Centro de Día José Villarreal LA CASONA S.L.

Raíces
PROGRAMA INTERGENERACIONAL “Raíces y Alas”
Alas
Desde el año 2009, La Casona, como empresa gestora del Centro de Día
Municipal José de Villarreal, centro de mayores, especializado en la atención a personas
con la enfermedad de Alzheimer y otras Demencias, está desarrollando un Programa
Intergeneracional, para el que ha conseguido la implicación y colaboración del colegio
vecino Beata María Ana de Jesús.
El programa, que ahora les presentamos, en el que mayores y niños
trabajan en grupos previamente organizados, se inició desde la firme
convicción de que aportaría un valor muy significativo al mundo de la atención
a la Dependencia:
Después de casi cinco años de andadura, hemos conseguido un
programa estructurado, que forma parte de la vida del centro y que se integra
en él como una actividad consolidada.

BENEFICIOS DEL PROGRAMA Hasta el momento actual, y teniéndolo

ya como una actividad relevante y normalizada en la programación del centro,
podemos afirmar que se está consiguiendo:
! Hacer del centro un espacio abierto, en contacto permanente con su entorno.
! Promover la participación activa de los mayores y su integración social.
! Facilitar un acercamiento positivo a la vejez y a la enfermedad, especialmente a
la enfermedad de Alzheimer.
! Favorecer un mejor conocimiento de las demencias y de las potencialidades de
las personas que las padecen.
! Enseñar a los niños, desde una perspectiva práctica, real y humana, cómo puede
ser el abordaje de esta enfermedad.
! Dar a los mayores la oportunidad de activar, aun en los grados de deterioro más
grave de la enfermedad, vivencias relacionadas con la infancia y con la memoria
emocional.
! Implicarse con el voluntariado, ya sea el municipal organizado “Casa del Reloj”
o el que ha surgido con la participación de los padres en el proyecto.
! Combatir mitos y falsas creencias, que sólo contribuyen al aislamiento y la
marginación de personas con un gran potencial de capacidades y con una gran
necesidad de dar y recibir afecto.
! Creemos que este programa aporta un valor relevante y novedoso, y supone un
hito en el camino de búsqueda de la Excelencia en la atención a la dependencia.

Todos los profesionales entendemos nuestro trabajo desde la salud,

adaptándonos a las características de la enfermedad, pero sin olvidar que estamos ante
seres humanos completos, con su propia historia de vida, y con una identidad, que los
hace únicos y dignos de consideración y de respeto.

“Dos legados duraderos podemos aspirar a dejar a las generaciones futuras,

uno Raíces, el otro Alas”.
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INDICE

1. INTRODUCCIÓN

2. CONTEXTO

3. PARTICIPANTES

4. OBJETIVOS

5. METODOLOGÍA

6. ACTIVIDADES

7. EVALUACIÓN

8. ANEXOS
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1. INTRODUCCIÓN

La solidaridad intergeneracional, tanto en las familias como en las comunidades

y en las naciones, es fundamental para lograr, tal y como Naciones Unidas viene
proponiendo desde 1995, que nuestras sociedades sean para todas las edades.

Diversas investigaciones coinciden en que la interacción entre niños y

mayores supone beneficios individuales y sociales para ambos grupos. Existen
indicios que permiten pensar que las personas con deterioro cognitivo o
demencia pueden experimentar mayor afecto durante las interacciones con los
niños del que sienten en actividades no intergeneracionales.

En virtud de esto, decidimos implementar y diseñar un programa de

actividades que incrementara la cooperación, la interacción y el intercambio
entre los mayores de nuestro Centro y los niños del colegio vecino. Para ello,
iniciamos contactos con la dirección del colegio, que terminaron en la
implantación de dicho programa.

Nuestro Programa Intergeneracional implica compartir habilidades,

conocimientos y experiencias. Para hablar de intergeneracionalidad no basta
con estar juntos; lo importante es hacer y hacerse juntos, y que ese hacer vaya
más allá de la mera interacción y pase a la relación.

El Programa “RAÍCES Y ALAS” está sirviendo para construir vínculos

significativos que ponen en contacto a las dos generaciones, proporciona a los mayores
un medio de transmisión de la cultura y las tradiciones, a la vez que mejora la manera
que tienen de percibirse a sí mismos.

También, los niños encuentran beneficios en la interacción intergeneracional,

ganan conocimiento y aprecio por la vejez, frente a la que disminuye su temor; además,
se benefician de la relación intergeneracional con personas de un grupo de edad muy
diferente al suyo, que puede proporcionarles guía, consejo, sabiduría, apoyo y amistad.

2. CONTEXTO

“Raíces y Alas” se desarrolla a través de la interrelación y colaboración

de dos entidades de diferente naturaleza, que atienden a poblaciones muy
diferentes, pero que comparten un deseo: acercar y conectar generaciones,
con el fin de crear relaciones entre ellas, que faciliten el conocimiento mutuo y
destruyan estereotipos y falsas creencias.

Se trata de dos recursos de barrio - un centro de día de personas

mayores y un colegio de primaria-, próximos entre ellos, pero inicialmente
desconocidos el uno para el otro. Este aspecto ha cambiado radicalmente con
la puesta en marcha del programa.
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- CENTRO DE DÍA JOSÉ DE VILLARREAL

Se trata de un Centro de Día para Personas Mayores, con capacidad

para 45 plazas de usuarios con deterioro físico y relacional y otras 80 para
deterioro cognitivo tipo Alzheimer y otras demencias. Ubicado en el distrito de
Arganzuela, en el que viven cerca de 26.000 personas mayores, de los cuales
8.500 son mayores de 80 años.

Tanto la dirección como el equipo de profesionales del Centro

concebimos dicho recurso como un espacio abierto y vivo, en continuo
intercambio con el entorno cercano.

- COLEGIO BEATA MARÍA ANA DE JESUS

Centro de Educación Infantil y Primaria, concertado, de una línea -una

clase por curso- lo que le convierte en un centro pequeño y familiar. Son un
total de 320 alumnos, que cursan desde 1º a 6º de primaria, con edades
comprendidas entre 6 y 12 años.

El colegio está ubicado en el Distrito de Arganzuela, donde existe un alto

índice de población inmigrante. Todos los alumnos viven en el barrio. En
general, pertenecen a un nivel socio-económico de clase media-baja.

Algunos de sus alumnos son hijos de antiguos alumnos, existiendo

también un alto porcentaje de alumnado inmigrante (más de un 60%), lo que
hace que no haya una unidad familiar estable. Muchos de los niños no conocen
a sus abuelos, que siguen residiendo en sus países de origen.

3. PARTICIPANTES

Desde el año 2009, todos los mayores del Centro de Día José de
Villarreal, vienen realizando diferentes actividades, de forma conjunta, con los
niños del colegio vecino, Beata María Ana de Jesús.

En diferentes sesiones, niños de 1º-2º-3º-4º-y-5º de primaria y mayores

del Centro de día José de Villarreal han compartido diferentes actividades,
intercambiando conocimientos, experiencias y afectos.

Los talleres se realizan unas veces en las salas de terapia del Centro de
Día, otras en las aulas del colegio y, en otras ocasiones, hemos salido a
parques o al exterior del Centro, visitando museos u otros lugares de interés.

4. OBJETIVOS
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! Fomentar el respeto y el reconocimiento hacia las personas mayores

! Acercar realidades tan presentes como el Alzheimer
! Combatir mitos y falsas creencias sobre la vejez
! Conocer realidades de los niños y viceversa.
! Intercambiar y Compartir conocimientos, experiencias y afectos.
! Disfrutar de la compañía de los niños y de su alegría.
! Enriquecerse interactuando a través de la convivencia.
! Ofrecer oportunidades para el desarrollo de relaciones
! Trabajar valores como la responsabilidad y el respeto.
! Recuperar y Fortalecer la figura del abuelo (algunos niños no conocen a sus
abuelos, sobre todo en caso de familias inmigrantes).

5- METODOLOGÍA

El Programa Intergeneracional “RAÍCES y ALAS” se inició en el año 2009 y,

desde entonces, cada vez que comienza el nuevo curso académico,
confeccionamos el programa de actividades del año, en reuniones conjuntas
entre el equipo de profesionales del Centro y el equipo de profesores del
Colegio.

Desde el comienzo, en la programación de las actividades, están implicados todos

los miembros del equipo de profesionales de ambos centros, que hacen sus propuestas
en función de su formación, conocimientos y creatividad.

Para favorecer las relaciones y potenciar la tolerancia, las actividades se

deciden intentando que sean abiertas y que requieran consensuar decisiones y
llegar a acuerdos. Se programan cuidadosamente, para adaptarlas al nivel de
dificultad de aquellas personas que presentan un mayor deterioro, por estar en
un grado avanzado de su enfermedad.

Las sesiones se programan con una periodicidad suficiente para permitir el

establecimiento de relaciones y la ruptura de estereotipos.

También se hace una puesta en común de las características de los grupos

participantes en cada actividad, con el fin de hacer una selección previa, que asegure
una interacción positiva de los miembros del grupo.

Los aspectos a tener en cuenta y los pasos que se siguen, una vez hecha la
programación son los siguientes:
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! Formación de grupos de Mayores, teniendo en cuenta el tipo de actividad y

las características del grupo de niños.

! Trabajo en parejas, niño-mayor, potenciando la participación activa de

ambos en la actividad a realizar.

! Cada taller se desarrolla en un número de sesiones (5-6), de unos 50

minutos de duración.

! Sesiones semanales, con grupos de 25 mayores y 25 niños.

! En cada taller participa un grupo de mayores diferente, con el fin de que se

beneficien del programa todos los mayores del Centro.

! El espacio donde se realizan las actividades se elige en función de la

actividad, utilizando tanto las salas de terapia del Centro como las aulas del
colegio y, también. espacios al aire libre u otros.

Una característica de este programa es que promueve la reciprocidad: La

reversibilidad de los roles de enseñante y aprendiz nos parece una posibilidad
relevante, en ocasiones son los jóvenes los que, por ejemplo, enseñan
informática a los mayores, y, en otras, son los mayores los que enseñan a los
pequeños canciones o juegos y actúan como modelos de comportamiento.
Esta posibilidad ha sido muy bien valorada por los profesores, que observan a
los niños más centrados, responsables y motivados cuando la actividad les
coloca en el papel de “enseñantes”.

Esta situación se hace mucho más evidente en los casos de actividades con
las personas que sufren mayor deterioro. En estos casos, los niños se colocan
fácilmente en el papel de adulto y, con mucha paciencia, cariño y respeto,
apoyan y animan a los mayores, para ayudarles a realizar y disfrutar de la
actividad.

6. ACTIVIDADES-TALLERES

Después de diferentes contactos y reuniones con la dirección y el equipo

profesional del colegio, hemos conseguido materializar, de forma conjunta, un
programa de actividades intergeneracionales, con unos objetivos, una
metodología y una serie de talleres, desarrollados de forma muy satisfactoria
durante el tiempo que dura el programa.
Los talleres se programan trimestralmente, desde que empieza el curso
académico, en reuniones de coordinación con los profesores del colegio y el
equipo del centro.
A lo largo de estos años, se han ido programando una serie de
actividades muy variadas, que permiten desarrollar un amplio espectro de
funciones y capacidades.
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A modo de ejemplo, podemos citar las siguientes: Taller de Telares, de

Internet, de Arte, (con visita al museo Reina Sofía), de Plástica, de Abanicos,
de Juegos al Aire Libre, Taller Musical; celebraciones de fiestas, como el
carnaval, el día del libro, el día mundial de la Paz, etc..

7. EVALUACIÓN

La evaluación se hace de forma continua, mediante la observación de

las interacciones en las diferentes actividades, la puesta en común con los
profesores y el informe verbal de niños y mayores. En base a lo observado, se
realizan los ajustes oportunos.

RESULTADOS

! Ha cambiado la visión que los niños tenían de los mayores, como personas
pasivas y con pocas capacidades para jugar y participar en actos creativos.
! Ha facilitado el acercamiento de forma normalizada a una realidad tan
presente en nuestra sociedad, como es la enfermedad de Alzheimer.
! Ha mejorado la percepción que los niños tenían de las personas con
Alzheimer, sorprendiéndose de sus capacidades.
! Ha aportado a los niños un mejor conocimiento de los recursos de su barrio,
rompiendo tabúes y falsos mitos.
! Los mayores valoran sobre todo el cariño con que los niños les tratan y la
alegría que les contagian.
! Se han acostumbrado a compartir actividades con los niños y les esperan
con impaciencia y les reciben con mucha alegría.
! Se han establecido lazos afectivos entre ellos, se reconocen y se buscan.
! Han ido aumentando las interacciones entre niños y mayores,
comportándose con mayor familiaridad, no sólo hay mayor contacto visual
entre las parejas niño-mayor, sino que también se produce más contacto
físico (caricias, palmadas, caminan de la mano, se sientan en sus rodillas,
etc.).

El primer día que entraron en la sala del grupo con mayor deterioro,
hubo que acompañarles en su acercamiento a los mayores y ayudarles a
establecer la relación con ellos.

En el momento actual, llegan al centro impacientes por encontrarse con

los mayores, entran en la sala sin buscar nuestro apoyo y todos los niños van
saludando con un beso a cada uno de los mayores que está en ella, para
finalmente, cada niño quedarse al lado de su “abuelo”.

Estamos en condiciones de afirmar que el programa “RAÍCES Y ALAS”,

está generando cambios positivos en ambos colectivos; incrementa la curiosidad
y el descubrimiento de nuevas realidades. Potencia la motivación de los mayores, por
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nuevos conocimientos (por ejemplo, el uso de las nuevas tecnologías), a consecuencia

de su deseo de seguir siendo activos socialmente.

Para los niños, hay evidencias de una mejora en la autoestima y una mayor
motivación para aprender, a la vez que demuestran actitudes de mayor tolerancia y
respeto hacia la persona mayor.