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tema 3 El material impreso

como recurso
didáctico

INTRODUCCIÓN
En este capítulo nos vamos a centrar en analizar cómo usar el material impreso
como recurso didáctico. Cuando hablamos de material impreso nos referimos a cualquier
documento cuyo soporte sea el papel, aunque por sus propias características y misma
utilidad, también vamos a considerar en este capítulo todos los documentos en formato
electrónico, que siendo susceptibles de ser impresos en papel, tienen su soporte en un
formato digital.
Los materiales didácticos impresos quizá sean los recursos más utilizados en
formación a lo largo de la historia puesto que suponen la permanencia de un mensaje,
una idea, un texto o de cualquier composición lingüística para ser leída tantas veces como
se desee.
Muchos, muy diferentes y para diversos usos son los materiales impresos que
podemos usar en formación: los libros de texto y los manuales didácticos suelen contener
los contenidos mínimos de aprendizaje de una asignatura o tema y sirven de punto de
referencia para el estudiante en relación a los contenidos de dicha asignatura o tema.
Las revistas especializadas, las guías didácticas, los folletos, artículos de prensa, etc., son
documentos que permiten al estudiante profundizar en temas concretos más allá de lo que
reflejan sus manuales didácticos o libros de texto. Los diccionarios y enciclopedias sirven
para conceptualizar y contextualizar un concepto o idea determinada de la asignatura o
especialidad. La prensa escrita (periódicos, revistas de divulgación, etc.) pueden ser utilizados
para actualizar ciertas noticias o analizar ciertas realidades del momento. La literatura en

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Tema 3. El material impreso como recurso didáctico
general (novela, poesía, teatro, etc.) nos puede servir para analizar tanto el lenguaje literario
como para incrementar nuestra cultura, estudiar a un autor literario y su obra o disfrutar
con un pasatiempo. En fin, como vemos, muchos son los formatos que puede adquirir un
material impreso y que podemos encontrar útil en nuestras aulas de formación, así que
en este capítulo, intentaremos analizar algunas cuestiones de utilidad que consideramos
importantes en relación al uso y diseño de materiales impresos de calidad.

1. Tipos y usos didácticos del material impreso


Como hemos comentado en la introducción de este capítulo, son muchos y muy
variados los materiales escritos que podemos usar con fines didácticos en nuestras clases.
Cada uno de estos materiales puede sernos de utilidad durante el desarrollo de todo el
curso o asignatura, como por ejemplo el manual del curso o libro de texto, o usarlos sólo en
momentos muy puntuales como un artículo de una revista o un folleto de divulgación. En
todo caso, lo importante es que sepamos introducir su uso con eficacia y sirvan realmente
para el objetivo para el que los vamos a usar, es decir, su fin debe ser didáctico.
Sin ánimo de ser exhaustivos en la enumeración de los diferentes materiales impresos
que podemos usar en formación y sin la intención de agotar en este capítulo todas las
posibilidades didácticas que nos ofrecen, nos gustaría hacer algunas reseñas puntuales que
consideramos importantes para el formador en relación a su uso en el aula.

1.1. El libro de texto o el manual del curso.


Cuando nos encontramos dando clases en el ámbito de la educación reglada,
fundamentalmente en educación primaria o secundaria, el encontrar un texto que reúna
todos los contenidos de una asignatura no es un tarea especialmente complicada, puesto
que las editoriales especializadas suelen editar los textos recogiendo todas las novedades
que la ley obliga en cada curso
escolar. Además estas editoriales no
sólo editan los libros de texto para
el alumnado sino que además suelen
ofrecer una serie de complementos
didácticos al docente, generalmente
en formato digital, que pueden ir
desde la programación didáctica
de la asignatura hasta recursos
de ampliación, presentaciones
multimedia o incluso vídeos
didácticos. En estos casos, el único
problema que tiene que resolver

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Tema 3. El material impreso como recurso didáctico
el docente es escoger una u otra editorial en función de los criterios pedagógicos que
considere más adecuados.
Conforme vamos avanzando en el nivel de estudios y llegamos al ámbito universitario
o a la formación profesional en sus diferentes modalidades, encontrar un texto que aglutine
de una forma satisfactoria todos los contenidos de una asignatura o curso de formación
es algo más difícil, pero aún así, existen manuales especializados que pueden servirnos de
guía de la asignatura o curso que luego se verán complementados con otros materiales
didácticos que van a permitir al alumnado completar su formación.
En uno u otro contexto, suele ser recomendable contar con un libro de texto o
manual de base para el desarrollo de la asignatura puesto que suele dar seguridad al
estudiante a la hora de preparar la asignatura, va ser un punto de referencia común para
todo el grupo y puede ser una buena guía para el desarrollo de las clases.
Pero a la hora de usar un libro de texto o manual sería conveniente tener en cuenta
las siguientes recomendaciones y precauciones:
• El manual debe recoger la mayor parte de los contenidos que se van a tratar
en el curso o la asignatura y mejor, si lo hace en el mismo orden en que se
van a impartir.
• El manual es un lugar de referencia para las explicaciones y para el estudio, pero
no debe sustituir en modo alguno la tarea docente del formador que tiene la
función de explicar los contenidos, traducir lo incompresible para el estudiante,
facilitarle la adquisición de conceptos o ideas nuevas y destacar la información
relevante y fundamental diferenciándola de la secundaria y accesoria.
• El manual puede ser utilizado como herramienta para las actividades en
el aula, sirviendo como referencia inicial y básica, aunque no única, para
el desarrollo de trabajos en grupo, propuesta de debates o elaboración de
presentaciones, entre otras.
• Los manuales, sobre todo en niveles superiores o muy especializados de
formación, pueden no estar actualizados y por tanto, no aportar los últimos
desarrollos técnicos o científicos de la especialidad. Es muy importante
identificar la fecha de edición del manual para ver su “antigüedad” además
de contrastar los contenidos con el nuevo conocimiento generado desde
entonces.

1.2. La literatura científica y/o técnica.


Cuando hablamos de literatura científica y/o técnica nos referimos a textos que tratan
temas muy específicos y normalmente con una orientación de carácter investigativo.
Revistas especializadas, libros o manuales especializados, artículos de divulgación
científica o técnica, manuales de instrucciones, guías didácticas, suelen ser los diferentes
formatos que pueden adoptar este tipo de documentos.

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Tema 3. El material impreso como recurso didáctico
El uso de estos materiales en formación suele tener un carácter complementario,
normalmente se usan para profundizar en un tema concreto, conocer cuál es el desarrollo
o curso de una disciplina concreta y completar la información del manual del curso.
A la hora de usar los diferentes documentos de literatura científica que acabamos
de comentar sería conveniente tener en cuenta las siguientes recomendaciones y
precauciones:
• Este tipo de textos suelen ser muy especializados y suelen estar escritos en
un lenguaje menos literario y más técnico, por lo que van a requerir una
supervisión más de cerca por parte del formador para asegurarse de que el
alumnado está comprendiendo lo que lee.
• No tenemos que renunciar a este tipo de materiales en grupos de edades más
jóvenes por pensar que pudieran tener más dificultades en su compresión,
todo lo contrario, pensamos que llevar estos materiales al aula va a permitir al
estudiante ver las aplicaciones prácticas y reales de lo que se está estudiando
en clase, dándole un significado y aplicación a su aprendizaje. Por supuesto,
con grupos de edades menores la selección de estos materiales debe ser
mucho más cuidadosa y requerirá de una ayuda complementaria.
• Escoger textos, artículos o guías que suelan ser atractivos al estudiante por
lo novedoso, curioso, llamativo o interesante de su contenido.
• No siempre tenemos que usar artículos de investigación completos,
muchas veces, el resumen inicial del artículo y las conclusiones a las que
llega la investigación pueden ser suficientes para los fines didácticos que
nos interese conseguir, prescindiendo de lo engorroso que pueden ser los
detalles de la investigación. Aunque algunas veces esos detalles pueden ser
lo verdaderamente interesante para el alumno.

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Tema 3. El material impreso como recurso didáctico
• Tampoco es necesario usar las fuentes originales y puede ser mucho más
didáctico el uso de artículos de divulgación que los citan, siendo éstos más
asequibles, interesantes y comprensivos que los primeros.
• Si bien, es conveniente que cada alumno tenga su propio manual o libro de
texto de la asignatura o curso. Cuando hablamos de materiales relacionados
con la literatura científica, esto no es necesario, bastará con contar con
uno o varios volúmenes de consulta en el aula o biblioteca del centro o con
fotocopias de los apartados correspondientes que vayan a necesitar.
• Este tipo de material suele ser uno de los elementos primordiales para el
trabajo de contenidos del curso en actividades grupales, en actividades de
investigación o en el desarrollo de trabajos por parte del alumnado.

1.3. Diccionarios y enciclopedias.


Un diccionario es una obra de consulta de palabras o términos ordenados
alfabéticamente en donde se ofrece principalmente su significado aunque también se
puede especificar su etimología, ortografía e incluso su pronunciación. Existen diferentes
tipos de diccionarios (de la lengua, etimológicos, de sinónimos y antónimos, de idiomas,
de gramática, especializados en una disciplina, etc.) y cada uno de ellos tendrá su uso en el
aula, aunque como norma general, el de la lengua es indispensable. No hay que confundir
un diccionario con una enciclopedia, un diccionario ofrece información breve sobre el
significado de una palabra mientras que una enciclopedia es una obra de consulta donde
se ofrece amplia información sobre un término, concepto o tema con el fin de aportar
con suficiente detalle todo lo relativo a él.

La utilidad de diccionarios y enciclopedias en el aula de formación es obvio por la


información complementaria y, a veces, indispensable que ofrecen al estudiante. Fomentar

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Tema 3. El material impreso como recurso didáctico
su uso frecuente suele ser una importante estrategia para la enseñanza del aprender a
aprender y, recurrir a ellos cuando sea necesario durante nuestras intervenciones en clase,
ofrece un modelo importante a seguir por nuestros aprendices.
A la hora de usar diccionarios y enciclopedias sería conveniente tener en cuenta
las siguientes recomendaciones y precauciones:
• Siempre que se introduce un término nuevo o que aparece una palabra
desconocida por el estudiante, se debe ofrecer su correspondiente definición
haciendo referencia a las diferentes acepciones, a su etimología (si procede)
y a su pronunciación y ortografía (si procede).
• Cuando se introduce un término, concepto o tema de suficiente envergadura
para los objetivos formativos que queremos conseguir, deberíamos animar al
estudiante a acudir a una enciclopedia para profundizar sobre su significado,
pudiéndose convertir esta acción en una rutina que hacemos repetir al
alumnado cuando se dan las circunstancias para ello o incluso en una
actividad de clase, bien individual o grupal.
• Cuando se propone una actividad de clase, un debate, un trabajo en grupo,
etc., sugerimos animar y proponer a nuestro grupo de aprendizaje que
comience su “investigación” partiendo del diccionario y la enciclopedia.
• Dada la disponibilidad en la Red de una gran cantidad de recursos relacionados
con diccionarios o enciclopedias y la especial orientación hacia el uso del
ordenador e Internet por parte de los estudiantes, podemos recomendar usar
estos recursos en su formato electrónico. Dos de ellos serían el Diccionario
de la Real Academia Española de la Lengua o la Wikipedia, entre los muchos
que podríamos sugerir.
• En algunos contextos formativos, puede ser interesante confeccionar nuestro
propio diccionario de conceptos que puede servir al estudiante a familiarizarse
con ellos de manera cómoda, rápida y motivadora. Este diccionario se puede
llevar como una actividad longitudinal a lo largo de todo el desarrollo del
curso y se puede confeccionar usando el soporte que más guste al alumnado:
ir escribiéndolo en la libreta gigante de un papelógrafo, creando una base de
datos de palabras en un soporte informático, llevando un sistema de fichas,
etc.

1.4. La prensa y los medios de comunicación impresos.


La prensa y los medios de comunicación impresos son un recurso didáctico con un
gran poder educativo por su actualidad, impacto e interés. Entre este tipo de recursos
podemos hablar de los periódicos, revistas especializadas, revistas de divulgación
científica, etc.

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Tema 3. El material impreso como recurso didáctico
Los usos en el aula pueden
ser muy variados en función de
nuestros objetivos formativos y
de la propia materia que estemos
t ra t a n d o , e n t re e s t o s u s o s
podríamos enumerar los siguientes:
hacer el seguimiento de una noticia
de actualidad, profundizar en la
figura de un personaje público a
través de una entrevista publicada,
ampliar información sobre un tema
partiendo de un reportaje sobre ese
tema, analizar el lenguaje periodístico como herramienta de comunicación, comparar las
diferentes versiones que sobre un mismo hecho se dan en diferentes publicaciones y así
potenciar el sentido y análisis crítico en el proceso de aprendizaje, descubrir y analizar
ofertas de empleo, conocer datos actualizados sobre temas como la política, la economía,
la cultura, etc.
A la hora de usar la prensa y los medios de comunicación impresos sería conveniente
tener en cuenta las siguientes recomendaciones y precauciones:
• Los medios de comunicación suelen tener una ideología que puede contaminar
la información que ofrecen, por eso es fundamental usarlos siempre desde
el sentido crítico y con la precaución de contrastar la información con otras
fuentes o con medios de otras ideologías.
• Aprovechar noticias de actualidad para llevarlas al aula, dando mayor
significatividad y utilidad a los contenidos que se están trabajando.
• Usar la prensa como fuente de información actualizada para contrastar datos
con otros documentos menos actuales.
• Animar al alumnado a consultar la prensa como una forma de fomentar el
hábito de lectura, el interés por la actualidad y el compromiso con ciertos
valores, ideas o actitudes.

1.5. La literatura en general.


La literatura, entendida ésta como “el arte que emplea como medio de expresión una
lengua” en una de las acepciones que propone el Diccionario de la Lengua Española, no está
pensada como un medio didáctico en sí mismo, aunque es evidente que las connotaciones
que la literatura puede tener en el proceso de aprendizaje son muchas y muy variadas.
Dentro de los diferentes géneros literarios elegiremos cada uno de ellos en función
de las necesidades y objetivos formativos que se nos planteen en el trabajo de clase.
Entre las muchas utilidades que podrían tener, enumeraremos algunas de ellas a modo de

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Tema 3. El material impreso como recurso didáctico
ejemplo, aunque suponemos que al lector se le ocurrirán muchos más usos y posibilidades
de este tipo de recurso:

• Se puede recomendar la lectura de una novela histórica o de una obra


biográfica para ilustrar una época o la figura de un personaje.
• Podemos introducir un cuento o fábula para introducir contenidos de tipo
actitudinal y poder reflexionar sobre cuestiones más profundas a partir del
análisis de las moralejas que suelen llevar asociadas.
• Podemos usar cualquiera de los géneros literarios para analizar cuestiones
de estilo, formas de comunicación, expresión artística, etc.
• Podemos traer al aula a algún personaje de ficción que nos va a servir de
guía y modelo en el transcurso del proceso de aprendizaje.
• Podemos usar alguna cita, frase o texto concreto para condensar en pocas
palabras una idea, etc., etc., etc.
A la hora de usar la literatura sería conveniente tener en cuenta las siguientes
recomendaciones y precauciones:
• La cantidad y densidad de texto seleccionado debe estar en consonancia
con el tiempo total que se va a necesitar para leerlo y sacar las conclusiones
pertinentes, con el tiempo total de la asignatura o curso, y con la importancia
y relevancia del tema que se va a trabajar a través de esos textos.
• Los textos y géneros literarios que se usen en el aula deben ser acordes a la
edad, intereses y motivaciones del alumnado.

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Tema 3. El material impreso como recurso didáctico
• El uso de este tipo de recurso debe estar plenamente justificado en función
de los objetivos formativos.
Como podemos observar las posibilidades del material impreso como recurso
educativo son muchas y animamos a sacarle el máximo partido a cada uno de los
documentos propuestos y que pueden hacer que nuestras clases sean más dinámicas,
versátiles y originales, presentando al grupo de aprendizaje materiales donde poder
contrastar ideas, profundizar sobre ellas, investigar y descubrir el valor de la lectura y del
aprendizaje autónomo.

2. Diseño de materiales impresos


En muchos contextos educativos, encontrar un manual o libro que recoja todos los
contenidos necesarios para alcanzar los objetivos formativos propuestos es una tarea difícil
y a veces incluso imposible, puesto que no existe publicado ningún libro que cumpla las
especificaciones concretas para cubrir nuestras necesidades. En otras ocasiones, presentar
al alumnado un tema con una orientación determinada y con una cantidad de información
precisa, también requerirá adaptar lo que hay publicado para darle la forma que nosotros
necesitemos. En estos casos, puede estar indicado que el formador elabore su propio manual
donde recoja todos aquellos contenidos necesarios para ofrecer a su grupo de estudiantes
información actual, completa, relevante y precisa.
En la elaboración de materiales impresos por parte del formador, sería conveniente
atender a tres criterios fundamentales: el contenido del material, la estructura y diseño del
mismo y la forma de presentarlo. A continuación, describiremos algunas recomendaciones para
que, atendiendo a esos tres criterios, podamos confeccionar un material impreso de calidad.

2.1. El contenido del material.


El contenido del material es fundamental para suplir las carencias de recursos
impresos idóneos y adaptados a nuestras necesidades formativas, por ello, seleccionar la
información que va a conformar nuestro manual o tema será fundamental.
Esta información deberá cumplir las siguientes especificaciones:
• Actual: si decidimos confeccionar un material didáctico personalizado, es
justamente porque lo que hay en el mercado no recoge toda la información e
investigación disponibles sobre un tema, por ello, la elaboración del material
debería tener muy en cuenta esta necesidad.
• Completo: la información que ofrecemos al alumnado a través de un recurso
didáctico impreso debe recoger todos los datos disponibles para comprender
la materia, evitando vacíos u olvidos que puedan dar lugar a generar lagunas
de ignorancia en el aprendizaje.

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Tema 3. El material impreso como recurso didáctico
• Relevante: en un material de estas características deberíamos incluir sólo
la información que va a necesitar el alumnado en función de su edad, de la
profundidad en que se van a tratar los temas y de los objetivos de aprendizaje
propuestos. Tanto la falta de información como el exceso de información o
información de poco interés puede disminuir la motivación del alumnado y,
por tanto, perjudicar su aprendizaje.
• Precisión: es fundamental que las ideas que se exponen en el texto estén
claramente identificadas, diferenciadas y explicadas, intentando evitar
confusión en el alumno o dudas a la hora de interpretar el texto. El texto
deber ir al grano y ofrecer la información de manera clara, concreta, correcta
y coherente.

2.2. La estructura y diseño del material.


Para que el material sea suficientemente comprensible para el grupo de aprendizaje,
tendremos que jugar con la estructura que le damos y la forma en que lo diseñamos, de
esta manera, no sólo lo hacemos comprensible sino también atractivo, motivador y fácil
de leer.
La estructura y diseño del material debería cumplir las siguientes
especificaciones:
• Organización coherente: deberemos escoger una forma correcta en la
forma en que se presentan las ideas; el orden, el nivel jerárquico y la clara
identificación tipográfica de los diferentes apartados será imprescindible para
que el material se lea y comprenda bien. A la hora de comenzar a escribir el
documento, puede ayudarnos partir de un mapa conceptual o de un esquema
inicial que será el que guíe la introducción de cada uno de los capítulos o
temas, establecer el nivel de estructura dentro de cada capítulo o tema e
incluso comenzar a tomar decisiones acerca del formato y estilo de letra y
de párrafo que pensamos usar para diferenciar cada uno de los elementos.
Entre los diferentes apartados que se pueden incluir en cada capítulo o
tema podemos enumerar los siguientes: mapa conceptual del tema o índice,
introducción, objetivos, contenidos, resumen o conclusión, bibliografía,
anexos, propuesta de actividades, preguntas de autocomprobación con sus
correspondientes respuestas correctas, etc.
• Diseño visual: leer texto, sólo texto y nada más que texto puede ser una tarea
de lo más aburrido si no somos capaces de darle al texto una presentación
atractiva, llamativa y equilibrada. Para ello podemos usar diferentes
estrategias:
- Siempre que sea posible, introducir esquemas, gráficos, mapas
conceptuales, imágenes o dibujos.

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Tema 3. El material impreso como recurso didáctico
- Usar cuadros de texto para resaltar información relevante: citas,
definiciones, consejos, resúmenes, etc.
- Cuidar la tipografía de los diferentes niveles de texto que vamos a
usar: títulos, subtítulos, párrafos, etc.
- Siempre que sea posible, usar el color, pero de manera razonable.
Esto dependerá de cómo se vaya a distribuir el material, si se va a
hacer a través de fotocopias, el color puede ser más un obstáculo que
una ventaja puesto que ciertas tonalidades de color podrían no salir
demasiado claras en la fotocopia, para otras formas de distribución,
sí que es una ventaja: ofrece mayor calidad al texto, más atractivo y
más impacto.
- Utilizar realces tipográficos para dirigir al lector hacia las ideas o
palabras clave del texto jugando con la negrita, cursiva, subrayado,
o color.
• Estilo directo: cuando redactemos el material, tendremos que usar un estilo
directo usando la voz activa, en lugar de la pasiva, y dirigiéndonos al lector
como si de un interlocutor se tratara. Para textos técnicos o científicos, un
estilo demasiado retórico o literario puede ser contraproducente, es mejor
un estilo más claro, dinámico y concreto.

2.3. La presentación del material.


Una vez elaborado el material escrito, el siguiente paso será darle el formato
adecuado para distribuirlo entre nuestro alumnado, aunque ya desde el principio de su
elaboración sería bueno que tuviésemos claro cómo se va a distribuir este material para
tomar decisiones acertadas relacionadas con la estructura y diseño del mismo.
Fundamentalmente la presentación y distribución del material se puede hacer
de dos formas: impreso o en formato electrónico. A continuación ofrecemos algunas
recomendaciones al respecto de cada forma:

a) Material escrito impreso.


La impresión del material se puede hacer de manera más casera a través de impresora
o de una manera más profesional a través de imprenta. La impresora es más asequible para
la mayor parte de los docentes y la calidad de impresión puede ser muy buena en función
del tipo de impresora a usar. En este sentido, podemos considerar que las impresoras pueden
hacer copias a todo color en relativo poco tiempo, aunque no podemos olvidar los costes
de esta manera de distribución en función del número de copias que queramos hacer. Una
opción algo más barata es imprimir una copia y luego fotocopiarla tantas veces como
consideremos oportuno, aunque en este caso, las fotocopias van a usar sólo el negro y se

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Tema 3. El material impreso como recurso didáctico
puede perder en calidad y nitidez. Se pueden hacer fotocopias a color, pero de esta forma,
los costes se incrementan. Otro factor a considerar en esta forma de presentar el material
es el tamaño del papel, normalmente la mayoría de las impresoras están diseñadas para
imprimir en un formato de papel DIN A4, y aunque se puede trabajar con otros formatos
es muy importante entonces cuidar aspectos como el tamaño de la letra, el diseño y la
cantidad de información. Todos estos problemas se resuelven cuando se lleva el material
a imprenta y ellos se encargan tanto de la maquetación como del formato y del color,
aunque evidentemente esto elevará los costes de producción y puede ser sólo rentable
cuando la cantidad de copias va a ser muy grande.

b) Material escrito en formato electrónico.


Una opción cada vez más usada por su rapidez, calidad y facilidad de distribución
es la de distribuir el material en formato electrónico. El material, que generalmente ha
sido producido electrónicamente a través de un procesador de textos, está listo para enviar
tantas copias como se desee, bien a través del correo electrónico, como archivo adjunto,
bien a través de cualquier soporte digital (CD o DVD, lápiz de memoria, etc.). En este caso,
sería interesante convertir el archivo en un formato PDF. Las siglas PDF significan Portable
Document Format, es decir, formato de documento portátil, y hace referencia a su capacidad
de convertir documentos a un formato con todas las especificaciones necesarias para ser
impreso, sin necesidad de ajustes previos de ajuste o maquetación, además ofrece una gran
calidad en su visualización con lo que si no se quiere no tiene porqué ser impreso. Algunas
otras ventajas de este formato es que es compatible con los diferentes sistemas operativos
existentes en el mercado sin que se modifique su aspecto. Existe software libre que permite
crear, visualizar y modificar documentos en este formato, además de ofrecer la posibilidad
de proteger su contenido y firmarlo digitalmente para evitar su modificación.
Por último, tendremos que decidir
cómo entregar ese material impreso
al alumnado. Una opción económica y
fácil de hacer es utilizando el sistema de
encuadernación tipo muelle, en el que el
aspecto final del material es muy similar
a un libro.

72 diseño de medios y recursos didácticos


Tema 3. El material impreso como recurso didáctico
3. La elaboración del material impreso como actividad
de clase: cómic y fotonovelas
La elaboración de material escrito, puede convertirse también en una actividad de
clase, se trata de planificar un ejercicio en el que los propios participantes sean los creadores
del manual de clase. Las especificaciones para hacerlo serían las mismas comentadas en
el apartado anterior y por eso no vamos a incidir en dar más detalles. En este apartado, sí
queremos ofrecer una alternativa mucho más lúdica, entretenida e impactante que es la
de crear un material didáctico, partiendo de una trabajo grupal creativo y original. En este
sentido, la propuesta que hacemos es la confección de cómics o fotonovelas didácticas.

Según la definición del diccionario un cómic es una “serie o secuencia de viñetas


con desarrollo narrativo”. La fotonovela (narración con fotografías en lugar de viñetas)
sería su equivalente figurativo real. En este caso, se sustituyen los dibujos por fotografías
de elaboración propia o bien de fuentes ajenas.
El cómic combina gráficos y textos, con un desarrollo temporal secuencializado
y sincronizado para narrar historias de diversas temáticas. Se compone de una serie de
imágenes subdivididas en unidades recuadradas llamadas viñetas. Existen un conjunto
de convenciones codificadas que facilitan la lectura y fundamenta la inteligibilidad del
relato, los principales son:
• El bocadillo es el espacio donde se colocan los textos que hacen referencia a
lo que piensan o dicen los personajes. Consta de dos partes: la superior que se
denomina globo y el rabillo o delta que señala al personaje que está pensando
o hablando. La forma del globo va a dar al texto diferentes sentidos:
- El contorno en forma de nubes significa palabras pensadas por el
personaje.
- El contorno delineado con tornas temblorosas, significa voz temblorosa
y expresa debilidad, temor, frío, etc.

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Tema 3. El material impreso como recurso didáctico
- El contorno en forma de dientes de serrucho, expresa un grito, irritación,
estallido, etc.
- El contorno con líneas discontinuas indica que los personajes hablan en
voz baja para expresar secretos, confidencias, etc.
- El globo con varios rabillos indica que el texto es dicho por varios
personajes.
• Las onomatopeyas, son las imitaciones de sonidos y pueden estar fuera o
dentro del globo.
• Los cartuchos, donde se encierran los textos narrativos.
Mediante el cómic se pueden narrar historias y explicar procesos, haciendo más
atractivo cualquier mensaje. El cómic tiene la ventaja sobre cualquier otro medio en que
todo vale en cuanto a posibilidades creativas y estilos y tiene un gran poder de captar
la atención. Esto hace que las potencialidades expresivas, comunicativas y de uso en el
aula sean muy grandes. Realmente son una buena herramienta para enseñar de manera
atractiva y motivadora contenidos y procesos de cualquier temática. A pesar de estas
potencialidades el cómic y la fotonovela no han sabido aprovecharse lo suficiente en
contextos formativos.

a) Ventajas del uso del cómic en la enseñanza.


• El cómic es un medio de aprendizaje lingüístico divertido. Ayuda al
perfeccionamiento de la comprensión lectora, de la expresión escrita y a la
ejercitación de la lectura como pasatiempo y a la vez como un medio más
de aprendizaje.
• Crea hábitos de lectura.
• Es una buena herramienta para presentar de manera amena contenidos y
procesos de cualquier asignatura, lo que ayuda a captar la atención y mejorar
la retención.
• Estimula la creatividad.
• Puede utilizarse de manera que estimule el trabajo en grupo o individual, y
la capacidad de expresión oral o escrita.
• Es fácilmente manipulable.
• Es poco costoso.
• Enriquece las posibilidades comunicativas.
• Es fuente de ejercicios que estimulan los métodos de análisis y síntesis.
• Se puede utilizar en cualquier nivel.
Por tanto, ante las posibilidades que ofrece este medio gráfico visual, la alternativa
no puede ser ignorarla como medio de lectura y expresión personal, sino integrarla en el
aula, intentando explotarla en el proceso de aprendizaje.

74 diseño de medios y recursos didácticos


Tema 3. El material impreso como recurso didáctico
b) Uso didáctico.
Los usos que se pueden hacer del cómic o de la fotonovela en el aula pueden ser
muy variados, a continuación ofrecemos algunas propuestas:
• Comentar unas secuencias tal y como están editadas. La lectura de comics
en las aulas puede ser un punto de arranque para el comienzo de unidades
didácticas, trabajos interdisciplinares, monografías, favorecer una lectura
crítica de la actualidad o de un tema concreto, etc.
• El cómic puede convertirse en un medio movilizador para la organización de
debates, coloquios, etc.
• Creación de textos para una historia. Vaciar los bocadillos y distribuir
fotocopias donde los alumnos completen los diálogos.
• Crear una historia nueva a partir de un tema concreto. La creación de
historietas en el aula se convierte en una actividad interdisciplinar con altas
dosis de motivación para los alumnos. La elaboración de un cómic puede
poner en marcha un amplio conjunto de mecanismos que afectan a las
diversas competencias: comunicación, formación, búsqueda de información,
síntesis, destrezas artísticas, creatividad, visión crítica de la realidad, trabajo
colaborativo, etc.
• Recomponer una historieta a partir de las viñetas sueltas. Desarrollo de la
capacidad de captación de una idea central a partir de una serie de elementos.
Ordenar series y procesos.
Introducir en el aula la elaboración de un cómic o fotonovela como estrategia para
elaborar un material impreso con un alto contenido visual nos sirve para profundizar en los
contenidos formativos, ayuda a sintetizar la información, promueve el trabajo colaborativo
y fomenta la creatividad.
Además en esta tarea, podemos usar cualquier cómic donde vaciamos los bocadillos
para crear nuestras historias, aunque lo más habitual y fácil será componer nuestras propias
historias aprovechándonos de las habilidades de dibujo de los participantes o si optamos
por la opción de la fotonovela, creando escenas adecuadas que luego fotografiaremos
pudiendo convertirse los participantes en los propios protagonistas de la historia.
El montaje de estos cómic o fotonovelas puede hacerse bien de una forma casera
a través del recorte y de la fotocopia, o introduciendo el ordenador multimedia como
herramienta de trabajo y favoreciendo así el desarrollo de las competencias informáticas
entre nuestro alumnado.

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Tema 3. El material impreso como recurso didáctico

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