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PREGUNTAS DINAMIZADORAS UNIDAD 2

(ESTUDIO DE CASO)
Rodrigo Martínez es un joven profesional que trabaja como analista
informático en una importante multinacional de servicios informáticos,
la empresa en cuestión se llama SII (servicios informáticos integrados),
su sede mundial está en Los Ángeles California, y su división en
Colombia, se denomina SII Bacata. Cuenta en Colombia con cinco
delegaciones (Bogotá, (central), Medellín, Pasto, Bucaramanga y
Cartagena). Rodrigo Martínez viene desarrollando su actividad
profesional en la central en Bogotá, desde hace tres años, donde entró
con categoría profesional de analista programador en el año 2015.
Durante ese año, su rendimiento fue excelente y fue promovido en el
año 2016 al cargo analista funcional, siguiente categoría profesional en
la estructura jerárquica de la compañía. El ascenso se correspondió con
el consiguiente aumento salarial, de responsabilidad, y de cambio de
funciones, que la empresa tiene estipulado.
Esta promoción, sentó maravillosamente bien a Rodrigo Martínez y a su
novia Susana López, la cual trabajaba, adjunta a la dirección financiera
en el departamento de riesgos de una importante entidad bancaria.
Ambos pensaban casarse en un plazo de 3 años y el aumento salarial de
Rodrigo y la confianza que la empresa depositó en él, les dio
tranquilidad y pudieron planificar su boda. Rodrigo se adaptó a la
perfección en su nuevo puesto de analista funcional, superó con creces
el rendimiento esperado por sus superiores, incluso se demostró como
un eficaz motivador de equipos humanos, y era muy apreciado por su
equipo de programadores, tanto por sus competencias técnicas (las
cuales nadie cuestionaba), como por sus cualidades personales y
humanas, sus compañeros y su equipo de programadores lo
consideraban como un líder muy orientado a las personas, con la
envidiable virtud de ordenar y dirigir sin parecerlo, lo cual era muy
apreciado por su equipo. Por todo ello, tras un año en el nuevo puesto,
con resultados satisfactorios, los superiores de Rodrigo estimaron que
sería un buen analista, a pesar de su juventud. En 2017, Rodrigo fue
ascendido a la categoría de analista. Puesto de gran responsabilidad en
el que se asignaba un determinado proyecto y se efectuaba sobre el
mismo todo el análisis, se dirigía directamente un equipo de
programadores, y existía una importante presión en los plazos de
entrega, que había que cumplir una vez el jefe de proyecto, se había
comprometido en un calendario con el cliente. El jefe de proyecto de
Rodrigo era Matías Álvarez, una persona de 45 años, que llevaba veinte
años en la empresa donde comenzó como programador. Matías veía en
Rodrigo, una joven promesa, veía su carrera un poco acelerada, ya que
él había ascendido en la empresa de la forma más lenta, es decir, por
antigüedad y no por potencial.
Matías se había hecho, asimismo, entró en la empresa con 25 años,
recién titulado y no conocía ningún otro caso de promoción tan rápido
como el de Rodrigo. Matías tenía una buena relación personal con
Rodrigo, trabajaban en equipo y estaban todos los días juntos, a pesar
de ello, Matías veía con un poco recelo la trayectoria meteórica de
Rodrigo, ya que con 2 años en la empresa había alcanzado la categoría
de analista, proceso que a él le costó diez años alcanzar. Aunque Matías
reconocía que Rodrigo con treinta años en la actualidad (entró con 27
años en la empresa proveniente de otra empresa de servicios
informáticos de ámbito nacional y de menor categoría, donde trabajaba
como programador), vino del exterior y entró sin ninguna referencia y
sin conocer a nadie, todo en la empresa lo había conseguido por méritos
propios y sin ayuda de nadie, por todo esto admiraba al joven Rodrigo y
sentía una envidia sana por toda su trayectoria.
SII trabajaba en grandes implantaciones de proyectos en entidades
bancarias, administraciones públicas y Privadas. Los proyectos tienen un
período de implementación, de unos cinco años, donde se trabajaba en
casa del cliente con equipos humanos, in situ. Estos equipos estaban
constituidos por un jefe de proyecto, uno o dos analistas y un grupo de
programadores, que variaba en función de la importancia del proyecto.
Rodrigo estaba asignado desde que entró hace 2 años en SII a un
proyecto en un banco que está modificando el sistema informático con
una serie de productos a medida que EII había creado expresamente
para su cliente, este tipo de software lo creaba en SII el departamento
de I+D que SII tenía en Medellín. El trabajo de SII en casa de su cliente
consistía en la modificación e implantación del nuevo sistema
informático. Una vez implantado, se hacía un seguimiento del producto
instalado y se continúa con el proceso de formación a usuarios y al
personal que tuviera contacto con el software.
Rodrigo entró a formar parte desde el principio en la implantación de
este software, que conocía desde el punto de vista de un analista
programador y después de un analista funcional y luego de un analista
el proyecto. Sus superiores estaban muy satisfechos en cómo se estaba
desarrollando el proyecto y la información que recibía de su cliente era
muy satisfactoria. Corría el verano de 2018, cuando la fase de
implantación llegó a su fin, las aplicaciones corrían perfecta y solamente
quedaba pendiente la formación a usuarios. En todo este contexto, el
cliente de SII, el Banco Caja Social, terminaba de cerrar una fusión por la
cual habían adquirido un banco de Perú, especializado en préstamos y
Leasing a empresas. En un principio no se había pensado en que SII se
hiciera cargo del sistema informático, ya que se pensaba conservar el
modesto sistema informático de la entidad adquirida.
Los nuevos estudios de mercado, llevados a cabo en el tejido
empresarial de Perú, arrojaron unos datos que hicieron cambiar de
opinión al comité de dirección del banco industrial y agrícola. De esta
forma el comité de dirección del banco, decidió convocar una reunión
de crisis con el gerente de SII, para exponerle la nueva situación. A esta
reunión acudió Felipe Illescas, como gerente de SII, y Matías Álvarez,
como jefe de proyecto en el banco Caja Social. En la reunión se puso de
manifiesto el interés del banco en adoptar exactamente el sistema
informático del banco en Bogotá, en Perú. Este proyecto no duraría tres
años, como el otro, sino que su duración estimada era de dos años
máximo, ya que se había pensado en una primera fase de implantación
de 2 años, donde la permanencia en Perú sería continua y una segunda
fase donde se terminaría el proyecto en varias estancias a lo largo de un
año. Tras la reunión, el gerente de SII, salió con una duda en su cabeza
¿A quién enviaría a Perú como jefe de proyecto? Su cliente, el banco,
deseaba una persona con experiencia, adaptable y que no tuviera
demasiados compromisos familiares, que tuviera la suficiente
flexibilidad mental como para entender un entorno cultural distinto y
que estuviera dispuesto a vivir durante 2 años consecutivos en Perú. y
un tercer año a intervalos. Matías acompañó a Felipe en la reunión y a
nivel técnico expuso su opinión de que el proyecto era viable.
Quedaba la parte financiera y gerencial que correspondía a Felipe, dar
una decisión a su cliente la semana próxima. Matías dio por supuesto
que el candidato ideal era él, aunque no le comentó nada a su jefe
Felipe. Esto ocurrió un viernes, Matías y Felipe quedaron en que el lunes
hablarían sobre el nuevo proyecto. Llegado el lunes, Felipe no tenía
claro que persona necesita. Tenía claro que o bien Matías o bien
Rodrigo tenían que ser, pero no sabía cuál de los dos. Por un lado,
Matías reunía toda la experiencia y el conocimiento de la implantación
de un proyecto de similares características al que había surgido. Su peso
y contribución técnica estaba fuera de toda duda, pero ¿Qué ocurría con
su adaptación a un país y un continente distinto? Matías era una
persona totalmente estable en su aspecto familiar, tenía 45 años, su
mujer tenía un negocio propio, y Matías colaboraban de vez en cuando,
sus hijos de dieciocho y veinte años estaban en la Universidad. En
definitiva, una situación familiar muy estructurada e inamovible que no
se podía tocar. Y no se sabe cómo sentaría el traslado de tanto tiem po
de Matías. Por otra parte, estaba Rodrigo, con una trayectoria y un
potencial fulgurante, quien en muy poco tiempo había conseguido
mejorar lo que nadie en la empresa, la confianza que se tenía en él era
total ya que todo lo que se le había asignado lo superó con creces. Pero
nunca le habían dado un puesto de jefe de proyecto y había algunas
dudas sobre su preparación y experiencia, no sobre sus aptitudes, ya
que todos compartían la idea de que Rodrigo, necesitaba nuevos retos y
desafíos profesionales. Pero un proyecto entero y encima en otro país,
¿No sería demasiado y se vería desbordado con el consiguiente caos y
detrimento de la imagen de SII frente a sus clientes?
Rodrigo contaba con varios puntos a su favor: su juventud, sus
evidentes aptitudes y capacidades, su no dependencia de una
establecida familia, en ese aspecto podía estar perfectamente el
período de tiempo en otro país, etcétera. Rodrigo era ajeno a toda esta
problemática, últimamente había concretado con su novia, Susana, sus
planes de boda. Esta se realizaría en los próximos seis meses. La
permanencia de Rodrigo en SII, estaba segura, y él suponía que no iba a
sufrir movilidad geográfica. El gerente y el jefe del proyecto de SII se
reunieron el lunes por la mañana para buscar una solución. Felipe debía
decirle a Matías que no estaba seguro de enviarlo al proyecto de Perú, y
que quería cotejar otras alternativas, como la candidatura de Rodrigo.
De la misma manera, debía preguntarle sobre Rodrigo, quería una
opinión técnica, aunque en un principio no estaba seguro de que esta
opinión fuera objetiva, ya que pensaba Felipe que, al no enviar a Matías,
este sentiría cierto rencor y no informaría positivamente sobre Rodrigo.
Todas las dudas se disiparon, cuando ambos despacharon sobre el
asunto. Comenzó hablando Matías diciendo que había comentado el
tema durante el fin de semana con su esposa e hijos, y obtuvo una
notable resistencia sobre su traslado. Su mujer se opuso totalmente, sus
hijos demostraron también su oposición, aunque no tan radicalmente
como su madre. Ambos vinieron a coincidir en que era mucho tiempo,
que era un país muy lejano, que no se podrían hacer casi visitas, más
que una al año y que Matías tenía su puesto en Bogotá, no en un país
tan lejano. Felipe se quedó sorprendido y relajado a la vez con lo que
llegaba a sus oídos. Por un lado, no se veía en la tesitura de comunicar a
Matías que no era el candidato idóneo, y por otro lado, sus
posibilidades se reducían exclusivamente a Rodrigo. Matías argumentó,
que esa fue la posición de su familia, pero que él estaba dispuesto a
seguir adelante a pesar de la oposición de su familia, que estaba muy
ilusionado con el proyecto, y "que no había nadie más que él".
Ante este comentario, Felipe tuvo que intervenir diciendo que también
había pensado en Rodrigo. Nada más oír esto, y sin que le diera tiempo
a Felipe para preguntar sobre Rodrigo, afirmó Matías que eso era
absurdo, que Rodrigo estaba verde para un proyecto de tal
envergadura, que eso era exceder la confianza depositada en él y
arriesgar el proyecto en Perú y la imagen de SII. Según Matías, una cosa
era dar a Rodrigo cada vez más responsabilidad y nuevas funciones,
pero siempre supervisado y tutorizado por gente más competente y
experta que él, en un entorno y en un contexto que era favorable y
familiar, pero lo de Perú, era un proyecto totalmente nuevo y además
en otro país.
Felipe, como gerente, observó cierto desengaño y enfado en Matías su
hombre de confianza se sentía un poco traicionado por la falta de
confianza que Felipe había demostrado en él, y por la osadía de contar
con Rodrigo. Acabó la reunión y no se tomó ninguna decisión en firme.
Felipe era un gerente en una empresa técnica, sus conocimientos
técnicos eran incuestionables, no así sus conocimientos en el campo de
RR. HH., la situación le desbordaba claramente y se veía incapaz de
tomar una decisión, no exenta de alto riesgo.
Cuestiones para responder en el caso:
Redacte cada cuestionamiento en un párrafo, por favor sustente sus
respuestas de manera técnica, le sugiero basarse en el material que
encuentra en la unidad 1 y 2.
1. ¿Qué podría hacer Felipe ante la situación que tenía entre manos, y
su cliente esperando una contestación y el tiempo apremiando? RTA
 Pienso que Felipe como jefe debería de reunir a las dos personas a
Rodrigo y a Matías, explicarlos bien el proyecto todos los
procedimientos a seguir para que el proyecto salga bien, aparte la
responsabilidad que tiene la persona que va a ir a representar a la
empresa, después de eso escuchar el punto de vista que tiene
cada uno como empleado y que propuestas tiene cada uno de
ellos, también ver las opiniones que tienen frete a lo personal
ósea con sus familias. Ya dependiendo de todos los puntos que
planteo cada uno, Felipe ya tiene más claro que puntos a favor
tiene cada uno de sus empleados y se le es más fácil tomar una
mejor decisión
2. ¿A quién enviaría a Perú, a Matías, a Rodrigo, a ninguno de los dos?
RTA:
 Si yo estuviera en la posición de Felipe elegiría a Rodrigo, ya que
por su experiencia laboral la confianza que se le ha depositado en
tan poco tiempo y con todos los asensos que a adquirido y con
todos a respondido satisfactoriamente, creo que es la persona
apta para poder llevar a cabo el proyecto de Perú.

3. ¿Cómo podría reducir el riesgo, a quien podría recurrir para


asesorarse? RTA:
 Siempre para estos proyectos tan importantes para la empresa se
sabe que se toman riesgos al elegir a una persona ya que
independientemente de que se deposite mucha confianza en la
personas siempre hay una duda en donde uno dice será que si se
va logar lo esperado o el si lo lograra, dará lo mejor de él o no.
Pienso que una medida para estar mucho más seguro de tomar
una decisión de estas es plantearle a estas dos personas
diferentes problemas que se pueden llegar a presentar en medio
del proyecto y ver las respuestas de cada uno y así ver como lo
podrían llegar a enfrentar y uno ya con estas respuestas que ellos
platean podría ayudar mucho más a tomar una mejor decisión.
4. ¿Qué criterios se seguirían para decidirse por uno o por otro?
 Uno de los criterios que se podría seguir es el crecimiento que ha
adquirido la persona en la empresa y en el tiempo que lo ha
logrado y aparte que tantas metas le ha propuesto y que
resultados ha adquirido frente a cada uno de ellos. Eso ayuda
mucho para poder llegar a tomar una decisión tan importante
como lo es el de este proyecto.
5. ¿Cómo solucionar el tema familiar? RTA:
 El tema familiar creo que la mejor forma de poderlo solucionar es
hablando con cada uno de ellos y comentarles bien sobre que se
espera de ese proyecto y que responsabilidad tiene esta persona
frente a este, y ya cada uno de ellos sabe a qué se enfrenta al
poder tomar la decisión de decir que él quiere ir y representar la
empresa en el proyecto, ya en lo personal cada uno hablaría con
su familia o su pareja y le explicaría. Ya el jefe no tendría que
intervenir tanto en eso si no solo escuchar el punto de vista de sus
dos empleados y ya mira cuál de las dos personas se ve menos
afectado al enviarlo a un país tan lejano.

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