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Lecciones de Literatura
Latinoamericana. Carmen Perilli
¿Cómo tienen tanto atrevimiento y osadía de escribir tan vicioso y sin verdad,
pues que sabemos que la verdad es cosa bendita y sagrada,y que todo lo que
contra ello dijeron va maldito”
Bernal Díaz del Castillo, Historia Verdadera de la Nueva España,
“¿Hay alguna montaña a la que podamos subir?, ¿pero huiremos?, porque somos
mexicanos.¿Irá acaso a cubrirse verdaderamente de llagas la nación de los
mexicanos?¡ Es muy desgraciado el pobre viejito, la pobre viejita y el niñito que
todavía no comprende¡¿ adónde se los llevarán?¿ qué hacer ¿¿adónde ir, para
nada?, ¿qué se puede hacer, adónde ir, en vedad?,¡pues que hemos asumido
nuestra responsabilidad¡ Sea lo que sea ,de cualquier manera que sea, vamos a
sentirnos maravillados
Códice Florentino (recopilación de Bernardino de Sahagún)
“En este contexto, parece meridiano que sólo puede penetrar en ese lenguaje
cerrado -en esa habla apretada- quien tenga la lengua filosa y los labios muy
gruesos para poder cortar lengua. Y esa habilidad tajante, esa capacidad de
hendir, de abrir aquello que estaba cerrado sólo puede hacerlo una diosa. Así
convergen en este punto dos de las expresiones entresacadas y subrayadas
...para calar hondo en la tierra es necesario cortar lengua”(Margo Glantz)
La Malinche traduce para Cortés; su palabra se diluye en la acción del otro. El capitán no
desalienta su identificación con la benévola divinidad tolteca Quetzalcótal; asume su máscara
para aumentar su ascendiente y consolidar su poder dentro del imaginario indígena. Llega en el
momento previsto en el calendario azteca como apocalíptico. Ce Acatl, el año Uno Caña,
precedido por un tiempo de portentos en el que las aguas del lago, sobre el cual estaba
construida Tenochtitlan, se agitaron formando inmensas olas, derrumbando casas y torres;
extraños cometas recorrieron los cielos; los espejos reflejaron las estrellas a mediodía;
siniestras mujeres deambularon por las calles a la medianoche, llorando la muerte de sus hijos
y la pérdida del mundo.”Sexto presagio de desgracia.A menudo se oía una mujer que venía a
llorar, que venía a gemir,durante la noche gemía mucho, pasaba exclamando:¡Mis muy
queridos hijos,ya llega nuestra partida¡ De cuando en cuando decía:”Mis muy queridos hijos, a
dónde los llevaré?”(Códice florentino) Con el arribo de Cortés, la profecía del dios rubio y
barbado, pintada por los tlacuilos en antiguos amoxtli, se hizo portentosa realidad.
Cortés muestra su habilidad con los signos; usa todo tipo de artimañas; envía señales de su
carácter divino. Entierra los hombres y caballos muertos para reforzar la creencia en su
invulnerabilidad, refuerza la poca pólvora con fuegos de artificio, envía mensajes opuestos a las
distintas facciones indígenas. Capitaliza el descontento de los pueblos del Valle con el dominio
azteca, prometiendo un régimen político justo, lo que favorece la invasión española desde un
comienzo, sobre todo a partir del valioso apoyo de los guerreros tlaxcaltecas: “La figura
ejemplar de Hernán Cortés como político astuto y comunicador genial responde a la conciencia
renacentista, momento de representación ideal, en la que se funden los rostros oscuros del
antihéroe, del criminal sanguinario con el del conductor y creador de la leyenda legitimadora de
la Conquista. La consecuencia y, la condición lógica de la leyenda es la definición negativa del
indio, como ser bestial y naturaleza sin nombre, como existencia poseída por fuerzas
diabólicas. El conquistador era el principio humanizador, sin importar el precio; se
complementaba con la definición del indio como servidor del demonio”.( Eduardo Subirats)
La matanza se presenta como guerra justa contra una sociedad sanguinaria, cuyas
costumbres atentan contra los preceptos cristianos. Tanto en la crónica de Francisco López de
Gómara como en la historia de Bernal Díaz del Castillo, la narración de la conquista de México
de una prodigiosa tensión emocional; confiere originalidad y riqueza simbólica a la empresa
como épica. Totalmente subyugada la mirada del letrado, vacilante; un tanto crítica la del
soldado. Una situada en las puertas de la historiografía moderna, la otra, como anticipándose a
la parodia del mundo caballeresco del Quijote. Ambas repiten la historia del soldado que, con
un puñado de hombres, conquistó un poderoso reino.
Bibliografía
Mijail Bajtin,Teoría y estética de la novela, Madrid:Taurus,1989.
Georges Baudot/Tzvetan Todorov, Relatos aztecas de la conquista, México: Grijalbo, 1990.
Hernán Cortés, Cartas de la Conquista de México, Madrid: Sarpe, 1979.
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Sarpe,1985.
Carlos Fuentes, El espejo enterrado, México: Fondo de Cultura Económica, 1992.
Margo Glantz,”La Malinche: la lengua en la mano”, Dispositio, Vol XVIII, Nro. 45, University of
Michigan.
Francisco López de Gómara, Historia de la conquista de México, Venezuela: Ayacucho, 1979
Walter Mignolo, “Cartas, crónicas y relaciones del descubrimiento y la conquista de América” en
Iñigo Madrigal (coord.), Historia de la literatura hispanoamericana, Madrid: Cátedra,
1982, 1º tomo.
The Darker Size of Renaissance, Ann Arbor, University of Michigan, 1995.
Fabiola Orquera, Los castillos decrépitos, Tucumán: Facultad de Filosofía y Letras, UNT, 1996.
Beatriz Pastor, El discurso narrativo de la conquista, La Habana: Casa de las Américas, 1983.
Eduardo Subirats, El continente vacío, España: Anaya y Muchnik,1999