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¿Qué es un directivo?

Evolución de la función de los directivos


El estudio de la evolución de la función de los directivos puede ser muy interesante si se
contempla en el contexto de la evolución de las técnicas, de los conocimientos de los
trabajadores y de sus modos de vida. Una película de Charlie Chaplin caricaturizó el trabajo en
una cadena de montaje. En aquella época en que el taylorismo era rey, el hombre era un ser
limitado a una tarea muy precisa para garantizar de esa manera un aumento de las ganancias.
Desde aquellos tiempos, se estudian todas aquellas técnicas que permitan que el hombre pueda
trabajar en su puesto con acciones repetitivas sin tener que preguntarse nada y sin tener que
buscar, ya que todo está allí. Lo único que debe hacer es concentrarse en la tarea
correspondiente al puesto de trabajo que ocupa. Este tipo de organización permite una
productividad elevada con obreros sin calificación ni especialización particular.
En este tipo de organización, el jefe de equipo es un responsable que controla la
producción, se asegura de que cada uno esté en su puesto de trabajo y de que se ejecute lo que le
ha sido ordenado según un procedimiento preestablecido. En caso de necesidad, el jefe de
equipo debe poder reemplazar a un trabajador más antiguo que ha sido distinguido por su
puntualidad y por la regularidad de su trabajo. Su función esencial es la de vigilar.

Evolución de las técnicas


Todo el mundo sabe cuánto han evolucionado las técnicas desde los tiempos citados
anteriormente y que, aunque hayan sido olvidados por algunos,
Son más recientes de lo que uno imagina normalmente. Hoy en día, los trabajos repetitivos que
no necesitan estudios o reflexión son propios de robots.

Evolución de los trabajadores


Todos sabemos también cuánto ha evolucionado la educación. La escolarización obligatoria
hasta una edad avanzada ha tenido un papel importante. Hoy en día, los obreros se han
convertido en técnicos que pilotan máquinas. Ya no producen más, sino que hacen producir.
Hacen que una o más máquinas trabajen mientras ellos las vigilan y las dirigen. Tienen por
función programar la producción, vigilar la constancia de la calidad y asegurar el buen
mantenimiento de las máquinas. No tienen más que vigilar y dar órdenes, sin distraerse.

El técnico es quien sabe


Hoy en día un jefe de equipo no puede conocer el funcionamiento, la conducción y el
mantenimiento de todas las máquinas de la fábrica. El técnico es el único hombre, presente en
aquel momento en la empresa, que sabe cómo conducir su máquina. Él es un especialista. Los
trabajadores ya no son intercambiables. Los hombres ya no son simples obreros sin
cualificación.

Dirigir hoy en día


Dirigir es, hoy en día, un trabajo bien diferente al que pudo ser en tiempos del taylorismo y del
trabajo en cadena, ya que los eslabones están separados. Para entender lo que se acaba de
decir, acudamos a un ejemplo doméstico, que todo el mundo tiene al alcance de la mano: su
cocina ha sido instalada por un equipo de cuatro personas que trabajan en un pequeño taller y
que organizan su trabajo tal como ellas lo entienden. Son libres en sus horarios, la flexibilidad de
los cuales les permite, por ejemplo, ir a recoger a sus hijos a la escuela. Son responsables de su
trabajo, en calidad y en cantidad. La cantidad se calcula sobre una semana, de forma que
permita horarios más flexibles. Cada uno de estos trabajadores lo sabe hacer todo del montaje
de una cocina. Están cualificados para ello.
Como demuestran estos dos ejemplos, los trabajadores actuales ya no tienen necesidad de un
vigilante. Igualmente, saben más sobre la técnica de sus herramientas.
Dirigir hoy en día ya no es vigilar, controlar los horarios y a los trabajadores.

Una relación más enriquecedora


Los trabajadores tienen necesidad de un jefe de equipo que coordine las actividades. Este jefe
debe supervisar el conjunto de la producción y, luego, actuar ante las incidencias. Debe hacer
pasar la información útil de un punto de fabricación a otro. Debe velar por las condiciones de
trabajo y de seguridad de estos colaboradores. Debe asegurar la unión entre estos técnicos y la
dirección de la empresa. El nuevo jefe es un coordinador.

El coordinador
Dirigir hoy en día es organizar el trabajo, la comunicación en el seno del equipo y con el
exterior, y con otros servicios de la empresa. Significa también asumir la responsabilidad de
una de las funciones de la empresa, así como decidir y hacer que los demás se decidan. Para
ello debe tenerse muy claro que es necesario delegar, es decir, confiar las tareas a cada uno de
los colaboradores. Dentro de un equipo, uno tiene que saber en todo momento quién hace qué.
Uno es miembro del equipo cuando tiene un papel dentro de él. Es una obligación del jefe de
equipo velar para que cada uno tenga un papel en el cual pueda ser de confianza. El jefe debe
reunir y animar a su equipo. Él es responsable del ambiente y del espíritu de ayuda mutua que
deben reinar en el equipo.

La importancia de una buena formación


Entonces, ¿quién puede ser director hoy en día? ¿Aquel que tenga más títulos universitarios o
aquel que ha sido buen organizador en un club de vacaciones? Dirigir, como hemos ido
diciendo a lo largo de todas estas páginas, supone asumir una función de coordinación y
cumplir con un trabajo de relación. El típico «sabelotodo» tiene su interés puesto en escoger
una función que le permita trabajar solo, ya que no está preparado para dirigir.
Aquel que no sabe nada de la empresa y que no está preparado para comprender las técnicas
empleadas no podrá dirigir jamás. En efecto, no tiene el bagaje necesario para comprender los
problemas a los que los técnicos se enfrentan.

El directivo del mañana es un hombre con la experiencia de una vida profesional, social y
personal diversificada. Tendrá una mentalidad muy abierta, sentirá curiosidad por las técnicas
de producción y por las posibilidades de innovación, por la vida, por los hombres, por todo.

Es tolerante, sabe escuchar, sabe entusiasmarse y tiene carisma. Para poder comprender la
evolución técnica y humana y por hacerla comprender para poder adaptarse y ayudar a los
demás a adaptarse, es un hombre inteligente. Los test que miden la capacidad de raciocinio de
los candidatos volverán a primer término en todos los reclutamientos de directores. La
intensidad y el valor de la vida extra profesional serán tenidos más en cuenta que hoy.
El director se habrá convertido, entonces, en un verdadero líder.

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