Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
AUTOR:
JOSÉ LUIS LÓPEZ RETANA
1
ÍNDICE
Dedicación............................................................................................................... 1
2
Dedicación
entrecruzar las piernas para prestar atención sin parpadear y con el pulso al tope,
cotidiano a lo sobrenatural.
1
El Fantasma del Puente de la Vieja
a continuación.
aún no ha llegado a la mayoría de edad. En sus manos lleva una bolsa con
víveres, voltea y nota que un carro se aproxima, el chofer del carro es un joven
- A mi casa.
- ¿Cómo se llama?
- Alondra ¿y usted?
El joven llegó a una casa, se bajó del carro y tocó la puerta. Una señora alta
2
- ¿Qué se le ofrece?
- Buenos días señora, soy polaco y ando ofreciendo diferentes artículos para
- Sí —contestó la mujer.
monto determinado.
- Señora, ha sido un placer negociar con usted, le prometo pasar todos los
mínimo para salir adelante, Alondra es su única esperanza, piensa que un día su
3
hija va a tener un buen trabajo y con dos sueldos la vida será más fácil para
ellas.
llama Ernesto, es una persona agradable y servicial, la gente del pueblo le dice
“Neto” y cuentan que llegó de San José a vivir en el campo para estar cerca de
la naturaleza, tiene cuarenta años y posee una casa pequeña y una parcela
respeto y cariño pero dentro de su pecho vibra la llama del amor que él sabe
secreto.
- Bueno solo pase a saludarla, pero un día de estos la visito con más tiempo
para charlar.
4
- ¿Qué será?
- Ya lo sabrá a su tiempo.
piel morena y su cara ovalada, sudaba por el calor del verano. Sonó la bocina de
Ella le sonrió:
- Sólo cuando estoy cerca de ti, desde que te conocí, sólo pienso en ti
- Tengo que pensarlo, mi madre no me deja tener novio, solo tengo dieciséis
5
- ¡Espera! —dijo Alondra— ¿Qué haces?
Ella respiró hondo. Sentía que el amor tocaba las puertas de su inocente
- Espero que lo sea, pero temo que se aproveche de usted. Creo que es un
mujeriego.
6
- Porque vive en la capital y se cómo son los muchachos de San José.
- Cuídese mucho.
- Muy bien, esperando que llegue la tarde para reunirme a charlar con usted.
soñé tener un novio que sea bueno, que me respete y me cuide, pienso que
- Eres buena y espero que realices todos tus sueños, bueno debo irme, nos
vemos mañana.
Ella estaba feliz y esperó con ansias el sábado siguiente, el día llegó, se
levantó temprano y se vistió elegante para esperar al joven polaco, miró el reloj
- La una de la tarde.
7
- Ya voy — dijo Doña Luisa.
regresamos.
ansiaba el momento de estar a solas con él, sin embargo, ignoraba que era una
dijo al oído:
- Te amo.
Ella lo besó en los labios. Se sentía feliz en los brazos del joven atrevido y
apuesto.
estremecían.
8
- Ya es suficiente —dijo Alondra— vámonos.
- ¿Me lo prometes?
- Sí —lo prometo.
- ¿Por qué?
- Pues hace solo unos días que ese muchacho apareció por aquí y usted no lo
conoce.
9
«Ojalá ese muchacho no juegue con ella, es tan joven e ingenua como un
La tarde del día siguiente Neto llegó a la casa, Alondra estaba esperándolo.
- Muy bien. Lo esperaba, debo decirle que estoy muy emocionada y quiero
contarle algo.
- Renzo vendrá a visitar mi casa, ya habló con mi madre, estoy muy nerviosa.
- Sí, esperaba que usted llegara para decirle que me siento feliz. Él me quiere
y es un buen muchacho, he soñado mil veces con vivir una vida mejor,
- Mi reina Dios quiera que todo le salga bien, porque es una mujercita muy
10
- Mi nombre es Ernesto, soy amigo de Alondra. Sólo quiero decirle que ella es
una muchacha muy buena, humilde e ingenua, con un gran corazón. Nunca
- A usted qué le importa como yo la trate. ¿Sabe una cosa señor? Viva su
vida y deje vivir a los demás, no se meta conmigo, así no tendrá problemas.
preocupado, pensó que su amiga tendría un futuro incierto al lado del joven
polaco.
nada podía detener el fuego que ardía en su corazón. El día siguiente estaba en
- Estuve trabajando y se me hizo tarde, pero aquí estoy, solo para ti.
- Ya debo irme, mi madre llega del trabajo y yo salí sin permiso, si no estoy en
11
- Tranquila mi amor, piensa en nosotros, debemos ser felices, lo demás no
siempre.
- Está bien —dijo Alondra— me casaré contigo y juntos seremos muy felices
joven embustero llenó a la linda mujercita de promesas. Llegó el nuevo día y aún
12
penetraba jugueteando por la ventana del cuarto, buscó con ansias la presencia
sus mejillas rosadas, comprendió que había cometido el peor error de su vida,
Respiró hondo, metió la cabeza entre las piernas y lloró desesperada. Renzo
- ¿Dijiste que querías casarte conmigo? ¿Por qué me mentiste? Eres malo,
muy malo.
13
Renzo la tomó de un brazo, la sacó del carro y le gritó:
hacia su casa.
Doña Luisa estaba preocupada, no sabía nada de su hija. Al rato llegó a una
conclusión y pensó.
«Esa estúpida se fue con el joven polaco» Colocó sus delgadas manos sobre
«No he sido una buena madre, pero no merezco que mi hija se comporte de
esa forma»
Estaba triste y llena de ira. En ese momento escuchó que tocaban la puerta,
- Bueno espero que él sea responsable y la trate bien. Por ahora hay que tener
«Ojalá tenga suerte, es tan joven, Dios quiera que ese muchacho se
14
Alondra caminaba pensativa y triste, esperaba encontrar apoyo en su madre,
pero doña Luisa la esperaba furiosa, como si supiera que de un momento a otro
su hija llegaría.
- Madre perdóname.
Ella guardó silencio, su madre la tomó por el pelo, la lanzó al piso y de sus
- ¿Te fuiste con ese muchacho verdad? ¿De esa forma me pagas todo lo que
he hecho por ti? Sabes bien que mi lucha ha sido dura para salir adelante,
- ¡Lo siento madre, no sé qué me pasó, me dejé llevar por sus palabras de
mamá.
15
«Dios mío desearía no pensar en Renzo, pero lo extraño. Ojalá vuelva
Ella esperaba que el hombre que amaba regresara. Ansiaba verlo y ser feliz
- Sí, madre.
- ¿Por qué no has hecho nada? La casa está sucia y no hiciste comida.
se levantó muy temprano, se metió al baño, se puso un vestido muy lindo para
La tarde siguiente Neto pasó a saludar a Alondra, pero Doña Luisa lo trató
16
- Alondra ha estado encerrada en su cuarto desde hace varios días y no quiere
ver a nadie.
«¡Dios mío! ¿Ahora qué voy a hacer? Tengo que contárselo a mi madre, pero
como hacerlo, ella me recriminaría una y otra vez el error que he cometido. A
puede comprenderme.»
- Mi pequeña amiga, al fin te dejas ver, estaba preocupado por ti. Te has
pasado?
Ella lo miró tristemente, una lágrima recorrió sus mejillas. Neto acarició su
17
- ¡Dios mío! —exclamó Neto mientras la abrazaba acariciando su espalda con
bondadoso.
apoyo.
- Gracias mi buen amigo, desearía que mi madre fuera como usted para
- Olvídalo.
profundo del corazón, sin embargo lo amo. Amigo, no sé qué voy a hacer.
apoyarte, debes hablar con tu madre, espero que ella sea comprensiva y te
ayude.
- Hazlo mi cielo porque de todas formas tarde o temprano ella se dará cuenta,
18
- Está bien se lo diré. Gracias, sus palabras me confortan con su ayuda voy a
salir adelante.
- ¿Cómo puedes ser tan estúpida en creer en las promesas de los hombres?
19
- No lo sé madre
- Qué fácil es decirlo, eres una imbécil, crees que la vida ha sido fácil para mí,
no tienes idea de lo que he tenido que luchar para salir adelante contigo y
- ¡Ya! ¿Para qué pides perdón si el daño está hecho? Piensas que yo no tengo
corazón, lloré y sufrí cuando te fuiste, eras mi única esperanza, pensé que
Tienes que luchar por ese ser que vas a traer al mundo, de mí no esperes
nada.
- Está bien madre —dijo Alondra mientras caminaba hacia su cuatro llorando.
- ¡Malditos hombres! —gritó— son una manada de cobardes, solo sirven para
Doña Luisa agarró su cabello largo, rubio y desordenado con ambas manos
cara arrugada hasta rosar su cuello. Increpó a su hija por largo rato y lloró hasta
Dicen que el demonio se siente muy bien donde hay pleitos y desorden
20
y desde el día que el joven vendedor de ropa puso un pie en la casa de las dos
pasaban por su mente. Su madre estaba en contra de ella y no le sería fácil salir
- Ayer hablé con mi madre y reaccionó furiosa. Ella me gritó una y otra vez por
haciendo sufrir.
- Está bien mi amigo, voy a arreglar un poco la casa antes de que ella llegue,
21
Doña Luisa se iba al trabajo sin despedirse, estaba furiosa y cuando estaba
estómago y susurró:
«¡Es mi amigo!»
ser madre
- Vamos cariño, sé fuerte, yo confió en ti, debes confiar en mí, yo te guiaré por
un buen camino.
- Sé que cuento con usted, pero me siento muy mal por el error que he
cometido.
- Todos cometemos errores —dijo Neto— nos sirven para madurar y ser
22
- Gracias por sus consejos, estaré esperándolo para conversar con usted,
Pasaron los días y Alondra caminaba con dificultad, su estómago estaba muy
Una tarde, Neto pasó a visitarla, al llegar escuchó el llanto de un bebé, sintió
- ¿Estás bien?
- Gracias amigo.
23
- Y todos cometemos errores. nosotros debemos ayudarla y aconsejarla,
- No señor —dijo doña Luisa— de nada vale ser buena, todo lo que luché por
ella y vea como me pagó, ahora voy a ser más estricta, debe cumplir con la
manutención de su hijo.
Neto se despidió de las dos mujeres y salió de la casa feliz. Amaba a Alondra
«Yo la amo y ella está muy sola, no es feliz con su madre, voy a hacer
En cuanto Alondra se repuso del parto, salió a buscar trabajo, tomó al bebe
en sus brazos y recorrió las calles de San Carlos buscando empleo, insistió,
pero no lo logró, entonces pensó que la mala suerte la acompañaba y se dio por
escuchar todos los días las blasfemias y reproches de su madre. Una tarde Neto
24
- Claro que sí mi angelito, aquí estaré.
planeado.
La noche era fría y Alondra intentaba dormir sin lograrlo, escuchó el rumor
lejano de un carro que iba a alta velocidad, el canto de las aves nocturnas y el tic
tac del viejo reloj que cuelga de la pared de su cuarto. Al fin logró dormirse y
soñó que un horrible monstruo con la cara deformada y los ojos rojos la tomaba
- Tenías una pesadilla —dijo su madre— gemías de una forma tan espantosa
- ¿Dios mío qué voy a hacer? Creo que me estoy volviendo loca.
25
Caminó hacia la cocina y puso la cafetera a hervir, al rato hizo café, se tomó
una taza bien fuerte y se sentó en la cama a esperar la llegada del nuevo día.
Un rayito de luz penetró travieso por la ventana, observó al niño que dormía, lo
amigo confidente. La tarde llegó y Neto se presentó, ella al verlo bajo las gradas
- ¿Qué te pasa?
- Anoche tuve un oscuro y horrible sueño, tengo miedo, no quiero que llegue la
- Soñé con un monstro espantoso, tenía el pelo erizado, los ojos rojos, la cara
- ¡Dios santo! pobrecita, bueno solo fue una pesadilla, debe rezar antes de
pesadillas.
26
- No tiene que saberlo, sólo conversa con Dios en la soledad de tu cuarto,
- Bueno ahora debo irme, pero mañana paso a ver cómo está y debo decirle
hija.
- ¡Ya conseguiste trabajo! —le gritó— eres una buena para nada, solo sirves
mantenerlos.
27
El sol penetro por la ventana de su cuarto y se levantó, envolvió al bebe en
una cobija, lo tomó en sus brazos y se fue para San Carlos, allí intentó conseguir
- ¡Ya no soporto más vivir en esta agonía! —gritó mientras lanzaba contra la
- ¡Ya me tienes harta! — dijo Doña Luisa— ¡No te soporto! Ojalá te fueras para
Alondra se sentó sobre el piso y metió la cabeza entre las piernas mientras
gritaba:
- ¡Está bien, madre, me iré de aquí si así lo quieres, ya no vas a verme nunca
Otro día, Doña Luisa se fue al trabajo. Ella aprovechó para entrar al cuarto de
28
sombras y pinturas, se maquillo, se peinó el cabello, se pintó los labios, lucía
bellísima, se puso una falda corta que dejaba ver sus largas y hermosas piernas.
radiante. Salió de la casa apresurada, había tomado una decisión, las pesadillas
con elegancia.
- Vaya, que mujer más bella —dijo el taxista— su cabello parece de oro y su
cuerpo es perfecto.
- No, no diga eso por favor, ni Dios lo quiera. Tengo un niño pequeño y lo amo
mucho.
- No lo tome en serio, es una broma para iniciar una conversación con usted.
29
- ¿Y cree que Dios perdona a quien se quita la vida?
- Bueno yo creo que por ningún motivo debe una persona quitarse la vida,
pero si puedo asegurarle que Dios perdona nuestros pecados. ¿Dónde vive
- En Cuidad Quesada y vine visitar una tía que vive cerca del puente.
El taxista detuvo el carro y Alondra bajó del taxi rápidamente mientras decía:
- ¡Gracias señor!
Pero ella se dejó caer al vacío. El taxista alcanzó a tomarla del cabello con la
mano derecha. La sostuvo por un instante, pero ella se fue zafando de sus
manos lentamente.
Alondra alzó la cabeza y vio al taxista, éste al verla sintió escalofríos en todo
En ese momento llegó un carro y bajaron tres monjas. Una de ellas, anciana,
30
- Ha sido espeluznante —dijo— la joven antes de caer tenía los ojos rojos y el
La anciana puso una de sus temblorosas manos sobre el hombro del taxista
y le dijo:
corazón el diablo sabe hacer muy bien su trabajo, esa muchacha tenía
- ¡No puedo entender! ¿Por qué una muchacha joven y linda, llena de vida,
- Bueno —dijo la monja— ella no tuvo la oportunidad de ser feliz y fue inducida
a dejar este mundo de esa forma, que Dios perdone sus pecados y acoja su
Neto había terminado de pintar la casa, en ese momento sintió un viento frio
la mujer que amaba. Corrió hacia la casa de Alondra, pero ella no estaba
31
- Esa ingrata se lanzó del Puente de la Vieja y me dejó abandonada con él
bebé.
cielo gris, Neto camina lentamente, las lágrimas brotan de sus ojos negros y se
deslizan por su cara redonda, en sus manos lleva una rosa roja, se acercó al
Cayó de rodillas y puso las manos sobre su cara, miró hacia el cielo he
- ¡Era tan linda, tan joven y yo la amaba! Soy un cobarde porque callé mis
32
- Amor ¿qué hace aquí tan sola?
- ¿Dónde vive?
lugar rápidamente.
al carro y se llevaron un tremendo susto que marcó sus vidas, por ese motivo en
cantaba una canción. Al llegar al Puente la Vieja las luces del carro le
permitieron ver a una mujer bellísima que le hacía parada indicándole que la
33
- Pase usted bella dama.
manejando. Al pasar por una parte donde los frondosos árboles se entrelazan
hombre paro el carro y abraso a la mujer, sus manos acariciaron un cuerpo frio y
rayos de luz. El hombre sintió que el corazón se le quería salir del tremendo
susto, estaba aterrorizado, se mantuvo allí por largo rato hasta que recobro el
aliento, arrancó el carro y se dirigió a su casa, estaba tan asustado que todo su
prometiendo a Dios ser un hombre bueno y dejar las fiestas para dedicarse más
a su familia.
sobrenaturales, las personas que viven cerca del Puente de la Vieja aseguran
choferes antes de llegar al puente imploran una oración a tatica Dios para que
34
Una madrugada un joven motociclista, iba para San Carlos a gas pegado. Al
- Macha guapa ¿qué hace aquí tan solita? Vamos suba y nos vamos a bailar.
como garfios de hielo que lo herían apretándole con fuerza. Un frío intenso
recorrió todo su cuerpo, entonces vio las manos aferradas a su vientre, eran
largas y esqueléticas, volteó para ver a la mujer y vio un rostro horrible, un olor a
- ¡Avemaría purísima!
35
- ¡Es el fantasma del Puente de la Vieja!
- Sí joven, usted montó a la macha fantasma que sale por las madrugadas a
- Bueno señor, le juro que por allí no vuelvo a pasar nunca más.
por el Puente de la Vieja ella se cruza en tu camino, piensa que sólo fue una
víctima más de la crueldad del hombre, presa fácil del demonio que tiene sus
mañas para aprovecharse de las debilidades del ser humano. ¡Oh caminantes!
cuando pasen por ese lugar arrodíllense he imploren una oración a Dios para
36
El Fantasma de la Avenida Seis
guarda en esa zona, le estoy hablando de los años noventa, después de las
se apostaba en una esquina, era la silueta gris de un hombre alto y flaco, con
fantasma deambulaba por las angostas aceras. La primera vez que lo vi fue
la conclusión que el espectro que deambulaba por esas calles era el alma en
En ese tiempo yo cuidaba un edificio cerca del bar y vi cuando llegó la Cruz
Roja, del carro bajaron dos hombres y examinaron el cuerpo. Caminé hacia
donde yacía el muerto y quedé sorprendido al ver una silueta incorpórea que
instante al frente del occiso y luego se esfumó entre las calles oscuras.
37
Me alejé del lugar y continué con mi trabajo, pero por mi mente deambulaba
la extraña aparición que había visto surgir del cuerpo del hombre asesinado.
vivió en Cristo Rey y tenía esposa y dos hijos, fue un buen hombre, pero le
gustaba tomarse unas cervezas los fines de semana como lo hacen muchas
personas, esto para relajarse después del trabajo y olvidarse de los problemas
rondar por la avenida seis. La primera vez que vi al fantasma sentí miedo, un
Es difícil explicar este fenómeno sobrenatural, pero me han contado que una
pudre, pero su alma en pena se queda aquí buscando cumplir con las metas que
Por las noches estas calles son oscuras y tenebrosas, en ellas el peligro
38
en cada rincón, los maleantes se esconden tras los edificios para asaltar a las
ellas esperan a los ingenuos trabajadores y cuando salen de algún bar los
conquistan con palabras de amor y los invitan a irse con ellas, ellos caen en su
muerte.
Estas calles son trampas donde ronda la miseria, el dolor y la violencia, sobre
las frías aceras duermen cantidad de alcohólicos, hombres y mujeres que han
perdido la dignidad, presas del vicio que los degrada y los humilla, durante el día
A veces pienso en mi patria que tanto quiero, este pedazo de mi alma que
fundaron los abuelos donde yo crecí libre como el viento y cuando joven recorría
por la noche San José sin temor a ser asaltado, me iba de fiesta con mis amigos
y nunca nos sucedió ningún percance, ahora todo ha cambiado, nuestra patria
que poco a poco impera en el país, los indigentes y pordioseros salen por la
que deambulan buscando en la basura todo lo que les sea útil, cargan con cajas,
que salen de su agujero arrasando con todo, algunos se arrastran sobre esta
39
jungla de cemento y se hieren al pelear por un mendrugo de pan o por una colilla
estos acontecimientos, son detalles nocturnos que mucha gente ignora, pero lo
veía me hacía falta, lo buscaba con la mirada y allí estaba en una esquina, me
era muy agradable su lejana compañía, la gente no lo veía, pero yo sí tenía esa
fantasma de la Avenida Seis protege a los borrachos y estas dos anécdotas que
- Sabe usted Don Juan, en esta vida hay que ser inteligente, para que trabajar
- No está bien lo que hace —le dije— es mejor ser honrado y ganarse el
40
Pasaron dos meses y una tarde se me acercó, me llamó la atención porque
ayudar a la gente.
- Don Juan, usted que recorre estas calles de un lado a otro, ¿alguna vez lo
han asustado?
gris espeluznante que se acercaba y poco a poco fue tomando forma hasta
de sus ojos salía fuego, caí fulminado de terror, perdí el sentido. Al rato me
levanté y corrí como alma que lleva el diablo hasta llegar a mi casa en la
fantasma.
41
delictiva de Chamo. Meses después me contaron que él estaba en una parada
Mario era hijo único, vivía con su madrecita en Paso Ancho, la pobre señora
sufría mucho al ver a su hijo hundido en el vicio del licor, el joven frecuentaba los
bares de esta zona, le gustaba hacer amigos y pasar las horas charlando de
dejaba una semana de tomar y volvía a ingerir licor con muchas más ganas,
vivía en esa lucha, tratando de soltarse de las garras del maldito vicio.
- No — le dije.
a su casa protegiéndolo.
42
- ¡Qué extraño! —dijo Mario— le he preguntado a muchas personas, pero
los borrachos.
- ¿Usted lo conoció?
- Sí claro.
- Y ¿cómo murió?
no quiero terminar como ese buen hombre, muerto en una de estas sucias
calles.
Al darme cuenta de que Mario había dejado de tomar licor comprendí que el
espectro de la avenida seis estaba aquí para cumplir una misión; creo que
43
Rogelio se había propuesto ayudar al prójimo cuando estaba con vida, ahora
retirarme para siempre de estas calles que son parte de mi vida, sin embargo, en
mi soledad siempre pensaba en mi viejo amigo, por ese motivo una noche decidí
Coloqué una bufanda sobre mi cuello y cubrí mi cabello blanco con un sombrero
mientras mis hijos dormían, respiré hondo y recorrí con ansias la avenida seis,
observé las aceras y cada detalle de los edificios, que ya no son los mismos, la
mayoría los han remodelado, otros que yo conocí los demolieron, pero los bares
permanecen allí, más bien noté que hay muchos más y la gente entra y sale de
encontrarlo, pero mi búsqueda fue en vano solo noté que éstas calles y avenidas
ahora son más oscuras y peligrosas que ayer; el vicio, la prostitución y la maldad
han ganado mucho terreno. Por mucho tiempo había guardado la esperanza de
está, regresé a casa tarareando una canción y añorando el ayer, me sentí feliz
44
porque estaba seguro de que el alma de Rogelio descansa en paz y Dios lo
llamó a su presencia.
45
Amor Eterno
ochenta tenía un pequeño negocio de tilichería en calle doce, avenida tres, allí
en cajas de cartón sobre una acera. Es una noche de verano, el frío es intenso,
una mujer acurrucada entre periódicos y algunos trapos viejos intenta dormir, un
hombre quiere acostarse con ella. La mujer se indispone y le dice que la deje en
paz, el hombre insiste tocándola, en ese momento aparece otro hombre, lo toma
- ¡Déjela dormir!
- ¿Quién eres?
El hombre no contesta, la mujer pasa sus delgadas manos por sus ojos y
exclama:
- Pero que ven mis ojos ¡Eres el príncipe con el que he soñado toda mi vida, al
fin llegas!
46
- No es cierto, yo te he soñado y te espero desde hace muchos años. Bueno al
- No, eres mi príncipe y Dios te ha puesto en mi camino para que los últimos
- ¿Cómo te llamas?
- Mi nombre es Neneida.
estrellas. No tengo a nadie, mi vida es cruel, solitaria y triste, pero ahora que
te encuentro siento que toco el cielo con las manos, mi corazón se llena de
Neneida le sonrío y sus delgadas manos buscaron las del hombre que
recorro las calles mirando el cielo y las estrellas, ahora llegas a mi vida y todo
47
Neneida era alta, delgada, de piel blanca, cabello castaño largo y
desordenado, recogido atrás por una vieja cola de paño de color negruzco, tenía
rosado de una sola pieza que rondaba la pantorrilla, cuya tela estaba
extendía la mano a los transeúntes suplicando una limosna para subsistir, pero
le era muy difícil recoger plata, la gente la miraba con indiferencia, cansada y
triste con el estómago vacío esperaba que llegara la noche para buscar en algún
trascurrido en las calles de la zona roja consumida en el vicio del alcohol, ahora
había esperado.
Galido era un hombre alto y fuerte, de piel morena y cuerpo delgado, cabello
comida para sobrevivir, ahora la llama del amor tocó su corazón y decidió
Los enamorados dormían en una calle fría con el cielo por techo mirando las
- Mi madre murió cuando yo era pequeña, tenía cinco años y una tía cuidaba
luego lo hicieron mis dos hermanos, un día escapé de casa porque estaba
48
obstinada de sufrir acoso y maltrato de mi familia, tenía diecisiete años y caí
en estas calles de las que nunca logré salir, aquí comencé a tomar licor y a
Siempre soñé con estudiar y llegar a ser enfermera, pero solo fue un sueño
preguntaba por qué mi vida era tan miserable, que pecado había cometido
para merecer una vida así. Sabes mi Príncipe, cuando llegué a la mayoría de
- De ahora en adelante nos mantendremos juntos, la vida será mejor para ti,
- Mi príncipe me agrada como hablas, sabes una cosa, solo tengo treinta y dos
49
encontré un hombre, él me ofreció drogas y caí en una trampa de la que
drogadicto y terminé en estas calles, ahora mírame estoy viejo y sin futuro,
y ahora obtengo un premio. Eres linda, tus ojos azules son como un pedacito
deja en paz y me dan fuertes dolores de cabeza, bueno estoy feliz porque he
en este mundo! ¡Adiós soledad amiga del ayer, compañera del pasado ya
puedes irte, porque encontré el amor, soy feliz, nunca más estaré sola!
alegría
50
- Dios me da la oportunidad de amar, ahora te amaré con todas las fuerzas de
mi corazón.
A la vida de Neneida había llegado el amor verdadero ese amor que viene,
va y uno no sabe cuándo llegará, ella lo esperó y cuando llegó la felicidad inundó
su corazón de alegría.
- Nunca nos separaremos —dijo Galido— nosotros nacimos para estar juntos
- Qué lindo hablas mi príncipe, te amo, pero debo decirte que a veces he
acorta y ahora disfrutará cada instante de su vida con el hombre que ama.
mirándose a los ojos sin tomar en cuenta los comentarios de los transeúntes, los
su miseria, su lazo de amor es tan fuerte como una gruesa cadena, lo que
quieren es estar juntos. Se sientan en una acera de la zona roja a ver el tiempo
51
esquina de la inmensa jungla de cemento, la gente que tiene negocios
que el amor no escoge clases sociales, tanto el rico como el pobre, sin importar
la raza, color o tamaño, aman con todas las fuerzas de su corazón y los
deambulan por la vida y no tienen un techo donde guarnecerse del frio y la lluvia,
todos ellos tienen un corazón que siente la llama del amor cuando llega a sus
caminar por diferentes calles buscado un sitio seguro para sacar a su amada de
semblante triste. Un día caminaba por Paseo Colón y se introdujo en una calle,
hermoso y solitario, pensó que era un lugar seguro para vivir con su amada. El
descansar.
52
- ¡Vaya! —dijo— es un lugar estupendo.
- Amor recoge tus cosas y ven conmigo, te voy a llevar al paraíso, vamos
dame tu mano.
amado.
- ¿Dónde me llevas?
- Es una sorpresa.
lentamente.
Galido sacó una cobija de un viejo saco donde guardaba sus pertenencias, la
Neneida miró el cielo cargado de estrellitas, junto sus manos y rezó una
oración al creador:
53
- Gracias Dios mío porque me mandaste a este ángel de la guarda que me
por ese motivo debemos vivir alejados de la gente creo que aquí nadie nos
allí bien instalados, sentados en una banca tomando el sol como dos palomitos
acicateándose. Un señor que vivía al frente del parque estaba muy molesto al
forma de sacarlos del parquecito, era un hombre alto de ojos negros, cara
parque?
- Dos indigentes se han instalado allí debajo de uno de los árboles, creen que
54
El hombre gordo sonrió sarcásticamente:
Así fue, cuando Neneida y Galido disfrutaban de un sueño placentero los dos
escuchaba las carcajadas de los dos hombres que gritaban burlándose al verlos
cargó a Neneida en sus brazos y corrió por las calles desesperado, Neneida
deliraba:
- Mi príncipe quiero estar contigo en un lugar donde la gente nos deje en paz y
Galido se dirigió hacia La Sabana con Neneida en sus brazos, cruzó la calle
ella tenía los labios fríos como la nieve, Galido la acurrucó tratando de darle
calor.
55
- Siento mucho frío —susurró Neneida.
- Es una linda noche, el cielo gris cargado de estrellitas y me das calor con tu
llenarla de alegría.
entiendo porque nos tratan de esta forma, no somos animales, somos seres
cuando es maltratado y humillado, por qué la gente es tan cruel, nos ven con
indiferencia, nos hieren y nos matan poco a poco con palabras que son como
mundo, me siento ligera como flotando, escucho una voz que me llama y
clama por mi alma. ¿La escuchas? Llega claramente a mis oídos y dice mi
árboles, viene por mí, tengo miedo, mucho miedo, aprisióname fuertemente
entre tus brazos, ámame este último instante de mi vida antes de que se
56
escape el espirito de mi cuerpo y mi aliento se consuma lentamente como la
- ¡No, no, me dejes! ¡Calla mi amor! ¡No digas tonterías! ¡Estás delirando!
rostro arrugado.
oído. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón, pero tengo que dejarte.
- No, yo no me engaño veo un camino con una luz brillante y una mujer que
espera por mí, más allá veo un enorme campo cargado de flores blancas y
- ¡No! ¡No sigas hablando por favor! ¡Calla! No quiero escucharte más, si me
cielo, cuando quieras partir de este mundo nos iremos juntos no tienes
tomar. Viviría a la deriva caminado por las calles sin rumbo y muriendo de
soledad.
57
- Mi príncipe espérame yo volveré por ti, te llevaré entre mis brazos y juntos
te dejaré de amar, solo me alejaré, pero volveré por las noches para cuidarte
hasta que llegue el momento de estar juntos para siempre. Te prometo que
esquina.
te prometo que regresaré del más allá para buscarte y acompañarte en tus
noches de soledad.
brazos de su amado príncipe. Ella sólo fue una mujer condenada a sufrir, víctima
de la maldad y crueldad del ser humano que hiere, miente y destruye para lograr
sus propósitos sin importarle un bledo el daño que causa. Galido puso el cuerpo
desesperado:
58
Se sentó y escondió la cabeza en sus rodillas y lloró desconsoladamente.
amada, llenó su carita de besos, cerró sus ojitos, luego acarició su cabello
desordenado y dijo:
unas sepas de caña de bambú cerca del lago, allí se mantuvo cuidando el
cuerpo de su amada. Al caer la tarde algunas personas que jugaban futbol cerca
presente.
- ¡Este hombre está loco! —dijo un policía— tiene un semblante fiero y está
dispuesto a agredirnos.
Galido tenía el pelo alborotado y los ojos rojos hinchados de tanto llorar,
llevaron.
59
Galido salió de la sabana y caminó sin rumbo, sus pasos lo llevaron de nuevo
a la zona roja, allí se sentó sobre la acera recostado a una sucia pared, hundió
«Fue un lindo sueño, tenerla entre mis brazos y amarla con todas las fuerzas
La noche estaba oscura y fría, una ligera llovizna caía, Galido dormía
pronto un ruido lo despertó y vio un resplandor que iluminaba toda la acera, allí
estaba su amada Neneida justo como ella se lo había prometido, lucía bellísima
ella volvió y ahora lo protegería del frio y la lluvia con sus alas de ángel. La
color cielo, ya ni el licor calma este dolor que me consume, puedo verte, pero
las calles. Vivo en agonía porque eres como un sueño que al amanecer se
desvanece, estás conmigo por la noche, pero al clarear el día te esfumas con
60
mí al verme viejo y desvalido. Ven por mí una de estas noches y llévame al
cielo, allí no tendré que sufrir y estaré contigo hasta la eternidad, no quiero
escuchar algunos disparos y el sonido de una sirena, intentó dormir de nuevo sin
bastonazos hasta agotar sus fuerzas. Galido lanzó varios gritos y quedo tendido
61
Un silencio sepulcral reinó en el edificio a medio construir. Galido aún no
había muerto, agonizaba. De pronto vio una luz que iluminó todo el recinto,
brazos. De los labios ensangrentados de Galido brotó una sonrisa. Ella lo llamó:
Galido sintió una inmensa alegría que invadió todo su ser, las lágrimas
aterrorizado al ver un cadáver sobre los escombros. Corrió hacia donde estaba
su jefe y gritó:
62
- Asunto concluido ––dijo un policía–– solo es un indigente, por lo tanto, no
algunas veces se escapan del lugar que Dios les asignó y se dan una vuelta por
estas viejas calles de la zona roja, los indigentes, que deambulan por allí a altas
estaban los dos amantes dando a entender que al amor verdadero no muere,
perdura por siempre. La muerte no es un obstáculo para los que se aman, los
ha marcado las doce am, si estás despierto y escuchas el gemido del viento al
chocar contra los ventanales de los edificios, pon mucha atención si oyes risas y
voces, deja por un momento el calor de las cobijas, levántate y abre la ventana,
entonces los verás, son ellos Neneida y Galido que deambulan por las calles de
la zona roja: los amantes que se juraron amor eterno y lo lograron para siempre.
63
Cuenta la gente que camina a altas horas de la noche por esas calles y avenidas
64
La Dama de la Playa
Puntarenas es visitado por muchos turistas para disfrutar del mar y las playas,
en el año mil novecientos setenta familias enteras de cada rincón del país
esperaban con ansias que llegara el verano para ir pasear al puerto, recuerdo
que mi madre preparaba huevos duros, arroz y frijoles majados con mucha
blanco que se paseaba por la playa a altas horas de la noche, mostrando toda
distancia flotando sobre el mar. El mar ha cobrado muchas vidas y hay almas en
pena que vagan por la playa en las noches oscuras esperando que Dios les de
descanso eterno; fue así como me aproveché de esta aparición para relacionarla
con una historia de amor que concluyó en tragedia aquí en estas playas de
Puntarenas.
recostada a las gruesas barandas del muelle y miraba hacia la calle, esperaba a
65
alguien, su carita morena y ovalada se llenó de alegría al ver a un joven que se
- Mi reina aleja esos malos pensamientos, yo te amo con todas las fuerzas de
mi corazón.
mirar el mar.
vida sin ti. Si un día te alejaras, moriría de tristeza y soledad, eres como el
- Gracias mi reina, me haces muy feliz. Voy ahorrar para comprar una casita y
- Amor tus palabras me hacen muy feliz. Esperaré con ansias el momento de
66
El ocaso de colores apareció en el horizonte y una bandada de garzas
música que proviene de los salones de baile cercanos a la playa llegó a sus
oídos.
- ¿Quieres ir a bailar?
- Está bien, ––dijo Clara Luz–– pero recuerda que debo de regresar a casa
Clara Luz era una joven muy trabajadora y apreciada por sus vecinos de
barrio El Carmen, lugar de calles angostas, habitado por gente buena y sencilla,
caminar y hacer planes para el futuro. Clara Luz caminaba por la playa cada
mientras tanto esperaba que llegara el día para ver al muchacho que amaba.
Una tarde cansada de esperar en el muelle, decidió caminar por la playa, era
respingada, se quitó los zapatos y caminó rosando el agua con sus pequeños
pies, el viento suave acarició su larga cabellera negra, los bañistas al verla
67
miró hacia la playa, la vio y corrió hacía ella llamándola. Ella volteó al escuchar
en su corazón, ella era el amor de su vida y siempre que estaban juntos sus
palabras eran como una oleada de poemas y versos que brotaban de sus labios
- Te amo princesita, me gusta cuando te enojas porque tus ojos verdes brillan
de amor como si fueran una perla preciosa, sabes bien que tengo mucho
entender que ocupas el primer lugar en mi vida, por eso dejo mis
al no verte llegar.
68
- Lo sé mi cielo, pronto vamos a estar juntos para siempre, bueno ahora
disfrutemos del momento, mira el mar está en calma, las olas golpean la
Clara Luz se quitó el vestido y quedó en traje de baño, juntos sorteaban las
Un atardecer ella esperaba a Alberto como siempre, esta vez su novio fue
- Amor mío, esperaba escuchar esas palabras, me haces muy feliz debemos
mucho espacio, viviremos con mis padres mientras tanto construyo una
69
- Sabes que mi sueño es estar contigo, pero no estás actuando bien.
felices.
sus fuertes brazos y caminó con ella hacia la calle, allí la puso sobre la acera y
la tomó de la mano.
- Espera amor.
- Eres un loco, pero te amo y no quiero vivir un instante más lejos de ti, haré lo
que me digas.
70
Los enamorados se dirigieron a la oficina del abogado, allí dos compañeros
- Mañana nos vamos para Mata de Limón y pasamos una semana juntitos.
irse a la casa de Alberto, caminaron embriagados por los efectos del alcohol,
querían tomar un taxi pero era una noche de luna llena hermosísima.
- Mira mi amor ––dijo Alberto–– el mar esta precioso caminemos por la playa.
arena, allí se mantuvieron largo rato hasta que Clara Luz sintió que las olas
mano, las olas golpeaban con fuerza, ella se soltó de Alberto adentrándose.
71
- ¡Espera! Dame tu mano el mar está muy picado.
Pero ella sonreía feliz, jugueteando con las fuertes olas, de pronto una ola
gigante los golpeó. Alberto fue lanzado con fuerza sobre la playa, en ese
una y otra vez, pero sólo escuchó el rumor de las olas que de nuevo golpeaban
con furia la playa. Corrió hacia la calle gritando desesperado, pero nadie llegó a
su auxilio, caminó por la playa llorando y de pronto escuchó una melodía: era un
canto sublime que se confundía con el rumor de las olas, la luna se opacó y una
misteriosa niebla cubrió el inmenso mar. Volvió a salir a la calle pidiendo ayuda,
nada que hacer, su amada esposa había sido arrebatada por el mar.
- Hijo mío ––dijo su madre–– levántate, debes ser fuerte y aceptar lo que ha
mi esposa.
72
A pesar de los ruegos de sus padres, Alberto se quedó sentado en la playa,
Los días pasaron, los meses, los años y decidió que la playa seria su hogar,
allí dormía y pasaba los días esperando lo imposible. Su aspecto físico cambió,
lucía el pelo largo, la barba crecida, su nariz respingada estaba quemada por el
sol, las orejas pequeñas enrojecidas y sus cejas negras caídas, mostraba
aspecto de vagabundo, había perdido toda ilusión por seguir en esta vida, no
sus ojos sin vida, su rostro redondo estaba cubierto de barba negra. Alberto
- Yo soy Alberto y vivo aquí en la playa, duermo bajo el piso de uno de los
restaurantes cercanos.
- Ayúdeme a sentarme.
73
- En Barrio El Carmen.
paz descanse.
- ¿Murió?
transcurrirá cerca del mar, a veces me gustaría ser como un pelicano que al
envejecer y quedar ciego se remonta hasta lo más alto del cielo y luego se
lanza contra el mar terminando con su vida, pero yo no tengo valor, soy un
cobarde y sufro a cada instante la ausencia de la mujer que amo ¡Dios mío
- Amigo usted recibió un duro golpe ––dijo Miguel–– y es muy duro aceptarlo,
pero puede volver a comenzar e iniciar una nueva vida, el tiempo se encarga
- No ––dijo Alberto–– sin ella ya nada tiene sentido, todo se acabó para mí,
decidí quedarme a vivir junto al mar hasta que me reúna con mi amada en el
más allá.
74
- Lo comprendo ––dijo Miguel–– y le ofrezco mi amistad, le aseguro que todos
los días estaré por aquí buscándolo para que charlemos un rato y
aposento abundaban los insectos y las ratas, sin embargo, era un hombre feliz,
llegaban al alma, cantaba una linda canción pero de pronto escuchaba que uno
limosna, se mostraba alegre y bromista, hablaba solo creyendo que había gente
75
tocar el fondo del recipiente, siempre rezaba una oración de agradecimiento.
sacaba y reía y reía porque era feliz con esos detalles de la gente. Él no sabía
de qué color es el cielo, el verde de las montañas o el brillo del sol que calienta
su cuerpo. Cuando creía que era medio día, examinaba el tarrito y se daba
cuenta que había varias monedas, entonces las recogía, las palmaba con sus
pequeñas manos y sabía que tenía suficiente dinero para comprar comida y licor,
llamaba y Alberto, al escucharlo, caminaba hacia él. Miguel tomaba un bolso que
76
Alberto sigue hundido en el vicio del alcohol, ahora perdió todo deseo de
de la media noche, varias personas han visto a una mujer bellísima vestida de
blanco, camina por la playa, su silueta transparente flota sobre las olas y se
fui a caminar por la playa, era la una de la mañana, la noche estaba linda y el
claro de luna se reflejaba en el mar, escuché risas y pensé que era una
momento surgió entre las olas una mujer bellísima de vestido blanco largo, el
escultural estaba rodeado por una aura celestial, no era un ser de este
- No le creo ––dijo un joven pescador–– fue una alucinación producto del licor
que consumió.
inexplicable.
77
El fantasma de la dama de la playa ha sido visto en muchas ocasiones por
algunos turistas o por noctámbulos que salen a observar las estrellas por la
Puntarenas, también a dos comerciantes que salían por la madrugada hacia San
por el golpear de las olas sobre la arena, uno de los hombres llamado Félix
Acosta, su acompañante, Gilbert, al mirar hacía la playa notó que algo extraño
fantástico, Félix detuvo el carro para observarlo con detenimiento, salió del
- ¡Qué extraño! Se escuchan olas gigantes que golpean la playa con fuerza,
- Escucha ––dijo Gilbert–– es un silbido que viene del mar y se confunde con
78
- No señor, las sirenas no existen solo son producto de la mente de algún
fantasmagórica que se presentó ante sus ojos llenándolos de pavor, era una
mujer que flotaba sobre las olas, las orlas de su vestido blanco sobresalían entre
la bruma y la espuma.
bellísima.
- Espera ––dijo Gilbert–– mira como juguetea con las olas y su silueta
- Vámonos ahora mismo ––dijo Félix–– tengo miedo, a estas cosas no hay que
del lugar.
mujer que murió ahogada y el mar sepultó todos sus sueños e ilusiones para
siempre.
79
Hay un misterio extraño que rodea el mar, debido a que han sucedido
muchas tragedias que han llenado de luto a miles de personas, pero si alguna
con los gemidos del viento al rosar las hojas de las palmeras. Será que los
animales que habitan el mar están llorando desesperados al ver como el hombre
los tiburones, las ballenas y todas las especies marinas que al verse acorralados
y destruidos por el ser humano, que los caza y los asesina sin misericordia,
consume, mira hacia el mar y recuerda el ayer que no volverá, su rostro muestra
más amaba. Eres engañoso, aparentas ser calmado y pasivo, pero yo sé que
80
Hundió las rodillas sobre la arena y lloraba mientras las olas golpeaban su
pero eres poderoso, indestructible. ¡Oh Dios mío! Como me gustaría ver de
alegría, como anhelo acariciar su pelo, tenerla entre mis brazos y llenarla de
El llanto nubló sus cansados ojos y las lágrimas siguieron brotando como
- Dios mío ayúdame, yo no puedo vivir con este dolor, es como una flecha que
atormenta, siento que no puedo respirar, de pronto alzo los brazos y grito,
vida, quiero reunirme con mi amada en el más allá y estar con ella hasta la
eternidad.
81
De pronto un acontecimiento sorprendente se presentó ante los ojos de los
deambular por las noches sorprendiendo a los noctámbulos con su belleza, sin
estrellitas brillantes, una pequeña barca de pescadores pasaba cerca del muelle,
sus tripulantes quedaron sorprendidos al ver el muelle iluminado por una luz
palabras de amor.
sobre la pequeña embarcación y rezaron una oración a la virgen del mar, para
que las animas en pena descansen en paz, su faena diaria había comenzado
82
La tarde estaba caliente y el aire tibio se respiraba con dificultad, Miguel
llevaba alguna comida y un trago de licor, lo llamó varias veces sin escuchar
respuesta. Al rato de llamar sintió una mano que rosaba su espalda, un hombre
le dijo:
- ¿A quién busca?
- A Alberto señor.
Una lágrima brotó de la oscuridad de sus ojos sin vida, luego caminó indeciso,
con su bastón la ruta indicada para llegar a su tugurio, sin embargo, chocaba
con los transeúntes. Cruzó la calle sin importarle ser atropellado por un carro y
se arrodilló, respiró hondo, apoyó las manos sobre la cama e imploró una
83
El Fantasma del Cerro de la Cruz
extensos bosques, al norte corría un hermoso río llamado Tiribí, al sur el Río
una hermosa plaza rodeada de árboles, allí se reunían los niños por las tardes a
agricultura, era dueño de una pequeña finca, tenía una yunta de bueyes que
utilizaba para jalar carretadas de leña que vendía a los vecinos y un caballo para
trasladarse de un lugar otro. Su esposa Josefina era una señora pequeña de piel
La pareja tenía un hijo de doce años llamado Abel, el muchacho era alegre y
juguetón, corría por los potreros como un cervatillo, observando cada detalle de
una casa de adobe que Don Gerardo había construido al frente de la plaza del
pueblo.
84
En ese tiempo la gente acostumbraba irse de cacería los domingos; Don
Gerardo era conocido como el mejor cazador del pueblo y tenía buenos perros,
caza. Efraín era un hombre pequeño de piel morena, vecino y amigo de Don
Gerardo, siempre lo acompañaba cuando iba de cacería. Los dos amigos subían
los perros.
- ¡Suelte los perros Efraín! —dijo Don Gerardo— aquí hay huellas frescas.
Efraín soltaba los perros y estos no tardaban en dar con el animal, luego de
casarlo los dos hombres bajaban de la montaña, Don Gerardo llevaba un zaino
los vecinos.
- ¡Espere! —dijo— este terreno es muy peligroso nunca hemos estado aquí, el
85
Don Gerardo corrió tras los perros tratando de alcanzarlos, escuchó los
ladridos y creyó que tenían la presa acorralada, preparó su arma, de pronto los
- ¡Dios mío! —exclamó— los perros debieron caer aquí con la presa.
no logró llegar donde estaba su amigo, observó los enormes árboles forrados de
que se enredan en sus ramas y penden en el aire hasta tocar el suelo, algunas
sudoroso y agitado.
86
- Gerardo se perdió en la espesura, fue tras los perros en busca de una presa,
grandes arboles
persignaba.
- Yo conozco un baqueano, vive al otro lado del río Tiribi, mañana lo traigo
87
El día siguiente por la mañanita Josefina y su hijo salieron de la casa
baqueano:
sombrero de paja con un ala rota, tenía la cara larga llena de arrugas y cicatrices,
carecía de la oreja derecha, la gente cuenta que, siendo joven, luchó contra un
león de montaña y gano la batalla, pero perdió una de sus orejas. El baqueano
esposo.
Traía un enorme perro negro amarrado con una fuerte cadena, el animal era
llegaron al Cerro la Cruz, al rato llegaron al lugar donde Don Gerardo había
88
entre las enormes ramas de los árboles. Escuchó el ruido del agua al chocar con
las piedras:
Caminó y vio una pequeña catarata que se precipitaba desde lo alto de una
parte rocosa hasta caer a una posa transparente, se lanzó al agua, chapaleo un
regresaría a casa.
fue en vano, siempre regresaba al mismo lugar, estaba agotado y sentía hambre
había empapado todo su cuerpo. Sacó el machete y cortó algunas ramas, las
clavó sobre la tierra hasta formar un pequeño refugio, lo cubrió con ramas y se
introdujo en él. Encogió sus largas piernas, agachó la cabeza y comenzó a llorar
cubriéndose con ambas manos su cara redonda cubierta de barba entre canosa.
fangoso y quebrado, no hay ninguna señal de que haya pasado alguien por
89
Llegaron a un pequeño claro y allí se sentaron, el Cholo se quitó el sombrero,
aquí.
90
El Cholo se despidió preocupado porque no había logrado dar con el
bullicio, mil ruidos llegaron a sus oídos, los pajarillos y los roedores jugueteaban
- Tengo hambre —susurró— y hace mucho frío. Creo que han pasado tres
agua y tomo algunos sorbos, tenía las manos temblorosas, regresó de nuevo al
lograron encontrar huellas o alguna señal de que Don Gerardo hubiera pasado
preocupado:
bosque, bueno ahora no queda más que pedirle a tatica Dios por él.
91
- ¡Dios mío! —exclamó Josefina— ¿qué le habrá pasado?
quejidos y llantos que erizaban la piel, y decían que el alma en pena de Don
Cerro La Cruz disfrutando del calor de la hoguera y del cielo lleno de estrellas,
hombre alto que corría veloz y pasó junto a ellos lanzando un gemido de dolor
abandonadas las armas y los utensilios que utilizaban para acampar, llegaron al
un cazador.
Gerardo había muerto dejando una viuda y un hijo huérfano por ese motivo su
92
Josefina se cansó de escuchar los comentarios de los vecinos, rezar no le servía
de nada.
esposo descanse en paz, sin embargo, todo ha sido en vano, cada día
sentado:
- Pues verá usted padrecito, mi esposo hace tres años se perdió en el Cerro
93
es que después de su desaparición han estado pasado cosas sobrenaturales,
y aún siguen sucediendo, la gente del pueblo dice que su ánima en pena
está asustando a los pobladores, esta situación nos hace sentir muy mal.
- He oído rumores sobre este asunto, bueno yo creo que el que muere no
Josefina miró a su hijo con tristeza, un llanto suave mojó sus pupilas. Acarició
- ¿No hijo mío? Ya perdí a su padre, eres lo único que me queda y no quiero
- Está bien hijito, busque los restos de su padre, pero cuídese mucho, y
- Bueno, yo voy a orar a la virgencita María para que todo salga bien.
94
Abel era un muchacho alto y fuerte, tenía quince años, había heredado de su
buscaba en cada rincón del extenso bosque, pero su búsqueda era en vano, se
sentía muy triste, pero seguía insistiendo. Cuando salía de la casa su madre lo
- ¡Hijo mío! —le dijo— no debe pasar tanto tiempo en la montaña, lo mejor es
comprendía a su hijo, eran dos seres unidos por un lazo irrompible, se amaban y
95
La siguiente mañana, Abel recibió la bendición de su madre, caminó hasta
en sus orillas. Cruzó el río y le llamó la atención una rama seca que estaba
del tiempo.
solo quedaban restos del esqueleto. Mostraba la boca muy abierta y un gesto de
devorado por los gusanos sintió gran regocijo en su corazón, sus ojos negros
intentaba llegar, una enorme luna apareció detrás de la montaña mostrando toda
96
su belleza y mil estrellitas juguetonas brillaban en el cielo, de pronto una sombra
- ¡No hombre, es mi hijo Abel! —dijo Josefina— es tan alto y fuerte como su
padre.
parroquia cargado por Abel, Efraín y otras personas, era llevado hacia el
cementerio, los seguía Josefina y todos los habitantes del pueblo de Alajuelita se
97
La Mujer Misteriosa
cuenta que desde joven frecuenta el lugar porque le trae muchos recuerdos.
sesenta y a pesar de que han pasado muchísimos años aún recuerda la navidad
La tarde estaba soleada y caminaba por las calles de mi linda Costa Rica
silbando una tonada, sentía una alegría inmensa, había salido de vacaciones y
veinticuatro años, era un joven alto y de piel morena. En diciembre la gente sale
José, los niños corren alegres mostrando sus juguetes y estrenando ropa nueva,
la felicidad brilla en los ojos de las personas que recorren la capital disfrutando
de la época navideña.
calles adornadas, los edificios con balcones llenos de gente que reía y saludaba,
98
bancas del Parque Central a ver las muchachas pasar, ellas lucían elegantes y
bellísimas, de pronto vi una hermosa mujer que caminaba lentamente, era alta,
- ¡Hola!
- Claro que sí, hace rato estoy muy solo y usted aparece como un ángel que
música.
- ¿Dónde vive?
- En Paseo Colón.
99
- Manuel, ¿sabe bailar?
no bailo.
Ella tomó mi brazo y caminamos hacia un salón que estaba situado al sur del
llenaba mucho. Bailamos por varias horas, ella tenía mucho talento, bailaba el
swing de una forma sencilla y elegante, sus pasos eran precisos y yo me acoplé
- Las doce.
- No te vayas, bailemos un rato más, después nos iremos caminando por las
100
- Me besó en la mejilla y salió rápidamente del salón.
- ¡Espera! te acompaño.
- ¡No! —contestó.
Fui tras ella y solo pude ver los pliegues de su vestido azul cuando se alejaba
La tarde del día siguiente caminaba por las hermosas callecitas de mi patria,
en esos días estaban llenas de gente que viene de los barrios cercanos a San
José y de los pueblos a hacer compras para los estrenos de navidad, muchas
señoras con sus esposos y sus niños, gente humilde y sencilla de pies
descalzos, campesinos que venían del campo, al ver tanta algarabía me sentí
feliz de vivir en esta patria pequeña y soñadora donde camino libre como el
viento.
- Yo también Manuel, esperaba la noche con ansiedad para estar cerca de ti.
- Siento algo especial por ti, pero tan solo anoche nos conocimos, debemos de
101
- Gracias Manuel contigo me siento feliz, me gustaría caminar y ver las vitrinas
- Me gusta caminar por las calles de San José, lo he hecho mil veces, pero
- Bueno, estas calles forman parte de mi vida, las he recorrido desde que era
niño.
- Eres un patriota.
cuerpo estaba frío ella se acurrucó en mis brazos como una palomita perdida y
le dije:
102
- ¿Por qué se marcha de repente dejándome solo? ¿Qué misterio hay en su
«Es cierto pensé, está conmigo. Después de todo, las mujeres están llenas
- Gracias Manuel.
eternidad, pero por favor no me haga preguntas, acéptame, así como soy:
103
- Bueno, vámonos.
- Sí claro.
Salimos del salón y nos sentamos en una banca del parque, yo le pregunte:
enseñó?
mientras hacia los quehaceres de la casa, se llamaba Inés, era una mujer
algunos salones de San José. Sí, le dije, he visto como lo bailan en los
salones y yo lo bailo así, pero tú lo bailas con una técnica diferente con
donde aprendiste.
104
- Bueno en San José hay muchas cantinas con salón, en algunas de ellas
prohíben que bailen swing porque dicen que ese baile es de la chusma y
yo visitaba con mis amigos las cantinas con salón y allí comencé a ver los
he perfeccionado.
La besé y le dije:
- Lo sé, pero temo perderte, quiero tenerte a mi lado para siempre, juntos
- Manuel, me llenas de ilusiones, pero hay enormes barreras que nos separan.
tus sentimientos, al amor hay que darle tiempo, llega poco a poco, sabes una
cosa Manuel, has hecho realidad mi sueño, siempre soñé bailar en un amplio
105
bailar a plenitud, y tuve la suerte de encontrarte, te vi y te elegí, seguí el
amor es imposible.
- Manuel voy a contarte algo que me pasó hace mucho tiempo: mi padre
nunca entendí por qué siempre me protegía, me sentía triste y sola, era
libertad. Yo amaba ser libre porque tenía un alma aventurera, un día decidí
escapar de casa y marcharme lejos donde pudiera realizar mis sueños, pero
en mi huida caí en las garras de un hombre más cruel que mi padre. Salí del
fuego y caí en las brasas, porque ahora estoy cautiva en las garras de un
hombre malo.
De pronto su voz se quebró y las lágrimas brotaron de sus lindos ojos negros,
acaricié su linda carita, saqué mi pañuelo y limpié sus lágrimas, la besé y le dije
al oído.
paredes de una inmensa casa, tengo todas las cosas materiales, pero me
106
falta la libertad que siempre soñé, para ir donde yo quiera, amar y vivir la vida
libre como el viento. Manuel quería que supieras mi triste historia, bueno
- No, no es necesario.
noche siguiente, de repente sentí una mano suave que tapaba mi cara, era ella.
- ¡Indira! —exclamé.
- Amor —susurró.
concurrencia seguía su ritmo con la palma de las manos e Indira disfrutaba del
Muchos hombres intentaron sacarla a bailar, pero ella solo bailaba conmigo.
- ¿Por qué?
107
- Perdóname, solo quería realizar mi sueño, lo siento mucho, de ahora en
el salón bailando al ritmo de una vieja rocola, al rato salimos y caminamos por la
avenida cuatro cantando una canción de Agustín Lara. Miré el reloj, eran las dos
de la madrugada.
Merced y un viento frio acarició mi cara ovalada, la calle estaba solitaria, la luz
tenue de los faroles del parque apenas se distinguía, entonces decidí regresar
surgió de entre las oscuras calles, era alto y viejo de aspecto sucio con la cara
- ¡Deme el dinero!
108
- ¡Caray! muchacho anda mucha plata, son doscientos colones.
Miré el cielo azul decorado de lindas estrellitas mientras daba gracias a Dios
por haber nacido en esta patria mi Costa Rica, en estos tiempos hasta los
triste, comprendí que era una mujer comprometida y no era feliz, sin embargo,
La tarde del día siguiente merodeaba por allí esperando verla, llegó la noche
solo me quedan los recuerdos de las noches que compartimos juntos, pero mi
Los años se van volando, llegó la vejez pero nunca olvidé a la misteriosa y
bellísima mujer que conocí cuando fui joven, ella me enseñó a bailar lo que
ahora llaman swing criollo, en ese tiempo lo bailaban pocas personas porque
decían que era el baile de la clase baja, ella lo bailaba perfecto, me dediqué al
baile para recordar a Indira y matar las penas que me deparó la vida, fui a bailar
109
durante muchos años, visité los salones de todo el país y nunca encontré a
alguien que bailara swing criollo como lo hacía Indira, ella desapareció de mi
tiempo pasar y espero encontrar un amigo con quien charlar y contarle muchas
110
La Calle de las Brujas
metal situada en Calle Blancos, en ese tiempo estaba cumpliendo veinte años y
alcanzaba para los gastos personales y ayudaba a mis padres en los gastos de
la casa.
Mi vida cambió el día que conocí a una linda mujercita coqueta y bonita, se
llamaba Mariana, una mañana iba para el trabajo y ella estaba en la fila para
tomar el bus, volteó, me miró, vi sus lindos ojos azules y me di cuenta de que el
amor tocaba las puertas de mi corazón, desde ese día pensaba en ella a cada
instante. Nos hicimos novios, jalamos por tres meses y decidimos casarnos. Ella
fácilmente.
parroquia del Cristo Negro, después de nuestra unión nos quedamos a vivir
donde mis suegros mientras buscábamos una casa para alquilar, a los días
metros sureste del salón de baile los Higuerones, lugar muy conocido en ese
111
tiempo porque era muy concurrido, se dice que los bailarines de todo el país lo
frecuentaban porque tenía una pista amplia y piso de madera excelente para
semana el salón se llenaba a reventar porque llegaban los mejores conjuntos del
país a tocar.
y espesa vegetación. Era muy acogedora y estaba pintada de rosado pálido, con
los bordes de las ventanas y la puerta principal de color blanco, a la par vivía
una pareja de ancianos en una casa pequeña. La entrada a nuestro nuevo hogar
El fin de semana nos pasamos y como teníamos pocos enseres nos fue fácil
el traslado, la dueña de la casa era una señora mayor, muy amable, vivía en San
Rafael Abajo, ella nos entregó la casita y nos dio la llave, fue una tarde de
santos colgando de las paredes, pensé que el inquilino anterior las había dejado
allí.
- La casita está muy bonita apenas para nosotros dos ¿Qué le parece mi
amor?
112
Acomodamos nuestras cosas, al rato salí a comprar algunos víveres que
- Se llama La Calle de las Brujas, dicen que allí asustan, pero yo no lo creo.
- Hace muchos años allí había una casa grande de madera donde vivían dos
señoras solteronas, la gente decía que eran brujas, yo estaba muy jovencillo
y me daba miedo pasar por esa calle, han pasado muchos años y la bendita
como las que hace una niña cuando está jugando, no me preocupé y seguí
profundamente,
nervios pues pensé que algún ladrón había entrado a la casa y no tenía nada a
mano para defenderme, me levanté, encendí la luz y recorrí la casa, las puertas
estaban cerradas, todo estaba normal, regresé a la cama y miré el reloj, eran las
momento escuché una niña cantar, era un canto de cuna triste y melancólico, al
113
rato un gemido atravesó las paredes y se metió en mi cabeza, sentí un
cocina y me dijo:
114
Revisamos la cómoda y no la encontramos, llegamos a la conclusión de que
levantarnos temprano.
Fui a la cocina, abrí un trastero, tomé un vaso y por casualidad miré debajo
exclamó:
- ¿Cómo llegó la muñeca a este lugar? También hay algunos juguetes que yo
- No lo sé —le dije
y me dijo:
- Mi amor esta casa esta embrujada, debemos salir de aquí, hay que conseguir
otra casa.
115
- Pero mi cielo solo tenemos tres días de vivir aquí y pagamos un mes de
Traté de darle ánimo, pero yo estaba más asustado que ella, nos acostamos
- Germán, Germán.
abrazó fuertemente:
- ¡Escucha!
noche. Otro día nos levantamos tarde, era martes y nos fuimos al trabajo
cantos tristes eran los culpables de nuestro insomnio. El viernes era día de pago,
salimos del trabajo y luego nos entretuvimos caminando por San José, fuimos a
cenar a un restaurante, luego nos sentamos en una banca del parque central,
dejamos pasar el tiempo porque no teníamos ganas de llegar a casa, a las diez
116
de la noche tomamos el bus y nos encaminamos hacia la pequeña casita donde
de las travesuras de las brujas, ellas nos robaron nuestra paz y felicidad.
acostarnos escuchamos los llantos y los mismos cantos de las noches anteriores
me cubrí la cabeza, al instante volví a escuchar los llantos y los cantos, una
tristeza profunda invadió todo mi ser. Me quedé dormido escuchando los tristes
cantos. Por la mañana cuando desperté mi esposa tenía las maletas listas para
marcharse.
117
- Me voy a vivir donde mi madre, no quiero estar ni un minuto más en esta
casa.
escuché que alguien estaba cortando un árbol, salí al patio. Allí se encontraba
- Buenos días —me dijo— mi nombre es don Ananías y vivo aquí con mi
esposa.
Germán.
árbol. Era un hombre muy viejo, de tez blanca, sin cabello, su cabeza estaba
cubierta por un sombrero de trapo que nunca fue lavado, en su cuello amarraba
- ¿Quiere tomar café? —me preguntó mientras me miraba con sus ojos negros
y pequeños.
118
- Sí claro — conteste.
- En la casa habita el ánima en pena de una niña que vivió allí con sus padres.
nadie fue al entierro. Pobre criatura, pienso que tatica Dios se la llevó para
que no sufriera, sin embargo, por algún motivo que yo no logro entender su
119
- El pulpero me dijo que esta calle, es la calle de las brujas y que aquí vivieron
- No, no es cierto —dijo don Ananías— yo las conocí cuando era niño, eran
- Así es muchacho.
- Vaya con razón sacó la muñeca de la cómoda de mi esposa, para jugar con
- No lo sé —dijo don Ananías— yo pienso que ella quería vivir como una niña
embargo, los inquilinos llegan se acomodan en la casa y a los pocos días los
hace ningún daño, el único mundo que conoció fue la casa y por algún
- Don Ananías lo que me cuenta me llena de asombro, pobre niña, en vida fue
descansa en paz.
120
Me despedí de Don Ananías y su esposa agradecido por el desayuno y
Los días siguientes me dediqué a buscar casa sin lograrlo, pasé una semana
porque realmente era inofensiva y juguetona. Abría el tubo de la pila, sacaba las
mantenía activa. Por dicha la siguiente semana logré encontrar una casa en San
A pesar de que han pasado muchos años y la vejez llegó a mi vida recuerdo
muy a menudo ese episodio que me tocó vivir en San Rafael Abajo de
corazón porque hay muchos niños que son golpeados, violados, padecen
hambre y frío y no tienen a nadie en este mundo, muchas veces los agresores
son sus propios padres, ellos descargan todas sus amarguras y fracasos en sus
pobres hijos que no tienen la culpa de sus problemas, y los pequeños no pueden
defenderse.
121
Aferrado a la Vida
metros al norte del hospital Calderón Guardia vivió Don Elías, un adulto mayor
entrada, había una acera de dos metros de largo por treinta pulgadas de ancho,
de diferentes colores. Don Elías trabajó durante muchos años en una institución
arreglando el jardín o pintando la casa, es muy activo, sin embargo, vivir solo es
muy aburrido, por ese motivo decidió llevarse a vivir con él a su hermano
Ernesto para tener con quien charlar y pasar la vida más amena. La casa era
muy grande entonces instaló a su hermano en un cuarto muy amplio para que
bachillerato, sin embargo el vicio del alcohol arruinó su vida y nunca logró sentar
trabajos de albañilería y tiene sesenta y ocho años de edad, es dos años menor
ocho entre avenida tres y cinco. Don Elías le mostró el tramo donde debía
- Aquí las verduras y frutas son frescas y a precio muy bajo —dijo don Elías—
Estaba muy contento porque su hermano Elías le había dicho que no tenía
por qué trabajar, ya que él contaba con una buena pensión y algunos ahorros,
entonces podían vivir el resto de sus vidas sin necesidades económicas, esto
contaría las peripecias que vivió durante el tiempo que estuvo hundido en el vicio
del alcohol, como logró combatirlo y salir adelante. Estaba muy entusiasmado
porque pensaba que el libro ayudaría a mucha gente a combatir los problemas
mayoría del día pasaba sentado sobre una cómoda silla con los brazos sobre un
pasado, era un hombre incansable, a pesar de que sus ojos negros y tristes
123
estaban cansados, lo sorprendía la madrugada en su quehacer, tenía una fuerza
casa.
estaban dando vueltas por su cabeza, hizo el mismo recorrido de siempre, pero
cabeza pensando que lo había matado, pero Ernesto estaba vivo y fue
trasladado por algunas personas al hospital que estaba a solo doscientos metros
mercado y regresaba apresurado a continuar con el libro, pero ese día se atrasó
124
bastante, estaba barriendo la casa cuando escuchó que lo llamaban, abrió la
por el familiar del herido que recién habían atendido, Don Elías se puso de pie
rápidamente.
- ¿Puedo verlo?
ojos negros al verlo ensangrentado con una mascarilla que le ayudaba a respirar,
- ¿Se repondrá?
125
- No señor —dijo— le queda poco tiempo de vida, tiene heridas muy severas
Don Elías caminó hasta una banca y se sentó, respiró hondo, al rato se
«¡Pobrecito! Se viene esta tragedia ahora que tenía grandes planes y estaba
escribiendo un libro.»
puerta y revisó cada rincón, pero todo estaba en orden. Se fue a acostar,
cada rincón de la casa, pero solo reinaba el silencio, miró el reloj, eran las tres
preocuparse.
el doctor»
126
Por la mañanita se encontraba en el consultorio del doctor Martínez, que
estaba ubicado cerca de su casa, el galeno lo atendía desde hacía varios años y
El doctor escuchaba a Don Elías con mucha atención, era un señor alto,
El doctor se pasó ambas manos por su cabello negro, lacio, muy cortó y dijo:
127
- No trabajaba, pero se propuso realizar su sueño: escribir un libro contando
las peripecias que vivió cuando fue alcohólico, estaba muy contento y todo
iba muy bien, pero ocurrió el terrible accidente y no logró terminar su libro.
- Creo que es una situación de nervios, le voy a dar una medicina que le va a
ayudar mucho y pida una cita para la próxima semana para ver cómo ha
seguido.
que necesitaba y se fue para la casa, se tomó la primera dosis indicada por el
doctor, se puso a barrer la casa y a limpiar el jardín, quería estar cansado para
lograr dormir por la noche, se acostó a las nueve y a las dos doce de la noche lo
pena de Ernesto había regresado del más allá para seguir escribiendo el libro
128
- Buenos días Don Elías, ¿Cómo ha estado?
- Muy mal doctor ahora los ruidos son constantes y ya no puedo dormir nada,
El doctor clavó sus ojos negros sobre su escritorio y se frotó sus grandes
porque no logró sus propósitos en vida, yo he leído sobre estas cosas, y creo
129
Don Elías salió del consultorio confuso y apresurado, pensaba en su
hermano y en todo lo que le dijo el galeno, recordó que muchas veces le habían
contado de ánimas en pena que asustan en las calles solitarias o en las casas
viejas, pero nunca les puso mucha atención a esas cosas sobrenaturales, ahora
«¡Ay tatica Dios! Tengo que armarme de valor y decirle que ya nada tiene
Don Elías respiró hondo mientras caminaba de un lado a otro, pensaba como
Santa Teresita, entró, se arrodilló, cerró los ojos y le pidió a Dios que le diera
por largo rato mirando los santos y pensando en la situación que estaba viviendo.
pequeño televisor que tenía en la sala, se recostó en un sillón a ver las noticias y
al rato se fue a su cuarto, intentó dormir, pero no lo logró, intentó leer un libro
En ese preciso momento escuchó ruidos, se arrodilló sobre el piso y rezó una
130
monótono, un fantasma larguirucho y horroroso estaba sentado en una silla y
es tu hogar, eres un alma buena y no tienes por qué sufrir de esta forma.
sobre el piso había algunas hojas de papel esparcidas, las recogió y las puso
solucionado.
Una mañana revisó los escritos del finado y se quedó sorprendido, al ver que
Luego lo llevó a empastar, un mes después tenía varios libros en sus manos,
le regaló algunos ejemplares a sus vecinos, después decidió caminar por las
131
calles de San José y distribuirlo entre la gente que tiene problemas con el
alcohol.
«Estoy seguro de que este libro es de gran ayuda para las personas que
padecen esa cruel enfermedad, que alegría lograr lo que había planeado mi
132
La Segua en San José
Un dia martes por la tarde pasé al Mercado Central, tenía muchas ganas de
tomar café, llegué a una soda donde lo hacen delicioso y logré encontrar un
temas.
qué se dedica?
- Voy a contarle algo que me pasó cuando yo era joven, me había prometido
mejor.
Enseguida abrí un bolso que siempre ando conmigo, saqué un lápiz, algunas
133
En los años setenta tenía veintiocho años y era un joven alto, de piel morena,
inolvidable porque las calles eran seguras y la gente amable y amistosa, había
esquinera de madera vieja, recuerdo que mi madre que en paz descanse, sufría
testarudo y feliz con la vida que llevaba. Los domingos en la tarde visitaba El
avenida segunda, calle ocho, allí tocaban muy buenos conjuntos, las mujeres
decían que yo era un hombre guapo, tenía los ojos muy negros, el pelo negro y
bien recortado, y la cualidad de ser buen bailarín era muy favorable para
conquistar mujeres, me gustaban todas ellas: las morenas, las blancas, altas,
bajas, gordas o flacas todas son muy hermosas pero las rubias no sé por qué
me volvían loco, creo que son las mujeres más lindas que hay en esta tierra.
cantando una canción, cuando estaba cerca del mercado central vi de lejos a
«¿Qué hace una mujer tan bella a estas horas y en este lugar?» pensé.
134
Miré el reloj, eran las doce y treinta de la noche, apresuré el paso y fui hacia
era blanca, lucía un vestido dorado que cubría todo su cuerpo y su pelo rubio
estaba cargado de colochos que le cubrían la espalda. Crucé la calle, ella notó
una mujer rubia de cabello largo y cuerpo exuberante, llegué a casa, dormí un
rato y por la tarde deambulé por los alrededores del mercado central esperando
la calle seis, pero nadie la conocía, recorrí San José durante horas pensando en
ella, a las once pm regrese al sitio donde la vi la primera vez, me senté sobre las
gradas de un almacén de ropa llamado San Gil, estaba situado sobre la calle
seis avenida uno, allí me mantuve esperando a la mujer de mis sueños pero no
para buscarla, ella ocupaba todos mis pensamientos. En el mes de febrero las
contaminado, caminar por las calles de San José era agradable y placentero. Me
135
sentía feliz, el amor había tocado lo más profundo de mi corazón, amaba a esa
Salí del salón, respiré hondo y caminé por la acera de la calle seis, me dirigí
vestido dorado y corrí hacia ella, estaba envuelta en un rayo de luna donde
caminó rápidamente y por más que traté de alcanzarla al dar la vuelta sobre la
avenida tres desapareció de mi vista. Caminé por las calles solitarias intentando
«¡Yo no voy a desistir! Necesito verla cara a cara para decirle que es la mujer
ganarme su amor.»
a bailar y a las once pm estaba por los alrededores del Mercado Central
debía entrar temprano a trabajar. Contaba los días esperando que llegara el fin
de semana para buscarla, tenía el presentimiento de que esta vez ella me daría
la oportunidad de conocerla.
136
La noche del día sábado la esperé sentado sobre las gradas del almacén,
miré el reloj eran las doce pm, de repente apareció ante mis ojos, no había duda
era una mujer bellísima, nunca había visto una dama como ella, me acerqué
apresurado, pero como otras veces corrió veloz, la seguí tratando de alcanzarla.
- ¡Espera, espera! —le grité mientras mis manos rozaban sus suaves cabellos
dorados.
y logré tomarla del hombro, ella volteó y me mostró su cara, tenía un horrible
conocimiento por varias horas, me sentía muy débil, entendí que la segua me
había espantado por ser embustero y mujeriego, caminé hacia mi casa mientras
diferente, me alejé totalmente de los salones de baile e iba a misa los domingos
estaba muy feliz. Con el tiempo comprendí que lo sucedido aquella madrugada
fue una lección que hizo cambiar mi vida. Y comprobé que la segua también
137
El Gato Endemoniado
mucho como contaba sus historias. Entre los muchos relatos que me contó elegí
trabajadora, al sur se encuentra Barrio el Tejar donde vive varias familias que
Una ligera llovizna cae sobre la ancha calle de piedras sueltas, donde juegan
algunos niños descalzos con una vieja bola de coyunda, en este barrio la
mayoría de las casas son de madera, sin embargo, hay tres viviendas
abuelo los mira, camina hacia ellos, los saluda y les pregunta.
138
- Gracias, yo soy Ovidio y espero que seamos buenos vecinos, ayúdeme a
diciembre es muy solicitado para los rezos del niño, los rezos en las casas, los
casa con sus ahorros y considera que hizo un buen negocio ya que el inmueble
agraciada, de piel blanca y cuerpo muy bien formado, entró a la casa y revisó
cada detalle, al rato salió sonriendo feliz, caminó hacia donde estaba su esposo,
y le dijo:
- Amor escucha.
139
Ovidio se sentó en la cama y escuchó el animalito que rascaba las láminas
espeluznantes.
«¡Qué extraño! Me pareció que ese animal rascaba en la pared del cuarto.»
Se dirigió a la cocina, puso la cafetera a hervir para hacer café. Entró al baño,
suavemente.
- Isabel, Isabel.
140
- Ya me voy al trabajo.
eliminarlo.
vio alejarse luego se fue a la cocina, tomo café y abrió la puerta de atrás, en el
- ¡Qué lindo!
sonrió:
141
- ¿Amor cómo le fue?
esposo y le dijo:
- Sí —dijo Isabel— aquí vamos a ser muy felices. Bueno, la comida está lista
vamos al comedor.
apresuró a abrir.
- Pues ya nos acomodamos, sin embargo, anoche un bendito gato no nos dejó
- ¿Un gato?
espero que esta noche vaya con sus maullidos a otra casa.
- Bueno vecino dijo el anciano, me alegra que usted y su señora estén bien si
142
Don Jesús se dirigió a su casa, se quitó el sombrero negro de gamuza, que
La pareja estaba feliz porque comprar la casa fue un sueño hecho realidad,
después de las doce, el felino comenzó a entonar los maullidos y los gemidos.
Despertaron sobresaltados.
Se cubrió sus grandes orejas con ambas manos para no escucharlo, sin
- No lo soporto —dijo Ovidio— voy a buscar un foco y una escoba para tratar
de ahuyentarlo.
- Lo tendré.
Ovidio caminó hasta la puerta de atrás, la abrió, tomó una vieja escalera que
143
- ¿Ya se fue? —dijo ella.
- No lo sé. La noche está clara, sin embargo, no lo vi, creo que notó mi
presencia y se escondió.
rincón de la casa.
la cafetera a hervir, al rato hizo café, se tomó un jarro bien fuerte, respiró hondo
estaba muy preocupado y decidió eliminar el gato que los estaba molestando.
- Es muy importante, tengo que confesarle algo sobre el gato que no los deja
dormir.
- Bueno, si se trata del gato que nos está haciendo la vida imposible.
144
- Pase usted, bienvenido.
- Hace un año los vecinos de este pequeño barrio teníamos un problema muy
paz, el animal se metía en las casas, se robaba los alimentos, a pesar de que
estaban bien protegidos. Por las noches se turnaba en los techos y visitaba
paraban los pelos de punta al más valiente, por ese motivo le declaramos la
una casa a otra, luego se esfumaba. Lo vi una noche de luna llena, era un
para hacer de las suyas, en este barrio hay mucha gente viciosa y nunca van
145
diablo, por ese motivo conseguí agua bendita y recé varias oraciones para
desesperado, se guindaba del cielo raso y caminaba por las paredes pero no
todavía no tenía piso de cemento y nos fue fácil hacer un hueco. Yo recé
agua bendita y rezamos el rosario, pero parece que el demonio que tiene
perjudicados son ustedes que no tienen nada que ver en este asunto, ahora
de un gato.
- Parece que usted no ha entendido lo grave del asunto —dijo don Jesús—
146
bienestar depende de usted. Yo cometí un grave error, debí quemar al
engendro del diablo la noche que lo matamos, pero ignoré que el demonio
tiene mucho poder, bueno ahora vaya descanse porque les espera una
- Don Jesús, nuestro vecino, me contó que en este cuarto enterraron un gato
negro.
147
la maldad se va a propagar por todo el barrio, trayendo la discordia entre los
quiero que seamos felices y nuestra felicidad está siendo interrumpida por
sacó del cuarto y la llevo a la sala, buscó un foco y alumbró bajo la cama, pero el
«Don Jesús tiene razón, creo que algo sobrenatural está ocurriendo en
nuestra casa»
gemidos con más intensidad. Isabel con voz temblorosa comenzó a rezar el
rosario, Ovidio apretó los dientes, tratando de no demostrar temor, pero estaba
148
trabajar, salió de la casa en busca de Don Jesús, el anciano ya estaba
preparado:
profundamente.
definitivamente el demonio nos está jodiendo la vida para ver de qué forma
nos desestabiliza.
- Es cierto —dijo Don Jesús— pero nosotros tenemos a Dios de nuestro lado.
- ¡Amén! —dijo Ovidio mientras tomaba una macana y seguía a Don Jesús
endemoniado, Isabel los seguía y observó cómo los dos hombres quitaron la
cama y comenzaron a volar pico y pala hasta dar con los restos del animal. El
cuerpo estaba intacto, sus ojos verduscos no se habían podrido y estaban muy
un pequeño crucifijo.
149
Isabel estaba aterrada, Don Jesús tomó el cadáver del enorme gato, lo hecho
consumido por las llamas, mil chispas multicolores se entrelazaban con el viento
quedaron cenizas sobre el zacate quemado, Don Jesús las eliminó con una
molestarlos.
- ¡Gracias! —dijo Ovidio— bueno ahora debo reparar el desastre que hicimos
en el cuarto.
cómo estaba.
del cantón de Alajuelita, realmente es difícil de creer, pero Don Jesús tenía
razón. Después de que quemaron el cadáver del gato que habían enterrado allí,
Isabel y Ovidio vivieron muy felices disfrutando de una vida plena y tranquila.
veces intentó contarle a la gente, pero fue ignorado como muchos otros abuelos
que se llevan sus tesoros y sabiduría a la tumba porque ya nadie los escucha.
150
Amor Sobrenatural
amablemente me contó este pequeño relato del cual formó parte cuando fue
En los años setenta había en la avenida ocho, calle cinco, una casita
esquinera pintada de color rosado era de una sola planta, tenía la puerta de
verja ni muro porque en San José en ese tiempo no se necesitaba ese tipo de
protección, allí vivían Cristina y su esposo Dagoberto que recién seis meses
Cristina era ama de casa pues en esa época la mujer no trabajaba, era
enamorados y juraron amarse para siempre. Los domingos iban a misa, luego
tenía el cabello corto, liso, los ojos muy negros y la cara ovalada.
situado sobre la calle cuatro, avenida seis, en ese lugar presentaban cantantes,
151
Salieron de la casa caminando de la mano y llegaron al teatro, Dagoberto
cruzaron la calle tomados de la mano sin percatarse que venía un carro a alta
Otro día la tragedia ocupaba la primera plana en los periódicos, “Chofer ebrio
atropella a dos jóvenes a la salida del teatro Center City, el hombre muere y la
no logró sobrevivir, pero Cristina en poco tiempo salió del hospital y se recuperó
muerte de su amado esposo, lloraba y lo llamaba por las noches pidiéndole que
en el más allá con su amado esposo, comenzó a usar un vestido largo negro
a la casa pensativa y triste caminando lentamente, sus ojos azules como el cielo
Los Ángeles y querían que fuera a vivir con ellos, pero ella reusó una y otra vez.
152
Así transcurría su vida, en una amarga condena, oraba con fervor y les pedía a
Una noche no lograba conciliar el sueño, de pronto oyó una voz lejana que la
exclamó.
- ¡Dagoberto!
escuchó el gemido del viento jugueteando en el tejado, de pronto sintió que algo
mientras pensaba.
regresó como siempre caminando lentamente, pero esta vez había una chispita
153
- ¡Dagoberto! ¿Eres tú? Has vuelto a traerme la alegría que perdí cuando
partiste. Gracias tatica Dios por escuchar mis oraciones, ya nunca estaré
Cristina estaba feliz, el alma en pena de su esposo regresó del más allá para
cambio y sonreía feliz, los domingos para ir a misa se vestía elegante, luego
traspasando paredes cuya visión espantaría y pondría los pelos de punta al más
valiente, pero para Cristina era común, ella se sentía acompañada y segura,
estaba realizada.
volteó y él se presentó.
154
hombre. Estuve en el entierro y fui a los nueve días, me alegra mucho verla
recuperada, fue una terrible tragedia ¿Me permite caminar con usted?
casa.
Rubén era alto, de piel blanca, tenía los ojos negros y la cara redonda.
así trascurría su vida, cuando llegaba del trabajo encendía un viejo radio y
había vuelto loca por la ausencia de su esposo, otros que practicaba brujería,
pero una anciana chismosa y metiche, de esas que nunca faltan, comenzó a
decir que Cristina estaba endemoniada y que por las noches invocaba al diablo
Marilú era una mujer pequeña de piel morena, cara arrugada y alargada y
155
- Es cierto —dijo— mientras conversaba con algunos vecinos yo la he
- ¡No puede ser! —exclamó una vecina que conversaba con ella— yo la veo
- Pues no me lo crea —dijo Marilú— pero yo estoy segura de que en esa casa
está pasando algo macabro, esa mujer es una bruja y va a misa nada más
iba a misa por la tarde y aprovechaba para acompañarla y charlar un rato con
ella.
pregunto Cristina.
- No, contesto Ruben yo no creo en esas cosas, son tonterías, pero creo en
- ¡No, no diga eso que ocurrencias las suyas! Soy una mujer casada y jamás le
156
- Ya le expliqué mi situación, pero usted no quiere entender, sin embargo, voy
a invitarlo a tomar café un domingo por la tarde, pero debo consultar con mi
esposo.
- ¡Joven, joven!
- Es cierto, pero usted no está enterado de lo que pasa en esa casa por las
noches.
noche se oyen lamentos, voces que vienen del más allá y traspasan las
157
Rubén se dirigió a su casa, estaba feliz porque Cristina había tocado las
¿Qué te parece?
hablar sola y pensaban que estaba loca, no era cierto, ella era ingenua e
inocente como un niño y vivía feliz en su propio mundo al lado de su amor que
no podía ver ni tocar, pero si amar con todas las fuerzas de su corazón. El
domingo siguiente después de misa invitó a Rubén a tomar café. Las sombras
158
- Voy a hacerle cafecito y a calentar unas empanadas de papa que hice antes
de irme para misa, pero venga siéntese en la mesa del comedor ya le sirvo.
boca sintió un aire frio que le entró por las piernas y un escalofrió estremeció su
caerse objetos de los estantes, una fuerza incontrolable jaló de un tirón el mantel
de la mesa, la tasa de café y la comida volaron por los aires, las sillas chocaron
con la pared y los utensilios de cocina rodaron por el piso, Cristina gritó eufórica:
visita.
santiamén estaba en la calle. Allí se encontró con la anciana Marilú, ella le gritó:
- ¡Yo le previne joven sobre lo que pasaba en esa casa, pero usted no me hizo
susto que se había llevado, el joven caminó hacia su casa triste y decepcionado,
159
- Mi amor no imaginé que reaccionarias de esa forma, Rubén es nuestro
Los años pasaron rápidamente, Cristina tuvo una vida larga y fue feliz al lado
de su esposo fantasma, él la acompañó hasta el fin de sus días. Hoy solo queda
cinco, ahora donde estaba situada la linda casita en que vivieron Cristina y
160
El Ánima en Pena
continuación.
Turnón, al este había un pequeño caserío habitado por gente muy pobre, cerca
Cerca del río había una casa vieja de piso de tierra de dos aposentos, uno de
ellos servía de dormitorio y otro de cocina, el patio era amplio y había muchas
gallinas. Allí vivía Doña Clemencia, una ancianita pequeña de cabello blanco y
que no le permitía enderezar su delgado cuerpo, pero era muy valiente, tenía
veinte gallinas y vendía los huevos a los vecinos del pequeño caserío.
161
Tomás era un muchacho alto y de cuerpo grueso, tenía por oficio la
tenerle el estómago lleno, él se la pasaba metido en las pozas del río y por las
casa, allí hacia sus fechorías eliminando animalitos y pajarillos con su resortera,
pequeña y tenía agilidad para subirse a los árboles, a veces para alcanzar frutas
pasaban los días sorteando la fuerte corriente del rio Torres, cazando garrobos o
que tenía Carlos pues querían atrapar un conejo que habían visto otras veces,
pensaron que con el zaguate sería más fácil darle caza. El pobre perrito estaba
atormentaban, era pequeño, color negro, orejas largas y con algunas manchas
blancas en su cuerpo.
de unos matorrales, allí esperaron por largo rato de pronto lo vieron acercarse
162
decaído zaguate no hizo arranque y el conejo corrió veloz perdiéndose en la
maleza.
- Tiene razón —dijo Tomás— tenemos que buscar otra forma de atrapar ese
conejo.
era una voz desesperada que surgía entre las sombras y la vegetación, se
escuchaba claramente.
Tomás se le acercó:
escuchamos unos quejidos muy tristes y lastimeros. Era una voz lejana de
entre los árboles, sentí mucho miedo y corrimos sin parar hasta llegar aquí.
163
- Muchachos vagabundos deberían ir a coger café o buscar algún trabajo. Esto
les pasó por andar metiéndose en la propiedad ajena, allí nada tienen que
hacer.
sucedido.
Otro día muy temprano Tomás se fue a buscar a Carlos, por su mente
mecedora.
- Hace mucho tiempo ese extenso terreno estaba sembrado de café y el dueño
era millonario. Creo que antes de morir enterró su oro en algún sitio y murió
sin desenterrarlo, ahora su alma en pena vaga entre los árboles buscando
164
- ¡Claro que sí! —dijo Tomás— y nosotros tenemos que ir por la noche a
desenterrarlo.
- Sí mi amigo, hay que tener mucho valor para lograrlo, pero imagínese usted
- No, no cuente conmigo, aún me tiemblan las piernas al recordar lo que nos
- ¡Vamos Carlitos! ¡No sea pendejo! ¡Anímese! Usted puede salir de pobre de
un día para otro y vivir el resto de su vida disfrutando de muchas cosas sin
- Bueno voy a pensarlo ¿Pero por qué tiene que ser por la noche? Vamos a
- No —dijo Tomás— debe ser por la noche porque el ánima en pena debe
- Bueno está bien, voy a acompañarlo, pero deme tiempo mientras le pido
- Está bien —dijo Tomás— entre los dos es más fácil, ya verá que pronto
Tomás tenía la piel blanca, cara redonda y los ojos negros, siempre soñaba
con tener dinero sin tener que trabajar y como estaba desocupado se le ocurrió
que allí había un entierro y esa sería la solución para vivir una vida tranquila sin
165
tener que matarse trabajando, porque trabajar no le gustaba para nada, con
tenía al frente de su casa y así realizar lo que había planeado. Doña Clemencia
- He estado pensando que en algún sitio de ese extenso terreno que hay al
- Usted me contó que el dueño de ese terreno era millonario, yo pienso que
cuando falleció enterró su oro en algún sitio y ahora su alma en pena está
- ¡Ay hijo mío! La vagabundería le hace pensar en esas tonterías, estoy segura
de que ese señor le dejó todo lo que poseía a sus hijos, no se haga ilusiones,
desenterrara su tesoro,
166
de fantasías y nunca logró nada. Eres un muchacho con buena salud, tienes
que pensar diferente, endereza tu vida, trabaja y así lograremos vivir mejor.
esa misma noche buscarían su anhelado tesoro. La luna llena los favorecía,
llevaban un foco y una pequeña pala, la ambición azuzaba sus mentes, las
ganas de adquirir dinero fácilmente sin tener que sudarse trabajando para
- Hace frio —dijo Carlos— creo que lo mejor es regresar a casa, ya hemos
caminado mucho.
Querían correr pero las piernas no les respondían, no podían moverse del
167
sepulcral. Poco a poco recobraron fuerzas entonces corrieron despavoridos
hasta salir del lugar. Llegaron a la casa desfallecidos, Tomás apenas balbuceo:
sabemos que el entierro esta al pie del árbol de guayabo, mañana por la
- Estoy seguro de que nuestras vidas van a cambiar —dijo Tomás— vamos a
«Muchachos vagabundos, adonde van tan temprano, hay tatica Dios cuando
de guayabo.
- Es aquí —dijo Tomás mientras tomaba la pala entre sus manos y la hundía
168
Lograron hacer un enorme hueco, pero no habían encontrado nada, sin
Eufórico empujó la pala con fuerza para sacar lo que había encontrado, ante
sus ojos surgió una calavera con algunos cabellos largos y negruzcos que aún
colgaban del cráneo, luego quedó al descubierto un esqueleto humano, entre los
gran esfuerzo y lograron salir del lugar. Doña Clemencia los vio cruzar
lentamente hacia la casa y presintió que algo les sucedía. Ellos se acercaron,
estaban pálidos y sin habla. Doña Clemencia les frotó el cuello con alcohol y les
- ¡Sí! — dijo Carlos— ¡Un esqueleto! Fue algo horrible, yo prometo no volver a
- Presentía que ustedes tramaban algo malo, ojalá que lo sucedido les sirva de
169
La policía se hizo presente en el lugar y recogieron la osamenta que los
muchachos habían desenterrado, eran los restos de una mujer joven que había
susto, Tomás decidió buscar trabajo y Doña Clemencia se sintió muy feliz, con
170
El fantasma del Zapatero
lo mantienen muy limpio y tiene una pequeña fuente de agua cristalina que se
desliza suavemente por una amplia cuneta hasta formar una pequeña piscina,
algunos niños juguetean y sus risas me llaman la atención, camino hacia el lugar,
atención, sus lindas flores de colores son bellísimas, me senté en una banca de
En los años sesenta yo era un joven con muchos sueños e ilusiones, por ese
quería trabajar y estudiar para tener mejores condiciones de vida. San José era
una ciudad hermosísima y muy tranquila, desde que llegué me gustó muchísimo.
Sus calles lucían muy limpias con arbolitos que bordeaban las aceras y las
casas lucían pintaditas y llenas de colorido, todas las personas que conocí eran
varios edificios. Allí conseguí trabajo de obrero, pero no sabía dónde iba a vivir
171
entonces decidí alquilar una casa pequeña. A los pocos días la encontré estaba
escuchaba ruidos y susurros, una noche al acostarme sentí que algo rosaba las
cobijas, me incorporé de golpe, pensé que era algún insecto, pero no había nada,
silla en la cocina, intenté levantarme y averiguar que estaba pasando pero sentí
miedo, presentí que algo sobrenatural sucedía en la casa, miré el reloj, era la
como crecí en el campo me creía muy valiente, sin embargo, el miedo comenzó
casa.
Quince días habían transcurrido, los golpes y los ruidos se incrementaron, los
a las cinco de la mañana, porque tenía ganas de tomar café, me dirigí hacia la
172
cocina y vi una silueta oscura y macabra que se movía lentamente, era un
espectro grisáceo y horroroso, sus manos esqueléticas buscaban algo entre los
del gran susto. A las siete am salí de la casa preocupado por la situación que
estaba viviendo, tenía poco tiempo de vivir allí y no tenía amistad con los
- Venga pase a la cocina, estoy haciendo café ¿Gusta tomar una taza?
173
- Claro que sí, pero vamos a la sala, se sienta con comodidad y conversamos
- Yo soy viudo, mi esposa murió hace tres años y mis dos hijos están casados,
casa que recién habita. Allí vivió un hombre de profesión zapatero, era
varios días de muerto, sin embargo, por algún motivo su ánima en pena se
amenazante.
174
- Es cierto yo vi la aparición hoy al amanecer y sentí mucho miedo.
que lo dejen en paz, la casa fue remodelada y han llegado seis inquilinos
- Bueno —dijo don Gustavo— creo que este señor murió sin arrepentirse de
juzgue y lo perdone.
Don Gustavo era de piel blanca y tenía la cara grande redonda, se pasó la
- Voy a explicarle lo que pienso sobre este misterio sobrenatural, espero que
usted me entienda, hay gente muy mala en este mundo, hombres que matan,
violan y se pasan la vida haciendo atrocidades, pero hay otros más peores,
han destruido el futuro de quien los rodea, dicen palabras que hieren más
que una herida física, estas personas cuando mueren tatica Dios no les
175
condenados a deambular por la tierra en forma fantasmal hasta la eternidad,
forma de explicar el tema, haciendo gestos con las manos y hablando con toda
autoridad.
- ¡Caray Don Gustavo! Usted me ha deja perplejo, quiere decir que hay
- Debe saber que los espantos son algo muy diferente, la segua, la tule vieja,
la llorona y muchos espantos más, son obra del diablo que se trasforma para
horas de la noche tras las faldas de una mujer, los espantos no asustan a la
Se quitó los pequeños anteojos que cubrían sus ojos negros, los limpió con
seres amados, quiere decirles algo que no les dijo cuándo estaba con vida,
176
atormentadas que sufren y deambulan por el lugar donde vivieron y no
quieren dejar a sus seres queridos, su energía es muy fuerte, es fácil notar
su presencia porque pueden mover utensilios como la ropa, las sillas, las
que tengo este gran problema. Don Gustavo siguió hablando y haciendo
ayudan a los enfermos mientras esperan que la mano de tatica Dios las
cuenta.
- Bueno joven solo es mi teoría, sin embargo, yo sé que usted está muy
preocupado, le voy a hacer una proposición para que se vaya de esa casa y
no tenga más problemas con el fantasma gruñón que habita en ella, estoy
177
seguro de que si sigue viviendo allí el espectro le va a hacer la vida imposible.
conversar mucho.
Acepté con alegría la proposición de Don Gustavo, ese mismo día trasladé
Fueron tres años que compartí con él y recibí consejos invaluables que me
sirvieron para salir adelante. Me quedé quince días más viviendo allí mientras
178
Pasajera del Más Allá
cuenta que en los años cincuenta Coronado era un pueblo bellísimo rodeado de
contar relatos y pasajes de su vida. Don Rafael me contó lo que le sucedió una
pasajeros.
planeado construir una linda casita en la finca de mi padre, por ese motivo decidí
trabajar de noche y parte del día porque quería ganar más dinero y ahorrar para
lograr lo planeado.
En ese tiempo San José tenía poca población, sus calles estaban limpiecitas,
José había varios salones de baile de gran renombre allí presentaban varias
179
orquestas y los bailes terminaban en la madrugada y los bailarines generalmente
solicitaban un taxi.
bajé del carro para estirar las piernas, miré mi viejo reloj: eran la una y treinta am,
en ese momento vi una mujer bellísima, estaba parada a cien metros de donde
negro largo, al acercarme noté que era trigueña y de rostro ovalado, usaba una
blusa blanca de manga larga y una falda azul que acariciaba su pantorrilla.
amistades. Los fines de semana vengo a un salón cerca del Parque Central y
- Yo también iba a bailar cuando estaba soltero, pero me casé y dejé las
obligaciones más.
180
- La vida es muy corta —me dijo— por ese motivo hay que estar alegre, bailar
- Es aquí —dijo la joven— en esa casa rosada que tiene gradas anchas.
Me bajé del carro apresurado y subí las gradas, toqué la puerta varias veces,
pero no la abrieron
- Vaya que mala suerte, la noche ha sido mala y ahora se me presenta esta
pagar, bueno esto no se queda así, tengo que recuperar ese dinero. Hoy
Por la mañana fui a buscarla y subí las gradas rápidamente, toqué la puerta
En ese momento escuché que alguien abría, era una anciana de aspecto
181
- Buenos días señora, anoche traje a una joven a esta casa, se bajó del taxi
derecha y señaló una foto que colgaba de una de las paredes y me preguntó:
- ¿Es ella?
- ¡Sí señora!
- Era mi hija Mariana, murió hace tres años, desde entonces regresa a casa
la han traído a casa. Si gusta pase y revisa la casa para que compruebe que
vivo sola.
- ¿Ya desayunó?
- No señora.
coloqué ambas manos sobre mi cara morena, froté mi cabello negro y corto con
mis dedos mientras pensaba: «pobre mujer, creo que no está bien de la cabeza»
ella había perdido la razón, entonces decidí seguirle la corriente. Al rato el olor a
cafecito penetró en mi larga nariz, la señora regresó con una jarra de café, un
182
- Venga señor, siéntense conmigo en la mesa del comedor.
dijo:
- Mi esposo murió hace diez años y mi hijo mayor esta al cuidado de que no
me haga falta nada. Él vive en Zapote y es muy bueno, mi hija Mariana era
mi razón de ser, mi alegría, mi rayito de sol que daba luz a esta casa, ahora
está.
- Cálmese señora —le dije— a todos nos han pasado desgracias, hay que
- Bueno ya nada importa —dijo— ahora solo espero la muerte para reunirme
con ella.
- Fue aquí al frente de mi casa, una madrugada venía en un taxi de San José y
183
instante, no sufrió, pero su alma en pena se quedó en la casa y recorre las
habitaciones, abre las puertas, corre las cortinas y a veces la oigo trasteando
casa, pero un fin de semana la escuché cantar y comprendí que era ella y me
fue una jovencita especial que anduvo por el mundo regalando sonrisas y
los fines de semana como lo hacía antes ¿Y sabe usted señor por qué no se
fue?
- Ella tenía muchos sueños e ilusiones, muchas metas por cumplir, estaba feliz
de fulgor esta casa ¡Dios Mío! Estaba tan llena de vida, apenas tenía
espejo. A mí me gustaba verla tan coqueta, esta casa brillaba de alegría con
184
- ¡Malditos choferes ebrios e irresponsables!
- Tranquila señora le dije, debe estar calmada. Bueno, debo irme, gracias por
el desayuno.
hueso, conversé con ella durante el trayecto, creo que los años han
bueno para no cansarla con el cuento, al llegar a su casa, salió del carro,
185
- Pues resulta que monté a una muchacha fantasma en el carro.
- Su madre lo afirma, dice que su hija murió hace años, su alma en pena se
anciana dice la verdad, el ánima en pena de su hija sale a bailar todos los
fantasma, duerma un rato, yo lo llamo a las cuatro de la tarde para que coma
186
La semana siguiente llevé un cliente a San Pedro y pasé por la casa de la
- ¿Qué sucede?
Él estaba malhumorado:
- Esta madrugada le hice un servicio a una joven muy bella, al llegar se bajó
quedó aquí para seguir visitando los salones de baile y amarrarles el perro a
nosotros los taxistas, bueno, si esa hermosa fantasma, vuelve a solicitar mis
187
Los Fantasmas del Sanatorio
caballeros, entre ellos me llamó la atención Don Eduardo porque tenía una
Cuando cumplí diez años mis padres me regalaron una bola de fútbol, era el
regalo que más anhelaba porque me gustaba mucho ese deporte y en cuanto
tuve el balón entre mis manos, mi tiempo libre lo pasaba jugando con él. Un
domingo al atardecer, jugaba al frente de mi casa con otros niños del barrio,
resbalé, caí y pegué la cabeza en el filo de la acera, me abrí una enorme herida
y quedé inconsciente, mis padres me llevaron al hospital San Juan de Dios y allí
cabeza con la cobija y todo mi cuerpo temblaba, había visto dos pequeños
asustado y no quería estar solo, ella me besó y me dijo que estuviera tranquilo,
que había sido una pesadilla por el golpazo que me había llevado, descansa hijo
188
me dijo y si necesitas algo me llamas. Cerré los ojos y me cobijé totalmente pues
Pensé que mi mama tenía razón y lo que vi era producto del tremendo golpe
vocecitas susurrando dentro del cuarto, allí estaban de nuevo, entonces entendí
fantasmas, sentí la sensación de que había sido elegido para ver esos entes y
pensé que era un don que Dios me había dado, porque muy pocas personas
hombro, era algo real y pensé que querían comunicarse conmigo, por ese
motivo les fui perdiendo el miedo porque quería saber que querían decirme, pero
madre y le dije que seguía viendo fantasmas, sin embargo, ella evadía el tema,
entonces decidí no hablarle más sobre el asunto, después de todo los fantasmas
trabajadora, sin embargo, cuando le conté sobre la cualidad que tenia de ver
fantasmas no me creyó, dijo que todo estaba en mi mente y si yo les daba paso
niñez los veía, pero ella era incrédula y no logré que me creyera.
189
El tiempo pasó y seguí viendo las apacibles apariciones y escuchando
tenues murmullos acariciando mis oídos. Con el pasar del tiempo les fui
crecimos juntos correteando y jugando por las calles de Barrio México, era como
el hermano que nunca tuve, le tenía mucha confianza, cuando cumplí treinta
impresión porque eran inofensivos, pero todo cambio un domingo del mes de
- Otro día —le dije— son las dos de la tarde y parece que va a llover.
Bueno la verdad es que no quería ir, porque sabía que tenía la sensibilidad
- Bueno —le dije— está bien, me subí al carro y nos enrumbamos a nuestro
destino.
espectros buscando espantar a la gente, este tema va de boca en boca por los
190
pueblos y los barrios de nuestro país, esto le ha creado fama al sanatorio. He
leído en los periódicos que el horror y el dolor está impregnado en cada rincón
del edificio, desde luego que yo no lo creo, porque sé muy bien que allí se creó
tengo bien claro que son inofensivos, por lo tanto, no tenía de que preocuparme.
Mi amigo Jorge era un hombre alto, de piel morena, cuerpo grueso, pelo
negro, cara redonda, sus ojos eran grandes y muy negros, tenía la cualidad de
contar chistes y decir refranes en todas sus conversaciones, era como decimos
- Eduardo —me dijo— dicen que en ese lugar salen ánimas en pena.
- Bueno aténgase al santo y no le rece, recuerde que usted puede ver esos
seres del más allá, si quiere no entre conmigo, me espera mientras hago el
recorrido.
- Está bien —dijo Jorge— como quiera, pero no olvide que la curiosidad mató
ningún vigilante cuidando el edificio, caía una llovizna insistente y el viento frio
191
calaba hasta los huesos, a la entrada había un viejo portón de hierro corroído
por el paso del tiempo. Logramos entrar, la atmosfera era brumosa y la tarde
sobresalía en una loma y vi la silueta de una niña en la entrada, tenía una flor en
las manos y estaba ensimismada desojando sus pétalos, más allá la neblina
cubría totalmente los bosques. Nos acercamos a la puerta principal del edificio y
cuerpo.
- Hombre prevenido vale por dos —dijo Jorge mientras sacaba una linterna del
carro.
- Malditos chupa sangre —vociferó Jorge— tamaño susto nos dieron, bueno
caminemos.
192
La oscuridad reinaba en los tétricos y húmedos aposentos y se respiraba un
aire de podredumbre.
quejido que mortificó mis oídos y en un aposento vi una figura incorpórea que
flaquísimo niño, estaba desnudo y todo su cuerpo era de color ceniza, en sus
desvaneció ante mis ojos, me recosté a una sucia pared y respiré hondo, traté
boca, su rostro era una masa de carne deforme, eran niños horrendos y
desnutridos, sentí mucha congoja y tristeza al verlos en ese estado porque como
no tenían cara, pensé que eran seres que a pesar de haber pasado por allí
193
- Eduardo vamos no se quede rezagado —dijo Jorge.
quejido de dolor que venía de uno de los recintos y me acerqué, vi una niña
tristeza, tenía las delgadas manos sobre el pecho y producía gemidos como si
tuviera el dolor más intenso de todos los dolores, de sus ojitos salía un hilo de
sangre que recorría su carita y bajaba por el cuello cubriendo totalmente las
sábanas que la envolvían, cubrí mi cara morena y alargada con las manos y mi
corazón se quería salir del pecho de la inmensa tristeza que inundaba mi ser.
sobre una cama, tenía el rostro contraído con una terrible mueca de dolor, la
boca muy abierta y sin un solo diente, parecía que recién se los habían sacado y
mostraba los huecos con sangre que emanaba en cantidad y recorría sus largas
194
y huesudas quijadas hasta caer a su pecho. La horrenda aparición se esfumó
ante mis ojos y sentí que me desvanecía, el cuerpo me temblaba y solo quería
pasos y vi una monja que bajaba lentamente la escalera, era alta y delgadísima,
su cabeza la cubría una toca blanca estaba envuelta en una aura brillante y su
Jorge se acercó
- Demasiados —contesté.
- Pues yo no vi nada, creo que las únicas ánimas en pena que hay aquí somos
nosotros.
- ¡Que va! —le dije— este lugar encierra mucho dolor y sufrimiento, la gente
que estuvo recluida aquí sufrió mucho y sus almas en pena deambulan en
cada recinto.
Caminamos hacia la salida, salimos del macabro edificio y caía una lluvia
195
hombre alto que venía desde la casa de la loma, se acercó y se dirigió a la
fantasma alto y elegante, caminaba erguido y vestía una gabacha blanca que
cubría todo su cuerpo, entró y desapareció entre las sombras del edificio.
horror.
cubierto por una enorme chaqueta negra, alzó la vieja linterna que llevaba en su
196
- ¡Que ocurrencia! —dijo el hombre— con este tiempo es mejor estar en la
Era un hombre muy viejo, de nariz afilada, cara arrugada y alargada. Jorge le
preguntó:
- Sí claro —contestó— pero solo son ánimas en pena que deambulan por el
- Tengo que soportar las serenatas de quejidos y lamentos cada noche porque
- Lo veo pensativo.
197
personas que estuvieron recluidas en ese lugar sufrieron al extremo y sus almas
la gente tiene el privilegio de ver fantasmas y sé bien que es muy difícil que me
crean, sin embargo, visitar el Sanatorio Durán fue una experiencia desgarradora.
vida cambió desde el día que visité ese horrible lugar. Nunca más volví a ver a
los agradables fantasmas que deambulaban por mi habitación todas las noches,
conmigo para prevenirme que no visitara ese macabro lugar. El ocaso llegó a mi
Sanatorio Durán.
198