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AUDIENCIA PROVINCIAL SECCION 1 Proc.

: APELACIÓN JUICIO FALTAS


Avda Pedro San Martin S/N
Santander Nº: 0000387/2014
Teléfono: 942346969 NIG: 3907543220140000466
Fax.: 942322491 Resolución: Sentencia 000495/2014
Modelo: C1921
Juicio de Faltas 0000139/2014 - 00
Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Nº 2 de Torrelavega
Intervención: Interviniente: Procurador:
Fiscal MINISTERIO FISCAL MINISTERIO
FISCAL
Apelante JOSÉ LUIS DE LUIS MARCOS FERMÍN BOLADO GÓMEZ
Apelado ROMAN FERNANDEZ LIAÑO FERNANDO CANDELA RUIZ

SENTENCIA nº 000495/2014

En la Ciudad de Santander, a Siete de Noviembre

de dos mil catorce.

La Ilma. Sra. Doña María Rivas Díaz de Antoñana,

Magistrado de la Sección Primera de esta Ilma.

Audiencia Provincial de Cantabria, ha visto en grado de

apelación los autos de juicio de faltas núm. 139 de

2014 del Juzgado de Instrucción núm. 2 De Torrelavega,

Rollo de Sala núm. 387 de 2014, seguidos por falta

de Coacciones, contra Román Fernández Liaño,

representado por el procurador Sra. Candela Ruiz y

defendido por el letrado Sr. Ecenarro Basterrechea.

En esta Segunda instancia ha sido parte apelante

Liberbank, S.A., representado por el procurador Sr.

Bolado Gómez y apelado Román Fernández Liaño.

ANTECEDENTES DE HECHO

PRIMERO: Por el Juzgado ya mencionado, en fecha 13


de Marzo de 2014, se dictó Sentencia cuyo relato de
Hechos Probados y Fallo son del tenor literal
siguiente: " ÚNICO.- Se declara probado que el día 2 de Enero
de 2014 el acusado, Román Fernández Liaño, en unión de un numeroso
grupo de personas, no identificadas individualmente, formando parte
integrante de un colectivo autodenominado “afectados por las
preferentes”, previa convocatoria dada a conocer públicamente a través

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del periódico de alcance provincial “El Diario Montañés”, sobre las
10:35 horas, llegó a las inmediaciones de la Oficina número 1 de la
Entidad Liberbank S.A., sita en la calle José María de Pereda, de
Torrelavega, pretendiendo la entrada de forma tumultuosa en las
citadas instalaciones, lo que finalmente consiguió tras diversos
empujones entre integrantes del citado grupo y los miembros de
seguridad contratados específicamente por la mercantil denunciante
para evitar tal situación, al estar previa y públicamente advertidos de la
ocurrencia de tal evento, permaneciendo en el interior de la sucursal
durante unos 20 minutos, en el transcurso de los cuales el acusado,
ataviado con un pañuelo atado a la cabeza y ropa de trabajo portando
carteles que expresaban “Carbones El Timau” y “Caja Estafa”, arrojó
al suelo el contenido de un saco de carbón, parodiando el regalo
próximo de los Reyes Magos de Oriente a los Directivos y Empleados
de la mercantil Liberbank S.A., repitiendo tal actuación en las Oficinas
números 4, 5 y 6, sitas en las calles José María de Pereda, numero 34,
Julián Ceballos número 39 y José Posada Herrera número 19. FALLO:
QUE DEBO ABSOLVER Y ABSUELVO a ROMÁN FERNÁNDEZ
LIAÑO de las faltas que se le imputaban, con declaración de oficio de
las costas procesales. Llévese esta Sentencia al Libro de los de su clase,
dejando testimonio bastante en autos.”

SEGUNDO: Notificada la Sentencia a las partes se

interpuso en tiempo y forma recurso de apelación por

Liberbank, S.A., que fue admitido a trámite por el

Juzgado; y dado traslado del escrito de recurso a los

apelados, que lo impugnaron, se elevaron las

actuaciones a esta Ilma. Audiencia Provincial a efectos

de resolución del recurso.

HECHOS PROBADOS

Se admiten los de la Sentencia de instancia, ya

reproducidos.

FUNDAMENTOS DE DERECHO

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PRIMERO: La representación procesal de LIBERBANK,

S.A recurre la sentencia que absolvió a Román Fernández

Liaño de la falta de coacciones como de la falta de

injurias por las que se había formulado acusación

contra el denunciado, e interesa la revocación del

citado pronunciamiento y se dicte nueva sentencia

condenatoria en los términos interesados en el acto del

juicio oral.

SEGUNDO: El recurrente pretende la revocación de

un pronunciamiento absolutorio y, en lo que se refiere

a la alegación como motivo de recurso del error en la

valoración de la prueba, debe recordarse la doctrina

del Tribunal Constitucional tras la STC 167/2002 viene

a suponer la consagración de la inmodificabilidad en

apelación de los hechos probados en los supuestos de

sentencias penales absolutorias en la instancia cuando

la convicción del juzgador se ha basado en pruebas que

exigen la inmediación, pruebas personales, tales como

las declaraciones del imputado o las testificales. El

Tribunal de apelación no puede variar la apreciación

llevada a cabo por el juez “a quo” de aquellas pruebas

cuya valoración exija la inmediación propia del acto de

la vista oral y el resultado de la apreciación de la

prueba da lugar a que se dicte una sentencia

absolutoria. Ello sólo podría caber en casos en que se

practique vista en segunda instancia; sin embargo, los

supuestos en que cabe vista en esta alzada están

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fijados en la Ley de Enjuiciamiento Criminal y entre

ellos no se encuentra la posibilidad de acordarla para

repetir la prueba personal ya celebrada en la instancia

a fin de efectuar nueva valoración de la misma. De

manera que, si bien teóricamente nuestro sistema de

recursos contra sentencias dictadas en asuntos penales

sigue siendo de doble instancia plena, se exceptúa el

supuesto en que se recurra una sentencia absolutoria y se

haya dictado con fundamento en la prueba de carácter

personal practicada en la vista oral. A lo expuesto no es

óbice el que se haya procedido a la grabación audiovisual

de la vista; así dice la STC 120/2009 que ello no supone

que exista inmediación pues ésta “consiste en que la

prueba se practique ante el órgano judicial al que

corresponde su valoración” (con cita de la STC 16/2009);

para que fuese posible la revocación de una sentencia

absolutoria por otra condenatoria, habría que convocar

vista pública y contradictoria en esta alzada para poder

oír personal y directamente a quienes declararon en la

instancia; pero, como ya se ha expuesto, tal supuesto no

está previsto en la ley como uno de aquellos en que cabe

vista en apelación ni está permitido que la vista en esta

alzada tenga tal contenido.

TERCERO: Partiendo del relato de hechos que se

declaran probados; en relación con la falta de

coacciones se comparten los argumentos expuestos en la

sentencia recurrida, que se dan por reproducidos ,pues

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el mero hecho de entrar en una entidad bancaria y

permanecer en la misma durante unos 20 minutos

arrojando al suelo carbón, que luego se recogió,

ataviado con un pañuelo en la cabeza y ropa de trabajo,

constituye una parodia protesta por parte del

denunciado que no exigió violencia física ni fuerza en

la cosas o intimidación, pues la irrupción en la

sucursal se produjo de modo pacífico, no consta que el

denunciado empujara o golpeara a ningún vigilante de

seguridad o personal de la entidad bancaria para entrar

o permanecer en la sucursal de Liberbank.

En definitiva, no existiendo ánimo de restringir la

libertad ajena, permaneciendo en la sucursal sin

violencia ni intimidación con ánimo de crítica y

protesta, procede desestimar el motivo alegado.

CUARTO: En cuanto a si el contenido de los carteles

integra la falta de injurias por la que se formuló la

acusación, la respuesta debe ser negativa

La persona supuestamente ofendida no es una

persona física sino una persona jurídica y en cuanto a

la aptitud de las expresiones contenidas en dichos

panfletos para ofender la fama o buena imagen externa

de la entidad o persona jurídica deben de tenerse en

cuenta, dada su naturaleza eminentemente

circunstancial, todas aquellas circunstancias que han

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rodeado los hechos, y en especial el concepto que la

ciudadanía tenga de dicha mercantil, lo que nos lleva a

concluir que en el presente caso los hechos han tenido

lugar en un contexto de grave conflicto existente entre

preferentistas o adquirentes de productos bancarios

similares y las entidades bancarias ,entre las que se

encuentra la actual Liberbank, conflicto que ha

trascendido a la opinión pública y ha generado, no sólo

gran crispación social, sino numerosas demandas

judiciales algunas de las cuales han sido incluso

derivadas del ámbito civil al ámbito penal y de las que

se han hecho eco de forma reiterada los medios de

comunicación. En este contexto de crispación claramente

judicializado, es en el que debe interpretarse el

sentido de la expresiones que aparecen en el ordinal

primero del relato de hechos probados “ Carbones el

Timau “ y “ Caja Estafa “; como ya resolvió la Sección

3ª y esta misma Sección en el rollo 384-14 ; teniendo

en cuenta que nuestros tribunales civiles están

dictando numerosas resoluciones condenando a las

entidades bancarias ,entre las que se encuentra la

entidad recurrente, a devolver de forma generalizada

las inversiones realizadas por los ciudadanos que

suscribieron participaciones preferentes o productos

bancarios de similar signo, bien por no haber informado

correctamente a los depositantes, o incluso por haber

obrado con ocultación o mediando engaño con relevancia,

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cuanto menos, en la esfera civil, la conducta

desplegada por el denunciado carece de aptitud

suficiente para afectar a la fama o imagen externa que

de la entidad tienen actualmente los ciudadanos. A

mayor abundamiento y aunque se aceptara, a efectos

meramente dialéctico, que las expresiones “ Carbones

el Timau “ y “ Caja Estafa “ integraran el tipo

objetivo de la falta de injurias procedería la

confirmación del pronunciamiento absolutorio por

cuanto la conducta del denunciado responde al

legítimo ejercicio del derecho a la libertad de

expresión, crítica, protesta o reclamación, quedando

excluido el ánimo de injuriar.

QUINTO: Se declaran de oficio las costas de esta

alzada.

Así, en ejercicio de la potestad jurisdiccional

que me ha conferido la Constitución Española, y en

nombre de Su Majestad El Rey,

F A L L O

Que debo desestimar y desestimo íntegramente el

recurso de apelación interpuesto por LIBERBANK S.L

contra la ya citada Sentencia del Juzgado de

Instrucción núm. Dos de Torrelavega que se confirma,

declarando de oficio las costas de esta alzada.

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Notifíquese esta resolución a las partes y

devuélvanse los autos originales junto con testimonio

de la misma al Juzgado de procedencia para su ejecución

y cumplimiento.

Así por esta Sentencia, lo pronuncio, mando y

firmo.

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