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YIJING
Libro de los Cambios
Realizado por: Dolores Jiménez Pérez
 
 
 
 
 
   
ÍNDICE

Introducción -----------------------------------------------------------2

Títulos y significados ------------------------------------------------ 2

Simbología -------------------------------------------------------------3

Filosofía ----------------------------------------------------------------6

Historia y autoría ------------------------------------------------------8

Secuencia binaria -----------------------------------------------------11

Estructura del libro ---------------------------------------------------13

Uso oracular -----------------------------------------------------------15

Influencia en occidente -----------------------------------------------20

Opinión personal ------------------------------------------------------21

Bibliografía ------------------------------------------------------------ 22

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INTRODUCCIÓN
El Yijing o Libro de los Cambios, constituye el más antiguo de los textos clásicos del
pensamiento chino. Se trata de uno de los Cinco Clásicos (Wujing) del confucianismo.
Junto con la Biblia y el Corán, es uno de los libros más traducidos y estudiados en el
planeta, y por otro lado los miles de comentarios que se han escrito sobre él lo
convierten en el más reverenciado y glosado de todos los clásicos chinos. Su antigüedad
puede situarse por lo menos entre los años 1.000 y 2.000 a.C.
Es, a la vez que un libro adivinatorio oracular y moral, también un libro filosófico y
cosmogónico, por su estructura y simbología. Al principio, el Libro de los Cambios fue
una colección de signos lineales para ser utilizado como oráculos. Se centra en las ideas
del equilibrio dinámico de los contrarios, la evolución de los acontecimientos como un
proceso y la aceptación de la inevitabilidad del cambio.
Por lo tanto, El Clásico de los Cambios se trata por el lado oracular de un manual de
adivinación que interpreta los acontecimientos naturales a través de lecturas basadas en
símbolos. Esto quiere decir que cualquier observación en la naturaleza podría ser
interpretada en cuanto a su significado y su causa. Como una exposición filosófica,
representa un intento de explicar el mundo y sus principios éticos, la aplicación de un
amplio método dialéctico.
Aunque el libro fue originalmente utilizado para la adivinación , su influencia en las
mentes chinas y su popularidad universal se deben a una cosmología que involucra a
seres humanos y la naturaleza en un solo sistema.
Para los chinos, el Yijing significa la fuente de consulta ante cualquier decisión de
importancia. El libro puede indicar en cada momento la dirección correcta para el
actuar. Quien le consulta con respeto y atención encuentra en su texto una apreciación
ponderada de su actual situación y recomendaciones para su conducta futura.
Hay que dejar claro que de un libro de adivinación propiamente dicho, ni de una bola
mágica que muestre el futuro, ni nada parecido. Simplemente que de acuerdo a la
concepción china en la simbología de este libro se resumen todas las posibilidades
vitales. Su uso pone en contacto al individuo, un microcosmos específico, con el todo,
el macrocosmos.
Actualmente tanto en Occidente como en Asia Oriental se sigue usando para este
propósito.
Ha tenido un inmenso impacto sobre el Tai Chi, el Feng Shui en la arquitectura, y
muchos aspectos culturales chinos.
El texto se expresa a menudo en un lenguaje críptico sugerente, permitiendo así al
usuario una gran libertad en la interpretación de su significado.

TÍTULOS Y SIGNIFICADOS
Actualmente el Yijing es occidentalmente conocido también como I Chin o I King,
debido a la similitud fonética respecto al pingyin chino.
También se conoce como Libro de los Cambios, Clásico de los Cambios, Libro de las
Mutaciones o, aunque en menor medida, Libro de las Maravillas. Esto se debe a la
evolución de los acontecimientos como un proceso y la aceptación de la inevitabilidad
del cambio, en lo que se centra el Libro.

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También por su uso adivinatorio se suele llamar El Oráculo Chino, pues antes de ser un
libro filosófico era de adivinación, aunque actualmente se usen para ambos fines.
Por otro lado, también es conocido como Zhou Yi. Este último emerge víctima de una
leyenda. Según ésta, en una ocasión existieron tres Libros Yi (el Xia Yi, el Shang Yi y el
Zhou Yi) relativos a las dinastías Xia, Shang y Zhou, respectivamente. Xia Yi y Shang Yi
se perdieron hace mucho tiempo, como explicaré posteriormente. El único que se
conservó es el Zhou Yi. En su evolución las ideas, gracias a la tradición oral, se
convirtieron posteriormente en texto propiamente dicho por medio de la escritura
ideográfica. Este trabajo se le atribuye a los Zhou. De ahí que el verdadero nombre del
libro sea Zhou Yi. Con lo cual, en la actualidad, cuando hablamos de Yijing, en realidad
nos estamos refiriendo al Zhou Yi.
Respecto a su significado chino: por un lado yì (易), usado como adjetivo, significa
"fácil" o "simple", mientras que como un verbo indica que "el cambio" o "sustitución de
una cosa por otra". Por otro lado jīng (經) aquí significa "clásico" o “texto”. Este último
es un término posterior a la Dinastía Qin añadido más tarde a cualquier texto que había
sido canonizado oficialmente. Con lo cual realmente en este sentido sería “tratado”,
“gran enseñanza” o “las Escrituras canónicas”, que sería el significado equivalentes.
Sin embargo, a pesar de tantos nombres, la lectura habitual de su título es "El clásico de
los Cambios". Los otros sentidos de yi son secundarios, pero todavía informan de su
sentido. Por ejemplo, una lectura del título podría ser como "El Clásico Fácil" si se elige
el significado de yi como adjetivo. Esto refleja la facilidad de adivinación en
contraposición a los antiguos sistemas de escapulimancia y osteomancia. Del mismo
modo, el sentido de "el cambio o sustitución de una cosa por otra" alude a la pose de
una pregunta y recibir una respuesta.

SIMBOLOGÍA
Hace algunos miles de años, los sabios de la antigua china iniciaron el diseño de un
sistema que debía permitir al hombre comprender y explicar la mutabilidad de las cosas,
los mecanismos que hacen que estas tomen el camino que siguen. Mediante la
observación de la naturaleza, llegaron a la conclusión de que el mundo es un eterno
flujo de cambios y que todos estos son, de algún modo, el resultado de la interacción de
dos fuerzas primigenias: el yin (pasivo, débil, oscuro y femenino) y yang (activo, fuerte,
brillante y masculino).
En la antigüedad, los oráculos estaban por todas partes en uso; el más antiguo de ellos
confinados a las respuestas “sí” y “no”. Este tipo de pronunciamiento oracular es
también la base del Libro de los Cambios. " Sí ", fue indicada, como el Yang, y " No",
como el Yin.
En la escritura ambas fuerzas opuestas fueron representadas como líneas, una partida
para el yin y otra entera para el yang.
YANG

YIN

De este modo, los antiguo sabios supieron demostrar que la complejidad puede
reducirse a una simple y comprensible polaridad.
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A partir de aquí, se formularon las leyes de la polaridad: para cada unidad existe otra
contrapuesta. Ambas son complementarias entre sí y justas forman, en un nivel superior,
una nueva unidad.
Sin embargo, la necesidad de una mayor diferenciación hizo que las líneas individuales
se combinaron en pares. De esta manera, la unidad busca su complementaria, con la que
formará en un nivel más alto, otra nueva unidad, y así sucesivamente. Y al revés, cada
unidad puede dividirse en dos unidades complementarias, que pueden ser divididas a su
vez en otras dos, y así indefinidamente.
Para cada una de estas combinaciones después se añadió una tercera línea. De este
modo, los ocho trigramas llegaron a existir. Así, los antiguo sabios supieron demostrar
que la complejidad puede reducirse a una simple y comprensible polaridad.
La división de las dos fuerzas primigenias produce cuatro fuerzas: yang se dividió en
yang/yang y yang/yin, mientras que yin se dividió en yin/yang y yin/yin. En la escritura,
se añadió simplemente una línea sobre la primera.

Para refinar el sistema, las cuatro fuerzas fueron divididas una vez más: de yang/yang
surgió yang/yang/yang y yang/yang/yin, y así sucesivamente, de modo que se añadió
una tercera línea y surgieron ocho signos denominados trigramas.

Los sabios dieron a los ocho signos nombres relativos a la naturaleza: Cielo y Tierra,
Fuego y Agua, Trueno y Viento, Montaña y Lago. Como cualquier aspecto del mundo
tenía cabida en este esquema, por el momento no fueron necesarios nuevos
refinamientos. Los eruditos comenzaron a estudiar el significado de los trigramas y su
aplicación a la vida.
De su mezcla se obtienen ocho trigramas (bagua) que simbolizan otras tantas etapas de
cambio y de movimiento. Cada una de ellas tiene una característica definida y un
nombre particular, que los individualizan.

Estos ocho trigramas fueron concebidos como imágenes de todo lo que sucede en el
cielo y en la tierra.
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Al mismo tiempo, se llevaron a cabo para un estado de continua transición, un cambio
en otros, como la transición que de un fenómeno a otro se producen constantemente en
el mundo físico. Aquí tenemos el concepto fundamental del Libro de los Cambios. Los
ocho trigramas son símbolos para cambiar los estados de transición; son imágenes que
están constantemente en proceso de cambio. La atención de las cosas no se centra en su
estado de ser (como es el caso sobre todo en Occidente) pero sí en sus movimientos en
el cambio. Los ocho trigramas, por tanto, no son representaciones de las cosas en sí,
sino de sus tendencias en el movimiento.

Estas ocho imágenes llegaron a tener significados múltiples. Representan ciertos


procesos en la naturaleza correspondientes con su carácter inherente. Además,
representaban una familia compuesta por padre, madre, tres hijos y tres hijas, no en el
sentido mitológico en el que los dioses griegos poblaron el Olimpo, pero sí en lo que
podría llamarse un sentido abstracto, es decir, que no representan entidades objetivas
pero sí las funciones .
Los signos del Yijing se leen de abajo arriba y, si están dispuestos en círculo (bagua),
mirando desde el centro.
Sin embargo, como una fuerza no puede producir efecto por sí misma, los sabios pronto
comenzaron a combinar los trigramas, situando unos sobre otros. De este modo pueden
formarse sesenta y cuatro combinaciones.

Estos sesenta y cuatro signos de seis líneas cada uno son denominados hexagramas.
Estos hexagramas son otros tantos instrumentos para comprender el significado de otras
tantas situaciones básicas. La verdad del hexagrama emana de las condiciones físicas

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del momento en que se obtuvo, en que se construyó línea por línea. De acuerdo a la
tradición china se trata de "agentes espirituales" que de una manera misteriosa dan un
sentido de respuesta a las manipulaciones, una verdadera alma del Libro. Aunque el
occidental no entiende la esencia de tales conceptos, se encuentra con que la situación
que describe “su” hexagrama corresponde a “su” momento vital. El “por qué”
permanece sin respuesta.

FILOSOFÍA
Lo primero a tener en cuenta para explicar la filosofía del Libro de los Cambios es que
la ideología tradicional china consiste en un sistema totalmente independiente de la
filosofía occidental y cuenta con sus propias características.
Los chinos prestan especial atención a la armonía entre el ser humano y la naturaleza,
ya que la ideología china promueve, como consigna principal “la combinación entre el
cielo y el hombre”. La teoría tradicional china da más importancia al mejoramiento de
la aptitud individual y el cultivo de virtudes, sobre todo a la sabiduría y no a la
deducción lógica.
El pensamiento del Libro de los Cambios es una ideología filosófica bien constituida,
que es para la mayoría de la gente oscura y difícil de seguir, por lo tanto hay un montón
de eiségesis, es decir, el lector puede imponer su interpretación dentro y sobre el texto,
con lo cual la comprensión e interpretación se vuelve algo más subjetiva.
Las dos grandes ramas del pensamiento Chino, el Confucionismo y el Taoísmo, tienen
en el Libro de las Mutaciones sus raíces comunes.
Su contenido original es de procedencia taoísta y no confucianista. Fundado en
entendimientos taoístas trascendentales y modificado por lógica confuciana, muchos de
los conceptos del libro parece ser confuciano, pero debajo de un nivel básico son en
realidad taoístas.
De esta manera, el Libro de los Cambios ha sido la base para dos de las mayores
contribuciones de China al mundo de la filosofía. Tanto los taoístas como las escuelas
de pensamiento confucianistas han ganado gran parte de su inspiración, de la sabiduría
contenida en sus páginas.

Relación con el taoísmo


La doctrina del Yijing se basa en la existencia de dos energías polares cuya
interactividad genera todas las cosas. Estas fuerzas se conocieron en un comienzo
simplemente como lo “claro” y lo “oscuro” y más tarde, adoptaron como nombre
definitivo “yin” y “yang”. La interacción de estos dos elementos, genera todos los
cambios que deben interpretarse como el movimiento del Tao.
Para el Yijing todo está en movimiento, estableciendo una pautas, representando la
trama de las cosas en forma de ideas o imágenes que van mutando hacia otras,
expresando así la “corriente” del movimiento por lo que lo que ha de ocurrir habita ya
en potencia en la realidad profunda o bien lo que sucede ya es completamente presente.
Con lo cual, todo está vivo, en permanente movimiento y dirigiéndose hacia algo.
Esta continua acción de la vida, que nunca cesa y sucede de forma cíclica, la contempla
según un principio básico: acorde o desacorde al Tao, al sentido evolutivo del Universo.
Es decir, si el camino está en armonía al proceso natural de las cosas.
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El Tao es la ley que organiza la realidad que contemplamos, el principio que subyace
tras las cosas. Es el sentido de ese discurrir en el “curso de la corriente” de la existencia.
Así, la ventura o la desventura, clave de su consulta, se establece según esté la acción
orientada o desorientada en la aventura de vivir.
De esta manera, al tratarse del Yin y el Yang como los dos principios básicos sobre los
que establece su criterio, nos encontramos que mediante la constante mutación de estos
dos principios se construye la existencia en un proceso cíclico reflejado en los
acontecimientos naturales: el día-la noche, el verano-el invierno, lo lleno-lo vacío...
Para predecir los acontecimientos el Yijing se basa en un criterio simple y sencillo: la
semilla (lo que está en potencia) y el árbol (lo que está en acto). El árbol de nuestro
presente es fruto de la semilla del pasado, y a la vez está generando una nueva semilla
que marcará nuestro futuro. Es decir, el presente es el despliegue de la causa pasada, y
el futuro se está generando de modo oculto en el presente en forma de semilla que
finalmente se desplegará tal como ocurrió en el pasado.
Cuando descubrimos que el yin yang es la base principal del Yijing, nos damos cuenta
de que estos conceptos son utilizados para describir como fuerzas opuestas se
interconectan y son interdependientes en el mundo real, siendo la una la causa de la otra
y viceversa. El yin yang está presente en todos los elementos contrapuestos. Se oponen
entre sí, pero, al mismo tiempo ninguno de ellos puede existir por sí mismo. Se
complementan y juntos forman una nueva unidad.
Muchas de las dualidades naturales; la luz y la oscuridad, el día y la noche, el amor y el
odio, el nacimiento y la muerte, génesis y némesis, etc.… son entendidas como
expresiones del yin yang. Es decir, dentro del Yijing, debido a la dualidad del yin yang
podemos percatarnos de la infinidad de posibilidades y combinaciones que parten solo
de ese equilibrio dinámico entre dichos contrarios.
El yin y el yang son extremos opuestos complementarios dentro de una totalidad mayor.
Todo está participado por ambos, tanto el yin como el yang, que interactúan de manera
constante, nunca existiendo o predominando uno de ellos.
Como ya he mencionado antes el yin yang es un equilibrio dinámico. Dado que
surgieron juntos son iguales, no estando ninguno supeditado al otro, si uno desaparece,
el otro debe desaparecer, dejando tras de sí el vacío. Este hecho, no obstante, no acaece
de manera inmediata, ya que los elementos del yang son claros y obvios mientras que
los del yin están ocultos de manera sutil.
En última instancia, el yin yang no es una sustancia o fuerza tal y como se puede
concebir en términos occidentales. Es una manera universal de describir las
interacciones e interrelaciones que tienen lugar en el mundo entre las fuerzas de la
naturaleza y también es aplicable a las estructuras sociales, donde un exceso de riqueza
derivara en un exceso de pobreza, un exceso de bondad derivara en un exceso de
bondad, etc.… Es necesario entender el funcionamiento del yin yang para entender el
Libro de los Cambios y su correcto funcionamiento.

Relación con el Confucianismo


Existe un punto de vista que sostiene que el Yijing es ante todo un documento ético o
filosófico confuciano, y no tanto un oráculo de adivinación. Este punto de vista se basa,
en primer lugar, en que los apéndices se atribuyen a Confucio y la Escuela Confuciana
tratándose de uno de los Cinco Clásicos confucianos, como bien he explicado
anteriormente.
Por otro lado, desde el punto de vista histórico, el estudio del Yijing se requiere como
parte de los exámenes de la administración pública en el periodo de los letrados, pues
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solo se estudiaban textos confucianos, tratándose de un pensamiento eminentemente
político dirigido a consolidar un gobierno perfecto.
Otro dato que se atañe es que no aparece en las ediciones sobrevivientes del Daozang,
ya que al tratarse este Canon Taoísta de un texto sagrado con todo el patrimonio taoísta
formado por cinco mil compilaciones individuales, resulta un tanto extraño la ausencia
del Yijing en dichas escrituras.
También se sostiene que los principales comentarios fueron escritos por los
confucianista o neoconfucianos, pero aunque sea indiscutible que en la estructura básica
se encuentre arraigado el taoísmo, las Diez Alas de Confucio transforman el Yijing de un
texto de adivinación a una obra maestra filosófica, como bien dijo Abraham en 1999.
La influencia neoconfuciana llegó de mano de la reevaluación del confucianismo por
confucianos en la parte de la metafísica taoísta y budista. Con lo cual, el Libro ayudó a
los pensadores confucianos Song para sintetizar la cosmología budista y taoísta con la
ética de Confucio y Mencio. El producto final fue una nueva cosmogonía que podría
estar relacionada con la llamada “pérdida del Tao” de Confucio y Mencio.

HISTORIA Y AUTORÍA
En la primera evidencia arqueológica pertinente, se encuentran grupos de símbolos
numéricos en muchos bronces Zhou Occidentales y unos pocos huesos oraculares
Shang, estos grupos ya suelen aparecer en grupos de seis. Unos pocos se han encontrado
en conjuntos de tres números, pero éstos son un poco más tardíos. Los conjuntos
numéricos son anteriores en gran medida a los grupos de líneas rotas y sin interrupción.
Lo que hoy nos llega como Yijing es el fruto de toda esta evolución, la cual culmina con
el aporte de la escuela confuciana en el siglo V a.C. De todas maneras, otras escuelas
posteriores siguieron aportando comentarios.
El libro de origen se le atribuye al emperador legendario y sabio Fu Xi, personaje que
perteneciendo a la mitología china que podría haber vivido el años 3.500 a.C. Fue él
quien encontró primero y entendió un “sistema de símbolos en forma de líneas”. Por lo
tanto, este gran emperador fue el descubridor de los ocho trigramas o bagua que supone
la base del Yijing y de esta manera reconoció su importancia y cómo representan la
realidad en todos los niveles.
A él se le atribuye la leyenda de la revelación de manera sobrenatural de los Ocho
Trigramas, al verlos escritos sobre el lomo de un animal mitológico, que salió del Río
Amarillo. Sin embargo una leyenda más “realista” expone que Fu Xi encontró el bagua
escrito en las escamas de una tortuga. Lo que está claro es que en ésta época se le
atribuyó un carácter a cada símbolo para expresar su significado.
El texto original fue aumentado durante la dinastía Shang (1766-1121 a.C). En esta
época de la historia el Rey Wen Wang fue encarcelado por un buen tiempo y trabajó
duro en comprender el Yijing y organizarlo dentro de un marco determinado. Se
considera que el Rey Wen fue el primero que reunió y dio nombre a los sesenta y cuatro
hexagramas, colocando de esta forma la primera piedra del Libro de las Mutaciones.
Durante su encarcelamiento lo estudió, ordenó y editó. A la parte escrita por Wen Wang
se la llama “Secuencia del Rey Wen”, y es la forma clásica y tradicional en la que se
disponen los hexagramas usados en la mayoría de ediciones contemporáneas del Yijing.
Él no fue proclamado rey hasta que su hijo, el duque de Zhou, derrocó a la dinastía
Shang y comenzó la dinastía Zhou. Desafortunadamente, el rey Wen murió antes de que
su hijo se convirtiera en rey. El duque de Zhou más tarde continuó el trabajo de su padre
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mediante la añadidura de comentarios en cada una de las líneas de los antiguos 384
hexagramas.
Todos los libros publicados de Yijing son conocidos como “la versión del Rey Wen”.
Los otros entendimientos de los sesenta y cuatro hexagramas están aparentemente
perdidos en la historia. La versión del Rey Wen es lo único que sobrevivió.
Sin embargo, los historiadores, consideran que el cuerpo central del texto más
probablemente date del siglo XII y XI a.C. Luego, es posible que el resto de los signos
hayan sido creados por el rey Wen hacia el 1150 a.C.
Los gobernantes comenzaron a consultar el Yijing en busca de consejo para sus asuntos
oficiales y tanto ellos como los sabios de las generaciones sucesivas estudiaron los
símbolos y sus significados exhaustivamente, y obtuvieron numerosas interpretaciones.
Con el paso de los siglos, se añadieron al libro nuevos hallazgos en forma de
comentarios.
A Confucio se le atribuyen los comentarios del texto nuclear, estimados alrededor del
año 500 a.C, aunque se sabe que provienen de una época posterior, posiblemente a
principios de la dinastía Han. Confucio no reelaboró ni redactó el Libro de las
Mutaciones, como lo había hecho con otros escritos transmitidos por la antigüedad, sino
que lo dejó como estaba, y sólo aclaró el libro para un mejor entendimiento sobre su
contenido, en comentarios agregados. La mayoría de los libros publicados hoy incluyen
sus comentarios como parte del texto. El Yijing fue una inspiración para gran parte del
trabajo que ahora se atribuye a la escuela confuciana. Lo que está claro es que las ideas
confucianas han superpuesto todos los aspectos del Yijing.
Según Joseph Needham, un historiador de la ciencia china y cultura, Confucio estaba
fascinado por el Yijing y guardaba una copia en forma de un conjunto de tabletas de
bambú sujetadas por una correa de cuero de manera que al consultarlo tan a menudo
tuvo que reemplazarlo tres veces por el atascamiento de las tabletas sujetas. Se dice que,
siendo muy anciano, declaró que si tuviera cincuenta años más de vida, los dedicaría
exclusivamente a su libro Yijing.
De esta manera, se discute la paternidad de la obra pues en ocasiones se le atribuye a
Wen Wang y otras veces al mítico emperador celeste Fu Xi, y en algunas ocasiones a
Confucio.
Después de que la escuela confuciana tomó el libro bajo su protección, en el último
período de la era Zhou, fue uno de los textos cuyo estudio fue autorizado por el
gobierno; y cuando, después del año 140 a. C, todas las escuelas no confucianas fueron
excluidas de la academia imperial, el Libro de las Mutaciones compartió con los otros
clásicos confucianos el monopolio de la doctrina reconocida. En esa época se crearon
cátedras para fomentar el estudio de estos clásicos, y desde entonces esa tradición ha
perdurado en la historia china.
En lo que se refiere al Libro de las Mutaciones, existían razones, más allá de la
competencia imperial, para explicar por qué el decreto imperial tuvo aceptación
universal. Debe tenerse presente que en el marco del pensamiento confuciano, la
educación de los hombres no era un fin en sí mismo, sino que el hombre era educado
para el servicio público. En un sistema de instituciones cada vez más rígidas, eso
significaba prestar servicios como funcionario oficial. Como funcionario, un hombre
educado de esta manera se encontraba por cierto indefenso ante el emperador, y un acto
de voluntad imperial significaba para él un destino ineludible. A menudo los
emperadores han desempeñado su papel como dispensadores del destino sin la menor
restricción, y una gran cantidad de hombres educados llegó a experimentarlo en sus
cuerpos y en su vida.

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El Libro de las Mutaciones representaba la puerta de acceso a todo el hombre y a todo
el mundo, y este complemento era tan necesario para el emperador y el funcionario
como era necesario para el pueblo dirigido por ellos, para el cual no sólo la voluntad del
emperador sino también la voluntad del funcionario constituía una componente del
destino.
Contemporánea de esta época, en el mismo periodo, y basada en el Libro de los
Cambios durante gran parte de su inspiración fundacional, es el Tao Te King, escrito por
Lao Zi, importantísimo libro también en la literatura china.
Se dice que los primeros libros existentes del Yijing fueron escrito en hojas de bambú
durante el periodo de los Estados Combatientes.
Gradualmente se convirtió en el instrumento de los adivinos populares. Inevitablemente,
esto dio lugar a una nueva acumulación de comentarios e hipótesis. Pronto, los sesenta y
cuatro hexagramas originales y el breve texto de los antiguos sabios quedaron
sepultados entre un sinfín de conceptos sin sentido.
En el siglo III Wang Pi, un erudito que murió a la corta edad de veintitrés años, se
opuso enérgicamente a esta situación. Mediante sus escritos mostró que el valor del
Yijing no reside en su capacidad de predicción, sino en los sesenta y cuatro hexagramas
originales y las ideas vinculadas a ellos, ideas que cualquiera puede alcanzar gracias a
su propio trabajo.
El texto estándar se originó a partir de la versión del texto antiguo transmitida por Fei
Zhi de la dinastía Han, que sobrevivió en el año 213 a.C. quema de libros que ordenó el
emperador Qin Shi Huang Di, gobernante de la época y primer emperador de China por
el fabuloso trabajo que hizo al conseguir su unificación. Decidió eliminar del Yijing y
cualquier concepto que no se ajustara a sus propios ideales personales. Ordenó la
incineración de todas las partes del Yijing que no correspondía a su modelo de lo que
debería ser el Libro de los Cambios, como los comentarios agregados previamente por
Confucio, donde estaba específicamente programado para ser destruidos.
Afortunadamente, la estrategia del emperador Qin falló porque algunas personas
lograron ocultar sus copias del texto hasta la Dinastía Han, que asumió el poder en el
año 206 a.C. El Yijing, junto con otras obras de Confucio, se convirtió entonces en el
currículum para la escolarización de los administradores en los siglos siguientes.
Los eruditos modernos, se han preocupado sobretodo por la inclusión de la Yijing entre
los clásicos confucianos , y han evitado deliberadamente hablar de cualquier cosa que
sugiere doctrinas esotéricas. Esto se debe al parecer a que los confucianos de la dinastía
Han, influenciado por la búsqueda de la inmortalidad Taoísta, justificaron su uso del
Yijing atribuyendo algunos de sus comentarios a Confucio.
Durante la Dinastía Han la versión que sobrevivió a la quema de libros compitió con la
nueva versión de texto retocado transmitida por Tian He en el comienzo de la dinastía
Han Occidental. Sin embargo, en la época de la dinastía Tang, la versión de texto
antiguo llegó a ser aceptado como estándar.
A pesar de la popularidad de la obra disminuyó debido a la subida del budismo chino
durante la dinastía Tang y el Yijing regresó a la atención de los estudiosos prominentes
durante la dinastía Song. Esta época coincidió con el Neoconfucianismo.
Una de las versiones posteriores del Yijing fue durante la dinastía Qing en el año 1715 a
manos del emperador Kang Xi. Esta versión a servido como base para la mayoría de las
formas modernas del Libro de los Cambios. Depuró el cuerpo fundamental del libro,
eliminando numerosos añadidos de dudosa confiabilidad filosófica. Este proceso es
conocido como la Edición de Palacio, especie de versión definitiva del Yijing y de la
cual se hacen las traducciones modernas a las lenguas occidentales.
Actualmente sus símbolos sirven de adorno en las casas, lo mismo que sus sentencias.

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SECUENCIA BINARIA
Como bien he mencionado, cada trigrama tiene su propia forma, su propio nombre y
carácter asociado, y representa un aspecto particular de la naturaleza. Cada hexagrama
tiene seis líneas, que son partidas o enteras, como ya es sabido. Los avances científicos
han revelado que los sesenta y cuatro hexagramas siguen el mismo principio que el
sistema binario.
De esta manera, el bagua funciona como un cuadrado mágico con los cuatro ejes que
suman en el mismo valor, utilizando el 0 y 1 para representar el yin yang:
000 + 111 = 101 + 010 = 011 + 100 = 110 + 001 = 111.
Es curioso cómo Leibniz, que fue el primero en hablar de una aritmética que tuviera por
base la secuencia binaria, concibiera algo que ya estaba inventado miles de años atrás.
Leibniz habló del sistema binario en su libro Progressione   Dyadica   de   1679.   Entre  
1697  y  1702  el  filósofo  mantuvo  una  correspondencia  con  el  padre  jesuita  Joachim  
Bouvet,  misionero  en  China,  que  regresaba  de  allí  junto  con  otros  misioneros.   En  
1698   el sacerdote le dio a conocer a Leibniz los 64 hexagramas del Yijing, para hacerle
ver la curiosa y precisa, semejanza que tenían con su sistema binario. Éste quedó muy
sorprendido al constatar que este orden natural definía un sistema de numeración
binario parecidísimo al que él acababa de inventar.
En su artículo Explication de l'Arithmtique Binaire, Gottfried Leibniz escribió que había
encontrado en los hexagramas una base para afirmar la universalidad del sistema de
numeración binario y tomó la disposición de la ejercicio combinatoria encontrado en los
hexagramas para representar secuencias binarias.
La disposición binaria de hexagramas se asocia con el famoso erudito y filósofo chino
Shao Yung en el siglo XXI. Shao Yung fue un filósofo y matemático confuciano que
vivió durante la dinastía Song (960-1279). Sus teorías derivan de un estudio, que ocupó
toda su vida, acerca de la estructura simbólica y matemática del Yijing. Aparece en dos
formatos diferentes, un círculo, y un bloque rectangular. Por lo tanto, se entiende
claramente la secuencia representa una progresión lógica de los valores.
Con frecuencia utilizó gráficos y esquemas para expresar sus ideas. Leibniz consiguió
una copia del diagrama tradicional circular donde los hexagramas están dispuestos en
circulo y en cuadrado y de este modo se dio cuenta de que, si sustituía por 0 cada línea
discontinua y por 1 cada línea continua, los hexagramas mostraban su misma progresión
binaria del número 0 al 63. Leibniz redescubrió, así pues, un sistema matemático
olvidado por lo menos durante seiscientos años.
No obstante, no es posible probar que los inventores del Yijing fuesen conscientes del
significado matemático binario de los hexagramas.
El Yijing se basa en el cambio de dos cifras y los ordenadores personales usan hoy el
mismo sistema, con el circuito de la corriente “abierto/apagado”.
Se ha hecho notar que las neuronas del sistema nervioso central de los seres humanos y
de los animales superiores están sujetas a las mismas leyes. Son pasivas y activas sin
diferenciar ulteriormente los estímulos que las activan.
Leibniz le escribió a Joachim Bouvet: “Le confieso que si yo mismo no hubiese
establecido de modo definitivo las sucesiones de 0 y 1 tal como se representan los
números en el sistema binario, posiblemente habría examinado largamente este sistema
de líneas de Fu Xi sin conseguir comprender su verdadero fin. Desde mis veinte años
tenia yo en mente esta aritmética basada en el 0 y en el 1, cuyas admirables

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consecuencias veía yo que podían llevar a la ciencia de los números a un grado de
perfección muy superior al actual. Pero frente a las figuras de Fu Xi, uno de los más
antiguos monumentos de la ciencia china que existen, que supera al parecer la edad de
4.000 años y que no fue comprendidos durante algunos milenios, debo decir que
coincide perfectamente con mi nuevo método aritmético. El cuadrado viene a ser lo
mismo que el circulo de Fu Xi y sirve incluso para explicarlo. Pues, en efecto, es
preciso considerar la figura como si el ojo estuviese situado en su centro, y comenzar
por la línea próxima al centro. Eso mismo es lo que vienen a demostrar también los
caracteres, porque aparecen tal como son si se los mira a partir del centro, o bien si se
da la vuelta al circulo de modo que la parte del carácter que está más alejada del centro
sea la de más arriba: esto viene a demostrar las concordancias con los caracteres del
cuadrado, que de este modo parecerían los mismos. El cálculo con los 0 y los 1 es la
clave para desvelar el verdadero sentido de las figuras de Fu Xi. Sospecho que Fu Xi
asignó los 64 números a unos términos que concibió como los más radicales y que
confirió a cada uno de ellos un carácter propio que designa también su número y formó
a continuación otros añadiendo pequeños trazos. Este descubrimiento podría hacer
aumentar entre los chinos la estimación por el saber occidental y, en consecuencia, por
nuestra religión. Pero provocará en ellos una gran expectación por los misterios que aún
quedan por desvelar y nos dejará el campo libre para inventar una nueva característica
que parecerá una consecuencia de la de Fu-hi. Esta característica secreta y consagrada
permitirá introducir también entre los chinos la verdad de la filosofía y de la teoría
natural. Este descubrimiento puede tener grandes consecuencias para todo el Imperio
chino, si entre vosotros, o mejor dicho, en Europa, se le sabe sacar el debido partido.”
Por otro lado, Richard S. Cook, afirma que el Yijing demostró una relación entre la
proporción áurea y "secuencias de recurrencia lineales". Cook declara que ha
encontrado la clave para la secuencia basando en la serie de Fibonacci y la Golden
Section. Ofrece un análisis exhaustivo de la secuencia del hexagrama, mostrando que su
clasificación de las secuencias binarias demuestra conocimiento de la convergencia de
ciertas secuencias de recurrencia lineal. Está demostrado que la secuencia compleja del
hexagrama conlleva una demostración cuidadosa e ingeniosa de la relación numérica,
conoce los resultados de análisis combinatorio general y se refleja en elementos
destacados de antiguas tradiciones matemáticas chinas y occidentales.
La noción de que la secuencia de Yi involucra elementos pitagóricos, pero es la
simplicidad del Teorema de Pitágoras la que marca la verdadera genialidad de ello.
El Yi es descrito el texto tradicional como siendo dividido en medio en el hexagrama 30
y luego organizó en sets de 10 (con las 4 finales del 64 siendo su propio conjunto).
Sistemas de 10 aparecen la noción de la Tetratkis Pitagórico (simplemente que 1 + 2 + 3
+ 4 = 10).

ESTRUCTURA DEL LIBRO


En la estructura literaria que compone el Yi Jing existen textos más antiguos que otros,
ya que no todos son de la misma época, como bien he explicado anteriormente. Cuando
el Libro llegó a manos de Confucio y Laozi ya databa de 3000 años de antigüedad.
Durante los siglos III y II a.C. algunos miembros de las escuelas de Confucio,
escribieron una serie de textos, tratados o apéndices que se conocen como Las Diez
12  
 
Alas, y que contienen aportaciones sobre la interpretación de los hexagramas del rey
Wen, de las líneas del duque de Zhou, de la simbología y las imágenes, del concepto del
cambio, de los trigramas, de la secuencia de los hexagramas y de su asociación por
pares.
Finalmente, al unir el Yi Zhou (Los cambios de Zhou) junto con los textos o tratados que
forman Las Diez Alas, es cuando surge el Yi Jing (o Libro de los Cambios) tal y como
lo conocemos en la actualidad.
El libro Yijing tradicionalmente fue dividido en dos partes. Con la primera parte se
abarca los primeros 30 hexagramas de la Secuencia del rey Wen y la segunda parte con
los 34 restantes. La razón de esto no fue mencionada en los comentarios de los clásicos
pero fue explicada en comentarios posteriores de la dinastía Yuan: 8 hexagramas son
iguales al revés y los otros 56 presentan un hexagrama diferente invertidos. Esto
permite que los hexagramas se muestren en dos columnas o filas de 18 hexagramas
únicos cada uno; la mitad de los 56 hexagramas invertibles, además el 8 no invertibles.
El cuerpo completo del Yijing como lo conocemos hoy día, está compuesto por el texto
arcaico y 10 partes conocidas como las Diez Alas que he mencionado anteriormente,
que son los comentarios más antiguos en relación con el primitivo texto.
Las Diez Alas quedan finalmente estructuradas con la dinastía Han, que abarca un
periodo que va del años 200. Ac al 220d.c.
Como he mencionado, el libro está dividido en diferentes partes, las mismas se ordenan
siguiendo el orden secuencial de los hexagramas, es decir, del 1 al 64. En este sentido,
el libro de divide en dos grandes secciones: la primera que va del hexagrama 1 al 30 y la
segunda que abarca del 31 al 64.

Texto arcaico
Se denomina así al texto más antiguo del Yijing, compuesto en primer lugar por el
T’uan, que se traduce como La decisión o El dictamen. Tal dictamen incluye el nombre
del hexagrama y un brevísimo texto que se refiere al nombre. La redacción del T’uan se
atribuye al rey Wen.

Líneas en Transformación
En segundo lugar, y a continuación de este, se encuentran las llamadas “líneas en
trasformación”. Redactadas por el hijo de Wen, el duque de Zhou. Estas expresan el
sentido de cada trazo en relación con el significado general del hexagrama, teniendo en
cuenta los puestos que los mismo ocupan y sus cualidades.

Las Diez Alas


-­‐ T’uan Chuan, Alas Primera y Segunda:
Como ya he mencionado T’uan significa “dictamen” o “decisión”. Sin embargo, el
agregado Chuan quiere decir “comentario”, con lo cual T’uan Chuan puede ser
traducido como “el comentario a la decisión o del juicio”. Este texto es bastante
posterior al texto más antiguo, el T’uan, y es razonablemente, atribuido al mismo
Confucio.
El cometario a la decisión expresa un análisis del contenido del T’uan, el cual se basa
en cómo influyen las líneas entre sí de acuerdo con su cualidad, posición,

13  
 
correspondencia, carácter… y sobre todo en relación con los símbolos de los
trigramas.
-­‐ Xiang Chuan, Alas Tercera y Cuarta:
Xian Chuan puede traducirse como “Comentario a las Imágenes” ya que Xian
significa símbolo. En esta sección hay dos tipos de texto, el llamado “Gran
Simbolismo” o “Grandes Imágenes”, que en las versiones occidentales del Yijing
aparece (salvo raras excepciones), bajo el titulo de “La Imagen”, junto con otro texto
erróneamente denominado “Pequeñas Imágenes” que incluye brevísimos comentarios
que rematan el texto antiguo de las líneas.
“El gran simbolismo” se refiere al juego de los dos semi-signos que componen el
hexagrama. El texto de la imagen se divide en dos: el primero alude específicamente a
la acción conjunta de los dos trigramas, teniendo en cuenta sus símbolos; y el segundo
hace un paralelismo de este fenómeno natural, poniendo como ejemplo una situación
humana, la cual es la ideal al ser imitada para ser consecuente con las leyes del Tao.
Esta parte deduce un precepto para manejar la situación del hexagrama a partir de las
imágenes sugeridas por los signos primarios, y además agrega explicaciones que
aclaran las líneas individuales. Sin duda alguna este complejo no es homogéneo. Las
así llamadas “pequeñas imágenes” que pertenecen a las líneas individuales, muestran
un carácter filológico y especulativo totalmente diferente del que tienen las “grandes
imágenes”, a menudo mucho más marcadas, que corresponden al hexagrama en su
conjunto.
-­‐ He Tse o Ta Chuan, Ala quinta y sexta:
Se puede traducir como el “Gran Comentario” y se trata de una guía escrita muy útil
que explica el Yijing, pues al ser un libro de gran complejidad en cuanto a forma y
contenido, hace que la comprensión de su lectura pueda llegar a lectores que no estén
tan familiarizados con la filosofía taoísta y con el propio libro.
Sin embargo, el Ta Chuan no solo explica el Yijing de manera más meticulosa en el
campo de comprensión, también da una idea muy clara del proceso de pensamiento de
una verdadera práctica taoísta.
-­‐ Wen Yen, Ala Séptima:
Se llama así a una parte del Libro de las Mutaciones cuya intención original fue la de
construirse como un anexo de comentarios particulares para cada una de las líneas de
los 64 hexagramas.
Este texto pertenece a la escuela confuciana, pero lamentablemente, tales comentarios
se encuentran completos solo en los hexagramas 1 y 2.
Wen Yen, traducido como comentarios a las “Palabras del Texto”, son acotaciones de
tipo más racional y poseen un riquísimo valor oracular, pero no se sabe a ciencia cierta
si se trata de una serie inconclusa o si alguna vez existió en forma completa,
perdiéndose luego gran parte del mismo.
-­‐ Shou Gua, Ala Octaba:
Shuo Gua o “discusión de los trigramas” es el tratado que explica el bagua. Si bien es
un ensayo muy antiguo, ha recibido aportaciones de la escuela confuciana. Cuando
hablamos de los 8 trigramas y sus cualidades estamos utilizando información descrita
en el Shuo Gua.
-­‐ Su Gua, Ala Novena:
Esta parte presenta una sucesión ordenada de textos breves, denominados “La
Secuencia”, que enlazan el devenir de uno y otro hexagrama de acuerdo con el orden
numérico. La secuencia da una explicación de por qué a un signo le sigue el otro.
-­‐ Ca Kua, Ala Décima:

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Ca Kua es una colección de definiciones breves basadas en la contrastación de los
hexagramas entre pares, donde se contraponen los sentidos de los nombres.
Oracularmente este ejercicio puede arrojar algunas claves. Wilhelm los llama “Signos
Entreverados”.

Versiones Occidentales
Las versiones occidentales del Yijing, salvo raras excepciones, no respetan el orden
original del texto, por una cuestión de practicidad del lector, más en función del aspecto
oracular que del libro en sí. La mayoría solo proporciona el texto más antiguo y le suma
el Xiang Chuan o “Gran Simbolismo” que es el texto correspondiente a la Tercera y
Cuarta Ala y la Novena Ala, donde se encontraría “La Secuencia” o Su Gua.
Otras versiones más completas como la de Richard Wilhelm, incorporan más elementos.
La versión de Wilhelm presenta el libro en tres grandes secciones, con los textos más
antiguos en la primera y reservando la segunda y la tercera para Las diez alas. Esta
traducción alemana fue a su vez traducida en 1949 al inglés y en 1950 al italiano. Una
nueva versión, publicada en 1948, llevaba un prólogo del psiquiatra suizo Carl Jung,
autor de la teoría del inconsciente colectivo.
Originalmente el texto que hace referencia a los signos no esta dispuesto de esta
manera, es decir, por hexagramas, sino que se divide por las distintas secciones. De esta
otra forma, si uno quisiera consultar un hexagrama en particular, debería hacerlo
fraccionadamente, saltando de un capitulo a otro.
En la década de 1970, los arqueólogos chinos descubrieron tumbas intactas Han dinastía
de la época en Mawangdui cerca de Changsha, provincia de Hunan. Una de las tumbas
contenían los textos de seda Mawangdui, una nueva versión texto del siglo II del Yijing,
el Tao Te King y otras obras, en su mayoría similares pero difieren en algunos aspectos
de la recibida, o de los textos tradicionales conservan históricamente. Esta versión del
Yijing, a pesar de su forma textual, pertenece a la misma tradición textual como el texto
estándar, lo que sugiere que fue preparado a partir de una versión de texto de edad para
el uso de su patrón Han.
En lugar de ser la obra de una o varias figuras legendarias o históricas, el texto
adivinatorio núcleo se piensa que es una acumulación de los conceptos adivinatorios de
los Zhou Occidentales. Según Daniel Woolf, el texto llegó a una "forma definitiva" al
final del segundo milenio antes de Cristo.

USO ORACULAR
 
El Yijing no encara fundamentalmente el problema de realizar o no determinadas
acciones, sino el cómo, la manera correcta apropiada de realizarlas, sin ofrecer pruebas
ni resultados.
No requiere interpretaciones particulares, ni artificios, ni conocimientos particulares
para su consulta. Cualquiera que aplique su sentido común puede entender el sentido de
las respuestas. Ello tiene especial aplicación en cuanto al sector oculto, al inconsciente
del hombre.
Ayuda a comprender cómo se generan y se producen los cambios en nuestras
circunstancias y en nosotros mismos. Este milenario libro nos indica la dirección natural
o de menor resistencia al cambio que presenta la situación en la que nos encontramos.

15  
 
La posibilidad de descubrir y desenmascarar las contradicciones que se esconden tras
las apariencias y llegar a comprender los cambios que se producen en nuestra vida, es
principalmente lo que ofrece el Yijing a través de la estructura de ideas representadas en
los diferentes símbolos y hexagramas y de las relaciones que se establecen entre las
mismas.
Si consiguiésemos comprender de antemano las posibles consecuencias de una
determinada idea, palabra, hecho o actitud, algunos podrían creer que están adivinando
el futuro, aunque realmente, se trataría de una simple previsión, resultado de la
comprensión de la relación que existe entre los acontecimientos.
El Yijing se expresa mediante una serie de ideas mostradas en imágenes naturales
como expliqué anteriormente (cielo, Tierra, Montaña, Lago, Viento, Trueno, Agua,
Fuego). Estas imágenes son “pautas” que nos permiten comprender el proceso en el
que estamos viviendo y aclararnos la trama oculta de lo que ocurre. Es un modo de
representar cómo se desarrolla el “Espíritu de las Cosas” en ese “Flujo del Tiempo”.
El Yijing establece un criterio básico de realidad: acorde o desacorde a la armonía,
ventura o desventura, ganancia o perdida. Conforme a ello podemos continuar nuestro
trayecto o bien retroceder y tomar otro curso que nos favorezca más para alcanzar
nuestra meta. Esto es así porque el Yijing se basa en detectar el rumbo del movimiento,
la dirección de la fuerza que está presente en nuestra vida. La tendencia puede ser
fortalecida o debilitada mediante nuestro hacer o no-hacer, permitiendo así que seamos
partícipes de los acontecimientos que vivimos.
El Libro de los Cambios nos ofrece su Consejo, una serie de recomendaciones surgidas
de miles de años de estudio para conseguir la meta.
La profundidad y seriedad de sus recomendaciones han hecho que se le denomine “El
Anciano”, y aglutina en él toda la esencia del pensamiento oriental más elaborado.
Ofrece la comprensión de la situación, base funcional de la cultura china, y además
aconseja para armonizarse con la trama de las cosas y con el Tao.
Se trata de lograr el camino acertado, de buscar la armonía adaptándonos activa o
pasivamente a lo que ocurre según el criterio que consigamos obtener ante ese
corriente de acontecimientos que vivimos.
Para comprender el Yijing resulta fundamental el concepto que Jung llamó de
"sincronicidad". Atañe a que la coincidencia de acontecimientos en el tiempo y en el
espacio es más que una casualidad. Existiría una interdependencia de los
acontecimientos objetivos entre sí y en relación con los estados subjetivos con la
psiquis de él o los observadores.
Los 64 hexagramas son otros tantos instrumentos para comprender el significado de
otras tantas situaciones básicas.
Una parte, que para la mente occidental puede parecer insignificante, entra en contacto
con el todo y adquiere por ese contacto las cualidades del momento. El hexagrama que
se obtiene indica las cualidades dominantes al momento de su origen.
Cuando se trata de interpretar el oráculo, al momento de leer las líneas sólo interesan las
que corresponden a los números 6 o 9; las demás no tienen significado independiente, y
por lo tanto no deben ser tomadas en consideración.
Las manipulaciones con varillas o monedas permiten que lo inconsciente del hombre se
active a fin de traer a luz todos los factores, conocidos y ocultos de una situación.
Siempre para consultar el oráculo hay que enfrentarlo con el espíritu tranquilo y
claridad en la mente.
Subyace en todo el Yi Jing la idea del cambio, que a su vez implica permanencia.
Originalmente existen todas las cosas, que se transmutan y modifican constantemente
para retornar a sí mismas.

16  
 
Métodos de interpretación
El método más antiguo para la fundición de los hexagramas, el método tallo
milenrama, fue gradualmente reemplazado durante la dinastía Han por el método de las
tres monedas y el método de tallo milenrama se perdió. Con el método de la moneda,
la probabilidad de yin o yang es igual, mientras que con el método de tallo milenrama
recreado de Zhu Xi, la probabilidad de antiguo yang es tres veces mayor que el antiguo
yin.

• Método del tallo milenrama:

Se usaban cincuenta varitas de madera especial (achilea, también llamado milenrama).


En Occidente, los más devotos consultores del Yijing las importan y guardan en cajas
especiales.
Se comienza por apartar una vara, que no entra en el movimiento. Quedan 49 que,
quien consulte el Yijing debe dividir en dos lotes, al azar, dejando uno a su derecha y el
otro a su izquierda.
Se saca una vara del haz que se encuentra a mano derecha y se coloca entre el dedo
meñique y el anular de la mano izquierda. Luego, del haz que está a la izquierda se van
eliminando varas en grupos de a cuatro, hasta que queden en un haz cuatro o menos.
Este sobrante se coloca entre el dedo anular y el medio de la mano izquierda.
Luego se realiza la misma operación con el haz de: la derecha, y cuando quedan cuatro
o menos, estas varas se colocan entre el dedo medio y el índice de la misma mano
izquierda.
La suma de varitas sujetas entre los dedos de la mano izquierda dará necesariamente 9
o 5. Enseguida debe desecharse la vara colocada entre el meñique y el anular; se
obtiene así un número 8 o 4. El cuatro se considera como una unidad numérica
completa y se le asigna y anota valor de 3. El ocho se considera como una doble
unidad y se anotan 2. Por ende, si en la primera vez la suma de varillas dio 9, se
anotará un dos; si 5, un 3.
Las varillas colocadas en la mano se apartan. Las restantes -que habían sido separadas
en lotes de a cuatro- se juntan para nuevamente dividirlas en dos haces y repetir la
operación completa. Hay que decir que se saca una vara del haz de la derecha y se
coloca entre el meñique y el anular; luego las varas de izquierda se eliminan en grupos
de a cuatro, hasta que queden cuatro o menos que se colocan entre el anular y el medio
y luego se hace lo mismo con las varas de la derecha. Al sumar las varillas que sujeta
la mano el resultado debe ser 8 o 4. El 8 se anota como 2 y el 4 como 3. Esta vez se
incluye la primera varilla que se sujeta entre el meñique y el anular. La operación se
repite una vez más, y nuevamente el resultado será de 8 o 4, anotándose 2 o 3 para la
persona que consulta.
Al sumar los tres valores obtiene la primera línea.
- Si ella suma 9 (3 + 3 + 3) el resultado se denomina viejo yang; se transforma en una
línea positiva y se le asigna el símbolo de 0 o 0. Para dibujar el hexagrama se van
trazando líneas rectas o cortadas; en este caso, como la línea es positiva debe dibujarse
una línea recta .
- Si la suma da 6 (2 + 2 + 2) se denomina viejo yin, que se transforma en una línea
negativa y se representa por el signo de X o X. Para formar el hexagrama se dibuja en
este caso una línea quebrada.
Si la suma es 7 (2 + 3 + 2, o 3 + 2 + 2, o 2 + 2 + 3) se llama joven yang; se trata de una
17  
 
línea positiva que no se considera para su interpretación individual. Se le da como
símbolo y en él hexagrama se dibuja como línea recta.
- Si la suma es 8 (3 + 3 + 2, o 3 + 2 + 3, o 2 + 3 + 3) se denomina joven yin; es una
línea negativa que tampoco se considera para su lectura individual y que se designa por
el símbolo . En el hexagrama toma la forma de una línea quebrada.
Todo el procedimiento recién descrito se repite cinco veces más, hasta construir el
hexagrama (seis líneas). La primera vez se dibuja la línea que va en base del
hexagrama, y después las que van más arriba:
Por ejemplo:

N°17/1,3,5 N° 62
Si en la sexta manipulación la suma de varillas da
ocho-, el hexagrama final será este
Si la quinta vez resulta nueve
 
Si al tirar por cuarta vez las varillas se obtiene  
digamos 7, se dibuja o línea recta
Al sumar por tercera vez las varillas, si se vuelve a
obtener por ejemplo 6 se completa el trigrama
inferior:
Al completar el procedimiento por segunda vez se
obtuvo ocho, y es una línea cortada:
La primera vez que se sumaron las varillas se obtuvo
9 y se dibujó una línea recta con un círculo  
 
Quien consulte el Yijing deberá luego ubicar el hexagrama en el cuadro
correspondiente. El hexagrama aquí formado lleva el número 17 y se llama Sui,
seguimiento. Representa la situación actual sobre la que evoluciona la cuestión del
consultante. Este debe leer la explicación que viene inmediatamente después del signo,
así como el juicio general y la imagen. En la parte en que se habla de las líneas, sólo
deben interesarle aquellas que el número 6 o el 9, ya que las restantes no se adaptan a
su situación. Eso es todo. Los antiguos yin y yang, representados por las líneas 1, 3 y 5
se transforman en yin y yang jóvenes, que asociados con los yin y yang jóvenes
originales formarán un nuevo hexagrama (que en el ejemplo es el número 62). Este
nuevo hexagrama que representa la situación hacia la cual tiende la situación actual,
por los cambios aportados por las líneas 1,3 y 5. El consultante deberá leer entonces la
explicación del hexagrama 62, el juicio general y la imagen (sin tener en cuenta las
líneas cambiantes que no conciernen a la situación futura).

• Método de las monedas:

Se trata de un procedimiento más corto, para el que se emplean tres monedas idénticas.
Las monedas se lanzan seis veces al aire. Cada vez se obtiene una línea.
La "cara" de la moneda se considera como ying y se le asigna valor 2. El "cruz" de la
moneda se considera yang, con valor 3.
Si las tres monedas aparecen en yang (cruz) el valor es 9.
Si las tres monedas aparecen en ying, (cara), el valor es 6.
Dos ying y un yang dan 7, y Dos yang y un ying, 8.

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Cara Cara Cara 3+3+3 = 9 Viejo Yang (mutante)
 
Cara Cara Cruz 3+3+2 = 2   Joven Yin (estable)
Cara Cruz Cara 3+2+2 = 7 Joven Yang (estable)
Cruz Cruz Cruz 2+2+2 = 6 Viejo Yin (mutante)

Si se quiere simplificar más todavía :


La "cara" de la moneda se considera como yang y se le asigna valor 1.
El "cruz" de la moneda se considera yin, con valor 0. En una tirada del Yi Jing, las
monedas se contarán con el método simple de la siguiente manera:
- Si las tres monedas aparecen en yang (cara) el valor es (1 + 1 + 1= 3) →
 
(trazo yang cambiante).  
- Si las tres monedas aparecen en yin, (cruz), el valor es (0 + 0 + 0= 0) →
(trazo yin cambiante).  
- Dos yin y un yang dan (0 + 0 + 1 = 1) → (trazo yang fijo)
- Dos yang y un yin dan (0 + 1 + 1 = 2) → (trazo yin fijo)  
Los dos métodos son evidentemente equivalentes:

Cara Cara Cara = 3 o 9 Viejo Yang (mutante)


 
Cara Cara Cruz = 2 o 8   Joven Yin (estable)
Cara Cruz Cara = 1 o 7 Joven Yang (estable)
Cruz Cruz Cruz = 0 o 6 Viejo Yin (mutante)

El resto del procedimiento es igual al anterior. La primera vez que se lanzan las
monedas al aire constituye la línea de la .base; la segunda a la si- guiente, y así hasta
llegar a la cima.
Las líneas siempre se cuentan de abajo hacia arriba. El trazo inicial es entonces el más
inferior. Si el consultante obtiene 7 (1) el resultado es una línea Yang fuerte (joven)
que entra en la edificación del hexagrama, pero no es mutante (vieja), sino que es
estable y no posee ninguna significación particular. Si por el contrario obtiene 9 (3) la
línea es fuerte mutante (vieja) e inestable : su significación particular es así puesta en
valor y debe ser considerada a parte. Esto vale por todas las otras líneas del hexagrama.
El significado de la mutación particular de un hexagrama así constituido se obtiene en
la sección “las líneas” de cada hexagrama.
Esto es válido para todas las otras líneas luminosas y fuertes del libro entero [e
igualmente para todas las líneas oscuras y débiles determinadas por 8 (2) o 6 (0)]
En cada hexagrama los dos primeros trazos corresponden a la tierra, los dos siguientes
al mundo de los hombres y los dos últimos y superiores corresponden al cielo.
Como ya se ha dicho, todo hexagrama corresponde a una situación y a un conjunto de
acciones presentes. Un trazo viejo y mutante engendra un trazo joven y estable. Si el
hexagrama contiene líneas o trazos mutantes o viejos, engendra un nuevo hexagrama
que constituye el resultado de la situación y de las acciones presentes.

19  
 
INFLUENCIA EN OCCIDENTE
El texto, fue poco conocido en occidente hasta su primera versión en inglés, en 1882.
Primero fue introducido al mundo occidental por un misionero en finales de la dinastía
Ming y explicada por el matemático de Alemania con código binario, como he
explicado anteriormente. Yijing había afectado el confucianismo mucho y fue la
Fundación del taoísmo.
Los entendidos afirman que la traducción más fiel al espíritu oriental original es la del
alemán Richard Wilhelm, traducción hecha en 1923 por dicho sinólogo.
Aunque su excelente trabajo fue muy elogiado, el lector medio tenía dificultad para
comprenderlo. Posteriormente, aparecieron otras versiones en distintas lenguas y
distintos pensadores del siglo XX, como C.G. Jung y Hermann Hesse, quedaron
cautivados por el Yijing.
Pero pronto comenzó un desarrollo similar al acaecido en China dos mil años antes.
Aparecieron cada vez más comentarios y derivaciones modernas (el calendario Yijing,
el libro de medicina Yijing, el ordenador Yijing etc.), y el Libro de las Mutaciones
comenzó a ser considerado también como un libro para predecir el futuro, no solo
filosófico.
Son muchos los autores, músicos, compositores, guionistas de televisión, directores etc
los que han querido que el Yijing formara parte de su obra, en forma de símbolo, como
guiño en algunos comentarios, como letra de canciones (como por ejemplo en el primer
álbum de Pink Floyd, en el cual aparecen letras adaptadas del Yijing en una de sus
canciones), y así muchos occidentales que han considerado este clásico chino como
símbolo de oriente y China.
De esta manera, Michael Nylan señala la influencia considerable del Yijing en los
intelectuales de Europa y América. Es el más conocido de los cinco clásicos chinos y
sin duda, el libro chino más conocido.
Helmut Wilhelm comenta en su libro sobre el Yijing: "ya no se puede decir con certeza
si cualquiera de los materiales — y si los hay, cuánto — viene de la mano del propio
Confucio".
El psicólogo C. Gustav Jung se declaró uno de sus adeptos al Yijing. Concretamente
Jung calificó el Yijing tanto como una técnica de oráculo adivinatorio como un método
de exploración del inconsciente. Se recalca en el libro la preocupación por el cambio
constante en el aspecto de los acontecimientos. En el mundo occidental se considera
parte del esfuerzo humano encaminado a combatir o restringir la posibilidad de peligro
que implica todo cambio. Para la mentalidad china, en cambio, cualquier momento que
se tome como punto, de observación es en sí mismo resultante de toda una cadena
causal que abarca hasta los detalles más mínimos del devenir anterior.

20  
 
OPINIÓN PERSONAL
Después de haber estado empapándome sobre el Yijing y haberme estado informando
sobre su relación actual con Occidente, me he dado cuenta de varias cosas.
En primer lugar, aunque las traducciones occidentales sean buenas, la dimensión poética
del Yijing sigue siendo desconocida para Occidente. No se puede dejar la traducción de
el Libro de las Mutaciones solo en manos de los eruditos. Es hora de que lo hagan
también los artistas, de lo contrario seguirá llegando el Yijing a través de una literatura
pobre.
En segundo lugar, he percibido los lectores actuales en general prefiere precisamente el
aspecto místico e inconsciente del Yijing, y no dedica atención al carácter lógico y
consciente, a su estructura básica de sesenta y cuatro hexagramas. Esto se debe a que la
perspectiva de hallar respuesta a todas las preguntas en el antiguo libro adivinatorio,
lanzando monedas o realizando un ritual similar, resulta muy atractiva, especialmente
para los habitantes espiritualmente inseguros de Occidente. Y llevar a cabo un ritual no
requiere una gran habilidad, ni demasiado tiempo, ni tampoco fe.
Sin embargo, desde mi punto de vista, introducirse en la esencia del Yijing es muy
diferente. Significa ser consciente de todos los hexagramas, de sus significados y de las
relaciones que establecen entre sí. Al igual que significa darse cuenta de la cantidad de
manos que han pasado por el libro y han dejado parte de ellos. Eso sería lo que debería
de resultar atractivo tanto en Occidente como en Oriente, la riqueza que esta intrínseca
en el libro que a conseguido sobrevivir a lo largo de los milenios. Esto me hace pensar
en la repercusión tan grandísima tuvo que tener en la población china para su constante
protección durante tantísimos siglos.
Sin embargo, después de saber de su historia y comprender lo que significa, me
pregunto: quizás en el fondo sí que se trate en realidad de un libro “mágico” siendo
increíblemente curioso que todos los filósofos, reyes y eruditos que siglos pasados lo
han tenido en sus manos y que han conseguido comprender el verdadero significado del
Yijing no se hayan podido resistir a dejar un poquito de ellos mismos en el propio libro,
que es legado que nos llega ahora, la mezcla de todos y cada uno de los comentarios y
las versiones que se han estado haciendo de él a lo largo de los años, incluyendo
aclaraciones, pensamientos, explicaciones… esa es la magia del Yijing. Quizás por eso
tiene algo de sobrenatural. Quizás la finalidades “secundarias” sean predecir el futuro
como antaño o guiarnos para lograr nuestra armonía con el cambiante fluir de las
corrientes universales, como libro sapiencial que también es, y quizás el verdadero fin
del Yijing sea atraer a los lectores a que escriban en sus paginas, de manera que el
siguiente que lo coja sienta la satisfacción que da saber que van a leer una obra de arte
escrita no por un gran sabio, sino por muchísimos grandes sabios y además de
diferentes épocas y milenios. Cada uno con sus pensamientos y versiones.
Ojalá que dentro de tres mil años, los futuros lectores puedan datar parte de los
comentarios de este siglo, y del que viene, y del que viene, y así. Porque la verdadera
popularidad del libro, a parte de el grandísimo trabajo filosófico oriental que es
innegable, es el legado que siente el lector que le esta dejando. Todos han tenido la
oportunidad de dejar un poquito de ellos en la historia del Libro de los Cambios, esa es
la verdadera riqueza.

21  
 
BIBLIOGRAFÍA

! Libros:
- I Ching, el alma del oráculo del cambio. Autor: Gustavo Andrés Rocco. Editorial:
Kier.
- I Ching, consulte el antiguo oráculo. Autor: Oliver Perrottet. Editorial: De Vecchi.
- La construcción de China. Autora: Dolors Folch. Editorial: Atalaya
- Conocimientos comunes de la cultura china. Editorial: Sinolingua
- Los grandes maestros espirituales de oriente y occidente. Autor: Karl Jaspers.
Editorial: Tecnos
- Las setenta maravillas de China. Autor: Jonathan Fenby. Editorial: Blume.

! Revistas:
- Clio, Revista de Historia. Año 2013. Número 147.

! Documentales/Videos
- Oráculo I-Ching: Descripción y Tutorial del milenario I Ching
- 52 escalones al fin del mundo- El I Ching

! Páginas Webs:
http://www.britannica.com/EBchecked/topic/280306/Yijing
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