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Genero Corynebacterium:
Las especies del género Corynebacterium y bacterias relacionadas por lo común tienen una
forma irregular o en palillo de tambor; aunque no todas las cepas tienen las configuraciones
irregulares, los términos bacterias “corineformes o difteroides” son convenientes para
designar el grupo. Estas bacterias tienen un alto contenido de guanosina más citosina.
Las corinebacterias son ubicuas en las plantas y en los animales, y colonizan normalmente la
piel, el aparato respiratorio superior, el aparato digestivo y el aparato genitourinario del ser
humano. Aunque todas las especies de corinebacterias se pueden comportar como patógenos
oportunistas, unas pocas se asocian con una mayor frecuencia a enfermedades. La más
conocida de estas es Corynebacterium diphtheriae, el agente etiológico de la difteria. Se han
descrito otros géneros de bacterias corineformes. Los cuatro géneros que se han asociado con
una frecuencia mayor con la enfermedad humana (Arcanobacterium, Brevibacterium, Rothia,
Tropheryma) [5].
Corynebacterium diphtheriae
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
PATOGENIA
Debido a que el recambio de EF-2 es muy lento y a que sólo existe alrededor de una molécula
por ribosoma en cada célula, se ha estimado que una única molécula de exotoxina puede
inactivar todo el contenido de EF-2 en una célula para interrumpir por completo la síntesis
de proteínas en la célula del organismo anfitrión. La síntesis de la toxina está regulada por
un elemento codificado en un cromosoma, el represor de la toxina diftérica (DTxR). Esta
proteína, que se activa en presencia de concentraciones elevadas de hierro, se puede unir al
operador del gen de la toxina y evitar la producción de la misma. La bacteria no tiene gran
capacidad de invasión y en general persiste en la superficie de las mucosas y la piel, desde
donde produce la toxina con actividad sistémica. La infección respiratoria se trasmite
principalmente por las gotitas de Pflügge y las lesiones cutáneas altamente infectantes son
fuente de enfermedad faríngea y cutánea. Dicha transmisión se ve favorecida por el
hacinamiento y el frío [5].
INMUNIDAD
EPIDEMIOLOGÍA
DIAGNÓSTICO DE LABORATORIO
El tratamiento inicial de un paciente con difteria se instaura sobre la base del diagnóstico
clínico, no de los resultados de laboratorio, debido a la imposibilidad de disponer de los
resultados definitivos en un plazo inferior a 1 semana [5].
MICROSCOPIA
Los resultados del examen microscópico del material clínico no son fiables. Se han descrito
gránulos metacromáticos en las bacterias teñidas con azul de metileno, pero esta propiedad
no es específica de C. diphtheriae, y la interpretación de la extensión requiere habilidad
técnica [5].
CULTIVO
IDENTIFICACIÓN
PRUEBAS DE TOXIGENICIDAD
La vacunación con el toxoide es necesaria tras la recuperación del paciente, ya que un gran
número de sujetos no logra fabricar anticuerpos protectores con posterioridad a una infección
natural. La difteria sintomática se puede prevenir mediante la vacunación activa de las
personas con toxoide diftérico. El toxoide, no tóxico e inmunogénico, se prepara tratando la
toxina con formalina. Inicialmente, los niños reciben cinco inyecciones de esta preparación
con antígenos del tétanos y de la tos ferina (vacuna DPT) a los 2, 4, 6, 15 y 18 meses de vida,
así como a los 4 y 6 años. Después de esta edad, se recomienda la administración de
vacunaciones de recuerdo con el toxoide diftérico combinado con el toxoide tetánico cada 10
años [5].