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con Duende, S. L.
ISBN: 978-84-15718-10-9
ÍNDICE
El libro que nos ha tocado comentar, en estas acertadas Jornadas sobre Biblio-
grafía Flamenca, responde a la siguiente ficha bibliográfica: José Luis Ortiz
Nuevo: ¿Se sabe algo? Viaje al conocimiento del Arte Flamenco según los testimonios
de la prensa sevillana del XIX. Desde comienzos del siglo hasta el año en que murió
Silverio Franconetti (1812-1889). Sevilla, Ediciones El Carro de la Nieve, 1990
21x15 cms. 406 páginas.
¿Se sabe algo? es un título con intención irónica, que su autor subtitula como
Viaje al flamenco a través de la prensa sevillana, indicando así la condición de este
libro, en un planteamiento que podemos decir casi insólito en los estudios
flamencos: la documentación a través de la noticia o relato periodístico, prác-
tica que no es habitual frente a métodos tradicionalistas e interpretaciones
subjetivas. Para el autor su objetivo es “mostrar una serie extraordinaria de
informaciones clave que aportan pruebas, argumentos convincentes de suma
veracidad, capaces de proclamar certezas nuevas y desmentir creencias falsas,
ensanchando horizontes al conocimiento”. Para ello ha consultado los fondos
de las Hemerotecas Municipales de Sevilla y Madrid, correspondientes al si-
glo XIX, en un total de 106 diarios, revistas y publicaciones periódicas, todas
editadas en Sevilla. Los resultados no pueden ser más sorprendentes. Miles
de testimonios de lo que se escribió y se dijo a propósito del flamenco, y todo
ello con su fecha y sitio exacto. Aquí no hay duda. La realidad es la elocuencia,
por lo que el autor se limita a ordenar y clasificar los materiales comentando
incidencias y señalando hechos. Y aunque no cabe la metodología comparativa
y contrastada, por el hecho de ser limitado el territorio geográfico solamente
a Sevilla, es tal la importancia de esta ciudad en el origen y génesis, que sus
situaciones y aconteceres pueden aplicarse a consideraciones generales y casi
definitivas. Pero la lección del trabajo, del gran trabajo realizado, y esto es lo
que queremos significar, nos lleva a valorar el uso de la hemerografía como
fuente documental del flamenco. Práctica que afortunadamente ha empezado a
dar resultados positivos, como podemos comprobar en algunas publicaciones
recientes. Notablemente la calidad de la producción bibliográfica ha ido supe-
rándose década a década.
También hay que señalar el hecho diferencial de lo que suponen los datos pe-
riodísticos, independientemente de su aplicación, en relación con las dudosas
elaboraciones de textos que han venido utilizándose/copiándose más o me-
nos descarada/acertadamente para formar monografías o tratados generales.
Podemos señalar obras voluminosas que no han aportado ningún documento
inédito, eso sin entrar en la capacidad interpretativa de la autoría. En el caso de
Ortiz Nuevo, su amplia labor literaria viene además avalada por una intensa y
larga vivencia flamenca, lo que se aprecia frente al trabajo ocasional.
. Gerhard Steingress: “La aparición del cante flamenco en el teatro jerezano del siglo
XIX”. En Actas de la conferencia Internacional Dos siglos de flamenco. Jerez, Fundación An-
daluza de Flamenco, 1989; Antonio Sevillano Miralles: Almería por tarantas. Cafés can-
tantes y artistas de la tierra. Almería I.E.A. 1996; Eugenio Cobo: El flamenco en los escritores
de la Restauración (1876-1890). Comellá de LLobregat, Fundación Gresol, 1997.
. Pepe de la Matrona. Recuerdos de un cantaor sevillano. Madrid, Demófilo, 1975; Las mil
y una historias de Pericón de Cádiz. Madrid, Demófilo, 1975; Tío Gregorio Borrico de Jerez.
Jerez, 1984; De las danzas y andanzas de Enrique el Cojo. Ayuntamiento de Sevilla, 1984;
Pensamiento político en el cante flamenco. Sevilla, Ediciones Andaluzas Unidas, 1985; Tía
Anica la Periñaca. Madrid, Hiperión, 1987; Setenta y siete seguiriyas de muerte. Madrid,
Hiperión, 1988.
¿Se sabe algo?
Frente a la creencia general, de la supremacía del cante sobre el baile, queda de-
mostrado todo lo contrario. En un principio fue el baile. De ahí la importancia
que en la década 1850-1860 tuvieron las academias como centros de formación
y exhibición de danzas, donde prevalecía fundamentalmente la escuela bolera.
En esos salones, donde también se daban bailes de máscaras y de sociedad, se
José Luis Ortiz Nuevo
empezó a permitir ver los ensayos de los alumnos mediante el pago de un con-
sumo (con vistas al turismo), ampliándose el repertorio con otros bailes (Vito,
Jaleos, Panaderos, Tangos de Negros, Seguidillas gitanas, Rondeña, Zapatea-
do, Malagueñas...) acompañados de cante y guitarra que “sobre todo, ejecutan
gitanas y cantadores de los de más fama”.
“De ahí que sea urgente revisar viejas ideas de la presencia del flamenco
en el teatro, contemplando además el campo de relaciones, influencias,
desarrollo artístico, técnico y generacional que ello significa, a la vera de
otras músicas y disciplinas estéticas, lindando apenas sin fronteras con
la ópera y la zarzuela y el ballet y los más diversos géneros escénicos,
creciendo por tanto como una criatura perfectamente profesional desde
sus pasos remotos, y no por la peyorativa excusa de prostituirse o de
venderse aminorando exigencias de pureza, sino llana y sencillamente
. José Blas Vega: Los Cafés Cantantes de Sevilla. Madrid, Editorial Cinterco, 1987.
. José Blas Vega: Vida y cante de Don Antonio Chacón. Ayuntamiento de Córdoba,
1986.
José Luis Ortiz Nuevo
2. Esas grandes voces. Demuestra por insólito que parezca, que “no fue un fenó-
12 meno aislado” el que tenores, triples, barítonos o bajos, tanto nacionales como
extranjeros, incluían con frecuencia en sus conciertos canciones andaluzas, can-
tos nacionales y flamenco, apareciendo en estas mezclas líricas, el polo, mala-
gueñas, tangos, peteneras... Los cantantes vieron así una forma de agradar al
público que pedía y aplaudía estos temas populares.
Lo que si hemos echado en falta son unos índices que faciliten la labor de bús-
queda, agrupamiento y consulta. Lo que esperamos para una próxima edición,
para la que también sugerimos la incorporación de esos nuevos datos comple-
mentarios recientemente publicados.
En definitiva con ¿Se sabe algo?, José Luis Ortiz Nuevo ha hecho una gran labor
por la cultura flamenca, y a partir de él, podemos decir sin temor que sabemos
algo, mucho más, bastante más.
14
. José Luis Ortiz Nuevo: A su paso por Sevilla. Noticias del Flamenco en Serva, desde sus
principios hasta la conclusión del siglo XIX. Ayuntamiento de Sevilla, 1997.
A la memoria de José Blas Vega
Como es natural uno no suele apuntar —al producirse— esos momentos que
—andando el tiempo— determinarán pasos capitales de su vida. Por eso no
recuerdo con exactitud ni el día ni la hora de la conversación madre, pero
sí las entrañas de lo que me dijo Pepe una mañana en su librería del Prado,
calculo yo que sería a lo primero del ochenta y tres, meses antes de termi-
nar mi trabajo de concejal en el Ayuntamiento de Sevilla.
Y así un día y otro y cientos… desde el 83 alante; más que lector ávido de
vetustas novedades, sumergido me hallaba en inmenso piélago de páginas y
José Luis Ortiz Nuevo
páginas de las que iba extrayendo, con sumo alborozo, datos, documenta-
ción, certezas y argumentos, tan ricos en cantidad como certeros, contun-
dentes.
y cerciorarse de las cosas, de cómo fueron las cosas. Ese valor no se lo quita
nadie, ni siquiera yo que soy su pare.
Por ello le caben tantas lecturas y es —en lo que certifica— inapelable texto
de consulta. Entiéndase así también como un conjunto de fichas suscepti-
bles de ser manejadas a voluntad de investigadores y curiosos, no solo del
flamenco, sino de las otras disciplinas estéticas que se contemplan en los
documentos, por el tiempo dado, desde el comienzo del siglo XIX hasta el
año en que murió Silverio Franconetti.
17
¿Se sabe algo?, un libro imprescindible
¿Se sabe algo? fue un libro que puso fin a un acercamiento a la historia del fla-
menco sin duda más romántico, pero también menos riguroso. Fascinante,
pero incierto. Atrás quedaba la llamada “tradición oral” y el relato popular. Se
ponían en cuarentena muchos datos que eran en realidad hijos de la fantasía.
Datos sin un fundamento histórico cabal. Datos que podían ser o no ser verda-
deros. Datos que, en cualquier caso, era necesario autentificar. 19
Con ¿Se sabe algo? se inició la investigación científica. La investigación basada
en documentos y testimonios escritos. La investigación a base de datos reales.
Datos fidedignos. Datos históricos.
¿Se sabe algo? fue un texto que traía a la luz cuanto apareció en los periódi-
cos sevillanos, desde comienzos del XIX hasta 1889, año en que murió Silve-
rio Franconetti. Un libro que sacó del olvido decenas y decenas nombres y
aconteceres que dormían el sueño de los injustamente condenados al polvo del
tiempo transcurrido.
Hoy, que algo se va sabiendo de cómo nació y se gestó la criatura que llama-
mos Flamenco, ¿Se sabe algo? es un documento imprescindible en la biblioteca
de todo el que sienta interés por conocer los pormenores históricos de ese arte,
a la vez tan popular y tan culto.
***
***
***
- Soleares.
- Seguidillas del Tibirlín.
- Peteneras.
- Malagueñas.
(EL PORVENIR, 6 de mayo de 1879)
***
***
***
Los tribunales de Cádiz van a tener que dilucidar una cuestión diferen-
cial entre el “cante jondo”, el “cante andaluz” y el “cante flamenco”.
El dueño del café-teatro del Correo se quejó al gobernador de que la em-
presa que había contratado ese local, ha dado varias funciones de cante
“flamenco” siendo así que este espectáculo quedaba excluido por el con-
trato.
La empresa dice que no es cante “flamenco” lo que ha habido, sino cante
4
andaluz.
El gobernador se ha manifestado incompetente para resolver tan ardua
cuestión, indicando a los interesados que más bien corresponde el exa-
men de este caso a los tribunales.
23
(EL PROGRESO, 18 de abril de 1888)
No cabe pensar por tanto que ésta sea, ni mucho menos, una historia general
del Arte Flamenco, referida al período que definen sus límites.
Sevilla 1990
24
II. PÓRTICO
ESCENAS TRIANERAS
Bien, y todo eso --se preguntarán ustedes-- ¿qué tiene que ver con nues-
tro asunto? Mucho desde luego, en tres capítulos o escenas del perió-
dico, que quisiera, en primer lugar, invitarles a leer, para que podamos
comentarlas luego tras su conocimiento.
José Luis Ortiz Nuevo
Aquí le dio tal golpe de toz que se ajogaba. Lo ves tú, Norica, le ixe yo?
Ves como te engañó el corazón? Ni la letra, ni la música, ha valío un
demonio. Que dirá qualequiera que te haya escuchao? Misté que moo
de estrivillo! Por aquellos y... Calla, jumento, me respondió: qué sabes
tú lo que vale aquel y...? Mira: yo supongo en ese estrivillo el nombre de
nuestros generales, y cuando ixe y... Ya, ya caigo, le ixe yo: caíste ya? Me
alegro, replicó ella. Se dió otro turno al xerezano, y al pajarete, en que
remojamos los vizcochillos; y mientras los demás echaron mano a las
virnagas dirigí a la ventana esta décima:
¿Se sabe algo?
EL TÍO TREMENDA
Núm. 26 y 3 QUARTILLOS
Como ayer, además de los platos ordinarios con que alimentamos nuestra
curiosidad política, hubo tantos extraordinarios, que casi no nos alcanzó
el día para leer; también nuestros críticos tuvieron su Junta extraordina-
ria hoy por la mañana: lo que supe por una rara casualidad, y me apresu-
ro a noticiar al público:
Tremenda. Se largó ya la mosca, compadre?
31
Podrío. Quién se lo ha dicho a usté, Maestro?
Tremenda. Yo mesmo. Me allegué a su casa de usté paa convialle a la
fiesta que ispusimos de repente en osequio del Sr. Duque y del Sr. Cas-
taños; y su hija de usté la Chispa me respondió, paa fiesta está su mercé¡
Asómese usté a esa sala, Maestro. Con efeuto me asomé, y me jallé a usté
convertío en cuero.
Podrío. Maestro; pues maldecío más que un ocho entró en mi cuerpo;
pero me hubo de coger en mala hora, y toíto se subió a la chimenea. Yo
me iba jacia casa, cuando me topé con Tomasillo el Gancho, y me ixo:
compadre, en celebriá del día entre usté, y probará un anisaillo que han
traío las muchachas de Castilleja. Compadre, ya igo, maldecío más que
un ocho me tiré; pero entre quatro me llevaron a mi casa.
Castaña. Eso va en la isposición en que se coge el cuerpo de la criatura.
Hay veces que se tira un hombre una azumbre, y naa; y otras ocasiones
con un buche, a tierra.
Podrío. Con que vamos al asunto. Ustees se divirtieron?
Cascarón. Tal qual. Fue un jaleillo probe; porque como fue un repente, no
hubo tiempo paa otra cosa. Entre nosotros mesmos se jizo el gasto.
Podrío. No fueron las cantaoras de la otra noche?
José Luis Ortiz Nuevo
Si la Córcega abortó
un monstruo que nos aflige;
también produjo Inglaterra
un héroe que lo castigue.
Caña dulce; vil Napoleón,
¿Se sabe algo?
Tremenda. Asina que acabaron los compadres, entró mi mujer a dúo con
la chiquilla, y cantaron un par de coplas con unos bemoles y sustenios:
vaya, que se chupaba uno los deos. Sobre que la güena de Norica me
tiene escandalizao! Ella mesma compuso la letra, acomoándola a esa can-
ción patriótica de España de la guerra: y luego al estrivillo entrabamos
toos con unos gritos! pero sin perder el compás. Me acuerdo que la letra
fue esta.
Sevilla en tu venida
se ha cubierto de honor
pues por ti aguarda España
salir de esta opresión.
Con acierto conduzcas
al león español
hasta el infame trono
José Luis Ortiz Nuevo
Veinticinco limones
sobre una mesa
Viva el Rey D. Fernando
y la Portuguesa.
Alentado del alma,
Quiéreme mucho,
Que es el Rey D. Fernando
Como un carbunclo.
Ves esas seguirillas que parecen un jato de isparate? Pues no son sino
un ecelente elogio al Señor Rey; pero arvierte esta iferencia. Los versos
elegantes y los iscursos de rumbo los puso el Padre en boca de gente sa-
bijonda: pasó su mercé a contar, que jasta los muchachos cuando iban por
aceite a la tienda, y las zagalas cuando iban con sus cántaros a la fuente,
elogiaban por el camino a S.M. cantando coplas; ¡pero qué coplas! Las
que te he referío. Unas coplas como de muchachos, y como de mozuelas 35
que van por aceite y por agua. Si hubieran dío cantando décimas y sone-
tos, y arias y villancicos, ¿no sería eso un disparate? Mas güena está aque-
lla seguirilla en boca del muchacho, que cuanto serio hay en el mundo; y
tan propia de aquellos probes fue aquella alabanza como nuestra caña y
nuestro ole entre nosotros. La convencí, compadre, y me respondió: pues
vamos a la fiesta; ¿pero sabes lo que he pensao? que le echemos un vítor
a su Eminencia. Me agraó la idea: me juí allá entro, compuse el vítor, y
salimos a llevarlo a casa de su Señoría. Lo llevamos en triunfo, y caa uno
iba ifrazao, lo mesmo que una máscara. Yo le puse a esta máscara el título
de el terror de los Gabachos; porque verá usté, compadre: caa uno de los
que fueron iba representando el papel de un indino francés, y yo iba etrás
con el vítor colgao al pescuezo: ellos aparentaban como que juían de mí,
y yo jacía como que los perseguía a ellos, y los obligaba a juir.
Epidemia. Conque quántos iban ustees?
Tremenda. Ibamos... yo les pintaré a ustees el asunto lo mesmo que pasó.
Primeramente iba el Galgo jaciendo el papel de Pepillo el rey de copas. Su
vestío riículo, con un chapeo de vinagrero, una bota de pellejo, llena del
de Valdepeñas, colgando del pescuezo, y otro con aguardiente colgando
por la espalda, y las dos en forma de unas alforjas. En la que llevaba atrás
le pegué un cartel con este terceto:
José Luis Ortiz Nuevo
Juyamos al Pirineo
No paremos en diez años,
Que nos persigue Castaños.
Detrás de estos iba otra pareja, que la jizo mi vecino el Arropiero y su hijo
Frasco: arremeaban al indino arrastrando unos grandes talegos, como si
fueran de meros; y caa uno su correspondiente terceto pegao a los lomos.
El del ladronazo Soult decía de este moo:
pelucón rizao a las mil maravillas; mi sombrero gacho, que no había más
que ver: por fin lo más ecente que se púo. En un óvalo de cartón, forrao
en papel de oro y mu recortao, que lo recortó Norica: (porque ya saben
ustees que tiene abiliá paa bordar, que paece que pinta las cosas). Pues en
este óvalo iba escrito el vítor. Lo llevaba yo colgao de unas cintas de sea
por el pescuezo, y me cogía desde la barba jasta las ruillas. Atrás llevaba
también mi terceto, que era este:
Al vencedor de Dupont
Rendiréis vuestra cerviz.
Decantaos de Austerliz.
Y bien, ¿qué le parecieron las patrióticas juergas del Tío Tremenda con la
familia y los compinches? Por la mía parte ahí van los comentarios:
Si parece razonable el pensar que redactó estos textos una persona culta
remedando el habla ordinaria de la calle, obvio resulta el deducir que
las voces señaladas fueran aprehendidas por su autor directamente del
José Luis Ortiz Nuevo
Y, a la vez, distingue entre estas coplas del folclore común y las circuns-
tanciales canciones patrióticas.
4.- Por estas crónicas sabemos también como, en este tiempo, a comien-
zos del siglo XIX, se usaban otros conceptos que, en sus frases, decían,
por ejemplo:
- Gorgearon como dos cisnes a estilo de boleras.
- Y ayuándose con las palmas les cantó estas corraleras.
- Solearon un fandango rasgueao con palillos y zambomba.
- Pero sin perder el compás.
- Fue un jaleillo probe; porque como fue de repente no hubo tiempo para
otra cosa9.
5.- Con estos y otros muchos más testimonios poéticos habidos, bien es
cierto que puede lograrse corpus documental suficiente para hacer un
¿Se sabe algo?
39
José Luis Ortiz Nuevo
NOTAS
7. “Los cantadores andaluces que por ley general lo son la gente de a ca-
ballo y del camino, dan la primera palma a los que sobresalen en la Caña ,
porque viéndose obligados a apurar el canto, como ellos dicen, o es pre-
ciso que tengan mucho pecho o facultades, o que pronto den al traste y se
desluzcan”. El Solitatío, Ob. cit. Escena: Un baile en Triana . Edición con- 41
sultada: DOS ESCENAS FLAMENCAS . Virgilio Márquez Editor. Córdo-
ba, 1984. Pág. 17.
42
III. ESPACIOS DE ARTE
REUNIÓN GENERAL DE DANZAS
Escuelas de Bailes.- Varios establecimientos de este género existen en
Sevilla, pero los principales son dos, uno situado en la calle Trajano y
el otro en la de Tarifa. Los dos son bastante espaciosos y en ellos se dan
con frecuencia bailes del país con todos sus accesorios característicos y a
los cuales concurren muchos extranjeros deseosos de conocer unas cos-
tumbres que van desapareciendo a impulsos de la moderna civilización.
1
Guía de Sevilla de 1865
1850
1851
El juego está servido. Sevilla se recrea velando sus armas predilectas a compás
del ritmo. Y baila. Ni siquiera las calores pesan:
Recreo andaluz.- Para los que asisten a esos ratos que nos ofrecen con sus
discípulos los maestros de bailes nacionales, cuentan esta noche con uno 47
de placer en la academia que don Manuel de la Barrera tiene en el local
situado en la calle de Pasión, pues sabemos que hay lección, en la que
tomarán parte las conocidas boleras de la tierra. (18 de junio)
***
Función del país.- No obstante de lo tibia que está la estación, aún con-
tinúan en boga los ensayos que las sílfides andaluzas celebran algunas
noches en el salón de la calle Pasión, bajo la dirección de don Manuel de
la Barrera. Esta noche concurrirán las hijas del país a estudiar, como de
costumbre, los graciosos bailes de carácter andaluz. En cuanto a los de
don Miguel de la Barrera, suspensos por falta de local, parece que pronto
abrirá el nuevo salón para recreo de los aficionados. (9 de agosto)
***
1852
***
1853
Registra el año 1853 un notable crecimiento en la difusión de los bailes por mor
de academias. Su día primero estrena un nuevo establecimiento. Lo dirigen doña
12
Amparo Álvarez y, ¡cómo no!, don Manuel de la Barrera . Ella es bolera de
postín, a quien los tiempos futuros conocerán como LA CAMPANERA. Don
Manuel continúa buscando sitio tras una temporada en la que había vuelto a
colaborar con su hermano Miguel en el afianzamiento del Salón de Oriente.
Por febrero se anuncia otro y distinto, dicho salón de los Descalzos, bajo la
dirección de Don Félix Moreno, maestro de bailes de los teatros de la capital,
y en donde se practican también bailes del país. Diríase que entonces eran de
moda.
José Luis Ortiz Nuevo
¿Cuáles serían esas canciones? ¿Por dónde los ecos? Las puertas del conoci-
miento suelen descubrir incógnitas sucesivas ¿Quién sería el artista anunciado
en la academia de la calle Conteros, el 7 de septiembre?. De él se dijo: Para ma-
yor diversión los bailes de jaleo serán acompañados por un famoso aficionado
13
de Cádiz cantándolos a la guitarra .
1854
Amanece 1854 con los dos principales salones de Oriente y Aurora en ejercicio,
abiertos; y el Manuel de los Barrera nuevamente a la espera de destino, aunque
l5
ya por poco tiempo pues ha de lograr hogaño local estable . Aún con los fríos
y alomejor por ellos la voluntad de creación se solivianta y he aquí lo insólito,
sucediendo por obra y causa del talento:
Si bien no eran llegadas todavía las horas de los escándalos mayores, precau-
ciones se debieron tomar para defender el buen nombre de la casa en territorio
tan dado a rigores; esa intolerancia madre de la inquisición otro sí contraria de
la carne:
Continuarán los bailes de palillos todos los sábados, donde asisten las
mejores parejas de esta capital, reinando el mayor orden y decencia,
como se tiene acreditado. (11 de marzo)
junio, para don Manuel de la Barrera, al cabo de los años y después de tantos
trotes, un sitio fijo, un salón sólo para él y sus discípulos, como un sueño cum-
plido que llamó EL RECREO:
Tres eran tres los salones con academia. Con nombres de verdad sencillos y
preciosos: DE ORIENTE, LA AURORA y EL RECREO, para significar, con fi-
nura, que quienes dirigían los establecimientos eran personas limpias y suma-
mente bondadosas. Rastros de serenidad en años turbulentos, aquejados de
pestes, mezquindades, inundaciones, hambrunas y pronunciamientos todavía
52 más cerriles, atravesados de guerras fraternas, bárbaras, sumamente inciviles.
***
Bajo la dirección de doña Amparo Álvarez habrá esta noche una gran
función de bailes nacionales y de palillos, a la que asistirán, además de
sus discípulas, las mejores boleras de esta capital, como son las muy co-
nocidas señoritas Josefa Moreno, Mercedes Rodríguez y la muy distin-
guida Campanera, por las que se bailarán diferentes bailes andaluces, los
más modernos, dando principio a las ocho (18 de noviembre).
¿Se sabe algo?
1855
Cuando dobla por su mitad la década el panorama de las enseñanzas del baile
está formalizado. No obstante, el año presenciará el fin del salón La Aurora,
aún en estado de infancia. Quedan los hermanos Barrera como dueños de la
situación, a la vez que se perfilan hábitos, reparto de costumbres según las
18
estaciones del tiempo .
Así, por enero, dictan los usos bailes de máscaras que se prolongarán hasta el
Domingo de Piñata. En feria alternan juntos los de sociedad y palillos. Con el
calor se descansa en el Oriente, que vuelve a abrir sus puertas en otoño. Y sigue
la rueda su curso, con cierta monotonía, al menos en lo que a reflejos en prensa
se refiere. Ni nombres de gentes ni de danzas, la rutina apenas de anuncios que
pregonan acreditación y elegancia de los salones.
Atiendan:
Bailes del País.- En el acreditado y elegante salón del Recreo que tiene
establecido don Manuel de la Barrera en la calle Tarifa, núm. l. habrá hoy
sábado ensayo extraordinario de bailes nacionales o de palillos, al que
asisten además de las discípulas las mejores boleras de esta capital, y
además un cuarteto compuesto de dos gitanas y cantadores y tocadores
de guitarra de los más afamados. Dará principio a las nueve en punto. (6
de diciembre)
1857
Bailes del País.- En la calle de Tarifa número 1, habrá mañana sábado en-
sayo extraordinario de bailes nacionales o de palillos, los que suspendi-
dos por los de máscaras vuelven a ejecutarse a petición de los discípulos,
habiendo conseguido que don Francisco Vázquez, director del cuerpo
coreográfico de los teatros de esta capital, arregle y ensaye los nuevos
21
54 bailes que se han de ejecutar y vestidos con sus trajes correspondientes .
(21 de marzo)
18 de abril
Para mayor distracción de los concurrentes asistirán varias gitanas de las
más salerosas en unión de cantadores de los más afamados. (Oriente)
Para mayor diversión de los concurrentes asistirán varias gitanas y can-
tadores de los más afamados. (Recreo)
***
25 de abril
Y además los de jaleo conocidos por los Panaderos y el Vito, acompaña-
dos con guitarra y cantadores a lo gitano de los más afamados. (Oriente)
Concluyendo dichos bailes con los de jaleo por gitanas y cantadores de
los más afamados. (Recreo)
¿Se sabe algo?
16 de mayo
Los de jaleo serán acompañados de guitarra y canto gitano. (Oriente)
Concluyendo dichos bailes con los de jaleo tocados y bailados por los
cantadores y gitanas de más fama. (Recreo)
De entonces son cuatro gacetillas cabales. Sólo que no refieren para nada a la
gitanería. Gloria y luz de los bailes boleros:
***
***
do que hemos visto en este local. Siete parejas de boleros, canciones del
país, y alternativamente bailes serios, o llamados de sociedad, ameniza-
ron aquello de tal suerte, que sobre el orden y gusto que reinaban, no es
muy fácil encontrar un rato hoy en Sevilla donde se disfrute más placer.
Felicitamos al director por su oportuna galantería y le pronosticamos una
excelente temporada de continuar su establecimiento bajo el pie brillante
en que lo tiene y que atrae sucesivamente mayor número de aficionados.
Nuestros graciosos bailes nacionales, casi ahuyentados del teatro, se van
refugiando en estas especiales reuniones: allí los irá a buscar nuestra afi-
ción a ellos, y allí ofrecerán el atractivo que no perderán nunca de seguro
ni para los propios ni para los extraños. (1 de octubre)
***
Allá iré yo.- Sabemos que mañana jueves se dará en el salón de Oriente
otro baile tan concurrido y agradable como el del día de San Miguel. Su
director, que no pierde ocasión de agradar al selecto público que se esme-
ra en favorecerlo, ha tenido a bien acceder a los deseos de numerosos afi-
cionados, que apetecen que tan brillante rato se repita, por la satisfacción
y complacencia que el referido les causara. Al efecto se seguirá el mismo
orden que en aquel, alternando los bailes de sociedad con los de palillos y
56 concurriendo las propias parejas de boleros que tanto los alegran y ame-
nizan. (7 de octubre)
Decía, a este particular, una de las gacetillas anteriores, que los salones eran
refugio para los bailes naturales del país, “casi ahuyentados del teatro”. Y su-
cedió que estos centros, nacidos casi con la exclusiva, o al menos prioritaria,
idea de ser institutos de formación para nutrir los cuerpos coreográficos de las
compañías teatrales, fueron adquiriendo por si mismos patente para la exhibi-
ción y los disfrutes.
1858
Año sin relieve. Actividad normal y abundante según las notas de publicidad
que cada semana recoge EL PORVENIR, y también LA ANDALUCÍA, un pe-
23
riódico nuevo que en Sevilla se edita .
A los salones continúan asistiendo las gitanas y cantadores de los de más fama.
El 23 de enero se anuncia en el Recreo extraordinario baile de palillos para fes-
tejar el feliz natalicio del príncipe de Asturias.
1859
Un mes más tarde se hace realidad el proyecto. Al informar del hecho se advier-
José Luis Ortiz Nuevo
A lo que parece no sólo es que faltara a los estrenos el gacetillero, sino que el
personal hacía lo propio en las demás funciones. Algo de esto debió ocurrir
pues enseguida, el 25 de marzo, vuelven los anuncios del salón a manifestarse
por sus antiguos fueros: Todos los sábados habrá ensayos públicos de bailes
nacionales.
Por su parte don Miguel guarda las advertencias para la temporada de otoño
y previene a los caballeros que gusten asistir que no serán molestados por las
boleras arrojándoles pañuelos con objeto de que las regalen; cuyo abuso tiene
25
prohibido el director del establecimiento . (1 de octubre)
En este punto, y una vez que se ha pasado revista al acontecer de las acade-
¿Se sabe algo?
Por los años cincuenta del siglo XIX funcionan en Sevilla centros de formación
para la danza, principalmente establecidos en las disciplinas de los bailes del
país, y en los cuales se enseñan y se exhiben pasos de escuela bolera alternan-
do con otros de carácter agitanado: El Vito, Jaleo de Cádiz, Panaderos, Tango de
Negros, Seguidillas Gitanas, Malagueñas, Jaleos Andaluces, Rondeña, Zapateado…
acompañados de canto y de guitarra que ejecutan las boleras más notables del país
a la vera de gitanas y cantadores de los de más fama.
Son los salones institutos abiertos a otras secuencias de la fiesta: bailes de socie-
dad, de máscaras; espacios de encuentros múltiples y participativos.
Junto con los teatros son ámbitos preferenciales para la presentación de danzas
a modo de incipientes espectáculos que se anuncian como ensayos públicos.
1860
El amanecer de los sesenta suelta su voz con señas de reiteración que parecen
presagiar la crisis. Pequeños anuncios, de enero a diciembre, salvo en los meses
de verano que sólo funciona el centro de la calle Tarifa, llaman a la concurren-
cia para que asista a los nombrados salones de Oriente y del Recreo.
Mas cuando menos se espera salta la liebre: Una gacetilla del diario LA ANDA-
LUCÍA cambia por completo el panorama. Esta es su gracia:
60 Dos años más tarde, el 9 de mayo de 1858, LA ANDALUCÍA publica una cu-
riosa gacetilla nacida de don José Velázquez y Sánchez, cronista de la ciudad,
que por mor de las cruces de mayo dice:
visto en su vida entre esos que tanto sirven, y que tanto se apalean. No
sabiendo ya el gitano cómo escederse a si mismo, se le ocurrió decirle al
marchante con quien trataba:
- Compare, este es too un animá valiente, y ha aprendío tanto, que lee e
corrío.
- ¿Es verdad?
- Jaga osté una probatura.
El marchante colocó un papel escrito delante de los ojos de la jumenta, y
viendo que pasaba un rato y permanecía sin mover siquiera la comisura
de los labios, le dijo al gitano:
- Hombre, no lee.
- Sí lee, contestó aquel; solamente que no pronunsia.
(16 de septiembre de 1858)
-¡Ay! ¿quién ha sío la gitana que le ha dicho ar señó arcarde que una libra
e guñuelos vale cinco riales?
¡Qué fea y que negra será la endina! ¡No permitiera un Divé que se lleva-
ra una semanilla siquiera tajelando fulañí!
Pero entre dichos y maldiciones, aprontó los nueve reales.
¡Cuántas estafas de esta especie habrá habido!
(LA ANDALUCÍA, 21 de marzo de 1860)
***
2º.- En la prensa sevillana editada por los años sesenta del siglo XIX, comien-
za a ser general y público.
3º.- Y sirve para nombrar, primeramente, las actuaciones del género que tie-
nen lugar en los Salones de baile de Oriente y del Recreo. 63
1861
Un sólo, único, anuncio sirve este año como excelente testigo de la realidad
cambiante. Abunda en razones hasta ahora vertidas y ofrece además un pro-
grama pormenorizado de bailes. Otro eslabón en la cadena de encuentros: la
plenitud de los modos boleros y a su vera esa constante persistencia del Vito y
Panaderos, cantados y acompañados de guitarra. Separadamente juntos o bien
unidos por separado, boleros y flamencos ensayan y se miran y se observan y se
aprenden ejerciendo por entero sus dominios.
1862
Late a veces la historia con mayor impulso, a borbotones la sangre viva. 1862
así la tuvo.
También las postrimerías del año inscriben otro salón en el registro de la me-
moria pública: DE LA JUVENTUD SEVILLANA se llama y queda establecido
37
en la calle del Conde número 10, apto para toda clase de bailes .
1863
Por enero y los siguientes meses del invierno hay plena actividad en los tres
salones que se anuncian. El afamado Enrique Prado canta el jaleo en el Recreo,
y allí mismo Doña Amparo Álvarez y la señorita Luisa de la Barrera, además 65
de las gitanas, deleitan a la amable concurrencia.
Bailes del país.- Mañana jueves tendrá efecto en el salón de Oriente un bai-
le concierto a beneficio de las boleras que toman parte en estos nocturnos
saraos. Asistirán varios cantadores, flamencas, vulgo gitanas, y demás
actores que animan esos espectáculos. Si es así no faltarán aficionados a
la función. (18 de marzo)
Así es la segunda:
Y así es la tercera:
Y una última noticia: Don Manuel de la Barrera abandona la dirección del salón
del Recreo. Lo atestigua un reclamo publicado el 1 de noviembre por el que se
40
notifica que, en esta fecha, ya se ha producido el relevo .
1864
Bailes del País.- Para los bailes de jaleo habrá varios cantaores y bailaores
de los de más fama, entre ellos el muy aplaudido joven José Castro cono-
cido por Miracielo, la incomparable Dolores Moreno, Ramón Sartorio y
43
otros varios. (8 de julio)
José Luis Ortiz Nuevo
68
1865
Sí, el gran Silverio Franconetti en persona, recién llegado de Cádiz, y algo antes
46
de América , se presenta en su tierra tras larga ausencia, y lo hace precisamente
¿Se sabe algo?
en uno de estos salones de baile. El que iba a ser considerado rey de cantadores
ejerce su profesión en una academia de bailes nacionales. Queda todavía lejos
el tiempo de los cafés flamencos. En esta hora, el sitio principal para la muestra
y comercio del género andaluz, reside en particulares centros de enseñanza.
47
Eso es lo que certifican medios informativos de la época .
Bailes del País.- En los acreditados salones de Oriente, sitos en calle Tra-
jano bajo la dirección de D. Manuel de la Barrera, habrá el sábado 5 del
corriente dichos bailes y cantos andaluces, a los que asistirán varios can-
tadores de los más afamados, como también flamencos y bailadores con
tocadores de los mejores de esta capital. Los pormenores se anunciarán
por papeletas. (3 de agosto)
***
***
Salón de bailes El Recreo.- El director don Luís Botella avisa a los afi-
cionados que el sábado 2 de diciembre darán principio los ensayos de
bailes del país y cantos andaluces, asistiendo las mejores bailarinas de
esta capital y dos parejas para los bailes de jaleo, y el afamado cantador
49
José Llorente acompañado de un tocador de guitarra para lo flamenco .
(30 de noviembre)
1866
70
Se distinguirá este año en los anales como el confirmador de lo flamenco en
la titulación de cantes y bailes, y se llega a la culminación de una trayectoria
iniciada algún tiempo atrás. Han bastado apenas tres temporadas para bauti-
zar, definitivamente, un género de arte y darle marca propia, imagen ante el
mundo, señal de miserias y virtudes, a modo de lo que hoy se conocería como
denominación de origen.
Salón de Oriente.- Gran fiesta del país y cantos y bailes flamencos. Incita-
¿Se sabe algo?
do el director por muchos amigos para que se den los sábados esa clase
de diversión que gusta a los del país y a los extranjeros, ha dispuesto de
acuerdo con el célebre tocador Francisco Pérez y otros para dicho festejo,
acordando sea el primero hoy sábado, al que asisten tocadores y canta-
dores flamencos y bailadores entre los de más fama el conocido por el
Zarcillero. (18 de agosto)
***
Gran baile del país y cantos y bailes flamencos.- En los salones de Orien-
te, calle Trajano, habrá esta noche, al que asisten las mejores boleras, los
cantadores Silverio, Sartorio y el Sevillano y los tocadores de guitarra el
Gaditano y Calderón. Dará principio a las nueve y media, hasta la hora
del encierro. (29 de septiembre) 71
1867
***
***
***
***
Salón de Oriente.- ...A las 10 empezarán los nacionales por las mejores
boleras, dos afamados cantadores de jaleos, que acompañarán a las fla-
mencas. Los cantadores Currito y el Quiqui y la flamenca Virilo y una de
la Cava, con varios aficionados.
(LA ANDALUCÍA, 10 de agosto)
***
Hasta aquí lo mucho que dieron de sí la primavera y el verano del 67. Nom-
bres, la mayoría de ellos desconocidos, para ser inscritos en la ilustre galería de
los flamencos históricos.
***
***
1868
52
En el año de “La Gloriosa” apenas si puede destacarse actividad con interés,
¿Se sabe algo?
en los salones de baile. Cierto que, de enero a diciembre, se publican con re-
gularidad los acostumbrados reclamos de Oriente y del Recreo, mas nunca en
ellos hay detalles, datos, nombres, propios de ser aquí recogidos.
1869
Este año Silverio modifica sus hábitos y, como la primera vez, decide presen-
tarse en primavera:
1870 y...
En este tiempo ya apenas nada sabemos, por los papeles, del que fuera nomi-
54
nado del Recreo. Únicamente la guía de Sevilla da cuenta de que a partir de
1871 se hace cargo de su dirección Silverio Franconetti, y en ella permanece
durante diez años, al cabo de los cuales se traslada al establecimiento de la calle
Rosario. Durante este periodo lo uniquito que la prensa publica en torno suyo,
ya con el carácter de Café Cantante, son dos brevísimas notas de “sucesos”.
Salón de Oriente.- (Calle Trajano) Esta noche a las ocho y media gran
baile del país con canto flamenco, asistiendo las mejores boleras, gitanas,
76 cantadores y bailadores.
Nota.- El viernes 8, día de fiesta, se dará el primer baile de máscaras de
la temporada.
Por el resto del año, nada, únicamente los propios y llamados “De Sociedad”
¿Se sabe algo?
“En uno de los descansos se bailarán las seguidillas por varios discípu-
59
los” .
77
Cuando tomó mayor impulso la práctica de bailar la antigua danza de las se-
guidillas que al cabo de los años vendrían a tener su nombre actual de sevilla-
nas.
Y poco, más según se ha dicho. Tanto que hasta el último de los anuncios re-
duciría ostensiblemente su texto como queriendo despedirse de la historia sin
hacer ruido, de puntillas.
Tras esta, que uno sepa, postrera gacetilla de tan extensa y significante saga pu-
blicitaria, no volvió nunca más el Salón de Oriente a pregonar noticia alguna de
flamenco. Lo que había sido, a la vera del fraterno Recreo, ámbito propicio cier-
tamente primigenio para el flamenco en ciernes, abandonaba definitivamente
este camino y ofrecía sus estancias sólo a las diversiones reseñadas como de
sociedad o de máscaras, abarcando, eso sí, todo el período que contempla este
60
estudio con sus célebres saraos .
José Luis Ortiz Nuevo
Se había cumplido un ciclo crucial en la historia del género, de los dos salones
fundamentales a la aventura honda, uno se especializó en músicas de orquesta
61
y el otro se transformó en Café Cantante . Una puerta se abría y otra se cerraba,
concluía una etapa y tomaba otra el relevo avanzando por distintos derroteros.
En el tránsito hubo un cambio sustancial:
78
¿Se sabe algo?
NOTAS
10. Contrariamente a lo que muchas veces se dice y piensa, son los extran-
jeros, desde la primera hora, testigos y aficionados de excepción.
13. Bien podían haber publicado el nombre del “famoso aficionado”. Como
El Santolio, de Cádiz viene el artista, signando una vez más la importancia
de esta tierra en la historia del arte flamenco.
Sobre este asunto véase la obra Teoría romántica del Cante Flamenco de Luis
Lavaur. Editora Nacional. Madrid, 1976.
19. Nótese que es la primera vez que aparece el nombre de este estilo, y lo
hace en la vertiente del baile, no como cante.
20. Dejó dicho el Maestro de los Alcores: “Al hablar de los orígenes del
cante, no se puede profundizar más allá de lo históricamente conocido,
porque no podríamos sacar nada en limpio. Sería inútil perderse en la épo-
ca hermética, es decir, con anterioridad a 1860, aproximadamente, cuando
el cante gitano no salía del círculo reducido de las familias y comunidades
de gitanos de algunos lugares de la Baja Andalucía, o, para ser más exac-
tos, de algunos sitios de las actuales provincias de Cádiz y Sevilla. Lo poco
que sabemos de esa época oscura lo sabemos por tradición oral”. Las Con-
fesiones de Antonio Mairena. Edición preparada por Alberto García Ulecia.
Universidad de Sevilla. Colección de Bolsillo. Sevilla, 1976. Pág. 17.
que solo concurra al baile 4 rs., para lo cual el que tome parte en las dos
se le entregarán dos billetes.
27. Teatro San Fernando. El baile español nuevo La Boda flamenca (20 de
marzo de 1862).
Teatro de Rioja: El precioso baile: Una fiesta flamenca (16 de diciembre de
1865).
¿Se sabe algo?
28. Creíamos que “la mosca” era un baile exclusivo de las zambras grana-
dinas.
29. “Los gitanos llaman gachós a los andaluces, y éstos a los gitanos flamen-
cos, sin que sepamos la causa de esta denominación”. Colección de Cantes
Flamencos. Ob. Cit. Pág. 9.
***
30. Adviértase además como en todas las historias hay un claro indicio de
pícara granujería.
38. Se celebra esta sesión a beneficio del propio director y cuenta con la
presencia extraordinaria de una bolera famosa:
40. SALÓN DEL RECREO.- Para celebrar los días del antiguo maestro
de bailes don Félix Moreno, habrá de tener lugar esta noche uno extraor-
dinario de toda clase de bailes andaluces, tomando en él parte seis dis-
cípulas y las que diariamente concurren a dicho salón. El director del
mismo don Luis Botella ha cedido generosamente el local en obsequio al
beneficiado.
¿Se sabe algo?
***
42. Ahí están “los juguetillos” simiente de Alegrías, como señaló Demófilo.
Deseando el dueño de este salón, don Luis Botella, complacer a sus fa-
vorecedores, ha dispuesto para esta noche dar una función de bailes del
país, en la que tomarán parte los más afamados cantaores.
asisten seis parejas de las mejores del teatro de esta capital, además de
dos parejas para los bailes gitanos y cantadores de los más afamados, que
acompañarán con guitarra los bailes flamencos. (29 de abril. 1865)
48. Por esta tan esclarecedora información en torno del jaleo, así como
por otras anteriores y posteriores, de un mismo o semejante contenido, el
autor piensa que dicho baile no es otro que el conocido en nuestro siglo
por bulería.
49. Y para mejor santificar las fiestas y al tiempo rendir la debida gratitud
a la Divina Providencia:
50. Se infiere por esta información que Silverio, por este tiempo, no se ha
establecido todavía en Sevilla.
***
***
57. Por este año sólo se publicarán dos anuncios más de esta naturaleza,
los días 16 y 17 de abril.
58. Así fueron, por los años siguientes, los anuncios más significativos en
la materia:
***
***
SALÓN DE ORIENTE.-
Esta noche baile de sociedad de 8 y media hasta las 12, teniendo lugar en
los descansos los de seguidillas, pudiendo asistir las personas que gus-
ten. El día de San Juan lo habrá toda la noche asistiendo la sociedad coral
denominada “La Sevillana”.
(LA ANDALUCÍA. 20 de junio. 1875)
¿Se sabe algo?
Debiera ser este D. Francisco hijo y sucesor del maestro célebre D. Manuel
de la Barrera.
91
HICIERON ÉPOCA
La historia dice que el primer café cantante establecido en Sevilla lo fue
en el año 42 del siglo pasado, en la calle de los Lombardos; pero como
yo no hablo más que de la historia vivida por mí, paso por alto todos los
cafés intermedios hasta llegar al Café de los Cagajones, establecido en la
plaza de la Paja, y el café de la calle de Triperas (hoy Velázquez), cuyo
escenario era una tarima de una cuarta de altura sobre el suelo.
1
Fernando de Triana
Le viene bien a esta enseñanza aquella bendita copla que por tientos cantaba
Bernardo el de los Lobitos:
La verdad a mí me engañó,
Yo me fie de la verdad
Y la verdad a mí me engañó, 93
Cuando la verdad me engaña
¿De quién me voy a fiar yo?
Siendo esta razón de por sí trascendente, aún más lo es en cuanto prueba, y por
tanto niega, que a partir de esta fecha se inicie la época de los cafés cantantes
en Sevilla, que sobrevendrá mucho más tarde.
especie de tipo, según ha ido ocupándolos con preferencia, bien una pro-
fesión especial, bien una afición determinada, los Casinos y los Círculos
acaban en parte con el concurso aristócrata y de la clase media, y la in-
constancia de nuestro siglo se opone a que contraiga la nueva generación
la costumbre de concurrir periódicamente a un local.
Entremos en los cafés, y entre el ruido de las diferentes conversaciones
recogeremos frases, que nos darán por resultado el tipo de cada uno.
Empecemos por el de la Campana:
- “Lo ajusté en cincuenta doblones en feria de Mairena.
- Es una mula de mistorró -el brek se vende aparte.-Son cuatro los paga-
rés sin el descontado.-La huerta a retro, y la dehesilla por el tanto.-No me
conviene el traspaso de los aperos.-¡Cristiano! si tiene tiro al aire...”
Pasemos al de Lombardos:
-”La primadonna me gusta más que la Rossi-Caccia.-¿Cuando dan el Na-
buco -El galán sigue en mejoría.-¿Has hecho el Mejía en Don Juan Te-
norio?-Véame usted para las costas del incidente.-Era una “peritonitis”
aguda.- Te doy cinco rayas y la salida.-El gallo aquel era hijo del giro de
Carmona.-Doce el cuarto y juega el cinco!...”
Penetremos en la Plaza Nueva:
-”Se retiró con las dos quintas partes de su haber.-Han trasladado a Cádiz
a González.-¿Leyó usted la circular última de Salaverría?-La recaudación 95
pasa de treinta mil reales.-Mañana voy al cortijo y veré lo de la paja...”
Pasemos adelante en el de San Fernando:
“Le digo a usted que fueron dos pares. -Mata en Algeciras el 27. -La co-
rrida anterior quedó encima Manolo.-Usted no tiene ojos: fue recibiendo,
y hasta la mano. -¡Vayan dos duros a que no banderillea con el Cuquito!-
Yo mato al toro de San Marcos, y voy donde vayan los hombres. -Com-
padre, va usté a volar...”
Engolfémonos en los cafés de la calle de la Mar, y Puerta del Arenal, que
son lo mismo para el caso:
“-Viene en lastre de Ayamonte.-¡Voto va Deu! aixó es perdre eis dinés.-
Mi lleva naranca de Mister Beck.-El pasaje con el consignatario.-Le toca
salir al práctico con la goleta.-Estoy despachando desde ayer.-Menos de
35 no embarco.-Lo tomo en comisión con el cargo de la aduana...”
Vamos al de Iberia:
-”Le faltaron veinte votos para la unanimidad.-Es un folleto que honra
mucho a Garrido.-No ha visto a Comte por el forro.-En las Bellas Artes
no hay término medio.-Me suscribí a las lecciones de Castelar.-Era oficial
del escuadrón el cuarenta y tres conmigo.-Será lo que usted quiera: pero
la del 12 amigo ¡qué obra!-Lo que yo digo: á vivir y punto redondo: chico.
café con leche...”
José Luis Ortiz Nuevo
***
Chasco grande para quienes confiaran en que por estas fechas abiertos estuvie-
ran los cafés de los polos y las cañas. Entonces, y decididamente empujados por
6
las recomendaciones de la prensa , la única música que a estos centros asistía
era la de los pianos alentando el ritmo de las conversaciones, y alguna que otra
excéntrica actuación para animar el sosiego de los contertulios:
¿Se sabe algo?
El sábado último fue muy aplaudido en el café de Iberia el joven que imi-
ta con las manos el sonido de la flauta. Entre otras cosas, tocó con bastan-
te afinación, acompañado al piano, el final del último acto de la Traviata
y un vals lindísimo, haciendo admirar en ambas cosas a las personas que
lo escuchaban la seguridad y la robustez con que daba notas, difíciles aún
en el instrumento que con tanta perfección imita.
(LA ANDALUCÍA, 18 de febrero de 1862)
Por aquellos años los amplios salones de los grandes cafés solían servir tam-
bién como escenario para bailes de máscaras en las prolongadas vísperas del
carnaval, de manera que aún no se habían terminado de comer los polvorones
y ya estaban en danza los disfraces:
Mas, como puede verse, nada de nada de flamenco, si bien ya falta menos para
que se inicie el tiempo de los cafés del cante, aunque todavía con muchas mes-
colanzas y grandes titubeos. Atentos pues al verano de 1866:
Café Cantante.- El local donde está situado hoy el café de Iberia ha sido
arrendado para establecer uno, para cuyo efecto se van a introducir algu-
nas reformas y más extensión al local. En Cádiz hay ya tres de aquellos.
Así estaremos alegres.
(EL PORVENIR, 17 de julio)
***
***
Nos aseguran que habiendo tomado otra persona el café de Iberia, el nue-
vo arrendatario se dispone a introducir en él grandes reformas y que
proyecta convertirlo en café cantante, para cuyo fin se ha encargado o
encargará a París el escenario y todos los accesorios.
(LA ANDALUCÍA, 26 de agosto)
***
***
***
Café de Montesión.- Con este título se inaugura esta noche un nuevo café
cantante y dramático, ejecutándose piezas de zarzuela y de verso, como
también bailes del país. El local ha sido decorado al efecto. Vemos que
cunde la afición.
(EL PORVENIR, 29 de septiembre)
¿Se sabe algo?
No eran flamencos estos cafés, sólo pequeños teatros, y lo mismo que en los
grandes coliseos de la ciudad, alternaban piezas dramáticas con danzas y mú-
sicas, en algún caso autóctonas, para tener entretenido al personal.
Quizá por sentirse más acorde con esta práctica, enseguida el café cantante de
la calle Bayona anuncia su pronta reconversión:
Nuevo teatro.- El café cantante de San Luis, sito en la calle Bayona núme-
ro 6, se ha convertido en teatro de Variedades, sala de espectáculos cómi-
co-líricos, previo el permiso de la autoridad competente, y la empresa se
propone introducir una serie de sucesivas mejoras que no pueden menos
de merecer la consideración del público
9.
99
(EL PORVENIR, 9 de noviembre de 1866)
Desconocemos lo que pasó en el ínterin de los meses siguientes con tanto café
abierto en flor de cambio, hasta que al año largo de los primeros alumbramien-
tos, el de Iberia se manifiesta como Guadiana de los cafés cantantes, reapare-
ciendo a su antojo:
No obstante y como bien sabido es que hay gente pa to, el viejo café de San
Fernando, que al parecer se encontraba siempre más solo que la una, encuentra
fervorosa clientela mediante el recurso de la melancolía:
Concierto de música del país.- Nos dicen que en la noche del domingo
cantó ante numeroso público, y acompañándose de la guitarra, don An-
tonio Jiménez de Osuna, que es una notabilidad en el género de cancio-
nes andaluzas. Fue estrepitosamente aplaudido y rogado que repitiera
sus conciertos, en la seguridad de obtener siempre un éxito lisonjero.
(EL PORVENIR, 31 de marzo de 1868)
100 ***
***
¿Quién sería este don Antonio Jiménez de Osuna capaz de abarrotar un café
antes vacío? ¿Cómo sus cantos? Polifacético Señor Jiménez que cantaba acom-
pañado de piano o de guitarra. Enigmático personaje que sirve también como
ejemplo, entre los incontables de ese tiempo, desconocidos hoy, fatalmente ol-
ll
vidados en la débil memoria de la flamencología .
*** 101
Café.- Uno de estos días se abrirá de nuevo al público el antiguo café del
Arenal, situado en la calle de la Mar, y tanto el servicio como el local han
l2
mejorado notablemente según nos aseguran .
(EL PORVENIR, 26 de junio de 1868)
***
Comedias y zarzuelas para satisfacer las ansias del cultivado público de la “ter-
cera capital de España”. Y en noviembre el Iberia cambia otra vez su nomen-
clatura: Café Sevillano, se llamará a partir del día 5, según reseña LA ANDA-
17
LUClA .
18
1872
Jaleo de Jerez por la señorita doña Eloísa Pérez. El 31 la también señorita Adela
Aragón y Bigones cantó una Habanera. Y el 8 de febrero hizo lo propio la seño-
rita Fernández con un Ole. Algo después, el 11 de abril, se debió representar en
este coliseo la pieza en un acto Trapisondas de un gitano.
En otro de los sitios que, años más tarde, sería para los cantes, el Salón Filar-
mónico, sepan que el 19 de marzo, San José, escrito está que hubo: “Grandiosa
función por la compañía de niños...”: “La Sagrada Pasión de Nuestro Señor
Jesucristo y su Gloriosa Resurrección”
El 29 de septiembre se publica:
Café Cantante.- Cada día se ve más concurrido este café teatro, pagando
el público con su asistencia los desvelos de su propietario.
Nos alegramos del éxito obtenido por estas empresas que han de contri-
21
buir al desarrollo de la afición cada día más creciente en esta ciudad .
(EL PORVENIR,4 de octubre de 1879)
José Luis Ortiz Nuevo
Pero será esta década la que cambie poderosamente el rumbo de los aconteci-
mientos y sirva al apogeo de los cafés que de manera primordial se dedican a
22
la exhibición del arte flamenco .
1883
25
El diario LA ENCICLOPEDIA publica, del 11 de enero al 25 de abril, el co-
¿Se sabe algo?
nocido reclamo del Café de Silverio. El 11 del mismo abril, según EL POSIBI-
LISTA, órgano del señor Rodríguez de la Borbolla, en el Teatro del Centro se
26
interpretarán las Malagueñas
Mañana sábado tendrá lugar en el Salón teatro del Centro una escogida y
variada función, en la que se pondrán en escena la bonita zarzuela en dos
actos, titulada El Joven Telémaco, en la que la Señorita Giráldez cantará
unas flamenc as peteneras ; la zarzuela en un acto La cabra tira al monte,
que también desempeña el Señor Galea, y terminando con un potpourrí
de bailes nacionales.
Y el 19 añade:
En la noche del jueves tuvimos el gusto de asistir al bonito teatro del Centro. 105
Lo variado del espectáculo, y sobre todo, el precio que se reduce al gasto
que el consumidor haga, hacen que se vea todas las noches, completa-
mente lleno el café teatro.
Los bailes nacionales, dirigidos por el maestro Moreno son de mucho gus-
to.
En los juguetillos y tangos es muy aplaudido el conocido por Chorlito.
Pero lo que con seguridad hace que el público concurra cada día en ma-
yor número son las preciosas malagueñas, peteneras y soleares cantadas
por el conocido aficionado Antonio Revueltas.
Y apostilla el 4:
El domingo hubo por la tarde toros en nuestro circo, por la noche títeres
en la Plaza Nueva, representaciones de prestidigitación en el teatro Es-
lava, baile y cante flamenco en el teatro del Centro y segunda función de
la temporada en el teatro del Duque. Todos estos sitios se vieron suma-
mente concurridos.
1884
Fuera parte hubo sí un intento, el primero que yo sepa, por parte del Sr. Bu-
rrero, Ojeda, don Manuel, de abrir una sucursal veraniega de su café a la vera
del puente de Triana; que no prosperó por negarle el Ayuntamiento la licencia
aun en contra del dictamen favorable de la Comisión de Obras Públicas, según
informó LA ANDALUCÍA el 6 de junio:
¿Se sabe algo?
1885
***
***
Cuando avisan su presencia las calores buscan los flamencos alivio en las no-
ches frescas:
rios por cada cien metros cuadrados de terreno que la instalación ocupa-
se y obligándole al cumplimiento de otras cláusulas que afianzarán los
33
derechos del público y de la Corporación .
Tras el verano, el primer episodio otoñal tiene que ver con la pasión despertada
en la vieja Híspalis por “Las Viejas-Ricas de Cádiz”, que enseguida siembran,
generan copias, ordinarios daguerrotipos de su gracia:
De otra parte, la empresa del Salón Teatro Variedades, que sigue estando mi-
36
mada por la prensa, comunica el 10 de octubre su nueva compañía , y así mis-
mo da cuenta de que ha contratado además por un corto número de representa-
ciones al afamado concertista de guitarra don Francisco Díaz, conocido por El
37
Niño de Lucena. (EL TRIBUNO)
lo hizo; los aplausos no cesaban y por tres veces tuvo que salir a escena
después de repetir su canto.
La compañía de baile llamará indudablemente gran concurrencia a aquel
teatro por la gracia y perfección con que el cuerpo coreográfico cumple
su cometido.
(EL PROGRESO, 13 de octubre)
Pero el argumento más sorprendente del año, que tuvo también su relación con
los cafés del cante, fue sin duda el de la anunciada muerte de Juan Breva por
38
mor del cólera :
***
Sin comentarios a no ser por el detalle de citar precisamente a los cafés como el
lugar idóneo para la presentación de lo flamenco.
Y poco más dio el año. Acaso una noticia que certifica la afición constante por
el baile:
1886
***
***
***
don José Herrera, dueño del local, nos hace creer que las puertas de aquel
permanecerán abiertas durante larga temporada.
(EL BALUARTE, 8 de junio)
***
***
***
113
En breve se inaugurará el nuevo teatro circo de verano situado en la Ala-
meda de Hércules. La compañía que actúa en el salón-teatro de Varieda-
des, es la que ha de funcionar en el de verano, para cuyo fin la empresa ha
contratado a nuevos artistas conocidos ya del público sevillano.
(EL CRONISTA, 16 de julio)
***
***
***
Y poco más, salvo referir que en EL TRIBUNO se anuncian todo el año los ca-
fés de Silverio y El Burrero, y en EL BALUARTE lo hace El Burrero, de enero
a junio.
1887
114
Tampoco fue un año brillante de noticias buenas por mor de los cafés del can-
te, y eso que la revista taurina EL LORO en el número inaugural de su cuarta
etapa, entre otras cosas prometía:
Entre tanto los éxitos continuaban acompañando a “Las Viejas Ricas”, que ya
deberían ser la mar de ancianas:
Dicha función ha sido dedicada al “Feo Malagueño” y se dice que los pro-
ductos se destinan a librar de quintas a Pedro Roldán (Perico el del Pie).
En dicha función se representará un “disparate-cómico-lírico-crítico- bai-
lable” en un acto en prosa y otro en verso, original del poeta de la com-
parsa, titulado De Silverio al Filarmónico.
Tomará parte en el concierto la comparsa denominada “Bandoleros Se-
villanos”.
(EL TRIBUNO, 5 de marzo)
El Café de Variedades seguía gozando, como ningún otro, del favor periodís-
tico:
A los pocos días, como no se habían cumplido las indicaciones, se publica esta
nota:
1888
Visto desde ahora mismo, bien parece que estaban acechando el fin próximo
del genio, pues nunca antes hubo gacetillas por Silverio como las que publica-
ron este año:
***
***
1889
A las nueve de la noche del jueves falleció en esta ciudad el antiguo can-
tador flamenco Silverio Franconetti, conocido por Silverio.
Este aplaudido y estimado cantador célebre por sus seguidillas y serranas
hasta hace algunos meses tenía en la calle Rosario un café de cante y baile
flamenco.
El jueves regresó de Madrid donde pensaba establecerse.
Por sus buenas cualidades y apreciables sentimientos ha sido muy sen-
tida la muerte del laborioso industrial entre sus amigos y admiradores.
(EL TRIBUNO, 1 de junio)
***
En las primeras horas de la noche del jueves falleció en esta capital una
José Luis Ortiz Nuevo
***
***
A las nueve de la noche del jueves falleció en esta capital el antiguo can-
tador flamenco Silverio Franconetti.
Este aplaudido y estimado cantador, célebre por sus seguidillas y serra-
nas hasta hace algunos meses tenía en la calle Rosario un café de cante y
baile flamenco.
El jueves regresó de Madrid donde pensaba establecerse.
Por sus buenas cualidades y apreciables sentimientos ha sido muy sen-
tida la muerte del laborioso industrial entre sus amigos y admiradores.
(EL CRONISTA, 2 de junio)
Dice un colega, que en la noche del jueves, falleció repentinamente en la
Plaza Nueva, el célebre cantador flamenco, Don Silverio Franconetti.
(LA ANDALUCÍA, 2 de junio)
Y así fue, según las crónicas, la historia de los cafés cantantes sevillanos, desde
su origen hasta el año en que murió Silverio. Por su conocimiento algunas con-
clusiones podremos enunciar siquiera:
¿Se sabe algo?
1.- Sus inicios se cumplen en 1853, mas la música que ofrecen no tiene rela-
ción alguna con el flamenco.
3.- En los años ochenta se consolida el movimiento de los cafés cantantes don-
de predomina la exhibición del flamenco.
119
José Luis Ortiz Nuevo
NOTAS
5. Progreso de los cafés.- Recordarán nuestros lectores que fuimos los pri-
meros que iniciamos el deber en que se hallaban esos establecimientos de
recreo, de transformarse, no solo presentándolos bajo un estado elegan-
120 te, sino adoptando la introducción del piano, como está propagado en
la Corte y en los más insignificantes pueblos de Cataluña. Los de Iberia,
Lombardos y Recreo han introducido notables mejoras, que nos prueban
el adelanto de estos establecimientos, principalmente los dos primeros
que han admitido el piano. Hemos oído a cuantos llegan no solo de la
Corte y de Barcelona, sino del extranjero, elogiar la transformación que
se ha verificado en los cafés. ¿Por qué los demás no siguen ese sistema? El
tiempo convencerá de la necesidad que hay de que el piano se propague.
(EL PORVENIR. 6 de diciembre. 1851)
***
10. Reforzada con numeroso y nuevo personal, reanuda esta noche sus
interrumpidas tareas líricas la compañía del café cantante de Iberia... La
orquesta también ha sido aumentada con diez profesores, así como el
cuerpo de coros que consta de doce individuos de ambos sexos...
(LA ANDALUCÍA. 25 de diciembre. 1867)
***
***
***
14. El mismo texto se repite hasta fin de año invariablemente con el pro-
grama de las tres zarzuelas, y así continúa por el siguiente.
123
15. GRAN CAFÉ CANTANTE VARIEDADES.- Calle Bayona.- El Tío
Caniyitas, zarzuela en dos actos.- El estreno de un artista, zarzuela en un
acto, en la que toma parte doña Carlota Jiménez.
(LA ANDALUCÍA. 17 de julio. 1879)
***
21. CAFÉ TEATRO DEL CENTRO.- Función para hoy.- Las zarzuelas
en un acto El club de las Magdalenas, Para una modista un sastre, y Ar-
tistas para la Habana. A las 8 en punto.
(EL PORVENIR. 29 de octubre. 1879)
23. Este mismo anuncio sigue igual hasta final del 83. Básicamente este
será el texto que Silverio use siempre para anunciar su café cantante en
los diarios sevillanos. A destacar que nunca empleó para ello la palabra
flamenco. Única y exclusivamente: cantes y bailes andaluces, siempre.
***
Mañana sábado tendrá lugar en el teatro del Centro una variada y ex-
traordinaria función. A petición de varios concurrentes se pondrá en es-
cena por última vez la popular zarzuela bufa, en dos actos, El joven Telé-
maco, en la que la señora Giráldez cantará las flamencas peteneras.
(LA IZQUIERDA LIBERAL. 6 de julio. 1883)
Teatro del Centro.- Bailes del País por un escogido cuerpo coreográfico.
Cuadros disolventes. Entrada Libre. A las nueve. (3 de agosto)
***
Bailes.- El Teatro Café del Centro ha vuelto a abrir sus puertas al pú-
blico, con bailes nacionales. La entrada es gratis. (9 de agosto)
***
27. Y desde este mismo día hasta finalizar el año se inserta en este perió-
dico un anuncio que dice: CAFÉ CANTANTE DE MANUEL OJEDA. Tarifa,
1º. Conciertos todas las noches desde las siete hasta las doce.
29. Café Teatro de Variedades.- Todas las noches grandes bailes nacionales,
alternando con bonitas piezas lírico-dramáticas y de zarzuela.
***
***
34. Así decía la publicidad del Burrero, en el fatídico verano del 85:
***
Tenemos entendido que el propietario del teatro del Centro don Antonio
Rodríguez del Real viendo con disgusto que las “Niñas Garateras” canta-
ban coplas poco cultas e indignas de que las escuche el respetable público
que concurre a dicho establecimiento ha prohibido terminantemente que
se canten las referidas coplas. Nos parece muy bien.
(EL TRIBUNO. 9 de octubre. 1885)
***
***
Ha llegado a Sevilla el célebre Juan Brevas, que es, según dicen, para el
arte flamenco lo que Gayarre para el arte clásico.
Acompañan a Juan Brevas veinte artistas entre los que, con verdadera
sorpresa, hallamos dos que se llaman José León (La Escribana) y Francis-
co Bernal (La Paca).
¿Qué es esto? ¿Hombres que se rebautizan con nombres de mujeres? ¿Su-
cursales de Sodoma?
¡Zape!
Recuerdo a los moralistas.
(EL ALABARDERO. 20 de abril. 1881).
***
***
***
***
***
Valgan estas notas para demostrar una vez más algo archisabido: El acceso
de lo popular, debidamente cultivado, a los escenarios, y su difusión en el
teatro profesional del siglo XVIII. Entonces, por ejemplo, ya se usaba la mi-
4
tología de lo gitano en la literatura, narrativa o dramática . Y obligado era el
empleo de bailes para cubrir intermedios teatrales, y en los fines de fiesta de
las representaciones en aquellos vetustos coliseos. En esos tiempos, anterio-
José Luis Ortiz Nuevo
***
DIARIO DE SEVILLA:
132 1832-31 de octubre. TEATRO. Concluida la comedia se bailarán manche-
gas a cuatro.
1836-19 de junio. TEATRO. Por la tarde. La conjuración de Venecia. To-
nadilla de los Majos del Rumbo. El ole y El alcalde toreador, en el que se
lidiará un novillo y después se regalará a la persona que tenga un núme-
ro igual al que se extraiga de un arquita. A las 4 y media. Por la noche.
García del Castañar, comedia en tres actos. Seguirá un gran concierto
instrumental compuesto de cinco partes.- A las ocho y media.
1840-18 de junio. TEATRO PRINCIPAL. Esta noche se ejecutará el dra-
ma en cinco actos titulado Pablo el Marino, dando fin con las boleras del
caballo a seis.
1842-2 de abril. TEATRO PRINCIPAL... Boleras del Potpurrí.
***
EL LUCERO DE SEVILLA:
1834-1 de junio. TEATROS... Después Boleras a seis y Manchegas.
15 de junio. Concluida la comedia se bailarán manchegas a seis.
24 de junio. Se bailarán Manchegas a seis.
29 de junio. Se bailará el Bolero.
¿Se sabe algo?
***
EL SEVILLANO
1839- 2 de marzo. TEATRO PRINCIPAL
Domingo 3
LAS TREGUAS DE TOLEMAIDA.
El teatro se hallará iluminado y adornado, y el retrato de S.M. colocado 133
en el palco de la presidencia.
A 5 rls.
Teatro de la Misericordia.
Hoy domingo 3 por la tarde, la gran comedia de espectáculo en 5 actos,
titulada:
La tempestad y ruinas de Gomorra.
A continuación se cantará en la guitarra por un aficionado de esta capital
la canción graciosa, nominada:
Lances de un arriero en la noche de S. Juan.
Dando fin con la pieza en un acto, cuyo título es:
La desgracia de la tía Norica en el encierro de toros de Sevilla.
A las 5. A real.
Teatro de la Campana.
Hoy domingo 3 de diciembre se ejecutarán las funciones siguientes:
POR LA TARDE
La comedia nueva en tres actos titulada:
Detrás de la Cruz el Diablo.
José Luis Ortiz Nuevo
***
EL INDEPENDIENTE
1846-25 de diciembre:
TEATRO PRINCIPAL.- Hoy el gran drama en 6 cuadros nominado Las
huérfanas de Amberes, dando fin con baile nacional. A las 3 y media.
Por la noche, la acreditada comedia en 2 actos titulada: La hija de un abo-
gado, baile nacional y la graciosa pieza nueva en un acto: Dos contra uno,
otro baile nacional. A las 7 y media.
NUEVO ANFITEATRO.- Hoy se ejecutará la comedia en cuatro actos
titulada: Las travesuras de Juana, dando fin con baile nacional. A las 3 y
media.
¿Se sabe algo?
De este tiempo son una serie de “jugosos” comentarios que publican tanto
6 7
D. HERMOGENES como su compañero EL REGALO DE ANDALUCIA , a
propósito de las piezas del género andaluz, también llamado gitanesco, que
se representan en los teatros de la capital. Por mor de estos escritos sabemos
algo más acerca de los contenidos de las obras, y además el desprecio que
la inteligencia oficial les demuestra, como bien se puede comprobar por el
caudaloso ejemplo que a continuación se cita:
Teatro de S. Fernando
BENEFICIO DE LA SEÑORITA DOÑA MATILDE DUCLÓS.
135
El poeta y la beneficiada.- El Chino diabólico.- La Pinturera.- Soleá la
Trianera.- La fiesta en el cortijo.
Sentimos que la señorita Duclós haya elegido para su beneficio las piezas
con cuyos títulos encabezamos este artículo y acerca de las cuales mani-
festaremos después nuestra opinión. La primera de ellas, bastante cono-
cida del público, no necesita más encomio que el nombre de su autor, y
es quizá la única que se representó digna del objeto a que se destinaba, su
ejecución fue buena; pero nunca tanto como nos atrevimos a esperar.
Del baile titulado El Chino diabólico, admiramos como el público la agi-
lidad del Sr. Perales director de la compañía coreográfica; pero nos ex-
cusamos de hacer la apología de sus pies, porque de ella se ocuparon las
manos de los espectadores, en los repetidos aplausos que les tributaron.
Siguió a este baile la canción andaluza La Pinturera, música del señor
Llorens que nos pareció muy regular, y mejor la ejecución por la bene-
ficiada a quien se la hicieron repetir; pero pasaremos a ocupamos de la
nueva composición del Sr. Albarrán titulada: Soleá la Trianera.
Como en casi todas las de su género, hayamos en esta pieza dos majos,
capaces de aterrar al mismo Cid con sus bravatas, una moza zandun-
guera, que apenas hace falta para otra cosa, que para contonearse por las
tablas, y su correspondiente señorito, que sin otro delito que haber sido
José Luis Ortiz Nuevo
Atravesando el ecuador del siglo tras los calientes arrebatos que provocara
la Guy Stephan, un anuncio del teatro San Fernando nos sitúa en la pista de
lo que habrá de verse entonces, y por todo lo inmediato.
Por este territorio teatral y tiempo histórico, prima el gusto que, sobre todo,
¿Se sabe algo?
Función para objeto piadoso. Como estaba anunciando tuvo lugar en la no- 139
che del pasado domingo en el teatro de Triana. La concurrencia, que fue
numerosa, salió muy complacida de la ejecución del drama El Rey y el
Aventurero, llamando a la escena a doña María Moreno y a don Miguel
Julián. En el jaleo de Jerez, que bailaron la Campanera y su maestro don
11
Manuel de la Barrera , tomaron parte otra pareja, para contribuir al be-
neficio objeto, hubo largos y estrepitosos aplausos.
Mucho gustaron los lujosos trajes que sacaron todos los actores, sintién-
dose que aquel teatro se halle en parte abandonado, pues sus decoracio-
nes piden una total reparación.
Bien es verdad que en esto de decoraciones, es un mal crónico pegado a
nuestros coliseos, sin cuidarse de que en ellas estriba la ilusión. Los ingre-
sos líquidos que fueron depositados en manos benéficas, se han destina-
do al momento al objeto que la sociedad se propuso.
(EL PORVENIR, 13 de agosto de 1851)
***
res, ha sido destinado para un fin piadoso. La Sra. doña María Moreno y
D. Miguel Julián alcanzaron aplausos en el desempeño de sus respecti-
vos papeles del drama titulado: Justicia Aragonesa. Tanto en la tonadi-
lla como en el bailete inglés, que ejecutó la Campanera, bolera conocida
en esta capital, se lució, gustando mucho el lindo traje que vestía, como
igualmente la Mariquita Ramos, que también se presentó con un traje
lujosamente bordado, y bailó el Jaleo de Jerez entre los aplausos de la
numerosa concurrencia, en la que se contaban muchas familias de esta
capital. Tanto la Campanera como la Ramos cedieron sus honorarios en
favor del objeto a que se destinaba la función.
(EL PORVENIR, 26 de agosto de 1851)
***
Teatros.- Sabemos que para las próximas fiestas en que todo es bullicio y
animación, y en que cada cual procura “andaluzarse” digámoslo así, todo
lo más posible, la empresa del teatro de San Fernando, prepara las dos
zarzuelas de costumbres gitanescas, tituladas El tío Caniyitas y la Feria
de Sevilla. La oportunidad de presentar en escena esta producción jus-
tamente en los momentos en que de la feria se ocupan todos los ánimos,
no dudamos reportará beneficio al empresario, máxime si éste la decora
140 como corresponde y acostumbra hacerlo con otras funciones; pues desde
12
luego aseguramos buenas entradas en aquellos días de placer .
(EL PORVENIR, 1 de abril de 1852)
***
TEATRO DE HERCULES.
Gran función para hoy domingo 6 de marzo de 1853 a beneficio de doña
Felisa Villa, dama joven, y don Manuel Pereira, característico de esa so-
ciedad.
Después de una escogida sinfonía, abrirá la escena la chistosa comedia
del teatro antiguo, titulada: El diablo predicador. A continuación se bai-
lará el jaleo gitano, por Miracielos. Seguirá el zapateado de primera, por
Francisco Ruiz el Jerezano, imitando la muerte del toro. La pieza de cos-
tumbres andaluzas, nominada: La cigarrera de Cádiz. Desempeñando la
protagonista la beneficiada, y el papel de Quintana don José Valero.
El jaleo de Jerez.
Dando fin con la pieza titulada: Juan el Perdío, o parodia de D. Juan
Tenorio.
(EL PORVENIR, 6 de marzo de 1853)
¿Se sabe algo?
Y aún una otra cosa. De la misma manera que en los salones sucede un día
que entran “las salerosas gitanas” para proporcionar mayor diversión a la
concurrencia, también los teatros abren sus escenarios a la gitanería, y ahí
tenemos al omnipresente Miracielos bailando el Jaleo Gitano en una función
espléndida, más que precursora, señal suficiente de flamenquismo vivo en
el teatro, muchísimo antes que comenzara el tiempo de los cafés del cante.
De ahí que sea urgente revisar viejas ideas acerca de la presencia del fla-
José Luis Ortiz Nuevo
l4
menco en el teatro , contemplando además el campo de relaciones, influen-
cias, desarrollo artístico, técnico y generacional que ello significa, a la vera
de otras músicas y disciplinas estéticas, lindando apenas sin fronteras con
la ópera y la zarzuela y el ballet y los más diversos géneros escénicos, cre-
ciendo por tanto como una criatura perfectamente profesional desde sus
pasos remotos, y no por la peyorativa excusa de prostituirse o de venderse
aminorando exigencias de pureza, sino llana y sencillamente por el ejercicio
pleno de unas aptitudes artísticas capaces no sólo de liberar angustias o pro-
porcionar enormes alegrías a sus protagonistas, sino también de acarrearles
otras satisfacciones porque sus cualidades eran del agrado de otras gentes,
dispuestas asimismo a pagar por contemplar de cerca lo que consideraban
bello, hermoso baile bello, hondo, divertido y auténtico.
UNA FRIOLERA.- Por fin nos hemos podido enterar de los pormenores
de la función que para su beneficio prepara el primer tenor señor Gonzá-
lez. Después de cantarse el himno de Riego por la compañía lírica, con las
novedades que ayer anunciábamos, se cantará la zarzuela en tres actos
Los diamantes de la corona, con la circunstancia de desempeñar el señor
Muñoz el papel de Rebolledo. Seguirá a esta la ejecución de una come-
dia, también en tres actos, titulada La Ocasión, en la que el joven señor
García Muñoz desempeñará el principal papel. Ítem, la zarzuela en dos
actos, arreglada a la escena española por don Joaquín G. Parreño, y que
lleva por título Un sombrero de Paja. Ítem, para finalizar, la pieza de cos-
tumbres, Triana y la Macarena, en la cual el actor Luna, cuya reputación
es tan conocida, tiene a su cargo el papel de protagonista; y la señorita
Cairón, como requiere el argumento de la pieza, bailará el Ole. Ya ven
nuestros lectores si hay afición donde hartarse; cuando, suponiendo que
empiece a las cinco de la tarde, ha de durar lo menos lo menos, hasta la
una de la noche. Pero decimos nosotros:
A LA SIMPATICA ARTISTA
Señorita doña Josefa Grande.
Divina sin igual nace la aurora
Alumbrando el callado firmamento
Dando gozo al vergel que ya sediento
Del alba espera la brisa protectora.
Así apareces tú, tan seductora
En la escena, causando gran contento
Al público, que mira asaz atento
Tu gracia y tu destreza encantadora.
Aplausos mil se lleva tu maestría.
Aplausos mil, arranca tu belleza
Y mil alcanzan, nuevos cada día.
Tu gran habilidad, tu ligereza.
¿Se sabe algo?
La certeza del enigma. Abren y cierran, al unísono, las puertas batientes del
misterio: ¿Cómo sería esa Soledad apellidada granadina?
del distinguido poeta don José María Gutiérrez de Alba, música del en-
tendido maestro don Ramón Sousa. Si hemos de juzgar por los ensayos,
a que hemos asistido, el éxito de esta producción no será dudoso, pues el
libreto abunda en bellas situaciones y agradable poesía, y la música está
escrita con filosofía y buen gusto, acompañada de una brillante instru-
mentación. La concurrencia debe ser numerosa, atendido el número de
17
localidades que se hallan pedidas a esta hora .
(EL PORVENIR, 15 de noviembre de 1855)
***
Bien puede considerarse entonces que sea este un hecho singular pero no
único, si se quiere el modelo mayor de una tendencia, o el abecedario guía
de un camino de ida y vuelta por el que debieron transitar en aquel enton-
ces músicos y poetas, dramaturgos y compositores, extrayendo de los mu-
chos tumultos que en la calle había, rastros de música, ecos de la torrentera,
palabras, sucesos, caracteres, temas, personajes y soníos...
***
***
Así se ve de qué manera tan intensa, pertinaz, el mito atraía la atención, el 149
fervor del público, prendido en las emociones del bandolerismo militante,
valeroso, amigo de los riesgos como aquellos que, por otros cauces y moti-
vos, se anunciaron en este año de 1856:
En llegando al tiempo la hora del 57, de nuevo salen a escena los bandidos,
hierve el son perpetuo de las danzas:
***
***
***
Confluencia de la escuela bolera con la otra seña del jaleo cantado y tocado a
la guitarra, y todo ello en el teatro, a la vera de las piezas del género andaluz
en alza. Idéntico y coetáneo proceso al que se cumple en los salones de baile
forjadores de afición y estrellas:
***
Ni que decir tiene que este tipo de obritas, tan repudiadas por la crítica
23
como estimadas por el público, se representaron con profusión entonces ,
y casi permanente era su estancia en la cartelera de los teatros que funcio-
naban en la capital.
Mientras, cuando se está en el inicio de los sesenta, cada vez más, en alter-
nancia de pareja, será el cante con el baile, equilibrando predominios, com-
partiendo famas y censuras, y atenciones de una misma propaganda:
154 Teatro de San Fernando.- ...El juguete cómico en un acto en verso, por
el aventajado escritor sevillano D. Teodomiro Fernández Aveño El Tío
Juan el Esterero. Cuyo protagonista está a cargo del Sr. Luna, el que can-
25
tará dos canciones andaluzas .
***
***
Las funciones del coliseo de San Fernando ofrecen otro nuevo alicien-
te con el numeroso cuerpo coreográfico. Verdad es que el alma de ese
cuerpo es la Nena, la célebre bailarina que no tiene rival en su clase, y
que, acompañada del Sr. Ruiz, nos presenta esos encantadores cuadros
de costumbres andaluzas.
(LA ANDALUCÍA, 15 de abril de 1863)
Cuadros que, como se ha dicho, contaron desde antiguo con el mito del
gitano como punto referencial de sus argumentos, convertido en personaje
literario - costumbrista, símbolo y ejemplo y también excusa para el chiste
y la diversión.
José Luis Ortiz Nuevo
De manera que los teatros del Duque y de Rioja van a cumplir en estos años
el papel que en los cincuenta cubrieron los de San Fernando y Principal.
Teatro de Rioja.- Función para hoy jueves 30 de enero, a beneficio del ac-
tor genérico don Pablo Morilla y Montero.- Los pobres de Madrid, drama
en siete cuadros.- El maestro de baile, pieza en un acto.- Un casamiento
en la Cava o el cólera de 1865 comedia nueva en dos actos.- En el segun-
do acto bailará el Jaleo Gitano doña Amparo Álvarez (La Campanera).
¡El Ole! por dicha señora.- Dando fin con la pieza andaluza La cigarrera
de Cádiz. A las seis.- A real la entrada.
(LA ANDALUCÍA, 30 de enero de 1868)
¿Se sabe algo?
Teatro del Duque.- Función para hoy jueves 6 de febrero, a las siete y me-
dia, a beneficio de la respetable asociación de beneficencia domiciliaria
de señoras de esta capital.- SS.AA.RR. se dignan honrar la función con
su augusta presencia.- Receta contra las suegras, pieza en un acto.- En el
cuarto de mi mujer, pieza en un acto.- El rumbo de los toreros, baile.- La
hija de su yerno, pieza en un acto.- Las boleras del Tío Caniyitas.- Dando
fin con la pieza en un acto Trapisondas por bondad.- Entrada general 3
reales.
(LA ANDALUCÍA, 6 de febrero de 1868)
1.- Sinfonía por la orquesta. 2.- Una pieza dramática o lírica en un acto.
3.- Un baile, distinto en cada función, a cuyo efecto han sido contratadas
acreditadas boleras españolas y francesas en competencia.
(LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA,12 de diciembre de 1869)
Por el verano del 74 funcionan en Sevilla tres teatros al aire libre, de cuyos
programas hemos podido entresacar datos de cierto interés:
***
***
***
32
NOVEDADES .- Gran Teatro de verano.- Décima de abono.- El diablo
predicador.- Matar o morir.- El tío Carando en las máscaras.- Entrada un
real. A las 8 ½33.
(LA ANDALUCÍA, 1 de septiembre de 1874)
El año de 1877 vino a traer una extraordinaria actividad al Teatro del Du-
34
que , inaugurado en el verano anterior; lo que significó un cierto torrente
de noticias por mor suya:
***
160 Teatro del Duque.- ...El cuerpo de baile llena por completo los deseos de
todos, y la primera pareja señorita Hernando y el señor Moreno son to-
das las noches colmados de aplausos. Hay tal precisión y limpieza y tanta
seguridad en cuanto hace la señorita Hernando y los bailes todos están
tan perfectamente ensayados, que a eso se debe indudablemente vaya
reviviendo en nuestro público la afición a esta clase de espectáculo, que
se hallaba un tanto amortiguada.
(EL PORVENIR, 31 de mayo de 1877)
***
Teatro del Duque.- ...La mayor parte de las noches entusiasmado el públi-
co cuando termina el baile en el teatro Circo del Duque, pide a la primera
bailarina señora Hernando que lo deleite un poco con el Ole, a lo que se
presta gustosa la aventajada y ligera sílfide, tanto por su condescenden-
cia, como por la gracia con que ejecuta tan vistoso baile.
(EL PORVENIR, 8 de junio de 1877)
***
Teatro del Duque.- ...La segunda pareja, señorita Ferrer y el señor Gar-
¿Se sabe algo?
***
***
Última función.- Esta noche tendrá lugar en el Teatro Circo del Duque
la última función de zarzuela de la presente temporada poniéndose en
escena la popular zarzuela El Tío Caniyitas y bailándose por la pareja
infantil de la señorita Estrella Rodríguez y Antonio Rodríguez, los bailes
nombrados El Torero, Las Malagueñas y Los boleros de medio paso. 161
(EL PORVENIR, 7 de octubre de 1877)
El primer síntoma de este orden nuevo viene a nuestra atención por medio
de una curiosa representación que tuvo lugar en un teatro de carácter fami-
liar:
Teatro Andérica.- A las ocho y media de la noche del viernes último dio
comienzo a la soirée anunciada, poniéndose en escena en aquel bonito
teatro la pieza Vivir al vapor, desempeñada por las señoritas doña Ade-
laida y doña Carmen Guisado y los señores Rica y Osorio.
Después se ejecutó la pieza Favor por favor, en la que tomaron parte la
señorita doña Carmen Guisado, y los señores Blanco, Osorio y Serrano.
A repetidas instancias de los espectadores, la señora de Andérica recitó
un diálogo, en flamenco, entre un galán y una joven, compuesto por la
misma señora de Andérica.
(EL PORVENIR, 11 de julio de 1880)
A los tres años, en el coliseo que por los veranos se levantaba en los jardines
inmediatos a la antigua puerta de Jerez, sucedía que:
***
Hacia la mitad de la década y, por los éxitos que logran en los cafés can-
tantes de Silverio y Variedades, la agrupación gaditana “Las Viejas Ricas”
causa verdadero furor en la ciudad y su fama alcanza tal punto que sobre
Ellas incluso se escriben dramas:
***
***
El disparate cómico-lírico Las Viejas Ricas, tuvo la vida que merecía tan
extraño fenómeno. El libreto es desdichado y la música cursi y vulgar,
por eso murió al nacer. Los autores ocultaron sus nombres, obraron dis-
cretamente.
(EL ESPAÑOL, 21 de noviembre de 1885)
ESTRENOS
Madrid.- Teatro Maravillas.- En la noche del 8 se estrenó un juguete, le-
tra del Sr. Flores García y música del maestro Reig, titulado La gente del
bronce, con gran éxito, debido a los chistes que abundan en la obra y a lo
cómico de algunas escenas, así como a lo agradable de la música...
Se ha impreso y puesto a la venta el sainete del Sr. Flores García, La gente
del bronce.
La Empresa del Teatro Maravillas prepara para la próxima semana las
obras nuevas tituladas Bola 30, Las Cantaoras, y la revista espectáculo
titulada La tierra de los garbanzos, para cuya obra están pintando varias
decoraciones y construyendo un lujoso vestuario. (20 de junio de 1887)
38
TEATRO ESLAVA
Ante numerosa y escogida concurrencia estrenose anoche en el teatro de
los Jardines de Eslava; el panorama fantástico en dos actos y diez cua-
dros, titulado Madrid en el año 2000.
El éxito que esta obra alcanzó fue bastante lisonjero, pues llena cumpli-
damente el objeto que sus autores se propusieron, cual es, recrear agra-
dablemente el espectáculo con bellas perspectivas, con escenas que no ca-
recían de originalidad y chiste; ofreciendo al mismo tiempo una música
que se escuchaba con placer...
...Pero lo que verdaderamente llegó a entusiasmar al público, fueron las
malagueñas y tangos que tan graciosamente cantó la simpática señorita
Castro, en su bien interpretado papel de “La Barbi”, prodigándole frené-
ticos y prolongados aplausos.
Por sus principios quien primero se asoma es casi nadie... Mercedes la Ser-
neta, digo:
Para que nada falte a la obra que nos ocupa, en ella luce su habilidad
reconocida en el cante flamenco, la aplaudida cantaora del género, Mer-
cedes Fernández, La Zerneta, a la que el público aplaude con entusiasmo,
haciéndola repetir infinidad de canciones de su repertorio.
(EL PROGRESO, 4 de enero)
... La Sra. García hizo una gaditana del barrio de la Viña, inimitable; la
Srta. Díaz cantó y bailó, con gran estilo, el bonito tango del acto segundo,
que a pesar de haberse repetido cuatro veces, todavía supo a poco...
(EL PROGRESO, 1 de marzo)
Y, ya en otoño: 165
¡Cuánta gente acudió al teatro Cervantes a presenciar el estreno de Cer-
tamen Nacional!
Y la obrilla merece verse, porque se pasa un rato divertido.
Decoraciones de buen efecto, trajes caprichosos y bonitos, baile de di-
ferentes clases, cante flamenco y de otros países, disertaciones taurinas,
chistes de “mayor cuantía”, música alegre y gran exhibición de formas
femeniles.
Todo esto y algo más que no decimos tiene Certamen Nacional.
(EL TRIBUNO, 5 octubre. 1888)
***
donde no se oyó más por largo rato que pitos y aplausos, mezclados con
voces y siseos.
(EL ESPAÑOL, 26 octubre. 1888)
... Entre ellos (por un grupo de niños a quienes están encomendados los
principales papeles de la obra), merece especial mención el hijo del tenor
cómico Sr. Zabala, artista en miniatura, que contará apenas cinco años...
... La numerosa concurrencia que asiste a dicho espectáculo, le aplaude a
rabiar, haciendo participes de la ovación a los otros dos niños que con él
cantan la jota de los ratones, que tienen que repetir siempre, y al que de-
muestra especiales condiciones para el género flamenco, cantando muy
bien unas sentidas malagueñas, que a pesar de repetirse varias veces, al
público le saben a poco.
(EL PROGRESO, 24 de enero)
Y aún hubo lugar para la jubilosa, sensual expresión de tangos, aquellos que
fueron de negros...
166
En el teatro San Fernando:
En el teatro Eslava:
Los lobos marinos y Toros de puntas que fueron las obras representadas
anoche, alcanzaron un desempeño aceptable, recibiendo grandes aplau-
sos en la segunda de ellas la señora Ciudad, que cantó y bailó con mucha
gracia, el tango Sangá, sangá.
...Dicha obra alcanzó un notable desempeño por parte de la señorita Díaz
y de los señores Espantaleón, Royo y Campoamor, especialmente la pri-
mera, que cantó y bailó con incomparable gracia el conocido tango del
¿Se sabe algo?
Sangá, Sangá, que fue preciso repetir varias veces a instancias de los es-
pectadores.
(EL PROGRESO, 4 de septiembre)
1889
***
***
***
Teatro del Duque.- Anoche se estrenó en el teatro circo del Duque el me-
lodrama de espectáculo en un acto y ocho cuadros titulado El buque sub-
marino.
Lo simpático y eminentemente patriótico del asunto, tratado y desen-
vuelto con cierta habilidad en algunas escenas, varios números de una
música ligera y sin pretensiones, el apéndice de un poquito de cante y
¿Se sabe algo?
baile flamenco, con que los autores han adornado la obra, decidieron el
éxito de la representación.
(EL PROGRESO, 9 de abril)
***
***
Tras este simulacro ferial no cesaron los experimentos y por el verano con-
tinuó apareciendo el flamenco en los teatros sevillanos:
***
***
***
En la zarzuela ¡Eh! a la plaza , salen unos cantaores que, como dicen por
esta tierra, son mu esaboríos, y cantan bastante mal, de modo que pueden
ser suprimidos o traer otros que tengan más salero, porque los que hay
no han pasado de fijo por las salinas.
(EL TRIBUNO, 20 de agosto)
Para cerrar el año véase el patriótico comentario del crítico que refiere el
estreno en el Cervantes de la obra Panorama Nacional:
¿Se sabe algo?
Dan razón de una realidad que discurre paralela a las actividades de los
Salones de Baile, y después coincide con los Cafés Cantantes, perfilando esa
triada de lugares donde el flamenco se configura plenamente en su condi-
ción de arte.
1850
23 de febrero... Jaleo Andaluz por la Compañía de Baile.
13 de octubre.. La Sal de Andalucía y El Ole, bailes.
1853
19 de enero..... Se bailará por la señorita Barrios, de edad de 7 años, el
Jaleo de Jerez; también la zarzuela El Tío Caniyitas.
26 de enero..... La ópera cómica El Tío Caniyitas o el mundo nuevo de
Cádiz.
7 de febrero..... Se bailará por una niña de 7 años el Jaleo de Jerez.
16 de febrero... Por una aficionada El Ole de la Esmeralda. El Paso de la
Malagueña.
26 de febrero.. El baile andaluz La Sal de Andalucía con La Malagueña.
La pieza El Corazón de un bandido y Treinta días después. Baile: El Rum-
bo Macareno.
10. de abril...... La Sal de Andalucía y La Malagueña.
15 de abril....... Se bailará por los señores Ruiz el Jaleo de Jerez
21 de abril....... El Ole por la señorita Dolores Ruiz. Dando fin con el baile
El Rumbo Macareno.
José Luis Ortiz Nuevo
1854
2 de febrero...... El drama de género andaluz, dividido en tres actos, Die-
go Corrientes.
4 de febrero..... Un capricho de bailes nacionales compuesto por don Ma-
nuel de la Barrera bailado por tres parejas, sacado de la ópera Rigoletto.
La Madrileña, bailada por la señorita Moreno.
16 de febrero.... El Polo de Contrabandistas por doña Amparo Álvarez y
Don Manuel Casas y cuatro parejas más. La Malagueña y el Torero por la
señorita Álvarez y el señor Casas.
17 de febrero.... Mollares sevillanas. La aplaudida pieza titulada Tal para
cual o Lola la gaditana. El chistoso juguete cómico-lírico-bailable El Tío Ca-
rando en las máscaras. Dando fin con el gracioso baile El Tango de Negros.
172 cantado por el Señor Luna.
21 de mayo........ La pieza andaluza En toas partes cuecen jabas.
8 de junio........... En los intermedios y al final del drama, la señorita Am-
paro Álvarez (La Campanera) bailará varios bailes que se anunciarán
por carteles y papeletas.
19 de junio......... La pieza andaluza titulada Los celos del Tío Macaco.
21 de junio......... La pieza andaluza Too es jasta que me enfae.
1855
5 de mayo............ El baile conocido por El Rumbo Macareno, en el que la
señorita Cejuela bailará la Jácara.
11 de mayo......... EI baile titulado El Rumbo de mi Morena, en el que tan-
to se distingue la señorita Cejuela con la Jácara.
13 de mayo......... Se bailará La Sal de Andalucía por la señorita Cejuela
que bailará La Soleá.
3 de junio............ Beneficio de la niña de la Barrera y su padre Manuel.
24 de junio.......... La zarzuela El Tío Caniyitas, en la que la señorita So-
juela bailará El Vito.
29 de junio.......... Se bailarán Las Boleras de la Extrangera, dando fin con
la comedia en un acto del género andaluz: Triana y la Macarena.
7 de julio.............. Seguirá el Rumbo Macareno en el que la señorita Sojue-
la bailará la Soleá.
¿Se sabe algo?
1856
22 de enero......... La pieza semizarzuela bailable del género andaluz: La
Fiesta del Rocío.
3 de abril............. El Ole de la Curra, por la señorita Moreno.
15 de abril........... Tango de Negros, baile.
24 de mayo......... La pieza de costumbres andaluzas: La flor de la Canela
9 de agosto ....... El aplaudido baile La Madrileña
4 de septiembre.. La graciosa pieza del género gitanesco Los celos del Tío
Macaco.
2 de octubre........ El baile La flamenca.
17 de octubre..... Por la señorita Moreno y el señor Guerrero y cuerpo
coreográfico se bailarán las Boleras del Calesero.
8 de diciembre.... El baile nominado La Redova, por las señoritas Moreno 173
y Martínez, desempeñando la primera la parte de hombre.
1857
4 de enero............ Se bailará el Tapiso.
6 de enero............ Se bailará el Tapiso y el Ole de la Curra.
16 de enero.......... Gran función a beneficio de D. Francisco Vázquez, di-
rector de baile y D. Antonio Rosas, del citado cuerpo. Se bailarán las
Boleras de la Macarena.
4 de febrero......... El baile nuevo titulado La Feria de Sevilla, dando fin
con La Madrileña, por la señora doña Amparo Álvarez.
13 de febrero........ El Ole de la Esmeralda por la señora Doña Amparo Álva-
rez.
14 de febrero........ Se bailará La Madrileña cantada por D. Enrique Prado
y coreada.
20 de febrero......... La pieza en un acto de costumbres andaluzas La Perla
Sevillana.
24 de febrero......... La comedia andaluza en un acto Manolito Gázquez.
9 de abril............... Se ensaya el drama andaluz en tres actos y en verso
titulado Zamarrilla, o los bandidos de Ronda.
22 de mayo............ El baile titulado La Malagueña por doña Amparo Ál-
José Luis Ortiz Nuevo
1858
1 de enero............ El baile nuevo Un ente en la boda de los gitanos.
13 de enero........... Beneficio de Ambrosio Martínez, primer bailarín y direc-
tor. El gran baile en un acto original del beneficiado Un inglés en la escuela
de baile de Sevilla. El divertido juguete cómico-lírico-bailable El Tío Ca-
rando en las Máscaras.
28 de enero.......... El Ole de la Esmeralda.
174
29 de febrero....... El Ole por la señorita Alcaraz.
30 de abril........... El baile nuevo, la nueva malagueña.
31 de mayo.......... La Sal de Jerez, baile.
42
TEATRO SAN FERNANDO
1850
16 de marzo........ El Contrabandista, por el señor Sinico.
31 de marzo........ El Tío Caniyitas. Concluido el primer acto, se bailará
un paso por la Señora Montero y el Señor Casas.
1 de abril............. El Tango de Negros por varias parejas.
20 de abril............ La pieza en un acto La cigarrera de Cádiz, bailándose Las
Mollares Sevillanas.
22 de abril............ El Tío Caniyitas. Dando fin con Las Mollares Sevilla-
nas.
25 de abril............ Se bailará la Redova por la señora Montero y el señor
Casas.
4 de mayo............. El Jaleo de Jerez por la señorita Montero.
14 de mayo........... El Paso a dos de Roberto el Diablo por la señora Mon-
tero y el señor Casas.
¿Se sabe algo?
1852
30 de enero.......... Canciones andaluzas.
16 de febrero....... El baile La Sal de Andalucía. El Jaleo de Jerez.
17 de abril............ Jaleo de Jerez.
1853
7 de febrero......... La divertida pieza en un acto Rocío la buñolera.
10 de abril........... El gran baile titulado La Perla Gaditana en que tomará
parte la señorita Vargas y el señor Ruiz primeros bailarines de los teatros
de la Corte.
13 de abril............ El Ole de la Esmeralda por la señorita Vargas.
1854
25 de enero.......... Baile: La Gitanilla y el Curro. Diego Corrientes. Se baila-
rá La Redova por las señoritas Moreno y Bartus.
8 de febrero........ Jaleo de Jerez por la señorita Pérez. Boleras de La Gita-
nilla de Triana, por el señor Capo y la señorita Pérez. 175
1 de junio............ Se bailarán por varias parejas Boleras Robadas. Tango de
Negros.
1855
10 de marzo......... La señorita Menéndez menor, acompañada del cuerpo
coreográfico, bailará La Soledad Granadina.
22 de abril.......... El cuerpo de baile ejecutará el titulado El señorito y la
Maja.
7 de octubre......... El Ole de la Curra Macarena.
1856
7 de mayo............ El cuerpo coreográfico ejecutará el baile andaluz titula-
do La Malagueña y los Jerezanos.
18 de mayo.......... La pieza en dos actos El Congreso de los gitanos.
6 de junio............. El juguete Lola la gaditana.
1857
16 de noviembre.. La pieza en un acto Triana y la Macarena.
José Luis Ortiz Nuevo
1858
23 de enero........... La pieza en un acto Triana y la Macarena.
28 de diciembre.... Canción andaluza La Contrabandista.
1859
23 de febrero........ La pieza en un acto Velada de Santa Ana. La pieza en
un acto El maestro de baile.
1860
20 de enero.......... La chistosa pieza en un acto El Pesqui de un Macare-
no.
26 de enero............ La comedia en dos actos del género andaluz nomina-
da El Congreso de Gitanos. El baile nacional titulado La Bailadora.
30 de octubre........ EI baile nacional titulado La Bailadora.
8 de noviembre..... El baile nacional en un acto La Perla de Andalucía.
18 de noviembre... La Bailadora. Y la pieza en un acto El maestro de bai-
le.
25 de noviembre... La Perla de Andalucía.
27 de diciembre.... Terminando el espectáculo con unas Boleras nuevas.
176 1861
2 de enero.............. Por todo el cuerpo de baile el titulado La Bailadora.
13 de enero............ El baile español nuevo Jaleos andaluces, en el cual se
bailará el Ole de la Esmeralda por la señorita Ruiz.
29 de enero............ El paso de baile español La Malagueña.
31 de enero............ El baile andaluz La Flamenca.
5 de febrero........... El baile La Perla de Andalucía.
9 de febrero........... Jaleos andaluces por todo el cuerpo de baile. Terminará
el espectáculo con el juguete cómico-lírico-bailable, en un acto, El Tío
Pinini.
14 de febrero......... El baile español La Flamenca.
20 de febrero......... El baile español Jaleos Andaluces.
3 de marzo............. La bailadora.
15 de marzo.......... El rumbo Macareno por los niños florentinos y la prime-
ra pareja.
11 de abril............. El baile andaluz La Malagueña.
8 de octubre.......... El baile andaluz La Fiesta Andaluza.
9 de octubre.......... El baile español La Fiesta Andaluza.
12 de octubre........ Miscelánea de bailes españoles.
20 de octubre........ Miscelánea de bailes nacionales.
23 de octubre......... El baile español nuevo La Zambra de gitanos y Boleras
por el cuerpo de baile.
¿Se sabe algo?
1862
10 de enero............ Jaleos Andaluces, baile.
21 de enero........... El baile español Gran Danza Valenciana.
22 de enero........... La pieza del género andaluz Los celos del Tío Macaco.
24 de enero........... El baile español Majas y toreros.
30 de enero........... Rondalla del Sitio de Zaragoza. Baile Español.
5 de febrero.......... El baile nuevo La Perla de Andalucía.
8 de febrero.......... La pieza andaluza Los Boleros en Londres.
ll de febrero.......... El baile español La visita de los Manolos.
13 de febrero........ El juguete de costumbres andaluzas El Tío Carando en
las Máscaras.
14 de febrero......... El baile español El Dengué.
15 de febrero......... El baile español Una zambra de gitanos.
19 de febrero......... Miscelánea de bailes españoles.
3 de marzo............ Las Mollares Sevillanas por todo el cuerpo de baile. 177
ll de marzo............ La fiesta andaluza, baile español.
13 de marzo.......... EI baile español, nuevo, titulado Escenas de Chambe-
rí.
19 de marzo......... EI juguete cómico-lírico-bailable, del género andaluz,
titulado Los boleros en Londres.
21 de marzo......... La pieza en un acto del género andaluz Rocío la buño-
lera.
26 de marzo......... El Tío Pinini.
er
l de abril.............. En el intermedio del 2º y 3 acto se bailarán Jaleos Anda-
luces.
5 de abril.............. El baile español Majas y toreros.
1863
9 de abril............... La mosa de caliá, baile del género andaluz.
ll de abril............... El baile andaluz La Estrella de Andalucía.
28 de abril............. El baile español La Curra de Jerez.
2 de mayo.............. El baile andaluz La Curra de Jerez.
l de mayo............... El baile andaluz La Poderosa.
12 de mayo............ El baile andaluz La Tertulia.
19 de mayo............ El baile español La Estrella de Andalucía.
José Luis Ortiz Nuevo
1864
3 de enero.............. EI Ole, baile. La venganza de un gitano.
6 de enero.............. Majas y toreros, baile.
4 de febrero........... El baile del género español La linda gitana en los ven-
torrillos de Puerta Tierra de Cádiz.
12 de octubre........ Boleras robadas.
15 de octubre........ Celos y caliá, baile español.
19 de noviembre... La hija del Guadalquivir, baile español nuevo.
20 de noviembre... Boleras robadas y El Ole, bailes españoles.
l de diciembre....... Las payos hechizados, sainete.
1865
178 ll de enero................. La Granadina, baile nuevo.
17 de enero............... Hija del Guadalquivir, baile español.
21 de enero............... El Ole, por la señorita Bosse, por última vez.
27 de enero............... El sátiro, baile nuevo.
28 de enero............... El Ole, baile.
15 de febrero ........... Las Chiclaneras, baile nuevo.
2 de marzo ........... Escenas de Chamberí, baile español. El Ole por la
señorita Huelva.
1866
13 de octubre ......... La Maja del rumbo, baile.
15 de noviembre .... La nueva zambra, baile.
9 de diciembre ....... Boleras nuevas, que terminarán con El Ole.
1867
6 de febrero ............ Curra la macarena, baile.
1868
3 de junio ................ EI señorito y la maja, baile.
28 de junio .............. Boleras del Tío Caniyitas.
¿Se sabe algo?
1870
23 de noviembre ..... La Macarena, baile.
1876
6 de febrero ............ Baile español La linda jerezana por varias parejas.
1877
2 de febrero ............. Malagueñas.
43
ANFITEATRO SEV1LLANO
1850
10 de noviembre...... Canción andaluza por don Francisco Montero,
seguirán Boleras robadas y Jaleos de Jerez.
13 de noviembre...... A la jembra de mi lugar, canción andaluza por
don Francisco Montero.
16 de noviembre ...... Mollares sevillanas por todo el cuerpo coreográ-
fico cuyo baile terminará con el Ole por la señorita Paca. El Jaleo de
Jerez, bailado por la señorita Paca.
24 de noviembre ....... Una danza pírica o sea El Tango de Negros. Dan-
do fin con la tonadilla del Trípili.
179
8 de diciembre .......... Boleras de la cachucha.
13 de diciembre ......... Boleras del Popurrí, ensayadas y dirigidas por el
director de baile don Félix Moreno.
1852
21 de abril ................. La pieza de costumbres gitanas El que de ajeno
se viste.
24 de abril .................. El baile titulado La Malagueña.
25 de abril .................. El Rumbo Macareno por todo el cuerpo de baile,
dando fin con La Madrileña.
1853
17 de abril .................. En los días de feria se ejecutarán funciones dra-
máticas, tomando parte en ellas los primeros bailarines de los teatros
de la corte don José Vargas y doña Concepción Ruiz, y el director de
baile español don Antonio Ruiz.
18 de abril ................. El baile nuevo compuesto por el señor Ruiz La
Feria de Sevilla.
3 de diciembre .......... A petición del público la niña Milagrosa bailará
El Ole. Terminará la función con el aplaudido Tango de los Negros de
José Luis Ortiz Nuevo
la Costa Sur, el que será ejecutado por primera vez en este teatro, ha-
ciendo juguetes al estilo de aquel país con multitud de grupos.
8 de diciembre .......... La niña Milagrosa bailará El Jaleo de Jerez.
28 de diciembre......... El Ole de la Curra Macarena por la señorita Jo-
sefa Moreno.
44
TEATRO DE HÉRCULES
1853
20 de enero .............. Tonadilla El Trípili por doña Amparo Álvarez,
La Campanera, que bailará también El Jaleo de Jerez.
21 de enero ............... Se bailarán Boleras jaleadas por las señoras doña
Juana Calderón y doña Evarista Fernández y los señores don José M.
Carreto y don Ramón Carrillo, todos discípulos de don Félix Moreno.
Y Diego Corrientes.
27 de febrero............. El Ole.
1854
21 de mayo ............. El drama del género andaluz El Rayo de Andalu-
cía, o el guapo Francisco Esteban.
180 1855
18 de enero ............. Una canción andaluza por la señora Vigones.
31 de enero ............. Las graciosas boleras del Tío Caniyitas.
25 de marzo ............ Las Boleras del Jarabe. El Enfermo Fugitivo, precio-
so juguete andaluz en el que el señor Vergara cantará a lo gitano.
23 de diciembre .... Una divertida composición gitanesca en la que el
señor Vergara cantará aires del mismo género.
28 de diciembre ...... Una preciosa pieza del género gitano por el cuer-
po coreográfico titulada Polka de los inocentes en la que el señor Gue-
rrero bailará un solo burlesco.
1856
1 de noviembre ...... Se cantará por un aficionado del Puerto de Santa
María el Jaleo de los Panaderos.
1857
14 de marzo ........... Los celos del Tío Macaco. Juan el Perdío. El matón de
Andalucía. Lola la Gaditana.
28 de diciembre ..... El drama andaluz en un acto El corazón de un ban-
dido, y la segunda parte del mismo Treinta días después.
¿Se sabe algo?
1858
28 de noviembre..... El Torero y la Malagueña, baile.
1860
21 de octubre ......... La graciosa comedia en un acto del género anda-
luz titulada Pepilla la Aguardientera.
45
TEATRO DE RI0JA
1865
28 de diciembre ..... El precioso baile Las boleras de la Adalia.
1866
6 de enero ............... Se bailará ¡El Ole!. El baile español La Cordobesa.
7 de enero ............... La Flamenca, baile español. La Estrella de Andalu-
cía, baile español.
12 de enero ............. El baile español La tertulia.
18 de enero ............. El baile nuevo La Torera. Y el juguete cómico bai-
lable en un acto El tío Pinini.
21 de enero ............. La rumbosa, baile español.
25 de enero ............. La Clavellina, baile español.
27 de enero ............. Una fiesta flamenca, baile español en el que toman 181
parte la señorita doña Carmen Barrera y el señor Mateu.
31 de enero .............. La pieza del género andaluz Manolito Gázquez.
1 de febrero ............. Por el primer bailarín señor Hidalgo y su pareja
se bailarán unas Boleras.
3 de febrero ............. Pepilla la Aguardientera, pieza en un acto.
14 de marzo ............. El baile La Flamenca. Concluyendo con la chisto-
sa tragedia de gitanos en un acto El Parto de los montes.
1 de abril .................. Una fiesta de gitanos, baile español.
8 de abril .................. Miscelánea de los Toros del Puerto, baile.
26 de abril ............... Triana y la Macarena, pieza en un acto, en la que
toma parte la señorita Barrera, y además bailará al final de ella La Soleá.
3 de mayo ................ Una fiesta flamenca, baile. Majos y Gitanos, baile.
13 de mayo ............... Los niños de Écija, drama en seis actos.
16 de mayo................ Un congreso de gitanos, comedia del género fla-
menco, en dos actos, tomando parte en ella la beneficiada doña Car-
men de la Barrera, primera bailarina.
21 de julio................. La comedia de gitanos en un acto Los celos del
Tío Macaco.
30 de septiembre ..... Una zambra de gitanos, baile español.
7 de octubre ............ El baile español La Jerezana. El divertido fin de
fiesta El payo de la carta.
José Luis Ortiz Nuevo
1867
10 de enero ............ La Gitanilla y el Curro, baile.
20 de enero ............ La rondeña, baile.
22 de enero ............ Una fiesta de toreros, baile.
27 de enero ............ Los marineros de Cádiz, baile.
3 de febrero ........... La Macarena rumbosa, baile.
16 de febrero ......... La nueva tertulia, baile.
21 de febrero ......... La feria de Sevilla, baile.
3 de marzo ............ Los marineros de la caleta, baile.
5 de marzo ............ Los niños de Écija, drama en cinco actos y un pró-
logo.
24 de marzo .......... Las boleras de la caleta, baile.
1 de junio .............. Beneficio del primer actor cómico don José María
182 Mesejo. Concluyendo con la graciosa tonadilla El Trípili en la que el
beneficiado bailará El Ole vestido de bolera.
1868
14 de febrero .......... La pieza en un acto La Maldición de un gitano.
8 de marzo ............. El Maestro de baile, pieza en un acto.
1871
12 de noviembre .... El drama nuevo en cinco actos Misterios de Sevilla
o los secuestradores de Andalucía. El juguete cómico en un acto El gita-
no cojo y tuerto.
1872
13 de octubre ......... El baile La estrella de Andalucía. La pieza en un
acto Manolito Gázquez.
17 de octubre .......... El baile El Carnaval español
1 de noviembre ....... El baile del gran espectáculo titulado El Sargento
Marcos Bomba.
1873
19 de octubre ......... La comedia en un acto El testamento de un gitano.
¿Se sabe algo?
1875
15 de enero ............. Los celos del Tío Macaco.
46
TEATRO DEL DUQUE
1876
16 de enero ............ EI rumbo de los toreros, baile.
4 de febrero ........... La linda gitana, baile.
1877
13 de mayo ............ Baile de palillos.
30 de mayo ............ El baile La Flamenca y Los Panaderos.
9 de agosto ........... Beneficio para la señorita doña Concepción Her-
nández que bailará La Flamenca y también Los Panaderos y El Ole.
14 de agosto ......... El gran baile nuevo Una zambra de gitanos y Los
Panaderos.
28 de agosto .......... El baile Una zambra gitana y el cuadro de costum-
bres andaluzas Triana y la Macarena.
1878
27 de febrero ......... Diego Corrientes.
4 de agosto ............ La pieza Manolito Gázquez. 183
1879
5 de febrero .......... La pieza del género flamenco Los celos del Tío Macaco.
17 de junio ........... El maestro de caló.
10 de agosto ......... El baile Boleras de medio paso. El baile La Sal de An-
dalucía.
13 de agosto .......... El baile español, La flor de España.
24 de agosto ......... El popular drama andaluz Diego Corrientes, con-
cluyendo con unos preciosos bailes. El Vito.
1882
2 de junio ............... El baile La jota aragonesa.
29 de junio ............. La canción Las Ventas de Cárdenas.
1883
20 de octubre ......... La comedia en un acto Seguidilla.
1884
15 de junio ............. La parodia de una corrida de toros por el popular
clown Toni-Grice (a) el “flamenco inglés”.
7 de diciembre ....... Diego Corrientes.
José Luis Ortiz Nuevo
1886
3 de enero .............. Banda del Regimiento de Soria dirigida por D.
José Font. La completa colección de los bonitos y celebrados tangos
Las viejas ricas de Cádiz.
47
TEATRO DE LOPE DE RUEDA
1869
7 de febrero .............. EI Tío Caniyitas.
14 de marzo .............. EI Tío Carando en las Máscaras.
7 de abril .................. La tertulia, baile. Lola la gaditana, pieza en un acto.
2 de mayo ................. Too es jasta que me enfae, pieza en un acto.
1870
13 de febrero ............ Bailes de can can y aires nacionales.
30 de marzo .............. El baile París y Sevilla.
1871
184
14 de enero .............. La pieza en un acto Mal de ojo. La pieza en un
acto Lola la gaditana. Intermedio de baile. La pieza en un acto Fe, espe-
ranza y osadía. Concluyendo con la tonadilla El Trípili.
¿Se sabe algo?
NOTAS
l. Del libro Sevilla y el Teatro en el siglo XVIII. Francisco Aguilar Piñal. Cá-
tedra Feijoo. Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Oviedo. 1974.
Pág. 268.
***
mas, sirve a los convidados los manjares y bebidas con tanta soltura y
agilidad como pudiera hacerlo el más diestro servidor...
11º. Popurrí de bailes nacionales, concluyendo con la Jota Valenciana,
bailada por dos parejas de esta capital, dirigidas y ensayadas por don
Manuel Barrera...
(EL PORVENIR 31 de enero. 1852)
Anfiteatro Sevillano:
3º El baile andaluz titulado El rumbo macareno, por todas las parejas.
5º El baile titulado La Sal de Andalucía, concluyendo el baile con La Ma-
drileña por la señora Linde.
Por ejemplo, en el citado Mundo y Formas del Cante Flamenco, se cita el epí-
grafe La época teatral de 1.910 a 1.936 (Ob. Cit. Pág. 59).
15. Este mismo año y por el tiempo de la feria se instala en la capital un co-
liseo portátil, que se anuncia así, en EL PORVENIR, el 18 de abril de 1853:
16. De esta obra dijo la Revista de Ciencias, Literatura y Arte, en el tomo co-
rrespondiente a 1855, Pág. 506:
El autor de este ensayo por completo disiente con los juicios morales verti-
dos por el crítico de la mentada revista sevillana del XIX. Para mayor infor-
mación sobre el fastuoso y ejemplar personaje de Diego Corrientes, véase:
El Bandolerismo Andaluz. C. Bernaldo de Quirós y Luis Ardila. Ediciones
Turner. Madrid, 1973. Págs. 37 a 53.
Don Francisco Guerrero, don Francisco Diez, don José Domínguez, don
José Carreto, doña Josefa Moreno, doña Dolores Ruiz, doña Dolores Por-
tillo, doña Catalina Martínez.
(EL PORVENIR. 16 de marzo. 1856)
Casi la misma que iniciaría la temporada de otoño, si bien entonces el se- 189
ñor Guerrero ya había logrado su reconocimiento público como director del
grupo:
Mas se conoce que entonces había bastante movilidad social en los cuerpos
boleros y un año más tarde otra plantilla prácticamente nueva se encargaba
de los bailes en el Teatro Principal.
CUERPO COREOGRÁFICO
Director, don Ambrosio Martínez. Bailarines, don Ambrosio Martínez y
doña Luisa Medina.
Boleros.- Primeros: don Francisco Hidalgo, don Blas Galván.- Don Rafael
Oballa, don Francisco Díaz, don Francisco Pardo, don Antonio Rosa.
Boleras.- Primeras, doña Dolores Ruiz, otras en ajuste.- Doña Plácida
Alcaraz, doña Luisa de la Barrera, doña Eugenia Alcaraz, doña Dolores
Gandor.
(EL PORVENIR. 19 de octubre. 1857)
José Luis Ortiz Nuevo
***
BAILE.- Tenemos entendido que hoy jueves a las ocho de la noche tendrá
lugar en el acreditado Salón de Oriente, un gran ensayo general público
y extraordinario. La cualidad de ser el director de este agradable solaz el
primer bolero del Teatro Principal don Francisco Hidalgo, a cuyo bene-
ficio se efectúa, y contarse entre las parejas a la simpática señorita doña
Plácida Alcaraz y otras, así como al aficionado don Enrique Prado que se
ha ofrecido gustoso en obsequio del beneficiado a cantar las Malagueñas,
y por fin el número de bailes tan acreditados como son la Linda Jereza-
na, la Tarantela Napolitana y otros; sin duda la concurrencia deberá ser
grande y el beneficiado encontrará la recompensa de sus afanes.
(EL PORVENIR. 24 de febrero. 1858)
22. Recuérdese que precisamente la señorita Sojuela es la que, según esta re-
visión hemerográfica, baila por primera vez el escuetamente conocido como
La Soleá, en el marco del baile general El Rumbo Macareno, y en el Teatro
Principal en 1855.
23. Al final de este capítulo se ofrece una relación de estas obritas de género
andaluz y gitanesco representados en los teatros de la “tercera capital de
191
España”; así como de los bailes ejecutados en estos coliseos.
24. Compañía de Baile del Teatro San Fernando, para la temporada de oto-
ño-invierno de 1860:
En los años siguientes se publican así mismo estas relaciones en los medios
y fechas que a continuación se relacionan:
***
***
llana ha escrito una pieza del género andaluz cuyo título es El Manquito de
Madrid en la Venta de Eritaña.
***
***
194
Teatro Lope de Rueda.- Grande y extraordinaria función para el domingo
29 de mayo, compuesta de prestidigitación, verso y baile, por el célebre
artista Donato, prestidigitador y bailarín jocoso, en unión de la señorita
San Pedro. Y el baile: El jaleo de Cádiz.
(LA ANDALUCÍA. 28 de mayo. 1870)
31. Durante esta temporada y por varias veces se anuncia en este teatro tria-
nero la célebre pieza Diego Corrientes.
33. En funciones anteriores se había anunciado la obra Los celos del Tío Macaco.
Por el verano de 1875 vuelven a funcionar los tres teatros de verano: Eslava,
Romea (así llamado el del Puente Triana), y Novedades, donde el 6 de julio
se representan Los celos del Tío Macaco.
36. Teatro.- Circo Alameda. Función para hoy.- Artistas para la Haba-
195
na.- Baile.- Toros de puntas.- Baile. A las 9.
(LA ANDALUCÍA. 14 y 15 de agosto. 1886)
1886
23 de julio. El baile La Gaditana.
24 de julio. El baile La Perla del Guadalquivir.
31 de julio. Se anuncia la presentación del primer bailarín don Vicente
Moreno.
10 de agosto. Los bailes El Vito y Currilla la gitana.
2 de septiembre. EI baile Una zambra gitana.
5 de septiembre. El Tío Caniyitas; los bonitos bailes Viva Andalucía y Los
Boleros, en los que la primera pareja Sra. Jimeno y Sr. Moreno tomaron
parte, fueron muy aplaudidos. También La Maja y El Rumbo.
En este coliseo, como ocurriera en los demás, también había incursiones del
género flamenco:
39. Teatro de Cervantes.- Calle del Amor de Dios. Este lindísimo Coli-
seo, cuya inauguración tuvo lugar en la noche del 13 de octubre de
196 1873 es una obra de arte digna de Sevilla y que honra al arquitecto
constructor y catedrático de la Escuela de Bellas Artes D. Juan Ta-
lavera de la Vega, de cuyo reconocido talento ofrece una elocuente
muestra tan notable edificio. En el año de 1880 sufrió la elegante sala
algunas reformas, y en virtud de otras efectuadas en 1881, se habilita
indistintamente para circo ecuestre y para teatro.
(Guía de Sevilla)
40. Se anuncia durante los días 15, 16, 17, 18, 19, 23 y 24 de mayo. Con el
texto siguiente:
47. Teatro Lope de Rueda.- Un extenso salón del piso bajo de la fin-
ca (Amor de Dios, 23) fue ocupado por el Teatro Lope de Rueda,
inaugurado el 15 de noviembre de 1868 con la obra El joven Teléma-
co. Era un teatro cómodo, con capacidad para 500 personas y estaba
decorado por don José Díaz. (Los Cafés Cantantes de Sevilla. José Blas
198 Vega. Editorial Cinterco. Madrid, 1987. Pág. 31).
IV. EL PUNTO DE LAS COSAS
CLÁSICOS Y FLAMENCOS
GUITARRAS SUENAN
Por extraña que pueda parecerles la noticia, insólita desde la contemplación del
hoy día nuestro, no era entonces novedosa la cuestión, ni siquiera rara. Preci-
samente una de las claves del romanticismo fue su búsqueda en los horizontes
del pueblo de nuevas vibraciones vivas, razones frescas frente al anquilosa-
miento senil de las academias. Armonías de la calle y del campo para renovar 201
y dar impulsos de cambio a músicas viejas.
***
***
***
Sin duda los tuviera, como dos años después los consiguió el más afamado en
este gremio de guitarristas clásicos con tendencia a lo popular y lo flamenco:
4
Julián Arcas, creador de toques por soleá .
***
***
***
***
Un año después se cumple la visita que Arcas había proyectado para el tiempo 207
en que se truncó por mor del cólera. Justo cuando soplan los aires nuevos de la
limpia primavera, el concertista almeriense, favorito de la reina Isabel, viene a
Sevilla y los papeles dicen:
No fue esta la única vez que los sevillanos tuvieron ocasión de escucharlo, pues
su estancia en la capital se prolongó varios meses y en activo, como lo recono-
cieron anuncios y crónicas, de entre las que podemos destacar esta:
Pero no es sólo Arcas quien actúa, de nuevo el profesor Troncoso acude ante
los públicos para deleitar con su destreza:
***
Sí, enteramente se trata de otro mundo arriba del pueblo, ese orden social dis-
tinguido bajo las reglas de los protocolos. Huellas de salones lujosos donde
se dan la mano aristócratas del antiguo régimen y burgueses recién ascendi-
dos por la consideración de sus riquezas. La buena sociedad entreteniendo sus
hastíos con los artistas músicos. Lo grande y lo curioso sucedía cuando estos
artistas, propiamente cultos, hechos de su misma masa, a imagen y semejanza
¿Se sabe algo?
***
Y capaces eran también de formalizar esta fusión a partir del más solemne de
los instrumentos románticos:
***
Experiencia que debió resultar agradable para la concurrencia del café, que
algunos años después seguía disfrutando con el arte de tan reputados concer-
tistas:
***
***
Esta pasión germana por la música popular andaluza constata todavía más
como ellos, lejos de ser los guiris que nunca se enteran de nada, desde antiguo
se distinguen por el buen gusto, eligiendo y disfrutando con lo que por aquí se
solía y aún se suele ignorar, condenar y despreciar como bajuno.
***
En el otoño de este mismo año el Sr. Toboso acapara los oídos de la afición:
Instrumento músico.-
Hemos tenido el gusto de ver una magnífica guitarra, construida por D.
Vicente Niza, de Guadalcanal, quien la ha expuesto en la camisería ingle-
sa de la calle de las Sierpes.
Tan bonito instrumento está construido de diferentes maderas, como ro-
ble, caoba, pinabete y ébano; entrando también el marfil, metal y acero.
En la tapa superior se ven diferentes delicadas incrustaciones y lo mismo
en el clavijero, que suman muchos miles de piececitas.
Las cuerdas se amarran en su parte inferior de una manera completamen-
José Luis Ortiz Nuevo
En el verano otra vez los aires populares se encuentran con el viejo Oriente, por
medio de un profesor ciego:
de julio por el distinguido profesor don Jesús Viera, alumno del Real
Conservatorio de Madrid y profesor del de Lisboa.
PROGRAMA
1º Parte.- Fantasía sobre motivos de la ópera Il Trovatore. Mazourka con
variaciones. Fantasía clásica.
2º Parte.- Gran fantasía sobre motivos de la ópera Lucía. Precioso tema
con variaciones. Tanda de walses, ejecutada a dos guitarras.
3º Parte.- Preciosísima melodía. Bonito tango, ejecutado a dos guitarras.
Dará fin con las Malagueñas y Soleá.
En los intermedios tocará en el piano varias piezas dicho concertista para
las personas que gusten bailar.
Silla con entrada, 4 rs.
A las 9 menos cuarto.
(EL PORVENIR. 6 de julio. 1878)
***
En este movimiento, y por razones obvias, son impulsores destacados los gui-
tarreros sevillanos, quienes, como se ha visto, venden entradas, ceden sus pro-
pios salones y participan en la publicidad de los conciertos.
Vendedor de quita-penas”.
(EL ALABARDERO. 30 de junio. 1880).
Mas no era sólo el brío, la pasión de las guitarras medio para recoger y propa-
gar aires de las músicas del pueblo, también el cultísimo, diríase aristocrático
violín se contagiaba de soníos naturales de la calle:
216 Los distinguidos guitarristas Sres. Millares y Soria que estos últimos días
han sido objeto de tantos y tan merecidos aplausos en Cádiz, acaban de
llegar a esta población donde se proponen dar algunos conciertos a dos
23
guitarras .
Creemos que los concertistas quedarán tan complacidos de este inteli-
gente público como lo han quedado del de aquella ciudad.
(EL PORVENIR. 29 de enero. 1882)
Y el duelo:
Algún tiempo después, por mayo florido, otra preciosa información nos pre-
senta, de nuevo, al mítico Sarasate afinando su violín por tangos:
Como cierre de este capítulo, sean cuatro textos de larga duración, glosas litera-
28
rio-costumbristas por mor de la guitarra, dichas tanto en prosa como verso .
LA GUITARRA
A pesar de ser conocida la guitarra en tiempo de los árabes, y aún antes,
y de emplearse indistintamente por los tocadores de guitarras árabes o
latinas; la de nuestros días, la adoptada por nuestro pueblo, es bien di-
ferente de aquellas y de invención más moderna. Tuvo en su principio
cuatro cuerdas; el poeta y músico Vicente Espinel le añadió la quinta, y
posteriormente se le agregó la sexta que hoy completa el instrumento.
La imperfección de la guitarra, juntamente con la ejecución pobre de sus
tocadores, aun en el siglo XVII, hicieron exclamar a Covarrubias, por el
año 1675, quejándose del abandono del estudio de la vihuela por el del
instrumento que historiamos, que este no era más que “un cencerro de
fácil tañer, especialmente en los rasgados y que no había mozo de caballo
que no lo tocase”. Pero el P. Basilio gran contrapuntista y organista en el
convento de la orden del Cister, en Madrid, desmintió completamente la 221
opinión de Covarrubias sobre este instrumento, siendo el primero que
estableció el método de tocar punteado y el que le sacó el uso y empleo
de acompañar seguidillas, canciones y tiranas, que tan en boga estuvie-
ron en el siglo XVIII.
Desde esta época data verdaderamente la importancia de la guitarra,
dedicándose a ella artistas que, por su buena ejecución, llegaron a con-
quistar un nombre distinguido, en el siglo actual. D. Dionisio Aguado,
D. José Huertas y D. Fernando Sors, venciendo enormes dificultades,
consiguieron presentar de una manera prodigiosa y admirable todas las
buenas cualidades y grandes bellezas de este instrumento de “punteo”,
de invención árabe española. Tales progresos se propagaron con rapi-
dez, adoptándose no sólo en España, sino también en otras naciones y en
América y donde quiera que los hijos de esta Península habían llevado en
otro tiempo sus glorias, su idioma, sus altares y sus costumbres.
Si este instrumento no ha podido formar parte de la orquesta, acaso por-
que sus sonidos dulces y apagados no pueden producir sensaciones vi-
vas e impresiones fuertes, cual hoy se desean y que tan de moda están, es
en cambio tan agradable, se presta tanto a la expresión y tiene tan dulce
melancolía, que es irresistible en ocasiones dadas. Para la inspiración de
un buen artista, posee la guitarra condiciones muy apreciables, y bajo
José Luis Ortiz Nuevo
la presión de una mano maestra, sabe responder a los efectos del alma
como si fuere la verdadera manifestación del sentimiento que hace herir
sus cuerdas.
La guitarra, desechada por los músicos de sus combinaciones instrumen-
tales, ha sabido desquitarse de este injusto desaire, formando por sí sola
una pequeña orquesta que el pueblo ha adoptado como muy suficiente
para satisfacer sus necesidades musicales y acompañar los preciosos can-
tos que forman el género popular español.
29
(EL PORVENIR. 10 de octubre. 1879)
***
LA GUITARRA
¿Habéis oído en el silencio de la noche esas dulcísimas notas que esca-
pándose de frágil caja de madera, semejan célico canto que brota de un
coro de ángeles? ¿Habéis experimentado en vuestro corazón el inefable
goce que proporciona ese lenguaje de las almas apasionadas que tienen
por intermediarios el ritmo y la cadencia que emana de ese bello instru-
mento cuyo nombre sirve de epígrafe a estas líneas?
Si lo habéis oído, si sentisteis siquiera por un momento esa música, ora
222 tierna y apasionada como el primer sueño de amor, ora suspirante como
un niño que abre su vida a los placeres del mundo, ora bélica y guerrera
como canción patriótica; podréis comprender lo que vale para un espa-
ñol de pura raza la expresión más propia de las canciones populares, de
los sentimientos del alma y de las aspiraciones más puras del espíritu.
Al escucharla en silenciosa noche, siéntese invadir el alma por dulce som-
nolencia que nos trasporta a otros tiempos y a otras edades: instrumento
inventado por los árabes para modular en sus artísticas habitaciones to-
dos los tonos y todos los giros de su sentimiento; representación gráfica
de la delicada fantasía de aquellos, recuérdanos siempre la época en que
la poética Andalucía, sujeta aún al yugo mahometano, era el centro de
la civilización y de la ciencia, y el emporio al mismo tiempo de las artes
bellas que tanto y tan bien cultivaron los sectarios de Mahoma durante
los ocho siglos que asentaron su planta victoriosa en lo más florido de
nuestra patria. Insensiblemente, el ánimo cree ver pasar ante sí pléyades
de encubiertos agarenos que, dando al aire los flotantes pliegues de sus
alquiceles y albornoces pululan por las estrechas y tortuosas calles de la
metrópoli agarena en España, elevando las delicadas notas de sus guzlas
a los altos y calados ajimeces de las casas donde moran las huríes de los
ensueños amorosos.
Vemos destacarse paulatinamente de entre la penumbra de nuestros re-
¿Se sabe algo?
LA GUITARRA
Un vaso e vino
y una morena,
son el remedio
para mis penas.
Y la guitarra,
José Luis Ortiz Nuevo
***
LA GUITARRA
Ya regresaron los mozos
de sus pesadas faenas;
ya con el añejo vino
fortalecieron sus fuerzas
y a la puerta de su casa
en corro alegre se sientan.
A su lado están las mozas
y entre las mozas las viejas
y algún anciano de aquellos
que, dando nombre a su tierra,
mezclaron el contrabando
José Luis Ortiz Nuevo
a cofradías y fiestas.
Los que cruzan por la calle,
si el grupo feliz no aumentan,
pasan de prisa, con miedo
de bromas o de indirectas;
y el aire, que a los naranjos
roba el perfume que lleva,
suspiros y carcajadas,
gritos, murmullos y quejas,
por la retorcida calle
dilata, pierde y contesta.
De pronto, de la guitarra
vibran las sonoras cuerdas,
y enseguida los arpegios
en dulces notas se truecan
que, anuncio de los cantares,
entre la algazara suenan.
Al fin, nacida del alma,
se oye la canción primera,
y en el popular concurso
produce tan honda huella,
que antes de que se termine
francos aplausos resuenan.
226 -Nadie canta como el Curro,
dice una moza trigueña
con más flores en el pelo
que hilos de ébano en sus trenzas.
-¿Qué no? -replica otra moza-
pues, hija ¿dónde me dejas
a Juan, el banderillero,
y a Perico el de Mairena...?
Y de una en otra pregunta
donde, sin cesar, campea
toda la gracia del mundo,
que es la sal de aquella tierra,
llegan a inferirse injurias
que responden o desdeñan.
Para apaciguar los ánimos,
excitados con la gresca,
un viejo, de pelo en pecho,
de patillas que blanquean
y de nariz que lo rojo
del vino andaluz recuerda,
alza las manos con pausa
y dice de esta manera:
-¡Cállense las habladoras...!
¿quién canta mal en mi tierra?
¿Se sabe algo?
NOTAS
Así mismo se deben destacar otras gacetillas que tienen evidente relación
con nuestro asunto, si bien sus protagonistas tocan otros instrumentos. De
una parte véase lo dicho por EL ORFEÓN ANDALUZ el 21 de noviembre
de 1842: El señor Butt tocó en el arpa un capricho sobre varios temas andalu-
ces...; y de otra lo escrito en EL CORREO DE SEVILLA el 20 de marzo de
1843: El niño prodigioso Jesús Monesterio tocó el violín noches pasadas en el
real palacio... también ha tocado algunas noches en el palacio del regente del
reino, donde con un violín que le regaló la señora Duquesa, ha ejecutado el
niño Monesterio varias piezas difíciles aun para los profesores, marchas y aires
nacionales.
4. Soleares de Arcas.
Al ocuparme de ese famoso baile, haré constar que precisamente casi no
tiene importancia para ninguna bailarina, que no lo aprenda hoy con en-
José Luis Ortiz Nuevo
tusiasmo sin saber por qué: pues casi me atrevo a asegurar que las Solea-
res de Julián Arcas, que así se llamaba el autor de la música, es el baile
andaluz más bonito y más gracioso de todos y el más célebre por todos
conceptos, por ser las personas que lo han dado a conocer de los más
reputados maestros y artistas.
El autor de las Soleares, como digo antes, fue el famoso concertista de
guitarra de Vélez Blanco, provincia de Almería, llamado D. Julián Arcas,
que murió en Ronda en 1878. Este guitarrista célebre ha sido quizás en su
época el mejor; pues los tocadores actuales, cuando ejecutan alguna com-
posición en la guitarra, para que los escuchen dicen: Seguidillas gitanas
de Arcas, Malagueñas, Javeras, o Granadinas de Arcas, y casi todos los
toques y falsetas flamencas llevan el sello de Arcas.
Del libro: Tratado de Bailes. José Otero. Sevilla. 1912. Págs. 152 y 153.
PROGRAMA
Primera Parte
lº Fantasía por el Señor Valencia.
2º Variaciones sobre Rondeña.
Segunda Parte
3º Melodías compuestas para guitarra por dicho señor.
4º Gran sitio de Zaragoza.
Tercera y última parte
5º Fantasía sobre motivos de la sinfonía del maestro Rossini.
6º Variaciones sobre un aire nacional.
A las 7 de la noche. Entrada 4 rs.
13. Programa del concierto del célebre pianista Sr. Cebreros en el Café Tea-
tro del Duque:
15. Tanto en el programa que se publica este día, como en el del 21 de agos-
to, y otro anterior de 18 de marzo, todos del 75, se incluyen siempre en los
repertorios “las tan aplaudidas malagueñas”.
17. A pesar de los éxitos el consagrado Oscar de la Cinna, que por cierto era
¿Se sabe algo?
18. A quien parece que el público sevillano no pudo ya escuchar más en sus
días fue al maestro Arcas, pese a los rumores que, sobre el particular, de vez
en vez se manifestaban:
21. En torno a esta gira y estancia del Sr. Parga en Sevilla se ocupó también
el diario LA ANDALUCÍA, los días 2, 15, 27 y 29 de mayo, así como el 1 de
agosto del 77.
27. Quizá fuera esta la misma que, años más tarde, actuara en el banquete
ofrecido a Autoridades y Directores de Periódicos de las ciudad, por el nue-
vo dueño del Hotel París; según se dijo:
28. Se considera que tiene interés reproducir aquí este otro texto referido no
ya a la guitarra sino a un instrumento de uso popular en las fiestas:
LA PANDERETA
He aquí un instrumento completamente popular, y que una larguísima y
constante práctica ha traído hasta nosotros desde los más remotos tiem-
pos.
Es el principal elemento del ruido que constituye el culto casero que se
tributa al Hijo de Dios en el misterio de su natalicio, y aunque por su
monotonía parece alejado de las orquestas, en ellas estuvo y a ellas vuel-
ve cada vez que los maestros compositores intentan caracterizar ciertos
aires populares y aumentar la sonoridad de sus instrumentos. Claro está
que la pandereta no da más que un sonido; no obstante tiene su arte que
reclama la destreza del tocador y estriba este en saberla repicar y combi-
nar el golpe con el repique marcando el rítmico acento que tienen todos
los actos del pueblo y principalmente los que están destinados al baile.
Todos nuestros aires nacionales, empezando por los bailes andaluces y
¿Se sabe algo?
237
ESAS GRANDES VOCES
***
***
***
TEATROS
San Fernando.- Ultima representación de la ópera cómica Jugar con fue-
go, a beneficio de la Sra. de Montenegro. Concluido el segundo acto bai-
lará la Sra. Montero el Jaleo de Jerez. Al final de la ópera cantará la Sra. de
Montenegro un rondó con letra española, y después cantará dicha señora
la canción del Contrabandista, vistiendo un traje análogo. 241
Nota.- El abono anunciado quedará cerrado definitivamente en ese día.
(EL PORVENIR. 23 de junio. 1852)
***
BENEFICIO.- Sabemos que el del tenor señor González, que por cir-
cunstancias que son notorias no había podido verificarse hasta ahora, se
ejecutará mañana, a pesar de los obstáculos que para ello ha tenido que
vencer el apreciable artista a quien nos referimos. Parece que se pondrá
en escena la zarzuela El Marqués de Caravaca, cuyo protagonista des-
empeñará el beneficiado, la pieza andaluza Lola la gaditana, en la cual
cantará la graciosa Salvadora Cairón, y alguna otra producción que no
recordamos. Es de esperar que el señor González logre los buenos re-
sultados que son de suponer, atendidas las muchas simpatías que goza
entre el público sevillano.
(EL PORVENIR. 23 de mayo. 1855)
***
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***
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***
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246
Escena teatral.- En la noche del pasado sábado representándose en el tea-
tro de San Fernando la zarzuela titulada El Tío Caniyitas, al comenzarse el
acto segundo el público pidió que el Sr. Crescj cantase las malagueñas. La
autoridad que presidía no lo tuvo por conveniente, lo que produjo que se
concluyera el espectáculo, pues la gritería era inmensa. En el momento
en que se presentó en el interior del local la fuerza de la Guardia Civil, el
público comenzó a abandonar el teatro. Lamentamos esos hechos consu-
mados en el que debe ser templo de cultura y del arte.
(EL PORVENIR. 17 de marzo. 1863)
***
Menos mal que también había autoridades que interpretaban con menos rigor
los reglamentos y, con su beneplácito, podían las lindas bailarinas de rango
extranjero lucir sus cuerpos en el voluptuoso baile del Ole. ¡Ole!
***
***
***
9
TEATRO DE VARIEDADES .- El sábado hizo su debut en dicho teatro
el barítono Sr. Lino siendo muy bien recibido por el público y llevando
aplausos en unión del Sr. Goenaga. El domingo cantó el Sr. Lino En las
astas del toro con bastante acierto, y fue muy aplaudido, especialmente
en los cantares andaluces, que regaló en la guitarra.
(EL PORVENIR. 27 de marzo. 1867)
***
***
249
TEATRO LOPE DE RUEDA.- A beneficio del primer barítono don Mi-
guel González. El beneficiado cantará a la guitarra una preciosa habanera
y la linda jota titulada La Sarabanda.
(EL PORVENIR. 5 de febrero. 1869)
Y para concluir el tiempo de los sesenta, sea una noticia que publicó el diario
LA REVOLUCION ESPAÑOLA, el 30 de octubre de 1869, en la que se daba
cuenta de un concierto en el palacio de la Excma. Diputación Provincial, en el
que intervendrían: el joven violinista Palatín, brillante pensionado en el Con-
servatorio imperial de París, y el señor Camero, cantante de privilegiadas do-
tes... quienes tuvieron a bien incluir en el programa: Canción española Las
Malagueñas (Camero).
***
***
Las dos noches que ha cantado en el Gran Teatro de Cádiz, nuestra com-
patriota la señora Volpini, ha obtenido un verdadero triunfo. Al termi-
nar el aria de Rosina en el Barbero la noche del sábado, fue llamada a la
escena varias veces, viéndose el palco escénico cubierto literalmente de
flores. A petición del público cantó las clásicas malagueñas y el tango de
los Dos Ciegos, provocando una verdadera ovación.
250 (LA ANDALUCÍA. 4 de junio. 1873)
***
***
***
Dice LA POLITICA:
Invitados por el reputado profesor D. Enrique Marzo, asistimos a su casa
con objeto de oír a la Señorita doña Carmen Ruiz, joven sevillana de die-
ciocho abriles, que a su bella figura une una voz de “mezzo soprano”
en extenso, de timbre robusto y simpático y de espontánea agilidad de
natura.
...Cantó además la señorita Ruiz la cavatina del Barbieri de Siviglia, de
Rossini, con una gracia y agilidad sorprendentes, entusiasmando, por úl-
timo, a la reunión, con las canciones andaluzas que, como hija de la reina
de Andalucía, cantó maravillosamente.
(LA ANDALUCÍA. 2 de octubre. 1874)
***
Esta noche se verificará en el teatro del Duque el beneficio del Señor Im-
perial, poniéndose en escena la zarzuela en tres actos El Relámpago y la
en uno Nadie se muere... cantando en esta última la señorita Ruiz unas
preciosas malagueñas.
(LA ANDALUCÍA. 14 de septiembre. 1876)
***
La aplaudida primera tiple del teatro del Duque, señorita Ruiz, ha can- 253
tado dos noches consecutivas en la zarzuela Nadie se muere..., unas pre-
ciosas malagueñas que han sido muy del agrado del público, mereciendo
los honores de la repetición.
(LA ANDALUCÍA. 16 de septiembre. 1876)
***
***
254 Beneficio.- Para la señorita Soler di Franco, en el Teatro Circo del Duque.
Además de cantar la zarzuela Catalina hizo también la habanera Lola y a
petición del público cantó el popular tango de C. de L. llamado La Mar.
(EL PORVENIR. 19 de agosto. 1876)
***
***
A cuenta de estas notas sabemos que no sólo por mor de beneficios entraban
en escena las aplaudidas canciones del país, sino que avispados autores del
género cómico-lírico-bailable, introducían en sus piezas pasajes de andaluza
naturaleza procurando el aplauso entusiasta del respetable.
***
Entre ambos sucedió un asunto extraordinario del que se hicieron eco las pági-
nas del diario EL UNIVERSAL, diciendo que un cuerpo de coros formado por
individuos de diversas agrupaciones corales sevillanas, ensayan en el salón alto
del café Emperadores, entre otras piezas, el wals andaluz: la Jembra de caliá;
para cantárselo al Rey en su visita a Serva (16 de marzo de 1877).
***
***
Como se ve no sólo las naturales del país “donde la sal se cría” eran capaces de
meter mano y garganta a los cantos de la tierra. Educadas en el conocimiento
de la música, las tiples y las vice tiples y todas las primas donnas... no hacían
sino aplicar su técnica al ejercicio de esas otras canciones que también eran de-
finitivamente música, hermosa y popular, por veces alegre y en otras triste, de
llanto y melancolía sus notas.
***
***
***
Teatro Circo del Duque.- (Se representa la zarzuela Jugar con fuego).
Terminada la zarzuela, los espectadores pidieron con insistencia a la se-
ñora Latorre (primera tiple) que cantase unas Malagueñas, efectuándolo
así recibió por ello expresivas muestras del agrado con que había sido
escuchada.
(EL PORVENIR. 22 de octubre. 1880)
Quizá a estas alturas del relato pueda el lector manifestar lógico cansancio ante
tan exhaustiva relación de cantos populares dichos por cantantes de las óperas
y las zarzuelas. Si es así se ruegan disculpas y comprensión por los motivos
que fuerzan la cierta pesadez de esta larga retahíla. Mas como se advirtió al
comienzo del capítulo, lo que se pretende demostrar, con tanto aparato heme-
rográfico, es que no fue fenómeno aislado el que tenores y tiples y barítonos
se acercaran a lo popular, estableciendo una relación intensa que debió ser be-
José Luis Ortiz Nuevo
néfica tanto para unos como para otros, abriendo caminos de comunicación,
entendimientos más allá de las herméticas conductas de los solitarios.
***
l8
La compañía infantil que viene actuando en el bonito teatro del Centro ,
se vio favorecida en la noche antes de ayer por un numeroso público que
258 llenaba por completo todas las localidades.
La simpática niña García, cantó con gusto y afinación la preciosa haba-
nera de C. de L. viéndose obligada a cantar en medio de atronadores
aplausos malagueñas y peteneras.
(LA IZQUIERDA LIBERAL. 19 de mayo. 1883)
***
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***
*** 261
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262 Los Inútiles; obra estrenada anoche en el teatro del Duque se reduce a
una representación en la escena de tipos a quienes el autor da el nombre
de la obra.
Un salón aristocrático en que alternan los toreros y en que la libertad no
anda escasa; unos cuantos pobres de levita; algunos juegos prohibidos, y
otros, oficiales y una taberna con menestrales, chulos y el indispensable
tango que es lo que ahora priva.
(EL CRONISTA. 14 de octubre. 1888)
En esta obra, que pertenece al género flamenco tan en boga hoy, abun-
dando en ella los chistes de buena ley, tuvo ocasión el público de admirar
las excepcionales condiciones de la primera tiple, señora García, que es
sin disputa la primera entre nuestras artistas cómico-líricas, que se dedi-
can a cultivar dicho género.
(EL PROGRESO. 18 de febrero. 1888)
¿Se sabe algo?
***
***
...Entre los números a que se dio mejor interpretación y fue preciso repe-
tir a instancias del público, debemos mencionar especialmente, las mala-
gueñas en que las Sras. García y Díaz no dejaron nada que desear.
(EL PROGRESO. 10 de junio. 1888)
Presencia pudiera decirse que abusiva del género flamenco en el teatro enton-
ces, pues al leer hoy estas que fueron noticias vivas se nota un cierto tufillo de
oportunismo comercial por parte de autores y empresarios que a fuerza de
calzador metían como fuesen escenas de flamenco en zarzuelas, comedias o
revistas, no ya por difundir o enriquecer o proclamar la belleza del género sino
para aprovechar las más bajunas zonas de sus comportamientos a modo de
gancho o anzuelo con que pescar a incautos espectadores:
***
Mentira parece que un talento tan indiscutible como el del señor Romea
haya recurrido para hilvanar una zarzuela de costumbres sevillanas (¡Olé
Sevilla!), al recurso gastadísimo y más bien falso que gastado, de presen-
tarnos un inglés estúpido que viene buscando chismes de tauromaquia, y
que muestra no conocer a nuestro país sino por lo que de él le han dicho
los más necios folletinistas franceses. Es una equivocación mucho más
censurable en quien conoce ya bastante a Andalucía para saber que esos
son cuentos de camino, y aun para que no cayese en el otro error de esos
otros autores que confunden el andaluz con el flamenco, sin duda porque
nunca visitaron nuestra tierra, o porque si alguna vez vinieron a ella, no
vieron más que las cofradías de madrugada y el Burrero.
(EL CRONISTA. 25 de diciembre. 1888)
¿Se sabe algo?
Cuando la década de los ochenta se despide confirman las carteleras todos los
argumentos citados y aún más, pues hay barítonos que recuerdan hasta los
propios polos:
Tampoco hubiera sido natural que faltasen este año los beneficios:
En el teatro del Duque produjo parte del público de las localidades altas
un escándalo durante la representación de la zarzuela El buque subma-
rino.
La empresa anunció que no podía cantar las populares malagueñas la
Señorita Agudo por encontrarse indispuesta la mencionada artista.
No conformes con la supresión algunos espectadores, al llegar la escena
de la taberna, protestaron de manera ruidosa, interrumpiéndose la repre-
sentación y negándose aquellos a desalojar el local después de terminada
la función.
266 (EL TRIBUNO. 2 de mayo. 1889)
267
José Luis Ortiz Nuevo
NOTAS
SEVILLA
En la noche del 24 se ejecutó a beneficio del Sr. Valero la tragedia Edipo.
Felicísimo estuvo el dicho Sr. en la ejecución, infinitos fueron los aplau-
sos que recibió, y el público en fin le llamó a la escena, después de con-
cluida la representación. El Sr. Ojeda Manti contribuyó, cantando varias
piezas de música y ejecutando graciosas canciones andaluzas, al brillante
éxito de la función. El público, como siempre, hizo justicia a su mérito,
dándole inequívocas pruebas del agrado con que le había escuchado. El
teatro estuvo concurridísimo e iluminado completamente. La escena fue
muy exornada.
(EL ORFEÓN ANDALUZ. 28 de febrero. 1843)
***
268
CÁDIZ
Según dice la Estrella la empresa del teatro ha resuelto que ocupen aquel
por temporada una compañía de ópera, dos dramáticas y una de baile
francesa; así como ha contratado con el joven tenor español don Manuel
Ojeda Manti, anuncia las funciones con piezas escogidas, y las canciones
andaluzas en que tanto sobresale.
(EL ORFEON ANDALUZ. 31 de marzo. 1843)
3. Ítem más:
4. TEATRO PRINCIPAL.-
Terminará la función con la canción andaluza, cuyo título es El polo del
Tío Caniyitas nueva pieza, escrita expresamente por el señor Soriano
Fuertes para el señor Belart.
(EL PORVENIR. 18 de octubre. 1853)
No me guiñes el ojo,
Niña bonita,
Porque en punto a casada
Soy progresista;
Y como ellos,
Partidario soy, niña,
De retraimiento.
Yo le pedí un abrazo
A una casada;
Y la paga pidióme
Adelantada.
Dije: no admito,
No hay cosa más horrible
Que un anticipo.”
270 (EL PORVENIR. 12 de febrero. 1865)
12. Cuatro días después, el 15 de junio del 73, se anuncia, en este mismo dia-
rio, que en el Teatro San Fernando habrá una gran función extraordinaria en
beneficio del aventajado violinista Fernando Palatín; siendo décimo y últi-
mo número en el programa: Canciones Andaluzas, por la Señora Volpini.
13. Y bien que lo debió ser pues años más tarde aún seguía en el candelero
la célebre cantante:
16. Digno de hacer será un estudio sobre este particular. Nótese, a modo de
ejemplo, los testimonios de este acercamiento de “lo escrito” a la cultura
analfabeta:
***
17. Tras una larga serie de ensayos, anteanoche se dio a conocer al pú-
blico por la compañía que dirige el señor Cereceda, la notable parti-
tura del maestro Bizet...
...La música que el maestro Bizet ha escrito para esta obra, es deliciosa y
tiene bellezas de primer orden en su instrumentación, y aunque un teatro
abierto (Eslava) no es el local más apropósito para apreciar detalles, el
público quedaba agradablemente impresionado a la terminación de cada
una de las piezas, y aplaudió espontáneamente y pidió la repetición de
la canción de salida de Joselillo que termina con un magnífico himno que
sirve de tema a la ópera; también aplaudió con entusiasmo, hasta conse-
guir la repetición, el precioso aire de malagueña y bolero que da entrada
al cuarto acto, y la marcha de los toreros, del mismo obtuvieron solamen-
José Luis Ortiz Nuevo
***
***
Con referencia al beneficio del nuevo tenor Sr. Antón, verificado el do-
mingo en el Teatro de la Ópera de Madrid, encontramos los siguientes
detalles en un periódico de aquella localidad:
“...Terminada la función con el cuarteto del Trovador, que dicho sea de
paso, estuvo bien cantado por la señorita Boulicioli y el beneficiado, el
público de las alturas comenzó a gritar ¡que cante! ¡que cante! como si
el señor Antón hubiera estado con la boca cerrada toda la noche; nues-
tro compatriota cedió a estas peticiones mostradas al cabo casi unánime-
mente, y acompañándose a si propio al piano, entonó una preciosísima
canción andaluza y un tango que llevó hasta el delirio el entusiasmo ya
muy alto del público.
(EL PROGRESO. 30 de abril. 1885)
20. Gozaron también los asistentes que en Sevilla fueron a tributar el debido
beneficio a la señora Theodorini:
23. Teatro del Duque.- Beneficio de la tiple de zarzuela seria Señora Martí
de Moragas. La señora Martí cantará una preciosa canción andaluza y
unos bonitos couplés franceses.
(EL TRIBUNO. 6 de marzo. 1889)
24. Estudios semejantes al que se presenta se hacen precisos por ésta y todas
las razones que se suponen, en las demás hemerotecas de Andalucía.
274
CORNETÍN POR SOLEÁ
El Sr. D. Manuel Font, hijo del músico mayor del Regimiento de Soria ha
compuesto un pasodoble flamenco dedicado al afamado diestro Francis-
co Arjona Reyes (Currito).
Ayer lunes al volver del campo de instrucción, tocó la banda del expresa-
do cuerpo, la composición a que nos referimos, la cual, por lo que pudi-
mos oír, nos parece del género verdaderamente flamenco.
Dentro de breves días se pondrá a la venta en el almacén de música del
Sr. Bergali, sito en la calle de las Sierpes.
(EL PORVENIR. 14 de diciembre. 1889)
Así es, también las bandas de música de los militares que deleitaban a nuestros
tatarabuelos, incorporaron a sus repertorios obras inspiradas en los cantos del
l
país. Desde antiguo certificaciones lo demuestran , y hacia mitad de los cin-
cuenta, según refieren los periódicos, parece tomar cuerpo esta costumbre, que
se verificará abundantemente por el resto del siglo.
275
Como primera muestra, tengan la bondad de entretenerse en el relato de una
romántica serenata:
Solemnidad musical.- Por tener que atender a otros trabajos para nuestro
periódico, no pudimos como deseábamos, ocuparnos ayer de la brillante
serenata que costeada por el Ayuntamiento, se dedicó en la noche del
último domingo a SS.AA.RR. Jamás en Sevilla, donde no hay que negar
que hay afición por el encantador arte de la música, y la prueba es el nú-
mero que se cuenta de aficionados y profesores, se había efectuado una
solemnidad artística tan suntuosa y de tanto efecto. A causa de estar llu-
viosa la noche, se verificó aquella en los corredores bajos del palacio de
San Telmo. Poco más de las siete sería, cuando la orquesta compuesta de
cien músicos, dejó oír, los estrepitosos acordes de una sinfonía que sobre
2
la marcha real y aires españoles, dejó en su estancia en esta Mr. Gevaert ,
compositor belga, que ha hablado muy bien, cosa rara, del estado artís-
tico de nuestra Patria. Basta sólo esa obra para asegurar que Gevaert es
uno de los primeros armonistas de la época. A este brillante trozo, siguió
el coro y canción de El Trovador, walses, de Lavinski, final de la referida
ópera de Verdi, obertura del Sitio de Corinthio, de difícil desempeño
para los instrumentos de cuerda, bolero de la zarzuela Los diamantes de
José Luis Ortiz Nuevo
***
***
***
Salón de Oriente.- Esta noche con motivo de ser el día del fundador de
los bailes en este local, tendrá lugar uno al que concurrirá la sociedad
coral titulada Flor Sevillana. El Sr. Villa tocará en el cornetín Las Mala-
gueñas.
(EL PORVENIR. 29 de septiembre. 1867)
***
Teatro del Duque.- Las Malagueñas por el profesor de cornetín Sr. Vila.
(LA ANDALUCÍA. 14 de noviembre. 1867)
278
***
***
Banda y Coros
El Sr. Vila y la Sociedad Coral “La Sevillana”: Wals afandangado La jem-
bra de caliá.
(EL PORVENIR. 30 de agosto. 1872)
***
***
4
Esta tarde tendrá lugar en nuestro circo taurino una función dividida en
José Luis Ortiz Nuevo
***
280 ***
NOTAS
***
Baile en Palacio.- Para el que ha de tener lugar esta noche a las siete, se
han compuesto por el distinguido profesor don Silverio López Uría,
director de la banda militar de artillería, dos tandas de rigodones con
los nombres de La España (de aires nacionales) y La Maga. También
se tocará un wals, composición del mismo profesor, titulado Las tres
hermanas. Amenísima ofrece ser por todos conceptos esta reunión, a
la que no dudamos asistirá lo más escogido de la sociedad de Sevilla.
281
(EL PORVENIR. 26 de febrero. 1854)
***
REUNIONES PÚBLICAS
VELADA.- La más animada que ha habido este año ha sido la de Triana,
la cual ha pasado sin que se tenga que lamentar uno de esos hechos dig-
nos de figurar en nuestro cuadro de costumbres. Lo que se ha advertido
ahora, que tan pronto como sonó la una de la noche, los vendedores se
encontraban a oscuras como por magia, pues los municipales iban apa-
gando los candilones, sin decir oste ni moste. Hasta una tranquila fiesta
que había a la puerta de una barbería, donde lucía su voz un cantador de
pulmones, al que escuchaban muchas personas, fue disuelta. El año pa-
sado -decían las gitanas- se nos dejó vivir más; pero éste, hemos sido más
desgraciadas. Si fuéramos autoridad, dejaríamos que esas fiestas durasen
hasta el día, sin cerrar los establecimientos; pero vigilaríamos, y al que
delinquiera se le acababa la diversión.
(EL PORVENIR, 28 de julio, 1853)
285
***
Así termina el primer domingo de Octubre, y así terminan todos los de-
más; mas cuando aun acaba el día, la noche ofrece un campo más vasto
a la broma; así es que no satisfechos todavía de francachela salen a las
calles y al son de guitarras y panderetas vuelven a bailar, reír y gozar,
esperando proseguir al año siguiente la función empezada.
R.Ch. (EL CEFIRO, 27 de octubre, 1844)
Aseguraba que dos son las fuentes del cante: de la tristeza y al par de la alegría
sus aguas manantiales... a su vez, dos fueron y son los ámbitos naturales ma-
yormente proclives a las satisfacciones, principales escenarios del júbilo:
Desde bien antiguo refieren los escritos1 causas de estos refociles multitudina-
rios que, a su paso, van dejando huella del modo, costumbres, vestidos, comi-
das y bebidas, instrumentos, coplas, motivos y razones propicias al jolgorio.
Señas exactas de identidad, precisas. Fascinantes recuerdos de sencillez subli-
me:
El tío Juan el esterero.- Al ver este epígrafe creerán nuestros lectores que
vamos a ocuparnos de algún individuo que necesita le recomienden sus
esteras: no hay nada de eso: el tío Juan no ha menester recomendación
¿Se sabe algo?
Ya habréis salido de la duda; este es el tío Juan que cantan los ciegos al
compás de la guitarra, y que repiten cien voces por las calles de todos los
barrios de la población. Esta es la canción más prontamente populariza-
da que se ha conocido. ¡Oh poder del miriñaque, a dónde alcanzas! Esta
289
canción, es sin duda la que se cantará, acompañada de la pandereta, en la
multitud de carros que en el día de hoy salen para Santiponce y Torrijos,
a dónde el tío Juan se va a divertir de lo lindo: no faltaremos nosotros, y
esperamos que nuestros lectores se darán por invitados.
(EL PORVENIR, 30 de octubre, 1858)
A divertirnos.- Hoy va a ser uno de los días que, si Dios no dispone otra
cosa, se señalarán en Sevilla con piedra blanca: apenas un hombre se le-
vante, se afeite, se vista, almuerce, y oiga misa, se va pian pianino (o en
coche, según a la altura que esté la bolsa) al campo de Tablada, donde
pasa el rato viendo las carreras de caballos, para las cuales ha llegado un
considerable número de forasteros: terminado el espectáculo y después
de pasar revista a las muchas niñas bonitas que asistirán a él, según noti-
cias, como esto habrá abierto el apetito, viene uno a su casa y come: fuma
4
su cigarro, y se va a la calle de Castilla, a ver volver la gente de Torrijos .
290 ¡¡¡Magnífico!!! ¡Qué cambio de decoración!
Por la mañana: diversión a la inglesa; cuadro de costumbres con jockeys,
latigazos, campanadas, voces, apuestas, carreras, etc. etc.
Por la tarde: diversión a la sevillana; costumbres andaluzas, cañas, polo,
y seguidillas, con guitarras, panderos, castañuelas, carros compuestos y
vino de la tierra y aguardiente del que hace ¡¡¡brrrrrr!!!
¡Soberbio!
Acabado esto, se descansa en Oriente o en los Suizos, se toma algo refri-
gerante, y al teatro a oír a Romea: cuadro de costumbres distinguidas, si
no hay voces ni palmoteo en la cazuela alta; un poquito de baile francés,
y se va uno a la cama con el cuerpo lleno de novedades.
en el templo de Talía.
(LA ANDALUCÍA, 7 de octubre, 1860)
Como se sabe no era sólo Torrijos. Por el tránsito del tiempo anual jalonaban
hitos de cumplimiento obligado. Esperadas fechas para el alborozo. General-
mente en nombre de los santos:
Velada de San Juan.- Todos los preparativos anunciaban ayer que esta
antiquísima y popular solemnidad, que tantas buenas plumas ha ocu-
pado, no desmerecería de la de los años anteriores, no obstante ser harto
notorio que se halla en el período de su decadencia. En cuanto a objetos,
los mismos de otras veces: puestos de juguetes, de golosinas y buñuelos;
tabernáculos de bebidas y máquinas en abundancia de las llamadas del
Tío Vivo. Por cierto que en esta clase de instrumentos advertimos una
novedad hija de los adelantos materiales que se van en todo denotando;
y es una que se distingue de las otras por su más esmerada construcción
y por hallarse cerrada con persianas y rodeada de balcones, dentro de la
cual puede bailarse, y donde en efecto bailará una pareja de boleros. Está
separada de las otras, como rehuyendo su contacto y colocada en el sitio
del Potro, que ha hecho la autoridad muy bien en concederle, para osten-
tar la lucidez a que se conoce que aspira, así por ser la más decente de su
género, como por la buena música de que se sirve. El objeto se conoce de 291
golpe: dar más atractivo a este adminísculo de nuestras principales ve-
ladas y atraer por dicho medio más y mejor gente. Es todo lo que hemos
encontrado de notable.
(EL PORVENIR, 24 de junio, 1857)
Y aún más que notable es la crónica que sigue: magnífico cuadro de costum-
bres, retablo de usos y mercaderías, y también de músicas:
Para que nada falte preciso será dar el sitio que merece al carnaval de enton-
ces, mucho más vivo e importante de lo hasta ahora creído; sobre todo en las
décadas centrales del siglo, cuando se publicaban gacetillas tan sorprendentes
como esta:
piruetas de Cataluña estan mes en regla que las de la terra del jaleo y del
ole.
Carnestoltas fredas
Le blat va a divuit;
N’ya molts que bailan
ab le ventre vuit.
(EL PORVENIR, 20 de febrero, 1862)
A las puertas del verano emprendían fervoroso camino hacia la aldea. Acaricia-
ban guitarras por el campo alante:
Gente sabia que no se dejó domesticar por la miseria, tampoco por la angus-
tia. Lograr, alcanzar las imposibles. Quienes conocen las llagas lacerantes del
sufrimiento pueden tal vez mejor que nadie orientarse hacia el Sur de los con-
tentos:
¿Se sabe algo?
Y amaneció 1872 con aire de fiesta, noticias frescas de júbilo hasta la capital
llegaron, venían de Málaga y de Cádiz venían, con el impulso de la noche y de
las danzas, con el aire del mar, con el empuje de las olas:
***
Alegría del todo precisa a la supervivencia. El juego de las gentes del sur entre-
tenidas en versos, músicas y ritmos... bajo el poderoso influjo de las luces que
arden:
***
Muy concurrida estuvo en la noche del sábado la calle del Betis. Mucha
gente acudía desde las primeras horas de la noche, hasta el punto de
ser algunos sitios intransitables por estar agrupados los mocitos crúos,
bien requebrando a una bolera que daba muestras de su ligereza de pies
y mayor flexibilidad de cuerpo bailándose er fandango en alguna casa
de las muchas en que esta noche se dedican al culto de Terpsicore, bien
procurando escapar de las fuertes garras de una buñolera que con las
concebidas frases de janda güen mozo vamos a tomá unos muñolitos,
procuraba hacerse de parroquia.
(EL PORVENIR, 29 de julio. 1879)
...Bandadas de golondrinas,
Que anidan en la floresta,
Las jóvenes andaluzas
Son las noches de la Feria.
Bajo azules pabellones
Cantan y revolotean;
Sus párpados sonrosados
Se entornan, mas no se cierran.
Libros de caballerías
Son los bailes para ellas;
Las noches de claro en claro
Suelen pasar dando vueltas.
Por eso un nuevo Gauthier
Anotará en su cartera:
“Las españolas no duermen
Aun cuando sueñan despiertas.”
De ver es cuando agrupadas
Bajo el techo de tijera
De esos elegantes nidos
llenos de luces y esencias,
Mueven, al son del piano,
Las brazos y las caderas, 299
En la danza que a lord Byron
Trastornaba la cabeza.
De ver es cuando la falda
Provocativa y ligera
Descubre sus pies menudos
Como ramos de violetas;
Y cuando al compás del crótalo
Y la guitarra parlera,
Como girándulas pasan
Casi sin tocar la tierra.
No hay fibra del sentimiento
Que no vibre y se estremezca
Al escuchar en sus labios
La clásica malagueña;
Ni corazón de diamante
Que no se rinda y se vuelva,
Por lo alborotado, espuma,
Y por lo sensible, cera.
Vano intento es comparar
Aquellas hijas de Atenas
Cuyas formas palpitaban
Bajo las túnicas sueltas,
José Luis Ortiz Nuevo
Feria, guitarras, feria, el Rocío, veladas, fiestas, feria, manzanilla, bailes, feria,
veladas, los palillos, cantes, fiesta:
Durante la noche del último día de feria, fueron muchas las casillas don-
de a compás de las palmas y de los cantos de nuestro país, se celebraban
alegres bailes, reinando la más viva animación en cuantas personas lo
presenciaban.
(LA ANDALUCÍA, 22 de abril, 1881).
300
***
A las primeras horas de la noche del segundo día de estas fiestas era muy
escaso el número de personas que se veían en la casilla del Círculo de La-
bradores y otras oficiales, mientras que las casillas construidas por inicia-
tiva particular se hallaban muy favorecidas, llamando la atención de los
numerosísimos paseantes la animación que reinaba en ellas, bailándose
seguidillas y cantando malagueñas y peteneras.
(EL PORVENIR, 21 de abril, 1882)
***
***
***
***
***
***
***
Concluida la Semana Santa... la ciudad del brillante sol y del eterno gra-
cejo, satisfecha de haber tributado a su ingénita piedad su magnífico ho-
menaje, se remoza por su extensa periferia, se corona de flores, y vuelve a
pulsar la guitarra, a agitar los palillos y a hacer resonar por los márgenes
del Guadalquivir sus melancólicos cantes flamencos.
(EL PORVENIR, 12 de abril, 1885)
Llegando mayo la mar se agita. De lo más al sur, casi a las puertas del África,
la noticia llega:
302
Ya ha circulado el programa de los festejos que tendrán lugar en Alge-
ciras los días 7, 8 y 9 del próximo junio, en que celebra su feria dicha
ciudad.
Lagartijo y Cara Ancha matarán en las dos corridas de toros de Muruve
y Marqués de Saltillo.
Compañías de verso y zarzuela actuarán en el teatro de verano.
Los aficionados al género flamenco encontrarán surtido de Cafés Cantan-
tes donde empaparse de las dulzuras del cante jondo.
(LA ANDALUCÍA, 7 de mayo, 1885)
De manera que fue entonces, por los ochenta, cuando el apogeo de los cafés
cantantes, el tiempo preciso en que comenzó a trascender el concepto de fla-
menco aplicado al arte y en las fiestas generales, manifiesto no sólo en la capi-
tal, también lejos, como en Algeciras mismo:
Lo más notable que se presentará este año en cante flamenco, parece que
lo trae el Café del Cordón, pues ha contratado nada menos que al célebre
cantaor Chacón. En boleras las parejas que presenta el amigo Sr. Martín,
son de lo más notable y especial; y muy aceptable el cante y baile que se
9
exhibe en el café del Sr. Marín .
¿Se sabe algo?
Entre tanto, las voces que en Sevilla nos hablan de sus fiestas, dicen sobre todo
cosas de la Feria y de veladas y de romerías:
***
La Feria de Sevilla es la Feria non plus y puede competir con esas grandes
exposiciones del extranjero.
Además de los pingües negocios que se efectúan en la Feria de Sevilla, se
baila y se canta por toíto lo jondo y por todo lo filaerfia.
Las sevillanas van a la Feria, se pasean por la Feria, hablan en la Feria, se
ríen en la Feria, comen, bailan y se divierten en la Feria: ¡Es mucha Feria
la Feria de Sevilla! 303
(LA FUSTA, 19 de abril, 1887)
***
***
10
Anteayer, primer domingo de Romería al Santuario de Torrijos se halló
bastante animada la calle Castilla, del populoso barrio de Triana...
... Lucían su donaire y gracia bailando las seguidillas, al compás de los
tañidos de una guitarra que manejaba, con singular maestría, un mozo
“crúo” y de la copla que los labios encendíos de una morena de ojos ras-
304 gados, lanzaban al aire con inimitable sentimiento.
(LA ANDALUCÍA, 4 de octubre, 1887)
***
Así fue, entre los años del 44 al 89 del siglo XIX, nuestro paseo rastreando los
ecos escritos de sus fiestas públicas, a la busca de testimonios próximos y na-
José Luis Ortiz Nuevo
En homenaje a la verdad sea dicho, por las mañanas se baila poco en las
tiendas de la feria; las horas consagradas a ese recurso del amor contra la
presente hipocresía social, concepto único en que yo disculpo a los bai-
larines, son las de la primera media noche, y la tienda favorecida por las
mejores hembras de la aristocracia y de la burguesía; la tienda donde más
resplandecen la belleza y la elegancia; la tienda decorada con más arte y
más lujo; la tienda donde se revela en todo la esplendidez de sus dueños;
la tienda de luz más radiante y en cuyos ámbitos resuenan las más dulces
armonías; la tienda donde no falta el más menudo de los pormenores del
“savoír faire”; la tienda cuya entrada codicia como meta de sus aspiracio-
nes el feriante; la tienda, en una palabra, que hace “succes”, los años que
se levanta, en el prado de San Sebastián, es la del “Casino Sevillano”.
Y es justo que sea la preferida. El “Casino Sevillano”, situado en la plaza
del Duque, se cita en toda España, dicho sea sin ofensa, ni de pensamien-
to, para otros “Círculos” más modernos, pero muy respetables de Sevilla,
como ejemplo de distinción, de cultura y de amenidad. Es una sociedad
realmente modelo. Yo no quiero saber ahora si existe una fuerza de afi-
nidad que junta a las personas dotadas del atractivo de la simpatía; pero
ello es que, en aquel casino, desde hace muchos años, tal acontece; hay
allí esa combinación seductora de la familiaridad más sencilla y de la más
exquisita delicadeza; en el trato brilla el gracejo del país; pero ese grace-
jo fino, nunca chocarrero, siempre oportuno, que ha hecho proverbiales 309
multitud de frases allí dichas y multitud de episodios allí realizados, de-
mostrativos de la ligereza de la sangre andaluza; hay atenciones para el
forastero, desprendimiento en cuantas empresas se acometen; hay, para
concluir, un encanto especial, que trae siempre a la memoria las pasadas
en el “Casino Sevillano”, como felices horas de la vida.
A la izquierda de la puerta de San Fernando, entre el paseo de coches y la
huerta del Retiro y en contacto con las tapias de ésta, se establece la feria
infantil, el mercado de juguetes, cuyas casillas avanzan hasta cerca de la
puerta de la Carne: delante de ellas, y produciendo un concierto infernal,
saltan y corren y lloran y chillan y gatean, en prueba de que aún está
remoto aquello del valle de Josafat, innumerables chicos, sonando unos
los instrumentos y otros admirando en sus manos los muñecos más en
armonía con sus aptitudes y que suelen ser indicio de las aguas en que
navegarán, cuando se lancen, entregados a sus propias fuerzas, por los
revueltos mares del mundo.
Por aquí, un rapaz de siete navidades, con el dedo índice de la zurda se-
pultado en una ventanilla de la nariz hasta la primera falange, tira con la
otra mano de los faldones de la levita de su padre y se desgañita pidién-
dole un granadero imperial que está colgado por la gorra del pelo, entre
sables y fusiles, de la techumbre de un puesto; por allí una niñera buena
José Luis Ortiz Nuevo
moza, con los carrillos como amapolas y una gorrita en la mano, corre,
no sabemos si detrás de Juanito, que se aleja, distraído en tocar un tam-
bor, o si huyendo de los requiebros candentes que, “fartando ya”, como
ella dice, le espeta un batidor de caballería; más allá, una señora gorda,
se encuentra en la terrible aflicción de que el único Amadeo que llevaba
es falso, y el niño no suelta a tres tirones el chinesco que ya consideraba
suyo, hasta el extremo de haberle arrancado la media luna, y que el ven-
dedor quiere recobrar íntegro a todo trance, diciendo que “ni a Dios fía”,
sin tener en cuenta el sofocón de la mamá, no los desgarradores lamentos
del inocente: por todas partes, en una palabra, menudean en aquella Ba-
bilonia los incidentes cómicos a que dan lugar las controversias entre los
nenes y los papás, aquellos por comprar títeres y tomar cartas en la bulla
y éstos por ahorrar ellos unos cuartos y a los pedazos de sus entrañas
unos coscorrones.
El paseo de lujo es por las tardes; el de los coches, ordenados en dos hi-
leras como de costumbre, por el arrecife de la calle principal de tiendas
y por su prolongación delante de la huerta del Retiro, hasta la puerta
de la Carne; y el de las gentes a pie, por las alamedas laterales, siendo
indescriptible la animación que allí reina, especialmente a la hora de su
apogeo, que es la de concluirse los toros, pues las ocho o diez mil almas
que han ido a dar luz a su razón, humanizar sus instintos y recibir sus
310 ejemplos de buenas obras, después de aplaudir al genio del arte que le ha
partido el corazón al último cornúpeto, concurren al real de la feria, para
disipar la honda pena que les ha producido la conclusión de aquellas
taurinas horas, tan plácidas como breves, sobre todo en las corridas de fe-
ria, que son siempre de punta, saliendo cuando menos del redondel una
veintena de jacos sin tripas, y, a buen librar, de la cuadrilla, un espada
herido, un banderillero muerto y un picador descostillado.
Otra calle irregular de tiendas, propias también las unas y otras del “Asi-
lo”, parte de la principal ya descrita, más o menos perpendicularmente
a ella, y sobre su izquierda. Entre esta nueva calle y el paseo que hace
frente al mercado de juguetes, colocan los gitanos sus buñolerías, que
bien merecen algunos renglones.
Los gitanos monopolizan, con razón, el comercio de buñuelos, en rome-
rías, veladas y ferias; digo con razón, porque sólo ellos poseen el secreto
de dar a la masa y al frito el punto necesario para que sepan a gloria, sin
o con miel.
Las buñolerías son grandes tiendas, que tienen por lienzos sábanas con
bordados churriguerescos y por cortinaje colchas de colores rabiosos con
flecos, y están adornadas exteriormente con cintas, moños y banderas,
y por dentro con pinturas al oleo, de autores anónimos, representando,
bien la muerte de Pepe-Hillo, ya un majo bebiendo la horchata que le
¿Se sabe algo?
sirve una moza “juncal”, reduciéndose el resto del decorado a sillas sevi-
llanas y las mesas de pino en que se sirven el chocolate, los licores y los
buñuelos.
Delante de las buñolerías se colocan las flamencas de mejor “trapío”, lu-
ciendo sus trajes encarnados o blancos, con muchos faralaes; sus pañue-
los de espumilla amarillos o punzó, cruzados por el pecho y anudados
atrás en la cintura; sus ojos muy negros que no les caben en la cara; su
color muy moreno y su colorete; sus dientes muy chicos y muy blancos;
el pelo anillado y reluciente echado atrás; y sujetado el rodete, o bajo la
castaña, la tradicional peineta, rodeada de flores y un rizo bajo cada sien,
pegado con “sargatona”: allí, con un brazo en jarras y el otro en acción,
despliegan todo el repertorio de movimientos jacarandosos y frases de
almíbar o de pimienta, que sólo ellas poseen, para enganchar parroquia-
nos, diciéndole, a un jorobado, persona de gracia, y salerosa a un suizo,
y “que no tiene carne pa quebrantá una vigilia” al que es flaco y no le
gustan los buñuelos; y así, medio en caló, medio en español averiado, a
este le lanzan un piropo y a aquel una saeta, pudiendo decirse de ellas
hoy, como en los tiempos de las veladas de Sevilla, descritas creo que por
Lope de Vega:
La misma variedad que en los nombres, existe en los precios; a los com-
padres les dan de balde los buñuelos, el aguardiente, el chocolate y hasta
la sartén si la quieren; pero si el consumidor entra muy compuesto y res-
pirando fuerte, tiene, como dice un sevillano de muy buena sombra, que
mandar a su casa por los títulos de un cortijo para pagar la cuenta.
Dejemos a los chiquillos dar vueltas en los caballos, mecerse en las cunas
y viajar en el ferrocarril del “tío vivo”; no entremos en la multitud de
fondas, siempre llenas de gente alegre, y en las que se come, se bebe, se
es servido y se paga como de feria; ni en la tienda donde se exhibe una
giganta; ni en la que se anuncia la vista de un sorprendente panorama;
ni nos detengamos a ver cómo trabajan los monos y los perros sabios; ni
los acróbatas, no compremos tampoco “arfajores de Meína”, ni avellanas
al tío que grita a revienta pulmón, señalando las medidas: “¡a dos reales
la grande y a probarlas!” “¡a real la chica!”, ni los manojos de divinos
capullos que lleva en el canasto Antonio el florero, pregonando: “¡las que
huelen, rosas finas; a las ricas dalias y a las marimoñas!”, ni visitemos
las tabernas de San Bernardo, la patria del famoso Herrera Guillén, de
Curro Cúchares y del Tato, donde está la fuente “cuyas aguas es preciso
beber para ser torero”, según afirma un mozo muy simpático del barrio,
que solía dar un menudo “non plus ultra” a sus amigos el segundo día
de feria: dejemos todo eso y muchas cosas más, los fuegos artificiales in-
312 clusive, y suponiendo que son más de las doce de la noche, sigamos a un
grupo de personas de buen humor, que después de haber comido fuerte
y hecho escala y refrendado el pasaporte en cuantos despachos de bebi-
das han encontrado al paso voltejeando por la feria, sale ahora, o entra,
mejor dicho, por la puerta de San Fernando con rumbo al “Colmado” en
que los aguardan varios cantadores, un bailador de nota y cuatro amigos
de confianza.
La casa está rebosando gente, en la verdadera acepción de la palabra,
pues a las puertas de muchas habitaciones hay algunas personas que tie-
nen vela en los entierros de la razón que se verifican dentro, y no entran
por no haber sitio para sus cuerpos. El estrépito de las bacanales resuena
en todo el barrio; pero en Andalucía sucede con estos ruidos, lo que con
el de los coches en Madrid, a los que vienen de provincias; a la semana
no se oyen; constituyen un elemento más del medio ordinario en que se
vive.
Los señores que vamos siguiendo, deben gozar de gran predicamento en
el “Colmado”, pues un joven montañés los ha conducido, sin vacilar, a
una sala de atmósfera pesada y alcohólica, alumbrada por cuatro meche-
ros de gas y en cuyo centro hay una mesa larga rodeada de banquillos.
Allí los esperaban efectivamente los cantadores y sus “banderilleros”, ha-
blando “der Fillo”, que como si dijéramos el Rubini del “cante” flamenco;
¿Se sabe algo?
los tocadores templando las guitarras y el bailador, entre las amigas, ha-
ciéndoles algunas observaciones sobre el modo de “matar la araña” en el
zapateado: su entrada produjo una gran explosión de alegría, para cuyo
complemento, un jerezano buen mozo le dijo al montañés, que acudió al
grito de “¡asistencia!” que subiera cuarenta “cañas” de manzanilla y unas
aceitunas, para hacer boca.
Obedecida la orden; uno de los ayudantes de cantador, repartió la prime-
ra “ronda”, lanzando antes al aire el líquido de cada vaso y recogiendo
el chorro en el cristal; sin derramar una gota, y con un dedo de espuma,
galantería que se llama “batir la caña”.
La mamá de las convidadas tiene tertulia en su casa, en la que, como dice
con su inimitable gracejo Narciso Serra:
Y siendo sus más constantes tertulianos nuestros amigos, que así les lla-
maremos, ha consentido a las niñas que con unas primas suyas, y una tía
encargada del cuidado de todas, vayan a cenar con ellos, para que sepan
que bueno es saber de cuanto hay en este mundo, lo que es una fiesta de
“palmas y luces”, en la seguridad de que son unos caballeros, incapaces 313
de propasarse lo más mínimo, cosa que no deja de tener su mérito, pues
las chicas son guapas de veras, especialmente las dos primas, de las que
la rubia, a juzgar por su acento, ha nacido en la ribera del Turia, y la pe-
linegra, por confesión propia, en el barrio del Perchel.
Si duda pudiera cabernos de que la mamá de las niñas recibe en su casa,
se habría encargado de disiparla una de sus hijas, morena, vivaracha, de
ojos negros y nariz remangada, a la que, sin duda por ser la de menor
edad, llaman las demás “polla”, y que reconviene a los recién llegados
diciéndoles:
-No van ya ustedes nunca por casa y está la tertulia más desanimada...
-Pues yo, responde uno de la tropa, pasé por allí la otra noche y me pare-
ció escuchar ruido en el comedor.
-Sí, añade la malagueña, “argunas noches” suelen “dí” tarde los “niño
der” casino.
Pero ya están sobre la mesa, una fuente de langostinos frescos, otra de
pescadillas fritas y una ración de riñones que ha pedido la tía, entre dos
“bateas” con otras cuarenta “cañas” de manzanilla, cada una.
El concierto flamenco va a dar principio: uno de los tocadores puntea y
José Luis Ortiz Nuevo
mesa, y, a todo esto, los ayudantes de los cantadores, para quienes fue
inventada la palabra “lipendi”, aprovechándose de la confusión, piden
al montañés raciones de todo y por su orden de cuanto hay en la lista y
“champagne” y aguardiente y un duro “prestao”, y como es fácil prever
el término de la función, mejor es que abandonemos el “Colmado” y pon-
gamos aquí punto final a la feria de Sevilla.
Yo siento por Sevilla un cariño profundo. Si hay algunos recuerdos que
en esas horas interminables, que forman las páginas negras del libro de la
vida, puedan endulzar mis amarguras, son los de muchos días pasados
bajo su hermoso cielo; pero no es mi amor a su luz, a su ambiente, a su
azahar, a sus edificios, a sus moradores, a todas sus bellezas, lo que me ha
movido a quemar en su alabanza un grano del pobre incienso; no es el ro-
sado color del cristal de gratitud con que yo la miro, el que ha guiado mi
pluma, sino el homenaje que todo escritor que en algo se estime debe a la
justicia; y es lo cierto, que por mucho que el viajero venga a admirar los
lagos de Escocia, que recogen para colorear sus cristales el verdor de las
colinas de sus márgenes; y los más bellos aún de “Leman” y de Lucerna
en Suiza, y el encantador paisaje de la ribera del “Killamey” de Irlanda,
y las pintorescas orillas del “Rhin”, desde “Bonn” hasta Maguncia, y los
deliciosos panoramas de Florencia y de Nápoles, desde las cumbres de
“Fiesole” y de “Capo di Monte”; por mucho que se haya extasiado en la
contemplación de tantas magnificencias, al recorrer la mejor ciudad que
baña el caudaloso Betis, no podrá menos de sentir que del corazón le sal- 315
ta a los labios el proverbio tan vulgar como verdadero:
“Quién no ha visto a Sevilla, no ha visto maravilla”.
J. NAVARRETE.
Madrid 14 de mayo de 1874
***
DESDE SEVILLA
Las últimas noticias de Sevilla dicen que el Guadalquivir lleva todavía
de crecido cerca de un metro sobre su nivel ordinario. Esto anuncia que
las ferias están en peligro de ahogarse, y que las esperanzas de los que
han ido a Sevilla en busca de una temperatura deliciosa y de una serie in-
acabable de diversiones corren riesgo de naufragar. Los madrileños van
a tener que contentarse con ver en lo alto de la famosa Torre del Oro la
bandera que indica que está cerrado el puerto. Pero allí nadie se asusta
del temporal. Los andaluces tienen mucha confianza con el sol. Le hablan
de tú.
***
Los sevillanos viven estos días en la feria. Son tres días deliciosos, pasa-
dos casi a las puertas de Sevilla, en tiendas de lona, que no tienen más
muebles que un piano, un espejo y algunas mecedoras.
Allí comen, reciben la visita de sus amigos, cantan hasta enronquecer, y
bailan hasta rendirse. Es constituirse en juerga permanente.
En unas tiendas la voz de irresistible elocuencia de la guitarra, que reco-
rre saltando caprichosamente todos los cantos andaluces, modelo de sen-
timiento y de ternura; en otras las vertiginosas notas del vals; en éstas el
ruido de las carcajadas apagando el de castañuelas, en las de más allá se
juega al escondite en un espacio de tres varas en cuadro; no hay ninguna
en que falten la alegría y el amor.
El espectáculo que ofrece el real de la feria es indescriptible. Millares de
tiendas, centenares de carruajes, un río de gente que inunda alamedas y
paseos. Los moros falsificados que venden turrón de dátiles, junto a las
¿Se sabe algo?
***
No es la sevillana feria, feria de mujeres; pero los que van a la capital de An-
dalucía, no necesitan más que verlas para no olvidar nunca sus recuerdos.
La dulzura y encantos de su conversación, su talle airoso, su color more-
no, sus ojos negros rasgados y hermosísimos, y su primoroso pie, justifi-
can bien este retrato que hizo de ellas Martínez de la Rosa:
¿Dónde?
Tiene razón Martínez de la Rosa. Sólo en Andalucía.
***
***
***
Cuando yo me muera,
Mira que te encargo
Que con la cinta de tu pelo negro...
Me han de atar las manos, di conmigo y desde los más íntimo de tu cora-
zón: Nunca fuera caballero de damas tan bien servido.
Paga (yo no he de ponerlo todo), y vámonos corriendo; porque unas se
me vienen y otras se me van, y voy a cantar, a pique de que me tengan
por loco, aquella otra copla:
Ya lo has visto, lector. No son las buñoleras de hoy gitanas zafias y ru-
das, de modales groseros y palabras chavacanas; ni van descalzas de pie
y pierna, andrajosas y desgreñadas, como las esportilleras, las que andan
por los campos detrás de las caballerías y las que asan y tuestan castañas
para venderlas en los paseos y por las plazas públicas: son mujeres limpias
como una patena, de porte airoso, ganosas de requiebros y decidoras.
Visten de percal, que aprisiona sus formas por modo tal, que los ojos in-
discretos sorprenden los encantos que guardan.
Recógense el cabello a modo de cestillo formado con las trenzas, y alisan
sobre sus sienes rizos que semejan caracolillos. Cuelgan de sus ojeras
sendos zarcillos de oro, y ciñen su talle con pañuelo de Manila, que deja
ver el descote del vestido y el palpitante seno de su dueña.
Las buñoleras son la aristocracia de las gitanas y no la aristocracia de la
sangre, sino la de las maneras. Son buena prueba de la degeneración de
las razas.
Pero paseemos por la velada, que pronto haremos alto.
Llegamos. Esto es lo que yo buscaba.
La velada de Santa Ana tiene su nota, como ahora se dice; más como
quiera que esto no sea cosa de música, ni de libros, ni de diplomacia, ni
tan siquiera de exámenes, digo yo, hablando más en cristiano, que la ve-
lada tiene su fruto; es a saber:
¡La sandía! 321
Ahí están, apiladas como las balas de cañón en el parque.
Nacieron y se criaron unas en la vega de Triana, otras en el cortijo del
Copero y las más gordas en tierras de Utrera.
***
EN LOS MOLARES.-
La creciente prosperidad de la ciudad de Utrera ha quitado toda impor-
tancia a esta pequeña población, que apenas si como un punto imper-
ceptible figura en el mapa geográfico de la provincia. Utrera la absorbe;
José Luis Ortiz Nuevo
Al par de las cinco, la banda de música deja oír un lindo pasacalle, y a sus
regocijados sones sale el famoso Nono, montando un magnífico caballo
ricamente enjaezado a la usanza jerezana, para pedir la llave del chiquero,
que al punto le fue entregada con la buena voluntad debida a la calidad
de la persona demandante, y al deseo de que la fiesta comenzara, como
en efecto sucedió, presentándose en la arena un cornúpeto tan sobrado
de astas como de non sanctas intenciones, al que capearon los aficionados
con saber y suerte, y sin que sucediera la menor contrariedad. Diósele
suelta cuando su condición de buey le puso remolón, y otro le sucedió en
el ruedo, que fue también lidiado como el anterior y como el siguiente,
y como el otro que después vino, y otro, y otro, hasta catorce, todos los
cuales se lidiaron con grande regocijo de los espectadores.
Terminada la lidia serían las seis y media, dejóse el castillo para dar un
paseo por el pueblo.
Nada más pintoresco y característico de este país que el variado aspecto
que presentaba entonces la calle Real, ofreciendo en todas y cada una
de sus casas, rasgos y detalles interesantísimos de un bello cuadro de
las costumbres, y el carácter de nuestro pueblo, vestidas con sus trajes
de percal, nuevos y sencillos, bailan nuestras airosas sevillanas al son
de las alegres castañuelas, con la gracia y el garbo de las benditas hijas
de esta tierra de María Santísima, que la mandó hacer Dios de encargo
para venirse a ella cuando se cansase de estar por allá arriba. Más allá un 325
mozo terne punteando una guitarra y dándole el tono como dicen, a una
preciosa joven, que cantando como un ruiseñor, pone un tesoro de senti-
miento y de ternura en cada nota de una malagueña. Allí en las puertas
de una taberna, aficionados al Sanlúcar, que en nutrido corro sentados
en sillas y banquetas, cañean gustosamente, repartiendo uno, en tanto
que otro entona la triste soleá o el tétrico polo, y mientras los otros palmo-
tean llevándole el compás. Siguen aquí y allá formando grupos, porción
de familias que han vestido sus mejores galas y han adornado sus casas
para solemnizar la fiesta y recibir dignamente a los invitados; aquí en un
gran patio se han reunido, para bailar alegremente, para cantar por lo
flamenco, para empinar la bota sin cuidado, y comer buñuelos y beber
copitas de aguardiente, y entregarse, en fin, a la alegría que establecen la
confianza y la amistad más verdadera. Calle abajo se ven algunos jacos
enjaezados con albardilla, y cabalgando sobre ellos, a un barbián apuesto
con su moza a las ancas, él fumando orgulloso un gran veguero del estan-
co, humeando más que francesa chimenea y escupiendo por el colmillo,
ella luciendo su pañolón bordado, y su peineta de carey, y llevando en el
pelo todo un jardín de flores. Muchas de estas parejas van de regreso al
Coronil y otros pueblos cercanos después de haber visto los toros, bebi-
do de lo lindo, y comido a satisfacción. A los caballos, siguen carros no
José Luis Ortiz Nuevo
***
VARIEDADES.-
EN CUARESMA.-
La Cuaresma es en Sevilla más que en otra parte, la época del recogi-
miento y la devoción. Se acabaron las soirées, las tertulias y los bailes, y
empezaron los sermones y demás novenas, setenarios y otras funciones
que, en descargo de nuestras culpas se dedican al culto divino. A los atra-
cones del Carnaval, sustituyen las vigilias y ayunos de la Cuaresma. En
la tercera capital de España abundan los cristianos viejos y castizos más
que en otras capitales. Esto lo prueba el consumo de bacalao, los frijoles
y otros artículos análogos.
Sevilla consume más bacalao que Madrid y Barcelona juntas.
Las caras que se cubrieron con el antifaz, se presentan hoy en el templo
de Dios para arrepentirse de cualquier pequeño extravío que el cuerpo
haya cometido.
José Luis Ortiz Nuevo
***
LA FERIA DE SEVILLA.-
Mucho se dice, mucho se escribe de las fiestas que atraen todos los años
a la capital de Andalucía muchedumbre ansiosa de conocer el carácter
de nuestro pueblo y sus originales costumbres; pero todo resulta pálido 329
comparado con la realidad. Es un cuadro tan vivo, tan animado, tan rico
de colorido y detalles, que ni hubiera podido trasladarlo al lienzo el há-
bil pincel del malogrado Fortuny, ni la pluma de Fígaro describirlo con
exactitud completa.
La Feria de Sevilla no tiene parecido con ninguna otra de las muchas que
se celebran en España. No es la antigua verbena de los tiempos del valor
y la galantería española; no es el mercado donde en determinados días
del año, como acontece en la capital de la monarquía, se exhiben a la con-
templación de las gentes todos aquellos objetos que usureros y chalanes
han arrebatado a la miseria y al dolor durante doce mortales meses; no es
tampoco aristocrática velada como la que en la culta Cádiz tiene lugar en
los quince primeros días del mes de agosto, ni Feria en el sentido propio
de la palabra, como lo son las de Mairena del Alcor y Santiponce. Reúne
los caracteres de la verbena, la feria y la velada, y, comprendiendo estas
formas del comercio y el recreo, es superior a todas ellas.
Verdad es que Sevilla, prototipo de los pueblos andaluces, en todas sus
fiestas, así civiles como religiosas, confirma el dicho de aquel soldado
fanfarrón, de quien nos habla Cervantes, el cual, en ocasión de solemnes
honras y maravillado ante la pompa desplegada, exclamó:
“¡Roma triunfante en ánimo y grandeza!”
José Luis Ortiz Nuevo
Decir La Feria de Sevilla equivale a decir Andalucía con su claro cielo, sus
hermosas mujeres, sus días risueños y sus noches hechas para el amor;
equivale decir alegría, que, como el sol, todo lo vivifica, y confianza que
acerca a todas las clases sociales amalgamándolas y fundiéndolas en un
todo de inapreciable valor.
Ved las calles de la capital de Andalucía desde las primeras horas de
la mañana hasta muy entrada la noche. Alborozada muchedumbre las
inunda. Es tanto el gozo que en todos los semblantes se revela, que pare-
ce como que jamás el ángel del dolor ha batido sus alas sobre esta ciudad.
Como fatalmente los ríos van a dar en el mar, fatalmente la muchedum-
bre va a dar en el extenso Prado de San Sebastián.
Y es de oír el bullicio y de ver la animación que aumenta a medida que
vamos acercándonos desde la Plaza de la Constitución, punto de parti-
da del viaje que emprendemos con el pensamiento en estos instantes,
hasta el Real de la Feria. No es posible permanecer indiferente a tanto
movimiento. El hombre de la multitud, de quien nos habla Edgard Poe
en una de sus tétricas y casi incomprensibles Historias extraordinarias,
acaso detendría sus precipitados pasos, dejándose ver de los transeúntes,
si en uno de estos días tuviera necesidad de pasar por cualquiera de las
calles que recorremos; a menos que no prefiriese atropellar a los ferian-
tes, o lo que acaso le parecería peor, ser atropellado por un ómnibus o
330 un breck, arrastrado por soberbias mulas enjaezadas a la calesera, que al
correr como alma que lleva el demonio agitan más borlas que cuelgan de
un manta zamorana, y hacen sonar más campanillas que campanas tiene
la Giralda.
Ya hemos dejado atrás la calle de Génova. Pasamos por las gradas de la
Catedral; y aún no nos hemos repuesto de la admiración que este tem-
plo católico despierta en nuestro ánimo tantas veces cuantas lo contem-
plamos, cuando nos damos, como quien dice de manos a boca, con el
magnífico edificio Casa Lonja, obra de aquel célebre arquitecto que se
ufanaba de haber levantado un edificio que había de durar un año más
que el mundo; centro en mejores días de las innumerables transacciones
de nuestro rico comercio con las Indias. Un momento después, la famosa
torre de la Plata, no tan renombrada como la del Oro, trae a nuestra me-
moria el recuerdo del infortunado Pedro I, Cruel o Justiciero, -que adhuc
sub judice lis est,- y el de la hermosa Padilla; y aún no hemos desechado
estas memorias, que las avivan más los pardos muros del regio Alcá-
zar que restauró Carlos Quinto, cuando apenas si nos permite distinguir
la fachada del Seminario Conciliar, que Arzobispo de feliz recordación
reedificara, el humo de no muy grato aroma que de anafes y peroles se
desprende; aureola de la ignorada gloria de gitanas de atezado rostro,
arremangado brazo, cabellos negros, como sus ojos, entre los que florece
¿Se sabe algo?
toda una primavera, y vestidos que huelen a limpieza desde una legua.
Desembarazándonos a duras penas de sus manos, que sin piedad mal-
tratan nuestras ropas, y echando al paso una mirada al palacio de San
Telmo, museo riquísimo de joyas de inapreciable mérito artístico, damos
con la calle S. Fernando, ancha vía que de antiguo trae este nombre, por-
que es de tradición, si no estamos equivocados, que por ella hizo su en-
trada en la ciudad que reconquistó del poder de los árabes el Santo que
duerme a los pies de la Virgen de los Reyes.
No nos detengamos a contemplar el suntuoso edificio que recuerda los
buenos tiempos del inolvidable Carlos III, la Fábrica de Tabacos, célebre
por muchos conceptos, y en donde trabajan millares de mujeres. Algunos
pasos más, y entramos en el Real de la Feria.
“Helo aquí ya”. Magnífico, esplendoroso, rebosando vida y alegría,
alumbrado por el sol ardiente de abril. Portentosa unidad que contiene
infinita variedad de accidentes y detalles: largas calles, a cuyos lados se
alzan numerosas tiendas de campaña dedicadas unas al recreo, y otras
a la venta de variados artículos: ancha explanada donde se exhibe la ri-
queza principal de Andalucía, el caballo de hirviente sangre, el buey de
poderosa cabeza, la oveja de blanca lana, el bien cebado cerdo y la traba-
jadora mula.
Aquí el lugar dedicado al solaz y el esparcimiento; allí el centro de innu- 331
merables transacciones mercantiles. A un lado, la velada con sus puestos
de avellanas, turrones y juguetes; sus barracas donde Polichinela embau-
ca y emboba a las sencillas gentes que lo escuchan; a otro las chozas de las
gitanas, tipos que se presentan adornados con todos sus atributos; y las
tiendas de bebidas en las que desempeña el principal papel la clásica caña
andaluza. A esta parte, improvisadas fondas, donde los feriantes hallan
cuanto puede pedirles su apetito; museos de cuadros que representan
los más bellos países del mundo; galerías de figuras de cera, entre las
cuales nunca faltan las de Víctor Manuel, Garibaldi y Napoleón I; circos
ecuestres y teatros; barracas en las que exhiben, por un precio módico,
monstruos de la naturaleza humana, el niño de dos cabezas, la mujer de
asombrosa obesidad y los hombres enanos. A aquella otra parte, árabes
y hebreos detrás de desvencijadas mesas que apenas si pueden sostener
la mercancía, anuncian sus sabrosos dátiles. A derecha e izquierda de la
larga alameda, que partiendo de la antigua puerta de San Fernando va a
morir en la vía férrea, se alzan las chozas o casillas destinadas al descanso
y el recreo de las familias acomodadas. Casi todas guardan severa uni-
formidad. El lujo, el capricho y el buen gusto han levantado en el breve
espacio de dos o tres días elegantes tiendas de campaña, que son otros
tantos centros de alegría.
¡Qué diversidad de gentes! ¡Qué variedad de trajes! ¡Qué vivos colores
José Luis Ortiz Nuevo
del cuadro! ¡Qué estruendoso ruido el que puebla los aires! ¡Ciegan los
ojos y ensordecen los oídos!
La aristocrática dama prendida de mil alfileres, calzada la breve mano
con el blanco guante; la niña, que apenas ha pisado los umbrales de la
vida ya sabe por el espejo, ese adulador de la belleza, que puede avasallar
corazones, envuelta entre los encajes de la calada mantilla y luciendo,
como al descuido, el pie pequeño aprisionado en la estrecha cárcel del
escotado zapato, que, como el nido, está orgulloso de la paloma que con-
tiene; la soltera que ha dado en aquella edad de malditos desengaños,
según el escéptico cantor de las locuras de Teresa, agotando de una vez
y como último recurso todas sus provocadoras miradas y sus incitadoras
sonrisas, la señora de estado, que no por ser el suyo más o menos inte-
resante renuncia a las inocentes distracciones que la dadivosa sociedad
nos brinda; la mujer del pueblo, que por todo adorno lleva un jardín en
la cabeza, un pañuelo de abigarrados colores al cuello, y a la cintura un
delantal blanco como el campo de la nieve; las sacerdotisas de Venus, de
abultados labios, lascivos, andar descocado, mal cubiertas con las galas
compradas en el bazar de la impureza; el caballero de majestuoso porte,
más pagado de su figura, que el pavo real de sus plumas, el joven bar-
bilampiño para quien el héroe que Tirso de Molina, Moliere y Zorrilla
inmortalizaron es un niño de teta; el pobre hombre que el infortunado
332 Serra retrató en el Jesús de su sabrosa comedia don Tomás; el galán que
puede dar tres y raya al Lindo don Diego; el infatuado Duque o Marqués,
trasunto del célebre don Lucas del Cigarral, de quien nos habla Rojas
Zorrilla; el político que sigue las huellas de don Facundo Torrente; el mi-
litar de avinagrado rostro y endemoniado carácter, que recuerda al don
Lope de Figueroa de Calderón; el andaluz más listo que Cardona, eterno
tipo de las comedias de Sanz Pérez; el pilluelo, que no porque no gaste
esportilla, deja de continuar las glorias de los Rinconete y Cortadillo, y
de estar asociado a alguna hermandad presidida por un Monipodio tan
respetado como aquel cuya cofradía inmortalizó Cervantes; y mil y mil
tipos más, y bocetos y caricaturas, pueblan este vasto escenario que por
bambalinas tiene el cielo azul de Sevilla, por bastidores innumerables
tiendas, chozas, puestos y barracas, y por apuntador o consueta el dios
de la alegría, el carilucio y retozón Momo.
¡Qué cabeza no enloquece, con tanto ruido y algazara tanta! ¡Qué discor-
dancia de voces! ¡Qué bullir tan sin cesar! Todas las abejas del mundo
apiñadas en un enjambre no hervirían tanto como esta inmensa muche-
dumbre. Las voces de los vendedores que gritan sin piedad de los oí-
dos del prójimo; los estridentes ruidos de pitos y carracas, tambores y
trompetas; los gemidos del violín del saboyano, ¡pobre niño que rasca las
cuerdas del maltratado instrumento con la desesperación del estómago
vacío!; el chin chin de los platillos que anuncian las habilidades de Poli-
¿Se sabe algo?
***
EL CANDILEJO.-
(COSTUMBRES POPULARES ANDALUZAS)
Diez o doce días antes del primero de Carnaval, reúnense unas cuan-
tas muchachas, alegres y prontas para toda fiesta, y conciertan hacer un
candilejo; prometiéndoselas felices porque siempre el éxito corona estas
obras.
Buscan primeramente un canasto, y mucho mejor para ellas si encuen-
tran una canasta de muy buenas dimensiones; hallado, lo aderezan por la
parte exterior con hojas de yedra o de cualquier otra planta -mejor cuanto
más verde, porque este color es para el pueblo símbolo de la esperanza- y
lo forran por la parte interior de papel, adornando el borde y las asas con
barandillas y gallardetes de todos colores.
Puesto el canasto corno si dijéramos de veinticinco mil alfileres, cuelgan
del asa lo que llaman el niño de pila, requisito sine qua non de todo can-
334 dilejo.
El tal niño no es otra cosa que un chorizo de los de padre y muy señor
mío; o bien un salchichón de los más repletos, o un jamón de tomo y
lomo, cuando no un muñeco de pasta dulce, fabricado de propósito.
Es de rigor que al niño de pila, ha de adornar un lazo o moño de cintas
verdes, más o menos preciosas, según el gusto de las alegres muchachas
a cuyo cargo está la preparación del candilejo.
Terminada esta labor, dos mozas, las más vivas de genio, las que no tie-
nen pelos en la lengua, cogen el canasto y lo llevan como imagen en an-
das a casa de la vecina más próxima. Esta recibe con júbilo el presente,
pondera la habilidad de sus amigas, y en el acto, o a poco, lo pasa a otra
vecina que está obligada a hacer lo mismo. Así va el candilejo de casa en
casa y recorre toda la vecindad en menos tiempo que se persigna un cura
loco, o en un decir Jesús.
Pero no consiste en esto la gracia de la fiesta. Cada vecina o cada uno de
los vecinos a quienes se pasa el candilejo, echa en el canasto algún regalo,
que es como si depositara un óbolo en aquel a manera de cepillo de áni-
mas: dulces, embutidos, botellas de vino, etcétera, etc.
Hay quien al presentar el candilejo a su convecina requiere a esta que
sea pródiga con el niño de pila, diciéndole o cantándole una coplilla, que
viene muy al caso corno la que sigue:
¿Se sabe algo?
***
336
LA VELADA DE SAN JUAN.-
Quien te haya visto una vez, hermosa sultana de la incomparable An-
dalucía, te habrá proclamado cuna de la gracia, paraíso de enamorados,
regalo de poderosos, predilecta del sol, madre de ingenios, mina de sen-
timientos, prodigio de pasadas grandezas, maravilla de maravillas, y
llevará tu recuerdo en el corazón y tu elogio en el pensamiento adonde
quiera que guíe sus pasos y sus ideas la caprichosa fortuna.
Tus hijos, indolentes y serenos como el Guadalquivir, son también como
el padre Betis temibles cuando tormentas de pasiones les hacen salir de
madre; pródigos como la Naturaleza, que no se cansa de dar flores y fru-
tos; ardientes en sus pasiones como el sol que tuesta los rostros; alegres,
decidores y artistas, porque en tu horizonte todo convida a la expansión,
a la alegría y al amor.
Tus hijas son incomparables como tu cielo; tienen en sus ojos toda la luz
del sol que te circunda; son bellas como tus jardines; están perfumadas
de simpatía como tu ambiente de azahar; son airosas como tus palmeras;
cantan como tus ruiseñores; ríen como los ángeles de tu Murillo, y andan
por milagro, pues son sus pies como terroncillos de azúcar.
Por tus hijas y por tu cielo, por tus hijos y por tus monumentos, por cuan-
¿Se sabe algo?
***
***
-Porque lo que yo digo es más verdá que Dios, y me doy una puñalá...
-Agua, agua, gritan unos cuantos.
Y el borracho termina su frase de este modo:
-...una puñalá... con un jamón durse: eso es. ¡Y está dicho!
(Toda su reunión suelta la carcajada. Los guardias municipales siguen
como si tal cosa, encogiéndose de hombros, y un caballero excitado: -
”¡Valiente casillazo!”).
-Andando, muchachos; dejémonos de jaquecas y vamos a las buenas ja-
cas. Aquí viene una que trae en los zarcillos dos brillantes como garban-
zos. ¡ Y que no relumbran na, pa qué! ¿ A quién se lo digo?
Y se lo digo de esta forma:
-”Que bocaíto te daba yo... en la oreja”.
Como las mujeres son así, ahora pasa una que viene riéndose sin querer.
-Hombre, eso es raro: como no sea loca de la cabeza o tonta perdida...
-Ni lo uno ni lo otro, y algo de ambas cosas; ¿sabes por qué se ríe sin ganas?
-”Niña, quié usté peleá conmigo a bocaos?”
-¿Diste? Esa es la contestación: tiene los dientes bonitos.
Eso, eso es lo que priva: mujeres alegres, que se rían con los reaños, para
340 que no estén tristes los faroles del gas: eso es Sevilla, y lo demás es pam-
plina para canarios.
-Venga de ahí, tocayo:
-”¡Ole, el regimiento de la gracia!”
Duro y a la cabeza:
-“En ese regimiento era yo la cantinera”.
-No reírse, malas ideas; dijo el tocayo a los que le celebraban la gracia.
(Redoblaron las risas y... a otra)
El contraste, como se ofrece en la vida, no buscado, sino espontáneo, na-
tural: detrás de las revoltosas, dos señoras vestidas de negro, de rostro
agraciado, severo porte, andar majestuoso, mirada que fluctúa entre la
insinuación y el desprecio.
Veamos que les dicen al paso:
-“Así me gustan los gazpachos; templados.”
-“¿Queréis que yo les quite el luto?”
-“Olé la fruta maúra y bien conservá.”
No han salido mal despachadas ¿eh?
¡Qué hermosas vienen estas tres rubias vestidas de blanco!
Un macareno, al verlas, exclama:
¿Se sabe algo?
NOTAS
1. Sean los versos siguientes un ejemplo de lo dicho. Este primero del 34:
JUGUETILLOS POÉTICOS
LAS NAVIDADES
Flotando el cano cabello
entre nieves y entre aires,
por el escarchado cielo
la risueña pascua sale.
La voluble pandereta,
la zambomba retumbante,
mil alegres geniecillos
en pos de ella sonar hacen.
Entonan con algazara
dulces y añosos cantares,
y los repiten los ecos
por los campos y ciudades.
Aquí una tropa festiva,
que al son de la pandereta,
la zambomba y carrañaca,
las luengas calles atruena.
Allá jóvenes alegres, 343
tañendo dulce vihuela
y el crótalo bullicioso,
festivos cantos alternan...
(CAJON DE SASTRE, Pliego VI. Diciembre de 1834)
Torrijos.- Pocos años se han esmerado como este los romeros de Torrijos,
en contribuir con su concurrencia y con el lujo de sus carros y carretas,
a la bulliciosa animación que caracteriza esta fiesta tan popular. Los que
asistieron en la tarde del domingo a la calle de Castilla, pudieron gozar
del agradable espectáculo que presentaba la vuelta de los devotos que
habían ido en alegre romería a visitar la imagen del milagroso Cristo
de Torrijos. Hasta después de las diez de la noche duró la entrada de
aquellos entre los cuales sobrevino tanto y tanto que contar, que sería
un diluvio de acontecimientos si se narraran; pero no hubo por fortuna
ninguna desgracia.
(EL PORVENIR. 29 de octubre. 1856)
LAS CARNESTOLENDAS
ROMANCE
Las locas carnestolendas
en sueños se presentaron
a mis ojos ya rendidos
de andar buscando cuartos...
... Levanta, holgazán, gritaban,
¿roncando como un marrano
estás tendido a la larga,
en estos días, pelmazo?
Mira el volante columpio,
llevando arriba y abajo
lo mejor de los corrales
del Conde, Trompero y Mármol.
Oye el punzante chillido
de aquellas mozas de garbo,
cuando el aire sale y entra
donde nunca el sol ha entrado.
Mira cómo va la zambra,
oye cual anda el cotarro,
¿Se sabe algo?
***
***
QUINTO BAILE ORIENTAL
Para hoy martes 28 de febrero...
PROGRAMA: Entre las obras que ejecutarán el coro y orquesta se en-
cuentran: La Odaliska, danza habanera; Linda Flor, danza habanera; Las
Galas del Amor, polka; Enriqueta, wals.
(LA ANDALUCÍA. 28 de febrero. 1865)
***
***
Valgan las citas con que principia este capítulo como emblemáticas de lo que
contiene: testimonios de ciertas prácticas recogidas en diarios y revistas sevilla-
nas de aquel tiempo, donde se muestran los acercamientos de las aristocracias,
incluso las personas reales, a determinados hábitos del pueblo llano, costum-
bres en el vestir, sabidurías en el punto de la diversión: las fiestas.
DE MADRID A CADIZ
Creemos que nuestros lectores verán con gusto la siguiente carta escrita
por una de las personas que vinieron a esta capital en el tren de inaugu-
ración de la línea de Andalucía.
José Luis Ortiz Nuevo
3
ESCENAS ANDALUZAS
...Pues ved: junto a las viandas
Algo ponen, que es la vida
De estas fiestas: ¡la guitarra!
Que tañen los andaluces
Con tal arte, con tal gracia,
Que, después que se les oye,
Toda otra música enfada...
¡Y si a las cuerdas se une
La voz que playeras canta,
Como esos ecos resuenan
En lo más hondo del alma,
Aunque pase mucho tiempo,
Ni se pierden ni se apagan! ...
...Siguió el almuerzo y la bulla;
Templó un mozo la guitarra,
y una garbosa morena
Cantó con voz dulce y clara:
“Un sabio me dijo un día,
¿Se sabe algo?
Para que se vea como en cualquier tramo de la historia siempre hubo “bodegui-
5
yas” no sólo en los palacios, también en los campos.
Aquellas grandes juergas que tanto sitio tienen en la historia íntima del género,
de las cuales algunas, las más livianas quizá, salieron del anonimato y de su
estampa sabemos por las crónicas:
José Luis Ortiz Nuevo
350 Ver l’ahí lo que son las cosas: en la capital del reino, por esta época, es ya pa-
tente la presencia de lo andaluz que gobierna o canta, como “esos cuatro de los
más notables cantaores de flamenco que encierra Madrid”, y señalan la existen-
cia de un comercio estable de lo propio, natural de la alta noche, la distinción,
los muchos dineros y la madrugada.
La fiesta será alumbrada por una luz eléctrica colocada en lo alto del tope
del vaporcito, en el cual irán embarcados los iniciadores de la fiesta.
(LA ANDALUCÍA. 15 de marzo. 1877)
Verdad es que entonces el cante se colaba por todas las rendijas de la sociedad,
para mostrarse. No sólo las bodas, los bautismos y otras celebraciones semejan-
tes, convocaban al flamenco; también circunstancias especiales eran propicias
a las fiestas. Por ejemplo, la que tuvo lugar en el monasterio de San Jerónimo,
a la sazón convertido en lazareto donde pasaban la cuarentena los que iban y
venían, en los tiempos amargos de las pestes:
fiesta de la tierra, bailándose las seguidillas con mucho salero por cuatro
jóvenes. Después la cantaora flamenca, conocida por la Serneta, nos ob-
sequió con unas malagueñas imponderables, y un acompañante, a quien
llaman el Colorao, parodió al célebre Perico Delgado recitando un pasillo
titulado El y Ella, que tiene mucha gracia. Y para concluir, una compañía
de polichinelas que acababa de llegar, nos dedicó una función de Cristo-
balitas que nos hizo reír hasta ponemos malos y terminó cerca de las dos
de la madrugada.
Los caballeros Orellana y Santigosa que se acostaron temprano, fueron
obsequiados con varias serenatas de género completamente nuevo.
Hemos recibido la mar de visitas de amigos y compañeros con quienes
hemos echado párrafos en secreto, es decir, a sesenta metros de distancia,
que es hasta donde permiten que se nos acerquen. ¡Cómo si fuéramos
fieras!
Acaba de ingresar el doctor Moreno procedente de Utrera, quien nos da
cuenta de otra nueva invasión en la calle Matamoros y de la denuncia del
número de EL PROGRESO correspondiente a anteayer. Todo es invadir.
En este instante llega a mis oídos la cadenciosa voz de la Serneta que a los
acordes de la guitarra que rasguea sin cesar un Quesada en miniatura, es
decir un quinto, se canta lo siguiente:
S.M. la Reina recibió a los dos enanos andaluces, conocidos por el nom-
bre de “Los hombrecitos de Pilas” (Sevilla) que ya han estado otras veces
en palacio. Les ha acompañado un pariente suyo, hábil tocador de guita-
rra. A instancia de S.M. y en presencia también del Rey y de sus augustas
hermanas, los enanos han cantado coplas de su país. En la intendencia
han sido gratificados estos “cantaores” y el guitarrero.
(EL PROGRESO. 10 de noviembre. 1886)
¿Se sabe algo?
***
El sábado, primer día del año, siguiendo antigua costumbre, tuvo la aten-
ción de invitarnos el Sr. Gerente de este establecimiento a la comida ex-
traordinaria con que anualmente obsequia a sus distinguidos huéspedes
y amigos. El hermoso patio del magnífico local de la calle de Méndez
Núñez, se hallaba lujosamente iluminado a la veneciana, bajo la direc-
ción del especialista en este alumbrado, en esta ciudad, señor Gallo. La
banda militar de Cazadores de Cataluña estaba colocada en uno de los 355
ángulos del indicado patio, amenizando con preciosas piezas la estancia,
hasta que comenzó la comida.
Concluida la comida pasaron los comensales todos al precioso salón de
lectura, ya perfectamente preparado y desprovisto de las grandes mesas
de leer, y allí se encontraban unas parejas de boleras, guitarristas, boleros
y cantadores, los cuales bailaron, cantaron y tocaron al estilo del país
perfectamente, siendo muy aplaudidos por los espectadores.
(EL UNIVERSAL. 5 de enero. 1887)
EN GRANADA.-
...Subimos luego a la Torre de la Vela, y en su extensa plataforma que
domina toda la vega, en el círculo de luz que formaban linternas coloca-
das en el suelo, esbeltas gitanas con talles de palmera bailaron la danza
voluptuosa del harén, acompañadas por las guitarras y por los dulces y
melancólicos cantos, que parecen suspiros y que dicen amores o exhalan
quejas.
El Sr. Seco de Lucena, director de EL DEFENSOR DE GRANADA, había
dispuesto esta fiesta encantadora para obsequiar a sus amigos de la pren-
sa madrileña.
De cuando en cuando, la campana de la Vela sonaba lenta y majestuo-
¿Se sabe algo?
samente interrumpiendo a los cantares con sus sonidos, que regulan las
operaciones de riego de la vega. Era la voz del trabajo imponiéndose al
desorden de la fiesta, la realidad que decía que pronto, muy pronto iba
todo a cesar.
La campana aumentaba sus toques a medida que comenzaba a crecer y
a dilatarse la faja blanquísima que asomaba por Oriente. Había todavía
manzanilla en las cañas, aceitunas en los platos, trinos en las gargantas
de los que cantaban y armonías en las guitarras cuando abandonamos la
Torre temerosos de que viniese a borrar el cuadro de la luz de la aurora
tan inoportuna como cuando sorprendía a Romeo y Julieta...
(EL PORVENIR. 9 de julio. 1887)
carácter a la fiesta. El carácter de ésta fue andaluz, no hay para qué de-
cirlo; y en el corro hecho en medio de una sala con balcones a un bonito
jardín y puertas a otras habitaciones que se veían llenas de amigos, una
colección de mujeres garridas y guapísimas, con tanta gracia como bien
vestidas con lujosos trajes de seda y de lana adornados de finos encajes,
bailaron al son de la guitarra y de las palmas y acompañadas por senti-
das coplas, las diversas clases de danzas andaluzas, ofreciendo cuadros
llenos de color que respiraban entusiasmo y alegría, y que sin duda son
peculiares de nuestro país.
Privó más que algún otro el jaleo, que es el baile andaluz por excelencia,
y el que más arte y más gracia requiere, sin duda por ser el que más efec-
tos expresa con sus múltiples figuras. Hay que ver a una mujer hermo-
sa cómo al compás de la música de este baile que parece compuesto de
gemidos de dolor y gritos de alegría, se mueve y contonea en mil giros
diversos, y cómo con sus airosos movimientos y expresivas posiciones,
encanta arroba y embriaga, haciendo surgir fantásticos ensueños de deli-
cias, ya extiende sus brazos ofreciéndolos como amorosa cuna, ya dulce-
mente los recoge cómo si a alguien abrazaran, ya sonriente y placentera
inclina lánguidamente la cabeza, y tierna su mirada parece ofrecer a uno
su mejilla, ya cómo arrepentida y ruborosa se retira cómo avergonzada
de la erótica expansión. Y cómo presa por amorosa fiebre, torna con más
358 provocativos movimientos, y las deleitables ondulaciones y lánguidos
cimbreos del cuerpo derraman gracia y sentimiento que ya no sólo atacan
los sentidos, sino que se apoderan del espíritu engolfándolo en sueños
que duran todavía cuando el baile ha acabado. Es un cuadro completo,
una obra de arte8.
Bailando jaleo, seguidillas, tangos alguna que otra vez, y cantando se-
guidillas, malagueñas y cuanto vino en antojos, se pasaron volando las
mejores horas de la noche, dulcificadas para hacerlas más breves con fre-
cuentes libaciones de vino manzanilla y de Jerez, que pródigamente se
ofrecía a los convidados, así como exquisitos dulces, embuchados muy
buenos, y excelentes cigarros que se repartían con profusión, delatando
toda la generosidad de los amables dueños de la casa, a quienes sus nu-
merosos amigos son deudores de una agradable fiesta que sin duda ha
dejado muy grata impresión en el ánimo de cuantos han asistido a ella.
Nosotros lo felicitamos por el fausto suceso que han solemnizado, y le
deseamos ventura y felicidad eterna para su nuevo hijo.
(EL CRONISTA. 30 de abril. 1888)
UN BAUTIZO
- Por aquí pasó la Virgen y aquí llegó de aquí no pasó: buenas noches.
- Curro, parese mentira...
- Más vale botella tersiá, que hombre con tersianas.
- Oigasté. compare: ¿se l’ha fartao a usté un argo?
- Señores: ¿sá menesté decirlo to? Mi mujé está de un momento a otro y
yo aquí entre cuatro amigos. ¿Me queo o me voy?
- Vete, hombre, vete.
- Sí; que se vaya, que se vaya.
- Vayusté con Dios, amigo.
- Compare, vayusté con Dios.
- Esso... jágamelo usté güeno cuando llegue er caso, que no tardará.
- Oigasté, lo que yo digo en broma, es sagrao... y basta.
- Lo veremos.
(Todos ríen a carcajadas).
- Hasta la vista.
- Adiós...adiós...adiós...
II 359
- Güenos días, maestro Pepe: la otra noche, tomando cuatro cañas de
blanquete de Villanueva, se dejó usté desí compare, y darle con er com-
pare; concierto que yo lo agraesí a fe de Curro que me llamo, porque las
bromas se jisieron pa los amigos, y mientras más amigos más claridá, que
dise er reflán. Totá: ¿usté está en eso de se compadre mío? Porque Pepa,
mi mujé ha echao ar mundo un carpintero... que yo entiendo. Y no digo
más... Conque ¿sirve o no sirve?
-Amigo Curro, yo no nasí pa rey, pero por la palabra no me ganan ni los
tres Reyes Magos: lo que dije delante de una boteya de vino blanco es el
Evangelio... ¿Cuándo le echamos el agua?
- En eso, usté es er cuchiyo y yo la carne... Corte usté, Pepe.
- Güeno; estamos a miércoles: ¿vaya que sea er domingo que viene?
- Vaya que sea.
- Hasta er domingo, si Dios quiere.
- Vayusté con Dios... hasta la vista.
III
- Oye tú. Celipe, ¿Cómo quearé yo mejó?
- Psch... eso... tú allá.
José Luis Ortiz Nuevo
***
“No la cantara
(sigue cantando como si nada oyera)
si un rayito der sielo
no te matara”.
362
- Ver saleritos ahí, las mujeres con reaños. ¡Premita Dios que me mate un
rayo... de Manzanilla!
Y apurado el vaso que le ofrecía Adolfo, que es pintiparado para estas
fiestas, remacha el clavo el mocito, diciendo con retintín:
- ¡Hasta verte, Jesús mío!
Entre bromas y risas, y guiños y miradas, siguen bebiendo a destajo,
mientras que los chavales --ellas y ellos-- bailan que se las pelan, sin es-
perar la guitarra, ni las palmas, ni el Dios que los crió, como dice un viejo
que no transige jamás ni nunca con esas precipitaciones inconsideradas
de la juventud.
El cual viejo hace resonar su voz de caña cascada en estos términos:
- Cada cosa a su tiempo, y los nabos en adviento...
Y le interrumpe una rapaza colorada y gordinflona, risueña y traviesa
como ella sola:
- Señó, que no estamos en arviento, sino en un bautizo. Y venimos pa
divertirnos... ¿Está usté?
- Er demonio son estas chiquillas -exclama el viejo- es preciso dejarlas
correr... Ellas caerán.
¿Se sabe algo?
Estas últimas fatídicas palabras son ahogadas por una voz nerviosa que
grita:
- A bailar... a bailar... que se acaba er mundo...
Ya está en pie una pareja: suenan los palillos, redoblan las palmadas, y,
cuando nadie lo esperaba, sale del último rincón una voz gruesa, pero
acaramelada, --Dios, él y yo sabemos porqué-- cantando lo que reza esta
copla:
La pareja abre los brazos, y, contestando por tabla al requiebro del reza-
gado, canta un mozo en primera fila:
Como entre copla y chirigota se han tomado sendos vasos de vino --y de
aguardiente, si no lo llevan ustedes a mal--, esta última copla acabó tan
bien, que fue como una granada cuyos ardientes cascos fueran todos a
dar sobre el delicado galanteador del rincón, pues se oyeron frases de
este género:
- Guárdate ese confite.
- Anda, pa que te embobes.
- Has quedao bien... ¡Je, je!
- Baila, niña, que va a cantar quien tú sabes.
Entonces aquel tímido mancebo, que no probara el vino ni había dicho
en toda la noche esta boca es mía --si no es para cantar aquella sentida e
inofensiva copla--, dio un salto, plantóse en medio del corro, y, mirando
a todos y a ninguno, lanzó este apóstrofe:
- El sinvergüenza que sea capaz de hablar... que salga a la calle.
José Luis Ortiz Nuevo
- Gracias, señores, gracias por todo; vayan ustedes con Dios (Niña apaga
er quinqué, que ya ha salío el sol).
Manuel Díaz Martín (EL BALUARTE. 11 de junio. 1889)
365
José Luis Ortiz Nuevo
NOTAS
Ni contigo, ni sin tí
Mis penas tienen remedio:
Contigo porque me matas,
Y sin tí porque me muero.
¿Cómo podré olvidar este lamento? Aún los oí más tristes, Estaba en la
Alhambra. No podré describir el paisaje. No hay colores en el pensa-
miento humano para describirlos. Se necesita verlo para admirarlo.
No te mueras, lector, no te mueras sin ver los brazos de la frondosa vega;
la corona de cristal que se levanta sobre el pico de Veleta y sobre el ma-
jestuoso Muley Hacém; el apagado volcán de Sierra Elvira, a cuyo pie la
vegetación se espesa como para contrastar la desnudez de la montaña; la
colina de Generalife sembrada de laureles y surcada por doquier de bulli-
dores arroyos que parecen repetir el canto de las sultanas; los bosques de
la Alhambra donde todos los ruiseñores de la tierra parecen haberse dado
cita para henchir el aire con un coro inmortal; los jardines del Albaicín; los
aloes y los nopales del cerro de San Miguel; los pinos del Sacro Monte; las
flores de los Cármenes, nidos de poesía; el Darro y el Genil, perdiéndose
juntos en la llanura, después de haber besado a Granada para llenarla
con sus besos de jardines; aquel cielo, aquellas fuentes, aquella vida que
se manifiesta exuberante por todas partes, y que desde el cielo envidian
las hurís, porque no hay, no puede haber en el Universo otra Granada, 369
puesto que Granada es el mayor milagro de Alá; Granada, el paraíso en la
tierra. Allí una noche de luna, oí salir de uno de aquellos bosques la voz
dulcísima de una mujer, que acompañada de la cadencia melancólica de
una guitarra, cantaba sin que yo alcanzara verla, esta canción:
Pero cuán diversas emociones asaltan en un viaje por esta tierra de Anda-
lucía. Me encontraba una tarde en la Puerta de Tierra de Cádiz. El Levan-
te nos enviaba sus ráfagas abrasadoras, y el infinito Océano, el gigante
rumor de sus olas.
Bajo un parral a la pálida luz de un farol que el viento agitaba entre los
aullidos de una zambra de gitanos, que parecían traidos, según lo ne-
gruzco de sus rostros, lo gutural de sus voces, por una ráfaga del viento
del gran desierto que azotaba las costas, levantábase una mujer, que a
primera vista parecía fea, y que, sin embargo, con su cabeza levantada,
sus brazos tendidos al cielo, erguido su cuerpo tan flexible como el de
una serpiente, bailaba, y de su pecho exhalaba un cántico que parecía el
acento de una desesperación infinita y de sus ojos relámpagos siniestros
que fulguraban como la tempestad de una inmensa pasión. Aquella mu-
jer no cantaba el amor, no, cantaba la libertad. Su voz era un gemido infi-
nito, un gemido capaz de partir en pedazos el corazón más duro. Cuando
yo la veía bailar, exclamaba: Así debió bailar Cleopatra. Cuando yo la
veía cantar, exclamaba: Así debían cantar las hijas de Israel en las orillas
de los ríos de Babilonia. Su canción principal era como sigue:
En el patio de la cárcel
Miré al cielo y di un suspiro
370 ¿Dónde está mi libertad
Que tan niña la he perdido?
6. Nótese como “las artistas” de la reunión son las propias de la clase domi-
nante, ejemplo de la forma en que asumían papeles y conocimientos venidos
del pueblo y que, a su manera, interpretaban, tal como delata la presencia
del piano en el festín.
De lo mismo y casos semejantes son estos seis testimonios similares:
En la noche del sábado se verificó la solemne ceremonia de administrar el
¿Se sabe algo?
***
***
***
FIESTA ANDALUZA
(Expedición a Cantillana de ilustres de Serva: Rector, Directores de EL
TRIBUNO y EL PROGRESO, sus señoras; y un largo etcétera).
En la noche del martes y la mañana del miércoles se verificaron en la
casa del Señor Fernández, por no permitir el estado del tiempo, como
se había pensado, fiestas andaluzas que estuvieron animadísimas, en las
cuales tuvimos ocasión de admirar los atractivos y gracia de las señoritas
Espinosa, Montalvo, Farfán, Naranjo, Diosdado, Cantón, y otras cuyos
nombres no recordamos.
Aquellas malagueñas y peteneras y aquellas seguidillas que allí oímos y
372 vimos no se nos olvidarán jamás, porque fueron de las que no pueden
contemplarse más que en esta tierra de María Santísima donde no saben
apreciarse sus encantos, por el derroche de que ellos se hace continua-
mente.
(EL PROGRESO. 3 de mayo. 1889)
***
DESDE POZO-AMARGO
Sr. Director de EL PROGRESO.
Distinguido amigo y compañero: Si como creo, no conoce usted este pin-
toresco rincón de la provincia de Sevilla, situado casi en el límite de ella
y de las de Cádiz y Málaga, y distante dos leguas largas de Coripe; si no
ha visitado nunca en sus excursiones campestres, esta colonia veraniega,
imagínese usted dos grupos de casas, blancas como el armiño y esca-
lonadas a derecha e izquierda en el centro de las cuales se levanta una
elegante capilla, hoy en construcción.
Sirve para el acceso a la capilla, una ancha y cómoda gradería, a cuyo pie
se extiende hasta la parte inferior del caserío, un arrecife y paseo central,
al que afluyen otros doce laterales, con plantaciones de moreras, acacias
y eucaliptus.
¿Se sabe algo?
Más abajo, al final de una pendiente, suavizada por las recientes obras
ejecutadas en ella, están el nacimiento del manantial que da nombre a
este sitio, el depósito de aguas, y por último la casa de baños, últimamen-
te construida, y cuya capacidad y buenas condiciones de todo género,
pueden satisfacer los deseos del bañista más exigente.
Al pie de la casa de baños, pasa un cristalino arroyuelo cuya corriente se
desliza bajo un bosque de adelfas, y tras de él se levantan nuevos cerros,
que van multiplicándose hasta perderse y desaparecer en el horizonte,
formando un panorama verdaderamente encantador.
De la eficacia de estas aguas, por los excelentes resultados que su uso
produce, se oyen contar a testigos presenciales, multitud de prodigios,
que por mí mismo he tenido ocasión de comprobar, escuchándolos de los
propios labios de algunos que han llegado a Pozo-amargo sin esperanza
de curación y hoy disfrutan de salud perfecta.
Aquí se hace vida de campo; se madruga mucho, y se toman el baño y
las aguas, generalmente muy de mañana. Por la tarde se organizan giras
y paseos que resultan muy animados y a los que concurren casi todos
los bañistas, entre los cuales reina tal intimidad que en esta temporada
puede considerarse a todos como una misma familia.
Durante la noche, cuando la luna derramando raudales de plateada luz
sobre los campos, ilumina poéticamente estos contornos, que adquieren
entonces cierto aspecto fantástico, y los bañistas reunidos en la explana- 373
da de Pozo-amargo, cantan, bailan, ríen y se divierten, disfrutando de los
placeres que ofrece este ameno sitio, suele llegar hasta nosotros el dulce
son de la plañidera guitarra, hábilmente tocada por manos que se ocupan
de las faenas agrícolas, desde la salida del sol hasta su ocaso, y el eco de
las montañas repite alguno de esos cantos populares que encierran en
cuatro versos, todo un poema.
Una voz fresca, sonora y vibrante saliendo por malagueñas, exclama:
Previa atenta invitación, que por sí misma hace a los bañistas la distin-
guida señora doña Ana Halcón de Villalón, nuestra convecina de Sevilla,
que en la actualidad reside en una huerta de su propiedad inmediata a
este sitio, los bañistas oyen misa en la capilla de dicho predio, después
de la cual, la aristocrática dueña del mismo prodiga sus atenciones con
la finura que le caracteriza, a las familias asistentes, obsequiándolas con
pastas, dulces y exquisitos y variados vinos.
Actualmente figuran en la colonia de bañistas de Pozo-amargo, además
de la señora y señorita de Villalón y el marqués de San Gil, hermano de
la primera, la familia del catedrático y secretario de la Escuela de Artes y
Oficios de esa ciudad, Sr. Topete y las señoras de Barrionuevo, de Sevilla;
la señora viuda de Alcántara y sus sobrinos, los Sres. Ramos Oliva (D.
Antonio y D. Calixto), y las familias de Orellana, La Hera, Janer, Casa
Rubio y Cala, y el Sr. Labandera, de Morón; la del señor Ruiz, de Mon-
tellano; otras varias familias de Arahal, Coronil, Paradas y Marchena,
y la del alcalde de Morón D. Antonio Ramón Villalón, que viene en su
carruaje diariamente, desde su inmediato cortijo de Calchite, donde se
encuentra de temporada.
(EL PROGRESO. 13 agosto. 1889)
Pasión de las aristocracias por los valores naturales del pueblo andaluz en pos-
tura de arte; fenómeno más antiguo que el mítico fervor romántico con el que,
desde las alturas, se contemplaban las iniciativas de la plebe, sobre todo si sus
protagonistas eran formas de mujer en danza.
Bailes del país.- Los que asistieron en la noche del pasado sábado a la aca-
demia del conocido director don Miguel Barrera, preconizan el placente-
ro rato que pasaron. Las boleras que tomaron parte en este semanal sarao
lucieron sus gracias en los diferentes aires andaluces que ejecutaron. Las
conocidas por la Cebollera y la Milagros alternaron con la Rosario, nueva
joven que apenas cuenta con siete meses de instrucción, y agradó mucho
a toda la concurrencia, entre la que se encontraba una familia inglesa,
la cual parecía hallarse muy complacida. Solo una cosa se siente: el que
estos ratos de recreo comiencen tan tarde, por haberse ya introducido esa
costumbre.
(EL PORVENIR. 19 de febrero. 1851)
***
Jaleos del país.- En la noche del pasado sábado, tal cual anunciamos,
tuvo lugar el acostumbrado sarao andaluz en la sala de estudio de don
Manuel de la Barrera. Muchos fueron los curiosos que acudieron, pues
noticiosos de que tomarían parte en la función las más de las sílfides del
país, no quisieron perder el rato. Concurrieron el príncipe de Carini y
su esposa, el general Concha y otros de los personajes que han venido
al alumbramiento de la Serma. Sra. Infanta. Parece que las boleras an-
376 daluzas recogieron pingües gratificaciones, que es la mejor música para
bailar con deseo. En la noche del próximo jueves se repetirá la función.
(EL PORVENIR. 13 de agosto. 1851)
***
compostura que reinan en esa escogida reunión, hace que sea mucha la
concurrencia de bellas. Allí se baila a discreción, siendo todo dirigido
por el acierto propio de una reunión de amigos, donde todo es armonía,
todo es placer. Si esa sociedad continúa para el invierno muchos serán
los que acudan a inscribirse en el catálogo de los socios. Y ya que de baile
hablamos, he aquí lo que dice EL CONCILIADOR, acerca de los que en
el mismo local se celebran los sábados:
“El último baile a que nos referimos, no estuvo muy concurrido, y lo
empezaron a las 11 y media dadas: las dos niñas de M. Barrera, con el
bolero, que ejecutaron con la gracia, soltura y precisión de movimientos
que las hacen tan recomendables por su corta edad. Después bailaron
otras jóvenes cuyos nombres no recordamos, con los dos Barreras, que a
porfía mostraban en sus movimientos bien combinados de pies y ágiles
cabriolas, sus extensos conocimientos coreográficos.
Las jóvenes Adela Ojeda y Dolores Cejuela bailaron con mucha gracia
y elegancia de movimientos los Panaderos, así como la Dolores Olier y
Josefa Grande, el jaleo de Jerez; todas a porfía e indistintamente procu-
raron agradar al público puramente nacional, que estaba de espectador,
porque esa noche no hubo según costumbre, hijos de San Luis ni de la
poderosa Albión”
(EL PORVENIR. 9 de mayo. 1852)
377
Hábitos de los viajeros que hacían estación de gozos en la vieja Híspalis. La
capital del baile enseñaba orgullosamente ufana su sabiduría:
***
***
***
por los buenos ratos que nos proporcionara. Mucho celebraríamos verla
en el coliseo de San Fernando, donde nos aseguran que el actual empre-
sario trata de presentar al público las notabilidades de todos los géneros.
(EL PORVENIR. 4 de septiembre. 1855)
***
Exactamente sucedía lo paradójico: eran ellos quienes advertían con más inte-
ligente precisión la importancia suma de unos bailes de arte, que los naturales
del país sólo apreciaban como fuente de excitación y divertimento.
fin de dar un baile particular de algunas horas y tenerlas ellos del placer
que les producen nuestras danzas. En efecto, el complaciente maestro de
baile concurrió con seis parejas a la cita, y entre ellas la aplaudida Plácida
Alcaraz, que tan simpática se ha hecho entre nosotros, y fue el rato, se-
gún se nos informa, tan agradable y tan ameno, que si bien quedaron las
bailarinas soberbiamente satisfechas de la galantería y amabilidad de los
expresados ingleses, no menos lo quedaron estos de la habilidad y dono-
sura de las muchachas que bailaron. El Sr. Barrera tiene un tino especial
para estas cosas, y nos complace que en tan formales ocasiones sepa dejar
bien puesto el pabellón.
(EL POVERNIR. 27 de enero. 1858)
***
Mensajeros luego en sus patrias de todo cuanto habían gozado en el Sur para
ellos engalanado de alegrías, portavoces de sus preciosos hallazgos artístico-
exóticos, cronistas de nuestros bailes; que también viajaron para darse a cono-
cer por el mundo entero, al menos en sus partes más desarrolladas del Occi-
dente imperial:
*** 381
Nuestra paisana.- La Nena está haciendo furor en los teatros de Londres.
He aquí lo que dice de ella un periódico de aquella capital:
“Después del drama que estaba anunciado se presentó la sin rival baila-
rina española La Nena, haciendo su debut con el baile español titulado
La hija del Guadalquivir, y bailó con la misma firmeza y con la misma
sal y elegancia que son peculiares a ella sola. Los aplausos se redoblaron
sin cesar, y multitud de bouquets cayeron a sus pies”. Otros periódicos
dicen a este mismo propósito que tanto la célebre y fascinadora bailarina,
como su pareja el Sr. Moragas, se excedieron a si propios en la ejecución
de dicho bailable, recibiendo una lisonjera ovación.
Celebramos este nuevo triunfo de nuestra bella y simpática compatricia.
(EL PORVENIR. 30 de septiembre. 1858)
Salida.- Ayer a las seis de la tarde partió para Cádiz la emperatriz de los
franceses por vía férrea. Como anunciamos, verificóse la gira campestre
a los campos de Tablada, donde tuvo lugar el juego de derribar las reses.
La noche anterior, en uno de los salones de la casa de la señora anfitriona
se celebró una fiesta a la que asistió su majestad imperial y toda su servi-
dumbre. Boleras del país, gitanas enjaezadas y cantantes concurrieron a
la función, cuyos detalles ignoramos.
(EL PORVENIR. 10 de octubre. 1863)
¿Se sabe algo?
Pero mire usted por donde si hubo algún tiempo después otro colega más aten-
to que relató historias de honda melancolía, a propósito también de la empera-
triz y de un viaje que debió de ser fantástico, cuando la solemne inauguración
del canal de Suez, en la puerta de Oriente.
EL ISTMO DE SUEZ
(Correspondencia especial de LA ÉPOCA)
Embocadura del canal de Suez en la mar a 17 de noviembre de 1.869
...Bien pronto los fuegos terminan, las luces se apagan, el cansancio llama
al sueño, y población y barcos quedan en silenciosa actitud, para resta-
blecer las fuerzas necesarias al día siguiente.
Nosotros placenteros, aunque ya poco locuaces, caracoleábamos también
en nuestra barquilla para llegar cada uno al costado de su nave, cuando
se le ocurrió a un joven guardia marina de la “Berenguela”, gran tañedor
de guitarra, sacar el instrumento que tenía escondido, y preludiar con
gran primor los melancólicos acordes de un aire de Andalucía: -Penas, 383
¿para qué os quiero?- No a uno, sino a todos a un tiempo se nos ocurrió
ir a echar una serenata a la emperatriz. Ella, cuando niña, las habría escu-
chado con palpitante corazón bajo las rejas de los Cármenes del Genil, y
ella no podría menos de regocijarse, cuando soberana, con aquel recuer-
do, tan distante y tan cercano a la vez en las horas del insomnio.
Efectivamente; los remeros, a una orden del comandante, atracaron cerca
del “Águila” y allí, nuestro guardia marina, con voz preciosa y gracia
inimitable, echó a los vientos del Oriente el fandango occidental de la
morisma sevillana.
No se hizo esperar mucho la respuesta: apenas se perdía el eco de las
primeras coplas, se abrió la portilla de uno de los camarotes de la cámara
de honor; y preguntaron en muy mal castellano quiénes cantaban. -”La
oficialidad de la “Berenguela” (se le contestó) que viene a saludar a la
Emperatriz”.
Entonces salió Eugenia Montijo a la portilla de su camarote y prorrumpió
en palabras lisonjeras y frases afectuosas a los galantes compatriotas que
con agasajo tan de su gusto la obsequiaban, y suplicó que se cantara más,
y que cantara todo el que quisiera. Pero ¡Oh contrariedad de siempre! el
cantador no se acordaba de más coplas que las que había echado.
-Pues bien (dijo la emperatriz); cantadme esta.
José Luis Ortiz Nuevo
Ni contigo ni sin ti
tienen mis penas remedio:
contigo, porque me matas,
y sin ti... porque me muero.
Una salva de aplausos recibió la canción del serenatero intruso. Era uno
de los pasajeros del vapor mercante “Pelayo”, matrícula de Cádiz, que
384 ha venido a las fiestas, y desde que sintió la guitarra en la bahía, se echó
con otros amigos en un bote para asistir a la extraña serenata de la “Be-
renguela”.
(LA ANDALUCÍA. 4 de diciembre. 1869)
Tan fuerte que los beneficios de la solidaridad traspasaron incluso las fronteras
patrias, y el francés solícito y armado de grandeur organizó una fiesta desco-
munal, gigantesca, en el Hipódromo de París, donde, como ya iba siendo natu-
ral, faltar no podían los flamencos; de manera que, entre los muchos números
de un programa internacional, fantástico, se anunciaba:
...Lo más notable será la entrada, presentación y desfile de los toreros con
ocho picadores, mulilleros, dieciséis banderilleros, alguaciles, orquesta
de veintiocho guitarristas en traje andaluz, bailarinas y demás personal
que se espera de Madrid.
...Los guitarristas, los toreros, los gitanos, mezclándose en la confusión
delirante de una farandula ofrecerá un aspecto tan mágico que enloque-
cerá a los espectadores.
(EL PORVENIR. 17 de diciembre. 1879)
Eran esas las claves que creyeron descubrir y traducir Merimée y Bizet y Bo- 385
rrow y Davillier y Latour... observando el curso de las cosas que veían al sur
del paralelo 38.
***
Si yo supiera
Cantar flamenco,
Tocar las palmas,
Bailar jaleo
Y matar toros, 387
Alto y derecho,
A los Madriles
Me iba corriendo,
Aun cuando soy
Alabardero.
(EL ALABARDERO. n° 117. 17 de noviembre. 1880)
Pero, como ustedes sabrán entender, no eran sólo personas reales, príncipes,
aristócratas y otras sociales adherencias de la “high life”, quienes mostraron su
curiosidad por averiguar misterios y excelencias del llamado canto flamenco.
También los periodistas extranjeros manifestaron inquieta querencia honda:
Si acaso fuera por la resonancia que estos y otros ágapes tuvieron, o sin más
por el impulso creciente de la flamenquería atravesando y superando límites;
lo cierto es que en el año de gracia de 1887 registran los anales un suceso hon-
do-parisién de grande envergadura, motivo y causa para la redacción de exten-
sas, detalladas crónicas, como la que a continuación se reproduce, noticia del
extraordinario éxito obtenido por un espectáculo folclórico-taurino-sensacio-
nal-feriado muy del gusto del público francés. Observen:
PARÍS FLAMENCO
388 Con este título publica nuestro distinguido colega de San Sebastián, LA
VOZ DE GUIPÚZCOA, el curioso artículo que a continuación reproduci-
mos, escrito por su director, que hace tiempo reside en París:
“Los buenos habitantes de París conocen hace meses el cante y el baile
flamenco; pero los guillabaores, bailaores y tocaores que se exhibieron en
el casino de la calle Vivienne y el Alcázar, no aclimataron en esta ciudad
cosmopolita las usanzas de la tierra de María Santísima. Acaso obedeció
el fracaso a que el espectáculo fue presentado con demasiada crudeza.
Estaba reservado al Nuevo Circo el privilegio del éxito en la importación
de las fiestas flamencas. Ni es maravilla, porque el Nuevo Circo es casi
español del todo. Compatriota nuestro es su Director, Sr. Oller; compa-
triotas nuestros son muchos de los artistas que forman el cuadro de la
compañía, y muy notables todos ellos: Elvira Guerra, la primera amazo-
na de la alta escuela de cuantas hoy se conoce; Rafael Ávila (a) “Piedra”,
quien no tiene rival en los ejercicios de las anillas, que ejecuta en compa-
ñía de su graciosa esposa; Enrique y Aniceta Díaz, Julio y Pedro Pérez,
y por último Tony Grice, que en lo flamenco bien puede pasar por tan
español como su mujer, andaluza de verdad. Nuestros lectores de San
Sebastián han visto hacer a Tony la parodia de una corrida de toros en el
verano de 1885 y saben que el “chico” tiene su “mijita” de sangre torera.
¿Qué de extraño tiene, pues, que de una semejante reunión de buenas
¿Se sabe algo?
En el ínterin de las cosas los viajeros más o menos románticos seguían viniendo
al Sur apasionante buscando emociones y también flamenco:
***
Y en las postrimerías del tiempo que estudiamos, prácticamente todas las his-
torias confluyen en París, pues ya ustedes conocen que, con motivo de la Expo-
sición Universal que allí se celebró, festejando el centenario de la revolución,
una troupe de flamencos llegó hasta los Campos Elíseos:
***
LA ESPAÑA ALEGRE
En París creerán, con mayor fundamento cada día, que España es el pue-
blo más divertido y bullanguero, y por tanto el pueblo más feliz de la
tierra.
...En cuanto a llevar a París ejemplos vivos de nuestras juergas populares
y nuestros recreos gitanescos, no hay nadie que nos haya superado.
De un extremo a otro de París, como hacen notar los telegramas de EL
IMPARCIAL, resuenan los alegres rumores de las fiestas españolas.
Dentro de la Exposición, en el teatro Internacional, funciona la gran cua-
drilla de gitanos granadinos, una de cuyas individuas, Pepa, se ha hecho
392 ya famosa por su meneo, que deja atrás el tan ponderado de las antiguas
bailarinas de Gades.
En el teatro de Vaudeville se celebran conciertos de música española o de
artistas españoles, donde descuellan Elena Sanz, la Cepeda y otros.
Cerca de las Montañas rusas hay un teatro donde resuenan a diario las
patadas y los hipidos del baile y cante flamenco.
Está en activo servicio, una plaza de toros, la de la calle de la Federación;
se construye otra en el Quai de Passy, y estará pronto concluida la de la
calle Pergolese, empresa Veraguas, Patilla y otros.
De esta última -dice el correspondiente aludido- se refieren maravillas.
Dícese que con destino a ella han llegado 40 toros de las ganaderías de
Veragua, Miura y conde de Patilla, y que se espera pronto a Lagartijo.
Para la inauguración se prepara una función monstruo, en que la salida
de la cuadrilla tendrá el carácter de una verdadera procesión. Formarán
en ella 200 hombres precedidos por un pelotón de guardia civil, fingida,
por supuesto.
Con las cuadrillas irán los picadores, caballeros en plaza, regadores, ca-
rros y seis tiros de mulillas, todo ello entremezclado con bandas de mú-
sica.
Además, en el teatro Robert Houdin hay, para que haya de todo en este
¿Se sabe algo?
ESPAÑA EN PARÍS
Por noticias telegráficas de la capital de Francia sabíamos ya el efecto
extraordinario que había producido en aquel público la primera fiesta
española de orquestas, estudiantinas, rondallas y bailarinas.
La prensa parisién llegada ayer confirma estas noticias; el espectáculo
español ha entusiasmado a los franceses.
Véase cómo refiere LE FIGARO sus impresiones al salir del local donde
acababa de darse la representación:
El año pasado -dice- París estuvo entregado a Rusia; este año estamos
entregados a España.
Preciso es confesar que España nos lo paga generosamente.
No hay otro pueblo que desde la apertura de la Exposición se haya pro-
digado más entre nosotros y bajo más variadas formas.
Y en todas partes donde se muestra, o se dispone a mostrarse vestida
de fiesta, se la acoge con señales de simpatía y de regocijo: en el Campo
de Marte, por las obras maestras de su industria; en el Vaudeville, por
su genio lírico; en la calle Pergolese, por su espectáculo nacional por ex-
celencia, las corridas de toros; en el Circo de Invierno por la exposición
original y pintoresca de sus costumbres populares.
394 Dentro de tres meses los parisienses nos hallaremos mejor iniciados en
las intimidades de la vida española que si hiciéramos un largo viaje por
el otro lado de los Pirineos.
Y a esta iniciación contribuirá en gran parte el espectáculo cuya primera
representación nos dieron anoche por la vía de avant-garde en el Circo
de Invierno.
Hemos visto desde las ocho a las doce, cómodamente sentados en nues-
tras butacas, desfilar ante nuestros ojos y cantar a nuestro oído la música,
las danzas, los trajes, las tradiciones locales, los tipos más diversos de la
antigua y de la moderna Iberia.
Y en todo ello ni una nota discordante.
Aquello era España sin mezcla de falsedad.
En la música, por ejemplo, nada de concesiones a la escuela francesa, ni a
la italiana, ni mucho menos a la alemana.
Todo genuino, crudo; los aires, la letra y los instrumentos. Lo mismo deci-
mos de los artistas. Manuel Pérez, el Vianesi de la orquesta, es un maestro
en crudo con una batuta magistral. Los cien profesores reclutados entre
los notables de la orquesta del teatro Real de Madrid forman un conjunto
escogidísimo bastante a embelesar al “dilettante” más delicado.
Gente cruda es la que forma la estudiantina; 40 mozos jóvenes y guapos,
¿Se sabe algo?
Hasta aquí el recorrido de repaso por alguna entre las huellas del hecho fla-
menco visto por los extranjeros durante los años de esta afanosa investigación
documental.
Uno: Los extranjeros no son bobos sino gentes atentas y preocupadas, más que
nosotros, por enterarse de la cosa. Y, además, buenos pagadores.
Tres: Tanto una como otra conclusión perduran todavía cien años después.
Pena de país, pena de todo.
397
José Luis Ortiz Nuevo
NOTAS
***
¿Se sabe algo?
399
V. MALDICIÓN EN LA CUNA
CON ÉL LLEGÓ EL ESCÁNDALO
Debo decirte, mi querido Giannotto, que si, según puedo preciarme, supe
juzgar bien cuanto allí vi y oí, no existe en Roma un solo sacerdote de
buena conducta; al contrario, me ha parecido que la intemperancia, el
lujo, la avaricia y otros vicios aún peores, si peores los hay, han converti-
do Roma más en antesala del infierno que en centro del cristianismo. Di-
ríase que vuestro pastor, y en consecuencia, los demás que con él viven,
sólo tratan de destruirlo, cuando debieran ser su fundamento y sostén.
Ahora bien: como veo que, pese a todos sus esfuerzos, no acontece lo que
se proponen y vuestra religión se difunde sin cesar y florece más cada
día, deduzco que es la verdadera y la más divina de todas, y que, eviden-
temente la protege el Espíritu Santo. Por eso, así como me mostraba duro
y reacio a tus consejos de hacerme cristiano, ahora te digo que por nada
del mundo dejaría de hacerlo. Vamos al instante a la iglesia y hazme bau-
tizar según la costumbre de vuestra santa religión.
l 403
EL DECAMERÓN
Quizá extrañe al lector esta cita del libro de Bocaccio para dar entrada al capí-
tulo. Sin embargo su razón tiene:
En cuanto al otro salón, sin nombre, que dirige el Sr. D. Manuel Barrera,
situado en la callejuela de Pasión, junto al anfiteatro, continúa sin mejora
alguna, tanto en el local como en el orden de los bailes, pues aquel sigue
en el mismo estado, y el orden se ha invertido la noche de uno de los sá-
bados anteriores escándalosamente, a consecuencia de unos ingleses que
quisieron propasarse con unas boleras.
(EL CORREO SEVILLANO. 11 de diciembre. 1851)
De un lado los cumplidores de la ley, y en el otro los golfos. Y por si algo fal-
tara, lo que éstos hacen no tiene valor ninguno, sólo exagerado, desagradable,
impertinente griterío:
¿Se sabe algo?
***
***
Casino filarmónico.- Se han personado en nuestra redacción varios sus-
criptores, vecinos de la plazuela de Villasís, a rogarnos que demos las
gracias en su nombre a los socios y dueños de cierta taberna que existe en
ella, por los amenísimos ratos que les proporcionan, desde las siete de la
mañana hasta las diez de la noche los cantaores, que con su cante, playe-
ras y demás trozos de música escogida, turban el sosiego de la vecindad.
Dicen los interesados, y nosotros con ellos, que si bien lo poco agrada lo
mucho enfada, y que como es mucho y muy mucho el ruido que en el tal
casino filarmónico se hace, bueno fuera que la autoridad hiciera entender
José Luis Ortiz Nuevo
***
A otra parte con la música.- Los vecinos de la plaza de Villasís, han visto
con imponderable satisfacción transformarse una célebre taberna, espe-
cie de Olimpo de cantaores que existía esquina a las callejuelas de Pa-
sión, en un pacífico almacén de muebles usados. De hoy en adelante,
los citados vecinos podrán dormir a pierna suelta sin temor de que los
despierten con sobresalto, y que los tenga en perpetua vigilia, esa plaga
de cantaores a lo gitano que habían escogido la tal taberna para teatro de
sus glorias artísticas.
(EL PORVENIR. 4 de agosto. 1861)
***
Dos son las cuestiones que en este caso se examinan: La conveniencia o no del
ejercicio de los cantos en el sitio y hora dichos, y su calidad de trabajo artístico.
Sobre lo primero, uno es firme partidario de esa ley social, pensamiento políti-
co, por el que se establece que la libertad de cada uno termina donde empieza la
libertad de los demás. Es en el asunto de la cualidad donde se siente la pena:
Válgame un Divé por el exceso. Dichosos entonces que podían de manera tan
alegre jalearse desde Triana a la Alameda. ¿Qué escribiría hoy el gacetillero si
viajara en un autobús ruidoso de silencio? Alomejor le agradaba.
Ver l’ahí la primer vez que los papeles se ocupan del primitivo café del señor
Silverio, establecido en la Campana, donde estuviera la famosa Academia-Sa-
lón de Bailes “El Recreo”; para registrar la bronca de un tacaño. ¿Acaso no
había cantes, bailes o toques que comentar? ¿Sólo las disputas? ¡País!.
***
***
***
TEATROS
Mientras los periódicos de la Corte nos anuncian diariamente la apertura
de nuevos teatros, la presentación de compañías de todos los gustos y gé-
neros, y el estreno de producciones dramáticas, en Sevilla estamos, como
decirse suele, a la luna de Valencia, y en cuanto se refiere al arte escénico,
un punto menos que el más olvidado villorrio.
Se presupone la continuación de la compañía de zarzuela en el coliseo-
barraca de D. Ramón; se cuenta como segura la venida a Cervantes del
¿Se sabe algo?
En cualquier caso la ofensiva aún no ha comenzado. Hasta ahora más que nada
ha prevalecido la voluntad de ridiculizar, herir pero no matar. Se empleó el
sarcasmo y la ironía pero no el látigo. Y fueron además censuras muy espa-
ciadas en el tiempo. Quizá porque minusvalorasen tanto al “enemigo” que lo
creyeran débil y enfermizo, mortecino de natura, y no precisaran emplearse a
fondo para aniquilar la hidra de las siete cabezas pecadoras.
Escándalo en Málaga: Los periódicos de Málaga que recibimos ayer, true- 411
nan contra los escándalos que han ocurrido durante la misa del gallo en
varios templos de aquella ciudad.
Hombres completamente ebrios, ocupaban la Iglesia de San Juan, can-
tando a media voz las Peteneras y Merengazos lo cual dio lugar a varios
alborotos que pudieron ser dominados con más o menos trabajo.
(LA ANDALUCÍA. 30 de diciembre. 1880)
***
ECOS DE MADRID
Una gran desdicha turbó en la noche del domingo la alegría que reinaba
en la verbena de San Antonio.
Desde el anochecer había en los alrededores de la ermita del Santo una
gran animación. Cielo despejado, luna clara, atmósfera embalsamada
con el perfume de los claveles y las azucenas, las graciosas mujeres de los
barrios bajos se codeaban con las elegantes señoritas de los pisos altos de
las casas de Madrid, aquí se oía el chisporroteo de los buñuelos al freírse,
allí la marcha de bandurrias y guitarras, al piropo galante seguía la ruda
queja del que había recibido un pisotón.
José Luis Ortiz Nuevo
El cante flamenco, que priva... iba a decir cada día más y no es así; que
priva cada noche más, excitó una de las pasadas los ánimos de los concu-
rrentes a un café que hay en la plaza de Matute.
Nadie sabe explicar cómo comenzó la función. Hay quien pretende que
un parroquiano muy aficionado a animales, entró con una zorra domes-
ticada; que una señora que había sentada en una mesa próxima se asustó;
que un caballero que la acompañaba se trabó de palabras con el intruso;
que unos tomaron el partido de éste y otros el de aquel; en fin, lo que mo-
tivó la pelea no se sabe a punto fijo, lo que sí se sabe es que comenzaron a
moverse las manos, después las copas y botellas, luego las sillas y bancos
y por último salieron a relucir las navajas.
Las mujeres gritaban, algunos hombres pedían socorro, los mozos te-
merosos de que se fueran muchos sin pagar cerraron las puertas; en fin
el Rosario de la Aurora y el Campo de Agramante, tuvieron un digno
émulo en el café de Matute. Hubo desmayos, contusiones, heridas, y los
guardias de orden público tuvieron que disparar al aire para asustar a
aquellos locos.
-¡Petardos! ¡Petardos! gritaron algunos transeúntes apretando a correr.
¿Se sabe algo?
Por fin los promovedores del escándalo fueron presos, y como después
de la tempestad luce el sol, volvieron los cantaores y bailaores a cantar y
a bailar.
¡De buten! como dicen para elogiarlos, ¡Chachipé! como se decía antes.
8
(EL PORVENIR . 11 de julio. 1881)
1883
***
En la puerta del Café Cantante de la calle del Rosario, y entre dos y tres 413
de la madrugada, gritaba desesperadamente un individuo porque, se-
gún decía, acababan de robarle un reloj de plata y una cadena del mismo
metal. Cuando acudieron los agentes de la Autoridad se hallaron al albo-
rotador armado de un estoque acometiendo a cuantas personas por allí
transitaban; desarmado y reconocido se le encontró la alhaja que suponía
le habían robado por lo que fue detenido en la casilla.
(EL POSIBILISTA. 17 de enero)
***
Leemos en EL UNIVERSAL:
“Sr. Alcalde, nadie duda de que V. dispone de medios para averiguar
hechos o actos realizados por sus dependientes que merezcan ser pre-
miados o castigados.
Pues bien, esto sentado, tenga V. la bondad de llamar a su despacho al
Comandante de la guardia municipal, serenos que dan la voz en la calle
de Tetuán, y guarda de la misma, y presentes todos, hágales V. que digan
con toda claridad en que “estado” se encontraban la brigada de serenos
y el cabo González en la noche del diez y seis a diez y siete del corriente.
José Luis Ortiz Nuevo
***
Noches pasadas se extravió una capa en el Café de Silverio que había de-
jado su dueño en la silla que ocupaba, mientras iba a hablar con un amigo
que se encontraba en una mesa inmediata.
(LA ENCICLOPEDIA. 21 de febrero)
***
***
***
Una cantaora del Café de Silverio fue acometida, cuchillo en mano, por
un dilettanti, que tuvo la desdicha de no conseguir el intento que llevaba
¿Se sabe algo?
***
Al hotel del Pópulo fue llevado un alborotador que promovió gran es-
cándalo en el Café de Silverio.
(LA IZQUIERDA LIBERAL. 23 de octubre)
***
Ha sido detenido y conducido a la casilla de la Alhóndiga, donde quedó
a disposición del señor Gobernador Civil de la provincia, un individuo
que hallándose completamente embriagado promovió un escándalo ma-
yúsculo en la puerta del Café cantante del Burrero. A dicho individuo
le fue ocupada, por los agentes de la autoridad, una navaja de colosales
dimensiones.
(EL PROGRESO. 6 de noviembre)
***
415
En la madrugada del sábado fue conducido a la casilla un individuo que
en el teatro del Centro dio a otro un fuerte golpe en la boca, destrozán-
dole la dentadura.
(LA IZQUIERDA LIBERAL. 18 de diciembre)
***
Por un año no está mal el parte, doce noticias, a una por mes, referidas a escán-
dalos. Unanimidad en la prensa de todos los colores: desde los posibilistas de
don Pedro Rodríguez de la Borbolla a los defensores de LA IZQUIERDA LIBE-
RAL, parecen interesados en airear sucesos, peleas, juegos prohibidos, navaja-
zos y sangre, que se originan, según se desprende de las informaciones dadas,
por la propia naturaleza viciosa de los Cafés Cantantes.
José Luis Ortiz Nuevo
Ahora no sucede como antaño, cuando los periódicos celebraban los saraos
sabatinos en los salones de bailes del país, o incitaban decididamente a los pro-
pietarios a que abriesen o transformaran sus locales en Cafés Cantantes, para
alegrar las tristes, largas, oscuras y aburridas noches del invierno.
La pena, otra vez la pena, comprobar que en aquel tiempo mismo se publica-
ban documentadísimas críticas de las funciones de ópera y zarzuela y de teatro
y también de toros; pero apenas nada, pero nada, serio de flamenco, únicamen-
9
te lo que olía sangre y cuerpos en delito .
Sin ir más lejos que unos meses después, veamos, a este particular, cómo en los
cafés donde no había flamenco, ni palmas, ni aguardiente, ni mujeres... tam-
bién se cometían hechos delictivos mientras se tomaba el café... con tiros:
Presentada la prueba pericial de que no sólo en los cantantes habitaban los ma-
los instintos y las acciones pecaminosas, volvamos a la exposición cronológica
de los hechos malignos acaecidos por mor del cante en el año 1884:
***
***
418
Fue conducido a la cárcel un sujeto, que en el mayor grado de embria-
guez, promovió un fuerte escándalo en el café de Silverio.
(LA LIBERTAD. 6 de mayo)
***
Una persona que nos merece entero crédito dice que presenció en la no-
che del jueves al viernes en el café cantante de la calle del Rosario, titula-
do Silverio, una escena propia de cafres.
Por una pequeña cuestión, promovida entre varios concurrentes al citado
local, se creyeron en el deber de intervenir el dueño, algunos concurren-
tes y camareros, dando tantos golpes a uno de los citados contendientes
que cayó este al suelo sin sentido, resultando con muchas contusiones.
Los serenos que al escándalo acudieron, no creyéndose menos que los
demás a pesar de hallarse aquel infeliz en tal mal estado y tendido en el
suelo, también la emprendieron con él a chuzazo limpio.
Gracias a que una persona bastante conocida en esta Ciudad intervino y
contuvo a aquellos señores, pudo salir con vida el desgraciado agredido.
¿Se sabe algo?
***
***
Los vecinos de la calle del Amor de Dios se quejan, y con razón sobrada,
de las molestias que les ocasiona el Café Cantante establecido en el anti-
guo Salón Filarmónico.
El baile, el cante, los gritos, la algarabía, el pataleo y el escándalo duran
hasta altas horas de la noche, y no dejan descansar tranquilos a los que
tienen la desgracia de vivir cerca de dicho Salón cantante.
Esto es lo que sale al exterior. En cuanto a las escenas que tienen lugar
dentro del Salón hay que poner punto, porque la moralidad no permite
que se relaten escenas que ofenderían los sentidos más embotados y los
espíritus más indiferentes en punto a moral.
El señor Leguina debiera tomar cartas en este asunto y poner coto a tanto
escándalo.
13
(LA IZQUIERDA LIBERAL . 15 de mayo)
***
querer dormir por las noches, y que no pueden efectuarlo, porque otras
más ricas, más felices, se pasan las noches “cañeando, cantándose y bai-
lándose” al son de palmas y guitarras.
No hay nada más hermoso que hacer cada cual lo que le acomode; pero
esto sin perjuicio de los demás, que nada tienen que ver con las aficiones
y gustos del prójimo.
Vecinos cercanos a una tienda de bebida y comida, cuyos productos son
de primera, y por lo mismo muy buscados por “la afición” se lamentan de
que muchas noches se las pasan en claro. Los bebedores lanzan al viento
sus soleares, seguidillas, jaleos y peteneras, y el pobre vecino, despierto
con este ruido, da vueltas en la cama, se incorpora y acaba por levantarse,
y sentado en una silla y fumando cigarrillos ve la salida del dios Febo que
lo llama para que tome la puerta y se vaya a trabajar.
El cuadro, de pura sangre sevillana, es alegre por el anverso, pero no por
el reverso que presenta con vivos colores la suerte reservada a los “infe-
lices” que trabajan y se afanan por ganar su sustento con el sudor de sus
frentes, pero a condición de dormir.
Que esto no tiene remedio, al menos por ahora, lo tenemos bien sabido;
pero es menester ser muy cruel para negar a un suscriptor el hacer pre-
sente a la autoridad sus justas quejas.
l4
420 Cumplimos como buenos y esperamos como malos .
(EL PORVENIR. 24 de mayo)
***
Dicen algunos colegas locales que existe el proyecto de establecer un café
teatro en las inmediaciones del puente de Triana durante la temporada
de verano.
La comisión municipal de Obras Públicas ha dictaminado favorablemen-
l5
te el proyecto .
(EL PROGRESO. 7 de junio)
***
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Se quejan los vecinos del barrio de San Roque, de los escándalos que
constantemente se producen en el café cantante establecido en el edificio
que fue presidio de San Agustín.
Rogamos a quien corresponda de las órdenes oportunas para que se evi-
ten los escándalos referidos y que tanto molestan a los vecinos de la po-
pulosa barriada.
(EL TRIBUNO. 14 de noviembre)
Se constata por todo lo antedicho que el cuerpo del delito crece tanto en can-
tidad como en cualidad de las maldades, y, en consecuencia, las voces que
José Luis Ortiz Nuevo
De ahí vendrá una doble paradoja: De una parte serán los poderosos, vulgar-
mente llamados señoritos, quienes se diviertan y más gocen y valoren y de-
fiendan este arte nacido entre los parias. De otra, y similar, los políticos de
la derecha reaccionaria quienes apoyen y amparen al género flamenco en sus
conflictos sociales.
424 Y por ella, por su influjo, la moda de lo flamenco que sube hasta Madrid y allí
se instala en el ojo mismo del huracán, según lo viera un experto periodista
francés traducido ad hoc como formidable bombardeo a la causa:
Las oficinas del Estado son más bien casinos o fumaderos donde los em-
pleados y los innumerables pretendientes que las visitan no hacen otra cosa
que vagar, husmear y desollar a todo el mundo; en cambio, los asuntos que
en ellas se tramitan duermen con prolongadísimo sueño; del que no se des-
piertan jamás, o del que salen para morir a manos del último escribiente.
Los políticos no se entienden; han establecido infinidad de casinos, ter-
tulias y otros viveros de oradores y estadistas, en los cuales es raro el día
que no hay sesiones borrascosas, preludios de divisiones de los partidos,
o se hace gala de habilidad y de elocuencia para disfrazar las apostasías.
La generalidad de la prensa ni se preocupa ni se guarda en consideracio-
nes de ningún género; todos los días promueve algún escándalo con dia-
tribas inverosímiles, cuentos extraños y aun anfibiologías indecentes, y a
cada paso tropiézase con papeluchos que ponen a sus colegas de brutos,
soeces, pillos, canallas, cobardes, pollinos, sarasas y otros calificativos de
este jaez.
Hay en la corte todo un reino de timadores, en el que brillan por sus haza-
ñas Rata I, el Magnánimo, Rata II, el Casto, y otros varones de no menos
ilustres dinastías. Los rasgos de esta gente no tienen comparación con los
de otros cuerpos parecidos no colegiados; pues en punto a robos y asesi-
natos no hay seguramente población donde se airee con más originalidad
el ingenio de los criminales y la paciencia de las personas honradas. 425
Ahora están de moda los apóstoles y los hombres-caballerías. Son los
primeros unos santos varones, de la clase menos ilustrada y más despre-
ciable de la sociedad, que arrastran a la multitud con milagros hidroterá-
picos, que superan a los de los santos cristianos; y forman la pléyade de
los segundos unos cuantos graciosos que arrastran también a sus seme-
jantes, pero tirando de los coches del mismo modo que si fueran animales
sin adjetivo.
Los espectáculos públicos suelen ser un peligro de marca mayor para los
ciudadanos pacíficos. En todas las corridas se dicen en la plaza de toros
infinidad de desvergüenzas, que oyen sonrientes las más púdicas y aris-
tocráticas damas, y en el teatro Real, que es el mejor teatro de España, y al
que acuden todas las aristocracias, se oye a los señoritos silbar lo mismo
que los vaqueros, y se ven marqueses tocando el pito desde los palcos.
Una de estas noches, inauguración de temporada por cierto, cogió la poli-
cía buen número de huevos, patatas, tomates y sacos de perdigones, des-
tinados a servir de proyectiles contra los pobres artistas, que ni siquiera
cantaron mal la obra que estaba anunciada.
Lo que priva hoy en la corte es lo que se ha dado en llamar género fla-
menco, sin duda por aquello de que es muy propio y característico de los
países bajos. Los personajes más encopetados y lo más selecto de la high
José Luis Ortiz Nuevo
life madrileña se mueren por oír los jipíos del cante jondo y por ver los
bailes de gitanos y hombres de dudoso sexo, que encima de un tablado
pegan muchos taconazos en poco tiempo y se esperezan y retuercen y se
mueven hasta adoptar posiciones ridículas y obscenas. No hace mucho
que una reunión de hombres políticos, banqueros y aún algunas damas,
obsequiaron a Mme. Judic con una juerga de este género en el restaurant
de Lhardy, la más aristocrática de las tabernas madrileñas.
En resumen: desde la trágica y sentida muerte del sapientísimo perro
Paco hasta nuestros días, Madrid ha progresado de tal modo, que al lado
de los sucesos de actualidad parecen tortas y pan pintado los cuentos de
chulos y manolas del tiempo de Mari-castaña”.
(EL ALABARDERO. n° 677. 13 de noviembre)
cante:
***
***
***
No se podía imaginar el sagaz gacetillero lo bien que le iba a salir la malina 427
profecía. Primera de las que predijeron terribles calamidades a cuenta de la
instalación del Café Cantante de verano, en las orillas de Triana, a la vera del
Puente. Que no serían, además, las únicas, pues en otros territorios planeaba
también la sombra del mal enturbiando proyectos de progreso y crecimiento
en la afición al cante:
***
una sucursal de café flamenco, pues desde la una a las cinco de la mañana
bailan, cantan y escandalizan en la forma más inconveniente que se les
pueda ocurrir.
Al paso que vamos, será necesario poner en las puertas de la ciudad en
vez del NO8DO rótulos que digan:
“Baile, cante flamenco y cuadros vivos”.
Hemos oído decir que varios artistas del café cantante situado junto al
Puente de Triana y varios caballeros, alguno de los cuales ejerce impor-
tante cargo público, estuvieron de juerga a altas horas de la noche de
anteayer en el paseo de la Magdalena.
Los bailes más indecorosos y los cantares más obscenos constituían el
repertorio puesto en escena en tan céntrico paseo.
Los serenos, guardas y agentes del orden público estarían a las órdenes
de la autoridad.
(EL TRIBUNO. 5 de agosto)
***
***
dan por terminados los edificantes espectáculos del café cantante flamen-
co del Burrero, situado junto al puente de Triana, fue aquel sitio teatro,
como casi todos los días, de un drama terrible.
En aquel centro habíase entablado pocos momentos antes una acalorada
23
discusión entre uno de los cantaores conocido por El Canario y el padre
de una de las artistas de aquel establecimiento. La reyerta fue tomando
poco a poco mayores proporciones y no obstante la intervención de algu-
nos concurrentes, salieron fuera del local, dispuestos a jugar el todo por
el todo.
Después gran confusión, gritos, armas relucientes movidas con agitación
febril, un cadáver y un homicida.
El Canario tendido en el suelo y bañado en su propia sangre, exhalando
el último aliento.
¿Qué os parece el cuadro, defensores acérrimos del café cantante, que
tales espectáculos proporciona?
A la lista de individuos que viven de aquel centro de civilización y de
cultura, y que lleváis en el bolsillo, para inclinar en vuestro favor, el áni-
mo de los que atacan con tan justa razón, el sostenimiento del referido
local, podéis agregar en adelante el catálogo de las víctimas que desde su
instalación ha producido.
Y quien puede y debe ordenar su clausura sin condiciones de ningún 431
género será, en vista de tan elocuentes datos, el único responsable de
cuanto allí suceda en adelante.
(EL PROGRESO. 14 de agosto)
***
***
Dicen que el Sr. Castillo viene animado de los mejores deseos y ansiando
moralizar a Sevilla en cuanto esté a su alcance.
José Luis Ortiz Nuevo
***
***
Una dama cuya pasión por el cante flamenco le llevó a escandalizar más
de lo debido a altas horas de la noche en un establecimiento de bebidas
de la calle de Tintores, fue llevada a la prevención por los serenos.
¿Se sabe algo?
Viene bien al cabo una maldición tan malvadamente certera y honda para ce-
rrar un año turbio de muertes, pleno de maledicencias, infundios que clamaron
contra la existencia del flamenco.
Mas cómo y por qué tan fuerte rechazo, tan brutal condena, enemiga tan ra-
dical y unánime, ¿Acaso los excesos eran verdaderamente monstruosos? ¿Los
escándalos señal apocalíptica? ¿Sodoma las inmoralidades? ...
Sinceramente uno piensa que no debió ser para tanto nunca. Cierto que había
lo que había y para qué recordar lo que tan exageradamente se ha descrito.
Dice el refrán: “Cuando el río suena...”.
Pero en cualquier caso nunca como para justificar tan alta y desmesurada vi-
rulencia. ¿Por qué entonces? Uno cree entender que fue el flamenco víctima
433
propiciatoria, el sacrificio que exigían los dioses para calmar su ira y remedio
tuvieran los males de la patria.
1886
bién; quizá nacidas con mejor fortuna, hubieran llegado a eclipsar a los
célebres Mozart, Rubistein, Sarasate...
Pero a todo esto ¿dónde se han ido? ¡Ah entraron en aquella taberna!,
pues entremos también, después de todo, nada tengo que hacer.
En efecto, ahí están. ¡Qué infernal gritería! Los cantos flamencos se mez-
clan con las incultas frases, y los bailes más repugnantes se acompañan
con golpes en las mesas.
Una mujer, ajada por los vicios, se resuelve en agitadas contorsiones,
arrancando un coro de vítores enronquecidos por el vino: jadeante se
deja caer sobre las piernas del primero que encuentra a mano, quien le
arrebata el cigarro que fuma y lo coloca con la mayor frescura entre sus
labios.
Se fijan algunos en los dos pobres músicos que permanecen irresolutos
en el dintel de la puerta.
- ¡Adentro! ¡adentro! -exclaman; -ya tenemos música. Vamos pronto; ven-
gan seguidillas y peteneras.
- No, el jaleo.
- ¡El himno de Riego!
- ¡La marcha real!
- Ven acá tú, monicaco, -aúlla un tipo con aire de matón, cogiendo al del 435
violín por el brazo- ¿de aónde has venío?
- D’Italia -contesta con voz doliente y llorosa- mi lacere male...
- ¿Qué somos animales? Ahora lo verás, granuja.
Y se echa mano al bolsillo, de donde saca un larga navaja de muelles,
cuyo crujir presta alas a las pobres criaturas para ganar la puerta, segui-
dos de la rechifla de aquellos energúmenos.
Más arriba se paran ante las ventanas de una casa de magnífica aparien-
cia. Escogida reunión celebra en lujosa y confortable sala el nacimiento
del humilde Niño que predicó la fraternidad y la caridad.
A través de los cristales se escapan torrentes de luz; numerosos comen-
sales se agrupan en torno de opípara mesa, y esperan sólo a que suene la
clásica hora para dar comienzo el festín.
Nuestros músicos ambulantes se paran ante las ventanas deslumbrados;
piensan que tal vez, amenizando la fiesta con sus melodías, aquellos se-
ñores tendrían más caridad que los de la taberna y preludian el himno
de Garibaldi.
¡Pero qué himno!
¡Pobrecitos, tocan tan desmayadamente! ¡Dios sabe desde cuándo no
probarán el pan!
José Luis Ortiz Nuevo
436 ***
25
LO QUE RECLAMA SEVILLA
XII
EMBRIAGUEZ Y PROSTITUCION
Es indiscutible que la vida social reporta inmensas ventajas a la civiliza-
ción y a la humanidad, pero también es muy cierto, por desgracia, que a
medida que la colectividad de los hombres crece y llega a formar pobla-
ciones de cierta importancia, aumentan en razón directa los deseos, los
vicios, la inmoralidad y las pasiones, verdaderas plagas que trastornan el
organismo social, provocando horrendos crímenes, y que influyen per-
niciosamente en el organismo individual, dando lugar a enfermedades
lentas y terribles.
Las autoridades tienen el imprescindible e imperioso deber de poner un
freno poderoso a estos gravísimos males sociales con voluntad de hierro
y sin contemplaciones de ningún género.
En Sevilla, vergüenza causa el decirlo, existen tolerados y hasta apadri-
nados ciertos centros con el nombre de cafés cantantes, donde la prosti-
tución, la embriaguez, la vagancia y la criminalidad tienen sus más fe-
cundos semilleros.
¿Se sabe algo?
Inútil ha sido hasta hoy que la prensa clame indignada contra esos espec-
táculos, que son un padrón de ignominia para el pueblo que los apadrina
y favorece: las autoridades permanecen sordas uno y otro día a las justas
excitaciones de los hombres honrados, dando lugar con tan inexplicable
conducta, a que se hagan juicios muy poco favorables al decoro y a la
dignidad que deben revestirlas.
Toda persona de un mediano criterio moral, tiene que rechazar esos cen-
tros de prostitución y corrupción que degradan al hombre, perturban la
familia y vician las costumbres de la sociedad; ¿cómo es, pues, que las
autoridades permanecen impasibles, sin que logren conmoverlas ni los
frecuentes y horribles crímenes que se cometen en los mismos cafés can-
tantes que allí se conciertan con el mayor descaro?
Asunto es este que no nos atrevemos a profundizar.
Mas si corremos un velo sobre la oscura conducta seguida hasta hoy por
las autoridades en este particular, no por eso cejaremos un punto hasta
conseguir que éstas cumplan con lo que el deber les impone y exige in-
eludiblemente el buen nombre de Sevilla.
Nada de paliativos, nada de consideraciones; la asquerosa inmoralidad
que rebosan esos centros es preciso cortarla de raíz, sin que haya disculpa
alguna que justifique la tolerancia.
Se nos dirá, tal vez, que no por cerrar los cafés-cantantes flamencos se aca- 437
bará con la embriaguez, la prostitución y la vagancia; es cierto: tales vicios
se desarrollan siempre necesariamente en las capitales populosas, y no es
posible desterrarlos por completo; pero sí se pueden aminorar mucho, y
uno de los medios para conseguirlo es la clausura de los centros que, como
esos cafés, los fomentan públicamente y con el más vergonzoso descoco.
Además, las autoridades, para combatir la embriaguez, en lo posible, de-
ben vigilar los establecimientos de bebida, para que los vinos no estén
adulterados, y multar a los propietarios por la menor sofisticación.
Deben prohibir asimismo que estos establecimientos estén abiertos a des-
horas de la noche, haciendo responsables a los dueños de las reyertas que
en ellos tengan lugar; deben castigar a todo individuo embriagado que
se encuentre en la vía pública, y, sobre todo, hacer cuanto les sea posible
para facilitar la adquisición de los alimentos de primera necesidad a las
clases obreras y menesterosas, para que no busquen en la excitación que
produce el vino una compensación a la falta de poder nutritivo de los
alimentos.
En cuanto a la prostitución sabido es que hay que transigir con ella en los
grandes centros, porque no es posible remediarla; pero deben las autori-
dades vigilar a los individuos encargados de su reglamentación e higie-
ne, para que no se cometan esos chanchullos que son tan públicos hoy, y
José Luis Ortiz Nuevo
Ahora, después del atracón conmiserable, será menester variar un tanto el rit-
mo y volver de nuevo a las breves, que no leves, gacetillas:
También fue detenido un Tenorio por seducir a una joven que sacó con
engaños del café de Silverio, la cual fue entregada a sus padres.
(EL BALUARTE. 17 de febrero)
***
***
438
Un individuo que algo embriagado subió anteanoche la escalera del Café
Cantante de la calle Tarifa tuvo la desgracia de tropezar, cuando se ha-
llaba en uno de los últimos peldaños, rodando hasta llegar a la puerta
del establecimiento, de donde fue conducido en una silla a una casa de
socorro, en estado poco satisfactorio.
(EL TRIBUNO. 3 de marzo)
***
***
***
***
Y mire usted por donde el concejal más casto y más púdico y más histó-
rico, le tocó hacerse protector de la Tanasia, la Bastiana, la Mella, el Niño
Quico, y demás gente de rompe y rasga que se canta, se baila y se dan tres
patadas encima de un puchero.
- Home, que tengo ahí una chiquiya e Málaga, que da la hora, y sa mesté
ersibirla en un café cantante de verano. E juna jembra barbiana; con un
gajnate de mistó; y que aluego se trae unas cosas... An fin; cuando le digo
asté que dá la hora...
José Luis Ortiz Nuevo
***
Clamor unánime, unidad sin fisuras para defender desde todos los colores y
posturas la moralidad de la tercera capital de España. Alegría en los periódicos
y chistes y pitorreo a propósito de una sesión municipal que de esta manera
quedó reflejada en el libro de acuerdos del Ayuntamiento:
¿Se sabe algo?
Hubo pues acuerdo, por mayoría, y paz, serenidad, orden y sosiego para los
vecinos de las inmediaciones al lugar solicitado; y tranquilidad suma en las es-
crupulosas conciencias de los ediles hispalenses que, bajo la espada triunfante 441
del Sr. Floranes, acababan de asestar un golpe mortal a la serpiente pecadora,
víbora flamenca.
A ver si alguna vez se encuentran con algo; porque hasta ahora sólo son
los puntos los que hallan cuanto desean.
(EL CRONISTA. 9 de junio)
***
***
NOTAS LOCALES
El Señor Sellés en acción.
Se propuso desde su venida que en Sevilla no se jugara, y su primera
orden fue la de prohibir toda clase de juegos, lo mismo en tabernillas de
mala muerte, que en salones más o menos lujosos.
Por hache o por be, que no lo sabemos fijamente, sus órdenes no se cum-
plieron sino a medias; porque si no de la manera escándalosa que en los
¿Se sabe algo?
nefastos tiempos del Sr. Ríos Acuña, parece que había casas privilegia-
das, con las cuales el señor Sellés se ha propuesto acabar, enderezando a
ello sus pasos, del siguiente modo:
En modesto traje, con sombrerillo de ala, sin bastón, y fingiendo ser un
señorito de pueblo, entróse anteanoche solo en el café cantante y bailante
de El Burrero; examinólo todo, vio la mesa de juego, preguntó a uno de
los puntos en qué este consistía, cuántas eran las horas de oficina, que tal
daba la suerte de ordinario, etc, etc. Y cuando de todo estuvo enterado,
salió como había entrado, para tornar a poco acompañado de la policía
que había dejado a pocos pasos de la casa.
Pero sin duda un husmón de esos que las tales casas colocan en aposta-
deros cuando se encuentran perseguidas, dio el soplo, y a su vuelta se
halló cerrada la cancela. Ordenó abrir, se resistieron, e indignado pegó
un fuerte empellón que hizo saltar el pestillo y dejó franca la entrada.
Puntos, banqueros y mirones habían ya tratado de poner pies en polvo-
rosa, y unos por los tejados, otros descolgándose por la ventana, todos
habían echado a huir dejando los bártulos abandonados y llevando el
dinero tan mal seguro, que lo iban regando en pos. Siete pudieron ser
pillados, y a unos 500 reales asciende lo que se pudo recoger.
Inmediatamente, después de ordenar que fueran puestos a buen recau-
do, el Gobernador se dirigió al otro café, también flamenco de Silverio,
donde antes que él llegó el soplo sin duda, y nada notable aconteció. Pero 443
por justa providencia y en atención a que le consta que en este se juega lo
mismo que en el otro, ha mandado cerrar ambos, eligiendo este castigo
en vez de imponerles una multa, que como no puede pasar de 500 pese-
tas, les haría poca o ninguna mella.
Las personas honradas, sin duda, aplaudirán la digna y enérgica con-
ducta del Sr. Sellés, que de este modo evita el que pobres trabajadores a
quienes el deseo de un rato de expansión, un pequeño vicio, o una enga-
ñadora esperanza de mezquino lucro, llevan a esos centros, pierdan en
ellos el jornal con que cuentan para dar pan a sus hijos, y después ya con-
tritos, busquen en el vino proporcionado por cualquier medio, olvido de
sus remordimientos, y beodos luego y dominando en ellos las pasiones
no domeñadas por una sólida educación, se lancen al vicio desenfrenado
y aún al crimen; que este es el proceso de lo que empieza por ser mero
pasatiempo, según han demostrado tristes experiencias.
Nosotros unimos nuestro aplauso al de las gentes honradas y le excita-
mos a seguir por ese camino con la misma energía y decisión.
(EL CRONISTA. 25 de julio)
***
***
Confesiones de un beodo:
Acúsome padre municipal, de haber oído más de lo que debiera los arru-
444 llos de dos palomas que revoloteaban por la calle de Zaragoza. Una acu-
día por el nombre de Flamenca y la otra por el de Cordobesa.
Duélome, señor, de que una de esas palomas, ladrona sin duda, se llevó
en el pico tres duros míos.
El municipal, como buen confesor:
Los siento, hermano; pero espíritu que se va no vuelve; ego te absolvo. En
el pecado llevas la penitencia.
La afición al cante flamenco costó cara a un ciudadano la noche del domingo.
Se entusiasmó, bebió con exceso, no tenía para pagar, dejó en prenda un
reloj, alborotó poco después y le pegaron.
De suerte que pudo salir cantando:
***
***
***
1887
El año principia, en lo que atañe a estos escándalosos trances por causa del
flamenco, de la misma manera que acabara su inmediato anterior en el tiempo:
con las crónicas y coplas del borracherío andante, que el TRIBUNO le dio por
sacar a relucir casi de continuo, cosa de monomanía:
***
***
***
Ayer de madrugada tres individuos que salían del café de Silverio, pro-
movieron una disputa en la calle Tetuán; de las palabras pasaron a las
obras, y hubo palos y tiros. Un individuo resultó contuso y otro conocido
por el Guarro, herido de gravedad.
¿Se sabe algo?
***
Quiere decirse que todo sigue igual bajo las estrellas, ca uno en las trece de su
oficio, entre la paz y la violencia. Mientras, la ejercida con el guante blanco de
tinta impresa y negra, continúa en su empeño predicador, edificante de la mo-
ral asexuada, pura y casta. Atiendan y se enteren de lo que vale un baile:
EL BAILE
En sentido estricto es el conjunto de movimientos ejecutados con más o
menos violencia al compás de la música.
De un modo más lato, puede decirse que es todo, sin ser nada en realidad. 449
Es como el retrato de la fisonomía especial de un país.
Así, por ejemplo, el tranquilo reposado e inocente zorcico representa ad-
mirablemente las costumbres patriarcales y semibíblicas del pueblo Eús-
karo.
La jota, más movida, más alegre, pero también severa, nos da la idea de
la ruda lealtad y heroica tenacidad de los aragoneses.
Las sevillanas con sus movimientos alegres animados y voluptuosos nos
retratan fielmente la alegría y la gracia peculiares de la risueña Andalucía.
Es el baile la manera o pretexto de reunirse la gente, constituyendo los
llamados de sociedad.
Y aquí es de notar que los bailes gratuitos son los más caros por ser los
de más lujos.
Es pues medio de enriquecer a muchos a costa de los otros.
O de esta manera: uno de los medios de vida del comercio en las grandes
capitales, son los bailes.
Advirtiéndose que en ellos, cuanto más se visten las señoras más desnudas van.
¡Cuántas felicidades y disgustos, cuántos amores empiezan y cuántos se
terminan en estas fiestas del gran mundo!
Hay otros, los de máscaras, que son diferentes de los anteriores y es de
José Luis Ortiz Nuevo
notarse que en estos, en que el pudor escasea mucho más que en los de
sociedad, se cubren la cara como si se avergonzaran de lo que están ha-
ciendo.
La careta, elemento indispensable de estos bailes, va siendo cada vez más
pequeña o tapando menos, lo cual se comprende porque todos la usamos.
Quien se pone la de caballero, muchas llevan la de la pureza; algunos se
disfrazan con las de calaveras, es decir, todos nos ocultamos detrás de un
disfraz que desfigura nuestras condiciones morales.
Y así como queda desairada una vieja y fea cuando hay quien se atreve
a levantar el disfraz que la hacía pasar por joven y bella: así quedamos
corridos y en ridículo cuando alguno se atreve a levantar la máscara que
oculta nuestras propias facultades.
Las mujeres que acuden a estos bailes, con la careta puesta para embro-
mar y engañar a los hombres, precisamente cuando los empiezan a enga-
ñar es cuando se la quitan; y estos no ven que todavía se cubren con dos:
la formada por la pintura, y aquella con que todos ocultamos nuestro
verdadero modo de ser.
Puede pues asegurarse que los bailes son modo de engañar y manera de
desengañarse, siendo de advertir que en los llamados públicos hay que
pagar la entrada, y sin embargo, es mucho más cara la salida.
450 Otro baile llama mucho la atención: el llamado flamenco. Pudiera decir-
se que este es el baile o danza del vicio, a semejanza de la célebre de los
muertos.
Triste es en estos ver los descarados y desenvueltos movimientos de las
llamadas bailaoras.
Pero mucho más triste e incomprensible es que los hombres, olvidando
su dignidad y su grandeza, se agiten y muevan con ridículas muecas y
afeminados gestos.
El baile en este caso es el vicio en toda su fealdad, es algo repugnante y
asqueroso, es la relajación del sentido moral.
Por último el baile es y ha sido en algunos pueblos y religiones fórmula
especial del culto.
Es un divertimiento natural, lícito y honesto cuando sólo representa la
expansión y la alegría de los que lo ejecutan.
En fin, es algo que está en la naturaleza, pues con frecuencia se dice que
el mundo es un fandango y el que no lo baila un tonto.
(EL CRONISTA. 23 de junio)
Por este tiempo no se daba por rendido don Manuel Ojeda en su voluntad
de instalar otra vez “el barracón” con cante en las inmediaciones del Puente 451
28
de Triana . Pero tampoco el Ayuntamiento modificaba entonces su postura
intransigente y volvía a decirle que no, lo siento mucho, pero ya sabe usted lo
que luego arman los periódicos. De la negativa dieron cuenta EL TRIBUNO y
EL UNIVERSAL los días 16 y 17 de julio, con alivio. No lo tuvieron tanto los
vecinos de la calle de la Encomienda:
Amén. Digo que así fuera. Mucho más conforme estaría el señor Gobernador
Civil, que en agosto publicaba severas órdenes:
José Luis Ortiz Nuevo
Cuando era el mes de los difuntos había flamencos capaces de desafiar su triste
sino:
Historias para no dormir de aquellas buenas gentes que con tan desmesurado
celo velaban por la moral del pueblo. Y a la par las intenciones de condena
y burla, peyorativas, turbias, contraponiendo lo flamenco a cualquier idea de
452
cultura, progreso o civilización:
***
***
***
... Ya verá el buen colega como ese pensamiento tan noble no prospera.
Aquí los únicos que desgraciadamente han prosperado son los “jipíos” y
“pataletitas” del baile “jondo” y los políticos del tres al cuarto.
Por lo demás seríamos los primeros en congratularnos de que Sevilla,
volviendo por sus aficiones y gusto artístico, tan abatido hoy, por el re-
bajamiento a que ha llevado la flamenquería, llegase al lugar desde no
debería haber descendido.
(LA ANDALUCÍA. 13 de diciembre)
José Luis Ortiz Nuevo
1888
Al llegar el año de los tres ochos consecutivos, da la impresión como que hubie-
ra una cierta transigencia o tolerancia en los medios con el cante, o firmada una
tregua, o un pacto de silencio total para mayor herirlo...; de manera que hasta
29
mayo no se dictan los primeros pronunciamientos. Entonces la escandalera
no alcanza únicamente al “desagradable griterío”, pues bien cerca, a la misma
vera, de uno de los lugares “apestados”, otras malolientes pestilencias agobian
al culto y tan meón pueblo sevillano.
***
Otro si.- Por lo visto no hay medio humano posible para conseguir que
se limpie el recipiente urinario de la calle Amor de Dios, a la puerta del
Café del Burrero.
Esto no solamente causa perjuicio por la mala vista que ofrece y por los
olores que de allí se desprenden, sino que en la época en que tan grandes
calores se sienten en Sevilla, los líquidos acumulados en dicho orinadero
pueden causar enfermedades a los vecinos de las casas inmediatas, una
vez en descomposición.
¿Se sabe algo?
***
Y con Varea.
¡Parece mentira!
(EL TRIBUNO. 14 de junio)
***
***
***
***
Y para que este año no faltara la despectiva, capciosa, comparación; ahí tienen
esta perla:
José Luis Ortiz Nuevo
1889
Llegó también el fin para esta senda. Camino de ruidosas disidencias, pro-
clamas moralizantes, denuncias y acusaciones por doquier, graves denuestos
contra el cante y el baile, sus acciones y efectos y aún sus circunstancias, como
flores del mal consideradas, perversamente indecorosas, sucias, repulsivas...
Dijeron tanto que al cabo casi no les quedó más remedio que aguantar y tomar-
se la manifiesta, indestructible, existencia del pecado con una cierta dosis de
santo y resignado cachondeo:
Dijimos que el señor Gobernador había dispuesto que las tabernas se ce-
458 rrasen a las doce de la noche. Falta añadir que esta como otras muchas
órdenes de la autoridad superior de la provincia no se cumple.
A las doce, y a la una, y aún más tarde, en muchas tabernas se oyen ensa-
yos de la salía er Fillo y de los seis gorpes der polo e Tobalo:
Pero no así otros que, con denuedo pertinaz, seguían y seguían insistiendo en
la precisa, imprescindible erradicación de la flamenquería:
***
Por haberse negado a pagar el gasto que hizo en el café del “Burrero”, fue
detenido un individuo, el cual quedó a disposición del juez municipal de
la Magdalena.
(EL PROGRESO. 19 de septiembre)
José Luis Ortiz Nuevo
En el zaguán de entrada del café de Ojeda fue recogida una pistola cuyo
disparo se oyó sin poderse averiguar quién fuera el autor del hecho.
(EL TRIBUNO. 25 de septiembre)
***
Mas no fue, ni mucho menos, este el único y sonado escándalo que la presencia
de los flamencos -sobre todo de las flamencas- levantó en París, entonces cuan-
do estaba recién hecha la torre Eiffel. Acabando el año los cronistas de sociedad
se encontraron con un brillante llamado Soledad:
LA GITANILLA SOLEDAD
Nada se sabe a estas horas ni del paradero de la bella bailarina que tantos
José Luis Ortiz Nuevo
-Mientras baja tu padre, báilate algo- le dijo el dueño del hotel, que la
trataba con gran confianza.
-No quiero- contestó ella con displicencia.
Pocos momentos después Soledad salió del escritorio, hizo ademán de ir
al encuentro de su padre, llegó a la puerta de la calle... y no se ha visto
más.
En la puerta del hotel estaba parado un coche, pero lo tenía tomado uno
de los huéspedes, que no tardó en bajar de su habitación, y lo ocupó.
Los vecinos nada vieron, ni siquiera que hubiese persona rondando la
casa en aquellos momentos.
José Hasé se dirigió entonces a casa del comisario de policía para darle
cuenta del hecho y comunicarle las primeras sospechas que le asaltaron.
La versión más generalizada es que Soledad se ha dejado robar por un
joven ruso y que la pareja está fuera de alcance.
El viernes por la noche recibió el padre de la muchacha, por el correo in-
terior, una carta con el sello de la Administración de correos de la Aveni-
da de Friedland, diciéndole el autor que se había apoderado de Soledad
para evitarle los malos tratamientos que sufría en su casa, y que no se
molestara en buscarla, porque había tenido buen cuidado de tomar pre-
cauciones y de poner algunos kilómetros entre ella y la policía francesa.
463
“No os inquietéis -añadía la carta- os aseguro que será dichosa en cuanto
puede serlo una mujer...”
A pesar del aviso, la prefectura de policía de París, a petición de José
Hasé, ha dado sus órdenes para que busquen a los fugitivos...”
(EL CRONISTA. 14 de noviembre)
***
El robo de la Soledad
El telégrafo dio el domingo la noticia de haber sido robada a la salida del
hotel en que habitaba en París la joven y graciosa bailadora sevillana So-
ledad Harse, que tan aplaudida ha sido en el café-teatro del Centro.
Hasta el presente han sido infructuosas todas las pesquisas hechas en
busca del paradero de la gitanilla, como la llamaban en París.
Dícese que su padre, “El Chivo”, ha recibido un anónimo en el cual se le
previene que serán inútiles todos los esfuerzos que se hagan para resca-
tar a la mozuela.
“Vuestra hija -dice la carta, escrita en tono muy romántico- era desgra-
ciada, pues la maltratabais cruelmente. Yo me la he llevado para librarla
de torturas. No la volveréis a ver, pero tampoco tendréis por qué sentir
José Luis Ortiz Nuevo
***
***
LA GlTANILLA
Según parece, hay ya noticias acerca del paradero de Soledad, la gitana
de cuyo rapto en París hemos hablado varias veces. El raptor dícese que
es un extranjero pero no ruso, muy rico, eso sí, y que ocupa una situación
muy importante en el mundo industrial. También se anuncia que Sole-
dad está dispuesta a volver con sus padres y que la detiene tan sólo el
temor a la cólera de su padre.
Tampoco falta quien asegura, con visos de fundamento, que el rapto de
Soledad y su futura y posible vuelta al hogar paterno, obedece tan sólo
a las conveniencias de un enorme reclamo. Si es así, confesamos que la
empresa tiene ingenio; pues ¿qué parisién dejaría de ir a ver a Soledad al
Casino de la high life, donde la comparsa de gitanos tiene ahora estable-
cidos sus reales?
(EL BALUARTE. 23 de noviembre)
465
Y al final nada de la gitana Soledad se supo. Si volvió o no con su gente al traba-
jo, o se instaló en el lujo. Entre tanto, y ya por estos lares, EL TRIBUNO quiso,
en las postrimerías del año, sabiamente aconsejar a los agentes:
Seguro es que los “guindillas” del tiempo agradecerían vivamente estas tan
inteligentes y atinadas recomendaciones. Lo mismo que un servidor hace lo
propio, por la paciencia que ustedes han tenido al contemplar este larguísimo
discurso de improperios en contra del flamenco. Menos mal que ya se acaban,
pero en este instante de decir adiós a los desprecios, permitan que lo haga con
un verso, este extenso romance que J. M. Requena publicó en EL PROGRESO
el 18 de noviembre y que tituló:
José Luis Ortiz Nuevo
EL CAFE CANTANTE
Aire fétido y caliente;
un local muy reducido;
atmósfera de aguardiente;
en las mesas, mucha gente,
poca luz y gran ruido.
El público está apiñado
en revuelta confusión,
y contempla entusiasmado
el miserable tablado
que se ostenta en un rincón.
En él se ven dos mujeres
que a todos roban la calma;
a todos brindan placeres;
son sus ojos alfileres
que se clavan en el alma.
Calló el público un momento;
cesan como por encanto
la bulla y el movimiento;
descuelgan el instrumento
lo templan y empieza el cante.
466 Preludia la cantaora
y el público no respira;
aquella voz seductora
parece que ríe y llora
que se queja y que suspira.
Termina el canto, la gente
que se ha estado reprimiendo
aplaude furiosamente,
y se arma allí de repente
el más formidable estruendo.
Mil labios gritan: -¡Olé!
viva tu mare, chiquilla!
Otros: -Tengo aquí parné
par que le traigan a usté
todo un mar de manzanilla.
Y ella alegre y sonrosada,
se acerca a los veladores
orgullosa y festejada,
con su falda almidonada
y el rico mantón de flores.
¿Se sabe algo?
Y surgen a lo mejor,
riñas, querellas y agravios
por disputarse el honor
de que humedezca sus labios
con el dorado licor.
Sin manifestar sorpresa,
donde la llaman se lanza,
y gira de mesa en mesa,
dejando aquí una promesa
y más allá una esperanza.
Ninguno se queda atrás
en obsequio de los buenos,
y ocurre, como verás,
que por sonrisas de menos
o por miradas de más.
Se lían a botellazos
dos o tres espectadores,
y a compás de los leñazos
saltan, hechos mil pedazos,
espejos y veladores.
¡Pillo! - ¡Canalla! - ¡Ladrón!
467
- ¡Socorro! - ¡Favor! - ¡Auxilio!
y así sigue la cuestión,
hasta acabar el idilio
todos en la prevención.
Y luego... vuelta a empezar,
cada cual a su tarea,
beber, reñir y cantar...
¡Pues si esto no es progresar,
venga cualquiera y lo vea!
468
¿Se sabe algo?
NOTAS
EL TOCADOR
Restablecida la calma gracias a la enérgica mediación del padre de la mo-
rena, cada cual ocupó su puesto y se invitó a un tocaor de guitarra para
que luciera su habilidad en el difícil instrumento.
El tocaor tomó asiento en una silla que se le colocó en sitio preferente, se
sonó las narices, tosió tres o cuatro veces y miró al auditorio con afable y
protectora sonrisa.
Acto continuo tomó la guitarra y creímos que iba a regalarnos con algu-
na piecesita agradable, sin acordarnos de la indispensable operación de
templar, que duró media hora larga.
El tocaor volvió a sonarse, a toser y a pasear una triunfante mirada por
los convidados, como diciendo: ahora verán ustedes.
El que más y el que menos tenía ya la sangre frita, al ver la paciencia de
aquel hombre en llenar los preliminares de su tocata.
Al fin, nuestro hombre tomó la posición más coquetona del mundo, se
inclinó del lado izquierdo como para escuchar la armonía de su instru-
470 mento, y empezó a tocar ¿qué dirán ustedes?
El punto de la Habana.
Pero lo más perramente tocado que se puede imaginar.
Un murmullo de disgusto se levantó del inmenso auditorio que poblaba
el espacioso patio.
El tocaor creyó que sus oyentes se admiraban de su habilidad y se hu-
biera llevado toda la noche tocando lo mismo, si una voz imprudente no
hubiera sonado diciendo:
-Ezo lo zé yo tocar mejor.
Todas las miradas se dirigieron hacia el sitio donde salieron aquellas pa-
labras. El tocaor suspendió su monótona tocata y poniéndose en pie se
dirigió hacia el que la había pronunciado:
-¿Es usté er que ha dicho que toca mejor?
-Y no me he muerto todavía, contestó el otro.
-No sería usté capaz de ecirme eso en la calle.
Pero apenas acababa de pronunciar estas palabras recibió un empujón
de su contrario que le hizo caer encima de un grupo de mujeres, y por
poquito no revienta al muchacho que una de ellas tenía en brazos.
Apenas pudo incorporarse metió mano al bolsillo de su chaqueta y sacó
¿Se sabe algo?
de ella una navaja que después de abierta era más larga que un sable de
caballería.
Las voces de: si es usté un mandria, si no valusté un pitiyo, salgasté pa
fuera, donde hay gente es donde usté se lusirá, y otras, se mezclaron a
los gritos y exclamaciones de las mujeres que en un confuso remolino
querían guarecerse en las salas bajas.
Allí se hubieran destrozado ambos contendientes, si los demás hombres
que allí estábamos, incluso el padre de la morena, no los hubiésemos se-
parado y quitádoles las navajas.
Por aclamación se decidió plantar a uno de los dos en la calle, para que no
volviese a repetir el escándalo, pero el tocaor que se quedó en la casa no
quiso volver a tomar la guitarra por más que lo suplicamos, ponderando
su habilidad.
Otro mocito cogió la guitarra y se tocaron y cantaron unas malagueñas
que nada dejaron de desear.
Salió a la arena una pareja para bailar las seguirillas que fueron cantadas
por la morena que estaba a mi lado, cuya voz me puso más desbaratado
de lo que yo estaba.
A la una de la noche acabó la fiesta y yo acompañé a mi morena y a su
papá hasta la casa que se hallaba a muy pocos pasos.
471
Quedó concertado con la morena en que nos veríamos después que su
papá se acostara.
Efectivamente pocos momentos después estaba mi morena en una ven-
tana baja donde nos llevamos pelando la pava hasta después de las tres
de la madrugada. Lo que ella me dijo y yo le dije es inútil que lo refiera
pues todos los que se hayan encontrado en las mismas circunstancias ha-
brán oído y dicho las mismas palabras, los mismos suspiros y las mismas
tonterías. Ello es lo cierto que yo me retiré de la ventana con la cabeza
lo mismo que una torre y por el camino iba echando más chispas que un
castillo pirotécnico de Pinillos.
(LA CAMPANA. 9 de septiembre. 1867)
5. Al año siguiente, y sólo por esta causa, volvería la prensa a ocuparse del
famoso café flamenco:
Un hombre que bajaba anteanoche por las escaleras del Café de Silverio,
tuvo la desgracia de resbalar y caer siendo conducido a la casa de socorro
de la Alhóndiga en muy mal estado.
(LA ANDALUCÍA. 11 de diciembre. 1878)
José Luis Ortiz Nuevo
-Hombre, mire usted, a nosotros no nos extraña que tenga usted un ca-
rácter alegre y que con sus amigos lo gaste pródigamente; pero de esto a
llevar a un espectáculo público esas genialidades bulliciosas que moles-
tan al prójimo y que a veces terminan con uno o varios bofetones, no me
parece de mucha utilidad y recreo.
En un café cantante, como en cualquiera otra parte, la buena educación es
tan necesaria como el aceite a las espinacas.
Esto es, por lo menos, lo que nosotros creemos, si usted opina de otro
modo, entonces...
Pero no; usted piensa como nosotros, y hasta cree que conducirse con
decencia en sociedad es tan imprescindible como conservar las muelas en
toda su integridad para hacer una masticación perfecta.
Sin embargo, hay opiniones...
Pero también hay otra cosa; ¿comprende usted?
***
472
Y a propósito. ¿Los empresarios del café cantante aludido, al darse cuen-
ta de las impertinencias de los gomosos a quienes se dirige nuestro suelto
anterior, no creen que han debido advertir a los agentes de orden público
más inmediatos, a fin de poner coto a los molestos pasatiempos de aqué-
llos?
Porque los empresarios de teatros y cafés pueden cobrar los cuartos que
les produzca su negocio, pero también pueden hacer lo otro, para excu-
sarse de que el público haga lo demás.
(EL ALABARDERO. N° 38. Octubre. 1879)
Una persona, dice, llegada ayer de Antequera nos refiere el siguiente su-
blime sucedido.
Los hermanos Conrad, artistas de la compañía Díaz que han dado allí
unas cuantas funciones, cantaban una noche su petenera favorita:
14. Preciso es reconocer que el cronista, en este caso, está cargado de razón
y defiende claramente una postura contraria al exagerado buen vivir de los
potentados. Contrasta, no obstante, con la versión dada, sobre hechos seme-
jantes, por viejos cantaores, quienes aseguran que en esos, aquellos casos de
juergas famosas, los vecinos se asomaban gustosamente a los balcones para
participar, a su manera y distancia, de la fiesta.
Por lo que se refiere que a “la prensa toda” no es que le estorbasen o es-
candalizaren las putas sino que tuvieran su sede en el mismo centro de la
población, a la vera de los inmundos cantaores de flamenco.
18. Pura y simple demagogia y mala leche radical. Hasta ese momento nin-
guna crónica había hecho mención de muerte alguna y si la hubiere habido,
¿habríase silenciado?
19. Por si no hubiera bastante con los escándalos nacionales habidos por
mor de los cafés cantantes; también daban cuenta los periódicos de los ocu-
rridos en los homónimos establecimientos de París. Vean vean:
¿Se sabe algo?
20. Que se sepa es el primer muerto por hecho violento de que se tiene noti-
cia, a consecuencia de cosas pasadas en los cafés cantantes. Y a este doliente
José Luis Ortiz Nuevo
propósito, ¿por qué, nunca, nadie, pidió, que se cerrasen las fábricas de
armas?
Cuadro de familia
De familia conservadora, se entiende.
Porque, después de todo, ¿qué más tiene un jetife, un alcalde o un gober-
nador al uso entre los íntimos del bizco malagueño que Manolito Pam-
plina, Currito Soto u otro artista del género en boga?
Esto no es cuestión de tiempo, sino de categoría, como dice el maestro de
la popular zarzuela.
Pero no divaguemos.
El oficio de periodista también tiene sus emociones fuertes, porque bus-
cando noticias se suele tropezar con cada una que pone los cabellos de
punta.
¿No recuerdan ustedes el cuadro que se representó no ha mucho en cier-
to conocido centro, tomando parte activa en él la primera autoridad de
una provincia limítrofe?
¿Quién no se sobrecoge al ver darse cuatro pataítas y unos cuantos jipíos
a una autoridaz descendiente en línea recta del mismísimo Esparninon-
das?
Y vamos al caso, valga la frase sospechosa.
¿Se sabe algo?
25. Este artículo formaba parte de un largo serial en torno de los problemas
principales que aquejaban a la ciudad de Sevilla.
¿Se sabe algo?
26. Señores que dijeron no: Bores, Lastra, Merodio, Santa Marina, Bení-
tez de Lugo, FIoranes, García Pego, Delgado (D. Isidoro), Gómez
Maroto = total nueve.
Señores que dijeron sí: Varea, Infanzón, Sarmiento, Cotera y Presidente
= cinco.
DRAMAS DE FERIA
El se llamaba Juan, ella Dolores. Se habían criado juntos y cuando Dolo-
res dejó de ir a la escuela y empezó a coquetear con los mozos del pueblo,
Juan se fijó por primera vez en su vida en que la muchacha tenía unos
ojos muy bonitos, unos dientes muy blancos y una mata de pelo hermo-
sísima, que con dificultad se colocaba sobre la cabeza.
Un día se encontraron los dos a solas, después de misa mayor, y sin ro-
deos, aunque con la voz algo temblorosa, le dirigió Juan a Dolores es-
tas palabras:
José Luis Ortiz Nuevo
30. Pocos días después este mismo diario publicaba un comentario despec-
tivo ignorante e insultante. Así:
Compañía de ópera.- Hace algún tiempo que están haciendo las deli-
cias del público vallisoletano la que está actuando en uno de los co-
liseos de aquella ciudad. Vergüenza da que una capital de segundo
o tercer orden, se permita sostenerla por una larga temporada, y en
482 Sevilla nos pasemos los años enteros, sin oír las obras de los grandes
músicos. Verdad, que, en cambio, oímos a Chacón, La Parrala, El
Mede, y otras eminencias del arte lírico tabernario, sin excluir a las
Viejas Ricas, que nos dieron la lata durante dos o tres años segui-
dos.
¡Qué país, qué paisaje y... qué paisanaje!
(LA AVALANCHA. 19 de mayo. 1888)