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Integrantes:
Alcidaniel Ramirez
La administración pública surge con la aparición del estado moderno, y su desarrollo está
vinculado a los cambios políticos y socioeconómicos que se producen en la sociedad y que
requieren el fortalecimiento del estado. El estado es concebido como un territorio comprendido
dentro de unas fronteras ciertas, en el que habita un pueblo concebido como un conjunto de sujetos
de derechos y deberes, sometidos a un ordenamiento jurídico-político específico. El Estado conjuga
tres elementos básicos que son población, territorio y un poder político propio, es decir, la fijación de
la población en un territorio sobre la que se pueden asentar las instituciones duraderas que superen
el ámbito privado- familiar y vayan esbozando uno público.
Estado Absolutista: Con esta forma de Estado comienza la Edad Moderna y se clausura el
largo ciclo de lo que Hegel llamó la “poligarquía medieval”. De trata de entes territoriales, sometidos
a la autoridad única de un monarca absoluto. Estos Estados son posibles merced a la conjunción de
una serie de factores materiales y espirituales que permitieron la institucionalización de esa
autoridad única: la aparición de la imprenta, la recuperación del Derecho romano y el auge de las
universidades que posibilitaron la aparición de una clase de legistas que constituyó el reservorio del
que se sirvieron los monarcas absolutos para construir una burocracia a su servicio, la cual a su vez,
originó los cimientos de una Hacienda Pública.
3. El Estado absolutista generó los primeros mercados únicos interiores y contribuyeron
decisivamente a la prosperidad de sus sociedades y a la aparición de unas sólidas clases medias.
La doctrina económica dominante en este tipo de estado es el mercantilismo que indirectamente
contribuyó a fomentar en gran medida a la actividad comercial que, de acuerdo con la teoría
economía clásica, es la verdadera fuente de la riqueza de las naciones. En el campo jurídico-
político, el Estado Absolutista es la primera manifestación del territorium clausum, dentro del cual el
monarca posee el monopolio de la violencia. Cuya característica principal es la circunstancia de que
el Monarca, al ser soberano, está por encima del derecho que él mismo crea. Según lo expresado
por Anderson, P., el Estado absolutista fue un aparato reorganizado y potenciado de dominación
feudal, destinado a mantener a las masas campesinas en su posición social tradicional, a pesar y en
contra de las mejoras que se habían conquistado en esa época. Esta forma de Estado nunca fue un
árbitro entre la aristocracia y la burguesía, al contrario, fue el frente político de una nobleza
amenazada. Otra de las características del Estado absolutista fue la burocracia civil y el sistema de
impuestos que se desarrollaron en este proceso. Por su parte la diplomacia que se originó en el
Estado absolutista fue uno de los grandes inventos institucionales de la época, inaugurado en la
reducida área de Italia en el siglo XV, institucionalizado en el mismo país con la paz de Lodi y
adoptado en España, Francia, Inglaterra, Alemania y toda Europa en el siglo XVI. Así, la diplomacia
permitía explorar los puntos débiles en el entorno de un Estado o de los peligros que podían emanar
contra él desde otros estados.
Estado Democrático: Surge a partir del declive del estado liberal que convivió con unas u
otras formas de sufragio censitario que negaba el derecho fundamental a sectores más o menos
numerosos del pueblo, lo que trajo como consecuencia la universalización real del derecho al
sufragio para todos por igual que acabó convertido en Estado democrático. Esta forma de Estado se
atiene a la soberanía interior y exterior desde el punto de vista territorial. Por su parte, desde el
enfoque jurídico-político, el Estado democrático conoce dos variantes fundamentales con respecto al
liberal: por un lado, al imperar el mandato de la igualdad, las decisiones pasan a adoptarse por el
principio de la mayoría; por otro lado, al ser el sufragio universal, el cambio institucional se produce a
partir de la parlamentarización de los Gobiernos, es decir, se asienta el principio de responsabilidad
política de los Gobiernos. Desde el punto de vista económico, el Estado Democrático se caracterizó
por universalizar el impuesto sobre la renta y admitir el derecho de representación de
5. las clases trabajadoras y humildes en general, lo que provocó una mayor actividad inversionista
del Estado que se favoreció por tres elementos: los desajustes sociales producidos por los rápidos
procesos de industrialización y modernización de las sociedades, el auge del movimiento socialista y
la elaboración de la doctrina social de la Iglesia.
Estado Social y democrático de derecho: La primera vez que se utilizó este término fue
durante la revolución de París en 1848. En esta forma de Estado se incluyen la tutela del individuo y
de sus derechos de participación política y las relaciones de clase, instituyendo mecanismos de
distribución de riqueza a través del salario, del ejercicio de derechos colectivos y de un conjunto de
prestaciones que atienden al bienestar. La participación ciudadana es indispensable tanto para
ampliar los derechos que corresponden al cuerpo social, cuanto para ejercer control vertical sobre
los órganos de poder. Desde el punto de vista territorial, el Estado social y democrático de Derecho
no cuestiona los supuestos de soberanía comunes a todas las formas del Estado de Derecho;
aunque sí tiene una mayor proclividad a integrarse en organizaciones supranacionales y a ceder
parcelas de soberanía. Por su parte jurídico-política, esta forma de Estado aportó dos innovaciones
sobre los supuestos anteriores del Estado Liberal y el Estado democrático. Por una parte, el carácter
abierto y progresista de las organizaciones constitucionales a través de las correspondientes
cláusulas transformadoras de los órdenes jurídicos-políticos estatales; y el llamado parlamentarismo
racionalizado, mediante el cual se trata de cohonestar el principio de responsabilidad política de los
Gobiernos ante los Parlamentos con el de la estabilidad política de los Estados.
Es un modelo de estado en el que el poder se somete a normas jurídicas. Las revoluciones
liberales americana y francesa fueron los acontecimientos que propiciaron el nacimiento del Estado
de derecho, entendido éste como el sometimiento del poder político a la Ley del Derecho. La forma
de Estado social y democrática de derecho, es desde el enfoque económico, intervencionista porque
no actúa de acuerdo con los postulados de la teoría económica clásica, sino con arreglo a la revisión
keynesiana, que postula dicha intervención del Estado en el ciclo económico con el fin de garantizar
tres aspectos necesarios para la prosperidad de las sociedades capitalistas: el equilibrio económico,
el pleno empleo y, como consecuencia el crecimiento sostenido. Sus principios son:
a. Soberanía Popular: Implica democracia que es el sistema de control político, los
gobernantes son elegidos por el pueblo de forma pacífica. Una democracia descansa en el
gobierno del pueblo a través de un reducido número de personas que dictan y hacen cumplir
las leyes.
b. División de poderes: Se basa en el reconocimiento de los poderes legislativos, ejecutivos y
judiciales.
c. Principio de legalidad: Supone que todos los poderes públicos se han de someter a la Ley.
d. Derecho de los ciudadanos: Cambia el concepto de súbdito por el de ciudadanos,
reconociendo una serie de derechos individuales y sociales que ha de competir y proteger el
poder ejecutivo.
ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
Es un sistema de acción y una organización de actores inscritos en el Estado y al servicio
del gobierno. Por lo cual, es concebida como una función que tiende a estar privada de existencia y
consistencia originales, así como autonomía y existencia propias. Si bien muchos autores coinciden
en que la Administración Pública y el Estado son lo mismo, hay una serie de enfoques y posturas
que se oponen a dicha afirmación.
Debido a que el problema fundamental consiste en que esas discrepancias y polémicas
surgen a partir de su ubicuidad disciplinaria la cual ha adquirido una doble dimensión tal como lo cita
Sánchez, J., “ausencia de definición y carencia de identidad”. El estudio de la Administración Pública
implica dos dimensiones de conocimiento: por un lado la identificación y definición de las relaciones
sociales como concretas plasmadas en la acción gubernamental; y por el otro lado, la
sistematización y explicación de las categorías que brotan de esas relaciones. De la Encarnación
afirma que la Administración Pública es un elemento clave en un Estado moderno, imprescindible en
el estado de bienestar, donde el ciudadano exige a las distintas Administraciones unas actuaciones
encaminadas a resolver sus necesidades y problemas. Está formada por un conjunto de organismos
que actúan bajo las órdenes del Poder ejecutivo. Estos organismos son los encargados de dictar y
aplicar las disposiciones necesarias para que se cumplan las leyes, fomentar los intereses públicos y
resolver las reclamaciones de los ciudadanos. La Administración Pública es una organización
dependiente del Gobierno, que actúa de acuerdo con la ley que busca satisfacer las necesidades e
intereses de la sociedad.
Desarrollo del comercio, que produce una superación del estrecho marco que, hasta
entonces, constituían los mercados puramente locales.