Clarificación de los temas a tratar en un trabajo futuro

Ontología II

Dr. Jesús Carlos Hernández Moreno

Hidalgo Olea Eduardo Daniel

05 de febrero de 2019

Prólogo

Quiero que mi verdad se haga realidad. Esa verdad la encuentro en soledad, allí la
inspiración mejora mis convicciones y mis principios. Sin embargo, llevar mi verdad a la
realidad, pese a esfuerzos propios, requiere de la comunión. No me siento yo sin los otros,
pero en los otros no me siento yo. ¿Quién soy yo? ¿Quiénes son los otros? He aquí que en
la soledad, pensando en la humanidad, soy pleno, verdadero, pero no real; en cambio, en
comunión, conociendo a los hombres, soy desdichado, falso, pero real. ¿Estoy destinado a
la soledad o a la comunión? ¿Cómo conciliar mi soledad con la comunión? ¿Es que acaso
permaneceré incomprensible?

Lo que se me presenta, que es el tema que se me pone y al cual me dispongo - si es que

realmente hay algo que sea tema-, es algo que soy yo y, a la vez, que no soy yo. ¡Tengo
ambivalencia sentimental, ambivalencia natural¡ Soy parte de este mundo, pero no me
siento parte de él. Entre más conozco mi interioridad, más vacía y sinsentido la encuentro;
entre más conozco mi exterioridad, más aburrida y pasiva la tropiezo. Soy un ser de
opuestos, ésta es mi naturaleza, y en ella quiero luchar, luchar para unir lo interior con lo
exterior, unir lo que soy con lo que no soy. ¡Quién sabe, quizá mi imaginación se encuentre
impregnada de lo bello y, por ende, quiera encontrar algo de lo que realmente no se tiene
constancia ni demostración ni prueba! Es probable que mi esfuerzo, tarde o temprano, se
debilite por no encontrar nada, es decir, por dar cuenta y razón que lo que creo que soy yo y
lo que creo que no soy yo son asuntos vacuos y miserables: Yo y no-yo pueden compartir
la carencia de sentido y nadería.

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Si ese querer que mi verdad se haga realidad sobrelleva a la muerte, me comprometeré
entonces con la muerte, aunque antes tenga que comprometerme con la vida. Subordinarme
a mi libertad de verdad es lo que estimo como más humano, pues es allí donde realmente se
ejerce el potencial de la conciencia (moral) sobre lo real, sobre la fatalidad de la Naturaleza.
Parece, por consiguiente, que me preocupo por mí, sólo por mí, al igual que por el hombre
en general. Inicio desde un sentimiento propio, asciendo por las escaleras de los
pensamientos y termino en la verdad que me corresponde, y que, en gran medida, es posible
que se haga real. Quisiera, de corazón, que el mundo fuese: ¡Aspiración, actividad y
revolución!

Desarrollo (cuestionario)

Parece que los temas tienen fecha de caducidad, en algún momento dejan de ser
interesantes para pasar a ser aburridos. Por otro lado, ¿es un tema algo que se elige o que se
impone? ¿Qué diferencia existe entre un tema y un problema? Estas y otras dudas me
surgen al momento de querer contestar las siguientes preguntas.

1.- Menciona las tres temáticas principales que te interesa estudiar

R= Lo romántico, lo mexicano y el suicidio.

2.- Plantea cuatro preguntas relativas a cada una de estas temáticas

R= Respecto a lo romántico: ¿Qué es lo romántico? ¿Qué relación hay entre lo romántico y

el Romanticismo? ¿Cuál es la importancia de estudiar, de analizar, de re-pensar lo
romántico? ¿Cuál correspondencia de lo romántico con la filosofía?

Respecto a lo mexicano: ¿Qué es lo mexicano? ¿Qué relación hay entre lo mexicano y

México? ¿Cuál es la relación entre lo mexicano y lo humano? ¿Por qué es importante
pensar al mexicano?

Respecto al suicidio: ¿Qué es el suicidio? ¿Cuál es la diferencia entre la muerte y el

suicidio? ¿Es el suicidio lo opuesto a la vida o forma parte de ella? ¿Es el suicidio un acto
de libertad o de condena, de sometimiento?

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3.- ¿Cuál sería la metodología que emplearías para la aclaración de cada una de estas
preguntas?

R= En primer lugar, quizá como lo dice Montesquieu en El espíritu de las leyes, me

plantearía un fin. Una vez aclarado el fin, lo restante del trabajo se puede manejar con
mayor facilidad. Cuando uno no tiene una finalidad clara, sucede que se ahoga, se pierde,
en la información y en la erudición, se suele citar y citar grandes pensadores, poner
palabras bonitas, pero jamás decir algo serio.

Las tres temáticas dichas corresponderían a tres apartados, los cuales tendrían una finalidad
particular que, sin embargo, obedecerían a una finalidad general, es decir, a una finalidad
de la unidad del trabajo. Si una de las tres finalidades queda en el olvido, entonces la
finalidad de la unidad se corrompe, por lo que no tendrá el trabajo ni unidad ni finalidad.

De lo anterior, se sigue la importancia del diálogo y de la reflexión, pues con estos

ejercicios constantes se pueden aclarar las preguntas, las respuestas a las preguntas y el fin
del trabajo. Poner en ejercicio la razón, es también poner en juego el pensamiento, esto es,
poner en duda lo que se piensa. La duda, por tanto, es otro paso importante para llevar a
cabo un buen trabajo, y que, posiblemente, lleven a alguna clase de aclaración respecto a
las preguntas y posibles respuestas. Pensar, proponer, reflexionar, preguntar, dudar,
dialogar, analizar, examinar, son capacidades que se deben ejercitar con duros esfuerzos,
con difíciles frenos, para tener una mayor claridad, no sólo en la escritura, sino también en
la expresión oral. Bien se dice que: "quien domina el logos, domina el mundo".

Esto, en resumen, es la metodología que yo seguiría.

4.- ¿De qué tipo de fuentes de servirías para desarrollar una investigación de las temáticas
señaladas?

R= Fuentes orales, escritas y audiovisuales. En todas las temáticas, me parece, se requieren

de estas tres fuentes. Por ejemplo, en el caso del tercer tema, el suicidio, me puedo auxiliar
en documentales, películas o series de televisión, así como en libros u obras de arte, sea de
música, pintura, danza, etc., del mismo modo que en experiencias vividas por parte de otras

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personas que tengan la posibilidad de expresarlas por medio de la oralidad. Lo mismo en
los temas restantes.

5.- Si consideras importante señalar algunos otros aspectos para atender estas temáticas,
¿cuáles serían?

R= Me gustaría que hubieran mesas de diálogo público, donde no se especificara ningún

autor especializado, sino sólo el libre juego del arte del pensar, del razonar, sobre algún
tema. Además, se debería filosofar más la literatura, porque en ella encontramos un campo
lleno de variadas flores vivificantes que enriquecen nuestro bosque otoñal momificante.
Debería impartirse una clase, por ejemplo, los días viernes, donde se lea literatura, no sólo
por su lenguaje enriquecedor, sino también por los sentimientos y, a su vez, pensamientos
que provoca. La literatura fortalece el pensamiento y el sentimiento, esto es, fortalece la
razón para el diálogo, lo cual hará más ejercitante la gimnasia filosófica, etc. Hay más, pero
me basta con lo dicho.

Conclusión

Todo esto se debe enjuiciar lentamente, y en tal proceso puede haber un retroceso o un
avance, por esto se me debe disculpar, en caso de que así suceda, si cambio de opinión
constantemente o de sentimiento. Los temas, de igual manera que los sentimientos y los
pensamientos, pueden variar, se encuentran en movimiento y, por ello, es natural que no
tenga con precisión y delicadeza el tema a tratar. Sin embargo, considero que la valentía del
filósofo consiste en que puede detener la rueda del tiempo natural para ponerse a pensar y
dialogar. Haré, pues, el esfuerzo, como filósofo que aspiro ser, de hacer lo que tenga que
hacer para que la verdad pueda reinar en este mundo, al menos mi verdad.