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El objetivo del presente trabajo consiste en la articulación de los conceptos

desarrollados durante la cursada, tales como: lenguaje; institución; realidad; percepción;


campo; habitus; acción; deseo; otro y objetividad, mediante el análisis de la película
"Don Juan de Marco".
Para comenzar, es a nuestro juicio fundamental destacar la particular relación que se
establece en el film, entre el psiquiatra y su paciente.
A este respecto y considerando al psicoanálisis como una "clínica bajo transferencia"
( que según Freud, implica al analista, al analizante y la relación entre ellos, enmarcada
y determinada por el lugar que el analista ocupa en la relación con el analizante.),
podemos observar cuán importante fue este paciente en la vida del psiquiatra, quien a
punto de culminar con una exitosísima vida profesional , ante su inminente jubilación,
cuando ha perdido el placer del ejercicio de su trabajo, recibe a este joven, tan especial
para él que vuelve de pronto a sentirse comprometido con su tarea, a la vez que
descubre que ha dejado grandes vacíos en su vida afectiva.
Algo sumamente significativo para el terapeuta le sucede a medida que Juan de Marco
comparte con él sus más intimas vivencias, se "despoja" de su habitus ( "sistema
socialmente constituido de disposiciones estructuradas y estructurantes, adquirido
mediante la práctica y siempre orientado hacia la práctica". Bourdieu), y se permite la
manifestación de sus deseos, resignificando la relación con su esposa. Este deseo de
amor estuvo adormecido por los avatares cotidianos y esta relación transferencial, abrió
la brecha para que éste resurja. (Para Lacan el deseo es la búsqueda y la esencia del
hombre . El neurótico va por la vida buscando ese objeto en carreras, cosas que compra,
etc., porque supone que alguien lo tiene y ese, es el motor de su búsqueda.)
Su deseo resurgido, podemos observarlo, metaforizado, en la escena cuando ante el
asombro de su mujer, él le pregunta "cuáles son tus sueños, necesito saber todo sobre
tí....qué fuiste perdiendo mientras yo sólo me ocupaba de mí?"
Retomando a Bourdieu, quien nos habla de las dos realizaciones de la acción histórica,
que se manifiesta por un lado, como ya mencionamos, a través del habitus (historia
encarnada en los cuerpos) y por otro en los campos ( historia objetivada en las cosas), es
comprensible, que este proceso tan intenso de transferencia , vivido por el profesional,
despierte en algunas personas cuestionamientos éticos en cuanto a su forma de proceder,
ya que se vio alterada la relación de condicionamiento entre el campo y el habitus,
debido a que, a pesar de pertenecer a una institución psiquiátrica, donde los
tratamientos están normalizados y determinados ( instituidos), él se toma un tiempo
para ponerlos en práctica, a pesar de las críticas de las que es objeto. Es precisamente,
debido a esa "transgresión temporaria", que pudo establecer entre él y su paciente esta
relación tan rica para ambos, que le posibilitó comprender realmente la singular
percepción que Don Juan tenía de "su" realidad, en lugar de etiquetarlo como
esquizofrénico, lo que le hubiera servido a la institución , para asentarlo "prolijamente"
en la historia clínica del paciente y justificar los tratamientos.
Es importante en este punto citar, además, a Castoriadis cuando dice: "Toda sociedad
es una construcción, una constitución, creación de un mundo, de su mundo propio. Su
propia identidad no es otra cosa que ese sistema de interpretación, ese mundo que ella
crea. Y esa es la razón por la cual la sociedad percibe como un peligro mortal todo lo
que ataque ese sistema de interpretación; lo percibe como un ataque contra su identidad,
contra sí misma". Es evidente que la realidad de Don Juan no encajaba en lo instituido,
( resulta escandaloso en pleno siglo xx, un ser que encarne en sí mismo al amor), y por
ello había que callarlo o ajustarlo, de hecho, en el momento que recita ante el juez, el
discurso que éste quiere oír, es literalmente aceptado nuevamente y dado de alta, a pesar
de la disidencia de algunos médicos.
Retomando el tema de la percepción de Don Juan, con respecto a "su" realidad, y
considerando:
 como dice Piaget que la percepción está determinada por la estructura psíquica del
sujeto.
 que al hablar de realidad lo hacemos partiendo de la premisa que no existe la
realidad objetiva, que la idea de objetividad no es más que una ilusión construida en
la intersubjetividad y que es la sociedad la que produce esta ilusión.
 que no existe realidad sin sujeto, que la misma es una construcción subjetiva que se
hace a partir del Otro, y que es mediante el lenguaje que esta construcción se va
realizando .( La estructura del lenguaje, que no está dentro del sujeto, sino que viene
de afuera, preexiste no sólo a la experiencia , sino al sujeto mismo. J.Lacan).
podemos entonces preguntarnos: ¿ Por qué Juan de Marco, guardaba en su memoria,
una historia tan romántica y perfecta, que lo hacía comportar como el amante ideal?
(Cuando hablamos de memoria nos referimos a esa construcción y reconstrucción de la
propia dimensión histórica, que se da fundamentalmente en forma retroactiva).
Para responder a esta pregunta, racionalmente, tomaremos algunos conceptos de
Freud, quien nos dice que, si bien, uno debería recordar las cuestiones que le son
significativas y desechar las cuestiones a las que no le da importancia, sin embargo
muchas veces sucede que, uno recuerda esos datos insignificantes y olvida otras
fundamentales de su vida. Es esto a lo que llama "recuerdos encubridores". Se puede
afirmar que se recuerda eso para no recordar otra cosa . Además de este fenómeno Freud
encuentra otro, es el de construir recuerdos a posteriori, construyendo o significando el
pasado, de acuerdo al presente.
Podríamos, entonces, hacer conjeturas referidas a la relación de Don Juan con su
madre, al dolor producido por la muerte del padre y el engaño de su madre, a su
carencia de afecto, etc. e inferir que Don Juan construyó para él la realidad que
deseaba y le ayudaba a menguar sus angustias y tender a la satisfacción de sus deseos.
Ahora bien, si logramos desapegarnos de los condicionamientos sociales que nos
permiten este análisis tan racional y libres de todo prejuicio nos enfrentamos a la misma
pregunta, encontraríamos el terreno fértil para la duda. ¿ Era Juan de Marco, un gran
amante dotado de una sensibilidad inusitada, un romántico incurable y contagioso, o un
enfermo mental ?...

A modo de conclusión, y considerando los conceptos desarrollados hasta aquí, sólo


nos queda :
 cuestionarnos, a cerca de la existencia, (en los institutos psiquiátricos , en algunos
profesionales, o en la sociedad misma) de un "cerco" que no permite llegar a una
verdadera comprensión de la perspectiva del otro, etiquetándolo, por ejemplo, de
enfermo mental, cuando en realidad, no sabemos si los enfermos estamos en la calle
o en los hospitales mentales.
 y proponernos, siempre... buscar la brecha que nos permita atravesar ese cerco.

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