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RESUMEN Abstract
El presente artículo ha sido enfocado The present article has been fo-
lused with the objective to ana-
con el objetivo de analizar de forma ex- lize of exhaustive and ample form
haustiva las diversas incidencias relacio- the diverses inicidences related
nadas con la guerra de Cuba que tuvieron to the war of Cuba that look
lugar en la ciudad de Baeza, esencialmente place in the city of Baeza, essen-
tially during year 1898, turned
durante el año 1898, convertido en un sím- symbol of Spanish Decadence th-
bolo de la decadencia hispana por la gene- roug that literary generation that
ración literaria que recibe su nombre. Aquí receives this name. Then, here is
se va a exponer la participación de los ha- going away to expose the parti-
cipation of the habitants in the
bitantes de la localidad en el citado con- mentioned colonial conflict, as
flicto colonial, así como la influencia que the influence that this had in the
éste tuvo en las corrientes de opinión, ma- current of opinion, etc., too, that
nifestaciones, etc., del momento. Además, information will be inserted in
the linen cloth thas is Baeza on
se insertará esa información en el lienzo the finals years form the XIX cen-
de la Baeza de fines del siglo XIX, con sus tury, with their demografics, cul-
características económicas, demográficas, turals, socials and economics ca-
políticas, culturales o sociales, sin cuyo racteristics, without whose serius
analisis is impossible understand
análisis sería imposible comprender la in-
the influence that had the lost of
fluencia que tuvo la pérdida de los últimos the finals rest of the spanish em-
restos del imperio español sobre la ciudad. pire for the city.
Boletín del Inst. de Estudios Giennenses Julio/Diciembre 2005 - N.º 192 - Págs. 225-265 - I.S.S.N.: 0561-3590
226 IGNACIO ANTONIO MONTORO FERNÁNDEZ
1. BAEZA Y AMÉRICA
E N, primer lugar, y antes de pasar al análisis del objeto del artículo pro-
piamente dicho, cabría destacar que el vetusto pueblo baezano no era
ajeno de ninguna manera a los territorios hispanos en América (en Ecuador
existe una ciudad con este nombre fundada en 1559), pues desde los albores
de la conquista se significaron en la misma diversos hijos de esta ciudad. El
grupo más numeroso de viajeros a América de la provincia de Jaén en los
siglos XV y XVI lo forman los vecinos de Baeza (contabilizándose oficial-
mente 297 en total), manteniéndose a la cabeza también en el siglo XVII (1).
Adjuntamos aquí un cuadro que nos ofrece el número de emigración global
giennense a América durante el siglo XVI (BOID-BOWMAN, 1976):
1493-1519 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 120
1520-1539 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 393
1540-1559 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 169
1560-1579 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 276
1589-1600 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 146
TOTAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1.104
(1) Por lo que respecta a la relación entre Jaén y América existen diferentes publica-
ciones de interés, que han sido consultadas: MOLINA MARTÍNEZ, M. (1987): Jaén y el mundo His-
panoamericano, Diputación Provincial de Jaén, Instituto de Cultura.; VALLADARES REGUERO, A.
y RUIZ GARCÍA, R. (1994): La emigración giennense a las Indias en el siglo XVI, Instituto de
Estudios Giennenses, Jaén, y SENA MEDINA, G. (1990): Jaén en el Descubrimiento, conquista
y colonización de las Indias, Granada.
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(2) A.M.B. (Archivo Municipal de Baeza). Libro capitular, núm. 69, año 1821, 3 de Febrero
de 1821, pág. 39. No se ha podido conocer la cantidad exacta de esos suministros, al no en-
contrarse para fecha tan temprana ningún tipo de carpetas de presupuestos en el Archivo Mu-
nicipal de Baeza. Éstas comienzan a aparecer a partir de la década de los cuarenta del ocho-
cientos.
(3) A.M.B. (Archivo Municipal de Baeza). Libro Capitular, año 1868. Sesión ordinaria del
2 de Enero de 1868.
(4) B.O.J. (Boletín Oficial de la provincia de Jaén), núm. 153, 1 de Enero de 1868.
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BAEZA Y EL DESASTRE DEL 98 229
(5) A.M.B. (Archivo Municipal de Baeza), Libro capitular, año 1868, 12 de marzo de 1868.
(6) B.O.J. (Boletín Oficial de la provincia de Jaén), núm. 203, 7 de marzo de 1868.
(7) A.M.B. (Archivo Municipal de Baeza), Presupuesto municipal ordinario, años 1867-1870.
230 IGNACIO ANTONIO MONTORO FERNÁNDEZ
Incluso en una fecha tan tardía para nuestro ámbito de estudio como es
1926, en uno de los pocos periódicos publicados en Baeza que hemos po-
dido analizar, (propiedad de D. Juan Antonio Salcedo Gámez), el diario
baezano Ayer y Hoy, cotejamos un número extraordinario, (el 74) sobre
España y América, en el que se hace mención a autores como Rubén Darío,
se recuerda la figura de Cristóbal Colón o se reconstruye el famoso viaje del
Plus-Ultra (8). Este diario nos da una imagen clara, aunque incompleta,
acerca del fuerte vínculo existente entre América y Baeza, dándonos idea,
además, de lo importante que aún resultaban para la localidad los territorios
americanos, y la nostalgia con que era recordado el largo período de domi-
nación española de las Indias.
No ha sido posible reproducir de forma más extensa esta información,
debido a que el periódico en cuestión se encontraba en muy mal estado de
conservación, siendo legibles únicamente algunos restos dispersos de su
portada, que son los que aquí se han mencionado.
2. EL SEGUIMIENTO DE LA GUERRA
La historiografía ha venido debatiendo acerca de si estaba la sociedad
española suficientemente informada y era totalmente consciente de la rea-
lidad que se vivía en las colonias españolas. En este sentido, y a pesar de que
más adelante trataremos exclusivamente la incidencia en la vida pública
que tuvo esta guerra, es importante señalar que la población baezana y
giennense en general no era ajena de ninguna manera al curso del con-
flicto, aunque también es cierto que el patriotismo, e incluso cierto «ama-
rillismo», se dejan traslucir en las páginas de los periódicos provinciales.
Las primeras noticias acerca de las acciones militares del ejército es-
pañol en las colonias nos las ofrece El Liberal de Jaén del día 26 de Febrero
de 1897 (9), que se hace eco, a través del servicio telegráfico, de dos ataques
de los tagalos sublevados en Filipinas. Podemos reproducirlos aquí, pues re-
sultan significativos, ya que en ambos se minimiza el poder de los rebeldes
y seguramente se exageran sus pérdidas:
(8) Ayer y Hoy: «España y América», núm. 74 (extraordinario), Baeza, febrero de 1926.
(9) El Liberal de Jaén, núm. 959, 26 de febrero de 1897. Este periódico nace en 1890 y
durará hasta 1933. Debido a su tono polémico, fue el periódico más vendido de la provincia en
la transición entre los dos siglos. Vid. CHECA GODOY, A. (1986): Historia de la prensa jiennense,
(1808-1893). Diputación Provincial de Jaén.
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BAEZA Y EL DESASTRE DEL 98 231
«En Manila se han sublevado los tagalos al grito de ¡mueran los espa-
ñoles! Atacaron el cuartel de carabineros, siendo rechazados. Asesinaron
grupos numerosos a dos españoles y cinco chinos. Los cazadores les per-
siguieron, muriendo 200 sublevados. Heridos nuestros, dos. Se verifican
muchas prisiones».
«En Filipinas ha sido atacado Marinas, siendo completamente destro-
zados los rebeldes, que en huida dejaron en el pueblo numerosas bajas».
Pero es durante el año 1898 cuando las informaciones sobre el conflicto
colonial se hacen más numerosas y corrientes. De hecho, durante todo ese
año, el periódico El Pueblo Católico, que tenía una publicación bisemanal,
dedica un apartado especial llamado «Croniquilla» a la cuestión cubana. De
esta manera, nos encontramos ante una fuente muy interesante para com-
prender mejor la percepción del conflicto que se tenía en la sociedad gien-
nense.
Así, en el primero de los números ya se habla con pesimismo sobre el
desarrollo de los hechos en Cuba, mostrándose (como buen periódico con-
servador) en contra de la sustitución del general Weyler al frente de la go-
bernación española en Cuba, al que se califica de «uno de los pocos hom-
bres que aún pelean por nuestra honra» (10). También se refiere al gobierno
norteamericano en los siguientes términos:
«(...) en Washington es donde radica todo el mal. Mc Kinley con sus
ultrajes a España, a la que llama Cafrería; Sherman con sus perfidias pú-
nicas; Dupuy de Lome con sus bajezas; los senadores de la Casa Blanca
con su jingoísmo; los filibusteros todos con su odio a la dominación es-
pañola...».
Ya el día 13 de ese mes se expresa la necesidad de mandar más dinero
y más hombres, en contra de la política permisiva de los liberales, llamados
«politicastros», con los cabecillas de la rebelión en las colonias. Aquí el diario
va a ser muy crítico con la actuación del gobierno español, expresándose en
los términos siguientes (11):
«Ni honra ni provecho han logrado en las colonias los gobiernos libe-
rales; antes han otorgado con descrédito reformas que nos abochornan y
que no traen tras sí tan siquiera el beneficio material de la paz buscada».
rrota se va haciendo cada vez más evidente, en el diario van apareciendo cada
vez más tristes informaciones, que no hacen sino presagiar el trágico final.
En esta línea nos encontramos con un buen ejemplo del sentir del momento
en la publicación de un poema de Espronceda que dice así (29):
¡Cuán desdichada la nación que un día
poblara inmensa gente!
¡La nación cuyo imperio se extendía
del ocaso al oriente!
Menudean todo tipo de noticias pesimistas, hasta el punto de que el día
16 de julio aparece un artículo (dentro de la ya mencionada «croniquilla»),
en que lo que se anhela es la paz, definitivamente (30):
«¡Paz! Continúa siendo la palabra que más se pronuncia. Y en verdad
que, en fuerza de repetirla, va a encariñarse con ella la nación, sin acor-
darse de la vergüenza que envuelve para nosotros una paz estipulada des-
pués de gloriosos desastres, y no tras un descalabro trascendental para el
enemigo».
Una vez se hace patente la derrota y se llega al acuerdo de paz, las no-
ticias sobre Ultramar versarán casi exclusivamente sobre el estado en que
vuelven los repatriados, un tema del que nos haremos eco más adelante.
También, debido a la tendencia política del diario, la crítica va arre-
ciando contra el gobierno liberal. Sirva como ejemplo de esto lo escrito en
el número del 16 de Julio acerca de la actuación del Estado Español (31):
«Aquí, en el fondo de esto, por lo que parece, no hay más que un
deseo no oculto de salvar las instituciones y el liberalismo, aunque se
pierda todo, incluso el honor. Pero ya llegará la hora del ajuste de cuentas,
en que cada deudor pagará su merecido».
En resumen, el análisis de las noticias de la guerra que nos ofrecen los
periódicos de la provincia nos permite comprobar que el tan utilizado ar-
gumento de la desinformación y de la indiferencia del pueblo y los medios
de comunicación ante el conflicto, no tiene lugar, al menos en la provincia
de Jaén. Si bien es cierto que las noticias que van llegando están, obviamente,
3. EL RECLUTAMIENTO EN BAEZA
El primero de los aspectos a señalar a la hora de analizar la influencia
de la guerra independentista cubana sobre esta localidad será el del nú-
mero, estrato social, etc., de los baezanos que participaron en dicha guerra.
En este sentido, cabría destacar la importancia que tuvo tanto para la sociedad
como para el propio Ayuntamiento el tema de los reemplazos militares.
Esto se aprecia claramente en el gran volumen de información referente a este
hecho que aparece en la prensa o en las actas capitulares del concejo bae-
zano. De hecho, y aunque sea algo arriesgado, podemos afirmar que entre
el 10% y el 15%, aproximadamente, de la información que nos encon-
tramos en las citadas actas de cabildo están referidas al reclutamiento de jó-
venes baezanos para el ejército.
Como decimos, para el concejo la cuestión de las quintas era muy im-
portante. Prueba de ello es que tienen un apartado especial en el presu-
puesto anual del consistorio. Incluso era algo común que se convocara una
sesión extraordinaria para tratar el tema del reemplazo, la forma de llevarlo
a cabo, nombrar al comisionado o buscar medios para hacer frente a los
gastos que suponía (32).
Estos gastos se vieron incrementados en gran medida durante el sexenio
revolucionario, ya que, entre los ideales que sustentan la revolución de «La
Gloriosa», se establece que el ayuntamiento debe hacerse cargo de la re-
dención de los mozos, costando 6.000 reales cada uno, de los 24 que son con-
vocados ese año. Para dilucidar cuánto debe poner cada mozo elegido por
(32) A.M.B. (Archivo Municipal de Baeza), Libro capitular, año 1869, sesión extraordinaria
del 30 de marzo.
238 IGNACIO ANTONIO MONTORO FERNÁNDEZ
(33) A.M.B. (Archivo Municipal de Baeza), Libro capitular, año 1869, sesión extraordinaria
del 5 de abril.
(34) A.M.B. (Archivo Municipal de Baeza), Libro capitular, año 1869, sesión extraordinaria
del 16 de mayo.
(35) A.M.B. (Archivo Municipal de Baeza), Libro Capitular, año 1869, sesión ordinaria del
9 de junio.
(36) A.M.B. (Archivo Municipal de Baeza), Carpeta del presupuesto municipal ordinario
1869-1870, presupuesto de gastos voluntario, capítulo X, artículo 10.º, relación núm. 40.
(37) A.M.B. (Archivo Municipal de Baeza), Libro capitular, año 1893, 18 de noviembre.
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BAEZA Y EL DESASTRE DEL 98 239
quien será sustituido al demostrarse que «se quedaba con parte del dinero que
este Ayuntamiento le enviaba para ayudar a los mozos baezanos, además de
cobrar más de la cuenta» (38). Y es que, teniendo en cuenta los gastos que
esto suponía, se sometía a cierto control por parte del Ayuntamiento todo el
proceso. No en balde iba en ello el libramiento de importantes partidas de
gasto, que suponían un evidente quebranto para la comunidad. Así nos en-
contramos el 27 de febrero de 1897 con un escrito del secretario del juicio
de exenciones, en el que expresa que no va a poder estar en tal juicio en esta
ocasión, al tener un hijo en la edad del reemplazo, siendo incompatible con
su cargo. El Ayuntamiento lo acepta y nombra a otro (39).
Este asunto es, a su vez, fuente de muchos pleitos con otras localidades,
ya que en su intento de que esto afecte al menor número posible de sus ve-
cinos, en numerosas ocasiones se sorteaban mozos reclamados como natu-
rales por otros municipios (40).
Para la familia también debió de ser algo de especial importancia, pues
importa considerar que el servicio militar duraba en condiciones normales
unos tres años y, además, podía suponer la pérdida del oficio, si no de la vida
del mozo, por lo que se encuentran innumerables expedientes de exención
legal para realizar el servicio militar; casi todos ellos aduciendo para que el
joven no vaya al ejército toda suerte de enfermedades (quebrado de las in-
gles, enfermo de pecho...), que su altura no llega al metro y medio, que tiene
otro hermano sirviendo en el ejército, o que es hijo único de viuda o padre
pobre. En este caso, normalmente se suele redimir al mozo en el juicio de
exenciones, mientras que para los que aducen enfermedad todo depende
del reconocimiento médico a que son sometidos.
Hay un caso curioso. En las actas de cabildo se reproduce un Oficio, fe-
chado el 13 de mayo de 1891, del Excelentísimo Señor Capitán General de
la Isla de Cuba, en el que se dice que el párroco de Cárdenas, en la provincia
de Matanzas, no posee el acta bautismal ni de matrimonio de un quinto
que ha pedido la exención por ser hijo único de padre sexagenario pobre. Este
(38) A.M.B. (Archivo Municipal de Baeza), Libro Capitular, año 1891, 19 de septiembre.
(39) A.M.B. (Archivo Municipal de Baeza), Libro Capitular, año 1897, 27 de febrero.
(40) En este sentido hay numerosos ejemplos de pleitos con otras localidades por este tema,
como Huelma (Jaén), (Libro capitular, año 1869, 8 de Mayo, 16 de Junio, 21 de Julio); Villarta
(Cuenca), (Libro Capitular, año 1894, 20 de Octubre, 1 de Diciembre), o Manzanares (Ciudad
Real), (Libro Capitular, año 1895, 19 de Enero).
240 IGNACIO ANTONIO MONTORO FERNÁNDEZ
Oficio viene a raíz de que el padre pidió estos documentos, ya que los ne-
cesitaba su hijo para presentarse ante el juicio de exenciones (41). Podría ser
un caso de inmigración desde la colonia a la metrópoli; desde luego mucho
menos común que la conocida emigración ultramarina de los españoles
hacia los territorios americanos.
Pero existía otra manera de evitar el reemplazo, que era mediante la re-
dención en metálico. A pesar de que la legislación relativa al reclutamiento
establecía el servicio obligatorio y el ingreso mediante sorteo, con un pago
en metálico se podía evitar el servicio militar, lo que supuso que fueran los
jóvenes de las clases menos adineradas los que iban al ejército. Depen-
diendo de la provincia (Jaén era de las más baratas), se establecía una can-
tidad para redimirse, manteniéndose esta práctica antidemocrática hasta la
llegada de la II República (1931). Concretamente, para el período que nos
ocupa (2.ª Guerra de Cuba), se establecía la redención en unas 1.500 pesetas,
siendo de 2.000 pesetas si se trataba de uno de los destinados a ultramar (42).
Esta era una cantidad elevada para la clase media e inabordable para las
clases obreras y campesinas, apareciendo sociedades comanditarias que li-
beraban del servicio militar a cambio de suscripciones y créditos (43).
También admitían las distintas administraciones otro modo de librarse
del reclutamiento, que fue aprovechado sin duda por las clases sociales más
pudientes económicamente. Consistía en pagar a un sustituto para que fuera
en lugar del mozo reclamado. Como hemos dicho, esta práctica debió de estar
bastante extendida y era permitida por el estado, encontrándose varias
pruebas de ello en las actas de cabildo baezanas. Como ejemplo que ilustra
bien estas circunstancias, repárese en este texto (44):
«Vióse un oficio fecha 31 de Enero del Consejo Provincial previniendo
que, no habiéndose el día anterior, según se había acordado para que in-
gresara en Caja al reemplazo del núm. 42 (...), se acordó se avise al núm.
70, que es el que debe reemplazar, y al núm. 72 como suplente (...)».
En cuanto al número de mozos reclutados, se trata sin duda de uno de
los mayores contingentes de tropas que jamás hayan atravesado el Atlántico
(41) A.M.B. (Archivo Municipal de Baeza), Libro Capitular, año 1891, 13 de junio.
(42) El Pueblo Católico, núm. 511, 1 de agosto de 1898.
(43) Anuncio aparecido en el periódico La Hormiga, Mancha Real, 1 de enero de 1897.
(44) Aparecen varios ejemplos: Libro capitular, 6 de Febrero de 1868, 7 de Junio de 1869.
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BAEZA Y EL DESASTRE DEL 98 241
llamar a filas a los 648 reclutas del reemplazo de 1897 que eran excedentes
de cupo; se deben reconcentrar el 5 de mayo, y de ellos corresponden a Jaén
28 (50). Sin embargo, esta situación especial no cambió las normas del re-
glamento interno, pues se decretó un poco antes el regreso de los mozos que
tuvieran hermanos sirviendo en el ejército (51).
También mediante la prensa podemos conocer un dato curioso: que el
Batallón de la Reina, que había apresado al jefe independentista Aranguren,
estaba formado por soldados de Jaén (52).
Cuando se apreciaba claramente que la guerra se perdía de modo irre-
misible, en un último esfuerzo, el día 14 de julio se publica en el «Boletín
Oficial de la Provincia» una circular del Ministerio de la Guerra, firmada por
la reina regente María Cristina, mediante la cual se llama a filas a 16.940 re-
clutas del reemplazo de 1897 que han quedado en las zonas de la Península
y las Baleares (53). De esta manera, se aumenta el cupo total de soldados ne-
cesarios en Ultramar a 30.000, mientras serán 79.327 los destinados a cubrir
las bajas naturales del ejército en la Península, Baleares y Canarias.
Por tanto, el total del reemplazo ascenderá a 109.327 hombres, de los
cuales 2.026 corresponden a la provincia de Jaén, destinándose a Ultramar
556 reclutas, mientras se quedan 1.470 para servir al ejército en la Península
(54). De forma más concreta, también podemos ver el número de soldados
baezanos que fueron a Cuba, consignando el número de los enviados de otros
pueblos representativos de la provincia (55) (cuadro pág. siguiente).
Por medio de este cuadro no sólo podemos conocer el número de solda-
dos baezanos destinados a Ultramar, que fueron 15, sino apreciar una serie
de circunstancias con respecto a los pueblos vecinos, pues los hay que
tienen un cupo bastante mayor teniendo un número de habitantes más o
menos igual, o incluso menor. Véanse, por ejemplo, los casos de Porcuna o
Torredonjimeno. Aquí se ve, asimismo, que la capital tenía bastantes menos
habitantes que algunos pueblos de la Provincia, al colaborar con menos
hombres que localidades como Úbeda, Martos o Alcalá la Real. En este sen-
tido es importante destacar que aquí no se consignan los datos de localidades
como Andújar, Bailén, La Carolina o Linares, que contaban con una po-
blación mayor aún (ver el cuadro de población de las localidades de la pro-
vincia. El contingente de tropas que sirvieran en Cuba obtendría inmedia-
tamente a su regreso la licencia (56).
del Centro de Estudios Históricos de Granada y su Reino, n.º 12 (segunda época), Granada; y
BAREA FERRER, J. L. (1986): «Granada y la guerra de Cuba a través de El Defensor de Granada,
(1895-1898)», en Andalucía y América en el siglo XIX. Actas de las V Jornadas de Andalucía
y América, tomo I, Sevilla.
(58) El Pueblo Católico, núm. 484, 28 de abril de 1898.
(59) El Pueblo Católico, núm. 529, 6 de octubre de 1898.
(60) El Pueblo católico, núm. 520, 1 de septiembre de 1898.
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BAEZA Y EL DESASTRE DEL 98 245
zano, el único que hemos podido atestiguar, llamado Vicente Rascón Reguero
(63). La razón es que no se ha encontrado ningún tipo de expediente privado
en el archivo municipal, y en el Registro Civil de Baeza, sección defunciones,
no existe ninguna referencia a muertos en Cuba (64). Al ser finalizado ya el
conflicto, cabrían dos hipótesis: que estuviera aquejado de una enfermedad
tropical y se pensara que no podría soportar el largo viaje trasatlántico; o que
hubiera sido herido en la guerra y su estado, seguramente grave, desacon-
sejara el traslado a la Península. De cualquier modo, sólo conocemos el hecho
de su muerte, con lo que en ningún caso tuvo la suerte de esos otros eva-
cuados que, aunque en mal estado, volvieron a pisar su tierra.
Y es que, tanto las instituciones como los ciudadanos ayudaron a estos
soldados heridos y enfermos, pues su situación era penosa, ya que, aparte de
las secuelas físicas y morales, la mayoría de los evacuados estaban en la más
absoluta ruina, al pertenecer a las clases más bajas de la sociedad y haber per-
dido su salud y su oficio. Así nos encontramos con multitud de suscripciones
en metálico privadas para ayudar a estos soldados, de las que nos ocuparemos
más adelante en el apartado de movilización social. En cualquier caso, las
ayudas y socorros concedidos tenían más de acto solidario y caritativo que
de definitivo remedio a la situación extrema en que quedaban aquellos que
habían luchado por defender nuestros territorios ultramarinos.
Por lo referente a las instituciones, tampoco dejaron en la estacada a los
repatriados. Nos encontramos, por ejemplo, con una Real Orden del 1 de sep-
tiembre de 1898 por la que se establece que se pagarán los haberes atrasados
a los militares repatriados de Santiago de Cuba. De forma concreta se con-
cederán 200 pesetas a los sargentos y asimilados, y 100 a los cabos, cornetas
y soldados. Este dinero se ingresará en las cajas de reclutamiento, donde se
deben dirigir los soldados repatriados para reclamarlas (65).
Para el Ayuntamiento de Baeza, la cuestión de los repatriados debió de
ser primordial, pues se encuentra abundante información referente a este
tema. En primer lugar, debemos mencionar que esta localidad ha tenido
desde antiguo una fuerte vinculación con el ejército, pues ya estaba asentado
aquí desde 1856 el Batallón de la Milicia Provincial. A partir de 1869 se es-
(66) A.M.B. (Archivo Municipal de Baeza), Libro Capitular, año 1869, 6 de febrero.
(67) A.M.B. (Archivo Municipal de Baeza), Libro Capitular, año 1869, 17 de febrero.
(68) B.O.J. (Boletín Oficial de la provincia de Jaén), núm. 24, 24 de febrero de 1898.
(69) La Hormiga, Mancha Real, 1 de enero de 1897.
(70) A.M.B. (Archivo Municipal de Baeza), Libro capitular, año 1893, 21 de enero.
(71) A.M.B. (Archivo Municipal de Baeza), Libro Capitular, año 1893, 18 de marzo.
(72) A.M.B. (Archivo Municipal de Baeza), Presupuesto Municipal ordinario del ejer-
cicio 1898-1899.
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(73) A.M.B. (Archivo Municipal de Baeza), Presupuesto Municipal ordinario del ejer-
cicio 1898-1899.
(74) A.M.B. (Archivo Municipal de Baeza), Libro Capitular, año 1898, 12 de noviembre,
y 31 de diciembre.
(75) A.M.B. (Archivo Municipal de Baeza), Libro Capitular, año 1900, 10 de febrero.
(76) A.M.B. (Archivo Municipal de Baeza), Borrador de gastos del Ayuntamiento, ejercicio
1897-1898, n.º de libramiento 241, núm. de concepto 26, folio 39, 6 de diciembre.
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(77) A.M.B. (Archivo Municipal de Baeza), Libro Capitular, año 1897, 27 de noviembre.
(78) A.M.B. (Archivo Municipal de Baeza), Libro Capitular, año 1900, 10 de marzo.
(79) A.M.B. (Archivo Municipal de Baeza), Borrador de gastos del ayuntamiento, ejercicio
1899-1900, núm. de libramiento 149, concepto 5, folio 87, del 26 de marzo de 1900.
(80) A.M.B. (Archivo Municipal de Baeza), Libro Capitular, año 1893, 22 de abril.
250 IGNACIO ANTONIO MONTORO FERNÁNDEZ
de la Guerra de Cuba, este cuartel va a tener otro uso, pues es uno de los tres
locales que el Ayuntamiento está dispuesto a ceder para ese fin, comple-
tándose esta información con descripciones detalladas de cada uno de ellos
(81). También la prensa provincial ofrece ese llamamiento del Capitán Ge-
neral de la región (82).
Lo que resulta curioso es que antes de este llamamiento el consistorio
baezano ya había preparado un presupuesto para reparar el edifico del
Carmen. Concretamente el 28 de julio de 1898 aparece en el presupuesto mu-
nicipal ordinario del ejercicio 1898-1899 lo siguiente (83):
«Expediente instruido para llevar a cabo una transferencia de crédito al
objeto de poder atender el gasto que han de ocasionar las obras de repa-
ración del Edificio del Carmen, propio de este Ayuntamiento, cedido al go-
bierno de Su Majestad para albergar las fuerzas enfermas que regresen de
Cuba y Puerto Rico».
Para conocer la cantidad que se hace necesaria, se requiere al inspector
de Policía Urbana don Manuel Ruiz López para que informe el presupuesto.
Se presenta muy detallado el 13 de septiembre, y asciende a 5.342 pesetas
y 75 céntimos. Este asunto también se trata en las actas capitulares (84). Más
tarde se aprueba la transferencia, mediante el sobrante de 3.762 pesetas 55
céntimos del capítulo 11º de (imprevistos) al 6º (obras públicas) artículo 1.
Se le remite una copia del expediente al regidor jurídico del Ayuntamiento
(D. Francisco de Cózar Martínez), quien emite informe favorable a esa
transferencia, aparte de las 1.580 pesetas y 15 céntimos que faltan, que se
van a incluir también del capítulo 11.
El día 1 de octubre, las Actas Capitulares reproducen la aceptación
del Capitán General de Sevilla de esos locales, y una carta del mismo en que
pide que se faciliten camas y ropas a los repatriados. Esta petición la vuelve
a realizar el comandante militar de Baeza (85):
(81) A.M.B. (Archivo Municipal de Baeza), Libro Capitular, año 1898, 10 de septiembre.
(82) El Pueblo Católico, núm. 528, 3 de octubre de 1898.
(83) A.M.B. (Archivo Municipal de Baeza), Presupuesto Municipal ordinario del ejercicio
1898-1899, negociado 5.º, núm. 450, expediente instruido, 28 de julio, 13 de septiembre, 21
de septiembre, 28 de septiembre, 13 de octubre, 19 de octubre, 29 de octubre, 6 de no-
viembre.
(84) A.M.B. (Archivo Municipal de Baeza), Libro Capitular, año 1898, 17 de septiembre.
(85) A.M.B. (Archivo Municipal de Baeza), Libro Capitular, año 1898, 1 de octubre.
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BAEZA Y EL DESASTRE DEL 98 251
«Se dio cuenta de una comunicación que el Sr. Teniente Coronel Co-
mandante Militar de esta ciudad ha dirigido al alcalde presidente relativa
a lo conveniente que sería el que en los ayuntamientos de los pueblos in-
mediatos a la línea férrea se preparen locales para recibir en ellos a los sol-
dados repatriados, y se estimulen los sentimientos caritativos de los ve-
cindarios para que faciliten camas, ropas y efectos con destino a aquellos».
De este modo, el concejo procede a publicar edictos y remite una copia
del expediente antes mencionado al «Boletín Oficial de la Provincia» (86),
haciendo saber al vecindario que durante el plazo de quince días pueden pre-
sentar reclamaciones. Durante ese plazo no se presentó ninguna reclamación
a la transferencia de crédito. Así, se cita para el día 21 de octubre a las 11
de la mañana a los concejales para que discutan sobre el tema (una reunión
que no se refleja en las actas), pero, al no haber concurrencia legal, se pos-
pone al día 29, en que sí se celebra la citada reunión, aprobándose por una-
nimidad esa transferencia y mandándose una copia de 15 folios al Gobierno
Civil el 6 de noviembre. Ya el 12 de noviembre de 1898, el Gobierno Civil
autoriza que se comiencen las obras en el Cuartel del Carmen para que se
hospeden soldados (87), algo de lo que se hace eco la prensa provincial el
31 de octubre (88).
Sin embargo, y a pesar de las múltiples vicisitudes y problemas que tuvo
el ayuntamiento de Baeza para poder acondicionar el Cuartel del Carmen,
las esperanzas de poder hospedar aquí a ese contingente de tropas se des-
vanecieron poco después. El 31 de diciembre se recibe una comunicación del
Capitán General de Sevilla en que muestra la imposibilidad de albergar en
esta ciudad a los repatriados, al encontrarse muy lejos de la vía férrea, (algo
un poco sorprendente, pues la Estación de Baeza está a pocos kilómetros, y
se encontraba bien comunicada con la ciudad). El caso es que el Ayunta-
miento queda enterado de la disposición, finalizando esta comunicación
con un relato lleno de entusiasmo sobre los repatriados. Esta comunica-
ción lo expresa así (89):
«(...) El Ayuntamiento manifestó quedar enterado, dándose por satis-
fecho del grato recuerdo que se le dispensa en el indicado oficio y la-
(86) B.O.J. (Boletín Oficial de la provincia de Jaén), núm. 119, 4 de octubre de 1898, sec-
ción «Ayuntamientos».
(87) A.M.B. (Archivo Municipal de Baeza), Libro Capitular, año 1898, 12 de noviembre.
(88) El Pueblo Católico, núm. 536, 31 de octubre de 1898.
(89) A.M.B. (Archivo Municipal de Baeza), Libro Capitular, año 1898, 31 de diciembre.
252 IGNACIO ANTONIO MONTORO FERNÁNDEZ
(90) A.M.B. (Archivo Municipal de Baeza), Libro Capitular, año 1899, 11 de Febrero.
(91) A.M.B. (Archivo Municipal de Baeza), Libro Capitular, año 1899, 28 de Octubre.
(92) A.M.B. (Archivo Municipal de Baeza), Libro Capitular, año 1900, 15 de Septiembre.
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BAEZA Y EL DESASTRE DEL 98 253
mayor parte a los soldados más jóvenes y con menos experiencia. Hay una
estadística abrumadora al respecto. De los 1.200 soldados muertos en cam-
paña, más de 1.000 estaban cumpliendo su primer (715) o su segundo (300)
año de servicio. Y de esos 1.200, un total de 740 no habían cumplido aún los
20 años (93).
Por otro lado, es reconocido actualmente por la historiografía que, en
España, el año 1898 fue especialmente reivindicativo en diversos órdenes.
Bajo la luz cegadora de la generación literaria del 98, se ha tendido a olvidar
la actitud del pueblo ante el desastre, algo que la reciente historiografía se
está encargando de recuperar. En primer lugar debemos mencionar que re-
sulta difícil distinguir entre las movilizaciones relacionadas con la guerra,
como son manifestaciones patrióticas, suscripciones, motines, deserciones
o rebeldía militar, y las acciones de protesta social vinculadas a la mala si-
tuación de las clases más desfavorecidas tras la subida de los precios de las
subsistencias y la falta de abastecimiento.
A este respecto, actualmente se tiende a unificar ambas movilizaciones,
pues se encuentran interrelacionadas si tenemos en cuenta que las clases más
afectadas por la precaria situación económica son, a su vez, las que de
forma más directa son afectadas por la guerra colonial, al pertenecer a estos
grupos la mayor parte de los soldados españoles en los territorios ultrama-
rinos. De hecho, los ya conocidos motines de mayo del 98 son calificados
ahora también como «motines del hambre», estando estrechamente vincu-
lados ambos intereses; aunque también es cierto que la propia estructura po-
lítica de la Restauración dejaba poco poder de movilización, silenciando estas
manifestaciones, se hace difícil relacionar estos conceptos.
En el caso giennense, la prensa se había encargado de encender el
fervor patriótico por medio de incontables artículos sobre el honor español,
el valor de nuestros soldados, la ignominia de los estadounidenses, la poca
valía de nuestros gobernantes, e incluso elucubrando acerca de la posibilidad
de que Portugal intentara conquistarnos ante la crítica situación de la nación
(94). Y estas noticias tuvieron su eco en la sociedad del momento, dando
(93) Memoria del Ministro de Guerra, citada en la sesión de Cortes del 18 de julio de 1899.
En MOLINA MARTÍNEZ, M. (1984): «Granada y la repatriación de soldados de ultramar», V
Jornadas de Andalucía y América, Tomo I, Sevilla.
(94) El Pueblo Católico, núm. 522, 12 de septiembre de 1898.
254 IGNACIO ANTONIO MONTORO FERNÁNDEZ
de señores concejales a saludar en nombre del que hablo a tan cariñoso pa-
tricio, enterado el Ayuntamiento por unanimidad (...)».
En esta misma acta se expone la idea de contribuir con suscripciones
a sufragar los gastos de la guerra de Melilla, que era hacia donde se dirigía
el citado Regimiento de Cuenca.
De forma más específica, y con respecto a los acontecimientos del 98,
encontramos que en Baeza se va a dar una manifestación a fines de Abril,
con motivo de la guerra (98). Esta noticia la conocemos por medio de la
prensa, y también sabemos que en aquellos mismos días se dieron este tipo
de manifestaciones en infinidad de pueblos de la Provincia, por lo que se-
guramente se darían movidos por el fervor patriótico y por la crítica situa-
ción de las clases bajas a un tiempo. Serían un prólogo a los conocidos
«motines de Mayo», que tuvieron una gran repercusión en esta Provincia.
Pero ésta no debió ser la única manifestación acaecida en Baeza por
causa del conflicto, pues por las actas de cabildo sabemos que se cargó en
el apartado de imprevistos del presupuesto municipal el precio de la alocu-
ción al vecindario (1.000 ejemplares), por parte del alcalde con respecto a
la campaña española en los territorios ultramarinos. Se pidió a las clases
acomodadas que contribuyeran para pagar esta alocución, pero, al no ser su-
ficiente lo recaudado, el Ayuntamiento se hizo cargo del coste (99).
De esta alocución no conocemos su contenido, pues como se men-
cionó anteriormente se perdió en el Archivo Histórico de Baeza todo tipo de
documento privado, judicial o de protocolos desde 1871 hasta comienzos del
siglo XX. Así, únicamente podemos saber de su existencia por medio del pre-
supuesto municipal.
La incidencia pública de esta guerra se haría sentir también en todos los
espectáculos y actos públicos de la ciudad. La Feria de Baeza, que por en-
tonces se celebraba el 18 de mayo, sufrió de esos momentos de tensión en
la sociedad española, y la prensa se hizo eco de esa situación (100). En
primer lugar, el 28 de abril se expresa que son pocos los preparativos para
la feria, y se critica que ante el momento de angustia que se está viviendo
(102) Una visión general sobre este tema nos lo ofrece FIGUERO, J. y SANTA CECILIA, C.
G. (1997): La España del desastre, Madrid. De obligada consulta también es la obra de TUÑÓN
DE LARA, M. (1986): La quiebra de 1898, Madrid.
(111) B.O.J. (Boletín Oficial de la provincia de Jaén), núm. 95, 9 de agosto de 1898.
260 IGNACIO ANTONIO MONTORO FERNÁNDEZ
CONCLUSIONES
El presente artículo ha consistido en un análisis global acerca de las múl-
tiples incidencias que tuvo la Guerra de Independencia y posterior emanci-
pación de los territorios ultramarinos hispanos para la ciudad de Baeza.
Para ello, hemos expuesto a varios niveles de investigación los aspectos
que influyeron en el devenir de esta ciudad durante ese 98, y que concu-
rrieron con el desencadenamiento del conflicto.
Nada hacía suponer en los años inmediatamente anteriores a la guerra
colonial el grandioso desastre que estaba por llegar. La vida cotidiana de la
ciudad, echando un vistazo a las noticias que desde archivos a hemerotecas
se nos ofrecen, transcurría monótona y tranquila, únicamente sacudida en
ocasiones por los problemas de supervivencia de las clases bajas y los es-
cándalos en el ámbito político local. Pero esta cotidianidad quedó trastocada
por el derrumbe colonial español, que mostró de forma cruel y desconcer-
tante la realidad a la que estaba abocada la patria, alejada ya de lejanas
glorias.
En este sentido, y para comenzar, hemos visto la amplia relación entre
Baeza y el continente americano, donde se significaron desde antiguo di-
versos hijos de esta ciudad.
El seguimiento del conflicto que se da en la prensa provincial consti-
tuye el segundo apartado dentro de este estudio concreto de las repercusiones
que tiene para Baeza el desastre del 98. Mediante el extenso análisis de las
noticias de la prensa provincial, que van a tratar de un modo u otro el curso
del conflicto, se ha podido atestiguar que el tan utilizado argumento de la de-
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