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LOS RITMOS DE APRENDIZAJE

Los ritmos de aprendizaje son las capacidades y aptitudes que tiene un alumno para aprender
y asimilar de una forma rápida o lenta los contenidos que se le explican. Estos ritmos son
desatendidos a menudo en el sistema educativo, que muchas veces tiende a homogeneizar
la forma y ritmo de aprendizaje.
Cada alumno es diferente, por ello es muy importante que en el aula se respeten estos
tiempos lo máximo posible.
Los alumnos con Necesidades Educativas Especiales (N.E.E) también muestran diferentes
capacidades y aptitudes ante el aprendizaje y por ello deben ser atendidos sus ritmos, como
los de cualquier otro alumno.
La individualidad de los estudiantes en el proceso de aprendizaje es la piedra angular de un
enfoque educativo centrado en el alumno, donde la comprensión del estudiante y de su
realidad se torna elemental.
Factores cognitivos como el proceso natural y voluntario del aprendizaje, afectivos como la
curiosidad y la creatividad, y del desarrollo, como las interacciones sociales y la comunicación
con los demás, son fundamentales a la hora de otorgar protagonismo a esta singularidad del
alumno.
Con el fin de ayudar a los alumnos a obtener un desarrollo integral e incentivar la creatividad,
curiosidad por aprender y la motivación de los alumnos, pedagogos del siglo XX como María
Montessori han establecido sistemas de aprendizaje basados en el trabajo del niño y en la
colaboración adulto-niño. Según el método Montessori, “la escuela no es un lugar donde el
maestro transmite conocimientos, sino un lugar donde la inteligencia y la parte psíquica del
niño se desarrollarán a través de un trabajo libre con material didáctico especializado”.

Los ritmos de aprendizajes: son la capacidad que tiene una persona para aprender de forma
rápida o lenta un contenido.
Ritmo de aprendizaje rápido: capaz de aprender unos contenidos mucho más rápido que el
promedio. Se dice que un alumno tiene un ritmo de aprendizaje rápido cuando realiza o
aprende un procedimiento una sola vez. Sorprende por su rapidez al realizar actividades y su
gran capacidad de retención de información a corto y largo plazo.
Ritmo de aprendizaje moderado: Un niño o niña con ritmo de aprendizaje moderado se
encuentra dentro de la media de su grupo. Realiza las actividades en el tiempo que se
determina para ello y suele retener grandes cantidades de información o realizar
procedimientos después de analizarlos o probarlos.
Ritmo de aprendizaje lento: tienen dificultades para seguir un ritmo de aprendizaje “normal” o
adecuado, problemas de memoria, baja capacidad de atención a estímulos verbales y de
expresión. Lentitud para procesar la información escolar y para seguir el ritmo de aprendizaje
del resto de sus compañeros y compañeras.
Baja motivación para aprender, acompañada de una baja autoestima. La necesidad de
repetir las cosas muchas veces para que se le “graben”, su forma de razonar es sencilla
“prefieren lo práctico y concreto”, sus periodos de atención son bajos, son mejores en tareas
cortas, algunos son tímidos y se les dificulta las relaciones interpersonales.

¿Cómo podemos apoyar a estos niños y niñas, para facilitar el proceso de aprendizaje?
• Al momento de dar instrucciones, utilice un lenguaje claro y sencilla, puede pedirle que le
explique que comprendió.
• A la hora de estudiar eliminar distracciones.
• Elogiar sus logros por pequeños que sea.
• No desvalorizar con frases.
Y recuerda que hacerlos sentir amados y seguros es el mejor apoyo que puedes darle.

Respetar los diferentes ritmos y estilos de aprendizaje

Resulta imprescindible que tanto maestros como padres respeten el estilo y ritmo de
aprendizaje de un niño o niña. Ningún niño es igual a otro y no se puede exigir lo mismo a
todos. Las capacidades de los alumnos pueden ser muy diferentes entre sí y se debe tener
en cuenta para respetarlo y que los niños no caigan injustamente en la frustración de sus
posibilidades por haber sido tratados de forma inadecuada y sin haber sido respetados en
cuanto a su ritmo de aprendizaje.
Los problemas se desarrollan cuando los maestros y los alumnos no coinciden en la manera
de enseñar y en la forma de aprender. En este sentido, hay niños que piensan que hay
mejores profesores que otros, pero esto radica en la capacidad del docente de poder dar más
oportunidades a quién realmente lo necesita o en comprender y respetar las necesidades
individuales.
En caso de que no se respeten las necesidades individuales y educativas de los niños y niñas
tanto en casa como en la escuela, es probable que el niño además de sentirse invadido,
sienta que no es capaz de conseguir las cosas, que es inferior al resto de compañeros y a
causa de todo esto sientan gran frustración que les impedirá avanzar… y son cosas
totalmente evitables respetando su estilo y ritmo de aprendizaje.

Los ritmos de aprendizajes los podemos definir como la capacidad que tiene un individuo
para aprender de forma rápida o lenta un contenido. Los ritmos de aprendizaje tienen
especial vinculación con los siguientes factores:
Ø Edad del individuo
Ø Madurez psicológica
Ø Condición neurológica
Ø Motivación, preparación previa
Ø Dominio cognitivo de estrategias
Ø Uso de inteligencias múltiples
Ø Estimulación hemisférica cerebral,
Ø Nutrición.

Todos tenemos diferente ritmo de aprendizaje, entre ellos se pueden mencionar:

https://es.calameo.com/read/0045659301a48d3bdb23e

http://educaflash.com/5-motivos-por-los-que-respetar-el-ritmo-de-aprendizaje-de-los-ninos/

http://ovejarosa.com/el-respeto-por-el-ritmo-de-aprendizaje-de-nuestros-hijos/
Un conejo, un pájaro, un pez, una ardilla, un pato
y el resto de los animales, se reunieron para fundar un colegio
y se sentaron a redactar el programa de estudios.
El conejo quiso que en el programa se incluyera la carrera.
El pájaro quiso que se incluyera la técnica de volar. El pez, la natación.
La ardilla insistió que debía agregarse el modo de treparse a los árboles
en forma perpendicular. Los demás animales quisieron incluir su especialidad en el
programa, de modo que anotaron todo y cometieron el glorioso error de exigir
que todos los animales cursasen la totalidad de las materias.
El conejo era excelente en carrera; nadie corría tan bien como él,
pero le exigieron que aprendiera a volar como conveniente disciplina intelectual
y emocional. Lo subieron al árbol y le ordenaron: ¡Vuela, conejo!
Y el pobrecito se largó, se quebró una pata y se fracturó el cráneo.
Quedó con una lesión cerebral y ya no pudo correr bien,
de manera que obtener la máxima calificación en carrera, obtuvo una inferior,
y sacó la mínima en vuelo puesto que estaba aprendiendo.
Y el consejo de estudios estaba feliz.
Lo mismo le sucedió al pájaro. Era capaz de volar por todas partes,
dar volteretas y se sacaba la nota más alta, hasta que le pidieron que cavara
hoyos en la tierra como un topo. Por supuesto que se quebró las alas y el pico,
y no pudo volar más, pero sus maestros se contentaron con bajarle
la calificación en vuelo. Y así sucesivamente.
¿Y saben quién fue el alumno que dijo el discurso de despedida
el día de la graduación? Una anguila retardada mental porque
podía hacer todo relativamente bien. El búho abandonó los estudios
y ahora vota en contra de todos los impuestos que quieran
implantarse para promover la educación.

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