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¿Se sabe algo?

Viaje al conocimiento del Arte Flamenco en la prensa sevillana del XIX

José Luis Ortiz Nuevo


¿Se sabe algo?
¿Se sabe algo?
VIAJE AL CONOCIMIENTO DEL ARTE FLAMENCO SEGÚN LOS
TESTIMONIOS DE LA PRENSA SEVILLANA DEL XIX
DESDE COMIENZOS DEL SIGLO HASTA EL AÑO EN QUE
MURIÓ SILVERIO FRANCONETTI (1812-1889)

José Luis Ortiz Nuevo


Consejo Editorial

• Alfonso Carmona González. Universidad de Murcia.


Ha sido Director de su Aula de Flamenco.
• Agustín González Gallego. Universidad de Barcelona.
Ha sido Decano de la Facultad de Filosofía y Director “Els Juliols”.
• Rafael Infante Macías. Rector de la Universidad de Sevilla
Director de su Cátedra de Flamencología.
• José Luis Navarro García. Universidad de Sevilla.
Premio Nacional de Flamencología.
• Eulalia Pablo Lozano. Universidad de Sevilla.
Directora del Programa de Doctorado “Estudios Avanzados de Flamenco”.
• Juan Manuel Suárez Japón. Universidad Pablo de Olavide de Sevilla.
Rector Magnífico de la Universidad Internacional de Andalucía.

Reservados todos los derechos. Ni la totalidad ni parte de este libro puede re-
producirse o transmitirse por ningún procedimiento electrónico o mecánico,
incluyendo fotocopia, grabación magnética o cualquier almacenamiento de in-
formación y sistema de recuperación, sin el permiso previo por escrito de Libros
con Duende, S. L.

© José Luis Ortiz Nuevo


© Diseño de portada y maquetación: Rocío Navarro Pablo
© de la edición, Libros con Duende, S. L.
Plaza de la Fuensanta, nº 7, 4º B, 41020 Sevilla
www.librosconduende.es
CIF. B-91974204

ISBN: 978-84-15718-10-9
ÍNDICE

Prólogos y dedicatoria ...................................................................................... 7


I.- INTRODUCCIÓN .............................................................................................. 21
II.- PÓRTICO ............................................................................................................ 25
- Escenas Trianeras .................................................................................... 27
III.- ESPACIOS DE ARTE ....................................................................................... 43
- Reunión General de Danzas ................................................................... 45
- Hicieron Epoca ......................................................................................... 93
- Ver l’ahí el Teatro ................................................................................. 131
IV.- EL PUNTO DE LAS COSAS ....................................................................... 199
CLÁSICOS y FLAMENCOS .................................................................. 201
- Guitarras suenan ................................................................................... 201
- Esas grandes voces ............................................................................... 239
- Cornetín por Soleá ................................................................................ 275
ESPEJO DE JOLGORIOS ........................................................................ 285
- Reuniones públicas ............................................................................... 285
- El calor de la juerga .............................................................................. 347
- Mi gustar flamenco ............................................................................... 375
V.- MALDICIÓN EN LA CUNA ....................................................................... 401
- Con él llegó el escándalo ..................................................................... 403
¿Se sabe algo? Viaje al conocimiento del arte flamenco
en la prensa sevillana del XIX

José Blas Vega

El libro que nos ha tocado comentar, en estas acertadas Jornadas sobre Biblio-
grafía Flamenca, responde a la siguiente ficha bibliográfica: José Luis Ortiz
Nuevo: ¿Se sabe algo? Viaje al conocimiento del Arte Flamenco según los testimonios
de la prensa sevillana del XIX. Desde comienzos del siglo hasta el año en que murió
Silverio Franconetti (1812-1889). Sevilla, Ediciones El Carro de la Nieve, 1990
21x15 cms. 406 páginas.

Antes de entrar en el detalle y análisis de su contenido, y en la importancia


que éste pueda tener para su valoración dentro de la bibliografía flamenca,
queremos dejar claramente señalado, que para nuestra opinión estamos ante
uno de los libros más fundamentales de la investigación flamenca, y sobre todo
del conocimiento del arte flamenco en general. Este libro, según nuestra expe-
riencia bibliográfica, que no es poca, viene a ocupar un sitio especial dentro de
aquellos libros, que con más o menos acierto, han ido marcando en distintas 
épocas metas, resúmenes o aportaciones, que han servido de base y orientación
para numerosas teorías y trabajos. Por su notoria influencia conviene recordar
algunos de estos libros, a pesar de que estén en el ánimo y conocimiento de casi
todos y que en parte son materia de estudio de estas Jornadas. Son por ejemplo
Las Escenas Andaluzas (1847) de Serafín Estébanez Calderón, La Colección de can-
tes flamencos (1881), de Demófilo, Arte y artistas flamencos (1935), de Fernando el
de Triana, Flamencología (1955) de Anselmo González Climent, Mundo y Formas
del Cante Flamenco (1963) de Ricardo Molina y Antonio Mairena, mi Vida y cante
de Don Antonio Chacón (1986) y el Diccionario Enciclopédico Ilustrado del Flamenco
(1988), como recopilación y resumen, en definitiva valoración global de ima-
gen, tanto en lo cultural como histórico o práctico, de lo que ha supuesto el arte
flamenco a través de la Flamencología histórica.

. En lo que se relaciona con el tema flamenco colaboramos en la 1ª Bibliografía flamenca


(1965) y fuimos coautores con Anselmo González Climent de la Segunda Bibliografía
Flamenca (1966) y de la Tercera (inédita). Publicamos los primeros Apuntes crítico-
informativos para una bibliografía del flamenco en 1970 recogidos en el libro Temas flamencos
(1973) que complementamos en la ponencia “Los estudios sobre el flamenco: De
Estébanez Calderón a Fernando el de Triana” publicado en las Actas de la Conferencia
Internacional Dos siglos de Flamenco (1988) y con las conferencias: Visión histórica y
metodología de la investigación flamenca (1987) y Líneas de investigación en el flamenco (1991).
También preparamos la selección bibliográfica de los libros y folletos que figuran en el
Diccionario flamenco.
José Luis Ortiz Nuevo

¿Se sabe algo? es un título con intención irónica, que su autor subtitula como
Viaje al flamenco a través de la prensa sevillana, indicando así la condición de este
libro, en un planteamiento que podemos decir casi insólito en los estudios
flamencos: la documentación a través de la noticia o relato periodístico, prác-
tica que no es habitual frente a métodos tradicionalistas e interpretaciones
subjetivas. Para el autor su objetivo es “mostrar una serie extraordinaria de
informaciones clave que aportan pruebas, argumentos convincentes de suma
veracidad, capaces de proclamar certezas nuevas y desmentir creencias falsas,
ensanchando horizontes al conocimiento”. Para ello ha consultado los fondos
de las Hemerotecas Municipales de Sevilla y Madrid, correspondientes al si-
glo XIX, en un total de 106 diarios, revistas y publicaciones periódicas, todas
editadas en Sevilla. Los resultados no pueden ser más sorprendentes. Miles
de testimonios de lo que se escribió y se dijo a propósito del flamenco, y todo
ello con su fecha y sitio exacto. Aquí no hay duda. La realidad es la elocuencia,
por lo que el autor se limita a ordenar y clasificar los materiales comentando
incidencias y señalando hechos. Y aunque no cabe la metodología comparativa
y contrastada, por el hecho de ser limitado el territorio geográfico solamente
a Sevilla, es tal la importancia de esta ciudad en el origen y génesis, que sus
situaciones y aconteceres pueden aplicarse a consideraciones generales y casi
definitivas. Pero la lección del trabajo, del gran trabajo realizado, y esto es lo
que queremos significar, nos lleva a valorar el uso de la hemerografía como
fuente documental del flamenco. Práctica que afortunadamente ha empezado a
dar resultados positivos, como podemos comprobar en algunas publicaciones
 recientes. Notablemente la calidad de la producción bibliográfica ha ido supe-
rándose década a década.

También hay que señalar el hecho diferencial de lo que suponen los datos pe-
riodísticos, independientemente de su aplicación, en relación con las dudosas
elaboraciones de textos que han venido utilizándose/copiándose más o me-
nos descarada/acertadamente para formar monografías o tratados generales.
Podemos señalar obras voluminosas que no han aportado ningún documento
inédito, eso sin entrar en la capacidad interpretativa de la autoría. En el caso de
Ortiz Nuevo, su amplia labor literaria viene además avalada por una intensa y
larga vivencia flamenca, lo que se aprecia frente al trabajo ocasional.

. Gerhard Steingress: “La aparición del cante flamenco en el teatro jerezano del siglo
XIX”. En Actas de la conferencia Internacional Dos siglos de flamenco. Jerez, Fundación An-
daluza de Flamenco, 1989; Antonio Sevillano Miralles: Almería por tarantas. Cafés can-
tantes y artistas de la tierra. Almería I.E.A. 1996; Eugenio Cobo: El flamenco en los escritores
de la Restauración (1876-1890). Comellá de LLobregat, Fundación Gresol, 1997.
. Pepe de la Matrona. Recuerdos de un cantaor sevillano. Madrid, Demófilo, 1975; Las mil
y una historias de Pericón de Cádiz. Madrid, Demófilo, 1975; Tío Gregorio Borrico de Jerez.
Jerez, 1984; De las danzas y andanzas de Enrique el Cojo. Ayuntamiento de Sevilla, 1984;
Pensamiento político en el cante flamenco. Sevilla, Ediciones Andaluzas Unidas, 1985; Tía
Anica la Periñaca. Madrid, Hiperión, 1987; Setenta y siete seguiriyas de muerte. Madrid,
Hiperión, 1988.
¿Se sabe algo?

Entramos ahora de lleno en el contenido del libro, siguiendo el mismo orden de


capítulos y apartados establecidos por su autor.

* ESCENAS TRIANERAS. Es un breve pórtico de carácter preflamenco, entre-


sacado de una serie de conversaciones en el malecón trianero, publicadas en
el periódico El Tío Tremenda (1812-1813), y que sirve de recuerdo y homenaje
a las Escenas Andaluzas de Serafín Estébanez Calderón “El Solitario”, donde
se constata la presencia en el lenguaje de expresiones flamencas aplicadas a
participantes, estilos y ambiente: “armada la tanga”, “un jaleílIo probe”, donde
alternaban las canciones y coplas patrióticas con otras más cultas y populares,
como seguidillas corraleras, “solearon un fandango rasgueao”, El Ole y La Caña,
con datos de interés para la cronología y genealogía de este último estilo.

Aunque en el siguiente capítulo se da ya un salto hacia 1850, siendo en torno a


esa época donde realmente empieza el libro, Ortiz Nuevo ha iniciado con estas
Escenas un camino de posibilidades para completar es deseo de saber lo que
pasó en la primera mitad del siglo XIX, y que él posiblemente no haya podido
acometer por limitarse sólo a publicaciones sevillanas. El costumbrismo an-
daluz, abundantísimo en la prensa romántica, se puede también documentar
a través de Diarios y relatos de viajeros por España, trabajo que esperábamos
hubiera podido completar el escritor Luis Lavaur.

* REUNIÓN GENERAL DE DANZAS. Este capítulo se desarrolla entre 1850 y 


1870, en torno a las Academias y Salones de Bailes, siguiendo principalmente
las gacetillas del diario El Porvenir que “proporcionará riquísima documenta-
ción, verdaderamente extraordinaria para el conocimiento de las actividades
que tuvieron lugar y tiempo en estas academias. Fuente principal para averi-
guar con cierta precisión pasajes ignorados, ocultos en la historia del flamen-
co”.

Nos parece la parte más interesante de todo el libro por la significación de lo


que encierra esa época, clave en la formación y definición del flamenco, por ser
también una de las menos conocidas. Se clarifica perfectamente lo que supuso
la amplia convivencia de fórmulas musicales distintas, tanto de procedencia
culta como folclórica con las de elaboración artística y personal, y en unos es-
cenarios que van desde el teatro a la taberna pasando por las academias, hasta
desembocar con personalidad propia en los cafés cantantes. De este mestizaje
netamente andaluz, surgió el flamenco, cuyo proceso de evolución e imposi-
ción se sigue a través del acontecimiento diario que reflejaba la prensa.

Frente a la creencia general, de la supremacía del cante sobre el baile, queda de-
mostrado todo lo contrario. En un principio fue el baile. De ahí la importancia
que en la década 1850-1860 tuvieron las academias como centros de formación
y exhibición de danzas, donde prevalecía fundamentalmente la escuela bolera.
En esos salones, donde también se daban bailes de máscaras y de sociedad, se
José Luis Ortiz Nuevo

empezó a permitir ver los ensayos de los alumnos mediante el pago de un con-
sumo (con vistas al turismo), ampliándose el repertorio con otros bailes (Vito,
Jaleos, Panaderos, Tangos de Negros, Seguidillas gitanas, Rondeña, Zapatea-
do, Malagueñas...) acompañados de cante y guitarra que “sobre todo, ejecutan
gitanas y cantadores de los de más fama”.

Siguiendo todo este movimiento coreográfico, apreciamos la intensa conviven-


cia de bailes boleros con otras tendencias populares, en un intercambio que
influiría en formas flamencas. Entre 1860 y 1870 los “ensayos” se convierten
en “conciertos”. El baile se equipara con el cante, y el nombre de los flamencos
desplaza al de las boleras. Enrique Prado, Sartorius, El Cuervo, Juraco, Loren-
te, El Quiqui, El Cuervo Sanluqueño, Virilo, Currito, Juan el Malagueño, José
Lorenzo, Peana y José Perea, entre otros, vienen a enriquecer la nómina can-
taora. “De ser el cante, cantos, canciones andaluzas o a lo gitano... música de
acompañar al servicio de danzas, se había pasado a una situación radicalmente
distinta” y donde comenzaba la imposición del cante, y a esto contribuyó de-
cisivamente el gran Silverio Franconetti, que aparece anunciado, por primera
vez el 25 de marzo de 1865, en la gacetilla del Salón Recreo:

En la noche de hoy habrá un extraordinario ensayo de bailes nacionales o de pa-


lillos, contando para ello con ocho buenas parejas, asistiendo además el afamado
cantaor Silverio recién llegado de Cádiz y José Ordóñez conocido por Juraco, y
10 también varias gitanas para los jaleos.

También en la gacetilla de los salones aparece en 1860 la palabra flamenco,


aplicada a cantadoras, lo que lleva a Ortiz Nuevo a hacer una reflexión, y apor-
tar nuevos datos sobre el concepto del término flamenco. Y otra oportuna re-
flexión: la leyenda de la época hermética, que “a eso se reduce: idílica leyenda
de orden religioso, enteramente bíblica, como Adán y Eva antes de salir del
paraíso”. También otra leyenda que se derrumba es la del elemento gitano,
precisándose cuál fue su participación e interpretación, aclarándose que jamás
a estos espectáculos se les consideró gitanos, siempre aparecen como bailes del
país, bailes de palillos, bailes y cantes andaluces o bailes y cantes flamencos.
Inicialmente los gitanos, sobre todo gitanas, aparecen como parejas de baile,
para jalear, tocar palmas, algo que posiblemente la mujer andaluza no era ca-
paz de hacer profesionalmente. O sea, una aparición tímida y anónima en am-
bientes andaluces, incorporándose a un sistema comercial para poner nota de
color (pág.54).

. El tema de estas relaciones coreográficas ya lo tratamos en la ponencia La Escuela Bolera


y el Flamenco, publicado en el libro Encuentro Internacional de la Escuela Bolera. Madrid,
Ministerio de Cultura, 1992, y parte también en la revista La Caña Nº 12 (otoño 1995) dedicado
al baile.
. Para más detalles sobre la vida y el cante de Silverio véase José Blas Vega: Silverio, Rey de
los cantaores. Ayuntamiento de Córdoba, 1995.
¿Se sabe algo?

* HICIERON ÉPOCA. Refleja todo el movimiento artístico que desde 1853 a


1889 aconteció en los llamados cafés cantantes, siguiendo la moda impuesta
en París, Barcelona o Madrid, de cafés con espectáculo mediante el consumo.
A veces estos locales eran teatros ocasionales o academias o salones de baile,
que de hecho respondían casi al mismo esquema de lo que fue el café cantante
flamenco, y así ya los tratamos en el libro de Los Cafés Cantantes de Sevilla.

Con la documentación recogida se reafirma mucho más el concepto falseado


de la imagen idealizada que se tenía de los cafés cantantes flamencos, en donde
se cultivó todo tipo de disciplinas artísticas, considerando prácticamente que
solo tuvieron una dedicación primordial a partir de los años 80. El reflejo que
da la prensa es más bien frívolo, intrascendente y comercial, faltándonos el
conocimiento profundo del acontecer artístico que se hacía en el Burrero o en
el Silverio, pero eso, como casi siempre, no interesaba. Se echa en falta al crítico
de turno.

* VER L’AHÍ: EL TEATRO. Por aquí desfila en abundante y riquísimo material


informativo, cómo el teatro en Sevilla fue otro pretexto escénico para intercalar;
sobre todo en piezas costumbristas, canciones y bailes andaluces, junto a todo
el movimiento coreográfico de la escuela bolera.

El teatro lógicamente tenía más valoración profesional, y era el estimulante


que servía de base para el aprovisionamiento de elementos coreográficos en 11
los salones y similares, con los que mantuvo un paralelismo. Desde el siglo
XVIII, coplas, canciones y sobre todo bailes (desde un entendimiento prefla-
menco) mantuvieron una presencia escénica que llegaría a los cafés cantantes.
El cante, procedente de una línea íntima, se impuso a través de grandes pro-
fesionales como Silverio, Juan Breva, Enrique el Mellizo, Chacón..., llegando
también a una nueva conquista escénica, la de la Ópera Flamenca como conjunto
característico. De hecho el flamenco, aunque fuera como complemento de otras
actividades, nunca desapareció de la escena teatral. Si ya hicimos una defensa
de la Ópera Flamenca, también estamos aquí de acuerdo con José Luis Ortiz
Nuevo:

“De ahí que sea urgente revisar viejas ideas de la presencia del flamenco
en el teatro, contemplando además el campo de relaciones, influencias,
desarrollo artístico, técnico y generacional que ello significa, a la vera de
otras músicas y disciplinas estéticas, lindando apenas sin fronteras con
la ópera y la zarzuela y el ballet y los más diversos géneros escénicos,
creciendo por tanto como una criatura perfectamente profesional desde
sus pasos remotos, y no por la peyorativa excusa de prostituirse o de
venderse aminorando exigencias de pureza, sino llana y sencillamente
. José Blas Vega: Los Cafés Cantantes de Sevilla. Madrid, Editorial Cinterco, 1987.
. José Blas Vega: Vida y cante de Don Antonio Chacón. Ayuntamiento de Córdoba,
1986.
José Luis Ortiz Nuevo

por el ejercicio pleno de unas aptitudes artísticas capaces no sólo de libe-


rar angustias o proporcionar enormes alegrías a sus protagonistas, sino
también de acarrearles otras satisfacciones porque sus cualidades eran
del agrado de otras gentes, dispuestas asimismo a pagar por contemplar
de cerca lo que consideraban bello, hermoso baile bello, hondo, divertido
y auténtico.
Aún más: No es que este camino profesional supusiera degradación irre-
parable sino justo todo lo contrario. Es decir: el teatro y luego el café
cantante no deforman, antes bien contribuyen al mayor esplendor de un
arte...”

* CLÁSICOS Y FLAMENCOS. Viene a reforzar en sus tres apartados, lo que la


interrelación cultural escénica supuso para la valoración estética y técnica del
flamenco, señalando el arraigo que éste tenía a nivel popular.

1. Guitarras suenan. Cuando apenas conocemos guitarristas flamencos, se nos


testimonia a numerosos guitarristas clásicos, que en sus conciertos ofrecen, en-
tre varias músicas, los llamados aires nacionales, o temas andaluces, propios
del flamenco, algunos con marcada incidencia creativa, como los del famoso
Julián Arcas (1832-1882).

2. Esas grandes voces. Demuestra por insólito que parezca, que “no fue un fenó-
12 meno aislado” el que tenores, triples, barítonos o bajos, tanto nacionales como
extranjeros, incluían con frecuencia en sus conciertos canciones andaluzas, can-
tos nacionales y flamenco, apareciendo en estas mezclas líricas, el polo, mala-
gueñas, tangos, peteneras... Los cantantes vieron así una forma de agradar al
público que pedía y aplaudía estos temas populares.

3. Cornetín por soleá. Si los sonidos y formas flamencas empezaban a incorporar-


se en óperas y zarzuelas, también sirvieron de repertorio y composición para
bandas de música e instrumentistas solistas, como el caso del famoso Vila, que
ya en 1866 sorprendía en sus conciertos de cornetín con la vibrante soleá y la
barroca malagueña.

* ESPEJO DE JOLGORIOS. Reúne también en tres apartados lo que es la prác-


tica, el ritual y las motivaciones sociales donde el flamenco tuvo una constante
presencia, principalmente como motivo de expansión y disfrute.

1. Reuniones públicas. Recoge una muestra de espacio abierto, donde se mani-


fiesta la visión costumbrista de la diversión popular a través de ferias, rome-
rías, veladas y fiestas, con referencias folclóricas y flamencas. Todo dentro de
un andalucismo natural y auténtico.

2. El calor de la juerga. Es un seguimiento de cómo el flamenco desde su naci-


miento tuvo además un comportamiento íntimo, y aun en su amplia acepción
¿Se sabe algo?

de juerga también saltó a la prensa, compartida por todos los estamentos de la


sociedad, incluidos la realeza y los políticos.

3. Mi gustar flamenco. Es el tópico hecho realidad, lo extranjero, lo turístico


promoviendo el flamenco. Recuérdese en tiempos más modernos los tablaos
flamencos, y podremos pensar que los extranjeros, buscando la nota de color
(gitanos) y la fascinación de los bailes nacionales, es la justificación del sentido
comercial del espectáculo. “Asistirán muchas gitanas y no pocos ingleses. Lo
cual hará que el espectáculo tenga toda la animación conveniente” decía el pe-
riódico El Porvenir en 1862. En este apartado cabe un estudio socio-económico,
que se completaría con la visión y experiencia de los extranjeros a través de
sus impresiones de viaje. La prensa también reflejaba la atención y el éxito que
el flamenco despertaba en el extranjero, sobre todo en París con motivo de las
Exposiciones Universales.

* MALDICIÓN EN LA CUNA (o con él llegó el escándalo). Es la última parte del


libro, y es una extensa crónica negra del flamenco. El aspecto negativo sacado
a la luz pública a través de todas las conexiones y ambientes que de alguna
manera rozan lo flamenco: golfería, borracheras, peleas, prostitución, puñala-
das, juego, y hasta alguna muerte violenta como la del cantaor Manuel Reyes
El Canario. Todo pretexto era válido para combatir al flamenco, en contrastado
desequilibrio con un renacimiento artístico o cultural. 13
Esa lacra permanente, nos guste o no, sigue condicionando los valores positi-
vos. Y ahí va una muestra que llega hasta este mismo libro. Leí este libro en
1988 como miembro del jurado que había de fallar el I Premio de Investigación
convocado por la entonces Fundación Andaluza de Flamenco. La mala clasifi-
cación que obtuvo, fue principalmente motivada por varios componentes del
jurado, que consideraron que era lamentable y contraproducente, sacar a relu-
cir esta nefasta imagen.

En resumen, este libro viene a desmitificar numerosos tópicos y a derivar ab-


surdas teorías mantenidas, ofreciendo la facultad de esclarecer puntos dudosos
y ampliar nuevos conceptos. Todos sus datos vienen también a enriquecer la
historia del flamenco, tanto por sus aportaciones biográficas como por com-
pletar ciclos históricos, y por matizar más la vida y formación de los
estilos, llamándonos la atención como ejemplo el caso de los jaleos. Se
abre así para los investigadores la posibilidad de ampliar y descubrir
nuevos caminos para llegar a una más completa y auténtica Historia del
Flamenco, algo que está todavía por hacer y que nos damos cuenta de
ello al leer este libro.

Lo que si hemos echado en falta son unos índices que faciliten la labor de bús-
queda, agrupamiento y consulta. Lo que esperamos para una próxima edición,
para la que también sugerimos la incorporación de esos nuevos datos comple-
mentarios recientemente publicados.

En definitiva con ¿Se sabe algo?, José Luis Ortiz Nuevo ha hecho una gran labor
por la cultura flamenca, y a partir de él, podemos decir sin temor que sabemos
algo, mucho más, bastante más.

14

. José Luis Ortiz Nuevo: A su paso por Sevilla. Noticias del Flamenco en Serva, desde sus
principios hasta la conclusión del siglo XIX. Ayuntamiento de Sevilla, 1997.

A la memoria de José Blas Vega

Ahora que él ya no está, clareando el verano de 2013, de tantas inseguri-


dades, vuelve a la luz —en este caso digital— el ¿Se sabe algo? nacido de
1990. Un cuarto de siglo casi y más de cuando se estuvo haciendo, allá por
los ochenta próximos pasados. Y en sus principios, fue una insinuación, una
sugerencia suya, de José Blas Vega.

Como es natural uno no suele apuntar —al producirse— esos momentos que
—andando el tiempo— determinarán pasos capitales de su vida. Por eso no
recuerdo con exactitud ni el día ni la hora de la conversación madre, pero
sí las entrañas de lo que me dijo Pepe una mañana en su librería del Prado,
calculo yo que sería a lo primero del ochenta y tres, meses antes de termi-
nar mi trabajo de concejal en el Ayuntamiento de Sevilla.

—Si tienes ocasión podrías llegarte a la Hemeroteca y mirar prensa antigua


a ver si encuentras rastros de Silverio…
15
Eso me dijo. Eso recuerdo que me dijo. Eso con las mismas o distintas pala-
bras, pero eso. Y en verdad que su orientación se convirtió en mandato que
yo me impuse con gozo y disciplina grandes:

Pueden ser entonces las 10 de la mañana de un día de junio de 1983; sí,


hace hogaño cuarenta de aquello, ojú qué vértigo. El filón de la mina que me
dispongo a excavar, está en el Parque de María Luisa, junto al Teatro Lope
de Vega, y es una casita como de guarda, oficialmente llamada Pabellón de la
Madrina, construida para la Exposición Iberoamericana de 1929.

Alfonso Braojos, director del centro, y el señor Márquez, conocedor del


fondo, me sirven como guías y me ponen en comunicación con EL PORVENIR
y con LA ANDALUCÍA…

¡Qué enorme sensación de gusto! ¡Qué delirio de tantas informaciones ol-


vidadas! ¡Qué contento descubrir lo que desmiente o lo que afirma! ¡Qué
grande alegría de saber lo antes oculto!

Y así un día y otro y cientos… desde el 83 alante; más que lector ávido de
vetustas novedades, sumergido me hallaba en inmenso piélago de páginas y
José Luis Ortiz Nuevo

páginas de las que iba extrayendo, con sumo alborozo, datos, documenta-
ción, certezas y argumentos, tan ricos en cantidad como certeros, contun-
dentes.

Aquello fue un apasionamiento consciente, consentido y disfrutado. Una


fuente sin réditos monetarios pero que saciaba con abundancia mi sed de
conocer y desvelar sombras y proponer dudas.

No siendo rico, obvio es que, de mientras, tenía otras ocupaciones retri-


buidas y verlahí que una de ellas me llevó de nuevo a Madrid —de donde yo
venía— a lo primero del 86. Aprovechando —como en Sevilla— los claros
que el curro remunerado me permitía, alcancé a revisar, en la Hemeroteca
Municipal de Conde Duque, los abundantes fondos de prensa sevillana del
XIX que allí se guardan.

De este modo se pudo concluir el primer rastreo, que había principiado


cuatro años atrás gracias a un comentario de José Blas Vega, lo reitero
agradecido.

Vino luego la tarea de seleccionar, ordenar y comentar los materiales. Y se


16 hizo el libro. Ahí quedó y ahí queda. Cuando se publicó, con trascendencia o
sin ella, ofreció un perfil distinto, novedoso, con respecto a la flamencología
del momento: proporcionaba fecha y nombre a las historias y las colocó en
el tiempo.

Si lo volviera a hacer ahora seguramente sería distinto, más en la línea del


Tremendo Asombro, que recién se acaba de editar en esta misma casa. De
momento la nueva entrega de ¿Se sabe algo? es una reedición cabal de la
publicada en 1990, debidamente corregida, y aumentada en estas tres in-
troducciones que acompañan al texto originario.

Al releerlo ahora -dos veces, de principio a fin- para las correcciones, me


doy cuenta de la bisoñez que yo aún tenía cuando lo redacté. Incluso me
pude creer el rey del mambo por lo que alcanzaba, sin reparar en que mu-
cho más desconocía. Así considero que hay comentarios demasiado parcos
y otros excesivos, y también hay párrafos que ahora me empalagan, dis-
cúlpenlos. No contradigo los pensamientos pero sí las formas. Eso sucede
cuando mis palabras suenan incluso más antiguas que las de los propios pe-
riódicos que cito.

En todo caso la información documental permanece clara y es la clave de la


vigencia del libro, su utilidad siempre a la afición que indaga y quiere saber
¿Se sabe algo?

y cerciorarse de las cosas, de cómo fueron las cosas. Ese valor no se lo quita
nadie, ni siquiera yo que soy su pare.

Por ello le caben tantas lecturas y es —en lo que certifica— inapelable texto
de consulta. Entiéndase así también como un conjunto de fichas suscepti-
bles de ser manejadas a voluntad de investigadores y curiosos, no solo del
flamenco, sino de las otras disciplinas estéticas que se contemplan en los
documentos, por el tiempo dado, desde el comienzo del siglo XIX hasta el
año en que murió Silverio Franconetti.

José Luis Ortiz Nuevo


Sevilla, junio de 2013

17
¿Se sabe algo?, un libro imprescindible

Han pasado ya 23 años de la publicación de ¿Se sabe algo? Viaje al conocimiento


del Arte Flamenco en la prensa sevillana del XIX. Mucho ha llovido desde entonces
y mucho ha cambiado todo en el campo de los estudios sobre el Flamenco. De
que ello haya sido así tiene la culpa un hombre y un nombre. Un hombre que
se llama José Luis Ortiz Nuevo. Él publicó en 1990 un libro que marcó un antes
y un después en la historia de la Flamencología. Un libro que abrió los ojos de
muchos, de mí mismo, a un mundo hasta entonces desconocido. Ese período
histórico en el que el arte andaluz se empezó a llamar flamenco.

¿Se sabe algo? fue un libro que puso fin a un acercamiento a la historia del fla-
menco sin duda más romántico, pero también menos riguroso. Fascinante,
pero incierto. Atrás quedaba la llamada “tradición oral” y el relato popular. Se
ponían en cuarentena muchos datos que eran en realidad hijos de la fantasía.
Datos sin un fundamento histórico cabal. Datos que podían ser o no ser verda-
deros. Datos que, en cualquier caso, era necesario autentificar. 19
Con ¿Se sabe algo? se inició la investigación científica. La investigación basada
en documentos y testimonios escritos. La investigación a base de datos reales.
Datos fidedignos. Datos históricos.

¿Se sabe algo? fue un texto que traía a la luz cuanto apareció en los periódi-
cos sevillanos, desde comienzos del XIX hasta 1889, año en que murió Silve-
rio Franconetti. Un libro que sacó del olvido decenas y decenas nombres y
aconteceres que dormían el sueño de los injustamente condenados al polvo del
tiempo transcurrido.

Hoy, que algo se va sabiendo de cómo nació y se gestó la criatura que llama-
mos Flamenco, ¿Se sabe algo? es un documento imprescindible en la biblioteca
de todo el que sienta interés por conocer los pormenores históricos de ese arte,
a la vez tan popular y tan culto.

José Luis Navarro

Sevilla, junio de 2013.


INTRODUCCIÓN

El sábado 4 deberá ejecutarse en el Teatro Principal el beneficio del Sr.


Ojeda Manti. Las piezas que para esta función ha escogido deben en nues-
tro concepto merecer el aprecio del público, que tantas y tantas pruebas
de entusiasmo ha dado al artista andaluz, aplaudido unánimemente en
los teatros extranjeros, y que ahora viene a presentar en el nuestro las
muestras de sus talentos artísticos. De esperar es que los sevillanos, que
deben envanecerse de contar entre el número de sus paisanos al Sr. Oje-
da, se apresurarán a gozar por última vez de los encantos que el artista
sabe proporcionar con sus delicados cantos y sus graciosas e inimitables
1
canciones andaluzas , pagando así los desvelos que ha empleado por llenar
cumplidamente los deseos del público.
(EL CORREO DE SEVILLA, 1 de marzo de 1843)

***

El niño prodigioso Jesús Monesterio tocó el violín noches pasadas en el 21


real palacio, y sabemos que su Majestad y su augusta hermana quedaron
muy complacidas con la rara habilidad de un niño, que cuenta sólo seis
años. También ha tocado algunas noches en el palacio del regente del
reino, donde con un violín que le regaló la Sra. Duquesa, ha ejecutado el
niño Monesterio varias piezas difíciles aún para los profesores, marchas
y aires nacionales.
(EL CORREO DE SEVILLA, 20 de marzo de 1843)

***

CIRCO REAL DE M. GAETANO CINISELLI, caballero de la orden de


S.M. Victor Manuel; situado en la puerta de Triana.
Función extraordinaria hoy sábado a las ocho y media de la noche a bene-
ficio del Asilo de Mendicidad de S. Fernando.- El Bolero Andaluz, bailado
por dos yeguas inglesas con castañuelas en los pies.
(EL PORVENIR, 24 de mayo de 1862)

***

ÁLBUM GITANO.- En el almacén de música de Bergali, Sierpes 103, se


ha recibido la tercera edición de dicha obra, que contiene:
José Luis Ortiz Nuevo

- Soleares.
- Seguidillas del Tibirlín.
- Peteneras.
- Malagueñas.
(EL PORVENIR, 6 de mayo de 1879)

***

ANÉCDOTA.- Cuéntase que el afamado cantador El Fillo fue en compa-


ñía de su compadre, a la Feria de Mairena, pasando todo el primer día de
paseo y de broma.
Llegada la noche y teniendo ganas de dormir, buscaron posada y les fue
imposible encontrarla.
Cansados de andar dijo de pronto El Fillo:
- Compadre, venga Vd. conmigo; vamos a pasar una noche de prínci-
pes.
-¿Dónde?
- Ya lo verá Vd. y me dará las gracias.
Sin hablar más recorrieron varias calles, salieron del pueblo y llegando
2
22 a un olivar subió el cantador moronero a un árbol, se sentó como pudo
y dijo:
3.
- Compadre, suba Vd. y cierre la puerta. Ea, buenas noches .
(EL PORVENIR, 5 de mayo de 1883)

***

Anteanoche se estrenó en el teatro Cervantes la preciosa zarzuela de Ja-


vier de Burgos con música de Chueca titulada Caramelo.
La obra, que es un plagio de El Tío Caniyitas, no carece de gracia e inte-
rés.
La música es alegre y ligera, como que casi toda ella está motivada sobre
aires y cantares andaluces.
El terceto entre la flamenca, el gitano y el señorito es precioso.
La ejecución fue bastante esmerada, presentándose la obra con gran pro-
piedad.
La señorita Martínez lució sus gracias y dotes artísticas, y más que nada
sus condiciones para el género flamenco, vistiendo precioso traje de tore-
ro.
(EL BALUARTE, 25 de diciembre de 1887)
La noche del sábado se estrenó en el teatro Cervantes la comedia en un
¿Se sabe algo?

acto de D. Miguel Echegaray que lleva por título “Manzanilla y dinami-


ta” cuyos artistas oportunos e ingeniosos promovieron la hilaridad del
público.
La notable cantaora Mercedes “La Zarneta” cantó en medio de la obra preciosos
cantos populares que le valieron una entusiasta ovación.
(EL ESPAÑOL, 3 de enero de 1888)

***

Los tribunales de Cádiz van a tener que dilucidar una cuestión diferen-
cial entre el “cante jondo”, el “cante andaluz” y el “cante flamenco”.
El dueño del café-teatro del Correo se quejó al gobernador de que la em-
presa que había contratado ese local, ha dado varias funciones de cante
“flamenco” siendo así que este espectáculo quedaba excluido por el con-
trato.
La empresa dice que no es cante “flamenco” lo que ha habido, sino cante
4
andaluz.
El gobernador se ha manifestado incompetente para resolver tan ardua
cuestión, indicando a los interesados que más bien corresponde el exa-
men de este caso a los tribunales.
23
(EL PROGRESO, 18 de abril de 1888)

Sirva la precedente antología de noticias antiguas y curiosas, aparecidas en pe-


riódicos sevillanos del siglo XIX, como muestra o sugerente anticipo de lo fun-
damental que este libro contiene: Testimonios a millares de lo que se escribió
5
y se dijo entonces a propósito del Flamenco. Exactamente lo publicado entre
1812 y 1889, el año en que murió Silverio.

La profundidad, cuantía y limitaciones que el venero tiene en cuanto al tiempo


de fluencia y naturaleza de sus aguas, viene marcada por el carácter le las fuen-
tes, que se reproducen.

No cabe pensar por tanto que ésta sea, ni mucho menos, una historia general
del Arte Flamenco, referida al período que definen sus límites.

Su objetivo es mostrar una serie extraordinaria de informaciones clave que


aportan pruebas, argumentos convincentes de suma veracidad, capaces de
proclamar certezas nuevas y desmentir creencias falsas, ensanchando horizon-
tes al conocimiento.
El autor se ha limitado a ordenar y clasificar los materiales encontrados. Co-
mentar incidencias y definir su postura ante los hechos, señalar al cabo su cri-
terio.

Eso es todo. Generosamente abundante de papeles.

José Luis Ortiz Nuevo.

Sevilla 1990

24
II. PÓRTICO
ESCENAS TRIANERAS

Hoy se está abusando de la libertad de imprenta; y este no es el espíritu


del que la concede. Libertá de escrebir solamente asuntos útiles que ilus-
tren al Gobierno, o que arrempujen el patriotismo, ya lo entiendo; pero
libertá de escrebir coplas indecentes, sátiras y esverguenzas personales,
caluñas y dufonaas, esa no es libertá, sino delito y muy grande. Qua-
lesquiera que emprimiese aunque fuera una seguirilla, había de quear
responsable a Dios y al Rey de sus vicios y virtues.
1
EL TÍO TREMENDA

Deliberadamente el nombre de este capítulo inicial recuerda y sirve de


homenaje a las célebres Escenas Andaluzas que escribiera Estébanez
Calderón2. 27
Mas ¿qué son estas Escenas Trianeras? Sencillamente parte de un viejísi-
mo periódico sevillano llamado EL TÍO TREMENDA O LOS CRÍTICOS
DEL MALECÓN, y cuyo contenido presentaba una serie de conversa-
ciones, a la vera del agua, en el malecón trianero, en las que intervenían
varios personajes populares como el propio Tremenda, el más ilustrado,
y otros dichos Castaña, Epidemia, Podrío, Cascarón, gentes del pueblo
hablando en un andaluz exageradamente vulgar, fielmente transcrito a
los papeles.

Respondía la publicación a una filosofía más que conservadora, reaccio-


naria, amiga del absolutismo real así como del poder omnímodo de la
iglesia, defensora de leyes y privilegios del antiguo régimen que por tan
distintos procedimientos y ambiciones habían derrocado las Cortes de
Cádiz y Napoleón Bonaparte.

Bien, y todo eso --se preguntarán ustedes-- ¿qué tiene que ver con nues-
tro asunto? Mucho desde luego, en tres capítulos o escenas del perió-
dico, que quisiera, en primer lugar, invitarles a leer, para que podamos
comentarlas luego tras su conocimiento.
José Luis Ortiz Nuevo

EL TÍO TREMENDA O LOS CRÍTICOS DEL MALECÓN

Pase por elogio al Exmo. Duque de Ciudad-Rodrigo aunque no se


verificó su venida a esta capital, según esperábamos
Núm. 20
Castaña. Ya nos habíamos consentío en que usté no venía esta tarde.
Tremenda. La jambre que tiene uno por noticias me ha obligao a salir y
dexar la cama.
Epidemia. ¡La cama! Pos qué? Ha estao usté malo?
Tremenda. No he tenío mas enfermeá que jacer el día noche; por haber
jecho antes la noche día.
Castaña. Con que eso quiere icir, que anoche hubo jarandilla.
Tremenda. Fue la noche toleana; en mi vía me he divertío más. Verán us-
tees corno se enrreó la fiesta impensaamente. A la prima noche me metí,
corno acostumbro, en casa, y Nicolasilla me ixo al entrar; Paire, misté
que le vamos a echá una fiesta al Señor que ha venío. Me agraó la idea,
y le respondí, al momento. Corre y llama a tu prima Jimona, y tráete de
camino a la Charrasca, que son dos cantaoras de rumbo: y yo le avisaré
a Faramalla que se traiga la guitarrilla, y ya está armaa la tanga. Con
28 efeuto, la muchacha salió y se taxo a sus amigas, y yo jice lo mesmo. Mi
mujer Norica que tiene rumbo y gracia para estos casos, mandó por dos
botijillas del duro, y otra del dulcecillo para las muchachas; media arroba
de vizcochos, y un par de ocenas de virnagas. A las diez poco antes; se
comenzó el ensayo de lo que habíamos de jacer, y de lo que se había de
cantar a las puertas del Excelentísimo Señor duque de Ciudad Rodrigo,
a quien se endilgaba esta fiesta y too el obsequio. Hubo su competencia
y sus dúas sobre la elección de los versos y sobre la tonaa que habían de
echar las cantaoras, porque Faramalla icía; que aquí pegaba un romance:
Norica que no: las muchachas que coplas al estilo de la zambomba: yo
los escuchaba a tos, jasta que ya jartos de isputar y sin saber lo que les
convenía escoger, les ixe: Queréis acertallo? Pues mirar: jacer una mesco-
lanza de too: seguidillas, coplas, guitarra, zambomba: too, esto se llama
varieaes, y tiene acetación amanta: en diciendo varieaes ya se sabe que
quiere icir güeno y malo, corno lo vemos por los papeles públicos. Yo me
eterminaba a componelle a su Excelencia alguna cosilla, un par de sone-
tos o una oda; pero esto tiene un atranquijo mu grande.
Quite usté allá eso, me interrumpió mi hija. Esas cosas no pegan; porque
ni se puen cantar ni nos corresponden a nosotros. Me convenció la mu-
chacha. Y le ixe, pues aelante: yo vos daré coplas y seguirillas toas las
que poáis cantar y no perdamos tiempo. Salimos y nos plantamos en las
puertas de su Excelencia, y comenzó la gresca de esta forma.
¿Se sabe algo?

Se rompió la función con un alegro de zambomba y castañuelas, a cuyo


armonioso estrépito cantaron las muchachas a tres las siguientes coplas:
y jarreamos toos con el estrivillo jasta esgañitarnos.
A vuestras puertas llegamos
con indecible alegría
y os damos la enhorabuena
de vuestra feliz venida:
Seas bien venido
generoso inglés,
defensor de España
terror del francés.
Ínterin dexas sugeto
al más bárbaro enemigo,
vienes a acordar los planes
de nuestro feliz destino:
Seas bien venido
noble Wellingtón;
valiente aliado
del pueblo español.
Los decantados guerreros
que triunfan en Austerlitz,
en Agueda y Guadiana
huyen vencidos por ti; 29
publique tus glorias
voladora fama,
y aumente clarines
para tus hazañas.
Luego que se cantaron estas tres coplas, que soltamos como ziñuelos, paa
que se dispertase la gente: reparé que andaban unos bultos por la venta-
na; y le ixe a Faramalla; muchacho, templa bien esa vigüela, y que canten
ahora las chiquillas una cosita seria; porque yo barrunto que ya hay sol
en el peral. Con efeuto, arregló el tono Faramalla, y las dos muchachas a
dúo, gorgearon como dos cisnes a estilo de boleras, por la clave de cesol-
faú las siguientes seguirillas, que no había más que oír en el mundo.
Al carro de los triunfos
del Lord Wellingtón,
te hemos de ver atado
vil Napoleón:
Ya llegó el tiempo
del triste desenlace
de tus enredos.
Gloria al Héroe Britano
que nos ayuda,
a expurgar nuestra patria
José Luis Ortiz Nuevo

de tan vil chusma:


Perpetuos himnos
al Lord siempre triunfante
jamás vencido.

No se descuidaba Norica en el cumplimiento de su obligación. Ínterin


cantaban las muchachas, les presenta a los que no jacíamos mas que oír,
la hermana bota, paa que la besásemos con la vista fixa en el cielo; pero
cuando se concluyó el duo, les suministró del otro género más dulce; y
entró a turnar la otra pareja, esto es mi muchacha y su primo Faramalla.
Vayan dos coplitas de seguirillas, dixo Norica, que yo vos las cantaré: va-
mos a ellas, respondieron los nombraos: y metiendo mano a los palillos,
anque mejor era icir los palillos en la mano, se plantaron de jarras en mitá
de la corriente. Caballeros, me queé asombrao no solo de verlos brincar,
sino de oír a Norica; sobre que en quarenta años, en güena hora lo iga, y
salvo sea el lugar, que estamos casaos, no la he visto jacer otro tanto! Pero
con otra cercunstancia, que cuando me arrimé al oío paa icirle la letra, me
endiñó una gofetaa, y me ixo: quítate tú allá, pañurdo: qué? necesito yo
de intrípiti pa dos ocenas de seguirillas? Ahora lo verás; y ayuándose con
4
las palmas les cantó estas corraleras .

Aunque es mi vena anciana


30 te felicita;
y hace este corto obsequio
a tu venía:
primita el cielo
vivas; ilustre Duque,
un siglo entero.
Felices resultados
tengan tus planes;
unidos a ti todos
los generales:
te voy a pedir
por este, por el otro,
por aquellos y...

Aquí le dio tal golpe de toz que se ajogaba. Lo ves tú, Norica, le ixe yo?
Ves como te engañó el corazón? Ni la letra, ni la música, ha valío un
demonio. Que dirá qualequiera que te haya escuchao? Misté que moo
de estrivillo! Por aquellos y... Calla, jumento, me respondió: qué sabes
tú lo que vale aquel y...? Mira: yo supongo en ese estrivillo el nombre de
nuestros generales, y cuando ixe y... Ya, ya caigo, le ixe yo: caíste ya? Me
alegro, replicó ella. Se dió otro turno al xerezano, y al pajarete, en que
remojamos los vizcochillos; y mientras los demás echaron mano a las
virnagas dirigí a la ventana esta décima:
¿Se sabe algo?

Al más sabio General


Al destructor de Masena;
Al que el orgullo refrena
De Junot en Portugal;
A nuestro aliado inmortal,
Terror, azote y castigo
Del más bárbaro enemigo
Se dirige esta función,
Quién es? El Lord Wellingtón,
Duque de Ciudad - Rodrigo,
Solearon un fandango rasgueado con palillos y zambomba y nos golvimos
a casa, a tumbarnos jasta ahora.

EL TÍO TREMENDA
Núm. 26 y 3 QUARTILLOS
Como ayer, además de los platos ordinarios con que alimentamos nuestra
curiosidad política, hubo tantos extraordinarios, que casi no nos alcanzó
el día para leer; también nuestros críticos tuvieron su Junta extraordina-
ria hoy por la mañana: lo que supe por una rara casualidad, y me apresu-
ro a noticiar al público:
Tremenda. Se largó ya la mosca, compadre?
31
Podrío. Quién se lo ha dicho a usté, Maestro?
Tremenda. Yo mesmo. Me allegué a su casa de usté paa convialle a la
fiesta que ispusimos de repente en osequio del Sr. Duque y del Sr. Cas-
taños; y su hija de usté la Chispa me respondió, paa fiesta está su mercé¡
Asómese usté a esa sala, Maestro. Con efeuto me asomé, y me jallé a usté
convertío en cuero.
Podrío. Maestro; pues maldecío más que un ocho entró en mi cuerpo;
pero me hubo de coger en mala hora, y toíto se subió a la chimenea. Yo
me iba jacia casa, cuando me topé con Tomasillo el Gancho, y me ixo:
compadre, en celebriá del día entre usté, y probará un anisaillo que han
traío las muchachas de Castilleja. Compadre, ya igo, maldecío más que
un ocho me tiré; pero entre quatro me llevaron a mi casa.
Castaña. Eso va en la isposición en que se coge el cuerpo de la criatura.
Hay veces que se tira un hombre una azumbre, y naa; y otras ocasiones
con un buche, a tierra.
Podrío. Con que vamos al asunto. Ustees se divirtieron?
Cascarón. Tal qual. Fue un jaleillo probe; porque como fue un repente, no
hubo tiempo paa otra cosa. Entre nosotros mesmos se jizo el gasto.
Podrío. No fueron las cantaoras de la otra noche?
José Luis Ortiz Nuevo

Tremenda. No señor. No fueron más mujeres que mi Norica y mi mu-


chacha; pero me hubiera alegrao que usté hubiera oío cantar a nuestro
compae Castaña.
Podrío. Calle usté ¡Conque también cantó su mercé!
Castaña. Toma¡ Pos qué, soy yo algún pelo de puerco?
Podrío. No lo igo yo por tanto; sino que como usté ya no está en edá de
esa broma, velo ahí usté.
Castaña. Quien tuvo retuvo; y paa una cañilla, en toavía me acuerdo. Y
por fin, toito se debió ispensar, porque ayer anduvimos locos con la venía
de esos Señores ecelentísimos.
Podrío. Maldita sea el alma del vino mal bebío! Que me perdiera yo ese
güen rato! Vamos a elante: infórmeme usté de lo que se jizo.
Tremenda. Que se había de jacer? Cantar ca uno lo que púo de repente, y
de la moa que supo. Se cantó la caña, la picaresca o el ole; la canción de
España de la guerra; acomoándole otra letra al intento; y por fin se entre-
tuvo el rato.
Podrío. Y no más que eso?
Epidemia. Pos que quería usté más? Habíamos de haber cantao algunas
arias, o algunos villancicos que se riyera la gente?
32 Podrío. Y por qué se habían de reír?
Tremenda. Porque eso no nos pegaba a nosotros. Caa uno se ha de arre-
glar a sus facultaes. Si unos probes como nosotros, nos hubiéramos metío
en un berengenal de Arias, Rondós, Recitaos, y otras yerbas asina, ni po-
dríamos esempeñarlo, ni la gente creería que era osequio de nuestra mes-
ma cosecha. Naa de eso. Caa uno se ha de explicar como puea, paa que
se le agraesca su güena intinción. Los mesmos Señores habían de haber
dicho, esa fiesta no es de la tertulia crítica, sino de algunos hipróquitas
que vienen aquí a lucir con ropa ajena. Po si es verdá!
Podrío. No tengo que responder, Maestro; pero vamos: díganme ustees
lo que se cantó.
Tremenda. Aquí estamos toos: que caa uno vaya repitiendo lo que cantó
anoche.
Castaña. Yo fui el más atrevío, como el más viejo: y por el son de la caña
dulce, le espeté este elogio al Señor Duque.

Si la Córcega abortó
un monstruo que nos aflige;
también produjo Inglaterra
un héroe que lo castigue.
Caña dulce; vil Napoleón,
¿Se sabe algo?

ya te apretará los tacos


el insine Wellingtón... ay. ay. ay.

Ahora siguió el Ole con acompañamiento de palmas.

Ese coloso soberbio


que pensó al mundo abatir
al lao del Lord Wellingtón
quea tamañito así.

Podrío. Güeno está eso. Vivan los viejos honraos¡


Epidemia. Luego seguí yo por el mesmo estilo con otra coplita de caña
y ole al Sr. Castaños: porque: vamos no pueen andar separaos ambos
elogios.

Si creyeron los franceses


que habían de dominarnos;
ya pueden desengañarse
de que fue el sueño de un gato:
cañita dulce: viva muchos años,
hasta aniquilar la Francia
nuestro General Castaños...ay! llai! llai!
33
OLE
No temo a Napoleón
ni a todos sus Mariscales,
mientras exista un Castaños
con los demás Generales.

Tremenda. Asina que acabaron los compadres, entró mi mujer a dúo con
la chiquilla, y cantaron un par de coplas con unos bemoles y sustenios:
vaya, que se chupaba uno los deos. Sobre que la güena de Norica me
tiene escandalizao! Ella mesma compuso la letra, acomoándola a esa can-
ción patriótica de España de la guerra: y luego al estrivillo entrabamos
toos con unos gritos! pero sin perder el compás. Me acuerdo que la letra
fue esta.

Sevilla en tu venida
se ha cubierto de honor
pues por ti aguarda España
salir de esta opresión.
Con acierto conduzcas
al león español
hasta el infame trono
José Luis Ortiz Nuevo

de ese corso feroz.


Estribillo
Alegraos, alegraos españoles,
pues el Lord Wellingtón
va a destrozar las huestes
del vil Napoleón.
Danos, amor, un medio,
ya que eres tan sagaz,
de que se quede y parta
nuestro buen general.
La victoria le llama
con corona marcial;
mas la leal Sevilla
no le quiere soltar.
Estribillo
Respirad, respirad españoles,
pues nuestro general
el inmortal Castaños
nos va ya a libertar.

Podrío. Y usté Maestro, no jizo na?


Tremenda. Ay compadre! Estuve muy malo. No sabe usté con cuánto tra-
34 bajo asistí a la fiesta. Solamente esos Sres. Excmos. me hubieran jecho
salir de casa.

EL TÍO TREMENDA O LOS CRÍTICOS DEL MALECÓN


Núm. 31

Castaña. Qué lástima que no le hubiéramos echao la fiesta a nuestro Ge-


neral el Señor Castaños!
Tremenda. No sabe usté que por fin salimos?
Castaña. Calle usté, compadre! Se convenció por fin mi comadre?
Tremenda. Asina que usté se fue, le ixe yo: Norica, es posible que no he-
mos de salir a celebrar a su Excelencia. Ella me respondió: Lorenzo, quie-
res que te mormuren otra vez, como lo jicieron con la fiesta del señor D.
Wellington? Mira, mujer, le argüí yo, esas mormuraciones de un par de
tontos me las echo yo por la palomilla. Han reparao en que la caña y el
ole no eran osequio competente; y en eso mesmo que arreparan consiste
nuestro mayor mérito, porque toitas las cosas de este mundo han de ser
proporcionaas a los sujetos que las jacen. Si nosotros saliéramos con al-
guna jorquesta de serieá y de alto rumbo, era una cosa que se espegaba,
y que no nos competía a nosotros. Celebremos nosotros a nuestra moa
a los señores, y en verdá y por cierto que será siempre un osequio pro-
¿Se sabe algo?

porcionao a nuestras facultaes. Quieres un exemplo con que les pegues


un tapabocas a toítos esos majaeros que mormuren? Pues mira. El Padre
Isla, hombre tan sabio como graciosísimo, jizo el elogio del Señor Don
Fernando VI, cuando se juró en Navarra; y al lao de unos versos mu fa-
mosos, y de unos pensamientos mu finos, encajó unas cuantas seguirillas
por este estilo:

Veinticinco limones
sobre una mesa
Viva el Rey D. Fernando
y la Portuguesa.
Alentado del alma,
Quiéreme mucho,
Que es el Rey D. Fernando
Como un carbunclo.

Ves esas seguirillas que parecen un jato de isparate? Pues no son sino
un ecelente elogio al Señor Rey; pero arvierte esta iferencia. Los versos
elegantes y los iscursos de rumbo los puso el Padre en boca de gente sa-
bijonda: pasó su mercé a contar, que jasta los muchachos cuando iban por
aceite a la tienda, y las zagalas cuando iban con sus cántaros a la fuente,
elogiaban por el camino a S.M. cantando coplas; ¡pero qué coplas! Las
que te he referío. Unas coplas como de muchachos, y como de mozuelas 35
que van por aceite y por agua. Si hubieran dío cantando décimas y sone-
tos, y arias y villancicos, ¿no sería eso un disparate? Mas güena está aque-
lla seguirilla en boca del muchacho, que cuanto serio hay en el mundo; y
tan propia de aquellos probes fue aquella alabanza como nuestra caña y
nuestro ole entre nosotros. La convencí, compadre, y me respondió: pues
vamos a la fiesta; ¿pero sabes lo que he pensao? que le echemos un vítor
a su Eminencia. Me agraó la idea: me juí allá entro, compuse el vítor, y
salimos a llevarlo a casa de su Señoría. Lo llevamos en triunfo, y caa uno
iba ifrazao, lo mesmo que una máscara. Yo le puse a esta máscara el título
de el terror de los Gabachos; porque verá usté, compadre: caa uno de los
que fueron iba representando el papel de un indino francés, y yo iba etrás
con el vítor colgao al pescuezo: ellos aparentaban como que juían de mí,
y yo jacía como que los perseguía a ellos, y los obligaba a juir.
Epidemia. Conque quántos iban ustees?
Tremenda. Ibamos... yo les pintaré a ustees el asunto lo mesmo que pasó.
Primeramente iba el Galgo jaciendo el papel de Pepillo el rey de copas. Su
vestío riículo, con un chapeo de vinagrero, una bota de pellejo, llena del
de Valdepeñas, colgando del pescuezo, y otro con aguardiente colgando
por la espalda, y las dos en forma de unas alforjas. En la que llevaba atrás
le pegué un cartel con este terceto:
José Luis Ortiz Nuevo

Juyamos al Pirineo
No paremos en diez años,
Que nos persigue Castaños.

A su lao iba mi sobrino el Sordo arremeando al General Abbé, también


riículo, y como asustao: llevaba mesmamente en la espalda otro cartapa-
cio con otro terceto que icía asina:

Pepe: quisiera ir contigo


Paa evitar mi ruina;
Pero no me deja Mina.

Detrás de estos iba otra pareja, que la jizo mi vecino el Arropiero y su hijo
Frasco: arremeaban al indino arrastrando unos grandes talegos, como si
fueran de meros; y caa uno su correspondiente terceto pegao a los lomos.
El del ladronazo Soult decía de este moo:

¡Va que me quitan el fruto


De mi insaciable ambición
Castaños y Wellington!

El del maldecío Suchet decía lo siguiente:


36
Dejadme con mil demonios,
Maldecíos Valencianos,
Que me voy con mis hermanos.

Norica y mi muchacha formaban otra pareja, remeando a dos maamas,


por sí y a nombre de las emás que andan en la comparsa del Mariscal; y
caa una llevaba una copla clavaa en la gorra de crespón. Las coplas eran
estas:

Tristemente voy pagando,


En premio de mis locuras,
Las duras y las maduras.

La otra era asina:

¡Cierto que habemos echado


(Como lo dicen las gorras)
Un buen viaje de borras!

A la postre iba yo vestío de militar con una casaca pintaa de colores, y un


¿Se sabe algo?

pelucón rizao a las mil maravillas; mi sombrero gacho, que no había más
que ver: por fin lo más ecente que se púo. En un óvalo de cartón, forrao
en papel de oro y mu recortao, que lo recortó Norica: (porque ya saben
ustees que tiene abiliá paa bordar, que paece que pinta las cosas). Pues en
este óvalo iba escrito el vítor. Lo llevaba yo colgao de unas cintas de sea
por el pescuezo, y me cogía desde la barba jasta las ruillas. Atrás llevaba
también mi terceto, que era este:

Al vencedor de Dupont
Rendiréis vuestra cerviz.
Decantaos de Austerliz.

El vítor contenía, poco más o menos, esta octava, si mal no me ecuerdo:

Castaños: (dijo la afligida España)


Del pérfido enemigo solo exenta
La provincia feliz que el Betis baña,
Tuya es la gloria de vengar mi afrenta;
A ti es dado triunfar en la campaña:
Intrépido adalid ya se presenta,
Y vence y rompe los infames grillos
Que ahora nos quitan los demás caudillos.
37
Colgamos la tarjeta en la puerta de la casa del Señor; se cantaron algunas
coplitas, que no repito porque se acaba la tarde, y nos volvimos a nuestra
choza, más contentos que unas pascuas.
Castaña. Paa ser de repente, no se puo jacer mejor.

Y bien, ¿qué le parecieron las patrióticas juergas del Tío Tremenda con la
familia y los compinches? Por la mía parte ahí van los comentarios:

1.- Según la escritura utilizada el texto dice: dos cantaoras de rumbo, y


también dice: seguirillas. Sin embargo es evidente que tales coplas son
seguidillas, y las cantaoras, por los datos que proporciona, poca pin-
ta tienen de flamencas. Lo importante es constatar la presencia, en el
lenguaje andaluz del momento, de tales palabras como cosa corriente,
expresiones cotidianas del pueblo analfabeto, previas a su flamenquiza-
ción.

Si parece razonable el pensar que redactó estos textos una persona culta
remedando el habla ordinaria de la calle, obvio resulta el deducir que
las voces señaladas fueran aprehendidas por su autor directamente del
José Luis Ortiz Nuevo

vulgo, de uso por lo tanto anterior al tiempo de formalización de lo fla-


menco.

2.- En la segunda de las escenas reproducidas gira la fiesta alrededor de


dos sustanciales formas del acervo popular de entonces La Caña y El
Ole. En torno de La Caña cabe destacar, de una parte, cómo su concepto
puede registrarse, en cita documentada, veinte años antes de que lo hi-
ciera Arcadio Larrea6 y más de treinta aún con respecto a la descripción
original de El Solitario7.

Y, de otra, cuestión incluso de mayor trascendencia, pues si en ningu-


no de los supuestos citados podemos contar con la trascripción musical
de la copla, en el caso de las cantadas en la juerga del Tío Tremenda, si
aparecen, ¿inexplicablemente?, esos ¡ay! característicos de la caña con-
temporánea.

En cuanto al Ole8 advertir como precisa acompañamiento de palmas pro-


picias al punto de la danza, y se le asocia además a la picardía: se cantó
la caña, la picaresca o el ole. Y comprobar, así mismo, la bien medida
cuadratura de las composiciones propias para entrar en ritmo de baile.

38 3.- El autor del panfleto cavernario, establece en sus criterios la meridia-


na diferencia que existe entre los cantos del pueblo: seguirilla, caña, ole;
y las composiciones llamadas cultas: sonetos, odas, pues esas cosas no
pegan; porque ni se puen cantar ni nos corresponde a nosotros.

Y, a la vez, distingue entre estas coplas del folclore común y las circuns-
tanciales canciones patrióticas.

4.- Por estas crónicas sabemos también como, en este tiempo, a comien-
zos del siglo XIX, se usaban otros conceptos que, en sus frases, decían,
por ejemplo:
- Gorgearon como dos cisnes a estilo de boleras.
- Y ayuándose con las palmas les cantó estas corraleras.
- Solearon un fandango rasgueao con palillos y zambomba.
- Pero sin perder el compás.
- Fue un jaleillo probe; porque como fue de repente no hubo tiempo para
otra cosa9.

5.- Con estos y otros muchos más testimonios poéticos habidos, bien es
cierto que puede lograrse corpus documental suficiente para hacer un
¿Se sabe algo?

estudio de coplas patrióticas, como demandaba Demófilo en su colec-


ción de cantares10.

6.- Obsérvense especialmente los tercetos del último artículo, también


llamadas coplas, y se verá, como en algunos casos, son modelos perfec-
tos, de fondo y forma, para soleares de idéntica medida. Verbi gracia:

Tristemente voy pagando


En premio de mis locuras
Las duras y las maduras.

39
José Luis Ortiz Nuevo

NOTAS

l. El Tío Tremenda. Sevilla 1812/13. En muy buen estado se conservan dos


volúmenes en octavo, en la Hemeroteca Municipal de Madrid.

2. Escenas andaluzas, bizarrías de la tierra, alardes de toros, rasgos populares,


cuadros de costumbres y artículos varios, que de tal y cual materia, ahora y en-
tonces, aquí y acullá y por diverso son y compás, aunque siempre por lo español
y castizo, ha dado a la estampa “El Solitario”, nuevamente ahora reducidas a
un cuerpo y compilación enriquecida con mucho de lo nuevo y de inédito por el
cuidado y esmero de algún aficionado. Edición adornada con 125 dibujos de
D. F. Lameyer. Madrid, 1847.

3. Tal como ocurre en esta frase, se ha respetado siempre la redacción


original de las palabras según fueron publicadas habiéndose actualizado
únicamente la acentuación.

4. Ver l’ahí, en 1812 ya se bailaban “corraleras”.

5. Al comenzar el año de 1812, los reveses de los ejércitos franceses en


40 Extremadura y los escasos adelantos en la alta Cataluña, se compensaban
con los éxitos de Suchet en Levante. Pero la guerra de Rusia, como la de
Austria de 1809, obligó a Napoleón a debilitar sus fuerzas de la Península.
En junio, Wellington toma la ofensiva y emprende un movimiento sobre
Burgos desde la frontera lusitana. Cerca de Salamanca, en el lugar llama-
do de los Arapiles, se entabló una gran batalla, cuyo resultado fue, como
es sabido, la derrota de los franceses.

Cuando en Sevilla se tuvo noticia de la victoria, cuentan las crónicas que


el pueblo fue incapaz de reprimir la alegría. Soult comenzó a disponer la
evacuación de Sevilla y, sólo unas horas después de levantado el sitio de
Cádiz (24 de agosto), las águilas francesas abandonaban la ciudad del Be-
tis, tras treinta y un meses de ocupación.

El regocijo de Sevilla al verse liberada fue inmenso. Sus habitantes celebra-


ron la marcha de los franceses con luminarias, repiques, música, solemnes
rosarios, etc. De la repercusión del acontecimiento en los vecinos da idea
el gran número de composiciones en verso y prosa en que los sevillanos
derrocharon su ingenio e ironía, con sátiras de sucesos y personajes de la
ocupación:
¿Se sabe algo?

“Vivan los sevillanos,


porque han sabido
derrotar a los franceses
con heroísmo...
Vivan los sevillanos
y el general Cruz
y mueran los franceses
y el mariscal Soult”.

José Manuel Cuenca Toribio. HISTORIA DE SEVILLA V. DEL ANTIGUO


AL NUEVO REGIMEN. Universidad de Sevilla. Colección de Bolsillo. 2ª
Ed. Sevilla. 1979. Págs. 39 y 40.

6. “Cronología documentada de los Cantes Flamencos” en Arcadio La-


rrea. EL FLAMENCO EN SU RAÍZ . Editora Nacional. Madrid. 1974.
Pág. 251.

7. “Los cantadores andaluces que por ley general lo son la gente de a ca-
ballo y del camino, dan la primera palma a los que sobresalen en la Caña ,
porque viéndose obligados a apurar el canto, como ellos dicen, o es pre-
ciso que tengan mucho pecho o facultades, o que pronto den al traste y se
desluzcan”. El Solitatío, Ob. cit. Escena: Un baile en Triana . Edición con- 41
sultada: DOS ESCENAS FLAMENCAS . Virgilio Márquez Editor. Córdo-
ba, 1984. Pág. 17.

8. “Con el Jaleo y el ole


las muchachas de hoy en día
se lo dicen a los hombres”.

Antonio Machado y Álvarez. Demófilo. De soledades (Escritos Flamencos,


1879) . Ediciones Demófilo. Córdoba, 1982. Pág. 39. Tanto uno como otro
son cante y baile, de género festivo, que se citan como antecedentes de la
soleá.

9. Así se le llamaba cuando la fiesta no contaba con la presencia de artistas


profesionales.

l0. “Hay multitud de romances y canciones e himnos patrióticos conme-


morativos, como es esta seguidilla, de la desgraciada muerte de los íncli-
tos liberales Riego y Torrijos (Doblaron las campanas/ E San Juan e Dios/
Como mataron a Torrijo er baliente/ ¡Miren qué doló!)...

...lmportantísimo sería un estudio de las canciones patrióticas de prin-


cipios de siglo, donde se conservan las más hermosas páginas de los al-
bores de nuestra regeneración política, aún por desgracia, no realizada
por completo. “Antonio Machado y Álvarez Demófilo. Colección de Cantes
Flamencos recogidos y anotados por. Edición consultada: Ediciones De-
mófilo. Madrid, 1975, págs. 117 y 118.

42
III. ESPACIOS DE ARTE
REUNIÓN GENERAL DE DANZAS
Escuelas de Bailes.- Varios establecimientos de este género existen en
Sevilla, pero los principales son dos, uno situado en la calle Trajano y
el otro en la de Tarifa. Los dos son bastante espaciosos y en ellos se dan
con frecuencia bailes del país con todos sus accesorios característicos y a
los cuales concurren muchos extranjeros deseosos de conocer unas cos-
tumbres que van desapareciendo a impulsos de la moderna civilización.
1
Guía de Sevilla de 1865

Cuando la guía de la ciudad publica esta información en torno de las Escuelas


de Baile que en Sevilla existen, una de ellas cuenta, por lo menos, veinte años
de edad. Lo atestigua el diario EL PORVENIR en su edición de 14 de julio de
1850, al señalar: La academia de Don Miguel Barrera, situada en la calle Tarifa,
es uno de los establecimientos coreográficos de más nombradía que tiene la ca-
pital. Harto han dicho los periódicos, de cinco años a esta parte, celebrando las
funciones que se han dado en esta academia. 45

1850

De este lustro inaugural no se tienen, por ahora, más noticias. En la primavera


de 1850, exactamente el día 8 de abril, EL PORVENIR recoge, en su sección
publicitaria, un anuncio del centro que dirige Don Manuel Barrera en la calle
2, 3
Pasión junto al Anfiteatro. Será el primero de una larga serie, ampliada en ga-
cetillas, que proporciona riquísima documentación, verdaderamente extraor-
dinaria, para el conocimiento de las actividades que tuvieron lugar y tiempo en
estas academias. Fuente principal para averiguar con cierta precisión pasajes
ignorados, ocultos, en la historia del flamenco.

Y, desde un principio, el manantial surte revelaciones preciosas. Así, por ejem-


plo, las dos notas que siguen, publicadas los días. 14 y 16 de abril:

Baile.- Anoche hubo ensayos públicos en la acreditada academia que di-


rige D. Miguel Barrera calle Tarifa Núm. 1, al que asistieron las mejores
discípulas de dicho director y aficionadas de esta ciudad. Además de los
bailes nacionales, se bailaron por varias parejas, los panaderos, el Vito y
jaleo de Cádiz, cantado y tocado a la guitarra.
José Luis Ortiz Nuevo

Bailes.- En la acreditada academia situada calle de Pasión junto a el Anfi-


teatro, hay hoy martes ensayo público de bailes nacionales, al que asisti-
rán las mejores boleras de esta ciudad, bailándose los panaderos y el vito,
jaleos de Cádiz cantado y tocado a la guitarra, dando principio a las 9 de la
noche, bailándose además el tango de los negros.
El director de dicha academia ha dispuesto dar baile en los tres días de
feria, para cuyo efecto ha ensayado muchos y variados bailes nuevos por
varias parejas, vistiéndose tanto las señoras como los caballeros, con los
trajes que requiera cada baile, estando el salón iluminado, los que darán
4
principio a las 9 de la noche .

Huellas de prácticas habituales, repetidas por el año entero, a modo de convocato-


rias para la diversión y el aprendizaje. Un mundo viejo de folclores que se acade-
miza y somete a las reglas de la creación. O la realidad configurando el deseo de
danzas populares, vivas. Para que continúe la fiesta y se ensanche el horizonte,
ya sea con las seguidillas o con los rigodones:

Bailes.- En la acreditada academia situada calle de Pasión junto al Anfi-


teatro empiezan los ensayos públicos de bailes nacionales desde el sába-
do próximo, al que asisten las mejores boleras y discípulas del director,
bailándose además de los bailes nacionales los de jaleos conocidos por el
46 Vito, los Panaderos, seguidillas gitanas acompañadas de cante y guitarra,
y los bailes de sociedad empezarán desde el primer domingo de noviem-
bre. El director de dicha academia da lecciones tanto de bailes nacionales
como de sociedad en su casa y en casas particulares, haciéndolo también
presente a los directores o directoras de los colegios de educación de esta
ciudad.
Los que se suscriban para los bailes de los sábados pagarán 10 rs. al mes,
y para los domingos 12 rs. La entrada para ambos será de 4 rs. Dándose
5
principio los sábados a las 9 de la noche .

Tal es la clara evidencia de estos ámbitos que, coetáneamente a la publicación


6
de las famosas Escenas Andaluzas de Estébanez Calderón, requerían riguroso
aprendizaje de danzas, llamadas entonces nacionales o del país y también di-
chas del jaleo; lo que demuestra, en tan temprana hora, la existencia de una re-
flexión teórica suficiente y arraigada en torno de lo natural de la tierra, propicia
a la vez para el divertimento, los gozos y el comercio, en camino de prácticas de
un trabajo profesional, a la vera de la afición que lo disfruta.

Y aún más señales. De primer orden la preeminencia sustancial de los bailes. En


ese momento se destaca que cantes y toques son, exactamente, para acompa-
ñar. Ver l’ahí, el 9 de noviembre, en Pasión: Bailándose los Panaderos, el Vito,
¿Se sabe algo?

Jaleos de Cádiz, acompañados de canciones a la gitana. Y en Tarifa: Además de


los bailes de palillos se bailarán los jaleos, el vito y los panaderos cantados y
acompañados con la guitarra.

1851

Nada más comenzar el año nuevo historias de interés se significan. Suceden en


la academia de D. Manuel. El 11 de enero el anuncio precisa que están convi-
dados los mejores cantadores con el fin de acompañar los bailes el Vito y Pana-
deros. Y el 18 un nombre singular se asoma a la galería: Para mayor diversión
acompañará los bailes de jaleos con sus cantes el afamado cantador y bailador
7
de la Isla conocido por el Santolio. Y el 3 de abril otro detalle fehaciente en
orden a la advertida gradación de los géneros del arte: Se bailarán toda clase
de bailes, alternándolos de Jaleos acompañados estos de cante por los mejores
aficionados de esta ciudad.

El juego está servido. Sevilla se recrea velando sus armas predilectas a compás
del ritmo. Y baila. Ni siquiera las calores pesan:

Recreo andaluz.- Para los que asisten a esos ratos que nos ofrecen con sus
discípulos los maestros de bailes nacionales, cuentan esta noche con uno 47
de placer en la academia que don Manuel de la Barrera tiene en el local
situado en la calle de Pasión, pues sabemos que hay lección, en la que
tomarán parte las conocidas boleras de la tierra. (18 de junio)

***

Función del país.- No obstante de lo tibia que está la estación, aún con-
tinúan en boga los ensayos que las sílfides andaluzas celebran algunas
noches en el salón de la calle Pasión, bajo la dirección de don Manuel de
la Barrera. Esta noche concurrirán las hijas del país a estudiar, como de
costumbre, los graciosos bailes de carácter andaluz. En cuanto a los de
don Miguel de la Barrera, suspensos por falta de local, parece que pronto
abrirá el nuevo salón para recreo de los aficionados. (9 de agosto)

***

Academia de baile.- D. Miguel de la Barrera, director que ha sido de va-


rias academias de baile, y que últimamente lo era de la situada en el salón
de la calle Tarifa núm. 1 tiene el honor de anunciar al público que el 28
del actual abrirá una en la calle de Trajano que será reconocida por el
título de SALÓN DE ORIENTE.
José Luis Ortiz Nuevo

El director deseoso de presentar al público sevillano un local decente y


a propósito no sólo para reuniones de baile sino también filarmónicas o
de otra cualquier especie, no ha omitido gastos de ninguna clase y tiene
la satisfacción de poder ofrecer un salón como hasta la presente no se ha
visto en esta capital y que en su clase pueda rivalizar tanto con los exis-
tentes en la Península como en el extranjero.
Para solemnizar la apertura, como asimismo para que sus muchos discí-
pulos puedan examinar la certeza de cuanto queda dicho, el director ha
dispuesto que en el citado día 28 un magnífico baile de sociedad el cual
será de convite, por cuya razón suplica a cualquiera de sus amigos o dis-
cípulos a quien no se le haya mandado el oportuno billete; se sirva pasar
por el indicado salón el día 27 en donde le será entregado advirtiéndose
que no se dejará entrar a ninguna persona que no presente la correspon-
diente entrada. (25 de septiembre)

En efecto, la academia de todos los bailes de alguna manera se transforma y


8
convierte en Salón a partir de ahora en adelante. Siendo lo mismo otro concep-
to la señala. Más que lo didáctico primará la razón social del espectáculo. Lugar
de encuentros también para quienes miran y contemplan lo que otros ejecutan.
Centro de reuniones públicas y además patria singular de lo flamenco hacién-
dose. Las danzas son ahora motor de inducción, energía que aviva los fuegos
48 del arte; uncidas bajo puente de plata señas de lo antiguo y de lo nuevo.

1852

En el camino, este año únicamente sería propicio a don Miguel establecido en


9
el Oriente. Los anuncios sólo recogen la presencia activa de su salón en mar-
cha, y dos gacetillas lo confirman:

Salón de baile Oriente.- Hoy a la hora acostumbrada, se repiten en este


hermoso salón, los nacionales o de palillos, bajo la dirección de su direc-
tor y propietario don Miguel Barrera.
El último que se dio y al que tuvimos el gusto de asistir estuvo muy
concurrido de nacionales y extranjeros, y entre estos algunas señoras in-
glesas que estaban muy complacidas, admirando los trajes y movimien-
10
tos graciosos de nuestras boleras . Lo que más les llamó la atención, y a
nosotros nos agradó mucho, fue la niña Catalina León en el baile de la
Malagueña y el Inglés, que ejecutó con gracia y soltura: así mismo la joven
Dolores Olier en el Jaleo y Panaderos estuvo seductora por la graciosa
elegancia y compostura con que sabe conciliar los movimientos volup-
tuosos de estos bailes; la Josefa Grande, en los que bailó dio a conocer su
¿Se sabe algo?

aplicación y adelantos en el arte coreográfico. Todos a porfía procuraron


esmerarse y complacer al público espectador de tantas gracias y “sal An-
daluza”.
Extráñanos no ver entre las “sílfides pedestres” a las jóvenes Amparo Ál-
varez, Amalia Rojo y Enriqueta Gil, tan celebradas por sus conocimientos
y gracias en esta clase de bailes nacionales, sintiendo sea la causa de esta
ausencia ciertas rivalidades pueriles, nacidas en el “Purgatorio” de aquel
local, que debía haber zanjado la dirección para no privar al público afi-
cionado de ciertos bailes; el de hoy nos dirá si han llegado a tiempo y
servido estas reflexiones en el ánimo del Sr. Barrera, que tan propicio se
muestra para agradar al público que le favorece con su semanal asisten-
cia. (22 de mayo)

***

Salón de baile de Oriente.- La noche del jueves último asistimos a los


bailes de sociedad y nacionales, o de palillos, en este bonito y grandioso
salón. Nos gustó este potpurrí, en que agradaron más, nuestras seducto-
ras boleras, con sus voluptuosos y ágiles movimientos, arrancando mu-
chos y merecidos aplausos. La Jota Valenciana, bailada por las niñas hijas
del director don Manuel Barrera, gustaron como siempre, y recibieron
las ovaciones a que se hicieron acreedoras en ésta y en los Panaderos,
49
así como la joven Dolores Portillo, con la elegancia y aire marcial que la
caracteriza, en el Vito consiguió iguales triunfos, y se hizo acreedora a
la deferencia con que fue tratada por sus compatricios. Sin embargo de
no haber esta noche ningún hijo de San Luis, ni de la poderosa Albión,
nuestras graciosas boleras no encontraron la generosidad que aquellos
muestran, cuando les arrojan el pañuelo o sombrero en los bailes que
ll
ejecutan . (12 de junio)

1853

Registra el año 1853 un notable crecimiento en la difusión de los bailes por mor
de academias. Su día primero estrena un nuevo establecimiento. Lo dirigen doña
12
Amparo Álvarez y, ¡cómo no!, don Manuel de la Barrera . Ella es bolera de
postín, a quien los tiempos futuros conocerán como LA CAMPANERA. Don
Manuel continúa buscando sitio tras una temporada en la que había vuelto a
colaborar con su hermano Miguel en el afianzamiento del Salón de Oriente.

Por febrero se anuncia otro y distinto, dicho salón de los Descalzos, bajo la
dirección de Don Félix Moreno, maestro de bailes de los teatros de la capital,
y en donde se practican también bailes del país. Diríase que entonces eran de
moda.
José Luis Ortiz Nuevo

Profusamente aparecen en el periódico convocatorias para los fines de semana.


Los hermanos Barrera vuelven a estar en competencia. En alta voz pregonan
su hermosa mercancía:

Bailes del País.- El Director del Salón de Oriente situado en la calle de


Trajano (antes del Puerco) pone en conocimiento de los aficionados, por
si gustan concurrir, que esta noche habrá una gran función de bailes na-
cionales o de palillos, al que asistirán las mejores discípulas y aficiona-
das de esta capital, y entre ellas la tan aplaudida primera bolera señorita
doña Josefa Moreno, que tanto ha gustado en los bailes que se han dado
anteriormente en dicho salón, dando principio a las nueve, y concluyen-
do a las doce con los jaleos andaluces y seguidillas gitanas por la citada
señorita Moreno, en los que tanto se distingue por la finura y precisión
con que los ejecuta. (28 de junio)

Verdaderamente preciosa gacetilla. Emblemática de una circunstancia clave.


La fusión de la danza bolera con ese otro mundo de “jaleos andaluces” y “se-
guidillas gitanas”. Naturaleza esencial del género flamenco en germen. Tarea
de mestizaje. Los ritos, los ritmos, los desplantes. De una a otra escuela discu-
rren mensajes por los ojos abiertos, las bocas y las manos y los cuerpos de la
belleza:
50 En la nueva y acreditada academia de bailes que han establecido en la
calle de los Conteros número 14 doña Amparo Álvarez y don Manuel Ba-
rrera, habrá ensayo de bailes nacionales como de costumbre hoy sábado,
al que asisten todas las discípulas y las mejores boleras de esta capital.
Para mayor comodidad de los concurrentes los bailes se ejecutarán en un
magnífico patio elegantemente adornado; en los intermedios de los bai-
les la señorita Álvarez cantará acompañándose con la guitarra diferentes
canciones andaluzas.
El ensayo dará principio a las diez en punto de la noche. (2 de julio)

¿Cuáles serían esas canciones? ¿Por dónde los ecos? Las puertas del conoci-
miento suelen descubrir incógnitas sucesivas ¿Quién sería el artista anunciado
en la academia de la calle Conteros, el 7 de septiembre?. De él se dijo: Para ma-
yor diversión los bailes de jaleo serán acompañados por un famoso aficionado
13
de Cádiz cantándolos a la guitarra .

En noviembre hay ruptura: La Campanera y don Manuel se separan. El nuevo


salón tiene un nombre por completo a propósito: LA AURORA, y lo regenta
en solitario doña Amparo. Se anuncia por vez primera el día 9, y a partir de
entonces comparte publicidad con el imperturbable ORIENTE. La víspera de la
Purísima comunica razón de bailes:
¿Se sabe algo?

BAILES DEL PAÍS.- En el elegante salón de la Aurora, que bajo la di-


rección de doña Amparo Álvarez se ha establecido en la calle de la Pla-
14
ta número 4 , habrá hoy miércoles ensayo de bailes nacionales, al que
asisten todas sus discípulas y las mejores boleras de esta capital, en el
que además de los bailes acostumbrados se ejecutarán el Polo de la Con-
trabandista, la Sal de Andalucía, la Jota Valenciana, la Malagueña y el
Torero por la señora Barrios, la Madrileña por la señora Álvarez. (7 de
diciembre)

1854

Amanece 1854 con los dos principales salones de Oriente y Aurora en ejercicio,
abiertos; y el Manuel de los Barrera nuevamente a la espera de destino, aunque
l5
ya por poco tiempo pues ha de lograr hogaño local estable . Aún con los fríos
y alomejor por ellos la voluntad de creación se solivianta y he aquí lo insólito,
sucediendo por obra y causa del talento:

En el hermoso y extenso salón de Oriente... además de los bailes de cos-


tumbre se bailará un capricho de bailes nacionales sacado de la ópera
Rigoletto, y además una Rondeña acompañada de la guitarra y cantada
por un aficionado conocido por Rafael, dando principio a las nueve en 51
l6
punto de la noche . (21 de enero)

Si bien no eran llegadas todavía las horas de los escándalos mayores, precau-
ciones se debieron tomar para defender el buen nombre de la casa en territorio
tan dado a rigores; esa intolerancia madre de la inquisición otro sí contraria de
la carne:

Continuarán los bailes de palillos todos los sábados, donde asisten las
mejores parejas de esta capital, reinando el mayor orden y decencia,
como se tiene acreditado. (11 de marzo)

De manera que la tradición, labrada como herencia de crótalos sonoros, cada


víspera de fiesta se fija, se afianza y se renueva. Y en el Oriente:

Se bailarán los nuevamente ensayados, como también los de jaleo, acom-


pañándolos la guitarra, los cuales serán ejecutados por las señoritas Ma-
ría Barrios, Rosario Granados, Dolores Ruíz, Enriqueta Bartus, Salud
Granados y Pepita Barrios. (3 de junio)

Marco y seña de criaturas dispuestas a la consagración de danzas dichosamen-


te propias, como dichosa de puro júbilo debió de ser, por fin, la noche del 19 de
José Luis Ortiz Nuevo

junio, para don Manuel de la Barrera, al cabo de los años y después de tantos
trotes, un sitio fijo, un salón sólo para él y sus discípulos, como un sueño cum-
plido que llamó EL RECREO:

Baile.- Don Manuel de la Barrera, director y maestro de bailes de esta


capital, pone en conocimiento de los aficionados que desde el lunes 19 el
corriente queda abierta su nueva academia que ha establecido en la calle
de Tarifa núm. 1, donde enseñará toda clase de bailes, tanto de sociedad
como nacionales.
Las horas de academia serán de ocho a once de la noche. Las personas
que no puedan concurrir a dicha hora, podrán hacerlo de día, convinién-
dose antes con dicho director.
También dará lecciones reservadas en las casas de los discípulos que las
l7
solicitaren . (19 de junio)

Tres eran tres los salones con academia. Con nombres de verdad sencillos y
preciosos: DE ORIENTE, LA AURORA y EL RECREO, para significar, con fi-
nura, que quienes dirigían los establecimientos eran personas limpias y suma-
mente bondadosas. Rastros de serenidad en años turbulentos, aquejados de
pestes, mezquindades, inundaciones, hambrunas y pronunciamientos todavía
52 más cerriles, atravesados de guerras fraternas, bárbaras, sumamente inciviles.

Por el invierno, LA AURORA resplandece y se presenta en vanguardia de no-


vedades:

Bailándose el jaleo de la Macarena, un jaleo nuevo sacado de a zarzue-


la El Marqués de Caravaca, el Ole de la Curra y el de la Esmeralda, la
Madrileña, los Panaderos, concluyendo con los jaleos andaluces (4 de
noviembre).

***

Bajo la dirección de doña Amparo Álvarez habrá esta noche una gran
función de bailes nacionales y de palillos, a la que asistirán, además de
sus discípulas, las mejores boleras de esta capital, como son las muy co-
nocidas señoritas Josefa Moreno, Mercedes Rodríguez y la muy distin-
guida Campanera, por las que se bailarán diferentes bailes andaluces, los
más modernos, dando principio a las ocho (18 de noviembre).
¿Se sabe algo?

1855

Cuando dobla por su mitad la década el panorama de las enseñanzas del baile
está formalizado. No obstante, el año presenciará el fin del salón La Aurora,
aún en estado de infancia. Quedan los hermanos Barrera como dueños de la
situación, a la vez que se perfilan hábitos, reparto de costumbres según las
18
estaciones del tiempo .

Así, por enero, dictan los usos bailes de máscaras que se prolongarán hasta el
Domingo de Piñata. En feria alternan juntos los de sociedad y palillos. Con el
calor se descansa en el Oriente, que vuelve a abrir sus puertas en otoño. Y sigue
la rueda su curso, con cierta monotonía, al menos en lo que a reflejos en prensa
se refiere. Ni nombres de gentes ni de danzas, la rutina apenas de anuncios que
pregonan acreditación y elegancia de los salones.

Puede hablarse de un año aburrido, intrascendente, en las academias. Pero no


sólo de ellas viven los hombres y las mujeres del arte. Hay otras instancias,
como por ejemplo los teatros: En pleno verano del 55 dicen los papeles que
en el Principal se presentará el melodrama en cinco actos titulado La berlina
del emigrado, al que seguirá el Rumbo Macareno, en el que la señorita Sojuela
19
bailará la Soleá .
53
1856

La historia del 56 contempla argumento parecido. Definitivamente solos don


Manuel y don Miguel en sus negocios como maestros principales. Sin embargo
no debe pensarse en situación de calma agónica. Muy por el contrario se está al
cabo de una transición fecunda. Las apariencias engañan.

Atiendan:

Bailes del País.- En el acreditado y elegante salón del Recreo que tiene
establecido don Manuel de la Barrera en la calle Tarifa, núm. l. habrá hoy
sábado ensayo extraordinario de bailes nacionales o de palillos, al que
asisten además de las discípulas las mejores boleras de esta capital, y
además un cuarteto compuesto de dos gitanas y cantadores y tocadores
de guitarra de los más afamados. Dará principio a las nueve en punto. (6
de diciembre)

En efecto: gitanos a escena. Con anterioridad habíamos visto como apellidaban


seguidillas, señalado canciones, pero nunca, como ahora, ellos o ellas mismas
protagonistas eran de la noticia.
José Luis Ortiz Nuevo

El “cuarteto” nos proporciona aún más datos para comprobar la veracidad de


la fusión y los encuentros. De Triana vienen, atravesando el puente de hierro,
recién hecho. De Triana donde, por estos años, La Andonda y el Fillo y Tomás
el Nitri viven, en Triana. Además se significa que eran los hombres del grupo
quienes cantaban y tocaban.
20
Y otra oportuna reflexión: la leyenda de la época hermética a eso se reduce:
idílica leyenda de orden religioso, enteramente bíblica, como Adán y Eva antes
de salir del paraíso.

1857

A lo primero eran las máscaras, incluso venían desde el diciembre anterior


buscando los confines del carnaval. Luego, otra vez los nacionales:

Bailes del País.- En la calle de Tarifa número 1, habrá mañana sábado en-
sayo extraordinario de bailes nacionales o de palillos, los que suspendi-
dos por los de máscaras vuelven a ejecutarse a petición de los discípulos,
habiendo conseguido que don Francisco Vázquez, director del cuerpo
coreográfico de los teatros de esta capital, arregle y ensaye los nuevos
21
54 bailes que se han de ejecutar y vestidos con sus trajes correspondientes .
(21 de marzo)

A todas luces razón evidente de espectáculo. La exhibición como bandera. He


aquí como se conquista plaza para un arte en compostura. Y los gitanos pintan
de color las noches calientes de la primavera:

18 de abril
Para mayor distracción de los concurrentes asistirán varias gitanas de las
más salerosas en unión de cantadores de los más afamados. (Oriente)
Para mayor diversión de los concurrentes asistirán varias gitanas y can-
tadores de los más afamados. (Recreo)

***

25 de abril
Y además los de jaleo conocidos por los Panaderos y el Vito, acompaña-
dos con guitarra y cantadores a lo gitano de los más afamados. (Oriente)
Concluyendo dichos bailes con los de jaleo por gitanas y cantadores de
los más afamados. (Recreo)
¿Se sabe algo?

16 de mayo
Los de jaleo serán acompañados de guitarra y canto gitano. (Oriente)
Concluyendo dichos bailes con los de jaleo tocados y bailados por los
cantadores y gitanas de más fama. (Recreo)

Datos para la historia. Como para la mayor diversión o distracción o entrete-


nimiento de los concurrentes entran en estas academias las gitanas, adorables,
salerosas gitanas, Así lo señaló la crónica, mejor dicho publicidad, en un perió-
dico de Sevilla cuando se era por 1857.

De entonces son cuatro gacetillas cabales. Sólo que no refieren para nada a la
gitanería. Gloria y luz de los bailes boleros:

Recreos públicos.- El director del salón de Oriente inaugura el sábado


próximo la temporada de invierno para los bailes nacionales o vulgar-
mente llamados de palillos. Concurrirán, según nos manifiesta, buenas
parejas de boleros, entre los que cuenta a doña Amparo Álvarez, doña
Carmen Pérez, y las hermanas doña Rosario y doña Salud Granados, to-
das discípulas del director y que gozan de generales simpatías por su
gracia y habilidad. El atractivo que tienen estos bailes en Sevilla, lo her-
moso del local, la oportunidad de la estación y sobre todo el lícito solaz
que proporciona una diversión tan agradable, prometen crecida concu- 55
rrencia, que nosotros por nuestra parte deseamos, en obsequio de este
profesor. (25 de septiembre)

***

Dicho y hecho.- La inauguración de la temporada de invierno para los


bailes del país en el salón de Oriente, verificada el sábado anterior, fue
tan animada, concurrida y alegre como con razón se esperaba. Asistie-
ron todas las boleras que dijimos, y el rato que se tuvo fue de verdadero
solaz y pasatiempo. Hoy, con ocasión de ser los días del director don
Miguel Barrera, habrá otro baile, extraordinario en todo, pues alternando
la sociedad con los palillos, se procurará dar a esta función toda la ame-
nidad que requiere el motivo que la proporciona. La galantería del señor
Barrera es muy apreciable, y no faltarán muchas personas que procuren
aprovecharla. (29 de septiembre)

***

De lo vivo a lo pintado.- La reunión del martes en el salón de Oriente


excedió a nuestras esperanzas, fue de lo más concurrido, grato y anima-
José Luis Ortiz Nuevo

do que hemos visto en este local. Siete parejas de boleros, canciones del
país, y alternativamente bailes serios, o llamados de sociedad, ameniza-
ron aquello de tal suerte, que sobre el orden y gusto que reinaban, no es
muy fácil encontrar un rato hoy en Sevilla donde se disfrute más placer.
Felicitamos al director por su oportuna galantería y le pronosticamos una
excelente temporada de continuar su establecimiento bajo el pie brillante
en que lo tiene y que atrae sucesivamente mayor número de aficionados.
Nuestros graciosos bailes nacionales, casi ahuyentados del teatro, se van
refugiando en estas especiales reuniones: allí los irá a buscar nuestra afi-
ción a ellos, y allí ofrecerán el atractivo que no perderán nunca de seguro
ni para los propios ni para los extraños. (1 de octubre)

***

Allá iré yo.- Sabemos que mañana jueves se dará en el salón de Oriente
otro baile tan concurrido y agradable como el del día de San Miguel. Su
director, que no pierde ocasión de agradar al selecto público que se esme-
ra en favorecerlo, ha tenido a bien acceder a los deseos de numerosos afi-
cionados, que apetecen que tan brillante rato se repita, por la satisfacción
y complacencia que el referido les causara. Al efecto se seguirá el mismo
orden que en aquel, alternando los bailes de sociedad con los de palillos y
56 concurriendo las propias parejas de boleros que tanto los alegran y ame-
nizan. (7 de octubre)

Según se ha podido comprobar juegan las academias papel fundamental en la


vertebración definitiva del género. Y lo hacen a dos vertientes: de un lado como
lugar propicio para el aprendizaje de las reglas del arte, y, de otro, como centro
22
difusor, foco de animación, espacio reservado a la afición creciente .

Decía, a este particular, una de las gacetillas anteriores, que los salones eran
refugio para los bailes naturales del país, “casi ahuyentados del teatro”. Y su-
cedió que estos centros, nacidos casi con la exclusiva, o al menos prioritaria,
idea de ser institutos de formación para nutrir los cuerpos coreográficos de las
compañías teatrales, fueron adquiriendo por si mismos patente para la exhibi-
ción y los disfrutes.

Y es del todo claro, manifiestamente claro, a pesar de cuanto, sin documenta-


ción, se ha escrito, que en esta época no hay todavía cafés cantantes ni rastro
que se le parezca, y lo uniquito, junto con los teatros y las tabernas y los patios
de la Cava trianera, que huele a flamenco, aunque sea en ciernes, son estas aca-
demias, salones de baile.
¿Se sabe algo?

1858

Año sin relieve. Actividad normal y abundante según las notas de publicidad
que cada semana recoge EL PORVENIR, y también LA ANDALUCÍA, un pe-
23
riódico nuevo que en Sevilla se edita .

A los salones continúan asistiendo las gitanas y cantadores de los de más fama.
El 23 de enero se anuncia en el Recreo extraordinario baile de palillos para fes-
tejar el feliz natalicio del príncipe de Asturias.

Como testigo véase la siguiente gacetilla, la mar de placentera:

Bailes nacionales.- Según el anuncio que insertamos en la parte corres-


pondiente, el salón de Oriente, calle Trajano, vuelve a inaugurar esta no-
che sus afamados bailes de palillos. Como en ellos han de tomar parte
la graciosa Plácida Alcaraz, tan aplaudida ya en Sevilla, y la no menos
simpática Amparo Álvarez; suponemos que serán aquellos tan amenos,
cuanto corresponde al renombre que de antiguo tienen adquirido, y que
atraerán según costumbre una selecta concurrencia, pues en nuestro país
cada vez es más pronunciada la afición a estos característicos espectácu-
los. (6 de marzo)
57

1859

Trae el 59 novedades. Variables de uso para el prestigioso salón de Oriente que,


sin previo aviso, se convertirá en teatro. No ha hecho más que comenzar el año
y ya se advierte la voluntad de cambio:

Nuevo teatro.- En el local que antes ocupara el salón de bailes llamado de


Oriente situado en la calle Trajano acaba de construirse un teatro, capaz
como para quinientas personas, y el cual se estrenará muy en breve por
una compañía traída al efecto por la empresa que ha llevado a cabo el
pensamiento de la construcción de ese teatro, cuyos adornos y decora-
ciones son completamente nuevos y pintados al efecto por el escenógrafo
señor Montesinos (hijo) de cuyo pincel tenemos algunas muestras en el
teatro de San Fernando. Al mismo tiempo hemos oído decir que algunos
jóvenes aficionados han formado sociedad, proponiéndose dar también
varias funciones de este género. Por lo visto, el invierno se presenta ani-
mado. (2 de enero)

Un mes más tarde se hace realidad el proyecto. Al informar del hecho se advier-
José Luis Ortiz Nuevo

te, en la diminuta gacetilla, un cierto desapego por la situación nueva, como si


pesara la nostalgia, recuerdos del salón espléndido.

Teatro.- Anoche se inauguró por una compañía de aficionados el teatro


construido en el salón de Oriente por su director don Miguel de la Ba-
rrera y Quintana. Nos dicen que el drama elegido fue El arte de hacer
24
fortuna. No podemos hablar de su ejecución porque no concurrimos . (6
de febrero)

A lo que parece no sólo es que faltara a los estrenos el gacetillero, sino que el
personal hacía lo propio en las demás funciones. Algo de esto debió ocurrir
pues enseguida, el 25 de marzo, vuelven los anuncios del salón a manifestarse
por sus antiguos fueros: Todos los sábados habrá ensayos públicos de bailes
nacionales.

Entre tanto el Recreo persiste lúcidamente en su actividad y, un día después


que se reabra Oriente, anuncia a La Campanera: recién llegada de Gibraltar que
por primera vez asiste esta temporada.

Al ser feria sus renombrados bríos se comunican así a los públicos:

58 Bailes de sociedad y de los nacionales o de palillos para los tres días de


feria.- Todas las noches de nueve a once tendrán lugar los de sociedad,
y desde esa hora en adelante los nacionales o de palillos, al que asisten
todas las discípulas del director, en unión de las mejores boleras de esta
capital. También asistirán varias gitanas y cantadores de los de más fama
para acompañar los bailes conocidos por los panaderos de Cádiz, Zapa-
teado, Vito y Jaleo, con los que terminará dicha función todas las noches.
(25 de abril)

Por su parte don Miguel guarda las advertencias para la temporada de otoño
y previene a los caballeros que gusten asistir que no serán molestados por las
boleras arrojándoles pañuelos con objeto de que las regalen; cuyo abuso tiene
25
prohibido el director del establecimiento . (1 de octubre)

Durante estos meses la competencia se habrá extendido a las primeras figuras


del baile, de manera que en Oriente lucirá sus habilidades doña Josefa Moreno
y en Recreo hará lo propio doña Amparo Álvarez. Cada maestro aumenta así
la razón de su reclamo tratando de conseguir para su salón el interés de los
aficionados.

En este punto, y una vez que se ha pasado revista al acontecer de las acade-
¿Se sabe algo?

mias-salones de baile en la década, quizá resulte conveniente, antes de conti-


nuar, una recapitulación siquiera esquemática de lo tratado:

Por los años cincuenta del siglo XIX funcionan en Sevilla centros de formación
para la danza, principalmente establecidos en las disciplinas de los bailes del
país, y en los cuales se enseñan y se exhiben pasos de escuela bolera alternan-
do con otros de carácter agitanado: El Vito, Jaleo de Cádiz, Panaderos, Tango de
Negros, Seguidillas Gitanas, Malagueñas, Jaleos Andaluces, Rondeña, Zapateado…
acompañados de canto y de guitarra que ejecutan las boleras más notables del país
a la vera de gitanas y cantadores de los de más fama.

En este tiempo y lugar la preeminencia corresponde al baile, siendo cantos y


toques elementos subsidiarios, de acompañamiento.

Son los salones institutos abiertos a otras secuencias de la fiesta: bailes de socie-
dad, de máscaras; espacios de encuentros múltiples y participativos.

Junto con los teatros son ámbitos preferenciales para la presentación de danzas
a modo de incipientes espectáculos que se anuncian como ensayos públicos.

Su dinámica ratifica la división social y el reparto de papeles: de un lado las bo-


leras, gitanas, cantadores, aficionados que ejecutan su arte con evidente dosis
de profesionalidad; y, de otro, las personas que asisten, previo pago, a presen- 59
ciar estos saraos.

1860

El amanecer de los sesenta suelta su voz con señas de reiteración que parecen
presagiar la crisis. Pequeños anuncios, de enero a diciembre, salvo en los meses
de verano que sólo funciona el centro de la calle Tarifa, llaman a la concurren-
cia para que asista a los nombrados salones de Oriente y del Recreo.

Mas cuando menos se espera salta la liebre: Una gacetilla del diario LA ANDA-
LUCÍA cambia por completo el panorama. Esta es su gracia:

Gaudeamus.- El sábado 29, día de San Miguel, lo celebra el director del


salón de Oriente don Miguel Barrera, con un baile por convite, al cual
asistirán los principales cantadores, las más famosas guillabaoras fla-
mencas y las boleras más notables en bailes del país, concurriendo tam-
bién las gitanas que tanta animación prestan a esta clase de bateos, con
sus bailes especiales y su inimitable gracia. La concurrencia al salón de
Oriente en la expresada noche, debe ser muy numerosa y compuesta de
personas escogidas por cuanto el Sr. Barrera no ha querido sino obse-
José Luis Ortiz Nuevo

quiar con esa función a sus amigos y favorecedores; distribuyendo entre


ellos los billetes de convite a fin de que el rato sea más ameno y se pase
26
una noche divertida en honor del glorioso santo del Sr. Barrera . (28 de
septiembre)

En efecto, la primera vez que en el nomenclátor de los salones de baile figuran


las palabras guillabaoras flamencas, lo que quiere decir, cantadoras gitanas.

Suceso de envergadura suficiente como para abrir un extenso paréntesis de


reflexión y aportar nuevos datos en torno de los usos del concepto recién estre-
nado. Sin dilación, vamos a ello:

Con anterioridad a la cita de referencia escasísimas son las ocasiones en las


que, por uno u otro motivo, comparece a los medios la palabra clave. Así, el 1
de agosto de 1850 se anuncia en EL PORVENIR la venta de una finca sita en
Tablada y que se llama La Flamenca. El 18 de octubre de 1856 se presenta en el
Teatro Principal el siguiente programa: A las siete y media de la noche.- Fun-
ción en beneficio de don Juan Ramírez.- El drama de gran espectáculo en seis
actos “D. Juan Tenorio”.- La flamenca, baile.- La comedia en un acto “El gas-
27
trónomo sin dinero”.- Dando fin con baile nacional.

60 Dos años más tarde, el 9 de mayo de 1858, LA ANDALUCÍA publica una cu-
riosa gacetilla nacida de don José Velázquez y Sánchez, cronista de la ciudad,
que por mor de las cruces de mayo dice:

La Cruz de Mayo.- A título de los festejos, con que se celebra el culto


del árbol santo donde se consumó la Redención humana, salen a cuestar
por esas calles niñas de agradable exterior, rapazillos con los trapitos de
cristianar, y mozalejas que traen a la memoria el proverbio: “detrás de la
Cruz está el diablo”.
Algo se resiste a suministrar recursos para funciones caseras, en donde
no es lícito recoger el fruto del donativo en el solaz de estas reuniones
“sui géneris”, en que la Cruz, iluminada y resplandeciente de bizarros
atavíos, preside a la tertulia; y se la obsequia cantando seguidillas sevi-
28
llanas, y bailando la mosca y el jaleo flamenco .

A propósito también de nuestro empeño léase este divertido chascarrillo:

Asno instruido.- Un sujeto recién venido de la feria de Antequera, nos ha


referido el lance que trasladamos a continuación:
Ponderaba un gitano flamenco de la raza más pura, las cualidades de una
jumenta que, en honor de la verdad, era lo mejor que según se dice, había
¿Se sabe algo?

visto en su vida entre esos que tanto sirven, y que tanto se apalean. No
sabiendo ya el gitano cómo escederse a si mismo, se le ocurrió decirle al
marchante con quien trataba:
- Compare, este es too un animá valiente, y ha aprendío tanto, que lee e
corrío.
- ¿Es verdad?
- Jaga osté una probatura.
El marchante colocó un papel escrito delante de los ojos de la jumenta, y
viendo que pasaba un rato y permanecía sin mover siquiera la comisura
de los labios, le dijo al gitano:
- Hombre, no lee.
- Sí lee, contestó aquel; solamente que no pronunsia.
(16 de septiembre de 1858)

Y esta irónica recomendación, tan pudorosa:

Negradas.- Hace una porción de tiempo que se presencian en las calles de


la culta Sevilla dos espectáculos a cual más decente, y a cual más digno
de llamar la atención de los delegados de la autoridad.
El primer espectáculo lo ofrece un negrazo que anda bailando la man-
61
duca, acompañándose de tales gestos, visiones y meneos, que no pocas
personas vuelven la cara a otro lado avergonzadas de presenciar tales y
tan grotescos ademanes. Queda recomendado.
El segundo espectáculo, lo ofrece una mujer que dentro de poco será ne-
gra, según el paso que va; especie de bayadera, de origen flamenco, como
lo es el de los cantos y danzas en que exhibe su agilidad, y cuya decencia
hace presumir si será mujer o conjunta persona del señor de la manduca.
Queda recomendada.
(LA ANDALUCÍA, 9 de junio de 1859)

O estas singulares anécdotas gastronómicas:

Escena flamenca.- El jueves en la noche, entraron en una buñolería tres


personas, que se comieron una libra de buñuelos, bebiendo cinco copas.
La buñolera, a pesar de la tarifa puesta por el Sr. Alcalde, les cobró 19
reales y entonces los marchantes dieron parte a un municipal, que acu-
diendo, hizo que aquella devolviese a la familia los nueve reales de más
que les había... cobrado.
En aquel momento pasábamos por allí, y oímos a la gitana que cuestiona-
ba sobre la devolución, estas palabras:
José Luis Ortiz Nuevo

-¡Ay! ¿quién ha sío la gitana que le ha dicho ar señó arcarde que una libra
e guñuelos vale cinco riales?
¡Qué fea y que negra será la endina! ¡No permitiera un Divé que se lleva-
ra una semanilla siquiera tajelando fulañí!
Pero entre dichos y maldiciones, aprontó los nueve reales.
¡Cuántas estafas de esta especie habrá habido!
(LA ANDALUCÍA, 21 de marzo de 1860)

***

Flamenco puro.- A los aficionados al género les recomendamos la si-


guiente patética relación:

En una venta, que según recuerdo,


no debe estar muy lejos de Sevilla,
buscando que cenar entré una noche
rendido de cansancio y de fatiga.
Era el ventero Nicolás el Chato,
y apenas supo lo que yo quería,
-Tengo, me dice con calmoso acento,
unas sardinas...¡pero qué sardinas!
62 -Pues vengan, le repuse, si son buenas.
-¿Cómo güenas, señor? Son exquisitas.
Y extendiendo en la mesa un mantel viejo,
media docena presentó a mi vista.
Pronto un tufo tal hiere mi olfato,
y apartando el manjar a toda prisa:
-¡Buenas son la sardinas! le interrumpo.
¡Buenas son Nicolás, por vida mía!...
y cogiendo una de ellas por la cola,
y malicioso oliéndola en seguida:
-Las sardinas, me dice, son mu güenas,
no tienen más sino que están podrías.
(15 de julio de 1866)
29
Relatos que, aun sin pretenderlo, confirman una tesis, sencilla y vieja , según
la cual el único lógico motivo para que el arte flamenco así se llame no es otro
que el de su identificación con lo gitano. Exactamente flamenco, en esta época
y en Serva la Barí, es sinónimo de gitano. De ahí que las gacetillas anteriores
titulasen como Escena flamenca y Flamenco puro dos historietas de gitanerías
que para nada implican ni refieren conexiones artísticas. Y, por lo mismo, el
vendedor del asno instruido, fue calificado como gitano flamenco de la raza
30
más pura .
¿Se sabe algo?

Fundamento de tan prolongada disquisición -y cierro el paréntesis abierto en


la página 60- sobre el origen y naturaleza de lo flamenco, realizada ex profeso
en este capítulo de los salones de baile, y en el examen que corresponde al año
1860; en la certeza de que el uso generalizado del término se produce en esta
década y para referir actividades que en estos salones de baile sucedían.

Por los años de los años y de las averiguaciones eternas, la flamencología se


ha entretenido en plantear hipótesis diversas en torno de la oculta, misteriosa,
31
razón de su propio nombre. Sin embargo no se había preguntado casi nunca
el cuando principió a denominarse de esta manera a la criatura.

Ahora, por fortuna, y en virtud de disponer de información inapelable, al me-


nos en Sevilla, sabemos que:

1º.- El nominativo flamenco se aproxima al arte andaluz, lo señala y se lo


apropia en cuanto sinónimo de gitano.

2º.- En la prensa sevillana editada por los años sesenta del siglo XIX, comien-
za a ser general y público.

3º.- Y sirve para nombrar, primeramente, las actuaciones del género que tie-
nen lugar en los Salones de baile de Oriente y del Recreo. 63

1861

Un sólo, único, anuncio sirve este año como excelente testigo de la realidad
cambiante. Abunda en razones hasta ahora vertidas y ofrece además un pro-
grama pormenorizado de bailes. Otro eslabón en la cadena de encuentros: la
plenitud de los modos boleros y a su vera esa constante persistencia del Vito y
Panaderos, cantados y acompañados de guitarra. Separadamente juntos o bien
unidos por separado, boleros y flamencos ensayan y se miran y se observan y se
aprenden ejerciendo por entero sus dominios.

Bailes del País.- En el extenso y bien decorado salón de Oriente, el prime-


ro de Sevilla, sito en calle Trajano, habrá esta noche y todos los sábados
ensayo público extraordinario de toda clase de bailes nacionales llama-
dos de palillos; ejecutándose también los de jaleo conocidos por el Vito
y los Panaderos, cantados y acompañados de guitarra; asistiendo todas
las discípulas y mejores boleras de esta capital, e igualmente la bailarina
doña Josefa Moreno.
José Luis Ortiz Nuevo

Orden que se seguirá en los bailes y nombre de los mismos: Seguidillas,


Bolero, Manchegas, Boleras de Jaleo, Ole, Jaleo de Jerez, la Malagueña
y el Torero, Boleras robadas, Jota aragonesa, Ole de la Curra, Polo del
contrabandista, los Panaderos de Cádiz, Madrileña, Ole de la Esmeralda,
Gallegada, Baile inglés, la Sal de Andalucía, Fandango y el Vito. Dará
principio a las nueve.
32
Todos los domingos baile de sociedad . (6 de abril)

1862

Late a veces la historia con mayor impulso, a borbotones la sangre viva. 1862
así la tuvo.

Don Miguel de la Barrera decide el 8 de marzo, y con objeto de complacer a sus


amigos, dar un baile extraordinario del país verdaderamente andaluz. El mis-
mo día, su hermano don Manuel, anuncia la actuación en su sala de La Cam-
33
panera, varias gitanas y el cantador Enrique Prado . El 27 la cita en Oriente se
ajusta con estos términos:

SALÓN DE ORIENTE.- Gran concierto de baile y canto esta noche, por


64 los cantadores Sartorius, Miracielos y El Cuervo, en unión de las mejores
boleras de esta capital, entre ellas doña Amparo Álvarez (La Campane-
ra). Principiará a las diez y concluirá a las tres y media.
Los carteles darán más pormenores.

Tres cosas será preciso destacar en esta propaganda. Primero: no es ensayo


sino concierto. Segundo: tanto monta el baile como el canto. Y tercero: los fla-
mencos, con sus nombres, aparecen destacadamente y antes que las mejores
boleras de esta capital. O sea: una revolución en toda regla.
34
Por Corpus vuelven las mejores boleras a sus cauces y en septiembre el salón
se remoza y acicala para los días en que permanezcan sus majestades en la ca-
35
pital .

Poco antes de acabar el año otra gacetilla da campanazo doble:

Bailes.- Cónstanos que el director del salón de Oriente, don Miguel de la


Barrera, tiene el proyecto de dar en los próximos días de pascuas dos
bailes de sociedad, y uno de palillos; asistiendo a corear los dos primeros
días dos sociedades La Andaluza y el Betis: respecto al baile de palillos,
sabemos que hará época en los anales coreográficos, porque además de
¿Se sabe algo?

los cantadores (o guillabaores de cañas) de la tierra, acudirán las mozas


más flamencas de la afición. Esta noticia, trae alborotados a los extran-
jeros; constándonos que algunos que se hallaban aquí, no sólo no han
suspendido su marcha, sino que han escrito a otros paisanos a Cádiz y a
Jerez para que se preparen a asistir al baile de gitanos que el último día
36
de Pascuas tendrá lugar en el salón de Oriente . (10 de diciembre)

De nuevo las flamencas haciendo historia, como profetiza el gacetillero, a la


vera de los guillabaores de cañas; cantaores de un estilo mítico, primitivo, que
por vez primera, y como tal, se asoma a los diarios en consideración a los salo-
nes de baile, y en 1862.

También las postrimerías del año inscriben otro salón en el registro de la me-
moria pública: DE LA JUVENTUD SEVILLANA se llama y queda establecido
37
en la calle del Conde número 10, apto para toda clase de bailes .

1863

Por enero y los siguientes meses del invierno hay plena actividad en los tres
salones que se anuncian. El afamado Enrique Prado canta el jaleo en el Recreo,
y allí mismo Doña Amparo Álvarez y la señorita Luisa de la Barrera, además 65
de las gitanas, deleitan a la amable concurrencia.

Varias notas de interés se publican. Así es la primera:

Bailes del país.- Mañana jueves tendrá efecto en el salón de Oriente un bai-
le concierto a beneficio de las boleras que toman parte en estos nocturnos
saraos. Asistirán varios cantadores, flamencas, vulgo gitanas, y demás
actores que animan esos espectáculos. Si es así no faltarán aficionados a
la función. (18 de marzo)

Así es la segunda:

SALÓN DE ORIENTE.- (calle Trajano). Hoy jueves a las nueve y media


de la noche gran concierto de bailes y cantos andaluces, a beneficio del
afamado joven Enrique Prado, el que cantará entre otras cosas los Pana-
deros, Jaleos y Malagueñas. Asisten las mejores boleras en unión de las
discípulas. (26 de marzo)

Y así es la tercera:

SALÓN DE ORIENTE.- Hoy sábado se verificará una gran función de


José Luis Ortiz Nuevo

toda clase de bailes andaluces, acompañados de canto, tomando parte en


ella varias notabilidades de esta capital, y ejecutándose lo siguiente:
Soledá, Gallegada, Boleras del Caniyitas, Jota aragonesa, Sal de Andalu-
cía, Zapateado del Poder, Panadero, Vito y otros varios.
Empieza a las nueve y media. (23 de mayo)

En torno de estas notas convengamos una nueva reflexión: de un lado, se gene-


raliza el uso del vocablo concierto para llamar la atención sobre las funciones
que se celebran. De otro, donde antes era común decir bailes del país o nacio-
nales, ahora se frecuenta bailes y cantos andaluces; y en cuanto a estilos nótese
los que interpreta el famoso Prado, y, muy especialmente, el repertorio del 23
de mayo en el Oriente, cuando se presenta, diríase en primicia informativa, el
baile de la Soledá.

Con estas modificaciones conceptuales continúa, persevera la línea de conferir


una mayor importancia y protagonismo al ejercicio de los cantes, si bien su
papel, aunque destacado, sea todavía acompañar:

Para mayor lucimiento de la función asistirán varios cantadores de los de


38
más fama, que con guitarras acompañan los bailes que lo requieran .
(3 de junio)
66
Lástima que los anuncios fueran tan poco explícitos a la hora de citar a esos
cantadores de más fama, y raras las veces que diesen publicidad a sus nom-
bres, tal como ocurriera en el salón de Oriente el 19 de septiembre, cuando se
advertía que:

Para los bailes de jaleo asistirán varias jóvenes aficionadas y cantadores


de los de más fama, entre ellos Ramón Sartorio, que acompañará con la
39
guitarra dichos bailes .

Tiempo para la tradición y el cambio persiguiendo el objetivo de ofrecer nove-


dosos atractivos a la afición:

Salón de Oriente.- Conocidos son de todos los aficionados al baile los


esfuerzos que ha hecho el director de dicho salón, don Miguel Barre-
ra y Quintana, para proporcionarles un local cómodo y elegante donde
puedan concurrir a disfrutar buenos ratos, contribuyendo de este modo
a sostener una afición que iba decayendo en Sevilla; queriendo ahora es-
timular a sus discípulos, y dar a los concurrentes una prueba más de su
deseo de introducir todas las mejoras de que son susceptibles sus bailes,
ha dispuesto que estos se ejecuten caracterizados con toda propiedad,
saliendo las parejas vestidas con trajes análogos al papel que represen-
¿Se sabe algo?

tan: esto ha gustado mucho al público que ha pedido la repetición de los


bailes que se verificaron el día de San Miguel, y que tendrán lugar esta
noche. (19 de octubre)

Y una última noticia: Don Manuel de la Barrera abandona la dirección del salón
del Recreo. Lo atestigua un reclamo publicado el 1 de noviembre por el que se
40
notifica que, en esta fecha, ya se ha producido el relevo .

1864

Al tema.- Terminadas ya las cosas del Carnaval, el salón de Oriente; que


había interrumpido sus semanales saraos, vuelve a convocar a las mejo-
res y más graciosas bailaoras del país, para ofrecer sus acostumbrados
saraos. A divertirse. (18 de febrero)

Perseverando en el empeño prosigue la tarea de las nominaciones nuevas, de


manera que, como se ha visto, la gacetilla dice las mejores y más graciosas
bailaoras, signo de cambios que introducen nomenclaturas cada vez más fla-
41
mencas .

Hacia finales de junio y principios de julio es ya el término flamenco moneda 67


corriente en los periódicos. Por ejemplo el 23 publica LA ANDALUCÍA:

Salón de Oriente.- También asistirán varios cantadores a lo gitano que


con la guitarra acompañarán los bailes de jaleo y flamencos, conocidos
por los Panaderos de los Ventorrillos en Puerta Tierra en Cádiz y otros
42
varios. Además se cantarán juguetillos del mayor gusto.

Y al día siguiente EL PORVENIR:

Salón de Oriente.- Concluido el baile de sociedad, empezarán los de pa-


lillos ejecutados por las discípulas del director y las mejores boleras, asis-
tiendo también cantadores a lo gitano y buenos tocadores para acompa-
ñar a la guitarra los bailes de jaleo y flamencos.

O este otro, incluso más rotundo, pues pronuncia de la manera siguiente:

Bailes del País.- Para los bailes de jaleo habrá varios cantaores y bailaores
de los de más fama, entre ellos el muy aplaudido joven José Castro cono-
cido por Miracielo, la incomparable Dolores Moreno, Ramón Sartorio y
43
otros varios. (8 de julio)
José Luis Ortiz Nuevo

Y triste es referir que cuando lo flamenco se perfila y distingue de las demás


cosas uno de sus impulsores muere. Se trata de don Miguel de la Barrera y
Quintana, director del salón de Oriente. Aún no consta la fecha de su desapari-
ción, pero debió de ocurrir en el tránsito de las calores de agosto:

Salón de Oriente.- Parece que, no obstante de la muerte de su fundador,


no cerrará sus puertas en el próximo invierno. Añaden, muchos son los
aspirantes, entre otros la sociedad filarmónica, con objeto de ensanchar
su local. En el caso de que quede para saraos del país, nadie como el
conocido maestro de baile don Manuel Barrera, reunirá tal vez los nece-
sarios elementos para que esos espectáculos no pierdan su carácter. (30
de agosto)

Efectivamente así quedó, para los bailes, y en las postrimerías de septiembre


se anunciaba:

Para atender al socorro de la anciana madre y el hermano del difunto Mi-


guel Barrera, vuelven a reanudarse los bailes en el salón de Oriente en la
noche del próximo domingo, para cuyo fin se están operando en el local
algunas reforrnas44. (29 de septiembre)

68
1865

Este sí que fue un año histórico. El 25 de febrero ya tenemos a don Manuel


Barrera dirigiendo el salón de Oriente, y ha contratado a un afamado cantador
para los de jaleo, que asiste a los ensayos para acompañar los bailes.

Pero la noticia grande, capital en la historia del género, se va a producir un mes


más tarde, por la recién estrenada primavera, y es esta la preciosa razón que
comunica:

Salón del Recreo.- Situado en la Campana, Calle Tarifa núm. l. En la no-


che de hoy habrá un extraordinario ensayo de bailes nacionales o de pa-
lillos, contando para ello con ocho buenas parejas, asistiendo además el
afamado cantador Silverio recién llegado de Cádiz, y José Ordoñez cono-
cido por Juraco, y también varias gitanas para los jaleos. Empieza a las
ocho de la noche.
45
Mañana domingo baile de sociedad coreado, a las siete y media . (25 de
marzo)

Sí, el gran Silverio Franconetti en persona, recién llegado de Cádiz, y algo antes
46
de América , se presenta en su tierra tras larga ausencia, y lo hace precisamente
¿Se sabe algo?

en uno de estos salones de baile. El que iba a ser considerado rey de cantadores
ejerce su profesión en una academia de bailes nacionales. Queda todavía lejos
el tiempo de los cafés flamencos. En esta hora, el sitio principal para la muestra
y comercio del género andaluz, reside en particulares centros de enseñanza.
47
Eso es lo que certifican medios informativos de la época .

Los que, por otra parte, y conforme se avanza en el conocimiento de la materia,


aclaran con mayor precisión los términos de sus convocatorias:

Bailes del País.- En los acreditados salones de Oriente, sitos en calle Tra-
jano bajo la dirección de D. Manuel de la Barrera, habrá el sábado 5 del
corriente dichos bailes y cantos andaluces, a los que asistirán varios can-
tadores de los más afamados, como también flamencos y bailadores con
tocadores de los mejores de esta capital. Los pormenores se anunciarán
por papeletas. (3 de agosto)

***

Gran fiesta andaluza.- En el elegante salón del Recreo, situado en la Cam-


pana, calle de Tarifa núm. 1, su director don Luis Botella. Hoy sábado a
las diez de la noche habrá ensayo de baile y cantos andaluces, en el que
tomarán parte las personas que se distinguen para el toque y canto fla-
menco, y además tomarán parte Dolores Moreno, Isabel Martínez, Agus- 69
tina Cruz, Carmen García, e Isabel Jiménez. Entrada con asiento 4 reales.
(12 de agosto)

***

Salón de Oriente.- Calle Trajano. Su director don Manuel de la Barrera,


pone en conocimiento de los aficionados que desde el sábado 26 darán
principio las fiestas del país, asistiendo las mejores boleras con los trajes
verdaderos andaluces y las aficionadas para los de jaleos con los trajes
llamados macarenos y los boleros y aficionados vestirán el de currito;
el director acompañará en las seguidillas y malagueñas a doña Amparo
Álvarez (La Campanera) y tocará la guitarra el afamado Enrique Prado,
que también cantará las malagueñas y danzas con varios tonos: La Cam-
panera bailará el jaleo haciendo las suertes de capear y matar el toro,
cantándolo Ramón Sartorio, el más célebre para estos juguetes, y bailar
jaleos de todas clases. El divertido bailador y cantador Quiqui, cantará
y acompañará a Dolores Moreno y otras, que tanto gustan en el jaleo, y
de este modo alternarán los bailes del país con los de jaleos y canto de
todas clases, repitiéndose todo cuanto al público le agrade, no dejando de
trabajar todos hasta que se retire la concurrencia. Cada media hora habrá
quince minutos de descanso.
José Luis Ortiz Nuevo

Nota.- Una pareja de niños de siete años bailará seguidillas y boleros y la


niña varios bailes sola. En los intermedios de los bailes habrá entreteni-
miento de pandereta por un aficionado de los mejores de esta capital. El
baile dará principio a las diez en punto de la noche. No se darán contra-
48
señas. (24 de agosto)

Desde mediados de septiembre hasta finales de noviembre, discurre, como re-


guero de muerte, el cólera en Sevilla. Se prohíbe entonces el tránsito desde Tria-
na y no pueden las gitanas acudir a los acostumbrados saraos de los sábados.
Entre tanto mantendrán los salones sus puertas abiertas para dar los domingos
bailes de sociedad. En diciembre vuelve la vida a los flamencos:

Salón de bailes El Recreo.- El director don Luís Botella avisa a los afi-
cionados que el sábado 2 de diciembre darán principio los ensayos de
bailes del país y cantos andaluces, asistiendo las mejores bailarinas de
esta capital y dos parejas para los bailes de jaleo, y el afamado cantador
49
José Llorente acompañado de un tocador de guitarra para lo flamenco .
(30 de noviembre)

1866
70
Se distinguirá este año en los anales como el confirmador de lo flamenco en
la titulación de cantes y bailes, y se llega a la culminación de una trayectoria
iniciada algún tiempo atrás. Han bastado apenas tres temporadas para bauti-
zar, definitivamente, un género de arte y darle marca propia, imagen ante el
mundo, señal de miserias y virtudes, a modo de lo que hoy se conocería como
denominación de origen.

Reclamos de bailes en Oriente titulan:

GRAN CONCIERTO DE BAILES DEL PAÍS CON CANTOS Y BAILES FLA-


MENCOS (21 de abril) y GRAN FIESTA ANDALUZA Y BAILES CON CAN-
TOS FLAMENCOS (26 de mayo); aunque también se frecuenta el gentilicio
simple de andaluces, como el que refiere: BAILE DEL PAÍS Y CANTOS ANDA-
LUCES. (26 de mayo. Recreo)

Generalidad que se afirma de sesión en sesión y establece otra categoría: Los


cantos se van independizando de los bailes, abandonan firmes servidumbres, y
adquieren por sí mismos la relevancia debida a su gracia; y a su vez los toques,
siguiendo idéntico camino, se celebran:

Salón de Oriente.- Gran fiesta del país y cantos y bailes flamencos. Incita-
¿Se sabe algo?

do el director por muchos amigos para que se den los sábados esa clase
de diversión que gusta a los del país y a los extranjeros, ha dispuesto de
acuerdo con el célebre tocador Francisco Pérez y otros para dicho festejo,
acordando sea el primero hoy sábado, al que asisten tocadores y canta-
dores flamencos y bailadores entre los de más fama el conocido por el
Zarcillero. (18 de agosto)

El otoño, que en Sevilla vivifica como segunda primavera, trae de nuevo al


gran Silverio:

Salón de Oriente.- El sábado 29 tendrá lugar un gran baile del país y


cantos flamencos, en el que tomará parte, por encontrarse de paso en esta
para la corte, el afamado Silverio Franconetti, que a instancias del direc-
tor y de sus muchos amigos se ha prestado gustoso sólo por esta noche.
50
Los pormenores se darán por papeletas . (28 de septiembre)

***

Gran baile del país y cantos y bailes flamencos.- En los salones de Orien-
te, calle Trajano, habrá esta noche, al que asisten las mejores boleras, los
cantadores Silverio, Sartorio y el Sevillano y los tocadores de guitarra el
Gaditano y Calderón. Dará principio a las nueve y media, hasta la hora
del encierro. (29 de septiembre) 71

Debió de ser hermoso el éxito pues no pudo cumplirse lo prometido: Franco-


netti y los demás artistas volvieron a trabajar otros tres sábados más de octu-
51
bre .

Y para concluir el año tuvieron también las pascuas ambiente flamenco en el


Oriente, si sería para congraciarse con sus majestades los reyes de la algara-
bía:

Salón de Oriente.- Los días 25, 26 y 27 habrá bailes de sociedad y palillos,


con canto y baile flamenco, en los que toman parte José García y Francisco
Hidalgo (El Sevillano) y José Llorente.
De siete a nueve y media serán los de sociedad y hasta las once alternarán
los de palillos con los de sociedad.
Nota.- El baile durará hasta que la concurrencia se retire.

1867

Si en el año anterior se acentuó la tendencia emancipadora de los cantes, por


José Luis Ortiz Nuevo

el que ahora transitamos se refuerza aún más la voluntad de independencia;


y los protagonistas del arte, en cualquiera de las tres facetas, ven como sus
nombres aparecen claros, destacados y valorados en la publicidad que se da a
la prensa:

GRAN FIESTA DE BAILES DEL PAÍS Y CANTOS FLAMENCOS.- En


los extensos y elegantes salones de Oriente, calle de Trajano, su director
don Manuel de la Barrera, lo habrá el sábado al que asisten ocho parejas
de las mejores de esta capital (que bailarán vistosos bailes ensayados nue-
vamente) y entre ellas la primera bailarina conocida por La Campanera
y otra primera, dos parejas de gitanas y el simpático José Llorente y una
joven aficionada de Triana, que tanto gustó el sábado anterior cantando;
y para bailar jaleo el incansable Antonio el Pintor.
(LA ANDALUCÍA, 3 de mayo)

***

GRAN FIESTA-CONCIERTO DE BAILES DEL PAÍS Y CANTOS


FLAMENCOS.- (Oriente)... Asistirán Martín y Lorente como cantadores;
y los bailadores conocidos por los Zarcilleros y dos gitanas de la Cava.
Durará la fiesta hasta la madrugada.
72 (LA ANDALUCÍA, 17 de mayo)

***

Salón de Oriente.- ...Asistirán nueve boleras y dos alumnas de las me-


jores de esta capital, entre ellas la primera bailarina La Campanera, y
los cantadores Ramón Sartorio, Carito, José Lorente y otro, con gitanas y
bailadores para los de jaleo.
(LA ANDALUCÍA, 14 de junio)

***

Ensayo extraordinario de cante y bailes andaluces.- En los elegantes salo-


nes de Oriente, calle Trajano, lo habrá hoy sábado, en el que toman par-
te las personas siguientes: el famoso guitarrista Pérez; los cantadores el
Cuervo Sanluqueño y Lorente; la graciosa Virilo cantará y bailará; Isabel
Jiménez para bailar con el Pintor y el Quiqui.
Todos los que toman parte en la función permanecerán en el salón hasta
que el público se retire. El salón se abrirá a las once.
(LA ANDALUCÍA, 27 de julio)
¿Se sabe algo?

Salón de Oriente.- ...Asistiendo el afamado tocador Pérez y la Virilo y


Osuna, con Lorente, El Cuervo Sanluqueño, el Quiqui y el Pintor, para
bailar y cantar con las flamencas.
(LA ANDALUCÍA, 3 de agosto)

***

Salón de Oriente.- ...A las 10 empezarán los nacionales por las mejores
boleras, dos afamados cantadores de jaleos, que acompañarán a las fla-
mencas. Los cantadores Currito y el Quiqui y la flamenca Virilo y una de
la Cava, con varios aficionados.
(LA ANDALUCÍA, 10 de agosto)

***

Salón de Oriente.- El domingo 29, día del fundador de dicho establecimien-


to, el director ha determinado dar una función lo más brillante posible,
habiendo bailes del país y de sociedad, coreados por una sociedad nueva
titulada “La Flor Sevillana”. Una lucida orquesta, en la que tomará parte el
Sr. Vila, que tanto nombre ha alcanzado con el cornetín, tocará dos Walses
con introducción, aires nacionales y Malagueñas. También asistirán canta-
dores para flamenco y canciones andaluzas, gitanas y bailadores de jaleo. 73
(LA ANDALUCÍA, 28 de septiembre)

Hasta aquí lo mucho que dieron de sí la primavera y el verano del 67. Nom-
bres, la mayoría de ellos desconocidos, para ser inscritos en la ilustre galería de
los flamencos históricos.

Se conoce que al señor Silverio no le agradaban en demasía las calores y, al lle-


gar octubre, vuelve otra vez para deleitar a sus paisanos en el salón de Oriente.
Y se le anuncia por dos veces, seguramente para resaltar la diferencia, la justa
importancia del cantaor:

Salón de Oriente.- El sábado 12 tendrá lugar un gran concierto de baile


del país, cantes y bailes flamencos, en el que tomará parte el afamado
cantante don Silverio Franconetti.

Gran fiesta de Bailes de Palillos y Flamencos con Cantes Andaluces, en la


que tomará parte el célebre Silverio Franconetti, en la noche del sábado
12, al que asistirán cinco parejas de las mejores boleras de esta capital, el
José Luis Ortiz Nuevo

afamado Silverio, Lorente, el tocador Pérez, el Pintor y dos flamencas de


la Cava. El salón se abrirá a las ocho y el baile dará principio a las nueve.
(LA ANDALUCÍA, 9 y 11 de octubre)

***

Salón de Oriente.- En la noche del sábado 19 del corriente tendrá lugar


el segundo concierto de cantos populares y andaluces, en el que tomará
parte el célebre don Silverio Franconetti.

Gran fiesta de Cantes y bailes populares, en la que tomará parte el célebre


Silverio Franconetti, en la noche de hoy sábado 19 de octubre, a la que
asistirán Sartorios, Lorente, dos flamencas de la Cava, el bailador Anto-
nio el Pintor, a! afamado guitarrista Pérez y un aficionado.
(LA ANDALUCÍA, 18 y 19 de octubre)

De los conciertos que prosiguen en la temporada de invierno, únicamente dos


reclaman nuestra atención. El resto del tiempo siguen apareciendo los rutina-
74 rios anuncios de los sábados, tanto del Oriente como del Recreo.

SALÓN TITULADO EL RECREO.- Esta noche a las siete y media ten-


drá lugar una fiesta extraordinaria de baile de sociedad, alternando con
los del país y cantos andaluces, a beneficio de los repartidores Manuel
Peinado y José Alemán. La orquesta será dirigida por el profesor de cor-
netín don Eulogio Vila; tomando parte en los bailes la primera bailarina
La Campanera, y los cantadores Juan el Malagueño, Ramón Sartorio, José
García y otros. (1 de diciembre).

***

BAILE DEL PAÍS Y CANTE FLAMENCO.- (Oriente) ...Asisten las me-


jores boleras de los teatros de esta capital y cuatro flamencas que cantarán
unas y bailarán todas, acompañándolas los cantadores José Lorenzo y el
conocido por Peana, y los bailadores Antonio Páez, el Pintor y Lemos,
con varios aficionados.

1868
52
En el año de “La Gloriosa” apenas si puede destacarse actividad con interés,
¿Se sabe algo?

en los salones de baile. Cierto que, de enero a diciembre, se publican con re-
gularidad los acostumbrados reclamos de Oriente y del Recreo, mas nunca en
ellos hay detalles, datos, nombres, propios de ser aquí recogidos.

1869

A primera vista pudiera el 69 significar apariencias de recuperación pero no


hay tal sino más bien esa pasajera mejoría que sucede en la agonía de los mo-
ribundos. En marzo, tras el ciclo de máscaras, hay de nuevo bailes; y en abril
el Oriente presenta al célebre José Lorente, y bailadores como el muy gracioso
Manini. (3 de abril)

Este año Silverio modifica sus hábitos y, como la primera vez, decide presen-
tarse en primavera:

Salón de Oriente.- Se preparan para la víspera de Feria y sus días, gran-


des fiestas andaluzas, bailes del país y flamencos, asistiendo varios canta-
dores, uno de ellos José Perea del Puerto y el célebre Silverio Franconetti.
Los pormenores se anunciarán por carteles y programas.
(LA ANDALUCÍA, 15 de abril)
75
***

GRAN BAILE DE PALILLOS CON CANTOS FLAMENCOS.- En los


acreditados salones de Oriente, calle Trajano, los habrá hoy viernes y ma-
ñana sábado, al que asisten las mejores boleras de esta capital, gitanas y
buenos cantadores. Dará principio a las nueve.
NOTA.- Se preparan grandes fiestas andaluzas para los días de feria,
viniendo de Algeciras para cantar el célebre Silverio Franconetti. (16 de
abril)
53
Y poco más, es lo que ocurre . Como en el año anterior, los anuncios única-
mente demuestran la supervivencia.

1870 y...

Al cumplirse veinte años de aquel iniciático anuncio en la primavera del cin-


cuenta, indicios auguran que se asiste al cuarto menguante, irreversible, de los
salones, al menos en lo referido a su actividad flamenca.
José Luis Ortiz Nuevo

En este tiempo ya apenas nada sabemos, por los papeles, del que fuera nomi-
54
nado del Recreo. Únicamente la guía de Sevilla da cuenta de que a partir de
1871 se hace cargo de su dirección Silverio Franconetti, y en ella permanece
durante diez años, al cabo de los cuales se traslada al establecimiento de la calle
Rosario. Durante este periodo lo uniquito que la prensa publica en torno suyo,
ya con el carácter de Café Cantante, son dos brevísimas notas de “sucesos”.

En cuanto al de Oriente mantiene una mermada actividad de “nacionales”


mientras se advierte un extraordinario aumento de los bailes de sociedad y
máscaras, que amplían el número de sus sesiones. Anecdóticamente cabe rese-
ñar un cambio en su denominación pues en abril pasa a llamarse de THERPSÍ-
55
CORE y así continua por los meses siguientes.

Luego, en el 71, por enero y febrero, sólo se darán en el de nuevo llamado


Oriente, máscaras, y en marzo bailes de sociedad. El 1 de abril: palillos, y el
resto, sociedad. Aún en mayo y junio volverán al antiguo salón los bailes y
se publicará en el diario EL PORVENIR el último anuncio para esta andaluza
clase de saraos:

Salón de Oriente.- (Calle Trajano) Esta noche a las ocho y media gran
baile del país con canto flamenco, asistiendo las mejores boleras, gitanas,
76 cantadores y bailadores.
Nota.- El viernes 8, día de fiesta, se dará el primer baile de máscaras de
la temporada.

A partir de entonces sólo el diario LA ANDALUCÍA conserva, menguada y


pobre, publicidad ad hoc por mor de lo jondo. Por sus páginas sabemos que
hasta 1877 continuaron, bajo la dirección de don Manuel de la Barrera, tales
encuentros, si bien su periodicidad, según indicaron los reclamos, se ciñó casi
en exclusiva al tiempo de primavera, coincidiendo con la llegada a Serva del
forasterío atraído por los fastos de la Semana Santa y Feria.

En 1872 la promoción se realiza, escuetamente, entre los días 16 al 21, de abril,


ambos inclusive, y con este texto:

GRANDES BAILES PÚBLICOS de Sociedad y del País con Cante Fla-


menco. En los extensos salones de Oriente, calle Trajano, los habrá en las
noches de los días 17, 18, 19,20 y 21 del corriente, días de Feria. Los bailes
darán principio a las ocho y media y concluirán cuando la concurrencia
se retire.

Por el resto del año, nada, únicamente los propios y llamados “De Sociedad”
¿Se sabe algo?

en temporada desde marzo hasta noviembre, tornados “De Máscaras” en las


56
puertas de Navidad y que así permanecieron por enero y febrero del siguien-
te año. De manera que hasta el 29 de marzo del 73 no se volvería a referir nue-
vamente lo flamenco:
57
GRAN BAILE DEL PAÍS CON CANTE FLAMENCO
En los extensos salones de Oriente calle Trajano, núm. 10, lo habrá esta
noche al que asisten las mejores boleras de esta capital, cantadores, gita-
nas y bailadores para los de jaleos. Dará principio a las nueve en punto.
Mañana domingo habrá baile de sociedad coreado.

En años sucesivos, hasta el 77 se repetirán las distintas series de gacetillas que


anuncian unos y otros bailes: de sociedad, de máscaras, o de palillos con cante
58
y baile flamenco .

Por esta hora de la decadencia, quizá lo único destacable, fronterizo a lo hondo,


es la presencia en la publicidad, desde el 74 en adelante, y en las notas corres-
pondientes a los “De Sociedad”, de lo siguiente:

“En uno de los descansos se bailarán las seguidillas por varios discípu-
59
los” .
77
Cuando tomó mayor impulso la práctica de bailar la antigua danza de las se-
guidillas que al cabo de los años vendrían a tener su nombre actual de sevilla-
nas.

Y poco, más según se ha dicho. Tanto que hasta el último de los anuncios re-
duciría ostensiblemente su texto como queriendo despedirse de la historia sin
hacer ruido, de puntillas.

GRAN BAILE DEL PAÍS.- Esta noche lo habrá en el Salón de Oriente,


dando principio a las nueve en punto, al cual asisten las mejores boleras
de esta capital.
(LA ANDALUCÍA. 24 marzo. 1877)

Tras esta, que uno sepa, postrera gacetilla de tan extensa y significante saga pu-
blicitaria, no volvió nunca más el Salón de Oriente a pregonar noticia alguna de
flamenco. Lo que había sido, a la vera del fraterno Recreo, ámbito propicio cier-
tamente primigenio para el flamenco en ciernes, abandonaba definitivamente
este camino y ofrecía sus estancias sólo a las diversiones reseñadas como de
sociedad o de máscaras, abarcando, eso sí, todo el período que contempla este
60
estudio con sus célebres saraos .
José Luis Ortiz Nuevo

Se había cumplido un ciclo crucial en la historia del género, de los dos salones
fundamentales a la aventura honda, uno se especializó en músicas de orquesta
61
y el otro se transformó en Café Cantante . Una puerta se abría y otra se cerraba,
concluía una etapa y tomaba otra el relevo avanzando por distintos derroteros.
En el tránsito hubo un cambio sustancial:

De ser el cante, cantos, canciones andaluzas o a lo gitano..., música de acompa-


ñar al servicio de danzas, se había pasado a una situación radicalmente distin-
ta. Seguía existiendo el cante de acompañamiento pero no era único, se usaban
ya las cuerdas vocales de otras autónomas maneras que no tenían más servi-
dumbre que la consecución de la belleza. El cante por el cante, alante, solo, con
la guitarra marcando el camino de la armonía, averiguando variaciones, sellos,
ecos, espectros de luz para los tercios a compás, no ya para guiar los cuerpos
sino en la soberana proclamación de voces libres al viento.

78
¿Se sabe algo?

NOTAS

1. Guía de Sevilla. Su Provincia, Arzobispado, Capitanía General, Tercio


Naval, Audiencia Territorial y Distrito Universitario. Para 1865. Por D.
Manuel Gómez Zarzuela. Año l. Sevilla. LA ANDALUCÍA. 1865.

2. Bocacalle de Sierpes junto a La Campana.

3. La colección disponible en la Hemeroteca Municipal de Sevilla comien-


za en el número 727, correspondiente al año III, fechado el 15 de febrero
de 1850.

Por ser el periódico más profusamente citado, con sustanciosa diferencia,


en este capítulo; no se especificará en lo sucesivo la procedencia de los
artículos, notas, anuncios, gacetillas, etc. que correspondan a este diario,
cifrándose únicamente la fecha de publicación.

4. Repárese en la diferencia que se establece entre los “bailes nacionales” y


los llamados por “Panaderos, el Vito y Jaleo de Cádiz, cantado a la guita-
rra”. Y, también, el apellido “de los negros” para identificar al tango.

De otra parte, como la feria de abril, en su tercer año de vida, convoca ya 79


el eco múltiple de las diversiones.

Quizá para amplificar el son de la alegría, la academia de la calle Tarifa


cuenta el 17 de abril con la presencia de un músico nuevo: Por complacer a
varias personas, asistirá el aficionado Manuel Olivares a tocar la pandereta. Y
al día siguiente, quién sabe si el mismo u otro panderetólogo, actúa en la
fraterna competidora de la calle Pasión, de manera que para mayor diver-
sión se presentará a tocar la pandereta en los intermedios un aficionado bas-
tante conocido. Y repite en sabor de éxito hasta mayo, pues el día 29 de este
mes se comunica de nuevo que para mayor diversión se presentará a tocar la
pandereta el aficionado que tanto gustó cuando las funciones de la feria. Para
no ser menos en el uso de las novedades don Miguel de la Barrera anun-
ciará el 28 de mayo que el director por complacer a varias personas bailará la
Malagueña perseguida. Por agradar que no quede.

Factores al parecer de competencia entre los dos hermanos, principales


maestros de baile que en Sevilla enseñan. Si bien cuando llega la hora de
los turrones y el aguardiente, se conoce que puede más la sangre que la
pugna y juntan ambos sus esfuerzos:
José Luis Ortiz Nuevo

ACADEMIA DE BAILES.- Parece que se han reunido las dos academias


que dirigen don Manuel y don Miguel Barrera, con objeto de dar dos
bailes en semana, los miércoles en la calle de Pasión y los sábados en la
de Tarifa, donde concurrirán todas las discípulas de ambas academias
que harán más amena la concurrencia. Hoy sábado dará principio en la
calle de Tarifa, en donde se bailarán los Panaderos y el Vito con acompa-
ñamiento de guitarra, y los domingos actuarán en ambas academias. (19
de diciembre).

Lo propio sucede en los primeros bailes que se den en el año entrante. El


día 1 serán en Pasión y el sábado que sigue en Tarifa. Pasadas las fiestas
vuelve cada mochuelo a su olivo.

5. 24 de octubre de 1850. El reclamo presenta una disciplina nueva: segui-


dillas gitanas.

Y la alternancia en el uso de la sala para dos clases de bailes bien distintos:


los naturales del país y los de sociedad. Por lo común ocuparán los prime-
ros los sábados, siendo los domingos reservados para las polkas, walses
y rigodones.

80 6. Ob. Cit. Como se recuerda la primera edición es de 1847.

7. El 3 de marzo se vuelve a anunciar su actuación: bailándose los Pana-


deros, el Vito, jaleos de Cádiz, acompañándolos con sus canciones el afamado
Santolio.

Por la parte bolera hay también refuerzos en la primavera. El 28 de marzo


una gacetilla anuncia que: Ha llegado a ésta, de Valencia, en cuya escena lu-
cía su garbo la señorita Mariana, conocida por la CUCHILLERA. Así habrá, si
permanece aquí, más elementos para las academias de baile del país.

Refuerzos para la feria conforme a las expectativas descritas el 17 de abril:

En la academia de D. Miguel Barrera se preparan de sociedad y de cos-


tumbres para los días de feria. La concurrencia que se cuenta en la capital
es un aliciente para que esos ratos de recreo se presenten tan animados
como en las noches del pasado carnaval.

8. A partir de diciembre de 1851 esta academia se anunciará ya siempre


como Salón de Oriente. En enero del año siguiente celebra sesiones en esta
sede la Sociedad Filarmónica Sevillana.
¿Se sabe algo?

9. Según se puede saber y entender, por la gacetilla que a continuación se


cita, en este tiempo el hermano Manuel se refugia en Oriente y comparte
con Miguel la dirección del Instituto. Recuérdese que ya en otra ocasión
(Diciembre del 50) ocurrió lo mismo; pero no solían perdurar estas unio-
nes fraterno-danzantes, y así, en 1853, de nuevo cada uno va por su salón
bailando.

Bailes de la tierra.- Esta noche, dice EL DIARIO DE SEVILLA, que hay


función escogida de baile en la academia de los señores Barrera en el
Salón de Oriente. Los aficionados se preparan para gozar uno de los más
alegres y divertidos ratos que les ha proporcionado hasta aquí la sal de
la tierra, hábilmente dirigida por sus entendidos y celosos profesores.
Buena falta nos hace a todos la alegría en estos tiempos de ascética con-
templación.

10. Contrariamente a lo que muchas veces se dice y piensa, son los extran-
jeros, desde la primera hora, testigos y aficionados de excepción.

11. Si bien, y como ya se ha dicho, lo habitual en los salones es que los


sábados fueran dedicados a los bailes del país, y los domingos a los de
sociedad; en señaladas ocasiones los maestros disponían reunión general
de danzas, tal como ocurre en este y otros muchos momentos estelares. 81
Motivos aun más para el mestizaje de músicas y movimientos en el zenit
de los júbilos.

12. Establecida en la calle Conteros, bien cerca de la Catedral, junto a calle


Francos.

13. Bien podían haber publicado el nombre del “famoso aficionado”. Como
El Santolio, de Cádiz viene el artista, signando una vez más la importancia
de esta tierra en la historia del arte flamenco.

14. Saliendo directamente de La Campana, hoy calle Laraña.

15. Se instalará en Tarifa, 1; en el salón que había regentado con anteriori-


dad su hermano Miguel.

16. De nuevo la incógnita: ¿quién sería ese conocido Rafael? Y también de


nuevo una muestra del intercambio cultural haciéndose patente: la ópera y
los bailes nacionales juntos por un mismo camino de arte.

La experiencia se repetirá el 4 de febrero. Verdaderamente no es capricho-


José Luis Ortiz Nuevo

sa esta unción de universos estéticos tan dispares. Pues los encuentros y


las influencias son también posibles entre lo clásico y lo popular. Cuando
vive el arte se sabe que menor importancia tienen las fronteras.

Sobre este asunto véase la obra Teoría romántica del Cante Flamenco de Luis
Lavaur. Editora Nacional. Madrid, 1976.

17. También la Campanera ejercía el procedimiento de clases a domicilio:

Baile.- Doña Amparo Álvarez, directora de la academia de bailes que se


halla establecida en la calle de la Plata núm. 4, avisa a las señoras que
deseen aprender bailes de sociedad o de palillos, que pasará a dar leccio-
nes a las casas de las que tengan a bien ocuparla, como igualmente a los
colegios de señoritas que gusten llamarla.
Las personas que quieran honrarla podrán avistarse en la casa habitación
de dicha directora, en la torre de la Catedral. (19 de octubre).

18. El salón La Aurora se anuncia por última vez el 2l de julio. Luego, en el


otoño, quedan únicamente El Recreo y Oriente, estableciendo pautas:

Desde el sábado venidero darán principio en dicha Academia (Recreo)


82 los bailes de palillos, siguiéndose diariamente para que los individuos
que gusten tomar lecciones puedan verificarlo de siete a diez de la noche.
(1 de octubre).

19. Nótese que es la primera vez que aparece el nombre de este estilo, y lo
hace en la vertiente del baile, no como cante.

20. Dejó dicho el Maestro de los Alcores: “Al hablar de los orígenes del
cante, no se puede profundizar más allá de lo históricamente conocido,
porque no podríamos sacar nada en limpio. Sería inútil perderse en la épo-
ca hermética, es decir, con anterioridad a 1860, aproximadamente, cuando
el cante gitano no salía del círculo reducido de las familias y comunidades
de gitanos de algunos lugares de la Baja Andalucía, o, para ser más exac-
tos, de algunos sitios de las actuales provincias de Cádiz y Sevilla. Lo poco
que sabemos de esa época oscura lo sabemos por tradición oral”. Las Con-
fesiones de Antonio Mairena. Edición preparada por Alberto García Ulecia.
Universidad de Sevilla. Colección de Bolsillo. Sevilla, 1976. Pág. 17.

21. Aparte de la correspondencia directísima establecida entre Academias


y Teatros, nótese la voluntad de los continuos cambios, aun en el trata-
miento de materia tan tradicional, cuando se anuncia destacadamente el
arreglo y ensayo de nuevos bailes para la temporada.
¿Se sabe algo?

22. Todo ello precisaba de una cierta logística de aprovisionamiento y


apropiada administración que asegurase el sustento para el óptimo man-
tenimiento del maestro:

SALÓN DE BAILES LLAMADO DE ORIENTE


Su director don Miguel Barrera y Quintana, deseoso siempre de conciliar
el placer de los aficionados, con la economía en los dispendios que esta
diversión les proporcione, y atendiendo más a este objeto que al beneficio
de sus intereses, ha dispuesto abrir una suscripción desde el mes próxi-
mo en la forma que se manifiesta.
Siendo considerables los gastos que es forzoso verificar para poner con el
atractivo que requieren los bailes nacionales o sea de palillos, que tienen
efecto los sábados, y los serios o de sociedad que se ejecutan los domin-
gos: necesitan recursos permanentes y seguros que le ofrezcan la propor-
ción de realizar este deseo.
Para ello ha establecido los siguientes precios de suscripción entre los
caballeros que quieran abonarse.
Los que lo hagan a unos y otros bailes, esto es, a los de los sábados y do-
mingos, satisfarán la cuota mensual de 20 rs.
Los que lo verifiquen a uno solo de dichos días pagarán 12 rs.
83
El director facilitará a cada uno de los señores abonados los billetes que
necesiten para que puedan llevar convidadas a las señoras que a bien
tengan.
NOTA.- Los aficionados que gusten suscribirse se servirán pasar a dicho
salón donde se les enterará de otros pormenores. En el mismo estableci-
miento se dan lecciones diariamente de toda clase de bailes con el esmero
y la perfección que dicho profesor tiene en Sevilla tan acreditados, siendo
los precios arreglados y sumamente equitativos. (30 de octubre. 1857)

23. El primer número aparece el 31 de diciembre de 1857.

24. He aquí el programa que se publica en la cartelera, el 13 de febrero de


1859:

TEATRO DE ORIENTE, situado en la calle Trajano.- Función para hoy


domingo 13, a las seis y media de la noche.- El drama en tres actos y un
prólogo ¡Flor del día!.- Intermedio de baile.- Dando fin con la pieza no-
minada: El secreto en el espejo.
Concluida la función de verso habrá baile de sociedad hasta las doce. El
que quiera concurrir a las dos funciones pagará por cada entrada 4 rs. El
José Luis Ortiz Nuevo

que solo concurra al baile 4 rs., para lo cual el que tome parte en las dos
se le entregarán dos billetes.

25. Es evidente que D. Miguel de la Barrera no era solamente buen profe-


sor de bailes, y por la previsión y precisión de sus propagandas, también
es oportuno reconocerle excelentes dotes administrativas:

SALÓN DE ORIENTE, CALLE TRAJANO


Ensayos extraordinarios de bailes, los domingos, jueves y sábados, los
dos primeros de sociedad y el tercero del país.
Don Miguel de la Barrera y Quintana maestro de bailes y director de di-
cho establecimiento, deseando proporcionar a los aficionados toda clase
de economía posible en sus intereses, conciliando al mismo tiempo los
suyos y con el objeto de fomentar la afición, ha hecho un nuevo arreglo
en los precios y horas de las lecciones cuyas reglas son las siguientes:
Todos los días no festivos se darán lecciones bien sea de día o de noche,
según convenga a los discípulos, siendo el precio por meses el de 30 rs.
Los que quieran aprenderlos por cuota fija abonarán 100 rs., y por baile
suelto 10 rs., cada uno; no teniendo el director inconveniente en pasar
a dar lecciones a las casas particulares que lo soliciten, advirtiendo que
84 mientras mayor sea el número de discípulos gozarán más ventajas en el
precio.
También ha abierto abono por meses para los bailes de los jueves, sába-
dos y domingos en cuyas noches habrá ensayos públicos extraordi-
narios; pudiendo los caballeros que se abonen gozar de las ventajas
siguientes:
El director se compromete a enseñarles los bailes que no sepan, dándole
dos lecciones por semana.
También podrán convidar a las señoras que gusten siempre que sean per-
sonas que puedan ser admitidas en una decente reunión. El precio del
abono son 20 reales anticipados.
(LA ANDALUCÍA. 12 de octubre. 1859)

26. Acuden al salón “personas escogidas”, quiere decirse de la “buena


sociedad”, o sea con dinero; que alternan, aunque sea a distancia, con las
“guillabaoras flamencas”.

27. Teatro San Fernando. El baile español nuevo La Boda flamenca (20 de
marzo de 1862).
Teatro de Rioja: El precioso baile: Una fiesta flamenca (16 de diciembre de
1865).
¿Se sabe algo?

28. Creíamos que “la mosca” era un baile exclusivo de las zambras grana-
dinas.

29. “Los gitanos llaman gachós a los andaluces, y éstos a los gitanos flamen-
cos, sin que sepamos la causa de esta denominación”. Colección de Cantes
Flamencos. Ob. Cit. Pág. 9.

***

“Gitanos o egipcios es el nombre con que, por lo común, se ha conocido


en España, así en épocas pasadas como en la presente, a los que en inglés
llaman gipsies, pero también se les ha dado otros varios nombres, por
ejemplo, Castellanos Nuevos, Germanos y Flamencos”. George Borrow.
Las Zíncali (Los gitanos en España). Traducción de Manuel Azaña. Edicio-
nes Turner. Madrid, 1979. Pág. 19.

30. Adviértase además como en todas las historias hay un claro indicio de
pícara granujería.

31. Si hemos observado esta preocupación en el eminente folclorista y mu-


sicólogo Arcadio Larrea, y en su libro El Flamenco en su raíz. Editora Na-
cional. Madrid, 1974. 85
32. El día 13 de abril y con idéntico texto se publica el anuncio en LA AN-
DALUCÍA. Lo mismo ocurre el 6 de julio con otro, de menor entidad, tam-
bién del Salón de Oriente, en el que se relacionan las boleras de más nombre
de esta capital como Dª Josefa Moreno, Dª Dolores Gandolfo y las hermanas
Dª Rosario y Dª Salud Granados.

Durante el año aparecen los reclamos habituales. De vez en vez Dª Josefa


Moreno asiste en Oriente y La Campanera en el Recreo.

33. En el original Enrique Pardo.

34. BAILES DE SOCIEDAD Y DE PALILLOS.- Accediendo el director


del salón de Oriente a los deseos de las muchas personas que asisten a
sus bailes, y con objeto de celebrar la festividad del Corpus, habrá baile
extraordinario de sociedad y palillos, asistiendo las mejores boleras de
esta capital como son Amparo Álvarez (La Campanera), Salud Granados,
Amalia Matesán, Rosario Fernández y Carmen Meléndez, con otras va-
rias: también asistirán varios cantadores a lo gitano de los más afamados.
Dará principio a las ocho y media en punto. (17 de junio. 1862)
José Luis Ortiz Nuevo

35. Salón de Oriente.- El director de los bailes que se dan en el referido


local ha dispuesto grandes mejoras en sus salones para celebrar la próxi-
ma venida a Sevilla de SS.MM. Tenemos entendido que el sábado próxi-
mo se inaugurará la temporada con una función de bailes andaluces, o
sea de palillos: y el domingo próximo y lunes, se verificarán bailes de
sociedad. Si no estamos mal informados, se preparan grandes bailes de
los dos géneros, para los días en que permanezcan sus majestades en la
capital. (13 de septiembre. 1862)

36. SALÓN DE ORIENTE.- (Calle Trajano) Hoy sábado a las nueve de


la noche se verificará un ensayo extraordinario de bailes andaluces, asis-
tiendo seis parejas de las mejores de esta capital. También asisten los
mejores cantadores y gitanas para los bailes de jaleo. (27 de diciembre.
1862)

37. Tuvo vida efímera, o, al menos, enseguida dejó de anunciarse.

38. Se celebra esta sesión a beneficio del propio director y cuenta con la
presencia extraordinaria de una bolera famosa:

Coreografía. El próximo miércoles se dará en el Salón de Oriente una


86 extraordinaria función, a beneficio de su director, en la que bailará por
última vez en esta capital, la tan aplaudida señora Perea, conocida por la
Nena, en prueba de agradecimiento a su maestro. Es de creer que haya
mucha concurrencia. (31 de mayo. 1863)

39. También ocurría lo propio en el salón del Recreo:

Para hoy sábado está preparado un ensayo enteramente extraordinario


de bailes andaluces, en el que tomarán parte además de las mejores bo-
leras, varias gitanas y algunos nuevos cantadores. Dará principio a las
nueve de la noche. (31 de octubre. 1863)

¿quiénes serían esos nuevos cantadores?

40. SALÓN DEL RECREO.- Para celebrar los días del antiguo maestro
de bailes don Félix Moreno, habrá de tener lugar esta noche uno extraor-
dinario de toda clase de bailes andaluces, tomando en él parte seis dis-
cípulas y las que diariamente concurren a dicho salón. El director del
mismo don Luis Botella ha cedido generosamente el local en obsequio al
beneficiado.
¿Se sabe algo?

41. SALÓN DE ORIENTE.- ...ha dispuesto el director para esta noche un


ensayo público extraordinario de toda clase de bailes andaluces, acompa-
ñado de cantos gitanos. (18 de febrero. 1864)

***

...Hoy sábado habrá ensayos públicos en todas clases de bailes andaluces


a los que asisten las discípulas del director y las boleras del teatro, ade-
más de cantadoras a lo gitano. (20 de febrero. 1864)

42. Ahí están “los juguetillos” simiente de Alegrías, como señaló Demófilo.

43. Se había anunciado la semana antes:

SALÓN DE ORIENTE.- ...asistiendo las mejores discípulas del director


y las mejores boleras de la capital, varios cantadores y gitanas para los
bailes flamencos. (2 de julio. 1864)

Y una semana después:

SALÓN DE ORIENTE.- ...y para los bailes de jaleo y cantos andalu-


ces los mismos del último baile que tan aplaudidos fueron. (16 de julio. 87
1864)

44. Decía LA ANDALUCÍA el 22 de octubre de 1864:

SALÓN DE ORIENTE.- ...Bajo la dirección de D. José Pérez... también


asistirán varios cantadores y gitanas para los flamencos.
(Id. 5 y 12 de noviembre).

Y el 3 de diciembre, refiriéndose al salón del Recreo:

Deseando el dueño de este salón, don Luis Botella, complacer a sus fa-
vorecedores, ha dispuesto para esta noche dar una función de bailes del
país, en la que tomarán parte los más afamados cantaores.

45. Exactamente igual se anuncia el 4 de abril siguiente.

46. Colección de Cantes Flamencos. Ob. Cit. Pág. 177.

47. Grandes y sobresalientes bailes del país y cantos andaluces en el ele-


gante salón del Recreo, sito en la Campana, calle Tarifa 1 “.- Habrá esta
noche un sobresaliente ensayo de toda clase de bailes del país, al que
José Luis Ortiz Nuevo

asisten seis parejas de las mejores del teatro de esta capital, además de
dos parejas para los bailes gitanos y cantadores de los más afamados, que
acompañarán con guitarra los bailes flamencos. (29 de abril. 1865)

48. Por esta tan esclarecedora información en torno del jaleo, así como
por otras anteriores y posteriores, de un mismo o semejante contenido, el
autor piensa que dicho baile no es otro que el conocido en nuestro siglo
por bulería.

49. Y para mejor santificar las fiestas y al tiempo rendir la debida gratitud
a la Divina Providencia:

SALÓN DE BAILE DEL RECREO.- El director don Luis Botella avisa


a los aficionados, que en celebridad de cantarse hoy el Te-Deum por la
terminación de la epidemia, se verificará esta noche un extraordinario
ensayo de toda clase de bailes y cantos andaluces. A las ocho. (7 de di-
ciembre. 1865)

50. Se infiere por esta información que Silverio, por este tiempo, no se ha
establecido todavía en Sevilla.

51. Salón de Oriente.- El sábado 6 tendrá lugar el segundo concierto de


88 cantos del país y flamencos, en el que tomarán parte los afamados can-
tadores Francisco Hidalgo y Silverio Franconetti, que han accedido gus-
tosamente a instancias del director y de sus numerosos amigos por el
mucho gusto que dieron el sábado anterior. (5 de octubre. 1866)

***

Salón de Oriente.- El sábado 13, tendrá lugar el segundo concierto de


cantos y bailes flamencos, en el que tomarán parte Silverio Franconetti y
Francisco Hidalgo, que tanto gusto dieron en la noche del 29 pasado. Los
pormenores se darán por papeletas.
(LA ANDALUCÍA. 12 de octubre. 1866)

***

Salón de Oriente.- Hoy sábado tendrá lugar el segundo concierto de can-


tos del país y flamencos, en el que tomarán parte los afamados cantadores
Francisco Hidalgo y Silverio Franconetti y el tocador de guitarra Enrique
García, de Cádiz. (13 de octubre. 1866)
¿Se sabe algo?

Gran fiesta de Cantos y Bailes Flamencos, en el Salón de Oriente.- El


sábado 20 tendrá lugar otro concierto, en el que tomarán parte las notabi-
lidades en el cante flamenco D. Silverio Franconetti y Francisco Hidalgo,
que tanto gusto dieron sábados anteriores.
(LA ANDALUCÍA. 19 de octubre. 1866)

52. Así se conoció popularmente y aún así se recuerda a la revolución que


destronó a Isabel II.

53. El 16 de Mayo se anuncia que en Oriente y para mayor distracción de la


concurrencia, en los descansos de los bailes tocará entre otras cosas el Sr. Vila
sus célebres Malagueñas.

54. Guía de Sevilla. Edición de 1872 y siguientes.

55. Se trata de un cambio transitorio, que dura escaso tiempo.

56. GRANDES BAILES DE SOCIEDAD.-


En los salones de Oriente, calle Trajano, los habrá en la noche del domin-
go primero de diciembre, al que pueden asistir todas las personas que
gusten. Dará principio a las siete en punto.
Nota.- el sábado 7 de diciembre tendrá lugar el primer baile de “Másca- 89
ras” de la temporada, con el permiso del Sr. Gobernador de la provincia.
(LA ANDALUCÍA. 1 de diciembre. 1872)

57. Por este año sólo se publicarán dos anuncios más de esta naturaleza,
los días 16 y 17 de abril.

GRAN BAILE DEL PAÍS CON CANTE FLAMENCO.-


En los extensos salones de Oriente calle Trajano, lo habrá en la noche del
jueves 17 del corriente, al que asistirán las mejores boleras de esta capital,
como también gitanas, cantadores y tocadores de los de más fama para
los de jaleos.
Dará principio a las nueve en punto.
(LA ANDALUCÍA. 16 y 17 de abril. 1873).

58. Así fueron, por los años siguientes, los anuncios más significativos en
la materia:

GRAN BAILE DEL PAÍS CON CANTE FLAMENCO.-


En los acreditados salones de Oriente, calle Trajano, lo habrá hoy viernes
al que asisten las mejores boleras de esta capital, gitanas, cantadores y
José Luis Ortiz Nuevo

bailadores para los de jaleos, asistiendo la simpática Campanera. Dando


principio a las 9.
(LA ANDALUCÍA. 17 de abril. 1874)

***

GRAN BAILE DE SOCIEDAD Y DEL PAÍS CON CANTES FLAMENCOS.-


En los salones de Oriente, calle Trajano, lo habrá esta noche, al que asis-
tirán boleras, gitanas, cantadores y bailadores para los de jaleos, dará
principio a las 7 y media el de sociedad y desde las 9 y media alternarán
los de palillos.
(LA ANDALUCÍA. 6 de abril. 1875)

***

GRAN BAILE DE PALILLOS.-


En los salones de Oriente, lo habrá mañana por la noche al que asisten las
mejores boleras de esta capital, con gitanas, cantadores y bailadores
para los de jaleos. Empezará a las 9 y media.
(LA ANDALUCÍA. 8 de abril. 1876)
90
***

GRAN BAILE DE SOCIEDAD.-


...bailándose las seguidillas y pudiendo asistir las personas que gusten.
Dará principio a las 8 en punto. Los días de feria habrá baile de sociedad
y palillos con cante flamenco.
(LA ANDALUCÍA. 24 de septiembre. 1876)

59. LA ANDALUCÍA. 24 de mayo. 1884.

Y otros tales como:

SALÓN DE ORIENTE.-
Esta noche baile de sociedad de 8 y media hasta las 12, teniendo lugar en
los descansos los de seguidillas, pudiendo asistir las personas que gus-
ten. El día de San Juan lo habrá toda la noche asistiendo la sociedad coral
denominada “La Sevillana”.
(LA ANDALUCÍA. 20 de junio. 1875)
¿Se sabe algo?

GRAN BAILE DE SOCIEDAD.-


...Lo habrá esta noche bailándose los más modernos y las seguidillas dos
veces para ensayo de los discípulos. Empezará a las 7 y media.
(LA ANDALUCÍA. 25 de marzo. 1876)

60. Por ejemplo:

El domingo próximo se inaugurarán los bailes de sociedad en el salón de


Oriente, calle Trajano, que tan acertadamente dirige D. Francisco de la
Barrera.
(EL PROGRESO. 3 de octubre. 1888)

Debiera ser este D. Francisco hijo y sucesor del maestro célebre D. Manuel
de la Barrera.

60. Por aquellos años indistintamente se llamaban Salones de Bailes o Ca-


fés Cantantes. En la guía correspondiente a 1881 es cuando aparece por
vez primera el epígrafe de Cafés Cantantes en la relación de los servicios
y lugares públicos de la ciudad.

91
HICIERON ÉPOCA
La historia dice que el primer café cantante establecido en Sevilla lo fue
en el año 42 del siglo pasado, en la calle de los Lombardos; pero como
yo no hablo más que de la historia vivida por mí, paso por alto todos los
cafés intermedios hasta llegar al Café de los Cagajones, establecido en la
plaza de la Paja, y el café de la calle de Triperas (hoy Velázquez), cuyo
escenario era una tarima de una cuarta de altura sobre el suelo.
1
Fernando de Triana

Le viene bien a esta enseñanza aquella bendita copla que por tientos cantaba
Bernardo el de los Lobitos:

La verdad a mí me engañó,
Yo me fie de la verdad
Y la verdad a mí me engañó, 93
Cuando la verdad me engaña
¿De quién me voy a fiar yo?

Pues es del todo cierto, y usted dispense maestro Fernando el de Triana,


que nunca jamás dijo la historia que el café de los Lombardos fuese in-
augurado en 1842 para ser Café Cantante.
2
Según se sabe por testimonios naturales de su tiempo el establecimiento abier-
to en 1847, fue dependencia del teatro San Fernando, y, durante muchos años,
centro de reunión para dilettanti operísticos y amigos del teatro, pero, en nin-
3
gún caso, propicio a lo flamenco .

Siendo esta razón de por sí trascendente, aún más lo es en cuanto prueba, y por
tanto niega, que a partir de esta fecha se inicie la época de los cafés cantantes
en Sevilla, que sobrevendrá mucho más tarde.

Es norma establecida en el pensamiento humano cierta voluntad de retrotraer


a tiempos pretéritos hechos que atestigüen la emérita antigüedad de las cosas.
Esta actitud se frecuenta, en demasía, considerando las edades de los hechos
flamencos, y basta una insinuación como la que abre este capítulo para procla-
José Luis Ortiz Nuevo

mar firmísimas teorías, dogmáticas, que de libro en libro se van multiplicando


4
en copias rigurosas y a la vez erradas .

Por contra, y según se desprende del estudio en los documentos hemerográ-


ficos de Sevilla, es posible afirmar que en la década de los años cincuenta del
siglo XIX, el movimiento de los cafés flamencos todavía no ha prendido en la
ciudad, pero sí el de los cafés propiamente dichos, que constituyen centros de
enorme importancia en el entramado de relaciones sociales que la urbe teje,
puntos de reunión para gremios, estamentos, profesiones... que pululan por la
“tercera capital de España”, como gustaba tanto de repetir a la prensa sevillana
5
del momento .

Hagan el favor de entretenerse en la lectura de la gacetilla que viene, informe


de interés extraordinario a la cuestión que nos ocupa, tanto por lo que cuenta
como por lo que omite.

Los cafés de Sevilla.- Antes que el espíritu de movilidad, característico


de nuestra época, concluya con la fisonomía de los parajes públicos, y
los especiales rasgos de nuestros tipos, nos parece conveniente consignar
lo que resta de las especialidades, para que los curiosos investigadores
94 encuentren rastro un día de lo que fue y no hallen ya.
Hace pocos años que Sevilla tenía puntos de marcado género, y donde
se reunían con entera separación las clases diferentes de su sociedad. La
gente del trigo con sus extinguidos mantones, paraba a todas horas en
las hostelerías contiguas a la Alhóndiga, Real entonces como todos los
edificios públicos.
La gente de mala vida de ínfima calaña tenía sus barrios como la Morería,
callejón del Muro de San Antonio, y calle de la Sopa, donde los rufianes,
perdidos, y toda clase de bellacos cometían sus heroicidades. La gente
del barranco marinería ocupaba en grupos ambas orillas del Guadalqui-
vir en los juegos de bochas de los malecones en el muelle de Triana. La
profesión torera y la afición tauromáquica se juntaban en cabildo en la
Puerta de la Carne, fallando sin apelación las causas de Romero, Cándi-
do, Delgado, Guillén y Costillares. Los tratantes en bestias no salían de
la Plazuela de la Paja; campo de sus especulaciones y cuartel general de
los corredores de cuatropoas, a la sazón de número, colegiados y con sus
Alcaldes del gremio. Hasta los “tomadores, paradores, espadistas y rate-
ros”, se daban cita para determinada taberna, donde la policía sevillana
no tenía más que meter el brazo para sacar media docena de individuos,
dignos de los honores del grillete. Todo esto ha desaparecido lentamen-
te por obra y gracia de los cafés; y aunque estos hayan conservado una
¿Se sabe algo?

especie de tipo, según ha ido ocupándolos con preferencia, bien una pro-
fesión especial, bien una afición determinada, los Casinos y los Círculos
acaban en parte con el concurso aristócrata y de la clase media, y la in-
constancia de nuestro siglo se opone a que contraiga la nueva generación
la costumbre de concurrir periódicamente a un local.
Entremos en los cafés, y entre el ruido de las diferentes conversaciones
recogeremos frases, que nos darán por resultado el tipo de cada uno.
Empecemos por el de la Campana:
- “Lo ajusté en cincuenta doblones en feria de Mairena.
- Es una mula de mistorró -el brek se vende aparte.-Son cuatro los paga-
rés sin el descontado.-La huerta a retro, y la dehesilla por el tanto.-No me
conviene el traspaso de los aperos.-¡Cristiano! si tiene tiro al aire...”
Pasemos al de Lombardos:
-”La primadonna me gusta más que la Rossi-Caccia.-¿Cuando dan el Na-
buco -El galán sigue en mejoría.-¿Has hecho el Mejía en Don Juan Te-
norio?-Véame usted para las costas del incidente.-Era una “peritonitis”
aguda.- Te doy cinco rayas y la salida.-El gallo aquel era hijo del giro de
Carmona.-Doce el cuarto y juega el cinco!...”
Penetremos en la Plaza Nueva:
-”Se retiró con las dos quintas partes de su haber.-Han trasladado a Cádiz
a González.-¿Leyó usted la circular última de Salaverría?-La recaudación 95
pasa de treinta mil reales.-Mañana voy al cortijo y veré lo de la paja...”
Pasemos adelante en el de San Fernando:
“Le digo a usted que fueron dos pares. -Mata en Algeciras el 27. -La co-
rrida anterior quedó encima Manolo.-Usted no tiene ojos: fue recibiendo,
y hasta la mano. -¡Vayan dos duros a que no banderillea con el Cuquito!-
Yo mato al toro de San Marcos, y voy donde vayan los hombres. -Com-
padre, va usté a volar...”
Engolfémonos en los cafés de la calle de la Mar, y Puerta del Arenal, que
son lo mismo para el caso:
“-Viene en lastre de Ayamonte.-¡Voto va Deu! aixó es perdre eis dinés.-
Mi lleva naranca de Mister Beck.-El pasaje con el consignatario.-Le toca
salir al práctico con la goleta.-Estoy despachando desde ayer.-Menos de
35 no embarco.-Lo tomo en comisión con el cargo de la aduana...”
Vamos al de Iberia:
-”Le faltaron veinte votos para la unanimidad.-Es un folleto que honra
mucho a Garrido.-No ha visto a Comte por el forro.-En las Bellas Artes
no hay término medio.-Me suscribí a las lecciones de Castelar.-Era oficial
del escuadrón el cuarenta y tres conmigo.-Será lo que usted quiera: pero
la del 12 amigo ¡qué obra!-Lo que yo digo: á vivir y punto redondo: chico.
café con leche...”
José Luis Ortiz Nuevo

Concluyamos por el Rezo:


-”¿Cuando toca salir al Adriano?-Subieron los treses y yo tenía metálico.
Compuse el negocio y celebraron la escritura.-Se acabó la transacción.-El
seis doble: yo salgo.-Cinco- Tres: ya no queda ningún cinco.-Segunda ca-
rambola: juego yo.-¿Se acabó lo de arriba...?” (5 de noviembre de 1858)

Excelente revista de tipos, modelos y costumbres, que ni rastro ofrecen de fla-


menco en relación con los cafés. Algunos años antes, por el verano del 53 si
hubo en la prensa noticias de cafés cantantes, pero miren y vean a qué clase de
cantantes se referían:

CAFÉ DEL TEATRO PRINCIPAL.- Este establecimiento que se hallaba


cerrado desde la conclusión de los trabajos de la compañía dramática,
vuelve a abrirse de nuevo, bajo la dirección del señor Felipe, director del
Café Cantante de Barcelona.
En él se ha dispuesto una nueva recreación de música y canto por artistas
italianos y franceses amenizando los entreactos de cada función, que será
diaria, el señor Felipe, profesor de física y gran prestidigitador, con jue-
gos bonitos de gran mérito y no vistos en esta población.
La entrada en el café será gratis; pero los concurrentes tendrán la precio-
96 sa condición de tomar y pagar las bebidas o licores que gusten, de las que
habrá un gran surtido a los mismos precios que en los demás estableci-
mientos de esta clase en esta capital.
(EL PORVENIR, 21 de julio de 1853)

***

EL CAFÉ CANTANTE.- Con este título se ha anunciado estos días por


las esquinas de la capital la apertura de uno, en el que varias artistas ita-
lianas y francesas animarán la reunión entonando canciones; de manera
que, las cantantes son las artistas y no el café. Ya decíamos nosotros que
un café cantante... era lo mismo que un INTERESANTE A LOS COMER-
CIANTES.
(EL PORVENIR, 23 de julio de 1853)

Chasco grande para quienes confiaran en que por estas fechas abiertos estuvie-
ran los cafés de los polos y las cañas. Entonces, y decididamente empujados por
6
las recomendaciones de la prensa , la única música que a estos centros asistía
era la de los pianos alentando el ritmo de las conversaciones, y alguna que otra
excéntrica actuación para animar el sosiego de los contertulios:
¿Se sabe algo?

El sábado último fue muy aplaudido en el café de Iberia el joven que imi-
ta con las manos el sonido de la flauta. Entre otras cosas, tocó con bastan-
te afinación, acompañado al piano, el final del último acto de la Traviata
y un vals lindísimo, haciendo admirar en ambas cosas a las personas que
lo escuchaban la seguridad y la robustez con que daba notas, difíciles aún
en el instrumento que con tanta perfección imita.
(LA ANDALUCÍA, 18 de febrero de 1862)

Por aquellos años los amplios salones de los grandes cafés solían servir tam-
bién como escenario para bailes de máscaras en las prolongadas vísperas del
carnaval, de manera que aún no se habían terminado de comer los polvorones
y ya estaban en danza los disfraces:

Empieza ya a notarse en Sevilla el movimiento precursor del Carnaval,


y entre los salones cuyos preparativos se hacen, figura el magnífico local
del café de Iberia, donde la empresa que lo ha tomado a su cargo, anuncia
dar cinco bailes orientales en la noche del 21 del corriente y en las del 2,
18, 26 y 28 de febrero.
Según tenemos entendido, la empresa se promete hacer todo lo más
amena posible la diversión a la festiva concurrencia, y al efecto, mientras
prepara los adornos que han de embellecer los salones, gestiona por con-
tratar un cuerpo de coros que alterne en la ejecución de graciosas piezas 97
bailables; con el objeto de hacer asequible a mayor número de personas el
solaz que en dichas noches ofrece, ha abierto un abono a los cinco bailes
con una considerable rebaja del precio ordinario de los billetes para cada
uno de ellos indistintamente; idea que creemos será bien aceptada por la
economía que para el público representa. Con tales condiciones se nos
figura que habrá concurrencia en dichos bailes.
(LA ANDALUCÍA, 15 de enero de 1865)

Mas, como puede verse, nada de nada de flamenco, si bien ya falta menos para
que se inicie el tiempo de los cafés del cante, aunque todavía con muchas mes-
colanzas y grandes titubeos. Atentos pues al verano de 1866:

Café Cantante.- El local donde está situado hoy el café de Iberia ha sido
arrendado para establecer uno, para cuyo efecto se van a introducir algu-
nas reformas y más extensión al local. En Cádiz hay ya tres de aquellos.
Así estaremos alegres.
(EL PORVENIR, 17 de julio)

***

Café Cantante.- Al estilo de los que existen en Madrid y Barcelona, se


José Luis Ortiz Nuevo

inaugurará el sábado uno establecido en calle Bayona. Nos alegramos de


que se vayan instalando esos puntos de recreo en nuestra capital. Tam-
bién se habla del establecimiento de otro en más alta escala. Creemos que
se verán favorecidos durante las tardes y noches del aburrido invierno.
(EL PORVENIR, 24 de agosto)

***

Nos aseguran que habiendo tomado otra persona el café de Iberia, el nue-
vo arrendatario se dispone a introducir en él grandes reformas y que
proyecta convertirlo en café cantante, para cuyo fin se ha encargado o
encargará a París el escenario y todos los accesorios.
(LA ANDALUCÍA, 26 de agosto)

***

Se ha inaugurado con fortuna el café cantante de la calle Bayona; la con-


currencia ha sido bastante numerosa las dos primeras noches, lo cual in-
dica que si se montara un establecimiento de este género con todas las
condiciones necesarias, pues lo que hasta ahora se ha hecho puede consi-
derarse como un ensayo, su existencia sería duradera.
98
(LA ANDALUCÍA, 28 de agosto)

***

Café Cantante.- Con este título se ha abierto en la calle Bayona un nuevo


café que llena perfectamente los deseos de la concurrencia, tanto por la
bondad de los artículos que expende, cuanto por la distracción musical
que proporciona a los concurrentes. Le deseamos prosperidad.
(EL PORVENIR, 29 de agosto)

***

Café de Montesión.- Con este título se inaugura esta noche un nuevo café
cantante y dramático, ejecutándose piezas de zarzuela y de verso, como
también bailes del país. El local ha sido decorado al efecto. Vemos que
cunde la afición.
(EL PORVENIR, 29 de septiembre)
¿Se sabe algo?

Cafés Cantantes.- Hay pensamiento de establecer varios, pues según


8.
nuestras noticias lo que falta para realizarlo es hallar locales a propósito
(EL PORVENIR, 25 de septiembre)

Y sucedió en aquel verano una explosión de cantantes casi escandalosa, de-


finitivamente exagerada, a impulsos de una moda que solía mirar con suma
frecuencia lo que antes se hiciera en Madrid y Barcelona, y que, en este caso,
difundía sobre todo músicas foráneas y también teatro, pero escasas muestras
de cantos y bailes del país.

No eran flamencos estos cafés, sólo pequeños teatros, y lo mismo que en los
grandes coliseos de la ciudad, alternaban piezas dramáticas con danzas y mú-
sicas, en algún caso autóctonas, para tener entretenido al personal.

Quizá por sentirse más acorde con esta práctica, enseguida el café cantante de
la calle Bayona anuncia su pronta reconversión:

Nuevo teatro.- El café cantante de San Luis, sito en la calle Bayona núme-
ro 6, se ha convertido en teatro de Variedades, sala de espectáculos cómi-
co-líricos, previo el permiso de la autoridad competente, y la empresa se
propone introducir una serie de sucesivas mejoras que no pueden menos
de merecer la consideración del público
9.
99
(EL PORVENIR, 9 de noviembre de 1866)

Desconocemos lo que pasó en el ínterin de los meses siguientes con tanto café
abierto en flor de cambio, hasta que al año largo de los primeros alumbramien-
tos, el de Iberia se manifiesta como Guadiana de los cafés cantantes, reapare-
ciendo a su antojo:

Anoche se inauguró como cantante el café de Iberia. El escenario que en


la galería de baños ha dispuesto el dueño de dicho establecimiento, está
decorado con gusto, se encuentra bien iluminado y sus demás condicio-
nes creemos han de bastar al objeto a que se destina. Respecto del mérito
de los cantantes, sería aventurado hoy poder emitir una opinión acertada
no habiéndolos oído sino en los ensayos generales que tuvieron lugar
anteanoche. Debemos decir, sin embargo, que algunos de ellos poseen
disposiciones para hacerse apreciar del público, si estas son bien dirigi-
das. Entre las artistas hay una que creemos sea la Señora Herrera, la cual
sabe interpretar algunos trozos de la ópera italiana.
El pensamiento de la empresa de haber destinado una sección del edificio
que ocupa dicho café para dar funciones líricas, lo creemos aceptable y
capaz de dar resultados si se sabe sostener el interés en los espectáculos
José Luis Ortiz Nuevo

y dar entretenimiento al público. Los precios de entrada oscilan entre


dos y tres reales, teniendo los interesados derecho a una contraseña que
servirá para tomar el valor de un real en cualquiera de los artículos que
10
se despachan en dicho establecimiento .
(LA ANDALUCÍA, 25 de octubre de 1867)

Clara es la orientación de este café cantante de Iberia. Seguir dando satisfacción


y mayor disfrute a los dilettanti sevillanos amantes de la ópera italiana.

No obstante y como bien sabido es que hay gente pa to, el viejo café de San
Fernando, que al parecer se encontraba siempre más solo que la una, encuentra
fervorosa clientela mediante el recurso de la melancolía:

Concierto de música del país.- Nos dicen que en la noche del domingo
cantó ante numeroso público, y acompañándose de la guitarra, don An-
tonio Jiménez de Osuna, que es una notabilidad en el género de cancio-
nes andaluzas. Fue estrepitosamente aplaudido y rogado que repitiera
sus conciertos, en la seguridad de obtener siempre un éxito lisonjero.
(EL PORVENIR, 31 de marzo de 1868)

100 ***

Café de San Fernando.- Mucha es la concurrencia que hace algunos días


asiste a este establecimiento, debido en gran parte, según nos aseguran,
por cantar en él D. Antonio Jiménez, cuyas buenas dotes para los cantos
del país, han celebrado varios periódicos.
(EL PORVENIR, 20 de abril de 1868)

***

Al fin han comprendido la mayor parte de los dueños de cafés, cuanto


importaba a sus intereses seguir el ejemplo de lo que se hace en los de las
otras poblaciones, donde se atrae al público, no sólo por la buena calidad
de los géneros, sino también por otros medios que ofrecen grato solaz
a los concurrentes. Casi todos los establecimientos de dicho género que
existen en Sevilla se han hecho cafés cantantes, y esta oportuna reforma
acaba de introducirse hace poco en el café de San Fernando, donde canta
todas las noches acompañado de piano D. Antonio Jiménez de Osuna, a
quien han consagrado muchos elogios los periódicos de otras provincias.
El Sr. Jiménez es, en su género, un cantante apreciable y agrada al público
por sus facultades, que sobresalen en las canciones andaluzas: el Sr. Ji-
ménez se distingue en esta especialidad, por el sentimiento y buen gusto
¿Se sabe algo?

con que interpreta esa música saturada de melancólica poesía, y es una


prueba de la buena acogida que ha merecido el numeroso concurso que
de ordinario ocupa las antes desiertas mesas del café de San Fernando.
(LA ANDALUCÍA, 6 de mayo de 1868)

¿Quién sería este don Antonio Jiménez de Osuna capaz de abarrotar un café
antes vacío? ¿Cómo sus cantos? Polifacético Señor Jiménez que cantaba acom-
pañado de piano o de guitarra. Enigmático personaje que sirve también como
ejemplo, entre los incontables de ese tiempo, desconocidos hoy, fatalmente ol-
ll
vidados en la débil memoria de la flamencología .

Ciencia como pocas fundada en el suponer de la conjetura, si acaso porque se


piensa que las certezas supuestamente ocultan o aminoran el omnímodo poder
de los duendes, la mayor parte de las veces sutiles ideologías que encubren
rastros de ignorancia suma.

Un nuevo café cantante ofrece ratos de solaz y diversión al público.


En la plaza del príncipe Alfonso dan razón.
Sepan ustedes que se canta flamenco.
(Semanario LA GIRALDA, 25 de junio de 1868)

*** 101

Café.- Uno de estos días se abrirá de nuevo al público el antiguo café del
Arenal, situado en la calle de la Mar, y tanto el servicio como el local han
l2
mejorado notablemente según nos aseguran .
(EL PORVENIR, 26 de junio de 1868)

***

Otro.- El Café de las Flores, situado en la calle Amor de Dios, empezará


desde mañana a dar funciones teatrales; pues con este objetivo han cons-
truido en el mismo local un bonito teatro. Por consiguiente, por un real
que costará la entrada, se disfrutará del espectáculo y se tomará té, café
l3
o licores .
(EL PORVENIR, 26 de junio de 1868)

Dos años más tarde se renueva el censo de esta clase de establecimientos, lo


anuncia, en el verano del 70, el diario LA ANDALUCÍA:

CAFÉ CANTANTE LA ALEGRÍA.- Plaza de San Pedro. Todas las no-


ches de ocho y media a once se cantarán tres zarzuelas escritas ad hoc.
José Luis Ortiz Nuevo
l4
Hay sillas numeradas para comodidad del público . (1 de junio)

En cuanto al de Variedades, véase una muestra de sus programas:

GRAN CAFÉ CANTANTE VARIEDADES.- Calle Bayona.- Función


para hoy sábado 16 de julio. El pleito, zarzuela en un acto.- Marinos en
tierra, pieza en un acto.- D. Sisenando, zarzuela en un acto.- A las nueve.-
15
Entrada un real .
(LA ANDALUCÍA. 16 de julio de 1870)

Un año después, al conjuro de las calores, otra apertura se avisa:

CAPE CANTANTE DE LOPE DE RUEDA.- El viernes 23 del actual


tendrá lugar la inauguración del escenario que se ha construido en el
magnífico patio interior de dicho establecimiento; y habiéndose esmera-
do la empresa tanto en adornar el local para recibir en él dignamente al
galante público que con su asistencia le favorece, como en proporcionar
un gran surtido de toda clase de licores, un excelente café y nevería, es
de esperar que el respetable público sevillano acuda a disfrutar del único
espectáculo que ofrece la capital en condiciones propias de la estación
presentel6.
102 (EL PORVENIR, 22 de junio de 1871)

Apenas nada nuevo se significa en el territorio flamenco: La Alegría, Varieda-


des y Lope de Rueda, por lo menos en esta época, son teatritos de zarzuela, y el
cante o el baile se da en ellos en los intermedios, o en esas piezas llamadas de
costumbres andaluzas: pero no como centro de una actividad genuinamente
flamenca.

La próxima temporada cómica promete ser muy animada, pues además


del teatro de San Fernando funcionarán el de Variedades, el de Lope de
Rueda y el de Rioja...
(LA ANDALUCÍA, 8 de octubre de 1871)

Comedias y zarzuelas para satisfacer las ansias del cultivado público de la “ter-
cera capital de España”. Y en noviembre el Iberia cambia otra vez su nomen-
clatura: Café Sevillano, se llamará a partir del día 5, según reseña LA ANDA-
17
LUClA .

18
1872

El 28 de enero, en el Café Cantante Lope de Rueda, concluiría la función con el


¿Se sabe algo?

Jaleo de Jerez por la señorita doña Eloísa Pérez. El 31 la también señorita Adela
Aragón y Bigones cantó una Habanera. Y el 8 de febrero hizo lo propio la seño-
rita Fernández con un Ole. Algo después, el 11 de abril, se debió representar en
este coliseo la pieza en un acto Trapisondas de un gitano.

En otro de los sitios que, años más tarde, sería para los cantes, el Salón Filar-
mónico, sepan que el 19 de marzo, San José, escrito está que hubo: “Grandiosa
función por la compañía de niños...”: “La Sagrada Pasión de Nuestro Señor
Jesucristo y su Gloriosa Resurrección”

El 29 de septiembre se publica:

CAFÉ CANTANTE APOLO


Situado en la plaza de San Pedro.
Función para hoy domingo 29 de septiembre, a las ocho.- La zarzuela en
un acto El juicio final.- La pieza La casa de campo. La zarzuela en un acto
Pascual Bailón.
Entrada 2 reales, con opción a uno de consumo.
Café Correo.- Sálvese el que pueda.- Baile Nacional.- En las astas del
toro.- El Ole.- Fin de Fiesta.
103
En consecuencia cabe plantear prudente reflexión sobre la naturaleza y sig-
nificado de los cafés cantantes que por aquel tiempo y en Sevilla se sabe que
existían. Los mentados hasta ahora parece que flamencos bien poco fueron.
Teatritos de zarzuelas y piezas de costumbres, nada más, sólo eso, salvo el del
señor Silverio, en la Campana abierto, arriba de una escalerilla.

Y mentando a Roma... El 22 de mayo de 1878 El Porvenir da cuenta de un


acuerdo municipal que autoriza a don Silverio Franconetti a establecer un café
20
cantante de verano en la Alameda de Hércules . LA ANDALUCÍA fue mensa-
jero de su apertura. Así de lacónico y escueto dijo:

Esta noche se inaugurará el Café Cantante al aire libre, establecido en la


Alameda de Hércules (20 de junio).

Meses después, en el otoño:

Café Cantante.- Cada día se ve más concurrido este café teatro, pagando
el público con su asistencia los desvelos de su propietario.
Nos alegramos del éxito obtenido por estas empresas que han de contri-
21
buir al desarrollo de la afición cada día más creciente en esta ciudad .
(EL PORVENIR,4 de octubre de 1879)
José Luis Ortiz Nuevo

Abrieron los ochenta persistentes signos de mediocridad y ausencias flamen-


cas:

Café-Teatro.- En la noche del 16 del corriente se inauguró el teatrito cons-


truido en los salones del café del Arenal poniéndose en escena las piezas
C de L, Marinos en tierra y Canto de Ángeles.
El escenario es pequeñito pero en el local habrá hasta unas 250 sillas ocu-
padas en la noche a que nos referimos.
Nada puede pedirse a la compañía pues la entrada y asiento solo cuesta
un real.
(EL PORVENIR, 18 de enero)

Pero será esta década la que cambie poderosamente el rumbo de los aconteci-
mientos y sirva al apogeo de los cafés que de manera primordial se dedican a
22
la exhibición del arte flamenco .

SALON SILVERIO. Rosario 4. Todas las noches conciertos de cantes y bai-


23
les andaluces .

Un año antes la guía de la ciudad introduce por vez primera en la sección


de servicios públicos el concepto Cafés Cantantes, que previamente aparecían
104 como teatros. En la ocasión dos son los titulares:

- Salón Filarmónico. Trajano 2


- Café Teatro del Centro. Rioja, 6 y Sierpes.

Y en 1882, bajo el mismo epígrafe:

- Salón Filarmónico. Amor de Dios, 23


- Silverio Franconetti. Rosario, 4
- Manuel Ojeda. Tarifa, 1
24
- Café-Teatro del Centro. Rioja, 6 y Sierpes .

Póker de ases en su especialidad y por el tiempo que abarca este trabajo. Su


extraordinario poderío creativo apenas si tendrá repercusión en los periódicos
del momento, antes bien casi únicamente serán mentados como prototipo de
maldades, causa principal de escándalos y camino de tropelías, desatinos, crí-
menes, inmorales bajezas y decadencias.

1883
25
El diario LA ENCICLOPEDIA publica, del 11 de enero al 25 de abril, el co-
¿Se sabe algo?

nocido reclamo del Café de Silverio. El 11 del mismo abril, según EL POSIBI-
LISTA, órgano del señor Rodríguez de la Borbolla, en el Teatro del Centro se
26
interpretarán las Malagueñas

Por su parte EL PROGRESO refiere el 6 de julio:

Mañana sábado tendrá lugar en el Salón teatro del Centro una escogida y
variada función, en la que se pondrán en escena la bonita zarzuela en dos
actos, titulada El Joven Telémaco, en la que la Señorita Giráldez cantará
unas flamenc as peteneras ; la zarzuela en un acto La cabra tira al monte,
que también desempeña el Señor Galea, y terminando con un potpourrí
de bailes nacionales.

Y el 19 añade:

En el Salón Teatro del Centro recibió anteanoche grandes aplausos en la


representación de la zarzuela El joven Telémaco la señora Giráldez, la
cual cantó con bastante gracia y buen estilo unas flamencas peteneras.

Entretanto LA IZQUIERDA LIBERAL publica el 2 de septiembre:

En la noche del jueves tuvimos el gusto de asistir al bonito teatro del Centro. 105
Lo variado del espectáculo, y sobre todo, el precio que se reduce al gasto
que el consumidor haga, hacen que se vea todas las noches, completa-
mente lleno el café teatro.
Los bailes nacionales, dirigidos por el maestro Moreno son de mucho gus-
to.
En los juguetillos y tangos es muy aplaudido el conocido por Chorlito.
Pero lo que con seguridad hace que el público concurra cada día en ma-
yor número son las preciosas malagueñas, peteneras y soleares cantadas
por el conocido aficionado Antonio Revueltas.

Y apostilla el 4:

El domingo hubo por la tarde toros en nuestro circo, por la noche títeres
en la Plaza Nueva, representaciones de prestidigitación en el teatro Es-
lava, baile y cante flamenco en el teatro del Centro y segunda función de
la temporada en el teatro del Duque. Todos estos sitios se vieron suma-
mente concurridos.

Da coraje que se dejaran lo principal en el tintero:


José Luis Ortiz Nuevo

Se ha publicado la lista de la compañía de cantadores, cantadoras, bai-


ladoras y tocador de guitarra, que ha de actuar en el concurrido “Café
Cantante” establecido en la calle Tarifa número l.
27
Todas las noches habrá conciertos desde las siete hasta las doce .
(LA IZQUIERDA LIBERAL, 9 de septiembre)

1884

El año es verdaderamente parco en noticias de los cafés cantantes. En EL PRO-


GRESO se repite la acostumbrada gacetilla publicitaria del Café de Silverio, pero
sólo en los primeros días, exactamente del 1 al 17 de enero.

LA IZQUIERDA LIBERAL informa el 15 de abril, a las puertas de la feria,


que:

Los teatros se vieron en la noche del domingo completamente llenos...


Los cafés y restaurantes y cafés de cantes flamencos, eran pequeños para
contener a tanto público.

En este periódico también aparece publicidad de los cafés de Silverio, Salón


106 Teatro del Centro y Café Cantante de Manuel Ojeda (Burrero), desde comien-
zos del año, pero los dos primeros retiran sus encartes a partir del 7 de mayo,
seguramente a causa de una nota deplorable que el diario emite el día ante-
rior28.

EL TRIBUNO es el que acapara con mayor regularidad los pequeños anuncios,


desde julio hasta diciembre, con los textos:

- Café de Silverio. Rosario, 4. Conciertos diarios de cantos y bailes anda-


luces, de ocho a doce de la noche.
- Café Filarmónico. Amor de Dios, 23. Cantes y bailes flamencos, todas las
noches desde las siete hasta las doce.
- Café Cantante de Manuel Ojeda. Tarifa, l. Conciertos todas las noches.
desde las siete hasta las doce.

Fuera parte hubo sí un intento, el primero que yo sepa, por parte del Sr. Bu-
rrero, Ojeda, don Manuel, de abrir una sucursal veraniega de su café a la vera
del puente de Triana; que no prosperó por negarle el Ayuntamiento la licencia
aun en contra del dictamen favorable de la Comisión de Obras Públicas, según
informó LA ANDALUCÍA el 6 de junio:
¿Se sabe algo?

Existe el proyecto de establecer un café-teatro en las inmediaciones del


puente de Triana durante la temporada de verano.
La Comisión de Obras Públicas ha dictaminado ya favorablemente el
proyecto.

1885

Diametralmente opuesto al anterior en cuanto a la profusión de informaciones


por mor de los cafés cantantes, teniendo en cuenta, además, que todo el grueso
del palabrerío de escándalos y esaboriciones se compila en capítulo aparte.

Y para principiar un cambio. Informa EL TRIBUNO el 17 de enero que:

Se anuncia la apertura en la calle Amor de Dios del nuevo café-teatro


29
Variedades, en el inmueble donde estaba el café Filarmónico .

Y una novedad en marzo:


30
En el Salón-Teatro de Novedades , Almirantazgo 7, tendrá lugar esta
noche una escogida función, compuesta de las obras de un acto tituladas
Salón Eslava, ¡Ya somos tres! y La llave del destino. 107
Además, dos intermedios de bailes, terminando el espectáculo con un
Baile nacional.
(EL PROGRESO, 24 de marzo)

Por mayo, el recién nombrado Variedades florece como ningún otro:

La empresa del Café teatro de Variedades situado en la calle Amor de


Dios número 23, ha contratado para primera bailarina a la simpática y
aplaudida señorita Doña Manuela Alba, que hará su debut esta noche.
31
(EL PROGRESO, 10 de mayo)

***

Cada día favorece más el público al teatro salón de Variedades, estableci-


do en la calle Amor de Dios.
El cuerpo de baile es muy aplaudido por el público y todas las noches le
hace éste repetir los bailes nacionales.
(EL TRIBUNO, 22 de mayo)
José Luis Ortiz Nuevo

En el teatro de Variedades se propone dar una serie de representaciones


la sociedad coral-gaditana que lleva el título de “Las viejas ricas”.
(EL TRIBUNO, 22 de mayo)

***

Son verdaderamente dignos de encomio los numerosos sacrificios que


hace la empresa del salón-teatro café de Variedades para dar novedad a
los espectáculos que allí se representan.
Además del escogido cuerpo de bailes y la compañía de declamación que
de continuo actúa en aquel salón, últimamente ha contratado la empresa,
a la comparsa titulada “Las Viejas Ricas de Cádiz”, cuya gracia en los
trajes sólo puede compararse con el chispeante gracejo de las coplas que
cantan.
Su primera presentación en la escena fue saludada por una salva de
aplausos por lo característico de los tipos y la bien ideada caricatura que
cada uno representa.
La propiedad de los instrumentos con que se acompañan sus canciones.
compuestos de almejas, cañas, latas, tarros, y demás adminículos de esta
especie dan verdadera originalidad al espectáculo siendo causa continua
32
de la hilaridad del público .
108
(EL PROGRESO, 24 de mayo)

Cuando avisan su presencia las calores buscan los flamencos alivio en las no-
ches frescas:

Se ha concedido por el Ayuntamiento autorización a don Manuel Ojeda


para establecer un café-nevería junto al puente de Triana, próximamente
en el sitio que estuvo la exposición de fieras de Mr. Cavanna.
(EL TRIBUNO, 24 de mayo)

EL PORVENIR informaba días después: En Triana se levantará un teatro de


verano en el que los cantes flamencos y bailes andaluces entretendrán agrada-
blemente a los espectadores. (29 de mayo)

La Corporación Municipal había adoptado el pertinente acuerdo el 20 de


mayo:

A propuesta de la Comisión de Obras Públicas y conforme solicitaba D.


Manuel Ojeda, S.E. acordó concederle permiso para establecer durante
los meses de verano un “Café Cantante” en el lado izquierdo del Puente
de Isabel II, mediante el pago de una peseta treinta y siete céntimos dia-
¿Se sabe algo?

rios por cada cien metros cuadrados de terreno que la instalación ocupa-
se y obligándole al cumplimiento de otras cláusulas que afianzarán los
33
derechos del público y de la Corporación .

Derechos que, al parecer, eran colmados a tenor de una escueta información


publicada en EL TRIBUNO:

El café-nevería establecido junto al Puente de Triana es sumamente favo-


recido por el público que se entusiasma con las notabilidades flamencas.
34
(8 de julio) .

Tras el verano, el primer episodio otoñal tiene que ver con la pasión despertada
en la vieja Híspalis por “Las Viejas-Ricas de Cádiz”, que enseguida siembran,
generan copias, ordinarios daguerrotipos de su gracia:

El sábado próximo pasado tuvo lugar en el Salón-teatro del Centro el


debut de las “Niñas garateras de Sevilla”.
Fueron calurosamente aplaudidas, no sólo por lo bien que cantaron los
tangos, ya de todos conocidos, sino por los bonitos y elegantes trajes con
que se presentaron en el palco escénico.
El domingo cantó por segunda vez la comparsa, recibiendo muchos
aplausos del numeroso público que asistió a dicho teatro35. 109
(EL TRIBUNO, 29 de septiembre)

De otra parte, la empresa del Salón Teatro Variedades, que sigue estando mi-
36
mada por la prensa, comunica el 10 de octubre su nueva compañía , y así mis-
mo da cuenta de que ha contratado además por un corto número de representa-
ciones al afamado concertista de guitarra don Francisco Díaz, conocido por El
37
Niño de Lucena. (EL TRIBUNO)

Y de inmediato la crónica que narra el inicio de la temporada:

El sábado se inauguró en la presente temporada el teatro café de Varie-


dades.
Las obras verificadas en el salón obedecen a la aplausible idea de trans-
formarlo en un verdadero teatro, lo que a fuerza de perseverancia va
consiguiendo la empresa.
La compañía de declamación es muy aceptable, descollando la señorita
Castro, quien al final de la representación de El novio de Doña Inés cantó
unas malagueñas con un gusto y delicadeza tal, que produjo verdadero
asombro en el público que no esperaba sin duda oír tan dulce timbre
de voz y cantar con el sentimiento y perfección como la señorita Castro
José Luis Ortiz Nuevo

lo hizo; los aplausos no cesaban y por tres veces tuvo que salir a escena
después de repetir su canto.
La compañía de baile llamará indudablemente gran concurrencia a aquel
teatro por la gracia y perfección con que el cuerpo coreográfico cumple
su cometido.
(EL PROGRESO, 13 de octubre)

Pero el argumento más sorprendente del año, que tuvo también su relación con
los cafés del cante, fue sin duda el de la anunciada muerte de Juan Breva por
38
mor del cólera :

Una desagradable noticia tenemos que participar a los aficionados al can-


te flamenco, soleares y peteneras. Según leemos en varios periódicos, ha
fallecido en Vélez-Málaga, a consecuencia de un ataque fulminante de
cólera morbo, el famoso cantaor Juan Breva, tan conocido en los círculos
filarmónicos de la flamenquería de Sevilla, Madrid y todas las principa-
les poblaciones de España; porque Juan Breva era una notabilidad en
su género y era calurosamente aplaudido en todas las reuniones en que
cantaba.
También se dice que el famoso guitarrista conocido por el Niño de Lu-
cena se ha retirado de la profesión para dedicarse a otra industria más
110 lucrativa.
(EL ESPAÑOL, 8 de octubre)

***

Juan Breva.- Este famoso cantador de flamenco que ha muerto víctima


del cólera en Vélez-Málaga era un hombre muy amante de su pueblo y
de la vida en familia. Contra la costumbre general en los que se dedican
a su profesión, era muy económico y no se podía decir de él lo que de
otros muchos: “los dineros del sacristán: cantando se vienen, cantando
se van.”
A fuerza de economías había reunido lo suficiente para construir tres
casas; el terremoto del pasado invierno se las convirtió en ruinas. Estaba
contratado en Barcelona cuando recibió la triste nueva y cantando por
los pueblos para recoger dinero, emprendió una peregrinación a su des-
truido hogar.
Cuando llega a Málaga hallábase S.M. el rey en el campamento de Torre
del Mar y pidió permiso para verle; el rey le recibió, y la voz hermosa del
cantador popular se oyó en medio del silencio de la noche y de la tristeza
que dominaba en los ánimos, impregnada de melancolía conmovedora.
¿Se sabe algo?

S.M. le despidió dándole cuarenta duros y ahora Juan Breva se ocupaba


en la reconstrucción de su casa.
(EL PORVENIR, 13 de octubre)

Pero el muerto resucitó y para celebrarlo se fue a cantar al café de Variedades


de Sevilla.

El aplaudido cantaor de flamenco Juan Breva, de quien algunos estimados


colegas dieron la noticia de su muerte, víctima del cólera, en Vélez-Má-
laga, llegó anoche a esta ciudad vivo y salvo proponiéndose tomar parte
en los espectáculos que se verifican todas las noches en el salón teatro de
Variedades.
39
(EL TRIBUNO, 13 de octubre)

Una broma de mal gusto o una ignorancia indolentemente propagada, pero al


cabo, y eso es de agradecer, noticias de tan encumbrado artista malagueño. Y,
a propósito de bromas, no tendría otro sentido la nota de EL PROGRESO del 1
de diciembre, con un poquito de sorna y cachondeo:

Un viajante de comercio, andaluz y aficionado al arte flamenco ha hecho la


observación de que la región de España más dada a aquel espectáculo y
en la que por tanto, mayor número de cafés que lo ofrecen, es Galicia. 111

Sin comentarios a no ser por el detalle de citar precisamente a los cafés como el
lugar idóneo para la presentación de lo flamenco.

Y poco más dio el año. Acaso una noticia que certifica la afición constante por
el baile:

La concurrencia numerosísima que acude todas las noches al favorecido


café teatro del Centro aplaude con justicia al numeroso cuerpo de baile
que viene actuando en aquel teatrito.
40
(EL TRIBUNO, 6 de diciembre)

1886

El año de la consagración de “Las Viejas Ricas”, estaban en la flor plena del


triunfo:

En el teatro de Novedades, situado en la calle Almirantazgo número 7, se


efectuará el viernes una extraordinaria función a beneficio del joven direc-
tor de la compañía dramática “La Guirnalda” don José Baena y Baco en la
José Luis Ortiz Nuevo

que toma parte la aplaudida comparsa “Las Viejas Ricas de Cádiz”.


La obra que se pondrá en escena es el grandioso drama en tres actos, de
don José Echegaray, titulado La esposa del vengador.
(EL PROGRESO, 17 de marzo)

***

En el salón de cantes y bailes andaluces de Silverio, se están ensayando


para presentarlos a la mayor brevedad, por la compañía “Las Viejas Ricas
de Cádiz” los nuevos y divertidos tangos “Los monos” para lo cual en el
establecimiento de sastrería del Sr. Gorina se construyen los trajes con el
lujo y propiedad con que presentan sus cuadros esta célebre comparsa.
(EL TRIBUNO, 22 de julio)

***

Habiéndonos llamado la atención por su originalidad unos trajes de mo-


nos que están expuestos en los escaparates del establecimiento de sastre-
ría que en la calle de Tetuán tiene el célebre Sr. Gorina, nos han dicho que
son para la célebre comparsa “Las Viejas Ricas de Cádiz” que por tanto
tiempo y con tanto éxito viene trabajando en el Salón Silverio.
112
(EL BALUARTE, 23 de julio)

***

Salón Cantante de Silverio. Calle Rosario, 4. Concierto todas las noches


de cantes y bailes andaluces y nacionales en unión de la célebre comparsa
de “Las Viejas Ricas de Cádiz”.
Bailes nacionales con un lúcido cuerpo de bailes. Función para hoy 23:
1°.- A las 10. El Carnaval español.
2º.- A las 12. “Miscelánea”.
3°.- A la 1 ½. Baile nacional.
40
(LA ANDALUCÍA, 23 de octubre)

El otro polo de atracción continúa siendo el Salón de Variedades, único emisor


de noticias no escandalosas que a lo largo del año se producen:

En el salón-teatro de Variedades muy en breve actuará un escogido cua-


dro cómico-lírico en unión de un notable cuerpo de baile.
Dados estos alicientes y el ser empresario de dicho coliseo nuestro amigo
¿Se sabe algo?

don José Herrera, dueño del local, nos hace creer que las puertas de aquel
permanecerán abiertas durante larga temporada.
(EL BALUARTE, 8 de junio)

***

Hallándose de paso en esta capital la célebre primera bailarina del género


francés y español Doña Natalia Jiménez, la empresa del Salón-teatro de
Variedades ha logrado que dicha señora luzca sus dotes un corto número
de funciones.
(EL BALUARTE, 12 de junio)

***

La primera bailarina Señorita Natalia Jiménez y el actor cómico Sr. Po-


rres, son cada noche más aplaudidos en el teatro de Variedades. La pri-
mera, en los bailes que ejecuta con suma agilidad y gracia, y el segundo,
en las malagueñas que canta.
(LA ANDALUCÍA, 16 de junio)

***
113
En breve se inaugurará el nuevo teatro circo de verano situado en la Ala-
meda de Hércules. La compañía que actúa en el salón-teatro de Varieda-
des, es la que ha de funcionar en el de verano, para cuyo fin la empresa ha
contratado a nuevos artistas conocidos ya del público sevillano.
(EL CRONISTA, 16 de julio)

***

La empresa de Variedades anuncia que traslada su compañía de zarzuela


y baile al teatro circo de verano de la Alameda de Hércules. Hoy los bai-
41
les La estrella de Andalucía y Marinos ingleses .
(EL BALUARTE, 22 de julio)

***

Cada día concurre más público a nuestro teatro de Verano situado en la


Alameda de Hércules.
En el modesto coliseo de Variedades, trabajan artistas que hacen dester-
nillar de risa a la concurrencia. El señor Capriles es indudablemente el
actor que más ameniza los papeles que desempeña.
José Luis Ortiz Nuevo

Y al hablar de este señor debemos consignar con gusto que va olvidando


mucho aquellos chistes de un color algo subido que molestaban al públi-
co sensato. Siga pues, por ese camino y conquistará más lauros que los
que actualmente está alcanzando.
(EL CRONISTA, 31 de agosto)

***

Los concurrentes al Salón de Variedades hacen elogios de los variados


espectáculos que en dicho local se ofrecen todas las noches.
Compañía dramática, cante y baile flamenco, baile francés, etc., y todo
por el consumo.
¿Puede pedirse más?
(EL TRIBUNO, 30 de noviembre)

Y poco más, salvo referir que en EL TRIBUNO se anuncian todo el año los ca-
fés de Silverio y El Burrero, y en EL BALUARTE lo hace El Burrero, de enero
a junio.

1887
114
Tampoco fue un año brillante de noticias buenas por mor de los cafés del can-
te, y eso que la revista taurina EL LORO en el número inaugural de su cuarta
etapa, entre otras cosas prometía:

Cafés cantantes.- También nos ocuparemos muy particularmente, de los


Cafés de cante y baile flamenco, dando a conocer al público los artistas
que en ellos se presenten como así mismo el juicio que nos merezca su
trabajo.
De tan delicado asunto está encargada persona perita en materia e impar-
cial en sus escritos. (23 de octubre)

Aunque debió ocurrir que no encontrasen esa “persona perita e imparcial en


la materia”, y no pudieron cumplir tan loable propósito, de manera que en sus
muchos números ni una sola crónica cantante se escribió.

Entre tanto los éxitos continuaban acompañando a “Las Viejas Ricas”, que ya
deberían ser la mar de ancianas:

La comparsa titulada “Viejas Ricas de Cádiz” da esta noche, a las ocho y


media, un concierto en el Salón teatro Filarmónico.
¿Se sabe algo?

Dicha función ha sido dedicada al “Feo Malagueño” y se dice que los pro-
ductos se destinan a librar de quintas a Pedro Roldán (Perico el del Pie).
En dicha función se representará un “disparate-cómico-lírico-crítico- bai-
lable” en un acto en prosa y otro en verso, original del poeta de la com-
parsa, titulado De Silverio al Filarmónico.
Tomará parte en el concierto la comparsa denominada “Bandoleros Se-
villanos”.
(EL TRIBUNO, 5 de marzo)

El Café de Variedades seguía gozando, como ningún otro, del favor periodís-
tico:

Anteanoche abriría de nuevo sus puertas el Salón teatro Variedades.


Tres diferentes cuadros forman la compañía que ha de actuar en la pre-
sente temporada en el referido salón-teatro.
Cante y baile flamenco, baile español y un cuadrito cómico-lírico bajo la
dirección del popular actor Sr. Galea, es el variado espectáculo que la nue-
42
va empresa ofrece al público sevillano .
(EL TRIBUNO, 20 de marzo)

Por abril, cuando las aguas son tantas, se dejó escrito:


115
Se acabó la feria.
El temporal de los dos últimos días ha quitado el lucimiento y animación
que se notó el primer día.
Sin embargo, los circos, polichinelas, los enanos de Pilas, las exposiciones
de monstruos y figuras de cera, y hasta la sucursal del Salón de Silverio,
han tenido pingües ganancias.
(EL BALUARTE, 22 de abril)

Primera y única noticia de que el señor Silverio acudiera, en plan profesional,


con sus flamencas y flamencos a la feria.

Incidencia digna de mención fue la promovida a consecuencia de un pavoroso


incendio que destruyó el teatro de la Ópera de París, y puso a cavilar a los res-
ponsables de seguridad que en Sevilla había. Tras la inspección, forzada por el
miedo a la propagación del mal fario, inspección digo de teatros y similares; en
los centros flamencos consideraron necesarias estas actuaciones y reformas:

CENTRO.- Establecer dos bocas para el agua en el escenario. Dar respira-


dero de humo al techo del mismo.
SILVERlO.- Establecer dos bocas para agua en el escenario.
José Luis Ortiz Nuevo

VARIEDADES.- Ampliar y arreglar las puertas y ponerlas que abran


para afuera. Hacer balcones las actuales ventanas.
El Salón BURRERO se ha encontrado en condiciones tales de inseguri-
dad, que no hay reforma posible para utilizarlo, considerando por tanto
la Comisión que debe suprimirse.
(EL ESPAÑOL, 5 de julio)

A los pocos días, como no se habían cumplido las indicaciones, se publica esta
nota:

Hasta tanto se cumpla con lo dispuesto por la Comisión de Teatros, se ha


dispuesto la clausura del Centro y cafés cantantes.
El dueño del café cantante de la calle Rosario (Silverio) estuvo ayer en el
Gobierno Civil de la provincia para manifestar que cumplirá inmediata-
mente con lo acordado, y que al efecto ya había encargado al Sr. Arqui-
tecto procediera a la colocación de una boca de riego en el patio o sala de
43
espectáculo .
(EL ESPAÑOL, 14 de julio)

Y para finalizar el año la noticia de un cierre. A lo que se ve ni el apoyo del


cuarto poder, ni la gracia de las “acaudaladas gaditanas”, pudo sostener la
116 crisis del cambiante Variedades:

Academia de baile.- Tenemos entendido que el antiguo salón-teatro de Va-


riedades, calle Amor de Dios, ha sido tomado en arrendamiento para
establecer una academia de baile bajo la dirección de Don Alfredo Ro-
dríguez Medina, y en el mismo se darán bailes de sociedad y algunos de
máscaras; para ello se están haciendo mejoras en el decorado y reformas
44
en el local .
(EL PORVENIR, 3 de diciembre)

1888

Visto desde ahora mismo, bien parece que estaban acechando el fin próximo
del genio, pues nunca antes hubo gacetillas por Silverio como las que publica-
ron este año:

Salón Silverio.- El dueño de este establecimiento, deseando siempre dar


más variedad a sus espectáculos, ha contratado, a más del numeroso gé-
nero flamenco que tiene, a la célebre comparsa gaditana, titulada viejos
cooperativos los cuales cantan difíciles tangos.
(LA AVALANCHA, 12 de mayo)
¿Se sabe algo?

Terminadas que sean las reformas que se vienen haciendo en el Salón y


Café Cantante titulado “Silverio” establecido en calle Rosario número 4,
abrirá este sus puertas al público.
El próximo sábado créese que será la inauguración de la temporada.
(EL TRIBUNO, 11 de septiembre)

***

Esta noche abrirá de nuevo sus puertas el acreditado café “Silverio”. El


cuadro que ha de actuar este año, según nuestras noticias, en aquel favo-
recido establecimiento, es de lo más escogido en su clase.
(EL TRIBUNO, 15 de septiembre)

***

Esta noche debe tener lugar en el acreditado Café de Silverio, la inaugu-


ración de la segunda temporada, para la que se han introducido grandes
mejoras en aquel bonito salón.
Nos consta que el cuadro que ha de actuar este año en el Café de Silverio,
es de lo más selecto en su clase.
(EL PROGRESO, 15 de septiembre) 117

1889

El único argumento45 es la muerte de Silverio Franconetti:

A las nueve de la noche del jueves falleció en esta ciudad el antiguo can-
tador flamenco Silverio Franconetti, conocido por Silverio.
Este aplaudido y estimado cantador célebre por sus seguidillas y serranas
hasta hace algunos meses tenía en la calle Rosario un café de cante y baile
flamenco.
El jueves regresó de Madrid donde pensaba establecerse.
Por sus buenas cualidades y apreciables sentimientos ha sido muy sen-
tida la muerte del laborioso industrial entre sus amigos y admiradores.
(EL TRIBUNO, 1 de junio)

***

En las primeras horas de la noche del jueves falleció en esta capital una
José Luis Ortiz Nuevo

de las personas más conocidas y de más renombre no sólo en Sevilla,


sino en España y hasta en muchos puntos del extranjero por la clase de
empresa a la que estaba dedicado. Es este Silverio Franconetti, dueño del
café cantante, que tan importante papel ha representado entre los espectá-
culos públicos de la época actual, en las primeras capitales de Andalucía,
principalmente en Sevilla.
Silverio Franconetti se hallaba en Madrid y regresó a esta ciudad anteayer
por la mañana, al parecer en buen estado de salud, pero al llegar la noche
fue acometido de un accidente, dejando de existir en el acto y causando,
como es natural, dolorosa sorpresa a su esposa y demás familia.
Antes de las cinco de la mañana de ayer fue conducido el cadáver al ce-
menterio de San Fernando, siendo acompañado por un gran número de
amigos y admiradores del popular cantador flamenco.
Dios haya acogido en su seno el alma del finado.
(EL ESPAÑOL, 1 de junio)

***

Ha fallecido repentinamente en esta capital es afamado cantador del gé-


nero flamenco Silverio Franconetti.
118 (EL BALUARTE, 2 de junio)

***

A las nueve de la noche del jueves falleció en esta capital el antiguo can-
tador flamenco Silverio Franconetti.
Este aplaudido y estimado cantador, célebre por sus seguidillas y serra-
nas hasta hace algunos meses tenía en la calle Rosario un café de cante y
baile flamenco.
El jueves regresó de Madrid donde pensaba establecerse.
Por sus buenas cualidades y apreciables sentimientos ha sido muy sen-
tida la muerte del laborioso industrial entre sus amigos y admiradores.
(EL CRONISTA, 2 de junio)
Dice un colega, que en la noche del jueves, falleció repentinamente en la
Plaza Nueva, el célebre cantador flamenco, Don Silverio Franconetti.
(LA ANDALUCÍA, 2 de junio)

Y así fue, según las crónicas, la historia de los cafés cantantes sevillanos, desde
su origen hasta el año en que murió Silverio. Por su conocimiento algunas con-
clusiones podremos enunciar siquiera:
¿Se sabe algo?

1.- Sus inicios se cumplen en 1853, mas la música que ofrecen no tiene rela-
ción alguna con el flamenco.

2.- A partir de 1866 y hasta los primeros setenta su razón principal es la de


ofrecer espectáculos cómico-líricos, y en lugar secundario bailes del país y can-
tos flamencos.

3.- En los años ochenta se consolida el movimiento de los cafés cantantes don-
de predomina la exhibición del flamenco.

119
José Luis Ortiz Nuevo

NOTAS

1. Arte y Artistas Flamencos. Fernando el de Triana. Ediciones Demófilo.


Fernán-Núñez (Córdoba). 1979. Pág. 245.

2. Anales de Sevilla. José Velázquez y Sánchez, cronista de la Ciudad. Im-


prenta y librería hijos de la fe. Sevilla. 1872. Pág. 662.

3. Tras la lectura de la abundantísima documentación que abarca el pe-


ríodo estudiado en este ensayo no se ha encontrado ni una sola cita que
ponga en relación al famoso Café de Los Lombardos con el Arte Flamenco,
ni una.

4. Del libro de Fernando el de Triana pasó el error al Mundo y Formas del


Cante Flamenco, de Antonio Mairena y Ricardo Molina (Edición de Librería
Al Andalus. Granada-Sevilla, 1971. Pág. 46), y por él a todos los posterio-
res.

5. Progreso de los cafés.- Recordarán nuestros lectores que fuimos los pri-
meros que iniciamos el deber en que se hallaban esos establecimientos de
recreo, de transformarse, no solo presentándolos bajo un estado elegan-
120 te, sino adoptando la introducción del piano, como está propagado en
la Corte y en los más insignificantes pueblos de Cataluña. Los de Iberia,
Lombardos y Recreo han introducido notables mejoras, que nos prueban
el adelanto de estos establecimientos, principalmente los dos primeros
que han admitido el piano. Hemos oído a cuantos llegan no solo de la
Corte y de Barcelona, sino del extranjero, elogiar la transformación que
se ha verificado en los cafés. ¿Por qué los demás no siguen ese sistema? El
tiempo convencerá de la necesidad que hay de que el piano se propague.
(EL PORVENIR. 6 de diciembre. 1851)

6. Nuevo café.- Ya hemos dicho que de poco tiempo a esta parte se ha


operado tal metamorfosis en esos establecimientos de sociedad, que
cuantos se han hallado alejados por algún tiempo de esta tierra, no los
conocen. Al tétrico y monótono silencio ha sucedido el murmullo de la
armonía del piano: dentro de poco los hemos de ver convertidos hasta
en salones de improvisados conciertos. ¿Qué no hace el tiempo? Hemos
predicado por la introducción del piano y la revolución se ha operado, no
obstante que aún existan algunos tan rebeldes, que no han entrado por la
vía de la moda; pero ya se convencerán.
Dícese ahora que el antiguo local del café del Turco prepara una nueva
inauguración, bajo el más esmerado lujo y brillantez, pues parece que
¿Se sabe algo?

una sociedad de la Corte va a tomarlo, exponiéndose a invertir un inmen-


so capital. Por supuesto que habrá su magnífico piano, y tal será el lujo,
que rivalizará con los mejores de Barcelona, que en eso de los cafés es la
más adelantada. Veremos lo que se resuelve.
(EL PORVENIR. 24 de diciembre. 1851)

7. En el mejor de los casos veinticuatro años después de lo establecido por


la mayoría de los libros que sobre el particular tratan.

8. El 7 de octubre de 1866 se anuncia la apertura de un Café Dramático


Cantante en la calle Caño Quebrado n° 14, dirigido por el actor D. Fran-
cisco Pérez. Luego aparece su propaganda unos cuantos días sin ofrecer
programa alguno y al cabo desaparece sin dejar rastro.

9. Teatro de Variedades: Sala de espectáculos cómico-líricos, situado en


la calle Bayona nº 6.- A las cuatro y media de la noche.- Un caballero par-
ticular, zarzuela en un acto.- Don Sicenando, zarzuela en un acto.- Billete
de entrada 2 reales.
A las siete y media de la noche.- Un concurso de acreedores, paso cómico
en un cuadro.- El último wals, paso cómico-lírico en un cuadro.- El café de
Rosalía, paso cómico-lírico en un cuadro.- Billete de entrada 3 rs.
121
(EL PORVENIR. 30 de diciembre. 1866)

***

Teatro de Variedades.- A las ocho de esta noche, E.H., pieza en un acto.


Jacinto, zarzuela en un acto.- La balada del tenor de la ópera Rigoleto,
por el señor Aragón.- El mismo señor, a petición de varios concurrentes,
cantará las Malagueñas.- Terminando con la tonadilla El Trípili. Billete de
entrada TRES REALES.
(EL PORVENIR. 5 de octubre. 1867)

10. Reforzada con numeroso y nuevo personal, reanuda esta noche sus
interrumpidas tareas líricas la compañía del café cantante de Iberia... La
orquesta también ha sido aumentada con diez profesores, así como el
cuerpo de coros que consta de doce individuos de ambos sexos...
(LA ANDALUCÍA. 25 de diciembre. 1867)

***

CAFÉ CANTANTE DE IBERIA.- Funciones para hoy sábado 26. A las


José Luis Ortiz Nuevo

siete de la noche.- Sinfonía.- La preciosa romanza del tercer acto de la


zarzuela Los diamantes de la corona.- La graciosa pieza lírica La reina del
Perchel. Concluyendo con la cavatina de Hernani.
A las nueve en punto.- Sinfonía.- La pieza en un acto Me conviene esta
mujer.- La divertida pieza lírica en un acto El boticario.- Dando fin con
unas bonitas Habaneras.
Nota: Se están ensayando las zarzuelas Una vieja y Las astas del toro.
(LA ANDALUCÍA. 26 de octubre. 1867)

11. CAFÉ CANTANTE DE IBERIA. Función para hoy sábado 25 de enero


a las siete y media, cuyos productos se destinan a un objeto piadoso.-
Sinfonía.- El estreno de un artista, zarzuela en dos actos.- Se presenta-
rá el andaluz don Francisco Montero (EL BELONERO) y cantará varias
canciones andaluzas.- La colegiala, zarzuela en un acto.- En obsequio al
beneficio se cantará el Wals de Benzano.- Entrada y asiento, 3 rs.
(LA ANDALUCÍA. 25 de enero. 1868)

***

TEATRO DE LA ZARZUELA.- Sito en los altos del Café de Iberia. Gran


122 Función para hoy domingo 7 de junio, a las ocho y media, a beneficio de
don José de la Oliva. Antonio Jiménez cantará las Habaneras del desen-
gaño y terminará con las Malagueñas.- Ándese usted con broma, juguete
cómico.- La casa de campo, primera parte, comedia en un acto.- Dando
fin con la parodia de don Juan Tenorio, titulada Juan el perdío. Entrada
y asiento, 4 rs.
(LA ANDALUCÍA. 7 de junio. 1868)

***

El teatro de la Zarzuela, situado en los altos del café de Iberia, ha sido


tomado últimamente por una empresa, que se propone inaugurar en él
una serie de espectáculos bufos, a la manera que se hace en otras capita-
les. Habrá por consiguiente el consabido baile y otras muchas cosas, que
creemos han de llevar alguna concurrencia a dicho coliseo.
(LA ANDALUCÍA. 22 de enero. 1869)

12. Aunque no se dice, antes al contrario, que el espectáculo fuese en el


interior de un café, la situación en la calle de la Mar ¿podría ser indicativa
de que la escena que ahora se refiere sucediera en el Café del Arenal?
¿Se sabe algo?

ESPECTÁCULO BARATO.- Por cuatro cuartos cada prójimo se goza en


la calle de la Mar un largo rato de recreo, viendo las chistosas y origina-
les aventuras de don Cristobal Puchinela, desempeñadas con esa gracia
y novedad que acostumbran sus ejecutores. Para mayor amenidad del
espectáculo, se cantan cosas del país, a cuyo fin hay cantaores alquilados
ex-profeso por la empresa, y se sublima sobre todo, la canción marcial de
la zarzuela Catalina, tocada por un estupendo clarinete, un tambor y un
sonorísimo triángulo. Este económico espectáculo en los días en que tan-
tos otros escasean, a más de ser beneficioso al público alegrote, que se di-
vierte a poca costa y adquiere conocimientos especiales, lo es mucho más
al vecindario que, sin gastar un sólo ochavo, tiene una música continua
que complacerá sus oídos cuando puede el lector imaginar. Envidiable es
su situación.
(EL PORVENIR. 14 de marzo. 1858)

13. En la Guía de Sevilla correspondiente a 1868, y en el apartado de teatros,


que no en el de cafés, aparece por primera vez el término de cafés cantan-
tes, referido al Teatro de Variedades y al Café Cantante de Iberia.

14. El mismo texto se repite hasta fin de año invariablemente con el pro-
grama de las tres zarzuelas, y así continúa por el siguiente.
123
15. GRAN CAFÉ CANTANTE VARIEDADES.- Calle Bayona.- El Tío
Caniyitas, zarzuela en dos actos.- El estreno de un artista, zarzuela en un
acto, en la que toma parte doña Carlota Jiménez.
(LA ANDALUCÍA. 17 de julio. 1879)

***

TEATRO-CAFÉ DE VARIEDADES.- Función de hoy: La zarzuela en dos


actos El Postillón de Rioja. La zarzuela en un acto Pascual Bailón.
(EL PORVENIR. 22 de junio. 1871)

16. CAFÉ CANTANTE LOPE DE RUEDA. La zarzuela en un acto del


género andaluz: El Tío Chafarote.

17. No se publicó, posteriormente, ninguna información sobre este cen-


tro.

18. Tras esta oleada de cafés cantantes merodeadores de zarzuelas, lo có-


mico y lo lírico, y algo de flamenco, que en Sevilla se abren entre los años
de 1866 al 71, sucede, en cuanto a su repercusión pública, lo mismo que
José Luis Ortiz Nuevo

afectara a la información de los Salones de Baile: EL PORVENIR deja de


proporcionar noticias al respecto y únicamente su colega LA ANDALU-
CÍA transmite ciertas huellas del acontecer habido en los cafés del cante.

19. Publicado los días 21 y 23 de mayo.

20. El expediente administrativo a tal fin instruido se encuentra ahora


mismo en paradero desconocido.

21. CAFÉ TEATRO DEL CENTRO.- Función para hoy.- Las zarzuelas
en un acto El club de las Magdalenas, Para una modista un sastre, y Ar-
tistas para la Habana. A las 8 en punto.
(EL PORVENIR. 29 de octubre. 1879)

22. Especialmente los de Silverio Franconetti y Manuel Ojeda (Burrero).

23. Este mismo anuncio sigue igual hasta final del 83. Básicamente este
será el texto que Silverio use siempre para anunciar su café cantante en
los diarios sevillanos. A destacar que nunca empleó para ello la palabra
flamenco. Única y exclusivamente: cantes y bailes andaluces, siempre.

124 24. Según la Guía:

- El Café de Silverio (Rosario, 4) aparece ininterrumpidamente desde el


año 1882 hasta el 89.
- El Café de Manuel Ojeda (Burrero) (Tarifa, 1), desde 1882 hasta 1888.
En el 89 cambia a Sierpes.
- El Salón Filarmónico (Amor de Dios, 23) en el 1882 y luego en el 88 y 89
(en el 82 dirigido por Juan de Dios Domínguez, y en el segundo período
por José López Galea).
- El Café Teatro del Centro (Rioja, 6 y Sierpes), en el 1822 y luego desde
87 a 89.

25. Continuador de la revista del mismo nombre, a partir del 1 de febrero


de 1883 se llamará LA IZQUIERDA LBERAL.

26. TEATRO DEL CENTRO.- C. de L..- Malagueñas y Peteneras.- El


vencedor de sí mismo.- Baile.- Las dos cigarreras.- A las ocho y media.
(EL POSIBILISTA. 5 de mayo. 1883)
¿Se sabe algo?

TEATRO DEL CENTRO.- La zarzuela El joven Telémaco. La señora Girál-


dez, aunque no restablecida de la afección que ha padecido en la gargan-
ta, cantó con sumo gusto varias peteneras que fueron muy aplaudidas.
(LA IZQUIERDA LIBERAL. 1 de julio. 1883)

***

Mañana sábado tendrá lugar en el teatro del Centro una variada y ex-
traordinaria función. A petición de varios concurrentes se pondrá en es-
cena por última vez la popular zarzuela bufa, en dos actos, El joven Telé-
maco, en la que la señora Giráldez cantará las flamencas peteneras.
(LA IZQUIERDA LIBERAL. 6 de julio. 1883)

En este mismo periódico se anuncia, con el texto de rigor, el café de Silve-


rio desde el 14 de julio hasta fin de año. Igualmente el Teatro del Centro,
desde el 4 de agosto; Salón Teatro del Centro. Todas las noches Bailes Naciona-
les y Cuadros Disolventes. Entrada Libre.

De otra parte, en EL PROGRESO, el 4 de agosto se escribe que:

Asegúrase que a principios de septiembre próximo, volverá a abrir sus


puertas el Salón teatro del Centro, actuando en el mismo una buena com- 125
pañía de zarzuela cómico-lírica.

Y en su sección de anuncios figura durante todo el mes de agosto:

Centro: Todas las noches bailes nacionales y cuadros disolventes.

Sobre lo mismo puede verse en EL PORVENIR:

Teatro del Centro.- Bailes del País por un escogido cuerpo coreográfico.
Cuadros disolventes. Entrada Libre. A las nueve. (3 de agosto)

***

Bailes.- El Teatro Café del Centro ha vuelto a abrir sus puertas al pú-
blico, con bailes nacionales. La entrada es gratis. (9 de agosto)

***

Teatro del Centro.- Bailes del País. Canciones Andaluzas y ejercicios


gimnásticos. Entrada libre. A las siete. (16 de diciembre)
José Luis Ortiz Nuevo

27. Y desde este mismo día hasta finalizar el año se inserta en este perió-
dico un anuncio que dice: CAFÉ CANTANTE DE MANUEL OJEDA. Tarifa,
1º. Conciertos todas las noches desde las siete hasta las doce.

También en LA IZQUIERDA LIBERAL y a propósito del Teatro del Cen-


tro, se dijo el 25 de septiembre:

Continúan en el teatro del Centro los conciertos de cante y baile flamenco.


El cuerpo de baile español que dirige el Sr. Moreno, obtiene cada día más
aceptación por el numeroso público que asiste a este bonito teatro.

Por último, EL PROGRESO anunciaba el 1 de diciembre Baile de Máscaras


en el Salón Teatro del Centro; y durante todo el mes de diciembre inserta
el clásico anuncio de Silverio.

28. Véase el capítulo “Con él llegó el escándalo”.

29. Café Teatro de Variedades.- Todas las noches grandes bailes nacionales,
alternando con bonitas piezas lírico-dramáticas y de zarzuela.

30. Precursor sí pero no el mismo y famoso Café de Novedades, inaugura-


126 do en la década siguiente.

31. Café Teatro de Variedades.- Bailes nacionales y del género francés


todas las noches.
(EL PROGRESO. 10 de mayo. 1885)

***

Bailarina.- Por la empresa del teatro de Variedades ha sido contratada


como primera bailarina la simpática y aplaudida señorita doña Manuela
Alba, haciendo hoy su debut en el citado café-teatro.
(EL PORVENIR. l0 de mayo. 1885)

32. Café teatro de Variedades.- (Amor de Dios, 23). Bailes nacionales


y del género francés y cantos del país y flamenco; amenizando el espec-
táculo la aplaudida comparsa gaditana titulada “Las Viejas ricas de Cá-
diz”.
(EL PORVENIR. 24 de junio. 1885)
¿Se sabe algo?

En Variedades: la comparsa, actualmente contratada, que se titula “Las


Viejas Ricas de Cádiz”, obtiene diariamente gran cosecha de aplausos,
hasta el punto que tiene que repetir sus trabajos cuatro o cinco veces cada
noche.
(EL TRIBUNO. 6 de junio. 1885)

***

SALÓN TEATRO DE VARIEDADES. Todas las noches escogidos y varia-


dos bailes nacionales y baile francés. Cantos y bailes Flamencos, ameni-
zando el espectáculo la aplaudida comparsa gaditana titulada “Las Vie-
jas Ricas”. A las 9 en punto.
(EL TRIBUNO. 24 de junio. 1885)

Y exactamente igual en EL PROGRESO (1 de julio. 1885)

33. Tampoco existe, como en el caso del año anterior, o no se encuentra, el


expediente administrativo. Presidía la sesión don José María Hoyos.

34. Así decía la publicidad del Burrero, en el fatídico verano del 85:

Café Cantante de Manuel Ojeda, situado junto al Puente de Triana. 127


(EL TRIBUNO. 8 de julio)

35. Hasta que hubo cierto empacho de Niñas...:

Se aconseja a las “Niñas Garateras” que cambien el repertorio de los tan-


gos por estar ya muy oídos.
(EL TRIBUNO. 2 de octubre. 1885)

***

Tenemos entendido que el propietario del teatro del Centro don Antonio
Rodríguez del Real viendo con disgusto que las “Niñas Garateras” canta-
ban coplas poco cultas e indignas de que las escuche el respetable público
que concurre a dicho establecimiento ha prohibido terminantemente que
se canten las referidas coplas. Nos parece muy bien.
(EL TRIBUNO. 9 de octubre. 1885)

***

En el teatro-café de Variedades debutará esta noche la comparsa de los


José Luis Ortiz Nuevo

discípulos de las verdaderas “Viejas Ricas de Cádiz”.


(EL PROGRESO. 16 de octubre. 1885)

***

El viernes debutó en el teatro-café de Variedades la comparsa “Discí-


pulos de las Viejas Ricas”. Estos discípulos aventajan a sus maestros en
gracia y cantan muy bien los populares tangos.
(EL PROGRESO. 18 de octubre. 1885)

36. Salón Teatro Variedades.- Cuerpo de baile. Primer bailarín y director:


D. Eduardo Vázquez.
Primera bailarina: Señora Doña Rosario Lozano.
Bailarinas: Sra. Dª Araceli Montero, Sra. Dª Concepción Narvaez, Sra. Dª
Josefa Bataller, Sra. Dª Matilde Astorga.

37. En el Teatro-Café de Variedades se representarán esta noche las


obras en un acto tituladas La sota de bastos y Espartero y Cara-ancha. Con-
cierto de guitarra por El Niño de Lucena.
(EL PROGRESO. 21 de octubre. 1885)
128
38. En 1885 hubo una fortísima epidemia de cólera en Andalucía, de acu-
sada y mortal incidencia en la provincia de Málaga.

39. EL PROGRESO publica idéntica nota el 14 de octubre. Otras noticias,


sueltas, aparecidas estos años hablando del cantaor malagueño son:

Ha llegado a Sevilla el célebre Juan Brevas, que es, según dicen, para el
arte flamenco lo que Gayarre para el arte clásico.
Acompañan a Juan Brevas veinte artistas entre los que, con verdadera
sorpresa, hallamos dos que se llaman José León (La Escribana) y Francis-
co Bernal (La Paca).
¿Qué es esto? ¿Hombres que se rebautizan con nombres de mujeres? ¿Su-
cursales de Sodoma?
¡Zape!
Recuerdo a los moralistas.
(EL ALABARDERO. 20 de abril. 1881).

Leemos en el Diario de Cádiz:


¿Se sabe algo?

He aquí algunos detalles respecto a la forma en que se establecerá este


año la Velada de Agosto en el paseo de las Delicias...
... y la antigua tienda que utilizó la Academia de Santa Cecilia, destinada
ahora al pueblo, en uno de cuyos extremos se colocará un tablado para
cantes y bailes populares (Se trata de contratar para dos o tres noches al
célebre cantaor Juan Breva)...
(EL PROGRESO. 22 de julio. 1883)

***

En el Puerto de Santa María, además de la famosa corrida de toros, de


primero de noviembre, se prepara un concierto por la estudiantina “Fí-
garo Portuense”, tomando parte el célebre cantador andaluz Juan Breva.
(EL TRIBUNO. 21 de octubre. 1884)

***

Se asegura que el célebre cantador de Malagueñas Juan Breva; que se


encuentra en Jerez, ha sido contratado para una larga temporada en uno
de los teatros de París.
(EL PROGRESO. 23 de marzo. 1888) 129

40. Durante todo el año 85 se publican en EL TRIBUNO los anuncios de los


Cafés de Silverio y El Burrero.

41. Síntesis de programas presentados en el Teatro Circo Alameda, en el


verano de 1886:

29 de julio............... En los intermedios los bailes La Estrella de Anda-


lucía y Marinos ingleses.
30 de julio.............. En los intermedios los bailes Una zambra de gita
nos y Boleras de la Rondeña.
1 de agosto.............. El polichinela y Fantasía española.
3 de agosto.............. La Tertulia y la Polka de las campanillas.
10 de agosto......... La ópera cómica en dos actos y tres cuadros
El Tío Caniyitas; el baile El Vito y el baile Currilla
la Gitana.
2 de septiembre...... El baile Una zambra gitana.
3 de septiembre...... El baile ¡Viva Andalucía!
5 de septiembre...... El baile La maja del rumbo.
7 de septiembre...... El baile La fantasía española.

42. SALON DE VARIEDADES. Función para hoy: Concierto de cante


y baile flamenco por los principales artistas de la compañía.
(EL ESPAÑOL. 22 de marzo. 1887)

***

TEATRO DE VARIEDADES. Todas las noches, concierto de cante y baile


flamenco, y debut de la célebre comparsa titulada “Bandoleros sevilla-
nos”.
(EL ESPAÑOL. 6 de mayo. 1887)

43. Anuncios de Silverio y El Burrero se publican en EL TRIBUNO desde


el l de enero al 16 de julio. Se conoce que el señor Gobernador Civil retar-
daría lo suyo la orden de apertura.

44. En efecto, se produjo el traspaso y el 25 de diciembre inmediato ya


anunciaba el diario EL PORVENIR: SALÓN MEDINA: Amor de Dios, 23.
Gran Baile de Máscaras por convite para hoy, el cual dará principio a las ocho de
130 la noche. Poco a poco iban los periódicos consiguiendo su propósito rege-
nerador, moralizante, de acabar con los cafés flamencos.

45. La muerte de Silverio se produce en el atardecer del día 30 de mayo,


San Fernando, patrón de Sevilla. Le sorprende, como aquel que dice, ha-
ciendo las maletas para salir de su ciudad, seguramente harto, cansado,
herido quizá por los tantos palos que en Serva recibió; pero no vencido,
pues se disponía a establecer en Madrid un nuevo café, cuando la guadaña
le dio el último golpe de la santa intolerancia sevillana.

Entonces, y en lo que a publicidad en prensa se refiere, queda un único


Café Cantante en la “tercera capital de España”, El Burrero, que contra
viento y marea de la prensa unánime, ha cambiado de domicilio, y se ha
instalado en la mismísima Sierpes; de manera que, a partir de mayo y des-
pués por todo el año, se anunciará en las páginas de EL PROGRESO, EL
CRONISTA, EL TRIBUNO y EL BALUARTE, con el siguiente texto: SA-
LÓN-TEATRO OJEDA. (Sierpes 11, Pasión). Conciertos nocturnos y bailes
nacionales.
VER L’ AHÍ: EL TEATRO
Que las que hagan de gitanas o majas no tengan desvergüenza ni desca-
ro, que causan mal ejemplo, sino como que están delante de la Justicia y
de un Público respetable.
Todos los hombres observen muy exactamente la misma moderación,
vergüenza y pudor en todos sus papeles, especialmente en los de gitanos,
majos, pillos y pasos amorosos, sin añadir a su papel alguno con ningún
1
motivo, ni una palabra sin licencia del director .
(Reglamento para el Teatro de Sevilla. 1777)

***

Las tonadillas son siempre amorosas y profanas, y los puntos de su mú-


sica son los de mayor armonía y blandura que pueden proporcionarse al
deleite; y la letra no es del todo honesta... los entremeses y sainetes con-
cluyen o con el jocoso adulterio de mujer casada, o con la fuga de alguna 131
hija de familia... el baile, que generalmente es el fandango, se ejecuta por
las cómicas de mayor desenvoltura, que, presentadas en el tablado con
las ropas cortas, de que todas usan, con las cabriolas y trenzados mani-
2
fiestan las piernas hasta las ligas, muy adornadas y atractivas .
(Anónimo sevillano de 1784)

***

Las funciones duraban de tres a cuatro horas, con intermedios de tona-


dillas, bailes, sainetes y fines de fiesta. La orquesta era imprescindible ya
que nunca faltaban las piezas de música, bailes de moda (el baile inglés,
3
fandangos y boleros) y tonadillas .
(Francisco Aguilar Piñal)

Valgan estas notas para demostrar una vez más algo archisabido: El acceso
de lo popular, debidamente cultivado, a los escenarios, y su difusión en el
teatro profesional del siglo XVIII. Entonces, por ejemplo, ya se usaba la mi-
4
tología de lo gitano en la literatura, narrativa o dramática . Y obligado era el
empleo de bailes para cubrir intermedios teatrales, y en los fines de fiesta de
las representaciones en aquellos vetustos coliseos. En esos tiempos, anterio-
José Luis Ortiz Nuevo

res a la formación de lo flamenco, una estirpe madre de varias señas hondas


era ya mayor de edad. Se llamaba, igual que hoy, fandango, la más antigua
de las maneras andaluzas del canto, la música o la danza que fue simiente
para una de las ramas sustanciales de la estética flamenca.

Rastros de estas prácticas se encuentran en los periódicos sevillanos del


XIX. Sucintamente he aquí unas muestras que corresponden a programas
5
presentados en los teatros de Sevilla en la primera mitad del siglo :

DIARIO CRÍTICO GENERAL:


1814-25 de julio. TEATRO. A pícaro pícaro y medio, pieza en un acto.
Tonadilla de Doña Toribia. El médico a palos, pieza. Dando fin con el
Bolero. A 2 rls. A las 5 1/2.
-26 de julio. TEATRO. El mundo de Arpenas, comedia en tres actos. Fan-
dango. Tonadilla titulada La Tragedia burlada. Sainete. Se empezará con-
cluidos los toros. A 2 rls.

***

DIARIO DE SEVILLA:
132 1832-31 de octubre. TEATRO. Concluida la comedia se bailarán manche-
gas a cuatro.
1836-19 de junio. TEATRO. Por la tarde. La conjuración de Venecia. To-
nadilla de los Majos del Rumbo. El ole y El alcalde toreador, en el que se
lidiará un novillo y después se regalará a la persona que tenga un núme-
ro igual al que se extraiga de un arquita. A las 4 y media. Por la noche.
García del Castañar, comedia en tres actos. Seguirá un gran concierto
instrumental compuesto de cinco partes.- A las ocho y media.
1840-18 de junio. TEATRO PRINCIPAL. Esta noche se ejecutará el dra-
ma en cinco actos titulado Pablo el Marino, dando fin con las boleras del
caballo a seis.
1842-2 de abril. TEATRO PRINCIPAL... Boleras del Potpurrí.

***

EL LUCERO DE SEVILLA:
1834-1 de junio. TEATROS... Después Boleras a seis y Manchegas.
15 de junio. Concluida la comedia se bailarán manchegas a seis.
24 de junio. Se bailarán Manchegas a seis.
29 de junio. Se bailará el Bolero.
¿Se sabe algo?

DIARIO NOTICIOSO SEVILLANO:


1836-13 de diciembre. TEATRO PRINCIPAL. Hoy se ejecuta a beneficio
del señor Plácido Sánchez, autor de la compañía:
1º.- Sinfonía a toda orquesta.
2º.- Primer acto de la tragedia de Edipo.
3º.- Primer acto del drama Elvira de Albornoz.
4º.- El Ole.
5º.- La pieza en un acto Los dos Robledos o los Gemelos modernos.
6º.- Boleras de la Caleta a cuatro.
7º.- La lindísima pieza en un acto El Quid Pro Quo. A las 6 y media. A 3
reales.

***

EL SEVILLANO
1839- 2 de marzo. TEATRO PRINCIPAL
Domingo 3
LAS TREGUAS DE TOLEMAIDA.
El teatro se hallará iluminado y adornado, y el retrato de S.M. colocado 133
en el palco de la presidencia.
A 5 rls.
Teatro de la Misericordia.
Hoy domingo 3 por la tarde, la gran comedia de espectáculo en 5 actos,
titulada:
La tempestad y ruinas de Gomorra.
A continuación se cantará en la guitarra por un aficionado de esta capital
la canción graciosa, nominada:
Lances de un arriero en la noche de S. Juan.
Dando fin con la pieza en un acto, cuyo título es:
La desgracia de la tía Norica en el encierro de toros de Sevilla.
A las 5. A real.
Teatro de la Campana.
Hoy domingo 3 de diciembre se ejecutarán las funciones siguientes:
POR LA TARDE
La comedia nueva en tres actos titulada:
Detrás de la Cruz el Diablo.
José Luis Ortiz Nuevo

Intermedio de baile y sainete. A las 3 1/2


POR LA NOCHE
La comedia en tres actos titulada:
Del Rey abajo ninguno o Garcia del Castañar.
Intermedio de baile y sainete. A las 7
1842-1 de julio. TEATRO PRINCIPAL
Hoy viernes se ejecutará a beneficio del señor Eduardo Alonso, la fun-
ción siguiente:
La graciosa pieza titulada:
El médico del difunto.
Intermedio de baile.- La divertida pieza:
El marido de tres mujeres o las fronteras de Saboya.
El baile general pantomímico que se titula:
El tío Nise o la fonda de la Mosca.
concluyendo la función con la pieza nominada:
El secreto del espejo.
Nota.- En el intermedio del baile general a la pieza final, se agraciará con
una onza de oro al sujeto que tenga el número igual al que se extraiga de
134 una cajita a presencia del público.

Otra.- Se está ensayando con el mayor esmero para beneficio de la señora


Yáñez, la comedia nueva en 3 actos original de D. Ángel Saavedra, duque
de Rivas, titulada:
El Crisol de la Lealtad

***

EL INDEPENDIENTE
1846-25 de diciembre:
TEATRO PRINCIPAL.- Hoy el gran drama en 6 cuadros nominado Las
huérfanas de Amberes, dando fin con baile nacional. A las 3 y media.
Por la noche, la acreditada comedia en 2 actos titulada: La hija de un abo-
gado, baile nacional y la graciosa pieza nueva en un acto: Dos contra uno,
otro baile nacional. A las 7 y media.
NUEVO ANFITEATRO.- Hoy se ejecutará la comedia en cuatro actos
titulada: Las travesuras de Juana, dando fin con baile nacional. A las 3 y
media.
¿Se sabe algo?

Por la noche la comedia en cuatro actos titulada: La rueda de la fortuna,


(primera parte) baile y sainete. A las 7 y media.
TEATRO PRINCIPAL.- Gran función para el miércoles. El drama nuevo
en 4 actos:
Juan sin tierra
Cuyo protagonista desempeña don José Valero.
Seguirá baile nacional
Dando fin con la comedia nueva en un acto:
¿Quién manda en mi casa?

De este tiempo son una serie de “jugosos” comentarios que publican tanto
6 7
D. HERMOGENES como su compañero EL REGALO DE ANDALUCIA , a
propósito de las piezas del género andaluz, también llamado gitanesco, que
se representan en los teatros de la capital. Por mor de estos escritos sabemos
algo más acerca de los contenidos de las obras, y además el desprecio que
la inteligencia oficial les demuestra, como bien se puede comprobar por el
caudaloso ejemplo que a continuación se cita:

Teatro de S. Fernando
BENEFICIO DE LA SEÑORITA DOÑA MATILDE DUCLÓS.
135
El poeta y la beneficiada.- El Chino diabólico.- La Pinturera.- Soleá la
Trianera.- La fiesta en el cortijo.
Sentimos que la señorita Duclós haya elegido para su beneficio las piezas
con cuyos títulos encabezamos este artículo y acerca de las cuales mani-
festaremos después nuestra opinión. La primera de ellas, bastante cono-
cida del público, no necesita más encomio que el nombre de su autor, y
es quizá la única que se representó digna del objeto a que se destinaba, su
ejecución fue buena; pero nunca tanto como nos atrevimos a esperar.
Del baile titulado El Chino diabólico, admiramos como el público la agi-
lidad del Sr. Perales director de la compañía coreográfica; pero nos ex-
cusamos de hacer la apología de sus pies, porque de ella se ocuparon las
manos de los espectadores, en los repetidos aplausos que les tributaron.
Siguió a este baile la canción andaluza La Pinturera, música del señor
Llorens que nos pareció muy regular, y mejor la ejecución por la bene-
ficiada a quien se la hicieron repetir; pero pasaremos a ocupamos de la
nueva composición del Sr. Albarrán titulada: Soleá la Trianera.
Como en casi todas las de su género, hayamos en esta pieza dos majos,
capaces de aterrar al mismo Cid con sus bravatas, una moza zandun-
guera, que apenas hace falta para otra cosa, que para contonearse por las
tablas, y su correspondiente señorito, que sin otro delito que haber sido
José Luis Ortiz Nuevo

regularmente educado, y de un modo distinto de los demás personajes


que figuran en la pieza, merece por ello ser el juguete de estos, y presen-
tado de una manera harto ridícula ante el público que aplaude.
He aquí el argumento de Soleá la Trianera, he aquí el de todas las come-
dias andaluzas, si examinamos sus chistes, consisten solo en extravagan-
tes comparaciones y baladronadas exageradas, para lo cual está de sobra
el genio, cualidad indispensable en el poeta, porque ninguno se necesita
para decir disparates; advirtiendo de paso que a nosotros también nos
hacen reír, pero no debemos callar, que también nos reímos de una ne-
cedad como de un verdadero chiste; añádase por último a todo esto un
lenguaje soez y corrompido, y se deducirán los bienes que estas obras
reportan a la literatura y el buen gusto.
Se nos dirá tal vez, que el público gusta de ellas, para nosotros no es
esta una razón, que debe impulsar a sus autores a escribirlas, ni puede
disculpar el que se pongan en escena. El público aplaudió las comedias
de Zábala, aplaude el Tango americano y aplaudirá todas las que alaga-
rán sus pasiones, sin reparar en su mérito literario, ni en los perniciosos
efectos que causan; y si bien es verdad que en el teatro se debe deleitar
y entretener, es por medio de un argumento que excite el interés de los
espectadores, y forme su corazón; ora presentando ante sus ojos el ridícu-
lo que merece mofa y de que debe huir; ora conmoviéndolo, y haciendo
136 brotar en él, por medio de grandes sensaciones, nobles y generosos sen-
timientos. ¿Cuál de estas cosas sucede en las comedias andaluzas? ¿Qué
interés tienen sus argumentos? ¿Qué efectos causan? La misión del poeta
no es la de seguir una senda marcada por la corrupción, ni ajustarse al
gusto del público, sino dirigir a este y formar aquel.
Nos hemos detenido, a nuestro pesar, más que en el análisis de Soleá la
Trianera, en emitir nuestra opinión acerca de las comedias andaluzas, de
las cuales en una se encierran, con poca diferencia, todas.
La zarzuela de don Mariano Fernández titulada: La fiesta en el cortijo,
aunque del género andaluz, es quizás en la que hemos encontrado algún
más interés, otro género de chistes, realzado todo por una bellísima mú-
sica y una ejecución brillante, por parte de los Sres. Luna y Albarrán y la
señorita Duclós, que desempeñaban los principales papeles. No carece, a
pesar de lo que antes hemos dicho, de escenas repugnantes y groseras.
Debemos también rogar a quien corresponda, que procure evitar el ana-
cronismo que resulta, de presentar en escena un coro de alguaciles con
golilla, larga espada y sombreros de picos, al mismo tiempo que veíamos
en ella trajes de nuestro siglo y aún de sus últimos años. Tampoco que-
remos pasar en silencio, por que nos causó gran novedad, que en esta
zarzuela fueran aplaudidos dos pollinos que en cuerpo y alma se presen-
¿Se sabe algo?

taron en el foro a representar su papel de... jumentos. ¡Trabajoso nos era


antes, creer que el público aplaudiera a los burros!
Olvidábasenos hablar de la niña del Sr. Atané que con una gracia en-
cantadora, tanto más admirable en su pequeña edad bailó el zapateado
gaditano y panaderos.
8
(EL REGALO DE ANDALUCÍA, 22 de febrero de 1849)

Reprobación moral, condena literaria, denuncia política... y menosprecio,


es el juicio, firme veredicto reaccionario, de aquellos santos varones que
anhelaban convertir a los teatros en púlpitos y las vaporosas enaguas en
hábitos.

Fuera parte de la tramoya teologal, a nuestro interés resulta evidente como,


en aquel entonces, los teatros mostraban atisbos de un arte venido del folclo-
re, ciertamente provocador de fobias y filias, arrebatadas pasiones, incluso
cuando eran personas extranjeras quienes lo representaban:

Entre varias composiciones poéticas dirigidas en Granada a la célebre


9
artista Mad. Guy Stephan , que inserta EL INTERMEDIO, periódico de
aquella ciudad, leemos la siguiente:

¡Viva to lo garboso 137


que en tu persona se ensierra!
Viva el aquel saleroso
de ese cuerpo más meloso
que larropía e mi tierra.
Otros te podrán disí
las flores a carretá;
mas yo te quiero ecrebí,
ya que la sa luce en ti,
con un porviyo e sa.
Tú causas má tentasiones
que un merengue resién jecho,
y ocurtas en los rincones
e las telas e tu pecho
un millón de corasones.
Cuando jases la fegura
e tenerte que doblá
po mitá e la sintura,
a toos nos da calentura
sin poderlo remediá.
Y si pones er pinré
José Luis Ortiz Nuevo

como un jarco e violí,


es preciso ¡chachipé!
comensá er “yo pequé”
y arrepentío morí.
Y si en er cuerpo... ¡salá!
campanillas te pusieras,
sigún las guertas que da,
música no había e fartá
mientras er mundo existiera.
Y en jaciendo er reondé
con er vuelo del vestío
en el jaleo e Jeré,
vales más que lo nasío y lo que está por nasé.
Y cuando escomiensas tú
a repicá los paliyos
y a tomá tierra... ¡churrú!
o a recogé puñaiyos...
¡e cosa e no ve lu!
Y por fin concha der ma,
esencia de toas las sales,
quien te diquela salá,
138 no puée, no puée está
con sus sentíos cabales.
(EL REGALO DE ANDALUCIA, 16 de marzo de 1849)

Atravesando el ecuador del siglo tras los calientes arrebatos que provocara
la Guy Stephan, un anuncio del teatro San Fernando nos sitúa en la pista de
lo que habrá de verse entonces, y por todo lo inmediato.

Esta noche se pondrá en escena a beneficio de D. Esteban del Rio, primer


gracioso de la compañía dramática, la pieza nueva en un acto: El que de
ajeno se viste. El jaleo de Jerez, por la señorita Montero, y la lindísima
pieza nueva en un acto: Un ente singular. Se bailará la Rondeña por todo
el cuerpo de baile, y se cantará la divertida tonadilla de El Trípili por la
Sra. Rossi Caccia, y los Sres. Ibáñez y del Río. Paso a dos por la Sra. Mon-
tero y el Sr. Casas, concluyendo con el gracioso sainete El Viudo.
Con motivo de ser el espectáculo de más duración que los de costumbre
10
se empezará a las ocho .
(EL PORVENIR, 3 de junio de 1850)

Por este territorio teatral y tiempo histórico, prima el gusto que, sobre todo,
¿Se sabe algo?

se complace y contenta con las danzas. Así es la idiosincrasia de la ciudad y


de nada le sirven las censuras incluso de la prensa:

Teatro de San Fernando.- Gran concurrencia fue anteanoche al beneficio


de la Srta. Buzón, por ver la comedia que bajo el título de Absolutismo,
Constitución y República se puso en escena; no hay que advertir que era
traducción del francés y que carecía de efecto, de ese efecto que recrea
al espectador. La señorita Buzón fue desgraciada en la elección de esa
obra, aun cuando la ejecución por parte de ella gustó. Hubo coronas, flo-
res, poesías; lamentando que sólo fuesen arrojadas cuando la actriz que
comienza su carrera con buenos auspicios se presentaba a bailar el Ole
exigido por la concurrencia. Es triste ver reducida la escena a campo de
frivolidades. La señorita Buzón parecía bailar forzadamente pues debía
considerar que puede ese capricho perjudicarle mucho en la carrera de
artista.
(EL PORVENIR, 5 de mayo de 1851)

Inútiles admoniciones, por completo erradas y cerriles, vanas en un país


finamente enamorado de los ondulantes ritmos, tan viejo como sabio en el
conocimiento de los jaleos dichosos del cuerpo:

Función para objeto piadoso. Como estaba anunciando tuvo lugar en la no- 139
che del pasado domingo en el teatro de Triana. La concurrencia, que fue
numerosa, salió muy complacida de la ejecución del drama El Rey y el
Aventurero, llamando a la escena a doña María Moreno y a don Miguel
Julián. En el jaleo de Jerez, que bailaron la Campanera y su maestro don
11
Manuel de la Barrera , tomaron parte otra pareja, para contribuir al be-
neficio objeto, hubo largos y estrepitosos aplausos.
Mucho gustaron los lujosos trajes que sacaron todos los actores, sintién-
dose que aquel teatro se halle en parte abandonado, pues sus decoracio-
nes piden una total reparación.
Bien es verdad que en esto de decoraciones, es un mal crónico pegado a
nuestros coliseos, sin cuidarse de que en ellas estriba la ilusión. Los ingre-
sos líquidos que fueron depositados en manos benéficas, se han destina-
do al momento al objeto que la sociedad se propuso.
(EL PORVENIR, 13 de agosto de 1851)

***

Teatro de Triana.- Otra función ha tenido efecto en la noche del pasado


domingo, cuyo producto, como el de otra que recordarán nuestros lecto-
José Luis Ortiz Nuevo

res, ha sido destinado para un fin piadoso. La Sra. doña María Moreno y
D. Miguel Julián alcanzaron aplausos en el desempeño de sus respecti-
vos papeles del drama titulado: Justicia Aragonesa. Tanto en la tonadi-
lla como en el bailete inglés, que ejecutó la Campanera, bolera conocida
en esta capital, se lució, gustando mucho el lindo traje que vestía, como
igualmente la Mariquita Ramos, que también se presentó con un traje
lujosamente bordado, y bailó el Jaleo de Jerez entre los aplausos de la
numerosa concurrencia, en la que se contaban muchas familias de esta
capital. Tanto la Campanera como la Ramos cedieron sus honorarios en
favor del objeto a que se destinaba la función.
(EL PORVENIR, 26 de agosto de 1851)

***

Teatros.- Sabemos que para las próximas fiestas en que todo es bullicio y
animación, y en que cada cual procura “andaluzarse” digámoslo así, todo
lo más posible, la empresa del teatro de San Fernando, prepara las dos
zarzuelas de costumbres gitanescas, tituladas El tío Caniyitas y la Feria
de Sevilla. La oportunidad de presentar en escena esta producción jus-
tamente en los momentos en que de la feria se ocupan todos los ánimos,
no dudamos reportará beneficio al empresario, máxime si éste la decora
140 como corresponde y acostumbra hacerlo con otras funciones; pues desde
12
luego aseguramos buenas entradas en aquellos días de placer .
(EL PORVENIR, 1 de abril de 1852)

***

TEATRO DE HERCULES.
Gran función para hoy domingo 6 de marzo de 1853 a beneficio de doña
Felisa Villa, dama joven, y don Manuel Pereira, característico de esa so-
ciedad.
Después de una escogida sinfonía, abrirá la escena la chistosa comedia
del teatro antiguo, titulada: El diablo predicador. A continuación se bai-
lará el jaleo gitano, por Miracielos. Seguirá el zapateado de primera, por
Francisco Ruiz el Jerezano, imitando la muerte del toro. La pieza de cos-
tumbres andaluzas, nominada: La cigarrera de Cádiz. Desempeñando la
protagonista la beneficiada, y el papel de Quintana don José Valero.
El jaleo de Jerez.
Dando fin con la pieza titulada: Juan el Perdío, o parodia de D. Juan
Tenorio.
(EL PORVENIR, 6 de marzo de 1853)
¿Se sabe algo?

TEATRO DE SAN FERNANDO.- En la noche del pasado miércoles hizo


su primera salida en aquel la señorita Vargas, bailarina aplaudida en los
teatros de la Corte. Para los que como nosotros la habíamos visto trabajar
en Valencia y en Madrid, no era una novedad; pero queríamos ver si la
sílfide andaluza había llegado a esa altura en que la prensa la ha coloca-
do. La Vargas ha adelantado en el género de baile andaluz, pues además
de la precisión con que ejecuta los pasos, reúne la gracia de la escuela del
país. Al principio fue recibida con cierta frialdad; pero tan luego como
ejecutó en unión del señor Ruiz el bolero con que finaliza el baile, fue
estrepitosamente aplaudida y llamada a la escena en medio de los bravos
de la concurrencia, que la hizo repetir aquel gracioso paso. En cuanto a la
música del baile titulado La Perla gaditana, composición del expresado
señor Ruiz, diremos que es de efecto, y que puede ser muy envidiada
por los más de esos osados autores de zarzuelas, que han inundado el
teatro lírico. Al menos allí los bailes nacionales están variados con gracia
y efecto.
Y puesto que de teatro nos ocupamos, bueno será que hagamos una ad-
vertencia, secundando así los deseos de otro colega. En los teatros de
Barcelona se observa la costumbre de avisar a los espectadores por medio
de una campana que va a comenzar el acto, para así impedir la confusión
que ocurre tan luego como se ha alzado el telón. Sólo por ese medio po-
drá lograrse que los espectadores se hallen en sus respectivos asientos al
141
comienzo de cada acto. Es de esperar que se tome en cuenta esta adver-
13
tencia, porque así se complacerá a la generalidad del público .
(EL PORVENIR, 10 de abril de 1853)

Explican estos testimonios la importancia que tuvieron las academias de


baile, centros de formación para surtir a los teatros de danzantes.

Y se comprende a la vez que los números de baile, en los intermedios de


las divertidas o trágicas piezas teatrales, exigieran, por su propia categoría
y repercusión pública, un mayor y reconocido protagonismo acorde con el
gusto mayoritario de la gente.

Y aún una otra cosa. De la misma manera que en los salones sucede un día
que entran “las salerosas gitanas” para proporcionar mayor diversión a la
concurrencia, también los teatros abren sus escenarios a la gitanería, y ahí
tenemos al omnipresente Miracielos bailando el Jaleo Gitano en una función
espléndida, más que precursora, señal suficiente de flamenquismo vivo en
el teatro, muchísimo antes que comenzara el tiempo de los cafés del cante.

De ahí que sea urgente revisar viejas ideas acerca de la presencia del fla-
José Luis Ortiz Nuevo
l4
menco en el teatro , contemplando además el campo de relaciones, influen-
cias, desarrollo artístico, técnico y generacional que ello significa, a la vera
de otras músicas y disciplinas estéticas, lindando apenas sin fronteras con
la ópera y la zarzuela y el ballet y los más diversos géneros escénicos, cre-
ciendo por tanto como una criatura perfectamente profesional desde sus
pasos remotos, y no por la peyorativa excusa de prostituirse o de venderse
aminorando exigencias de pureza, sino llana y sencillamente por el ejercicio
pleno de unas aptitudes artísticas capaces no sólo de liberar angustias o pro-
porcionar enormes alegrías a sus protagonistas, sino también de acarrearles
otras satisfacciones porque sus cualidades eran del agrado de otras gentes,
dispuestas asimismo a pagar por contemplar de cerca lo que consideraban
bello, hermoso baile bello, hondo, divertido y auténtico.

Aún más: No es que este camino profesional supusiera degradación irrepa-


rable sino justo todo lo contrario. Es decir: el teatro y luego el café cantante
no deforman, antes bien contribuyen al mayor esplendor de un arte venido
atrás de la miseria. Nacido entre los fangos del pobrerío y quizá por ello
dotado de la intuición precisa para abandonar cuanto antes los harapos.

Se quiere decir que el comercio del arte, en sí mismo, no disminuyó la cali-


dad o la categoría o la importancia de la obra. Simplemente la puso en rela-
142 ción de intercambio, según el sistema de compra y venta imperante, como
en todo lo demás, que bajo el sol aquí y entonces sucedía. Y fue gracias a
esta servidumbre inevitable como el cante venido de los gritos se hizo arte
y alcanzó estado de general conocimiento. Ni la intimidad absoluta de la
caverna garantiza perfiles auténticos y además valiosos, ni lo popular y pú-
blico conlleva necesaria y unívocamente a la degeneración mercantilista.

Y ahora volvamos a los papeles antiguos que cuentan maravillas y refieren


cuando en Triana había un teatro al que llamaban del Guadalquivir.

TEATRO DEL GUADALQUIVIR.- A pesar de una atmósfera de fuego


que trastornaba, nos encaminamos a este coliseo la noche del domingo
último para ver representar Borrascas del Corazón y Los Celos del Tío
Macaco. Sin mezclarnos en el análisis crítico de estas producciones, di-
remos solamente: que la señorita Dusolf comprendió y ejecutó perfecta-
mente el papel de condesa, expresando con sentimiento los diversos que
agitaban su corazón, arrancando innumerables y merecidos aplausos. La
señorita Cabello, que hizo de Leonor, también desempeñó con natura-
lidad el suyo aunque corto y de escaso interés, mostrando las buenas
cualidades que la adornan y la harán ser una buena actriz.
Los celos del Tío Macaco los desempeñaron el señor Jiménez, joven afi-
cionado, y la señora Dusolf, que hizo de Catana; uno y otro trabajaron a
¿Se sabe algo?

porfía y sacaron todo el partido posible de una producción de difícil eje-


cución por el género exagerado andaluz a que pertenece; la naturalidad
en la acción y movimiento del Tío Macaco y el diálogo de Catana con el
marqués, fueron de gran efecto y les valió repetidos aplausos.
En los entreactos del drama se presentó la joven y simpática bolera doña
Josefa Moreno a lucir sus gracias coreográficas, en el baile el Ole de la
Curra la Macarena, que se le hizo repetir al compás de los aplausos de
estas clases de bailes, concluyendo con las boleras de La Aurora, en las
que manifestó esa gracia peculiar de las hijas de este país, que tanto las
distingue y las hacen admirar.
Sabemos que para el domingo próximo se pondrá en escena un drama
del conocido literato y poeta de esta ciudad señor de Velázquez, para
el beneficio de la señora Dusolf, con cuyo objeto lo ha cedido gratis el
15
autor .
(EL PORVENIR, 20 de julio de 1853)

Y de beneficio en beneficio, acudamos tiempo adelante, a febrero del 55,


para constatar una antigua práctica del ingenio humano, reconocida en
nuestra hora como “exigencias del guión”, cuando se trata de encuerar, por
los argumentos de los films, a señoras de buen ver para que aumente el nú-
mero de espectadores en las proyecciones. Pues bien, así es como hacían en
aquella época para que hubiese baile en el teatro: 143

UNA FRIOLERA.- Por fin nos hemos podido enterar de los pormenores
de la función que para su beneficio prepara el primer tenor señor Gonzá-
lez. Después de cantarse el himno de Riego por la compañía lírica, con las
novedades que ayer anunciábamos, se cantará la zarzuela en tres actos
Los diamantes de la corona, con la circunstancia de desempeñar el señor
Muñoz el papel de Rebolledo. Seguirá a esta la ejecución de una come-
dia, también en tres actos, titulada La Ocasión, en la que el joven señor
García Muñoz desempeñará el principal papel. Ítem, la zarzuela en dos
actos, arreglada a la escena española por don Joaquín G. Parreño, y que
lleva por título Un sombrero de Paja. Ítem, para finalizar, la pieza de cos-
tumbres, Triana y la Macarena, en la cual el actor Luna, cuya reputación
es tan conocida, tiene a su cargo el papel de protagonista; y la señorita
Cairón, como requiere el argumento de la pieza, bailará el Ole. Ya ven
nuestros lectores si hay afición donde hartarse; cuando, suponiendo que
empiece a las cinco de la tarde, ha de durar lo menos lo menos, hasta la
una de la noche. Pero decimos nosotros:

Aunque cualquier dormilón


quisiera tomar el tole,
José Luis Ortiz Nuevo

¡voto a San Pascual Bailón!


¿quién no espera hecho un peñón
por verle bailar el ole
a la graciosa Cairón?
(EL PORVENIR, 17 de febrero de 1855)

Y si de baile se trataba ¿quién no conocía entonces a La Pepa Grande?

BAILARINA SEVILLANA.- La Pepa Grande, conocida bolera de esta


capital, está llamando la atención en la vecina Cádiz, a juzgar por las
siguientes líneas que copiamos del periódico La Palma, al ocuparse del
teatro del Circo, dice así:
En las dos noches del domingo y lunes ha habido función en este coliseo,
siendo la concurrencia escogida y numerosa. El público goza mucho en
los momentos del baile, porque, como ya indicamos en otra nota, la com-
pañía coreográfica es excelente. La Pepa Grande es una de esas boleras
que llaman la atención por muchos conceptos; es una de esas boleras que
reúnen las suficientes cualidades para ponerla en pugna con las bailari-
nas francesas, y poder salir triunfante en la lucha; esto es, poder probar
que tiene más atractivo sobre la escena una española con sus vestidos de
144 farfalá, su moña de colores, sus palillos y jacarandosos movimientos, que
una francesa con sus ligeras gasas, sus alitas de ángel y sus movimientos
aéreos.
La Moda, periódico que redacta el señor de Flores Arenas, y muy acredi-
tado por sus juiciosas críticas, le consagra el siguiente soneto

A LA SIMPATICA ARTISTA
Señorita doña Josefa Grande.
Divina sin igual nace la aurora
Alumbrando el callado firmamento
Dando gozo al vergel que ya sediento
Del alba espera la brisa protectora.
Así apareces tú, tan seductora
En la escena, causando gran contento
Al público, que mira asaz atento
Tu gracia y tu destreza encantadora.
Aplausos mil se lleva tu maestría.
Aplausos mil, arranca tu belleza
Y mil alcanzan, nuevos cada día.
Tu gran habilidad, tu ligereza.
¿Se sabe algo?

Y todos gracias mil rinden al cielo


De albergar tal artista en nuestro suelo.
EDULGAMAR.
(EL PORVENIR, 3 de febrero de 1855)

Efervescente poderío de una escuela sevillana de baile que no era la única,


y generosa u obligadamente permitía que otra se asomara al brillo de las
luminarias del gas reclamando aplausos:

ANFITEATRO SEVILLANO.- Gran función para el domingo 18. Se pon-


drá en escena el drama en cuatro actos y en verso, titulado:
Guzmán el Bueno.
El principal papel estará a cargo del joven José Valero.
Concluido el drama se presentará Francisco Cuervo a cantar, acompa-
ñándole a la guitarra Francisco Martínez, conocido por Martinito de la
puerta Osario, y se bailará el TORITO por Miracielos.
Dando fin con la pieza en un acto, de costumbres andaluzas,
l6
La Cigarrera de Cádiz .
Estando el papel de Quintana a cargo de dicho señor Valero.
A las siete. 145
(EL PORVENIR, 17 de febrero de 1855)

La certeza del enigma. Abren y cierran, al unísono, las puertas batientes del
misterio: ¿Cómo sería esa Soledad apellidada granadina?

NUEVA PRODUCCIÓN.- Parece que en esta semana se estrenará, a be-


neficio de la señorita Menéndez, una comedia en tres actos y en verso,
titulada Amor y deber a un tiempo, original de nuestro amigo Ricardo
Mosquera. En la misma noche se pondrá en escena una pieza nueva,
cuyo título es Como marido y como amante, y la zarzuela El sombrero de
paja. También veremos bailar La soledad granadina a la señorita Menéndez
(menor), hermana de la beneficiada, a la cual deseamos un resultado co-
rrespondiente a las justas simpatías que ha sabido inspirar al público.
(EL PORVENIR, 6 de marzo de 1855)

Y para cerrar el año un acontecimiento lírico-teatral, según se decía en la


propaganda: El drama en tres actos del género andaluz Diego Corrientes.

NOVEDAD TEATRAL.- Mañana en la noche se estrenará en el teatro de


San Fernando, la ópera cómica española titulada Diego Corrientes, letra
José Luis Ortiz Nuevo

del distinguido poeta don José María Gutiérrez de Alba, música del en-
tendido maestro don Ramón Sousa. Si hemos de juzgar por los ensayos,
a que hemos asistido, el éxito de esta producción no será dudoso, pues el
libreto abunda en bellas situaciones y agradable poesía, y la música está
escrita con filosofía y buen gusto, acompañada de una brillante instru-
mentación. La concurrencia debe ser numerosa, atendido el número de
17
localidades que se hallan pedidas a esta hora .
(EL PORVENIR, 15 de noviembre de 1855)

***

El libreto de la zarzuela Diego Corrientes no es otra cosa que el conocido


drama del señor Gutiérrez de Alba, que lleva el mismo título refundido
por su autor. En la refundición, el joven poeta ha estado muy feliz. Las
mejores situaciones han conservado el mismo interés, la acción se ha con-
densado, por decirlo así, y ha adquirido, en la necesaria modificación de
algunos diálogos, nuevos y agudos chistes, de un grande y legítimo efec-
to. Nada más diremos de la obra del señor Gutiérrez, pues en el fondo
hace mucho tiempo que ha sido juzgada por el público y por la prensa.
El señor Sousa, al poner en música esta zarzuela, tenía desde luego que
luchar con un gravísimo inconveniente. Las condiciones líricas exigidas
en el libreto son de muy distinto carácter, y muy difíciles de conciliar. La
146 música de Diego Corrientes era preciso que fuera sentimental y animada,
ruda y delicada, apasionada y ligera, y sobre todo que sin ser común, es-
tuviese basada y por decirlo así tuviese el valor de los cantos del país. Tal
es la variedad y el contraste que forman los elementos de la acción dra-
mática de esa zarzuela; y el señor Sousa comprendiéndola así, puso en
ello su mejor cuidado, y ha conseguido vencer obstáculo tan poderoso.
Con efecto, en la mayor parte de los cantos de Diego Corrientes hay sen-
timiento, pero al propio tiempo hay animación, la animación propia del
carácter general de los personajes. Hay delicadeza y dulzura en las me-
lodías, pero, no obstante, algunas rápidas transiciones de tono, y el fre-
cuente y repentino tránsito de las notas graves a las agudas, y viceversa,
expresan en cierto modo la rudeza natural de hombres del temple del
célebre bandido. Por último, la música de Diego Corrientes no tiene nada
de común, a veces es bastante original, y sin embargo, el carácter peculiar
de los aires andaluces se distingue siempre, y sirve como de tema a cons-
tantes aunque distintas variaciones.
(EL PORVENIR, 22 de noviembre de 1855)

Inequívoca razón de influencia, incluso más: presencia real de los cantos


del país en el argumento de la representación, tanto en el fondo como en la
forma; el tipo que dirían en Cádiz, no lo había más flamenco.
¿Se sabe algo?

Bien puede considerarse entonces que sea este un hecho singular pero no
único, si se quiere el modelo mayor de una tendencia, o el abecedario guía
de un camino de ida y vuelta por el que debieron transitar en aquel enton-
ces músicos y poetas, dramaturgos y compositores, extrayendo de los mu-
chos tumultos que en la calle había, rastros de música, ecos de la torrentera,
palabras, sucesos, caracteres, temas, personajes y soníos...

Esa corriente de inspiración que también debió de cumplirse en sentido


inverso, por los mismos ejes de una dialéctica palpitante de cruces, mestizo
también el griterío. Por lo que no es ni mucho menos extraño, inusual o
raro, aunque hoy sí pueda parecernos sorprendente, que en el ofrecimiento
de un beneficio a un reputado bailarín, se confundieran los propios ejerci-
cios de la danza con otras actuaciones así dispuestas:

TEATRO DE HÉRCULES.- Gran función para hoy jueves, a beneficio de


18
D. Francisco Guerrero, primer bailarín de esta compañía .
El drama en cuatro actos, titulado:
La trenza de sus cabellos.
Intermedio de baile por los señores Guerrero y don Félix Moreno, y las
señoras Emilia y Amalia Vergara.
Concluido este baile se rifarán dos hermosas pavas. 147
Seguirá un intermedio de pandereta por el señor Guerrero.
La preciosa pieza cómica,
Malas tentaciones.
Otro intermedio de baile por los referidos señores.
Dando fin con la pieza en un acto
La sorpresa.
A las seis.
(EL PORVENIR, 3 de enero de 1856)

Razones cómicas en un tiempo turbulento, a pesar de todo ingenuo, pre-


rromántico y rural, cuando los héroes cabalgaban errantes por las sierras,
robándole a los ricos los dineros, las alhajas y los lujos con que a los pobres
socorrían.

TEATRO DE HÉRCULES.- A las siete de la noche.- El drama en tres actos


Justicia y perdón de Diego Corrientes (segunda parte).- Muerte de Diego
Corrientes en defensa de la Marquesa (tercera parte).- Terminando con
un fin de fiesta.
(EL PORVENIR, 23 de marzo de 1856)
José Luis Ortiz Nuevo

TEATRO PRINCIPAL.- Gran función para hoy miércoles 30 de abril.-


Dará principio con la divertida zarzuela en un acto titulada: La venta
del Puerto, o Juan el contrabandista.- El gran baile español en un acto
nominado: Manuel el Rayo, o la perla de Andalucía.- El drama en un acto
del género andaluz, El corazón de un bandido. El baile nominado: La flor
de la Maravilla. Dando fin con la divertida pieza del género andaluz, En
toas partes cuecen habas. A las ocho.
SS.AA.RR. y S.M. el rey de Portugal se han dignado elegir la función
anunciada y honrarla con sus asistencias.
(EL PORVENIR, 30 de abril de 1856)

***

TEATRO PRINCIPAL.- El jueves próximo tendrá lugar el beneficio del


primer actor y director cómico don José Sánchez Albarrán, que tantos
aplausos recibe del público que concurre a este coliseo.
El orden de la función será el siguiente: el drama nominado Diego Co-
rrientes, desempeñado la señora Cairón el papel de Diego y la señora
Duzol el de Consuelo, encargándose por esta razón el señor Albarrán de
el del Regenerado. También tendrá lugar esa noche, la representación de
148 la comedia en dos actos titulada El lobo marino, por las señoras Cairón
y Duzol y los señores Flores y Albarrán, tomando parte las dos niñas del
actor señor González. El fin de la función será la siempre aplaudida tona-
dilla el Trípili por la señora Cairón y los señores Albarrán y Valladares.
(EL PORVENIR, 31 de mayo de 1856)

***

TEATRO PRINCIPAL.- A las ocho y media de la noche. Función a bene-


ficio de don José Sánchez Albarrán, primer actor y director cómico.- El
drama en tres actos, Diego Corrientes, desempeñando la señora Cairón el
papel de Diego y la señora Duzol el de Consuelo, encargándose por esta
razón el señor Albarrán el del Renegado.- Intermedio de baile.- La co-
media en dos actos, El lobo marino, por las señoras Cairón y Duzol y los
señores Flores y Albarrán, tomando parte las dos niñas del actor señor
González.- El Ole de la Curra, por la señora Moreno.- Se dará fin con la
tonadilla titulada: El Trípili, por la señora Cairón y los señores Albarrán
y Valladares.
(EL PORVENIR, 6 de junio de 1856)
¿Se sabe algo?

TEATRO DE SAN FERNANDO.-


Funciones para hoy domingo 7 de diciembre.- Muchas son las obras acre-
ditadas con que cuenta la empresa en su repertorio y que han sido recibi-
das de este público con general aplauso; entre ellas cree haber hecho su
elección acertada dando la preferencia a un drama que, además de su co-
nocido mérito, reúne la circunstancia de estar confiado el desempeño del
protagonista a doña Salvadora Cairón, que con sólo la idea de agradar al
público se hizo cargo de él en la noche de su beneficio, y con la misma se
presta ahora a ejecutarlo, desempeñando también la parte de Consuelo
doña Jacinta Cruz, el drama de que se hace mención es el titulado Diego
Corrientes, en tres actos, original de don José María Gutiérrez de Alba.
Terminará el espectáculo con la pieza en un acto; original de don Francis-
co Sánchez del Arco, Lola la Gaditana, en la que se cantará por la señora
Cairón y el señor Luna el dúo de La lección. A las tres y media.
Por la noche a las siete y media se ejecutará la aplaudida zarzuela en dos
actos. El tío Caniyitas, o el mundo nuevo de Cádiz.- Terminando con la
pieza en un acto, Todo es jasta que me enfae.
SS.AA.RR. se dignan honrar el teatro con su augusta presencia.
(EL PORVENIR, 7 de diciembre de 1856)

Así se ve de qué manera tan intensa, pertinaz, el mito atraía la atención, el 149
fervor del público, prendido en las emociones del bandolerismo militante,
valeroso, amigo de los riesgos como aquellos que, por otros cauces y moti-
vos, se anunciaron en este año de 1856:

Compañía gimnástica, acrobática, coreográfica y plástica.- 1º se presenta-


rá la señorita Portuguesa, primera alambrista de España, sobre el alam-
bre flojo, ejecutando los más difíciles equilibrios de la célebre Romanini,
la que hará el gran giro de Clara y bailará el Jaleo de Jerez, concluyendo
con el arriesgado Balance Oriental.
(EL PORVENIR, 3 de julio de 1856)

En llegando al tiempo la hora del 57, de nuevo salen a escena los bandidos,
hierve el son perpetuo de las danzas:

TEATRO PRINCIPAL.- Gran función para hoy jueves 19 de marzo, a be-


neficio de doña Dolores Ruiz y don José Bravo.- El grandioso drama en
cinco actos, dividido en ocho cuadros, original de Mr. Alejandro Dumas,
traducido a la escena española por don Narciso de la Escosura, titulado:
Catalina Howard.- El baile La Flor de la Canela, por el señor Vázquez y
la beneficiada.- La aplaudida zarzuela en un acto, letra de don Francisco
José Luis Ortiz Nuevo

de la Vega, música de don N.N., nominada Soy yo.- El Ole de la Esme-


ralda, por la señorita Ruiz.- Dando fin con el drama en un acto del género
andaluz, cuyo título es: El corazón de un bandido (primera parte).- A las
seis y media.
(EL PORVENIR, 19 de marzo de 1857)

Momento especialmente favorable también al apogeo de los “homenajes”


que entonces se llamaban “beneficios”, precisos al interés de los artistas,
a lo que se ve caninos, necesitados de tales y tantas funciones a su favor
hechas:

TEATRO PRINCIPAL.- La función que se hace esta noche en dicho coli-


seo ofrece más novedad que las que hasta ahora se están verificando, con
la circunstancia de no ser larga, y sí variada y entretenida: Bonito viaje
es una pieza que no desagrada. El Niño perdido nueva en este teatro. No
más muchachos que siempre hace reír, y Juan el Perdío, parodia de don
Juan Tenorio, son las partes constituyentes del todo de la representación.
Todo esto amenizado con el baile titulado La Madrileña y con el de La
Malagueña y el Torero, promete un buen rato a los aficionados, que no-
sotros no desperdiciaremos. Se nos olvidaba decir que dicha función es a
beneficio de las jóvenes coreográficas doña Carmen Pérez y doña Dolores
150 Gandolfo, lo cual debe ser un nuevo motivo de atracción para sus mu-
20
chos amigos y apasionados .
(EL PORVENIR, l de julio de 1857)

***

BENEFICIO.- La señorita Medina, bailarina célebre que en unión del se-


ñor Martínez, director coreográfico, tiene recibidas tan singulares mues-
tras de estimación del público en el teatro Principal, dispone para su be-
neficio una función escogida por el género de las piezas; y más que todo
por ejecutar la beneficiada el Ole de la Esmeralda, el precioso baile nuevo
intitulado Una fiesta en Madrid, y un divertimiento final en unión de la
numerosa sección que corea sus vistosas y divertidas danzas.- Nos atre-
vemos a asegurar a la simpática señorita Medina el éxito más digno de
sus esfuerzos por corresponder a las constantes atenciones y marcada
distinción del público sevillano. J. Velázquez y Sánchez
(LA ANDALUCÍA, 26 de enero de 1858)

***

TEATRO PRINCIPAL.- Función para el martes 9 de febrero, a beneficio


de la señorita doña Dolores Gandolfo, bolera de esta compañía.- La co-
¿Se sabe algo?

media en dos actos Llueven bofetones.- El baile Un inglés en la escuela


de baile de Sevilla.- La comedia en un acto Mal de ojo.- A continuación
el baile de Malagueñas cantado por don Enrique Prado, en seguida por
la beneficiada, el jaleo andaluz cantado por el mismo Prado. Concluido
el jaleo se presentará el joven Antonio Requena a bailar el zapateado de
Cádiz, en obsequio a la beneficiada.- Y terminará la función con la pieza
en un acto Atrás, o la mujer centinela.
A las siete: a 4 reales.
(EL PORVENIR, 9 de febrero de 1858)

***

BENEFICIO.- El jueves 11 tendrá lugar en el Principal coliseo una escoji-


da función a beneficio de la simpática actriz doña Josefa Hernández, tan
altamente favorecida de nuestro público, y cuyas representaciones atraen
tanta concurrencia.- La función consiste, según tenemos entendido; en
el drama Lanuza, la linda pieza del género andaluz ¡Es la Chachi! y el
juguete intitulado Lola la gaditana.- Creemos inútil toda recomendación
tratándose de una actriz tan generalmente obsequiada.
J. Velázquez y Sánchez.
(LA ANDALUCÍA, 10 de febrero de 1858) 151

Confluencia de la escuela bolera con la otra seña del jaleo cantado y tocado a
la guitarra, y todo ello en el teatro, a la vera de las piezas del género andaluz
en alza. Idéntico y coetáneo proceso al que se cumple en los salones de baile
forjadores de afición y estrellas:

RECUERDO MERECIDO.- Asistimos el domingo último a la función


del teatro Principal y tuvimos el gusto de ver bailar, con otra pareja so-
lamente, a la recomendable joven Plácida Alcaraz que tanto partido ha
adquirido en Sevilla por su mérito y destreza en el baile. Nosotros desde
que la vimos por primera vez auguramos en esta artista una verdadera
notabilidad, y a tener por fortuna otra estatura y otro desarrollo, podría
ponerse en parangón con las primeras de su clase. Fáltale también un
poco de más desembarazo del que exigen nuestras graciosas danzas, des-
embarazo que, adquirirá si sigue algún tiempo por nuestra tierra de An-
dalucía: pero por lo demás, su agilidad, su inteligencia y hasta su sistema
particular la hacen, como hemos dicho, ser una especialidad en su género
que adquirirá con el tiempo bastante nombradía. El público la colmó de
aplausos repetidos, pidiendo que volviese a bailar, en lo que le dio una
José Luis Ortiz Nuevo
21
insigne prueba de cuanto aprecia su indudable mérito .
Por las secciones no firmadas,
El Secretario de la redacción,
Pastor Martín.
(EL PORVENIR, 18 de febrero de 1858)

***

LA SOJUELA.- Entre las hijas de nuestro privilegiado suelo que se dedi-


can al arte coreográfico figura ventajosamente la linda bolera enunciada
en el epígrafe, y a quienes recordamos adolescente y distinguiéndose por
su donosura y habilidad entre la pléyade silfídica de nuestras mejores
escuelas de danzas del país.
He aquí lo que dice un diario de la corte de nuestra interesante paisana:
“Tenemos entendido que la compañía, que se está organizando para la
temporada de verano en el Circo, ha contratado de primera bolera a la
hermosa Loja Sojuela, muy aplaudida en todos los teatros en que se ha
presentado, por su habilidad coreográfica, por su donaire y por su gra-
cia.
Es la Lola nada menos que una de esas garbosas criaturas destetadas con
152 22
terroncitos de sal en las famosas salinas de la Macarena” .
(LA ANDALUCÍA, 24 de junio de 1858)

Secuencia de protagonismo principal para el baile, que continúa siendo mo-


tor y causa de la presencia que las cosas del país tienen en el mundo del
espectáculo por estos años del siglo, cuando se está formalizando el flamen-
quismo.

Poco a poco, no obstante, van los cantos ganando territorio y comparecen,


como elementos sustanciales, en las representaciones de esas llamadas pie-
zas de costumbres gitanescas.

BENEFICIO.- El lunes en la noche se ejecutará el del conocido actor


señor Luna, para el cual se pondrá en escena el drama de los señores
Larra y Eguilaz, titulado Una Virgen de Murillo; la graciosa pieza en
un acto, de costumbres gitanescas, El tío Carando en las máscaras, y un
juguete cómico, escrito a propósito para el beneficio del señor Luna,
que lleva por título El tío Juan el esterero, y en el cual cantará el be-
neficiado una canción andaluza. Es de suponer que como siempre,
favorecerá el público con su asistencia a este simpático actor.
(LA ANDALUCÍA, 5 de febrero de 1860)
¿Se sabe algo?

Ni que decir tiene que este tipo de obritas, tan repudiadas por la crítica
23
como estimadas por el público, se representaron con profusión entonces ,
y casi permanente era su estancia en la cartelera de los teatros que funcio-
naban en la capital.

Sabemos pormenores de una de estas piezas, por el anuncio que en diciem-


bre del 67 se publica en LA ANDALUCÍA, dando detalles sobre el conteni-
do de la representadísima EL TÍO CARANDO EN LAS MÁSCARAS, que era
del siguiente tenor:

TEATRO SAN FERNANDO.-


4.- El aplaudido juguete cómico-lírico-bailable en un acto de D. Fernando
Bedoya, titulado:
EL TÍO CARANDO EN LAS MÁSCARAS
Ejecutado por el actor cómico Sr. Luna, que desempeña el protagonista,
en unión de las señoras Moreno y León y los señores Burón, Maza, Ortiz,
Alba, Lobo y cuerpo de baile y coro de ambos sexos.
Distribución de los bailes y coros: 1 °.- Mollares bailadas y cantadas a la
guitarra. 2°.- Malagueñas en la misma forma. 3°.- Canción del Tío Ca-
rando por el Sr. Luna. 4°.- Coro. 5°.- Wals por el cuerpo coreográfico.
6°.- Can Can burlesco.
153

A esto llamaban “pieza de costumbres gitanescas”. Un batiburrillo de múl-


tiples mezcolanzas que hacía reír al respetable y daba ocasión para que hu-
biese tiempos de canto y baile:

Compañía de Baile.- Podemos asegurar a nuestros lectores que además


de la compañía dramática que acompañará al Sr. Romea actuará en el
Teatro San Fernando una escogida compañía de bailes del país, como
franceses; figurando al frente de la sección de bailes andaluces, el cono-
cido don Antonio Ruiz; y para director de los bailes de espectáculo, don
Juan Alonso, contándose además entre las bailarinas las hermanas Ruiz,
Barreras, las Granados, y otras de igual mérito; y entre los boleros, los
Sres. Galván y otros varios hasta componer dos parejas.
Complácenos sobremanera que ese espectáculo característico de la tierra
de María Santísima, empiece a tomar de nuevo en Sevilla la importancia
que tuvo un tiempo, constituyendo digámoslo así un agradable episodio
de las representaciones dramáticas; un exordio de la pieza o del sainete,
siempre visto con gusto por los españoles, y con entusiasmo por los es-
24
tranjeros .
(LA ANDALUCÍA, 21 de septiembre de 1860)
José Luis Ortiz Nuevo

El martes en la noche tuvimos el disgusto de ver reproducirse en el teatro


de San Fernando los escándalos que se han promovido otras veces con
motivo del baile. Una parte de los concurrentes se empeñó en que había
de ejecutarse el Ole, significando su deseo de manera poco decorosa e
impropia de aquel sitio. Aunque esto en nada puede ofender a Sevilla,
puesto que como ya hemos dicho en otra ocasión, no es el público pro-
piamente dicho, que tiene acreditada su sensatez y cultura, quien así se
conduce, desearíamos que no se repitiera aquel espectáculo, esperando
que la autoridad contenga a los que lo motivan dentro de los límites con-
venientes.
(LA ANDALUCÍA, 3 de enero de 1861)

Pudor y represión, la sombra del escándalo sobrevolando a la fiera popular,


indómita. Indicios de una actitud inquisidora, respecto a los “excesos” del
baile y el cante, que adoptará la prensa de todos los colores escrita en la
tercera capital de España.

Mientras, cuando se está en el inicio de los sesenta, cada vez más, en alter-
nancia de pareja, será el cante con el baile, equilibrando predominios, com-
partiendo famas y censuras, y atenciones de una misma propaganda:
154 Teatro de San Fernando.- ...El juguete cómico en un acto en verso, por
el aventajado escritor sevillano D. Teodomiro Fernández Aveño El Tío
Juan el Esterero. Cuyo protagonista está a cargo del Sr. Luna, el que can-
25
tará dos canciones andaluzas .

Teatro de San Fernando.- Función para hoy sábado 25 de Enero, a bene-


ficio del primer actor cómico D. José Albalat -31 de abono- Sinfonía.- El
drama en cuatro actos, titulado Gaspar el Ganadero.- El baile extrangero,
La Silfide.- El juguete cómico de costumbres andaluzas, en un acto, es-
crito expresamente para este día por dos aficionados de esta ciudad, y en
el que el beneficiado desempeña el papel del afamado aguador llamado
Periquito el de la Nieve, titulado el Tío Turunino.- Y el baile del género
26
español titulado Nuevo zapateado de Cádiz. A las siete y media .
(LA ANDALUCÍA, 25 de enero de 1862)

***

Teatro de San Fernando.- Función 19 de abono.- Hoy sábado 22, a bene-


¿Se sabe algo?

ficio de la señorita Fernández y el señor Luna.- Gran Sinfonía.- La come-


dia en un acto, Lo que sobra a mi mujer.- La comedia en dos actos, Las
Colegialas son Colegialas.- El tango de la zarzuela, Entre mi mujer y el
negro; por el Sr. Luna.- La tonadilla, El Trípili, por la Sra. Tenorio y los
Sres. Arjona y Luna.- La Soledá de Villegas, bailada por la Sra. Cámara y
cantada por el Sr. Enrique Prado.- Parodia de Guzmán el Bueno, titulada
El Tío Zaratán.- Mollares sevillanas, por el cuerpo de baile. A las siete y
media.
SS.AA.RR. se sirven honrar el espectáculo con su asistencia.
(LA ANDALUCÍA, 22 de febrero de 1862)

Anuncios, gacetillas, críticas, confirman sobradamente la extraordinaria im-


portancia que, en Serva, el teatro tiene como escenario de los pasos iniciales
del flamenco ante los públicos, en su entronque con las danzas de la escuela
bolera y las obras de costumbres del país.

La circunstancia de hacer muchos años que no trabaja en Sevilla la bai-


larina conocida por la Nena y la fama que le precedía han hecho que su
nueva salida en esta temporada cómica, llame particularmente la aten-
ción del público. La primera bolera del cuerpo de baile que hoy actúa en
el teatro de San Fernando, ha hecho grandes adelantos: sin despojarse 155
del donaire y de la gracia especial que caracteriza a las andaluzas y sin
la cual nada dicen las danzas del país, ha tomado algo de otras escuelas
adquiriendo mayor soltura y más facilidad y limpieza en los dificilísimos
pasos que ejecuta. Sin exageración puede decirse que es una notabilidad
en su género, y así lo reconoce el público que la aplaude hallándose me-
recedora de la justa reputación que ha conquistado.
(LA ANDALUCÍA, 12 de abril de 1863)

***

Las funciones del coliseo de San Fernando ofrecen otro nuevo alicien-
te con el numeroso cuerpo coreográfico. Verdad es que el alma de ese
cuerpo es la Nena, la célebre bailarina que no tiene rival en su clase, y
que, acompañada del Sr. Ruiz, nos presenta esos encantadores cuadros
de costumbres andaluzas.
(LA ANDALUCÍA, 15 de abril de 1863)

Cuadros que, como se ha dicho, contaron desde antiguo con el mito del
gitano como punto referencial de sus argumentos, convertido en personaje
literario - costumbrista, símbolo y ejemplo y también excusa para el chiste
y la diversión.
José Luis Ortiz Nuevo

La venganza de un Gitano.- Con este título ha escrito una parodia trágica,


un poeta de esta capital, cuyas composiciones, ventajosamente conocidas
de nuestros suscriptores, han merecido más de una vez la distinción de
ser reproducidas y celebradas por los principales periódicos de la corte,
copiándolas de nuestras columnas. Los chistes y oportunidades en que
abunda esta producción, como todas las de su festivo y satírico autor, y la
circunstancia de pertenecer a un género que desempeña inimitablemente
el Sr. Albarrán, y que le ha valido tantos aplausos; nos hace creer que no
27
se desaprovechará la oportunidad de ponerla en escena .
(EL PORVENIR, 23 de abril de 1863)

Continuando en la alternancia de atenciones sea ahora, otra vez, el baile y


en un teatro nuevo:

Teatro de la Rioja.- El cuerpo coreográfico es objeto todas las noches de


merecidos aplausos, especialmente el primer bailarín Sr. Mateu, que tie-
ne mucho gusto para disponer y dirigir los bailes; y la primera bailarina
doña Carmen de la Barrera, que ha adelantado mucho y puede con justi-
cia figurar entre las más notables boleras del género español.
(EL PORVENIR, 10 de enero de 1866)

156 Y ahora, en el envés, sea el sainete en otro teatro recién abierto:

Teatro del Duque.- Escogida función para hoy sábado 7 de diciembre en


la que toman parte los célebres tipos andaluces Manuel Paniagua (el de
las zaleas), Manuel García Jurado (el de los nardos), el simpático aguador
Perico (el de la Plaza Nueva), y el rosero conocido por (Quijá). Se pondrá
en escena la zarzuela en cuatro jornadas Por seguir a una mujer.
(LA ANDALUCÍA, 7 de diciembre de 1867)

De manera que los teatros del Duque y de Rioja van a cumplir en estos años
el papel que en los cincuenta cubrieron los de San Fernando y Principal.

Teatro de Rioja.- Función para hoy jueves 30 de enero, a beneficio del ac-
tor genérico don Pablo Morilla y Montero.- Los pobres de Madrid, drama
en siete cuadros.- El maestro de baile, pieza en un acto.- Un casamiento
en la Cava o el cólera de 1865 comedia nueva en dos actos.- En el segun-
do acto bailará el Jaleo Gitano doña Amparo Álvarez (La Campanera).
¡El Ole! por dicha señora.- Dando fin con la pieza andaluza La cigarrera
de Cádiz. A las seis.- A real la entrada.
(LA ANDALUCÍA, 30 de enero de 1868)
¿Se sabe algo?

Teatro del Duque.- Función para hoy jueves 6 de febrero, a las siete y me-
dia, a beneficio de la respetable asociación de beneficencia domiciliaria
de señoras de esta capital.- SS.AA.RR. se dignan honrar la función con
su augusta presencia.- Receta contra las suegras, pieza en un acto.- En el
cuarto de mi mujer, pieza en un acto.- El rumbo de los toreros, baile.- La
hija de su yerno, pieza en un acto.- Las boleras del Tío Caniyitas.- Dando
fin con la pieza en un acto Trapisondas por bondad.- Entrada general 3
reales.
(LA ANDALUCÍA, 6 de febrero de 1868)

Entonces llega a este circuito del espectáculo la nomenclatura de lo flamenco


aplicada al género que antes se nombraba gitanesco o andaluz. O sea que,
paralelamente, y con cierto retraso, a la generalización y difusión del térmi-
no en los salones de baile empieza a usarse también en la jerga teatral:

D. J. M. de Céspedes, autor de la comedia flamenca Un casamiento en


la Cava, de cuyas bellezas literarias y brillante estreno en el teatro Rioja,
dimos oportuna cuenta a nuestros lectores, reconocido a nuestras since-
ras apreciaciones, nos dirige un breve comunicado en EL CLARÍN; pero
en términos tan dignos, tan adecuados... que no sabemos qué admirar
más en él, si su excesiva modestia, o la erudición de frases cultas en que
abunda. 157

Pues son tales las que emplea


en su escrito singular;
que al verlo cómo se apea,
nos parece oír gritar;
¿A quién vendo otra zalea?
(EL LORO, 24 de febrero de 1868)

Época de cambios radicales, revoluciones y espadas batientes, pese a lo cual


tiempo hay para abrir espacios escénicos que acogen los aires europeos im-
puestos por la moda de París:
28
La nueva empresa que ha tomado a su cargo el teatro Lope de Rueda ,
sito en la calle Amor de Dios, inaugura hoy sus tareas dramático líricas
con las funciones cuyo anuncio publicamos en la sección correspondien-
te.
Habrá todas las noches cuatro funciones; empezando la primera a las 7,
la segunda a las 8, la tercera a las 9 y la cuarta y última a las 10; forman-
do cada cual un espectáculo aparte, que se compondrá de las siguientes
partes:
José Luis Ortiz Nuevo

1.- Sinfonía por la orquesta. 2.- Una pieza dramática o lírica en un acto.
3.- Un baile, distinto en cada función, a cuyo efecto han sido contratadas
acreditadas boleras españolas y francesas en competencia.
(LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA,12 de diciembre de 1869)

Después, y exactamente igual que sucediera en el caso de las Academias-


Salones de Baile y los Cafés Cantantes, algún mal viento ideológico-publici-
tario apartó del diario EL PORVENIR, casi por una década, las informacio-
nes que tanto había prodigado antes, y únicamente fue LA ANDALUCÍA el
transmisor de noticias como esta:

El sábado próximo se pondrá en escena en el teatro de San Fernando


una comedia en un acto y en verso titulada La gitana de Sevilla. Según
nuestras noticias esta obra es una nueva producción debida a la pluma
de un joven poeta sevillano a quien el público ha aplaudido en otras oca-
29
siones .
(LA ANDALUCÍA, 24 de enero de 1872)

Algunos meses más tarde, cuando llega el otoño, se anuncia la reapertura


del teatro Rioja y con tal motivo se publica la:
158
Lista de los artistas que componen las compañías de declamación y baile
que han de actuar en dicho coliseo durante la temporada que empieza el
día 6 de octubre del corriente año y termina el martes de carnaval del año
venidero.
Compañía de baile.- Primer bailarín y director, don Domingo García.- Pri-
mera bailarina doña Amparo Álvarez (La Campanera), que vuelve a la
escena, de donde estaba retirada, a ruego de infinitos concurrentes al tea-
tro, que se han acercado a la empresa con este objeto.- Numeroso cuerpo
coreográfico de ambos sexos.
(LA ANDALUCÍA, 3 de octubre de 1872)

Por el verano del 74 funcionan en Sevilla tres teatros al aire libre, de cuyos
programas hemos podido entresacar datos de cierto interés:

Teatro circo de la Puerta de Triana.- ¡Pobres mujeres!.- Baile.- Roncar


despierto.- Baile.- Juan el Perdío. A las nueve menos cuarto.
(LA ANDALUCÍA, 10 de julio de 1874)
¿Se sabe algo?

Teatro Circo de la Puerta de Triana.- A real la entrada.- Por la tarde a las


siete y media. Mal de Ojo. Baile.- Maruja.- Marinos en tierra.
Por la noche.- Pepita.- La canción Los Pollitos. En la cara está la edad.-
Baile.- Una hiena.- Malagueñas.- Baile. A las 9 ½
(LA ANDALUCÍA, 25 de julio de 1874)

***

Cada noche que se pone en escena en el teatro Eslava la bonita zarzuela


C. de L. arrancan nuevos y merecidos aplausos los artistas que la desem-
peñan, tanto por los muchos equívocos en que abunda la obra, como por
su agradable música y por la esmerada ejecución que obtiene. El precioso
30
tango La mar fue repetido, accediendo a los deseos del numeroso públi-
co que asistió anteanoche a la representación. Algunas situaciones en el
Mambrú también fueron bastante aplaudidas.
(LA ANDALUCÍA, l de agosto de 1874)

***

Teatro Circo de la Puerta de Triana.- Beneficio de doña Matilde Malli.-


El Corazón de un bandido. En las astas del toro.- Baile.- Descargas de
artillería.- El Ole.- Zampillaerostatión, Jalón, Lila y la niña Boba.- A las 159
31
8½ .
(LA ANDALUCÍA, 1 de septiembre de 1874)

***
32
NOVEDADES .- Gran Teatro de verano.- Décima de abono.- El diablo
predicador.- Matar o morir.- El tío Carando en las máscaras.- Entrada un
real. A las 8 ½33.
(LA ANDALUCÍA, 1 de septiembre de 1874)

Dos años después, el 6 de septiembre, se dice que “esta tarde se verificará


en el teatro San Fernando el beneficio del director de bailes señor Barrera”.
Y por obra de lo mismo, el beneficio, ocurre que:

Hoy tendrá lugar en el coliseo de Cervantes el beneficio de la primera


actriz cómica doña Candelaria Carrión, con la función siguientes:
El popular drama La cabaña de Tom, el baile de costumbres antiguas La
Tertulia, en el cual se presenta por primera vez en esta capital la primera
pareja doña Dolores Grande y don José Carrión, y la preciosa parodia
José Luis Ortiz Nuevo

Juan el Perdío, tomando parte en todas D. José Sánchez Albarrán.


(LA ANDALUCÍA, 30 de marzo de 1876)

En Triana había vuelto el teatro a la vera del puente:

ROMEA.- Puerta de Triana. Pedro el Sordo.- Malagueñas. Una casa de


fieras.- Una fiesta flamenca. A las 8 ½ .
(LA ANDALUCÍA, 19 de septiembre de 1876)

El año de 1877 vino a traer una extraordinaria actividad al Teatro del Du-
34
que , inaugurado en el verano anterior; lo que significó un cierto torrente
de noticias por mor suya:

La anunciada Revista de 1876 se puso en escena en el teatro del Duque...


en cuanto a la música se compone de varios coros muy agradables y de
algunos aires nacionales.
(LA ANDALUCÍA, 24 de enero de 1877)

***

160 Teatro del Duque.- ...El cuerpo de baile llena por completo los deseos de
todos, y la primera pareja señorita Hernando y el señor Moreno son to-
das las noches colmados de aplausos. Hay tal precisión y limpieza y tanta
seguridad en cuanto hace la señorita Hernando y los bailes todos están
tan perfectamente ensayados, que a eso se debe indudablemente vaya
reviviendo en nuestro público la afición a esta clase de espectáculo, que
se hallaba un tanto amortiguada.
(EL PORVENIR, 31 de mayo de 1877)

***

Teatro del Duque.- ...La mayor parte de las noches entusiasmado el públi-
co cuando termina el baile en el teatro Circo del Duque, pide a la primera
bailarina señora Hernando que lo deleite un poco con el Ole, a lo que se
presta gustosa la aventajada y ligera sílfide, tanto por su condescenden-
cia, como por la gracia con que ejecuta tan vistoso baile.
(EL PORVENIR, 8 de junio de 1877)

***

Teatro del Duque.- ...La segunda pareja, señorita Ferrer y el señor Gar-
¿Se sabe algo?

cerán, son también acreedores de nuestro aplauso y especialmente en el


baile titulado La Estrella de Andalucía.
(EL PORVENIR, 19 de junio de 1877)

***

Teatro del Duque.- ...En el baile La Flamenca la señorita Hernando en-


tusiasmó al público, que le prodigó merecidos aplausos, tanto en el Vito
como en los Panaderos y en el Zapateado.
Especialmente en el segundo de los citados, que tuvo que repetir a instan-
cias del público, está inimitable, siendo imposible imprimir más gracia,
adoptar posiciones más características y revestir de mayores atractivos a
este baile clásico del país.
(LA ANDALUCÍA, 19 de junio de 1877)

***

Última función.- Esta noche tendrá lugar en el Teatro Circo del Duque
la última función de zarzuela de la presente temporada poniéndose en
escena la popular zarzuela El Tío Caniyitas y bailándose por la pareja
infantil de la señorita Estrella Rodríguez y Antonio Rodríguez, los bailes
nombrados El Torero, Las Malagueñas y Los boleros de medio paso. 161
(EL PORVENIR, 7 de octubre de 1877)

Datos de la anunciada resurrección de gustos por el baile, y, a la vez, de


la permanencia en moda de la clásica escuela bolera, todavía pujante y,
enseñada, transmitida para su conocimiento y ejercicio a las más jóvenes
criaturas.
35
Beneficio.- El viernes 27 del corriente tendrá lugar en el teatro Romea
una función a beneficio de una joven que ha perdido la vista.
En el primer entreacto bailarán una pareja de niños el baile llamado El
Torero, y Las Malagueñas de medio paso. Seguidamente la beneficiada
señorita doña María del Carmen Rodríguez cantará otras bonitas Mala-
gueñas y varias canciones del país entre ellas las Peteneras, además de
una composición original de la beneficiada, titulada Mi desgracia; esta
joven ha cantado ante S.M. la Reina.
(EL PORVENIR, 25 de julio de 1877)

Historias en cierta medida precursoras, pues -y se cumple igualmente el


paralelismo con los cafés cantantes- va a ser en la década de los ochenta
cuando la presencia flamenca en los teatros se confirme.
José Luis Ortiz Nuevo

El primer síntoma de este orden nuevo viene a nuestra atención por medio
de una curiosa representación que tuvo lugar en un teatro de carácter fami-
liar:

Teatro Andérica.- A las ocho y media de la noche del viernes último dio
comienzo a la soirée anunciada, poniéndose en escena en aquel bonito
teatro la pieza Vivir al vapor, desempeñada por las señoritas doña Ade-
laida y doña Carmen Guisado y los señores Rica y Osorio.
Después se ejecutó la pieza Favor por favor, en la que tomaron parte la
señorita doña Carmen Guisado, y los señores Blanco, Osorio y Serrano.
A repetidas instancias de los espectadores, la señora de Andérica recitó
un diálogo, en flamenco, entre un galán y una joven, compuesto por la
misma señora de Andérica.
(EL PORVENIR, 11 de julio de 1880)

A los tres años, en el coliseo que por los veranos se levantaba en los jardines
inmediatos a la antigua puerta de Jerez, sucedía que:

En el teatro de Eslava se representó antes de anoche por primera vez en


esta temporada, el precioso cuadro de costumbres De Cádiz al Puerto...
162 El conocido aficionado Antonio Revueltas cantó preciosas malagueñas y
peteneras que fueron muy aplaudidas.
(LA IZQUIERDA LIBERAL, 9 de agosto de 1883)

***

Numerosísima era la concurrencia en la noche del domingo en los jardi-


nes y teatro de Eslava
El aficionado cantador Revueltas, viose obligado a repetir las Peteneras y
Malagueñas, que con tanto gusto canta en la citada obra.
(LA IZQUIERDA LIBERAL, 14 de agosto de 1883)

Actuaciones que merecieron la crítica correspondiente:

No es ésta una obra de gran mérito literario, sino únicamente un sencillo


cuadro de costumbres, escrito a lo que parece, con el objeto exclusivo de
dar a conocer las escenas propias de los sitios más frecuentados general-
mente por los cantaores y bailaores de flamenco, así como sus habilidades,
a aquella parte del público que por especiales circunstancias se ve priva-
da de la asistencia a tan animadas diversiones. En este sentido De Cádiz
al Puerto, llena por completo los propósitos de su autor, presentando
¿Se sabe algo?

con bastante propiedad varios episodios del género indicado, al propio


tiempo que el conocido cantador Revueltas se hace aplaudir de los espec-
tadores con verdadero entusiasmo, por su buena voz y excelente estilo en
las clásicas malagueñas y las sentimentales peteneras.
(EL PROGRESO, 14 de agosto de 1883)

Hacia la mitad de la década y, por los éxitos que logran en los cafés can-
tantes de Silverio y Variedades, la agrupación gaditana “Las Viejas Ricas”
causa verdadero furor en la ciudad y su fama alcanza tal punto que sobre
Ellas incluso se escriben dramas:

Las Viejas Ricas se titula un juguete cómico-lírico original de dos cono-


cidos autores sevillanos, este juguete tiene por objeto presentar la com-
parsa de viejas ricas pero efectuándose por los coristas y quitándole todo
aquello que pueda ser libre y crudo.
(EL ESPAÑOL, 13 de noviembre de 1885)

***

El miércoles “Día de Estrenos” en el teatro Cervantes se puso en escena


por primera vez el disparate cómico-lírico titulado Las Viejas Ricas debi-
do a la pluma de dos conocidos y aplaudidos sevillanos. 163
El propósito de estos era proporcionar ocasión al público que no asiste a
los cafés cantantes, para que conociera el popular tango.
(EL TRIBUNO, 20 de noviembre de 1885)

***

El disparate cómico-lírico Las Viejas Ricas, tuvo la vida que merecía tan
extraño fenómeno. El libreto es desdichado y la música cursi y vulgar,
por eso murió al nacer. Los autores ocultaron sus nombres, obraron dis-
cretamente.
(EL ESPAÑOL, 21 de noviembre de 1885)

En el verano de 1886 los viejos Hércules de la Alameda sabrán que:


36
En el teatro-circo de la Alameda se pondrá en escena esta noche, la gra-
ciosa zarzuela en dos actos titulada El Tío Caniyitas o el Mundo nuevo
de Cádiz, en cuya obra se bailará por la señorita Dauset el popular baile
el vito.
Terminará el espectáculo con el baile nominado Currilla la Gitana.
(EL PROGRESO, 10 de agosto de 1886)
José Luis Ortiz Nuevo
37
En 1887 aparece la revista EL TEATRO ESPAÑOL , de la que se ha podido
consultar su número seis, hallando en él las siguientes noticias de nuestro
interés:

ESTRENOS
Madrid.- Teatro Maravillas.- En la noche del 8 se estrenó un juguete, le-
tra del Sr. Flores García y música del maestro Reig, titulado La gente del
bronce, con gran éxito, debido a los chistes que abundan en la obra y a lo
cómico de algunas escenas, así como a lo agradable de la música...
Se ha impreso y puesto a la venta el sainete del Sr. Flores García, La gente
del bronce.
La Empresa del Teatro Maravillas prepara para la próxima semana las
obras nuevas tituladas Bola 30, Las Cantaoras, y la revista espectáculo
titulada La tierra de los garbanzos, para cuya obra están pintando varias
decoraciones y construyendo un lujoso vestuario. (20 de junio de 1887)

En el verano de este mismo año y, como viniera sucediendo desde el estío


de 1873, el teatro Eslava concentra la atención de los aficionados al género
teatral, que acuden a los jardines tanto para divertirse con sus obras como
para tentar el fresco a la vera del río. A su propósito escribía EL CRONISTA
164 en junio del 87:

38
TEATRO ESLAVA
Ante numerosa y escogida concurrencia estrenose anoche en el teatro de
los Jardines de Eslava; el panorama fantástico en dos actos y diez cua-
dros, titulado Madrid en el año 2000.
El éxito que esta obra alcanzó fue bastante lisonjero, pues llena cumpli-
damente el objeto que sus autores se propusieron, cual es, recrear agra-
dablemente el espectáculo con bellas perspectivas, con escenas que no ca-
recían de originalidad y chiste; ofreciendo al mismo tiempo una música
que se escuchaba con placer...
...Pero lo que verdaderamente llegó a entusiasmar al público, fueron las
malagueñas y tangos que tan graciosamente cantó la simpática señorita
Castro, en su bien interpretado papel de “La Barbi”, prodigándole frené-
ticos y prolongados aplausos.

En 1888 el foco del teatro flamenco, flamenco en el teatro, principalmente


39
se centra en el Cervantes y en razón de las numerosas representaciones de
marcado carácter “nacionalista” que allí suceden.
¿Se sabe algo?

Por sus principios quien primero se asoma es casi nadie... Mercedes la Ser-
neta, digo:

Se pone en escena “el juguete cómico en un acto original de D. Miguel Eche-


garay” Manzanilla y Dinamita:

Para que nada falte a la obra que nos ocupa, en ella luce su habilidad
reconocida en el cante flamenco, la aplaudida cantaora del género, Mer-
cedes Fernández, La Zerneta, a la que el público aplaude con entusiasmo,
haciéndola repetir infinidad de canciones de su repertorio.
(EL PROGRESO, 4 de enero)

Luego, por marzo sucedió una función de zarzuela, la famosa Cádiz, en


donde:

... La Sra. García hizo una gaditana del barrio de la Viña, inimitable; la
Srta. Díaz cantó y bailó, con gran estilo, el bonito tango del acto segundo,
que a pesar de haberse repetido cuatro veces, todavía supo a poco...
(EL PROGRESO, 1 de marzo)

Y, ya en otoño: 165
¡Cuánta gente acudió al teatro Cervantes a presenciar el estreno de Cer-
tamen Nacional!
Y la obrilla merece verse, porque se pasa un rato divertido.
Decoraciones de buen efecto, trajes caprichosos y bonitos, baile de di-
ferentes clases, cante flamenco y de otros países, disertaciones taurinas,
chistes de “mayor cuantía”, música alegre y gran exhibición de formas
femeniles.
Todo esto y algo más que no decimos tiene Certamen Nacional.
(EL TRIBUNO, 5 octubre. 1888)

***

Estreno en Cervantes.- La obra Por España, original de D. Maríano Rojas


y don Francisco Ruiz, una de las revistas de las que ahora están en moda
y que están concluyendo con el buen gusto y la moral del teatro...
Una escena de cante y baile flamenco, creemos que introducida por los
empresarios, con objeto de retratar las costumbres y carácter del pueblo
español, dió ocasión a un verdadero alboroto en la sala del teatro, en
José Luis Ortiz Nuevo

donde no se oyó más por largo rato que pitos y aplausos, mezclados con
voces y siseos.
(EL ESPAÑOL, 26 octubre. 1888)

Pero no sólo fue en el Cervantes. También en el Duque pasaron cosas. Se


representaba “el viaje fantástico humorístico, en un acto y dos cuadros”,
titulado Grandes y chicos:

... Entre ellos (por un grupo de niños a quienes están encomendados los
principales papeles de la obra), merece especial mención el hijo del tenor
cómico Sr. Zabala, artista en miniatura, que contará apenas cinco años...
... La numerosa concurrencia que asiste a dicho espectáculo, le aplaude a
rabiar, haciendo participes de la ovación a los otros dos niños que con él
cantan la jota de los ratones, que tienen que repetir siempre, y al que de-
muestra especiales condiciones para el género flamenco, cantando muy
bien unas sentidas malagueñas, que a pesar de repetirse varias veces, al
público le saben a poco.
(EL PROGRESO, 24 de enero)

Y aún hubo lugar para la jubilosa, sensual expresión de tangos, aquellos que
fueron de negros...
166
En el teatro San Fernando:

También figuran en el programa de la función de esta noche, el popular


cuplet francés titulado En Revenant de la revue, canción de moda en
París dedicada al general Boulanger; la imitación de los actores italianos
Tossí, Cola y Ceresa, por el beneficiado, Sr. Sánchez de León, y los popu-
lares cantos andaluces El Salerito y el tango ¡¡Ay Don José!! por la Sra.
Lamadrid de Sánchez de León.
(EL PROGRESO, 12 de mayo)

En el teatro Eslava:

Los lobos marinos y Toros de puntas que fueron las obras representadas
anoche, alcanzaron un desempeño aceptable, recibiendo grandes aplau-
sos en la segunda de ellas la señora Ciudad, que cantó y bailó con mucha
gracia, el tango Sangá, sangá.
...Dicha obra alcanzó un notable desempeño por parte de la señorita Díaz
y de los señores Espantaleón, Royo y Campoamor, especialmente la pri-
mera, que cantó y bailó con incomparable gracia el conocido tango del
¿Se sabe algo?

Sangá, Sangá, que fue preciso repetir varias veces a instancias de los es-
pectadores.
(EL PROGRESO, 4 de septiembre)

Un año la mar de completo. Avisando entonces, en las mismas puertas del


año triste en que murió Silverio, de como aquel tiempo daba gloria princi-
pal al tango.

1889

Teatro San Fernando.-


Zarzuela El gorro frigio.
Actúa la tiple cómica Sra. Tomás:
El público la escuchó con gusto, aplaudiéndola bastante y haciéndola re-
petir el tango que dijo con mucha gracia.
(EL PROGRESO, 26 de enero)

***

Teatro Cervantes.- 167


Beneficio de la primera tiple Srta. Fernani.
Comenzó el espectáculo con la 97 representación de la bonita revista ti-
tulada Certamen Nacional, cuya popularidad es debida principalmente
a la beneficiada, que ha sabido dar al tango del café un colorido y una
entonación tan originales, que bien puede decirse que ha creado el tipo
que representa, caracterizándolo de manera inimitable.
La Srta. Fernani recibió nutridos y entusiastas aplausos, que se convirtie-
ron en una prolongada y ruidosísima ovación al concluir el tango del café
que se vió precisada a cantar un sin número de veces.
(EL PROGRESO, 2 Marzo)

***

Teatro Cervantes.- Restaurant de tres clases, es el título de un bonito sai-


nete de D. Javier de Burgos. En él cantan la señora Cisneros y la señorita
Cabrera un precioso tango, compuesto por los señores Romea y Estellés.
(EL PROGRESO, 14 de marzo)
José Luis Ortiz Nuevo

Teatro Cervantes.- Beneficio de los “Tres negros bemoles” con la pre-


sentación del distinguido actor Romea, que interpretó magistralmente,
entre otras, el tango del Café de la zarzuela Certamen Nacional y Las
Peteneras.
(EL PROGRESO, 28 de marzo)

***

En el teatro Cervantes volvió anteanoche a presentarse el señor Romea


en el palco escénico acompañando a los “Negros Bemoles”. Tocó en
los cascabeles, con gran perfección el tango del caracolillo y Certamen
Nacional, el Ave María de Gounot, unas peteneras y varios trozos de
ópera, que fueron aplaudidísimos por los muchísimos espectadores que
ocupaban la sala del teatro.
(EL ESPAÑOL, 29 de marzo)

Sería precisamente este diario, quizá el más conservador del momento, el


que diera la primera noticia flamenca del año.

Anteayer domingo se vio muy favorecido el precioso teatro de la calle


Amor de Dios (Cervantes), tanto por la tarde como por la noche. En esta
168 se puso en escena la linda comedia en dos actos titulada La almoneda del
3, la revista ¡Ole, Sevilla! y la popular zarzuela Coro de Señoras.
...La segunda de las obras citadas sufrió dicha noche de una innovación
que fue del agrado del público, especialmente de los pisos altos; consiste
aquella en una fiesta del pueblo en la que, al son de las castañuelas y de
las palmas y con acompañamiento de guitarra y cante, bailan dos mu-
chachas unas seguidillas cuyo cuadro ha venido a sustituir al preludio o
preámbulo que se tocaba para dar lugar a la variación de decoraciones.
(EL ESPAÑOL, 8 de enero)

En abril se produjo un estreno sumamente patriótico, por mor del submari-


no de Isaac Peral, y en cuyo enredo tuvieron la osadía de introducir al cante
flamenco:

Teatro del Duque.- Anoche se estrenó en el teatro circo del Duque el me-
lodrama de espectáculo en un acto y ocho cuadros titulado El buque sub-
marino.
Lo simpático y eminentemente patriótico del asunto, tratado y desen-
vuelto con cierta habilidad en algunas escenas, varios números de una
música ligera y sin pretensiones, el apéndice de un poquito de cante y
¿Se sabe algo?

baile flamenco, con que los autores han adornado la obra, decidieron el
éxito de la representación.
(EL PROGRESO, 9 de abril)

***

En El colmado (cuadro 4) la disputa habida entre un obrero del arsenal y


dos reporters (alemán e inglés) fue objeto de una gran ovación; pues en
verdad los chistes de buen género abundan en dicha escena, y nuestra
España se muestra a una altura a que nunca podrán llegar los tiros del
opresor extranjero.
Allí palpita el entusiasmo español en toda su pureza, y allí parece que
anima la escena el rescoldo de las cenizas sagradas de Sagunto y Zara-
goza...
También merece punto y aparte por su buena escuela de cante flamenco
(con permiso de los dilistantis) y por su argentino timbre de voz la Sra.
Agudo, hermosa joven que nos hizo oír una serie de cantos populares,
de esos que embelesan y arrebatan el espíritu del que los escucha, y de
esos que no pueden tener mejor intérprete que el corazón de una mujer
cuando hace escapar por su boca los raudales de sentimiento que la em-
bargan. 169
(EL ESPAÑOL, 10 de abril)

Efectivamente, el nacional-flamenquismo es un fenómeno de manipulación


bastante antiguo, mucho más viejo que la última dictadura que sufrimos.

Teatro Circo Cervantes.- Esta noche estreno de La feria de Sevilla. Em-


pieza ésta por la presentación en la pista del Real de nuestra feria, con
buñolerías, tiendas de bebidas, turrones y avellanas, casinos, etc. En uno
de estos habrá bailes y cantares del país, para los cuales han sido contra-
tados bailadoras, cantadores y tocadores de guitarra.
(EL PROGRESO, 16 de mayo)

***

En el teatro circo de Cervantes pusieron en escena en la noche del miér-


coles la pantomima La Feria de Sevilla...
..Después de varias escenas más o menos cómicas verificadas en la pista,
varios cantaores, tocaores y bailaores flamencos organizaron una fiesta
andaluza.
José Luis Ortiz Nuevo

El público no mostró grande empeño en que se prolongara la simulada


juerga...
(EL TRIBUNO. 17 de mayo)

Tras este simulacro ferial no cesaron los experimentos y por el verano con-
tinuó apareciendo el flamenco en los teatros sevillanos:

Los Sacamuelas revista estrenada el miércoles en el teatro de los jardines


de Eslava en una obrita aceptable. Aunque el librito no vale gran cosa,
están bien delineados algunos de los personajes que presenta.
La música, aunque no muy original, es bonita, sobre todo la jota y el
pasacalle final; pues unas soleares que canta una sevillana, no valen cosa
mayor.
(EL TRIBUNO,5 de julio)

***

Teatro Eslava.- Estreno de la zarzuela El Cosechero de Arganda, letra de


José Jakson y música de Rubio.
...De los únicos números de música que contiene la expresada zarzuela,
170 fue muy aplaudido y mereció los honores de repetición un bonito tango.
(EL PROGRESO, 24 de julio)

***

Amantes Americanos obra escrita expresamente para el señor Vega, fue


anteanoche estrenada en el teatro Eslava.
...El señor Vega representó tres tipos, uno de flamenco, otro de inglés y
otro de clown, todos perfectamente caracterizados.
(EL ESPAÑOL, 11 de agosto)

***

En la zarzuela ¡Eh! a la plaza , salen unos cantaores que, como dicen por
esta tierra, son mu esaboríos, y cantan bastante mal, de modo que pueden
ser suprimidos o traer otros que tengan más salero, porque los que hay
no han pasado de fijo por las salinas.
(EL TRIBUNO, 20 de agosto)

Para cerrar el año véase el patriótico comentario del crítico que refiere el
estreno en el Cervantes de la obra Panorama Nacional:
¿Se sabe algo?

Ponen también de manifiesto la degeneración que ha sufrido la sociedad


española, presentándonos el aristócrata antiguo, amante de la guerra y
conquistador de Estados, y como contraste al aristócrata de hoy, aficiona-
do a torear becerretes y a cantar flamenco, en lo cual no han estado justos
los autores, pues si los hay que tienen esos gustos, abundan muchos que
dan timbre y honor al apellido que heredaron.
(EL ESPAÑOL, 28 de noviembre)

Y aquí se acaba esta historia. O el repaso a la presencia del arte flamenco


en los teatros según los testimonios de la prensa sevillana escrita en el siglo
XIX.

Dan razón de una realidad que discurre paralela a las actividades de los
Salones de Baile, y después coincide con los Cafés Cantantes, perfilando esa
triada de lugares donde el flamenco se configura plenamente en su condi-
ción de arte.

Seguidamente se ofrece una relación de las actuaciones de este orden habi-


das en los teatros sevillanos durante el período estudiado. En ella se refiere
escuetamente el nombre de los bailes y de las piezas de carácter andaluz o
gitanesco, con el detalle del lugar y fecha de la representación.
41
171
TEATRO PRINCIPAL

1850
23 de febrero... Jaleo Andaluz por la Compañía de Baile.
13 de octubre.. La Sal de Andalucía y El Ole, bailes.

1853
19 de enero..... Se bailará por la señorita Barrios, de edad de 7 años, el
Jaleo de Jerez; también la zarzuela El Tío Caniyitas.
26 de enero..... La ópera cómica El Tío Caniyitas o el mundo nuevo de
Cádiz.
7 de febrero..... Se bailará por una niña de 7 años el Jaleo de Jerez.
16 de febrero... Por una aficionada El Ole de la Esmeralda. El Paso de la
Malagueña.
26 de febrero.. El baile andaluz La Sal de Andalucía con La Malagueña.
La pieza El Corazón de un bandido y Treinta días después. Baile: El Rum-
bo Macareno.
10. de abril...... La Sal de Andalucía y La Malagueña.
15 de abril....... Se bailará por los señores Ruiz el Jaleo de Jerez
21 de abril....... El Ole por la señorita Dolores Ruiz. Dando fin con el baile
El Rumbo Macareno.
José Luis Ortiz Nuevo

10 de mayo...... El Jaleo de Cádiz por todo el cuerpo de baile y paso de la


Malagueña por la señorita Amparo Álvarez y el señor Palma.
21 de junio...... El baile titulado Fantasía Española compuesto por el se-
ñor Ruiz y las señoritas Álvarez y Cejuela, y los señores Barrera y More-
no, en unión de todo el cuerpo coreográfico.
25 de junio....... La Madrileña por la señorita Matilde Valencia y El Ole de
la Curra Macarena, por la misma.

1854
2 de febrero...... El drama de género andaluz, dividido en tres actos, Die-
go Corrientes.
4 de febrero..... Un capricho de bailes nacionales compuesto por don Ma-
nuel de la Barrera bailado por tres parejas, sacado de la ópera Rigoletto.
La Madrileña, bailada por la señorita Moreno.
16 de febrero.... El Polo de Contrabandistas por doña Amparo Álvarez y
Don Manuel Casas y cuatro parejas más. La Malagueña y el Torero por la
señorita Álvarez y el señor Casas.
17 de febrero.... Mollares sevillanas. La aplaudida pieza titulada Tal para
cual o Lola la gaditana. El chistoso juguete cómico-lírico-bailable El Tío Ca-
rando en las máscaras. Dando fin con el gracioso baile El Tango de Negros.
172 cantado por el Señor Luna.
21 de mayo........ La pieza andaluza En toas partes cuecen jabas.
8 de junio........... En los intermedios y al final del drama, la señorita Am-
paro Álvarez (La Campanera) bailará varios bailes que se anunciarán
por carteles y papeletas.
19 de junio......... La pieza andaluza titulada Los celos del Tío Macaco.
21 de junio......... La pieza andaluza Too es jasta que me enfae.

1855
5 de mayo............ El baile conocido por El Rumbo Macareno, en el que la
señorita Cejuela bailará la Jácara.
11 de mayo......... EI baile titulado El Rumbo de mi Morena, en el que tan-
to se distingue la señorita Cejuela con la Jácara.
13 de mayo......... Se bailará La Sal de Andalucía por la señorita Cejuela
que bailará La Soleá.
3 de junio............ Beneficio de la niña de la Barrera y su padre Manuel.
24 de junio.......... La zarzuela El Tío Caniyitas, en la que la señorita So-
juela bailará El Vito.
29 de junio.......... Se bailarán Las Boleras de la Extrangera, dando fin con
la comedia en un acto del género andaluz: Triana y la Macarena.
7 de julio.............. Seguirá el Rumbo Macareno en el que la señorita Sojue-
la bailará la Soleá.
¿Se sabe algo?

21 de julio........... El drama en tres actos y en verso del género andaluz:


Diego Corrientes o el bandido generoso. Estando a cargo de doña Belén
Vigones el papel de Diego Corrientes, y el de Consuelo a cargo de la
señorita Sojuela.
2 de agosto.......... El Ole, por la niña González.
19 de octubre...... La pieza del género andaluz Es la chachi.
25 de octubre...... El baile Una gitana con gracia.
21 de diciembre.. El Ole, por la señorita Ruiz.

1856
22 de enero......... La pieza semizarzuela bailable del género andaluz: La
Fiesta del Rocío.
3 de abril............. El Ole de la Curra, por la señorita Moreno.
15 de abril........... Tango de Negros, baile.
24 de mayo......... La pieza de costumbres andaluzas: La flor de la Canela
9 de agosto ....... El aplaudido baile La Madrileña
4 de septiembre.. La graciosa pieza del género gitanesco Los celos del Tío
Macaco.
2 de octubre........ El baile La flamenca.
17 de octubre..... Por la señorita Moreno y el señor Guerrero y cuerpo
coreográfico se bailarán las Boleras del Calesero.
8 de diciembre.... El baile nominado La Redova, por las señoritas Moreno 173
y Martínez, desempeñando la primera la parte de hombre.

1857
4 de enero............ Se bailará el Tapiso.
6 de enero............ Se bailará el Tapiso y el Ole de la Curra.
16 de enero.......... Gran función a beneficio de D. Francisco Vázquez, di-
rector de baile y D. Antonio Rosas, del citado cuerpo. Se bailarán las
Boleras de la Macarena.
4 de febrero......... El baile nuevo titulado La Feria de Sevilla, dando fin
con La Madrileña, por la señora doña Amparo Álvarez.
13 de febrero........ El Ole de la Esmeralda por la señora Doña Amparo Álva-
rez.
14 de febrero........ Se bailará La Madrileña cantada por D. Enrique Prado
y coreada.
20 de febrero......... La pieza en un acto de costumbres andaluzas La Perla
Sevillana.
24 de febrero......... La comedia andaluza en un acto Manolito Gázquez.
9 de abril............... Se ensaya el drama andaluz en tres actos y en verso
titulado Zamarrilla, o los bandidos de Ronda.
22 de mayo............ El baile titulado La Malagueña por doña Amparo Ál-
José Luis Ortiz Nuevo

varez y don Francisco Vázquez y cuerpo coreográfico.


9 de junio.............. El baile La Madrileña por la señorita Pérez. La señorita
Gandolfo y el Señor Rosas bailarán La Malagueña y el Torero.
23 de octubre....... El precioso cuadro andaluz La Feria de los Toreros en
que toman parte los bailarines.
31 de octubre....... El nuevo paso andaluz La linda jerezana en el que to-
man parte el Señor Martínez y la Señorita Medina.
9 de diciembre..... El baile, La gitana de Madrid.
21 de diciembre... Boleras del Rigoletto.
23 de diciembre... La Sandunga Sevillana, baile. Los celos del Tío Macaco,
pieza en un acto.
28 de diciembre... El baile titulado Polo del Contrabandista, por el señor
Martínez, señorita Medina y todo el cuerpo coreográfico.

1858
1 de enero............ El baile nuevo Un ente en la boda de los gitanos.
13 de enero........... Beneficio de Ambrosio Martínez, primer bailarín y direc-
tor. El gran baile en un acto original del beneficiado Un inglés en la escuela
de baile de Sevilla. El divertido juguete cómico-lírico-bailable El Tío Ca-
rando en las Máscaras.
28 de enero.......... El Ole de la Esmeralda.
174
29 de febrero....... El Ole por la señorita Alcaraz.
30 de abril........... El baile nuevo, la nueva malagueña.
31 de mayo.......... La Sal de Jerez, baile.

42
TEATRO SAN FERNANDO
1850
16 de marzo........ El Contrabandista, por el señor Sinico.
31 de marzo........ El Tío Caniyitas. Concluido el primer acto, se bailará
un paso por la Señora Montero y el Señor Casas.
1 de abril............. El Tango de Negros por varias parejas.
20 de abril............ La pieza en un acto La cigarrera de Cádiz, bailándose Las
Mollares Sevillanas.
22 de abril............ El Tío Caniyitas. Dando fin con Las Mollares Sevilla-
nas.
25 de abril............ Se bailará la Redova por la señora Montero y el señor
Casas.
4 de mayo............. El Jaleo de Jerez por la señorita Montero.
14 de mayo........... El Paso a dos de Roberto el Diablo por la señora Mon-
tero y el señor Casas.
¿Se sabe algo?

23 de mayo........... El Tío Caniyitas. En el intermedio se bailará la Ronde-


ña, dando fin con baile nacional.
26 de noviembre.. Boleras del Jaleo.
6 de diciembre..... La Sal de Andalucía y el Jaleo de Jerez.

1852
30 de enero.......... Canciones andaluzas.
16 de febrero....... El baile La Sal de Andalucía. El Jaleo de Jerez.
17 de abril............ Jaleo de Jerez.

1853
7 de febrero......... La divertida pieza en un acto Rocío la buñolera.
10 de abril........... El gran baile titulado La Perla Gaditana en que tomará
parte la señorita Vargas y el señor Ruiz primeros bailarines de los teatros
de la Corte.
13 de abril............ El Ole de la Esmeralda por la señorita Vargas.

1854
25 de enero.......... Baile: La Gitanilla y el Curro. Diego Corrientes. Se baila-
rá La Redova por las señoritas Moreno y Bartus.
8 de febrero........ Jaleo de Jerez por la señorita Pérez. Boleras de La Gita-
nilla de Triana, por el señor Capo y la señorita Pérez. 175
1 de junio............ Se bailarán por varias parejas Boleras Robadas. Tango de
Negros.

1855
10 de marzo......... La señorita Menéndez menor, acompañada del cuerpo
coreográfico, bailará La Soledad Granadina.
22 de abril.......... El cuerpo de baile ejecutará el titulado El señorito y la
Maja.
7 de octubre......... El Ole de la Curra Macarena.

1856
7 de mayo............ El cuerpo coreográfico ejecutará el baile andaluz titula-
do La Malagueña y los Jerezanos.
18 de mayo.......... La pieza en dos actos El Congreso de los gitanos.
6 de junio............. El juguete Lola la gaditana.

1857
16 de noviembre.. La pieza en un acto Triana y la Macarena.
José Luis Ortiz Nuevo

1858
23 de enero........... La pieza en un acto Triana y la Macarena.
28 de diciembre.... Canción andaluza La Contrabandista.

1859
23 de febrero........ La pieza en un acto Velada de Santa Ana. La pieza en
un acto El maestro de baile.

1860
20 de enero.......... La chistosa pieza en un acto El Pesqui de un Macare-
no.
26 de enero............ La comedia en dos actos del género andaluz nomina-
da El Congreso de Gitanos. El baile nacional titulado La Bailadora.
30 de octubre........ EI baile nacional titulado La Bailadora.
8 de noviembre..... El baile nacional en un acto La Perla de Andalucía.
18 de noviembre... La Bailadora. Y la pieza en un acto El maestro de bai-
le.
25 de noviembre... La Perla de Andalucía.
27 de diciembre.... Terminando el espectáculo con unas Boleras nuevas.

176 1861
2 de enero.............. Por todo el cuerpo de baile el titulado La Bailadora.
13 de enero............ El baile español nuevo Jaleos andaluces, en el cual se
bailará el Ole de la Esmeralda por la señorita Ruiz.
29 de enero............ El paso de baile español La Malagueña.
31 de enero............ El baile andaluz La Flamenca.
5 de febrero........... El baile La Perla de Andalucía.
9 de febrero........... Jaleos andaluces por todo el cuerpo de baile. Terminará
el espectáculo con el juguete cómico-lírico-bailable, en un acto, El Tío
Pinini.
14 de febrero......... El baile español La Flamenca.
20 de febrero......... El baile español Jaleos Andaluces.
3 de marzo............. La bailadora.
15 de marzo.......... El rumbo Macareno por los niños florentinos y la prime-
ra pareja.
11 de abril............. El baile andaluz La Malagueña.
8 de octubre.......... El baile andaluz La Fiesta Andaluza.
9 de octubre.......... El baile español La Fiesta Andaluza.
12 de octubre........ Miscelánea de bailes españoles.
20 de octubre........ Miscelánea de bailes nacionales.
23 de octubre......... El baile español nuevo La Zambra de gitanos y Boleras
por el cuerpo de baile.
¿Se sabe algo?

10 de noviembre... El Ole. Y el baile Una fiesta andaluza.


16 de noviembre... El baile español nuevo, El Jaleo andaluz.
30 de noviembre... Nuevo zapateado de Cádiz, baile de género andaluz.
10 de diciembre.... El baile Boleras nuevas. El baile español Una zambra
de gitanos.
11 de diciembre.... La fiesta andaluza, baile.

1862
10 de enero............ Jaleos Andaluces, baile.
21 de enero........... El baile español Gran Danza Valenciana.
22 de enero........... La pieza del género andaluz Los celos del Tío Macaco.
24 de enero........... El baile español Majas y toreros.
30 de enero........... Rondalla del Sitio de Zaragoza. Baile Español.
5 de febrero.......... El baile nuevo La Perla de Andalucía.
8 de febrero.......... La pieza andaluza Los Boleros en Londres.
ll de febrero.......... El baile español La visita de los Manolos.
13 de febrero........ El juguete de costumbres andaluzas El Tío Carando en
las Máscaras.
14 de febrero......... El baile español El Dengué.
15 de febrero......... El baile español Una zambra de gitanos.
19 de febrero......... Miscelánea de bailes españoles.
3 de marzo............ Las Mollares Sevillanas por todo el cuerpo de baile. 177
ll de marzo............ La fiesta andaluza, baile español.
13 de marzo.......... EI baile español, nuevo, titulado Escenas de Chambe-
rí.
19 de marzo......... EI juguete cómico-lírico-bailable, del género andaluz,
titulado Los boleros en Londres.
21 de marzo......... La pieza en un acto del género andaluz Rocío la buño-
lera.
26 de marzo......... El Tío Pinini.
er
l de abril.............. En el intermedio del 2º y 3 acto se bailarán Jaleos Anda-
luces.
5 de abril.............. El baile español Majas y toreros.

1863
9 de abril............... La mosa de caliá, baile del género andaluz.
ll de abril............... El baile andaluz La Estrella de Andalucía.
28 de abril............. El baile español La Curra de Jerez.
2 de mayo.............. El baile andaluz La Curra de Jerez.
l de mayo............... El baile andaluz La Poderosa.
12 de mayo............ El baile andaluz La Tertulia.
19 de mayo............ El baile español La Estrella de Andalucía.
José Luis Ortiz Nuevo

21 de mayo............ El baile Una zambra de gitanos.


2 de junio............... Boleras jaleadas de El Tío Caniyitas.
6 de octubre........... Majas y toreros, baile.
9 de octubre........... El carnaval español, baile del género andaluz.
14 de octubre......... Boleras del Solitario, baile andaluz.
20 de octubre......... La linda gitana, baile andaluz.
10 de diciembre.... ¡Es la chachi!, zarzuela andaluza.
22 de diciembre..... La venganza de un gitano, sainete trágico.

1864
3 de enero.............. EI Ole, baile. La venganza de un gitano.
6 de enero.............. Majas y toreros, baile.
4 de febrero........... El baile del género español La linda gitana en los ven-
torrillos de Puerta Tierra de Cádiz.
12 de octubre........ Boleras robadas.
15 de octubre........ Celos y caliá, baile español.
19 de noviembre... La hija del Guadalquivir, baile español nuevo.
20 de noviembre... Boleras robadas y El Ole, bailes españoles.
l de diciembre....... Las payos hechizados, sainete.

1865
178 ll de enero................. La Granadina, baile nuevo.
17 de enero............... Hija del Guadalquivir, baile español.
21 de enero............... El Ole, por la señorita Bosse, por última vez.
27 de enero............... El sátiro, baile nuevo.
28 de enero............... El Ole, baile.
15 de febrero ........... Las Chiclaneras, baile nuevo.
2 de marzo ........... Escenas de Chamberí, baile español. El Ole por la
señorita Huelva.

1866
13 de octubre ......... La Maja del rumbo, baile.
15 de noviembre .... La nueva zambra, baile.
9 de diciembre ....... Boleras nuevas, que terminarán con El Ole.

1867
6 de febrero ............ Curra la macarena, baile.

1868
3 de junio ................ EI señorito y la maja, baile.
28 de junio .............. Boleras del Tío Caniyitas.
¿Se sabe algo?

1870
23 de noviembre ..... La Macarena, baile.

1876
6 de febrero ............ Baile español La linda jerezana por varias parejas.

1877
2 de febrero ............. Malagueñas.

43
ANFITEATRO SEV1LLANO
1850
10 de noviembre...... Canción andaluza por don Francisco Montero,
seguirán Boleras robadas y Jaleos de Jerez.
13 de noviembre...... A la jembra de mi lugar, canción andaluza por
don Francisco Montero.
16 de noviembre ...... Mollares sevillanas por todo el cuerpo coreográ-
fico cuyo baile terminará con el Ole por la señorita Paca. El Jaleo de
Jerez, bailado por la señorita Paca.
24 de noviembre ....... Una danza pírica o sea El Tango de Negros. Dan-
do fin con la tonadilla del Trípili.
179
8 de diciembre .......... Boleras de la cachucha.
13 de diciembre ......... Boleras del Popurrí, ensayadas y dirigidas por el
director de baile don Félix Moreno.

1852
21 de abril ................. La pieza de costumbres gitanas El que de ajeno
se viste.
24 de abril .................. El baile titulado La Malagueña.
25 de abril .................. El Rumbo Macareno por todo el cuerpo de baile,
dando fin con La Madrileña.

1853
17 de abril .................. En los días de feria se ejecutarán funciones dra-
máticas, tomando parte en ellas los primeros bailarines de los teatros
de la corte don José Vargas y doña Concepción Ruiz, y el director de
baile español don Antonio Ruiz.
18 de abril ................. El baile nuevo compuesto por el señor Ruiz La
Feria de Sevilla.
3 de diciembre .......... A petición del público la niña Milagrosa bailará
El Ole. Terminará la función con el aplaudido Tango de los Negros de
José Luis Ortiz Nuevo

la Costa Sur, el que será ejecutado por primera vez en este teatro, ha-
ciendo juguetes al estilo de aquel país con multitud de grupos.
8 de diciembre .......... La niña Milagrosa bailará El Jaleo de Jerez.
28 de diciembre......... El Ole de la Curra Macarena por la señorita Jo-
sefa Moreno.

44
TEATRO DE HÉRCULES
1853
20 de enero .............. Tonadilla El Trípili por doña Amparo Álvarez,
La Campanera, que bailará también El Jaleo de Jerez.
21 de enero ............... Se bailarán Boleras jaleadas por las señoras doña
Juana Calderón y doña Evarista Fernández y los señores don José M.
Carreto y don Ramón Carrillo, todos discípulos de don Félix Moreno.
Y Diego Corrientes.
27 de febrero............. El Ole.

1854
21 de mayo ............. El drama del género andaluz El Rayo de Andalu-
cía, o el guapo Francisco Esteban.

180 1855
18 de enero ............. Una canción andaluza por la señora Vigones.
31 de enero ............. Las graciosas boleras del Tío Caniyitas.
25 de marzo ............ Las Boleras del Jarabe. El Enfermo Fugitivo, precio-
so juguete andaluz en el que el señor Vergara cantará a lo gitano.
23 de diciembre .... Una divertida composición gitanesca en la que el
señor Vergara cantará aires del mismo género.
28 de diciembre ...... Una preciosa pieza del género gitano por el cuer-
po coreográfico titulada Polka de los inocentes en la que el señor Gue-
rrero bailará un solo burlesco.

1856
1 de noviembre ...... Se cantará por un aficionado del Puerto de Santa
María el Jaleo de los Panaderos.

1857
14 de marzo ........... Los celos del Tío Macaco. Juan el Perdío. El matón de
Andalucía. Lola la Gaditana.
28 de diciembre ..... El drama andaluz en un acto El corazón de un ban-
dido, y la segunda parte del mismo Treinta días después.
¿Se sabe algo?

1858
28 de noviembre..... El Torero y la Malagueña, baile.

1860
21 de octubre ......... La graciosa comedia en un acto del género anda-
luz titulada Pepilla la Aguardientera.

45
TEATRO DE RI0JA
1865
28 de diciembre ..... El precioso baile Las boleras de la Adalia.

1866
6 de enero ............... Se bailará ¡El Ole!. El baile español La Cordobesa.
7 de enero ............... La Flamenca, baile español. La Estrella de Andalu-
cía, baile español.
12 de enero ............. El baile español La tertulia.
18 de enero ............. El baile nuevo La Torera. Y el juguete cómico bai-
lable en un acto El tío Pinini.
21 de enero ............. La rumbosa, baile español.
25 de enero ............. La Clavellina, baile español.
27 de enero ............. Una fiesta flamenca, baile español en el que toman 181
parte la señorita doña Carmen Barrera y el señor Mateu.
31 de enero .............. La pieza del género andaluz Manolito Gázquez.
1 de febrero ............. Por el primer bailarín señor Hidalgo y su pareja
se bailarán unas Boleras.
3 de febrero ............. Pepilla la Aguardientera, pieza en un acto.
14 de marzo ............. El baile La Flamenca. Concluyendo con la chisto-
sa tragedia de gitanos en un acto El Parto de los montes.
1 de abril .................. Una fiesta de gitanos, baile español.
8 de abril .................. Miscelánea de los Toros del Puerto, baile.
26 de abril ............... Triana y la Macarena, pieza en un acto, en la que
toma parte la señorita Barrera, y además bailará al final de ella La Soleá.
3 de mayo ................ Una fiesta flamenca, baile. Majos y Gitanos, baile.
13 de mayo ............... Los niños de Écija, drama en seis actos.
16 de mayo................ Un congreso de gitanos, comedia del género fla-
menco, en dos actos, tomando parte en ella la beneficiada doña Car-
men de la Barrera, primera bailarina.
21 de julio................. La comedia de gitanos en un acto Los celos del
Tío Macaco.
30 de septiembre ..... Una zambra de gitanos, baile español.
7 de octubre ............ El baile español La Jerezana. El divertido fin de
fiesta El payo de la carta.
José Luis Ortiz Nuevo

28 de octubre............ El baile El Marinero de Cádiz.


8 de noviembre ........ Una fiesta de toreros, baile.
17 de noviembre ...... La Poderosa, baile.
2 de diciembre ......... La Macarena rumbosa, baile.
9 de diciembre ......... Pout-Purrí de aires nacionales, baile.
30 de diciembre ....... La perla gaditana, baile.

1867
10 de enero ............ La Gitanilla y el Curro, baile.
20 de enero ............ La rondeña, baile.
22 de enero ............ Una fiesta de toreros, baile.
27 de enero ............ Los marineros de Cádiz, baile.
3 de febrero ........... La Macarena rumbosa, baile.
16 de febrero ......... La nueva tertulia, baile.
21 de febrero ......... La feria de Sevilla, baile.
3 de marzo ............ Los marineros de la caleta, baile.
5 de marzo ............ Los niños de Écija, drama en cinco actos y un pró-
logo.
24 de marzo .......... Las boleras de la caleta, baile.
1 de junio .............. Beneficio del primer actor cómico don José María
182 Mesejo. Concluyendo con la graciosa tonadilla El Trípili en la que el
beneficiado bailará El Ole vestido de bolera.

1868
14 de febrero .......... La pieza en un acto La Maldición de un gitano.
8 de marzo ............. El Maestro de baile, pieza en un acto.

1871
12 de noviembre .... El drama nuevo en cinco actos Misterios de Sevilla
o los secuestradores de Andalucía. El juguete cómico en un acto El gita-
no cojo y tuerto.

1872
13 de octubre ......... El baile La estrella de Andalucía. La pieza en un
acto Manolito Gázquez.
17 de octubre .......... El baile El Carnaval español
1 de noviembre ....... El baile del gran espectáculo titulado El Sargento
Marcos Bomba.
1873
19 de octubre ......... La comedia en un acto El testamento de un gitano.
¿Se sabe algo?

1875
15 de enero ............. Los celos del Tío Macaco.

46
TEATRO DEL DUQUE
1876
16 de enero ............ EI rumbo de los toreros, baile.
4 de febrero ........... La linda gitana, baile.

1877
13 de mayo ............ Baile de palillos.
30 de mayo ............ El baile La Flamenca y Los Panaderos.
9 de agosto ........... Beneficio para la señorita doña Concepción Her-
nández que bailará La Flamenca y también Los Panaderos y El Ole.
14 de agosto ......... El gran baile nuevo Una zambra de gitanos y Los
Panaderos.
28 de agosto .......... El baile Una zambra gitana y el cuadro de costum-
bres andaluzas Triana y la Macarena.

1878
27 de febrero ......... Diego Corrientes.
4 de agosto ............ La pieza Manolito Gázquez. 183
1879
5 de febrero .......... La pieza del género flamenco Los celos del Tío Macaco.
17 de junio ........... El maestro de caló.
10 de agosto ......... El baile Boleras de medio paso. El baile La Sal de An-
dalucía.
13 de agosto .......... El baile español, La flor de España.
24 de agosto ......... El popular drama andaluz Diego Corrientes, con-
cluyendo con unos preciosos bailes. El Vito.

1882
2 de junio ............... El baile La jota aragonesa.
29 de junio ............. La canción Las Ventas de Cárdenas.

1883
20 de octubre ......... La comedia en un acto Seguidilla.

1884
15 de junio ............. La parodia de una corrida de toros por el popular
clown Toni-Grice (a) el “flamenco inglés”.
7 de diciembre ....... Diego Corrientes.
José Luis Ortiz Nuevo

25 de diciembre ..... Los siete niños de Écija.

1886
3 de enero .............. Banda del Regimiento de Soria dirigida por D.
José Font. La completa colección de los bonitos y celebrados tangos
Las viejas ricas de Cádiz.

47
TEATRO DE LOPE DE RUEDA
1869
7 de febrero .............. EI Tío Caniyitas.
14 de marzo .............. EI Tío Carando en las Máscaras.
7 de abril .................. La tertulia, baile. Lola la gaditana, pieza en un acto.
2 de mayo ................. Too es jasta que me enfae, pieza en un acto.

1870
13 de febrero ............ Bailes de can can y aires nacionales.
30 de marzo .............. El baile París y Sevilla.

1871
184
14 de enero .............. La pieza en un acto Mal de ojo. La pieza en un
acto Lola la gaditana. Intermedio de baile. La pieza en un acto Fe, espe-
ranza y osadía. Concluyendo con la tonadilla El Trípili.
¿Se sabe algo?

NOTAS

l. Del libro Sevilla y el Teatro en el siglo XVIII. Francisco Aguilar Piñal. Cá-
tedra Feijoo. Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Oviedo. 1974.
Pág. 268.

2. Sevilla y el Teatro en el siglo XVIII. Ob. Cit. Pág. 166.

3. Sevilla y el Teatro en el siglo XVIII. Ob. Cit. Pág. 234.

4. Recuérdese: desde la célebre Gitanilla de Miguel de Cervantes escrita dos


siglos atrás, hasta obritas como La Gitanilla de Madrid de Solís, representa-
da en 1773; y las recomendaciones del Reglamento para el teatro de Sevilla,
de 1777, en donde se reconoce tácitamente la existencia de papeles teatrales
representativos del tipo “gitano”.

5. En la Hemeroteca Municipal de Sevilla se conserva una carpeta que con-


tiene una serie de carteles, folletos y anotaciones manuscritas, sobre los
acontecimientos sociales acaecidos en Sevilla durante la primera mitad del
siglo XIX, que comprende estrenos teatrales, corridas de toros, funciones
religiosas, ajusticiamientos...
185
6. D. Hermógenes, “Revista literaria, redactada por varios jóvenes de esta
ciudad. Sale a la luz los martes y sábados de cada semana”.

7. El Regalo de Andalucía. “Periódico semanal de Ciencias, Literatura, Artes,


Modas y revista de Teatros. Dedicado a la Juventud Estudiosa”.

8. Véanse también estos comentarios despectivos sobre las llamadas piezas


del género andaluz:

...La Perla Sevillana es una de las muchas producciones andaluzas


destituidas de mérito y de gracia.
La piececita Soleá la Trianera corresponde a ese género andaluz, que ya va
cansando y que, por muchos chistes que contenga, no hace tanta impre-
sión en el mismo pueblo en que se figura la escena. No le faltaron aplau-
sos y visibles muestras de aprobación por parte de los espectadores.
La zarzuela la Fiesta en el Cortijo disgustó justamente a una de las clases
más apreciadas en la sociedad, aquella que con su conducta ha sabido
adquirirse un lugar decoroso y cuyos individuos tratan de vindicar el
agravio que en dicha zarzuela se le hace.
El viernes en el teatro de S. Fernando a beneficio de doña Petra Cámara
José Luis Ortiz Nuevo

y don Antonio Ruiz, volvió a representarse la comedia andaluza Diego


Corrientes. Como ya de ella se han ocupado varios periódicos, nos refe-
rimos a los mismos. El Jaleo de Jerez; La Cigarrera de Cádiz y La Venta del
Puerto o Juan el contrabandista, son piececitas ya muy vistas y cantadas,
y no ofrecen novedad; en la zarzuela estuvo como siempre inimitable el
Sr. Albarrán, tocando la pandereta.
(D. HERMOGENES. febrero de 1848)

***

...El lunes en la noche después de otras dos piececitas vimos la zarzuela


titulada, Juan el contrabandista, andaluza; y todo lo decimos con esto,
porque este género sólo puede contribuir a corromper el gusto. En la mis-
ma noche notamos al fin alguna variación en los bailes, y aunque el cuer-
po de ellos no es de lo más escogido en la parte femenina, la Sra. Cámara
es toda una primera bolera, y de ella salió el público muy complacido.
(EL REGALO DE ANDALUCÍA. 10 de mayo. 1849)
.
***

...El domingo por la tarde salió nuevamente a la palestra el célebre Cani-


186 yitas, y esta zarzuela fue bien cantada por la señorita Jiménez, los señores
Rizo y Lej, y muy bien bailada por el señor Mola, que desempeñó la parte
del protagonista como nunca se había visto en Sevilla. También a la bole-
ra hubiéramos aplaudido con entusiasmo sus voluptuosos movimientos
en el Vito, fuera del teatro, pero allí... ¡qué escándalo!
(EL CORREO SEVILLANO. 18 de noviembre. 1851)

9. Sobre la Guy Stephan y sus vinculaciones erótico-bailables-financieras...


véase la obra citada de Luis Lavaur: Teoría romántica del Cante Flamenco.

10. Preciso es el destacar la versatilidad de la bailadora señorita Montero ca-


paz de ejecutar en una misma función el Jaleo de Jerez y el Paso a dos, figura
típica de danza clásica.

11. El inefable Don Manuel de la Barrera se metía en todo, incluso en esta


extraordinaria y curiosa función de perros y monos eruditos.
PROGRAMA
1º. Sinfonía.
2º. Cena general y exclusivamente para los monos en la posada. El
cocinero Thon, indígena de Tetuán, y uno de los más parecidos al
hombre de aquella tórrida región africana, aunque de diminutas for-
¿Se sabe algo?

mas, sirve a los convidados los manjares y bebidas con tanta soltura y
agilidad como pudiera hacerlo el más diestro servidor...
11º. Popurrí de bailes nacionales, concluyendo con la Jota Valenciana,
bailada por dos parejas de esta capital, dirigidas y ensayadas por don
Manuel Barrera...
(EL PORVENIR 31 de enero. 1852)

12. La cartelera de EL PORVENIR publica también anuncios de cierto inte-


rés los días 15 de abril y 2 de junio de 1852 correspondientes a:

Anfiteatro Sevillano:
3º El baile andaluz titulado El rumbo macareno, por todas las parejas.
5º El baile titulado La Sal de Andalucía, concluyendo el baile con La Ma-
drileña por la señora Linde.

Teatro San Fernando:


1º Sinfonía sobre aires españoles dedicada a S.M. la Reina.
3º y último. Miscelánea de bailes nacionales conocida con el nombre de
Sinfonía de Mercadante, por todas las parejas de la compañía de este
teatro, y varios maestros y aficionados de las academias de baile, que han
querido también gustosamente participar de la honra de actuar en esta
función. 187

13. El 17 de mayo de 1853 publica EL PORVENIR:

LA VARGAS.- Esta bailarina andaluza está recibiendo muchos aplausos


en el teatro circo de Cádiz. No hay noche en la que no reciba una ova-
ción.

14. Hasta ahora se ha considerado, salvo excepciones como la de Arcadio


Larrea, como un hecho relativamente contemporáneo, posterior a la época
de los Cafés Cantantes.

Por ejemplo, en el citado Mundo y Formas del Cante Flamenco, se cita el epí-
grafe La época teatral de 1.910 a 1.936 (Ob. Cit. Pág. 59).

15. Este mismo año y por el tiempo de la feria se instala en la capital un co-
liseo portátil, que se anuncia así, en EL PORVENIR, el 18 de abril de 1853:

TEATRO NUEVO DE LA FERIA DE SEVILLA


Primera función dramática para hoy domingo. Se ejecutará la comedia
titulada: 1ª y 2ª parte de El Corazón de un Bandido.
José Luis Ortiz Nuevo

Se cantará La Contrabandista por doña Francisca Bigones.


Intermedio de Baile.
Dando fin con la pieza en un acto:
El torero de Madrid.
A las 7 y media, a 2 rs.

16. De esta obra dijo la Revista de Ciencias, Literatura y Arte, en el tomo co-
rrespondiente a 1855, Pág. 506:

No mencionaríamos La Cigarrera de Cádiz, que es uno de los muchos


abortos (no tan poco limpio como algunos otros de su laya) con que el
mal llamado género andaluz ha prostituido la escena, si no fuese porque
el Sr. Parreño desempeña en esta pieza singularmente el papel de niño
tonto, muy bien secundado por la Sra. Bardan, y nos gusta hacer justicia
a quien la merece.

17. Y a propósito de Diego Corrientes se escribió en esta culta revista, y en


el mismo volumen:

Diego Corrientes, Jaime el Barbudo. Con estos dramas ha regalado últi-


188 mamente la empresa del Teatro San Fernando a sus constantes favorece-
dores; y a fe que no deben estarle agradecidos por tal obsequio. Ni moral,
ni filosófica, ni literariamente consideradas, tienen las dos obras en cues-
tión prendas que, si no disculpen, atenúen con alguna especie de mérito
sus graves inconvenientes. No somos nosotros los que rechazan de la
escena el drama político, susceptible como el que más de producir gran-
des y útiles enseñanzas. Tampoco juzgamos conveniente que la crítica es-
trene sus rigores con una obra dramática de carácter político, porque sus
tendencias no concuerden con las opiniones del que las censura, siempre
que la obra censurada no tenga por objeto abatir lo que establece la ley a
que todos deben obediencia. Pero entre esta imparcialidad y la tolerancia
con creaciones monstruosas, que subliman lo que la moral condena, y
ensalzan vicios a todas luces vituperables, hay enorme diferencia. Bueno
que las obras dramáticas (y no es, por cierto, conceder poco) no corrijan,
no mejoren, no ofrezcan ejemplos dignos y honrosos a la sociedad: bueno
que sólo procuren de entretener agradablemente al auditorio. Pero ¿es
disculpable y es tolerable siquiera, que se aspire a pervertirlo? pues tal
es, por más que otra fuese (como de buen grado lo creemos) la intención
de sus autores, lo que, en última consecuencia, se saca de las dos citadas
obras. La empresa ha debido tener en más al público y no dar carta blan-
ca a las producciones que si, por una tolerancia imperdonable, han sido
¿Se sabe algo?

admitidas por algún tiempo en la escena, deben relegarse al olvido que


merecen, en honra de la moral y del arte. De todas las aberraciones del
entendimiento, ninguna tan deplorable como la de emplearlo en hacer la
apoteosis de ladrones y asesinos. (Ob. Cit. Pág. 571).

El autor de este ensayo por completo disiente con los juicios morales verti-
dos por el crítico de la mentada revista sevillana del XIX. Para mayor infor-
mación sobre el fastuoso y ejemplar personaje de Diego Corrientes, véase:
El Bandolerismo Andaluz. C. Bernaldo de Quirós y Luis Ardila. Ediciones
Turner. Madrid, 1973. Págs. 37 a 53.

18. A pesar del beneficio mucho no duró D. Francisco Guerrero bailando


para esta empresa, pues dos meses después encabezaba el elenco del cuer-
po coreográfico del Teatro Principal, cuya relación completa era tal cual
sigue:

Don Francisco Guerrero, don Francisco Diez, don José Domínguez, don
José Carreto, doña Josefa Moreno, doña Dolores Ruiz, doña Dolores Por-
tillo, doña Catalina Martínez.
(EL PORVENIR. 16 de marzo. 1856)

Casi la misma que iniciaría la temporada de otoño, si bien entonces el se- 189
ñor Guerrero ya había logrado su reconocimiento público como director del
grupo:

Cuerpo coreográfico.- Don Francisco Guerrero (director), don Blas Gal-


bán, don Francisco Díaz y don Antonio Rosas; doña Josefa Moreno, doña
Dolores Portillo, doña Catalina Martínez y doña Francisca Moya.
(EL PORVENIR. 21 de septiembre. 1856)

Mas se conoce que entonces había bastante movilidad social en los cuerpos
boleros y un año más tarde otra plantilla prácticamente nueva se encargaba
de los bailes en el Teatro Principal.

CUERPO COREOGRÁFICO
Director, don Ambrosio Martínez. Bailarines, don Ambrosio Martínez y
doña Luisa Medina.
Boleros.- Primeros: don Francisco Hidalgo, don Blas Galván.- Don Rafael
Oballa, don Francisco Díaz, don Francisco Pardo, don Antonio Rosa.
Boleras.- Primeras, doña Dolores Ruiz, otras en ajuste.- Doña Plácida
Alcaraz, doña Luisa de la Barrera, doña Eugenia Alcaraz, doña Dolores
Gandor.
(EL PORVENIR. 19 de octubre. 1857)
José Luis Ortiz Nuevo

Y a lo que se ve y se sabe el nuevo director ejercía su cargo con talento y


buena crítica:

PLÁCIDA ALCARAZ. El viernes y por continuar la indisposición de la


señorita Medina, dispuso acertadamente el señor Martínez director de
bailables en el Teatro Principal, que sustituyese a la primera bailarina la
joven artista coreográfica, cuyo nombre sirve de epígrafe a estas líneas. La
digna discípula de la señora Edo justificó cumplidamente la elección del
señor Martínez: ejecutando sus pasos, con extraordinaria limpieza, admi-
rable soltura y gracia singular; mereciendo nutridas salvas de aplausos,
y creando en el público el vivo deseo de que esta interesante y notable
bolera salga del cuerpo general en solos y pasos donde luzca sus dotes y
progresos; teniendo ocasión de distinguirse como sabe y puede.
J. Velázquez y Sánchez.
(LA ANDALUCÍA. 3 de enero. 1858)

***

TEATRO PRINCIPAL.- Ayer se puso en escena el baile intitulado Un in-


glés en la escuela de danza española, acogido con entusiasmo, contribuyendo
a la brillantez del éxito la ejecución del Sr. Martínez, principalmente en
190 dos dificilísimos pasos de variaciones inglesas, haciéndonos concebir una
ventajosa idea de su mérito coreográfico. La ovación obtenida por este
notable artista sólo puede referirse a su trabajo; porque en los coliseos lo
que se llama “partido” es el patrimonio de las “mujeres”. Creemos que la
función, que oportunamente anunciaremos, dará resultados linsonjeros
al beneficiado.
(LA ANDALUCÍA. 10 de enero. 1858)

20. He aquí el resultado de función tan galantemente anunciada:

No lo esperábamos.- Corta fue la concurrencia que asistió anteanoche al


teatro Principal, a pesar de ser, como dijimos, el beneficio de dos boleras
que tienen un partido extraordinario; porque los partidos de todas cla-
ses son la comidilla de estos tiempos. Sin embargo lo que faltó de gente
sobró de flores, de dulces y de aplausos, prodigados con mano generosa
a las simpáticas beneficiadas. No excusaremos decir, ya que de este par-
ticular hablamos, que la función fue bonita, ligera y agradable, porque
compuesta de cuatro piececitas de gusto y desempeñadas por los actores
con inteligencia y esmero, dejó satisfechos a todos los que no están por
dramas pesados y por funciones interminables.
(EL PORVENIR. 3 de julio. 1857)
¿Se sabe algo?

21. Ver l’ahí la correspondencia:

BAILE.- Tenemos entendido que hoy jueves a las ocho de la noche tendrá
lugar en el acreditado Salón de Oriente, un gran ensayo general público
y extraordinario. La cualidad de ser el director de este agradable solaz el
primer bolero del Teatro Principal don Francisco Hidalgo, a cuyo bene-
ficio se efectúa, y contarse entre las parejas a la simpática señorita doña
Plácida Alcaraz y otras, así como al aficionado don Enrique Prado que se
ha ofrecido gustoso en obsequio del beneficiado a cantar las Malagueñas,
y por fin el número de bailes tan acreditados como son la Linda Jereza-
na, la Tarantela Napolitana y otros; sin duda la concurrencia deberá ser
grande y el beneficiado encontrará la recompensa de sus afanes.
(EL PORVENIR. 24 de febrero. 1858)

22. Recuérdese que precisamente la señorita Sojuela es la que, según esta re-
visión hemerográfica, baila por primera vez el escuetamente conocido como
La Soleá, en el marco del baile general El Rumbo Macareno, y en el Teatro
Principal en 1855.

23. Al final de este capítulo se ofrece una relación de estas obritas de género
andaluz y gitanesco representados en los teatros de la “tercera capital de
191
España”; así como de los bailes ejecutados en estos coliseos.

24. Compañía de Baile del Teatro San Fernando, para la temporada de oto-
ño-invierno de 1860:

Primera bailarina extrangera, signora Tomassina Lavaggi. Primer baila-


rín y director, don Juan Alonso.- Primera Bolera doña Dolores Ruiz.- Pri-
mer Bolero don Juan Guerrero.-
Cuerpo Coreográfico: Dª Dolores Gandolfo, Dª Luisa Barrera, Dª Antonia
Olier, Dª Rosario Granados, Dª Salud Granados, doña Rosario Ruiz, don
José Jaime, don Blas Galván, don José Pérez, don Ricardo Vallejo y don
Luis Botella.
(EL PORVENIR. 5 de octubre. 1860)

En los años siguientes se publican así mismo estas relaciones en los medios
y fechas que a continuación se relacionan:

Cía. del Teatro San Fernando. (LA ANDALUCÍA. 23 de octubre. 1861)


Cía. del Teatro San Fernando. (LA ANDALUCÍA. 18 de septiembre. 1862)
Cía. del Teatro San Fernando. (EL PORVENIR. 31 de marzo. 1863)
Cía. del Teatro San Fernando. (LA ANDALUCÍA. 1 de octubre. 1863)
José Luis Ortiz Nuevo

Cía. del Teatro San Fernando. (LA ANDALUCÍA. 2 de octubre. 1866)


Cía. del Teatro de Rioja. (LA ANDALUCÍA. 29 de septiembre. 1866)

25. El Tío Juan el Esterero.- Con este título se representó en la noche


del 2 del corriente, en el teatro de San Fernando, un lindo juguete cómico
lírico escrito por nuestro amigo don Teodoro Fernández Aveño, piececita
que abunda en chistes, y que hizo reír con frecuencia al público, que la
aplaudió repetidas veces. Creemos un deber de justicia dejar consignado
que el actor señor Luna encargado del papel del protagonista, estuvo
feliz y oportuno, y contribuyó no poco al éxito que tuvo el citado juguete
cómico-lírico.
(EL PORVENIR. 5 de enero. 1862)

26. El Tío Turunino pertenece desde luego a un género que veríamos


con gusto proscrito en nuestro teatro. Nosotros somos los primeros
en reconocer la gracia de algunos tipos de nuestro país, y el interés
dramático o cómico que pueden ofrecer en la escena. Pero esto no
quiere decir que sea siquiera soportable, el escuchar una pieza com-
puesta toda de personajes de esa clase, cuyas costumbres y manera
de ser obligan al autor, tanto como al actor, a incurrir en desagrada-
bles chocarrerías.
192 Cuando dentro de un cuadro de personajes de otra especie se introduce
un tipo o dos de este género, el efecto entonces es muy distinto, porque se
produce el contraste y la variedad, sin perjudicar a la unidad de la obra.
Así sucede en el D. Tomás de Sierra, y en otras muchas producciones que
no recomendamos en este momento y hasta en el modelo de las come-
dias, en El sí de las niñas.
Después de todo, sabido es que el gitano andaluz difiere mucho del majo
y de cuantas variantes existen dentro del tipo popular nuestro. El Tío
Turunino como carácter es repugnante bajo todos los conceptos, y carece
de toda condición que pudiera hacerlo digno de presentarse como perso-
naje principal de una pieza.
La ejecución de la pieza fue buena en general. El Sr. Luna ejecutó su difí-
cil papel de la manera inimitable que lo hace siempre que se encarga de
un carácter del país.
(LA ANDALUCÍA. 6 de febrero. 1862)

***

Anteayer noche se puso en escena en el teatro de S. Fernando la pieza


titulada Tal para cual o Lola la gitana, producción de un gusto estraga-
do y que por más de un motivo, debía la empresa haberse abstenido de
¿Se sabe algo?

hacer representar, pues su género ha decaído ya y no puede ejecutarse


decentemente en un teatro de cierta categoría. En esta dichosa composi-
ción hay chistes de mal género y especialmente una cuarteta por demás
inoportuna y digna sólo de recitarse en una taberna; a pesar de todo, una
parte del público pidió su repetición, mientras los demás espectadores
protestaban de la manera que es posible hacerlo en aquel sitio. Los versos
en cuestión se repitieron con disgusto de los que comprenden que en el
teatro se manifiestan muy particularmente los grados de civilización de
una localidad. Desearíamos que el público en general que concurre al
coliseo de San Fernando, teniendo en cuenta lo que se debe a sí mismo
y que todos los que asisten a tales espectáculos, desde el artesano hasta
el aristócrata, están en el deber de mantenerse dentro de los límites de la
conveniencia, ahorrarán esas escenas que tanto daño hacen a nuestra cul-
tura, haciendo que los forasteros formen de ella un pobre juicio. Manifes-
taciones de semejante género se explican sólo en los teatros de villorrio, y
esto debe tenerlo presente la empresa para no provocarlas; poniendo en
escena piezas que, como la citada, debieran relegarse al olvido para ocul-
tar esas maneras de la literatura moderna. Tanto como agradó dentro de
sus condiciones, en esa misma noche, la zarzuela El Grumete y antes El
valle de Andorra, tanto disgustó la pieza citada; si los informes que reci-
bimos a última hora son exactos, parece que la censura piensa suprimir
en la producción titulada Tal para cual, la cuarteta en cuestión: mucho lo 193
celebraríamos.
(LA ANDALUCÍA. 7 de diciembre. 1862)

***

Sabemos que el señor censor de teatros, ha prohibido la representación


de la pieza titulada Tal para cual o Lola la gaditana, de que hablamos en
nuestro número del miércoles, no habiéndolo hecho antes porque no se
presentó esta producción a la previa censura como está dispuesto; la em-
presa no llenó esta formalidad por su parte a causa de haberse puesto en
escena sin dificultad dicha pieza en anteriores épocas.
(LA ANDALUCÍA. 12 de diciembre. 1862)

27. Sean complacidas.- Se han llegado a nosotros algunas personas


para que manifestemos a la empresa del teatro de San Femando el
deseo que abrigan de ver puesto en escena un domingo por la tarde
el juguete cómico titulado La vergüenza de un gitano.
(EL PORVENIR. 29 de enero. 1864)

El 19 de julio de este año, se publica en LA ANDALUClA que el Sr. Santi-


José Luis Ortiz Nuevo

llana ha escrito una pieza del género andaluz cuyo título es El Manquito de
Madrid en la Venta de Eritaña.

28. CAFE-TEATRO LOPE DE RUEDA.- Funciones para hoy Domingo 12


de Diciembre:
A las 7.- Sinfonía.- La comedia La Mujer de Ulises.- Can-can.
A las 8.- Sinfonía.- La comedia ¿Será éste?- Can-can.
A las 9.- Sinfonía.- La comedia Las hijas de Elena.- Can-can.
A las 10.- Sinfonía.- La comedia Un huésped del otro mundo.- Baile.
Entrada y localidad a cada función, UN REAL.- A la galería, MEDIO
REAL.
(LA REVOLUCION ESPAÑOLA. 12 de diciembre. 1869)

***

Teatro Lope de Rueda.- Beneficio de la primera bailarina señora doña En-


riqueta Murga. La beneficiada bailará aires españoles y de can-can. Por
todo el cuerpo coreográfico el baile nuevo: Un can-can en Triana.
(LA ANDALUCÍA. 5 de febrero. 1875)

***
194
Teatro Lope de Rueda.- Grande y extraordinaria función para el domingo
29 de mayo, compuesta de prestidigitación, verso y baile, por el célebre
artista Donato, prestidigitador y bailarín jocoso, en unión de la señorita
San Pedro. Y el baile: El jaleo de Cádiz.
(LA ANDALUCÍA. 28 de mayo. 1870)

29. Se trataba de Cano y Cueto.

30. Y por mor del tango:

“...La zarzuelita C. de L. alcanzó el mismo éxito que en las noches ante-


riores, y no queremos decir nada del tango La mar porque lo es efectiva-
mente.
(LA ANDALUCÍA. 7 de agosto. 1874)

31. Durante esta temporada y por varias veces se anuncia en este teatro tria-
nero la célebre pieza Diego Corrientes.

32. Establecido en la Alameda de Hércules.


¿Se sabe algo?

33. En funciones anteriores se había anunciado la obra Los celos del Tío Macaco.

El 2 de septiembre se da cuenta de la celebración de un beneficio a favor del


barítono Sr. Jiménez, y se pone la zarzuela El Tío Caniyitas.

Por el verano de 1875 vuelven a funcionar los tres teatros de verano: Eslava,
Romea (así llamado el del Puente Triana), y Novedades, donde el 6 de julio
se representan Los celos del Tío Macaco.

34. Teatro Circo del Duque.- Se anuncia la formación de una compañía


de declamación y otra de baile. La primera bailarina es la señorita
Hernando y el señor Moreno el director, a quienes acompañará un
escogido cuerpo de baile.
(EL UNIVERSAL. 7 de abril. 1877)

35. Se anuncia su venta el 29 de septiembre del 78. “Teatro Romea”.- Se ven-


de.- En la casa nº 15 de la calle San Vicente informarán.

Durante este verano funcionarán en Sevilla solamente el Duque y el Eslava.

36. Teatro.- Circo Alameda. Función para hoy.- Artistas para la Haba-
195
na.- Baile.- Toros de puntas.- Baile. A las 9.
(LA ANDALUCÍA. 14 y 15 de agosto. 1886)

1886
23 de julio. El baile La Gaditana.
24 de julio. El baile La Perla del Guadalquivir.
31 de julio. Se anuncia la presentación del primer bailarín don Vicente
Moreno.
10 de agosto. Los bailes El Vito y Currilla la gitana.
2 de septiembre. EI baile Una zambra gitana.
5 de septiembre. El Tío Caniyitas; los bonitos bailes Viva Andalucía y Los
Boleros, en los que la primera pareja Sra. Jimeno y Sr. Moreno tomaron
parte, fueron muy aplaudidos. También La Maja y El Rumbo.

37. El Teatro Español. Revista-Biblioteca. Año l. n° 6.

38. Teatro de Eslava.- En los jardines situados a la salida de la calle


de Jerez, fuera del lugar donde estuvo la puerta de este nombre. Inaugu-
rado en el estío de 1873, aventaja bajo todos los conceptos, como teatro de
verano, a cuantos existen de igual clase en España, y basta por su belleza,
José Luis Ortiz Nuevo

de todos alabada, para justificar la honrosa reputación del arquitecto D.


Antonio Capo.
(Guía de Sevilla. Ob. Cit.)

En este coliseo, como ocurriera en los demás, también había incursiones del
género flamenco:

- 13 de julio de 1883: La pieza El Maestro de Caló. (Id. el 7 de septiembre


del 77).
- 6 de octubre de 1883: Peteneras (en los intermedios de zarzuelas).
- 3 de julio de 1884: Banda del Regimiento de Córdoba Popourrí de can-
tares españoles.
- 20 de septiembre de 1885: La pieza Una lección de flamenco.
- 7 de septiembre de 1888: Se estrena la zarzuela ¡A Sevilla por todo! con
escenas de la feria de Sevilla. La señora Martínez dibujó con su inimitable
gracia el tipo encantador de la hija de Triana o del barrio de San Bernar-
do.

39. Teatro de Cervantes.- Calle del Amor de Dios. Este lindísimo Coli-
seo, cuya inauguración tuvo lugar en la noche del 13 de octubre de
196 1873 es una obra de arte digna de Sevilla y que honra al arquitecto
constructor y catedrático de la Escuela de Bellas Artes D. Juan Ta-
lavera de la Vega, de cuyo reconocido talento ofrece una elocuente
muestra tan notable edificio. En el año de 1880 sufrió la elegante sala
algunas reformas, y en virtud de otras efectuadas en 1881, se habilita
indistintamente para circo ecuestre y para teatro.
(Guía de Sevilla)

Hubo también aquí sus muestras flamencas y andaluzas:

- 19 de febrero de 1874: Intermedio de Bailes: Boleras.


- 12 de diciembre de 1874: El baile La Guajira.
- 13 de diciembre de 1874: Señó Juan er de los Gallos.- El baile La Guajira.
- 30 de marzo de 1876: El baile de costumbres antiguas La tertulia, en la
cual se presentan por primera vez en esta capital la primera pareja doña
Dolores Grande y don José Carrión.
- 25 de mayo de 1867: El Maestro de Caló.
- 8 de abril de 1888: El Tío Caniyitas.
- 6 de junio de 1885: El Maestro de Caló.
- 31 de octubre de 1886: Seguidillas.
¿Se sabe algo?

40. Se anuncia durante los días 15, 16, 17, 18, 19, 23 y 24 de mayo. Con el
texto siguiente:

- A las 8’30. Parodia de gran espectáculo bailable, cantante, taurino y de


costumbres andaluzas. (LA ANDALUCÍA).

41. Teatro Principal.- En la iglesia del colegio de San Hermenegil-


do, otorgada a la Escuela de Cristo en 1802, y cerrada al culto a la
incautación de conventos y capillas por orden de la Junta de gobier-
no en 1835, se construyó un teatro con destino a compañías de ópera
italiana... inaugurando sus funciones el domingo 25 de diciembre de
1836.
(Anales de Sevilla. Pág. 465)

42. Teatro de San Fernando.- En el hospital del Espíritu Santo asignado


a la curación de sifilíticos, situado en la calle de Colcheros, fue vendido
al fin por la Junta de Beneficencia, adquiriéndolo los señores D. Julián
José Sánchez y D. José de Caso, con destino a teatro y café según planos
y diseños de los ingenieros constructores del puente de hierro, señores
Steinacher y Rohault...
...EI coliseo recibió la advocación gloriosa de San Fernando, titulándose
Los Lombardos el café, con relación a la nomenclatura de la calle... 197
...Dio principio la temporada el 2l de diciembre de 1847.
(Anales de Sevilla. Pág. 662)

43. Anfiteatro Sevillano.- En el exconvento de Pasión, y en el costado


del edificio hacia la calle de igual nombre, se labró un lindo teatro
cuya fachada y pórtico trazó Don Antonio Cabral Bejarano en pro-
porciones de exquisito gusto...
...Denominado Anfiteatro en razón a su anterior estructura... Anunciada
una selecta compañía de ópera italiana... se abrió la temporada lírica en
la noche del sábado 19 de septiembre de 1846, con el spartito del maestro
Verdi Hernani.
(Anales de Sevilla. Pág. 640)

44. Teatro de Hércules.- En el palacio de los marqueses de la Algaba, en


la parroquia de Omnium Sanctorum, se arregló un coliseo de cuarto or-
den, intitulado de Hércules, aunque el vulgo se obstinó en llamarle de la
Feria, por su proximidad a la calle de este nombre, y las libertades exce-
sivas del público en aquel espectáculo le dieron una boga, que si pudo
contribuir al provecho de la empresa algunos años, no favoreció mucho a
la cultura de la tercera capital de España con las escenas que pasaron allí
en las representaciones y especialmente con los bailes del país. Se abrió
en 1846.
(Anales de Sevilla. Pág. 640)

45. Teatro de Rioja.- Se construyó este coliseo en 1865, en la Plaza


del Pumarejo, inaugurándose el 17 de diciembre del mismo año.
(Guía de Sevilla)

46. Teatro-Circo del Duque.- Con este título se inauguró durante el


estío de 1876 en la plaza del Duque de la Vitoria un teatro de verano
que en el propio año se habilitó para dar representaciones en la tem-
porada de invierno, y que en 1878 experimentó importantes mejoras,
ampliadas en 1880 con la instalación de butacas.
(Guía de Sevilla)

47. Teatro Lope de Rueda.- Un extenso salón del piso bajo de la fin-
ca (Amor de Dios, 23) fue ocupado por el Teatro Lope de Rueda,
inaugurado el 15 de noviembre de 1868 con la obra El joven Teléma-
co. Era un teatro cómodo, con capacidad para 500 personas y estaba
decorado por don José Díaz. (Los Cafés Cantantes de Sevilla. José Blas
198 Vega. Editorial Cinterco. Madrid, 1987. Pág. 31).
IV. EL PUNTO DE LAS COSAS
CLÁSICOS Y FLAMENCOS

GUITARRAS SUENAN

TEATRO SAN FERNANDO.- Gran función en la que tomará parte el


célebre guitarrista señor Huertas. La compañía lírica pondrá en escena
la ópera en 3 actos Linda Chamounix. Concluido el primer acto tocará el
señor Huertas La Obertura de cámara, de Rossini, y en seguida El Favorito,
jaleo de Cádiz, composición del señor Huertas. En el intermedio del segun-
do al tercer acto tocará el señor Huertas una improvisación. Gran fantasía
1
española .
(EL PORVENIR. 8 de junio. 1852)

Por extraña que pueda parecerles la noticia, insólita desde la contemplación del
hoy día nuestro, no era entonces novedosa la cuestión, ni siquiera rara. Preci-
samente una de las claves del romanticismo fue su búsqueda en los horizontes
del pueblo de nuevas vibraciones vivas, razones frescas frente al anquilosa-
miento senil de las academias. Armonías de la calle y del campo para renovar 201
y dar impulsos de cambio a músicas viejas.

En aquel tiempo la sociedad veneraba a sus mejores guitarristas. O al menos


esa es la impresión que comunica la prensa del momento cuando informa. Y
lo hacía con cierta profusión e interés, abonado el gesto por el chauvinismo
patrio solidario con los triunfadores. De manera que a nuestros antepasados
les contaban:

El guitarrista Huertas.- Por cartas que tenemos a la vista, se nos dice


que el tan célebre concertista, que se halla de regreso del extranjero en
Málaga, va a trasladarse a esta capital, con el objeto de dar dos conciertos.
El público, que tanto ha aplaudido al sentimental guitarrista que tanta
gloria ha sabido conquistarse en París, Londres y San Petersburgo, va
a volver a escuchar a esa notabilidad artística, cuya expresión en el na-
cional instrumento ha herido tantos corazones. Celebramos la bella oca-
sión que se nos proporciona para escuchar los melancólicos ecos de su
guitarra, y con nosotros cuantos no han oído aún a ese genio que tanto
resplandece en el arte. Huertas, que no ha tenido rival en la ejecución y
sentimiento con que expresa sus inspirados trozos musicales, se dejará
oír en la pequeña guitarra atiplada. Deseamos con ansia la hora de verle
sobre nuestra escena, porque instrumentistas como Huertas jamás can-
José Luis Ortiz Nuevo

san; antes al contrario siempre ofrecen una novedad. Es de esperar que


sus compatriotas acojan con entusiasmo al que, con su envidiable talento,
ha elevado tanto a la España musical en esas capitales extranjeras, donde
el apasionado guitarrista ha brillado cual ninguno.
(EL PORVENIR. 3 de septiembre. 1851)

Este célebre Huertas, y otros muchos concertistas de la época, no eran, desde


luego, guitarristas flamencos, entre otras razones porque en ese tiempo aún
no existía la diferencia entre lo uno y lo otro, pero cierto es que siempre en sus
repertorios incluían obras del común, arreglos suyos de lo que entonces se lla-
maban aires nacionales, así que sus conciertos solían ofrecer un espectro vario
de músicas diversas, el tránsito sonoro de lo culto a lo popular y viceversa.

No existía entonces la guerra, ni el desprecio, ni la incomunicación, sino ente-


ramente lo contrario. Una virtuosa razón de encuentros en el tabernáculo de
las cuerdas magníficas. Un ejemplo eficaz, aleccionador para la hora presente,
verdadero y riquísimo, pues muchos fueron quienes observaron estas reglas
armónicas, maestros capaces de enseñar cómo podía fluir sin perder orden ni
belleza un discurso guitarrístico que anduviese tremoleando de Sors a la So-
leá.

202 Los testimonios que seguidamente se presentan dan fe de todo lo antedicho y


descubren otro mundo ignorado de la flamencología: cómo es que, por lo me-
nos, desde el medio siglo XIX en adelante, guitarristas españoles, sobre todo
andaluces, considerados dentro de la categoría de lo clásico, acostumbraban a
interpretar en sus conciertos piezas populares, y aún más exactamente propias
del flamenco.

Ver l’ahí, por favor:

El guitarrista Huerta.- Dice EL CONCILIADOR, que muy pronto ten-


dremos el placer de escuchar al concertista que tanto ha honrado la patria
española en el extranjero y cuyo talento ha sido premiado por nuestra
graciosa reina con una condecoración, que luce al lado de otras de reyes
extranjeros sobre el pecho de artista. Creemos que se presentará en la
escena de San Fernando, donde el pueblo en general, que tanto gusta del
nacional instrumento, podrá oír y volver a aplaudir al que supo en otras
ocasiones impresionarle con sus aires andaluces. La empresa del teatro
de San Fernando, que siempre se ha apresurado a presentarnos cuantos
artistas de mérito ha podido contratar, abrirá el palenque a esa notabi-
2
lidad, que ha elevado la guitarra a ser instrumento de concierto . Ya se
desea volver a escucharle.
(EL PORVENIR. 26 de mayo. 1852)
¿Se sabe algo?

TEATRO DE HÉRCULES.- Gran función para hoy domingo 6 del co-


rriente mes en la cual tomará parte el célebre guitarrista Huerta, a invita-
ción de varios aficionados que concurren a este teatro, después de haber
obtenido los mayores aplausos en las principales capitales de Europa. El
orden de la función será el siguiente:
- Fantasía de Semíramis por Huerta.
- Baile nacional, Wals de bravura, con el Jaleo de Cádiz por Huerta.
- Concluyendo con variaciones sobre el bolero y fandango, por Huerta.
(EL PORVENIR. 7 de febrero. 1853)

***

CONCIERTO.- Como estaba anunciado, verificóse en el teatro de Hér-


cules en la noche del último domingo el del guitarrista Huerta. No nos
equivocábamos al presagiarle a aquel un resultado satisfactorio, puesto
que el público acudió en número muy crecido. Huerta fue estrepitosa-
mente aplaudido, sobre todo en las improvisaciones sobre aires nacio-
nales, pues fue llamado a la escena, no sin tener que repetir aquel trozo,
en el que el pueblo que acudio a oírle se entusiasmó. Bien es verdad que
Huerta, no obstante de hallarse enfermo, estuvo inspirado. La compañía
dramática que puso en escena EL QUEVEDO, agradó en la ejecución, 203
pues todos los que tomaron parte en ella se esmeraron.
(EL PORVENIR. 8 de febrero. 1853)

***

BAILE Y CONCIERTO.- Como nos prometíamos, el que se dio en la


noche del domingo en el salón de Oriente estuvo muy concurrido. El gui-
tarrista Huerta estuvo inspirado en las piezas que ejecutó, siendo aplau-
dido con estrépito en los aires nacionales.
(EL PORVENIR. 26 de abril. 1853)

***

CONCIERTO.- En la noche del sábado 24, el aplaudido profesor de gui-


tarra don Trinidad Huerta dio en el salón de sesiones de la academia de
medicina un concierto por suscripción, que si bien de carácter privado,
no dejó de reunir un buen número de oyentes entre personas de ambos
sexos. Sostener el interés del auditorio durante dos horas con una guita-
rra, es cosa sólo asequible para Huerta, que por milésima vez consiguió
este efecto en la referida noche. Era a propósito el local, cuyas paredes
José Luis Ortiz Nuevo

y techos repetían las incomprensibles y dulcísimas vibraciones que los


dedos del profesor imprimían a las cuerdas de su difícil instrumento, sin
oscurecer ningún accidente de maravillosa ejecución, a la cual ha debido
tantos aplausos en los dilatados viajes que constituyen su larga carrera
artística. Salió con pleno lucimiento de las siete piezas que tocó con arre-
glo al programa del concierto; pero merecen particular mención las va-
riaciones de Sors, que ejecutó con gran maestría, una sinfonía de Rossini
y un vals de su composición. Especialmente en el allegro de la sinfonía
y en la tercera parte del vals, sólo podemos compararle al Anfión de la
fábula, que con su lira domaba las fieras y levantaba las montañas. Otros
dos caprichos que tocó, uno sobre un tema de la Lucía, y otro sobre el
fandango, demostraron la universal facilidad con que domina el arte, así
en las más altas y melancólicas inspiraciones, como en los bulliciosos ai-
res de los cantes populares. Por todos estos motivos y otros muchos que
podríamos añadir, ninguno de los asistentes al concierto del sábado dejó
3
de confesar que Huerta es el genio de la guitarra .
(EL PORVENIR. 27 de septiembre. 1853)

El caso de Huerta no fue evidentemente único, sí destacado por la categoría


del intérprete y ser además el primero que avalan las crónicas, pero, como se
ha dicho, no el único. Algún tiempo después EL PORVENIR vuelve a infor-
204 mar sobre otro asunto de semejante contenido:

Notabilidad.- Hemos tenido ocasión de oír al guitarrista don Antonio


Sánchez. La suavidad de las armonías que produce en la guitarra nos
recuerda al célebre Huerta y otros que han llegado a poseer las de este
instrumento. Las variaciones sobre el Fandango, que tuvimos el gusto de
oírle, nos agradaron de una manera indecible: sus brillantes apoyaturas,
unidas a un estudio de armónicos, de trinos y de mordentes, con una
ejecución doble en los arpegios a dos voces, lo elevan a la categoría de
notable artista. Deseamos que el público lo juzgue, no dudando que di-
cho señor recibirá los aplausos debidos a su relevante mérito. (28 de sep-
tiembre. 1856).

Sin duda los tuviera, como dos años después los consiguió el más afamado en
este gremio de guitarristas clásicos con tendencia a lo popular y lo flamenco:
4
Julián Arcas, creador de toques por soleá .

Filarmonía.- Ha llegado a esta ciudad el célebre concertista de guitarra


don Julián Arcas. Barcelona y las principales capitales de Europa han ad-
mirado la difícil ejecución y sublime novedad con que toca una infinidad
de piezas, la mayor parte de su cosecha.
¿Se sabe algo?

El elegante salón del ex-convento del Ángel, ha sido destinado para el


primer concierto, que probablemente se dará el sábado próximo. Espe-
ramos que el ilustrado público de Sevilla sabrá apreciar el mérito de tan
eminente artista.
(EL PORVENIR. 9 de septiembre. 1858)

***

El Guitarrista Sr. Arcas.- Existe en Sevilla en estos momentos un joven


español, tocador de guitarra, que hace honor al arte de Huerta y de Agua-
do. Ocupándose nuestro colega EL PORVENIR del Sr. Arcas, que éste es
su nombre, escribe lo siguiente:
“Para el que lo ha escuchado, existe el deber de darlo a conocer en el estu-
dio del arte. Arcas, que como se ha dicho, se halla en la primavera de su
carrera, excitada su fantasía por los recuerdos de la poesía musical, busca
en lo que descifra el sentimiento. Correcto ejecutante, nada le arredra: las
débiles cuerdas de la pequeña caja armónica vibran bajo sus dedos, ora
expresando el fuego de su pensamiento, ora modulando un canto lleno
de espiritualismo y de belleza. Bellini, Donizetti y Verdi, que es el autor
que menos se presta para interpretarlo, son sus ídolos. Un guitarrista que
posee estilo gracioso, que dibuja los más difíciles pasajes armónicos con
pureza, que logra que sus cantos se produzcan con ese lenguaje expresivo 205
que tanto gusta, no es un artista vulgar, sino un instrumentista de mérito
que debe ser escuchado. Arcas, en una palabra, es todo un concertista de
salón. En las “fantasías” sobre temas de óperas; en los “aires nacionales”,
en todo halla elementos para agradar y recrear el espíritu del oyente”.
Sabemos que esta noche se presentará a lucir sus habilidades en los salo-
nes de la Sociedad de Emulación y Fomento, situado en el ex-convento
del Ángel, a donde es de esperar asista una escogida cuanto numerosa
5
concurrencia
(LA ANDALUCÍA. 13 de septiembre. 1958)
6
De 1859 dos escuetas gacetillas cabe reproducir, las que dan noticia de un pro-
fesor que enseña a tocar por malagueñas, y de una insólita guitarra que sirvió
de regalo imperial:

GUITARRA.- Se halla expuesta en el almacén de música del señor Ta-


berner, calle de las Sierpes, una guitarra dedicada a S.M. la Emperatriz
de los franceses; obra del pastor notable que en 1854 dedicó a S.M. la
Reina de España otra análoga y de prolija y delicada labor; mereciendo
la honra de ser nombrado guitarrista de cámara. El número increíble de
menudas piezas que forman sus mosaicos, y sus detalles artísticos, mere-
José Luis Ortiz Nuevo

cen la visita de aficionados y curiosos, quienes podrán contribuir con un


voluntarioso donativo para ayuda de costos del viaje que emprenderá el
autor a la corte del vecino imperio, con objeto de presentarse a la augusta
Eugenia, nuestra interesante compatriota.
(LA ANDALUCÍA. 15 de enero)

***

GUITARRISTA.- DON JOSÉ PÉREZ da lecciones de dicho instrumen-


to, ya sea de música o memoria, según convenga a las personas que gus-
ten ocuparle; también enseña las malagueñas del Murciano de Granada.
Darán razón en la calle de las Sierpes, administración del ferrocarril.
(EL PORVENIR. l de abril)

Y en el sesenta un nombre nuevo Antonio Marín, quién daría su concierto en el


7
salón del Recreo, interpretando, entre otras piezas, la Rondeña . Por este tiempo
se recuerda todavía la impresión que dejara Huerta, pues sirve como referente
de comparación cada vez que suena otro concertista, como fue en el caso del
8
joven sevillano Juan Valencia .

206 Guitarrista.- La prensa madrileña anuncia, con elogios, la llegada a aque-


lla corte de nuestro joven paisano don Juan Valencia, que pasa a dar allí
conciertos. El Sr. Valencia ha estado en Lisboa. Celebramos que un joven
que era conocido en Sevilla, haya cambiado el arte de peluquero, por el
de la divina música.
(EL PORVENIR. 14 de mayo. 1863)

***

Concertista.- Un colega de la corte reseña el concierto dado últimamente


allí por un artista sevillano en los términos que copiamos a continua-
ción:
“Anoche tuvo lugar la función anunciada en el teatro de Lope de Vega
por la sociedad Liceo madrileño a beneficio del acreditado concertista de
guitarra don Juan Valencia. Este demostró ser un verdadero artista al eje-
cutar la fantasía del maestro Aubert sobre motivos de ópera francesa La
Fiancée; el bolero titulado Es la chachi; fantasía sobre un tema del célebre
Huerta y variaciones sobre la rondeña, tocando con tal sentimiento unas
y otras, que el público en general le aplaudió con entusiasmo, y llamado
a la escena fue recibido en medio de nutridos aplausos, arrojándosele
desde un palco una corona de laurel que el público pidió colocase en su
¿Se sabe algo?

cabeza; el Sr. Valencia puede estar satisfecho de la acogida que ha mere-


9
cido” .
(EL PORVENIR. 3 de julio. 1863)

En el verano de 1866 los periódicos celebran la llegada de un nuevo instrumen-


tista:

Concierto.- Esta noche tendrá lugar en el teatro de Rioja uno de guitarra


en el que se dejará oír en el difícil y popular instrumento, el distinguido
artista D. Antonio Sánchez, conocido por el Murciano. En su obsequio
contribuirá a amenizar el rato el Sr. Troncoso y un discípulo. Nos alegra-
mos que recojan el fruto que merecen estos artistas.
(EL PORVENIR. 15 de agosto)

***

Teatro Rioja.- Gran concierto de guitarra para hoy miércoles 15 de agosto


a las nueve de la noche, por el célebre concertista don Antonio Sánchez
(el Murciano) y en el que toman parte don Bernardo Troncoso y un niño
de once años. (LA ANDALUCÍA).

Un año después se cumple la visita que Arcas había proyectado para el tiempo 207
en que se truncó por mor del cólera. Justo cuando soplan los aires nuevos de la
limpia primavera, el concertista almeriense, favorito de la reina Isabel, viene a
Sevilla y los papeles dicen:

Le escucharemos.- Ha llegado a esta capital el tan aplaudido guitarrista


don Julián Arcas, profesor del Conservatorio, y condecorado por S.M. la
reina. Dicho artista va a dar algunos conciertos en esta. Anteanoche tuvi-
mos el gusto de escucharle en una reunión de aficionados en una de las
magníficas guitarras construidas por don Antonio Torres.
(EL PORVENIR. 21 de marzo. 1867)

No fue esta la única vez que los sevillanos tuvieron ocasión de escucharlo, pues
su estancia en la capital se prolongó varios meses y en activo, como lo recono-
cieron anuncios y crónicas, de entre las que podemos destacar esta:

El Sr. Arcas hizo gala de sus profundos conocimientos y de buen gusto en


un rondó, original digno del maestro Eslava a quien había sido dedicado,
y en diferentes aires nacionales como la improvisación sobre temas
conocidos, la jota aragonesa, la muñeira y la soleá, uno de los más dulces y
10
melancólicos de nuestros cantos populares .
(LA ANDALUCÍA. 10 de abril. 1867)
José Luis Ortiz Nuevo

Pues efectivamente ya en ese tiempo es la soleá música para concierto instrumen-


tal, dulce y melancólica según la crítica del anónimo gacetillero.

Pero no es sólo Arcas quien actúa, de nuevo el profesor Troncoso acude ante
los públicos para deleitar con su destreza:

Teatro de Rioja.- Volverá a presentarse el distinguido concertista Sr.


Troncoso a ejecutar en la guitarra una famosa jota aragonesa, terminando
con las variaciones sobre Rondeñas, en las que tanto se distingue, que lle-
van por nombre Las haberas.
(LA ANDALUCÍA. 25 de mayo. 1867)

***

El público demostró suma complacencia al escuchar al acreditado y en-


tendido profesor de guitarra Don Bernardo Troncoso y a su aventajado
discípulo Don Antonio Enrique Gómez, que tocaron con tanta limpieza
como afinación y buen gusto, varias piezas de su difícil repertorio.
(LA ANDALUCÍA. 28 de mayo. 1867)

208 Y como si hubiera establecido un turno rotativo de actuaciones para no inter-


ferirse unos con otros concertistas, el año glorioso de 1868 es todo entero para
el señor Valencia. El 6 de mayo EL PORVENIR informa que la aplaudida y
distinguida tiple Señora Volpini se ha prestado gustosa a cantar con él, lo
que se cumple en la noche del 29 y en los salones de la Sociedad Filarmónica
Sevillana, cuando la diva:

Se levantó por tercera vez a cantar un bolero escrito expresamente para


ella misma por el compositor Lamy, teniendo entonces ocasión de lucir
una vez más sus sobresalientes cualidades.
Por último, el Sr. Valencia ejecutó en la guitarra el aria y miserere del
Trovador, y terminadas ambas piezas, la concurrencia se retiró muy satis-
ll
fecha de una fiesta que tan agradable rato le había proporcionado . (LA
ANDALUCÍA. 2 de junio. 1868)

Sí, enteramente se trata de otro mundo arriba del pueblo, ese orden social dis-
tinguido bajo las reglas de los protocolos. Huellas de salones lujosos donde
se dan la mano aristócratas del antiguo régimen y burgueses recién ascendi-
dos por la consideración de sus riquezas. La buena sociedad entreteniendo sus
hastíos con los artistas músicos. Lo grande y lo curioso sucedía cuando estos
artistas, propiamente cultos, hechos de su misma masa, a imagen y semejanza
¿Se sabe algo?

de los señores y señoras a quienes servían, se acordaban no sólo de las eruditas


enseñanzas y echaban mano a otras aportaciones musicales, naturales de los
callejones del pueblo, y con sus varios instrumentos, que no era la guitarra el
único, enriquecían gozos, adornaban esquinas de placer, y caminos abrían de
cultura. Heterodoxos triunfantes, modestos y magníficos incluso con artefactos
extraños:

Esta noche, según los anuncios, dará en el salón de la Sociedad Filar-


mónica, calle de Amor de Dios, su primer concierto en el xilocordeón
(instrumento de paja y madera) el reputado profesor don Enrique Spira;
amenizando la función las representaciones de un lindo e ingenioso tea-
tro mecánico, y las vistas panorámicas de los más célebres parajes del
universo.
(LA REVOLUCION ESPAÑOLA. 14 de marzo. 1869)

***

El sábado por la noche dará su tercer concierto el célebre Mr. Enrique


Spira en el xilocordeón (instrumento de madera y paja), tocando una fan-
tasía con variaciones, El carnaval de Venecia y una preciosa colección de
aires españoles. Amenizarán los intermedios las recreaciones mecánicas y
ópticas, que tanta concurrencia atraen al salón alto de la Sociedad Filar- 209
mónica, calle del Amor de Dios, cuando anuncia Mr. Spira sus divertidos
12
espectáculos .
(LA REVOLUCION ESPAÑOLA. 25 de marzo. 1869)

Y capaces eran también de formalizar esta fusión a partir del más solemne de
los instrumentos románticos:

CONCIERTO.- A beneficio de la Asociación Sevillana de Amigos de los


Pobres, en el salón de la Sociedad Filarmónica, C/ Amor de Dios. La se-
gunda parte del programa se cierra así:
8° Pot-pourrí de aires andaluces arreglado y ejecutado al piano por Don
José Bermudo.
(EL PORVENIR. ll de febrero. 1871)

***

En los salones de la Sociedad Filarmónica concierto de jóvenes pensionados


por la Diputación Provincial para estudiar música en el extranjero...

El Sr. Cebreros ejecutó al piano unas variaciones sobre el Jaleo de Jerez


José Luis Ortiz Nuevo

compuestas por el mismo y dedicadas a la Diputación Provincial, que


13
agradaron mucho y fueron muy aplaudidas .
(LA ANDALUCÍA. 28 de marzo. 1871)

Incluso se atrevieron con enamoramientos sumamente raros para llamar la


atención del público y distraerle quizá de los muchos agobios que traían con-
sigo las calores:

GRAN CAFE EUROPEO.- Concierto de piano y bandurria. Esta noche


y mañana se tocarán las siguientes piezas: Tanda de preciosas habaneras
y la tan aplaudida Malagueña. Antonio González, bandurria. Tomás Gó-
14
mez, piano .
(EL PORVENIR. 15 de agosto. 1871)

Experiencia que debió resultar agradable para la concurrencia del café, que
algunos años después seguía disfrutando con el arte de tan reputados concer-
tistas:

Continúan en el Café Europeo los conciertos por los profesores de ban-


durria don Antonio González y de piano don Tomás Gómez, siendo muy
aplaudidos por las diversas piezas que ejecutan.
210
(LA ANDALUCÍA. 21 de agosto. 1875)

***

Cada noche es mayor la concurrencia que acude al Café Europeo, a es-


cuchar a los aplaudidos concertistas de bandurria y piano don Segundo
González y don Tomás Gómez. Las variadas piezas que ejecutan, llaman
con justicia la atención del público por la seguridad y limpieza con que
15
son tocadas en un instrumento tan difícil como es la bandurria .
(LA ANDALUCÍA. 18 de septiembre. 1875)

***

Concierto.- Por el eminente bandurrista D. Segundo González y por el


acreditado pianista señor Álvaro se tocarán en el gran café Europeo des-
de las doce hasta las dos de la tarde de hoy los himnos patrióticos de
Riego, Bilbao, batalla de Hinkerman y Aires Nacionales.
(EL PORVENIR. 12 de marzo. 1876)

Muestras de como lo popular analfabeto era traducido al lenguaje de los hom-


¿Se sabe algo?

bres cultivados, incluso escrito según los códigos convencionales, signos en el


pentagrama:

BUENA MUSICA.- La casa editorial de Andrés Vidal, hijo, carrera de


San Jerónimo 34, Madrid, acaba de publicar tres piezas de música para
piano del maestro Sr. Oscar de la Cinna, cuyos títulos son: Le Fou y
Souvenir de Boheme, dedicadas al Excmo. Sr. Conde de Casa González, y
17
La Malagueña, trozo característico del género puro andaluz morisco .
Reputado el Sr. Oscar de la Cinna como buen compositor cuyas obras,
sobre todo las del género andaluz, son buscadas con avidez en Alemania;
poco tenemos que decir de su mérito artístico. La impresión y el papel
son inmejorables y las portadas en cromolitografía del mejor gusto han
salido de las prensas de Liepzig.
(EL PORVENIR. 4 de junio. 1876)

Esta pasión germana por la música popular andaluza constata todavía más
como ellos, lejos de ser los guiris que nunca se enteran de nada, desde antiguo
se distinguen por el buen gusto, eligiendo y disfrutando con lo que por aquí se
solía y aún se suele ignorar, condenar y despreciar como bajuno.

Buena música.- Un colega de Jerez se ocupa de nuestro paisano el señor


Oscar de la Cinna en los siguientes laudatorios términos: “Hemos tenido 211
el gusto de oír magistralmente tocar las Malagueñas del maestro Oscar de
la Cinna. Es una obra que revela al par que un profundo conocimiento
en el difícil arte de la composición, un gusto exquisito y nuevo en este
18
género de música tan estimado hoy dentro y fuera de nuestra patria” .
(EL PORVENIR. 11 de febrero. 1877)

Tras la provechosa excursión por los mensajes venidos de pianos, bandurrias


y esos instrumentos de madera y paja llamados xilocordeones... volvamos a la
tradición maternal de la guitarra, aun retrocediendo algo en el tiempo, para ver
como las crónicas proclaman otro nombre:

Concierto de guitarra.- En los salones de ex-convento del Ángel y a las


ocho y media de la noche tendrá lugar el anunciado por don José Toboso.
Programa
1º Parte: Fantasía dedicada a S.A.R. la Serenísima Señora Duquesa de
Montpensier.- Tanda de walses, por J. Arcas.- Bolero de la ópera Las Vís-
peras Sicilianas.
2º Parte: Fantasía sobre motivos de la ópera Traviata, por J. Arcas.- Tangos,
por J. Arcas.- Malagueñas, con cantos, ejecutados con una sola mano.
José Luis Ortiz Nuevo

3º Parte: Polka, fantasía, por J. Arcas.- Bolero de la Zarzuela Los dia-


mantes de la Corona.- Terminando este concierto con la Muñeira, con
variaciones.
19
El despacho de billetes Cerrajería n° 7 , Sierpes n° 4 y el local del Ángel,
desde las tres de la tarde del día del Concierto.
Entrada, 4 reales.
20
(EL PORVENIR. 15 de octubre. 1876)

Abierto de nuevo el paso a la guitarra de concierto, no se hace esperar otro ciclo


de importantes presentaciones, en el último tramo de los años setenta:

El 25 de abril de 1877, EL PORVENIR, informa:

Acaba de llegar a esta ciudad el concertista de guitarra D. Juan Parga.


Anteanoche tocó en casa del fabricante Sr. Soto, ante muchos aficionados
a los que entusiasmó por la delicadeza, gusto y ejecución notabilísima
con que tocó diferentes piezas.

Y al mes siguiente un nuevo concierto lo consagra:

212 Segundo y último concierto de guitarra para esta noche en el Ex-conven-


to del Ángel, por el profesor D. Juan Parga.
PROGRAMA
1º Parte: Recuerdos del célebre guitarrista (Crucet). La Soledad, graciosa
composición sobre aires andaluces (Arcas y Parga). Gran tanda de walses
(Arcas y Parga).
2º Parte: Miscelánea sobre temas de las óperas Gemma y Sonámbula
(Arreglo de Crucet). Gran fantasía alemana (Brocá).- Las Malagueñas
con variadas coplas del país (Arcas y Parga).
3º Parte: Fantasía sobre El carnaval de Venecia (Parga). Sinfonía de la
ópera Semíramis (arreglo de Parga). El célebre Paño Moruno con varia-
ciones burlescas (Parga). La graciosa Gallegada con variaciones y un diá-
logo burlesco (Arcas y Parga).
A las 8 y media. Entrada 4 rs. Los billetes se expenden en la fábrica de
guitarras de D. Manuel Soto, Cerrajería y en el almacén de música de
Sierpes n° 4.
(EL PORVENIR. 28 de mayo. 1877)

***

Concierto.- Sumamente complacida quedó la concurrencia que asistiera


¿Se sabe algo?

en la noche del domingo al concierto de guitarra dado en el edificio del


Ángel por el profesor D. Juan Parga, que saca de este nacional instrumen-
to todo el partido que pudiera desearse.
Las escalas las hace con rapidez y limpieza lo mismo que los arpegios y
en cuanto a sentimiento es notable con el que tocó todas las piezas del
programa que fueron entusiastamente aplaudidas.
El Sr. Parga es una notabilidad en su género digna de ser escuchada. La
guitarra, en sus manos, deja de ser la reunión de unas cuerdas que se
rascan para acompañar un fandango o unas malagueñas; es un precioso
instrumento cuyas inmensas dificultades vence el señor Parga con tal se-
guridad que aquellas jamás han existido para quien tan admirablemente
pulsa el instrumento predilecto de nuestro pueblo.
21
(EL PORVENIR. 29 de mayo. 1877)

En el otoño de este mismo año el Sr. Toboso acapara los oídos de la afición:

Salón de Oriente.- Calle Trajano. Concierto de guitarra por D. José Tobo-


so a las 2 de la tarde del domingo 18.
PROGRAMA
1º Parte.- Polka fantástica, wals y tangos (Arcas).
2º Parte.- Motivos de la ópera Traviata, arreglo. Variaciones sobre el 213
Punto de la Habana, arreglo. Bolero de las Vísperas sicilianas, arreglo
(Arcas).
3º Parte.- Aires Nacionales. Malagueñas. Polo y Soleá. Gallegada. Wals,
imitación de arpa.
Entrada 1 peseta.
(EL PORVENIR. 18 de noviembre. 1877)

Al tiempo que la prensa da cuenta de la construcción de un precioso y delica-


do:

Instrumento músico.-
Hemos tenido el gusto de ver una magnífica guitarra, construida por D.
Vicente Niza, de Guadalcanal, quien la ha expuesto en la camisería ingle-
sa de la calle de las Sierpes.
Tan bonito instrumento está construido de diferentes maderas, como ro-
ble, caoba, pinabete y ébano; entrando también el marfil, metal y acero.
En la tapa superior se ven diferentes delicadas incrustaciones y lo mismo
en el clavijero, que suman muchos miles de piececitas.
Las cuerdas se amarran en su parte inferior de una manera completamen-
José Luis Ortiz Nuevo

te nueva y muy ingeniosa, invención del Sr. Niza. El tornavoz, metálico,


es también original del mismo señor; los trastes son de plata.
En conjunto la guitarra es buena como instrumento y de mérito como
mueble por su riqueza y mérito de los mosaicos.
(EL PORVENIR. 22 de noviembre. 1877)

Al paso sean algunas reflexiones:

La influencia evidente de Julián Arcas en los concertistas, que utilizan mayor-


mente sus versiones de aires andaluces. La recuperación, en cierto sentido, del
salón de Oriente si no para las danzas sí al menos en el disfrute de los toques.

O ese sesgo de desprecio para la guitarra popular cuando se elogia al profesor


Juan Parga y se dice que lo que él hace, no es rascar el instrumento.

Andante presto. El 13 de enero de 1878 dice EL PORVENIR que el concertista


Sr. Jiménez tocará, entre otras obras, Malagueñas y Jaberas. Y en mayo una
entente cordiale entre Parga y Toboso se produce. Tocan juntos:

TEATRO-CAFE DEL CORREO.- Gran concierto de guitarra para esta


tarde por los profesores D. Juan Parga y D. José Toboso.
214
PROGRAMA
1º Parte.- 1º Sinfonía de Semíramis, ejecutada a dos guitarras.
2º Al pie de la reja (serenata) a dos guitarras.
3º Gran fantasía (tema alemán) por el Sr. Parga.
2º Parte.- 4º Sinfonía del Poeta y Aldeano, a dos guitarras.
5º Sport de nantes (tanda de walses), a dos guitarras.
6º Bolero de Los Diamantes de la Corona, por el Sr. Toboso.
3º Parte.- 7º Polo y Soleá, por el Sr. Toboso.
8º Paño Moruno (variaciones) por el Sr. Parga.
9º Potpourrit, a dos guitarras.
A las dos de la tarde.
El despacho de billetes está situado en la Cerrajería, guitarrería de Soto,
y en el local del concierto.
22
(EL PORVENIR, 12 de mayo. 1878)

En el verano otra vez los aires populares se encuentran con el viejo Oriente, por
medio de un profesor ciego:

SALON DE ORIENTE.- Gran concierto de guitarra para el domingo 7


¿Se sabe algo?

de julio por el distinguido profesor don Jesús Viera, alumno del Real
Conservatorio de Madrid y profesor del de Lisboa.
PROGRAMA
1º Parte.- Fantasía sobre motivos de la ópera Il Trovatore. Mazourka con
variaciones. Fantasía clásica.
2º Parte.- Gran fantasía sobre motivos de la ópera Lucía. Precioso tema
con variaciones. Tanda de walses, ejecutada a dos guitarras.
3º Parte.- Preciosísima melodía. Bonito tango, ejecutado a dos guitarras.
Dará fin con las Malagueñas y Soleá.
En los intermedios tocará en el piano varias piezas dicho concertista para
las personas que gusten bailar.
Silla con entrada, 4 rs.
A las 9 menos cuarto.
(EL PORVENIR. 6 de julio. 1878)

***

El concertista de guitarra señor Viera fue muy aplaudido en la sesión


musical del domingo último en los salones de Oriente.
A pesar de ser ciego, ejecuta perfectamente su tan difícil instrumento y en 215
el piano, donde tocó varias piezas de salón que aprovecharon los aman-
tes del baile.
Es posible que se repitan ratos tan amenos.
(EL PORVENIR. 10 de julio. 1878)

En este movimiento, y por razones obvias, son impulsores destacados los gui-
tarreros sevillanos, quienes, como se ha visto, venden entradas, ceden sus pro-
pios salones y participan en la publicidad de los conciertos.

FÁBRICA Y ALMACÉN DE GUITARRAS


CERRAJERÍA, 7

¿Quiere usted salvar la barra


En el mar de los pesares? ...
Ea, pues suelte usted la amarra
Y compre usted una guitarra
Hecha por Soto y Solares.
Comprando cuerdas ayer
(Que también las venden buenas)
Dijo a Soto una mujer:
“A usted le deben poner
José Luis Ortiz Nuevo

Vendedor de quita-penas”.
(EL ALABARDERO. 30 de junio. 1880).

Mas no era sólo el brío, la pasión de las guitarras medio para recoger y propa-
gar aires de las músicas del pueblo, también el cultísimo, diríase aristocrático
violín se contagiaba de soníos naturales de la calle:

El sábado se presentó por primera vez ante el público sevillano en el tea-


tro San Fernando el eminente concertista Sarasate...
El público no se daba por vencido y con estrepitosas demostraciones ex-
presaba su empeño por admirar de nuevo las relevantes facultades del
incomparable artista. Entonces dejó oír un zapateado, composición suya,
con el que logró dominar su entusiasmo.
(LA ANDALUCÍA. 27 de abril 1880)

De cuerda a cuerda EL PORVENIR, el 17 de diciembre de 1881, anuncia un


concierto en el salón alto del Café Universal a cargo de D. Antonio Enrique y
D. Francisco Sánchez.

Se estrena el 82 con novedades y también con luto.

216 Los distinguidos guitarristas Sres. Millares y Soria que estos últimos días
han sido objeto de tantos y tan merecidos aplausos en Cádiz, acaban de
llegar a esta población donde se proponen dar algunos conciertos a dos
23
guitarras .
Creemos que los concertistas quedarán tan complacidos de este inteli-
gente público como lo han quedado del de aquella ciudad.
(EL PORVENIR. 29 de enero. 1882)

Y el duelo:

Ha fallecido en Antequera el reputado guitarrista Julián Arcas, tan ven-


tajosamente conocido en el mundo musical.
(LA ANDALUCÍA. 22 de febrero. 1882)

En junio Isaac Albéniz tocaba su Serenata Andaluza en el Café Concierto de


los Jardines de Eslava. Y poco después el reputado violinista Fernando Palatín
hacía lo propio interpretando Aires Españoles dedicados a SS.MM. en la noche
del 2 de julio.

A nuestro conocimiento, 1883 comienza en el otoño. El 5 de octubre dice EL


PORVENIR:
¿Se sabe algo?

El domingo próximo a las 8 de la noche, el Sr. D. José Toboso, eminente


profesor llegado de París, dará en la calle de las Armas nº 10 un magnífi-
24
co concierto de guitarra, ejecutando doce piezas escogidas .

En noviembre se comenta su regreso, acompañado por su colega el Sr. Soria. Se


les anuncia diciendo que actuarán en el Teatro Circo del Duque, tocando en los
25
intermedios de las piezas dramáticas .
26
También en este tiempo se presenta en Sevilla D. Antonio Enríquez , la prime-
ra vez el 2 de noviembre, y luego el 18 y 21 en el Café Europeo, donde se vio
precisado a repetir, entre otras cosas, unas bonitas variaciones de peteneras,
composición suya. (EL PORVENIR. 21 de noviembre. 1883)

Principia 1884 con una nota deliciosamente amable y fervorosa:


27
La brillante orquesta de bandurrias y guitarras titulada “La Giralda” ,
ha sido este Carnaval lo único notable que ha salido en Sevilla.
Ayer, con ocasión de encontrarnos en casa de nuestro amigo y correligio-
nario el consecuente demócrata D. Adriano Rosales, individuo del Comi-
té de la Izquierda de esta ciudad, tuvimos ocasión de admirar el mérito
musical y la notable ejecución que adornan a esta sociedad de jóvenes
que dirige con tanto acierto el aventajado músico D. Manuel Álvarez. 217
Con este motivo también tuvimos el gusto de admirar la habilidad en la
guitarra de la señorita Pura, hija del dueño de la casa, la cual tocó con
sumo gusto e interpretó admirablemente en tan difícil instrumento va-
rias piezas del repertorio del célebre Arcas y dos piezas al piano de un
mérito sobresaliente.
(LA LIBERTAD. 27 de febrero. 1884)

Luego un sarao ofrecido a la prensa local:

Concierto.- Hoy viernes a los ocho de la noche dará un concierto de gui-


tarra en el establecimiento de pianos del Sr. Piazza, calle de Rioja, el Sr.
D. Antonio Jiménez, dedicado a la prensa de la capital.
(EL PORVENIR. 29 de febrero. 1884)

Y un programa con todas sus condiciones:

Esta noche dará en el Salón Centro de Recreo, Almirantazgo, 7 un con-


cierto de guitarra el joven concertista don Antonio Jiménez.
He aquí el escogido y variado programa:
José Luis Ortiz Nuevo

1ª Parte.- lº Sinfonía de Seramide. 2º Aurora, Mazurca. 3º Un canto ára-


be.
2ª Parte.- lº Plegaria y Miserere del Trovador. 2º Sinfonía del Barbero de
Sevilla. 3º Estudio.
3ª Parte.- lº Malagueñas. 2º Variaciones sobre Peteneras. 3º Variaciones
sobre Jota y Parranda.
(LA IZQUIERDA LIBERAL. 19 de marzo. 1884)

En el 85 se pasea por Sevilla en olor de multitudes una estudiantina malagueña


recogiendo fondos para socorrer a los damnificados de los terremotos habidos
en Andalucía oriental; y además tocaban:

Concierto en el Círculo Mercantil por la Estudiantina malagueña.


1ª Parte.- ... 6º Malagueñas ejecutadas a la guitarra por el director D. Juan
Parga.
(EL TRIBUNO. 21 de febrero)

Al siguiente año, y por septiembre, hubo un concierto extraordinario:

A las dos de la mañana del domingo acudimos al acreditado estableci-


miento de guitarras del Sr. Soto, situado en la calle de la Cerrajería, don-
218 de había de verificarse el concierto organizado en obsequio a la prensa de
esta capital, por los distinguidos guitarristas señores Aguilera, Enrique,
Ballón y Soto (D. Cristóbal).
Correspondiendo a la amable invitación, habían concurrido una repre-
sentación de los diarios locales compuesta por los señores Piñal, Diaz
Martín, Álvarez de los Corrales, Montoto y Pereíra.
El concierto dio principio por el preludio del acto tercero de la zarzuela
El anillo de Hierro, hábilmente ejecutado por el señor Enrique, el que
también tocó unos preciosos motivos sobre peteneras, compuestos por el
concertista, que escuchó muchos elogios.
El Sr. D. Pedro de Aguilera, que es un consumado maestro de guitarra,
interpretó la magnífica sinfonía de la ópera El Pirata, demostrando que
es un artista de corazón, que pulsa la guitarra como en muy pocos hemos
visto, estándole reservados grandes triunfos.
Debemos consignar que el Sr. Aguilera es muy joven pero que su maes-
tría bien dice que no ha desperdiciado el tiempo. También se hizo oír en
unas malagueñas muy clásicas y muy sentimentales.
Después los señores Enrique y Aguilera tocaron la fantasía sobre motivos
de la ópera Il Trovatore, la preciosa mazurca Una Lágrima, el pizzicato
de los bailables de Silvia y un lindísimo bolero compuesto por el señor
Enrique.
En todas estas obras entusiasmaron a los concurrentes los notables con-
¿Se sabe algo?

certistas. No podía darse mayor perfección al ejecutar tan difíciles compo-


siciones, que exigen un estudio detenido para adaptarlas a la guitarra.
Los walses Gozos y Penas, la Serenata Morisca, y la Marcha Turca, pu-
sieron término al programa.
Después a ruego de los concurrentes tocó el Sr. Aguilera una preciosa
guajira, y el señor Enrique la sinfonía de Norma, con tan buen resultado
como en todas las piezas anteriores.
El joven señor Soto tocó una caprichosa miscelánea de autores varios,
que fue muy elogiada.
El Sr. Soto es un novel guitarrista que promete mucho por sus raras dis-
posiciones para tocar ese poético instrumento español.
En suma; el concierto fue magnífico y a todos satisfizo; por lo que en-
viamos nuestro parabien a los Sres. Aguilera, Ballón, Enrique y Soto, al
par que les demostramos nuestro agradecimiento por la fina atención de
dedicar a la prensa aquel agradable rato.
El Señor Soto hizo muy cortésmente los honores de la casa, obsequiando
a sus huéspedes con vinos y tabacos.
A las tres se terminó el concierto.
(EL ESPAÑOL. 14 de septiembre. 1886)
219
El año de 1887 trae un nuevo nombre a la galería de ilustres intérpretes capaces
de uncir lo clásico y lo popular por mor del arte:

Un concertista de guitarra.- Encuéntrase en Cádiz un notable concertista


de guitarra que aunque hace poco tiempo se dio a conocer, ha recogido
ya abundante cosecha de aplausos en las principales poblaciones de Es-
paña; el señor Rivera, que así se llama el artista de que nos ocupamos,
se dedicó desde la niñez al estudio del clásico y nacional instrumento y
ha conseguido dominar sus dificultades de tal modo y ha adaptado a él
las producciones de los grandes maestros con tanto gusto artístico, que
escuchándole es como se pueden comprender las bellezas que encierra el
preciado instrumento y que surgen regalando nuestros oídos, tan luego
vibran sus cuerdas al impulso de unos dedos inteligentes y conocedores
de los diversos matices y de las armonías originalísimas que se atesoran
en aquellas seis humildes cuerdas, combinadas con una sencilla caja ar-
mónica.
Anoche tuvimos el gusto de escuchar al señor Rivera en nuestra redac-
ción y nos dejó gratamente impresionados: hemos oído a los más celebres
guitarristas, Arcas, Parga, etcétera, y después de oír al Señor Rivera, po-
demos afirmar sin que se nos tache de exagerados, que tan distinguido
José Luis Ortiz Nuevo

artista puede figurar al lado de aquellos célebres maestros: composicio-


nes de Bellini, Donizzetti, Gounod y otras eminencias del arte musical
fueron interpretadas perfectamente por el señor Rivera, que terminó su
visita tocando un brillante potpourrí de aires nacionales con que acabó
de demostrar el dominio absoluto y profundo conocimiento que de su
instrumento posee.
No somos de los que creen que la guitarra es un instrumento de poca
valía que merece el olvido en que hoy se le tiene; no somos de los que
abrigan tal creencia, mucho menos después de haber oído al concertista
en cuyo obsequio escribimos estas líneas, y en cuyas manos la clásica
guitarra se eleva a la categoría de los más artísticos e importantes instru-
mentos músicos.
El señor Rivera se propone darse a conocer al público gaditano, que no
dudamos le acogerá como él se merece, por sus méritos, que encubren
una laudable modestia.
(EL CRONISTA. 5 de marzo. 1887)

Algún tiempo después, por mayo florido, otra preciosa información nos pre-
senta, de nuevo, al mítico Sarasate afinando su violín por tangos:

Como habíamos anunciado antes de anoche tuvo lugar en el teatro de


220 San Fernando el segundo y último concierto por el eminente violinista
Sr. Sarasate...
... Ovaciones que se aumentaron a la terminación de las preciosas varia-
ciones de la jota, y la de algunos tangos, que sin figurar en el programa,
ejecutó el Sr. Sarasate a instancias del auditorio.
(EL PROGRESO. 14 mayo. 1887)

Se asomaba otro violín a las fuentes de las artes del pueblo:

Ante una selecta concurrencia se verificó en la noche del domingo el con-


cierto anunciado por el Sr. Palatín con la cooperación de la Srta Muro y
de un sexteto de distinguidos profesores de esta capital, dirigido por el
reputado maestro D. Luis Mariani.
Todos los números consignados en el programa fueron calurosamente
aplaudidos, viéndose obligado el Sr. Palatín a complacer al auditorio,
ejecutando el Adiós al Alcázar, composición del célebre violinista, La jota
navarra, de Sarasate, una terceuse de Loret, y algunas piezas más que
arrancaron al público bravos y aplausos prolongados, y terminándose la
velada con unas variaciones de Las Viejas Ricas, cuya canción popular
tomó la vida del arte en las cuerdas del inspirado violín.
(EL ESPAÑOL. 7 de junio. 1887)
¿Se sabe algo?

Y al final Tárrega. El mismísimo señor don Francisco Tárrega en Sevilla: quien


el domingo a las tres de la tarde dará un concierto de guitarra, a ruego de sus
amigos y admiradores, interpretando en el programa, entre otras piezas, los
Aires Nacionales, de Arcas. (EL TRIBUNO. 3 de marzo. 1888)

Como cierre de este capítulo, sean cuatro textos de larga duración, glosas litera-
28
rio-costumbristas por mor de la guitarra, dichas tanto en prosa como verso .

LA GUITARRA
A pesar de ser conocida la guitarra en tiempo de los árabes, y aún antes,
y de emplearse indistintamente por los tocadores de guitarras árabes o
latinas; la de nuestros días, la adoptada por nuestro pueblo, es bien di-
ferente de aquellas y de invención más moderna. Tuvo en su principio
cuatro cuerdas; el poeta y músico Vicente Espinel le añadió la quinta, y
posteriormente se le agregó la sexta que hoy completa el instrumento.
La imperfección de la guitarra, juntamente con la ejecución pobre de sus
tocadores, aun en el siglo XVII, hicieron exclamar a Covarrubias, por el
año 1675, quejándose del abandono del estudio de la vihuela por el del
instrumento que historiamos, que este no era más que “un cencerro de
fácil tañer, especialmente en los rasgados y que no había mozo de caballo
que no lo tocase”. Pero el P. Basilio gran contrapuntista y organista en el
convento de la orden del Cister, en Madrid, desmintió completamente la 221
opinión de Covarrubias sobre este instrumento, siendo el primero que
estableció el método de tocar punteado y el que le sacó el uso y empleo
de acompañar seguidillas, canciones y tiranas, que tan en boga estuvie-
ron en el siglo XVIII.
Desde esta época data verdaderamente la importancia de la guitarra,
dedicándose a ella artistas que, por su buena ejecución, llegaron a con-
quistar un nombre distinguido, en el siglo actual. D. Dionisio Aguado,
D. José Huertas y D. Fernando Sors, venciendo enormes dificultades,
consiguieron presentar de una manera prodigiosa y admirable todas las
buenas cualidades y grandes bellezas de este instrumento de “punteo”,
de invención árabe española. Tales progresos se propagaron con rapi-
dez, adoptándose no sólo en España, sino también en otras naciones y en
América y donde quiera que los hijos de esta Península habían llevado en
otro tiempo sus glorias, su idioma, sus altares y sus costumbres.
Si este instrumento no ha podido formar parte de la orquesta, acaso por-
que sus sonidos dulces y apagados no pueden producir sensaciones vi-
vas e impresiones fuertes, cual hoy se desean y que tan de moda están, es
en cambio tan agradable, se presta tanto a la expresión y tiene tan dulce
melancolía, que es irresistible en ocasiones dadas. Para la inspiración de
un buen artista, posee la guitarra condiciones muy apreciables, y bajo
José Luis Ortiz Nuevo

la presión de una mano maestra, sabe responder a los efectos del alma
como si fuere la verdadera manifestación del sentimiento que hace herir
sus cuerdas.
La guitarra, desechada por los músicos de sus combinaciones instrumen-
tales, ha sabido desquitarse de este injusto desaire, formando por sí sola
una pequeña orquesta que el pueblo ha adoptado como muy suficiente
para satisfacer sus necesidades musicales y acompañar los preciosos can-
tos que forman el género popular español.
29
(EL PORVENIR. 10 de octubre. 1879)

***

LA GUITARRA
¿Habéis oído en el silencio de la noche esas dulcísimas notas que esca-
pándose de frágil caja de madera, semejan célico canto que brota de un
coro de ángeles? ¿Habéis experimentado en vuestro corazón el inefable
goce que proporciona ese lenguaje de las almas apasionadas que tienen
por intermediarios el ritmo y la cadencia que emana de ese bello instru-
mento cuyo nombre sirve de epígrafe a estas líneas?
Si lo habéis oído, si sentisteis siquiera por un momento esa música, ora
222 tierna y apasionada como el primer sueño de amor, ora suspirante como
un niño que abre su vida a los placeres del mundo, ora bélica y guerrera
como canción patriótica; podréis comprender lo que vale para un espa-
ñol de pura raza la expresión más propia de las canciones populares, de
los sentimientos del alma y de las aspiraciones más puras del espíritu.
Al escucharla en silenciosa noche, siéntese invadir el alma por dulce som-
nolencia que nos trasporta a otros tiempos y a otras edades: instrumento
inventado por los árabes para modular en sus artísticas habitaciones to-
dos los tonos y todos los giros de su sentimiento; representación gráfica
de la delicada fantasía de aquellos, recuérdanos siempre la época en que
la poética Andalucía, sujeta aún al yugo mahometano, era el centro de
la civilización y de la ciencia, y el emporio al mismo tiempo de las artes
bellas que tanto y tan bien cultivaron los sectarios de Mahoma durante
los ocho siglos que asentaron su planta victoriosa en lo más florido de
nuestra patria. Insensiblemente, el ánimo cree ver pasar ante sí pléyades
de encubiertos agarenos que, dando al aire los flotantes pliegues de sus
alquiceles y albornoces pululan por las estrechas y tortuosas calles de la
metrópoli agarena en España, elevando las delicadas notas de sus guzlas
a los altos y calados ajimeces de las casas donde moran las huríes de los
ensueños amorosos.
Vemos destacarse paulatinamente de entre la penumbra de nuestros re-
¿Se sabe algo?

cuerdos, las esbeltas torrecillas de sus minaretes, coronados por áureas


esferas en las que reflejándose el ardiente y poderoso sol del Mediodía,
arranca a cada instante infinitos rayos de luz que, dispersándose por la
atmósfera, semejan pequeños diamantes esparcidos por el limpio espacio.
Destácanse sobre las rojizas tapias las verdes ramas de floridas palmeras
y óyense entre el profundo silencio de la siesta las amorosas canciones
con que regalan a sus compañeras los canoros ruiseñores que anidan en
la espesa arboleda. El delicado aroma de violetas y azahares embalsama
el aura, y toda esta magnificencia de una vegetación lozana y vigorosa,
da una prueba palmaria y evidente de la exuberancia con que se adorna
la naturaleza en las privilegiadas regiones del Mediodía de España.
En revuelto y confuso torbellino vemos la animación de zambras y fies-
tas y en ellas agitarse y bullir como en un inmenso hormiguero, árabes
de tostada tez y poderosos ojos, que lo mismo lanzan miradas de pasión
ardiente que iracundos rayos de mal contenida cólera, y hermosas mu-
jeres, aéreas, vaporosas, de negra y luenga cabellera, de esbelto talle y
microscópico pie, capaces de seducir con sus encantos al ser menos im-
presionable de la creación.
Sí, toda esa galante edad de justas y torneos, de cañas y de cintas, de
amor y de poesía, aparece en el cosmorama de nuestra mente a impulso
de los melancólicos acordes de la guitarra, que unas veces exhala en las-
timeras quejas todos los pesares de un corazón herido y otras hace brotar 223
de nuestro pecho inmensos raudales de pasión y de cariño.
Siempre que a mis oídos llega el armonioso ritmo de sus cuerdas ento-
nando con mágica indolencia los sentidos aires de una malagueña o un
polo, no sé qué pasa en mi interior, pero conmuévense todas las fibras
del alma y mil torrentes de armonías brotan de lo más recóndito del ser
que extático gozando esas delicias soñadas siempre y nunca realizadas,
ve deslizarse la vida entre risueñas nubes de color de rosa, mientras el
pecho exhala conmovedor suspiro que entre sus ondas va diciendo: ¡Ben-
dita seas tú, sultana de los aires españoles!
Juan Morlesín y Soto.
(EL PORVENIR. 16 de enero. 1882)

LA GUITARRA
Un vaso e vino
y una morena,
son el remedio
para mis penas.
Y la guitarra,
José Luis Ortiz Nuevo

cuando estoy solo,


suple su falta.
Tuvo su cuna de lirios
y su trono de azucenas,
entre odaliscas hermosas,
entre sultanas bellezas.
Sus cuerdas temblar hicieron
las huríes del Profeta,
y entre arabescos bordados
y entre cojines de seda
pasó la niñez, teniendo
en sus metálicas cuerdas
alegrías y lamentos,
carcajadas y tristezas.
Oro y nácar incrustados
aumentaron sus riquezas;
filigranas primorosas
la hicieron más risueña,
y en el harem esplendente
se mostró tan hechicera,
que los califas hallaron
sus ideales en ella.
¡Cuántas veces ha gemido
224 con las que fueron doncellas!
¡Cuántas veces ha inspirado
las musulmanas leyendas!
Los esfuerzos religiosos
de una católica reina,
en las árabes mezquitas
la cruz dejaron enhiesta
cayendo la media luna
de minaretes y almenas.
Ya se truecan las sultanas
en andaluzas morenas,
ya en toda la ardiente zona
signos cristianos ondean,
y la guitarra recibe
carta de naturaleza,
por el cristiano bautismo
al verse en cristiana tierra.
Desde entonces nunca falta
en giras, bromas y fiestas,
desnuda de nácar y oro,
vestida de escarapelas.
Es la vida de las ninfas
que el Guadalquivir ostenta,
¿Se sabe algo?

y que en la Caleta danzan;


y en el Darro se recrean;
la cítara del torero;
la alegría de las juergas;
el estuche en que se guarda
el sol que ilumina a Bética.
Sigue con voz delirante
entrecortada e incierta
a la andaluza que baila,
al gitano que jalea,
al ebrio que se desliza,
a la linda perchelera,
a la trinitaria dulce,
a las canciones flamencas
y al liquido que en las cañas
con la luz se colorea.
Y cuando el vino se apura,
y se rompen las botellas,
y el amante desfallece,
y se despeinan las trenzas,
y el tímido se aventura
y el velo del placer ciega
y aunque se enciendan los labios
resulta todo en tinieblas, 225
el alma de la guitarra
con voz argentina y fresca,
se difunde por los aires
murmurando una playera...
C.O. y G.
(EL PROGRESO. 14 de abril. 1889)

***

LA GUITARRA
Ya regresaron los mozos
de sus pesadas faenas;
ya con el añejo vino
fortalecieron sus fuerzas
y a la puerta de su casa
en corro alegre se sientan.
A su lado están las mozas
y entre las mozas las viejas
y algún anciano de aquellos
que, dando nombre a su tierra,
mezclaron el contrabando
José Luis Ortiz Nuevo

a cofradías y fiestas.
Los que cruzan por la calle,
si el grupo feliz no aumentan,
pasan de prisa, con miedo
de bromas o de indirectas;
y el aire, que a los naranjos
roba el perfume que lleva,
suspiros y carcajadas,
gritos, murmullos y quejas,
por la retorcida calle
dilata, pierde y contesta.
De pronto, de la guitarra
vibran las sonoras cuerdas,
y enseguida los arpegios
en dulces notas se truecan
que, anuncio de los cantares,
entre la algazara suenan.
Al fin, nacida del alma,
se oye la canción primera,
y en el popular concurso
produce tan honda huella,
que antes de que se termine
francos aplausos resuenan.
226 -Nadie canta como el Curro,
dice una moza trigueña
con más flores en el pelo
que hilos de ébano en sus trenzas.
-¿Qué no? -replica otra moza-
pues, hija ¿dónde me dejas
a Juan, el banderillero,
y a Perico el de Mairena...?
Y de una en otra pregunta
donde, sin cesar, campea
toda la gracia del mundo,
que es la sal de aquella tierra,
llegan a inferirse injurias
que responden o desdeñan.
Para apaciguar los ánimos,
excitados con la gresca,
un viejo, de pelo en pecho,
de patillas que blanquean
y de nariz que lo rojo
del vino andaluz recuerda,
alza las manos con pausa
y dice de esta manera:
-¡Cállense las habladoras...!
¿quién canta mal en mi tierra?
¿Se sabe algo?

pero es eso, mayormente,


porque la guitarra lleva
todo un mundo de poesías
enredado entre sus cuerdas.
He de advertir que este anciano,
en su juventud corneta,
fue portero del Congreso,
donde aprendió, por las señas,
a darse tono de sabio
y orador “de los que pegan”
-Pues -añadió- la guitarra
es una cosa tan vieja,
que hasta nuestro padre Adán
dio serenatas con ella...
¡Cuántas veces, por las calles
misteriosas y desiertas,
aparece, a su sonido,
todo un sol tras una reja!
¡Cuántas, en ferias y en ronda,
la alegre ventura aumenta,
y dos almas se comprenden,
y se buscan, y se besan...
y cuántas, allá en mis tiempos,
tras la batalla sangrienta, 227
cuando aún el Cielo empañaba
el humo de la pelea,
sobre el suelo removido,
a la luz de las estrellas
y sabiendo que la aurora
traerá lid y muertes nuevas,
como rumor de la Patria,
como suspiro que llega
desde el pecho de una madre
ansiosa de nuestra vuelta,
ha sonado la guitarra
con ternura tan inmensa
que el alma, de amor henchido,
subió a los ojos inquieta
creyendo ver a sus ídolos
junto al hogar de su aldea...!
¡Sí!, la guitarra española,
porque es solamente nuestra,
sabe enamorar, amante
dulce, persuasiva y tierna,
y sabe, al ronco estampido
de belicosa contienda,
para que ignore el contrario
José Luis Ortiz Nuevo

como el español se queja


cuando el enemigo plomo
por sus entrañas penetra,
ocultar ayes de muerte
con jotas aragonesas...
¡Bendiga Dios a mi patria
que tales cosas engendra,
y bendiga Dios a todos
los que, como yo, la quieran.
Y así diciendo el buen viejo
a la absorta concurrencia,
con el dorso de una mano,
áspera, carnosa y negra,
secó los húmedos ojos,
se arregló bien la chaqueta,
hizo como que tosía,
miró amoroso a las hembras...
y entre mayor algazara
cantó con dulce cadencia:
“Va en la guitarra española
el alma de nuestra tierra,
y así, por donde resuene,
toda la Patria compendia!”.
228
(EL PROGRESO. 18 de noviembre. 1889)
¿Se sabe algo?

NOTAS

1. Con anterioridad se publica otra nota de anuncio que dice:

El guitarrista Huerta.- Parece que la empresa del teatro San Fernando


ha contratado ya al célebre concertista para que de dos conciertos. Será
probable que el primero tenga lugar en los primeros días de la próxima
semana. Se desea oír al instrumentista.
(EL PORVENIR. 6 de julio. 1852)

Así mismo se deben destacar otras gacetillas que tienen evidente relación
con nuestro asunto, si bien sus protagonistas tocan otros instrumentos. De
una parte véase lo dicho por EL ORFEÓN ANDALUZ el 21 de noviembre
de 1842: El señor Butt tocó en el arpa un capricho sobre varios temas andalu-
ces...; y de otra lo escrito en EL CORREO DE SEVILLA el 20 de marzo de
1843: El niño prodigioso Jesús Monesterio tocó el violín noches pasadas en el
real palacio... también ha tocado algunas noches en el palacio del regente del
reino, donde con un violín que le regaló la señora Duquesa, ha ejecutado el
niño Monesterio varias piezas difíciles aun para los profesores, marchas y aires
nacionales.

E igualmente considerar el anuncio publicado por EL INDEPENDIENTE el 229


15 de junio de 1846, dando cuenta que: En la calle de la Universidad, fren-
te a la misma, en tienda librería, se encontrarán para su despacho las piezas
siguientes: Bonita canción andaluza para guitarra y canto titulada “La falda
gaditana”. 3 rs.

2. ¿Comenzaría así la monomanía por elevar, ¿a dónde, lo flamenco?.

3. Otras notas y gacetillas, publicadas por EL PORVENIR con motivo de esta


larga temporada de conciertos del guitarrista Huertas, se pueden encontrar
en los periódicos de los días 23 de abril, 12, 17 y 19 de junio de 1852; 26 y 28
de enero, 4 de febrero, 23 de abril, 10 de julio, 6 y 8 de septiembre de 1853.

Igualmente el ocho de octubre de 1851 se publica el anuncio de un profesor


de guitarra que enseña las reglas de Sors y Aguado; y el 18 de enero de 1853
otra nota sobre el establecimiento en Sevilla del afamado constructor de
guitarras don Antonio Torres.

4. Soleares de Arcas.
Al ocuparme de ese famoso baile, haré constar que precisamente casi no
tiene importancia para ninguna bailarina, que no lo aprenda hoy con en-
José Luis Ortiz Nuevo

tusiasmo sin saber por qué: pues casi me atrevo a asegurar que las Solea-
res de Julián Arcas, que así se llamaba el autor de la música, es el baile
andaluz más bonito y más gracioso de todos y el más célebre por todos
conceptos, por ser las personas que lo han dado a conocer de los más
reputados maestros y artistas.
El autor de las Soleares, como digo antes, fue el famoso concertista de
guitarra de Vélez Blanco, provincia de Almería, llamado D. Julián Arcas,
que murió en Ronda en 1878. Este guitarrista célebre ha sido quizás en su
época el mejor; pues los tocadores actuales, cuando ejecutan alguna com-
posición en la guitarra, para que los escuchen dicen: Seguidillas gitanas
de Arcas, Malagueñas, Javeras, o Granadinas de Arcas, y casi todos los
toques y falsetas flamencas llevan el sello de Arcas.
Del libro: Tratado de Bailes. José Otero. Sevilla. 1912. Págs. 152 y 153.

5. Concierto.- Publicamos a continuación el programa de las piezas que


se ejecutarán esta noche en el concierto que el distinguido profesor
de guitarra el Señor D. Julián Arcas habrá de dar en el salón del ex-
tinguido convento del Ángel, a las ocho y media de la noche.
PROGRAMA
Primera Parte.- Gran sinfonía de Pedro el Grande, por la orquesta.- Coro
230 de introducción y cavatina de tiple de la ópera Hernani, por el señor
Arcas.- La Jota aragonesa, por el mismo.- Grandes variaciones sobre un
tema de la ópera el Pirata, por el señor Arcas. Boleras de la ópera Vís-
peras Sicilianas, por el mismo.- Improvisación sobre motivos heterogé-
neos, por el señor Arcas.
2ª Parte.- Sinfonía de Norma, por la orquesta.- Fantasía sobre motivos
tiroleses, por el señor Arcas.- La Murciana, fantasía de aires nacionales,
por el mismo.- Variaciones sobre un tema de don Fernando Sors, por el
mismo.- La Gallegada, por el mismo.
Nota.- Los billetes se despachan en el almacén de música de don Pedro
Taberner y en el mismo local.- Entrada y asiento 10 reales.- A las ocho
y media.
(EL PORVENIR. 15 de septiembre. 1858)

Otras noticias sobre el celebérrimo guitarrista pueden verse en EL PORVE-


NIR, los días 19, 23 y 24 de septiembre de 1858 y, en LA ANDALUCÍA, el 18
y 23 del mismo mes y año. El 3 de junio del 63 EL PORVENIR da cuenta de
notables éxitos alcanzados por Arcas en Brighton y Londres.

6. Más notas relativas al uso de la guitarra en el año 1859 son: Un concierto


de Arcas en Málaga (LA ANDALUCÍA. 25 de enero). Y dos referentes a
¿Se sabe algo?

sendas clases de los profesores Perrando y Carnicer, que publica EL POR-


VENIR los días 10 y 28 de agosto.

7. EL PORVENIR. 14 de noviembre de 1860.

8. Concierto de guitarra.- Nos han asegurado que fue magnífico el que


tuvo lugar en el estudio de los distinguidos artistas señores Bejarano,
sito en el Museo de esta capital.
El concertista, quien por primera vez ha lucido su habilidad y que me-
reció de los concurrentes a dicho concierto los más vivos y espontáneos
aplausos, es el joven don Juan Valencia. Damos la enhorabuena a este se-
ñor, deseándole el más feliz éxito en la nueva carrera que ha emprendido
y en la cual sabemos que de hoy en adelante funda su porvenir.
No creemos muy aventurado consignar aquí, que, teniendo en cuenta
el poco tiempo (dos o tres años) que el señor Valencia se ha dedicado al
difícil estudio de la guitarra, el genio del celebrado Huerta ha renacido en
nuestra patria. Quiera Dios que no nos equivoquemos, y que aparezcan
muchos genios en España. Buena falta hacen.
(EL PORVENIR. 12 de julio. 1862)

El 19 de julio informa EL PORVENIR que Valencia ha emprendido una gira 231


por la provincia de Sevilla y Extremadura. De otra parte LA ANDALUCÍA
comenta el 14 de marzo del 62 que en una tertulia literaria anteanoche el Sr.
Bustos tocó algunas piezas escogidas en la guitarra con mucho gusto.

9. Otras informaciones sobre Juan Valencia proporciona la prensa sevillana


dos años después, destacando siempre el privilegio de haber tocado ante la
reina. Son éstas las publicadas el 7 y 29 de julio de 1865 en LA ANDALU-
CÍA, sobre conciertos suyos en Sevilla; y el l de septiembre de ese mismo
año, dando cuenta de una actuación en Cádiz. Así mismo este periódico
informa el 31 de agosto del 65 que se espera la llegada de Arcas a Sevilla,
hecho que no se producirá, afortunadamente para él, pues lo que efectiva y
mortíferamente llegó fue una terrible epidemia de cólera.

En 1866 vuelve Arcas a Sevilla, según lo testimonian LA ANDALUCÍA (25


de febrero), y EL PORVENIR (7,23,26 y 27 del mismo mes). El 28 de marzo
este último diario anuncia un viaje del concertista a Lisboa.

10. Más noticias sobre Arcas en Sevilla: EL PORVENIR, 29 de marzo; 6, 7, 9


y 21 de abril; 3, 5 y 7 de mayo de 1867.
11. El 24 de junio de ese año de 1868 EL PORVENIR anuncia un nuevo con-
José Luis Ortiz Nuevo

cierto del Sr. Valencia en el salón del Recreo; y el 29 de noviembre, el mismo


diario, da cuenta del programa de un concierto suyo, que es el siguiente:

PROGRAMA
Primera Parte
lº Fantasía por el Señor Valencia.
2º Variaciones sobre Rondeña.
Segunda Parte
3º Melodías compuestas para guitarra por dicho señor.
4º Gran sitio de Zaragoza.
Tercera y última parte
5º Fantasía sobre motivos de la sinfonía del maestro Rossini.
6º Variaciones sobre un aire nacional.
A las 7 de la noche. Entrada 4 rs.

12. Más adelante sería el Café Cantante Salón Filarmónico.

13. Programa del concierto del célebre pianista Sr. Cebreros en el Café Tea-
tro del Duque:

232 Primera Parte: ...4º Serenata andaluza, por Cebreros.


Segunda Parte: ...4º El Jaleo de Jerez, por Cebreros.
...5º La Jota, por Cebreros.
(EL TRIBUNO. 16 de agosto. 1885).

14. El anuncio es fijo hasta octubre. Y nuevos conciertos de lo mismo tienen


lugar en el Café Europeo. También en otros lugares; EL PORVENIR informa
el 23 de mayo del 77 que desde el 1 de junio se darán, en el Café de Empe-
radores, conciertos de bandurria y piano por los profesores Don Segundo
González y don Antonio Mochales.

15. Tanto en el programa que se publica este día, como en el del 21 de agos-
to, y otro anterior de 18 de marzo, todos del 75, se incluyen siempre en los
repertorios “las tan aplaudidas malagueñas”.

16. Idéntico anuncio publica en el mismo día LA ANDALUCÍA. Como pue-


de comprobarse hubo cambio en la pareja, siendo el nuevo pianista el repu-
tado Sr. Álvaro.

17. A pesar de los éxitos el consagrado Oscar de la Cinna, que por cierto era
¿Se sabe algo?

húngaro, se despide del público sevillano en un concierto celebrado en la


Diputación Provincial y que anuncia EL PORVENIR el 1 de octubre del 84.
Naturalmente se va a la Corte.

18. A quien parece que el público sevillano no pudo ya escuchar más en sus
días fue al maestro Arcas, pese a los rumores que, sobre el particular, de vez
en vez se manifestaban:

El distinguido concertista de guitarra don Julián Arcas, está dando con-


ciertos actualmente en Almería, siendo probable que también venga a
Sevilla, según anuncian los periódicos de aquella localidad.
(LA ANDALUCÍA. 4 de febrero. 1876)

19. Cerrajería, 7 es el local de la guitarrería de don Manuel Soto y Solares.


Las otras que en este tiempo funcionan en Sevilla son:

- Manuel Corbajo Utrera; en Alcaicería, 7.


- Sebastián Castro; en Alcaicería, 32.
- Manuel Soto; en Cuna, 41.
- Viuda de Salazar; en Alcaicería, 29.
233
20. Algo menos de un mes después de este concierto, el 10 de noviembre, in-
formaba LA ANDALUCÍA que Toboso había tocado con éxito ante la reina
madre y los duques de Montpensier.

21. En torno a esta gira y estancia del Sr. Parga en Sevilla se ocupó también
el diario LA ANDALUCÍA, los días 2, 15, 27 y 29 de mayo, así como el 1 de
agosto del 77.

22. Igualmente se anuncia en LA ANDALUCÍA de esta misma fecha. Y al-


gunos días después, el 30 de mayo, ambos diarios informan de una nueva
actuación:

Salones de la Academia de Medicina y Cirugía. Concierto por los seño-


res Parga y Toboso. Tercera Parte: Malagueñas, por el señor Toboso.

El l de junio, en el mismo lugar, Soleá, ejecutada por el Sr. Parga.

23. A este propósito informaba LA ANDALUCÍA el 1 de febrero:

La empresa del teatro San Fernando, deseando complacer al público, ha


contratado a los aplaudidos concertistas de guitarra D. Francisco Mira-
José Luis Ortiz Nuevo

lles y D. Luis de Soria.

24. Así mismo informa de este concierto, y en la misma fecha, el diario LA


ANDALUCÍA, que además añade:

Varias de las piezas del programa las ejecutará en su magnífica guitarra


de once cuerdas.

25. En el teatro-circo del Duque habrá el lunes un notable concierto de


guitarras en el que tomarán parte los célebres profesores Sres. Toboso y
Soria.
(LA IZQUIERDA LIBERAL. 3 de noviembre. 1883)

26. ¿Enrique o Enríquez? Seguramente sería lo mismo.

27. Quizá fuera esta la misma que, años más tarde, actuara en el banquete
ofrecido a Autoridades y Directores de Periódicos de las ciudad, por el nue-
vo dueño del Hotel París; según se dijo:

Durante la comida una orquesta de bandurrias y guitarras ejecutó varia-


dos números, terminando con preciosos aires andaluces que fueron muy
234
aplaudidos por los asistentes.
(EL PROGRESO. 8 de enero. 1877)

28. Se considera que tiene interés reproducir aquí este otro texto referido no
ya a la guitarra sino a un instrumento de uso popular en las fiestas:

LA PANDERETA
He aquí un instrumento completamente popular, y que una larguísima y
constante práctica ha traído hasta nosotros desde los más remotos tiem-
pos.
Es el principal elemento del ruido que constituye el culto casero que se
tributa al Hijo de Dios en el misterio de su natalicio, y aunque por su
monotonía parece alejado de las orquestas, en ellas estuvo y a ellas vuel-
ve cada vez que los maestros compositores intentan caracterizar ciertos
aires populares y aumentar la sonoridad de sus instrumentos. Claro está
que la pandereta no da más que un sonido; no obstante tiene su arte que
reclama la destreza del tocador y estriba este en saberla repicar y combi-
nar el golpe con el repique marcando el rítmico acento que tienen todos
los actos del pueblo y principalmente los que están destinados al baile.
Todos nuestros aires nacionales, empezando por los bailes andaluces y
¿Se sabe algo?

muy especialmente los villancicos y zambras de Noche-buena, y acaban-


do por la Jota aragonesa y hasta la gallegada, se dejan acompañar por la
pandereta, que les comunica una gran animación. En las estudiantinas ha
sido siempre instrumento obligado y en ellas han brillado tan hábiles to-
cadores, que el panderetero era la figura más interesante de la cuadrilla:
mezcla de gimnasia y agilidad repicábase y golpeábase el instrumento
con manos y pies, codos y rodillas, cabeza y barba, volteándose en tor-
no del cuerpo en cien posiciones diversas y terminando para descansar
de saltos y contorsiones propios de un descoyuntado, haciéndolo girar
rápidamente sobre la yema del dedo índice y lanzándolo al aire y re-
cibiéndolo en la extremidad del mismo dedo. Los panderetólogos han
tenido ingreso en los teatros, y para hacerles lucir bien su habilidad se
han escrito tonadillas y zarzuelas en que había ocasión de que exhibiesen
su destreza y precisión.
Modificándolas un tanto, poniéndolas arcos de metal, clavijas que esti-
rasen el parche y gran número de sonajas de cobre que aumentasen
su resonancia, se las dio entrada en las bandas militares al lado de los
címbalos y platillos, chinescos y triángulos; mas ya hoy sólo se las acep-
ta, como la lira, para algunas piezas particulares que por lo general son
composiciones andaluzas o potpourrís de aires nacionales; sus compa-
ñeras entonces las castañuelas. Para estos mismos fines aparecen en las
orquestas teatrales con motivo de la representación de alguna zarzuela 235
del género andaluz o mixto, en que hay que entonar o bailar caleseras u
otras piezas de un marcado sabor árabe.
Otro carácter a más del andaluz tiene la pandereta: el bucólico o pastoril;
sin duda por su sencillez ocurrióseles a los pueblos en la infancia de las
sociedades, principalmente a los que llevaban vida sedentaria: y segu-
ramente por su resonancia la discurrieron o adoptaron aquellos otros
belicosos que procuraban sofocar con el ruido de sus instrumentos el
estruendo de las armas. De aquí que, así como la pandereta debió nacer
del deseo de agrandar el golpe de los dedos o de las palmas de las manos
dándole mayor intensidad, así la pandereta debió engendrar el tambor,
cuyos sucesivos desenvolvimientos han producido por una parte varios
instrumentos de caja como tímpano y timbales, y por eso se han con-
servado hasta el día en nuestras bandas militares bajo la doble forma y
magnitud de la tambora y el redoblante.
Y que esto es así, lo demuestran la descripción que se nos hace de los
tambores persas e indios, egipcios y griegos, tan semejantes a nuestras
panderetas y lo asociadas que anduvieron estas a toda fiesta popular
campestre, ya de orden religioso, ya de un carácter profano. Por algo cree
nuestro pueblo que los pastores que fueron a Belén para adorar el niño
Jesús, repicaron el pandero delante del Portal.
Cierto que Homero no nos dice nada del uso del pandero en su Iliada ni
José Luis Ortiz Nuevo

en su Odisea; ni Píndaro y Anacreonte no les nombran: pero aparece en


las bacanales esculpidas en diversos monumentos antiguos y se le cita en
el himno a Cibeles atribuido al mismo Homero.
Eurípides hace a Baco en las Bacantes recomendar a su séquito que no
olviden el tambor frigio: porque en efecto, los griegos hacen a este ins-
trumento originario de Frigia: los romanos en cambio se lo atribuían a
los sirios. Lo seguro es que se trata de un invento antiquísimo, y que ha
debido acompañar en sus emigraciones a todos los pueblos de origen
ario habitantes de la gran mesa central del Asia, y fuente, según se cree,
de todas las razas humanas.
Componíase como hoy de un círculo de madera y a veces de metal, recu-
bierto con una piel de asno fuertemente extendida: tenía la forma de un
cedazo o escudo cuyas piezas pudieron muy bien servirles de modelo.
Luciano en la descripción de la cohorte de Baco, dice que los indios to-
maron los tambores por pequeños escudos resonantes. Empleábase para
estos la piel de asno o buey, como ahora la de perro o cabrito, y se las
adornaba con cintas y moños o banderitas de papirus, y a veces con ro-
dajas o campanillas de metal para aumentar su sonido: llevaban la piel
cubierta de pinturas, precisamente como hoy, que representaban figuras
mitológicas como ahora las de los toreros, majos y manolas, ratas y
otros tipos que hacen las delicias del pueblo.
236 La pandereta aún en manos de éste, sigue siendo un instrumento de
percusión muy ruidoso, que se hace sonar estrepitosamente solo o con
otros, acompañando al canto en las escenas de bailes o de columpio. A
sus golpes tirotéanse los amantes con quejas, sátiras y alusiones de todo
género, aunque es más propio para marcar el compás de coplas alegres
que para cantos melancólicos y bien sentidos: para estos está la guitarra.
La pandereta se toca siempre con la mano: se la empuña con la izquierda
que sube y baja a compás, para que suenen las sonajas, y se la golpea y
repica con la derecha, con cierta agilidad no desprovista de gracia: para
ello no se han inventado otros palillos que los dedos, única diferencia
que la separa de los tambores. Una moza de barrio con su limpio traje de
percal, su pañolón terciado al hombro, una flor sobre su hermosa mata
de pelo, la pandereta en la mano y luciendo su fresca voz con la coplilla
de columpio o de Nochebuena, es una figura de gran atractivo y de un
carácter perfectamente andaluz o gitano, que han reproducido muchas
veces nuestros pintores de costumbres. Y una bolera de falda corta cen-
telleante de lentejuelas, bajo corpiño y rizada moña que repica la precipi-
tada pandereta al par que culebrea con el cuerpo en el baile nacional, ese
tipo que suele dejar encantados a los extranjeros. Por último: en manos
del estudiante de la Tuna, termina el retrato cómico de una figura no des-
provista de elegancia. El reinado de la pandereta empieza en Diciembre
¿Se sabe algo?

y acaba en Carnaval: la Cuaresma extingue todos los ruidos y borra todas


las figuras.
Cristian (Del Diario de Cádiz)
(EL PORVENIR. 25 de diciembre. 1887)

29. Artículo procedente de la revista Crónica de la Música. Nº 54.

Otros artículos que se anuncian en distintos números de esta revista son:


Nº 33. “Agonía de la ópera flamenca” (EL PORVENIR. 15 de mayo. 1879)
Nº 146. “Las Rondeñas”. (EL PORVENIR. 14 de julio. 1881)

237
ESAS GRANDES VOCES

La influencia musical italiana no se manifiesta sólo en las grandes piezas


operísticas, sino también en las piezas breves que se intercalan en los
entreactos, al lado de sainetes y tonadillas de sabor más castizo. Así, era
frecuente escuchar en el Teatro de la calle San Eloy algunas de las más
célebres “arias”, cantadas por la Benzoni, María Méndez o Antonia Nicli.
En agosto de 1777 aparece en el repertorio un nuevo nombre femenino,
Francisca Keslar, “la alemana”, que ofrece al público una “especial diver-
sión” para el día 16, que consistirá en el cantado de una “nueva obertu-
ra”. Seguiría en el programa una “aria” cantada por la Niclin, un saine-
te en el que el inevitable Vicente Romero “padece muchos accidentes y
le es preciso bañarse”, una tonadilla de majos cantada por la Benzoni y
Antonio Marchesi, y “un gran concierto “de obueses (sic) nuevo y muy
especial, con un solo de flautas. Terminaría la función con un “sainete 239
nuevo de máscaras muy bien vestidas con mucho gusto y primor, y se
bailará por una pareja un minué a solo con todo arte, y otro figurado con
una divertida contradanza y una alemanada, y por fin de fiesta bailará el
1
famoso y celebrado Romano un baile inglés y fandango” .
Francisco Aguilar Piñal.

***

CONCIERTO DEL SEÑOR OJEDA MANTI


El jueves 16 verificóse el segundo concierto en el cual el Sr. Ojeda ejecutó
varias piezas de canto. La compañía dramática amenizó este con la re-
presentación de la linda comedia de D.M. Bretón de los Herreros ¡El que
diran! en cuya ejecución tomaron parte las Señoras Yañes, Baus y Revilla,
y los Señores Rios, Cejudo, etc.
Las piezas que el Sr. Ojeda cantó, y que obtuvieron una aceptación ad-
mirable, fueron una cavatina en la ópera María Rudenz del maestro
Donizzetti, otra de la Niobe del maestro Pacini, y además las preciosas
canciones andaluzas Los toros del Puerto y El matón del Perchel. En to-
das las piezas que tuvimos el placer de oírle, mereció justos e innume-
rables aplausos. El Sr. Ojeda es un cantante bueno, verdad es que posee
José Luis Ortiz Nuevo

una voz de no mucha fuerza, pero su modo de conducirla, y sobre todo


su excelente método de canto, contribuye a hacerle un artista digno de
nuestro elogio. Las canciones andaluzas hicieron furor. Nadie creería que
después de habernos hecho sentir con su dulce voz los bellos cantos de
Donizzetti, nos haría reír y alegrarnos el escuchar al cantante español
nuestros aires nacionales con la misma gracia y naturalidad del país. En
fin el Sr. Ojeda ha encontrado eco en el público sevillano, que ha tenido
la ocasión de admirar los adelantos del artista andaluz, y nosotros nos
complaceríamos, no porque en nada estemos ligados a él, sino a fuer de
nacionales, en que se inundase nuestra escena así fuera a millares de can-
2
tantes españoles, que como el Sr. Ojeda honrasen a su patria .
(EL ORFEON ANDALUZ. 24 de febrero. 1843)

***

El sábado 4 deberá ejecutarse en el Teatro Principal el beneficio del Sr.


Ojeda Manti. Las piezas que para esta función ha escogido deben en nues-
tro concepto merecer el aprecio del público, que tantas y tantas pruebas
de entusiasmo ha dado al artista andaluz, aplaudido unánimemente en
los teatros extranjeros, y que ahora viene a presentar en el nuestro las
muestras de sus talentos artísticos. De esperar es que los sevillanos, que
240 deben envanecerse de contar entre el número de paisanos al Sr. Ojeda,
se apresurarán a gozar por última vez de los encantos que el artista sabe
proporcionar con sus delicados cantos y sus graciosas e inimitables can-
ciones andaluzas, pagando así los desvelos que ha empleado por llenar
3
cumplidamente los deseos del público
(EL CORREO DE SEVILLA. 1 de marzo. 1843)

No piense el lector que se trata de una broma o excepción. Tampoco, en este


caso, es muestra del reconocido narcisismo sevillano. No tocó el asno (perdón
señor tenor por la comparación) la flauta por casualidad. Y por supuesto que
no es obra de invención, ni un error, ni cachondeo o exagerada noticia propia
de sensacionalismo cultural prematuro. Sencillamente la verdad de unos he-
chos naturales acaecidos en Híspalis por aquellos años tan antiguos, primeros
testimonios encontrados entre los que tratan de lo mismo: sorprendente y real
el hecho de que por aquel entonces y luego después por mucho tiempo alante:
tenores, bajos, tiples... tanto naturales del país como de la extranjería, en Sevilla
no sólo interpretaban su obligado repertorio sino que, algunos y algunas entre
ellos, solían incluir con cierta frecuencia en sus conciertos esas que al princi-
pio canciones andaluzas se llamaban y al cabo conocidos por cantos, cantes
flamencos. Así como lo ven, sí, se lo aseguro, así como lo leen. Y si quieren por
ustedes mismos convencerse, tengan la bondad de continuar en la lectura y
comprobarán que es verídico lo dicho. Palabra.
¿Se sabe algo?

Bailes de sociedad.- Continúan en boga los que da una sociedad de jóve-


nes en las noches de los días festivos en el salón de Oriente. Muy con-
currido estuvo el último bailándose de tal modo, que parece increíble
haya quien se exponga a sudar tanto “polkando”. Muchas jóvenes, en-
tre las que se contaban algunas muy lindas, paseaban por el salón, en el
que reinaba mucho orden y mucha alegría. También se cuenta con ratos
musicales, pues oímos cantar a la guitarra y al piano algunas canciones
andaluzas. La Sra. Morera y su esposo Debezzi ejecutaron un trozo de
Tío Caniyitas, aun cuando el segundo no recordaba bien el acompaña-
miento. La sociedad, que proporciona esos amenos ratos, ha conseguido
su objeto, pues presenta una reunión agradable. Mucho podrá prosperar
en la temporada de invierno.
(EL PORVENIR. 2 de junio. 1852)

***

TEATROS
San Fernando.- Ultima representación de la ópera cómica Jugar con fue-
go, a beneficio de la Sra. de Montenegro. Concluido el segundo acto bai-
lará la Sra. Montero el Jaleo de Jerez. Al final de la ópera cantará la Sra. de
Montenegro un rondó con letra española, y después cantará dicha señora
la canción del Contrabandista, vistiendo un traje análogo. 241
Nota.- El abono anunciado quedará cerrado definitivamente en ese día.
(EL PORVENIR. 23 de junio. 1852)

Por lo que cuentan y refieren, ni ellos mismos se lo podían creer. A lo mejor ni


querían. Asombro de milagro era y trabajo les costaba reconocerlo. De alguna
manera el orgullo patrio herido, pues ya estaba bien que un tenor sevillano se
atreviese... pero que encima de gachó, gabacho fuera el cantante, ¡carajo! eso es
demasiado:

Las Ventas de Cárdenas.- Al fin oímos al tenor Belart esa graciosísima


canción, en la que obtuvo un éxito extremadamente lisonjero. Increíble
nos parecía que el tenor que con tanto sentimiento había dicho el ¡Ah!
perche non posso odiarte de la Sonámbula, cantase momentos después,
con una gracia sin igual, y con esas inflexiones de voz que solo habían te-
nido hasta aquí algunos hijos de la tierra de María Santísima, la conocida
copla de las malagueñas:

En Francia dicen mon Dieu,


en Italia giusto cielo
y aquí decimos... ¡caramba!
y se junde el mundo entero.
José Luis Ortiz Nuevo

Cuando los aficionados a polos y cañas se enteren del asunto, ya tiene


4
Belart Ventas de Cárdenas para unos días .
(EL PORVENIR. 6 de octubre. 1853)

Así que conducidos en volandas por la admiración no tuvieron más remedio


que admitir la universalidad de su música, la nuestra música del sur, no ya
por su entera grandeza sino mismamente sorprendidos ante la evidencia de
que fuera posible armonizar un conjunto en el que artistas de distintas patrias
y culturas con distintos instrumentos y distintas voces y maneras técnicas... se
juntasen en un empeño creador de naturaleza andaluza abierta gozosamente al
mundo de la belleza: popular y culta y andaluza y universal belleza. Artistas.

CONCIERTO.- En la noche del último viernes tuvo lugar en el salón


de Oriente un concierto dispuesto por el profesor de guitarra don Tri-
nidad Huerta, acompañándole el señor Belart, primer tenor del teatro
Principal; el señor Luigini, profesor de cornetín y una orquesta dirigi-
da por don Silverio López de Uría. No pudo cantar la señorita Zulger,
por habérselo impedido una indisposición repentina. El crédito de los
indicados artistas no podía menos de prometer un buen rato a los con-
currentes, y los continuos aplausos que en el salón resonaban eran otros
tantos comprobantes de que sus esperanzas no habían sido defraudadas.
242 Sobre Huerta, poco podremos añadir a los justos y encarecidos elogios
que la prensa de esta capital le ha prodigado en distintas ocasiones; sólo
diremos, pues, que en todas las piezas por él ejecutadas, se sostuvo a la
altura de su reputación europea. Debemos hacer mención particular de la
pieza que ha titulado Concierto fantástico, tanto por ser nueva, como por
ser nuevo el género en que la ha compuesto, o al menos distinto del de
las demás composiciones que hasta ahora le habíamos oído. Es una mú-
sica de mucha armonía, y su ejecución debe por lo tanto ofrecer graves
dificultades en un instrumento tan espinoso como lo es la guitarra; pero
tanto las dificultades de la composición, como las naturales de la ejecu-
ción y las particulares de la nueva guitarra mandada construir al efecto,
todas fueron abordadas por Huerta con la osadía del genio poseído de
confianza en sus omnímodos recursos, y todas fueron superadas por él
con admiración del auditorio. El señor Belart cantó las romanzas de la
Lucrecia y de Rigoletto, con esa fuerza de sentimiento y exquisito gusto
que le han atraído generales simpatías; pero donde arrebató al público
fue en los cantos nacionales, para cuya ejecución parece haber recibido
de la naturaleza un don especial que exclusivamente le pertenece. No fue
menos feliz el señor Luigini en unas variaciones de cornetín que ejecutó
con una habilidad extraordinaria. Ese artista maneja su instrumento de
una manera tan sorprendente, que sólo oyéndolo puede formarse una
¿Se sabe algo?

idea de su mérito. La orquesta contribuyó no poco a amenizar la función


tocando sinfonías en los intermedios, y acompañó las variaciones de cor-
netín y las canciones nacionales a completa satisfacción de los oyentes.
Fueron varias personas de quienes oímos este juicio, que tenemos una
satisfacción en hacer público.
La concurrencia fue muy numerosa y lucida; saliendo todos muy conten-
tos, no sólo por el placer que les resultó oír el concierto, sino también por
haber presenciado la cordial fraternidad con que los señores Belart y Lui-
gini se prestaron a acompañar al señor Huerta, sin las rivalidades pro-
pias de adocenadas medianías y con el desinterés de verdaderos artistas,
convencidos de que todos los hombres de mérito caben en el templo de la
gloria, sin estorbarse mutuamente ni perjudicarse en lo más mínimo. En
vista de la benévola disposición que los concurrentes manifestaron, nos
lisonjeamos de que el concierto del viernes no será el último rato agra-
dable que nos proporcionen estos artistas reunidos, antes de dispersarse
por el mundo civilizado, en busca de nuevas y merecidas coronas.
(EL PORVENIR. 2 de diciembre. 1853)

A partir de estas experiencias la historia de los hechos se encarga de anotar de


vez en vez en sus anales una serie extensa de acciones semejantes de las que
son protagonistas profesionales de la música culta: tenores, bajos, barítonos,
tiples y vicetiples; y también de otras ramas del espectáculo como actores y ac- 243
trices y danzantes... que hacen manifiesta su afición, pudiera decirse que doble
militancia:

Novedad Teatral.- Según nos han informado formará parte de la compa-


ñía de Zarzuela del Teatro San Fernando como tenor cómico y del género
5
andaluz el apreciable actor lírico dramático don Francisco Antonio Cega.
Nos aseguran que es un joven digno de aprecio por todos conceptos y
que en otra ocasión dejó en Sevilla gratos recuerdos y muchas simpatías.
(EL PORVENIR. 5 de noviembre. 1854)

***

BENEFICIO.- El jueves tendrá lugar el del señor Luna. Parece que se


acompañará de la comedia en tres actos Un infierno o la casa de huéspe-
des; la canción andaluza El torero de Madrid, cantada por el señor Muñoz;
la pieza titulada Un cabello; la zarzuela La venta del Puerto; y la pieza El
tío Carando en las máscaras. Lo variado de la función y las simpatías de
que goza el señor Luna, le auguran un buen beneficio.
(EL PORVENIR. 20 de marzo. 1855)
José Luis Ortiz Nuevo

BENEFICIO.- Sabemos que el del tenor señor González, que por cir-
cunstancias que son notorias no había podido verificarse hasta ahora, se
ejecutará mañana, a pesar de los obstáculos que para ello ha tenido que
vencer el apreciable artista a quien nos referimos. Parece que se pondrá
en escena la zarzuela El Marqués de Caravaca, cuyo protagonista des-
empeñará el beneficiado, la pieza andaluza Lola la gaditana, en la cual
cantará la graciosa Salvadora Cairón, y alguna otra producción que no
recordamos. Es de esperar que el señor González logre los buenos re-
sultados que son de suponer, atendidas las muchas simpatías que goza
entre el público sevillano.
(EL PORVENIR. 23 de mayo. 1855)

***

TEATRO DE S. FERNANDO.- Función para hoy jueves 29 de enero,


a beneficio de doña Josefa Murillo, primera tiple de la compañía de zar-
zuela. Se pondrá en escena la aplaudida comedia en el acto, El dómine y
el montero. Con el objeto de hacer más variado el espectáculo la señorita
Murillo acompañada de la orquesta cantará tres canciones en el orden
siguiente: 1º la mantilla de tira. 2º la Macarenilla. 3º la Malagueña. Se-
guirá la aplaudida zarzuela en cuatro actos, El sargento Federico. A las
244 siete.
(EL PORVENIR. 29 de enero. 1857)

***

Teatro San Fernando.- La chistosa pieza andaluza en un acto El Pesqui


macareno. Se cantarán por la señorita Murillo las lindas canciones mala-
gueñas tan aplaudidas en la noche de su beneficio. El juguete lírico anda-
luz La Sal de Jesús.
(EL PORVENIR. 5 de marzo. 1857)

***

Teatro San Fernando.- El señor Santés cantará un polo expresamente es-


crito para la zarzuela El Tío Caniyitas. El señor Santés cantará las aplau-
didas Ventas de Cárdenas.
(EL PORVENIR. 22 de mayo. 1857)

***

Teatro San Fernando.- La tonadilla El Sacristán y la viuda cantada por la


¿Se sabe algo?

señora Cruz y el señor Lozano. El señor Santés volverá a cantar el aplau-


dido polo de El Tío Caniyitas.
(EL PORVENIR. 28 de mayo. 1857)

***

Teatro San Fernando.- La linda canción andaluza El Camaronero por el


aplaudido tenor Santés.
(EL PORVENIR. 3 de junio. 1857)

***

Nuevo triunfo.- La señorita doña Josefina Murillo, artista tan conocida y


apreciada del público sevillano ha obtenido últimamente en la capital de
la monarquía el triunfo más lisonjero que podía apetecer. Invitada por el
presidente del Consejo de ministros a que tomara parte en un concierto
que había de verificarse en su morada, y al cual asistirían su alteza real
la princesa de Asturias, el embajador de Rusia y varios personajes de los
altos círculos madrileños, se efectuó aquel, y la bella artista hizo oír en-
tre otras canciones, las preciosas Malagueñas, en que tanto se distingue,
siendo sumamente obsequiada por la escogida concurrencia que la escu-
chó con marcadas muestras de agrado, y le dispensó las más afectuosas 245
deferencias. La felicitamos por esta nueva ovación, y le deseamos siga
recogiendo lauros en la difícil carrera que bajo tan felices auspicios ha
emprendido.
(EL PORVENIR. 4 de agosto. 1857)

***

El Teatro.- La nueva dirección del teatro de San Fernando, dirección


invisible pero que no por eso se deja sentir menos en sus desacertadas
disposiciones, es ya objeto de merecidas censuras por parte del público
imparcial. Dícese que días pasados estando anunciado que la señorita
Speranza cantaría una canción andaluza, sólo por complacer una exigen-
cia ridícula, se varió la función a última hora, suprimiéndose aquella par-
te del programa, a pesar de las reclamaciones de la Srta. Speranza. Tam-
bién se asegura que hay fuertes diferencias entre los dueños del teatro, el
ex-director y los nuevos directores oficiales del espectáculo. No sabemos
a quién dirigirnos con el deseo de que terminen estos conflictos, pues
la autoridad que debe proteger el teatro, dudamos que esté en posición
para remediarlos.
(LA ANDALUCÍA. 4 de mayo. 1859)
José Luis Ortiz Nuevo

Estas fuertes disidencias, un tanto inexplicadas por la nota anterior, señalan un


hito en el camino de conflictos que plantearán tales actuaciones en el futuro. La
distancia y diferencia de los géneros convocarán ciertamente polémicas y aun
problemas escandalosos, como en su momento se podrá ir viendo.

Teatro.- En la noche del 18 tuvo lugar en el coliseo de San Fernando el


beneficio de la primera tiple absoluta doña Carmelina Poch. Las Vísperas
Sicilianas fue la ópera escogida por la beneficiada, en la que luce sus do-
tes de una manera que deja poco que desear. Ya el año pasado nos ocu-
pamos de la brillantez con que la señorita Poch canta este spartito, y sólo
nos resta hoy añadir que si bien durante toda la ópera recibió la simpática
cantatriz pruebas inequívocas del aprecio del público; el entusiasmo de
este llegó a su colmo al concluir el bolero. Multitud de ramos y coronas,
gran número de poesías y todo cuanto puede lisonjear a una artista, otro
tanto vio a sus pies la señorita Poch.
El público pidió la repetición del bolero, como siempre que los canta; ter-
minando éste volvió a prodigarla magníficas coronas, versos y nutridos
y prolongados aplausos.
(EL PORVENIR. 22 de junio. 1862)

***
246
Escena teatral.- En la noche del pasado sábado representándose en el tea-
tro de San Fernando la zarzuela titulada El Tío Caniyitas, al comenzarse el
acto segundo el público pidió que el Sr. Crescj cantase las malagueñas. La
autoridad que presidía no lo tuvo por conveniente, lo que produjo que se
concluyera el espectáculo, pues la gritería era inmensa. En el momento
en que se presentó en el interior del local la fuerza de la Guardia Civil, el
público comenzó a abandonar el teatro. Lamentamos esos hechos consu-
mados en el que debe ser templo de cultura y del arte.
(EL PORVENIR. 17 de marzo. 1863)

***

El sábado en la noche se puso en escena en el Teatro San Fernando la pro-


ducción del género andaluz titulada La Sal de Jesús y la zarzuela El Tío
Caniyitas. Durante la representación de la primera, pidió el público que
se repitiese una de las canciones por un artista. El Sr. Teniente de Alcalde
que presidía, accedió desde luego, así como cuando en el segundo acto
de El Tío Caniyitas, significaron deseos los espectadores de escuchar por
tres veces el aria que mereció muchos aplausos al señor Crescj. La autori-
dad dio de este modo señaladas muestras de deferencia que aplaudimos,
¿Se sabe algo?

pues manifestó hasta qué punto se comprenden las tendencias de la épo-


ca y las consideraciones que se deben al público. Inmediatamente pidió
una voz que el barítono cantara las malagueñas a cuya exigencia se negó
el presidente por estar prohibido que se ejecute lo que no se anuncia;
entonces el público, o mejor dicho, una parte de la concurrencia, olvi-
dando que la autoridad había sido sobrado galante, y descendiendo de
la actitud decorosa que conviene en el lugar donde mejor se manifiestan
los grados de cultura de una población, gritó y apostrofó al presidente,
dando un espectáculo muy deplorable con tales inconvenientes que hubo
que correr el telón aún antes de terminar la zarzuela.
(LA ANDALUCÍA. 17 de marzo. 1863)

De donde se infiere que el populacho no debería ir jamás a los teatros y mucho


menos aún empeñarse en escuchar sus cantos favoritos.

Menos mal que también había autoridades que interpretaban con menos rigor
los reglamentos y, con su beneplácito, podían las lindas bailarinas de rango
extranjero lucir sus cuerpos en el voluptuoso baile del Ole. ¡Ole!

BENEFICIO.- El jueves próximo, 9 del corriente, tendrá lugar en nuestro


teatro el del primer actor don Benito Chas de Lamotte, con una escogi-
da y variada función lírico-dramática elegida para esta noche: el famoso
drama en cuatro actos y un prólogo original y en verso de don Antonio 247
García Gutiérrez Simón Bocanegra, en cuyo desempeño se distingue so-
bremanera nuestro primer actor y director de escena don Pedro Delgado.
También sabemos que el señor don Juan Bejarano, por obsequio al señor
Chas de Lamotte, ha tomado a su cargo el desempeño de uno de los prin-
cipales papeles de esta obra. A petición de infinidad de personas, y por
deferencia también al beneficiado, Mlle. Henriette Bosse, primera bailari-
na de rango extranjero, se presentará a bailar el popular Ole.
(EL PORVENIR. 5 de febrero. 1865)

Quedó el gato escaldado y a la vez siguiente se cuidó muy mucho de incluir en


el programa, para evitar problemas, las muy aplaudidas malagueñas. Fue tres
años después de la gran bronca, temporada triunfal para el primer barítono
7
don Manuel Crescj , la de 1866:

TEATRO DE SAN FERNANDO.- A las siete en punto de la noche 9ª


función de abono, a beneficio del primer barítono don Manuel Crescj.
Dúo de tiple y barítono de La Traviata. La canción andaluza titulada
Las Ventas de Cárdenas por el beneficiado, cantando también Las Ma-
lagueñas. La zarzuela en un acto nueva en esta temporada Criados de
confianza.
(EL PORVENIR, 14 de febrero. 1866)
José Luis Ortiz Nuevo

Entre tanto otros beneficios y conciertos sucedían:

TEATRO SAN FERNANDO.- Beneficio de la primera tiple Doña Adela


Rodríguez. Los clisos de mi gaché, canción andaluza por la beneficiada. El
Tío Caniyitas. En el primer acto se bailará por la señorita Huelva y se
cantará por la beneficiada El Vito.
(LA ANDALUCÍA. 31 de enero. 1866)

***

TEATRO SAN FERNANDO.- Beneficio del primer tenor cómico Don


Eugenio Fernández. Hemos oído que el beneficiado dispone en el tercer
acto de El secreto de una dama de una colección de seguidillas graciosas
y chispeantes, con que complacerá al público en las repeticiones a que
suele invitarle de costumbre8.
(LA ANDALUCÍA, 7 de febrero. 1866)

***

TEATRO DE SAN FERNANDO.- Beneficio de la primera característica


248 de la compañía, doña Francisca Bigones. Se cantará por la beneficiada la
canción andaluza La Juanita. La beneficiada cantará la canción andaluza,
nueva en este teatro, Los pollos.
(LA ANDALUCÍA. 21 de febrero. 1866)

***
9
TEATRO DE VARIEDADES .- El sábado hizo su debut en dicho teatro
el barítono Sr. Lino siendo muy bien recibido por el público y llevando
aplausos en unión del Sr. Goenaga. El domingo cantó el Sr. Lino En las
astas del toro con bastante acierto, y fue muy aplaudido, especialmente
en los cantares andaluces, que regaló en la guitarra.
(EL PORVENIR. 27 de marzo. 1867)

***

TEATRO DE SAN FERNANDO.- Beneficio del tenor Sr. Castro. La can-


ción andaluza El Sereno por el beneficiado.
(LA ANDALUClA. 10 de julio. 1867)
¿Se sabe algo?

Dijimos que el beneficio de la distinguida prima donna Sra. Villar de Vol-


pini, anunciado para la noche del 15, sería un acontecimiento artístico y
no nos engañamos.
... Se pusieron en escena los dos primeros cuadros de El Barbero de Sevi-
lla, la escena final, aria de bajo coreada y rondó de Lucía de Lammemoor,
el tercer acto de Marta, y el bolero de Las Vísperas Sicilianas, además
de un baile y de varias canciones andaluzas que cantó la beneficiada...
De todas partes se le ofrecían colosales ramos de flores, uno de ellos de
dos metros de altura, en los cuales se habían apurado las combinaciones
delicadas y brillantes; se apuraron, en fin, las demostraciones de entu-
siasmo, aunque decimos mal, no se apuraron, pues llegó el bolero de Las
Vísperas Sicilianas, llegaron las canciones andaluzas; la prima donna,
encarnación genuina de la escuela italiana, recordó con inimitable gracia
que había bebido la inspiración bajo el espléndido cielo y el ardiente sol
de Andalucía, y aún hubo más flores y más aplausos; porque ovaciones
como las que el viernes recibió la Sra. Volpini, sólo pueden realizarse en
este suelo, donde las flores brotan como brota la poesía y el sentimiento
de lo bello en la imaginación de sus hijos.
(LA ANDALUCÍA. 17 de mayo. 1868)

***
249
TEATRO LOPE DE RUEDA.- A beneficio del primer barítono don Mi-
guel González. El beneficiado cantará a la guitarra una preciosa habanera
y la linda jota titulada La Sarabanda.
(EL PORVENIR. 5 de febrero. 1869)

Y para concluir el tiempo de los sesenta, sea una noticia que publicó el diario
LA REVOLUCION ESPAÑOLA, el 30 de octubre de 1869, en la que se daba
cuenta de un concierto en el palacio de la Excma. Diputación Provincial, en el
que intervendrían: el joven violinista Palatín, brillante pensionado en el Con-
servatorio imperial de París, y el señor Camero, cantante de privilegiadas do-
tes... quienes tuvieron a bien incluir en el programa: Canción española Las
Malagueñas (Camero).

Abriendo la página de la década siguiente, la continuidad de estos hechos se


acrecienta. Por el decenio la célebre prima donna absoluta señora Volpini va a
recibir todos los beneficios y todos los aplausos del mundo, no sólo en Sevilla,
también en Cádiz, que se sepa.

TEATRO DE SAN FERNANDO.- Beneficio de la Señora Elisa Villar de


Volpini. La canción andaluza LOLA. Terminando con las populares y
José Luis Ortiz Nuevo

siempre aplaudidas MALAGUEÑAS, que cantará la beneficiada.


(LA ANDALUCÍA. 1 de junio. 1871)

***

BENEFICIO.- Inimitable estuvo en el suyo la señora Volpini. Después


de desempeñar magistralmente su parte en La Lucía llegó el turno a una
preciosa danza que cantó como ella sola sabe hacerlo. Sin embargo en las
Malagueñas ya el entusiasmo del público se convirtió en verdadero deli-
rio. Los aplausos atronaban el espacio y hubo momentos en que se creían
que iba a venirse abajo el teatro.
10
(EL PORVENIR. 18 de junio. 1872)

***

Las dos noches que ha cantado en el Gran Teatro de Cádiz, nuestra com-
patriota la señora Volpini, ha obtenido un verdadero triunfo. Al termi-
nar el aria de Rosina en el Barbero la noche del sábado, fue llamada a la
escena varias veces, viéndose el palco escénico cubierto literalmente de
flores. A petición del público cantó las clásicas malagueñas y el tango de
los Dos Ciegos, provocando una verdadera ovación.
250 (LA ANDALUCÍA. 4 de junio. 1873)

***

Anteanoche tuvo lugar (teatro San Fernando), como oportunamente


anunciamos, el beneficio de nuestra distinguida compatriota Elisa Villar
de Volpini, cantándose tres actos del Fausto, el aria de Rosina del Barbero
11
y unas malagueñas escritas por el maestro Oudrid .
12
(LA ANDALUCÍA. 11 de junio. 1873)

***

Solemnidad artística.- Ayer ante una inmensa y escogida concurrencia...


tuvo lugar en el Teatro San Fernando el beneficio de la eminente artista
señora Villar de Volpini... cantándose por la beneficiada los dos actos
primeros de Los Puritanos y el tercero de Lucía...
La orquesta ejecutó después la obertura de Semíramis terminando el es-
pectáculo con una habanera y varias malagueñas cantadas con inimitable
gracia y con ese “salero” imposible de expresar por quien no haya nacido
bajo los ardientes rayos del sol que alumbra nuestra poética Andalucía.
(EL PORVENIR. 4 de junio. 1874)
¿Se sabe algo?

...Donde el entusiasmo del público rayó en locura, fue al presentarse ves-


tida con el clásico traje de maja a cantar con la inimitable gracia que sabe
hacerlo, una preciosa habanera y las malagueñas. Por dos veces tuvo que
repetir este canto popular, siendo saludada al terminar cada una de las
coplas, con frenéticos aplausos y bravos, en tanto que descendían, ocu-
pando todo el espacio del teatro, nubes de inspiradas composiciones poé-
ticas y largos tajos de papeles de colores, en los que se veían impresos
13
dedicatorias a la eminente artista tan querida del público sevillano .
(LA ANDALUCÍA. 4 de junio. 1874)

Tras el esplendor magnífico de la Volpini engalanada de incontables benefi-


cios, ovaciones y versos en su honor; volvamos de nuevo al hilo de los años
sucesivos; pero sea antes una escueta reflexión por lo antedicho en este tramo
del libro:

Si aquellos cronistas hubiesen tenido semejante disposición, conocimiento y


diligencia, para dar a conocer y valorar a los genuinos artistas flamencos de la
época, bien distinta habría sido la noticia que de su hacer habemos. Pena.

Y fue en Cádiz, por los tiempos de Enrique Mellizo, sucedió:


251
Con admirable gracia, con gracia verdaderamente española, cantó ano-
che la señora Ramírez en el Gran Teatro la canción andaluza Juanita,
arrancando del público ruidosos bravos y aplausos y recibiendo nume-
rosos ramos de flores que le fueron arrojados a la escena. Hasta dos veces
tuvo que repetir la Juanita nuestra simpática y distinguida compatriota.
14
(LA ANDALUCÍA . 28 de diciembre. 1872)

***

Anoche hubo un lleno en el Gran Teatro, con motivo de haberse anuncia-


do que la señora Ramírez cantaría la canción titulada La Juanita. No hay
que decir el entusiasmo del público al presentarse en escena luciendo su
lujoso vestido de maja, y ejecutando con tanta gracia la popular canción
del maestro Iradier. Los aplausos fueron atronadores, y al ser llamada
al palco escénico, el público pidió que cantase las Malagueñas, a lo cual
se prestó gustosísima, ejecutando las tan bonitas de la zarzuela Nadie
se muere hasta que Dios no quiere, redoblándose los bravos, aplausos y
llamadas a escena.
15
(LA ANDALUCÍA.ll de enero. 1873)
José Luis Ortiz Nuevo

...El público impaciente esperaba a la antigua tiple de zarzuela, a la que


hoy es una artista de gran mérito en el teatro italiano, para oírle, como
estaba anunciado, las malagueñas de la zarzuela Nadie se muere hasta
que Dios no quiere.
Con una gracia encantadora y con un traje que nos recordaba aquellos
tipos de majas encanto de todo el mundo, se presentó, en medio de una
lluvia de aplausos, la Sra. Ramírez y cantó tres coplas con una maestría
y delicadeza como solamente ella y nada más que ella posee, hasta que
el público pidió cantase la canción Juanita, que, con una galantería sin
igual, le proporcionó un triunfo completo de todo el público sin distin-
ción.
(LA ANDALUCÍA. 17 de enero. 1873)

De manera que tras el alboroto gaditano la Señora Ramírez acude en olor de


triunfo al principal coliseo de Sevilla, teatro San Fernando, naturalmente a re-
cibir su beneficio:

La función se compondrá, según tenemos entendido, de un acto de la


Martha, del tercero de La Traviata, tercero de Lucía y de la linda canción
andaluza La Perla, escrita expresamente para la señora Ramírez por el Sr.
D. Ventura Sánchez de Madrid.
252 (LA ANDALUCÍA. 12 de febrero. 1873)

De Volpini a Ramírez y de Ramírez a Ruiz va el cante de las señoras como de


oca en oca levantando admiraciones grandes, clamores de satisfacción por tan-
ta elegancia bien dispuesta a recrearse en los cantos del pueblo:

Dice LA POLITICA:
Invitados por el reputado profesor D. Enrique Marzo, asistimos a su casa
con objeto de oír a la Señorita doña Carmen Ruiz, joven sevillana de die-
ciocho abriles, que a su bella figura une una voz de “mezzo soprano”
en extenso, de timbre robusto y simpático y de espontánea agilidad de
natura.
...Cantó además la señorita Ruiz la cavatina del Barbieri de Siviglia, de
Rossini, con una gracia y agilidad sorprendentes, entusiasmando, por úl-
timo, a la reunión, con las canciones andaluzas que, como hija de la reina
de Andalucía, cantó maravillosamente.
(LA ANDALUCÍA. 2 de octubre. 1874)

***

En la noche del domingo tuvimos el gusto de asistir al certamen que ha-


¿Se sabe algo?

bía organizado entre sus alumnos el distinguido y acreditado profesor de


música de esta ciudad D. Francisco José Feo.
... Terminada la primera parte del concierto, las señoritas Da Carmen Ruiz
y Da Francisca Guerrero, cantaron preciosos tangos y canciones popula-
res. Entre estas últimas figuró también la canción andaluza El Currillo,
original de la señora de Barraca, composición llena de gracia y que está
muy en carácter.
(LA ANDALUCÍA. 6 de octubre. 1874)

Tras un aprendizaje tan lúcido y con sus condiciones de cuerpo y de garganta,


enseguida la señorita Ruiz subió a los escenarios; con veinte años, vedla:

Esta noche se verificará en el teatro del Duque el beneficio del Señor Im-
perial, poniéndose en escena la zarzuela en tres actos El Relámpago y la
en uno Nadie se muere... cantando en esta última la señorita Ruiz unas
preciosas malagueñas.
(LA ANDALUCÍA. 14 de septiembre. 1876)

***

La aplaudida primera tiple del teatro del Duque, señorita Ruiz, ha can- 253
tado dos noches consecutivas en la zarzuela Nadie se muere..., unas pre-
ciosas malagueñas que han sido muy del agrado del público, mereciendo
los honores de la repetición.
(LA ANDALUCÍA. 16 de septiembre. 1876)

Después de esta saga de la Ruiz en su apogeo, sea una otra consideración en


torno del predominante papel que, en este asunto, tiene el cante de las Ma-
lagueñas, favorito del público y artistas, capaz de inspirar a insignes compo-
sitores que adornaron zarzuelas muchas con tales coplas naturales de María
l6
Santísima .

Regresamos al orden cronológico por causa de extranjería:

En el teatro de la Puerta de S. Martín de París, se representa una ópera titulada


Carmen de costumbres al parecer españolas...

... en la que un torero enamorado de Carmen canta como si quisiera imi-


17
tar unas Rondeñas...
(EL PORVENIR. 1 de abril. 1875)
José Luis Ortiz Nuevo

Rondeñas en París cuando el estreno de Carmen, la ópera famosa; ¿y en Sevi-


lla?: beneficios:

TEATRO DE SAN FERNANDO.- Beneficio de la primera tiple Señora


Franco de Salas. Por la beneficiada se cantarán las Malagueñas.
(EL PORVENIR. 8 de enero. 1876)

***

Beneficio.- En la noche del sábado se verificó en el Teatro de San Fernan-


do el de la simpática y distinguida artista Señorita Uriondo...
...Después, y por una galantería que con el público tuvo, a las repetidas
instancias de éste, cantó dos coplas de Malagueñas, no sin antes haber
manifestado que sin saberlas bien, por no haber cultivado el género, se
disponía a hacerlo, sólo por satisfacer el deseo de la concurrencia; cir-
cunstancia que, como no podía menos, acabó de traerle todas las simpa-
tías.
(EL PORVENIR, 10 de febrero. 1876)

***

254 Beneficio.- Para la señorita Soler di Franco, en el Teatro Circo del Duque.
Además de cantar la zarzuela Catalina hizo también la habanera Lola y a
petición del público cantó el popular tango de C. de L. llamado La Mar.
(EL PORVENIR. 19 de agosto. 1876)

***

TEATRO SAN FERNANDO.- (Se representa la zarzuela El siglo que


viene). La señorita Carolina López cantó unas malagueñas con muchísi-
ma sal y que el público le hizo repetir cinco veces con entusiastas aplau-
sos.
(EL PORVENIR. 23 de enero. 1877)

***

TEATRO SAN FERNANDO.- (Se representa la zarzuela La vuelta al


mundo). La señorita López, que canta con mucha expresión no ha des-
mentido nuestro aserto en La vuelta al mundo; dígalo si no la romanza
con que fascina a la culebra. Y vaya un incidente. Durante la ejecución
del cuadro Negros y blancos sale una voz del paraíso y grita: ¡Las mala-
gueñas! Y produce tal eco, que todo el mundo repite: ¡Las malagueñas!
¿Se sabe algo?

La señorita López condescendió gustosa y sus malagueñas merecieron


estrepitosos aplausos. Cosas de la tierra.
En la obra se cantan habaneras, y El Tío Conejo hizo un verdadero gitano
de Triana.
(EL TRIBUNO. 20 de febrero. 1877)

A cuenta de estas notas sabemos que no sólo por mor de beneficios entraban
en escena las aplaudidas canciones del país, sino que avispados autores del
género cómico-lírico-bailable, introducían en sus piezas pasajes de andaluza
naturaleza procurando el aplauso entusiasta del respetable.

Y aunque a ustedes puedan parecerles excesivos quedan todavía más benefi-


cios y más malagueñas que cantarse:

TEATRO SAN FERNANDO.- Beneficio de Doña Carolina López. Por la


beneficiada se cantarán las Malagueñas.
(EL PORVENIR. 28 de febrero. 1877)

***

TEATRO CIRCO DEL DUQUE.- Beneficio del Señor Galea. La canción


255
Las Ventas de Cárdenas, por el beneficiado.
(EL PORVENIR. 4 de enero. 1878)

Entre ambos sucedió un asunto extraordinario del que se hicieron eco las pági-
nas del diario EL UNIVERSAL, diciendo que un cuerpo de coros formado por
individuos de diversas agrupaciones corales sevillanas, ensayan en el salón alto
del café Emperadores, entre otras piezas, el wals andaluz: la Jembra de caliá;
para cantárselo al Rey en su visita a Serva (16 de marzo de 1877).

¿Para qué anunciarles que viene ahora otra tanda de beneficios?

CONCIERTO.- En la noche del domingo tuvo lugar en el teatro de Cer-


vantes el anunciado a beneficio de la señora doña Aurora Jaén.
La concurrencia, que a más de escogida era bastante numerosa, aplaudió
a la novel artista, principalmente en el Ave María de Gounod. También
entusiasmó al público cantando Malagueñas y Javeras a las que da la
gracia especial que estos cantes exigen y que sólo interpretan fielmente
las andaluzas.
(EL PORVENIR. 17 de septiembre. 1878)
José Luis Ortiz Nuevo

TEATRO SAN FERNANDO.- Beneficio de la prima donna señorita


Borghi Mamo, que cantará malagueñas, accediendo a los ruegos de va-
rios señores abonados...
(EL PORVENIR. 8 de mayo. 1879)

***

La Beneficiada accediendo a los deseos de varios aficionados, cantará en


uno de los intermedios o en la terminación de la obra, varias coplas de las
tan populares Malagueñas, constituyendo esta circunstancia un aliciente
más para que se vea esta noche el teatro muy concurrido.
(LA ANDALUClA. 9 de mayo. 1879)

***

TEATRO SAN FERNANDO.- Para fin de fiesta cantó la señorita Borghi


las Malagueñas, con la misma gracia y donaire que si se hubiese educado
entre las gentes de quienes es propio y peculiar ese género, por lo que fue
aplaudidísima.
(EL PORVENIR. 13 de mayo. 1879)
256
***

TEATRO CIRCO DEL DUQUE.- (La señora Williams canta en la zar-


zuela El Barberillo de Lavapiés). La Williams cantó, a petición del públi-
co, varias coplas de malagueñas, siendo muy aplaudida.
(EL PORVENIR. 17 de septiembre. 1879)

Como se ve no sólo las naturales del país “donde la sal se cría” eran capaces de
meter mano y garganta a los cantos de la tierra. Educadas en el conocimiento
de la música, las tiples y las vice tiples y todas las primas donnas... no hacían
sino aplicar su técnica al ejercicio de esas otras canciones que también eran de-
finitivamente música, hermosa y popular, por veces alegre y en otras triste, de
llanto y melancolía sus notas.

Honda la música en aquellos teatros que el tiempo se llevó, caminando altiva


entre los conciertos y los inevitables, justos y necesarios beneficios:

TEATRO DEL DUQUE.- (Beneficio de la señora Williams). Después del


aria el público pidió cantase la beneficiada unas malagueñas a lo que ac-
cedió ésta con inimitable gracia.
(EL PORVENIR. 16 de enero. 1880)
¿Se sabe algo?

Teatro Cervantes.- Canción andaluza Juanita por la Soane.


(EL PORVENIR. 6 de febrero. 1880)

***

Nueva Cantante.- Leemos en nuestro colega EL MERCANTIL SEVI-


LLANO: “La única novedad que ofreció el beneficio del barítono señor
Arcos fue la presentación por primera vez en escena, en el Teatro Circo
del Duque, de la distinguida aficionada señora doña María del Carmen
Torres... que también cantó bastante bien un potpurrí de aires nacionales
y, a instancias del público, y, con mucha gracia por cierto, unas preciosas
Malagueñas.
(EL PORVENIR. 9 de junio. 1880)

***

Salón Eslava.- El apropósito que con este título se presentó en el Teatro


Circo del Duque en la noche del pasado lunes, hizo las delicias del nu-
meroso público.
Escrito expresamente para el simpático artista señor Zamacois, interpreta
admirablemente cinco tipos distintos sobresaliendo en el andaluz, que se 257
canta y se baila, imitando además con chispeante gracia a los más nom-
brados matadores de toros.
(EL PORVENIR. 9 de junio. 1880)

***

Teatro Circo del Duque.- (Se representa la zarzuela Jugar con fuego).
Terminada la zarzuela, los espectadores pidieron con insistencia a la se-
ñora Latorre (primera tiple) que cantase unas Malagueñas, efectuándolo
así recibió por ello expresivas muestras del agrado con que había sido
escuchada.
(EL PORVENIR. 22 de octubre. 1880)

Quizá a estas alturas del relato pueda el lector manifestar lógico cansancio ante
tan exhaustiva relación de cantos populares dichos por cantantes de las óperas
y las zarzuelas. Si es así se ruegan disculpas y comprensión por los motivos
que fuerzan la cierta pesadez de esta larga retahíla. Mas como se advirtió al
comienzo del capítulo, lo que se pretende demostrar, con tanto aparato heme-
rográfico, es que no fue fenómeno aislado el que tenores y tiples y barítonos
se acercaran a lo popular, estableciendo una relación intensa que debió ser be-
José Luis Ortiz Nuevo

néfica tanto para unos como para otros, abriendo caminos de comunicación,
entendimientos más allá de las herméticas conductas de los solitarios.

Demostraba la vida otros más sugestivos, inesperados pasos:

Concierto.- El miércoles por la noche ejecutó al piano el capitán Voyer en


casa de nuestro amigo D. Luis Añino...
...Después de haberse retirado el capitán Voyer, continuó el concierto en
que tomaron parte las señoras doña Carmen López de Carrasco, doña
Magdalena Sanz de Añino, y doña Dolores Fernández y Arceniguí can-
tando con muy agradable voz y excelente estilo peteneras y malagueñas,
acompañadas respectivamente del piano por los señores Mariani, su dis-
cípulo el joven D. Ricardo Añino, y D. Antonio Fernández, terminando
la improvisada soíree con polkas, walses y sevillanas que fueron bailadas
por algunas parejas.
(EL PORVENIR. 15 de diciembre. 1882)

***
l8
La compañía infantil que viene actuando en el bonito teatro del Centro ,
se vio favorecida en la noche antes de ayer por un numeroso público que
258 llenaba por completo todas las localidades.
La simpática niña García, cantó con gusto y afinación la preciosa haba-
nera de C. de L. viéndose obligada a cantar en medio de atronadores
aplausos malagueñas y peteneras.
(LA IZQUIERDA LIBERAL. 19 de mayo. 1883)

***

Teatro Eslava.- En la noche del jueves la señorita Giráldez cantó a peti-


ción del público unas preciosas peteneras, siendo sumamente aplaudida
por la numerosa concurrencia.
(LA IZQUIERDA LIBERAL. 15 de septiembre. 1883)

***

Numerosa concurrencia llenaba en la noche del domingo el extenso y


bonito local del teatro de Eslava.
Fueron aplaudidas la Señora Giráldez y el Señor Galea, especialmente la
primera en las peteneras, cantadas al final de la zarzuela Ya somos tres,
con que terminó el espectáculo.
(LA LIBERTAD. 19 de septiembre. 1883)
¿Se sabe algo?

TEATRO SAN FERNANDO.- Beneficio de la prima donna señora Fos-


sa. Una lluvia de flores y poesías llenó el palco escénico al terminar la
preciosa canción andaluza La Lola que cantó la señora Fossa con gracia
y donosura por dos veces, entre bravos y aplausos, siendo además obse-
quiada con una elegante corona y dos hermosos ramos de flores.
(LA IZQUIERDA LIBERAL. 15 de mayo. 1884)19

***

TEATRO CERVANTES.- (Función dirigida por el aplaudido prestidi-


gitador A. Herrmann) Canciones húngaras y peteneras por la cantatriz
Mlle. Gizella Lagaji.
(EL PROGRESO. 12 de abril. 1885)

***

TEATRO CERVANTES.- La señora Romero de Segovia en la noche del


lunes cantó unos preciosos tanguitos que tuvo que repetir dos veces a
petición de los concurrentes.
(EL TRIBUNO. 28 de mayo. 1885)
259
En el próximo beneficio no se interpreta nada del género popular. Únicamente
el argumento de la comparación nos sirve, cuando el periodista piropea a la
tiple Méndez y de ella dice: Viste admirablemente.. y sobre todo es muy bella
y muy flamenca, como buena hija de Sevilla, bautizada en la Parroquia de San
Lorenzo (EL ESPAÑOL. 9 de junio de 1886). En donde el calificativo flamenca
se fija en condición de su naturaleza sevillana de San Lorenzo, habiendo perdi-
do su univocidad de correspondencia a lo gitano.

La saga o la plaga o la necesidad de beneficios continúa. EL CRONISTA infor-


ma el 7 de marzo de 1887 que en el Teatro del Duque:

Un verdadero acontecimiento tuvo lugar anteanoche en este coliseo, con


motivo del beneficio de la simpática primera tiple señorita Zaira Gattini,
...Pusiéronse en escena los dos primeros actos de la conocida ópera del
maestro Lecocq, titulada La Fliglia de Madama Angot y un apropósito
musical denominado Certamen Español, o Italia, España y viceversa,
compuesto expresamente para la beneficiada.
...La variedad del espectáculo estaba reservada al tercer acto, en el que
había de representarse el apropósito musical ya indicado. Como su pro-
pio nombre lo indica, no es más sino un certamen, en el que se trata de
José Luis Ortiz Nuevo

adjudicar un premio al artista español que goce de más popularidad y en


quien mayores éxitos concurran.
Previa constitución del correspondiente jurado, preséntase un torero en
demanda del premio. Con exquisito gusto vestía la señorita Gattini, be-
neficiada, a quien estaba encomendado este papel, un estrecho y bien alto
pantalón negro, faja grana, chaqueta torera de terciopelo carmesí y un
ancho y flamenco sombrero negro. Después de contestar, con la misma
gracia que pudiera hacerlo la más salerosa de las hijas de esta tierra, a
varias preguntas por las cuales había de demostrar su competencia en el
toreo, le fue denegado el premio, que para mejor ocasión le estaba reser-
vado.
...Continuando los ejercicios del certamen se representó por la Sra. Bar-
gaglia y el señor Bianchi el popular dúo del segundo acto del Barberillo
siendo muy aplaudidos; luego la Sta. Ciotti cantó con gusto la popular
canción de Torear por lo fino, agradando al público en extremo; más tar-
de se parodió grotescamente por la Sta. Ciotti y el señor Milzi la escena de
don Juan Tenorio con doña Inés a orillas del Guadalquivir; y por último
aparece vestida de manola la graciosa beneficiada, cantando peteneras, la
camisa de Lola y otras canciones populares adjudicándole el tribunal el
premio deseado y el público atronadores aplausos...

260 Si el de la Gattini fue memorable no menos brillante resultó el tributado a la


Theodorini:

El sábado 7 del actual se verificará en el Teatro San Fernando el beneficio


y despedida de la eminente artista Elena Theodorini...
...Como terminación del espectáculo, la beneficiada, ardiente admiradora
de los cantos populares andaluces, y deseosa de manifestar su gratitud
al público sevillano, que la ha colmado de aplausos, cantará algunas can-
ciones del país.
(EL BALUARTE. 5 de mayo. 1887)

***

TEATRO SAN FERNANDO.- Ayer se despidió su compañía. Sus tres


últimas funciones, dedicadas a beneficios, han sido de las mejores que
ha proporcionado. La de la noche del sábado, beneficio de la Theodorini,
estuvo realmente brillantísima... Hizo igualmente las delicias del públi-
co, cantando después, vestido el traje corto, la chaquetilla, y el zapato de
nuestra maja, habaneras, tangos y malagueñas, bastante bien. No esperá-
bamos que una rumana pudiera dar expresión y colorido a nuestros aires
20
populares, como lo verificó la señorita Theodorini .
(EL CRONISTA. 10 de mayo. 1887)
¿Se sabe algo?

Por el verano volvió a los placenteros jardines de Eslava la zarzuela futuróloga


Madrid en el año 2000, en la que, según EL TRIBUNO:

Merece especial mención la señorita María Castro que en su papel de la


Barbi, en el cuadro 6°, museo de antigüedades, cantó con sumo gusto
y en medio de atronadores aplausos malagueñas y tangos. No hay que
decir que tuvo que repetir a petición del público y que tuvo que salir a la
escena cinco o seis veces. (24 de junio. 1887).

Si tiempo atrás había sido el reinado absoluto de la malagueña, acompañada


luego por las peteneras, en estos años la palma se la lleva el tango, provocador
incluso de sonoros jaleos en su demanda, cuando el respetable no se cansaba
de sentirlos una y otra vez, los tangos.

TEATRO ESLAVA.- Un incidente desagradable disgustó a la mayor


parte del público: se empeñaron algunos espectadores en que la Srta.
Castro había de cantar por tercera vez los tangos, y como esta no apare-
ció de nuevo en la escena tan pronto como pedían, algunos dieron gritos
y silbidos...
(EL TRIBUNO. 5 de julio. 1887)

*** 261

Teatro Cervantes.- En Cádiz, “Curra” (Sra. García) estuvo inimitable, y


se la aplaudió sin reserva, y la Sta. Díaz, “La Mulata” en los tangos, y el
ciego (Sr. Arana) en los couplets merecieron los aplausos que se les pro-
digaron.
(EL ESPAÑOL. 3 de marzo. 1888)

***

En Cádiz el domingo cosechó abundantes aplausos, como siempre, la


Srta. García en el papel de Curra y la Sra. Díaz en los preciosos tangos
que baila vestida de mulata.
(EL ESPAÑOL. 3 de abril. 1888)

***

En la noche del lunes tuvo lugar en el coliseo de Cervantes la función a


beneficio de la tiple señora García.
Esta escogió para poner en escena dicha noche Cádiz, Quien más mira, y
José Luis Ortiz Nuevo

Los Cantantes de los cafés, obras todas en que la protagonista es un tipo


andaluz, género que tan bien interpreta dicha artista.
(EL ESPAÑOL. 25 de abril. 1888)

***

Anteanoche en el teatro Eslava se presentó la zarzuela El hermano Bal-


thasar... Muchos aplausos alcanzaron los señores Romero y Guzmán a
quienes hicieron repetir los tangos del acto segundo.
(EL ESPAÑOL. 23 de junio. 1888)

***

Teatro Eslava.- En el juguete cómico Toros de Punta lució sus habilida-


des, su gracia y su hermosura la señora Ciudad, cantando unos preciosos
tangos.
(EL ESPAÑOL. 2 de agosto. 1888)

***

262 Los Inútiles; obra estrenada anoche en el teatro del Duque se reduce a
una representación en la escena de tipos a quienes el autor da el nombre
de la obra.
Un salón aristocrático en que alternan los toreros y en que la libertad no
anda escasa; unos cuantos pobres de levita; algunos juegos prohibidos, y
otros, oficiales y una taberna con menestrales, chulos y el indispensable
tango que es lo que ahora priva.
(EL CRONISTA. 14 de octubre. 1888)

No obstante y a pesar de la moda otras cosas se escuchaban también en el mar-


co, sobre todo, de las zarzuelas:

Se representa en el teatro Cervantes la zarzuela en un acto, letra de D. José Jac-


kson, música del maestro Nieto, Música del Porvenir:

En esta obra, que pertenece al género flamenco tan en boga hoy, abun-
dando en ella los chistes de buena ley, tuvo ocasión el público de admirar
las excepcionales condiciones de la primera tiple, señora García, que es
sin disputa la primera entre nuestras artistas cómico-líricas, que se dedi-
can a cultivar dicho género.
(EL PROGRESO. 18 de febrero. 1888)
¿Se sabe algo?

La Sevillana y El suicidio de Alejo, son las dos nuevas obras puestas en


escena en el teatro Cervantes.
En ambas, sobre todo en la primera, obtiene justos y merecidos aplausos,
la distinguida tiple señora García, que cantó unas sevillanas capaces de
hacer bailar a los Hércules de la Alameda, y que entusiasmaron al públi-
co, el cual no se cansaba de aplaudir.
21
(EL CRONISTA. 4 de marzo. 1888)

***

Anteanoche se estrenaron dos obras en el teatro del Duque. La primera


titulada Ellos y nosotros, aunque adolece del defecto de casi todas las re-
vistas, que el argumento no se ve ni buscado con un candil, tiene mucha
gracia y está perfectamente dialogada.
...La primera que se exhibe es una italiana que habla en flamenco, que se
pirra por el jerez y los toros y que usa como juguete una navaja desco-
munal.
...EI otro estreno era la zarzuela Dos Canarios de café en que la señora
Pastor luce a maravillas sus aptitudes. Canta en serio, por flamenco, de-
clama y baila por peteneras.
(EL CRONISTA. 12 de marzo. 1888) 263
***

En la misma noche del miércoles se puso en escena en el teatro Cervantes


Cuba libre alcanzando un verdadero éxito.
En el primer acto fueron repetidos a petición del público, el wals, las ma-
lagueñas, el orfeón y el preludio.
(EL CRONISTA. 13 de abril. 1888)

***

El viernes se estrenaron en el teatro de Cervantes las zarzuelas Manico-


mio político, Cambio de clases y Toros-toros-toros.
...Únicamente el respeto que al público merece la figura de la tiple seño-
ra García hizo que las demostraciones de protesta estuviesen contenidas
hasta última hora. No obstante el fiasco, fueron aplaudidos dos números
musicales, el primer coro y las malagueñas.
(EL CRONISTA. 13 de mayo. 1888)
José Luis Ortiz Nuevo

En el teatro Eslava, de verano, se representa la zarzuela Cuba libre, a la vera


del río:

...Entre los números a que se dio mejor interpretación y fue preciso repe-
tir a instancias del público, debemos mencionar especialmente, las mala-
gueñas en que las Sras. García y Díaz no dejaron nada que desear.
(EL PROGRESO. 10 de junio. 1888)

Presencia pudiera decirse que abusiva del género flamenco en el teatro enton-
ces, pues al leer hoy estas que fueron noticias vivas se nota un cierto tufillo de
oportunismo comercial por parte de autores y empresarios que a fuerza de
calzador metían como fuesen escenas de flamenco en zarzuelas, comedias o
revistas, no ya por difundir o enriquecer o proclamar la belleza del género sino
para aprovechar las más bajunas zonas de sus comportamientos a modo de
gancho o anzuelo con que pescar a incautos espectadores:

Tres obras diversas se estrenaron anoche en Cervantes; una pasó, otra


fracasó, y la tercera escapó.
...La segunda Por España es una de las revistas ahora tan en boga. El
asunto está bien elegido, pero muy mal aprovechado, y los puntos de
vista elegidos por el autor, falsos completamente. La música no pasa de
264 ser ruido.
Para salvación acaso, los empresarios de aquí le han metido como repre-
sentación de España, una escena del Burrero, y el público no la tragó,
produciéndose una de silbas y aplausos monstruosos.
(EL CRONISTA. 25 de octubre. 1888)

***

Mentira parece que un talento tan indiscutible como el del señor Romea
haya recurrido para hilvanar una zarzuela de costumbres sevillanas (¡Olé
Sevilla!), al recurso gastadísimo y más bien falso que gastado, de presen-
tarnos un inglés estúpido que viene buscando chismes de tauromaquia, y
que muestra no conocer a nuestro país sino por lo que de él le han dicho
los más necios folletinistas franceses. Es una equivocación mucho más
censurable en quien conoce ya bastante a Andalucía para saber que esos
son cuentos de camino, y aun para que no cayese en el otro error de esos
otros autores que confunden el andaluz con el flamenco, sin duda porque
nunca visitaron nuestra tierra, o porque si alguna vez vinieron a ella, no
vieron más que las cofradías de madrugada y el Burrero.
(EL CRONISTA. 25 de diciembre. 1888)
¿Se sabe algo?

Cuando la década de los ochenta se despide confirman las carteleras todos los
argumentos citados y aún más, pues hay barítonos que recuerdan hasta los
propios polos:

Con la preciosa zarzuela Un pleito hizo anoche su presentación en el tea-


tro del Duque el joven barítono sevillano, don Santiago León, ante una
concurrencia bastante numerosa, y con un éxito satisfactorio, teniendo en
cuenta se trataba del primer paso que un artista daba en su carrera.
El señor León posee una voz de agradable timbre, y aunque no muy ex-
tensa, es suficiente para conquistarse lugar ventajoso en el arte, una vez
desaparezca el natural temor que anoche le embargaba, y más tarde ad-
quiera los conocimientos que aún no tiene.
La concurrencia no escatimó sus aplausos al intérprete del pleitista veci-
no del Condado, haciéndole repetir el celebrado polo de que tan buenos
recuerdos se conserva en Sevilla de épocas lejanas.
(EL CRONISTA. 25 de enero. 1889)

Tampoco hubiera sido natural que faltasen este año los beneficios:

CERVANTES.- Antes de anoche tuvo lugar en el teatro de la calle Amor


de Dios, la anunciada función a beneficio de la simpática primera tiple de
la compañía, Srta. Fernani.
265
Comenzó el espectáculo con la 97 representación de la bonita revista titu-
lada Certamen Nacional, cuya popularidad es debida fundamentalmente
a la beneficiada, que ha sabido dar al tango del café un colorido y una
entonación tan originales, que bien puede decirse que ha creado el tipo
que representa, caracterizándolo de manera inimitable.
La Srta. Fernani alcanzó en la interpretación de los distintos papeles que
en la obra le corresponden, nutridos y entusiastas aplausos, que se con-
virtieron en una prolongada y ruidosísima ovación, al concluir el tango
del café, que se vio precisada a cantar un sin número de veces.
...Después se estrenó la zarzuela en un acto, letra de los Sres. Perrín y
Palacios, y música del director de la orquesta del teatro Cervantes, Sr.
Estellés, titulada Las dos madejas.
El corte de esta obra es ligero, el libro está escrito sin pretensiones y abun-
da en chistes de buena ley. La música es preciosa y no exenta de origina-
lidad; los números mejores, y por lo tanto los más aplaudidos, fueron un
dúo de tiple y tenor cómico, un terceto que concluye con un bonito tango,
que fue preciso repetir, y un cuarteto.
(EL PROGRESO. 2 de marzo. 1889)
José Luis Ortiz Nuevo

Con una concurrencia extraordinaria, se verificó anteanoche en el teatro


del Duque, el beneficio de la tiple señora Martí, en cuyo obsequio han
trabajado los principales artistas de este coliseo y del Cervantes.
...En el Certamen Nacional obtuvieron nutridos aplausos la señorita To-
más que cantó con mucha gracia y donaire la parte de “Vino de Jerez” y
la señorita Fernani que en el tango del café, lució sus admirables condi-
23
ciones y estudios coreográficos .
(EL CRONISTA. 8 de marzo. 1889)

Para que nada se echara en falta trajo también el tiempo su escándalo:

En el teatro del Duque produjo parte del público de las localidades altas
un escándalo durante la representación de la zarzuela El buque subma-
rino.
La empresa anunció que no podía cantar las populares malagueñas la
Señorita Agudo por encontrarse indispuesta la mencionada artista.
No conformes con la supresión algunos espectadores, al llegar la escena
de la taberna, protestaron de manera ruidosa, interrumpiéndose la repre-
sentación y negándose aquellos a desalojar el local después de terminada
la función.
266 (EL TRIBUNO. 2 de mayo. 1889)

Véase ahora una curiosa prolongación de estos fenómenos a la vecina Écija, lo


que evidencia la riqueza de vida cultural en la ciudad astigitana, y la extensión
territorial alcanzada por estas prácticas culto-flamencas, lo que nos hace supo-
ner que probablemente sucedieran en otras capitales del sur escenas semejan-
24
tes .

En Écija ha conseguido grandes aplausos durante la anterior semana, la


compañía de ópera italiana que dirige el maestro Tolosa.
...Sabedor el público ecijano, una de las últimas noches de que la Sra.
Nevada aprendía a cantar Malagueñas, después de la extraordinaria ova-
ción que le hizo al final de la ejecución de El Barbero, hubo de pedírselas
y complaciente la “Diva” cantó unas Peteneras y dos coplas de Malague-
ñas que produjeron en el auditorio un arrebato imposible de describir.
También tuvo lugar el jueves último, en la misma población, otro ver-
dadero acontecimiento artístico musical digno de mencionarse. Un con-
cierto organizado por el distinguido tenor de ópera Sr. Valero, hijo de
aquella ciudad, que tomó parte en aquel, destinando los productos del
mismo a la beneficencia local.
...Fueron objeto de señaladas muestras de aprobación, la Sra. y Srta. de
¿Se sabe algo?

Domínguez, que interpretaron perfectamente al piano la Marcha de las


Antorchas, y la segunda una Fantasía de Sonámbula, la Srta. Angulo, en
la ejecución de la Fantasía de Africana, y la Srta. de Aguilar que cantó
con extraordinaria gracia, varias canciones andaluzas y sus sentimenta-
les Guajiras.
(EL PROGRESO. 26 de junio. 1889)

Después, mucho después, en la hora de los grandes fríos, y en ocasión de re-


presentarse en el Teatro de San Fernando la ópera española Marina dijo EL
BALUARTE que:

...El señor Suárez estuvo perfectamente en el desempeño de su papel, así


como el señor Serra, Roque, siendo muy aplaudido en las seguidillas de
la ventana, que tuvo que repetir varias veces a instancias de los especta-
dores. (29 de diciembre. 1889).

267
José Luis Ortiz Nuevo

NOTAS

l. Sevilla y el Teatro en el siglo XVIII. Ob. Cit. Pág. 137.

2. He aquí algunos otros testimonios que avalan la permanencia en el canto


de piezas andaluzas del famoso tenor Ojeda Manti:

SEVILLA
En la noche del 24 se ejecutó a beneficio del Sr. Valero la tragedia Edipo.
Felicísimo estuvo el dicho Sr. en la ejecución, infinitos fueron los aplau-
sos que recibió, y el público en fin le llamó a la escena, después de con-
cluida la representación. El Sr. Ojeda Manti contribuyó, cantando varias
piezas de música y ejecutando graciosas canciones andaluzas, al brillante
éxito de la función. El público, como siempre, hizo justicia a su mérito,
dándole inequívocas pruebas del agrado con que le había escuchado. El
teatro estuvo concurridísimo e iluminado completamente. La escena fue
muy exornada.
(EL ORFEÓN ANDALUZ. 28 de febrero. 1843)

***
268
CÁDIZ
Según dice la Estrella la empresa del teatro ha resuelto que ocupen aquel
por temporada una compañía de ópera, dos dramáticas y una de baile
francesa; así como ha contratado con el joven tenor español don Manuel
Ojeda Manti, anuncia las funciones con piezas escogidas, y las canciones
andaluzas en que tanto sobresale.
(EL ORFEON ANDALUZ. 31 de marzo. 1843)

3. Ítem más:

En la noche del 16 tuvimos el gusto de oír por segunda vez al apreciable


tenor D. Manuel Ojeda Manti...
...Cantó en seguida el Sr. Ojeda la lindísima canción titulada Los toros del
Puerto con la maestría que acostumbra, y con aquella gracia tan peculiar
del país.

“Donde nacen las morenas


y donde la sal se cría”.

El público pidió por unanimidad su repetición que fue otorgada entre


¿Se sabe algo?

innumerables aplausos. Con igual entusiasmo se volvió a oír El valentón


del Perchel.
(EL CORREO DE SEVILLA. 20 de febrero. 1843)

4. TEATRO PRINCIPAL.-
Terminará la función con la canción andaluza, cuyo título es El polo del
Tío Caniyitas nueva pieza, escrita expresamente por el señor Soriano
Fuertes para el señor Belart.
(EL PORVENIR. 18 de octubre. 1853)

5. Significar la existencia como “carácter” de un tenor “de género andaluz”


debía suponer el que hubiera un repertorio ad-hoc propio para este empe-
ño.

6. Y tras el jaleo ya nunca se olvidaron de anunciar, cuando las había, esas


preciosas y lindas Malagueñas:

Teatro San Fernando.- Las Ventas de Cárdenas, en la cual cantará las


Malagueñas el señor Crescj.
(LA ANDALUCÍA. 26 de marzo. 1863)
269
***

Teatro San Fernando.- Malagueñas y jaberas tocadas y cantadas por la


señorita Doña Aurora Esquivel.
(LA ANDALUCÍA. 24 de mayo. 1863)

7. Será por Malagueñas:

Teatro San Fernando.- Se cantarán seguidillas por el Sr. Fernández, quien


en unión de la Sra. Bigones bailará La Gallegada. Dando fin con la zar-
zuela en un acto Criados de confianza, y en la que el Sr. Crescj cantará las
Malagueñas.
(LA ANDALUCÍA. 15 de marzo. 1866)

8. Y a propósito de las canciones patrióticas que señalaba el Sr. Demófilo en


su Colección de Cantes, veánse estas cachondas seguidillas que un barítono
anónimo se marcó en Valencia:

Popu1aridad.- Véase cómo nuestro colega La Soberanía Nacional descri-


be lo acaecido en el teatro de Valencia:
José Luis Ortiz Nuevo

“Al representarse, el 2 del actual, en el teatro de la Princesa de Valencia


la zarzuela Marina, el barítono (cuyo nombre no publica el periódico del
cual tomamos la noticia) cantó unas seguidillas alusivas al anticipo y al
retraimiento. El público tributó una ovación estrepitosa al artista, demos-
trando de paso y de una manera unánime al finalizar la cantata, las sim-
patías que ha merecido ese recurso in extremis del señor Barzanallana.
He aquí ahora la seguidilla:

No me guiñes el ojo,
Niña bonita,
Porque en punto a casada
Soy progresista;
Y como ellos,
Partidario soy, niña,
De retraimiento.
Yo le pedí un abrazo
A una casada;
Y la paga pidióme
Adelantada.
Dije: no admito,
No hay cosa más horrible
Que un anticipo.”
270 (EL PORVENIR. 12 de febrero. 1865)

9. Téngase en cuenta que el famoso Variedades se anunciaba no sólo como


teatro sino también como Café Cantante.

10. En este mismo año se estrena en el Teatro San Fernando la zarzuela en


un acto La gitana de Sevilla (EL PORVENIR. 2 y 6 de febrero. 1872).

11. Obsérvese el caso de un músico “culto”, de conservatorio y pentagrama,


escribiendo malagueñas para una cantante lírica.

12. Cuatro días después, el 15 de junio del 73, se anuncia, en este mismo dia-
rio, que en el Teatro San Fernando habrá una gran función extraordinaria en
beneficio del aventajado violinista Fernando Palatín; siendo décimo y últi-
mo número en el programa: Canciones Andaluzas, por la Señora Volpini.

13. Y bien que lo debió ser pues años más tarde aún seguía en el candelero
la célebre cantante:

En el concierto celebrado antes de anoche en el teatro San Fernando en


honor del malogrado poeta sevillano Gustavo Adolfo Bécquer...
...La Señora Volpini canto, además del bolero de I Vispiri Siciliani, varias
¿Se sabe algo?

coplas de malagueñas, a petición del público que la aplaudió extraordi-


nariamente.
(EL PROGRESO. 12 de enero de 1887)

14. Tomado de EL COMERCIO, diario de Cádiz.

15. En esta y la siguiente crónica no cita LA ANDALUCÍA su fuente gaditana.

16. Digno de hacer será un estudio sobre este particular. Nótese, a modo de
ejemplo, los testimonios de este acercamiento de “lo escrito” a la cultura
analfabeta:

Recomendamos a nuestros lectores la lujosa edición que el editor de mú-


sica en Madrid don Antonio Romero y Andía ha hecho de las más aplau-
didas piezas de la zarzuela nueva titulada Viaje a la Luna, entre las que
figura la aplaudidísima malagueña cantada por la señorita López, ador-
nada con el retrato de esta artista hábilmente reproducido por Juliá.
(LA ANDALUCÍA. 6 de octubre. 1876)

***

La función de esta noche en el Teatro del Duque está destinada a Benefi-


271
cio de la Primera Tiple Dña. Asunción Martí de Moragas, poniéndose en
escena El Salto del Pasiego.
En el intermedio del 1º al 2º Acto, cantará la beneficiada La Habanera en
España escrita expresamente por el maestro D. Manuel Nieto para la Sra.
Martí.
(LA ANDALUCÍA. 22 de julio. 1880)

17. Tras una larga serie de ensayos, anteanoche se dio a conocer al pú-
blico por la compañía que dirige el señor Cereceda, la notable parti-
tura del maestro Bizet...
...La música que el maestro Bizet ha escrito para esta obra, es deliciosa y
tiene bellezas de primer orden en su instrumentación, y aunque un teatro
abierto (Eslava) no es el local más apropósito para apreciar detalles, el
público quedaba agradablemente impresionado a la terminación de cada
una de las piezas, y aplaudió espontáneamente y pidió la repetición de
la canción de salida de Joselillo que termina con un magnífico himno que
sirve de tema a la ópera; también aplaudió con entusiasmo, hasta conse-
guir la repetición, el precioso aire de malagueña y bolero que da entrada
al cuarto acto, y la marcha de los toreros, del mismo obtuvieron solamen-
José Luis Ortiz Nuevo

te aplausos, un tango y coro de niños, del primer acto, y una romanza de


tiple del tercero.
(EL CRONISTA. 28 de julio. 1889)

La crítica responde así al estreno en Sevilla de la ópera Carmen, el 26 de ju-


lio de 1889. Y abunda con meridiana claridad en la influencia de lo popular
andaluz en la universal obra de Bizet. Sobre lo mismo escribía en EL ESPA-
ÑOL Ricardo Parody la siguiente reflexión:

...El acto cuarto es un drama andaluz comentado por un concienzudo


filósofo. El preludio, sobre motivos del VITO, además de ser originalísi-
mo, está enriquecido con una afluencia tal de detalles artísticos, que bien
se puede decir que aquí “la música habla” con una elocuencia persuasi-
va... (26 de noviembre. 1889)

18. También considerado como Café Cantante.

19. Entre tanto noticias llegaban de Madrid:

Estreno de Nuestro prólogo.- ...Agradó sobre todo un vals y un polo fla-


menco a cargo del niño Fernández, que es una verdadera notabilidad, y
al cual colmó el público de aplausos muy justamente por cierto. El autor
del polo resultó ser el maestro Chueca.
272 (EL PORVENIR. 21 de septiembre. 1884)

***

La Judic.- Esta célebre artista lírica francesa ha obtenido un ruidoso triun-


fo en Madrid en la noche de su estreno.
En una de las escenas de la obra Mamizelle Nitouche; cantó en correcto
español y con entonación sentidísima algunas peteneras, ésta entre ellas:

Dos besos tengo en el alma


que no se apartan de mí:
El último de mi madre
y el primero que te di.
(EL PORVENIR. 9 de octubre. 1884)

***

Mañana tendrá lugar el beneficio de Madame Judic... chansionettes, ma-


lagueñas y peteneras...
(EL PORVENIR. 22 de octubre. 1884)
¿Se sabe algo?

Con referencia al beneficio del nuevo tenor Sr. Antón, verificado el do-
mingo en el Teatro de la Ópera de Madrid, encontramos los siguientes
detalles en un periódico de aquella localidad:
“...Terminada la función con el cuarteto del Trovador, que dicho sea de
paso, estuvo bien cantado por la señorita Boulicioli y el beneficiado, el
público de las alturas comenzó a gritar ¡que cante! ¡que cante! como si
el señor Antón hubiera estado con la boca cerrada toda la noche; nues-
tro compatriota cedió a estas peticiones mostradas al cabo casi unánime-
mente, y acompañándose a si propio al piano, entonó una preciosísima
canción andaluza y un tango que llevó hasta el delirio el entusiasmo ya
muy alto del público.
(EL PROGRESO. 30 de abril. 1885)

20. Gozaron también los asistentes que en Sevilla fueron a tributar el debido
beneficio a la señora Theodorini:

La beneficiada, luciendo caprichoso traje andaluz puso fin al espectácu-


lo cantando varias canciones españolas y unas malagueñas que fueron
aplaudidas a rabiar.
(EL TRIBUNO. 10 de mayo. 1887)
273
***

Los cantares españoles interpretados por la beneficiada alcanzaron un


lisonjero éxito, y la célebre primera donna simpatizó con el público más
aún, hablándole en el lenguaje exclusivo y peculiar de esos cantos de
nuestro pueblo, que constituyen un verdadero tesoro de inspiración y
melancolía.
(EL ESPAÑOL. 10 de mayo. 1887)

21. En el Teatro Cervantes, se ejecutó anteanoche con muy buen éxito,


la zarzuela La Sevillana, escrita expresamente para la Señora García,
que cantó unas seguirillas con todo el gusto y gracia de que Dios ha
dotado a tan simpática artista.
(LA ANDALUCÍA. 4 de marzo. 1888)

Adviértase la flamenquización del cante que fue por sevillanas.

22. En el Cervantes se puso en escena, en la función de las siete y media


el boceto cómico lírico ¡Ole Sevilla!, el cual ha recibido una acer-
tada modificación por su autor, suprimiendo el largo preludio del
segundo cuadro y poniendo en su lugar un baile de seguidiIlas que
agradaron mucho.
(EL CRONISTA. 8 de enero. 1889)

23. Teatro del Duque.- Beneficio de la tiple de zarzuela seria Señora Martí
de Moragas. La señora Martí cantará una preciosa canción andaluza y
unos bonitos couplés franceses.
(EL TRIBUNO. 6 de marzo. 1889)

24. Estudios semejantes al que se presenta se hacen precisos por ésta y todas
las razones que se suponen, en las demás hemerotecas de Andalucía.

274
CORNETÍN POR SOLEÁ

El Sr. D. Manuel Font, hijo del músico mayor del Regimiento de Soria ha
compuesto un pasodoble flamenco dedicado al afamado diestro Francis-
co Arjona Reyes (Currito).
Ayer lunes al volver del campo de instrucción, tocó la banda del expresa-
do cuerpo, la composición a que nos referimos, la cual, por lo que pudi-
mos oír, nos parece del género verdaderamente flamenco.
Dentro de breves días se pondrá a la venta en el almacén de música del
Sr. Bergali, sito en la calle de las Sierpes.
(EL PORVENIR. 14 de diciembre. 1889)

Así es, también las bandas de música de los militares que deleitaban a nuestros
tatarabuelos, incorporaron a sus repertorios obras inspiradas en los cantos del
l
país. Desde antiguo certificaciones lo demuestran , y hacia mitad de los cin-
cuenta, según refieren los periódicos, parece tomar cuerpo esta costumbre, que
se verificará abundantemente por el resto del siglo.
275
Como primera muestra, tengan la bondad de entretenerse en el relato de una
romántica serenata:

Solemnidad musical.- Por tener que atender a otros trabajos para nuestro
periódico, no pudimos como deseábamos, ocuparnos ayer de la brillante
serenata que costeada por el Ayuntamiento, se dedicó en la noche del
último domingo a SS.AA.RR. Jamás en Sevilla, donde no hay que negar
que hay afición por el encantador arte de la música, y la prueba es el nú-
mero que se cuenta de aficionados y profesores, se había efectuado una
solemnidad artística tan suntuosa y de tanto efecto. A causa de estar llu-
viosa la noche, se verificó aquella en los corredores bajos del palacio de
San Telmo. Poco más de las siete sería, cuando la orquesta compuesta de
cien músicos, dejó oír, los estrepitosos acordes de una sinfonía que sobre
2
la marcha real y aires españoles, dejó en su estancia en esta Mr. Gevaert ,
compositor belga, que ha hablado muy bien, cosa rara, del estado artís-
tico de nuestra Patria. Basta sólo esa obra para asegurar que Gevaert es
uno de los primeros armonistas de la época. A este brillante trozo, siguió
el coro y canción de El Trovador, walses, de Lavinski, final de la referida
ópera de Verdi, obertura del Sitio de Corinthio, de difícil desempeño
para los instrumentos de cuerda, bolero de la zarzuela Los diamantes de
José Luis Ortiz Nuevo

la Corona, aire andaluz de Gondois, de graciosa estructura, otros walses


del citado Lavinski, Jota del Sitio de Zaragoza, sinfonía de Los Diaman-
tes de la Corona de Auber, concluyendo con las Mollares Sevillanas. El
efecto como no podía menos de suceder, fue grandioso, y la ejecución
cosa difícil, cuando se reúne grande orquesta y banda de música militar
correcta, viniendo a aumentar el efecto del silencio de la noche, no pare-
cía sino que aquella maza de instrumentistas, dirigidos por Don Mariano
Courtier, poseían un mismo corazón. La sociedad artística de Santa Ce-
cilia, que es la que ha formado esa grande orquesta, la mayor repetimos,
que se ha oído en esta capital, puede estar orgullosa. Se nos dice que su
Director, fue llamado por SS.AA. para recibir el pláceme, por la brillante
ejecución, y que el duque de Aumale, se expresó también con palabras
muy lisonjeras para los que tomaron parte en la serenata.
(EL PORVENIR. 12 de noviembre. 1856)

Al calor de los éxitos, los músicos guerreros se animan en el seguimiento de


esta senda y alternan los aires marciales con los otros venidos del pueblo:

Emulación noble.- Va tomando grandes proporciones el estímulo artístico


entre las bandas militares de África y Albuera, cuyos músicos mayores,
los profesores inteligentes, señores López y García, merecen la dirección
276 en que tanto saben distinguirse. Para el próximo domingo la banda de
África tocará las escogidas piezas siguientes:
Wals, titulado Recuerdo de una cinta con variaciones de cornetín.- Una
velada en la feria de Sevilla, pieza instrumental, compuesta por el Sr.
López; cuya obra participa del estilo grave y del carácter popular; pues
comienza en majestuosa entonación y concluye en dos serenatas. Al efec-
to, una sección de la misma música, compuesta de flautas, castañuelas y
panderos se presentarán a su debido tiempo en uno de los extremos de
la plaza; conservando perfecto acorde con la banda militar. Hay en dicha
pieza un juego maestro de claro-oscuro, varios piteos de pájaros, y el rui-
do de los forjadores martilleando sobre una vigornia.-Introducción de la
ópera La Traviata y Popurrí del ferrocarril. Felicitamos al Sr. López por
la acertada elección de las piezas que dejamos mencionadas.
(LA ANDALUCÍA. 20 de agosto. 1858)

Como sucediera en el caso de los guitarristas se alterna lo clásico con lo plebe-


yo y vibran los metales con sonidos propios de fiesta para las danzas:

Ante SS.MM., si bondadosamente admitieren este obsequio, se pondrán


en escena sobre dos espaciosos tablados construidos en la plaza de la
Infanta Isabel, diversos bailes nacionales. Treinta parejas lujosamente
¿Se sabe algo?

vestidas tomarán parte en este festejo, cuya ejecución se prepara para el


día 19 del presente mes; figurando en primer término entre aquellas com-
parsas los trajes propios de este país. Las parejas compuestas de lo más
notable que existe en los círculos coreográficos de Andalucía, se dividi-
rán en dos secciones, a fin de que una quede de descanso; pero danzarán
simultáneamente a la terminación de este entretenimiento. Deseoso el
municipio por caracterizar de una manera propia los expresados bailes
y de enriquecerlos cuanto permita su índole, ha confiado la dirección de
este espectáculo a la reconocida pericia de D. Juan Alonso y atendido a
la construcción de nuevos trajes para dar el mayor brillo a la mencionada
fiesta. Una banda militar de 50 profesores acompañará al cuerpo de baile
3
en sus evoluciones .
(EL PORVENIR. 16 de septiembre. 1862)

No es extraño que en un siglo tan pleno de guerras, levantamientos y otras


acciones armadas, tuviera lo militar un protagonismo grande en la vida coti-
diana de las gentes; y sirvieran los aguerridos uniformes no sólo para sembrar
el terror y la muerte, la libertad o las cadenas, sino también en el alivio de las
calores, cuando era por el sur verano y los entorchados músicos mudaban su
condición por la más saludable y sana de pacíficos artistas para el pueblo:

Como pocas veces estuvo concurrida el domingo en la noche la Plaza 277


Nueva para oír a la Banda del Regimiento de Asturias. El entendido pro-
fesor Sr. Capdevilla lució una vez más sus excelentes facultades en varias
escogidas piezas, y sobre todo en la ejecución de sus celebradas malague-
ñas que le valieron grandes aplausos.
(LA ANDALUCÍA. 21 de junio. 1863)

***

Como de costumbre... la banda de música... amenizó el rato tocando bo-


nitas piezas, entre estas unas malagueñas.
(LA ANDALUCÍA. 8 de septiembre. 1863)

***

Anteanoche fue muy aplaudida en la Plaza Nueva la banda de música de


Cazadores de Chiclana que tocó magistralmente varias piezas, entre ellas
un lindísimo potpourrí de aires andaluces.
(LA ANDALUCÍA. 1 de agosto. 1865)

En este rico panorama bandístico-flamenco que florece espléndido también por


José Luis Ortiz Nuevo

los sesenta, un personaje singular se lleva la palma de atenciones: El cornetín


Vila, famosísimo en su tiempo:

Música en la Plaza Nueva:


5° Pout-Purrí de aires nacionales, tocando la soleá y malagueñas el distin-
guido profesor D. Eulogio Vila.
(LA ANDALUCÍA. 30 de agosto. 1866)

***

Salón de Oriente.- Esta noche con motivo de ser el día del fundador de
los bailes en este local, tendrá lugar uno al que concurrirá la sociedad
coral titulada Flor Sevillana. El Sr. Villa tocará en el cornetín Las Mala-
gueñas.
(EL PORVENIR. 29 de septiembre. 1867)

***

Teatro del Duque.- Las Malagueñas por el profesor de cornetín Sr. Vila.
(LA ANDALUCÍA. 14 de noviembre. 1867)
278
***

Música en la Plaza Nueva.- Procurando el contratista de las sillas que


sirven para el descanso en el referido paseo, el mayor solaz para los pa-
seantes, ha proporcionado que asistan la noche de los lunes, miércoles y
sábado de cada semana, una escogida banda de música que dirigirá el
acreditado y simpático profesor D. Eulogio Vila, y en las de los domingos
y jueves la que tiene a su cargo el distinguido compositor don Antonio
Palatín, en vista de haber cesado por disposición superior las bandas mi-
litares de los cuerpos de esta guarnición.
Hoy sábado se tocarán por el expresado profesor Sr. Vila, las piezas si-
guientes:
1ª Seguidillas Sevillanas.
2ª Introducción y aria de Hernani.
3ª Wals con variaciones de cornetín, por el Sr. Vila.
4ª Colección de Danzas.
5ª Malagueñas, ejecutadas por el Director.
(EL PORVENIR. 10 de julio. 1869)
Banda de Música:
¿Se sabe algo?

Danzas y malagueñas, por Vila.


(LA ANDALUCÍA. 8 de septiembre. 1869)

***

Banda y Coros
El Sr. Vila y la Sociedad Coral “La Sevillana”: Wals afandangado La jem-
bra de caliá.
(EL PORVENIR. 30 de agosto. 1872)

Admirable debió ser en verdad el talento de este simpático profesor de corne-


tín llamado Vila, conduciendo los agudos soníos de su instrumento, ya por el
matemático empuje de la soleá o el floreo barroco de las malagueñas. Un ejem-
plo adelantado de la razón de música total que el flamenco tiene, abierto, sin
censuras, generoso de formas cuando las viste el genio.

Exponente particular de lo que sucedió entonces con las bandas de música,


todavía más música:

El jueves 19 la banda del regimiento de la Constitución tocará La gran ba-


talla de los Castillejos exornada con gran aparato de fuego de fusilería y
luces de bengala y un popurrí de aires nacionales que tanto gusta, dando 279
prueba de esto el joven músico mayor D. José Santafé que desea agradar
a este inteligente público.
El popurrí de Cantares de España, por Marín, se compone de las siguien-
tes piezas: Introducción.- Danza Alicantina.- El Contrabandista.- Segui-
dillas sevillanas.- Gallegada.- Rondeña.- La Gerongosa.- El Tío Juan el
esterero.- Sevillana.- Mollares.- La Pepita.- Jota.- Jaleo Andaluz.- El Ama-
rillo.- El Tapiso.- Los toros del Puerto y el Can Can.
(EL PORVENIR. 14 de septiembre. 1872)

***

La brillante banda de música del Regimiento de Soria que dirige el pro-


fesor Font tocará también en la Velada del Carmen en Triana, los días 15
y 16, teniendo preparada para esas noches una serie de aires españoles y
muy singularmente los propios de este país.
(EL ESPAÑOL. 15 de julio. 1885)

***
4
Esta tarde tendrá lugar en nuestro circo taurino una función dividida en
José Luis Ortiz Nuevo

cuatro partes: En la 1ª se lidiarán cuatro toros. En la 2ª la brillante banda


del Regimiento de Soria ejecutará las piezas siguientes: Los Mulateros,
Las Malagueñas, La Giralda, Aires Nacionales y Los Tangos de Las Vie-
jas Ricas de Cádiz. La 3ª elevación de globos y fantoches. La 4ª fuegos
artificiales.
(EL PROGRESO. 16 de agosto. 1885)

***

En la corrida que se celebrará el día 11 del corriente con ganado de la


Excelentísima Señora Marquesa Viuda de Saltillo, y a beneficio de la Her-
mandad de Santa María, la brillante banda del Regimiento de Infantería
de Soria amenizará el espectáculo tocando las piezas siguientes:
1º Serenata Doña Juanita.- Suppé.
2º Rafael y Baltasar. La Diva. Suppé.
3º Pasodoble. Peteneras. X.
4º Malagueñas. X.
Y para terminar, otras escogidas piezas.
(EL ESPAÑOL. 9 de julio. 1886)

280 ***

Reunida la subcomisión de las ferias y festejos y el Jurado para el concur-


so de bandas de música... también se determinó que la pieza musical que,
en cumplimiento de una de las bases aprobadas para el concurso, deben
ejecutar todas las bandas que acudan al mismo, sea la Gran fantasía sobre
Aires Nacionales de Gevaert.
(EL TRIBUNO. 22 de febrero. 1888)

Y aquí se acaba la presente historia de las bandas mayores, militares y también


civiles, que por aquellos años de flamenquismo en alza se contagiaron de su
fuerza y adaptaron a la brillantez de los metales la hondura de los soníos ne-
5
gros .
¿Se sabe algo?

NOTAS

1. Teatro de San Fernando.- Con motivo de la llegada de los Serenísi-


mos Señores Infantes con la Reina viuda de Luis Felipe.
PROGRAMA
1º.- Grande Overtura, miscelánea de aires españoles, compuesta y dedi-
cada a S.M. la Reina doña Isabel II por F.A. Gevaert.
4º.- Jaleo Andaluz, en el baile del Diablo Cojuelo, de Mr. Gandois.
5º.- Mollares Sevillanas.
(EL PORVENIR. 17 de noviembre. 1853)

***

Baile en Palacio.- Para el que ha de tener lugar esta noche a las siete, se
han compuesto por el distinguido profesor don Silverio López Uría,
director de la banda militar de artillería, dos tandas de rigodones con
los nombres de La España (de aires nacionales) y La Maga. También
se tocará un wals, composición del mismo profesor, titulado Las tres
hermanas. Amenísima ofrece ser por todos conceptos esta reunión, a
la que no dudamos asistirá lo más escogido de la sociedad de Sevilla.
281
(EL PORVENIR. 26 de febrero. 1854)

***

Música, Música.- Anteanoche hubo serenata en palacio con motivo de


haber sido ayer cumpleaños del nacimiento de la niña de la reina Isabel.
Las bandas de Artillería, el Infante y Barbastro, alternaron en la ejecu-
ción de lindísimas tocatas. La primera tocó la sinfonía de la Semíramis,
la obertura de la Zaletta y las boleras de la Jácara; la del Infante tocó
un trozo del acto primero de Rigoletto, el Himno de Riego y otras bole-
ras; finalmente, la banda de Barbastro ejecutó el dúo de bajos de Attila y
dos walses. Ayer hubo besamanos y comida, después de la cual fueron
SS.AA. al teatro. (EL PORVENIR. 21 de diciembre. 1854)

2. Años más tarde y con motivo de una sonada actuación de la Sociedad de


Conciertos en los jardines de la Puerta Jerez, una información a su propósito
nos refería preciosos datos sobre esta importante obra del músico belga:

Compónese la Fantasía de aires nacionales de Gevaert, de motivos tan


diversos y tan perfectamente unidos y soldados entre sí, que no cae jamás
la obra en trivialidad. Desde las primeras notas y compases todos los can-
José Luis Ortiz Nuevo

tos, lo mismo que acompañamientos, recuerdan trozos de nuestras bellas


e inspiradas canciones nacionales: el tránsito de unas a otras se verifica
sin dureza y de una manera natural, formándose todos los tiempos de
que consta, ya de recuerdos de aires andaluces, ya con la jota aragonesa,
que está dibujada magistralmente en el alegretto donde se notan pasadas
de tono que no dejan nada de desear.

3. Pues siempre fue Sevilla tremendamente atenta con la realeza.

... Por la noche obsequiará el Ayuntamiento a la familia real, con una


brillante serenata. La orquesta, compuesta de 150 músicos, se colocará
frente a Palacio.
Participará con un himno dedicado a nuestra Augusta Reina; cantándolo
un numeroso cuerpo de coristas. La letra es obra del distinguido poe-
ta Don José Fernández Espino, y la música del acreditado profesor del
Ayuntamiento Don Andrés Palatín. Durante este ameno festejo se tocará
la sinfonía de la ópera Stradella, del maestro Flotón; boleras de la Jáca-
ra, del maestro Llorens; sinfonía de Guillermo Tell, del maestro Rossini;
rondeñas con coros del maestro Barbieri; y la fantasía española dedicada
a S.M. la Reina por J. Gevaert; constituyéndose la banda sobre un plano
alto ante la puerta principal del Palacio de San Telmo.
282
(LA ANDALUCÍA. 17 de septiembre. 1862)

4. Mañana en la Plaza de Toros. se ejecutará por la escogida Banda del


Batallón de Cazadores de Cataluña que dirige el Sr. Serra, un pasacalle
y unas seguidillas, originales del profesor de música D. José Lubet y Al-
béniz, cuyos números musicales se los ha dedicado el autor al arrojado
diestro Luis Mazzantini.

5. Seguidamente se ofrece una sucinta relación de actuaciones llevadas a cabo


por estas bandas, con expresión de lo interpretado. Las abreviaturas se corres-
ponden con los periódicos informantes; L.A. = LA ANDALUCÍA. Por. = EL
PORVENIR.- Es. = EL ESPAÑOL.- Tri. = EL TRIBUNO.- Pro. = EL PROGRE-
SO.

Banda de Música del Asilo... Jaleo Andaluz...(L.A. 19-9-1862)


Banda de Cazadores de Chiclana...Malagueñas...(Por. 12-9-1864)
Banda de Cazadores de Chiclana...Pout-purrí de Aires Nacionales...(L.
A. 8-8-1865)
Banda de Cazadores de Chiclana...Aires Andaluces, Amor a las Sevilla-
nas, Habaneras...(por. 12-9-1865)
¿Se sabe algo?

Banda de Música... Tango de la Zarzuela Pablo y Virginia...(Por. 28-7-1868)


Banda de Música dirigida por el Sr. Palatín... Tango de Cría Cuervos...(Por.
28-7-1868)
Bandas de los Regimientos de Gerona y Málaga...Malagueñas, Seguidi-
llas, Sevillanas...(Por. 28-9-1870)
Banda del Regimiento de San Quintín... Toros y Cañas, jaleo andaluz...(Por.
11-6-1871)
Banda del Regimiento de Gerona...Malagueñas de la zarzuela Nadie se
muere hasta que Dios no quiere...(Por. 18-6-1871)
Banda del Regimiento de Gerona...Pout-purrí de Aires Nacionales...(L.
A. 10-9-1871)
Banda del Regimiento de Valencia...Malagueñas...(Por. 11-7-1872)
Banda del Regimiento de Asturias...Aires Andaluces...(Por. 1-8-1872)
Banda del Regimiento de Albuera...Tango y seguidilla de la zarzuela Una
vieja. Seguidillas sevillanas...(Por.3-8-1872)
Banda del Regimiento de la Constitución...Tango de la zarzuela Tiró el
diablo la manta. Potpourri de aires nacionales...(L.A. 8-8-1872)
Banda del Regimiento de Albuera...Seguidillas...(Por. 9-8-1872)
Banda del Regimiento de Albuera...Rondeña de la zarzuela La espada de
Bernardo...(L.A. 10-8-1872)
Banda del Regimiento de Albuera...Malagueñas...(Por. 18-8-1872)
Banda del Regimiento de Asturias...Bailes populares: Fandangos, Molla- 283
res, Corraleras, Manchegas, La Caña y El Zapateado...(Por. 21-8-1872)
Banda del Sr. Vila y Sociedad Coral Sevillana...Wals afandangado, La
Jembra de caliá...(L.A.30-8-1872)
Banda del Regimiento de Albuera... Tango y Seguidillas de Una
vieja...(Por. 1-9-1872)
Banda del Regimiento de Asturias... Tango obligado de saxofones por el
músico mayor...(L.A.5-9-1872)
Banda del Regimiento de Soria...Jaleo Andaluz. Sevillanas...(L.A. 10-8-
1888)
Banda del Regimiento de Soria...Tango de los Negritos de la zarzuela
Cádiz...(L.A. 11-8-1888)
Banda del Regimiento de Soria...Flamencos (pasodobles)...(Tri. 26-8-
1888)
Banda del Regimiento de Soria...Cantares de España...(Es. 14-9-1888)
Banda del Regimiento de Granada...Malagueñas...(Pro. 15-7-1889)
Banda del Regimiento de Granada...Pout-purrí de aires nacionales...(Pro.
19-7-1889)
Regimiento del Regimiento de Granada...Malagueñas...(Pro. 30-8-1889)
ESPEJO DE JOLGORIOS

REUNIONES PÚBLICAS
VELADA.- La más animada que ha habido este año ha sido la de Triana,
la cual ha pasado sin que se tenga que lamentar uno de esos hechos dig-
nos de figurar en nuestro cuadro de costumbres. Lo que se ha advertido
ahora, que tan pronto como sonó la una de la noche, los vendedores se
encontraban a oscuras como por magia, pues los municipales iban apa-
gando los candilones, sin decir oste ni moste. Hasta una tranquila fiesta
que había a la puerta de una barbería, donde lucía su voz un cantador de
pulmones, al que escuchaban muchas personas, fue disuelta. El año pa-
sado -decían las gitanas- se nos dejó vivir más; pero éste, hemos sido más
desgraciadas. Si fuéramos autoridad, dejaríamos que esas fiestas durasen
hasta el día, sin cerrar los establecimientos; pero vigilaríamos, y al que
delinquiera se le acababa la diversión.
(EL PORVENIR, 28 de julio, 1853)
285
***

SANTO CRISTO DE TORRIJOS


Cada nación, cada provincia y aun cada pueblo, tiene épocas especiales
en que se reflejan como en un claro espejo sus costumbres, sus hábitos y
que retratan muy a lo vivo el carácter peculiar que las distingue.
La España y particularmente el edén de la Andalucía ofrece muchas en
las cuales aún se echan de ver las antiguas costumbres de sus moradores,
y que trasmitidas hasta nuestros días, si bien han degenerado mucho, con
todo eso conservan algún destello de su antiguo esplendor.
Trato hoy, pues, de bosquejar uno de esos cuadros en que en sentir de
la gente del bronce, “Dios ha derramao toa la gracia y sandunga de su
omnipotencia”, en que las encantadoras ninfas de la tierra e María Zantí-
sima, sacan a relucir sus galas y hacen alarde de su germosura. Esta época
es en el mes de Octubre cuando ya el Otoño empieza a nublar el cielo
y hace descender sobre la abrasada tierra su jugoso rocío, disipando el
polvo que la cubre. Lo que pone a todos los barrios en movimiento es la
romería que por este tiempo hacen todos los domingos a la capillita del
Santo Cristo de Torrijos en la que dichos días está todos los años de ma-
José Luis Ortiz Nuevo

nifiesto la mencionada imagen y en la que con capa de devoción suelen


entregarse a toda suerte de libertades.
En efecto Baco y Venus y no pocas veces Marte autorizan estas reuniones,
en las que la más loca alegría es reemplazada a veces por la más fúnebre
tristeza; pues en dos palabras se traba una disputa y por un quítame allá
esas pajas se acaba con sangre lo que con buenas razones tal vez se hubie-
ra arreglado sin hacer uso de las navajas; más no procuro traer a la imagi-
nación tan lúgubres ideas y sólo recrear algún tanto el ánimo de mis lec-
tores (incluso y antepuesto el bello sexo) con la narración sucinta de esta
diversión tan deseada y celebrada entre esa clase de gentes, que dicen: el
que no asiste a ella es un zicatero que no quiere aflojar la parné.
Apenas anuncia el sol su salida al horizonte, empieza el movimiento y las
calesas y birlochos apisonados de mujeres robustas y coloradas o arrebo-
ladas, adornadas sus cabezas con gorras de tul o velos blancos, que algu-
na discreta modista habrá arrumbado para esos días, haciéndolas pasar
por de última moda (y en efecto tienen razón), desempiedran las calles
despertando con su algazara a los que aún reciben las dulces caricias de
Morfeo y les echan mil maldiciones, envidiando su buen humor. Antes
o después pasa sosegadamente una carreta colgada y tachada de blanco
con lazos de color y tirada por bueyes lujosamente enjaezados, en cuyo
centro gruesas almohadas sirven de cojines a los pesados miembros de
286 aquellas jembras, que acompañadas de sus gachés y escoltadas por ellos
hacen resonar al aire sus panderetas y chillidos, prefiriendo este totum
revolutum a la más armoniosa orquesta. Otras que no han tenido esto por
conveniente van con ellos en amor y compaña, a las ancas de sus caballos
con arreos a la jerezana, más derechas que un huso o haciendo frecuentes
cortesías y siguiendo el rumbo de los demás, se dirigen hacia la cuesta
de Castilleja, en donde toman el camino que va a la capillita y en cuyos
alrededores pasan el día, alegremente en juegos, bailes y comilonas.
A la caída de la tarde el cuadro está más animado; pues también las ele-
gantes hijas del Betis van a calle Castilla a esperar su regreso y a fijar sus
lindísimos ojos en los caprichosos trajes de las alegres amazonas, que
manchados o rasgados dan suficientes indicios de las escenas, de que
han sido testigos. Esta mira a aquel jinete chispón que con su dama poco
menos que él ostenta la ligereza del caballo que monta; aquella conside-
ra a otro que se obstina en querer hacer corbetas con una cabalgadura,
que sólo apetece que la dejen descansar; unas se complacen en ver a una
moza crúa, que parece esquivar los halagos de su querido; otras prestan
vivísima atención a las chanzonetas; en fin, todas invaden con sus mira-
das los carruajes y calesas, escudriñan sus menores accidentes, y cuando
las sombras de la noche vienen a poner término a este paseo, las bellas
sevillanas se retiran a sus casas a reírse con aquellas ridiculeces, o tal vez
a repasar los salpicones de sus brillantes trajes, los cuales traerán a su
memoria infinitos recuerdos.
¿Se sabe algo?

Así termina el primer domingo de Octubre, y así terminan todos los de-
más; mas cuando aun acaba el día, la noche ofrece un campo más vasto
a la broma; así es que no satisfechos todavía de francachela salen a las
calles y al son de guitarras y panderetas vuelven a bailar, reír y gozar,
esperando proseguir al año siguiente la función empezada.
R.Ch. (EL CEFIRO, 27 de octubre, 1844)

Si es, como uno cree, palabra de verdad la enseñanza de mi maestro Pepe el de


la Matrona:

Aseguraba que dos son las fuentes del cante: de la tristeza y al par de la alegría
sus aguas manantiales... a su vez, dos fueron y son los ámbitos naturales ma-
yormente proclives a las satisfacciones, principales escenarios del júbilo:

Reuniones del común y celebraciones privadas. Regocijos generales por mor de


fechas llamadas a la algarabía; y aleluyas íntimas, a causa, sobre todo, de bodas
y bautismos, glorificantes de vida en nacimiento, viva, deseada y primeriza.

Tanto en uno como en otro territorio ocioso es señalar la voluntad andaluza


de disfrutar grandemente en sus espacios. Y también el procedimiento de al-
canzar peldaños de felicidad por los pasos del ritmo, amantes perpetuos de la 287
belleza en clave de armonía.

Desde bien antiguo refieren los escritos1 causas de estos refociles multitudina-
rios que, a su paso, van dejando huella del modo, costumbres, vestidos, comi-
das y bebidas, instrumentos, coplas, motivos y razones propicias al jolgorio.
Señas exactas de identidad, precisas. Fascinantes recuerdos de sencillez subli-
me:

AVISOS.- María DE BARGAS, antigua y acreditada buñolera, avisa a


las personas delicadas y de buen gusto que en la feria actual tiene su
puesto el número 22, y previene para que no se equivoque que la señal
es un pájaro que mueve una máquina que está en el mismo puesto. Hay
mucho aseo y primor.
(EL PORVENIR, 18 de abril, 1855)

Palabras de amor. Índice extraordinario de bondad, sensibilidad y talento. ¿Tan


malvados serían los forajidos? Las flores del mal se alimentan en la miseria de
los pobres. Y fue entonces mucha la necesidad. El dolor y la muerte soberanos.
Por eso quizá, cuando podían, se alzaban presurosos en armas dichosas:
José Luis Ortiz Nuevo
2
Fiesta de Torrijos
Grande es Sevilla tu nombre
por tus festejos prolijos,
y estático queda el hombre
si se encamina a Torrijos.
Observa el espectador
carros que llevan mujeres,
y que al par que al cantador
son sus palmas los placeres.
Llevan panderas, instrumentos,
que vibran al bamboleo
del carruaje, y contentos
entonan polo y jaleo.
Caminan sin pesadilla
entre el gentío y bullicio,
y apuran la manzanilla
sin que les domine el vicio.
La casada y la que es moza,
sin reparar en pelillos,
se cuelgan luego en la choza
resonando sus palillos.
288 Piden güñuelos, licores
que amenizan su placer,
y al llegar anochecer
se engalanan con mil flores.
Al venir por el camino
todo se agolla y destroza:
el carrero pierde el tino
y aquel que ronca es quien goza.
Y de andar de ceca en meca
quedan sin cuarto ninguno;
ni comprar pueden manteca
para hacer su desayuno.
FELIX BRICIO (EL PORVENIR, 26 de octubre, 1856)

Reflejos de una festividad por cuatro multiplicada, capital en el calendario de


las diversiones triunfantes en aquella época, bajo el signo de lo urbano y lo
rural mezclándose, a modo de laboratorio experimentador de coplas:

El tío Juan el esterero.- Al ver este epígrafe creerán nuestros lectores que
vamos a ocuparnos de algún individuo que necesita le recomienden sus
esteras: no hay nada de eso: el tío Juan no ha menester recomendación
¿Se sabe algo?

gacetillera de ninguna especie; él ha sabido hacerse recomendable sin


ayuda de nadie, que no es poca fortuna en estos tiempos; y no se crea que
es quizá alguna notabilidad; el tío Juan es un personaje figurado, pero
que sin embargo corre de boca en boca por la de todos los chiquillos que
transitan de un punto a otro de la población; el tío Juan es un ente desco-
nocido, y a pesar de no haberle visto nadie, corre también de boca en boca
por las de todas las fregatrices, al compás de la escoba y del almirez: el tío
Juan es, en fin, un ser sin ser, pero que ha penetrado como por encanto en
todos los talleres, en todas las fábricas, en todos los obradores, y no hay
cigarrera ni artesano de ninguna especie que no le miente siquiera veinte
veces al día: tal es la popularidad inmensa que ha sabido granjearse el tío
Juan. ¿Pero este hombre, dirán nuestros lectores, quién es?

El tío Juan el esterero


que viene por el dinero
del miriñaque de ayer.

Ya habréis salido de la duda; este es el tío Juan que cantan los ciegos al
compás de la guitarra, y que repiten cien voces por las calles de todos los
barrios de la población. Esta es la canción más prontamente populariza-
da que se ha conocido. ¡Oh poder del miriñaque, a dónde alcanzas! Esta
289
canción, es sin duda la que se cantará, acompañada de la pandereta, en la
multitud de carros que en el día de hoy salen para Santiponce y Torrijos,
a dónde el tío Juan se va a divertir de lo lindo: no faltaremos nosotros, y
esperamos que nuestros lectores se darán por invitados.
(EL PORVENIR, 30 de octubre, 1858)

Abierta la función al común de las gentes graciosas que decidían aventurarse


desde Triana al monte aljarafeño; modelo para que la aristocracia adoptase otra
más entre las buenas costumbres del pueblo, imitando su disposición al juego:

Carro compuesto.- Llamó la atención de cuantas personas paseaban el


domingo en la tarde por la calle de Castilla viendo volver los romeros de
Torrijos, un carro adornado lujosamente a la manera de los que van al-
quilados para tal romería, y dentro del cual iban como hasta una docena
de señoritas de la alta aristocracia de Sevilla, cantando al compás de pan-
deros y guitarras las coplas del Señor Juan el esterero, las de las Habas
verdes y otras tan populares como esas. El capricho aunque algo raro, no
nos desagradó del todo; y no será extraño que el año venidero veamos
este ejemplo imitado por muchas otras de las principales familias y la
romería de Torrijos se ponga tan en boga y de tanto ruido como el car-
José Luis Ortiz Nuevo
3
naval en Sevilla, que indudablemente debe su animación de pocos años
a esta parte a algunas de las señoras que en el carro iban divirtiéndose y
solazándose tan popularmente.
(EL PORVENIR, 2 de noviembre, 1858)

Cualquiera diría que a la vera de tanto derroche, lógico, normal, consecuente


fuese, una sociedad equilibrada, justa, equitativa, que repartiera al par de la
simpatía los bienes. Pero eso, ayer igual y más que hoy, ni siquiera rozaba la
realidad, tampoco los sueños. Por eso, perdidos y hallados, los sueños, en el
tumulto los males se olvidaban:

A divertirnos.- Hoy va a ser uno de los días que, si Dios no dispone otra
cosa, se señalarán en Sevilla con piedra blanca: apenas un hombre se le-
vante, se afeite, se vista, almuerce, y oiga misa, se va pian pianino (o en
coche, según a la altura que esté la bolsa) al campo de Tablada, donde
pasa el rato viendo las carreras de caballos, para las cuales ha llegado un
considerable número de forasteros: terminado el espectáculo y después
de pasar revista a las muchas niñas bonitas que asistirán a él, según noti-
cias, como esto habrá abierto el apetito, viene uno a su casa y come: fuma
4
su cigarro, y se va a la calle de Castilla, a ver volver la gente de Torrijos .
290 ¡¡¡Magnífico!!! ¡Qué cambio de decoración!
Por la mañana: diversión a la inglesa; cuadro de costumbres con jockeys,
latigazos, campanadas, voces, apuestas, carreras, etc. etc.
Por la tarde: diversión a la sevillana; costumbres andaluzas, cañas, polo,
y seguidillas, con guitarras, panderos, castañuelas, carros compuestos y
vino de la tierra y aguardiente del que hace ¡¡¡brrrrrr!!!
¡Soberbio!
Acabado esto, se descansa en Oriente o en los Suizos, se toma algo refri-
gerante, y al teatro a oír a Romea: cuadro de costumbres distinguidas, si
no hay voces ni palmoteo en la cazuela alta; un poquito de baile francés,
y se va uno a la cama con el cuerpo lleno de novedades.

En fin: no criamos polilla;


pues para dicha colmada,
diversión tiene Sevilla
en el campo de Tablada
y en la calle de Castilla.
Y porque completa sea
la animación de tal día,
a la noche nos recrea
el distinguido Romea
¿Se sabe algo?

en el templo de Talía.
(LA ANDALUCÍA, 7 de octubre, 1860)

Como se sabe no era sólo Torrijos. Por el tránsito del tiempo anual jalonaban
hitos de cumplimiento obligado. Esperadas fechas para el alborozo. General-
mente en nombre de los santos:

Velada de San Juan.- Todos los preparativos anunciaban ayer que esta
antiquísima y popular solemnidad, que tantas buenas plumas ha ocu-
pado, no desmerecería de la de los años anteriores, no obstante ser harto
notorio que se halla en el período de su decadencia. En cuanto a objetos,
los mismos de otras veces: puestos de juguetes, de golosinas y buñuelos;
tabernáculos de bebidas y máquinas en abundancia de las llamadas del
Tío Vivo. Por cierto que en esta clase de instrumentos advertimos una
novedad hija de los adelantos materiales que se van en todo denotando;
y es una que se distingue de las otras por su más esmerada construcción
y por hallarse cerrada con persianas y rodeada de balcones, dentro de la
cual puede bailarse, y donde en efecto bailará una pareja de boleros. Está
separada de las otras, como rehuyendo su contacto y colocada en el sitio
del Potro, que ha hecho la autoridad muy bien en concederle, para osten-
tar la lucidez a que se conoce que aspira, así por ser la más decente de su
género, como por la buena música de que se sirve. El objeto se conoce de 291
golpe: dar más atractivo a este adminísculo de nuestras principales ve-
ladas y atraer por dicho medio más y mejor gente. Es todo lo que hemos
encontrado de notable.
(EL PORVENIR, 24 de junio, 1857)

Y aún más que notable es la crónica que sigue: magnífico cuadro de costum-
bres, retablo de usos y mercaderías, y también de músicas:

¡Fiesta!... ¡Broma!.- Nos hallamos en el día de noche buena, que no es


noche de dormir, como el villancico dice; aunque tampoco dejan dormir
al que lo intenta el ron ron de la zambomba, el chi-chi-vi-rí de la pande-
reta, y el traquetraque de los palillos o castañuelas repiqueteadoras. La
orilla del río es el paseo de estos días; no la alameda que principia junto
al palacio de San Telmo y va hasta la máquina de Cristina; sino los mue-
lles en que se levanta como en un aduar árabe el mercado de navidad;
donde la serrana vende alfajores y pan de higos; el malagueño batatas y
caña de azúcar; el valenciano turrón de Jijona, cacahuetes y melocotones;
el roteño coliflores y tomates conservados; el pescadero de Sanlúcar la
pesca que sin cesar le traen faluchos y barcas de Barrameda; el catalán
salchichones de Vich y sabrosas butifarras, con tal cual porrón del Priora-
José Luis Ortiz Nuevo

to para los afectos a lo bueno de lo agrio; el extremeño castañas y bellotas;


el del Condado nueces, pasas e higos secos; tal cual morito de por Tánger
y Orán dátiles y babuchas; nuestros jugueteros panderas, zambombas,
matracas, cascabeles, gaitas, trompetillas y chicharras; la familia egipcia
con sus manadas de pavos, acampadas en rededor de la cárcel del Pó-
pulo, y avenidas de la Puerta Real. Las pastelerías Suizas componen sus
aparadores; distinguiéndose Hermann (el decano) que ha traído confi-
teros artistas, bajo cuyas manos inteligentes el mazapán, el caramelo, la
pasta flora y el budín toman las formas de edificios fantásticos de proli-
jas labores; de caprichos graciosos; y hasta un Orangután tendiendo una
manzana, y en acecho a todos los apetitos delicados, que necesitan más
que lo grato de la materia, lo atractivo de las formas. Las confiterías se
adornan con profusión y forman barricadas de turrones; luciendo en re-
dondas cajas doradas jaleas, y culebras de mazapán de Toledo, o que
afectan proceder de allá. Como no hay miel sin hiel, ni rosa sin espinas,
todos estos elementos de diversión están desvirtuados por la fatídica
palabra que sintetiza una serie de demandas a título de servicios, que
recorre toda la escala de subalternos de la servidumbre pública y parti-
cular. Los hombres serios, como dicen los franceses, que son los menos
formales del continente, abdican en su énfasis, y hay padre de la patria
292 que pasea del alto abajo su diestra por el largo carrizo de una zambomba
patagónica. La tumba, la tarara, el jaleo andaluz, la jerigonza, el tío Juan
5
el esterero con su célebre tras-tras, las sevillanas y hasta el picante fray
Pedro, aturden a los vecinos pacíficos. La misa del gallo atrae a diferentes
parroquias a los feligreses alegres; y en esta excitación báquico-filarmó-
nica-aventurera sólo hay un ceñudo: el sereno que ha de bregar con los
escandalosos, los obstinados en entrar donde no les quieren abrir, y los
calaveras que intentan hacer de Atilas y Alaricos con muestras de esta-
blecimientos y faroles del alumbrado público.
(LA ANDALUCÍA, 24 de diciembre, 1858)

Para que nada falte preciso será dar el sitio que merece al carnaval de enton-
ces, mucho más vivo e importante de lo hasta ahora creído; sobre todo en las
décadas centrales del siglo, cuando se publicaban gacetillas tan sorprendentes
como esta:

Baile a la catalana.- Habem sabut ab la major satisfacció, que els catalans


que viuen dins de Sevilla, pensan buscar siti o llocal a proposit per bailar
en los dias del proxim Camestoltas. Ningú pot negar que’ls fills de la in-
dustriosa y activa Cataluña saben ab gust y lleugeresa, podense dir que
son, en certa clase de danses, los millors balladors d’España. Nosaltres
nos alegrem que’l proyecte catalé tinga efecte; axis podrem jutjar si las
¿Se sabe algo?

piruetas de Cataluña estan mes en regla que las de la terra del jaleo y del
ole.

Carnestoltas fredas
Le blat va a divuit;
N’ya molts que bailan
ab le ventre vuit.
(EL PORVENIR, 20 de febrero, 1862)

Y, ¿cómo no?, la feria:


6
La feria, toujours la feria .- Si brillantes, placenteros y animados, se pre-
sentaron los dos primeros días de feria, más brillante, placentero y ani-
mado, si cabe, se manifestó el tercero y último de esta encantadora festi-
vidad popular. La estación, el cielo, y la temperatura le prestaron todos
sus ricos dones, y el innumerable pueblo que vestido de gala asistió a
ella le dio un aspecto y un carácter que la pluma no puede describir.
Si hubiera sido posible que el mundo todo asistiera a este espectáculo,
renunciaríamos a su descripción, en la seguridad que nuestras palabras,
en vez de pintar la verdad de cuanto hemos visto, desnaturalizarían el
efecto por la palidez de su pintura; empero como existen muchos hijos
de Adán que no han podido gozar de sus encantos, para ellos escribimos
y escribiremos a fin de darles una incompletísima idea de lo que vulgar- 293
mente se llama la feria de Sevilla, que nosotros llamaríamos un cachito
de cielo. ¡Qué lujo de carruajes y caballos; qué número de apuestos jine-
tes; qué paraíso de encantadoras bellezas; qué damas, qué chicas, qué
mozas, qué jembras! ¡qué divinamente vestidas, prendidas, peinadas y
ataviadas! ¡Cuántos lores, milores, excelencias, ilustrísimas, usías y seño-
rías, príncipes, embajadores, grandes títulos, diputados, generales, mo-
zos crúos, gallos irresistibles, pollos temibles, etc. etc. etc.! ¡Qué ambiente
tan perfumado; qué sol tan espléndido; qué deliciosa temperatura; qué
cielo, señores, qué cielo! ¡Qué jamones dulces, dorados y humeantes; qué
pavos destrozados; qué pollos descuartizados; qué pasteles reducidos a
migajas; qué dulces menos dulces que muchos de los labios que los chu-
paban; qué fuego graneado de taponazos de botellas de Champagne, qué
chorros de dorado Jerez, qué hervir del Burdeos en las copas; qué deses-
peración en fin por no tener diez mil corazones que ofrecer a otras tantas
niñas encantadoras; y cien y cien estómagos para digerir tantos y tantos
vinos y manjares!
Y esto, por la mañana, al medio día, por la tarde y durante la noche. Sí,
señores, durante la noche, si es que noche puede llamarse cuando el gas y
aceite derraman torrentes de luz en los paseos y en las tiendas de campa-
ña; cuando multitud de bandas militares llenan el aire con los acordes de
las más selectas piezas del mejor repertorio musical; cuando los pianos y
José Luis Ortiz Nuevo

las guitarras se dejan oír en todas direcciones; cuando se baila, se goza, se


habla de amor y de aventura en todos lados y en todas partes, y esto has-
ta el cuarto del Alba, hora en que todos los bien aventurados seres que
pueblan aquel edén sin par, pagan el justo tributo a la debilidad humana,
retirándose a descansar y cobrar nuevas fuerzas para el día siguiente...
Me faltan las fuerzas, pero me sobra el ánimo, y vuelvo allá, pues creo
que se me ha olvidado algo.
(EL PORVENIR, 23 de abril, 1862)

A las puertas del verano emprendían fervoroso camino hacia la aldea. Acaricia-
ban guitarras por el campo alante:

Hoy saldrán de Sevilla, según costumbre, las carretas de la hermandad


y particulares para el santuario del Rocío. Esta romería que es una de las
principales a que concurren los sevillanos, no ha sufrido grandes modi-
ficaciones en su carácter especial. Sin embargo, en los alrededores de la
ermita se levantan ya muchas chozas donde se albergan, buscando algu-
na comodidad, los concurrentes que antes no tenían más abrigo que las
carretas. También se han construido algunas casillas de mampostería y
es seguro que con el tiempo se formará allí un pueblo. Esto no obsta para
que entre los romeros reine la franqueza, la animación y el regocijo de
294 siempre: el fervoroso entusiasmo con que todos aclaman a la Virgen del
Rocío, pone término en todo caso a cualquier reyerta que se promueva, y
el ruido del tamboril y el pito, los gritos de los vendedores, el sonido de
las guitarras y las castañuelas, mantienen constantemente vivo el regoci-
jo y el buen humor.
(LA ANDALUCÍA, 5 de junio, 1862)

No le faltaba ni pizca de razón al perspicaz gacetillero, profeta de cumplida


sabiduría, Isaías de la marisma enjalbegada, anónimo cronista del entusiasmo
que sembró y sembró por esta tierra ansia irrenunciable de felicidad tumultua-
ria.

Una seña más en la cadena de supremos jubileos de vez en vez convocados.


La guitarra soportando cantares de alegría, torrente de danzas. Por las cuatro
estaciones del tiempo levantaban el fantasma de la pena. Al olvido los miedos
fatales, la desesperanza. O el perpetuo desafío a los llantos terribles. Cantes,
manos, voces, instrumentos, cuerpos necesitados de luz vivificante.

Gente sabia que no se dejó domesticar por la miseria, tampoco por la angus-
tia. Lograr, alcanzar las imposibles. Quienes conocen las llagas lacerantes del
sufrimiento pueden tal vez mejor que nadie orientarse hacia el Sur de los con-
tentos:
¿Se sabe algo?

El año 1871 se despide... los afamados productos de Valdepeñas, Jerez y


Cazalla encontraron abundante demanda, sobre todo, en los alrededores
de Sevilla, a donde se trasladaron multitud de familias en alegres giras
en que la clásica guitarra y el tradicional pandero mantuvieron la alegría
al compás de los cantares de la tierra.
(LA ANDALUCÍA, 27 de diciembre)

Y amaneció 1872 con aire de fiesta, noticias frescas de júbilo hasta la capital
llegaron, venían de Málaga y de Cádiz venían, con el impulso de la noche y de
las danzas, con el aire del mar, con el empuje de las olas:

FERIA EN MALAGA.- En los días 31 de mayo, 1 y 2 de junio y festejos


en la octava del Santísimo Corpus Christi.
29 de mayo Programa de festejos:
... Bailes nacionales en tablados dispuestos al efecto en la explanada del
Muelle y plaza de Riego. En el primer punto a disposición del público. En
el segundo por parejas contratadas.
1 de junio:
Otra velada con iluminación y música en la Alameda y plazas de la Cons-
titución y Riego, como en la noche del 29, y bailes en los sitios y forma ya
indicados.
(LA ANDALUCÍA, 24 de mayo) 295
Se engalanaba Cádiz para festejar su Velada, preciosa, de los Ángeles:

Se formará una extensa galería con cuarenta y cinco divisiones hechas


por medio de barandillas. Estos compartimentos se dedicarán a diferen-
tes corporaciones, sociedades, círculos de recreo y particulares.
A la terminación de la galería y frente a la calle de Santa Rosalía, se le-
vantará una gran tienda pública, adornada con arañas de cristal, flores
y pabellones de colores, la cual será iluminada con profusión. Tocadores
de guitarra y cantadores de reconocido mérito, entonarán en ella aires
andaluces, habiendo para comodidad de los aficionados que concurren a
oírlos, más de setecientas sillas.
(LA ANDALUCÍA, 31 de julio)

***

Anoche a las ocho en punto principiaron las magníficas veladas de Nª


Sª de los Ángeles. En la tienda (caseta) del pueblo hubo una gran con-
7
currencia que no se cansaba de aplaudir los bailes y cantiñas que en su
tablado se ejecutaban.
(LA ANDALUCÍA, 4 de agosto)
José Luis Ortiz Nuevo

Alegría del todo precisa a la supervivencia. El juego de las gentes del sur entre-
tenidas en versos, músicas y ritmos... bajo el poderoso influjo de las luces que
arden:

Feria de Sevilla.- Ya durante el primer día de feria habían llegado a esta


ciudad numerosos trenes, diligencias... así se comprende la muchedum-
bre que se encontraba en el Real..., igual concurrencia se advertía en la
Exposición del Alcázar y por donde quiera que se discurría: estableci-
mientos, calles, jardines, paseos, teatros, cafés, restaurantes, todo lleno
de forasteros y naturales...
Entre tanto bandas de música tocaban al pie de varias grandes tiendas,
dentro de las cuales se rendía tributo a la Diosa del baile y la alegría.
No reinaba menos en otras donde se oían los acordes del instrumento
universal, o sea el piano, al compás de cuyas notas se bailaban polkas,
habaneras y seguidillas.
(EL PORVENIR, 21 de abril, 1874)

***

Fenómeno.- No vamos a ocuparnos de esas fortunas hechas en quince días,


ni tampoco de esos conservadores de hoy, que eran republicanos euragés
296 ayer por la mañana, y moderados la semana anterior: (no aludo a ningún
colega), vamos a ocuparnos de un fenómeno fisiológico observado por
nosotros el domingo último.
Pasaba por nuestra redacción uno de tantos carros compuestos como du-
rante los días festivos del presente mes se dirigen en romería a la ermita
del Santo Cristo de Torrijos.
Para que nuestros lectores de fuera de esta capital conozcan esta piadosa cos-
tumbre, le describiremos a la ligera la forma como se practica en general.
Los carros faeneros arrastrados por dos mulas van cubiertos con telas
blancas festoneadas con cintas de colores vivos y ramos de flores artifi-
ciales. Las paredes laterales del vehículo llevan el mismo adorno. En el
interior del carro y paralelas en toda su longitud se fijan dos tablas con
almohadones o sin ellos, y sobre estos asientos improvisados se colocan
diez, doce, catorce o diez y seis muchachas de frescos colores, cabello ne-
gro y reluciente, ojos... nariz... talle... En fin, cada una lleva lo que tiene,
procurando modificarlo, siempre embelleciéndolo con vistosos trajes de
colores, cual lo requiere el brillante y abrasador planeta que nos achicha-
rra desde su sillón situado muy por encima de la azotea de mi casa.
Es de rigor, que estas muchachas, vayan cantando alegres coplas, acom-
pañadas de guitarras y grandes panderetas.
¿Se sabe algo?

La oración, las lágrimas de entusiasmo religioso, las peticiones y dádivas


al Santo Cristo de Torrijos, se quedan para la ermita.
Hay que darle al Santo lo que es suyo y al carro lo que le corresponde.
Pues bien, y vamos a mi cuento: en el último asiento de uno de estos
carros, vimos a una joven morena y agraciada, que cantaba con gran en-
tusiasmo, y batía las palmas con el mismo, pero con la notable circuns-
tancia de llevar los ojos cerrados.
Choconos esto, y movidos de la curiosidad, nos acercamos al carrero y
éste, nos explicó que la muchacha hacía siete días que no dormía por
arreglarse las galas que llevaba puestas, y que rendida por el sueño, dor-
mía, sin faltar por eso a la costumbre de cantar y batir las palmas, mien-
tras llegaban a la ermita.
(EL PORVENIR, 27 de octubre, 1874)

Tiempo de esplendor creciente para las seguidillas, convertidas en baile princi-


pal. Antes incluso que se reconocieran formalmente como seguidillas de Sevi-
lla, mucho antes de que se llamaran del todo y para siempre sevillanas.

LA VELADA DE SAN JUAN.-


... En las puertas de las casas que rodean el paseo, fórmanse por la medía
noche animados corrillos en los que muchas veces al acompasado son de 297
una mal templada guitarra, cántanse las graciosas seguidillas que son baila-
das con todo el garbo de esta tierra, en tanto que los espectadores apuran
más de una caña de clásica manzanilla.
(LA ANDALUCÍA, 26 de junio. 1875)

Poderío macareno enviando a Triana rentoy de concurrencias:

Muy concurrida estuvo en la noche del sábado la calle del Betis. Mucha
gente acudía desde las primeras horas de la noche, hasta el punto de
ser algunos sitios intransitables por estar agrupados los mocitos crúos,
bien requebrando a una bolera que daba muestras de su ligereza de pies
y mayor flexibilidad de cuerpo bailándose er fandango en alguna casa
de las muchas en que esta noche se dedican al culto de Terpsicore, bien
procurando escapar de las fuertes garras de una buñolera que con las
concebidas frases de janda güen mozo vamos a tomá unos muñolitos,
procuraba hacerse de parroquia.
(EL PORVENIR, 29 de julio. 1879)

¿Qué les parece si nos damos una vueltecita por Utrera?


José Luis Ortiz Nuevo

Como soy aficionado


A romerías y fiestas,
Que son, como la de hoy,
Clásicas y de mi tierra.
Voy a dar cuatro reales,
Es decir, cuatro y cuarenta
Céntimos, para embarcarme
Y dar mi viaje a Utrera.
Allí veré el santuario
Cercado de buñoleras,
Y lleno de milagritos
Y ojos y brazos de cera.
Entre bulla y algazara,
Y polos y malagueñas,
Y empujones y graznidos,
Y pellizquitos y etcéteras,
Cruzaremos el sendero
Del santuario y la feria,
Diciendo a las barbianas:
¡Viva el salero, morenas!
Compraremos avellanas,
298 Oiremos las panderetas
De los corrillos que forman
Sevillanas y utrereñas,
Y tomaremos diez cañas,
O veinte, o treinta, o cuarenta,
Empapando mostachones
con azúcar y canela.
Esto es cumplir con el culto,
Esto es ser un buen católico,
¡Qué venga Dios y lo vea!
Trenes van y trenes vienen,
La locomotora humea,
Se empujan los pasajeros,
Y cobra siempre la empresa.
¡Santa Virgen del Consuelo
Del santuario de Utrera!
Unos te besan el manto,
Y otros besan las botellas.
(EL ALABARDERO, 8 de septiembre de 1880)
8
Ya que en el punto de los versos nos hallamos, dejemos sitio a un romance que
¿Se sabe algo?

a la Feria de Sevilla dedicara el ínclito Benito Mas y Prat:

...Bandadas de golondrinas,
Que anidan en la floresta,
Las jóvenes andaluzas
Son las noches de la Feria.
Bajo azules pabellones
Cantan y revolotean;
Sus párpados sonrosados
Se entornan, mas no se cierran.
Libros de caballerías
Son los bailes para ellas;
Las noches de claro en claro
Suelen pasar dando vueltas.
Por eso un nuevo Gauthier
Anotará en su cartera:
“Las españolas no duermen
Aun cuando sueñan despiertas.”
De ver es cuando agrupadas
Bajo el techo de tijera
De esos elegantes nidos
llenos de luces y esencias,
Mueven, al son del piano,
Las brazos y las caderas, 299
En la danza que a lord Byron
Trastornaba la cabeza.
De ver es cuando la falda
Provocativa y ligera
Descubre sus pies menudos
Como ramos de violetas;
Y cuando al compás del crótalo
Y la guitarra parlera,
Como girándulas pasan
Casi sin tocar la tierra.
No hay fibra del sentimiento
Que no vibre y se estremezca
Al escuchar en sus labios
La clásica malagueña;
Ni corazón de diamante
Que no se rinda y se vuelva,
Por lo alborotado, espuma,
Y por lo sensible, cera.
Vano intento es comparar
Aquellas hijas de Atenas
Cuyas formas palpitaban
Bajo las túnicas sueltas,
José Luis Ortiz Nuevo

Con nuestras hermosas niñas,


En cuya cintura estrecha
Flota el cendal de las Gracias
Bordado por la modestia.
Vano intento es comparar
Aquellas veladas griegas,
Animadas por el pámpano
Y alumbradas por la tea,
Con las veladas de Híspalis,
Con las andaluzas fiestas,
De tiernas melancolías
Y gratas locuras llenas...
(LA ILUSTRACION BETICA, 15 de abril, 1882)

Feria, guitarras, feria, el Rocío, veladas, fiestas, feria, manzanilla, bailes, feria,
veladas, los palillos, cantes, fiesta:

Durante la noche del último día de feria, fueron muchas las casillas don-
de a compás de las palmas y de los cantos de nuestro país, se celebraban
alegres bailes, reinando la más viva animación en cuantas personas lo
presenciaban.
(LA ANDALUCÍA, 22 de abril, 1881).
300
***

A las primeras horas de la noche del segundo día de estas fiestas era muy
escaso el número de personas que se veían en la casilla del Círculo de La-
bradores y otras oficiales, mientras que las casillas construidas por inicia-
tiva particular se hallaban muy favorecidas, llamando la atención de los
numerosísimos paseantes la animación que reinaba en ellas, bailándose
seguidillas y cantando malagueñas y peteneras.
(EL PORVENIR, 21 de abril, 1882)

***

Escriben de Cádiz que un inmenso gentío acudió anteanoche a las Deli-


cias para despedir la Velada. El Concierto por la Banda de Artillería cau-
tivó la atención del público y particularmente Las Malagueñas de Vila,
que fueron extraordinariamente aplaudidas.
(LA ANDALUCÍA, 19 de agosto, 1882)

***

Gran animación hubo el tercer día de feria en el Prado de San Sebastián.


Verdad es que durante el día y la noche reinó una agradable tempera-
¿Se sabe algo?

tura, permitiendo a los aficionados el permanecer en las casillas hasta la


madrugada.
En muchas de particulares se improvisaron fiestas a lo flamenco y bailes
de sociedad, reinando en todas ellas gran alegría.
(EL PORVENIR, 23 de abril, 1883)

***

Velada del Carmen


En el Corral del Conde: Por la noche organizaron bailes del país, rifas y
otros regocijos, quemándose más tarde una vistosa colección de fuegos
artificiales.
(LA IZQUIERDA LIBERAL, 20 de julio, 1883)

***

En la noche del jueves regresó del Santuario del Rocío de Almonte la


hermandad que lleva aquel titulo cuya peregrina imagen se venera en el
barrio de Triana.
El populoso barrio presentaba desde las primeras horas de la noche un
pintoresco aspecto. Todas las casas de la carrera lucían elegantes y boni- 301
tas colgaduras, estando también iluminados sus balcones.
Las graciosas hijas del histórico barrio, ataviadas con sus mejores galas,
le daban con su presencia vida y alegría.
Hasta una hora bastante avanzada duraron en muchas casas las seguidi-
llas y soleares, no cesando en toda la noche la guitarra y los palillos de
rasguear la una y de sonar los otros.
(LA IZQUIERDA LIBERAL, 6 de junio, 1884)

***

La Velada de Nª Sª Santa Ana se prorrogó hasta la noche del domingo.


La concurrencia en la calle del Betis en aquella noche fue extraordinaria.
Las fiestas en las casas del mencionado barrio abundaron dejándose oír
hasta bastante avanzada la noche los acordes de las guitarras y los ale-
gres sonidos de los palillos.
(EL TRIBUNO, 29 de julio, 1884)

***

Pasó la cuaresma, con sus abstinencias, sus mortificaciones y sus peni-


José Luis Ortiz Nuevo

tencias. La sustituye, respecto a Sevilla, otro período diametralmente


opuesto. Hemos entrado de lleno en la época de las expansiones. Toros,
exposiciones, carreras de caballos, carreras de cintas, tiradas de pichones,
y todas las diversiones que goza la high life de la sociedad moderna; tam-
poco escasearán las giras a las haciendas cercanas y los juegos de la gen-
te barbiana; ópera, circo, sorprendentes escamoteos de Herman y otros
escamoteadores de diversa estofa, bailes y otras infinitas diversiones que
están en puerta.
(EL ESPAÑOL, 5 de abril, 1885)

***

Concluida la Semana Santa... la ciudad del brillante sol y del eterno gra-
cejo, satisfecha de haber tributado a su ingénita piedad su magnífico ho-
menaje, se remoza por su extensa periferia, se corona de flores, y vuelve a
pulsar la guitarra, a agitar los palillos y a hacer resonar por los márgenes
del Guadalquivir sus melancólicos cantes flamencos.
(EL PORVENIR, 12 de abril, 1885)

Llegando mayo la mar se agita. De lo más al sur, casi a las puertas del África,
la noticia llega:
302
Ya ha circulado el programa de los festejos que tendrán lugar en Alge-
ciras los días 7, 8 y 9 del próximo junio, en que celebra su feria dicha
ciudad.
Lagartijo y Cara Ancha matarán en las dos corridas de toros de Muruve
y Marqués de Saltillo.
Compañías de verso y zarzuela actuarán en el teatro de verano.
Los aficionados al género flamenco encontrarán surtido de Cafés Cantan-
tes donde empaparse de las dulzuras del cante jondo.
(LA ANDALUCÍA, 7 de mayo, 1885)

De manera que fue entonces, por los ochenta, cuando el apogeo de los cafés
cantantes, el tiempo preciso en que comenzó a trascender el concepto de fla-
menco aplicado al arte y en las fiestas generales, manifiesto no sólo en la capi-
tal, también lejos, como en Algeciras mismo:

Lo más notable que se presentará este año en cante flamenco, parece que
lo trae el Café del Cordón, pues ha contratado nada menos que al célebre
cantaor Chacón. En boleras las parejas que presenta el amigo Sr. Martín,
son de lo más notable y especial; y muy aceptable el cante y baile que se
9
exhibe en el café del Sr. Marín .
¿Se sabe algo?

Hay también los cafés de Caraancha y el Valenciano que exponen nove-


dades de “niños” y “Viejos ricos”.
(LA ANDALUCÍA, 7 de junio, 1888)

Entre tanto, las voces que en Sevilla nos hablan de sus fiestas, dicen sobre todo
cosas de la Feria y de veladas y de romerías:

Fue un día espléndido y templado el tercero de la feria... No hay para qué


decir que los bailes y cantes fueron muchísimos y que las juergas y diver-
siones duraron en varios sitios hasta cerca de la salida del sol de ayer.
(EL ESPAÑOL, 2 de mayo, 1886)

***

La Feria de Sevilla es la Feria non plus y puede competir con esas grandes
exposiciones del extranjero.
Además de los pingües negocios que se efectúan en la Feria de Sevilla, se
baila y se canta por toíto lo jondo y por todo lo filaerfia.
Las sevillanas van a la Feria, se pasean por la Feria, hablan en la Feria, se
ríen en la Feria, comen, bailan y se divierten en la Feria: ¡Es mucha Feria
la Feria de Sevilla! 303
(LA FUSTA, 19 de abril, 1887)

***

Los tres días de Feria a pesar de lo desapacible de la temperatura y del


tiempo, puesto que los dos últimos no cesó apenas de caer una llovizna,
la concurrencia al Real fue numerosa desde las primeras horas de la ma-
ñana no faltando como de costumbre gente en todas las noches de los
tres días.
El efecto de las luces eléctricas es maravilloso presentando un aspecto
fantástico al iluminar el magnífico panorama de todas las partes del pin-
toresco prado de San Sebastián.
Los espectáculos mil que se ostentan en la feria, se han visto concurri-
dísimos quizá debido al poco aliciente de los paseos por la crudeza del
tiempo.
Respecto del Mercado, pocas transacciones se han verificado notándose en
los dos últimos días un descenso en los precios de los distintos ganados.
No se ha distinguido este año por la presencia de los magníficos caballos
que hemos visto otros, viéndose así privados los aficionados de disfrutar
José Luis Ortiz Nuevo

de la vista de aquellos ejemplares de raza caballar que constituían una


verdadera belleza en el género.
La animación y la alegría a pesar de todo como llevamos dicho, no cesó
un momento en los tres días tanto en las casillas como en fondas, cafés,
buñolerías y demás establecimientos.
En la magnífica tienda del Círculo de Labradores se ha bailado mucho
viéndose entre los concurrentes multitud de muchachas cuya hermosura
corría pareja con su elegancia y lujo.
Además no han escaseado “juergas” en las casetas, bailándose y bebién-
dose por “todo lo alto” y luciendo su donaire hermosas mujeres al bailar
las clásicas seguidillas a los acordes del instrumento andaluz.
(EL ESPAÑOL, 21 de abril, 1887)

***
10
Anteayer, primer domingo de Romería al Santuario de Torrijos se halló
bastante animada la calle Castilla, del populoso barrio de Triana...
... Lucían su donaire y gracia bailando las seguidillas, al compás de los
tañidos de una guitarra que manejaba, con singular maestría, un mozo
“crúo” y de la copla que los labios encendíos de una morena de ojos ras-
304 gados, lanzaban al aire con inimitable sentimiento.
(LA ANDALUCÍA, 4 de octubre, 1887)

***

El domingo y ayer hubo velada en el barrio de San Bernardo con motivo


de las fiestas del Santo.
Como es costumbre la animación fue completa en el alegre y famoso ba-
rrio de Cúchares y hubo bailes y cantes populares hasta bien avanzada la
noche y en ambos días.
(EL ESPAÑOL, 21 de agosto, 1888)
Con un tiempo hermoso, abundancia de ganado en el Real, fiestas, bailes,
toros, teatro y carreras de caballos, se ha celebrado este año el famoso
mercado de primavera que tanto renombre alcanza en Europa...
... Entre tanto, otro espectáculo más original, más característico, más clá-
sicamente andaluz tenía lugar en la mayor parte de las casillas. El ras-
guear de las guitarras, el repiqueteo de los palillos, los cantos llenos de
11
gracia y los movimientos ondulantes de las parejas bailando sevillanas
se observaban por do quiera.
(LA IZQUIERDA LIBERAL, 25 de abril de 1889)
¿Se sabe algo?

¡Es el Real! ¡Cuánta gente!


¡Qué animación, santo cielo!
Todo se vuelve jarana,
Fandangazos y jaleo;
Aquí turrón pregonando,
Allí piquetes a ciento.
Al lado una Buñolera
Que con gracia está diciendo:
-Señorito, ande usted;
¿No le gusta los buñuelos?
Mire usted que son muy ricos.
¡Ande usted que son muy tiernos!
¡Qué algazara, Virgen Santa!
¡Cuántos gritos! ¡Cuánto estruendo!
Las voces de vendedores
No cesan por un momento.
¡Al buen turrón! muy barato,
Tómelo usted caballero;
Grita una joven muchacha,
Que hace de turronero.
¡A las avellanas crudas!
También tostadas las tengo.
Da gusto al ver que se animan
Aquel gentío tan inmenso. 305
¡Cuánto ruido por doquier!
¡Cuánta gente con dinero!
Y cuántos derrochadores
Que despilfarran sin miedo.
Aquí se encuentra una fiesta
Que bailando los boleros
Chillan con gran algazara
“Que toque un mozo” pidiendo
Coge la guitarra al punto
Y como saben hacerlo,
La rasgan con esa gracia
Que es tan natural en ellos;
Y a seguida una muchacha
Arranca notas del pecho;
Y su voz es tan divina
Que canta como un jilguero.
(EL CRONISTA, 24 de noviembre, 1889)

Así fue, entre los años del 44 al 89 del siglo XIX, nuestro paseo rastreando los
ecos escritos de sus fiestas públicas, a la busca de testimonios próximos y na-
José Luis Ortiz Nuevo

turales al flamenco o sus inmediaciones. Razón de algarabía para un pueblo


maltrecho, escarnecido, hambriento muchas veces, dominado; pero que en to-
cando a júbilo se solazaba felizmente en cantos y danzas peculiares, pujantes,
ejercidos por la generalidad de criaturas que hacían, hicieron de madre a los
profesionales de lo hondo.

Y ahora, de postre o epílogo para satisfacer curiosidades acerca de aquellas


fiestas, sea este ramo de artículos, crónica de costumbres, que refieren cosas.
12
SEVILLA EN EL MES DE ABRIL
Entremos en el prado de San Sebastián.
Desde la puerta de San Fernando hasta el paso de nivel de la estación del
ferro-carril de Cádiz, próximo a la Enramadilla, se alzan a derecha e iz-
quierda de esta línea, formando una anchurosa calle, primero, elegantes
y espaciosas tiendas de campaña propiedad de las corporaciones, socie-
dades y familias particulares, y después las que mejor deben llamarse
casetas, de madera y lienzo, listadas de blanco y celeste, que arrienda el
“Asilo de mendicidad”.
Entre las propias descuellan la del Municipio, la destinada a la rifa de
multitud de variados objetos de uso y adorno, alhajas y juguetes, cuyo
producto recauda la ”Asociación de señoras para beneficencia domicilia-
306 ria”, incitando más a los feriantes a comprar papeletas los ojos de las ex-
pendedoras que la ilusión de acertar con un número; la del “Casino Sevi-
llano”, las de los “Círculos Mercantil” y de “Labradores”, la del “Cuerpo
de Artillería” y otras varias de que no hago memoria.
Las casetas del asilo son alquiladas por las personas pudientes de Sevilla,
y en el decorado, así de estas como de las tiendas propias, deja de figurar
muy pocas veces con las alfombras, espejos y jarrones con vistosos ra-
mos, un piano, nuncio feliz de walses y lanceros.

A los vivientes de este mundo, la felicidad no se les sube a la cabeza, sino


se les baja a los pies.
Este baila solo, aquel baila en familia, el uno baila en las tertulias de con-
fianza, el otro baila en los salones aristocráticos, el de más acá baila en
la pradera, el de más allá “cancanea” sobre los tablados públicos. Todos
bailan. No hay mortal que no padezca comezón de mover los pies, ape-
nas le retoza en el cuerpo una alegría.
Hay excepciones; pero los que no sienten el hormigueo de la dicha en las
piernas, le dan salida embarcándola, como hacen muchos con la tristeza,
en un aria, o en los vapores del vino.
Si cantando, bailando y bebiendo, se realizara el progreso humano, este
planeta sería de los más adelantados en el concierto universal.
¿Se sabe algo?

Ningún hombre que se siente venturoso piensa cómo podría él conservar


su ventura y hacer la de sus semejantes. Nada de eso. Se le ocurre bailar,
cantar o beber, o ir, al menos, en busca de gentes que beban, canten, o
bailen. La feria de Sevilla no es una excepción de la regla general. En las
tiendas, por consiguiente, con más o menos “toilette”, con más o menos
ricos néctares, con más o menos clásicos instrumentos, con más o menos
excelencia de formas, no se hace otra cosa, en resumen, sino cantar, beber
y bailar.
También se come; pero no he hablado de la comida, porque el pan es
factor común a los que ríen y a los que lloran.
He dicho mal; en la feria de Sevilla no se come; se almuerza y se cena; al-
muerzan, por punto general, todos los que tienen qué, y cenan las gentes
de rompe y rasga.
En este momento me asalta una duda horrible. A juzgar por su conducta
con las “eses” y por aquel canasto, estoy seguro de que mi beldad desco-
nocida de la estación de ferro-carril, cena. ¿Habrá cenado en la feria?
¡Me estremezco al pensarlo!
En corroboración de las precedentes observaciones, cada tienda tiene, a
la espalda, su repuesto, en el que con dificultad brillan por su ausencia
las botellas doradas por esos néctares de los dioses, que se llaman, en
Jerez, amontillado fino de Haurie y “Tío Pepe” de González, y en Sanlú- 307
car, manzanilla de Marín y de Martínez, néctares que poseen regalo para
todos los sentidos corporales, pues no sólo seducen su trasparencia, su
“bouquet” y su paladar, sino que asimismo es halagüeño para el tacto,
sepultar en la bota la “venencia”, y para el oído, el murmullo del chorro
al caer en la “caña”, coronándola de espuma.
La feria tiene sus horas de creciente y sus horas de vaciante.
En las primeras de la mañana y en las últimas de la tarde, es la pleamar.
En las del calor baja la marea.
Después de media noche, la feria se queda en seco, hasta el punto de que
si, pasada esa hora, permanecen algunas personas en el prado de San
Sebastián, se consagran exclusivamente a concluir con los vinos y aún
con los licores.
El espectáculo que, a la hora en que brillan en todo el apogeo de su es-
plendor las galas primaverales, ofrece el paseo principal de la feria, la
calle de las tiendas, con éstas habitadas, con innumerables gentes dis-
puestas a echar canas al aire discurriendo por sus aceras y con multitud
de carruajes y jinetes en airosos caballos por el arrecife central, es de lo
más vistoso, característico y agradable que puede concebirse.
¿Qué se hace en las tiendas? Ya lo dije antes. Forme el lector con la con-
José Luis Ortiz Nuevo

versación, la comida, la bebida, la música y el baile, las combinaciones


binarias, ternarias, etc..., que se le ocurran, y en los resultados que vaya
obteniendo irá encontrando la variedad de cosas que hacen los poblado-
res de las calles de las tiendas y los de las fondas, cantinas y buñolerías
adyacentes, desde la filosofía más sublime, hasta el chalaneo sobre las
cualidades de una burra; desde el terceto de Guillermo Tell, hasta las se-
guidillas de Silverio; desde el “paté de foiegrás”, hasta el picante menu-
do; desde el wals hasta el vito; desde el topacio jerezano más superfino,
hasta el carabanchel “arranca gañote”.
En estas tiendas y entre esas gentes se admiran las mujeres de genio en
la expresión, gracia en la actividad y belleza en la forma, que sólo nacen
bajo la influencia del sol de Andalucía; mujeres que pueden reproducir el
escultor en el mármol, el pintor en el lienzo, y encomiar el poeta; pero sin
que ninguno de los tres conozca, en el arte, modo de expresar en sus ojos
todo el fuego de sus almas, ni en sus labios la influencia secreta que sazo-
na las palabras cuando de ellos brotan, ni en su figura el garbo especial
de la tierra, que acompaña sus movimientos, cuando huellan el suelo con
sus menudas plantas, sin que necesiten para ostentar todo eso, la falda
corta, la peineta, ni la mantilla; la sal de la mujer andaluza se descubre
bajo cualquier vestido; lo que es peculiar del alma, no puede ocultarse
bajo ningún molde material.
308 Por el arrecife central de la calle de tiendas circulan, en amigable consor-
cio, el faetón inglés, sólido, pesado, pero con la elegancia severa de las
construcciones de este país, con la montera de su cuerpo anterior plegada
atrás, alto y por ende arrastrado por yeguas de gran alzada, que descu-
bren toda su gallardía bajo un angosto y sencillísimo atalaje; el lujoso
“clarens” de doble suspensión; cómoda “victoria”; el ligero “tilburi” y el
“break” que hacen rodar cuatro cartujanos con arreos a la calesera, con su
borlaje, sus penachos y sus collares con cascabeles.
Los trajes de majo han desaparecido casi por completo de Andalucía;
algunas reminiscencias quedan aún en las familias obreras, las de cam-
po especialmente; pero el sombrero redondo, modificación del turbante,
va cediendo paso al hongo y a la chaqueta, la chupa, y al chaquetón, el
pintarrajeado marsellés; el pantalón largo va borrando de la memoria el
calzón corto con alamares y los botines, y hasta la faja está casi en desuso;
por esto es “rara avis” descubrir, entre los paseantes por la feria, algún
mozo pinturero que, sobre un jaco lustroso, con albardón de pico y las
crines y la cola trenzadas, desentierre el equipaje que usaba “señó” Peri-
co Lacambra en sus correrías “desde el Ronquillo a Gerena”.
Todavía puede personarse y aún aplaudirse a la mujer que posea mucha
hermosura y mucha gracia y sepa tenerse sobre un buen caballo, que sen-
tada sobre sus lomos, luzca en la feria el vestido macareno, aumentando
la sandunga de su cara con un calañés echado a la ceja.
¿Se sabe algo?

En homenaje a la verdad sea dicho, por las mañanas se baila poco en las
tiendas de la feria; las horas consagradas a ese recurso del amor contra la
presente hipocresía social, concepto único en que yo disculpo a los bai-
larines, son las de la primera media noche, y la tienda favorecida por las
mejores hembras de la aristocracia y de la burguesía; la tienda donde más
resplandecen la belleza y la elegancia; la tienda decorada con más arte y
más lujo; la tienda donde se revela en todo la esplendidez de sus dueños;
la tienda de luz más radiante y en cuyos ámbitos resuenan las más dulces
armonías; la tienda donde no falta el más menudo de los pormenores del
“savoír faire”; la tienda cuya entrada codicia como meta de sus aspiracio-
nes el feriante; la tienda, en una palabra, que hace “succes”, los años que
se levanta, en el prado de San Sebastián, es la del “Casino Sevillano”.
Y es justo que sea la preferida. El “Casino Sevillano”, situado en la plaza
del Duque, se cita en toda España, dicho sea sin ofensa, ni de pensamien-
to, para otros “Círculos” más modernos, pero muy respetables de Sevilla,
como ejemplo de distinción, de cultura y de amenidad. Es una sociedad
realmente modelo. Yo no quiero saber ahora si existe una fuerza de afi-
nidad que junta a las personas dotadas del atractivo de la simpatía; pero
ello es que, en aquel casino, desde hace muchos años, tal acontece; hay
allí esa combinación seductora de la familiaridad más sencilla y de la más
exquisita delicadeza; en el trato brilla el gracejo del país; pero ese grace-
jo fino, nunca chocarrero, siempre oportuno, que ha hecho proverbiales 309
multitud de frases allí dichas y multitud de episodios allí realizados, de-
mostrativos de la ligereza de la sangre andaluza; hay atenciones para el
forastero, desprendimiento en cuantas empresas se acometen; hay, para
concluir, un encanto especial, que trae siempre a la memoria las pasadas
en el “Casino Sevillano”, como felices horas de la vida.
A la izquierda de la puerta de San Fernando, entre el paseo de coches y la
huerta del Retiro y en contacto con las tapias de ésta, se establece la feria
infantil, el mercado de juguetes, cuyas casillas avanzan hasta cerca de la
puerta de la Carne: delante de ellas, y produciendo un concierto infernal,
saltan y corren y lloran y chillan y gatean, en prueba de que aún está
remoto aquello del valle de Josafat, innumerables chicos, sonando unos
los instrumentos y otros admirando en sus manos los muñecos más en
armonía con sus aptitudes y que suelen ser indicio de las aguas en que
navegarán, cuando se lancen, entregados a sus propias fuerzas, por los
revueltos mares del mundo.
Por aquí, un rapaz de siete navidades, con el dedo índice de la zurda se-
pultado en una ventanilla de la nariz hasta la primera falange, tira con la
otra mano de los faldones de la levita de su padre y se desgañita pidién-
dole un granadero imperial que está colgado por la gorra del pelo, entre
sables y fusiles, de la techumbre de un puesto; por allí una niñera buena
José Luis Ortiz Nuevo

moza, con los carrillos como amapolas y una gorrita en la mano, corre,
no sabemos si detrás de Juanito, que se aleja, distraído en tocar un tam-
bor, o si huyendo de los requiebros candentes que, “fartando ya”, como
ella dice, le espeta un batidor de caballería; más allá, una señora gorda,
se encuentra en la terrible aflicción de que el único Amadeo que llevaba
es falso, y el niño no suelta a tres tirones el chinesco que ya consideraba
suyo, hasta el extremo de haberle arrancado la media luna, y que el ven-
dedor quiere recobrar íntegro a todo trance, diciendo que “ni a Dios fía”,
sin tener en cuenta el sofocón de la mamá, no los desgarradores lamentos
del inocente: por todas partes, en una palabra, menudean en aquella Ba-
bilonia los incidentes cómicos a que dan lugar las controversias entre los
nenes y los papás, aquellos por comprar títeres y tomar cartas en la bulla
y éstos por ahorrar ellos unos cuartos y a los pedazos de sus entrañas
unos coscorrones.
El paseo de lujo es por las tardes; el de los coches, ordenados en dos hi-
leras como de costumbre, por el arrecife de la calle principal de tiendas
y por su prolongación delante de la huerta del Retiro, hasta la puerta
de la Carne; y el de las gentes a pie, por las alamedas laterales, siendo
indescriptible la animación que allí reina, especialmente a la hora de su
apogeo, que es la de concluirse los toros, pues las ocho o diez mil almas
que han ido a dar luz a su razón, humanizar sus instintos y recibir sus
310 ejemplos de buenas obras, después de aplaudir al genio del arte que le ha
partido el corazón al último cornúpeto, concurren al real de la feria, para
disipar la honda pena que les ha producido la conclusión de aquellas
taurinas horas, tan plácidas como breves, sobre todo en las corridas de fe-
ria, que son siempre de punta, saliendo cuando menos del redondel una
veintena de jacos sin tripas, y, a buen librar, de la cuadrilla, un espada
herido, un banderillero muerto y un picador descostillado.
Otra calle irregular de tiendas, propias también las unas y otras del “Asi-
lo”, parte de la principal ya descrita, más o menos perpendicularmente
a ella, y sobre su izquierda. Entre esta nueva calle y el paseo que hace
frente al mercado de juguetes, colocan los gitanos sus buñolerías, que
bien merecen algunos renglones.
Los gitanos monopolizan, con razón, el comercio de buñuelos, en rome-
rías, veladas y ferias; digo con razón, porque sólo ellos poseen el secreto
de dar a la masa y al frito el punto necesario para que sepan a gloria, sin
o con miel.
Las buñolerías son grandes tiendas, que tienen por lienzos sábanas con
bordados churriguerescos y por cortinaje colchas de colores rabiosos con
flecos, y están adornadas exteriormente con cintas, moños y banderas,
y por dentro con pinturas al oleo, de autores anónimos, representando,
bien la muerte de Pepe-Hillo, ya un majo bebiendo la horchata que le
¿Se sabe algo?

sirve una moza “juncal”, reduciéndose el resto del decorado a sillas sevi-
llanas y las mesas de pino en que se sirven el chocolate, los licores y los
buñuelos.
Delante de las buñolerías se colocan las flamencas de mejor “trapío”, lu-
ciendo sus trajes encarnados o blancos, con muchos faralaes; sus pañue-
los de espumilla amarillos o punzó, cruzados por el pecho y anudados
atrás en la cintura; sus ojos muy negros que no les caben en la cara; su
color muy moreno y su colorete; sus dientes muy chicos y muy blancos;
el pelo anillado y reluciente echado atrás; y sujetado el rodete, o bajo la
castaña, la tradicional peineta, rodeada de flores y un rizo bajo cada sien,
pegado con “sargatona”: allí, con un brazo en jarras y el otro en acción,
despliegan todo el repertorio de movimientos jacarandosos y frases de
almíbar o de pimienta, que sólo ellas poseen, para enganchar parroquia-
nos, diciéndole, a un jorobado, persona de gracia, y salerosa a un suizo,
y “que no tiene carne pa quebrantá una vigilia” al que es flaco y no le
gustan los buñuelos; y así, medio en caló, medio en español averiado, a
este le lanzan un piropo y a aquel una saeta, pudiendo decirse de ellas
hoy, como en los tiempos de las veladas de Sevilla, descritas creo que por
Lope de Vega:

“¡Y qué es ver tanta gitana


decir la buenaventura,
311
y hacer pontífice a un cura
que apenas tiene sotana!”.

Las gitanas viejas, con la sartén sobre el anafe, a un lado la masa, en el


lebrillo, al otro el peso y en las manos los hierros para dar vueltas en el
aceite hirviendo a los buñuelos, fríen y despachan éstos a la puerta de la
tienda.
La bebida clásica en las buñolerías es la mezcla de anisado y anisete, que
tiene nombres distintos, arreglados a la estofa del marchante.
Si entran por la puerta dos mozos “crúos” de Triana, de seguro piden
media libra de buñuelos y dos “culitos de chapurrao”, o “rebujao”, que
en esto andan discordes los autores.
Si son gentes más principales, las que ocupan una mesa, ya las gitanas les
preguntan si quieren unas copitas de “sol” y “sombra”; pero si adivinan
en los parroquianos personas de muchas campanillas, sobre todo extran-
jeras, entonces les dicen al llevarles los buñuelos y el chocolate.
Ustedes tomarán, por supuesto, su “mijita” de “París” y “Londres”.
Llámese “chapurrao”, “sol” y “sombra”, o “París” y “Londres”, lo cierto
es que no hay laringe que resista la segunda convidada.
En gracia de la que me hacen los gitanos, omito el análisis del chocolate.
José Luis Ortiz Nuevo

La misma variedad que en los nombres, existe en los precios; a los com-
padres les dan de balde los buñuelos, el aguardiente, el chocolate y hasta
la sartén si la quieren; pero si el consumidor entra muy compuesto y res-
pirando fuerte, tiene, como dice un sevillano de muy buena sombra, que
mandar a su casa por los títulos de un cortijo para pagar la cuenta.
Dejemos a los chiquillos dar vueltas en los caballos, mecerse en las cunas
y viajar en el ferrocarril del “tío vivo”; no entremos en la multitud de
fondas, siempre llenas de gente alegre, y en las que se come, se bebe, se
es servido y se paga como de feria; ni en la tienda donde se exhibe una
giganta; ni en la que se anuncia la vista de un sorprendente panorama;
ni nos detengamos a ver cómo trabajan los monos y los perros sabios; ni
los acróbatas, no compremos tampoco “arfajores de Meína”, ni avellanas
al tío que grita a revienta pulmón, señalando las medidas: “¡a dos reales
la grande y a probarlas!” “¡a real la chica!”, ni los manojos de divinos
capullos que lleva en el canasto Antonio el florero, pregonando: “¡las que
huelen, rosas finas; a las ricas dalias y a las marimoñas!”, ni visitemos
las tabernas de San Bernardo, la patria del famoso Herrera Guillén, de
Curro Cúchares y del Tato, donde está la fuente “cuyas aguas es preciso
beber para ser torero”, según afirma un mozo muy simpático del barrio,
que solía dar un menudo “non plus ultra” a sus amigos el segundo día
de feria: dejemos todo eso y muchas cosas más, los fuegos artificiales in-
312 clusive, y suponiendo que son más de las doce de la noche, sigamos a un
grupo de personas de buen humor, que después de haber comido fuerte
y hecho escala y refrendado el pasaporte en cuantos despachos de bebi-
das han encontrado al paso voltejeando por la feria, sale ahora, o entra,
mejor dicho, por la puerta de San Fernando con rumbo al “Colmado” en
que los aguardan varios cantadores, un bailador de nota y cuatro amigos
de confianza.
La casa está rebosando gente, en la verdadera acepción de la palabra,
pues a las puertas de muchas habitaciones hay algunas personas que tie-
nen vela en los entierros de la razón que se verifican dentro, y no entran
por no haber sitio para sus cuerpos. El estrépito de las bacanales resuena
en todo el barrio; pero en Andalucía sucede con estos ruidos, lo que con
el de los coches en Madrid, a los que vienen de provincias; a la semana
no se oyen; constituyen un elemento más del medio ordinario en que se
vive.
Los señores que vamos siguiendo, deben gozar de gran predicamento en
el “Colmado”, pues un joven montañés los ha conducido, sin vacilar, a
una sala de atmósfera pesada y alcohólica, alumbrada por cuatro meche-
ros de gas y en cuyo centro hay una mesa larga rodeada de banquillos.
Allí los esperaban efectivamente los cantadores y sus “banderilleros”, ha-
blando “der Fillo”, que como si dijéramos el Rubini del “cante” flamenco;
¿Se sabe algo?

los tocadores templando las guitarras y el bailador, entre las amigas, ha-
ciéndoles algunas observaciones sobre el modo de “matar la araña” en el
zapateado: su entrada produjo una gran explosión de alegría, para cuyo
complemento, un jerezano buen mozo le dijo al montañés, que acudió al
grito de “¡asistencia!” que subiera cuarenta “cañas” de manzanilla y unas
aceitunas, para hacer boca.
Obedecida la orden; uno de los ayudantes de cantador, repartió la prime-
ra “ronda”, lanzando antes al aire el líquido de cada vaso y recogiendo
el chorro en el cristal; sin derramar una gota, y con un dedo de espuma,
galantería que se llama “batir la caña”.
La mamá de las convidadas tiene tertulia en su casa, en la que, como dice
con su inimitable gracejo Narciso Serra:

“se baila, se toma té,


y algún pastelito, y luego
se suele echar un entrés”

Y siendo sus más constantes tertulianos nuestros amigos, que así les lla-
maremos, ha consentido a las niñas que con unas primas suyas, y una tía
encargada del cuidado de todas, vayan a cenar con ellos, para que sepan
que bueno es saber de cuanto hay en este mundo, lo que es una fiesta de
“palmas y luces”, en la seguridad de que son unos caballeros, incapaces 313
de propasarse lo más mínimo, cosa que no deja de tener su mérito, pues
las chicas son guapas de veras, especialmente las dos primas, de las que
la rubia, a juzgar por su acento, ha nacido en la ribera del Turia, y la pe-
linegra, por confesión propia, en el barrio del Perchel.
Si duda pudiera cabernos de que la mamá de las niñas recibe en su casa,
se habría encargado de disiparla una de sus hijas, morena, vivaracha, de
ojos negros y nariz remangada, a la que, sin duda por ser la de menor
edad, llaman las demás “polla”, y que reconviene a los recién llegados
diciéndoles:
-No van ya ustedes nunca por casa y está la tertulia más desanimada...
-Pues yo, responde uno de la tropa, pasé por allí la otra noche y me pare-
ció escuchar ruido en el comedor.
-Sí, añade la malagueña, “argunas noches” suelen “dí” tarde los “niño
der” casino.
Pero ya están sobre la mesa, una fuente de langostinos frescos, otra de
pescadillas fritas y una ración de riñones que ha pedido la tía, entre dos
“bateas” con otras cuarenta “cañas” de manzanilla, cada una.
El concierto flamenco va a dar principio: uno de los tocadores puntea y
José Luis Ortiz Nuevo

rasguea en la guitarra el polo de Tobalo y el artista de más viso de los allí


presentes, después de remojarse los bronquios con un “bolo” y al compás
de las palmas y de los golpes que con los nudillos y las “cañas” vacías
dan los jaleadores sobre la mesa, canta la obligada copla:

“Si un “divé” me llama a cuentas


tenemos que “dí” los dos,
porque tú has “sío” la causa
de que me condene yo”.

Un aplauso general, salpicado de “¡olé, viva mi tierra!” y otro “bolo” ofre-


cido al cantador por el que tenía cara de pagar el gasto, son el justo premio
del pecho, estilo y sentimiento con que ha sido ejecutado el polo.
Después de tomar ellas y ellos unos bocados y unos sorbos, otro canta-
dor, también de mucho “sentío”, poniendo los ojos en la valenciana, sale
por jaberas y dice:

“Si usté se “gorviera” liebre


en medio de una “verea”,
y yo me “gorviera gargo”,
¡Jesús y qué “porvarea”!
314
La aludida, que por razones que ellos también sabrán, trata sin duda de
dar “achares” al jerezano, premia al cantador con una “caña”, después de
tocar el borde con sus labios. Estos relámpagos suelen ser precursores de
una tempestad final.
La fiesta no adquiere su verdadero colorido hasta que, al escuchar un
jaleo, se quita la gorra el bailador y encaramándose en la mesa, luciendo
sus formas bajo un pantalón muy ceñido y descubriendo, a favor de una
chaqueta corta, la cintura, comienza a mover los pies y las caderas, tocan-
do las palmas y clavando en el techo las miradas. En aquel momento, la
“polla”, que ya siente en los párpados el peso del mosto, trepa también
sobre el tablado, y atropellando platos, se pone al frente del bailador y le
hace pareja con más sal que uno de los montones de la Isla.
Ni las seguidillas de Cantorá y de Curro Dulce, ni las serranas de Silve-
rio, ni las livianas y tonadas de Molina, ni la Soledá de Juraco, ni siquiera
los torrijos del Granadino, que de todo eso se había ya cantado haciendo
furor, lograron entusiasmar a la reunión como aquella escena de canto y
baile: unos, bendicen a la madre de “la polla”; otros, sin saber cómo de-
mostrar su júbilo, se beben siete “cañas” sin respirar; éste pide más vino;
aquel hace bailar cristal y loza y langostinos dando puñetazos sobre la
¿Se sabe algo?

mesa, y, a todo esto, los ayudantes de los cantadores, para quienes fue
inventada la palabra “lipendi”, aprovechándose de la confusión, piden
al montañés raciones de todo y por su orden de cuanto hay en la lista y
“champagne” y aguardiente y un duro “prestao”, y como es fácil prever
el término de la función, mejor es que abandonemos el “Colmado” y pon-
gamos aquí punto final a la feria de Sevilla.
Yo siento por Sevilla un cariño profundo. Si hay algunos recuerdos que
en esas horas interminables, que forman las páginas negras del libro de la
vida, puedan endulzar mis amarguras, son los de muchos días pasados
bajo su hermoso cielo; pero no es mi amor a su luz, a su ambiente, a su
azahar, a sus edificios, a sus moradores, a todas sus bellezas, lo que me ha
movido a quemar en su alabanza un grano del pobre incienso; no es el ro-
sado color del cristal de gratitud con que yo la miro, el que ha guiado mi
pluma, sino el homenaje que todo escritor que en algo se estime debe a la
justicia; y es lo cierto, que por mucho que el viajero venga a admirar los
lagos de Escocia, que recogen para colorear sus cristales el verdor de las
colinas de sus márgenes; y los más bellos aún de “Leman” y de Lucerna
en Suiza, y el encantador paisaje de la ribera del “Killamey” de Irlanda,
y las pintorescas orillas del “Rhin”, desde “Bonn” hasta Maguncia, y los
deliciosos panoramas de Florencia y de Nápoles, desde las cumbres de
“Fiesole” y de “Capo di Monte”; por mucho que se haya extasiado en la
contemplación de tantas magnificencias, al recorrer la mejor ciudad que
baña el caudaloso Betis, no podrá menos de sentir que del corazón le sal- 315
ta a los labios el proverbio tan vulgar como verdadero:
“Quién no ha visto a Sevilla, no ha visto maravilla”.
J. NAVARRETE.
Madrid 14 de mayo de 1874

***

DESDE SEVILLA
Las últimas noticias de Sevilla dicen que el Guadalquivir lleva todavía
de crecido cerca de un metro sobre su nivel ordinario. Esto anuncia que
las ferias están en peligro de ahogarse, y que las esperanzas de los que
han ido a Sevilla en busca de una temperatura deliciosa y de una serie in-
acabable de diversiones corren riesgo de naufragar. Los madrileños van
a tener que contentarse con ver en lo alto de la famosa Torre del Oro la
bandera que indica que está cerrado el puerto. Pero allí nadie se asusta
del temporal. Los andaluces tienen mucha confianza con el sol. Le hablan
de tú.

***

Natural de Andalucía, si no miente la última cédula de vecindad que le


ha proporcionado un ilustre poeta, el sol se está portando muy mal con
José Luis Ortiz Nuevo

sus paisanos. Afortunadamente los andaluces se inquietan muy poco,


como hemos dicho, de estas ingratitudes, y no toman a pecho los desde-
nes del sol. Han encontrado un medicamento que mata pronto todas las
penas: la manzanilla; y un espectáculo que les hace enloquecer de alegría:
la juerga.
Recordamos lo que ocurrió en Sevilla el año de la última inundación. Los
obreros no tenían trabajo; la Alameda de Hércules estaba convertida en
un río; en Triana se andaba en lanchas como en Venecia; todos los días
llegaban a Madrid noticias tan tristes como en los últimos meses, de los
terremotos.
Pronto en este concierto elegíaco sonó una nota cómica; la nota andaluza.
Dos viudos muy viejos se casaron en Triana, a pesar de la inundación...
por si acaso, y sus amigos, sin acordarse de que había una vara de agua
en las calles, les dieron una tremenda cencerrada para escarmiento. ¡Cen-
cerrada naval y peligrosa! Los de los cencerros tuvieron que ir embarca-
dos.
Pocos días después, una noche, salíamos varios amigos, entre ellos Gaya-
rre, del Salón Filarmónico de la calle del Amor de Dios, después de haber
admirado y aplaudido todo el repertorio flamenco. Llovía a mares y la
gente estaba alarmadísima; la inundación crecía. Nos acostamos, temien-
do que íbamos a sufrir un nuevo Deucalior. Al despertar del día siguien-
316 te, el sol reía en nuestros balcones, y los cocheros de la Plaza Nueva y de
la de San Francisco, nos atronaban los oídos gritando: ¡A la feria! ¡A la
feria! En unas cuantas horas de sueño repasamos, como se ve, media His-
toria Sagrada. Nos habíamos acostado en el Diluvio y nos levantábamos
en la Tierra de Promisión.

Los sevillanos viven estos días en la feria. Son tres días deliciosos, pasa-
dos casi a las puertas de Sevilla, en tiendas de lona, que no tienen más
muebles que un piano, un espejo y algunas mecedoras.
Allí comen, reciben la visita de sus amigos, cantan hasta enronquecer, y
bailan hasta rendirse. Es constituirse en juerga permanente.
En unas tiendas la voz de irresistible elocuencia de la guitarra, que reco-
rre saltando caprichosamente todos los cantos andaluces, modelo de sen-
timiento y de ternura; en otras las vertiginosas notas del vals; en éstas el
ruido de las carcajadas apagando el de castañuelas, en las de más allá se
juega al escondite en un espacio de tres varas en cuadro; no hay ninguna
en que falten la alegría y el amor.
El espectáculo que ofrece el real de la feria es indescriptible. Millares de
tiendas, centenares de carruajes, un río de gente que inunda alamedas y
paseos. Los moros falsificados que venden turrón de dátiles, junto a las
¿Se sabe algo?

casetas en que se exhiben mujeres con tres cabezas, serpientes retraídas


y cocodrilos de confianza, y la buñolería gitana al lado del aristocrático
templete. Se habla el lenguaje del marchante y el idioma de los Tenorios,
el vocabulario del chalaneo mezclado con las frases más finas y rendidas
del diccionario del amor. En todas partes un ruido que ensordece, una
mezcla de espectáculos y de colores que atonta, una exposición de caras
bonitas que a cualquiera le vuelven loco.
En tales días, Sevilla no es la ciudad de la Torre del Oro, sino de la Torre
de Babel.

***

No es la sevillana feria, feria de mujeres; pero los que van a la capital de An-
dalucía, no necesitan más que verlas para no olvidar nunca sus recuerdos.
La dulzura y encantos de su conversación, su talle airoso, su color more-
no, sus ojos negros rasgados y hermosísimos, y su primoroso pie, justifi-
can bien este retrato que hizo de ellas Martínez de la Rosa:

“¿Do hallar en climas helados


Sus negros ojos preciosos,
Que con fuego
Ora miran airados 317
Ora roban cariñosos
Mi sosiego.
De la negra cabellera
Que al ébano se aventaja,
Y el pie leve
Que al trincar por la pradera
Ni las tiernas flores aja
Ni aún las mueve?”.

¿Dónde?
Tiene razón Martínez de la Rosa. Sólo en Andalucía.

***

Sevilla embriagada con sus recuerdos de eterna poesía, su ruido deliran-


te, su dédalo mareador de estrechas callecillas, sus bosques de naranjos
en todas las plazas, sus tiestos de rosas y claveles en todos los balcones,
sus rejas confesionarios del amor, y su aroma de azahar... y desespera al
viajero con lo misterioso de su vida dentro de aquellos patios en que tie-
ne la belleza de la mujer andaluza cárcel llena de alegría y de luz. Mirad
José Luis Ortiz Nuevo

a través de las cancelas que los cierran, y sentiréis vivísimos deseos de


quedar prisioneros allí...
Entrar en un patio de Sevilla, es hacer la entrada en la antesala del Paraí-
so. Amar allí... estar dentro.

***

Voy a concluir, rectificando un antiguo refrán castellano.

Se dice que el que va a Sevilla pierde su silla.


No es que la pierde.
Es que no la vuelve a buscar.

Miguel Moya. (EL PORVENIR, 21 de junio, 1885)

***

LA VELADA DE SEÑORA SANTA ANA.-


Pasaron las veladas de San Juan y San Pedro, y el simulacro de velada de
la Virgen del Carmen con sus puestos de turrón y avellanas, alumbrados
318 por cuatro agonizantes farolillos, y hoy llama a nuestras puertas la de
Señora Santa Ana.
Triana, la famosa Triana, a donde acuden gentes de extrañas tierras, cu-
riosas por sorprender en sus viviendas a los castellanos nuevos, vulgo
gitanos, se prepara y atavía para su velada como pudiera hacerlo una
novia el día en que espera, después de un año de ausencia, la visita de su
amado.
Enderecemos nuestros pasos al más típico de los barrios de Sevilla, y de-
tengámonos un punto al pasar por el Puente de Isabel II. El sol traspone
el cerro de Santa Brígida: no haya temor de que nos derrita los sesos.
Bajo nuestros pies pasa el Guadalquivir, manso y apacible, como si no
supiese lo que es salirse de madre.
A la izquierda, edificios de fábrica moderna, almacenes, atarazanas y pa-
seos en que descuellan árboles hidrópicos; un poco más allá, las miras
y corredores de la plaza de toros; y sobresaliendo, a larga distancia, en
último término, y como pintadas sobre el azul del cielo -¡qué pintar es!- la
Giralda y las caladas agujas de la Catedral.
Casi al frente del espectador, o mejor dicho, de los espectadores -el lector y
yo,- las copas de los árboles del antiguo paseo de Cristina; la torre del Oro,
en cuyos muros se proyecta la sombra del Rey justiciero, y los miradores
del palacio de San Telmo, tras de cuyas caladas persianas ven los hombres
¿Se sabe algo?

soñadores la angelical figura de Mercedes de Orleáns en las más hermosas


tardes de su vida de flor. Al frente, agua y el taraje que crece a la orilla del
río; detrás, los árboles de las Delicias, y más lejos montes y nubes.
A la derecha, Triana, el más populoso de los barrios de Sevilla, lugar en
donde, al decir de algunos historiadores, empezaba la famosa Itálica; el
cual barrio tomó su nombre, según otros averiguadores de cosas pasa-
das, de Trajano; induciendo algunos aquella denominación de los voca-
blos latinos tras amne (lo que está más allá del río), conformándose en un
todo con el nombre que los árabes le dieron, Ma-Wara-Fahr, lo mismo
que allende el río, la trasfluvial.
Al bajar del puente del Altozano, vienesenos a la memoria el recuerdo
del antiguo y famosísimo castillo de Triana, que por haber sido uno de
los más principales de la ciudad, y contó entre sus Alcaides al Conde
Duque de Olivares, ambicioso éste de cuantos honores pudieron tener
relación con Sevilla.
Pero no, no bajes todavía al Altozano, lector curioso, y mira a esta otra
parte. Pon la vista en aquellos grietados paredones: son el castillo de San
Juan de Aznalfarache, cuyos lienzos se desmoronan, sin que mano pia-
dosa detenga la más liviana de las piedras que desde su asiento altísimo
baja rodando a sepultarse en las profundidades del río.
Mira, mira como se empinan las lomas sobre que se asientan las casitas
319
de Castilleja de la Cuesta, y entre estas, la que fue del Jurado Alonso Ro-
dríguez. Allí murió Hernán Cortés, punto menos que olvidado del Em-
perador.
Sigue con la mirada escudriñadora el círculo del horizonte sensible y ve-
rás el cerro de Santa Brígida, y, a sus pies, las villas de Camas y Santipon-
ce y el monasterio de San Isidoro del Campo, donde duerme el último
sueño el más bueno de los Guzmanes: más allá las ruinas de Itálica, la
patria de Sillio peregrino.
Campos de Soledad, mustio collado, como escribió Rodrigo Caro, el fa-
moso historiador de Utrera; más cerca, la fábrica de Cartuja, y en la orilla
opuesta la torre y los muros del casi derruido monasterio de San Jeróni-
mo de la Buena Vista.
Pero en Dios y en mi ánima, lector benévolo, que abuso de tu paciencia,
deseoso, como lo estarás, de pasearte por la velada y de gozar de sus en-
cantos, ya que la noche se nos ha entrado por las puertas.
No es esta velada como las antiguas verbenas de los tiempos de la galan-
tería española, ni como las aristocráticas de la culta Cádiz en las noches
del mes de Agosto. Decir la velada de Santa Ana equivale a decir alegría
y confianza que acerca a las gentes y las amalgama, formando un todo de
inapreciable valor; equivale a decir Andalucía con su limpio cielo azul, sus
José Luis Ortiz Nuevo

mujeres hermosas y sus noches de luna inventadas por el amor humano.


Es de oír el bullicio y de ver la animación que aumenta a medida que nos
acercamos a la extensa orilla donde se levantan las cien tiendas y puestos
de avellanas y turrones, buñuelos y sandías.
He aquí que nos envuelve el humo de aroma no muy grato, que de ana-
fes y peroles sale; humo que es la aureola de gloria de gitanas de atezado
rostro, arremangado brazo, cabellos negros entre los que florece toda una
primavera, y vestidos almidonados que a la legua trascienden a limpieza.
Mira, mira a aquella gitana ya entrada en años, que, sentada delante del
anafe con más ínfulas y más orgullosa que una reina en su trono, con la
izquierda mano coge parte de la masa que blanquea en el barreño vecino,
le da vueltas entre los dedos y la arroja al perol donde hirviendo burbu-
jea el aceite. No se cambiaría ella por la princesa Micomicona, porque tie-
ne una mano para hacer buñuelos que ya la querrían más de cuatro. Esta
tal vive en la Cava y es madre de esas otras dos gitanillas, que a su lado
están y se ocupan en dar vueltas a los buñuelos, sacarlos del perol cuan-
do están a punto, echarlos en los platos, después de pesarlos, y servirlos
a los parroquianos sobre mesillas de manteles más blancos que la leche.
Por el día recorre las calles de Sevilla, y va de casa en casa, con el lío de
lienzos y telas debajo del brazo, buscando marchantes y haciendo cam-
balaches. Si ella fue guapa y muy graciosa en sus mocedades, y de lo que
320 tuvo guardó para la vejez, sus hijas, Amparo y Aurora, no tienen que
echar de menos los perdidos encantos de la madre, porque venden la sal
por quintales; y así les llaman las salerosas de la Cava.
Comamos de sus buñuelos, si a mal no lo llevas, lector amigo, y cuando
nos los sirva esa graciosa niña, la de la mata de pelo negro que inspiró a
su novio la coplilla aquella, que dice:

Cuando yo me muera,
Mira que te encargo
Que con la cinta de tu pelo negro...

Me han de atar las manos, di conmigo y desde los más íntimo de tu cora-
zón: Nunca fuera caballero de damas tan bien servido.
Paga (yo no he de ponerlo todo), y vámonos corriendo; porque unas se
me vienen y otras se me van, y voy a cantar, a pique de que me tengan
por loco, aquella otra copla:

Que me llamen al señor Cura,


Y que el santo oleo me den.
Me estoy muriendo de un aire...
Del aire de una mujer.
¿Se sabe algo?

Ya lo has visto, lector. No son las buñoleras de hoy gitanas zafias y ru-
das, de modales groseros y palabras chavacanas; ni van descalzas de pie
y pierna, andrajosas y desgreñadas, como las esportilleras, las que andan
por los campos detrás de las caballerías y las que asan y tuestan castañas
para venderlas en los paseos y por las plazas públicas: son mujeres limpias
como una patena, de porte airoso, ganosas de requiebros y decidoras.
Visten de percal, que aprisiona sus formas por modo tal, que los ojos in-
discretos sorprenden los encantos que guardan.
Recógense el cabello a modo de cestillo formado con las trenzas, y alisan
sobre sus sienes rizos que semejan caracolillos. Cuelgan de sus ojeras
sendos zarcillos de oro, y ciñen su talle con pañuelo de Manila, que deja
ver el descote del vestido y el palpitante seno de su dueña.
Las buñoleras son la aristocracia de las gitanas y no la aristocracia de la
sangre, sino la de las maneras. Son buena prueba de la degeneración de
las razas.
Pero paseemos por la velada, que pronto haremos alto.
Llegamos. Esto es lo que yo buscaba.
La velada de Santa Ana tiene su nota, como ahora se dice; más como
quiera que esto no sea cosa de música, ni de libros, ni de diplomacia, ni
tan siquiera de exámenes, digo yo, hablando más en cristiano, que la ve-
lada tiene su fruto; es a saber:
¡La sandía! 321
Ahí están, apiladas como las balas de cañón en el parque.
Nacieron y se criaron unas en la vega de Triana, otras en el cortijo del
Copero y las más gordas en tierras de Utrera.

Dicen de la sandía que es un fruto insípido; pero no me doy a partido,


porque tales las hay que son más dulces que los melones de la Isla, con
ser éstos como terrones de azúcar, y algunas tienen muy buenas entrañas
y un corazón tan sano, que para muchos mortales los quisiera yo. Y a la
prueba me remito.
-Buen hombre, parta V. aquella, la que está debajo... esa.
Y el hombre, destocado y en mangas de camisa, saca de su faja una navaja
de muelles de esas de media vara, a que llaman del Santo Oleo, que tienen
grabada en la hoja esta inscripción: ¡Viva mi dueño! (llaves maestras que
abren de par en par las puertas de las cárceles y presidios de la Península
y sus alrededores); coge con la mano izquierda la sandía, víctima propicia-
toria para el sacrificio, la aprieta contra su estómago, le clava sin compa-
sión aquella agudísima lengua de acero, parte en dos el fruto, y muestra,
orgulloso, el corazón que, cuajado de pepitas, se desagua, diciéndonos:
-Es más dulce que un caramelo.
Pruébala, lector complaciente, y te relamerás de gusto los dedos; y si
quieres beber agua, aunque bastante tienen dentro estas tajadas que te
José Luis Ortiz Nuevo

brindo, pídela al hombre del puesto y te la servirán en una de esas alca-


rrazas que la hacen más fría que el granizo.
Mientras comes, mira la gente que pasa. Por ahí van la mujer de ojos lasci-
vos y andar descocado, mal cubierta con las galas compradas en el bazar
de la impureza; el caballero que se precia más de su figura que el pavo
real de sus plumas; el mozo barbilampiño para quien es un niño de teta el
héroe encumbrado por Tirso, Moliere y Zorrilla; el pobre hombre a quien
retrató Narciso Serra en el don Jesús de la más sabrosa de sus comedias;
el galán que puede dar tres y raya al lindo D. Diego; el fatuo, trasunto del
célebre D. Lucas del Cigarral; la señorita de tiquis miquis; el pilluelo que
emula las glorias de los Rinconetes y Cortadillos, y cien y cien tipos más,
figuras dignas de los pinceles de Villegas y García Ramos.
Pero advierte cómo sobresalen entre tantas gentes, las muchachas del ba-
rrio, las trianeras. Son las reinas de la fiesta, las señoras de la casa que
festejan a sus convidados. Sus cuerpos garbosos dicen quienes son ellas;
porque la copla no miente:

Para caras bonitas,


La Macarena;
Para cuerpos garbosos,
322 Las trianeras;
Para buen pelo,
San Bernardo, San Roque
y el Barrezuelo.

Tú no querrás, lector avisado, que nos montemos en los caballos o en las


calesas del Tío Vivo, temeroso de perder la cabeza; ni que entremos en la
barraca donde Cristóbal el Bravo, o Cristobita, aporrea a sus acreedores;
pero tú te lo pierdes, porque de lienzos a dentro se representa ahora, en
eso que tú tendrás por barraca y yo reputo por el mejor de los teatros, un
poema dramático que vale punto menos que aquel muy famoso de Gui-
llén de Castro, intitulado Las Mocedades del Cid. ¿Prefieres a esto beber
una caña? A dicha hemos llegado al Puerto Camaronero, y aquí nos lo
servirán a la mano.
Bato palmas y grito:
-¡Niño!
-¿Qué va a ser, caballero? -me contesta un chiquillo, que a la legua huele
a asturiano, vivaracho y resuelto como él solo.
-Saca una mesa, arrima dos sillas y tráenoslo de la bota de abajo.
El muchacho, más listo que Cardona, obedece a mi voz imperativa, y,
sabedor de que lo de la bota de abajo vale tanto como el de la oreja, que
¿Se sabe algo?

diría Cervantes, o de lo bueno, que es lo que yo quise decirle, a la mano


nos sirve dos cañas, y tú y yo nos las bebemos.
¡Ah, lector discreto, y qué bien dijo el que dijo, que al través de una caña
de manzanilla todo se ve vestido del color sin nombre de la alegría!
Si tienes un tantico de poeta (y sí lo tendrás, amén de otros tantos de mú-
sico y loco; porque música, locura y poesía allá se van), canta ahora al río
que pasa sin percatarse de estas alegrías del momento; canta a Sevilla y
a las trianeras, y cantarás a las mejores andaluzas, porque, cual más cual
menos, tienen cuerpos garbosos, como reza la copla, y espíritu pronto,
como dice el Libro de los libros.
Déjame a mí ver cómo, para tomar parte en la fiesta andaluza, saltan de
las embarcaciones ancladas en esta orilla, hombres que nacieron entre
las brumas del Támesis, unos, sobre los hielos de la Groenlandia otros,
y todos lejos, muy lejos de la tierra de María Santísima. Curtidos por los
vientos del mar, oliendo a brea y con más barbas que un zamarro, discu-
rren por la velada, requiebran a las mozas, empinan el codo, se acercan a
los corros de las fiestas, y, avezados a maldecir de todo, bendicen la hora
en que anclaron en el puerto de Sevilla.
Corriendo los años, y si Dios los libra de las tempestades, volverán a sus
hogares, allá lejos, muy lejos, bajo un cielo siempre de color del plomo,
cargados de años, de arrugas y de canas, con su olor a marisco y a tabaco
quemado en pipa. 323
En las largas noches del invierno, al amor de la lumbre y rodeados de los
seres más queridos de su alma, relatarán la historia de sus viajes.
-He recorrido -diría un lobo marino, con más años que Matusalén-, las
cinco partes del mundo, y he luchado a brazo partido con las olas y los
vientos. Siempre me dormí de un ojo y me acosté de un pie. Cuento por
días las angustias, y por instantes las privaciones. Pero todo lo doy por
bien empleado, fríos, vientos, choques, naufragios, hambre y sed; todo
porque he pasado una noche de gloria.
-¿En la gloria, abuelo?
-Sí, hijo mío, sí: la gloria es un país que está en el cielo, se llama Triana y
tiene sus ángeles, las trianeras.
LUIS MONTOTO y RAUTENSTRAUCH.
(EL CRONISTA, 25 de julio, 1886)

***

EN LOS MOLARES.-
La creciente prosperidad de la ciudad de Utrera ha quitado toda impor-
tancia a esta pequeña población, que apenas si como un punto imper-
ceptible figura en el mapa geográfico de la provincia. Utrera la absorbe;
José Luis Ortiz Nuevo

Utrera acabó por anexionársela y contarla como parte integrante de ella


misma. Ya ha perdido su campiña propia y su incorporación municipal;
lo que aún no ha perdido y lo que la sostiene siendo pueblo, es su patrona,
la milagrosa y reverenciada Santa Marta, a la celebración de cuyas fiestas
acuden Utrera, como dichosa madre que festeja las alegrías del querido
hijo, y otros pueblos limítrofes y cercanos, como amigos y vecinos.
Las celebradas este año han sido magníficas, mostrándose la devoción
del pueblo a su patrona, en una solemne función religiosa; y el amor que
se la profesa, en las otras fiestas con que su día se ha solemnizado.
A la primera asistió el clero de la parroquia de Santiago de Utrera, e hizo
el panegírico el señor cura de ésta, don Francisco Lara, notable orador
sagrado cuyas palabras en la cátedra del Espíritu Santo, presentan con
claridad diáfana los más graves conceptos. Su dicción es fácil, su imagi-
nación potente, su saber copioso, su talento vasto. El panegírico de Santa
Marta hecho por el P. Lara, ha sido una oración digna de Bossuet.
Terminada la función religiosa, en la que nada se pudo desear, dejáronse
trascurrir en el sosiego las bochornosas horas de la siesta; y a las cuatro
de la tarde, cuando la marea, brisa vespertina que apenas se conoce en las
grandes ciudades, tenía ya un tanto refrescado el ambiente, los que de los
vecinos pueblos no estaban en Molares, montaron en coches y cabalgadu-
ras y se trasladaron allí. Utrera fue, sin duda, la que más contingente dio;
324 y de las puertas de la casa del señor don Enrique de la Cuadra, punto de
partida, salieron en coche muchos de los romeros, precedidos de la banda
de música que dirige en aquella ciudad, el profesor don Juan García.
El camino, que serpea por entre verdes olivares, y es corto y llano, se pasó
pronto y bien, sin que en él ocurriera incidente ninguno digno de notarse.
Al llegar a Los Molares, la animación fue general; comenzaron las risas y
las bromas, y se menudeó el cañeo de la refrigerante manzanilla, esa ale-
gre sangre de la cepa andaluza que infunde animación y vida y regocijo
en el más taciturno ánimo. Son cerca de las cinco: la hora del espectáculo
nacional ya viene, y, rebosando satisfacción, los invitados se dirigen a la
plaza de armas del Castillo en donde aquel se verificará.
Los utreranos fueron recibidos a sus puertas por el alcalde don Juan Rin-
cón que, haciendo de galante castellano, les condujo a un palco dispuesto
previamente, en tanto que los demás iban llegando y colocándose cada
cual en donde mejor le parecía. El aspecto de la plaza es característico y
original. Filas hermosas de mujeres, con sus ricos pañuelos de Manila al
cuello, sus andaluzas peinas de carey y sus flores del tiempo en la cabeza;
galantes jóvenes que las admiran, les dan conversación y las obsequian;
señoras y señores que pacíficos se abanican; chicos que se agitan y se
rebullen, van de arriba abajo, de este lado al otro. Todo es animación y
fiesta y algazara.
¿Se sabe algo?

Al par de las cinco, la banda de música deja oír un lindo pasacalle, y a sus
regocijados sones sale el famoso Nono, montando un magnífico caballo
ricamente enjaezado a la usanza jerezana, para pedir la llave del chiquero,
que al punto le fue entregada con la buena voluntad debida a la calidad
de la persona demandante, y al deseo de que la fiesta comenzara, como
en efecto sucedió, presentándose en la arena un cornúpeto tan sobrado
de astas como de non sanctas intenciones, al que capearon los aficionados
con saber y suerte, y sin que sucediera la menor contrariedad. Diósele
suelta cuando su condición de buey le puso remolón, y otro le sucedió en
el ruedo, que fue también lidiado como el anterior y como el siguiente,
y como el otro que después vino, y otro, y otro, hasta catorce, todos los
cuales se lidiaron con grande regocijo de los espectadores.
Terminada la lidia serían las seis y media, dejóse el castillo para dar un
paseo por el pueblo.
Nada más pintoresco y característico de este país que el variado aspecto
que presentaba entonces la calle Real, ofreciendo en todas y cada una
de sus casas, rasgos y detalles interesantísimos de un bello cuadro de
las costumbres, y el carácter de nuestro pueblo, vestidas con sus trajes
de percal, nuevos y sencillos, bailan nuestras airosas sevillanas al son
de las alegres castañuelas, con la gracia y el garbo de las benditas hijas
de esta tierra de María Santísima, que la mandó hacer Dios de encargo
para venirse a ella cuando se cansase de estar por allá arriba. Más allá un 325
mozo terne punteando una guitarra y dándole el tono como dicen, a una
preciosa joven, que cantando como un ruiseñor, pone un tesoro de senti-
miento y de ternura en cada nota de una malagueña. Allí en las puertas
de una taberna, aficionados al Sanlúcar, que en nutrido corro sentados
en sillas y banquetas, cañean gustosamente, repartiendo uno, en tanto
que otro entona la triste soleá o el tétrico polo, y mientras los otros palmo-
tean llevándole el compás. Siguen aquí y allá formando grupos, porción
de familias que han vestido sus mejores galas y han adornado sus casas
para solemnizar la fiesta y recibir dignamente a los invitados; aquí en un
gran patio se han reunido, para bailar alegremente, para cantar por lo
flamenco, para empinar la bota sin cuidado, y comer buñuelos y beber
copitas de aguardiente, y entregarse, en fin, a la alegría que establecen la
confianza y la amistad más verdadera. Calle abajo se ven algunos jacos
enjaezados con albardilla, y cabalgando sobre ellos, a un barbián apuesto
con su moza a las ancas, él fumando orgulloso un gran veguero del estan-
co, humeando más que francesa chimenea y escupiendo por el colmillo,
ella luciendo su pañolón bordado, y su peineta de carey, y llevando en el
pelo todo un jardín de flores. Muchas de estas parejas van de regreso al
Coronil y otros pueblos cercanos después de haber visto los toros, bebi-
do de lo lindo, y comido a satisfacción. A los caballos, siguen carros no
José Luis Ortiz Nuevo

conduciendo sólo una amante pareja, sino llenos de hombres y mujeres


que tras un día de diversión, de huelga y regocijo, vuelven a sus hogares,
henchido el pecho de alegría, cual porque junto lleva la prenda a quien
ama, cual porque aliado contempla cómo goza algún querido ser. Y como
la dicha no puede estar oculta y naturalmente se manifiesta con signos
de alegría, unos hacen palmas, y otro canta, y en este carro se oyen pete-
neras, y en aquél soleares, y en el otro un tango, y en el de más allá una
malagueña, confundiéndose todos en un motín de voces, notas y ruidos
sobre todos los cuales suena a veces el agudo grito de una fresca garganta
a quien el tumbo ocasionado por un bache del camino, hizo temer que el
vehículo volcase.
Por último, al final de la calle, medio perdidos entre tanta gente, tanto ca-
ballo y tanto carro que se aleja, se ven los veinte o veinticinco carruajes de
los utreranos, cuyos dueños y amigos van entonces al patio del castillo,
recientemente adquirido por el Sr. Cuadra, en cuyo centro se ve una gran
mesa de quince metros de largo por tres de ancho, llena completamente
de vinos y manjares, que dispuso no ningún restaurant, sino los mismos
comensales, contribuyendo al festín, digno de Lúculo por cierto, cada
cual con lo que previamente se le hubo señalado, y unos llevaron vinos,
otros pavo relleno y trufado, jamón en dulce éste, salchichón y chuletas
aquel otro, y así hasta verse allí todo lo dicho, y embuchados, pan, pollos
326 rellenos, emparedados, dulces, frutas, mostachones, rosquetas y cuanto
Dios crió. De todo ello se comió con el apetito que dan tres horas de jaleo
después de algunas otras de vigilia y cuando el aire fresco de la noche y
el ejemplo elocuente del vecino, y el digestivo trago con que de cuando en
cuando nos convidan, incitan a seguir comiendo y a comer más todavía.
Después de la comida buscáronse los íntimos, y unos formaron corro
a un lado, otros pasearon por el extenso patio del castillo, que tiene la
forma de un polígono irregular y se halla circuido por altas murallas en
perfecto estado de conservación. De sus almenas se habían posesionado
muchas jóvenes de Los Molares cuyos rostros bellos se veían tenuemen-
te iluminados por la luz de los reverberos, que más intensa abajo, aquí
alumbraba un grupo, allí otro, y otro más allá, todos sembrados de mu-
jeres hermosas cuyas manos rasguean con donaire la guitarra y cuyas
dulces voces entonan los más varios cantares, pasando de este al otro, y
siendo el rey de todos la malagueña, ese cante andaluz que es algo más
que un aire que recrea el oído; que es la más bella expresión del senti-
miento; es el ¡ay! que brota de lo más hondo del alma; es el gemido que
produce una pena amorosa; es el fuego de una pasión voraz; aliento de
un deseo vehemente; un suspiro de amor; un beso que busca otro beso.
Oyendo malagueñas bien cantadas, se ama la vida, la mujer, el arte; se
siente al corazón pugnando por saltar del pecho; se rejuvenece; se llora
¿Se sabe algo?

de alegría; se experimenta un dulce sentimiento de suave placer, y se


bendice a Dios que supo crear esta tierra de flores, bajo un cielo de luz,
en la que la mujer es fuego, es fuego el aire, es fuego el amor, y la música
popular está impregnada de las delicias del oasis, del intenso calor de los
afectos meridionales.
Consuelo Solís, tocaba una guitarra; Dolores Surga, cantaba malagueñas;
María Hierro, con Matilde Murtas y otras cuantas, cantaban tangos y
graciosas canciones populares; Teresita Cuadra, amable tanto como es
bella y risueña, organizaba y dirigía los rigodones y otros bailes de buena
sociedad. Embellecían el conjunto las Srtas. de Ríos, Muruve, Escriba-
no, Gutiérrez Topete, Azcarza, Crespo y otras muchas, y completaban el
cuadro las Sras. de Cuadra, Solís, Muruve, Crespo, Vigueras, Ríos, Gutié-
rrez, Vega y otras.
No tomaron por cierto menor parte en la fiesta, y si contribuyeron por
mucho a su animación, los distinguidos jóvenes y señores, Fernando y
Federico Cuadra, Plácido Carro, Vigueras, Topete, Escribano, Quinta-
nilla, Begues, Piña, Solís, Vega, Cortes (Tío y sobrino), Martínez Vega,
Fernández Garay, Rincón, Pérez Surga y muchos otros hasta más de un
ciento, que fueron los comensales en la mesa poco antes levantada.
Más tarde la animación y la alegría, hallaron pequeño el ámbito extenso
del patio del castillo, y saliendo de él y paseando por el pueblo, los rome-
ros pusieron serenatas a las personas principales, regalando a cada cual
con la música más en armonía con su condición, gusto y carácter, hasta 327
que a las once de la noche se tomaron los coches por asalto, y se tornó a
Utrera, todavía cantando y tocando cada cual en el tono y manera que
mejor quería.
(EL CRONISTA, 1 de agosto, 1886)

***

VARIEDADES.-
EN CUARESMA.-
La Cuaresma es en Sevilla más que en otra parte, la época del recogi-
miento y la devoción. Se acabaron las soirées, las tertulias y los bailes, y
empezaron los sermones y demás novenas, setenarios y otras funciones
que, en descargo de nuestras culpas se dedican al culto divino. A los atra-
cones del Carnaval, sustituyen las vigilias y ayunos de la Cuaresma. En
la tercera capital de España abundan los cristianos viejos y castizos más
que en otras capitales. Esto lo prueba el consumo de bacalao, los frijoles
y otros artículos análogos.
Sevilla consume más bacalao que Madrid y Barcelona juntas.
Las caras que se cubrieron con el antifaz, se presentan hoy en el templo
de Dios para arrepentirse de cualquier pequeño extravío que el cuerpo
haya cometido.
José Luis Ortiz Nuevo

La misericordia Divina es inmensa, y bajo su manto se amparan los pe-


cadores.
La mujer adúltera, el hijo pródigo, el esposo infiel, la hija vendida y la
madre mercenaria, acuden al templo del Redentor del mundo, y visten el
ropaje de su deshonra para implorar la misericordia del Señor.
En medio de tanto fervor religioso, se proyectan nuevos devaneos.
La Semana Santa, después de purificar nuestros instintos, echa la llave a
la Cuaresma, y deja el paso franco a la Feria, que con la cara de Pascua
y los palillos en la mano, viene a sacarnos, o mejor dicho, a meternos en
nuestras casillas. Las piernas que se arrastraban en el templo, se alzan y
se mueven al compás de las seguidillas. El Ora pro novis cesa y empieza
el ¡ole salero! La locura, el delirio, sucede a la cordura y la meditación.
El bacalao y los chícharos quedan relegados al olvido y el menudo, los
buñuelos, el turrón, y la manzanilla, cobran el barato.
El griego de oficio aburrido y perseguido en la Cuaresma por la constan-
te vigilancia del Orden Público, anhela la Feria, porque entonces puede
entregarse a su inocente entretenimiento y dar caza al alcalde de cual-
quier pueblo que quiera entretenerse un ratito.
El tenor que se ha refocilado en Italia y ha pasado la Cuaresma entregado
por completo a los macarrones y a la polenta, ensaya la extensión de su
328 bella voce, para llevarse unos cuantos miles de francos de la Tierra de
María Santísima. Los dillettanti también preparan los pitos y comentan
las fischiatas de antaño.
El Miserere de Eslava tiene preocupados a los sevillanos. Unos dicen que
Tamagno ha recibido los papeles: otros, que Gayarre viene sin falta, y los
más, que todos los artistas de la Compañía, están ya comprometidos, (¿y
quiénes son todos los artistas de la compañía? pregunto yo).
Doña Rita, que es modista de alta clase, se ocupa durante la Cuaresma en
el progreso del polisón y otros estudios científicos sobre el abultamiento
de ciertas formas.
Algunos Cumberlands de nuevo cuño, tratan de adivinar el contenido de
la bolsa del transeúnte, para dar el tizo durante las procesiones de Sema-
na Santa y las aglomeraciones de la Feria.
La gente de coleta se ocupa en escurrir el bulto para llevarse el parné, sin
riesgo del pellejo.
“Los cómicos de la legua” ensayan La Pasión con objeto de lograr un
buen desempeño, y entrar de lleno en la Feria.
Los Empresarios de teatro, se cartean con la high life de los artistas a fin
de que por carta de menos no deje de venir alguna eminencia del arte.
En el Gran Hotel de Madrid, que es el punto de reunión de la high life
¿Se sabe algo?

extranjera, se empieza ya a notar, desde hace tiempo, cierta animación,


y se ven cruzar por su extenso y pintoresco patio a muchos distinguidos
touristas, entre las que se cuentan algunas familias pertenecientes a la
primera aristocracia de Europa.
Silverio, y el Burrero, contratan a los más afamados cantaores y bailaores
y purifican la manzanilla y el “aguardiente del Mono”; y por último: “el
Pasaje del Correo” y “el Número 1” brindan a los aficionados a juergas
y demás excesos, sus respectivas puertas reservadas, que dan acceso al
templo de Baco, donde tampoco falta alguna que otra Venus trasnocha-
da, ni otros atractivos del banquete báquico.
Pero veo que a mi pesar me he extralimitado un tantico, y de seguir así,
concluiría por olvidarme de que estamos “en Cuaresma”.
RICARDO PARODY.
(LA FUSTA, 21 de marzo, 1887)

***

LA FERIA DE SEVILLA.-
Mucho se dice, mucho se escribe de las fiestas que atraen todos los años
a la capital de Andalucía muchedumbre ansiosa de conocer el carácter
de nuestro pueblo y sus originales costumbres; pero todo resulta pálido 329
comparado con la realidad. Es un cuadro tan vivo, tan animado, tan rico
de colorido y detalles, que ni hubiera podido trasladarlo al lienzo el há-
bil pincel del malogrado Fortuny, ni la pluma de Fígaro describirlo con
exactitud completa.
La Feria de Sevilla no tiene parecido con ninguna otra de las muchas que
se celebran en España. No es la antigua verbena de los tiempos del valor
y la galantería española; no es el mercado donde en determinados días
del año, como acontece en la capital de la monarquía, se exhiben a la con-
templación de las gentes todos aquellos objetos que usureros y chalanes
han arrebatado a la miseria y al dolor durante doce mortales meses; no es
tampoco aristocrática velada como la que en la culta Cádiz tiene lugar en
los quince primeros días del mes de agosto, ni Feria en el sentido propio
de la palabra, como lo son las de Mairena del Alcor y Santiponce. Reúne
los caracteres de la verbena, la feria y la velada, y, comprendiendo estas
formas del comercio y el recreo, es superior a todas ellas.
Verdad es que Sevilla, prototipo de los pueblos andaluces, en todas sus
fiestas, así civiles como religiosas, confirma el dicho de aquel soldado
fanfarrón, de quien nos habla Cervantes, el cual, en ocasión de solemnes
honras y maravillado ante la pompa desplegada, exclamó:
“¡Roma triunfante en ánimo y grandeza!”
José Luis Ortiz Nuevo

Decir La Feria de Sevilla equivale a decir Andalucía con su claro cielo, sus
hermosas mujeres, sus días risueños y sus noches hechas para el amor;
equivale decir alegría, que, como el sol, todo lo vivifica, y confianza que
acerca a todas las clases sociales amalgamándolas y fundiéndolas en un
todo de inapreciable valor.
Ved las calles de la capital de Andalucía desde las primeras horas de
la mañana hasta muy entrada la noche. Alborozada muchedumbre las
inunda. Es tanto el gozo que en todos los semblantes se revela, que pare-
ce como que jamás el ángel del dolor ha batido sus alas sobre esta ciudad.
Como fatalmente los ríos van a dar en el mar, fatalmente la muchedum-
bre va a dar en el extenso Prado de San Sebastián.
Y es de oír el bullicio y de ver la animación que aumenta a medida que
vamos acercándonos desde la Plaza de la Constitución, punto de parti-
da del viaje que emprendemos con el pensamiento en estos instantes,
hasta el Real de la Feria. No es posible permanecer indiferente a tanto
movimiento. El hombre de la multitud, de quien nos habla Edgard Poe
en una de sus tétricas y casi incomprensibles Historias extraordinarias,
acaso detendría sus precipitados pasos, dejándose ver de los transeúntes,
si en uno de estos días tuviera necesidad de pasar por cualquiera de las
calles que recorremos; a menos que no prefiriese atropellar a los ferian-
tes, o lo que acaso le parecería peor, ser atropellado por un ómnibus o
330 un breck, arrastrado por soberbias mulas enjaezadas a la calesera, que al
correr como alma que lleva el demonio agitan más borlas que cuelgan de
un manta zamorana, y hacen sonar más campanillas que campanas tiene
la Giralda.
Ya hemos dejado atrás la calle de Génova. Pasamos por las gradas de la
Catedral; y aún no nos hemos repuesto de la admiración que este tem-
plo católico despierta en nuestro ánimo tantas veces cuantas lo contem-
plamos, cuando nos damos, como quien dice de manos a boca, con el
magnífico edificio Casa Lonja, obra de aquel célebre arquitecto que se
ufanaba de haber levantado un edificio que había de durar un año más
que el mundo; centro en mejores días de las innumerables transacciones
de nuestro rico comercio con las Indias. Un momento después, la famosa
torre de la Plata, no tan renombrada como la del Oro, trae a nuestra me-
moria el recuerdo del infortunado Pedro I, Cruel o Justiciero, -que adhuc
sub judice lis est,- y el de la hermosa Padilla; y aún no hemos desechado
estas memorias, que las avivan más los pardos muros del regio Alcá-
zar que restauró Carlos Quinto, cuando apenas si nos permite distinguir
la fachada del Seminario Conciliar, que Arzobispo de feliz recordación
reedificara, el humo de no muy grato aroma que de anafes y peroles se
desprende; aureola de la ignorada gloria de gitanas de atezado rostro,
arremangado brazo, cabellos negros, como sus ojos, entre los que florece
¿Se sabe algo?

toda una primavera, y vestidos que huelen a limpieza desde una legua.
Desembarazándonos a duras penas de sus manos, que sin piedad mal-
tratan nuestras ropas, y echando al paso una mirada al palacio de San
Telmo, museo riquísimo de joyas de inapreciable mérito artístico, damos
con la calle S. Fernando, ancha vía que de antiguo trae este nombre, por-
que es de tradición, si no estamos equivocados, que por ella hizo su en-
trada en la ciudad que reconquistó del poder de los árabes el Santo que
duerme a los pies de la Virgen de los Reyes.
No nos detengamos a contemplar el suntuoso edificio que recuerda los
buenos tiempos del inolvidable Carlos III, la Fábrica de Tabacos, célebre
por muchos conceptos, y en donde trabajan millares de mujeres. Algunos
pasos más, y entramos en el Real de la Feria.
“Helo aquí ya”. Magnífico, esplendoroso, rebosando vida y alegría,
alumbrado por el sol ardiente de abril. Portentosa unidad que contiene
infinita variedad de accidentes y detalles: largas calles, a cuyos lados se
alzan numerosas tiendas de campaña dedicadas unas al recreo, y otras
a la venta de variados artículos: ancha explanada donde se exhibe la ri-
queza principal de Andalucía, el caballo de hirviente sangre, el buey de
poderosa cabeza, la oveja de blanca lana, el bien cebado cerdo y la traba-
jadora mula.
Aquí el lugar dedicado al solaz y el esparcimiento; allí el centro de innu- 331
merables transacciones mercantiles. A un lado, la velada con sus puestos
de avellanas, turrones y juguetes; sus barracas donde Polichinela embau-
ca y emboba a las sencillas gentes que lo escuchan; a otro las chozas de las
gitanas, tipos que se presentan adornados con todos sus atributos; y las
tiendas de bebidas en las que desempeña el principal papel la clásica caña
andaluza. A esta parte, improvisadas fondas, donde los feriantes hallan
cuanto puede pedirles su apetito; museos de cuadros que representan
los más bellos países del mundo; galerías de figuras de cera, entre las
cuales nunca faltan las de Víctor Manuel, Garibaldi y Napoleón I; circos
ecuestres y teatros; barracas en las que exhiben, por un precio módico,
monstruos de la naturaleza humana, el niño de dos cabezas, la mujer de
asombrosa obesidad y los hombres enanos. A aquella otra parte, árabes
y hebreos detrás de desvencijadas mesas que apenas si pueden sostener
la mercancía, anuncian sus sabrosos dátiles. A derecha e izquierda de la
larga alameda, que partiendo de la antigua puerta de San Fernando va a
morir en la vía férrea, se alzan las chozas o casillas destinadas al descanso
y el recreo de las familias acomodadas. Casi todas guardan severa uni-
formidad. El lujo, el capricho y el buen gusto han levantado en el breve
espacio de dos o tres días elegantes tiendas de campaña, que son otros
tantos centros de alegría.
¡Qué diversidad de gentes! ¡Qué variedad de trajes! ¡Qué vivos colores
José Luis Ortiz Nuevo

del cuadro! ¡Qué estruendoso ruido el que puebla los aires! ¡Ciegan los
ojos y ensordecen los oídos!
La aristocrática dama prendida de mil alfileres, calzada la breve mano
con el blanco guante; la niña, que apenas ha pisado los umbrales de la
vida ya sabe por el espejo, ese adulador de la belleza, que puede avasallar
corazones, envuelta entre los encajes de la calada mantilla y luciendo,
como al descuido, el pie pequeño aprisionado en la estrecha cárcel del
escotado zapato, que, como el nido, está orgulloso de la paloma que con-
tiene; la soltera que ha dado en aquella edad de malditos desengaños,
según el escéptico cantor de las locuras de Teresa, agotando de una vez
y como último recurso todas sus provocadoras miradas y sus incitadoras
sonrisas, la señora de estado, que no por ser el suyo más o menos inte-
resante renuncia a las inocentes distracciones que la dadivosa sociedad
nos brinda; la mujer del pueblo, que por todo adorno lleva un jardín en
la cabeza, un pañuelo de abigarrados colores al cuello, y a la cintura un
delantal blanco como el campo de la nieve; las sacerdotisas de Venus, de
abultados labios, lascivos, andar descocado, mal cubiertas con las galas
compradas en el bazar de la impureza; el caballero de majestuoso porte,
más pagado de su figura, que el pavo real de sus plumas, el joven bar-
bilampiño para quien el héroe que Tirso de Molina, Moliere y Zorrilla
inmortalizaron es un niño de teta; el pobre hombre que el infortunado
332 Serra retrató en el Jesús de su sabrosa comedia don Tomás; el galán que
puede dar tres y raya al Lindo don Diego; el infatuado Duque o Marqués,
trasunto del célebre don Lucas del Cigarral, de quien nos habla Rojas
Zorrilla; el político que sigue las huellas de don Facundo Torrente; el mi-
litar de avinagrado rostro y endemoniado carácter, que recuerda al don
Lope de Figueroa de Calderón; el andaluz más listo que Cardona, eterno
tipo de las comedias de Sanz Pérez; el pilluelo, que no porque no gaste
esportilla, deja de continuar las glorias de los Rinconete y Cortadillo, y
de estar asociado a alguna hermandad presidida por un Monipodio tan
respetado como aquel cuya cofradía inmortalizó Cervantes; y mil y mil
tipos más, y bocetos y caricaturas, pueblan este vasto escenario que por
bambalinas tiene el cielo azul de Sevilla, por bastidores innumerables
tiendas, chozas, puestos y barracas, y por apuntador o consueta el dios
de la alegría, el carilucio y retozón Momo.
¡Qué cabeza no enloquece, con tanto ruido y algazara tanta! ¡Qué discor-
dancia de voces! ¡Qué bullir tan sin cesar! Todas las abejas del mundo
apiñadas en un enjambre no hervirían tanto como esta inmensa muche-
dumbre. Las voces de los vendedores que gritan sin piedad de los oí-
dos del prójimo; los estridentes ruidos de pitos y carracas, tambores y
trompetas; los gemidos del violín del saboyano, ¡pobre niño que rasca las
cuerdas del maltratado instrumento con la desesperación del estómago
vacío!; el chin chin de los platillos que anuncian las habilidades de Poli-
¿Se sabe algo?

chinela; el rodar de los carruajes y el relinchar de los caballos; el balido de


las ovejas; el mugido de los toros, y cien y cien sonidos más, forman un
desconcertado concierto capaz de aturdir al mismo Wagner.
La Feria de Sevilla es verdadera feria por la mañana; velada por la tarde,
y a la noche verbena. Desde el amanecer hasta que se hacen insoportables
los rayos del sol, la venta de ganados es lo que principalmente llama la
atención del curioso. El inmenso mercado es campo de numerosas tran-
sacciones. Admíranse, a la vez que la riqueza del género, el modo de cele-
brarse los contratos, generalmente por el medio de corredores y chalanes
que con hiperbólicas frases de una jerga que no está al alcance de todas
las inteligencias, logran hacer su agosto, o mejor dicho, su feria, acercan-
do compradores y vendedores. Entrada la tarde el ganado es conducido
a los sitios destinados para pasto, y empieza la velada. Puede decirse que
las clases populares son las que presiden en la fiesta. Entonces es cuando
hacen su negocio los vendedores ambulantes, los empresarios de los tea-
tros mecánicos; entonces es cuando suele la vista más perspicaz descu-
brir alguno que otro tipo que recuerda a los antiguos majos andaluces.
A medida que va entrando la noche la concurrencia crece. El panorama
es entonces verdaderamente maravilloso. La célebre Shahrazad no ha-
bría podido soñar un paraje más encantador. El enamorado y sanguina-
rio Sultán a quien entretuvo durante Mil y una noches con la relación de
sorprendentes historias, hubiera pasado otras tantas veladas más oyendo 333
a su avizada favorita la descripción del espectáculo que presenta el ex-
tenso Prado de San Sebastián alumbrado por millares de luces, y siendo
teatro de otras tantas escenas a cual más digna de cautivar la atención.
Cada tienda o choza de las destinadas al recreo es centro de las más viva
alegría y de la más comunicativa confianza. Cuando sólo ha quedado
en la feria la gente que se burla del sueño, se improvisan ya al aire libre,
ya en el fondo de una choza, esas fiestas a que tan dados son los anda-
luces. Acompañándose con la guitarra, un mozo de pelo en pecho canta
malagueñas, que distraerían la tristeza de un hipocondriaco, y jaleos, se-
guidillas y soledades gitanas que hacen llorar a una piedra. El concurso
acompaña los lamentos de la guitarra y los interminables ayes del canta-
dor, bien batiendo las palmas, bien golpeando la mesa, a cuyo alrededor
se agrupa, o bien chocando los vasos en que hierve el oloroso vino de
Sanlúcar.
Cansado estarás, lector pacientísimo, de este paseo que tú y yo, como dos
buenos amigos, si es que puede haber dos amigos buenos en el mundo,
hemos dado por el Real de la Feria. En verdad te digo, que aún cuando yo
no he tenido que darlo sino con el pensamiento y tú me has acompañado
con la paciencia, lo cual si no es poco de mi parte, de la tuya es mucho.
Al llegar a este punto me faltan las fuerzas; y aunque algo, y aún algo nos
José Luis Ortiz Nuevo

queda por andar, yo renuncio a seguir el paseo, en la seguridad de que


en ellos has de recibir contentamiento.
LUIS MONTOTO y RAUSTENSTRAUCH.
(EL CRONISTA, 17 de abril,1887)

***

EL CANDILEJO.-
(COSTUMBRES POPULARES ANDALUZAS)
Diez o doce días antes del primero de Carnaval, reúnense unas cuan-
tas muchachas, alegres y prontas para toda fiesta, y conciertan hacer un
candilejo; prometiéndoselas felices porque siempre el éxito corona estas
obras.
Buscan primeramente un canasto, y mucho mejor para ellas si encuen-
tran una canasta de muy buenas dimensiones; hallado, lo aderezan por la
parte exterior con hojas de yedra o de cualquier otra planta -mejor cuanto
más verde, porque este color es para el pueblo símbolo de la esperanza- y
lo forran por la parte interior de papel, adornando el borde y las asas con
barandillas y gallardetes de todos colores.
Puesto el canasto corno si dijéramos de veinticinco mil alfileres, cuelgan
del asa lo que llaman el niño de pila, requisito sine qua non de todo can-
334 dilejo.
El tal niño no es otra cosa que un chorizo de los de padre y muy señor
mío; o bien un salchichón de los más repletos, o un jamón de tomo y
lomo, cuando no un muñeco de pasta dulce, fabricado de propósito.
Es de rigor que al niño de pila, ha de adornar un lazo o moño de cintas
verdes, más o menos preciosas, según el gusto de las alegres muchachas
a cuyo cargo está la preparación del candilejo.
Terminada esta labor, dos mozas, las más vivas de genio, las que no tie-
nen pelos en la lengua, cogen el canasto y lo llevan como imagen en an-
das a casa de la vecina más próxima. Esta recibe con júbilo el presente,
pondera la habilidad de sus amigas, y en el acto, o a poco, lo pasa a otra
vecina que está obligada a hacer lo mismo. Así va el candilejo de casa en
casa y recorre toda la vecindad en menos tiempo que se persigna un cura
loco, o en un decir Jesús.
Pero no consiste en esto la gracia de la fiesta. Cada vecina o cada uno de
los vecinos a quienes se pasa el candilejo, echa en el canasto algún regalo,
que es como si depositara un óbolo en aquel a manera de cepillo de áni-
mas: dulces, embutidos, botellas de vino, etcétera, etc.
Hay quien al presentar el candilejo a su convecina requiere a esta que
sea pródiga con el niño de pila, diciéndole o cantándole una coplilla, que
viene muy al caso corno la que sigue:
¿Se sabe algo?

Comadre del alma mía:


Este niño moro está,
Y por falta de padrinos
No se puede bautizar.

y la interpelada contesta, cuando viene bien:

Comadre del alma mía:


Perdone mi cortedad;
Pues soy hija de familia
Y no tengo para más.

Después que el candilejo ha recorrido las casas de todos los amigos y


compadres, el último a cuyas manos llega lo devuelve a las mozas que lo
formaron.
Esto ha de hacerse el día de víspera de Carnaval.
Pero ¡Cómo lo devuelve!
Salió de manos de aquellas poco menos que vacío, y lo entrega atestado
de viandas. ¡Buena fiesta prometes! ¡Nadie se ha quedado corto en dar!
¡Feliz ocurrencia la que tuvieron las muchachas!
Y al día siguiente se arma la fiesta, en la cual asisten cuantos con sus dá-
divas han llenado el canasto. 335
En el centro de la sala está el candilejo. A su alrededor formando corro las
mozas, luciendo sus rizados, farfalás, (faralaes), y departiendo con sus
novios, entre coplas y coplas, palmotean y cantan.
Como no hay fiesta sin baile, como no hay, según dice el pueblo andaluz,

Sábado sin sol


Ni mocita sin amor.

se baila; y la guitarra y las castañuelas, a que llaman palillos alegran el


corazón del más hipocondríaco.
Hartos de cantar y bailar los mozos, los impacientes espectadores en la
fiesta dan orden de entrar a saco en la plaza sitiada -que plaza sitiada es
el candilejo- y, más pronto que se dice, todos ponen sus manos en el ca-
nasto, y no dejan en el cosa alguna. ¡Tal prisa se dan en comer y beber!
Raras veces sucede que fracase la fiesta que aquellas muchachas imagina-
ron; pero sucede de higos a brevas, cuando algún mal intencionado, un
mala sangre, un patoso (así dicen en Andalucía), da al candilejo lo que
llaman una ahogadilla; cosa que todos los amigos llevan muy a mal, y es
causa de sinsabores, y de que algunos se vayan de la lengua y vengan a
las manos.
El menos lince sospechará en qué consiste lo de la ahogadilla; más por si
José Luis Ortiz Nuevo

algunos de los lectores de este mal pergueñado artículo no cayese en la


cuenta de lo que es la cosa, quiero ponerla tan clara que la vean los cie-
gos, y dársela con cuchara o cucharón.
Pues es el caso, que el candilejo, así como pudo dar en casa de una mu-
chacha rumbosa y de buen humor, da en la de una de esas mujeres que
no tienen aquel, esto es, que son sosas, o en la de un mozo de mal ángel
y aquella o este, en vez de contribuir con su ofrenda al lustre de la fiesta,
se apodera de las viandas y se las come o dispone de ellas a su antojo,
devolviendo el canasto vacío.
Esto es lo que llaman por aquí una patochada, una gracia mohosa.
Finalmente: el candilejo es el pretexto para celebrar una fiesta más; fiesta
que reviste los caracteres de todas las andaluzas.
Sabido es que los andaluces son pródigos como ellos solos y rumbosos
como pocos. No extraña por tanto ver un candilejo llevado a palanca por
mozos de cordel. ¡Tantos son los regalos que hacen al niño de pila los ve-
cinos y vecinas, amigos de las muchachas pizpiretas a quienes en buena
hora se les puso entre ceja y ceja hacer un candilejo!
LUIS MONTOTO
(EL CRONISTA, 21 de marzo, 1889)

***
336
LA VELADA DE SAN JUAN.-
Quien te haya visto una vez, hermosa sultana de la incomparable An-
dalucía, te habrá proclamado cuna de la gracia, paraíso de enamorados,
regalo de poderosos, predilecta del sol, madre de ingenios, mina de sen-
timientos, prodigio de pasadas grandezas, maravilla de maravillas, y
llevará tu recuerdo en el corazón y tu elogio en el pensamiento adonde
quiera que guíe sus pasos y sus ideas la caprichosa fortuna.
Tus hijos, indolentes y serenos como el Guadalquivir, son también como
el padre Betis temibles cuando tormentas de pasiones les hacen salir de
madre; pródigos como la Naturaleza, que no se cansa de dar flores y fru-
tos; ardientes en sus pasiones como el sol que tuesta los rostros; alegres,
decidores y artistas, porque en tu horizonte todo convida a la expansión,
a la alegría y al amor.
Tus hijas son incomparables como tu cielo; tienen en sus ojos toda la luz
del sol que te circunda; son bellas como tus jardines; están perfumadas
de simpatía como tu ambiente de azahar; son airosas como tus palmeras;
cantan como tus ruiseñores; ríen como los ángeles de tu Murillo, y andan
por milagro, pues son sus pies como terroncillos de azúcar.
Por tus hijas y por tu cielo, por tus hijos y por tus monumentos, por cuan-
¿Se sabe algo?

to se divisa desde tu Giralda, yo al recordarte te bendigo una y mil veces,


y te saludo con el letrero que llevan las cigarreras en la mantilla, dicien-
do:
¡Viva Sevilla!

***

En la espaciosa Alameda de Hércules (vulgo, Vieja) celebran los sevilla-


nos la verbena de San Juan, desde la víspera de este Santo hasta la noche
de San Pedro (desde el 23 al 29 de junio).
Con muchos días de anticipación, las mujeres de aquel barrio arreglan y
enjabelgan sus casas y fachadas; los taberneros hacen repuesto de refres-
cos y bebidas, y dan una mano de pintura a estantes y mostradores; los
operarios del Municipio se ocupan en arreglar y enarenar el pavimento y
en colocar el alumbrado a la veneciana; otros instalan un café o un teatro
de verano; los industriales que van a todas las fiestas, buñoleras y vende-
dores de golosinas, los del tío vivo, los de las galerías de figuras de cera y
exhibiciones de estupendas notabilidades, etc. etc., van construyendo sus
barracas y casillas, poniendo sus puestos y acomodando sus artefactos y
mercancías. Todo esto y más que en el tintero queda, porque su descrip-
ción está fuera del asunto, es muy digno de observarse, pues da idea de
cuan poca cosa hace que se afane la humanidad e inicia al observador en 337
los prolegómenos de una interminable serie de “modos de vivir que no
dan de vivir”, pero de los cuales comen multitud de individuos, -al pare-
cer felices,- de cuya suerte nadie se preocupa para compadecerlos si aun
para despreciarlos, y con los que todos alternan inconscientemente por la
fuerza de la costumbre, por la familiaridad que la rutina otorga a cuanto
marca con su estúpido sello, lepra de la humanidad.
En ese comercio nómada, por decirlo así, que va exhibiéndose por donde
quiera que el mundo se divierte, pudieran verse tan horribles miserias y
tales heroísmos, que darían ocasión a escribir libros y dramas cuyo inte-
rés sería tan vivo como grande es la pública indiferencia al ver sonreír a
esos parias y a esos mártires.

***

Ha llegado el día: desde la hora en que el padre de la luz se dirige al


ocaso, las sevillanas comienzan a acudir, risueñas y decidoras, a la cita
de la Alameda, llevando en pos de si al sexo feo, naturalmente obligado a
seguir al bello como la sombra al cuerpo; que si son ellas soles de hermo-
sura, ellos son satélites que reciben y reflejan la luz amorosa...
Venid conmigo a la Alameda: quiero que gocéis -¡cuidado con quemar-
se!- del tibio calor, del vapor suave, del picante olor que despide un gran
José Luis Ortiz Nuevo

horno de pasiones, un gran laboratorio de historias. Si respiráis con fuer-


za, si sentís el estremecimiento del repentino escalofrío, si olfateáis sin
saber qué, si la vista os falta a fuerza de mirar, no os alarméis, no es nada:
es que hemos llegado a la mitad del paseo, es que hemos alcanzado la
temperatura media de ese horno simbólico, es que nos hemos hecho car-
go de la situación, es que estamos sometidos a la acción de las infinitas
pilas del humano laboratorio.
Llegamos al amplísimo paseo, cuyo salón principal se encuentra de bote
en bote: aún no hemos andado cuatro pasos...
-¿Qué es eso, amigo? ¿Se queda usted atrás?
-No es eso; es que me cortaron el paso cuatro muñecas -niñas de siete a
diez años de edad- que van cogidas del brazo dándoselas de mujeres.
-Pues, como siga usted así, llegaremos cerca del Blanquillo... por Nochebuena.
-Es que un hombre, con más barbas que Sansón, requebró a las chicas
diciendo:
-“¡Ole, las rosas tempranas! ¡Quién cortara una ramo de ese jardín!”
-Tiene gracia, hombre, tiene gracia; pero, lo dicho, a ese paso la noche
son soplos.
Sigamos.
338 No se puede dar un paso: esto es un río alborotado de carne humana, que
corre y gime y se atropella y arrastra y se extiende y busca su nivel y aca-
ba por perderse en un mar de conversaciones, bajo un sol de miradas y
ante las sombras de aborregadas nubes de tonterías e imprudencias. Pero
¿qué hacer? Nos hemos embarcado y hay que soportar los mareos, los
choques y hasta el naufragio, si preciso fuera. Adelante, pues, que el que
no se aventura no pasa la mar y de ningún cobarde se ha escrito nada.
Dos hermanas: dos requiebros.
Atención: ¿Cómo ha sido?
-”Niña, ¿quiere usted ser mi cuñada?” (ambas vuelven la cara).
-”Válgame Dios! Me casaba... con las dos.” (Ahora sonríen, pero no miran.
¡Picaronas!)
Adelante, muchachos...
(murmullos, gritos, carreras.)
-Quietos, no correr; que es peor.
(La gente se tranquiliza.)
-¿Qué ha pasado?
-Nada, -dice un transeúnte- que un guasón le hizo no se qué a una mujer,
y el novio le dio al aforador un bastonazo que le ha sabido a azúcar.
¿Se sabe algo?

(A los amigos): -¿Ven ustedes como no era nada?


Prosigamos; que como dice la copla:

“Er que comienza un camino


es menesté que lo acabe,
pa que no diga la gente
que lo dejó por cobarde.”

Ahí viene otra oleada de mujeres: bueno es huir de su soberbio empuje;

“Dejémosla pasar, como a la fiera


corriente del gran Betis, cuando airado
dilata hasta los montes su ribera.”

Como van todas charlando y riendo y abanicándose, grita un joven:


-”Ole, las golosinas; ¿vais de viaje?”
Y uno, que también esquiva el peligro del encuentro, dice:
-”¡Las mujeres!... ¿Es chica la Alameda para ustedes?”
-¿Otra bronca? (Señor, no ganamos para sustos).
-No hay cuidado: es un curda, y los del Orden le han quitado el bastón y
339
la navaja.
-¡Ah, ya!
Como las mujeres utilizan el abanico cual si fuese mágica varita, para la
cual no hay imposibles, nada de extraño tiene que un hombre -que ya ha
corrido su caballo, por más señas- se dirigiese a una pitonisa del placer
en estos términos:
-”Pa directó de orquesta no tenías presio, hija mía.
No se con que movimiento contestaría la hembra, pero ello es que oí que
el tal añadía:
-”No me jagas señas, que donde las dan las toman”.
(Él se alejó riéndose y ella... también)
Esa mocita que ahora pasa se ha rizado todo el pelo; vamos, que va fea con
tantos ricitos, lo cual no fue obstáculo para que le dijese su admirador:
-”Quisiá se mosca pa pegarte un bocao en un riso.”
(Con tu pan te lo comas, hijo)
¡Vaya unos zánganos interrumpiendo el paso! ¿Otra disputa? Escuchemos:
-Compare, ¿le he fartao yo a usté?
-A mí, no.
José Luis Ortiz Nuevo

-Porque lo que yo digo es más verdá que Dios, y me doy una puñalá...
-Agua, agua, gritan unos cuantos.
Y el borracho termina su frase de este modo:
-...una puñalá... con un jamón durse: eso es. ¡Y está dicho!
(Toda su reunión suelta la carcajada. Los guardias municipales siguen
como si tal cosa, encogiéndose de hombros, y un caballero excitado: -
”¡Valiente casillazo!”).
-Andando, muchachos; dejémonos de jaquecas y vamos a las buenas ja-
cas. Aquí viene una que trae en los zarcillos dos brillantes como garban-
zos. ¡ Y que no relumbran na, pa qué! ¿ A quién se lo digo?
Y se lo digo de esta forma:
-”Que bocaíto te daba yo... en la oreja”.
Como las mujeres son así, ahora pasa una que viene riéndose sin querer.
-Hombre, eso es raro: como no sea loca de la cabeza o tonta perdida...
-Ni lo uno ni lo otro, y algo de ambas cosas; ¿sabes por qué se ríe sin ganas?
-”Niña, quié usté peleá conmigo a bocaos?”
-¿Diste? Esa es la contestación: tiene los dientes bonitos.
Eso, eso es lo que priva: mujeres alegres, que se rían con los reaños, para
340 que no estén tristes los faroles del gas: eso es Sevilla, y lo demás es pam-
plina para canarios.
-Venga de ahí, tocayo:
-”¡Ole, el regimiento de la gracia!”
Duro y a la cabeza:
-“En ese regimiento era yo la cantinera”.
-No reírse, malas ideas; dijo el tocayo a los que le celebraban la gracia.
(Redoblaron las risas y... a otra)
El contraste, como se ofrece en la vida, no buscado, sino espontáneo, na-
tural: detrás de las revoltosas, dos señoras vestidas de negro, de rostro
agraciado, severo porte, andar majestuoso, mirada que fluctúa entre la
insinuación y el desprecio.
Veamos que les dicen al paso:
-“Así me gustan los gazpachos; templados.”
-“¿Queréis que yo les quite el luto?”
-“Olé la fruta maúra y bien conservá.”
No han salido mal despachadas ¿eh?
¡Qué hermosas vienen estas tres rubias vestidas de blanco!
Un macareno, al verlas, exclama:
¿Se sabe algo?

-“¡Ay, qué tres panalitos!”


-¿De avispas? -le pregunta un amigo-.
No, de gloria empapelá -replica el entusiasmado-.
Si les parece a ustedes descansaremos un momento en ese café nevería.
No has pensado mal.
Entremos, pues, y tomaremos un refresco.
Mientras viene el camarero y nos sirve, ya hay para rato.
No habla mal ese caballero que está sentado en la inmediata mesa.
¿De qué habla?
De las verbenas, y dice que van por la posta las antiguas costumbres y
diversiones: ya apenas si se acuerda nadie de las clásicas candelas a cuyo
reflejo se hacían estas fiestas; no se acuerdan las muchachas de quemar
alcachofas para ver si florecen o no; es decir, si cuajarán sus amores; pocas
se toman ya la inocente molestia de poner bolitas de masa en la cama, en
el brocal del pozo y en la puerta de la calle para averiguar si hay novio en
puerta, si pedirá boda o se ahogarán las relaciones; ya no se divierten las
mocitas echando en agua plomo hirviendo para inducir el oficio del fu-
turo amante por ver la figura que resulte; ya no estrellan huevos para ver
barquitos; apenas si se acuerdan ya de arrojar, en la noche de la víspera
a las doce en punto, un cubo de agua a la calle para preguntar al primero 341
que pase su nombre, que será también el de su amado; ya no se piden re-
laciones colocando en las ventanas flores y otras cosas... Todo esto, y más
que sería prolijo enumerar, entra perfectamente en el estudio -curioso,
y utilísimo, por cierto-, de la historia de las costumbres populares, pues
acaso se conserva solamente hoy como mera supervivencia de cosas que
pasaron, pero que tuvieron gloriosa vida durante muchas generaciones;
prácticas, hoy vacías de sentido, cuyo abolengo se pierde quizá en la no-
che de los tiempos, y en la desesperación de los historiadores.
-Debe ser muy interesante ese género de disquisiciones.
-Es una importante rama del Folclore.
-Yo creí que era una diversión o una tontería.
-Pues a esa tontería consagran sus vigilias los más grandes pensadores
del mundo.
-Ya veo que es una cosa mucho más seria de lo que yo me figuraba.
Así hablábamos, cuando decidimos reanudar nuestro interrumpido pa-
seo, pero a los pocos metros dijo uno:
-Esto está visto: pisotones por aquí, achuchones por allá, conversaciones,
piropos y pendencias por todas partes... ¿Queréis ver más?
-No, vámonos fuera, porque ya estamos locos como quien dice, y atur-
José Luis Ortiz Nuevo

didos como al despertar de una borrachera, y cansados como si hubiése-


mos recibido una paliza... Digo, yo por mi parte...
-Sí, salgamos... si se puede.
-Entonces, demos una vuelta por los puestos de buñuelos y por las fiestas.
-Vamos allá.
Atravesamos el paseo a codazos y empellones y saltamos el arrecife. Al
llegar a las primeras buñolerías, uno tuvo la desgracia de resbalar en una
china de río llena de fango y cayó al suelo tan largo como era.
Y en el acto se oyó la voz de una gitana, que decía con ese deje tan parti-
cular que tanto se pega a los oídos andaluces:
-“Micaela, apaga la luz, que se ha acostado er señorito”
(No eran maldiciones las del señorito, ni carcajadas las de cuantos pre-
senciaron la escena.)
¿Las ocurrencias de las buñoleras? Eso es la mar, con los peces y los bar-
cos ingleses, como dicen los sevillanos... que lo dicen.
Vaya, para hacer boca:
(A un alto y delgado:) -¿Unos guñuelitos? Pasa impávido; -Ande usté,
que son muy güenos... pa las lombrices.
(A un grueso, tocándole al hombro:) -¿Una librita? -Quita allá, contesta él
bruscamente. -Adiós fideo, replica ella, retirándose.
(A un joven que acompaña a dos buenas mujeres)
342 -Güen moso, convía a esas rositas e Jericó. -No, están malos, -dice él por
decir algo.
-¡Mía D. Tiriya, que no sabe como desí que está parmao!
Como son tan zalameras, una de ellas se colgó del brazo de uno, que de
largo se pierde de vista, y le ofreció buñuelos con frases almibaradas e in-
citantes. El calavera, como quien no hace nada, le pegó un pellizco donde
alcanzó la mano de cuyo brazo tiraba la morena, y ésta al sentirlo se retiró
saltando como una ardilla y diciendo:
“Anda, mal chavó; te veas como el café: tostao y molío”.
Y como esto sería el cuento de nunca acabar, démoslo por acabado.
-¿Vámonos?
-Para luego es tarde, opinan los amigos.
Y aquí nos despedimos, pero no sin decir antes que a las puertas de mu-
chas casas se arman fiestas (como todas las de Sevilla), que duran hasta el
alba, y que suelen acabar como el Rosario de la Aurora, por obra y gracia
del espíritu... del vino (amílico, novísimo).
Conque, que ustedes descansen... y buenas madrugadas.
Manuel Díaz Martín. (EL BALUARTE, 23 de junio, 1889)
¿Se sabe algo?

NOTAS

1. Sean los versos siguientes un ejemplo de lo dicho. Este primero del 34:

JUGUETILLOS POÉTICOS
LAS NAVIDADES
Flotando el cano cabello
entre nieves y entre aires,
por el escarchado cielo
la risueña pascua sale.
La voluble pandereta,
la zambomba retumbante,
mil alegres geniecillos
en pos de ella sonar hacen.
Entonan con algazara
dulces y añosos cantares,
y los repiten los ecos
por los campos y ciudades.
Aquí una tropa festiva,
que al son de la pandereta,
la zambomba y carrañaca,
las luengas calles atruena.
Allá jóvenes alegres, 343
tañendo dulce vihuela
y el crótalo bullicioso,
festivos cantos alternan...
(CAJON DE SASTRE, Pliego VI. Diciembre de 1834)

y este segundo del 53:

QUE SE ACERCA EL FIN DEL AÑO


...Paciencia, hermanos, paciencia,
y venir iremos viendo
lo que Dios quiera que venga.
Por el pronto, vienen Pascuas
con sus tartas de mantecas,
con sus pavos y sus pavas,
con sus buñuelos y hojuelas,
con sus nueces y castañas,
con sus peros y camuesas,
con sus vinos y licores,
con zambombas y panderetas,
con zumbas y carrasquiñas,
y coplas de Noche-buena,
José Luis Ortiz Nuevo

y jaleo, y triquis traquis,


y tarara y castañuelas.
(EL PORVENIR. 16 de diciembre. 1853)

2. Así la vio el gacetillero y así la contó en su crónica:

Torrijos.- Pocos años se han esmerado como este los romeros de Torrijos,
en contribuir con su concurrencia y con el lujo de sus carros y carretas,
a la bulliciosa animación que caracteriza esta fiesta tan popular. Los que
asistieron en la tarde del domingo a la calle de Castilla, pudieron gozar
del agradable espectáculo que presentaba la vuelta de los devotos que
habían ido en alegre romería a visitar la imagen del milagroso Cristo
de Torrijos. Hasta después de las diez de la noche duró la entrada de
aquellos entre los cuales sobrevino tanto y tanto que contar, que sería
un diluvio de acontecimientos si se narraran; pero no hubo por fortuna
ninguna desgracia.
(EL PORVENIR. 29 de octubre. 1856)

3. Indudablemente escasos son los estudios, desde cualquier punto de vista,


en torno del carnaval sevillano, y sus diversos avatares por la cuesta del
344 tiempo. Como muestras de su realidad por el medio siglo XIX, véanse estos
documentos:

LAS CARNESTOLENDAS
ROMANCE
Las locas carnestolendas
en sueños se presentaron
a mis ojos ya rendidos
de andar buscando cuartos...
... Levanta, holgazán, gritaban,
¿roncando como un marrano
estás tendido a la larga,
en estos días, pelmazo?
Mira el volante columpio,
llevando arriba y abajo
lo mejor de los corrales
del Conde, Trompero y Mármol.
Oye el punzante chillido
de aquellas mozas de garbo,
cuando el aire sale y entra
donde nunca el sol ha entrado.
Mira cómo va la zambra,
oye cual anda el cotarro,
¿Se sabe algo?

que, por no pasar al sexto,


cada cual se va a su cuarto.
¿No oyes la viva vihuela,
que se está haciendo pedazos,
siguiendo de seguidillas
el eterno y fácil canto?
(CAJÓN DE SASTRE. Febrero de 1835)

***

SALONES DEL CAFÉ IBERIA


MÁSCARAS
TERCER BAILE ORIENTAL
El domingo 19 de Febrero de 1865, desde las 12 de la noche hasta las 5 de
la mañana.
Orquesta y coros selectos.
Alumbrado fantástico y con profusión.
El ambigú y café situado en el piso alto; el tocador de señoras y demás
dependencias serán servidos con todo esmero. Un inspector de orden
puesto por la empresa recorrerá continuamente todas las dependencias 345
para que haga cumplir a los empleados con toda exactitud y se conserve
el decoro y compostura debidos.
(LA ANDALUCÍA. 10 de febrero. 1865)

***
QUINTO BAILE ORIENTAL
Para hoy martes 28 de febrero...
PROGRAMA: Entre las obras que ejecutarán el coro y orquesta se en-
cuentran: La Odaliska, danza habanera; Linda Flor, danza habanera; Las
Galas del Amor, polka; Enriqueta, wals.
(LA ANDALUCÍA. 28 de febrero. 1865)

4. Consideren, por cuenta de esta famosa romería, estas dos contradictorias


gacetillas; en donde se advierte la pérdida de sus valores tradicionales (ar-
gumento ciertamente preferido en Serva), en una de ellas; mientras en la
otra se constata su amable, pertinaz supervivencia:

TORRIJOS: Esta antigua costumbre va perdiendo su carácter tradicional;


ya no se ven aquellas arrogantes parejas vestidas de majos, montadas
José Luis Ortiz Nuevo

graciosamente sobre briosos caballos y van desapareciendo por completo


los carros adornados con cintas y colgajos de diferentes colores, y dentro
la bulliciosa comparsa que al compás de los palillos y panderas entona-
ban aires andaluces.
(LA ANDALUCÍA. 11 de octubre. 1864)

***

ROMERÍA: El domingo tuvo término la del Cristo de Torrijos; el día brin-


daba para todo, pues más bien molestaba Febo. Así fue que la concu-
rrencia de romeros fue extraordinaria. Multitud de carruajes regresaban
cargados de gente de buen humor, que, a los ecos de las guitarras, ento-
naban populares cantares. El pueblo siempre está dispuesto al goce; hace
bien. La calle de Castilla, en el arrabal de Triana, veíase favorecida por
multitud de personas que asisten a estas fiestas para divertirse. A la hora
en que escribimos aún ignoramos si habrá habido que lamentar alguna
desgracia, propias a veces de la afluencia de gente.
(EL PORVENIR. 30 de octubre. 1866)

5. Sevillanas en 1858. ¿Sería un anticipo futurible de las seguidillas de Serva?


¿O sería otra cosa?
346
6. Hay que ver cómo creció la feria en tan corto tiempo. Natural del 48 y en
el 62 ya era una “mujer madura”.

7. Ahí las tenéis: Cantiñas, naturales del territorio libre de Cádiz.

8. Forma parte de un extenso poemario dedicado a su patria sevillana.

9. Obsérvese cómo ya se diferencia con meridiana claridad lo flamenco de


lo bolero. Pero, sobre todo, repárese en el trato concedido a Don Antonio
Chacón (por primera vez en estas páginas) teniendo en cuenta que no había
cumplido todavía los veinte años de edad.

10. Y en el 1887 aún resistía pujante la santa romería de Torrijos.

11. Ahora sí, ahora sí que se les llama formalmente Sevillanas.

12. Perteneciente a una serie de artículos de “larga duración” publicados en


LA ANDALUCÍA, los días 19, 23 y 24 de mayo de 1874. La misma se com-
pleta con otros relativos a la ciudad y sus cosas, aparecidos los días 12, 13, 14,
16 y 22 de ese mismo mayo del 74.
EL CALOR DE LA JUERGA
Al caer la tarde acudían frecuentemente a las gitanerías individuos que
diferían en extremo por su posición de los habitantes de aquellos lugares;
aludo a los nobles e hidalgos españoles jóvenes y disolutos. Era esa, por
lo general, la hora del buen humor y de las fiestas, y los gitanos, varones
o hembras, bailaban y cantaban a su modo bajo la sonrisa de la luna.
1
GEORGE BORROW .

***

Hemos tenido la ocasión de ver los trajes andaluces y el carruaje que el


ayuntamiento de Sevilla debe ofrecer a SS.MM. y AA., y a nuestro modo
de ver, ambas obras serán dignas del objeto a que se destinan. Y ya que
de este particular hablamos, debemos confirmar la noticia de que los in-
fantes D. Alfonso y Dª Isabel, harán su entrada en Sevilla con el traje del
país, pues nos consta que bastó una ligera indicación hecha con este obje-
347
to, para que diera su asentimiento la Reina, demostrando así el afectuoso
cariño que profesa a este pueblo, el cual sabrá estimar en lo que vale
semejante prueba de simpatía.
(LA ANDALUCÍA. 13 de septiembre. 1862)

Valgan las citas con que principia este capítulo como emblemáticas de lo que
contiene: testimonios de ciertas prácticas recogidas en diarios y revistas sevilla-
nas de aquel tiempo, donde se muestran los acercamientos de las aristocracias,
incluso las personas reales, a determinados hábitos del pueblo llano, costum-
bres en el vestir, sabidurías en el punto de la diversión: las fiestas.

De ahí que entraran en el conocimiento del flamenco desde su cuna, llamada


su curiosidad por el valor de lo tradicional -sustento de su rango- conservado
mejor que nadie por aquellos sus bien amados y leales súbditos que atesoraban
artes:

DE MADRID A CADIZ
Creemos que nuestros lectores verán con gusto la siguiente carta escrita
por una de las personas que vinieron a esta capital en el tren de inaugu-
ración de la línea de Andalucía.
José Luis Ortiz Nuevo

...Abandonemos la antigua Sevilla con sus recuerdos históricos o poéti-


2
cos y, trasladémonos, siguiendo a otro guía , al barrio de Triana, a San
Bernardo o a la Macarena. Este guía no nos conducirá a suntuosos edi-
ficios, ni pretenderá llevarnos a las ruinas de Itálica; pero detendrá su
paso a algún sevillano, le hará hablar, moverse, retratarse, jugar la capa,
picar el cigarro, bailar, cantar, mentir, esgrimir la del Santo Oleo; y a
poco que prestemos atención habremos comprendido al andaluz, no sólo
en su brillante y animada existencia, sino también en su carácter íntimo,
en su modo peculiar de ser. Las graciosas mentiras y ponderaciones de
Manolito Gázquez no provocarán a risa solamente, sino que mostrarán
el poder irresistible, la fuerza portentosa de imaginación en el pueblo de
Andalucía, el partido que las artes y las letras han sacado de esa facultad
cuando ha estado bien dirigida y el que podrían sacar si la instrucción
progresase. Acompañemos a aquel docto guía a cualquiera de los ver-
geles que rodean a Sevilla, sentémonos a su lado bajo la frondosa enra-
mada, junto a la mesa donde se ostenta el fresco gazpacho, la sabrosa
aceituna, la dorada y aromática manzanilla, la blanca hogaza; encenda-
mos un cigarro y fijemos la vista en la gente que va entrando, cantaores
y bailaoras, expertos y hábiles tocadores de guitarra, a cuyo instrumento
arrancan sones dulcísimos y melancólicos, dignos de sus sentimientos
que revelan los cantares andaluces, poemas pequeños, llenos de amor,
348 de tristeza, de ternura...
Juan Español. (LA ANDALUCÍA. 27 de septiembre. 1866)

3
ESCENAS ANDALUZAS
...Pues ved: junto a las viandas
Algo ponen, que es la vida
De estas fiestas: ¡la guitarra!
Que tañen los andaluces
Con tal arte, con tal gracia,
Que, después que se les oye,
Toda otra música enfada...
¡Y si a las cuerdas se une
La voz que playeras canta,
Como esos ecos resuenan
En lo más hondo del alma,
Aunque pase mucho tiempo,
Ni se pierden ni se apagan! ...
...Siguió el almuerzo y la bulla;
Templó un mozo la guitarra,
y una garbosa morena
Cantó con voz dulce y clara:
“Un sabio me dijo un día,
¿Se sabe algo?

Que el ser salada la mar,


Es porque de Andalucía
La tierra viene a besar...”
PATROCINIO DE BIEDMA
(EL PORVENIR. 8 de abril. 1877).

Andalucía de la riqueza y de la miseria juntas por el proceloso siglo XIX, cuan-


do se fraguó la dependencia en la que todavía estamos; patria natural de po-
líticos ilustres que, también como pasa ahora, se instalaron en Madrid para
servir los intereses generales del Estado, mientras más al norte mejor y más
cumplidamente; políticos de todas las tendencias que en el Sur disponían de
adeptos correligionarios siempre dispuestos a recibir y agasajar, como se debe,
a sus jefes:

CASTELAR EN SEVILLA... Ayer sábado acordó nuestro muy querido


amigo el Sr. Calzada obsequiar particularmente a Castelar, ofreciéndole
una gira de campo en su hacienda de los Ángeles.
Trasladados a aquel punto muy de mañana los convidados, y una vez
en la hacienda el Sr. Castelar, acudieron de las inmediaciones bandas de
campesinos que con falanges de republicanos procedentes de Alcalá de
Guadaira, ansiaban conocer y estrechar la mano de nuestro distinguido 349
correligionario.
Allí, al compás con los acordes de una música, bajo el influjo de un sol
radiante, con la imaginación excitada por el aspecto variado y hermoso
de los campos, que embellecía una vegetación exuberante, próvida en
aromáticas esencias, Castelar ha pronunciado una de esas oraciones dig-
nas de entallarse en los bronces o de esculpirse en duros mármoles.
Tras una fiesta al estilo de la tierra, amenizada con la presencia de varias
parejas de gitanas y cantadores clásicamente andaluces, sirvióse la comi-
da donde dominó la abundancia, uniéndose a lo selecto de los manjares y
de los vinos, la chispeante gracia de algún radical, que no se consideraba
discordante donde dominaba el elemento republicano.
4
(LA ANDALUCÍA. 9 de abril. 1872)

Para que se vea como en cualquier tramo de la historia siempre hubo “bodegui-
5
yas” no sólo en los palacios, también en los campos.

Aquellas grandes juergas que tanto sitio tienen en la historia íntima del género,
de las cuales algunas, las más livianas quizá, salieron del anonimato y de su
estampa sabemos por las crónicas:
José Luis Ortiz Nuevo

UNA FIESTA ANDALUZA EN MADRID.- Leemos en EL IMPAR-


CIAL:
“En el jardín del Retiro hubo anteanoche, después de terminado el espec-
táculo y a puerta cerrada, una agradable reunión que terminó con una
espléndida cena, a la que asistieron 16 personas de importancia y algunas
otras de menor categoría y que tomaron parte también, aunque no tan
activamente en la improvisada fiesta.
Tres o cuatro de las personas a que nos referimos eran señoras muy co-
nocidas en los buenos círculos de la sociedad madrileña, y entre los caba-
lleros se hallaban algunos altos funcionarios.
Para amenizar la fiesta concurrieron cuatro de los más notables “cantao-
res de flamenco” que encierra Madrid, quienes entretuvieron tan agra-
dablemente a las personas reunidas, que estas no se pusieron a la mesa
hasta las cuatro de la madrugada, durando el festín muy cerca de las tres
horas, y terminando por consecuencia a las siete de la mañana.
La circunstancia de celebrarse esta velada con carácter íntimo y en un
local que debe considerarse actualmente como de propiedad particular,
nos impide tener el gusto de publicar los nombres de los concurrentes y
algunos detalles de la fiesta”.
(LA ANDALUCÍA. 12 de agosto. 1875)

350 Ver l’ahí lo que son las cosas: en la capital del reino, por esta época, es ya pa-
tente la presencia de lo andaluz que gobierna o canta, como “esos cuatro de los
más notables cantaores de flamenco que encierra Madrid”, y señalan la existen-
cia de un comercio estable de lo propio, natural de la alta noche, la distinción,
los muchos dineros y la madrugada.

Por el centro y en la periferia de la piel de toro, incluso en el Mediterráneo azul


que baña a Málaga, cantaora del sol, propicia al juego de la alegría que frecuen-
taba el joven Alfonso XII, rey de España, aficionado al cante de Juan Breva:

Decididamente, dice EL DIARIO MERCANTIL DE MÁLAGA, será obse-


quiado el rey con una fiesta andaluza.
Un gran lanchón o barcaza, remolcada por un vaporcito se dirigirá al
costado de la “Victoria” una de las noches en que se ofrecerá al rey ese
espectáculo.
Al efecto se está construyendo sobre una gran barcaza de los señores
Serrano, una especie de tablado, que rodeará una alta balaustrada, para
evitar que a efecto de los balanceos pudiera ocurrir cualquier desgracia;
y en ella hermosas mujeres ataviadas con el vistoso traje andaluz, entona-
rán las canciones peculiares de nuestra tierra y bailarán animadas danzas
al compás de bandurrias y guitarras tocadas por afamados músicos de
esta localidad.
¿Se sabe algo?

La fiesta será alumbrada por una luz eléctrica colocada en lo alto del tope
del vaporcito, en el cual irán embarcados los iniciadores de la fiesta.
(LA ANDALUCÍA. 15 de marzo. 1877)

Instantáneas la mar de refrescantes, placenteras. La cara dichosa de una gente y


un tiempo en estado normal de turbulencia. Se entretenían en reunión de gozos
que, por mor de celebraciones familiares, a la razón del arte convocaban:

FIESTA.- El sábado último en la noche se celebró en la preciosa casa lla-


mada El Recreo, de los señores de Rute, el cumpleaños de su preciosa hija
la niña Isabel Roma Rattazi.
...(Después de cantar la niña Isabel unas canciones al piano)... Iguales
muestras de aprobación mereció la señorita de Sedano, al cantar, acom-
pañándose de la guitarra, unas sentidas peteneras y otras canciones an-
daluzas al piano...
(En el baile)... Varias de ellas, las de Jiménez, Ruiz Molina y otras baila-
ron unas animadas seguidillas, luciendo además alguna sus habilidades
en el Vito y el Ole.
6
(EL PORVENIR. 14 de junio. 1880)

Cumpleaños felices y bautismos que servían de púlpito al flamenco: 351

Cuando se terminen todas las corridas de toros, se organizará en Alcalá


de Guadaira una fiesta taurina para celebrar el bautizo de un hijo de Ma-
nuel Calderón que ha apadrinado Juan Molina...
...Se dice que después de la comida habrá cante y baile flamenco por lo
más notable del arte.
(EL PROGRESO. 24 de octubre. 1884)

Verdad es que entonces el cante se colaba por todas las rendijas de la sociedad,
para mostrarse. No sólo las bodas, los bautismos y otras celebraciones semejan-
tes, convocaban al flamenco; también circunstancias especiales eran propicias
a las fiestas. Por ejemplo, la que tuvo lugar en el monasterio de San Jerónimo,
a la sazón convertido en lazareto donde pasaban la cuarentena los que iban y
venían, en los tiempos amargos de las pestes:

DESDE SAN JERÓNIMO


Prometí ayer a ustedes ocuparme de este lugar de inspección facultativa
y voy a hacerlo, facilitando además otros detalles que, a mi juicio, han de
ser de su agrado.
¿Quién no conoce en Sevilla el exconvento de San Jerónimo? Todos saben
José Luis Ortiz Nuevo

de memoria desde el origen hasta el estado actual de este edificio dedica-


do en tiempos a la vida ascética y contemplativa de los reverendos de esa
orden especial y nadie ignora que, si antaño merecía la admiración ge-
neral, hogaño es poco menos que un montón de ruinas donde se pueden
pasar unos días con grandes incomodidades, por muchos preparativos
que se hagan para ponerle en condiciones.
Escusado es decirles, por tanto, que la permanencia aquí ofrece grandes
molestias bajo el punto de vista del local.
En el patio del este, porque las habitaciones son insuficientes, hay colo-
cadas multitud de tiendas de campaña, donde con las malas camas del
hospital de capuchinos se proporciona albergue a los detenidos.
De estos hay siempre más de un ciento. Hoy pasan de este número pues.
Según me dice el director facultativo, suman cerca de doscientos, entre
los cuales están la familia de La Cave, Los Sres. Arcos, Moreno, Zamo-
letti, Murga, Santigosa, Ochoa, Orellana, Concha, Rosell, Rojas, Castillo,
Gali, y otra infinidad de personas conocidas de la sociedad sevillana.
Yo, gracias a la amabilidad del director del establecimiento, después de
pasar el primer día en una tienda de campaña, he pescado un buen cuar-
to, que es todo lo que hay que pescar aquí, en el que estoy instalado con
los amigos Orellana, Concha y Santigosa, conceptuándonos verdaderos
352 canónigos.
De bucólica regular y nada más: la fonda de Europa tiene establecido un
comedor en una de las galerías bajas y allí se almuerza y se come, por
ocho pesetas, de una manera pasadera. A los pobres de solemnidad se
les reparte dos veces al día un buen rancho, al que tendremos que acudir
nosotros si no nos alzan pronto la incomunicación.
Los cuarentenarios, entre los cuales hay de todas clases, pueden clasi-
ficarse en cuatro grupos: Los que están conformes; los protestantes; los
que divierten a los demás; los que los acharan. Los primeros ven, oyen y
callan o dicen que todo va bien; los segundos se llevan el día hablando
contra las autoridades, jurando y perjurando tomar venganza fiera, por
la arbitraria detención mientras gastan el calzado en incesantes paseos
por el centro del patio teatro de sus hazañas; los terceros se pasan las ho-
ras haciendo habilidades o excitando a los demás a que las hagan, y los
últimos provocando camorras de más o menos categoría.
Entre todos estos tipos destácase uno originalísimo, sui géneri, un curda
que llegó ayer y no sabe quién es, ni cómo se llama, ni de dónde viene, ni
a dónde va. Es delicioso.
Para los que, como yo, se amoldan a todo, la estancia aquí es llevadera,
habiendo días en que es superior hasta para los del segundo grupo. Ayer
por ejemplo, se pasó una gran noche. A las oraciones se organizó una
¿Se sabe algo?

fiesta de la tierra, bailándose las seguidillas con mucho salero por cuatro
jóvenes. Después la cantaora flamenca, conocida por la Serneta, nos ob-
sequió con unas malagueñas imponderables, y un acompañante, a quien
llaman el Colorao, parodió al célebre Perico Delgado recitando un pasillo
titulado El y Ella, que tiene mucha gracia. Y para concluir, una compañía
de polichinelas que acababa de llegar, nos dedicó una función de Cristo-
balitas que nos hizo reír hasta ponemos malos y terminó cerca de las dos
de la madrugada.
Los caballeros Orellana y Santigosa que se acostaron temprano, fueron
obsequiados con varias serenatas de género completamente nuevo.
Hemos recibido la mar de visitas de amigos y compañeros con quienes
hemos echado párrafos en secreto, es decir, a sesenta metros de distancia,
que es hasta donde permiten que se nos acerquen. ¡Cómo si fuéramos
fieras!
Acaba de ingresar el doctor Moreno procedente de Utrera, quien nos da
cuenta de otra nueva invasión en la calle Matamoros y de la denuncia del
número de EL PROGRESO correspondiente a anteayer. Todo es invadir.
En este instante llega a mis oídos la cadenciosa voz de la Serneta que a los
acordes de la guitarra que rasguea sin cesar un Quesada en miniatura, es
decir un quinto, se canta lo siguiente:

El queré quita el sentío 353


Lo hablo por esperencia
Porque a mí me ha sucedío.

Suspendo y voy a oírla. Hasta pasado mañana.


Juan Sánchez Lozano.
(EL PROGRESO. 13 de septiembre. 1885)

Lo culto y lo popular mezclándose, o la armonía social en el territorio de los


cantes y las danzas, incluso cuando las obreras enseñaban su graciosa habili-
dad a las damas:

UN ALMUERZO EN CARTUJA.- En la fábrica célebre y posesión mag-


nífica que frente a Sevilla, y en la margen derecha del Guadalquivir, po-
seen los Sres. Marqueses de Pickman, se reunió anteayer mañana parte
de nuestra elegante sociedad, invitada a un almuerzo campestre que en
honor de la señora de Scholtz y de la Marquesa de Santo Domingo de
Guzmán, daban los Sres. D. Manuel Pérez de Guzmán, y su señora doña
Adelaida Pickman.
Concluido el almuerzo, la alegría de todos concertó pronto una pequeña
zambra, y se bailaron rigodones y seguidillas, en las cuales más tarde sus-
tituyeron a las elegantes parejas, que las comenzaron, doce trabajadoras
José Luis Ortiz Nuevo

de la fábrica, las cuales hicieron gala, de su donaire y gracia singular, lo


mismo en este baile que en algunos otros propios del país ejecutados con
la sal de esta tierra de María Santísima y de las sevillanas.
(EL CRONISTA. 18 de mayo. 1886)

Lo andaluz en sus dimensiones lúdicas y a la par estéticas, uncidas en esta tie-


rra por la pasión con que el arte y la belleza se procuran:

UNA FIESTA ANDALUZA.- En el campo, en un soto magnífico donde


el gusto exquisito de su dueño ha sabido combinar los primores del arte
con la obra de la naturaleza, de modo tal que todo resulta natural y todo
artístico y estético, se ha celebrado la espléndida fiesta propia del país,
andaluza neta, con que nuestro amigo estimadísimo don Enrique de la
Cuadra ha querido este año solemnizar el día de su santo.
A las nueve aproximadamente llegó el diputado posibilista don Tomás
de la Calzada, con quien el Sr. Cuadra tuvo la fineza de hacer que la or-
questa que amenizaba la fiesta, entonase a su llegada el himno patriótico
de Riego. Poco después la fiesta comenzaba llegando pronto su esplen-
dor a lo indecible como bien fácilmente puede imaginarse, figurándose
un bosque de vegetación exuberante y frondosísima, artísticamente ilu-
minado, en una noche hermosa, de esas templadas y serenas que sólo
354 un país meridional conoce, y congregadas en un punto de él, hermosas
mujeres resplandecientes de belleza que, ya acompañadas, ya al com-
pás de una orquesta, bailaban nuestras tradicionales sevillanas, en cuyas
mudanzas airosísimas lucen la gracia y el donaire proverbiales en las
hijas de esta hermosa tierra de María Santísima, ya a coro entonan muy
graciosos tangos, que nacidos en tierra americana, aquí han tomado carta
7
de naturaleza .
(EL CRONISTA. 18 de julio. 1886)

Principiábamos esta relación con una noticia de la familia real disponiéndose a


tomar vestimentas de pueblo, síntomas de una actitud complaciente hacia “los
de abajo”, en doble sentido, por cuanto clase y lugar les favorecían de coplas,
insólitas a veces en el rigor de los salones:

S.M. la Reina recibió a los dos enanos andaluces, conocidos por el nom-
bre de “Los hombrecitos de Pilas” (Sevilla) que ya han estado otras veces
en palacio. Les ha acompañado un pariente suyo, hábil tocador de guita-
rra. A instancia de S.M. y en presencia también del Rey y de sus augustas
hermanas, los enanos han cantado coplas de su país. En la intendencia
han sido gratificados estos “cantaores” y el guitarrero.
(EL PROGRESO. 10 de noviembre. 1886)
¿Se sabe algo?

También los periodistas, a pesar de la inquina que muchos de ellos profesaban


al flamenco, celebraban ágapes espléndidos en donde había un poquito de can-
te, baile, toque y:

El banquete con que obsequió el día primero de año, a los huéspedes de


la “Fonda de Madrid” el dueño de tan acreditado Hotel, fue verdadera-
mente espléndido...
... Terminado el banquete, pasaron todos los comensales al salón de lec-
tura del Hotel donde se había organizado una sesión de cante y baile
flamenco, en la que tomaron parte varios “artistas” de ambos sexos, que
hicieron las delicias de los circunstantes, por espacio de algunas horas.
(EL PROGRESO. 4 de enero. 1887)

***

El sábado, primer día del año, siguiendo antigua costumbre, tuvo la aten-
ción de invitarnos el Sr. Gerente de este establecimiento a la comida ex-
traordinaria con que anualmente obsequia a sus distinguidos huéspedes
y amigos. El hermoso patio del magnífico local de la calle de Méndez
Núñez, se hallaba lujosamente iluminado a la veneciana, bajo la direc-
ción del especialista en este alumbrado, en esta ciudad, señor Gallo. La
banda militar de Cazadores de Cataluña estaba colocada en uno de los 355
ángulos del indicado patio, amenizando con preciosas piezas la estancia,
hasta que comenzó la comida.
Concluida la comida pasaron los comensales todos al precioso salón de
lectura, ya perfectamente preparado y desprovisto de las grandes mesas
de leer, y allí se encontraban unas parejas de boleras, guitarristas, boleros
y cantadores, los cuales bailaron, cantaron y tocaron al estilo del país
perfectamente, siendo muy aplaudidos por los espectadores.
(EL UNIVERSAL. 5 de enero. 1887)

Periodistas, políticos, señoras, señoritas y señores, señoritos rebujaos, entre


manzanilla y manjares, con sus parias por mor de lo hondo.

UNA FIESTA ANDALUZA.


Andrés Corzuelo, escribe desde Sevilla, al GLOBO refiriéndole la fiesta
flamenca con que le han obsequiado sus amigos.
He aquí el boceto:
“Después de beber una cañita, sentados en aquellas gradas que un tiem-
po debieron invadir numerosos espectadores...
Es el caso que D. Nicomedes García Barreda, laborioso comerciante, re-
José Luis Ortiz Nuevo

publicano entusiasta..., nos había brindado con una sesión de canto y


baile al uso del país, pero no del canto y baile que ahí se usa en algunos
teatros o en los tablados de algún café, sino del género flamenco clásico,
genuino y elegante, “por todo lo alto”.
Verificóse, pues, la fiesta en un hermoso patio de la casa de D. Vicente
Amillátegui, hermano político del Sr. Barreda...
Fueron llegando señoritas y señoras, que se despojaban de sus elegantes
chales y sombreros, quedando convertidas en flamencas aristocráticas.
Desde las 9 a las 4 de la madrugada aquello fue una “Nanmaquía” de
manzanilla sabrosa, una feria de pastas dulces, y un verdadero paraíso
de huríes mahometanas, en materia de baile y canto. ¡Qué gargantas tan
privilegiadas! ¡Qué brazos y qué caderas tan flexibles! ¡Qué fortaleza la
de aquella tañedora que tocó seis horas seguidas la guitarra! ¡Ah, Dios
conserve los ojos a aquella hermosa mujer que se “bailó” unos tangos y
unas seguidillas gitanas capaces de quitar el sentido al más sereno capitán
general! Las señoras de Barreda y Amillátegui bailaron unas sevillanas
que, en materia de elegancia y buen gusto, exceden a todo lo ponderable.
Digo y repito que ni ahí se sabe lo que es baile y cante andaluz, ni lo que
es Sevilla, ni lo que es Gloria. Y no quiero hablar de las hermosuras allí
reunidas, porque eso no hay pluma que lo exprese, como no hay corazón
que lo resista. Francamente no todos servimos para esta clase de espec-
356 táculos. Ya le dije yo a D. Pedro Borbolla que si me volvían a convidar
a una fiesta análoga, tomaba el tren y me volvía a Madrid. Debe ser una
muerte muy horrible la muerte por felicidad”.
(LA ANDALUCÍA. 11 de junio. 1887)

Barroco total, crónica del entusiasmo, el piropo agradecido y el asombro feliz...


Hay que ver lo bien que del asunto los gacetilleros escribían... cuando eran
convidados a mesa, mantel, copas y cantares:

EN GRANADA.-
...Subimos luego a la Torre de la Vela, y en su extensa plataforma que
domina toda la vega, en el círculo de luz que formaban linternas coloca-
das en el suelo, esbeltas gitanas con talles de palmera bailaron la danza
voluptuosa del harén, acompañadas por las guitarras y por los dulces y
melancólicos cantos, que parecen suspiros y que dicen amores o exhalan
quejas.
El Sr. Seco de Lucena, director de EL DEFENSOR DE GRANADA, había
dispuesto esta fiesta encantadora para obsequiar a sus amigos de la pren-
sa madrileña.
De cuando en cuando, la campana de la Vela sonaba lenta y majestuo-
¿Se sabe algo?

samente interrumpiendo a los cantares con sus sonidos, que regulan las
operaciones de riego de la vega. Era la voz del trabajo imponiéndose al
desorden de la fiesta, la realidad que decía que pronto, muy pronto iba
todo a cesar.
La campana aumentaba sus toques a medida que comenzaba a crecer y
a dilatarse la faja blanquísima que asomaba por Oriente. Había todavía
manzanilla en las cañas, aceitunas en los platos, trinos en las gargantas
de los que cantaban y armonías en las guitarras cuando abandonamos la
Torre temerosos de que viniese a borrar el cuadro de la luz de la aurora
tan inoportuna como cuando sorprendía a Romeo y Julieta...
(EL PORVENIR. 9 de julio. 1887)

Y para que no falte de na: los toros. El apasionante mundo de la tauromaquia,


emparentado por vínculos familiares al flamenco, también dejó en los papeles
huella indeleble de su amor a la fiesta. Lo comprueben por favor en esta exten-
sa, prolija, crónica:

EN CASA DEL GALLITO.- La casa de este celebre matador de toros,


uno de los mejores maestros en la suerte que constituye la fiesta nacional
por excelencia, se vio anteanoche invadida por sus numerosos amigos
de esta ciudad, a los que había invitado para solemnizar el bautizo de su
quinto hijo. 357
Nadie que no conozca a Fernando Gómez, y sepa que es un torero bas-
tante diferente a todos los demás, lo mismo por la exquisita educación
que su trato revela, que por sus aficiones artísticas, que por el buen senti-
do y el claro talento que refleja en todo, dejaría de sorprenderse al hallar
su casa puesta con sumo gusto y elegancia, y adornadas sus habitacio-
nes con cuadros magníficos de las primeras firmas, antiguas y modernas,
muebles muy buenos del gusto de diferentes épocas, y cortinajes y tapi-
ces de tanto gusto como riqueza.
La variedad de amigos del espada que llenaron aquellas habitaciones an-
teanoche, mostró las grandes simpatías que de todas las clases sociales ha
sabido captarse, pues entre ellos se veían abogados, diputados a Cortes y
provinciales, concejales, médicos, militares y periodistas, con ganaderos,
empresarios, toreros y apoderados, más un plantel de mujeres hermosí-
simas, las unas de ellas del barrio de la Alameda, que como las de Triana,
las de San Bernardo y las de la Macarena, tienen un sello especial que las
hace distinguirse de las otras siendo todas no obstante tipos más o menos
perfectos de la mujer sevillana.
Congregadas mujeres de nuestra ciudad para solemnizar su aconteci-
miento de familia, ya se sabe que ellas son las que determinan y dan
José Luis Ortiz Nuevo

carácter a la fiesta. El carácter de ésta fue andaluz, no hay para qué de-
cirlo; y en el corro hecho en medio de una sala con balcones a un bonito
jardín y puertas a otras habitaciones que se veían llenas de amigos, una
colección de mujeres garridas y guapísimas, con tanta gracia como bien
vestidas con lujosos trajes de seda y de lana adornados de finos encajes,
bailaron al son de la guitarra y de las palmas y acompañadas por senti-
das coplas, las diversas clases de danzas andaluzas, ofreciendo cuadros
llenos de color que respiraban entusiasmo y alegría, y que sin duda son
peculiares de nuestro país.
Privó más que algún otro el jaleo, que es el baile andaluz por excelencia,
y el que más arte y más gracia requiere, sin duda por ser el que más efec-
tos expresa con sus múltiples figuras. Hay que ver a una mujer hermo-
sa cómo al compás de la música de este baile que parece compuesto de
gemidos de dolor y gritos de alegría, se mueve y contonea en mil giros
diversos, y cómo con sus airosos movimientos y expresivas posiciones,
encanta arroba y embriaga, haciendo surgir fantásticos ensueños de deli-
cias, ya extiende sus brazos ofreciéndolos como amorosa cuna, ya dulce-
mente los recoge cómo si a alguien abrazaran, ya sonriente y placentera
inclina lánguidamente la cabeza, y tierna su mirada parece ofrecer a uno
su mejilla, ya cómo arrepentida y ruborosa se retira cómo avergonzada
de la erótica expansión. Y cómo presa por amorosa fiebre, torna con más
358 provocativos movimientos, y las deleitables ondulaciones y lánguidos
cimbreos del cuerpo derraman gracia y sentimiento que ya no sólo atacan
los sentidos, sino que se apoderan del espíritu engolfándolo en sueños
que duran todavía cuando el baile ha acabado. Es un cuadro completo,
una obra de arte8.
Bailando jaleo, seguidillas, tangos alguna que otra vez, y cantando se-
guidillas, malagueñas y cuanto vino en antojos, se pasaron volando las
mejores horas de la noche, dulcificadas para hacerlas más breves con fre-
cuentes libaciones de vino manzanilla y de Jerez, que pródigamente se
ofrecía a los convidados, así como exquisitos dulces, embuchados muy
buenos, y excelentes cigarros que se repartían con profusión, delatando
toda la generosidad de los amables dueños de la casa, a quienes sus nu-
merosos amigos son deudores de una agradable fiesta que sin duda ha
dejado muy grata impresión en el ánimo de cuantos han asistido a ella.
Nosotros lo felicitamos por el fausto suceso que han solemnizado, y le
deseamos ventura y felicidad eterna para su nuevo hijo.
(EL CRONISTA. 30 de abril. 1888)

De lo particular a lo general vamos, recogiendo señas, luces, noticias, de aque-


llas fiestas en donde lo flamenco haciéndose se presentaba.
¿Se sabe algo?

UN BAUTIZO
- Por aquí pasó la Virgen y aquí llegó de aquí no pasó: buenas noches.
- Curro, parese mentira...
- Más vale botella tersiá, que hombre con tersianas.
- Oigasté. compare: ¿se l’ha fartao a usté un argo?
- Señores: ¿sá menesté decirlo to? Mi mujé está de un momento a otro y
yo aquí entre cuatro amigos. ¿Me queo o me voy?
- Vete, hombre, vete.
- Sí; que se vaya, que se vaya.
- Vayusté con Dios, amigo.
- Compare, vayusté con Dios.
- Esso... jágamelo usté güeno cuando llegue er caso, que no tardará.
- Oigasté, lo que yo digo en broma, es sagrao... y basta.
- Lo veremos.
(Todos ríen a carcajadas).
- Hasta la vista.
- Adiós...adiós...adiós...
II 359
- Güenos días, maestro Pepe: la otra noche, tomando cuatro cañas de
blanquete de Villanueva, se dejó usté desí compare, y darle con er com-
pare; concierto que yo lo agraesí a fe de Curro que me llamo, porque las
bromas se jisieron pa los amigos, y mientras más amigos más claridá, que
dise er reflán. Totá: ¿usté está en eso de se compadre mío? Porque Pepa,
mi mujé ha echao ar mundo un carpintero... que yo entiendo. Y no digo
más... Conque ¿sirve o no sirve?
-Amigo Curro, yo no nasí pa rey, pero por la palabra no me ganan ni los
tres Reyes Magos: lo que dije delante de una boteya de vino blanco es el
Evangelio... ¿Cuándo le echamos el agua?
- En eso, usté es er cuchiyo y yo la carne... Corte usté, Pepe.
- Güeno; estamos a miércoles: ¿vaya que sea er domingo que viene?
- Vaya que sea.
- Hasta er domingo, si Dios quiere.
- Vayusté con Dios... hasta la vista.
III
- Oye tú. Celipe, ¿Cómo quearé yo mejó?
- Psch... eso... tú allá.
José Luis Ortiz Nuevo

- Porque yo... es lo que digo: se le echa el agua... como Dios manda... y


luego, er dinero que quea, pues... eso es: venga tela de verano... Durse, a
jartá... Vino, sin tasa... ¿No le paese?
- Jablas como un libro, Pepe; yo, en tu lugar... le echaba el agua, armaba
la fiesta, y... cachirulo jecho.
- Choca ahí, Celipe.
- Venga de ahí, Pepe: viva la grasia...
- ¿Grasia? Er domingo se verá.
- La veremos... Y er que no la vea... que se quee ciego.
- ¿Por qué, hombre? Viva Dios y too er mundo y er pan echo cuartos.
- Tamién es berdá.
- Pues, eso es.
IV
Fueron a la iglesia cuatro amigos: se le echó el agua al chiquillo de prisa
y corriendo, no se lució la capa nueva, ni ardieron docenas de luces, ni
alzó el gallo el órgano... ni se pagó un dineral... y... ¡cosas de la vida!... Los
monaguillos y los muchachos del barrio no atolondraron pidiendo el pe-
lón ¿Por qué? -- Porque Pepe el padrino les dio coba, echó una pimporrá,
los mandó callar luego, y... al llegar a la casa... les echó otro puñado de
360
calderilla bueno, pero bueno.
- Este si que es un padrino, -decían los chiquillos.

***

Mientras el simpático padrino sorteaba a la pedigueña chavalería, los


mocitos del barrio miraban, remiraban y requebraban a la madrina, di-
ciéndole... vamos al decir:
- Comare, ¿quiere usté er morde de un angelito como ese?
- No lo tape usté tanto, que no es contrabando.
- Me gorbía rorro pa que me tomase osté en brasos.
- ¡Ay, quién fuera er padrino de esa madrina tan bonita!
- Madrina, ¿pue usté con un niño como yo?
(Los oyentes) -¡Ja, ja, ja!
- ¡Silencio, deslenguados!
V
Bulla fuera, sordo rumor en los pasillos, y, al llegar a la puerta de la sala...
¡Silencio!
¿Se sabe algo?

La madrina, con el carpintero en brazos (cosas de papá, ya quiere que el


niño siga su oficio), llega hasta la casa, puesta de veinticinco alfileres, y le
dice solemnemente a la parida.
- Comadre, aquí tiene usté a su hijo: me lo entregó moro y se lo vuelvo
cristiano.
La madre besa a su hijo y a la comadre, y sonríe a todos mientras llueven
las felicitaciones.
VI
- Mira; Adorfo --le dice el padrino a un sobrino suyo-- si quieres ganarte
el título de tabernero desente, que no farte bebía hasta que los ladrillos
digan “basta”.
Y añadió el mismo padrino:
- Oye tú, y lo primero es lo primero; que no me descuides las faldas, por-
que... ya sabes... si no fuera por la ma los ríos se morirían de pena.
- Ya’sta’ca, tío.
- Pos mucho ojo: vino, er que convino; licó, nunca se acabó; ¿durse? ...
duro, maresita mía, que de gusto no se ha muerto nadie.
VII
- Ole, ole, venga ahí; mositos e gusto, jembras e caliá, tocaores güenos y 361
parmas e la tierra... ¡Cuarquié mos tose!
Esto decía la Curriya, mujer de cierta edad, pero de un humor que nunca
se acaba, como la esencia de los jazmines, y le cortó el terreno un mozo
crúo (que presume por la persona) diciéndoles:
- No te extiendas, berdolaga; ¿con más años que un parmá y otabía quiés
armá ruio?
Y la Curriya, que no tiene pelos en la lengua, y si fuera muda reventaba,
le replicó:
- Ascuchá, Juan de las Viñas; camisas de holán he visto yo jechas trapos,
y chaquetas e alambres que no las querían en er Rastro... ¿Oyes? Y por se
bonito el azafrán se reborcó en er pimiento molío... ¿T’as enterao, niño?..
Pues toma, y güerve por otra.
El padrino cortó esta conversación diciendo:
- Parmas, parmas; venga ahí, tocaó; muchachas ar corro y mositos ar
reor... Esas, esas son las sevillanas.
Y con voz de querubín --supuesto que sean las más dulces y armoniosas
de esas potestades-- sale una chiquilla cantando como quien no quiere la
cosa:
José Luis Ortiz Nuevo

“Boy a cartar las coplas


que m’han mandao,
que no quiero que digan:
Malo y rogao”.

- Asuquita, mare e mis entrañas, -grita un mozo entusiasmado. Y otro,


que no le va en zaga, dice para meterla en fatigas: -Lo güeno no es malo
cuando es aprendío, mare de mis ojos.
Y ella picada, --como es natural-- canta y recanta diciendo:

“Si estuviera cantando


una semana,
una copla dos veces
no la cantara”.

- Olé, su vergüenza; duro ahí.

“No la cantara
(sigue cantando como si nada oyera)
si un rayito der sielo
no te matara”.
362
- Ver saleritos ahí, las mujeres con reaños. ¡Premita Dios que me mate un
rayo... de Manzanilla!
Y apurado el vaso que le ofrecía Adolfo, que es pintiparado para estas
fiestas, remacha el clavo el mocito, diciendo con retintín:
- ¡Hasta verte, Jesús mío!
Entre bromas y risas, y guiños y miradas, siguen bebiendo a destajo,
mientras que los chavales --ellas y ellos-- bailan que se las pelan, sin es-
perar la guitarra, ni las palmas, ni el Dios que los crió, como dice un viejo
que no transige jamás ni nunca con esas precipitaciones inconsideradas
de la juventud.
El cual viejo hace resonar su voz de caña cascada en estos términos:
- Cada cosa a su tiempo, y los nabos en adviento...
Y le interrumpe una rapaza colorada y gordinflona, risueña y traviesa
como ella sola:
- Señó, que no estamos en arviento, sino en un bautizo. Y venimos pa
divertirnos... ¿Está usté?
- Er demonio son estas chiquillas -exclama el viejo- es preciso dejarlas
correr... Ellas caerán.
¿Se sabe algo?

Estas últimas fatídicas palabras son ahogadas por una voz nerviosa que
grita:
- A bailar... a bailar... que se acaba er mundo...
Ya está en pie una pareja: suenan los palillos, redoblan las palmadas, y,
cuando nadie lo esperaba, sale del último rincón una voz gruesa, pero
acaramelada, --Dios, él y yo sabemos porqué-- cantando lo que reza esta
copla:

“A la que está bailando


que le echen rosas,
porque se lo merece
por buena mosa”.

- Venga la otra... que no se diga...


- A lusirlo, ya que lo hay.
- Duro, poyo, que es de armiba.
Tras, tras...

La pareja abre los brazos, y, contestando por tabla al requiebro del reza-
gado, canta un mozo en primera fila:

“Señó bailadorsito 363


mire usté ar joyo,
que la niña que baila
ya tiene novio.
Mire usté ar suelo,
que la niña que baila
ya tiene dueño.”

Como entre copla y chirigota se han tomado sendos vasos de vino --y de
aguardiente, si no lo llevan ustedes a mal--, esta última copla acabó tan
bien, que fue como una granada cuyos ardientes cascos fueran todos a
dar sobre el delicado galanteador del rincón, pues se oyeron frases de
este género:
- Guárdate ese confite.
- Anda, pa que te embobes.
- Has quedao bien... ¡Je, je!
- Baila, niña, que va a cantar quien tú sabes.
Entonces aquel tímido mancebo, que no probara el vino ni había dicho
en toda la noche esta boca es mía --si no es para cantar aquella sentida e
inofensiva copla--, dio un salto, plantóse en medio del corro, y, mirando
a todos y a ninguno, lanzó este apóstrofe:
- El sinvergüenza que sea capaz de hablar... que salga a la calle.
José Luis Ortiz Nuevo

- Aquí fue de ver el infernal revuelo de mujeres, --y de hombres, con


perdón sea dicho--; el instantáneo cambio de colores de los rostros, antes
encendidos y ahora pajizos y verdosos, de los atrevidos que dirigieran las
inoportunas pullas; la gritería de los pacíficos, alborotando a más y mejor
a las voces de “fuera, fuera” y, por último, la intervención de la autoridad
nocturna, que, dando pruebas de su proverbial acierto, prendió... ¿Sabéis
a quién? A un hermano del cantador del rincón, que gritaba y pedía por
Dios y por todos los santos que se sentasen, que aquello había sido una
broma de su hermano y que demandaba con lágrimas en los ojos que
volviesen a sonar sin tardanza las palmas y los palillos, los oles y las
coplas...
¡Oh mancebo generoso; tú, tú solo fuiste a la casilla, siendo el que menos
lo merecía de aquella reunión! ¡Séate tu sencillez leve!
Ello fue, que por causa tan fútil unas se fueron, se retiraron otras, se esca-
bulleron muchos, no se conocían --para el caso-- los pocos que quedaban
y... con éstas y con las otras ya habían sonado las del alba.
Cuando van a tocar en los cuarteles la diana, obedecen los alegres tras-
nochadores al toque de retreta; quiero decir, que se disolvió la reunión
momentos antes de que el abuelo Febo se asomase a las barandas de la
casa del señor de Oriente.
¿Qué quedó de tanta animación?
364
Un curda en el patio, tirado como una aljofifa; una vieja arrimando sillas
a la pared; Adolfo alumbrao, buscando a quien convidar; el padrino dán-
dose a Belcebú, porque el Mengue había venido a meter la pata...
Y la criatura, y su paciente madre, y su prudentísimo padre.
¿Qué resta, pues?
La despedida.
Allá va:
VIII
La madrina:
- Buenas noches, comadre (a las cinco de la mañana); yo no le tengo na
que desí a usté, que me parese que esta noche bastante hemos jablao. Ea,
con Dios, compadre, hasta otra.
El padrino:
- Comare, que haiga salú pa ve ar niño jecho maestro e molino.
- Amén, -dice el padre por lo bajo.
- Adolfo, con la botella de peñascaró empalmada:
- Cu...cu...urro, que... que... Dios le de a usté salú... pa... pa... ver ar niño
jecho arcarde... Eso es.
¿Se sabe algo?

- Gracias, señores, gracias por todo; vayan ustedes con Dios (Niña apaga
er quinqué, que ya ha salío el sol).
Manuel Díaz Martín (EL BALUARTE. 11 de junio. 1889)

365
José Luis Ortiz Nuevo

NOTAS

1. George Borrow. Los Zincali (Los Gitanos en España). Traducción de Manuel


Azaña. Pág. 42. Ediciones Turner. Madrid 1979.

2. Se refiere a Estébanez Calderón. “El Solitario”.

3. Resumen de un extenso poema que cuenta una comida campestre.

4. De esta y otras similares excursiones del político gaditano por su tierra


andaluza tomaría inspiración el elocuente posibilista para escribir un exten-
so artículo titulado “Recuerdos de Andalucía”, que, por su interés a nues-
tros propósitos, se reproduce íntegramente:

Dejadme, dejadme que tiritando de frío me abrigue un poco al calor de


mis recuerdos de Andalucía: dejadme orar contemplando el laberinto de
columnas que forma la aljama de Occidente; dejadme hundir la vista en
el horizonte y en el mar, igualmente celestes, que se divisan desde las
ruinas de la alcazaba de Almería; dejadme ver caracolear por las vegas
de Loja, al caer la tarde, caballeros en sus alazanes, envueltos en sus al-
quiceles los héroes de los romances moriscos; dejadme visitar, cuando
366 los vendimiadores vienen con sus canastos sobre la cabeza cargados de
uvas de ámbar, los ricos campos de Málaga; dejadme saludar a Cádiz,
blanca estatua de mármol, coronada con una diadema de brillantes que
se levanta entre los mares de Europa y los mares de América como una
hada nacida de los amores del aire y de las espumas; dejadme reposar
en Sevilla, al son del Guadalquivir, a la sombra de la Giralda, ora entre
naranjales de las Delicias, ora entre los vergeles del morisco alcázar para
mirar embebecido aquel cielo, quizá el más hermoso de la tierra; y con to-
dos estos recuerdos ya podré desafiar el frío de hoy y fundir con el calor
de mis ideas la nieve que cae sobre mi frente.
No hay arte que recuerde los sitios, los paisajes queridos donde alguna
felicidad o alguna tristeza se ha apoderado del alma; no hay arte que
tenga poder de la evocación como la música. La arquitectura, la pintura,
la escultura, la poesía misma, especialmente en las formas épicas y dra-
máticas, son artes eminentemente objetivas, artes en que el espíritu se
olvida de sí para perderse en la contemplación de la obra creada, al revés
la música; sus acentos, sus melodías, por lejanas que resuenen, parece
que salen siempre de nuestro mismo pecho, que son la voz de nuestra
misma alma.
Las razas poco sociables, de carácter eminentemente subjetivo, que aíslan
¿Se sabe algo?

su vida en el fondo de un hogar por misteriosas celosías guardado; su


alma en un exclusivo sentimiento religioso; su corazón en amores vehe-
mentes y en celos impetuosísimos; estas razas exaltadas, como por ejem-
plo, la raza árabe, que mira con desdén las maravillas de la naturaleza
para contemplar cara a cara lo infinito, y absorverse en Dios, estas razas
no tienen realmente arte superior a aquel que convierte sus sentimientos,
sus ideas, sus acciones en un himno, el arte de la música.
Las razas semíticas son las que mejor han cultivado los dos géneros de
arte eminentemente subjetivos: la poesía lírica y la música. Ninguno de
los poetas griegos ha llegado en lirismo a donde llegó David. No se ha
escrito elegía que parta de dolor los corazones cómo los trinos de Jere-
mías. Las piedras de Jerusalém se quebrantan al oírlas. Y ninguno de los
grandes músicos ha logrado todavía imitar el cántico uniforme, sublime
del árabe, cántico que semeja en sus largas cadencias al ruido de la ola
en las sonoras playas o del simoun en el desierto, y que tiene una infinita
tristeza y una aspiración sin igual a otro mundo superior, como vuelo
misterioso y continuo de un alma hacia los cielos.
Este mismo carácter tiene la música en Andalucía. Yo lo he oído en los
desfiladeros de las Alpujarras, repetida de risco en risco; acompañada por
la unísona armonía de los torrentes, y el rumor del viento que descendía
de las cumbres de Sierra Nevada y arrancaba vibraciones mil a los pinos;
exhalada, ora del fondo de una cabaña de pastor, ora de las misteriosas
367
casas de uno de aquellos pueblos entre las breñas escondidos, testigos de
los últimos esfuerzos y de los últimos martirios de los árabes, y confieso
que he creído ver pasar a mis ojos, especialmente cuando los rayos del sol
en su ocaso recamaban de fantásticos resplandores las nieblas levantadas
de los hondos valles, ligeras como una transparente gasa arrojada so-
bre aquellos horizontes clarísimos, especialmente en esas horas en que la
imaginación se llena de ideas como el cielo de dudosas sombras, he creí-
do ver pasar las almas de los zegríes, de los abencerrajes, de los vencidos
y desterrados de Granada, que venían en tropel a escuchar lo único que
de ellos quedaba en la tierra querida de Andalucía; su cántico salvado del
naufragio de sus glorias, su cántico de amor y de celos, transmitido de
generación en generación; no abrasado de las hogueras, vivificando toda-
vía con sus cadencias orientales el espíritu de sus hijos y cayendo como
rocío del cielo sobre las profanadas sepulturas de sus padres.
Solamente por este carácter de la raza semítica se puede explicar la in-
mensa tristeza de la música en Andalucía. El pueblo que el sentido vul-
gar, pinta alegre, decidor; con el vaso de vino y las castañuelas entre las
manos, bailando siempre; decidor y gracioso; yendo de feria en feria y
de plaza de toros en plaza de toros; el pueblo para quien la vida es una
risa continua, pues se ríen sus cielos, sus campos, sus costas, sus blancas
José Luis Ortiz Nuevo

poblaciones, todo cuanto lo rodea, es un pueblo que llora amargamente


en sus artes, llora con su guitarra, llora con sus canciones, llora como si en
medio de tanta hermosura estuviera proscripto y como si esta proscrip-
ción fuera eterna y desesperada en su alma. Lo mismo las playeras que
las malagueñas; lo mismo el fandango que el vito; lo mismo la serrana
que las cañas; todas las canciones andaluzas tienen esa misma tristeza,
todas tienen un carácter trágico, cuando no tienen esa dulce melancolía
del alma que desea ser feliz y que no encuentra nunca la felicidad en la
tierra.
El amor sobre todo, el amor, es eterno numen de las artes, se aparece en
el arte andaluz, como tristeza infinita, como desesperación, como celos,
como una pena que se clava en el corazón, y que sin embargo se de-
sea como con dolor voluptuoso preferible a la indiferencia, ese hielo del
alma.
He oído estas canciones de toda Andalucía y las recuerdo religiosamente
como una de esas sensaciones que señalan época en nuestra vida. Una
noche oí en Almería, a orillas del mar, que apenas movía sus olas; a la
luz de las estrellas, en medio de ese silencio de la naturaleza, que parece
recogerse en sí misma, para elevar una oración, oí una voz que cantaba:

Dos negros esclavos tengo


368 ¿Quién me los quiere comprar?
Los vendo por hechiceros,
Porque no saben amar.

Ni contigo, ni sin tí
Mis penas tienen remedio:
Contigo porque me matas,
Y sin tí porque me muero.

Otra tarde pasaba yo por el estrecho valle de Dalías, en el camino de


Béjar. Acabábamos de atravesar el campo que media entre Roquetas y
Dalías y que se parece a un desierto, mucho más en el mes de agosto,
cuando la siega ha cortado las mieses y el sol tostado todas las yerbas. El
cielo clarísimo, sin una nube; la tierra pelada, sin un árbol y el mar inmó-
vil sin una ola, traían a las mientes las descripciones de la Palestina, de la
ardiente tierra donde se ha mezclado tantas veces la sangre de los árabes
y de los cristianos. Cuando llegué a la garganta de Dalías, cuando gocé
la grata sombra proyectada por las montañas, cuando cogí las frutas que
tocaban casi en mis manos, inclinando con su peso las ramas, cuanto que
un claro arroyo serpenteaba entre los pies de mi caballo, Y sin embargo,
allí, en aquel sitio delicioso, oí a un joven viandante esta canción, inolvi-
dable por su tristeza.
¿Se sabe algo?

Yo no tengo quien me libre


Más que la triste campana;
En muriéndome esta noche
Me entierran por la mañana

¿Cómo podré olvidar este lamento? Aún los oí más tristes, Estaba en la
Alhambra. No podré describir el paisaje. No hay colores en el pensa-
miento humano para describirlos. Se necesita verlo para admirarlo.
No te mueras, lector, no te mueras sin ver los brazos de la frondosa vega;
la corona de cristal que se levanta sobre el pico de Veleta y sobre el ma-
jestuoso Muley Hacém; el apagado volcán de Sierra Elvira, a cuyo pie la
vegetación se espesa como para contrastar la desnudez de la montaña; la
colina de Generalife sembrada de laureles y surcada por doquier de bulli-
dores arroyos que parecen repetir el canto de las sultanas; los bosques de
la Alhambra donde todos los ruiseñores de la tierra parecen haberse dado
cita para henchir el aire con un coro inmortal; los jardines del Albaicín; los
aloes y los nopales del cerro de San Miguel; los pinos del Sacro Monte; las
flores de los Cármenes, nidos de poesía; el Darro y el Genil, perdiéndose
juntos en la llanura, después de haber besado a Granada para llenarla
con sus besos de jardines; aquel cielo, aquellas fuentes, aquella vida que
se manifiesta exuberante por todas partes, y que desde el cielo envidian
las hurís, porque no hay, no puede haber en el Universo otra Granada, 369
puesto que Granada es el mayor milagro de Alá; Granada, el paraíso en la
tierra. Allí una noche de luna, oí salir de uno de aquellos bosques la voz
dulcísima de una mujer, que acompañada de la cadencia melancólica de
una guitarra, cantaba sin que yo alcanzara verla, esta canción:

Por ti me olvidé de Dios,


Por ti la gloria perdí,
Y ahora me voy a quedar
Sin Dios, sin gloria y sin ti.

A la luz de la luna descubría yo el Generalife. Mi fantasía me recordó


escenas de la historia, escenas de la tradición. El cántico de aquella mujer
que había abandonado su Dios por un hombre, que había renunciado a la
gloria eterna por un hombre, que veía desaparecer luego el objeto amado,
evocaba las sultanas cristianas que pasaban de su austero castillo feudal,
de los pies de sus altares a los palacios árabes, y que perseguidas por los
remordimientos, por el amor a la patria, por la fe de la niñez, colgaban
sus blancos brazos del cuello de su señor que debía partir, y le rogaban
que renunciara a la guerra como ellas habían renunciado a su Dios, tan
sólo para que no se cruzase la lanza de su amante con la espada de sus
padres, porque entre aquellas armas estaba su corazón.
José Luis Ortiz Nuevo

Pero cuán diversas emociones asaltan en un viaje por esta tierra de Anda-
lucía. Me encontraba una tarde en la Puerta de Tierra de Cádiz. El Levan-
te nos enviaba sus ráfagas abrasadoras, y el infinito Océano, el gigante
rumor de sus olas.
Bajo un parral a la pálida luz de un farol que el viento agitaba entre los
aullidos de una zambra de gitanos, que parecían traidos, según lo ne-
gruzco de sus rostros, lo gutural de sus voces, por una ráfaga del viento
del gran desierto que azotaba las costas, levantábase una mujer, que a
primera vista parecía fea, y que, sin embargo, con su cabeza levantada,
sus brazos tendidos al cielo, erguido su cuerpo tan flexible como el de
una serpiente, bailaba, y de su pecho exhalaba un cántico que parecía el
acento de una desesperación infinita y de sus ojos relámpagos siniestros
que fulguraban como la tempestad de una inmensa pasión. Aquella mu-
jer no cantaba el amor, no, cantaba la libertad. Su voz era un gemido infi-
nito, un gemido capaz de partir en pedazos el corazón más duro. Cuando
yo la veía bailar, exclamaba: Así debió bailar Cleopatra. Cuando yo la
veía cantar, exclamaba: Así debían cantar las hijas de Israel en las orillas
de los ríos de Babilonia. Su canción principal era como sigue:

En el patio de la cárcel
Miré al cielo y di un suspiro
370 ¿Dónde está mi libertad
Que tan niña la he perdido?

¡Oh! He recogido estos recuerdos de mi cartera de viaje. Pero ¿qué valen


ellos en presencia de la realidad? Visitad Andalucía, y de seguro que
traeréis en el alma uno de esos poemas de grandes recuerdos que son
una fuente perenne de consuelos y de poesía, en la tan triste esperanza
de la vida.
Emilio Castelar (LA ANDALUCÍA. 30 de abril. 1874)

5. Lugar del Palacio de la Moncloa, en las afueras de Madrid, donde el


actual Presidente del Gobierno de España Excmo. Sr. D. Felipe González
Márquez, tiene su residencia oficial y suele celebrar, de vez en cuando, sus
fiestas flamencas.

6. Nótese como “las artistas” de la reunión son las propias de la clase domi-
nante, ejemplo de la forma en que asumían papeles y conocimientos venidos
del pueblo y que, a su manera, interpretaban, tal como delata la presencia
del piano en el festín.
De lo mismo y casos semejantes son estos seis testimonios similares:
En la noche del sábado se verificó la solemne ceremonia de administrar el
¿Se sabe algo?

Santo Sacramento del Bautismo al hijo de nuestro particular amigo don


Gerónimo Williuski, barón de Buttemberg...
...Entre las atenciones... los acordes de la música, las cadenciosas notas ya
de unas soleares o un wals y las libaciones frecuentes del Jerez...
(EL ESPAÑOL. 29 de septiembre. 1885)

***

El miércoles 9 del corriente, hubo comida y reunión en el Palacio con


motivo de la marcha, ya efectuada, de SS.AA. los Príncipes de Baviera.
Asistieron los Sres. de Goyena; el Comandante del notable caza-torpede-
ro destructor, Sr. Villamil; el de Cañonero “Eulalia” y Señora; la Sra. de
Polavieja; la marquesa de Donadio; los marqueses de Nervión; la Conde-
sa de Cazalla; Condesa viuda de Castilleja de Guzmán; la Srta. de Urzaiz;
la de Donadio; el segundo comandante del “Eulalia”; el Sr. Morales, y
el Sr. Peris, hermano del dignísimo jefe de la real casa Sr. Marqués de
Villasegura.
La linda señorita Urzaiz cantó con estilo inimitable acompañándose con
la guitarra todos nuestros cantares populares, mereciendo los más expre-
sivos elogios de S.M. la Reina y de sus augustos hijos.
La Condesa de Cazal y la otra señorita de Urzaiz, bailaron con gracia
371
seductora las sevillanas, alcanzando un verdadero triunfo por su donaire
y gentileza; y finalmente la encantadora Condesita tocó también admira-
blemente al piano dos o tres piezas del mejor gusto, repitiendo a instan-
cias de la Reina alguna de ellas.
Antes de las doce se retiraron S.M. y Altezas Reales después de dirigir las
más amables frases a las protagonistas de la fiesta.
(EL ESPAÑOL. ll de febrero. 1887)

***

En los hermosos jardines de las Delicias tuvo lugar anteanoche la esplén-


dida fiesta con que nuestro querido amigo el Sr. Liaño obsequió al Sr.
Ramos Calderón y su distinguida esposa...
... Y llegó la parte más notable de la velada o sea aquella en que lucieron
sus habilidades en el cante y baile del país, las hechiceras jóvenes que
formaban parte de la concurrencia. Sólo podemos decir, respecto de este
extremo, que allí hubo un derroche de gracia, en que no es dado apreciar
quien llevara ventaja...
(EL PROGRESO. 20 de julio. 1887)
José Luis Ortiz Nuevo

En una fiesta de la aristocracia hispalense:


...Cantó, acompañándose a la guitarra varias malagueñas, con un senti-
miento y un gusto exquisitos, la bella señorita doña Pilar Urzaiz, y bai-
laron las seguidillas, con la gracia y precisión propias de las hijas de esta
privilegiada región, las no menos simpáticas y distinguidas señoritas de
Urzaiz (Luz) y de Jiménez Prieto (Araceli y Concha), que fueron objeto de
los plácemes de todos los concurrentes.
(EL PROGRESO. 5 de diciembre. 1888)

***

FIESTA ANDALUZA
(Expedición a Cantillana de ilustres de Serva: Rector, Directores de EL
TRIBUNO y EL PROGRESO, sus señoras; y un largo etcétera).
En la noche del martes y la mañana del miércoles se verificaron en la
casa del Señor Fernández, por no permitir el estado del tiempo, como
se había pensado, fiestas andaluzas que estuvieron animadísimas, en las
cuales tuvimos ocasión de admirar los atractivos y gracia de las señoritas
Espinosa, Montalvo, Farfán, Naranjo, Diosdado, Cantón, y otras cuyos
nombres no recordamos.
Aquellas malagueñas y peteneras y aquellas seguidillas que allí oímos y
372 vimos no se nos olvidarán jamás, porque fueron de las que no pueden
contemplarse más que en esta tierra de María Santísima donde no saben
apreciarse sus encantos, por el derroche de que ellos se hace continua-
mente.
(EL PROGRESO. 3 de mayo. 1889)

***

DESDE POZO-AMARGO
Sr. Director de EL PROGRESO.
Distinguido amigo y compañero: Si como creo, no conoce usted este pin-
toresco rincón de la provincia de Sevilla, situado casi en el límite de ella
y de las de Cádiz y Málaga, y distante dos leguas largas de Coripe; si no
ha visitado nunca en sus excursiones campestres, esta colonia veraniega,
imagínese usted dos grupos de casas, blancas como el armiño y esca-
lonadas a derecha e izquierda en el centro de las cuales se levanta una
elegante capilla, hoy en construcción.
Sirve para el acceso a la capilla, una ancha y cómoda gradería, a cuyo pie
se extiende hasta la parte inferior del caserío, un arrecife y paseo central,
al que afluyen otros doce laterales, con plantaciones de moreras, acacias
y eucaliptus.
¿Se sabe algo?

Más abajo, al final de una pendiente, suavizada por las recientes obras
ejecutadas en ella, están el nacimiento del manantial que da nombre a
este sitio, el depósito de aguas, y por último la casa de baños, últimamen-
te construida, y cuya capacidad y buenas condiciones de todo género,
pueden satisfacer los deseos del bañista más exigente.
Al pie de la casa de baños, pasa un cristalino arroyuelo cuya corriente se
desliza bajo un bosque de adelfas, y tras de él se levantan nuevos cerros,
que van multiplicándose hasta perderse y desaparecer en el horizonte,
formando un panorama verdaderamente encantador.
De la eficacia de estas aguas, por los excelentes resultados que su uso
produce, se oyen contar a testigos presenciales, multitud de prodigios,
que por mí mismo he tenido ocasión de comprobar, escuchándolos de los
propios labios de algunos que han llegado a Pozo-amargo sin esperanza
de curación y hoy disfrutan de salud perfecta.
Aquí se hace vida de campo; se madruga mucho, y se toman el baño y
las aguas, generalmente muy de mañana. Por la tarde se organizan giras
y paseos que resultan muy animados y a los que concurren casi todos
los bañistas, entre los cuales reina tal intimidad que en esta temporada
puede considerarse a todos como una misma familia.
Durante la noche, cuando la luna derramando raudales de plateada luz
sobre los campos, ilumina poéticamente estos contornos, que adquieren
entonces cierto aspecto fantástico, y los bañistas reunidos en la explana- 373
da de Pozo-amargo, cantan, bailan, ríen y se divierten, disfrutando de los
placeres que ofrece este ameno sitio, suele llegar hasta nosotros el dulce
son de la plañidera guitarra, hábilmente tocada por manos que se ocupan
de las faenas agrícolas, desde la salida del sol hasta su ocaso, y el eco de
las montañas repite alguno de esos cantos populares que encierran en
cuatro versos, todo un poema.
Una voz fresca, sonora y vibrante saliendo por malagueñas, exclama:

“Yo voy a la fuente y bebo


Y el agua no la aminoro,
Lo que hago es aumentarla
Con las lágrimas que lloro.”

a lo que responde algún campesino arrancándose por peteneras:

“El amor es un marino


Y el buque la sociedad
Y el timón es el dinero
Y la mujer es... la mar.”

Previa atenta invitación, que por sí misma hace a los bañistas la distin-
guida señora doña Ana Halcón de Villalón, nuestra convecina de Sevilla,
que en la actualidad reside en una huerta de su propiedad inmediata a
este sitio, los bañistas oyen misa en la capilla de dicho predio, después
de la cual, la aristocrática dueña del mismo prodiga sus atenciones con
la finura que le caracteriza, a las familias asistentes, obsequiándolas con
pastas, dulces y exquisitos y variados vinos.
Actualmente figuran en la colonia de bañistas de Pozo-amargo, además
de la señora y señorita de Villalón y el marqués de San Gil, hermano de
la primera, la familia del catedrático y secretario de la Escuela de Artes y
Oficios de esa ciudad, Sr. Topete y las señoras de Barrionuevo, de Sevilla;
la señora viuda de Alcántara y sus sobrinos, los Sres. Ramos Oliva (D.
Antonio y D. Calixto), y las familias de Orellana, La Hera, Janer, Casa
Rubio y Cala, y el Sr. Labandera, de Morón; la del señor Ruiz, de Mon-
tellano; otras varias familias de Arahal, Coronil, Paradas y Marchena,
y la del alcalde de Morón D. Antonio Ramón Villalón, que viene en su
carruaje diariamente, desde su inmediato cortijo de Calchite, donde se
encuentra de temporada.
(EL PROGRESO. 13 agosto. 1889)

7. Repárese en cómo el cronista advierte la procedencia americana de los


tangos.
374
MI GUSTAR FLAMENCO

Bailes.- La academia de D. Miguel Barrera, situada en la calle Tarifa, es


uno de los establecimientos coreográficos de más nombradía, de cinco
años a esta parte, celebrando las funciones que se han dado en esta aca-
demia, desde que en ella principiaron a bailar las mujeres que entusias-
mados aplaudieron, Bilwer, Thiers, Dumas, Dermidoff y otros personajes
extranjeros, y ahora tienen vuelto el juicio a los madrileños y valencianos.
No por la falta de esas celebridades coreográficas, ha decaído el esplen-
dor del establecimiento de la calle Tarifa; pues para nosotros es un plan-
tel del que van saliendo nuevas alumnas, que en su día alcanzarán acaso
la misma gloria a que se han encumbrado la Nena, la Petra, la Mariana y
otras más en los teatros extranjeros y nacionales.
Por mayo último, cuando estuvo en Sevilla el príncipe ruso Baranzaski
que, a nuestro entender, fue el de Leuchetemberg, yerno del emperador
Nicolás, costeó una función en la cual no se bailaron más que danzas
nacionales: en ellas se distinguieron, la joven Quintero, la bella Milagros
Buzón y otras, que llegaron a prendar y entusiasmaron con sus gracias 375
al príncipe y a su comitiva. Después de regalarlas, las obsequió con un
espléndido ambigú.
Pero a esta función ha sobrepujado la que el jueves último dio el señor
Barrera, en obsequio de el príncipe de Sajonia-Weimar en su academia.
La concurrencia de personas escogidas, dio gran realce a la función, que
duró hasta las cinco de la mañana; en ella no se ejecutó tampoco más que
cinco bailes nacionales, con toda la gracia, con toda la voluptuosidad,
con todos los atractivos posibles, distinguiéndose las señoritas Fernán-
dez, Marques, Linde y Buzón, con el director y su segundo José González
Vida; los concurrentes salieron complacidísimos.
(EL PORVENIR. 14 de julio. 1850)

Pasión de las aristocracias por los valores naturales del pueblo andaluz en pos-
tura de arte; fenómeno más antiguo que el mítico fervor romántico con el que,
desde las alturas, se contemplaban las iniciativas de la plebe, sobre todo si sus
protagonistas eran formas de mujer en danza.

Distinguidas, selectas concurrencias de apellido y moneda extranjera. Rublos,


libras, liras, francos para obsequiar amablemente a las boleras. La ley del mer-
cado funcionando en un comercio nada común, por el contrario, exótico:
José Luis Ortiz Nuevo

Bailes del país.- Los que asistieron en la noche del pasado sábado a la aca-
demia del conocido director don Miguel Barrera, preconizan el placente-
ro rato que pasaron. Las boleras que tomaron parte en este semanal sarao
lucieron sus gracias en los diferentes aires andaluces que ejecutaron. Las
conocidas por la Cebollera y la Milagros alternaron con la Rosario, nueva
joven que apenas cuenta con siete meses de instrucción, y agradó mucho
a toda la concurrencia, entre la que se encontraba una familia inglesa,
la cual parecía hallarse muy complacida. Solo una cosa se siente: el que
estos ratos de recreo comiencen tan tarde, por haberse ya introducido esa
costumbre.
(EL PORVENIR. 19 de febrero. 1851)

***

Jaleos del país.- En la noche del pasado sábado, tal cual anunciamos,
tuvo lugar el acostumbrado sarao andaluz en la sala de estudio de don
Manuel de la Barrera. Muchos fueron los curiosos que acudieron, pues
noticiosos de que tomarían parte en la función las más de las sílfides del
país, no quisieron perder el rato. Concurrieron el príncipe de Carini y
su esposa, el general Concha y otros de los personajes que han venido
al alumbramiento de la Serma. Sra. Infanta. Parece que las boleras an-
376 daluzas recogieron pingües gratificaciones, que es la mejor música para
bailar con deseo. En la noche del próximo jueves se repetirá la función.
(EL PORVENIR. 13 de agosto. 1851)

***

Sarao andaluz.- Anteanoche las sílfides de la capital pasaron a la fonda


de Europa, donde para el hijo del archiduque de Austria; parece que eje-
cutaron, bajo la dirección de don Manuel de la Barrera, los más predilec-
1
tos bailes, vistiendo las parejas lujosos trajes de costumbres . Se lucieron,
habiendo terminado la función a las dos de la madrugada.
(EL PORVENIR. 17 de septiembre. 1851)

En aquel tiempo, aunque pueda parecernos paradójico, se hizo costumbre que


a los saraos del país asistiesen siempre forasteros allende la frontera, no ya de
los Despeñaperros, sino de los altivos montes Pirineos. Era lo usual en tanto
2
que rara su ausencia :

Terpsícore.- Esta sociedad compuesta de conocidos jóvenes, entre los


que figuran muchos del comercio de esta capital, está ofreciendo los do-
mingos por la noche amenos ratos en el salón de Oriente. El orden y la
¿Se sabe algo?

compostura que reinan en esa escogida reunión, hace que sea mucha la
concurrencia de bellas. Allí se baila a discreción, siendo todo dirigido
por el acierto propio de una reunión de amigos, donde todo es armonía,
todo es placer. Si esa sociedad continúa para el invierno muchos serán
los que acudan a inscribirse en el catálogo de los socios. Y ya que de baile
hablamos, he aquí lo que dice EL CONCILIADOR, acerca de los que en
el mismo local se celebran los sábados:
“El último baile a que nos referimos, no estuvo muy concurrido, y lo
empezaron a las 11 y media dadas: las dos niñas de M. Barrera, con el
bolero, que ejecutaron con la gracia, soltura y precisión de movimientos
que las hacen tan recomendables por su corta edad. Después bailaron
otras jóvenes cuyos nombres no recordamos, con los dos Barreras, que a
porfía mostraban en sus movimientos bien combinados de pies y ágiles
cabriolas, sus extensos conocimientos coreográficos.
Las jóvenes Adela Ojeda y Dolores Cejuela bailaron con mucha gracia
y elegancia de movimientos los Panaderos, así como la Dolores Olier y
Josefa Grande, el jaleo de Jerez; todas a porfía e indistintamente procu-
raron agradar al público puramente nacional, que estaba de espectador,
porque esa noche no hubo según costumbre, hijos de San Luis ni de la
poderosa Albión”
(EL PORVENIR. 9 de mayo. 1852)
377
Hábitos de los viajeros que hacían estación de gozos en la vieja Híspalis. La
capital del baile enseñaba orgullosamente ufana su sabiduría:

EL PAIS.- En la noche del lunes se verificó un baile que, bajo la dirección


de D. Félix Moreno, se dio en obsequio de varios personajes de la Gran
Bretaña. El salón donde se pasó tan alegre rato estaba ocupado por innu-
merables y verdaderos tipos andaluces elegantemente ataviados.
Empezaron con unas alegres seguidillas sevillanas, que nos entusiasma-
ron sobre manera, y terminaron la primera parte del baile con diferentes
boleras, manchegas, boleras jaleadas, ole, jota aragonesa, jaleo de Jerez y
otros bailes que sería inútil enumerar, y donde brillaron las seis parejas,
que rivalizaron a cual más.
La pandereta, maravillosamente tocada por un joven aficionado, sirvió de
apertura en la segunda parte, en la que bailaron el fandango la señorita
Adela y el señor Moreno, y el wals del borracho por la señorita Granado
y el referido profesor. Este juguete coreográfico, compuesto por el señor
Moreno, es caprichoso y de difícil ejecución; y según se nos ha dicho, fue
de los que más admiró Mr. Thiers, en el baile dado por el mismo señor, y
del que se ocuparon los periódicos de esta capital.
Se bailó también la gallegada y diferentes jaleos gaditanos, concluyendo
con el Vito y los Panaderos.
José Luis Ortiz Nuevo

Los extranjeros se retiraron pronunciando bravos de satisfacción, y la


concurrencia quedó sumamente complacida por el orden que reinó en
todo el transcurso del festín coreográfico.
(EL PORVENIR. 13 de mayo. 1853)

***

ANDALUCÍA y FRANCIA.- En la noche del último miércoles hubo un


baile del país a bordo del Newton, buque de guerra francés surto en el
Guadalquivir. Parece que fue sobre cubierta, la cual estaba cerrada por
medio de banderas de distintas naciones, e iluminada con pequeños faro-
les. Asistieron algunas boleras andaluzas, a cuyo frente iba el Sr. Barrera,
director de la escuela situada en la calle Conteros.
(EL PORVENIR. 23 de abril. 1853)

***

BAILE.- Esta noche lo habrá en el salón de Oriente, que nuevamente se ha


abierto, presentándose en él muchas de nuestras boleras y aficionadas que
bailarán toda clase de bailes de palillos, entre ellos dos inventados por el
profesor don Manuel de la Barrera. Sabemos de muchas personas que se
378 disponen a asistir allí, entre ellas no pocos extranjeros, cuya afición a estos
espectáculos es tan notoria; creemos por esto que se disfrutará de un buen
rato en el indicado salón.
(EL PORVENIR. 14 de enero. 1854)

***

FUNCIÓN IMPROVISADA.- Hemos asistido a la que se ha dado de


baile en una de las principales casas de esta capital en obsequio a dos
familias inglesas. Allí hemos visto lucir las gracias de nuestras primeras
bailarinas y las hemos igualmente visto colmadas de ovaciones mil en
justo tributo a su mérito artístico. Quisiéramos hacer una reseña aunque
lacónica del orden de la función; pero reducidos al estrecho límite de
una gacetilla nos abstenemos de ello diciendo únicamente que la seño-
rita Pepa Moreno brilló cual siempre, y fue digámoslo así, la reina de la
función. Cerciorados de que esta distinguida bailarina es solicitada para
algunos coliseos con buenos ajustes, no podemos menos de sentirlo, por-
que su marcha nos privaría de tener en nuestra escena la que únicamente
pudiera servir a la señorita Edo de segunda en bailes extranjeros y de
primera en los nacionales. Aún se conservan muy gratos recuerdos de la
última temporada que estuvo en el teatro Principal de primera bailarina
¿Se sabe algo?

por los buenos ratos que nos proporcionara. Mucho celebraríamos verla
en el coliseo de San Fernando, donde nos aseguran que el actual empre-
sario trata de presentar al público las notabilidades de todos los géneros.
(EL PORVENIR. 4 de septiembre. 1855)

***

BAILE.- El domingo 13 tuvo lugar uno, dado en obsequio de los señores


oficiales del regimiento de Caballería del Príncipe, en la calle Verde nú-
mero 6, por el maestro don Félix Moreno, asistiendo cinco parejas, tres
de ellas vestidas a lo majo, señalándose doña Amparo Álvarez y doña
Dolores Ruiz, una en el jaleo de Jerez y otra en el zorongo, recibiendo
multitud de aplausos, como igualmente los recibió el señor Reina y los
aficionados el señor Ricardo y el señor Carrillo, por lo bien que bailaron
el bolero. El director bailó con su hijo menor entre otras cosas el fandango,
donde ejecutaron pasos muy difíciles inventados por él. La concurrencia
que era muy elegante y numerosa no paraba de darles miles de bravos,
tanto al padre como al hijo, y permaneció animada como sucede siempre
en los bailes que dirige el Señor Moreno.
Nosotros nos alegramos que no sólo de bailes a los primeros personajes
extranjeros transeúntes en esta capital, sino que también los españoles se
complazcan en concurrir a su academia (Remitido). 379
Manuel V. Moreno (EL PORVENIR. 19 de septiembre. 1857)

Exactamente sucedía lo paradójico: eran ellos quienes advertían con más inte-
ligente precisión la importancia suma de unos bailes de arte, que los naturales
del país sólo apreciaban como fuente de excitación y divertimento.

Paradoja y a la par fenómeno corriente pues suele suceder a los humanos de


cualquier latitud que desprecian la riqueza de lo propio cuando la costumbre
convierte a lo insólito en rutina. Y mucho más aún si lo rutinario es razón de
alegría, que no de tragedias, y sus ejecutores personas venidas de la plebe,
oliendo a chusma.

GOCES DE TERPSICORE.- Si fuéramos vanidosos, nos enorgullocería-


mos del aprecio con que los extranjeros acogen nuestros graciosos bai-
les llamados del país. No viene ninguno de ellos a Sevilla, como sea de
algunas facultades, que no procure verlos para celebrarlos y admirar la
seductora maestría de nuestras célebres paisanas. Por esta, que casi es
regla general, unos ingleses de distinción que paran en la fonda de Lon-
dres, invitaron el domingo último al director del salón de Oriente, don
Miguel Barrera, a que concurriese a su hospedaje con algunas boleras a
José Luis Ortiz Nuevo

fin de dar un baile particular de algunas horas y tenerlas ellos del placer
que les producen nuestras danzas. En efecto, el complaciente maestro de
baile concurrió con seis parejas a la cita, y entre ellas la aplaudida Plácida
Alcaraz, que tan simpática se ha hecho entre nosotros, y fue el rato, se-
gún se nos informa, tan agradable y tan ameno, que si bien quedaron las
bailarinas soberbiamente satisfechas de la galantería y amabilidad de los
expresados ingleses, no menos lo quedaron estos de la habilidad y dono-
sura de las muchachas que bailaron. El Sr. Barrera tiene un tino especial
para estas cosas, y nos complace que en tan formales ocasiones sepa dejar
bien puesto el pabellón.
(EL POVERNIR. 27 de enero. 1858)

***

Cena a la intemperie.- El sábado en la noche tuvieron tres extranjeros la


excentricidad o mejor dicho el buen gusto, de irse a cenar a la Delicias:
allí, a orillas del río, les prepararon una mesa abundantemente provista
de suculentos manjares, y exquisitos vinos: la cena fue llevada de una de
las más acreditadas fondas de esta ciudad, y durante ella tres músicos
con violín, flauta y guitarra, y cuatro boleras con trajes ad hoc estuvieron
amenizando más y más tan deliciosa cena, al aire libre, y en una de las
380 más apacibles noches de verano, y a orillas del Betis cuyas ninfas parece
salieron a presenciar la realización de tan feliz pensamiento, pues nos
asegura un testigo que oculto entre el ramaje presenció todos los bailes,
que además de las cuatro boleras, vio tres jóvenes que no eran boleras,
y que él juzgó náyades u ondinas que, atraídas por la música, saldrían a
presenciar tan alegre cena. Y se confirmó más en ello, cuando más tarde
vio otras cuatro ninfas (¡¡¡y son siete!!!) que llegaron de refuerzo: ignora-
mos en qué pararía la cena; pero suponemos acabaría alegremente.
(EL PORVENIR. 29 de junio. 1858)

¿Acaso no sería hermoso el sonío de aquella música nacida de una flauta, un


violín y una guitarra, juntos? ¿Quiénes serían verdaderamente esas siete ninfas
de refuerzo que llegaron a la orilla del río y no eran boleras? ¿Acaso venidas de
la otra margen, trianeras puras?

La lectura, no sólo de éstas sino de las demás notas, confirma la certidumbre


de que aquellos pioneros del turismo meridional debieron ser personas gran-
demente acaudaladas, aristócratas y ricos muy ricos, dícese magnates, amantes
3
del poder, de la gloria y el lujo . Criaturas afortunadas no desprovistas tampo-
co de pasiones ni de gusto, en su caso macho, por el moreno mujerío, ardiente
de ojos y cuerpos y de risas al hilo de las danzas en júbilo.
¿Se sabe algo?

Mensajeros luego en sus patrias de todo cuanto habían gozado en el Sur para
ellos engalanado de alegrías, portavoces de sus preciosos hallazgos artístico-
exóticos, cronistas de nuestros bailes; que también viajaron para darse a cono-
cer por el mundo entero, al menos en sus partes más desarrolladas del Occi-
dente imperial:

Basta de gacetillas.- En uno de los periódicos recibidos ayer por el correo,


hemos leído la siguiente noticia:
“En Nueva York se encuentra actualmente una muy conocida bailarina
española (Pepita Soto) que acaba de regresar de California, donde en el
espacio de tres años ha recogido la friolera de 200.000 duros”.
En su virtud el gacetillero de EL PORVENIR abandona para siempre
la pluma, y se dedica al género coreográfico; pero como quiera que para
escriturarse necesita una pareja para sus piruetas, hace por medio de la
prensa una invitación a LA REVISTA, por si quiere acompañarle en su
nueva carrera artística, y hacer con él el viaje a la California, a partir
ganancias.
El duelo se despide en el camino de San Juan de Aznalfarache.
(EL PORVENIR. 10 de julio. 1858)

*** 381
Nuestra paisana.- La Nena está haciendo furor en los teatros de Londres.
He aquí lo que dice de ella un periódico de aquella capital:
“Después del drama que estaba anunciado se presentó la sin rival baila-
rina española La Nena, haciendo su debut con el baile español titulado
La hija del Guadalquivir, y bailó con la misma firmeza y con la misma
sal y elegancia que son peculiares a ella sola. Los aplausos se redoblaron
sin cesar, y multitud de bouquets cayeron a sus pies”. Otros periódicos
dicen a este mismo propósito que tanto la célebre y fascinadora bailarina,
como su pareja el Sr. Moragas, se excedieron a si propios en la ejecución
de dicho bailable, recibiendo una lisonjera ovación.
Celebramos este nuevo triunfo de nuestra bella y simpática compatricia.
(EL PORVENIR. 30 de septiembre. 1858)

Que siempre fue el arte amigo de traspasar fronteras y ofrecerse a la general


contemplación allí donde reinase el gusto. La calidad de vida precisa al re-
godeo. El talento los dineros y los teatros justos para poder gozar con las vo-
luptuosas danzas que del Sur llegaban, aladas y a la vez terrenas, cálidas y al
tiempo misteriosas, del Sur las danzas.
Misiones culturales reabriendo el paso a las mujeres de Andalucía, saladas.
José Luis Ortiz Nuevo

Memoriales de aquellas gaditanas que calentaron Roma. Herencias de luz y


ritmo atravesando los cuerpos dichosos. Soliviantaban flemáticas conciencias
adormecidas por el exceso de pudor, la rigidez del talle enmohecido.

Bailaban vivas, acaparando más allá de la admiración el sentimiento de entrega


8
que ellas ofrecían, ya fuera en Londres, en Lisboa o en París , acordándose de
las noches en Serva:

Bailes.- Como verán nuestros lectores en la sección de espectáculos de


nuestro periódico, esta noche y la de mañana tendrán lugar en el salón de
Oriente, situado en la calle de Trajano, dos bailes de sociedad, coreados
por la sociedad filarmónica llamada la Sevillana. El último día de estos, el
sábado por la noche, habrá bailes nacionales de palillos a los que asistirán
muchas gitanas y no pocos ingleses, lo cual hará que el espectáculo tenga
toda la animación conveniente.
(EL PORVENIR. 25 de diciembre. 1862)

A lo que se ve la mezcla, o el contacto, de las “muchas gitanas y no pocos


ingleses” garantizaba el éxito, la diversión en la velada; y parece, por tanto,
que el cronista confería a los hijos de la pérfida Albión cierto protagonismo en
el sarao. Si fuera por el contraste del color tan vivo... Como viva debió ser la
5
juerga que se corrió el chileno Higgins .
382
Baile.- Era la noche del último sábado. En el salón del pasaje de Oriente
se bailaba: allí se hallaban las mejores boleras de la tierra y los más afa-
mados pulsadores de guitarra. Todo era broma y zambra. Se obsequiaba
al señor de C. Higgins, que aplaudía. El sarao duró hasta las ocho de la
mañana, con champagne y Burdeos.
(EL PORVENIR. 30 de diciembre. 1863)

Documentación que sirve también para reconocer el ensamblaje del mundo


bolero con el de la fiesta propiamente flamenca. O el tránsito de los encuentros
tal como sucedió en academias, salones y teatros. Una prueba pericial más, re-
cuerdo y registro de memoria, alumbrando aquel tiempo romántico, cuando a
la grandeza le dio por distraerse con las felices ocurrencias del pueblo.

Salida.- Ayer a las seis de la tarde partió para Cádiz la emperatriz de los
franceses por vía férrea. Como anunciamos, verificóse la gira campestre
a los campos de Tablada, donde tuvo lugar el juego de derribar las reses.
La noche anterior, en uno de los salones de la casa de la señora anfitriona
se celebró una fiesta a la que asistió su majestad imperial y toda su servi-
dumbre. Boleras del país, gitanas enjaezadas y cantantes concurrieron a
la función, cuyos detalles ignoramos.
(EL PORVENIR. 10 de octubre. 1863)
¿Se sabe algo?

Se conoce que no era muy sagaz ni afortunado el gacetillero informante, a lo


mejor tampoco le importaba demasiado, ya fuera por el cante mismo o porque,
al cabo, la emperatriz de los franceses era de naturaleza meridional, legendaria
Eugenia de Montijo, granadina.

Pero mire usted por donde si hubo algún tiempo después otro colega más aten-
to que relató historias de honda melancolía, a propósito también de la empera-
triz y de un viaje que debió de ser fantástico, cuando la solemne inauguración
del canal de Suez, en la puerta de Oriente.

EL ISTMO DE SUEZ
(Correspondencia especial de LA ÉPOCA)
Embocadura del canal de Suez en la mar a 17 de noviembre de 1.869
...Bien pronto los fuegos terminan, las luces se apagan, el cansancio llama
al sueño, y población y barcos quedan en silenciosa actitud, para resta-
blecer las fuerzas necesarias al día siguiente.
Nosotros placenteros, aunque ya poco locuaces, caracoleábamos también
en nuestra barquilla para llegar cada uno al costado de su nave, cuando
se le ocurrió a un joven guardia marina de la “Berenguela”, gran tañedor
de guitarra, sacar el instrumento que tenía escondido, y preludiar con
gran primor los melancólicos acordes de un aire de Andalucía: -Penas, 383
¿para qué os quiero?- No a uno, sino a todos a un tiempo se nos ocurrió
ir a echar una serenata a la emperatriz. Ella, cuando niña, las habría escu-
chado con palpitante corazón bajo las rejas de los Cármenes del Genil, y
ella no podría menos de regocijarse, cuando soberana, con aquel recuer-
do, tan distante y tan cercano a la vez en las horas del insomnio.
Efectivamente; los remeros, a una orden del comandante, atracaron cerca
del “Águila” y allí, nuestro guardia marina, con voz preciosa y gracia
inimitable, echó a los vientos del Oriente el fandango occidental de la
morisma sevillana.
No se hizo esperar mucho la respuesta: apenas se perdía el eco de las
primeras coplas, se abrió la portilla de uno de los camarotes de la cámara
de honor; y preguntaron en muy mal castellano quiénes cantaban. -”La
oficialidad de la “Berenguela” (se le contestó) que viene a saludar a la
Emperatriz”.
Entonces salió Eugenia Montijo a la portilla de su camarote y prorrumpió
en palabras lisonjeras y frases afectuosas a los galantes compatriotas que
con agasajo tan de su gusto la obsequiaban, y suplicó que se cantara más,
y que cantara todo el que quisiera. Pero ¡Oh contrariedad de siempre! el
cantador no se acordaba de más coplas que las que había echado.
-Pues bien (dijo la emperatriz); cantadme esta.
José Luis Ortiz Nuevo

Y relató con sentido acento:

La pena y la que no es pena


todo es pena para mí:
ayer penaba por verte,
y hoy peno.. porque te vi.

La copla fue cantada al primor por el guardia marina: pero aún no la


había terminado, cuando del fondo del agua salió otra voz diferente que
preludiaba al aire nueva copla de fandango. El tocador, ágil como lo son
los de su clase, tomó el tono de la voz misteriosa, y acompañó, sin tratar
de averiguar quién ni cómo, al trovador invisible de otra falúa. Este cantó
con gran donaire:

Ni contigo ni sin ti
tienen mis penas remedio:
contigo, porque me matas,
y sin ti... porque me muero.

Una salva de aplausos recibió la canción del serenatero intruso. Era uno
de los pasajeros del vapor mercante “Pelayo”, matrícula de Cádiz, que
384 ha venido a las fiestas, y desde que sintió la guitarra en la bahía, se echó
con otros amigos en un bote para asistir a la extraña serenata de la “Be-
renguela”.
(LA ANDALUCÍA. 4 de diciembre. 1869)

Proclives también al sitio de la lástima y de la caridad, tal como sucedió en el


invierno de 1879. Un año terrible, pues el diluvio universal visitó las provincias
del sudeste, sobre todo Murcia y tierras de Almería.

Tan fuerte que los beneficios de la solidaridad traspasaron incluso las fronteras
patrias, y el francés solícito y armado de grandeur organizó una fiesta desco-
munal, gigantesca, en el Hipódromo de París, donde, como ya iba siendo natu-
ral, faltar no podían los flamencos; de manera que, entre los muchos números
de un programa internacional, fantástico, se anunciaba:

LA GRAN FIESTA DE PARÍS.-


...Presentación de la cuadrilla de toreros españoles que al efecto vendrá
de Madrid con los correspondientes picadores y alguaciles los cuales ve-
rificarán el desfile como en una corrida de toros; dando fin a la primera
parte la orquesta española de guitarras y bandurrias y los cantadores de
canto flamenco.
(EL PORVENIR. 4 de diciembre. 1879)
¿Se sabe algo?

Sin duda la atracción principal, el no va más, la leche y el secreto de la no-


che...:

...Lo más notable será la entrada, presentación y desfile de los toreros con
ocho picadores, mulilleros, dieciséis banderilleros, alguaciles, orquesta
de veintiocho guitarristas en traje andaluz, bailarinas y demás personal
que se espera de Madrid.
...Los guitarristas, los toreros, los gitanos, mezclándose en la confusión
delirante de una farandula ofrecerá un aspecto tan mágico que enloque-
cerá a los espectadores.
(EL PORVENIR. 17 de diciembre. 1879)

Signos testimoniales, dispersos si se quiere pero próximos entre sí desde la


distancia nuestra, de cómo lo flamenco, inmediatamente después de lo bole-
ro, se asomaba a los balcones del mundo. Sucedía entonces, al poco de recibir
bautismo y confirmación, enseñando formas tan inusuales como provocativas,
plenamente románticas; y a la vera además de lo taurino: la sangre, la muerte,
el alarido, la liga y la navaja... rastros de un carácter apasionado, montaraz y
clandestino; perfiles del mito que un día se llamó Don Juan y otro día se llama-
ba Carmen.

Eran esas las claves que creyeron descubrir y traducir Merimée y Bizet y Bo- 385
rrow y Davillier y Latour... observando el curso de las cosas que veían al sur
del paralelo 38.

Tantas que incluso los de más al sur nuestro gustaban de su encantamiento:

Anteanoche se organizó una fiesta andaluza en el Salón de baile de la ca-


lle Trajano, concurriendo a ella el embajador extraordinario de Marruecos
acompañado del señor Gobernador de la provincia. Más de cuatro horas
permanecieron estos señores en el local, entusiasmados con los agrada-
bles bailes y sentidos cantares propios de este país y que tanta analogía
tienen con las melancólicas canciones árabes.
(LA ANDALUCÍA. 26 de junio. 1880)

A sitios bien lejanos llegaban los ecos de su fascinación seduciendo a empera-


dores y príncipes extranjeros:

EL BAILE FLAMENCO POR EL EMPERADOR MAXIMILIANO


El emperador Maximiliano, que en Querótaro tuvo el fin trágico que to-
dos conocemos, hizo antes de aceptar el trono de Méjico un viaje de re-
creo por España. Las impresiones de este viaje las escribió el príncipe en
José Luis Ortiz Nuevo

un libro titulado “Recuerdos”, del cual vamos a copiar algunos bellísimos


párrafos relativos a los bailes andaluces, párrafos que demuestran que el
valor y la entereza de que dio pruebas Maximiliano en los últimos días de
vida, corrían parejas con su imaginación y su sentimiento artístico.
He aquí la descripción que el emperador hace del baile flamenco:
“Un espectáculo interesante nos esperaba en la fonda. Parejas de boleros
iban a ejecutar delante de nosotros los famosos bailes nacionales.
Esbeltas jóvenes de brillantes ojos; hermosos hombres de elegante aspec-
to, entraron en el comedor con una dignidad verdaderamente española.
Las blanqueadas paredes de aquella habitación, bastante mal alumbrada,
estaban cubiertas de numerosas copias de Murillo, destinadas a ser ven-
didas como originales a los crédulos hijos de la nebulosa Albión.
Yo me recosté, como podía hacerlo el más voluptuoso de los sultanes,
sobre un duro canapé, a fin de fumar a mis anchas cigarrillos de papel y
recrear mis ojos con el espectáculo que se preparaba. Participó al princi-
pio en él un cónsul ruso con dos hermanas ya mayores de edad y bastan-
te ajadas, las cuales abandonaron bien pronto la fiesta apenas vieron los
movimientos no poco atrevidos de una bella bailarina de 17 años.
Sonó la guitarra: manos diminutas pusieron en movimiento las casta-
ñuelas: el baile comenzó. Quien no ha visto a España en las corridas de
386 toros y en los bailes nacionales, no la conoce. Si el hombre despliega en
las corridas la agilidad, la fuerza y el valor, la danza embriagadora es el
triunfo de la gracia natural y de la belleza de las fogosas andaluzas. El
movimiento de los pies no es lo más digno de atención en estos bailes: el
busto voluptuoso de la bailarina se presenta ágil y flexible, los balanceos,
las inflexiones del talle, aquellas posturas en que el cuerpo se dobla hacia
atrás, tienen nobleza al par que seducción; son... la pasión que se impo-
ne. Hay en estos bailes un efecto bellísimo: las parejas se aproximan, se
miran con ojos llenos de amor, inclinan sus cabezas y vuelven a erguirlas
por un movimiento tan elegante como rápido.
La nobleza y hermosa cabeza de las jóvenes se mueve sobre el desnudo
cuello, aquellos ojos negros y ardientes lanzan acerados dardos, aquellas
facciones de regularidad perfecta aparecen a cada momento más seduc-
toras. Los brazos se enlazan con elegancia, y las preciosas manos de las
bailarinas tocan las castañuelas.
Muchos de estos bailes fueron acompañados por el canto. Pretender que
este sea bello y melodioso sería en verdad un exceso de entusiasmo por-
que aunque aquel salga de los preciosos labios de una andaluza, no deja
de ser como un bárbaro gangueo de origen árabe, como tuve ocasión de
conocer después.
Los bailarines y bailarinas van vestidos con trajes adornados con gran
¿Se sabe algo?

riqueza. El corpiño en las mujeres es de color diferente al de la falda,


guarnecida casi siempre de encajes. Las jóvenes adornan sus cabellos con
cintas y flores, las cuales sujetan con largos alfileres.
Los rizos van unidos por medio de un peine colocado con gran coquete-
ría en uno de los lados de la cabeza. El conjunto del traje es rico, pinto-
resco, bellísimo”.
(EL PORVENIR. 30 de octubre. 1880)

***

La gente crúa en Palacio, dice un periódico de Madrid:


“Según hemos oído anoche, parece que los Príncipes extranjeros, huéspe-
des de SS.MM., han querido juzgar por si mismos lo que se llama el canto
flamenco en nuestro país, y al efecto fueron llamados a Palacio los más
célebres cantaores que se encuentran en Madrid, y que hicieron delante
de la Familia Real lo más escogido de su repertorio:

Si yo supiera
Cantar flamenco,
Tocar las palmas,
Bailar jaleo
Y matar toros, 387
Alto y derecho,
A los Madriles
Me iba corriendo,
Aun cuando soy
Alabardero.
(EL ALABARDERO. n° 117. 17 de noviembre. 1880)

Con su poquito de pitorreo incluido, el cronista a regañadientes comunicaba


el interés de los personajes forasteros por el flamenco, llamado así, con toda su
propiedad, diciendo cantaores, en una revista satírica por el año de 1880.

Pero, como ustedes sabrán entender, no eran sólo personas reales, príncipes,
aristócratas y otras sociales adherencias de la “high life”, quienes mostraron su
curiosidad por averiguar misterios y excelencias del llamado canto flamenco.
También los periodistas extranjeros manifestaron inquieta querencia honda:

El empresario del Teatro Felipe, de Madrid, Sr. Ducazcal, ha pedido por


telégrafo a Sevilla seis cantadores, para obsequiar a los periodistas italia-
nos, con una función de cante y baile flamenco.
(EL PROGRESO. 2 de septiembre. 1886)
José Luis Ortiz Nuevo

El teatro estaba engalanado con banderas italianas. Se presentó La Gran


Vía.
... Pero la verdadera fiesta principió con un cuadro de canto y baile fla-
menco en que alternaron las sevillanas, malagueñas y tangos.
Los pañuelos bordados de las cantadoras, el bullicio de las palmas, el
canto lleno de sentimiento y la animación extraordinaria produjo en
nuestros compañeros de Italia vivísimo entusiasmo.
Varias muchachas vestidas con el clásico mantón de espuma y la peina
de concha servían manzanilla y brindaban a los periodistas...
(EL PORVENIR, 4 de septiembre. 1886)

Si acaso fuera por la resonancia que estos y otros ágapes tuvieron, o sin más
por el impulso creciente de la flamenquería atravesando y superando límites;
lo cierto es que en el año de gracia de 1887 registran los anales un suceso hon-
do-parisién de grande envergadura, motivo y causa para la redacción de exten-
sas, detalladas crónicas, como la que a continuación se reproduce, noticia del
extraordinario éxito obtenido por un espectáculo folclórico-taurino-sensacio-
nal-feriado muy del gusto del público francés. Observen:

PARÍS FLAMENCO
388 Con este título publica nuestro distinguido colega de San Sebastián, LA
VOZ DE GUIPÚZCOA, el curioso artículo que a continuación reproduci-
mos, escrito por su director, que hace tiempo reside en París:
“Los buenos habitantes de París conocen hace meses el cante y el baile
flamenco; pero los guillabaores, bailaores y tocaores que se exhibieron en
el casino de la calle Vivienne y el Alcázar, no aclimataron en esta ciudad
cosmopolita las usanzas de la tierra de María Santísima. Acaso obedeció
el fracaso a que el espectáculo fue presentado con demasiada crudeza.
Estaba reservado al Nuevo Circo el privilegio del éxito en la importación
de las fiestas flamencas. Ni es maravilla, porque el Nuevo Circo es casi
español del todo. Compatriota nuestro es su Director, Sr. Oller; compa-
triotas nuestros son muchos de los artistas que forman el cuadro de la
compañía, y muy notables todos ellos: Elvira Guerra, la primera amazo-
na de la alta escuela de cuantas hoy se conoce; Rafael Ávila (a) “Piedra”,
quien no tiene rival en los ejercicios de las anillas, que ejecuta en compa-
ñía de su graciosa esposa; Enrique y Aniceta Díaz, Julio y Pedro Pérez,
y por último Tony Grice, que en lo flamenco bien puede pasar por tan
español como su mujer, andaluza de verdad. Nuestros lectores de San
Sebastián han visto hacer a Tony la parodia de una corrida de toros en el
verano de 1885 y saben que el “chico” tiene su “mijita” de sangre torera.
¿Qué de extraño tiene, pues, que de una semejante reunión de buenas
¿Se sabe algo?

hembras y de hombres de pelo en pecho haya resultado una pantomima


flamenca? Faltaba para ello algo de estudiantina, que se diera “cuatro
pataítas” con gracia, o “se cantase” unas coplillas por todo lo alto o por
todo lo “jondo”; y hacía falta también un berrendo de Miura y del Duque,
lo bastante joven para que pudiese aprender francés en poco tiempo, no
estropease de primera intención a los piqueros de tanda, cortase el terre-
no a los peones o buscase el bulto al “mataor” sin previo aviso. Todo esto
y un poco más lo tenemos en París hace días y todo París acude al Nuevo
Circo para entretener la vista presenciando La Feria de Sevilla.
Pantomima que haya merecido mayores elogios a nuestros colegas de
por acá, difícilmente se habrá imaginado. Mas los elogios son merecidos.
Paso por alto la intriga de la farsa, que es lo menos importante de ese gé-
nero de espectáculos. Abundan, en este que me ocupa los rasgos típicos
de costumbres andaluzas, mezclados con payasadas propias del circo.
Muchos de los trajes que se exhiben son auténticos, algunos pertenecen a
la indumentaria de principios de siglo, varios son exagerados. La música
arreglada para el caso es española y, aunque en el arreglo ha perdido
algo de color, se escucha con gusto. Los espectadores no paran mucho
su atención en ella. Admiran lo pintoresco de los trajes, lo excitante de
algunos cuadros (el de la juerga en primer término) y sobre todo el lujo
de ojos negros que “me gastan” las bailaoras.
A la cabeza de éstas figura Trinidad Cuenca, que viste de hombre y de 389
corto: chaquetilla, pantalón ceñido, botas vaqueras, calañés, camisas con
chorreras y faja de seda.
De este modo desaparece lo que tiene de antipático el bailaor y aumenta
la gracia de la bailaora, que la derrama por arrobas. Vestidas de majo
bailan: la Emilia con la Trini, sevillanas; la Carmelita, el vito; la Dolores,
La Niña. Acompáñanlas: un flamenco que ha desertado los trinos de la
zarzuela por los jipíos del cante, varios tocaores y la estudiantina que di-
rige el joven donostiarra Sr. Ostolaza y obtiene un éxito todas las noches.
¡Vaya un movimiento de caderas que se han traído las niñas! Es pintores-
co en sumo grado el espectáculo que ofrece la fiesta en el momento del
baile. Bailaoras, cantaores y jaleaores ocupan un tablao propio del caso;
la estudiantina sentada en el suelo, en semicírculo, frente al tablado; a los
lados de éste, tocaores, gitanos, chalanes, toreros y el pueblo soberano,
con más un matrimonio inglés, suelta cómica por excelencia. El público
aplaude y no está lejos el día en que les oigamos jalear gritando a las mu-
chachas: “Hay que quererlas”.
Sube de punto el entusiasmo cuando Mademoiselle Cuenca, a la vez que
baila una suerte de zapateo, simula las varias suertes del toreo. Empieza
con las de capa, que maneja con mucho aquél. Sigue con las de pica; y es
de verla hacer el piquero tumbón, que nunca encuentra el bicho en suer-
José Luis Ortiz Nuevo

te; luego, a fuerza de “broncas”, decidirse a salir a los tercios, brindando


al tendido, y poner una puya en su sitio; recibir, por fin, un batacazo, e
ir en demanda de la barrera, satisfecha y cojeando, después de perder la
“aleluya”. No se puede pedir más gracia.
Y, sin embargo, falta aún ver dos suertes finales: la de banderillas (“Pie-
dra” está al quite), en que Guerrita se queda achicado, y la Cuenca ridicu-
liza los “timos” de los chicos; y la de matar, que empieza con un brindis
de salero y termina con una estocada que el “matador” da a su suegra.
Dirán ustedes que el público no comprenderá la gracia. Puede ser, pero
aplaude como si estuviese en el secreto, o como si estuviese convertido a
nuestras costumbres.
La pista, que es movible, se hunde dos metros, así que la gente, a los acor-
des de la marcha de Pan y Toros, se va camino de la Plaza. Ya estamos en
ella. Se hace el despejo. A la cabeza de la cuadrilla, un señor corregidor
y el matrimonio inglés, que presiden; sigue el chico alguacil a caballo;
cierran la marcha Tony Grice, primero y único espada, “Piedra”, Fosttit
y algunos clowns, toreros quiero decir. Los piqueros gastan caballos de
cartón y uno de aquéllos es moreno, el simpático “Chocolate”.
Terminados los preparativos, se abre el chiquero y sale un morucho de
verdad que sabe más que Merlín, como que ha sido toreado en las cerca-
nías de Madrid más de cuatro veces. Tony, que viste un traje regalo de
390 Frascuelo, se gana los achuchones del siglo. Los piqueros ruedan con sus
cartones que es una bendición.
“Piedra”, gaditano él, se abre de capa como un Cayetano y tomará la
alternativa uno de estos días o no hay justicia en la tierra. En una pala-
bra: aquello es una plaza en miniatura y la corrida ofrece más atractivos,
como que tiene más sabor, que las verificadas últimamente en el circo
Hipódromo por los toreros landeses y provenzales.
La Feria de Sevilla, puesta en Madrid, gustaría y aún haría furor. Con
esto queda dicho que conserva carácter local. Da mejor idea que algunas
obras teatrales francesas de lo que son varias de las costumbres españo-
las; circunstancia digna de mención ciertamente.
Cuanto al éxito que la pantomima obtiene, débese a la corrida de toros
en buena parte, a lo bien presentado del conjunto, a la intervención de
las flamencas y a las especiales aptitudes que para la mímica demuestra
la Trinidad Cuenca, a quien aún le va a cantar algún “flamand” de por
acá:

Antiguamente eran dulces


“toítas” las aguas del mar;
pero escupiste tú en ellas
y se volvieron “salás”.
(LA ANDALUCÍA. 27 de marzo)
¿Se sabe algo?

En el ínterin de las cosas los viajeros más o menos románticos seguían viniendo
al Sur apasionante buscando emociones y también flamenco:

Los viajeros expedicionarios del Sud-exprés se dedicaron anteayer tarde


y ayer todo el día, a visitar los monumentos más notables de la capital,
comenzando por la Giralda.
Han sido obsequiados por el Sr. Meazza en el hotel Madrid, con una no-
table fiesta flamenca, y no les ha faltado tiempo además, para concurrir a
algunos espectáculos de la tierra.
(EL PROGRESO. 28 de octubre. 1887)

***

En las habitaciones que el Director de la Sociedad Internacional ocupa


en el Hotel Madrid se verificó anteanoche una fiesta flamenca, con que
aquel magnífico establecimiento obsequiaba a los expedicionarios de esta
Compañía.
Se cantaron soleares, malagueñas, jaleos y peteneras, por “cantaores” y
“cantaoras”; y bailáronse seguidillas y jaleos por todo lo alto. Los ex-
tranjeros reflejaban en sus fisonomías, lo agradable y nuevo que era para
ellos, nuestros bailes populares. 391
Tampoco excusaron, por supuesto, de visitar más tarde a “Silverio”,
donde las “artistas” flamencas, hicieron cuanto estaba en sus fuerzas por
agradar a sus “admiradores”.
La manzanilla corrió a torrentes, y hubo palmadas y “jipíos” que fue un
contento.
(EL PORVENIR. 28 de octubre. 1887)

Y en las postrimerías del tiempo que estudiamos, prácticamente todas las his-
torias confluyen en París, pues ya ustedes conocen que, con motivo de la Expo-
sición Universal que allí se celebró, festejando el centenario de la revolución,
una troupe de flamencos llegó hasta los Campos Elíseos:

La Zambra de gitanos organizada en Granada por el director del gran


teatro de París, no podrá ser admirada en aquella capital.
Los individuos de que se componía aquella troupe así que se vieron ca-
mino de Francia abandonaron el tren y regresaron a Granada, pretextan-
do que temen a los franceses.
(EL TRIBUNO. 4 de julio. 1889)
José Luis Ortiz Nuevo

El director del Gran Teatro de la Exposición de París, Mr. Grasset ha es-


tado en Sevilla varios días buscando gitanos de ambos sexos para que
bailen y canten en el teatro de que es dueño y empresario.
Algún trabajo le ha costado, pero al fin ha logrado, llevarse unas cuantas
parejas de la expresada raza, de quince a veinte abriles, que harán las
delicias de los europeos que acudan a presenciar el espectáculo.
(EL PROGRESO. 12 de julio. 1889)

***

LA ESPAÑA ALEGRE
En París creerán, con mayor fundamento cada día, que España es el pue-
blo más divertido y bullanguero, y por tanto el pueblo más feliz de la
tierra.
...En cuanto a llevar a París ejemplos vivos de nuestras juergas populares
y nuestros recreos gitanescos, no hay nadie que nos haya superado.
De un extremo a otro de París, como hacen notar los telegramas de EL
IMPARCIAL, resuenan los alegres rumores de las fiestas españolas.
Dentro de la Exposición, en el teatro Internacional, funciona la gran cua-
drilla de gitanos granadinos, una de cuyas individuas, Pepa, se ha hecho
392 ya famosa por su meneo, que deja atrás el tan ponderado de las antiguas
bailarinas de Gades.
En el teatro de Vaudeville se celebran conciertos de música española o de
artistas españoles, donde descuellan Elena Sanz, la Cepeda y otros.
Cerca de las Montañas rusas hay un teatro donde resuenan a diario las
patadas y los hipidos del baile y cante flamenco.
Está en activo servicio, una plaza de toros, la de la calle de la Federación;
se construye otra en el Quai de Passy, y estará pronto concluida la de la
calle Pergolese, empresa Veraguas, Patilla y otros.
De esta última -dice el correspondiente aludido- se refieren maravillas.
Dícese que con destino a ella han llegado 40 toros de las ganaderías de
Veragua, Miura y conde de Patilla, y que se espera pronto a Lagartijo.
Para la inauguración se prepara una función monstruo, en que la salida
de la cuadrilla tendrá el carácter de una verdadera procesión. Formarán
en ella 200 hombres precedidos por un pelotón de guardia civil, fingida,
por supuesto.
Con las cuadrillas irán los picadores, caballeros en plaza, regadores, ca-
rros y seis tiros de mulillas, todo ello entremezclado con bandas de mú-
sica.
Además, en el teatro Robert Houdin hay, para que haya de todo en este
¿Se sabe algo?

punto, corridas de toros... de cartón, tamaño natural con toreros lujosa-


mente vestidos.
Por último, en el Circo de Invierno empezaron el viernes las grandes fies-
tas españolas, cuyo empresario es el señor Alba Salcedo, antiguo minis-
tro en China.
LA IBERIA, que, por medio del telégrafo, da extensos pormenores sobre
la función inaugural, dice que el espectáculo alcanzó verdadero éxito,
que el programa fue brillante y que la prensa local toda elogia con gran
calor la fiesta.
Tomaron parte en ella la orquesta Unión Artística, dirigida por el maes-
tro Pérez, que ejecutó un concierto de piezas españolas, aplaudidas todas
con arrebato.
La estudiantina Fígaro, con su director el señor Mora a la cabeza, produjo
muy buen efecto al aparecer con sus airosos trajes, y fue celebrada con
entusiasmo al hacer oír los sones de sus flautas, bandurrias, guitarras y
panderetas.
Luego se presentó, en medio de una ovación estrepitosa, el cuerpo de
baile formado por un numerosísimo personal de bellas y airosas mujeres
y dividido en secciones, cada una de las cuales vestía los trajes de una
región española, a saber: Andalucía, Galicia, Valencia, Cataluña, Aragón,
Navarra, Provincias Vascongadas, Mallorca y Castilla. 393
En el grupo de Aragón figuraba la “rondalla” de Tauste, formada por 50
niños, que dirige el señor Pera.
El cuadro que producía aquella variedad de tipos de trajes era deslum-
brador.
Bailáronse boleros, zapateados, panaderos, la sardana ampurdanesa, la
jota aragonesa y valenciana, zortzicos, y otras danzas nacionales.
La función terminó con un gran desfile titulado “Homenaje a Francia”.
Fue una comitiva de 200 personas, llevando banderas francesas y espa-
ñolas entrelazadas. Rompían la marcha dos arrogantes matronas repre-
sentando a entrambas naciones.
El público todo rompió en bravos y palmadas ruidosísimas; lo que se
llama por aquí, en términos de bastidores, un alboroto.
Nos alegramos en ello sinceramente por artistas y empresarios, pero en
adelante no tendrá ya derecho la prensa española a quejarse de que la
francesa, al hablar de España hable exclusivamente de un país de guita-
rras, castañuelas, bailoteos, toros y “flamencos”.
(EL ESPAÑOL. 24 de julio. 1889)
José Luis Ortiz Nuevo

ESPAÑA EN PARÍS
Por noticias telegráficas de la capital de Francia sabíamos ya el efecto
extraordinario que había producido en aquel público la primera fiesta
española de orquestas, estudiantinas, rondallas y bailarinas.
La prensa parisién llegada ayer confirma estas noticias; el espectáculo
español ha entusiasmado a los franceses.
Véase cómo refiere LE FIGARO sus impresiones al salir del local donde
acababa de darse la representación:
El año pasado -dice- París estuvo entregado a Rusia; este año estamos
entregados a España.
Preciso es confesar que España nos lo paga generosamente.
No hay otro pueblo que desde la apertura de la Exposición se haya pro-
digado más entre nosotros y bajo más variadas formas.
Y en todas partes donde se muestra, o se dispone a mostrarse vestida
de fiesta, se la acoge con señales de simpatía y de regocijo: en el Campo
de Marte, por las obras maestras de su industria; en el Vaudeville, por
su genio lírico; en la calle Pergolese, por su espectáculo nacional por ex-
celencia, las corridas de toros; en el Circo de Invierno por la exposición
original y pintoresca de sus costumbres populares.
394 Dentro de tres meses los parisienses nos hallaremos mejor iniciados en
las intimidades de la vida española que si hiciéramos un largo viaje por
el otro lado de los Pirineos.
Y a esta iniciación contribuirá en gran parte el espectáculo cuya primera
representación nos dieron anoche por la vía de avant-garde en el Circo
de Invierno.
Hemos visto desde las ocho a las doce, cómodamente sentados en nues-
tras butacas, desfilar ante nuestros ojos y cantar a nuestro oído la música,
las danzas, los trajes, las tradiciones locales, los tipos más diversos de la
antigua y de la moderna Iberia.
Y en todo ello ni una nota discordante.
Aquello era España sin mezcla de falsedad.
En la música, por ejemplo, nada de concesiones a la escuela francesa, ni a
la italiana, ni mucho menos a la alemana.
Todo genuino, crudo; los aires, la letra y los instrumentos. Lo mismo deci-
mos de los artistas. Manuel Pérez, el Vianesi de la orquesta, es un maestro
en crudo con una batuta magistral. Los cien profesores reclutados entre
los notables de la orquesta del teatro Real de Madrid forman un conjunto
escogidísimo bastante a embelesar al “dilettante” más delicado.
Gente cruda es la que forma la estudiantina; 40 mozos jóvenes y guapos,
¿Se sabe algo?

vestidos como el héroe de Lasage, con el clásico traje negro -ropilla, y


capilla a lo Almaviva, cuello blanco de ancha vuelta- que ejecutan en la
guitarra y en la bandurria hermosas serenatas en honor de las muchachas
de su país.
Al frente de la estudiantina van ocho pandereteros. El jefe de estos pan-
dereteros... ese no es un hombre, es una culebra. Toca la pandereta con
los codos, con la nariz, con el cráneo, con las rodillas, con los pies. El ins-
trumento marea la vista con su agitación vertiginosa.
Después de los mozos vienen los niños: la Estudiantina infantil. Unos
chiquillos que rascan la guitarra con una maestría admirable y una cien-
cia tal del compás, que se diría que vinieron ya al mundo punteando los
bordones y los trastes.
Felicitamos a sus maestros los señores Pera y Novot.
Y ahora paso al cuerpo de baile. Lo ha ensayado y dirigido el señor Gue-
rrero, maestro coreográfico que fue del teatro Real de Madrid.
Cuando empieza la danza no sabe el espectador qué admirar más, si la
expresión apasionada de los movimientos o la gracia exquisita y la ele-
gancia voluptuosa.
Siguiendo un ritmo ora lento, ora rápido, en el cual revive el espíritu
soñador de los moros, las bailarinas se lanzan, se agrupan, se separan,
con sus vestidos de colores brillantes como los de una paleta en la cual se 395
armonizan los toques más acentuados sin perjudicarse entre sí.
Hermosas mujeres, de otros rasgos, ojos de almendra, cabello liso, relu-
ciente, negro como el ala del cuervo, entre el cual están prendidos la rosa
y el clavel carmesí que hacen el efecto de manchas de sangre.
¡Brava, Soledad Martínez!
¡Brava, Rosa Tejero!
¡Brava, Encarnación Guerra!
París, esta noche, os ha declarado etoiles.
Gracias a vosotras hemos comprendido esta noche la gracia, a la vez cas-
ta y lasciva del meneo.
Nos habían dicho, que la bailadora española bailaba, no por oficio, sino
por placer, y que se descubría en ella un no sé qué desconocido en las
francesas e italianas.
La prueba está hecha.
La ha presenciado esta noche un público entusiasmado.
LE FIGARO concluye su artículo chapurreando el español.
Escribe entre admiraciones el grito característico de la tierra:
-¡Olle! ¡Olle!
José Luis Ortiz Nuevo

Alguna bailarina que se entere le dirá una noche de estas:


-Calle usted, hombre. Se dice ¡Olé!
(EL CRONISTA. 25 de julio. 1889)

Seguramente los príncipes de Sarigreno tampoco sabrían jalear com’il faut,


pero sí demostraban su afición viniendo desde esos países extranjeros a escu-
char el cante que hacían los profesionales del Burrero:

Desde hace tres días se encuentran en Sevilla los príncipes de Sarigreno,


en compañía de sus hijos y del principe Pignatelli, procedentes de Cádiz,
desde donde vinieron a bordo de su yacth de recreo, que se encuentra
anclado en la banda de Triana, frente a la Torre del Oro.
Los ilustres personajes, acompañados de los señores de Anselmo y don
José R. de Rivas, hijos de nuestra convecina la condesa de Castilleja de
Guzmán, emparentada con aquellos, han visitado nuestros principales
monumentos, los cuales han producido en su ánimo grata impresión.
Anteanoche verificóse en los jardines de las Delicias una fiesta flamenca
organizada por la distinguida condesa de Castilleja de Guzmán en honor
de sus aristocráticos parientes. Tan pintorescos jardines, iluminados con
innumerables farolillos a la veneciana de variados colores, ofrecían un
396 aspecto encantador.
Después de servir una espléndida comida al aire libre, la gente del café
cantante denominado el Burrero lució sus habilidades bailando y can-
tando al estilo andaluz, al son de una guitarra tocada por un profesor de
tan clásico instrumento; y la sociedad de bandurrias llamada La Giralda,
ejecutó distintas piezas con suma perfección.
La fiesta, que fue de mucho agrado para los príncipes, duró hasta las
primeras horas de la madrugada. Revistió carácter familiar, puesto que a
ella no asistió más invitado que el capitán general señor Rodríguez Arias,
a más de las familias de Rodríguez Rivas y los extranjeros mencionados.
El yacht en que estos vienen es de caprichosa y elegante forma y de cons-
trucción hermosa. Por las tardes, después que sus propietarios salen a
paseo son muchas las personas aficionadas a construcciones navales que
acuden a visitarlo.
(EL ESPAÑOL. 10 de julio. 1889)

Hasta aquí el recorrido de repaso por alguna entre las huellas del hecho fla-
menco visto por los extranjeros durante los años de esta afanosa investigación
documental.

Y unos pensamientos, de propina:


¿Se sabe algo?

Uno: Los extranjeros no son bobos sino gentes atentas y preocupadas, más que
nosotros, por enterarse de la cosa. Y, además, buenos pagadores.

Dos: Los colegas de la prensa patria no comprenden ni se explican cómo perso-


nas ilustres adineradas y cultas pueden interesarse por semejante muestra de
bárbaras costumbres.

Tres: Tanto una como otra conclusión perduran todavía cien años después.
Pena de país, pena de todo.

397
José Luis Ortiz Nuevo

NOTAS

l. Indudablemente la cuestión indumentaria siempre tuvo, en estos casos,


especial cuidado y consideración:

Bailes de placer.- A más de los que habrá en el salón de Oriente en trajes


del país, siendo el primero esta noche, donde los numerosos y curiosos
forasteros podrán ver la gracia de la tierra, parece que en el real de la feria
se piensa establecer un local a propósito, para celebrar bailes de socie-
dad. Nos parece buen pensamiento, pues esas noches de bulla y agitación
brindan para todo.
(EL PORVENIR. 17 de abril. 1852)

2. En el extenso y elegante salón de Oriente..., continúan los sába-


dos dándose los ensayos públicos de bailes nacionales o de palillos
que tanto gustan a los del país como a los extranjeros que visitan esta
capital.
(EL PORVENIR. 22 de febrero. 1856)

3. Teatro de San Fernando.- Hallándose la empresa en el deber de de-


dicar una función extraordinaria a S.A. el Príncipe Carlos de Hohen-
398 zollem Sigmaringe que ha llegado a esta capital, y debiendo verificar
su partida el jueves 20, se ha dispuesto la ejecución de un espectácu-
lo variado que SS.AA.RR. honrarán con su asistencia.
Sinfonía de Guillermo Tell.- La comedia en un acto, El peluquero en el
baile.- El baile, La Gran Danza Valenciana.- La comedia en un acto, Alza
y baja.- El baile, La Perla de Andalucía.- Y el juguete cómico-lírico-baila-
ble, del género andaluz, titulado Los Boleros en Londres. A las ocho.
(EL PORVENIR. 19 de marzo. 1862)

4. A cuenta de las salidas profesionales que tanto envidiaban los gacetilleros


de la “tercera capital”; sean estas dos de muestra; una para la satisfacción,
y otra para la pena.

Desde el sábado próximo volverán a tener lugar, en los salones de Orien-


te, los bailes de palillos, suspendidos a causa de haber sido contratadas
para la corte de Lisboa las boleras que asistían, y que para dicho día se
hallarán de vuelta en esta ciudad.
(EL PORVENIR. 22 de julio. 1866)

***
¿Se sabe algo?

Un periódico extranjero da la lamentable noticia de que la primera baila-


rina española señorita Moreno, ha sido víctima en La Habana de un gra-
ve accidente. Estaba bailando el Jaleo de Jerez, cuando aproximándose a
las candilejas se le incendió el ligero traje que llevaba, viéndose envuelta
por las llamas en un momento. Aunque se acudió pronto en su socorro
no pudo impedirse que quedase terriblemente quemada, falleciendo al
día siguiente sufriendo los más atroces dolores.
(EL PORVENIR. 16 de noviembre. 1869)

5. Romería. Parece que mañana piensa ir a Torrijos en unión de nues-


tro amigo el señor don Manuel de la Barrera, el Sr. C. Higgins, chile-
no, para cuyo efecto se ha hecho un magnífico traje de majo.
(EL PORVENIR. 17 de octubre. 1863)

399
V. MALDICIÓN EN LA CUNA
CON ÉL LLEGÓ EL ESCÁNDALO
Debo decirte, mi querido Giannotto, que si, según puedo preciarme, supe
juzgar bien cuanto allí vi y oí, no existe en Roma un solo sacerdote de
buena conducta; al contrario, me ha parecido que la intemperancia, el
lujo, la avaricia y otros vicios aún peores, si peores los hay, han converti-
do Roma más en antesala del infierno que en centro del cristianismo. Di-
ríase que vuestro pastor, y en consecuencia, los demás que con él viven,
sólo tratan de destruirlo, cuando debieran ser su fundamento y sostén.
Ahora bien: como veo que, pese a todos sus esfuerzos, no acontece lo que
se proponen y vuestra religión se difunde sin cesar y florece más cada
día, deduzco que es la verdadera y la más divina de todas, y que, eviden-
temente la protege el Espíritu Santo. Por eso, así como me mostraba duro
y reacio a tus consejos de hacerme cristiano, ahora te digo que por nada
del mundo dejaría de hacerlo. Vamos al instante a la iglesia y hazme bau-
tizar según la costumbre de vuestra santa religión.
l 403
EL DECAMERÓN

Quizá extrañe al lector esta cita del libro de Bocaccio para dar entrada al capí-
tulo. Sin embargo su razón tiene:

Si el judío acepta la religión católica, señalada por la corrupción de Roma, ca-


vilando que si no la amparase el Dios verdadero, de ninguna manera podría
sobrevivir, engolfada con todos los pecados... así también podemos nosotros
ahora afirmar, en consideración a la belleza del arte flamenco, que de no ser
ésta grande y hermosa, difícilmente hubiera superado el aluvión de censuras
y graves condenas que casi desde siempre acompañaron sus pasos en la vida
del mundo.

Fortísima torrentera de críticas adversas, constantes exigencias de degüello,


permanentes llamadas a su desaparición, obra propia del maligno, maldito,
inequívoca seña de inmoralidad y de vicio... todos clamaron contra él, pobre
nuestro flamenco, hijo del suburbio y la taberna y el miedo y el vino y el aguar-
diente y la libertad y la alegría, hijo.
2
Tenían la culpa gritos que desvelaban a los durmientes , pero más aún que las
voces era del mal la carne, viva y en gozosos movimientos puesta: lúbricos,
José Luis Ortiz Nuevo

libidinosos, hondamente lascivos los movimientos. ¡Ay de la carne!

En cuanto al otro salón, sin nombre, que dirige el Sr. D. Manuel Barrera,
situado en la callejuela de Pasión, junto al anfiteatro, continúa sin mejora
alguna, tanto en el local como en el orden de los bailes, pues aquel sigue
en el mismo estado, y el orden se ha invertido la noche de uno de los sá-
bados anteriores escándalosamente, a consecuencia de unos ingleses que
quisieron propasarse con unas boleras.
(EL CORREO SEVILLANO. 11 de diciembre. 1851)

Incluso si es vieja, desvencijada y rota, la carne, no importa, pueden más el in-


citante meneo y las posturas; también el lenguaje, las palabras, que la sin hueso
no pierde lozanía con los años, antes bien de ellos se sirve para prevalecer en la
calenturienta y verde picardía. Pensaban: ¡a cualquier cosa le llaman arte!

Esta clase de artistas, si pretende aplausos, los quiere de blancas manos,


y prefiere un bravo dicho sotto voce, a los ruidosos alza, viva y ole de la
gente de cierta calaña. He aquí por qué prefieren la calle de las Sierpes,
la de Gallegos y otras así principales y concurridas para teatro de sus
danzas. ¿Habéis visto bailar la manduca, al negrito que anda por esas
calles de Dios, acompañado de dos ciegos? ¿Habéis visto a una gitana,
404 vieja, ciega y harapienta ejecutando los lindos pasos del Ole, del jaleo y
del zapateado sobre el desigual empedrado de las calles? Pues entonces
no os digo nada.
Paso en silencio la belleza ideal de ambos ejemplos: callo la moralidad
que encierran los gestos y movimientos de los susodichos; nada digo de
las palabras instructivas que el fuego del entusiasmo arranca a los es-
pectadores; nada de la amena distracción y del instructivo cuadro que se
pone a la vista de las mozuelas de doce años y de los chicos de ocho, nue-
ve y diez, que se despepitan al oír el chirrido del violín o el repiqueteo de
las castañuelas, fijos anuncios de que se hallan en la cátedra dispuestos
a empezar sus provechosas lecciones el negrito y la gitana. Si no habéis
tenido paciencia para verlos, pararse un rato y luego hablaremos.
(EL PORVENIR. 11 de junio. 1859)

Por aquel entonces se plantea contradicción fundamental entre el cante y la


sociedad: Los honrados vecinos necesitan dormir, para poder trabajar al día
siguiente, y no pueden hacerlo porque cantaores desalmados se lo impiden.
Además seguramente están borrachos, los cantaores.

De un lado los cumplidores de la ley, y en el otro los golfos. Y por si algo fal-
tara, lo que éstos hacen no tiene valor ninguno, sólo exagerado, desagradable,
impertinente griterío:
¿Se sabe algo?

Coro de ángeles.- Los vecinos de la plazuela de Villasís se quejan, ¡y no


se han de quejar! de que a altas horas de la noche, cuando se hallan en-
tregados al descanso tan necesario a todo bicho viviente, se alzan una y
muchas voces que cantan y que se las pelan y a grito herido con acom-
pañamiento de palmas, ¡oles! y ¡venga de ahí! capaces de despertar a un
muerto; pero con la particularidad que el tal cante dura hasta la madru-
gada, haciéndose oír de todo el barrio menos de los serenos. Como este
jaleo es más molesto que bonito, y como está en contravención con lo
mandado por las autoridades, esperamos que se le ponga coto, pues por
el sueño de los más vale la pena de que se ponga coto al escándalo de los
menos.
(EL PORVENIR. 19 de junio. 1860)

***

Julio César.- Personas muy respetables, que viven en la calle de Tundido-


res, se han acercado a nuestra redacción quejándose de la mala vecindad
que les ofrece un café, llamado de Julio César, que permanece de día
cerrado, y que al llegar la noche se abre para dar cabida a unos cuantos
parroquianos, que empiezan por armar un tango de guitarrilla, y su corres-
pondiente canto, sazonado con disputas, palabras soeces, y dicterios que
405
la decencia impide repetir. En vano, dicen los vecinos, han recurrido al
sereno, pidiéndole su intervención para que los dejasen dormir, puesto
que el festejo dura toda la noche. El sereno no ha creído oportuno mo-
lestar al augusto nieto de los Césares, y Julio César sigue siendo testigo
de cada trueno, que se hunde la calle. En su consecuencia ruegan los
vecinos, por nuestra intercesión y méritos, que se adopten disposiciones
bastantes a garantizarles el sueño, al cual tanto derecho tenemos los que
ganamos el pan nuestro de cada día.
(LA ANDALUCÍA. 29 de junio. 1860)

***
Casino filarmónico.- Se han personado en nuestra redacción varios sus-
criptores, vecinos de la plazuela de Villasís, a rogarnos que demos las
gracias en su nombre a los socios y dueños de cierta taberna que existe en
ella, por los amenísimos ratos que les proporcionan, desde las siete de la
mañana hasta las diez de la noche los cantaores, que con su cante, playe-
ras y demás trozos de música escogida, turban el sosiego de la vecindad.
Dicen los interesados, y nosotros con ellos, que si bien lo poco agrada lo
mucho enfada, y que como es mucho y muy mucho el ruido que en el tal
casino filarmónico se hace, bueno fuera que la autoridad hiciera entender
José Luis Ortiz Nuevo

a aquella reunión como el vecindario es acreedor que se respete su sosie-


go y comodidad.
(EL PORVENIR. 26 de enero. 1861)

***

A otra parte con la música.- Los vecinos de la plaza de Villasís, han visto
con imponderable satisfacción transformarse una célebre taberna, espe-
cie de Olimpo de cantaores que existía esquina a las callejuelas de Pa-
sión, en un pacífico almacén de muebles usados. De hoy en adelante,
los citados vecinos podrán dormir a pierna suelta sin temor de que los
despierten con sobresalto, y que los tenga en perpetua vigilia, esa plaga
de cantaores a lo gitano que habían escogido la tal taberna para teatro de
sus glorias artísticas.
(EL PORVENIR. 4 de agosto. 1861)

***

Nos equivocamos.- En uno de nuestros números anteriores nos congra-


tulábamos por los vecinos de la plazuela de Villasís de que hubiese des-
aparecido de la esquina de las callejuelas de Pasión una célebre taberna,
406 punto de reunión de todos los artistas vocales gitanescos de Sevilla; em-
pero nuestra congratulación no se ha extendido más allá del espesor de
un tabique; pues parece que la susodicha no ha desaparecido de aquel
afortunado sitio, sino que se ha trasladado a la casa inmediata, con lo
cual están los vecinos que bailan de contentos, esperando nuevos con-
ciertos diurnos, y nuevas serenatas nocturnas.
(EL PORVENIR. 7 de agosto. 1861)

Dos son las cuestiones que en este caso se examinan: La conveniencia o no del
ejercicio de los cantos en el sitio y hora dichos, y su calidad de trabajo artístico.
Sobre lo primero, uno es firme partidario de esa ley social, pensamiento políti-
co, por el que se establece que la libertad de cada uno termina donde empieza la
libertad de los demás. Es en el asunto de la cualidad donde se siente la pena:

¿Cómo es que de manera tan tajante, autoritaria y peyorativa, despreciasen


una música ejemplar, distinta, única? Sin duda porque no la conocían. Su arro-
gancia ¿ilustrada?, por completo invalidaba el juicio de los defensores de la ley
y el orden, que antes de interrogarse si algo de bueno había en aquellos artistas
vocales gitanescos, emitían su veredicto de condena, y, a los mismos infiernos,
o de nuevo a galeras, si pudiesen, enviaban sin pensarlo dos veces a tan per-
versos cantantes.
¿Se sabe algo?

Y aún otra historia debe plantearse: Si en el ámbito de lo profesional por estos


años el cante todavía no es en plenitud autónomo y sirve más que nada como
soporte musical, preciso al baile, en el punto tabernario sí es la estrella, el cen-
tro, motivo para reunión de quienes se apasionan por esas playeras y demás
trozos de música escogida. Y una segúnda observancia: Es en el comienzo de
los sesenta cuando sale a la luz el fenómeno que se condena, no antes, y en el
umbral del tiempo en el que va a reconocérsele como flamenco.

En el 64 la revista satírica EL TÍO CLARÍN todavía no lo llamó así, pero igual-


mente reincidía en la condena, y, por su propia naturaleza, con un poquito de
burla y pitorreo:

En Inglaterra acaba de sancionarse una nueva ley sobre músicos ambu-


lantes, autorizando a todo ciudadano pacífico a hacerles callar, cuando
los considere incómodos.
¡Qué retrógrados son los ingleses! ¡Qué vengan aquí y aprenderán a ser
libres!
¡Bueno sería que cuatro o cinco individuos no pudiesen gritar y alborotar
cuando así les plazca, y que media docena de borrachos se vieran priva-
dos del placer de reunirse en una taberna, y atronar con sus polos, solea-
res, seguirillas, etc. etc. molestando al vecindario, no dejando descansar
a los enfermos, ni sosegar a los que tienen su cabeza padecida! 407
Está visto que los ingleses no sirven para descalzarnos el zapato en punto
a libertad; en cuanto a política y buen orden, no hay que hablar, aquella
gente se mete en todo, cree que nada se debe permitir que incomode al
público por satisfacer el vicio de cuatro profesores de jaleo.
Pero vaya Vd. a contar las majaderías de esta clase que tienen los ingle-
ses, en esta tierra de María Santísima donde todos somos libres, a Dios
3
gracias, y donde impera el buen orden y, sobre todo, el buen sentido .
(29 de agosto. 1864. n° 35)

Tras esta andanada cachondo-europeista de EL TÍO CLARÍN, tendrá que ser


ya en la década siguiente, al consolidarse la nueva terminología, cuando por
mor del cante y sus escandaleras salga a relucir la palabra talismán: flamenco.
Y lo hace en una gacetilla que directamente acude a la madre del cordero y se
llama:

ESCÁNDALO.- De marca mayor ocurrió uno antes de ayer tarde en la


calle de Santa María de Gracia. Parece que a invitación de un amante del
canto flamenco, una gitana estuvo cantando durante toda la mañana, en
la tienda de bebidas de la citada calle. A las cinco de la tarde quedó el
aficionado satisfecho de música, y quiso despedir a la gitana dándole las
José Luis Ortiz Nuevo

gracias. Esta gritó y otras cosas más y la acompañaron a formar el terceto


dos de sus parientes. Llegó el asunto a tomar ciertas proporciones resul-
tando herido uno de los filarmónicos. La oportuna intervención de los
dependientes de la autoridad evitó males mayores.
(EL PORVENIR. 28 de abril. 1871)

Se habrán dado cuenta ustedes cómo, de ninguna manera, se condena ni se


afea la conducta del señorito, que si demostraba afición a lo flamenco ésta no
se correspondía ni con su bolsillo ni con su vergüenza. Pero eso no importó en
demasía, vamos nada, al cronista, únicamente interesado en el embrollo de la
bronca y la oportuna intervenci6n de los agentes de la autoridad. Sensaciona-
lismo siempre hubo, ya lo saben.

Y, para qué negarlo, también había excesos:

Mal hecho.- Algunas noches hemos visto ocupados algunos carruajes de


los que hacen carrera desde Triana a la Alameda, por hombres y mujeres
que se jalean cantando y tocando las palmas.
Primero los conductores y luego los dependientes de la autoridad, deben
impedir estos excesos porque los carruajes por asiento no pertenecen a
uno o dos o cuatro de los que lo ocupan, sino a todos y tienen el derecho
408 de exigir quietud y decencia.
Si no se hace así, pronto experimentará la empresa sus consecuencias.
(EL PORVENIR. 31 de enero. 1875)

Válgame un Divé por el exceso. Dichosos entonces que podían de manera tan
alegre jalearse desde Triana a la Alameda. ¿Qué escribiría hoy el gacetillero si
viajara en un autobús ruidoso de silencio? Alomejor le agradaba.

Hemos oído quejarse a varios vecinos de la calle de la Cañaverería de los


escándalos que producen por la noche, los moradores de algunas casas
de la calle de Montalbán; y desearíamos que los dependientes de la auto-
ridad pusieran coto a estos desmanes, que cada día son mayores, según
nos aseguran.
4
Parece que las discípulas de Mesalina ; no contentas con ofrecer a los
ojos del vecindario escenas repugnantes y de ofender los oídos, con in-
decorosas frases, esperan sin duda a que la noche tienda su manto, para
improvisar fiestas, acompañadas del correspondiente ruido de palmas y
demás algazara de estas funciones, robando el reposo y la tranquilidad al
vecindario de aquellos contornos.
(LA ANDALUCÍA. 11 de noviembre. 1875)
¿Se sabe algo?

Anteanoche se promovió un fuerte escándalo en el Café de Silverio, por-


que uno de sus parroquianos se negó a satisfacer 30 reales que había
5
hecho de gasto. El alborotador fue conducido a la casilla .
(LA ANDALUCÍA. 10 de noviembre. 1877)

Ver l’ahí la primer vez que los papeles se ocupan del primitivo café del señor
Silverio, establecido en la Campana, donde estuviera la famosa Academia-Sa-
lón de Bailes “El Recreo”; para registrar la bronca de un tacaño. ¿Acaso no
había cantes, bailes o toques que comentar? ¿Sólo las disputas? ¡País!.

El morbo ha sido desde antiguo argumento predilecto y enganche necesario


para vender más periódicos. Los sucesos, la moral y los excesos:

Anteanoche ocurrió un escándalo en el Salón Filarmónico establecido en


la calle Amor de Dios, teniendo que intervenir el sereno, porque, según
parece, uno de los concurrentes tuvo la ocurrencia de tirar los vasos al
aire.
Y ya que de este café nos ocupamos, sería muy acertado que los depen-
dientes de la autoridad local no permitiesen que el ruido y la música
durara después de las doce de la noche, a cuya hora el vecindario tiene
necesidad de entregarse al descanso.
409
(LA ANDALUCÍA. 18 de septiembre. 1878)

Al día siguiente, EL PORVENIR, después de copiar enteramente lo dicho por


su colega, añade:

Nosotros hemos recibido cartas de personas muy respetables lamentán-


dose amargamente de que los vecinos más próximos al citado salón no
pueden descansar hasta la una o una y media de la madrugada en que
cesa el baile, el palmotear, los porrazos de bastones y los gritos de los
concurrentes al baile.
Y no es justo que esto tenga lugar con perjuicio de terceros, esperamos de
la autoridad que tomará las oportunas medidas para evitarlo.
Una cosa es divertirse y otra molestar a los demás.

***

Escándaloso.- Los agentes de orden público tuvieron que conducir a la


casilla a un hombre que en la madrugada de ayer intentaba alterar el
orden en el Salón Filarmónico.
(EL PORVENIR. 24 de enero. 1879)
José Luis Ortiz Nuevo

Y para colmo, lo que más duele, el menosprecio y la burla. O la ignorancia ejer-


ciendo de reina madre:

A los ruegos de varios aficionados al divino arte, nuestro compatriota el


célebre violinista D. Fernando Palatín dio una velada artística en el teatro
Cervantes el sábado 5 del corriente, a la que tuvimos el honor de asistir.
Mucho nos extrañó ver que no estaba tan concurrida como era de esperar
al tratarse de un artista tan notable, y al mismo tiempo de un compa-
triota nuestro; en cambio, el Salón Filarmónico-flamenco estaba de bote
en bote... Ya se conoce que son muy pocos los aficionados a la música
clásica, y muchos los adoradores del arte de Silverio y la Parrala... y no
es extraño que muy pronto abra sus puertas un conservatorio donde se
aprendan la tauromaquia, el cancán, el canto flamenco y los palillos, que
hará la competencia a los de Milán y Bruselas.
6
(EL ALABARDERO . nº 25. 12 de julio. 1879)

***

Empiezan a publicarse listas de compañías para la próxima temporada


teatral de la Corte, y por aquí no sabemos una palabra de nuestros pobres
Coliseos.
410 El Duque sigue interino, Cervantes al fresco y San Fernando mudo, como
los restos que se conservan en la real capilla.
¡Buen invierno se presenta!:

¡Ay! tan sólo el Filarmónico,


Con sus rechonchas flamencas,
Representará a las artes
En pañolillo y en piernas.
(EL ALABARDERO. nº 94.20 de agosto. 1880)

***

TEATROS
Mientras los periódicos de la Corte nos anuncian diariamente la apertura
de nuevos teatros, la presentación de compañías de todos los gustos y gé-
neros, y el estreno de producciones dramáticas, en Sevilla estamos, como
decirse suele, a la luna de Valencia, y en cuanto se refiere al arte escénico,
un punto menos que el más olvidado villorrio.
Se presupone la continuación de la compañía de zarzuela en el coliseo-
barraca de D. Ramón; se cuenta como segura la venida a Cervantes del
¿Se sabe algo?

Sr. Albarrán y demás compañeros mártires, y hay la evidencia de que


Silverio abrirá sus acreditados salones para solaz y pasatiempo de gente
alegre y castiza, que se relame de gusto oyendo seguirillas, polos y jugue-
tillos. En cuanto a obras nuevas y lucubraciones literarias, superfluo es
advertir que no tenemos para qué ocuparnos de ellas, supuesto que la
musa de los vates sevillanos hace ya mucho tiempo que anda mal entre-
tenida o descuidada.
(EL ALABARDERO. n° 100. 18 de septiembre. 1880)

En cualquier caso la ofensiva aún no ha comenzado. Hasta ahora más que nada
ha prevalecido la voluntad de ridiculizar, herir pero no matar. Se empleó el
sarcasmo y la ironía pero no el látigo. Y fueron además censuras muy espa-
ciadas en el tiempo. Quizá porque minusvalorasen tanto al “enemigo” que lo
creyeran débil y enfermizo, mortecino de natura, y no precisaran emplearse a
fondo para aniquilar la hidra de las siete cabezas pecadoras.

La guerra iba a empezar de veras en los ochenta, y, para reclutar anti-flamen-


cos, lo primero era convencer al personal que cante y jaleo, escándalo, sangre,
peleas, navajazos... iban siempre de la mano juntos, no sólo en Sevilla; pues en
la mediterránea Málaga, o en la misma Villa y Corte lo propio sucedía:

Escándalo en Málaga: Los periódicos de Málaga que recibimos ayer, true- 411
nan contra los escándalos que han ocurrido durante la misa del gallo en
varios templos de aquella ciudad.
Hombres completamente ebrios, ocupaban la Iglesia de San Juan, can-
tando a media voz las Peteneras y Merengazos lo cual dio lugar a varios
alborotos que pudieron ser dominados con más o menos trabajo.
(LA ANDALUCÍA. 30 de diciembre. 1880)

***

ECOS DE MADRID
Una gran desdicha turbó en la noche del domingo la alegría que reinaba
en la verbena de San Antonio.
Desde el anochecer había en los alrededores de la ermita del Santo una
gran animación. Cielo despejado, luna clara, atmósfera embalsamada
con el perfume de los claveles y las azucenas, las graciosas mujeres de los
barrios bajos se codeaban con las elegantes señoritas de los pisos altos de
las casas de Madrid, aquí se oía el chisporroteo de los buñuelos al freírse,
allí la marcha de bandurrias y guitarras, al piropo galante seguía la ruda
queja del que había recibido un pisotón.
José Luis Ortiz Nuevo

A cosa de las dos paseaban tres jóvenes hijos de familias acomodadas, y


para expresar su alegría iban entonando las peteneras.
De pronto uno de ellos, el que iba en medio, lanza un grito, después otro,
y cae en tierra. Acababa de recibir dos puñaladas, mortales de necesidad,
y el agresor, aprovechando la confusión, desapareció, no sin que pudie-
ran algunos notar que por su traje al menos pertenecía a la clase de los
llamados chulos de Madrid.
Desde aquel instante todo varió de aspecto en la verbena. La luna ilumi-
naba un doloroso cuadro.
Momentos antes la juventud en todo su apogeo cantaba alegre: un ¡ay! al
7
final de una petenera había herido como el rayo aquella hermosa maña-
na de la vida para convertirla en triste y eterna noche.
Considere el lector el dolor de unos padres a quienes dicen que su hijo,
un hijo de 23 años, acaba de ser asesinado.
Se ha referido que el atentado ha sido una venganza por celos.
Hasta ahora es un misterio.
El muerto se ha llevado el secreto al otro mundo; el matador no podrá
olvidarlo porque se lo recordará a cada instante su conciencia.
(EL PORVENIR. 20 de junio. 1880)
412
***

El cante flamenco, que priva... iba a decir cada día más y no es así; que
priva cada noche más, excitó una de las pasadas los ánimos de los concu-
rrentes a un café que hay en la plaza de Matute.
Nadie sabe explicar cómo comenzó la función. Hay quien pretende que
un parroquiano muy aficionado a animales, entró con una zorra domes-
ticada; que una señora que había sentada en una mesa próxima se asustó;
que un caballero que la acompañaba se trabó de palabras con el intruso;
que unos tomaron el partido de éste y otros el de aquel; en fin, lo que mo-
tivó la pelea no se sabe a punto fijo, lo que sí se sabe es que comenzaron a
moverse las manos, después las copas y botellas, luego las sillas y bancos
y por último salieron a relucir las navajas.
Las mujeres gritaban, algunos hombres pedían socorro, los mozos te-
merosos de que se fueran muchos sin pagar cerraron las puertas; en fin
el Rosario de la Aurora y el Campo de Agramante, tuvieron un digno
émulo en el café de Matute. Hubo desmayos, contusiones, heridas, y los
guardias de orden público tuvieron que disparar al aire para asustar a
aquellos locos.
-¡Petardos! ¡Petardos! gritaron algunos transeúntes apretando a correr.
¿Se sabe algo?

Por fin los promovedores del escándalo fueron presos, y como después
de la tempestad luce el sol, volvieron los cantaores y bailaores a cantar y
a bailar.
¡De buten! como dicen para elogiarlos, ¡Chachipé! como se decía antes.
8
(EL PORVENIR . 11 de julio. 1881)

Una vez conocido como era el paño flamenco-escándaloso por el Foro, a lo


primero de los ochenta del siglo XIX, volvamos a Serva, que por entonces aún
continuaba siendo la tercera capital de España, y, de la mano de sus periódi-
cos diarios, comprobemos el rosario de maldades que por culpa del flamenco
sucedían:

1883

Un vecino de Alcalá, en el Café Cantante de la calle del Rosario, armó un


fuerte escándalo, siendo expulsado por los agentes de la autoridad que le
intervinieron una pistola con algunas cápsulas.
(LA ENCICLOPEDIA. 16 de enero)

***

En la puerta del Café Cantante de la calle del Rosario, y entre dos y tres 413
de la madrugada, gritaba desesperadamente un individuo porque, se-
gún decía, acababan de robarle un reloj de plata y una cadena del mismo
metal. Cuando acudieron los agentes de la Autoridad se hallaron al albo-
rotador armado de un estoque acometiendo a cuantas personas por allí
transitaban; desarmado y reconocido se le encontró la alhaja que suponía
le habían robado por lo que fue detenido en la casilla.
(EL POSIBILISTA. 17 de enero)

***

Leemos en EL UNIVERSAL:
“Sr. Alcalde, nadie duda de que V. dispone de medios para averiguar
hechos o actos realizados por sus dependientes que merezcan ser pre-
miados o castigados.
Pues bien, esto sentado, tenga V. la bondad de llamar a su despacho al
Comandante de la guardia municipal, serenos que dan la voz en la calle
de Tetuán, y guarda de la misma, y presentes todos, hágales V. que digan
con toda claridad en que “estado” se encontraban la brigada de serenos
y el cabo González en la noche del diez y seis a diez y siete del corriente.
José Luis Ortiz Nuevo

Pregunte V. a estos funcionarios que hacían en la citada noche en el Café


de Silverio, y, después de lo demás que estime conveniente, acabe V. de
resolver un acto que la opinión pública reclama.”
(EL POSIBILISTA. 20 de enero)

***

Noches pasadas se extravió una capa en el Café de Silverio que había de-
jado su dueño en la silla que ocupaba, mientras iba a hablar con un amigo
que se encontraba en una mesa inmediata.
(LA ENCICLOPEDIA. 21 de febrero)

***

Se asegura entre el público que varios establecimientos, cuyo aliciente


principal es el cante y baile flamencos, dedican las horas de la noche al-
gunos concurrentes a los mismos e inocentes pasatiempos que dan por
resultado el cambio de monedas de unos bolsillos a otros.
¿Es esto extraño, señora policía?
Juzgamos que por de pronto debe averiguarse, para en su vista, disponer
414 lo más oportuno.
(LA IZQUIERDA LIBERAL. 9 de marzo)

***

Un camarero de Silverio fue apaleado en el Salvador por un desconocido.


(EL POSIBILISTA. 10 de marzo)

***

En la casa de socorro de Triana se presentó un vecino de Coria con dos


heridas una en el pecho y otra en la espalda, que se las causó, según dijo
el ofendido, un sujeto conocido por “Naranjito el cantador”. Después de
curado fue conducido al hospital.
La ocurrencia tuvo lugar en una taberna de la calle Reyes Católicos.
(EL POSIBILISTA. 14 de marzo)

Al día siguiente es detenido Naranjito el cantador.

Una cantaora del Café de Silverio fue acometida, cuchillo en mano, por
un dilettanti, que tuvo la desdicha de no conseguir el intento que llevaba
¿Se sabe algo?

de darle una bonita puñalada, y de ser conducido por la policía a un al-


bergue cómodo y seguro.
(LA IZQUIERDA LIBERAL. 9 de mayo)

***

Al hotel del Pópulo fue llevado un alborotador que promovió gran es-
cándalo en el Café de Silverio.
(LA IZQUIERDA LIBERAL. 23 de octubre)

***
Ha sido detenido y conducido a la casilla de la Alhóndiga, donde quedó
a disposición del señor Gobernador Civil de la provincia, un individuo
que hallándose completamente embriagado promovió un escándalo ma-
yúsculo en la puerta del Café cantante del Burrero. A dicho individuo
le fue ocupada, por los agentes de la autoridad, una navaja de colosales
dimensiones.
(EL PROGRESO. 6 de noviembre)

***
415
En la madrugada del sábado fue conducido a la casilla un individuo que
en el teatro del Centro dio a otro un fuerte golpe en la boca, destrozán-
dole la dentadura.
(LA IZQUIERDA LIBERAL. 18 de diciembre)

***

Antes de anoche fue conducido a la cárcel el sujeto que hallándose en


completo estado de embriaguez, promovió un escándalo mayúsculo en
el Café de Silverio, insultando a los agentes de la autoridad que intervi-
nieron en la cuestión. Al promovedor del citado alboroto le fue ocupada
una navaja de gran tamaño.
(EL PROGRESO. 21 de diciembre)

Por un año no está mal el parte, doce noticias, a una por mes, referidas a escán-
dalos. Unanimidad en la prensa de todos los colores: desde los posibilistas de
don Pedro Rodríguez de la Borbolla a los defensores de LA IZQUIERDA LIBE-
RAL, parecen interesados en airear sucesos, peleas, juegos prohibidos, navaja-
zos y sangre, que se originan, según se desprende de las informaciones dadas,
por la propia naturaleza viciosa de los Cafés Cantantes.
José Luis Ortiz Nuevo

Ahora no sucede como antaño, cuando los periódicos celebraban los saraos
sabatinos en los salones de bailes del país, o incitaban decididamente a los pro-
pietarios a que abriesen o transformaran sus locales en Cafés Cantantes, para
alegrar las tristes, largas, oscuras y aburridas noches del invierno.

La pena, otra vez la pena, comprobar que en aquel tiempo mismo se publica-
ban documentadísimas críticas de las funciones de ópera y zarzuela y de teatro
y también de toros; pero apenas nada, pero nada, serio de flamenco, únicamen-
9
te lo que olía sangre y cuerpos en delito .

Con el agravante añadido de que, como es de suponer, no sólo en los Cafés


Cantantes se cometían delitos, y de efectuarse entonces una estadística riguro-
sa de los hechos punibles por la ley, se comprobaría como eran infinitamente
10
más los acaecidos en otros lugares .

Sin ir más lejos que unos meses después, veamos, a este particular, cómo en los
cafés donde no había flamenco, ni palmas, ni aguardiente, ni mujeres... tam-
bién se cometían hechos delictivos mientras se tomaba el café... con tiros:

CAFE CON TIROS


El jueves último dos caballeros de blusa y gorra, armaron -que diría
416 Puñonrostro- en los billares del Café Suizo, una discusión digna de tales.
Los oradores estuvieron tan comedidos en sus discursos como suelen
estarlo en el Parlamento los mestizos y los húsares.
Apenas si repitieron tres o cuatro veces las palabras mamarracho, tipo, etc.
Pero llegó la hora de las rectificaciones, y uno de los discutidores, querien-
do dar más fuerza a sus argumentos, sacó una pistola de dos cañones.
Al verlo armado varios concurrentes, muy ocurrentes, exclamaron mi-
rando a la víctima:
Lo tritura, lo tritura.
Tanto más cuanto que ya en la polémica habían mediado razones como
puños.
Sonó una detonación y a poco otra; es decir, dos detonaciones. Y como
consecuencia dos balas abandonando su estrecha y oscura cárcel, busca-
ron nuevo alojamiento; la una en la pared del establecimiento; y la otra
en el mismísimo cráneo de hueso de la cabeza -como decía un mozo del
billar- del individuo a quien iba dirigida.
El ofendido algo emocionado dijo ¡Ay! con extrañeza, pero lo dijo y se
llevó ambas manos, porque no tenía más, a la parte lesionada.
En cuanto al agresor,
¿Se sabe algo?

“Caló el chapeo, y con acción pesada miró de frente, y fuese y no hubo


nada”.
Porque como habrán ustedes comprendido, los agentes de la autoridad
llegaron inmediatamente después de... transcurrida media hora del he-
cho.
Afortunadamente el señor Juez del distrito llegó a tiempo, y curado el
herido, la lesión no ofreció gravedad.
Aunque no hay que fiarse, porque el gobierno tampoco ofrece los palos y
sin embargo los da, que es un disgusto para los que los recibimos.
Y por cierto que comentando un amigo mío (curda por más señas) la fre-
cuencia con que se repiten en los cafés de Sevilla hechos análogos al que
acabo de referir, decía: Las personas decentes, está ya demostrado, sólo
se deben reunir en las tabernas; en los cafés no hay tranquilidad: a lo me-
jor se oye decir al individuo que se tiene más cerca: ¡Ha sonado un tiro! y
se queda tan fresco como si hubiera dicho: Me voy a sonar las narices.
Y es que ya nos hemos acostumbrado a oír tiritos en los cafés y nos pare-
ce la cosa más natural del mundo.
La verdad es que los accidentes de esta clase se repiten con demasiada
frecuencia.
Dígalo sino aquel pobre guardia civil al cual le dieron, en los altos del
417
café Universal, envuelta en una bala, la licencia absoluta con pase para el
otro mundo.
Que lo diga el desgraciado Senra, que también se encontró con otra bala
en el Suizo, tomando café.
¡Qué lo iga! (como diría Manazas).
Y como a juzgar por las trazas ya se ha hecho cosa corriente en los cafés
pegar tiritos, un amigo nuestro decía, los otros días con verdadera gra-
cia:
- Desde hoy se dirá a los amigos cuando se encuentren en la calle: ¿quie-
res café con tiros, o quieres jugar una partida de billar? Te doy partida,
cuatro carambolas y dos pistoletazos.
Como con estas desventajas nadie querrá jugar, ni tomar café, es seguro
que las personas decentes tendremos que decidirnos por las medias co-
pas, las cañas de Sanlúcar, el mus y el rentoy; es decir, viviremos en las
tabernas.
Lo que debe ser se impone.
Por algo progresamos.
Y que digan después que España es un país culto y de tabernas.
VIDRIERA. (EL PROGRESO. 4 de julio. 1884)
José Luis Ortiz Nuevo

Presentada la prueba pericial de que no sólo en los cantantes habitaban los ma-
los instintos y las acciones pecaminosas, volvamos a la exposición cronológica
de los hechos malignos acaecidos por mor del cante en el año 1884:

A las nueve de la noche de ayer se presentó un sujeto en el café Silverio,


armado de descomunal navaja e insultando al público que tranquilo es-
cuchaba los alegres cantares de nuestra clásica tierra. Este matón en prin-
cipio fue detenido por los agentes de la autoridad, volviendo la calma a
aquella amena reunión.
(LA LIBERTAD. 8 de abril)

***

En uno de los cafés cantantes de esta ciudad fue capturado, en la noche


del jueves, uno de los individuos que efectuaron el robo consistente en
seis mil duros, llevado a cabo, hace aproximadamente un año, en la calle
11
de San Luis .
(LA IZQUIERDA LIBERAL. 27 de abril)

***
418
Fue conducido a la cárcel un sujeto, que en el mayor grado de embria-
guez, promovió un fuerte escándalo en el café de Silverio.
(LA LIBERTAD. 6 de mayo)

***

Una persona que nos merece entero crédito dice que presenció en la no-
che del jueves al viernes en el café cantante de la calle del Rosario, titula-
do Silverio, una escena propia de cafres.
Por una pequeña cuestión, promovida entre varios concurrentes al citado
local, se creyeron en el deber de intervenir el dueño, algunos concurren-
tes y camareros, dando tantos golpes a uno de los citados contendientes
que cayó este al suelo sin sentido, resultando con muchas contusiones.
Los serenos que al escándalo acudieron, no creyéndose menos que los
demás a pesar de hallarse aquel infeliz en tal mal estado y tendido en el
suelo, también la emprendieron con él a chuzazo limpio.
Gracias a que una persona bastante conocida en esta Ciudad intervino y
contuvo a aquellos señores, pudo salir con vida el desgraciado agredido.
¿Se sabe algo?

No es la primera vez que ocurren en este célebre salón de cante escenas


tan repugnantes como las que referimos.
Es indispensable, ya que no es posible hacer desaparecer del centro de
la población tan escándaloso café, al menos que sea vigilado con más
cuidado y haya menos condescendencia por parte de los agentes de la
12
autoridad .
(LA IZQUIERDA LIBERAL. 6 de mayo)

***

Continúan los escándalos en los Cafés Cantantes, y por la autoridad no


se pone remedio alguno.
¿En qué país vivimos?
(LA LIBERTAD. 7 de mayo)

***

Un concurrente al Salón Filarmónico, perdió su cadena y un medallón


de oro.
(LA LIBERTAD. 11 de mayo)
419
***

Los vecinos de la calle del Amor de Dios se quejan, y con razón sobrada,
de las molestias que les ocasiona el Café Cantante establecido en el anti-
guo Salón Filarmónico.
El baile, el cante, los gritos, la algarabía, el pataleo y el escándalo duran
hasta altas horas de la noche, y no dejan descansar tranquilos a los que
tienen la desgracia de vivir cerca de dicho Salón cantante.
Esto es lo que sale al exterior. En cuanto a las escenas que tienen lugar
dentro del Salón hay que poner punto, porque la moralidad no permite
que se relaten escenas que ofenderían los sentidos más embotados y los
espíritus más indiferentes en punto a moral.
El señor Leguina debiera tomar cartas en este asunto y poner coto a tanto
escándalo.
13
(LA IZQUIERDA LIBERAL . 15 de mayo)

***

Muy a menudo se presentan en nuestra redacción personas que tienen el


feo vicio de trabajar diez o doce horas al día y que tienen la exigencia de
José Luis Ortiz Nuevo

querer dormir por las noches, y que no pueden efectuarlo, porque otras
más ricas, más felices, se pasan las noches “cañeando, cantándose y bai-
lándose” al son de palmas y guitarras.
No hay nada más hermoso que hacer cada cual lo que le acomode; pero
esto sin perjuicio de los demás, que nada tienen que ver con las aficiones
y gustos del prójimo.
Vecinos cercanos a una tienda de bebida y comida, cuyos productos son
de primera, y por lo mismo muy buscados por “la afición” se lamentan de
que muchas noches se las pasan en claro. Los bebedores lanzan al viento
sus soleares, seguidillas, jaleos y peteneras, y el pobre vecino, despierto
con este ruido, da vueltas en la cama, se incorpora y acaba por levantarse,
y sentado en una silla y fumando cigarrillos ve la salida del dios Febo que
lo llama para que tome la puerta y se vaya a trabajar.
El cuadro, de pura sangre sevillana, es alegre por el anverso, pero no por
el reverso que presenta con vivos colores la suerte reservada a los “infe-
lices” que trabajan y se afanan por ganar su sustento con el sudor de sus
frentes, pero a condición de dormir.
Que esto no tiene remedio, al menos por ahora, lo tenemos bien sabido;
pero es menester ser muy cruel para negar a un suscriptor el hacer pre-
sente a la autoridad sus justas quejas.
l4
420 Cumplimos como buenos y esperamos como malos .
(EL PORVENIR. 24 de mayo)

***
Dicen algunos colegas locales que existe el proyecto de establecer un café
teatro en las inmediaciones del puente de Triana durante la temporada
de verano.
La comisión municipal de Obras Públicas ha dictaminado favorablemen-
l5
te el proyecto .
(EL PROGRESO. 7 de junio)

***

Sesión presidida por el Sr. Hoyos el viernes último (6 de junio)... Dada


la lectura de otro dictamen de la repetida comisión de Obras Públicas
sobre el establecimiento de un café cantante a la derecha del puente, y
pronunciadas algunas palabras en contra del mismo, que nadie defendió
ni aun los concejales que lo habían suscrito, fue desechado, acordándose
que pasara otra vez a la comisión respectiva el conocimiento del asunto.
(EL PROGRESO. 8 de junio)
¿Se sabe algo?

Y si a ustedes les parece oportuno vayamos al libro municipal de sesiones para


verificar cuales fueron las palabras entonces pronunciadas:

Dada cuenta de un dictamen de la misma Comisión de Obras Públicas


acerca de las solicitudes de D. Juan Monda y D. Manuel Ojeda, pidiendo
el primero permiso para establecer un Café-nevería durante la próxima
temporada de verano en el terreno situado a la izquierda de la entrada
del Puente de Triana, y el segundo para instalar un Café-Teatro de can-
tares andaluces y bailes nacionales en el expresado sitio, pidió la palabra
el Señor Quintano y usando de ella, interesó al Cabildo se sirviera des-
estimar el dictamen, acordando pasara de nuevo a la Comisión para que
informase en orden a la solicitud de D. Juan Monda. En apoyo de esta
pretensión expuso que la razón fundamental del dictamen que impugna-
ba, consistía que con el establecimiento del Señor Monda, se lastimaban
los derechos de los otros que se hallaban situados muy cerca del mismo
y que en la Estación de verano despachaban refrescos y helados; y no
era justo que cuando podían obtener alguna ventaja viniera a hacerles
la competencia por una instalación de tres meses: Que esto no resolvía
la cuestión; porque en el mismo Teatro Café-Cantante, cuya creación
se apoyaba, habían de espenderse refrescos y helados quizás en mayor
abundancia que en la nevería proyectada: Que a juicio la cuestión debía
mirarse bajo un aspecto más levantado: Que se trataba de la instalación
de un Café-Cantante al aire libre, donde también se habían de dar bailes 421
flamencos y esta clase de espectáculos eran de suyo ocasionados a reyer-
tas y a escándalos ruidosos, que si son soportables en edificios de una
construcción adecuada no lo son en medio de la vía pública y en un sitio
concurrido, con especialidad en la Estación presente. En idéntico sentido
se expresaron los Señores Corona, Palacios, García Pego y Wenthuyssen,
indicando el primero que los establecimientos cuyo desarrollo debían
procurar en primer término los Ayuntamientos, eran los que revelaran
un adelanto o un estado superior de cultura.
Puesto el informe a votación nominal, resultó rechazado, como proponía
16
el Señor Quintano, por veinte y seis votos contra seis .

***

Recomendamos al Teniente de Alcalde del Distrito la casa situada frente


l7
al café flamenco de Silverio, en la calle Rosario .
(EL TRIBUNO. 20 de julio).

***

Ya que el Sr. Leguina ha resuelto que no se ejecuten en el café teatro del


José Luis Ortiz Nuevo

Centro la tonadilla El Sacristán y la viuda ni el Cancán bien podría hacer


extensivas sus prohibiciones a las coplas que se cantan en las calles de
esta población por dos mujeres acompañadas a la guitarra por dos ciegos
y por cuya letra la moral no queda muy bien parada que digamos.
(EL PROGRESO. 27 de julio)

***

Tiempo era ya de que el señor Leguina, se ocupase de los salones de can-


te y baile flamenco de Silverio y Burrero; acertada ha sido la multa im-
puesta a los indicados centros de corrupción, pues se venían cometiendo
ciertos abusos que no podían seguir su camino.
(LA LIBERTAD. 10 de agosto)

***

Se quejan y con sobrada razón los vecinos de las calles Campana y


O’Donell de los escándalos que tienen lugar casi diariamente, a las altas
horas de la noche en la puerta situada en la esquina de las mencionadas
vías.
Después de las doce de la noche se sacan a la vía pública las mesas y
422 las sillas de aquel establecimiento, se forma un gran corro, se cena de lo
lindo, se bebe manzanilla en abundancia, se toca la guitarra y se cantan
por todo lo alto canciones que ofenden más a la moral que El Sacristán
y la viuda y el Cancán; y entretanto los pobres vecinos del barrio se ven
imposibilitados de poder conciliar el sueño y el sereno de la demarcación
saluda cortésmente a los trasnochadores y continúa impasible su cami-
no.
¡Oh, qué gran país!.
(EL PROGRESO. 27 de agosto)

***

Lo de siempre.- En la madrugada de ayer se promovió un gran escándalo


en el café cantante de la calle Amor de Dios.
El tiberio fue mayúsculo, pues hubo mesas rotas y otros sucesos.
Pues hay que estar agradecidos a los concurrentes, que no mataron al
primer transeúnte que encontraron.
No sería el primero.
l8
Ni el último .
(EL PORVENIR. 1 de noviembre)
¿Se sabe algo?

Ya han comenzado a circular los anuncios de la corrida de bueyes que ha


de tener lugar el próximo domingo, en la plaza de toros de esta ciudad.
En ella tomarán parte Paco el de los peros, Guaillo, Emilio Zamardi y José
Mellado Martínez, saliendo a pedir la llave del toril, José López García,
conocido por Pepa la Flamenca.
Como vemos por el anuncio la corridita promete ser una mojiganga o lo
que es lo mismo, que ha de haber muchos escándalos, que se va a faltar al
respeto a la autoridad y que van a ocurrir escenas que no se presencian ni
entre los pueblos más salvajes, como que para que nada falte se anuncia
a la Pepa, individuo o individua que no dejará de producir escenas inmo-
rales o impropias de una población que de culta se precia.
Por esto rogamos al Sr. Gobernador, que retire el permiso que, para la
celebración de dicho espectáculo, ha concedido.
(LA LIBERTAD. 13 de noviembre)

***

Prohibición.- El Gobernador Civil prohíbe la Mojiganga de Pepa la Fla-


menca. Para que se aprecie lo justo de esta medida bastará sólo leer esta
parte del programa:
423
Habrá también rejoneo
y otras muchas zarandajas
como el amparar la llave
una entidad canco-humana
que aun siendo José García
Pepa Flamenca es llamada.
(EL PORVENIR. 14 de noviembre)

***

Se quejan los vecinos del barrio de San Roque, de los escándalos que
constantemente se producen en el café cantante establecido en el edificio
que fue presidio de San Agustín.
Rogamos a quien corresponda de las órdenes oportunas para que se evi-
ten los escándalos referidos y que tanto molestan a los vecinos de la po-
pulosa barriada.
(EL TRIBUNO. 14 de noviembre)

Se constata por todo lo antedicho que el cuerpo del delito crece tanto en can-
tidad como en cualidad de las maldades, y, en consecuencia, las voces que
José Luis Ortiz Nuevo

solicitan mayor severidad y rigor en los castigos aumentan en correspondencia


a los pecados.

Los accidentes son de parecida esencia de broncas y peleas, y el vicio de la in-


moralidad el más grave que al género distingue. Por supuesto que ninguna po-
sitiva distinción merece tan espúreo comercio, deleznable, y ante el mal parece
que únicamente cabe la resignación, pues, según se da a entender, hay gente
con mando y con posibles entre los ya reconocidos como “la afición”, amantes
de las tiendas bien surtidas y sin muchas preocupaciones laborales por acudir
en punto a su trabajo.

De ahí vendrá una doble paradoja: De una parte serán los poderosos, vulgar-
mente llamados señoritos, quienes se diviertan y más gocen y valoren y de-
fiendan este arte nacido entre los parias. De otra, y similar, los políticos de
la derecha reaccionaria quienes apoyen y amparen al género flamenco en sus
conflictos sociales.

Contradicciones naturales de una tierra pródiga en contrastes. De la ostenta-


ción y el lujo ilimitados a la mayor miseria; del llanto lacerado en son de segui-
riya al júbilo exultante de una bulería en danza. Andalucía.

424 Y por ella, por su influjo, la moda de lo flamenco que sube hasta Madrid y allí
se instala en el ojo mismo del huracán, según lo viera un experto periodista
francés traducido ad hoc como formidable bombardeo a la causa:

LA CORTE EN TIEMPOS CONSERVADORES


No puedo resistir a la tentación de traducirles a ustedes las siguientes
líneas, que he encontrado en un periódico francés, y que pretenden retra-
tar la situación de la corte de España bajo la dominación conservadora.
Dice así el periódico de París:
“Madrid es hoy una especie de capital bufa, donde al mismo tiempo que
la corte tienen su residencia los mayores extravagantes de España.
No se nota en la referida capital la seriedad que corresponde a un centro
de la política, de la cultura y de la banca: sus habitantes parecen hijos de
la región más jacarandosa de la tierra de María Santísima, pues todas las
cuestiones, aun las más trascendentales para el porvenir de la patria, el
prestigio de las leyes y la honra de las personas, las tratan con muy poca
o ninguna formalidad y con sobra de lo que allí se llama guasa. La indus-
tria apenas tiene representación; los vagos pululan por todas partes; en
cada calle hay por lo menos una docena de tabernas, y es difícil encontrar
un ciudadano que no cifre su dicha y su porvenir en pescar algún destino
del Gobierno.
¿Se sabe algo?

Las oficinas del Estado son más bien casinos o fumaderos donde los em-
pleados y los innumerables pretendientes que las visitan no hacen otra cosa
que vagar, husmear y desollar a todo el mundo; en cambio, los asuntos que
en ellas se tramitan duermen con prolongadísimo sueño; del que no se des-
piertan jamás, o del que salen para morir a manos del último escribiente.
Los políticos no se entienden; han establecido infinidad de casinos, ter-
tulias y otros viveros de oradores y estadistas, en los cuales es raro el día
que no hay sesiones borrascosas, preludios de divisiones de los partidos,
o se hace gala de habilidad y de elocuencia para disfrazar las apostasías.
La generalidad de la prensa ni se preocupa ni se guarda en consideracio-
nes de ningún género; todos los días promueve algún escándalo con dia-
tribas inverosímiles, cuentos extraños y aun anfibiologías indecentes, y a
cada paso tropiézase con papeluchos que ponen a sus colegas de brutos,
soeces, pillos, canallas, cobardes, pollinos, sarasas y otros calificativos de
este jaez.
Hay en la corte todo un reino de timadores, en el que brillan por sus haza-
ñas Rata I, el Magnánimo, Rata II, el Casto, y otros varones de no menos
ilustres dinastías. Los rasgos de esta gente no tienen comparación con los
de otros cuerpos parecidos no colegiados; pues en punto a robos y asesi-
natos no hay seguramente población donde se airee con más originalidad
el ingenio de los criminales y la paciencia de las personas honradas. 425
Ahora están de moda los apóstoles y los hombres-caballerías. Son los
primeros unos santos varones, de la clase menos ilustrada y más despre-
ciable de la sociedad, que arrastran a la multitud con milagros hidroterá-
picos, que superan a los de los santos cristianos; y forman la pléyade de
los segundos unos cuantos graciosos que arrastran también a sus seme-
jantes, pero tirando de los coches del mismo modo que si fueran animales
sin adjetivo.
Los espectáculos públicos suelen ser un peligro de marca mayor para los
ciudadanos pacíficos. En todas las corridas se dicen en la plaza de toros
infinidad de desvergüenzas, que oyen sonrientes las más púdicas y aris-
tocráticas damas, y en el teatro Real, que es el mejor teatro de España, y al
que acuden todas las aristocracias, se oye a los señoritos silbar lo mismo
que los vaqueros, y se ven marqueses tocando el pito desde los palcos.
Una de estas noches, inauguración de temporada por cierto, cogió la poli-
cía buen número de huevos, patatas, tomates y sacos de perdigones, des-
tinados a servir de proyectiles contra los pobres artistas, que ni siquiera
cantaron mal la obra que estaba anunciada.
Lo que priva hoy en la corte es lo que se ha dado en llamar género fla-
menco, sin duda por aquello de que es muy propio y característico de los
países bajos. Los personajes más encopetados y lo más selecto de la high
José Luis Ortiz Nuevo

life madrileña se mueren por oír los jipíos del cante jondo y por ver los
bailes de gitanos y hombres de dudoso sexo, que encima de un tablado
pegan muchos taconazos en poco tiempo y se esperezan y retuercen y se
mueven hasta adoptar posiciones ridículas y obscenas. No hace mucho
que una reunión de hombres políticos, banqueros y aún algunas damas,
obsequiaron a Mme. Judic con una juerga de este género en el restaurant
de Lhardy, la más aristocrática de las tabernas madrileñas.
En resumen: desde la trágica y sentida muerte del sapientísimo perro
Paco hasta nuestros días, Madrid ha progresado de tal modo, que al lado
de los sucesos de actualidad parecen tortas y pan pintado los cuentos de
chulos y manolas del tiempo de Mari-castaña”.
(EL ALABARDERO. n° 677. 13 de noviembre)

Si el 84 fue un año duro, en el tránsito de la condena a la persecución, vean


como pudo ser la historia todavía más siniestra en el terrible 1885 . Oído al
19

cante:

En la madrugada de ayer se entabló una terrible lucha en la calle de Te-


tuán entre varios individuos que salían del salón de Silverio, situado en
la calle del Rosario.
426 Según se asegura, de esta campaña ha resultado muerto un individuo
llamado Baldomero, de oficio cochero; otro muy mal herido, apodado
Berrinche, y otro herido también aunque de menos gravedad, que igno-
ramos quien sea. Los demás individuos que lucharon en esta contienda,
huyeron.
Si desde que se viene pidiendo por la prensa local la clausura de los es-
tablecimientos de la índole del Café de Silverio se hubieran atendido
aquellas indicaciones, no ocurrirían, seguramente, tan lamentables des-
20
gracias .
(EL PROGRESO. 9 de enero)

***

En el Café Cantante de la calle del Rosario fue detenido un caballerete


que pretendía promover un escándalo.
(EL TRIBUNO. 21 de marzo)

***

Anteayer a las cuatro de la tarde pasábamos por el arco de las murallas


de la antigua puerta de la Macarena y un señor extranjero, inglés por la
¿Se sabe algo?

traza, que admiraba aquellos restos de nuestras destruidas fortificacio-


nes, viose acometido repentinamente por seis y ocho mozalbetes, que so
pretexto de llevar el extranjero sombrero de copa, empezaron a dirigirle
insultos y a soltar sandeces muy flamencas (como ahora dicen) pero de
pésimo gusto, teniendo la osadía uno de los majos de arrojar una piedra
al inglés estropeándole el sombrero.
(EL ESPAÑOL. 9 de abril)

***

Barracas.- Dice con mucha razón el DIARIO DE SEVILLA: Las barracas


van a estar a la orden del día... A la concesión graciosa de la barraca-
teatro de la Alameda de Hércules hay que añadir otra barraca más chic
todavía; una barraca de cante flamenco junto al Puente de Triana.
El mismo Municipio se ruborizó el pasado año de hacer la concesión ci-
tada, concediendo en su lugar una nevería modelo; pero este año se han
vencido sus escrúpulos y tendremos allí café cantante, juergas, gofetás y
21
otras menudencias dignas de una capital culta .
(EL PORVENIR. 2 de mayo)

No se podía imaginar el sagaz gacetillero lo bien que le iba a salir la malina 427
profecía. Primera de las que predijeron terribles calamidades a cuenta de la
instalación del Café Cantante de verano, en las orillas de Triana, a la vera del
Puente. Que no serían, además, las únicas, pues en otros territorios planeaba
también la sombra del mal enturbiando proyectos de progreso y crecimiento
en la afición al cante:

Según escribieron de Huelva, en la madrugada de anteayer fue herida


de alguna gravedad, de un tiro de revólver, la joven cantante en estilo
22
flamenco, Rosario (a) “La Honrá” que hace días venía trabajando en el
Café Cantante establecido en aquella capital bajo la dirección del maestro
Silverio. El proyectil penetró por el brazo, quedando detenido en el codo
y siéndole extraído por los señores médicos de la municipalidad.
El juzgado entiende ya de este hecho y un periódico de Huelva excita al
gobernador a que suprima el Café Cantante que se ha establecido allí.
(EL ESPAÑOL. 2 de julio)

***

Gran número de mujerzuelas y varios hombres, algunos conocidos en


esta capital, parece que han convertido por las noches la Plaza Nueva en
José Luis Ortiz Nuevo

una sucursal de café flamenco, pues desde la una a las cinco de la mañana
bailan, cantan y escandalizan en la forma más inconveniente que se les
pueda ocurrir.
Al paso que vamos, será necesario poner en las puertas de la ciudad en
vez del NO8DO rótulos que digan:
“Baile, cante flamenco y cuadros vivos”.
Hemos oído decir que varios artistas del café cantante situado junto al
Puente de Triana y varios caballeros, alguno de los cuales ejerce impor-
tante cargo público, estuvieron de juerga a altas horas de la noche de
anteayer en el paseo de la Magdalena.
Los bailes más indecorosos y los cantares más obscenos constituían el
repertorio puesto en escena en tan céntrico paseo.
Los serenos, guardas y agentes del orden público estarían a las órdenes
de la autoridad.
(EL TRIBUNO. 5 de agosto)

Veladas acusaciones de connivencia entre el poder y la “canalla flamenca”, exi-


gencias cada vez más contundentes pidiendo represión pura y dura, denuncias
abiertas que claman con extrema gravedad contra el género en triunfo de vi-
cios...; este es el panorama que presenta la prensa hispalense, arreciando como
428 ola de calor furioso, hasta decir:

¡POR DECORO DE SEVILLA!


Las diversiones a que muestran más afición los pueblos marcan clara-
mente su estado de cultura y los grados de moralidad de sus costumbres,
señalando el tono dominante en el carácter especial de cada región: por
eso para conocer las condiciones de un pueblo lo primero que se estudia
es el género de espectáculos a que muestra más predilección. Y esto que
tanta influencia tiene en el porvenir de un país, es uno de los mayores
cuidados que deben tener las autoridades bajo cuya custodia está la bue-
na dirección de sus patrocinados.
Así, en todos los pueblos del mundo y en todos los tiempos, ha sido y es
competencia de los encargados del gobierno vigilar todas aquellas fiestas
en que tome parte más o menos directa el público general, por la gran
influencia que sobre sus costumbres ejercen aquéllas.
Ahora bien; cuando en una capital de la importancia de la nuestra, que
tantas pruebas de cultura ha dado, se ve que toman incremento espectá-
culos que pueden producir el decaimiento en lo más mínimo de sus hon-
radas costumbres, la autoridad debe tomar cartas en el asunto e impedir
espectáculos que repugnan al buen sentido y son un continuo ataque a
la moral.
¿Se sabe algo?

No somos nosotros de los que se asustan al oír un chiste picante o ver un


movimiento más o menos desenvuelto, cuyas consecuencias sólo sean
el producir la hilaridad en los espectadores; pero cuando se sustituye
al chiste ingenioso con la palabra soez, el ademán indecente y la acción
lúbrica e inmoral, entonces los condenamos con todas nuestras fuerzas y
cumplimos con nuestro deber al denunciar a la autoridad competente ta-
les actos que producen el rebajamiento de quien los presencia y dan triste
idea de los encargados de velar por las buenas costumbres y la moral de
sus administrados.
Queremos suponer que el señor Gobernador Civil de esta provincia,
atareado en moralizar la policía y tal vez en ordenar sus servicios para
sofocar alguna tentativa contra el orden público(¡) no se ha fijado en el
perenne escándalo que se está dando en el Café Cantante situado en el
Puente de Triana.
Allí entre canciones inaguantables, a cuyo compás no se baila, sino se
maltrata la moral con contorsiones obscenas aliñadas con frases indeco-
rosas que salen del tablado dirigidas bien al público o bien a las damiselas
de la compañía, se forma un cuadro imposible de describir sin mojar la
pluma en el cenagoso depósito de las frases incultas.
Este cuadro varía tomando un carácter más repulsivo aún, en los ratos
de descanso en que se desparraman por el salón, tomando asiento en las 429
mesas de concurrentes, la bandada de palomas que constituyen la com-
pañía. Entonces, incitando aquéllas a beber a los parroquianos con ade-
manes y gestos impúdicos, se presentan a la vista escenas indescriptibles
en que el descaro y la embriaguez tiñen a sus actores con los más tristes
colores del vicio y la abyección.
Las consecuencias de todo esto son bien fáciles de deducir; cuando la em-
briaguez llega a surtir efecto, al lado de las mujeres que rodean las mesas,
se producen reyertas y escándalos de que se ocupa bastante la crónica de
la capital, y que la policía regularmente ignora cuando no los evita.
Espectáculos de esta especie no pueden en manera alguna tolerarse en
una población culta: las autoridades que tienen la obligación de velar por
las buenas costumbres, manifiestan gran incuria al dejar pasar el tiempo
sin tomar una determinación que las evite. Nosotros esperamos que por
decoro de la población, por el buen nombre de las autoridades, que éstas
después de enteradas por sí de lo que ocurre en aquel café cantante, pro-
veerán según su conciencia les dicte, aun cuando sea disgustando a algún
prohombre conservador.
(EL PROGRESO. 28 de julio)

Perfecta y expresamente esta sí que fue “crónica de una muerte anunciada”.


José Luis Ortiz Nuevo

Y el padre de la Rubia Colomer el brazo armado de un designio implacable;


como si en verdad también los dioses hubiesen tomado partido y maldijesen
los malos pasitos que la gente del cante por entonces daba:

Junto al Puente de Triana se halló en la madrugada de ayer el cadáver


de un individuo llamado Juan Reyes (a) El Canario, cantador del género
flamenco.
Fue detenido un sujeto como presunto autor de tan triste hecho.
Constituido el Juzgado y practicadas las diligencias legales, se ordenó
la trasladación del cadáver al Hospital Central donde se le practicaría la
correspondiente autopsia.
(EL TRIBUNO. 14 de agosto)

***

Homicidio.- Desde que se estableció en las inmediaciones del puente de


Triana un café cantante, de esos del género flamenco, toda la prensa se-
villana ha dado cuenta al señor Gobernador del género de espectáculo y
del personal que allí se reúne, sobre todo a altas horas de la noche. Ya se
dice que en el populoso barrio de Triana se ha sentido la letal influencia
430 del referido café cantante. Padres de familia llegan a sus casas sin su cor-
to jornal; jóvenes que debían ser el apoyo de sus padres pierden hasta el
último céntimo, sin que en sus casas puedan averiguar dónde ni cómo
han dilapidado el fruto de una semana de trabajo.
Al decir de los colegas, era y es peligroso pasar de noche por las cercanías
de aquel centro de recreo, y algo de verdad tienen sus sensatas observa-
ciones, cuando ayer de madrugada ha aparecido muerto a puñaladas un
hombre que se dice ser cantaor de oficio.
Triste es la misión del periodista honrado: clama contra los vicios de esta
sociedad y su voz se pierde y resulta inútil ante la indiferencia o la pro-
tección de quienes deberían acudir a su llamamiento. Y como hay deta-
lles que no pueden decirse porque no pueden probarse, de ahí que sólo
la violencia del hecho, como el homicidio de ayer, revela la verdad de lo
dicho y lo terrible de lo que se calla.
Y no decimos más.
(EL PORVENIR. 14 de agosto)

***

A las cinco y cuarto de la mañana de ayer, hora en que diariamente se


¿Se sabe algo?

dan por terminados los edificantes espectáculos del café cantante flamen-
co del Burrero, situado junto al puente de Triana, fue aquel sitio teatro,
como casi todos los días, de un drama terrible.
En aquel centro habíase entablado pocos momentos antes una acalorada
23
discusión entre uno de los cantaores conocido por El Canario y el padre
de una de las artistas de aquel establecimiento. La reyerta fue tomando
poco a poco mayores proporciones y no obstante la intervención de algu-
nos concurrentes, salieron fuera del local, dispuestos a jugar el todo por
el todo.
Después gran confusión, gritos, armas relucientes movidas con agitación
febril, un cadáver y un homicida.
El Canario tendido en el suelo y bañado en su propia sangre, exhalando
el último aliento.
¿Qué os parece el cuadro, defensores acérrimos del café cantante, que
tales espectáculos proporciona?
A la lista de individuos que viven de aquel centro de civilización y de
cultura, y que lleváis en el bolsillo, para inclinar en vuestro favor, el áni-
mo de los que atacan con tan justa razón, el sostenimiento del referido
local, podéis agregar en adelante el catálogo de las víctimas que desde su
instalación ha producido.
Y quien puede y debe ordenar su clausura sin condiciones de ningún 431
género será, en vista de tan elocuentes datos, el único responsable de
cuanto allí suceda en adelante.
(EL PROGRESO. 14 de agosto)

***

El café cantante del puente, contra cuya existencia estaba revelada la


opinión, por las inmoralidades y excesos que allí se permitían, ha dado
el resultado que estaba previsto. Al amanecer anteayer, los transeúntes
vieron un cadáver en la puerta de aquel establecimiento. Era el cantaor
conocido por El Canario que en riña con otro de los artistas había recibi-
do una puñalada de la que falleció en el acto.
Omitimos los comentarios a que el hecho se presta, porque hemos clama-
do en vano, como todos nuestros colegas locales, contra aquel antro de
desórdenes e inmoralidades.
(LA ANDALUCÍA. 15 de agosto)

***

Dicen que el Sr. Castillo viene animado de los mejores deseos y ansiando
moralizar a Sevilla en cuanto esté a su alcance.
José Luis Ortiz Nuevo

Pues ocasión propicia se presenta de que nos dé una prueba de la verdad


de esas afirmaciones.
Junto al puente de Isabel II hay un barracón mal llamado Café cantante
flamenco, foco de inmoralidad y corrupción y teatro donde se represen-
tan todas las noches las más vergonzosas escenas.
En vano venimos clamando desde hace tiempo contra la existencia de
aquel centro bochornoso, donde se embrutecen y gastan su vida y su di-
nero multitud de infelices, atraídos por los falsos halagos de unas cuan-
tas deidades. Nuestras justas súplicas no han sido atendidas y el mal crece
y se desarrolla y urge cortarlo de raíz para bien del pueblo de Sevilla.
Si el Sr. Gobernador se decidiese a visitar el aludido Café cantante, no
dudamos que ordenaría su clausura sin pérdida de tiempo.
Y estamos convencidos de que si así lo hiciera un crecido número de
familias le deberían la paz y la tranquilidad del hogar, que hoy lloran
perdidas tal vez para siempre.
(EL PROGRESO. 25 de septiembre)

***

El celebérrimo Café Cantante del puente, aquel que causó perturbacio-


432 nes sin cuento en el laborioso barrio de Triana; que sembró de alarma
constante entre los vecinos del sitio en que radicaba; que costó la vida al
infeliz Canario, y que vivió bajo la tutela de un padre grave de la conser-
vaduría sevillana que en sus chocheces le dio por proteger la flamenco-
manía, va a desaparecer.
Ya hemos visto ceder las tablas que lo formaban, a los golpes del martillo
destructor.
Lo que no han podido conseguir las autoridades al uso, ni las quejas del
pueblo sensato, ni las protestas de la prensa, se ha logrado al fin y al cabo
por virtud de la única causa que es bastante a destruir la inmoralidad en
esta época bendita que corremos: el tiempo, cuya poderosa mano, según
la expresión del poeta, reduce los alcázares a escombros.
Sea enhorabuena y quiera el Cielo, que lo ocurrido este año sirva de pro-
vechosa enseñanza para los sucesivos.
(EL PROGRESO. 2 de octubre)

***

Una dama cuya pasión por el cante flamenco le llevó a escandalizar más
de lo debido a altas horas de la noche en un establecimiento de bebidas
de la calle de Tintores, fue llevada a la prevención por los serenos.
¿Se sabe algo?

La artista, al ser arrestada, parece que cantaba para consolarse de sus


penas esta copla:

“Anda con Dios; bien te logres:


no te deseo mal ninguno:
hora de salud no goces
mientras vivas en el mundo”
(EL TRIBUNO. 21 de noviembre)

Viene bien al cabo una maldición tan malvadamente certera y honda para ce-
rrar un año turbio de muertes, pleno de maledicencias, infundios que clamaron
contra la existencia del flamenco.

Mas cómo y por qué tan fuerte rechazo, tan brutal condena, enemiga tan ra-
dical y unánime, ¿Acaso los excesos eran verdaderamente monstruosos? ¿Los
escándalos señal apocalíptica? ¿Sodoma las inmoralidades? ...

Sinceramente uno piensa que no debió ser para tanto nunca. Cierto que había
lo que había y para qué recordar lo que tan exageradamente se ha descrito.
Dice el refrán: “Cuando el río suena...”.

Pero en cualquier caso nunca como para justificar tan alta y desmesurada vi-
rulencia. ¿Por qué entonces? Uno cree entender que fue el flamenco víctima
433
propiciatoria, el sacrificio que exigían los dioses para calmar su ira y remedio
tuvieran los males de la patria.

Pues efectivamente téngase en cuenta cómo es que se estaba en el medio de una


sociedad en descomposición, atravesada de guerras, epidemias, hambrunas,
próxima a cerrar su penúltima página colonial con la pérdida de la querida
Cuba... y Filipinas tan inmensamente lejos. En fin, el desastre, y, para al menos
en parte, justificarlo, preciso era hallar responsables directos o indirectos del
estado calamitoso de quiebra total, de absoluta derrota. Y buscando, buscando
se encontraron con la joya de la corona: el flamenco, ¡ojú! cosa de gitanos y
andaluces de mal vivir rebujaos con señoritos calaveras, ¡ojú! vino y mujeres y
navajas fuera, ¡ojú! vagos, maleantes, noctámbulos, derrochadores, ¡ojú! ruina
de familias honradas, sangre, luto, muerte, ¡ojú!; he aquí el retrato exacto del
enemigo público número uno de la grandeza de la patria. Y encima, de cachon-
24
deo, inventaron el nombre de la epidémica infección: flamencomanía .

1886

Para empezar nada de intrascendentes gacetillas, dos hermosos artículos-río


dos, lacrimógenos, tajantes, belicosamente acusadores, para bien desayunar el
año:
José Luis Ortiz Nuevo

¿POR QUÉ NACERÁN?


Fantasear, he aquí una de mis favoritas distracciones, tan indispensable
para mí como lo es a la vida el aire y la luz. Fantaseando pues, andaba
por esas calles de Dios, y con las manos en los bolsillos me resignaba a so-
portar como un héroe el penetrante gris que corría a las once de la noche
del 24 de Diciembre de 1885.
Ignoro porque causa en vez de dirigir mis pasos por las calles más soli-
tarias, éstos me condujeron a las más céntricas y frecuentadas, mientras
tejía mi pensamiento mil fantásticos sueños y quimeras, a pesar de que el
hielo del tiempo empieza a dibujarse en mis cabellos.
¡La gloria! si yo tuviera dinero, ¡qué éxitos me habría proporcionado!...
pero nada...
¡El premio gordo! -aquí una losa movediza lanza sobre mis pantalones
nuevecitos inmundo chorro de fango- ¡Paciencia y adelante!... ¡Qué es-
cenas más conmovedoras las que yo pintaría!... ¡Qué personajes más no-
bles, más enérgicos, tomarían parte en ellas! ¡Qué horizonte de luz ten-
drían por fondo!...
Embobado estaba contemplando un aparador repleto de suculentas go-
losinas, colocadas con tal arte, que son dulce incentivo de los ojos y esco-
llo peligroso para bolsillos más llenos que los míos.
434 Después me fijé en la fisonomía de mis compañeros mirones, hasta que
un tierno grupito llamó mi atención de tal modo, como si tuviese ante
mis ojos el cuadro más realista de Fortuny.
Dos pobres niños -el mayor apenas tendría nueve años- fijaban con tristes
ansias sus melancólicos ojos en las codiciadas golosinas. Sus expresivas
y bellas caritas, tostadas por el sol y poco aseadas, reflejaban tal tinte de
resignado abatimiento, que entristecían el ánimo. Ondulosos y desaliña-
dos cabellos coronaban sus cabecitas, rubios los del menor, cobijados por
artística gorrilla; negros y cubiertos de informe sombrerillo de cortas y
desiguales alas los del otro. Sus trajes, de pana raída y llenos de remien-
dos, tenían un color indefinible, y calzaban ferrados, grandes y maltre-
chos zapatos.
El mayor de los niños se inclinaba con cierta gracia bajo el peso de un
arpa desvencijada, más grande que su delicado cuerpecito, y el otro apre-
taba contra su pecho un antiguo violín, primo hermano del arpa.
¿Qué pensarían? ¿Dónde verían la luz primera? ... En esto, salieron de su
muda contemplación después de cambiar triste mirada, y con paso lento
se mezclaron con la multitud, en tanto que yo, sin darme cuenta del por
qué, seguí sus pasos.
Tal vez -iba yo pensando- esas criaturas hayan soñado con la gloria tam-
¿Se sabe algo?

bién; quizá nacidas con mejor fortuna, hubieran llegado a eclipsar a los
célebres Mozart, Rubistein, Sarasate...
Pero a todo esto ¿dónde se han ido? ¡Ah entraron en aquella taberna!,
pues entremos también, después de todo, nada tengo que hacer.
En efecto, ahí están. ¡Qué infernal gritería! Los cantos flamencos se mez-
clan con las incultas frases, y los bailes más repugnantes se acompañan
con golpes en las mesas.
Una mujer, ajada por los vicios, se resuelve en agitadas contorsiones,
arrancando un coro de vítores enronquecidos por el vino: jadeante se
deja caer sobre las piernas del primero que encuentra a mano, quien le
arrebata el cigarro que fuma y lo coloca con la mayor frescura entre sus
labios.
Se fijan algunos en los dos pobres músicos que permanecen irresolutos
en el dintel de la puerta.
- ¡Adentro! ¡adentro! -exclaman; -ya tenemos música. Vamos pronto; ven-
gan seguidillas y peteneras.
- No, el jaleo.
- ¡El himno de Riego!
- ¡La marcha real!
- Ven acá tú, monicaco, -aúlla un tipo con aire de matón, cogiendo al del 435
violín por el brazo- ¿de aónde has venío?
- D’Italia -contesta con voz doliente y llorosa- mi lacere male...
- ¿Qué somos animales? Ahora lo verás, granuja.
Y se echa mano al bolsillo, de donde saca un larga navaja de muelles,
cuyo crujir presta alas a las pobres criaturas para ganar la puerta, segui-
dos de la rechifla de aquellos energúmenos.
Más arriba se paran ante las ventanas de una casa de magnífica aparien-
cia. Escogida reunión celebra en lujosa y confortable sala el nacimiento
del humilde Niño que predicó la fraternidad y la caridad.
A través de los cristales se escapan torrentes de luz; numerosos comen-
sales se agrupan en torno de opípara mesa, y esperan sólo a que suene la
clásica hora para dar comienzo el festín.
Nuestros músicos ambulantes se paran ante las ventanas deslumbrados;
piensan que tal vez, amenizando la fiesta con sus melodías, aquellos se-
ñores tendrían más caridad que los de la taberna y preludian el himno
de Garibaldi.
¡Pero qué himno!
¡Pobrecitos, tocan tan desmayadamente! ¡Dios sabe desde cuándo no
probarán el pan!
José Luis Ortiz Nuevo

Sale un robusto lacayo de expresión estúpida y con voz destemplada dice


a los niños:
¡Largo de aquí, granujas!
Los niños se retiran asustados, y en aquel momento un coche que corre a
toda prisa, y que conduce a unos cuantos chiquitines cargados de dulces
y juguetes, está a punto de atropellar a nuestros artistas.
El cochero, refrenando los caballos, les grita también:
- ¡Eh!... ¡Pillastres, a un lado!
Y descarga sobre ellos la crujiente fusta.
Las campanas, en este instante, con alegre repicar anuncian a los fieles
que la Iglesia celebra el natalicio del que murió en la Cruz por defender
los derechos del hombre.
Algunas lágrimas ruedan por las mejillas de los pobres hijos de la gran
Italia: tal vez piensan en el último abrazo de su madrecita, mientras ella
quizá contempla a su vez desconsolada el punto del horizonte por donde
los vio partir.
T. POVEDANO.
(EL BALUARTE. 9 de enero)

436 ***

25
LO QUE RECLAMA SEVILLA
XII
EMBRIAGUEZ Y PROSTITUCION
Es indiscutible que la vida social reporta inmensas ventajas a la civiliza-
ción y a la humanidad, pero también es muy cierto, por desgracia, que a
medida que la colectividad de los hombres crece y llega a formar pobla-
ciones de cierta importancia, aumentan en razón directa los deseos, los
vicios, la inmoralidad y las pasiones, verdaderas plagas que trastornan el
organismo social, provocando horrendos crímenes, y que influyen per-
niciosamente en el organismo individual, dando lugar a enfermedades
lentas y terribles.
Las autoridades tienen el imprescindible e imperioso deber de poner un
freno poderoso a estos gravísimos males sociales con voluntad de hierro
y sin contemplaciones de ningún género.
En Sevilla, vergüenza causa el decirlo, existen tolerados y hasta apadri-
nados ciertos centros con el nombre de cafés cantantes, donde la prosti-
tución, la embriaguez, la vagancia y la criminalidad tienen sus más fe-
cundos semilleros.
¿Se sabe algo?

Inútil ha sido hasta hoy que la prensa clame indignada contra esos espec-
táculos, que son un padrón de ignominia para el pueblo que los apadrina
y favorece: las autoridades permanecen sordas uno y otro día a las justas
excitaciones de los hombres honrados, dando lugar con tan inexplicable
conducta, a que se hagan juicios muy poco favorables al decoro y a la
dignidad que deben revestirlas.
Toda persona de un mediano criterio moral, tiene que rechazar esos cen-
tros de prostitución y corrupción que degradan al hombre, perturban la
familia y vician las costumbres de la sociedad; ¿cómo es, pues, que las
autoridades permanecen impasibles, sin que logren conmoverlas ni los
frecuentes y horribles crímenes que se cometen en los mismos cafés can-
tantes que allí se conciertan con el mayor descaro?
Asunto es este que no nos atrevemos a profundizar.
Mas si corremos un velo sobre la oscura conducta seguida hasta hoy por
las autoridades en este particular, no por eso cejaremos un punto hasta
conseguir que éstas cumplan con lo que el deber les impone y exige in-
eludiblemente el buen nombre de Sevilla.
Nada de paliativos, nada de consideraciones; la asquerosa inmoralidad
que rebosan esos centros es preciso cortarla de raíz, sin que haya disculpa
alguna que justifique la tolerancia.
Se nos dirá, tal vez, que no por cerrar los cafés-cantantes flamencos se aca- 437
bará con la embriaguez, la prostitución y la vagancia; es cierto: tales vicios
se desarrollan siempre necesariamente en las capitales populosas, y no es
posible desterrarlos por completo; pero sí se pueden aminorar mucho, y
uno de los medios para conseguirlo es la clausura de los centros que, como
esos cafés, los fomentan públicamente y con el más vergonzoso descoco.
Además, las autoridades, para combatir la embriaguez, en lo posible, de-
ben vigilar los establecimientos de bebida, para que los vinos no estén
adulterados, y multar a los propietarios por la menor sofisticación.
Deben prohibir asimismo que estos establecimientos estén abiertos a des-
horas de la noche, haciendo responsables a los dueños de las reyertas que
en ellos tengan lugar; deben castigar a todo individuo embriagado que
se encuentre en la vía pública, y, sobre todo, hacer cuanto les sea posible
para facilitar la adquisición de los alimentos de primera necesidad a las
clases obreras y menesterosas, para que no busquen en la excitación que
produce el vino una compensación a la falta de poder nutritivo de los
alimentos.
En cuanto a la prostitución sabido es que hay que transigir con ella en los
grandes centros, porque no es posible remediarla; pero deben las autori-
dades vigilar a los individuos encargados de su reglamentación e higie-
ne, para que no se cometan esos chanchullos que son tan públicos hoy, y
José Luis Ortiz Nuevo

no permitir jamás, como en la actualidad se permite en Sevilla, que esas


desgraciadas que se dedican al tráfico de su cuerpo, salgan y paseen por
las calles, y especialmente en las más céntricas, excitando con sus pala-
bras lúbricas e indecentes a los transeúntes,
(EL BALUARTE. 6 de febrero)

Ahora, después del atracón conmiserable, será menester variar un tanto el rit-
mo y volver de nuevo a las breves, que no leves, gacetillas:

También fue detenido un Tenorio por seducir a una joven que sacó con
engaños del café de Silverio, la cual fue entregada a sus padres.
(EL BALUARTE. 17 de febrero)

***

Un ciudadano que alteraba el orden en el Café de Silverio fue detenido el


jueves por la noche. Cosas de la bebía.
(EL TRIBUNO. 20 de febrero)

***
438
Un individuo que algo embriagado subió anteanoche la escalera del Café
Cantante de la calle Tarifa tuvo la desgracia de tropezar, cuando se ha-
llaba en uno de los últimos peldaños, rodando hasta llegar a la puerta
del establecimiento, de donde fue conducido en una silla a una casa de
socorro, en estado poco satisfactorio.
(EL TRIBUNO. 3 de marzo)

***

En el café cantante de la calle Tarifa riñeron dos individuos la noche del


jueves resultando uno de ellos con dos heridas en el cuerpo y otra en la
cara, siendo curado en la casa de socorro de la plaza de la Constitución.
(EL ESPAÑOL. 21 de marzo)

***

En el último Cabildo celebrado el viernes nuestros ediles han dado mues-


tras de que no se ha perdido por completo el sentido moral.
Desde hace tiempo viene trabajando un industrial para conseguir que
el Ayuntamiento le permita instalar un café de cante jondo. La petición,
¿Se sabe algo?

minando algunas conciencias y conquistando a algunos concejales, llegó


al cabildo el viernes último, en donde por votación fue desechada.
Por fortuna ha desaparecido el peligro, mientras no manden los conser-
vadores, de que Sevilla levante el barracón de otros años para rendir culto
a la inmoralidad y la flamencomanía.
(EL BALUARTE. 30 de mayo)

***

En la sesión celebrada el viernes último por el Ayuntamiento, bajo la pre-


sidencia del segundo teniente de alcalde Sr. Galindo... La Comisión de
Obras Públicas proponía autorización para establecer un café cantante en
las afueras de la puerta de San Fernando.
Opúsose a su aprobación el Sr. Floranes fundándose en que habían sido
denegadas varias otras solicitudes para iguales concesiones en distintos
sitios, por los desórdenes e inmoralidades a que se prestan esta clase de
espectáculos.
Defendió el dictamen el Sr. Infanzón, dando como única razón los ingre-
sos que proporcionaba a los fondos municipales, y que no incumbía al
municipio intervenir en las escenas más o menos morales, más o menos
desordenadas que allí ocurriesen, porque esa intervención era de la ex- 439
clusiva competencia de la autoridad civil.
Combatió esta doctrina el Sr. García Pego demostrando que el municipio
velando como debía por la moral y las buenas costumbres, no podía au-
torizar el planteamiento de centros en que se conculcasen esos principios
esenciales de toda sociedad culta.
Puesto el dictamen a votación y habiendo sido esta nominal, fue desecha-
do por inmensa mayoría, denegándose en su consecuencia el permiso
para establecerse el café cantante.
(EL ESPAÑOL. 30 de mayo)

***

Y mire usted por donde el concejal más casto y más púdico y más histó-
rico, le tocó hacerse protector de la Tanasia, la Bastiana, la Mella, el Niño
Quico, y demás gente de rompe y rasga que se canta, se baila y se dan tres
patadas encima de un puchero.
- Home, que tengo ahí una chiquiya e Málaga, que da la hora, y sa mesté
ersibirla en un café cantante de verano. E juna jembra barbiana; con un
gajnate de mistó; y que aluego se trae unas cosas... An fin; cuando le digo
asté que dá la hora...
José Luis Ortiz Nuevo

¿La hora nada más?


- La hora y los cuartos. Esto e jun decí.
- Pero si los concejales no quieren. La prensa ha condenado la idea; no va
a ser posible.
- ¡Por vía e Melilla! Tonse ¿pa qué e justé arcarde?
- ¡Toma! ¿Y un alcalde lo puede todo? En fin, mande usted la solicitud, y
allá veremos.
Y llegó al cabildo la carta solicitud del señor Ojeda demandando permiso
para establecer un puesto de “Viejas Ricas” en el prado de San Sebastián
y el Sr. Galindo se echó a buscar concejales que se prestasen a suscribir
un dictamen accediendo a lo solicitado; nadie quiere firmar; pícasele el
amor propio al Sr. Galindo; recuerda la historia del Cardenal Richelieu,
que él ha leído, fue llamando aparte uno por uno a los individuos de la
Comisión y hablándoles del Carlos el Simple de Neustria y de la conquis-
ta del aire por el capitán Mayne-Reid, consigue pescar dos firmas, la de
Infanzón y la de otro novato; estampa a continuación la suya, y cuenta
tres. ¡Eureka! Ya puede leerse el dictamen.
Y va a Cabildo, y el Sr. Infanzón lleva a su generosidad hasta el punto de
hacer un discurso en su defensa. Griego puro. Nadie se convenció. Pro-
cédese a votar, y ¡cataplúm! el dictamen al agua con el Sr. Infanzón, el Sr.
440 Galindo, y la chica de Málaga.
Pero lo que verdaderamente dio aquí la hora, fue el voto del Sr. Galindo,
que habiendo suscrito el dictamen, votó contra el dictamen. El mismo se
protestó su firma. Porque se acordó en aquel instante de Hieron, tirano
de Siracusa, y al preguntársele con quien votaba, dice ¡Con los romanos!
Que eran los vencedores.
¡Pobre hombre: Y querrá todavía ser alcalde. Cuando así coge a los ami-
gos, los lanza a la arena, y después se quita de en medio, dejándolos en
los cuernos del toro!
Vamos. Sr. Galindo. Se ha quedado con usted hasta el Sr. Floranes, que es
lo último que le podía pasar.
No tenemos, pues, “Viejas Ricas” este verano, más que en los antros de
Silverio y el Burrero.
(EL CRONISTA. 30 de mayo)

***

Clamor unánime, unidad sin fisuras para defender desde todos los colores y
posturas la moralidad de la tercera capital de España. Alegría en los periódicos
y chistes y pitorreo a propósito de una sesión municipal que de esta manera
quedó reflejada en el libro de acuerdos del Ayuntamiento:
¿Se sabe algo?

La repetida Comisión de Obras Públicas manifestaba haber examinado la


solicitud de D. Manuel Ojeda y Ramírez para establecer un café cantante
de verano, y estimado el sitio más apropósito para establecerlo las afue-
ras de la Puerta de San Fernando al lado de la Huerta del Retiro, no veía
inconveniente en que se concediese el oportuno permiso con arreglo al
pliego de condiciones que al efecto proponía.
El Sr. Fernández de Floranes impugnó el dictamen fundándose en que ya
habían sido denegadas varias pretensiones análogas del mismo interesa-
do por las reclamaciones que contra dicho espectáculo se formularon el
año anterior y los escándalos anunciados.
El Sr. Infanzón lo defendió manifestando que la Comisión daba dictamen
favorable a una solicitud para establecer un café-teatro de verano, y que
si los espectáculos que en él se ofrecieran no correspondían a la cultura y
buenas costumbres de este pueblo, la Autoridad superior de la Provincia
procuraría su clausura.
El Sr. García Pego habló en el mismo sentido que el Sr. Floranes y proce-
diéndose después a votar el dictamen de la Comisión resultó desechado
26
por nueve votos contra cinco .

Hubo pues acuerdo, por mayoría, y paz, serenidad, orden y sosiego para los
vecinos de las inmediaciones al lugar solicitado; y tranquilidad suma en las es-
crupulosas conciencias de los ediles hispalenses que, bajo la espada triunfante 441
del Sr. Floranes, acababan de asestar un golpe mortal a la serpiente pecadora,
víbora flamenca.

Sin embargo no pudieron reducir a cero los escándalos y éstos continuaron en


su lamentable y triste sino aun a pesar de todas las enmiendas; pues otro signo
del vicio cerca vivía de los cantes, confundido entre la podredumbre general,
odiosa:

A un suelto nuestro en que se daba cuenta de un reconocimiento del Café


del Centro por la policía, añade EL MERCANTIL SEVILLANO:
“Bueno, pero no se crea por esto el celoso inspector, que en Sevilla no se
juega a los prohibidos; pues el rumor público dice a todo el que lo quiere
oír, que sí se juega, y sí no en el Café del Centro, será en otros cafés, casi-
nos o garitos”.
O en ambas partes. Porque según nuestras noticias se juega hoy en el
Centro, en la calle Velázquez, en dos círculos más o menos aristocráticos,
en cierta casa de la calle Almirante Ulloa y en los cafés cantantes y bai-
lantes de Silverio y Ojeda.
Denunciamos estos delitos públicos para que los Sres. Inspectores tengan
ocasión de practicar nuevos reconocimientos.
José Luis Ortiz Nuevo

A ver si alguna vez se encuentran con algo; porque hasta ahora sólo son
los puntos los que hallan cuanto desean.
(EL CRONISTA. 9 de junio)

***

Un compañero nuestro pasaba anteanoche cerca de la una por la calle Ta-


rifa cuando de pronto fue sorprendido por dos tiros que parecían dos ca-
ñonazos. Al pronto pensó en huir a toda prisa, temeroso de que la hidra
revolucionaria sacara la cabeza por aquellos contornos; pero repuesto un
poco del susto trató de averiguar lo que pasaba, y supo lo siguiente:
El Sr. Sellés, con un celo que le honra, hizo una visita al café cantante co-
nocido por el del Burrero; allí observó cuanto pasaba y salió a la calle en
busca de algunos policías. Acompañado de éstos procuró entrar nueva-
mente en el establecimiento, que ya tenía cerrada la cancela. Llamó para
que se le abriera, y como no contestaron, uno de los que lo acompañaban
disparó su revólver, produciendo la alarma consiguiente. Finalmente la
puerta se abrió y la casa fue registrada, sin encontrar nada que indicase
que allí se jugaba a los prohibidos, y sí sólo a esos juegos de bolas, que se
practican en todos los billares.
Creemos que el Sr. Sellés ha sido engañado esta vez por algún denuncia-
442
dor, que ha querido vengar algo, y esto no tendría importancia si no hubie-
se sido el mismo Gobernador en persona quien se ha tirado en plancha.
Nosotros no tenemos noticia de que se juegue en Sevilla a los prohibi-
dos y no comprendemos la bondad del acto realizado por el señor Sellés;
pero si debemos decirle, que para sorprender casas de juego, cuando las
hay, se necesita emplear otros procedimientos. Por los empleados la no-
che del viernes sólo se ha conseguido, según nos informan, que la bella
hija del dueño del establecimiento haya sufrido un contratiempo grave
a su salud.
27
(EL BALUARTE. 25 de julio)

***

NOTAS LOCALES
El Señor Sellés en acción.
Se propuso desde su venida que en Sevilla no se jugara, y su primera
orden fue la de prohibir toda clase de juegos, lo mismo en tabernillas de
mala muerte, que en salones más o menos lujosos.
Por hache o por be, que no lo sabemos fijamente, sus órdenes no se cum-
plieron sino a medias; porque si no de la manera escándalosa que en los
¿Se sabe algo?

nefastos tiempos del Sr. Ríos Acuña, parece que había casas privilegia-
das, con las cuales el señor Sellés se ha propuesto acabar, enderezando a
ello sus pasos, del siguiente modo:
En modesto traje, con sombrerillo de ala, sin bastón, y fingiendo ser un
señorito de pueblo, entróse anteanoche solo en el café cantante y bailante
de El Burrero; examinólo todo, vio la mesa de juego, preguntó a uno de
los puntos en qué este consistía, cuántas eran las horas de oficina, que tal
daba la suerte de ordinario, etc, etc. Y cuando de todo estuvo enterado,
salió como había entrado, para tornar a poco acompañado de la policía
que había dejado a pocos pasos de la casa.
Pero sin duda un husmón de esos que las tales casas colocan en aposta-
deros cuando se encuentran perseguidas, dio el soplo, y a su vuelta se
halló cerrada la cancela. Ordenó abrir, se resistieron, e indignado pegó
un fuerte empellón que hizo saltar el pestillo y dejó franca la entrada.
Puntos, banqueros y mirones habían ya tratado de poner pies en polvo-
rosa, y unos por los tejados, otros descolgándose por la ventana, todos
habían echado a huir dejando los bártulos abandonados y llevando el
dinero tan mal seguro, que lo iban regando en pos. Siete pudieron ser
pillados, y a unos 500 reales asciende lo que se pudo recoger.
Inmediatamente, después de ordenar que fueran puestos a buen recau-
do, el Gobernador se dirigió al otro café, también flamenco de Silverio,
donde antes que él llegó el soplo sin duda, y nada notable aconteció. Pero 443
por justa providencia y en atención a que le consta que en este se juega lo
mismo que en el otro, ha mandado cerrar ambos, eligiendo este castigo
en vez de imponerles una multa, que como no puede pasar de 500 pese-
tas, les haría poca o ninguna mella.
Las personas honradas, sin duda, aplaudirán la digna y enérgica con-
ducta del Sr. Sellés, que de este modo evita el que pobres trabajadores a
quienes el deseo de un rato de expansión, un pequeño vicio, o una enga-
ñadora esperanza de mezquino lucro, llevan a esos centros, pierdan en
ellos el jornal con que cuentan para dar pan a sus hijos, y después ya con-
tritos, busquen en el vino proporcionado por cualquier medio, olvido de
sus remordimientos, y beodos luego y dominando en ellos las pasiones
no domeñadas por una sólida educación, se lancen al vicio desenfrenado
y aún al crimen; que este es el proceso de lo que empieza por ser mero
pasatiempo, según han demostrado tristes experiencias.
Nosotros unimos nuestro aplauso al de las gentes honradas y le excita-
mos a seguir por ese camino con la misma energía y decisión.
(EL CRONISTA. 25 de julio)

***

Otro milagro.- Han ingresado en la sucursal del Banco la cantidad de


José Luis Ortiz Nuevo

cuarenta duros menos dos pesetas producto de lo que se recogió regado


por el suelo en el café del Burrero, la noche que el Gobernador sorpren-
dió a los jugadores.
(EL PORVENIR. 6 de agosto)

A la par de la escándalosa crónica del juego encubierto en los cafés flamencos,


otras noticias dio de sí este año, ya por atentar contra el honrado sueño, ya por
los efectos nocivos del alcohol, bebido:

Los vecinos de la calle Rivero se quejan amargamente de que no pueden


dormir merced a las aficiones flamencas de los curdófilos que se reúnen
en las tabernas allí establecidas.
¿No podría arreglarse eso? Digo, si no se opone algún conservador ca-
racterizado.
(EL BALUARTE. 21 de agosto)

***

Confesiones de un beodo:
Acúsome padre municipal, de haber oído más de lo que debiera los arru-
444 llos de dos palomas que revoloteaban por la calle de Zaragoza. Una acu-
día por el nombre de Flamenca y la otra por el de Cordobesa.
Duélome, señor, de que una de esas palomas, ladrona sin duda, se llevó
en el pico tres duros míos.
El municipal, como buen confesor:
Los siento, hermano; pero espíritu que se va no vuelve; ego te absolvo. En
el pecado llevas la penitencia.
La afición al cante flamenco costó cara a un ciudadano la noche del domingo.
Se entusiasmó, bebió con exceso, no tenía para pagar, dejó en prenda un
reloj, alborotó poco después y le pegaron.
De suerte que pudo salir cantando:

“¡Válgame Dios de los cielos


que desgraciadito soy;
que mala estrella me guía
por donde quiera que voy!”
(EL TRIBUNO. 16 de noviembre)

***

A las dos de la madrugada de ayer se encontraba en el café cantante de


¿Se sabe algo?

la calle del Rosario un individuo que infundió sospecha a los agentes de


la autoridad.
Interrogado por estos dijo ser natural de Écija y que no tenía domicilio en
Sevilla ni documentos que acreditasen su personalidad.
Como en vez de cédula personal traía una navaja de muelles, los agentes
de orden público, creyeron oportuno darle alojamiento en el Pópulo a fin
de que no se expusiese a una pulmonía quedándose a la intemperie.
Este rasgo de caridad de los agentes es digno de elogio.
(EL TRIBUNO. 23 de noviembre)

***

Un hombre que había ido recorriendo todos los tabernáculos de Triana se


puso a cantar junto al fielato de la calle de Castilla esta copla popular:

“Al aguardiente anisao


yo no sé lo que han jecho:
lo han rebajao de graos
y le han subío er derecho.”

Pero a pesar de esto, el rebajao se le subió derecho a la cabeza e hizo que


445
nuestro hombre cayese en la tentación.
Ya lo saben nuestros lectores: cada copla que se refiera a la bebía quiere
decir que un adorador de Baco ha ingresado en la cárcel por haberse ex-
cedido a sí mismo, como un monstruo cualquiera.
(EL TRIBUNO. 1 de diciembre)

***

“Venga tela, venga tela


venga otro medio cuartillo;
que el aguardiente es lo sólo
pa matar el gusanillo”.

Esto decía un mocito ayer de mañana en un establecimiento de la Puerta


Osario, pero no sólo consiguió lo que pretendía sino también embriagar-
se y escandalizar y... que lo llevaran a la cárcel.
(EL TRIBUNO. 12 de diciembre)

Y ahora, de postre, a modo de guinda, o como ceremonia de clausura, una larga


crónica que vino allende Andalucía, para informar que también en Barcelona
José Luis Ortiz Nuevo

había afición, por ella Cafés Cantantes, y en consecuencia... escándalos sonan-


tes:

Un duelo en Barcelona.- En la puerta del café y teatro de la Alegría, donde


se sirve a los barceloneses cante flamenco a satisfacción, fue detenido por un
portero hace algunas noches un amigo del empresario que venía disfrutan-
do el privilegio de penetrar sin billete, alegando aquel dependiente órdenes
recibidas de su jefe. Este se presentó a la sazón, y con gran sorpresa del ami-
go, ratificó la orden dada a los porteros de no permitir la entrada gratuita.
La noche siguiente, hallándose el empresario en un palco viendo la fun-
ción, se le acercó el amigo resentido de la víspera, ocurriendo una escena
bastante desagradable.
Todos los concurrentes se pusieron en pie; las mujeres gritando o des-
mayadas; al fin mediaron espectadores y agentes de la autoridad, pero
el empresario quedó en el suelo con varias contusiones y heridas de que
manaba sangre. El contendiente salió del local con paso firme, y en la
calle fue detenido y conducido al arresto.
El empresario se presentó el jueves de madrugada en el Gobierno civil,
pidiendo su libertad y ofreciendo pagar la multa que le impusieran, y
una vez obtenida, medió entre los dos el siguiente diálogo, tan conciso
como expresivo:
446
- Ya sabes lo que has hecho y a quién lo has hecho.
- Lo sé.
- También supongo que sabrás cual es ahora tu deber.
- También lo sé.
- Pues vamos ahora mismo.
- Vamos.
Y ambos interlocutores se dirigieron camino de Montjuich, acompañados
de varios amigos que se presentaron a ser testigos del lance. Llegaron al
Hipódromo, se colocaron a treinta pasos, armados de revólver, después
de haber convenido en que dispararían los dos alternativamente hasta
que uno cayera muerto o mortalmente herido. Al primer disparo cayó el
dueño del café.
- ¡Hemos concluido! -exclamó uno de los testigos.
- ¡Ahora empezamos! -contestó el herido, quien levantándose, disparó su
arma, logrando hacer blanco a su rival.
En este momento la lucha fue terrible, uno y otro se dirigían disparos a
cual más certeros, hasta que al fin quedaron ambos heridos de mucha
gravedad; el empresario con dos balazos en el pecho y su contendiente
con cuatro, uno en el pecho, otro en la cara.
¿Se sabe algo?

Según EL DILUVIO, de donde extractamos los anteriores datos, los dos


son muy conocidos en Barcelona y han justificado la reputación que te-
nían de valerosos. El último fue en un tiempo gimnasta de afición, ahora
se dedicaba a la tauromaquia.
El torero se llama Artau.
(EL PORVENIR. 21 de octubre)

1887

El año principia, en lo que atañe a estos escándalosos trances por causa del
flamenco, de la misma manera que acabara su inmediato anterior en el tiempo:
con las crónicas y coplas del borracherío andante, que el TRIBUNO le dio por
sacar a relucir casi de continuo, cosa de monomanía:

“Cualquier hombre bebe vino


y cualquiera se emborracha
y cualquiera tiene novia
y cualquiera se casa”.

Así lo dice la copla y así lo hizo un vecino de la calle del Arrayán.


Pero lo que no hace cualquiera es beber vino y emborracharse para ir a 447
pegarle a su mujer, armando un escándalo morrocotudo.
Porque esto merece el casillazo que le dieron... y algo más.
(15 de enero)

***

En la madrugada de ayer fue detenido por la policía en las inmediaciones


de la Puerta de la Carne un ciudadano que a juzgar por sus actos podría
cantar esta copla popular:

Tiro piedras por la calle;


al que le dé que perdone:
tengo la cabeza loca
con tantas cavilaciones.

Pero como el loco por la pena es cuerdo lo llevaron al Pópulo a fin de


que explique estas cavilaciones que se traducían en pedradas contra todo
bicho viviente.
(22 de enero)
José Luis Ortiz Nuevo

Tras la locura viene un mensaje transmitido desde la capital de la Costa del


Sol, antes, mucho antes de así llamarse, en el que se da cuenta de un desplume
“ejemplar” a un guiri aficionao, hijo de la pérfida Albión:

En la famosa Caleta de Málaga ha sido víctima de un timo un inglés lla-


mado León Gross, que en compañía de jóvenes alegres, cantaoras de pro-
fesión, había organizado una juerga por todo lo alto.
Mr. Gross, después de beber en abundancia, quedó dormido en un rin-
cón, y las chicas se apoderaron del dinero y valores que llevaba, cuya
suma asciende a 64.200 pesetas.
Han sido presas algunas de las cantaoras, pero sólo han aparecido 4.200
pesetas.
(EL CRONISTA. 23 de enero)

Y en torno de asuntos semejantes: el vicio, la bebía, el mangue y los tiri-


tos, vuelve a Serva la actualidad y refiere:

Los agentes de orden público detuvieron ayer tarde a un mocito que en


la madrugada anterior se había presentado en un café cantante provisto
de una escopeta.
448 El cazador parece que iba algo bebido por cuya razón en vez de ir de
cacería fue al Pópulo.
Contra su voluntad se entiende.
(EL TRIBUNO. 18 de febrero)

***

A un individuo que se quedó dormido en un cuarto de cierto estableci-


miento de bebidas de la Alameda de Hércules le sustrajeron el reloj, el
bastón y el sombrero.
Se sospecha que el afano lo llevaron a cabo tres mocitos que habían esta-
do cantándole por lo jondo en dicho establecimiento.
(EL TRIBUNO. 11 de marzo)

***

Ayer de madrugada tres individuos que salían del café de Silverio, pro-
movieron una disputa en la calle Tetuán; de las palabras pasaron a las
obras, y hubo palos y tiros. Un individuo resultó contuso y otro conocido
por el Guarro, herido de gravedad.
¿Se sabe algo?

Estos son los frutos de cierta clase de espectadores y de la negligencia de


las autoridades que permiten estén abiertos, hasta que los dueños quie-
ren, los cafés cantantes y las tabernas.
(EL UNIVERSAL. 16 de junio)

***

Buen hombre: La policía detuvo a un individuo que en el Café de Silverio


hizo varios disparos de revólver, resultando herido otro en la mandíbula
izquierda y produciéndose el escándalo que es de suponer.
(EL PORVENIR. 16 de junio)

Quiere decirse que todo sigue igual bajo las estrellas, ca uno en las trece de su
oficio, entre la paz y la violencia. Mientras, la ejercida con el guante blanco de
tinta impresa y negra, continúa en su empeño predicador, edificante de la mo-
ral asexuada, pura y casta. Atiendan y se enteren de lo que vale un baile:

EL BAILE
En sentido estricto es el conjunto de movimientos ejecutados con más o
menos violencia al compás de la música.
De un modo más lato, puede decirse que es todo, sin ser nada en realidad. 449
Es como el retrato de la fisonomía especial de un país.
Así, por ejemplo, el tranquilo reposado e inocente zorcico representa ad-
mirablemente las costumbres patriarcales y semibíblicas del pueblo Eús-
karo.
La jota, más movida, más alegre, pero también severa, nos da la idea de
la ruda lealtad y heroica tenacidad de los aragoneses.
Las sevillanas con sus movimientos alegres animados y voluptuosos nos
retratan fielmente la alegría y la gracia peculiares de la risueña Andalucía.
Es el baile la manera o pretexto de reunirse la gente, constituyendo los
llamados de sociedad.
Y aquí es de notar que los bailes gratuitos son los más caros por ser los
de más lujos.
Es pues medio de enriquecer a muchos a costa de los otros.
O de esta manera: uno de los medios de vida del comercio en las grandes
capitales, son los bailes.
Advirtiéndose que en ellos, cuanto más se visten las señoras más desnudas van.
¡Cuántas felicidades y disgustos, cuántos amores empiezan y cuántos se
terminan en estas fiestas del gran mundo!
Hay otros, los de máscaras, que son diferentes de los anteriores y es de
José Luis Ortiz Nuevo

notarse que en estos, en que el pudor escasea mucho más que en los de
sociedad, se cubren la cara como si se avergonzaran de lo que están ha-
ciendo.
La careta, elemento indispensable de estos bailes, va siendo cada vez más
pequeña o tapando menos, lo cual se comprende porque todos la usamos.
Quien se pone la de caballero, muchas llevan la de la pureza; algunos se
disfrazan con las de calaveras, es decir, todos nos ocultamos detrás de un
disfraz que desfigura nuestras condiciones morales.
Y así como queda desairada una vieja y fea cuando hay quien se atreve
a levantar el disfraz que la hacía pasar por joven y bella: así quedamos
corridos y en ridículo cuando alguno se atreve a levantar la máscara que
oculta nuestras propias facultades.
Las mujeres que acuden a estos bailes, con la careta puesta para embro-
mar y engañar a los hombres, precisamente cuando los empiezan a enga-
ñar es cuando se la quitan; y estos no ven que todavía se cubren con dos:
la formada por la pintura, y aquella con que todos ocultamos nuestro
verdadero modo de ser.
Puede pues asegurarse que los bailes son modo de engañar y manera de
desengañarse, siendo de advertir que en los llamados públicos hay que
pagar la entrada, y sin embargo, es mucho más cara la salida.
450 Otro baile llama mucho la atención: el llamado flamenco. Pudiera decir-
se que este es el baile o danza del vicio, a semejanza de la célebre de los
muertos.
Triste es en estos ver los descarados y desenvueltos movimientos de las
llamadas bailaoras.
Pero mucho más triste e incomprensible es que los hombres, olvidando
su dignidad y su grandeza, se agiten y muevan con ridículas muecas y
afeminados gestos.
El baile en este caso es el vicio en toda su fealdad, es algo repugnante y
asqueroso, es la relajación del sentido moral.
Por último el baile es y ha sido en algunos pueblos y religiones fórmula
especial del culto.
Es un divertimiento natural, lícito y honesto cuando sólo representa la
expansión y la alegría de los que lo ejecutan.
En fin, es algo que está en la naturaleza, pues con frecuencia se dice que
el mundo es un fandango y el que no lo baila un tonto.
(EL CRONISTA. 23 de junio)

Y de la danza al río, para saber de una escena en verdad insólita y preciosa:


como unos contrabandistas que debiendo pasar por invisibles, todo lo con-
¿Se sabe algo?

trario hicieron y así llamaban la atención de los guardianes con un jolgorio de


tronío:

Anteanoche, cuando los poéticos rayos de la luna se reflejaban en las cla-


ras aguas del Guadalquivir, una lancha tripulada por unos cuantos bar-
bianes se dirigía hacia una de las escalinatas del muelle, auxiliada por los
remos y por la mansa brisa que soplaba.
Los tripulantes traían un jolgorio imposible de describir: carcajadas ale-
gres, chocar de coplas, destempladas voces que se arrancaban por segui-
dillas gitanas, acompañadas del indispensable “¡viva tu mare!” “¡Salero-
so!” y otros estimulantes del género flamenco puro; todo esto se oía desde
la orilla, donde se encontraban unos carabineros, a quienes por lo visto
no les dio buena espina lo del cante y que determinaron abordar a los
discípulos de Silverio, en el momento de saltar a tierra.
Y con efecto, al poner el primero su pie en la escalinata del muelle, se pre-
cipitaron sobre ellos los carabineros, verificando enseguida un escrupu-
loso registro, que dio por resultado encontrar dentro del bote varios far-
dos de tabaco, que los cantaores trataban de introducir en la población.
(EL PORVENIR. 3 de julio)

Por este tiempo no se daba por rendido don Manuel Ojeda en su voluntad
de instalar otra vez “el barracón” con cante en las inmediaciones del Puente 451
28
de Triana . Pero tampoco el Ayuntamiento modificaba entonces su postura
intransigente y volvía a decirle que no, lo siento mucho, pero ya sabe usted lo
que luego arman los periódicos. De la negativa dieron cuenta EL TRIBUNO y
EL UNIVERSAL los días 16 y 17 de julio, con alivio. No lo tuvieron tanto los
vecinos de la calle de la Encomienda:

Malas noches: Se nos quejan los vecinos de la calle Encomienda, de que


hace muchas noches no pueden dormir a causa del ruido que se pro-
mueve en un establecimiento de bebidas que da a dicha calle, y donde
se baila sobre las mesas al compás de palmas y golpes sobre los muelles,
cuya distracción empieza a las doce de la noche y termina a la mañana
siguiente.
Bueno es que el que tenga ganas de bailar y cantar, lo haga hasta que se
harte o satisfaga, pero nunca a costa del infeliz vecino que necesita des-
cansar por la noche para trabajar durante el día.
(EL PORVENIR. 20 de julio)

Amén. Digo que así fuera. Mucho más conforme estaría el señor Gobernador
Civil, que en agosto publicaba severas órdenes:
José Luis Ortiz Nuevo

De acuerdo el Gobernador señor Moral y el Alcalde, han dado ayer las


más severas órdenes a sus delegados y dependientes para que las taber-
nas se cierren a las doce de la noche y los Colmados a las dos, advirtiendo
a los dueños de estos últimos, que en el momento en que se produzcan
alborotos y ruido de cante después de las doce, se cerrará inmediatamen-
te el establecimiento.
(EL UNIVERSAL. 23 de agosto)

Cuando era el mes de los difuntos había flamencos capaces de desafiar su triste
sino:

De una casa de la calle Aponte se escapó anteanoche una pupila, descol-


gándose por un balcón, valiéndose de sábanas y colchas.
Parece que la joven cayó en manos de un artista flamenco y que la pareja
se marchó a Cádiz.
(EL CRONISTA. 20 de noviembre)

Seguramente un Divé los bendijera.

Historias para no dormir de aquellas buenas gentes que con tan desmesurado
celo velaban por la moral del pueblo. Y a la par las intenciones de condena
y burla, peyorativas, turbias, contraponiendo lo flamenco a cualquier idea de
452
cultura, progreso o civilización:

Parece que el presidente del Ateneo señor Sales y Ferré ha presentado la


dimisión de su cargo a la Junta directiva de aquella Sociedad.
Según nuestros informes, la causa de esta determinación ha sido no ha-
ber hallado medios de cumplir el compromiso contraído, en nombre de
este Centro Científico, con la Sociedad de Excursiones de Osuna, de prac-
ticar excavaciones en aquella villa por cuenta del Ateneo a condición de
ingresar aquélla en ésta las cuotas de sus socios.
Apuros irremediables.
Fuera el Ateneo un café cantante y tendría dinero para todo, dice EL
CRONISTA.
Y tiene razón.
(EL UNIVERSAL. 13 de julio)

***

Parece que los operarios de guitarrería de Valencia tratan de declararse


otra vez en huelga.
¡A buena hora! ¡Ahora que ya no hay quién piense tañer la vihuela!
Los tiempos que corremos son más de piporro que de guitarra.
¿Se sabe algo?

¡Cómo que me presumo yo que la afición a lo flamenco no reconoce otra


causa sino la de que la gente quiere quejarse del gobierno por música!
Usted no tiene más que ver sino que todos los flamenquistas empiezan
sus cantos con una especie de dolor de callos pisados... ¡Ayyyy!
(EL BALUARTE. 21 de julio)

***

A pesar de que la Compañía de la señora Cirera es de primer orden, y


de representar una obra tan notable como De mala raza, el teatro estaba
casi vacío.
En cambio los esperpentos lírico-bailables del Duque y los salones de cante
flamenco se vieron muy favorecidos.
Y es que la desmoralización todo lo ha invadido y hay que labrar nuevos
moldes.
El pueblo bajo sólo quiere cañas y jaleíto; las clases acomodadas se abu-
rren donde pueden aprender deleitándose.
(EL BALUARTE. 21 de septiembre)

(A propósito de una representación en el Teatro del Duque):

Hemos de llamar la atención de la autoridad gubernativa, para que pon- 453


ga freno a los inusitados palmoteos y pataditas que producen los especta-
dores de gradas, impropios de un local culto, al que concurren personas
por todo extremo ajenas a esas expansiones silverianas.
(EL PROGRESO. 20 de octubre)

***

(Se comenta un artículo aparecido en el diario EL ESPAÑOL que refiere la crea-


ción de una asociación para arrendar el teatro San Fernando):

... Ya verá el buen colega como ese pensamiento tan noble no prospera.
Aquí los únicos que desgraciadamente han prosperado son los “jipíos” y
“pataletitas” del baile “jondo” y los políticos del tres al cuarto.
Por lo demás seríamos los primeros en congratularnos de que Sevilla,
volviendo por sus aficiones y gusto artístico, tan abatido hoy, por el re-
bajamiento a que ha llevado la flamenquería, llegase al lugar desde no
debería haber descendido.
(LA ANDALUCÍA. 13 de diciembre)
José Luis Ortiz Nuevo

Y, en conclusión, el cachondeo por mor de los Santos Inocentes. Pena que no


fuera de verdad la cosa:

El día 2 de enero se inaugurarán las clases de cante y baile flamenco, que


ha mandado establecer el Ateneo y Sociedad de Excursiones. En tanto
que las plazas se proveen por oposición en el concurso convocado para
31 de marzo, las desempeñarán interinamente Fosforito, el maestro Pérez
y la señorita Francisca Hilera, alias Currita.
(EL CRONISTA. 28 de diciembre)

1888

Al llegar el año de los tres ochos consecutivos, da la impresión como que hubie-
ra una cierta transigencia o tolerancia en los medios con el cante, o firmada una
tregua, o un pacto de silencio total para mayor herirlo...; de manera que hasta
29
mayo no se dictan los primeros pronunciamientos. Entonces la escandalera
no alcanza únicamente al “desagradable griterío”, pues bien cerca, a la misma
vera, de uno de los lugares “apestados”, otras malolientes pestilencias agobian
al culto y tan meón pueblo sevillano.

Sr. Alcalde Mayor.- Ponemos en su conocimiento, que es una vergüenza


454 en un sitio tan céntrico como la esquina que forma la calle Amor de Dios
con la de Delgado, y en la hermosa verja que cierra el jardín que hay
en dichas calles, se haya establecido un gran depósito de inmundicias,
siendo además el sitio escogido por cuantas personas pasan por allí para
evacuar todas sus necesidades.
Esto, como V.E. comprenderá, además de ser altamente sucio e inmoral,
ataca directamente al dueño de la finca, pues hace inútiles todos cuantos
gastos verifica para adornarla.
Conque Señor Varea, una poca de vigilancia, y se evitará tan repugnante
espectáculo.

***

Otro si.- Por lo visto no hay medio humano posible para conseguir que
se limpie el recipiente urinario de la calle Amor de Dios, a la puerta del
Café del Burrero.
Esto no solamente causa perjuicio por la mala vista que ofrece y por los
olores que de allí se desprenden, sino que en la época en que tan grandes
calores se sienten en Sevilla, los líquidos acumulados en dicho orinadero
pueden causar enfermedades a los vecinos de las casas inmediatas, una
vez en descomposición.
¿Se sabe algo?

¿Ya que tan poco cuesta, por qué no se arregla?


30
(LA AVALANCHA. 12 de mayo)

***

Peor el remedio...- En la calle Amor de Dios, y a la puerta del café can-


tante conocido por El Burrero, existía un recipiente urinario, que a causa
de su mal estado y por los líquidos en él acumulados, causaba nauseas a
cuantos por allí pasaban y era perjudicial a la salud de los vecinos.
Denunciamos el asunto y con nosotros toda la prensa, y el Alcalde, dan-
do muestra de actividad, de tacto, y talento... ¿qué hace?
Pues de un golpe manda allí cuatro albañiles que en un dos por tres...
suprimen el orinadero.
El público acostumbrado a aquel sitio evacua allí sus necesidades y he
aquí a aquel lugar convertido en pocilga indecente que causa repugnan-
cia a cuantos lo ven.
Sr. Alcalde lo que se quería era que se arreglara pero no se suprimiera.
¡Válgame Dios!
(LA AVALANCHA. 29 de mayo)
455
Para que no se diga y pueda suponerse que ni una sola pelea hogaño hubo, no
le quedó más remedio al TRIBUNO que llamar la atención sobre la disputa que
cerca del Café Cantante de la calle Tarifa, promovieron antes de ayer mañana
una pendencia tres revoltosos... ¡Válgame Dios, ya es el colmo!: por la mañana
y cerca del café cantante... Y es que la manipulación informativa no es, como se
ve, un invento contemporáneo.

Y a propósito de tal: ¡Qué barbaridad!: La que formaron porque el Sr. Ojeda


quiso dejar las escaleras y estrecheces del salón Burrero, establecido en Tarifa
número 1 (¿Se acuerdan ustedes del salón del Recreo?) y mudarse a un lugar
más espacioso; esto sí que fue un escándalo mayor, de estrellas con muchas
puntas, ¡digo!:

¿Conque vamos a tener en la propia calle de las Sierpes una academia


de cante y baile flamenco, dirigida por institutrices de alto chapín y por
profesores de justa nombradía?

Así, así se ilustra al pueblo.


Y se dan espectáculos cultos y provechosos.
¡Cuidado que pasan cosas en esta capital!
Y con González Montera.
José Luis Ortiz Nuevo

Y con Varea.
¡Parece mentira!
(EL TRIBUNO. 14 de junio)

***

El café cantante que va a instalarse en el local de la calle de las Sierpes en


que estuvo el Casino Militar es el conocido por el del “Burrero” y según
se asegura, ya se ha concedido por el Gobierno Civil el correspondiente
permiso.
La opinión reprueba esa instalación pero no habrá más remedio que su-
frirla y... vamos andando.
Se dice que la entrada a ese centro de cultura, se verificará por las calle-
juelas de Pasión y del Azofaifo.
En fin, del mal el menos, y contentémonos con el ruido.
(EL TRIBUNO. 15 de junio)

***

No es posible.- Se susurra que al edificio que ocupaba el Casino Militar, se


456 piensa trasladar uno de los cafés cantantes más acreditados de Sevilla,
noticia que, con fundada razón, trae alarmados a todos los vecinos de la
calle de las Sierpes.
No creemos consientan las autoridades se establezca en el sitio más cén-
trico de la capital y donde más gente concurre, el referido café, constan-
te foco de escándalos, riñas, borracheras y demás espectáculos, poco en
consonancia con las buenas costumbres que deben existir en la tercera
capital de España.
No se contentan ya esos señores con que permanezca abierto un estable-
cimiento que en razón al sin número de perjuicios que ocasiona a los ve-
cinos, a tiempo debiera estar cerrado, sino que hasta quieren estacionarlo
en la principal calle de Sevilla.
¿Será tan boyante el Sr. Alcalde que lo permita?
Aún cuando acostumbrados a los desaciertos que la anterior autoridad
cometió, suponemos no concederá ese permiso, puesto que sería punto
menos que imposible soportar el continuo estrépito de jaleadores y berri-
dos flamencos.
Iniciado tan sólo el pensamiento, ha sido causa de la unánime protesta de
la prensa local y de los vecinos de la citada vía.
Ya no falta más a Sevilla después de estar convertidas las calles en mula-
¿Se sabe algo?

dares, que se establezcan también, un Tío Vivo en la Campana, las cuar-


teladas del pescado y verduras en la Plaza de San Francisco y Duque
respectivamente, y el Barranco en la Plaza Nueva.
¡Adelante, ediles señores! ¡Sevilla entera os admira!
¡La escoba... la escoba, es la que está haciendo sentir su falta!
(LA AVALANCHA. 14 de junio)

***

Se dice que entre los vecinos de la calle Sierpes, ha cundido la alarma, a


causa de la noticia de que a dicha calle, en el edificio que estuvo el Casino
Militar, piensan trasladar uno de los más acreditados Cafés Cantantes de
esta ciudad. Hablando en plata: el Café Cantante a que se alude, no es
otro que el llamado del “El Burrero”.
La moral, la cultura, la decencia de Sevilla, reclaman de continuo a nues-
tras autoridades que centros de esa índole no se establezcan en la calle
más concurrida de Sevilla; y nosotros, que ya hemos combatido otras
veces ese pensamiento, llamamos la atención de todas las personas ilus-
tradas, a fin de que interpongan sus influencias para que tal intento no
se lleve a cabo.
¿Qué dirían los extranjeros al oír en su calle más favorita los “jipíos” y
457
“pataítas” de los artistas flamencos?
¡Pobre Sevilla!
(LA ANDALUCÍA. 14 de junio)

***

No importa.- El café Cantante denominado El Burrero nos retira la sus-


cripción, por el suelto que publicamos ayer sobre la traslación de dicho
establecimiento a la calle de las Sierpes.
Como es cierto que los espectáculos que se ofrecen en el mencionado café
pugnan con la cultura de Sevilla y no son dignos de que se representen,
no en la calle de las Sierpes, sino en ninguna donde transiten y vivan per-
sonas de buenas costumbres, insistimos en que debe retirarse el permiso
concedido y no consentir su instalación en dicha vía.
(LA AVALANCHA. 15 de junio)

Al final tuvieron sencillamente que envainársela y admitir que hubiera cante


31
en la propia calle de las Sierpes .

Y para que este año no faltara la despectiva, capciosa, comparación; ahí tienen
esta perla:
José Luis Ortiz Nuevo

Pájaro Pinto estrenada en Cervantes, es una opereta francesa con música


de Suppé, ligera, fresca y deliciosa; y no carece de argumento y tiene al-
gunos versos bastante buenos.
Pero en Pájaro Pinto no se habla en caló, ni salen a relucir navajas, ni
huyen los municipales, ni se oyen chistes obscenos, ni hay exhibición de
pantorrillas.
¡No es obra de verdadero mérito, ni puede dar dinero a la Empresa!
(EL TRIBUNO. 2 de diciembre)

1889

Llegó también el fin para esta senda. Camino de ruidosas disidencias, pro-
clamas moralizantes, denuncias y acusaciones por doquier, graves denuestos
contra el cante y el baile, sus acciones y efectos y aún sus circunstancias, como
flores del mal consideradas, perversamente indecorosas, sucias, repulsivas...

Dijeron tanto que al cabo casi no les quedó más remedio que aguantar y tomar-
se la manifiesta, indestructible, existencia del pecado con una cierta dosis de
santo y resignado cachondeo:

Dijimos que el señor Gobernador había dispuesto que las tabernas se ce-
458 rrasen a las doce de la noche. Falta añadir que esta como otras muchas
órdenes de la autoridad superior de la provincia no se cumple.
A las doce, y a la una, y aún más tarde, en muchas tabernas se oyen ensa-
yos de la salía er Fillo y de los seis gorpes der polo e Tobalo:

¡Ay! ... Zeñó Monte Sierra


mande osté cayá:
que er que e día trabaja, por la nochesita
quiere descansá.
(EL CRONISTA. 8 de enero)

Pero no así otros que, con denuedo pertinaz, seguían y seguían insistiendo en
la precisa, imprescindible erradicación de la flamenquería:

Con gran frecuencia encomia la prensa local las excelencias de nuestro


clima, la grandeza de nuestros monumentos y obras artísticas y la im-
portancia de Sevilla por todos conceptos, para deducir que debía ser la
primera estación de invernada de Europa, y la más favorecida en todo
tiempo por forasteros y extranjeros.
Pero preciso es convenir en que las condiciones apuntadas, con ser im-
portantes, no constituyen atractivo suficiente para personas acomodadas,
cultas y de sentimientos delicados.
¿Se sabe algo?

Mientras tengamos en Sevilla la plaga de mendicidad, que con su aspecto


asqueroso, sus groseros modales, su pegajosa insistencia y sus insolen-
tes demostraciones, ataja el paso al extranjero que nos visita, haciéndole
espectador, cuando no actor, de repugnantes escenas, es imposible que
al regresar a su país lleve halagüeños recuerdos y consigne agradables
impresiones.
Mientras no sepamos desterrar el imperio de la flamenquería que influye
en las costumbres y en el lenguaje, en los gustos y en las modas, hasta
el punto de que todo parece infectado por el punzante mal olor que se
aspira en los cafés cantantes, no sabremos tampoco hacer comprender a
los touristes las excelencias de nuestras clásicas costumbres, la bondad
del carácter andaluz, la riqueza de imaginación y de inteligencia que en
estas tierras se atesora.
Mientras no sea en Sevilla un hecho la seguridad personal; mientras no
se acabe con las sociedades de ratas; mientras no tengan los vecinos pa-
cíficos más influencia que los taberneros; mientras no logremos que sean
bien educados los representantes inferiores de la autoridad; mientras sea
un mito la policía urbana, ¿cómo hemos de conseguir que Sevilla sea la
población preferida por los sabios y los ricos, por los que buscan tranqui-
los goces, cultura moderna y patriarcales costumbres?
Mucho hay que hacer para conseguir nuestro deseo, y preciso que cada
cual ponga lo que esté de su parte por conseguirlo: de otra suerte es im- 459
posible.
(EL BALUARTE. 12 de enero)

Recuerdan que hubo protestas radicales cuando el año anterior se anunció el


traslado del “Burrero”; pues bien, para continuar dando de escribir a los cro-
nistas de sucesos, no cesaron en su nuevo emplazamiento las “bronquitis”, ver
l’ahí, por ejemplo, estas:

En el café llamado del “Burrero”, en la calle Sierpes, un sujeto robó ante-


anoche a uno de los parroquianos de dicho establecimiento una cartera
que contenía 225 pesetas en billetes del Banco, en cuyo poder fueron en-
contradas 150.
El caco fue detenido en la casilla a disposición del juez correspondiente.
(EL ESPAÑOL. 23 de marzo)

***

Por haberse negado a pagar el gasto que hizo en el café del “Burrero”, fue
detenido un individuo, el cual quedó a disposición del juez municipal de
la Magdalena.
(EL PROGRESO. 19 de septiembre)
José Luis Ortiz Nuevo

En el zaguán de entrada del café de Ojeda fue recogida una pistola cuyo
disparo se oyó sin poderse averiguar quién fuera el autor del hecho.
(EL TRIBUNO. 25 de septiembre)

***

Ayer fue detenido un individuo por haber producido un fuerte escánda-


lo en el café del “Burrero”.
(EL PROGRESO. 10 de noviembre)

Sucedió también una historia la mar de curiosa protagonizada por un periodis-


ta que se quiso pasar de listo... atravesó la raya... y efectivamente lo ligaron:

Un timo periodístico.- Vamos a dar cuenta de un hecho en cuya publicidad


creemos que está interesado el decoro de la prensa.
Anteayer recibió el dueño del café cantante conocido por el de Ojeda, una
carta suscrita por un sujeto que, llamándose periodista, le exigía deter-
minada cantidad, con la amenaza de que de no entregarla, se publicarían
unos sueltos violentos, cuya copia se le incluía, en que se denunciaba la
existencia del juego en dicho local.
460 No tenemos datos seguros de las medidas que se adoptaron en su vista
por el dueño del café y las autoridades; pero es lo cierto, así nos lo ase-
guran, que el pájaro fue cogido infraganti, tomando el dinero pactado, y
puesto en la cárcel por disposición del juzgado respectivo, que instruye
las oportunas diligencias.
Según nuestros informes, resulta que el detenido figura o ha figurado
como redactor de un periódico semanal de la localidad.
(EL CRONISTA. 5 de julio)

Las calores levantaron de nuevo las protestas, en nombre y defensa de la gente;


atiendan:

JARDINES.- Laméntase EL TRIBUNO de que los jardines de las Deli-


cias estén dispuestos siempre para dar juergas flamencas en obsequio de
cualquier familia bien relacionada o para dejar bizcos a los extranjeros
que nos visitan.
Y pregunta:
“¿De quiénes son los jardines de las Delicias?”
La contestación pueden darla los periódicos que hace días denunciaron
el hecho de cerrarse los jardines de diez a once de la mañana a pretexto
de que era preciso evitar que se solazaran en ellos los granujas.
¿Se sabe algo?

También pueden contestar los vecinos de Sevilla a quienes no se les con-


siente coger ni una mala hoja de los jardines.
La fiesta organizada en la noche del lunes a beneficio de los príncipes ita-
lianos parece que fue barbi: mujeres juncales, cantaores jondos, bailaores
de mistó, bebía de butem, farolillos a la veneciana...
¿Quién pagará estas cosas?
Lo único que sentimos es que al hablarles en lejanas tierras a nuestros
huéspedes de Sevilla, digan:
“¡Oh, gran café cantante!”
¿Y las Delicias?
“El Paraíso del arte flamenco”.
(EL BALUARTE. 11 de julio)

Como el cante, y sobre todo el baile, eran valorados internacionalmente, no


podía faltar su correspondiente escándalo allí donde llegaren los flamencos, y
32
fue en París la fiesta:

En el Cirque d’Hiver de París alcanza cada noche una ovación la Compa-


ñía española de canto y baile nacional.
Rosita Tejero, que es lo que en Andalucía llaman una barbiana, tiene tras- 461
tornados a los parisienses con sus jaleos y joi-jás murciano.
Un caballero muy conocido en París se enamoró de ella, no dejándola ni a
sol ni a sombra. Los españoles le tomaban el pelo que era un primor, pero
no por eso cejaba el parisién.
Días pasados se presentó en el hotel en que se alojaba la murciana y le
hizo una visita, de la que no debió quedar muy complacido, cuando al
salir, disparó un pistoletazo sobre la joven a unos diez pasos de distancia.
Rosita cayó al suelo... del susto sin duda, puesto que al auxiliarla no se le
encontró herida ninguna.
El agresor es diputado, y en uso de su fuero no fue aprehendido; pero los
Tribunales le forman el correspondiente proceso.
(EL BALUARTE. 14 de septiembre)

Mas no fue, ni mucho menos, este el único y sonado escándalo que la presencia
de los flamencos -sobre todo de las flamencas- levantó en París, entonces cuan-
do estaba recién hecha la torre Eiffel. Acabando el año los cronistas de sociedad
se encontraron con un brillante llamado Soledad:

LA GITANILLA SOLEDAD
Nada se sabe a estas horas ni del paradero de la bella bailarina que tantos
José Luis Ortiz Nuevo

aplausos obtuvo en el Gran Teatro de la Exposición de París, ni de la per-


sonalidad de su raptor; y decimos de su raptor porque en la conciencia
de todos está que en la desaparición de Soledad ha intervenido algún
afortunado galán.
Lo que se ha podido aclarar son los antecedentes y la forma en que des-
apareció la gitanilla.
He aquí lo que sobre este particular leemos en un periódico francés:
“Las gitanas que trabajan en el Gran Teatro, y que han estado contratadas
por todo el tiempo de la Exposición, vivían en París en un hotel amuebla-
do del barrio de Grenelle, calle de la Smala, número 12.
El jefe de la cuadrilla José Hasé, llevó consigo a sus tres hijas, Matilde, So-
ledad y Viva, la segunda de catorce y la última de ocho años escasos, y a
todas las vigilaba muy cuidadosamente, apartándolas de los numerosos
galanes que las perseguían, y algunos de los cuales eran tan devotos de
las chicas, que las iban acompañando hasta su domicilio cuando se reti-
raban por la noche.
Si luego salía José a visitar alguna taberna de las inmediaciones, sus hijas
quedaban en casa bajo llave, y cuando volvía él a acostarse, se cercioraba
de que estaban durmiendo tranquilamente.
A pesar de tantas precauciones, Soledad se había creado algunas rela-
462 ciones, y últimamente se mostraba inquieta, agitada y nerviosa. A las
observaciones que a veces le hacía su padre, contestaba con insolencia, y
la chismografía del barrio llegó a decir que sólo logró imponerse en oca-
siones la autoridad paterna tras unos cuantos latigazos a la hija rebelde.
No queriendo volver a España por lo pronto, las gitanas habían hecho un
contrato ventajoso para la temporada que comienza, y precisamente hoy,
11 de Noviembre, debían presentarse en el Alcázar de Invierno.
El empresario de este teatro había anticipado a José Hasé una parte de los
haberes del primer mes, conviniendo a la vez en las indemnizaciones que
mutuamente habían de darse en el caso de romperse la contrata.
El jueves último debía ir toda la familia gitana a las Montañas Rusas o al
teatro Cluny, invitada por el que había sido administrador del Gran Tea-
tro de la Exposición. Este estuvo en el hotel por la mañana, comunicó la
noticia y, conforme a su promesa, fue a buscarla a las seis y media.
Las muchachas estaban vestidas ya, pero su padre no.
Mientras se arreglaba, Matilde, Soledad y Viva, bajaron al escritorio del
hotel, y allí estuvieron esperándole un rato muy impacientes por lo que
tardaba.
Soledad se mostraba triste y preocupada. Con frecuencia miraba inquieta
por una ventana, como si esperase a alguien que no llegaba.
¿Se sabe algo?

-Mientras baja tu padre, báilate algo- le dijo el dueño del hotel, que la
trataba con gran confianza.
-No quiero- contestó ella con displicencia.
Pocos momentos después Soledad salió del escritorio, hizo ademán de ir
al encuentro de su padre, llegó a la puerta de la calle... y no se ha visto
más.
En la puerta del hotel estaba parado un coche, pero lo tenía tomado uno
de los huéspedes, que no tardó en bajar de su habitación, y lo ocupó.
Los vecinos nada vieron, ni siquiera que hubiese persona rondando la
casa en aquellos momentos.
José Hasé se dirigió entonces a casa del comisario de policía para darle
cuenta del hecho y comunicarle las primeras sospechas que le asaltaron.
La versión más generalizada es que Soledad se ha dejado robar por un
joven ruso y que la pareja está fuera de alcance.
El viernes por la noche recibió el padre de la muchacha, por el correo in-
terior, una carta con el sello de la Administración de correos de la Aveni-
da de Friedland, diciéndole el autor que se había apoderado de Soledad
para evitarle los malos tratamientos que sufría en su casa, y que no se
molestara en buscarla, porque había tenido buen cuidado de tomar pre-
cauciones y de poner algunos kilómetros entre ella y la policía francesa.
463
“No os inquietéis -añadía la carta- os aseguro que será dichosa en cuanto
puede serlo una mujer...”
A pesar del aviso, la prefectura de policía de París, a petición de José
Hasé, ha dado sus órdenes para que busquen a los fugitivos...”
(EL CRONISTA. 14 de noviembre)

***

El robo de la Soledad
El telégrafo dio el domingo la noticia de haber sido robada a la salida del
hotel en que habitaba en París la joven y graciosa bailadora sevillana So-
ledad Harse, que tan aplaudida ha sido en el café-teatro del Centro.
Hasta el presente han sido infructuosas todas las pesquisas hechas en
busca del paradero de la gitanilla, como la llamaban en París.
Dícese que su padre, “El Chivo”, ha recibido un anónimo en el cual se le
previene que serán inútiles todos los esfuerzos que se hagan para resca-
tar a la mozuela.
“Vuestra hija -dice la carta, escrita en tono muy romántico- era desgra-
ciada, pues la maltratabais cruelmente. Yo me la he llevado para librarla
de torturas. No la volveréis a ver, pero tampoco tendréis por qué sentir
José Luis Ortiz Nuevo

inquietudes por ella, pues se halla entre gentes honradas”.


El timbre del sobre es del buzón de la Avenida de Friedland, barrio de los
más distinguidos y elegantes de París.
Los parisienses noveleros creen que el raptor es un millonario ruso, que
entraba mucho y con anuencia del padre “El Chivo” en el hotel donde
vivían las gitanas.
(EL TRIBUNO. 15 de noviembre)

***

El rapto de la gitana Soledad


En los periódicos de París encontramos nuevos detalles sobre la fuga o el
rapto de Soledad, la salerosa gitanilla que tanto alborotó al público que
llenaba el teatro de la Exposición donde cantaba aquella.
El padre de Soledad, José Chivo, ha merecido también los honores de una
interview, a que le ha sometido uno de los más diligentes reporters del
GIL BLAS.
La narración de la interview empieza con todas las formalidades de rú-
brica, es decir, con la descripción del cuadro y de la figura, o sea del hotel
de la calle de Scala, donde vive José Chivo con otras dos hijas, Matilde y
464 Viva, y del propio infortunado padre, un hombre de cuarenta años, del-
gado, moreno, con ojos negros y brillantes y gran bigote.
La versión dada por el padre de Soledad difiere bastante de la que ha
corrido como más generalizada por los periódicos.
José Chivo acusa del rapto de su hija a todo el mundo y a nadie. Esto no
obstante, como el repórter dijera:
-Pero, en fin, si Soledad se ha marchado con un hombre riquísimo, que
le proporciona una gran posición, los prejuicios de la raza de usted ¿se
opondrán a que la recibáis en vuestros brazos si ella vuelve?
José Chivo respondió:
-Yo no tengo prejuicios de mi raza, no soy gitano, sino español. Se me ha
ofendido en mi dignidad de padre. De quién más sospecho es de un ban-
quero, rubio, que asistía muy asiduamente a nuestras representaciones,
y que según parece; había declarado que aunque le costase 10 millones,
se llevaría a Soledad. ¡Ah! Si le encuentro, que Dios me perdone, pero
nos veremos las caras, y aunque tenga un cañón (sic) para defenderse, yo
haré que trabe conocimiento con mi navaja. Necesito una venganza. Yo
no vivo ya sino para la venganza.
Así, en tan iracundos términos, se expresó José Chivo, según refiere el re-
pórter, quien al terminar su trabajo confiesa ingenuamente que no quiere
¿Se sabe algo?

encontrarse en el pellejo del banquero rubio, si este llega a tropezarse con


el padre de Soledad.
(EL CRONISTA. 19 de noviembre)

***

LA GlTANILLA
Según parece, hay ya noticias acerca del paradero de Soledad, la gitana
de cuyo rapto en París hemos hablado varias veces. El raptor dícese que
es un extranjero pero no ruso, muy rico, eso sí, y que ocupa una situación
muy importante en el mundo industrial. También se anuncia que Sole-
dad está dispuesta a volver con sus padres y que la detiene tan sólo el
temor a la cólera de su padre.
Tampoco falta quien asegura, con visos de fundamento, que el rapto de
Soledad y su futura y posible vuelta al hogar paterno, obedece tan sólo
a las conveniencias de un enorme reclamo. Si es así, confesamos que la
empresa tiene ingenio; pues ¿qué parisién dejaría de ir a ver a Soledad al
Casino de la high life, donde la comparsa de gitanos tiene ahora estable-
cidos sus reales?
(EL BALUARTE. 23 de noviembre)
465
Y al final nada de la gitana Soledad se supo. Si volvió o no con su gente al traba-
jo, o se instaló en el lujo. Entre tanto, y ya por estos lares, EL TRIBUNO quiso,
en las postrimerías del año, sabiamente aconsejar a los agentes:

Avisamos a los guardias municipales que quieran cumplir con su deber


que cuando se formen grandes grupos de gentes en nuestras calles para
oír a charlatanes y cantaores u otra cosa por el estilo, en los que el público
suele estar distraído, es cuando ellos deben estar con la vista alerta para
evitar que los rateros hagan de las suyas, y no estar con la boca abierta,
como los hemos visto siempre en estos casos. (20 de diciembre).

Seguro es que los “guindillas” del tiempo agradecerían vivamente estas tan
inteligentes y atinadas recomendaciones. Lo mismo que un servidor hace lo
propio, por la paciencia que ustedes han tenido al contemplar este larguísimo
discurso de improperios en contra del flamenco. Menos mal que ya se acaban,
pero en este instante de decir adiós a los desprecios, permitan que lo haga con
un verso, este extenso romance que J. M. Requena publicó en EL PROGRESO
el 18 de noviembre y que tituló:
José Luis Ortiz Nuevo

EL CAFE CANTANTE
Aire fétido y caliente;
un local muy reducido;
atmósfera de aguardiente;
en las mesas, mucha gente,
poca luz y gran ruido.
El público está apiñado
en revuelta confusión,
y contempla entusiasmado
el miserable tablado
que se ostenta en un rincón.
En él se ven dos mujeres
que a todos roban la calma;
a todos brindan placeres;
son sus ojos alfileres
que se clavan en el alma.
Calló el público un momento;
cesan como por encanto
la bulla y el movimiento;
descuelgan el instrumento
lo templan y empieza el cante.
466 Preludia la cantaora
y el público no respira;
aquella voz seductora
parece que ríe y llora
que se queja y que suspira.
Termina el canto, la gente
que se ha estado reprimiendo
aplaude furiosamente,
y se arma allí de repente
el más formidable estruendo.
Mil labios gritan: -¡Olé!
viva tu mare, chiquilla!
Otros: -Tengo aquí parné
par que le traigan a usté
todo un mar de manzanilla.
Y ella alegre y sonrosada,
se acerca a los veladores
orgullosa y festejada,
con su falda almidonada
y el rico mantón de flores.
¿Se sabe algo?

Y surgen a lo mejor,
riñas, querellas y agravios
por disputarse el honor
de que humedezca sus labios
con el dorado licor.
Sin manifestar sorpresa,
donde la llaman se lanza,
y gira de mesa en mesa,
dejando aquí una promesa
y más allá una esperanza.
Ninguno se queda atrás
en obsequio de los buenos,
y ocurre, como verás,
que por sonrisas de menos
o por miradas de más.
Se lían a botellazos
dos o tres espectadores,
y a compás de los leñazos
saltan, hechos mil pedazos,
espejos y veladores.
¡Pillo! - ¡Canalla! - ¡Ladrón!
467
- ¡Socorro! - ¡Favor! - ¡Auxilio!
y así sigue la cuestión,
hasta acabar el idilio
todos en la prevención.
Y luego... vuelta a empezar,
cada cual a su tarea,
beber, reñir y cantar...
¡Pues si esto no es progresar,
venga cualquiera y lo vea!

Y de postre un epílogo brevísimo de todo cuanto aquí se ha dicho, en este capí-


tulo de insultos y zafias ignorancias:

El Shah de Persia se ha entusiasmado en París con los bailes de nuestros


gitanos.
¡Qué honor para la familia!
¡Lástima que no le dé el humor por llevárselos todos a su país!
(EL BALUARTE. 11 de agosto)
José Luis Ortiz Nuevo

No obstante lo bello de la ópera-zarzuela, la concurrencia no ha respon-


dido; sin duda, porque aunque Carmen es un continuado canto andaluz,
del buen género, no hay jipíos de cante flamenco.
(EL TRIBUNO. 7 de diciembre)

468
¿Se sabe algo?

NOTAS

1. El Decamerón. Bocaccio. Jornada Primera. Cuento segundo: Los singulares


motivos de Abraham.

2. En la década de los cincuenta son todavía escasos los motivos de alarma.


He aquí, no obstante, una muestra que sirve de anticipo a la tempestad de
las denuncias que sobrevendrá después:

En todas partes cuecen habas. El siguiente comunicado que ayer nos ha


sido remitido, demuestra que es más largo de lo que parece el catálogo de
los conspiradores contra el tranquilo sueño de los habitantes de Sevilla.
Por esta razón y por interés de la decencia pública, hoy más que nun-
ca recomendada por el gobierno, llamamos la atención de los vigilantes
nocturnos, o dígase serenos, para que la molestia que se denuncia y cual-
quiera otra que pueda causarse con conversaciones y ruidos en las altas
horas de la noche, sean por ellos impedidas, como es su deber, recogién-
dose en el interior de sus alcobas a charlar y musiquear cuanto les parez-
ca a los que por no tener deseos de dormir, inutilizan el de los demás de
hacerlo tranquilamente y con reposo. Dice así el referido comunicado:
Señores redactores de EL PORVENIR: 469
Sevilla 19 de agosto de 1857.
Muy señores míos: Hace ya más de cuarenta días que los vecinos de las
calles de Cantillana, Corona y Buen Suceso no pueden disfrutar del sue-
ño que les ofrece la noche; por impedírselo una cuadrilla de jóvenes que
desde las once de la noche se acantonan frente a la posada del Correo
Viejo y permanecen allí hasta que amanece, incomodando a la pacífica
vecindad con panderetas, guitarras y otros instrumentos más propios de
gente rústica que de personas ilustradas.
No es esto señores redactores lo único que me obliga a incomodar a Vds.
sino que empiezan a cantar tales letrillas, que la persona que las oye se
llena de indignación porque están compuestas de palabras muy poco de-
corosas para que las oiga un público como el de Sevilla.
Me dirijo a Vds. para que por medio de su apreciable periódico lo hagan
saber a quien corresponda para ver si se evita el escándalo que por des-
gracia están viendo los vecinos de las calles mencionadas y creen estos
que es en perjuicio de la moralidad pública.
Y mientras lo hacen se ofrece de Vds. seguro servidor.
(EL PORVENIR. 21 de agosto. 1857)
José Luis Ortiz Nuevo

3. La también revista satírica titulada LA CAMPANA, hacía de esta manera


su particular burla del género flamenco, en la conclusión de un relato de
viajes:

EL TOCADOR
Restablecida la calma gracias a la enérgica mediación del padre de la mo-
rena, cada cual ocupó su puesto y se invitó a un tocaor de guitarra para
que luciera su habilidad en el difícil instrumento.
El tocaor tomó asiento en una silla que se le colocó en sitio preferente, se
sonó las narices, tosió tres o cuatro veces y miró al auditorio con afable y
protectora sonrisa.
Acto continuo tomó la guitarra y creímos que iba a regalarnos con algu-
na piecesita agradable, sin acordarnos de la indispensable operación de
templar, que duró media hora larga.
El tocaor volvió a sonarse, a toser y a pasear una triunfante mirada por
los convidados, como diciendo: ahora verán ustedes.
El que más y el que menos tenía ya la sangre frita, al ver la paciencia de
aquel hombre en llenar los preliminares de su tocata.
Al fin, nuestro hombre tomó la posición más coquetona del mundo, se
inclinó del lado izquierdo como para escuchar la armonía de su instru-
470 mento, y empezó a tocar ¿qué dirán ustedes?
El punto de la Habana.
Pero lo más perramente tocado que se puede imaginar.
Un murmullo de disgusto se levantó del inmenso auditorio que poblaba
el espacioso patio.
El tocaor creyó que sus oyentes se admiraban de su habilidad y se hu-
biera llevado toda la noche tocando lo mismo, si una voz imprudente no
hubiera sonado diciendo:
-Ezo lo zé yo tocar mejor.
Todas las miradas se dirigieron hacia el sitio donde salieron aquellas pa-
labras. El tocaor suspendió su monótona tocata y poniéndose en pie se
dirigió hacia el que la había pronunciado:
-¿Es usté er que ha dicho que toca mejor?
-Y no me he muerto todavía, contestó el otro.
-No sería usté capaz de ecirme eso en la calle.
Pero apenas acababa de pronunciar estas palabras recibió un empujón
de su contrario que le hizo caer encima de un grupo de mujeres, y por
poquito no revienta al muchacho que una de ellas tenía en brazos.
Apenas pudo incorporarse metió mano al bolsillo de su chaqueta y sacó
¿Se sabe algo?

de ella una navaja que después de abierta era más larga que un sable de
caballería.
Las voces de: si es usté un mandria, si no valusté un pitiyo, salgasté pa
fuera, donde hay gente es donde usté se lusirá, y otras, se mezclaron a
los gritos y exclamaciones de las mujeres que en un confuso remolino
querían guarecerse en las salas bajas.
Allí se hubieran destrozado ambos contendientes, si los demás hombres
que allí estábamos, incluso el padre de la morena, no los hubiésemos se-
parado y quitádoles las navajas.
Por aclamación se decidió plantar a uno de los dos en la calle, para que no
volviese a repetir el escándalo, pero el tocaor que se quedó en la casa no
quiso volver a tomar la guitarra por más que lo suplicamos, ponderando
su habilidad.
Otro mocito cogió la guitarra y se tocaron y cantaron unas malagueñas
que nada dejaron de desear.
Salió a la arena una pareja para bailar las seguirillas que fueron cantadas
por la morena que estaba a mi lado, cuya voz me puso más desbaratado
de lo que yo estaba.
A la una de la noche acabó la fiesta y yo acompañé a mi morena y a su
papá hasta la casa que se hallaba a muy pocos pasos.
471
Quedó concertado con la morena en que nos veríamos después que su
papá se acostara.
Efectivamente pocos momentos después estaba mi morena en una ven-
tana baja donde nos llevamos pelando la pava hasta después de las tres
de la madrugada. Lo que ella me dijo y yo le dije es inútil que lo refiera
pues todos los que se hayan encontrado en las mismas circunstancias ha-
brán oído y dicho las mismas palabras, los mismos suspiros y las mismas
tonterías. Ello es lo cierto que yo me retiré de la ventana con la cabeza
lo mismo que una torre y por el camino iba echando más chispas que un
castillo pirotécnico de Pinillos.
(LA CAMPANA. 9 de septiembre. 1867)

4. Naturalmente el vicio llama al vicio y en seguida acuden a la escena de las


perdiciones las señoras putas, también llamadas mujeres de la vida.

5. Al año siguiente, y sólo por esta causa, volvería la prensa a ocuparse del
famoso café flamenco:

Un hombre que bajaba anteanoche por las escaleras del Café de Silverio,
tuvo la desgracia de resbalar y caer siendo conducido a la casa de socorro
de la Alhóndiga en muy mal estado.
(LA ANDALUCÍA. 11 de diciembre. 1878)
José Luis Ortiz Nuevo

6. Algún tiempo después, esta misma publicación, REVISTA DE TEATROS


Y COSTUMBRES publica un suelto a modo editorial, recomendando mora-
lidad de esta manera:

-Hombre, mire usted, a nosotros no nos extraña que tenga usted un ca-
rácter alegre y que con sus amigos lo gaste pródigamente; pero de esto a
llevar a un espectáculo público esas genialidades bulliciosas que moles-
tan al prójimo y que a veces terminan con uno o varios bofetones, no me
parece de mucha utilidad y recreo.
En un café cantante, como en cualquiera otra parte, la buena educación es
tan necesaria como el aceite a las espinacas.
Esto es, por lo menos, lo que nosotros creemos, si usted opina de otro
modo, entonces...
Pero no; usted piensa como nosotros, y hasta cree que conducirse con
decencia en sociedad es tan imprescindible como conservar las muelas en
toda su integridad para hacer una masticación perfecta.
Sin embargo, hay opiniones...
Pero también hay otra cosa; ¿comprende usted?

***
472
Y a propósito. ¿Los empresarios del café cantante aludido, al darse cuen-
ta de las impertinencias de los gomosos a quienes se dirige nuestro suelto
anterior, no creen que han debido advertir a los agentes de orden público
más inmediatos, a fin de poner coto a los molestos pasatiempos de aqué-
llos?
Porque los empresarios de teatros y cafés pueden cobrar los cuartos que
les produzca su negocio, pero también pueden hacer lo otro, para excu-
sarse de que el público haga lo demás.
(EL ALABARDERO. N° 38. Octubre. 1879)

7. Adviértase cómo tanto en la anterior, y, sobre todo, en esta noticia comen-


tario, se asocia el canto de la petenera a lo malvado, incluso a la muerte. Que
uno sepa, estas son las primeras, que no las últimas, veces que así el caso se
señala. Fuente quizás de las habladurías que confieren a este precioso cante
razón de mal bajío.

A su propósito, y ahora en clave de cierto cachondeo, véase esta otra noticia


tembién de peteneras, que de Antequera vino:

TIENE GRACIA.- No le falta a la siguiente ocurrencia que cuenta nues-


tro colega EL PORVENIR de Málaga:
¿Se sabe algo?

Una persona, dice, llegada ayer de Antequera nos refiere el siguiente su-
blime sucedido.
Los hermanos Conrad, artistas de la compañía Díaz que han dado allí
unas cuantas funciones, cantaban una noche su petenera favorita:

Señor alcalde mayor


Usted no prender ladrones
Porque usted tiene una hija
que roba mis pantalones

Y no habían acabado de cantarla, cuando ¡aquí fue Troya! la autoridad


tomando la cosa en serio, prohibió terminantemente a los referidos
clowns la repetición de la copla a no ser que la variasen con arreglo a la
plantilla que para estos casos tienen sin duda en cartera las autoridades
antequeranas.
El público que se apercibió del incidente, protestó de un modo ruidoso;
pero la autoridad mantuvo sus fueros y no llegó a turbarse el orden ni se
puso a las tropas sobre las armas.
(EL PORVENIR. 30 de agosto. 1884)

8. De 1882 sólo se ha encontrado, por ahora, una muy escueta referencia


publicada el 11 de febrero en EL PORVENIR, en la que se da cuenta de que 473
entre los servicios de orden público realizados “el día 8 de los corrientes, se
ha detenido a tres individuos, por escándalo, en un salón de baile, ocupán-
dole dos navajas”.

9. Según se ha visto en el capítulo dedicado a los Cafés Cantantes, más que


escasas, insignificantes, fueron las informaciones dadas sobre los compor-
tamientos artísticos de estos establecimientos.

10. EL POSIBILISTA, por ejemplo, mantenía, casi diariamente una sección


fija denominada Crónica Escandalosa, y en ella el porcentaje de sucesos acae-
cidos en los Cafés Cantantes era mínimo.

11. Adviértase cómo lo que se muestra en esta noticia no es que en el Café


Cantante se cometiera el delito, sino que fue allí donde se capturó al delin-
cuente.

12. Esta es la nota que provocó la reiterada de la publicidad del Café.

13. Menos mal que el periódico se llamaba LA IZQUIERDA LIBERAL; que


si se llega a llamar LA DERECHA REACCIONARIA hubiera pedido quizá
urgentes fusilamientos. El Sr. Leguina era el Gobernador Civil.
José Luis Ortiz Nuevo

14. Preciso es reconocer que el cronista, en este caso, está cargado de razón
y defiende claramente una postura contraria al exagerado buen vivir de los
potentados. Contrasta, no obstante, con la versión dada, sobre hechos seme-
jantes, por viejos cantaores, quienes aseguran que en esos, aquellos casos de
juergas famosas, los vecinos se asomaban gustosamente a los balcones para
participar, a su manera y distancia, de la fiesta.

15. Efectivamente, LA LIBERTAD, decía el 8 de junio:

Se concede licencia para establecer un café cantante cerca del puente de


Triana.

16. Señores que votaron en contra del dictamen: Quintero, Palacios,


Celis, Aponte, Huertas, Andrade, Arredondo, Wenthuyssen, Nandín
(D. Roberto), Calzada, Herazo, Corona, Nandín (D. Angel), Manteca,
Galindo, Floranes, Roncales, Gómez, Pastor, Luque, Valle, Mier, Se-
gura, Cueto, García Pego y Señor Presidente: Total Veinte y seis.
Señores que votaron el dictamen: Espinosa, Viniera, Collantes, Sánchez
Bedoya, Sánchez Marcos y Sánchez F. de la Gotera: Total seis.
(Del libro de Sesiones del Excmo. Ayuntamiento de Sevilla)
474
17. Evidentemente se trataba de una casa de putas. Sobre lo mismo, véase lo
que decía EL TRIBUNO el 15 de octubre de 1884:

La prensa toda ha pedido en diferentes ocasiones que desaparezcan de


calles tan céntricas como las de Tetuán, Rosario y Velázquez las casas de
lenocinio en ellas establecidas y en las que tantos y tan continuos escán-
dalos se producen.

Por lo que se refiere que a “la prensa toda” no es que le estorbasen o es-
candalizaren las putas sino que tuvieran su sede en el mismo centro de la
población, a la vera de los inmundos cantaores de flamenco.

18. Pura y simple demagogia y mala leche radical. Hasta ese momento nin-
guna crónica había hecho mención de muerte alguna y si la hubiere habido,
¿habríase silenciado?

19. Por si no hubiera bastante con los escándalos nacionales habidos por
mor de los cafés cantantes; también daban cuenta los periódicos de los ocu-
rridos en los homónimos establecimientos de París. Vean vean:
¿Se sabe algo?

Clarita la cantaora.- Clarita es una encantadora joven de diez y ocho o


veinte años.
Por su garbo y por su gracia, ha hecho durante algún tiempo las delicias
de los asiduos concurrentes a los Cafés cantantes de París.
Su voz no es buena, pero sus graciosos movimientos al cantar la hacían
adorable, en opinión de los aficionados al arte lírico cafeteril.
De aquí que Clarita haya tenido muchos amantes.
Su temperamento nervioso y violento no sufría la menor infidelidad de
parte de sus favorecidos, y muchas veces se la ha visto lanzarse impetuo-
sa contra algún rival afortunado, dando margen a escándalos en los cafés
y teatros.
Hace poco tiempo Clarita contrajo matrimonio con Mr. Durel, a quien ha
cautivado su hermosura.
Durel la impuso el que dejase una profesión tan inconveniente para una
mujer casada.
Clarita aceptó, y cediendo a los deseos de su marido abandonó el baile y
el canto y se propuso observar una buena conducta.
Mas la joven no podía olvidar sus triunfos ganados gloriosamente en el
café, y muchas noches se dormía pensando en su perdida alegría y recor-
dando los aplausos del público, dominado por sus encantos.
475
Hastiada de una vida para ella monótona, su carácter se hizo irascible y
últimamente decidió asistir a los Cafés cantantes a pesar de la prohibi-
ción de su marido.
Una noche éste la siguió y estuvieron en el mismo café, sin que ella lo
notase.
Cuando llegó a su casa, Durel la esperaba.
El ofendido esposo empezó a reprenderla, diciéndola que estaba conven-
cido de su fidelidad, pero que castigaría su inobediencia.
Clarita, que había tomado algunas copas, contestó mal a su esposo; éste
trató de castigarla, y entonces ella, tomando un cuchillo de una mesa
inmediata, le infirió una profunda herida, que le produjo la muerte ins-
tantánea.
Clarita, arrepentida y desesperada, se presentó a la policía, noticiándole
su crimen.
En la actualidad comparece ante el tribunal de los Assises.
(EL PORVENIR. 14 de mayo de 1885)

20. Que se sepa es el primer muerto por hecho violento de que se tiene noti-
cia, a consecuencia de cosas pasadas en los cafés cantantes. Y a este doliente
José Luis Ortiz Nuevo

propósito, ¿por qué, nunca, nadie, pidió, que se cerrasen las fábricas de
armas?

21. En verdad que el cronista ejerció como profeta de butem.

22. Ver Arte y Artistas Flamencos. Pág. 208.

23. Un año después del crimen la prensa refería que:

La Sala segunda del Tribunal Supremo, ha desestimado el recurso de


casación por infracción de ley impuesto por Lorenzo Colomer contra sen-
tencia dictada por la de lo criminal de esta Excma. Audiencia, en causa
por homicidio de Juan de los Reyes Osuna (a) el Canario.
Dicho Tribunal, con arreglo a la Ley lo tuvo por improcedente, en vista
de haber desechado la defensa tres abogados creyendo era insostenible
el recurso.
Esto no obstante y siendo firme la sentencia desde el 9 de junio está com-
prendido en el indulto concedido recientemente, correspondiéndole una
cuarta parte de rebaja en la pena de 12 años y un día de reclusión tempo-
ral a que fue sentenciado.
(EL CRONISTA. 23 de julio. 1886)
476
24. Compruébese la pormenorizada explicación aplicada del concepto:

Cuadro de familia
De familia conservadora, se entiende.
Porque, después de todo, ¿qué más tiene un jetife, un alcalde o un gober-
nador al uso entre los íntimos del bizco malagueño que Manolito Pam-
plina, Currito Soto u otro artista del género en boga?
Esto no es cuestión de tiempo, sino de categoría, como dice el maestro de
la popular zarzuela.
Pero no divaguemos.
El oficio de periodista también tiene sus emociones fuertes, porque bus-
cando noticias se suele tropezar con cada una que pone los cabellos de
punta.
¿No recuerdan ustedes el cuadro que se representó no ha mucho en cier-
to conocido centro, tomando parte activa en él la primera autoridad de
una provincia limítrofe?
¿Quién no se sobrecoge al ver darse cuatro pataítas y unos cuantos jipíos
a una autoridaz descendiente en línea recta del mismísimo Esparninon-
das?
Y vamos al caso, valga la frase sospechosa.
¿Se sabe algo?

Anteanoche, olisqueando, nos dimos de cara con una de esas impresio-


nes, cuando menos podíamos esperarla y en donde menos nos figurá-
bamos; con un cuadro que tenía su mijita de más menos y que pudimos
observar por el agujerillo de una cerradura, que otra cosa era imposible,
dadas las precauciones que se guardaban en la puerta.
Era una juerguecita con ínsulas de gaudeamus y el sumalacatruqui que
yo sentí: la ofrecía un padre grave a un funcionario elevado por su puesto
y aristócrata por su apellido y algunos acompañantes, verificándose en
una casa principal de una calle cuyo nombre va siempre en pos de Guz-
mán el Bueno.
¡Válganos San Pablo cómo se divertían aquellos barbianes el tiempo que
los atisbamos y cómo se divertían después cuando se ocultaron a nues-
tras miradas!
Es cosa de perder el juicio.
¡Bien por la gente bravía; por la manzanilla y por las circunstancias aflic-
tivas de Juan Breva y la Parrala!
De haberlo sabido, con algunas horas de anticipación, hubiéramos acu-
dido al catálogo conservador de los ángeles del café del Puente y habría-
mos dado cita allí a la flor y nata de las Viejas Ricas.
Vaya una cañita y adelante con los faroles, que según reza el adagio ca-
novista, este mundo es un tablado y el que no baile es un tonto. 477
Pero, para otra vez, que se permita la entrada al pueblo.
Al pueblo que paga y sufre y que se va aburriendo ya de tanta inmorali-
dad y tanto escándalo.
Mientras la patria gime por inaudito atentado a su honra y el cólera está
a las puertas de Sevilla, los prohombres ministeriales se dedican a la fla-
mencomanía.
Por lo visto esta chifladura se va haciendo contagiosa entre ellos.
¡Olé y arma hijo, que somos moscopolitas desde los pies hasta el pelo!
(EL PROGRESO. 1 de septiembre. 1885)

Y aún uno más sobre la dichosa flamencomanía publicado el siguiente año:

Las noticias de robos, asesinatos, y riñas, que diariamente publica la


prensa local, empiezan a preocupar al vecindario, que ve tan mal parada
la seguridad personal y la integridad del domicilio.
Un honrado pintor, llamado D. Joaquín Montero, fue estrangulado en su
propio domicilio de calle Alcázares la noche del domingo, sin que se ten-
ga conocimiento de los autores del delito, que prepararon el crimen, se-
gún todos los indicios, para robar las economías del desgraciado artista.
José Luis Ortiz Nuevo

La casa del Sr. Ordoñez fue objeto, en el expresado día de la atención de


los Cacos, que no pudieron realizar sus propósitos criminales merced a
una casualidad.
Las cerraduras de la casa del Sr. González Abreu aparecieron la mañana
del lunes con señales evidentes de haber sido moldeadas con cera.
El Sr. Penitenciario de la Catedral fue sorprendido el jueves último en la
calle Abades por un individuo que con siniestras intenciones, le imputa-
ba el delito de ser jugador, pretendiendo en el acto registrarlo, escudán-
dose con el cargo de policía secreta, y gracias a la oportuna intervención
de un amigo no se consumó el robo.
En la tarde del lunes dos barbianes, cuchillo en mano, se batían en la calle
Trajano sin que nadie les molestase.
¿Qué pasa en Sevilla?
¿Y la policía?
¡En los toros!
Porque ahora en Sevilla tenemos toros a diario. . .
Sr. Gobernador, hay que pensar seriamente en los males que aquí nos
amenazan y que tienen un responsable inmediato, el Cuerpo de Orden
Público.
478 Los del Orden Sr. Gobernador no sirven para nada. Aparte de que su per-
sonal es inepto, son muy pocos de número, y estos pocos, ocupados en la
Plaza de Toros, en los Juzgados, cárceles, escribanías, haciendo manda-
dos o vigilando las casas de lenocinio, tienen abandonados los intereses
de esta capital de 145.000 almas.
Sevilla, merced al punible abandono en que la han tenido las autoridades
de todos los órdenes, ha desarrollado todos los vicios conocidos.
El juego, la flamencomanía y el pernicioso influjo del arte tauromáqui-
co de los unos, y la hipocresía religiosa con todas sus consecuencias de
rogativas y rosarios callejeros de los otros, nos colocan en vergonzosa
situación a los ojos de las personas honradas.
Aquí todo lo mancha y todo lo corrompe la miserable política de los par-
tidos restauradores, que no se cuidan más que del turno pacífico del po-
der, para desde sus alturas, satisfacer sus apetitos encanallando al País.
Sr. Gobernador, Sevilla es un aduar africano.
Y basta por hoy.
(EL BALUARTE. 28 de julio. 1886)

25. Este artículo formaba parte de un largo serial en torno de los problemas
principales que aquejaban a la ciudad de Sevilla.
¿Se sabe algo?

26. Señores que dijeron no: Bores, Lastra, Merodio, Santa Marina, Bení-
tez de Lugo, FIoranes, García Pego, Delgado (D. Isidoro), Gómez
Maroto = total nueve.
Señores que dijeron sí: Varea, Infanzón, Sarmiento, Cotera y Presidente
= cinco.

27. Así lo recogía otro diario de la capital:

El Sr. Gobernador sorprendió en la madrugada de ayer una partida de


juego en la calle Tarifa.
El golpe lo dio personalmente, acompañado de algunos agentes de su
autoridad, siendo detenidos siete individuos y ocupados los útiles que
se empleaban en el juego sorprendido, que fue el conocido por de “las
bolas”.
Aplaudimos esta muestra de celo del Sr. Sellés.
(EL PROGRESO. 25 de julio. 1886)

28. En torno de ello sorprende esta nota tan prudente:

Aún no asamos y ya pringamos.


Todavía no se ha solicitado el permiso para establecer un café cantante en 479
los alrededores del puente de Triana y ya algunos aconsejan a la alcaldía
que niegue el permiso.
Cuando la solicitud se presente, si se presenta, el Sr. Alcalde dispondrá,
sin duda alguna, lo que aconsejan la cultura y la importancia de esta ca-
pital.
(EL PROGRESO. 7 de junio. 1887)

29. Únicamente y en el mes de abril se publicó un cuentecillo moralista y


lacrimógeno en donde se daba cuenta de la perversidad de una flamenca:

DRAMAS DE FERIA
El se llamaba Juan, ella Dolores. Se habían criado juntos y cuando Dolo-
res dejó de ir a la escuela y empezó a coquetear con los mozos del pueblo,
Juan se fijó por primera vez en su vida en que la muchacha tenía unos
ojos muy bonitos, unos dientes muy blancos y una mata de pelo hermo-
sísima, que con dificultad se colocaba sobre la cabeza.
Un día se encontraron los dos a solas, después de misa mayor, y sin ro-
deos, aunque con la voz algo temblorosa, le dirigió Juan a Dolores es-
tas palabras:
José Luis Ortiz Nuevo

-Dolores, ¿es cierto que tú no miras con malos ojos al Sevillano?


La muchacha, sin sorprenderse y con tono alegre respondió que no, des-
pués de una sonora carcajada.
-No es cosa de risa, Dolores -contestó Juan seriamente- Si tú no quieres a
Pedro, por más que lo aseguren, voy a hacerte una proposición para que
me contestes cuando quieras.
Y después, algo más bajo, murmuró estas palabras lentamente:
-Dolores, ¿quieres casarte conmigo? ...
Púsose la muchacha densamente pálida al oír la proposición de su amigo,
y tras de una pausa, en que ninguno de los dos habló, dijo extendiendo
su mano, que Juan estrechó entre las suyas:
-Esta es mi mano, Juan. Si me quieres como dices... seré tu mujer.
Concertóse la boda de los muchachos, y las dos familias, que siempre
se habían querido, se alegraron en extremo de llegar algún día a ser una
sola.
Dolores, aunque ligera y coquetuela, estaba muy formal y quería a Juan
sinceramente. En cuanto a él, pasados los primeros entusiasmos, y dueño
ya del amor de su prometida, se entregaba (según las malas lenguas) a
ciertos devaneos, no del todo adecuados a sus circunstancias.
480 Más de una vez, Dolores y él tuvieron altercados, por si visitaba o dejaba
de visitar a la Paquira, cierta bailarina andaluza, que por ser tiempo de
ferias había ido al pueblo con una compañía de cómicos de mala muer-
te.
Era la Paquira una mujer hermosa, aunque vulgar y llamativa. Se pintaba
el pelo y la cara, era más bien gruesa que delgada y más bien vieja que jo-
ven... pero... venía rodeada de la aureola de lo desconocido, precedida de
una historia escandalosa, con una lista de amantes en la que no faltaba un
príncipe ruso a quién conoció en mejores años, y un banquero arruinado;
y Juan, que siempre había sido mala cabeza, se enamoró perdidamente
de ella.
En el teatro la visitaba en su cuarto; cuando bailaba la primera, se le veía
entre los bastidores atento y pendiente de las cabriolas de Paquira y por
último, la noche de su beneficio le regaló una corona de flores naturales
con enormes cintas color escarlata, en las cuales se leía este letrero: “A la
incomparable Paquira. Un admirador”.
Como en los pueblos todo se sabe y se cuenta, no faltó quien dijera a Do-
lores estas proezas de su prometido, lo cual fue motivo de que estuvieran
a punto de romper las relaciones.
Al fin, tras muchas semanas de disgustos y sobresaltos, se terminó la
¿Se sabe algo?

feria, y se dijo que la compañía abandonaba el pueblo al día siguien-


te.
Dolores estaba loca de contenta. Al fin Dios le libraba de aquella mujer,
de aquella dichosa bailarina, que era su pesadilla. Y para que todo saliese
a pedir de boca, los comediantes se marchaban precisamente el mismo
día de su boda con Juan.
-¡Gracias a Dios -le dijo a este la noche antes- que se marchan estos comi-
cuchos! Lo que es menester es que no vuelvan por acá...
Juan se había quedado pensativo, y murmuró distraído una frase indife-
rente.
-¡Cualquiera diría que te pesa! -exclamó con rabia Dolores- ¡Vaya una
cara que tienes!...
Por toda la contestación alzó Juan los hombros con displicencia, y se puso
a hablar de otra cosa.
Cuando se despidieron hasta el día siguiente, en que debían recibir las
bendiciones, Juan estrechó entre las suyas las manos de su prometida, y
se despidió rápidamente de ella.
Dolores se quedó pensativa viéndolo marchar.
-¿Qué le pasará?- pensó entristecida.
Al día siguiente atavióse Dolores con sus mejores galas, y puede decirse, 481
en conciencia, que no había muchacha en el pueblo ni en sus cercanías
que pudiera igualársela en hermosura y gentileza.
La madre la miraba enternecida, y repetía sin cesar llena de orgullo:
-¡Qué prenda se lleva el muy pícaro de Juan!...
Ya vestida y aderezada se sentaron en la sala esperando la hora de la
boda y llegada del novio.
El corazón de Dolores latía de temor y de impaciencia. Llegó la hora, y
cada pisada que se oía en la calle, a cada persona que llegaba, se levanta-
ba anhelante, creyendo que era su prometido.
Pasaron así muchos minutos que parecían siglos, tras los minutos pasó
una hora, dos, tres... y el novio no aparecía.
La ansiedad era inmensa, y mil conjeturas corrían de boca en boca, a cual
más extrañas y absurdas.
Varias personas salieron en busca de Juan y volvieron sin encontrarlo por
ninguna parte...
Cuando ya se desesperaba de saber su paradero, entró en la casa Pedro
el Sevillano, y sin rodeos y como si fuese la cosa más natural del mundo,
dijo mirando de soslayo a Dolores.
-No busquen ustedes a Juan. Se marchó esta mañana con los cómi-
cos...
Como viera que todos indignados querían sacarle los ojos, concluyó con
el mayor aplomo.
-¡Yo mismo lo he visto en el coche de la Paquira!
Dolores (contra lo que es costumbre en las novelas, y según es costumbre
en la vida real), no se volvió loca ni se mató, ni se metió en un convento.
Pasados los primeros días de disgusto y del bochorno natural de su situa-
ción desairada, se fue consolando poco a poco, y a los tres meses se casó
con Pedro el Sevillano, al cual, aunque ella dijera lo contrario, nunca miró
con malos ojos, y caso de que él tuviera sus devaneos, jamás se le conoció
predilección por ninguna de esas Paquiras que suelen ser la desespera-
ción de las muchachas casaderas.

30. Pocos días después este mismo diario publicaba un comentario despec-
tivo ignorante e insultante. Así:

Compañía de ópera.- Hace algún tiempo que están haciendo las deli-
cias del público vallisoletano la que está actuando en uno de los co-
liseos de aquella ciudad. Vergüenza da que una capital de segundo
o tercer orden, se permita sostenerla por una larga temporada, y en
482 Sevilla nos pasemos los años enteros, sin oír las obras de los grandes
músicos. Verdad, que, en cambio, oímos a Chacón, La Parrala, El
Mede, y otras eminencias del arte lírico tabernario, sin excluir a las
Viejas Ricas, que nos dieron la lata durante dos o tres años segui-
dos.
¡Qué país, qué paisaje y... qué paisanaje!
(LA AVALANCHA. 19 de mayo. 1888)

31. En 1889 el Café Cantante de Manuel Ojeda ya se anunciará en su nueva


dirección en la calle Sierpes.

32. Comprueben la satisfacción con que el cronista anuncia la marcha de los


flamencos a París.

En Málaga, Cádiz y Sevilla, han sido contratados algunos “cantaores”


del género andaluz, con destino a un Café Teatro de París, por toda la
temporada que dure la Exposición. Con este motivo hemos hecho un des-
cubrimiento y es que las celebridades del “flamenquismo” van desapare-
ciendo poco a poco, y quedan únicamente las medianías.
Los dioses del “jipio” se van, que podrá decir Juan Breva.
(LA ANDALUCÍA. 25 de mayo. 1889).
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