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El muy cómico lamento de Píramo y Tisbe

(un interludio)

MURO: Así es como Muro su papel termina y, ya terminado, Muro se retira.

El sueño de una noche de verano

(acto quinto, escena primera)

TISBE: Y ya no está aquí.

PÍRAMO: Nos separaba. Nos añorábamos. Nos distanciamos.

TISBE: Siempre estaba pensando en él.

PÍRAMO: Pensaba que estabas pensando en mí.

TISBE: ¡No, no! (Le da un beso). Cuántas veces te he tranquilizado. Pero estoy
hablando de lo que no dije. Con cada frase que pronunciaba, había otra, media
frase no dicha: «Y el muro…». Ejemplo: Voy al Paris Bar.

PÍRAMO: «Y el muro…».

TISBE: Ejemplo: ¿Qué ponen en el Arsenal esta noche?

PÍRAMO: «Y el muro…».

TISBE: Ejemplo: Lo de los turcos en Kreuzberg es terrible.

PÍRAMO: «Y el muro…».
TISBE: Precisamente.

PÍRAMO: Fue una tragedia. ¿Ahora será una comedia?

TISBE: No seremos normales, ¿verdad?

PÍRAMO: ¿Eso quiere decir que podemos hacer lo que nos venga en gana?

TISBE: Me empiezo a sentir un poco nostálgica. Ah, el corazón humano es


muy veleidoso.

PÍRAMO: ¡Tisbe!

TISBE: ¡No me refiero a ti, querido! Ya sabes que siempre seré tuya. Quiero
decir, tú siempre serás mío. Pero por supuesto que es lo mismo, ¿no? No, estoy
pensando en… ya sabes. Lo echo en falta.

PÍRAMO: ¡Tisbe!

TISBE: Sólo un poco. (Mira el ceño fruncido de Píramo). Sonríe, querido. ¡Ay,
esta gente es tan seria!

PÍRAMO: He sufrido.

TISBE: Yo también, a mi modo. No como tú, claro. Pero no siempre fue fácil
por aquí tampoco.

PÍRAMO: No peleemos.

TISBE: ¿Pelear? ¿Nosotros? ¡Nunca! (Ruido de pica-muros). ¡Escucha! ¡Qué


sonido tan asombroso!

PÍRAMO: Ojalá hubiera traído mi grabadora. Es una Sony.

TISBE: Me alegra que ya puedas comprar lo que te apetezca. No me había


dado cuenta de que fueras tan pobre.

PÍRAMO: Fue terrible. Pero, ya sabes, fue bueno para fortalecer el carácter.

TISBE: ¿Ves? Hasta tú puedes lamentarte. Una artista norteamericana me lo


advirtió hace un año: Echarás de menos este muro. (Espía a algunos pica-muros
rociando de pintura su reserva de trozos del muro). Lo están mejorando.

PÍRAMO: No seamos nostálgicos.

TISBE: Pero estarás de acuerdo en que algo tuvo de bueno. Nos hizo
distintos.

PÍRAMO: Seguiremos siendo distintos.

TISBE: No sé. Tantos coches. Tanta basura. Los pordioseros. Los peatones no
esperan en la esquina a que el semáforo se ponga en verde. Los coches aparcados
en la acera.

Entra el Espíritu de Nueva York.

ESPÍRITU: Ah, ciudad, te reconozco. Tus bares sados, tus festivales de cine
independiente, tus ingentes cantidades de extranjeros de piel oscura, tus
depredadores de bienes raíces, tus tiendas art déco, tu racismo, tus restaurantes
mediterráneos, tus calles llenas de basura, tus mecánicos descorteses…

TISBE: ¡No! ¡Fuera de aquí! Esta es la Berkeley de Europa Central.

ESPÍRITU: Europa Central: un sueño. Tu Berkeley: un interludio. Esta será la


Nueva York de Europa: ese fue siempre su destino. Sólo pospuesto por apenas
sesenta años.

El Espíritu de Nueva York desaparece.

TISBE: Bien, imagino que no será tan malo. Puesto que Nueva York no es
América, esta ciudad no será…

PÍRAMO: Claro, claro, siempre que parezca gastada y también llena de


extranjeros inoportunos. (Suspira). No alberguemos muchas esperanzas.
TISBE: Ah, tengamos esperanzas. Seremos ricos. Sólo es dinero.

PÍRAMO: Y poder. Me va a gustar.

TISBE: No recibiremos nada que no merezcamos. Estamos juntos. Somos


libres.

PÍRAMO: Todo va muy deprisa. Y está costando demasiado.

TISBE: Nadie puede obligarnos a hacer lo que no queremos siempre que


estemos juntos.

PÍRAMO: Lo paso mal pensando en los que tienen peor suerte que nosotros.
Pero a veces lo recordaremos, ¿o no?

TISBE: Quiero olvidar estas historias viejas.

PÍRAMO: La historia es añoranza.

TISBE: Anímate, querido. El mundo está dividido en viejo y nuevo. Y


siempre estaremos en el bando de los buenos. Desde ahora.

PÍRAMO: Goethe dijo…

TISBE: Ay, Goethe no.

PÍRAMO: De acuerdo.

TISBE: En un texto de Walter Benjamin…

PÍRAMO: ¡No, tampoco Benjamin!

TISBE: Bien. (Permanecen callados unos momentos). Demos un paseo.

Miran una procesión de vendedores,

entre ellos algunos soldados rusos,

que cruzan un campo vacío.


PÍRAMO: Y pensar que esa era una tierra de nadie.

TISBE: ¿Qué venden?

PÍRAMO: De todo. Todo está en venta.

TISBE: Di que es mejor. ¡Por favor!

PÍRAMO: Claro que es mejor. No tenemos que morir.

TISBE: Entonces sigamos celebrándolo. Toma un poco de champán. Tómate


una River Cola.

Beben.

PÍRAMO: Libertad al fin.

TISBE: Pero no tires la lata al suelo.

PÍRAMO: ¿Por quién me tomas?

TISBE: Perdona. Es que… lo siento. Sí, la libertad.

Telón.

[1991]
«Cuestiones de viaje» apareció en Times Literary Supplement el 22 de junio de
1984.

«La idea de Europa (otra elegía más)» fue en un principio una conferencia
durante un simposio sobre Europa organizado en Berlín a finales de mayo de 1988.

«El muy cómico lamento de Píramo y Tisbe (un interludio)» fue escrito para
el catálogo de una exposición de arte en Berlín y publicado en traducción alemana
en Die Endlichkeit der Freiheit Berlin 1990, en edición de Wulf Herzongerath,
Joachim Sartorius y Christoph Tannert (Edition Hentrich, 1990). Apareció en inglés
en The New Yorker (4 de marzo de 1991).

«Respuestas a un cuestionario» fue escrito en julio de 1997 como respuesta a


una encuesta enviada por una revista literaria francesa. Se publicó, en francés, en
«Enquête: Que peuvent les intellectuels? 36 écrivains répondent», La Règle du Jeu,
21 (1998).

«Esperando a Godot en Sarajevo» se publicó por primera vez en The New


York Review of Books, el 21 de octubre de 1993.

«“Allí” y “aquí”» apareció en The Nation, el 25 de diciembre de 1995. La


traducción de la versión original, muy modificada posteriormente por la autora, es
de Marta Pessarrodona y fue publicada en El País el 24 de diciembre de 1995.

«Joseph Brodsky» fue escrito como epílogo a Joseph Brodsky/Leningrad


Fragments de Mijail Lemkin (Farrar, Straus and Giroux, 1998).

«Traducida», una conferencia pronunciada en noviembre de 1995 en un


simposio sobre traducción celebrado en la Universidad de Columbia y organizado
por Francesco Pellizzi, director de Res, se publicó en Res 32 (otoño de 1997).

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