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Bioterrorismo
Gerardo Ochoa Vargas
Las armas biológicas están prohibidas, de modo que ningún gobierno las
puede usar sin exponerse a severas sanciones internacionales.
Por tanto, sería impensable que un ejército enemigo las usara, aun las
incapacitantes, para preparar una acción militar más intensa.
Rara vez el ataque puede ser tan masivo o extenso.
Los grupos terroristas, que carecen de las restricciones de los gobiernos, sí
usan esas armas. Pero por la misma composición de la organización terrorista,
el ataque no se enfoca a lograr la destrucción total del enemigo, sino a dañarlo
considerablemente.
Uno de los efectos de las armas biológicas, que es función de la naturaleza de varios
de los agentes usados, es la imposibilidad de saber cuál será el comportamiento
preciso del ataque, su duración, intensidad, extensión y reversión hacia los
ejecutantes del ataque. Con los agentes que se contagian entre personas, o
aprovechan vectores abundantes en el sitio de ataque, la posibilidad de la
amplificación y comportamiento impredecible del ataque original es un hecho,
mientras que aquellos convertidos en armas para funcionar en una sola ocasión
producen ataques más fáciles de predecir.
Los ataques con armas biológicas muestran un alto potencial para subvertir el orden
institucional y colapsar los mecanismos de control social. En ocasiones, más que
afectar a muchos individuos se busca generar incertidumbre y miedo. Ambos son
útiles cuando se quiere desgastar a un ejército, o colapsar el orden social de un país.
Agroterrorismo
Bioterrorismo
Los agentes que pueden ser utilizados como armas biológicas incluyen a los
siguientes microorganismos: bacterias, hongos, virus y toxinas.
01 800 00 44 800
Botulismo y bioterrorismo
01 800 00 44 800
Bioterrorismo de Estado
y bioterrorismo internacional
Gian Carlo Delgado Ramos
giandelgado en hotmail.com
Economista egresado de la UNAM
Mgr. en Economía Ambiental por la UAB
Publicado originalmente en
Saxe-Fernandez y Delgado-Ramos (2002)
Globalización del Terror, amenaza bioterrorista,
Ed. CIDCC Juan Marianello, La Habana, Cuba.
Bioterrorismo de Estado
Según la Fundación Heritage y la Universidad Nacional de la
Defensa en Washington, D.C.,41 al menos alrededor de trece
países tienen programas de desarrollo de armas bacteriológicas
y químicas de importancia considerable, incluyendo
investigaciones relacionadas con s u diseminación como
bombas aéreas, tanques aspersores y cabezas de mísiles
balísticos. Entre esos países, encabezando la lista están,
primero que nadie, aunque no aparece en la lista, EE.UU.,
seguido por los que reconoce ese país como potenciales
agresores, entre los que están Rusia y China,42 y en menor
medida se colocan Irán,43 Iraq,44 Libia,45 Corea del Norte,46
Israel,47 Taiwán,48 Siria,49 India, y Vietnam. De igual manera
se ubican Indonesia, Arabia Saudita, Sudáfrica y Tailandia como
potenciales «poseedores» de armas químicas y/o bacteria
lógicas. Cabe señalar que en la lista de la Heritage Foundation y
la Universidad Nacional de la Defensa, además de la ausencia
de EE.UU., también está la de Canadá, Inglaterra, Alemania y
Japón.
Tal omisión en los actores involucrados en programas de armas biológicas
queda clara si se recuerda que, durante la SGM, EE.UU., Inglaterra y Canadá
desarrollaron bioarmas de tularemia para su uso en el campo de batalla, ya que
paralizaría a toda una división dado el personal que requeriría el cuidado
médico de cada soldado infectado. Este hecho, evidenciado a causa del
«brote» de tularemia en el verano de 1942, cuando el ejército nazi incursionaba
en Stalingrado, ha sido considerado un ataque biológico ejecutado por alguna
de las partes, ya que el número de casos promedio en Rusia durante esa
década era de 10 000, pero en el año del acontecimiento (1942), el número de
víctimas ascendió a 100 000, y descendió nuevamente a 10 000 en 1943. En
este escenario, independientemente de lo sucedido, ambas partes, tanto los
alemanes como los rusos resultaron con bajas, lo que llevó a reconsiderar su
uso, y no fue hasta la década del setenta que los rusos, al igual que EE.UU. y
compañía, habían desarrollado y perfeccionado la tularemia como bioarma
efectiva.
También se sabe que los ingleses, desde la década de 1940, temiendo un
ataque biológico nazi, bajo las órdenes de Winston Churchill, efectuaron
pruebas sobre la propagación de ántrax en una isla de Escocia, como parte de
su programa de armas biológicas, que al parecer se inició a principios de la
década del treinta. Tras la prueba, la isla fue puesta en cuarentena, hasta que
en 1986 el gobierno inglés la descontaminó. Igualmente, se sabe de otras
pruebas realizadas durante la Guerra Fría, como las que se efectuaron con
partículas no tóxicas similares al ántrax para su diseminación en el metro de
Londres, las cuales se dispersaron a más de 15 kilómetros a la redonda.
En el caso de los japoneses, se puede señalar su programa de armas
biológicas denominado Unidad 731. Los rumores de la existencia del programa,
según los rusos, se remontan a la década del treinta del siglo pasado, pero no
fue hasta 1945 cuando los rusos invadieron Manchuria y confirmaron su
existencia. La Unidad 731, al mando del teniente general Shiro Ishií,
experimentaba con ántrax, disenteria, cólera y plaga en prisioneros de guerra
de EE.UU. y la Mancomunidad Británica.50 Según documentos captados por
los rusos, el programa biológico japonés era mucho mayor que el de ellos y
estaba organizado como un complejo industrial coordinado por una unidad
central que delineaba las actividades y personal involucrado en el Programa,
mismo que después funcionó como base para la conformación del Biopreparat
(Programa de Bioarmas de la URSS).51
A pesar de lo llamativo de los casos anteriores, sin lugar a dudas los programas
más agresivos en el desarrollo de agentes más virulentos y resistentes, y en el
avance de tecnologías de diseminación, han sido el de EE.UU. y el de la URSS
(ahora Rusia). Lo anterior no sólo se debe al empuje que la Guerra Fría le dio a
los programas bélico-militares, sino también a la capacidad de ambos países,
en ese momento, en cuanto a recursos materiales y humanos.
Bioterrorismo internacional
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Notas
In order to ensure a comprehensive picture of the epidemic threat to global health security,
WHO also gathers epidemic intelligence from all informal sources. With the advent of
modern communication technologies, many initial outbreak reports now originate in the
electronic media and electronic discussion groups.
The Global Public Health Intelligence Network (GPHIN), developed by Health Canada in
collaboration with WHO, is a secure Internet-based multilingual early-warning tool that
continuously searches global media sources such as news wires and web sites to identify
information about disease outbreaks and other events of potential international public health
concern. GPHIN is one of the most important sources of informal information related to
outbreaks. More than 60% of the initial outbreak reports come from unofficial informal
sources, including sources other than the electronic media, which require verification.
As part of Alert and Response Operations, global epidemic intelligence is primarily focussed
on communicable diseases (e.g. haemorrhagic fevers, cholera, meningitis, salmonellosis and
encephalitis) but also identifies related conditions such as food and water safety, and
chemical events.
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WHO’s global alert and response activities and the Outbreak Alert
and Response Network represent a major pillar of global health
security aimed at the detection, verification and containment of
epidemics. In the event of the intentional release of a biological
agent these activities would be vital to effective international
containment efforts.
Event verification
Raw intelligence gleaned from all formal and informal sources is converted
into meaningful intelligence by the WHO. Six main criteria are used to
determine whether a reported disease event constitutes a cause for
international concern:
unknown disease
potential for spread beyond national borders
serious health impact or unexpectedly high rates of illness or death
potential for interference with international travel or trade
strength of national capacity to contain the outbreak
suspected accidental or deliberate release.
Each weekday morning, the Global Alert and Response team meets to
review incoming reports and rumours, assess their epidemiological
significance and decide on the actions needed. Information on these events
is stored in an electronic event management system which records key
information, decisions and actions by WHO and its partners.
On any given day, the Global Alert and Response Team, including WHO
Country Offices, WHO sub-Regional Response Teams, WHO Regional
Offices, the Alert and Response Operations Centre team in Geneva and
disease specialists, is responsible for responding to around 20 incoming
reports of suspected outbreaks, reports of unknown disease, outbreaks
undergoing verification and outbreaks at various stages of containment.
printable version
The WHO Disease Outbreak News provides public information about officially
confirmed outbreaks of international importance. Disease Outbreak News is one of the
most frequently accessed web pages on the WHO web site.
printable version
Since early 2000, WHO and GOARN have launched international responses
to naturally occurring outbreaks in Afghanistan, Bangladesh, Burkina Faso,
Cote d’Ivoire, Egypt, Ethiopia, Gabon, Kosovo, India, Pakistan, Republic of
Congo, Saudi Arabia, Sierra Leone, Sudan, Tanzania, Uganda, and
Yemen.The following list characterizes WHO's activities in outbreak
response:
To rapidly mobilize the resources of the Global Outbreak Alert and Response Network, and to
provide sustained logistics support to alert and response operations in the field, including
investigation of outbreaks that may be caused deliberately, require significant logistics capac
addition, it is increasingly important to provide a safe and secure environment in which the G
Outbreak Alert and Response Network can operate.
Given these current concerns, WHO has identified the need for specialized transport equipm
strategic bonded location. Such a mobility capacity would play a critical role in projecting res
into any outbreak operation rapidly and address factors such as non-availability of transport
communications equipment, or rudimentary local infrastructure.
WHO is strengthening its capacity in all areas of logistics: deployment of personnel and spec
equipment; provision of transport and communications; and security in the field. Alert and
response logistics support is focused on:
Biodefensa y bioterrorismo
Otros nombres: Armas biológicas, Terrorismo biológico
Los agentes biológicos se diseminan a través del aire, el agua o los alimentos. Pueden
ser muy difíciles de detectar y no causan enfermedad por varias horas o días. Algunos
agentes también pueden diseminarse de una persona a otra. A los científicos les
preocupa que el ántrax, el botulismo, los virus de fiebre hemorrágica, tales como el
Ebola, la peste o la viruela, puedan usarse como agentes biológicos.
La biodefensa implica medidas médicas para proteger a las personas contra los agentes
biológicos. O sea, con medicinas y vacunas. También incluye investigaciones y
preparativos médicos para defenderse contra los ataques bioterroristas.
Comience aquí
Bioterrorismo: Lo que usted necesita saber(Academia Americana de
Médicos de Familia)
Asuntos relacionados
Investigaciones Materiales de consulta Para usted
Enciclopedia médica
Información no Información no
disponible disponible
Diccionarios/Glosarios
Resúmenes
o Agentes del terrorismo biológico(Centros para el Control y la
Prevención de Enfermedades)
o Armas químicas y biológicas(Agencia Federal para el Manejo de
Emergencias)
o Listo.gov(Departamento de Seguridad Nacional)
Últimas noticias
o Los departamentos de salud responden lentamente a los brotes
de enfermedad(03/01/2008, HealthDay)
o Un inhalador que combate los gérmenes podría proteger contra
agentes de bioterrorismo(03/12/2007, HealthDay)
Sobrellevando la enfermedad
o Manual de la OVC para ayudarlo a superar el impacto emocional
de actos terroristas: Una guía para curarse y
recuperarse(Departamento de Justicia de Estados Unidos,
Oficina para Víctimas del Crimen)
Condiciones específicas
o Enfermedad psicógena masiva(Academia Americana de Médicos
de Familia)
Volver al comienzo
Asuntos relacionados
o Amenazas biológicas: ¿Serán las promesas de tratamiento puro
engaño?(Comisión Federal de Comercio)
o ¿Está listo? Una guía para la preparación ciudadana(Agencia
Federal para el Manejo de Emergencias)
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Enciclopedia médica
o Biodefensa y bioterrorismo
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Diccionarios/Glosarios
o Glosario(Departamento de Seguridad Nacional)
Qué es la viruela?
La viruela es una enfermedad causada por el virus variola. Los síntomas
incluyen fiebre, dolores, vómito y una erupción cutánea ("rash") característica.
Las vacunas de rutina para la varicela dejaron de ponerse en 1972 en los
Estados Unidos de América puesto que se pensaba que la enfermedad había
sido erradicada y que la vacuna conllevaba algunos riesgos.
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Usted no necesita comprar máscaras antigás. Estas están diseñadas sólo para
usar a corto plazo, en el momento en que se dé a conocer la liberación de un
agente. No son prácticas para usar en todo momento y tampoco son efectivas
si no quedan bien puestas. El uso inapropiado de ellas puede ser peligroso y
traer como resultado una lesión o causar sofocación, especialmente en
personas con problemas de corazón o de pulmón.
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Bioterrorism and the potential use of biological weapons has become an important
concern of governments and responsible authorities. An example of this threat
occurred in 2001 in the USA, when letters were sent containing spores of the agent
that produces anthrax; this resulted in some deaths, and caused panic and negative
effects on the world economy. If this small-scale event was able to cause such a
huge impact, the repercussions of a massive attack could be catastrophic. In many
countries, these events have resulted in the implementation of measures directed
toward preventing and responding to bioterrorist threats and acts. As a whole, these
measures are known as biodefense. This article briefly analyzes several aspects
related to detecting and identifying acts of bioterrorism, and considers the biological
agents that are implicated. The microbiological diagnosis that allows identification
of the causal agent, a key point for taking suitable control measures, is also
included.
Antecedentes
Aunque hasta el momento la morbimortalidad ocasionada por los ataques terroristas en los que
se han utilizado agentes biológicos ha sido baja, determinados microorganismos pueden
considerarse potenciales armas de destrucción masiva, ya que cantidades mínimas de los
mismos pueden causar un importante número de víctimas. Además, su adquisición,
transformación en armas biológicas y su diseminación, en teoría, son relativamente fáciles 1 .
No obstante, existen factores que dificultan la diseminación a gran escala de estos agentes,
como sugiere el hecho de que la secta "Aum Shinrikyo", la misma que liberara gas sarín en el
metro de Tokio en 1995, intentara sin éxito aparente varios actos de bioterrorismo entre 1990 y
1995 en Japón 5 .
Paralelamente, las autoridades sanitarias de un gran número de países han puesto en marcha
programas de vigilancia epidemiológica y respuesta frente a las enfermedades infecciosas
emergentes, ya sea su aparición debida a mecanismos naturales o por dispersión intencionada
del agente causal 7 . En Europa, son muchos los esfuerzos que se están realizando en este
sentido. Así, tras la creación en 1998 de la Red de Vigilancia Epidemiológica y Control de las
Enfermedades Transmisibles 8 surgió, en el año 2002, la DG-SANCO (Dirección General de
Sanidad y Protección de los Consumidores de la Comisión Europea) que coordina las
actividades entre los distintos estados miembros y da cabida a una serie de Redes Europeas
como: EURONET-P4 (European Union Response Network for P4 Virus Infections), ENIVD
(European Network for Diagnostics of Imported Viral Diseases) y GHSAG (Global Health
Security Actin Group Laboratory Network) (http://europa.eu.int/comm/health/ph_threats/com/
comm_diseases_networks_en.htm). Por otro lado la Organización Mundial de la Salud (OMS)
cuenta con el Departamento de Vigilancia y Respuesta de Enfermedades Declarables
(Department of Communicable Disease Surveillance and Response, CSR) y con la Red Global
de Alerta y Respuesta frente a brotes epidémicos (The Global Outbreak Alert and Response
Network, GOARN). La medida más reciente es, probablemente, la tomada en abril de 2004 por
el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea 9 que legislaron la creación de una
agencia independiente, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades
(The European Centre for Disease Prevention and Control, ECDC), inaugurado en Estocolmo
en mayo de 2005, que tiene entre sus tareas principales la vigilancia epidemiológica, la alerta
precoz y respuesta rápida, los dictámenes científicos y la asistencia técnica a los estados
miembros y terceros países, así como la identificación de nuevas amenazas sanitarias.
Vigilancia
Atención clínica
Los profesionales sanitarios que prestan las primeras atenciones médicas, y de forma especial,
médicos de asistencia primaria y de servicios de urgencia, deberían mantener un cierto índice
de sospecha frente a casos asociados a bioterrorismo y, por consiguiente, estar entrenados en
este área.
Para establecer un diagnóstico del proceso, éste tiene que abordarse según el cuadro
sindrómico que presente el paciente. Los aspectos a considerar serían lo siguientes: a) cuadro
clínico, síntomas, signos e información procedente de exploraciones complementarias
específicas en función de la sospecha clínica; b) antecedentes que se pueden establecer
mediante anamnesis y que pueden aludir en cada paciente a diferentes aspectos relativos a la
propia historia, su entorno y actitud personal. En la tabla 1 se ilustran 19 variables distribuidas
en la triple categorización aludida, en un intento de recomendar una sistemática útil a la hora de
valorar los antecedentes de un individuo potencialmente afectado por una enfermedad
infecciosa provocada por un microorganismo implicado en bioterrorismo 27 . Es importante
finalizar con una pregunta abierta, donde se invite al paciente a narrar lo que él considere de
interés clínico. Se complementa la anamnesis mediante la convencional por aparatos, común a
otras áreas de la medicina; c) manejo terapéutico de los pacientes antes de conocer el
diagnóstico y ante procesos específicos, y d) control de los contactos y medidas de aislamiento.
Es evidente que la mayor parte de estos aspectos corresponden a la práctica clínica general.
Sin embargo, también es necesario hacer énfasis en aspectos socioepidemiológicos,
manteniendo un elevado índice de sospecha, y ante cualquier duda proceder a las medidas
terapéuticas y preventivas adecuadas, así como a la declaración epidemiológica basada en los
siguientes procesos específicos o cuadros sindrómicos:
1. Síndromes febriles sin focalidad: en la práctica se trata de síndromes poco frecuentes ya que
la valoración clínica, analítica y radiológica inicial suele identificar una focalidad concreta. En
caso contrario, hay que tener presentes cuadros como la peste septicémica, tularemia,
brucelosis, o bien considerar que puede tratarse de la primera manifestación de un cuadro que
adquirirá focalidad según evolucione, como es el caso de algunas fiebres hemorrágicas.
6. Procesos que cursan con exantema: se debe tener en cuenta que los exantemas
hemorrágicos pueden observarse en el contexto de fiebres hemorrágicas o como expresión de
coagulopatía de consumo en procesos sépticos. En este sentido, se debe considerar en el
diagnóstico diferencial la leptospirosis icterohemorrágica. Por último, los exantemas no
hemorrágicos pueden obedecer a múltiples agentes, aunque si se está en el contexto de una
acción bioterrorista, el mayor índice de sospecha debe ser para la viruela. El diagnóstico
diferencial de la viruela debe incluir las infecciones por el virus varicela-zóster, en forma de
varicela o de herpes zóster diseminado, así como algún representante del género
Orthopoxvirus, como el virus de la viruela de los monos (monkeypox virus) 28 .
En general, el tratamiento de los pacientes no diferirá de la práctica clínica habitual hasta que
se identifique el agente causal o existan razones para sospechar un ataque bioterrorista. En
ese caso se extremarán las precauciones universales y se valorará el uso de antibióticos,
antitoxinas, vacunas, y aislamiento con o sin presión negativa, entre otras medidas. Revisiones
de algunos aspectos relacionados pueden encontrarse en las guías elaboradas en 2004 por
Bossi et al 29 .
Diagnóstico microbiológico
Algunos de los factores que hacen que un patógeno o una toxina sean considerados
adecuados para ser utilizados como armas biológicas se han recogido en la tabla 2 1 . Dichos
factores pueden agruparse en dos grandes categorías: los que vienen directamente
determinados por las propiedades del microorganismo o de la toxina, y aquellos que dependen
de las condiciones medioambientales y las capacidades de respuesta y prevención de los
sistemas de salud. Así, las condiciones medioambientales de una zona son determinantes
sobre todo cuando se trata de agentes tra nsmitidos por vectores o cuando el efecto sobre el
hombre es indirecto, afectando a la economía, mediante la infección de animales y/o vegetales.
Por otro lado, el estado inmunológico o accesibilidad a vacunas y profilaxis de la población así
como la preparación de los Sistemas de Salud para responder a dichos ataques implican
también diferencias en el efecto que puede causar un determinado patógeno en distintas
regiones y en diferentes poblaciones. Este hecho se refleja, por ejemplo, en los distintos
requerimientos para la protección de un ejército en acciones bélicas frente a los de la población
civil. Todas estas variables determinan que un agente de alta prevalencia y baja morbilidad en
una región se pueda considerar como agente potencialmente bioterrorista en otra 30 .
La revisión de estos listados debería realizarse de manera periódica y constante puesto que la
aparición de nuevos agentes o nuevas variantes, la erradicación de otros o las mejoras y
adaptaciones de los sistemas sanitarios hacen que las amenazas a la salud de la población se
vean modificadas.
La respuesta ante un ataque biológico ha de ser rápida para poder interrumpir la propagación
del patógeno e impedir la aparición de nuevos casos. Para ello es necesaria la detección
temprana y precisa del agente causal. En este tipo de agresiones existe un componente
ambiental relacionado con la liberación del agente y un componente humano que se traduce en
la aparición de casos clínicos. La detección previa a la aparición de este tipo de casos, en
muestras ambientales contaminadas, conlleva la posibilidad de actuación en las primeras fases
del ataque. La implementación de sistemas de vigilancia medioambiental (vectores, fuentes de
abastecimiento de agua, etc.) con una metodología adecuada resulta por tanto imprescindible
en la prevención de situaciones de riesgo. Sin embargo se requiere un enfoque diferente y
escapa a los objetivos planteados en este artículo.
Como ya se ha dicho, en la mayoría de los casos el primer contacto con el enfermo tendrá
lugar a nivel de atención primaria, siendo el diagnóstico microbiológico en el laboratorio
necesario para la confirmación de las observaciones clínicas. El paciente presentará una
sintomatología determinada que estará enclavada en alguno de los cuadros descritos
previamente y el diagnóstico microbiológico debe incluir aquellos agentes causales
susceptibles de producir dicho cuadro. Si existe sospecha de un ataque bioterrorista, debe
hacerse un diagnóstico de exclusión de los potenciales agresivos biológicos y diferencial entre
los patógenos más prevalentes que facilite la identificación del agente causal. Esta forma de
actuación posibilita la intervención temprana influyendo en el pronóstico y selección de un
tratamiento terapéutico adecuado del paciente facilitando la instauración de medidas de control
tales como la movilización de suministros y personal en las áreas de exposición.
Aunque existen antecedentes históricos de agresiones biológicas, ha sido en los últimos años
cuando la guerra biológica y el bioterrorismo han adquirido un inquietante protagonismo en la
comunidad interna cional. A pesar de que el uso masivo de armas convencionales continúa
siendo el modo que predomina en las agresiones, la posibilidad del empleo de agentes
biológicos está obligando a establecer diversas estrategias en la biodefensa. Ésta, se basa en
la creación y desarrollo de diversas herramientas: a) incorporación a los sistemas de vigilancia
epidemiológica de los medios adecuados para la detección precoz de agresiones biológicas; b)
creación de centros diagnósticos especializados que permitan la rápida identificación de los
agentes que potencialmente puedan emplearse como
armas; c) desarrollo de técnicas microbiológicas de
diagnóstico rápido para uso en los centros anteriormente
citados, e incluso, en los lugares expuestos a agresiones;
d) entrenamiento del personal médico y paramédico en la
sospecha, detección rápida y actitudes que hay que adoptar
en situaciones de sospecha o confirmación de ataques
biológicos; e) establecimiento de dotaciones adecuadas
para abordar estas situaciones en los centros hospitalarios
y en las asistencias extrahospitalarias, tanto médicas como
paramédicas; f) entrenamiento y dotación adecuado de
policía y personal militar, con la creación de unidades
especializadas. Y, por último pero no menos importante, y
g) creación de redes de trabajo y centros de coordinación a
nivel nacional e internacional.
Agentes del FBI con un barril de líquido
descontaminante
Agradecimientos
A D E M Á S ...
Los integrantes de la Unidad de Alerta y Emergencias del
La vacuna del
ISCIII agradecen al personal del Centro Nacional de
Microbiología del ISCIII su colaboración.
ántrax podría
incrementar el
'Biodefensa' contra riesgo de
malformaciones
posibles ataques congénitas