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tema
Aspectos generales
INTRODUCCIÓN
Antes de empezar a tratar el tema de los medios y recursos didácticos, hemos
creído conveniente dedicar un breve capítulo para contextualizar el tema. Ninguna de las
decisiones y las acciones que se llevan a cabo dentro de un curso de formación ocurren en
el vacío, de manera lineal y aislada del resto de acciones y/o decisiones. Las conexiones que
los medios didácticos tienen con el resto de elementos de cualquier proceso de enseñanza-
aprendizaje (metodología, alumnado, temporalización, etc.) serán múltiples y recíprocas,
en muchas ocasiones determinando unas a otras.
Por tanto, a lo largo de este primer capítulo, vamos a desarrollar dos puntos. En
primer lugar, de qué manera algunos aspectos que tienen que ver con los principios del
aprendizaje se relacionan con el diseño, selección y uso de los medios didácticos, para
seguidamente pasar a presentar algunos conceptos generales de los medios y recursos
didácticos (definición, funciones y criterios de selección).
DEFINICIÓN DE APRENDIZAJE
Cambio más o menos permanente de la conducta -entendida ésta de manera amplia y
no tan sólo como respuesta motora- que ocurre como resultado de la interacción del
individuo con su medio, y con él mismo como parte de ese medio, y que posibilita
su adaptación a nuevas situaciones.
A la luz de esta definición podríamos afirmar que la labor del formador consistiría
en preparar, organizar e implementar estas interacciones de manera intencionada, y
siempre dirigidas a que los alumnos alcancen las nuevas conductas que se han planteado
como objetivos de aprendizaje. En la preparación de esas interacciones el formador deberá
decidir, entre otras cosas, con qué tipo de materiales y/o situaciones van a interaccionar los
participantes y de qué forma para facilitar el aprendizaje. Esto implica ya tomar decisiones
acerca de los medios y recursos didácticos.
Por tanto, cuando se trata de diseñar, seleccionar o utilizar los medios didácticos
para nuestras clases, nuestra decisión debe estar basada en algunos criterios. No se trata
de tener un buen banco de recursos y elegir aquellos que más fáciles de manejar nos
parezcan o que tengamos “más a mano”. No debemos olvidar que estos recursos se van a
utilizar en un contexto educativo donde siempre hay que tener en cuenta dos factores:
variables relacionadas con el alumnado y variables relacionadas con los principios de la
enseñanza-aprendizaje.
ESTILO VISUAL
• Utiliza texto y material escrito cuando sea posible.
• Resalta tus presentaciones con imágenes, ilustraciones, diagramas.
• Utiliza, crea y fija en las paredes del aula pósters o carteles.
• Ayuda a los participantes a la visualización de lo que estás explicando a través de fotos,
películas, demostraciones, etc.
ESTILO AUDITIVO
• Ofrece instrucciones y aclaraciones verbales preferentemente.
• Utiliza el debate, los grupos de discusión, las entrevistas y otras técnicas con predominio de
lo verbal para trabajar nuevos contenidos.
• Planifica actividades en pequeños grupos o en el gran grupo que permitan a los alumnos
hablar acerca de los contenidos.
ESTILO KINESTÉSICO
• Facilita oportunidades de aprendizaje activo físicamente.
• Exponlos a un aprendizaje experiencial.
• Utiliza recursos didácticos que ellos puedan manipular directamente.
• Cambia el ritmo de la clase con intervalos en los que tengan que realizar ejercicios activos.
• Desarrolla actividades, role-playing y dinámicas en las que tengan que participar
activamente.
• Genera formas de evaluación que no sean meramente verbales (orales o escritas) y que
impliquen la demostración de sus conocimientos a través de demostraciones prácticas.
A continuación ofrecemos una breve explicación de cada estilo con unas pautas
sobre cómo aprenden mejor o peor con cada uno de ellos.
Estilo Reflexivo
Los alumnos reflexivos tienden a adoptar la postura de un observador que analiza sus experien-
cias desde muchas perspectivas distintas. Recogen datos y los analizan detalladamente antes
de llegar a una conclusión. Para ellos lo más importante es esa recogida de datos y su análisis
concienzudo, así que procuran posponer las conclusiones todo lo que pueden. Son precavidos
y analizan todas las implicaciones de cualquier acción antes de ponerse en movimiento. En las
reuniones observan y escuchan antes de hablar, procurando pasar desapercibidos.
Estilo teórico
Los alumnos teóricos adaptan e integran las observaciones que realizan en teorías complejas y
bien fundamentadas lógicamente. Piensan de forma secuencial y paso a paso, integrando he-
chos dispares en teorías coherentes. Les gusta analizar y sintetizar la información y su sistema
de valores premia la lógica y la racionalidad. Se sienten incómodos con los juicios subjetivos, las
técnicas de pensamiento lateral y las actividades faltas de lógica clara.
(Continúa en la página siguiente)
Estilo pragmático
A los alumnos pragmáticos les gusta probar ideas, teorías y técnicas nuevas, y comprobar si
funcionan en la práctica. Les gusta buscar ideas y ponerlas en práctica inmediatamente, les
aburren e impacientan las largas discusiones tratando la misma idea de forma interminable.
Son básicamente gente práctica, apegada a la realidad, a la que le gusta tomar decisiones y
resolver problemas. Los problemas son un desafío y siempre están buscando una manera mejor
de hacer las cosas.
Aprenden mejor Aprenden peor
• Con actividades que relacionen la teoría y • Cuando lo que aprenden no se relaciona
la práctica. con sus necesidades inmediatas.
• Cuando ven a los demás hacer algo. • Con aquellas actividades que no tienen
• Cuando tienen la posibilidad de poner una finalidad aparente.
en práctica inmediatamente lo que han • Cuando lo que hacen no está relacionado
aprendido. con la “realidad”.
c) La memoria.
No sólo es importante captar la atención del alumnado y conseguir que ésta se
mantenga a un nivel adecuado. Es además imprescindible que el alumno recuerde aquellos
2. Conceptos Generales
2.1. Definición y funciones de los medios y recursos didácticos.
Algunos autores distinguen en su definición entre medio didáctico y recurso
didáctico. Teniendo en cuenta que cualquier material puede utilizarse en determinadas
circunstancias como recurso para facilitar procesos de enseñanza y aprendizaje, pero
considerando que no todos los materiales que se utilizan en educación han sido creados
con una intencionalidad didáctica, se distingue entre los conceptos de medio didáctico y
recurso educativo.
Medio didáctico es cualquier material elaborado con la intención de facilitar los
procesos de enseñanza y aprendizaje (por ejemplo, un manual de texto o una pizarra). Por
su parte, recurso didáctico sería cualquier material que, aún no habiendo sido diseñado con
una finalidad educativa, en un contexto educativo determinado, se utiliza para facilitar el
desarrollo de las actividades formativas (por ejemplo, unos caramelos podemos utilizarlos
para enseñar a sumar y restar a niños de primaria).
Otros autores distinguen ambos términos desde una perspectiva diferente: el medio
didáctico sería el canal que elegimos para transmitir el mensaje; el recurso sería el vehículo
que utilizamos para hacer llegar esos contenidos. Podríamos hacer la siguiente analogía: si
tenemos que hacer un viaje para llegar a un destino concreto, el medio sería la carretera
que comunica un sitio con otro, mientras que el recurso sería el coche que utilizaremos así
como el uso que hacemos del mismo (el trayecto que elegimos, nuestra forma de conducir,
etc.). Un ejemplo propio de la formación podría ser la televisión como medio y la película
que proyectamos como recurso.
A pesar de estas distinciones nosotros vamos a considerar a lo largo del manual
ambos términos de la misma manera: entendemos por medios y recursos didácticos todos
aquellos instrumentos o materiales que, por una parte, ayudan a los formadores en su tarea
de enseñar y, por otra, facilitan al alumnado el logro de los objetivos de aprendizaje.
Materiales
Materiales manipulativos: recortables, cartulinas...
convencionales
Materiales de laboratorio.
Materiales
Materiales sonoros: casetes, discos, programas de radio...
audiovisuales
Materiales audiovisuales: montajes audiovisuales, películas, vídeos,
programas de televisión...
Programas informáticos.
Nuevas tecnologías Servicios telemáticos: páginas web, correo electrónico, chats, foros...
TV y vídeo interactivos.
La pizarra.
El retroproyector.
Medios tradicionales
El proyector de diapositivas.
La fotografía.
La prensa.
Material escrito.
La cinta de audio.
audiovisuales
El diaporama.
Medios
El vídeo.
El cine.
Cd-rom.
Nuevas
Dvd.
Internet.
Aunque las clasificaciones pueden ayudar a poner cierto orden entre tantos
elementos existentes, en este caso no creemos que aporten un valor especial. En las
clasificaciones que hemos visto, las diferentes taxonomías no son excluyentes, otras de
ellas no implican unos recursos de manera estable, sino que cambiarían de un nivel a otro
a lo largo del tiempo (por ejemplo, ¿qué eran nuevas tecnologías hace 5 años y cómo
podrían considerarse hoy en día?). Podríamos decir que estas clasificaciones, más que una
descripción de la realidad, serían una descripción de cómo un autor u otro entienden esa
realidad, su forma de poner orden entre tantos elementos. Podemos estar más o menos de
acuerdo con ellos, y siempre podremos encontrar alguna contradicción en la clasificación
que proponen.
Sin embargo, estas taxonomías pueden sernos de utilidad para estructurar el
conocimiento y organizar los múltiples elementos que podemos encontrar en nuestro
entorno (en este caso los medios y recursos didácticos).