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I.- INTRODUCCIÓN.-
Sabido es que los actos procesales cumplidos dentro del proceso deben
hacerse de manera regular y legal; es decir, sin vicios que lo invaliden.-
Podemos definir al vicio como “la discordancia del acto con la norma que
lo regula” (Rodríguez Juárez, “El Juicio Abreviado...”, Edit. Alveroni).-
Cuando el acto se encuentra viciado debemos acudir a las “sanciones
procesales”, que pueden ser definidas como “las conminaciones de
invalidez que se ciernen sobre los actos procesales tendientes a resguardar
la regularidad del trámite”.-
Las sanciones procesales deben estar expresamente previstas en la ley, y
dentro de éstas encontramos a la inadmisibilidad y a la nulidad. Ambas
son reacciones ante el vicio invalidatorio del acto procesal, pero funcionan
de distinta manera en lo que respecta a la eficacia: la inadmisibilidad
impide que el acto produzca efectos; la nulidad extirpa los efectos
producidos.-
- La inadmisibilidad es una sanción procesal que impide que el acto
jurídico-procesal ingrese al proceso. Antes de admitir la incorporación de
un acto al proceso, el tribunal deberá realizar el denominado “juicio de
admisibilidad”, indagando si el acto procesal cumple con los requisitos
formales que la ley prevé; y si no logra pasar esa barrera formal, deberá
declararlo inaceptable. La inadmisibilidad implica un rechazo formal; un
no proveer sobre la petición.-
Esto la diferencia de la desestimación que se dirige al mérito o
fundabilidad de la petición, proveyendo negativamente con un rechazo
sobre el fondo, lo que algunas leyes admiten como posibilidad de
resolución in limine cuando la falta de fundamento de lo solicitado resulta
evidente (ver art. 430, 2º párr. del C.P.C.).-
- La nulidad se manifiesta cuando el acto viciado ha ingresado al proceso y
ha producido efectos; para hacerlo cesar deberá pedirse la invalidación
mediante la declaración de nulidad.-
Lo primero que hay que destacar en este punto es que, como regla, las
nulidades procesales son relativas. De esta manera, a primera vista
advertimos que la especie de nulidades absolutas queda proscripta, aunque
sí admitida en el ordenamiento sustancial.-
El propio ordenamiento procesal local nos muestra que las nulidades que se
presentan en el procedimiento tienen carácter relativo; y por ello mismo,
convalidables o confirmables. VER ART. 78 IN FINE DEL C.P.C..-
a) La cosa juzgada:
El art. 141 del C.P.C. dispone que “La cosa juzgada puede ser alegada por
las partes o declarada de oficio, en cualquier estado y grado del juicio”.-
Existe una clara alteración al principio de preclusión procesal y al régimen
general de los recursos. Se trata de una nulidad institucional; aquí la
convalidación no funciona.-
b) Prejudicialidad penal:
Lo mismo sucede con la “presentencialidad penal” prevista por el art. 1101
del Cód. Civil; esto es, la imposibilidad de dictar resolución por el juez
civil si los mismos hechos son investigados en sede penal.-
Reiteradamente la jurisprudencia ha declarado que la norma contenida en el
art. 1101 del C.C. es de orden público, de modo que no puede ser dejada de
lado por el tribunal, so pretexto de convalidación del interesado,
procediendo la declaración de nulidad, aun de oficio.-
Teniendo en cuenta que los actos procesales son una especie de los actos
jurídicos en general, cabe destacar que es condición de validez de los
mismos, que los sujetos intervinientes, actúen con discernimiento,
intención y libertad, elementos demostrativos de la existencia de una
voluntad sana.-
La ley procesal no ha tenido en cuenta, en general, a los vicios de la
voluntad como fundamento de invalidación de los actos procesales, salvo el
caso de la acción de revisión (en tanto permite anular las sentencias
dictadas en virtud de cohecho o violencia -art. 395 inc. 4 del C.P.C.-); y la
posibilidad de dejar sin efecto la declaración de la parte al absolver
posiciones (cuando se demuestre que tal declaración es el resultado de un
error -art. 236 del C.P.C.-).-
Adhiero a la corriente de opinión conforme a la cual la regulación aplicable
en estos casos sería el "derecho de fondo en lo que hace a la existencia y
delimitación del vicio sustancial en sí", y el "régimen legalmente previsto
para las nulidades por vicios formales" (Peyrano, Jorge W.).-
La alegación de vicios de esta índole deberá encauzarce por las vías
impugnativas pertinentes, siendo la más común la del incidente de nulidad,
cuando se trate de un acto de parte o del tribunal (éstos últimos, diversos de
los de decisión, y no exista una vía específicamente regulada).-
2.- Recursos:
El segundo medio impugnativo son los recursos, entendidos como aquellos
que tienden a revisar actos de decisión. En este punto, los recursos
difieren de los incidentes impugnativos, pues los primeros atacan
directamente los actos decisorios (decretos, autos o sentencias), mientras
que los segundos pueden afectar actos emanados del tribunal distintos a los
de decisión; y sólo a éstos -los de decisión-, de una manera mediata o
indirecta. Así es que, acogido un planteo de nulidad de un acto anterior a
un decreto, auto, o sentencia (vgr., de una cédula de notificación), éstos
pueden resultar arrastrados por el "efecto dominó" de la anulación.-
El recurso de apelación (VER ART. 362 DEL C.P.C.) comprende
ahora el de nulidad.-
Los vicios invalidatorios de la sentencia de segunda instancia sólo
pueden plantearse por la vía del recurso de casación, cuando
correspondiera.-
Las nulidades procesales no son materia del recurso extraordinario
federal (art. 14 de la ley 48); pero la Corte Suprema de Justicia de la
Nación admite -vía jurisprudencial- la nulidad en contra de la sentencia
arbitraria (vicio formal en la fundamentación lógica y legal).-
3.- Acción:
La acción impugnativa supone un proceso que, como regla, ha alcanzado la
autoridad de cosa juzgada. Sin embargo, por razones extra procesales, se
admite la impugnación de todo el juicio o de la sentencia, a fin de dejar sin
efecto la autoridad y eficacia que emanan de la resolución dictada, y lograr
un nuevo pronunciamiento conforme a las pautas que debieron ser tenidas
en cuenta, de no haber existido el vicio que se invoca. VER ART. 395
C.P.C.-
4.- Excepción:
Importa la posibilidad de alegar la existencia de una nulidad respecto de los
presupuestos procesales (incompetencia, defecto legal en el modo de
proponer la demanda, y falta de personería); o de la autoridad de la cosa
juzgada.-
2.- Partes.-
La legitimación activa corresponde, exclusivamente, a quien sufre el
perjuicio derivado del vicio (art. 77), y la pasiva a la parte interesada en la
validez del acto -vgr.: el perito es parte en el incidente de nulidad de la
pericia por él practicada-.
a) Forma:
El incidente de nulidad debe proponerse por escrito, desde que se trata de
una verdadera demanda incidental.-
Deberá ofrecerse la prueba en el mismo escrito (art. 507 del C.P.C.).-
Por último, es aplicable lo dispuesto por el art. 430, primera parte del
C.P.C. (simultaneidad de los planteos incidentales).-
5.- Trámite.-
Si la pretensión incidental superó el tamiz de admisibilidad inicial,
corresponde que se le imprima el trámite del juicio abreviado (art. 427).
Ello impone adecuar la pretensión a las reglas del art. 507 y ss del C.P.C..-
Según el perjuicio de que se trate, suspenderá o no el curso del proceso
principal (art. 428, 2º párr. C.P.C.). Tendrá carácter suspensivo si se
cuestiona la citación a estar a derecho o el traslado de la demanda, entre
otros.-
Para el caso en que se involucre la validez de actos en los que han
intervenido terceros, y su responsabilidad pueda verse afectada por la
decisión, aunque no exista petición expresa del incidentista, el tribunal
debe integrar la litis, oficiosamente (Ej: nulidad de la pericia).-
6.- Resolución.-
Una vez que la prueba ha sido producida, o trabada la litis, si no se hubiere
ofrecido prueba o ésta se tornare inoficiosa (por falta de controversia
fáctica), el tribunal debe decidir la causa mediante un auto.-
a) Costas:
En esta materia, rige el sistema general de imposición de costas previsto
por los arts. 130 y ss. del C.P.C., por remisión del art. 133. (Principio
objetivo de la derrota).-
Debe tenerse en cuenta también que el incidentado puede allanarse a la
pretensión nulidicente. En tal supuesto, y si el mismo se adecua a las
prescripciones del art. 131 del C.P.C., habilitará la distribución de costas
por su orden.-
VER ART. 134 DEL CPC.-
b) Honorarios:
Como regla para este supuesto, la ley arancelaria provincial 8226 dispone
que -por tratarse de un incidente sin contenido económico propio- resulta
aplicable el art. 80 inc. 2 del C.A., y menester es distinguir si fue tramitado
con solo traslado, o si además existió diligenciamiento de prueba. Cabe
acotar que, conforme al art. 42 de la ley 8226, no procede reducción por no
existir alegatos en el juicio abreviado.-
También sobre el punto debe tenerse en cuenta que, conforme a la
jurisprudencia casatoria local, de no estar concluido el juicio y, por ende,
no existir vencedor y vencido, sobre lo principal, la regulación del
incidente debe realizarse provisoriamente sobre el mínimo legal (Cfr.
T.S.J.; in re "Lucero Jorge Daniel c/ Marcos Oscar Soria y otro -
Ordinario- Recurso de Casación"; auto nro. 238 del 25/11/05).-
7.- Recursos.-
Si lo que se trata de cuestionar es la desestimación liminar, y ésta se
produjo en primer grado, proceden la reposición y apelación en subsidio o
apelación directa, salvo el caso del régimen de inapelabilidad incidental del
juicio abreviado (art. 515 del C.P.C.) o del ejecutivo (art. 559 inc. 1), y con
la excepción, en este último caso, del incidente de nulidad de la citación
inicial.-