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Conversión: Del vocablo griego «epistropfe» En su significado más simple, es el apartarse del pecado y
acudir a DIOS. Hch.3:19-
Para entender claramente este concepto hay que irse a su raíz en el hebreo TSHUVA que significa
literalmente retorno y que se utiliza para enfatizar a regresar a los mandamientos de Dios.
LA SALVACION (Sal.37:39)
Salvación: Dios siempre levantó un libertador para su pueblo en tiempos de necesidad y en las muchas crisis
históricas, él era El Salvador de Israel (Sal. 16:21; Is. 43:3-11; 60:16) y comparado a Él, nadie más podría
con justicia llamarse Salvador. En la septuaginta, la palabra se usa como título divino unas treinta veces.
El nombre se repite especialmente en el vocabulario de Isaías (43:3-11; 45; 49:26; 60:16; 63:8).
La salvación en el individuo la opera el Espíritu Santo (Ro. 8:1); y es un cambio de vida tan radical como
de la noche al día (2 Ti. 1: 10; 1 Pe. 2:9). El hombre pecador puede valerse de la salvación identificándose,
por la fe, con Cristo, El Cordero de Dios; quien expió la culpa del mundo y quien, por su muerte y
resurrección, se califica como único salvador y mediador del pacto entre Dios y la Humanidad (1 Ti. 2: 5).
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Salvador: Aparece 93 veces en la Biblia, 45 veces en el nuevo Testamento; 40 veces se traduce Salvación,
una vez se traduce Liberación (Hch. 7:25), una vez por Salud (Hch. 27:34). En Lucas 1:47 y 2:11 se siguen
el estilo del Antiguo Testamento, con expresiones puramente hebraicas. Y en las epístolas pastorales es a
Dios a quien se llama con preferencia Salvador (1ª Tim 1:1; 2:3; Ti. 1:3; 3:4), 1o cual corresponde al uso
legítimo del Antiguo Testamento. También la doxología de Judas 25 llama Salvador a Dios Padre.
Cuando a Jesús se le dio el título de Salvador en forma ocasional, no fue para referirse solamente a una de
sus funciones sino a toda su obra vista a la luz de su resurrección y glorificación. En este sentido el título
Salvador se vincula íntimamente con el título Kuryus (Señor).
El espiritu santo: consolador La doctrina del Espíritu Santo es en verdad de las más enriquecedoras en la
vida del creyente porque, además de ser una de las personas de la trinidad, su obra es bastante extensa en el
trato divino con la iglesia, el creyente y el mundo. Él es el principio de vida espiritual, y, sin embargo, es
una doctrina, si se quiere, un poco descuidada por parte de la iglesia. Su ministerio es el de administrar la
gracia, lo cual tiene dos aspectos:
Convencer al mundo de pecado, de justicia y de juicio y el de
guiar al creyente a toda verdad Juan 16:8-11,13
4.1 El espíritu Santo en el Antiguo Testamento: El E. S. actúa de manera completamente soberana, según
su voluntad Él viene a ciertos hombres, y aun sobre una bestia, y no hay condiciones que se debían llenar
para recibirlo, como en el nuevo testamento El Antiguo Testamento Contiene predicciones de un futuro
derramamiento del
Espíritu sobre Israel (Ez.37:14; 39: 29), y sobre toda carne (Jl. 2:2829); por tanto la esperanza de Israel tenía
un doble aspecto: La venida del Mesías Emmanuel y el derramamiento del Espíritu tal como los profetas lo
habían descrito. El hecho de que el creyente es habitado por el Espíritu es una bendición neotestamentaria
consecuente con la muerte y resurrección de Cristo (Jn. 7:39; 16:7; hch.2:33; Gal.3:1-6)
La personalidad y deidad del E.S. se muestran en los atributos
que se le aplican y en sus obras: Él se revela como participante en la
obra de creación: Gn. 1:2; Job 26:13; 33:4; Sal. 104:30
Como omnipresente Sal. 139:7
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El que contiende con el hombre Gn. 6:3
El dador de luz espiritual Job. 32:8
Capacidad administrativa y sabiduría Jue.3:10; 6:34
La doctrina del Espíritu Santo es muy interesante y más extensa, conviene estudiarla con
detenimiento y aprovechar el cúmulo de bendiciones espirituales que ofrece.
Todas las personas en todas partes del mundo, necesitan preocuparse no tanto acerca de una religión, que
hay bastantes; sino respecto a entrar en una correcta y viva relación con Dios a través del Señor Jesucristo,
que solo hay uno (Jn. 14:6).
Por tanto no puede haber una doctrina cuyo estudio sea más importante que la doctrina de Jesucristo,
pues Él tomó forma de hombre (Fil. 2:5-11) para explicar a los hombres no solo quién y cómo es Dios (Jn
1;18), sino también mostrar quién es el hombre y lo que Dios quiere que el hombre sea (1ª P.2:21; 1ª Co.
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15:45-49). De modo que un apropiado estudio doctrinal de Cristo revelara mucho acerca de Dios y del
Hombre y acerca de cómo el hombre puede relacionarse adecuadamente con Dios y con los demás hombres.
El Misterio de Dios revelado en Cristo Heb. 1: 1-3; Col. 2:2-3; 1:27; Jn. 10:30.
La revelación cumbre de todo propósito de Dios fue la manifestación de su hijo a la humanidad, a través del
cual Dios se revela a sí mismo, dando a conocer su voluntad y lo que quiere que el hombre haga una vez
conocida esta verdad. Grande es este misterio: Dios, a quien el Universo no alcanza a contener por su
inmensidad y Gloria, pueda descender y tomar forma humana, lo que ya es un humillarse a sí mismo
(Kenosis), despojarse de su Poder y Deidad. (Fil.2:5-8). Glorificamos al Señor por este regalo divino que
nos concede, y por quien hemos recibido redención y así podemos tener comunión con nuestro creador
Jesucristo. Col. 2:9 “Cristo era Dios mismo en carne y hueso”, 100% hombre 100% Dios. (2ª Co 5:19;
Col.1:19; 1Tim.3:16).
Su preexistencia (Eterno)
a) El verbo Eterno: Jn. 1:1-5, 14, 30;1S 9: Jn.6:38; Jn. 8:58; Jn.17:5; Is. 9:6-7; Heb.13:8.
b) La Sabiduría: Prov. 8: 22-36
c) El Ángel de Jehová: Gn.22:11; 32:29-30; Ex. 3:2-6; 14:15; Jos. 5:13-15; Lc. 13:2-22
Observación contra los testigos de Jehová Col.1:15; Ap.3:14; Col.1:18; Ap. 3:8; 1P.1:19-20
El Amor más grande de Cristo por los hombres fue Demostrado en la Cruz del Calvario.
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1º.- Traer el mensaje De amor y salvación (l Jn 2:7-I7; Jn.3:16) 2º.- Reconciliar al mundo con Dios:
Ro. 5:10; 2Co. 5:18
La obra redentora de Jesús incluía su muerte, resurrección y ascensión. Debía morir, como ese sacrificio
propiciatorio, por toda la humanidad, para reconciliar al mundo con Dios; Pero También debía Resucitar,
para darle validez al nuevo pacto en la sangre de Cristo (Ro. 7:4)
El vocablo Redimir, tanto en el nuevo como en el antiguo testamento, significa comprar algo de
nuevo. Hubo un tiempo cuando nos encontrábamos bajo el yugo de esclavitud, vendidos al pecado. El nuevo
testamento muestra el cumplimiento de esta doctrina, por el sacrificio de nuestro Señor Jesucristo, de los
tipos o símbolos y las profecías del Antiguo Testamento, concernientes a la redención.
La doctrina se presenta de manera completa en tres palabras que se traducen “Redención”:
- Agorazo: comprar en el mercado (Ro.3:24)
- Exagorazo: comprar en el mercado y sacar del mercado
- Lutroo: “Soltar” liberar de la esclavitud mediante el pago de un precio
La segunda venida de Cristo se menciona en el nuevo testamento más de 300 veces; Pablo se refiere
a ella cuando menos 50 veces; se afirma que la segunda venida es mencionada ocho veces más que la
primera.
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Para los redimidos no hay, en lo futuro, evento más grandioso, más fulgurante, más lleno de
esperanza y purificador, que la segunda venida de nuestro Salvador. Se deben distinguir dos fases o
manifestaciones en la segunda venida de Cristo, y está dado de acuerdo al propósito divino:
1º fase: Es conocida como la aparición del Señor (Parousia) y tiene relación con el arrebatamiento
de la iglesia (1ª Tes.4:16-17; Jn.14:3; Hch.1:10-11). Tan pronto como nuestro bendito redentor descienda a
las nubes, ocurrirán las resurrecciones de los que han descansado en Cristo y el arrebatamiento de los santos
para recibir al Señor en el aire.
2ª fase: se cumplirá cuando el Señor pose sus pies sobre el monte de los Olivos para poner orden y
terminar con el Anticristo en la batalla del Armagedón, y así finaliza la gran tribulación.
Vemos que esta primera resurrección comprende tres (3) fases o etapas conforme al contexto de 1 Co. 15:
23:
1. Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; (Sal.16: 10)
2. Luego los que son de Cristo en su venida. (1 Ts.4: 17; Ap. 6:9; 20:4-5).
Desde la resurrección del Señor hasta nuestros días ya han pasado más de 2000 años, y tiene que ser
levantada la Iglesia (los que son de Cristo).
3. Luego el fin (un poco de tiempo: Ap. 6:11; 20:5)
Y luego al final de la Gran Tribulación, serán levantados los santos que deben salir de ella.
El Milenio
En la Biblia encontramos varios pasajes que nos hablan de un periodo de tiempo durante el cual se
establecerá el reino mesiánico de Jesucristo en la tierra: Isaías 2:2-4; Ez. 37:21-28; Zac. 9:10; 14:9
Mt.24 27-30, Pero es en Ap. 20:6 donde se nos dice que este reino mesiánico y medianero durara mil años.
Esta palabra aparece seis veces en este capítulo desde el versículo 2 hasta el 7 dando a entender que es
literal y especifico.
En su segunda venida, el rey restaurará, en su misma persona, la monarquía davídica; reunirá al Israel
disperso, establecerá su poder divino sobre la tierra y reinara durante mil años (Mt.24:27-30). El reino de
los cielos, establecido así bajo el hijo divino de David, tiene como objeto restablecer o restaurar la autoridad
divina sobre la tierra, ya que ésta (la tierra) puede considerarse como una provincia en rebelión dentro del
gran reino de Dios (Mt.6:33)
La teología contempla tres perspectivas que han dominado al cristianismo:
El premilenialismo: Fue la gran esperanza de la iglesia primitiva, los apóstoles lo enseñaron, y es la
esperanza de la iglesia hoy día; sin embargo, en algunos sectores cristianos no hay un consenso sobre el
momento en que ocurrirá la venida del Señor a reinar con poder y gran gloria, y esto por desconocer los
propósitos de Dios en cuanto al plan de salvación y las limitaciones de la mente carnal del cristianismo
profesante.
Amilenialismo: Partiendo con Agustín de Hipona, que promovió, y la iglesia católica que lo apoyó, surge
esta teología desde el siglo IV. Dice que no hay milenio, que Cristo vendrá para juzgar y dará comienzo, no
al milenio, sino a la eternidad.
Posmilenialismo: En el siglo XVI surge como teología la creencia de que Cristo vendrá a reinar al final de
un periodo de tiempo en que la iglesia habrá evangelizado al mundo entero y éste habrá aceptado y
respondido al evangelio ( Mt.13:31-32; Mt.13:33)
El premilenialismo a su vez se divide en:
- Pretribulacionismo: Sostiene que el arrebatamiento de la iglesia sucederá antes de la semana setenta
de Daniel
- Mesotribulacionismo: Sostiene que el arrebatamiento de la iglesia será a mitad de la semana
- Postribulacionismo: Sostiene que el arrebatamiento será al final de los siete años de la gran
tribulación.