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CAMPUS:
UCV FILIAL TARAPOTO
ESCUELA:
DOCTORADO EN GESTIÓN PÚBLICA Y GOBERNABILIDAD
ASIGNATURA:
SISTEMA ADMINISTRATIVO Y FUNCIONAL EN EL SECTOR PÚBLICO
TRABAJO INDIVIDUAL
El país está organizado en sistemas que son los conjuntos de principios, normas,
procedimientos, técnicas e instrumentos mediante los cuales se organizan las
actividades de la Administración Pública que necesitan ser realizadas por todas
las entidades de los Poderes del Estado, los Organismos Constitucionales y los
niveles de Gobierno.
Los poderes del Estado que son el Ejecutivo el legislativo y el Judicial, los
organismos constitucionales como Jurado Nacional de Elecciones (JNE), Oficina
Nacional de Procesos Electorales (ONPE), Registro Nacional de Identificación y
Estado Civil (RENIEC), Tribunal Constitucional (TC), Ministerio Público (MP),
Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), Banco Central de Reserva del Perú
(BCRP); y los niveles o estamentos de Gobierno como Gobiernos Regionales y
Gobiernos Locales. Según el Art. 45 de la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo,
cada uno de ellos está a cargo de un ente rector que es su autoridad técnico-
normativa a nivel nacional; dicta las normas y establece los procedimientos
relacionados con su ámbito; coordina su operación técnica y es responsable de
su correcto funcionamiento.
Estos sistemas en los que está organizado el Estado, se dividen en: Sistemas
Funcionales, que tienen por finalidad asegurar el cumplimiento de políticas
públicas que requieren la participación de todas o varias entidades del Estado; y
Sistemas Administrativos, que tienen por finalidad regular la utilización de los
recursos en las entidades de la administración pública, promoviendo la eficacia
y eficiencia en su uso.
Poder Ejecutivo
Por otra parte, los organismos electorales, en el marco de sus atribuciones deben
contribuir a la educación en ciudadanía de tal manera que la elección de quienes
deben representar sea responsable y se sienta corresponsable de los actos de
la persona que elige, tenga capacidad de cuestionar y hacer sentir es
descontento ciudadano utilizando los medios democráticos, asimismo los
organismos electorales en el Perú, al ser separados y con diferentes
atribuciones, se generan conflictos de competencia y debilita su poder, por lo
cual es necesario restablecer el constitucionalismo histórico del Perú mediante
la unificación de los organismos electorales, Oficina de Procesos Electorales
ONPE y al Registro Nacional de Identificación y Estado Civil -RENIEC en el
Jurado Nacional de Elecciones, el cual se constituiría como la máxima autoridad
en materia electoral y por ende en órgano rector, que permitirá retornar a un solo
organismo, autónomo y con poder, favoreciendo a la democracia y
gobernabilidad de nuestro país. El constitucionalismo histórico, hace referencia
a que el Jurado Nacional de Elecciones se mantuvo vigente por más de 60 años
como el único organismo electoral en el Perú, desde 1931, hasta su
desmembramiento en tres organizaciones electorales en 1993, así, el Jurado
Nacional de Elecciones se constituía como la más alta instancia electoral, con
total autonomía política, técnica, logística y jurisdiccional.
En cuanto a los estamentos sub nacionales del ejecutivo, es necesario precisar
que el Perú es un país históricamente centralista, por lo que superar estas taras
le ha costado y le seguirá costando al País, por más que se ha desarrollado
procesos descentralizadores estos no han logrado satisfacer las expectativas
ciudadanas, esto se debe a varios factores, por ejemplo el crecimiento
económico no ha sido equitativo ni uniforme entre las regiones, ya que aún
persisten grandes brechas en cobertura de servicios e infraestructura pública y
la pobreza en el ámbito rural continúa siendo alta, es casi el doble que la del
ámbito urbano según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática
INEI, esto a pesar de que el proceso de descentralización ha transferido
competencias y funciones y dotado de mayores recursos a los gobiernos sub
nacionales aún no han sabido gastar de manera eficaz y eficiente todos los
recursos que les han sido transferidos para cerrar las brechas existentes siendo
una constante la devolución de recursos económicos al tesoro público por una
deficiente, ineficaz e ineficiente gestión debido a la falta de competencias
necesarias en los servidores públicos convocados por las organizaciones
políticas que logran ostentar el poder político. El presupuesto manejado por los
gobiernos regionales y locales se ha incrementado significativamente según el
Ministerio de Economía y Finanzas, el Ejecutivos nacional ha realizado las
transferencias de atribuciones y ciertos niveles de autonomía, sin embargo estas
transferencias no han sido acompañadas de todos los recursos, capacidades y
controles necesarios para un gasto de calidad, acorde con la diversidad de
realidades regionales y locales, el resultado es un bajo, desigual y heterogéneo
desempeño de los sectores, gobiernos regionales y gobiernos locales.
Resumiendo, queda claro que las entidades públicas regionales y locales
cuentan con una limitada capacidad de gestión para proveer con eficacia,
eficiencia y transparencia los servicios públicos según las necesidades de los
ciudadanos. Existen importantes retos y oportunidades para mejorar el proceso
de descentralización y la calidad del gasto y acelerar el cierre de las brechas y
desigualdades entre regiones, las instancias sub nacionales no han podido hasta
ahora ponerse a la altura de las circunstancias debido a los problemas que lo
señalamos líneas arriba es necesario reforzar los procesos descentralizadores
en marcha ya que es una dinámica social y política de gran complejidad, en la
cual confluyen diversos factores económicos, fiscales, políticos, institucionales y
culturales. La descentralización por sí sola no es sinónimo de desarrollo, sino,
más bien tiene que complementarse con una serie de medidas económicas,
sociales, culturales, etc. Que le tienen que anteceder para que en conjunto se
logre un desarrollo mancomunado y duradero; es por ello que para descentralizar
nuestro país se tendría que seguir pasos concretos que nos sirvan a largo plazo
para la eficiente administración del Estado. Para cumplir como corresponde es
necesario tener un país totalmente comunicado, cosa que el Perú carece y como
segundo paso vendría a ser el desarrollo de las ciudades que puedan convertirse
en núcleos verdaderos de cohesión de regiones económicamente aisladas. La
descentralización desde el punto de vista político se centra en el derecho
democrático a la autonomía de los gobiernos regionales y locales y el costo fiscal
del gobierno central para asegurarlo.
Poder Judicial
Los jueces y fiscales, lejos de ser vistos con autoridad y respeto debido a su
talante honesto y alta preparación, son vistos ahora como vulgares delincuentes
que negocian la justica al mejor postor, esto empaña la imagen de instituciones
que deben necesariamente ser respetadas para garantizar la eficacia de su
trabajo. La elección de quienes deben asumir estas responsabilidades debe
basarse en un proceso estricto de selección, de lo contrario se corre el riesgo de
incorporar personal no calificado en lo profesional y ético. Siendo el sistema de
administración de justicia una de las piezas más importante de la estructura
institucional del Estado, y teniendo un Poder Judicial incapaz de dispensar y
administrar justicia de forma adecuada y aceptable para los agentes
económicos, sociales y políticos, es prácticamente imposible generar la
confianza en que las reglas del juego en otros ámbitos sean aplicadas en forma
imparcial y de acuerdo a los méritos de cada caso. Esto debilita los fundamentos
de la convivencia ciudadana, entre empresas y organizaciones de todo tipo, con
lo que se vuelve muy difícil sumar esfuerzos y concertar voluntades para lograr
los objetivos de desarrollo.
Pero así como se impone dotar a la Rama Jurisdiccional o Poder Judicial de una
estructura orgánica coherente para articular los órganos e instancias que
administran justicia, se requiere también afrontar la existencia de los restantes
órganos autónomos, previstos en la Constitución, cuya labor incide en el ámbito
judicial. Tenemos así los casos del Ministerio Público, que es el titular de la
acción penal y conduce la investigación del delito y representa a la sociedad en
juicio; del Consejo Nacional de la Magistratura, que selecciona, nombra,
promueve, ratifica y destituye a los magistrados del Poder Judicial y el Ministerio
Público; de la Academia de la Magistratura que forma y selecciona a los
aspirantes a la carrera judicial y capacita a los magistrados; del Tribunal
Constitucional, que ejerce el control de la Constitución y resuelve los casos
promovidos en uso de las acciones constitucionales de garantía; o del Jurado
Nacional de Elecciones, que administra justicia en materia electoral. En
resumen, es importante pasar de un poder judicial desacreditado a uno que
tenga una mejor organización, demuestre celeridad en los procesos, y no sea
visto como un enemigo del ciudadano
Poder Legislativo:
Por tanto, en cuanto a este poder del Estado es importante realizar cambios
profundos ya que su desacreditación permanente en los últimos años ha
conllevado al desequilibrio e incertidumbre al País, ciudadanos que no confían
en su poder legislativo difícilmente pueden sentirse representados en quienes lo
integran, por lo tanto el retorno de la doble cámara es urgente, a fin de establecer
filtros y garantizar la presencia de representantes capaces de ser vistos con
autoridad. Esta doble cámara frenaría la aprobación en tiempo record de leyes
que por su naturaleza no sean de beneficio para todos, por ejemplo una ley que
pretende ser aprobada para beneficiar a ciertos sectores y se realiza casi en
secreto o aprovechando “cortinas de humo” no serían viables, ya que para ser
aprobadas necesitarían de la aprobación de la otra cámara para ser promulgada
lo cual garantizaría un mejor análisis de la norma. Además la doble cámara
garantizaría una mejor representación nacional, ya que necesitamos un
Congreso que contribuya a optimizar el autogobierno popular en lugar de uno
que conspire contra él, que no brinde mayor atención a criterios como la
velocidad en la aprobación de las leyes o los costos económicos que se
desprenden de una discusión política prolongada, es decir necesitamos una
doble cámara porque así las iniciativas legislativas se favorecerán de un mayor
tiempo de reflexión, evitándose que se aprueben normas que guardan sintonía
con los medios de comunicación y no con la agenda del país. Este congreso de
dos cámaras, es decir de Senadores y Diputados no tendría que ocasionarle más
gastos al Estado ya que debería constituirse con la misma cantidad de
representantes actuales, pero distribuidos en dos grupos: uno de 30 senadores,
que aprueben el presupuesto y designen a funcionarios de alto rango; y el otro
grupo de 100 diputados, que inicie investigaciones, ambas cámaras tendrían la
facultad de presentar proyectos de ley, pero sería el senado el que deberá
finalmente aprobarlos luego de un análisis profundo; para la elección de
representantes el territorio nacional se dividiría en macrodistritos electorales para
la elección de senadores y en microdistritos para la elección de diputados.
Finalmente en el tema representativo debería incorporarse criterios de
representación más específicos en el aspecto microdistrital que no sería por
densidad poblacional sino por otros que tengan que ver con acceso, beneficios,
realidad social económica, niveles de pobreza y urgencia de atención.