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Sin miedo a equivocación, se podría decir que este asunto es uno de los más que provoca duda y falta
de fe en la comunidad Cristiana. ¿Dios me escucha? ¿Por qué Dios no me escucha? ¿Por qué Dios no
contestó mi oración? ¿Dónde estaba Dios cuando le pedía durante este tiempo difícil? ¿Por qué Dios
dejó que muriera mi ser querido?Es probable que lo que pensamos sobre lo que es la oración no es
necesariamente lo correcto.
Cualificando la Oración
Hay muchas personas que sencillamente dejan de creer en Dios porque oraron y Dios no contestó:
oraron para que se sanase su abuela o mamá o ellos mismos – y recibieron silencio.Y tiene sentido, ¿no?
Después de todo, la Biblia dice que todo lo que se pida en el nombre de Jesús se nos va a dar (Juan
14:13), ¿verdad?Pues, no exactamente.Lo que sucede es que hay que cualificar esa promesa antes de
reclamarla.Imagina que una chica siembra un jardín y ora para que Dios traiga lluvia sobre sus semillas.
Su vecino, sin embargo, recién terminó de lavar su auto y le pide a Dios que no llueva. ¡Son oraciones
contradictorias!La realidad es que hasta la Biblia nos da ejemplos de peticiones sin contestar. ¿Te acuerdas
de Pablo cuando le pidió a la iglesia en Roma que orasen para que Dios lo librase de “los rebeldes de
Judea” (Romanos 15:31)? Dios no lo libró. Es más, llegó hasta Jerusalén donde eventualmente fue
martirizado.Entonces, ¿qué es cualificar la oración?Sencillo. Lo que pides en oración tiene que ser
pedido a base de lo que está de acuerdo con Las Escrituras.Por lo tanto, no podemos decir “Dios quiero
tal cosa, en el nombre de Jesús” y ya. Hay unas cualificaciones que tienen que estar presentes para que
esta promesa sea cumplida.
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¿Hablar con Dios?
Tal vez te dijeron como suelen decir: “La oración es hablar con Dios.” El problema es que se les ovidó
algo importante:Hay una manera incorrecta de dirigirse a Dios.
Eclesiastés 5:1-5 nos advierte que tenemos que cuidar la manera en la cual nos acercamos a Dios. Dice:
“Acércate más para oír que para ofrecer el sacrificio de los necios, quienes no saben que hacen mal.”
Además, nos dice que nuestras palabras sean POCAS.¿Cúantas veces hemos dejado que Dios hable
cuando oramos? ¿Es una conversación o un discurso?En Mateo 6:5-8, Jesús advierte de no orar con
orgullo ni por ritual, como los hipócritas, utilizando “vanas repeticiones.” (Nota que sólo se refiere a las
vanas repeticiones, no a las repeticiones en general.)
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¿Qué estorba nuestras oraciones?
Ahora bien, hay unas cosas que hacen que nuestras oraciones sean inefectivas:PECADO EN NUESTRAS
VIDAS (Salmo 66:18)• Este es el obstáculo más básico y perseverante de nuestras vidas. El pecado nos
aleja de Dios. Isaías 59:2 dice que nuestros “pecados han hecho que oculte de vosotros su rostro para
no oíros.”• La persona que vive en pecado o tiene pecados ocultos (Salmo 19:12) puede tener la certeza
de que Dios no escuchará su petición (Juan 9:31)• Sin embargo, Dios se acerca a aquellos que se acercan
a Él (Santiago 4:8) con corazones contritos y humillados (Salmos 34:18; 51:17).
MOTIVACIONES INCORRECTAS (Santiago 4:3)
• Esta es la razón primordial de las oraciones no contestadas entre los Cristianos. Piden oración con
motivaciones incorrectas: egoístas u orgollosas. ¿Te acuerdas del ejemplo de la lluvia que se mencionó al
principio? Ambos pedían oraciones egoístas. (Si llovía o no, sería producto de las leyes naturales que
gobiernan sobre la Tierra, no necesariamente acto de Dios.)• Hay personas que piensan de Dios como
si fuese una nevera: voy, saco lo que quiero, y me retiro hasta la próxima vez que quiera algo – sin tener
necesidad de una relación con Él.
• Muchas veces este es el problema. Oramos para que se sane nuestra abuelita (o mamá o hermano o
perrito) – pero, ¿con qué motivación lo pedimos? ¿Para que nosotros podamos estar con ella más
tiempo? ¿Por que nosotros no la queremos extrañar? ¿Porque es a nosotros a quién le va a doler?
Nuestra motivación es egoísta, como suele suceder, y culpamos a Dios por ser “malo” y no escucharnos.•
Nuestra motivación en la oración debe ser pedir las cosas de Dios – no para que nuestras necesidades se
suplan, sino que Dios sea glorificado. Sencillamente puesto: no se trata de nosotros, sino de Dios.• Las
palabras “en el nombre de Jesús” implican “en representación de Jesús.” La oración efectiva es cuando
oramos por lo que Él quiere.
FALTA DE COMPROMISO
• ¿Recuerdas a Ana, que oraba en el templo pidiendo un hijo? (1 Samuel 1) ¡Ella estaba tan comprometida
con su oración que Elí pensó que estaba borracha! (versículo 11)• Esta pasión se pierde cuando oramos
por orar o por obligación. Se pierde el propósito de la comunicación con Dios cuando perdemos el
deseo de estar con Él. “Este Pueblo de sus labios me honra; más su corazón está lejos de mí.” (Mateo
15:8)