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TESTIMONIOS
En México, la vida vale poco, por no decir casi nada. La enseñanza de las
matemáticas para los súbditos del narcoEstado está dirigida a objetivos muy
precisos: contar los compañeros o familiares muertos, agregar peso a peso hasta
llegar a los 64 que le pagan cada día a más del 30% de la población para que
sepan el amontar de las propinas que les dejan sus amos o saber contar hasta 43
por los Héroes de Ayotzinapa, del uno al 22 mil por el número de los
desaparecidos o hasta el 150 mil por el número de los muertos, “efectos
colaterales “ de la guerra santa del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa.
El 12 de diciembre de 2011, día de la Virgen de Guadalupe, “la fecha más
importante del calendario espiritual del mexicano” fueron asesinados a mansalva
“nuestros compañeros y amigos por la exigencia hecha al gobierno de respetar
las matrículas de 140 alumnos que cada año ingresan, pero que cada año buscan
reducirnos. El 12 de diciembre salimos a la calle para pedirle al gobierno que
respetasen este hecho, la respuesta que parece ser la única que el gobierno es
capaz de ofrecer, fueron las balas, el gas y el terror. Y hasta hoy en día no hay un
solo culpable, México es el país de la impunidad. Un país de irresponsables. El
país de los “yo no fui”.
El 26 de septiembre se vuelve a emplear el discurso de la bala, que da como
resultado la muerte. Días después del 12 de diciembre, la Comisión Nacional de
Derechos Humanos (CNDH), realizó una recomendación al gobierno de emplear
el diálogo y no la tortura. A tres años de ese hecho. ¿para que sirvió la
recomendación de la CNDH? ¡Para volver a tener a tres compañeros asesinados!:
Daniel Solís Gallardo, Julio César Ramírez Nava y César Mondragón Fontes, este
ultimo desollado como animal de matadero y al que le extrajeron además un ojo.
A tres años de la recomendación de la CNDH, la dura realidad se impone y
vivimos la desaparición de 43 estudiantes y 6 más heridos, que actualmente
reciben atención médica, debido a las heridas producidas por el uso de armas
largas por parte de sus agresores. Lo más grave es que este abuso de autoridad
devino sistémico, la forma connatural de ser del gobierno de Enrique Peña Nieta
y que lo vemos en todo el país, conforma ya nuestra cotidianidad. ¿Cómo puede
ser que desaparezcan 43 estudiantes y a más de 3 meses de lo ocurrido no haya
habido justicia, pues la respuesta no está ajustada a los cánones del método
científico sino a la fantasía tecnocrática del procurador de la república.
1
“A saber, por lo menos 100 000 muertos, más los 60 000 de migrantes centro y
sudamericanos” (F.Matrogiovanni, 2014:11)”
nosotros, que no sabemos qué ha pasado con nuestros hijos. Para ellos son sólo
carne, hueso y nada más, para nosotros son nuestros hijos, nuestros recuerdos,
nuestras alegrías y ahorita nuestra angustia más honda. La policía nos dice ya
llévenselos, ya no digan nada más, ya cállense. Sin estudios, sin nada que avale
que sean nuestros hijos, no se dan cuenta del dolor de perder un hijo de tan sólo
22 años”.
2
Menos de 6 mil euros.
“El día 15 de noviembre, nos reunimos con (Enrique) Peña Nieto, él estaba
acompañado por su gabinete (de gobierno) , en la sala habían 10 personas más.
Sólo habló Peña Nieto, le hacían preguntas y contestaba él que hasta el momento
no habían encontrado nada, que iban a poner todo su esfuerzo. Se le exigió que
pusiesen en marcha toda la tecnología de inteligencia. Por el momento, a más de
dos meses, no sabemos nada de los desaparecidos.
Clemente Rodríguez, dice, “yo creo que están ocultando algo, que quieren que no
se descubra, parece que todos los aparatos que tienen son meros adornos, pero
son empleados como instrumentos para la represión. Ya que saben que si se
descubre van a caer políticos, policías y militares, (pues) hay mucha policía
involucrada. Por otro lado, muchos padres de familia no sólo de los estudiantes
no han querido denunciar nada, ya que decir algo, implica sentenciarse a muerte.
Pero a raíz de todo lo que estamos viendo ahorita, mucha gente se nos está
uniendo y está denunciando la desaparición de algún familiar. En Guerrero las
desapariciones forzadas han existido siempre, el problema es que no se atrevían
a llevar a cabo las denuncias. Guerrero en sí está hecho un camposanto. Pero las
autoridades nunca han dicho nada, nunca han hecho una investigación. En los
últimos días han llegado un grupo de 200 familias a Ayotzinapa, a solidarizarse
con nosotros. Todas estas familias tienen un elemento en común, que han tenido
un familiar desaparecido, sólo que no se habían atrevido a denunciar y nosotros
fuimos un impulso para que ellos levantasen la voz”.
“Todo tiene relación con el Ejército, éste último fue el que le vendió el terreno a
José Luis Abarca, alcalde de Iguala para poner un centro comercial en un terreno
que era del Batallón 27 de Infantería.”
“Desde hace años, los normalistas hemos sufrido estigmatización por parte del
gobierno, por el hecho de protestar, de tener ideales en favor de una educación
contextual y crítica. Para nosotros, la intimidación por parte de las fuerzas
represivas ha sido algo común. Siempre que hacemos boteo, es decir que
pedimos dinero a la ciudadanía, el ejército, la policía estatal y municipal vienen a
reprimirnos. Siempre “cortan cartucho” con nosotros, ya los conocemos. Si
hablamos de los años sesentas y setentas el ejército era la instancia experta en
desaparecer personas. A nosotros nos queda claro que son ellos, que el día de los
hechos el ejército llego reprimiendo a los compañeros, golpeando con las armas
largas a nuestros compañeros, amenazándolos. Nosotros sabemos que el terreno
que esta enfrente al cuartel militar, se lo donó el propio ejército a José Luis
Abarca Velázquez, el alcalde de Iguala, es decir existía una relación estrecha
entre ambas instancias. A nosotros nos queda claro, el ejército nunca presto
ayuda a los compañeros, al contrario los insultaban y los amenazaban. Tanto el
narcotráfico como los policías nos amenazaban.
Históricamente el Estado ha querido erradicar a las normales rurales, pero en
específico a la Normal Rural “Isidro Burgos” de Ayotzinapa, ya que siempre han
querido cerrarla. Una de las razones es porque todos los años no nos quieren
(permitir) nuevos ingresos, las ciento cuarenta matrículas que tenemos todos
los años, se nos niegan para el nuevo ciclo escolar, ya que somos los propios
estudiantes quienes gestionamos esas matrículas, ya que el gobierno no es el que
gestiona esas actividades, sino nosotros. Hace dos años nos quitaron ocho
matrículas y lo que buscan es que ya no haya nuevos estudiantes que ingresen.
Lo cierto es que están buscan eliminar la única forma de educación que tiene el
campesino mexicano.
Andrés Catalán:
3
Casi tres euros.
4
Dos euros.
Este último, a quién le fue arrancado un ojo, deja a una a su esposa como viuda y
a una niña sin padre. Nos narra Andrés, que la última vez que los vio fue el día 25
de septiembre, un día antes de lo ocurrido, en el módulo de producción donde se
cultivan milpas, hortalizas, criaderos de puercos y gallinas, etc. Ese día comenta
estuvieron trabajando la tierra. Nos cuenta que Mondragón era un estudiante
muy activo, siempre se poní zona campesina. en 20siempre se
ponos de puercos, gallinas etc.. Eseduenta que provienen de una zona campesina.
en 20ía enfrente a la hora de hacer boteo. Nos comenta que era muy conversador
y que le gustaba hablar de su familia, de su hija, la cual no volverá a ver. A Julio
César le gustaba la música, era el cornetista de la banda y todas las tardes
ensayaba con la banda de guerra.
“En todos los municipios aledaños estaba como Iguala: luchadores sociales
asesinados, mujeres, campesinos, el sector pobre. Adquiriendo así una
aparentemente no guerra contra el narcotráfico, sino una guerra dedicada a la
limpieza social. Todo orquestado con el crimen organizado.
“Después del asesinato de Sánchez Cardona, militante perredista, las autoridades
federales que estaban enteradas de la presunta culpabilidad del presidente
municipal, José Luis Abarca, optaron por no hacer nada. Cocula, Tixtla, Chilapa
Chilpancingo, Acapulco estos municipios están llenos de impunidad. Nos explica
que en Iguala, el crimen organizado le daba una cuota al presidente municipal a
cambio de dejar operar al grupo criminal en la zona. La única autoridad que
realmente protege a la sociedad es la policía comunitaria. González Molina un
dirigente de la policía comunitario fue detenido y hasta hoy en día sigue preso en
una cárcel de máxima seguridad. Por el hecho de denunciar a la policía. En el
municipio de Olinalá, Néstora Salgado, una de las principales fundadoras de la
policía comunitaria, la cual había logrado mantener la situación en tranquilidad
fue arrestada por el gobierno. Hoy en día tiene cargos de terrorismo, cuando lo
único que hizo fue defender a su gente. Lo que les decimos a las autoridades es
que no nos van a callar, les decimos que tenemos los pantalones bien amarrados.
Aunque nos desaparezcan, seguiremos en la lucha. Pese a que a más de dos
meses de lo ocurrido en esa orgía de la barbarie, han continuado las amenazas.
“Néstora Salgado sigue presa en Nayarit, en una prisión de máxima seguridad,
incomunicada y alejada por medio de la violencia geográfica y económica que
dificulta que sus amigos y familiares puedan ir a visitarla. Debido a los costos que
implica el pago de desplazamiento aunado a las “mordidas” o cuotas que hay que
pagar a los guardias del penitenciario. Esa ha sido la operación que ha habido en
estos últimos dos sexenios. Desaparecer o encarcelar a la disidencia, asesinar a
aquellos que han querido defender a su comunidad oponiéndose al crimen
organizado y al gobierno que, como sabemos, perfectamente son lo mismo.
“La ultima vez que vimos a nuestros compañeros fue el día 26 de septiembre a
las cinco de la tarde, nosotros estábamos en módulos de producción. En la noche,
un compañero que estaba en el autobús nos habló, diciendo que estaban
disparando directamente sobre el autobús en el que iban nuestros compañeros,
matándolos a mansalva. Al recibir esta noticia, nos subimos inmediatamente a
una Suburban y a los dos únicos coches que tenemos para trasladarnos, nos
dirigimos hacia ellos. Ambos autos se llenaron de “volada”. No pudimos ir todos,
ya que somos 520 estudiantes de la Normal Rural. Cuándo llegaron comenzaron
a dispararnos.
A los dos días de los ocurrido en Iguala, llegó un fuerte operativo, entre ellos de
la gendarmería, el supuesto cuerpo policiaco mejor entrenado del ejército. La
verdad es que no hacen nada, no se suben a los cerros. Nosotros fuimos con dos
padres de familia a un cerro, donde se decía podían estar los cuerpos, en un
mirador, donde por cierto se encuentra una casa muy grande y lujosa del
hermano de José Luis Abraca.”
“¿Por qué están yendo allí? ¿Saben algo? ¿Están implicados en ello?” “Nos
imputaban que nosotros los estábamos mandando como carnada a Iguala. Lo que
si sabemos es que los únicos que están realizando el trabajo de búsqueda son los
padres de familia y nosotros, sus compañeros. Es sabido que el 17 de julio fueron
desaparecidos 31 estudiantes de secundaria en el municipio de Cocula, pero el
caso quedo en silencio por temor a represalias en contra de los familiares que
tuvieron que tragarse la tristeza de no saber nada del destino de sus hijos o
nietos. Ya que es regla, que quién habla corre el riesgo de ser desaparecido. En
este momento hay 200 familias haciendo pruebas de ADN para dar con el
paradero de algún familiar desaparecido en alguna de las tantas fosas comunes
que nacen en Guerrero y en el país. “
“El hermano de José Luis Abraca, fue interrogado por la policía, pero siempre dijo
que desconocía las actividades que realizaba su hermano. Cuando es bien sabido
que toda la familia Abarca ocupaba puestos en el gobierno.
Lo que nos preocupa es que el crimen organizado vaya a tomar represalias
contra nosotros y los familiares cuándo se calme la situación de los 43
estudiantes en los medios y las universidades. La estructura de los Guerreros
Unidos sigue intacta. Aún se siguen viendo a los vendedores de comida rápida,
vienen vienes que se encuentran en la calle, que fungen como halcones y ellos
siguen allí. El ejército pasa enfrente de ellos, y no los interroga, como claro reflejo
de que las autoridades federales y estatales están de lado de ellos, y no de la
gente.
La rutina laboral en gran parte de la región de la montaña alta, una zona de alta
marginalidad y pobreza es la producción de la amapola. Es normal que se alquile
la mano de obra barata e infantil para este tipo de actividades ilícitas. ¿Pero que
se puede hacer?, si las únicas alternativas que se tienen es irse a Estados Unidos
como migrante, y la otra cultivar amapola. Todo ello es producto de la falta de
educación y trabajo.
“Los niños hoy en día en esta zona, hablan de armas, de amapola y de muerte. En
tan solo ochos años esta región ha dado un salto cuantitativo en el cambio
cultural. Tomando en cuenta que hoy en día casi todas las escuelas piden cuotas,
lo que vuelve imposible poder pagarlas. Es entonces la Normal Rural la única
salida posible a la pobreza. Así lo marca el artículo Tercero de la Constitución y lo
que hemos hecho es defender nuestro derecho. Cada año más de 800 alumnos
presentan solicitud para formar parte de la escuela, desafortunadamente la
matrícula es de tan sólo 140 y lo que busca el gobierno es quitar cada año más
matrículas.”
“Nos sorprendió ver la violencia ejercida por parte de la policía en contra de los
manifestantes en la Ciudad de México. El saber después que eran trasladados a
penales de máxima seguridad. ¿Ese es el precio por el derecho de manifestarnos en
este país? Para nosotros fue el Estado el responsable de los hechos ocurridos en
Iguala. Todo esto se venía orquestando desde tiempo atrás. Han querido manipular la
información, como cuando encontraron las primeras fosas clandestinas y la
Procuraduría afirmó que esas fosas correspondían a las de los 43 estudiantes, pero
cuándo vieron que los peritos argentinos iban a revisar los casos, la Procuraduría dio
marcha atrás a lo anteriormente dicho.Es decir, están buscando engañarnos, hasta en
eso, en la muerte y el sentimiento.”
“Mi sueño es ser maestro en Ayotzinapa, en ser un futuro docente, en volver a mi
comunidad y dar clases y mostrarle a mi gente lo que está pasando. Aspiro a un
trabajo digno y aunque el gobierno nos difame, diciendo que somos holgazanes y
terroristas, que hay que cerrar las escuelas rurales, les decimos que se equivocan,
porque nuestras clases además se componen de un número reducido de estudiantes.
Ya que entre menos alumnos tenga un profesor, el alumno le saca más jugo a la
educación.
“El abandono institucional del Estado en materia de educación ha obligado a la propia
comunidad a hacer sus propias escuelas. Ha habido marchas por parte de
comunidades que exigen la creación de nuevas escuelas normales rurales y de
maestros. El gobierno mientras tanto, quiere cerrarlas.
“La pregunta que nos hemos hecho es: ¿Hasta dónde queremos llegar? ¿Hasta
dónde estamos dispuestos a llegar?¿Qué vamos hacer? Esa es la pregunta que
nos hacemos todos los días”.
Vuelve a tomar la palabra Clemente Rodríguez Moreno, padre de Cristian
Rodríguez Telumbre. Nos comenta acerca de su hijo, y sobre su nostalgia de
volver a verlo, de la nostalgia de sus pláticas y su sonrisa. Nos dice que el último
día que lo vio fue el día 24 de septiembre, es decir dos días antes de la tragedia.
Ese día, Cristián le dijo a su padre que quería hacer más, que quería aprender
más. “Me dijo que quería ser agrónomo. Decía que quería emplear todo lo que
había aprendido en la Normal Rural y aplicarlo en la comunidad. Llevar el
estudio a la comunidad, a los niños sin oportunidad de estudiar. Muchos padres
de familia consideran que es una pérdida de tiempo mandar a sus hijos a la
escuela.”