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En cuanto a la tenencia de la tierra, ésta se define como el modo o los modos de régimen
de propiedad que imperan entre quienes hacen uso de la tierra; en la estructura agraria de la
Venezuela actual se distinguen las siguientes formas de tenencia de la tierra:
Propietarios: Son aquellas personas que poseen de manera legal el título de propiedad de
la tierra que trabajan, siendo por ello además, dueños de los bienes inmuebles que en ella se
encuentran. Los propietarios pueden ser: pequeños propietarios, grandes propietarios
(terratenientes, latifundistas).
Arrendatarios: Son aquellos productores que por no ser propietarios de la tierra que
trabajan, tienen que pagar un alquiler o canon de arrendamiento por el uso que hacen de
dicha tierra; el pago puede ser en efectivo o en especie, es decir mediante la entrega de
parte de su cosecha. Aparceros y Medianeros: Aparceros son aquellos productores
agrícolas que dan al propietario de la tierra una parte de la cosecha por ellos producida; los
medianeros son también aparceros, sólo que tiene la obligación de entregar al propietario la
mitad de su cosecha (de ahí el nombre).
Pisatarios u ocupantes: Son productores que hacen uso de tierras públicas o privadas sin
pagar por ese uso, monto alguno a sus propietarios; los pisatarios son muchas veces
“invasores” de terrenos, los cuales usan sólo de manera temporal.
El Espacio Agrícola Venezolano: Dentro de todo conjunto geográfico, las superficies aptas para la
práctica y desarrollo de las actividades del agro y la ganadería constituyen lo que se denomina
Espacio geográfico. Desde el punto de vista de su conformación, el espacio agrícola comprende,
tanto las tierras destinadas o aptas para el pastoreo como aquellas dedicadas a los cultivos vegetales.
Al momento de aprovechar económicamente el espacio agrícola existen factores que pueden
propiciar o limitar el desarrollo de la actividad agrícola; en este sentido poseen especial importancia
los factores climáticos (temperatura, régimen de lluvias, etc.), edafológicos (características físicas y
químicas de los suelos), el relieve, la vegetación existente, entre otros.
Son muchos los factores que influyen en las condiciones de los suelos, son muchas los
elementos que hacen que los suelos sean fértiles, muy fértiles, menos fértiles o simplemente
no sean fértiles. Las temperaturas, la pluviosidad y las posibilidades de un buen drenaje o
escurrimiento de las aguas, son factores importantes que explican las características de un
suelo determinado. Por ejemplo, los suelos de las altas montañas son muy distintos a los de
las llanuras o a los de los valles. El agua en mayor o menor cantidad, así como las bajas o
altas temperaturas, permiten la formación de cada tipo de suelo. La humedad y la
temperatura hacen que se disuelvan o no, determinados minerales, se fragmenten las rocas
y se descomponga la materia orgánica: restos de hojas, raíces, tallos, frutos, animales,
excrementos y semillas.
La proporción de cada componente le da al suelo respectivo un espesor, una fertilidad y un color
determinados. Los suelos presentan una coloración rojiza, parda, amarilla, blanquecina o negruzca,
de acuerdo con la presencia de ciertos minerales, humedad, tipo de roca u otros factores
La vegetación y el clima varían de acuerdo a la altitud. En la cordillera andina se presentan los
diferentes pisos térmicos y se observan distintas formas de vegetación a medida que se asciende
por las montañas. En las partes más altas, las bajas temper