Colombia: un país rico con mentalidad de pobre

Érase una vez, un país con dos mares, con gran biodiversidad, localización
estratégica y con mucho más que ofrecer. Pero era subdesarrollado. Tenía
ciudades sin agua potable y sus niños morían de hambre, pues padecía el peor
cáncer que puede tener una nación: la corrupción. A través de los años,
Colombia, y en especial Casanare han experimentado las consecuencias que
acarrea el hecho de que en una comunidad, sus lideres no sean transparentes,
porque es que es inaudito la falta de vergüenza que estos tienen para
desaparecer los recursos en su mandato, sin resultados para el pueblo sino para
beneficio privado, que se hayan aprovechado de los billones de regalías que
recibían a causa del petróleo, y se hayan esparcido la mermelada con 12
gobernadores en 9 años. Y ahora, que ya pasó el auge del petróleo no se ven
resultados, y ahí es cuando nos preguntamos, ¿el petróleo es una bendición o
una perdición? Yo diría que es mas bien una provocación, un oasis listo para ser
repartido entre unos pocos que, desgraciadamente, es la misma población la
que los escoge y aunque parezca insólito, los admiran.

Pero ese no era el único problema que tenía Colombia, nuestro protagonista,
pues el gobierno apoyaba a las multinacionales e ignoraba a sus campesinos, ya
que firmaba unos supuestos programas de súper desarrollo (TLC) que hacían
imposible la justa competencia de precios entre los productos internos y
externos. Si, aquellos que nos brindan nuestros productos básicos sin los cuales
no podríamos vivir, son subestimados para el estado; no reciben apoyo de
ningún tipo, son analfabetas, son victimas principales de la violencia, son una
comunidad que al ser rural y marginada no se le tiene en cuenta en las
decisiones, y sus derechos son ignorados. Pero claro, nos muestran que el TLC
será una bendición económica. Pero es precisamente todo lo contrario.
Colombia , un país productor de TODO, importa la mitad de lo que come.
Importa alimentos que producen los campesinos, y lo peor de todo, es que
nuestro índice de exportación es casi nulo, es pésimo.

Pero la verdadera pregunta es ¿por qué hay tanta desigualdad? ¿por qué no
apoyamos al motor de nuestro país: los campesinos? Es que me genera hasta
tristeza, que aquellos corruptos que mencionaba al principio, y otros “doctores”
mas de la rama legislativa son tan sobrevalorados y su calidad de vida sea
absurdamente buena, con relación a los campesinos, y aun con relación a
muchos de nosotros. Es decir, si, ellos también trabajan y desempeñan una
labor, ¿pero es justificable que los políticos reciban 26 veces el sueldo de una
persona común? Pero es que tenemos que ver la causa de que ellos estén ahí
donde están: los votantes. La gente tiene que reaccionar, es increíble que
vendan el futuro suyo y de su país por un mercado, por cierta cantidad de plata,
o hasta por cierto favor. Tenemos que utilizar el voto, ese recurso poderoso,
para cambiar el rumbo de nuestro país y que este deje de parecerse a un
absurdo cuento de hadas.