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Es la
instancia moral del individuo.
El Ello. Es el espacio psíquico inconsciente que intentará expresar de manera consciente los
deseos y pulsiones que han sido contenidas o reprimidas por el Yo.
El Yo. Es la instancia mediadora entre el Ello (Deseos reprimidos que desean expresarse) y
el Súper Yo (Exigencias y normativas punitivas), con el fin de proteger al individuo y lograr su
adaptabilidad a la sociedad. Para lograr tal fin, esta instancia psíquica recurre constantemente
a diversas estrategias las cuales denominó Sigmund Freud, los Mecanismos de Defensa del Yo.
1.- Represión. Según Sigmund Freud, es el Mecanismo de Defensa principal del Yo y es el usado
principalmente por la mayoría de personas quienes tenemos una estructura neurótica de la
personalidad o por personas con personalidad histérica de nivel superior. La Represión consiste
en expulsar de la conciencia toda expresión de deseos, sentimientos o fantasías inaceptables
impulsadas principalmente por el Ello. Sin embargo, debido a que la carga energética de estos
deseos y fantasías inaceptables puede ser muy elevada, el aparato psíquico necesitará
implementar otras estrategias a fin de expresar el contenido del Ello, por lo cual,
el Yo implementará sus estrategias defensivas alternas para evitarlo.
2.- Desplazamiento. La carga emocional adherida a una fuente, evento o persona, se redirigen
por un proceso inconsciente hacia otra fuente que pueda ser admisible a la consciencia por
el Yo. Como expresiones del Desplazamiento tenemos:
– Transferencia. Proceso mediante el cual transferimos y adherimos hacia una persona del
presente, sentimientos o carga emocional que se encuentra adherido a una persona de nuestro
pasado. Este mecanismo se manifiesta de manera común en psicoterapia cuando el paciente
transfiere la carga emocional adherida a uno de sus progenitores hacia la figura actual del
terapeuta. También se observa esa transferencia emocional adherida de nuestros progenitores
hacia nuestra pareja actual.
5.- Anulación. Es la manifestación del pensamiento mágico en la cual consideramos que con
una acción simbólica lograremos revertir o anular un pensamiento o acción inaceptable ya
consumado. Mecanismo de Defensa del Yo muy frecuente en personas obsesivas compulsivas
también. Para visualizarlo, digamos que al caminar, el sujeto tiene un pensamiento de carácter
moralmente indebido al ver a una chica atractiva. Este sujeto, a fin de revertir el pensamiento
moralmente indebido, camina de espaldas y hacia atrás por la misma dirección hasta llegar al
punto en la cual vio a la chica y tuvo el pensamiento. Así, es como si regresará al pasado y por
lo tanto, cancela el pensamiento ya que no se habría generado.
6.- Somatización. Consiste en transferir a distintas partes del cuerpo, nuestros sentimientos
dolorosos. Muy frecuente en pacientes hipocondríacos y trastornos somatomorfos. Es un gran
reto para los médicos, los pacientes que presentan somatizaciones, ya que estos síntomas
carecen de alguna causa orgánica evaluable.
Así como estos Mecanismos de Defensa del Yo, que son considerados más maduros y
saludables, también existen otros Mecanismos de Defensa más primitivos e inmaduros. Estos
son:
8.- Escisión. Observado por Sigmund Freud en casos de Psicosis, Fetichismo, histeria e hipnosis
y posteriormente desarrollado a profundidad por la psicoanalista Melanie Klein, consiste en la
coexistencia dentro del Yo de dos actitudes psíquicas que no interactúan entre sí respecto a
una realidad exterior que contraría una exigencia pulsional, lo cual implica una incapacidad de
integración cognitiva.
Estas actitudes psíquicas representan polos opuestos que oscilan entre la Idealización
(Nutritivo, protector, fuerte, amoroso, pecho bueno) y la Denigración (Perseguidor, castigador,
malo, indigno, pecho malo). Si bien este Mecanismo de Defensa es muy usado por individuos
con Estructura de Personalidad Psicótica, es parte del repertorio defensivo de todas las
personas, ya que es uno de los mecanismos principales que desarrollamos de bebé, cuando
aún no nos hemos integrado adecuadamente a la sociedad. Se desarrolla durante el período
llamado por Melanie Klein: Posición Esquizo-Paranoide para luego lograr una integración
psíquica de los aspectos buenos y malos escindidos en el mismo objeto (persona, situación,
etc) en la fase denominada Posición Depresiva.
Para muchas personas es muy común decir que otro sujeto, empresa o sociedad es el culpable
de nuestras tragedias y decisiones sin tomar nuestro rol y responsabilidad principal de nuestras
acciones y de nuestra vida. Usualmente cuando estamos en esta fase de percepción, es porque
nos estamos negando a nosotros mismos, de que lo que nos sucede es nuestra
responsabilidad. Nuestro Yo no puede conciliar que nos sintamos derrotados porque podría
resquebrajar nuestra moral e incluso, nuestra identidad en caso de tener un Yo muy Débil, así
que todos estos elementos internos negativos que nos pertenecen y de las cuales deseamos
despojarnos, las proyectamos en otro individuo, empresa, sociedad, situación y así nos
liberamos de esta ansiedad interna. De esta manera, afirmamos con entera convicción de que
nuestro jefe es el malo, quien es perseguidor, acosador, nos exige más que a los demás, no nos
motiva, etc y por lo tanto, es el culpable de que no cumplamos adecuadamente con los niveles
de exigencia, deberes y obligaciones. Igualmente proyectamos aspectos positivos de nuestro Yo
y se evidencia frecuentemente al iniciar una relación de pareja. Siendo esta fase por lo general
idílica hasta que con el tiempo se caen las máscaras junto a las proyecciones y comenzamos a
conocer al Otro realmente, ya no por nuestras proyecciones sino por sus verdaderas cualidades
y defectos. Es aquí el verdadero reto en la relación de pareja.
12.- Supresión. Tiene una gran similitud con el Mecanismo de Defensa del Yo: La Represión,
con la diferencia de que esta expulsión de pensamientos o sentimientos inaceptables se hace
de manera consciente, mientras que en la Represión, la expulsión es inconsciente.
Como podemos observar, el psicoanalista Sigmund Freud identificó una gran variedad de
Mecanismos de Defensa del Yo, las cuales fueron ampliadas y profundizadas por psicoanalistas
como su hija Anne Freud y otros como Melanie Klein, George Vaillant, etc.
Por lo que será importante reseñar varios puntos a fin de integrar su comprensión:
a.- Desarrollamos nuestros Mecanismos de Defensa Yoicos desde que nacemos, pasando por
el desarrollo desde el Nivel Primitivo como la Escisión, Identificación Proyectiva, Negación e
Introyección, destacadas en la Teoría Kleiniana al describir principalmente la Posición Esquizo-
Paranoide para luego desarrollar poco a poco, los Mecanismos de Defensa considerados
Neuróticos y por último los de Nivel Superior.
b.- Consideremos estos niveles de Mecanismos de Defensa del Yo como capas defensivas. Por
lo cual, ante un evento estresante, problemático, traumático, el individuo lo confrontará con
sus mecanismos defensivos superiores y neuróticos principalmente, pero si la exposición a
estos problemas se extiende por mucho tiempo y el nivel de intensidad del trauma es muy alto,
este sistema defensivo superior y neurótico podría quebrarse. Por lo que el sujeto tendrá que
comenzar a usar en mayor medida su sistema defensivo primitivo.
c.- Las personas con estructura de personalidad Psicótica, Limítrofe o quienes no hayan podido
desarrollar de manera integrativa y fuerte sus defensas neuróticas sea por bajo desarrollo
cognitivo a causa de una enfermedad, etc, podrán igualmente ser personas ajustadas a la
sociedad, sin embargo, tenderán a usar en mayor medida los Mecanismos de Defensa
Primitivos que los de nivel neuróticos o superiores. Por lo que ante eventos traumáticos
fuertes, la tendencia a resquebrajarse emocional y psíquicamente es más alta.
d.- La mejor manera de afrontar estos eventos traumáticos y minimizar el riesgo a desequilibrar
nuestra psiquis es apoyándonos en personas de confianza (Familia, amigos, psicólogo, etc),
mantener la unidad familiar y no exponiéndonos de manera innecesaria a situaciones de
peligro sin precaución. Recuerde que todo problema que está planteado es porque tiene
solución y si ese problema la vida se lo planteó a usted, es porque usted tiene la capacidad de
resolverlo y fortalecerse en el proceso.