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Nuestra salud
Psicoeducación,
/ prevención y tratamiento
Quid SOCI31 - n
ñ lì SUS i
SAN PABLO
NUESTRA SALUD MENTAL
Psicoeducación, prevención y tratamiento
Dr. R obbrto F ederico R ê : Médico P adre M ateo B autista , religioso
Especialista en Psiquiatría. Egresado Camilo. Nadó en 1960, en Alba de
del Servicio de Psiquiatría del Hos Tormes, provincia de Salamanca (Es
pital Italiano de Buenos Aires. paña).
Masters en Neuropsicofarmacología Bachiller en Teología -Instituto Teo
Clínica, Universidad de Barceló. lógico Claretiano- Madrid. Licencia
Buenos Aires. Colaborador Docente do en Teología Moral -Instituto de
Clínica III. Curso Superior de Mé Ciencias Morales- Madrid. Licencia
dicos Psiquiatras. Hospital Borda. do en Teología Espiritual -Univérsi-
UBA. dad de Comillas- Madrid. Máster en
International Member of the Ame Pastoral de la Salud -Instituto Inter
rican Psychiatrie Association. Miem nacional Camilianum- Roma.
bro fundador de la Asociación Ar Delegado del CELAM para la Pas
gentina de los Trastornos de toral de la Salud en el Cono Sur. Im
Ansiedad (AATA). Miembro Titular pulsor de la Pastoral de la Salud en
de la Asociación Argentina de Psi la República Argentina. Secretario
quiatras (AAP). Fundador del Telé Ejecutivo de la Comisión Episcopal
fono de la Esperanza, para asisten para la Pastoral de la Salud (1992-
cia al suicida. Colaborador Docente 1999), en la Argentina. Director del
de la Cátedra de Psiquiatría en la Centro de "Humanización y Pasto
Unidad A cadém ica Docente ral de la salud San Camilo", Buenos
Moyano (U.B.A. Buenos Aires - Ar Aires. Promotor de "Resurrección,
gentina). grupo de mutua ayuda para familia
Director de la RED SANAR; Grupos res en duelo". Tiene publicados más
de mutua ayuda para fobias, ansie de veinte libros dedicados a la pas
dad, pánico y depresión; grupos con toral de la salud.
orientación humanista y cristiana en
el marco de la Pastoral de la Salud.
Dr. Roberto Federico Ré
Padre Mateo Bautista
NUESTRA SALUD
MENTAL
Psicoeducación, prevención
y tratamiento
SA N PABLO
Distribución San Pablo:
Argentina
Riobamba 230, C I0 2 5 A B F B U E N O S AIRES, Argentina.
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Bautista, Mateo
Nuestra salud mental: psicoeducación, prevención y tratamiento / Mateo Bautista
y Roberto Federico Ré - I3 ed. 10a reimp. - Buenos Aires; San Pablo, 2013.
288 p. ; 21x14 cm.
ISBN: 978-950-861-612-8
I. Deberes Pastorales I. Ré, Roberto Federico, II.Título
C D D 253.
C o n las debidas licencias i Queda hecho el depósito que ordena la ley I 1.723 / ©
S A N PABLO, Riobamba 230, C I0 2 5 A B F B U E N O S AIRES, Argentina. E-mail; director.
editorial@san-pablo,com.ar / Impreso en la Argentina en el mes de marzo de 2 0 13 /
Industria argentina.
Presentación
X,
6
Prólogo
7
que aprender qué es su enfermedad y mucho mejor, si se rela
ciona con otros que la han padecido y superado. Por lo tanto,
el esquema secuencial; diagnóstico, información, tratamiento
médico, psicoterapias y grupos de autoayuda, ayuda espiri
tual, están aquí presentados con toda coherencia.
Grupos humanos en donde todos padecen lo mismo e
interactúan solidariamente quizá sea la.mejor red de conten
ción. Y esto es lo que me consta de los autores. Han sabido
crearla en un trabajo de notable, perseverancia, con profunda
penetración en la gente. Un libro también es un gran esfuerzo
y merece acaso un prólogo de alguien que siempre dedicó su
esfuerzo docente a la comunidad de los médicos.
P rof. Dr . A lberto M onchablón E sfinoza
Médico Psiquiatra y Profesor de Salud Mental de la Facultad de
Medicina de la Universidad de Buenos Aires.
Agosto de 2002
x»
8
1. ¿Qué es salud?
9
Y como salud es sentirse útil, capacidad vincular y solida
ridad social, resulta que la salud comunitaria es un bien muy
personal, y la salud personal es un bien muy comunitario.
Salud es, también, aceptar, integrar y elaborar sanamente
los límites, impotencias, heridas y zonas oscuras de la existen
cia humana (discapacidad, enfermedades, agonía, muerte y
duelos).
La salud es estado y es camino.
D efinir la salu d significa matarla (H. Wilson). Es tan vasta
como el cielo. La salud, ¡qué desafío!
10
2. La personalidad sana
Som os siem p re el m ism o,
p e ro n o som os siem pre lo m ism o (Kant;.
El concepto
Etimológicamente/ persona procede del latín persona, que hace
alusión a la máscara de actor con la que se acentuaban los rasgos
más característicos del hombre o mujer representados.
El filósofo Severino Boecio (470-525) definió persona así:
Rationalis natura, individua substancia; es decir, sustancia in
dividual de naturaleza racional.
P ersonalidad es la diferencia individual que distingue a una
persona, el conjunto de cualidades constitutivas que la hacen
una y única. Dícese también del modo de ser de una persona o
de un pueblo.
Personalidad es una entidad, a la vez, interna y objetiva, ya
que se trata de una estructura abierta al mundo circundante.
Influye sobre el mundo y es influida por él.
Una de las definiciones más plausibles de personalidad es
la formulada por Sheldon y Stevens, en 1942: La p erson alid ad
es la o rg a n iz a ció n din ám ica d e lo s a s p e c to s co g n itiv o s,
afectivos, fisiológicos y m orfológicos d el in dividu o, haciendo
referencia a un desarrollo en incesante evolución, es decir, a
una estructuración en progresiva armonía.
Aparece la personalidad como una unidad sintética, siem
pre en movimiento. La personalidad hace a la persona, y la
persona hace a la personalidad. La personalidad no constitu
ye una entidad dada al nacer ni está condicionada solamente
por factores genéticos, sino que fragua en el curso de la vida1
11
Por eso, son significativos los vínculos familiares, los modelos
y estilos de vida y un ordenado equilibrio en las etapas evolu
tivas de la persona: niñez, infancia, adolescencia*..
Un modelo cabal de personalidad debe abarcar las siguien-
*tes características:
❖ Unidad. Centrarse en lo propio y característico del indi
viduo, armonizando la unidad y continuidad.
❖ Estructura durable. Construir una organización perso
nal, continua y persistente.
❖ Dinámica d e cam bio. Disponible a un desarrollo diná
mico y permanente. Los cambios se producen dentro de
una línea de comprensibilidad psicológica que da conti
nuidad de sentido a la personalidad.
❖ R elacionabilidad. Abierto a la riqueza del mundo circun
dante.
Personalidad es la integración e interrelacionabilidad diná
micas del hacer, estar, percibir, proyectar, anhelar, creer, amar,
esperar...
Personalidad es el entramado armónico de las dimensio
nes: física, emocional, intelectual, social y espiritual.
El ideal es una personalidad sana, madura, realizada, feliz.
Como la personalidad es cognoscible, por lo tanto, ha de
ser educable, madurable, sanable, perfectible.
Según Alonso Fernández, la personalidad tiene la misión
rectora en la organización de la vida psíquica y de la conducta
humana2. Esta presidencia asumida por la personalidad, en la
organización psíquica y conductual de la persona, se realiza,
sobre todo, regulando sistemáticamente:
:■ . ... r.,
■ Inteligencia ■ Dinamismo vital ’ *■•!,
* Afectó '. * : V a l o r e s ■"
■ Voluntad ■ Espiritualidad ¡ • ;
Aw
12
Tipologías de la personalidad
Muchas son las clasificaciones o tipologías de la personali
dad.
Definición de tipo: llamamos tipo a todo modelo humano
que se repite con mucha frecuencia. Cuando nos referimos a
las características psicológicas decimos psicotipos.
Las teorías de la personalidad suelen clasificarse en tres gru
pos:
1. Teorías biológicas, Son aquellas que ponen el acento en
lo físico y fisiológico (genético).
2. Teorías psicológicas. Son aquellas que ponen el acento en
los aspectos del psiquismo (psicoanalítica, conductista,
cognitiva, logoterapia...).
3. Teorías socioculturales. Son aquellas que ponen el acento
en la situación y ámbito cultural del sujeto.
Dada la continuidad de lo que es el hombre, una teoría de
la persona debe incluir, armónica, dinámica y holísticamente
a todos y cada uno de los aspectos: genéticos, físicos, fisiológi
cos, ambientales, psíquicos, sociales, valóricos, culturales y es
pirituales.
13
Psicotipología clínica de personalidades
enfermas de Kurt Schneider
Este autor distingue clásicamente diez rasgos anormales de
personalidad, que él llama psicopáticas. Debemos tener en
cuenta que estas tipologías son esquemas didácticos y que en
una persona pueden coexistir tipos mixtos. Esos diéz rasgos
se distribuyen en dos grupos: los rasgos tem peram entales y
lo s caracterológicos. •*
Se consideran anomalías temperamentales estos seis rasgos:
■ Tipo hipertímico: exaltación casi constante de la afecti
vidad hacia la euforia o la iracundia.
■ Tipo depresivo: tristeza y sufrimiento psíquico casi cons
tante.
■ Tipo lábil de ánimo: grandes oscilaciones del humor, que
se traducen en inestabilidad social, y que, muchas ve
ces, toman el colorido de la irritabilidad, acompañada a
menudo de impulsos patológicos. Estas oscilaciones
afectivas suelen ser demasiado bruscas y, muchas veces,
no obedecen a motivos conocidos.
■ Tipo excitable o explosivo: frecuentes reacciones coléri
cas y agresivas.
■ Tipo apático o atímico: una gran pobreza en afectividad,
por lo que suele carecer de valores morales.
■ Tipo asténico: una gran fatigabilidad con desánimo vital
casi permanente.
Entre las anomalías del carácter quedan incluidos los cua
tro rasgos restantes:
■ Tipo necesitado de estimación: éste es un rasgo univer
sal que en este tipo -también llamado p erson alid ad h is
térica- adquiere un desarrollo excesivo y anómalo. Para
esta mentalidad, la apariencia social tiene más im pc:-
tancia que la esencia.
14
■ Tipo inseguro de sí mismo: constituye una actitud
infravalorativa de sí mismo, montada sobre un sentimien
to de inferioridad. Puede acompañarse de rasgos obsesi
vos. Es uno de los elementos básicos de la perturbación de
la personalidad. Y en este caso su origen suele deberse a
complejos afectivos anclados en el inconsciente.
■ Tipo fanático o paranoico: sobresalen el orgullo, la des
confianza y especialmente la sobrevaloración de las ideas
propias. Hay fanáticos luchadores, que combaten por im
poner sus ideas sobrevaloradas, y fanáticos pacifistas,
que se limitan a hacer propaganda de ellas.
■ Tipo abúlico: actitud carente de firmeza y abierta incon
dicionalmente a toda clase de influjos y sugestiones per
sonales. Los dispositivos temperamentales o caractero-
lógicos sobre los cuales se basa esta actitud varían
ampliamente de unos sujetos a otros.
Carácter y temperamento
Etim ológicam ente, carácter deriva del término latino
character. Éste, a su vez, proviene del griego kharakter, deri
vado del verbo kh arasso: yo hago una incisión, yo marco3. Pro
piamente hace referencia al hierro de marcar ganado y la mar
ca que se realiza. Se define como la señal que se pone en alguna
cosa. Y como la índole o circunstancia que distingue a una cosa
de las demás.
El carácter está condicionado por el influjo de factores ad
quiridos, vivenciales, por lo que representa una entidad
p sicosocial.
El carácter comprende los sentimientos psíquicos, las actitu
des ante sí mismo y ante los demás, los valores y las voliciones.
El carácter es lo más personal y propio de la personalidad,
por estar más vinculado a la libertad y responsabilidad de uno
mismo.
3J oan C orominas, Breve diccionario etimológico de la lengua castellana,
Ed. Gredos, Madrid 1998,*p. 130.
15
Modalidades de carácter según E. Spranger
Spranger, en 1936, establece una metodología referida a las
modalidades de carácter. Según el valor humano prevalente en
el individuo, pueden distinguirse seis variantes antropológicas:
1. Hombre social: su vida está concentrada en el altruismo,
en el servicio a los demás, y tiene un enorme sentido de
projim idad.
2. Hombre religioso: puede realizar su excelsa vida inte
rior en el campo de la espiritualidad, o en el curso de la
vida común; este último subtipo se centra en el ser y se
complementa con el hombre social.
3. Hombre económico: su vida se desarrolla según el tener,
especialmente en torno a la producción y el consumo.
Los demás se miden para él según su eficacia y su posi
ción socioeconómica. Pueden distinguirse tres subtipos:
a) El productor: trabaja y consume.
b) El consumidor: no trabaja y consume.
c) El rentista: ni trabaja ni consume.
4. Hombre político: forma de vida consagrada al logro del
poder social, principalmente, al dominio sobre los de
más. Privan aquí el afán de mando y la sed de absorber
y dominar a los otros. La relación humana que desarro
lla no suele corresponder con la de prójimo-prójimo, sino
con la de regidor-súbdito.
5. Hombre científico: está presidido por el espíritu de obser
vación y el afán de conocimiento. Su meta y su sentido es
la verdad científica. En su carrera en pos de la verdad, pue
de llegar a prescindir de la realidad cotidiana. Por su amor
a la verdad puede resultar molesto para los demás.
6. Hombre estético: cultiva los aspectos artísticos de la vida,
con una actitud impregnada de esencias románticas y
narcisistas. Su ejemplo más notorio entre nosotros se
fv halla en e l h om bre liberal, cuyo rasgo definidor es la ac
titud respetuosa por las ideologías, los pensamientos y
las actitudes de los demás. El liberalismo era mucho más
16
frecuente antaño que hoy. El hombre romántico, de la
primera mitad del siglo XIX, era casi siempre un estéti
co, entregado a la ociosidad y al humanismo liberal.
Hoy, parece ser que estamos viviendo el momento de ma
yor auge histórico de los hombres económicos y políticos.
El temperamento tiene un origen fundamentalmente h e r e
ditario y representa una marcada entidad biológica: está for
mado por las tendencias, los instintos y los sentimientos vita
les. El refranero lo sintetiza de manera admirable: genio y
figura hasta la sepultura.
Los conceptos de carácter y temperamento se contraponen y,
a la vez, se complementan. Son dos perspectivas distintas de la
realidad global a la que ambos pertenecen: la personalidad.
Temperamento y carácter se integran armónica y unitaria
mente en el seno de la estructura de la personalidad4.
17
3. Las emociones
Tranquilo tus desgracias soportaste/
tú d e la suerte el g o lp e y el h a lag o reci
biste
con ánim o sereno.,.
Encuentre al hom bre y o .
qu e n o sea esclavo d e la pasión ,
y vivirá en m i p e ch o , jun to a m i corazón,
com o tú vives.
(H amlet a su amigo H oracio ) 6.
El concepto
En un sentido literal, se define em oción como cualquier mo
vimiento, agitación y trastorno de la mente, en relación con el
sentimiento y la pasión; cualquier estado mental vehemente o
excitado.
Sentim iento es acción y efecto de sentir o sentirse. Es la im
presión que producen en el alma las cosas espirituales7. Es es
tado del ánimo afligido por un hecho triste. Sustantivo que
deriva de sentir, del latín sentiré que significa percibir por los
sentidos, darse cuenta8, experimentar una impresión, placer o
dolor físico o espiritual910.
Goleman utiliza el término emoción para referirse a un sen
timiento con sus pensamientos característicos, a estados psi
cológicos y biológicos y a una variedad de tendencias a ac
tuar. Menciona también que algunos estudiosos del tema
proponen familias básicas de emociones que, aunque no son
18
coincidentes, pueden ser clasificadas en diversas categorías10.
Paul Ekman, de la Universidad de California de San Francis
co,11 sostiene que existen ciertas emociones centrales (temor, ira,
tristeza y placer), reconocidas en la expresión facial por personas
de culturas de todo el mundo, incluidos los pueblos prealfabeti
zados, presumiblemente no contaminados por el cine o la televi
sión, lo cual sugiere, sin duda, una universalidad.
Las emociones y sentimientos, como ira, miedo, pasión,
amor, odio y tristeza, son respuestas mamíferas originadas en
el sistema límbico. Este sistema también es responsable de al
gunos de los aspectos de la identidad personal y de importan
tes funciones relacionadas con la memoria.
En los mamíferos superiores, se desarrolló la corteza cere
bral o cerebro racional, una red de células neuronales altamente
com pleja capaz de producir un lenguaje sim bólico. El
neopallium o corteza cerebral es el gran generador de ideas y,
en última instancia, el responsable del pensamiento abstracto
que interconecta con las emociones. Su madurez y equilibrio
nos darán la satisfacción de una salud emocional.
fe lic id a d
a le g ría
fu r ia a liv io
u ltr a je a n s ie d a d c o n t e n to
re s e n tim ie n t o c o n g o ja a p re n sió n d ic h a aceptación c u lp a b ilid a d
c ó le r a pesar n e rv io sism o d e le ite sim p a b a desdé n m o le st ia
e x a s p e r a c ió n m e la n c o lía p r e o c u p a c ió n d iv e rsió n confianza d e s p r e c io d is g u s to
in d ig n a c ió n p e s im is m o c o n s te r n a c ió n o rg u llo am ab ilidad c o n m o c ió n m e n o s p r e c io re m o r d im ie n to
a flic c ió n pena In q u ie tu d p la c e r s e n su a l afinidad asom bro a b o r re c im ie n to h u m illa c ió n
a c ritu d a u t o c o m p a s ló n c a u t e la e stre m e c im ie n to devoción d e s c o n c ie r to a v e rsió n a rr e p e n tim ie n to
é xta sis
vio le n c ia d e p re sió n fo b ia m a n ía
o d io p á n ic o
* a f e c t o , a m o r ; c o n v it e d e c a r i d a d q u e c e le b r a b a n l o s p r i m e r o s c r is t ia n o s .
19
Emociones básicas según Plutchik
20
P '-
4. La inteligencia emocional
21
La autoconciencia es la habilidad emocional fundamen
tal sobre la que se construyen otras, como el autocontrol
emocional.
c) El control de nuestro genio: El autocontrol se refiere a la
capacidad de soportar los embates de las tormentas emo
cionales. Ha sido considerado como una gran virtud des
de tiempos inmemorables. El objetivo del control de las
emociones no consiste tanto en su represión, sino, más
bien, en su proporción, canalización y adecuación a las
circunstancias. Cuando las emociones son amordazadas
generan apatía y, si son desbordantes y persistentes, se
vuelven patológicas. Saber manejar y encauzar nuestras
emociones más conflictivas es la clave del bienestar emo
cional y relacional13.
El arte de tranqu ilizarnos a nosotros m ism os y la
autorregulación (control de los impulsos, capacidad para de
morar la gratificación al servicio de un determinado objetivo)
son herramientas psicológicas fundamentales.
También son cualidades de gran importancia:
■ la independencia
■ la capacidad de adaptación
■ la simpatía
■ la capacidad de resolver los problemas en forma inter
personal
■ la persistencia
■ la amabilidad
* el optimismo
■ la automotivación
■ el entusiasmo amistoso
■ la solidaridad
■ el respeto
■ las habilidades sociales.
<1SA arón T. B eck, A . John R ush, B rian F. Shaw, G ary E mery, Terapia Cognitiva
deja depresión, Desclée de Brouwer, España, 1983, pp- 41-49.
22
La falta de estas cualidades puede conducir, incluso en las
personas intelectualmente más brillantes, a la arrogancia, in
sensibilidad y desprecio de los demás.
El coeficiente emocional
En 1995, el bestséller La Inteligencia E m ocional, de Daniel
Goleman, un psicólogo de Harvard que fue tapa de la revista
Time, divulgó el concepto en la opinión pública, convirtiendo
este tema en una cita obligada desde las aulas de los colegios
primarios, pasando por las universitarias hasta llegar a las re
uniones de directorio de las grandes empresas. Las consecuen
cias del concepto de inteligencia emocional tienen alcance prác
tico tanto en la educación como en el trabajo, y así también en
cualquier emprendimiento humano.
Muchos estudios comparados, efectuados en el ámbito em
presario de los Estados Unidos, muestran que los adultos no
parecen ser muy diferentes de aquellos niños que fueron algu
na vez, y las tareas sociales recuerdan y remedan los compor
tamientos en el recreo escolar. Lo cual pone a prueba que per
sonas con un alto índice de habilidad es in telectu ales
(coeficiente intelectual) puedan tener un pésimo desempeño
en inteligencia emocional y fracasar. Es relativamente fácil de
terminar el C.I. (coeficiente intelectual) de una persona a tra
vés de tests de inteligencia que miden capacidades verbales
como no verbales: memoria, comprensión, resolución de pro
blemas, razonamiento abstracto, percepción, procesamiento de
la información, capacidades visuales y motoras.
El concepto de C.E. (coeficiente emocional) se define como
un subconjunto de la Inteligencia Social, comprendiendo la ca
pacidad de controlar los sentimientos y emociones propios,
así como los de los demás, de diferenciar entre ellos y utilizar
esta información para guiar el pensamiento y las acciones.
Aunque no podemos medir con facilidad el C.E., gran parte
de los rasgos sociales y de la personalidad, tales como la ama
bilidad, la confianza en sí mismo, el respeto a los demás, la
empatia, la solidaridad, la capacidad de adaptación, el
23
autocontrol y la independencia son fácilmente reconocibles en
las personas.
Todos sabemos la importancia de estos rasgos.
Las capacidades del coeficiente emocional no se oponen al
coeficiente intelectual o a las capacidades cognoscitivas, sino
que interactúan en forma dinámica y exponencial permanen
temente, lo cual enriquece a la persona de manera integral.
Podríamos decir que ésta es. la combinación más adecuada y
que ha permitido que se destaquen las grandes personalida
des universales, dotadas de un equilibrio permanente entre
sus emociones y su inteligencia; que sería equivalente a po
tenciar lo mejor del corazón y lo mejor de la cabeza.
La Inteligencia Emocional no se basa en el grado de inteli
gencia de un niño, adolescente o adulto, sino más bien en lo
que llamamos características de la personalidad o simplemen
te carácter, entendiendo que estas capacidades sociales y emo
cionales pueden ser más fundamentales para el éxito en la vida
que la capacidad intelectual.
En otras palabras: desarrollar inteligencia emocional pue
de ser más importante para tener éxito en la vida que tener un
coeficiente intelectual elevado, medido por un test de inteli
gencia cognoscitiva verbal o no verbal.
Diferentes estudios realizados para, determinar la inciden
cia de las emociones en el proceso de aprendizaje han puesto
de manifiesto que no basta con un elevado coeficiente intelec
tual para superar los exámenes o concluir con éxito los dife
rentes ciclos del proceso educativo. Es necesario desarrollar
programas en el sistema educativo que enseñen a los alumnos
a tomar conciencia del mundo de los sentimientos; a saber ha
blar sobre ellos; a descubrir las conexiones entre pensamien
tos, emociones y reacciones; y a manejar adecuadamente el
enfado, la tristeza, la ansiedad y el odio.
24
5. El yo
y mis circunstancias
25
Como ejemplo diremos que un yo sano interactuando con
el cuerpo dará una corporeidad sana; un yo sano interactuando
con el mundo dará una cosmovisión sana del cosmos; y un yo
sano interactuando con Dios, dará una sana visión de la espi
ritualidad.
Por. el contrario/ y sin lugar a duda, una deficiente interac
ción dará lugar a relaciones insanas con estos tres aspectos, lo
cual repercutirá en su psiquismo y en su conducta.
De ahí que lo relacional marcará un camino de ida y vuelta
en la salud mental y nos mostrará cuándo es armónica la sa
lud mental relacional, y cuándo es disarmónica una disfunción
en la salud mental relacional, actuando como verdaderos
paradigmas, tanto de la salud como de la enfermedad.15
Lo relacional en el y o 15
26
y
6. Areas vinculares
■ Relaciones familiares
■ Relaciones interpersonales y actividades de ocio
■ Relaciones de pareja
■ Estudio
■ Trabajo
■ Realidad individual
Relaciones familiares
El malestar psicológico aparece cuando no entendemos o
no nos entienden; nos sentimos presionados por decisiones o
expectativas sobre nuestra vida que no compartimos, ante la
falta de comunicación e intercambio de emociones... Si esto
persiste, podemos sentir un gran malestar transitorio o exten
so en el tiempo.
Otro tipo de disfunción familiar son las agresiones psíqui
cas, desvalorizaciones, insultos y las agresiones físicas en for
ma de golpes y palizas.
27
Los problemas dentro del ámbito familiar afectan a padres,
hermanos y personas mayores como los abuelos y abuelas. Res
pecto a estos últimos, es importante conocer las características
asociadas a la llamada tercera ed ad y a la forma de comportar
se con ellos, para poder convivir disminuyendo el conflicto.
Relaciones de pareja
El no encontrar pareja cuando todos los amigos y amigas
tienen alguna relación más o menos estable hace sentirse dife
rente, y, en ocasiones, surge la tentación de empeñarse en en
contrar pareja para sentir que se puede, lo cual suele ser un
^fracaso total.
»Otras veces, las relaciones de pareja resultan conflictivas,
con broncas, celos, desacuerdos con peleas, falta de entendi
28
miento y comunicación, desconfianza... N o p u e d o vivir sin ti
p e ro tam poco contigo.
Y la última etapa está en el desamor. Cuando alguien se da
cuenta de que su pareja no es la persona ideal y no sabe cómo
encararlo o comunicárselo, o cuando es abandonado y no lo
puede entender ni asumir, y entonces entra en un período di
fícil que podría derivar en la angustia y la desesperación.
Enfocar de forma adecuada cada situación, en una relación
de pareja, ayuda a resolver el malestar emocional o la confu
sión con mayor eficacia.
Estudio
Esta área presenta una variada gama de problemas:
❖ Inicialmente puede existir desorientación respecto a la
elección entre trabajar y estudiar.
❖ Una vez decidido el estudiar, tenemos que encontrar algo
que realm ente podamos realizar y nos dé opciones so
ciales y laborales adecuadas a nuestras expectativas. El
análisis de la realidad, dónde estoy y dónde quiero lle
gar, combinado con análisis de capacidades propias y
preferencias personales se percibe como necesario. Nos
enfrentamos a la orientación vocacional.
❖ Cuando elegimos y nos encontramos de lleno estudian
do, aparece el fantasma de la desmotivación.
❖ Superado lo anterior surge la carencia de habilidades, la
falta de técnicas de estudio adecuadas.
❖ Y en la situación de prueba por excelencia, los exáme
nes. Se origina el problema que nos hace fracasar más
que la falta de técnicas: la ansiedad ante los exámenes.
Trabajo
Si hemos optado por el mundo laboral, encontramos una
realidad áspera: la desocupación obrera, la necesidad de for-
29
inación, la búsqueda de empleo, la ansiedad ante las entrevis
tas de trabajo y ante los procesos de selección, la ansiedad y
estados de depresión en situaciones largas de ausencia de pers
pectivas de trabajo.
Y posteriormente, al encontrar trabajo, aparecen los conflic
tos y desacuerdos con los compañeros, el cansancio, la sensa
ción de incompetencia, el sentirse explotados, la rabia y el de
seo de rebelarse ante determinadas situaciones... .
Realidad individual
El malestar que caracteriza la vivencia de esas problemáti
cas en nosotros mismos se refleja en:
■ Baja autoestima-inseguridad
■ Timidez-Estados de ansiedad
■ Estrés-Estados depresivos
* Miedos y fobias-Tics nerviosos
* Adicciones-Trastornos del sueño
■ Conductas compulsivas, incontroladas
■ Pensamiento negativo, obsesivo
■ Alteraciones de la conducta alimentaria
■ Irritabilidad, agresividad
Si algunas de estas conductas o malestares aparecen, es con
veniente consultar con un especialista que oriente y ayude.
Cuando se realiza una intervención preventiva, se resuelven
más eficazmente los problemas.
Existen, además, otros trastornos propiamente psiquiátricos,
como las psicosis y las esquizofrenias, que son menos frecuentes
y requieren una atenta valoración para su diagnóstico.
X*
30
7. Neuroanatomía
de las emociones
El sistema nervioso
Sistema es un conjunto de reglas y principios enlazados en
tre sí.
La teoría general de los sistemas dice que:
■ Todo es un sistema.
■ Todo es parte de un sistema mayor.
■ El universo está infinitamente sistematizado17.
31
Las divisiones funcionales
del sistema nervioso humano
32
El cerebro no funciona por separado, sino precisamente lo
contrario: procesa e integra información funcionando en toda
una unidad global, con subunidades interrelacionadas en re
des neuronales.
A través de su evolución, el cerebro ha adquirido tres com
ponentes que aparecieron progresivamente y se superpusie
ron: el cerebro reptiliano, el sistema lím bico y la corteza cere
bral.
Respiración
“Esta situación implica que estamos obligados
a vernos y a ver el mundo con los ojos de
tres mentalidades distintas
Cerebro reptiliano
33
el núcleo basal más antiguo-, el globo pálido y los bulbos
olfatorios. El cerebro reptiliano, también es llamado com ple-
jo-R, por el famoso neurocientífico Paul Mac Lean.
La región primitiva es responsable-de la autopreservación.
Es ahí donde los mecanismos de agresión y conductas
repetitivas se desarrollan. Es allí donde ocurren las reacciones
instintivas del arco reflejo y los comandos que permiten algu
nas acciones involuntarias, y el control de ciertas funciones
viscerales (cardíaca, pulmonar, intestinal, etcétera), indispen
sables para la prevención de la vida. El desarrollo del bulbo
olfatorio y sus conexiones hicieron posible un análisis de los
estímulos olfatorios y el mejoramiento de las respuestas ante
olores, como el ataque, la huida y la reproducción. A través de
la evolución, algunas funciones reptilianas se perdieron o mi
nimizaron. En los seres humanos, la amígdala y la corteza
entorhinal son las únicas estructuras límbicas que se conectan
con el sistema olfatorio. Es también en el complejo-R donde
comenzaron las primeras manifestaciones del fenómeno de
ritualismo, donde el animal trata de definir su posición jerár
quica dentro del grupo y establecer su propio espacio y nicho
ecológico.
Sistema límbico
El cerebro paleopallium o intermedio (mamífero antiguo)
comprendedlas estructuras del sistema límbico. Corresponde
al cerebro de los mamíferos inferiores (gato, perro, león y ti
gre).
El sistema o cerebro límbico está alojado profundamente
dentro de los hemisferios cerebrales y tiene la función prima
ria de regular nuestras emociones e impulsos. El sistema
límbico incluye el hipocampo (núcleo basal alojado en el lóbu
lo temporal, con forma de caballito de mar), donde se produce
el aprendizaje emocional y donde se almacenan la memoria y
los recuerdos emocionales. La amígdala (almendra), que tam
bién forma parte del sistema límbico (también alojada en el
lóbulo temporal), es considerada el centro del control emocio
34
nal del cerebro y la responsable de la respuesta de lucha o de
huida, habiendo otras estructuras que se interrelacionan mu
tuamente entre sí. Otras áreas relacionadas con este sistema
límbico o emocional, que describiremos más adelante, son el
fornix y gyrus parahipocampal, el tálamo, el hipotálamo, el
gyrus cingulata, el área tegmental ventral, el septum, el área
prefrontal. Todos ellos íntimamente relacionados con los esta
dos afectivos y comportamentales20.
Corteza cerebral
Por último, el cerebro neopallium o superior o racional o
corteza cerebral comprende casi la totalidad de los hemisfe
rios. Está constituido por un tipo de corteza más reciente lla
mada neocorteza (corteza nueva), y por algunos grupos
neuronales subcorticales. Corresponde al cerebro de los ma
míferos superiores, incluidos los primates y humanos.
La corteza es una lámina plegada de tejido de sustancia gris,
de 3 mm de espesor, que envuelve los grandes hemisferios
cerebrales. Estos hemisferios controlan la mayoría de las fun
ciones básicas del cuerpo humano como los movimientos, las
funciones y las percepciones sensoriales. La corteza es la que
le da sentido y conciencia a lo que hacemos y percibimos. Esta
capa pensante del cerebro es la que nos ha colocado, a través
de los millones de años, en la evolución, en la cima de la esca
la zoológica, proveyéndonos, además, de la capacidad de au-
toconciencia y autocom prensión, funciones esencialmente hu
manas, como dice Georges Bernard Shaw.
Aunque los primates inferiores, como los gatos, perros y
ratones, poseen una corteza y son capaces de aprender de la
experiencia de comunicarse, e incluso de tomar decisiones ele
mentales, sus cortezas tienen funciones acotadas si las compa
ramos con las humanas. Esos animales no pueden planificar,
abstraer, simbolizar, comprender, crear o proyectar el futuro.
20A lan F razer, P erry M olinoff, A ndrew W inokur, Bases biológicas de la fun
ción normal y patológica del cerebro, Ed. Espaxs, España, 1996, pp. 33-35.
35
La ciencia médica ha adquirido últimamente, a través de la
biología molecular, de los diagnósticos por imágenes y de otras
disciplinas más complejas en permanente evolución, conoci
mientos acerca de los daños que las enfermedades producen,
pero también ha podido comprender, en parte por ahora, cómo
funcionan.
La corteza posee cuatro lóbulos, y el daño a cada uno, en
forma específica, dará como resultado un problema distinto.
Una lesión en el lóbulo occipital,.ubicado en la parte posterior
de la cabeza, donde radica el área visual primaria del cerebro,
puede destruir el campo visual de una persona. Si el daño es
más extenso, puede provocar la ceguera.
Una lesión en el lóbulo temporal, ubicado detrás del oído,
puede causar problemas en la memoria a largo plazo.
Un daño en los lóbulos frontales puede generar errores de
cálculo o dificultades para comprender el sentido crítico de
las conductas.
Un daño en el lóbulo parietal produce desorientación.
La corteza nos permite tener registro y control de los senti
mientos y acciones.
Nos permite discernir, analizar los sentimientos y luego
actuar en consecuencia.
La inteligencia em ocional es la interacción entre estas tres
partes fundamentales, siendo el com portam iento hum ano el
resultado de ésta.
Estas tres capas cerebrales aparecieron, una después de la
otra, durante el desarrollo del embrión y del feto (ontogénesis),
en la evolución de las especies animales (filogénesis), desde
los lagartos hasta el homo sapiens. Según Mac Lean, son tres
computadoras biológicas que, aunque están interconectadas,
han tenido cada una sus tipos peculiares de inteligencia, sub
jetividad, sentido de tiempo y espacio, movilidad y otras fun
ciones menos específicas.
Hoy se acepta que tenemos tres unidades cerebrales que se
integran en un único cerebro.
36
Circuito de Papez o de las emociones
Se denomina así al circuito de estructuras anatómicas que
interconectan el hipotálamo y el córtex, y que Papez propuso
como un sistema emocional21.
Consciencia emocional
Experiencia emocional
I cmgülafe
jl>Júclep..
¿I^Ó cátíipo j<------Fornix
i táláriió
Circuito de P a p e z n
21 E ric R. Kandel, J ames H. Schwartz, T homas M. J essell, ob. cit., pp. 986-988.
22 B ear, C onnors, P aradiso, Neuroscience, Exploring the brain, Williams &
Wilkins, Canadá, 1996, c. 16, p. 438.
37
Las principales áreas involucradas
con las emociones
Amígdala
Esta estructura se encuentra en la región anteroinferior del
lóbulo temporal. Se conecta con el hipo tálamo, el núcleo septal,
el área prefrontal y el núcleo medio dorsal del tálamo. Estas
conexiones hacen que la amígdala cumpla una importante fun
ción en la mediación y control de las actividades afectivas más
importantes, como la amistad y el amor, en la expresión de los
estados de ánimo, miedo, ira y agresión. La amígdala, al ser el
centro de la identificación de peligro, es fundamental para la
autop reservación23.
Hipocampo
38
Tálamo
La importancia de los núcleos medio dorsal y anterior del
tálamo sobre la regulación de la conducta emocional no se debe
al tálamo mismo, sino a las conexiones entre estos núcleos con
otras estructuras del sistema límbico. El núcleo medio dorsal
tiene conexiones con las zonas corticales del área prefrontal y
con el hipotálamo. El núcleo anterior se conecta con los cuer
pos mamilares, y a través de ellos, vía el fornix, con el hipo
campo y el gyrus cingulata, así tomando parte del circuito
emocional de Papez.
Hipotálamo
39
ber que, en los humanos, estas estructuras primitivas aún per
manecen activas, no sólo como mecanismos de alerta, vitales
para la supervivencia, sino también para el mantenimiento del
ciclo del sueño.
Septum
40
mi
Septum
Área prefrontal
41
la capacidad de concentración y abstracción. El área prefrontal
está implicada, en forma directa, en el proceso humano de pla
neamiento y de estrategia, en donde se integra la vida racio
nal y se proyecta el sentido de vida.
Los humanos tenemos la red de conexiones más grande
entre el área prefrontal y las estructuras límbicas tradiciona
les. Quizás es por eso que presentamos la mayor variedad de
sentimientos y emociones. Aunque algunas señales de afecto
pueden ser percibidas en los pájaros, el sistema límbico co
menzó a evolucionar luego de los primeros mamíferos, siendo
prácticamente inexistente en los reptiles y anfibios.
Vale la pena nombrar por su peculiaridad dos comporta
mientos con connotaciones afectivas, que aparecieron en los
mamíferos:
1- El cuidado intenso y duradero de las hembras con sus
crías.
2- La conducta de juego. Cuanto más evolucionado es el
mamífero, más se acentúan estas conductas.
42
En síntesis
La corteza cerebral es la parte pensante o lógica del cerebro
que se diferencia del sistema límbico, la parte emocional, sien
do, en realidad, la mutua interrelación e integración entre am
bos a través de la función de los neurotransm isores, lo cual
define y categoriza a la inteligencia emocional y al comporta
miento humano.
La persona está en equilibrio, cuando estos tres sistemas
(corteza cerebral, sistema límbico y sistema reptiliano neuro-
modulados por los neurotransmisores) se hallan en armonía
entre sí.
Pero cuando el sistema nervioso central es alterado por el
estrés, el sistema reptiliano-autonómico suele ir por un lado,
la corteza con sus pensamientos generalmente negativos por
el otro, y el sistema límbico emocional con emociones negati
vas por otro, haciendo que la persona se disocie. Esta disocia
ción sumada a la vulnerabilidad previa, genética, medioam
biental o social, impacta en el órgano que se va a enfermar
provocando los síntomas.
43
Disociación de la persona 26
EMOCIONES
N
E
CEREBRO U CEREBRO SINTOMAS:
LÍMBICO O R AUTONÓMICO
EMOCIONAL 0 .cardiológicos
T REPTILIANO respiratorios
R
U mareos,
"N cefaleas
NEU RO TRANSM I
M " nudo en el estómago
sudoración, etc.
CORPOREIDAD
PSIQUISMO
PENSAMIENTOS La corporeidad frente a la disociación asiste
MENTE confundida, estupefacta, con mucho temor
a lo que ocurre.
Es el principio de muchas enfermedades
vinculadas a la ansiedad.
44
8. Sistema nervioso
autónomo
45
al resto del organismo órdenes para el simpático o parasimpà
tico. Si las órdenes se contraponen por perturbación en algún
lugar del sistema (cerebro, cerebelo, límbico, hipotálamo, tron
co encefálico, médula espinal), la orden llega confusa hacien
do que el simpático y el parasimpático se descontrolen. Si
Xf
23D aniel P. C ardinali, ob . cit , c. 13, p, 247.
46
¥
CERVICAL
TORÁCICA
LUMBAR
SACR A
29Ibidem, p. 248.
47
9. Neurotransmisores
48
membranas presinápticas de la primera neurona, se producen
dificultades que perturban la sinapsis por aumento o dismi
nución de neurotransmisores en la hendidura sináptica, y esto
puede terminar siendo el origen de muchos trastornos3031.
r '3í
Algunos m ecanism os de acción de los psicofárm acos
Sinapsis
Es el lugar en donde se dan y reciben los estímulos nerviosos.
Es el espacio en donde se establece la comunicación eléctri
ca y química.
Vesícula sináptica: son pequeños glóbulos que se encuen
tran en el interior de las terminales del axón y contienen los
neurotransmisores (ver figura anterior), por ejemplo la sero-
tonina que, mediante un proceso de exocitosis, libera el neu-
rotransmisor hacia la hendidura sináptica.
49
Membrana presináptica: es la membrana celular de la pri
mera neurona, donde se alojan las vesículas cargadas de neu-
rotransmisores.
Membrana postsináptica: es la membrana celular de la se
gunda neurona donde se alojan los receptores.
Hendidura sináptica: el espacio cargado de neurotrañsmi-
sores entre la primera y segunda neurona. Contiene molécu
las complejas, llamadas transportadores, organizadas en pa
trones característicos que pueden guiar a los neurotransmisores
a su lugar postsináptico (ver figura).
'sícuta iS
Vesícula ^
sináptica m M
K i 'V !-v5~ V T *. C V ,U' ZXW m Sv M I . •
Membrana
presináptica
♦ , Moléculas de
Hendidura sináptica
/ • . transmisor
im ^ í h í i hMi ¡■■¡■■¡■■¡i HM
W
jpíísj^i’ñ^p t l c ^ f n ? '
50
Existen numerosas sustancias transmisoras que se denomi
nan neurotransmisores.
Los neurotransmisores se fabrican en la terminal de la pri
mera neurona y se almacenan en las vesículas para su libera
ción a la hendidura sináptica y su captura en la postsináptica.
Los neurotransmisores descubiertos hasta ahora son mu
chos y se cuentan por cientos, y cada uno de ellos, a su vez,
poseen distintos subtipos. Los más conocidos, por tener im
portancia clínica directa en los procesos íntimamente vincula
dos a los trastornos tratados en esta obra, son:
Serotonina, noradrenalina, acetilcolina, dopamina,
adrenalina, (gaba = ácido gamma-amino-butírico), glu-
tamato, monoxido de carbono, óxido nítrico, neuropép-
tidos, hormonas, etcétera.
En síntesis
Todos estos datos nos revelan la complejidad de ciertos pro
cesos que son ilustrativos, pero no debemos caer en el reduc-
cionismo de que un trastorno se debe puramente a un trastor
no bioquím ico o eléctrico. La persona tiene m últiples
dimensiones, y son múltiples las causas del enfermar, por lo
que siempre debemos tener en cuenta que a la dimensión físi
ca se le debe incorporar la emocional, la mental, social, valórica,
asertiva, cognitiva, conductual y espiritual.
52
Sistemas serotonérsicos c e n t r a le s
Lemnisco
medio
Fascículo
longitudinal
medio
B7-9; Atdcfeos
delrafedorsal,
Compititi Hucitar
AmtpUlino«
medioyventral
Kipoeampo B í-3 a jC
poitdñor
"
B4yAreapostrema
RiAdulAr
54
10. La vulnerabilidad
El concepto
Vulnerar proviene del latín vulnerare, herir, perjudicar. Vul
nerable se define como alguien susceptible de ser herido35.
Estudios recientes han demostrado que algunos individuos
condicionados por causas genéticas y circunstancias adversas
resultan muy vulnerables. Otros estudios también recientes han
demostrado que algunos individuos, a pesar de la herencia
genética negativa y de las circunstancias adversas de la infan
cia y adolescencia, llegan a convertirse en adultos producti
vos, integrados socialmente, satisfechos en plenitud.
A estas personas, aunque escasas numéricamente, en estu
dios longitudinales, se las ha denominado invulnerables, ha
biéndose evaluado los factores que podrían protegerlas con
tra los resultados negativos. El ajuste adulto adecuado, a pesar
de una infancia de alto riesgo, se corresponde con un alto ni
vel de inteligencia, especialmente lo que hoy denominamos
inteligencias múltiples. ¿Qué lo consigue? Un afecto adecua
do, volcado a un sano amor de sí mismo con elevados criterios
de autoestima, sumado a una perspectiva integradora, inte
lectual, afectiva prosocial, y a la disciplina y entrenamiento de
la voluntad.
55
cía a las heridas, como también a la resilencia, que es la capaci
dad para superar las adversidades y salir fortalecido de éstas.
Ocupación
Matrimonio
56
y cubrir las necesidades interpersonales. Los cambios experi
mentados en las costumbres, desde el clima moral restrictivo
de la década de los 50 hasta el clima moral permisivo de los
90, se reflejan en la gran cantidad de adultos que viven juntos
(cohabitación).
• Ajuste matrimonial: David Reed, que estudió el ajuste
emocional en el matrimonio y los factores que determi
nan la felicidad, dedujo que la mayoría de las investiga
ciones concluyen en que la felicidad matrimonial impli
ca la felicidad en las relaciones interpersonales en
términos generales. Es probable que exista una correla
ción general entre estabilidad y felicidad. Parecería que
las parejas consiguen la realización emocional completa
cuando se han alcanzado otros logros previos.
• Problemas matrimoniales: Aunque el matrimonio tien
de a considerarse como un vínculo permanente, las unio
nes insatisfactorias pueden deshacerse, como de hecho
ocurre en casi todas las sociedades. El funcionamiento
de un matrimonio depende de la pareja elegida, de la
organización o desorganización de la personalidad de
cada uno de sus miembros y de la interacción entre ellos
y las razones reales de la unión. Si las expectativas hacia
el cónyuge son irracionales, aumenta el riesgo de tener
problemas matrimoniales. Recordemos que el compro
miso tiene valor ético que, sumado al amor relacional,
sostiene el vínculo.
Paternidad
Hacia los 30 años, la mayoría de las personas han formado
una familia y deben hacer frente a los problemas relaciónales
padres-hijos. Además de la carga económica que supone la
crianza de un hijo, existe un coste emocional.
• Familias monoparentales: Éste es un fenómeno social en
aumento. Cada día son más los núcleos en los que apa
rece la madre como única cabeza de familia.
57
• Adopción: Desde el comienzo de siglo, la adopción ha
ido sustituyendo a los hospicios como la manera más
apropiada para criar a los niños abandonados, rechaza
dos o desamparados. Muchas parejas incapaces de con
cebir (y algunas parejas que ya tienen hijos) optan por la
adopción. Además de todos los temas generales relati
vos a las relaciones normales padres-hijos, los padres
adoptivos deben enfrentarse con problemas especiales.
Tienen que decidir cuándo y cómo deben comunicar al
hijo que es adoptado. Pueden tener que afrontar el de
seo del hijo de informarse sobre sus padres biológicos.
Los hijos adoptados tienen mayor tendencia a desarro
llar trastornos de conducta, problemas con drogas y ras
gos de personalidad antisocial.
Divorcio
58
• Divorcio económico: Los mayores conflictos surgen por
la partición de las propiedades entre los cónyuges y la
pensión económica de la esposa.
• Divorcio de la comunidad: La red social de la pareja di
vorciada cambia de forma considerable.
• Divorcio coparental: Es la separación de un padre de los
hijos del otro. Es distinto ser padre o madre estando se
parados, que serlo estando casados.
Al divorciarse los padres, la custodia de los hijos puede ser
com partida entre ambos padres; partida, cuando cada uno de
los miembros de la pareja se queda con uno o más hijos; o sim
p le en la que los hijos viven habitualmente con uno de sus
padres y el otro puede visitarlos dentro de los límites estable
cidos por el juez. Los problemas en la relación padres-hijos
pueden manifestarse en ambos padres. El padre con la custo
dia representa la realidad del divorcio y puede volverse para
el hijo el objeto de su ira. El padre sometido a este estrés pue
de sentirse incapaz de afrontar las demandas emocionales del
niño. El padre que pierde la custodia tiene que afrontar las
limitaciones del tiempo de visita del hijo. Es frecuente que se
produzcan desarreglos emocionales en el padre y en el hijo.
Algunos motivos de divorcio son la enfermedad o muerte
de alguno de los hijos, los problemas sexuales y económicos, y
las relaciones extramatrimoniales o adulterio.
La vejez
59
eos regulares, el consumo mínimo o nulo de alcohol o cafeína,
el trabajo gratificante y una percepción personal de sí mismo
como un ser útil a la sociedad mediante una labor altruista,
como cónyuge, maestro, mentor, padre o abuelo. La alimenta
ción sana y el ejercicio adecuado promueven también la salud
y la longevidad.
• Aspectos psicosociales del envejecimiento: Las perso
nas mayores sanas suelen mantener un nivel de activi
dad social sólo ligeramente distinto del que tenían en
años anteriores. En muchos casos, la vejez es un proceso
de crecimiento intelectual, emocional y psicológico cons
tante. En algunos, sin embargo, la enfermedad física o la
muerte de los amigos y familiares puede imposibilitar
la interacción social continuada. Cuando la persona ex
perimenta una mayor sensación de aislamiento, puede
hacerse vulnerable a la depresión. Para el bienestar físi
co y emocional de los ancianos es importante el mante
nimiento de las actividades sociales y el contacto con los
jóvenes.
• Factores socioeconómicos: La economía de la vejez es un
factor trascendental para los propios ancianos y para la
sociedad en su conjunto. El obtener la ayuda médica ne
cesaria puede ser especialmente difícil cuando no se
cuenta con los fondos personales suficientes. Algunos
servicios, como el tratamiento psiquiátrico ambulatorio,
la enfermería especializada, la rehabilitación física y los
chequeos médicos preventivos, no están cubiertos, o lo
están en una proporción mínima.
• Jubilación: Para muchas personas la jubilación es el mo
mento de disfrutar del tiempo libre y liberarse de las res
ponsabilidades de compromisos profesionales previos,
pero para otros es un período de estrés, sobre todo si la
jubilación genera problemas económicos o pérdida de la
autoestima.
' 1• Sexualidad: Entre los cambios fisiológicos que se pue-
9 den observar en los hombres, están el retraso para con
seguir la erección, la menor turgencia del pene y la eya-
60
culación débil. En las mujeres, los bajos niveles de
estrógenos se asocian con menor lubricación vaginal y
atrofia vaginal.
• Problemas psiquiátricos: Los ancianos deben enfrentar
se con el duelo de múltiples muertes y pérdidas (del es
poso o esposa, los amigos, los familiares, los colegas), el
cambio del estatus laboral, el prestigio y el declive de
las capacidades físicas y de la salud. Esto suele derivar
en depresión, que puede ir acompañada de síntomas fí
sicos o de cambios cognoscitivos similares a la demen
cia. También es alta la incidencia del suicidio.
61
11. Prevención.
Cambio y crisis. Resiliencia
Más vale p rev en ir q u e curar
(Bernardino Ramazzíni).
62
La prevención tiene la mirada puesta en la p rom oción de la
salud para reafirmar la calidad de vida, creando mejores con
diciones de vida.
Es obvio que los conocimientos permiten cambios de con
ducta hacia estilos de vida más saludables y hacia el manteni
miento de estos cambios. Pero ¿por qué existe una brecha en
tre conocimientos y actitud de prevención? ¿Por qué no se llega
a un compromiso y autorresponsabilidad preventivos?
Diversas teorías pueden orientarnos:
❖ Creencia en la invulnerabilidad (A m in o m e va a tocar).
❖ Creencia en la inmortalidad (Nunca v oy a enferm ar).
❖ Factor contagio de hábitos (Mis viejos hacen... y n o les
pasa).
❖ Gusto del riesgo en los jóvenes.
❖ Falta de constancia en la persuasión, seguimiento y ejem
plo de los adultos hacia los jóvenes.
❖ Falta de esperanza y expectativas. Si no hay después algo
mejor, p o r qu é com prom eterse/ para qu é com prom eterse.
En conclusión:
❖ Sí existe prevención en salud mental.
❖ Sí debe existir siempre.
❖ Se aprende (psicoeducación).
❖ Se practica.
❖ Es una actitud de vida.
❖ Es un estilo de vida (hábitos saludables).
❖ Es una forma de espiritualidad (recrea la creación).
❖ Es solidaridad social.
❖ Es un compromiso.
❖ Es un valor que me aporta algo muy bueno.
63
El cambio
Cambia. Todo cam bia
m en os el cam bio.
E l co n ce p to
64
38
Cambio histórico
La crisis
E l co n ce p to
38 Ibídem, p. 8.
39 J oan C orominas, ob. cit, p. 179.
40 B árbara R ubín W ainrib y H ellín L. B loch, Intervención en Crisis y res
puesta al trauma, Ed. Desclée De Brouwer, España, 2001, p. 29.
41 A lvaro F rancia, ob. cit, pp. 7-9.
65
En el ideograma chino, la palabra crisis contiene dos figu
ras, una significa dificultad y la otra oportunidad4243.
Después de ser sometido a la primera operación de cáncer,
Freud pierde a su hija, es la primera vez que lo vieron llorar;
sumamente afectado, Freud escribe a Ferenczi:
Me preparé durante varios años para la pérdida d e m is hi
jo s varones, y ahora ha muerto m i hija; com o soy profu n
dam ente increyente, n o tengo ni siquiera a alguien a quien
acusar ni una instancia a la que pu eda llevar m i queja.
En las crisis, ocurre un proceso que difiere del cambio. Se
produce una ruptura entre un modelo que termina y otro que
no se desarrolló. El movimiento histórico se quiebra, se rom
pe, hay un abismo, y el próximo no nació aún. El modelo ante
rior se separa del otro modelo todavía por nacer y queda en
medio del vacío, caos, miedo, angustia e inseguridad. Hay una
ruptura existencial. El mundo se destruye, se quiebran los re
latos, se rompe la continuidad histórica.
Crisis histórica 43
66
Se sostiene que el hombre de hoy está en permanente cam
bio o en continua crisis, o en ambos a la vez. Lo mismo se afir
ma de la sociedad en general. Incluso algunos hablaron de la
muerte de Dios en la cultura actual. El vacío de Dios que se cons
tata en las personas o en las sociedades no se puede reemplazar
por otros aspectos culturales. Produce un vacío existencial y una
profunda crisis en la cosmovisión holística de la persona y en su
vocación de trascendencia más allá de la muerte.
La crisis en el hombre actual impacta tan directa e intensa
mente, que provoca estrés y trastornos directos en la salud ge
neral y, en particular, en la salud mental.
67
Experiencias traumáticas que generan crisis
1.
Muerte de un hijo.
2.
Violación, incesto.
3.
Violencia.
4.
Accidentes graves.
5.
Desastres naturales.
6.
Guerra.
7.
Terrorismo.
8.
Experiencias severas relacionadas con el trabajo (vio
lencia, regulación de plantilla).
9. Secuestro de rehenes.
10. Enfermedades que pongan en peligro la vida44.
Estas crisis generan un vacío existencial, que se llena con
una personalidad sana, rica en contenidos y con una firme de
cisión que desarrolle:
❖ Inteligencia: Desarrollo de inteligencias múltiples, sien
do estas según Gardner:
1. Lingüística
2. Espacio-temporal
3. Logic orna temática
4. Corporal
5. Musical
6. Intrapersonal (Comprensión interna del "yo")
7. Interpersonal (Comprensión social del "otro", los
"otros" y el "Otro Trascendente" de Dios)
❖ Voluntad: Que motorice cambios dentro y fuera del hom
bre.
❖ Afecto: Que ame la salud y la vida.
❖ Dinamismo vital: Que contagie.
♦i* Valores: Que den contenido y sentido a la existencia.
❖ Espiritualidad: Que llene.
,,LLa personalidad sana, rica en contenidos, provoca un au
mento de la resilencia.
B árbara R ubín W ainrib, H ellín L. B loch. ob . cit , p. 31,
68
Resiliencia
Si p u ed es ver destruida ¡a obra d e tu vida
y sin decir palabra pon erte d e n u ev o a edificar,
si p u e d e s ser duro sin jam ás m ontar en cólera,
si p u ed es ser valeroso y jam ás im prudente,
si p u e d e s sobrepon erte al triunfo despu és d e la derrota,
un h om bre serás, h ijo m ío
(R. Kipling)
¿Qué es la resiliencia?
E l concepto
Éste es un término extraído de la física (soltura de reac
ción-elasticidad). Designaba la capacidad de un cuerpo para
resistir un choque. Atribuía importancia a la sustancia (físi
ca). Humanamente sería la capacidad para sobrevivir y desa
rrollarse como persona de manera socíalmente aceptable, a
pesar de la fatiga o de la adversidad. Resiliencia se define como
la capacidad de superar la adversidad y salir fortalecido de
ella.
Hay personas que, expuestas a experiencias y situaciones
de estrés, no presentan a posteriori problemas de conducta ni
trastornos emocionales esperables como consecuencia de lo vi
vido. Se ha observado, en algunos casos, dentro de una misma
familia, que dos hermanos expuestos a los mismos factores de
riesgo respondieron en forma diferente, uno manifestando pro
blemas psicosociales y el otro superando la adversidad
exitosamente y sin síntomas.
La resiliencia es, pues, la capacidad de algunas personas
para resistir a la adversidad, para reaccionar, para convivir con
los factores de riesgo sin involucrarse y escoger otros caminos
no traumáticos.
Este concepto involucra, entre otras, a disciplinas como las
69
neurociencias, la genética, la psicobiología, los estudios del com
portamiento, la educación, la sociología y la psicología social.
Este concepto (que nada tiene que ver con invulnerabili
dad) pertenece a los mecanismos de defensa y es:
❖ Psicoeducable
❖ Consciente
❖ Evolucionado
❖ Controlable (por el sujeto)
❖ Pro activo (Depende de la comunidad)
❖ Sanamente esperanzador
❖ Se transforma en un aspecto super ador del sufrimien
to.
Sufrimiento
N o es el sufrim iento el qu e cam bia a lo s h om bres,
sino la respuesta a él.
71
Por lo que frente a la adversidad, la resiliencia se transfor
ma en un bien que es individual en cuanto compromete al
"yo" dependiendo de uno, y también es relacional, depende
de la ayuda que nos presten otros y que aceptemos nosotros.
Debemos, entonces, buscarla dentro de nosotros mismos y
en la comunidad.
72
12. Psicoeducación
en salud mental
73
Atención: enfoque en un estímulo. En nuestro caso, la
atención está centrada en el problema del alumno-pa
ciente, pero también en sus posibilidades saludables.
Percepción: captación, interpretación y decodificación de
la información recibida.
Motivación: estado interno que despierta, dirige, man
tiene y pone en movimiento la conducta. La motivación
necesita un ideal afectivo, espiritual para alimentarse.
La motivación es relacional.
Enseñanza: es el acto vincular por el que una persona
transmite a otra relacionalmente un cúmulo de informa
ción (datos, saberes, experiencias, métodos, conocimien
tos, vivencias, testimonios, estímulos, espiritualidad,
motivaciones, ideales...), con el fin de que el enseñado
resulte inform ado y formado para desenvolverse
saludablemente en la vida con autonomía y responsabi
lidad. La enseñanza en psicoeducación no está centrada
exclusivamente en el problema de un paciente o alum
no, sino en la persona de un paciente o alumno que está
viviendo un problema. Non schola sed vita discis (no
aprendes para la escuela, sino para la vida).
Autoevaluación: todo aprendizaje a través de una ense
ñanza implica una autoeducación que, a su vez, permite
la autoevaluación, tanto personal como grupal, de la ad
quisición, aplicación y transmisión de los conocimien
tos y destrezas para la mejor competencia.
Estructuración cognitiva: es decir cómo repensar, por me
dio de la reestructuración de las experiencias, nuevas ma
neras de buscar y encontrar un aprendizaje holístico para
la salud mental.
Aplicar refuerzos positivos: fortalecimiento de la con
ducta con estímulos que den caricias positivas por las
tareas realizadas.
Encauzar saludablemente los problemas: la mayor par
te del aprendizaje humano implica solución de proble
mas. De un buen diagnóstico y de la creación de habili
dades y fortalezas depende un futuro saludable, en los
vínculos sociales, laborales, etcétera.
Aislarse, resignarse, autocastigarse, perder autoestima,
no pedir ayuda... no son maneras positivas de encauzar
positivamente un problema o crisis. Tampoco lo es ele
gir una metodología errada.
Un problema tiene:
❖ Una etapa inicial (la situación actual).
❖ Una meta (el resultado que se desea).
❖ Una trayectoria para alcanzar la meta.
❖ Una meta saludable alcanzada.
Las personas que resuelven problemas a menudo tienen que
establecer y alcanzar submetas, conforme avanzan hacia la so
lución, La solución de problemas se define como la formula
ción de nuevas respuestas (saludables) que van más allá de la
aplicación simple de reglas aprendidas previamente para crear
una solución.
75
Establecer jerarquías en todos los órdenes, marcar
preferencias, no confundir lo importante con lo urgen
te.
Gratuidad. Existen grupos de apoyo gratuitos para ayu
dar a enfrentar problemas intensos o inmediatos. Son al
tamente efectivos para aprender a solucionar problemas.
Por otro lado, permiten compartir el dolor y el sufrimien
to, reduciendo de esta manera su intensidad.
La ventaja de estos grupos, orientados, en sus fundamen
tos teóricos, a la terapia cognitiva conductual y la tera
pia racional emotiva, es que motivan a los participantes
con dinám icas de grupo y, adem ás, con métodos
psicoeducativos audiovisuales, biblioterapia, seminarios,
conferencias, cursos de capacitación o videoconferencias,
alcanzando más rápidamente los objetivos.
Además: "la gratuidad es un poderoso factor de sanación
relacional".
Red social: integración comunitaria vincular para dar y
recibir.
El concepto
Aprender es cambiar
En síntesis
La explosión de conocimientos operados en la década de
los 90, reconoce también un nuevo paradigma educativo. Tan
to la psicología educativa como otras fuentes del saber deben
ponerse al servicio de la educación, para la prevención y asis
tencia en salud mental.
Prever es ver previamente, y para ello se necesita el conoci
miento que debe expresarse con un lenguaje cotidiano, de fá
78
cil lectura, comprensión, aprendizaje, accesible a todo públi
co, y con métodos psicoeducacionales adecuados.
Nuevos paradigmas educativos debemos crear para evitar
epidemias en salud mental.
Se prevé una nueva concepción en la educación para la sa
lud, con nuevos centros sanitarios y hospitalarios, en donde la
educación sea el centro de atención y en donde se impartan
conocimientos centrados en la prevención y en la resolución
de problemas específicos. Estos centros deberán ser necesa
rios para poder desplazar el asistencialismo que ha caracteri
zado al modelo anterior.
Dentro de estos nuevos paradigmas, la educación, sin lu
gar a dudas, se asociará indisolublemente a la salud en gene
ral y a la salud mental en particular. Este es el desafío45.
79
13. Factores de riesgo
en salud mental
80
Éstos son factores de riesgo, pero también motivo de supe
ración.
a. Factores individuales:
■ Temperamento.
■ Adaptación social.
■ Actividad.
■ Inteligencia.
* Competencia en lenguaje y lectura.
■ Competencia en habilidades de control interno.
b. Factores familiares:
■ Calidad de lazos afectivos.
■ Respuesta al estrés con apoyo dentro de la familia.
c. Apoyo externo:
■ Interacción exitosa en la escuela.
■ Interacción exitosa en el trabajo.
■ Interacción exitosa en otras instituciones como la Igle
sia, clubes, etcétera.
d. Factores comunicacionales:
■ Diálogo entre los padres.
■ Diálogo entre los miembros de la familia con elabora
ción de conflictos que fijen pautas de resolución de pro
blemas como modelo para los miembros.
e. Factores de recreación de todos los miembros de la familia.
f. Expectativas y opciones de educación y trabajo.
g. Participación en instituciones sociales.
h. La autoestima: valor protector por excelencia que mejora
y da relevancia a la formación de la imagen de s í mismo.
81
i. Mejorar las cualidades de la persona , prom ovien do
su desarrollo integral.
F a c to r e s q u e a u m e n ta n el riesgo
82
14. Estrés
Concepto
El término estrés (sufrimiento) fue acuñado, en la primera
mitad del siglo pasado, por el profesor Hans Seyle, basado en los
conceptos del síndrome general y de la ° enfermedades de adap
tación47. Esta palabra deriva del inglés y significa fuerza, peso,
violencia, tensión, confusión, coacción, sujetar a tensión o peso.
Sería el grado de tensión que soporta un organismo vivo.
Enrique Rojas, en su libro La ansiedad (1989), define al estrés
como la respuesta del organismo a un estado de tensión exce
siva y permanente que se prolonga más allá de las propias fuer
zas y que se manifiesta a través de tres planos: físico, psicoló
gico y conductual.
83
ca, psíquica, conductual, cognitiva y asertiva lo preparan para
la acción de aprender.
El estrés o eutrés es necesario para la vida y para el creci
miento integral de la persona y de la personalidad.
El arco se tensa lo necesario para lograr una potencia deter
minada en la velocidad y trayectoria de la flecha. Si la energía
tensional es baja no alcanza para lograr su cometido, si es muy
alta se rompe. Este fino equilibrio es el mismo que ocurre en
las personas. Cierto grado de estrés es necesario,-muy poco o
demasiado son disfuncionales.
Alto riesgo
Desde
este punto,
las demandas .
externas H
e internas
superan la Enfermedad
capacidad de
respuesta y se
ingresa en una
fase de dístrés.
Ese estado crea
condiciones para
la aparición de
enfermedades y,
eventualmente, un Laudicaciónl
agotamiento
psicofisico notable
o claudicación.
( . Dí strés
84
Estrés patológico o distrés
Las personas con estrés patológico sufren una alteración
disfuncional. A estas alteraciones globales las denominamos
distrés, que viene a ser la causa y el origen de múltiples enfer
medades.
Estas personas se sitúan en condiciones de vida que las lle
van continuamente al borde del agotamiento. Tienen acumu
lado un sobreesfuerzo constante, una tensión emocional y/o
intelectual fuerte, un ritmo vertiginoso de vida, sin tiempo para
nada. Aquí lo fundamental es el estilo de vida. Siempre abru
mados, sobrepasados en las propias posibilidades, permanen
temente desbordados, agobiados, sin un minuto libre, arras
trados a un cansancio crónico. No hay tregua posible para su
trabajo, ya que se intenta atender simultáneamente a dema
siadas exigencias inaplazables.
La hiperactividad y la tensión constantes generan una reac
ción de alarma que se caracteriza por una serie muy compleja
de modificaciones bioquímicas que tratan de compensar ese
estado de excesiva actividad: bajo nivel de glucosa en sangre,
descargas masivas de adrenalina, aumento del catabolismo
general de los tejidos (proceso de mayor demanda funcional y
energética), etcétera.
Existen innumerables causas determinantes de la tensión
emocional con motivo del trabajo (estrés). Hoy, con la globali-
zación de los mercados y su consecuente competitividad, se
exterioriza el estrés en forma masiva y se agrava con la des
ocupación que traen aparejados los nuevos modelos económi
cos deshumanizantes.
Factores de tensión
Algunos de los factores que generan tensiones nerviosas
perniciosas o agotamientos sobre los seres humanos en el lu
gar de trabajo.
85
1. Malas condiciones del lugar de trabajo
87
4. Sin perspectivas de mejorar el futuro
❖ Trabajo sin porvenir (carencia de educación o de opor
tunidades de ascensos)
❖ Fracaso en la obtención del reconocimiento personal se
gún la antigüedad
❖ Paga inadecuada (en relación con el poder de compra,
pero también en términos comparativos que marcan a
los trabajadores como inferiores)
Recordemos:
❖ La tensión nerviosa en el lugar de trabajo puede ac
tuar como un poderoso agente tóxico
❖ El agente tóxico, a su vez, puede agravar los efectos
de otros tóxicos.
88
❖ Dispepsia.
❖ Ruptura familiar.
❖ Cansancio.
❖ Hipertensión.
❖ Comportamiento inmaduro y socialmente irresponsable.
❖ Impotencia.
❖ Infertilidad.
❖ Insatisfacción y exacerbación de otras enfermedades pro
fesionales debido a los tóxicos y contaminantes en el lu
gar de trabajo.
❖ Falta de sentido de identificación y de objetivo en el ám
bito laboral.
❖ Pérdida del deseo sexual.
❖ Pérdida del apetito.
❖ Neurosis.
❖ Úlceras pépticas.
❖ Psicosis.
❖ Trastornos en la respiración.
❖ Esperanza reducida de vida.
❖ Fracaso sexual.
❖ Aislamiento social49.
Estrés y vulnerabilidad
El estrés, y especialmente el distrés, aumentan la vulnera
bilidad a las enfermedades, siguiendo una secuencia en don
de los acontecimientos se suceden según un patrón preesta
blecido.
El distrés sumado a una predisposición genética activa genes
tempranamente marcados en la historia de la persona, con lo
cual permite el desarrollo de un primer episodio de la enfer
medad.
49 Oscar Santos D i M aría, La industria de la prevención, Rosario, Argenti
na, 2000. pp. 67-71.
89
. Este primer episodio sintomático bien puede desaparecer
durante algún tiempo o quedar latente hasta que un nuevo
distrés genere un segundo episodio.
Este segundo episodio provoca cambios moleculares per
sistentes dentro de la célula y en el caso que nos ocupa, dentro
de la célula nerviosa, causando el aumento de la vulnerabili
dad, conjuntamente con el desarrollo y la permanencia de la
enfermedad.
ESTRÉS
r~
+ PREDISPOSICIÓN GENÉTICA
GENES
TEMPRANOS
I
SEGUNDO ESTRÉS PRIMER
EPISODIO EPISODIO
Estrés agudo
En el trastorno por estrés agudo, se observa la aparición de
ansiedad acompañada de síntomas disociativos (figura de la
p. 44) o de otro tipo. En el mismo momento del trastorno o con
posterioridad a él, el individuo presenta alguno de los siguien
tes signos:
❖ gensación subjetiva de embotamiento.
❖ Desapego de la realidad que lo circunda.
90
❖ Desrealización, despersonalización.
❖ Amnesia disociativa: incapacidad para recordar un as
pecto importante del trauma.
❖ Sensación de estar aturdido o reducción del contenido
de su entorno.
Estos síntomas se producen durante el mes que sigue a la ex
posición a un acontecimiento traumático de carácter extremo50.
Por ejemplo, la persona ha experimentado, presenciado o
le han explicado acontecimientos caracterizados por muertes
o amenazas para su integridad física o la de los demás. O tal
vez, la persona haya respondido a un temor, una desesperan
za o un horror intensos.
Después del acontecimiento traumático, éste es revivido en
forma recurrente. El acontecimiento es reexperimentado
persistentemente en alguna forma, como ser: imágenes, pen
samientos, sueños, ilusiones, episodios de flash b ack (deste
llos recurrentes) o sensación de estar reviviendo la experiencia
y/o malestar al exponerse a objetos o situaciones que recuer
dan al acontecimiento traumático.
La persona presenta un acusado comportamiento de evita
ción d e,aquellos estímulos que pueden hacer aflorar recuer
dos del trauma.
Manifiesta también signos de ansiedad o de hiperactivación.
Estos síntomas provocan un malestar general que interfiere
en las actividades de la persona o afectan sus tareas habitua
les, laborales, sociales, disminuyendo la capacidad de diálogo
y la comprensión de su familia y de otras personas para ayu
darlo en su problema.
Estas alteraciones duran por lo menos dos días sin prolon
garse más allá de las cuatro semanas posteriores al aconteci
miento traumático. Aparecen en el primer mes que sigue al
acontecimiento traumático.
91
. Todo esto no se debe a una enfermedad médica ni a una
droga ni a otra enfermedad psíquica ni a la exacerbación de
una enfermedad psíquica preexistente.
Al paciente se lo observa disociado, confundido, con una
disminución de la respuesta emocional, desmotivado y con sen
timientos de culpa. No se puede concentrar, tiene la sensación
de estar separado de su cuerpo, experimenta el mundo cómo
irreal, se encuentra amnésico del acontecimiento y disociado.
Al principio, el acontecimiento traumático es revivido re
petidamente, después es evitado y, a posteriori, aparece
hiperalerta emotiva, con dificultades para dormir (insomnio),
irritabilidad, falta de concentración, sobresalto e inquietud mo
tora y/o motivacional.
Estrés postraumático
Se entiende por estrés postraumático la severa reacción pa
tológica cuyo factor es un suceso traumático.
Como resultad o del estrés, se plasm a en la físico -
neurobiología de la persona un cambio que se agrava con el
tiempo, se hace crónico y modifica tanto su neurobiología como
también su conducta.
En el estrés postraumático, la enfermedad se desarrolla por
la presencia de un agente estresante inicial que, sumado a la
vulnerabilidad previa de la persona o a los factores de riesgo,
permite que la enfermedad se desarrolle.
La enfermedad librada a su suerte, es decir, sin tratamien
to, se hace crónica y agrava, provocando con el tiempo daños
irreversibles. El hipocampo se atrofia con la exposición per
manente al estrés, con déficit de memoria51.
En resumen, la exposición a un agente estresante, como por
ejemplo violencia, violaciones, catástrofes, accidentes con
51 Nan<5y C. A ndreasen, Brave new brain, Ed. Oxford University Press, Es
tados Unidos de América, 2001, p. 295, f. 11-6.
92
muertes, delitos, etc, actúan sobre su integridad física y origi
nan síntomas importantes en las personas52.
Pasado un tiempo...
i r
B. El acontecimiento traumático Reacciones o ideación
es reexperimentado intrusivas.
Pesadillas traumáticas.
Regresiones. Tiene la sen
sación de estar revivien-
9 do la experiencia traumá
tica.
Distrés y reacciones bio
lógicas.
Distrés y reacciones psi
cológicas.
Distrés psicológico pro
vocado por estím ulos
asociados al trauma.
Reactividad psicológica y
if social.
C. Síntomas de Amnesia psicológica relacionada a algu-
evitación y nos recuerdos traumáticos.
52J ulio Bobes G arcía, M anuel BousoNo García, A lfredo C alcedo B arba, M a
ría P az G onzález G arcía-P ortilla, Trastorno de estrés postraumàtico, Ed.
Masson, España, 2000.
93
a n estesia Desapego emocional. Desinterés por el
emocional futuro.
Restricción afectiva.
Evitación de actividades o lugares que
recuerdan el trauma. Desinterés por
participar en actividades sociales.
Sensación de aislamiento o disociación.
Disminución del cambio de afectos.
Anestesia emocional.
D. Síntomas persistentes Síntomas de hiperactividad
de aumento de la autonómica:
activación o -Insomnio.
hiperalerta -Irritabilidad.
-Dificultad para concentrarse.
-Hiper vigi lancia.
-Respuestas exageradas de so
bresalto.
Psicológicos:
-Rabia e irritabilidad.
-Dificultades en la concentración.
-Hiperalerta.
E. Más de un mes y menos de tres meses: agudo.
Más de tres meses: crónico.
Más de seis meses en el comienzo: de inicio demorado53.
94
Tratamiento del trastorno por estrés
postraumático
95
En resumen:
i
TRASTORNOS DE ANSIEDAD
E n fe rm e d a d e s m éd icas
96
P e rs o n a lid a d y d istrés
A desconexión
♦ Tensión permanente
♦ Niegan fatiga y las en
fermedades
♦ Pérdida de vida fami
liar y afectiva
♦ Esfuerzo constante
♦ Duda permanente de
sus capacidades
♦ Temor al fracaso
97
Domina naturalmente el D Son los mejores pro
estrés tegidos contra las
□ Tranquilo enfermedades
□ Equilibrado
D Distendido
6 0 Domina naturalmente
el estrés
□ Reacciona con pruden
cia y filosofía
D Positivo y optimista.
Este tipo es minoritario en
la población
C D Aparentemente resig
nados
D Callados
D Apacibles
D Poco agresivos
DEnfermedades diges
tivas: gastritis, colitis
ulcerosa, estreñi
miento crónico
0 Inmunosupresión
D Falso tranquilo D Reacciona por meca
□ Sufren en silencio nismos cortico-su-
prarrenales
D
dad depresiva. 0 Algunos cánceres
D El miedo D Trastornos alimen
D Inhibición tarios
D Fóbicos.
98
Reducir el consumo de café, té y otros estimulantes.
Salir a pasear al aire libre.
Valorar a los demás y a uno mismo.
Tener un espíritu animoso.
De vez en cuando sentarse y cerrar los ojos unos minutos.
Buscar un lugar tranquilo donde se pueda ir a diario.
Dieta equilibrada.
Tomar vacaciones, frecuentes y cortas.
Desear buenas cosas a los demás.
Hacer ejercicio físico.
Dormir de 7 a 8 hs. cada noche.
Reír y no tomar las cosas trágicamente.
Tener algún hobby (gratificante fuera del trabajo).
Encarar las dificultades y conocer las propias prioridades.
Buscar ayuda o consejo en personas de confianza.
Esforzarse en pensar y actuar como la persona que le gus
taría ser.
Responsabilizamos de nuestros sentimientos.
Esperar que el enojo se enfríe para expresarlo.
Deleitarse con pensamientos agradables.
Ser agradecidos a la gente y a Dios.
Estar preparado para permitir y admitir lo inesperado.
Tratar a los demás como pretendemos que nos traten.
Cuando estamos tensos hacer ejercicios de relajación y pre
guntarnos porqué lo estamos.
Crearse una rutina.
Hacer una lista realista de las tareas que debemos realizar
(sin excederse).
Procurar variedad con respecto a personas, lugares y pensa
mientos.
Aprender a decir "NO".
Dejar de fumar.
99
- No interrumpir en el diálogo.
- Mantener contacto periódico con amigos y familiares.
- Conducir sin superar el límite de velocidad. Parar con luz
amarilla.
- Practicar periódicamente masajes de pies, cuello y cara.
” Reducir el consumo de alcohol.Si
Si
100
15. Miedo normal y miedo
patológico
Concepto
Para salir d e las dificultades es n ecesario tener m iedo.
El h o m b re que n o tiene m ied o está p e rd id o
(Luis Ferdiñando Céline).
101
ticipación de la conciencia. Forman parte del inconsciente emo
cional.
Los sentimientos de miedo son un producto derivado de la
evolución de dos sistemas neurológicos: uno, base para la con
ducta de defensa, y otro que crea la conciencia.
Joseph LeDoux, en su obra El cerebro em ocional (1999), afir
ma que el miedo es omnipresente. Si bien el hombre ha desa
rrollado una forma de vida en la cual la probabilidad de en
contrarse con depredadores, antiguos motivos de miedo, se
ha reducido enormemente, en su lucha por dominar la natura
leza, ha creado nuevas formas de peligro. Coches, aviones,
armas, energía nuclear son hoy una fuente de daño potencial.
Hemos canjeado los peligros de la vida más salvaje por otros
que, al final, podrían ser mucho más perjudiciales para nues
tra especie que cualquier depredador natural. Los peligros a
los que nos enfrentamos no se han reducido ni son menos sig
nificativos que los de nuestros antepasados: simplemente son
diferentes61. -
102
espirituales/ completamos la integración de un sentido de vida
orientado a la prevención con valores.
La misma ansiedad/ como reacción emocional ante la per
cepción de una amenaza o peligro, está presente toda la vida
y, en ocasiones, nos sirve de protección ante posibles peligros.
El miedo fue definido por Freud como la respuesta inteligente
ante un peligro real.
Miedo al miedo
Entre el miedo y la angustia, se halla el temor, cuyo objeto
es más difuso y menos conocido que en el miedo; y el pán ico,
donde el miedo no se concentra en algo determinado, sino que
se refiere a todo; es decir, el peligro viene aquí de todas partes.
103
Incluso hay estados mixtos: el miedo angustioso, y, sobre
todo, el miedo a la angustia, fenómeno muy frecuente entre
los neuróticos ansiosos. La concentración de la angustia vital
en forma de fobias bien definidas puede tomarse como una
transform ación d e angustia en m iedo. Esta transformación
obedece a un mecanismo defensivo del yo: la angustia con-
densada en un objeto (fobia) es menos mortificante que la an
gustia del vacío existencial.
Temor
Etimológicamente, temor procede del latín timor. pasión del
ánimo que mueve a rehusar las cosas dañosas o arriesgadas o
a huir de ellas. Recelo de un daño próximo.
El temor tiene una importancia especial en la evolución. Es
fundamental para la supervivencia. Pero los temores fuera de
lugar, como dice Daniel Goleman, son la plaga de la vida coti
diana y nos provocan preocupación, angustia y una variedad
de inquietudes; y en un extremo patológico, ataques de páni
co, fobias o trastornos obsesivo compulsivos62. El temor se di
ferencia del miedo en que el impacto de lo desconocido es más
evidente. Es decir, el objeto del temor es más difuso y menos
conocido que el del miedo.
El temor pone enjuego circuitos ancestrales de nuestra me
moria de especie. Su respuesta es la lucha o la huida frente al
temor. El mecanismo neurobiológico normal es luchar o huir,
no hay más alternativas.
Otras formas de respuesta ante el temor son los mecanis
mos inhibitorios, que paralizan; o excitantes, que provocan an
siedad. Ambos constituyen la raíz de muchas patologías.
Miedo y pánico
Como señalamos anteriormente, el miedo es el modo nor
mal de reaccionar frente a un peligro. Su versión anormal es
62 D aniel G oleman, ob . cit , p. 341.
104
una excesiva intensidad o persistencia o una fisonomía cuali
tativa fuera de lo común.
El impacto del miedo, como el de otras emociones, puede
ocasionar la actualización de dispositivos (histéricos) en algu
nas ocasiones, de inhibición o paralización en otras. Estas re
acciones, cualitativamente inadecuadas, consisten especial
mente en modelos de comportamiento reactivo.
Las reacciones a las catástrofes pueden conducir a cuadros
de sobrecogimiento, de estupor emocional, donde prevalece
un estado agudo y pasajero de paralización afectiva, acompa
ñado de vivencias de despersonalización y desrealización. El
sujeto suele mostrarse entonces profundamente apático y no
reacciona adecuadamente, o no reacciona de ningún modo a
las situaciones de peligro que se presentan. Para K. Schneider63,
la mayor parte de estas reacciones de pánico son reflejas, no
propiamente vivenciales. Los trastornos vasomotores determi
nados por tortísimos estímulos sensoriales serían el factor
patogénico clavé. La auténtica reacción vivencial de pánico no
está ligada a los estímulos sensoriales, sino a su significación
amenazadora. La intensidad del estímulo sensorial juega, en
este caso, un papel completamente accesorio.
En las reacciones de miedo y pánico, pueden presentarse
también conductas agitadas de sobresalto.
105
16. Ansiedad
El concepto
Hemos desarrollado hasta aquí las ideas que ños ayudan a
comprender la personalidad/ las emociones, su origen neuro-
biológico, el estrés, el miedo. Ahora comenzaremos por des
cribir el ansiedad, ya que es evidenteía influencia negativa de
su variable patológica como factor desencadenante de las en
fermedades que tienen como síntoma este estado.
Ansia es tomado del latín tardío anxia, derivado del latín
anxius, que significa ansioso64.
La ansiedad es una vivencia de temor ante algo difuso, vago,
inconcreto, indefinido, que, a diferencia del miedo, tiene una
referencia explícita. Al igual que el miedo, provoca una im
presión interior de temor, indefensión y zozobra, pero en este
caso se produce por nada, se difuminan las referencias.
La ansiedad es una señal de alerta, advierte el peligro inminen
te y permite a una persona tomar medidas contra la amenaza.
La ansiedad es una manifestación esencialmente afectiva.
Esto quiere decir que se trata de una vivencia, de un estado
subjetivo o de una experiencia interior. A esto se añade un es
tado de activación neurofisiológica (arousal, en el lenguaje an
glosajón), que consiste en una puesta en marcha de los meca
nismos que controlan la vigilancia (fundam entalm ente
córtico-subcorticales, pero mediatizados por la formación
reticular). La consecuencia es un estado de alteración que, des
de la psicología empírica, denominamos hipervigilancia.
La psicofisiología, en este caso, es similar a la del miedo, y
no es otra cosa que una defensa organizada frente a estímulos
que rompen el equilibrio fisiológico.
Al mismo tiempo, ésta ansiedad es adaptativa, ya que ayu
da a enfrentarse (si su intensidad no es excesiva) a ciertos re
querimientos y exigencias concretos de la vida.
64 J oan C orominas, ob . cit , p. 53.
106
A n s ie d a d
□ Del latín anxia, anxius. Ansioso.
0 Es una señal de alerta.
□ Advertencia del peligro.
D Impresión interior de indefensión y zozobra.
□ Es una vivencia de temor ante algo difuso/ vago, indefinido.
D Temor a algo que no tiene referencia, certidumbre.
0 Temor impreciso, carente de objeto interior.
D Respuesta a una amenaza.
D Es una manifestación esencialmente afectiva.
D Se trata de una vivencia de un estado subjetivo.
□ De una experiencia interior.
Se agrega:
G Activación neurofisiológico (Arousal).
D Vigilancia-Hipervigilancia.
G La psicofisiología: similar a la del miedo.
Q Defensa organizada para mantener el equilibrio fisiológico.
D Adaptativa: A requerimientos y exigencias concretas de la vida.
107
Precipitantes de la ansiedad
La ansiedad es un conjunto de respuestas que afectan a
cuatro áreas de la persona:
1 - Cognitiva o de pensamiento
2 - Conductual
3 - Motora
4 - Psicofisiològica
66
Precipitantes de la ansiedad
(Adaptado de Hollander, 2001)
66Dr. A lfredo Q a, Trasforno por esWis pos tra urna tico, E d . Imaginador, Ar
gentina, 2001, p. 33.
108
A pesar de los numerosos avances que han tenido lugar en
el conocimiento de los trastornos de ansiedad, aún debe dis
tinguirse, al-evaluar a un paciente, entre ansiedad normal y
ansiedad patológica. La evaluación del paciente, de sus fami
liares y amigos, y el aporte del clínico pueden ayudar al espe
cialista a establecer la diferencia entre una y otra. Las evalua
ciones están basadas en la inform ación que aportan los
pacientes sobre sus estados internos, sus comportamientos y
capacidades para funcionar.
La ansiedad como reacción emocional ante la percepción
de una amenaza o peligro está presente a lo largo de toda la
vida, y, en ocasiones, nos sirve de protección ante posibles pe
ligros. Es una respuesta apropiada ante una situación amena
zante. Por ejemplo, la ansiedad ante un animal peligroso evi
taría acercarnos a él y protegernos.
Este tipo de ansiedad suele estar acompañada por un creci
miento individual, cambios, nuevas experiencias y descubri
mientos de identidad y de sentido de la vida.
Existe otro tipo de ansiedad, la patológica. Esos mecanis
mos anteriormente mencionados son patológicos cuando se
presentan ante estímulos y/o situaciones mínimos, que no son
en sí peligrosos, con una intensidad o duración exagerada. En
virtud de su intensidad y duración, es una respuesta
inapropiada a un estímulo dado.
Las respuestas inadecuadas de ansiedad aparecen en un
individuo:
■ En su forma de pensar: preocupación, inseguridad, mie
do o temor, aprehensión, pensamientos negativos de in
ferioridad, incapacidad, anticipación de peligro o ame
naza, dificultad para concentrarse, tomar decisiones,
sensación de desorganización, pérdida de control sobre
el ambiente, dificultad para pensar con claridad. .
* En aspectos fisiológicos o corporales: taquicardia, su-
doración, dificultad respiratoria, rubor facial, náuseas,
vómitos, diarreas, molestias digestivas, tensión muscu
lar, temblores, fatiga excesiva, etcétera.
109
■ En su forma de actuar: comportamientos inadecua
dos (movimientos repetitivos o torpes, movimientos sin
una finalidad concreta, paralización, tartamudeo, evi
tación de situaciones, etcétera.
Ejemplo de amenazas psicológicas triviales son: discu
sión con jefe, pareja, atasco de tráfico, facturas pendien
tes...
La ansiedad es un problema cuando:
■ Es de intensidad, frecuencia y duración alta.
* No es proporcional con la gravedad objetiva de la situa
ción.
■ El grado de sufrimiento subjetivo es alto.
■ El grado de interferencia en la vida cotidiana es alto o
provoca disfunción.
La ansiedad se hace crónica con facilidad, si la persona no
tiene estrategias de afrontamiento de la situación de estrés.
■ Síntom as físicos: tensión m otora, hiperactivid ad
vegetativa, hipervigilancia.
■ Síntomas conductuales: evitación.
■ Alteraciones cognitivas: incapacidad subjetiva, temor a
las críticas, atribución errónea a los síntomas físicos de
ansiedad.
Cuando la ansiedad se torna crónica, es estrés. Se produce
una alerta permanente del organismo. Afecta al sistema inmu-
nológico. Favorece la hipertensión arterial.
Los pacientes que presentan ansiedad patológica requieren
una evaluación neuropsiquiátrica completa y planes de trata
miento individual. El clínico debe tener en cuenta que la an
siedad puede ser un síntoma de otros trastornos mentales, es
pecialmente de trastornos depresivos.
' Actualmente, se considera a la ansiedad como un modelo
de enfermedad psíquica que comprende cinco aspectos del in
dividuo: vivencial, físico, de conducta, cognitivo y asertivo.
110
Son estas cinco vertientes las que se manifiestan en la an
siedad. Desde esta visión es que se redefine a la ansiedad como
una respuesta vivencial, fisiológica, conductual, cognitiva y
asertiva, caracterizada por un estado de alerta, de activación
generalizada, fren te a una señal de peligro difusa que el indi
viduo percibe como una amenaza.
Sín to m a s de la a n sie d a d
1. FÍSICOS
palpitaciones
opresión precordial
temblores
hipersudoradón
sequedad de boca
dificultad respiratoria
pellizco gástrico
2. PSICOLÓGICOS
inquietud interior
desasosiego
inseguridad
presentimiento de la nada
temor a perder el control
temor a la muerte
temor a la locura
temor al suiddio
3. CONDUCTA
estado de alerta/hípervigilancia
dificultad para la acción 5 . ASERTIVOS*
bloqueo afectivo
inquietud motora descenso muy ostensible en tas diversos
trastornos del lenguaje no verbal habilidades sociales
bloqueo en la reladon humana
no saber qué decir ante ciertas personas
4 . INTELECTUALES no saber dedr que no
no saber terminar una conversadón difícil
diversos errores en ef procesamiento
de ta información •Asertividad es la capacidad de Iniciativa,
expectadón generalizada de matiz negativo decisión y persistencia en llevar una conducta
pensamientos preocupantes y negativos que sea ética y sodalmente aceptable, proactfva
pensamientos ilógicos socialmente para el individuo y su comunidad,
dificultad para concentrarse a pesar de los obstáculos situadonales,
trastornos de la memoria interpersonales o sociales encontrados.
111
¡
Espectro de la ansiedad
Espectro, según la física, es una banda, imagen, efecto y
consecuencia de la dispersión de un conjunto de radiaciones.
En medicina, es la banda de dispersión de un conjunto de
enfermedades, síntomas o trastornos que tienen en común un
mismo origen.
6? De los autores.
112
Los síntomas que acompañan esta ansiedad y preocupa
ción excesivas son:
❖ Inquietud.
❖ Fatiga.
❖ Dificultades en la concentración.
❖ Irritabilidad.
*> Tensión muscular.
❖ Trastornos del sueño.
❖ Temblores.
❖ Inquietud motora.
❖ Dolores y entumecimientos musculares.
❖ Manos frías.
❖ Sudoración.
❖ Sequedad de boca.
❖ Náuseas.
❖ Diarrea.
❖ Aumento de la frecuencia en ir a orinar.
113
vo asociado a la constitución psiconeuro-inmunoendocrino-
lógica femenina. Son las mujeres las más ansiosas durante todo
el día, y esa ansiedad es permanente, con sentimientos de que
lo catastrófico puede ocurrir en cualquier momento.
Tratamiento
Los tratamientos apropiados para este trastorno son el
psicofarmacológico, la terapia cognitiva-comportamental in
dividual y/o grupal, la psicoeducación, tanto individual como
familiar, y el reaprendizaje de las emociones.
La timidez
La timidez es una actitud afectiva que se refleja en la diná
mica social por inhibición del sujeto para desarrollar adecua
da y suficientemente una conducta de relaciones interhumanas
y sobre todo para comunicarse con los demás6869.
El sujeto tímido tiende a reaccionar ante la presencia de otras
personas con la retirada total o el aislamiento psíquico. La ti
115
midez manifiesta o encubierta es uno de los rasgos más im
portantes del desarrollo patológico de la personalidad.
La confusión entre fobia social y timidez extrema ha lleva
do consigo la infravaloración del trastorno de fobia social y la
consecuente menor demanda de tratamiento especializado. Ge
neralmente, los síntomas de un trastorno de fobia social pue
den ser interpretados por las personas que lo padecen como
manifestaciones de una timidez extrema o de una forma de
ser, no acudiendo por ello a un tratamiento.
Turner, Beidel y Townsley (1990) estudiaron la relación en
tre fobia social y timidez, comparándolas en función de seis
dimensiones: respuestas fisiológicas, cognitivas y comporta-
mentales, funcionamiento diario, curso clínico y característi
cas de inicio. Concluyeron en que la fobia social y la timidez
poseen en común un serie de rasgos fisiológicos y cognitivos.
Por un lado, los individuos fóbicos sociales experimentan
intensos síntomas de ansiedad somática, tales como rubor, ten
sión muscular, palpitaciones, temblores y sudoración en situa
ciones sociales, pero en mayor grado que aquellos que presen
tan timidez.
Por otro, el miedo a la evaluación negativa por parte de los
demás constituye el principal componente cognitivo, tanto para
los individuos fóbicos sociales como para los únicamente tí
midos.
La calidad de vida del sujeto, según el bienestar subjetivo o
satisfacción, se encuentra disminuida en la fobia social y en la
timidez.
La timidez constituye más un factor precursor de la fobia
social que una versión moderada de ésta, entre otras cosas,
porque el inicio de la timidez es más temprano y, en muchos
casos, transitorio.
A»
116
17. La ansiedad social
(Fobia social)
El concepto
La ansiedad social es un trastorno psicopatológico caracte
rizado por el deseo de evitar las situ acion es sociales
interactivas o de ejecución ante desconocidos o ser sometido a
escrutinio; y evitar situaciones en las que se requiere que el
individuo haga algo frente a otros (hablar en público, escribir,
comer o involucrarse en alguna conversación).
Este temor puede presentarse también frente a situaciones
nuevas o con ocasión de sentirse observado y calificado, como
dar un examen o una conferencia, sintiendo miedo a una supues
ta descalificación pública por decir incoherencias, ser infravalo
rado intelectualmente o ser ridiculizadas sus opiniones.
Las principales preocupaciones del paciente, en estos ca
sos, son las de resultar incoherente, quedarse sin palabras, mos
trar signos visibles de vergüenza o incomodidad (transpirar,
no saber dónde poner las manos, disgusto) y torpeza (sonro
jarse ante la falta de palabras), prestar demasiada atención a
sus propias imperfecciones; sentirse avergonzado, disminui
do y sufrir un daño social irreparable (pérdida de amigos,
medio de subsistencia) como consecuencia de la pérdida de
autoestima.
117
■ Temor a la evaluación negativa.
■ La exposición a la situación social temida provoca an
siedad, a veces en forma parecida a las crisis de pánico.
■ El temor es reconocido como excesivo o irracional.
* Los ataques de pánico ocurren asociados a situaciones
sociales y no de forma inesperada.
■ Causa un malestar significativo o interfiere en uno o.más
ámbitos del funcionalismo.
* Existen dos subtipos:
1. Generalizado: el temor y la evitación incluyen
la mayoría de situaciones de actuación/ejecución
o de interacción sociales. Se relaciona con una
mayor discapacidad funcional. Se acompaña de
una mayor comorbilidad*. La tasa de prevalen-
cia del trastorno entre los familiares del pacien
te son mayores y se diagnostican fácilmente
como Trastorno de personalidad por evitación.
2. No generalizado o específico: engloba unas po
cas situaciones sociales (dos o tres), como hablar
en público, o comer o escribir delante de otros,
pero sin afectar a la mayoría de las situaciones
sociales.
118
este temperamento tienen un umbral más bajo para la esti
mulación límbico-hipotalámica, en respuesta a los cambios in
esperados del entorno.
Sin embargo, sobre este temperamento deben actuar los
factores estresantes del entorno, que activan a los genes que
contribuyen en el trastorno. Estas influencias ambientales son
las responsables de las características psicodinámicas y géne
sis del trastorno.
Las críticas duras, las respuestas vergonzantes de los pa
dres y hermanos, y las amenazas de abandono contribuyen al
perfil determinado por la interiorización de las relaciones de
objeto. La vergüenza y la culpa son los estados afectivos cen
trales. Los pacientes con esta patología se aproximan a cada
relación con la convicción de que serán avergonzados, humi
llados y ridiculizados, si la otra persona llega a conocerlos bien.
Evitan la proximidad como una forma de modular este miedo
con las interacciones negativas con los otros.
La ansiedad social es considerada como una enfermedad
específica dentro de los trastornos de ansiedad, según el DSM-
IV, M anual diagnóstico y estadístico d e los trastornos m enta
les de la Asociación de Psiquiatría Americana.
La incidencia epidemiológica dentro de la población gene
ral es tan alta y su diagnóstico tantas veces olvidado, que mu
chos pacientes que lo sufren pasan gran parte de su vida sin
diagnóstico y creyendo que se trata de un problema de perso
nalidad que no tiene solución, que son defectos de desarrollo
en la evolución psicológica o que es debido a la herencia de
alguno de los padres.
El paciente que presenta ansiedad social siente ansiedad y
profundo miedo, cuando se expone a reuniones sociales fuera
del ámbito de su hogar. Tratando por todos los medios de evi
tar el contacto social, porque teme ser sometido a una situa
ción de humillación y vergüenza ante los demás. Teme y evita
todas las circunstancias en las que deba actuar en presencia de
público. El sujeto reqoribce que el miedo es excesivo e irracio
nal, pero no puede controlarlo, lo cual desembocará en la evi
tación de estas interacciones sociales o en el tener que sopor
119
tarlas a costa de una intensa ansiedad en el momento, o más
frecuentemente, mediante el padecer anticipatorio caracterís
tico del fóbico.
120
Desde el punto de vista de la prevalencía (Beídel 1998), en
una muestra de ochenta y ocho adultos con fobia social, las
situaciones sociales ansiogénicas más prevalentes fueron:
SITUACIÓN PREV.
Hablar en público 99 %
Charla informal/reuniones 88%
Mantener una conversación 64 %
Iniciar una conversación 60%
Acudir a fiestas 76%
Comer/beber en público 39%
Escribir en público 31 %
Utilizar un baño público 8%
121
♦ Dolor u opresión torácica
♦ Rubor
♦ Sequedad de boca
♦ Deseos urgentes de orinar
♦ Mareos
♦ Escalofríos
♦ Enrojecimiento
♦ Sensación de desmayo
♦ Falta de aire
♦ Fuertes temblores
♦ Cefaleas
♦ Molestias gastrointestinales (vacío en el estómago y dia
rrea).
En algunos casos, se puede derivar en un ataque de pánico.
Según el estudio de Bobes (1999), en relación con la frecuen
cia de aparición, éstos son los resultados:
122
Desde el punto de vista de los síntomas cognitivos, el nú
cleo central o fobia social, como antes se la denominaba, es el
temor a la evaluación negativa que se manifiesta cuando el
paciente se encuentra en presencia de otros, por la creencia de
que su actuación sea inadecuada y el pensar que está siendo
juzgado o criticado por los demás; pudiendo llegar a compli
carse la situación en la mayoría de los casos mediante, la típi
ca ansiedad anticipatoria con expectativas de amenaza ante
circunstancias sociales.
Este temor se relacionará con creencias de: no saber com
portarse de un modo adecuado o competente reforzado por
falta de conocimiento, formación o adquisición de destrezas
en ciencias sociales; ser visto como ansioso, débil, loco o estú
pido; poder manifestar síntomas de ansiedad.
Suelen presentar una hipersensibilidad a la valoración ne
gativa por parte de los demás y al rechazo, una dificultad para
autoafirmarse y una baja autoestima con sentimientos de infe
rioridad. También acostumbran a temer las evaluaciones indi
rectas, por ejemplo, los exámenes. Todo ello configurará la pre
sencia de pensamientos negativos.
Existen tres tipos de reacciones conductuales. En primer lu
gar, pueden aparecer las conductas de evitación y escape de las
situaciones temidas que, en un principio, ahorrarán el sufrimien
to ansioso del paciente pero que inevitablemente, al poco tiem
po, empeorarán el componente cognitivo del trastorno.
En segundo término, los pacientes con ansiedad social pue
den adoptar una serie de conductas protectoras para atenuar
la ansiedad: ante el miedo al rubor, el dejarse barba, al maqui
llarse profusamente, utilizar grandes gafas de sol, o un cabe
llo largo y dirigido hacia el rostro; ante el miedo a temblar,
colocar las manos en los bolsillos o detrás y no agarrar cosas
delante de otras personas; ante el miedo a sudar, vestir ropa
ligera, colocarse cerca de ventanas abiertas o no tomar líqui
dos calientes; en las reuniones, se abstendrán de formular pre
guntas, beberán sin hablar, o hablarán sin levantar la mirada.
Finalmente, pueden surgir una serie de síntomas físicos
conductuales asociados a las reacciones ansiosas: bloqueos, tar
123
tamudeos, muecas faciales, gestos de inquietud, retorcimien
to de manos, evitación de mirada, volumen bajo (susurro), son
risa o risas inapropiadas.
VARIABLES AUTORES
Baja calidad de vida Bech y Angst, 1996
Síntomas de ansiedad somática: rubor, tensión Turner et al., 1990
muscular, palpitaciones, temblores y sudoración Bech y Angst, 1996
Síntomas de ansiedad cognitiva: miedo a la Turner et al., 1990
evaluación negativa y temor a las relaciones sociales
124
¿Fobia social o trastorno por ansiedad social?
En el transcurso de la historia de la Psiquiatría, los estados
fóbicos han sido considerados desde los síntomas que acom
pañan a diferentes entidades nosológicas, hasta los cuadros
en donde el miedo patológico constituye el elemento central.
En las últimas clasificaciones internacionales, se reconocen
los cuadros fóbicos como entidades nosológicas separadas, dis
tinguiéndose tres categorías: agorafobia, fobia simple y fobia
social.
El miedo normal y preventivo, propio de la naturaleza hu
mana, se diferencia de la fobia, o miedo patológico. El último
es desproporcionado a la situación que lo crea, no puede ser
explicado o razonado, se encuentra fuera del control volunta
rio y conduce a la evitación de la situación temida.
Actualmente surge un gran debate en torno a la fobia social
que se centra en la denominación del trastorno. En este aspec
to, los expertos recomiendan el cambio de denominación a tras-
torno d e an siedad social, ya que expresa mejor la magnitud y
el impacto del trastorno, rompe con la concepción antigua de
banalidad que está asociada a fobia social y facilita el diag
nóstico diferencial con la fobia simple.
La ansiedad social aparece como un elemento común en el
trastorno de fobia social y en la timidez, si bien la fobia social
se diferencia de ambos, tanto por su cronicidad como por el
grado severo de interferencia que ejerce en el rendimiento aca
démico, laboral y en las relaciones sociales habituales. Cuan
do la ansiedad social constituye un elemento central en la fo
bia social, este trastorno se caracteriza fundamentalmente por
las conductas de evitación que esta ansiedad genera. En este
sentido, una de las razones por las cuales el término fobia so
cial puede llegar a ser sustituido por el de trastorno p o r ansie
d a d social, en revisiones de los sistemas clasificatorios actua
les (DSM-IV y CIE-10), se basa en que uno de los síntomas
definitorios de la fobia social, las conductas de evitación de
las situaciones sociales temidas, no aparece en un alto por
centaje de sujetos diagnosticados como fóbicos sociales.
125
Temblor - diagnóstico diferencial
Debemos diferenciar el temblor como síntoma de la fobia
social del temblor esencial familiar, enfermedad neurológica
que se transmite entre parentesco. El temblor esencial familiar
cede total y rápidamente con el consumo de alcohol, pirimidina
y propranolol, no siendo efectiva la acción de la metildopa; En
la fobia social, el temblor cede parcialmente y esto induce al
paciente a la ingesta de mayores dosis de alcohol,, en el falso
entendimiento de que su aumento hará desaparecer el sínto
ma. Muy lejos de eso, el paciente, con el devenir del tiempo,
se puede transformar en alcohólico.
126
Universidad Nacional de Rosario). Afecta más a hombres que
a mujeres. Es muy frecuente que estos pacientes lleguen a la
consulta psiquiátrica después de muchos años de sufrir la en
fermedad, o cuando entran en la inevitable etapa de la depre
sión secundaria.
El diagnóstico casi siempre se hace retrospectivamente, de
biendo actualmente prestarse marcada atención a los signos y
síntomas que hemos descripto, y se les advierte, además, que
si se deja librada a su normal evolución o no se realiza el trata
miento adecuado, esta afección se hace crónica, alterando
globalmente la calidad de vida70.
La ansiedad social es un trastorno categóricamente bien
delimitado, crónico, que arruina o disminuye fuertemente la
calidad de vida del individuo, y que con las técnicas y trata
mientos adecuados, en la mayoría de los casos, remite en muy
pocas semanas, siendo, por lo tanto, una enfermedad de exce
lente pronóstico.
El miedo a exponerse a situaciones sociales hace que el pa
ciente evite todo contacto social, declinando paulatinamente
su calidad de vida, no concurriendo a reuniones ni compromi
sos sociales, causando aislamiento con profunda perturbación
social, laboral y, en algunos casos, profesional, hecho que se
presenta muy habitualmente.
En estudios realizados en Ontario, Canadá, en el año 2000,
se comprobó que la fobia social puede constituir un trastorno
de ansiedad grave, relacionado con una merma considerable
de la actividad y calidad de vida. Las personas que padecían
fobia social presentaban distintas discapacidades, desde el
abandono del colegio hasta mostrarse incapaces de desarro
llar su labor principal.
También tenían significativamente más probabilidades que
las personas sin fobia social de clasificarse a sí mismas como
de bajo funcionam iento en la escala que valora el nivel de
bienestar y de mostrar insatisfacción en muchos aspectos de
127
su vida. Estos resultados apenas se vieron condicionados por
la comorbilidad depresiva.
El comienzo temprano de este trastorno es particularmente
significante por iniciarse en la adolescencia,, repercutiendo en el
desarrollo futuro psicológico y en el intercambio relacional del
paciente y su entorno, y complicando el porvenir del individuo.
Los efectos más comunes de la fobia social que tienen un
impacto dramático y que alteran la calidad de vida de quien la
padece son: •
* soledad
■ disminución de clase social
■ falta de logros educacionales
■ dependencia financiera
■ incapacidad creativa para generar recursos
■ desórdenes psiquiátricos adicionales
■ pensamientos suicidas
■ actuaciones suicidas
* inestabilidad laboral
■ falta de eficiencia laboral
■ aislamiento social
■ disminución del ámbito social
^ El cuadro siguiente muestra la influencia de la fobia/ansie-
v dad social en las interrelaciones:
128
También está comprobada su relación con el desarrollo de
dificultades escolares:
Tratamiento
Centrado en afrontar la dificultad
129
R e s u m ie n d o :
Psicoeducación + terapia cognitiva-conductual + rela
jación + confrontación gradual + medicación sólo al prin
cipio, si fuese necesario.
Hay casos en donde resulta muy útil realizar áprestamiento
mediante técnicas de coaching (clases particulares, prepara
ción, entrenamiento), soló ó combinado con counseling (ase-
soramiento).
130
*t* Palpitaciones
❖ Sudoración
❖ Boca seca
Cefaleas por tensión
❖ Vacío en la boca del estómago
❖ Temblores
❖ Escalofríos
❖ Confusión
❖ Dispepsia
❖ Diarrea
131
una enfermedad coronaria, que van a morir como consecuen
cia de ello o de alguna otra afección. No siempre son com
prendidos en su ámbito familiar, incluso la mala interpreta
ción por parte de los familiares, que poco conocen sobre el
tema, agrega mayor ansiedad al paciente. También es común
que se oculte esta enfermedad, y esto genera mayor ansiedad.
De allí que la psicoeducación del paciente y su grupo familiar
sea una estrategia que debe ser siempre considerada.
132
¿Esta enfermedad es hereditaria?
No. Se hereda la predisposición o la vulnerabilidad a la en
fermedad. Si a esto le sumamos estrés o experiencias negati
vas podemos llegar a la enfermedad.
¿Piensan en el suicidio?
Sí. Algunos, después de años de padecimiento, llegan a pen
sar en el suicidio como forma liberadora de sus dificultades. Esto
se transforma en algo más grave, aun cuando la ansiedad social
se presenta asociada a disturbios graves de la personalidad como
esquizofrenia u otras psicosis, lo cual aumenta el riesgo.
134
¿Es una enfermedad que aísla?
135
18. Angustia
El concepto
Angustia deriva del latín angustia: angostura, dificultad,
congoja, aflicción.
Angustia proviene además del latín angor: estrechez, este
nosis.
La raíz griega significa estrangular. Se define como un esta
do de inquietud, agitación o zozobra del ánimo; angustia que
acompaña a ciertas enfermedades71.
Se siente como sensación constrictiva en la región precordial
o en la epigástrica, con dificultad respiratoria y tristeza.
En todas las definiciones de angustia, se hace referencia a
la opresión. En gran parte de la literatura médica angustia y
ansiedad aparecen como términos sinónimos e incluso, los psi
quiatras solemos emplear una u otra.
Al igual que el miedo, provoca una impresión interior de
temor, indefensión y zozobra, pero en este caso se produce
como respuesta cognitiva-afectiva-somática.
Para establecer la diferencia existente entre angustia y an
siedad, cabe seguir un criterio cuantitativo, según la gradua
ción de fenómenos inquietantes, entre los que podemos citar
en el siguiente orden: el miedo, la ansiedad, la angustia.
El miedo, como ya lo definimos, es un temor específico,
concreto, determinado y objetivo ante un peligro real, que
amenaza en algún sentido nuestra persona.
Simplificando entonces los conceptos, podemos decir que
el miedo es un temor con objeto.
136
La ansiedad es un temor impreciso carente de objeto exte
rior.
La angustia es un temor interior y que se percibe afectiva
mente como una sensación corporal.
Angustia
137
¿Qué diferencia la angustia de la ansiedad?72
72 E n r i q u e
R o j a s , La ansiedad, cómo diagnosticar el estrés, las fobias y las
obsesiones, Ed. Temas de Hoy-Planeta, Madrid, 1989, p. 79.
138
Al igual que los estados de ansiedad, la angustia puede ser
normal o patológica (antes neurótica). Las principales diferen
cias entre estas dos variantes son las siguientes:
A n g u s t ia N orm al A n g u s t ia P a t o l ó g ic a
139
19. Fobias
El concepto
Fobia proviene del griego p h obia: horror. Es la aversión
apasionada hacia algo. Cuando entra en la formación de vo-
ces compuestas, como hidrofobia, fotofobia, es para indicar
repulsión73. La aversión es oposición y repugnancia hacia una
cosa74.
Apasionarse es aficionarse con exceso a alguna cosa. Cau
sar, excitar alguna pasión. Se es apasionado cuando se está po
seído de alguna pasión o afecto75.
¡FO! es además una interjección utilizada para indicar asco.
Voz de creación expresiva76.
En la antigua Grecia fhobos, personalizaba al miedo y acom
pañaba a Ares en el campo de batalla para infundir pánico en
el enemigo.
Cuando el miedo es excesivo, irracional y persistente, en
psicopatología se denomina fobia, el cual es reconocido por
quien lo padece como desmesurado, desproporcionado, in
apropiado e injustificado.
Fobia específica
El concepto
140
mente discernible y circunscripto. Por ejemplo: m ied o a volar,,
a la altura, los precipicios, animales o insectos> ascensores, es
p acios cerrados (claustrofobia), oscuridad, administración d e
inyecciones, visión de sangre o heridas, ingerir determ inadas
com idas o m edicam entos, ir al dentista, etcétera.
La persona reconoce que este miedo es excesivo e irracio
nal, pero no puede controlarlo.
Este reconocimiento se da en adolescentes y adultos que
padecen el trastorno, no así en el caso de los niños.
La exposición al estímulo fóbico provoca una respuesta
inmediata de ansiedad clínicamente significativa. Esta respues
ta puede adquirir la forma de una crisis de angustia situacional
o más o menos relacionada con una situación específica.
En la mayoría de los casos, el temor frente al estímulo fóbico
genera comportamientos de evitación. Otras veces, se soporta
a costa de una intensa ansiedad o malestar.
El diagnóstico es correcto, sólo si este comportamiento de
evitación, miedo o ansiedad de anticipación, en relación con
el estímulo fóbico, interfiere significativamente en las activi
dades cotidianas del individuo, sus relaciones laborales, aca
démicas, familiares o sociales.
El individuo no sólo experimenta un temor marcado, per
sistente, excesivo e irracional cuando se encuentra en presen
cia de los objetos o situaciones temidos, sino también cuando
anticipa su aparición.
Las fobias también expresan la posibilidad de perder el con
trol, angustiarse o desmayarse frente a la exposición del obje
to temido77.
141
A. Temor acusado y persistente que es excesivo o irracional
desencadenado por la presencia o anticipación de un ob
jeto o situación específicos (por ejemplo, volar, precipi
cios, animales, inyecciones, sangre).
B. La exposición al estímulo fóbico provoca casi invariable-
iAente una respuesta inmediata de ansiedad que puede to
mar la forma de una crisis de angustia situacional o más o
menos relacionada con una situación determinada. En los
niños la ansiedad puede traducirse en llantos, berrinches,
inhibición o abrazos.
C. La persona reconoce que este miedo es excesivo o irracio
nal. En los niños este reconocimiento puede faltar.
D. La(s) situación(es) fóbica(s) se evitan o se soportan a costa
de una intensa ansiedad o malestar.
E. Los comportamientos de evitación, la anticipación ansiosa
0 el malestar provocados por la situación temida interfie
ren acusadamente con la rutina normal de la persona, con
las relaciones laborales (o académicas) o sociales, o bien
provocando un malestar clínicamente significativo.
E En menores de 18 años la duración debe haber sido de 6
meses como mínimo.
G. La ansiedad, las crisis de angustia o los comportamientos
de evitación fóbica asociados a objetos o situaciones espe
cíficos no deben estar contaminados por la presencia de
otro trastorno mental como por ejemplo: Trastorno obsesi
vo-compulsivo, Trastorno por estrés postraumático, Ansie
dad social, Angustia con agorafobia u otros.
Especificar tipo:
♦ Tipo animal
♦ Tipo ambiental (por ejemplo, alturas tormentas, agua)
♦ Tipo sangre-inyecciones-daño
♦ Tipo situacional (por ejemplo, aviones, ascensores, recin
tos cerrados)
Otros tipos (por ejemplo, evitación fóbica de situaciones
que pueden provocar atragantamiento, vómito o adqui
142
sición de una enfermedad; en los niños, evitación de
sonidos intensos o personas disfrazadas).
143
Síntomas dependientes de la cultura, la edad y el sexo
El contenido de las fobias y su prevalencia muestran consi
derablemente variaciones según la cultura y la etnia. Por ejem
plo, el miedo a los espíritus o a la magia existe en multitud de
culturas, y sólo debe considerarse una fobia específica, si la
aversión es excesiva en el contexto de esa cultura y provoca
un malestar clínico significativo o un marcado deterioro de
las actividades del individuo.
En los niños, la ansiedad puede traducirse en llantos, be
rrinches, parálisis o abrazos. Los niños no suelen reconocer
que sus temores son excesivos o irracionales y rara vez expre
san malestar por la fobia.
El miedo a los animales y a otras situaciones ambientales
es particularmente frecuente, teniendo un carácter a menudo
transitorio cuando aparece en la infancia.
El diagnóstico de fobia específica no puede asegurarse a no
ser que estos temores den lugar a un deterioro significativo de
las actividades del individuo (por ejemplo, resistencia a ir a la
escuela por temor a encontrarse con un perro en la calle).
La frecuencia según el sexo también varía de acuerdo con
los tipos de fobia específica. Aproximadamente el 75-90% de
las personas que padecen fobia animal o ambiental son muje
res (excepto en el miedo a las alturas, donde las mujeres repre
sentan un 55-70%). De forma similar, aproximadamente el 75-
90% de los individuos que padecen fobia situacional son
mujeres. Estas también constituyen el 55-70% de los indivi
duos con fobia a la sangre-inyecciones-daño.
Prevalencia
144
ral, la tasa de prevalencia anual se sitúa alrededor del 9%, mien
tras que la prevalencia global oscila entre el 10 y el 11,3%.
Curso
Tratamiento
Cuando las fobias interfieren en la vida de una persona, el
tratamiento se impone. Un tratamiento efectivo generalmente
involucra las siguientes formas de psicoterapia:
❖ Terapia cognitiva.
❖ Desensibilización sistemática.
❖ Terapia de exposición, en la cual los pacientes se expo
nen gradualmente a aquello que los asusta hasta que el
miedo comienza a desaparecer.
❖ Las tres cuartas partes de los pacientes se benefician en
gran medida con este tratamiento.
❖ Los ejercicios de relajación y respiración también contri
buyen a reducir los síntomas de ansiedad.
❖ En ocasiones, es necesario recetar ciertas medicinas (an-
siolíticos y/o antidepresivos) para ayudar a reducir los
síntomas de ansiedad antes de que la persona se enfren
te a una situación de fobia o durante ésta (por ejemplo,
para realizar un viaje en avión).
Resumiendo:
Psicoeducación + relajación + terapia cognitiva-conductual
+ desensibilización sistemática + exposición gradual + me-
.y dicagíón, si fuese necesario.
79 Ibídem, p. 418.
146
20. Agorafobia
El concepto
Agorafobia proviene del vocablo griego agora, que hace re
ferencia a las plazas públicas de las ciudades griegas.
Aparición de ansiedad al encontrarse en lugares o situacio
nes donde escapar o huir puede resultar difícil o donde, en
caso de surgir una crisis de angustia inesperada (crisis de pá
nico) o bien síntomas similares a la angustia (fobias), puede
no disponerse de ayuda.
Los temores agorafóbicos suelen estar relacionados con un
conjunto de situaciones características como son: estar solo fue
ra de la casa, mezclarse con la gente, hacer cola, pasar por un
puente, viajar en vehículos de transporte público (tren, bus o
subte) o privado (automotor), etcétera.
Estas situaciones se evitan por temor a que aparezca una cri
sis de angustia o situaciones similares contrarrestándosela con la
presencia indispensable de un conocido para afrontarlas.
Como dijimos anteriormente, el concepto original de ago
rafobia hace referencia al miedo intenso a los espacios abier
tos. En la actualidad, este término incluye, además, la presen
cia de alguno de los siguientes síntomas:
■ Miedo a salir solo/a del hogar o a alejarse de éste.
■ Miedo a situaciones o lugares en donde escapar pueda re
sultar dificultoso o avergonzante. Por ejemplo, un estadio
de fútboi o un cine repleto donde la salida se encuentre
obstruida o no resulte fácil huir en forma inmediata.
■ Miedo a lugares o situaciones que, en caso de padecer
una crisis de ansiedad (ataque de pánico), no pueda dis
ponerse de ayuda inmediata.
147
■ Miedo a viajar en tren, aviones, automóviles o autobu
ses. Aquí el temor suele ser proporcional a la distancia
en que se encuentra del hogar o del lugar donde la per
sona se siente segura. Cuanto más lejos del hogar, más
miedo o angustia.
■ Miedo a cruzar la calle.
■ Miedo a encontrarse en medio de multitudes o embote
llamientos de tránsito en donde la vuelta a un lugar se
guro (generalmente el hogar) no pueda realizarse en for
ma inmediata.
Las situaciones que provocan agorafobia tienden a evitar
se, lo cual refuerza negativamente el síntoma y torna crónica
la enfermedad (por ejemplo: viajar o estar solo/a fuera de casa),
o, en el caso de realizarse, provocan un gran malestar (angus
tia, ansiedad o miedo) y se hace indispensable la presencia de
un ser conocido que brinde seguridad para soportarlas.
Este trastorno, en grado severo, es sumamente incapacitante
y dificulta el normal desempeño de las tareas habituales, ya
sean laborales, familiares o sociales. Por ejemplo: incapacidad
para asistir al trabajo o se realiza con gran esfuerzo y acompa-
ñado/a por una persona que dé seguridad. En las mujeres, es
frecuente que no puedan ir a hacer las compras diarias sin la
compañía de alguien. En las formas muy severas de agorafo
bia, suele haber una incapacidad absoluta para salir del hogar,
e incluso para permanecer en éste sin el acompañamiento de
seres queridos que le brinden seguridad.
Es preciso destacar que aproximadamente el 90% de los pa
cientes que sufren de agorafobia sufren también de trastorno
de pánico. Esto puede ser debido a que el pánico es el desenca
denante de la agorafobia en la mayor parte de los casos, ya que
lo que se experimenta es un gran temor a padecer una crisis de
pánico fuera de casa, sin compañía o en lugar o situación en la
cual el acceso a ayuda esté dificultado o bloqueado. El concepto
de ayuda es muy variado, pero, en general, hace referencia a
«volver al hogar, al automóvil o encontrarse con personas con
las cuales se sienten protegidos y seguros.
148
Criterios del DSM-IV para el diagnóstico de
agorafobia80
A. Aparición de ansiedad al encontrarse en lugares donde
escapar puede ser difícil (o embarazoso) o donde,, en el
caso de aparecer una crisis de angustia inesperada más
o menos relacionada con una situación/ o bien síntomas
similares a la angustia/ puede no disponerse de ayuda.
Los temores agorafóbicos suelen estar relacionados con
un conjunto de situaciones características entre las que
se incluyen estar solo fuera de casa; mezclarse con la
gente o hacer cola; pasar por un puente/ o viajar en auto
bús/ tren/ automóvil.
B. Estas situaciones se evitan (por ejemplo se limita el nú
mero de viajes)/ se resisten a costas de un malestar o an
siedad significativos por temor a que aparezca una cri
sis de angustia o síntomas similares a la angustia/ o se
hace indispensable la presencia de un conocido para so
portarlas.
C. Esta ansiedad o comportamiento de evitación no puede
explicarse mejor por la presencia de otro trastorno men
tal como fobia social (por ejemplo evitación limitada a
situaciones sociales por miedo a ruborizarse)/ fobia es
pecífica (por ejemplo evitación limitada a situaciones ais
ladas como los ascensores)/ trastornos obsesivos com
pulsivos (por ejemplo evitación de todo lo que pueda
ensuciar en un individuo con ideas obsesivas de conta
minación)/ trastornos por estrés postraumático (por ejem
plo evitación de estímulos relacionados con una situa
ción altamente estresante o traumática) o trastorno de
ansiedad por separación (por ejemplo evitación de aban
donar el hogar o la familia).
149
Género
Prevalencia
Curso
Resumiendo:
Psicoeducación + relajación + terapia cognitiva conductual
+ confrontación gradual con exposición en vivo + medica
ción, especialmente cuando va asociada a ataques de páni
co, no menos de 1 a 2 años.
81 Ibidem, p. 413.
150
2. Contener y tranquilizar procurando que la persona se
relaje.
3. Informar a la persona y a su familia que es pasajera y
que se puede repetir toda vez que el paciente se con
fronte empáticamente con el objeto de su fobia.
4. Explicar al paciente y familiares que estas crisis son ab
solutamente benignas y de excelente pronóstico y que
cuanto más se confronte el paciente con el problema,
más fácil desaparecerá.
5. Informar la íntima relación entre angustia y síntomas
somáticos que se ponen de manifiesto frente al objeto
de la fobia.
6. Evitar palabras hechas o frases como todo p asará o m ás
adelante se arreglará.
7. Explicar que sin trabajo nada se consigue y que los me
jores logros se realizan cuando más se analiza el pro
blema.
8. Establecer debidamente que la prescripción farmacoló
gica debe ser realizada por un profesional especializa
do y la observación y cumplimiento por parte del pa
ciente.
9. Informar que una medicación tranquilizante administra
da en forma crónica no resuelve el problema y que el tra
tamiento adecuado requiere asociaciones terapéuticas que
sólo un profesional especializado recomienda. La mejor
combinación es ansiolíticos y antidepresivos.
10. Escuche y cumpla atentamente las indicaciones, evitan
do influencias extrañas.
Sintetizam os y recom en dam os: Los trastornos de ansiedad
son enfermedades crónicas de buen pronóstico.
151
Preguntas más frecuentes sobre las fobias
¿Qué es una fobia?
¿Cuál es el porcentaje?
152
mor valorativo que tenemos los seres humanos y que, por ejem
plo, sentimos cuando tememos sufrir un accidente y por tal mo
tivo extremamos las precauciones para que no nos ocurra.
Este temor es bueno, y nos previene de sufrir accidentes o
cualquier otro inconveniente que nos perjudicaría, y es
valorativo dado que es un valor preventivo de la salud.
¿Cuánto dura?
Una fobia puede durar semanas o meses o toda una vida si
no se resuelve.
¿Cómo se tratan?
Las fobias se tratan con confrontación gradual en libertad;
con relajación y respiración que se aplicarán en el momento
de la exposición en vivo; y sitúese necesario se agrega algún
medicamento en forma temporaria.
¿Se curan?
y- Son enfermedades de buen pronóstico, siempre que la per
sona se confronte con la fobia y se la aborde seriamente y con
154
constancia. Algunas fobias se curan rápidamente, como la an
siedad social (ex fobia social) y otras se controlan como enfer
medades crónicas, dependiendo del paciente y de cada caso
en particular.
¿Hay medicamentos?
¿L a relajación sirve?
¿Confrontar sirve?
¿Qué es la agorafobia?
155
21. Pánico
El organism o reacciona norm alm ente ante una alarma con
d os tipos d e respuesta: lucha o huida. En 1a p erson a con
pán ico, la señal de alarma se enciende;autom áticam ente
"sin causa qu e la ju stifiqu e", La respuesta d el p acien te
es d e sorpresa y m iedo, ya que n o encuentra justifica
ción, se siente con fundido m ientras lo s síntom as se en
cuentran presentes. N o sab e si d eb e luchar o huir, ni d e
qué, ni d e quién, p o r eso el tem or lo paraliza.
El concepto
Presencia de crisis de angustia reiteradas e inesperadas se
guidas de la aparición durante un período como mínimo de
un mes, de preocupaciones persistentes ante la posibilidad de
padecer nuevas crisis de angustia.
Un ataque de pánico dura varios minutos, y se considera
una de las situaciones más penosas que una persona pueda
experimentar.
Se trata de una enfermedad de múltiples causas, donde in
terviene la predisposición genética, factores desencadenantes
y condicionamientos psicosociales secundarios.
Está definida por el DSMIV, Manual diagnóstico y estadísti
co d é lo s trastornos m entales como: Aparición tem poral y aisla
da d e m ied o o m alestar intensos, acom pañada d e cuatro o m ás
de los siguientes síntomas, que se inician bruscam ente y alcan
zan su máxim a expresión en los prim aros diez minutos82.
Los síntomas
Los síntomas presentes en una crisis de pánico se dividen
en fisiológicos y cognitivos:
82 Ibídem, p. 403.
156
Fisiológicos Cognitivos
❖ Palpitaciones, sacudidas del co ❖ Desrealización (sensación de
razón o aumento de la frecuen que el mundo próximo es dis
cia cardíaca y /o aumento de la tinto o irreal).
presión arterial. ❖ Despersonalización (sensación
❖ Sudoración excesiva. de estar separado de uno mis
❖ Temblores o sacudidas, oleadas mo o sentirse fuera de la situa
de calor. ción).
❖ Sensaciones de falta de aliento
❖ Miedo a perder el control o a
o ahogo, o dificultad para res
volverse loco.
pirar.
♦I* Sensación de atragantarse. ❖ Miedo a morir.
❖ Dolor, opresión o m alestar
torácico.
❖ Dolor de estómago, náuseas o
molestias abdominales.
❖ Vértigo, inestabilidad, mareo o
desmayo.
❖ Parestesias, entumecimiento u
"hormigueo" corporal.
❖ Escalofríos o sofocos.
*> Urgencias miccionales.
l8 3
Duración de un ataque de pánico en minutos
x,
83 Tomado de S h e e h a n , 1995.
158
'¿Todos pueden sufrir ataques de pánico?
¿Cómo es el desarrollo?
159
dad anticipatoria o miedo al miedo), padece trastorno de pá
nico. Este trastorno puede desencadenar otros problemas psi
cológicos. Por ejemplo, si una persona sufre un ataque de pá
nico mientras maneja su auto, hace compras en un mercado o
se encuentra dentro de un ascensor, puede generar miedos irra
cionales o fobias y comenzar a tratar de evitar estas situacio
nes, y el grado de ansiedad por miedo a otro ataque la lleva
rán a no querer moverse de su casa. En este, momento, la
persona está sufriendo un trastorno de pánico còni agorafobia.
En los últimos años, el trastorno de pánico ha centrado la
atención de los especialistas en psiquiatría, ya que afecta a una
de cada treinta personas, esto significa a más de un millón de
argentinos. Afecta a tres mujeres de cada hombre.
Su edad de inicio es entre los 18 y 30 años, aunque puede
observarse en niños como ansiedad por la separación de los
padres o manifestándose como fobia escolar. También se pue
de dar en personas mayores de 30 años.
El trastorno de pánico es una enfermedad crónica que pro
duce una alteración considerable en la calidad de vida del pa
ciente.
No tiene nada que ver con la locura (psicosis), ni desenca
dena con el tiempo un cuadro de locura. Es importante recal
car esto, ya que muchos pacientes que sufren este trastorno, o
sus familiares, piensan que se están volviendo locos. Lo que sí
es frecuente es que las personas que padecen trastornos de
pánico desarrollen, si no son tratados a tiempo y adecuada
mente, cuadros depresivos, fobias múltiples (especialmente
agorafobia) o abuso de sustancias (alcohol o drogas).
Prevalencia ^
160
Curso
La edad de inicio del trastorno de pánico varía considera
blemente.
Se presenta mediante una distribución de tipo bimodal, con
un pico de incidencia al final de la adolescencia (entre los 18 y
22 años) y otro pico de menor entidad en la mitad de la cuarta
década de la vida. Un número reducido de casos puede ini
ciarse en la segunda infancia, y el trastorno también puede
aparecer, aunque es muy poco frecuente, en mayores de 45
años.
Las descripciones retrospectivas que efectúan los individuos
que visitan nuestros centros sugieren que el curso típico es de
carácter crónico, con altas y bajas. Algunas personas presen
tan brotes episódicos separados por años de remisión, mien
tras que otras presentan permanentemente un cuadro sinto
mático intenso. Aunque la agorafobia (miedo a los lugares
abiertos) puede aparecer en cualquier momento, suele darse
en el primer año de las crisis de pánico recurrentes. En ocasio
nes, una disminución o remisión de las crisis de pánico coinci
de con una disminución correspondiente de la evitación y an
siedad agorafóbicas. Otras veces, la agorafobia adquiere un
carácter crónico independiente de la presencia o ausencia de
la crisis de pánico. Algunos individuos afirman que disminu
yen la frecuencia de las crisis de pánico evitando exponerse a
ciertas situaciones84.
Los estudios de seguimiento efectuados en personas trata
das en centros de asistencia terciaria sugieren que, entre el pri
mero y el segundo año de tratamiento, alrededor del 70% se
tornan asintomáticos, clínicamente bien o muy bien, mientras
que el resto debe continuar el tratamiento por más de dos años
y, en algunos casos, más de cinco.
161
Tres etapas del desarrollo del trastorno de
pánico85
Todos los autores coinciden en que esta enfermedad pre
senta tres etapas en su desarrollo a saber:
En una etapa subclínica (no presenta, síntomas)/el paciente
sufre uno o varios eventos de estrés vitales, duránte semanas,
meses o años, que dejan una pequeña huella én el sistema psico-
neuro-biológico. Al decir de algún autor, es como si un siste
ma químico, que tiene una vía predeterminada, la abandonara
y comenzara a transitar por una nueva vía que el estrés le
marca.
Después de un tiempo, sobrevienen las tres etapas clínicas.
*
85 Tom ado de K eaton, 1989.
162
Patrón familiar-herencia
Algunos errores
163
círculo vicioso del que resulta difícil salir. Otro problema si
milar ocurre con los psicofármacos, cuando el paciente los
consume mal, los administra en forma inadecuada, o en do
sis incorrectas, lo cual suele agravar la situación. En otros
casos,, se evita el psicofàrmaco, debido a prejuicios o falta de
información.
Un tratamiento adecuado
Un tratamiento adecuado para el trastorno de pánico pue
de prevenir ataques posteriores o hacer que éstos sean menos
165
severos y frecuentes, lo cual proporciona un gran alivio al 70 ó
90 por ciento de las personas que lo padecen. Las investiga
ciones científicas concuerdan que el tratamiento más indicado
para el trastorno de pánico es la terapia cognitivo-conductual
más la farmacoterapia, más relajación, más psicoeducación.
Si el trastorno de pánico es leve o moderado y el grado de
incapacidad de la persona no es tan marcado, puede bastar
sólo con un tratamiento psicológico con terapia cognitivo-con
ductual. En los casos más graves, es indispensable comenzar
con medicación.
En lo que se refiere a la farmacoterapia, se administran ben-
zodiacepinas (alprazolam y clonazepan) que, al ser ansiolíti-
cos, son antipanicosos y útiles al inicio, inhibidores selectivos
de la recaptación de la serotinina (tricíclicos clásicos) y otros
antidepresivos nuevos (como la fluoxetina, sertralina, paroxe-
tina, y otros). Los antidepresivos son antipanicosos y de elec
ción a mediano y largo plazo.
El tratamiento farmacológico debe estar a cargo de un mé
dico psiquiatra, preferentemente especialista en trastornos de
ansiedad; y debe ser por un tiempo determinado. La dosis de
o7
Evolución de tratamiento 10 sem., medido por la escala de Sheehan
Inhibidores de la
166
la medicación debe ir en ascenso, en la medida en que el pa
ciente mejore y esté recibiendo tratamiento psicológico. Por
este motivo, es importante la combinación de los tratamien
tos.
Los tratamientos psicológicos deben estar a cargo de un
psicólogo, preferentemente especialista en trastornos de an
siedad. La Asociación de Psiquiatría Americana estableció, en
1998, la terapia psicológica cognitivo-conductual como la más
eficaz para tratar el pánico.
Esta terapia, a diferencia de otras formas de psicoterapia,
cuenta con una base filosófica, siendo su método socrático, y
científica proveniente de la Psicología Experimental, de las teo
rías de Aprendizaje y la Educación, y del Procesamiento de la
Información. Las técnicas utilizadas en esta terapia actúan en
el nivel fisiológico (cuerpo), em ocional (sentim ientos),
cognitivo (pensamientos), y comportamental (comportamien
tos). La terapia tiene como objetivo enseñar a la persona a cons
truir pensamientos, a emocionarse, a comprender y a contro
lar sus síntomas corporales; creando nuevas secuencias no
patológicas, incompatibles con el trastorno que padece. El pro
pósito es que estas nuevas formas sean asimiladas como un
repertorio de recursos disponibles dentro del conjunto de la
personalidad.
El modelo cognitivo del trastorno de pánico establece que
un individuo experimenta una crisis de pánico, porque tiene
una firme tendencia a interpretar, de una manera catastrófica,
las sensaciones corporales, producidas durante una respuesta
de ansiedad normal. Por ejemplo, una persona puede comen
zar a sentir palpitaciones o un mareo, que tal vez no lleguen a
más, si no interpreta negativamente esos síntomas. General
mente, la persona tiende a pensar que habrá otro ataque, que
se va a volver loco, que se va a morir, que lo que está suce
diendo es terrible y que no podrá soportar los síntomas; estos
pensamientos desencadenan el ataque de pánico y refuerzan
el trastorno.
167
¿El círculo vicioso del pánico y del miedo se rompe?
La nuevas crisis lamentablemente cronifican el trastorno.
El círculo vicioso del pánico y del miedo se rompe aprendien
do las siguientes técnicas:
■ Psicoeducación: explicacione's acerca de la naturaleza de
la ansiedad y del pánico.
■ Técnicas dé respiración.
■ Técnicas de relajación.
■ Técnicas de reestructuración cognitiva (cambio de pen
samientos).
* Técnicas de exposición en imaginación y en vivo de si
tuaciones estresantes (confrontación).
■ Medicación88.
Estas técnicas son parte del tratam iento psicológico
cognitivo-conductual, en el que primero se evalúa al paciente
a través de entrevistas, test y cuestionarios; luego se le entre
ga un diagnóstico a partir del cual se traza el plan de trata
miento. En éste, se establece una jerarquía de temas para tra
tar, con un tiempo estim ativo de duración. Luego del
tratamiento, se evalúa nuevamente con los mismos test y cues
tionarios para dar el alta al paciente.
Si el paciente recibe medicación, se realizan informes al psi
quiatra para informarle los progresos psicológicos que permi
tan la disminución de la medicación hasta su suspensión final.
En resum en:
Psicoeducación + Relajación + Reestructuración + cogniti
va + Psicoterapia individual y/ o grupal + Guía para afronta-
miento + Medicación + Normalizar el sueño + Estilos de vida
+ Espiritualidad + Estrategias multidisciplinarias en ciencias
humanas + Integración de todos los anteriores.
8y\.L A N F. S c h a t z b e r g , C h a r l e s B. N e m e r o f f , Textbook ofPsych opharmacology,
2oedición, The American Psychiatric Press, Estados Unidos de América, 1998,
"Treatment of Anxiety Disorders", pp. 775-780.
168
¿Qué hacer ante una crisis de pánico
(ansiedad aguda)?
¿Cómo abordar desde lo relacional la contención si una
persona sufre una crisis de ansiedad?
169
Preguntas frecuentes sobre trastorno de
pánico
¿Qué es una crisis de pánico?
Es una crisis episódica de aparición brusca con síntomas de
aprensión miedo o terror, acompañados de sensación de muer
te inminente. Este cuadro se presenta junto con palpitaciones,
falta de aliento, opresión o malestar torácico, sensación de
atragantamiento o asfixia, miedo a perder el control o volverse
loco, mareos, dolores en la boca del estómago, náuseas o sensa
ción de vómitos, boca seca. Estos síntomas hacen que el pacien
te recurra a diversos especialistas que, por supuesto, no encuen
tran las causas de lo que el paciente cree tener. Comúnmente
consulta a cardiólogos, gastroenterólogos, neurólogos,
neumonólogos, otorrinolaringólogos, entre otros; negándose, en
la mayoría de los casos, al asesoramiento de un psiquiatra, dado
que sostiene que n o está loco. Realmente es cierto que no está
loco, ya que los estados de ansiedad no se encuentran dentro de
las psicosis, pero la resistencia a la consulta psiquiátrica demo
ra muchas veces el inicio de un tratamiento que en pocas sema
nas o meses puede revertir categóricamente los síntomas.
170
12 Miedo a descontrolarse o volverse loco
13 Miedo a morir
Si se presenta uno o cuatro síntomas/ el trastorno de pánico es
con síntomas limitados. Si se presentan más de cuatro/ hasta 17
síntomas/ se diagnostica trastorno de pánico generalizado.
171
incremento de la frecuencia cardíaca, actúa por mecanismo re
trógrado acrecentando la dilatación de las arterias coronarias,
y evitando, así, un infarto cardíaco masivo.
¿ C u á l es el tratamiento correcto?
Distintos autores han probado que:
Psicoeducación + Relajación + Reestructuración + cogni-
tiva + Psicoterapia individual y/o g ru p a !+ Guía para
afrontamiento + Medicación + Normalizar el sueño + Es
tilos de vida + Espiritualidad + Estrategias multidiscipli-
narias en ciencias humanas + Integración de todos los
anteriores brindan, en forma conjunta, la mejor respuesta
terapéutica.
172
te, sin diagnóstico ni tratamiento profesional. Otros desarro
llan la enfermedad durante un período relativamente corto, y,
en otros casos, se hacen crónicos. El pronóstico depende de la
rapidez con que se diagnostique y trate. Cuando más rápido
se lleve a cabo el tratamiento, mejor será el pronóstico.
173
¿Esta enfermedad lleva a conductas evitativas?
Sí. El trastorno de pánico aunque es inesperado, lleva a que
la persona relacione los ataques con hechos, lugares, situacio
nes en donde se desencadenó el primer episodio. El paciente,
entonces, equivocadamente los evita, creyendo que así podrá
anular los síntomas.
174
¿Pueden existir recaídas?
Sí. Si el paciente no tiene en cuenta el tratamiento integral y
lo abandona, algo que ocurre con frecuencia, por cansancio
humanamente comprensible, en cualquier momento y sobre
todo después de un nuevo estrés, puede surgir la recaída.
175
22. Trastorno obsesivo
compulsivo (T.O.C.)
El concepto
Se caracteriza por la presencia de obsesiones y/o compul
siones recurrentes, excesivas e irracionales, a las que la perso
na afectada debe dedicarle -contra su voluntad- más de una
hora diaria. Con frecuencia, éstas se relacionan con temas ta
les como contaminación (temor a contraer una enfermedad al
estrechar la mano o al tener contacto físico con los demás) o
agresivas (temor de cometer o haber cometido un acto agresi
vo hacia los demás).
Las compulsiones son todas aquellas acciones mentales o
motoras que la persona se ve obligada a realizar (aunque las
reconozca como absurdas), para atenuar la ansiedad desenca
denada por las obsesiones. Por ejemplo, bañarse y lavarse las
manos o el cabello varias veces en el día, verificar innecesaria
mente interruptores y cerraduras, mencionar mentalmente re
petidas veces un determinado número, etcétera.
Las obsesiones y compulsiones representan una pérdida de
tiempo e interfieren marcadamente en la rutina diaria del in
dividuo, sus relaciones laborales o académicas, su vida social
y familiar.
Es considerado un trastorno de ansiedad, dado que las ob
sesiones la producen y las compulsiones la calman.
Su incongruencia con la realidad, sumada a la ansiedad, lo
acercan a otros cuadros psiquiátricos (delirios).
X,
176
Concepto de los rasgos del carácter obsesivo
Debemos diferenciar entre rasgos caracterológicos y
caracteropáticos.
Caracterología es el estudio de los rasgos de carácter que
conforman una personalidad sana.
Caracteropatía es el estudio de los rasgos de carácter pato-
lógico de una personalidad enferma.
Caracterología obsesiva
Caracteropatía obsesiva
177
manos) y la m eticulosidad excesiva, etcétera. En la
caracteropatía, los síntomas se pueden llegar a controlar y no
provocan excesiva disfunción o ansiedad. Por el contrario, en
el T.O.C., los síntomas se transforman en verdaderos tormén- _
tos, y la ansiedad no se puede dominar.
Factores causales
Los factores que producen la enfermedad son de diversa
índole:
■ G enéticos: En los pacientes con T.O.C., hay una mayor
incidencia familiar.
* Psiconcuroinm un obiológieos: Los neuro transmisores, el
estudio del receptor serotoninérgico, las relaciones en
contradas entre la patología de los núcleos de la base
con los trastornos obsesivos y los movimientos anorma
les, y la mejoría con agentes específicos o inhibidores de
la recaptación de la serotonina confirman los factores
psiconeurobiológicos de la enfermedad (Dr. J. Moizes-
zowicz).
■ A m bientales: Ciertas toxinas e infecciones pueden con
tribuir a la génesis del T.O.C.
178
pensamientos obsesivos como ideas que/ en el contexto de una
inteligencia intacta, sin ser producto de un estado emocional
o afectivo determinado, y en contra de la voluntad de la per
sona, emergen a un primer plano de la conciencia.
L-as obsesiones son sucesos mentales perturbadores e
intrüsivos: pensamientos, ideas, imágenes, rumiaduras, temo
res o impulsos no queridos que surgen espontáneamente y se
reiteran en la mente, en contra de la voluntad de quien las
padece, provocando ansiedad y malestar significativos.
Estos pensamientos, impulsos e imágenes no se reducen a
simples preocupaciones excesivas sobre problemas de la vida
real.
■ Las id eas obsesivas son pen sam ien tos repetitivos que in
terrumpen el curso normal del pensamiento,
■ Las im ágenes obsesivas, imágenes visuales vividas. Tanto
en unas como en otras, el contenido puede ser sexual,
violento, repugnante o simplemente disparatado. En mu
chos casos, el pensamiento obsesivo consiste en ideas
espantosas, en donde la persona puede pensar en estar
haciendo algo horrible.
■ Las convicciones obsesivas se basan en ideas mágicas,
tal como que el pisar las líneas entre baldosas puede oca
sionar un perjuicio a uno mismo o a otra persona queri
da.
■ En ocasiones, las rum iaduras obsesivas se caracterizan
por pensamientos prolongados, inconclusos sobre cues
tiones de distinta índole, pero siempre difíciles de en
tender desde el común de las cosas.
■ Los tem ores obsesivos se relacionan a menudo conlasu-
ciedad o la contaminación y se diferencian de las fobias
en que siguen presentes en ausencia del estímulo fóbico.
■ Otros m ied os obsesivos comunes son el lesionarse uno
mismo o a los otros como consecuencia de los olvidos del
paciente: encontrar, por ejemplo, la casa en llamas por no
haber verificado que el gas estaba apagado o atropellar a
un peatón por no conducir el coche con cuidado.
179
■ Los im pulsos obsesivos pueden ser de tipo agresivo o
sexualr como el impulso intrusivo de apuñalar a la espo
sa o de cometer violaciones.
Resistencia o control
El paciente reconoce el origen interno de las obsesiones/ se
resiste contra ellas o las controla en un grado variable/ pudien-
do producirse algún deterioro en su funcionamiento. La resis
tencia/ cuando aparece en estos pacientes/ consiste en una lu
cha contra un impulso o un pensamiento intruso/ mientras que
el control es la capacidad del paciente para desviar sus pensa
mientos.
La persona reconoce que estos pensamientos/ impulsos o
imágenes obsesivas son el producto de su propia mente e in
tenta ignorarlos o suprimirlos/ o bien neutralizarlos mediante
otros pensamientos o actos.
La mayoría de los individuos que padecen de T.O.C. tratan
de ocultar su trastorno/ en lugar de conseguir ayuda. Muchas
veces logran ocultar los síntomas a sus amigos o colegas. Una
consecuencia desafortunada de este secreto es que las perso
nas con T.O.C./ por lo general/ no reciben ayuda profesional
hasta años después del comienzo de su enfermedad. Sin em
bargo/ pueden haber aprendido a manejar sus vidas y la de
sus familiares/ en torno a estos rituales.
Duda e incertidumbre
180
La indecisión constante que acompaña a este trastorno difi
culta el desenvolvimiento del individuo.
181
ansiedad o angustia) o la prevención de algún acontecimiento
negativo. Sin embargo, estos comportamientos u operaciones
mentales no están relacionados, en forma realista, con aquello
que pretenden neutralizar (o prevenir) o resultan claramente
excesivos.
182
Las compulsiones se definen por (1) y (2):
1. Comportamientos (lavado de manos, puesta en or
den de objetos, comprobaciones...) o actos menta
les (rezar, contar o repetir palabras en silencio...)
de carácter repetitivo, que el individuo se ve obli
gado a realizar en respuesta a una obsesión o se
gún ciertas reglas que debe seguir estrictamente.
2. El objetivo de estos comportamientos u operacio
nes mentales es la prevención o reducción del ma
lestar o la prevención de algún acontecimiento o
situación negativos; sin embargo, estos comporta
mientos u operaciones mentales no están conecta
dos de forma realista con aquello que pretenden
neutralizar o prevenir, o bien resultan claramente
excesivos92.
Género e infancia
Los comportamientos rituales acordes con el marco cultu
ral no constituyen por sí mismos un trastorno obsesivo-com
pulsivo, a no ser que excedan estas normas culturales, ocu
rran en momentos o lugares considerados inapropiados por el
resto de la comunidad e interfieran marcadamente en las rela
ciones sociales del individuo.
Los acontecimientos vitales importantes o las pérdidas de
seres queridos pueden conducir a una intensificación de los
actos rituales, transformándose éstos en obsesiones ante los
ojos de un especialista ajeno al contexto cultural en que suce
den. Los trastornos obsesivo-compulsivos en los niños suelen
presentarse de forma similar a la de los adultos. .
Los rituales de lavado, comprobación y puesta en orden de
objetos son particularmente frecuentes en los niños. Éstos, por
lo general, no piden ayuda y los síntomas pueden o no ser de
92 Ibídem, p. 434.
183
carácter egodistónico (sufrimiento). La mayor parte de las ve
ces el problema es detectado por los padres, que llevan al niño
a la consulta. También se han visto casos de empobrecimiento
gradual del rendimiento escolar y una disminución en la ca
pacidad para concentrarse. Al igual que los adultos, los niños
son más propensos a realizar los actos rituales en su casa que
cuando están con compañeros, profesores o personas desco
nocidas.
El trastorno muestra una incidencia similar tanto en varo
nes como en mujeres.
Prevalencia
Evolución
93 Ibídem, p, 431.
184
Diagnóstico diferencial psiquiátrico
Otras compulsiones
Hay algunas personas que manifiestan compulsiones no
descritas en las categorías anteriores. En este grupo heterogé
neo/ no hay diferencias de incidencia en cuanto al sexo.
■ Algunos repiten ciertas conductas como vestirse y des
vestirse múltiples veces.
* Hacen cosas de una determinada manera/ por ejemplo/
siguen una secuencia estricta para preparar una comida
o para sentarse a la mesa. Cada paso está rígidamente
predeterminado.
■ Tocar objetos/ tocar los vértices de un recinto/ tocar con
? una mano lo que ha sido tocado con la otra y asegurar
un contacto idéntico con ambas manos. Algunas conduc-
186
tas resultan extrañas para las otras personas, y los pa
cientes pueden tratar de disimular su conducta compul
siva. La razón que dan por hacer estas cosas es la misma
que la que dan los comprobantes compulsivos: si no lo
hicieran le ocurriría algún desastre o desgracia, normal
mente, a un ser querido. En algunos, es muy específico,
mientras que en otros puede ser un vago sentimiento de
dolor o peligro. Para unos pocos pacientes, la compul
sión no es la forma de evitar un peligro. Dicen que tie
nen que hacerlo porque sino el sentimiento de incomo
didad o ansiedad sería insoportable.
■ Otra compulsión es la acumulación. El paciente se siente
obligado a acumular o coleccionar gran número de co
sas insignificantes. Deshacerse de ellas es muy difícil.
No se tiran los viejos periódicos y documentos por te
mor a que haya algo importante en ellos. Algunos pa
cientes van muy lejos en el almacenamiento de sus ex
travagantes colecciones, a menudo llenan multitud de
cajas e incluso destinan habitaciones completas a este
fin. Cualquier sugerencia con respecto a la eliminación
de estos objetos se encuentra con una resistencia tenaz.
■ Un hom bre de mediana edad que vivía solo tenía la entra
da de su casa repleta de viejos periódicos, hojas informati
vas y revistas. Su explicación era que no p od ía tirarlos an
tes d e examinar cada uno de los ejemplares para asegurarse
de no p erd er nada importante. Evidentemente nunca p o
día realizar esto satisfactoriamente, cada vez que revisaba
un periódico estaba convencido d e que n o ló había hecho
bien, así p u es n o tiraba nada.
■ Hay otros que acumulan latas de alimentos, ropas viejas
u otros objetos inservibles.
■ Otra compulsión interesante está relacionada con la elabo
ración de listas. El paciente hace listados de cosas, que debe
hacer, que debe comprar, de las personas a quienes debe
llamar, etcétera, mucho más allá de lo razonable. Una jo -
187
ven debía elaborar cada mañana una lista detallada d e cada
cosa que iba a hacera lo largo del día, incluyendo quehace
res rutinarios com o desayimar, ponerse los zapatos, etcé
tera. Cuando completaba cada conducta, la tachaba en la
lista. N o hacía nada que no estuviera incluido en la lista.
Esta conducta le llevaba tanto tiempo que siem pre llegaba
tarde a todos los sitios. Una vez que su m adre le quitó su
diario, em pezó a escribir en las palm as d e sus manos.
■ Otras compulsiones abiertas incluyen completar cosas, arre
glar cosas de forma simétrica o de alguna otra forma regu
lar, enderezar cosas, mirar los objetos de una forma deter
minada o mirar determinados objetos, colores, etcétera.
■ Otra variante frecuente se refiere a la interrupción de la
actividad por pensamientos intrusivos indeseados. Por
ejemplo, mientras prepara el té, puede oír la palabra m uer
te o asesinato en la radio o ver un objeto sucio, como el
cubo de la basura, lo cual puede requerir que sea iniciada
toda la operación. Esto se repite hasta lograr una carrera
limpia. El tipo de suceso que puede interrumpir una con
ducta y exigir su repetición suele estar relacionado con la
suciedad, el peligro, la enfermedad, etcétera, pero puede
ser también de valor personal (como oír el nombre de una
persona querida) o alguna trivialidad (por ejemplo, escu
char palabras que empiecen con la letra z).
Ansiedad y T.O.C.
En el M anual diagnóstico y estadístico d e lo s trastornos
m entales (DSM-IV), el T.O.C. está clasificado dentro de los Tras
tornos d e A nsiedad, dado que se trata del eje de mayor sufri
miento, cumpliéndose este criterio tanto para las obsesiones
como para las compulsiones..
Hipocondría y T.O.C.
* La hipocondría, que es la preocupación el miedo o la creen
cia de tener una enfermedad grave, a partir de la equivocada
188
interpretación personal de los signos o sensaciones físicas/es
un trastorno psiquiátrico que en algunos casos coexiste con el
trastorno obsesivo compulsivo.
Esquizofrenia y T.O.C.
Resulta frecuente la necesidad de establecer claras diferen
cias entre los cuadros psicóticos como la esquizofrenia y el
T.O.C. La principal diferencia es que en el T.O.C. la realidad
permanece intacta/ el enfermo es consciente de su enferme
dad/ y ésta es externa a él, siendo la ansiedad el componente
central del sufrimiento. Por otro lado, en el T.O.C./ los sínto
mas se reconocen como irrazonables y no se producen ni ilu
siones/ ni alucinaciones.
Pronóstico
Tratamiento
El abordaje terapéutico debe ser múltiple e integral.
Las investigaciones clínicas han provisto información que
ha llevado a tratam ientos tanto farm acológicos como
conductuales que pueden beneficiar a la persona con T.O.C.
Un paciente puede beneficiarse significativamente con tera
pia cognitiva y/o conductista mientras que otro puede benefi
ciarse con farmacoterapia. Algunos otros pueden usar tanto
medicación como psicoterapia. Otros pueden empezar con
medicación para ganar control sobre sus síntomas y entonces
continuar con psicoterapia. ¿Qué terapia usar? Debe ser deci
dido individualmente por el paciente en consulta con su tera
peuta.
Teniendo en cuenta la pluricausalidad de este trastorno, el
tratamiento debe ser múltiple:
■ E ducativo: Es necesario informar tanto al paciente como
a sus familiares sobre qué consiste esta enfermedad, a
fin de bajar el nivel de ansiedad, eliminar la culpa del
paciente y evitar los estigmas que pueden impedir tanto
los accesos a los tratamientos como su continuidad. Ade
más, como el trastorno cursa con recaídas y a menudo se
asocia con otros trastornos, como la depresión, la infor
mación permitirá que el paciente y sus familiares estén
prevenidos y no se desalienten frente a un posible retro-
? ceso una vez aliviados los síntomas. Por otra parte, y
dada la ambivalencia que es propia del trastorno, es muy
importante ganar la confianza del enfermo a través de
190
entrevistas explicativas que pueden ser tanto individua
les como grupales94956.
■ P sicoterapèutico: El escuchar a un paciente que por ver
güenza mantuvo en soledad y secreto sus obsesiones y
rituales, ya de por sí está proporcionando alivio por el
sólo hecho de compartir su mundo privado en un con
texto de permisividad. Si, además, los síntomas comien
zan a tener sentido a la luz de su historia personal y de
las experiencias que le tocó vivir, el encuentro puede ser
enriquecedor y llevar gradualmente a disminuir el nivel
de angustia y por ende las actividades y las compulsio
nes. Por lo general, cuando el paciente se recupera,
retoma sus actividades normales.
■ Psi cofarm a cológ i co : Siempre dependiendo de la grave
dad del trastorno, será necesaria su instauración, bási
camente con inhibidores selectivos o no selectivos de la
recaptación de la serotonina (IRS-IRSS)95 96.
191
miembros de la familia y amigos muestran su enojo o resenti
miento/ aumentará la angustia del enfermo y sus síntomas. Tam
poco es bueno, en un intento por calmarlo/ colaborar con los ri
tuales o hacer permanentes promesas tranquilizadoras.
La educación acerca del T.O.C. es importante para la fami
lia/ la cual puede aprender maneras específicas de alentar al
paciente a cumplir tanto con la psicoterapia como con el trata
miento psicofarmacológico. Ciertos libros de autoayuda tam
bién pueden ser una buena fuente de información. Algunas
familias buscan la asistencia de un terapeuta que esté capaci
tado en el tema.
La clave de la ayuda al paciente/ tanto por parte de la fami
lia como de los amigos, reside en comprender que se trata de
actitudes que el paciente no puede evitar, que van más allá de
su voluntad y que no se debe dilatar la consulta con el psicó
logo o psiquiatra.
Si se tratara de niños, serán los padres los que deben detec
tar tempranamente el problema, aun sabiendo que también en
ellos puede haber cierto grado de ocultamiento.
1. Impulsos.
2. Preocupación por el cuerpo y la apariencia.
3. Trastornos neurológicos.
193
♦ Despersonalización.
♦ Anorexia nerviosa.
♦ Hipocondriasis.
3. Trastornos neurológicos:
♦ Síndrome de Gilíes de la Tourette.
♦ Corea de Sydenhan.
♦ Tortícolis.
♦ Autismo.
194
¿En la enfermedad bipolar se observan obsesiones?
195
23. Trastornos del
estado de ánimo
El concepto
Son patologías que afectan al equilibrio emocional de las
personas: en sus emociones, afecto y ánimo.
Em oción: estado de sentimientos complejos cuyos compo
nentes psíquicos, somáticos y conductuales se relacionan con
el afecto y con el ánimo.
A fecto: expresión observable de la emoción que puede ser
o no congruente con la descripción de la emoción hecha por el
paciente y/o persona.
Á nim o: emoción mantenida y persistente que se expresa
subjetivamente y puede ser observada por los demás. Por ejem
plo, depresión, euforia o ira.
196
de Oa 10 (eje de intensidad). Dentro de este rango, oscilaría ía
variable normal a través del tiempo.
Cuando esa persona desciende del nivel 8, diríamos, en lí
neas generales, que se encuentra por debajo y, por lo tanto, es
una depresión; mientras que cuando el tono supera el nivel 9,
se trata de una excitación, y esto en psiquiatría se denomina
manía.
Depresión y manía son dos expresiones patológicas por
debajo y por arriba del afecto normal de una persona. Las tres
patologías más frecuentes en nuestra población son los tras
tornos depresivos, los trastornos por distimia y los trastornos
por disforia premenstrual.97
Estado de afecto n o rm a l 97
INTENSIDAD
10 —
MANÍA |
L ÍN E A 9 — CICLO
DE
"■ y . 4 >AFECTO
DE
BASE8 _
1
— DEPRESIÓN 1
n_
[ TIEMPO I
97 Modificado de F l o y d E. B l o o m y D a v id J. K u p f e r , Psychopharmacology,
The fourth generation of progress, Raven Press, New York, 1995. Kupfer
Dj, Reimpreso dé "Long treatment of depresión", p. 1068, f. 1.
197
Depresión
Si la tristeza y el m ied o perseveran p o r m u ch o tiem po/
indican una afección m elancólica (Hipócrates).
Concepto
La depresión es el trastorno psicopatológicó caracterizado
por el estado de ánimo deprimido o triste o por una pérdida
de interés o placer en casi todas las actividades/ durante un
período de al menos dos semanas.
En los niños o adolescentes/ el estado de ánimo puede ser
irritable o inestable en lugar de triste. Si la situación fuese se
ria/ requieren medicación específica98. Esto suele estar asocia
do también a cambios en el apetito/ como anorexia/ hiperorexia/
disminución de peso o aumento de peso especialmente por
exceso de dulces o hidratos de carbono. También surgen difi
cultades en el sueño/ en la actividad motora (lentitud o exalta
ción), falta de energía, baja autoestima o sentimientos de cul
pa, dificultad para pensar, concentrarse o tomar decisiones, y
pensamientos recurrentes de muerte o ideación, planes o in
tentos suicidas. Todo esto suele provocar deterioro social, la
boral, familiar o vincular.
Algunos sujetos pueden mantenerse asintomáticos ante el
observador no profesional, ocultando o enmascarando la de
presión de tal manera, que parecen encontrarse en estado nor
mal. Realizan un enorme esfuerzo para ocultar sus sufrimien
tos, hasta que, después de algún tiempo, claudican y los
síntomas brotan claramente. En otros casos, debutan con una
actuación suicida.
El estado de ánimo es descrito como deprimido, triste, des
esperanzado, desanimado o como estar en un pozo.
198
A veces, al principio, la tristeza es negada, pero aflora al
poco tiempo de iniciada la entrevista, donde el sujeto llega al
borde del llanto.
El llanto no surge en todas las personas depresivas. En al
gunas, las quejas se refieren a dolores y molestias físicas. Como
decía Hipócrates, en el depresivo, las articulaciones lloran.
La irritabilidad o la ira y los sentimientos de frustración
ante cosas no siempre relevantes acompañan a estos síntomas.
Generalmente, disminuye o se ausenta la capacidad para el
placer, se produce un desinterés por las aficiones que antes atraían
al sujeto. Se pierde la disposición para disfrutar de la vida. El
paciente cae en el aislamiento social, vincular y/o familiar.
Sufre también insomnio (con mantenimiento o despertar
precoz) acompañado de intensa angustia, por lo cual le resul
ta difícil o imposible comenzar el día. Esto suele ser la causa
de inicio de un tratamiento.
Hay depresiones agitadas con acatisia, que es la inquietud
motora o la imposibilidad de quedarse sentado. En estos ca
sos, los pacientes se frotan las manos en forma permanente, se
pellizcan o arrugan la piel, la ropa o algún objeto, en una clara
actitud de desesperación.
Hay también depresiones inhibidas, con retardo en el len
guaje, pensamiento y movimientos corporales, respuesta len
ta, voz baja, reducción de las inflexiones de la voz (monocor-
de o monótona), disminución de la creatividad. Se observa falta
de energía, cansancio y fatiga que obligan a realizar un máxi
mo esfuerzo para cualquier actividad menor. Todos los sínto
mas se dan en un contexto de intenso sufrimiento.
El depresivo se evalúa negativamente y con pensamientos
de culpa, poco pertinentes por supuesto, con respecto a he
chos del pasado.
Presenta una capacidad disminuida para pensar, concen
trarse o tomar decisiones, casi siempre se queja de perder la
memoria y frecuentemente se encuentra distraído. Todo esto
lo lleva a perder destreza laboral.
Un fenómeno frecuente de observar en el depresivo, cuan
199
do la enfermedad está instalada, es que sus familiares o alle
gados constatan esta patología. En cambio, en el 50% de los
casos, el afectado niega la existencia de síntomas, les da poca
trascendencia, no se da cuenta de su tristeza o de su perturba
ción afectiva o de sus sentimientos depresivos.
El lenguaje suele estar reducido tanto eu la velocidad como
en la amplitud de los contenidos.
Otros presentan alteraciones perceptiv as qué pueden lle
gar a estados delirantes, como.ideas de culpa, pecado, inutili
dad, futilidad, pobreza, ruina, fracaso, persecución o enferme
dades terminales (cancerofobia).
La visión d el m undo es negativa, y su autoestim a es baja.
El pen sam ien to dominante es negativo y funesto.
El paciente deprimido tiene tendencia a sobrevalorar lo malo
y minimizar lo bueno. En las primeras semanas de un trata
miento eficaz, aunque los demás lo vean mejorar, él minimiza
la mejoría.
Los pacientes deprimidos suelen estar bien orientados en tiem
po y espacio. Sin embargo, no tienen energía (anergiá) ni interés
por las cosas habituales de la vida que antes les importaban.
La m em oria, entre el 50 % el 75% de los deprimidos, pre
senta deterioro cognitivo como pérdida de memoria, falta de
concentración y olvidos de acontecimientos acaecidos en los
últimos años. Además, pueden desaparecer destrezas que an
tes caracterizaban al paciente.
Hemos observado en pacientes que poseían una memoria
prodigiosa cómo ésta va declinando en el transcurso de la en
fermedad. En algunas oportunidades, se pueden confundir con
cuadros demenciales; pseudodemencias que se anulan con el
tratamiento eficiente.
Los impulsos aumentan. Entre el 10 y el 15 % de los depri
midos cometen suicidio, y dos tercios de ellos presentan
ideación suicida.
Si bien es cierto que las mujeres hablan más de estos temas,
"'y los hombres menos, es mayor, en ellos, el índice de suicidio
consumado.
200
En los pacientes que, a las pocas semanas de un tratamien
to, se desinhiben rápidamente, no logran bajar la ansiedad ni
la ideación suicida y conservan una desesperanza acompaña
da de odio a sí mismo y sensación de estar en un túnel, el pro
nóstico de suicidio es mayor.
Por este motivo, es correcto un abordaje terapéutico que
incluya los vínculos del paciente (familia, grupos, amigos, com
pañeros de trabajo, etcétera).
Una vez que la enfermedad se ha desarrollado, son frecuen
tes la ansiedad, los pensamientos de muerte, la ideación o las
tentativas suicidas. Los pensamientos sobre la muerte suelen
ser recurrentes. Los motivos pueden ser muchos, pero siem
pre se percibe una claudicación ante lo que el paciente percibe
como insuperable o un fuerte deseo de terminar con la angus
tia, esa mezcla de dolor y sufrimiento que él considera inter
minable.
Todos estos síntomas desaparecen rápidamente con un tra
tamiento adecuado.
Episodio de depresión
EST AD O
D E Á N IM O RECUPERACIÓN
NORMAL O REMISIÓN
201
Los Síntomas de la depresión por dimensiones
Síntomas físicos-somáticos
■ Trastornos físicos ■ Pérdida de peso o lo contra-
o dolor de cabeza/ rio.
o calambres y ■ Disminución de la activi-
o molestias digestivas dad motora,
o dolores osteomüscülares. ■' Retardo psicomotor.
■ Agitación/inhibición. ■ Anorexiá o aumento del
■ Cansancio fácil. apetito.
■ Disminución del apetito.
Síntomas eraocionales-afectivos
■ Irritabilidad. * Pérdida de interés por el
■ Llanto fácil. placer.
■ Ansiedad. M Desanimo.
M Pérdida de interés sexual. ■ Aplanamiento afectivo.
■ Ideas de culpa. ■ Decaimiento.
■ Tristeza. ■ Indecisión.
* Disminución del tono emo ■ Desesperanza.
cional. ■ Abatimiento.
■ Inhibición. ■ Odio a sí mismo.
■ Angustia. * Pérdida o quiebre de la
■ Humor depresivo o triste. voluntad.
* Desinterés en general.
Mental-Cognitivo
* Pensamientos recurrentes ■ Desinterés.
de muerte. ■ Déficit cognitivo.
■ Perdida de memoria. ■ Dificultad para pensar.
■ D ificultad para concen ■ Dificultad para concen
trarse. trarse.
* Indecisión. ■ Sentimiento de inutilidad
■ Lentitud ideativa. o culpa.
■ Ideación suicida . ■ Insomnio o hipersomnia.
' ■ Desorganización del pen ■ Pensamientos e ideación
samiento y la conducta. obsesiva.
202
Social
■ Retraimiento social. ■ Autismo.
■ Hostilidad hacia los otros. ■ Negativismo.
■ Inhibición social. ■ Respuestas agresivas al
■ Apatía. mundo.
■ Alejamiento del mundo.
Valorativo
Espiritualidad
• Desesperanza.
• Rumiación y riesgo suicida.
• Debilitamiento psicofisico grave.
• Agotamiento seguido de muerte.
204
Trastorno del estado de ánimo inducido por sustancias.
Esquizofrenia.
Trastorno esquizofreniforme.
Trastornos som atom orfos (especialm ente/ trastorno de
somatiza ción)541.
Formas clínicas
205
4. Otras formas: 4a. Melancolía involutiva
4b. Depresión por agotamiento
4c. Depresión por liberación
4d. Depresión existencial
4e. Depresión por desarraigo
4f. Disforia reactiva
4g. Depresión climatérica
4h. Depresión del postparto.
4i. Depresión del puerperio
5. Formas sobre agudas: 5a. Depresión confucional y ansiosa
5b. Depresión estuporosa
5c. Depresión anestésica.
5d. Forma obsesiva de la depresión
6. Formas atípicas: 6a. Depresión despersonalizante
6b. Depresión disfórica o irritable
6c. Depresión ansiosa
6d. Depresión paranoide
6e. Depresión esquizotípica
7. Formas graves: 7a. Melancolía endógena grave
7b. Suicidio
Tratamiento integral
Un tratamiento eficaz debe ser orientado a diferentes obje
tivos a la vez:
1. Garantizar la seguridad del paciente.
2. Evaluación diagnóstica completa.
3. Enfoque terapéutico:
a. Inmediato
b. A mediano plazo
c. A largo plazo
4. Inmediato: (1) farmacoterapia de corto plazo 100
(2) terapia de contención y psicoeducación
para el paciente y la familia
(3) psicoterapia para el paciente y su grupo
familiar
(4) bajar el estrés
(5) aumentar la calidad y la eficiencia del
sueño
(6) calidad global de asistencia.
207
5. A mediano plazo: (1) farmacoterapia a mediano plazo
(2) terapia psicológica adecuada
para cada caso en cuadros en
donde la depresión está asocia
da a ansiedad, terapia cognitivo-
comportamental
. (3) tratamientos combinados (ver al
finar de tratamientos) .
6. A largo plazo: la suma de todos los tratamientos combi
nados brindan la mejor respuesta terapéutica (ver "Tra
tamiento integral")101.
La evolución favorable del tratamiento como la mejoría
sintomática se logran, en términos habituales, entre la octava
y la duodécima semana, término medio entorno de las diez
semanas.
La elección del medicamento, siempre a criterio del profe
sional tratante, comprende las siguientes secuencias:
♦ Prim era e ta p a : la más difícil
Primeros quince días: no hay mejora terapéutica y se
presentan síntomas secundarios propios del medicamen
to que se suman a los síntomas de la enfermedad, por lo
cual el paciente se ve confrontado con la realidad de
que la dosis es baja o insuficiente. En esta etapa, es nor
mal, dado que la prescripción se va aumentando gra
dualmente, para evitar síntomas secundarios, y, por otro
lado, no ha transcurrido el tiempo de latencia de quin
ce días que los antidepresivos requieren para actuar, y
mientras lo hacen pueden presentar efectos secunda
rios que aterrizan al paciente susceptible de por sí. Tan
to el depresivo como el ansioso, especialmente cuando
están padeciendo estos trastornos, son lábiles emocio
nalmente, inseguros. El miedo secundario a la acción
de los fármacos hace abandonar precozmente un trata
miento que podría ser eficaz pero que el temor impide,
*■ privando a estos pacientes de una rápida mejoría.
io! yer ej cuacjrQ cje ja página 158.
208
♦ Segunda etapa: persistencia
Es el lapso que oscila aproximadamente entre los quin
ce y los primeros cuarenta y cinco días. En este mo
mento, el paciente ya pasó la etapa más difícil, aunque
le queda un período caracterizado por la inestabilidad
en el logro de los objetivos propuestos. Hay días en que
se puede sentir asintomático o con síntomas menores, y
otros días puede volver la ansiedad; los signos depresi
vos pueden persistir dando la sensación al enfermo de
que éste no es el camino adecuado. Si a esto se le suma
un sistema de creencias inadecuadas, disfuncionales o
francamente negativas, puede abandonar el tratamien
to con el recrudecimiento de los síntomas al poco tiem
po.
♦ Tercera eta p a : rehabilitación
En esta etapa, que abarca desde los cuarenta y cinco
días hasta los ocho o doce meses, se consolida la mejo
ría sintomática del paciente. Ya no tiene crisis, o son
más suaves. Esto reafirma la confianza en sí mismo, apo
yada por la psicoterapia y la psicoeducación, que re
fuerzan positivamente el sistema de creencias en el tra
tamiento y en el profesional tratante. Se origina, así, la
íntima convicción de que se están por alcanzar los obje
tivos de la mejoría propuesta.
♦ C uarta eta p a : consolidación
Esta etapa se desarrolla entre los ocho-doce hasta los
veinticuatro meses. Es la etapa de consolidación de todo
lo ganado por el paciente. Aumenta la autoestima, la con
fianza en sí mismo y en el mundo. Han desaparecido
todas las ideas negativas que tenía sobre la enfermedad.
Aquí se produce la mayor capitalización del sufrimien
to que los trastornos pudieron haber efectuado. El pa
ciente, en la plenitud de su persona y de su personali
dad, comprende los pasos que tuvo que pasar para lograr
la mejoría y comienza a pensar con espíritu solidario en
209
ayudar a otros a salir del dolor que significa padecer
depresión o ansiedad.
La ansiedad es un síntoma ligado a la depresión: la ansie
dad es un síntoma muy común en la depresión y afecta al
90% de todos lo pacientes deprimidos.
¿Qué es la depresión ansiosa?
¿Es posible hablar de un continuum ansiedad-depresión?
Entre los trastornos de ansiedad, el DSM-IV contempla la
existencia del trastorno mixto ansiedad-depresión.
Puede darse y frecuentemente ocurre la coexistencia de sín
tomas significativos de ansiedad asociados a la depresión.
Una cuestión no resuelta consiste en saber si los pacientes
que experimentan síntomas importantes depresivos y ansio
sos sufren dos procesos patológicos distintos o un único pro
ceso con diferentes manifestaciones sintomáticas, o si entran
dentro de la categoría mixta de ansiedad-depresión.
Evolución de la medicación102
En pacientes tratados por depresión, el 67%
responderá en un plazo de ocho semanas (es
decir, una reducción de al menos un 50% de
ESTADO DE los síntomas), un 18% se resuelve entre 3
ÁNIMO meses y 1 año y un 15% se cronlfica.
NORMAL
Prácticamente, casi todos tos antidepresivos conocidos tienen la misma tasa de respuesta; a saber,
el 6735 de pacientes deprimidos responden en menos de 8 semanas, a una medicación determinada,
el 18% responde en 3 meses-i año y el 15% se cronifica.
210
R e ca íd a en la d e p re sió n 1
kr 2 meses
6-24 meses
Concepto de recurrencia
ESTADO
RECURRENCIA
DE ÁNIMO
NORMAL
Cuando la depresión
reaparece más de dos
meses después de la
recuperación se deno-
^ mina recurrencia.
DEPRESIÓN
211
En nuestra opinión, hay un continuum de la enfermedad
que se manifiesta en conjunto o separadamente. Hoy como an
siedad, mañana como depresión, otro día con un dolor somá
tico, meses después puede debutar como una fobia o una cri
sis de pánico. Todos, antes o después, terminan en un cuadro
depresivo en donde la ansiedad no solamente se manifiesta
como tal, sino que también se enmascara con otros cuadros.
Denominamos a esta forma especial de ansiedad: ansiedad en
mascarada.
Kupfer delineó la curva que lié Va su nombre y que refiere
claramente las distintas fases por las que evoluciona la depre
sión.
Desde la normalidad hasta la progresión de la enfermedad
(etapas aguda, de continuación y mantenimiento)105*.
Curva de Kupfer
Remisión
Recuperación
mmmmi
’ -
Fases del tratam iento M.
Respuesta, remisión, recuperación, recaída y recurrencia de la depresión.
105 A. J ohn R ush J r., H arold A lan P incus, M ichael B. F irst, D eborah B lacker,
Jean E ndicott, S amuel J. K euth, K atharine A. P hillips, N eal D. R yan, G. R ichard
’ S mith J r., M ing T. T suang, T homas A. W idiger, D eborah A. Z arin, ob . d t , p.
113.
'«6 F loyd E. B loom, D avid J. K upfer, ob. d t , p. 1068, f. 1.
212
Preguntas frecuentes sobre depresión
¿Qué es el ánimo?
Ánimo proviene del griego ánem os, soplo, alma o espíritu.
Es valor, energía, esfuerzo, voluntad, la intención para alen
tar o esforzar.
Diríamos que es el tenor de valor y energía que tenemos
los humanos, puesto al servicio de una intención que es afron
tar la vida.
¿Qué es la tristeza?
El término tristeza deriva del latín tristis y significa apesa
dumbrado, afligido; de carácter melancólico, que muestra me
lancolía o pesadumbre o que las ocasiona.
¿Qué es el humor?
¿Qué es la voluntad?
213
¿Qué es la depresión?
Deprimir es disminuir el volumen de un cuerpo por me
dio de la presión/ o cambiar de forma por efecto de algún
hundimiento parcial. Depresión es decaimiento del ánimo o
de la voluntad.
¿Es frecuente?
214
w
¿Influye en el trabajo?
215
¿Tienen molestias físicas importantes?
¿Sufren ansiedad?
216
ma nervioso central (plexo solar). Las alteraciones en la diná
mica del sistema nervioso se expresan sensitivamente con ca
lambres, sensación de náuseas o de vómitos y dolor u opre
sión en el estómago.
¿Tiene malhumor?
Sí. El malhumor suele ser un síntoma presente en muchos
depresivos crónicos y que equivocadamente se lo referencia
como un aspecto del carácter o de la personalidad, que cuan
do se trata la depresión desaparece rápidamente.
217
¿Tiene irritabilidad?
¿Piensan en el suicidio?
a r ó n T . B e c k , A . J o h n R u s h , B r i a n E S h a w , G a r y E m e r y , Terapia cognitiva
108 A
de la depresión, Ed. Desclée de Brouwer, España, 1983, p. 191.
109 A . J o h n R u sh J r ., H aro ld A lan P in c u s , M ic h a e l B. F ir s t , D ebo ra h B lacker,
-J e a n E n d ic o t t , Sam uel J. K e u t h , K a t h a r i n e A . P h il l ip s , N e a l D. R y a n , G. R ic h a r d
S ^ i i t h J r ., M in g T. T s u a n g , T h o m a s A. W i d i g e r , D e b o r a h A. Z a r i n , ob. cit, pp.
264-270.
218
Distimia
El concepto
Etimológicamente distimia es disfunción del ánimo o del
afecto. Es el estado de ánimo deprimido en forma continua o
recurrente que alterna con períodos de ánimo normal duran
te más de dos años y que puede durar toda la vida, si no es
detectada y debidamente tratada.
El estado distímíco no debe confundirse propiamente con
la depresión como habitualmente la conocemos.
Distimia es más bien un arrastre de ánimo depresivo que
puede dilatarse indefinidamente con mayor o menor intensi
dad, generalmente más de dos años. Éste es el tiempo que la
persona necesita para asumir y confrontarse empáticamente
con su crisis vital y reestructurarse cognitiva y emocionalmen
te, recreando un proyecto significativo y positivo de vida.
La distimia puede confundirse con una modalidad de ca
rácter, con una forma de ser o estar en el mundo, sin embar
go, es un trastorno afectivo-emocional que produce intenso
malestar y sufrimiento.
Síntomas frecuentes
■ Disminución de la actividad vital.
■ Insomnio o hipersomnia.
■ Pérdida de confianza en sí mismo o sentimiento de infe
rioridad.
* Dificultad para concentrarse.
■ Llanto fácil.
■ Pérdida de intereses o satisfacción por actividades pla
centeras y/o sexuales.
■ Sentimientos de desesperación o desesperanza.
■ Sentimientos de incapacidad para enfrentarse con las
responsabilidades habituales de la vida diaria.
219
■ Pesimismo sobre el futuro.
■ Cavilaciones sobre el pasado. Culpa.
■ Aislamiento social.
■ Baja locuacidad de la persona.
■ Pérdida del apetito.
■ Fatiga fácil o falta de energía.
■ Baja autoestima.
■ Indecisión.
■ Falta de proyecto de vida.
La evolución de la distimia no siempre es lineal y muchas
veces es tórpida, inestable y/o recurrente. Algunas de las for
mas de evolución clínica que hemos observado son las siguien
tes.
ESTADO DE
ÁNIMO
NORMAL
DEPRESIÓN
2 ó + años
La distimia es un estado de ánimo depresivo crónico de baja Intensidad que dura más de 2 años.
220
# 111
A lg u n a s fo rm a s de evolución de la distim ia
A DEPRESIÓN
RECURRENTE
SIN DISTIMIA
Depresión Periodo de Depresión
recuperación
B DEPRESIÓN
RECURRENTE
+ DISTIMIA
Depresión Distimia Depresión SIN RECUPERACIÓN
DEPRESIÓN
+ DISTIMIA
+ PERÍODOS DE
Depresión Dfstimla Período de Depresión RECUPERACIÓN
Intereptsódlca recuperación
D DEPRESIÓN
+ D1STIMIA
SIN RECUPERACIÓN
Depresión Dfstimla sin recuperación
Tratamiento
En su inicio, el trastorno distímico debe recibir un trata
miento de larga duración y en donde se les explicará a la fami
lia y al paciente que la terapia cognitiva conductual, seguida
de psicofarmacoterapia112 y de medidas de integración grupal
son los tres pilares esenciales, y que, por ningún motivo, se
negociará su incumplimiento.
Los antidepresivos113 y especialmente los inhibidores de la
recaptación de serotonina, administrados en dosis bajas pero
221
durante mucho tiempo, ayudan mucho a estos pacientes. De
igual forma que mejora su carácter permitiendo la reinserción
social. En estudios recientes se ha demostrado que la admi
nistración de antidepresivos durante tiempo prolongado en
estos pacientes mejora la inmunidad, elevando las bajas de
fensas biológicas a que tienen tendencia.
El apoyo familiar como sostenedor y controlador dél trata
miento debe ser permanente, con visitas \de control y segui
mientos periódicos, toda vez que se pueda.
Debemos destacar también que muchos distímicos presen
tan familias no del todo contenedoras o disfuncionales, y esto
agrava el pronóstico.
Es importante que la terapia logre que la persona vuelva a
creer en sí, en armonía consigo mismo, con los demás y con Dios.
223
Los pacientes con trastornos distímicos ¿usan y abusan de
psicofármacos?
Sí. Suelen ser consumidores descontrolados de todo tipo
de medicaciones psicofarmacológicas, como ansiolíticos, an
tidepresivos, hipnóticos o sedantes.
224
mente mal tratada, lo cual dejó un cuadro distímico como se
cuela.
¿Tiene tratamiento?
225
24. Síndrome premenstrual
y distrés en la menopausia
El concepto
Definimos el síndrome premenstrual como la combinación
de síntomas psicológicos/ emocionales/ físicos y sociales de
recurrencia cíclica en la segunda mitad del ciclo menstrual y
cuya severidad puede alterar o interferir las actividades coti
dianas.
El síndrome premenstrual también es denominado disfo-
ria premenstrual/ siendo el requisito para su diagnóstico un
período libre de síntomas durante la fase folicular (primeros
catorce días) del ciclo menstrual.
En 1827/ la psicosis premenstrual fue usada por primera vez
como defensa ante la ley en Alemania/ cuando una madre se tiró
al río con una nena que se ahogó y fue condenada a muerte. An
tes de ser ejecutada/ confió a una compañera que estaba
menstruando en el momento de suceder el hecho; entonces fue
internada y estudiada/ y se comprobó que, durante sus
menstruaciones/ tenía taquicardia, respiración acelerada, ansie
dad, depresión e insomnio. Por este motivo, no fue ejecutada.
Probablemente, la primera descripción de este cuadro fue
realizada en Francia, en el año 1851, cuando se describió la
tensión premenstrual, la depresión premenstrual, el trastorno
con ciclos de 48 horas y algunos casos de locura premenstrual.
En la actualidad, se acepta como un factor que modera los
delitos cometidos en el Reino Unido. En Francia este cuadro
es causal de alegato de insania transitoria.
El trastorno disfórico premenstrual, al igual que el síndro
m e premenstrual, se caracterizan por sensaciones subjetivas
cambiantes, cíclicas, en el ánimo y en el bienestar físico, psí-
226
quico y emocional, que perturban y están íntimamente rela
cionados con el ciclo menstrual.
En la génesis del trastorno, hay factores psicológicos, so
ciales y biológicos.
Los psicológicos están determinados por el humor cíclico
y carácter alternante de la paciente. Los sociales, por la difi
cultad para la integración vincular humana. Dentro de los bio
lógicos, son notorios los cambios en los niveles de estrògeno,
progesterona, andrógenos y prolactina.
Otro síntoma que caracteriza a este cuadro es el síndrome
doloroso premenstrual que se origina en el incremento de las
prostaglandinas secretadas por la musculatura uterina.
Prevalencia
El síndrome disfórico premenstrual, como el síndrome pre
menstrual, aparecen entre el 70 y el 90% de las mujeres férti
les.
En P s y c h o p h a r m a c o lo g y a n d W om en (A m erican
P sych iatric Press Inc. Copyrigh 1996) el capítulo V,
"Hormones, Emotional Disorders and Neurotransmitters",
refiere claramente que entre el 20% y el 80% de las mujeres,
dependiendo de los distintos estudios citados por los autores,
reportan algún grado de humor cíclico, disturbios cognitivos
o neurovegetativos asociados con las fases menstrual o
premenstrual. Además, el porcentaje de mujeres que mani
fiestan severos síntomas y alteración en el funcionamiento
social u ocupacional abarca el 5% de la población.
Los síntomas son de diversa índole -ansiedad, depresión,
irritabilidad, cambios cognitivos, cambios en el sueño, en la
energía, en el apetito y en la impulsividad-; del mismo modo,
cuando presenta severos síntomas se han incluido estados
psicóticos e ideación suicida en algunas mujeres, como así tam
bién conductas delictivas.
La duración de este cuadro suele ser muy breve coincidien
do con los días previos o durante la menstruación. Inmedia-
227
tamente después de ella, hay una recuperación completa. El
cuadro se repite con una periodicidad casi mensual e íntima
mente relacionada con la menstruación.
Podríamos decir que se observa una forma leve, una mo
derada y otra grave del síndrome premestrual. Se reconocen
más de 190 síntomas, y éstos pueden afectar las seis dimensio
nes de la condición humana a saber, física, mental, emocio
nal, social, valórica y espiritual; con un criterio práctico men
cionamos los más habituales:
♦ Profunda ansiedad
♦ Cambios negativos del humor
♦ Sintomatología depresiva y/o exaltación maníaca
♦ Agresividad
♦ Aumento de la sensibilidad femenina con cambios en la
personalidad y en las emociones
♦ Llanto fácil
♦ Irritabilidad
♦ Dolor de cabeza
♦ Tensión
♦ Depresión
♦ Soledad
♦ Olvidos
♦ Insomnio
♦ Sensación de embotamiento cognitivo
♦ Confusión
♦ Dificultad para concentrarse
♦ Baja coordinación
♦ Pérdida de interés sexual
♦ Cansancio
♦ Pérdida de la autoestima y la confianza
.y.
♦ Dolores musculares
♦ Fatiga
♦ Calambres
228
♦ Mareos
♦ Náuseas
♦ Vómitos
♦ Sofocos
♦ Sensación de frío
♦ Palpitaciones
♦ Aumento de peso
♦ Acné
♦ Herpes
♦ Aumento de turgencia mamaria
♦ Edema generalizado, especialmente en el bajo vientre y
los miembros inferiores.
♦ Vértigo
230
de con el aumento de la progesterona (hormona que protege
la gestación). Cuando pasan los días y no se ha producido la
fecundación del huevo, bajan las betaendorfinas, mientras la
progesterona se mantiene alta. Ésta podría ser una de las cau
sas del cuadro de ansiedad, agitación y depresión caracterís
tico del fallo en la fecundación, que sería lo esp erab le en tor
no de la ovulación.
231
En síntesis:
Aunque no hay una cura farmacológica para el síndrome
premenstrual, los síntomas pueden controlarse satisfacto
riamente, Muchas mujeres pueden llevar una vida más pro
ductiva si este síndrome se diagnostica apropiadamente y
se trata en forma adecuada.
Distrés en la menopausia
La menopausia es un fenómeno fisiológico normal que se
observa ante la ausencia de períodos menstruales durante un
año completo. La base fisiológica de este proceso es la finali
zación de la capacidad reproductiva de la mujer, debida a la
terminación de la función ovárica.
Habitualmente las menstruaciones aparecen y desaparecen
en un período que oscila entre 2 y 5 años. Los folículos ováricos
desaparecen. El ovario disminuye de peso, la producción de
estradiol declina, por lo que las gonadotrofinas se elevan.
Los síntomas psicológicos suelen ser ansiedad, fatiga, ten
sión, labilidad emocional, irritabilidad, depresión, vértigo e
insomnio.
Entre los signos y síntomas físicos, se incluyen la sudora-
ción nocturna, sofocos y oleadas de calor inferior o superfi
cial, con sudoración y enrojecimiento, que podría ser causa de
la secreción de la hormona luteinizante asociada a la libera
ción abrupta de dopamina y noradrenalina, y la disminución
de estrógenos. La caída de los estrógenos hace que la mujer
experimente cambios atróficos en las superficies mucosas,
acompañados de vaginitis (inflamación de la vagina), prurito
(picazón), dispareunia (dolor durante el coito), y disminución
de la elasticidad de las paredes de la vagina115.
Probablemente, como efecto secundario de la baja en los
niveles de estrógenos, se dan cambios metabólicos en el calcio
232
¥
233
suplemento de una sustancia progestágena en el régimen de
sustitución (estrógenos más progesterona) disminuye este
riesgo.
Últimamente se ha descubierto que la terapia estrogénica
reduce el riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer en
un 50%. Sugiriéndose también qüe desciende el riesgo de mor
talidad, en un 37%, a causa de la disminución de las. enferme
dades cardíacas.
El ejercicio, la dieta, como el tratamiento sintomático, son
útiles para menguar el malestar físico.
El distrés psicológico psiquiátrico116 deberá evaluarse y tra
tarse mediante psicoterapia más medicación adecuada. La pa
ciente debe ser animada a aceptar los cambios como un fenó
meno natural y a afrontar esta etapa de la vida con nuevas
actividades que le den sentido a su vida.
Síntesis para tratar la disforia premenstrual, el síndrome
premenstrual y el distrés de la menopausia:
Psicoeducación + Relajación + Ejercicio + Terapia cognitiva
+ Dinámica vital + Confrontación empática + Medicación
* + Alimentación + Cambio de estilo de vida + Abordaje
interdisciplinario en ciencias humanas.
l1^ M a r g a r e t F. J e n s v o l d , U r i e l H a l b r e i c h , J e a n A. H a m i l t o n ,
Psychopharm acology and Worn en, Sex, G ender and H orm ones, Ed.
American Psychiatric Press, Inc., Washington, 1996, pp. 91-92.
234
25. Un diagnóstico
adecuado
Diagnóstico integral
La psiquiatría es en esencia una esp ecialid ad m édica
que cabalga entre el cu erpo y el alma/
entre lo físico y la p siqu e.
117 R. Graham. MMPI, Guía práctica, Ed. El Manual Moderno, México, 1987,
297 páginas.
235
II. Diagnóstico biológico
Este aspecto es central en el momento actual, dado que la
biología orienta al profesional para comprender o certificar la
clínica. Ayuda también a establecer terapéuticas adecuadas.
Dentro de ellas, contamos con análisis de laboratorio de alta
complejidad en psiquiatría, como también estudios de imáge
nes estáticas, como la Resonancia Nuclear Magnética, o diná
micas como el Mapeo Cerebral Computárizado, el SPECT (Sin
gle Photon Emisión Computer Tomography) o el PET (Photon
Emisión Tomography) entre otros.
236
Es sabido que, en el cáncer de páncreas, antecede un cua
dro depresivo a la manifestación clínica de la enfermedad.
De allí la importancia del control clínico riguroso antes de
cualquier inicio terapéutico, así como también los exámenes
complementarios.
237
Eje IV: analiza factores psicosociales y ambientales.
Eje V: analiza una tabla de evaluación multiaxial de capa
cidades de 0 a 100.
A fobia social
pinko
SÍNTOMAS trastorno obsesivo
EJE I DEL
compulsivo DSM-IVTR
V ' ' trastorno de ansiedad
A generalizada
^depresión - ansiedad
EJE II DEL
PERSONALIDAD i.:, : p e r so n a lid a d depresiva atipica
? ; persónalldad bbseslvo compulsiva ti DSM-IVTR
,' ; personalidad;ejsqufootcleo paranfde
¡personalidad esquizotlplca'¡;
^personalidad esqdliofrénlca^
V i c t i m a r l e a b a n d o n o , a i s la m i e n t o ,
PROBLEMAS a b a n d o n o d e e sc u e la , d e s e m p le o , EJE IV DEL
v i v i e n d a In a d e c u a d a , slrt c o b e r t u r a
PSICOSOCIALES m é d i c a , v i c t i m a d e d e l it o s , DSM-IVTR
e x p o s ic i ó n a d e s a s t r e s
Y AMBIENTALES
ESCALADE P u n t u a c ió n d e 0 a 1 0 0
EJE V DEL
EVALUACIÓN DSM-IVTR
DE ACTIVIDAD
GLOBAL
238
Se considera: Las causas de orden sintomático que son ob
jeto de atención por parte de los pacientes; por ejemplo, las cri
sis de ansiedad, ahogo, taquicardia (aumento de la actividad car
díaca), sudoración, cefaleas (dolores de cabeza), etcétera.
239
❖ Problemas relativos al ambiente social. Especificar por
ejemplo: Aislamiento.
❖ Problemas relacionados con la enseñanza. Especificar por
ejemplo: Abandono en los primeros años.
♦> Problemas laborales. Especificar por ejemplo: Desem
pleo-Amenaza de desempleo.
♦> Problemas de vivienda. Especificar por ejemplo: Alqui
la-Vivienda inadecuada.
❖ Problemas económicos. Especificar por ejemplo: Des-
empleado/a -Depende de su esposo/a.
❖ Problemas relativos al acceso a servicios médicos. Espe
cificar por ejemplo: Sin cobertura.
❖ Problemas relativos a la interacción con el sistema legal
o el crimen. Especificar por ejemplo: Víctima de delitos-
juicios-arrestos.
❖ Otros problemas psicosociales y ambientales. Especifi
car por ejemplo: Exposición a desastres.
Se con sidera: Los factores psicosociales y ambientales que
agravan la situación que se presenta en los ejes I, II y III.
240
En esta evaluación, el Oimplica la ausencia total de capaci
dad para enfrentar la vida y el 100, la máxima capacidad, des
treza y felicidad para su afrontamiento.
241
Exámenes que describen estructuras cerebrales:
■ Tomografia axial computarizada.
■ Resonancia nuclear magnética.
N eurofisiológicos:
■ Electroencefalograma.
■ Monitoreo electroencefalográfíco.
■ Polisomnografía (para el estudio del sueño).
■ Mapeo electroencefalográfíco computarizado.
■ PET (Tomografia por emisión de positrones) permite eva
luar el gasto de oxígeno.
■ SPECT (Tomografia computada de emisión de fotones)
que mide el flujo regional cerebral.
■ Potenciales evocados, con su aplicación en el estudio fun
cional de las vías sensoriales, somatosensoriales y del
sistema neurovegetativo.
Neuroquímicos: llamados aminogramas, han cobrado una
importancia radical ya que permiten el examen del estado de
las principales vías neuroquímicas. Evaluándose a través de
sus neurotransmisores, precursores químicos o catabolitos (ex
creción metabòlica) en sangre y orina.
Psiconeuroendócrinos: permiten inferir el estado de los cir
cuitos neuroendócrinos y miden el estado de equilibrio o des
equilibrio de cada uno de ellos.
Psicogenéticos: tienen importancia y tendrán cada vez más
en el futuro. Se está completando el estudio de todo el genoma
humano, lo cual abre una perspectiva desafiante a nuevos tra
tamientos causales de las enfermedades hereditarias.
vLos estudios biológicos complementarios cobran importan
cia categórica en la confirmación de un diagnóstico que, como
242
vimos, debe pasar por todo un proceso crítico antes de aseve
rar si el problema es endógeno, reactivo o sintomático y deci
dir consecuentemente la estrategia terapéutica.
Estudios neuropsicológicos:
■ Escala MINI (Mini Entrevista Neuropsiquiátrica Inter
nacional) para valorar rápidamente trastornos de ansie
dad, pánico, fobia social, trastorno obsesivo compulsi
vo, estado por estrés postraumático y depresión mayor.
* El MMPI (Minessotta Multifasic Personality Inventory)
para el diagnóstico de personalidad121.
■ Escala de Evaluación de Ansiedad Social de Liebowitz
(Liebowitz Social Anxiety Scale, LSAS)122.
■ Escalas de Evaluación de Ansiedad (Beck Anxiety Scale)
y de Depresión de Beck (Beck Depresión Inventory)123,
Montgomery-Asberg Depresión Rating Scale124.
* Escala de Evaluación de la Depresión de Hamiltong
(Hamilton Rating Scale for Depresión)125.
■ Test de Personalidad de Rorschach126, entre otros.
Éstos son algunos de los múltiples test y escalas que se uti
lizan en el mundo. Hay más de 2500.
También las escalas se emplean para la evaluación y el se
guimiento de las propuestas psicofarmacológicas.
Otros estudios: Éstos nos permiten realizar correlaciones
neurofisiológicas o bioquímicas que se hallan presentes en las
enfermedades mentales.
243
Estos estudios son catalogados como m arcad ores. Los mar
cadores mismos pueden ser de estado o de rasgo.
Los marcadores de estado se caracterizan por:
♦ Están presentes sólo durante la enfermedad.
♦ Desaparecen con la mejoría o la remisión.
♦ No están presentes en familiares sanos.
♦ Dan orientación prónosticadora.
Estudios neuroquímicos
Enumeramos con fines prácticos algunos de los exámenes
especializados, entre los cuales el profesional deberá seleccio-
vnar aquéllos que considere más significativos, para confirmar
su presunción diagnóstica.
244
Plasmáticos: Determinación 14. 5-OH, metilindol
de metabolitos de: 15. Otras
1. Serotonina N euroendocrin os:
2. Dopamina 1. TSH (Tirotrofina)
3. Metoxifeniletilglicol 2. T3-T4
4. Fenilalanina 3. Estrógenos urinarios
5. Ácido fenilacetico 4. Estradiol Plasmático
6. Betaendorfinas 5. Pregnandiol urinario
7. Histamina 6. Testosterona
8. Zinc 7. DeHidroEpiAndrosterona
9. Perfil vitamínico
8. 17=0 Esferoides
10. Dopamina betahidroxilasa 9. 17=OH Esferoides
11. Estrògeno 10. Prolactina
12. Progesterona 11. Cortisol plasmático
13. Otras 12. Cortisol libre urinario
U rin a rio s: 13. Aldosterona
1. Feniletilamina 14. STH (Hormona de creci
2. Ácido fenilacetico miento)
3. Metoxifeniletilglicol 15. LH (Hormona luteinizante)
4. Ácido homovanilico 16. FSH (Hormona folicu-
5. Ácido 5-OH indolacetico loestimulante)
6. Ácido índolaceticp Pruebas funcionales:
7. DOPAC " 1. Dexametasona supresión
8. Noradrenalina test
9. Dopamina 2. Test de LHRH
10. Adrenalina 3. TRH-TSH
11. Bufotenina 4. TRH-Prolactina
12. O-MetilBufotenina
5. Clonidina-STH
13. NN-Dimetiltriptamina
6. Otras
245
26. Nociones de tratamiento
psicofarmacológico
Aclaración
Éste es un capítulo de orientación. No debe ser entendido
como una prescripción médica, labor solamente específica del
profesional. Su único fin es de orientación psicoeducacional.
La década de los pasados años 90 fue declarada década del
cerebro por las Naciones Unidas, debido a la explosión de co
nocimiento científico técnico con relación al cerebro. Al fina
lizar la década, se comprobó que en ella se había descubierto
un 93% del total de los conocimientos obtenidos en la historia
de la humanidad.
Fue gracias a los métodos diagnósticos, la biología molecu
lar, la genética y la psicofarmacología en contacto con la mo
derna psicología y otras ciencias que se consiguió este avance
colosal.
Esto produjo una explosión nunca vista ni soñada de co
nocimientos científicos básicos, con profundas aplicaciones
terapéuticas.
Quiera Dios que todo este caudal llegue cualitativamente y
cuantitativamente al común de la gente, para beneficiarse con
tratamientos eficaces y rápidos, ahorrando sufrimiento inne
cesario.
246
Por otro lado, es difícil motivar a una persona a que apren
da estrategias psicológicas para combatir la ansiedad cuando
presenta síntomas, por lo cual lo más recomendable, al prin
cipio, es una medicación adecuada127.
Breve farmacología
del espectro ansiedad-depresión
Queremos presentar al lector algunas ideas básicas de este
campo de abordaje terapéutico para que, cuando se encuentre
con el profesional tratante, colabore con su conocimiento y tam
bién con su cumplimiento.
Es muy amplia la función terapéutica de los medicamentos
en el espectro de los trastornos de ansiedad, fobia, pánico o
depresión, por lo cual presentaremos resumidamente esta útil
temática.
En primer lugar, para el abordaje terapéutico contamos con
cuatro grupos de medicamentos: A, B, C y D que, algunas ve
ces solos u otras bien combinados y en bajas dosis, pueden
mejorar rápidamente una propuesta terapéutica, e incluso ali
viar síntomas de sufrimiento en pocos días o semanas de tra
tamiento.
La siguiente tabla128 menciona brevemente algunos de los
psicofármacos empleados en los trastornos de ansiedad, de
presión y/o cuadros interrelacionados129.
127 A l a n R S c h a t z b e r g , C h a r l e s B . N e m e r o f f , TextbookofPsychopharmacology,
Second Edition, The American Psychiatric Press, Estados Unidos de América,
1998, pp. 13-15.
,2a J u l i o M o i z e s z o w i c z , Psicofarmacología psicodinámica IV, Ed. Paidós, Ar
gentina, 1998, 1248 páginas.
129 Diccionario Karten Ilustrado>ob. cit., 622 páginas.
247
A B C D
A n s ío l ít ic o s A n t id e p r e s iv o s A t íp ic o s A n t ic íc l ic o s
B e n z o d ia c e p in a s de Ú l t im a a n t ir r e c u e r e n c ia l e s
G e n e r a c ió n
249
Tomemos el caso de un paciente tipo, joven de 20 a 30 años
de edad, 70 kg de peso, con diagnóstico de trastorno de páni
co, la dosificación total teórica para bloquear los síntomas de
bería ser estimada en 3 mg por día de un producto, por ejem
plo, clonazepan. Reiteramos, éste es un modelo teórico que
pretende ser explicativo y de ninguna manera debe conside
rarse como un patrón de medida terapéutico.;Esté medicamento
se debe ir incorporando gradualmente, semana a: semana, en
dosis pequeñas, por ejemplo, 0,5 mg por semana, repartido en
dos o más tomas, según la sensibilidad del paciente, hasta lle
gar a la dosis estimada inicialmente como de eficacia terapéuti
ca, de 3 mg por día. Hasta que el paciente no llegue a la dosis
eficaz, los síntomas, aunque puedan ir reduciéndose, nunca
desaparecerán totalmente. Recordemos que la dosis siempre es
individual, única e intransferible para cada persona.
En el transcurso de una hora, se absorbe el medicamento.
Al llegar al nivel de 3 mg por día, comienza la efectividad del
tratamiento. La cantidad de miligramos diarios depende de
cada paciente.
Desde que comienza la efectividad del tratamiento hasta
su excreción, después de las 12 horas de la ingesta, transcurre
un período de acción terapéutica eficaz, que llamamos venta
na terapéutica. Las dosis (subdosis) por debajo del nivel de la
ventana terapéutica son ineficaces.
Según ciertas creencias erróneas.
250
ciendo gradualmente la dosificación. Debemos desta
car que tanto la reducción como la incorporación de
ben ser siempre en forma gradual.
❖ Otra creencia irracional es considerar erróneamente que
no es necesaria su ingesta. Lo cierto es que son necesa
rios, dado que bajan significativamente el estrés y sus
consecuencias.
❖ Otra creencia errónea es que provocan daño. Es verdad
que reducen los reflejos, sobre todo para conducir ma
quinarias o automóviles, aumentando el riesgo de co
meter accidentes. También es cierto que su utilización
crónica provoca déficit cognitivos y especialmente de
memoria. De ahí que la asociación, por ejemplo, con an
tidepresivos permita disminuir significativamente la
posología (la dosis diaria).
❖ Otra creencia es pensar que su ingestión produce contrac-
turación y síntomas de una crisis, de angustia, sofocación
o malestar general. En realidad, estos efectos no son pro
piamente resultado del medicamento. Por eso, es conve
niente, dado que la absorción del medicamento comienza
efectivamente después de la primera hora de haberlo inge
rido, explicar al paciente que los síntomas son por contrac-
turación muscular por miedo y que con una rápida ma
niobra de relajación, seguida de respiración, esto se puede
evitar. De esta manera, se tranquilizará al paciente y a su
familia revirtiendo la sintomatología.
251
alivio es clínicamente significativo entre el 67 y el 70%, tanto
objetiva como subjetivamente, para personas que reciben trata
miento durante 8-12 semanas. Pasado ese período, se deberá con
tinuar el tratamiento por no menos de un año en aquellos casos
de pacientes agudos, y hasta dos años o más, en aquellos pacien
tes que acuden a la consulta con síntomas crónicos..
De ahí la importancia de la rapidez con que el paciente y
su familia tomen la decisión de incluirse, en un tratamiento
integral y eficaz.
Por otro lado, en este grupo, como en todos los demás, las
dosis se pueden controlar mediante métodos modernos de
monitoreo de drogas en sangre u orina. Ciertamente estos mé
todos son costosos y no siempre prácticos. Por ello, se reco
mienda que nada sustituya a una buena relación médico-pa
ciente. Para que juntos puedan decidir que tal medicamento
en determinada dosis es el adecuado.
Sintetizamos este concepto diciendo que de la sana rela
ción médico-paciente surge un resultado benéfico: la salud
del paciente.
252
Hay antidepresivos de distintas series (se denominan por
generaciones/ al igual que las computadoras: de primera, se
gunda, tercera generación, etcétera).
Los de primera generación se denominan sucios por pre
sentar efectos secundarios, pero hay casos en los que éstos,
bien utilizados, se transforman en terapéuticos. Por ejemplo,
pueden producir somnolencia, por lo tanto, ingiriéndose en
una toma nocturna, puede mejorar y profundizar el sueño, y
así lograr otros fines terapéuticos secundarios.
Los de segunda generación o limpios se denominan así por
ser más nuevos y no presentar efectos secundarios.
Los de tercera generación, también limpios, son modernos
y altamente efectivos, muy útiles en casos puntuales, y pue
den usarse solos, logrando múltiples efectos terapéuticos, de
alto contenido biológico y sin efectos secundarios. No crean
hábito, adicción, tolerancia ni aeos tumbr amiento (ya defini
dos en el grupo A).
Resumiendo:
La asociación A + B es utilizada en grandes grupos de po
blación con efectos positivos, internacionalmente acepta
da como buena práctica clínica.
253
Cuando Roland Kuhn describió, en 1957, la imipramina131132,
que, al ser utilizada como antituberculoso, no resolvía el pro
blema pero sí mejoraba magníficamente el carácter depresivo
de esta afección en los primeros pacientes, llamó la atención
del mundo científico. A este producto y a otros de igual efec
to terapéutico pero de distinta acción biológica, como los
inhibidores de la enzima monoaminooxidasa, se los. denomi
nó antidepresivos.
Desde esa fecha hasta hoy, es mucho lo que se conoce so
bre esta materia, aun reconociendo que su horizonte es toda
vía más vasto.
Es conocido su efecto benéfico, tanto en la depresión como
en el sueño, en la ansiedad, la fobia específica, en la fobia so
cial, en el pánico o en todos los trastornos derivados del estrés.
Sabemos lo suficiente para entender, tanto los profesiona
les como el público, a través de una adecuada estrategia
psicoeducacional, las razones de por qué se deben utilizar tan
nobles productos.
y ® 732
S ín to m a s y su s re a ccio n e s se g ú n e sta d o
Kí>,'f « s[tí /É jg ij. S u e n a la a la r m a n o r m a l y s e a p a s a s o la S a n o
wtideprestvos (P or e j . un susto en la v ía p u b lic a ). A le g r e
C re e n c ia s p o s itiv a s S a lu d a b le
Jkl
Antidepresivoi I A - Z X S u e n a la a la r m a d e v e z e n c u a n d o , s e Estresado, ansioso, leves trastornos
huta t sf¡o if ) a p a g a a v e c e s y o tra s q u e d a e n c e n d id a , de sueño, preocupado, insano,
y probar \ C re e n c ia s n e g a tiv a s insaludable, miedoso, duelo normal.
254
Llegado este momento, queremos transmitir al lector que
los antidepresivos son neuromoduladores de múltiples seña
les químicas. Hasta ahora la más conocida es la acción sobre la
recaptura de la serotonina, aunque también tienen acciones
neuromoduladoras sobre la noradrenalina, dopamina, gluta-
mato, ácido gaba aminobutílico etcétera. Nos animamos a de
cir, entonces, con un criterio amplio, que los comúnmente
llamados antidepresivos también son:
■ Antidepresivos (mejoran el ánimo)
* Analgésicos (calman el dolor somático y canceroso)
■ Antifóbicos
■ Antiestrés
■ Antiansiedad
■ Antipánico
■ Antiobsesivo-compulsivo
■ Antiinsomnio (más los sedativos)
■ Antidéficit-inmunitario (prevención y tratamiento en el
cáncer)
■ Antiapoptosis (antimuerte neuronal programada)
■ Antiatrofia-neuronal-cerebral
■ Favorecedor de redes neuronales y de la regeneración o
plasticidad neuronal (nuevas neuronas)
■ Antidisforia-premenstrual
■ Antienfermedad (saludable)
En fin, son favorecedores de la vida.
256
27. Tratamiento integral
Tratarlo multidimensional
Seis dimensiones
Psicoeducación
+
Técnicas de relajación
+
Reestructuración cognitiva comportamental
en +
O Psicoterapia individual y/o grupal y/.o familiar
Q
O +
H Afrontamiento
PCi +
O Medicación
£ +
O
f-H Normalizar el sueño
u +
<
Cambio de estilo de vida
u +
M
H Alimentación
2
i—i +
Sentido vital
+
Espiritualidad
+
Abordajes interdisciplinarios en ciencias humanas
258
Psicoeducación
Educar es salu d.
Con salu d se educa.
259
Técnicas de relajación134
Un método rápido de bajar la ansiedad son las técnicas de
relajación. Son muy útiles como recursos para controlar y dis
minuir la ansiedad en distintas situaciones y patologías del
espectro ansiedad-depresión.
Estas técnicas se aprenden especialmente en grupo, y una
vez aprendidas ofrecen un recurso de fácil acceso y libre dis
ponibilidad, muchas veces en el día; con el que puede contar
el paciente. Una vez aprendidas las técnicas en el ámbito de
grupo, el paciente puede emplearlas en su casa, en el trabajo,
en la calle, en la cola de un trámite, para afrontar situaciones
ansiosas o de estrés. Es útil combinar su uso con otras técnicas
como las cognitivas y/o comportamentales.
Debemos enseñar a nuestros pacientes que cuanto más se
entrena en técnicas de relajación, mejor entrenamiento logrará
de ellos y, por tanto, mejores resultados135.
No es fácil en Occidente adquirir el hábito de la relajación
y especialmente en un estado de crisis, como un ataque de
pánico o una fobia específica, o ansiedad social. Pero debe
mos enseñar a nuestros pacientes que cuanto más se entrene
en técnicas de relajación, mejores resultados logrará136. Hay
tres tipos de alarma que el ansioso activa alternativamente;
una interna, somática, fisiológica (por ejemplo, palpitaciones);
una externa (por ejemplo, una sirena que alarma por lo catas
trófico y que promueve un cambio en el comportamiento); y
una tercera son pensamientos, cogniciones internas negati
vas que, muchas veces, no se perciben y provocan alteracio
nes en la hipervigilancia, las cuales desencadenan la crisis.
260
w
Reestructuración cognitiva-comportamental
R econ ocerse
para reestructurarse.
R. Ka n o e l , T h o m a s M. J e s s e l , J a m e s H. S c h w a r t z , Neurociencia y con
137 E rtc
ducta, Prentice may, España, 1997, p. 243.
261
Una vez que el individuo identifica y evalúa, aprende a
controlar y modificar, con lo que no solamente superará pro
gresivamente las crisis, sino que, además, restablecerá el do
minio sobre su persona.
Los principios de la terapia cognitiva-comportamental son:
■ Método socrático (aprender a dudar dé lo que uno siente).
■ Focalización en el comportamiento y en lá cognición.
■ Brinda propuestas para el presente y de corto plazo.
■ Se pueden medir los resultados.
■ La relación terapeuta-paciente es de colaboración y de
enfoque didáctico, lo cual da mayor libertad al paciente.
* Su número de sesiones es reducido, entre 15 y 18 sesio
nes con alta incluida.
■ Centrada en los síntomas y en la resolución de proble
mas, es eminentemente práctica, prosocial y asertiva138.
262
Se basa en una metodología que utiliza la lógica para desafiar
los pensamientos negativos, muchas veces producto de creen
cias o cogniciones negativas, y transformarlos en positivos.
El conocimiento de estas técnicas didácticas, que siguen
pasos preestablecidos, ayuda efectivamente al paciente y a su
familia a discutir, a través del pensamiento lógico, los sínto
mas que presenta. En poco tiempo, se logra sustituir los sín
tomas provocados por enojos primitivos, por procesos de pen
samientos mejor elaborados.
La terapia cognitiva-comportamental es un potente y avan
zado método didáctico educacional que, puesto al servicio de
la salud, no sólo ofrece cambios sintomáticos, sino que, ade
más, ayuda a reprogramar y recontextualizar el presente y el
futuro del paciente y su familia.
Se utilizan distintos abordajes. El que utilizamos consta de
quince sesiones modificadas a dieciocho, según nuestra pro
puesta, provee de herramientas útiles para superar los sínto
mas, para aplicarlos también con éxito en otras actividades de
la vida, incluso en los negocios.
La reestructuración cognitiva ayuda a abrir la mente por
que abre el pensamiento.
La metodología puede ser individual, grupal y/o familiar.
Grupos de autogestión, con líderes recuperados o en fase
final de recuperación, con asesoramiento profesional, con in
tereses comunes específicos acordes con la enfermedad pade
cida, Grupos que se forman por enfermedades previamente
diagnosticadas, por ejemplo alcohólicos anónimos140.
Grupos que generen cambios de estrategias educativas com-
portamentales, que ayuden a abrir la mente, y en los que, si es
posible, se desarrolle el conocimiento de la psicoterapia cog
nitiva-comportamental, la logoterapia u otras técnicas que pro
mueven el desarrollo del ser humano. Grupos que enseñen a
diferenciar lo racional de lo emocional141.
140 Doce pasos y doce tradiciones, Ed. Alcoholics Anonymous World Service,
Inc., Estados Unidos de América, 1995.
141 I r v í n D. Y a l o m , Psicoterapia existencia! y terapia de grupo, Ed. Paidós,
España, 2000, p. 61.
263
La presencia de un apoyo social y comunitario es un factor
que favorece la recuperación142.
Los grupos abarcan cuatro áreas:
1. Principios de pertenencia y confort
2. Principios de semejanza Universalidad
Cohesión
Esperanza
.Altruismo
Imitación
3. Principios de modelado Información
Racionalización
Factor existencial
4. Principios de confrontación Catarsis
Experiencia emocional
correctiva
Aprendizaje interpersonal143
Afrontamiento
Confrontar gradualmente consiste en exponerse conscien
temente y en libertad al objeto que provoca ansiedad, fobia,
pánico o cualquier síntoma que aumente el estrés, el cual nos
coloca en el dilema huye o lucha.
Confrontar significa luchar, afrontar, relajado, las situacio
nes ansiosas o estresantes.
El día y la hora en que el sujeto decide comenzar a dar res
puesta al miedo, comienza a confrontar. El miedo provoca una
reacción intrínseca de lucha o huida, de evitación y huida o de
confrontación y lucha. Debemos persuadir al paciente a que,
con las herramientas, inicie la lucha, en forma gradual y orde-
264
nada, para que su objetivo sea el éxito terapéutico. La exposi
ción gradual ante el objeto temido lo va desensibilizando, acos
tumbrándolo a incorporar el objeto sin malestar.
Debemos, por otra parte, categorizar que el éxito se logra
después del esfuerzo y del cumplimiento estricto de las metas
presupuestadas en el tratamiento, que no hay milagros, que
sólo de la dedicación y el trabajo constante, por parte del pa
ciente y de su entorno, dependen los logros terapéuticos.
Información + trabajo + dedicación + cumplimiento = es
el paradigma.
En síntesis, crear habilidades para la lucha por la existencia
es la base de la confrontación, con un objetivo claro: exponer
se frente a él para vencerlo.
Medicación
La autom edicación con rem edios
es un m al rem edio.
265
ansiedad -fobia, pánico, depresión trastornos de estrés agu
do- debe ser interpretado como mala praxis. Los modernos
conocimientos de la psiconeurobiología y de la biología mole
cular, aunque altamente complejos y aún escasos, no pueden
ser desechados. Esta mala praxis es, en algunos casos respon
sabilidad de ciertos profesionales del mundo psi; en otra in
mensa mayoría, es culpa de creencias culturales erradas en las
que suelen caer los pacientes.
Repetimos: Es de buena práctica médica, psicológica y psí
quica abordar una estrategia conjunta en donde la psicoedu-
cación promueva el cambio de mentalidad, sumada a otras
estrategias, y sin desperdiciar los enormes beneficios que puede
proporcionar un abordaje psicofarmacológico racional.
Según Herófilo (290 a.C.), médico de la antigüedad, los
medicamentos no son nada en sí mismos, sino que, usados con
propiedad y empleados con razón, arte y prudencia, se trans
forman en las mismas manos de los dioses.
266
dad-depresión en particular. Agravado el sueño, es de espe
rar, al poco tiempo, un aumento de los trastornos.
La normalización del sueño con distintas técnicas de rela
jación, actividad psicofísica durante el día, especialmente con
gasto neuromuscular, logran una mejor higiene del sueño.
Debemos destacar que el uso o abuso de benzodiacepinas
(tranquilizantes para dormir), aunque es una práctica tan uti
lizada en los trastornos de ansiedad y de enormes beneficios
en las primeras semanas de tratamiento, extendida a la pobla
ción en general es fuente de adicciones, acostumbramiento,
tolerancia, y es un profundo perturbador del sano dormir por
m uchas razones. Lo más im portante es que in terfiere
disturbando el sano proceso del dormir, como es la supresión
del sueño REM (sueño de movimientos oculares rápidos), fun
damental en los procesos de memoria y aprendizaje.
También provoca efecto residual durante la mañana si
guiente e incluso durante todo el día, especialmente en las
personas ancianas, por lo que se corre el riesgo de que estén
mal dormidas por la noche y no bien despiertas durante el
día.
Puede provocar efectos sobre la cognición, sobre todo la
memoria, como también mayor riesgo de accidentes por dis
minución abrupta de los reflejos neuromusculares.
De allí que una buena práctica médica aconseja la utiliza
ción de benzodiacepinas solamente en los primeros tiempos,
no más de dos a tres meses, según cada realidad y cada pa
ciente. También pueden ser hipnosedantes de última genera
ción y de acción ultracorta que producen menor cantidad de
efectos secundarios. Las benzodiacepinas mejoran notablemen
te el sueño. Además, deben emplearse antidepresivos de dis
tintas generaciones que son, en línea con los progresos de la
ciencia farmacéutica, medicamentos muy útiles para regular
cambios químicos y neuromodular señales terapéuticas, que
cambian definitivamente una enfermedad a mediano y largo
plazo. Por eso, su prescripción en el espectro ansiedad-depre
sión debe ser promovida también en la regulación del sueño
para efectos beneficiosos.
267
Higiene del sueño
Aunque en los primeros días, se duerme menos y por ese
motivo muchas personas abandonan su cumplimiento, la hi
giene del sueño es fundamental para restablecer pautas sanas
de dormir.
Estas pautas generales para hacer frente al. insomnio son:
■ No acostarse hasta tener sueño.
■ Levantarse siempre a la misma hora.
■ No hacer siestas, quien padece insomnio.
■ No dormir fuera de las horas establecidas.
* Nada de alcohol, el alcohol es un excitador, como míni
mo 2 horas antes de acostarse. No tomar cafeína como
mínimo 6 horas antes de acostarse.
■ No fumar 2 ó 3 horas antes de acostarse.
■ El ejercicio físico puede activar, suspenderlo 5 ó 6 horas
antes de acostarse.
■ Ambientación del dormitorio, ni luz ni ruido, y tempe
ratura agradable ente 17 y 18 C.
■ No ingerir colaciones, antes de dormir, que tengan azú
car o chocolate.
■ Evitar cenas copiosas, ricas en grasas.
* Antes de meterse en la cama hacer siempre el mismo
ritual, ponerse el pijama, lavarse los dientes, colocar el
despertador, etcétera.
■ Si no se queda dormido antes de los 100 minutos, levan
tarse, salir del dormitorio y hacer una actividad previa
mente preparada que sea monótona y rutinaria, cuan
do el sueño regrése volver a la cama.
■ Si no se duerme en 10 minutos, repita el paso anterior.
■ Si tiene problemas de interrupción del sueño durante la
noche, realizar lo mismo que en el paso anterior.
* Levantarse siempre a la misma hora145.
y
145 An t o n i o C u l e b r a s , ClínicaI H andboock o f Síeep D isorders, Ed.
268
Estilos de vida
Vivir con estilos sanos
es todo un sano estilo d e vida.
269
En primer lugar, está la prevención, y prever es un valor
que debemos tener presente en nuestra escala de valores. Cada
uno de nosotros debe saber ser médico de uno mismo, como
propone el filósofo Platón.
Esta búsqueda de saber primero y saber hacer después es
responsabilidad de cada uno; debemos ser eclécticos y flexi
bles, abiertos en la búsqueda de conocimientos.
La búsqueda es personal y debe ser estimulada por el bien
de uno y de su comunidad.
Técnicas que pueden proveer aportes:
Psicoterapia sistèmica o grupal centrada en la resolu
ción de problemas específicos de la pareja, familia o la
borales, logoterapia, psiconeurolingüística, destrezas
asertivas, sociología, psicología social, etcétera.
Hay casos como en la fobia social que se pueden comple
mentar con coaching (clases particulares, preparación, entre
namiento) y/o combinado con counseling (as es or amiento).
Alimentación
El com er es conducta y cultura humana.
270
La alimentación correcta, según Escudero, es aquella que,
estando libre d e errores, se ajusta a reglas preestablecidas. Es
tas reglas que se remontan a Hipócrates, Escudero las sintetizó
llamándolas Leyes de la Alimentación y permiten definir la nor
malidad de un régimen alimentario. Las leyes son cuatro.
♦ Ley de la cantidad.
♦ Ley de la calidad.
♦ Ley de la armonía.
♦ Ley de la adecuación146.
Debemos saber que los trastornos de la alimentación están
codificados dentro de los trastornos mentales del M anual diag
nóstico y estadístico d e los trastornos m entales, DSM-IV, de la
Asociación Americana de Psiquiatría, como trastornos del
comportamiento alimentario, dado que el comer también es
una conducta humana.
En cuanto a la anorexia nerviosa, el criterio para su diag
nóstico habla de miedo intenso a ganar peso. Mientras que la
bulimia nerviosa se caracteriza por una gran preocupación por
la silueta y el peso corporal. Miedo y preocupación entonces
son consecuencias de una autovaloración cognitiva negativa.
Debemos conjugar un cuerpo sano con una emoción, men
te, valor, sociabilidad y espiritualidad sanos.
271
♦ Tratar de que no pasen 3 hs. antes de volver a comer y
no hacerlo antes de 1 h. Vi.
♦ Comer con moderación, lo suficiente como para mante
ner un peso saludable.
♦ Consumir más fibras (frutas, verduras), cuanto más co
lores más vitaminas aporta.
♦ Beber abundante cantidad de líquidos, en especial agua,
aproximadamente 2 litros Vi.
♦ Consumir lácteos descremados á diario.
♦ Reducir el consumo de azúcar, golosinas y productos
de pastelería.
♦ Limitar el consumo de grasas de origen animal, colesterol.
Desgrasar bien las carnes, el pollo consumirlo sin piel y
aumentar el consumo de pescados sobre todo de mar.
♦ Elegir aceites vegetales y consumirlos en crudo y con
moderación.
♦ Reducir el consumo de sal, alcohol, dejar de fumar.
♦ Realizar actividades físicas moderadas, como mínimo 30
minutos, en forma regular.
♦ Ingerir sin prisa, masticar ampliamente. Evitar la ansie
dad colocando los cubiertos sobre el plato, después de
cada bocado. No olvidar el valor terapéutico del diálo
go durante la ingesta.
♦ Cepillar los dientes luego de cada comida (cambia el sa
bor y aleja la ansiedad). *
Sentido vital
La vida tiene sentido.
Pero hay qu e darle sen tido a la vida.
Espiritualidad
Si curas las herida d e tu herm ano,
el Señor cicatrizará la tuya
(Is 58, 8).
273
La espiritualidad es sanadora por ser religante^ pues vin
cula en una comunidad que recibe, acompaña, hospeda, edu
ca y contiene. La espiritualidad es preventiva, porque deman
da perdón, misericordia, paz interior, valores. Es terapéutica
porque, además, se hace solidaria con las necesidades de los
hermanos147.
H a r o l d G. K o e n i n g , M i c h a e l E. M c C u l l o u g h , D a v i d B . L a r s o n , Handbook
of Religion and Health, Ed. Oxford University Press, Estados Unidos, 2001.
c. 9, pp. 144-153; c. 15 pp. 214-228.
274
28. La fe cristiana fuente
de salud y prevención
275
porque toda su persona es terapéutica y produce encuentros
empáticos de liberación personal.
Es saneador porque, siendo p rod u ctor d e salud, provoca
encuentros empáticos de liberación de ideologías, estructu
ras, prejuicios. Él es el Hijo de Dios vivo, el Salvador.
En fin, toda la vida de Jesús, incluidos su dolor, sufrimien
to y muerte, es un generar salud tanto en la biología (nivel
físico) como en la biografía (nivel emocional, social, intelec
tual, valórico y religioso) y en la biofilia (gusto por la vida) de
cada individuo y de la sociedad.
Para Jesús sanar es su forma de amar. Su salud es aliada de
la vida. Yo h e venido para que tengan vida y vida en abun
dancia (Jn 10, 10). Su alianza con el hombre es una alianza
terapéutica. Jesús ilumina la oscuridad de la crisis, aporta sen
tido en los sinsentidos humanos, llena los vacíos existencia-
les, nos mueve al perdón siendo misericordioso con nosotros,
nos reúne en una comunidad eclesial, nos abre a la esperanza
trascendental que supera la muerte con la resurrección.
La fe es fuente de salud porque exige comunidad, comuni
cación y comunión solidarias.
La salud es un lugar teológico. La fe pide que se cuide la salud
personal y comunitaria (prevención y promoción), quiere hacer
nos buenos samaritaños (solidaridad) y constituirnos en concen
tración terapéutica (bagaje de recursos para afrontar las crisis).
R ecord em os:
♦ La fe no es una terapia, pero es muy terapéutica.
♦ La fe no es sólo para curar enfermedades, sino para sa
nar a las personas enfermas.
♦ La fe sana, previene y purifica el sufrimiento insano y
los malos hábitos de vida.
♦ Si tu fe no te hace más sano, ¿será sana tu fe?
♦ Si te tensionas con Dios, más te tensionarás ante tu dolor.
vEn fin, el buen Dios nunca enferma ni nos enferma. Él nos
sana y nos salva.
276
29. Además, quisiera saber
1. ¿Qué es la sanación?
Es un proceso comunicativo, solidario, vincular y em
pático entre un ayudante y un ayudado (el protagonis
ta) con el fin de recuperar la salud, reestructurarse
cognitivamente (sanarse) y transformarse en agente so
lidario de sanación hacia el prójimo.
2. ¿La salud, una vez dañada, se puede recu perar
totalm ente?
Probablemente sí, pero pueden quedar secuelas físicas o
psíquicas. Lo ideal es recuperarse plenamente y sacar
provecho de la crisis. Pero siempre: es mejor prevenir
que curar.
3. Quien no es feliz ¿puede decirse que está enfermo?
La salud es armonía dinámica de la persona vinculada y
relacionada en comunidad, que vive íntegramente to
das sus dimensiones: física, emocional, intelectual, so
cial, valórica y espiritual. Por tanto, no vivir felizmente
es no vivir plenamente en clave de salud.
4. Lina afectividad desordenada ¿enferma somáticamen
te?
Los trastornos emocionales que no son tratados debida
mente tienden a somatizarse. El cuerpo siempre se ex
presa.
5. El no haber sido querido en la niñez ¿aminora la
inteligencia em ocional?
El ser querido y tratado con amor es base esencial para
el desarrollo armonioso de la inteligencia emocional.
6. ¿Por qué el estrés en unas personas produce ansie
dad o angustia, en otras fobia o depresión, y en
otras se somatiza a través de enfermedades, como
las afecciones cardíacas?
277
El estrés descarga múltiples señales dañinas que, en te
rritorios vulnerables, facilitan la disminución de defen
sas en el plano mental, biológico o emocional, producien
do diferentes patologías.
7. ¿Las enferm edades m entales son hereditarias?
Propiamente se trasmite la predisposición cuando la vul
nerabilidad está presente.
8. ¿Las enferm edades m entales se contagian?
No se contagian en el sentido estricto de la'palabra. Pero
las relaciones insanas inducen cambios negativos en las
personas circundantes.
9. ¿Estamos viviendo en una epidemia de salud men
tal?
Sí. Estamos en crisis, en una incertidumbre con respec
to al futuro, y esto, muchas veces, actúa como dispara
dor de estrés y de angustia.
10. ¿Qué es la confrontación em pática?
Es un estilo sano y saludable de relación de ayuda. El
ayudante con experiencia profesional y madurez huma
na y espiritual, en el lugar y tiempo oportunos, produce
en el ayudado una invitación a reconocer, aceptar, inte
grar, asumir y elaborar su crisis positivamente.
11. La m enopausia ¿puede dañar o quebrar la salud
m ental?
La menopausia, acompañada de disfunciones hormona
les y el aumento, muchas veces desproporcional de la
ansiedad, agravado por estreses vitales, provoca altera
ciones psico-neuro-endocrino-inmunológicas, y éstos son
factores que originan múltiples enfermedades. De allí la
importancia, en esta etapa especial de la vida de la mu
jer, del control integral de su persona.
12. ¿Los duelos mal elaborados son la base de muchas
crisis y patologías mentales?
y Sí. Los cuadros depresivos, las distimias, somatizaciones,
dolores músculo-articulares suelen ser las consecuencias
278
de los duelos no resueltos o de las malas resoluciones de
emociones negativas.
13. ¿El suicidio es prevenible y previsible?
El suicidio no es una decisión puramente intelectual, sino
un complejo impulso desesperado -frecuentemente dis
frazado de racionalidad, proveniente de una psicología
enferma o alterada, de una afectividad y autoestima las
timadas- que interpone entre la persona y su crisis el
abismo de la muerte como solución liberadora150. Efecti
vamente es prevenible y previsible y quien comete sui
cidio es víctima de él. El suicida pretende equivocada
mente una solución definitiva a un problema transitorio.
El suicida no busca la muerte, sino salir de la crisis de
sufrimiento existencial.
14. Cuanto más vinculado com unitariam ente se esté,
¿se sale mejor de la crisis?
Sí. Los niveles de contención de un yo en crisis son, en
primer lugar, la familia, y, en segundo lugar, la comuni
dad. Una persona con vínculos sanos de familia y co
munidad tiene muchas más posibilidades de afrontar
mejor las crisis y salir airoso de las dificultades que for
man parte de la naturaleza de la vida.
15. Todos los que se gastan por los demás ¿se desgas
tan ?
El fenómeno del quem arse, del burn ou t es muy fre
cuente en todo tipo de personas, niveles sociales y pro
fesionales.
El desgastarse presenta síntomas muy claros: desánimo,
estrés, desmotivación, abandono de proyectos, aislamien
to, desvinculación, depresión, bronca, desilusión en las
expectativas...
No siempre el que se desgasta se da cuenta. Por eso hay
que evaluarse, descansar y retroalimentarse. Gastarse
pero no desgastarse.
150 M a t e o B a u t i s t a - M a r c e l o C o r r e a , Relación de ayuda ante el suicidio, Ed.
San Pablo, Buenos Aires, 1999, p. 20.
279
30. Receta de salud
Rp/
281
más (y mejor) en grupo. ¿Acaso la escuela no es el mejor ejem
plo de aprendizaje grupal?
La Red Sanar nace con el objetivo de conformar grupos,
cuyo fin común es que el enfermo recobre su salud, propor
cionándole un lenguaje común para la cura integral
multidimensional en los aspectos físico, emocional, mental,
social, valórico y espiritual.
Finalidades
La m edicina sin hum anism o m éd ico n o m erece ser ejerci
da
(Dr. René Favaloro, 2000).
282
Esquema conceptual de sanación
C onocim iento y afecto se potencian recíprocam en te
(San Agustín).
' ' ' - : Í ;, . ' ' . ' ' ' V ‘ /■^ ' ' / : í ' •* . / ' V■r y^j
Recüpéración:ipT4l-.y.
Nivel 11
RECUPERACIÓN
Ausencia de •; Recuperación PARCIAL •i CURACIÓN
síntomas
Recuperación INICIAL
Nivel I
SÍNTOMAS
=’J ;^Personas.1quesufren Mü ¡
I- I - í 1 V i l í M I I
283
La misión
La m edicina sin ciencia es p elig ro sa .
Sin caridad, deshum anizante.
Cultura solidaria
La red surge como necesidad para hacer frente a la crisis
de la globalización. Surge del deseo de servir después de.ha
ber vivido y sufrido en carne propia y de otros las vicisitudes
de la ansiedad en cualquiera de sus formas. Los miembros de
esta organización comparten las virtudes y los valores que nos
identifican y juntos deseamos transitar el camino del creci
miento humano en solidaridad.
Consiste en generar más opciones y alternativas para la salud
a escala mundial, a través del lenguaje y del modelo de la Red
Sanar, mediante la creación de una Red de organización mutua,
con evolución propia, formada por personas que comparten mi
siones y objetivos complementarios en el área de la salud.
A partir de un estilo propio y de las técnicas incorporadas
desde la educación, las personas integradas en la Red Sanar
proporcionan los "cómo", desarrollando habilidades e instru
mentos capaces de generar cambios en las creencias sobre lo
que es o no posible en el ámbito de la salud. El objetivo está
centrado en ayudar al despliegue de las propias capacidades
para activar y movilizar los recursos autocurativos naturales
e inmanentes a toda persona.
Privilegiar los conocimientos científicos internacionalmente
reconocidos sin dejar de lado lo que entendemos debería ser
nuestra mayor riqueza: integrar al hombre desde una visión
Biológica, Emocional, Mental, Social, Valórica y Espiritual se
gún la perspectiva de la Pastoral de la Salud, que, además, es
promovida por las N aciones Unidas.
Lograr un ascenso sistemático en la calidad de vida de las
personas, la familia y la comunidad a través de nuestros pro
gramas. Así lo expresa nuestro eslogan "Ustedes pueden ha
cerlo".
284
N uestros objetiv os:
❖ Servicio a través de nuestros programas.
❖ Búsqueda de la excelencia por medio del perfecciona
miento.
❖ Compromiso con la integridad.
❖ Respeto al herido psíquico.
Voluntarios en la red
En los p a íses dem ocráticos la ciencia d e la asociación
es la m ad re d e las ciencias;
el p rog reso d e todo el resto d ep en d e
d el p rogreso log rad o en este orden
(Alexis de TOC queville).
285
económico, con la condición de que estén dispuestos a ofre
cer su esfuerzo para mejorar o aliviar a los que sufren.
El haber sufrido las vicisitudes de la ansiedad, fobia, páni
co o depresión y haberlas superado da una base sólida para la
ayuda. Si tenemos en cuenta que solidaridad proviene de sóli
do, la fortaleza de nuestros voluntarios radica en su experien
cia puesta al servicio de los demás.
Capital social
286
Estrategias
La Red Sanar consiste en una red humana múltiple, dedi
cada a formar y desarrollar un núcleo central de personas con
aspiraciones de liderazgo dentro del área de su vocación par
ticular, entendiendo por "líderes" a aquellas personas que com
binan el compromiso y la capacidad para "crear un mundo al
que las personas deseen pertenecer". Este liderazgo dentro
de la comunidad se desenvolverá a través de la manifestación
del inmenso repertorio de aplicaciones, y cuyas estrategias se
dirigen al campo del bienestar de la salud, como al mejora
miento de la calidad de vida.
Nuestras herramientas se articulan en red y son:
1. Entrega y servicio al herido psíquico.
2. Autoridad para la guía y la toma de decisiones.
3. Apoyarnos recíprocamente con programas, tecnología
y capacitación.
4. Un liderazgo de apoyo.
Esto se articula con:
* Grupos de mutua ayuda para prevención, contención,
asistencia, talleres y psicoeducación.
* Red telefónica.
■ Red de voluntarios.
■ Red de redes: sitios web y respuestas gratuitas.
287
Grupos de mutua ayuda y red telefónica de
mutua ayuda para las crisis
D irector G eneral
Dr. Roberto Federico Ré,
Médico especialista en psiquiatría
Yerbal 18 (C1405CAB) ;
Buenos Aires, Argentina
Teléfono: 011-4903-9955 / 4046 .
Website: www.redsanar.org
Email: drre@ssdnet.com.ar
drre@drre.com.ar
289
Bariloche - Río Negro San Rafael - Mendoza
Grupo Sanar de Mutua Ayuda. Grupo Sanar Parroquia Catedral.
Mitre 139/1 piso. Tel.: 02627-421553.
Coordinan: Lie. Bárbara Coordinan: P. Gustavo A. de Majo.
Czarnobrywy. E-mail: gademajo@yahoo.com.ar
Tel.: 02944-461454. E-mail: Sra. Lie. María Cristina Tonidan-
drausal@ba rilo che. com.ar deí. E-mail:
Dra. Silvia Ricotti, mctonidandel@hotmail.com
Tel.: 02944-520785. Viedma - Río Négró
Rosario - Santa Fe Coordina: Enrique Guillermo
Sanar en Red Rosario. Suárez. Tel.: 0291-4521824.
Parroquia San Francisco Solano/ E-mail:egsuarez@yahoo.es
Bvard. Avellaneda 1250.
Villaguay - Entre Ríos
Coordinan: Dr. José Luis Messina. Grupo de Mutua Ayuda
Tel.: 0341-4253255/4385595. Coordina: Dr. José Luis Messina.
E-mail: jlmessina@arnet.com.ar Lugar: Parroquia Inmaculada
Lie. Alicia Carra. Concepción, Hipólito Irigoyen
E-mail: aliciacarra@arnet.com.ar 265, Tel.: 03455-422036/423408/
Cruz Alta - Córdoba 420277.
Grupo Sanar de Cruz Alta.
Coordina: Dr. José Luis Messina. D e leg acio n es
Tel.: 0341-4253255/4385595.
E-mail: jlmessina@arnet.com.ar Zárate - Buenos Aires
Delegada: Lie. Magdalena Pelu-
Córdoba Capital - Córdoba ffo. Tel.: 15-45576377.
Grt po de Mutua Ayuda. E-mail:
Coordinan: Prof. Dr. Roberto F. Ré, magdalenapeluffo@hotmail.com
Dra. Betty Viberti, Tel.: 0351-
4642646 y Psicoped. Rosa Gó Pellegrini - Buenos Aires
mez, Tel.: 0351-155518415. Delegada: Lie. Alejandra Arbía.
Colegio Nuestra Señora del Huer Tel.: 02392-15621543/02392-
to/ BelgranO/ esq. Caseros. 49880.
Pilar - Córdoba San Francisco del Valle -
Grupo de Mutua Ayuda Catamarca
Parroquia Nuestra Señora del Pi Delegada: Lie. Susana Hernán
lar, Zenon López 1074 (5972) dez.
Director: Pbto. Manuel Luna. Co E-mail: susanah@ciudad.com.ar
laboran: Isabel Cuevas de Servini,
Patricia de Arrieta, Tel.: 03572-
47(fel5.
290
En el exterior Santa Cruz de la Sierra - Bo
livia
San Pablo - Brasil Delegado: Padre Mateo Bautista
Delegada Lie. Nilceia Scarpelini E-mail:
Email: redsanar@yahoo.br padremateobautista@hotmail.com
Salvador, Bahía - Brasil
Delegada: Lie. Olga Passarelli R ed de red es
Email: redesanar@yahoo.com.br
S itio s E x c l u s i v o s
Miami, Florida - Estados Uni • www.redsanar.org
dos
• www.drfobia.com
Grupo Parroquia Saint Agnes.
Key Biscayne. • www.drinsomnio.com
Coordinan: Padre Fernando • www.ayudaalsuicida.com
Isern. S itio s R e la c io n a d o s
E-mail: isernf@yahoo.com
Dra. Lily Mestre. • www.psiquiatrialatina.com
E-mail: mestrelo@bellsouth.net • www.pastoralsalud.com
• www.humanizar.com.ar
Distrito Federal - México
Delegada: Lie. Laura Fernández.
E-mail: laurister@yahoo.com
291
R e d S a n a r d e A rg e n tin a
R ed S a n a r
Red solidaria de mutua ayuda
292
32. Red Sanar
Ejes temáticos
Eje Temático 1:
Los profundos cambios del conocimiento operados en la
década 1990-2000, denominada Década del Cerebro Humano
por Naciones Unidas, que dio lugar a la explosión científica
tanto de ciencias básicas como de las aplicadas, motivando una
verdadera revolución en el campo de biotecnología, de la
genética, implicando avances en la psicofarmacología en una
dimensión desconocida hasta ese momento.
293
Eje Temático 111:
Una nueva concepción sociológica aplicable a los gru
pos humanos, a la gestión y al liderazgo de pequeños y
grandes grupos. La visión de integración comunitaria: la
familia sana integrada en la escuela como comunidad edu
cativa. La acción de asociaciones solidarias en el marco de
una concepción nueva de lo relacional insertas en redes
grupales de personas que buscan el bien de otros. Gene
rando esto nuevos desafíos de cara a la revolución solida
ria esperable para el período 2000-2020.
Eje Temático V:
294
Este eje se prolonga y se integra con la espiritualidad, don
de los valores se nutren en una sana y sanadora cosmovisión
de Dios.
1990-2000
Biología
Década del cerebro
295
Bibliografía
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Psychiatric Association.
S a l l y P. S p r i n g e r , G e o r g D e u t s c h , C erebro izquierdo-C erebro
Presentación............................................................................... 5
Prólogo.............................. ........................................................... 7
1. ¿Qué es salud?................................................................... 9
2. La personalidad sana........................................................ 11
3. Las em ociones.................................................................... 18
4. La inteligencia emocional................................................ 21
5. El yo y mis circunstancias............................................... 25
6. Áreas vinculares................................................................ 27
7. Neuroanatomía de las emociones.................................. 31
8. Sistema nervioso autónomo............................................ 45
9. N eurotransmisores........................................................... 48
10. La vulnerabilidad............................................................... 55
11. Prevención. Cambio y crisis. Residencia...................... 62
12. Psicoeducación en salud m ental.................................... 73
13. Factores de riesgo en salud m ental............................... 80
14. Estrés.............................................................................. 83
15. Miedo normal y miedo patológico................................ 101
16. Ansiedad.............................................................................. 106
17. La ansiedad social (Fobia social).................................... 117
18. Angustia............................................................................... 136
19. Fobias.................................................................................... 140
20. Agorafobia........................................................................... 147
21. P ánico....................................................................... 136
22. Trastorno obsesivo compulsivo (T.O.C.)...................... 176
23. Trastornos del estado de ánim o..................................... 196
24. Síndrome premenstrualy distrés en la menopausia . 226
25. Un diagnóstico adecuado................................................. 235
26. Nociones de tratamientopsicofarmacológico.............. 246
27. Tratamiento integral.......................................................... 257
28. La fe cristiana fuente de salud yprevención............. 275
29. Además, quisiera saber.................................................... 277
30. Receta de salud................................................................... 280
31. Red Sanar....................... .............................. ....................... .281
32. Red Sanar. Ejes temáticos.......... ............ 293
Bibliografía..................................................... ........................... 296
y
Impreso en Marzo de 2013 en Gràfica LAF S.R.L
Monteagudo 741/45 Villa Lindi,
Provincia de Buenos Aires.
co le cció n E s t e lib r o , d e le c t u r a r á p i d a y
L a p r e v e n c ió n e n s a lu d e s h o y
t o d o u n d e s a fío . L a p s ic o e d u c a c ió n
e s e l a l m a y m o t o r d e la p r e v e n c i ó n
y p r o m o c ió n e n s a lu d m e n t a l.
É s t e e s el d e s a fío q u e a s u m e n ,
e n a r m ó n ic a s im b io s is ,
/ À lo s a u t o r e s d e e s t a s p á g in a s ,
d o c t o r R o b e rt o R é , p s iq u ia t r a y
d i r e c t o r d e la Red Sanar, y p ad re
M a t e o B a u t i s t a , r e l i g i o s o d e la
o r d e n d e S a n C a m ilo .
Dr. A lb e r t o M o n c h a b ló n E s p i n o z a ,
p s i q u i a t r a y p r o f e s o r d e la c á t e d r a d e
S a l u d M e n t a l d e la F a c u lt a d d e M e d ic in a
d e la U B A .