su

101
contra, que si bien culminó con decisión inhibitoria, debió ser suficiente para
advertirle de la trascendencia del hecho.

(...)

No obstante las advertencias que en dichas decisiones se le hacen, acerca de la


improcedencia de la aplicación del artículo 531 de la Ley 906, el Juez procesado
nuevamente decide incurrir en el mismo comportamiento y declarar la
prescripción por aplicación del artículo 531 citado.

(...)

No es ajustado a derecho confundir los móviles o motivaciones que conllevan a la


comisión del delito de prevaricato con el dolo. Este es el entendimiento, la
comprensión del hecho punible, sus elementos y consecuencias, y la voluntad de
incurrir en ese comportamiento. Ajeno a ello son las motivaciones que tenga el
actor para decidir incursionar en el comportamiento. Por demás, como se ha
visto, a pesar de que el procesado insista en que actuó sin intención de afectar la
administración, tampoco aparece claro cuál hubiese sido su motivación » .

Extracto n. ° 101

Número de radicado : 38203


Fecha : 30/05/2012
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO - Demostración

«La Sala encuentra que las actuaciones por él desplegadas al interior de cada uno
de los procesos laborales sí evidencian un comportamiento consciente y
voluntario orientado a favorecer la postura de los demandantes en detrimento de
la parte demandada y, sobre todo, de los recursos de ésta.

Así, el dolo no emerge de las manifestaciones del procesado sino de las


actuaciones reflejadas en cada decisión proferida porque no consultan la realidad
fáctica y jurídica, situación indicativa de la consciencia y voluntad del operador
judicial de vulnerar la ley al emitir decisiones manifiestamente contrarias a
derecho, medio a través del cual obtuvo la apropiación de recursos estatales por
parte de terceros que no tenían derecho a ellos.

Acceder a las pretensiones de los demandantes sin que se configuraran los


fundamentos sustanciales para reconocer la pretensión solicitada, habilitar como
medio de prueba documentos que no reunían las exigencias legales, inaplicar la
Convención Colectiva del Trabajo cuando era la llamada a regular el caso o
aplicarla cuando no era procedente, constituyen acciones que revelan la voluntad
de (..) de infringir la ley para favorecer las posturas procesales de los

102
demandantes, medio a través del cual estos accedieron a recursos estatales a los
que no tenían derecho, habida cuenta que las condenas emitida en contra de
Foncolpuertos, como era de conocimiento de los operadores judiciales de la
época, las asumía el Estado colombiano.
(...)
Con todo, la prescripción de la acción en relación con las decisiones
manifiestamente ilegales no comporta la imposibilidad de reprochar el delito
contra la administración pública, en la medida que las consecuencias del actuar
del servidor público no se agotaron con la emisión de las decisiones. Por el
contrario, sus efectos perduraron en el tiempo en virtud de las órdenes
contenidas en los fallos laborales, al punto que propiciaron el despojo de
recursos públicos en cuantía de (..), según se estableció con las pruebas
acopiadas».

Extracto n. ° 102

Número de radicado : 30986


Fecha : 30/05/2012
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO - Demostración / TENTATIVA DE HOMICIDIO


«La forma en que fue armado el explosivo descarta por completo que se haya
tratado de un accidente o de que no había intención de causar daño, como lo
pretende equivocadamente el casacionista.

Mucho menos se desvirtúan esos elementos porque el artefacto haya sido enviado
indeterminadamente a la tienda veterinaria y no a la persona que resultó
lesionada, ya que a más de lo dicho, resulta muy indicativo que el propósito era
atentar contra (...)»

Extracto n. ° 103

Número de radicado : 36875


Fecha : 18/04/2012
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO - Técnica en casación / ANTIJURIDICIDAD - Técnica en casación

«En relación con los cargos tres y cuatro por falsos juicios de identidad, referidos
al dolo y a la antijuridicidad material, su proposición por la vía seleccionada
constituye un desacierto.

103
Ambos son conceptos jurídicos y no probatorios. Pero si lo que pretendía mostrar
era que el Tribunal dedujo el dolo de la prueba documental, le correspondía citar
la que fue objeto de tergiversación, transliterar la parte de ella, confrontarla con
la sentencia para hacer evidente el error y su trascendencia en el fallo, sin que
sea suficiente desarrollo del cargo la aseveración según la cual a la prueba se le
hizo un agregado indebido, porque con la misma nada dice»

Extracto n. ° 104

Número de radicado : 38403


Fecha : 18/04/2012
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO - Demostración

«La Corte, en varias oportunidades, ha señalado que el elemento subjetivo del


tipo no se demuestra por datos psicológicos o subjetivos (sin importar que
provengan o no del sujeto activo o de la víctima del delito), sino por elementos
objetivos, atinentes a la acción atribuida en el pliego de cargos, de los cuales
pueda derivarse razonablemente acerca del conocimiento y voluntad por parte del
agente en lo que a la afectación del bien jurídico atañe.

Y el ad quem, en este caso, concluyó que no había dolo con base en datos
objetivos, tomados directamente de la declaración de A. D. (y no de sus
convencimientos o impresiones), como el que su padre S. N. G. C. esperaba un
tiempo prudencial antes de poner las películas pornográficas, el masturbarse a
espaldas de menor para que no lo viera, la actitud tomada por éste (en el sentido
de fingir que seguía durmiendo), etc. »

Extracto n. ° 105

Número de radicado : 30485


Fecha : 28/03/2012
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO – Elementos

«Importa recordar, ab initio, como en otras oportunidades que convocan al


análisis de la responsabilidad penal frente a la conducta punible, que el dolo,
como forma de culpabilidad o modalidad de ejecución del delito, implica el
conocimiento y la voluntad del sujeto agente en cuanto obra con plena conciencia
de su ilicitud. »

104
Extracto n. ° 106

Número de radicado : 36607


Fecha : 15/02/2012
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO - Demostración / PREVARICATO POR ACCIÓN - Dolo

«Al momento de dictar ambas decisiones, ya definidas como manifiestamente


contrarias a la ley, la fiscal acusada lo hizo con consciencia y voluntad.

Ello se deduce sin duda alguna, a pesar de que al momento de ser interrogada
sobre ambos hechos se mostró bastante elusiva, pues, como quedó claro con
antelación, su mayor interés en el curso del proceso fue el de defender la
legalidad de la providencia preclusoria, soslayando que no es por ella que se le
vinculó penalmente.

Sin embargo, dicha actitud no fue óbice para que desde el comienzo de la
actuación quedara en evidencia la malquerencia que sintió en contra del
denunciante (...) y, contrariamente, su inclinación a favor del sindicado (...).

Dicha circunstancia se desprende de los múltiples epítetos que utiliza para


referirse al primero, a quien no vacila en tildar de estafador, conflictivo, y hasta
lo acusa de presentar falsas denuncias, todo lo cual se vio reflejado en las
decisiones arbitrarias y caprichosas que inmotivada e inconsultamente adoptó en
su contra. »

Extracto n. ° 107

Número de radicado : 33149


Fecha : 15/02/2012
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO - Demostración
« En un escenario tal, surge este interrogante: ¿cómo es de suponer que una
persona de las calidades profesionales, con el claro conocimiento de los hechos y
de la conducta penal, de impolutos antecedentes, de reconocido profesionalismo
incurre en tan evidente omisión. A nadie se le ocurriría suponer que la
funcionaria hubiese actuado con la intención de afectar dolosamente (dolus
malus) el bien jurídico de la libertad del señor (..), pues como lo expone la
defensa no lo conocía y no mediaba ningún interés sobre el mismo.
No es lógico ni razonable que una servidora de las calidades y profesionalismo
reconocidos a la acusada, ponga en riesgo su carrera en el servicio público, su

105
prestigio, ascensos y todo lo que ello significa, por el simple capricho de no
resolver oportunamente sobre la situación jurídica de un capturado, para lo cual
le habría bastado echar mano de mecanismos elementales que no le implicaban
complicación alguna, como dejarlo en libertad bajo el supuesto cierto de que no
había sido posible escucharlo en injurada dentro del término legal, u optar por
comisionar a otro funcionario para realizar ese cometido en aplicación del
artículo 517 de Código Penal Militar.
(…)
En punto de la prueba del dolo, conocidas son las dificultades que comporta
escudriñar en la psique, lo que conlleva a imposibles jurídicos, por manera que
sólo a través de juicios que se fundan en indicios y otros elementos de prueba, y
que se basan en las reglas de la sana crítica es posible arribar a conclusiones
sobre cuál pudo o no ser la voluntad de una persona incriminada de la comisión
de un hecho, nunca a una respuesta certera. Sobre este punto ha dicho la Corte:

El dolo como manifestación del fuero interno del sujeto activo de la conducta
punible, no puede conocerse de otra manera que a través de las expresiones
externas de esa voluntad encaminada a la consecución de un determinado
propósito concretado y desarrollado en el camino criminal .

En similar sentido, en más reciente oportunidad:


“3.1.3. La prueba relativa al ingrediente cognitivo del dolo puede deducirse de los
mismos actos de naturaleza objetiva que constituyen la acción objeto de estudio,
pero también de circunstancias ocurridas antes o después de ésta (en todo caso,
analizadas mediante criterios normativos y no tendientes a descubrir datos
psicológicos en el agente), siempre y cuando guarden directa relación con la
situación típica y, por lo tanto, no constituyan derecho penal de autor. Así lo ha
señalado la Sala, en relación con la demostración del dolo:

“[…] es viable deducir tanto el elemento cognitivo como el volitivo del dolo de las
concretas circunstancias que hayan rodeado la conducta y no del hecho, de
difícil comprobación, de establecer qué pasó en realidad por la mente del
inculpado.

”[…] Así mismo, en la medida en que es imposible conocer los elementos del dolo
por medio de la observación directa, éstos también pueden derivarse de los
indicios que se construyan alrededor de la situación fáctica imputada, pero no a
datos extraños a tal conducta y que constituyan derecho penal de autor. De
acuerdo con la doctrina:

”‘[…] los hechos externos de los que parte la inferencia deben extraerse siempre
de modo directo de la situación enjuiciada, sin que pueda admitirse la
introducción de consideraciones relacionadas con otros datos ajenos a aquélla,
tales como el modo de vida o la personalidad del autor. Y ello porque el objeto de
la prueba -sea el conocimiento o la voluntad- se refiere exclusivamente al hecho
cometido, de donde se sigue la total ineptitud de cualquier otro dato personal
para aportar alguna información relevante’”.
(…)

106
Esa duda sobre la configuración de la voluntad ( indicativa de que la intención
fue materializar el hecho punible, lesionar el bien jurídico de la libertad
individual), que surge insuperable en el sub judice, no permite concluir que el
accionar de la procesada fue doloso, lo cual daría necesariamente en concluir que
contrariamente, fue negligente, descuidado, al no advertir a pesar de todo, que
estaba lesionando el bien jurídico de la libertad del señor (..), por consiguiente el
comportamiento sólo podría serle atribuido a título de culpa, conocimiento sin
voluntad equivale a culpa, como lo sostienen defensores de la denominada teoría
de la voluntad que pretende distinguir el dolo de la culpa. »

Extracto n. ° 108

Número de radicado : 36613


Fecha : 14/12/2011
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : ÚNICA INSTANCIA

PECULADO POR APROPIACIÓN - Dolo / DOLO - Demostración

«El tipo subjetivo también se corroboró con los medios de convicción recaudados
en el debate, que muestran a los doctores TA y AD como coautores responsables,
a título de dolo, del delito de peculado por apropiación, cometido en la forma
descrita.

(…)

Las circunstancias en las cuales se desarrolló el convenio, entre ellas que se trató
de un negocio jurídico justificado sólo en la discrecionalidad del mandatario y la
forma en que se entregaron los recursos, entre otras situaciones detalladas en el
acápite anterior, demuestran el conocimiento de estos hechos por parte del
gobernador titular y su voluntad de apropiarse en beneficio de terceros, de los
recursos públicos que le correspondería administrar, acontecer en el cual la falta
de suscripción del convenio interadministrativo y su adición se advierte orientada
a diluir responsabilidades.

Esas mismas circunstancias confluyen para acreditar el conocimiento y


voluntad, que en punto de la apropiación indebida de los recursos públicos,
concurrieron, igualmente, en el doctor AIAD, quien como gobernador encargado
celebró tanto el convenio interadministrativo como su adición».

CONTRATO SIN CUMPLIMIENTO DE REQUISITOS LEGALES - Dolo / DOLO -


Demostración
Tesis:
«Las concretas actuaciones cumplidas por los mandatarios titular y encargado,
resultan indicativas de su conocimiento e intención de vulnerar el ordenamiento
penal con la celebración del negocio jurídico comentado.

107
Recuérdese que la iniciativa de adelantarlo surgió del gobernador titular, doctor
RS, quien sólo adelantó los acercamientos con el alcalde de (…) para proponerle
el convenio, sino que instruyo a su secretario de infraestructura para que
adelantara las gestiones necesarias para concretarlo, demando la expedición de
cinco certificados de disponibilidad presupuestal relacionados con las obras
inscritas en él y sugirió al mismo alcalde requerir la adición del convenio, para
las inexistentes obras adicionales aducidas como sustento.

Por su parte, el mandatario encargado AIA, requirió cuatro certificados de


disponibilidad presupuestal, uno de ellas, el relacionado con el acueducto El
Siglo el mismo día en que celebro el negocio jurídico, situaciones que acreditan el
efectivo conocimiento del trámite por parte de los dos procesados, la actuación
conjunta desplegada y su interés en sacarlo adelante».

Extracto n. ° 109

Número de radicado : 32669


Fecha : 26/10/2011
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO-Noción/ DOLO-Demostración/ DOLO-Demostración: En la sentencia/


DOLO-Clases/ DOLO-Directo/ DOLO-Elementos

« La categoría dogmática que refiere, tiene dicho la Corte, se define como la


simbiosis de un conocer y un querer, que se ubica en la vertiente interna del
sujeto, en su universo mental. En materia penal se dice que actúa dolosamente
quien sabe que su acción es objetivamente típica y quiere su realización.
El dolo lo integran entonces dos elementos: el intelectual o cognitivo, que exige
tener conocimiento o conciencia de los elementos objetivos del tipo penal
respectivo, y el volitivo, que implica querer realizarlos. (7) "Auque este aspecto
subjetivo corresponde a la esfera interna y, por tanto inescrutable del ser
humano, ello no significa que no se manifieste a través de actos materiales de
actuación, que impidan establecerlos" (8) .
Sobre este particular la jurisprudencia de la Corte tiene establecido que para la
determinación procesal del dolo, ha de partirse del examen de las circunstancias
externas que rodearon los hechos, ya que tanto la intencionalidad en afectar un
bien jurídico o la representación de un resultado ajeno al querido por el agente y
su asunción al no hacer nada para evitarlo, en cuanto obedece a aspectos del
fuero interno de la persona, se deben deducir de los elementos objetivos que
arrojan las prueba aportadas al proceso.
Sin embargo, también ha dicho que no se requiere la definición o concepto del
dolo en la sentencia como categoría dogmática, pues lo fundamental es que en
las consideraciones judiciales se analice si los elementos de convicción permiten
establecer que el procesado conocía los hechos constitutivos de la infracción
penal y quería su realización, cuando se trata de dolo directo, o también si previó

108
como probable la realización de la infracción penal y su no producción la dejó
librada al azar, en el caso del dolo eventual (9) .»
_________________
7. Así lo precisó la Corte en la sentencia del 25-08-10 Rad. 32964
8. Única instancia 18029
9. Auto del 04-03-09 Rad. 30911.

Extracto n. ° 110

Número de radicado : 33713


Fecha : 26/10/2011
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : ÚNICA INSTANCIA

DOLO - Demostración
«Se equivoca la defensa cuando aduce que el dolo, como elemento subjetivo del
tipo penal, no puede ser “inferido” de la “actividad externa de la acción o del
resultado”, y que en este caso es “difícil” desentrañar cuál era el propósito de los
concertados, porque muy por el contrario, es la dinámica del hecho o el curso
causal entre la acción, y si es el del caso su resultado, la que sometida al juicio
de la razón, al baremo del sentido común, indica su teleología, y en el presente
evento, en las circunstancias que puso en evidencia el (...), aparece indudable
que el procesado sabía en qué estaba y procedió de conformidad con ese
conocimiento; contrarió la ley contra su propia advertencia. »

Extracto n. ° 111

Número de radicado : 32662


Fecha : 26/10/2011
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO-Noción/ DOLO-Demostración/ DOLO-Demostración: En la sentencia/


DOLO-Clases/ DOLO-Directo/ DOLO-Elementos

«La categoría dogmática que refiere, tiene dicho la Corte, se define como la
simbiosis de un conocer y un querer, que se ubica en la vertiente interna del
sujeto, en su universo mental. En materia penal se dice que actúa dolosamente
quien sabe que su acción es objetivamente típica y quiere su realización.

El dolo lo integran entonces dos elementos: el intelectual o cognitivo, que exige


tener conocimiento o conciencia de los elementos objetivos del tipo penal
respectivo, y el volitivo, que implica querer realizarlos. (7) "Auque este aspecto
subjetivo corresponde a la esfera interna y, por tanto inescrutable del ser

109
humano, ello no significa que no se manifieste a través de actos materiales de
actuación, que impidan establecerlos" (8).

Sobre este particular la jurisprudencia de la Corte tiene establecido que para la


determinación procesal del dolo, ha de partirse del examen de las circunstancias
externas que rodearon los hechos, ya que tanto la intencionalidad en afectar un
bien jurídico o la representación de un resultado ajeno al querido por el agente y
su asunción al no hacer nada para evitarlo, en cuanto obedece a aspectos del
fuero interno de la persona, se deben deducir de los elementos objetivos que
arrojan las prueba aportadas al proceso.

Sin embargo, también ha dicho que no se requiere la definición o concepto del


dolo en la sentencia como categoría dogmática, pues lo fundamental es que en
las consideraciones judiciales se analice si los elementos de convicción permiten
establecer que el procesado conocía los hechos constitutivos de la infracción
penal y quería su realización, cuando se trata de dolo directo, o también si previó
como probable la realización de la infracción penal y su no producción la dejó
librada al azar, en el caso del dolo eventual (9).»

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----------------------------------------------------------------------------------------------------
------------------------------------
7. Así lo precisó la Corte en la sentencia del 25-08-10 Rad. 32964
8. Única instancia 18029
9. Auto del 04-03-09 Rad. 30911

Extracto n. ° 112

Número de radicado : 36844


Fecha : 19/10/2011
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO

«En la sentencia impugnada se explicó que la función de certificar le


correspondía al titular del despacho, porque el artículo 116 del Código de
Procedimiento Civil, para entonces aplicable por remisión expresa del Código
Contencioso Administrativo , radica la función de extender ese tipo de
documentos en cabeza de los jueces:

"ARTÍCULO 116. CERTIFICACIONES. Los jueces pueden expedir certificaciones


sobre la existencia de procesos, la ejecutoria de resoluciones judiciales, y sobre
hechos ocurridos en su presencia y en ejercicio de sus funciones de que no haya
constancia escrita; también en los demás casos autorizados por la ley." »

110
Extracto n. ° 113

Número de radicado : 35848


Fecha : 05/10/2011
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO - Demostración / DOLO - Se conoce a través de manifestaciones externas

«Según jurisprudencia reiterada de la Sala, el elemento volitivo-cognoscitivo de la


conducta punible se revela a través de "factores demostrados en el proceso, que
generalmente son de carácter objetivo", como así se recordó en reciente decisión,
al señalar:

"La Sala ha enfatizado en que para la determinación procesal del dolo se ha de


partir del examen de las circunstancias externas que rodearon los hechos, ya que
tanto la intencionalidad en afectar un bien jurídico o la representación de un
resultado ajeno al querido por el agente y su asunción al no hacer nada para
evitarlo, al ser aspectos del fuero interno de la persona se han de deducir de los
elementos objetivos que arrojan las demás probanzas.

(...)

Precisamente por la dificultad que entraña desde el punto de vista ontológico


demostrar un aspecto que pertenece al fuero interno y al tipo subjetivo,
necesariamente se acude, la mayor de las veces, a factores objetivos que
permitan su deducción, tales como "la manera minuciosa y disfrazada como se
llevó a cabo el comportamiento dirigido a infringir la ley penal, las explicaciones
ofrecidas con base en hechos que procesalmente tergiversados"

Entonces, no es que aquí, como lo indica erradamente el casacionista, se haya


supuesto la prueba del dolo, sino que los juzgadores se valieron de hechos
objetivos corroborados en la actuación para inferir que la procesada al presentar
las reclamaciones laborales tenía conocimiento de que no eran legales y, en
algunos casos, inexistentes o ayunas de respaldo probatorio, a pesar de lo cual
determinó de forma libre a los jueces laborales de la ciudad de Barranquilla para
obtener su reconocimiento espurio».

Extracto n. ° 114

Número de radicado : 35062


Fecha : 21/09/2011
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO-Noción

111
«La tipicidad integrada en sus fases objetiva y subjetiva, siendo de las segundas,
el dolo en su doble condición de conocimiento y voluntad, de donde el error de
tipo supone la ausencia del elemento cognitivo (conocimiento) del dolo, en tanto,
que el error de prohibición, el sujeto sí quiere y conoce lo que hace, sin embargo,
asume que su conducta no está prohibida por la ley, por lo tanto, le está
permitida.»

Extracto n. ° 115

Número de radicado : 34848


Fecha : 31/08/2011
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : ÚNICA INSTANCIA

DOLO-Noción/ DOLO-Tipicidad

« Dígase entonces, que la pretensión de interrumpir una parte fundamental del


juicio por vía de esta especial absolución, sólo resulta posible cuando la
atipicidad se predique sobre el aspecto objetivo del tipo, que no requiere de la
valoración que se impone finalizado el juicio oral con el agotamiento de todas las
fases que lo componen y con la participación de los sujetos procesales e
intervinientes.
Sin embargo, el juez sobrepasó el marco permitido al abordar en esa sede el tipo
subjetivo. La muestra es evidente (6):»
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6. Cfr. folio 370 de la carpeta.

Extracto n. ° 116

Número de radicado : 35879


Fecha : 01/06/2011
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO-Forma de conducta no de culpabilidad

« Con ocasión de la Ley 599 de 2000, el dolo, la culpa y la preterintención ya no


son formas de culpabilidad, sino de conducta. »

Extracto n. ° 117

112
Número de radicado : 34112
Fecha : 31/05/2011
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO - Demostración

«La impugnante disiente de la estructuración del dolo, pero sobredimensiona,


para tal efecto, la afirmación del a quo acerca de que no se demostró el móvil que
llevó a la enjuiciada a guardar en su residencia los escritos judiciales,
confundiendo así dos categoría jurídicas independientes; el dolo como forma
conductual que hace parte del tipo subjetivo, en tanto que el móvil se traduce en
el motivo determinante de la conducta.

Ciertamente, una cosa es el propósito de realizar un comportamiento contrario a


derecho y lesivo de bienes jurídicos relevantes y otra el ánimo que lleva a esa
realización, ora un móvil económico, afectivo o de otra índole, el cual en ciertos
eventos, a criterio del legislador, puede tener connotaciones punitivas al estar
consagrado como circunstancia agravante o atenuante.

La descripción típica de mutar la verdad con alguno de los verbos rectores


alternativos de destrucción, ocultamiento o supresión de documentos, no exige la
concurrencia de un motivo determinante, ni su falta de acreditación procesal
puede traducirse en que el propósito de afectar el bien jurídico de la fe pública
quede desvirtuado ».

Extracto n. ° 118

Número de radicado : 33694


Fecha : 02/12/2010
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO-Elementos

« Observadas así las cosas, se tiene que el aspecto objetivo reúne las exigencias
necesarias para determinar la correspondencia de la conducta con la descripción
legal de prevaricato por omisión; sin embargo en cuanto se refiere al tipo
subjetivo advierte la Sala que por tratarse de un delito de carácter doloso es
preciso, en los términos establecidos en el artículo 22 de la Ley 599 de 2000,
acreditar la voluntad dirigida a la realización de tal conducta, es decir, los
elementos intelectuales o cognoscitivos y los volitivos.

El primer momento comprende el conocimiento del hecho punible -el tipo en su


aspecto objetivo-. En el segundo es necesario que el agente quiera la realización
del tipo, esto es, tenga la voluntad de concurrir a la conducta omisiva.

113
Para la Sala es claro que no toda omisión o retardo en el cumplimiento de un
acto propio de las funciones constituye conducta prevaricadora, pues siendo el
delito doloso, requiere esencialmente estar precedido del conocimiento y la
voluntad, lo cual lleva en cada caso a demostrar si medió en el servidor público
ese querer para omitir, rehusar, retardar o denegar el acto propio de esa función.

Al respecto la Corporación (1) ha señalado:

"Omitir, retardar, rehusar o denegar, deben ser actos realizados deliberadamente


al margen de la ley, esto es con violación manifiesta de ella. Por tanto, la simple
demostración objetiva de la adecuación aparente del hecho en alguno de los
verbos que alternativamente configuran la ilicitud, no es suficiente para pregonar
su punibilidad" (Subrayas fuera de texto).

Así las cosas, el actuar intencional debe traducir y demostrar con el


comportamiento voluntario del sujeto agente, esto es, una manifestación material
externa, con pleno conocimiento de lo que hace y quiere las consecuencias.»

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---------------------------------------
1. Providencia del 27 de mayo de 2003. Radicado 18850

Extracto n. ° 119

Número de radicado : 31580


Fecha : 24/11/2010
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO-Noción/ DOLO-Tipicidad objetiva/ DOLO-Tipicidad o antijuridicidad


material/ DOLO-Clases/ DOLO-Directo de primer grado/ DOLO-Directo de
segundo grado

« Y ello es así, porque el caso ofrece la oportunidad de reiterar la jurisprudencia


de la Sala en relación con la atribución al tipo subjetivo, frente una concreta
situación fáctica que se reputa como adecuada o conforme con una descripción
hipotética y abstracta contenida en el denominado injusto penal, esto es, en el
precepto que alude al ámbito situacional sancionado con una determinada pena
por el legislador.

Tal y como ya lo ha puntualizado la Corte (1), la Ley 599 de 2000, en el Título


dedicado a las normas rectoras, en su artículo 12, prevé como característica del
hecho punible el "principio de culpabilidad", en el sentido de que no pueden
imponerse penas sin dolo, culpa o preterintención, y que en el ordenamiento
jurídico penal colombiano queda erradicada toda forma de responsabilidad
objetiva; a su vez, el artículo 9 ídem, señala que para que la conducta sea

114
punible se requiere que sea típica, antijurídica y culpable, advirtiendo
perentoriamente que la causalidad por sí sola no basta para la imputación
jurídica del resultado.
Desde esa perspectiva es claro que la responsabilidad penal es una consecuencia
directa de la culpabilidad, entendida como una categoría político-jurídica de
raigambre constitucional, dado que constituye el contrario de la presunción de
inocencia, según la cual, conforme al artículo 29 de la Carta, "Toda persona se
presume inocente mientras no se la haya declarado judicialmente culpable". El
concepto, implica, entonces, también una garantía ciudadana y un límite
inequívoco al ius puniendi, ya que sólo se puede ser culpable por un acto
cometido dentro de condiciones de elegibilidad, vale decir, con la conciencia,
tanto del acto que se ejecuta u omite, como de la posición del sujeto frente a la
conducta, esto es, del papel que el Estado o la sociedad le asigne o que él mismo,
personalmente asume, y que, como tal, lo vincula con la sociedad, ante la cual
ese comportamiento trasciende. Es así como se ha desarrollado el principio de
culpabilidad por el hecho (2).
Según lo prevé el actual ordenamiento penal sustantivo (Ley 599 de 2000,
artículo 21), en el sistema colombiano se es responsable por conductas punibles
dolosas, culposas o preterintencionales, pero en los dos últimos eventos sólo en
los casos taxativamente señalados por el legislador.

La conducta punible se entiende que es dolosa cuando el agente conoce los


hechos constitutivos de la infracción penal y quiere su realización. El dolo, como
manifestación o forma de culpabilidad (según el artículo 35 del Decreto Ley 100
de 1980) o como modalidad de ejecución de la conducta punible (Ley 599 de
2000, artículo 21), significa, en términos elementales, disposición de ánimo hacia
la realización de una conducta definida en la ley como delictiva (tipicidad
objetiva) y causante de daño o de puesta en peligro, sin justificación alguna
(tipicidad o antijuridicidad material).
Tradicionalmente se ha definido al dolo como la conjunción de un conocer y un
querer, materializado en la conciencia o psique del individuo. En consecuencia, el
dolo se integra de dos elementos: uno intelectual o cognitivo, que exige tener
conocimiento de los elementos objetivos del tipo penal respectivo, y otro volitivo,
que implica querer realizarlos. Por lo tanto, en materia penal se dice que actúa
dolosamente quien sabe que su acción es objetivamente típica y quiere su
realización.

Dicho en otras palabras, el dolo requiere de lo cognoscitivo como de lo volitivo,


dado que la conducta punible sólo es dolosa cuando se sabe, cuando se conoce y
se comprende aquello que se quiere hacer, y voluntariamente se hace.

En reciente decisión la Sala puntualizó que de acuerdo con la dogmática, los


aludidos componentes del dolo no siempre presentan los mismos grados de
intensidad, ni de determinación, lo cual ha dado lugar a que la doctrina
dominante distinga, en atención a la fluctuación de estos aspectos, tres clases de
dolo: el directo de primer grado, el directo de segundo grado y el eventual.
(...)
De acuerdo con lo anterior, al sujeto activo se le atribuye el resultado dañoso, no
sólo cuando obra con dolo directo de primero o segundo grado, sino igualmente

115
cuando la realización de la conducta implica el riesgo de causarlo, sin que la
probable producción detenga el actuar, con tal de obtener el propósito inicial, es
decir, cuando actúa con "dolo eventual", modalidad a la cual se refiere el
ordenamiento penal sustantivo (Ley 599 de 2000, artículo 22) al señalar que la
conducta punible también será dolosa "cuando la realización de la infracción
penal ha sido prevista como probable y su no producción se deja librada al azar".

En razón de la complejidad que en la práctica judicial entraña atribuir una


determinada conducta punible a titulo de dolo eventual, por su cercanía o
similitud con otra modalidad en la que es probable la realización del tipo objetivo,
es decir, con la culpa, y específicamente con la culpa con representación.
(...)
La modalidad culposa de la conducta punible se concreta en aquellos eventos en
que "el resultado típico es producto de la infracción al deber objetivo de cuidado,
y el agente debió haberlo previsto por ser previsible, o habiéndolo previsto confió
en poder evitarlo" (Ley 599 de 2000, artículo 23); esa definición de la
responsabilidad penal por culpa conduce a predicar que es parte estructural del
tipo penal respectivo y como tal debe examinarse en cada caso concreto, sin
desatender los elementos objetivos y subjetivos que la integran. Los componentes
objetivos o normativos son: sujeto activo -que es indeterminado o calificado,
como sucede, por ejemplo, en el peculado culposo-; acción extratípica,
constituida por la infracción al deber objetivo de cuidado; realización de un
resultado lesivo y relevante -descrito en la norma penal imputada-, y la relación
de causalidad o nexo de determinación -la transgresión al deber objetivo de
cuidado y el resultado típico deben estar vinculados por una relación de
determinación, es decir, la vulneración del deber ocasiona el resultado-.

Por lo tanto, como en el delito imprudente la reprochabilidad penal por culpa se


ubica en la tipicidad, más concretamente en la acción, el operador jurídico debe
interactuar con el concepto de riesgo permitido, con la invariable constatación de
los elementos subjetivos que lo acompañan, como son los de conocer el riesgo y
cuidado debido, adicionando el desvalor de resultado o el daño propiamente
ocasionado.

Según la evolución doctrinaria y jurisprudencial del injusto imprudente, lo


esencial de la culpa no reside en actos de voluntariedad del sujeto agente,
superando así aquellas tendencias ontológicas que enlazaban acción y resultado
con exclusivo apoyo en las conocidas teorías de la causalidad -teoría de la
equivalencia, conditio sine qua non, causalidad adecuada, relevancia típica-, sino
en el desvalor de la acción por él realizada, signado por la contrariedad o
desconocimiento del deber de cuidado, siempre y cuando en aquélla, en la
acción, se concrete, por un nexo de causalidad o determinación, el resultado
típico, es decir, el desvalor del resultado, que estuvo en condiciones de conocer y
prever el sujeto activo (3).
A diferencia de lo que ocurre en la modalidad dolosa de la conducta punible, en
la que existe una relación entre intención o voluntad dirigida a un fin y un
resultado típico, en la modalidad culposa no hay una relación intencional, es
decir, la conducta no está orientada o dirigida a un predeterminado fin o
resultado típico, lo que se presenta es un acto voluntario con desconocimiento

116
del deber de cuidado, que ocasiona con base en un nexo de causalidad un
resultado dañoso que el sujeto agente pudo conocer y prever.

La modalidad preterintencional de la conducta punible consiste en que el "…


resultado siendo previsible, excede la intención del agente" (artículo 24 de la Ley
599 de 2000). En esta forma de culpabilidad, habiendo dirigido el sujeto su
voluntad conscientemente a la concreción de un resultado típico y antijurídico,
produce a la postre otro de la misma naturaleza pero diverso y más grave del que
directa e inmediatamente quería.
De acuerdo con un sector de la doctrina nacional (4), el fenómeno de la
preterintención se caracteriza, desde el punto de vista objetivo, por la verificación
de dos resultados típicos: el primero, hacia el cual se orientó voluntaria y
concientemente la conducta del actor, y el segundo, más grave pero colocado en
la misma dirección de aquél, que no fue querido y finalmente se produjo por falta
del deber de cuidado que le era exigible al agente en el desarrollo de la conducta
antijurídica.
Por contraste de lo que sucede en la conducta dolosa, en la preterintencional no
hay coincidencia entre el propósito inicial del agente y el resultado, ya que lo
ocasionado es un efecto dañoso superior o más grave, esto es, excesivo en
relación con la intención del agente, un resultado ultra intencional.
Cuando el artículo 24 de la Ley 599 de 2000 señala que la conducta es
preterintencional si su resultado, siendo previsible, rebasa la intención o
referente psíquico del agente, está descartando toda forma de resultado típico
que pueda atribuirse al caso fortuito, pues éste siempre es imprevisible o
inevitable, e igualmente aquél que pueda ser atribuido a dolo eventual, ya que en
esa especie de dolo el resultado no excede el propósito del agente, por cuanto éste
lo acepta o lo deja librado al azar, una vez que, al advertir la probabilidad de su
acaecimiento, de todas maneras actúa a sabiendas del riesgo que asume hacia
un resultado lesivo que él ya sabe cuál puede ser -para efectos de la atribución
de responsabilidad penal a título de dolo, tanto da querer directamente el evento,
como saber que se puede producir si no se hace nada para evitarlo-.

Para la configuración de la conducta punible preterintencional, es preciso que se


reúnan los siguientes requisitos: a) una acción dolosamente orientada a la
producción de un resultado típico; b) verificación de un resultado típico más
grave, al que no apuntaba la intención del agente, pero que era previsible por él;
c) nexo de causalidad entre el uno y otro evento, y d) homogeneidad entre uno y
otro resultado o, lo que es igual, identidad del bien jurídico tutelado.»

_____________________________
(1) Cfr. Sentencia de 18 de junio de 2008, radicación Nº 29000.
(2) "Teoría político-criminal del sujeto responsable" en LECCIONES DE
DERECHO PENAL. Vol. I. P. 153 y ss. y Vol. II, p. 311 y ss. JUAN J. BUSTOS
RAMÍREZ. HERNÁN HORMAZÁBAL MALARÉE. Ed. Trotta. 197.
(3) Cfr. Sentencia de casación de 22 de mayo de 2008, radicación Nº 27357.
(4) CULPABILIDAD, REYES ECHANDÍA, Alfonso. Editorial TEMIS, segunda
reimpresión de la tercera edición, 1997, páginas 115 a 134.

117
Extracto n. ° 120

Número de radicado : 33022


Fecha : 20/10/2010
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO-Evolución del concepto/ DOLO-Elemento cognitivo/ DOLO-Demostración

« Es cierto que en las últimas décadas del siglo pasado, la tradición jurídica
colombiana definía al dolo como una rebelión consciente, por parte del sujeto activo
de la conducta, en contra de la norma que contenía la prohibición (“entendemos por
dolo la reprochable actitud de la voluntad dirigida conscientemente a la realización de
conducta típica y antijurídica”(1)). Por lo tanto, saber que la acción desplegada estaba
conminada con pena por el ordenamiento tenía que ser parte del elemento cognitivo
doloso (“conocimiento del hecho significa: que el agente conozca la naturaleza de su
comportamiento de acuerdo con la descripción que de él hace el legislador en el
respectivo tipo penal, y que tenga consciencia de su antijuridicidad”).(2)

Hoy en día, esta opinión ya no puede sostenerse, no sólo porque el artículo 22 de la Ley
599 de 2000 consagra al dolo directo únicamente como querer y saber la realización de
todas las circunstancias que integran el tipo objetivo(3), sino porque además el
fundamento de la punición del delito doloso no puede radicar en la desobediencia
consciente de la norma, sino en la lesión o puesta en peligro de los bienes jurídicos
más caros a la comunidad (como también ocurre en la imprudencia). De lo contrario,
bastaría con que el agente mostrase indiferencia absoluta hacia el precepto punitivo
para quedar exonerado de responsabilidad. Pero lo peor sería que la vigencia de la
norma dejaría de depender de factores objetivos (esto es, de su promulgación,
derogación y otros efectos) para pasar a ser un problema de índole subjetiva, atado a lo
que cada uno considerara contrario a derecho(4).

Adicionalmente, ubicar la consciencia de la antijuridicidad en el dolo, y excluirlo de la


categoría de la tipicidad, obedece a una concepción clásica de la teoría del delito, en la
cual los elementos objetivos de la conducta constituían el injusto, mientras que los
subjetivos serían parte de la culpabilidad. Esto, a su vez, era consecuencia del
pensamiento naturalista, propio del siglo XIX, en el cual todos los datos relevantes en
la persona (como voluntad, libertad, decisión, negligencia, etc.) eran de índole
psicológica y podían ser explicados por medios empíricos o, lo que es lo mismo, por las
ciencias naturales.

De ahí que el conocimiento de la ilicitud no puede estar sujeto a un hecho psíquico del
autor, de difícil o imposible verificación (según sea el caso), sino debe partir de una
posibilidad, basada en aserciones normativas derivadas de la axiología del Estado
Social de Derecho, y en particular, del reconocimiento de la persona como capaz de
ejercer derechos y de responder frente a sus infracciones.

Para mayor precisión, la Sala deslinda las siguientes diferencias entre la posibilidad de
acceder cognitivamente al sentido prohibitivo de la norma y el ingrediente del

118
conocimiento en el tipo doloso:

3.1.1. La parte intelectual del dolo abarca la percepción sensorial o la comprensión de


todas las circunstancias objetivas (tanto descriptivas como valorativas) contenidas en
el precepto legal(5), incluida la vulneración del bien jurídico.

Por ejemplo, si una persona apunta con un arma de fuego a otra y dispara, no sólo
debía saber que empleaba un medio idóneo para quitarle la vida a otro (verbigracia,
un revólver cargado), sino que, al actuar de esa manera, era probable que la matara.
En otras palabras, para serle imputado dolo en su aspecto cognitivo, tanto la acción
constitutiva del resultado como el riesgo de producción del mismo tuvieron que ser
percibidos y entendidos por el agente.

La consciencia de la ilicitud, en cambio, apunta a valorar la acción típica y


antijurídica desde la perspectiva del sujeto activo, en cuanto a la posibilidad que tiene
de conocer si su comportamiento estaba permitido o prohibido por el derecho. Se
trata de un planteamiento que por regla general no figura en los fallos de instancia, a
menos que sea propuesto por los sujetos procesales, o sea apreciado de bulto por el
juez, debido a que la solución en la mayoría de los casos remite a obvias aserciones
normativas.

En el caso citado, por ejemplo, el ‘problema’ de acceder al sentido de la norma penal


podría reducirse a determinar si el autor sabía que quitarle la vida a un ser humano,
con conocimiento de lo actuado y voluntad de realización, estaba proscrito por el
ordenamiento.

En síntesis, el dolo es tan sólo uno de los elementos de la conducta que es objeto de
reproche en sede de culpabilidad, y el conocimiento del injusto es uno de los motivos
por los cuales el juez está facultado para adelantar tal juicio normativo.

3.1.2. El elemento cognitivo del dolo tiene que ser efectivo o concreto, predicable a
una persona en particular.

Así lo ha reconocido la doctrina de tiempo atrás y lo ha admitido la Sala en reciente


providencia(6).

La consciencia de la ilicitud, por el contrario, es potencial o, como se dijo, fundada en


una posibilidad (la de acceder al sentido prohibitivo de la norma) común a la mayoría
de los asociados, sobre todo cuando concierne a delitos tradicionalmente
considerados como tales o de marcada trascendencia social (como los que afectan la
vida, la libertad sexual, el patrimonio económico, la salud pública, etc.).

De esta manera, si la imputación del conocimiento en el dolo está circunscrita a un


hecho concreto del sujeto activo (“usted sabía que tenía un arma de fuego y disparó”),
el reproche de la capacidad cognoscitiva del acto se refiere a una ficción jurídica o
regla social del juego (“usted debía saber, en tanto persona responsable, que matar a
otro estaba prohibido por la ley y, sin embargo, lo hizo”).

3.1.3. La prueba relativa al ingrediente cognitivo del dolo puede deducirse de los

119
mismos actos de naturaleza objetiva que constituyen la acción objeto de estudio, pero
también de circunstancias ocurridas antes o después de ésta (en todo caso,
analizadas mediante criterios normativos y no tendientes a descubrir datos
psicológicos en el agente), siempre y cuando guarden directa relación con la situación
típica y, por lo tanto, no constituyan derecho penal de autor. Así lo ha señalado la
Sala, en relación con la demostración del dolo.»
___________________________________
(1) Reyes Echandía, Alfonso, Derecho penal. Parte general, Bogotá, Temis,
1987, p. 208
(2) Ibídem, p. 209.
(3) Artículo 22 [Código Penal]-. Dolo. La conducta es dolosa cuando el agente
conoce los hechos constitutivos de la infracción penal y quiere su
realización
(4) Cf. Roxin, Op. cit., § 21, 6-10.

(5) Cf. Roxin, Op. cit., § 12, 84.


(6) Cf. sentencia de 25 de agosto de 2010, radicación 32964.

Extracto n. ° 121

Número de radicado : 32964


Fecha : 25/08/2010
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO-Noción/ DOLO-Clases/ DOLO-Directo de primer grado/ DOLO-Directo de


segundo grado/ DOLO-Eventual/ DOLO EVENTUAL-Configuración

«El dolo ha sido definido tradicionalmente como la simbiosis de un conocer y un


querer, que se ubica en la vertiente interna del sujeto, en su universo mental.
En materia penal se dice que actúa dolosamente quien sabe que su acción es
objetivamente típica y quiere su realización.
De acuerdo con esta definición, alrededor de la cual existe importante consenso,
el dolo se integra de dos elementos: Uno intelectual o cognitivo, que exige tener
conocimiento o conciencia de los elementos objetivos del tipo penal respectivo. Y
otro volitivo, que implica querer realizarlos.

Estos componentes, no siempre presentan los mismos grados de intensidad, ni


de determinación. Ello, ha dado lugar a que la doctrina dominante distinga, en
atención a la fluctuación de estos aspectos, tres clases de dolo: El directo de
primer grado, el directo de segundo grado y el eventual.

El dolo directo de primer grado se entiende actualizado cuando el sujeto quiere el


resultado típico. El dolo directo de segundo grado, llamado también de
consecuencias necesarias, cuando el sujeto no quiere el resultado típico pero su
producción se representa como cierta o segura. Y el dolo eventual, cuando el

120
sujeto no quiere el resultado típico, pero lo acepta, o lo consiente, o carga con él,
no obstante habérselo representado como posible o probable.

En todos los eventos es necesario que concurran los dos elementos del dolo, el
cognitivo y el volitivo, pero en relación con este último sus contenidos fluctúan,
bien porque varía su sentido o porque su intensidad se va desdibujando, hasta
encontrarse con las fronteras mismas de la culpa consciente o con
representación, que se presenta cuando el sujeto ha previsto la realización del
tipo objetivo como probable (aspecto cognitivo), pero confía en poder evitarlo.

[…]

En los estudios precedentes se hizo claridad en el sentido de que representación


(aspecto cognitivo) en el dolo eventual, debía entenderse referida a la
probabilidad del resultado antijurídico, y no al resultado propiamente dicho, y
por tanto, que bastaba la representación de esa probabilidad en concreto y la
voluntad del sujeto de continuar adelante su accionar, no obstante ese
conocimiento, para que concurrieran los presupuestos de esta forma de
imputación subjetiva.

[…]

Obviamente la representación de la probabilidad del resultado antijurídico


(aspecto cognitivo) lleva normalmente implícita la representación de peligro para
quien la origina, pero para la imputación del dolo eventual como modalidad
sujetiva, no interesa la demostración específica de este segundo aspecto, siendo
suficiente, para deducirlo, que el sujeto se represente el peligro para los bienes
jurídicos de terceros, de donde la discusión en torno a si el sujeto actuó o no con
espíritu suicida, que el demandante con motivación académica plantea, no deja
de resultar superflua.

[…]

En las páginas precedentes se dijo que el dolo eventual como modalidad de


imputación subjetiva exigía para su configuración dos condiciones, (i) que el
sujeto se represente como probable la producción del resultado típico objetivo
(aspecto cognitivo), y (ii) que deje su no producción librada al azar (aspecto
volitivo).
También se dijo que la representación de la probabilidad de producción del
resultado lesivo (aspecto cognitivo) debe darse en el plano de lo concreto para que
la conducta pueda imputarse a título de dolo eventual. En caso contrario, es
decir, si el conocimiento de la probabilidad de producción se queda en el ámbito
de lo puramente abstracto, la imputación subjetiva sólo podrá hacerse a título de
culpa.

La comprobación de estos aspectos, como ya también se indicó, se lleva


normalmente a cabo con fundamento en datos externos debidamente
demostrados, y de constantes derivadas de la aplicación de reglas de experiencia,
como la calidad objetiva del riesgo creado o el mayor o menor grado de contenido

121
de la situación de peligro generada, que permitan concluir que el sujeto se
representó la probabilidad de producción del peligro en concreto, y que no
obstante ello, continuó su accionar, sin tomar ninguna precaución para evitarlo.»

Extracto n. ° 122

Número de radicado : 31946


Fecha : 24/02/2010
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO-Noción

«Es dolosa una conducta, acorde con esa disposición, cuando el agente conoce
los hechos constitutivos de la infracción penal y quiere su realización. Aquí los
procesados, eso es manifiesto, sabían acerca de la prohibición legal de retener a
una persona, contaban con la posibilidad de actuar de otra manera, como
reclamar ante las autoridades por el presunto hurto de las cámaras y, no
obstante, decidieron en lugar de ello atentar contra la libertad de la víctima.
Actuaron con dolo, en consecuencia, sin importar en esa conclusión la finalidad
perseguida con el delito -decisiva en la tipificación como simple o extorsivo del
comportamiento-, que en este caso era conseguir que la víctima aceptara la
realización del atentado patrimonial del cual era sospechoso y revelara el lugar
donde se encontraban los bienes a cambio de su libertad.

En la asimilación del dolo al propósito del secuestro, entonces, radicó el


desacierto jurídico del Tribunal, al cual siguió un argumento absurdo, como sólo
podía ser aquel dirigido a sostener un desatino. Consistió en expresar que los
autores no pretendían privar de la libertad a ME y si bien lo mantuvieron bajo
presión -y objetivamente cautivo- fue sólo para saber el paradero de las cámaras.
Materialmente, es indudable, atraparon a la víctima y esa realidad no desaparece
por el hecho de no "pensar" que estaban secuestrando sino buscando una
información. Adicionalmente, no obstante comprender que la conducta era
contraria a la ley, voluntariamente la realizaron. No sin advertir que con la lógica
de la segunda instancia no cometería secuestro quien retiene a la víctima y a
cambio de su libertad exige una suma de dinero porque en tal caso el propósito
no sería privar de la libertad sino obtener una ganancia patrimonial, resulta
evidente la vulneración directa de la ley sustancial en la cual incurrió en la
sentencia al interpretar erróneamente la noción de dolo, el cual se configura en el
presente caso.»

Extracto n. ° 123

Número de radicado : 31522


Fecha : 18/11/2009

122
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO-Se conoce a través de manifestaciones externas

«Como puede verse, el tribunal no razona a partir del silogismo que el


demandante construye para sustentar el ataque, ni le otorga al enunciado que
utiliza como premisa mayor el carácter de máxima de experiencia, ni realiza
procesos inferenciales de naturaleza similar. Sus conclusiones sobre la existencia
del dolo se fundan en el análisis de las particularidades y especificidades de los
hechos investigados, es decir, en juicios fácticos de naturaleza inductiva,
realizados a partir de los hechos del caso, para el caso, sin pretensiones de
universalidad.

Se trata de un procedimiento inferencial sencillo, donde a partir de unos hechos


concretos que se declaran probados, relacionados con el conocimiento que la
acusada tenía de las condiciones irregulares en que se estaban otorgando los
distintos créditos, el juzgador concluye que al autorizar los desembolsos lo hizo
con conciencia de las consecuencias que se derivarían de su conducta laxa e
irresponsable, o cuando menos, con conciencia de la alta probabilidad de
producción del resultado lesivo, y que su accionar, en las referidas condiciones,
no podía ser culposo sino doloso.

Siendo estos los fundamentos de la decisión, un ataque orientado a derruirlo


imponía demostrar, o que los hechos que servían de sustrato a la conclusión no
se hallaban probados, o que la inferencia obtenida era absurda o irracional, o
que la conclusión obtenida carecía de la suficiente solidez probatoria,
acreditaciones de las cuales el demandante no se ocupa, pues sus
argumentaciones en este punto giran alrededor de la afirmación de que el
tribunal efectuó una operación lógico inferencial de índole deductiva (silogismo),
con utilización de la referida máxima de experiencia como premisa mayor, la
cual, como viene de ser visto, nunca realizó.

Adicionalmente el actor cuestiona el argumento complementario que el tribunal


adujo para reafirmar la existencia del dolo, donde sostiene que la acusada con su
proceder aumentó los niveles de riesgo, propiciando el resultado imputado, pues
asegura que refunde el elemento cognoscitivo del dolo con los factores de
imputación objetiva, y que este razonamiento resulta impertinente porque el
incremento del riesgo no excluye la conducta culposa ni prueba la conducta
dolosa.

Esta glosa, aunque puede tener sustento teórico, carece de trascendencia,


porque la invocación del argumento censurado se hizo en el carácter de simple
plus argumental, con el fin de reafirmar las conclusiones sobre la existencia del
dolo, de suerte que, si es retirado del cuerpo de las consideraciones plasmadas
en el fallo, las conclusiones del tribunal sobre el actuar consciente de la acusada
continuarían siendo materialmente las mismas.

123
Con todo, no puede dejar de precisarse que si lo pretendido por el tribunal fue
significar simplemente que a mayor elevación del riesgo asumido mayor
probabilidad del resultado, y que la acusada era consciente de esta situación,
como pareciera desprenderse del contexto del razonamiento, sus
argumentaciones serían perfectamente válidas, porque si el sujeto actúa con
conciencia de la alta probabilidad del resultado, y lo asume, su conducta es
dolosa, no culposa.

Situación similar se presenta en relación con el cargo planteado en el carácter de


subsidiario, por errores de hecho por falsos juicios de identidad, pues las
imprecisiones que el casacionista le atribuye al tribunal en la determinación de
número de créditos que le fueron realmente otorgados a los terceros favorecidos y
su valor, nada tuvieron que ver con las conclusiones sobre la existencia del dolo,
como claramente lo muestran las transcripciones que atrás se hicieron de los
apartados de la sentencia donde se analizó este aspecto.

Los únicos valores que el tribunal citó en este estudio fueron los
correspondientes a los créditos otorgados a INGELECTRIC DE LA COSTA, para
indicar que a su representante legal, además del sobregiro, le autorizó dos
créditos. Pero independientemente de si las operaciones realizadas
adicionalmente fueron dos o una, lo cierto es que la afirmación que allí se hace
en el sentido de que uno de sus socios de la referida firma tenía reportes por
morosidad e incumplimientos, que la procesada conocía, no cambia ni se
desvirtúa por el hecho de que los desembolsos irregularmente autorizados no
hubiesen sido tres sino dos.

El otro error de identidad que el casacionista denuncia, consistente en que el


tribunal puso en boca de la acusada afirmaciones que no hizo en su indagatoria,
realmente no existió, pues aunque la forma como quedó redactado el párrafo
permite ambigüedades en su lectura, del contexto de la argumentación se
establece que los reproches que allí se le hacen a la acusada de haber
defraudado la confianza depositada en ella por el banco, corresponden a
conclusiones del tribunal, que deriva del análisis conjunto que hace de la
prueba.

El argumento postrero que el casacionista expone, donde sostiene que los pagos
parciales realizados por los beneficiarios de los créditos permiten inferir que
fueron otorgados con la convicción de que serían cubiertos, y que esto elimina el
dolo en la conducta, resulta deleznable, porque los abonos efectuados fueron
realmente mínimos, y porque lo que se le censura a la acusada es haber
propiciado la apropiación de estos dineros en forma consciente, lo cual no se
descarta porque los beneficiarios hubiesen decidido no apropiarse de la totalidad
de los créditos.

Adicionalmente a lo que se deja dicho, la Corte no advierte que las


argumentaciones plasmadas por el tribunal para afirmar la existencia del dolo
contraríen las reglas de la sana crítica, pues si la acusada, como lo declararon
los fallos, incluido el de primer grado, tenía conocimiento de las inconsistencias
de los soportes documentales que sustentaban las operaciones cuestionadas, de

124
los conceptos desfavorables emitidos en el estudio de algunos de los créditos
otorgados y de los reportes por deudas e incumplimientos de los beneficiarios,
era obvio prever que estos dineros no regresarían a las arcas del banco, como en
efecto ocurrió, y que esta situación era también conocida por la procesada.

Dicientes son, paradójicamente, los argumentos que le sirven al juez de primera


instancia para fundamentar sus conclusiones sobre la existencia de un proceder
culposo, de cuyo contenido, como pasa a verse, lejos de evidenciarse una
accionar meramente negligente, lo que se revela es un comportamiento
abiertamente doloso, si no directo, cuando menos de carácter eventual,

"Es indudable que la imputada tenía conocimiento de las inconsistencias


documentales para conceder sobregiros y de los conceptos desfavorables emitidos
en el estudio de algunos créditos por el abogado externo de la entidad bancaria,
aspecto que superaba el margen de probabilidades o de riesgo normal de la
actividad crediticia; como también la posibilidad real de recuperar los dineros
entregados". »

Extracto n. ° 124

Número de radicado : 30877


Fecha : 23/09/2009
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO-Fin que no se persigue desde un principio, momento volitivo menos


intenso respecto del dolo directo

Al respecto, téngase en cuenta que el señor (...) narró ante el acusado que varios
individuos que iban en un vehículo marca Willis de color amarillo, adelantaron el
camión que él conducía atravesándosele en la vía, pero como el continuó la
marcha acelerando el camión, cuando los alcanzaba desenfundaron sendas
armas de fuego haciéndole uno de ellos "un disparo" que lo hirió y lo obligó a
parar.

Igualmente refiere que cuando los sujetos subieron al camión le expresaron


"hágale, hágale que esto es un atraco y si no lo matamos", y el ayudante les dijo
que cómo iban a hacer si él estaba herido, sucesos que ocurrieron de manera
rápida(3).

Esa actuación de los salteadores lleva al entendimiento que previamente


acordaron la realización tanto del hurto como de las conductas necesarias para
lograr el plan criminal. Aspecto que encuentra comprobación en la forma en que
el conductor y el ayudante del camión relatan lo sucedido, versiones de las
cuales se extracta que la agresión contra la vida del conductor del camión fue
prevista por ellos, por eso cuando aquél se negó a parar y continúo la marcha
acosándolos para abrirse paso, sin dudarlo desenfundaron las armas que
portaban y uno de ellos le efectuó el disparo que le impacto en el ojo derecho [en

125
la denuncia, el señor (...) dijo que fueron varios los disparos], asumiendo cada
uno las consecuencias jurídicas de esa actuación(4,5,6).
__________________________________________
(3) Folio 100 del cuaderno anexo
(4) Sentencia del 7 de marzo de 2007. radicación 23815, reiterada en sentencia
de 8 de agosto de 2007, radicación 25974
(5) Sentencia de casación de 17 de julio de 2003, radicación 18768
(6) Se refiere a los delitos de "fabricación, tráfico y porte de armas de fuego o
municiones, tentativa de hurto calificado y tentativa homicidio" Folio 60 del
cuaderno anexo.

Extracto n. ° 125

Número de radicado : 31763


Fecha : 01/07/2009
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO-Noción

«Parte central del debate ha sido el tema relacionado con el dolo. Debe precisarse
que, al respecto, se ha superado el esquema clásico del causalismo (propio de los
estatutos penales de 1980 y anteriores), conforme con el cual el dolo, la culpa y
la preterintención estructuraban las formas de culpabilidad. En otras palabras,
la culpabilidad era y se agotaba en el dolo, la culpa y la preterintención. El dolo
era entendido como conocimiento (de los elementos de la conducta punible),
voluntad de su realización y conciencia de la antijuridicidad del comportamiento.

El legislador del año 2000 (Ley 599) adoptó un concepto en algo finalista de la
acción y, así, el dolo, la culpa y la preterintención pasaron al tipo a formar parte
de la acción (el denominado tipo subjetivo), pero ese dolo que, se dice, el
finalismo "trasladó" desde la culpabilidad hasta la tipicidad, comporta un dolo
natural, "avalorado", en cuanto se estructura solamente con el conocimiento y la
voluntad, en tanto que la conciencia de la antijuridicidad "se quedó" en sede de
culpabilidad como parte del juicio de reproche en que consiste ésta.

En la legislación vigente el dolo no es forma de culpabilidad, sino una modalidad


de la conducta punible, según se lee con precisión en el artículo 21 del Código
Penal. Pero, en contra de lo planteado dentro de las diligencias estudiadas, la
conducta dolosa no implica el conocimiento de un simple hecho, sino que, según
enseña el artículo 22, "la conducta es dolosa cuando el agente conoce los hechos
constitutivos de la infracción penal y quiere su realización". Por tanto, el
conocimiento que se exige para la estructuración del dolo, como tipo subjetivo, es
el relativo a hechos que tengan relevancia típica.

126
Sobre el dolo (conducta dolosa, no culpabilidad dolosa), la jurisprudencia de la
Sala se ha pronunciado en los siguientes términos ( Auto de segunda instancia
del 19 de mayo de 2008, radicado 28.984.) »

Extracto n. ° 126

Número de radicado : 27339


Fecha : 17/06/2009
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : ÚNICA INSTANCIA

DOLO-Noción

«El punible de Falsedad ideológica en documento público demanda para su


estructuración el dolo, entendido como el conocimiento del agente sobre los
hechos constitutivos de la conducta delictiva y su voluntad de realizarla.»

Extracto n. ° 127

Número de radicado : 29089


Fecha : 16/03/2009
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : ÚNICA INSTANCIA

DOLO-Noción

« El delito de contrato sin cumplimiento de requisitos legales esenciales es


netamente doloso, dado que el legislador no tipificó su modalidad culposa.

Según el artículo 22 de la ley 599 de 2000, el dolo se configura cuando el agente


conoce los hechos constitutivos de la infracción penal y quiere su realización
(dolo directo). También la conducta es dolosa cuando la realización de la
infracción penal ha sido prevista como probable y su no producción se deja
librada al azar (dolo eventual).

Así entonces, el dolo en su parte intelectiva o cognoscitiva exige entender,


comprender, tener idea clara de la conducta típica, del significado de los
elementos que la componen y de sus circunstancias de ejecución, del resultado
de la conducta y de la cadena causal, y en su aspecto volitivo, de la demostración
del querer libre de realización, expresado por el sujeto agente.

En tratándose de una expresión del fuero interno, el dolo es transmitido al


funcionario judicial por medio de la confesión hecha por su autor y avalada por
las demás pruebas, o por las manifestaciones reflejadas en el recorrido criminal o

127
después de su ejecución, evidenciadas por los medios de convicción que integran
el expediente.»

Extracto n. ° 128

Número de radicado : 25355


Fecha : 11/03/2009
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO-Elementos

«Como lo tiene dicho la Corte y lo destacó la Delegada en el respectivo concepto,


ubíquese el dolo donde se quiera ya sea en la tipicidad ora en la culpabilidad,
constituye factor imprescindible en cualquiera de los estadios: el conocimiento y
la voluntad de su realización.»

Extracto n. ° 129

Número de radicado : 30911


Fecha : 04/03/2009
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO-La intención se debe deducir de los factores objetivos

«La Sala ha enfatizado en que para la determinación procesal del dolo se ha de


partir del examen de las circunstancias externas que rodearon los hechos, ya que
tanto la intencionalidad en afectar un bien jurídico o la representación de un
resultado ajeno al querido por el agente y su asunción al no hacer nada para
evitarlo, al ser aspectos del fuero interno de la persona se han de deducir de los
elementos objetivos que arrojan las demás probanzas.

Además, es claro que no se requiere la definición o concepto del dolo en la


sentencia como categoría dogmática, pues lo fundamental es que en las
consideraciones judiciales se analice si los elementos de convicción permiten
establecer que el procesado conocía los hechos constitutivos de la infracción
penal y quería su realización, cuando se trata de (dolo directo), o también si
previó como probable la realización de la infracción penal y su no producción la
dejó librada al azar, en el caso del dolo eventual.»

Extracto n. ° 130

128
Número de radicado : 28950
Fecha : 19/02/2009
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : ÚNICA INSTANCIA

DOLO-Noción

«Proceder con dolo, a voces del Art. 22 del C. Penal, significa actuación voluntaria
previo conocimiento de la definición típica y de la antijuridicidad. En otras
palabras, obra dolosamente quien sabe que aquello que hace está descrito en la
ley como punible y que con ello genera un daño o un riesgo a un bien jurídico.
Su momento intelectivo -conocimiento de tipicidad y antijuridicidad-, implica
realizar el comportamiento con conciencia integral del hecho típico -con sus
elementos, ingredientes y circunstancias-, del resultado de la conducta y del
daño o puesta en peligro que se puede causar.

Toda esta reseña jurisprudencial ya había sido sintetizada por la Corte en auto
del 8 de mayo de 1.991 de la siguiente manera:

"Para que se estructure el delito de prevaricato, no es suficiente con su


objetividad. Se requiere además, como categóricamente lo exige el artículo 5º del
Código Penal (el anterior, que tiene hoy su equivalente en el artículo 9° de la Ley
599 de 2.000), que se obre con culpabilidad. Y de las tres formas de culpabilidad
reconocidas por el legislador, este ilícito exige el dolo, sin que pueda tenerse
como punible a ningún otro título. Y para que pueda afirmarse el dolo en un
determinado comportamiento humano, típico, es menester que su autor haya
conocido que esa conducta suya era ilícita, y a pesar de ello voluntariamente
ejecutarla.

"Aplicadas las anteriores nociones generales al prevaricato, para que este delito
se configure, el empleado oficial que profirió la resolución o dictamen
manifiestamente contrarios a la ley, tuvo que tener conciencia de ello, es decir,
saber que su resolución o dictamen eran contrarios a lo dispuesto por la ley y no
obstante, proferirlos voluntariamente. Si por virtud de algún error el empleado
oficial creyó que aplicaba la ley correctamente sin que ello resultara cierto, su
conducta aunque típica, no sería culpable y por ende no existiría el delito de
prevaricato (…)"»

Extracto n. ° 131

Número de radicado : 27845


Fecha : 04/02/2009
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO-No se puede confundir con la culpabilidad/ DOLO-Noción

129
«Como lo destacaron los magistrados disidentes, frente a esa desarmonía
conceptual, el dolo, ya sea concebido o no como parte del tipo, sin duda,
constituye un proceso intelectivo propio del autor; en tanto la culpabilidad es un
juicio valorativo del juzgador.

[…]

La conducta punible se entiende como dolosa cuando el agente conoce los hechos
constitutivos de la infracción penal y quiere su realización. O, como lo ha dicho la
Corte, el dolo, como manifestación o forma de culpabilidad -según el estatuto
derogado, artículo 35- o como modalidad de ejecución de la conducta punible,
significa, en términos "elementales, disposición de ánimo delictiva (tipicidad
objetiva) y causante de daño o de puesta en peligro, sin justificación alguna
(tipicidad o antijuridiciad material).

"El dolo requiere por lo tanto de lo cognoscitivo como de lo volitivo, dado que la
conducta punible sólo es dolosa cuando se sabe, cuando se conoce y se
comprende aquello que se quiere hacer, y voluntariamente se hace.
"Con independencia de los postulados estructurales de las muchas escuelas
penales que se ocupan de la teoría del delito, ha dicho la Corte que;

"Esté el dolo en el tipo, esté en la "culpabilidad" o esté en la acción, lo evidente es


que cuando una persona sabe que aquello que hace está prohibido, y
voluntariamente hacia allí dispone su conducta, actúa con dolo y, por lo tanto,
merece reproche porque es imputable, se le podía exigir una conducta conforme
con el derecho y obra con plena conciencia de ilicitud. Y ocurre lo mismo si se
dice que una parte del dolo se halla en la acción típica y la otra en el juicio de
reproche o "culpabilidad". Al fin y al cabo la formula ya casi clásica aún tiene
vigencia, pues no ha podido ser derruida; la persona es "culpable" cuando
debiendo y pudiendo proceder de acuerdo con el derecho, no lo hace" »

Extracto n. ° 132

Número de radicado : 27677


Fecha : 02/12/2008
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO-Noción/ DOLO-Prueba

«De acuerdo con el artículo 22 de la Ley 599 de 2000, la conducta es dolosa


cuando el agente conoce los hechos constitutivos de la infracción penal y quiere
su realización (dolo directo), y también cuando la realización de la infracción
penal ha sido prevista como probable y su no producción se deja librada al azar
(dolo eventual). En este último el sujeto se representa una probabilidad concreta
de realizar una conducta punible que no hace parte de su propósito criminal pero

130
la asume al no intentar evitarla y dejar su no producción encomendada a la
suerte.

[…]

La Sala ha enfatizado en que para la determinación procesal del dolo aunque es


factible que a través de la confesión del procesado, respaldada por los demás
elementos de prueba, se logre acreditar, en ocasiones se debe establecer a partir
del examen de las circunstancias externas que rodearon los hechos, ya que tanto
la intencionalidad en afectar un bien jurídico, o la representación de un
resultado ajeno al querido por el agente y su asunción al no hacer nada para
evitarlo, al ser aspectos del fuero interno de la persona se han de deducir de los
elementos objetivos que arrojan las demás probanzas.»

Extracto n. ° 133

Número de radicado : 29769


Fecha : 23/10/2008
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : ÚNICA INSTANCIA

DOLO-Elementos

«El tipo de concusión reviste la modalidad dolosa, entendida ésta, tal como lo
evoca el representante de la Procuraduría, como la voluntad y el conocimiento
por parte del sujeto agente de realizar la conducta delictiva.»

Extracto n. ° 134

Número de radicado : 27462


Fecha : 20/10/2008
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO-Noción

«El dolo se integra en dos tiempos; el primero, corresponde al aspecto cognitivo y


el segundo, está conformado por la voluntad: "conoce" y "quiere", verbos
empleados en la definición legal. En consecuencia, se violentó el principio de no
contradicción, toda vez que la motivación debe guardar una unidad conceptual
de tal modo que en una misma línea hermenéutica, no es lógico afirmar y a la vez
negar alguna circunstancia, hecho o determinada teoría; habida consideración
que la conclusión sería producto de un procedimiento intelectivo confuso -como
en el caso en estudio- pues aseveró el libelista que el dolo no requiere de
voluntad para su imputación, cuando el mismo legislador la incrustó como uno

131
de sus elementos y la jurisprudencia lo viene desarrollando: "el dolo requiere
tanto de lo cognoscitivo como de lo volitivo. Entonces, la conducta es dolosa
cuando se sabe, cuando se conoce y se comprende como contrario a la ley
aquello que se quiere hacer, y voluntariamente se hace"(2) .

Amén que no trabajó ningún otro elemento para demostrar su tesis, como sería el
caso de la teoría del dolo valorado con tendencia causalista, tal como parece
apuntó su propuesta al combinar el conocimiento del acto ilícito junto con la
antijuridicidad material. Tanto es así, que en virtud, precisamente, de la
voluntad -negada por el libelista como una categoría del dolo-, se generan las
clases del mismo: (a) dolo directo, (b) dolo indirecto y (c) dolo eventual.»
_________________________________________________
2. Corte Suprema de Justicia, radicado 25.745 del 23 de agosto de 2006.

Extracto n. ° 135

Número de radicado : 25990


Fecha : 08/10/2008
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO-Noción

«Recuérdese que la conducta es dolosa, de acuerdo con el artículo 22 del Código


Penal, cuando se acredita que el agente tuvo conocimiento de la ilicitud de su
proceder y que se orientó con libertad a su ejecución, independientemente de que
obre en el proceso la prueba del motivo que determinó al sujeto activo actuar, o
de si se propuso causar perjuicio, habida cuenta que el tipo penal atribuido al
acusado aparte del dolo no exige ninguna finalidad especial.»

Extracto n. ° 136

Número de radicado : 28868


Fecha : 17/09/2008
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO-Noción

«El dolo, según las voces del artículo 22 del Código Penal, Ley 599 de 2000,
consiste en el actuar con conocimiento de la concurrencia de los elementos que
constituyen la descripción típica respectiva y querer su realización; es decir, la
conducta es dolosa cuando se sabe, cuando se conoce y se comprende como
contrario a la ley aquello que se quiere hacer, y voluntariamente se hace.

132
La conducta que se reprocha al procesado, prevista por el artículo 413 del Código
Penal, Ley 599 de 2000, refulge con nitidez a lo largo del plenario, lesiona el bien
jurídico de la administración pública y afecta al Estado, puesto que el
desconocimiento de la norma constitucional o las disposiciones legales por parte
de los servidores públicos, generan desconfianza en la comunidad y evidencian
que el funcionario ignora precisos mandatos que le imponen el sometimiento al
imperio de la ley, lo cual va en contravía de los principios éticos y morales que
rigen el ejercicio de la función pública, resultando inadmisible y reprochable,
comportamientos como los asumidos por el doctor RS, quien encontrándose en
posibilidad jurídica y material de actuar conforme a derecho y a las normas que
rigen su actividad pública y la convivencia ciudadana, con conciencia y voluntad
resolvió actuar en contravía de ellas, lo cual permite predicar de su
comportamiento el dolo como aspecto subjetivo del injusto.

Este grado de conocimiento se avizora pleno en el caso estudiado, pues


analizados conjuntamente los referentes fácticos tenidos en cuenta por la Fiscalía
General de la Nación al estudiar los componentes cognoscitivo y volitivo del dolo,
y los que aquí se han relacionado (suficiencia y solidez de las pruebas que
imponían una resolución acusatoria al calificar el proceso 465217, claridad de
las normas aplicables al caso concreto, especialidad y experiencia del Fiscal, la
advertencia de la improcedencia de la preclusión por parte de la titular de la
fiscalía 135 seccional y la insistencia del funcionario acusado en ésta
determinación, incluso la manifestación de éste haciéndole saber a aquella
servidora que en segunda instancia ya estaba todo arreglado en caso que le
apelaran, y la motivación escueta de la decisión cuestionada, entre otros), se
concluye, sin lugar a dudas, que la decisión del 15 de enero de 2003 estuvo
determinada por el interés consciente de sustituir la voluntad del mandato legal
por la personal, y de desconocer a cualquier costo los derechos de la compañía
denunciante (Central de Seguros S. A.), a sabiendas de la incorrección de la
decisión.

"Sobre el particular, bien está recordar que la Sala sobre la demostración del dolo
en conductas como la que se atribuyó a fiscal acusada, tiene dicho que "el dolo,
por su aspecto intelectivo o cognoscitivo, requiere conocimiento y conciencia
integral del hecho típico; del significado de los elementos del tipo y de sus
circunstancias; del resultado de la conducta y de la cadena causal, así como de
la antijuridicidad del comportamiento; y por su aspecto volitivo, necesita la
demostración "de operaciones síquicas que orientan al hombre a decidirse en un
sentido antijurídico".

"Adicionalmente se tiene que, tratándose del examen del dolo en el delito de


prevaricato, su concurrencia puede inferirse a partir de la mayor o menor
dificultad interpretativa de la ley inaplicada o tergiversada, así como de la mayor
o menor divergencia de criterios doctrinales y jurisprudenciales sobre su sentido
o alcance, elementos de juicio que no obstante su importancia, no son los únicos
que han de auscultarse, imponiéndose avanzar en cada caso hacia la
reconstrucción del derecho verdaderamente conocido y aplicado por el servidor
judicial en su desempeño como tal, así como en el contexto en que la decisión se
produce, mediante una evaluación ex ante de su conducta" .»

133
Extracto n. ° 137

Número de radicado : 28167


Fecha : 22/08/2008
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : ÚNICA INSTANCIA

DOLO-Elementos

«Se tiene adicionalmente que el legislador cataloga dicha conducta como


esencialmente dolosa al exigir al sujeto agente al momento de proferir la
resolución, dictamen o concepto manifiestamente contrario a la ley, el
conocimiento de la infracción normativa y la decisión voluntaria de
materializarla.

En su jurisprudencia esta Sala ha expresado:

"No basta, por supuesto, la simple disparidad con el ordenamiento jurídico, pues
si nos atenemos al sentido literal del texto, es menester que esa contradicción sea
de tal modo ostensible que no quepa menor duda de que la decisión obedece a
pura arbitrariedad del funcionario, y no a una postura admisible dentro de los
más amplios marcos de derecho vigente" .

Igualmente es de tener en cuenta que el dolo es, siguiendo las voces del artículo
22 del Código Penal, el actuar con el conocimiento de la concurrencia de los
elementos que constituyen la descripción típica respectiva y querer su
realización, y el error de tipo es precisamente -en su primera modalidad-, al tenor
del artículo 32-10° ibídem, actuar desconociendo o no representándose por error
invencible de la concurrencia en su conducta de esos elementos.»

Extracto n. ° 138

Número de radicado : 26628


Fecha : 29/07/2008
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO-Noción

«En conclusión, los juzgadores hicieron énfasis en los fallos, aunque con otros
términos, en que una conducta definida como punible es dolosa cuando el agente
conoce los hechos constitutivos de esa infracción penal y quiere su realización,
pues el dolo, como manifestación o forma de culpabilidad -según el Decreto ley

134
100 de 1980, artículo 35- o como modalidad de ejecución del comportamiento
reprochado, significa, en términos elementales, disposición de ánimo hacia la
realización de un acto descrito en la ley como delito (tipicidad objetiva) y
causante de daño o de puesta en peligro, sin justificación alguna (tipicidad o
antijuridicidad material).

En relación con lo mismo ha dicho la Corte que, con independencia de los


postulados estructurales de las muchas escuelas penales que se ocupan de la
teoría del delito,

"Esté el dolo en el tipo, esté en la "culpabilidad" o esté en la acción, lo evidente es


que cuando una persona sabe que aquello que hace está prohibido, y
voluntariamente hacia allí dispone su conducta, actúa con dolo y, por tanto,
merece reproche porque es imputable, se le podía exigir una conducta conforme
con el derecho y obra con plena conciencia de ilicitud. Y ocurre lo mismo si se
dice que una parte del dolo se halla en la acción típica y la otra en el juicio de
reproche o "culpabilidad". Al fin y al cabo la fórmula ya casi clásica aún tiene
vigencia, pues no ha podido ser derruida: la persona es "culpable" cuando
debiendo y pudiendo proceder de acuerdo con el derecho, no lo hace" (4) »

_________________________________________________

4-Cfr. Sentencia de casación de 8 de octubre de 2003, radicación Nº 19792.

Extracto n. ° 139

Número de radicado : 29000


Fecha : 18/06/2008
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO-Elementos

«La conducta punible se entiende que es dolosa cuando el agente conoce los
hechos constitutivos de la infracción penal y quiere su realización. El dolo, como
manifestación o forma de culpabilidad -según el estatuto penal derogado, artículo
35- o como modalidad de ejecución de la conducta punible, significa, en términos
elementales, disposición de ánimo hacia la realización de una conducta definida
en la ley como delictiva (tipicidad objetiva) y causante de daño o de puesta en
peligro, sin justificación alguna (tipicidad o antijuridicidad material).

El dolo requiere por lo tanto de lo cognoscitivo como de lo volitivo, dado que la


conducta punible sólo es dolosa cuando se sabe, cuando se conoce y se
comprende aquello que se quiere hacer, y voluntariamente se hace.

Con independencia de los postulados estructurales de las muchas escuelas


penales que se ocupan de la teoría del delito, ha dicho la Corte que,

135
"Esté el dolo en el tipo, esté en la "culpabilidad" o esté en la acción, lo evidente es
que cuando una persona sabe que aquello que hace está prohibido, y
voluntariamente hacia allí dispone su conducta, actúa con dolo y, por tanto,
merece reproche porque es imputable, se le podía exigir una conducta conforme
con el derecho y obra con plena conciencia de ilicitud. Y ocurre lo mismo si se
dice que una parte del dolo se halla en la acción típica y la otra en el juicio de
reproche o "culpabilidad". Al fin y al cabo la fórmula ya casi clásica aún tiene
vigencia, pues no ha podido ser derruida: la persona es "culpable" cuando
debiendo y pudiendo proceder de acuerdo con el derecho, no lo hace"(3).

(...)

No sobra apuntar que por ser el dolo una manifestación del fuero interno, puede
conocerse, directamente por confesión, o indirectamente por manifestaciones
externas concretadas durante el iter criminis o con posterioridad a la
consumación del delito. A este respecto, la Sala sigue la línea de examinar cada
caso en concreto, probatoriamente, para establecer si racional y razonablemente
el sujeto agente asumió como probable o posible el resultado que jurídicamente
se le recrimina.»

_________________________________________________
(3) Cfr. Sentencia de casación de 8 de octubre de 2003, radicación Nº 19792.

Extracto n. ° 140

Número de radicado : 24613


Fecha : 28/05/2008
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO-Eventual o indirecto

«En torno a esta temática la Corte tiene dicho que

"El acto terrorista puede ser realizado con dolo indirecto o eventual, y éste se
deduce del medio utilizado, del lugar en que se ejecuta el hecho, y de la
indiferencia del autor no obstante que es claro, ostensible y evidente, que con esa
conducta se generará una situación de terror, zozobra y alarma colectivas"(4).

A tono con esos lineamientos, el tribunal sostuvo que

"...no puede olvidarse que la granada de fragmentación colocada y detonada tenía


capacidad para causar estragos no sólo en edificaciones, sino también en la vida
e integridad de las personas y el hecho de haberse puesto a la media noche
cuando no transitaban personas por allí, no le quita el propósito terrorista de
causar pánico en los comerciantes del sector para que pagaran las vacunas

136
exigidas por la guerrilla, pues de lo contrario peligrarían sus bienes (edificaciones
y mercancías); además, estos actos terroristas se efectúan en horas nocturnas
precisamente para ir sobreseguros los delincuentes y aprovechar la tranquilidad
de la noche."

(...).

Que la explosión de la granada haya causado daños menores o se produjera a


altas horas de la noche, en zona relativamente despoblada, son factores que no
tienen la virtud de mutar la naturaleza terrorista del acto, pues dadas las
características del elemento empleado, la magnitud de la explosión o sus efectos
era un aspecto que escapaba al control de los ejecutores o que no les reportaba
inquietud; tanto es así, que por el sector había por lo menos tres vigilantes que
estuvieron en evidente riesgo -el señor (...) y dos colegas-, lo que era previsible
pero que les resultó indiferente a los autores, todo lo cual enseña que el objetivo
iba mucho más allá de afectar levemente la planta física de la ferretería; se
trataba de infundir zozobra o terror, por lo menos, a los comerciantes de esa
zona.»

---------------------------------------------------------------------
(4). Corte Suprema de Justicia, ídem.

Extracto n. ° 141

Número de radicado : 23958


Fecha : 14/11/2007
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO-Noción

«Desde luego, su deber como funcionario (4) con la experiencia y talante que dijo
poseer, le aconsejaba, en primer lugar, consignar el dinero; segundo, registrar el
deposito judicial en el libro radiador abierto para tal efecto en la Fiscalía; tercero,
remitir el expediente junto con el título judicial; cuarto, enviarlo como correo
especial con sello de recibido de Servientrega; quinto, haber dejado constancia de
qué personaje fue el que lo visitó: estos actos son los que en derecho
correspondían y no un obrar distinto.

Por ello no se puede hablar de peculado culposo, como lo sugiere la defensa,


porque encierra tal punible una negligencia, una omisión a los deberes de
cuidado, un dejar hacer; pero eso no fue lo que aconteció aquí: se planeó todo un
camino criminal, que paso a paso se fue cumpliendo, bajo el ropaje de servidor
público, tratando de encubrir los pormenores de la acción ilícita y
responsabilizado, de tales actos, a sus dependientes.

137
El artículo 22 del código Penal, Ley 599 de 2000, enseña que "la conducta es
dolosa cuando el agente conoce los hechos constitutivos de la infracción penal y
quiere su realización. También será dolosa la conducta cuando la realización de
la infracción penal ha sido prevista como probable y su no producción se deja
librada al azar". Inicia el dolo en el fuero interno del agente, pero ello de por si,
no es suficiente para su estructuración, requiriéndose para valorarse, en
consecuencia, las manifestaciones(5) y expresiones externas de esa voluntad
guiada a la persecución de un concreto propósito, ese ir agrupando hechos o
concretándolos en orden a seguir despejando y recorriendo el camino criminal.

Traducido, además como aquella intención de de realizar una conducta,


desplegando toda clase de actividades ilícitas para la obtención de un resultado:
en efecto, es imposible entender que un funcionario de la categoría del hoy
sentenciado, no hubiese previsto que una suma de dinero tan elevada, aún para
esta época, debía de tener un manejo adecuado y especial, como siempre se
había hecho en situaciones similares.»

_________________________________________________________
(4) El procesado afirmó en su injurada que se había desempeñado como 1)
personero municipal (1983), 2) Tesorero Municipal (1984), 3) secretario de
hacienda municipal (1986), 4) Asesor de la secretaria de hacienda del Cesar
(1988), 5) fiscal primero de orden público, 6) fiscal segundo superior (1990), 7)
fiscal 72 de orden público (1991), 8) fiscal regional (1992) 9) asesor de la Cámara
de representantes (1986)…"
(5) Corte Suprema de Justicia: radicado 13.745 del 12-12-02

Extracto n. ° 142

Número de radicado : 18971


Fecha : 26/10/2006
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO-Se conoce a través de manifestaciones externas

«"El dolo como manifestación del fuero interno del sujeto activo de la conducta
punible, no puede conocerse de otra manera que a través de las manifestaciones
externas que esa voluntad encaminada a la consecución de un determinado
propósito va concretado en hechos a medidas que va recorriendo el camino
criminal. El Estado, así mismo, los va estimando como punibles en sus diferentes
fases, desde aquellos primigenios, pero ya dañosos, que considera tentados, a los
consumativos, a los que agotan la conducta, a los que la agravan o la atenúan,
según sean las manifestaciones posteriores, o los hace concursar con otros tipos
penales al exteriorizarse en comportamientos que superan en mucho los
naturalísticamente implícitos en una determinada tipología.

138
"Esos hechos no pueden fijarse de otra manera que probatoriamente, a través de
los diferentes medios que la ley procesal acepta como tales y que estimados por el
juzgador en una exposición racional y razonable en el texto de la sentencia de
mérito que le asigne a cada uno, constituyen su fundamento fáctico y jurídico".»

Extracto n. ° 143

Número de radicado : 23208


Fecha : 28/09/2006
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO DE IMPETU

«El argumento defensivo del desconocimiento de las pruebas que indicaban las
buenas relaciones previas entre el procesado y el señor Márquez Ramos, carece
de trascendencia, pues con claridad fue explicado que las esferas cognoscitiva y
volitiva se pusieron en movimiento en el momento mismo de hacerse al dominio
de la escopeta, esto es, casi simultáneamente con al ejecución del acto, situación
que tornaba irrelevantes las relaciones pasadas.

Sobre el punto, en sentencia del 4 de febrero del 2004 (radicado 16.498), la Sala
explicó:

... Tampoco se comprende cuál sería la incidencia de un tal aserto de cara a la


forma de culpabilidad imputada al acusado cuando, de frente al denominado
dolo de ímpetu, los elementos volitivo y cognoscitivo concurrieron
indudablemente en el actuar del procesado, pues esa clase de intencionalidad
"consiste en la consciencia y voluntad de dañar la integridad personal de otro,
cualquiera sea la magnitud del daño, de modo que uno u otro resultado nocivo
(lesiones o muerte) le pertenecen al sujeto por haber sido presupuestados directa
y coetáneamente en su conocimiento y querer, así exista por dicho estado de
ánimo una parcial superposición de la decisión y la ejecución del acto" (sentencia
de julio 14 de 1999, M. P. Jorge Aníbal Gómez Gallego)...»

Extracto n. ° 144

Número de radicado : 25745


Fecha : 23/08/2006
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO-Elementos

139
«Es evidente que, salvo aquellos planteamientos que implican alejarse de la
"voluntad" para hacer más énfasis en el momento "intelectivo" o "cognoscitivo" del
fenómeno, con lo cual se van retirando del derecho penal de acción y se van
circunscribiendo a la esfera puramente mental, es indiscutible que conforme con
la doctrina y la legislación mayoritaria -incluida la colombiana-, el dolo requiere
tanto de lo cognoscitivo como de lo volitivo.

Entonces, la conducta es dolosa cuando se sabe, cuando se conoce y se


comprende como contrario a la ley aquello que se quiere hacer, y
voluntariamente se hace.

Para la Sala es necesario analizar el procedimiento seguido por el Tribunal para


fijar la pena, con el propósito de restablecer la garantía y someter la misma a la
legalidad, acatando el mandato del artículo 31 de la Constitución Política, que
prohíbe desmejorar la situación del condenado, en cuanto apelante único.

En la acusación de primera instancia, avalada por el Ad quem, la fiscalía ubicó el


comportamiento en el artículo 292 del Código Penal, falsedad por destrucción,
supresión u ocultamiento de documento público, y dedujo las circunstancias de
agravación específicas a las que aluden los incisos segundo y tercero de la misma
disposición, esto es, porque la conducta fue cometida por un servidor público en
ejercicio de sus funciones, y porque fue realizada sobre documento constitutivo
de pieza procesal de carácter judicial.

Para esos supuestos, la pena oscila entre 4 y 15 años de prisión y de


inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones públicas.

La fiscalía no imputó causales de incremento punitivo genéricas o específicas


porque es claro que las acabadas de señalar son recogidas por la tipicidad a la
que fueron adecuados los hechos.

Para respetar el principio de congruencia, el juez estaba obligado a seguir la


formulación realizada por el acusador. No obstante, el Tribunal se ubicó en el
primer cuarto medio de punibilidad, con fundamento en la concurrencia de una
causal diminuente (la carencia de antecedentes) y de las agravantes "ya
explicadas en el segmento anterior", que no son otras que las alusivas a la
tipicidad de la conducta.

Con ese procedimiento desconoció la consonancia, por deducir causales de


agravación no imputadas y, a la vez, incurrió en doble valoración de las mismas
situaciones de hecho, pues que el delito fuera cometido por servidor público en
ejercicio de sus funciones y sobre pieza procesal de carácter judicial, fueron
circunstancias que precisamente permitieron ubicar el comportamiento en el
inciso final del artículo 292 (con pena de 4 a 15 años de prisión) y no en el
primero (con sanción de 2 a 8 años).

Por tanto, infringió el postulado del non bis in ídem, en su especie prohibición de
doble valoración, pues los mismos aspectos fueron tenidos en cuenta para
individualizar la pena con base en el primer cuarto medio, y no con apoyo en el

140
primero, como correspondía, porque solo existiría la circunstancia de menor
punibilidad.»

Extracto n. ° 145

Número de radicado : 22112


Fecha : 03/08/2005
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO-La intención se debe deducir de los factores objetivos

«La conducta dolosa, conforme al artículo 36 del Código Penal, se acredita


comprobando que el sujeto agente tuvo conocimiento de la ilicitud de su proceder
y que se orientó con libertad a su ejecución, independientemente de que obre en
el proceso la prueba del motivo que determinó al sujeto activo a actuar, o de sí se
propuso causar perjuicio, pues los tipos penales en los que se adecuaron las
conducta ilícitas aparte del dolo no exigen ninguna finalidad especial.

La intención se debe deducir de los factores demostrados, generalmente los


objetivos, pues no se puede ocultar la dificultad que existe para obtener pruebas
directas sobre el aspecto subjetivo. En consecuencia, circunstancias como la
basta trayectoria y experiencia profesional en el ámbito de administrar justicia
que poseía el procesado, la manera minuciosa y disfrazada como se llevó a cabo
el comportamiento dirigido a infringir la ley penal, las explicaciones ofrecidas con
base en hechos que procesalmente resultaron inexistentes, ocultados o
tergiversados, son razones que permiten atribuir la acción como voluntaria e
intencional.»

Extracto n. ° 146

Número de radicado : 19641


Fecha : 03/08/2005
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN DISCRECIONAL

DOLO

«En términos del artículo 36 del Código Penal de 1980, vigente para la época de
los hechos, existe dolo cuando el sujeto pasible de la ley ejecuta la conducta
tipificada en la ley y quiere su realización, lo mismo cuando la acepta previéndola
al menos como posible.»

Extracto n. ° 147

141
Número de radicado : 19094
Fecha : 03/08/2005
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : ÚNICA INSTANCIA

DOLO

«Por expresa previsión constitucional y legal, la conducta junto a la afectación del


bien jurídico, son los dos pilares o elementos básicos de la descripción legal
(tipo), estando la primera necesariamente inserta en la estructura del tipo legal
que la prohíbe, y conformada por unas partes subjetiva y objetiva, que hacen
parte del tipo penal.

Lo subjetivo o elemento psíquico, es el proceso ideativo de la acción,


representación o motivación, que constituyen el proceso selectivo de los
mecanismos o medios y la voluntad que mueve al acto. Lo objetivo es la
exteriorización del comportamiento que se proyecta con relación a bienes
jurídicos que son objeto de tutela penal, bien lesionándolos o colocándolos en
peligro efectivo.

Es que cuando el Legislador en ejercicio de la facultad punitiva del Estado para


salvaguardar bienes jurídicos (artículos 2 y 16 de la Constitución Política),
tipifica un comportamiento como delito, lo hace con la finalidad de dirigirse a los
asociados a fin de que conociendo de antemano ese desvalor jurídico que se le
asigna al comportamiento -conducta prohibida penalmente-, los ciudadanos se
abstengan de realizarlo y dirijan su comportamiento en el mundo de relación
conforme a las exigencias normativas, lo que supone que el legislador se dirige a
la conducta real de los asociados, esencialmente al proceso de motivación, a lo
síquico o subjetivo de las personas para que a partir de ese conocimiento
enmarquen su actuación.

También el legislador patrio acogió con la mejor doctrina contemporánea que el


tipo penal no es neutro sino que lleva valoración, para permitir figuras como la
del tipo de injusto según la cual para que el acto sea típico debe ser antijurídico,
como se desprende -entre otros- de los artículos 9 -tan vinculado
conceptualmente con el artículo 29 inc. 2 Superior- y el 32-10 inciso 1º parte
segunda del Código Penal.

En consecuencia, el Código Penal de 2000 indica en los artículos 21-25


especialmente, que los elementos subjetivos se ubican en la conducta y, por
consiguiente, al interior del tipo legal, razón para señalar entre sus especies la
dolosa, culposa o preterintencional, vale decir, que el conocimiento,
representación y voluntad son elementos propios del acto, y como el acto, acción
o conducta es el núcleo del tipo, deviene en consecuente inferencia que en los
delitos dolosos, el dolo hace parte de la estructura típica, como lo hace la ley al
definir en el artículo 32-10 el error de tipo, que se configura cuando el actor obra
desconociendo (elemento representativo) que en su hacer concurren los

142
elementos objetivos del tipo o persuadido de que concurren presupuestos fácticos
de una causal de justificación.

De otra manera: el código penal acoge un concepto complejo de tipo integrado


básicamente por dos sustratos o fases: subjetiva y objetiva. La primera,
compuesta a la vez por dolo, culpa o preterintención y en algunos tipos, por los
llamados elementos anímicos o teleológicos, especiales procesos de motivación o
finalidades que por excepción suelen incluirse en el tipo junto al dolo, caso de los
móviles bajos, eróticos, la piedad, las finalidades de lucro y repercusión política,
etc. Y la segunda, por la parte externa de la acción, la afectación al bien jurídico
tutelado (lesión o peligro de lesión) y por la relación jurídica que permite imputar
o atribuir el resultado a la conducta del autor.

[…]

Si el dolo es, según las voces del artículo 22 del Código penal, el actuar con el
conocimiento de la concurrencia de los elementos que constituyen la descripción
típica respectiva y querer su realización, el error de tipo es precisamente -en su
primera modalidad-, actuar desconociendo o no representándose por error
invencible de la concurrencia en su conducta de esos elementos.

En el error de tipo si bien el autor obra voluntariamente, no se ha representado,


por ejemplo, que el documento que entrega a otro es falso, que la persona con la
cual realiza acceso carnal es consanguínea, la cosa es ajena o que la resolución
que dicta es contraria a la ley, en una palabra, en esta forma de error el autor
desconoce que su comportamiento se subsume en un tipo penal.

Extracto n. ° 148

Número de radicado : 20929


Fecha : 13/07/2005
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO

«De conformidad con el artículo 32.11 del Código Penal vigente, " para estimar
cumplida la conciencia de antijuridicidad basta que la persona haya tenido la
oportunidad, en términos razonables, del actualizar el conocimiento de lo injusto
de su conducta".

Una enorme discusión se ha dado en la doctrina y la dogmática, que aún no


culmina en torno de este concepto, que nuestro ordenamiento jurídico superó
con la definición trascrita, incorporada al ordenamiento jurídico, sobre lo cual la
sala ha de pronunciarse porque en ello se introdujo una modificación de índole
"copernicana" en nuestra legislación penal.

143
En efecto, en el estatuto penal anterior, tanto el error de prohibición como el de
tipo excluían la culpabilidad con la misma metodología, consecuente con el
causalismo natural que lo caracterizó: si el error, uno u otro, provenía de la
culpa, el hecho se convertiría en culposo y como tal se sancionaría si la ley lo
tuviere previsto como culposo. Se trata de la denominada teoría estricta del dolo,
también conocida como teoría del dolo malo, en la que el dolo y la culpa
conformaban especies de la culpabilidad y, por consiguiente, tanto el
conocimiento de la tipicidad como el de la antijuridicidad obran en condiciones
de igualdad.

En el Código Penal de 2000, el sistema adopta el concepto de injusto,********* en


el cual se engloban tres elementos sustanciales del delito: la conducta, típica y
antijurídica, entendiendo éste último como primario, puesto que la razón de la
tipicidad radica en la contradicción de una conducta con lo justo (contra-ius), por
lo tanto, el legislador no podría tipificar como punible una conducta conforme al
derecho (secundum ius).

En este orden de ideas, la tipicidad implica la prohibición que el legislador


describe de una conducta que quiere evitar por ser contraria al derecho y en tal
epistemología, es comprensible que el dolo y la culpa formen parte de la conducta
y ya no de la culpabilidad. De ahí la razón del artículo 21, según el cual el dolo,
la culpa y la preterintención son modalidades de la conducta punible, como
antes lo fueron especies de la culpabilidad.

Podría entonces colegirse dentro de este orden sistémico que si dentro de la


noción de injusto se incluye la conducta típica, el dolo y la culpa formarán parte
del llamado tipo subjetivo y la conciencia de la antijuridicidad formaría parte del
aspecto subjetivo de la misma, ( de la antijuridicidad ) todo ello, se repite,
enmarcado en un solo concepto de tipo de injusto.**********

Sin embargo, la dogmática sobre el injusto también ha distinguido dos teorías de


la culpabilidad, a saber, la teoría limitada y la teoría estricta. En la primera, el
error sobre los presupuestos de las causas de justificación o sobre la ilicitud
influyen en el dolo y por consiguiente, han de tratarse como si fuera error de tipo,
puesto que si la tipicidad es prohibición y la justificación es permisión, el efecto
de la permisibilidad anula el de la prohibición.***********

En la comprensión de la teoría estricta de la culpabilidad, el dolo, que


sistemáticamente obra en la tipicidad, es un dolo natural y, por consiguiente, la
conciencia del injusto es un estado subjetivo diferente que opera en el proceso de
la formación de la voluntad del sujeto que puede ser posterior al conocimiento
propio del dolo.************ Por ello, es que, dentro de esta teoría, cuando se
alude a la conciencia del injusto se refiere al conocimiento potencial, como
posibilidad de conocimiento.************* Así las cosas, esa conciencia de
antijuridicidad no opera en el campo del tipo sino en el espacio de la
culpabilidad.**************

Es por esta razón que en el tratamiento del error vencible hay una diferencia con
el tratamiento que se le da al de error de tipo, porque allí, lo convierte en

144
conducta culposa, pero cuando es error vencible en la ilicitud, la pena se
reducirá en la mitad, porque el dolo del tipo subsiste (artículo 32.11 del Código
Penal vigente).

Para el caso concreto y para la persona concreta de la Fiscal acusada, que es lo


importante, en el moderno concepto de la culpabilidad*************** y conforme
con el sistema adoptado por nuestra ley sobre la culpabilidad estricta, no se pone
en duda que la funcionaria pudo tener conocimiento del deber que tenía de
calificar el sumario seguido contra (...). Pero, lo trascendente es establecer si en
la omisión tenía conciencia de la ilicitud de ese retardo en calificar, o si por el
contrario, si se le podía exigir una determinada conducta, conforme al
ordenamiento jurídico, o si dadas las circunstancias concretas en que se
encontraba, estaba acometida por un error sobre esa ilicitud y en tal
circunstancia si se trata de un error vencible o invencible.****************

********* Art. 7º. CP. Igualdad. …."… el funcionario tendrá especial consideración
cuando se trate de valorar el injusto…".
**********" El dolo en el tipo de injusto y la malicia en la antijuridicidad". JAIME
CÓRDOBA RODA. P. 62 ss. COMENTARIOS AL CÓDIGO PENAL ESPAÑOL.
1.972.
*********** Concepto de la culpabilidad fácil de asumir para los autores de la
teoría de los elementos negativos del tipo.
************" Conforme a esta teoría, entonces, el error de prohibición invencible
elimina la culpabilidad, no el dolo ni la culpa (el injusto permanece intacto) y el
error vencible sólo atenúa la culpabilidad, ya sea en relación al injusto doloso o
bien al culposo". J. BUSTOS R. Y HORMAZÁBAL MALERÉE. Vol II. p. 371.
************* El dolo significa conocimiento de la realización del tipo y la culpa
falta de cuidado respecto de esa realización. Por tanto, la conciencia del injusto
ha de tener un contenido completamente diferente al conocimiento del dolo, ya
que no hay punto de relación entre sus estructuras y objeto de referencia. Pues,
si bien obedecen a situaciones psicológicas similares, se diferencias en el plano
normativo. La conciencia se forja en el plano social, es de índole compleja por su
carácter sociológico, filosófico y normativo. A la conciencia del injusto se parte de
la situación concreta producida (el injusto realizado) y sobre la base del sujeto
concreto, se le puede exigir una determinada comprensión del injusto." Manual
de Derecho Penal. Parte General. Ed. Ariel Derecho. Barcelona. 1989. p. 335
************** J. BUSTOS R. Y HORMAZÁBAL M. Lecciones de D. Penal. ob.cit.
Vol, II. p. 371
*************** "Al plantear que culpabilidad es responsabilidad, necesariamente
hay que descender al individuo concreto. Y, por tanto, se trata de examinar al
sujeto responsable en esa actuación. Por eso hay una teoría del injusto (el delito)
y en forma diferente y autónoma una teoría de la responsabilidad (el sujeto o
delincuente) en que ambas están unidas por un mismo elemento común, que
tanto el injusto debe referirse a un hecho (no al autor) y la responsabilidad ha de
ser también en relación al sujeto respecto de su hecho (y no respecto a su
personalidad, carácter o forma de vida)." " En definitiva, lo que interesa es la
persona responsable frente al sistema penal criminal. Ello significa que el sujeto
pueda responde frente a tareas concretas....." "....Esto es, se trata de qué es lo

145
que puede exigir el sistema a una persona frente a una situación concreta".
JUAN BUSTOS RAMÍREZ. Manual. Parte Gral. Ob. cit. p.327
**************** "La exigibilidad de la conducta supone, pues, un juicio ex ante al
momento del hecho por parte del sujeto, que considere todas las circunstancias
que han motivado su actuar y enjuicie cómo se habría comportado socialmente
un ciudadano medio ante esas mismas circunstancias. La sociedad no se
compone ni de héroes ni de santos, luego el derecho para ser igualitario tiene que
partir del comportamiento del ciudadano en general. Su sistema está construido
sobre esa base, cualquier otro planteamiento sería ajeno a la realidad social"
JUAN BUSTOS RAMÍREZ en su Manual. Parte General. p. 338.

Extracto n. ° 149

Número de radicado : 22299


Fecha : 06/07/2005
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO

«Si el dolo es, según las voces del artículo 22 cp, el actuar con el conocimiento de
la concurrencia de los elementos que constituyen la descripción típica respectiva
y querer su realización, el error de tipo es precisamente -en su primera
modalidad-, actuar desconociendo o no representándose por error invencible de
la concurrencia en su conducta de esos elementos.

En el error de tipo si bien el autor obra voluntariamente, no se ha representado,


por ejemplo, que el documento que entrega a otro es falso, que la persona con la
cual realiza acceso carnal es consanguínea, la cosa es ajena o que la resolución
que dicta es contraria a la ley, en una palabra, en esta forma de error el autor
desconoce que su comportamiento se subsume en un tipo penal.

De la misma manera, aparece evidente que el juez no solo obró al exagerar en la


exigencia de esos requisitos de procedibilidad, en la falsa creencia sobre la
legalidad de su determinación sino que además el error le resultaba invencible si
se tiene en cuenta que las normas de la ley civil (artículos 756 y 1857 Código
Civil) requerían para probar la calidad de propietario de prueba solemne, como
además lo demandan algunos importantes doctrinantes nacionales. La
subjetividad de su representación lo llevó a la convicción de que obraba conforme
a las exigencias de la ley civil que debía ser aplicada como elemento de reenvío al
interior del proceso penal, lo cual conlleva la ausencia de dolo por error de tipo y
la consecuente atipicidad subjetiva de su conducta.»

Extracto n. ° 150

146
Número de radicado : 18816
Fecha : 16/03/2005
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO-Se conoce a través de manifestaciones externas

«La demostración del dolo, y así lo enseña la praxis judicial, por ser un elemento
de índole psicológica, que descansa en la mente del sujeto agente al momento de
realizar la conducta, no puede afincarse siempre en la materialidad de un
elemento objetivo, como un testimonio o un documento -salvo que en ellos el
justiciable haya dejado explícito su propósito delictivo-, sino que la dirección de
la voluntad a infringir la ley penal pese a conocerse el carácter ilícito del
comportamiento, se reconstruye a partir de las propias singularidades del acto,
del hecho, manifestadas procesalmente, como también suele ocurrir, con
pruebas que informan otros aspectos, incluso objetivos.
Es por eso que la Corte tiene sentado que:

"El dolo como manifestación del fuero interno del sujeto activo de la conducta
punible, no puede conocerse de otra manera que a través de las manifestaciones
externas que esa voluntad encaminada a la consecución de un determinado
propósito va concretando en hechos a medida que va recorriendo el camino
criminal. El Estado, así mismo, los va estimando como punibles en sus diferentes
fases, desde aquellos primigenios, pero ya dañosos, que considera tentados, a los
consumativos, a los que agotan la conducta, a los que la agravan o la atenúan,
según sean las manifestaciones posteriores, o los hace concursar con otros tipos
penales al exteriorizarse en comportamientos que superan en mucho los
naturalísticamente implícitos en una determinada tipología.

Esos hechos no pueden fijarse de otra manera que probatoriamente, a través de


los diferentes medios que la ley procesal acepta como tales y que estimados por el
Juzgador en una exposición racional y razonable en el texto de la sentencia del
mérito que le asigne a cada uno, constituyen su fundamento fáctico y jurídico."
(Sentencia de casación del 12 de diciembre de 2002, radicación n.° 13.745, M.P.
Ramírez Bastidas).»

Extracto n. ° 151

Número de radicado : 19762


Fecha : 23/02/2005
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : ÚNICA INSTANCIA

DOLO

«En su aspecto subjetivo y dado que la conducta de prevaricato por omisión es


delito eminentemente doloso, necesario se torna partir del concepto de dolo que,

147
conforme la dogmática penal, es "el saber y querer la realización del tipo" y, en
términos del Art. 36 del C. Penal de 1980, vigente para la época de los
acontecimientos, existe dolo cuando el agente realiza la conducta tipificada en la
ley sabiendo que lo hace y queriendo llevarla a cabo, y también cuando la acepta
previéndola al menos como posible; de lo cual se sigue que el dolo está integrado
por dos componentes, tanto en los tipos comisivos como omisivos, uno
intelectual, cognitivo o cognoscitivo y otro volitivo.

El primer momento comprende el conocimiento que se tiene del hecho punible -el
tipo en su aspecto objetivo- en tanto que con el segundo se precisa de que el
agente también quiera la realización del tipo, esto es, que tenga voluntad de
concurrir a la conducta omisiva.

No en vano viene sosteniendo la Corte que no toda omisión o retardo en el


cumplimiento de un acto propio de las funciones asignadas, constituye delito de
prevaricato por omisión, pues siendo este delito esencialmente doloso, requiere
necesariamente que cualesquier conducta de las descritas en el artículo 150 del
Código Penal de 1980 -Art. 414 de la Ley 599 de 2000-, esté precedida del
conocimiento y voluntad claros de faltar a la lealtad debida en el ejercicio de
dicha función. Ello implica, en cada caso, la necesidad de examinar la norma que
la asigna y el término para su cumplimiento y, además, es preciso demostrar si
conociendo dichos presupuestos, medió en el agente la voluntad para omitir,
rehusar, retardar o denegar el acto propio de esa función. Por consiguiente, para
la realización del tipo penal de que se trata, el agente debe conocer y querer las
circunstancias del hecho a que se refiere el mismo, "porque no es posible
concebir el dolo sin el conocimiento y la voluntad del supuesto amenazado con
pena" -Cfr. Proveídos del 28 de septiembre de 1993 y 18 de mayo de 1999, Rdos.
8250 y 11726, M.P. Dídimo Paez Velandia-.

Conforme con la definición del tipo básico de prevaricato, también dijo la Corte
en providencia del 27 de mayo de 2003 con ponencia del magistrado Yesid
Ramírez Bastidas, Rdo. 18850, omitir, retardar, rehusar o denegar, deben ser
actos realizados "deliberadamente" al margen de la ley, esto es con violación
manifiesta de ella. Por tanto, la simple demostración objetiva de la adecuación
aparente del hecho en alguno de los verbos que alternativamente configuran la
ilicitud, no es suficiente para pregonar su punibilidad.

Luego, si el prevaricato por omisión requiere para su configuración que el agente


conozca el carácter ilícito de su comportamiento, es decir, que tenga
conocimiento y voluntad de omitir deliberadamente el acto que está obligado a
realizar por mandato legal, ese actuar deliberado se traduce en comportamiento
voluntario, intencionado, hecho de propósito, tal como define dicho término el
Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española; o en conducta
reflexiva e intencionadamente, no de manera impensada, con pleno conocimiento
de lo que se hace y buscando las consecuencias que corresponden al acto de que
se trata, como lo hace el Diccionario de Uso del Español de María Moliner al
referirse a la alocución "deliberadamente"»

148
Extracto n. ° 152

Número de radicado : 21695


Fecha : 20/10/2004
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO-Es menester la demostración de un estado intelectivo y volitivo

« El dolo, entendido como el conocimiento de los hechos constitutivos de la


infracción penal unido al querer o voluntad de lesionar la ley, ha sido bastante
explicado por la jurisprudencia, a lo largo de su desarrollo.

Así, por ejemplo, se ha dicho por la Corte Suprema de Justicia que se presume la
buena fe mientras prueba en contra no la desvirtúe (Sala de Casación Civil. 14 de
diciembre de 1944, M.P. Fulgencio Lequerica Vélez. G.J.T. LVIII, No. 2017, p.
576); equivale al aspecto subjetivo de la infracción y debe calificarse como la
plena conciencia que tiene el sujeto activo de que con su acción viola la ley penal"
(14 de marzo de 1961, G.J.T. XCV, No. 2238, p. 171); no se puede presumir (14
de marzo de 1961, G.J.T. XCV, No. 2238, ps. 171/2); ante su ausencia, la
conducta no es punible, porque debe haber correspondencia absoluta entre el
propósito o intención criminal -elemento subjetivo del delito- y los actos de la
voluntad, que traducida en hechos violatorios de la norma penal, constituye el
delito en su acepción general (21 de agosto de 1964, M. P. Humberto Barrera
Domínguez. G.J.T. CVIII -2a. parte-, No. 2273, ps. 105/6); requiere que el autor
"...mediante un acto de acción o de omisión emanado con humana libertad de su
propio psiquismo, realice un hecho penalmente antijurídico con conocimiento de
su típica ilicitud, con conciencia de su antijuridicidad y con voluntad de
ejecutarlo" (9 de agosto de 1983, M. P. Alfonso Reyes Echandía); para que exista,
el agente ha debido proceder con conocimiento y con voluntad (13 de marzo de
1985, M.P. Luis Enrique Aldana Rozo. G.J.T. CLXXXI, No. 2420, p. 126); implica
conocimiento de que se está realizando un hecho punible, y se quiere su
realización (7 de marzo de 1989, M.P. Jaime Giraldo Angel. G.J.T. CXCIX -primer
semestre-, No. 2438, ps. 151/2); para que lo haya, es menester la demostración
de un estado intelectivo y volitivo que, por supuesto, va más allá de la simple
observación objetiva del descuido o equivocación (30 de julio del 2002, radicación
15296, M. P. Nilson Pinilla Pinilla); etc.

Si se quisiera resumir una fórmula frente al contenido explicado del artículo 22


del Código Penal, bien podría decirse que el dolo, por su aspecto intelectivo o
cognoscitivo, requiere conocimiento y conciencia integral del hecho típico; del
significado de los elementos del tipo y de sus circunstancias; del resultado de la
conducta y de la cadena causal, así como de la antijuridicidad del
comportamiento; y por su aspecto volitivo, necesita la demostración "de
operaciones síquicas que orientan al hombre a decidirse en un sentido
antijurídico". O, para sintetizar aún más, también se puede afirmar que la parte
del dolo referida a la voluntad "se presenta cuando el agente quiere realizar la
conducta típica y antijurídica (en relación con los tipos de mera conducta), o

149
cuando quiere ejecutar la conducta y la consecuencia que de ella se deriva
(respecto de los tipos de resultado) y hacia ese fin orienta su determinación"*.»

-------------------------------------
* Alfonso Reyes Echandía. Culpabilidad. Bogotá, Temis, 3ª edición, 1988, páginas
44 a 50.

Extracto n. ° 153

Número de radicado : 20860


Fecha : 15/09/2004
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO-Se conoce a través de manifestaciones externas

«Al agente activo se atribuye el daño, no sólo cuando en forma directa quiere el
resultado, sino igualmente cuando la realización de la conducta implica el riesgo
de causarlo, sin que la probable producción detenga el actuar, con tal de obtener
el propósito inicial.

Por ser el dolo una manifestación del fuero interno, puede conocerse,
directamente por confesión, o indirectamente por manifestaciones externas,
concretadas durante el iter criminis o con posterioridad a la consumación del
delito. A este respecto, la decisión de la Sala sigue la línea de examinar cada caso
en concreto, probatoriamente, para establecer si racional y razonablemente el
sujeto agente asumió como probable o posible el resultado que jurídicamente se
le recrimina.»

Extracto n. ° 154

Número de radicado : 20373


Fecha : 08/09/2004
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO-Así como en el dolo eventual, la determinación procesal se puede lograr a


través de la confesión

«Según el artículo 22 del Código Penal la conducta es dolosa cuando el agente


conoce los hechos constitutivos de la infracción penal y quiere su realización, e
igualmente cuando la realización de la infracción penal ha sido prevista como
probable y su no producción se deja librada al azar.

150
La primera parte de la norma corresponde a la definición legal del denominado
dolo directo y la segunda a la del eventual, el cual se configura cuando el sujeto
se representa una probabilidad concreta de realizar una conducta punible que no
hace parte de su propósito criminal y que, sin embargo, integra a su voluntad al
no intentar evitarla y dejar su no producción librada a la suerte.

La determinación procesal del dolo eventual, al igual que sucede con el dolo
directo, aunque se puede lograr en ciertos casos a través de la confesión del
acusado debidamente respaldada por la realidad acreditada con los demás
medios de prueba*, en la mayoría de las veces, en tanto fenómeno sicológico no
objetivable, se alcanza a partir del examen de las circunstancias externas que
rodearon los hechos.

Que una persona actuó con la intención de causar la lesión al bien jurídico o que
se representó un resultado distinto del querido y lo asumió al no hacer nada para
evitarlo, entonces, son realidades internas del individuo que se deducen de los
datos físicos que el Juez consigue conocer a través de los medios probatorios
autorizados por la ley.»

Extracto n. ° 155

Número de radicado : 19930


Fecha : 21/04/2004
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO

«Si bien el dolo forma parte del tipo subjetivo y su ausencia torna atípica la
conducta, no existe duda para la Sala de que el procesado actuó en este caso con
conocimiento y voluntad de que estaba creando un documento con potencialidad
probatoria, no ceñido a la verdad, cuando elaboró los cuadros estadísticos del
mes de abril de 1999.»

Extracto n. ° 156

Número de radicado : 19930


Fecha : 21/04/2004
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO

«Sigue siendo cierto que " lo malicioso es lo contrario de lo imprudente desde el


punto de vista cognoscitivo ", por consiguiente, si el sujeto conoce la posibilidad

151
de que su acción realiza el tipo, y no obstante ejecuta la acción, es porque quiere
el resultado previsto, lo cual implica el tipo subjetivo factorizado por el dolo
eventual. La ley actual (art. 22) considera que es dolosa la conducta cuando la
realización de la infracción penal ha sido prevista como probable, en tanto que la
norma vigente para el hecho (Dcto. 100/80, art. 36) estimó dolosa la conducta
cuando el agente acepta el hecho como posible, juicio éste más amplio si se tiene
en cuenta que lo posible es una modalidad de un hecho o proceso que se estima,
en abstracto o en términos generales, como real o necesario, puesto que la
realidad se encuentra siempre en el ámbito de la posibilidad. En tanto, un juicio
de probabilidad, que es posibilidad concreta, es de índole gnoseológica, en cuanto
implica lo cierto o lo verdadero, dependiendo de los grados de su mayor o menor
acercamiento a la certidumbre.»

Extracto n. ° 157

Número de radicado : 21793


Fecha : 04/02/2004
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO-No se puede confundir con la culpabilidad

«Confunden de ese modo el enjuiciado y su abogado el dolo con la culpabilidad,


figuras jurídicas que conceptualmente son distintas con independencia de su
ubicación en la estructura analítica del delito, bien porque el primero sea un
elemento de ésta o una de sus formas, ora porque haga parte del tipo, pues el
uno es un proceso intelectivo del autor y la otra es un juicio valorativo del juez.»

Extracto n. ° 158

Número de radicado : 17545


Fecha : 04/02/2004
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACION

DOLO

«De acuerdo con el anterior relato fáctico se avizora que en el comportamiento del
procesado había dolo, es decir, que tenía conocimiento que el sujeto agente tiene
del delito y su voluntad de llevarlo a cabo o, también la previsión de su
realización, dejando su no producción al azar (art. 36 Decreto 100 de 1980 y 22
Ley 599 de 2000).»

Extracto n. ° 159

152
Número de radicado : 16498
Fecha : 04/02/2004
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACION

DOLO DE IMPETU

«Tampoco se comprende cuál sería la incidencia de un tal aserto de cara a la


forma de culpabilidad imputada al acusado cuando, de frente al denominado
dolo de ímpetu, los elementos volitivo y cognoscitivo concurrieron
indudablemente en el actuar del procesado, pues esa clase de intencionalidad
"consiste en la consciencia y voluntad de dañar la integridad personal de otro,
cualquiera sea la magnitud del daño, de modo que uno u otro resultado nocivo
(lesiones o muerte) le pertenecen al sujeto por haber sido presupuestados directa
y coetáneamente en su conocimiento y querer, así exista por dicho estado de
ánimo una parcial superposición de la decisión y la ejecución del acto" (sentencia
de julio 14 de 1999, M. P. Jorge Aníbal Gómez Gallego).»

Extracto n. ° 160

Número de radicado : 17714


Fecha : 12/11/2003
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACION

DOLO-No necesariamente desaparece por la causa que conduce al


comportamiento delictivo

«Aún en el supuesto de que las señoras hubieran actuado movidas por esa
"pasión de amor", por esa sola razón no lo habrían hecho exentas de dolo porque
la conciencia y la voluntad no necesariamente son disueltas por la causa o factor
que conduce al comportamiento delictivo. Y siendo así, se excluye toda
posibilidad de ausencia de dolo.»

Extracto n. ° 161

Número de radicado : 18498


Fecha : 08/10/2003
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : ÚNICA INSTANCIA

DOLO

153
«De otra parte se tiene que con independencia de si el dolo es asumido como una
forma de culpabilidad, según lo postulaba el artículo 35 del Decreto 100 de 1980,
o como una modalidad de la conducta punible, conforme lo establece el artículo
21 de la Ley 599 de 2000, lo cierto es que el tipo subjetivo en punto de la
demostración de todos los elementos de la disposición legal para dar plena
vigencia al principio de legalidad que se concreta con la tipicidad, hacía
imperioso ayer como ahora, identificar con nitidez si los medios de prueba
recaudados señalan un comportamiento atribuible a título de dolo, culpa o
preterintención.

En efecto, el artículo 39 del derogado estatuto penal disponía, al igual que lo


hace el artículo 21 del nuevo Código Penal, la punibilidad de la culpa y la
preterintención sólo en los casos expresamente señalados por la ley, de donde
fácil resulta concluir, que todos los tipos penales de la parte especial del estatuto
penal son dolosos, salvo que el legislador expresamente los haya previsto como
culposos o preterintencionales.

La acreditación del tipo subjetivo no sólo va a servir para garantizar la legalidad,


sino que a su vez va a determinar los límites punitivos dentro de los cuales se
habrá de mover el juez al dosificar la pena, como que la punibilidad del
comportamiento doloso es superior a la del preterintencional, y esta a su vez,
mayor que la de la conducta culposa.»

Extracto n. ° 162

Número de radicado : 16655


Fecha : 17/09/2003
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO-Es diferente de los móviles o motivos determinates de la conducta

El recurrente confunde el dolo, como elemento del tipo subjetivo, con los móviles
o motivos determinantes de la conducta. En efecto, el sujeto activo puede tener el
propósito de matar o puede representarse un resultado de muerte, en virtud de la
conducta que desea ejecutar por una razón específica, de cualquier índole, que
de ninguna manera se identifica con ese propósito (dar muerte), así por ejemplo,
puede animar su propósito un móvil de carácter afectivo, económico o político.
En tal caso, es factible que la ley le otorgue un significado específico que se
traduzca en el incremento de la pena o, en una atenuación punitiva, por ejemplo,
el ánimo de lucro, o el motivo abyecto o fútil que agravan el homicidio o, la
finalidad de evitar intensos sufrimientos a la víctima, que lo atenúa en la
modalidad del homicidio. En otras ocasiones la ley en la descripción típica, no le
otorga a ese motivo determinante ninguna repercusión punitiva y ello no significa
que el propósito de matar esté desvirtuado.

154
Extracto n. ° 163

Número de radicado : 19303


Fecha : 13/08/2003
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO

«Por contera, " el dolo se traduce en el conocimiento que debe tener el servidor
público de la manifiesta ilegalidad de la decisión proferida, conciencia de que con
tal determinación se vulnera sin derecho el bien jurídico de la recta
administración de justicia, sin que sea menester demostrar el móvil que guió la
acción del funcionario"******

[…]

La Sala relevada de efectuar un análisis en torno al aspecto subjetivo del delito,


no sin precisar que no resulta afortunada la apreciación de la defensa en torno a
que no comprobó la existencia de un móvil que determinara el comportamiento
ilícito de la señora Fiscal, ya que la ley no exige que se estructure la
responsabilidad mediante un elemento subjetivo especifico, sino que basta que la
resolución, acto o dictamen se profieran contra la ley, de manera tal que el acto
mismo refleje el conocimiento y la conciencia de que se decide abiertamente en
contra del derecho.********»
--------------------------------------
******* Sala de Casación Penal. Sent. 2ª. Inst. Abril 4/02. R. 17.008. M.P.
FERNANDO ARBOLEDA RIPOLL.
******** En este sentido la Sala lo ha reiterado de manera pacífica. Así, Sent. De
2ª. Inst. R. 16627. M.P. CARLOS AUGUSTO GÁLVEZ ARGOTE. y 14.254, antes
citada.

Extracto n. ° 164

Número de radicado : 19413


Fecha : 24/06/2003
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO-En el prevaricato

«Si el servidor público, en ejercicio de sus funciones oficialmente discernidas,


profiere resolución que no resulta ostensiblemente contraria a la norma jurídica
aplicable al caso, pues se ubica dentro de lo razonable, es decir dentro de los
más amplios marcos del derecho vigente, simplemente el delito no alcanza a
configurarse por la inexistencia de uno de sus elementos constitutivos. Si es así,

155
no hay necesidad de plantear si el funcionario tenía o no conocimiento acerca del
carácter delictivo del comportamiento.

[…]

Se trata de dos partes distintas de un mismo concepto, la tipicidad, que en el


caso del llamado prevaricato especial que nos ocupa, su realización, y por
supuesto su trascendencia social y jurídica, aparte de la demostración de una
finalidad específica (pretender la impunidad de un delito de tráfico de
estupefacientes), encuentra comprobación por medio del examen entre el
mandato legal contenido en las disposiciones aplicables al caso y la decisión del
funcionario. También con la acreditación de si éste, de acuerdo con la
información disponible al momento de resolver el asunto, contaba con la
posibilidad real de haber podido ajustarse al precepto normativo por cuya
transgresión se le sindica, y, por tanto, si tenía conocimiento del carácter
delictivo del comportamiento y, a pesar de ello, voluntariamente optó por realizar
la conducta prohibida, como así viene en juzgarlo la Sala (Cfr. Sentencia de
febrero 18 de 2003, Rad. 16262).

Para esta Colegiatura, tras el examen del material recaudado, no había necesidad
de llegar a plantear en este caso si el procesado actuó o no con el dolo exigido
por la figura, pues en su concepto la determinación adoptada por el funcionario,
así haya sido equivocada o sea desestimada como verdad objetiva, no resulta
manifiestamente contraria a la preceptiva que establecía los requisitos
sustanciales para proferir medida de aseguramiento (artículo 388 del anterior
código de procedimiento penal).

No debe olvidarse que en orden a la realización de la conducta, como tantas


veces lo ha dicho la Corte, no basta la simple disparidad con el ordenamiento
jurídico, pues de atender el sentido literal del texto, es menester que la
contradicción sea de tal modo ostensible que no quepa la menor duda de que la
decisión obedece a la pura arbitrariedad del funcionario.»

Extracto n. ° 165

Número de radicado : 18708


Fecha : 13/05/2003
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO

«En los términos de la resolución de acusación los "insucesos aquí cuestionados


encuadran en el reato de prevaricato especial establecido en el artículo 39 de la
ley 30 de 1986, inciso segundo".

Dicha preceptiva disponía:

156
"El funcionario público o trabajador oficial encargado de investigar, juzgar o
custodiar personas comprometidas en delitos o contravenciones de que trata el
presente estatuto, que procure la impunidad del delito, o la ocultación, alteración
o sustracción de los elementos o sustancias decomisados o facilite la evasión de
persona capturada, detenida o condenada, incurrirá en prisión de cuatro (4) a
doce (12) años, pérdida del empleo e interdicción de derechos y funciones
públicas por el mismo término.

Si el hecho tuviere lugar por culpa del funcionario o empleado oficial incurrirá en
la sanción respectiva, disminuida hasta en la mitad". (Negrillas fuera de texto).

Esta disposición especial estuvo vigente hasta el 24 de julio de 2001, pues el


código penal (ley 599 de 2001) que entró a regir el día siguiente no la reprodujo
dentro del capítulo correspondiente a los delitos de "tráfico de estupefacientes y
otras infracciones" (capítulo II del título XIII, Libro 2º).

Lo anterior no significa, empero, que la mayoría de los diferentes


comportamientos allí previstos hayan perdido su carácter delictivo, en tanto lo
único que sucedió fue que dejaron de estar consagrados en la norma especial
para encontrar acomodo en preceptos generales que tipifican los delitos de
prevaricato o fuga de presos.

Al respecto es necesario recordar que, al pretender ejercer un control más eficaz


sobre diferentes manifestaciones delincuenciales a través de la ley 30 de 1986, se
quiso regular con mayor rigor conductas que antes de su vigencia pertenecían a
la universalidad de comportamientos del servidor oficial, atinentes al doloso
incumplimiento de sus funciones; fue así como, a través de la citada ley, se
adoptó la fórmula del llamado por algunos prevaricato especial, que cobijó entre
otros comportamientos aquel desplegado por el funcionario, empleado público o
trabajador oficial, que por acción u omisión procurara la impunidad del delito, o
la ocultación, alteración o sustracción de los elementos o sustancias
decomisados.

Al expedirse la nueva codificación penal (ley 599 de 2000), tales comportamientos


perdieron su especificidad para pasar a constituir circunstancia de agravación
punitiva (artículo 415) de los delitos de prevaricato por acción (artículo 413) y
omisión (artículo 414), cuando su realización responda a actuaciones judiciales o
administrativas que se adelanten, entre otros, por delitos de narcotráfico.

Ese fue el querer del legislador del 2000, pues en la exposición de motivos que
acompañó el proyecto del código penal se dijo expresamente sobre el punto:

"El artículo 39 de la ley 30 de 1986 sanciona como delito autónomo con pena de
prisión de cuatro a doce años, al servidor público o trabajador oficial encargados
de investigar, juzgar o custodiar a personas comprometidas en las conductas
punibles de que trata la misma, procure su impunidad, o la ocultación o
alteración de los elementos decomisados, o facilite la evasión de la persona
capturada o detenida; por constituir en esencia delitos de prevaricato o fuga de

157
presos, fueron incluidos como circunstancias agravantes para cada uno de esos
delitos, haciéndose extensiva la conducta a otros delitos que por su gravedad
conlleva a imponer una pena superior al servidor público"(Destaca la Sala).

En la ponencia para primer debate en el Senado de la República al proyecto de


ley correspondiente (Cfr. Gaceta del congreso No. 280), se dijo textualmente
frente a los delitos de tráfico de estupefacientes y otras infracciones: "Dos de los
delitos descritos en la ley 30 de 1986 no fueron incluidos en el título, el 44…y, el
artículo 39 que sanciona como delito autónomo comportamientos que se
subsumen en su integridad en los tipos penales que describen los punibles de
prevaricato o favorecimiento de la fuga de presos, en los que fueron incluidos
como agravantes"; y, en punto del delito de prevaricato: "Como innovación se
encuentra la disposición que crea una circunstancia específica de agravación
punitiva, derivada de la actuación judicial o administrativa en la que se realiza la
conducta prevaricadora, recogiéndose no sólo lo contemplado en la ley 30 de
1986, sino también en la ley 40 de 1993, sino haciéndose extensiva a otros
delitos cuya gravedad exige mayor drasticidad para el servidor estatal".

Ese criterio permaneció inalterable durante el decurso del proyecto, con lo cual
no se presta a conjeturas que, al menos en su forma dolosa, tales
comportamientos previstos en el artículo 39 de la ley 30 de 1986 no fueron
despenalizados, pues se hallan definidos, de acuerdo al querer del codificador, en
los delitos de prevaricato o fuga de presos.

En tales condiciones, la conducta consistente en procurar la alteración o


sustracción de sustancias estupefacientes decomisadas, cuando deriva del
incumplimiento del funcionario público de un acto propio de sus funciones
-como puede ser la inobservancia de claras disposiciones legales relativas a la
cadena de custodia- no desapareció como delito en la nueva legislación, pues
encuentra acomodo en los artículos 414 y 415 como prevaricato por omisión
agravado.

No obstante, al tratar acerca de las modalidades de la conducta punible (dolo,


culpa o preterintención), el artículo 21 ejusdem señala expresamente que las dos
últimas únicamente "son punibles en los casos expresamente señalados por la
ley".

El delito de prevaricato, como se sabe, admite exclusivamente comisión por dolo,


de modo que si el legislador no previó la modalidad culposa, significa que el
inciso 2º del artículo 39 de la ley 30 de 1986 no encuentra adecuación en la
nueva legislación, como así tuvo oportunidad de advertirlo la Sala en auto de 12
de septiembre de 2001 (Cfr., Rad. Colisión 18695, M.P. doctor Pérez Pinzón),
cuando al analizar el tratamiento dado por el nuevo código penal a la modalidad
dolosa de la figura, concluyó:

"Lo que sí debe aclararse es que la forma culposa contemplada en el segundo


inciso del artículo 39 no encuentra acomodo en la nueva legislación, por cuanto
el prevaricato sólo admite comisión por dolo".

158
Si como se establece de la resolución de acusación y la sentencia condenatoria de
primera instancia, entonces, a la procesada se le endilgó responsabilidad a título
de culpa por uno de los comportamientos previstos en el artículo 39 de la citada
ley, resulta evidente, frente a la nueva normatividad, que dicha conducta ha
perdido su carácter delictivo, como con acierto señaló la procesada.

De este modo, se impone concluir que la acción penal no puede proseguirse en


este evento por atipicidad sobreviniente, en aplicación del principio de
favorabilidad que consagró el artículo 44 de la ley 153 de 1887, el cual dispone:
"La nueva ley que quita explícita o implícitamente el carácter de delito a un
hecho que antes lo tenía, envuelve indulto y rehabilitación".»

Extracto n. ° 166

Número de radicado : 18200


Fecha : 02/05/2003
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO-Frente al comportamiento negligente

«Si el comportamiento negligente es aquel que se caracteriza por ser descuidado,


despreocupado, distraído, desatento, imprevisor, abandonado, flojo, abúlico,
indiferente, perezoso, desganado, apático, desaplicado o desidioso, no incurre en
él quien voluntaria y conscientemente decide no actuar teniendo el deber
constitucional y legal de hacerlo.

En efecto, la omisión deliberada y consciente de sustraerse a los cánones legales


que reglan el debido proceso de las actuaciones judiciales no corresponde a un
comportamiento descuidado o negligente como lo sugiere la defensa, sino por el
contrario, denota cuidado, atención, previsión, y conciencia, constitutivo de un
desprecio por el imperio de la ley que somete a los funcionarios judiciales, y que,
en este asunto, determinaba la oportunidad señalada por el legislador para
resolver la situación jurídica de una persona vinculada a un proceso penal que se
encontraba privada de su libertad.
...

La Sala no advierte la negligencia que plantea la defensa, sino por el contrario, la


presencia de un comportamiento intencional, que no corresponde a la estructura
del dolo eventual como lo asumió el a quo, sino que configura un dolo directo,
habida cuenta que si la actuación demuestra que el doctor (...) estuvo en
posibilidad suficiente de resolver la situación jurídica de (...), y pese a ello decidió
conscientemente sustraerse a asumir su cometido, a partir de aquel momento
el dolo fue actualizado de manera permanente y sucesiva, esto es, desde
que comenzó la ilícita prolongación de la privación de la libertad de Valero
hasta cuando consiguió su libertad, habida cuenta que se trata de un delito de
carácter permanente.

159
...

En esta clase de dolo, y tal como lo señalaba el Código Penal derogado, el sujeto
conoce el hecho punible y quiere su realización, situación sustancialmente
diversa de la culpa con representación, en la cual el agente realiza la conducta
punible con previsión del resultado, pero confiando en poder evitarlo.

Por tanto, resulta evidente que como el doctor (...) estaba en capacidad de
advertir la prolongación ilícita de la privación de la libertad a la que se vería
avocado (...) con ocasión de no resolverle su situación jurídica antes de ser
votada la propuesta de cese de actividades, o inclusive después de adoptada
mayoritariamente tal decisión pero antes de comenzar efectivamente el paro, y
pese a ello sólo se preocupó por dejar una constancia anterior al inicio de la
protesta y no por cumplir con su deber, no hay duda que tuvo conocimiento de la
conducta punible, quiso su realización y adelantó consciente e intencionalmente
el comportamiento definido por el legislador como prolongación ilícita de
privación de libertad.
...

El defensor ensaya demostrar sin acierto que no asistía a su procurado interés


directo en quebrantar el derecho a la libertad de Valero, olvidando que el móvil o
motivación, la amistad, animadversión o interés específico del autor del
comportamiento no constituye elemento o presupuesto del delito por el que se
condenó al doctor (...)*.
...

El doctor (...) tuvo los días 5, 6 y 7 de octubre de 1998 para definir la situación
jurídica de (...), circunstancia que ninguna relación guarda con lo argumentado,
esto es, con que creyó que estaba amparado por una causal de justificación de su
conducta, como que obvio resulta exponerlo, antes de comenzar el cese de
actividades no había razón alguna para que el funcionario judicial incumpliera
con el mandato legal de resolver oportunamente el asunto al cual se encontraba
vinculada una persona privada de la libertad; más aún si a órdenes de su
despacho no había ningún otro detenido y avizoraba la inminente suspensión de
actividades, de cuyo movimiento formaba parte.

Por tanto, si con posterioridad a la situación indicada se invoca el error de


prohibición, es evidente que lo pretendido sin acierto, es dar visos de legalidad a
un comportamiento carente de justificación real o putativa, sobre el cual no
basta señalar, sin más, que el doctor (...) creyó erradamente que cumplía orden
legítima de autoridad competente emitida con las formalidades legales, pues aquí
cobra especial importancia evaluar sus estudios, tiempo de servicio, formación
jurídica y su vinculación de vieja data con la actividad gremial, todo lo cual
conduce a concluir razonablemente que en sus especiales condiciones no podía
incurrir voluntaria o imprudentemente en el error que se invoca.
...

De haberse presentado la alegada colisión entre el derecho a la huelga del Fiscal


y los derechos al debido proceso y a la libertad personal del procesado, en modo

160
alguno podía haber prevalecido el primero sobre los restantes, en tanto que estos
son derechos reconocidos en la Carta Política como fundamentales y de
aplicación inmediata (artículo 28, 29 y 85 Constitución), mientras que el derecho
a la huelga es tenido como derecho social y carece de esa pronta aplicación
(artículo 56 Constitución), y además, porque el ejercicio del derecho a la huelga
del doctor MUÑÓZ como expresión de sus creencias ideológicas y del libre
desarrollo de su personalidad se encuentra limitado por "los derechos de los
demás y el orden jurídico" (artículo 16 Constitución), en este caso, por los
referidos derechos de Vladimir Valero y por las normas legales que disponían la
oportunidad para resolver su situación jurídica, respectivamente.
...

La Sala considera suficiente señalar que si la naturaleza jurídica de la acción


penal es diversa e independiente de la acción disciplinaria, como reiteradamente
lo estableció la jurisprudencia y así fue consagrado en el artículo 2º del Código
Único Disciplinario (Ley 734 de 2002) al señalar que "La acción disciplinaria es
independiente de cualquiera otra que pueda surgir de la comisión de la falta", el
archivo de las investigaciones disciplinarias no condiciona en manera alguna el
trámite o lo resuelto en los procesos penales.
...

Si bien es cierto que el funcionario judicial no tiene la obligación de resolver los


asuntos inmediatamente arriban a su despacho, no lo es menos, que si en
especiales circunstancias como las que aquí se exponen de un inminente cese de
actividades, avizora segura y certeramente que de no proceder de inmediato
incumplirá sus deberes legales y constitucionales y resultarán dañados bienes
jurídicos que le compete proteger, no hay asomo de duda que debe proceder a
resolver tiempo antes del vencimiento del término, pues de lo contrario se verá
avocado a investigaciones y posibles sanciones como la que ahora nos ocupa,
circunstancia peculiar que obliga a dar contexto a las exigencias legales en punto
del cumplimiento de los términos que integran la más amplia noción del derecho
fundamental al debido proceso, y que en asuntos como este, conlleva la
protección del derecho fundamental a la libertad personal de los individuos que
se vio lesionado con la prolongación ilícita de la privación de la libertad
...

Se dispondrá su confirmación, precisando que el comportamiento fue cometido a


título de dolo directo, y no eventual, como se anotó en el fallo impugnado, sin que
tal precisión tenga consecuencias de conformidad con el ámbito de protección del
artículo 31 de la Carta Política, por tratarse de apelante único.»
----------------------------------------------
* Cfr. Providencia del 25 de junio de 2002. M.P. Dr. Carlos A. Gálvez Argote, entre
otras.

Extracto n. ° 167

161
Número de radicado : 17898
Fecha : 08/04/2003
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : ÚNICA INSTANCIA

DOLO

«El error de tipo previsto por el artículo 40-4 del Código penal anterior y 32.10 del
actual, encuentra configuración cuando el agente tiene una representación
equivocada de la realidad, y, por tanto, excluye el dolo del comportamiento por
ausencia del conocimiento efectivo de estar llevando a cabo la definición
comportamental contenida en el tipo cuya realización se imputa, y que, según la
concepción del delito de que se participe, conduciría a tener que declarar la
atipicidad subjetiva por ausencia de dolo en la ejecución de una conducta
delictiva que no admite modalidad culposa, o la ausencia de responsabilidad por
estar contemplado el error de tipo como motivo de inculpabilidad que rechaza el
dolo, según la ubicación sistemática de esta causal en uno y otro estatuto.

Es claro, sin embargo, que en este caso y bajo dicho supuesto, el error del
funcionario no sería invencible, sino superable, toda vez que no habría incurrido
en él de haber aplicado la diligencia debida para establecer que el
pronunciamiento de primera instancia correspondía al cabal entendimiento del
artículo 80 del Decreto 100 de 1980 y los abundantes desarrollos
jurisprudenciales en torno al tema, y, además, que no empece la equivocada
transcripción mecanográfica de la jurisprudencia reseñada en el
pronunciamiento proferido por la Corte el dos de octubre de mil novecientos
noventa y seis, la solución allí brindada al caso coincidía enteramente con los
planteamientos expuestos por el Fiscal de primera instancia, que reiteraban la
interpretación jurisprudencial que de la ley se viene haciendo, en sentido
contrario a como lo estaba declarando.»

Extracto n. ° 168

Número de radicado : 14209


Fecha : 13/03/2003
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO-Premeditación/ DOLO-Se conoce a través de manifestaciones externas

«Decir que la falta de premeditación del comportamiento delictivo hace imposible


la configuración del dolo homicida, no pasa de ser un desatino, pues si bien la
prueba de la premeditación puede eventualmente servir para acreditar el dolo de
una conducta delictiva, no todo comportamiento doloso es necesariamente
premeditado, en cuanto el conocimiento del hecho considerado delictivo y el
querer su realización, no son exigencias de la ley sujetas a un factor temporal

162
especial, siendo suficiente que concurran en el autor de manera previa o
concomitante a la comisión del comportamiento punible.

[…]

El dolo como manifestación del fuero interno del sujeto activo de la conducta
punible sólo puede ser conocido a través de las manifestaciones externas de esa
voluntad dirigida a determinado fin.»

Extracto n. ° 169

Número de radicado : 17289


Fecha : 11/03/2003
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO DIRECTO

«Si bien en últimas el dolo "es uno sólo", también lo es que, en su estructura y
contenido, sí existen diferencias entre el directo y el eventual, pues mientras en
aquél, previo el conocimiento de la prohibición típicamente antijurídica la
voluntad se dirige a la puesta en marcha de ese previo conocimiento, en el
segundo, la voluntad se manifiesta bajo el evento de la concreción del riesgo
hacia un determinado bien jurídico, para lo cual, entonces, el análisis sobre la
prueba en punto de la culpabilidad no resulta ser el mismo, como tampoco lo
puede ser para efectos de la culpa, cuyo sustento, como es sabido, está en la
previsibilidad del resultado.»

Extracto n. ° 170

Número de radicado : 17871


Fecha : 25/02/2003
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : ÚNICA INSTANCIA

DOLO

«El delito de prevaricato solo admite la modalidad dolosa, y el dolo es, de una
parte, conocimiento y comprensión de la tipicidad objetiva y de la antijuridicidad
de la conducta; y, de la otra, querer, es decir, voluntad, de realizar ese
comportamiento que se sabe ilícito. Para efectos del prevaricato se requiere,
entonces, primero, que el actor tenga conciencia de que con su actuar transgrede
ostensiblemente la normatividad, de que con su acción causa daño o riesgo para
un bien jurídico tutelado; y, segundo, que teniendo claro lo anterior, opte por
dirigir voluntariamente su comportamiento hacia la lesión.»

163
Extracto n. ° 171

Número de radicado : 16262


Fecha : 18/02/2003
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO-En el prevaricato

«El actuar doloso en el prevaricato, como viene en juzgarlo la Sala, requiere


entendimiento de la manifiesta ilegalidad de la resolución proferida y conciencia
de que con tal proveído se vulnera sin derecho el bien jurídico de la recta y
equilibrada definición del conflicto que estaba sometido al conocimiento del
servidor público, quien podía y debía un pronunciamiento ceñido a la ley y a la
justicia (Cfr. sentencia mayo 20 de 1997), pero no es de la esencia de la figura la
comprobación de una concreta finalidad, que si bien puede ser relevante en la
determinación de la culpabilidad, tampoco su indemostrabilidad conduce
inexorablemente a declarar la falta de responsabilidad en el delito.

La jurisprudencia tiene establecido al respecto que cuando se acredita una


especial motivación en haber procedido de manera contraria a la ley se facilita la
demostración del móvil, pero también ha dicho que si esto no sucede, ello no
significa que el conocimiento y voluntad de transgredir la ley desaparezca.

El Tribunal, contrario al sentir de los impugnantes, respondió este argumento de


los recurrentes, y atinadamente concluyó que para que se proceda por el delito
de prevaricato no es menester la demostración de un motivo específico, pues aún
de tratarse de una prevaricación con un fin jurídicamente irrelevante o incluso
noble, el delito no desaparece, citando al respecto pronunciamiento reciente de la
Sala (fl. 985, c.o. 4), en donde se advirtió claramente que, contrario a lo que
sucedía en el código penal de 1936, no se requiere actualmente de ingredientes
adicionales en lo que toca con la demostración del dolo en el prevaricato, por
ejemplo "simpatía" o "animadversión" hacia una de las partes, pues sólo es
fundamental que se tenga conciencia de que el pronunciamiento se aparta
ostensiblemente del derecho, sin que importe el motivo específico que el servidor
público tenga para actuar así.

Distinto es el caso del funcionario que actúa por ignorancia, que fue el caso
analizado por la Corte en sentencia de junio 24 de 1986 que citan reiteradamente
los apelantes, o por error, pero para que ello suceda se requiere que esté
demostrada con suficiencia la causal que hoy se conoce como de ausencia de
responsabilidad, pues como se decía en aquella oportunidad en principio resulta
inconcebible que el funcionario judicial pueda desconocer la ley, en tanto se
supone que posee un conocimiento especializado por razón de su oficio.»

164
Extracto n. ° 172

Número de radicado : 13745


Fecha : 12/12/2002
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO-Se conoce a través de manifestaciones externas

«El dolo como manifestación del fuero interno del sujeto activo de la conducta
punible, no puede conocerse de otra manera que a través de las manifestaciones
externas que esa voluntad encaminada a la consecución de un determinado
propósito va concretando en hechos a medida que va recorriendo el camino
criminal. El Estado, así mismo, los va estimando como punibles en sus diferentes
fases, desde aquellos primigenios, pero ya dañosos, que considera tentados, a los
consumativos, a los que agotan la conducta, a los que la agravan o la atenúan,
según sean las manifestaciones posteriores, o los hace concursar con otros tipos
penales al exteriorizarse en comportamientos que superan en mucho los
naturalísticamente implícitos en una determinada tipología.

Esos hechos no pueden fijarse de otra manera que probatoriamente, a través de


los diferentes medios que la ley procesal acepta como tales y que estimados por el
Juzgador en una exposición racional y razonable en el texto de la sentencia del
mérito que le asigne a cada uno, constituyen su fundamento fáctico y jurídico.

[…]

No hay duda que la discusión sobre el dolo es, en la mayor de las veces, un
problema puramente probatorio, pero en ocasiones también puede ser una
divergencia de puro derecho, en tanto la subsunción de un hecho en
determinada norma jurídica a partir de aquello que el Juzgador declaró probado
como exteriorización fáctica de la voluntad del sujeto activo del ilícito puede
terminar resolviéndose exclusivamente como problema normativo.»

Extracto n. ° 173

Número de radicado : 13360


Fecha : 29/08/2002
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO

«Por último, que no se demostró el móvil, pero ignora que, como lo tiene dicho la
Sala, "la ley no exige que para que se configure la responsabilidad en el delito de
homicidio voluntario se pruebe el fin específico que se persigue con la conducta

165
de ocasionar la muerte ajena, o el motivo que se tuvo para haber procedido de la
aludida manera, sino sólo que voluntariamente se haya actuado con
conocimiento de la ilicitud".»

Extracto n. ° 174

Número de radicado : 16519


Fecha : 29/08/2002
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : ÚNICA INSTANCIA

DOLO

«El dolo del prevaricato no emerge ciertamente de algún comportamiento


constitutivo de cohecho, pues otro delito habría concurrido, ni de la llamada
anónima que daba cuenta de la supuesta corrupción de los Magistrados, ni de la
simple diferencia cuantitativa del resarcimiento, como lo quiere hacer ver el
doctor (...), sino, como ya se analizó, del entendimiento de la manifiesta ilegalidad
que los magistrados acusados tenían de la resolución proferida, y la conciencia
de que con tal proveído se vulneraba, sin derecho, el bien jurídico de la recta y
equilibrada definición del conflicto que estaba sometido a su conocimiento,
estando obligados a dictar un pronunciamiento ceñido a la Ley y a la justicia.»

Extracto n. ° 175

Número de radicado : 15296


Fecha : 30/07/2002
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO DIRECTO

«Las previsiones del dolo eventual han sido descartadas por la Sala del delito de
prevaricato, que únicamente procede por dolo directo, al demostrarse que el
agente se dio cuenta de la manifiesta ilegalidad de la resolución o dictamen
emitido, y quiso su realización (cfr. fallo de segunda instancia de fecha 15 de
mayo de 2000, rad. 13.601, M. P. Carlos Augusto Gálvez Argote):

"El dolo en el prevaricato, tal como lo ha entendido la jurisprudencia de esta


Sala, y por la naturaleza misma del punible, como que, según ya se expresó,
"requiere entendimiento de la manifiesta ilegalidad de la resolución proferida,
conciencia de que con tal proveído se vulnera sin derecho el bien jurídico de la
recta y equilibrada definición del conflicto que estaba sometido al conocimiento
del servidor público, quien podía y debía dictar un pronunciamiento ceñido a la
Ley y a la justicia", sólo, dentro de las diversas clasificaciones doctrinarias que de

166
él existen, puede ser el directo, no el eventual; en otras palabras, y frente al
artículo 36 del Código Penal, el juicio de reproche se hace viable sólo en la
medida en que se establezca que "el agente conoce el hecho punible y quiere su
realización" pues resulta un imposible jurídico que, por las características que
definen el hecho típico en mención, afirmar que el prevaricador actúa también
dolosamente cuando acepta su conducta "previéndola al menos como posible".

Como en el dolo eventual, tiene dicho la Sala, "el agente se representa la


posibilidad de realización del tipo penal y la acepta interiormente, lo que incluye
aceptar el resultado de su conducta, conformarse con él", (sentencia de mayo 14
de 1996, M. P. Dr. Dídimo Páez Velandia), es evidente que una tal caracterización
no se aviene en lo más mínimo al elemento subjetivo que demanda el prevaricato,
pues, siendo éste un tipo penal de mera conducta, es claro que basta el simple
comportamiento del agente, independientemente de las consecuencias que él
apareje, para que se tenga por punible. No exige el prevaricato un determinado
resultado y siendo ello así, el dolo eventual deviene incompatible con la
naturaleza de dicho delito, lo contrario sería pretender que en todo proferimiento
de una decisión fuera implícito el riesgo de que resulte contraria a derecho y que
si tal posibilidad se aceptare, se estuviere ante un dolo eventual.

Pero la naturaleza del delito, en cuanto de mera conducta, implica que, quien en
él incurre, profiere un dictamen o resolución con absoluto conocimiento y
voluntad de que es contrario a la ley, pero no se hace la representación de que
puede prevaricar sin hacer nada para eludirlo."

[…]

Mal se puede inferir dolo de la funcionaria, como lo pretenden los recurrentes,


pues no por la amplia experiencia o estudios que tenga una persona, se puede
descartar de plano que pueda equivocarse, siendo la falibilidad una de las
características inmanentes al ser humano, por letrado que sea, y por ello, para
disminuir los riegos y las consecuencias de las equivocaciones, se han instituido
los recursos, que no tendrían razón de ser si los jueces fueran infalibles,
impugnaciones que han de ser resueltas por funcionarios que posean mayor
experiencia y capacitación, generalmente colegiados y en mayor número,
entendiendo que la pluralidad reducirá aún más los peligros de error, de
intimidación, de parcialidad, etc.

Además, ha sostenido esta Sala que la prueba del dolo requiere la demostración
de un estado intelectivo y volitivo que, por supuesto, va más allá de la simple
observación objetiva del descuido o equivocación (cfr. sentencia de segunda
instancia en asunto de radicación 13.851, diciembre 18 de 2001, con ponencia
de quien ahora cumple igual función).

[…]

Esa omisión en el cumplimiento de su deber de cuidado, no implica que hubiera


actuado con dolo, pues lo que desarrolló fue una conducta constitutiva de culpa
bastante reprochable en una servidora judicial, que si bien, por encontrarse

167
frente a un error vencible, no conlleva a encuadrar el comportamiento en la
causal de inculpabilidad prevista por el artículo 40-4 del Código Penal anterior,
como coligió el Tribunal, tampoco hace emerger certeza que acredite que la
actuación de la funcionaria procesada haya sido dolosa.

En conclusión, y según las previsiones del artículo 39 del Código Penal anterior
(21 L. 599 de 2000), puesto que el delito de prevaricato sólo admite configuración
cuando se actúa con dolo, el cual no puede ser presumido sino probado, no se
reúnen los presupuestos para condenar en este asunto.»

Extracto n. ° 176

Número de radicado : 12764


Fecha : 18/07/2002
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO DE IMPETU

«El dolo, como acertadamente concluyeron las instancias, le es imputable en la


modalidad conocida como eventual que se presenta, en palabras de Jiménez de
Asúa, recordadas por la Sala en otra oportunidad, "cuando el sujeto se
representa la posibilidad de un resultado que no desea, pero cuya producción
consiente, en última instancia, corriendo el riesgo de causarlo con tal de obtener
el efecto que quiere ante todo" (25 de noviembre de 1987, MM.PP. Lisandro
Martínez Zúñiga y Edgar Saavedra Rojas).

En la misma providencia, agregó la Corporación:

"En esta forma de culpabilidad, entonces, subsiste la intencionalidad del agente


de producir un determinado efecto; el actor no solamente se representa la
probabilidad de un resultado no querido inicialmente, sino que, a pesar de ello,
realiza la conducta que guía su acción, hace suya la eventualidad, la admite y se
compromete con ella".

"En verdad no se presenta en este caso, como varios tratadistas estiman, una
indiferencia en relación con el hecho imaginado, porque la voluntad del agente
está dirigida a la vulneración de un interés jurídicamente tutelado en caso de que
se presenten las condiciones ya previstas; la lesión del bien protegido, empero,
dependerá de la contingencia, es decir, del evento; si éste se presenta, la
conducta será delictiva y así la ha asumido el sujeto agente; si no ocurre, el
resultado final será irrelevante para el derecho penal…"

"Y es precisamente en esta intencionalidad, en donde radica la diferencia entre el


dolo eventual y la llamada culpa con representación, que considera el censor
como la base de la responsabilidad que se ha debido deducir a uno de los
procesados. En la modalidad de culpa mencionada, no existe intencionalidad

168
frente al resultado finalmente producido. Es verdad que coincide con el dolo
eventual en cuanto el sujeto agente se representa, esto es, imagina la producción
de un resultado criminal; pero se rechaza la posibilidad de que el resultado ilícito
se produzca."

Y tiempo atrás, con palabras sumamente indicativas, la Sala Penal de la Corte


también había dicho:

"En la culpa, el agente no asume los riesgos o resultados posibles, expresamente


representados o previstos. Únicamente los ha tenido en cuenta como
posibilidades, pero sobre la base psíquica de que logrará evitarlos. Y esta es una
de las cosas que espera y busca: que, a pesar de todo, no se produzcan. En el
dolo eventual, psicológicamente el agente acepta aquellos eventos dañosos,
aunque condicionados. Fuera de la simple representación, ha habido, asimismo,
voluntad, consentimiento. Bien es cierto que esta forma de voluntad no es
directa, sino condicionada: disparo, y si, con ello, hiero o mato, no importa. Pero,
condicionada y todo, esa voluntad no deja de serlo. Se está, entonces, en
presencia del dolo eventual, dolo que, justamente por esta forma hipotética como
la voluntad asiente a los resultados no queridos directamente, llaman algunos
autores "dolo condicionado" y que, por la forma indirecta como la voluntad los
acepta, clasifican algunos dentro de la especie denominada "dolo indirecto" " (18
de diciembre de 1958, M. P. Luis Eduardo Mejía Jiménez. G.J.T. XC, Nos. 2207,
2208 y 2209, páginas. 112 a 139 ).»

Extracto n. ° 177

Número de radicado : 13801


Fecha : 30/05/2002
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO

«Independientemente de las consideraciones que plasmó el a quo sobre las


razones que pudiesen haber motivado la doble acción dolosa (f. 849), razonó el
Tribunal, transcribiendo apartes de una providencia de esta Sala (noviembre 21
de 1995, rad. 9.991, M. P. Carlos Augusto Gálvez Argote), que no haberse
demostrado el móvil de la doble tentativa de homicidio a ninguna conclusión
conduce, aplicable a la causa de la defensa, pues como en dicha providencia se
indicó:

"Por último, mucho se insiste en la demanda en el sentido de que el móvil


delictivo no se demostró, dando con ello a entender que así no era posible
condenar. Pero tal enfoque es a todas luces desatinado. El tipo delictivo de
homicidio (artículo 29 de la ley 40 de 1993) por parte alguna exige como uno de
sus elementos el móvil. Y en cuanto a la culpabilidad, sí tiene allí un sentido o
una aplicación aun cuando obviamente no es de su esencia, y ello porque las

169
motivaciones tienen su importancia en cuanto mejor demuestran el ingrediente
subjetivo o puedan constituir una circunstancia de agravación punitiva, pero
nada más. El dolo en acepción sencilla seguirá siendo sólo (tampoco menos)
conciencia y voluntad de estar ocasionando la muerte de otro, cualquiera fuere el
móvil."»

Extracto n. ° 178

Número de radicado : 17008


Fecha : 04/04/2002
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO

«En el delito de prevaricato, tal como lo ha entendido la jurisprudencia de esta


Sala, y por la naturaleza misma del punible, el dolo se traduce en el
conocimiento que debe tener el servidor público de la manifiesta ilegalidad de la
decisión proferida, conciencia de que con tal determinación se vulnera sin
derecho el bien jurídico de la recta y equilibrada definición del asunto, y sin que
sea menester demostrar el móvil que guió la acción del funcionario.

Bien puede suceder que éste se establezca, y pase a ser elemento útil en la
determinación de la culpabilidad dolosa, pero ello no quiere decir que una
particular finalidad delictiva sea parte integrante del dolo, pues para que se
configure esta categoría de la conducta -se reitera- sólo es importante que se
tenga conciencia de que la decisión se aparta ostensiblemente de la ley, sin que
importen ingredientes adicionales -como por ejemplo el interés de favorecer o
perjudicar a una de las partes-, y se quiera su realización.
...

No puede dejar pasar desapercibido el hecho de que el Tribunal atribuye la


responsabilidad del procesado a título de dolo eventual, sin tener en cuenta que
esta categoría del dolo es de imposible realización en tratándose de la definición
típica del prevaricato, como ya en pasada ocasión lo dejó resulto la Sala (Cfr. fallo
15 de mayo de 2000, Rad. 13.601. M.P. Carlos Galvez Argote).

En la medida que el prevaricato por acción requiere para su realización el


conocimiento por parte del funcionario de la manifiesta ilegalidad de la
resolución proferida, es claro que basta el simple comportamiento del agente,
independientemente de sus consecuencias, para que se tenga por punible. Y si
no exige un determinado resultado, el dolo eventual deviene incompatible con la
naturaleza de este ilícito, pues lo contrario sería "pretender que en todo
proferimiento de una decisión fuera implícito el riesgo de que resulte contraria a
derecho y que si tal posibilidad se aceptare, se estuviere ante un dolo eventual".

170
La tesis del Tribunal conduce a admitir que el acusado, a sabiendas de la
inexistencia del auto de mandamiento de pago, decretó el embargo de la quinta
parte del sueldo del demandado, representándose y aceptando que tal
determinación sería contraria a derecho; y en ese caso, resulta evidente que el
dolo no sería eventual, sino directo, porque desde el principio el juez acusado
habría tenido conciencia de la manifiesta ilegalidad de la decisión»

Extracto n. ° 179

Número de radicado : 11829


Fecha : 04/04/2002
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO

«La ley no exige que para que se configure la responsabilidad en el delito de


homicidio voluntario se pruebe el fin específico que se persigue con la conducta
de ocasionar la muerte ajena, o el motivo que se tuvo para haber procedido de la
aludida manera, sino sólo que voluntariamente se haya actuado con
conocimiento de la ilicitud.

Esto por cuanto en la dogmática actual la demostración del dolo es


independiente de la prueba del motivo que determina al sujeto a consumar el
hecho típico, de manera que aún siendo importante establecer las razones que
motivaron la voluntad del agente, puede ocurrir que esa causa, razón o
fundamento del acto típicamente antijurídico, se establezca y constituya
elemento útil para comprobar la existencia del dolo, o de una circunstancia que
modifique la punibilidad; o también que por tratarse el aspecto subjetivo referido
a la esfera intangible del ser humano, no logre acreditación en el proceso,
bastando tan sólo acreditar que el sujeto agente tuvo conocimiento de la ilicitud
de la conducta y que se orientó con libertad a su ejecución»

Extracto n. ° 180

Número de radicado : 14254


Fecha : 14/03/2002
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO-Buena fe

«El error de tipo de que trataba el artículo 40-4 del Código penal vigente por la
época de los hechos, hoy en día recogido por el artículo 32-10 de la ley 599 de
2000, encuentra configuración cuando el agente tiene una representación

171
equivocada de la realidad, la cual, por tanto, excluye el dolo del comportamiento
por ausencia del conocimiento efectivo de estar llevando a cabo la descripción
comportamental contenida en el tipo cuya realización se imputa, y que, según la
concepción de delito de que se participe, conduce a tener que declarar la
atipicidad subjetiva por ausencia de dolo en la ejecución de la conducta delictiva
que no admite modalidad culposa, o la ausencia de responsabilidad por estar
contemplado el error como motivo de inculpabilidad que rechaza el dolo, para
cuyo reconocimiento es necesario que sea absoluto, socialmente insuperable o
invencible.

[…]

Observa la Corte que en la conducta del doctor (...) no hubo simple equivocación
en la apreciación fáctica o jurídica del caso sometido a su conocimiento y
definición, como se alega en el escrito sustentatorio de la impugnación, tampoco
error como ya se expresó, sino intención manifiesta de apartarse de la ley, ya que
si bien es cierto como se aludió, la jurisprudencia tiene establecido que cuando el
juez se equivoca de buena fe, ello descarta el dolo requerido para la configuración
del prevaricato, y que cuando se acredita una especial motivación en haber
procedido de manera contraria a la ley se facilita el proceso de demostración del
móvil, también ha sido dicho que si esto no sucede, ello no significa que el
conocimiento y la voluntad de transgredir la ley desaparezca.

Por esto resulta irrelevante afirmar que en la investigación no se estableció que


hubiere recibido el dinero de que da cuenta el escrito anónimo hecho llegar a la
Fiscalía, o que hubiere mantenido particular amistad con los procesados, pues
ello por sí solo no descarta el dolo de la conducta prevaricante, ni confirma el
error o la equivocación que alude, pues, como ha sido visto, el dolo no se
establece a partir de acreditar el móvil sino del conocimiento y voluntad de
realizar el hecho típico, lo que en este caso aparece suficientemente demostrado.»

Extracto n. ° 181

Número de radicado : 13053


Fecha : 18/01/2002
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO

»Esta curiosa tesis de que la mera interposición del recurso de apelación bastaría
para burlar el mandato legal de la consulta, desafortunadamente ya fue
prohijada por la Corte Constitucional en sentencia de unificación de tutela (SU-
1722 de 2000), obviamente sin efectos imperativos erga omnes, de acuerdo con la
previsión del artículo 48 de la Ley 270 de 1996 (Estatutaria de la Administración
de Justicia).

172
En efecto, la Corte Constitucional, de acuerdo con lo que expone en el fallo
mencionado, estima que la consulta es una herramienta residual y subsidiaria al
recurso de apelación, motivo por el cual la interposición de este último excluye la
primera, y así, en caso de impugnación única a favor del condenado, el superior
deberá limitar la revisión a los aspectos desfavorables y no podrá agravarle la
pena.

Sin embargo, una interpretación integral, coherente y no sesgada del texto del
artículo 31 constitucional, indica que el Constituyente estableció de manera
independiente y al mismo nivel la apelación y la consulta, como medios que
podían abrir la segunda instancia en el proceso penal colombiano, el primero por
obra del ejercicio libre de las partes y el segundo por la insustituible voluntad de
la ley. Por ello, el inciso primero del citado canon dice sentenciosamente: "Toda
sentencia judicial podrá ser apelada o consultada, salvo las excepciones que
consagre la ley" (se subraya).

Y la prohibición de reformatio in pejus sólo se contempla para el caso alternativo


único de la apelación, sin que la voluntad del apelante pueda sustituir una
consulta establecida por ministerio de la ley, sino que serían fenómenos
concurrentes, ya que la segunda le permite al superior decidir sin limitación
alguna, como lo prevé el artículo 217 del anterior Código de Procedimiento Penal,
en el mismo sentido del artículo 204 del actual ordenamiento.»

Extracto n. ° 182

Número de radicado : 13851


Fecha : 18/12/2001
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO

«El Tribunal absolvió a la doctora (...), por estimar que había actuado dentro de la
causal excluyente de culpabilidad prevista por el artículo 40-4 del Código Penal
(hoy 32-10 L. 599 de 2000), al expedir el 23 de julio de 1991 los autos
admitiendo la demanda y ordenando el mandamiento ejecutivo de pago, al igual
que las medidas de embargo y secuestro, sin ser competente; lo anterior tuvo
como sustento haber asumido el a quo el comportamiento de la servidora judicial
como no constitutivo de delito, en cuanto erradamente habría creído que tenía
competencia para resolver sobre la demanda y las medidas preventivas. Sin
embargo, se recuerda que para que esa causal proceda es requisito indispensable
que el error sea invencible.

En el caso examinado, si bien al emitir las providencias referidas la funcionaria


acusada pudo considerar que era competente, debió desplegar el magno cuidado
a que están obligados para con el Estado y con la sociedad quienes ejercen

173
jurisdicción, para analizar el contenido de las providencias que firmaba y no
descargarse irresponsablemente en la actuación de sus colaboradores, cuyo
grado de preparación no es el que se exige al Juez. Ese error era fácilmente
superable, recapacitando en la entidad del demandado y, si no supiera lo que
debía conocer, pudo ser consciente de sus limitaciones y acudir a la lectura de
los artículos 15 y 16 del estatuto procesal civil.

De tal manera, por no obrar diligentemente, la funcionaria actuó en un asunto


que estaba atribuido a los jueces civiles del circuito correspondientes, para el
caso el de Valledupar (reparto).

Pero la prueba del dolo requiere la demostración de un estado intelectivo y


volitivo que, por supuesto, va más allá de la simple observación objetiva del
descuido o equivocación.
...

En esa secuencia, si bien no encuadre el comportamiento de la acusada en la


causal de inculpabilidad prevista por el artículo 40-4 del Código Penal entonces
vigente (hoy 32-10, L. 599 de 2000), por estar frente a un error fácilmente
superable, como ya se observó, no surge certeza que acredite que la actuación de
la doctora (...) haya sido dolosa. Como no fue posible superar tal situación de
duda, coligiéndose que, por el contrario, la actuación opuesta a derecho pudo
obedecer a un obrar descuidado, falla la demostración del elemento subjetivo de
la conducta punible.

La incuria al dejar de confrontar la demanda con la legislación sobre


competencia, altamente criticable para quien debe impartir justicia, no alcanza
de esa forma a estructurar el delito imputado, siendo claro que el abuso de
función pública sólo admite la forma de culpabilidad dolosa.»

Extracto n. ° 183

Número de radicado : 10202


Fecha : 27/11/2001
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO

«Deviene infundada la apreciación sobre la errada calificación de la conducta,


pues aparte de que el censor no demuestra por qué era el delito de lesiones
personales y no el de homicidio en grado de tentativa, tanto en el proveído que
resolvió la situación jurídica como la resolución acusatoria el Fiscal analizó
detenidamente todo el acervo probatorio y razonablemente dedujo que dada la
forma como se desarrollaron los hechos, el número de heridas, su ubicación y
gravedad, así como la actitud asumida de continuar en su agresión no obstante
el intento de huida de la víctima, las cuales de acuerdo con reiterada

174
jurisprudencia de la Sala, son elementos de juicio suficientes y relevantes para
deducir el dolo homicida, cuya demostración no está sujeta a un determinado
medio de convicción.»

Extracto n. ° 184

Número de radicado : 10600


Fecha : 16/07/2001
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO

«A pesar de que dice que "acepta y da por probados todos los fundamentos
fácticos que sustentan la sentencia", seguidamente afirma que "lo que no
comparte es la interpretación probatoria que se le dio a los mismos y que
culminó con la forma de culpabilidad que se le dio al homicidio".

Es evidente la falta de cimientos de la censura sugerida. Olvidó el defensor que


para la correcta propuesta del cargo no es suficiente la confrontación de criterios
personales acerca de la forma como debió ser valorada la prueba. Es necesario
que el demandante precise de qué manera la valoración hecha por el juzgador
desconoce los principios que informan la sana crítica, y cómo en relación con el
conjunto probatorio, el error desquicia la decisión impugnada.
...

Precisamente por ser el dolo un fenómeno psicológico que escapa directamente a


la percepción de los sentidos, los juzgadores desentrañaron su presencia de la
suma de circunstancias que rodearon la acción delictiva. Para su deducción
tuvieron en cuenta la forma ponderada como se planificó la empresa criminal, el
afán que mostraron los procesados por conseguir un arma de fuego para
realizarla, el ánimo lucrativo perseguido, el hecho de que la víctima conociera a
uno de los asaltantes y la situación de indefensión en que se encontraba el sujeto
pasivo que hacía innecesario el accionar del revólver.»

Extracto n. ° 185

Número de radicado : 13261


Fecha : 14/06/2001
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO

175
«Las causales contenidas en el artículo 40 del Código Penal, impiden el
nacimiento del hecho punible por ausencia del elemento culpabilidad, que por su
carácter netamente subjetivo, operan únicamente en relación con el sujeto
agente, en el sentido de que le impiden tener conciencia de la ilicitud de su
acción o descartan la intención de realizar el tipo.

En el caso del error, tanto el de tipo como el de prohibición, excluyen el dolo ya


que debido a la errada apreciación fáctica o a la equivocada apreciación de una
norma, el sujeto actúa creyendo que lo hace conforme a derecho, bien porque
considere que en esa conducta no se dan los elementos del tipo, bien porque crea
que ella está amparada por una causal de justificación."

Si bien el juez acusado conocía el contenido del decreto 2591 de 1991, como lo
admitió en la versión y en la indagatoria, de su actitud frente al trámite y
decisión de la tutela aludida se infiere que se equivocó de buena fe, al creer que a
pesar de los términos consagrados en el artículo 86 de la Constitución Nacional y
en el decreto 2591 de 1991, podía asumir dicha acción colocándola con los
demás casos, en el orden de entrada al despacho, sometida a las mismas
dilaciones justificadas por el exceso de asuntos, como de manera
consuetudinaria ocurría con las otras actuaciones a su cargo.

Tal como se viene analizando, del conjunto de su actitud frente a la tutela en


cuestión, se infiere el convencimiento errado del doctor (...), de estar justificado
para decidirla sin respetar los términos ni la prioridad que especialmente
imponen la Constitución y la ley.»

Extracto n. ° 186

Número de radicado : 15676


Fecha : 21/07/2000
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO - Noción

«El delito que se imputa al doctor (...) sólo puede ser cometido a título de dolo, es
decir, se requiere que al obrar el autor tenga conciencia de que actúa típica y
antijurídicamente respecto de una definición específica, y que de manera
voluntaria desarrolle ese conocimiento y ofenda el interés que protege el
legislador. En palabras similares, con la jurisprudencia de la Corte, el dolo es el
aspecto subjetivo de la infracción; se califica como la plena conciencia que tiene
el sujeto activo de que con su acción viola la ley penal (14 de marzo de 1961,
G.J.T. XCV, No. 2238, p. 171); significa la realización de un hecho penalmente
antijurídico con conocimiento de su típica ilicitud, con conciencia de su
antijuridicidad y con voluntad de ejecutarlo (9 de agosto de 1983, M. P. Dr.
Alfonso Reyes Echandía ), e implica, como expresamente lo establece el artículo
36 del C.P., el conocimiento de que se está cometiendo un hecho punible, y se

176
quiere su realización, independientemente de que el autor se proponga causar
perjuicio a otra persona con dicha conducta ilícita ( 7 de marzo de 1989, M.P. Dr.
Jaime Giraldo Angel. G.J.T. CXCIX -primer semestre-, No. 2438, ps. 151/2)».

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: 2238 | Fecha: 14/03/1961 | Tema:


DOLO - Noción Rad: 2438 | Fecha: 07/03/1989 | Tema: DOLO - Noción

Extracto n. ° 187

Número de radicado : 13601


Fecha : 15/05/2000
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : SEGUNDA INSTANCIA

DOLO DIRECTO

«El dolo en el prevaricato, tal como lo ha entendido la jurisprudencia de esta


Sala, y por la naturaleza misma del punible, como que, según ya se expresó,
"requiere entendimiento de la manifiesta ilegalidad de la resolución proferida,
conciencia de que con tal proveído se vulnera sin derecho el bien jurídico de la
recta y equilibrada definición del conflicto que estaba sometido al conocimiento
del servidor público, quien podía y debía dictar un pronunciamiento ceñido a la
Ley y a la justicia", sólo, dentro de las diversas clasificaciones doctrinarias que de
él existen, puede ser el directo, no el eventual; en otras palabras, y frente al
artículo 36 del Código Penal, el juicio de reproche se hace viable sólo en la
medida en que se establezca que "el agente conoce el hecho punible y quiere su
realización", pues resulta un imposible jurídico que, por las características que
definen el hecho típico en mención, afirmar que el prevaricador actúa también
dolosamente cuando acepta su conducta "previéndola al menos como posible"»

Extracto n. ° 188

Número de radicado : 14916


Fecha : 01/03/2000
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO-No exigibilidad de otra conducta

«Que el Tribunal hubiere aceptado la inexistencia de un determinismo absoluto e


inevitable entre el influjo de condiciones externas y la decisión de la persona
sobre un resultado concreto, cuando se es capaz de prever y controlar las
consecuencias de sus actos, se tuvo la posibilidad de evitar el injusto y la
oportunidad de elegir conscientemente el motivo, pudiendo, aún en medio del

177
condicionamiento social, sicológico y económico, optar voluntariamente por
seguir uno u otro camino, no constituye error de juicio.

Las vicisitudes económicas y los esfuerzos para desmontar las captaciones


masivas de dinero fueron consideradas por el juzgador como insuficientes para
eliminar la exigibilidad de un comportamiento conforme al derecho, pues no
constituyeron fuerza mayor, error invencible o coacción insuperable y, por el
contrario, la experiencia acumulada (fracasos y bonanza, "en 1978 y 1979, el
grupo por primera y única vez en su historia, gozaba de una buena situación
económica y alguna liquidez") y el amplio conocimiento de la realidad social,
laboral, etc. circundantes le permitieron preferir seguir en la ilegal
intermediación financiera y en la falsificación de la contabilidad, incurrir en los
delitos, con la esperanza loable de no incumplir sus obligaciones con los
trabajadores, los proveedores y los acreedores, en lugar de permanecer en los
terrenos de la legalidad al acudir al concordato preventivo, que hoy, como lo
reconoce el casacionista, mantiene sólida la empresa.»

Extracto n. ° 189

Número de radicado : 10559


Fecha : 02/09/1999
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

LEGÍTIMA DEFENSA / DOLO

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCLXIII n.° 2502,


pág. 295 - 300

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCLXIII


n.° 2502, pág. 295 - 300

Extracto n. ° 190

Número de radicado : 13775


Fecha : 17/08/1999
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

CONTRATO DE LEGALIDAD / PREVARICATO / DOLO

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCLXIII n.° 2502,


pág. 75 - 92

178
JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCLXIII
n.° 2502, pág. 75 - 92

Extracto n. ° 191

Número de radicado : 10749


Fecha : 14/07/1999
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

NOTIFICACIÓN / LEGÍTIMA DEFENSA / DOLO DE IMPETU

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCLXII n.° 2502,


pág. 352 - 364

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCLXII


n.° 2502, pág. 352 - 364

Extracto n. ° 192

Número de radicado : 11061


Fecha : 10/12/1997
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

PREVARICATO / DOLO

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCLI n.° 2490, pág.
767 - 782

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCLI n.°


2490, pág. 767 - 782

Extracto n. ° 193

Número de radicado : 11241


Fecha : 02/05/1996
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : CASACIÓN

DEMANDA DE CASACIÓN / TIPICIDAD / DOLO

179
NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCXLII n.° 2481,
pág. 191 - 194

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCXLII


n.° 2481, pág. 191 - 194

Extracto n. ° 194

Número de radicado : 10189


Fecha : 27/03/1996
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

LEGÍTIMA DEFENSA / DOLO / ERROR DE PROHIBICIÓN / PERJUICIOS


MORALS

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCXLII n.° 2481,


pág. 653 - 690

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCXLII


n.° 2481, pág. 653 - 690

Extracto n. ° 195

Número de radicado : 8586


Fecha : 13/07/1995
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO / PRIVACIÓN ILEGAL DE LA LIBERTAD

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCXXXIX n.° 2478,


pág. 71 - 85

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo


CCXXXIX n.° 2478, pág. 71 - 85

Extracto n. ° 196

Ponente : JORGE ENRIQUE VALENCIA


MARTÍNEZ
Fecha : 16/05/1995
Tipo de providencia : SENTENCIA

180
Clase de actuación : CASACIÓN

PROLONGACIÓN ILICITA DE LA LIBERTAD / DOLO

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCXXXVI n.° 2475,


pág. 845 - 861

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo


CCXXXVI n.° 2475, pág. 845 - 861

Extracto n. ° 197

Ponente : GUSTAVO GÓMEZ VELÁSQUEZ


Fecha : 26/09/1994
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

CULPA CON REPRESENTACIÓN / DOLO EVENTUAL / PERITO / DOLO

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCXXXIII n.° 2472,


pág. 439 - 465

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo


CCXXXIII n.° 2472, pág. 439 - 465

Extracto n. ° 198

Ponente : DÍDIMO PÁEZ VELANDIA


Fecha : 26/09/1994
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DEMANDA DE CASACIÓN / DOLO / VIOLACIÓN INDIRECTA DE LA LEY

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCXXXIII n.° 2472,


pág. 601 - 621

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo


CCXXXIII n.° 2472, pág. 601 - 621

Extracto n. ° 199

Ponente : EDGAR SAAVEDRA ROJAS

181
Fecha : 07/07/1994
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

PECULADO POR APROPIACIÓN / DOLO

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCXXXIII n.° 2472,


pág. 214 - 223

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo


CCXXXIII n.° 2472, pág. 214 - 223

Extracto n. ° 200

Ponente : DÍDIMO PÁEZ VELANDIA


Fecha : 06/07/1994
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

IRA E INTENSO DOLOR / DOLO

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCXXXIII n.° 2472,


pág. 88 - 96

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo


CCXXXIII n.° 2472, pág. 88 - 96

Extracto n. ° 201

Ponente : EDGAR SAAVEDRA ROJAS


Fecha : 03/06/1994
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

ANTIJURIDICIDAD / LEY PENAL / DOLO

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCXXX n.° 2469,


pág. 266 - 275

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCXXX


n.° 2469, pág. 266 - 275

Extracto n. ° 202

182
Ponente : EDGAR SAAVEDRA ROJAS
Fecha : 19/05/1994
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DEMANDA DE CASACIÓN / NULIDAD / DOLO / HOMICIDIO

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCXXX n.° 2469,


pág. 108 - 118

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCXXX


n.° 2469, pág. 108 - 118

Extracto n. ° 203

Ponente : GUSTAVO GÓMEZ VELÁSQUEZ


Fecha : 05/05/1994
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DICTAMEN PERICIAL / DOLO

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCXXX n.° 2469,


pág. 670 - 677

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCXXX


n.° 2469, pág. 670 - 677

Extracto n. ° 204

Ponente : DÍDIMO PÁEZ VELANDIA


Fecha : 23/02/1994
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO / PREVARICATO

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCXXX n.° 2469,


pág. 486 - 491

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCXXX


n.° 2469, pág. 486 - 491

183
Extracto n. ° 205

Número de radicado : 8150


Fecha : 17/11/1993
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

INIMPUTABILIDAD / INCULPABILIDAD / DOLO / CULPA / NULIDAD

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCXXVII n.° 2466,


pág. 829 - 833

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCXXVII


n.° 2466, pág. 829 - 833

Extracto n. ° 206

Número de radicado : 7985


Fecha : 18/08/1993
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO / IRA E INTESO DOLOR

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCXXVII n.° 2466,


pág. 572 - 579

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCXXVII


n.° 2466, pág. 572 - 579

CATEGORÍA: Derecho de las mujeres a una vida libre de violencia / Derecho de


las mujeres a la intimidad y dignidad

Extracto n. ° 207

Número de radicado : 7892


Fecha : 06/07/1993
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO / CONDENA DE EJECUCIÓN CONDICIONAL / REFORMATIO IN PEJUS

184
NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCXXVII n.° 2466,
pág. 65 - 73

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCXXVII


n.° 2466, pág. 65 - 73

Extracto n. ° 208

Ponente : JORGE CARREÑO LUENGAS


Fecha : 11/06/1993
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

VIOLACIÓN INDIRECTA DE LA LEY / ERROR DE


HECHO / DOLO / TESTIMONIO

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCXIV n.° 2463, pág.
1292 - 1302

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCXIV


n.° 2463, pág. 1292 - 1302

Extracto n. ° 209

Ponente : JUAN MANUEL TORRES FRESNEDA


Fecha : 15/05/1993
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

PREVARICATO POR ACCIÓN / DOLO / NARCOTRAFICO / ERROR DE HECHO

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCXXIV n.° 2463,


pág. 507 - 520

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCXXIV


n.° 2463, pág. 507 – 520

Extracto n. ° 210

Ponente : JUAN MANUEL TORRES FRESNEDA


Fecha : 16/04/1993
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

185
DOLO / TIPICIDAD / CARGOS EXCLUYENTES / DEMANDA DE CASACIÓN

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCXXIV n.° 2463,


pág. 596 - 605

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCXXIV


n.° 2463, pág. 596 - 605

Extracto n. ° 211

Número de radicado : 7807


Fecha : 26/11/1992
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

PREVARICATO POR ACCIÓN / DOLO

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCXXI n.° 2460, pág.
442 - 457

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCXXI


n.° 2460, pág. 442 - 457

Extracto n. ° 212

Ponente : RICARDO CALVETE RÁNGEL


Fecha : 11/03/1992
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

PREVARICATO - Por omisión / DOLO

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCXIX n.° 2468, pág.
355 - 369

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CCXIX


n.° 2468, pág. 355 - 369

Extracto n. ° 213

Número de radicado : 3229


Fecha : 07/03/1989

186
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CXCIX n.° 2438, pág.
149 - 154

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CXCIX


n.° 2438, pág. 149 - 154

Extracto n. ° 214

Ponente : EDGAR SAAVEDRA ROJAS


Fecha : 12/11/1986
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO - Especifico - La dogmatica moderna ha demostrado que no hay delitos


con dolo especifico, sino algunas modalidades típicas que incluyen en la finalidad
o motivación que guía al agente a actuar intencionalmente contra derecho ajeno

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CLXXXV n.° 2424,


pág. 567 - 578

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CLXXXV


n.° 2424, pág. 567 - 578

Extracto n. ° 215

Ponente : EDGAR SAAVEDRA ROJAS


Fecha : 31/07/1985
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

ABUSO DE FUNCIÓN PÚBLICA / DOLO / FUERZA PÚBLICA

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CLXXXI n.° 2420,


pág. 435 - 441

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CLXXXI


n.° 2420, pág. 435 - 441

Extracto n. ° 216

187
Ponente : JESÚS BERNAL PINZÓN
Fecha : 13/02/1978
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOLO Y CULPA

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CLVIII n.° 2399, pág.
20 - 21

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CLVIII


n.° 2399, pág. 20 – 21

Extracto n. ° 217

Ponente : HUMBERTO BARRERA DOMÍNGUEZ


Fecha : 18/10/1975
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

TEMA: EL DOLO DE IMPETU PROPIO DEL ESTADO DE IRA, ES INCOMPATIBLE


CON LA RIÑA Y LA PROVOCACIÓN NO SON UNA MISMA COSA

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CLI n.° 2392, pág.
435 - 438

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CLI n.°


2392, pág. 435 - 438

Extracto n. ° 218

Ponente : GUSTAVO RENDÓN GAVIRIA


Fecha : 11/02/1965
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

INEXISTENCIA DE CONTRATOS DE COMPRAVENTA POR REVOCATORIA DEL


ENCARGO CONFERIDO AL MANDATARIO,CUANDO HAY DOLO - acusación al
fallo recurrido por errores de hecho y de derecho en la apreciación de las pruebas
fundamentales del proceso. Alcance del atr.2199 del CC. Contratos de mandato y
de comodato. Las situaciones de mandatario para enajenar lo que después se
recibe en comodato para restituir, son recíprocamente excluyentes.
Fundamentales elementos del cuerpo del delito tanto para la falsedad como es la

188
estafa. el dolo como parte del cuerpo del delito en los hechos
intencionales.causal1del art.520 del C.J. no procede en el negocio penal
involucrar un motivo civil de casación para efectos distintos a los que trata el 559
del c de p.p. causales 12 y 4 de casación penal. Cargo de doble nulidad: una de
orden legal ´revista en el ord.1 del art.198 del C.P.P. orbita jurisdiccional de la
acción penal y de la acción civil en los juicios penales. Acción de restitución de
los bienes muebles e inmuebles como consecuencia de investigación o de juicios
de carácter penal.

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CXI-CXII n.° 2276-


2277, pág. 191 - 231

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CXI-CXII


n.° 2276-2277, pág. 191 – 231

Extracto n. ° 219

Ponente : SIMÓN MONTERO TORRES


Fecha : 10/06/1961
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

EMBRIAGUEZ - Prueba / DOLO - Demostración

«El recurrente comienza por afirmar que quienes presenciaron los hechos "están
acordes en manifestar que la persona que disparó sobre GO se encontraba en
estado de embriaguez" y, además, en que el encuentro fue accidental, "ya que
ninguno de los dos se conocía".

El presupuesto de la beodez, en realidad, carece de prueba en el proceso, puesto


que lo único que dicen los que presenciaron los hechos es que en la tienda de
donde salió HL para atacar al señor O, en medio de vivas a un determinado
partido, se ingería licor. Nadie sostiene que allí estuvieran borrachos, ni menos
aparece esa afirmación respecto al expresado sujeto.

De modo que, contra lo que parece sugerir el recurrente, la beodez no juega en el


proceso para determinar la conducta del acusado, en orden al delito que se le
imputa, por el simple resultado.

En los autos no se encuentra hecho alguno que tienda a demostrar que el


encuentro hubiera sido preordenado y entonces debe tenerse como accidental,
circunstancia que sumada a los "vivas" partidistas de la tienda y a la frase procaz
que precedió al ataque, comprueba plenamente que el móvil del delito fue el
sectarismo político, que para expresarse a balazos tenía que hallarse en el colmo
de la exaltación y, por lo tanto, en el más alto de su poder destructivo.

189
En ese clima psicológico, dentro de ese convulsionado, hirsuto y agresivo
sectarismo, el señor H hizo uso de un revólver, arma de idoneidad letal absoluta,
para dispararlo por tres veces contra el señor O y en esa forma herirlo en un
brazo, que le dañó de por vida, y al lado del cuello "por encima de la clavícula
izquierda", de manera que el proyectil fue "perforante del tórax".

En las condiciones anotadas no cabe la menor duda respecto a que el propósito


que guio a H al disparar reiteradamente contra el señor GO fue el de causarle la
muerte, hecho que para ser negado, requeriría el desconocimiento de todas y
cada una de esas circunstancias que se acaban de reseñar, las cuales, en
realidad, configuran una evidencia, diríase que casi tangible. No prospera, pues,
este otro cargo que se hace al fallo recurrido con fundamento en la causal 2ª de
casación».

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo XCVII n.° 2246 A


2249, pág. 388 - 395

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo XCVII


n.° 2246 A 2249, pág. 388 - 395

Extracto n. ° 220

Ponente : GUSTAVO RENDÓN GAVIRIA


Fecha : 24/10/1960
Tipo de providencia : AUTO INTERLOCUTORIO
Clase de actuación : CASACIÓN

EL DELITO DE LESIONES PERSONALES, COMO ILÍCITO CONTRA LA


INTEGRIDAD PERSONAL, NO CONTRA LA VIDA, ES UN DELITO DE
RESULTADO, Y SU DOLO ESPECIFICO SURGE POR NEGACIÓN DEL
PROPOSITO HOMICIDA. NO PORQUE EN UN CASO DADO LOS DELITOS DE
HOMICIDIO Y LESIONES PORQUE FUE JUZGADO EL REO SEAN CONEXOS Y
EN VIRTUD DE ESA CONEXIDAD INVESTIGADOS Y FALLADOS EN UN MISMO
PROCESO, POR EL JUEZ COMPETENTE PARA CONOCER DEL DELITO MAS
GRAVE, DEJAN LAS INFRACCIÓNES DE TENER SU INDIVIDUALIDAD
JURÍDICA. TÉCNICA DE CASACIÓN

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo XCIII n.° 2230 -


2231, pág. 847 - 849

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo XCIII n.°


2230 - 2231, pág. 847 - 849

Extracto n. ° 221

190
Ponente : LUIS EDUARDO MEJÍA JIMÉNEZ
Fecha : 18/12/1958
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

EL DOLO PENAL. CRITERIO SOBRE EL DOLO EN GENERAL Y EL DOLO


EVENTUAL , EN PARTICULAR. RESUMEN DE LAS CARACTERISTICAS DE UNO
Y OTRO Y FUNDAMENTO DE DICHO CRITERIO. TEORIAS DE LPA
PROBABILIDAD; DEL ASENTIMIENTO - SENTIMIENTO ; HIPOTECA Y POSITIVA
DEL CON

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo XC n.° 2207-2208-


2209, pág. 112 - 145

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo XC n.°


2207-2208-2209, pág. 112 - 145

Extracto n. ° 222

Ponente : PEDRO PACHECO OSORIO


Fecha : 28/04/1958
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

EL DAÑO REAL O POTENCIAL ES REQUISITO INDISPENSABLE DEL DELITO DE


FALSEDAD EN DOCUMENTO PÚBLICO. EL DOLO CARACTERISTICO DE ESTA
INFRACCIÓN

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo LXXXVII n.° 2195-


2196, pág. 757 - 763

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo LXXXVII


n.° 2195-2196, pág. 757 - 763

Extracto n. ° 223

Ponente : SANTIAGO CADENA COPETE


Fecha : 03/06/1957
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DETENCIÓN ARBITRARIA / DOLO GENERICO Y DOLO ESPECIFICO / CUANDO


SE PUEDE DECRETAR LA DETENCIÓN / CONVENIENCIA DE DICTAR POR
SEPARADO ESTA DECISIÓN DEL AUTO DE PROCEDER

191
NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo LXXXV n.° 2183,
pág. 422 - 426

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo LXXXV


n.° 2183, pág. 422 - 426

Extracto n. ° 224

Ponente : ELBERTO TÉLLEZ CAMACHO


Fecha : 13/02/1957
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

LA CESACIÓN DEL PROCEDIMIENTO POR LA APLICACIÓN DEL ARTÍCULO 153


DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO PENAL, ESTA CONDICIONADA A LA
COMPROBACIÓN PLENA DE LA CAUSAL ALEGADA / PARA LA APLICACIÓN
DEL ARTÍCULO 171 DEL CÓDIGO PENAL, SE REQUIERE LA COMPROBACIÓN
DEL DOLO GENÉRICO RELACIONADO CON EL ACTO ARBITRARIO E INJUSTO,
ALEGADO EN AUTOS

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo LXXXIV n.° 2179,


pág. 444 - 446

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo LXXXIV


n.° 2179, pág. 444 - 446

Extracto n. ° 225

Ponente : RICARDO JORDÁN JIMÉNEZ


Fecha : 27/06/1956
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

ABANDONO DEL CARGO / CASO DE UN FUNCIONARIO QUE SE SEPARA DEL


CARGO EN USO DE LICENCIA / DOLO GENÉRICO DE LA INFRACCIÓN

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo LXXXIlI n.° 2169,


pág. 131 - 132

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo LXXXIlI


n.° 2169, pág. 131 - 132

Extracto n. ° 226

192
Ponente : ALEJANDRO CAMACHO LATORRE
Fecha : 04/08/1953
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

EL ERROR EN LA INTERPRETACIÓN O APLICACIÓN DE UNA LA LEY NO


CONFIGURA POR SI SOLO DELITO DE PREVARICATO NI FUNDA PRESUNCIÓN
DE DOLO EN EL FUNCIONARIO QUE EN EL INCURRIÓ

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo LXXVI n.° 2133, pág.
128 A 129

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo LXXVI


n.° 2133, pág. 128 A 129

Extracto n. ° 227

Ponente : ALEJANDRO CAMACHO LATORRE


Fecha : 17/07/1953
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

EN LOS JUICIOS EN QUE INTERVINO EL JURADO, LO RELACIONADO CON EL


ESTADO DE IRA E INTENSO DOLOR, PUEDE SER DEBATIDO EN CASACIÓN
SOLO CON FUNDAMENTO EN LA CAUSAL TERCERA.

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo LXXV n.° 2129 A


2132, pág. 681 A 683

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo LXXV


n.° 2129 A 2132, pág. 681 A 683

Extracto n. ° 228

Ponente : ALEJANDRO CAMACHO LATORRE


Fecha : 23/06/1953
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DELITOS DE VIOLACIÓN DE DOMICILIO Y DE VIOLENCIA CARNAL - PARA QUE


SE CONFIGURE EL DELITO DE VIOLACIÓN DE DOMICILIO, NO SE REQUIERE
EN EL AUTOR DOLO ESPECIFICO DE HACER TAL COSA.

193
NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo LXXV n.° 2129 A
2132, pág. 460 A 467

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo LXXV


n.° 2129 A 2132, pág. 460 A 467

Extracto n. ° 229

Ponente : ÁNGEL MARTÍN VÁZQUEZ


Fecha : 09/06/1953
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DELITOS DE VIOLACIÓN DE DOMICILIO Y DE ABUSO DE AUTORIDAD - EL


DOLO ES INDIVISIBLE E INCOMUNICABLE AL MENOS POR EL ASPECTO DE
LOS ACTOS REALES CONFIGURATIVOS DEL DELITO.

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo LXXV n.° 2129 A


2132, pág. 433 A 440

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo LXXV


n.° 2129 A 2132, pág. 433 A 440

Extracto n. ° 230

Ponente : ÁNGEL MARTÍN VÁZQUEZ


Fecha : 17/07/1951
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DELITO DE PREVARICATO - EL SIMPLE ERROR EN LA INTERPRETACIÓN DE


LA LEY NO PRESUME DOLO EN EL JUZGADOR.

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo LXX n.° R-006960,


pág. 117 A 118

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo LXX n.°


R-006960, pág. 117 A 118

Extracto n. ° 231

Ponente : AGUSTÍN GÓMEZ PRADA


Fecha : 26/09/1950

194
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DOCTRINA DE LA CORTE SOBRE PRESUNCIÓN DE DOLO

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo LXVIII n.° 2087 A


2095, pág. 251 A 253

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo LXVIII


n.° 2087 A 2095, pág. 251 A 253

Extracto n. ° 232

Ponente : DOMINGO SARASTY MONTENEGRO


Fecha : 23/03/1950
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

REQUISITOS PARA QUE UN ACTO SEA DELITO - PRUEBA DEL DOLO

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo LXVII n.° 2080 -


2186, pág. 219 A 226

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo LXVII n.°


2080 - 2186, pág. 219 A 226

Extracto n. ° 233

Ponente : AGUSTÍN GÓMEZ PRADA


Fecha : 27/02/1946
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

DETENCIÓN ARBITRARIA. - SOBRESEIMIENTOS DEFINITIVOS.-ELEMENTOS


OBJETIVOS DEL DELITO DE DETENCIÓN ARBITRARIA.-DOLO GENÉRICO Y
DOLO ESPECIFICO.-CUANDO DEBE ENTENDERSE QUE EXISTE BUENA FE EN
LA APLICACIÓN JUDICIAL DE LA LEY

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo LX n.° R-006950,


pág. 200 A 211

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo LX n.°


R-006950, pág. 200 A 211

195
Extracto n. ° 234

Ponente : FRANCISCO BRUNO


Fecha : 15/11/1944
Tipo de providencia : SENTENCIA
Clase de actuación : CASACIÓN

LA PREMEDITACIÓN Y EL DOLO DE IMPETU, SON INCONCILIABLES

NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo LVIII n.° R-006947,


pág. 360 A 363

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo LVIII n.°


R-006947, pág. 360 A 363

196

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